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Queridos amigos, comenzó la primavera, y la época donde los jóvenes celebran la

vida con diversas expresiones artísticas, con cantos, bailes, colores, carteles,
mateadas en las plazas. Monseñor Angelelli fue un obispo muy cercano a los juventud,
un obispo que expresaba palabras de cariño y aliento hacia los jóvenes, a
continuación podrán leer algunas de estas homilías:    

"Sepan que no se construye una nueva sociedad con la malicia, la superficialidad, el


apresuramiento de la vida, la desorientación como sistema de vida. Son el signo de la
vida, del camino, del futuro de las cosas permanentes que hay que llevar y de las
cosas caducas que hay que dejar. No vendan nunca el grito de rebeldía por un plato
de lentejas ni por complicidades anónimas. La juventud de ustedes y los auténticos y
verdaderos valores del pasado, constituyen el mejor tesoro y la piedra nueva para
construir la sociedad del futuro.

Ustedes son más sensibles que los adultos a los valores positivos del proceso de
secularización. Esfuércense por construir un mundo más comunitario, que lo
vislumbran quizás con más claridad que los mayores. Realicen en la vida de cada uno
de ustedes los auténticos valores evangélicos para saberlos entregar a los hombres
que buscan afanosamente el reencuentro con Dios, Padre de todos los hombres.

En la vida joven de ustedes, que están llamados a ser los actores y artífices de una
sociedad nueva, no olviden que hay alguien que camina con ustedes: CRISTO.
Desconocerlo y no asimilarlo en la vida de peregrinos, tendrían consecuencias
dolorosas porque serían hombres, en cierta manera hombres frustrados, sin saber dar
ni darse qué sentido tiene la vida, ni qué destino tiene, no sabrán leer interiormente los
acontecimientos que a diario se suceden, ni cuáles son las causas que los originan;
serán ciegos que guiarán a otros ciegos.

Hoy cobra un sentido especial en ustedes, los discípulos que caminaban en Emaús,
agobiados por los sucesos de Jerusalén. Fue preciso hacer la fracción del pan, para
comprender que la Cruz de Jerusalén era necesario para redimir al hombre en el
reencuentro con el Cristo resucitado. Que el sufrimiento y la sangre recogidos en estos
días en nuestra Patria, nos sirva y nos ayude a dialogar y a buscar juntos, los
argentinos, sin exclusión de nadie, para que con valentía y pacificados interior y
exteriormente, nos decidamos a cambiar todo aquello que debemos cambiar para que
la Nación haga feliz a todos sus hijos y no sólo a algunos sectores." (Fragmentos de
la "Homilía a la Juventud", 24 de Mayo de 1969 )

“Dios nos está reclamando algo por medio de la juventud: en


la juventud encontramos valores y contra-valores, la impaciencia de los jóvenes ¿no
estará despertando nuestra somnolencia? La protesta de los jóvenes ¿no estará
sacudiendo nuestro excesivo estatismo, es decir, nuestra resistencia a los cambios
auténticos y verdaderos que hoy impone la sociedad y la misma Iglesia? La
agresividad de los jóvenes ¿no estará alertando nuestro conformismo y nuestro
aburguesamiento en la vida? El excesivo idealismo de los jóvenes ¿no estará
llamando a un mayor realismo y testimonio de vida evangélicos?” (28 de Mayo de
1970)

“Son ustedes jóvenes les decía el Concilio en el Mensaje a la Juventud del mundo,
cuando cada Padre Conciliar dejábamos el aula Conciliar y regresábamos cada uno a
nuestras respectivas comunidades diocesanas: son ustedes jóvenes los que van a
recibir la antorcha de sus mayores y a vivir en el mundo en el momento de las más
gigantescas transformaciones de su historia. Es para ustedes jóvenes que la Iglesia
acaba de alumbrar en su Concilio una LUZ, luz que alumbrará el porvenir, confía en
que sabrán afirmar la fe en la vida y en lo que da sentido a la vida.  La certeza de un
DIOS Padre que es justo y bueno, edifiquen un mundo mejor con entusiasmo.
La Iglesia los mira con confianza y con amor, Ella posee lo que hace la fuerza y el
encanto de la juventud, la facultad de alegrarse con lo que comienza. De darse sin
recompensa, de renovarse y de emprender la marcha cada día que amanece para
nuevas conquistas, en Ella encontrarán la Presencia y el Rostro del eternamente
JOVEN, él que es la misma VIDA y que hace nacer la VIDA que no muere en cada
hombre que acepta su Pascua, que acepta renacer de nuevo en el agua y en el
Espíritu Santo, ese eternamente joven es Cristo. El que aprendimos a descubrir
en nuestro catecismo cuando niños y que fue creciendo vuestras ansias de
encontrarnos con El a medida que íbamos caminando en la vida.
Porque ustedes jóvenes simbolizan la frescura de la vida, la plenitud y la esperanza,
los que buscan e intuyen el futuro. (20 de septiembre de 1970)

