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Universidad Abierta Para Adultos UAPA

ASIGNATURA

DERECHO INMOBILIARIO

TEMA

LOS LEVANTAMIENTOS PARCELARIOS

FACILITADOR

ARISTIDES H. SALCE NICASIO

PARTICIPANTE

PEDRO JOSE VALDEZ GUZMAN

 MATRICULA

14-6540
 

FECHA

10/12/2020

pág. 1
TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCION--------------------------------------------3

CUERPO DEL TRABAJO------------------------------------------------5

CUADRO FÁCTICO Y CRONOLOGÍA CIRCUNSTANCIADA DE LOS HECHOS-------------7

AGRAVIOS DE LA SENTENCIA IMPUGNADA--------------------------------15

EL DERECHO APLICABLE AL FONDO DE LA LITIS-------------------------------24

BAJO LAS AMPLIAS RESERVAS DE DERECHOS Y ACCIONES----------------------41

CONCLUSIÓN---------------------------------------------------42

BIBLIOGRAFÍA---------------------------------------------------------------------44

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INTRODUCCION

RECURSO DE APELACIÓN EN OCASIÓN LITIS DE DERECHO REGISTRADOS:

AL: TRIBUNAL SUPERIOR DE TIERRAS DEPARTAMENTO

CENTRAL, D.N.

VÍA: SECRETARÍA GENERAL DE LA JURISDICCIÓN INMOBILIARIA

Asunto: Instancia contentiva de recurso de apelación conforme a los artículos 79 y

siguientes de la Ley No. 108-05, sobre Registro Inmobiliario, que se interpone contra

la sentencia No. 2016-4471, de fecha veinticinco (25) de agosto del año dos mil

diecinueve (2019), del expediente No. 031-201454077 emitida por la Cuarta Sala

del Tribunal de Tierras de Jurisdicción Original del Distrito Nacional.

Recurrente: YUNY DE LA ROSA TAVERAS

Abogados apoderados: Lic. PEDRO JOSE VALDEZ GUZMAN

Recurridos: RAFAEL IVÁN TEJADA ANA CRISTIAN SUERO RAMÍREZ DE

TEJADA JOSÉ MANUEL PIÑA TERMA DORALINA CARO DE PIÑA

Interviniente: JUAN GABRIEL CRUZ BRITO

Inmueble / Referencia: Solar 1-A, Manzana No. 841, del Distrito Catastral No. 01,

contentivo de un solar de 200 metros cuadrados y sus mejoras, ubicado en la ciudad

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de Santo Domingo de Guzmán, Distrito Nacional, designado mediante matrícula

inmobiliaria No. 0100093343.

Expediente No. : 031-2014-54077

Referencia documental: Litis sobre derechos registrados de fecha 03 de febrero del

año 2017.

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CUERPO DEL TRABAJO

HONORABLES MAGISTRADOS (AS):

La señora YUNY DE LA ROSA TAVERAS, dominicana, mayor de edad, unida

consensualmente con el señor Juan Gabriel Cruz Brito, portadora de la cédula de

identidad y electoral No. 001-1274234-1, domiciliada y residente en la calle Baltasar

de los Reyes No. 114, del sector Villa Consuelo, ciudad de Santo Domingo de

Guzmán, Distrito Nacional, quien tiene como abogados constituidos y apoderados

especiales a los Lic. PEDRO JOSE VALDEZ GUZMAN , dominicano, mayor de

edad, casado, portador de las cédula de identidad y electoral No. 087-0019675-4,

sellos hábiles, respectivamente, abogados de los tribunales de la República,

debidamente matriculados en el Colegio de Abogados de la República Dominicana,

con estudios profesionales abiertos en la Avenida Bolívar No. 353, Edificio ELAM’s

II, tercer nivel, suite 3-E, y en la calle Luisa Ozema Pellerano No. 07, segundo nivel,

ambos en el sector Gazcue de esta ciudad de Santo Domingo de Guzmán, lugares

donde el exponente elige domicilio procesal adhoc, para todos los fines y

consecuencias legales de la presente instancia recursiva y las actuaciones que se

desprendan en lo adelante. Se pone a disposición los teléfonos: 829-464-0200 y

829-880-5434 cel., e-mail: LuisaDeLosSantos1989@gmail.com; lugares y dirección

electrónica donde los exponentes como sus abogados apoderados especiales,

pueden ser requeridos de manera informal (no oficial) en relación a la presente

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instancia, que se somete a la consideración de este tribunal de la jurisdicción

inmobiliaria.

MENCIÓN PROCESAL. – En virtud de las disposiciones previstas en el artículo 79 y

siguientes de la Ley No. 108-05, sobre Registro Inmobiliario, así como de los

reglamentos de los tribunales de la jurisdicción inmobiliaria, interpone formal

RECURSO DE APELACIÓN, contra la sentencia No. 20164471 de fecha veinticinco

(25) de agosto del año dos mil dieciséis (2016), del expediente No. 031-201454077,

emitida por Cuarta Sala del Tribunal de Tierras de Jurisdicción Original del Distrito

Nacional, para que la misma se revocada íntegramente, por ser violatoria de las

disposiciones del artículo 30 de la Ley No. 108-05, citada, los artículos 1108, 1116,

1117, 1131, 1321, 1402, 1421 y 1636 del Código civil dominicano, 141 del Código

de procedimiento civil, y 69, numeral 2), 4) y 10) de la Constitución, entre otras

disposiciones legales y constitucionales, así como desnaturalizar los hechos y

documentos, carecer de base legal, ser violatoria del debido proceso, entre otros

agravios que analizaremos más adelante después de realizar un resumen factico de

los hechos que dieron origen al conflicto de tierras en cuestión. Por tanto, tiene a

bien, exponeros y solicitaros, muy respetuosamente, lo siguiente:

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CUADRO FÁCTICO Y CRONOLOGÍA CIRCUNSTANCIADA DE LOS HECHOS.

1.- Origen de la causa.- La presente Litis de derechos registrados tiene, su génesis

en la venta simulada y fraudulenta de un bien titulado a nombre del señor JUAN

GABRIEL CRUZ BRITO y compartida la propiedad con la señora YUNY DE LA

ROSA TAVERAS por razón de una relación conyugal, en la que el primero suscribió

un contrato de préstamo teniendo como instrumento documental de garantía

irregular y forzosa un contrato de venta realizado sin la firma ni el consentimiento de

la cónyuge hoy reclamante, recurrente, y esta para hacer válido su reclamo

interpuso una litis de derechos registrados de fecha trece (13) de febrero del año

dos mil catorce (2014), en base a los hechos que, en detalle, se describen a

continuación.

2.- Resulta que: Entre los señores JUAN GABRIEL CRUZ BRITO y YUNY DE LA

ROSA TAVERAS, existe una relación consensual equivalente a un matrimonio, con

convivencia común, pública e ininterrumpida de catorce (14) años. Producto de esta

relación conyugal no solamente 3 procrearon hijos sino también bienes muebles,

inmuebles e inversiones con el trabajo y sustento común de ambos. Esto viene

demostrado por la “Declaración jurada de unión libre” contentiva en el acta auténtica

de fecha veintidós (22) e febrero del año dos mil doce (2012) instrumentada por el

Licenciado ELIGIO RAPOSO CRUZ, Abogado Notario Público de los del número del

Distrito Nacional, y por otros documentos comunes y testimonios que fueron

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presentados y debatidos oportunamente ante el tribunal a-quo y que no fueron

debidamente ponderados.

