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Hortensia D . T.

Gutiérrez Posse

MODERNO
DEQ.�CHO
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INTERNACIONAL
Y SEGURIDAD
COLECTIVA

ZAVALIA
Editor
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© 1995 by Víctor P. de Zavalía S.A.


Alberti 835, 1223 Buenos Aires

Diseño de tapa: Gustavo Pedroza


Corrección: Liliana Santoro
Composición: Pluma Alta

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723


Impreso en la Argentina

ISBN: 950-572-309·1
Capítulo JI

El sistema de las Naciones Unidas

El derecho, como ordenador de los vínculos que se establez­


can, es la herramienta a través de la cual se plasmarán las
políticas que se han concordado. Si los fracasos de la Sociedad
de las Naciones en materia de seguridad internacional no desea­
ban repetirse, si los objetivos comunes por los que las Naciones
Unidas lucharon contra el Eje habrían de lograrse, era necesa­
rio crear una organizaci6n internacionc;xl dotada de capacidad
suficiente -explícita o implícita- y con vocación universal. Una
organización que eficazmente asegurase. el interés común a todos
los pueblos en el mantenimiento de una paz indivisible; una or­
ganización que sirviese de marco para la búsqueda del consenso
entre las grandes potencias; aquellos Estados que por su poderío
-sea militar, sea económico- tanto puedan amenazar la paz
como contribuir a afianzarla; en la época, aquellos Estados que
habían sobrellevado el mayor esfuerzo de guerra durante el se­
gundo confiicto mundial.
Un tratado internacional -fuente de derechos y obligaciones en­
tre las partes- iba a ser el instrumento idóneo para constituir esa
institución nueva que contribuyese a prevenir la guerra, mantuviese
la paz y la seguridad internacionales, desarrollase las relaciones de
amistad entre las naciones, promoviese el progreso social y mejores
niveles de vida y lograse la cooperación internacional. Desentrañar
el sentido y el alcance del derecho de la Carta de las Naciones
90 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse
El sistema de las Naciones Unidas 91

Unidas y del Estatuto anexo de la Corte Internacional de Justicia


-en tanto que tratado internacional- así como su desarrollo pro­ do condiciones bajo las cuales pudiesen mantenerse la justicia y el

gresivo, efectuado a través de una interpretación dinámica y prag­ respeto de las obligaciones emanadas del orden jurídico internacio­
mática, contribuirá a una mejor comprensión de las relaciones inter� naL Para ello, universalmente tenían que llegar a aceptarse prin­
nacionales contemporáneas. cipios y métodos, tendientes a asegurar el uso de la fuerza armada
no ya como instrumento de políticas nacionales, sino en servicio
del interés común, a la par que lograr concordarse el empleo de un
l. El tratado constitutivo mecanismo internacional que posibilitase promover el progreso
económico y social de todos los pueblos, que algunos Estados ha­
bían dicho buscar en el período entre las dos guerras a través de

a. Los Propósitos y Principios la expansión del espacio vital. Esta resolución se hace por demás
evidente cuando se consideran las palabras introductorias del
La directa vinculación entre el Tratado de Paz que puso tér­ Preámbulo:

mino a la Primera Guerra Mundial y el Pacto que establecía la


.
Sociedad de las Naciones puede considerarse una de las causas "NOSOTROS LOS PUEBLOS DE LAS NACIONES UNIDAS"

que contribuyeron al fracaso de la organización. El error no


debía repetirse en 1945. Así, antes de que formalmente termi­ Son los pueblos, que tanto han sufrido a raíz de las dos gran­

nase la Segunda Guerra y se iniciase la negociación de los Tra­ des guerras, quienes expresan el deseo de encontrar la vía apta

tados de Paz, el 25 de abril se abría en San Francisco la Con­ para preservar la paz, sin mencionarse -como se hacía en el
ferencia de las Naciones Unidas sobre la Organización Interna­ Preámbulo del Pacto- el acuerdo de las Altas Partes Contra­
cional, de la que participaron 50 países en guerra contra el Eje tantes. En esta ocasión los Estados se manifiestan, con un sen­

y a la que ulteriormente se unió Polonia, que no había podido tido democrático, como representantes de sus pueblos, en los

concurrir en razón de su situación interna. El 26 de junio se que radica la voluntad común de alejar el riesgo de conflictos

adoptaron en su seno la Carta de las Naciones Unidas y el armados que lleguen a amenazar la seguridad de todos. Lo hacen

Estatuto anexo de la Corte Internacional de Justicia, entrando a través de una Carta, no de un Pacto; es decir, a través de un

en vigor el 24 de octubre de 1945. La solidaridad de las poten­ instrumento jurídico que aun por su denominación se aproxima

cias victoriosas debía perpetuarse a través de la institución que más a una herramienta constitutiva de una comunidad interna­
se creaba, para mantener la paz que tanto había costado lograr, cional que a una suerte de contrato, fruto de la negociación de

pero en ella también debía llegar a tener cabida todo Estado, intereses individuales. En aquellos momentos de 1945 se tenía

independientemente de que durante el conflicto hubiese sido un la vivencia inmediata de que la búsqueda de la realización de

enemigo o no. políticas nacionales mediante el empleo de la fuerza había con­

El Preámbulo de la Carta refleja, entonces, la resolución de ducido a quebrantar la paz a nivel internacional. Y la paz era

preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, un bien anhelado por todos; la paz era un valor universal· la

para lo cual la experiencia inmediata indicaba que era necesario paz era el fundamento, l � razón, para intentar construir �na
reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre -sin comunidad en la que el hombre fuese respetado y pudiese desa­

ninguna distinción-, así como promover el progreso social, crean- rrollarse. El Preámbulo constituye la base moral y política de
las disposiciones jurídicas que se enuncian en la Carta, ilumi-
92 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse E1 sistema de las Naciones Unidas 93

nando su interpretación57 A través de sus términos se afirma la que se intentaba lograr era la seguridad de todos sin que un Es­
voluntad de crear una organización internacional apta para pre­ tado en particular pudiese considerarse su guardián. El Propósito
venir nuevos conflictos, a la par que dotada de las capacidades para el que se creaba la Organización, la obligación que se le
suficientes para sancionar a aquellos que intentasen violar sus imponía, era ser el custodio de la paz y la seguridad internaciona­
principios. les. Y si iba a ser su custodio y no su garante, como se había
Los Propósitos asignados en el art. 1 de la Carta a las Naciones establecido en 1919 para la Sociedad de las Naciones, debia ·

Unidas son, así, mantener la paz y la seguridad internacionales; otorgársele en el tratado constitutivo una cierta capacidad de ac­
fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el ción. La Conferencia de San Francisco tenía bien presentes los
respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre reiterados fracasos del sistema descentralizado de sanciones del
determinación de los pueblos; realizar la cooperación internacional Pacto cuando se intentaba que el Consejo ejerciese su deber de

en la solución de problemas internacionales de carácter económico, recomendar medidas a los miembros de la Sociedad para que éstos

social, cultural o humanitario y en el respeto a los derechos huma­ las ejecutasen. En consecuencia, la Carta -si se quería evitar ese
nos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción fracaso-- tenía que contener una norma que habilitase el cambio.
por motivos de raza, sexo, idioma o religión; y servir de centro que Así, el artículo 1.1 establece los métodos y medios a través de los
armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos objetivos cuales la O.N. U. misma podrá estar en condiciones de cumplir este
comunes"8 El triptico consagrado en esta norma es revelador de la objetivo. En primer lugar, cuando se trate de prevenir y eliminar
preocupación de la época: la paz, la libertad en igualdad de los amenazas a la paz y suprimir actos de agresión u otros quebran­
pueblos y el desarrollo humano. La realización de estos Propósitos tamientos de la paz, la Organización tendrá la competencia de

podrá ser lograda a través del acatamiento por la Organización y tomar medidas de tipo colectivo que sean eficaces. Es decir, medi­

por sus miembros de las bases constitucionales -los Principios­ das que reconozcan a todos y a cada uno de los Estados el derecho
contenidos en el art. 2. a su seguridad, porque la seguridad es colectiva. He aquí una
Ahora bien, la paz que se tenía en cuenta en 1945 era -funda­ diferencia más con el uníverso de la Sociedad de las Naciones, en
mentalmente-- la paz que debía reinar entre los Estados, ya que el que sólo entre miembros regía el compromiso de respetar y
a lo largo de la historia sus ambiciones territoriales y sus disputas mantener el statu quo territorial de 1919. En segundo lugar, cuan­
la habían amenazado y quebrantado. A través de su mantenimien­ do controversias o situaciones internacionales sean susceptibles de
.
to por un tercero, y no por el sistema tradicional de alianzas, lo conducir a quebrantamientos de la paz, la O.N. U. -conformando
su conducta a los principios de la justicia y del derecho internacio­
nal- estará en condiciones de lograr por medios pacíficos su ajus- ·

te o arreglo. Esto es que, si no fuese posible cooperar con las partes


67. Conf. C.I. J., caso del Sud-Oeste africano (segunda fase), Rec. 1966, p. 34; involucradas para que solucionen un diferendo, al menos podrá
la regla general de interpretación, contenida en el art. 31 de la Convención de intentar que lleguen a recrear un clima de confianza que aleje el

t
Viena de 1969 sobre el Derecho de los Tratados, establece en el art. 31 que "un peligro de una violación de la paz al continuar agravándose la
tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido corriente que haya
1 de atribuirse a los términos del tratado en el contexto de éstos y teniendo en
situación. En ese sentido, a partir de que entró en vigor la Carta
i cuenta su objeto y fin", agregando que para los efectos de la interpretación el de San Francisco, los Estados han aceptado la obligación de no
J texto incluye el preámbulo; Osear Schachter, "The relation of law, politics and llevar adelante guerras de agresión para satisfacer intereses indi­
·l, action in the United Nations", R.C.A.D.I., 1963-II, pp. 169 y sigs.
viduales; tampoco ejercerán su autotutela en los diferendos que los
68. Carta O.N.U., art. l.
El sistema de las Naciones Unidas 95
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huroano -independientemente de su raza, sexo, idioma o reli­


oponen, a condición de que la Organización esté cumpliendo los
gión- fuese respetado. Resulta, entonces, congruente con estas
deberes y facultades que se le asignan en este parágrafo 1 del
art. l.
preocupaciones que el parágrafo 3 del art. 1 imponga a la O.N_. U.
el deber de realizar la cooperación internacional en estas matenas,
La preocupación por el fortalecimiento de la paz universal, como
a Ja par que otorgue al hombre -por primera vez en una norma
deber impuesto a la Organización, asimismo se refleja en el
jurídica positiva intemacional- la condición de sujeto de este
parágrafo 2 del art. 1, pero ahora vinculada al respeto del princi­
derecho70
pio a la igualdad de derecho a la libre determinación de los pue­
Y son las propias Naciones Unidas las que, según el parágrafo
blos sometidos a dominación extranjera. Según esta disposición, la
4 del art. 1, habrán de servir de centro para armonizar Jos esfuer­
O.N. U. ha de fomentar entre las naciones relaciones de amistad
zos por alcanzar estos Propósitos que se consideran comunes.
basadas precisamente en ese respeto, lo que implica afirmar que
La Organización habrá de esforzarse para que una comunidad
en el derecho positivo creado en 1945 este tipo de pueblos son
intemacional, basada en un ideal de solidaridad, se consolide: una
centro de imputación de la norma jurídica y, por ende, ven reco­
comunidad que tienda a la universalidad.
nocida su condición de sujetos del ordenamiento jurídico interna­
En consecuencia, era necesario que no sólo los Estados que al
cionaJ69. He aquí otro cambio sustancial en relación con la norma­
abrirse la Conferencia de San Francisco se encontraban en guerra
tiva anterior a 1945, donde la inquietud del presidente Wilson por
contra el Eje fuesen miembros de la Organización7', sino que debía
el principio de las nacionalidades sólo había sido considerada -y
preverse que en un futuro se pudiesen incorporar otros países.
con dificultades que aún perduran- para la redistribución política
Para ello, la Carta contempla dos categorías de miembros: los on­
del mapa de Europa, en tanto que en el mundo extraeuropeo había
ginarios72, aquellos que participaron en la Conferencia o que ha-
merecido únicamente la instrumentación en el Pacto del sistema
de mandatos.
Por último, realizar la cooperación internacional para el desa­
rrollo humano -económico, social, cultural, humanitario o en el
70. Véanse sobre la labor de la Organización en materia de derechos humanos,
ámbito del respeto de Jos derechos del hombre y sus libertades
entre otros, O.N.U., United Nations Action in the Field ofHuman Rights, Nueva
fundamentales- tenía que ser un objetivo de la Organización que York. United Nations Publication. 1980, ST/HR/2/Rev. 1; L.B. Sohn, A Short
se creaba. En efecto, el desequilibrio entre países ricos y países History of United Nations Documents on Human Rights, Dobbs Ferry, New York,
1968, y The United Nations as Protector of Human Rights, New York, The Bobbs
pobres, las barreras arancelarias, la búsqueda del crecimiento a
Merryll Company, 1973
través de la industria de armamentos, eran recuerdos muy presen­ 7 l. La República Argentina es miembro originario al haber declarado la gue­
tes en el espíritu de Jos participantes en la Conferencia de San rra a Alemania el 27-III-1945 y a Japón el 1-IV-1945, con lo-que se encontró en

Francisco. Otro tanto ocurría con la cruzada que las Naciones .condiciones de concurrir a la Conferencia de San Francisco; Decreto 6945/45,
B.O., 28-III-1945
Unidas habían emprendido contra el Eje para lograr que el ser
72. Carta O.N.U., art. 3; en la Conferencia de Yalta se había decidido invitar
a la Conferencia de San Francisco a los signatarios de la Declaración de las
Naciones Unidas -entre los que se encontraba Polonia, aun cuando no concu­
�:\:
·1 rrió en razón de las dificultades para la constitución de su gobierno-, a los

!
1
\i 69. Sobre la historia de esta norma en la Conferencia de San Francisco, véase
países que habían declarado la guerra al Eje antes dell-III-1945 -no obstante
_

luego se decidió invitar a la Argentina y a Dinamarca, cuando ésta fue hbera a­
_
J José María Ruda, The purposes and principies of the United Nations Charter (a _
y a las Repúblicas Federadas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas,
1 legislative history of the preamble, article 1 and article 2), Buenos Aires, Editorial
Bielorrusia y Ucrania. Al adoptarse en la Conferencia la Carta y el Estatuto
\ / del Centro de Estudios Internacionales, 1983.
\/
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El sistema de las Naciones Unidas 97

bían firmado previamente la Declaración de las Naciones Unidas


entendía afirmar la vocación de universalidad, ya que la paz ha de
de 1942, y los admitidos73, es decir, otros Estados que ulteriormen­
ser una preocupación de todos. En ese mismo espíritu, y a diferen­
te se dirijan a las Naciones Unidas solicitando su ingreso y expre­
. cia del Pacto, ningún derecho de retiro de los miembros se prevé
sando ser amantes de la paz y aceptar las obligaciones consigna­
en este tratado; sólo la capacidad de la Organización de suspen­
das en la Carta. Por cierto, la institución tendrá el derecho a
derlos en el ejercicio de los derechos y privilegios inherentes a su
través de sus órganos competentes de juzgar si están capacitados
calidad de tales o de expulsarlos cuando violasen repetidamente
y también dispuestos a cumplir tales obligaciones 74. Por esta vía se
los Principios contenidos en la Carta 7S
La Organización ha de tener una vocación de universalidad76
pero esta universalidad no ha de reflejarse exclusivamente en s �
anexo de la Corte Internacional de Justicia, dado que su naturaleza jurídica es
l � de un tratado internacional, se estableció en sus disposiciones final�s el requi�
,!;_
_s¿ o de la firma para la autenticación del texto y la ratificación como forma de
un Estado a las Naciones Unidas, Rec. 1948, p. 57, entendió que un miembro de
�anifestar el consentimiento en obligarse por los miembros originarios, dispo� las Naciones Unidas que ha de pronunciarse a través de su voto sobre la admi­
_ruendo el art. 110 que entraría en vigor tan pronto depositasen las ratificaciones
sión de un nuevo Estado -en derecho- no puede hacer depender su consenti­
la República de China, Francia, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas' el
miento de condiciones que no estén expresamente previstas en el art. 4 de l a
Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, los Estados Unidos de
Carta. Por otra parte, en l a opinión consultiva del 3-III-1950 sobre l a Co.mpeten­
América -esto es, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad- y la
cia de la Asamblea para la admisión a las Naciones Unidas, la C.LJ. respo_ndió
mayoría de los demás Estados signatarios. Cabe señalar que, si bien en el texto
a una pregunta de la Asamblea General considerando que este órgano sólo podía
de la Carta se admite la posibilidad de su reforma, para que ésta entre en vigor
_ pronunciarse sobre la admisión de un nuevo miembro si había mediado la previa
también es necesario el consentimiento de los miembros permanentes del Consejo
recomendación del Consejo de Seguridad; conf. C.I. J., Rec. 1950, p. 4. Ambas
de Seguridad. En efecto, el art. 108 dispone al respecto que las reformas habrán
cuestiones se suscitaron en el período 1945-1955; en el que por razones políticas
de ser adoptadas por el voto de las dos terceras partes de la Asamblea General
las demandas de admisión de varios Estados quedaban retenidas en el Consejo
pero recién entrarán en vigor -para todos los miembros de la Organización­
cuando hayan sido ratificadas por las dos terceras partes de sus miembros, inclu­

de Seguridad p�r l voto negativo de un miembro permanente, hasta que, luego
de largas negoc1acwnes llevadas a cabo en la Comisión de Buenos Oficios creada
yendo a los permanentes. La Carta también prevé la posibilidad de una Confe­
rencia General de revisión. Tal Conferencia podrá ser convocada cuando concu­

por la Asamblea Ge eral como un organismo subsidiario en 1953, el Consejo de
_
Segundad recomendo favorablemente la admisión simultánea de 16 países can­
rran en determinarlo la mayoría de los miembros de la Asamblea General y
didatos, siendo admitidos todos ellos por la Asamblea General el 14-XII-1955. La
nueve cualesquiera de los miembros del Consejo de Seguridad. Sin embargo, para
práctica de la Organización, a partir de ese momento, admitía la interpretación
que las modificaciones entren en vigor, deben ser recomendadas por el voto de las
de los cuatro requisitos del art. 4 eh el sentido de que no necesariamente debían
dos terceras partes de la Conferencia y ratificadas por las dos terceras partes de
considerarse para cada candidato en particular sino que podían contemplarse en
los miembros de las Naciones Unidas, inclUyendo -nuevamente- a todos los
un paquete de negociación -package deal - al valdtar unos candidatos en rela­
miembros permanentes del Consejo de Seguridad; conf. art. 109, incs. 2 y 3
_7
.._ 3. !bid . , art. 4.; la Declaración de Moscú, del 30-X-1943, ya expresaba que la

ción con o ros aun en lo que hace a sus alineamientos políticos con las superpo­
_
tencias; vease a este respeto Leo Gross, "Progress Towards Universality on
.
nueva Organización debía estar abierta a todos los Estados, grandes y pequeños,
Membership in the United Nations", A.J.I.L., 1956, pp. 808 y sigs.
reflejando la idea de universalidad, que de algún modo se acotó en el plan de
75. Carta D.N. U., arts. 5 y 6; nuevamente aparece en estas normas el acto
Dumbarton Oaks, al considerarse que debía ser todo Estado siempre que fuese
complejo, la recomendación del Consejo de Seguridad previa a la decisión de l a
' amante de la paz; esta última concepción fue la que prevaleció en la Conferencia.
Asamblea General. N i u n a n i otra disposición han sido aplicadas hasta el presen­
"\ 74. El Pacto de la Sociedad de las Naciones disponía en el art. 1 que la
te, aun cuando se hayan desB!l"ollado prácticas de no participación de un Estado
Asamblea era el órgano que otorgaba la admisión. En cambio, el parágrafo 2 del
"'"i art. 4 de la Carta conte mpla un procedimiento complejo ya que la admisión se
_
en un determinado órgano de la Organización o en un organismo subsidiario de un
órgano, al rechazarse las plenipotencias presentadas por sus representantes.
efectúa por decisión de la Asamblea General a recomendación del Consejo de
76. De 51 miembros originarios, la Organización ha pasado a contar en febre- /
Seguridad. La C.l.J. en la opinión consultiva del 28-V-1948 sobre la Admisión de
ro de 1995 con un total de 185 Estados miembros. <__
98 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse
El sistema de las Naciones Unidas 99

integración, sino que también ha de expresarse a través de la


habían sido los Estados poderosos o los que ambicionaban una
aceptación por parte de los Estados de la preeminencia de su or­
mayor cuota de poder quienes a lo largo de la historia la habían
den normativo en el ámbito internacional. En ese sentido, una de
amenazado y quebrantado.
las disposiciones claves del tratado establece la jerarquía entre las
En ese sentido, una de las bases constitucionales -uno de los
obligaciones contraídas· por los miembros en virtud de la Carta Y Principios contenidos en el art. 2- es la de la igualdad soberana
las que resulten para ellos de cualquier otro convenio internacio­
de todos los miembros, reconociéndose que hay asuntos que son
nal. Según el art. 103, si se plantease un conflicto entre unas Y
esencialmente de su jurisdicción interna en los que -por ende­
otras, las impuestas en virtud de la Carta -esto es, tanto de su
a la O.N.U. le está vedado, en principio, intervenir. Estas normas
normativa como del derecho derivado de ella- siempre prevalece­
tienden a ofrecer aun a los Estados más débiles la garantía jurí­
rán". No se trata de crear un supra-Estado o una suerte de con­
dica de su derecho a ser respetados en una suerte d e democracia
federación universal, sino de acordar libremente, en un tratado,
inter-estadual que requiere de todos el cumplimiento de buena fe
un tipo particular de asociación. Los miembros siguen siendo Es­
de las obligaciones que contraígan79.
tados soberanos y sólo los Estados pueden ser miembros de la
Ahora bien, si el Propósito de la Organización es mantener la
Organización, lo que no significa desconocer la subjetividad jurídi­
paz y la seguridad internacionales y, a diferencia de la Sociedad
ca internacional de otras entidades, a las que eventualmente se les
de las Naciones, está habilitada por la Carta para tomar medidas
puede otorgar la condición de observadores78, porque el sistema fue colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz y
concebido en 1945 para que todo Estado -grande o pequeño­
para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la
tuvíese derecho a la paz. Una vez más ha de tenerse presente que
paz80, medidas que pueden ser obligatorias para los miembros81 y
que -inclusive- pueden comportar el empleo de la fuerza arma­
da82, los Estados -por su parte- han de renunciar por el tratado
constitutivo al uso de la fuerza en sus relaciones internacionales.
77. Véase Charles Cadoux, "La supériorité du droit des Nations Unies sur les El parágrafo 4 del art. 2 contiene esa renuncia a la amenaza o al
droits des Etats Membres", R.G.D.I.P., 1959, pp. 649 y sigs. El art. 20 del Pacto uso de la fuerza -concepto más amplio que el de guerra-, la que

puede considerarse en alguna medida como el ante edente de esta norma, a n � ha de hacerse efectiva en relación con cualquier otro Estado -y
cuando -en un aspecto- sólo codificaba un principiO general de derecho segun
el cual una norma ulterior deroga la anterior sobre la misma materia, al disponer
que el Pacto abrogaba las obligaciones anteriores incompatibles con sus términos

que hubieran contraído los miembros de la Sociedad, y --en otro- ap nas com·
.
portaba el compromiso, también asumido por los miembros, de no adqmnr en un 79. Carta O.N. U. , arts. 2.1, 2.3 y 2.7; véase Boutros Boutros-G
hali, "Le principe
futuro obligaciones incompatibles con sus términos. La norma del art. 103, en d'égalité des Etats et les organisations internationales",
R.C.A.D.I., 1961-II, pp.
cambio establece la supremacía de este orden jurídico y, -a más, cuando sus 9 y sigs.; René-Jean Dupuy, "Cours général - Commun
auté internationale et

disposi iones fuesen de JUS cogens tendrán por efecto la nulidad y terminación de disparités de développement", R.C.A.D.l. , t. 165, pp.
10 y sigs.; Elisabeth Zoller,
todo tratado que se les oponga, según se establece en la Convención de Viena de La bonne foi en droit intemational public, París, Péddne,
1977.
1969 sobre el Derecho de los Tratados 80. !bid., art. Ll.
78. Cabe recordar que se entiende como sujeto de un ordenamiento jurídico a 81. El art. 25 de la Carta establece que los miembro
s de la Organización
la entidad que es centro de imputación de normas de ese ordenamiento; esto es, convienen en aceptar y cumplir las decisiones del
órgano político responsable
que tiene al menos un derecho o una obligación en virtud del régimen jurídico en primordial de mantener la paz y la seguridad internaci
onales, esto es, el Consejo
cuestión. La Santa Sede y algunos movimientos de liberación nacional tienen el de Seguridad. Por cierto, sólo aquellas decisiones que
sean adoptadas de acuerdo
carácter de observadores y en ocasiones se los ha invitado a participar en deba­ con la Carta
tes, por cierto, sin derecho de voto. 82. !bid., art. 42.
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no, exclusivamente, en lo que respecta a los demás miembros de las dos caras de una misma moneda. Lejos ha quedado la mera

la Organización, como se había convenido en el Pacto o en el Acuerdo moratoria para acudir a la guerra que contemplaba el Pacto; si

