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Objetivos específicos:
Introducción
Según fuentes de la Organización Mundial de la Salud el 25-30% de las consultas médicas guardan
relación con patologías desencadenadas por el estrés.
Las personas de edades comprendidas entre los 25 y los 44 años sufren mayor exposición a este
síndrome y el 68% de las personas diagnosticadas con ansiedad presentan cuadros asociados con
otras enfermedades psicosomáticas, cefaleas, hipertensión, enfermedades cardíacas, trastornos de
sueño y alimentación (Miguel Tobal, 1996).
En la actualidad, el estrés no pertenece a la persona ni al entorno (Folkman 1984), sino que es una
relación dinámica entre esa persona y el ambiente en el que se desarrolla. Como señaló Lazarus
(1981) los individuos no son meras víctimas del estrés, sino que su manera de apreciar los
acontecimientos estresantes y sus propios recursos de afrontamiento determinan la naturaleza del
estrés. Con lo cual son los procesos de interpretación los que influyen en esa relación bidireccional
entre las personas y su entorno social. En tal contexto, el afrontamiento se refiere a los esfuerzos
que hace la persona para dominar, reducir o tolerar esas exigencias internas y/externas creadas en
esa transacción.
Como vimos en la Unidad II las emociones son respuestas adaptativas, la tensión frente a
situaciones de peligro pueden obrar por nuestra propia supervivencia… el problema se presenta
cuando uno interpreta todo tipo de evento como si en cada uno se pondría en juego la propia vida,
no es lo mismo quedarse sin empleo que reprobar un examen, no es igual perder a un ser querido
que aprender un nuevo oficio… no es igual experimentar la emoción del miedo cuando se sufre un
asalto que perderse en una ciudad desconocida…
Así, por ejemplo, tener vacaciones puede ser fatal para la homeostasis de algunos y divorciarse
puede librar de tensiones a muchos. Hay que tener en cuenta que la memoria siempre traiciona en
sus evocaciones amplificando el poder estresante de los hechos recientes e infravalorando el
pasado.
Por lo tanto la evaluación cognitiva que hacemos de una situación está íntimamente vinculada con
el tipo de pensamiento automático que el evento provoque. En la medida que se pueda identificar
que se está respondiendo desde una distorsión cognitiva entonces tenemos más pistas para
trabajar sobre los estímulos que desencadenan dichas respuestas.
El cuerpo reacciona ante el estrés al liberar hormonas. Estas hormonas hacen que el cerebro esté
más alerta, causar que los músculos se tensionen y aumentar el pulso. A corto plazo, estas
reacciones son buenas porque pueden ayudar a manejar la situación que causa el estrés. Esta es la
manera en que su cuerpo se protege a sí mismo, se lo conoce como estrés agudo.
Cuando se tiene estrés crónico, el cuerpo se mantiene alerta incluso cuando no hay peligro. Con el
tiempo, esto pone en riesgo la salud, incluyendo:
El estrés puede causar muchos tipos de síntomas físicos y emocionales. Muchas veces las personas
no se dan cuenta de que estos síntomas son ocasionados por el estrés, o los subestiman y
postergan su atención.
• Diarrea o estreñimiento
• Mala memoria
• Dolores de cabeza
• Falta de energía o concentración
• Problemas sexuales
• Cuello o mandíbula rígidos
• Cansancio
• Problemas para dormir o dormir demasiado
• Malestar de estómago
• Uso de alcohol o drogas para relajarse
• Pérdida o aumento de peso
Causas
Las causas del estrés son diferentes para cada persona. Se puede tener estrés a causa de buenos
desafíos y también a causa de los malos. Algunas fuentes comunes de estrés incluyen:
• Casarse o divorciarse
• Empezar un nuevo empleo
• La muerte de un cónyuge o un familiar cercano
• Despido
• Jubilación
• Nacimiento
• Problemas de dinero
• Mudanza
• Tener una enfermedad grave
• Problemas en el trabajo
• Problemas en casa
Las razones por las cuales se necesita ayuda de un profesional de la salud mental son:
Esta técnica se fundamenta en un principio básico de aprendizaje. Como existen estímulos que
desencadenan de forma automática respuestas de ansiedad, también se pueden aprender de forma
automática respuestas incompatibles con la ansiedad. La respuesta incompatible que se intenta
enseñar es la de relajación.