3.- Como evidencia probatoria de esta relación consensual (unión libre) procrearon

dos (02) hijos, hoy menores, a saber: 1) ALLEN GABRIEL, nacido en fecha dos (02)

de diciembre del año dos mil dos (2002), según consta en el Extracto de Acta de

Nacimiento de fecha dos (02) de mayo del año dos mil tres (2003), asentado en el

Libro No.00001-T, Folio No. 0194, Acta No. 00194, del año 2003, expedida por la

Oficialía Estado Civil de la Primera Circunscripción del Distrito Nacional en fecha

doce (12) de enero del año 2011; y 2) YUNNY MARIET, nacida en fecha primero

(01) de noviembre del año dos mil diez (2010), según se puede comprobar con el

Extracto de Acta de Nacimiento de fecha dos (02) de noviembre del año dos mil diez

(2010), asentada en el Libro No. 00022, Folio No. 0109, Acta No. 04309, del año

2010, expedida por la Oficialía Estado Civil de la Primera Circunscripción del Distrito

Nacional en fecha dos (02) de noviembre del año 2010. Estos documentos fueron

sometidos y debatidos ante el tribunal a-quo pero no fueron escrutados

debidamente por la jueza apoderada del caso.

4.- De igual manera como forjaron una familia, los señores JUAN GABRIEL CRUZ

BRITO y YUNY DE LA ROSA TAVERAS adquirieron, gestionaron y construyeron

bienes muebles e inmuebles comunes diversos, acreencias, títulos incorporales,

entre otros, dentro de los cuales se encuentra el inmueble que es objeto de la

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presente Litis y que corresponde a las descripciones catastrales siguientes: “Solar 1-

A, Manzana No. 841, del Distrito Catastral No. 01, contentivo de un solar de 200

metros cuadrados y sus mejoras, ubicado en la ciudad de Santo Domingo de

Guzmán, Distrito Nacional, designado mediante matrícula inmobiliaria No.

0100093343”.

5.- A pesar de ser, este inmueble, el producto de la comunidad conyugal, en fecha

veintidós (22) de enero del año dos mil once (2011), legalizado por la Dra. Arelis

Ramírez Cubilete, Abogada Notario Público de los del Número del Distrito Nacional,

fue vendido a espaldas de su cónyuge conviviente y de manera fraudulenta por el

señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO (cónyuge) a los señores RAFAEL IVÁN

TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE

TEJADA, sin que dicho acto fuera firmado, ratificado o se hubiere realizado con el

conocimiento de la cónyuge conviviente, la señora YUNY DE LA ROSA TAVERAS,

a pesar de ser propietaria del cincuenta por ciento (50%) y no obstante, tener

conocimiento, los alegados “compradores”, de la existencia de aquel vínculo jurídico

que impedía la realización de la malhadada venta sin el consentimiento de la

originalmente demandante y hoy recurrente.

6.- Más aún, en términos reales lo que se produjo fue la concesión de un “Acto de

garantía” [típica práctica] para la obtención de un préstamo con cuyo desembolso se

saldaría un préstamo que originalmente había sido suscrito por ambos cónyuges

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con el señor Fabián Taveras Domínguez, representante de la empresa Inversiones

Taveras, S.A., conforme se observa en el contrato de préstamo con garantía

hipotecaria de fecha 23 de junio del año 2009 y avalado en un correspondiente

pagaré notarial que era perseguido para su ulterior ejecución sobre el inmueble en

cuestión, tal como se verifica en la notificación de “Intimación de pago” contenida en

el acto No. 198/10 de fecha 22 de mayo del año 2010, y que demuestra el nivel de

urgencia que tenían los propietarios por salvar la propiedad. De esta manera, los

señores RAFAEL IVÁN TEJEDA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA,

que eran –a la sazón, testaferros de los ulteriores adquirientes–, ofrecieron un

préstamo de unos cinco millones de pesos (RD$5, 000,000.00) con la finalidad de

saldar la deuda original y otros misceláneos.

7.- De esta forma, para poder entregar el desembolso, los señores RAFAEL IVÁN

TEJEDA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA exigían, a parte del

contrato y pagaré aval del citado desembolso, un contrato de venta simulado como

garantía del préstamo, a lo cual solo accedió el señor JUAN GABRIEL CRUZ

BRITO, sin estar presente su cónyuge copropietaria del inmueble, la señora YUNY

DE LA ROSA TAVERAS. Siendo esta la razón por la cual la venta simulada o

contraescrito de la transacción financiera se haya hecho por una suma

extremadamente irrisoria no solo respecto a la deuda real sino también al mismo

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valor del inmueble que se sitúa en más de quince millones de pesos

(RD$15,000,000.00).

8.- No obstante, este contraescrito realizado por el señor JUAN GABRIEL CRUZ

BRITO, los alegados adquirientes hicieron uso de este acto de garantía “disfrazado

de venta de inmueble” procediendo fraudulentamente y de mala fe a venderlo a

terceros. Es de esta manera dolosa, y no de otra, que los hoy corecurridos y

originalmente co-demandados, los señores JOSÉ MANUEL PIÑA y TERMA

DORALINA CARO DE PIÑA adquieren los derechos sobre un inmueble fruto de una

venta nula de pleno derecho, conforme se verifica en el acto de venta bajo firma

privada de fecha treinta y uno (31) de enero del año dos mil once (2011) legalizado

por la Dra. Arelis Ramírez Cubilete, Abogada Notario Público de los del Número del

Distrito Nacional.

9.- Es evidente por los hechos antes relatados y pruebas documentales y

testimoniales que fueron conocidos y debatidos ante el tribunal a-quo, que, no

obstante, la existencia de la malhadada venta afectada de nulidad per se, los

señores RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA

tenían absoluto conocimiento público de la relación consensual sostenida entre la

originalmente demandante, hoy recurrente, y el señor JUAN GABRIEL CRUZ

BRITO, hasta el punto de haber realizado negocios y transacciones donde estuvo

involucrada la señora YUNY DE LA ROSA TAVERAS en calidad de “esposa”

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(compañera marital) del señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO. Esto, como es

normal, hacía prevenible a los corecurridos de asegurarse del consentimiento de la

hoy recurrente en su condición de co-propietaria de los bienes de la comunidad de

bienes, si en realidad 5 habrían actuado de mala fe, algo que el tribunal no valoró

pues ni siquiera conoció el fondo de la litis presentada a su escrutinio, como más

adelante se dirá.

10.- Sin tomar en consideración el hecho incontrovertible y de notoriedad pública de

esta relación, en una situación claramente dolosa, los señores RAFAEL IVÁN

TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA,

sirvieron a la vez de cómplices al realizar una operación de compra del referido

inmueble [cuando en realidad se trató de la garantía de un préstamo] para luego de

una forma habilidosamente rápida venderlo a terceros, los señores JOSÉ MANUEL

PIÑA y TERMA DORALINA CARO DE PIÑA y de esta manera pretender aducir ser

terceros adquirientes de buena fe, como se pudiera advertir partiendo del hecho de

que el inmueble en cuestión [Solar No. 1-A, Manz. No. 841, DC. No. 01] ha sido ya

transferido ante el Registrador de Títulos del Distrito Nacional conforme se evidencia

en el certificado de título identificado por la matrícula inmobiliaria No. 0100093343,

expedido en fecha treinta (30) de agosto del año dos mil once (2011).

