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Belice5 (en 

inglés: Belize) es un país soberano de América ubicado en el extremo noreste


de Centroamérica. Es el único país de América Central cuya forma de gobierno está
organizada en una monarquía constitucional parlamentaria, donde la reina Isabel II funge
como jefa de Estado y es representada en el país por un gobernador general. La capital es la
ciudad de Belmopán y la ciudad más poblada es la Ciudad de Belice, que sirvió como capital
hasta el año 1970 cuando la destrucción causada por el huracán Hattie obligó al gobierno a
transferir la capital a la entonces comunidad planeada de Belmopán, fundada en 1960.6
Limita al norte con México y al sur y oeste con Guatemala. El golfo de Honduras lo separa
del país homónimo, motivo por el cual fue conocido anteriormente como Honduras Británica,
hasta su independencia el 21 de septiembre del año 1981, cuando adquirió el actual nombre
por la ciudad de Belice, a su vez nombrada por el río Belice.
Belice tiene un área de 22 800 km² y una población de 387 879 habitantes (2017). Tiene la
menor población y densidad de toda América Central. 7 El crecimiento poblacional anual era de
1.87 % en 2015, el segundo más alto de la región y de los más altos en todo el hemisferio
oeste.8
Aunque los idiomas predominantes son el español y el criollo beliceño, Belice es el único país
de América Central en donde el idioma oficial es el inglés, aunque solo el 62.9 % de la
población lo habla como idioma secundario (3 % como lengua madre) comparado con el
56.6 % de la población que habla español, el 44.6 % que habla criollo beliceño y 10.5 % que
habla maya.9 Belice comparte un pasado común no solo con los países de América Central,
sino también con el Caribe. Forma parte del Caricom y del Sistema de la Integración
Centroamericana (SICA).
El origen del topónimo de Belice no está claro, pero parece ser maya. Su primer registro se
encuentra en las crónicas del sacerdote dominico fray José Delgado, que data de 1677. 10
Delgado anotó los nombres de los tres principales ríos que cruzó durante el viaje hacia el
norte a lo largo de la costa del Caribe: río Soyte, río Xibum, y río Balis. Estos nombres, que
corresponden a los ríos Sittee, Sibún y Belice, fueron proporcionados a Delgado por su
traductor.10 Se han propuesto varias etimologías mayas para Balis: belix (o beliz), cuyo
significado sería ‘fangoso, regado’; 10 o, más recientemente, bel Itza, que significa "el camino
a Itzá".11
En los años 1820 los colonos británicos se inventaron la leyenda de que el topónimo Balis
provendría de la pronunciación en español del nombre de un bucanero escocés, Peter
Wallace, que se habría asentado en la desembocadura del río Belice en el siglo XVII,12 aunque
no hay ninguna prueba de asentamientos británicos en esa época ni de la existencia del
propio Wallace.1011 Otras posibles etimologías han sido sugeridas por escritores e
historiadores, incluyendo orígenes franceses y africanos. 10

