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 DÍA SEGUNDO 

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amas a los hombres, que les
diste en tu Hijo la prenda de Tu amor, para que hecho hombre en las
entrañas de una Virgen naciera en un pesebre para nuestra salud y remedio;
yo, en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan
soberano beneficio.

En retorno de él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de Tu Hijo


humanado, suplicándote por sus divinos méritos, por las incomodidades en
que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que
dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor
encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién
nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.

Se reza tres veces Gloria al Padre.

Oración a la Santísima Virgen

Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu


humildad, mereciste que todo un Dios os escogiese por madre suya, os
suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en
este tiempo hagan esta novena, para el nacimiento espiritual de tu adorado
hijo. ¡Oh dulcísima madre!, comunícame algo del profundo recogimiento y
divina ternura con que lo aguardaste, para que nos hagas menos indignos
de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.

Se reza tres veces el Ave María.

Oración a San José

¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas


gracias doy a Dios porque os escogió para tan altos misterios y te adornó
con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego,
por el amor que tuviste al Divino Niño, me abraces en fervorosos deseos de
verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le
gozo en el cielo. Amén.

Se reza un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria.

Consideración del Día

¿Es nuestro corazón un necio faraón, o una humilde pesebrera?

Iluminación Bíblica: Leer Éxodo 11, 1.

Reflexión del día: Siempre enfrentamos los desafíos de la naturaleza como


son virus, bacterias, catástrofes y demás, lo cuales siempre estará sometidos
a la autoridad del Señor y Creador, Dios en su pedagogía nos permite
realidades difíciles que implican dolor pero que nos condicen a crecer y
hacernos fuertes, aunque no podamos negar qué vivimos en un mundo
dividido por el odio capaz de las guerras de todo tipo –incluso hasta las
biológicas si fuera el caso – más allá: advirtamos la urgencia de purificación
que merecemos como humanidad a casusa del pecado y la impiedad que
sumerge la tierra.
Reconozcamos ante el Señor que no caminamos según sus preceptos que
nos alejamos de su gracia, que no vivimos cristianamente y aceptemos que
él puede servirse de la plaga para corregir el corazón endurecido de nuestra
generación de faraones obstinados en el pecado y la esclavitud.

Comentemos: ¿Es nuestro corazón un soberbio Faraón que enfrenta a Dios,


o es una humilde pesebrera que acoge al Niño Jesús?

Oración Niño Jesús

Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijisteis a la venerable Margarita


del santísimo Sacramento, y en persona suya a todos vuestros devotos, estas
palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y
doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y
nada te será negado”. Llenos de confianza en Ti, ¡oh Jesús!, que eres la
misma verdad, venimos a exponerte toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar
una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada.
Concédenos por los méritos infinitos de tu infancia, la gracia de la cual
necesitamos tanto. Nos entregamos a Ti, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de
que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que, en virtud de tu divina
promesa, acogerás y despacharas favorablemente nuestra súplica. Amén.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

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