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Universidad Nacional Abierta

Dirección de Investigaciones y Postgrado


Maestría en Administración de Negocios
Responsabilidad Social Empresarial

DESARROLLO SOSTENIBLE, ECONOMIA CIRCULAR Y


MODELO ECONÓMICO SUSTENTABLE, EMPRESAS “B”

Participantes:
Ariany Rodríguez. C.I. 24.156.088.
Richard Cruz. C.I.12.779.976.

Facilitador: Prof. Alejandro Artahona.

Octubre, 2020.
INTRODUCCIÓN

Después de la revolución industrial y con el auge de las actividades de


explotación de hidrocarburos de finales del siglo XIX, el crecimiento demográfico, el
desarrollo económico y otros factores como el surgimiento a finales del siglo XX de
estrategias comerciales cada vez más agresivas que han supuesto un modelo
económico universal fundamentado en el aumento del mercado y el comercio sin
ningún control y sin tomar en cuenta el impacto que causa en el planeta han traído
como consecuencia una serie de problemas como la pérdida progresiva de la
biodiversidad, que la mayoría de las personas en el mundo no tenga acceso a los
servicios básicos como el agua potable, salud, alimentación sana, tampoco tengan
acceso a los medios de desarrollo y estudio, a las tecnologías de la información, el
calentamiento global producto de las emisiones de clorofluorocarbonados, la
sobreexplotación de la actividad pesquera, la contaminación generada por residuos
de plástico y otros materiales sintéticos.
Fácilmente es demostrable que esta forma de “vivir” no es sostenible en el tiempo
pues el propósito de la economía actual se fundamenta en el absurdo de vender
más a toda costa y ese hecho genera que se usen más recursos y se produzcan
más desechos sin tomar en cuenta que existe un solo planeta tierra y sus recursos
son finitos y no se puede continuar sosteniendo la economía bajo ese modelo.
Conscientes de esta situación los líderes mundiales en el seno de la ONU en
septiembre de 2015 se reunieron para establecer los objetivos de desarrollo
sostenible y la agenda 2030, las cuales analizaremos en estudio y además
podremos presentar nuestras apreciaciones sobre una nueva forma de hacer
negocios que se rige bajo estos preceptos, además abordaremos unas interesantes
e imprescindibles alternativas económicas que tomen en cuenta al medio ambiente,
a las personas y la reducción del impacto de los desechos y residuos, nos referimos
al modelo económico “dona” propuesto por la economista británica Kate Raworth y
que a su vez fundamenta la economía circular que está incluida en nuestro análisis;
en este orden de ideas también abordaremos el fenómeno de las empresas “B” y su
forma innovadora de generar ganancias con el menor impacto posible, generando
relaciones ganar-ganar, no todo son obstáculos y dificultades, este tipo de iniciativas
nos devuelven la esperanza en que es posible lograr un mejor mundo.
DESARROLLO

1. Objetivos de Desarrollo Sostenible:


Para Venezuela y el mundo El Pacto Mundial marcó un antes y un después en la
responsabilidad social empresarial y fue una iniciativa del Secretario General de las
Naciones Unidas, Kofi Annan, presentado en enero de 1999, lo que se constituyó en
un llamado a las empresas del mundo entero para que participen en la construcción
de una sociedad global más justa, la mayoría de los gobiernos del mundo han
aceptado estos principios y por tanto, se alude a ellos con frecuencia como
"principios universales". Los principales organismos de Naciones Unidas que están
implicados en el Pacto son la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Oficina del
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) también participa
ayudando a estos organismos a formular respuestas y actividades específicas para
cada país.
Posterior al Pacto Mundial se materializó un hecho trascendental y es que en
septiembre del año 2000, tuvo lugar en el seno de la Organización de las Naciones
Unidas “La Cumbre del Milenio” y se promulgó la llamada declaración del milenio
aprobada por 189 países y firmada por 147 jefes de Estado y de Gobierno, ahí
quedaron establecidos 8 grandes objetivos y 21 metas cuantificables y este
compromiso sería evaluado en el año 2015, pues bien, en septiembre de ese año la
Organización de las Naciones Unidas con participación de los líderes mundiales
realizó la evaluación que dio origen a la denominada Agenda 2030 que se
encuentra seguidamente en nuestro análisis.
Para nuestro país el pacto mundial y la declaración del milenio tuvieron gran
influencia en los contenidos de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela del año 1999 y que tuvo una reforma parcial en el año 2004 y donde
prácticamente en todos los capítulos se observan aspectos correspondientes a los
principios promulgados en esta declaración.
Este hecho derivó en una legislación que establece obligaciones como en la Ley
Orgánica de Contrataciones Públicas donde se fija un porcentaje a las personas
jurídicas o naturales que suscriban contratos con el Estado Venezolano a destinar
un porcentaje a las investigaciones y a obras de propósito social, así como se fijó
impuestos y contribuciones de carácter educativo y de investigación.
Si bien no existe un concepto único y universal de la responsabilidad social
empresarial que encierre el espíritu de la acción más equilibrada para alinear
recursos-planeta y su aprovechamiento, en nuestro criterio los cinco principios de
desarrollo fundamentales planteados en la Agenda 2030 concebida en la
Organización de las Naciones Unidas en septiembre de 2015 comprenden los
pilares fundamentales sobre los cuales descansa y compromete e incluye a los
gobiernos de la comunidad internacional a desarrollar una forma diferente de hacer
negocios :

