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Estas maniobras pueden ser difíciles, a veces imposibles, de realizar e interpretar si la

paciente es obesa, si el volumen del líquido amniótico es excesivo o si la placenta está


insertada de manera anterior.

La primera maniobra evalúa el fondo uterino. Permite la identificación de la estática fetal


y la determinación de cuál polo fetal, es decir, cefálico o pelviano ocupa el fondo. La parte
de las nalgas da la sensación de una gran masa nodular, mientras que la cabeza se siente
dura y redonda y es más móvil.

La segunda maniobra se realiza cuando las palmas se colocan a ambos lados del abdomen
materno y se ejerce una presión suave pero profunda. Por un lado, se siente una estructura
dura y resistente, la espalda. Por el otro, se sienten numerosas partes móviles pequeñas e
irregulares, las extremidades fetales. Cuando se comprueba si la espalda está en dirección
anterior, transversal o posterior, se puede determinar la orientación fetal.

La tercera maniobra ayuda en la confirmación de la presentación fetal. El pulgar y los


dedos de una mano agarran la parte inferior del abdomen materno justo por encima de la
sínfisis del pubis. Si la parte de presentación no está encajada, se sentirá una masa móvil,
por lo general la cabeza. La diferenciación entre cabeza y nalgas se realiza como en la
primera maniobra.

La cuarta maniobra ayuda a determinar el grado de descenso. El examinador se coloca


frente a los pies de la madre y los dedos de ambas manos se colocan en los lados de la parte
de presentación. Ejerciendo una presión profunda en dirección del eje de la entrada pélvica.
En muchos casos, cuando la cabeza ha descendido a la pelvis, el hombro anterior o el
espacio creado por el cuello pueden diferenciarse con facilidad de la cabeza dura.

Para finalizar mi parte esta se puede realizar durante los últimos meses del embarazo así
como durante y entre las contracciones del parto.

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