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de técnicas de aplicación
de insulinas
Marzo 2017
Sobre los autores
I. INTRODUCCIÓN 1
II. ANTECEDENTES EPIDEMIOLÓGICOS 2
III. ASPECTOS HISTÓRICOS DE LA INSULINA 3
IV. DIABETES: DIAGNÓSTICO, CLASIFICACIÓN Y SEGUIMIENTO 4
V. INSULINA. 6
Definición y síntesis de la insulina
Estructura de la insulina
Secreción de insulina: basal y pulsátil
VI. CLASIFICACIÓN DE LA INSULINA 8
Clasificación de acuerdo a su origen
Clasificación de acuerdo a su tiempo de acción
Recomendaciones para el almacenamiento
VII. TIPOS DE JERINGAS 13
Características de las jeringas
Plumas de insulina
VIII. DESHECHO DE JERINGAS Y MATERIAL PUNZOCORTANTE 17
IX. TÉCNICAS DE PREPARACIÓN Y APLICACIÓN DE INSULINA 18
X. SITIOS DE APLICACIÓN 22
XI. ABSORCIÓN DE INSULINA 23
Condiciones que alteran la absorción de insulina
Recomendaciones
XII. MONITORIZACIÓN DE LA DIABETES 24
Automonitoreo de glucosa
Hemoglobina glucosilada
Microalbuminuria
XIII. OBJETIVOS DEL CONTROL GLUCÉMICO 25
Metas de hemoglobina glucosilada
Consideraciones y criterios para el control estricto
Metas de control metabólico
XIV. TERAPIA INSULÍNICA 27
Esquema de insulina basal
Esquema de insulina prandial
Situaciones especiales
Causas de hiperglucemia de ayuno
XV. TERAPIA COMBINADA EN EL TRATAMIENTO DE LA DIABETES 31
Combinación de hipoglucemiantes e insulina
XVI. TERAPIA DE INFUSIÓN CONTINUA SUBCUTÁNEA DE INSULINA 33
MICROINFUSORAS O BOMBAS DE INSULINA
XVII. COMPLICACIONES DEL TRATAMIENTO CON INSULINA 37
Lipodistrofias
Hipoglucemia
I. Introducción
La diabetes continúa ascendiendo en todo el mundo. En el año 1985, se estimaba en 30 millones el número
de personas que la padecían; para el año 2000, ya eran 171 millones; y para el año 2015, son ya 415 millones
aproximadamente, según cálculos de la Federación Internacional de Diabetes (FID). (1)
Objetivo general:
Mejorar el control de la diabetes aumentando el uso de la insulina, así como su correcto uso en la
población con diabetes.
Objetivos específicos:
Este texto ofrece una valiosa ayuda para el médico y para otros profesionales de la salud, así como
para los educadores en diabetes. En la primera parte, el lector tendrá una introducción sobre aspectos
históricos, las generalidades de la diabetes y su clasificación, la insulina y el manejo de las definiciones
más usuales referentes a este tema.
Posteriormente se exponen las acciones en cuanto a la preparación, tipos de jeringas, la disposición del
material punzocortante, así como técnica y sitios de aplicación, su absorción, y tiempo de actividad de
los distintos tipos de insulina.
1
II. Antecedentes epidemiológicos
La prevalencia de diabetes en la población mexicana entre 20 y 79 años es de 15.8% según cifras de la Federación
Internacional de Diabetes (FDI) y cerca del 50% de los afectados ignora que la tiene; esto significa que en nuestro país
existen más de 11 millones de personas afectadas, de las cuales la mitad no han sido diagnosticadas. En la Encuesta
Nacional de Salud y Nutrición, ENSANUT de Medio Camino 2016 (ENSANUT MC), un 9.4% de la población ha recibido
diagnóstico por un médico; comparado con la encuesta previa, hubo un ligero incremento en la prevalencia (9.2%).
Sin embargo, es importante que consideremos que hay un 50% de personas que no están diagnosticadas. En el último año,
con el fin de valorar el control glucémico, el 15.2% se había medido la hemoglobina glucosilada, 4.7% la microalbuminuria
y 20.9% tuvo revisión de los pies, en comparación con ENSANUT 2012 (9.6%, 4.8% y 14.6% respectivamente). A pesar
de que existe un ligero incremento en dichas prevalencias, los resultados muestran que la vigilancia médica y prevención
de complicaciones aún está lejos de alcanzarse. Se observó un incremento en el uso de insulina a 19.9% (13.1% en
ENSANUT 2012). (2)
En adultos de mayores de 20 años, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad fue de 71.2% en la ENSANUT
2012 y de 72.5% en la ENSANUT 2016. Al categorizar por sexo en la ENSANUT MC, se observa que la prevalencia
combinada de sobrepeso y obesidad (IMC ≥ 25 kg/m2) es mayor en las mujeres (75.6%) que en los hombres (69.4%); y
que la prevalencia de obesidad (IMC ≥ 30 kg/m2) es también más alta en el sexo femenino (38.6%) que en el masculino
(27.7%). Asimismo, la categoría de obesidad mórbida (IMC ≥ 40.0 kg/m2) es 2.4 veces más alta en mujeres que en
hombres. Esto es preocupante debido a que el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo importantes para el
desarrollo de enfermedades crónicas, incluyendo las cardiovasculares, diabetes, y cáncer. (2,3)
Se estima que en México hay 22.4 millones de adultos mayores de 20 años que padecen hipertensión arterial, de los
cuales únicamente 11.2 millones han sido diagnosticados por un médico. De éstos que han sido diagnosticados y que
están en tratamiento, 5.7 millones presentaron cifras de presión arterial adecuadas, bien controlados. Las entidades con
las prevalencias más altas son: Nayarit, Zacatecas, Sinaloa, Coahuila, Baja California Sur, Durango y Sonora. (2,3)
La evaluación del estado nutricional de la población mayor de 20 años de edad se realizó mediante dos indicadores; el IMC
y la circunferencia de cintura.
La clasificación basada en el IMC utilizó como puntos de corte los propuestos por la OMS: desnutrición (IMC < 18.5);
estado nutricional adecuado (IMC de 18.5 a 24.9); sobrepeso (IMC de 25.0 a 29.9); y obesidad (IMC ≥ 30.0). Para
la circunferencia de cintura se utilizó la propuesta por la Secretaría de Salud (SSA), que clasifica como circunferencia
abdominal saludable ≤ 80 cm en mujeres y ≤ 90 cm en hombres. Las prevalencias de circunferencia de cintura excesiva,
bajo los criterios propuestos por la SSA (> 80 en mujeres y > 90 en hombres). Los resultados mostraron que 87.7%
de las mujeres en el ámbito nacional tuvieron una circunferencia de cintura de riesgo (> 80 cm), mientras que en los
hombres el porcentaje con cintura de riesgo (> 90 cm) fue de 65.4% (ENSANUT 2016). (2)
2
III. Aspectos históricos de la insulina
La insulina fue descubierta en el verano de 1921 por Sir Frederick Grant Banting como consecuencia de una serie
de experimentos realizados en la cátedra de fisiología de la Universidad de Toronto. Buscando la sustancia que tenía
acción sobre la glucosa, Frederick Banting y Charles Best ligaron los conductos pancreático-digestivos de un perro y, al
realizarle la autopsia, descubrieron que el páncreas se encontraba necrosado, sin embargo observaron que las ínsulas
glandulares se mantuvieron íntegras. Posteriormente extrajeron el contenido de estos islotes y los inyectaron en forma
de líquido a otro perro en el que previamente indujeron diabetes de manera experimental, encontrando que esta sustancia
de la ínsula (islotes de Langerhans) era capaz de disminuir los niveles de glucosa a valores normales. La llamaron
insulina y encontraron también que ésta sustancia tenía un componente endocrinológico que era vertido a la circulación
a través de los vasos capilares pancreáticos, a diferencia de las enzimas de la digestión pancreática cuyo contenido eran
vertidos exocrinamente al tubo digestivo. Ya conociendo el efecto de la insulina decidieron administrarla por primera
vez a un humano: Leonard Thompson, un adolescente de 14 años con diabetes tipo 1 que se encontraba al borde de la
muerte por cetoacidosis. Los niveles de glucosa de Thompson paulatinamente descendieron y empezó a desaparecer
la sintomatología. El descubrimiento de la insulina hizo que Frederick Banting y Charles Best ganaran el Premio Nobel de
Medicina en 1923. (4,5)
En 1936, Hagedorn descubre que la actividad de la insulina podía ser prolongada al adicionarle protamina, lo cual
retardaba su absorción al ser administrada por vía subcutánea. En ese mismo año, Scott y Fisher demuestran que el zinc
y otros metales pesados también prolongan la acción de la insulina-protamina. Estos descubrimientos revolucionaron la
terapia con insulina al permitir una sola administración al día para el control de la glucosa sanguínea, en contraste con las
múltiples y molestas inyecciones diarias empleadas en terapias anteriores.
