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Camilo en clave de los

Movimientos Sociales en Colombia

Por: Juan B. Jaramillo H.

“A todos los colombianos, a los sectores populares, a las organizaciones de Acción


comunal, a los sindicatos, cooperativas, mutualidades, ligas campesinas,
comunidades indígenas y organizaciones obreras, a todos los inconformes, a todos
los no alineados en los partidos políticos tradicionales, presentamos la siguiente
plataforma para unificar en objetivos concretos a los sectores populares colombianos”.

Camilo Torres Restrepo1 inició en 1965, la conformación del llamado Frente Unido
del Pueblos, en un contexto que tanto en la década del sesenta como hoy
cuarenta y ocho años después, plantea cambios y constantes.
Hacia esos años se expresan de manera fuerte y diversa, cientos de gritos
de protesta por parte de una generación, de una población, -jóvenes, trabajadores,
mujeres, estudiantes, cristianos, insurgencia, campesinos entre otros-, que como
la actual reacciona frente a la marginación, exclusión y la injusticia. En la década
del sesenta emergen un sinnúmero de expresiones populares, voces que
terminaran convirtiéndose en torrentes de movimientos sociales. Esa expresión
diversa ayer como hoy, han puesto en jaque a los grupos oligárquicos y a las élites
tradicionales, para señalarles ayer como hoy, de manera contundente el grave
delito de lesa patria. Aquella, la de Camilo, fue una época de grandes
esperanzas y utopías, muchos podrían decir que esta podría ser una de las
diferencias con los tiempos actuales, la mística en las acciones y tareas asumidas.
Podría ser por cuanto en estricto sentido y para ser justos con las acciones de los
actores de hoy, los sueños y deseos de una sociedad cualitativamente diferente
sigue presente, de igual manera la mística, es cierto que no son las mismas
utopías y que la mística es diferente, ¡pues Si!, pero esa no debería ser la
discusión, trampa en la que han caído muchos colectivos y redes, generando
1
No está de por demás recordar que Camilo Torres Restrepo nace en Bogotá un 3 de febrero de 1929 y es
asesinado por el ejército colombiano en Patio Cemento Santander el 15 de febrero de 1966. Sacerdote
1

católico, comprometido con la Teología de la Liberación, cofundador de la primera Facultad de Sociología de


