Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Encuentro 3 EEO
Encuentro 3 EEO
¿Qué contestarías tú? Como podrás notar, cada una de ellas exige respuestas radicalmente
distintas que pueden complementarse y formar parte de una verdad fundamental para ti.
El Principio y Fundamento de san Ignacio de Loyola está desarrollado desde la
perspectiva de una experiencia de fe. Es un texto clásico de la espiritualidad cristiana. Escrito
hace cinco siglos, ha fascinado a muchas personas, las cuales, al profundizar en su significado
se han sentido motivadas a realizar cambios sustantivos en sus vidas.
Pretende dar pista sobre el sentido de la vida (el PARA QUÉ): ¿qué busca el ser humano?,
¿hacia dónde va?, ¿para qué vive y qué implicaciones éticas le supone tener esta apuesta
existencial?, etc. Es una proposición fundamental, capaz de brindar un horizonte a la vida y
dar sentido a la cotidianidad, puede significar al hombre y a la mujer, dándoles su lugar en el
cosmos. Desea profundizar qué es lo más significante en la vida, cuál es su base, la raíz, la
plataforma sólida sobre la cual pueden construir el edificio de su existencia.
Sin embargo, y como es natural, dado que los códigos culturales han cambiado, sus
palabras te pueden parecer extrañas, ajenas al idioma espiritual actual. Es muy probable que,
en un primer momento, hasta puedas rechazarlo, por el tono tajante con el que está redactado.
En tal sentido, te propongo que desmenucemos el párrafo, para poder saborear la riqueza y
la belleza que guarda esta propuesta de san Ignacio.
Sigue los pasos sugeridos en la hoja “Ayudas para hacer mejor la oración”
“Señor, que en el día de hoy, todas mis intenciones, pensamientos y acciones estén
encaminadas a cumplir tu voluntad.”
5º Paso: Petición
8º Paso: El coloquio
En silencio, si te parece bien, mantén tu “conversión espiritual” sobre lo vivido
durante la experiencia.
9º Paso: Examen de la oración
Sigue las instrucciones de la guía: “Examen de la oración”
“Las letras no tienen sentido sin rostros, como el amor
sin encarnación”