Briand-Kellog de 1928-, tanto en lo que se refiere a su integridad bien los Estados no están obligados a solucionar sus controversias

territorial o a su independencia política como de cualquier otra internacionales en virtud de lo dispuesto en la Carta, cuando tra­

forma que fuese incompatible con los Propósitos de la O.N.tJ8'- Es ten de llegar a un acuerdo que concilie sus intereses, deberán

decir que en el derecho de la Carta el mantenimiento de la paz se hacerlo por un método pacífico. N o existe, entonces, una obligación
concibe como la centralización del uso de la fuerza en la Organi­ en cuanto al resultado, pero la Carta sí prevé una obligación en lo

zación, en un proceso similar al que en los ámbitos internos con­ que hace a la vía a seguir; ésta siempre ha de ser pacífica, dejando

duce a la creación de los Estados cuando una comunidad acepta de lado el empleo de la fuerza. Esta base constitucional de la

que sólo quien la represente esté legitimado para emplearla. Por Organización genera un deber de comportamiento. Si los Estados

esta vía se reinstaura -ahora en el derecho positivo- un concep­ concuerdan en solucionar una controversia que los opone, tendrán

to de empleo de la fuerza válido o inválido; habrá situaciones en que abstenerse d urante todo el procedimiento que hayan conveni­

que el recurso al jus ad bellum será legitimo y otras en que con­ do para ello de adoptar conductas unilaterales que puedan agra­

figure un hecho internacionalmente ilícito, generando la responsa­ var la situación, Y habrán de intentar comprender, de buena fe, la

bilidad internacional de quien así actúe. posición de su adversario, renunciando a intereses que no conside­
Esta prohibición del recursd a la fuerza necesariamente ha de ren esenciales a cambio de renuncias similares del otro. La sobe­

verse acompañada por otra obligación contenida en la Carta para ranía de cada uno y la igualdad jurídica entre todos imponen tal
alejar el peligro de una nueva conflagración a nivel mundial. El obligación de comportamiento. Ahora bien, si la controversia o

parágrafo 3 del art. 2 dispone como Principio que tampoco es le­ situación internacional de que se trate -al prolongarse- es sus­

gítimo ahora acudir a la fuerza para arreglar las controversias ceptible de conducir a quebrantamientos de la paz, las Naciones
internacionales. Los Estados deben intentarlo a través de métodos Unidas son competentes para lograr por medios pacíficos, y de

pacíficos, de manera que no se pongan en peligro ui la paz y la conformidad con los principios de la justicia y -en este caso, a

seguridad internacionales ni la justicia84. La solución pacífica de diferencia de la obligación asumida por los miembros- del dere­

las controversias y la prohibición del recurso a la fuerza son como cho internacional, el ajuste o arreglo de tales controversias o situa­
ciones, tal como autoriza a la Organización el parágrafo 1 del art.
1 de la Carta85•

83. Ibid., art. 2.4; véanse Jaroslav Zourek, L'interdiction de l' emploi de la
force, Leyde, Sijthoff, 1974; Guy de Lacharriére, "La réglementation du recours
8 la force: les mots et les conduites", Mélanges Charles Chaumont, París, Pédone, 85. Cabe recordar que para que exista una controversia deben estar determi­
1984, pp. 347 y sigs. nados tanto su objeto como las partes involucradas, y éstas han de sostener
84. !bid., art. 2.3; todo el sistema de la Carta está construido alrededor de la posiciones antitéticas. Si alguno de estos tres elementos no se encontrase preci­
prohibición del recurso a la fuerza, por lo que esta obligación de solución por la sado, lamentablemente por ello no dejaría de existir el riesgo de que se generase
vía pacífica no es más que su corolario, a diferencia de lo que ocurría en el Pacto, una situación de tensión internacional que, de prolongarse, pudiese conducir a
en cuyos artículos 12, 13 y 15 sólo se contemplaban mecanismos de solución quebrantamientos de la paz. En uno y otro caso la Organización, según la Carta,
pacífica a los que quedaban vinculadas las limitaciones al recurso a la guerra. es competente para colaborar en la solución misma del asunto o bien en su ajuste,
_
recomendando med1das que contribuyan a crear o recrear la confianza entre las
Conf. Leland M. Goodrich, Edvard Hambro y Anne P. Simons, Charter of the
United Nations (Commentary and Documents), New York, Columbia University �artes i�volucradas y por esa vía concurrir a mantener la paz y la seguridad
Press, 1969, pp. 41 y sigs. mternacwnales, pero sólo puede actuar conforme al derecho internacional, esto
102 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 103

ta el tratado consti­
El tipo particular de asociación que compor ra desde la Paz de Westfalia mantiene, así, su vigencia en la ins­
el principio de
tutivo de la O.N. U., en el que se ven reflejados titución de la autotutela en tanto la Organización no cumpla el
miemb ros en tanto que Estado s sobera­ Propósito para el que fue creada. Por el contrario, el Principio de
igualdad jurídica de los
obligac iones que contraen
nos, a la par que el de supremacía de las no intervención en los asuntos que son esencialmente de la juris­
cional que
en virtud de ella sobre cualquier otro acuerdo intema dicción interna de los Estados miembros -también característico
otras dos dis­
concluyan, se hace por demás evidente a la luz de de un sistema de coordinación- no puede ser invocado cuando la
posiciones de la Carta. Por una parte, si a pesar de haber �
ediado Organización resuelve aplicar medidas coercitivas porque previa­
- ,
esta
de la Organi zacwn,
un ataque armado contra un miembro mente determinó la existencia de una amenaza a la paz, un que­
necesarias para
demora en adoptar --{) no adopta- las medidas brantamiento de la paz o un acto de agresión87 El Estado sobera­
dad intema­
cumplir el Propósito de mantener la paz y la seguri no ha aceptado en el derecho de la Carta limitarse en la posibili­
o, o los que con él
cionales para el que fue creada, el Estado atacad dad de alegar legítimamente que la cuestión de que se trate per­
s defens ivas, recobra
hayan concluido ---<:omo en el pasado- alianza tenece a su dominio reservado si ella está poniendo en peligro la
el ejercicio de su derecho inmanente a responder
inclusive con a � paz y la seguridad intemacionales y si así lo verificó la Organiza­
en tal caso seran
fuerza armada. Las medidas de defensa que tome ción; la descentralización es dejada de lado para fortalecer el ac­
me a derech o- con la sola obligación de cionar de la institución. El art. 51 de la Carta -que reconoce el
legítimas ---€sto es, confor
cesar en ellas cuando la O.N.U.
comunicarlas a la Organización y de derecho inmanente de legítima defensa- y el art. 2. 7 ---€n el que
rias con el fin de
resolviese ejercer las acciones que estime necesa a la par de verificar la existencia de un dominio reservado se
cionales86• El
restablecer 0 mantener la paz y la seguridad intema establece que éste no se opone a la intervención de la O.N.U., si
acionales que impe-
sistema descentralizado en las relaciones intem de preservar la paz se trata- son dos normas claves del sistema
tendientes a resolver positivamente el dificil equilibrio entre los
intereses de cada Estado y los de la comunidad intemacional.
En ese sentido, otras dos disposiciones, también contenidas en

es, aplicando el derecho positivo. Los Estados, en cambio, en la búsque a de la el art. 2, revelan la naturaleza peculiar de la asociación que qui-
solución a una cuestión que los opone pueden crear para el caso -mediante el
acuerdo de voluntades soberanas- el derecho que mejor concilie sus intereses,
siempre que con ello no contradigan una norma imperativa; conf. Conven� _wn
_ de
Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969, arts. 53 y 64; véase Gmller� o 87. !bid., art. 2.7; el párrafo 8 del art. 15 del Pacto instituía que si una parte
R. Moncayo, Raúl Vinuesa y Hortensia D. T. Gutiérrez Posse, Der�cho Internacw- pretendía, y el Consejo de la Sociedad reconocía, que un diferendo se refería a
nal Público, Buenos Aires, Zavalía, 2a reimp., 198�, �P- 135! Sigs. una cuestión que el derecho internacional deja a la competencia exclusiva de esta

86. Ibid., art. 51; Anzilotti, en su Cours de drott l��ernat�ona , Pa� IS, s Irey,
, :
parte, el Consejo lo verificaría en un informe sin recomendar ninguna solución.
_ en
1929, p. 506, expresaba que el concepto de defensa legtt�ma solo tle? e mteres Es decir que en el derecho del Pacto quedaba claro que había cuestiones que sólo
_
una comunidad jurídica en la que la protección del derecho es func� ón ex� l� stva concernían a los Estados, sin admitir excepciones. En la Carta, en cambio, con
de los órganos expresamente habilitados para ello y, por ende, esta prohtbtdo a respecto a ciertas materias, si bien son esencialmente de la competencia de los
los miembros de esa comunidad hacerse justicia por mano propia._ En ta Ies � asos Estados, nada impide que la Organización en un momento determinado. pueda
_ tt . En
la legítima defensa es una excepción a dicha prohibición, afirmaba Anztl? � referirse a ellas -y aun tomar medidas- si están poniendo en peligro la paz y
ese sentido cabe recordar que en el marco convencional las primeras restnccwnes la seguridad internacionales. En la opinión consultiva sobre los Decretos de na·
_
al recurso a la guerra se formularon en el Pacto de la Sociedad de las Nacwnes, cionalidad promulgado s en Túnez y en Marruecos, la C.P.J.I. había expresado
aun cuando haya que esperar hasta 1945 -con la Carta de la O.N.U.- � ara que que la cuestión de saber si una materia determinada pertenece al dominio exclu­
se instituya un órgano habilitado para emplear la fuerza como mandatano de los sivo de un Estado o no es esencialmente relativa, ya que depende del desarrollo
miembros de la Organización. de las relaciones internacionales; conf. C.P.J.l, serie B, n° 4, pp. 23 y sigs.
El sistema de las Naciones Unidas 105
104 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse

b. Los órganos
sieron establecer los Estados en 1945. Según el parágrafo 5, los
miembros han aceptado prestar a la Organización toda clase de
Los órganos principales de las Naciones Unidas, a diferencia de
ayuda en cualquier acción que ejerza de conformidad con la Carta
la Sociedad de las Naciones, son la Asamblea General, el Consejo
y abstenerse de dar ayuda a Estado alguno contra el cual la O.N. U.
estuviere ejerciendo acción preventiva o coercitiva. A su vez, en el de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Admi­
nistración Fiduciaria, la Corte Internacional de Justicia y la Se­
parágrafo 6 se establece que ésta ha de actuar con el fin de que los
cretaría, sin perjuicio de la capacidad que se les otorga de estable­
Estados que no sean miembros se conduzcan de acuerdo con los
cer los organismos subsidiarios que estimen necesarios89. Entre
Principios contenidos en la Carta, en la medida en que sea nece­
estos órganos principales la Carta opera un reparto de competen­
sario para mantener la paz y la seguridad internacionales. No se
cias tendiente a que la Organización esté en condiciones de cum­
trata de imponer obligaciones a terceros Estados sin su consenti­
plir los Propósitos para los que fue creada. Algunas de estas com­
miento, lo que sería contrarío a derecho88, sino de intentar lograr
petencias están explícitas en el articulado del tratado; otras deri­
la seguridad de todos a través de los deberes y derechos consagra­
van implícitamente de las funciones que se les han atribuido90•
dos en el tratado que creó la Organización.
La Asamblea General es el órgano en el que están representa­
LosPropósitos y los Principios, contenidos en los arts. 1 y 2 de
dos todos los Estados miembros y constituye el foro de negociación
la Carta, constituyen el núcleo del sistema establecido convencio­
multilateral por excelencia. Aun cuando según la Carta los idio­
nalmente, y sobre esta base se trata de preservar la paz mediante
mas oficiales de la Organización sean el chino, el francés, el n�so,
el accionar de los órganos competentes instituidos también en el
el inglés y el español, en su ámbito -al igual que en el del Consejo
tratado constitutivo de la O.N. U.
de Seguridad y en el Consejo Económico y Social- se adoptó al
árabe con igual carácter. La Asamblea podrá discutir cualquier
asunto o cuestión dentro de los límites de la Carta y podrá hacer
recomendaciones, siempre que el Consejo de Seguridad no lo esté
88. Conf. Charles de Visscher, Théories et réalités en droit international, París,
tratando y a menos que se lo solicite el propio Consejo de Seguri­
Pédone, 1970, p. 287, y J. Combacau, Le pouuoir de sanction de l'O . N. U., Pa�ís,
Pédone, 1974, p. 198, entre otros; Hans Kelsen, en cambio, sostiene que el tlpo
dad91. Su actividad se desarrolla a través de comisiones principa-
de tratado que constituye la Carta es susceptible de imponer a terceros Estados
ciertas obligaciones jurídicas, conf. Peace through Law, N.C. Univ. Chapel Hill,
North Carolina Press, 1944, p. 38; The Law of the United Nations, Londres,
Stevens, 1951, p. 109; otros autores entienden que ciertas disposiciones de l a N. U. ,
89. Carta O. art. 7; sobre la creación de organismos subsidiarios véase
Carta -al presente- son obligatorias, independientemente de que s e trate de
Paul Reuter, "Les organes subsidiaires des organisation.s internationales", en
estados miembros o no miembros, en tanto su contenido configure derecho con­
Hommage d'une génération de juristes au Président Basdevant, París, Pédone1
suetudinario; conf. Philippe Cahier, "La Charte des Nations Unies et les Etats 1958.
tiers" en Current problems of international law (ed. A. Cassese), Milán, 1975;
90. Conf. C.LJ., opinión consultiva sobre la Reparación de los daños sufridos
Nguyen Quoc Dinh, Patrick Daillier y Alain Pellet, Droit intern�tion �l p ublic, al servicio de las Naciones Unidas, Recueil 1949, p. 177, en la que el tribunal
París, L.G.D.J., 2a ed., p. 236; Abdullah El Erian, "The Legal Orgamzatwn_ of entendió que, según el derecho internacional, la Organización debía ser conside­
International Society" en Manual of Public International Law, (ed. M. Sorensen), rada dueña de estos poderes, que, si no están expresamente enunciados en la
Londres, Mac Millan, 1968, p. 78; sobre los tratados y los terceros Estados, en Carta, por una consecuencia necesaria le están conferidos en tanto que esenciales
relación con las normas pertinentes de la Convención de Viena de 1969 sobre el al ejercicio de sus funciones.
Derecho de los Tratados, véase Moncayo, Vinuesa, Gutiérrez Posse, op. cit., pp. 22 91. Carta O. N U., art. 10; la amplitud de los poderes de la Asamblea General.
y sigs., y sobre la relación entre los tratados y la costumbre como fuentes del
ya que con la sola limitación del art. 12 en cuanto al tiempo y a la facultad de
derecho internacional, ibid., pp. 82 y sigs.
106 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse
El sistema de las Naciones Unidas 107

]es, a saber: Desarme y Seguridad Intemacional (Primera Comi­


nombramiento del Secretario General y de Jos jueces de la Corte
sión), Ásuntos Económicos y Financieros (Segunda Comisión),
Internacional de Justicia- y en la administración de la Organi­
Asuntos Sociales, Humanitarios y Culturales (Tercera Comisión),
zación -puesto que establece las reglas para desiguar al perso­
Política Especial y Descolonización (Cuarta Comisión), Asuntos
nal de la Secretaría- le dan en la práctica un cierto papel pro­
Administrativos y de Presupuesto (Quinta Comisión) y Comi­
tagónico en relación con Jos demás órganos de la Organización.
sión Jurídica (Sexta Comisión). Sus facultades en el ámbito po­
Sin embargo, no es un órgano permanente. Las deliberaciones de
lítico -puesto que puede considerar Jos principios generales de la
]a Asamblea se llevan a cabo anualmente, en sesiones ordinarias
cooperación en el mantenimiento de la paz y la seguridad intema­
que se abren el tercer martes de septiembre en la sede de la
cionales, el desarme y la regulación de armamentos y hacer reco­
O.NU en Nueva York y terminan, generalmente, a mediados de
mendaciones para el mantenimiento de la paz y la seguridad
diciembre, pudiéndose reunir en sesión extraordinaria y, cuando
intemacionales y el arreglo pacífico de cualquier situación en parti­
las circunstancias lo exijan, en sesión de emergencia convocada
cular-, en el financiero -ya que examina y aprueba el presupuesto
por el Secretario General, a solicitud del Consejo de Seguridad,
de la Organización-, en la admisión de nuevos Estados como miem­
de la mayoría de Jos miembros de la Organización o, aun, a pe­
bros de las Naciones Unidas -que comparte con el Consejo de Segu­
dido de un solo miembro si es apoyado por la mayoría. La Asam­
ridad-, en la composición de los otros órganos -en tanto elige a los
blea General adopta su propio reglamento interno y designa su
miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, a los del Con­
presidente y los 21 vicepresidentes para cada período de sesiones
sejo Económico y Social, a ciertos miembros del Consejo de Adminis­
según una distribución geográfica equitativa, alternando entre
tración Fiduciaria y concurre con el Consejo de Seguridad en el
cinco grupos de Estados: los de Africa, Asia, Europa oriental,
América latina y el Caribe, Europa occidental y otros Estados. La
voluntad del órgano se formará a través de la votación, para lo
hacer recomendaciones, puede discutir y formular aquéllas sobre todas las cues­ cual, y en razón del principio de igualdad jurídica, cada miembro
tiones contempladas en la Carta, fue una iniciativa de los Estados medios Y tendrá un voto. Las decisiones sobre cuestiones importantes se
pequeños en la Conferencia de San Francisco, como manera de compensar su
tomarán por el voto de una mayoría calificada de dos tercios de
limitada intervención en el Consejo de Seguridad, responsable primordial de
mantener la paz y la seguridad internacionales en la estructura de la Organiza­ los miembros presentes yvotantes, en tanto que las otras cuestio­
ción; véase al respecto Pierre F. Bruguiere, Les pouvoirs de l'Assemblée générale nes se adoptarán por la mayoría de Jos miembros presentes y
des Nations Unies en matieres de politique et de sécurité, París, Pédone, 1955, pp. votantes. La Carta, en el parágrafo 2 del art. 18, señala como
15 y sigs. El Pacto, en cambio, en los arts. 3 y 4 referidos respectivamente a la
Asamblea y al Consejo, otorgaba idénticas competencias a ambos órganos, ya que
cuestiones importantes las recomendaciones relativas al manteni­
establecía que uno y otro podrían "tratar en sus reuniones todo asunto compren­ miento de la paz y la seguridad intemacionales, la elección de los
dido dentro de la esfera de acción de la Sociedad o que afecte a la paz del mundo"; miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, de los miem­
a más, el art. 19. disponía que la Asamblea podría, de tiempo en tiempo, aconsejar
bros del Consejo Económico y Social, de Jos miembros del Consejo
a los miembros la reconsideración de los tratados que hubiesen llegado a ser
inaplicables, así como la consideración de las situaciones internacionales cuyo de Administración Fiduciaria, la admisión de nuevos miembros a
_ de
mantenimiento podría poner en peligro la paz del mundo. En la Conferencia la Organización, la suspensión de los derechos y privilegios de los
San Francisco se rechazó toda posibilidad de reconsideración de los tratados
miembros, la expulsión de miembros, las cuestiones relativas a l
porque una cláusula similar habilitaría en un futuro planteas referidos a los
Tratados de Paz concluidos para poner término a la Segunda Guerra Mundwl, funcionamiento del régimen d e administración fiduciaria y las
con el riesgo consiguiente de que se reiterasen situaciones como las planteadas cuestiones presupuestarias. Por cierto, este enunciado no es ta­
luego de la Primera Guerra Mundial; conf Carta O.N.U., art. 14. xativo, sino que la Asamblea, por la mayoría de Jos miembros
El sistema .de las Naciones Unidas 109
108 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse

presentes y votantes, puede determinar categorías adicionales de norma de contenido similar por el hecho de su aceptación genera­

cuestiones que deban resolverse por la mayoría calificada. No lizada como derecho. Por cierto, en estos casos la fuente de dere­

obstante esta plenitud de competencias atribuida al órgano, cabe chos y obligaciones no será la resolución sino el derecho consuetu­

tener presente que sólo las resoluciones de la Asamblea General dinario. En este contexto cabe señalar una importante labor que la

referidas al derecho interno de la Organización son vinculantes, en Carta le ha confiado a este órgano: la de promover estudios y
hacer recomendaciones para impulsar el desarrollo progresivo del
tanto que las demás tienen el carácter de recomendación que les
derecho internacional y su codificación, adoptando las medidas
atribuye el art. 10 de la Carta. Es decir que si un miembro de la
necesarias para presentar a la consideración de los Estados -en
Organización adecua su comportamiento al contenido de una reso­
lución, su obrar será legítimo, pero si no la cumple su accionar no conferencias convocadas bajo los auspicios de la Organización­

podrá entenderse como contrario a derecho. Sin embargo, cabe anteproyectos de tratados internacionales de tipo general9'-
La cierta preeminencia de la Asamblea General sobre los demás
señalar la trascendencia de toda resolución de la Asamblea Gene­
órganos, en tanto que órgano democrático de la O.N U., también se
ral cuando está sustentada por el peso de la opinión pública mun­
dial respecto de los principales problemas internacionales y por la ve reflejada en la norma del art. 15 de la Carta, según el cual
autoridad moral de la comunidad internacional. Las actividades recibe y considera los informes que aquéllos habrán de presentar­

que lleva a cabo la Organización el resto del año derivan, en gran le94. En lo que hace a los emanados del Consejo de Seguridad,

medida, de lo resuelto por la Asamblea y serán ejecutadas por la éstos han de incluir una relación de las medidas que haya decidido

