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México
Morir en Chenalhó
DOCTORA EN ANTROPOLOGÍA
Comité Tutoral
Agradecimientos
Es alrededor de esta tesis que he vivido los últimos años; años en que también se
han dado encuentros y desencuentros con muchas personas. En este espacio
quiero agradecer sobre todo a aquellas que compartieron conmigo pequeños
logros en el hacer visible un problema que ha costado la vida de tantas, y la
tristeza, al revelarme las historias de la muerte de diez mujeres; historias que son
el punto de partida de este trabajo.
En Eduardo Menéndez, director de esta tesis, reconozco de manera muy especial
su generosidad al compartir conmigo sus ideas y sus conocimientos, y todo el
apoyo que me brindó para la realización de este proyecto.
Agradezco a Ivonne Szasz y a Ronald Nigh, miembros del comité tutoral, su
apoyo, sus comentarios, sus críticas y su ánimo optimista que me impulsaron
durante todo el doctorado.
A Mary Goldsmith, Patricia Ravelo, Roberto Campos y Soledad González,
lectores de la presente tesis, por sus atinadas sugerencias que me permitieron
mejorar esta versión final.
A Lucille Atkin, quien me impulsó a realizar este proyecto y de quien siempre recibí
apoyo.
A Sebastiana Vázquez, compañera de trabajo de campo, cuya especial
sensibilidad, carisma y fortaleza me permitieron asomarme a la intimidad de las
mujeres indígenas de las comunidades y de la ciudad.
A todos los integrantes de los diversos proyectos con los que colaboré en distintas
épocas: Anna María Garza, Juana Ruiz, Angelino Calvo y Emilio Luna, del equipo
del proyecto Muerte Materna en Chenalhó; a Teresa Olvera, Mariana Fernández,
Victoria Jiménez, Manuel Pérez, Adabell Gómez, de los proyectos: La maternidad
de mujeres indígenas, migrantes y no, y todos los actores involucrados; y La
muerte materna en Los Altos de Chiapas.
Deuda especial tengo con Cecilia de la Torre, quien desde hace años ha
colaborado conmigo con empeño y dedicación, cuyo trabajo fue aportación
fundamental para esta tesis, y además porque su presencia siempre alegre y
espontánea fue muy reconfortante para mí.
A mis compañeros de CIESAS-Sureste, Sara Ruiz, Guadalupe Salazar, Raúl
Gutiérrez y Roberto Núñez, quienes siempre me han brindado su desinteresado
apoyo en sus respectivas áreas de competencia.
A mis compañeros de CIESAS-México, especialmente a Lourdes Llorente y a
Guadalupe Escamilla, por su respaldo.
A Laureano Reyes, Jaime Page y Cristina Manca, del Seminario Interinstitucional
de Antropología Médica, por sus criticas y sugerencias a los primeros borradores
de este trabajo.
A los integrantes del Comité Nacional y Estatal por una Maternidad sin Riesgos,
grupo con el cual he compartido objetivos y parte de este material en distintos
foros de encuentro y discusión.
3
1. Introducción
1
La religión tradicional o la costumbre, es un sincretismo entre lo que fue la religión prehispánica maya y la
religión cristina impuesta por los colonizadores. Así, los Dioses de los Chenalheros incluyen a La Tierra,
totil me’il, El Sol, El Padre Sol, La Luna, lagos, La Virgen María, La Madre del Maíz, y los santos
católicos. Son devotos a La Tierra, totik (Sol/ Padre Nuestro) me’tik (La Luna/ Madre Nuestra). cfr.
(Eber,1995: Anexo A). La estructura de poder de las comunidades de Los Altos cuenta con autoridades
constitucionales que mantienen relaciones con el sistema tradicional de cargos. Para profundizar en el
tema, consultar Pérez (1989:228).
6
2
Las fiestas de Todosantos incluyen las fechas del 30 de octubre al 2 de noviembre.
3
El mal echado se encontraría entre las causas producidas por brujería; estas pueden ser ocasionadas por
hechiceros poderosos o también por la intervención de los Dioses.
4 En un embarazo intrauterino normal el embrión se implanta en el edometrio que reviste la cavidad
uterina. La implantación registrada en cualquier otro punto se designa con el nombre de embarazo
ectópico. El 95% de los embarazos ectópicos involucran a la trompa de Falopio. cfr. Pritchar J. A. 1990:
409.
7
Primer Parte
CAPÍTULO I
Los motivos. Causas y circunstancias de la muerte
materna. Antecedentes y lineamientos teóricos y
metodológicos.
ellos y los derechos en torno a la salud responden más a intereses colectivos que
individuales. Es por esta razón que algunas investigadoras que se insertan en la
perspectiva económica marxista, como Bossen (1983) y Flood (1989), consideran
que las relaciones genéricas en las comunidades indígenas o simples se dan en
forma de "complementariedad", y que es con la irrupción del capitalismo y el
ingreso al mercado de trabajo masculino y femenino que se profundizan las
condiciones de desigualdad y se exacerba el empobrecimiento de las mujeres. El
presente trabajo pretende contribuir a desentrañar cómo en estas sociedades, en
donde las mujeres forman una parte fundamental y complementaria en la
reproducción social, el interés colectivo no necesariamente conduce al bienestar
individual. Las formas que adopta la subordinación y las relaciones de poder son
diferentes que en las sociedades capitalistas, pero los resultados sociales de esta
desigualdad, como la pobreza, la violencia doméstica y la muerte, son indicativas
de que las condiciones de vida no son mejores, sino distintas a las de la sociedad
nacional.
5
Estas relaciones racistas funcionarían al atribuir significados a ciertos rasgos fenotípicos, de tal modo
que se construye un sistema de categorización y jerarquización, atribuyendo características adicionales
10
6
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
15
En el ámbito nacional
A partir de 1940, el país adoptó un modelo económico que le permitió
mejorar sustancialmente las condiciones de vida, lo cual se reflejó en un
incremento en la esperanza de vida (COPLAMAR, 1982:58) y los niveles de
mortalidad fueron reducidos a partir de las medidas puestas en marcha para el
control de las enfermedades trasmisibles y epidémicas. Al mantenerse constantes
los niveles de fecundidad, la tasa de crecimiento anual pasó, de 1.7% en 1930-
1940, a 3.4% en 1970-1976. En la primera mitad del siglo, e incluso en los
sesenta, las tasas poblacionales no constituían un problema nacional; al contrario,
la política gubernamental podía considerarse pronatalista y en ese contexto se
promovieron los programas de Asistencia Materno Infantil que se dirigieron
fundamentalmente a disminuir la morbimortalidad materno infantil y a la detección
oportuna de complicaciones, siendo una de las preocupaciones principales en la
década de los sesenta la ampliación de cobertura (Fernández,1996:18). En abril
de 1972, el gobierno mexicano modificó su postura tradicional en materia de
natalidad y estableció una serie de reformas jurídicas que sentaron las bases para
el desarrollo de una nueva política, entre ellas la adición al artículo 4to.
constitucional que reza: "todos los individuos tienen el derecho de decidir de una
manera libre, responsable e informada, acerca del número y espaciamiento de sus
hijos".
En 1974, la nueva Ley General de Población que nos rige hasta la fecha
tenía como objetivo regular el crecimiento de la población. Aunque el control de la
fecundidad se fundamentó en la relación entre desarrollo económico y control
demográfico -política que se ha visto reflejada en el discurso del Sector Salud,
sobre todo en los programas dirigidos a la población urbana-, lo cierto es que el
programa de control natal y la disminución de la tasa del crecimiento demográfico
han coincidido con la crisis económica más profunda sufrida por el país desde la
revolución mexicana (Cervantes, 1993). Hago mención a la política poblacional
cuando mi interés se centra en la muerte materna porque, habiendo transcurrido
ya más de 20 años desde que se pusieron en marcha las políticas dirigidas a
mejorar la salud reproductiva, se tiene la impresión de que éstas han sido
19
México se une a la Iniciativa por una Maternidad sin Riesgos en 1993. Esta
conferencia se caracterizó por su pluralidad, ya que parteras, legisladores, grupos
de mujeres, periodistas, prestadores de servicios e investigadores se dieron cita
para analizar los riesgos en la maternidad, confrontar experiencias y poner en
marcha una iniciativa en común. Se forma el Comité Nacional por una Maternidad
sin Riesgos, y se elabora la declaración de este Comité Nacional cuya finalidad es
disminuir la muerte materna a nivel nacional. Desde entonces, este comité ha
promovido la formación de Comités Estatales por una Maternidad sin Riesgos 9,
proyectos de investigación, y acciones de colaboración entre organismos
gubernamentales y no gubernamentales encaminadas a mejorar las condiciones
de salud de las mujeres en edades reproductivas.
Chiapas
El caso de Chiapas es distinto al nacional. El atraso económico del estado
postergó el control de las enfermedades infecciosas por lo que en la década de los
7 En la Evaluación del plan de acción regional para la reducción de la mortalidad materna se coloca a
México incorrectamente entre los países de mortalidad media, con una tasa de mortalidad materna
menor a 5/10 000 nacidos vivos, cifra que no ha sido alcanzada hasta la actualidad.
8 Estas defunciones son las que resultan de complicaciones del estado de embarazo o de intervenciones
relacionadas con él.
9
Actualmente hay comités en los estados de Veracruz, Querétaro, San Luis Potosí, Guerrero, Oaxaca, y a
partir de 1998, en Chiapas.
20
Sin embargo, Sandra Reyes Fraustro con los datos disponibles y sobre la
base de las tasas de muerte materna de 1937 a 1991, conformó cuatro regiones
que clasificó en baja, mediana, alta y muy alta mortalidad materna. En estas
estimaciones y tomando como referencia la región de baja mortalidad materna, se
observa que la probabilidad de morir durante la maternidad es 20% superior en la
región clasificada como de mortalidad media; aumenta a 50% en la de mortalidad
21
alta y a 90% en la clasificada como muy alta. Chiapas se encuentra en este último
grupo. En otras palabras, por cada 10 muertes maternas que ocurren en la región
clasificada como de baja mortalidad, ocurren 12 en la de media, 15 en la de alta y
19 en la de muy alta.
Cuadro 1
Regionalización de la muerte materna en México, 1937-1991
región Estados
Baja Aguascalientes, Baja California Sur, Coahuila, Distrito Federal y
mortalidad Nuevo León.
Mediana Baja California, Campeche, Durango, Jalisco, Morelos, Nayarit,
mortalidad Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala y Yucatán.
Alta mortalidadColima, Chihuahua, Guanajuato, Guerrero, México, Michoacán,
Tabasco y Zacatecas.
Muy alta Chiapas, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San
mortalidad Luis Potosí y Veracruz.
Fuente: Reyes Fraustro, Sandra. Mortalidad Materna en México, 1994.
10
Declaraciones realizadas por el Dr. Salazar, representante de la SSA en el Foro de Acción en contra de
la Muerte Materna, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 10 de noviembre 1998.
22
Cuadro 2
Razones de muerte materna por 10 000 nacidos vivos de 1980 a 1990 (distintas
fuentes oficiales)
1980* 1981* 1982* 1983** 1985** 1989*** 1990*** 1995****
14.6 13.4 13.2 10 15 10.01 4.84 6.5
*Sector Salud, 1987: 67.
** Chiapas, Plan de Gobierno de 1988-1994: 137.
*** Salvatierra, s/f26.
****COESPO, 1997.
Cuadro 3
Razones de muerte materna por 10 000 nacidos vivos de 1989 a 1995
1989 1990 1991 1992 1993 1995
Chiapas 14 10.7 13.3 11.7 9.6 9
Nacional 6.6 6.4 6 5.8 5.1
Fuente: Elaboración nuestra a partir de Estadísticas Vitales 1989-1996, INEGI. Consultar anexo
I, cuadros 46-47.
11
Es el cociente que tiene como numerador el número de muertes maternas y como denominador el
número de nacidos vivos. Para una explicación más clara sobre la diferencia entre tasa y razón,
consultar el anexo metodológico.
23
Cuadro 4
Razones de muerte materna*en el estado de Chiapas según región y año, 1990 y 1995
Región 1990 Región 1995
Sierra 25 Altos* 18
Altos** 21 Sierra 15
Soconusco 16 Soconusco 12
Frailesca 13 Frailesca 9
Fronteriza 10 Norte 9
Centro 10 Selva 9
Selva 9 Fronteriza 9
Norte 7 Centro 3
Istmo-Costa 3 Istmo-Costa 3
Chiapas 13 Chiapas 9
* Razones de muerte materna por 10 000 nacidos vivos.
** Incluye a los municipios mestizos de San Cristóbal de las Casas, Villa de las Rosas y
Teopisca.
12 .
Fuente: Estadísticas Vitales 1989-1996, INEGI .
12
Para el procedimiento de la elaboración del cuadro, consultar el anexo II (cuadros 75 a 78).
24
1994, 19.5 veces menor en 1995 y 7 veces menor en 1996 (Foro de Población,
1998; confrontar cuadros 42, 43 y 44 del anexo I).
13
A través de la Dirección de Fortalecimiento y Fomento de las Culturas de la Subsecretaría de Asuntos
indígenas.
25
14
Entrevista realizada con la responsable del Programa de Salud Materno Infantil, del Centro de salud de
San Cristóbal de Las Casas, mayo de 1990.
15
Es el caso del municipio de Oxchuc, cuya razón de muerte materna es de 30/10 000, seis veces mayor a
la nacional.
16
Para 1992, estadísticas oficiales revelan que sólo 13.4% de la población abierta del estado utiliza los
servicios de salud destinados a ella, en contraste con el 48.8% que los solicita a nivel nacional
(Salvatierra, 1992), y por lo menos antes de 1995, en Los Altos, dada la composición étnica de su
población, la demanda era menor.
26
17
Las investigaciones realizadas, por lo menos en la primera mitad de la década de los ochenta en la
Maestría de Medicina Social de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco son representativas
de esta perspectiva teórica.
28
las posibilidades de enfermar y morir de los individuos. Sin embargo, estos riesgos
diferenciales se explican a partir de sus características biológicas y, aunque
algunos trabajos incluyen categorías acuñadas en la ciencias sociales, éstas no se
utilizan en el marco de las relaciones sociales que determinan y que posibilitan
riesgos diferenciales de enfermar y morir. Es así que, en algunos trabajos, aunque
incluyen la categoría de género, no se utiliza de manera diferente a la variable
sexo (Baldwin, 1997; Husaini, 1994) y la etnia se maneja de manera indistinta a la
de grupo racial (Snowden, 1990; Knowles, 1991). Considerar al género, la
generación y la etnia no como características eminentemente biológicas, sino
como formas de relacionarse con el mundo, que pueden o no generar
desigualdades entre los individuos y que los coloca en una situación particular
frente al riesgo de enfermedad, y la búsqueda de atención dependiendo del
contexto sociocultural en particular, redefine su valor explicativo en el proceso
salud-enfermedad-atención.
La generación
El proceso /s/e/a es un evento universal cotidiano y cuyo significado se va
interiorizando desde que el sujeto nace hasta que muere. Este proceso se vive
simultáneamente de dos maneras: individual/objetiva y colectiva/simbólica. Un
enfermo vive y siente su enfermedad, pero el significado que esta enfermedad
adquiera para él, estará mediada por la respuesta que reciba de su entorno a su
condición de enfermo. El significado que tiene para una persona en particular la
enfermedad puede ser distinto al que la colectividad le confiere, y esto se verá
31
Como ya señalé, una propuesta más acabada acerca de las formas en que
interactúan las generaciones en el contexto familiar y de cómo esto incide en la
dinámica familiar, ha sido desarrollado por Susser y Watson (1982), quienes dan
cuenta de la manera en que la pertenencia a un familia en particular pone a los
individuos en situación de riesgo, no solamente porque comparten una estructura
genética similar que los puede llevar a sufrir ciertas enfermedades hereditarias,
sino también por las implicaciones que tiene la estructura familiar y el tipo y
condiciones de la vivienda en que se habita. Sin embargo, no profundizan en el
papel que juegan las relaciones de poder entre géneros y generaciones en la
decisión por determinadas opciones de atención de la salud.
34
Con lo antes expuesto, quiero señalar que mientras que la edad, como
variable biológica, determina ciertos riesgos para la salud, la generación nos
18
Confrontar capítulos II y V, de Reyes, 1998.
36
El género
La preocupación inicial del feminismo fue hacer visibles a las mujeres en los
distintos ámbitos académicos, políticos y económicos, además de señalar las
condiciones de desigualdad que estas vivían frente a sus pares masculinos y
elaborar una serie de demandas encaminadas a mejorar su condición genérica.
En los setenta, los estudios feministas se centraban en los proyectos relacionados
con mujeres y un elemento importante fue reconocer el por qué las mujeres han
estado subordinadas a los hombres en distintas sociedades. Las preguntas
centrales fueron: ¿es universal la subordinación?, y ¿cuáles son los mecanismos
que operan para que se de esta subordinación?. Se pueden identificar varias
perspectivas dentro de esta discusión inicial; aquellas que veían las relaciones de
género como una construcción simbólica19 o las que la consideraban como una
construcción social20. El debate se centró en esos años en reconocer y demostrar
que la subordinación era un problema universal en contraposición con las que no
lo consideraban así, estas últimas generalmente ponían la desigualdad en el
19
Dentro de esta corriente se encuentran S. Ortner y los trabajos compilados en Culture and Nature por
Mac Cormack y Strathern (1980).
20
En esta corriente se encuentran los trabajos de M. Rosaldo, E. Leacook, L. Nader y C. Eber.
37
21
Difiero de las posiciones del feminismo esencialista o el sobredeterminismo social. En el primero se
revalidan los desvalorizados atributos femeninos y se reivindican una serie de valores como
esencialmente femeninos. Entre las representantes más importantes de esta corriente se encuentran
Mary Daly y Adrienne Rich. Existe también en el feminismo otro tipo de determinismo, ya no biológico
sino social/cultural, para cuya corriente los sujetos humanos están sobredeterminados por un discurso
social o práctica cultural. Por lo tanto, los sujetos tienen poca capacidad de elección en cuanto a quiénes
son, resultando las motivaciones o intenciones individuales en construcciones sociales que están más
allá del control de la persona.
39
22
Discusión que se dio en el contexto del seminario externo de CIESAS-Sureste. Inicio, desarrollo y
conclusiones de proyectos en Chiapas, mayo de 1999.
40
La etnia
En este caso, la referencia a lo étnico es relevante porque el estudio de la
maternidad y la muerte materna se centra en una comunidad sociocultural que
tiene una historia común, pero que a su vez forma parte de una sociedad nacional
con la que interactúa, sociedad que está constituida por otros grupos
socioculturales, de los cuales los chenalheros se diferencian. Los chenalheros
comparten un territorio, una lengua, una continuidad histórica (Malgesine y
Giménez,1997), una cultura que les ofrece una marco explicativo sobre la
naturaleza de las enfermedades, sobre las formas de padecer estas
enfermedades y manifestarlas, y que en la búsqueda de opciones de atención se
42
23
Comunicación personal de Anna María Garza, quien participó en un estudio sobre mortalidad infantil y
atención médica en una colonia marginada de San Cristóbal de las Casas y en una comunidad indígena
de Los Altos (1993).
24
Se puede consultar: Chiapas. El factor religioso, 1998, libro de reciente aparición que toca distintos
aspectos del impacto de la religión en Chiapas.
45
grupos religiosos no católicos, que han visto ampliada su grey en los últimos años
en la región Altos son los pentecosteses y los neopentecosteses. Los protestantes
históricos, los pentecosteses y los neopentecosteses reciben en México el nombre
de evangélicos (cfr. Masferrer, 1998:10), teniendo también presencia los grupos
paracristianos como los testigos de Jehová y mormones. Desde hace dos años,
uno de lo líderes indígenas locales más conspicuos de los expulsados chamulas
se ha adscrito a la religión musulmana. Esta diversidad religiosa ha matizado
necesariamente las formas en que se concibe a la salud y la enfermedad, aunque
todavía, según el censo de 1990 (con todos sus problemas en la captación de la
religión), las religiones no católicas no sobrepasan el 30% (Garma, 1998:206-212).
Sin ser el eje de análisis central, a lo largo de este trabajo el lector se percatará de
las distintas formas en que la religión ha modificado las posibilidades de sobre
vivencia de las mujeres con complicaciones durante la maternidad.
-Describir y analizar la dinámica familiar, las condiciones del embarazo y parto, las
opciones de atención, las situaciones consideradas de riesgo, la toma de
46
Métodos y Técnicas25
Sobre la metodología
El trabajo de campo tenía la pretensión de privilegiar las voces de las
mujeres. Por privilegiar las voces de las mujeres no necesariamente entiendo el
que sean las mujeres las que hablen sobre una problemática, sino abrir el espacio
de la reflexión para que se analicen los problemas de las mujeres a partir tanto de
hombres como de mujeres. Estudios en Chiapas previos a los ochenta,
exceptuando tal vez a los de June Nash y Jane Collier, tenían una visión
fundamentalmente androcentrista 26; este androcentrismo permeó no solamente los
temas que se estudiaron, sino las perspectivas que se eligieron y los elementos
que se privilegiaron en el análisis. En estos trabajos hubo una ausencia de la
participación de las mujeres, sobre todo en el apoyo logístico o como informantes
25
El diseño del trabajo de campo en el municipio de Chenalhó se realizó conjuntamente con Anna María
Garza Calligaris. Aquellos aspectos que involucran la sistematización y el análisis de la información son
de responsabilidad exclusiva de la autora de esta tesis.
26
Para una discusión sobre las repercusiones de una visión androcentrista en la antropología, consultar
Linton Saly, 1979; Edwin Ardener, en Moore,1991: 15-17; Lutz,1995: 249-266.
48
27
Profundizaremos en este aspecto en el capítulo IX de este trabajo.
28
Para una discusión sobre el papel de las mujeres en los estudios feministas en antropología, cfr. Moore,
1991:17.
29
En el caso de las colonias marginales de San Cristóbal de Las Casas, que son prioritariamente
indígenas, son los hombres los que permiten o no se efectúe una investigación.
49
30
Las representaciones son el principio generador de las prácticas, son un marco de referencia a través
del cual los individuos son y actúan. Se adquieren desde la infancia y se van modificando durante la
vida. Instituciones como la familia, la escuela, el trabajo y la iglesia son instancias que modelan y
51
Ubicación
Desde hace más de 10 años vivo en la ciudad de San Cristóbal de Las
Casas y desde 1988 me he dedicado al estudio de la antropología médica en la
región de Los Altos de Chiapas. Este proyecto se inició en 1993 con el estudio de
las prácticas y representaciones en torno a la maternidad de mujeres indígenas
migrantes, practicantes de la medicina indígena y de la medicina occidental. Este
proyecto de investigación-acción se vino desarrollando en CIESAS-Sureste hasta
1999, y del mismo fui responsable de la elaboración, gestión de recursos, y su
coordinación hasta 1996. De forma paralela, llevé a cabo un subproyecto sobre
muerte materna en Los Altos de Chiapas, para conocer la magnitud del fenómeno
modifican las representaciones en los individuos. Estas no las producimos ni las formulamos,
simplemente estamos en ellas. Vivimos, nos movemos y somos a partir de ellas.
31
Las prácticas son las manifestaciones objetivas de las creencias. Nuestras acciones, la forma en que
resolvemos nuestros problemas constituyen las prácticas.
52
a partir de información del Registro Civil. Este proyecto que se inició en 1993,
contó durante1996 con fondos del Fideicomiso del Sistema de Investigación
Benito Juárez, y llegó a su fin en 1998. En 1993 le pedí a Anna María Garza
Calligarís del IEI (UNACH) que participara en la elaboración de una propuesta de
investigación sobre el tema de muerte materna; anteriormente ella había trabajado
en el tema de mortalidad infantil en las colonias de indígenas migrantes de San
Cristóbal. Dicha propuesta fue aprobada por el programa de Salud Reproductiva
de El Colegio de México y el trabajo de campo se realizó a lo largo de 1995, y se
entregó un informe final al término de un año. Durante 1997 y 1998 he realizado
trabajo de campo adicional que he considerado necesario para completar el
análisis y la redacción de la tesis.
Trabajo de archivo
El cambio de municipio nos obligó a realizar trabajo de archivo en la oficialía
del Registro Civil de Chenalhó. Durante la primera quincena de febrero de 1995,
revisamos las actas de defunción de los años 1988-1993, identificando 11 casos
de muerte materna ocurridos y registrados en un lapso de seis años, y un total de
117 muertes de mujeres de 10 y más años.
Trabajo de campo
Selección de comunidades e informantes
casas. Es por esto que realizar trabajo de campo en estas condiciones generó
situaciones contradictorias y muchas veces incomprensibles para el equipo.
No pudimos cumplir con todos los objetivos que nos planteamos en esta
primera visita, ya que conseguir la aceptación de “las comunidades" para que
iniciáramos nuestro trabajo, llegó a tomar hasta dos o tres visitas por cada
localidad. Nuestra capacidad para predecir la posible aceptación no fue tampoco
muy buena. De las primeras ocho comunidades a las que solicitamos nuestro
ingreso, fuimos aceptadas en seis, lo que en nuestro balance consideramos
aceptable si tomamos en cuenta la situación prevaleciente. En una segunda etapa
solicitamos nuestro ingreso a siete comunidades, de las cuales fuimos aceptadas
en cuatro. Obviamente, las comunidades a las que no hemos podido ingresar se
convierten en atractivas por ese sólo hecho. Sólo en una de ellas, y gracias a
contactos personales, pudimos realizar la entrevista breve que requeríamos. Así,
en total trabajamos en 16 comunidades distribuidas en prácticamente todo el
municipio de Chenalhó, incluyendo tres de los cinco pueblos más grandes del
municipio: la cabecera municipal, Yav jteclum y la colonia Puebla.
Traducción y sistematización.
los agentes de salud, el resto de los casos de muerte, y finalmente los de los
agentes municipales. Decidimos traducir y transcribir todas las entrevistas y,
durante 1997, las traducciones fueron cotejadas por otro hablante del tzotzil.
Fundamentalmente valiosos son estos recursos en los casos en que los grupos o
talleres se realizan con mujeres monolingües.
32
Para conocer los resultados de esta experiencia, consultar Freyermuth y Garza, 1994.
61
cuenta con las relatorías de las reuniones de este equipo de salud reproductiva.
Todo este material forma parte de los resultados del capítulo X.
Capítulo II
Los Altos de Chiapas y Chenalhó. El contexto
Mapa 1
La región Altos
La región de Los Altos de Chiapas es una de las ocho regiones
socioeconómicas en que está dividido el estado de Chiapas (mapa 1).
Ubicada entre los paralelos 16º 30’ y 17o latitud norte y entre los meridianos
92º y 93º de longitud oeste, la superficie del territorio abarca 2 413 km2 y su altitud
oscila entre los 1 200 y 2 400 msnm (Robledo,1998; 3). Cuenta con 17 municipios
(mapa 2 ), 14 de los cuales tienen población mayoritariamente indígena. De
hecho, en esta región se concentra la tercera parte de la población indígena del
estado,
65
regiones más pequeñas del estado, después de la Sierra, y cuenta con una
densidad de población mayor que el promedio nacional y estatal (CONAPO,
1994). Además, los terrenos son pedregosos, poco profundos, escarpados y
agotados, lo que dificulta su mecanización (Reyes, 1991; 36; Parra, 1987:5). Entre
sus características geológicas destaca la presencia de estratos marinos
constituidos principalmente por rocas calizas que le dan ciertas características a
los suelos por la formación de terrones compactos y duros durante la estaciones
secas y de lento drenaje con propensión al anegamiento durante las épocas de
lluvias. En algunas zonas se tienen suelos de origen volcánico, fértiles pero
susceptibles a la erosión (Robledo,1998:3). Los campesinos están prácticamente
desprovistos de créditos, aparte de los limitados recursos que distribuía el
programa Procampo 33.
33
Para 1997, la ayuda PROCAMPO por campesino y por temporada fue de 800 pesos por hectárea (poco
menos de 100 dólares). Sin embargo, para 1998 CIEPAC (8-08-98) señaló que con los recortes
presupuestales el apoyo quedaría en 266.6 pesos por hectárea al año.
34
La densidad de población en los municipios indígenas de Los Altos es de 83 habitantes por km.2; cuatro
veces más que la estatal y tres veces el promedio nacional.
67
Chenalhó
Con una superficie de
139 km2, Chenalhó 36 colinda al
norte con Chalchihuitán y
Pantelhó; al este con
Pantelhó, San Juan Cancuc y
Tenejapa; al sur con Mitontic y
Chamula; y al oeste con
Chamula y Larráinzar (INEGI;
1991) (mapa 3). Su cabecera
municipal, San Pedro
Chenalhó se ubica a 70
kilómetros de San Cristóbal de
Las Casas, aproximadamente
35
Oxchuc proviene de las palabras Ox(im): tres, y chuc: nudos o cinchos, refiriéndose a tres bordados que
utilizaban las mujeres en los cinchos.
36
Chenalhó es la forma castellanizada de Ch’enal vo’. Se designó así a este lugar porque en él había una
caverna llena de agua (vo’: agua y ch’enal: cueva).
69
37
En Chenalhó, la tierra se distribuye de la siguiente manera: 26.5% ejidales, 42.4% comunales, 18.8%
terrenos comunales y posesionados, y 18.8% propiedad privada (CIACH, SIPRO, CONPAZ, 1997).
38
El pavimento cubre, sólo parcialmente, la carretera que comunica a San Cristóbal con las cabeceras de
Chenalhó, Chalchihuitán y Pantelhó. Los poblados que tienen la suerte de quedar a orilla de carretera
son los únicos que cuentan con transporte regular. Este camino se pavimentó apenas en 1994-5 hasta
la cabecera de Chenalhó.
39
jloktor ja’ jch'iltic se traduce literalmente: doctor que es compañero. Esta categoría se aplica a los
promotores de salud con mucho prestigio, a quienes se les considera representantes de la medicina
occidental en el contexto indígena.
70
en esos años contar con una fonda y algunas pequeñas tiendas. Alrededor del
centro de la cabecera y en el barrio de La Natividad, existen familias chamulas
asentadas ahí desde hace muchos años, y son chamulas las que habitan algunos
poblados del municipio colindantes con Larráinzar y Mitontic, conservando las
tradiciones de su etnia de origen pero sintiéndose pertenecientes al municipio de
Chenalhó. En una región marcada en las últimas décadas por los desplazamientos
de poblaciones y las reivindicaciones étnicas, por lo menos en la historia reciente
no ha habido algún movimiento en estas localidades solicitando su anexión a
Chamula.
Chenalhó es uno de los cinco municipios que cuentan con tierras ubicadas
a distintas altitudes, por lo que existen tierras frías, calientes y templadas,
permitiendo principalmente el cultivo del café, maíz y frijol; frutales y hortalizas; y
la cría de ganado bovino, ovino caprino y aves de corral a pequeña escala. El
72
40
Me referiré a los habitantes del municipio de Chenalhó como chenalheros y no como pedranos (como
algunos antropólogos los llaman) pues en este municipio los propios pobladores reconocen distintos
73
maíz41, en forma de posol, bebida que se prepara de masa disuelta en agua y que
se bebe a lo largo del día, y de tortillas. Los elotes cocidos y los tamales son otras
formas en que se consume el maíz. El frijol y las legumbres son alimentos
secundarios al maíz y se consideran como complemento. La carne de res o de
pollo se consume ocasionalmente, ya sea cuando la familia recibe a un invitado o
en las festividades. En Chenalhó también se producen café, plátano y piña, y en
las tierras más altas, duraznos, manzanas, peras y hortalizas, éstas pueden
venderse en el mercado o consumirse en la temporada.
El vestido de las mujeres se compone de una falda azul marino que se ata a
la cintura con una faja y que pude tener un bordado en cintilla característico a todo
lo ancho y a la altura de la cadera; la blusa, de tela en franjas de colores, puede
lucir un bordado característico. Esta blusa puede ser cubierta por una toca blanca
(especie de rebozo corto) adornada con bordados o no, que generalmente se
utiliza cuando salen de casa y que recientemente se ha ido sustituyendo por el
rebozo. Solamente algunas mujeres utilizan calzado de plástico ya que la mayoría
grupos tzotziles: los chamulas, los de Magdalena, los marteños y los pedranos. El término chenalheros
los incluye a todos.
41
Jacinto Arias (1975:23-33) resalta la importancia del maíz en la organización de la vida de los
chenalheros.
74
andan descalzas. Las telas de las prendas son elaboradas con hilos de algodón
en telares de cintura. La mayoría de los hombres se visten con pantalón y camisas
ladinas y utilizan zapatos o botas de hule. Algunos de ellos se visten con una
prenda blanca abierta de manta que cubre los calzoncillos, igualmente de manta,
(jalbolal K’ui/:ropa tejida), esta prenda se sujeta con un cinturón de cuero; el
atuendo se complementa con una camisa blanca de algodón.
42
La lengua tzotzil es parte de la familia mayense, dentro del grupo maya totonaco.
75
43
En tzotzil, Yau jteclum ; que significa lugar del pueblo.
44
Las formas en que se han dado este tipo de conflictos en San Juan Chamula, vigentes hasta la fecha,
han sido difundidas ampliamente por la prensa nacional y aún internacional, y han merecido incluso la
intervención de la Federación a través de la CNDH. Menos conocidos son los procesos que se han
desarrollado en otros municipios como San Miguel Mitontic, Oxchuc, Chenalhó y otros municipios de Los
Altos (Consultar Morquecho, 1992; Pérez, 1995; Robledo,1997; Iribarren,1980; Rey del, 1997).
45
La religión tradicional o la costumbre, es un sincretismo entre lo que fue la religión prehispánica maya y
la religión cristina impuesta por los colonizadores. Así, los Dioses de los chenalheros incluyen a La
Tierra, totil me’il, El Sol, El Padre Sol, La Luna, los lagos, La Virgen María, el Maíz, La Madre del Maíz, y
los santos del catolicismo. Son devotos de La Tierra, totik (Sol/ Padre Nuestro) me’tik (La Luna/ Madre
Nuestra) (cfr. Eber Cristina,1995; Anexo A). La estructura de poder de las comunidades de Los Altos
cuenta con autoridades constitucionales que mantienen relaciones con el sistema tradicional de cargos.
Para profundizar en el tema, consultar Pérez,1989;228.
46
Entre 1940 y 1980 ingresaron los grupos no católicos a Chiapas. Giménez (1989) hace un listado de 1
442 templos existentes en el estado de diversas iglesias y denominaciones, entre las que se encuentran
las iglesias Presbiteriana y Bautista; denominaciones cristianas y no cristianas -Adventistas del 7mo Día,
Testigos de Jehová, Mormones o Iglesia de los Santos de los últimos días, Pentecosteses, Organismos
interdenominacionales- Sociedades ecuménicas, Instituto Lingüístico de Verano e Instituto para la
Religión y La Democracia (cfr. Pérez,1994:177). Recientemente han aparecido incluso grupos
musulmanes.
76
47
Un caso similar es el de Tenejapa, en donde conviven tseltales de distintas adscripciones religiosas, sin
ningún problema aparente (cfr. H. Congreso del Estado de Chiapas, 1992:111).
48
Los datos del censo deben ser vistos con cautela ya que no separan a los católicos tradicionales de los
católicos institucionales, estando sobrestimada la adscripción religiosa al catolicismo.
77
49
El actual dirigente del Municipio Autónomo ubicado en Polhó fue, en la década pasada, anciano de la
Iglesia Presbiteriana.
50
Lombardo (1944:66), citado en Harman (1974:61), señala cómo en Yochib . Oxchuc, las nuevas iglesias
condenaron la costumbre de que los hombres golpearan a las mujeres, lo cual ocurría con frecuencia.
51
En esta campaña contra la venta de alcohol se involucraron pobladores de Yau jteclum , Canonal, Los
Chorros, Poconichim, Yibeljoj y Takiukum , comunidades involucradas en el actual conflicto de Chenalhó.
52
Aunque es poco frecuente que las mujeres queden solteras en Chenalhó, las líderes catequistas suelen
no contraer matrimonio.
78
acelerado a partir de 1994. Sin embargo, el manejo del español y la relación con
el mundo mestizo contribuyen a la creación de desigualdades en el interior de la
sociedad, ya que son los indígenas que dominan el castellano los que han ido
ocupando los lugares que antes ocupaban los mestizos, esto generalmente se
relaciona con la pertenencia a generaciones más jóvenes. Así, Chenalhó es el
municipio de Los Altos que ha tenido más maestros bilingües como presidentes
municipales 53 (Pineda,1995:290). Funcionarios municipales, maestros,
promotores, comerciantes, transportistas o aquellos que han cursado niveles
educativos superiores al de la primaria tienen formas de vida diferentes al resto de
la población. Algunos de ellos adquieren mayor poder y beneficios económicos
sobre todo a partir de su capacidad para enfrentar a los mestizos, lo cual los
convierte en líderes, esquilmadores o caciques (Arias,1975; Morquecho,1992;
Martínez, 1995:109).
53
Una reflexión sobre los nuevos cacicazgos en Chenalhó se encuentra en Garza,1998:39-61.
54
Reflexiones similares realiza Gaspar Morquecho, cuando en 1987 se impulsaba la creación de la
Organización Indígena de Los Altos de Chiapas, (Morquecho, 1992:54).
79
Dos son las causas de muerte que nos revelan la manera diferencial de vivir
y morir de los hombres y mujeres de Chenalhó de la generación de 15-29 años;
ambas resultado de la violencia estructural: los decesos por homicidio entre los
hombres, y la muerte materna entre las mujeres. Estos dos eventos se presentan
como segunda causa de muerte en ambos sexos de este grupo de edad (anexo
de cuadros; 64 al 68). La importancia de la violencia como causa de muerte de
hombres jóvenes, y la muerte materna asociada a la ausencia de atención médica
y a la presencia de violencia doméstica, justifica, con miras al entendimiento del
contexto regional en el cual se llevó a cabo la investigación, (mapa 4) la narración,
el análisis y las perspectivas a futuro de Chenalhó a partir del conflicto que
culminó en la matanza de Acteal (cfr. CDHFBC,1997).
55
Para mayor información acerca de la cooperativa de la Unión de Ejidos de Majomut, consultar a
Martínez, 1995.
80
imponiendo una nueva visión de las mismas, distinta a la que se había construido
con el surgimiento del zapatismo y cuyo objetivo aparente es el de desmovilizar, a
propios como extraños, ante el problema.