1. Personas: no excluir a nadie, dignidad e igualdad de todas las personas


garantizando la salud, erradicar la discriminación.
2. Planeta: todo debe girar en torno a la protección del plantea
3. Prosperidad: transformar las economías para desarrollar una vida prospera en
armonía con la naturaleza.
4. Paz: propiciar relaciones pacíficas.
5. Alianzas: crear una alianza mundial entre todos los involucrados.

Estos principios están establecidos para el logro de los objetivos de desarrollo


sostenible, a continuación:

1. Fin de la pobreza: poner fin a la pobreza en todo el mundo y lograr el máximo


de desplazamiento social positivo (bienestar que provoca la migración de las
personas en pobreza y pobreza extrema a un nivel de vida más estable y
justo).
2. Erradicar el hambre: poner fin al hambre logrando la seguridad alimentaria,
garantizando la alimentación sana a todos, íntima e indivisiblemente ligado al
primer objetivo.
3. Salud: garantizar una vida sana y el bienestar de todos a todas las edades y
el acceso a los servicios de salud a todos.
4. Educación de calidad: garantizar a todos el acceso a la educación de calidad
para coadyuvar en el desarrollo y crecimiento primeramente personal de cada
ser humano y en el crecimiento técnico y científico, además de promover el
desarrollo de sociedades más cultas.
5. Igualdad de género: lograr la igualdad de género y empoderar a todas las
mujeres y niñas, erradicar las prácticas discriminatorias hacia las mujeres y
minimizar estas costumbres en “las culturas” de algunos países.
6. Agua potable y saneamiento: garantizar la disponibilidad del agua potable a
todos.
7. Energías sostenibles: garantizar el acceso a la energía sostenible, ampliar,
promover y aplicar el desarrollo de “energías verdes” que supongan la
evolución de la de origen fósil y otras que impactan al medio ambiente.
8. Empleo y crecimiento económico: promover el empleo pleno, productivo y el
trabajo digno, paralelamente con la igualdad de género, el acceso a la
educación de calidad y una alimentación sana.
9. Innovación e infraestructuras: promover la industrialización sostenible y el
diseño y ejecución de infraestructuras de fábricas y empresas que consideren
desde su visualización y conceptualización disminuir el impacto de sus
actividades con el medio ambiente y los seres vivos.
10. Reducción de las desigualdades: eliminar las brecas entre los países y entre
sus sociedades, conjuntamente con la erradicación de la pobreza y la
participación de una economía más justa para lograr el acceso a un nivel de
vida digno para todos.
11. Ciudades y comunidades sostenibles: lograr que las ciudades sean
sostenibles: que las ciudades y poblados se conviertan en los administradores
con un criterio de equilibrio para consolidad un modelo económico primario
que permita garantizar a las nuevas generaciones de los recursos disponibles
para su desarrollo y perpetuidad.
12. Consumos y producción sostenibles: garantizar la producción y el consumo
sostenible: teniendo en cuenta que los recursos del planeta son finitos y que
el modelo económico de vender el máximo sin límites no es sostenible en el
tiempo.
13. Acción por el clima: combatir el cambio climático y sus efectos, disminuir
considerablemente las emisiones de dióxido de carbono y otros gases que
provocan el deterioro de nuestra atmósfera, así como desarrollar nuevas
tecnologías para los desplazamientos de grandes embarcaciones de
propósitos industriales que en un día contaminan más que ciudades y hasta
países pequeños.
14. Vida submarina y marina. Conservar y utilizar los recursos de los océanos y
mares de forma sostenible, organizar de manera equilibrada la actividad
marítima y pesquera así como erradicar las prácticas contaminantes de verter
desechos en los cuerpos de agua, principalmente disminuyendo la fabricación
de productos plásticos.
15. Flora y Fauna Terrestre: proteger, restablecer y evitar el deterioro de los
ecosistemas y la pérdida de biodiversidad: principalmente evitando la
destrucción de los ecosistemas y controlando las actividades madereras y la
agricultura y ganadería descontrolada, así como también el tráfico de
especies y la caza furtiva de especies animales.
16. Paz y justicia: Promover sociedades pacíficas e inclusivas y acceso a la
justicia, lograr una sociedad más justa y equilibrada con apoyo del desarrollo
en el trabajo del resto de los objetivos principalmente erradicación de la
pobreza, disminución de las desigualdades, acceso a la salud y a la
educación-
17. Alianza para el logro de los objetivos: involucrar absolutamente a todos.