Secretaría General, las Conferencias Internacionales que ella mis­ aplicar o haya aplicado para mantener la paz y la seguridad inter­

ma haya convocado o los organismos subsidiarios por ella institui­ nacionales, lo que hasta el presente no ha implicado el ejercicio de

dos con tal fin.92. Por otra parte ha de recordarse que el contenido un poder de control de la Asamblea sobre la actividad del Consejo,
ya que se ha entendido que el responsable primordial de mantener
de una recomendación de la Asamblea puede reflejar una norma
la paz y la seguridad internacionales es el Consejo de Seguridad;
consuetudinaria internacional ya existente en este ordenamiento;
pero, también, la resolución misma podría llegar a generar una la Asamblea General se ha limitado en cada periodo a tomar nota
del informe.
El Consejo de Seguridad, a diferencia de la Asamblea General '

es un órgano que funciona permanentemente, con capacidad de

92. La Asamblea General ejerce su poder de recomendar en cuestiones rela­


tivas al mantenimiento de la paz y seguridad internacionales en modo amplio,
sugiriendo la adopción de medidas concretas frente a controversias o situaciones
93. La Resolución 174 {ll) de la Asamblea General creó -como organismo
que a su juicio las amenazan o las quebrantan. La C.LJ. en la opinión consultiva
sobre Ciertos gastos de las Naciones Unidas, Recueil 1962, pp. 162 y sigs., enten­ subsidiario técnico- la Comisión de Derecho Internacional para cumplir la fun­
ción contemplada en el art. 13.1.a de la Carta. Sin embargo, no es el único
dió que si el art. 11.2 quería decir que la Asamblea General sólo podía hacer
organismo que se ocupa del desarrollo progresivo y la codificación. La Comisión
recomendaciones de carácter general que se refiriesen en abstracto a la paz y a
de las Naciones Unidas para el Derecho Comercial Internacional es competente
la seguridad, la misma disposición no hubiese previsto que pudiese hacerlas
para la elaboración de proyectos en esta materia y, en ocasiones, la Asamblea
sobre cuestiones que hubiese presentado a su consideración un Estado o el Con­
General prefirió establecer organismos específicos para temas determinados; véase
sejo de Seguridad. Numerosas resoluciones de la Asamblea son adoptadas por
Moncayo, Vinuesa, Gutiérrez Posse, op. cit., pp. 91 y sigs.
consenso, esto es, que el presidente verifica que un texto sometido a la conside­
94. La Corte Internacional de Justicia, en razón del principio de independen­
ración del órgano no suscita objeciones, ya que ningún representante requiere .
cia del órgano judicial principal de las Naciones Unidas, recién inició la práctica
formalmente que sea sometido a votación; véase Hervé Cassan, "Le consensus
de informar sobre su actividad anual en 1968.
dans la pratique des Nations Unies", A.F.D.l. , 1974, pp. 456 y sigs.
110 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 111

actuar, y composición limitada y calificada. El art. 23 de la Carta sitos y Principios de las Naciones Unidas. Es decir que en el
dispone que lo integran quince miembros, de los cuales China, tratado constitutivo constan los mandantes -Jos Estados miem­
Francia, la Federación Rusa, el Reino Unido de Gran Bretaña e bros de la Organización-, el mandatario -esto es, el Consejo de
Irlanda del Norte y los Estados Unidos tienen el carácter de per­ Seguridad-, el objeto que ha de perseguir al ejercer el mandato
manentes. La Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas era y el marco jurídico dentro del cual éste ha de llevarse a cabo. Bajo
miembro originario de la Organización pero por una nota presen­ tales condiciones los miembros de las Naciones Unidas convienen
tada el 24 de diciembre de 1991 el presidente de la Federación en aceptar y cumplir las decisiones del Consejo de Seguridad, se­
Rusa -Boris Yeltsin-, con el apoyo de 11 Estados de la Comuni­ gún se establece en el art. 25 de la Carta. Y esta d�'posición es,
dad de Estados Independientes, hizo saber que su pais sucedía a precisamente, la clave de todo el sistema ínstitucional; cuando el
la Unión Sovíética en todo lo referido a la participación en las Consejo decide, con el fin de mantener la paz y la seguridad inter­
Naciones Unidas. La Asamblea General elige a los diez miembros nacionales -a diferencia de Jo que ocurre con la Asamblea Gene­
restantes por un período de dos años, siguiendo un criterio de ral cuando resuelve en esta materia-, los Estados están jurídica­
distribución geográfica equitativa y teniendo en cuenta la contri­ mente vinculados, lo que no necesariamente quiere decir que el
bución del candidato al mantenimiento de la paz y la seguridad Consejo siempre decida, ya que en ocasiones sus resoluciones tam­
internacionales. Ahora bien, a pesar de que el Consejo de Seguri­ bién pueden tener el carácter de recomendaciones no obligatorias.
dad sólo esté integrado por quince miembros, cualquier miembro En los Capítulos VI, VII, VIII y XII de la Carta se explicitan los
de la Organización puede participar en la discusión de una cues­ poderes del Consejo de Seguridad para el desempeño de su fun­
tión a condición de que el Consejo Jo invite porque considere que ción. Así, el Capítulo VI está consagrado a las competencias del
sus intereses están afectados de manera especial. Asimismo, tanto Consejo de Seguridad para lograr el arreglo pacífico de controver­
un Estado miembro como un Estado no miembro serán ínvitados sias cuya continuación sea susceptible de poner en peligro el
a participar en las discusiones si fueren parte en una controversia mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, y el Ca­
que esté considerando el Consejo de Seguridad. Es decir que si pítulo VII, a la acción de este órgano en caso de amenazas a la
bien la composición del órgano es limitada, muchas son las ocasio­ paz, quebrantamientos de la paz o actos de agresión; se lo faculta
nes en que otros Estados participan en los debates y presentan -ínclusive- para la adopción de medidas coercitivas que impli­
proyectos de resolución aun cuando no les esté permitido ni some­ quen el uso de la fuerza armada95.
terlos a votación ni votar. Al igual que la Asamblea General, tiene El art. 27 de la Carta dispone el mecanismo de votación en el
la capacidad de dictar su propio reglamento, elegir su presidente Consejo de Seguridad, atribuyendo un voto a cada uno de los quince
en modo rotativo -según el alfabeto inglés- por períodos de un miembros que lo componen. En ese sentido, las decisiones de pro­
mes y establecer los organismos subsidiarios que estime necesa­ cedimiento serán tomadas por el voto afirmativo de nueve miem­
rios para el desempeño de sus funciones. bros, en tanto que las referidas a todas las demás cuestiones serán
El art. 24 de la
Carta confiere al Consejo de Seguridad la respon­ tomadas por el voto afirmativo de nueve miembros, incluso los
sabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad interna­
cionales, y Jos miembros de la Organización reconocen que actúa
en nombre de ellos al desempeñar las funciones que le impone
aquella responsabilidad, cuyo límite de legalidad y legitimidad
95. Kelsen, Hans, Principios de Derecho Internacional, tr. Hugo Caminos y
está dado por la obligación de proceder de acuerdo con los Propó- Ernesto C. Hermida, Buenos Aires, El Ateneo, 1965, pp. 38 y sigs.
112 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 113

votos afirmativos de todos los miembros permanentes, esto es, la permanentes- no quisieron correr el riesgo de verse obligadas por
República de China, Francia, la Federación Rusa, el Reino Unido una decisión con la que no estuvieran de acuerdo; de allí el derecho
de Gran Bretaña e Irlanda del Narte y los Estados Unidos de de veto incorporado al texto del tratado en el parágrafo 3 de esta
América. Claro que, como no es posible ser juez y parte al mismo norma97. Sin embargo, cuando el Consejo de Seguridad ejerce las
tiempo, si la decisión se toma en virtud del Capítulo VI sobre funciones previstas en el Capítulo VI de la Carta o en el art. 52.3
arreglo pacífico de controversias o del parágrafo 3 del art. 52 re­ -esto es, en el marco del arreglo pacífico de controversias cuya
ferido al mismo tema, el art. 27 establece que la parte en una continuación sea susceptible de poner en peligro el mantenimiento
controversia que es miembro del Consejo Seguridad se abstendrá de la paz y la seguridad internacionales-, sólo está habilitado a
de votar. Además, la ausencia o abstención de un miembro perma­ recomendar y no a decidir, por lo que un derecho de veto con el
nente no se considera un voto negativo96. Este voto calificado para alcance instituido parecería ser demasiado amplio si efectivamen­
todas las cuestiones que no son de procedimiento encuentra su te existía la voluntad política de que la Organización lograse el
razón de ser en la obligación asumida en el art. 25 de aceptar y Propósito primordial para el que se la creaba. Resulta adecuado
cumplir las decisiones del Consejo de Seguridad. En efecto, esta resaltar que conforme a la Carta la competencia del Consejo en
norma implica apartarse del principio de cooperación voluntaria este ámbito es precisa y limitada; sólo puede ocuparse de situacio­
que reguló hasta 1945 las relaciones internacionales, por lo que nes o controversias cuya continuación sea susceptible de poner en
las grandes potencias -que iban a tener el carácter de miembros peligro la paz98 La incorporación en la agenda del órgano de he-

97. En la Conferencia de San Francisco las grandes potencias hicieron una


96. Conf. C.LJ., opinión consultiva sobre las Consecuencias jurídicas para los Declaración según la cual: "La decisión sobre la cuestión preliminar acerca de si
Estados de la presencia continua de Africa del Sur en Namibia (Sud-oeste afri · un asunto es o no procesal, debe ser tomada por el voto de 7 miembros del
cano) no obstante la Resolución 276 (1970) del Con sejo de Seguridad, Recueil Consejo de Seguridad, incluidos los votos concurrentes de los miembros perma­
1971, p. 22, en la que el tribunal consideró que la abstención de un miembro del nentes". Cabe señalar que originariamente el órgano estaba integrado por 11
Consejo no significa que se oponga a la aprobación de lo que se ha propuesto; miembros, de allí la mayoría requerida. Al ampliarse sustancialmente el número
para impedir la adopción de una resolución que exige la unanimidad de los miem­ de Estados miembros de la Organización, en 1965 se modificaron los artículos 23
bros permanentes, un miembro permanente debe emitir un voto negativo. El y 27, aumentando a 15 el número de miembros del Consejo de Seguridad y
procedimiento seguido por el Consejo de Seguridad, sin cambios desde la enmien­ llevando la mayoría requerida a 9 votos. En opinión de Eduardo Jiménez de
da al artículo 27 de la Carta en 1965, ha sido generalmente aceptado por los Aréchaga, esta Declaración interpretativa es vinculante sólo entre quienes la
miembros de las Naciones Unidas y constituye la prueba de una práctica general formularon y no resulta oponible a los Estados medianos y pequeños. Sin embar­
de la Organización, según opinó la Corte en aquella ocasión. En julio de 1993 go, en la práctica del órgano la U.R.S.S. sostuvo reiteradamente que nada puede
Japón dirigió una nota al Secretario General recomendando la ampliación del declararse "procesal" sin su consentimiento, como un modo de asegurarse una
Consejo de Seguridad a veinte miembros, con el objeto de reflejar en forma más doble posibilidad de vetar; conf. Eduardo Jiménez de Aréchaga, Derecho Interna­
fiel la actual situación mundial. Estados Unidos también presentó sugerencias cional Público, Montevideo, Fundación de Cultura Universitaria, 1990, t. V, pp.
para la revisión de la estructura y funcionamiento de la O.N.U., en las que 78 y sigs. Cabe señalar que en una u otra ocasión todos los miembros permanen­
incluyó la petición de dar cabida en el Consejo de Seguridad a Japón y Alemania. tes han ejercido el derecho de veto, paralizando la actuación del Consejo de
Francia y el Reino Unido han declarado su disposición a discutir una eventual Seguridad.
ampliación del Consejo, pero consideran que la decisión no debe apresurarse. En 98. En la obra precedentemente citada el autor expresa que una cuestión que
ese sentido cabe tener en cuenta que ya en 1988 Japón financiaba el 11% del pueda perjudicar el bienestar general o las relaciones amistosas entre dos Esta­
presupuesto de la O.N.U., su asistencia al desarrollo de 10.000 millones de dó­ dos no cae en la esfera de competencia del Consejo de Seguridad, porque no pone
lares era superior a la de los Estados Unidos y su presupuesto militar era el en peligro la paz, pero sí puede caer en la órbita de la Asamblea General, en
tercero en el mundo, con 30.000 millones de dólares. razón de los poderes otorgados por el art. 10 de la Carta; op. cit., pp. 78 y sigs.
114 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 115

chos de tal naturaleza es una cuestión de tipo procesal, por lo que cuestión fuese de carácter local, el Consejo podrá instar a las partes
basta para ello el voto afirmativo de nueve cualquiera de sus a acudir a los acuerdos u organismos regionales de los que fuesen
miembros9"- El derecho de llevar el tema a su atención lo tienen miembros103; si fuese de orden jurídico, ha de tomar en considera­
todos los Estados miembros de la Organización, así como los no ción que, por regla general, este tipo de cuestiones deben ser so­
miembros aun cuando en este último supuesto ha de tratarse de metidas por las partes a la Corte Internacional de Justicia104.
una controversia -Y no de una situación- en la que sean parte; Cuando todas las partes involucradas en una controversia se lo
y ello, siempre que acepten de antemano, en lo relativo a la con­ soliciten, el Consejo de Seguridad también podrá recomendarles la
troversia de que se trata, las obligaciones de arreglo pacífico esta­ medidas concretas para que lleguen a un arreglo pacífico.
blecidas en la Carta100• Las partes en una controversia tienen plena El art. 34 de la Carta le da al órgano una importante facultad:
libertad para resolver de común acuerdo la oportunidad en que la de actuar por propia iniciativa, investigando -sea una contro­
comenzarán a considerarla, con miras a encontrarle una solución, versia, sea una situación- a fin de dete"�:"minar si su prolongación
así como también para elegir el método que entiendan adecua­ puede poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad
dolO! , pero si en la búsqueda del método o durante el desarrollo del internacionales.
proceso que se haya convenido se produjese una impasse y ello Con el objeto de cumplir sus funciones en materia de arreglo
fuese susceptible de poner en peligro el mantenimiento de la paz pacifico de controversias el Consejo d e Seguridad puede establecer
y la seguridad intemacionales, el Consejo de Seguridad está facul­ los organismos subsidiarios que estime oportunos en cada caso,
tado para remover los obstáculos, sea instándolas a que arreglen tales como Comisiones de Buenos Oficios o Mediación, mediadores
la controversia por el medio que habían acordado, sea recomen­ investidos de plenipotencias o -aun- pedir al Secretario General
dándoles los procedimientos o métodos de ajuste que objetivamen­ de la Organización que ejerza los buenos oficios o la mediación105.
te considere pertinentes al caso102. En este último supuesto, si la Ahora bien, cuando la controversia o situación de que se trate
pueda agravarse o se haya agravado, el Capítulo VII de la Carta
faculta al Consejo de Seguridad a adoptar las medidas provisiona­
99. En la citada Declaración de San Francisco los cinco miembros permanen­ les que juzgue necesarias o aconsejables, instando a las partes
tes acordaron que no quedaría sujeta a veto la decisión del Consejo de Seguridad
interesadas a su cumplimiento. Dichas medidas no petjudicarán
de incorporar a su agenda una cuestión que le ha sido sometida.
100. Conf. art. 35; el art. 31 dispone que cualquier miembro de la Organiza­ los derechos, las reclamaciones o la posición de aquéllas en la
ción que no sea miembro del Consejo de Seguridad podrá participar en la discu­ cuestión de que se trate. Es decir que el Consejo, según el art. 40,
sión de toda cuestión si el órgano considera que los intereses de ese miembro
están afectados de manera especial. En cambio, si se trata de una controversia,
la parte -sea o no miembro de la Organización- deberá ser invitada a parti­
cipar en las discusiones, según lo establece el art. 32. En uno y otro caso, por
cierto, sin derecho a voto. 103. Conf. ibid., art. 52.3.
101. Véase en este sentido el parágrafo 1 in fine del art. 33 de la Carta que, 104. Conf. ibid., art. 36.3.
luego de una referencia genérica a la negociación, la investigación, la concilia­
105. Conf. ibid., arts. 29 y 98. A título de ejemplo cabe recordar la Resolución
ción, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regiona­
505 (1982), del Consejo de Seguridad, adoptada el 26-V-1982, en la que, obser­
les, agrega "u otros medios pacíficos de su elección"; conf. Declaración de Manila
vando con la más profunda preocupación que la situación en la región de las Islas
sobre el A rreglo Pacífico de Controversias Internacionales, Resolución 37/10 de la
Malvinas se había deteriorado gravemente, pidió al Secretario General de la
Asamblea General, anexo, l. 3, que reafirma el principio de la libre elección de
Organización que emprendiese una misión renovada de buenos oficios sobre este
los medios en razón de la igualdad soberana de los Estados.
· aspecto de la cuestión; véase -entre otros- René-Jean Dupuy, "L'impossible
102. Conf. arts. 33.2 y 36.1 de la Carta.
agression, les Malouines entre l'ONU et l'OEA'', A.F.D.I. , 1982, pp. 336 y sigs.
116 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse
El sistema de las Naciones Unidas 117

tiene competencia para intentar aislar las circunstancias que


mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales. Por
amenazan la paz, relegando para una etapa posterior el estudio
cierto, este tipo de decisiones no tiene carácter procesal, necesitan­
del mérito o demérito de las reclamaciones sustentadas sobre el
do para ser adoptadas del voto afirmativo de nueve miembros,
fondo del problema y la formulación de recomendaciones con miras
incluso los votos afirmativos de todos los miembros permanentes.
al arreglo pacífico de estas discrepancias. La norma deja al órgano
Estas medidas -a diferencia de lo. que disponía al respecto el
la consideración del tipo de medidas en función de cada caso en
Pacto de la Sociedad de las Naciones- pueden -siempre a juicio
particular; ellas pueden ser vinculantes o no, para todos los inte­
del órgano- inlplicar el uso de la fuerza armada o no, lo que
resados según lo resuelva el Consejo en aplicación del principio
refleja la voluntad de los Estados miembros de centralizar el empleo
general contenido en el art. 25 de la Carta106• De este modo el
de la fuerza en la Organización, para que esté realmente en con­
Consejo de Seguridad en numerosas ocasiones ha instado al cese
diciones de cumplir el Propósito para el que fue creada de mante­
del fuego o ha cooperado para intentar apaciguar tensiones en
ner la paz y la seguridad internacionales.
zonas conflictivas.
En lo que hace a las medidas tendientes a hacer efectivas sus
De acuerdo con el art. 39, este órgano es el único dentro del
decisiones sin recurrir al uso de la fuerza armada, ellas podrán
sistema de Naciones Unidas que tiene competencia para determinar
consistir -entre otras- en la interrupción total o parcial de las
que una cuestión configura una amenaza a la paz, un quebranta­
relaciones económicas; de las comunicaciones ferroviarias, maríti­
miento de la paz o un acto de agresión. Tal calificación es inexcu­
mas, aéreas, postales, telegráficas, radioeléctricas u otros medios
sable para que el Consejo de Seguridad esté jurídicamente habilita­
de comunicación; de las relaciones diplomáticas, así como en su
do a recomendar o decidir la adopción de medidas coercitivas para
ruptura. Si la acción que se resuelve comporta -en cambio- el
empleo de la fuerza, ésta será ejecutada por fuerzas aéreas, nava- .
les o terrestres que faciliten todos los miembros de las Naciones

106.Conf. Denys Simon, "Article 40", en La Charte des Natw�s Uni�s­ Unidas o algunos de ellos, según lo determine el Consejo de Segu­
Commentaire article par article, ed. Cot, Jean Pierre et Pellet, Alam, Parts, ridad, directamente y mediante su acción en los organismos inter­
Economica-Bruylant, 1985, pp. 667 y sigs.; C.l.J., opinión consultiva sob�e Las nacionales apropiados de los que los miembros formen parte. Asi­
consecuencias jurídicas para los Estados de la presencia continua de Afnca del
mismo, el órgano puede acudir a los acuerdos u organismos regio­
Sur en Namibia, Rec.1971, en la que el tribunal estableció que la norma del art.
25 se aplica a todas las decisiones del Consejo de Seguridad, no sólo a las con­ nales -<:antemplados en el Capítulo VIII de la Carta- para apli­
templadas en los arts. 41 y 42, puesto que de ser así _sería � uperfluo. La Corte car medidas coercitivas bajo su autoridad107.
agregó: "es necesario analizar cuidadosamente la tenmnol?gla emplead� en u�a
El art. 43 de la Carta dispone que todos los miembros de las
resolución del Consejo de Seguridad antes de poder conclmr sobre la obhgatone­
dad de sus efectos. En vista de la naturaleza de los_ poderes emergentes del art. Naciones Unidas se comprometen a poner a disposición del Conse­
25 conviene determinar en cada caso si estos poderes han sido efectivamente jo de Seguridad la ayuda y las facilidades que sean necesarias con
ej �rcidos, teniendo en cuenta los términos de la resolución que se ha de interpre­
tar, los debates que han precedido a su adopción, las disposicione� de la Carta
que han sido invocadas y, en general, todos los elementos que_ pud1eran �yudar
107. Conf. arts. 41, 42, 48 y 53.1 de la Carta; la C.LJ. en la opinión consultiva
a precisar las consecuencias jurídicas de la resolución del ConSeJo de Segundad..·.