11.- Sin embargo, dicho todo esto, una simple lectura y análisis de los contratos de

venta de fecha 22 y 31 de enero del año 2011 en cuestión, realizados en una fecha

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inmediatamente posterior en que fueron alegada mente firmados, legalizados por el

mismo notario público, en el mismo lugar, realizados por montos muy parecidos y

gestionada su transferencia al mismo momento, revela tanta similitud y coincidencia

que, sin lugar a dudas, nos llevan a la conclusión de la existencia del carácter

doloso de estos contratos y la trasferencia de derechos registrados con la cual se ha

pretendido despojar de sus derechos de propiedad a la hoy recurrente que reclama

la nulidad de los mismos y la erradicación de los derechos registrales defectuosos

ante esta jurisdicción inmobiliaria en base a los medios de derecho que se

desarrollarán más adelante, no sin antes, advertir los agravios de la sentencia que

por esta instancia se impugna.

12.- Además de la pretensión de la restitución y/o restauración de los derechos

sobre el inmueble en cuestión, que en buen derecho corresponden a la señora

YUNY DE LA ROSA TAVERAS [sin perjuicio de los que reclamare el señor JUAN

GABRIEL CRUZ BRITO, por causa del fraude en su contra] esta actuación dolosa

de los originales demandados y hoy recurridos, practicada en forma de contubernio

entre todos –uno de forma directa y otros indirecta-, ha causado serios daños

materiales y morales a la hoy recurrente que deberían ser resarcidos, aun cuando

las acciones en responsabilidad civil estén limitadas a meras instancias incidentales

en el curso de Litis conteniendo demandas temerarias.

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13.- La sentencia impugnada. – No obstante, la comprobación de todos estos

hechos por pruebas documentales y testimoniales, el tribunal a-quo priorizó emitir

una sentencia que no dio solución ni escrutó ni analizó nada en el fondo y solo

refiriéndose a alegadas y meras fallas procesales que debió el mismo tribunal haber

subsanado si fuera el caso de que hayan sido ciertas, lo cual no es la realidad de los

hechos, como bien, ustedes, Jueces de este Tribunal Superior de Tierras, podrán

comprobar. De esta manera, la Cuarta Sala del Tribunal de Tierras de Jurisdicción

Original del Distrito Nacional, emitió la sentencia 6 No. 20164471 de fecha 25 de

agosto del año 2016, hoy recurrida, cuyo dispositivo es el siguiente:

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AGRAVIOS DE LA SENTENCIA IMPUGNADA

14.- Los agravios y deficiencias jurídicas de la sentencia impugnada. - La sentencia

No. 20164471, hoy impugnada, a simple vista presenta no solo su carencia de base

legal sino también su carácter incompleto, tanto en las motivaciones como en el

mismo contenido de los argumentos para dar solución al fondo del proceso

sometido al escrutinio del tribunal a-quo. Ello sin considerar la violación al debido

proceso que entraña su dispositivo.

15.- Contradicción de motivos. – El mismo dispositivo de la sentencia entraña una

contradicción independientemente de la falta de relación entre el dispositivo, las

motivaciones del juez y las circunstancias de la causa que definieron el desarrollo

procesal de la instancia. Esto queda claro en los dos primeros dispositivos de la

sentencia. Mientras el “Primero” declara buena y válida en cuanto a la forma la

demanda o Litis de derechos registrados, el “Segundo” la “rechaza” en todas sus

partes, supuestamente por ‘no citarse correctamente’ todas las partes envueltas en

el asunto. Algo tan contradictorio e ilógico procesalmente hablando no puede

coexistir conforme a nuestra legislación y jurisprudencia.

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16.- Por tanto, la coexistencia de estos dos (02) dispositivos por sí solos configura el

vicio de la contradicción de motivos, independientemente de que la misma seudo

motivación que hace el tribunal a-quo en su sentencia, primero, no refiere a ningún

aspecto del fondo, y segundo, se limita a afirmar que la señora TELMA DORALINA

CARO DE PIÑA supuestamente no fue puesta en causa en el presente proceso, sin

considerar que la misma, primero no tenía domicilio conocido y segundo, después

de habérsele notificado varias veces los documentos y la misma demanda

introductiva de la Litis [ver más de 5 notificaciones], le fue otorgada una gracia [ver

acta 04/02/2016] y había sido defendida en estrados bajo una alegada “reserva” por

el Licdo. Engels Valdez Sánchez, también abogado del esposo de ésta, el señor

JOSÉ MANUEL PIÑA. Todo esto se puede evidenciar en las actas de audiencia de

fechas 11 de noviembre de 2015 y 04 de febrero de 2016. El tribunal a-quo no se

refirió a este aspecto de las circunstancias de la causa, quedando sin motivos para

luego sustentar contradictoriamente que no se había puesto en causa a una de los

codemandados, que el mismo abogado de la contraparte y esposo de aquella,

representaba.

17.- De todo lo antes dicho, podemos colegir claramente que si una acción o

demanda es buena y válida en la forma es porque todo el procedimiento de

interposición y citación previas de la instancia ha sido hecho correctamente. Más

aún proveer un dispositivo de rechazamiento del fondo sobre la base de un aspecto

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de forma es totalmente incomprensible e ilógico más allá de la contradicción que

evidencia tal posibilidad. Podríamos decir, que este fallo podría marcar un hito en

cuanto al ejercicio errático de administrar justicia mediante una sentencia

jurisdiccional. Una antítesis total a las teorías del derecho procesal civil que aplica

supletoriamente a la jurisdicción inmobiliaria.

7 18.- Que, en cuanto al vicio de contradicción de motivos, nuestra Suprema Corte

de Justicia ha juzgado lo siguiente: “Considerando, que para que exista el vicio de

contradicción de motivos, alegado por la recurrente principal, es necesario que

aparezca una verdadera y real incompatibilidad entre las motivaciones, fuesen estas

de hecho o de derecho, o entre estas y el dispositivo y otras disposiciones de la

sentencia atacada; y además, cuando estos son de tal naturaleza que al anularse

recíprocamente entre sí, la dejan sin motivación suficiente sobre el aspecto esencial

debatido, o cuando la contradicción que exista entre sus motivos y el dispositivo lo

hagan inconciliables…”

19.- Falta de motivación. – La sentencia de marras solo se limita, prácticamente a

enunciar los pedimentos y argumentos de las partes y aun lo hace de manera

incompleta. Pues muestra clara de ello es que mientras la parte demandante hoy

recurrente presentó conclusiones advirtiendo a la jueza presidenta del cumplimiento

de las normas del debido proceso al realizarse varias notificaciones a los co-

demandados JOSÉ MANUEL PIÑA y TELMA DORALINA CARO DE PIÑA para que

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estos se defendieran, hizo constar la comprobación realizada por el abogado

postulante de la entonces demandante [Audiencia: 05/06/2016], pero no así el

requerimiento que en previa audiencia se habría concedido al abogado de aquellos

para que produjera sus medios de defensa, depositara prueba, en su supuesta

calidad “reservada” de defensor técnico de los co-demandados. Para luego en la

última audiencia establecer que no era abogado más que del señor JOSÉ MANUEL

PIÑA y no de su esposa, que al decir de los domicilios declarados in-voce por su

abogado se trataba del mismo.

20.- De esta manera, se comprobó la actitud dilatoria grosera de la parte que luego

termina siendo beneficiada por el fallo del tribunal a-quo. Estas interioridades del

proceso no fueron expuestas en la sentencia, con la única y mal sana razón de

justificar un supuesto atentado al debido proceso y la tutela judicial efectiva.

