Está en la página 1de 4

[yuzo_related]

De este modo, el pequeño emprende su aventura forzada con el firme objetivo de reencontrarse
nuevamente con su familia, se encuentra solo, salvo un ave llamada tente, y en camino se
consigue con el tigre de cristal, quienes lo animan para que busque la gente de su aldea.

ZORO DE JAIRO ANÍBAL NIÑO

La historia del Zoro de Jairo Aníbal Niño, representa por tanto, una hermosa y fantástica trama
acerca de pequeño de 12 años a lo largo de un viaje, donde dicho viaje simboliza de forma nítida
que lo conduce a adulto. Este viaje representa al niño que debe despojarse de sus padres, y
además se ponen a prueba sus habilidades para sobrevivir en la selva por sus propios medios.

De igual manera, se evidencian dos formas antagónicas para representar o simbolizar los cambios
que experimenta el niño durante su transición a la adultez. Por otro lado, se presenta el grupo de
mineros esclavistas, que simbolizan la codicia y la crueldad.

Así como los gigantes de alambre que emboscan con una trampa al pequeño; está también el viejo
mediante la vaca gigantesca que los cobija y les da leche, lo cual conduce al peligro de negarse a
crecer y retornar al útero materno, lo cual es una trampa.

No obstante, los dos antagonismos, son sorteados por el Zoro de Jairo Aníbal Niño, gracias a su
ingenio, pues de la mina logra escapar y pertrecharse de semillas de la selva oscura, las cuales
cuando explotan son como una bombas de humo, y de los gigantes logra escapar con la ayuda del
pájaro tente, quien sirve de carnada ante la amenaza del caimán que los vigilaba, en tanto, el niño
enreda una liana en el caimán y lo lleva hasta la orilla, mientras que los libera de la prisión de la
flor de metal.

Durante su mágica travesía el Zoro de Jairo Aníbal Niño, logra la ayuda de algunos colaboradores
en su propósito de encontrar a su familia. Donde cada uno de ellos era portador de un significado
particular, el tigre de cristal simboliza la sabiduría interna, sabe sobre el destino final del héroe.

Pero además este tigre tiene otro significado en la narrativa del Zoro de Jairo Aníbal Niño, pues al
inicio, es este quien le dice al chico donde puede hallar a su familia y, casi al finalizando el
enfrentamiento, es quien devora a los mineros. Mientras que pequeños referidos como
hombrecillos diminutos, al igual que las criaturas del aire proveedoras, otros elementos mágicos y
la vestimenta que los protege en las contiendas bien sea a Amadeo y a Zoro.
Por ello, el Zoro de Jairo Anibal Niño, se muestra como el héroe, ingenioso, valeroso y compasivo
con otros seres vivos para confrontar el peligro de su entorno, como son selva con animales
feroces y las fuentes de los espejos; las cuales representan algunas pulsiones destructivas capaces
de extraviar al niño en su proceso de transformación a la adultez.

Luego de los distintos avatares a lo que debió enfrentarse y vencer, al fina el pequeño se
encuentra nuevamente en la aldea, como una magistral exhibición del retorno del héroe, que
retorna, pero esta vez, convertido en todo un adulto.

Se debe mencionar además, que el Zoro de Jairo Aníbal Niño posee un telón de fondo de su
narrativa, como es el conflicto por las tierras, en las cuales estos personajes originarios o aldeanos
nativos, son despojados de las mismas por los hombres con armas de candela, quienes los obligan
a huir río abajo, en busca de suelos similares a quienes estos llaman países, que les provea de la
felicidad y la justicia perdida y usurpada.

Es así que el Zoro de Jairo Aníbal Niño, logra exponer al mundo una mirada ambivalente sobre
estos pueblos indígenas; pues por una parte, propone el estereotipo del nativo ecológico, al definir
a los indígenas como parte de la naturaleza, argumentando además su proximidad y complicidad
con el discurso colonial que legitimó la explotación de esta población, tomada como cualquier otro
recurso.

Asimismo, además de reflejar el tema de los despojos a los que fueron sometidos los indígenas,
también se refiere la deshumanización a que fueron sometidos y reducidos los negros, nominados
a la faena como esclavo y, prohibirles hablar o comunicarse con otros. Por tanto, el autor critica la
supremacía del hombre blanco, a través de los personajes simbolizados en la banda de mineros
esclavistas, a quienes por demás ridiculiza en su aspecto o su conducta.

