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Pastor Jhonny Quinde Ávila (Adaptado del material de Rick Warren)
Introducción. Hoy empezando una serie: Cómo conseguir la aprobación de Dios. He aquí algunos
conceptos equivocados.
¿Siendo más bueno que malo? ¿Cumpliendo los diez mandamientos? ¿Prometiendo ser perfecto?
¿Siendo religioso y yendo a la iglesia?
La Biblia dice que sólo hay una manera de ganar la aprobación de Dios. En Hebreos 11 dice, “Sin fe
es imposible agradar a Dios.” La única manera que puedes ganar la aprobación de Dios es por
medio de la fe en Jesucristo, su hijo. Puede que tengas una gran personalidad, pero sin fe en
Jesucristo es imposible agradar a Dios. Puede que hagas cosas grandes en tu vida, pero sin fe es
imposible agradar a Dios.
¿Dirías que la fe es un asunto bastante importante? Sí que lo es. Es vital que aprendas cómo vivir
por fe. Que reforcemos nuestra fe.
Porque la importancia del tema es que vamos a dedicar el mes de agosto y septiembre, ocho
semanas o cincuenta días para hablar de la fe. En esta serie vamos a expandir, vamos a probar,
vamos a profundizar, vamos a reforzar nuestra fe y a medida que desarrollemos la misma vamos a
ver qué pasa en nuestra vida en todo tipo de situaciones.
¿Cómo aumentas tu fe? Posiblemente dices: “Me gustaría tener más fe.”¿Cómo la consigo?” La
Biblia nos dice que la fe nos viene de oír la Palabra de Dios. Romanos 10:17;
El pasaje de Hebreos 11:1 dice, “La fe nos asegura de las cosas que esperamos.”
La fe me vuelve optimista real… No es un pensamiento positivo, aunque es bueno reunirse con
aquellos que tienen actitud o pensamiento positivo en lugar de aquellos que solo piensan
negativamente…
Creer en Dios es esperar lo mejor. Tener fe es mucho más que decir o pensar: “espero no tener
ningún problema en vida.” Tendré ¡Buena suerte! Esperar lo mejor no es decir, “espero que todo
salga de acuerdo a mis planes.” Porque en la vida casi nada te va a salir como lo planeaste. Por
consiguiente, ¿de qué estoy hablando cuando digo que la fe es esperar lo mejor? Esperar lo mejor
es la certeza de que Dios está en control del futuro y que él planea lo que es mejor para mi vida,
porque me ama. Salmo 32:8: “Te voy a guiar a lo largo de los mejores caminos para tu vida. Te voy
a aconsejar y a cuidar.”
¿Por qué he de esperar lo mejor de la vida cuando van mal tantas cosas? ¿Por qué he de esperar
lo mejor cuando ya he tenido tantos dolores de corazón?
La respuesta a esa pregunta la encontramos en una historia muy famosa de la Biblia. David y
Goliat. Los ejércitos de Israel estaban luchando con los ejércitos de los Filisteos. Los Filisteos tenían
un gigante. Su nombre era Goliat. Se acercaba a los tres metros de alto, intimidaba a todos. Salía y
se paraba en frente del ejército y decía: “Desafío a cualquiera de ustedes, uno contra uno o, uno
contra diez. Todos andaban escondiéndose, todos estaban intimidados. Tenía aterrorizado al
ejército Israelí exceptuando a un pequeño pastor joven. __David, dijo, “Voy a luchar con él. Lo voy a
desafiar.” Todos piensan: es demasiado pequeño para luchar contra él. Pero David tiene sus
piedritas y piensa, “es demasiado grande para fallar. Es un blanco grande. De todas maneras Dios
está de nuestra parte, El y yo igual a ser mayoría y lo podemos vencer.” De la historia de David
luchando con Goliat aprendemos tres cosas acerca de cómo David esperaba lo mejor y qué efecto
tiene en nosotros.