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América Latina, junto a Eduardo Umaña Luna y Orlando Flas Borda. Hizo parte del grupo insurgente Ejército
de Liberación Nacional (ELN). Durante su corta vida promovió de manera práctica la unidad de lo que él
denomino Clase Popular.
confrontaciones intergeneracionales, donde cabría ver suma de experiencias y
complementos, de hecho así lo vivió Camilo.
El Padre Camilo Torres Restrepo, como se decía fue profesor y cofundador
de la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional, creó el Frente Unido del
Pueblo (FUP) como un instrumento político que él caracterizó desde siempre
como "pluralista". Joven como era, pues fue asesinado a los 37 años de edad;
promueve la creación del FUP, del que hacían parte jóvenes, colectivos con
experiencia, hasta viejos hoy llamados de la tercera edad o adultos mayores.
Desde esta perspectiva es que lega una gran enseñanza a las expresiones de su
tiempo, pero sobre todo a aquellas expresiones colectivas de las décadas que
vendrían. Entre muchos otros aspectos, Camilo introduce dos elementos
sustanciales y presentes en las dinámicas de los Movimientos Sociales (MSs) de
hoy en Colombia, i) el asunto referido a la unidad de los de abajo, de los
oprimidos, de la clase Popular; y ii) el concepto de clase Popular, para referir a
aquellos llamados a asumir el papel histórico de las transformaciones sociales,
políticas, económicas y culturales. Antes de plantear alguna reflexión respecto a
estos dos puntos, se concluye la idea inicial señalando que con el FUP, se aporta
al movimiento popular, al pueblo como clase; esta propuesta encarna la figura de
una nueva propuesta de país. La utopía tenía ingredientes especiales, en el fondo
se hace referencia a la concreción de ideas socialistas conocidas, en respuesta al
impulso del cambio secular-instrumental del pueblo y de la época. Esta propuesta
de nueva sociedad se hace evidente en la plataforma ''para un movimiento de
unidad popular" escrita en marzo de 1965, que plantea como objetivo central "la
estructuración de un aparato político pluralista, no un nuevo partido, capaz de
tomar el poder2".
Hoy pese a los grandes cambios a nivel mundial, a la arremetida ideológica,
política y económica agenciada desde el modelo dominante, la reivindicación socialista
sigue vigente en muchas expresiones de movimientos sociales colombianos.
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Fals Borda, O., Elementos ideológicos en el Frente Unido de Camilo, ayer y hoy, ponencia del
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maestro Orlando Fals Borda en el conversatorio "Camilo Vive", conmemoración del 40 aniversario
de la muerte de Camilo Torres Restrepo, en el aula máxima de Derecho de la Universidad Nacional
el 15 de febrero de 2006.
En el espectro de los actuales movimientos sociales colombianos, se encuentra un
variopinto conjunto de expresiones, grupos diversos en sus objetivos e intereses que
reclaman por derechos específicos, sectoriales y puntuales; este grupo en términos
generales al situarse en la defensa de derechos en el orden del poder constituido; en
esencia no cuestionan o confrontan dicho poder; lo aceptan y al hacerlo se instalan en la
posición de pedir al Estado, a la clase en el poder que cumpla el orden constituido, que
responda por unos derechos.
También hay movimientos que sitúan su lucha y reivindicaciones por fuera del
orden constituido y plantean o leen que no es posible ninguna lucha que no se enmarque
en la confrontación frontal a la clase en el poder. La confrontación no necesariamente
implica la presentación de propuestas alternas de poder.
Cabría un grupo de dinámicas sociales, de movimientos que señalando una lucha
frontal contra el orden constituido, enfrentando la clase en el poder y asumiéndose como
clase contra-hegemónica, que construye poder popular, asume luchas reivindicativas que
“arrancan” o exige los reducidos derechos en el orden establecido, a la par que avanza en
propuestas alternativas de Poder Popular. Este tipo de movimiento comparte con
propuestas como como el FUP, la pretensión de promover un cambio del orden social y
político. Un cambio socioeconómico profundo y radical; este cambio se plantea en el
espectro de una lucha diversa y unitaria. Conjunta y compleja, con una visión de clase
reconociendo su carácter pluralista.

La Unidad en la Pluralidad
Tal como se decía, uno de los grandes aportes de Camilo, de su propuesta organizativa
está en la fuerza puesta en la unidad. En el llamado a construir unitariamente en la
pluralidad; esta idea arrastra un profundo sentido de reconocimiento del otro; potenciar la
unidad implica aceptar que existe otro que no necesariamente es igual a mí. La unidad
entonces implica de manera práctica co-construir en medio de la diferencia, juntándose a
partir de los elementos que en un momento determinado se identifiquen como comunes,
mínimo para una acción coyuntural; abriendo espacio para tramitar las diferencias a
partir del mismo trabajo; el dejemos las diferencias, no implica soslayarlas; es un llamado
a desde la praxis, abordar la diferencia. En Camilo es claro que se habla de diferencias,
en tanto la contradicción la asume la Clase Popular, que confronta al bloque dominante, a
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la Clase en el Poder. La diferencia implica la posibilidad de reconocer puntos de


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encuentro; la contradicción por su parte, sitúa escenarios o posturas cualitativamente