En 1946 se introdujo el uso de una forma distinta de insulina–protamina más estable, denominada NPH (Neutral Protamina
Hagedorn), ampliamente utilizada durante las siguientes décadas.
En los últimos 30 años ha ocurrido un marcado desarrollo en la pureza de las insulinas comercialmente disponibles.
Inicialmente, las insulinas eran portadoras de diversos contaminantes como proinsulina, glucagón y polipéptido intestinal
vasoactivo (PIV), sustancias de naturaleza proteica capaces de inducir la producción de anticuerpos favorecedores de
reacciones alérgicas y lipodistrofia.
Hoy, las preparaciones comerciales de insulina prácticamente están libres de contaminantes; sin embargo, es de hacerse
notar que poseen aditivos, antisépticos, estabilizadores, protamina y zinc, que, al aplicarse por vía subcutánea, son
capaces de inducir reacciones alérgicas. Actualmente el uso de la insulina se ha incrementado debido a que hay una mayor
disponibilidad de la misma, un conocimiento más amplio, así como un incremento en la realización de automonitoreo de
la glucosa sanguínea. Afortunadamente en la actualidad, desde los años 80 cuando la farmacéutica Lilly comercializa en el
mercado la primera insulina humana realizada por ingeniería genética, las reacciones a las insulinas antes vistas con la porcina
y la bovina prácticamente han desaparecido. Las insulinas humanas se elaboran en laboratorios especializados de ingeniería
genética por medio de la tecnología de DNA recombinante, es decir, la formación de nuevas combinaciones de genes que son
incorporados a bacterias o levaduras para que elaboren moléculas de insulina o proinsulina. (5)
3
IV. Diabetes
Es una enfermedad sistémica, crónico-degenerativa de carácter heterogéneo con grados variables de predisposición hereditaria
y con participación de diversos factores ambientales. Se caracteriza por hiperglucemia crónica debida a deficiencia en la
producción y/o en la acción de la insulina, lo que afecta al metabolismo de los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas.
1. Diabetes Tipo 1:
Destrucción de células beta, generalmente con deficiencia absoluta de insulina. Esta forma de diabetes representa sólo un 5 a
10% de todos los casos de diabetes en el mundo. Antes era conocida como diabetes insulino-dependiente o diabetes juvenil.
a. Mediada inmunitariamente
b. Idiopática
2. Diabetes Tipo 2:
Hay capacidad residual de secreción de insulina, pero sus niveles no superan la resistencia a la insulina concomitante;
insuficiencia relativa de secreción de insulina, o coexisten ambas posibilidades y aparece la hiperglucemia. Esta forma
de diabetes representa el 90 a 95% de las personas con diabetes, anteriormente se le conocía como diabetes no-
insulinodependiente o diabetes del adulto.
3. Diabetes gestacional:
Es la diabetes que se inicia o se reconoce durante el embarazo. Aunque la mayoría de los casos se resuelven con el
parto, existe el riesgo de desarrollar diabetes en un plazo de 5 a 10 años. Esta definición facilitó una estrategia uniforme
para la detección y clasificación de DMG, pero sus limitaciones se han reconocido durante muchos años. Se debe
diferenciar a la mujer que en el embarazo es detectada con diabetes (DMG), de la mujer que teniendo diabetes, se
embaraza. En el segundo caso, la mujer debe llevar un estricto control de la glucosa antes de decidir embarazarse.
Esta clasificación es compleja y comprende un sinnúmero de causas, algunas de ellas, extremadamente raras:
• Defectos genéticos en la función de las células beta, que comprendan varias entidades (cromosoma 12),
HNF-1 alfa (antes MODY 3), Cromosoma 7, glucoquinasa (antes MODY 2), Cromosoma 20, HNF-4 alfa
(antes MODY 1).
• Enfermedades del páncreas exocrino (pancreatitis, pancreatectomía por trauma, neoplasias, fibrosis quística).
• Diabetes poco común, mediada inmunitariamente (Síndrome de stiff-man, anticuerpos contra receptor
de insulina).
• Otros síndromes genéticos, algunas veces asociados con diabetes (Down, Klinefelter, Turner, etc.) (6)
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V. Insulina
La insulina, polipéptido producido y secretado por las células beta de los islotes de Langerhans en el páncreas, es una
hormona esencial para el crecimiento somático y el desarrollo motriz, esencialmente importante en la regulación del
metabolismo de carbohidratos, grasas y proteínas.
La insulina es una proteína formada por dos cadenas de aminoácidos unidas por puentes disulfuro. Se produce en
estructuras especializadas en las células beta. La información genética responsable de la síntesis de la insulina humana
se encuentra en el brazo corto del cromosoma 11. El primer compuesto en la secuencia de la síntesis de insulina es
la “preproinsulina”. La preproinsulina es transportada al retículo endoplásmico rugoso en donde se pliega, y a través
de una sulfo-oxidación, aparecen 2 puentes disulfuro en la molécula, generándose en esta forma la “proinsulina”.
En el aparato de Golgi, se estructura una membrana alrededor de un número determinado de moléculas de insulina,
formándose un gránulo secretorio.
En el interior del gránulo, la molécula de proinsulina, bajo la acción de enzimas de naturaleza proteolítica llamadas
endopeptidasas, se desdobla dando lugar a cantidades equimolares (cantidades iguales) de insulina y péptido C. Este
proceso no se completa totalmente, quedando un pequeño porcentaje de proinsulina. En este proceso hay captación de
zinc, formándose gránulos de zinc-insulina.
La progresión de los gránulos hacia la membrana plasmática se hace por medio de microtúbulos que son impulsados
por filamentos ciliares contráctiles. El calcio y el Adenosín Monofosfato cíclico (AMPc) permiten la unión de los gránulos
secretorios a los microtúbulos, que al contraerse, los acercan a la membrana de la célula beta a la cual se fusionan y
vierten su contenido a la circulación. La insulina en forma de monómero, junto al péptido C, son difundidos hacia los
capilares en forma equimolar. También existe una pequeña secreción de proinsulina. (7,8)
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Estructura de la insulina
La insulina es sintetizada y almacenada en el cuerpo en forma de un hexámero. Su forma activa es la de una hormona
monomérica. La insulina permanece inactiva en su forma hexamérica por largo tiempo como forma de almacenamiento de
disponibilidad rápida.