1. Cuando esperas lo mejor honras al Señor 1 Samuel 17:46, “en el día de hoy el Señor te va a
entregar, y te voy a vencer y toda la tierra va a saber que hay un Dios.” William Carey, un misionero
que cambió el mundo en sus días por causa de su fe tenía una frase que realmente gobernaba su
vida. Acostumbraba decir, “espera grandes cosas de Dios, intenta grandes cosas para Dios.” Es lo
que tu fe puede hacer por ti.
Algunos de ustedes están diciendo: “¿Cómo puedo esperar lo mejor? ¡Tú no sabes por lo que he
pasado!” No, no lo sé. Algunos de ustedes se están enfrentando con algunos gigantes en su vida.
Problemas gigantes. Tienen un Goliat financiero. Tienen un Goliat médico. O un Goliat relacional,
emocional. Están enfrentándose con algunos de los grandes asuntos de su vida y pensando, ¿cómo
puedo esperar lo mejor cuando todo parece ir mal ahora mismo?” Yo no sé todo lo que está
pasando en tu vida. Pero sé esto. Puedes hacer las mismas cuatro cosas que hizo David que le dio
la confianza de enfrentarse con sus gigantes. Si tú haces estas cuatro cosas te vas a encontrar con
una actitud positiva, esperando lo mejor, incluso en la peor de las circunstancias. Sabemos lo que le
daba certeza a David porque él escribió los Salmos y en él comparte todos sus sentimientos
interiores. Esta mañana vamos a ver las cuatro cosas que hizo David. Si haces esas cuatro cosas
serás capaz de enfrentarte a tus gigantes con confianza. ¿Te gustaría ser una persona más
optimista? ¿Te gustaría ser una persona que espera con más frecuencia lo mejor? ¿Qué tienes que
hacer?
I. CONÉCTATE CON DIOS CADA MAÑANA. Lo primero. Empieza el día con Dios. Te hará más
positivo. Te hará más optimista. Te hará ser una persona de más fe. Es el primer secreto del
optimismo de David. Salmo 5:3 dice: “Por la mañana, Oh Señor, tú escuchas mi voz. Por la mañana
extiendo mis peticiones delante de tí y espero con expectación.” ¿De dónde saca este espíritu de
expectativa? Pasa un rato con Dios por la mañana. Algunos consejos para poder aprovechar mejor
la mañana.
El hombre en promedio vive 25,550 días. ¿Crees que puedes separar cincuenta de esos días y
dárselos al Señor para crecer en la fe? Yo pienso que sí puedes dedicar ocho de esos 25, 550 días
de tu vida en los que puedas venir a un estudio nocturno los miércoles. Cuántos dicen: “Pastor,
cuenta conmigo. Quiero crecer en la fe y voy a hacer el devocionario diario y voy a estar aquí en los
mensajes; voy a estudiar la serie de Estudios Bíblicos los miércoles. Eso significa quiero crecer en
la fe en los próximos cincuenta días.
Conclusión Oración: La Biblia dice mantén compañía con Dios y entra en lo mejor… No quiero que
te limites. No quiero que te pierdas lo que va a pasar. Padre, no sé si he estado nunca antes más
entusiasmado que con el plan para ayudar a esta gente maravillosa a desarrollar y fortalecer su fe.
Casi no puedo esperar para ver los milagros y los cambios que vas a hacer en nuestras vidas y en
nuestros trabajos y en nuestras relaciones y familiares. Sé que hay gente que piensa que no tiene
tiempo para realizar un estudio de ocho semanas. Ayúdales a poner primero las cosas que van
primero. Y a darse cuenta de que sin fe es imposible agradar a Dios. Señor es un asunto importante
el que vamos a tratar. Ahora quiero que ores. Quiero que le pregunten a Dios una pregunta y que
esperen por la respuesta. En su mente quiero que le pregunten, ¿Dios, quieres que crezca en la fe
a través de este énfasis? Luego, esperen. Si la respuesta o la impresión en tu corazón fue sí. Digan,
“Gracias a ti, Dios, anticipándome por todas las cosas que vas a hacer en mi vida durante los
siguientes cincuenta días. Estoy esperando con fe.” Voy a derrotar a mi gigante en el nombre de
Jesús. Di “Jesucristo, quiero poner mi confianza en tí y esperar lo mejor.” Oro en Tú nombre, amén.