sobre Ciertos gastos de las Naciones Unidas, Rec. 1962, p. 163, entendió que al
Cuando el Consejo de Seguridad adopta una decisión en base al art. 2 5 �ue sea
Consejo de Seguridad se le otorgó el poder de imponer la obligación explícita de
conforme con la Carta, incumbe a los Estados miembros el acatarla, mcluso
conformarse a las órdenes que puede dictar en virtud del Capítulo VII, por ejem­
aquellos miembros de las Naciones Unidas que no está� represe?t�dos en el
plo, contra un agresor. Y e] tribunal agregaba en esta opinión que -según el
Consejo. El sostener lo contrario significaría privar a este organo pnnc1pal de las
funciones y poderes esenciales que le confiere la Carta". derecho de la Carta- sólo el Consejo de Seguridad puede prescribir medidas de
ejecución por una acción coercitiva contra un agresor.
El sistema de las Naciones Unidas 119
118 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse

el Ím de contribuir al mantenimiento de la paz y la seguridad


La Carta también le otorga al Consejo de Seguridad -con la
ayuda del Comité de Estado Mayor- la facultad de elaborar pla­
internacionales cuando éste lo solicite. El convenio o convenios que
se concluyan al efecto serán negociados a iniciativa del órgano, nes para el establecimiento de un sistema de regulación de los

serán concertados entre éste y los miembros -a título individual armamentos a ser sometidos a los Estados miembros, con el fin de
promover el establecimiento y mantenimiento de la paz y la segu­
o por grupos- y estarán sujetos a ratificación por los Estados
ridad internacionales con la menor desviación posible de los recur­
signatarios, de acuerdo con sus respectivos procedimientos consti­
tucionales108 Según los arts. 46 y 47 se establecerá un Comité de sos humanos y económicos del mundo hacia los armamentos. Esta
función es distinta de la otorgada a la Asamblea General sobre la
Estado Mayor para asesorar y asistir al Consejo de Seguridad en
todas las cuestiones relativas a sus necesidades militares. misma materia. En efecto, según el parágrafo 1 del art. 11, la Asam­
blea -más genéricamente- podrá considerar y hacer recomenda­
Si entre los Principios contenidos en el art. 2 aparece el deber
de los miembros de cooperar con la Organización en cualquier
ciones sobre los principios que rigen la regulación de los armamen­
tos y también el desarme, en tanto que el Consejo tendría que
acción que ejerza, el art. 49 particulariza esta obligación dispo­
elaborar planes concretos sobre regulación, limitación, control, eli­
niendo que los miembros tendrán que prestarse ayuda mutua para
minación, destrucción, etc., de armamentos en una directa relación
llevar a cabo las medidas dispuestas en el marco del Capítulo VII
de la Carta por el Consejo de Seguridad. Por otra parte, si cual­ entre éstos y la seguridad colectiva, así como entre éstos y enormes
recursos que podrían dirigirse al desarrollo humano"o
quier Estado, sea o no miembro de las Naciones Unidas, confrontare
Por último, dentro de las funciones que le corresponden al Con­
problemas económicos especiales originados por la ejecución de
dichas medidas, tendrá el derecho de consultar al Consejo de Se­ sejo de Seguridad cabe incluir las relativas a territorios fideicomi­
tidos que hayan sido designados como zonas estratégicas en el
guridad acerca de la solución de esos problemas. Se trata en la
Acuerdo sobre Administración Fiduciaria. En este caso, para lle­
especie de un derecho de consulta del Estado y no de una obliga­
varlas a cabo, contará con la ayuda del Consejo de Administración
ción del órgano de asumir un determinado comportamiento en
Fiduciaria 111•
relación con las situaciones que aquél pudiese entender como pro­
blemas de tipo económico y -a más- como originadas en la eje­
cución de medidas adoptadas por el Consejo de Suguridad. Una
vez ejercido ese derecho de consulta será el Consejo quien, en cada 110. Ibid., art. 26; el precedente de esta norma se encontraba en el art. 8 del
caso, considerará con total libertad la conducta a seguirlO'. Pacto, que --en alguna medida- aparece como más preciso y ambicioso en cuan­
to al resultado aun cuando -en su momento- no haya dado los frutos que se
esperaban en 1919. Cabe tener presente que la redacción y la adopción de las
disposiciones de la Carta sobre regulación de armamentos y desarme son anterio­
108. Hasta el presente estos acuerdos no han sido celebrados, por lo que la
actividad del Consejo de Seguridad se lleva a cabo a través de los contingentes res al empleo del arma nuclear, ya que la bomba fue lanzada sobre Hiroshima el
6-VIII-1945, en tanto que el texto se firmó en San Francisco el 26-VI-1945. Este.
nacionales que voluntariamente los Estados ponen a su disposición. Aun cuando
esta modalidad fue inicialmente criticada, hoy día no existen dudas sobre su cambio fundamental puede ser una explicación para el hecho de que no se haya

legitimidad. En la opinión consultiva citada en la nota anterior, la C.I.J. ya aplicado el mecanismo del art. 26 y de que quienes se hayan ocupado de esta

afirmaba la doctrina según la cual la falta de conclusión de los acuerdos previstos materia hayan sido la Asamblea General y los organismos que ella ha creado.
111. lbid., arts. 82 y 83, disposiciones que sólo se aplicaron al fideicomiso de
en el art. 43 de la Carta no impide al órgano actuar a través de los contingentes
los Estados Unidos sobre las islas del Pacífico, que habían sido confiadas a la
nacionales que provean los Estados, expresando: "No se puede decir que la Carta
haya dejado al Consejo de Seguridad impotente ante una situación de urgencia administración del Japón bajo el sistema de mandatos C luego de la Primera

por la ausencia de acuerdos concluidos en virtud del art. 43"; ibid., p. 167. Guerra Mundial. Con posterioridad al ataque a Pearl Harbour, y hasta el desem­

109. Conf. art. 50 de la Carta. barco en aquéllas de las tropas americanas, habí.an sido utilizadas por el Japón
120 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse
El sistema de las Naciones Unidas 121

El Consejo de Administración Fiduciaria, con excepcwn del


categorías bajo fideicomiso es necesario concluir un acuerdo espe­
supuesto de las zonas estratégicas, desempeña sus funciones en
cial entre el Estado directamente interesado y la Organización, el
relación con los territorios fídeicomitidos bajo la autoridad de la
que será aprobado por la Asamblea General, salvo en el caso de
Asamblea General. El régimen de administración fiduciaria está
una zona estratégica, en el que el órgano competente para aprobar
concebido en la Carta para tres categorias determinadas de terri­
el acuerdo será el Consejo de Seguridad115. El objetivo fundamen­
torios: los que a su entrada en vigor se encontraban todavía bajo
tal del sistema, según se establece en el art. 76, es promover el
el régimen de mandato de la Sociedad de las Naciones112, los que
adelanto del territorio y su desarrollo progresivo hacia el gobierno
---eomo resultado de la Segunda Guerra Mundial- fueren segre­
propio o la independencia, teniendo en cuenta para ello los deseos
gados de los Estados enemigos113 y los que voluntariamente fueren
libremente expresados de los pueblos interesados que en el pasado
colocados bajo este régimen por los Estados responsables de su
habían sido sometidos a dominación extranjera. Con el objeto de
administración114. Pata colocar un territorio de alguna de estas
velar para que ello se cumpla, el Consejo de Administración Fidu­
ciaria está habilitado a formular un cuestionario sobre el adelanto
político, económico, social y educativo de los habitantes de los
como bases militares estratégicas. Los Aliados, al término de las hostilidades, territorios fideicometidos; evaluar los informes que le presente la
resolvieron que esta zona nunca más debía caer en manos de un eventual agre­ autoridad administradora; convenir con ella visitas a los territo-
sor, por lo que el Acuerdo sobre Administración Fiduciaria -aprobado por una­
nimidad por el Consejo de Seguridad el 2-IV-1947- contiene el derecho para la
potencia administradora de establecer bases navales, militares y aéreas.
112. !bid., art. 77.1.a.; se colocaron bajo este régimen Toga y Camerún, bajo
mandatos francés y británico; Tanganyka, bajo mandato británico; Ruanda-Urundi, 115. !bid., arts. 75, 77.2, 79, 80, 81, 83 y 85; el término acuerdo empleado en
bajo mandato belga; Nueva Guinea, bajo mandato australiano; Samoa occidental, la Carta implica la voluntad del Estado interesado de colocar el territorio en
bajo mandato de Nueva Zelanda y la Isla de Nauru, bajo mandato australiano. cuestión bajo el régimen de administración fiduciaria; conf. C.I.J., opinión consul­
Irak, bajo mandato del Reino Unido, había sido admitido en la SocLedad de las tiva sobre el Estatuto internacional del Sud-oeste africano, Rec. 1950, p. 139, en
Naciones el 3�X�1932; la independencia del Líbano, bajo mandato francés, fue la que el tribunal entendió que un territorio- bajo mandato sólo sería territorio
motivo de los acuerdos del 22�XII�1943 y del 13�XII�1945; el mandato británico fideicomitido después del acuerdo del Estado mandatario encargado de su admi­
sobre Palestina concluyó el 14�V�1948; la independencia de Siria, bajo mandato nistración. Pero, hasta tanto dicho tratado quede concertado, la Carta también
francés, concluyó por los acuerdos del 22-XII-1943 y del 13-XII-1945; y la de dispone que se mantienen sin modificación los derechos y obligaciones estableci­
Transjordania, bajo mandato británico, terminó el 22-III-1946; véase la evolución dos en los instrumentos internacionales vigentes en que fuesen parte los miem­
en el Cap. III bros de las Naciones Unidas. En ese sentido cabe señalar que Sudáfrica, bajo
113. !bid., art. 77.l.b; en la especie se trataba de las colonias italianas de cuya administración como mandato C se había colocado al sudoeste africano al
Eritrea, Libia y Somalia. Sin embargo, inicialmente Eritrea fue federada a Etio­ término de la Primera Guerra, se negó a poner bajo el régimen de la Carta a este
pía y recién después de muchos años de lucha accedió a la independencia. Libia, territorio, sin -por ello- respetar la misión sagrada de civilización que en su
en cambio, luego de un breve período de administración internacional, quedó momento se le había confiado . .Ante las reiteradas violaciones a aquel acuerdo, la
constituida como Estado independiente. En el caso de Somalia, la Asamblea Ge­ Asamblea General, el 27-X-1966, entendió que el mandato había terminado y
neral resolvió el 21-XI-1949 confiar la administración a Italia por diez años, decidió colocar al territorio ---denominado Namibia- bajo su directa autoridad.
habiendo aceptado este país el acuerdo de fideicomiso el 2-XII-1950; véase la El nuevo rechazo de Sudáfrica motivó la intervención del Consejo de Seguridad
evolución en el Cap. Ill Y una ulterior opinión consultiva de la Corte en la que ésta sostuvo que la
114. !bid., art. 77. 1.c; hasta el presente esta norma -originariamente imagi­ presencia continua de Mrica del Sud en el sudoeste africano era ilegal y que
nada para solucionar la situación de Corea, que al término de la guerra se en­ tenía la obligación de retirar inmediamente su administración de Namibia, de­

contraba ocupada por los ejércitos de la U.R. S.S. y los Estados Unidos, respecti­ jando de ocupar el territorio; conf. Recueil 1971, p. 58. Finalmente, luego de más

vamente al norte y al sur del paralelo 38- no ha sido aplicada; véase la evolución de veinte años de resistencia a la presión internacional, Sudáfrica aceptó retirar­

en el Cap. III. se y Namibia accedió a la independencia; véase lo dicho al respecto en el Cap. III.
El sistema de las Naciones Unidas 123
122 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse

rios y recibir peticiones de los habitantes, presentando un informe


mendaciones sobre tales asuntos a la Asamblea General, a los miem­
bros y a los organismos especializados interesados. En particular,
anual sobre su actividad a la Asamblea General. La Carta estable­
corresponde a su competencia hacer recomendaciones con el objeto de
ce que el Consejo se compone con todos los miembros de la Orga­
promover el respeto universal y efectivo de los derechos humanos y
nización que administren territorios fideicomitidos, los miembros
permanentes del Consejo de Seguridad que no estén administran­ de las libertades fundamentales de todos, sin hacer discriminación.
En estas áreas que son de su competencia podrá formular proyectos
do esta categoría de territorios y un número variable de miembros
elegidos por la Asamblea General por períodos de tres años para de convenciones y convocar conferencias internacionales. Según el

asegurar que el número total de miembros del órgano se divida por art. 56 de la Carta, todos los miembros de la Organización han asu­
mido la obligación de tomar medidas conjunta o separadamente, en
igual entre los que administran y los que no administran territo­
cooperación con la Organización, para lograr niveles de vida más
rios. Cada miembro tiene un voto y las decisiones se adoptan por
elevados, trabajo permanente para todos, condiciones de progreso y
la mayoría de los miembros presentes y votantesns. El Consejo,
desarrollo económico y social; solucionar problemas internacionales
cuando lo estime conveniente, podrá valerse de la ayuda del Con­
de carácter económico, social, sanitario, cultural y educativo, y pro­
sejo Económico y Social, ya que entre sus obligaciones está la de
mover el respeto universal y la efectiva vigencia de los derechos
velar por el adelanto económico, social y educativo de los habitan­
humanos Y las libertades fundamentales de todos. El Consejo Econó­
tes de los territorios fideicomitidos, así como por el respeto en ellos
mico y Social está facultado, entonces, a tomar las medidas apropia­
de los derechos humanos y las libertades fundamentales, materias
das para obtener informes periódicos con respecto a los pasos dados
-todas ellas- atribuidas en la Carta, precisamente, a la compe­
para hacer efectivas sus recomendaciones; podrá suministrar informa­
tencia del Consejo Económico y Social.
ción y prestar ayuda al Consejo de Seguridad cuando éste la requiera,
El Consejo Económico y Social, que -al igual que el Consejo de
y también --eon la aprobación de la Asamblea General- podrá pres­
Administración Fiduciaria- ha de cumplir sus funciones bajo la
tar los servicios que le soliciten los miembros de las Naciones Unidas.
autoridad de la Asamblea General, es el órgano principal de coor­
dinación de las actividades económicas y sociales del sistema de las
La Carta
lo habilita, para el mejor desempeño de sus funciones, a
establecer comisiones de orden económico y social y para la promoción
Naciones Unidas. Está integrado por 54 miembros, elegidos por tres
de los derechos humanos. Las disposiciones de la Carta referidas a la
años por la Asamblea General; se reúne -generalmente- dos ve­
cooperación internacional económica y social fueron concebidas como
ces al año, alternando las sedes de la Organización en Nueva York
vía apta para crear las condiciones de estabilidad y bienestar necesa­
y en Ginebra; sus decisiones se adoptan por simple mayoría a razón
rias para el desarrollo de relaciones pacíficas y amistosas entre los
de un voto por cada Estado miembro. Con el fin de cumplir las
Estados, basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos
funciones atribuidas en la Carta, podrá hacer estudios o informes
de los pueblos. Paz y desarrollo eran dos conceptos ya íntimamente
respecto de asuntos internacionales de carácter económico, social,
vinculados al término de la Segunda Guerra Mundial117.
cultural, educativo y sanitario y otros asuntos conexos y hacer reco-

. 117. !bid., art. 55; al respecto ha de tenerse presente que el principio de


116. !bid., arts. 86 y 89; la actividad de este órgano ha de finalizar posible­
Igualdad de derechos -en el contexto del derecho del desarrollo- implica el
mente en poco tiempo más por el hecho de haber concluido prácticamente su
reconocimiento de la diferencia de tratamiento a los Estados que se encuentren
cometido en relación con el control de los fideicomisos. Como se verá más adelan­
en situaciones diferentes, correspondiendo dejar de lado, en estos casos, la apli­
te, distinta es la situación en lo que hace a otra categoría de territorios también
cación de una estricta reciprocidad.
contemplada en la Carta, esto es, los territorios no autónomos.
124 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse
El sistema de las. Naciones Unidas 125

La Secretaria del Consejo Económico y Social -al igual que la de


100 de la Carta garantiza la independencia de la Secretaría al esta­
la Asamblea General, el Consejo de Seguridad y el Consejo de Admi­
blecer que su personal no solicitará ni recibirá instrucción de ningún
nistración Fiduciaria- la desempeñará el Secretario General de la
gobierno ni de hinguna autoridad ajena a la Organización, a la par
Organización, cumpliendo asimismo las demás funciones que le enco­
que los Estados no tratarán de influir sobre ellos en el desempeño de
mienden dichos órganos. El Secretario General es nombrado por la
sus funciones. El alcance de esta norma cobra particular relevancia
Asamblea General a recomendación del Consejo de Seguridad y es el
,
si se considera que el Secretario General no sólo cumplirá una acti­
más alto funcionario administrativo de la Organización118 compro­
vidad administrativa. En efecto, el art. 99 le atribuye una importan­
metiéndose los miembros de las Naciones Unidas a respetar el carác­
tísima competencia de naturaleza política, ya que tiene la facultad de
ter exclusivamente internacional de sus funciones y de las que cum­
llamar la atención del Consejo de Seguridad hacia cualquíer asunto
pla el personal que éste nombre de acuerdo con las reglas estableci­
que en su opinión pueda poner en peligro el mantenimiento de la paz
das por la Asamblea General, teniendo en cuenta la necesidad de
y la seguridad internacionales; lo que implica que la cuestión quedará
asegurar el más alto grado de eficiencia, competencia e integridad,
incluida en la agenda del Consejo, el Secretario participará de la
así como la más amplia representación geográfica posible119• El art.
reunión del órgano, informará y dará su opinión. Por otra parte, el
art. 98 dispone que anualmente presentará un informe a la Asamblea
118. !bid., arts. 98 y 97. En la Conferencia de San Francisco había sido motivo General sobre las actividades de la Organización. Esta Memoria no
de largos debates el problema del Secretario General único o la Secretaría
es una mera rendición de cuentas de la labor de la administración al
pluripersonal. En 1946 los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguri­
dad llegaron a un acuerdo verbal y. crearon, aun cuando no se los mencione en órgano plenario -según un principio democrático-, sino que tam­
la Carta, los cargos de Secretarios Generales adjuntos --que originariamente bién implica el ejercicio de una competencia política. El Secretario
establecieron en ocho--, ocupándose cada uno de ellos respectivamente de los General expresa en este documento su propio punto de vista sobre el
asuntos de seguridad, financieros, económicos, sociales; de los relativos a los
futuro de la O.N. U., formulando críticas y sugerencias.
territorios no autónomos y a los territorios bajo fideicomiso; de los jurídicos; Y de
información. El primer Secretario General fue Trygve Lie, a quien le siguieron en Otra importante función asignada en la Carta a la Secretaría es
el cargo Dag HammarskjOld, U. Thant, Kurt Waldheiro, Javier Pérez de Cuéllar el registro y publicación de los tratados y acuerdos internacionales
y --en la actualidad- Boutros Boutros-Ghali. La Asamblea General los designa
concertados por cualquier miembro de las Naciones Unidas.
por un período de 5 años y pueden ser reelegidos. La recomendación previa del
Consejo de Seguridad no es una cuestión procesal, de alh que si un miembro Sin embargo, cabe tener en cuenta que ese registro y publica­
permanente no concuerda con la persona que es candidata al cargo en el momen­ ción no implican ningún juicio por parte de la Organización en
to de la votación puede ejercer su derecho al veto. cuanto a su validez o naturaleza. Asimismo, los demás instrumen­
119. Ibid., art. 101; el personal de la Secretaría tiene el carácter de funciona­
rio internacional y sus derechos, deberes y privilegios están contenidos en el
tos que puedan referirse al tratado o acuerdo -tales como reser­
Estatuto del personal de la O. N U. -adoptado por la Asamblea General- y en vas, declaraciones, ratificaciones, adhesiones, notificaciones de
el Reglamento del Personal, redactado por el Secretario General. Según lo enten­ sucesión, denuncias, retiro u otros- igualmente se presentarán a
dió la C.I.J. en la opinión consultiva sobre la Reparación de los daños sufridos
la Secretaria para su registro120•
al servicio de las Naciones Unidas, tienen derecho a la protección funcional de la
Organización frente a quien ha cometido un hecho internacionalmente ilícito de
resultas del cual hayan sufrido un perjuicio mientras ejercían un acto propio de
la función internacional; conf. Recueil 1949, pp. 183-184. Las cuestiones que
pudiesen suscitarse entre la Organización y el funcionario son llevadas ante el
120. Ibid., art. 102; a diferencia de lo que disponía el art. 18 del Pacto, la
Tribunal Administrativo de las Naciones Unidas, creado por la Asamblea General
sanción por la falta de registro y publicación ya no es la carencia de obligatorie·
en 1949 como un organismo subsidiario de conformidad con la facultad que le
dad. La Carta se limita a establecer la prohibición para las partes de invocar el
otorgan los arts. 22 y 101 de la Carta.
tratado o acuerdo ante órgano alguno de ]a Organización.
Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 127
126

El último de los órganos principales de la Organización, mencio­ so que t'endrá una faz escrita -las memorias, contramemorias y,

nado en el art. 7 de laCarta, que resta considerar en este acápite si necesario fuere, las réplicas y las dúplicas- y otra oral -que
es laCorte Internacional de Justicia. A diferencia de lo que había consistirá en la audiencia que la Corte otorgue a testigos, peritos,

ocurrido con la Corte Permanente de Justicia Internacional, creada agentes, consejeros y abogados-, dictándose un fallo que tendrá

con posterioridad al Tratado de Versal/es de 1919 y que había la autoridad de cosa juzgada entre las partes y para el caso que
permanecido jurídicamente independiente de la Sociedad de las decide1 23. En lo que hace a la competencia consultiva, la Corte
Naciones, la Corte Internacional de Justicia es el órgano judicial podrá emitir opinión no vinculante sobre cualquier cuestión jurí­

principal de las Naciones Unidas y su Estatuto está anexado a la dica que le soliciten la Asamblea General, el Consejo de Seguridad

