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El soldadito de plomo

H abía una vez 15 soldado de plomo con un bonito uniforme azul y rojo y un fusil al hombro.
Vivian metido en una caja de madera y se aburría en un coco un día oyeron una voz de
niño que decía.

-hala ¡soldado de plomo

Era la voz de Carlo quien avía recibido los soldados los soldados como regalo de navidad

Enseguida los sacos de la caja todo era exactamente iguales menos uno que aunque solo tenía una
pierna se mantenía firme como los demás

A su lado había más regalos, pero muy pronto el soldado de plomo se fijó en una bailarina que
levantaba con gracias un pie para dar entender que estaba bailando.

También le faltaba una pierna como a men. Es la mujer que me conviene pensó el soldado de
plomo, la quiero conocer ¡es tan guapa!

El soldado estaba detrás de una caja sorpresa desde donde podía contemplar a la bailarina. al
llegar a la noche, Carlos guardo todo el soldado espeto a él, porque no lo vio. Y. aprovechado que
toda la familia dormía. Los juguetes se empezaron a divertirse.

De la caja sorpresa salió un muñeco verde que, al ver el soldado mirar a l mirar a la bailarina, le
dijo.

-el soldado de plomo, ¿porque en vez de mirar ala bailarían no miras el tipo que tienes?

El soldado no hizo caso y siguió mirando la bailarina

-bueno, bueno ya verás mañana dijo el malvado muñeco al día siguiente Carlo puso el soldado en
la venta no sabe bien si por el viento o por el muñeco de la caja solpresa cerro la ventana el
soldado callo a la calle

-, mira un soldado de plomo –dijo un niño que pasaba por la calle.

-la haremos navegar – dijo su amigo -. le meteremos una barca. Y dicho esto, hicieron un barco de
papel en el que le metieron el soldado, luego empujaron el barco y el soldado se alejó por las
aguas de un arroyo que se habia formado por las lluvias.

“¡Dios mío! ¿A dónde aire a para? -pensaba el soldadito la culpa de todo lo tiene el muñeco verde
de la caja sorpresa. Estoy seguro que estuviera a mi lado la hermosa bailarina no me importaría
esta que.

La barca cada vez tenia agua y se india mas porque era de papel al final le cubrió la cabeza el
soldadito. Pensó que sería su rival y solo se acordaba de la bella bailarina que tampoco tiempo
pude ver.

Creía haberla perdido para siempre poco a poco se fue hundiendo hasta el fondo de arrollo allí se
lo trago un gran pez que pensaba en ese momento.
Nada más se supo del soldado y de la bailarina al limpia la chimenea a la mañana siguiente se
encontraron un corazón de plomo y una roza de lentejuelas, era la señal de amor que avía
quedado el amor entre el soldado y la bailarina

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