“Ustedes jóvenes, traten de no caer y de liberarse de aquello que nosotros los adultos


aún no lo lo-gramos y que escandalizamos y les hacemos daño: me refiero a la
perniciosa costumbre de prejuzgar y condenar al prójimo. Cuánto daño se ha causado
a personas inocentes por esta perversa costumbre, cuántos dramas, cuántas
reputaciones destrozadas.” (14 de febrero de 1971)

“Es inmoral el auge “inteligentemente” comercializado de la droga, que quiebra y


corrompe a nuestra juventud con una felicidad ficticia, fruto de una sociedad caduca
que reclama cambios sustanciales...” (20 de febrero de 1972)

Este Año Santo es para ustedes jóvenes. Ustedes tienen en sus manos un presente
preñado de dolores y esperanzas. Tienen una Rioja que hay que rehacerla siguiendo
las más puras tradiciones de los mayores. No renieguen del pasado pero disciernen
todo lo positivo y lo negativo que heredan. Construyan un futuro mejor. Ustedes son
la primavera del pueblo, nunca pierdan la juventud de la mente y del corazón. No
envejezcan nunca la inteligencia de ustedes y maten el corazón con el egoísmo.
Prepárense para que sepan siempre dar razones por qué viven, por qué creen y por
qué esperan. No se marginen de la historia.  Sean protagonistas de una nueva Rioja
según el Evangelio. Este Año Santo es para ustedes, Chicos. Recen mucho para que
nosotros los grandes, les dejemos una Rioja donde ustedes sean felices cuando sean
grandes. Que nunca tengan que recurrir a la violencia para poder comer, para tener
mayor cultura, o para cambiar una sociedad que negando al Dios Vivo y Padre de
Todos lo haga ídolo al dinero, al poder o al placer desordenado (1 de Julio de 1973)
“Para ustedes jóvenes: Mirando el futuro ustedes tienen en sus manos este presente
cargado de dolores y esperanzas. No se dejen seducir por lo fácil, lo superficial y los
intereses egoístas. Nunca renieguen de las más puras tradiciones de sus mayores. No
se dejen atrapar por el “status” social o el deslumbramiento que pueda brindarles el
poder, olvidando el dolor y las esperanzas del pueblo de donde son y pertenecen. No
nieguen el pasado pero disciernan lo positivo y negativo que heredan. Ustedes son la
primavera del pueblo, nunca rechacen la luz de Cristo para la inteligencia ni maten el
corazón con el egoísmo. Si estudian, háganlo seriamente, porque lo necesitan ustedes
mismos y lo necesitan quienes mañana dependerán de ustedes para que sepan dar
razones de vivir, creer y esperar. Sean constructores de la verdadera PAZ que no se
logra sin la JUSTICIA coronada por el AMOR fuerte y viril. Trabajen para que nuestra
Rioja sea feliz para todos. Nunca la construyan con la mentira, el rechazo de los más
pobres y con el juego de pasiones bajas, fruto de la debilidad o malicia humana. (1 de
enero de 1974)

“El joven debe saber que antes de manejar la naturaleza y desafiar la velocidad, debe


manejarse a sí mismo, no es digno ni justo rivalizar con otros, con el dinero, el auto, o
la posición paterna. El trabajo y el estudio responsable son mandatos de Dios para la
juventud. Le pedimos a nuestro Padre Dios, que nunca les falte el trabajo y el estudio,
así puedan, un día, formar hogares felices.” (20 de enero de 1974)

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