21.- La falta de motivación no solo se manifiesta en el hecho de la carencia de

argumentos lógicos que sustenten la solución del fallo de un juez, sino también de la

insuficiencia de incursión en el texto de la sentencia de hechos y circunstancias de

la causa, vitales para que los jueces de alzada y las mismas partes tengan

conciencia de cuál es el argumento dado por el juez para sustentar su fallo. Ese es

el caso de la sentencia impugnada. Pues deja en el aire y sin ninguna mención

posible de escrutinio las incidencias reales que se dieron en las audiencias, así

como enuncia algunas en su fallo que para la solución absurda que ofreció no

pág. 18
concuerdan con la realidad. Este tribunal superior podrá constatar lo dicho en el

contenido de las actas de audiencia que reposan en el expediente y aún por el

mismo testimonio de las partes que presenciamos y estuvimos en las audiencias de

discusión de pruebas y el fondo ante la primera instancia del caso que nos ocupa.

Como es normal, este tipo de agravios al emitir una sentencia, conlleva a que la

misma se torne carente de base legal. Además de que tal vicio viola las

disposiciones del artículo 141 del Código de procedimiento civil produciendo la

nulidad del acto jurisdiccional.

22.- Sobre este vicio de la falta de motivación la doctrina se ha referido de manera

muy extensiva. Nos llama a la atención un aporte sobre el particular ofrecido por una

monografía de José Cárdenas Torres, quien analiza varias perspectivas sobre el

particular al esbozar lo siguiente: “Otro elemento de la tutela jurisdiccional efectiva

es el derecho a obtener una resolución fundada en derecho, que a su vez contempla

el principio de motivación de las resoluciones judiciales; tal principio está

contemplado en el inciso 5) del artículo 139 de nuestra Constitución. Al respecto

Juan Monroy Gálvez señala que, "no hace más de dos siglos, los jueces no estaban

obligados a fundamentar sus decisiones, es decir, ejercían su función y resolvían a

partir de su intuición de lo justo. Sin embargo, una de las conquistas más relevantes,

no solo procesales sino del constitucionalismo moderno, ha consistido en la

exigencia al juez en el sentido de que debe fundamentar todas y cada una de sus

pág. 19
decisiones, a excepción de aquellas, que, por su propia naturaleza, son

simplemente impulsivas del tránsito procesal”.

23.- Siguiendo la misma línea, la referencia doctrinal continua explicando: “Cuando

un juez emite un pronunciamiento es necesario que las partes conozcan el proceso

mental que lo ha llevado a establecer las conclusiones que contiene dicha

resolución; es por eso que, toda resolución debe tener una estructura racional y

detallada. El Tribunal Constitucional, destaca que: "el derecho a una sentencia

debidamente justificada no se agota en la mera enunciación de la norma aplicable a

un caso, sino que importa de manera gravitante la acreditación de los hechos y la

forma de crear convicción en determinado sentido del Juzgador". Fuente:

24.- En apoyo de ese principio fundamental de la acción jurisdiccional del estado

que ha sido violado por la sentencia No. 20164471 hoy impugnada, nuestra

Suprema Corte de Justicia ha explicado con bastante detalle el contenido de este

deber de motivación de los jueces en la emisión de sus fallos, en la sentencia de

fecha 17 de octubre de 2012, Exp. No. 1999-1793, de su Sala Civil y Comercial, al

establecer, entre otros más argumentos, lo siguiente: “Considerando, que en esa

línea discursiva, es oportuno dejar sentado, que por motivación debe entenderse

aquella que el tribunal expresa de manera clara y ordenada, las cuestiones de

hecho y de derecho que sirvieron de soporte a su sentencia, o en otros términos, en

la que el juez o los jueces explican las razones jurídicamente válidas o idóneas para

pág. 20
justificar una decisión; que el incumplimiento de la motivación clara y precisa de las

decisiones entraña de manera ostensible la violación al derecho de defensa, del

debido proceso y de la tutela judicial efectiva, lo cual conlleva inexorablemente la

nulidad de la sentencia, la cual puede pronunciarse aun de oficio, por el tribunal

apoderado de la misma por la vía recursiva de que se trate; que en ese contexto, es

evidente que la sentencia impugnada acusa un manifiesto déficit motivacional que la

convierte indefectiblemente en un acto inexistente,…”

25.- Violación al derecho de defensa. – Ante la inexistencia de una irregularidad

procesal o un estadio de incompetencia jurisdiccional, un juez o tribunal,

inmediatamente deja de referirse a los puntos fácticos y de derecho propuestos por

las partes, comete una violación flagrante del derecho de defensa, más como

cuando en la especie está matizada tal omisión con una actitud claramente reticente

y con propósito de eludir la solución de un conflicto sometido a su escrutinio. En

otras palabras, buscar el camino más fácil para salir de un expediente, como se diría

en argot popular.

26.- Es evidente, al tenor del contenido de las motivaciones de la sentencia

impugnada, como de los hechos de la causa y carencia de argumentación existente

en la misma, que ante una obligación de custodiar la regularidad del proceso que es

inherente al juzgador, el tribunal a-quo mejor prefirió rechazar la demanda por

supuestamente “no citarse correctamente a todas las partes envueltas en el asunto”,

pág. 21
cuando su deber era haber corregido esa falla mediante las providencias de lugar, si

realmente hubiese sido el caso, previo a conocerse las conclusiones de fondo de las

partes. En su defecto, el tribunal aquo debió emitir una sentencia preparatoria u

ordenar una reapertura de los debates a los fines de regularizar cualquier otra

citación si hubiese sido necesaria, un aspecto que se entendía había quedado

juzgado y subsanado en previas audiencias, que, dicho sea de paso, fueron muchas

para preservar el derecho de los entonces co-demandados.

27.- Por tanto, la violación al derecho de defensa de la parte hoy recurrente que

requería que se conociera el fondo de su caso en cuanto a la procedencia o no de

sus pretensiones quedó claramente al descubierto por una mera justificación

procesal que no estuvo sustentada en derecho ni en la realidad de los hechos ni en

prueba sustentable. Perjuicios a sus derechos fundamentales como es el caso de la

señora YUNY DE LA ROSA TAVERAS.

27.- Bis. – Que, a más a abundar, en el supuesto que el tribunal a-quo entendiera –

aunque, de hecho, no tenía razones para ello– que la esposa del señor JOSÉ

MANUEL PIÑA que había sido puesta en causa junto a éste en el domicilio común

que ambos compartían por ser cónyuges, debiera volver a ser citada, simplemente

debió ordenar la providencia de lugar a tales fines, como incluso lo había hecho

antes la misma parte demandante en la litis como evidencia de su lealtad procesal.

pág. 22
28.- Por tanto, esta omisión del tribunal a-quo también es claramente violatoria de

las disposiciones de los artículos 69, numerales 2), 4) y 10) de la Constitución

Política de la nación, cuyos textos, respectivamente, establecen lo siguiente:

“Numeral 2) El derecho a ser oída, dentro de un plazo razonable y por una

jurisdicción competente, independiente e imparcial, establecida con anterioridad por

la ley”;

“Numeral 4) El derecho a un juicio público, oral y contradictorio, en plena igualdad y

con respeto al derecho de defensa”;

“Numeral 10) Las normas del debido proceso se aplicarán a toda clase de

actuaciones judiciales y administrativas”.