distintas frente al mundo, señala relaciones en el mismo contradictorias; de aquí que el
problema de las contradicciones o antagonismos de clase no se resuelvan mediante
ejercicios de buena voluntad. Esto lo tenía muy claro Camilo, así como hoy algunas
expresiones de movimientos sociales. Esta contradicción no se resuelve por decreto,
nadie prescribe el fin de las contradicciones interclasistas, ni el fin de las ideologías y
mucho menos de la historia, intentando graficar el mundo actual como uno sin las
contradicciones tipicas de las relaciones sociales de producción del capitalismo. Así el
panorama, la unidad se da con quienes teniendo diferencias se avanza más o menos en
la misma via de construcción de mundo3. La unidad se realiza reconociendo cierto nivel
de hermandad en y para la lucha. En este mismo sentido, habría que señalar que con el
contradictor, se ''cazan'' luchas y en el mejor de los escenarios se negocian puntos de
encuentro. Es claro que se negocia con el enemigo, con el cercano se profundiza en la
unidad. De aquí la importancia de la lectura del momento histórico, para establecer las
políticas de alianzas y estrategias para confrontar a quien se reconozca como antagónico.
Para los movimientos sociales de hoy, resulta un gran reto avanzar en la unidad y
determinar a quién, si es el caso, sitúar como contradictor y derivado de aquí, la manera
de confrontarlo. Camilo lee en su momento la trascendencia de la unidad, e intenta
materializarla en el mismo instrumento de lucha; así se desprende de lo indicado en el
punto octavo de la Plataforma; "El aparato político que debe organizarse, debe ser
de carácter pluralista, aprovechando al máximo el apoyo de los nuevos partidos,
de los sectores inconformes de los partidos tradicionales, de las organizaciones no
políticas y, en general, de las masas4".
El pluralismo es la aceptación de lo que hoy se lee en clave de admisión de
la diversidad, sin forzar, es el llamado practico a concretar la unidad en lo diverso,
sino fuera así sería unanimismo, aspecto bastante lejano a la propuesta y practica
que Camilo plantea y que fue reconocida en su momento
“El frente unido que predica con la palabra y con la acción el
Padre Camilo, aparece como un movimiento de nuevo tipo
en Colombia, al margen y por encima del ya mohoso circulo
de hierro parasitario de los dos partidos tradicionales.
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3
Esta situación es válida no solo para las organizaciones y procesos populares, sino para el mismo bloque
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dominante, en tanto las alianzas a su interior están marcadas por la identidad a corto, mediano y largo
plazo en las apuestas estratégicas.
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Frente Unido del Pueblo, punto octavo de la Plataforma,
Este FRENTE UNIDO surge alrededor de una plataforma con
revolucionarios definidos, aceptable para todos los sectores
que se pronuncian por un cambio radical, por más que tenga
ciertos vacíos, especialmente en lo relacionado con la lucha
por la liberación nacional, que podrán ser llenados en el
proceso mismo de formación del movimiento.5

El legado y exigencia de la Unidad como condición sine qua non para cualquier
posibilidad de triunfo de cualquier propuesta popular, tiene fundamentos políticos,
ideológicos pero ante todo Éticos. El fondo es un llamado a configurar una ética
política que se mueva en lógicas diferentes a las lecturas racional-instrumentales
que han caracterizado a no pocos movimientos populares que conciben una
“unidad” centrada lógicas costo beneficio, bajo parámetros de movilización de
recursos. Por contraste la concepción “utópica” de Camilo es subvertora, radical y
pluralista; la unidad no se encuentra o desarrolla en el marco del orden, ni de las
reglas del juego político que se han hecho imperantes; esos esquemas políticos
responden o se inscribe en la “ética” de la razón instrumental del modelo
hegemónico, que tiene como principios ganar lo que más se pueda; a cualquier
costo, sacar la mayor cantidad de beneficios, con el menor esfuerzo y tiempo
posible. La apuesta unitaria de Camilo llama a pensar en instrumentos o
herramientas políticas para unir diversas posturas con ideales a fines, tan
importante en su momento, como urgente en la actualidad.
Pese a la formacion religiosa de Camilo su apuesta por la unidad no tiene
pretensiones o fundamentación espiritualista, por el contrario, se constata un
profundo contenido articulado a la idea de construcción socialista, de propuesta de
clase popular que pega con la reflexión respecto al sujeto histórico o sujeto de las
transformaciones de hoy.
Resulta importante plantear en el marco señalado lo que podria significar hoy
“Construir” una propuesta de “Unidad Popular” en clave del legado de Camilo y de clase.
“A todos los colombianos, a los sectores populares, a las organizaciones de
Acción comunal, a los sindicatos, cooperativas, mutualidades, ligas
campesinas, comunidades indígenas y organizaciones obreras, a todos los
inconformes, a todos los no alineados en los partidos políticos tradicionales,
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Vieira, Gilberto; Lo que debe ser el Frente Unido, FUP, Bogotá, 2 de septiembre de 1965.
presentamos la siguiente plataforma para unificar en objetivos concretos a los
sectores populares colombianos”.