Carta y es parte integrante de ella121 Por ende, todo Estado que o cualquiera de los otros órganos u organismos especializados,

es miembro de la Organización es, también, parte en el Estatuto siempre que estos órganos u organismos sean autorizados para

de la Corte, lo que no implica aceptar -por este solo hecho- que ello por la Asamblea General'24. Si un Estado deja de cumplir las

toda controversia en la que fuese parte sea obligatoriamente lleva­


da ante este tribunal para su solución, ya que la jurisdicción in­
to de la Corte por cualquiera de los Estados parte en ese tratado que sea parte
ternacional sigue siendo, en principio, voluntaria.
en la controversia; por una declaración que en cualquier momento haga mi Es­
En efecto, la Corte tiene atribuida en la Carta una doble com­ tado reconociendo como obligatoria la jurisdicción de la Corte. Esta declaración
petencia: contenciosa y consultiva. Así, si expresamente los Esta­ facultativa, precisamente por tener tal carácter, puede contener limitaciones en
dos, sean o no miembros de las Naciones Unidas, concuerdan en cuanto a las materias, el tiempo por el que se la formula, u otras, y sólo ser
operativa a condición de reciprocidad, es decir, cuando se suscite una controver­
llevar a su conocimiento un litigio, aceptando expresamente su
sia entre Estados que hayan efectuado declaraciones separadas pero de contenido
jurisdicción 122 , ante el tribrmal se desarrolla un proceso contencio- y alcance idénticos. En este último caso cabe interpretar que, a los efectos de la
jurisdicción del tribunal, ambas declaraciones constituirían un tratado por ins­
trumentos conexos, en el sentido del art. 2.1.a) de la Convención de Viena sobre
el Derecho de los Tratados
121. Ibid., art. 92; el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia está ba­ 123. Ibid., art. 59; las decisiones del tribunal tienen el carácter de cosa juz­
sado en el de la Corte Permanente de Justicia Internacional, la que -aun cuando gada y deberán ser motivadas y fundadas en el derecho internacional, esto es, en
fue creada por la Sociedad de las Naciones de acuerdo con lo que se había pre­ los tratados que vinculen a las partes en litigio, en el derecho consuetudinario y
visto en el art. 14 del Pacto- no era un órgano de la Sociedad. Por ende, la C.l.J. en los principios generales de derecho. La Corte sólo podrá acudir a la jurispru­
-desde un punto de vista institucional- integra el sistema de solución pacífica dencia y a la doctrina para determinar e interpretar las normas jurídicas aplica­
de controversias previsto en la Carta en el art. 1 . 1 como uno de los Propósitos bles a un caso determinado, ya que ambas tienen el carácter de fuentes auxilia­
para los que se creó la Organización, cumpliendo una función judicial, en tanto res. Asimismo, si las partes en un litigio se lo solicitasen -al igual que un
que -en el mismo ámbito- el Consejo de Seguridad lleva a cabo una función tribunal arbitral-, podría decidirlo ex aequo et bono; conf. ibid., art. 38.
política. Por ende, los dos órganos pueden simultáneamente cumplir sus funcio­ 124. !bid., art. 96; el precedente de esta norma es el art. 14 del Pacto, según
nes distintas pero complementarias en relación con los mismos hechos; conf. el cual la Corte Permanente podía emitir opiniones consultivas sobre toda diver­
C.l.J. , caso de las Acciones militares y paramilitares en y contra Nicaragua, gencia o cuestión que le fuese sometida por el Consejo o la Asamblea, lo que en
Nicaragua-Estados Unidos, Recueil 1984, pp. 434-435 . principio parecería una competencia más amplia que la atribuida por la Carta a
122. Conf. Estatuto de l a Corte Internacional de Justicia, art. 36; sólo los la C.I.J. Sin embargo, si una cuestión jurídica se suscita en relación con un tema
Estados pueden ser partes en casos ante la Corte; conf. ibid., art. 38. El consen­ sobre el que también pudiese estar pendiente una divergencia entre Estados,
timiento expreso del Estado puede prestarse de muchas maneras. Así, a través nada impediría que si un órgano lo entendiese pertinente presentase una solici­
de un compromiso de las partes en un diferendo por el que hayan decidido llevar tud escrita ante el tribunal, según el procedimiento fijado en los arts. 65 y si­
el caso al tribunal; en un tratado internacional en el que se incluya una cláusula guientes del Estatuto; conf. C.I.J. , opinión consultiva sobre el Sahara Occidental,
por la que cuando se suscite una controversia con motivo de la interpretación o del 16-X-1975, parágrafos 18, 23 y 41, en que reitera la doctrina sentada en la
de la aplicación de todas o algunas de sus disposiciones sea llevada a conocimien- opinión consultiva sobre Condiciones de la admisión de un Estado como miembro
128 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 129

obligaciones que le impone una sentencia de este tribunal, la otra La Corte, a diferencia de los demás órganos principales de la
parte podrá recurrir al Consejo de Seguridad. El órgano político, Organización, no está compuesta por representantes de los Esta­
si lo cree necesario, se encuentra facultado por la Carta para hacer dos, sino que la integran quince magistrados independientes que
recomendaciones o dictar medidas con el objeto de que se lleve a son elegidos por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad en
efecto la ejecución del fallo12'- sesiones separadas, resultando electos los candidatos que obten-
'
gan lliÍa mayoría absoluta de votos en uno y otro órgano, sin hacer
de las Naciones Unidas, Recueíl 1947-1948, p. 61, según la cual puede dar una distinción -en esta votación- entre los miembros permanentes y
opinión consultiva sobre toda cuestión jurídica, abstracta o no. Por otra parte,
los no permanentes del Consejo de Seguridad126. Los candidatos
ciertas objeciones a las decisiones del Tribunal Administrativo de las Naciones
Unidas, así como de algunos organismos especializados, tales como la F.A.O, la han de ser personas que gocen de alta consideración moral, re­
U.I.T., la O.M.l. o la A.l.E.A., podrán ser presentadas a la Corte por la vía de una uniendo las condiciones requeridas en sus respectivos países para
solicitud de opinión consultiva, caso en el cual ésta será vinculante, según lo el ejercicio de las más altas funciones judiciales, o -en su defec­
establecen los instrumentos que autorizan tal recurso. En lo que hace a la com­
petencia contenciosa, conforme al art. 93.2, un Estado que no es miembro de la to- jurisconsultos de reconocida competencia en materia de dere­
Organización está facultado para llegar a ser parte en el Estatuto si cumple las cho intemacional. La Asantblea General y el Consejo de Seguri­
condiciones que determine para ello la Asamblea General a recomendación del dad, al efectuar la elección, deberán tener en cuenta que en el
Consejo de Seguridad; -tonf. art. 93.2 de la Carta.
conjunto de la Corte estén siempre representados los principales
125. Conf. art. 94 de la Carta, el que distingue la obligatoriedad de las decisio­
nes de la Corte -contemplada en el parágrafo 1- de la ejecución de las senten­ sistemas jurídicos del mundo y que no puede haber dos jueces que
cias, que -según el parágrafo 2- queda librada a la voluntad política de las sean nacionales del mismo Estado, considerándose al candidato
partes y --en su caso- del Consejo de Seguridad. El precedente de esta norma se
como nacional del Estado donde ejerza ordinariamente sus dere­
encuentra en el art. 13 del Pacto, según el cual los miembros de la Sociedad
convenían en cumplir lealmente todo fallo --en este caso, sea que Se originase en chos civiles y políticos, en el supuesto de doble o múltiple naciona­
un laudo arbitral, sea que hubiese sido dictado por la Corte Permanente- y en no lidad. En razón de ello y de que los magistrados de la misma
recurrir a la guerra contra un miembro que se sometiese a dicho fallo. La dispo­
nacionalidad de las partes litigantes conservan su derecho a inte­
sición del Pacto agregaba que cualquier falta de cumplimiento de un fallo daba
lugar a que el Consejo propusiese las medidas que serían tomadas para asegurar grar el tribunal, si la Corte incluyere a un juez de la nacionalidad
su ejecución. Los procesos ante la C.I.J. se inician por notificación al tribunal del de una sola de las partes, cualquier otra parte podrá designar
compromiso en el que las partes resolvieron acudir a él para la solución del litigio como juez ad hoc a una persona de su elección, aumentándose por
que las opone o por solicitud escrita de una de ellas, cuando entienda que la otra
ya ha aceptado la jurisdicción de la Corte. Una vez que el tribunal se ha declarado
esta vía el número de jueces que conocerá en el caso en cuestión.
competente y se ha desarrollado la faz escrita y la faz oral del proceso, la Corte se También se podrán designar jueces ad hoc cuando la Corte no
retira a deliberar en forma privada y secreta. Cuando está en condiciones, convoca incluya entre sus magistrados a ninguno de la nacionalidad de las
a una sesión pública en la que se lee la sentencia, firmada por el presidente y el
partes, si éstas así lo desean. Los jueces duran nueve años en sus
secretario del tribunal Si a juicio de la Corte un Estado ha reconocido su jurisdic­
ción y competencia para entender en un caso y no compareciese a estar a derecho funciones y pueden ser reelegibles; sólo serán separados del cargo
o abandonara el litigio, la sentencia podrá dictarse en rebeldía si así lo solicita su si, a juicio unánime de los demás, han dejado de satisfacer las
contrario. En cualquier estado del litigio la Corte puede dictar las medidas provi­
sionales que entienda pertinentes para resguardar los derechos de cada parte. Si
bien en general los litigios se ventilan en plenario, la Corte podrá constituir Salas,
compuestas de tres o más magistrados, para conocer en determinadas categorías 126. Conf. Estatuto, arts. 3.1, 4.1, 8, 10.1 y 2.; el sistema es similar al que se·
de asuntos, para entender en un caso determinado, concordando con las partes en había concebido en 1920 por el Comité de Juristas designado por el Consejo de
ese caso la integración de la Sala, o para oír y fallar asuntos sumariamente porque la Sociedad de las Naciones para preparar el anteproyecto de Estatuto de la
así se lo han requerido las partes. Las sentencias que dicte cualquiera de estas Corte Permanente de Justicia Internacional, aprobado por la Asamblea y adop­
Salas se consideran dictadas por la Corte; con( arts. 26, 27 y 29 del Estatuto. tado por el Consejo el 14-XII-1920. Este Estatuto entró en vigor el 1-IX-1921.
130 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 131

condiciones requeridas para el cumplimiento de tan alta magistra­ mente en el pasado tienen cabida en el sistema peculiar de aso­
tura. La Corte dicta su reglamento, elige por tres años a su presi­ ciación de la Carta a través de lo dispuesto en el art. 51, por el
dente y vicepresidente y nombra a su secretario y a los demás que se reconoce el derecho inmanente de legitima defensacolee·
funcionarios que fuere menester. La sede del tribunal está en La tiva en caso de ataque armado. A los acuerdos u organismos
Haya, donde tienen obligación de residencia el presidente y el secre­ regionales -tales como la Unión Panamericana, antecesora de la
tario, funcionando permanentemente excepto durante la feria judi­ Organización de Estados Americanos- está dedicado el Capítulo
cial, cuya fecha y duración fija la misma Corte. Los sueldos, estipen­ VIII. Por último, los organismos especializados que -como la vieja
dios y remuneraciones de los magistrados los determina la Asam­ Unión Postal Universal- tienen atribuciones internacionales en
blea General, no pudiendo ser disminuidos mientras duren en el materias de carácter económico� social, cultural, educativo, sanita­
cargo y encontrándose exentos de toda clase de impuestos. Antes de rio y otras conexas, podrán desarrollar su labor vinculados con la
asumir las obligaciones del cargo, cada juez declara solemnemente, Organización de las Naciones Unidas, según las normas pertinen­
en sesión pública, que ejercerá sus atribuciones con toda imparcia­ tes de los Capítulos IX y X.
lidad y conciencia. Su independencia también se ve garantizada por Los acuerdos de legítima defensa colectiva o acuerdos de segu­
la prohibición contenida en los arts. 16 y 17 del Estatuto, que esta­ ridad colectiva se constituyen entre los Estados mediante tratados
blecen la incompatibilidad del cargo con toda función política, admi­ que éstos celebran con el objeto de defenderse recíprocamente del
nistrativa o profesional, así como con el ejercicio de la función de ataque que alguna de las partes pueda sufrir, adoptando las me­
agente, consejero o abogado en asunto alguno. Los redactores de la didas que entiendan pertinentes en cada caso, las que inclusive
Carta han deseado que con sus disposiciones, tanto como con las del pueden llegar al uso de la fuerza armada. Estas medidas podrán
Estatuto, se garantizase plenamente en el ámbito internacional la aplicarse hasta tanto el Consejo de Seguridad de las Naciones
existencia de un tribunal de derecho independiente e imparcial, Unidas haya tomado las que considere necesarias para mantener
integrado por jueces probos y plenamente capacitados para las de­ la paz y la seguridad internacionales. Las adoptadas por las partes
licadas funciones que se les confían. en el acuerdo de seguridad colectiva deberán comunicarse inme­
Los órganos principales mencionados en el art. 7 de la Carta y los diatamente al Consejo y no afectarán en manera alguna su auto­
organismos subsidiarios que éstos están habilitados a crear para el ridad y la responsabilidad que se le ha confiado en el art. 24 de la
cumplimiento de los Propósitos de la Organización no agotan el Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime
sistema de las Naciones Unidas. En efecto, en atención a la supre­ necesaria, con el fin de mantener o restablecer la paz y la seguri­
macía de las obligaciones contraídas en virtud del tratado constitu­ dad internacionales, según lo establece el art. 51. Este tipo de
tivo sobre cualquier otra obligación internacional, sus normas han acuerdos configura el ejercicio de un derecho inmanente de todo
de servir también de marco jurídico a otras organizaciones interna­ Estado de aliarse con quienes considere sus amigos para respon­
cionales, confiriéndoles legitimidad; con ellas se integra el sistema der proporcionadamente a los ataques que alguno de ellos pueda
ideado en 1945. sufrir, y presuponen un sistema descentralizado de relaciones in­
ternacionales en el que cada uno es libre de ejercer su derecho
al empleo de la fuerza cuando lo entienda pertinente. Por ende

c. El sistema -a partir de la vigencia de la Carta, que tiende a centralizarla-, si


bien la conclusión de tales acuerdos es legítima, sólo será legíti­
Las alianzas defensivas que los Estados constituían habitual- mo su accionar mientras el Consejo de Seguridad no tome las
132 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse
El sistema de las Naciones Unidas 133

medidas a que lo habilita la Carta. Ante un ataque armado, quien


norma del art. 51 también legitima la respuesta de un Estado
responda no será necesariamente la víctima, sino que puede hacer­
porque la víctima le ha solicitado que acuda en su defensa ante
lo otro Estado -o Estados- con quien ha concluido previamente
un concreto ataque que haya sufrido. Por otra parte, el parágrafo
un tratado de alianza defensiva127• Cabe entender, además, que la
2 del art. 48 autoriza al Consejo de Seguridad a valerse de estos
acuerdos de seguridad colectiva para llevar a cabo las acciones
que decida con el objeto de mantener la paz y la seguridad
127. En 1947, en la Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la internacionales frente a un hecho o una situación que el órgano
Paz y la Seguridad del Continente celebrada en Río de Janeiro, los Estados ame­
ricanos suscribieron el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, por el que
haya determinado -conforme al art. 39- que configura una
convienen en que un ataque armado por parte de cualquier Estado contra un amenaza a la paz, un quebrantamiento de la paz o un acto de
Estado americano será considerado como un ataque contra todos los Estados agresión.
americanos y, en consecuencia, cada una de las partes contratantes se compromete
La existencia de acuerdos u organismos regionales integrados
a ayudar a hacer frente al ataque, pudiendo detenninar las medidas a ado�tar.

Según esta norma, las partes en el T.LA.R. no están ob gadas a tomar medidas al sistema de la Organización reconoce como antecedente el art.
sino tan sólo facultadas para hacerlo si lo entienden pertmente frente a cada caso 21 del Pacto, en el que se expresaba que las inteligencias regio­
de especie. La región a la que se aplica este acuerdo de seguridad colectiv � v� del nales como la Doctrina Monroe, que aseguran el mantenimiento
Polo Norte al Polo Sur, se extiende hasta 200 millas en los océanos Atlantlco Y
Pacífico y está determinada por coordenadas geográficas en el art. 4 del Tratado. de la paz, no se consideraban incompatibles con sus disposicio­
En 1949 se firmó en Washington el Pacto del Atlántico Norte, constitutivo de la nes. Sin embargo, la norma del art. 52 de la Carta -que los
partes convienen en
Organización del Tratado del Atlántico Norte, por el que las define- establece con claridad su subordinación al sistema de la
que un ataque armado contra una o varias de ellas, a�aec1do en Eu:ropa o e�
América del Norte -al norte del Trópico de Cáncer, en tierra, mar o arre-, se�
O.N. U. En efecto, estos organismos regionales tendrán por fin
considerado como un ataque dirigido contra todas las partes y, en consecuenc1a, entender en los asuntos relativos al mantenimiento de la paz y
cada una de ellas asistirá a la parte o partes así atacadas, adoptando la acción que la seguridad internacionales siempre que sean susceptibles de
juzgue necesaria para establecer y mantener la seguridad en la �egión del Atlán­
acción regional y que adecuen sus actividades a los Propósitos y
tico norte. En 1954 quedó constituida la Unión de la Europa Occ�dental, de la ue �
son parte Alemania, Bélgica, Francia, Holanda, Italia, Luxemburgo Y el Remo Principios de las Naciones Unidas. Por otra parte, el hecho de
Unido -y que se integra como i:b.stitución autónom.a a la O. T.AN.---r, por la que que un Estado sea miembro de un organismo regional no limita

también se prevé la asistencia en caso de agresión armada -en Eu opa- c ntra � ni modifica su derecho de llevar cualquier controversia o situa­
una de las partes. En 1955 se firmó en Polonia el Tratado de Vars?vw de Am�stad

y Asistencia Recíproca de los Países Socialistas, o Pa to de Varsovta, por el que en
ción susceptible de conducir a fricción internacional a la atención
caso de ataque armado en Europa contra uno o vanos Estados partes en el Tra­ del Consejo de Seguridad o de la Asamblea General, si este Es­
tado, por cualquier Estado o grupo de Estados, cada Est do p� �e en_ el Tr_atad.o tado lo estima pertinente. A su turno, el Consejo de Seguridad
prestará al Estado o Estados víctimas de tal ataque una mmed1ata asiStencia por
podrá investigar toda controversia o situación de tal naturaleza
todos los medios que considere necesarios, incluso el uso de la fuerza armada. El
art. 11 de este Tratado preveía que estaría en vigor hasta tanto se concluyese en a fin de determinar si su prolongación puede poner en peligro el
� �
Europa un tratado general europeo sobre seguridad colec i� - También �n 1954 se manteuimiento de la paz y la seguridad internacionales; aunque
suscribió en Manila por Australia, Estados Unidos, F1lipmas, FranCia, Nueva
en ella se vean involucrados Estados miembros de un organismo
Zelanda Pakistán el Reino Unido y Tailandia el tratado constitutivo de la Orga­
nizació � del Tratddo del Sudeste Asiático, por el que las partes también asumen regional. En la práctica, no existe un reparto de competencias
la defensa ante cualquier hecho o situación que pudiese poner en peligro la paz en entre la O.N. U. y los organismos regionales en materia de bús­
el área. Poco a poco una red de alianzas de seguridad colectiv� �e iba extendie�do,
queda de un arreglo pacífico de controversias de carácter local
así, alrededor de todo el planeta, sin peijuicio de la v�luntad 1r:uc1al de ce�tr�hzar
.
. sino que, en más de una ocasión, la Organización, a vocación
el empleo ·de la fuerza en la Organización de las NaCiones Urudas que -Jurldlca­
mente- se reflejaba en la normativa de la Carta. universal, suele coordinar su accionar con el organismo regio-
El sistema de las Naciones Unidas 135
134 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse

seguridad colectiva cubren una regwn determinada por la


de sanción,
na112s. Distinta es la situación en lo que hace al poder alianza de Estados que pueden pertenecer a dicha área geo­
que la Carta centraliza en el Consejo de Segurid
ad, a que los �
. _ gráfica o no.
vas SI no
acuerdos regionales no podrán aplicar medidas coerciti Por último los organismos especializados establecidos por acuer­
Seguridad, al
han sido autoriz ados para ello por el Consejo de
dos intergubernamentales -anteriores o posteriores a la creación
tiempo plenam ente infor­
que, además, deben mantener en todo de la Organización de las Naciones Unidas- estarán vinculados a
empren der
mado de las actividades que emprendan o proyecten ella de conformidad con las disposiciones de los arts. 57 y 63 de la
ad interna­
con el propósito de mantener la paz y la segurid
el Consej o puede acudir a estos orga­
cionales. Por otra parte,
para aplicar medida s coerci­
nismos -si lo entiende pertinente-
1901-1902, se reorganizó la Oficina, denominándosela Ofteina Internacional de las
de segurid ad co­
tivas bajo su autoridad. Es decir que, en materia Repúblicas Americanas, ampliándose sus competencias y coloc.ándola bajo la autori­
al Consejo de
lectiva, la subordinación de los organismos regionales dad de un Consejo Directivo. La Tercera Conferencia se celebró en Río de Janeiro en
cia de lo que ocurre con los acuer­ 1906 y la Cuarta Conferencia en Buenos Aires en 1910; nuevamente se le cambió el
Seguridad es absoluta, a diferen
actuar nombre a la Oficina, la que -a partir de ese momento- se denominó Unión Pana­
sament e- para
dos de legítima defensa, constituidos -preci mericana, y se. le dio el carácter de órgano de la Unión de las Repúblicas Americanas,
característica
mientras no lo haga el Consejo de Seguridad. Otra estableciéndose la sede en Washington, en la Casa de las Américas. La estructura
organismos
distingue a los primeros de los segundos, ya que los
y funcionamiento de la organización interamericana se rigieron hasta 1948 por las
entre Estados vecinos, entre Estados de resoluciones que se iban aprobando en las Conferencias Internacionales Americanas,
regionales se constituyen celebradas en Santiago de Chile en 1923, La Habana en 1928, Montevideo en 1933
acuerdos de
una misma región geográfica129, en tanto que los y Lima en : 1938. Al reunirse esta última la inestabilidad en el mundo se había
acentuado; los Estados americanos reafirmaron en una Declaración los principios de
solidaridad continental, en razón de lo cual en 1939, 1940 y 1942 se realizan Reunio­
nes de Cor-sulta de los ministros de Relaciones Exteriores sobre los problemas jurí­
128. !bid., art. 52.4; véase sObre la cooperación entre
la O.N.U. y la O.E.A., dicos, políticos y militares que planteaba a los países americanos la Segunda Gue­
Hugo Caminos, "New Departures in the Exercis� of In�ere1_1t
:owers by the UN rra Mundial, estableciéndose a título de medida de protección continental una
ies General: The Central Amenca n 81tuatwn A.J.l.L., vol. 83, amplia zona marítima a ambos lados del continente, dentro de la cual se reserva­
and QAS Secretar ,

pp. 395 y sigs. _


ban el derecho de conservarla libre de todo acto hostil por parte de una nación
en en tes reg¡.�nale�,
,