29.- Cónsono con lo antes dicho nuestra jurisprudencia, y aún constitucional, ha

sostenido el criterio siguiente: “…que el derecho a un juicio público, oral y

contradictorio, en plena igualdad y con respeto al derecho de defensa, es otro de los

pilares que sustenta el proceso debido. Este derecho, cuya relevancia alcanza

mayor esplendor dentro del juicio, implica poder responder en igualdad de

condiciones todo cuanto sirva para contradecir los planteamientos de la contraparte.

pág. 23
EL DERECHO APLICABLE AL FONDO DE LA LITIS.

30.- Carácter devolutivo del recurso de apelación. - Dado que en el presente caso,

el tribunal a-quo se abstuvo de conocer en su totalidad el fondo del asunto,

alegando no haberse supuestamente puesto en causa una de los codemandados en

la litis de derechos registrados conocida ante el tribunal de tierras de jurisdicción

original, se hace imperioso que, en instancia de apelación, se conozcan los

elementos probatorios y de derecho que sustentan el reclamo de la hoy recurrente y

original demandante, a la cual se le ha negado el acceso a la justicia por aplicación

de la sentencia de marrada.

31.- Cónsono con lo arriba expresado, nuestra Suprema Corte de Justicia ha

juzgado que: “La apelación por su efecto devolutivo apodera a los jueces del

segundo grado del asunto que fue sometido al primer juez en toda su extensión y

dominio, a menos que el apelante la restrinja expresamente a puntos determinados

de la sentencia apelada

32.- I).- Caracterización del dolo y las maniobras fraudulentas.Honorable(s)

Magistrados(as), como bien podrá deducir de los hechos desarrollados al inicio de

pág. 24
este escrito y los que se substancien con las medidas de instrucción

correspondientes, el caso de la especie, refleja particularmente dos (02) aspectos

fundamentales de dolo e inobservancia legal que nos llevan, sin lugar a dudas, a

determinar la nulidad de los contratos de venta de fechas 22 al 31 de enero del año

2011 y de la correspondiente inscripción del derecho registral nacido de dichos

contratos, particularmente la del último contrato que fuera asentada en el libro de

títulos No. 3373, folio No. 183, de fecha nueve (09) de junio del año dos mil once

(2011).

33.- En primer lugar, están las maniobras fraudulentas de actuar de mala fe al

recibir en supuesta calidad de “compraventa” [cuando en realidad se trataba de un

préstamo con garantía hipotecaria], un inmueble, no obstante, los señores

RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA tener

conocimiento público de la relación marital y mancomunada de bienes de la

entonces demandante con el señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO. En efecto, la

venta producida en fecha 22 de enero de 2011 está afectada de un dolo que afecta

los intereses de un tercero, en este caso, de la señora YUNY DE LA ROSA

TAVERAS. La existencia de estos vicios de nulidad no exime tampoco de su

conocimiento a los señores JOSÉ MANUEL PIÑA y TERMA DORALINA CARO DE

PIÑA, pues como bien también podrá demostrarse por los documentos y testimonios

pág. 25
éstos eran parte del contubernio para hacer despojar de sus derechos a la hoy

recurrente y original demandante.

34.- En segundo lugar, nos encontramos ante la existencia de una práctica del

negocio financiero informal, en este caso, mal usada con fines de obtener un

beneficio indebido de parte de los co-recurridos y originales demandados, al simular

la existencia de un contrato de venta del inmueble hoy reclamado, cuando en

realidad lo que se realizó fue la entrega de un título de propiedad en garantía de un

crédito concedido por los corecurridos RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA

SUERO RAMÍREZ DE TEJADA, al cónyuge de la hoy recurrente, tal como se

verificó por la existencia de una “Intimación de pago” en las condiciones ya dichas al

inicio de este escrito introductivo del recurso.

35.- Como se puede ver, de ambas situaciones fácticas se desprenden claramente

dos (02) causales naturales que provocan nulidad de las actuaciones y derechos

fraudulentamente obtenidos por todos los co-recurridos y entonces co-demandados

en las dimensiones, 12 tiempo, límites de responsabilidad y condiciones

correspondientes a cada uno de ellos, que son a saber: La causa de la obligación

por no haber una real intención ni consentimiento para contratar una venta del

inmueble y el dolo, por la materialización de maniobras fraudulentas tendentes a

ejecutar un acto inexistente y carente de consentimiento, condición necesaria para

la validez de los contratos.

pág. 26
36.- En atención a estas dos (02) irregularidades evidenciadas en los hechos de la

causa, en el caso de la especie se ha faltado a las condiciones esenciales para la

validez de las convenciones, que al tenor del art. 1108 del Código civil, son las

siguientes:

a) El consentimiento de la parte que se obliga;

b) Su capacidad para contratar;

c) Un objeto cierto que forme la materia del compromiso;

d) Una causa lícita en la obligación.

37.- Al tenor de lo antes expuesto, en cuanto concierne a la carencia de causa de

obligación evidenciada en los hechos antes expuestos, las disposiciones del art.

1131 del Código civil dominicano establecen que: “La obligación sin causa, o la que

se funda sobre causa falsa o ilícita, no puede tener efecto”. De su lado, en cuanto al

dolo deducido de las actuaciones de los co-demandados, se dan las condiciones

para anular los contratos de ventas en cuestión en aplicación del art. 1116 del

Código civil al tenor del cual: “El dolo es causa de nulidad, cuando los medios

puestos en práctica por uno de los contratantes son tales, que quede evidenciado

que sin ellos no hubiese contratado la otra parte. El dolo no se presume: debe

probarse”.

pág. 27
38.- Unido a las consideraciones antes dicha también resultan aplicables las

disposiciones del art. 1134 del mismo código, por la carencia de buena fe y la

existencia de prácticas dolosas en el despojo del derecho de propiedad del hoy

recurrente, toda vez que al tenor de la referida disposición legal: “Art. 1134.- Las

convenciones legalmente formadas tienen fuerza de ley para aquellos que las han

hecho. No pueden ser revocadas, sino por su mutuo consentimiento, o por las

causas que estén autorizadas por la ley. Deben llevarse a ejecución de buena fe”.

39.- Sobre la nulidad de contratos y derechos registrales cuando han sido realizados

en razón de un acto de simulación.- Al margen de todas estas irregularidades

causantes de nulidad absoluta, ha sido juzgado por nuestra Honorable Suprema

Corte de Justicia, que procede la eliminación de derechos registrales cuando éstos

han sido obtenidos mediante mecanismos fraudulentos o convenios disfrazados de

naturalezas distintas a los real y jurídicamente sostenidos entre las partes, al

establecer lo siguiente: “Considerando , que el hecho de que al recurrente le fuera

mostrado al momento de proponerse realizar la operación en la que se le ofreció en

garantía el inmueble en discusión, el Certificado de Título expedido a favor 13 de

Claudio Martínez, no lo convierte en adquiriente de buena fe, tal como lo apreciaron

los jueces del fondo, al haberse demostrado que el convenio entre ambos se refería

a una hipoteca con garantía del inmueble y no de una venta de éste en su favor,

más aún cuando también se estableció en la instrucción del asunto, que la

pág. 28
negociación realizada entre Rafael Rosario y Claudio Martínez, consistió también en

un préstamo por la suma de RD$300,000.00, con garantía del inmueble a favor del

último y no de una venta y como también quedó demostrado que la operación

intervenida entre Claudio Martínez y el recurrente Modesto Antonio Cedano Julián,

tampoco fue de venta, sino de un préstamo por RD$1,000,000.00, con garantía del

inmueble y que aunque ese contrato fue disfrazado como si se tratara de una venta

del primero a favor del segundo, no podía hacerlo, ya que tal como quedó

establecido en la instrucción del asunto, Claudio Martínez, no era propietario del

inmueble, sino acreedor del señor Rafael Rosario, que luego se convirtió por el

préstamo que le hizo el recurrente deudor hipotecario de este último; que por

consiguiente, resulta evidente que esos actos de préstamos fueron simulados de

supuestas ventas que nunca se convinieron, ni se realizaron jurídicamente, por lo

que al apreciarlo así y fundamentar sobre los hechos así establecidos su decisión, el

Tribunal a-quo no ha incurrido en las violaciones alegadas por el recurrente en su

memorial introductivo.