Como se puede observar, el asunto relacionado con una propuesta como estas
que responda en bloque y con sentido de clase al Bloque dominante, es un asunto que va
más allá de un mero asunto organizativo, o de la voluntad de unidad; esta atravesado por
la lectura que se haga del momento histórico.
Como sociólogo comprometido, la postura de Camilo, es en este sentido
absolutamente clara, hay que estar atentos y como pueblo, como movimiento plural y
diverso, examinar la realidad que de seguro no será la misma que haga la burguesía. La
idea es analizar ésta en perspectiva histórica; esto es, partiendo de una verdad que suena
a perogrullo, los tiempos cambian, y con ello, las posibles formas de respuesta; lo anterior
implica estar también atentos(as), a constantes históricas, tales como explotación y
empobrecimiento que la clase en el poder ha tenido desde siempre, unida a los intereses
del imperio norteamericano, contra la Clase Popular.
Leer la realidad, exige no dejarse confundir para no perder el sentido de las
luchas. Las diferencias y coincidencias en las lecturas, aportan para que en un momento
histórico determinado, se identifiquen aliados y antagonistas, tareas prioritarias y por lo
menos, hacer las valoraciones del papel que juega la unidad; que como se decía en
perspectiva camilista, esta última va más allá de un ejercicio de Cálculo político, Camilo
enseña que para los revolucionarios, la Unidad es un imperativo.
“Tenemos nosotros que lograr la unión revolucionaria por encima de las
ideologías que nos separan. Los colombianos hemos sido muy dados a las
discusiones filosóficas y a las divergencias especulativas. Nos perdemos en
discusiones que, aunque del punto de vista teórico son muy valiosas, en las
condiciones actuales del país, resultan completamente bizantinas.”
Necesitamos la unión por encima de los grupos. Es lastimoso el espectáculo
que da la izquierda colombiana. Mientras la clase dirigente se unifica, mientras
la minoría que tiene todos los poderes en su mano logra superar las
diferencias filosóficas y políticas para defender sus intereses, la clase popular
que no cuenta sino con la superioridad numérica es pulverizada por los
dirigentes de los diferentes grupos progresistas que, muchas veces, ponen
más énfasis en las peleas que tienen entre sí que en su lucha contra la clase
dirigente.
La unión debe hacerse por encima de las ambiciones personales. Es
necesario que los jefes sepan que no podrán llegar a servir lealmente a la
revolución si no es mediante un sacrificio personal, por ese ideal, hasta las
últimas consecuencias.
En esta perspectiva la unidad implica la estructuración de una Plataforma de
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Unidad, que no debería corresponder a la sumatoria de plataformas particulares, de


agendas, de actividades, o la imposición de una dinámica de trabajo sobre los otros. La
unidad implica despojarse del vanguardismo y asumir la construcción con otros, dejar de
lado Yo Tengo, para potenciar el Nosotros Construimos.

Poder Popular: ayer y hoy.