Dos fueron los eventos que me hicieron pensar en estas nuevas visiones
que el gobierno ha tratado de construir en el imaginario social después de Acteal:
un amigo, trabajador del Instituto Nacional Indigenista (INI), recibió una llamada de
81
un colega suyo de Chihuahua quien le preguntaba si era cierto que los indígenas
de Los Altos, como forma de escarmiento o venganza, quitaban la piel del rostro a
las personas muertas violentamente. Casi al mismo tiempo, a finales de enero, la
Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) solicitó que la rectoría de la
Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) hiciera una consulta entre los
expertos antropólogos de la región, para que dieran su opinión “acerca de si el
hecho de lacerar o en alguna forma maltratar cadáveres, sobre todo
inmediatamente después de que la víctima perdió la vida por cualquier tipo de
razones, incluyendo odio y venganza, es una costumbre o práctica común de los
indígenas tzotziles de la región de Chenalhó”. Nuevamente la representación del
indio como un salvaje, idea supuestamente superada en el ámbito oficial, se hacía
presente, y curiosamente en dos de las instituciones de las que menos se
esperaría: el INI y la CNDH. La encargada de realizar la indagación de la UNACH
se vio ante la airada reacción de los académicos de la propia universidad a
quienes trató de entrevistar; estos querían incluso convocar a una asamblea
general para discutir sus “turbias” intenciones. En el centro de investigaciones
dependiente de la misma institución, no le permitieron siquiera entrevistarse con
los investigadores y solamente se le proporcionó una amplia bibliografía. En esos
momentos nadie quería verse involucrado, así fuera marginalmente, en las
conclusiones sobre la matanza ocurrida.
Las cifras
En México, la violencia es algo que se está convirtiendo en parte de la vida
cotidiana y adquiere formas particulares en cada ciudad o región. Aunque tanto en
el campo como en la ciudad son los hombres quienes más frecuentemente
mueren violentamente, esta forma de morir cada vez es más común entre las
mujeres (Menéndez y Di Pardo, 1998; CEPAL, 21; 1990; De La Fuente,1997:239-
244).
56
Los interesados en conocer más sobre los problemas entre maestros, consultar el documento del H.
Congreso del Estado de Chiapas, 1992, pp. 111, 121 y 211.
57
Para una discusión al respecto, véase Cervantes A. (1995).
58
Chamula y Oxchuc son los ejemplos más representativos de la intolerancia que deviene en violencia.
Como ejemplos de esta intolerancia y violencia, confrontar las ponencias que publicó el H. Congreso del
Estado de Chiapas en1992, y que se encuentran en las páginas 95, 58, 61, 67,111,121 y 211.
84
sexo masculino.
Cuadro 5
Muerte violenta en Los Altos de Chiapas, 1988-1993
Municipio Frecuencia
Hombres Mujeres
Altamirano 4 1
Oxchuc 3 3
Larráinzar 7 0
Chalchihuitán 13 1
Mitontic 14 5
Zinacantán 9 2
Tenejapa 17 3
Pantelhó 9 2
Chenalhó 15 1
Total 91 18
Elaboración nuestra a partir de las actas de defunción de las oficialías
del Registro Civil.
- La muerte por homicidio es 4 veces más frecuente entre los hombres que
entre las mujeres.
- Para producir el daño se utilizan con mayor frecuencia el arma blanca o los
golpes.
- En los casos en que se utilizan armas de fuego, no se lesiona posteriormente
a la víctima con armas blancas.
Por los datos disponibles para este periodo, el uso de una u otra arma tiene
que ver más con la disponibilidad. En los casos en que se describe con mayor
detalle el tipo de lesiones, son éstas las causales de la muerte. No se describen
lesiones infligidas después de la muerte, reportándose en sólo un caso la
decapitación.
Del análisis de los datos de las actas de defunción, nos parece importante
resaltar el hecho de la común ausencia del ministerio público en los casos de
homicidio. Pareciera que los asesinatos o los conflictos en el interior de las
comunidades indígenas no fueron de interés ministerial en el pasado (cfr.
Köhler,1975:63). De hecho, antes de 1992 la mayoría de las actas carecía de
certificado de defunción; es decir, que ni siquiera después de la muerte había un
médico o una persona autorizada para certificar su causa (cfr. capítulo III, cuadro
12). Por eso no extraña que en las actas aparezcan con frecuencia notable las
nosologías tradicionales 60 como causas de la muerte. La ausencia de las
instancias gubernamentales en la procuración de la salud y de la justicia se
manifestaba con mayor regularidad antes de 1992 (Garza y Freyermuth, 1995).
59
Me refiero a los resultados de autopsia del cadáver catalogado con el número 16. En el reporte de la
PGR (1998) se niega la existencia de estos hallazgos post mortem; esto contradice no sólo lo reportado
por el informe antes citado, sino por el testimonio de testigos oculares de los expedientes judiciales.
60
Nosologías populares son un conjunto de signos y síntomas que adquieren un nombre particular y que
responden a causas bien identificadas por el grupo que las comparte, y que no necesariamente se
corresponden con los síndromes de la medicina alópata. En Los Altos destacan el potzlom , chulelal, la
alteración, la calentura, y la hinchazón.
61
Una situación similar existe en Zinacantán. Comunicación personal de Jane Collier.
86
62
La última referencia de que dispongo acerca del asesinato de un ak ‘chamel sitúa el hecho en una
comunidad de la llamada “zona de conflicto”, durante el primer semestre del 1996.
63
Comunicación personal de uno de los pastores presbiterianos de Chenalhó, agosto de 1997.
87
polarizando aún más sus diferencias 64. Poco después, se hace más patente la
existencia de un mercado negro de armas de fuego y proliferan los cultivos
prohibidos (marihuana y amapola), actividades altamente rentables, asociadas a la
violencia y que involucra a la generación de adultos jóvenes a quienes se
proporcionan semillas y armas de alto calibre65.
64
Para profundizar en los detalles sobre el inicio del conflicto y su desarrollo, consultar Camino a la
Masacre. Informe especial sobre Chenalhó (CDHFBC:1997).
65
El 27 de marzo de 1998 se dio la noticia de que los militares habían encontrado un plantío de amapola
en Chenalhó. Es posible que desde 1996 se haya iniciado su cultivo en el municipio. En la ciudad de
San Cristóbal de las Casas se “engancha” a hombres indígenas ofreciéndoseles el negocio rentable de
sembrar marihuana o amapola. Al parecer, además de proporcionárseles las semillas se les dota de
armas de grueso calibre para el “cuidado” de los cultivos. Dicho “negocio” se ha extendido en Chenalhó
y quizá en otros municipios.
66
Es el caso del Señor “Vicente” que los priístas señalaban como una de sus víctimas desaparecidas, y
que finalmente resultó estar como desplazado en un campamento de Las Abejas, grupo que se
manifiesta autónomo al EZLN. Otro es el de un supuesto simpatizante priísta que, de acuerdo a algunas
versiones, murió en su cafetal junto con sus hijos, y al que se refieren en el informe del CDHFBC como
simpatizante zapatista. También está el caso de un profesor asesinado en las cercanías de Larráinzar,
hecho que después la PGR señalaría como el incidente que desencadenó la masacre. Los priístas lo
asumen como parte de su grupo y señalan que fue ultimado por los zapatistas de La Hormiga (colonia
marginal de San Cristóbal de las Casas), mientras que la CDHFBC lo identifica como un priísta que
disentía de las acciones de sus correligionarios.
89
propició el que Las Abejas67 fueran el grupo escogido como blanco de los
presuntos grupos paramilitares 68.
Cuadro 6
Distribución por edad y sexo de los fallecidos en Chenalhó en enfrentamientos
durante 1996 y 1997 antes de Acteal
Grupo de edad Sexo Sexo Total
Masculino Femenino
menores de 5 años
5 a14 años 2 1 3
15 a 29 años 14 1 15
30 a 49 1 1
50 y más
Especificados como 10 2 12
adultos
Total 27 4 31
Fuente: Elaboración nuestra basándose en datos de la CDHFBC (1997).
67
El grupo de Las Abejas está constituido por pobladores de 24 comunidades de Chenalhó que han
luchado por mejorar sus condiciones de vida. Desde 1994 se han denominado como sociedad civil que
trabaja por la paz con justicia; han mantenido autonomía respecto a la dirigencia zapatista ya que
desaprueban la lucha armada, y han definido a sus comunidades o territorios como neutrales. Para
mayor información consultar “El vuelo de las abejas”, de Onésimo Hidalgo, en Masiosare, número 6, 28
de diciembre de 1997.
68
Desde principios de 1997, había incursiones de sujetos armados y enmascarados en el camino que
conduce de Acteal a Pechequil. Los priístas del lugar los identificaban como zapatistas y los zapatistas
como priístas.
69
Chitamucum, Las Limas. Comunicación personal por parte de religiosas que laboran en la zona, febrero
1998.
70
Octubre 27 de 1997; entronque de Majomut.
71
El 18 de noviembre hubo una incursión armada por parte de los priístas; los cadáveres resultantes de la
acción fueron encontrados 2 días después.
90
Cuadro 7
Distribución por edad y sexo de las víctimas de Acteal, Chenalhó, 1997
Grupo de edad Femenino Masculino total
menores de 5 años 7 2 9
5 a14 años 5 1 6
15 a29 años 11 3 14
30 a 49 8 3 11
50 y más 3 2 5
Totales 34 11 45
Fuente: Elaboración nuestra con base en datos del PRODH, 1998.
Durante esta etapa, las mujeres y los niños no fueron parte fundamental del
objetivo. Posteriormente a los enfrentamientos de septiembre de 1997, se dio una
escalada de violencia cuya finalidad aparente era amedrentar a la población y
provocar su migración, saqueando sus pertenencias, quemando sus casas y
destruyendo o apropiándose de sus cosechas, hechos que empujaron a la
población no sólo a su desplazamiento, sino a una definición política más clara.
Este tipo de estrategia, y la que siguió a la masacre de Acteal, difieren totalmente
de lo ocurrido en las acciones violentas de Chenalhó de los años ochenta, durante
las expulsiones religiosas. En éstas las víctimas eran predecibles (presbiterianos o
adeptos a ciertos grupos religiosos); no se asesinó a niños ni a mujeres. La
agresión indiscriminada e inespecífica, la masacre de mujeres y niños, y la
crueldad con que se ejerció guarda mayor similitud con lo ocurrido durante los
años setenta en Guatemala (cfr. Falla,1992).
72
Los interesados en conocer en detalle los acontecimientos de Chenalhó, después de Acteal, consultar
CDHFBC,1998 e ITESO,1998.
91
hecho, los hombres adultos y los hijos mayores habían huido porque se
consideraba que ellos corrían el mayor riesgo y que las mujeres y los niños, por su
propia condición, serían respetados.
A menudo el viudo vuelve a contraer nupcias antes de los seis meses del
fallecimiento de su esposa, y en algunas ocasiones, con una hermana de la
difunta. En estos casos, los hombres argumentan que las ventajas se dan en el
cuidado a sus hijos, ya que existen con ellos lazos de afecto previos al matrimonio.
En otros casos se identifica la presencia de maltrato a los menores huérfanos por
parte de la segunda esposa, situación que propicia el abandono prematuro del
hogar, su migración a la ciudad donde ejercen la mendicidad o el comercio
informal, y el matrimonio en la adolescencia, rasgos asociados a críticas
condiciones de vida.
En Acteal
Cuadro 8
Distribución por edad y sexo de los niños sobrevivientes de Acteal,
Chenalhó, 1997
Cuadro 9
Distribución por edad y sexo de las víctimas de Acteal, Chenalhó, 1997
Edad Femenino Masculino Totales
-5 años 7 2 9
5-14 5 1 6
15-18 4 1 5
Totales 16 4 20
Fuente: PRODH, 1998.
a adoptar a cinco de estos niños. Entre los interesados en hacerse cargo de los
huérfanos se encontraban personas del Distrito Federal, Monterrey, e incluso del
extranjero. El DIF proponía que los niños fueran adoptados por estas personas,
“pues mejoraría su situación social y económica, dado que las personas que
manifiestan interés en adoptarlos tienen recursos económicos y están en
condiciones de darles una mejor situación de vida de la que actualmente tienen
con sus tíos u otras gentes de la comunidad, e incluso mejor que la que tenían
antes de morir sus padres”.
Los desplazados
73
Yaxgemel proviene de los vocablos yax/yox:verde y gemel: derrumbe. Se cuenta que en este lugar,
cuando ocurrían derrumbes, la roca tomaba aspecto verdoso (probablemente por la presencia de
yacimientos de cobre).
95
74
Observaciones realizadas durante la prestación de atención médica a mujeres desplazadas, el 11 de
diciembre de 1997.
75
Las Limas fue sede de las pláticas entre las partes del actual conflicto en Chenalhó. Efectuadas el 11 de
diciembre de 1997, se realizaron en esta comunidad por considerarla neutral.
96
que los zapatistas vengan a sus hogares a tomar venganza. Actualmente las
familias priístas tienen que cooperar con 10 pesos al mes para la manutención de
los presos implicados en lo de Acteal, lo que deteriora sus ya de por sí menguados
recursos económicos. Los rumores crean un clima de temor y desconfianza entre
casi todos los habitantes, particularmente en aquellos lugares vecinos al conflicto.
76
Testimonio del promotor de salud de los expulsados de X’oyep.
77
Después de la disolución del gobierno autónomo de Tierra y Libertad, el gobernador del estado de
Chiapas ha hecho declaraciones en el sentido de que muy pronto van a “disolver” también el gobierno
autónomo de Polhó. El 13 de abril de 1999 se “desmanteló” el municipio autónomo ubicado en San
Andrés Larráinzar.
78
Existe otra forma en que se resuelven los conflictos intercomunitarios, sobre todo cuando hay
inconformidad social con el comportamiento de ciertas personas o grupos: el linchamiento. El
enriquecimiento inexplicable, rutinas de trabajo impropias del campo, o cualquier comportamiento que
salga de los límites de conducta esperados por el grupo pueden ser atribuibles a los llamados cortadores
de cabezas. Cuando alguna persona o personas son consideradas cortadores de cabezas, el
linchamiento es la solución al problema.
98
café, producto a través del cual se obtienen los principales recursos monetarios en
la zona 79. Quienes lograron salvar algo de la cosecha en 1998 se encontraban a
merced de los intermediarios, que aprovechando la situación de inestabilidad,
pagan el kilogramo del grano a 15 pesos, la mitad de lo que se pagaba en 1997.
Por otro lado, el establecimiento del ejército 80 en las comunidades indígenas
acarrea otro tipo de ventajas/problemas, como la entrada de dinero, la generación
de una economía fundada en las necesidades de la milicia que consume alimentos
y servicios (entre los cuales incluyo a la prostitución81), el trasiego de armas de
fuego 82 y el incremento en el riesgo de violación para las mujeres o de su ingreso
a la prostitución (Del Valle, 1998; Rojas, 1995) 83. Estos nuevos actores sociales
profundizan la diferenciación económica y de poder en las comunidades, y su
permanencia llega a convertirse en “necesaria” para la sobre vivencia de una parte
de la población (cfr. PRODH, 1998; 12; Olivera, 1998). Hay que recordar que en
estos poblados los habitantes cuentan, cuando mucho, con 2 hectáreas de terreno
que utilizan para el cultivo de maíz para autoconsumo, y la presencia militar
(inicios de 1998) se da en un momento en el que se ha perdido la última cosecha y
está por perderse la próxima.
79
La unión Majomut debió cancelar la venta de dos mil sacos de café por los conflictos ocurridos en la
zona, que involucraron a las 1 000 familias que debían realizar estas entregas. cfr. La Jornada, 3 de
febrero, pág. 7, 1998.
80
Para un seguimiento del número de efectivos en Chiapas, consultar CONPAZ, 1996 y Prodh, 1998.
81
La prostitución, alrededor de los asentamientos militares, se ha visto favorecida por la presencia de
mujeres que venden alimentos preparados a los soldados. Esta es una situación aprovechada por la
tropa para “enganchar” a algunas de ellas en la prostitución. Sin embargo, también los militares
establecen trato directo con los hombres de las comunidades a quienes, esporádicamente, solicitan sin
ambages los servicios sexuales de alguna mujer de la familia. Dichos servicios se tasan en forma
variable, entre $50.00 y $200.00.
82
De acuerdo a versiones de un poblador de Tzimol, el ejército está informando a los campesinos de las
comunidades de los municipios de Margaritas, Ocosingo, La Independencia, Tzimol y Comitán, entre
otros, que pueden tener armas para la autodefensa y que éstas pueden ser registradas ante la zona
militar más cercana. cfr. El Universal, 1ero. de Junio, citado en Melel Xojobal. Síntesis de prensa del
Lunes 1ero. de Junio de 1998.
83
Consultar a Rosa Rojas en: Chiapas, ¿y las mujeres qué? En Tomo I: Cronología de otra impunidad,
págs. 114-124, y Tomo II, parte E: Escalada de violaciones, págs. 87-112.
100
Capítulo III
84
Se entiende por potestad al dominio, autoridad, facultades y derechos que poseen los gobernados para
exigir la prestación jurisdiccional, la cual es un derecho constitucional.
103
relación poco tienen que ver con los principios éticos de la justicia e igualdad.
Entre los elementos que destacan en los registros de muerte está el analfabetismo
y el analfabetismo funcional de la población; el limitado acceso que los y las
fallecidas tuvieron durante su vida a la seguridad social, la inexistencia y/o
carencia de servicios médicos mínimos, ya sea para atender a la población
enferma o para extender certificados de defunción (cuadros 10 y 11), requisitos
que impone la norma.
Cuadro 10
Porcentaje de mujeres y hombres derechohabientes de alguna institución de salud al
momento de su muerte. región* de Los Altos de Chiapas, 1989-1995
Mujeres Hombres
1989-1990 1991-1993 1994-1995 1989-1990 1991-1993 1994-1995
Derechohabiente 0.33 1.62 2.76 0.79 2.00 3.13
No derecho habiente/
no especificado 99.67 98.38 97.24 99.21 98.00 96.87
* Se excluyen los municipios mestizos de San Cristóbal de las Casas, Villa de las Rosas y Teopisca.
Fuente: Estadísticas vitales 1989-1996, INEGI.
Cuadro 11
Porcentaje de mujeres y hombres que recibieron atención médica antes de su muerte.
región* Altos de Chiapas, 1989-1995
Mujeres
Hombres
Atención 1989-1990 1991-1993 1994-1995 1989-1990 1991-1993 1994-1995
Médica
No tuvo/no 93.77 80.43 78.01 90.38 77.89 78.80
a
especificado
Sí tuvo 6.23 19.57 21.99 9.62 22.11 21.20
* Se excluyen los municipios mestizos de San Cristóbal de las Casas, Villa de las Rosas y Teopisca.
a
De acuerdo a la información que hemos revisado en archivos de la Secretaría de Salud para 1991, y de
Oficialías del Registro Civil para 1988-1995. El no especificado corresponde a falta de atención médica.
Fuente: Estadísticas vitales 1989-1996, INEGI.
85
Como se señaló en el capítulo anterior, desde los años sesenta Ulrich Kölher había documentado la
ausencia de instancias de administración de justicia en algunos municipios indígenas (1975; p. 63).
104
Cuadro 12
Certificación de muertes de la población de 10 años y más en la región* de Los Altos,
según persona que certificó, 1988-1995
a a
Año de 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 Total
certificación
Sin certificado 664 801 692 454 181 326 0 0 3,118
Con certificado 134 169 197 390 621 585 950 1,040 4,086
Total 798 970 889 844 802 911 950 1,040 7,204
a
Estadísticas vitales 1989-1996, INEGI.
*Se excluyen los municipios mestizos de San Cristóbal de las Casas, Villa de las Rosas y Teopisca.
Fuente: Elaboración propia a partir del trabajo de archivo realizado en las diferentes Oficialías del Registro
Civil de la región, y de Estadísticas Vitales 1989-1996, INEGI.
86
Sergio Camposerga (1992) refiere que, según una evaluación de la Dirección General de Estadística
realizada en Chiapas, Morelos, Puebla y Tabasco, los empleados del Registro Civil no se encuentran
suficientemente capacitados para realizar las funciones estadísticas. Así, más del 50% del personal
declaró no conocer las funciones estadísticas del Registro Civil.
105
Cuadro 13
Número de defunciones en la población según persona que certificó. Registro Civil y
Secretaría de Salud. Región* Altos de Chiapas, 1991.
Certificó Actas con certificados Certificados disponibles en
en el Registro civil la Secretaría de Salud
Médico 578 228
Autoridad civil /personal 578 169
autorizado/ y por oficiales del
Registro Civil
Total 1156 397
Nota: El total de este cuadro cambia respecto al total de 1991 del cuadro anterior, porque aquí se encuentran
las defunciones de los menores de 10 años.
* Se excluyen los municipios mestizos de San Cristóbal de las Casas, Villa de las Rosas y Teopisca.
Fuente: Elaboración propia a partir del trabajo de archivo realizado en las diferentes Oficialías del Registro
Civil de los municipios de la región.
periodo el número de médicos fluctuó de tal manera que no hubo una diferencia
sustancial de 1988 a 1993. Sin embargo, es en 1994 y 1995, después del
movimiento zapatista, que el número de médicos aumenta en la región casi en un
300% y se aprecia una mejora en las formas de registro de las defunciones.
Cuadro 14
Número de médicos por municipio e institución en la región* de Los Altos de Chiapas,
1988, 1992-1995
Municipio 1988 1992 1993 1994 1995
Altamirano 1 5 4 20 26
Amatenango del 2 2 2 2 6
Valle
Chalchihuitán 1 2 2 6 4
Chamula 7 12 10 13 20
Chanal 2 2 0 1 1
Chenalhó 6 6 5 6 9
Huixtán 4 5 5 6 8
Larráinzar 3 2 1 1 6
Mitontic 3 1 1 3 4
Oxchuc 1 6 5 11 16
Pantelhó 3 5 3 4 6
San Juan Cancuc - - - 3 5
Tenejapa 7 5 4 7 8
Zinacantán 3 5 3 3 6
Total 43 58 45 86 125
* Se refiere a los municipios señalados.
Fuente: Freyermuth (1993) y Anuarios estadísticos de Chiapas 1993, 1994, 1995, 1996, INEGI.
Las diferencias en las razones de muerte materna nos pueden dar pistas
sobre las formas en que la población o las instituciones se han ido organizando
para la atención de la salud, y cuáles son los recursos de que disponen para ello,
sean estos comunitarios, de las iglesias o gubernamentales. Por ejemplo, el menor
número de muertes maternas en el periodo 1988-1993 corresponde a los
municipios de Amatenango del Valle, Mitontic y Chalchihuitán con una incidencia
de cero muertes, y la más alta al de Oxchuc con 15 defunciones (ver anexo 1,
cuadro 58).
En este caso la muerte materna no nos sirve, como han sugerido otros
autores (Hernández; 1993:10) como un indicador fiel del grado de bienestar social.
108
Cuadro 15
Razones de muerte materna por municipio en la región* de Los Altos, 1989-1995
Municipio R.M.M. **
1988-1990 1991- 1994-1995 1988-1995
Altamirano 7 1993 40 10 20
Amatenango del Valle 0 0 32 8
Cancuc 16 18 21 18
Chalchihuitán 0 0 57 15
Chamula 2 13 16 10
Chanal 24 11 17 17
Chenalhó 7 29 32 22
Huixtán*** 13 18 17 16
Larráinzar*** 34 46 0 30
Mitontic 0 0 22 6
Oxchuc*** 36 9 8 19
Pantelhó 33 12 11 20
Tenejapa 19 32 16 23
Zinacantán 23 16 23 20
Región 16 19 19 20
87
Oxchuc, desde la década de los cincuenta, ha tenido influencia de la iglesia presbiteriana la cual, entre
otras cosas, se encargó de la capacitación de promotores de salud. Posteriormente también la Iglesia
Católica adoptaría un papel importante en esta tarea, cfr. Freyermuth (1993).
109
explicar por las consideraciones que hicimos en los apartados anteriores (cuadro
13).
Cuadro 16
Certificación de la muertes maternas en la región* de Los Altos, 1988-1993
Certificó Defunciones Porcentaje
Médico 51 56.0
Sin certificado 31 34.1
Técnico en salud
comunitaria 3 3.3
No especificado 3 3.3
Enfermera 1 1.1
Promotor de salud 1 1.1
Auxiliar médico 1 1.1
Total 91 100.0
* En este caso, cuando hablamos de la región nos referimos a los
municipios de Altamirano, Amatenango del Valle, Cancuc,
Chalchihuitán, Chamula, Chanal, Chenalhó, Huixtán, Larráinzar,
Mitontic, Oxchuc, Pantelhó, Tenejapa y Zinacantán.
88
Aquellos interesados en conocer esta misma distribución para los años 1988-1995, consultar anexo 1,
cuadro 52.
110
El número de muertes por causa ma terna registradas para los años 1988-
1993, de acuerdo a los hallazgos del trabajo de archivo, son las 95 que se
muestran en el siguiente cuadro.
Cuadro 17
Causas de muerte materna en la región* de Los Altos según causa, 1988-1995
Causa Defunciones
1988-1990 1991-1993 1994-1995a 1988-1995
Embarazo
Probable aborto 4 8 - 12
Aborto 2 3 2 7
Embarazo - 3 - 3
Embarazo ectópico - 1 - 1
Subtotal 6 15 2 23
Parto
Parto 21 13 14 48
Hemorragia postparto 5 10 5 20
Retención placentaria 2 4 - 6
Distocia de presentación 1 1 1 3
Hemorragia transparto - 2 - 2
Desprendimiento de placenta 1 - 4 5
Placenta previa - 1 - 1
Subtotal 30 31 24 85
Posparto
Fiebre puerperal 2 3 3 8
Restos placentarios 1 2 - 3
Posparto 1 1 3 5
Subtotal 4 6 6 16
Otras
Toxemia 1 1 2 4
Ruptura uterina 1 - - 1
Subtotal 2 1 2 4
TOTAL 42 53 35 130
*Se excluyen los municipios mestizos de San Cristóbal de las Casas, Villa de las Rosas y Teopisca.
a
Para el periodo 1994-1995, la información se obtuvo de Estadísticas Vitales 1989-1996, INEGI.
Fuente: Elaboración propia a partir del trabajo de archivo realizado en las diferentes Oficialías del Registro
Civil de la región y de Estadísticas Vitales 1989-1996, INEGI.
111
89
Family Care International 1998, señala que en los paises en desarrollo el 61% de las muertes ocurren en
el postparto, el 24% durante el embarazo y el 16% en el momento del parto.
112
muy corta edad, por lo que se tienen altas tasas de mortalidad en mujeres
relativamente jóvenes pero que ya son multíparas (gráfica 1). Tal vez a esto
contribuya el uso inadecuado de oxitócicos, un nuevo riesgo que ha aparecido en
las comunidades indígenas. El uso de oxitócicos posiblemente esté aumentando el
riesgo en grupos que a nivel nacional presentan un riesgo menor (30-34 años). La
oxitocina y sus similares son medicamentos de empleo delicado que estimulan la
contractibilidad uterina. Pueden ser utilizados en los hospitales para la inducción y
conducción del parto en situaciones especiales, y se administran regularmente
después de la salida de la placenta para evitar el sangrado postparto. En las
comunidades de Los Altos están siendo utilizados rutinariamente antes de la
salida del producto, para apurar el parto.
Cuadro 18
Porcentaje de defunciones por muerte materna que contaron con atención médica,
1988-1995
1989-1990 1991-1993 1994-1995 1989-1995
Sí tuvo atención
médica 0.00 11.11 34.29 16.83
No tuvo atención
médica 100.00 88.89 65.71 83.17
Total 100.00 100.00 100.00 100.00
Fuente: Estadísticas Vitales 1989-1996, INEGI.
113
Gráfica 1
Razones de muerte materna en la región* de Los Altos por grupo de edad, 1988-1993
y 1994-1995
1800
Defunciones por 100 000 nacidos vivos
1600
1400
1200
1000
800
600
400
200
0
15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49
Grupo de edad
1988-1993 1994-1995
* Exceptuando a los municipios mestizos de San Cristóbal de las Casas, Villa de las Rosas y Teopisca.
Fuente: Elaboración propia con base en el cuadro 59, anexo I.
Cuadro 19
Mortalidad de hombres y mujeres de 15-49 años, según actas de defunción, Chenalhó
1988-93
Diarreas e infecciones intestinales diversas 51
Infecciones respiratorias 23
Tuberculosis 19
Muerte violenta 16
Calentura 14
Hinchazón 12
Alteración 14
Muerte materna 11
Alcoholismo crónico y agudo 7
Dolor de estómago 7
Epilepsia 6
Cardiovasculares 5
Otras 39
Total 227
Fuente: Elaboración propia a partir de las actas de defunción de la Oficialía del Registro Civil de Chenalhó.
Muerte en Chenalhó
Los hombres y las mujeres de Chenalhó mueren en su hogar, rodeados de
los familiares y amigos más cercanos, a diferencia de lo observado en la sociedad
mestiza donde cada vez más la muerte ocurre en los hospitales. Los chenalheros
se resisten a morir fuera de los confines de su municipio y esto definitivamente
influye en la toma de decisión respecto a las opciones de atención. La mayoría de
las veces no son los parientes más cercanos quienes registran el deceso, por lo
que no cuentan con información precisa sobre las causas que llevaron a la muerte.
En el seguimiento de casos realizado llegamos a encontrar errores en el nombre
de la fallecida, la edad, el lugar o el momento en que ocurrió la muerte.
Cuadro 20
Mortalidad en población femenina de 15-49 años, según actas de defunción. Chenalhó
1988-93
Diarreas e infecciones intestinales 29
diversas
Muerte materna 11
Tuberculosis 10
Hinchazón 8
Infecciones respiratorias 8
Calentura 6
Alteración 5
Dolor de estómago 4
Hepatitis 3
Enfermedades Cardiovasculares 3
Intoxicación alimentaria (por hongos 3
venenosos)
Sarampión 2
Cáncer 2
0tras 18
Total 112
Fuente: Elaboración propia a partir de las actas de defunción de la oficialía del Registro Civil de Chenalhó.
parte del mundo 91, las mujeres de México tenían una tasa de mortalidad menor
que la de sus pares masculinos. Los hombres mexicanos en su conjunto mueren
dos veces más que las mujeres (cuadro 21), y los hombres chiapanecos siguen
también esta tendencia (mueren 1.63 veces más que sus pares femeninas). Sin
embargo, en Chenalhó la tendencia se invierte, siendo las mujeres las que mueren
1.4 veces más que los hombres; situación similar a la observada en otros
municipios alteños. Los hombres no tienen, como las mujeres, un riesgo mayor de
morir por vivir en Chenalhó; de hecho mueren con menor frecuencia que sus pares
en el ámbito nacional y estatal (cuadro 22). Otro elemento que sustenta esto es el
índice de crecimiento porcentual de la tasa de mortalidad entre hombres y mujeres
de Chenalhó. Para el caso de los hombres la tasa es decreciente o negativa,
mientras que para las mujeres es positiva o creciente, tendencia que sin embargo
ha disminuido en los últimos años (ver anexo 1, cuadros 60 y 61).
90
Los cuadros pormenorizados sobre las causas de muerte de hombres y mujeres pueden ser
consultados en el anexo estadístico II.
91
En relación con la mortalidad diferencial entre hombres y mujeres en el mundo, confrontar World
Development Report, 1993. Investing in Health, cuadro A3. En todos los países del mundo, exceptuando
a Afganistán, las tasas de mortalidad para la población adulta son mayores entre hombres que entre
mujeres. En Afaganistán las tasas de mortalidad son las mismas. Para datos más recientes confrontar,
para E.E.U.U., Canadá y México: Tuljapurkar y Boe, 1998 http://www.mvr.org/Papers/soa-partA/soa-
partA.html. Para la mortalidad diferencial por grupos de edad para Latinoamérica, cfr. Gómez Gómez
1993, 36-38; Henríquez Mueller y Yunes, 1993, 54-55.
117
Cuadro 21
Tasa de mortalidad femenina para el grupo de edad 15-49 años. México, Chiapas y
Chenalhó, 1991
Mujeres Defunciones Población Tasa de Relación Relación Rela- Porcentaje
15-49 años mortalidad Tasa de TMFChiapas ción de
1000 habs Mortalidad /TMFNacional TMM/ población
TMF. Femenina/ y Estatal TMF indígena
Tasa de 1990
Mortalidad
Masculina
Cuadro 22
Tasa de mortalidad masculina para el grupo de edad 15-49 años . México, Chiapas y
Chenalhó, 1991
de vida de esta población y la posición que tiene cada sujeto en su grupo de edad.
Entre las mujeres, la muerte materna es la segunda causa de muerte y entre los
hombres sobresale la importancia que adquieren los homicidios, destacando
también las relacionadas con el consumo de alcohol. La tuberculosis, enfermedad
prevenible por vacunación, aparece también como una de las principales causas
de mortalidad y entre los hombres sobresale la presencia de la desnutrición como
causa de defunción. Las enfermedades cardiovasculares y las tumoraciones
también están presentes. La alteración y la calentura dan cuenta de la importancia
que tienen los sistemas de salud indígenas en la atención de los enfermos en la
región y en el registro de los padecimientos.
Cuadro 23
Muertes maternas registradas en el municipio de Chenalhó 1988-1993 (principales
datos)
Localidad fecha Causa de defunción Edad
Cabecera 1993 Hemorragia uterina 20
Cabecera 1993 Aborto incompleto 39
Chimtic 1992 Hemorragia postparto/restos placenta 28
Puebla 1993 Sangrado transvaginal/restos placenta 17
Takiukum 1992 Hemorragia transparto 20
Yav jteclum 1991 Parto 27
Polhó 1990 Parto 40
Los Chorros 1988 Parto 40
Yaxgemel 1993 Aborto 12 semanas 38
Acteal 1992 Parto prolongado 24
Naranjatik Bajo 1992 Hemorragia transparto
Fuente: Trabajo de campo, seguimiento en familias de 40 mujeres fallecidas entre 1988-1993.
92
El problema del subregistro ha sido una preocupación no sólo en los países subdesarrollados, sino
también en los desarrollados. cfr. Sundarí y Berer (1988).
93
Con entrevista a un solo informante.
94
Los criterios que nos guiaron para considerar un caso como materno fueron los siguientes: 1)
Confirmación del embarazo por más de una persona. 2) Cuadro Clínico. 3) Periodo de riesgo: desde que
la mujer se declara embarazada, lo que ocurre habitualmente durante el primer trimestre de gestación,
hasta 45 días después del parto.
120
Cuadro 24
Muertes maternas no consideradas como maternas en acta de defunción 1988-1993
Localidad Periodo defunción Causa Prob. edad causa en acta
Puebla Embarazo infec.asociada 21 Calentura
La Libertad Embarazo infec.asociada 22 Calentura
Yutucum Posparto infec.puerperal 28 Alteración
*
Yutucum Posparto infec.puerperal 27 no hubo acta
Yabteclum Posparto infec.puerperal 21 Calentura
Yabteclum 1er trim. Embarazo ectóp. 25 Diarrea
Yabteclum Parto Placenta previa 25 Diarrea/vómito
Polhó parto prematuro Hemorragia 38 Gastroenteritis
B. Domínguez Parto Aborto 35 Disentería
Fuente: Elaboración nuestra a partir de actas de defunción de la Oficialía del Registro Civil de Chenalhó.
Cuadro 25
Razón de Muerte Materna para los trienios de 1988-1990 y
1991-1993
**
RMM* Año Acta de Trabajo de Nacidos vivos
defunción campo
5.87 1988 1 2 1008
20.54 1989 0 4 1018
1990 1 1 1381
1991 1 4 1299
21.84 1992 4 4 1389
31.56 1993 4 5 1431
TOTAL 11 20 7526
Fuente: Elaboración nuestra a partir del seguimiento de 40 mujeres fallecidas entre 1988-1993 y de las actas
de defunción del Registro Civil en Chenalhó. Subregistro estimado para 1988-1990: 71%, 1991-1993: 33%,
1988-1993: 45%.
95
Suponemos la asociación de muerte materna con la disminución de las mujeres en este grupo de edad,
porque durante el trabajo de campo fue una de las referencias que hicieron distintos habitantes de
diversas comunidades aledañas a Santa Martha. Sin embargo, esta disminución puede tener distintas
causas, como una mala declaración de la edad, sobremortalidad de esa cohorte por una padecimiento
en particular (una epidemia) o migración femenina, esto último poco probable.
122
No obstante, habría que analizar de manera más fina los datos que nos
ofrecen las estadísticas. Llama la atención que la certificación por médicos (56%)
es mayor en los casos de muerte materna que en los producidos por otras causas
(31.6%). Esto indica que a pesar de que un porcentaje muy pequeño de mujeres
busca atención médica en los casos de complicaciones (casi siempre durante el
parto), la búsqueda de atención en la medicina occidental es mayor que en los
casos de muerte en general. De hecho, si analizamos el seguimiento de los casos
de muerte de mujeres, de las cuatro (entre 40) que solicitaron atención médica,
tres tenían problemas relacionados con la maternidad. Esto sugiere que es
durante la maternidad que la familia o el esposo procuran un mayor cuidado, y que
quizá es uno de los procesos con mayor tendencia a la medicalización. Esto
adquiere un mayor significado si tomamos en cuenta las prácticas y
123
Para terminar, quisiera dar cuenta de cómo estos datos nos permiten
reconocer la forma en que la población de Los Altos concibe el riesgo y las
causalidad de la muerte materna. Una mayor incidencia de muertes maternas
fueron declaradas durante el parto, evento reportado por la población como la
causa más común de muerte materna y por tanto el riesgo más serio durante la
maternidad. El segundo factor de riesgo en la maternidad declarado durante el
embarazo son las hemorragias, a costa del aborto. Finalmente, en el periodo en
que prácticamente no hay muertes declaradas es en el postparto, pues como
veremos más adelante (capítulo IX), se considera que es de solamente tres días el
periodo de riesgo después del parto. Las diferencias en las concepciones de los
riesgos y de las causas de muerte entre las prácticas y representaciones
indígenas y entre las prácticas y representaciones de la práctica médica occidental
se ven reflejadas en el tipo de subregistro que se manifestó en el seguimiento de
los cuarenta casos.
124
Segunda Parte
Las muertes
Capítulo IV
La salud que se va
La historia de María 96, que murió durante el embarazo97
María murió a la edad de 25 años. De las mujeres indígenas que he
conocido en mis 15 años en Chiapas, María fue quien más reflejaba fortaleza y
disfrute de la vida. Murió durante los días de asueto de la celebración de
Todosantos, sin atención médica, a pesar de que era promotora de salud y
convivía todos los días con dos médicas y un médico de una organización que
reivindicaba el derecho a la salud.
96
La reconstrucción de esta historia está basada en entrevistas realizadas en tres municipios, en cuatro
lugares distintos, a las siguientes personas: suegra, colectiva (hermana y madre), amigo del esposo,
amigo y compañero de trabajo, y amiga.
97
Por embarazo entendemos el periodo de la reproducción que se inicia con la fecundación del óvulo por
el espermatozoide y termina con el inicio del primer periodo del trabajo de parto. Tiene una duración
promedio de 40 semanas.
126
98
Así se refieren los chenalheros al hecho de que dos personas tengan relaciones íntimas.
127
María tuvo su primer hijo a los 17 y en los últimos años había tratado
infructuosamente de embarazarse nuevamente. Acudió con médicos y parteras
buscando un tratamiento que le permitiera conseguirlo. Un antecedente importante
en su vida reproductiva es que en una ocasión había sido obligada por su esposo
a tener relaciones sexuales, estando José enfermo de gonorrea enfermedad que,
según María, padeció en dos ocasiones.
María permaneció casada con José por más de nueve años y tenían un hijo
de ocho. Desde el inicio de la relación, José, por su trabajo de maestro,
permanecía por lo menos dos semanas al mes alejado de ella. Alquilaban un
cuarto en San Cristóbal de Las Casas, en una casa que compartían con otros
chenalheros que venían de vez en cuando a la ciudad. Por su parte, María
siempre trabajó como promotora. Cuando laboró en la clínica de Yav jteclum vivió
con su suegra, y posteriormente ingresó a una organización no gubernamental en
San Cristóbal, desempeñándose como traductora. Su salario le permitía ser
económicamente independiente de José, quien le permitía trabajar siempre y
cuando su hijo la acompañara permanentemente. Esto explica que Manuel, a los
ocho años, no hubiera jamás asistido a la escuela y no supiera leer ni escribir,
siendo hijo de un maestro y de una promotora.
Durante las fiestas, tanto José como María visitaban a sus padres. La
familia de María residía en un poblado chamula a pocos kilómetros de San
Cristóbal, pero ella sentía un aprecio especial por su suegra a quien visitaba con
más asiduidad que a su propia familia. Cuando María murió solamente había un
camión que realizaba la ruta de San Cristóbal a Yav jteclum, resultando el
transporte particular muy costoso.
Morir en Todosantos
La suegra
Sí. Aquí murió. En ese cerro está su casa, allá está su casa. Mi casa
estaba también allá nomasito, nada más que ya me cambié, ahora ya
estoy viviendo aquí.
De por sí estaba enferma, nada más que estaba aguantando en el
trabajo. Antes de que entrara a trabajar no estaba enferma, como que
encontró la enfermedad trabajando. Nada más aguantaba el dolor de
estómago en el trabajo. Siempre le dolía el estómago.
Parece que cuando empezó a trabajar empezó a enfermarse. Se
resbaló en el río o en el agua. Así empezó su enfermedad, nada más
porque se resbaló en el agua.
También se le paró su mes, nunca me dijo nada. A lo mejor tenía pena
conmigo, le daba vergüenza, pero lo supe porque mi hijo me dijo: a mi
mujer se le paró su regla, pero ya tiene tres meses, no sé qué tiene.
Eso fue lo que me dijo mi hijo. Así lo supe porque ella no me platicó
nada.
Como a estas horas, me dijo: buenas tardes, suegra. Con su idioma de
ella, como hablan en Chamula. Me dijo ella: te venimos a ver. Y yo le
contesté: qué bueno que vinieron, ¿van a comer? Creo que tenía
muchas ganas de comer pollo; como estaba enferma se le antojó,
porque me dijo: ojalá y tuvieras animales, suegra. Se me antojó un
pollo, comiéramos pollo, tengo ganas de comer un pollo. Yo le contesté:
no hay ni uno pues, ni un animal hay. Entonces dijo: no te preocupes,
mañana vamos a ir a buscar, a ver dónde encontramos. Y como ahorita,
en ese tiempo estaba bien bonita la punta de chayote, les ofrecí: si
quieren punta de chayote, sí hay. Fui a cortar las puntas, las puse a
cocer, les eché tomate, les eché cilantro. Después de que se coció
fuimos a comer todos, y María dijo: ¡este es el pollo que quería, parece
que esto está más sabroso! Y empezó a revolver las puntas de chayote
con el frijol.
Yo creo que fue la comida lo que le hizo mal, porque terminando de
comer le empezó a doler el estómago, y yo le preguntaba: ¿será que se
te inflamó el estómago, te hizo mal la verdura?, dijo que no. Pero
cuando le toqué su estómago estaba bien duro. Siento que tengo una
bola y que se me está tapando el corazón, me dijo.
Le dolía su estómago y se le tapaba el corazón. Sentía que tenía una
bola. Cuando nos dormimos -eran como las doce de la noche o la una
de la mañana- oía que se quejaba y se quejaba. Yo le fui a preguntar:
¿qué cosa tienes María? Parece que no te has dormido, ¿no será que
te hizo mal la verdura y te inflamó el estómago? Ella me contestó: no,
129
buscarle el curandero y no nos dijo nada, sólo nos dijo: sí, está bien,
está circulando bien la sangre. No dijo nada, no lo sabe sentir, no lo
sabe ver, porque nada más pulsa, nada más siente la sangre. Creo que
no lo sabe porque nunca nos dijo nada de qué enfermedad tenía. Y nos
hicimos tontos porque ya no sabíamos qué hacer, y fue bien rápido, por
eso no la llevamos.
Yo no sé si cura bien ese curandero, yo sólo sé que es curandero. Le
reclamamos: ¿por qué no nos dijiste que ya no estaba bien, que ya no
servía su mano? Y nos dijo que sí servía, que sí circulaba bien la
sangre, que sí estaba bien. Nosotros todavía fuimos a Yav jteclum a
preguntar por medicina, a comprar medicina. Pero ya no se la pudimos
dar porque se mordió su boca y ya no la pudo tomar.
Si hubiera tardado un poquito sí la hubiéramos sacado rápido, la
hubiéramos llevado a Jovel, pero como no tardó ya no hicimos nada.
Fue rápido, eran las cinco o seis de la mañana cuando ya ni sentía que
tenía alma.
Ya sentía que no tenía alma cuando fui a buscar a sus papás. Si se
hubiera tardado un poquito la hubiera llevado a Jovel, como no tardó
nada no la llevamos a ningún lado. Así fue, ya no hicimos nada pues se
murió. No sabíamos qué hacer cuando murió porque estábamos muy
tristes. Mi hijo dijo que se enterrara aquí; yo también, porque antes de
morir dijo: si me muero aquí me tienen que enterrar, no me vayan a
llevar a donde vivo. Sus papás no respetaron su decisión: ¡vamos a
llevarla!, dijeron, y la tuvimos que ir a enterrar allá en Chamula, en
donde nació. La llevaron rápido porque el marido de una de sus
hermanas tiene un hermano con carro, la llevaron rápido.
La hermana
Nos pusimos muy tristes, muy tristes. Muy tristes nos pusimos porque
cuando se murió María, a los cuatro meses murió mi papá, y fue peor la
tristeza. No sabemos qué paso, por qué es que murió María y a los
cuatro meses mi papá. Hace dos años todavía nos desesperábamos
por María porque pensábamos que estaba en su casa de su marido;
pensábamos que estaba allá donde vive José. Pensábamos eso, nos lo
imaginábamos, como que no queríamos aceptar que María ya estaba
muerta, pero como ya salieron tres años, pues ahorita ya estamos más
tranquilos, como que ya nos estamos olvidando. Cuando apenas pasó
una semana, dos semanas, tres semanas, un mes, pensábamos que
estaba en la casa del José. Pensábamos que estaba en la casa de su
marido y nada más decíamos: pues María va a venir, pero no, ya
estaba muerta.
Sólo Dios sabe. Sólo nuestro Padre sabe qué pasó, porque nosotros no
sabemos. Sólo sabemos que a lo mejor la mató ese señor, porque le
pegaba mucho, la golpeaba mucho. Por eso es que pensamos que si
131
100
Para el análisis utilicé cinco testimonios; no todos pueden tener el mismo peso. Uno de ellos (el de la
suegra) describe la forma en que sucedió la muerte. Los otros cuatro señalan los antecedentes y la
forma en que María se relacionaba con sus amigos, su familia y su marido, lo que fundamenta sus
interpretaciones acerca de su muerte. De estos cuatro, tres coinciden en atribuir la muerte a la violencia
ejercida contra María.
137
101
Para mayor información sobre el papel de los maestros en el contexto indígena, confrontar Arias,1975;
Pineda,1995.
139
102
Consideramos que el poder es un concepto relacional; una persona que es poderosa en un contexto
puede no serlo en otro.
141
casa y refugiarse, con su amiga Margarita, en otro barrio. Esto de ninguna manera
persuadió a José de convertirse en la pesadilla de María, generando en la amiga
una sensación de impotencia tal que renunció a su defensa y propició el que María
regresara con el marido. Estos hechos han llevado a Margarita al convencimiento
de que la muerte de María fue un asesinato; dice ser j’ilol y que lo sabe, y describe
con detalle la forma en que ocurrió el homicidio, y los celos del marido por el
hecho de que María tendría un hijo de otro hombre, lo que le echa en cara su
propia infertilidad y la infidelidad de su mujer desde el inicio de su relación. La
hermana y el amante consideran también el homicidio como la causa de su
muerte, aunque hay que recordar que ninguno de ellos estuvo presente durante la
enfermedad y el deceso de María.
Las entrevistas nos revelaron también las redes de apoyo que construyen
entre sí las mujeres indígenas que migran. María, de Chamula y Margarita, de
Chenalhó han salido de su paraje, han abandonado al marido o viven solas, han
trabajado y son autosuficientes, rompiendo con los patrones de conducta
esperados entre las mujeres indígenas. Sin embargo, las redes que María
construyó, eran frágiles e inefectivas fuera de la ciudad. Sus compañeros de
trabajo estaban demasiado preocupados por obtener de ella una ganancia sexual
y no serían ellos quienes enfrentaran a José; el padre era viejo y enfermo e
incapaz de oponerse al yerno, y Margarita, por su condición de mujer, se sintió
incapaz de defenderla y decidió dejarla. Al parece tuvieron miedo y no pudieron
encarar a José en ese momento, o posiblemente pensaron que dada la conducta
de María una situación así era predecible.
La familia y sus amigos estaban enterados de que María tenía dos meses
de embarazo y describen su apariencia como saludable y feliz tres días antes de
morir. Se sorprendieron con la muerte y la atribuyeron a la violencia en la que se
daba su relación de pareja, sobre todo por el antecedente de maltrato doméstico
asociado a los accesos de celos de José y justificados en los rumores sobre su
infidelidad. Existen contradicciones acerca del momento en que consideraron que
la muerte podía haber sido un homicidio. Dicen que desde el inicio pensaron que
había sido asesinada, pero que hasta después del sepelio se les ocurrió que
debían haber llamado al juez.
Para Margarita, hubo una incapacidad por parte de la familia para identificar
la verdadera causa de la muerte de María, lo que atribuye a su condición étnica.
144
Toma de decisión
Este relato muestra la relación que María tenía con la medicina occidental y
con el sistema médico indígena. María utilizaba las dos opciones de atención en
forma alterna; había prometido llevar a su padre a Tuxtla, posiblemente a que lo
viera un especialista, pero también lo había llevado recientemente con un
curandero. El tratamiento había resultado costoso e ineficaz. María buscaba
distintas opciones para curarse; su salud le importaba y realmente siempre se
cuidó. ¿Qué ocurrió en el momento de su enfermedad que le impidió acceder a
otra opción?
se percata de que no puede hacer nada, pero dice que la paciente está bien,
propiciando el que la suegra también se aparte de la enferma. Aunque después es
evidente que María estaba prácticamente agonizante, cuando muere, la suegra
manifiesta su inconformidad con los servicios del j'ilol, llegando hasta reclamarle.
Capítulo V
La familia de Juana
La familia de Juana es de origen Chamula, sin embargo se sienten
chenalheros. Su madre se casó en dos ocasiones y en las dos fue pedida de
acuerdo a la norma tradicional; enviudó en su primer matrimonio al ser asesinado
su marido cuando ya tenía tres hijos, casándose después con un viudo con quien
tuvo un hijo y a Juana, la menor (c’ox). El padre de Juana era un hombre
alcohólico y violento a grado tal que sus hijastros, al crecer, huyeron de su casa y
fueron a vivir con sus tíos. Su madre nos contó que cuando sus hijos abandonaron
la casa se sintió aliviada, pues temía que su esposo abusara sexualmente de la
hija mayor. Cuando el hombre murió, ésta volvió al hogar y prácticamente jugó el
papel de segunda madre para Juana.
Esta familia es muy pobre; la madre posee un terreno muy pequeño que es
explotado por ella y sus hijos y para completar sus ingresos ofrecen sus servicios
como trabajadores en las milpas de sus vecinos, aunque también se dedican al
comercio de alimentos, animales y artesanías.
103
Entrevistas realizadas en la cabecera municipal: colectiva (madre y hermana), partera, promotor y
amiga.
151
104
Es un pueblo perteneciente al municipio de Chenalhó cuyos habitantes no se consideran pedranos, sino
marteños. Santa Martha, hasta el siglo XIX, tenía la categoría de municipio y pertenecía a Chamula.
Aunque actualmente es parte del municipio de Chenalhó, conserva una estructura organizativa basada
en autoridades tradicionales y federales. Por ejemplo, en Santa Martha, a diferencia de la cabecera,
persiste la figura de Cobertnarol (Gobernador). El poblado tiene aproximadamente 2 400 habitantes y es
considerado el centro ceremonial de otros 23 parajes. La fiesta principal es la de su patrona, Santa
Martha, que se realiza del 27 al 29 de julio.
152
poco, se ve muy feo que andes atrás de tu marido. Vas a ver, después
vas a sentirte mal porque estás embarazada, se va a descomponer tu
embarazo y te va a salir caro. Mejor quédate, que se vaya solito a su
casa, estás caminando en un camino muy feo, muy subido, mejor
quédate, le decía yo. Entonces me contestaba: es que mi marido no me
quiere dejar y siempre quiere que yo esté con él, por eso me voy a ir.
Además, no muy quiero quedarme solita, ya me hallé con él, estoy
feliz... nunca me obedeció. Y así estuvo durante sus nueve meses,
viniendo a mi casa y caminando a la de ellos.
Le empezó el dolor allá en la casa de su marido, y así se vino
aguantando hasta que llegó a mi casa, como a las dos o tres de la
tarde. Ya no muy me acuerdo. Yo estaba en la milpa, vino su marido y
me dijo: te vine a llevar, hermana mayor, para que vayamos a ver a mi
mujer porque ya le empezó el dolor del parto. Dejé mi trabajo y nos
fuimos rápido. Cuando llegué a mi casa estaba ahí, sentada en una silla
en el patio. Le pregunté: ¿cómo estás?, ¿estás enferma? - Sí, me
contestó, - ¿qué es?, ¿es ya tu embarazo, ¿ya sientes que es? - Pues
parece, como no muy sé como es el dolor, pero parece, porque me está
doliendo cada rato, me contestó. Si ya sientes el dolor más fuerte mejor
hay que ir a traer a la partera para que no suceda algo malo, le dije.
La partera se vino luego cuando fuimos a traerla. Vino a verla, llegó a
tocarla y dijo que ya era su mero parto, que ya estaba abajo, que ya se
iba a aliviar. La partera se quedó cuidándola, siguiendo sus dolores,
pero no nació el mismo día sino hasta el siguiente. La Juana pasó toda
la noche con su dolor; a las cuatro de la mañana me despertó: hermana
mayor, levántate. - ¿Estás bien? le pregunté. Siento igual, no se ha
arreciado el dolor, lo siento pero no tanto, me contestó. Hermanita, si no
puedes aliviarte mejor preparo tu ropa y te llevo con el Vicente Comate,
a ver si te puede dar alguna medicina o te puede mandar al hospital,
porque aquí no vas a poder. A ver si llegas hasta el centro, ojalá no te
pase algo en el camino, ¿qué tal que te mato?
La partera seguía ahí sentada, como al principio. Cuando la fui a llamar
yo le había dicho: si tú no puedes la voy a llevar al doctor. Nos
dormimos así planeadas. Si no amanecía nacido el bebé, al otro día me
la iba a llevar. Como no nació en la noche, ni a las cuatro o cinco de la
mañana nos fuimos como ya teníamos el plan.
Rumbo a la casa de Vicente pasamos por la de mi hermano Agustín. La
Juana se metió, no nos avisó nada y se metió en la casa de mi
hermano. Yo le dije: ¡Ay, muchacha! ¿Qué es lo que estás haciendo?,
¿caso es aquí la casa del doctor? Venimos al doctor, no a visitar a mi
hermano, ¡apúrate! - Cállense, váyanse, yo quiero pasar a ver a mi
hermano, nos contestó, y se metió a la casa del Agustín. Yo le dije:
mejor apúrate, vamos a casa de don Vicente.
154
pero yo creo que así es de por sí, me dijo ella. Sí. Así es siempre. Se
queda uno con el dolor porque te lastimas... ¿Vas a acostarte? - Creo
que sí, me contestó. Fui a buscar unas tablas para hacer su cama, para
que no durmiera en el piso. Estaba sentada donde se alivió, más bien
estaba hincada. Su marido la tenía agarrada.
Cuando regresé de buscar las tablas, el marido le decía a la Juana:
¿Qué estás haciendo?, ¿qué te está pasando? ¡Se está durmiendo mi
mujer! La fui a agarrar y cuando la toqué empezó a sudar, se empezó a
poner pálida, pálida, pálida, como que su cara ya estaba de muerta.
¡¿Qué está pasando?! grité. La agarramos, la acostamos ahí en el
suelo. Le metí mi dedo en la boca de su estómago para ver si era la
alteración que le subía y la llevamos rápido a una cama: La teníamos
abrazada y ella como que todavía sentía. Me dijo: no aplastes mi
estómago porque me duele mucho, no me lo aplasten. Entonces no
sabíamos qué hacerle, yo le estaba aplastando su estómago y así se
murió. Estaba bien fuerte y se murió; la vi cómo se fue, cómo ya no
respiraba. La vi cómo empezó a mover sus manos, sus pies, y así la
tenía en mi brazo y en el brazo de su marido. Así la perdimos, la
estábamos cuidando y no sabíamos qué hacer.
Cuando estaba hincada todavía, mandamos una comisión para que
rápido fuera a buscar al Vicente. Cuando vimos que estaba pálida y que
estaba sudando lo fueron a traer, pero cuando llegó ya no respiraba. Ya
estaba fría. No aguantó nada, murió muy rápido. Casi así como cuando
matas un pollo; un ratito está caminando y así fue con ella. En un ratito
vivía, estaba allí hablando, hincada, pidiendo su agua y su posol. Al rato
ya estaba muerta, fría. Así fue como se murió, como una gallina, así
fue.
Me sentí muy mal. Empecé a llorar: ¡ay, c’ox!, ¿por qué hiciste así?, te
dije que no te casaras. No más me estás poniendo triste. Ella era mi
compañía cuando iba a traer mi leña, cuando iba a trabajar.
Trabajábamos juntas, íbamos al mercado juntas, hacíamos juntas las
cosas, y era la única. No tengo otra compañía, por eso me sentí muy
mal... y lloré.
La Juana murió de hemorragia, dijo el Vicente; pero no sé si es cierto,
porque no vimos tanta, pero él dijo que se murió de hemorragia, porque
le pasó muchísima sangre. Ella ya lo sentía cuando estaba hincada,
porque me dijo: hermana mayor, me cuidas a mi bebé, quiérelo mucho.
Yo le contesté ¿cómo lo voy a cuidar a ese niño si te está matando? Le
contesté mal; ya no le contesté bien porque estaba yo muy triste, y así
le dije. No iba yo a cuidar al bebé porque él tenía la culpa de lo que
pasaba.
Lo desprecié, ¿qué podemos decir cuando se acaba de morir la mamá
y el bebé vive? Se siente mal, por eso así pensé y así desprecié a la
156
105
Consultar capítulo IX
158
106
Ya que el saber de los médicos indígenas se adquiere a través del sueño, por mandato divino, el recibir
un curso de capacitación puede implicar desconocimiento, ignorancia y sobre todo la carencia del Don.
159
107
Para una discusión sobre el término de empoderamiento (cfr. Tarres, Maria Luisa, 1997)
160
108
La desproporción céfalo pélvica sucede cuando la cabeza del bebé es mayor a la abertura de alguno de
los cuatro planos de la pelvis.
161
109
Ve’um Pale, significa: donde se sentó a comer el cura, llamado así desde que en una ocasión un
sacerdote tuvo el gesto, poco común, de sentarse a comer en este lugar. Anteriormente conocido como
Tercera Fracción de Yav jteclum, Ve’um Pale se encuentra en la segunda tijera del camino que lleva a la
Colonia Puebla, tomando a la izquierda el camino que conduce a La Libertad. En Ve'um Pale habitan 73
hombres adultos que pueden considerarse como jefes de familia. Al iniciarse la construcción de la
escuela los hombres convocaron a una reunión para tratar asuntos con la edificación, lo que motivó que
surgieran una serie de rumores -en Yav jteclum-, en el sentido de que pretendían separarse. Se cuenta
que a los pobladores de la Tercera Fracción les molestó que se estuviera murmurando, por lo que
cuando el agente municipal de Yav jteclum los citó para preparar la celebración del día de muertos,
decidieron no asistir a la junta decretando su separación como colonia independiente.
110
Para este caso se realizaron cinco entrevistas: al primo del viudo, a la hermana y al hermano de la
difunta, al esposo y a la partera. También se consideró para el análisis una entrevista colectiva realizada
en el Centro de salud más cercano al lugar en que ocurrió la muerte.
164
único poder familiar. Tiene fama de ser un hombre que "controla" a sus hermanas,
la menor de las cuales se ha casado ya con el viudo de Juana.
Ninguno de los hijos de la difunta asiste a la escuela. Una gran parte de las
familias tradicionalistas prefieren no enviar a los niños a la escuela, de esta
manera, según ellos, escapan al control del Estado sobre los hijos. De acuerdo al
decir del hermano, las mujeres no tienen derecho a la educación pues su deber
es el de trabajar, siendo una de sus funciones principales el ser compañía de las
mujeres mayores. Aunque la hermana de Juana dice que le hubiera gustado asistir
a la escuela, no permite que su sobrina lo haga porque es su compañía y debe
trabajar. Así, en esta familia los hijos varones del hermano son los únicos que
reciben educación escolar y la asignación de tareas por género es muy evidente;
las mujeres, además de hacer los deberes del hogar, trabajan en el campo
utilizando herramientas como el machete desde muy pequeñas.
Las mujeres, aparte de trabajar más, parecen tener más resistencia pues
Juana superaba mejor que él las enfermedades. Mientras que Armando tiene que
ser atendido rápidamente cuando cae enfermo pues no aguanta la enfermedad y
va a buscar al j'ilol, Juana no necesitaba casi nunca ayuda alguna para aliviarse.
Su primo
Las mujeres buenas, las mujeres vivas se mueren rápido...así es de por
sí.
Aunque afirman que la llevamos a Jovel, su llegada al hospital fue más bien
fortuita, determinada por la decisión del médico más que de ellos mismos.
Finalmente el embarazo se resolvió por parto normal y salió en forma voluntaria 112
del hospital. Esta experiencia, que podría parecer afortunada, no fue considerada
111
Se refiere al hecho de que ya habían establecido relaciones íntimas.
112
Procedimiento administrativo al que recurren los pacientes cuando desean dejar el hospital,
independientemente del criterio médico.
169
así por ellos e influyó para que, al requerir de atención en su último embarazo
desecharan esta opción.
Juana presentó dos abortos (al chi'ch' 113), casi siempre en el tercer mes de
gestación, que se alternaron con nacimientos de tres niños vivos. Durante el
primer embarazo, como ya se mencionó, una malposición114 motivó que se
trasladara a la ciudad. El segundo embarazo terminó en aborto y fue atendida en
su casa. El tercero tuvo como producto una niña viva que fue recibida por la
partera que atendería a Juana hasta su muerte. Después tendría un segundo
aborto, y de un embarazo subsiguiente otra niña viva. Fue durante su sexto
embarazo que falleció.
Juan Cruz opuso cierta resistencia para atender a la enferma porque sabía
que se trataba de un caso grave que no estaba en posibilidades de resolver, y
cuando finalmente acudió a la casa de Juana le dio medicina, pero ya no aguantó.
113
Sangrado; no hay feto, se considera aborto.
114
Nos referiremos a malposición a todos los defectos de presentación, situación, posición y actitud del
feto. cfr. Pritchar J. A., 1990: 227.
170
Juana prefirió morir que volver al hospital. Si moría era su destino y prefería
que esto ocurriera con su familia, en su casa, que en un lugar extraño. Morir en un
lugar ajeno y no volver a su tierra era su temor principal.
Causalidad y atención
La partera atribuye la enfermedad de Juana al exceso de trabajo. Aunque
para los chenalheros el trabajo es un aspecto valioso en la vida de los hombres,
vivir sólo para trabajar, como lo hace la familia de Juana, es muy nocivo para la
salud. Según el esposo, en la causa de muerte participaron el embarazo y el mal
echado por los enemigos de la familia, que le cortaron vela. Para la hermana, la
enfermedad previa de Juana -el me'vinik116-, empeorada por la carga que
representó su hija más pequeña, a quien debía cargar en la espalda, contribuyó a
su muerte. Este esfuerzo continuo fue lo que le provocó el sangrado, y
posteriormente el deceso.
115
La palabra del fuego se refiere a los rezos de los j’iloletiks, que generalmente se acompañan de
soplidos con alcohol, dadas las características del alcohol se le denomina así.
116
Para mayor información sobre la entidad nosológica del me´vinik durante el embarazo cfr. capítulo IX.
171
Algunas parteras tienen una gran capacidad para detectar riesgos; en dos
de los casos previeron las complicaciones del parto con tiempo suficiente para la
canalización y atención del problema. Esto ilustra su influencia limitada sobre las
decisiones familiares, quizá debida a su papel como mujeres que atienden a
mujeres. Sin embargo, este papel subalterno les permite escapar de la
responsabilidad en los casos de muerte materna en que se ven involucradas. En
la mayoría de las entrevistas realizadas se les exime de cualquier culpabilidad en
relación con la muerte.
Como ya vimos, fue por influencia de un médico caxlán que Juana llegó,
durante su primer embarazo, a un hospital para la atención de su parto. Esta
experiencia, en lugar de reforzar en la familia la confianza en la atención
institucional, los llevó a la cancelación de esta opción. El cuidado de un paciente
en el ámbito indígena no tiene el mismo significado que en la medicina
hegemónica. El beneficio no se mide solamente en términos de la resolución de la
enfermedad, sino que el cuidado tiene que ser integral e involucra tanto al tipo de
alimentación y el respeto de la dignidad de la persona como a la resolución del
problema. Algunos de estos elementos no son considerados en la práctica médica
hegemónica, y si para las mujeres mestizas algunas prácticas son agresivas y
violatorias de la dignidad, para las mujeres indígenas resultan intolerables. Por
ello, Juana prefirió encontrar su destino y morir en su espacio, rodeada del
cuidado familiar, que volver al ambiente hospitalario que no le había ofrecido,
desde su perspectiva, una alternativa satisfactoria para su cuidado.
considerada. Este caso sugiere también que las opiniones o consejos de los
prestadores de servicios de salud no siempre son tomados en cuenta de la misma
manera. Cuando el traslado de Juana al hospital, parece que la toma de decisión y
el traslado mismo los realizó el médico, por la relación de poder que suele
establecerse entre población indígena y mestiza. En el episodio de su enfermedad
final la partera advirtió la necesidad de trasladarla o de buscar otra opción de
atención, pero sus sugerencias no se tomaron en cuenta, lo que pone de relieve
que la adscripción étnica y genérica es fundamental para el impacto sobre la toma
de decisiones.
117
La síntesis de esta historia esta basada en entrevistas realizadas en dos municipios y a las siguientes
personas: esposo, colectiva (madre y padre y después esposo) amiga de la familia y amigo de la
familia.
118
Para llegar a Ch'imtic se toma un camino a la derecha yendo de la cabecera a Yav jteclum. El camino
que lleva a Ch' ichilton (que significa piedras pequeñas y abundantes) es la parada de donde partía un
camino de herradura hacia Ch'imtic; actualmente existe una carretera que llega a orilla del pueblo.
Cuando realizamos el trabajo de campo, había que caminar alrededor de 60 minutos para llegar.
177
dice que es un hombre muy malo, Salomón, hermano de Eloida, siente admiración
por él pues tiene el don de la palabra y de la argumentación, habla alto y provoca
miedo y respeto. Este miedo responde a su capacidad para amenazar y enojarse,
más que de actuar; de cualquier manera se le tiene por muy listo. Es el único
hombre del pueblo que recibe un salario mensual (de $175.00) pero no es
considerado un hombre rico a pesar de que en los años recientes haya acumulado
algo de dinero y posea 2000 plantas de café.
Aunque Juana veía con frecuencia a sus padres el apoyo que recibía de
ellos era muy limitado. Además de cumplir con sus labores domésticas trabajaba
en su hortaliza y vendía sus productos, pero al parecer Miguel no solamente le
controlaba la comida y el dinero; el trato que recibía de su parte era muy
negligente en todo sentido.
119
Con este término se denomina a la muerte fetal que ocurre en el periodo comprendido entre la semana
20 del embarazo y la terminación del mismo con el parto. Cuando se desconoce la edad gestacional se
toma como base el peso, el cual debe ser mayor de 500 grs. cfr. Núñez,1995:513.
179
Mi hija se enfermó una mañana. Así, muy temprano. Ese día iba yo a
trabajar y me vino a traer mi yerno. Me dijo: ¿adónde vas? Voy a ir a
trabajar, contesté. Y entonces me dice: se puso grave tu hija, se
enfermó. Parece que empezó su dolor y quiero que hagas favor de ir a
verla. Yo le dije que sí, y allí nomás regresé en el camino y me fui a su
casa. Como vivían allá arriba pues allá me fui. Llegando le pregunté a
mi hija: ¿qué tienes? Parece que tengo dolores, me siento mal, contestó
¿Tu dolor es muy seguido? No, tarda mucho cada dolor. Yo la vi mal,
porque me di cuenta que pura sangre le estaba saliendo. Y ella lo dijo:
pura sangre me está saliendo, quién sabe qué está pasando, quién
sabe por qué me hace así. Le dije que era un sangrado feo. Poquito
sangrado salía y se pasaba; tardaba mucho el dolor del niño, tardaba
bastante. No era de cada ratito, sino que tardaba.
Mi yerno me dijo: ¡Ah!, parece que su dolor está tardando todavía,
entonces voy a ir a traer mi leña. Nosotras le contestamos: vete pues,
ve a traer tu leña -porque estaba la partera también con nosotras-, yo
voy a esperar cómo van a seguir los dolores... yo voy a ver. Como salía
tan poquito el sangrado pensé: se me hace que es un aborto, es el al
ch'ich. Parecía un aborto, como si no hubiera llegado el mes de la
criatura, pues.
Cuando tenía tres meses fue a ver un doctor; se fue a dar a revisar y
hasta le inyectaron. Le dijeron que era criatura que era embarazo, es
embarazo lo que tienes, le dijeron y que llevaba tres meses. Cuando la
inyectaron le dijeron: así quiso nuestro padre, nuestro Dios. Estás
embarazada es una criatura. Ya cuando estaba aquí, después de nueve
meses, fue puro sangrado. Sí, el sangrado fue de una vez, muy feo.
Hasta lo tuvimos que sacar con azadón; tuvimos que arrancar un poco
de tierra del piso para sacar todo el sangrado que salió.
Cuando mi yerno regresó dijo: mmh... parece que no viene pues mi
suegro -mi esposo no había llegado- yo voy a ir a ver mi caballo. Yo le
contesté: voy a mandar a traerlo, voy a avisarle que venga. -Sí, porque
yo voy a ir a ver mi caballo. A ver si avanzan los dolores, y cuando
avancen le voy a echar medicina, voy a ponerle medicina dijo mi yerno,
y así pasó.
Cuando ya eran como las tres o las cuatro de la tarde, mi hija decía:
parece que ya me está doliendo más. ¡Ay!, ¡Ay! se quejaba y a cada
ratito ya le daba el dolor. Entonces yo le dije: ¡dale más fuerza! y la
partera trajo su trapo. Pusimos el trapo por si nacía; nosotras la
teníamos jalando, cargando pues, jalando, como es el costumbre aquí
cuando nace la criatura. Cuando nos dimos cuenta, que viene la
sangre; abrió la sangre, así bastante y dijo la partera: pero si no es
criatura. No hay nada, ¿qué cosa es pues? No es criatura esto. Y yo ahí
sorprendida, porque pues era pura sangre.
180
mala mi hija, se puso muy débil. Por su parte, la parturienta percibió su muerte
cercana e intentó poner en regla sus asuntos refiriéndose a lo que era quizá su
única pertenencia: ¿sabes qué? tengo un tejido, tengo un tejido que mandé hacer;
pídanmelo porque me voy a morir, me voy a morir.
Cuando Juana murió, Miguel señaló a todas las presentes que lo que acaba
de ocurrir es un delito: Tenemos que ponernos de acuerdo todos los que hemos
estado aquí, para no decir que había una criatura adentro de Juana; vamos a decir
que sólo había sangre. Si alguien dice otra cosa yo la voy a meter a la cárcel,
porque esto es un delito.
120
Solamente una de las familias, la mayoría de cuyos integrantes ha migrado a SCLC, acostumbra sacar
a los enfermos crónicos, pero no existe el antecedente de que una parturienta haya sido trasladada.
182
es objeto dan cuenta de ello. Aunque es una mujer que cumple a cabalidad las
normas que le impone la comunidad, pues es objeto de matrimonio, observa las
conductas prescritas dentro de éste y adopta una estoica actitud para no causar
problemas a los demás, no se libra de la violencia. Aunque ésta asuma
características especiales y sea más sutil, no por menos estridente resulta menos
agresiva y perniciosa.
La madre tiene una actitud muy distinta hacia Miguel, y es sólo a través de
su descripción de la conducta de aquel ante la gravedad de su esposa que
identificamos que para el marido la vida de Juana no tenía mucho valor: no estaba
en su mano salvarla, porque si Dios lo quiere te salvas y si Dios lo quiere te
mueres. Según ella, Miguel no la maltrataba y a diferencia de Eloida, no reconoce
a la negligencia como una forma de maltrato. Las limitaciones de la madre para
proteger a su hija podrían explicarse de ser cierta la relación incestuosa entre
Juana y su padre. De hecho, cuando la hija le informa que su hijo ha muerto en su
vientre le da un consejo, pero no asume ninguna responsabilidad respecto a
Juana.
A los dos meses de la muerte de Juana, Miguel tomó otra mujer sin
importarle si los padres de su nueva esposa estaban de acuerdo pues
previamente había tratado de unirse con la hermana menor de Juana, lo cual no
fue aceptado ni por ella ni por la familia. Así, el discurso de que Miguel era un
buen marido no se ve respaldado por la reacción familiar ante sus pretensiones.
Su nuevo matrimonio, a sólo dos meses de muerta su mujer, confirma al resto de
la comunidad su desapego por Juana. El hombre argumenta que su nuevo
matrimonio responde a la necesidad de resolver el cuidado de sus hijos, el cual
asume en su totalidad al morir Juana. Para él, las mujeres tienen una función muy
clara en las comunidades: el cuidado del marido y de los hijos, y es en este
sentido que deben ser seleccionadas para el matrimonio. Las jóvenes son las
mejores, porque generalmente no ofrecen resistencia a los deseos del marido;
como no tienen un criterio formado casi nunca ponen en duda las decisiones del
esposo. En cambio, las viudas o las ya mayores, además de que pueden ser una
carga por sus condiciones de salud, ya tienen una referencia de lo que puede ser
un marido y suelen abandonar con mayor frecuencia a sus parejas. La facilidad
con que un hombre puede suplir a su pareja, y la posibilidad de conseguir parejas
jóvenes, más saludables, contribuyen de alguna manera a explicar el poco
cuidado que algunos hombres dispensan a sus mujeres.
Desde que murió Juana, Miguel está temeroso pues piensa que puede ser
acusado de homicidio por negligencia. Al tener conocimientos de los riesgos de un
embarazo complicado y las posibles opciones para su solución, y contar con la red
de apoyo de IMSS-Solidaridad, el haber asumido una actitud pasiva tiene otra
connotación. Esto nos revela que Miguel ha interiorizado el discurso institucional;
no lo pone en práctica, pero se lo ha apropiado y marca sus acciones después de
la muerte de la esposa. Lo dice claramente: hemos cometido un delito. Para las
mujeres, las cuñadas, la hermana, el padre y las amigas de Juana este discurso
no tiene ningún sentido; su comportamiento estuvo guiado por lo que se debe
hacer en estos casos en el contexto de Ch’imtic. Los observadores externos
piensan que Miguel se siente culpable por su indiferencia durante el desarrollo del
parto y la muerte de su esposa, y no por el hecho de que realmente podía haber
hecho más para salvarla.
pasaron casi ocho horas entre que Juana dijo sentirse mal y el momento de su
muerte.
Para concluir, se puede añadir que la muerte de Juana es una de las que
con mayor facilidad pudo ser evitada pues duró varias horas enferma, lo que
podría haber permitido su traslado; su esposo era parte del Sector Salud y
contaba con la posibilidad de transportar a su esposa a la Clínica Hospital de
Campo, y la partera previno a la familia de que el nacimiento podría complicarse.
Fueron varios los elementos que impidieron la prevención de esta muerte.
En este caso se manifiesta con gran crudeza la poca importancia que tiene
la mujer como individuo, no así como sujeto social. Para el esposo, la presencia
de una mujer en su hogar es necesaria porque es indispensable no solamente
para el cuidado de los hijos, sino del huerto familiar y de la milpa, y para la venta
de sus productos. Todas estas actividades podían ser desarrollados por Juana o
por otra mujer, mientras más joven mejor. Miguel llega al extremo de sugerir que
algunos hombres recurren al homicidio como una forma de librarse de las
esposas. Por tanto, las mujeres en Ch’imtic son reemplazables y en este sentido,
para Miguel, el destino (Dios) era el elemento que decidiría la sobre vivencia o la
muerte de Juana durante el parto, no las medidas de previsión de las
complicaciones.
121
Historia reconstruida a partir del testimonio de una tía.
122
En Taki u’cun, al igual que en lYaxgemel, no se nos permitió entrar para realizar las entrevistas. Esta
entrevista se pudo realizar fuera de la comunidad porque la informante conocía a una de las integrantes
del equipo, por esto la entrevista no tiene la misma profundidad que las otras.
190
No se acordaron de la partera
La tía de Juana
hecho de que para la gente que conoció la relación de la pareja, Juana había
tenido varios embarazos y partos previos, por lo menos tres, y que seguramente
los niños habían sido regalados. Este hecho también nos da pistas para reconocer
que en los lugares como Chenalhó las mujeres en ocasiones ocultan sus
embarazos y sus partos. En otros casos pueden provocarse abortos clandestinos
y solamente es el feto el que aparece en el camino (según el promotor de
Ch’imtic), sin que los pobladores puedan identificar de qué mujer procede.
Capítulo VI
123
Esta historia está basada en entrevistas realizadas en la misma comunidad. Las personas entrevistadas
fueron las siguientes: la madre, hermana; y colectivamente a la suegra, al suegro y al esposo.
197
trabajos de albañilería. La mayoría de los que salen lo hacen con una contratación
previa de dos o tres meses, pero algunos de ellos viajan solos en busca de
trabajo, y solamente unos cuantos permanecen fuera de la colonia por más de un
año. Los que tienen tierra cultivan principalmente maíz y frijol para su propio
consumo y algunos cultivan café para comerciarlo. Las mujeres participan sobre
todo en la cosecha y secado del café y algunas también confeccionan prendas de
vestir para la venta. Este fue el único poblado en el que las mujeres nos
inquirieron acerca de las opciones de trabajo en San Cristóbal, y donde algunas
manifestaron su interés en migrar del lugar.
j’iloletik, a los rezadores y en menor mediada a los jloktor ja' jchiíltic, pero los
adeptos de los otros grupos religiosos prefieren el rezo de los propios pastores de
su grey y la ayuda de los jloktor ja' jchi’ltic, aunque ocasionalmente llegan a
trasladar a sus enfermos a Yav jteclum o a la cabecera de Chenalhó para su
atención. En Puebla hay cuatro parteras que están vinculadas con el jloktor ja'
jchi’ltic, a través de quien se surten de los fármacos que utilizan para la apuración
del parto. La mayoría de ellas desconoce el nombre comercial de estos
medicamentos, pero consideran que saberlo es irrelevante por la forma en que se
da su distribución.
Las familias
Los padres de Marcela, ambos analfabetos, antes tradicionalistas y ahora
católicos, tuvieron diez hijos. Las dos primeras fueron mujeres y como nacieron
muy cercanamente decidieron que la primera fuera criada por una tía del padre.
Marcela, siendo la segunda hija fungió como la hermana mayor. Después de
Marcela sobrevivieron cinco hijos varones que ahora tienen entre 19 y cuatro años
de edad. Dos hijos varones fallecieron de diarrea y una niña murió al nacer.
La madre
La madre
La hermana
La madre
se sintió mal mi hija. Dicen que lloró, así me dijeron. Yo no la vi, estaba
en mi trabajo y no sabía lo que estaba pasando. Cuando le quitaron a
su criatura entonces ella se levantó de su cama; ya no quería estar en
su cama porque ya estaba solita. Cuando regresé de mi trabajo le dije a
mi hija: ¿por qué te levantaste de tu cama?, si no deberías hacer así
hasta que cumplas tus días. Me contestó: sí mamá, me levanté, pero
¿qué voy hacer si ya no tengo hijo?, ¿estar acostada cerca del fuego,
sola, si ya no tengo a mi hijo?. Con eso encontró la enfermedad. Mi hija
pensaba que era broma del marido, que iba a llevar la criatura y estaba
riendo. Cuando lo vio que sí lo llevó su criatura se puso a llorar, se puso
muy triste. Yo salí muy temprano de mi casa y estaban contentos,
estaban buenos, no se estaban peleando. Cuando regresé ya había
problemas. Entonces no sabia yo por qué empezaron a pelear y llevó a
su criatura el hombre. Saber qué es lo que pensó el marido. ¿Sólo
porque quería llevar a su mujer? No sé por qué lo hizo así.
La hermana
Yo creo que le dieron agua de posol, agua clara. Porque leche bien
sabemos que no tiene, le dieron pura agua de posol todo el día. El niño
vive, su suegra de mi difunta hermanita lo crió. Todo el día, cuando se
llevaron su criatura, mi hermanita se fue a dormir en su cama de mi
mamá y puro dormir, todo el día lo hizo. Luego la fui a despertar:
levántate hermanita, vas a comer. Y ya no quería comer, ya sólo le
dolía su estomago y estaba con sueño también. Desde que se llevaron
su criatura ni una tortilla probó; mi mamá le dijo: hija, levántate,
tenemos carne, come carne. Y no quiso levantarse. –Mamá, me duele
mucho el estómago. -¡Ay! hija ¿y qué te puedo hacer?, ¿qué voy hacer
contigo si duele tu estómago? De ahí fue cuando fueron hablar con el
agente, fueron en la agencia, y solita quedé con mi hermanita. Entonces
me decía: aplasta mi estómago, me duele muchísimo, ya no aguanto el
dolor. Ahí le aplastaba yo, pero como yo no sabía cómo hacerlo sólo así
no más le aplastaba. Cuando le aplasté había una bolita chica, como
una pepita de aguacate, pero al momento se creció muy grande, al
momento ya muy grande, ya estaba como una cabeza de bebé, y así
pasó toda la noche y al otro día amaneció muy enferma, ya no
sabíamos qué hacer con ella.
Cuando llegó el marido dijo: ¿qué te pasó?, ¿qué tienes mujer?, pero
hasta el otro día, cuando ya estaba muy enferma. Entonces mi finada
hermanita no contestó a su marido. El vino a abrazarla todavía; la
205
La madre
La hermana
La madre
Pues nadie nos vino a decir que la lleváramos a curar con algún
enfermero, o con algún hospital, o que la sacáramos de aquí de la
comunidad y llevarlo a la ciudad. Así pasó, así estuvo eso, nadie nos
vino acordarlo y si hubiera venido alguien acordarlo estuviera bien pues
yo creo que lo hubiera yo aceptado, pero nadie nos aconsejó.
Marcela fue una jovencita que vivió su corta vida cumpliendo las
responsabilidades del cuidado de la casa y de los hermanos menores, siendo
124
Los tzotziles usan varios nombres. Cuando son pequeños, los extraños no deben saber el verdadero
nombre del niño. Igualmente se cambian el nombre cuando van a pueblos o ciudades mestizas. Al
parecer estas precauciones se toman porque es a través del nombre que alguien puede hacerles
brujería.
125
Este es el único testimonio que hemos conocido que se refiere al estigma del mata mujeres localizado
en las costillas; generalmente se menciona que el destino de estos hombres se encuentra señalado en
la palma de la mano.
208
Por otro lado, esta historia y la que le sigue ponen de manifiesto las formas
de ejercicio del poder de las mujeres al interior de la familia. Este ejercicio es
posible cuando, para un fin común, varias mujeres unen sus esfuerzos y dirigen
sus acciones hacia hombres jóvenes o vulnerables, como Gustavo, hijo adoptivo.
Hay que recordar que Gustavo fue adoptado cuando esta familia no contaba con
un varón propio y que el nacimiento del primer varón de la familia ocurrió 10 años
después. Así, el ejercicio del poder de las mujeres sobre los hombres siempre se
da en circunstancias especiales o aparece como una de las concesiones a las
mujeres de la casa, aunque éstas siempre serán relativas, como lo muestra el
caso VII, de María.
126
En el Hospital Regional de la SSA, de San Cristóbal de Las Casas, existen casos documentados de
rupturas uterinas que fueron diagnosticados e intervenidos quirúrgicamente después de cinco días de
hospitalización, con sobre vivencia de las pacientes ( trabajo de archivo en 1997).
210
Marcela y Gustavo aparecen como jóvenes que respetan tanto los valores
como las normas familiares y comunitarias. Sin embargo, la forma en que se
concierta el matrimonio, las diferencia religiosas entre las familias, y la situación
particular de Gustavo lo colocan en cierta condición de vulnerabilidad. Esto se
aprecia después del parto, cuando el hombre desea volver a su residencia familiar
encontrando la oposición de la esposa, que seguramente se sentía en muy malas
condiciones de salud para trasladarse, y Gustavo recurre a un procedimiento harto
conocido en la región, el de quitar a la esposa el hijo recién nacido para obligarla a
seguirlo a la residencia patrilocal. Aunque la artimaña no funcionó de inmediato,
finalmente consigue que Marcela se traslade a su casa, para morir. A los conflictos
de pareja atribuyen los padres de Marcela la causa de la muerte, mientras que el
abuso cometido por los padres, durante la infancia de Marcela, es visto como la
causa por los padres de Gustavo.
Yav jteclum
María nació y murió en el pueblo de Yav jteclum, que en tzotzil significa
lugar del pueblo. El lugar tiene, de acuerdo al censo de 1990, casi dos mil
habitantes. Si tomamos en cuenta sus tres fracciones resulta el pueblo más
grande de Chenalhó, pero la tercera fracción ha decidido recientemente
separarse. El pueblo cuenta con una escuela primaria, alrededor de cuya cancha
de baloncesto se establece cada semana un mercado, aunque de hecho todos los
días puede uno encontrar puestos en los que se venden frutas o verduras. Hay
varias tiendas que expenden refrescos y algunas mercaderías y en unas cuantas
se puede adquirir comida preparada. Aquí se localiza el centro de trabajo de la
orden de las misioneras del Divino Pastor, como mencionamos en el capítulo II.
127
Entrevistas realizadas en dos municipios diferentes: médica, hermana, patrona, suegra y suegro.
212
Las familias
María murió en 1991, a los 27 años. Para entonces había tenido cinco
embarazos y le sobrevivían tres hijos. Proveniente de una familia muy pobre,
quedó huérfana a los seis años y fue a vivir con su media hermana mayor y su
cuñado, que se habían casado desde antes de su nacimiento. También tenía dos
medios hermanos que han sido alcohólicos y pobres por lo que nunca se ocuparon
de ella. María fue de gran ayuda para su hermana a quien tras nueve embarazos
le sobrevivían siete hijos, todos actualmente adultos. Además de ser su compañía
(jchi' invanej), la ayudaba en los quehaceres de la casa, en el cuidado de los
niños, en el trabajo de la parcela y en la fabricación de ollas de barro.
Ex patrona
Suegra
esto, ayúdame esto. A nadie. Soy la única, por eso sentía muy feo.
Como María no tiene su papá, ni su mamá, mi hija le empezó a hablar,
mi hija mayor le empezó a decir que se casara con mi hijo. Yo creo que
también ahí lo creyó y entonces lo aceptó. De ahí le sacaron donde
trabajaba ella y después, cuando ya estaba aquí con nosotras le fuimos
a hablar a mi hijo, así fue como la tuvimos. (suegra, 60 años)
María vivió con su suegra casi siete años, durante los cuales trabajó tan
intensamente que su salud se vio quebrantada. Durante su vida inicial de casada
convivió esporádicamente con Juan, porque él aún estaba estudiando para
maestro en la cabecera de Chenalhó, y después trabajó en una escuela de otro
poblado. Así, los lazos de convivencia más estrechos de María estaban con su
familia política. No obstante, durante algún tiempo Juan le demostró afecto
comprándole la comida de su agrado u otros obsequios, aunque nunca le dio
suficiente dinero.
Para los padres de Juan, María tenía algunos defectos como su escasa
estatura, su antigua pertenencia a la Iglesia Católica (al casarse, de acuerdo a la
norma, se convirtió al tradicionalismo), y su falta de destreza en algunas labores.
Ello la hizo objeto de burla y de exclusión por lo que acabó sintiéndose aislada,
despreciada y frustrada. Su hermana nos lo relató así:
La hermana
primero. Y así fue, muy cierto. Ella murió primero, por eso, porque no la
cuidaban, nadie la quiso. (mujer 50 años)
Después de un tiempo, unos años antes de su muerte, María logró
separarse de su suegra, y con la anuencia de Juan fue a vivir a casa de la abuela
de su marido. Para entonces, María había tenido a algunos de sus hijos, así que
tenía que hacerse cargo de los niños y de la abuela anciana, además de laborar
en la parcela. El esposo llegaba a la casa cada quince o veinte días y el poco
dinero que le daba no era suficiente para los gastos más elementales,
manteniendo a la familia en la miseria.
Para colmo, Juan había iniciado una relación con una maestra tseltal,
compañera de trabajo. Este amorío ocasionó que cada vez visitara a María con
menor frecuencia, y que cuando lo hacía permaneciera con ella solamente por
unas horas. Tampoco se preocupaba por los problemas de salud que le aquejaban
o por las necesidades que, de comida y vestido, tenían ella y sus hijos. Aunque
Juan nunca agredió físicamente a María, el estado de pobreza y abandono en que
la tenía era reconocido por propios y extraños como una forma de maltrato.
La suegra
Habiéndose casado a los 15 años, tuvo su primer hijo a los 16. Este primer
hijo murió después de un parto pélvico. Su hermana piensa que el hijo de María
venia en una malposición porque trabajaba mucho y cargó leña durante todo el
embarazo. Volvió a embarazarse dos años después, y antes de morir lo hizo
cuatro veces más. Luego de cuatro embarazos María aparentaba mucho más
edad que la que realmente tenía. En total tuvo tres niñas y dos varones; la última
nació viva, pero murió al cuidado de la abuela paterna.
La muerte
El último parto, que la llevó a la muerte, se inició antes de la fecha
esperada; según las versiones de los informantes el parto se anticipó entre 15 y 30
días y ya desde el embarazo, la suegra había notado que estaba muy pálida,
como un papel, un poco enferma. El parto, además de ser muy prolongado (de
más de ocho días de evolución), fue un parto seco, sin sangrado. Después del
quinto día del nacimiento, María comió unos camarones preparados por la amante
de Juan, lo que, según la hermana, le desencadenó un dolor abdominal intenso
irradiado a la espalda. Sin embargo, la suegra dice que fue inmediatamente
después del parto que María se sintió mal. La versión de la hermana apunta a que
María estuvo enferma durante 16 días antes de morir y que dejó de sangrar al
quinto día, momento en el cual el abdomen se le hinchó. Su suegro, que es j'ilol,
pensó que el abdomen estaba lleno de sangre y así explica el dolor, el
endurecimiento y el aumento de volumen, por lo que buscó una planta para que la
sangre saliera. Ante el fracaso de su tratamiento llamaron a otros curanderos para
que le rezaran, y la llevaron al hospital. Como finalmente todas las opciones
fallaron, concluyó que la enfermedad no era un batzichamel o enfermedad
verdadera, sino un ak’bilchamel o producto de un mal echado.
217
Lo primero que hizo el suegro fue buscarle una planta para que le bajara el
sangrado; como esto fallara, le rezó antes de llevarla al Centro de salud, de donde
regresó a su casa para proseguir con los rezos. Luego María sería llevada al
hospital a San Cristóbal de las Casas, a instancias del agente municipal, quien les
indicó que debían llevarla al médico. Era fin de semana y al llegar se encontraron
con que el nosocomio estaba totalmente ocupado por enfermos de cólera. El
diagnóstico apuntó en esta dirección porque María presentaba además un cuadro
diarréico y según el testimonio de la médica que los ayudó a solicitar ayuda en el
hospital, ella misma pensó que la mujer presentaba un cuadro no muy severo de
218
La muerte de María
La Hermana
Suegro/j'ilol
Lo que mató a María fue la tercera hija, por ese no vivió. Porque de este
provino la enfermedad en el parto. No le pegó directamente el mal
echado, sino que lo encontró en su parto.
Sí, el primer día estaba bien. Yo creo que ya tenía como una semana.
Me parece que cuando se empezó a enfermar primero estuvo bien con
su hija. Se alivió bien. Ya tenía una semana cuando le empezó el dolor
y nosotros no le hacemos caso; pensé que era nada más como el dolor,
un poco de sangre que así siempre las mujeres tienen. Entonces hasta
que se empeoró más, pues ya tenía una semana que lo vimos que ya
estaba hinchando, inflamando su estómago, pero de pura sangre.
Estaba inflamadísimo, muy dura tenía su panza. Entonces decimos: la
que se inflamó es la sangre, así que teníamos que buscar una planta
para que se le vuelva a caer, le vuelva a bajar la sangre. Le dije a mi
difunta nuera: lo vas a tomar, vas a tomar planta. –Sí, está bien, me
contestó. Entonces empecé a buscar plantas, y ni así se podía quitar...
como es mal echado. Ni con las plantas ni con el rezo, nada.
¿El estómago?, pero de pura sangre estaba lleno. Así que ese su
problema fue. Ni le podíamos tocar, ni le podíamos sobar; estaba muy
grave. Yo le iba a sobar; le iba a dar alguna pomada para bajar la
inflamación. Ni así lo pude curar, no le pudo agarrar porque un grito le
daba al tocarle su estómago. Hasta miré que ya no podían hacer algo
los curanderos. Entonces voy a llevar a Jovel, dije. Llevé al Hospital de
Campo para ver si se podía curar todavía. Entonces llegué al hospital y
no le dieron nada, nada más le dieron un litro de suero y dijo los
doctores y las enfermeras que no tenía nada, que estaba bien, que no
tenía nada su estómago. Eso es la que nos dijeron. Entonces allí nos
encabronamos: ¿para qué lo vamos a tener acá?, mejor lo llevamos y
así dijimos con mi hijo. Yo ya vi como está el Hospital de Campo; no
sirve para nada, no nos ayuda. Y dijo la doctora que no tenía nada, pero
sí tenía mucho dolor mi nuera, por eso allí nos salimos, de balde que lo
teníamos allí. Ni siquiera una inyección le daban para dolor, por eso lo
llevé de regreso hasta mi casa.
Suegra
Pues como no vino otro curandero, sólo mi esposo que estaba aquí, él
es el que estaba curando, estaba pulsando, estaba rezando. El decía
que estaba bien, ya de ahí un poco después empezó a pulsar otra vez,
y dijo: pues no sé cómo se va hacer porque tiene dos, su mano esta
hablando de dos, como que no va a pasar la enfermedad. Y también no
sabíamos que era muy mala su vida; nos dijo después su hermana que
venía creciendo muy mal, y que era muy corta su vida, desde que era
chica. Y así estaba alargando su vida, le pusieron sus velas para que se
creciera bien, después lo supimos. Entonces le dijimos: ¿y por qué no
nos habían dicho?, ¿por qué no nos habían contado si está mal su
vida?, lo podíamos alargar con vela también, le dijo mi esposo.
Sentimos mal que no nos habían contando bien. Y todavía fueron al
doctor, lo llevaron a Jovel pero ni así paso, ni así se curó.
Hablaba bien, como que no se iba a morir. Estaba bien, se reía. Cuando
llegó aquí en mi casa, ella me saludó, me dijo: aquí vine contigo suegra,
222
a ver si aquí me pueden salvar porque allá en nuestra casa como que
ya no, por eso me vine aquí. -Está bien que viniste, le dije.-A ver, hagan
favor de rezarme o búscalo otro curandero, quiero que me curen, dijo
todavía; estaba hablando como que no se iba a morir.
Médica
Sí, lo que pasa es que ellos dicen eso, son creencias. Yo pienso que es
una justificación a lo que no pueden enfrentar, de que esa mujer se
murió de desamor, de tristeza. Porque no los tratan. Lo manejan así,
pero de que hubo sangrado, hubo sangrado. Sí, porque por un lado esa
cosa, y por otro esta mujer se murió por descuido nuestro. Sí. Se murió
porque estaba muy anémica. Yo creo que no hubo mucho sangrado, no
fue la causa aparente, pero estaba muy, muy anémica. Pienso que
también estaba tuberculosa. Y, pues sí, al final le agarró otra infección,
con las defensas tan bajas que tenía. Le agarró otra enfermedad, y ya
de pronto se veía morir, creo que fue una sepsis.
Para 1995, Juan ya estaba casado con la maestra que llevó a comer a la
casa de María. Tenía cuatro hijos, dos de ellos de un parto gemelar. La niña que
223
muerto por una ruptura uterina producida por un parto prolongado en un cuerpo
desgastado y anémico. La vida no había sido con ella nada benévola, mujer en
cuyas fantasías y deseos se veía comiendo un pavo, comprando naranjas o
poseyendo dos mudas de ropa, ilusiones que nunca fueron satisfechas. María ya
había cumplido la misión que se le había encomendado: ayudar a la suegra a
mantener la casa y proveer el alimento a los varones. María era prescindible en
1991, ya podía morir.
Las muertes que ocurren durante el postparto tienen una característica que
las hace distintas a las que suceden durante el parto: el tiempo que transcurre
entre el inicio de la enfermedad y la muerte. María tuvo un parto muy prolongado -
de ocho días-, y otros ocho días de intensos dolores abdominales. Aunque el
suegro es un j'ilol, con contactos directos con médicos de San Cristóbal de las
Casas a través de una organización de médicos indígenas, y que la suegra es una
partera de la misma organización y participa en talleres de capacitación, no
recurrieron a sus redes potenciales de apoyo para obtener ayuda oportuna. La
duración anormal del trabajo de parto aparentemente no significó nada para ellos.
De hecho, el traslado a la ciudad de San Cristóbal lo hicieron más presionados por
el agente municipal –personaje capaz de crear opinión pública- que por su propia
convicción. Pero lo más relevante es que, habiendo conseguido llegar al hospital,
no es explorada ni estudiada correctamente y el diagnóstico se guía por el
contexto particular que vive el hospital en ese momento (la epidemia de cólera) o
por una percepción médica de lo común, en términos de la probabilidad del riesgo
de la población en general -como en el caso V-, porque el suegro/j'ilol había hecho
un diagnóstico al parecer más certero. La comunicación entre el personal médico y
los pacientes y sus familiares no fluye adecuadamente, lo que impide que mujeres
como María y Juana (la del noviazgo) mueran después de haber sido dadas de
alta de un centro hospitalario.
atención hacia una mujer que se encuentra moribunda, y que no se reconoce así
por los trabajadores de la salud. El suegro podría haber contado con el apoyo de
tres médicos y un antropólogo, y de la organización en la que trabaja, para exigir
una mejor atención. Sin embargo, la distancia entre el personal de salud y los
usuarios es tal que muchas veces determina, hasta entre los más convencidos de
la eficacia de la práctica médica hegemónica, la renuncia a esta alternativa.
Para finalizar, señalaremos que el caso de María muestra como una niña
huérfana y proveniente de una familia desintegrada por el alcoholismo puede ser
víctima de relaciones intergeneracionales abusivas. Cuando muere su madre,
María, para sobrevivir, permanece en casa de su hermana cuidando de sus
sobrinos y trabajando de alfarera, pero cuando llega a la pubertad y pone en
riesgo el matrimonio de su hermana, debe abandonar la casa. Igualmente, su
matrimonio la lleva a constituirse en fuerza de trabajo para cumplir con los
compromisos familiares de su suegra, y unos años antes de su muerte sale de
casa de su suegra para encargarse del cuidado de su abuela-suegra y de sus
hijos. María siempre fue fuerza de trabajo, tanto para su hermana como para la
suegra. En el momento de morir ha dejado de servir a los intereses de estos dos
personajes y resulta prescindible, pues adicionalmente el esposo cuenta ya con
otra pareja que podrá hacerse cargo de los niños.
129
Para este caso contamos con tres entrevistas, una a profundidad con el padre y la madre de Rosa
(en tres sesiones con varias horas de duración), dos entrevistas con el hermano, y una entrevista
reconstruida con la familia política en la que participaron el padre, la madre, el hermano y el esposo.
227
Para el padre, Rosa era una hija buena. Cuando vivía con su familia se
levantaba temprano y hacía la comida, ayudaba en la milpa y tenía todo en orden.
Reconoce la bondad de su hija sobre todo a través de los actos relacionados con
la alimentación y con sus roles de mujer. Era buena hija porque cuando los padres
la visitaban les daba de comer; les preparaba carne y su tortilla. Pero también era
buena porque, a diferencia de las otras hijas que no saben leer ni escribir, Rosa
era viva; sabía decir la palabra de Dios.
la madre, que también es partera, y un tío. Al parecer es una familia rica por la
cantidad de tierra que poseen, pero viven muy aislados pues el caserío familiar
está a 45 minutos de un poblado pequeño y a tres horas, por camino de herradura,
de una carretera de terracería.
A pesar de que Rosa decidió con quién casarse, hubo de separarse en dos
ocasiones por el grado de violencia doméstica que campeaba en el hogar. En una
de estas ocasiones, el padre acudió al juez para solicitar un acta de separación
pero ella volvió pronto con Daniel. En otra, la mujer se refugió por algún tiempo en
la casa paterna y el esposo le insistió hasta conseguir su regreso, pero siguió
siendo frecuentemente golpeada por el esposo, e incluso por los suegros. La
familia de Daniel, al ser tradicionalista y tener la influencia de la curación
tradicional, consumía grandes cantidades de alcohol, lo que propiciaba su
involucramiento frecuente en episodios de violencia doméstica, que algunas veces
llegó a ser colectiva. A pesar de que parece una familia poderosa y con suficiente
tierra, Rosa vivía en condiciones de pobreza extrema, que se reflejaban en el
hecho de que no contaba más que con una muda de ropa. La violencia que se
ejerció contra ella fue tan evidente que en dos ocasiones los vecinos del lugar le
fueron a advertir a su padre de la grave situación en que se encontraba.
Maternidad
Para sus allegados, Rosa no fue una buena madre ni esposa, de acuerdo a
los patrones tradicionales de Chenalhó. Se le reconocían cualidades antagónicas,
229
era buena mujer porque daba varones, pero no los cuidaba y los maltrataba. De
acuerdo a las versiones de los suegros, del esposo y del hermano, uno de los
hijos murió por su culpa porque después de llevarlo al médico lo bañó. Este niño
llegó a encontrarse en tan malas condiciones que los abuelos paternos lo habían
llevado con ellos; después, a instancias de Daniel y contra la resistencia de Rosa,
lo trajeron de vuelta a casa, sólo para morir. El segundo hijo había fallecido –como
lo relató su hermano- después de que la madre lo tuvo atado en un madero, bajo
el sol, para que no la molestara.
La muerte de Rosa
El esposo
130
Significa lugar de pastos.
230
El hermano
El padre
Vinieron a avisar y por eso nos fuimos a verla, dos días antes de que se
muriera. Llegué y estaba solita en su casa, encerrada, porque el marido
se había ido en la casa de sus papás. Llegué y le dije: ¿qué tienes pues
131
Los familiares del esposo y los practicantes a los que consultaron pensaron que tenía paludismo.
232
hija? –Ah, quién sabe, me siento muy mal. –Y, ¿ya te dieron medicina?
-Sí, pero es Aralén, es eso, pero yo no sé si es bueno, puro eso. Pero lo
miraba yo que su casa estaba llena de cajitas de Alarén, de eso estaba
llena su casa.
Se murió pues mi hija de mal echado, fue pura brujería, por eso se
murió. ¿Caso no es bien cimarrón su marido?, es bien malo el marido;
desde que se casó hasta que se murió.
El funeral fue muy pobre y poco concurrido. Dada la lejanía del lugar no
asistió mucha gente y prácticamente no hubo ayuda para realizarlo. De su familia
asistieron todos menos Marcos, el hermano soldado/predicador, y los padres
retornaron el mismo día con el recién nacido.
Capítulo VII
Para llegar a Yut uc’um hay que tomar el camino que sale de Yav jteclum y
va hacía Taki uc’um. En la primera tijera se sigue a la derecha y luego un camino
de herradura, también a la derecha, durante una hora. Yut uc’um significa adentro
de un río . Toma su nombre por el río que pasa al fondo de un macizo montañoso.
Actualmente viven aquí solamente cinco familias. Las fundadoras fueron cuatro,
apellidadas Sántiz, Ruiz y Moreno. Una de las familias Ruiz provenía de un lugar
cercano llamado Mancute'tic132; la otra tenía casa en la cabecera de Chenalhó y la
propiedad de Yut uc’um era el rancho. Los Ruiz han tenido cargos importantes y
varias de las parejas 133 que viven en Yut uc’um en algún momento de su vida han
ostentado puestos de Mayoles (policías) o han tenido cargos para la fiesta de
algún santo. También habitan en este lugar los Pérez, familias presbiterianas de
Ch'imtic que heredaron sus tierras y poseen cafetales. En algún momento, los
Ruiz se enemistaron con los Sántiz por la herencia de unas tierras de Yut uc’um,
cedida a uno de los nietos que vivió con sus abuelos hasta su muerte.
132
Los mangos.
133
Los cargos religiosos son asignados a la pareja. cfr. Eber Cristina, 1995.
134
Yox: fértil (verde/gris); lum : tierra. Yaxalumil: lugar de tierra fértil.
135
Quex: piedra que se desmorona (gris); uc’um :rio. Quexil uc’um : río de piedra gris que se desmorona.
239
atienden a las mujeres son de Yaxalumil, Taki uc’um, o Yav jteclum. Hay varios
j’iloletik, uno de los cuales fue el padre de una de las Catarinas.
IX Catarina137
Cuando su primer matrimonio Agustín era muy joven y solamente vivió con
su mujer durante tres años. Se unió a Catarina fiel al rito acostumbrado de ofrecer
regalos, obtener la aceptación y vivir y trabajar temporalmente con su suegro.
Permanecieron durante el primer año en casa de la familia de Catarina que a
Agustín le causaba desagrado por su pobreza; carecían de tierra y eran
buscadores de trabajos. Prefirió independizarse, construir su casa y sembrar su
propio maíz pues como herencia de su abuelo y de su padre poseía tres hectáreas
de terreno; luego adquiriría un poco más.
136
Generalmente los hijos varones permanecen en la casa hasta que su padre decide darles lo que le
corresponde de herencia o de tierras. En este caso, el vivir con su padrastro no le iba a redituar ningún
beneficio ya que las tierras de éste seguramente serían repartidas entre los hijos biológicos.
137
Entrevistacon el esposo.
240
La muerte
Mi primera mujer está muerta, se murió en el parto. La segunda mujer
también, y ahorita que tengo mi otra mujer, está embarazada. Ya voy de
tres mujeres. A ver qué dice Dios; no sé si se me va a morir otra vez.
Casi cumplimos tres años con mi primera finada mujer, porque apenas
íbamos a tener dos hijos. Mi primera hija nació bien. La segunda es la
que se murió; no nació la placenta. Así se murió mi Catarina con
apenas 18 años, no salía la placenta y con eso se murió. Aguantó como
media hora y se puso muy débil; se desmayó y con eso llegó a morir.
Primero traje a mi suegra y mi suegro que vivían muy cerca, nada más
abajito; luego mandamos a traer parteras. Ahí estábamos todos
mirando, amontonados, cuando llegó a fallecer mi mujer.
Le dije a mi mujer, cuando ya casi era tiempo que se iba a aliviar: mujer,
vamos a desgranar unos dos litros de maíz para que yo lo lleve a
vender, ¿qué tal si estos días te toca tu parto? No vamos a tener dinero.
- Está bien, me dijo. Saqué todas las mazorcas y empezamos a
desgranar, ahí en la orilla de la casa, donde hay sombra. Estábamos
muy contentos. Entonces, ya no muy me acuerdo como a qué hora, de
repente le empezó un dolorcito. Me duele la panza, me dijo. -¿Será que
ya es tu dolor?, pregunté cuando ya se estaba quejando, cuando ya se
veía que le estaba doliendo mucho. Le dije que se metiera a la casa
porque ya le estaba arreciando. No, voy a desgranar todavía el maíz,
así me contestó. - Bueno, le dije. Teníamos el costal donde estábamos
desgranado, y ella se hincaba; se hincaba cada rato. Ya vi que sí era
dolor de parto y le exigí que se metiera a la casa.
Duró como media hora, o quince minutos, eso es lo que aguantó; de ahí
no hablaba, estaba muy débil. Como escucharon que no venía la
placenta se juntaron varias mujeres para ver dónde estaba la placenta,
pero ni así. Nadie la pudo ayudar y se murió. Ahí estaba yo agarrándola
de la cintura, y las mujeres la estaban agarrando también, y así se fue
poco a poco, en mis brazos. En las manos de las parteras, de las que
saben revisar la placenta.
hijos, Agustín los dio en custodia a su hermana, pero ésta también se los regresó.
Su excuñada amamantó inicialmente a la recién nacida de Catarina, pero como
estaba criando a un hijo pequeño llegó el momento en que rechazó a la hija de
Agustín, quien finalmente decidió regalar a sus hijos a personas con las cuales no
tenía relación de parentesco.
Yo sufrí mucho con mis hijos porque no tengo quién me los cuide.
Sufrían mucho mis dos hijitos -porque los dos vivieron pues-, así que
los regalé. Creo que los tuve como dos meses, porque aquí me los
estaban cuidando mis hermanas. Mi mamá entonces no podía, mejor
los tuve que regalar. Lloraban mucho mis hijos por el hambre, por el mal
cuidado, y a veces, cuando se ponía a llorar mi pobre hija, yo también
lloraba. Yo no aguantaba la tristeza de ver a mi hija llorando, hasta ahí
sentí mejor que los regalé. Me lo pidió esa mujer de Epech: -mejor
regálamelo, porque si no no lo van a crecer, la van a matar en sus
manos; mejor dámelo y ahí lo vas a ver, va a crecer bonita tu niña, me
dijo ella. Y asi sentí mejor que lo regalé a mi hija. -Va a estar bien, ahí lo
vas a ver; yo le voy a comprar su leche, yo lo voy a cuidar muy bien y
vas a ver, después tu hija va a ser una niña bonita y muy gorda, así me
dijo ella, y la verdad allí lo tuvieron, allí lo crecieron.
Esta muerte, a diferencia de las otras, ocurrió hace más de diez años.
Agustín era entonces un joven menor de 20, su familia se había disuelto y su
madre vivía ya con un segundo marido. De acuerdo a su experiencia, el
nacimiento de un hijo no requería de ninguna ayuda adicional, aparte de la de
alguna de las abuelas. Creía que Catarina, por el hecho de ser joven, fuerte y
sana, y haber librado con éxito su primera experiencia con la maternidad, no
estaba expuesta a riesgo alguno.
La actitud de Catarina ante el parto fue muy estoica, historia muy similar a
la de otras mujeres, que a pesar de que sienten que algo no marcha bien no piden
ayuda. Pareciera que el parto y lo con él relacionado forma parte de una esfera de
243
Sin embargo, llama la atención que tras esta muerte Agustín modifica
solamente una de sus conductas ante la maternidad de su segunda esposa, la de
incluir entre sus estrategias la ayuda de una partera. La historia de la segunda
mujer debe ser analizada a la luz de la muerte de la primera.
X La segunda Catarina
Pasados dos años de que Agustín perdió a su familia, su madre y su tío lo
acompañaron para pedirle a Cristóbal a su hija Catarina. Agustín y Cristóbal ya se
conocían pues éste le había vendido una parte de su terreno. Para Cristóbal,
Agustín tenía los inconvenientes de ser viudo y mayor que su hija, pero la ventaja
de que poseía su terreno en Yut uc’um lo que permitiría que su hija residiera cerca
244
Por entonces no sabían que la suerte de Agustín era quedarse sin mujeres.
Es por eso que Cristóbal le preguntó a Catarina si estaría de acuerdo en casarse
con Agustín, a lo que ella respondió: ahí ustedes véanlo, piénsenlo. Agustín la
pidió tres veces, llevando regalos en las tres ocasiones hasta que lo aceptaron, y
trabajó seis meses con su suegro antes de irse a vivir aparte con su mujer. Con el
ánimo de rehacer su vida, construyó para Catarina una casa nueva, distinta a la
que había habitado con la primera esposa.
siembra de su tierra, sus hijos eran escueleros y no los ponía a trabajar. Ahora,
señala, es más difícil encontrar trabajadores y cuando no los consigue, sus hijos le
ayudan en la siembra.
138
Sinónimo popular de ebrio.
246
Catarina tuvo seis hijos, los varones murieron antes del primer año de vida.
Uno de ellos al tercer mes y el otro a los once. A diferencia de lo ocurrido con la
primera esposa, siempre buscó una partera para que le atendiera los partos.
Luego del tercero, Catarina empezó a verse débil; con todo y eso, después del
cuarto día del nacimiento volvía al trabajo.
139
Probablemente un mioma intracavitario expulsado a la vagina con contracciones dolorosas (cfr. Nava
R.,1995, p. 866).
247
La amiga y cuñada
Hermana
Hermano
Sus hijos sí nacen bien, pero lo que pasa es que se mueren en sus
248
brazos. Nacen bien, han nacido bien los otros hijos, pero ya, uno dos,
seis meses lo abraza. No, no ha hecho aborto, y ese que se murió
también, no fue aborto. No sabemos por qué. Tuvo tres varones, dos
que lo abrazó, y uno que se murió junto con ella.
Yo le inyecté para la apuración del parto, para que se alivie luego, pero
la verdad no sé cómo se llama la medicina. Según dicen, cuando lo
inyecté yo entonces la partera traía otra inyección, también igual. Como
no se aliviaba, le volvieron a inyectar otra vez con esa medicina; no sé
como se llamaba porque hay de varias nombres. Uno se llama pitusan,
el otro no me acuerdo cómo. Parece que estaba muy contenta, fuerte, y
no sentía nada cuando tuvo su hijo.
Está incluida con los doctores. Son sus jefes, eso es la que sabemos.
Por eso sabe inyectar, y es la que está reconocida. Hasta acá viene
también esa partera. (hermano)
La cuñada
Verónica cree que el hijo murió porque Catarina estaba enferma antes del
parto. Agustín la golpeaba con frecuencia, la celaba mucho con su hermano y
antes del parto estaba muy enojado porque un caballo suyo había muerto y lo
encontró yaciendo con las patas hacia arriba 140, señal de que su esposa le era
infiel. Era el primer parto de Catarina que atendía y no habían hecho contacto con
ella hasta iniciado el trabajo de parto por lo que no pudo negarse a atenderla.
140
Esto ha sido mencionado en otras entrevistas. La muerte de un animal, quedando este con las patas
hacia arriba, es señal inequívoca de infidelidad femenina. Como una adaptación al medio urbano, para
los indígenas migrantes tiene el mismo significado el que un automóvil que se accidenta quede volcado
con las llantas hacia arriba.
251
Verónica dice que nunca niega la atención, pero que nunca la ofrece, y que
generalmente le pagan con comida o con refrescos.
La partera sólo brindó a Catarina los cuidados mínimos porque sus cuñadas
se hicieron cargo después del parto. No relaciona al parto con el desarrollo de la
enfermedad y de la muerte, al igual que el resto de los familiares, porque sucedió
después de tres días del nacimiento y la atribuye al susto que el esposo le dio al
amenazarla con la escopeta. Sugirió que la llevaran al Centro de salud, pero como
la familia pensó que era mal echado prefirieron conseguir a los j’iloletik y
rezadores de la región. Los familiares de Catarina piensan que no pueden culpar a
la partera de la muerte de Catarina, y que es más acertado atribuírsela a Agustín,
un hombre mata mujeres141 .
El hermano
Antes de su muerte, Catarina reclamó y pidió ayuda; les dijo que no quería
morir. Después, resignada, espectadora de sus propios signos de agravamiento y
presintiendo su próximo final, encomendó a sus tres hijas a su madre. La cuñada
nos contó cómo encontró a Catarina minutos después de morir:
Las tres hijas han tenido el apoyo de la familia de Catarina. Ahora la más
grande y la pequeña viven con el hermano mayor. La segunda se casó a los 13
años con el hijo de 16 de la tercera y actual esposa de Agustín, marcharon a vivir
aparte y a los 14 espera a su primer hijo. La mayor se ha mudado de casa varias
veces, orillada por la conducta de su padre, quien ha transitado con ella del
hostigamiento sexual hasta el acoso para que se case. Ha vivido con sus abuelos,
su padre y sus tíos. Después de los problemas que tuvo con su padre y su
madrastra decidió irse a trabajar a San Cristóbal pero su tío se lo impidió y la
recibió en su hogar. Estas jóvenes han tenido una inestabilidad tal que en
ocasiones permanecieron solamente por 3 semanas en casa de algún familiar.
Agustín ha procreado dos hijos más, una niña de cuatro años y un niño de dos, el
único varón que le ha sobrevivido. Al tiempo de la entrevista, la mujer esperaba a
su séptimo hijo, tercero con Agustín. El hombre decía estar preocupado por el
próximo parto, pero tenía confianza en la partera; la esposa nos confió que sus
partos se los atiende con inyecciones y que está acostumbrada a estos
medicamentos. Con su tercera esposa, Agustín ha diversificado sus opciones de
atención, pues ahora, además de acudir a la partera y al j'ilol también consulta al
jloktor ja’ jchi’ltic. Durante el presente embarazo llegó incluso a consultar a los
médicos del Centro de salud.
Catarina fue la hermana mayor, obediente y sumisa con sus padres cumplió
cabalmente con las expectativas que en ella habían depositado. Esto le permitió
construir redes de apoyo familiar con ellos y con todos sus hermanos. La cercanía
geográfica de su familia ofrecía, en teoría, una mayor protección en los momentos
de crisis. Sin embargo, la presencia familiar inmediata no la libró (como en el caso
III), de la violencia doméstica conyugal, lo que tuvo sin duda que ver con su propia
historia de violencia intrafamiliar. Cristóbal, su padre, también era un hombre
agresivo que ejerció la violencia contra su esposa y su familia. Es importante
recordar que Agustín era violento con Catarina cuando se embriagaba, lo cual lo
eximía parcialmente ante la sociedad de su conducta irresponsable, adoptada
cuando no estaba en juicio. Estos dos hechos determinaron que Catarina no
recibiera apoyo de su padre, o que no lo solicitara porque sabía de antemano que
no la iba a defender. Cristóbal nunca intervino a pesar de conocer plenamente la
situación de brutal sometimiento en que se encontraba su hija.
142
Generalmente, entre los chenalheros el más beneficiado en la repartición de las propiedades paternas
es el hijo menor o cox ya que se espera que él se haga cargo de los padres en la vejez.
254
algunos parientes habitaban terrenos aledaños al suyo. En este caso, al igual que
en el de María, reconocimos la forma en que los hombres, a través de las
habladurías, son capaces de desmantelar las redes de apoyo sostenidas por otros
hombres. A través de los rumores sobre su comportamiento sexual, y de su
carácter violento, Agustín logró cercar y alejar a Catarina de sus soportes.
El caso revela también las formas en que se generan las alianzas entre
hombres de una misma familia, y de distintas generaciones, a costa del bienestar
femenino. La familia de Catarina estaba desintegrada por diferencias religiosas y
políticas. El padre era aliado de su yerno Agustín y del hijo más pequeño, mientras
que en otro frente se encontraba el resto de los hermanos de Catarina. El padre,
cuya obligación era defender a la hija, no lo hizo por no perder la alianza con el
yerno y seguramente por su propia convicción como hombre violento y golpeador.
Las familias
Cuadro 26
Tipo de familia, residencia, número de miembros y presencia de violencia doméstica
Caso Tipo de familia Residencia Número de Presencia de
miembros violencia
doméstica
María (1) Nuclear Neolocal 3 Severa (todas las
formas)
Juana adolescente (2) Extensa Patrilocal 4 no
Juana esposa del promotor Nuclear Neolocal 5 Negligencia y
violencia
emocional
Juana la de la tradición Nuclear Matrilocal 5 esporádica
Juana la del noviazgo Extensa Patrilocal 3 no
Rosa Extensa Patrilocal 18 Severa (todas las
formas)
Marcela Extensa Patrilocal 8 emocional
María Extensa Neolocal 5 Negligencia y
violencia
emocional
Catalina Nuclear Neolocal 5 no
Catalina Nuclear Neolocal 3 Física y emocional
Cuadro 27
Composición étnica de ambos cónyuges, religión, pautas migratorias y ocupación
Caso etnicidad Religión Pautas Ocupación
migratorias
María Chamula/Chenalhó Tradicionalistas Ambos migrantes Promotora /maestro
Juana Chamula/marteño Tradicionalistas No migrantes Chofer
adolescente campesino/artesana
campesina
Juana esposa del Chenalhó Presbiterianos No migrantes Comerciante
promotor campesina/campesino
promotor
Juana la de la Chenalhó Tradicionalistas/ No migrantes Comerciantes
tradición católicos campesinos
Juana la del Chenalhó No especificado No migrantes Campesinos
noviazgo
Rosa Chenalhó Tradicionalistas/ Migración Campesinos
presbiterianos ocasional
Marcela Chenalhó Otra religión/ Al parecer no Campesinos
tradicionalistas migrantes
María Chenalhó Tradicionalista/ Migrante el Maestro/campesino
católicos marido
Catalina Chenalhó Tradicionalistas No migrante Campesinos
Catalina Chenalhó Tradicionalistas No migrante Campesinos
258
Cuadro 28
Historia repoductiva de diez mujeres fallecidas en Chenalhó de 1989-1993
Caso Partos Hijos muertos Abortos/ Muerte Hijos muertos
de menos de Embarazo neonatal u después de la
5 años ectópico óbitos muerte de la
madre
María (1) 1 0 1 0 0
Juana 1 0 0 0 0
adolescente (2)
Juana esposa del 5 0 2 1 0
promotor
Juana la de la 4 0 2 1 0
tradición
Juana la del 1 0 0 1 0
noviazgo
Rosa 3 2 0 0 0
Marcela 1 0 0 0 0
María 5 1 0 0 1
Catalina 2 0 0 0 1
Catalina 6 2 0 1 0
Cuadro 29
Número de hijos de acuerdo a la edad en el momento de morir de las 10 mujeres
fallecidas en Chenalhó de 1989-1993
Caso Hijos vivos Hijos –1 año Hijos 1 a 4 Hijos de 5 a Hijos de más
años 10 años de 10 años
María (1) 1 1
Juana 1 1
adolescente (2)
Juana esposa del 3 1 1 1
promotor
Juana la de la 3 1
tradición
Juana la del 0
noviazgo
Rosa 1 1
Marcela 1 1
María 3
Catalina 2 1 1
Catalina 3
259
Cuadro 30
Historia repoductiva e hijos muertos en diez mujeres fallecidas de Chenalhó de 1989-
1993
Caso Partos Hijos muertos Abortos/ Muerte neonatal u Hijos muertos
de menos de embarazo óbitos después de la
5 años ectópico muerte de la
madre
María (1) 1 0 1 0 0
Juana 1 0 0 0 0
adolescente (2)
Juana esposa del 5 0 2 1 0
promotor
Juana la de la 4 0 2 1 0
tradición
Juana la del 1 0 0 1 0
noviazgo
Rosa 3 2 0 0 0
Marcela 1 0 0 0 0
María 5 1 0 0 1
Catalina 2 0 0 0 1
Catalina 6 2 0 1 0
Quizá en este espacio valga la pena señalar que el ciclo de vida de las
familias143 de Chenalhó puede seguir varios caminos. Sin embargo, en la
concepción de los chenalheros existe un tipo al que podríamos llamar ideal.
Generalmente las familias están conformadas por tres y hasta cuatro
generaciones. En una familia primaria, cuyo jefe se encuentre en la etapa de
predominio o de vejez (45 en adelante), los hijos pueden estar en la etapa de
niñez o juventud (de 0-29 años). Algunos de estos hijos pueden estar casados y
contar ya con uno o varios hijos o hijas. En algunas ocasiones puede también
sobrevivir y compartir el hogar uno o ambos padres del jefe de la familia. Las
familias de Chenalhó, como nos hemos podido percatar a través de las historias,
generalmente se ubican en los predios patrilocales y son las mujeres las que
pasan a formar parte de la familia conyugal. Los hombres permanecen en su
familia de origen, la fase de expansión familiar se inicia cuando el hijo adquiere el
rango de adulto, que puede suceder cuando ya esta casado y con hijos pequeños,
y suele prolongarse por muchos años antes de que llegue la fase de dispersión, ya
que los nuevos núcleos familiares se integran a la familia primaria.
143
Para analizar el ciclo de vida en Chenalhó utilizaremos la clasificación (modificándola) contenida en el
trabajo de Susser y Watson, 1982. Ellos dividen a la familia en cinco etapas: a) fase de expansión que
se inicia con el matrimonio y termina que el hijo menor alcanza el rango de adulto, b) la fase de
dispersión comienza cuando el primer hijo obtiene el rango de adulto y termina cuando todos los hijos lo
hacen, c) la fase de independencia se instala cuando todos los hijos se han ido de la casa paterna y d)
la fase de sustitución que es cuando los padres dejan de desempeñar el papel de jefes de familia y
termina con la muerte de éstos.
261
Dos de las muertes ocurrieron en parejas que rompieron con las normas de
relaciones establecidas por las generaciones anteriores. Estas parejas estaban
262
insertas en familias en donde las familias de origen eran distintas, sea por
diferencias étnicas o religiosas. Las mujeres fueron transgresoras de las pautas de
conducta esperadas como hijas, nueras y madres. Pierden sus redes de apoyo, no
constituyen otras, o las nuevas no les son funcionales. Viven situaciones de
violencia doméstica severa, algunas veces tan severa que para los extraños ésta
se constituye en la causa de la muerte; pero su condición de transgresoras
determina que en ningún caso alguien haga una denuncia ante las autoridades.
Mueren prácticamente sin atención, una en el marco de una familia extensa y la
otra en una familia atípica jefatura por una mujer (casos de Rosa y Maria).
144
Creencia que nos han referido mujeres indígenas de la región.
264
El mal echado se tiene como causa de muerte en tres de los casos, en dos
por tratarse de personas directamente involucradas en conflictos, y en uno de
manera fortuita. Al igual que durante el parto, en esta etapa las mujeres pueden
contribuir a su muerte, ya sea por sus características física o por sus conductas
(cuadro 35).
Hay dos elementos que llaman la atención en las muertes del puerperio.
Aparece el hombre como un elemento fundamental explicativo, pues en los cuatro
casos las y los entrevistados opinaron que fue una relación de pareja disfuncional
lo que de alguna manera llevó a las mujeres a la muerte. El otro elemento que
salta a la vista es que en tres de las muertes ocurridas en dicho periodo, en las
que el cuadro clínico sugiere ruptura uterina –situación que produce sangrado
intrabdominal-, tanto hombres como mujeres se refieren a una acumulación de
sangre en el abdomen. Incluso buscaron un medicamento que, según ellos, es
capaz de desalojar esta bola de sangre. No obstante, cuando se discute la
causalidad no se menciona al parto traumático, evidente en los tres casos, como
la causa de la muerte. Nunca se relaciona al uso de oxitócicos con los problemas
del parto o el postparto. En dos de ellos se corroboró su uso –obviamente
inadecuado- y en otro, la muerte sucedió en una comunidad donde las parteras
266
Cuadro 31
Características de la muerte durante el embarazo, Chenalhó, 1989
Muerte Antecedentes De acuerdo a mi Causa, de Causas, de acuerdo a entrevistas
durante de problemas percepción acuerdo al
reproductivos acta
Caso 1 Infertilidad y Probable embarazo Diarrea Maltrato doméstico
Embarazo amenaza de ectópico roto, por el Un j'ilol le hizo mal echado. El mal
aborto tiempo de evolución y las echado, para algunos, actuó en
características del su marido que se convirtió en un
cuadro clínico. hombre violento y la mató
Antecedentes de El alimento, que le hizo daño.
esterilidad secundaria Perdió su espíritu en un río, lo que
por ligadura de trompas la hizo vulnerable en el día de
o por gonorrea Todosantos
Tenía su regla tapada y su
estómago se puso duro
268
Cuadro 32
Características de las muertes durante el parto, Chenalhó, 1989-1993
Periodo Antecedentes Percepción del De acuerdo al acta De acuerdo a los entrevistados
investigador
Caso 2 Primigesta Ruptura uterina, Hemorragia Por haberse casado con un hombre de
Parto Parto por uso uterina Santa Martha, donde las mujeres
prolongado inadecuado de mueren de parto
oxitócicos El día del parto estaba el demonio y esto
se debía a que la Juana había sido
pedida en dos ocasiones anteriores
Esto pudo haber ocasionado que la
muerte se debiera a la envidia
Me'vinic
Porque ella pidió morirse en el parto
Por la inexperiencia de la partera
Por culpa del niño. Parto en posición
podálica
El jloktor la atribuye a que Martha era
físicamente muy pequeña, y al
mal manejo de la partera, que no la
canalizó
Caso 3 Había tenido Hemorragia Diarrea y vómito La partera atribuye la enfermedad de
Parto antecedentes masiva por Juana al exceso de trabajo
de partos placenta previa Según el esposo, en la causa de muerte
complicados y participaron el embarazo y el mal
abortos echado por los enemigos de la
frecuentes, familia, que le cortaron vela
multigesta El me'vinic, empeorado por la carga que
representó su hija más pequeña, a
quien Juana debía cargar en la
espalda, contribuyó a su muerte. Este
esfuerzo continuo fue lo que le
provocó el sangrado, y
posteriormente el deceso
Caso 4 Abortos y un Placenta previa, Shock Es la decisión de Dios
Parto óbito fetal, hemorragia hipovolémico, Venía mal el bebé
multigesta masiva hemorragia
postparto, restos
placentarios
Caso 5 Primigesta Hemorragia Choque De acuerdo a los testimonios de la
parto transparto en hipovolémico, abuela, fue de envidia, por eso no
una joven en hemorragia sirvió la medicina alópata
malas transparto, anemia La tía piensa que haber presentado
condiciones, leve sangrado cada mes durante el
anemia crónica embarazo la debilitó y esto hizo que
no aguantara una hemorragia tan
profusa durante el parto
269
Cuadro 33
Factores que explican las causas que llevaron a la muerte, durante el parto 1989-1993,
Chenalhó
Caso dos 2.8 Por la culpa del niño/ parto en posición de pies
Caso tres 3.3 Según el esposo, el embarazo fue coadyuvante en la causa de muerte
Caso 4.2 Venía mal el niño
cuatro
Caso 5.2 La tía piensa que haber presentado sangrado, cada mes durante el
cinco embarazo, la debilitó y esto hizo que no aguantara una hemorragia tan
profusa durante el parto
Caso dos 2.3 El jloktor la atribuye a que Juana era físicamente muy pequeña
2.5 Por haberse casado con un hombre de Santa Martha, donde las mujeres
mueren de parto
2.6 Porque ella pidió morirse en el parto
Caso tres 3.1 La partera atribuye la enfermedad de Juana al exceso de trabajo
Caso uno 1.2 El hecho de que Juana hubiera sido pedida en dos ocasiones anteriores
pudo haber ocasionado la envidia
Caso tres 3.2 Según el esposo, el mal echado por los enemigos de la familia, que le
cortaron vela
Caso 5.1 De acuerdo a los testimonios de la abuela fue de envidia, por eso no sirvió
cinco para curar la medicina de doctor
Cuadro 34
Mujeres que murieron durante el puerperio, 1989-1993, Chenalhó
Periodo Antecedente Percepción del De acuerdo al De acuerdo a los entrevistados
s investigador acta
Caso 6 El Primigesta Ruptura uterina Parto shock El hecho de que se hubiera levantado al
puerperio hipovolémico, discutir con Gustavo cuando se llevó a su
sangrado bebé,
transvaginal La tristeza y el enojo ante la pérdida de su
por restos de bebé
placenta El mal tratamiento que le dio la partera, que
(hemorragia, prescribió en forma incorrecta el uso del
transparto, hinojo
anemia leve) El que habla con los cofres comentó que
Marcela muere porque estuvo muy
maltratada por sus padres antes de su
matrimonio y porque su esposo le quitó a
su hijo
También señaló que le hicieron un mal
echado a su hermana y como ella había
adoptado el nombre verdadero de su
hermana, este mal echado actuó en la
persona inadecuada
Acumulación de sangre en el útero
Caso 8 El Tres gestas Probable fiebre Calentura y tos Los padres de Rosa identifican al parto como
puerperio puerperal o un factor coadyuvante,
quizá ruptura Consideran que fue la violencia doméstica o
uterina, al igual que la suegra le haya cortado vela
271
Cuadro 35
Factores que explican las causas que llevaron a la muerte durante el puerperio 1989-
1993, Chenalhó
Caso 7 El mal echado se manifestó durante el parto. Acumulación de sangre en el útero
siete
Caso 6 Acumulación de sangre en el útero
seis
Caso 8.1 Los padres de Rosa identifican al parto como factor coadyuvante
ocho
Caso 9.2 Acumulación de sangre en el útero
nueve
Caso 6.1 Enojo y tristeza por la actitud de su esposo
seis
6.3 Maltrato de sus padres Por la actitud de su esposo
Caso 7.4 El coraje de ver cómo su esposo le faltaba el respeto al traerle a su segunda
siete mujer a su casa
Caso 8.2 Consideran que fue la violencia doméstica
ocho
Caso 9.1 De susto por la actitud de su esposo
nueve
Caso 6.4 Mal echado para otra persona
seis
Caso 7.5 Que la segunda esposa de su marido le haya puesto un mal echado
siete
Caso 8.3 Que la suegra le haya cortado vela
ocho
Caso 7. 3 Que haya sido su suerte
siete
7.7 Que desde niña estaba enferma y que le habían estado alargando la vida con
velas; como ellos no le habían dado alargamiento de vida porque desconocían
sus antecedentes, no previnieron el problema y murió
7.1 El haber consumido alimentos proscritos en el postparto, como camarones
pescado
Caso 8.4 La misma Rosa no se cuidó después del puerperio, pues se puso a trabajar
ocho rápidamente
Caso 6.2 Mal tratamiento de la partera, prescripción incorrecta
seis
Caso 7.2 Por la ineficacia de la partera y porque las hierbas que utilizó no fueran las
siete adecuadas
7.4 Por la presencia de los curanderos
272
Cuadro 36
Formas de atención, en mujeres que fallecieron durante la maternidad, 1989-1993,
Chenalhó
Formas de atención Muerte durante
Embarazo
Con anterioridad había acudido a una médica, durante su episodio de crisis al
j’ilol, al parecer compraron también medicamentos
La partera (oxitocina) Parto
el jloktor
pensaron que podía ser necesario trasladarla al centro de salud o al hospital en
SCLC
J'iloletik El puerperio
jloktoretik ja' jchi'iltic, medicamentos para paludismo
Un médico de Pantelhó ( ninguno de ellos la vio)
Partera El puerperio,
Mujeres de la comunidad posiblemente fiebre
puerperal o quizá el
ruptura uterina
Partera, jloktor, j’iloletik , medicamentos Parto
Pastillas para la hemorragia
Calentó el estómago
Pastillas, y plantas para que la hemorragia saliera del útero
Buscar inyecciones para la hemorragia con el jloktor ja' jchi'iltic
Su hermano y Agustín fueron a preguntar a jt'unul (adivino)
J’iloletik
273
Tercera Parte
Capítulo VIII
Matrimonio, violencia doméstica, y redes de apoyo.
Elementos constitutivos de riesgos durante la
maternidad. El caso de Chenalhó, Chiapas
145
Los trabajos etnográficos en distintos municipios alteños en décadas pasadas incluyeron reflexiones en
torno al matrimonio. Aquellos interesados en profundizar sobre el tema, consultar Villa Rojas, 1990:227-
290; Favre, 1973:199-215; Collier, [1966] 1980:235-250; Esponda, 1994; Guiteras Holmes, [1961]
1996:11-119; Pozas, [1959] 1987:130-154. Para ahondar en el conocimiento de las costumbres
matrimoniales legítimas de los pueblos indígenas del país, consultar la revisión de monografías (en
prensa) realizadas por Soledad González Montes.
146
La etnografía que presenta Villa Rojas a principios de los cuarenta también da cuenta de esto (cfr. Villa
Rojas, 1990:227-290).
277
147
Existen variaciones en cuanto a la concertación del matrimonio en el pasado. Calixta Guiteras describió,
para 1944, (cfr. Guiteras: 1992) la inseguridad en la que vivían las mujeres por la costumbre que se
tenía de “jalar” o “arrastrar” a las viudas o divorciadas, y hasta a las solteras, cuando un hombre pedía
permiso a las autoridades locales para hacer suya a una mujer, la cual era forzada a vivir con el hombre.
Generalmente el interesado se hacia acompañar por las autoridades para dar cumplimiento a sus
deseos. Esta costumbre fue proscrita en Cancuc en 1959.
279
Las narrativas anteriores revelan que hace algunas décadas las mujeres
tenían muy pocas posibilidades de decidir con quién casarse y que la decisión se
daba colectivamente en la familia, pero siendo fundamentalmente el padre quien la
tomaba. Como parte del arreglo matrimonial, regularmente se establecía un
servicio que el novio debía prestar a la familia de la novia (tslec yajnil, o batem ta
148
lecum, o bat slec yajni ). Sin embargo, aún entonces los hombres diseñaron
estrategias para no cumplir con su compromiso. Llegando incluso a argumentar
que extrañaban a su mamá, iban a visitarla y ya no regresaban, por lo que la
148
Esto implica que el muchacho está en la casa de la novia trabajando por un tiempo acordado.
280
Chenalhó, 1995) 149 puede ilustrar la manera en que funcionan las redes de apoyo
en la residencia uxorilocal, y de los límites que estas redes tienen para resolver los
problemas de salud.
149
La historia de Juana (caso 3), se reconstruyó a partir de entrevistas con el esposo, la hermana, el
hermano y la partera que la atendía.
150
El “alta voluntaria” es la salida del hospital por la decisión del paciente, contra la opinión de los médicos
tratantes.
282
151
Para tzotziles y tseltales, la tortilla y el posol constituyen el alimento principal. Cualquier otra comida,
sin la presencia suficiente de maíz, no se considera alimento.
283
Fue el caso de Rosa 152, joven presbiteriana que había sido solicitada en
casamiento, a lo que ella se había negado. En una segunda ocasión en que Daniel
acudió a realizar el pedimento, su padre le preguntó de la misma manera en que lo
había hecho cuando fue solicitada por primer vez. Como Rosa dijo
inmediatamente que sí, su padre supuso que la joven ya había “platicado” con el
muchacho, pues le habían llegado rumores de que su hija se veía por las tardes
con un muchacho, cerca del pueblo de Yav jteclum (Yav jteclum, Chenalhó, 1995).
Hay hombres y mujeres que piensan que sus hijas o hermanas deben estar
de acuerdo en contraer matrimonio con la pareja que la está solicitando. Sin
embargo, los tradicionalistas, de uno y otro sexo, señalan que las mujeres deben
obedecer y acatar la decisión de los padres y no creen que esta decisión
corresponder a la contrayente.
152
Para la reconstrucción del caso de Rosa (caso 8) se entrevistó al padre, esposo, suegra, cuñado y
hermano.
285
Un pastor presbiteriano explicó que entre los fieles de su Iglesia las cosas
están cambiando y que cuando el pedimento se realiza a través de un anciano153,
este debe consultar a la joven después de hacerlo con los padres. De acuerdo a
su versión, los ancianos obligatoriamente deben explicar a la muchacha que está
en su derecho de no aceptar el matrimonio. Sin embargo, entre los presbiterianos
no todas las concertaciones matrimoniales son realizadas por los ancianos, lo que
establece diferencias en el interior del grupo.
Solamente en una tercera parte de las parejas con las que tuve contacto se
cumplieron todos las normas de la concertación matrimonial. Generalmente es a
instancias de la familia del pretendiente que se inician las negociaciones, siendo el
padre del novio, o un anciano (jac’ol: el preguntador) quien hace el pedimento.
Cuando se va a preguntar para obtener a la mujer para un hijo (chbat jac’be yajnil
153
Los ancianos representan una jerarquía en el interior de la iglesia presbiteriana, en Chenalhó. Son
llamados así por su sabiduría, aunque generalmente son hombres menores de 40 años.
286
jquerem) se requiere de una persona de sexo masculino, que sea mayor o con el
prestigio suficiente para avalar la honorabilidad del solicitante. Si no es el padre
quien realiza el pedimento puede hacerlo un hermano mayor, el exsuegro en el
caso de los viudos, o un pastor, anciano o representante de alguna de las iglesias
protestantes que se encuentran en la región.
servicio que el novio debía prestar a su suegro durante seis meses a dos años.
Esto sucede, sobre todo, en aquellos municipios en donde los desacuerdos en
cuanto a la religión o a la política han diversificado a los grupos sociales.
se produce cuando en una familia hay una gran cantidad de hombres y pocas
mujeres para “atenderlos”. La madre y las hijas se interesan por conseguir otra
mujer para la familia y convencen a uno de los hermanos pequeños, lo
suficientemente sumiso, para aceptar este tipo de trato. También pueden
convencer a uno de los hermanos, que por sus actividades no esté
permanentemente en el hogar, lo que hará que sus responsabilidades para con su
futura esposa sean menores. Las cualidades expresadas que debe tener la
candidata en estos casos es su capacidad para el trabajo, pero también he
observado que consideran como idóneas a aquellas mujeres con alguna
desventaja social, tales como huérfanas, hijas de familias muy pobres y sin
hombres, o quienes tienen uno o ambos padres alcohólicos. El acuerdo
matrimonial se realiza a través de las mujeres y son ellas quienes negocian la
huida de la muchacha con su novio. En algunos de estos casos, el hombre nunca
ha dirigido a la muchacha la palabra o siquiera una mirada, y puede tener un
desinterés absoluto hacia ella, aceptando el arreglo bajo la fuerte presión de las
mujeres de la familia. Casi siempre el pedimento se realiza posteriormente al
ingreso de la novia en su nueva familia y la negociación, en estas condiciones,
obviamente no será tan favorable para la familia de la novia. En algunos casos la
muchacha se arrepiente al no ver cumplidas sus expectativas y trata de regresar
con su familia, la mayoría de las veces sin éxito.
María era una huérfana que vivía con una mujer comerciante
quien la empleaba para las labores de la cocina a cambio de
techo y comida; quizá su situación mejoró con el convenio
matrimonial, pero no siempre es el caso (caso 7, Yav jteclum,
Chenalhó, 1995) 154.
154
Para la reconstrucción de este caso se entrevistó a la hermana, suegro, suegra, patrona y a la médica que
se involucró en su traslado.
291
155
Esta historia se basó en entrevistas con la madre, hermana, suegro, suegra y esposo.
292
Una mujer agraciada es aquella que es acogida por su suegra como una
verdadera hija; de hecho, será más cercana a ella que sus propias hijas. La
suegra es tan importante para el bienestar de las mujeres y se concibe a tal grado
como una figura de afecto y de cuidado, que cuando una mujer quiere señalar la
solidaridad que le ha prodigado otra mujer señala que la cuidaba como si fuera mi
propia suegra.
Pero así como la suegra puede ser fuente de cuidado y de afecto, también
puede constituirse en la peor enemiga, sobre todo cuando la nuera no cumple con
sus expectativas. Las malas relaciones entre suegras y nueras conducen a
situaciones de violencia familiar. La suegra se convierte en un interlocutor obligado
entre la pareja, y las quejas que la suegra expresa a su hijo pueden meter en
problemas a la recién casada. La mayoría de las veces, el joven esposo toma
partido por su familia, lo que es comprensible porque de su buen comportamiento
dependerá la entrega de la parte de tierra que le corresponde, y por lo tanto, su
futura independencia y autonomía. Esto ocasiona muchas veces desconfianza y
rompimientos entre la pareja, de los cuales nunca se recuperarán.
Cuando enviudan, los hombres algunas veces contraen matrimonio con las
hermanas menores de sus difuntas esposas. Aunque el sororato no es una regla,
conocí por los menos tres de estos casos. En todos ellos, los padres o familiares
de las desposadas tenían una situación más sólida que los yernos.
Sin embargo, otras mujeres que habían tenido una experiencia similar
afirmaban que el que sean dos o más las mujeres que viven con un hombre puede
ser ventajoso, sobre todo si entre ellas se establecen alianzas. Por un lado se
distribuyen las tareas domésticas y pueden descansar o curarse cuando se
enferman porque cuentan con el apoyo de otra mujer que realizará sus
actividades. También es posible establecer un frente común cuando el hombre se
violenta e intenta golpear a alguna de ellas.
156
En 1959, Pozas reportó la presencia de relaciones bigámicas en los casos en que la primera esposa
estaba enferma, presentaba esterilidad, o simplemente porque el varón consideraba que no era capaz
de cumplir adecuadamente con sus deberes (cfr. Pozas, 1987:164-166). Más recientemente, Barrios y
297
157
El jloktor ja’ jchi’iltic es un promotor indígena de salud con años –y hasta décadas- de experiencia
clínica, que utiliza como recurso curativo los fármacos y que tiene la visión de la práctica médica
alópata. No todos los promotores de la región son considerados como jloktor ja’ jchi’iltic, que literalmente
quiere decir: el que es doctor y que es compañero.
158
En el pasado se relacionaba al grupo familiar extenso con una mayor productividad y prestigio (cfr.
Favre,1973:204).
159
Un caso con el que se tienen varias coincidencias es reportado por Villa Rojas en los años cuarenta,
1990 [1942]:292-295.
299
más contacto que con la propia. De la forma en que ocurra la concertación del
casamiento, y del estado que guarden las relaciones entre los géneros y las
generaciones dependerán su bienestar y las posibilidades de obtener respaldo en
momentos de crisis o enfermedad.
160
A conclusiones similares llega Walda Barrios en un breve estudio sobre las mujeres migrantes que
habitan en una colonia marginal de San Cristóbal de Las Casas (cfr. Barrios, 1995:75-82).
302
161
De acuerdo a Laughlin (1993:163), en las décadas pasadas la edad habitual para contraer matrimonio
en Chenalhó era de 14 años.
303
Son estas redes en las que los individuos interiorizan estas opciones o
alternativas. En Chenalhó los procesos de socialización llevan a los individuos a
concebirse como partes de un todo; más como un nosotros que como un yo
individual. Esto implica prácticas y racionalidades muy distintas a las de la
sociedad moderna/occidental y, por lo tanto, las alternativas que se ofrecen o que
la propia enferma concibe, siempre privilegian el bienestar colectivo sobre el
individual.
respaldo. El cumplimiento de las reglas y de los roles que se esperan como hija o
como hijo, van consolidando estas redes. En la medida en que un hombre o una
mujer sea más independiente y transgreda las normas comunitarias la enfermedad
será explicada como el castigo natural a su comportamiento y los recursos y
esfuerzos que se inviertan para su solución serán menores. Esto pone en un doble
riesgo a las mujeres con complicaciones durante la maternidad y en cuyos
matrimonios no ha habido apoyo familiar, ya que la enfermedad y hasta la muerte
serán explicadas a partir de su conducta transgresora y no como un riesgo
inherente al proceso de la maternidad.
La obediencia y la sumisión
en una situación subordinada, sean los hijos en caso de una madre, o las nueras
en el caso de la suegra. Las propias mujeres pueden estar incorporadas al círculo
de la violencia y esto hace aparecer al fenómeno como un resultado generado por
la sociedad. Para ninguno de los chenalheros entrevistados la violencia es
aceptable, pero sí comprensible, sobre todo en casos de desobediencia de la
mujer o de incumplimiento en sus labores; la norma establece relaciones
diferenciales entre hombres y mujeres y entre adultos y menores. El marido, o la
madre en ausencia de aquél, como jefe de familia, como “dueño”, puede aplicarla
con fines correctivos. El valor diferencial que se tiene entre géneros y
generaciones ha sido documentado tanto en épocas pasadas como en la
actualidad162. Así, puede darse el caso de que por el sólo hecho de ser mujer las
posibilidades de sobre vivencia se reduzcan
162
Villa Rojas señala el valor diferencial que tienen niños y niñas. Los primeros pueden ser sujetos de
brujería por la envidia que genera su sola presencia (cfr. Villa Rojas, 1990: 229-307). Pozas da cuenta
también de la preferencia por los hijos varones (1987: 155-159). Recientemente, Barrios señala varios
casos en los que el nacimiento de mujeres fue fuente de disgusto masculino, llevando a la separación de
la pareja (1995:43-44). El caso 10 muestra, con enorme dramatismo, el significado que puede tener para
un padre la pérdida de su hijo varón, y sus consecuencias (cfr. capítulo VII).
163
Grupo de Trabajo, Campaña en contra la Muerte Materna (Freyermuth, 1998).
306
165
González e Iracheta (1987: 124-125) nos muestran cómo, a través de la violencia, se inculcaba el
respeto hacia los hombres y adultos y se perpetuaba el sistema de subordinación genérica y
generacional.
309
166
Historias clínicas proporcionadas por un hospital general de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas,
utilizadas para el análisis de los elementos que influyen en la sobre vivencia de mujeres indígenas que
acuden en busca de atención en condiciones de extrema gravedad (1997).
311
Agregando la negligencia
A la sumisión y la obediencia se puede añadir la negligencia como factor de
riesgo durante la maternidad. Esta es identificada en Chenalhó como una forma de
violencia socialmente inaceptable, y ocurre cuando, además de guardar una
condición de sumisión y obediencia extremas frente al marido y su familia168, estos
“no le tienen lástima a la mujer”. Es más cuestionada socialmente porque implica
la irresponsabilidad respecto al cuidado, vestido y alimentación que el marido debe
proporcionar a su cónyuge, lo cual no debe ser tolerado. Sin embargo, la
negligencia con las mujeres que han transgredido las normas familiares de
167
Henri Favre señala que entre 1956 y 1960 se presentó un incremento en los divorcios y homicidios
entre mujeres de Chamula debido a problemas de violencia intrafamiliar. Los estudios de prevalencia de
la violencia doméstica realizados en Jalisco (Ramírez y Uribe; 1993) y Monterrey (Granados et al; 1997)
mostraron que la sufrían entre el 44% y el 57% de la población femenina entrevistada.
168
Los casos 4 y 7 son ejemplos de este tipo de violencia.
312
La violencia física aflora con frecuencia durante el embarazo 169 (entre los
casos estudiados a profundidad, el 75% de las mujeres habían padecido algún tipo
de violencia). Las parteras y las mujeres reconocen que a menudo el aborto o la
muerte fetal es inducida por los golpes que el marido le propina a su mujer en el
abdomen. Tres son los casos en que se consideró a la violencia matrimonial como
causa directa de la muerte: los de María (caso 1), Verónica (caso 11) y Catarina
(caso 10). Dos de ellos, que a continuación mostramos, son de las cuatro mujeres
que estuvieron expuestas a niveles elevados de violencia.
169
Recientemente se ha incrementado mundialmente el interés en la medición de la violencia contra las
mujeres embarazadas (cfr. Journal of American Public Health Association, editorial). En nuestro país
también están apareciendo los primeros resultados de estudios sobre el vínculo de la violencia
doméstica y la maternidad en población urbana e indígena (cfr. González, 1998, en prensa; Comité
Nacional por una Maternidad sin riesgos, en prensa; Saldaña A, 1998 en prensa). En un estudio de 110
mujeres se reportó una prevalencias del 33% entre mujeres embarazadas (cfr. González:1998).
316
bien que pegaba, hasta palo echaba. Sí... palo echa, también
pega con su mano, lo que encuentra le avienta, y ella, como
no ve su camino cuando se huye, pues sufría mucho (caso
11, mujer, Chenalhó, 1995).
Las formas en que se ejerce la violencia contra las mujeres son más
dramáticas cuando muestran mayor independencia y autonomía frente a sus
grupos familiares 170. Sobre todo, hacia aquellas que decidieron al margen de la
familia su relación matrimonial; en los casos en que las mujeres discrepan de la
suegra o las hermanas en cuestiones tan básicas como el cuidado de los hijos;
cuando se defienden y oponen resistencia a la agresión, y cuando en varias
ocasiones han huido del marido a causa de los golpes.
170
Confrontar con los casos 1 y 8.
317
Cuando una mujer tiene varios hijos es muy difícil que salga de su situación
de violencia, generalmente sus padres no la aceptarán a menos que los hijos
permanezcan con el marido. En uno de los casos se permitió a la mujer regresar
con sus hijos más pequeños pero los abuelos tenían muchos problemas con los
nietos porque consumían los alimentos destinados a sus propios hijos
pequeños171; finalmente condicionaron la permanencia de su hija separada a que
171
Laura Bossen estudió una comunidad maya en la ciudad de Guatemala con la que se comparten estas
características. Ella lo interpreta en el sentido de que las mujeres indígenas gozan de un mayor status
por, entre otras cosas, tener la posibilidad de dejar a sus hijos al “cuidado” de la familia del esposo. Mis
observaciones me llevan a reconocer que esto muchas veces no responde a los intereses o
necesidades de la mujer que se separa, sino a los intereses familiares (cfr. Bossen L., 1983).
321
dejara a la totalidad de los niños con el marido. En este caso había hijos y nietos
de la misma edad.
Generalmente son los hijos, cuando crecen, quienes apoyan a sus madres
para que dejen definitivamente al padre. Los hijos proporcionan no solamente los
recursos económicos que posibilitan la separación sino que se erigen en
defensores de sus madres, inclusive amenazando de muerte al padre. La falta de
recursos propios es el principal factor que favorece el que las mujeres de
Chenalhó no salgan de este círculo de violencia; no pueden heredar la tierra y por
lo tanto siempre deberán acogerse a la protección de un hombre, sea este su
padre, marido, hijo, hermano o tío.
Las mujeres por quienes es más difícil abogar en caso de ser golpeadas
son aquellas que, se dice, tienen delito. Los delitos que pueden tener las mujeres
son muchos, uno de los cuales es la desobediencia a los padres, a los suegros o
al esposo. El incumplimiento de los deberes, como el de acarrear leña y partirla
(en el caso de Chamula, no así en Chenalhó); no tener hechas las tortillas o el
posol y el alimento del día preparado; no cuidar adecuadamente de los hijos y que
a causa de ello tengan algún accidente; salir de la casa sin permiso y sin
compañía; hablar con otras mujeres acerca de su esposo o de su familia,
172
Comunicación personal de Anna María Garza Calligaris, quien actualmente desarrolla un trabajo sobre
derecho jurídico y consuetudinario en Chenalhó.
323
Este último hecho nos refleja el cambio que está ocurriendo en la región
con respecto a las relaciones de poder entre hombres jóvenes y hombres de
generaciones anteriores, pues los datos muestran que estos jóvenes fortalecen a
sus madres frente a sus padres y ponen muchas veces en tela de juicio la
autoridad masculina del viejo en el interior de la familia. Desde luego que esto
puede estar matizado por la calidad moral que la comunidad y la familia le asigna
a este hombre maduro o viejo en particular, o al hijo en cuestión.
por los médicos, lo que a veces conduce a una inadecuada valoración del riesgo
por parte éstos. Nos referimos específicamente a que las mujeres indígenas no
manifiestan el dolor como lo refieren los libros de medicina (queja, llanto o facies
característica) en casos de extrema gravedad como en la ruptura uterina, o
cuando se les somete a una oclusion tubárica bilateral con anestesia local173.
Sin embargo, los casos también nos muestran que las redes de apoyo no
necesariamente posibilitan la resolución de los problemas de salud de las mujeres
con complicaciones, ya que también intervienen factores tales como las formas en
que se conciben los padecimientos y las alternativas que grupalmente se ofrecen
para que las redes de apoyo funcionen con éxito. Es por ello que en el siguiente
capítulo daré cuenta de las formas en que las mujeres y la parteras identifican los
riesgos durante la maternidad, cuáles son las explicaciones causales que manejan
y, por lo tanto, las alternativas de salud que están dentro de su marco conceptual.
173
Por lo menos tres médicos que han sometido a mujeres indígenas a Oclusión Tubárica Bilateral bajo
anestesia local, me han señalado que el procedimiento no produce dolor en la medida en que las
mujeres no se quejan. Entrevistas y observaciones realizadas entre 1995-1998.
327
Capítulo IX
En el capítulo anterior señalaba que, para dilucidar con mayor certeza los
elementos que inciden en la muerte materna es necesario profundizar en la propia
maternidad. Esta es percibida entre los tzotziles de Chenalhó como un evento que,
colocando en peligro continuo a la mujer, tiene su contraparte en la
responsabilidad masculina, marital y familiar.
El embarazo
La pareja tzotzil ingresa a la adultez a través del matrimonio y el embarazo,
por ello es muy importante que el proceso reproductivo se inicie poco después del
174
Desde 1955, Aguirre Beltrán señaló que existía un conocimiento estereotipado que consideraba que las
mujeres indígenas sufrían menos complicaciones que las mestizas.
332
Son varias las peticiones que hacen los hombres a través de estos ritos:
que el embarazo no se transforme en un padecimiento o al chi’ich (aborto), que no
se convierta en un embarazo del mono, que el parto se resuelva bien, que no se
presenten malposiciones 176, y que no mueran el producto o la madre.
175
La esterilidad en la pareja generalmente provoca la ruptura de la relación, o la llegada a la casa de una
“segunda esposa”.
176
Malposición se refiere a todas las anomalías que, en la medicina occidental, se conocen como
alteraciones de la situación, presentación, posición, variedad de posición o actitud del producto.
333
177
Este secreto se utiliza también en otros padecimientos. Por ejemplo, cuando la enfermedad produce
aumento de volumen de los ganglios linfáticos, se hace el signo de la cruz con un cuchillo para pedir que
desaparezcan.
335
El arco iris
Se considera que durante el embarazo la formación del arco iris puede ser
nocivo. Si una mujer embarazada se topa con un arco iris puede transformar a su
producto en al ch'ich. Como medida de prevención las mujeres deben desnudarse
inmediatamente o alzarse la falda, lo que derrotará al diablo; a quien se atribuye la
formación del arco iris. El arco iris es frío , por lo que también puede producirle
hinchazón. Si una mujer se encontró con un arco iris y no pudo alzarse la falda,
se le recomienda que acuda a la partera para que la sobe con plantas calientes
(Ajate’ y Laurel) y de esta manera evitar la enfermedad.
178
Dentro del simbolismo maya y azteca se considera que el mono tiene un carácter sexual, símbolo de
temperamento ardiente, e incluso incontinente (cfr. Chevalier, 1995: 719).
179
Para autores como Hermitte o Guiteras, el nagual y el wayjel serían sinónimos. El wayjel es su
coescencia animal, cada persona tiene un animal acompañante desde que nace hasta que muere. Cada
tzotzil tiene por lo menos un wayjel importante sin el cual no podría vivir. Para existir se requiere por lo
menos de tres. La fortaleza de una persona está relacionada con el número y el tipo de wayjel que
posea. Los hay buenos y malos, y el mono se considera característico del brujo. Algunos autores,
cuando se refieren a los animales de los ak’chamel capaces de hacer daño se remiten a los naguales.
Favre analiza las diversas connotaciones que entre tzotziles y tseltales tiene el doble animal, aquellos
interesados, cfr. Favre, 1973:258-259.
336
El maltrato
El sueño
El mal echado
180
El mal echado puede materializarse por la envidia, que consiste en enojo o celos por la prosperidad
de la víctima, prosperidad que no necesariamente implica acumulación de recursos materiales, sino
logros familiares. Hermitte señala que en Villa de las Rosas había la necesidad de tres brujos para
realizar un mal echado. Para mayores detalles, cfr. Hermitte 1992:67.
181
El cortar vela es una de las brujerías más temidas porque implica el que un tercero está interesado en
detener la vida de una persona en particular.
338
Rosa, una partera que trabajaba en una clínica del IMSS, un jloktor ja'
jch'iltic (doctor compañero) capacitado en el INI y un j’ilol, nos mencionaron que la
edad sí constituye un factor de riesgo y que es deseable postergar el matrimonio
para disminuir las complicaciones durante el parto. Los tres pensaban que la edad
idónea para el matrimonio era entre los 18 y los 20 años 183 y el j’ilol señaló que los
partos prematuros son más frecuentes entre las muy jóvenes. En Chenalhó las
mujeres siguen contrayendo matrimonio entre los 15 y los 16 años, pero en
Mitontic, por ejemplo, son desposadas desde los 10 y 12 años.
182
Esto coincide con la curva de mortalidad materna, por grupos de edad, presentada en el capítulo III.
183
Podemos suponer que las diferencias entre estos agentes de salud y la población general se deben a
su contacto con la medicina occidental, particularmente con los programas de salud gubernamentales.
339
Las mujeres asociaron el desgaste físico, y por lo tanto los riesgos, con el
número de embarazos. Así, algunas se han percatado de que su recuperación
después del quinto parto en adelante ya no es tan rápida como después de los
primeros, y el temor a la muerte está presente en quienes tienen diez o más
embarazos. Aunque la mayoría no identifica al primer parto o a la juventud como
elementos que incrementan el riesgo, en los dos casos de muertes de primíparas
muy jóvenes (casos II y VI) la edad fue modificada y registrada falsamente en las
actas de defunción, lo que probablemente se debió a una declaración
intencionalmente distorsionada por los familiares que realizaron el trámite 184.
184
Suponemos que esto fue para evadir responsabilidades.
185
Como comentamos en la referencia 180, esta debilidad o fortaleza está relacionada con el número de
naguales y con la condición en que éstos se encuentran.
340
Los padecimientos
Aire (ic')
186
Coincidentemente, dolor abdominal intenso y percepción de fosfenos son dos signos ominosos de la
toxemia del embarazo.
341
Hinchazón
187
Esto ocurre en dos situaciones: cuando una persona cambia de casa, deja su espíritu en su lugar de
origen, y los espíritus guardianes de su nuevo espacio embrujan al recién llegado. La otra, cuando una
casa es construida en lugares utilizados por los espíritus guardianes para su camino nocturno
(cfr.Hermitte 1992: 40).
188
Un j’ilol de Nueva Palestina, San Cristóbal de las Casas, dijo que cuando existen problemas de salud
de los pobladores o de los animales en un espacio geográfico determinado, debe pensarse que es la
propia tierra la que está haciendo el daño. Comunicación personal de Adabell Gómez Jiménez,
estudiante de maestría de CIESAS.
343
Las parteras reconocen que el aborto puede ser causado por distintas
situaciones, la más frecuente de las cuales es el maltrato, sobre todo por golpes y
puntapiés en el abdomen o la espalda; también lo causan la privación del dinero,
el exceso de trabajo como el cargar la leña o el maíz de la cosecha, el trabajar en
telar de cintura, el no ver satisfechos los antojos, los sueños 189, y el exceso en la
actividad sexual. Afirman que el producto del embarazo está sujeto a la espalda de
la madre por lo que el efectuar trabajos pesados que impliquen un esfuerzo
excesivo del dorso, o la agitación producida por las relaciones sexuales pueden
provocar su desprendimiento. A los antojos insatisfechos y a las relaciones
sexuales durante el embarazo se achaca también la falta de crecimiento del
producto.
189
Una mujer soñó que era agredida con golpes y puntapiés en el abdomen un día antes de abortar.
344
Las infecciones urinarias también son vistas por las parteras como un
problema frecuente durante el embarazo y las diagnostican con la presencia de
fiebre y dolor al orinar. Para algunas de estas comadronas, tales infecciones
pueden estar originadas por un mal echado o porque le cortaron vela.
Las mujeres que no se han alimentado bien durante la niñez tienen mayor
riesgo de enfermar durante la maternidad que aquellas que han tenido una
nutrición adecuada. El concepto de mala nutrición está integrado con el de
malacrianza y es considerado un problema de salud.
El trabajo
Uso de medicamentos
Rosa, partera que colaboraba con el IMSS, promovía que las embarazadas
con dolor de cabeza, espalda o cansancio, fueran a la clínica por medicamentos y
ya no utilizaba la herbolaria porque consideraba que las medicinas eran más
eficaces. Sin embargo, las vitaminas y analgésicos de uso más común son
adquiridos regularmente en las farmacias, por los hombres o transportistas de la
comunidad que viajan a la ciudad de San Cristóbal.
Conductas
trabajar demasiado puede ser también causa de problemas, no sólo por el efecto
nocivo del esfuerzo físico sobre el embarazo, sino porque representa para la
chenalheros una conducta disfuncional190. Finalmente, las complicaciones pueden
también aparecer por el hecho de que una mujer haya sido solicitada en
matrimonio varias veces, por distintos hombres, lo que significa que ha sido objeto
de envidia.
190
El trabajar demasiado conlleva a la acumulación de dinero y contribuye a la diferenciación social en el
interior de la comunidad, quizá a esto se atribuya su nocividad.
349
nos fueron revelados 191. En Chenalhó, según se nos informó, las dos mujeres
muertas con embarazos avanzados fueron sepultadas sin practicárseles maniobra
alguna.
El parto
Las parteras identifican que la fecha del nacimiento está cerca porque el
producto se acomoda en el vientre y desciende de nivel192, y algunas acostumbran
sobar a las embarazadas con mayor frecuencia unos días antes del parto para
ayudar en este proceso. El decidir el momento justo en que se debe hincar a la
parturienta durante el trabajo de parto distingue a una partera buena de una
inexperta. Las parteras saben que la salida de líquido transvaginal es señal de que
el parto se avecina, pero ninguna de las que entrevistamos conocía del significado
del cambio de coloración del líquido amniótico, aunque sí habían llegado a
identificarlo.
Se cree que el desarrollo del parto y del postparto depende de los cuidados
que el marido ha proporcionado a la embarazada o prodiga a la parturienta o
191
Guiteras señaló, para los cincuenta, que para extraer al producto se utilizaba una operación tipo
cesárea. cfr. Guiteras (1996 1era. 1961).
192
Lo que se conoce en obstetricia como encajamiento.
350
mujer recién parida. Hay esposos responsables, atentos al inicio del trabajo de
parto, que se preocupan por comprar una tela o ropa para el recién nacido, una
faja y hasta pañales. Tienen preparada una tabla para recostar a su esposa y un
chamarro para cubrirla. En cambio, hay otros que se la pasan bebiendo y hay que
avisarles cuando su esposa está por dar a luz, cubren a la parturienta con un
chamarro viejo, la acuestan en el suelo y apenas cuentan con un pedazo de
plástico para protegerla del suelo húmedo; no tienen ni un trapo para cubrir al
recién nacido y lo envuelven con una toca vieja o una camisa.
Algunas parteras, pero sobre todo los jloktores ja jch'iltic, aplican sueros
vitaminados durante el parto, los cuales pueden adquirirse en los poblados más
grandes de Chenalhó como Yav jteclum, o en Pantelhó.
193
Referencias similares se encuentran en Villa Rojas, 1990. Durante una investigación que realicé antes
en Los Altos de Chiapas, las parteras del municipio de Chanal me comentaron que arrojaban la placenta
a los perros.
352
Las mujeres tzotziles tienen generalmente pocas amigas, una o dos cuando
mucho, quienes las acompañan o visitan, sobre todo cuando son sus vecinas. Si
no es así, la saludarán después en el mercado, cuando la mujer salga a hacer sus
compras ya totalmente recuperada.
194
Se llama alumbramiento a la expulsión de la placenta, lo que ocurre generalmente dentro de la primera
media hora posterior al nacimiento.
353
Algunos bebés que han sido manipulados por malposición antes o durante
el parto, o de manera inadecuada después del nacimiento, rechazan el pecho
materno y lloran demasiado. Se piensa que a estos niños se les ha quebrado el
cuerpo, y deberán ser tratados por una partera/j’ilol que sepa sobar para reunir sus
partes.
195
Circular de cordón se refiere al hecho de que el cordón umbilical se enreda en el cuello del producto
durante el parto.
354
Si el niño nace con demasiada grasa sobre la piel (vernix caseosa), se dice
que tiene una ropa de atoles. Se piensa que esto es debido a que su madre no
lava adecuadamente el metate en donde muele el nixtamal, o a que ha comido los
restos adheridos a la olla del atole, o las natas que se forman cuando éste se
enfría.
La acción del demonio en el momento del parto puede explicar el por qué
dos mujeres que han presentado una complicación similar, no mueren de la misma
manera. La presencia demoníaca obedece a ciertas características de la familia, o
a las conductas del marido o de la propia parturienta
196
Las versiones internas pueden producir hemorragias intracraneanas al neonato, lesiones espinales y
parálisis del plexo braquial, entre otras. En la madre pueden producir ruptura del útero. En 1997 ingresó
356
al hospital de la SSA en San Cristóbal una paciente manipulada tan violentamente durante el parto que
presentaba ruptura hepática.
357
Entre 1988 y 1989 realicé trabajo con parteras en esta región y me percaté
de que no se utilizaba ningún medicamento para dicho propósito. Sin embargo,
desde hace algunos años las hierbas han sido sustituidas o acompañadas por los
medicamentos estimulantes de la contractilidad uterina. Frecuentemente se
recurre a la oxitocina 198 (conocida comercialmente como “syntocinon”), al grado de
que algunas mujeres dicen que ya están acostumbradas a usarlo en sus partos,
pues estiman que los apura más eficazmente que los remedios de herbolaria
conocidos desde hace tiempo. En una pequeña muestra de 60 mujeres
entrevistadas encontramos que 16% de ellas hacían uso de este medicamento. El
empleo de estos fármacos se ha venido liberalizando; antes se aplicaba una
ampolleta poco antes del nacimiento, pero actualmente se llegan a utilizar hasta
tres, con intervalo de horas, o dos ampolletas simultáneamente. Un promotor nos
197
Obac: humo que se convierte en hollín.
198
Medicamentos de empleo delicado que estimulan la contractilidad uterina. Pueden ser utilizados,
intrahospitalariamente, para la inducción y conducción del parto en situaciones especiales, y se
administran después de la salida de la placenta para evitar el sangrado postparto.
358
relató haber atendido a una primigesta a quien, con el cuello de la matriz aún
cerrado, familiares y partera le habían aplicado cuatro ampolletas de oxitócicos. Es
posible que el uso de estos medicamentos haya contribuido al incremento de
óbitos fetales, retenciones de placenta y rupturas uterinas (cfr. capítulo X). La
compra de estos medicamentos es responsabilidad de los familiares de la
parturienta, quienes lo encargan a los agentes municipales o a los maestros del
lugar que viajan a la ciudad. Su aplicación es realizada por cualquier persona
capacitada para inyectar, independientemente de que forme o no parte del sistema
indígena de salud.
pero tiene la convicción de que, antes o durante el parto, puede ser controlada con
medicamentos 199. Otras parteras utilizan medicamentos que, según afirman, los
médicos les han proporcionado para evitar el sangrado y el dolor en el
postparto 200. Algunas, como señalamos anteriormente, utilizan hierbas.
199
El sangrado abundante antes del parto, por placenta previa, puede a veces cesar con reposo, pero el
presentado intraparto generalmente requiere de resolución quirúrgica.
200
La mayoría de ellas desconoce el nombre de estos medicamentos, pero al parecer se referían a la
oxitocina y a la ergonovina.
360
Me’vinic
Una complicación muy grave, después del parto, es el me’vinic (alteración),
aunque este problema puede aparecer también durante el embarazo. Para los
tzotziles el me’vinic o alteración es algo inherente al ser humano, una señal de
vida que está presente en niños, mujeres, hombres, indígenas y mestizos; ubicado
en la boca del estómago, se reconoce por su latido (pulsación de la aorta
abdominal). Es la modificación de este latido, que produce enfermedad o muerte,
lo que es conocido como me’vinic. Cuando se está enfermo, la alteración se sube
y, si se es de condición débil, se puede morir. En el caso de los hombres el
me’vinic se asocia con el exceso de trabajo, el alcoholismo o la falta de alimento.
La pulsación del me'vink puede ser muy intensa y acompañarse de dolor, opresión
en la boca del estómago, dolor torácico, dificultad respiratoria, pérdida de la
conciencia y muerte. Según un j'ilol, la enfermedad ha llegado a ser más frecuente
y de mayor gravedad, desde 1994, a partir de que la crisis social chiapaneca se
hizo más evidente. El me’vinic debe ser tratado directamente por el j'ilol, mediante
hierbas y rezos pidiendo la bendición de Dios. Es más frecuente entre las mujeres
durante la vida adulta debido a que los embarazos las hacen más débiles que los
hombres. Rosa, partera de Macvilho’, Chamula, nos indica las causas que pueden
llevar a este padecimiento:
A las mujeres en general se les recomienda que siempre lleven una faja
que les permita apretar su vientre y controlar el me’vinic. El me'vinic puede
presentarse durante el embarazo, con dolor de estómago que puede ser tan
361
Para evitar que se manifieste durante el parto, hay que fajar fuertemente el
abdomen (xch’ut) 201. Sobre todo inmediatamente después del nacimiento, debe
beberse una taza de posol o de agua caliente, lo que evitará que se suba la
alteración ocupando el estómago que ha sido desalojado por el bebé. De lo
contrario, las manifestaciones características serán la debilidad, la percepción de
destellos (fosfenos), la dificultad para respirar y el aumento de volumen abdominal
acompañado de dolor intenso, signos y síntomas atribuidos a la presencia, súbita,
de sangre en el estómago. También puede ser causado al desfajar a una mujer
que recién parió, para cambiarle su nagua, como sucedió con Juana (caso II). En
este caso no se tuvo el cuidado de sostener el abdomen mientras se le mudaba de
ropa, permitiendo que subiera el me’vinic. Otras parteras sugieren que la
acumulación de sangre sucede cuando a la mujer recién parida no se le ha
sobado correctamente. El masaje pretende calentar el abdomen y prevenir el
desplazamiento de la sangre, calentamiento que se puede conseguir también
aplicando trapos calientes y ejerciendo presión. Las parteras son las responsables
de realizar estas maniobras inmediatamente después del parto, y de acudir al día
siguiente para repetirlas.
201
Literalmente se traduce como estómago suave.
362
encienda velas. Las hierbas son administradas inicialmente durante tres días, por
las mañanas, y si esto no mejora el problema se continúa tomándolas diariamente,
en una dosis menor, hasta que desaparece. Cuando esto no ha conseguido
resultados favorables, se pueden aplicar hierbas sobre el abdomen y amarrarlo.
Existen algunas diferencias en esta práctica pues en Chamula se faja el abdomen
durante el embarazo, pero no cuando se tiene me’vinic. En Chenalhó y en
Larráinzar las parteras y las mujeres nos comentaron que acostumbran amarrar el
abdomen con un chal, pero algunas colocan además una madeja de hilo por
debajo del chal para conseguir una presión más firme y permanente. En Macvilhó,
Chamula, esto lo hacen solamente los hombres.
Canalización de pacientes
Las mujeres pueden ser derivadas para su atención hospitalaria por los
médicos de las unidades médicas rurales, por los jloktores ja jchi’iltic, por
363
promotores de salud y, muy raras veces, por las parteras. Cuando la comunidad
de origen es muy apartada y el camino agreste, el traslado hasta la carretera
donde pueda conseguirse un vehículo para llevarla al hospital, se hace sentándola
en una pequeña silla de madera y cargándola con mecapal. En 1992 fue
pavimentada la carretera a Chenalhó, lo que ha mejorado la comunicación hacia el
municipio, pero aún existen localidades que, aunque cuentan con caminos de
terracería, no disponen de vehículos (esta fue la situación que vivieron las mujeres
que murieron entre 1988 y 1993).
202
Para las actividades de control natal sí se cuenta con apoyo logístico, de tal manera que para el
traslado al hospital de pacientes para la esterilización se dispone de vehículo terrestre o aéreo, según
sea el caso.
364
Solamente en uno de los casos que seguimos, el parto fue atendido por un
médico. Es el caso de Juana (caso 5), en el que el médico acudió a su domicilio
después de que había sido dada de alta por los médicos del Hospital de Campo
de San Cristóbal. Dos fueron los aspectos más criticados por los familiares de la
estancia hospitalaria: el que a la mujer no se le haya permitido tomar el posol que
se acostumbra inmediatamente después del parto, y la desnudez y la posición a la
que la sometieron tanto el médico como la enfermera.
203
Conocida en el ambiente médico institucional como oclusión tubárica bilateral (OTB) o salpingoclasia.
365
fetal (el producto había muerto in útero). El esposo nunca pudo transmitir al
personal del hospital el deseo de la mujer de ser esterilizada, pero salieron del
hospital pensando que había sido ligada. Un año después murió durante su último
parto.
Durante estos tres días se debe cerrar la casa y rezar para que el diablo
(pukuj) no aparezca. Es preferible que el cuidado que se brinde a la recién parida
sea proporcionado por un hombre, pues de lo contrario los demonios pueden
llevarse a la mujer o al recién nacido. Si el marido está ausente, se recomienda
que esté acompañada por otra persona porque puede encontrar el maj’benal206.
204
Extracción del útero.
205
Los miomas son los tumores más frecuentes del aparato genital femenino; la miomectomía es la
extracción quirúrgica de los mismos. cfr. Pérez,1995:136-142.
206
El maj’benal no es definido muy claramente. Mientras que puede ser considerado como un estado de
vulnerabilidad, para algunas parteras es una enfermedad que se adquiere cuando la mujer se queda
sola después del parto, pero que no tiene características particulares; otras señalan que es debida a que
la sangre se endurece en el abdomen. Nociones muy distintas del maj’benal fueron encontradas por
366
Para el maj’benal, las parteras llevan a la mujer recién parida al temazcal y aplican
algunas hierbas sobre su abdomen (mokitipon tzunum, Biquit Pom tzunum,
maj’benal), y le dan a beber infusiones con ellas preparadas.
Calixta Guiteras. cfr.1996; [1era 1961] cfr. 120. Silver (1980:467) señala que el maj’benal es referido por
los zinacantecos como un tipo diferente de mal, consistente en sensación de golpe, debilidad y fiebre,
cuyo origen puede estar en tres tipos de causas.
367
después del mes o mes y medio. Las parteras recomiendan tres días de
acompañamiento, entre los cinco y quince días empezar a tortear, y hasta
después de los 20 moler el nixtamal y reiniciar las relaciones sexuales. Hacerlo de
otra manera puede causar enfermedad. Las parteras mencionan que aunque es
así que ellas lo recomiendan, las mujeres y los hombres toman la decisión de su
vida íntima y no creen que las parejas atiendan siempre a sus consejos pues han
conocido mujeres que a los cinco días fueron obligadas a tener relaciones
sexuales. Los problemas que se pueden presentar por levantarse prematuramente
son la alteración, el dolor de espalda y el aire.
El trabajo
Como ya vimos, las parteras recomiendan que después del parto las
mujeres recién paridas no carguen cosas pesadas, que no caminen grandes
distancias, y que no muelan el maíz ni torteen, restricciones que deben ser
observadas por quince días. Sin embargo, la mayoría solamente dedica unos
cuatro días al reposo.
La alimentación en el postparto
Hay alimentos que no deben consumirse y deben evitarse durante por lo
menos dos meses, como la carne de cerdo o de guajolote, la carne salada, el
pescado y otros mariscos, el aguacate y el tomate, porque son fríos. En cambio, la
gallina, el huevo y las verduras, si están calientes, se pueden comer. Las verduras
se recomiendan especialmente porque contienen vitaminas. Los problemas que
los alimentos prohibidos desencadenan en las mujeres recién paridas son propios
207
Hierba combinada con pox.
371
208
Gusanos que crecen en la fruta (por analogía). En estos casos es probable se trate de una oxiurasis
masiva (parasitosis intestinal) o de miásis (infestación por larvas de mosca).
209
Conocido en ginecología como mastitis.
373
El riesgo de morir
Se considera que en la muerte, la suerte tiene mucho que ver. Los tzotziles
creen que ésta puede ser modificada por algunos ritos que involucran a los
rezos 210 para alargar la vida. Por ello son tan importantes los adivinos que,
hablando con las cajitas o los santos, pueden percatarse de la relación entre la
suerte y el riesgo de morir, permitiendo luego al j'ilol actuar en consecuencia.
Hay personas que se ponen en riesgo de fallecer ya sea porque piden morir
o piensan en morir. Algunos piden morir de ciertas maneras que se consideran
violentas: durante el parto, ahogados en el río o asesinados. Para algunos, morir
de esta manera permite la reencarnación, existiendo la creencia de que las
mujeres lo hacen como hombres, y viceversa. Cuando la mujer tiene miedo a la
muerte, o menciona a la muerte cuando se complica el parto, se interpreta como
que se está entregando al demonio, lo que hará más probable su deceso.
210
cfr. Moscoso (1991, pág. 129).
211
Estas percepciones son compartidas por indios y mestizos.
374
Hay muertes que se presagian. Una mujer nos confesó que durante el
embarazo tuvo un sueño en que el diablo la tocaba. Esto se interpretó como una
señal, por lo que marido y mujer decidieron que el parto se atendiera en el hospital
y se ligara para no tener más hijos. En el caso II de Juana, la adolescente, la
partera mencionó que la muerte ya había sido anunciada. La muchacha había
visto una gallina salir de una casa y trató de atraparla para comerla, percatándose
luego de que la gallina corría decapitada. Su familia pensó que el diablo se le
había aparecido. Otro signo ominoso fue que la cosecha de frijol de la familia
había sido especialmente abundante y tras que era ahuizote el frijol, por eso se
murió. En los pueblos de la región, tanto ladinos como indígenas, la llegada de
parvadas de aves, o grillos, es vista como presagio de calamidades o de muerte;
la sola presencia de un pájaro, como el tí; o que una gallina cante como gallo, son
señales de peligro.
El que una vela se apague o se caiga durante el rezo, es mal presagio. Sin
embargo, el rezo es visto generalmente como el conjuro más efectivo contra los
malos vaticinios.
Todas estos roles le dan la responsabilidad del cuidado, y por lo tanto del
buen desarrollo de este evento que es tan importante para la pareja, aunque
también en esta responsabilidad se entreteje la posición subordinada de la mujer
frente al hombre, pues su salud dependerá en buena medida de la actitud que el
esposo tenga para con ella.
376
La relación que se establece entre padres e hijos o nuera y yerno con los
suegros es fundamental para la buena marcha de la maternidad. Una relación
armónica entre nuera y suegra permitirá a la primera contar con alimentación
adecuada, descanso suficiente, búsqueda de atención oportuna en caso de
complicaciones y apoyo frente a la violencia familiar. Una adecuada relación entre
la embarazada y sus padres, le permitirá contar con su apoyo en caso de que su
esposo o sus suegros tengan actitudes violentas o negligentes en relación a su
cuidado o alimentación. Buenas relaciones con sus padres y suegros permiten a la
mujer embarazada contar también con el apoyo de los vecinos y de su grupo
social.
menores de 18 años; o el que una partera haya adoptado el lenguaje que se utiliza
en obstetricia respecto de las intervenciones quirúrgicas más frecuentes, y que
tenga una serie de percepciones en torno a los riesgos que conlleva cada tipo de
intervención y proporcione en consecuencia sus recomendaciones. Sin embargo,
el impacto más importante que se reconoce en las prácticas indígenas durante la
maternidad es el de la medicalización. Vitamínicos, sueros vitaminados,
analgésicos y oxitócicos fueron los medicamentos más utilizados por las mujeres
que fallecieron o que fueron entrevistadas,
las complicaciones durante la misma, muy diversa de las formas mestizas. Las
explicaciones que asocian a la violacion de normas comunitarias y familiares con
la presentación de los riesgos posiblemente retardan, en el mejor de los casos, o
cancelan, en el otro extremo, el acceso a otras alternativas de atención.
381
Capítulo X
212
Que se conciba a los mestizos como fuente de enfermedad ha sido también documentado por Marie
Odile Marion, refiriéndose a los Lacandones de Chiapas de finales de los setenta (1997; 22). Señala que
esto se debe a que el asentamiento de monteros en la selva propició la presencia de epidemias y otros
padecimientos que diezmaron a la población Lacandona.
382
Posiblemente es por ello que aún ahora la sociedad indígena vigila, regula y
sanciona los vínculos con los ladinos, y establece formas de control a la
desviación a la norma, que pueden resultar muy violentas. Este tipo de relaciones,
gestadas en un marco social más general, constituye la premisa a partir de la cual
se da la interrelación entre los distintos sistemas médicos que pretenden brindar
atención a las mujeres indígenas con problemas graves durante la maternidad.
está dando la interacción entre estos dos grupos y si ésta posibilita la disminución
de la muerte materna.
213
Dado el nivel de escolaridad, ya que entre la población indígena de Los Altos el promedio es de 2.28
años, y cuenta con instrucción superior sólo el 0.5% de los mayores de 18 años. En el INI, a escala
nacional, el número de profesionales de origen indígena que participan en esta institución no llega ni al
5%.
385
214
Para el análisis de la racionalidad y la legitimidad del conocimiento médico occidental, cfr. Ayora
Díaz,1998.
387
215
Proyecto Capacitación, promoción y atención en salud sexual y reproductiva de las mujeres en las
regiones Altos, Sierra, Fronteriza y Costa del estado de Chiapas. Un modelo de atención comunitaria de
primer nivel para la protección de la salud sexual y reproductiva de las mujeres. Proyecto de
colaboración entre CIESAS-Sureste y Grupo de Mujeres de San Cristóbal de las Casas, A.C.
Coordinado por Graciela Freyermuth Enciso, 1995. La encuesta estuvo a cargo de Mariana Fernández
Guerrero.
216
Para el j’ilol, el rezo es un elemento fundamental en la curación.
388
Cuadro 37
Atención del parto y recursos utilizados durante el mismo. Chamula y Chenalhó 1996
Chenalhó /Chamula Recursos utilizados durante el parto Chenalhó
/Chamula
Partera 30 17 47 Medicamentos (oxitócicos) 4 3 7
Suegra 2 1 3 Sobadas con pomadas 9 9
mentoladas, petróleo o
hierbas
Madre 1 4 5 Infusiones de especies y 8 4 12
hierbas
Abuela 1 1 Ninguno 12 12 24
La propia mujer 1 1 Bebidas alcohólicas 1 1
Tía 1 1 Temazcal
33 25 58 33 20 53
Fuente: Encuesta de un proyecto de colaboración CIESAS-Sureste /Grupo de Mujeres, 1995.
389
Cuadro 38
Tipo de atención en mujeres fallecidas por causas maternas en Chenalhó entre 1989-
1993
Muerte durante el embarazo
Caso I
María se embaraza
Amenaza de aborto (un mes antes) Médica de SCLC
Inicia su padecimiento con dolor (por la tarde) J’ilol
Empeora Medicamento que no logra ingerir
Muere de madrugada, 12 horas después del
inicio
Caso III
En las últimas semanas del embarazo presenta La atiende la partera
sangrado transvaginal
La partera sugiere que se busque a un jloktor ja’ Se busca a varios j’iloletik
jchi’iltic
Empeora un día por la mañana Buscan ayuda con un jloktor ja’ jchi’iltic
Buscan ayuda de la partera
Sangrado masivo, por lo menos dos semanas El jloktor ja’ jchi’iltic la encuentra agonizante
después del primer sangrado
Caso IV
Durante el embarazo Visita al médico, éste confirma el embarazo
En los últimos días del embarazo La partera identifica una malposición y sugiere el
traslado de la mujer
En el trabajo de parto Es atendida por la partera y mujeres vecinas
Aparece sangrado masivo. Su esposo le aplica un medicamento inyectable
Transcurren alrededor de 12 horas desde que
inicia el trabajo de parto y dice “sentirse mal”,
hasta que muere
Caso V
Durante el embarazo, amenaza de parto Clínica de Yav jteclum
prematuro
Continúa con sangrado transvaginal Hospital de Campo
Persiste con sangrado transvaginal Hospital de Campo
Regresa a su casa
Inicia trabajo de parto La atienden un médico y una enfermera en su
casa
Se complica Llaman a un j’ilol
Muere después del parto. Embarazo con varios
meses de complicación
390
Caso VI
Parto complicado con sangrado profuso Partera (uso de oxitócicos)
Molestias postparto Partera, le administra un té
Empeoramiento de la situación J’ilol y rezador
Traslado a la casa de sus suegros Rezadores del grupo religioso al que pertenecen
Empeoramiento (una semana después del Búsqueda de un medicamento en otro municipio
nacimiento del bebé)
Caso VII
Parto que se complica con sangrado La partera utiliza ciertas hierbas que, según los
familiares, empeora el cuadro
Inicia con dolor abdominal Es tratada por su suegro j’ilol con rezo y plantas,
para desechar la “sangre acumulada”
Empeoramiento. El agente municipal sugiere Es llevada al Hospital de Campo, le aplican un
que se traslade al hospital “suero” y la dan de alta con cita a los tres días
Regresan a su pueblo Rezo por varios j’iloletik
Muere 12 horas después de haber sido
egresada y dos semanas después de iniciado el
padecimiento
Caso VIII
Se sabe poco del parto La suegra lo atendió, es partera
Inicia con “calentura” después del parto Acuden a un jloktor ja jchi’iltik que prescribe
cloroquina, pensando en paludismo
Empeoramiento Llaman a los j’iloletik de la familia para que
recen
Transcurren alrededor de 3 semanas desde que Se decide no hacer nada más y muere después
inicia el padecimiento hasta que muere de dos días
Caso X
Inicia trabajo de parto Acuden con su hermano para que aplique una
inyección para la apuración de parto (oxitócico).
Se busca a la partera
Parto complicado por presentación podálica Atendido por la partera, se aplican dos
inyecciones más de oxitócicos. El recién nacido
muere
Presenta hemorragia después del parto Se le dan “pastillas”
Presenta problemas familiares en el postparto La partera le da plantas y pastillas para provocar
que coinciden con un evento de violencia la salida de sangre del abdomen
doméstica Se buscan medicamentos (inyecciones) con el
Aumento de volumen del abdomen y dolor j’lloktor ja’ jchi’iltik
intenso La partera sugiere que se traslade al Centro de
Los familiares piensan que la puérpera tiene salud
susto y por ello deciden no enviarla al centro de Se inician rezos con j’iloletik
salud Se busca a un jt’unul (adivino)
Ocho días de evolución antes de morir
391
J’ilol
Para el j’ilol y la población indígena, las causas que ocasionan las
complicaciones durante la maternidad no difieren de aquellas a las que se atribuye
otro tipo de enfermedades graves. En tzotzil, enfermedad se expresa con la
palabra chamel, vocablo cuya raíz denomina también a la muerte 217. Se atribuyen
a la enfermedad causas diversas, algunas de las cuales tienen que ver con las
características propias del individuo, como la debilidad, malacrianza, el destino;
condiciones de vulnerabilidad especial como el embarazo, el ser físicamente
pequeño, tener la vida cortada o tener chiquito el corazón. Existen padecimientos
que son adquiridos por contacto con agentes de la naturaleza (arco iris) o con
personas con ciertas características como las embarazadas, dotadas de mucho
calor, o los muertos, que obviamente se consideran fríos. También el encuentro
con personas mayores o extrañas puede producir enfermedad tanto a los niños
como a los adultos218.
217
Es muy común que cuando un indígena tzotzil relata un episodio de enfermedad, por más trivial que
haya sido, manifieste: casi me muero.
218
Información obtenida durante 1996, en talleres realizados en el Grupo de Mujeres de San Cristóbal,
A.C.
219
Para una discusión más amplia sobre este tema, consultar: Guiteras Holmes, Calixta,1996 1era
1961;119; Hermitte, Esther, 1950. Un estudio contemporáneo es el de Page, Jaime (investigación en
curso).
392
extraviarse o ser dañado o muerto por otra persona 220. Dependiendo del tipo, el
número, y cuál animal compañero haya sido afectado será la gravedad de la
enfermedad. Es posible que la enfermedad se encuentre en el camino (a manera
de ramas cruzadas), o afecte a personas hacia las cuales no ha sido dirigido algún
embrujo pues las enfermedades del ch’ulelal y las que ocurren por mediación del
wayjelel pueden surgir de la animadversión de otras personas, quienes piden, a
través de un ak’chamel, llevar la enfermedad o la muerte.
220
En dos de los casos de mujeres fallecidas por causas diversas se atribuyó la muerte a que su wayjelel
había sido asesinado.
393
Además de que los j’ilolteik son campesinos y siembran sus milpas, hacen
su trabajo de curación desplazándose frecuentemente grandes distancias a pie, no
solamente hacia los hogares de los pacientes pues frecuentemente acuden a los
templos. Su ocupación requiere de una actitud de servicio y sacrificio que puede
llegar al estoicismo por el sufrimiento físico y enfermedad que les genera. En los
casos graves permanecen no solamente 12 horas orando, como señala la
narrativa, sino que llegan a perseverar hasta varios días concentrados en la
curación. Algunos emplean en promedio seis horas por curación, pero las
enfermedades de difícil tratamiento implican para ellos por lo menos tres días de
trabajo. Los casos III y VII son ilustrativos en este sentido.
Los j’iloletik pueden ser hombres o mujeres, aunque los de mayor prestigio
generalmente son varones cuya actividad principal es el campo. En un estudio
anterior realizado en 40 localidades de Los Altos, encontramos que aunque en
poco más de la mitad de ellas (58%) no los había, en el 12% había cinco o más
j’iloletik. En general son los hombres, y en particular los j’iloletik, los practicantes
más renuentes a recurrir al sistema médico occidental224.
La profesión de j’ilol conlleva otro tipo de riesgos, sobre todo si uno de los
problemas que atiende es adquirido por otro integrante de la familia. En este caso
el propio j’ilol puede ser acusado de brujería, estigmatizado y ocasionalmente
atacado físicamente por la misma familia que solicitó sus servicios. Un caso así
ocurrió en Chenalhó en el primer semestre de 1996. Al morir dos miembros de una
familia que había sido atendida por el mismo j’ilol, la familia procedió a su
linchamiento con el argumento de que era el culpable de lo ocurrido. Los j’iloletik
han desarrollado ciertas estrategias para protegerse de estas contingencias, como
el invitar a otros pares cuando acuden a resolver un caso difícil, compartiendo la
responsabilidad, y combinando terapéuticas para conseguir el éxito cuando se ha
fallado reiteradamente 225.
224
cfr. Eber, 1995; 227.
225
Referencias anteriores sobre las prácticas de atención de los j’iloletik sugieren que estas estrategias
han sido adoptadas recientemente (cfr. Metzger, 1970).
397
226
En un estudio anterior encontramos que alrededor del 20% de las parteras podían considerarse así. cfr.
Freyermuth, 1993.
398
del sistema médico indígena y los propios j’iloletik aceptan que poseen un saber
especializado. Para ellos, el aborto, las malposiciones, el parto, el postparto y
todos aquellos eventos relacionados con la maternidad y su desarrollo son
competencia de la partera.
227
Bebida alcohólica, destilada de caña.
228
Las parteras mestizas de San Cristóbal también dan a la parturienta bebidas alcohólicas. Sin embargo
nunca nos comentaron que ellas mismas las ingirieran, o que sus pacientes llegaran a la embriaguez
(talleres con parteras mestizas, 1993).
229
En un estudio anterior, encontramos que más de la mitad de 79 parteras había adquirido su sabiduría
por estos dos medios (Freyermuth; 1993:142).
400
Son pocas las parteras que canalizan a sus pacientes a los centro de salud,
lo que se debe a que su relación con los médicos de las clínicas debe ser
necesariamente a través de un traductor y a que los contactos son esporádicos.
Además, como ya se ha dicho repetidamente, no todas las parteras son tenidas
como parte del sistema indígena de curación, son sobadoras, no curanderas.
Cuando existe una complicación en el parto, el cuidado de la enferma pasa a ser
de la competencia del curandero, lo que contribuye a su poca capacidad para
influir en las decisiones de los familiares respecto al traslado. Esto se puso de
manifiesto en los casos de Juana, la esposa del promotor (caso IV) y Juana, la de
la tradición (caso III). Además, hay que tener en cuenta que la mayoría de ellas
nunca ha estado en la ciudad y por lo tanto, desconocen el cómo y a dónde
dirigirse, lo que prácticamente las excluye como gestoras en la canalización de
mujeres graves.
230
Aunque ha cambiado su nombre por el de Salud Reproductiva, sigue ejecutándose de manera muy
similar al de Planificación Familiar.
401
Las mujeres piensan que siempre existe el riesgo de morir durante el parto
o después de él. La responsabilidad de la atención del parto generalmente se
comparte por la partera, el esposo y la familia, por lo que es muy raro que se culpe
a la partera en caso de una muerte materna. Sin embargo, algunas mujeres
afirman que se puede morir por la incompetencia de la comadrona, e identifican
ciertos riesgos originados en su práctica.
niños o que levantan a las mujeres inmediatamente después del parto; y que hay
algunas que no ofrecen o no permiten que la parturienta tome el posol, lo que
puede atraer la alteración 231 o causar un sangrado profuso. Otra práctica
considerada como arriesgada es el cambiar de ropa a la parturienta
inmediatamente después del parto, ya que se suelta la faja, incrementando el
riesgo de presentar alteración (me’vinik).
No sólo las mujeres identifican mala práctica en las parteras, sino también
los jloktoretik ja' jchi'iltik. Uno de los más prestigiados de Chenalhó nos mencionó,
durante una entrevista, las siguientes prácticas de riesgo: 1) tratar de acomodar al
feto en mala posición, ya que ésto no es posible y cuando existe un problema de
esta naturaleza es necesario canalizar a la paciente a un médico o a un centro
hospitalario; 2) algunas parteras hincan a las parturientas prematuramente, lo que
puede complicar el parto porque la parturienta se agota antes de que ocurra el
nacimiento; 3) en el momento en que se complica un parto, lo primero que hace la
partera es acudir a otra partera o a un j'ilol. Todos ellos tienen generalmente el
mismo conocimiento, lo que retarda la atención de la mujer por personal de salud
más calificado; 4) el uso inadecuado de medicamentos, particularmente de
oxitócicos, que algunas aplican durante el trabajo de parto; 5) algunas parteras y
su familiares colocan a la parturientas en posiciones inadecuadas (las cuelgan, por
ejemplo); 6) la falta de higiene en la atención del parto, las manos de la partera y
las tijeras que utilizan generalmente están sucias, no es material desinfectado o
esterilizado, lo que produce infecciones en el postparto. Insistió en que algunas de
estas prácticas (2, 4 y 5) pueden causar la muerte de la mujer por el cansancio
que le producen.
231
Consultar capítulo IX.
403
232
Los esteroides son medicamentos antiinflamatarios que producen efectos euforizantes y otros efectos
secundarios severos. En épocas recientes, están siendo utilizados para la curación de nosologías
indígenas.
404
Sus consultorios llegan a tener cierta similitud con los de los centro de
salud; utilizan métodos diagnósticos de la medicina moderna como el termómetro,
el baumanómetro y el estetoscopio, y su relación con la población adquiere
frecuentemente patrones similares al de los médicos de las clínicas. A pesar de
que tienen una cercanía profesional mayor con el sistema de salud nacional, no
establecen relaciones estrechas con el personal de las clínicas locales. Esto
posiblemente obedezca a que no reconocen que un médico joven, recién
egresado, pueda tener mayores conocimientos o habilidades que ellos. Sin
embargo, algunos son capaces de servir de intermediarios con el segundo nivel de
atención.
233
Los promotores de salud en las comunidades indígenas generalmente realizan sus actividades como un
cargo de elección comunitaria, además de proporcionar los primeros auxilios a los enfermos se
encargan frecuentemente de su traslado, muchas veces con detrimento de sus ingresos personales.
Para aquellos interesados en conocer la dinámica de los promotores de salud en Chiapas, desde la
perspectiva de los promotores, consultar Moisés-Gandhi, 1997.
234
En 1995, los réditos eran del 30% mensual.
405
Pero no son estos los únicos elementos que obstaculizan el que las mujeres
acudan a las clínicas o soliciten atención médica. Señala que los médicos que
llegan a realizar su servicio social son bastante inexpertos y que en muchas
ocasiones no saben usar las medicinas. Además, no se da servicio las 24 horas
del día, lo que limita el acceso a los pocos dispuestos a acudir con ellos. Identifica,
como otros problemas de los médicos, su renuencia a salir de las clínicas para
atender pacientes y el que algunos se la pasan criticando a la población porque
huelen mal o están desaseados. Todo esto hace que la población no confíe en
ellos. Adicionalmente, los traductores o enfermeros que actualmente laboran en
los centro de salud muchas veces reinterpretan o transmiten mal las indicaciones
del médico. Considera que en estos lugares se requiere de un manejo adecuado
del idioma para proporcionar una buen atención médica.
Del relato de Vicente resalta la manera burlona en que, según él, los
indígenas expresan el status que a los médicos confieren. La médica ni siquiera
fue identificada como tal y tratada como marchante, como queriendo decir que la
única relación posible entre indios y mestizos es la que se da en el mercado. Los
médicos, finalmente, no son aceptados por la comunidad.
La atención del parto por los médicos, los promotores o los jloktoretik ja’
jchi’iltik es muy limitada porque las mujeres prefieren a la partera, a otras mujeres
o a su marido para la atención de un evento que involucra la esfera de su
intimidad. La vergüenza las lleva a morir antes que a acudir a una clínica y permitir
que se les exploren sus genitales.
También hay una gran resistencia de los maridos a que sus mujeres asistan
solas a las clínicas y sean exploradas por otro hombre, y por añadidura mestizo. El
asistir a una clínica sin la autorización o el acompañamiento de un pariente
masculino puede desatar una crisis de violencia doméstica.
Hay mujeres que al sentirse muy mal durante el parto han solicitado ser
llevadas a una clínica u hospital. En cinco casos en los que las parturientas
pidieron ser trasladadas 235, la familia decidió no hacerlo. Tres de ellas murieron.
La opinión de la gente
Las clínicas
Cuando preguntábamos a las familias de las fallecidas por qué no habían recurrido
a las clínicas, una de las respuestas más comunes fue: nos olvidamos, estábamos
tontos, no lo pensamos. Esto revela que la clínica no figuraba entre sus
alternativas para resolver la crisis. Hay quienes señalan explícitamente que tal tipo
de práctica no forma parte de sus opciones.
Para la población existen otros dos elementos que deben ser modificados
en las clínicas, uno es el horario de servicio y el otro, la baja calidad de los
medicamentos:
236
Señalamientos similares fueron exteriorizados por médicos entrevistados sobre su práctica médica, en
varios estados de la república mexicana. cfr. Brofman M. et al;1997; 546-553.
414
podía externar algún comentario acerca de las clínicas y del personal que en ellas
laboraba.
Los hospitales
237
Cuadernos de ingresos y egresos hospitalarios del Servicio de Tocología y Quirófanos, 1994-1997.
Sistematización nuestra.
238
Información recolectada por la becaria de tesis María Teresa Olvera Caballero, en el programa de
CIESAS-Sureste.
415
Las dos instancias mencionadas sentaron las bases para que, en los
sesenta y setenta, las instituciones gubernamentales de salud ingresaran a esta
419
Hay que tomar en cuenta que en Chiapas, entre las demandas de los
neozapatistas y las del movimiento indígena, aquellas que se refieren a la salud
adquieren un lugar importante (cfr. Demanda del EZLN, 1994: puntos 9, 22 y 29;
Foro Nacional Indígena, 1996; Diálogo de San Andrés,1995). Se ha observado un
impulso a los servicios de salud de la región a partir de 1994, pero bajo los
lineamientos de ampliación de cobertura de la propuesta del Banco Mundial,
basada en la contratación de personal poco calificado, tecnología simplificada, y
un cuadro muy limitado de medicamentos. Sin embargo, es posible que esta
reactivación del sector también esté relacionada con las demandas explícitas de
los pueblos indígenas.
239
Para más información sobre la organización de la Secretaría de Salud, consultar:
http://cenids.ssa.gob.mx, y particularmente para el programa de Salud Reproductiva:
http://cenids.ssa.go.mx/organig/areas/org-12,html
421
240
Para más información sobre el funcionamiento de los servicios de salud de IMSS-Solidaridad, cfr.
Velázquez Díaz, 1992, http://www.imss.gob.mx/del.html. y Freyermuth, 1993, para el caso particular de
Chiapas.
241
Nos referimos a la matanza de Acteal ocurrida el 22 de diciembre de 1997.
422
El relato evidencia algunas de las dificultades que surgen entre los médicos
pasantes y la población indígena, y nuevamente aparecen la desconfianza y la
incomunicación como elementos centrales. Otros problemas que señala tienen
que ver con la coyuntura que vive Chiapas. Resalta el idealismo de los médicos
jóvenes, con sus expectativas para ayudar, de contribuir a resolver los problemas
de salud, frente a una población que lo llega a tratar como un delincuente que se
roba los medicamentos que supuestamente han llevado los funcionarios
institucionales. Los malentendidos entre él y la traductora, y por lo tanto entre él y
la población, lo llevan a enfrentar a maridos sumamente molestos por cargos que
él nunca llegó a comprender. A este tipo de problemas, que no deben ser muy
distintos a los de hace diez años, se le añaden los de la coyuntura particular que
se vive en algunas regiones de Chiapas: un rechazo a priori a todo lo que
425
Sí. Sí, cuando yo vine aquí iban a cerrar, iban a correr a toda
la gente, estaba duro, estaba duro. Recuerdo un paciente
que llegó en la noche, machete en mano, que porque yo le
había dado un medicamento a su mujer para abortar. Dije:
“yo no, no recuerdo haber visto a alguna paciente
embarazada”. La vio mi mujer, que no había llegado porque
había ido a cenar. Y no, lo que le había dado era sulfato
ferroso; y pues aquí la gente se le dice que es vitamina; no,
más bien ellos entienden este medicamento como una
vitamina. Y nada. La doctora le había indicado a la traductora
que le dijera que el retraso que tenía probablemente sería
embarazo. Se le hizo una nota para los análisis en San
Cristóbal, y este... y no, la traductora le había dicho que
estaba embarazada y que le iba a dar un medicamento por si
no lo quería tener; no se qué tanto le inventó. El marido entró
aquí pero, estaba con machete en mano. Afortunadamente
hablaba español, gran parte de los hombres indígenas
hablan el español, la mujeres no, muy pocas. Ha habido
cosas muy difíciles. Cuando la gente está muy tomada, en
fiestas, por ejemplo de San Pedro, de Jesús de la Buena
Esperanza... este, pues ya sea por la referencia cultural o los
problemas que tienen, quién sabe, lo que ustedes quieran.
Siempre hay un, una pues cierta aversión contra el mestizo,
a la gente que trae etiqueta oficial del gobierno. Si este tipo
de personas están en su sano juicio pueden tener una
conversación pacífica, hasta amigable, armónica con uno.
Pero estando tomados, borrachos, se olvidan de todo y le
recuerdan a uno todo, de todo y hasta de lo que uno se va a
morir. Y claro, siempre cosas por los medicamentos, la
clínica, cosas por el estilo. Por otro lado, pues las cosas, yo
creo que pocas se han hecho, pero se han hecho con el
corazón y con mucho empeño. Que han sido sobre todo la
vigilancia de cosas que es fomento a la salud, y la consulta,
que en ocasiones es muchísima y en ocasiones es poca.
Pero pues poco a poco se ha ido, se ha tratado de que el
diagnóstico de salud de la comunidad de Chenalhó pues esté
cambiando; tratar de hacer un poco de medicina preventiva.
Desafortunadamente como hay muchos cambios con los
pasantes, tanto médicos como técnicos, es un problema;
porque las anteriores compañeras hablaban bien el tzotzil
426
Igual que el jloktor ja’ jchi’iltik, identifica cuál ha sido el elemento que
establece y mantiene el vínculo entre población indígena y sistemas de salud: el
poxil, que a diferencia de la curación del j’ilol, funciona más o menos bien
dependiendo de quién lo prescriba. También nos muestra las carencias que los
427
Para ella fue muy, muy difícil; era una ventaja que hubiera,
que estuviera una mujer médica. Porque por ejemplo, para
revisiones ginecológicas es, es medio... son especiales, son
especiales. Y sí se realizaba; venían con toda la confianza
del mundo con ella, y de hecho decían: es que yo voy a
pasar con la doctora. Cuando ella estaba se hacían
exámenes de Papanicolaou a cada rato. Ahora, por más que
se trata de convencer, no (médico pasante, 25 años,
Chenalhó, entrevista 36).
242
De 1995 a 1997 se canalizaron al estado de Chiapas 56 mil 700 millones de pesos. cfr. Luis Hernández
Navarro, La Jornada, 1998.
428
243
Grupo de Trabajo. Campaña en contra de la Muerte Materna, mayo a noviembre de 1997.
430
Por otro lado, estas versiones evidencian que los médicos que laboran en
los municipios indígenas conocen la apreciación que de ellos tienen los lugareños,
y que siguen distintas estrategias, algunas veces fallidas, para convivir y entablar
vínculos profesionales con la población.
La canalización de pacientes
En el apartado anterior mostramos las representaciones y prácticas de
algunos pobladores acerca de los hospitales. También nos percatamos, con los
datos mostrados, que las canalizaciones raras veces se hacen desde los Centro
de salud de las comunidades. Esto responde a que las relaciones entre los
médicos y la población son difíciles y pueden verse complicadas aún más cuando
algo sale mal con el traslado de pacientes. Si optar por la canalización es una
decisión difícil para promotores y para parteras, lo es más para los médicos. Los
relatos de dos experiencias nos darán elementos para analizar la actitud de
algunos médicos ante las complicaciones durante la maternidad, y las
consecuencias que puede acarrear la canalización de un paciente en un contexto
como el de Los Altos, culturalmente “adverso”.
244
En un Foro realizado por el CIESAS y Grupo de trabajo. Campaña en contra de la Muerte Materna
(1998), el representante del Instituto de Salud del Estado nos exteriorizó, ante las estadísticas que se le
mostraron con base a los resultados del INEGI y las Oficialías de Registro Civil, que “sus cifras eran
mucho menores” (nunca las mostró) y que la muerte materna, por lo tanto, “no era un problema
prioritario en el estado de Chiapas”.
431
249
En las discusiones del Grupo de Trabajo y en las entrevistas se preguntó acerca de este disgusto de los
médicos al recibir a una paciente en estado de gravedad. Se indagó si esta molestia se debía a la
ansiedad que generaba el dilema diagnóstico y terapéutico y la limitación de recursos hospitalarios para
el cuidado de una paciente grave. Algunas médicas que trabajan en las instituciones de salud (SSA e
IMSS) señalaron que esta molestia correspondía más al trabajo adicional que implicaba una paciente en
estado crítico.
435
Bajo esta visión, actitudes como las del médico de la primer narrativa son
más comprensibles, y nos dan pistas para entender por qué el traslado de las
pacientes con complicaciones maternas es una estrategia poco utilizada desde los
centro de salud de la región.
El hospital
San Cristóbal de las Casas es la ciudad más grande de la región de Los
Altos. En ella, en 1995 el régimen de seguridad social proporcionaba servicios a
través del ISSSTE, el ISSSTECH, la SDN e IMSS con 26 424, 2 465, 3 440 y 5
856 usuarios, respectivamente. En asistencia social, ofrecían atención IMSS-
Solidaridad, la Secretaría de Salud y el DIF, con una población usuaria de 44 357,
33 668 y 8 644, respectivamente (Agenda Estadística, 1995).
250
En la Clínica Hospital de Campo (IMSS) de San Cristóbal de Las Casas el personal médico es el
siguiente: el director, quien es cirujano general; 4 médicos residentes en su tercer año de entrenamiento
en las especialidades básicas; 8 médicos familiares; 3 anestesiólogos; 4 pasantes de medicina; 12
pasantes de enfermería; 1 pasante de odontología; 1 químico farmacéutico; 7 enfermeras generales; 36
enfermeras auxiliares; 38 personas con puestos administrativos, y 14 personas con puestos “de
confianza”.
436
251
Este apartado y el siguiente se basaron en la sistematización y análisis de 50 horas de grabación de las
discusiones que se realizaron, en equipos pequeños, durante las reuniones del Grupo de Trabajo.
Campaña en contra la Muerte Materna, organizadas por el equipo de salud reproductiva del Grupo de
Mujeres de San Cristóbal, A.C. y este equipo actualmente integró en ACASAC, durante los meses de
mayo, julio, septiembre y noviembre de 1996.
437
252
Prácticas similares, en las que se involucran violaciones a los derechos reproductivos han sido
documentadas por otras autoras. cfr. Rivas Zivy (1998;43; 1999;22).
253
Esta situación no es privativa de Chiapas, otros autores han señalado la falta de recursos como uno de
los principales problemas en la atención médica. cfr. Brofman M. 1997.
254
El estado de ciertos materiales esenciales, como el electrocardiógrafo y el ultrasonógrafo que con
frecuencia están averiados o son obsoletos. En uno de los hospitales se ha llegado a carecer de
desfibriladores o de material para realizar intubaciones. En ocasiones, los laboratorios y los servicios de
rayos X no cuentan con reactivos suficientes; en 1997 hubo una escasez tal de jeringas que llegó a
impedir la aplicación de medicamentos.
439
255
Estas narrativas se han recabado de médicos, promotores y maestros.
256
Los médicos se subemplean ante la posibilidad de conseguir un trabajo de base.
440
257
El anestesiólogo de guardia participaba en una cirugía en el ámbito privado.
442
Médico 1: Sí, del ISSSTE; una del ISSSTE y otra del IMSS-
Solidaridad, que una supuesta... bueno, fue una protesta en
bloque y es muy cierto eso. Pero lo que pasa es que en un
momento dado todo el mundo se ve retratado en ese aspecto
y dice: ¡híjole!, me va a tocar a mi también. Por eso todo el
443
Médico 1: Todos.
Médica 1: Es cierto.
Médico 1: Sí.
septiembre 1997).
La discusión del segundo equipo refleja, por un lado, el impacto que tiene la
recesión económica en los servicios de salud incluyendo la carencia de
medicamentos, material y equipo, y por otro, las formas en que se asumen las
responsabilidades. En el expediente al que se refirieren, se hacía una evaluación
final de la muerte y se señalaba la responsabilidad médica en ella. Sin embargo, al
parecer, esto no afectó la dinámica hospitalaria, ni se señalaron propuestas para
mejorar el servicio. Es decir, la muerte de personas de bajos recursos, de escasa
escolaridad y sin redes de apoyo, sean indígenas o mestizas, no requiere de
estrategias especiales para evadir responsabilidades. Hay que señalar que en
ambas mesas se mencionó el caso de la profesora fallecida en el ISSSTE, y que
marcó un hito en la forma en que la población y la opinión pública asumió la
muerte de una mujer, en este caso perteneciente a una familia mestiza de la
ciudad. Finalmente, debe mencionarse que este incidente y otro suscitado por una
demanda contra un médico por abuso sexual, generaron gran inquietud en el
ámbito médico, lo que motivó la realización de varias reuniones de la asociación
médica local, encaminadas a formular propuestas para proteger aún más sus
intereses frente a los pacientes.
448
Creo necesario hacer una serie de reflexiones en torno a las formas en que
se ha ido incorporando el modelo médico hegemónico a las prácticas de los
hombres y las mujeres indígenas de la región. Los hallazgos del trabajo de campo,
desde 1995 hasta la fecha, incluyen la presencia de nuevos elementos no
reconocidos en una primera investigación efectuada por mí entre 1988 y 1990
(Freyermuth; 1993), entonces, las parteras no utilizaban medicamentos durante el
parto, privilegiando el uso de las plantas medicinales. En ese trabajo, en el que me
enfoqué a los médicos indígenas, dejé de lado el proceso de autoatención y por
consiguiente el de la automedicación.
258
La muerte producida por efectos de los medicamento no es sólo un problema de los países en
desarrollo. Se ha estimado que en Estados Unidos alrededor de 106 000 personas mueren anualmente
por reacciones adversas al consumo de medicamentos. Esto solamente en aquellos casos en que los
medicamentos fueron prescritos en forma adecuada. Para mayor información, consultar Environment
Research Foundation, 1999.
450
Cuadro 39
Farmacias y recomendaciones para la aplicación de oxitocina, San Cristóbal de Las
Casas, Chiapas, 1998.
Nombre de la farmacia Recomendaciones para su uso
Alameda No tenían en ese momento y la canalizó a otra farmacia
Regina Se le vendió una caja de cinco ampolletas, que constituye un
tratamiento: iniciando el dolor se aplica una ampolleta, a la media
hora se aplica otra, y así sucesivamente, hasta que nazca el niño
El Fénix No se le vendió una sola ampolleta, porque el tratamiento
completo es de una caja
Tepeyac Dos ampolletas el tratamiento: se aplica una ampolleta
empezando el dolor, a la media hora otra si no nace el niño
Revolución Recomendó la compra de “Ergotrate”. Se aplica iniciando el dolor
y solamente se pueden aplicar dos ampolletas.
Justo Jesús No había ampolletas pero se le vendieron tabletas: se toma una
cada seis horas, iniciando el dolor, hasta terminar la caja
Farmacia Santa Lucía Se aplica una ampolleta cuando son cada ratito los dolores
Farmacia del mercado Preguntó cuántas ampolletas: que la partera sabe cuándo hay que
aplicarlas; especificó que cuando el cuello está abierto
259
Se notificó a funcionarios de distintas dependencias del Sector Salud en el ámbito jurisdiccional, estatal
y nacional.
260
La pesquisa fue realizada por Sebastiana Vázquez, de ACAS A.C.
451
Cuadro 40
Porcentaje de mortalidad perinatal 1994-1997, Hospital General SSA
Fecha 1994 1995 1996 1997
Número de partos 227 259 332 431
Ciertas afecciones originadas en el periodo 21 46 40 42
perinatal
Porcentaje 9.25% 17.76% 12% 9.74%
Fuente: Cuadernos de ingresos a tocoquirúrgica, 1994-1997.
Cuadro 41
Porcentaje de mortalidad perinatal 1995, Instituciones del Sector Salud, 1995.
Total SSA IMSS-SOL IMSS ISSSTE PEMEX SDN SM
hospital
490798 237320 64328 11204 38396 3883 5515 1975
3
11515 5374 977 3607 523 28 124 38
2.34% 2.26% 1.51% 3.21% 1.36% 0.72% 2.24% 1.92%
Fuente: Secretaría de Salud, septiembre de 1996.
Dirección General de Estadística e Informática, págs. 25 y 99.
que los medios masivos han sido el vínculo entre usuarios y farmacias. El
incremento en el uso de los oxitócicos muestra el éxito en las estrategias del
comercio local para abrirse espacios en los mercados potenciales, y la negligencia
de las autoridades de salud. Las farmacias atienden a los pacientes indígenas
recurriendo a sus propias nosologías, manejando sus mismas concepciones con
respecto al éxito o al fracaso, y promocionando los medicamentos con mensajes
radiales en tzotzil. Interesados en modificar sus prácticas y convertirlos en
consumidores han tenido éxito; han reactualizado al sistema médico indígena
incluyéndose, como un elemento insustituible, para la “recuperación” de la salud.
impuesta por la comunidad. Estas prácticas se verán limitadas por las normas
sociales de las relaciones entre los géneros.
mujer casada (que puede ser su hija) o hasta de sus propios hijos varones, para
acudir a una consulta médica.
Capítulo XI
debemos partir de que los grupos indígenas tienen proyectos civilizatorios distintos
(cfr. Bonfil,1991) lo que conlleva por lo menos a formas particulares de explicar,
padecer y atender sus enfermedades.
Cuando inicié este trabajo imaginaba que los grupos indígenas, aunque
marginados, formaban parte de un proyecto nacional, y como lo plantea Cirese se
encontraban dentro de los desniveles culturales que ocupan las clases
subalternas. Así, la muerte materna podía concebirse como un problema
prevenible y con sólo promover medidas que posibilitaran el acceso a la
información o a los servicios de salud se conseguiría el abatimiento de sus tasas.
Ante los resultados de este trabajo considero que el problema es mucho más
complejo y que debiera ser repensado, ya que la población a la que se dirigen las
estrategias de atención posee un cuerpo de conocimientos estructurado, y la
relación entre la práctica médica indígena de Chenalhó y la práctica médica
occidental será muy distinta a la que se establezca entre grupos hegemónicos y
subordinados que comparten una misma matriz cultural.
se establecían las relaciones con aquellas mujeres que cursaban este proceso
crítico. Analizarlas en el proceso de la muerte materna y sobre todo en el
preámbulo, permitiría reconocer cómo se construye la subordinación femenina en
un contexto indígena. Esto significaba, como lo mencioné en el capítulo I, no partir
de una visión esencialista que considera a la subordinación como un rasgo que se
materializa de la misma manera en todas las mujeres, sino reconocer que la
identidad femenina se ve matizada por ciertas características individuales y
familiares, destacando entre las primeras la etnia y la generación y entre las
segundas la religión, la condición económica, el prestigio y la posición política,
rasgos que las sitúa de una manera particular y les posibilita o no el contar con
atención en momentos críticos. El segundo elemento que perseguíamos era el de
escuchar a un grupo silenciado, con las implicaciones que esto tiene. Logramos el
acceso a las mujeres indígenas, que suele ser difícil, sobre todo tratándose de
aquellas no organizadas; reconocimos, a través de sus discursos, los elementos
que intervienen en el proceso de subordinación y de su silenciamiento durante
toda su vida, y de qué manera las relaciones intra familiares e interfamiliares
llevan a que esta subordinación sea vivida como algo natural. Dar la palabra a
este grupo subalterno no fue tarea fácil, evocar a la muerte nos lo posibilitó. Hablar
de las ausentes permitió tanto a hombres como a mujeres abrirse sin problemas.
El no tener acceso a las mujeres de todas las comunidades en las que estuvimos
interesadas posiblemente representa un límite; hay que señalar que las
comunidades que se negaron a participar fueron aquellas que después se vieron
involucradas en el conflicto de Acteal. Sin embargo, podemos suponer que sus
condiciones no serían mejores que las de quienes murieron por causas maternas
en el resto de Chenalhó.
son permeadas por una visión androcéntrica 261. En Chiapas, también las
antropólogas feministas (Collier J., Nash J.) dejaron de lado no solamente la
problemática de la muerte de mujeres en edad reproductiva, sino la de la violencia
doméstica. Aún actualmente, la posición de Jane Collier es que la violencia
doméstica surge del ingreso del capitalismo en Chiapas, posición que se sostiene
poco con los estudios recientes y con los que ella misma cita para defender su
punto de vista (Flood, 1989). Así, aunque se ha dado una acalorada discusión en
torno a la perspectiva androcéntrica dentro de la investigación en ciencias
sociales, y se señala que esta perspectiva se consolida por el poder que los
hombres tienen dentro del campo de la investigación, a través del cuál se llegan a
definir los temas que son o no importantes, nos percatamos de que en estos casos
tales sesgos no solamente partieron de los investigadores varones sino también
de las investigadoras, inclusive de aquellas que generaban el debate teórico
feminista en los Estados Unidos.
Es decir, que uno de los hallazgos de este trabajo, que va más allá de las
interrogantes planteadas, circunscritas a las maneras en que los agentes
relacionados en el Sector Salud influían en la forma en que se percibía o atendía a
las mujeres durante la maternidad, fue el de reconocer cómo estas relaciones de
género, y étnicas se revelan incluso en el campo científico. En este caso nos
muestra cómo el trabajo en investigación antropológica tuvo impacto en el campo
de la salud, específicamente induciendo la invisibilidad de la mortalidad materna.
261
Cfr. los trabajo de Ruth Behard y Deborah Gordon. En su libro Women writing cultures aparece un
apartado que denominan: ¿Tiene la antropología sexo? en donde distintas autoras (Lutz C.; Tedlock B.;
Newton J.; Stacey J.; Dubois L.) nos ilustran sobre las maneras en que la visión masculina va
construyendo una forma particular de hacer ciencia en la que las problemáticas femeninas llegan a ser
excluídas o subestimadas (Lutz, 1995). Micaela di Leonardo, rememora asimismo los problemas que
antropólogas como Ruth Benedict y Margaret Mead tuvieron para ser consideradas seriamente en la
antropología, y cómo esto dificultó que las propias mujeres antropólogas vieran en las mujeres a sujetos
de estudio.
462
Por otro lado, el hecho de que las mujeres de Chenalhó mueran tres veces
más frecuentemente que el resto de las mexicanas, y dos veces más respecto a
las otras chiapanecas, revela las diferencias intragenéricas profundas entre
mestizas e indígenas y la inequidad para la sobre vivencia entre las mujeres
mexicanas. Los datos apuntan a un mayor riesgo de morir, durante la edad
reproductiva, entre las mujeres que entre los hombres, siendo dos los datos que
avalan este supuesto: las tasas de defunción de estas mujeres, más elevadas que
las de sus pares nacionales y estatales, y el índice de crecimiento de la mortalidad
entre hombres y mujeres de Chenalhó, negativa para los primeros y positiva para
las segundas. Estos perfiles y sus tendencias sugieren la existencia de un mayor
riesgo de morir de la población indígena, riesgo que en este municipio y en otros
de la región recae en el género femenino.
Las mujeres de Chenalhó fallecen por motivos que ya no aparecen entre las
primeras causas para los niños escolares a escala nacional (por ej. sarampión), y
la muerte materna se presenta seis veces más elevada que lo reportado en el
ámbito nacional. En Chiapas los problemas relacionados con el embarazo, parto y
postparto han disminuido muy poco, y de hecho en algunos municipios de la
464
Sin embargo, habría que analizar de manera más fina los datos que nos
ofrecen las estadísticas de muerte. Llama la atención que la certificación por
médico (56%) es mayor en los casos de fallecimiento por muerte materna que por
otras causas (31.6%). Esto significa que a pesar de que un porcentaje muy
pequeño busca atención médica en los casos de complicaciones, casi siempre del
parto, en términos generales la búsqueda de este tipo de atención es mayor que
en los casos de muerte en general. De hecho, si analizamos el seguimiento de los
casos de muerte de mujeres, de las cuatro de 40 que solicitaron atención médica,
tres lo hicieron por causas relacionadas con la maternidad. Esto sugiere que es
durante la maternidad que la familia o el marido procuran mayor cuidado, siendo
quizá uno de los procesos con una tendencia mayor a la medicalización, y
adquiere un mayor significado a la luz de las prácticas y representaciones en torno
a la maternidad y de las responsabilidades que se asignan a la familia,
particularmente al marido (cfr. Capítulo IX) en el cuidado de la mujer embarazada.
Por lo tanto, en este mayor riesgo aparentemente genérico también se encuentran
involucrados factores étnicos como las prácticas y representaciones en torno al
cuidado de la maternidad y las formas en que se dan las relaciones interculturales
en la atención del parto, sobre todo en lo que toca al uso de los fármacos.
262
De los 14 municipios indígenas, en siete existe una tendencia clara al aumento de las razones de
muerte materna, esto se puede confrontar a través de los cuadros 79 al 92, del anexo II.
465
Estos datos dan pistas para reconocer cómo la población de Los Altos
concibe el riesgo y las causas de la muerte materna. Una es que más a menudo
las muertes maternas declaradas son las ocurridas durante el parto, considerado
por la población como el evento de mayor riesgo durante la maternidad y por tanto
la causa más frecuente de muerte. El segundo factor de riesgo durante el
embarazo es la hemorragia, por lo que aparece como la causa declarada de
muerte durante la gestación, ignorándose al aborto como origen de estos
sangrados. Finalmente, en el periodo en que prácticamente no hay muertes
declaradas es en el postparto, pues como se vio en el capítulo IX, se cree que es
de solamente tres días el lapso de riesgo después del nacimiento. Las diferencias
en las concepciones de los riesgos y de las causas de muerte, entre la población y
la sociedad nacional, se reflejan en el tipo de subregistro observado en el
seguimiento de los cuarenta casos.
Las historias de las mujeres fallecidas y las de aquellas que nos contaron
su propia historia revelan el papel que juegan, en el cuidado de la maternidad
complicada, las relaciones sociales entre hombres y mujeres, y el papel de
hombres y mujeres de distintas generaciones en la urdimbre de apoyo que se
conforma para resolver un problema de salud en la familia. En el capítulo VIII di
cuenta de las formas en que se establecen las relaciones genéricas y
466
trabajo, sobre todo en el caso de los hombres, quienes cuando son adultos
invariablemente se dedican a las labores del campo o al trabajo asalariado en
forma temporal. Por su parte las mujeres, mano de obra más versátil, se dedican
al cuidado de los animales, la crianza de los hijos, elaboración de los alimentos y
tejido y confección del vestido, llegando también a desempeñar labores de
siembra, cultivo y cosecha en el campo. Adicionalmente, como vimos en el
capítulo VIII, son una especie de inversión ya que su casamiento puede
representar ingresos económicos para la familia. Las historias presentadas
muestran que un desbalance en el sexo de los hijos puede actuar como un
elemento que vulnera o empodera a las mujeres en una familia. En caso de que
predominen los varones, la o las hermanas juegan un papel fundamental en la
reproducción familiar y serán un bien importante para la familia hasta que los
varones se casen y sus mujeres ingresen encargándose de las labores de
reproducción familiar. Hemos visto que en estas familias las mujeres logran
adquirir una cierta influencia en la elección de las esposas de sus hermanos. En el
caso contrario, un exceso de mujeres significará una carga importante para el
gasto; en este tipo de estructura familiar se promueve la salida temprana de las
mujeres a través del matrimonio, lo que representa un ingreso en especie o dinero,
pero cuando hay muchas mujeres y los recursos son muy escasos, las mujeres se
desprenden muy precozmente, durante la infancia, librando a la familia de la carga
económica. En otras palabras, la posición de las mujeres en estructuras familiares
determinadas también depende de los recursos con que cuente el grupo
doméstico. Entre las familias poseedoras de amplias extensiones de tierra, las
mujeres también pueden servir en las labores de producción y juegan un papel
importante, haciendo evidente que las relaciones resultantes de la composición
familiar también están matizadas por los recursos económicos de que se dispone.
De estas dinámicas familiares resulta que una joven ya tiene una posición
determinada en el momento del matrimonio. Se espera que la concertación del
casamiento sea entre familias, que generalmente buscarán beneficiarse de la
unión de los hijos. Cuando la unión se realiza de esta manera las redes funcionan
pues se han establecido implícitamente acuerdos que conllevan relaciones de
468
Dos de las muertes ocurrieron en parejas que rompieron con las normas de
relación dictadas por las generaciones anteriores. Estas parejas estaban insertas
en familias de rasgos diversos, por diferencias étnicas o religiosas. Las mujeres
469
Los datos sugieren que esta violencia de género se hace posible por la
intolerancia hacia la diferenciación social entre los chenalheros (religiosa,
organizativa o partidaria) que ha abonado los desacuerdos grupales y el
incumplimiento de las obligaciones familiares hacia la mujer enferma, cuando el
matrimonio no es resultado de un acuerdo familiar sino de acuerdos individuales.
Estas diversidades y desacuerdos han propiciado el que un número creciente de
mujeres decida establecer una relación de pareja independientemente de las
diferencias étnicas, religiosas o políticas, perdiendo sus redes de apoyo y
haciéndolas más vulnerables en momentos de crisis. Por otro lado, aquellas
mujeres que siguen las normas que rigen la pertenencia a un grupo en particular,
en el caso por ejemplo de una cierta adscripción religiosa, cuentan no sólo con el
apoyo familiar sino del comunitario.
472
El hombre carga con la responsabilidad del cuidado, y por lo tanto del buen
desarrollo de este evento tan importante en la vida de la pareja, aunque dicha
responsabilidad revela la posición subordinada de la mujer frente al marido, pues
su salud dependerá en buena medida de la actitud de éste. Sin embargo, no son
solamente estas actitudes preventivas las que aseguran el bienestar de la
embarazada, pues se esperan del hombre otro tipo de conductas que involucran
su relación con los demás, sobre todo con sus mayores. El marido debe
permanecer alejado de cualquier conflicto, no debe envidiar a sus vecinos ni
despertar envidias, o cometer adulterio. Todo comportamiento inadecuado es
capaz de atraer enfermedades a su esposa y a su hijo, desde el inicio del
embarazo hasta el postparto.
su historia social previa, la malacrianza, tener débil el espíritu y la vida corta son
elementos fundamentales que vienen a cuento en caso de muerte.
occidental ha sido promovida por las iglesias -sobre todo la católica-, la relación
estrecha que a veces se establece entre catolicismo y bases zapatistas ha
propiciado el rechazo de la población a los servicios de salud gubernamentales
como parte de una estrategia de resistencia política, especialmente cuando los
agentes de la medicina occidental puestos frente a la población pertenecen a la
Secretaría de la Defensa Nacional.
del curandero se consideran las relaciones que éste tenga con la familia, pues
generalmente se prefiere a uno con el que se guarden relaciones de parentesco y
de respeto. Otra opción en la medicina local es el jloktor ja’ jchi’iltic, a pesar de ser
un personaje con una práctica similar a la del médico alópata. Sin embargo,
independientemente de los métodos de diagnóstico y de terapéutica elegidos, ni el
j’ilol o el jloktor cruzarán la barrera de la intimidad impuesta por la costumbre,
limitando su práctica por las normas sociales de relación entre los géneros.
263
Este modelo se caracteriza estructuralmente por su biologicismo, concepciones teóricas evolucionistas-
positivistas, ahistoricidad, asociabilidad, individualismo, eficacica pragmática, la salud como mercancia,
relaciones asimétricas en el vínculo médico-paciente, exclusión del “consumidor” de los saberes,
legitimación jurídica y académica de las otras prácticas, profesionalización formalizada, identificación
ideológica con la racionalidad científica como criterio manifiesto de exclusión de otros modelos,
expansión a otras problemáticas a las que medicaliza, tendencia al control, al consumismo, a la escisión
479
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502
Cuarta Parte
Anexo I
Cuadros complementarios
Cuadro 42
Presupuesto ejercido por Subprograma en 1994, Secretaría Estatal de Salud en
Chiapas
miles de pesos corrientes
Subprograma SSA Participación a Salud
Reproductiva
Planificación Familiar 6103.3 5.40
Materno Infantil 267.9 0.24
Consulta Externa General 49318.1 43.61
Hospitalización General 57391.7 50.75
Total Salud Reproductiva 113081.0 100.00
Fuente: Anuario Estadístico de SSA. Elaboración proyecto FORO sobre la base de datos de: SSA, Anuario
Estadístico de la SSA, (1994-1996).
Importante: A consulta externa general y hospitalización general no se les ha aplicado porcentaje.
Cuadro 43
Presupuesto ejercido por Subprograma en 1995, Secretaría Estatal de Salud en
Chiapas
miles de pesos corrientes
Cuadro 44
Presupuesto Ejercido por Subprograma en 1996, Secretaría Estatal de Salud en
Chiapas
Miles de pesos corrientes
Cuadro 45
Razones de muerte materna en los estados de la República Mexicana, 1989,1990
1989 1990
Entidad Federativa Muertes Núm. nacidos Razón de Muertes Núm. Razón de
maternas vivos muerte maternas Nacidos muerte
materna vivos materna
Oaxaca 135 72.355 18.7 128 74./218 17.2
Chiapas 121 86.172 14.0 97 90.251 10.7
Querétaro 32 26.830 11.9 23 27.849 8.3
Puebla 113 99.196 11.4 129 101.386 12.7
Guerrero 68 62.815 10.8 60 64.254 9.3
Veracruz 147 143.870 10.2 145 146.046 9.9
México 226 227.324 9.9 229 233.632 9.8
Tlaxcala 17 17.445 9.7 23 18.033 12.8
San Luis Potosí 47 49.163 9.6 41 50.090 8.2
Durango 29 32.839 8.8 20 33.292 6.0
Yucatán 25 32.086 7.8 22 32.932 6.7
Guanajuato 72 99.430 7.2 87 102.421 8.5
Quintana Roo 9 12.801 7.0 5 13.961 3.6
Nayarit 13 18.590 7.0 9 18.837 4.8
Distrito Federal 116 165.925 7.0 120 164755 7.3
Michoacán 57 82.525 6.9 41 84.381 4.9
Campeche 9 13.252 6.8 7 13.592 5.2
Chihuahua 37 56.834 6.5 39 58.012 6.7
Jalisco 63 123.761 5.1 66 126.274 5.2
Morelos 12 26.791 4.5 23 27.453 8.4
Baja California 18 40.414 4.5 16 41.915 3.8
Aguascalientes 8 18.706 4.3 4 19.362 2.1
Sinaloa 21 49.248 4.3 10 50.156 2.0
Colima 4 9.645 4.1 4 9.862 4.1
Tabasco 15 37.150 4.0 15 38.537 3.9
Zacatecas 11 31.677 3.5 15 32.058 4.7
Coahuila 13 44.086 2.9 5 45.193 1.1
Tamaulipas 12 49.603 2.4 12 50.415 2.4
Nuevo León 15 64.211 2.3 19 65.635 2.9
Sonora 8 41.097 1.9 13 41.901 3.1
Baja California Sur 1 7.205 1.4 2 7.511 2.7
Hidalgo 44 427.139 1.0 46 436.123 1.1
República Mexicana 1518 2.270.185 6.6 1475 2.320.337 6.4
Extranjera 0 2
Fuente: XI censo de población y vivienda 1990; Resumen General INEGI, Cuadro 2.
Resultados definitivos básicos; Conteo de población y vivienda 1995.
505
Cuadro 46
Razones de muerte materna en los estados de la República Mexicana, 1991
.
1991
Entidad Federativa Muertes Núm. nacidos Razón de muerte
maternas vivos materna
Oaxaca 147 75.101 19.6
Chiapas 112 92.029 12.2
Querétaro 19 28.718 6.6
Puebla 123 103.454 11.9
Veracruz 118 148.091 8.0
México 240 241.038 10.0
Tlaxcala 16 18.516 8.6
San Luis Potosí 5 50.932 6.9
Durango 7 33.642 2.1
Yucatán 31 33.716 9.2
Guanajuato 63 104.275 6.0
Quintana Roo 9 14.866 6.1
Nayarit 6 19.118 3.1
Distrito Federal 122 165.645 7.4
Michoacán 44 85.689 5.1
Guerrero 51 65.481 7.8
Campeche 6 14.039 4.3
Chihuahua 18 59.410 3.0
Jalisco 47 129.027 3.6
Morelos 12 28.384 4.2
Baja California 18 43.734 4.1
Aguascalientes 8 19.993 4.0
Sinaloa 18 51.014 3.5
Colima 9 10.092 8.9
Tabasco 16 39.589 4.0
Zacatecas 22 32.321 6.8
Coahuila 9 45.979 2.0
Tamaulipas 14 51.464 2.7
Nuevo León 15 67.230 2.2
Sonora 17 42.907 4.0
Baja California Sur 0 7.736 0.0
Hidalgo 38 444.845 0.9
República Mexicana 1410 2.368.075 6.0
Extranjera 4
Fuente: XI censo de población y vivienda 1990; Resumen General INEGI, Cuadro 2.
Resultados definitivos básicos. Conteo de población y vivienda 1995.
Elaboración Graciela Freyermuth.(CIESAS-Sureste) - Cecilia de la Torre (ACAS AC).
506
Cuadro 47
Razones de muerte materna en los estados de la República Mexicana, 1992.1993
1992 1993
Entidad Federativa muertes Núm. nacidos Razón de muerte muertes Núm. Nacidos Razón de
maternas vivos materna maternas vivos muerte
materna
Oaxaca 100 75.995 13.2 99 76.899 12.9
Chiapas 110 93.842 11.7 92 95.691 9.6
San Luis Potosí 56 51.787 10.8 42 52.657 8.0
Puebla 113 105.565 10.7 101 107.718 9.4
Tlaxcala 20 19.013 10.5 12 19.522 6.1
Veracruz 133 150.164 8.9 123 152.266 8.1
Quinta Roo 13 15.829 8.2 14 16.855 8.3
Guerrero 53 66.732 7.9 57 68.007 8.4
Michoacán 69 87.017 7.9 53 88.366 6.0
Guanajuato 84 106.162 7.9 52 108.084 4.8
Querétaro 23 29.614 7.8 29 30.538 9.5
México 193 248.679 7.8 179 256.562 7.0
Morelos 22 29.346 7.5 20 30.341 6.6
Yucatán 24 34.518 7.0 28 35.340 7.9
Distrito Federal 115 166.539 6.9 110 167.438 6.6
Campeche 10 14.501 6.9 10 14.978 6.7
Sonora 24 43.936 5.5 18 44.991 4.0
Chihuahua 27 60.842 4.4 25 62.308 4.0
Jalisco 58 131.840 4.4 53 134.714 3.9
Zacatecas 14 32.586 4.3 16 32.853 4.9
Nayarit 8 19.403 4.1 5 19.692 2.5
Aguascalientes 8 20.645 3.9 3 21.318 1.4
Colima 3 10.327 2.9 7 10.568 6.6
Baja California Sur 2 7.968 2.5 3 8.207 3.7
Sinaloa 13 51.886 2.5 11 52.773 2.1
Durango 8 33.995 2.4 9 34.352 2.6
Tabasco 9 40.670 2.2 14 41.780 3.4
Baja California 8 45.632 1.8 10 47.613 2.1
Nuevo León 12 68.864 1.7 13 70.537 1.8
Coahuila 8 46.779 1.7 16 47.593 3.4
Tamaulipas 8 52.534 1.5 11 53.627 2.1
Hidalgo 50 453.742 1.1 33 462.817 0.7
República 1398 2.416.952 5.8 1268 2.467.005 5.1
Mexicana.
Extranjera 1 0
Fuente: XI censo de población y vivienda 1990; Resumen General INEGI, Cuadro 2.
Resultados definitivos básicos; Conteo de población y vivienda 1995.
Elaboración Graciela Freyermuth .(CIESAS-Sureste )- Cecilia de la Torre (ACAS A.C.).
507
Cuadro 48
Panorama sociodemográfico comparado Chenalhó, Chiapas 1990.
Cuadro 49
Panorama sociodemográfico comparado Altos de Chiapas, Chiapas 1990.
Coeficientes de localización región
Municipio/región % de % de % de % de % de % de
población población población población población población
femenina masculina femenina masculina femenina masculina
de 5 de 5 años y de 5 años y de 5 años y
años y más que más más
más que habla monolingüe monolingüe
habla lengua
lengua indígena
indígena
Altamirano 0.98 1.03 0.90 0.89 0.60 0.48
Amatenango del Valle 1.01 0.99 0.99 0.99 0.46 0.42
Chalchihután 0.99 1.01 1.19 1.19 1.39 1.55
Chamula 1.01 0.99 1.19 1.19 1.45 1.32
Chanal 1.00 1.00 1.19 1.19 1.11 1.20
Chenalhó 0.99 1.01 1.19 1.18 1.29 1.26
Huixtán 1.01 0.99 1.14 1.14 0.99 0.88
Larráinzar 0.99 1.01 1.19 1.19 1.38 1.47
Mitontic 0.99 1.01 1.19 1.19 1.41 1.62
Oxchuc 1.00 1.00 1.19 1.18 0.92 0.95
Pantelhó 0.99 1.01 1.11 1.11 1.16 1.41
Rosas, Las 1.01 0.99 0.12 0.14 0.00 0.00
San Juan Cancuc 1.00 1.00 1.20 1.20 1.60 1.79
SCLC 1.03 0.97 0.39 0.40 0.23 0.16
Tenejapa 1.01 0.99 1.19 1.19 1.09 1.02
Teopisca 1.00 1.00 0.43 0.42 0.45 0.34
Zinacantán 1.01 0.99 1.19 1.19 1.47 1.13
Región/Chiapas 1.01 0.99 3.16 3.13 3.72 4.02
Fuente: Elaboración sobre la base de información del XI Censo general de población y vivienda 1990,
INEGI
509
Cuadro 50
Superficie y densidad de población para el país, el estado de Chiapas, Los Altos y
Municipios, 1950, 1970 y 1990
. Superficie. Km2 Densidad 1950 Densidad 1970 Densidad 1990
Nacional 1967183 13.1 24.5 41.3
Chiapas 73887 12.3 21.2 43
Altos 7988.8 52.78 83.78 168.437
Altamirano 1120.3 4 8 15
Amatenango 236.3 11 16 24
Chalchihuitán 74.5 37 40 127
Chamula 82 269 358 631
Chanal 295.6 10 13 24
Chenalhó 139.1 54 97 221
Huixtán 181.3 41 57 97
Larráinzar 188.8 47 43 81
Mitontic 82 47 41 71
Oxchuc 72 75 250 484
Pantelhó 136.6 29 53 96
San Cristóbal 484.4 48 68 184
Tenejapa 99.4 78 130 274
Teopisca 179.9 32 44 105
Zinacantán 171.4 37 67 131
Cancuc 163.08 0 0 130
Fuente: CONAPO. La población de los municipios de México, 1950-1990 tomado de Rey del (1997).
Cuadro 51
Distribución de las unidades de producción rural según el destino de la producción
agrícola. Chiapas, Los Altos y Municipio, 1991
Cuadro 52
Cerficación de muertes de la población de 10 años y más en la región* de Los Altos
según persona que certificó, 1988-1995
a
Certificó 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 Total
a
Cuadro 53
Certificación de las muertes maternas en la región* de Los Altos, 1988-1995
Cuadro 54
Mortalidad femenina 15-49 años según actas de defunción Chenalhó 1988-93
Muerte materna; hipoxia celular, trabajo de parto prolongado; hemorragia uterina, shock 11
hipovolémico, hemorragia postparto, resto de placenta, parto, shock hipovolémico,
hemorragia uterina transparto shock séptico, aborto incompleto, desnutrición II grado,
parto, shock hipovolémico, sangrado transvaginal por rastros de placenta shock
hipovolémico, hemorragia transparto, anemia leve parto, shock hipovolémico, aborto de
12 semanas
Cuadro 55
Mortalidad masculina 15-49 años según actas de defunción Chenalhó 1988-93
Diarreas e infecciones intestinales diversas (gastroenteritis (6) diarrea con fiebre o vómito 22
(10) disentería, entapiadura, cólera y amibiasis (6)
Enfermedades respiratorias (incluye tos con fiebre, bronquitis, neumonía 15
Muerte violencia incluye homicidios (10) accidentes (4) suicidios (1) 14
Alteración(alteración; con dolor de estómago; con dolor de cabeza; con vómito; con 9
hinchazón; con ataque al corazón)
Calentura 8
Tuberculosis (3 pulmonar, el resto no especificado) 9
Alcoholismo crónico (cirrosis) o agudo 6
Hinchazón e inflamación de estómago 4
Dolor de estómago 3
Vómito 4
Ataque o golpe cardíaco 2
Otras (cáncer; inflamación de anginas, muerte natural; sarampión, enfermedades que 17
involucran al sistema nervioso; tosferina; intoxicación alimentaría;; insuficiencia renal
aguda; no especificada)
Total 113
Elaboración a partir de las actas de defunción de la oficialía del Registro Civil de Chenalhó 1988-1993.
Cuadro 56
Mortalidad en hombres y mujeres de 10-49 años, según actas de defunción, Chenalhó
1988-93. (Modificado posteriormente al trabajo de campo.)
Cuadro 57
Número de defunciones por muerte materna en las diferentes regiones del estado de
Chiapas, 1989-1995
Cuadro 58
Muertes maternas en la región* de Los Altos, 1988-1993
Cuadro 59
Razón de muertes maternas en la región* de Los Altos por grupo de edad, 1988-1995
1988-1993 1994-1995
Grupos de Defunciones Nac. Vivos RMM x Defunciones Nac. Vivos RMM x
edad 10,000 10,000
15-19 19 3,753 51 5 995 50
20-24 12 18,024 7 4 6,927 6
25-29 18 21,800 8 6 8,498 7
30-34 13 11,627 11 10 4,413 23
35-39 19 6,557 29 3 2,178 14
40-44 10 2,106 47 5 327 153
45-49 4 2,038 20 2 377 53
95 65,905 14 35 23,715 15
*Exceptuando a los municipios mestizos de San Cristóbal de las Casas, Villa las Rosas y Teopisca.
a Estadísticas Vitales 1989-1996, INEGI.
Fuente: Elaboración nuestra a partir del trabajo de archivo realizado en las diferentes Oficialías del Registro
Civil de la región y Estadísticas vitales 1989-1996, INEGI.
Cuadro 60
Tasas de crecimiento en el periodo y de crecimiento anual promedio de las tasas de
mortalidad de la población femenina de 15-49 años Chenalhó, Chiapas
Mujeres
Periodo Íncremento Tasa de crecimiento anual
porcentual (1) promedio de (1)
en el periodo (%)
(%)
1988-1991 77.2 21.0
1992-1995 13.8 4.4
1988-1995 65.1 18.2
Fuente: Elaboración nuestra a partir del trabajo de archivo realizado en las diferentes Oficialías del Registro
Civil de la región y Estadísticas vitales 1989-1996, INEGI.
Cuadro 61
Tasas de crecimiento en el periodo y de crecimiento anual promedio de las tasas de
mortalidad de la población masculina de 15-49 años Chenalhó, Chiapas
Hombres
Periodo Íncremento Tasa de crecimiento
porcentual (1) anual promedio de (1)
en el periodo (%)
(%)
1988-1991 -32.5 -12.3
1992-1995 -34.8 -13.3
1988-1995 -56.7 -24.4
(1) tasa bruta de mortalidad.
Nota: La formula utilizada para la tasa de crecimiento en el periodo fue la siguiente
((1991/1988)-1)*100. La formula utilizada para la tasa de crecimiento geométrico anual
promedio fue la siguiente. Tasa de crecimiento geométrico [((1991/1988)^(1/3))-1]*100.
515
Cuadro 62
Principales causas de muerte en niños de 0 a 14 años, Chenalhó 1988-1995
Cuadro 63
Principales causas de muerte en hombres de 15 a 29 años, Chenalhó 1988-1995
Cuadro 64
Principales causas de muerte en hombres de 30-44 años, Chenalhó 1988-1995
Cuadro 65
Principales causas de muerte en hombres de 45 años y más, Chenalhó 1988-1995
Cuadro 66
Principales causas de muerte en niñas de 0 a 14 años, Chenalhó 1988-1995
Cuadro 67
Principales causas de muerte en mujeres de 15 a 29 años, Chenalhó 1988-1995
Cuadro 68
Principales causas de muerte en mujeres de 30-44 años, Chenalhó 1988-1995
Cuadro 69
Principales causas de muerte en mujeres de 45 años y más, Chenalhó 1988-1995
Cuadro 70
Localidades con asistencia médica institucional, Chenalhó, 1995
Anexo II
Procedimientos estadísticos
Trabajo de archivo
Inicialmente consideramos que el instrumento idóneo para identificar la muerte
materna sería el certificado de defunción. Sin embargo, el análisis de los certificados
disponibles en 1991 en la Secretaría de Salud en Tuxtla Gutiérrez, indicaba que había
muy pocas muertes certificadas para Los Altos de Chiapas, llegando a la ausencia total de
información para algunos municipios. Es por eso que procedimos al trabajo de archivo en
las oficialías del Registro Civil y, percatándonos de las irregularidades o ausencia de
certificación para la mayoría de las actas de defunción -sobre todo de las anteriores a
1992- decidimos que el trabajo de archivo debía hacerse fundamentalmente a través de
las actas de defunción, pues incluso no coincidía el número de actas de defunción con
certificación con el número de certificados disponibles en la Secretaría de Salud.
Cuadro 71
Formato utilizado para el registro de actas de defunción en los municipios de Los
Altos de Chiapas.
Folio (número. del folio del acta de defunción)
Año (año de registro de la muerte)
Nombre (nombre de la fallecida)
Sexo (masculino-femenino)
Edo. Civil (estado civil)
Edad (edad de la fallecida) Meses Días
Lnac (lugar de nacimiento)
Fecha m. (fecha de muerte)
Lmuerte (lugar de la muerte)
Causa 1 (primera causa de muerte)
Causa 2 (segunda causa de muerte)
Causa 3 (tercera causa de muerte)
Declarante (nombre de la persona que declaró)
Parentes1 (parentesco)
Alfabetis (si firma o no )
Testigo 1 (nombre del testigo)
Parentes2 (parentesco)
Alfabetis1 (si firma o no)
Test 2 (nombre del segundo testigo)
Parentes3 (parentesco)
Alfabetis2 (si firma o no)
Domicilio (domicilio de la fallecida)
Certific (si hubo certificación médica)
Médico (nombre de la persona que certificó el acta)
Dommed (domicilio del médico o persona que
certificó el acta de defunción)
Madre (nombre de la madre de la fallecida)
Padre (nombre del padre de la fallecida)
Cónyuge (nombre del cónyuge de la fallecida)
521
La captura de las actas de defunción se hizo a mano, a través del formato que se
muestra en el cuadro 71. de hombres y mujeres mayores de 10 años, ocurridas entre
1988-1993, y registradas en 14 oficialías del Registro Civil. De cada municipio se incluyó
información de distinto periodo, esto se debió a que iniciamos el trabajo de archivo en
1993 y se concluyo hasta 1998. A partir de 1998 se nos impidió la entrada a las oficialías,
lo que imposibilitó completar los registros de aquellos municipios en los que habíamos
capturado la información antes de 1994.
Posteriormente, los formatos fueron capturados en una base de datos utilizando
el paquete Dbase III. En el siguiente cuadro se muestran las bases de datos, los años que
incluían y el número de actas de defunción por municipio.
Cuadro 72
Bases de datos de actas de defunción de hombre y mujeres mayores de 10 años
Cuadro 73
Bases estadísticas vitales INEGI 1989-1995.
Para el año de 1991 se recogió la información del total de muertes, con el fin de
tener un parámetro comparativo de cada municipio en relación con la muerte infantil.
Para el municipio de Chenalhó se capturó el total de las muertes ocurridas de 1988-1995.
La captura de casi la totalidad de las bases fue realizada por Cecilia de la Torre y la
revisión de las bases de datos por Victoria Jiménez.
No se precedió a codificar las causas de muerte de acuerdo a los criterios de la
Secretaría de Salud por la gran cantidad de diagnósticos realizados a partir de nosologías
indígenas. Si lo hubiésemos hecho tendríamos una gran cantidad de muertes clasificadas
bajo el rubro de “mal definidas”.
Se eligió una de las causas de muerte como la principal siguiendo los
lineamientos de la Clasificación Internacional de Enfermedades (Clasificación
Internacional de Enfermedades, Novena Revisión 1975, Vol. 2, Secretaría de Salud,
Subsecretaría de Servicios de Salud, México).
Para aquellos campos codificados para su captura, elaboramos la siguiente guía
de referencia.
523
Cuadro 74
Referencia para la captura de actas de defunción en el Registro Civil
Las muertes maternas fueron clasificadas como tales en los casos en que se
declaraba como causa básica. Aquellas reportadas como “menstruaciones dolorosas”
fueron incluidas como abortos, ya que un estudio de campo nos permitió reconocer esta
clasificación como un síndrome popular que se refiere a la interrupción del embarazo.
Para la sistematización de la información se utilizó el paquete estadístico SAS.
524
La estimación de los nacidos vivos se hizo a través del Censo de 1990 y del
conteo del 1995. Los nacidos vivos de 1988, 1989, 1991, 1993, 1994 y 1995 se estimaron
a partir de la Tasa de Crecimiento que se encuentra en los anuarios estadísticos de
Chiapas. Durante el trabajo de archivo que se ha realizado en estos últimos cinco años
nos percatamos de que las mujeres indígenas prácticamente no registran a los hijos
menores de cinco años. Así las estadísticas vitales disponibles generalmente tienen
información sobre registros extemporáneos más que de nacidos vivos.
A través de los registros se cuantificaron las muertes maternas de cada municipio
por año y se identificaron las causas de muerte y el lugar en que ocurrieron cfr. Cuadros
79-92.
Los procedimientos utilizados para las proyecciones de la población a través de
la cual estimamos los nacidos vivos para los altos de Chiapas se pueden encontrar en el
cuadro 93.
Para la estimación de los nacidos vivos para calcular la muerte materna por
grupos de edad se realizó, se estimo inicialmente el índice de fecundidad y de esa
manera se estimó el número de nacidos vivos el procedimiento puede ser consultado el
apartado C.
La estimación de la muerte materna
Para considerar a una muerte materna como tal asumimos la definición oficial de
la OMS que dice que es cualquier defunción ocurrida durante el embarazo, o en el periodo
de 42 días después de su terminación, independientemente de la duración y localización
de éste, debida a cualquier causa relacionada o agravada por el embarazo mismo o por la
atención recibida (OMS;1975).
Son dos los estimadores que se pueden utilizar para medir la muerte materna: la
razón y la tasa de muerte materna. La tasa de muerte materna se refiere al número de
muertes maternas entre el número de las mujeres expuestas al riesgo, es decir las
mujeres embarazadas. Aunque este indicador nos daría el riesgo real es difícil obtener el
número de mujeres con esta condición. Por ello, para fines de este estudio, utilizamos la
razón de muerte materna que hace referencia al número de muertes maternas respecto al
número de nacimientos. Se expresa de la siguiente manera: (cfr. Langer, 1992:3-19)
Número de muertes maternas en un periodo
Razón de muerte materna = ----------------------------------------------------------------
10,000 nacidos vivos para el mismo periodo
Para la estimación de los nacidos vivos utilizamos el dato que se obtiene del censo
para menores de un año. Esto se decidió así por el hecho de que las familias tzotziles
prácticamente no registran a sus hijos hasta después de varios años de nacimiento lo cual
hace muy difícil el cálculo de los nacidos vivos. Mientras por un lado existe una alta tasa
de mortalidad de menores de un año que jamás fueron registrados, por otra parte los
datos que se tienen en la estadísticas vitales de la Secretaría de Salud comprenden todos
los registros de actas de defunción extemporáneas, incluyendo aquellas que se realizan
en las “campañas”. Debido a esto decidimos utilizar los datos del Censo considerando
que quizá las razones de muerte materna estarían subestimando el fenómeno porque no
considera la mortalidad infantil.
Para calcular la subestimación de la muerte materna referida en el cuadro 25 se
utilizó la siguiente formula:
Total de MM-MM registradas para el periodo
% de subestimación = -------------------------------------------------------------X 100
Total de MM encontradas para el periodo
525
Apartado A
Cuadro 75
Defunciones maternas y nacidos vivos de 1990 en las nueve regiones del estado de
Chiapas
Cuadro 76
Defunciones maternas y nacidos vivos de 1995 en las nueve regiones del estado de
Chiapas
Cuadro 77
Población de 0 años en las regiones del estado de Chiapas
Cuadro 78
Población de 0 años en las regiones del estado de Chiapas
Apartado b
Cuadro 79
Municipio de Altamirano, Chiapas, razón de muerte materna, 1988-1993
Cuadro 80
Municipio de Amatenango del Valle, Chiapas, razón de muerte materna, 1988-1993
Cuadro 81
Municipio de Cancuc, Chiapas, razón de muerte materna, 1988-1993
Cuadro 82
Municipio de Chalchihuitán, Chiapas, razón de muerte materna, 1988-1993
Cuadro 83
Municipio de Chamula, Chiapas, razón de muerte materna, 1988-1993
Cuadro 84
Municipio de Chanal, Chiapas, razón de muerte materna, 1988-1993
Cuadro 85
Municipio de Chenalhó, Chiapas, razón de muerte materna, 1988-1993
Cuadro 86
Municipio de Huixtán, Chiapas, razón de muerte materna, 1988-1993
Cuadro 87
Municipio de Larráinzar, Chiapas, razón de muerte materna, 1988-1993
Cuadro 88
Municipio de Mitontic, Chiapas, razón de muerte materna, 1988-1993
Cuadro 89
Municipio de Oxchuc, Chiapas, razón de muerte materna, 1988-1995
Cuadro 90
Municipio de Pantelhó, Chiapas, razón de muerte materna, 1988-1995
Cuadro 91
Municipio de Tenejapa, Chiapas, razón de muerte materna, 1988-1995
Cuadro 92
Municipio de Zinacantán, Chiapas, razón de muerte materna, 1988-1995
Cuadro 93
Proyecciones de los nacidos vivos en la región de Los Altos, a través de la tasa media
anual de crecimiento.
Altamirano
Edad TMAC 80- 1990 1989 1988 Edad TMAC 90-95 1990 1991 1992 1993 1994 1995
90
(3.85%)
(3.5582%)
0 años 0,96442 498 480 463 0 1,00385 498 500 502 504 506 508
años
Amatenango
Edad TMAC 80- 1990 1989 1988 Edad TMAC 90-95 1990 1991 1992 1993 1994 1995
90
(3.16%)
(2.5902%)
0 años 0,97410 156 152 148 0 1,00316 156 156 157 157 158 158
años
Cancuc
Edad TMAC 80- 1990 1989 1988 Edad TMAC 90-95 1990 1991 1992 1993 1994 1995
90
(1.37%)
(8.2206%)
0 años 0,91779 886 813 746 0 1,01370 886 898 910 923 936 948
años
533
Chalchihuitán
Edad TMAC 80- 1990 1989 1988 Edad TMAC 90-95 1990 1991 1992 1993 1994 1995
90
(0.84%)
(5.5617%)
0 años 0,94438 336 317 300 0 1,00840 336 339 342 345 347 350
años
Chamula
Edad TMAC 80- 1990 1989 1988 Edad TMAC 90-95 1990 1991 1992 1993 1994 1995
90
(0.40%)
(5.2602%)
0 años 0,94740 1.503 1.424 1.349 0 1,00400 1.503 1.509 1.515 1.521 1.527 1.533
años
Chanal
Edad TMAC 80- 1990 1989 1988 Edad TMAC 90-95 1990 1991 1992 1993 1994 1995
90
(1.07%)
(3.7548%)
0 años 0,97625 284 277 271 0 1,01070 284 287 290 293 296 300
años
Chenalhó
Edad TMAC 80- 1990 1989 1988 Edad TMAC 90-95 1990 1991 1992 1993 1994 1995
90
(1.77%)
(5.3718%)
0 años 0,94628 1.008 954 903 0 1,01770 1.008 1.026 1.044 1.062 1.081 1.100
años
Huixtán
Edad TMAC 80- 1990 1989 1988 Edad TMAC 90-95 1990 1991 1992 1993 1994 1995
90
(1.66%)
(2.9181%)
0 años 0,97082 546 530 515 0 1,01660 546 555 564 574 583 593
años
Larráinzar
Edad TMAC 80- 1990 1989 1988 Edad TMAC 90-95 1990 1991 1992 1993 1994 1995
90
(-0.42%)
(3.8386%)
0 años 0,96161 515 495 476 0 0,99580 515 513 511 509 506 504
años
Mitontic
Edad TMAC 80- 1990 1989 1988 Edad TMAC 90-95 1990 1991 1992 1993 1994 1995
90
(2.11%)
(1.6826%)
0 años 0,98317 203 200 196 0 1,02110 203 207 212 216 221 225
años
Oxchuc
Edad TMAC 80- 1990 1989 1988 Edad TMAC 90-95 1990 1991 1992 1993 1994 1995
90
(1.01%)
(3.5150%)
0 años 0,96485 1.136 1.096 1.058 0 1,01010 1.136 1.147 1.159 1.171 1.183 1.195
años
Pantelhó
Edad TMAC 80- 1990 1989 1988 Edad TMAC 90-95 1990 1991 1992 1993 1994 1995
90
(1.23%)
534
(3.5879%)
0 años 0,96412 420 405 390 0 1,01230 420 425 430 436 441 446
años
Tenejapa
Edad TMAC 80- 1990 1989 1988 Edad TMAC 90-95 1990 1991 1992 1993 1994 1995
90
(0.26%)
(2.8704%)
0 años 0,97130 920 894 868 0 1,00260 920 922 925 927 930 932
años
Zinacantán
Edad TMAC 80- 1990 1989 1988 Edad TMAC 90-95 1990 1991 1992 1993 1994 1995
90
(1.70%)
(5.7179%)
0 años 0,94282 610 575 542 0 1,01700 610 620 631 642 653 664
años
Fuente: Elaboración propia en base a la población de los municipios de México 1950-1990.
Consejo Nacional de Población 1994. A17.
La población de los municipios de México 1990-1995
Secretaría de Hacienda del Estado de Chiapas, Agenda Estadística Chiapas, 1996.
Es una tasa de crecimiento promedio anual intercensal con la fórmula de la tasa de crecimiento geométrica.
535
Cuadro 94
Nacidos vivos estimados para los municipios indígenas de los
Altos de Chiapas
Cuadro 95
Número de muertes maternas, por año, de acuerdo al trabajo de archivo en las
Oficialías del Registro Civil de los municipios indígenas de la región Altos
Tenejapa 2 1 2 2 3 4 0 3 17
Zinacantán 0 1 3 1 1 1 0 0 7
Fuente: Elaboración nuestra a partir del trabajo de archivo realizado en las diferentes Oficialías del
Registro Civil de la región. Para los años marcados se utilizó la base de datos de INEGI; Estadísticas
Vitales 1988-1995.
536
Cuadro 96
Número de muertes maternas, por año de acuerdo a Estadísticas Vitales; INEGI 1989-
1995.
Apartado c
Cuadro 97
Muertes maternas en la región* de Los Altos por grupo de edad, 1988-1993
Cuadro 98
Procedimiento para la obtención de tasas de fecundidad a partir de los nacidos vivos
por grupos de edad de la población femenina
Cuadro 99
Número de hijos nacidos vivos por mujer, según grupos quinquenales de edad
de la mujer y municipio.Altamirano, Chiapas.
Cuadro 100
Número de hijos nacidos vivos por mujer, según grupos quinquenales de edad
de la mujer y municipio, Amatenango Del Valle, Chiapas.
Con 6 hijos 0 0 4 13 14 19 11 8
Con 7 hijos 0 0 0 5 6 12 8 4
Con 8 hijos 0 0 0 3 11 16 3 3
Con 9 hijos 0 0 1 1 0 6 4 3
Con 10 hijos 0 0 0 2 0 2 5 4
Con 11 hijos 0 0 0 0 2 0 1 4
Con 12 hijos 0 0 0 0 1 0 1 1
Con 13 y 0 0 0 0 0 0 2 1
más hijos
No 60 76 44 30 11 10 12 4
especificado
Total sin no 163 244 244 237 148 166 95 68
especificado
223 320 288 267 159 176 107 72
0 0 0 0 0 0 0 0
Cuadro 101
Número de hijos nacidos vivos por mujer, según grupos quinquenales de edad de la
mujer y municipio, Chalchihuitán, Chiapas.
hijos
No 175 167 40 25 20 6 4 7
especificado
total sin no 149 311 370 319 236 199 129 105
especificado
Cuadro 102
Número de hijos nacidos vivos por mujer, según grupos quinquenales de edad de la
mujer y municipio, Chamula, Chiapas.
Cuadro 103
Número de hijos nacidos vivos por mujer, según grupos quinquenales de edad de la
mujer y municipio, Chanal, Chiapas.
con 12 hijos 0 0 1 1 3 2 5 1
con 13 y más 0 0 0 0 2 1 1 4
hijos
No 122 75 28 21 10 7 6 5
especificado
total sin no 218 242 225 226 181 144 118 102
especificado
340 317 253 247 191 151 124 107
0 0 0 0 0 0 0 0
Cuadro 104
Número de hijos nacidos vivos por mujer, según grupos quinquenales de edad de la
544
De
Fecundidad
Tasas Por 9.273 96.168 346.215 342.306 266.768 166.223 63.525 13.761
(*1000)
mujeres 88-93 3581 6078 6143 3789 3825 2306 1853
nacidos 88-93 344 2104 2103 1011 636 146 25
mujeres 94-95 1301 2208 2231 1377 1390 838 673
nacidos 94-95 125 764 764 367 231 53 9
Fuente: XI censo general de población y vivienda, 1990, Resultados definitivos Tomo II tabulados básicos, INEGI.
Cuadro 105
Número de hijos nacidos vivos por mujer, según grupos quinquenales de edad de la
mujer y municipio, Huixtán, Chiapas.
Cuadro 106
Número de hijos nacidos vivos por mujer, según grupos quinquenales de edad de la
mujer y municipio, Larráinzar, Chiapas.
Cuadro 107
Número de hijos nacidos vivos por mujer, según grupos quinquenales de edad de la
mujer y municipio, Mitontic, Chiapas.
con 10 hijos 0 0 0 0 5 7 9 3
con 11 hijos 0 0 0 0 0 4 1 2
con 12 hijos 0 0 0 0 0 2 3 3
con 13 y más 0 0 0 0 0 0 1 2
hijos
No 98 117 22 24 8 11 8 11
especificado
total sin no 89 196 170 233 152 135 99 98
especificado
187 313 192 257 160 146 107 109
0 0 0 0 0 0 0 0
Cuadro 108
Número de hijos nacidos vivos por mujer, según grupos quinquenales de edad de la
mujer y municipio, Oxchuc, Chiapas.
Cuadro 109
Número de hijos nacidos vivos por mujer, según grupos quinquenales de edad de la
mujer y municipio, Pantelhó, Chiapas.
Cuadro 110
Número de hijos nacidos vivos por mujer, según grupos quinquenales de edad de la
mujer y municipio, Tenejapa, Chiapas.
especificado
1086 1351 1250 1060 708 659 325 407
0 0 0 0 0 0 0 0
Cuadro 111
Número de hijos nacidos vivos por mujer, según grupos quinquenales de edad de la
mujer y municipio, Zinacantán, Chiapas.
Fuente: XI censo general de población y vivienda, 1990. Resultados definitivos Tomo II tabulados básicos, INEGI.
Cuadro 112
Número de hijos nacidos vivos por mujer, según grupos quinquenales de edad de la
mujer y municipio, San Juan Cancuc, Chiapas.
Apartado D
Cuadro 114
Tasas de mortalidad de hombres en el grupo de edad de 15-49 años. 1988-1995,
Chenalhó, Chiapas
Hombres
Año Defunciones Población de Tasa bruta de mortalidad Tasa bruta de
15-19 años mortalidad por 10,000
habs.
(1)
1988 21 5.496 0.00382096 3.8
1989 25 5.789 0.00431854 4.3
1990 24 6.097 0.00393636 3.9
1991 16 6.205 0.00257857 2.6
1992 16 6.315 0.00253365 2.5
1993 18 6.427 0.00280068 2.8
1994 23 6.540 0.00351682 3.5
1995 11 6.656 0.00165264 1.7
Total 154 49.525 0.00311 3.1
Fuente: XI Censo general de población y vivienda, y del trabajo de archivo realizado en las diferentes Oficialías
del Registro Civil de la región y Estadísticas Vitales 1989-1995 INEGI.
Cuadro 115
Relación de las tasas de mortalidad masculina y femenina, en el grupo de edad de 15-
49 años. 1988-1995, Chenalhó, Chiapas
Cuadro 116
Defunciones en el grupo de edad de 15-49 años, según sexo. 1988-1995, Chenalhó,
Chiapas
Defunciones
Año Mujeres Hombres Total
1988 12 21 33
1989 25 25 50
1990 19 24 43
1991 24 16 40
1992 20 16 36
1993 12 18 30
1994 18 23 41
1995 24 11 35
Total 154 154 308
Fuente: Defunciones obtenidas de la base de Chenalhó.
Cuadro 117
Proyecciones de población para el grupo de 15-49 años, según sexo. 1988-1994,
Chenalhó, Chiapas
Anexo III
Entrevista núm. 57
Entrevistada: partera de Chamula, 50 años
Lugar San Cristóbal de Las Casas
564