Las personas con diabetes tipo 1 no producen insulina para vivir, por lo que dependen de la administración exógena de
esta hormona; en contraste con los pacientes con diabetes tipo 2 que no dependen de ella para vivir; sin embargo, con el
tiempo, muchos de estos individuos muestran un decremento en la producción de insulina llegando a requerir de ella para
el adecuado control de la glucosa sanguínea, sobre todo en épocas de enfermedad o estrés.
Secreción de insulina
1. Secreción basal:
2. Secreción pulsátil:
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VI. Clasificación de la insulina
Las insulinas se clasifican de acuerdo con su pureza, su origen y su tiempo de acción. Actualmente, las insulinas tienen
alto grado de pureza, lo que disminuye la aparición de alergias y de resistencia inmunológica (lipodistrofias).
• Animales: Durante muchos años la insulina se extraía del páncreas de diversos animales, principalmente del
buey (insulina bovina) y sobre todo del cerdo (insulina porcina). La insulina porcina es casi idéntica a la insulina
humana y posee el mismo efecto sobre la glucosa en sangre. Actualmente éstas ya no se encuentran disponibles
comercialmente en México.
• Humanas: Estas son químicamente iguales a la del humano, y se obtienen de ciertas bacterias y levaduras
mediante técnicas de ingeniería genética.
• Análogos: Insulina humana modificada en su estructura química mediante tecnología ADN recombinante con la
finalidad de modificar su comportamiento farmacológico.
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Tiempos de acción de las insulinas
Las insulinas ultrarrápidas se encuentran en solución, por lo que su apariencia es cristalina o transparente como el agua.
Se pueden utilizar por vía subcutánea y en situaciones de evento agudo como cetoacidosis o descontrol glucémico severo.
Estas insulinas pueden ser inyectadas inmediatamente antes de las comidas. Estas características le proporcionan a las
insulinas ultrarrápidas ciertas ventajas sobre la insulina humana regular como son:
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Insulina de acción rápida o regular
Constituida por la insulina regular, también se conoce como insulina simple o cristalina, por su aspecto como agua. Esta
solución se encuentra asociada a pequeñas cantidades de zinc, necesarias para mantenerla estable. Después de los
análogos ultrarrápidos es la insulina de inicio de acción más rápido. En su etiqueta muestran la letra “R” y es la única
que puede administrarse por vía endovenosa, subcutánea o intramuscular. Usualmente llega al torrente sanguíneo entre
30 y 60 minutos después de haber sido inyectada. Alcanza su pico dentro de un período de 2 a 4 horas después de la
inyección, y es efectiva por aproximadamente 6 a 8 horas.
El aspecto de esta insulina es “lechoso”, a diferencia de la insulina rápida y ultrarrápida que son cristalinas. La insulina
intermedia sólo puede administrarse por vía subcutánea; nunca por vía endovenosa. Esta insulina generalmente alcanza
el torrente sanguíneo de 1 a 3 horas después de haber sido inyectada. Su pico se produce 6 a 12 horas más tarde y es
efectiva por alrededor de 13 a 16 horas. La NPH tiene protamina y algo de zinc que prolongan la duración de su efecto.
Glargina y Detemir son análogos basales solubles de insulina de acción prolongada. La duración de su acción es de
aproximadamente 24 horas (a veces de duración menor) en una sola aplicación al día de preferencia en la noche a la hora
de la cena.
Degludec es un análogo basal de insulina de a acción prolongada y por su forma de absorción se mantiene su acción
estable por más de 24 horas. Su efecto hipoglucemiante se mantiene hasta por 42 horas.
Con las insulinas de acción prolongada el riesgo de hipoglucemia es menor que con otras insulinas, principalmente se
presentan menos hipoglucemias nocturnas.
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Mezclas de insulina hechas por el paciente
En pacientes con diabetes tipo 1 y en algunos con tipo 2, es necesario mezclar diferentes tipos de insulina (ej. acción
rápida con acción intermedia o acción ultrarrápida con acción intermedia) en la misma jeringa.
Por sus características químicas son preferibles las mezclas de insulina rápida o regular con la insulina NPH, ya que la
cantidad de zinc no es suficiente para inactivar las insulinas, la mezcla realizada mantiene su potencia hasta por tres semanas.
Premezclas de insulina
Algunos pacientes con diabetes tipo 2 pueden controlarse con la administración de dos tipos diferentes de insulina:
insulina de acción intermedia para simular la insulinemia basal más una insulina de acción ultrarrápida (Lispro, Aspart o
Glulisina) o insulina de acción rápida (regular) que simule la insulinemia para después de los alimentos.
Las preparaciones premezcladas de insulina están diseñadas con el objeto de emular estos dos componentes de la
secreción de insulina; ejemplos de ellas son la premezcla 70/30 consistente en 70% de la dosis de insulina NPH y 30%
de la dosis de insulina regular, y otro tipo de premezcla es la combinación 75/25 que consiste en 75% de insulina lispro
protamina (componente NPL similar a la insulina de acción intermedia NPH) y 25% de insulina de acción rápida, lo cual
le da un inicio de acción más rápido.
El uso de insulinas premezcladas es controversial, sobre todo en diabetes tipo 1, en quienes idealmente deben realizarse
ajustes en forma independiente de cada insulina de acuerdo con los resultados de la automonitoreo.
Las insulinas premezcladas pueden ser de ayuda para las personas que tienen problemas preparando insulinas de dos
viales diferentes, y leyendo las instrucciones y dosis correctas. Esta insulina es también útil para aquellos que tienen
problemas de la vista o problema con el manejo de sus manos (por ejemplo, debido a la neuropatía o artritis), y es
conveniente para las personas cuya diabetes haya sido estabilizada con alguna de estas combinaciones.
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Recomendaciones para el almacenamiento
• Los viales de insulina que no se utilicen deben mantenerse en refrigeración a una temperatura entre 2° y 8°C hasta
su fecha de caducidad.
• Es importante seguir las especificaciones de cada laboratorio. La insulina en uso debe mantenerse a temperatura
ambiente para evitar el dolor o la irritación local que se produce al inyectarla muy fría.
• El paciente debe tener siempre un vial de repuesto de cada tipo de insulina que esté utilizando. Aunque la fecha de
caducidad está colocada en la etiqueta del vial, puede ocurrir una ligera pérdida de potencia después de 30 días de
que el vial se empezó a utilizar, especialmente si se almacena a temperatura ambiente, por lo que se recomienda
desechar el vial una vez que hayan transcurrido 30 días no importando si aún queda insulina en éste.
• Inspeccionar el vial antes de cada uso verificando cambios (grumos, congelamiento, precipitación, cambios de
coloración o transparencia) que pueden significar pérdida de potencia. No deberá exponerse a la luz directa del sol.
• La persona con diabetes o su médico deben relacionar siempre un incremento inexplicable en los niveles de glucosa
con reducciones en la potencia de la insulina. Si no se tiene la certeza en la potencia de la misma, el paciente deberá
reemplazar el vial en cuestión por otro del mismo tipo.
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VII. Tipos de jeringas
Actualmente se ofrecen una gran variedad de jeringas desechables que son seguras y fáciles de usar. Las agujas se
han hecho más delgadas y cortas, tienen puntas más afiladas y una cubierta especial que ayuda a que penetren más
fácilmente en la piel. Todo lo anterior hace el proceso de inyección más simple, práctico, y con menos dolor.
La insulina se aplica en el tejido subcutáneo por medio de jeringas con escala en unidades.
Capacidad
Espacio muerto
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Tamaño de las agujas
El tamaño de la aguja se refiere tanto al largo (mm) como a los Gauges (ancho) de la aguja.
Largo de la aguja
Actualmente las jeringas pueden tener agujas del largo de 13 mm o agujas pequeñas de 8 mm. Las jeringas con aguja
de 8 mm son ideales para niños y pacientes delgados o con peso normal, las de 13 mm son ideales para pacientes con
sobrepeso u obesidad.
