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Descripción del problema.

EL área de motricidad gruesa es definida por Comellas (2003) (citado en Amaya R. 2019) “Como
el dominio y coordinación de los grandes movimientos del cuerpo como saltar, caminar, gatear,
rodar” (párr. 3).
Estas habilidades y capacidades motrices se logran a medida que el niño interactúa y explora su
entorno posibilitando acciones y funciones corporales.
Teokoh (2015) (citado en Amaya R. 2019) afirma “El área motriz gruesa es un proceso dinámico
y continuo de organización progresiva y compleja de las funciones biológicas, psicológicas y
sociales que permite mejorar su capacidad social como intelectual” (párr.7).
En este sentido la motricidad gruesa permite el control de su cuerpo y realizar movimientos, pero
también es determinante para el desarrollo integral de sus capacidades y habilidades.
En el rango de edad analizado de 3 y 4 años de los niños y niñas es muy importante estimular la
motricidad gruesa para favorecer aún más esa etapa de exploración y descubrimiento de su
entorno, su autoestima y confianza para realizar nuevas aventuras, además se debe tener en
cuenta que el desarrollo de esta área será determinante en el correcto funcionamiento de
la psicomotricidad fina más adelante.
De acuerdo a los resultados de la aplicación de La Escala Abreviada de Desarrollo -3 (EAD-3)
en el área motricidad gruesa realizada a 8 niños y niñas de 3 y 4 años, usuarios de jardines
infantiles de bienestar familiar, en el departamento de Antioquia, se obtuvo un resultado en el
cual se observa que no hay riesgo y se presenta un buen desarrollo, sin embargo se selecciona
esta área de motricidad gruesa para fortalecer esta en los centros educativos y en el hogar
teniendo en cuenta que en estos espacios no se brinda la estimulación adecuada, ni son
motivados los niños y niñas a desarrollar esta área gruesa libremente a través del juego o
actividades divertidas, debido a diferentes factores.
Amaya R. (2019) menciona “El aprendizaje se da través de una madures motriz que ejerce el
cuerpo a través de movimientos espontáneos, dirigidos o libres durante una experiencia vivencial
de juego”. (párr. 7). Es pues necesario la reflexión y participación de los profesores sobre este
tema y que propicien experiencia intencionada a través de actividades dirigidas o libres que se
pueden desarrollar en el lugar de atención infantil o en la casa para lograr fortalecer esa área
motriz en los niños y niñas.

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