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114 ANALISIS POLITICO No.

5 - SEPTIEMBRE A DICIEMBRE DE 1988

Adolfo Triana Antorveza

La organización del Estado colombiano


Cuadernos del Jaguar, Bogotá, 1988

El trabajo de Adolfo Triana, encami­ centrales de esta coyuntura dejando espacios para la participación de las
nado a la capacitación de los ciudada­ de lado la consistencia teórica y la comunidades en la gestión estatal.
nos para la comprensión y el manejo función pedagógica del trabajo.
de sus relaciones básicas con el Esta­
do, ha aparecido en un contexto de Este proceso permea las políticas de
crisis social y política; surge a su vez El propósito de habilitar a los ciuda­ descentralización que están siendo
como una búsqueda de respuesta para danos para el manejo del Estado, en aplicadas en otros países y en nuestro
dicha crisis. particular aquellos elegidos para las medio pretende responder a un con­
instancias municipales, toma cuerpo junto de fenómenos que han entrado a
Me centraré en algunos elementos en medio del proceso que ha abierto cuestionar el ordenamiento político y
RESEÑAS 115

administrativo del Estado colombia­ ción (Leyes 11 y 12 de 1986, Decretos ces de la ley están dados por la propia
no. 1333 de 1986 y 77 de 1987, etc.), a los sociedad que la produce. Y hoy esta­
cuales proporciona especial atención mos ante la perspectiva de profundos
La irrupción de estos fenómenos no es el trabajo de Adolfo Triana. cambios en la sociedad colombiana,
cosa de hoy: hace ya más de una déca­ los cuales, como dijimos, no han al­
da, el entonces Presidente de la Repú­ No obstante, este cuerpo legal sola­ canzado a ser avizorados por el legis­
blica Alfonso López Michelsen intentó mente podrá adquirir pleno sentido lador. Ese derecho, en “permanente
convocar una Asamblea Constituyen­ cuando la sociedad lo haga suyo, no construcción y evolución” al decir de
te, cuyos temas de reforma serían la solamente comprendiéndolo sino apli­ Adolfo Triana, debe ser comprendido
Rama Judicial y la organización políti­ cándolo. Este proceso tiene, como en su contexto. Este es el de las fuer­
co administrativa. Con esta última, se vemos, enormes obstáculos. De una zas sociales del cambio y el de las que
pretendía salir al paso a lo que el his­ parte, están aquellas limitaciones se oponen al mismo. Aqui debemos
toriador Nicolás Buenaventura deno­ generadas por las construcciones inscribir la interpretación de las leyes
minó la “rebelión de las comarcas” y ideológicas dominantes, que alienan y de los hechos sociales que las ro­
que correspondía a la multiplicación al ciudadano corriente y a las comuni­ dean; las alianzas políticas locales,
dades con respecto al Estado, mitifi­
de los paros cívicos municipales, pro­ las candidaturas cívicas y los asesina­
cando su carácter y haciendo de su
vocados por las graves deficiencias de tos de dirigentes populares que han
los servicios públicos. manejo un reino escatológico. Pero a
acompañado a la práctica de la elec­
más de ellas, están todos los factores
ción popular de alcaldes.
La oposición de las jerarquías políti­ que directamente pretenden “inmovi­
cas a esta iniciativa sepultó temporal­ lizar la dinámica social”, utilizando En esta medida, la “cívica” debe ir
mente la adecuación del ordenamien­ las palabras de Adolfo Triana. acompañada del análisis político y
to del Estado a las realidades regiona­ social como lo sugieren las páginas
les. No obstante, los efectos del cen­ Estos factores no se comprenden en introductorias del Manual que comen­
tralismo y de los estructuras político- abstracto; adquieren significado a la tamos; y las nuevas leyes han de ser
administrativas que regulan el acceso luz de los procesos históricos. En el explicadas a la luz de los procesos que
al control del Estado y las decisiones caso colombiano, podríamos decir que las están acompañando y que defini­
