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ECONOMIA
TEMA:
NOMBRE:
PROFESORA:
AREA-CARRERA:
Educación Comercial
Ingeniería en Marketing
AULA:
M01
LA ECONOMÍA ECUATORIANA ENTRE LA GLOBALIZACIÓN Y
DOLARIZACIÓN
1. Ante los desafíos de la dolarización y la globalización, no cabe otra estrategia que no sea
la de desarrollar una producción eficiente y competitiva, tanto para incursionar con éxito en
los mercados externos como para preservar espacios en el mercado local. Esta es la única
posibilidad que le queda al País, bajo las nuevas circunstancias, para generar empleo y
bienestar.
El aumento de las importaciones en mayor proporción que las exportaciones, dio lugar a un
creciente déficit comercial, que se sumó al crónico saldo negativo de la balanza de servicios
(resultante del enorme peso de los intereses de la deuda externa), arrojando un abultado
déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos.
Las flores ecuatorianas son consideradas como las mejores del mundo por su calidad y
belleza inigualable.
El Camarón
Este producto fue uno de los más exitosos en la balanza comercial del Ecuador, 1993 a
1996 cada vez se iba incrementando de valor de exportaciones. En 1997 ascendieron a USD
$888,9 millones. Luego descendiendo 1998 USD $872,3 millones y cayendo drásticamente
en los últimos años a USD $ 281,4 y 251,2 millones en el 2001 y 2002.
La industria camaronera ocupa alrededor de 178.000 has de tierra del litoral ecuatoriano. La
provincia de EL Oro y el Golfo de Guayaquil, constituyen las regiones más productivas en
las que se inició la actividad camaronera.
La industria camaronera se inicia a los finales de la década de los setenta, cuando un grupo
de emprendedores empezaron a aprovechar las pampas salinas o salitrales. El proyecto se
hizo muy exitoso y se convirtió en un negocio muy rentable, ampliándose a tierras
agrícolas y manglares. En los ochenta esta actividad creció agresivamente.
Desde los años 80’s (a raíz de la muerte de Jaime Roldós Aguilera y las presidencias en
adelante) muchos proyectos que se llevaron a cabo eran de índole educativo financiados por
bancos. Las millonarias inversiones ($273’000.000) a nivel mundial dan evidencia de la
constante dependencia de los ministros para llevar a cabo sus proyectos y talleres. Inclusive
llegaron a auspiciar Talleres y Seminarios secundarios. La reforma curricular de los años 94
y96 (presidencias de Sixto Durán Ballén y Abdalá Bucaram), no constaba en la
planificación de los proyectos a esa fecha en ejecución, pero no se hubiera podido
implementar de no contar con los auspicios y aportes tanto del Banco Mundial como del
BID
Rechazan la regulación de precios por el Estado, ya que deben fijarse en base a la relación
oferta/demanda.
La crisis de marzo de 1999 marca el final del modelo económico teorizado por Alberto
Dahik durante el gobierno de Durán Ballén (1988-1992). En efecto, a partir de la
imposición del primer paquete de medidas de ajuste en marzo de 1983, durante el gobierno
de Osvaldo Hurtado, la economía del Ecuador experimenta un cambio brusco de
orientación de un modelo económico que antes estaba basado en la industrialización por
substitución de importaciones, llamado modelo de crecimiento desde adentro, por un
modelo económico que privilegia las exportaciones, llamado modelo de crecimiento hacia
afuera, y cuyo objetivo fundamental es reforzar la capacidad expotadora de nuestra
economía a fin de satisfacer los pagos por el servicio de la deuda externa.
Se trataban de medidas dictadas por las necesidades del momento y que no tenían en cuenta
transformaciones más radicales de la economía y de la sociedad ecuatoriana en su conjunto.
Estas medidas de ajuste y estabilización implicaron drásticas devaluaciones del sucre, así
como incrementos en los precios de los combustibles y en los precios de los servicios
públicos, es decir, eran una especie de impuesto generalizado e indiscriminado que tenía el
propósito de trasladar el peso financiero de la sucretización de las deudas externas privadas
al conjunto del país. Estas medidas económicas tuvieron repercusiones inmediatas en la
inflación, por una parte, y en la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, por otra parte.
Un decenio perdido