Hoy a la Clase Popular le corresponde hacer ingentes esfuerzos por avanzar en
la construcción de la agenda unitaria, reflejada en la concreción de expresiones de poder
real. La Unidad arrastra a la acción política Unitaria, no puede haber unidad sin acción
política Unitaria.
La Clase Popular es la llamada a ponerse al frente de la Unidad, como bloque que
enfrente, la unidad oligarquita, burguesa y mafiosa que desde siempre ha estado
orientando este país. Un bloque en el poder que ha hecho ejercicios de unidad clasista
como el Frente Nacional y hoy, como la propuesta de Unidad Nacional santista o la
unidad agraria que pretende desde los intereses del bloque dominante, convocar al
conjunto del campesinado nacional.
La única posibilidad para los empobrecidos, para los golpeados por el capitalismo,
sean estos campesinos, negros, indígenas, pobladores barriales, pequeños propietarios,
estudiantes, trabajadores informales, sindicalistas, desempleados, es decir, la inmensa
mayoría del pueblo colombiano; la única posibilidad, es la ¡Unidad del Pueblo!, es la
¡Unidad de la Clase Popular!. Unidad que no la propiciará nadie que esté por fuera de
sus intereses, de hecho la burguesía no le proporcionara nada y por el contrario, ha
buscado, busca y buscará, generar confusión, infiltrará gente al interior de las diversas
formas organizativas populares, generará posturas para desacomodar, desestabilizar,
cooptar y desviar muchas luchas y luchadores.
Amerita señalar que la postura que subyace al concepto Clase Popular, es la de
una elaboración que en primer lugar se genera desde un académico-investigador de las
ciencias sociales comprometido, no habla la “opinión”, el sentido común, habla el
científico que interpreta al parroquiano de a pie. El concepto Clase Popular, es planteado
por alguien que conoció y trabajó con rigor los conceptos sociológicos.
Lo que hay que desentrañar en la gramática de este concepto, es lo que este
sociólogo comprometido con los procesos populares hacía cuando utilizaba esta
expresión. Camilo, como ningún otro, entendía la práctica sociológica aterraizada en
realidades concretas, esto lleva un implicito el reconocimiento de Sujetos reales,
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rompiendo con las concepciones que conciben a sujetos, clases, comunidades como
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construcciones generales, universales, trascendentales, abstractas.