Xxxxx
La importancia de la fe
Objetivo. Guiar a la congregación en el inicio de la serie de estudios y predicaciones sobre 50 días
de fe, para fortalecer la convicción de los creyentes.
Introducción. Hoy empezando una serie: Cómo conseguir la aprobación de Dios. He aquí algunos
conceptos equivocados.
¿Siendo más bueno que malo? ¿Cumpliendo los diez mandamientos? ¿Prometiendo ser perfecto?
¿Siendo religioso y yendo a la iglesia?
La Biblia dice que sólo hay una manera de ganar la aprobación de Dios. En Hebreos 11 dice, “Sin fe
es imposible agradar a Dios.” La única manera que puedes ganar la aprobación de Dios es por
medio de la fe en Jesucristo, su hijo. Puede que tengas una gran personalidad, pero sin fe en
Jesucristo es imposible agradar a Dios. Puede que hagas cosas grandes en tu vida, pero sin fe es
imposible agradar a Dios.
¿Dirías que la fe es un asunto bastante importante? Sí que lo es. Es vital que aprendas cómo vivir
por fe. Que reforcemos nuestra fe.
Porque la importancia del tema es que vamos a dedicar el mes de agosto y septiembre, ocho
semanas o cincuenta días para hablar de la fe. En esta serie vamos a expandir, vamos a probar,
vamos a profundizar, vamos a reforzar nuestra fe y a medida que desarrollemos la misma vamos a
ver qué pasa en nuestra vida en todo tipo de situaciones.
¿Cómo aumentas tu fe? Posiblemente dices: “Me gustaría tener más fe.”¿Cómo la consigo?” La
Biblia nos dice que la fe nos viene de oír la Palabra de Dios. Romanos 10:17;
El pasaje de Hebreos 11:1 dice, “La fe nos asegura de las cosas que esperamos.”
Creer en Dios es esperar lo mejor. Tener fe es mucho más que decir o pensar: “espero no tener
ningún problema en vida.” Tendré ¡Buena suerte! Esperar lo mejor no es decir, “espero que todo
salga de acuerdo a mis planes.” Porque en la vida casi nada te va a salir como lo planeaste. Por
consiguiente, ¿de qué estoy hablando cuando digo que la fe es esperar lo mejor? Esperar lo mejor
es la certeza de que Dios está en control del futuro y que él planea lo que es mejor para mi vida,
porque me ama. Salmo 32:8: “Te voy a guiar a lo largo de los mejores caminos para tu vida. Te voy
a aconsejar y a cuidar.”
¿Por qué he de esperar lo mejor de la vida cuando van mal tantas cosas? ¿Por qué he de esperar
lo mejor cuando ya he tenido tantos dolores de corazón?
La respuesta a esa pregunta la encontramos en una historia muy famosa de la Biblia. David y
Goliat. Los ejércitos de Israel estaban luchando con los ejércitos de los Filisteos. Los Filisteos tenían
un gigante. Su nombre era Goliat. Se acercaba a los tres metros de alto, intimidaba a todos. Salía y
se paraba en frente del ejército y decía: “Desafío a cualquiera de ustedes, uno contra uno o, uno
contra diez. Todos andaban escondiéndose, todos estaban intimidados. Tenía aterrorizado al
ejército Israelí exceptuando a un pequeño pastor joven. __David, dijo, “Voy a luchar con él. Lo voy a
desafiar.” Todos piensan: es demasiado pequeño para luchar contra él. Pero David tiene sus
piedritas y piensa, “es demasiado grande para fallar. Es un blanco grande. De todas maneras Dios
está de nuestra parte, El y yo igual a ser mayoría y lo podemos vencer.” De la historia de David
luchando con Goliat aprendemos tres cosas acerca de cómo David esperaba lo mejor y qué efecto
tiene en nosotros.