40.- Más adelante dice en otro de los considerandos de esta misma sentencia del

12/02/2003, al referirse a la existencia o no de la buena fe en los contratos,

particularmente cuándo éstos están matizados por la existencia de préstamos

hipotecarios o no hipotecarios disfrazados de venta de inmueble, que:

“Considerando, que la existencia o no de la buena fe en los contratos, es una

pág. 29
cuestión de hecho de la soberana apreciación de los jueces del fondo, que no puede

ser censurada en casación; que si bien es cierto como se alega, que el Tribunal a-

quo admite que el recurrente adquirió a la vista de un Certificado de Título, no es

menos cierto que el mismo admitió que la operación concertada entre él y el señor

Claudio Martínez, fue un préstamo hipotecario con garantía del inmueble en

discusión y no el de una venta de éste, llegando los jueces del fondo a la conclusión

de que tanto el contrato que se hizo firmar a su favor el señor Rafael Rosario, por

una persona que no era la recurrida, como lo declaró el Notario Alejandro Pilier

Raposo, haciéndose vender en RD$12,000.00 el mismo inmueble que originalmente

había adquirido de la verdadera y única propietaria por el precio de US$500,000.00

dólares y el que por incumplimiento de su parte fue rescindido sobre demanda de la

recurrida, 14 por sentencia irrevocable, revela y pone de manifiesto las maniobras

dolosas realizadas en el caso para obtener el registro en su favor del inmueble

objeto de la presente litis, reveladoras de que todos los actos intervenidos con

posterioridad al de fecha 2 de febrero de 1995, otorgado por la recurrida y legalizado

por el Notario Dr. Hugo F. Arias Fabián, fueron de mala fe”.

41.- La nulidad por falta de reconocimiento a la comunidad conyugal de bienes.-

Que, por otro lado, todas estas irregularidades, primero al inicio, al pretenderse la

venta de un inmueble sin el consentimiento de uno de sus copropietarios [aun

cuando no figure de manera expresa en el título], y luego a través del dolo y la

pág. 30
simulación para afectar derechos de la hoy recurrente y entonces demandante,

llevan irremediablemente a decretar la nulidad del contrato de venta sostenido entre

el cónyuge conviviente de aquella, el señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO y los

señores RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA

no solo por la simulación per se y el dolo ante el conocimiento de la relación marital

de los dueños reales del inmueble sino por violación misma a los derechos de la

comunidad de bienes que por analogía al vínculo conyugal consensual se

encuentran protegidos por las disposiciones de los artículos 1401 y 1402, entre

otras disposiciones del Código civil dominicano. Sin de dejar de considerar los

derechos que por efecto de una sociedad de hecho aquella tiene sobre el bien

inmueble en cuestión, tal y como lo ha reiterado en jurisprudencia nuestra Suprema

Corte de Justicia.

42.- Para una mejor comprensión de la eficacia que tienen estas disposiciones

legales sobre los hechos de la causa y como se aplican a los mismos, las

transcribimos a continuación:

“Art. 1401.- La comunidad se forma activamente:

1. de todo el mobiliario que los esposos poseían en el día de la celebracióndel

matrimonio, y también de todo el que les correspondió durante el matrimonio a título

de sucesión, o aun de donación, si el donante no ha expresado lo contrario;

pág. 31
2. de todos los frutos, rentas, intereses y atrasos de cualquier naturalezaque

sean, vencidos o percibidos durante el matrimonio, y provenientes de los bienes que

pertenecían a los esposos desde su celebración, o que les han correspondido

durante el matrimonio por cualquier título que sea;

3. De todos los inmuebles que adquieran durante el mismo”.

“Art. 1402.- Se reputa todo inmueble como adquirido en comunidad, si no está

probado que uno de los esposos tenía la propiedad o posesión legal anteriormente

al matrimonio, o adquirida después a título de sucesión o donación”.

43.- De estas disposiciones más la ponderación de la sentencia de principios

emitida en fecha 17 de octubre del año 2001 por nuestra Suprema Corte de Justicia,

se desprende que, el señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO no podía vender por sí

solo ni mucho menos ser aceptado en calidad de vendedor por los adquirientes de

mala fe, los señores RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ

DE TEJADA, el inmueble sobre cuyos contratos de venta y transferencia de

derechos registrales, hoy se solicita la nulidad. En este sentido, la Suprema Corte

de Justicia ha establecido lo siguiente:

44.- De igual manera, en esta misma sentencia la SCJ, sostiene el criterio siguiente:

“Considerando, que los conceptos así esbozados, no implican en modo alguno que

los concubinos no puedan, de común acuerdo, estipular la suerte de los bienes que

pág. 32
ambos produzcan, sea individualmente o en sociedad, ni reducen los derechos y

deberes que tengan los mismos respecto a la manutención de los hijos, así como

tampoco al derecho que tiene cada concubino de poder invocar frente a terceros un

perjuicio moral y la subsecuente indemnización, y poder ser considerado uno

respecto del otro, como parte agraviada en cualesquier asunto en que resulte

perjudicado su compañero; que, si durante una unión consensual los 16 concubinos

han aportado recursos de índole material o intelectual en la constitución o fomento

de un patrimonio común, lo que en realidad se forma entre ellos es una sociedad de

hecho, la cual puede ser establecida por cualquier medio de prueba, y sujeta a las

reglas de partición que establecen los artículos 823 y siguientes del Código Civil”.

45.- Que, además es importante señalar que las actuaciones realizadas tanto por el

señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO y los demás recurridos, demuestran una clara

nulidad del acto de venta del inmueble practicado en fecha 22 de enero de 2011 con

los señores RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE

TEJADA, por la nulidad arrastrada de éste y el conocimiento de los otros terceros

adquirientes, los señores JOSÉ MANUEL PIÑA y TERMA DORALINA CARO DE

PIÑA de la situación anómala que era su obligación conocer no obstante su

conocimiento, y por consiguiente, del segundo contrato, el de fecha 31 de enero de

2011. De esta manera, asumiendo lo dispuesto por la jurisprudencia del 17 de

octubre de 2001 y las prácticas jurídicas que desde entonces han evolucionado en

pág. 33
favor de la mujer común en bienes, las disposiciones del art. 1421 del Código civil

se aplican analógicamente a las relaciones consensuales como la sostenida por la

hoy recurrente y el señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO, al establecer lo siguiente:

“Art. 1421.- (Modificado por la Ley 189-01). El marido y la mujer son los

administradores de los bienes de la comunidad. Puede venderlos, enajenarlos o

hipotecarlos con el consentimiento de ambos”.