El concepto de Clase Popular entraña el reconocimiento de la diversidad de
explotados y empobrecidos del pueblo colombiano. Esta Clase sitúa a un Sujeto diverso
unificado en la contradicción con el capitalismo, en la explotación de la cual es presa sea
indio, negro, campesino, poblador popular, estudiante, obrero y aún desempleado. Es un
Sujeto Real, que en Colombia se constituye desde la diversidad señalada además de los
trabajadores informales; sindicalizados, especialmente de aquellos con postura de clase,
que asumen la defensa de los derechos de lo(a)s trabajadore(a)s que visualizan junto con
otros sectores la posibilidad de un tipo de sociedad diferente a la capitalista. Son los
actores que desde hace décadas se vienen movilizando enfrentando a una clase en el
poder. Corresponde a los actores que hoy se expresan como movimiento social y que
para nada desvirtúan o desconocen en las lecturas de la realidad colombiana, la
contradicción de clase.
El concepto Clase Popular presenta la voz de un Sujeto que históricamente ha
sido privada de toda participación y decisión. Esto acarrea por lo menos dos grandes
retos: i) Asumir lo mejor de la tradición literaria para el análisis y transformación de la
realidad, sin dogmatismos, pero sin caer en las trampas de las modas y banalidades
que ofrecen no pocas lecturas postmodernas. ii) Construir una visión, un horizonte de
sentido, una voz colectiva desde la diversidad, es decir, desde el reconocimiento de la
realidad del pueblo colombiano.
Hay escenarios de unidad en la actualidad que se vienen estructurando y que sin
análisis muy finos encuentran gran afinidad, guardando la proporcion historica, con la
propuesta, el sentido y los objetivos del FUP. La propuesta de Unidad Popular, con
sentido de clase representada en la década de los sesenta en el F.U.P, por contraste
con la unidad nacional burguesa, se centraba en los intereses y las necesidades de los
pobladores de las zonas rural y urbana; buscaba eliminar a toda costa la Democracia
Restringida del Frente Nacional, para propiciar el desarrollo de una democracia Popular,
Participativa; de igual manera procuraba por un pensamiento libertario en todos los
órdenes. Los objetivos del F.U.P. y de varios de los movimientos de hoy que asumen
una postura de clase se pueden resumir asi:
I. Política Agraria. La propiedad de la tierra será del que la esté trabajando directamente.
¿Habrá un objetivo más vigente que este en las luchas que libran hoy los sectores
vinculados al trabajo del campo? La ley de tierras desde la perspectiva Popular, debería
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tener como fundamento que el Estado no le comprará a los grandes terratenientes, a los
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dueños de tierras ociosas. La que se considere necesaria para el bien común será
expropiada sin indemnización. Las comunidades ancestrales entrarán en posesión real
de las tierras que les pertenecen.
II. Política urbana. Todos los habitantes de casas en las ciudades y pueblos serán
propietarios de la casa donde habitan. ¿No es el fundamento para un verdadero plan de
reforma Urbana en estos tiempos, en que el capital nacional y trasnacional viene
desplazando y recomponiendo el uso del territorio urbano?
III. Política Económica. Se hará un plan de carácter obligatorio, tendiente a sustituir
importaciones, aumentar las exportaciones e industrializar al país. Esto es urgente hoy,
dada la política de reprimarizacion de la economía nacional; no hay otra posibilidad si se
quiere generar empleo seguro, sostenibilidad económica, solidez financiera para tener
recursos disponibles que se destinen a la inversión social.
IV. Política tributaria. Se cobrará un impuesto progresivo; ninguna institución estará
exenta de pagar impuesto; los salarios de los trabajadores no serán gravados. ¡Señor
tema en momentos como el actual!, en los que se discute, implementar medidas mucho
mas agresivas a las existentes en materia de impuestos y desmonte de medidas que
propicien las posibilidades de vida digna del pueblo colombiano. Hoy son muchas las
empresas nacionales, trasnacionales y multinacionales que se enriquecen, se llevan los
recursos, y fuera de ello no pagan impuestos.
V. Nacionalizaciones. Los Bancos, Compañías de Seguros, Hospitales, Clínicas, Centros
de fabricación y distribución de medicamentos, los Transportes Públicos, la Radio y la
Televisión y la explotación de los recursos naturales, serán del Estado, de éste será la
responsabilidad de garantizar la educación. Una gran propuesta teniendo en cuanta la
realidad de la educación, la salud, los servicios públicos, la vivienda en general las
garantías sociales para una vida digna.
De igual manera, tanto en la propuesta del FUP, como la que presentan varios
movimientos hoy (C de P, 2010)6, la idea sobre la propiedad del subsuelo es que, sea el
Estado el propietario, que la explotación del petróleo se haga por su cuenta para fines de
servir a la economía nacional. No para fortalecer las arcas particulares y las lógicas de un
capitalismo de muerte. Por esto, las concesiones petroleras que se otorguen a
compañías extranjeras debería ser bajo las siguientes condiciones: (a) la participación del
Estado no puede ser inferior al 70%; (b) la refinación, distribución y producción de los
combustibles sean servicios públicos bajo su control; (c) devolución al Estado de las
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empresas, equipos e instalaciones, gratuitamente, a más tardar a los 25 años; (d) los
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Lanzamiento del Congreso de los Pueblos, Bogotá, octubre de 2010.
salarios de obreros y empleados colombianos serán por lo menos iguales a los de los
extranjeros de la misma categoría. ¡Qué vigentes estos planteamientos, a propósito de la
política de explotación que han impuesto las compañías extranjeras en Colombia!.
VI. Relaciones internacionales. Se asume que Colombia debe tener relaciones con
todos los países del mundo e intercambios de comercio y de cultura en condiciones de
equidad y de mutuo beneficio.
VII. Seguridad Social y Salud Pública. Se señala como Estado deberá implementarun
plan integral y progresivo de seguridad social que garantice gratuitamente a la población
el derecho a la salud y a la atención médica (sin perjuicio del ejercicio privado de la
profesión) y contemple todos los aspectos relacionados con desempleo, invalidez, vejez y
muerte. Todo el personal de las profesiones para la salud será funcionario del gobierno y
será pagado de acuerdo con el número de familias (hasta un límite que la ley fijará) que
soliciten estar bajo su cuidado. Propuesta que contrasta con la realidad por la que
atraviesa hoy el pueblo colombiano, cuando asistimos al cierre de centros de salud,
hospitales, y se declara la inviabilidad de la salud.
VIII. Política Familiar. En vez de estar haciendo shows mediáticos con los problemas
de las mujeres y los niños, habrá sanciones para los padres de niños abandonados. La
protección de la mujer y de los hijos será asegurada por el Estado mediante la destinación
de recursos y la estructuración de un marco legal que garantice el cumplimiento de los
derechos de los niños, las mujeres y los adultos mayores.
IX. Derechos de la mujer. La mujer participará en igualdad de condiciones con el
hombre, en las actividades económicas, políticas y sociales del país.
X. Fuerzas Armadas. El presupuesto de las fuerzas armadas será adecuado a su misión
sin afectar las necesidades de salud y de educación de los colombianos. La defensa de la
soberanía nacional estará a cargo de todo el pueblo colombiano. Las mujeres tendrán
obligación de prestar un servicio cívico después de 18 años de edad7.