Claramente observamos que todos los objetivos son prácticamente un conjunto


indivisible para el logro de la sostenibilidad de la raza humana en el planeta y para
efectos de este análisis consideramos mencionarlos todos, porque luego de
reflexionar, más allá de los beneficios entre sociedad y empresa el comportamiento y
las operaciones de una organización tienen un impacto en el medio ambiente que
afecta a todos (una especie de huella de carbono), impacta también nuestra biosfera
y en este sentido la responsabilidad social empresarial es asunto de todos, es el
principio para lograr el bienestar y la calidad de vida de las generaciones actuales,
asegurar éstas condiciones para las generaciones futuras y aplicar todas las
propuestas y tecnologías es imperativo para lograr un equilibrio con el planeta y
modelos de desarrollo sustentable para hacerlo posible.
Los objetivos de desarrollo sostenible son el eje de la Agenda 2030 y su
implementación ocurrirá en el período 2016-2030.
La agenda 2030 se denominó así debido a que en ese año se van a evaluar el
cumplimiento de las metas establecidas en los objetivos planteados
2. Agenda ONU 2030:
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es un plan de acción que nace del
compromiso de los Estados miembros de las Naciones Unidas, cuyo objetivo
principal es velar por la protección de las personas, el planeta y la prosperidad.
En el año 2000, los países miembros de las Naciones Unidas acordaron
conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para el año 2015, como
mencionamos anteriormente, al terminar el periodo de cumplimiento de esos
objetivos, el 25 de septiembre de 2015, la Asamblea General de la ONU estableció
un nuevo acuerdo mundial sobre cambio climático concluido en agosto de 2015, las
negociaciones de la Agenda 2030 culminaron en un ambicioso documento que
propone 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas correspondientes,
fruto del consenso obtenido por los delegados de los Estados miembros de la ONU.
La Agenda 2030 es un llamamiento a la acción global durante los siguientes 15
años. Los países que forman las Naciones Unidas se comprometen a movilizar los
medios necesarios para la implementación de los Objetivos, mediante alianzas
centradas especialmente en las necesidades de los más pobres y vulnerables.
Los objetivos de desarrollo sostenible representan un camino hacia un desarrollo
garantizado en el tiempo abarcando las diferentes esferas económica, social y
ambiental, con las que pasar del compromiso a la acción, la innovación y la acción
común son clave en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible,
por ello, cuentan con la participación de nuevos actores, el sector privado y la
sociedad civil.
La llamada Conferencia Río+20, llevada a cabo en 2012 en Brasil, estableció un
claro mandato para que los Estados Miembros de la ONU construyeran
colectivamente ese conjunto de objetivos y metas, ampliando la experiencia de éxito
de los Objetivos del Milenio (ODM). Una de las novedades de los objetivos de
desarrollo sostenible y de sus metas es el hecho de que se aplican a todos los
Estados miembros de las Naciones Unidas, lo que refleja el reconocimiento de que
todos los países – desarrollados y en desarrollo – poseen desafíos a ser superados
en cuanto a la promoción del desarrollo sostenible en sus tres dimensiones: social,
económica y ambiental. Además se considera los objetivos de desarrollo sostenible
una gran oportunidad para erradicar la pobreza en el período de vigencia de la
nueva agenda.
La Agenda 2030 no se limita sólo a proponer los objetivos de desarrollo
sostenible, sino que trata también de los medios de implementación que permitirán
la concretización de esos objetivos y de sus metas. Ese debate abarca cuestiones
de alcance sistémico, como financiamiento para el desarrollo, transferencia de
tecnología, capacitación técnica y comercio internacional. Además, deberá ponerse
en marcha un mecanismo de seguimiento de los objetivos de desarrollo sostenible y
sus metas, para ayudar a los países a comunicar sus éxitos e identificar sus
desafíos, así como planificar estrategias y avanzar en sus compromisos con el
desarrollo sostenible.
Lograr alcanzar las metas de los objetivos de desarrollo sostenible se requiere el
compromiso y la participación activa de tres órdenes de gobierno: la Administración
Pública, encargado de establecer las estructuras básicas y comunes; el sector
privado, que juega un papel decisivo en la implementación de la Agenda 2030; y
la sociedad civil, la suma de las acciones de todas las personas favorecerá el
cambio para legar un futuro próspero a las siguientes generaciones.
La estrategia debe ir ligada a abordar una serie de necesidades sociales, como la
educación, la salud, la protección social, el empleo y el medioambiente, para
lograrlo, las naciones que forman parte de la ONU y más concretamente las que se
han comprometido a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, ya sean ricas,
pobres o de ingresos medianos, deben adoptarlos como propios, y cada país es el
encargado del seguimiento y evaluación de sus progresos en el cumplimiento de los
objetivos.
A nivel mundial, el principal mecanismo de seguimiento es el Foro Político de Alto
Nivel (HLPF, por sus siglas en inglés), creado a partir de Río + 20 para suceder a la
Comisión de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible. El HLPF ofrece a
la comunidad internacional plataforma global para proporcionar liderazgo de
políticas, orientación y recomendaciones para seguir la implementación de objetivos
de desarrollo sostenible. El Foro se reúne anualmente a nivel ministerial bajo los
auspicios del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), así
mismo, cada cuatro años, “La Cumbre de Objetivos de Desarrollo Sostenible” a nivel
de Jefes de Estado se lleva a cabo en septiembre, bajo los auspicios de la Asamblea
General (AGNU), para revisar la implementación de todas las acciones en
cumplimiento de lograr los objetivos de desarrollo sostenible.
El HLPF busca resaltar las iniciativas que tienen resultados positivos, en
cumplimiento con la Agenda 2030, y orientar las acciones que deben mejorarse, con
un enfoque en la erradicación de la pobreza, el crecimiento económico y la
sostenibilidad del planeta, también realiza la función de monitoreo general de las
ODS, a través de dos mecanismos principales:
• Debates generales sobre temas anuales
• Seguimiento de las estrategias nacionales de implementación a través de
la presentación de "Informes Nacionales Voluntarios" (INV).