129. Conf. Boutros Boutros-Ghali, Contribution a l'étude des � _ beligerante no americana. Al vislumbrarse el fin de la guerra, los Estados ame·
París, Pédone, 1949, y J.M. Yépes, "Les accords régionau x et le dr01t 1� ternatwn al , ricanos beligerantes contra el Eje se reunieron en Chapultepec, en febrero de
pp. 252 y sigs.; en la Conferen cia de San Franctsc o los Esta­ 1945; en la Conferencia sobre Problemas de la Guerra y de la Paz, en la que
R. C.A.D.l., 1947-II,
de los orga­
dos latinoamericanos y los árabes se preocuparon, particularmente, sentaron las bases del sistema interam.ericano en relación con la nueva Orga­
nismos regionale s e intentar on -sin demasia da fortuna- obtener para �
ellos a nización internacional a vocación universal, cuya constitución sería motivo de
la idea de un sistema pro�lO la próxima reunión a celebrarse en San Francisco. E l Acta de Chapultepec con­
autonomía del Consejo de Seguridad. En América,
época de la independ encia, al adoptars e la forma represen tatl�a templa, así, la futura conclusión de un acuerdo de seguridad colectiva -el
se remonta a la _
de Estados A enca os se habta
y democrática de gobierno. El Primer Congreso � � T.I.A.R. de 1947-, la transformación de la Unión Panamericana en una organi­
Panamá en 1826, adoptánd ose el Tratado de Umón, Ll,ga Y Confe­ zación regional -la O.E.A., cuya Carta constitutiva se adoptó en Bogotá en 1948,
celebrado en
deración Perpetua, el que -si bien no entró en vigor-
sentó la� bases de la en la Nouena Conferencia Internacional Americana, y fue reformada por el Pro­
futura organiza ción regional, generand o un sentimie nto de solidandad ante los tocolo de Buenos Aires de 1967, el Protocolo de Cartagena de Indias de 1985 y
reconqu1_ sta
temores de los nuevos Estados del continente por las amenazas de el Protocolo de Washington de 1992- y la adopción de un mecanismo obligato­
XIX, hasta
por la Metrópoli. A este Congreso siguieron otros du�ante todo �l siglo rio para la solución pacífica de controversias, el Pacto de Bogotá, también adop­
en 18�9 la
que -a iniciativa de los Estados Unidos- se reumó en Washt�gton tado en la Conferencia de 1948, del que la Argentina no es parte. En lo que hace
ional America na, creándos e la Umón lnternac wnal a los Estados árabes, poco antes de iniciarse la Conferencia de San Francisco,
Primera Conferencia Internac
y dist�ibución de datos
de las Repúblicas Americanas para la pronta compilación _
el 22-III-1945, habían constituido la Liga de los Estados Arabes, de la que
éndose para representarla la Oficma Comerctal de pueden ser parte todos los Estados árabes, con el objeto de estrechar relaciones
sobre el comercio y estableci
en Méjico en
las Repúblicas Americanas. En la Segunda Conferencia,
celebraba
136 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 137

Carta"0 Estas organizaciones se constituyen por tratados entre rias de carácter económico, social, cultural, educativo, sanitario y
Estados, son autónomas, cuentan con órganos propios con poder de otras conexas, pudiendo la Organización hacer recomendaciones con
decisión, sus miembros pueden ser miembros o no de la O,N. U. Y el objeto de coordioar las normas de acción y sus actividades. La
tienen competencia internacional de naturaleza técnica en mate- vinculación entre la O.N. U. y los organismos especializados se concer­
tará mediante tratados, negociados por el Consejo Económico y Social
y aprobados por la Asamblea General y por el órgano plenario del
entre ellos, coordinar su acción política y salvaguardar su soberanía, indepen· organismo. En estos acuerdos, en general, se establece que los orga­
dencia e intereses. De los debates en la Conferencia surge evidente el interés de
nismos especializados se comprometen a someter a sus órganos com-
los Estados miembros de la Liga de obtener autonomía del Consejo de Seguridad
como modo de preservar la unión de los pueblos árabes y contribuir a la indepen­
dencia de las comunidades árabes que aún se encontraban en situación colonial.
En lo que hace a Europa, ya en 1929 el ministro de Relaciones E:�teriores de 1937, referido a la relación existente entre la nutrición, la salud, la agricultura
Francia -Aristide Briand- había propuesto a la Asamblea de la Soc1edad de las y ]a política económica, el presidente Roosevelt de los Estados Unidos convocó en
Naciones la creación de los Estados Unidos de Europa. Sin embargo, las tensio­ 1943 a una Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Alimentación y la Agri­
nes que se generaron deSde 1930 obligaron a posponer la idea hasta el término cultura que se celebró en Hot Springs. Como resultado de estos trabajos se pre­
de la Segunda Guerra Mundial, en que es retoma�a por Winston Churchill en un paró la constitución de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricul­
discurso pronunciado en 1946 en la Universidad de Zurich, cuando ya no desem· tura y la Alimentación (F.A.O.), adoptada en la Conferencia de Quebec en octubre
peñaba cargo oficial alguno. Finalmente el EstatUto del Consejo de Europa fue de 1945. En la Conferencia de Bretton Woods, en julio de 1944, quedaron cons­
adoptado en la Conferencia de Londres de 1949 por los países de la entonces tituidos el Fondo Monetario Internacional (F.M.I.) y el Banco Internacional de
Europá occidental, con el fin de lograr una mayot unidad entre sus miembros a Reconstrucción y Fomento (B.l.R.F.), que, junto con la Organización Internacional
la par que fomentar el respeto de los derechos humanos Y las libertades funda· del Comercio, creada en La Habana en 1948 en la Conferencia de las Naciones
mentales. Los recientes acontecimientos en Europa posibilitaron que la Asamblea Unidas sobre el Comercio y el Empleo -convocada a iniciativa del Consejo Eco­
General de la O.N.U. acogiese eón beneplácito eh la Resolución 47/10, del 28-X· nómico y Social-, debían dar respuesta a los problemas de las finanzas, la eco­
1992, la declaración de los jefes de Estado o de gobierno de los participantes en nomía y el desarrollo en el plano mundial. Sin embargo, la constitución de esta
la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa, según la cual última- organización nunca entró en vigor, al entenderse por un grupo de Estados
entienden que la Conferencia es un acuerdo regional en el sentido del Capítulo que las decisiones en materia de comercio conciernen a su jurisdicción interna.
VIII de la Carta. Por último, en Africa, la Organización de la Unidad Africana Como una suerte de paliativo a posiciones antitéticas y a fin de moderar las
fue creada en la Conferencia de Addis Abeba de 1963 , coincidéntemente con la luchas arancelarias, una de las causas de la Segunda Guerra Mundial, se adoptó
accesión a la independencia de un gran número de países en este continen�e. el Acuerdo General sobre Tarifas Aduaneras y Comei'cio (G.A.T.T.), que originaria­
,
Entre sus propósitos se cuenta el de conseguir la: independehcia para los pueblo� mente fue concebido como un paso intermedio hacia la organización del comercio
africanos que se encuentren en situación colonial, a la par q�e mantener la de ló� mundial por una institución especializada. En 1993, los Estados miembros del
Estados miembi-os, garantizándoles su sober8.nía e integridad territorial y fomen­ G.A.T.T. firmaron el tratado constitutivo de la Organización de Comercio Mundial
tando entre ellos la cooperación. (O.C.M.), con el objeto de supervisar el cumplimiento de los tratados generales de
130. Las uniones administrativas del siglo XIX habían abierto el camino a la comercio que concluyen los Estados y servir de foro en el que éstos puedan
creación d� las organizaciones internacionales intergubernarlieritales con perso­ debatir nuevos acuerdos. Hasta enero de 1994 el tratado constitutivo de la nueva
nería jurídica propia y competencia en el ámbito de la cooperación social. El Organización no había entrado en vigor. En 1944, en la Conferencia de Chicago,
Tratado de Versalles contenía el estatuto de la Organización Internacional del se adoptó el Estatuto de la Organización de la Aviación Civil Internacional
Trabajo y el art. 24 del Pacto disponía que todas las oficinas internacionales (O.A.C.I.). En 1946 se revisó la Constitución de la O.I.T. para separar
anteriormente establecidas por tratados colectivos fuesen puestas, bajo reserva institucionalmente a esta organización de la Sociedad de las Naciones. En la
del asentimiento de las partes, bajo la autoridad de la Sociedad. Asimismo, todas Conferencia de Londres, en 1945, se elaboró y aprobó el tratado constitutivo de
las demás oficinas y comisiones para el arreglo de los asuntos de interés inter­ la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cul­
nacional que se creasen en lo sucesivo también serían colocadas bajo su autori­ tura (U.N.E.S.C. O.). La Unión Postal Universal (U.P. U.), la Unión Internacional
dad. La obra de la Sociedad en materias de carácter social fue importante, par­ de Telecomunicaciones (U.l. T.), la Organización Meteorológica Mundial (O.M.M.)
ticularmente a partir de 1930, en que comenzó a declinar su influencia política. y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (O.M.P.I.), todas ellas
Sobre la base dC Un informe que había preparado en su ámbito Lord Bruce en preexistentes a la O.N. U., ·adaptaron sus Estatutos para pasar a integrar la
138 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 139

petentes las recomendaciones de la Organización y a informarla de Consejo Económico y Social tiene a su cargo la coordinación de las
las medidas adoptadas en consecuencia, así como de toda otra consi­ actividades con los organismos especializados mediante consultas y
deración a la que haya podido dar lugar la recomendación, lo que haciéndoles recomendaciones. Por otra parte el Consejo podrá tomar
implica la libertad de acción frente a una recomendación que -por las medidas apropiadas para obtener informes periódicos de los orga­
fundadas razones- no entiendan pertinente. La O.N. U., a su turno, nismos, comunicando a la Asamblea General sus observaciones al
los reconoce en ese instrumento internacional como organismos espe­ respecto. De hecho, todos los acuerdos concluidos entre la O.N. U. y
cializados en los términos del art. 58 y concordantes de la Carta. El los organismos especializados contienen una cláusula de tipo general
según la cual, sin peijuicio de las medidas que pudiesen ser necesa­
rias para preservar el carácter confidencial de ciertos documentos,
familia de la Organización universaL En 1946, en Nueva York, en la Conferencia ambas instituciones se comprometen a intercambiar del modo más
Mundial de la Salud convocada por el Consejo Económico y Social, se creó la rápido y completo posible la información y la documentación, y los
Organización Mundial de la Salud (O.M.S.); en 1948, en Ginebra, la Organiza­
organismos, además, a presentar periódicamente a las Naciones
ción Consultiva Marítima Intergubernamental (actualmente Organización Marí­
Unidas informes sobre sus actividades. El Consejo Económico y So­
tima Internacional-O.M.!.); y en 1976, en Roma, el Fondo Internacional para el
Desarrollo Agrícola (F.LD.A.). Como organismos filiales del B.I.R.F. y con el cial podrá hacer arreglos para que representantes de los organismos
carácter de organismos especializados de la O.N U se constituyeron la Corpora­ especializados participen -por cierto sin derecho a voto- en sus
ción Financiera Internacional (C.F.!.), la Asociación Internacional de Fomento
deliberaciones y para que sus propios representantes también parti­
(A.l.F.) y la Agencia Multilateral de Garantía de las Inversiones (M.I.G.A.), res­
pectivamente en 1956, en 1960 y 1988. La creación de estos organismos especia­ cipen en las deliberaciones de aquellos organismos, lo que revela la
lizados en nada altera la competencia de la Asamblea General en materia econó­ reciprocidad, reflejo de una cierta descentralización en materia de
mica y social, lo que resulta evidente si se consideran los organismos subsidiarios
cooperación en lo económico y social. Sin embargo, en este conte,.-to,
que -según la facultad otorgada por la Carta en el art. 22- ha instituido en esta
área a través de resoluciones, tales como el Programa de las Naciones Unidas el art. 71 de la Carta comporta una verdadera innovación en las
para el Desarrollo (P.N. U.D.), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia relaciones internacionales en cuanto habilita el diálogo entre la Or­
(U NI. C. E.F.), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ganización interestadual y otro tipo de organizaciones -las no guber­
(P.N. U.M.A.), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (O.A.C.N.U.R.) o el más reciente Alto Comisionado de las Naciones
namentales-, autorizándose al Consejo Económico y Social para que
Unidas para los Derechos Humanos; otros, como la Organización de las Naciones también con instituciones privadas celebre consultas en asuntos de
Unidas para ei Desarrollo Industrial (O.N. U.D.I.), creados por resolución de la su competencia.
Asamblea, adquirieron luego el carácter de organismos especializados. El Orga­
La inclusión de estas organizaciones internacionales de carácter
nismo Internacional de la Energía Atómica (O.I.E.A.) configura un caso peculiar
en razón de sus vínculos con el Consejo de Seguridad y la Asamblea General, técnico -gubernamentales y no gubernamentales- en el sistema
debidos a su competencia en materia de átomos para la paz; una de sus funciones de las Naciones Unidas refleja la preocupación en la Conferencia
esenciales es la de aplicar medidas tendientes a garantizar que el equipamiento
de San Francisco por afirmar que una paz universal y durable sólo
y las materias nucleares destinadas a fines pacíficos no sean empleados con fines
militares. Este sistema está basado en la inspección y verificación por los inspec­ puede basarse en la justicia social, ya que la miseria y las priva­
tores de la O.I.E.A. en virtud de los acuerdos de garantía que pueden concluir con ciones sólo engendran descontento, haciendo que esa paz querida
ella los Estados. A su vez el Consejo Económico y Social, de conformidad con lo por todos termine por peligrar.
dispuesto en el art. 68 de la Carta, ha instituido Comisiones Económicas regio­
Los acuerdos de seguridad colectiva, los organismos regionales y
nales -Comisión Económica para América Latina y el Caribe (C.E.P.A.L.), Co­
misión Económica para Africa (C.E.P.A.), Comisión Económica para Europa los organismos especializados integran, todos ellos, el sistema de las
(C.E.P.E.), Comisión Económica y Social para Asia Occidental (C.E.S.P.A.O.)-, Naciones Unidas, contribuyendo con su accionar -sea hasta que
Grupos de Expertos, Grupos Especiales y Comisiones Orgánicas, tales como la
actúe la Organización, sea con la Organización, sea coordinando con
Comisión de Derechos Humanos o la Comisión de Población, con competencia en
lo social.
140 Hortensia D.. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 141

ella proyectos- a que Jos Propósitos fijados en 1945 puedan llegar a el órgano resolvió que si el Consejo, por falta de unanimidad entre
lograrse. La Carta, como tratado constitutivo de una institución in­ sus miembros permanentes, deja de cumplir con su deber primor­
ternacional, redactado en un momento peculiar de la historia, conlle­ dial, la Asamblea General examinará inmediatamente el asunto
va su propia dinámica y ha dado lugar a una interpretación teleológica que parezca constituir una amenaza a la paz, un quebrantamiento
que se ha ido adecuando a la evolución de las relaciones internacio­ de la paz o un acto de agresión, con miras a dirigir a los miembros
nales en aras de realizar la paz, la libertad en igualdad de los pueblos recomendaciones apropiadas para la adopción de medidas colecti­
sometidos a dominación extranjera y el desarrollo humano, ese tríptico vas, inclusive, el uso de fuerzas armadas cuando fuere necesario, a
concebido para "preservar a las generaciones venideras del flagelo de fin de mantener o restaurar la paz y la seguridad internacionales.
la guerra", tal como se expresa en el Preámbulo. En caso de que la Asamblea General, al no ser un órgano perma­
nente, no estuviese reunida al presentarse una cuestión de tal na­
turaleza, la resolución establece que podrá reunirse en periodo ex­
2. La interpretación por la Organización traordinario de sesiones de emergencia dentro de las 24 horas si­
guientes a la presentación de una solicitud al efecto. Estas sesiones
de emergencia serán convocadas si así Jo solicita el Consejo de
a. La paz Seguridad, en una votación en la que los miembros permanentes no
tendrán derecho a veto, o bien si lo peticiona la mayoria de los
La Organización que se creaba en 1945 debía ser apta para pre­ miembros de las Naciones Unidas.
venir y eliminar conflictos, a la par que debía estar dotada de ca­ Con la adopción de esta resolución el órgano plenario señalaba
pacidad suficiente para sancionar a quienes violasen sus principios. que -en su interpretación- la falta de acuerdo entre Jos cinco
La responsabilidad primordial en esta materia quedaba confiada al miembros permanentes del Consejo de Seguridad, y en consecuen­
Consejo de Seguridad, es decir que este órgano es el responsable cia la imposibilidad del órgano de adoptar resoluciones sobre una
principal de mantener la paz y la seguridad internacionales. Pero cuestión determinada segón Jo dispuesto en el parágrafo 3 del art.
ser responsable primordial o principal no siguifica ser. el único ni 27 , no podía ser obstáculo para que la Organización intentase
tener una función excluyente. En efecto, la Asamblea General, se­ mantener la paz y la seguridad internacionales. Por cierto, los
gón el parágrafo 2 del art. ll, también está habilitada para discutir miembros de la O.N.U. no están obligados por las resoluciones de
y hacer recomendaciones sobre toda cuestión relativa al manteni­ la Asamblea General en esta materia, pero si conformasen sus
miento de la paz y la seguridad internacionales, aun cuando no conductas a la recomendación su accionar seria legitimo, aun cuando
pueda adoptar la decisión de actuar. Tempranamente en la vida de implicase el empleo de la fuerza armada frente a un acto de agre­
la Organización la Asamblea General interpretó el alcance de estas sión. La Carta, segón se establece en el Preámbulo, refleja la
disposiciones. El 3 de noviembre de 1950 quedó aprobada la Reso­ · voluntad de los pueblos de las Naciones Unidas, y no la de los
lución 377 (V) sobre Unión para el mantenimiento de la paz. En sus miembros permanentes del Consejo de Seguridad, de unir sus
considerandos la Asamblea expresó ser consciente de que el hecho fuerzas para el mantenimiento de la paz, usándolas sólo en servi­
de que el Consejo de Seguridad no cumpla con las responsabilidades cio del interés común; éste, y no otro, es el sentido del sistema de .
que le incumben no exime a las Naciones Unidas de la responsabi­ seguridad colectiva ideado en 1945.
lidad que tienen en virtud de la Carta ni la priva de los derechos La legitimidad de las recomendaciones de la Asamblea General
y obligaciones que también le impone dicho instrumento. Por ende, en esta materia implica, necesariamente, que previamente este
142 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 143

órgano ha calificado la situación como una amenaza a la paz y a resolución, a título de ejemplo, señala como acto de agresión la inva­

la seguridad internacionales; calificación que también será legiti­ sión o el ataque armado por las fuerzas armadas de un Estado del

ma pero que no puede tener las mismas consecuencias que si la territorio de otro Estado, o toda ocupación militar, aun temporal, que

hubiese efectuado el Consejo de Seguridad en virtud de la autori­ resúlte de dicha invasión o ataque, o toda anexión, mediante el uso

dad -ahora sí- excluyente que le otorgan los arts. 25 y 39 de la de la fuerza, del territorio de otro Estado o de parte de él, y agrega

Carta de determinar la existencia de una amenaza a la paz, un que la guerra de agresión es un crimen contra la paz internacional

quebrantamiento de la paz o un acto de agresión y decidir medidas y que ninguna adquisición territorial o ventaja especial resultante de
coercitivas vinculantes131. una agresión es lícita ni será reconocida como tal. La Asamblea Ge­

Esta interpretación se ve reafirmada por el contenido de otra re­ neral entiende, a través de esta resolución, que su contribución al

solución de la Asamblea General: la Resolución 3314 (XXIX) sobre la mantenimiento de la paz también puede cubrir el amplio espectro de

Definición de la Agresión. En efecto, en esta ocasión la Asamblea, en la consideración de principios generales en la materia, tal como la

los considerandos, recuerda expresamente la facultad del Consejo de habilita el art. 11.1 de la Carta.
Seguridad, en conformidad con el art. 39, de determinar la existencia Esta voluntad se había visto reflejada ya en otra resolución de
de toda amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o acto de la Asamblea adoptada por consenso -lo que le confiere una auto­
agresión y hacer recomendaciones o decidir qué medidas serán toma­ ridad peculiar- en virtud de la misión que se le ha confiado en el

das de conformidad con los artículos 41 y 42 para mantener o resta­ art. 13.1 de la Carta: la Resolución 2625 (XXV), Declaración sobre

blecer la paz y la seguridad internacionales. Sin embargo, se declara los principios de derecho internacional referentes a las relaciones
convencida de que la adopción de una definición de la agresión debe­ de amistad y a la cooperación entre los Estados de conformidad
ría producir el efecto de disuadir a un agresor potencial y estima que, con la Carta de las Naciones Unidas, en la que afirmó la impor­
si bien ha de considerarse la cuestión a la luz de todas las circuns­ tancia del desarrollo progresivo y la codificación del derecho inter­
tancias de cada caso concreto, conviene formular principios funda­ nacional como medio para afianzar relaciones de paz. En esta

mentales que sirvan de directrices. En ese sentido, retomando el resolución, si bien se reiteran como principios disposiciones ya