También es posible escoger el acho de la aguja, el cual es conocido como Gauge (G). El gauge indica el grosor (o
ancho) de la aguja. Entre más grande es el Gauge más delgada será la aguja. Por ejemplo una aguja de Gauge 30 es
más delgada que una de Gauge 28. Las jeringas para insulina tienen agujas de 30G y 31G. Las jeringas de 30G de grosor
tienen un largo de 13 mm, y mientras que las jeringas con aguja corta tienen una aguja de 8 mm de largo y 31G de
grosor, esta aguja es 37% más corta que la aguja de 13 mm.
Aguja de 4 mm.
Es la aguja más corta y delgada (32G de grosor). No se requiere hacer pellizco al momento
de inyectar. Por su pequeño tamaño asegura la inyección subcutánea disminuyendo el
riesgo de inyección intramuscular, por lo que es adecuada para todas las personas, incluso
personas con sobrepeso u obesidad.
Aguja de 5 mm.
Tiene 31G de grosor y no se requiere pellizco para hacer la inyección. Es adecuada para
niños y adultos, incluso personas con obesidad o sobrepeso.
Aguja de 8 mm.
Tiene 31G de grosor. También es una aguja muy delgada y es adecuada para todas las personas,
adultos y niños. Al inyectar se debe hacer pliegue e introducir la aguja en ángulo de 90°.
Aguja de 13 mm.
Tiene 30G de grosor. Esta aguja no se recomienda para niños y adolescentes ya que es más
larga y puede ocasionar inyecciones intramusculares. Su uso se recomienda para adultos y al
aplicar la insulina se debe hacer pliegue e introducir la aguja en ángulo de 45°.
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https://www.bd.com/mexico/
Se recomienda que las agujas y las jeringas para insulina se utilicen una sola vez. Las agujas son tan delgadas y
delicadas que reutilizarlas puede dañar su punta y causar lesiones al momento de la inyección.
Referencia: https://healthy.kaiserpermanente.org/static/health-encyclopedia/es-us/kb/hw39/086/hw39086.shtml?stop_mobi=yes
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Plumas de insulina
Este dispositivo cuenta con un mecanismo de graduación mediante una perilla rotatoria con intervalos
de unidad por unidad, aunque también existen graduaciones de dos en dos unidades. En cada giro de la
perilla se escucha un “clic” que indica la graduación. Tienen una ventana con números amplificados para
corroborar la suma de unidades que se han cargado y son particularmente favorables para personas con
deficiencia visual o en el caso de que no se comprenda la utilización de las jeringas, resulta sumamente
cómoda y discreta.
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Desecho de jeringas y
VIII. material punzocortante
Es importante desechar de forma segura las agujas y las jeringas de insulina, éstas deben manipularse con cuidado y
tratarse como desechos médicos peligrosos.
Recomendaciones:
› Inmediatamente después de la inyección se debe colocar la aguja o la jeringa en un recipiente para desechar jeringas.
› Un recipiente para desechar jeringas es una caja de plástico resistente (contenedor de RPBI) o metal que se cierra
firmemente, o una botella de plástico resistente con tapa de rosca. En la farmacia puede adquirir un contenedor
para desechar objetos punzocortantes.
› Cuando el contenedor esté lleno se debe ajustar firmemente la tapa y reforzarla con cinta resistente antes
de desecharlo.
› Consultar con el departamento de salud o clínica local para conocer cómo desechar los desechos médicos peligrosos.
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Técnicas de preparación y aplicación
IX. de insulina
2
Lavar muy bien las manos.
3
Si se utiliza insulina lechosa
se debe rodar el vial entre las
manos. Nunca se debe agitar en
forma vigorosa. No es necesario
rodar el vial si se aplica insulina
transparente.
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4
Limpiar el caucho del vial
con una toallita o algodón
impregnado en alcohol.
5
Jalar el émbolo de la jeringa
hacia abajo para introducir
aire: La cantidad de aire será
equivalente al número de
unidades de insulina a inyectar.
6
Colocar el vial de insulina en
posición vertical, insertar la
aguja en el centro del tapón de
caucho y presionar el émbolo
para inyectar el aire de la jeringa.
7
Sin retirar la jeringa invertir el vial
y jalar el émbolo para extraer la
dosis de insulina (Observar que la
punta de la aguja no sobrepase el
nivel superior de la insulina). Es
importante mantener el vial y la
jeringa en posición completamente
vertical, sin inclinar.
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8 Si es necesario disponer de insulina proveniente de frascos de dos tipos
diferentes:
a. Introducir a la jeringa la cantidad de aire equivalente a las unidades de
insulina NPH que se administrará.
b. Con el vial en posición completamente vertical se introduce la aguja y se
inyecta el aire en el vial de insulina NPH. Retirar la jeringa SIN extraer insulina.
c. Introducir a la jeringa la cantidad de aire equivalente a las unidades de
insulina rápida que se administrará.
d. Con el vial en posición completamente vertical se introduce la aguja y se
inyecta el aire en el vial de insulina rápida.
e. Con la aguja dentro, girar el vial de insulina rápida boca abajo y jalar el
émbolo suavemente hasta extraer la dosis de insulina rápida.
f. Tomar nuevamente el vial de insulina NPH, insertar la aguja en el caucho,
colocar el frasco boca abajo y extraer las unidades de insulina requeridas.
g. Llenar la jeringa hasta la marca que representa la dosis total de insulinas
rápida y NPH.
h. Asegurarse de tener la cantidad exacta de unidades de insulina porque NO
se debe regresar insulina al vial. Si accidentalmente se extrae demasiada
insulina NPH no se debe regresar al vial, se debe desechar toda la mezcla
y comenzar de nuevo.
20
11
Limpiar una pequeña área de la
piel con una toallita de alcohol y
dejar que seque completamente
antes de inyectar.
12
Tomar la jeringa y con los dedos
medio, índice y pulgar realizar
un pellizco en la piel, introducir
13
Retirar la aguja en la misma
dirección en la que se introdujo.
la aguja e inyectar la insulina
empujando el émbolo. Contar
hasta 10 antes de retirar la aguja.
14
Colocar una toallita de alcohol
en el sitio de la inyección y
presionar unos segundos sin
frotar ni masajear.
15 Desechar la jeringa en
un contenedor.
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X. Sitios de aplicación
Para evitar que se formen abultamientos duros en la piel es importante aplicar la inyección en diferentes lugares todos
los días. Dentro del mismo sitio, por ejemplo el abdomen, se debe rotar el lugar de la aplicación, se puede utilizar una
cuadrícula imaginaria para rotar los sitios de inyección.
Es recomendable inyectarse la insulina del desayuno y de la comida en el abdomen. La insulina se absorbe más
rápidamente en esta área, una absorción más rápida es necesaria para cubrir la cantidad de alimento que se ingerirá a
esas horas.
La dosis de la noche o de antes de ir a la cama se puede inyectar en los glúteos o en los muslos. Esto es porque se
requiere que la insulina de larga duración tenga un efecto gradual y pueda cubrir las necesidades de toda la noche.
Se debe evitar inyectar muy cerca del ombligo, cicatrices y lunares ya que el tejido en estos sitios es más duro y por lo
tanto la insulina no se absorberá de forma consistente.
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XI. Absorción de insulina
Las diferentes zonas de aplicación influyen en el tiempo requerido para la absorción, siendo el abdomen el sitio de mayor
velocidad, seguido de brazos, glúteos y muslos. La realización de ejercicio, especialmente de la zona inyectada, así
como el masaje posterior, pueden aumentar la velocidad.
• Sitio de aplicación.
• Profundidad de la inyección.
• Mezcla de insulinas.