Historia
Belice fue parte del área cultural maya, que se extendía desde el sur
de México hasta Guatemala y Honduras. La ocupación más temprana del territorio
corresponde a la mitad del segundo milenio a. C., la cual tuvo cierto desarrollo en torno
al siglo IX de nuestra era. El centro político y cultural más importante de la región era el sitio
conocido en la actualidad como El Caracol, cuyas inscripciones se encuentran en aristocrática
variante del maya, llamado Ch’olti’an Clásico por los epigrafistas.13 Al norte de las Montes
Maya las inscripciones de Lamanai se encuentran en yucateco desde el siglo VII.14
En el periodo Clásico, antes del siglo X, vivieron en el actual territorio beliceño cerca de
400 000 personas y si bien hubo un descenso de la población durante el Posclásico, las
tierras bajas mayas seguían ocupadas cuando arribaron los europeos en el XVI; para
entonces los principales habitantes eran los mopanes, una rama de los yucatecos.
Los conquistadores españoles exploraron la región a partir de 1519, la incorporaron a
la Corona de Castilla y el territorio pasó a ser parte de la capitanía General de Guatemala, si
bien optaron por no colonizarla debido a la falta de recursos como el oro y la fuerte defensa de
la península de Yucatán por los mayas. En el siglo XVII, marinos ingleses navegaron por la
zona dedicándose a la piratería y a la tala del palo de Campeche para la producción de tinte.15
El tratado de Madrid de 1670 puso fin a los ataques piratas, con lo que los ingleses se
concentraron en cortar palo de Campeche. Con la madera se producía un agente de fijación
para los tintes de ropa que era vital para la industria lanar europea. España otorgó licencia de
ocupar el área a los colonos británicos a condición de que cesaran los actos de piratería. 16
En 1716 unos taladores británicos expulsados por los españoles de la bahía de Campeche se
instalaron en la región del río Belice.11 A lo largo del siglo XVIII españoles y británicos
intercambiaron ataques cada vez que se declaraba la guerra entre las dos potencias. Un
ejemplo es la batalla del Cayo San Jorge, del 10 de septiembre de 1798. El aniversario de
esta batalla ha sido declarado fiesta nacional de Belice.
Los británicos esperaron hasta el año 1789 para nombrar el primer superintendente del
territorio de Belice. Anteriormente, el gobierno británico no reconoció el asentamiento de
Belice como una colonia, por temor a provocar un ataque español ya que el territorio
pertenecía formalmente a España. La falta de implicación del gobierno británico permitió a los
colonos el establecimiento de sus propias leyes y formas de gobierno. Durante este tiempo
unos pocos colonos ricos ganaron el control de la legislatura local, conocida como Public
Meeting («Reunión Pública»), así como de la mayor parte de las tierras y madera.
El dominio nominal de España sobre Belice terminó con las guerras de independencia
hispanoamericanas, a principios del siglo XIX. En 1825, el nuevo estado de México fue
reconocido oficialmente por los británicos y el año siguiente renunció a toda pretensión sobre
Belice mientras la República Federal de Centro América negociaba términos similares.11
En el siglo XIX, los británicos ejercieron un mayor control sobre los colonos, amenazando con
la suspensión del Public Meeting a menos que se observaran las instrucciones del gobierno
con respecto a la abolición de la esclavitud. Aunque la esclavitud fue abolida en 1838 en
el Imperio británico, las condiciones de trabajo de los trabajadores en la colonia de Belice eran
denigrantes. Los esclavos de la colonia eran valorados por sus habilidades en la extracción de
caoba. Como resultado, los antiguos dueños de esclavos en la Honduras británica ganaban
53,69 £ de promedio por esclavo, el monto más alto pagado en cualquier parte del Imperio
británico.15
Poco después, se pusieron en marcha una serie de instituciones para garantizar la presencia
continua de una fuerza de trabajo viable. Algunas de ellas limitaron la capacidad de las
personas para obtener tierra, mediante un sistema de peonaje por deudas que permitió
mantener a los antiguos esclavos «liberados» como fuerza de trabajo. Debido a que una
pequeña élite controlaba la tierra y el comercio de la colonia, los antiguos esclavos no tenían
otro remedio que seguir trabajando como leñadores.15
En 1836 los británicos reclamaron el derecho de administrar el territorio de Belice, pero
las Provincias Unidas de América Central se negaron. Como consecuencia, los británicos
pactaron con México la explotación de madera y tintes. Los británicos, por consiguiente,
comenzaron a invadir el territorio de Guatemala, con la excusa de que tenían derechos sobre
este. Sin embargo, los británicos habían acordado con los españoles explotar recursos hasta
el río Sibum, pero con el paso del tiempo, fueron tomando más territorio hasta llegar cerca
de Izabal (departamento de Guatemala) y en 1862, el Reino Unido lo declaró formalmente
como una colonia de la Corona británica, subordinada a Jamaica, bautizada con el nombre
de Honduras Británica (en inglés: British Honduras).17 Como colonia, Belice comenzó a atraer
a inversores británicos. Entre las empresas británicas que dominaron la colonia en el siglo XIX
se encuentra la Belize Estate and Produce Company, que logró adquirir la mitad de todas las
tierras de propiedad privada del territorio. La gran influencia de esta compañía privada se
explica en parte por la dependencia de la colonia del comercio de caoba durante el resto del
siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.

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