sobre el gasto público siguieron pe­ la descentralización y la apertura a la rán sus alcances. Esta labor de com-
sando sobre la vida nacional, gene­ participación popular dentro de los plementación del trabajo de Adolfo
rando conflictos de distinta enverga­ actos legales citados, comienzan a Triana encuentra hoy una oportuna
dura. Entre ellos se cuentan, además canalizar cambios políticos y sociales compañía en el ensayo de Orlando
de profundos desequilibrios en el con­ no previstos por el legislador; a pesar Fals Borda incluido en el libro La In-
curso del Estado para el mejoramien­ de la cortedad de las reformas, seña­ surgencia de las Provincias reciente­
to de las regiones más pobres, la ex­ ladas por distintos comentaristas, la mente publicado, en donde la crisis
clusión sistemática de las comunida­ dinámica social hace que en las comu­ del autoritarismo centralista es vista a
des frente a las decisiones que afectan nidades inicien el desarrollo de proce­ través de una lectura del desarrollo
su acceso a los servicios y al bienestar sos de organización antes asfixiados histórico colombiano y sus perspecti­
de una sociedad con niveles medios por las estructuras políticas tradicio­ vas analizadas desde el ángulo de
de desarrollo, como se caracteriza a nales, como hoy lo muestra la riqueza quienes hoy construyen alternativas
Colombia. de procesos desatada en tomo a la de participación popular y de nuevas
elección popular de alcaldes. Las relaciones con el Estado. Estas expe­
El malestar resultante de este sistema “asociaciones de municipios”, con­
riencias son también examinadas a
político y administrativo se expresa en templadas en estas leyes, se convier­
través del lente de las nuevas leyes de
la continuidad invencible de los paios ten en marco legal para la expresión
cívicos, que hoy ya no son solamente de las comarcas y ellas a su vez 3e la descentralización, vistas como un
municipales sino que se extienden a expresan con fuerza política en las punto de referencia que puede ser
regiones enteras (el Nororiente, Nari- movilizaciones regionales que aconte­ desbordado por la propia dinámica
social.
ño, Chocó, etc.), las marchas campe­ cen una y otra vez ante la incapacidad
sinas y en la persistencia de los con­ del Estado para resolver sus necesida­
flictos guerrilleros. La administración des básicas. Y así como la guía de Adolfo Triana
Betancur identificó atinadamente el puede ser oportunamente contempla­
da por la visionaria aproximación de
problema de la paz con el equilibrio Estas apreciaciones nos hacen regre­
sar al trabajo de Adolfo Triana, en Orlando Fals, las leyes de la descen­
regional —entre otros propósitos— y
tralización y de la ampliación de la
su estrategia central para la solución particular a los textos descriptivos
participación comunitaria están sien­
de las “causas objetivas de la violen­ sobre el ordenamiento político-admi-
do redimensionadas por los movi­
cia” se orientó hacia un reordena­ nistrativo. No es fácil extraer de ellos
mientos sociales que han encontrado
miento del gasto público, con miras a implicaciones en cuanto al alcance de
los cambios introducidos en el ordena­ en ellas un punto de apoyo para im­
una mayor irrigación presupuestal de
pulsar las transformaciones que hoy
las regiones marginadas y hacia la miento constitucional y podría con­
exige la martirizada sociedad colom­
apertura de espacios para la participa­ cluirse que el autor se ha concentrado
rigurosamente en el marco proporcio­ biana.
ción de las comunidades en el manejo
del Estado en los niveles locales. nado por la Ley. Sin embargo, si tene­
mos en cuenta sus propias reflexio­
En esta dirección se inscriben las le­ nes, contenidas en las páginas inicia­ Darío Fajardo. Antropólogo, Profesor de
yes y los decretos de la descentraliza­ les del estudio, vemos que los alcan­ la Universidad Nacional.

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