Con el propósito de subvertir el orden hegemónico impuesto a los indígenas por los esclavistas, el
autor le otorga poder al niño, quien empoderado burla a los mineros esclavistas, y además logra
en todo momento tener el control de la aventura. En tanto, su compañero, el viejo Amadeo,
siempre se mostrará temeroso y cobarde, al contrario, el niño hace gala de sus conocimientos y
dominio de la selva.
Ahora bien, en cuanto al escenario donde se desenvuelven los personajes del Zoro de Jairo Aníbal
Niño, se muestra al pequeño perdido en la selva de Kipling, magistralmente refrescado y
ambientado en un bello paisaje adornado con la Sierra Nevada y la Amazonia colombiana; pero
además de ello, está envuelta con figuras fantásticas y oníricas que compone la fauna
latinoamericana.

Dentro de dicha recreación ambiental, es posible observar armadillos, osos hormigueros, mono
titís, colibríes, mariposas, adiciona a otros elementos extranjeros, como el caso del tigre, que
podría asimilarse al jaguar, que tiene presencia en muchas de las mitologías americanas,
yuxtaponiendo algunas criaturas, a fin de acondicionar un mundo donde la realidad y la fantasía se
mezclan.

El Niño, personaje principal del Zoro de Jairo Aníbal Niño, hace uso del recurso antropomorfo, a fin
de proveer de voz a las criaturas de la naturaleza, en el caso de Niño, además a otras criaturas que
le da forma humanoide inspirado en las leyendas de los espíritus de la naturaleza, como gnomos,
hadas y elementales, un caso específico, es la descripción de las hormigas, como hombrecillos
diminutos, que lo invitan a la ciudad de los insectos que además, tienen actividades humanas.

Al igual ocurre con el tigre, el cual puede asociarse con la imagen de un chamán en estados de
trance, que es capaz de ver a través de los ojos de otros animales. Esta metáfora del tigre, se
profundiza en el carácter onírico, donde lo absurdo transporta a un mundo extraño pero
perfectamente hilado en su trama y creíble por su lógica interna que se produce.

De tal modo, que el ambiente de Niño, está repleto de imágenes de fantasía, que seduce por su
belleza, destacando dos ellas que brillan por la combinación de elementos de la realidad con la
fantasía, como es el bosque de animales, donde árboles se mueven de un sitio a otro; los animales
echan raíces, se plantan en la tierra y se han desarrollado agarrándose hacia el cielo.

Mientras que las aguas de los espejos, supone un río muy caprichoso según Zoro, ya que puede
cambiar de curso en cualquier momento, y debe buscarse a veces por mucho tiempo y hallar
nuevamente su cauce. A dichas imágenes fantásticas, deben sumarse los eventos increíbles que se
tornan caprichosas, como es el caso del fin del flaco, que solo desaparece apenas sube a la canoa
de oro, al igual que el gordo, quien se espicha cuando se pincha con un pedazo de sol, lo que
además logra perder al lector en la historia.
Al mismo tiempo, en Zoro de Jairo Anibal Niño, se muestra también metafóricamente la necesidad
de crecer, evolucionar y descubrir su identidad, y transformarse de niño a un sujeto libre e
independiente.

Es así que la esta extraordinaria obra de Zoro de Jairo Aníbal Niño, supone para la época de los
años 70 y 80, un nuevo florecer para la literatura, pues la evolución de la industria gráfica,
permitió una mayor versatilidad en el campo editorial.

De la misma manera, el auge de la narrativa para niños permitió la evolución de la mirada de los
autores sobre la niñez, pues hasta entonces, apenas se escribía con fines morales o didácticos.

[yuzo_related]

No obstante, luego se pasó a concebir objetivos lúdicos y estéticos, pero manteniendo la


idealización de la infancia, observado claramente en este tipo de personajes, objeto del maltrato
de las injusticias de la vida adulta, de la maldad y la crueldad del mundo de los mayores, y quienes
la mayoría de las veces triunfan, gracias a las fuerzas sobrenaturales de otro personaje o la
magnificencia y bondad de la mano poderosa de sus creadores.

Por ello, indudablemente que el Zoro de Jairo Aníbal Niño, logró erigirse como uno de los
exponentes más representativos de la literatura infantil de la época en Colombia, un exitoso autor
que como eje central de su obra usó la fantasía para conectar el ideario infantil, así como las
metáforas poéticas como narrativa.

Al tiempo de ornamentar sus relatos con espectaculares ilustraciones visuales, sonoras y olfativas
que estimulan el imaginario del lector, a la par de brindar una experiencia sensorial al relato.

También podría gustarte