• Ejercicio físico.
• Calor local y ambiental.
• Frío extremo.
• Humedad.
• Cantidad inyectada.
• Nivel de glucosa sanguínea.
• Cantidad de tejido graso y fibroso.
• Nivel de anticuerpos contra insulina.
Recomendaciones
Si existe contusión, dolor intenso o enrojecimiento al inyectar, la técnica de inyección deberá ser revisada por el médico
o educador en diabetes. Las inyecciones dolorosas pueden ser minimizadas siguiendo los siguientes consejos:
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XII. Monitorización de la diabetes
Automonitoreo de la glucosa
El automonitoreo de la glucosa se refiere al método que realiza una persona con un monitor (glucómetro) para determinar
sus cifras de glucosa en sangre. El resultado refleja las cifras de glucosa del momento en que éstas son determinadas. (8,9)
Importancia:
› Observar el efecto de la cantidad y el tipo de alimento sobre la glucosa sanguínea.
› Valorar la respuesta de la glucosa ante el ejercicio.
› Determinar el patrón de glucemias.
› Tomar decisiones referentes a la terapia.
› Prevenir, detectar y tratar a tiempo hipoglucemia o hiperglucemia.
› Determinar si es necesario el uso de insulina en personas con diabetes gestacional.
› Manejar adecuadamente episodios de enfermedad concomitante.
Hemoglobina glucosilada
De las hemoglobinas humanas, la más abundante en el adulto es la HbA que representa el 97% de la hemoglobina total
y que consta de dos tipos de globinas: alfa y beta. La HbA1 es una fracción que se forma a partir de una reacción no
enzimática espontánea entre diferentes azúcares y los grupos amino de las cadenas de la Hb. Existen cuatro tipos de
HbA1: HbA1a1, HbA1a2, HbA1b y HbA1c. La cantidad de hemoglobina glucosilada (HbA1c) formada es directamente
proporcional a la concentración de glucosa plasmática a la que han estado expuestos los eritrocitos a lo largo de su vida,
ya que los hematíes son permeables a la glucosa. Por esta razón, se utiliza la medida de la concentración de HbA1c en
sangre para el seguimiento de los niveles medios de glucosa en los pacientes con diabetes en los 2 o 3 meses previos,
existiendo relación directa entre sus valores y la aparición de complicaciones microvasculares.
La determinación de la HbA1c es la prueba de referencia para vigilar el adecuado control de la diabetes (sobre todo a
largo plazo), y para valorar la eficacia del tratamiento (farmacológico y no farmacológico). Es importante correlacionar
siempre los resultados de la hemoglobina glucosilada con los resultados del monitoreo capilar. Ambas herramientas
deben complementarse para tener una idea del comportamiento de la glucosa en los meses previos. Una cifra de
hemoglobina glucosilada normal no necesariamente es resultado de un buen control, podría deberse a episodios
recurrentes de hipoglucemia combinados con episodios de hiperglucemias, que dan un promedio normal. El porcentaje
existente de HbA1c refleja el nivel promedio de glucosa en sangre de los últimos 3 a 4 meses (en general se refiere como
el promedio de glucosa de los últimos 3 meses). En realidad es un promedio ponderado que tiene una contribución en
porcentaje diferente cada mes. (10,17)
Microalbuminuria
Es la excreción de albúmina por la orina superior a los límites normales. Este parámetro es útil para determinar
enfermedad renal incipiente, riesgo cardiovascular y mortalidad aumentados. Una intervención precoz puede modificar
decisiva y favorablemente el curso de la enfermedad para la persona con diabetes. La microalbuminuria se debe realizar
anualmente desde el diagnóstico independientemente del tipo de diabetes.
Orina de 24 horas Índice albúmina/creatinina Orina minutada
Normal <30 mg/24 hrs <30 mg/g <20ug/min
Microalbuminuria 30-300 mg/24 hrs 30-300 mg/g 20-200 ug/min
Proteinuria >300 mg/24 hrs >300 mg/g >200 ug/min
24
XII. Objetivos del control glucémico
La individualización de los objetivos del control glucémico constituye uno de los aspectos más importantes de la terapéutica
insulínica de reemplazo, que es necesario definir en una terapia más intensiva o menos intensiva. Frecuentemente se
consideran como sinónimos o equivalentes el control estricto de la glucemia y la terapia insulínica intensificada. El control
estricto, entendido éste como niveles de glucemia iguales o mejores a los obtenidos en los pacientes con tratamiento
intensificado del DCCT, puede ser el objetivo en algunos pacientes con diabetes tipo 1 y 2, pero en otros no es aceptable
a pesar de tener un programa de terapia intensificada, como es el caso de los pacientes con hipoglucemia carente de
síntomas, o con trastornos en la contra regulación durante la hipoglucemia, o con angina de pecho. En estos casos, la
terapia intensificada tiene otros objetivos glucémicos que el paciente debe conocer para hacer los ajustes adecuados en
su tratamiento insulínico, dietario, y de actividad física.
RANGO META DE HEMOGLOBINA GLUCOSILADA (4)
Más intensivo (< 6.5%) Factores Menos intensivo (<8%)
Altamente motivado Consideraciones psicológicas Poco motivado
Adherente No adherente
Alta capacidad de autocuidado Baja capacidad de autocuidado
Adecuado Recursos o soporte médico Inadecuados
Bajo Riesgo de hipoglucemia Alto
Corto Tiempo de evolución DM2 Largo
Larga Expectativa de vida Corta
Ninguna Complicaciones microvasculares Avanzada
Ninguna Enfermedad cardiovascular Establecidas
Ninguna Comorbilidades Múltiples, severas, o ambas
1) El control estricto no se debe intentar en las personas que carecen de capacidad y disposición para participar
activamente en el manejo de la hiperglucemia.
2) Está contraindicado en niños menores de dos años de edad, en virtud del riesgo que representan los episodios
de hipoglucemia para la integridad funcional del sistema nervioso central.
3) En personas de edad avanzada, con enfermedad aterosclerótica, la hipoglucemia que conlleva un control estricto
es una limitante para intentar este tipo de programa.
4) Es contraindicación, además, en pacientes con retinopatía proliferativa.
En todos los demás casos el tratamiento más intensivo es esencial si se quieren lograr y mantener cifras de glucosa
sanguínea acordes con las necesidades particulares de los pacientes.
Los candidatos ideales son los adolescentes o los jóvenes adultos que, con excepción de la diabetes, no padecen otra
enfermedad ni signos de complicaciones; es decir, sobre quienes se ha observado:
25
METAS DE CONTROL METABÓLICO
Parámetros IDF(11) AACE(12) ADA(13)
Hemoglobina glucosilada A1c ≤ 6.5 % ≤ 6.5 % <7%
Glucemia de ayuno/preprandial ≤ 108 < 110 70-130 mg/dl
Glucemia posprandial ≤ 135 < 140 < 180
Colesterol total
Triglicéridos < 150 mg/dl < 150 mg/dl < 150 mg/dl
Colesterol HDL hombres > 40 mg/dl > 40 mg/dl > 40 mg/dl
Colesterol HDL mujeres > 46 mg/dl > 50 mg/dl > 50 mg/dl
Colesterol LDL < 100 mg/dl < 100 mg/dl < 100 mg/dl
Colesterol LDL con enf. coronaria < 70 mg/dl < 70 mg/dl < 70 mg/dl
Microalbuminuria < 30 mg/L < 30 mg/L
Presión arterial sin nefropatía < 130/80 mmHg < 130/80 mmHg < 140/80 mmHg
Presión arterial con nefropatía < 125/75 mmHg < 125/75 mmHg
Índice de masa corporal < 25 Kg/m2 < 25 Kg/m2
Cintura en hombres < 94 < 94 cm
Cintura en mujeres < 80 < 84 cm
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XIV. Terapia insulínica
La insulina es el agente más efectivo para reducir la glucosa y será eventualmente necesaria para la mayoría de los
pacientes con DM2 que han vivido la enfermedad un largo periodo. El uso de insulina está recomendado en pacientes con
elevación importante de la hemoglobina glucosilada A1c, síntomas de hiperglucemia, y que no hayan respondido a terapia
de dos a tres hipoglucemiantes.