46.-La simulación y el contraescritos.- Es un principio de derecho común altamente

debatido y asentado por doctrina y jurisprudencia que los contraescritos (o actos

simulados) no surten efectos más que entre las mismas partes contratantes, y más

aún, pueden perder efectos contra los mismos firmantes si ha obrado mala fe

manifiesta en uno de ellos, como ha sido el caso de la especie, donde los señores

RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA hicieron

uso indebido del contrato de venta de fecha 22 de enero de 2011 cuando el mismo

le fue otorgado como documento de garantía de un préstamo otorgado al cónyuge

de la hoy recurrente. Además, porque dicho acto tampoco tiene efectos jurídicos

sobre la recurrente quien, a pesar de tener derechos sobre el inmueble, no fue parte

ni consintió esas actuaciones realizadas a escondidas por su cónyuge conviviente.

47.- De esta manera, tienen aplicación las disposiciones del art. 1321 del Código

civil al tenor del cual: “Los contraescritos no pueden surtir su efecto sino entre las

partes contratantes; no tienen validez contra los terceros”.

pág. 34
48.- V). - Los daños acarreados por la simulación y el dolo.- Que, por otro lado,

todas estas irregularidades cometidas por los co-recurridos con el concurso de su

cónyuge conviviente han dado al traste al despojo de la copropiedad lograda por la

señora YUNY DE LA ROSA TAVERAS en sus más de catorce (14) años de unión

consensual con el señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO, lo que constituye un daño

material por la pérdida de un bien 17 capaz de producir emolumentos para el

sostenimiento de su familia. De igual manera, esto ha causado daños morales

consistentes en la preocupación emocional de la pérdida de un bien fruto del

esfuerzo mutuo con su cónyuge, lo que trae como consecuencia problemas de

estrés y hasta intranquilidad en su familia por la situación de discordia que el hecho

desleal de su marido ha ocasionado con el concurso de los co-demandados.

49.- En esta tesitura, la reclamación de estos daños está fundamentada en las

disposiciones contenidas en los artículos 1382, 1383 y 1384 del Código civil. Por

principio general del art. 1382 del C.C., “Cualquier hecho del hombre que causa a

otro un daño, obliga a aquel por cuya causa sucedió, a repararlo”.

50.- Sin embargo, conociendo las limitantes del artículo 31 de la citada Ley núm.

108-05, el caso de la especie reviste especial atención, puesto que de la aplicación

inconsulta de presunciones dadas en los contratos simulados impugnados se

produjo una evicción del derecho de propiedad correspondiente a la hoy cónyuge

reclamante que no fue tomada en cuenta a la hora del reconocimiento de sus

pág. 35
derechos sobre el inmueble objeto de la presente litis. Y que tal actuación dolosa y

no vista por quienes están llamados a prevenir la sana aplicación de la ley

inmobiliaria, ha causado daños y perjuicios a la hoy recurrente. Estos daños y

perjuicios, a pesar de lo establecido en el mencionado artículo, son susceptibles de

reparación partiendo de una interpretación extensiva del artículo 44 de la citada Ley

108-05, el cual establece lo siguiente: “Art. 44.- Tribunal competente. Toda acción

intentada en los tribunales de la Jurisdicción Inmobiliaria para enmendar el perjuicio

que le haya sido causado por la aplicación de la presente ley, debe ser ordenada su

resarcimiento por la misma sentencia que haya declarado la existencia del daño. El

juez fijará el monto a resarcir.” (Sic).

51.- VI). - Aspectos generales de la litis de derechos registrados.- La presente

instancia introductiva del recurso de apelación que es a la vez la continuación por

efecto devolutivo de la demanda inicial contenida en la litis de derechos registrados

en cuestión, tiene fundamento procesal, además, en las disposiciones previstas en

los artículos 28 y siguientes de la Ley No. 108, sobre Registro Inmobiliario y los

artículos 38 y siguientes del Reglamento General los Tribunales Superiores de

Tierras y de Jurisdicción Original de la Jurisdicción Inmobiliaria, a los fines de ser

conocida una litis de derechos registrados sobre la contestación sobre la nulidad de

los actos de ventas de fechas 22 y 31 de enero de 2011, así como la irregularidad

del derecho registral inscrito a consecuencias de tales actos. Por cuanto esta

pág. 36
jurisdicción es competente para tomar las medidas cautelares que procedan en

especial que sea mantenido el bloqueo registral sobre la matrícula No. 0100093343

hasta que la solución adquiera autoridad de la cosa irrevocablemente juzgada.

52.- Que, en cumplimiento de las mencionadas disposiciones, la parte reclamante

presentó ante el tribunal a-quo, los cuales reitera ante esta jurisdicción de alzada

por efecto de la 18 disposición administrativa correspondiente, como medios

probatorios iníciales, sin desmedros de los que oportunamente serán presentados y

debatidos, los siguientes:

Original de la certificación del Acto de venta bajo firma privada de fecha 22 de enero

del año 2011, según menciones descritas en la presente instancia;

Original de la certificación del Acto de venta bajo firma privada de fecha 31 de enero

del año 2011, según menciones descritas en la presente instancia;

Copia de la matrícula No. 100093343 correspondiente al certificado de título del

solar No. 1-A, Manzana No. 841 y Distrito Catastral No. 01;

Original del acto No. 638-11 de fecha 04 de octubre del año 2011, del ministerial

Pedro Junior Medina Mata, contentivo de “Acto de notificación”;

Original del acto No. 198/10 de fecha 22 de mayo del año 2010, del ministerial

Junior Manuel Ramírez Peguero, contentivo de “Intimación de pago”; f) Original del

acta auténtica de fecha 22 de febrero del año 2012, contentiva de “Declaración

pág. 37
Jurada de Unión Libre”, instrumentada por el Dr. Eligio Raposo Cruz, abogado

notario público de los del Número del Distrito Nacional;

Original del extracto de acta de nacimiento de fecha 12 de enero de 2011,

correspondiente al menor Allen Gabriel Cruz De la Rosa;

Original del extracto de acta de nacimiento de fecha 02 de noviembre de 2010,

correspondiente a la menor Yunny Mariet Cruz De la Rosa;

Copia de la cédula de identidad y electoral No. 001-1274234-1, correspondiente a la

demandante.

Copia de la cédula de identidad y electoral No. 001-1324426-3, correspondiente al

señor Juan Gabriel Cruz Brito, cónyuge conviviente de la reclamante.

53.- Como toda instancia judicial la Ley No. 108-05, sobre Registro Inmobiliario

prevé la condenación en costas de quien sucumba en la instancia con las normas

supletorias que apliquen. Esto está sustentado tanto en el art. 66 de la citada ley y el

art. 130 del Código de procedimiento civil.

54.- PETICIONES DEL RECURSO. - Atendiendo a las demás razones de hecho y

de derecho que tenga a bien suplir, este TRIBUNAL SUPERIOR DE TIERRAS del

DEPARTAMENTO CENTRAL, y la sala que resulte apoderada, para el conocimiento

del presente recurso de apelación y litis de derechos registrados, la hoy recurrente,

pág. 38
solicita por la mediación de sus abogados apoderados, muy respetuosamente, lo

siguiente:

Primero: Declarar como bueno y válido en cuanto a la forma, el presente recurso de

apelación, por haberse interpuesto de conformidad con la Ley No. 108-05, sobre

Registro Inmobiliario y las disposiciones supletorias del derecho común;

Segundo: En cuanto al fondo, al acoger el presente recurso, proceder a REVOCAR

en todas sus partes la sentencia 2016-4471 de fecha 25 de agosto del año 2019,

emitida por la Cuarta Sala del Tribunal de Tierras de Jurisdicción Original del Distrito

Nacional, y como consecuencia del efecto devolutivo de la apelación, previo 19

conocimiento de las medidas de instrucción que corresponda, ACOGER los

términos y conclusiones de la litis de derechos registrados contentiva en la

“Demanda en nulidad de actos de ventas por causa de dolo, simulación, violación a

la comunidad conyugal de bienes y eliminación de derecho registral sobre inmueble”

sometida ante el tribunal a-quo en fecha trece (13) de febrero del año dos mil

catorce (2014), mediante la cual en síntesis, se solicita a este Tribunal Superior de

Tierras, conforme a las razones ut supra expuestas, lo siguiente: Primera solución.-

En cuanto al fondo, declarar la NULIDAD absoluta del acto de venta de fecha 22 de

enero del año 2011 intervenida entre los señores JUAN GABRIEL CRUZ BRITO

(cónyuge) y los esposos RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO

RAMÍREZ DE TEJADA, así como la nulidad relativa del acto de venta de fecha 31

pág. 39
de enero del año 2011 suscrito por los señores RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA

CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA con los señores JOSÉ MANUEL PIÑA y

TERMA DORALINA CARO DE PIÑA, ambos legalizados por la Dra. Arelis Ramírez

Cubilete, Abogada Notario Público de los del Número del Distrito Nacional; a causa

de dolo, simulación y perjuicio a la comunidad conyugal de la hoy recurrente y

original demandante con el primer otorgante de la venta sobre el inmueble descrito

en el Ordinal Tercero objeto de la litis en cuestión, con todos sus efectos legales y

por las razones de hecho y derecho antes expuestas y las que se substancien en el

futuro con medidas de instrucción y otros medios probatorios en el curso de la

instancia de apelación; Segunda solución.- Se ordene la erradicación de la

inscripción de los derechos registrales obtenidos como consecuencia de los

referidos actos de venta de fecha 22 y 31 de enero del año 2011, en relación al

certificado de título designado bajo matrícula inmobiliaria No. 0100093343,

restituyendo los derechos correspondientes a la recurrente por causa de la co-

propiedad, y cancelando cualquiera certificado de título con matrícula inmobiliaria

que haya sido ordenado a la fecha a favor de los señores JOSÉ MANUEL PIÑA y

TERMA DORALINA CARO DE PIÑA, o en su defecto, en un primer registro, de los

señores RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA;

por las razones ut supra expuestas, ordenando a estos a proveerse de las

pág. 40
providencias legales más idóneas para la recuperación del crédito otorgado usado

como simulación para perjudicar los derechos de la hoy reclamante recurrente.

Tercero: Por efecto de la litis de derechos registrados incursa en el presente recurso

de apelación, previo a cualquier acto procesal y para salvaguardar los derechos de

la recurrente, sea mantenido el bloqueo registrar sobre el inmueble objeto de esta

demanda, a saber: “Solar 1-A, Manzana No. 841, del Distrito Catastral No. 01,

contentivo de un solar de 200 metros cuadrados y sus mejoras, ubicado en la ciudad

de Santo Domingo de Guzmán, Distrito Nacional, designado mediante matrícula

inmobiliaria No. 0100093343”; prescribiendo que el mismo tenga fuerza ejecutoria

hasta tanto sea conocida y decidida con autoridad de la cosa irrevocablemente

juzgada, la litis de derechos registrados de que se trata.

Cuarto: Sin perjuicio, de las restituciones de los derechos registrales que han de ser

reconocidos por la sentencia a intervenir en favor de la señora YUNY DE LA ROSA

TAVERAS, hoy recurrente, CONDENAR a los señores JOSÉ MANUEL PIÑA y

TERMA DORALINA CARO DE PIÑA, por su actuación de mala fe, a una

indemnización de CINCO MILLONES DE PESOS CON 00/100 (RD$5, 000,000.00),

por los daños materiales y morales irrogados a la hoy recurrente.

20 Quinto: CONDENAR de forma solidaria al pago de las costas civiles del

procedimiento a los señores JOSÉ MANUEL PIÑA, TERMA DORALINA CARO DE

PIÑA, RAFAEL IVÁN TEJADA y ANA CRISTINA SUERO RAMÍREZ DE TEJADA,

pág. 41
así como al interviniente forzoso, el señor JUAN GABRIEL CRUZ BRITO, en caso

de cualquier de ellos manifieste oposición a los términos de la demanda contenida

en la presente litis; ordenando su distracción a favor de los abogados concluyentes

por haberlas avanzado en su totalidad.

BAJO LAS AMPLIAS RESERVAS DE DERECHOS Y ACCIONES

Y, HARÉIS UNA SANA JUSTICIA, en la ciudad de Santo Domingo de Guzmán,

Distrito Nacional, Capital de la República Dominicana, a los veintiocho (28) días del

mes de noviembre del año dos mil veinte (2020).

________________________

LIC. PEDRO JOSÉ VALDEZ GUZMÁN

ABOGADO APODERADO

CONCLUSIÓN
Es la acción mediante la cual se impugna una sentencia que el interesado considera

fue obtenida de manera fraudulenta durante el proceso de saneamiento. Cuando

una persona considera que ha habido fraude en un proceso en la Jurisdicción

Inmobiliaria, la Litis sobre derechos registrados es el recurso que procede. La

pág. 42
revisión por causa de fraude procede solamente contra las sentencias dictadas

durante el proceso de saneamiento. El Tribunal Superior de Tierras

correspondiente al Tribunal de Jurisdicción Original es el tribunal competente para

conocer la sentencia recurrida.

Toda persona que entienda fue privada de un derecho, mediante una sentencia

obtenida de manera fraudulenta puede interponer este recurso ante el Tribunal

Superior de Tierras territorialmente competente, en un plazo no mayor de un (1) año

después de expedido el Certificado de Título, también se puede interponer el

recurso a partir de la publicación de la sentencia.

Este recurso se conoce conforme al procedimiento previsto para la litis sobre

derechos registrados. Se deposita una instancia en la Secretaría de despachos

judiciales y éste debe ser notificado por la Secretaría al Abogado del Estado,

además, la instancia para conocer este recurso, debe notificarse previamente por

acto instrumentado por un ministerial de Jurisdicción Inmobiliaria, a las personas

contra las cuales se dirija el mismo, así como a todo titular de algún derecho, carga

o gravamen a que se refiere la sentencia impugnada.

pág. 43
BIBLIOGRAFÍA
http://www.monografias.com/trabajos83/debido-proceso-y-
tutelajurisdicccionalefectiva/debido-proceso-y-tutela-
jurisdicccionalefectiva.shtml#ixzz4imRvSeio.
http://www.suprema.gov.do/sentscj/sentencia.asp? B1=VR&llave=110740013].
http://www.suprema.gov.do/sentscj/sentencia.asp?
B1=VR&llave=114020006].
RESOLUCIÓN 355-09, REGLAMENTO PARA LA REGULARIZACIÓN
PARCELARIA Y EL DESLINDE
RESOLUCIÓN 388-09, DISPOSICIÓN PARA OBTENER LA SUSPENSIÓN DE LA
EJECUCIÓN DE UNA SENTENCIA EN MATERIA LABORAL O DE AMPARO.
REGLAMENTO GENERAL DE MENSURA Y CATASTRO.
REGLAMENTO GENERAL DE REGISTRO DE TÍTULOS

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