1. Cuando esperas lo mejor honras al Señor 1 Samuel 17:46, “en el día de hoy el Señor te va a
entregar, y te voy a vencer y toda la tierra va a saber que hay un Dios.” William Carey, un misionero
que cambió el mundo en sus días por causa de su fe tenía una frase que realmente gobernaba su
vida. Acostumbraba decir, “espera grandes cosas de Dios, intenta grandes cosas para Dios.” Es lo
que tu fe puede hacer por ti.
Algunos de ustedes están diciendo: “¿Cómo puedo esperar lo mejor? ¡Tú no sabes por lo que he
pasado!” No, no lo sé. Algunos de ustedes se están enfrentando con algunos gigantes en su vida.
Problemas gigantes. Tienen un Goliat financiero. Tienen un Goliat médico. O un Goliat relacional,
emocional. Están enfrentándose con algunos de los grandes asuntos de su vida y pensando, ¿cómo
puedo esperar lo mejor cuando todo parece ir mal ahora mismo?” Yo no sé todo lo que está
pasando en tu vida. Pero sé esto. Puedes hacer las mismas cuatro cosas que hizo David que le dio
la confianza de enfrentarse con sus gigantes. Si tú haces estas cuatro cosas te vas a encontrar con
una actitud positiva, esperando lo mejor, incluso en la peor de las circunstancias. Sabemos lo que le
daba certeza a David porque él escribió los Salmos y en él comparte todos sus sentimientos
interiores. Esta mañana vamos a ver las cuatro cosas que hizo David. Si haces esas cuatro cosas
serás capaz de enfrentarte a tus gigantes con confianza. ¿Te gustaría ser una persona más
optimista? ¿Te gustaría ser una persona que espera con más frecuencia lo mejor? ¿Qué tienes que
hacer?
I. CONÉCTATE CON DIOS CADA MAÑANA. Lo primero. Empieza el día con Dios. Te hará más
positivo. Te hará más optimista. Te hará ser una persona de más fe. Es el primer secreto del
optimismo de David. Salmo 5:3 dice: “Por la mañana, Oh Señor, tú escuchas mi voz. Por la mañana
extiendo mis peticiones delante de tí y espero con expectación.” ¿De dónde saca este espíritu de
expectativa? Pasa un rato con Dios por la mañana. Algunos consejos para poder aprovechar mejor
la mañana.
El hombre en promedio vive 25,550 días. ¿Crees que puedes separar cincuenta de esos días y
dárselos al Señor para crecer en la fe? Yo pienso que sí puedes dedicar ocho de esos 25, 550 días
de tu vida en los que puedas venir a un estudio nocturno los miércoles. Cuántos dicen: “Pastor,
cuenta conmigo. Quiero crecer en la fe y voy a hacer el devocionario diario y voy a estar aquí en los
mensajes; voy a estudiar la serie de Estudios Bíblicos los miércoles. Eso significa quiero crecer en
la fe en los próximos cincuenta días.
Conclusión Oración: La Biblia dice mantén compañía con Dios y entra en lo mejor… No quiero que
te limites. No quiero que te pierdas lo que va a pasar. Padre, no sé si he estado nunca antes más
entusiasmado que con el plan para ayudar a esta gente maravillosa a desarrollar y fortalecer su fe.
Casi no puedo esperar para ver los milagros y los cambios que vas a hacer en nuestras vidas y en
nuestros trabajos y en nuestras relaciones y familiares. Sé que hay gente que piensa que no tiene
tiempo para realizar un estudio de ocho semanas. Ayúdales a poner primero las cosas que van
primero. Y a darse cuenta de que sin fe es imposible agradar a Dios. Señor es un asunto importante
el que vamos a tratar. Ahora quiero que ores. Quiero que le pregunten a Dios una pregunta y que
esperen por la respuesta. En su mente quiero que le pregunten, ¿Dios, quieres que crezca en la fe
a través de este énfasis? Luego, esperen. Si la respuesta o la impresión en tu corazón fue sí. Digan,
“Gracias a ti, Dios, anticipándome por todas las cosas que vas a hacer en mi vida durante los
siguientes cincuenta días. Estoy esperando con fe.” Voy a derrotar a mi gigante en el nombre de
Jesús. Di “Jesucristo, quiero poner mi confianza en tí y esperar lo mejor.” Oro en Tú nombre, amén.