El sistema simpático se activa cuando el organismo se prepara para la acción, por Ej.: si alguien
nos avisa que se incendia el lugar, lo más probables que salgamos corriendo, así, el sistema
circulatorio se encarga de redistribuir la sangre a los músculos y a las estructuras necesarias como
para hacerlo, asimismo se activan las vías noradrenérgicas (adrenalina, noradrenalina, etc.)
involucradas en la acción.
Cuando una persona está muy estresada, es probable que esté afectado su sistema parasimpático,
no hay restablecimiento de energía al cuerpo y deja de estar compensado.
Desde la Psicología Cognitiva se apela al entrenamiento en relajación para inducir la activación del
sistema parasimpático. Cuando una persona logra relajar su cuerpo es mucho más fácil que
también desacelere el circuito recurrente de pensamientos, es decir, su ansiedad cognitiva.
Se sugiere sentarse en una silla confortable. También se puede ubicar en posición horizontal sin
cruzar las piernas. Inspirar por la nariz profundamente y exhalar lentamente por la boca. Repetir.
relajar.
6. Boca (extender y retraer). Con la boca abierta, extender la lengua tanto como se pueda
y relajar.
7. Lengua (paladar y base). Apretar la lengua contra el paladar y después relajar. tensionar
contra la base de la boca y relajar.
8. Ojos. Abrirlos tanto como sea posible y relajar. Estar seguros de que quedan
completamente relajados, los ojos, la frente y la
nariz después de cada tensión.
9. Respiración. Respirar tan profundo como sea
posible; durante 15 segundos. Exhalar
suavemente por la boca.
10. Espalda. Arquear la espalda y luego relajar
apoyándola sobre el respaldar.
11. Glúteos. Tensar y elevar la pelvis. Relajar.
Tensar los glúteos y relajar.
12. Muslos. Extender las piernas y elevarlas 10 cm. No contraer el estómago; relajar.
13. Pies. Sin elevar las piernas, orientar los pies hacia arriba tanto como sea posible; relajar.
14. Dedos. Con las piernas relajadas, arquear los dedos hacia arriba tanto como sea posible;
relajar.
Para continuar con la técnica es necesario que la persona pueda identificar las áreas de su vida que
más lo perturban y construir lo que denominamos “jerarquías de estímulos”.
Por ejemplo, si la preocupación por la enfermedad es el tema que más incapacita la vida de alguien
y el objeto o situación que más le preocupa es tomar determinada medicación, entonces ésta será
la escena que le provoca ansiedad o jerarquía estímulo por la que habrá que empezar.
A continuación, deberá recordar una escena en su vida que directamente no le genere ansiedad.
Así, se le dará una valoración a cada una, para la primera será de 100 y para la segunda el valor
será de 0. Wolpe denomina a estas calificaciones con el nombre de USAS (Unidades Subjetivas de
Ansiedad). La relajación total equivale a 0 USAS.
Para completar la jerarquía del ejemplo, será necesario añadir las escenas que generan intensidad
variable, con incrementos iguales:
Estímulo USAS
Es aconsejable escribir un total de 20 ítems y construir escenas de forma que estén separadas
entre sí por incrementos iguales de ansiedad.
Estímulo USAS
1. 0
2. 10
3. 15
4. 20
5. 25
6. 30
7. 35
8. 40
9. 45
10. 50
11. 55
12. 60
13. 65
14. 70
15. 75
16. 80
17. 85
18. 90
19. 95
20. 100
Ahora ya está preparado para empezar la desensibilización sistemática. La técnica está basada en
el simple hecho de que reduciendo su reacción de ansiedad hacia el ítem más débil de la jerarquía,
se reducirá la reacción a todos los otros ítems en el mismo valor.
Para realizarlo, hay que colocarse en una posición cómoda (relajado) en donde no pueda ser
molestado los próximos 15 minutos. Debe tenerse a mano la jerarquía y seguir estos simples
pasos:
1. Sentado o acostado con los ojos cerrados se empieza usando las habilidades de relajación
adquiridas, para relajar progresivamente todos los músculos del cuerpo. Utilice los
ejercicios para relajar los principales grupos de músculos y deje que la relajación inunde el
cuerpo.
3. Preste atención a cualquier tensión producida por la escena y asígnele un valor en “USAS”
mentalmente.