2. De manera temporal:
• Estado hiperosmolar no cetósico
• Cetoacidosis
• Diabetes gestacional y diabetes en el embarazo
• Cirugía
• Infecciones severas
• Fallas secundarias a hipoglucemiantes orales
• Glucemia >250 mg/dl sin control con hipoglucemiantes, dieta y/o ejercicio
• Diabetes de reciente diagnóstico con síntomas severos y pérdida de peso.
No existen reglas simples para su uso ya que la diabetes es heterogénea y de fisiopatología complicada. Aún más, la
respuesta terapéutica dependerá de la etapa de la enfermedad y de la presencia de complicaciones concomitantes.
Es poco probable que los pacientes que toman dos o tres hipoglucemiantes orales y que tienen una A1c > 8% alcancen
su objetivo de A1c aun agregando otro agente, por lo que se recomienda en estos casos agregar una dosis de insulina
basal.(4) Se puede utilizar insulina intermedia NPH, aunque son preferibles los análogos de insulina basal (Degludec,
Glargina o Detemir) debido a que estos últimos tienen concentraciones de insulina planas y causan menos hipoglucemias;
si bien es cierto todos ellos han demostrado igual eficacia clínica en la reducción de la A1c. La administración puede
ser nocturna (antes de cenar o antes de dormir), lo que permite un mejor control de la hiperglucemia en ayuno y entre
los alimentos. Se ha demostrado que entre menor es la concentración de glucosa preprandial menor será la excursión
de glucosa posprandial, además, este esquema permite una reducción paulatina de la A1c con menos hipoglucemias y
menor ganancia de peso.(4)
La dosis de inicio recomendada puede ser de 10 unidades o de 0.1-0.2 UI/kg de peso.(14) Se puede continuar con los
hipoglucemiantes que ya recibía el paciente.
Pauta de automonitoreo de glucosa: antes del desayuno y antes de la cena.
Si se está administrando insulina NPH por la noche y se presenta hiperglucemia antes de la cena, la opción sería otra
dosis de insulina antes del desayuno.
Ajuste de dosis: Tras la pauta inicial se recomienda ajustar la dosis de insulina nocturna de acuerdo con los valores
de glucosa en ayuno titulando la dosis de dos en dos unidades cada tres a siete días.(14) Se ajusta la dosis de insulina
matutina (NPH) de acuerdo con los valores de glucosa antes de la cena, también de dos en dos unidades hasta llegar
al objetivo del paciente.
27
Esquema de insulina prandial
En la medida que progresa el deterioro de la función de la célula beta, la insulinoterapia basal se hace insuficiente
y es necesaria la adición de bolos para aportar la insulina que demanda la ingesta principalmente de carbohidratos.
Clínicamente esto se hace evidente en la medida que no se alcanza la meta de HbA1c a pesar de tener glucemias en
ayuno adecuadas y que las glucemias postprandiales continúan fuera de la meta. Se propone que se inicie la insulina
prandial antes de aquella comida del día que está causando el mayor grado de descompensación y se vaya aumentando
el número de bolos a necesidad.
Cuando la glucosa está elevada después del desayuno se recomienda agregar insulina prandial (regular, Lispro, Aspart o
Glulisina) antes del desayuno. Si la glucosa está elevada después de la comida, habrá que agregar insulina prandial antes
de la comida. Y si la glucosa está elevada después de la cena, se agregará insulina prandial antes de cenar.
Cuando se inician los bolos prandiales de insulina, se hace innecesario continuar la administración de sulfonilureas, por
lo que se deben suspender. Otros hipoglucemiantes orales cuyo mecanismo de acción es sensibilizar la acción de la
insulina se pueden continuar y podrían seguir siendo útiles. (15)
Dosis inicial:
Iniciar con 4 unidades (antes del desayuno, comida y cena según lo requiera), 0.1 U/kg o el 10% de la dosis basal diaria
(14), si la HbA1c es < 8%, considerar disminuir la insulina basal por la misma cantidad. Se recomienda que la dosis de
regular sea administrada 30 minutos antes de los alimentos, y en el caso de los análogos de insulina de 10 a 15 minutos,
antes de los alimentos.
Ajuste de dosis:
El ajuste será cada tres a siete días, 1-2 unidades o 10-15% de acuerdo a la glucosa posprandial de dos horas hasta
que se llegue a la meta establecida para el paciente (14). Si se encuentra elevada la glucosa posprandial del desayuno, se
aumentará la insulina prandial del desayuno. Si se encuentra elevada la posprandial de la comida, se aumenta la insulina
prandial de antes de comer, y si está elevada la posprandial de la cena, se aumenta la insulina prandial de antes de cenar.
Estos pacientes no dependen habitualmente de la insulina para sobrevivir, aunque pueden requerirla en situaciones
especiales como infecciones graves, durante el periodo trans y postoperatorio de cirugías mayores, cuando se
requiere de nutrición por vía parenteral, y en algunas otras situaciones de estrés. Independientemente de lo anterior,
con el transcurso de los años y a medida que transcurre la evolución de la diabetes, disminuye en forma progresiva
la producción de insulina y, entonces, su aplicación se vuelve indispensable. Ésta, denominada falla secundaria a
hipoglucemiantes orales, ocurre en aproximadamente la mitad de los pacientes después de transcurridos 10 años de
padecer la enfermedad.
Este argumento nos obliga a postular que, en programas de tratamiento integral, la mayoría de los pacientes con
diabetes mellitus tipo 2 requerirá insulina en un momento de su vida, por lo que el médico de primer contacto debe,
actualmente, estar capacitado para utilizarla en forma adecuada. (5)
28
SITUACIONES ESPECIALES
Cuando la insulina intermedia aplicada antes de la cena no cubre las necesidades de la segunda parte de la noche, se
puede solucionar retrasando su aplicación hasta antes de dormir. (5)
Somogy
Límites
Glucemia
aceptables
› Hiperglucemia matutina reactiva posterior a
hipoglucemia nocturna
› Efecto de hormonas contrarreguladoras
› Exceso de insulina
Antes del desayuno
Determinación de glucemia a las 3:00
aceptables
• Hiperglucemia matutina
• Efecto de GH (hormona de crecimiento)
Límites
Desvanecimiento de la acción
Glucemia
aceptables
de insulina por inyectarse muy
temprano la noche anterior
29
Niveles bajos de glucosa sanguínea (menos de 70 mg /dl) antes de la cena, durante dos a tres días consecutivos,
o episodios de hipoglucemia durante la tarde, son una indicación para reducir la dosis de insulina intermedia que se
inyecta antes del desayuno.
Niveles bajos de glucosa sanguínea antes del desayuno, episodios de hipoglucemia durante la segunda mitad de la
noche o antes del desayuno, comprueban un exceso de insulina intermedia durante la noche, por lo que se recomienda
medir la glucosa sanguínea en la madrugada (3:00 a 4:00 a.m.) y reducir la insulina de acción intermedia aplicada antes
de la cena o de antes de dormir. (5)
Niveles bajos de glucosa sanguínea o episodios de hipoglucemia en la primera mitad de la noche (10:00 p.m. a 3:00 a.m.)
muestran actividad excesiva de la insulina. Para corregir este problema, pueden hacerse los siguientes cambios:
Niveles bajos de glucosa antes de la comida o episodios de hipoglucemia durante la mañana obligan a reducir la insulina
de acción rápida suministrada antes del desayuno. (5)
30
Terapia combinada en el tratamiento de la
XV. diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 ha sido considerada como una condición que puede ser controlada con dieta y actividad física desde
su inicio, pero que posteriormente, y conforme avance la falla en la capacidad de secreción de insulina por el páncreas,
deberán utilizarse fármacos hipoglucemiantes orales.