INTRODUCCIÓN. Este es uno de los textos más reconfortantes y alentadores de la Biblia. Los
creyentes siempre pueden encontrar fuerza renovada aquí. La maravillosa verdad es que
Dios está siempre con nosotros. Él está cerca de todos los creyentes cada momento de cada
día y Él sabe lo que está pasando. Es un llamado al gozo y a la vida de oración.
Pablo escribió esta carta durante su primer encarcelamiento en Roma en el año 61 – 62 DC.
Filipenses 1:12-16; Filipenses, Filemón, Colosenses y Efesios, han sido llamadas “cartas de la
prisión”.
El sustantivo “gozo” o el verbo “regocijar” son usados 16 veces en la carta. Pablo habla del gozo en
la oración (Filipenses 1:4), gozo en los frutos de su trabajo (Filipenses 4:1) y gozo en el sufrimiento,
aun al enfrentar la muerte (Filipenses 2:17). Pablo se regocija donde hay unidad y compañerismo
(Filipenses 2:2), encuentra gozo en la ayuda de sus amigos (Filipenses 4:10), y tiene gozo al saber
que otros están predicando a Cristo. Anima a sus lectores a regocijarse en su fe, en su relación con
el Señor (Filipenses 1:25; 3:1; 4:4) y en la acogida y recibimiento dados a hermanos en Cristo
(Filipenses 2:28, 29).
LOS PROPOSITOS DE LA CARTA. Pablo agradece la ofrenda que sus amigos de Filipos le habían
enviado (Filipenses 4:10, 14-18). Informa de su situación, y le la seguridad de que su
encarcelamiento no implicaba un retroceso del evangelio (Filipenses 1:12-26). Explica por qué
enviaba de regreso a Epafrodito, cuando los filipenses habían tenido la intención de que
permaneciera junto a Pablo ayudándolo de cualquier manera que necesitase (Filipenses 2:25-30).
La carta llevaba también el propósito de animar a los cristianos a soportar el sufrimiento con
valentía, a vivir en una sola mente y confiar sus vidas a su Señor en todas las cosas y bajo toda
circunstancia (Filipenses 1:27-30; 2:12-18; 3:17-21; 4:4-9).
ALIMENTANDO NUESTRA FE Una de las cosas que vemos en esta carta sobre la vida Pablo
es su absoluta confianza y dependencia de Dos. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
Fil. 4:13; Un hombre de fe, esto nos presenta el desafió de encontrar las razones para
alimentar nuestra fe. En nuestro pasaje encontramos tres consejos prácticos para aquello,
como también el resultado de practicarlo. Veamos:
Este es un mandamiento para los creyentes. Pablo repite esto en caso de que nosotros no nos
demos cuenta muy bien de lo que él está diciendo. ¡Regocijaos, regocijaos! Eso no es algo que
usted y yo podemos lograr por nosotros mismos. Es un fruto del Espíritu: amor, gozo. ¿Se da
cuenta? Gozo, esa es la segunda cosa. No hay poder, no hay fortaleza en la vida del creyente, sino
es a través del gozo. Aquel que no ha experimentado el gozo del Señor no tiene ningún poder.
III DESCANSANDO EN EL SEÑOR v.6 (No se inquieten por nada.NVI. Por nada estéis angustiados
RV95.) La ansiedad no tiene lugar en la vida de los cristianos que oran, la oración en sus varias
formas: petición, ruego, pero por sobre todo acción de gracias. La fe es vivificada cuando
recordamos en acción de gracias lo que Dios ha hecho por nosotros en el pasado. Hay un eco aquí
de la enseñanza de Jesús (Mateo 7:7-11). 1 Pedro 5:7; dice algo semejante: “Echad sobre él toda
vuestra ansiedad, porque él tiene cuidado de vosotros”, J. A. Bengel señala apropiadamente:
“Ansiedad y oración son más opuestos entre sí que el fuego y el agua.”