Aquí encontramos pistas importantes para seguir afrontando los retos de unidad,
de construcción de propuestas de nueva Nación. Elementos para profundizar en los
debates referidos al “nuevo Sujeto Histórico” que en América Latina nos deja grandes
enseñanzas, y de manera particular en Colombia nos dice, que el rostro de este sujeto es
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diverso y complejo, que los unifica las lógicas de explotación del capitalismo que hoy llega
hasta los lugares mas cotidianos de la vida; un sujeto que se construye sobre la base de
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Conferencia Sindicato Bavaria, Escrito por Camilo Torres, Lunes, 29 de Noviembre de 1999
la acción decidida que asuman las comunidades; acción política transformadora que le da
cuerpo a ese sujeto, unificados en la lucha.
Este tipo de posturas, son las que nos llevan a seguir firmes en la reivindicación de
Camilo, a valorar la vigencia de su pensamiento, a retomar sus propuestas y aportes para
la lectura de la realidad. La palabra hecha acción nos lleva a decir somos Camilistas, por
la vigencia de su pensamiento, porque éste se hizo palabra, y la misma se hizo acción
revolucionaria; acción que reflejaba su pensar. Para nosotros es un punto supremamente
alto de coherencia humana, política, revolucionaria.

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Siempre el panorama se presenta con innumerables retos para los que se asumen
como sujetos constructores de historia, a los de hoy les toca responder y
proponer. Responder ante la crisis que enfrenta este régimen, señalarle a la
opinión publica cual es la lectura del momento histórico, ratificar lo que se ha
señalado innumerables veces la ilegitimidad de este Estado Narco-Paraco-
Oligárquico, y en consecuencia de este gobierno ilegitimo por donde se le mire.
Esta caracterización no es nueva, pero hoy hay que decirlo con mayor fuerza.
A la par de lo anterior, hay que plantearle propuestas al pueblo colombiano, decirle
cuales son las propuestas. Señalarle por ejemplo que no solo se apoyan las
acciones de los indígenas como las del desmonte de las bases y trincheras
militares, de unas fuerzas armadas que no defiende a la población, al pueblo, sino
que lo utiliza como escudo, para defender los interés de las compañías
trasnacionales; las fuerzas armadas y de policía se pagan con dineros públicos, se
gastan grandes cantidades para defender intereses económicos foráneos, para
aplicar la fuerza contra cualquier manifestación popular. Se defienden acciones
de las comunidades negras, de los campesinos como los paros agrarios, muchas
de estas acciones se desarrollan en defensa de la soberanía o se desarrollan
como acciones de soberanía. Frente a la política de guerra del establecimiento,
movimientos sociales como la Minga o el Congreso de los Pueblos, aprenden de
la historia dejada por movimientos como el Frente Unido del Pueblo, liderado por
el sociólogo, sacerdote y revolucionario Camilo Torres Restrepo. Desde este
frente y en su proclama se hace una propuesta de país, al pueblo colombiano.
Hoy el Congreso de los Pueblos, le apuesta a la construcción de una propuesta de
país para una vida digna, tejida dese las urdimbres y entrañas populares. Una
propuesta que en esencia, se convierte en una apuesta por la vida y la Paz. 12
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“Tenemos nosotros que lograr la unión revolucionaria por encima de las
ideologías que nos separan. Los colombianos hemos sido muy dados a las
discusiones filosóficas y a las divergencias especulativas. Nos perdemos en
discusiones que, aunque del punto de vista teórico son muy valiosas, en las
condiciones actuales del país, resultan completamente bizantinas.”
Necesitamos la unión por encima de los grupos. Es lastimoso el espectáculo
que da la izquierda colombiana. Mientras la clase dirigente se unifica, mientras
la minoría que tiene todos los poderes en su mano logra superar las
diferencias filosóficas y políticas para defender sus intereses, la clase popular
que no cuenta sino con la superioridad numérica es pulverizada por los
dirigentes de los diferentes grupos progresistas que, muchas veces, ponen
más énfasis en las peleas que tienen entre sí que en su lucha contra la clase
dirigente.
La unión debe hacerse por encima de las ambiciones personales. Es
necesario que los jefes sepan que no podrán llegar a servir lealmente a la
revolución si no es mediante un sacrificio personal, por ese ideal, hasta las
últimas consecuencias.
En esta perspectiva la unidad implica la estructuración de una Plataforma
de Unidad, que no debería corresponder a la sumatoria de plataformas particulares, de
agendas, de actividades, o la imposición de una dinámica de trabajo sobre los otros. La
unidad implica despojarse del vanguardismo y asumir la construcción con otros, dejar de
lado Yo Tengo, para potenciar el Nosotros Construimos.

Movimientos Sociales ¿cómo expresión de clase?

Dinámicas como el Congreso de los Pueblos son expresión de clase en el siguiente


sentido, i) existen sujetos históricos, que leen la historia y reconocen su papel a jugar en
la transformación de la misma, es decir, sujetos reales en las transformaciones históricas,
ii) en relaciones no sólo de tipo objetivo, sino subjetivo e intersubjetivo; iii) rompen con la
visión historiográfica que asume y “construye” la historia a partir de los hechos de los
"grandes hombres que transforman la historia"; como consecuencia; iv) desarrollan una
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visión de la historia, de las transformaciones, de los cambios, en la que son los procesos,
los sujetos colectivos constituidos como "sujetos históricos", los que hacen la historia y de
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manera específica, v) se asumen como sujetos colectivos en una historia construida
desde abajo.
El Congreso de los Pueblos, puede considerarse como movimiento social en tanto,
i) su práctica genera un sentido de acción como sujeto político, como voluntades
colectivas8 complejas; ii) el sentido de su acción construye, plantea o se apropia de una
forma de expresión, de un lenguaje, (en el sentido de Wittgenstein), de narrativa
discursiva, social, política y económica; es el lenguaje de la acción popular que recrea9 la
tradición y la historia; iii) una clara postura frente al estado de cosas existe, del mundo,
del poder estatal.
En este orden de ideas, resulta importante esta línea de análisis, intentando situar
la reflexión en torno a este tipo de expresiones de movimientos sociales, i) no como
meras expresiones organizativas espontaneas, como una forma más de organización
social, sino ii) como sujetos históricos que pese a la apariencia de pompas de jabón,
pueden llegar a encarnar intereses como clase popular, muy seguramente puede ser el
germen de una “clase10”; iii) que no es clase popular por que comparta necesariamente
el espacio de la producción, del trabajo, la pobreza; sino porque, iv) adquiere su identidad
a partir del reconocimiento de las privaciones a las cuales es sometida por las actuales
formas del capitalismo, que se puede reconocer incluso, en la privación de las
posibilidades de las condiciones básicas para vivir.

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8
Laclau, E., Chantal, M, Hegemonía y estrategia socialista, edit., FCE, pág., 102, Argentina, 2006.
9
Wallerstein, I. (2008), pág., 127
10
Así con negrita, subrayado y en cursiva.

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