En pacientes con diabetes y secreción de insulina aún moderada pero con difícil control, se han utilizado las combinaciones
de fármacos orales. Sin embargo, en la mayoría de los pacientes con diabetes, después de algún tiempo y sobre todo en
aquellos con un estilo de vida desordenada, se presenta invariablemente una severa deficiencia de insulina, que obliga
a utilizar en ellos, terapia a base de insulina para su control.
La terapia de sulfonilureas matutina con insulina de acción intermedia al acostarse, es la combinación más estudiada.
Algunos estudios clínicos demostraron que provoca un efecto de mejor utilización de la insulina, lo cual permite reducir
la dosis diaria de insulina que se requiere para alcanzar un control de la glucemia; además permite a los pacientes con
diabetes evitar la aplicación matutina de insulina. Esta terapia combinada, se ha asociado con mayor ganancia de peso
y con mayor riesgo de hipoglucemia. Además se ha asociado con probable afectación cardiovascular. No se considera
la mejor opción.
La justificación para utilizar insulina en combinación con Metformina, es el hecho de combinar insulina con un fármaco
que sensibiliza el hígado a la acción de la insulina, situación que contribuye a la reducción de la glucemia. Además, el
efecto de la Metformina de minimizar la ganancia de peso en los pacientes que utilizan insulina, se suma a los beneficios
citados. Varios estudios en los cuales se agrega insulina a Metformina, han demostrado un efecto de mejor utilización
de la insulina, con la consecuente reducción de la dosis de insulina hasta en un 25%, reducción de la hemoglobina
glucosilada entre 1 y 2%, mejora el perfil de lípidos, disminuye la esteatosis hepática y la agregación plaquetaria
disminuyendo el riesgo cardiovascular. Es la mejor terapia combinada con insulina.
31
Terapia combinada de insulina y mezcla de sulfonilureas y Metformina
En estos casos los requerimientos de insulina son más bajos que cuando se combina insulina más sulfonilureas o
insulina más Metformina, por lo que deberá iniciarse con dosis más bajas de insulina (0.1 u/kg/día). Es una combinación
muy frecuente, la cual la podemos utilizar con una dosis nocturna de insulina basal. Hay que suspender la sulfonilurea
al utilizar dos dosis de insulina intermedia o al agregar insulina prandial.
La justificación para utilizar esta combinación se basa en el hecho de que la acarbosa puede reducir el rango de glucemia
posprandial al retardar la absorción de los carbohidratos de los alimentos, sobre todo en pacientes que ingieren dietas
ricas en carbohidratos. Esta combinación también se recomienda con dosis de insulina al acostarse, cuidando de iniciar
con bajas dosis de acarbosa, para minimizar efectos adversos, como la flatulencia.
Está bien demostrado el beneficio de combinar a la insulina con la Pioglitazona, ya que mejora la acción de la insulina en
tejidos periféricos, tales como el músculo y la grasa, lo cual a su vez, mejora el control de la glucemia. Las glitazonas,
pueden ser utilizadas para intentar reducir la dosis de insulina en pacientes con diabetes bien controlados, o para mejorar
el control glucémico en pacientes con deficiente control, ambos tratados con insulina.
Los inhibidores de la enzima dipeptilpeptidasa-4 (DPP-4) que son péptidos intestinales que se liberan en respuesta
a la ingestión de una comida, estimulando la secreción de insulina cuando la glucosa se eleva e inhibe la secreción
de glucagón, siendo acciones dependientes de glucosa; por lo que no causan hipoglucemia. Además tienen una baja
incidencia en ganancia de peso. Los agonistas del receptor GLP-1 son de aplicación subcutánea y actúan en el receptor de
GLP-1 y en la síntesis y la secreción de insulina dependiente de glucosa con un efecto predominantemente postprandial,
pero de forma agregada enlentecen el vaciamiento gástrico y aumentan la saciedad. Tienen una mayor potencia que los
inhibidores de DPP-4 en la reducción de la glucosa. Los dos son más eficaces combinados con Metformina.
La inhibición de los transportadores SGLT2 se asocia a una disminución de la glucosa plasmática, sin hipoglucemia, y
con pérdida de peso asociada a la pérdida de calorías, debida a la excreción de glucosa en la orina. Son más efectivos
combinados con Metformina. (4,16)
32
Terapia de infusión continua subcutánea
XVI. de insulina (ICSI)
Microinfusoras o bombas de insulina
Referencias se agregaron al final (ver lecturas recomendadas, 18, 19 y 20).
Introducción
El reemplazo fisiológico con insulina mediante múltiples inyecciones diarias presenta una serie de limitaciones que impide en un buen
número de pacientes alcanzar las metas terapéuticas. En algunos otros pacientes, las limitaciones pueden relacionarse con la imposibilidad
y dificultad para realizar actividades no programadas. Finalmente, hay quienes no desean aplicarse de 3 a 6 inyecciones diarias, o bien,
por el temor a las hipoglucemias.
Por todo lo antes mencionado, y a medida que se fue demostrando la importancia de lograr niveles de glucosa en sangre cercanos a lo
normal, con el objetivo de impedir la aparición, y/o retrasar la evolución de las complicaciones crónicas de la Diabetes Mellitus, comenzó
la investigación y el desarrollo de otro tipo de herramientas para poder optimizar el reemplazo con insulina con la idea de que éste sea
más fisiológico.
La microinfusora de insulina
› Microinfusora de insulina
› Reservorios
› Cánula o catéter Primer prototipo de Infusión Continua
› Insertador Subcutánea de Insulina
› Software para la descarga de información
› Requiere baterías
Reservorio de insulina:
33
Microinfusora:
Insertador:
Set de infusión:
Software:
35
Pacientes tratados con microinfusoras
› Deben llevar a cabo un conteo de hidratos de carbono junto a un plan de alimentación estructurado.
› La dosis de bolo debe calcularse para saber qué cantidad suministrar en cada comida.
Algunas de las bombas para insulina más recientes se comunican de manera inalámbrica con el monitor
de glucosa. El monitor de glucosa envía de inmediato los resultados de las pruebas a la bomba de
insulina, cuando la bomba lo recibe calcula automáticamente y recomienda la dosis de insulina necesaria
para una comida o para corregir un nivel alto de glucosa después de las comidas. No hay necesidad
de introducir manualmente el resultado de la prueba, como debe hacerse con otras microinfusoras.
36
XVII. Complicaciones del tratamiento con insulina
Lipodistrofias
La lipodistrofia secundaria a la administración de insulina, puede ser atrófica (lipoatrofia) o hipertrófica (lipohipertrofia).
Lipoatrofia
Es la pérdida de tejido graso subcutáneo, secundaria a la inyección de insulina. Clínicamente, se manifiesta por
áreas con pérdida de volumen subcutáneo localizadas en las zonas de inyección de la insulina. La incidencia de esta
complicación se ha disminuido dramáticamente: de una incidencia de 24% ha disminuido hasta ser considerada casi nula
en la actualidad, inicialmente por la purificación de insulina mediante cromatografía de alta presión y, más recientemente,
por la mayor disponibilidad de insulina humana.