Por nada estéis afanosos, afanarse revela una falta de confianza en la soberanía y el poder
de Dios. Como creyentes, tenemos que darnos cuenta que nuestra confianza en la vida no
proviene de nosotros mismos, sino del Dios todo poderoso del universo. Pablo nos dice que
no te preocupes por nada. Si nos preocupamos básicamente estamos diciendo que Dios no
puede manejar la situación. Por el contrario debemos llevar todo a Dios en oración y su paz
guardará nuestros corazones y mentes. Los creyentes, que están firmes en Cristo,
responden y soportan las dificultades con la oración agradecida.
Jesús dijo a sus seguidores en el Sermón de la Montaña. “No os afanéis por vuestra vida,
qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir… No
os afanéis por el día de mañana…” (Mateo 6:25-34). Tenemos un Padre celestial que nos ama,
nos cuida, y es capaz de ayudarnos y apoyarnos. ¿Entonces por qué preocuparse o estar
ansioso? Pablo enfatiza nuestra necesidad de llevar todas las cosas, sin excepción, a Dios
en oración. Presentamos nuestras peticiones al Señor con confianza dependiendo de su
provisión segura para ayudarnos en nuestros momentos de necesidad.
Con acción de gracias presenten vuestras peticiones delante de Dios. La actitud que
debemos tener al presentar nuestras súplicas al Señor es una de agradecimiento, confiando
en Él para la respuesta que nos revelará a través de Su Espíritu Santo. El problema de
muchos es que después de haber expuesto todo ante El, cuando terminan de orar, recogen de
vuelta todas las cargas. El Señor desea que confiemos en El hasta el punto en que no nos
preocupemos ansiosamente por nada, y oremos acerca de todo.
Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de
gracias. La oración se apoya sobre un fundamento. Como dijo el apóstol a los Romanos 10:17; Así
que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Dios. La oración se apoya en la fe, y la fe se
apoya en la Palabra de Dios.
Muchas veces, en la vida, al enfrentarnos con momentos de ansiedad o angustia, queremos que
Dios cambie todas las circunstancias que nos rodean. Y entonces nos apresuramos a pedirle cosas
a Dios: le decimos «No permitas que esto suceda», «Ábrenos esta puerta que se ha cerrado»
«Líbranos de esta situación» Pero en estos casos, deberíamos estar orando y diciendo: «Oh Dios,
cámbiame, transfórmame».
IV LA PAZ DE DIOS GUARDARA NUESTROS CORAZONES V.7;
Cuando la oración reemplaza a la preocupación sobreviene la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, y esa paz actúa como un centinela que resguarda la mente y las emociones del
cristiano de ser abrumadas por un repentino arrebato de miedo, ansiedad o tentación. Esta realidad
deberían comprobarla los cristianos diariamente.
Es necesario que haya rendición diaria, y un compromiso renovado con El único que nos
guía y nos mantiene fuerte. Una vez que tengamos paz con Dios, entonces podemos ir a
disfrutar la paz de Dios cada día. “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento
en ti persevera, porque en ti ha confiado” (Isaías 26:3). “Y sabemos que a los que aman a
Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados” (Romanos 8:28).
La Biblia nos habla de otras clases de paz que podemos comprender. Hay una paz mundial. Algún
día la paz cubrirá la tierra, así como las aguas cubren el mar. Esa paz vendrá por medio de la
persona de Cristo, que fue llamado el Príncipe de Paz. También en la Biblia se nos habla de una
paz que le viene al ser humano cuando sus pecados son perdonados. Esa es la paz acerca de la
cual escribió el apóstol Pablo en Romanos 5:1, cuando dijo: 1Justificados, pues, por la fe,
tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Esa es la paz de la cual Él hablaba cuando dijo, en Mateo: Venid a mí todos los que estáis
trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Ese es el descanso de la redención. Además,
paz como la tranquilidad. Esta es la paz que encontramos en las palabras del Señor Jesucristo en
Juan 14:27; cuando El dijo: 27; La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo
la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo. Ahora, la paz que se menciona aquí en
Filipenses 4, es una paz que sobrepasa todo entendimiento. Es una paz que no podemos de
explicar porque supera nuestra capacidad de razonar.