Principio contenido en el art. 2.4 de la Carta, entiende que la agre­ contenidas en la Carta132, se desarrolla cada uno de ellos a la luz

sión es el uso de la fuerza armada por un Estado contra la soberanía,


la integridad territorial o la independencia política de otro Estado, o
en cualquier otra forma incompatible con la Carta, constituyendo 132. Los principios desarrollados en la Resolución 2625 (XXV) son -en este
prima facie agresión el primer uso de la fuerza armada; aunque se orden- los contenidos en los arts. 2.4 sobre no uso ni amenaza del uso de la
fuerza; 2.3 sobre solución pacifica de controversias; 2.7 sobre no intervención; 2.5
reconoce que el Consejo de Seguridad puede concluir que la determi­ y 56 sobre el deber de cooperar; 1.2 sobre autodeterminación; 2.1 sobre igualdad
nación de que se ha cometido un acto de agresión no estaría justifi­ soberana y 2.2. sobre el principio de buena fe. En sus disposiciones finales se
cada en un caso dado a la luz de otras circunstancias pertinentes. La declara que por lo que respecta a su interpretación y aplicación, los principios que
anteceden están relacionados entre sí y cada uno de ellos debe interpretarse en el
contexto de los restantes. Cuando la Asamblea decidió en 1962 iniciar el examen
de estos Principios fueron numerosas las delegaciones estaduales que vincularon
131. Conf. C.I.J., opinión consultiva sobre Ciertos gastos de las Naciones Unidas, tal análisis con el Preámbulo de la Carta, cuando se expresa la voluntad de los
Recueil 1962, p. 165, en la que el tribunal entiende que la única acción que es de la pueblos de las Naciones Unidas de practicar la tolerancia y convivir en paz, en el
exclusiva competencia del Consejo de Seguridad es la mencionada en el Capítulo VII entendimiento de que la adopción de la resolución significaría afianzar y desarro­
de la Carta, es decir, la acción coercitiva que emprende el Qrgano como sanción ante llar la coexistencia pacífica que pregonaban como una necesidad de todos los países
quien ha violado los principios en que se sustenta la Organización. del Tercer Mundo; véanse, A/C.6/SR. 763, p. 162; 765, p. 176, entre otros.
144 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 145

de la práctica de la Organización en los veinticinco años de acti­ pueden consistir en observar una situación para informar sobre
vidad que habían transcurrido hasta el momento de la adopción, ella; supervísar el retiro de tropas o contribuir a garantizar el
privilegiándose la norma del art. 2.4, que contiene la prohibición cumplimiento de otros acuerdos; investigar "violaciones de un cese
del recurso a la fuerza o a la amenaza del uso de la fuerza en del fuego o patrullar zonas neutralizadas y, más recientemente,
forma descentralizada, y señalándose el deber de los Estados de ayudar a supervisar elecciones, velar por el mantenimiento del
�bstenerse de actos de represalia que impliquen el uso de la fuerza orden público, garantizar la transición de un territorio a su inde­
y de o�ganizar o fomentar la organización de fuerzas irregulares pendencia o el establecimiento de un orden democrático en un
para que actúen en el territorio de. otro Estado o cometan actos de Estado, proporcionar servicios médicos de emergencia, colaborar
terrorismo. La resolución aclara que nada de lo dispuesto se in­ en el reasentamiento de refugiados o contribuir a restaurar las
terpretará en un sentido que afecte los poderes del Consej o de activídades civíles normales en zonas devastadas por los conflictos
·

Seguridad, de conformidad con la Carta. armados. Estas Operaciones no comportan medidas coercitivas con
Si bien estos poderes están contenidos en los Capítulos VI, VII, el alcance del art. 42 de la Carta sino que, a diferencia de ellas,
VIII y XII, la práctica de la Organización revela el establecimiento para que se pueda establecer una Operación de Mantenimiento de
de un mecanismo tendiente a cumplir el Propósito de preservar la la Paz son necesarios el consentimiento y la cooperación del país
paz que, aun cuando no está descripto en la Carta, deriva de las o los países interesados, a la par que la voluntad de Estados miem­
competencias implícitas en ella: las Operaciones de Mantenimiento bros de proporcionar los contingentes. En términos generales pue­
de la Paz. El art. 29 de la Carta otorga al Consejo la competencia de decirse que cuando el Consejo de Seguridad resuelve que están
de establecer los organismos subsidiarios que estime necesarios dadas las condiciones para establecer una Operación para el Man­
para el desempeño de sus funciones; en consecuencia, nada se tenimiento de la Paz -por no menos de nueve votos a favor y
opone a que con sustento en esta norma se disponga este tipo de ninguno en contra de los cinco miembros permanentes-, le encar­
operaciones con el carácter de organismos ad hoc, para poner en ga al Secretario General que presente un informe sobre el modo de
ejecución procedimientos o términos de .arreglo que se hayan con­ ponerla en marcha y llevarla a cabo. A reserva de que el Consejo dé
venido, como factor de estabilización de una cesación del fuego o su aprobación, el Secretario deberá tomar las medidas necesarias;
para impedir que se reanuden hostilidades. Se trata del empleo de esto es, elegir al comandante de la fuerza y pedir a los Estados
fuerzas multinacionales, bajo el mando de las Naciones Unidas en miembros que contribuyan con fondos, tropas, personal policial, civíl
ia persona del Secretario General, con la misión de ayudar a con­ o de otra índole, suministros y equipo, medios de transporte y
tener y a resolver conflictos entre Estados hostiles y aun entre apoyo logístico. Cuando el Consejo aprueba el informe del Secre­
comunidades hostiles dentro de un mismo Estado. Estos contin­ tario General considera asimismo la manera en que se financiará
gentes están sometidos a la autoridad de sus oficiales y a su propio la Operación: si será voluntaria o se incluirá en los gastos de la
reglamento militar, pero en el plano operacional dependen de un Organización133, caso en el cual la Asamblea General resolverá
comando integrado compuesto por oficiales de diferentes naciona­
lidades, que a su vez dependen del comandante en jefe puesto bajo
la autoridad del Secretario General. De estos cuerpos pueden for­ 133. El problema de definir lo que se entiende por "gastos de la Organización"
mar parte tanto observadores no armados como una fuerza provís­ en el contexto del parágrafo 2 del art. 17 se planteó por primera vez con la creación
de la Primera Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas en el Sinaí (F.E.N.U.
ta de armas ligeras. Sus funciones están especificadas en el man­ I) en noviembre de 1956 y se agravó con la creación de la Operación de las
dato que les otorga el Consejo de Seguridad para cada caso y Naciones Unidas en el Congo (O.N.U.C.) en julio de 1960. Francia, la Unión
146 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 147

la forma de prorrateados entre los Estados miembros. Sin embar­ nado, en general tres, seis o doce meses, renovable si el Consejo de
go, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad deben Seguridad lo entiende adecuado al valorar el informe que le pre­
pagar una parte mayor, debido a su responsabilidad especial de senta el Secretario General sobre el desarrollo de la misión, los
mantener la paz y la seguridad intérnacionales. Estos contingen­ problemas a los que pueda enfrentarse y -en su caso- las suge­
tes de las Naciones Unidas -los cascos azules o boinas azules, rencias para tornarla más eficaz y para adaptar sus objetivos a la
como se los suele denominar debido a las prendas distintivas que evolución de la situación. Como expresara la Corte Internacional
llevan- sólo pueden usar la fuerza si son atacados o si personas de Justicia en relación con el parágrafo 2 del art. 24, "la referencia
armadas tratan de impedir que ejecuten las órdenes de sus supe­ a los poderes específicos acordados al Consejo de Seguridad en
riores; de otro modo, si abriesen fuego contra cualquiera que virtud de ciertos Capítulos de la Carta no excluye la existencia de
amenazara la paz, violarían el principio fundamental de este tipo poderes generales destinados a permitirle el cumplimiento de las
de operaciones; esto es, su despliegue en una zona para detener responsabilidades conferidas por el parágrafo ¡•134.
actos hostiles con el consentimiento de las partes interesadas, no Otro importante desarrollo de los poderes implícitos se ha dado
para solucionar controversias. Si disparasen, obviamente dejarían a través de la competencia del Consejo de Seguridad para adoptar
de tener el consentimiento de aquellos contra quienes levantaron medidas provisionales, otorgada en el art. 40 de la Carta. Según
sus armas. La eficacia de estas Operaciones depende de la presen­ surge de lm práctica, estas medidas las toma antes de efectuar la
cia física de soldados, la autoridad moral de las Naciones Unidas calificación de los hechos, de acuerdo con el art. 39, y les da el
y la presión de la opinión pública mundial. Estos factores se unen carácter de vinculantes en los términos del art. 25 cuando lo esti­
para intentar disuadir a las partes hostiles de emprender acciones ma oportuno. Es decir que mientras transcurren los debates sobre
militares temerarias. Si bien las Operaciones de Mantenimiento la legitimidad o ilegitimidad de una cuestión determinada, el Con­
de la Paz no están expresamente contempladas en la Carta, con el sejo puede expresar su inquietud por la existencia de hostilidades,
transcurso de los años se han constituido en un medio aceptable notar el incremento de los actos de violencia, declararse gravemen­
internacionalmente de contener los conflictos y promover el arre­ te preocupado por los combates o por la continuación de operacio­
glo pacífico de las controversias; las fuerzas militares no se em­ nes militares -fórmulas todas estas alguna vez empleadas por el
plean para librar una guerra sino para intentar poner límites a la órgano- y, en razón de ello, solicitar a todas las partes interesa­
violencia. En razón de ello su mandato es por un tiempo determi- das -Estados o no- la cesación de hostilidades. Por esta via no sólo
intenta evitar el derramamiento de sangre sino que trata de cons­
truir un espacio dentro del cual operen los mecanismos de solución
pacífica. Después que se ejecute una resolución de esta naturaleza
Soviética y los países del Este se negaron a pagar la cuota que se les había
asignado. En opinión de los Estados Unidos la Asamblea General tenía derecho podrá disponer medidas específicas destinadas a consolidar el cese
a decidir esas Operaciones de conformidad con su Resolución 377(V), en razón de de hostilidades y a mantener el equilibrio entre las partes. En ese
la parálisis del Consejo de Seguridad, y su costo comportaba un "gasto de la
contexto el Consejo -según lo estime oportuno- prohibirá la rea­
Organización". Requerida una opinión consultiva a la Corte Internacional de
Justicia, ésta interpretó que los gastos para estas dos Operaciones eran gastos de lización de actividades políticas, o la entrada de bandas arniadas
la Organización, ya que estaban directamente vinculados a sus Propósitos; esto
es, mantener la paz y la seguridad internacionales; conf. Rec. 1962, p. 151. Sin
embargo, con ulterioridad a este episodio la Asamblea General no ha vuelto a
establecer este tipo de Operaciones, ejerciendo esta competencia tan sólo el Con� 134. C.I.J., opinión consultiva sobre Las consecuencias jurídicas para los Es­
sejo de Seguridad. tados de la presencia continua de Africa del Sur en Namibia, Rec. 1971.
El sistema de las Naciones Unidas 149
Hortensia D. T. Gutiérrez Posse
148

0 combatientes, requerirá el compromiso de no movilizar ni dar do contempla dos categorías distintas de territorios: los territorios
instrucción militar, decretará un embargo a la adquisición de ar­ bajo fideicomiso y los territorios no autónomos.
mas y material bélico, establecerá una línea a fin de separar a los En relación con los primeros, se establece un régimen interna­

combatientes, dispondrá el retiro de las fuerzas armadas compro­ cional y se crea el órgano que específicamente se ocupará de velar

metidas en la lucha y propondrá una tregua como un modo de por el proceso que llevará al pueblo que lo habita a la libre deter­

consolidar la cesación de hostilidades o la conclusión de un armis­ minación de su destino. En cambio, en lo que hace a los segundos,

ticio por las partes, desmovilizando y reduciendo las fuerzas arma­ en la Conferencia de San Francisco -no sin dificultades- sólo se

das y creando zonas desmilitarizadas135•


adoptó una Declaración contenida en el Capítulo XI de la Carta,
La práctica de la Organización, no obstante una aparente pa' sin atribuirse competencia a este respecto a un órgano deternlina­

rálisis del Consejo de Seguridad a lo largo de muchos años, posi­ do. La realidad es que, en este último caso, se trataba de conside­

bilitó desarrollos institucionales que no se hallaban previstos en rar la situación de las colonias de los Estados que habían ganado
la guerra, y éstos, en particular el Reino Unido y Francia, enten­
disposiciones expresas de la
Ca.rta y que permitieron hasta el
presente preservar al mundo del "flagelo de la guerra". En ese dían que la aplicación del régimen de fideicomiso a sus colonias

contexto, cabe rendir homenaje a los Secretarios Generales de la constituiría una intervención en un asunto que era esencialmente

Organización que sucesivamente, con su personalidad y sus es­ de su jurisdicción interna136. Sin embargo, la Asamblea General,

fuerzos. acumulados, alegando su derecho de intervenir libremente tempranamente, en aplicación de los poderes amplios que le otorga

en los debates del órgano para dar su interpretación y hacer su­ el art. 10, adoptó la Resolución 66 (1), creando una
Comisión ad
gestiones, también en este ámbito han sabido desarrollar una di­ hoc compuesta por un número igual de Estados que administraban
plomacia discreta para contribuir al mantenimiento de la paz Y la
seguridad internacionales.
136. En la reunión que habían celebrado Cordell Hull y Eden en 1943, Estados
Unidos propuso que después de la vi�toria todos los países que administrasen
territorios coloniales los pusiesen bajo una autoridad internacional El represen­
tante del Reino Unid� expresó que el mundo colonial podía aspirar al tratamiento
b. La libre determinación
con sentido civilizador de la metrópoli, libertades políticas otorgadas paulatina­
mente y, finalmente, la vinculación con ella de tipo similar al-entonces- British
El art. 1.2 de la Carta establece como otro de los Propósitos Commonwealth of Nations; conf. United States Department of State, Postward
para los que se han creado la Organización el de fomentar entre Policy Preparation, Publication 3580, Washington, 1950, pp. 105 y sigs. En Ia
Conferencia de San Francisco, el representante británico, Lord Cranborne, decla­
las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al prin­
ró en la 11 Comisión, Comité IV, que todos los miembros de las Naciones Unidas,
cipio de la igualdad de derechos y al de la libre deternlinación de responsables de la administración de territorios dependientes, reconocían, en
los pueblos, tomando otras medidas adecuadas para fortalecer la relación con éstos, el principio del fideicomiso, es decir, que el principal propósito
de su administración era el bienestar de los pueblos dependientes y su desaiTollo
paz universal también en este ámbito. En ese sentido, el articula-
económico, social y político. Sin embargo -agregaba Lord Cranborne- la aplica­
ción del régimen del fideicomiso a las colonias actuales constituiría una interven­
ción en los asuntos internos de los Estados miembros; conf. U.N.C.I.O., t. X, pp.
tregua es el Í'esultado de 442 Y sigs. Francia, en 1980, en relación con la controversia con la República
135. Eduardo Jiménez de Aréchaga señala que la
io consiste en una convención Malgache sobre las islas Gloriosa, Juan de Nova, Europa y Barsas da India,
una simple aceptación, en tanto que el armistic
, Derecho Internacional Públi­ todavía seguía sosteniendo ante la Asamblea General que no era legítimo inscri­
sujeta a las condicione� que gobiernan los tratados
Fundaci ón de Cultura Univers itaria, T" ed., julio 1991, t. IV, pp. bir el tema en su agenda porque sería violar el principio contenido en el art. 2.7
co, Montevideo,
de la Carta.
. ·272 y sigs .
150 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 151

de terri­
territorios dependientes y Estados que no tenian este tipo opinión en el sentido de que para considerar que un territorio
n con el objeto de que examin ase la
torios bajo su administració tiene autonomía en asuntos económicos, sociales o educativos es
le hiciese n llegar los Esta­
información que sobre estos territorios indispensable que su pueblo haya alcanzado la plenitud del gobier­
Carta, esto es,
dos miembros de acuerdo con el art. 73 e) de la no propio. Por ende, á la luz del examen de los informes que se
ones
información de tipo técnico -y no político- sobre las condici presentasen, sería la Asamblea General la que determinaría si el
ivas que impera ban en ellos137 . En el país encargado de la administración quedaba relevado de la obli­
económicas, sociales y educat
ción 146 (II), la Asam­
segundo período de sesiones, por la Resolu gación de p�oporcionar información porque el territorio había al­
ar. la
blea General instituyó una Comisión Especial para examm canzado la plenitud del gobierno propio, dejando de ser -en con­
es
información recibida y sobre esa base formularle recomendacion secuencia- lo que en el derecho de la Carta se considera como una
ondo en lo concern iente a cuestio nes técni­ colonia. Las resoluciones 7 42 (VIII) y 7 48 (VIII), consecuentemen­
de procedimiento y de f
cas en general. Al procederse a la votación Gran Bretañ
ay :U:­� te, fijan los criterios para determinar si existe la obligación de
cia, a las que se unió Bélgica, dejaron constancia de que a su JU � Clo informar y reanrman el derecho de la Asamblea General en esta
objeto
no correspondía suministrar inform ación política. Con el materia. Ante las presentaciones de algunos gobiernos, en la Re­
Comisi ón Especi al, la Resolu ción 142 solución 848 (IX) se reiteró la opinión de que la transmisión vo­
de facilitar la tarea de la
(II) -que contiene un formulario modelo - señala que la inf orma­ luntaria de información sobre el desarrollo político de los pueblos
tiva,
ción referida al gobierno del territorio no autónomo es faculta de los territorios no autónomos está perfectamente en armonía
es de
aun cuando -como se expresa en la Resolución 144 (II)- con el espíritu del art. 73 de la Carta, invitándose a todos los
ción
interés de la Asamblea que también se le suministre informa Estados miembros administradores a que presten a este respecto
y 333 (IV) reglam entaron el
política. Las resoluciones 218 (III) toda la cooperación posible, y en la Resolución 849 (IX) se insistió
es. No obstan te el
procedimiento para la presentación de inform en el derecho del órgano para determinar cuándo cesa la obliga­
carácter no vinculante de estas decisiones, a medida que el tiempo ción de informar. En la Resolución 1468 (XIV) la Asamblea Ge­
la
transcurria, un mayor número de miembros responsables de neral manifestó, una vez más, su interés en recibir información,
autóno mos transm itía volunta ria­
administración de territorios no dándose otro paso hacia la terminación de las situaciones colo­
s
mente información sobre geografía, historia, población, derecho niales, puesto que se instó a los miembros a establecer cronolo­
casos in­
humanos y -también- gobierno, incluyendo en algunos gías para que los pueblos de los territorios no autónomos lleguen
es,
formación sobre el desarrollo de instituciones autónomas, esto al gobierno propio. Finalmente, en 1960, se adoptó la resolución
el séptimo período de sesione s,
información política. En 1952, en que estaria llamada a ser la base jurídico-política de todo el proceso
el órgano afirmó su
se adoptó la Resolución 648 (VII). En ella, de descolonización.
Por iniciativa de la Unión Soviética se inscribió en el orden del
día de la Asamblea General el tema referido a una Declaración
sobre la Concesión de Independencia a los Países y a los Pueblos
ido el Reino
137. En la lista de territorios dependientes que había transmit Coloniales, en la que se postulaba la concesión inmediata de la
se incluían las Islas Falkland . Ante ello, la Repúblic a Argentina hizo una
Unido
reserva en el sentido de no reconocer la soberanía británica sobre
las Islas Malvinas independencia. Ante la objeción suscitada por una posición tan
de ellas se trataba- , y el Reino Unido hizo una reserva :Paralela no radical, cuarenta y tres países presentaron un proyecto alternativo
-puesto que
islas; conf. Documen to A/C.4/SR .25,
reconociendo la soberanía argentina en dichas que fue aprobado como Resolución 1514 (XV), Declaración sobre la
en C.A.R.I., Malvinas , Georgias y Sándwic h del Sur-Dipl �macia Ar­
véase texto
1983, t. I, P· 11. Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos Coloniales,
gentina en Naciones Unidas 1945-1981, Buenos Aires, CARI,
El sistema de las Naciones Unidas 153
152 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse

te la Asamblea General creó el Comité Especial encargado de


por 89 votos, ninguno en contra, y la sola abstención de Portugal,
examinar la situación con respecto a la aplicación de la Declara­
España, la Unión Sudafricana, el Reino Unido, los Estados Uni­
ción sobre la concesión de la Independencia a los Pafses y Pueblos
dos, Australia, Bélgica, la República Dominicana y Francia. En los
Coloniales o Comité de los veinticuatro en razón del número de
considerandos de esta decisión la Asamblea General se declaró
miembros que lo integran, encomendándole la formulación de su­
convencida de que el proceso de liberación es irresistible e irrever­
gestiones y recomendaciones en cuanto a los progresos realizados
sible y que, a fin de evitar crisis graves, es preciso poner fin al
y a la medida en que la Declaración es cumplimentada.
colonialismo y a todas las prácticas de segregación y discrimina­
La realización de la libre determinaCión y el respeto a la unidad
ción que lo acompañan. Por ende, convencida también de que todos
nacional y a la integridad territorial no constituyen un camino
los pueblos tienen un derecho inalienable a la libertad absoluta, al
fácil de ser recorrido, no obstante los esfuerzos de la Organización.
ejercicio de su soberanía y a la integridad de su territorio nacional,
En ocasiones, las metrópolis han cumplido sus obligaciones confor­
declaró que todos los pueblos tienen el derecho de libre determi­
me a la Carta y a las resoluciones adoptadas en virtud de ella;
nación y que todo intento encaminado a quebrantar total o par­
pero en otras, los pueblos sometidos a dominación extranjera han
cialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un
debido sostener largas luchas de liberación nacional. El empleo de
país es incompatible con los Propósitos y Principios de la Carta de
las Naciones Unidas. Estos dos Principios, contenidos en los pun­
tos 2 y 6 de la Declara'ción, configuran la base juridica del derecho
la del Reino Unido- la Resolución 2065 (XX), por la que se inv ita a los dos países
de la descolonización: la libre determinación de los pueblos some­ �
a pros guir sin demora las negociaciones a fin de encontrar una solución pacífica
tidos a dominación extranjera y la integridad territorial de los a la disputa acerca de la soberaní a sobre dichas islas, teniendo en cuenta la

