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E1 consonante que acaba la vna (copla) comiença la otra, y va guardando esta orden,
que el segundo verso de la segunda copla corresponde con el mismo consonante del
verso primero de la primera, y el tercero de la segunda con el quinto de la primera, y el
quarto de la segunda con el segundo de la primera, y el quinto con el quarto, y el
postrero de la segunda con el tercero de la primera; y asi prosigue hasta seys, y hace el
remate que llaman Contera de tres versos, en los quales se incluyen los seys
consonantes de que se componen todas estas seys coplas. Es compostura de mucho
artificio...
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Se llama sextina también a la copla usada por Jorge Manrique. Se identifican sextina y sexta rima, con
combinaciones varias; por ejemplo, (11) ABAABA. Otra forma distinta sería (10) aab ' ccb. Puede
consultarse José Domínguez Caparrós (1975: 490-491).
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En italiano se llama "sestina". Dante y Trissino la denominan "canzone a stanza continua". Canción se
llamó con Petrarca, quien compuso nueve. Castelvetro, en la edición de las obras del poeta de Arezzo,
cambia a sestina (sextina).
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El número seis rige la sextina. El seis (Cirlot, 1998: 330) es el número de la ambivalencia y el
equilibrio, símbolo del alma humana y número de la prueba y el esfuerzo. Ingenio y gran esfuerzo son
necesarios para salir airoso de la elaboración de una sextina.
Teoría y práctica de la sextina en su inventor, Arnaut Daniel..., pp. 59-64
1ª 2ª 3ª 4ª 5ª 6ª
A F C E D B
B A F C E D
C E D B A F
D B A F C E
E D B A F C
F C E D B A
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Recientemente nos hemos ocupado de este asunto en el estudio “Recepción de la sextina doble en Italia
y en el Renacimiento español” (v. Cenizo 2005).
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Véase también Martín de Riquer (1975: 605-646).
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Para un compendio de las características de la poesía provenzal y de sus autores, véase Martín de Riquer
(1975; 1983: I, 19-31). Define al trovador como “aquel que compone poesías destinadas a ser difundidas
mediante el canto y que, por lo tanto, al destinatario le llegan por el oído y no por la lectura” (p. 19),
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“L´aura´amara fals bruels brancutz...” (“La brisa amarga hace que los bosquecillos
frondosos...”) y “Doutz brais e crizt” (“Dulces gorjeos y gritos...”). Dieciocho poesías se
conservan de él, escritas entre 1169 y 1195, según Martín de Riquer (1995: 29). Amó a
una alta dama de Gascuña, mujer de Guillem de Buovilla, pero no se creyó que la dama
le concediera placer en justicia de amor; por eso, dijo: “Eu son Arnautz qu`amas l`aura /
e chatz la lebre ab lo bou / e nadi contra suberna” (modernizado y traducido: “Yo soy
Arnaut, el que amasa la brisa / que caza la liebre con el buey / y que nada contra la
tempestad"). Tuvo cierta relación con Bertrán de Born, señor de Autafort. Buscaba las
rimas caras y la dificultad en sus versos. Por ello es el representante más importante del
trobar ric —complicado y gongorino— y sus canciones no son fáciles de entender ni de
aprender. Tuvo entre sus contemporáneos fama de gran poeta, así como entre los
trecentistas italianos. Su fama llegó hasta el marqués de Santillana. Dante y Petrarca se
inspiraron en él, como hizo en nuestro siglo Ezra Pound.
En su sextina, Arnaut escoge palabras-rima poco poéticas, como tío o uña. En
una canción amorosa, no deja de ser raro y difícil rimar con estas palabras en tantas
ocasiones como exige la sextina. No falta la ironía, como en el verso número
diecinueve, cuando designa a la madre como “la hermana de mi tío”, o en el veintiséis,
donde el auditor o lector puede creer que menciona algo tan imposible como los tíos y
los sobrinos de Adán (Martín de Riquer, 1975: 643). La irregularidad métrica asoma en
el primer verso, que combina heptasílabos y decasílabos. Las palabras rima o mots-
refranh son: intra, ongla, arma, verga, oncle, cambra. Es una exultante declaración de
amor, con imágenes muy conseguidas, como en la estrofa quinta, donde se dice que el
corazón del amante nunca se separa de la amada esté donde esté. La palabra “verga” ha
dado lugar a algunos críticos, como Canello, a una interpretación erótica de algunos
pasajes, como en el penúltimo verso. Ofrecemos un fragmento del original, la primera
estrofa, “Lo ferm voler q´el cor m´intra / I / Lo ferm voler q´el cor m´intra / nom pot jes
becs escoissendre ni ongla / de lausengier, qui pert per maldir s´arma; / e car non l´aus
batr´ab ram ni ab verga, / sivals a frau, lai on non aurai oncle, / jauzirai joi, en vergier o
dinz cambra”, y ahora la versión castellana de todo el poema, en traducción de Carlos
Alvar (1981: 166-169):
I
El firme deseo que en el corazón me entra
no me lo pueden arrancar pico ni uña
de adulador, que por hablar mal pierde su alma;
y como no me atrevo a pegarle con rama ni vara,
aunque sea a escondidas, allí donde no tenga tío,
gozaré del gozo, en el jardín o en la habitación.
II
Cuando me acuerdo de la habitación
en la que sé, para mi mal, que nadie entra
y que todos me vigilan más que hermano o tío,
entonces, todos los miembros me tiemblan, hasta la uña
comenta que conocemos más de trescientos cincuenta trovadores, de muy diverso estamento o condición
social (p. 21), y que era poesía divulgada por los músicos cantores llamados juglares (joglars en
provenzal) -p. 30-.
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Teoría y práctica de la sextina en su inventor, Arnaut Daniel..., pp. 59-64
C. Alvar (1981: 388) ofrece también una posible versión musical seleccionada por
Antoni Rossel transcrita por F. Gennrichl. Arnaut se mueve en un contexto cultural y
literario de extraordinaria riqueza y variedad. La poesía provenzal conocía diversos
géneros (alba, pastorelas...) que han dejado su impronta en la lírica castellana medieval.
C. Alvar (1981: 68-69) se pregunta qué queda de los trovadores y responde: la
regularidad métrica, de sílabas y de rima; el impulso del arte del bien hablar; la elegante
conversación; la mesura; el respeto a la dama; la creación del supremo oficio de poeta;
el culto a la individualidad y la originalidad. Existía en la lírica provenzal el trobar leu
(fácil) y el trobar ric (difícil). Dentro de éste, el trobar clus propiamente dicho, con
carga conceptista, y el trobar ric, de orientación “gongorina”, más formalista, en el que
se encuadra Daniel8.
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Puede seguirse también la traducción de Martín de Riquer (1975: 644-646).
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Baehr (1973: 357) comenta: “La sextina provenzal representa el desarrollo artístico de un determinado
tipo de la canción provenzal (cansó redonda encadenada), cuyas estrofas no pueden dividirse (canzone a
stanza indivisibili) y han de mantener los elementos de rima de la primera estrofa a lo largo de toda la
poesía (unissonans)”. Sin duda, la sextina, por su complejidad, es canción de la alta poesía culta.
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Martín de Riquer (1975; 1983: I, 44) justifica la creación de Arnaut Daniel como “hallazgo mucho más
feliz e inteligente que el de las cansós redondas que cultivó Guiraut Riquier”. Concluye diciendo que la
canción de la flor enversa de Raimbaut D´Aurenga es un precedente de la sextina de A. Daniel.
10
La sextina es en manos de Petrarca —comenta Ángel Crespo (v. Petrarca, 1983:LXXXIII)— un noble
intento de competir con el virtuosismo del que fue llamado por Dante “il miglior fabbro” del habla vulgar
(Purgatorio, XXVI, 117), y con el propio Alighieri.
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No obstante, la primera conocida es anterior a 1526 y a la etapa del florecimiento renacentista. Es la
escrita en versos de arte mayor por los desconocidos Trillas y Mosén Crepí de Valldaura (¿un solo autor
desdoblado?, se pregunta A. Amusco -1984: 23-26-), incluida con el número 916 en el Cancionero
General de 1511.
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Un recorrido amplio puede consultarse, entre otros, en M.ª Hernández Esteban, “Procedimientos
compositivos de la sextina. De Arnaut Daniel a Fernando de Herrera” (1987: 351-424).
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Véase Antonio Prieto, “La sextina provenzal en la estructura narrativa” (1972: 101-133)
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Teoría y práctica de la sextina en su inventor, Arnaut Daniel..., pp. 59-64
de Biedma, Fernando Ortiz o Javier Salvago. Y todo empezó allá hacia finales del siglo
XII, gracias a un poeta llamado Arnaut Daniel.
Bibliografía
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(Sevilla, 11-13 mayo 2005). Sevilla: Publicaciones de la Universidad de Sevilla. En
prensa.
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DÍAZ RENGIFO, J. (1727). Arte poética española.
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HERNÁNDEZ ESTEBAN, María (1987). “Procedimientos compositivos de la sextina. De
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RIQUER, Martín de (1995). Vidas y retratos de trovadores. Barcelona: Círculo de Lectores.
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