La presentación de los Informes comenzó en 2016 y tendrá lugar durante los 15


años de la Agenda 2030, cuando se alienta a los países a presentar su informe
nacional al menos una vez, desde la entrada en vigor de la Agenda 2030, más de
120 países han presentado sus contribuciones, mostrando su compromiso de
abordar los principales desafíos globales para el desarrollo sostenible del planeta.

3. Empresas B:
Creadas en el 2006 por “B Lab” en los Estados Unidos, las Empresas B eligen
voluntariamente cumplir con estándares rigurosos para su desempeño social y
ambiental y de transparencia, en un permanente compromiso de crear beneficios
ajustados a la legalidad para los propietarios de las empresas y los demás grupos de
interés, creando empleos con dignidad y sentido y promoviendo comunidades
prósperas, protegiendo la naturaleza y creando productos y compañías
regenerativas.
En otras palabras son empresas con ánimo de lucro, comprometidas legalmente a
tener impacto positivo para sus empleados, sus comunidades y el medioambiente.
Son, de hecho, un nuevo tipo de empresa cuyo propósito de impacto positivo tiene
relación con el negocio, como parte de la genética (el ADN) de la empresa y no de
forma secundaria.

La gran innovación es que los accionistas se comprometen legalmente a tener


impacto positivo en la sociedad o la naturaleza por medio de su negocio, pues
incorporan este compromiso en el estatuto de constitución de la sociedad y el
modelo Empresa B, además, permite repartir utilidades y puede dar pie a la creación
de nuevas organizaciones, o adaptarse a empresas que ya existen.

A nuestro criterio lo más importante es que el compromiso de tener impacto


positivo es un elemento central de su identidad y de su negocio, es un mandato
legalmente vinculante para accionistas y administradores que permite que la
empresa mantenga el compromiso a largo plazo, a pesar de tener cambios de
propiedad, nuevos inversionistas o modificaciones en la gerencia.
Actualmente hay más de 2.650 Empresas B Certificadas en 60 países, algunas
tienen más de 50 años de operación y otras son de reciente creación (“start ups”),
hay desde empresas multimillonarias, hasta pequeñas empresas unipersonales y en
total operan en 150 industrias.

Las Empresas B están acelerando el cambio cultural global para redefinir el


sentido del éxito en los negocios y construir una economía más inclusiva y
sostenible, empresas reconocidas, como Patagonia, Natura Cosméticos,
Change.org, BancoEstado Microempresas, Triciclos, Singularity University y Triodos
Bank, se suman a otros empresarios que deciden reinventarse para solucionar el
problema de los desechos, ofrecer energía al servicio del bien común o poner el
fútbol al servicio de la paz, jóvenes emprendedores al lado de ejecutivos que
deciden dejar exitosas carreras profesionales, crean empresas para ofrecer nutrición
saludable, apoyar a los pequeños campesinos o promover la colaboración y la
confianza entre ciudadanos.

¿De dónde surgen las Empresas B?


Jay Coen Gilbert y Bart Houlahan, emprendedores norteamericanos producían
implementos de baloncesto profesional para su empresa AND1, en su negocio eran
tremendamente conscientes de las condiciones de trabajo y de su impacto
ambiental, tanto en Estados Unidos como en las fábricas con que colaboraban en
Asia, cuando vendieron AND1, los nuevos propietarios rápidamente desmontaron las
mejoras de impacto ambiental y social, porque les resultaba demasiado caro
mantener la operación de esta manera y dejaron a los fundadores con un profundo
sentimiento de frustración, Gilbert y Houlahan se cuestionaron cómo era posible que
empresas que estaban intentando hacer las cosas bien para la sociedad y el
ambiente les fuera tan difícil. ¿Por qué era tan complicado querer hacer las cosas de
una manera más responsable?

A este hecho se sumaron otros como la venta de la heladería Ben & Jerry’s en el
año 2000, una empresa reconocida por su gestión de impacto social y ambiental y
sus relaciones laborales, cuando Unilever ofreció comprar la heladería, los
propietarios no pudieron demostrar que podrían ofrecer un retorno financiero mejor
para los accionistas y tuvieron que vender, a pesar del temor de que la empresa
compradora no mantuviera sus avances sociales y ambientales.

Gilbert y Houlahan decidieron asociarse con su compañero de universidad e


inversionista en AND1, Andrew Kassoy, para dedicarse a apoyar a emprendedores
con fines de lucro y muy pronto se dieron cuenta que había muchos más
empresarios con aspiraciones similares. Inicialmente pensaron en hacer un negocio
propio o un fondo para invertir en este nuevo tipo de empresa, pero luego
empezaron a identificar los desafíos de este nuevo mercado, un verdadero desafío
de acción colectiva: no había estándares objetivos, ni la infraestructura de mercado
que permitiera a los clientes o inversionistas decidir lo que podría ser un negocio
“bueno”, ni claridad sobre los valores, los estándares y la responsabilidad que
permiten a las empresas equilibrar el impacto social y empresarial.

El análisis de Coen, Kassoy y Houlahan demostró que los empresarios que


buscan priorizar una misión más allá de la rentabilidad enfrentaban tres desafíos:

1. Construir confianza: las propuestas de aporte al bien común del sector


empresarial generalmente se reciben con escepticismo, además, el mercado es
confuso, cada vez más saturado de empresas y productos que declaran apoyar
causas sociales y ambientales, ser naturales o amigables con el ambiente, lo
que aumenta la desconfianza en las empresas.

2. Mantener el compromiso a largo plazo: Al igual que en el caso de AND1,


muchos empresarios quieren mantener su impacto positivo en el tiempo, los
esfuerzos voluntarios, sin embargo, pierden fuerza frente a las presiones del
mercado, las expectativas de retornos financieros a corto plazo de los
inversionistas, la continuidad con nuevas administraciones o el paso a las
segundas y terceras generaciones.

3. Encontrar herramientas de gestión empresarial para integrar los impactos


sociales y ambientales: Las herramientas tradicionalmente usadas en las
empresas han sido diseñadas con foco principal en los resultados financieros,
mas no en la integración de variables no financieras en los negocios es decir sin
tomar en cuenta la responsabilidad social como obligación sino como opcional.
Motivados por estos hechos y el avance de las nuevas empresas que ya
operaban solucionando asuntos sociales y ambientales, los tres emprendedores
decidieron dedicarse a buscar nuevas alternativas para ofrecer una infraestructura
común: herramientas que midan, respalden, legitimen y recompensen a las
empresas que cumplen con los más altos estándares éticos, sociales y ambientales,
y que permitan a los empresarios gestionar sus impactos sociales y ambientales con
la misma seriedad que se gestionan los financieros.

A partir de estas reflexiones propusieron un nuevo modelo legal de empresa y una


certificación para este nuevo tipo de empresas: las Empresas B Certificadas y
Crearon B Lab, la organización sin fines de lucro creada para apoyar el movimiento
global de “personas que utilizan las empresas como una fuerza para el bien común”,
y se dedicaron a buscar nuevos caminos. Su visión es lograr, en el tiempo de una
generación, que todas las compañías compitan no solo para ser las mejores del
mundo, sino también las mejores para el mundo.

Características de las Empresas “B”


Las Empresas B en América Latina:
Existe un creciente interés del sector privado por entender y gestionar los
impactos sociales y ambientales de las empresas y en este sentido alrededor de
2.500 empresas han usado la evaluación de impacto B en América Latina desde el
2010, sin embargo a partir del 2016, se produjo un aumento exponencial del número
de empresas que miden sus impactos y coincide con la introducción de programas
de Sistema B, como Camino+B, Mide lo Importante, Multiplicadores B y Ciudades+B.

