Está en la página 1de 4

Introducción a la

administración
14 principios de Fayol

Prof. Salvador Félix García


Diana Laura Nájera Careaga
Lic. Nutrición

24 de enero de 2021
Los 14 Principios de Henry Fayol

Cada empleado de la empresa tiene una habilidad distinta y un punto fuerte que
explotar. En función de la experiencia de cada una pueden considerarse especialistas en
algo. Si hay cierta especialización en un ámbito esta aumenta la eficiencia y
productividad.

Esta división de trabajo se realiza en base a la fuerza, capacidad de trabajo, especialidad


y la naturaleza de cada trabajo. Aplicable a todos los trabajos y mandos de la empresa.

El respeto de los empleados solo se tendrá si se posee la capacidad de liderar un grupo


de individuos. Se necesita saber dar órdenes para que sean acatadas y realizadas. Sin
autoridad todo estaría desordenado y no se llevaría a cabo el trabajo en la calidad y
plazos adecuados.

Los miembros de una organización tienen que respetar las reglas y convenios que
gobiernan la empresa. Esto será resultado de un buen liderazgo en todos los niveles.
Cuando se cuenta con un buen líder se pueden alcanzar acuerdos justos en las
diferencias, y así mismo fijar las sanciones necesarias de forma correcta.

Un empleado recibe órdenes de un único superior, y rinde cuentas de las actividades a


esta misma persona. Si recibe órdenes de distintos mandos puede llevar a la confusión y
conflictos. Gracias a este principio, se puede establecer la responsabilidad sobre los
errores más fácilmente.
Debe realizarse un cronograma de actividades: todo lo que se lleve a cabo debe seguir
una serie de procesos y un solo plan específico, para que se realice de forma adecuada.
Todas las actividades que tienen un mismo objetivo deben ser dirigidas por un solo
gerente que use un solo plan.

Los objetivos de la empresa son más importantes que los objetivos personales o
individuales. Es decir los objetivos generales son siempre lo primero. Aplica en todos los
niveles de la empresa, especialmente en la dirección.

Es importante contar con empleados que estén motivados y que sean productivos. La
remuneración debe ser coherente, equitativa de acuerdo a lo que realicen y justa para
todos, para que se sientan felices en sus trabajos y de esta forma aumenta la
productividad. Existen dos tipos de remuneración, la económica y la no económica, la
segunda trata sobre promocione dentro de la empresa, premios, reconocer méritos y
esfuerzos, entre otros reconocimientos.

Fayol creía que los gerentes deben conservar la responsabilidad final pero también
necesitan dar a subalternos autoridad suficiente para que pueden realizar
adecuadamente su oficio. El problema consiste en encontrar el mejor grado de
centralización en cada caso.

Fayol exige un respeto máximo a los mandos más altos, estableciendo así una línea muy
clara de autoridad y jerarquía en la organización, pasando por todos los niveles de esta.
Resalta que debe haber un organigrama bien definido donde se estipule el nivel en el que
se encuentra cada persona, para poder reportar información a la persona adecuada en
todo momento y así evitar errores de comunicación. No debe ser muy amplia o consistir
en demasiados niveles.
Cada empleado debe tener los medios y recursos necesarios para poder desarrollar de
forma adecuada las funciones que se le han asignado. Además, cada uno debe ocupar
el sitio de trabajo que sea más adecuado según sus puntos fuertes y capacidades. El
orden es factor clave en toda empresa, tanto a nivel social, como físico, es decir,
mantener el orden en cuanto a responsabilidades y en cuanto a material, disponer de un
ambiente de trabajo seguro, limpio y ordenado.

Fayol dispone que los empleados deban ser tratados con amabilidad y por igual. Un trato
justo y respetuoso. Puede haber diferentes niveles en una empresa pero todas las personas
merecen el mismo respeto.

Fayol remarca que una elevada rotación de personal puede perjudicar un correcto
funcionamiento de las áreas y reducir de forma notoria la seguridad que sienta la persona
en el lugar de trabajo. La estabilidad en el empleo mejora la productividad.

Los trabajadores deben gozar de libertad y flexibilidad para realizar los procedimientos
propios de su puesto tanto como para innovar. Este principio también recoge la
tolerancia que los superiores deben tener ante los errores que se puedan cometer.

Promover el espíritu de equipo dará a la organización un sentido de unidad. La


administración debe fomentar la motivación moral de sus empleados. Fayol decía “es
necesario un verdadero talento para coordinar esfuerzos, provocar el entusiasmo, utilizar
las capacidades de cada persona y recompensar a cada uno según sus méritos, sin
despertar posibles celos y disturbar las relaciones armoniosas”.

También podría gustarte