Estados138. En la Resolución 1541 (XV), que se adoptó a continua­ Resolución 1514 (XV), así como los iptereses de la población de las Islas Malvi­
nas. Esta resolución, que es vinculante para los dos países por haber sido acep­
ción, se estableció la obligación de transmitir información -aun
tada en un comunicado conjunto emitido en Buenos Aires el 14 de enero de 1966
política- sobre territorios separados geográficamente y distintos por sus cancilleres, resulta relevante política y jurídicamente, por cuanto compor­
étnica o culturalmente del país que los administra. Es decir que, ta el reconocimiento de una controversia, determinando las partes -la Argentina
Y el Reino Unido- la materia -la soberanía sobre lcis tres grupos de islas-, el
en el derecho derivado de la Carta, el pueblo que tiene derecho
método para la búsqueda de la solución -la negociación-; y el derecho a aplicar
a determinar libremente su destino por la via de la independencia, esto es, la Resolución 1514 (XX), punto 6, puesto que sólo se menciona la nece­
la integración o la asociación es aquel que es étnica o culturalmente sidad de tener en cuenta los intereses de la población de las islas y ninguna

distinto de la población del Estado que lo administra y cuyo territorio referencia se hace en ella a los deseos de un pueblo sometido a dominación ex­

tranj ra. En este último caso, ·y para que fuese pertinente la aplicación en la
se encuentra separado geográficamente de la metrópoli. Si no se especie del punto 2 de la resolución, tendría que tratarse de habitantes étnica 0

reuniesen estas dos condiciones no sería legítimo invocar en culturalmente distintos de la potencia administradora, lo que no ocurre por cuan­

derecho el principio de autodeterminación139. Al año siguien- to las islas están habitadas por· colonos, al haber expulsado en 1833 el Reino
Unido a los argentinos que allí se encontraban. En consecuencia, las negociacio­
nes que actualmente se llevan a cabo derivan de este marco jurídico y han de
conducir necesariamente a que un día se ponga término a la situación colonial
-integrándose las islas al territorio argentino- por la modalidad y en los térmi­
138. Conf. C.I.J., opinión consultiva sobre el Sahara Occidental, 16-X-1975, nos que ambos países soberanamente acuerden. Sobre la cuestión de los títulos el
parágrafo 56.
� �
problema de los intereses o los deseos de los habitantes, y el alcance d l conce to
139. A raíz del debate planteado entre el representante de la Argentina y el .
de soberanía a la luz de la práctica de los Estados, véase C.A.RI., Serie -Estudios
de las
del Reino Unido durante los períodos de 1964 y 1965 sobre l a cuestión Histórico-Jurídicos sobre la cuestión de las Islas Malvinas, Sándwich y Georgias
Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur, l a Asamblea General adoptó por 94 del Sud, vols. I, 11 y III, Buenos Aires, C.AR.l, y bibliografía allí citada.
votos a favor, ninguno en contra y 14 abstenciones -entre las que se encontraba
154 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 155

la fuerza armada en este tipo de luchas no resulta violatorio de los Organización es el de realizar la cooperación internacional en el
principios de las Naciones Unidas. Por el contrario, la Resolución desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las
A/.2625 (XXV) -a la que ya se ha hecho referencia- señala el libertades fundamentales de todos sin hacer distinción por motivos
deber de todo Estado de abstenerse de recurrir a cualquier medida . de raza, sexo, idioma o religión. La Carta es, así, la primera norma
de fuerza que prive de su derecho a la libre determinación, a la jurídica internacional que reconoce al individuo la condición de
libertad y a la independencia a los pueblos sometidos a domina­ sujeto de derecho140 Sin embargo, en ella no se mencionan concre­
ción extranjera, o de llevar a cabo cualquier acción dirigida al tos derechos, sino que su determinación quedó librada a la ulterior
quebrantamiento parcial o total de la integridad territorial de acción de los órganos competentes -esto es, la Asamblea General,
cualquier otro Estado. A su turno, la Resolución A/.3314 (XXIX) el Consejo Económico y Social y el Consejo de Administración
-que también se ha mencionado- aclara que nada de lo que en · Fiduciaria-, así como de los organismos subsidiarios que se esta­
ella se establece en relación con la definición de la agresión per­ bleciesen y de los organismos especializados -tales como la O.I.T.
'
judicará el derecho de esos pueblos a luchar por su libre deter­ o la U.N.E.S.C.O.- con atribuciones para la protección y la pro­
minación, libertad e independencia, que pedirán y recibirán apo­ moción de los derechos del individuo o de grupos de individuos.
yo de acuerdo con los principios de la Carta. Las luchas de li.be­ El Consejo Económico y Social creó en la primera sesión la
ración nacional configuran un supuesto legítimo del ejercicio del . Comisión de Derechos Humanos, integrada por miembros nombra­
ius ad bellum, si otro camino no cabe para lograr el término de dos a título individual, autorizándola a establecer Grupos de Tra­
una situación colonial. bajo ad hoc compuestos por expertos no gubernamentales y sub­
comisiones. A solicitud de la Asamblea General preparó un proyec­
to de resolución que fue adoptada por ésta en la reunión celebrada
c. El desarrollo humano · en París, el 10-XII-1948, con la intención de que estableciera "un
ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esfor­
La Declaración de las Naciones Unidas del 1-l-1942 consignaba zarse". La Declaración Universal de Derechos Humanos es la pie­
que los Estados signatarios estaban dra angular de la obra de la Organización en esta materia. En ella
se proclaman los derechos esenciales del individuo -derecho a la
"... convencidos de que es esencial obtener una victoria absoluta vida, a la libertad y a la seguridad-, los de éste frente a la comu­
sobre sus enemigos para defender la vida, la libertad, la indepen­ nidad -derecho a la igualdad ante la ley, a la nacionalidad, al
dencia y la libre profesión de cultos, así como preservar los dere­ asilo, a la libertad de circulación y de residencia, a la propiedad­
chos humanos y la justicia, tanto en su propio suelo como en otras , las libertades públicas y los derechos políticos -libertad de
tierras ..."

Los fundadores de las Naciones Unidas sabían a ciencia cierta


140. La Sociedad de las Naciones había incluido en los acuerdos de mandato
que la dignidad y el valor de las personas y el derecho de todos a
disposiciones según las cuales las potencias administradoras se comprometían a
las libertades básicas tienen importancia vital para la estabiliza:­ promover el bienestar de las poblaciones locales, y bajo su auspicio se firmaron
ción de peli.grosas situaciones políticas y el fortalecimiento de la Los Tratados de Minorlas tendientes a proteger los derechos de las minorías
étnicas en los Estados de reciente creación en Europa central y orientaL El
victoria de los Aliados respecto de las fuerzas del fascismo y la
. régimen de las minorías puede considerarse como un antecedente en el camino
intolerancia. Consecuente con ello, uno de los Propósitos de la :·de la internacionalización de los derechos humanos.
156 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 157

pensamiento, de conciencia, de religión, de opinión y de expresión, dado a la propia Declaración el carácter de fuente formal de de­
derecho de reunión y asociación, derecho de votar y participar en rechos Y obligaciones. Y así la asume la Organización al referir a
el gobierno-, y derechos económicos, sociales y culturales -dere­ ella su accionar tendíente a realizar el desarrollo y estímulo del
cho a trabajar y formar sindicatos y afiliarse a ellos, derecho al respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamenta­
descanso, a la educación, a un nivel adecuado de vida y a la pro­ les de todos. En efecto, la Asamblea General, así como otros órga­
tección de la salud-. Si bien, de acuerdo con la Carta, una reso­ nos u organismos de la Organización, adopta resoluciones basadas
lución de la Asamblea General en esta materia no es vinculante, en la Declaración Universal en el ejercicio de sus funciones de
su contenido puede llegar a expresar una opinio iuris a la que la control 'del comportamiento de los Estados, las que resultan
práctica dé carácter de costumbre internacional141 Por otra par­ vinculantes en tanto que derecho interno de la Organización y, por
te, la Declaración es la fuente inspiradora, la fuente material, de ende, son aplicadas en su ámbito aun cuando sean rechazadas por
todos los tratados concluidos ulteriormente para la protección y el Estado cuestionado143• A la Declaración Universal siguieron otras
promoción de los derechos humanos bajo los auspicios de las declaraciones de la Asamblea General tendientes -todas ellas- a
Naciones Unidas aun en los ámbitos regionáles142. Esta vincula­ promover el respeto del individuo, sea considerando categorías de
ción por vía interpretativa, con el transcurso de los años, le ha personas, sea contemplando hechos determinados, que poco a poco
vieron reflejados sus contenidos en tratados internacionales.
La Organización, a través de su obra, demuestra ser un pode­
roso instrumento para contrarrestar los abusos, esforzándose en
141. El Secretario General, en un memorándum presentado a la Comisión de salvar vidas, impedír la tortura, la discriminación, la explotación
Derechos Humanos, expresó su opinión en el sentido de que una declaración o
de niños144; sin embargo, el pleno respeto de los derechos humanos
recomendación no puede obligar a los Estados miembros en la misma forma en
que un tratado puede obligar a las pSrtes. La Secretaria agregaba: "no obstante,
teniendo en cuenta la mayor solemnidad y significado de una Declaración, puede
considerarse que el órgano que la aprueba abriga mayores esperanzas de que los
miembros de la comunidad internacional habrán de respetarla. En consecuencia, 143. El Centro de Derechos Humanos con sede en Ginebra es la Secretaría
en la medida que esa esperanza se justifica gradualmente por la práctica de los Permanente de la Comisión de Derechos Humanos, sus organismos conexos y
Estados, la declaración puede llegar a ser reconocida, por el uso, como un instru­ órganos de control creados por tratados de derechos humanos, ocupándose tam­
mento que establece normas obligatorias para los Estados"; conf. E/3616/Rev.1 y bién del intercambio de comunicaciones con personas, organizaciones no guberna­
E/CN4/1334. mentales y gobiernos. Los relatores especiales y los Grupos de Trabajo son per­
142. Bajo los auspicios de las Naciones Unidas se concluyeron los Pactos sonas designadas para que realicen estudios temáticos sobre cuestiones como la
Internacionales de Dereclws Civiles y Políticos -de los que a diciembre de 1993 tortura, la intolerancia religiosa, las detenciones arbitrarias, la ejecuciones su­
son parte 121 Estados- y de Dereclws Económicos, Sociales y Culturales, con 123 marias o arbitrarias, la venta de niños. Los relatores, expertos o representantes
Estados parte a la misma época. Junto con la Declaración Universal, constituyen especiales por países se nombran para que examinen la situación de los derechos
el marco conceptual al que se han agregado los demás instrumentos de derechos humanos en Estados determinados. La Resolución 1503, adoptada por el Consejo
humanos que, sólo en el ámbito de la Organización, son aproximadamente 70 entre Económico y Social en 1970, f8.culta a la Comisión para que examine cualquier
.
tratados y declaraciones. En los ámbitos regionales se encuentran en vigor la información proporcionada por una persona, individualmente, por las organiza­
Convención Europea para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades ciones no gUbernamentales o por otras fuentes, que revele una pauta sostenida
Fundamentales, los Acuerdos de Helsinki, la Convención Americana sobre Derechos de graves violaciones de los d�rechos humanos a la luz de la Declaración Univer­
Humanos y la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. Sobre la sal. Los observador-es de derechos humanos han formado parte de varias Opera­
relación entre el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho ar­ ciones de Mantenimiento de la Paz.
gentino, véase Hortensia D.T. Gutiérrez Posse, Los derechos humanos y las 144. Bajo los auspicios de las Naciones Unidas se reunieron las Conferencias
garantías, Buenos Aires, Zavalía, 1988, y la bibliografía allí citada, así como el �
Mun iales de Derechos Humanos, en Teherán en 1968 y en Viena en 1993, con
texto constitucional de la República Argentina en vigor desde 1994. el ObJeto de evaluar los progresos alcanzados desde la adopción de la Declaración
158 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 15 9

no se logra sin desarrollo, ya que éste es el proceso por el cual micas, la investigación científica y tecnológica, la expansión y libe­
aquéllos han de realizarse; desarrollo, derechos humanos y paz ralización del comercio mundial, con miras a una transferencia de
están íntimamente vinculados. El Preámbulo de la Carta alude, capacidades técnicas y financieras cuyo objetivo tendría que ser
así, a la resolución de los pueblos de las Naciones Unidas de em­ una integración progresiva de los países desarrollados y de los
plear un mecanismo internacional para promover el progreso eco­ Estados en vías de desarrollo en un conjunto mundial solidario.
nómico y social; los arts. 55 y 56 contienen el compromiso de los Los estudios efectuados en el marco de los organismos compe­
miembros de tomar medidas conjunta o separadamente, en coope­ tentes de la O.N. U. revelan que si bien los adelantos registrados
ración con la Organización, para la realización de tal Propósito. en los últimos tiempos han permitido mayores bienes, ello se ha
En 1966 la Asamblea General aprobó la Declaración sobre el dado en un contexto de creciente disparidad. Los países indus­
Derecho al Desarrollo, en la que se estableció que la persona hu­ trializ ados, en los que vive el 25 % de la población mundial,
mana es el sujeto central del desarrollo y que los Estados tienen consumen el 70 % de la energía, el 85 % de la madera y el 60 %
el deber primordial de crear condiciones nacionales e internaciona­ de los alimentos que se producen en el mundo. La crisis se ma­
les favorables para la .realización del derecho al desarrollo. La nifiesta en forma más marcada entre los países desarrollados del
adopción en 1974 de la Resolución 3281 (XXIX) , que contiene la Norte y los países en desarrollo del Sur. Sin embargo, hoy día la
Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, configuró distinción no es absoluta, ya que los Estados de la Europa orien­
un hito importante en un camino hacia un nuevo orden económico tal y de la ex Unión Soviética se ven afectados por problemas
internacional por el que, lamentablemente, aún resta recorrer un similares a los de los países del Sur. La pobreza, el desempleo,
largo trecho145. Sin embargo, la resolución configuró un primer esbozo la desigualdad y la inseguridad son fenómenos que se manifies­
de un sistema internacional de cooperación en las relaciones econó- tan prácticamente en todo el mundo, de allí que sea necesario
que los responsables de procesos de transformación económica
traten de establecer cierto equilibrio entre los cambios y las
necesidades de poblaciones pobres y vulnerables. Los órganos
Universal de Derechos Humanos en 1948 y, ante violaciones persistentes y a competentes de las Naciones Unidas y los organismos subsidia­
veces masivas, buscar la forma de mejorar la situación de los derechos humanos rios y especializados que se han ido creando para hacer frente a
en todas partes del mundo y para todas las personas. Por primera vez en la
estos problemas, han de proveer un enfoque integrado, ya que la
historia de la Organización, en la Conferencia de Viena las organizaciones no
gubernamentales celebraron actividades paralelas a ella en la propia sede y pre· paz y la prosperidad aparecen como indivisibles: el desarrollo
sentaron al Comité de Redacción de la Conferencia un informe titulado Todos los humano es un desarrollo sostenible, a la par político y económico
derechos humanos para todos. La Conferencia Mundial recomendó a la Asamblea y social. En ese sentido, la Resolución 47/199 de la Asamblea
Generál la creación de un cargo de Alto Comisionado para los Derechos Huma·
General reafirma la necesidad de reformas en la esfera de las
nos, con amplias facultades para ocuparse de los abusos en materia de derechos
humanos en todo el mundo, lo que fue acogido positivamente por el órgano.
145. La Resolución A/3201 (S.Vl.), del 1·V·1974, que contiene el programa de
acción referido a la instauración de un nuevo orden económico internacional, manifestaron la opinión de sus países en el sentido de que la comunidad mundial
consagra toda la Sección IX a las medidas tendientes a reforzar el papel de los ha dejado de lado urgentes necesidades económicas, sociales y culturales, así
organismos de las Naciones Unidas en el ámbito de la cooperación económica como el derecho al desarrollo. La Organización ha previsto celebrar en 1995, en
internacional, en una implícita reafirmación del Preámbulo de la Carta, que Copenhague, una Reunión Mundial en la Cumbre para el Desarrollo Social, con­
contempla la necesidad de emplear un mecanismo internacional para promover fiando en que centre sus trabajos en la necesidad de una mayor cooperación
el progreso económico y social de todos los pueblos. Durante las sesiones de 1992 internacional para promover un nivel de vida más elevado, empleo para todos y
de la Asamblea General los representantes de muchos Estados en desarrollo progreso sociaL
160 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse El sistema de las Naciones Unidas 161

actividades de, la Organización para facilitar aún más su coopera­ nea e imprudentemente, puede causar daños incalculables al
ción en el camino del de,sarrollo, destacando que éste debe con­ ser humano Y a su medio. Por ende, se proclama que los recur­
siderarse una responsabilidad compartida. Por otra parte, en la sos naturales de la tierra deben preservarse en beneficio de las
resolución se insta a los países desarrollados a que aumenten generaciones presentes y futuras. En función de los resultados
su asistencia oficial y se subraya que los gobiernos receptores de esta Conferencia y de los Principios contenidos en la Decla­
de esta ayuda tienen la responsabilidad fundamental de coordi­ ración, se instituyó el Programa de las Naciones Unidas para el
nar, atendiendo a las estrategias y prioridades nacionales, to­ Medio Ambiente (P.N. U.M.A.), el que ofrece a los Estados coope­
dos los tipos de asistencia externa. En virtud de lo allí resuelto, ración técnica en materia de derecho e instituciones ambientales ,
las Naciones Unidas deberán ayudar a los gobiernos a valerse provee información ambiental, proporciona asistencia para la for­
de sus propios medios para administrar su desarrollo económico mulación de planes estaduales de lucha contra la desertificación y
y social146• colabora en materias de su competencia con otros organismos
Y ese desarrollo no puede analizarse al presente a menos que subsidiarios y organismos especializados del sistema de las Na­
también se lo relacione con el medio ambiente. La Organización dones Unidas.
de las Naciones Unidas tempranamente, en 1972, convocó a la En 1992, bajo los auspicios de la Organización, se realizó en
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, Río de Janeiro laConferencia de las Naciones Unidas sobre el
que se reunió en Estocolmo. En ella se adoptó la Declaración Medio Ambiente y el Desarrollo, la que reveló una toma de con­
sobre el Medio Humano en la que, señalándose que los dos as­ ciencia colectiva de que la naturalez a es finita y de que su
pectos del medio humano -el artificial y el natural- son esencia­ futuro está en manos de los hombres. El desarrollo sostenible
les para el bienestar del hombre, se advierte que su capacidad de es, así, aquel que responde a las necesidades del presente al
transformar lo que lo rodea, utilizada con discernimiento, puede ritmo de la renovación de los recursos, es decir, que no compro­
llevar a todos los beneficios del desarrollo pero, aplicada erró- mete en su uso a las generaciones venideras. Por eso, combatir
la pobreza contribuye a proteger el medio ambiente, ya que evita
el uso abusivo de los recursos por parte de aquellos, cuya super­
vivencia depende, precisamente, de ese uso. De resultas de la
146. El Informe sobre el Desarrollo Humano de 1993, patrocinado por el Pro­
Conferencia se adoptó el Programa 21 como plan completo y de
grama de las Naciones Unidas para el Desarrollo (P.N. U. D.), señala que la coope­
ración para el desarrollo debe incluir medidas que apunten a mejorar la calidad
largo alcance para lograr el desarrollo sostenible, activando la
del gobierno y de los �istemas judiciales, al reconocer la importancia de los as­ cooperación internacional, y se firmaron la Convención Marco
pectos políticos, sociales, culturales, ecológicos e institucionales del desarrollo, de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y la Conven­
que anteriormente quedaban en segundo plano porque se hacia hincapié princi­
palmente en los factores económicos. En un intento de cuantificar el adelanto
ción sobre la Diversidad Biológica, iniciándose un proceso de
socioeconómico, el P.N.U.D. creó de manera innovadora el Indice de Desarrollo cooperación encaminado a mantener en la atmósfera , dentro de
Humano a.D.H.), integrado por la esperanza de vida, la alfabetización de adultos límites seguros, los gases de efecto invernadero y reflejando el
y el ingreso, entendiendo que el I.D.H. es un elemento de referencia más integral
deseo de los Estados de conservar la obra de la creación e im­
que el Producto Bruto Interno (P.B.l.) para la medición del adelanto de un país.
En las conclusiones del Informe de 1992 se había señalado que los países ricos pedir que se degrade.
y pobres compiten en el mercado mundial en modo desigual y que éste no opera A juicio del Secretario General de la Organización, los hombres
libre,mente. Esa situación se considera que cuesta a los países en desarrollo 500.000
siempre han debido enfrentar amenazas que pesaban sobre su
millones de dólares anuales, esto es, 10 veces más de lo que reciben en asistencia
externa.
seguridad. Pero la seguridad evoluciona y es cada vez menos una
162 Hortensia D. T. Gutiérrez Posse

cuestión puramente militar, pues pasa a ser un problema de desa­


rrollo planetario147. Capítulo liT
Las disposiciones de la Carta y las adoptadas en virtud de ella
revelan que las Naciones Unidas han sido y están en condiciones La seguridad colectiva
de seguir siendo "el centro que armonice los esfuerzos de las na­
ciones" para alcanzar los Propósitos que se fijaron en 1945. La
Organización es un foro adecuado para el análisis y la formulación
teórica de los problemas socioeconómicos que preocupan a los paí­
ses en desarrollo y a los países en transición a sistemas económi­
cos y políticos más abiertos. Las funciones en este ámbito han de
cumplirse en forma integrada con las funciones y compromisos en
el ámbito político y de la seguridad, apoyándose mutuamente.
La Carta es un tratado constitutivo porque ha dado vida a los
órganos de la Organización, atribuyéndoles competencias para
lograr los fines deseados. Pero, además, la práctica -a través de El co�cierto de Estados soberanos tuvo una prime
ra oportuni­
una interpretación dinámica- ha ido desarrollando el alcance de dad de mstaurar un sistema de paz al crear la Socie
dad de las
sus normas. Sin embargo, aun cuando una tercera guerra a nivel Naciones Y -sin embargo- fracasó. Una segunda
ocasión se ha
mundial se haya evitado, queda un largo camino por recorrer para dado con el establecimiento de la Organización de
las Naciones
que el triptico de paz, libre determinación y desarrollo humano y �
Uni as; n� obstante, inicialmente su accionar se vio paral
izado por
social se alcance plenamente. Un sinnúmero de conflictos localiza­ la b!polandad y la consecuente rivalidad entre las dos
superpoten­
dos se suceden a partir de 1945. No sólo la amenaza universal de c�as nucleares. El surgimiento de nuevos Estados
mostró que de­
un poder atómico y bélico descontrolado no ha cesado, sino que a bfan aprender a coexistir pacíficamente y que ello
era posible si
ella se han sumado el terrorismo, la droga, el SIDA, la pobreza, la descubrtan intereses comunes aun entre sistemas dif
erentes. Poco a
degradación del medio ambiente. La seguridad, de tipo colectivo, poco, establecieron un orden en sus relaciones, un orden
vinculante
sigue siendo una necesidad, aun cuando las causas de eventuales Y por ende de naturaleza jurídica, gener
ando derechos y obligacio­
conflictos que puedan amenazarnos hayan variado. Mucho queda nes. Se avanzaba hacia la distensión; el Muro de
Berlfn caía y el
por hacer para que la comunidad internacional conviva en una paz mundo se congratulaba con lo que entendía como el
fin del terror.
generosa y solidaria. El peligro de una conflagración atómica a nivel plane
tario parecfa
haber concluido. Pero, ¿es realmente as( o un despe
rtar de viejos
fantasmas hace temer una balcanización generalizad
a? Conflictos
armados _estallan por doquier; las nacionalidades,
los grupos étni­
co� Y rehgtosos, luchan entre sí provocando hambre
y miseria, y
147. Conf. discurso inaugural pronunciado el 3-VI-1992 en la Conferencia de
millones de seres humanos se desplazan o intentan
refugiarse más
las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. La Convención allá de las fronteras de sus Estados, tratando de
mitigar sufri­
sobre Biodiversidad entró en vigor el 29-Xll-1993; sin embargo, a lo largo de 1994 mientos. En ocasiones son aceptados; en otras, recha
no se había designado la Secretaría Permanente ni elaborado los mecanismos zados. El medio
ambiente se deteriora y en un futuro no lejano los recurs
financieros necesarios para implementarla. os natura­
les podr(an disminuir sensiblemente. En tal contex
to, la insinua-

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