La actualidad de estas empresas en la región es la siguiente:

Más de 400 Empresas B latinoamericanas son en su mayoría pequeñas y


medianas y operan en sectores de bajo impacto ambiental, menos del 10% no
renuevan la Certificación B por problemas financieros, aquellas que renuevan su
certificación logran mejoras de 15% en promedio en su desempeño social y
ambiental y son muy diversas, operan en 52 industrias, desde microempresas hasta
multinacionales, han demostrado que mejoran su impacto social/ ambiental, los
empresarios latinoamericanos tienen cada vez más interés en entender y gestionar
los impactos sociales/ ambientales de sus empresas.

El sector de inversión de impacto toma fuerza en América Latina, hasta mediados


de julio del 2018, había 27 Empresas B certificadas operando en el sector financiero,
en Chile, Brasil, México, Argentina y Colombia: fondos de inversión de impacto,
plataformas de “crowdfunding” para deuda y servicios financieros.
No nos fue posible obtener datos sobre empresas B certificadas en Venezuela
por razones geopolíticas no se manejan estadísticas públicas actualizadas en este
sentido.

4. Economía Circular:
Los seres humanos somos el único elemento de la naturaleza que genera basura.
Sólo por poner un ejemplo, cada latinoamericano produce un kilo de basura al día y
la región en su conjunto, unas 541.000 toneladas diarias. Esto representa alrededor
de un 10% de la basura mundial. De igual gravedad que los residuos es el problema
de la explotación de los recursos. Hoy, dos tercios de los habitantes del planeta
vivimos en ciudades y tomamos de la naturaleza los materiales que necesitamos
para construir hogares, escuelas, hospitales, carreteras, sistemas de transporte y
fábricas.
Pese a la cantidad de basura que se generan en este momento, las proyecciones
señalan que la producción de basura aumentará un 25% en América Latina y el
Caribe para el 2050. Por alarmante que suene, si se continua con los patrones
actuales de consumo y producción y en base al aumento de la población se va a
necesitar tres veces más recursos naturales que los que se necesitaban en el 2015 y
esto es simplemente algo imposible porque no tenemos más de un planeta.
Por ello en los últimos tiempos hemos estado escuchando mucho la necesidad de
movernos hacia una economía circular como modelo para reducir los desperdicios,
explotar más racionalmente los recursos y cuidar nuestro medio ambiente.La
economía circular es una filosofía de organización de sistemas inspirada en los
seres vivos, que en cambio de una economía lineal (producir, usar y tirar) cada vez
más difícil de implementar por el agotamiento de los recursos, presenta un modelo
circular y regenerativo, tal y como ocurre en la naturaleza y que además supone una
gran oportunidad en el ámbito empresaria

Sus aplicaciones prácticas, tanto en sistemas económicos como en procesos


industriales, han ido en aumento progresivo en los últimos años. Su aplicación reside
en diseñar productos sin desechos (ecodiseño), productos que facilitaran su
reutilización, así como en definir modelos empresariales socialmente inteligentes
(Goleman, 1999), para que los fabricantes pudieran económicamente recoger, los
productos y volver a fabricarlos y distribuirlos.
Lo que la economía circular nos dice es que es necesario cambiar la forma en la
que actualmente producimos y consumimos, que está basada en una economía
lineal de extracción-producción-consumo-desperdicio. Lo que se desea es pasar a
una economía circular en la que se debe cerrar los ciclos de producción y mantener
un flujo constante de recursos naturales.

En la práctica, la economía circular se consigue mediante la reparación, el


reciclaje, la reutilización y la refabricación de los productos, algo no tan nuevo como
parece, ya que existen empresas que colocaron la política de botellas retornables,
que una vez se consume el producto, se pueden devolver a las tiendas a cambio de
un reembolso. Eso es un ejemplo de cómo la misma empresa está haciendo
economía circular en el que no hay desechos.
Otro ejemplo de economía circular es del aceite de los automóviles que era
altamente contaminante y que se vio que podía convertirse en un insumo para la
industria del cemento. Lo que era un residuo contaminante y se iba a las coladeras,
ahora se colecta y es un insumo para otro proceso productivo y así se empiezan a
cerrar los ciclos.
En la economía circular existen tres niveles básicos de acción:
• Primer nivel: la organización busca mayor eficiencia a través de las 3R: reducir el
consumo de recursos y emisiones de residuos; reutilizar los recursos, y reciclar
los componentes.
• Segundo nivel: se reutilizan y reciclan los recursos dentro de parques eco-
industriales e industrias encadenadas, de tal manera que circulen totalmente en el
sistema de producción local.
• Tercer nivel: se integran diferentes sistemas de producción y consumos locales,
los recursos circulan entre las industrias y los sistemas urbanos. Este nivel
requirió el desarrollo local de sistemas de recolección, almacenaje, procesado, y
distribución, por producto.

El esfuerzo en los 3 niveles influye en el desarrollo de recuperación de recursos,


empresas de producción más limpia, y facilidades públicas, esto produce un
incremento de la dimensión del desarrollo económico a través de la inversión en
nuevas empresas; por tanto, la economía circular ofrece nuevas oportunidades
empresariales, un ejemplo de este nivel de tipo regional podría ser la integración de
la gestión de flujos entre sistemas de recuperación urbanos, suburbanos, y rurales:
las bio-refinerías (utilizando biomasa descartada de fuentes rurales y urbanas) que
podrían convertir estos recursos en bioenergía, y biomateriales, otro ejemplo fue el
Eco-Industrial Park de Kalundborg, en Dinamarca (Ehrenfeld y Gertler).
En este momento, en América Latina el 50% de los residuos sólidos son materia
orgánica, de la cual el 90% se va a la basura y no se usa. Si pudiéramos poner en
práctica la economía circular podría generar nuevos mercados, como la producción
de abonos o de alimento de ganado, lo que podría llevar a la innovación y la
generación de empleos. Según la Comisión Económica para América Latina y El
Caribe, mejorar la eficiencia y la vida útil de materiales en nuestra región llevaría a la
creación de cinco millones de empleos.
De acuerdo a algunos investigadores en América Latina hay mucho interés en
este nuevo concepto de la economía circular, lo que exige trabajar en varias áreas
en las que ONU Medio Ambiente está apoyando, a saber:
1. Medición del flujo de materiales para generar mayor conocimiento y entendimiento
del ciclo de vida de los productos y poder cerrar los ciclos de producción o cómo
cruzar insumos de un ciclo de producción con lo que serían residuos en otros.
2. Examinar los marcos regulatorios y desclasificar como basura los residuos que
pueden reutilizarse.
3. Generar incentivos para economía verde, como inversiones en innovación,
infraestructura y tecnología para aumentar la eficiencia productiva.
4. Cambiar las regulaciones para que los productos sean más duraderos.
5. Modelo Donut de Economía Sustentable:

La prioridad de todos los países es recuperarse económicamente luego de


superada la pandemia del coronavirus y la posterior cuarentena, que obligó a
paralizar todas las actividades, esto supone el uso de recursos naturales y quizás
con más intensidad si se busca una recuperación rápida, pues todos los indicadores
económicos mundiales ya anunciaron pérdidas en todos los países. El modelo dónut
propone crear una nueva economía
Kate Raworth ha planteado una teoría que rompe con el mercado tal y como es
hoy. Propone dejar de buscar riqueza a costa de los límites ambientales y la justicia
social, su teoría fue presentada como un documento de trabajo para Oxfam en 2012,
después tomó protagonismo en la Asamblea General de la ONU y fue un referente
para el movimiento social Occupy London. Su teoría perfila una transición desde la
que llama economía del siglo XX a la del XXI, en la que el PIB, un índice finito, sería
sustituido por una rosquilla que pone en relación las necesidades humanas con el
impacto ambiental de la economía en la sociedad y la Tierra como ente vivo.
El agujero en el centro del Donut revela la proporción de personas en el mundo
que no cuentan con los recursos esenciales para la vida y una gran parte del desafío
de la humanidad es sacar a todos de ese agujero. Al mismo tiempo, la corteza
externa del Donut representa los sistemas vitales de la tierra de los que depende
fundamentalmente todo nuestro bienestar.
El concepto de círculo y su relación con la sostenibilidad no es nuevo. Uno de los
puntos similares y que forma parte de la economía del donut es la economía circular
que aboga por la reducción de los recursos que necesitamos, su reutilización y su
recuperación y que es fundamento de muchas de las obras más actuales de
desarrollo económico.
En el círculo virtuoso que propone Raworth se refleja un sistema justo para las
personas y para el planeta en el que se tiene en cuenta las necesidades básicas de
las personas como el acceso al agua, el empleo, la educación o la igualdad teniendo
en cuenta las limitaciones de la propia Tierra y los perjuicios que recibe por culpa de
la acción del hombre como contaminación atmosférica, cambio climático, pérdida de
biodiversidad
El punto de arranque es básico: “No hay nada en la naturaleza que crezca
infinitamente” y nuestro sistema económico basado solo en aumentar el PIB no es
sostenible sin causar graves perjuicios. Para ello señala que el crecimiento del PIB
no es ya una medida sino un objetivo en sí mismo. Lo que debería ser una
verdadera medida del desarrollo económico es que las necesidades de todos los
ciudadanos estén cubiertas.
Entre estas necesidades está la alimentación, el agua, la vivienda, la salud o los
avances tecnológicos, pero estos no por encima del todo sino adaptándolos a los
recursos disponibles. Estos puntos forman parte el círculo central de nuestro donut,
la parte interior. En el círculo exterior están los límites que nos ofrece el planeta,
tanto por los efectos medioambientales que produce su explotación y también los
efectos sociales que se producen por la explotación de este.
El agujero del donut marca las ineficiencias del sistema económico en cuanto hay
miles de millones de personas que no tienen acceso o carencias a estos bienes o
aspectos básicos.
La propuesta de Raworth busca responder a los retos del futuro y fijar metas muy
en consonancia con los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la ONU. En el fondo
existe un doble choque de fuerzas. Por un lado, los límites externos que no son
inamovibles, pero si requieren una gestión eficiente como las mejoras
medioambientales o el uso más sostenible de recursos energéticos, alimentos o
agua. Si se quiere crecer se debe expandir este límite externo hacia el exterior.
En el círculo interno ocurre lo contrario, es necesario que expandamos hacia
dentro llevando a eliminar o disminuir el poco acceso de salud, energía, agua,
alimentos, entre otros, a más personas, en definitiva, según la economía del
donut no se crecerá aumentando hacia el infinito una línea del PIB, sino buscando
que esta “rosquilla” sea un círculo que abarque a cada vez más personas.
La capital de los Países Bajos, Ámsterdam, será la primera ciudad que aplique
este modelo, la vicealcaldesa de la ciudad, Marieke van Doorninck, que sería el plan
para relanzar la economía del lugar, y entre lo que se plantea esperan fomentar
productos que duren más tiempo y permitan reparaciones, imponer medidas para
que restaurantes y hoteles donen alimentos que vayan a desechar o crear
"pasaportes de materiales", para llevar la contabilidad de materiales reutilizables en
demoliciones. También buscan promover el uso de materiales más sostenibles al
momento de construir edificios.
Según el modelo que propuso Raworth, se espera que se reduzca en 50% el uso
de recursos en la próxima década. Y para el año 2050, Ámsterdam podría tener una
economía totalmente circular. La economista creó esta propuesta como una forma
de analizar el sistema económico para así orientar la toma de decisiones en cuanto
al uso de materiales.
CONCLUSIONES

Es de gran importancia no solamente para los profesionales que buscan


desarrollarse en el área comercial-empresarial y sus actividades conexas, debe ser
materia de estudio en todas las disciplinas del conocimiento y debe ser incorporada
desde los primeros niveles de educación para formar desde niños a los ciudadanos
en el respeto por el medio ambiente y la biosfera, pues esta es la forma en la cual
garantizaremos para las generaciones futuras una sociedad soportada en el
equilibrio económico entre el comercio y el planeta, principalmente en países como
China; Estados Unidos, La India, Japón por mencionar algunos que generan la
mayoría de los agentes contaminantes de mayor impacto sobre el planeta, urge dar
un giro hacia una economía circular y abandonar la prácticas de la economía lineal
tradicional que nos ha demostrado ser insostenible.
Entendimos que estamos frente a desafíos únicos en la historia de la humanidad,
y que los habitantes del planeta quieren ser actores de soluciones y no
observadores y que iniciativas como el Sistema B y las Empresas B, hacen parte de
un movimiento mundial que proponen una nueva genética empresarial y acciones
sistémicas, que la economía no puede estar por encima de la naturaleza y que es
necesario ajustarnos para garantizar un mundo seguro para el futuro, además el
mercado, la economía, el comercio lo inventamos nosotros y nosotros lo podemos
mejorar, el planeta ya existía y somos parte de la solución.
Circunscritos a nuestro país Venezuela con una economía predominantemente
dependiente de las actividades más agresivas con el medio ambiente como la
explotación de hidrocarburos y la minería, es absolutamente necesario implementar
estos modelos económicos alternativos para garantizar la adecuada explotación de
nuestros recursos y el bienestar de la población y el equilibrio con la naturaleza.
Realizar este análisis nos ha provisto de una visión mejorada y nos refuerza el
convencimiento de que sí se pueden desarrollar negocios exitosos basados en el
respeto por el equilibrio con el planeta para garantizar la disponibilidad de recursos
para las generaciones futuras y se perpetúe la vida en este mundo, si son posibles
mejores negocios para un mundo mejor, de hecho éste estudio es una oportunidad
para difundir estas ideas que ahora son nuestras.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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la pandemia. Recuperado de: https://www.latpress.com/nota/la-economia-
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https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4881026.pdf.

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movimiento social que cambia el sentido del éxito empresarial. Editado por la
Corporación Andina de Fomento. Bogotá Colombia, disponible en internet
para ser descargado gratuitamente en scioteca.caf.com.

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https://blog.aegon.es/vida/que-es-economia-del-donut/.

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