4. Mantenga la escena, haga una inspiración profunda, retenga el aire mientras cuenta hasta
tres y suéltelo lentamente. Mientras se va repitiendo así mismo “estoy relajado”.. “la
tensión desaparece”.. o frase simples como “relax”.. “calma”.
6. Repita los pasos precedentes con la misma escena apreciando cuantas USAS decrece el
nivel de ansiedad con cada presentación.
A medida que se va avanzando en las jerarquías, se va a notar que mejora en la habilidad para
hacer frente a las situaciones de la vida real en esa área. Cuando se encuentre en situaciones
similares en la vida real, procure detectar cualquier tensión y úsela como una señal para relajarse:
respire profundamente y utilice frases tranquilizadoras.
Cabe aclarar, que la jerarquía de estímulos se puede construir con una sola temática y las
situaciones que de allí se derivan, como también se pueden construir jerarquías con distintos
hechos estresores. Es decir, que no se reduce a abordar una sola temática ya que recorren toda la
gama de posibilidades, desde que se vence un impuesto hasta una discusión con la pareja.
Como vimos, la principal fuente de dolor emocional son los pensamientos negativos que una
persona se dice a sí misma: “algo terrible va a suceder”… “no puedo soportarlo”… “Me está
provocando”.
Mientras se intenta hacer frente a una situación, luchando por tomar las mejores decisiones y
superarlas de algún modo, también se está maldiciendo con un flujo de pensamientos automáticos
negativos. Meichenbaum lo ha denominado “diálogo interno del conflicto”.
Para superar éstos pensamientos automáticos se necesita elaborar una lista personal de
pensamientos de afrontamiento del estrés. Los pensamientos de afrontamiento del estrés actúan
como un interruptor del circuito de emociones dolorosas. Para entender cómo funciona conviene
analizar los componentes de una respuesta emocional:
• Pensamientos: mientras interpreta los comentarios del dentista predice las consecuencias
de esa situación valora las acciones de ambos como buenas o malas y finalmente califica
las sensaciones internas del cuerpo “estoy asustado” “estoy furioso”. Esta emoción, puede
aumentar el temblor de manos, tensión en el estómago, etc. Se crea una
retroalimentación positiva en la cual los pensamientos negativos aumentan la tensión
fisiológica y esta tensión intensifica los pensamientos negativos.
A continuación se proponen una serie de pensamientos de afrontamiento del estrés para cada uno
de estos pasos.
1. Preparación
¡Ahora me relajo!
Respiro profundamente
Hay un final
Puedo mantenerlo dentro de los límites manejables
También puedo llamar a __________
Solo tengo miedo porque he decidido estar aquí. Puedo decidir marcharme.
¡Lo conseguí!
Lo hice re bien
La próxima vez no voy a preocuparme tanto
Puedo disminuir la ansiedad relajándome
Tengo que decírselo a __________
Es posible no estar asustado. Lo único que debo hacer es dejar de pensar que estoy asustado.
Llegado éste punto, podrá elaborar su propia lista de pensamientos de afrontamiento al estrés.
Luego habrá que memorizarlos para cada una de las cuatro fases de afrontamiento. Deben ser
significativas.
1. Preparación
.....................................................................................................................................
.....................................................................................................................................
.....................................................................................................................................
.....................................................................................................................................
IMPORTANTE
Consejos ANTIESTRÉS
Dr. Francisco Mora
Ejercitar nuestra mente. Debemos estimular nuestra mente con nuevos retos como
aprender a tocar un instrumento o un idioma nuevo. Este tipo de actividades resultan muy
placenteras y favorecen nuestra autoestima.
Mantén vivas tus relaciones. Es esencial para nuestra salud psicológica y emocional.
Aportar cariño a los demás y sentir su apoyo nos ayuda a afrontar la adversidad.
Adaptarse a los cambios. Cuando nos justificamos diciendo: «no soy suficiente inteligente
para esto», «soy demasiado mayor para aprender», lo que conseguimos es incrementar
nuestros niveles de estrés. Debemos hacer frente a nuevas situaciones y desarrollar las
habilidades necesarias para poder adaptarnos.
Disfrutar de las pequeñas cosas. El sabor de un chocolate, un baile, un rato de risas con
los amigos, una ducha caliente o un paseo en primavera,… Todas estas cosas son sencillas
de hacer y están a nuestro alcance; nos provocan sensaciones muy placenteras y nos hacen
sentirnos revitalizados.