Lipohipertrofia
37
Hipoglucemia
La hipoglucemia se define como un valor de glucosa menor a 70 mg/dl, con o sin síntomas. Cuando se llega a estas
concentraciones los individuos deben tomar medidas para corregir este estado.
CAUSAS DE HIPOGLUCEMIA
CONVENCIONALES NO CONVENCIONALES PARTICULARES
• Uso de insulina o de • Defecto en la glucorregulación • Embarazo
medicamentos que estimulan la (hormonas contrarreguladoras) • Menstruación
secreción pancreática de insulina, • Hipoglucemia sin alarma
como las sulfonilureas
• Elevación del umbral glucémico
• Ayuno
• Ejercicio
• Consumo de alcohol*
• Disfunción renal
*El alcohol debilita la capacidad del hígado para producir glucosa debido a que las enzimas necesarias para ello se mantienen ocupadas en la
degradación del alcohol.
Síntomas
La presentación de las manifestaciones de hipoglucemia no tiene un patrón definido. Los síntomas varían entre las
personas y de un episodio a otro. Algunos pacientes se mantienen alertas con pocos síntomas con valores de glucosa
de 50 mg/dl, mientras que otros se encuentran soporosos e inconscientes con esta misma cifra de glucosa. Los valores
absolutos de glucosa no se pueden utilizar para describir la severidad de un episodio hipoglucémico.
Muchos pacientes presentan episodios de hipoglucemia sin percatarse, hay pérdida de síntomas y de respuesta
glucorreguladora ocasionadas por hipoglucemias frecuentes, o debido a los años de evolución de la diabetes, pues
después de 2 a 5 años en pacientes tipo 1 se afecta la respuesta glucorreguladora. Es imprescindible el automonitoreo
para detectar la hipoglucemia sin síntomas.
38
Hipoglucemia nocturna
Los pacientes son incapaces de sentir los síntomas de alarma antes de que se presente neuroglucopenia, los pacientes con
diabetes tipo 1 son más susceptibles a presentar hipoglucemia nocturna. Algunas señales de hipoglucemia nocturna son:
› Pesadillas
› Sueño inquieto
› Sudoración
Tratamiento
El tratamiento de la hipoglucemia debe establecerse con base en las cifras de glucosa, CON o SIN síntomas:
Recomendaciones:
› Evitar alimentos con grasas ya que éstas retardan la absorción de carbohidratos y no aumentan rápidamente la glucosa.
› Después de un episodio de hipoglucemia se recomienda esperar 30 minutos antes de reiniciar actividades, previa medición.
› El tratamiento excesivo con carbohidratos puede ocasionar hiperglucemia posterior.
En hipoglucemia grave:
› Glucosa endovenosa.
› Glucagon. Libera la glucosa almacenada en el hígado (glucogenólisis). El glucagon debe ser prescrito a todos
los individuos con alto riesgo de hipoglucemia severa y los cuidadores o familiares deben ser instruidos sobre
su administración.
Consideraciones generales:
› La presencia de hipoglucemia asintomática, o de uno o más episodios de hipoglucemia grave, deben dar lugar a la
reevaluación del régimen de tratamiento.
› En pacientes con hipoglucemia sin síntomas, o con hipoglucemias graves, se aconseja elevar los objetivos glucémicos
para evitar hipoglucemia durante, al menos, varias semanas para reducir el riesgo de episodios subsecuentes.
› La prevención de hipoglucemia es un componente esencial del manejo de la diabetes. El automonitoreo es una
herramienta indispensable para evaluar el tratamiento y detectar hipoglucemia incipiente.
› Los pacientes deben identificar las situaciones que aumentan el riesgo de hipoglucemia, como el ayuno, los
momentos del ejercicio intenso (durante o después), y durante el sueño.
› La hipoglucemia puede aumentar el riesgo de daño a sí mismo o a los demás, como podría suceder con la
conducción de vehículos.
› Se debe enseñar a las personas con diabetes a equilibrar el uso de insulina y la ingesta de hidratos de carbono, así
como el ejercicio; pero estas estrategias no siempre son suficientes para la prevención.
› En la diabetes tipo 1 y en la diabetes tipo 2 con deficiencia severa de insulina, la hipoglucemia puede comprometer
gravemente el control y la calidad de vida. (8,9,10,17)
39
LECTURAS RECOMENDADAS:
2. Gutiérrez JP, Rivera DJ, Shamah Levy T, Villalpando HS, Franco A et al.: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012.
Resultados nacionales. Cuernavaca, Instituto Nacional de Salud Pública, 2012.
3. Hernández M y cols. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de medio camino 2016 (ENSANUT 2016). Informe final
de resultados. Instituto Nacional de Salud Pública. 31 de octubre del 2016.
4. Ochoa Martínez C., Madero Fernández del Castillo M., González Chávez A., Manual práctico del manejo de la diabetes
mellitus y sus comorbilidades. Editorial Alfil. Primera edición, México, 2016.
5. Secretaría de Salud. Uso de insulinas en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 1 y 2. México, 2005
6. American Diabetes Association. Classification and diagnosis of diabetes. Sec. 2. In Standards of Medical Care in
Diabetes 2017. Diabetes Care 2017; 40 (Suppl. 1): S11–S24.
7. Rosas Guzmán J., Lyra R., Cavalcanti, N., Diabetes Mellitus, Visión Latinoamericana, Intersistemas, 2da. Edición,
México, 2013.
8. Villalvazo Molho M., Vega García M., Manual para la formación de Educadores en Diabetes. Federación Mexicana de
Diabetes, A.C. Primera edición, México, 2014.
9. Pérez Pastén E., Educación en diabetes, Manual de apoyo. Tipografías editoriales, 2da. Edición, México, 2010.
10. Pérez Pastén E., Guía para el paciente y el Educador en Diabetes. Tercera edición, México, 2003.
11. European Society of Cardiology (ESC) and of the European Association for the Study of Diabetes (EASD). Guidelines
on diabetes, pre-diabetes and cardiovascular diseases. European Heart Journal 2007; 28: 88-136
12. AACE/ACE: American Association of Clinical Endocrinologist. Guidelines for clinical practice for the management of
diabetes mellitus. Endocrine Practice 2015; 21 (suppl 1): 1-68
14. Inzucchi SE, Bergenstal RM, Buse JB, Diamant M, Ferrannini E, Nauck M, y cols. Management of hiperglycemia in type
2 diabetes, 2015: A patient-centered approach. Update to a position statement of the American Diabetes Association
and the European Association for the study of diabetes. Diabetes care 2015; 38: 140-149.
15. Guías ALAD de diagnóstico, control y tratamiento de la Diabetes Mellitus Tipo 2. 2013.
16. Fabián San Miguel MG. Diabetes. Atención integral. Editorial Alfil. Primera edición, México, 2016.
17. Rosas Guzmán J., Lyra R., Cavalcanti, N., Diabetes Mellitus, Visión Latinoamericana, Intersistemas, 2da. Edición,
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18. Franz MJ, Bantle JP, Beebe CA, Brnzell JD, Chiasson J-L, Garg A, Holzmeizter L A, Hoogwerf B, Mayer-Davis E,
Mooradian A D, Purnell J Q, Wheeler M: Evidence- based nutrition principles and recommendations for the treatment
and prevention of diabetes and related complications (Technical Review). Diabetes Care 25: 148-198, 2002.
19. American Diabetes Association: Clinical Practice Recommendations 2005 Supplement 1, Diabetes Care Jan, 2005
20. Sheard N F, Clark N G, Brand-Miller J C, Franz M J, Pi-Sunyer F X, Mayer- Davis E, Kulkarni K, Geil P: Dietary
carbohydrate (amount type) in the prevention and management of diabetes (ADA Statement) Diabetes Care 27:2067-
2073,2004.
La impresión de este Manual ha sido apoyada por: