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Consagración Legal

La Leydispone que:

Quien tenga razón para temer que una obra nueva emprendida por otro,
sea en su propio suelo, sea en suelo ajeno, cause perjuicio a un inmueble,
a un derecho real o a otro objeto poseído por él, puede denunciar al Juez
la obra nueva, con tal que no esté terminada y de que no haya
transcurrido un año desde su principio (C.C., art. 785).

El Juez, previo conocimiento sumario del hecho y sin audiencia de la otra


parte, puede prohibir la continuación de la nueva obra o permitirla,
ordenando las precauciones oportunas; en el primer caso, para asegurar
el resarcimiento del daño producido por la suspensión de la obra, si la
oposición a su continuación resultare infundada por la sentencia
definitiva; y en el segundo para la demolición o reducción de la obra y
para el resarcimiento de los daños que puedan sobrevenir al denunciante,
si éste obtiene sentencia definitiva favorable, no obstante el permiso de
continuar la obra (C.C., art. 785, ap. único).

Supuestos de Procedencia

1º Para que proceda el interdicto que tratamos es necesario que exista


“una obra nueva emprendida por otro, sea en su propio suelo, sea en
suelo ajeno”.

A) Para que pueda hablarse de “obra nueva” se requiere que se trate del
resultado de una actividad humana.

B) Si la obra ya existía (no es nueva) el interdicto procedente es el


interdicto de daño temido o de obra vieja.

C) Es necesario que la obra sea ejecutada “en el suelo” lo que comprende


las obras ejecutadas en cosas que a su vez estén incorporadas al suelo.
Por lo demás, es irrelevante que el suelo en cuestión pertenezca al
ejecutor de la obra o a un tercero.

2° El actor debe tener razón para temer que la obra cause perjuicio a un
inmueble, a un derecho real o a otro objeto.

A) Ese temor debe ser fundado, puesto quela Leylo concede a “Quien
tenga razón para temer… “. La determinación de si el temor es fundado o
no, es una cuestión de hecho que en último término corresponderá
apreciar al Juez.

B) El temor debe ser causado por el peligro que representa la


continuación de la obra nueva.

C) Es necesario que el perjuicio no se haya causado aún. Si el daño ya se


produjo el interdicto es improcedente porque ya no puede cumplir su
finalidad que es preventiva. Sin embargo, si la obra nueva ya ha causado
algunos daños; pero existe razón para temer que cause otros más en lo
futuro puede intentarse el interdicto por lo que se refiere a estos posibles
daños futuros.

D) El perjuicio a que se refierela Leycuando se trata de un inmueble o de


“otro objeto” es su destrucción o deterioro total o parcial y en el caso de
los derechos reales es la privación del mismo (por ej.: por destrucción del
objeto sobre el cual recae) o el estorbo en su ejercicio siempre que para
éste se requiera el uso de la cosa y que ese uso no pueda ser objeto de
posesión porque en caso de serlo se estaría frente a un caso de
perturbación posesoria en el cual la acción procedente sería el interdicto
de amparo.

E) El objeto amenazado puede ser un inmueble, un derecho real u “otro


objeto”. Esta última expresión incluye a los muebles.
3° Es necesario que la obra no esté concluida porque la finalidad que
puede perseguir el actor al intentar el interdicto es que se paralice la
construcción o que se tomen ciertas precauciones caso contrario.

4 ° El interdicto debe intentarse antes de que haya transcurrido un año


desde el principio de la obra.

A) El plazo de referencias es de caducidad, no de prescripción.

B) Para algunos autores el simple hecho de acumular los materiales


constituye el principio de la obra; otros exigen que haya comenzado la
construcción. En general, se sostiene que el plazo debe empezarse a
contar desde el momento en que se realicen actos enderezados a la
ejecución de la obra que permitan descubrir con certeza la intención de
ejecutarla.

C) En todo caso el plazo corre independientemente de que el posible


actor conozca o ignore el hecho de que se haya emprendido la obra
nueva.

D) Aunque los trabajos de ejecución de la obra sean suspendidos por un


lapso más o menos largo, el término corre de igual manera desde el inicio
de aquélla.

Legitimación Activa

1º Puede intentar la acción el poseedor. Ello se deduce del texto literal


dela Leyque se refiere a “Quien tenga razón para temer que una obra
nueva… cause perjuicio a un inmueble, a un derecho real u a otro objeto
poseído por él, puede denunciar al Juez la obra nueva… “. En el mismo
sentido puede alegarse que la norma figura en el Título consagrado a la
posesión.
Nuestra jurisprudencia considera que el interdicto puede ser intentado no
sólo por el poseedor propiamente dicho sino también por el detentador.

2° Dada la finalidad de la acción, algunos autores consideran que el


interdicto puede ser intentado por el actor a título de propietario o de
titular de un derecho real incluso cuando no es poseedor. Dentro de esta
corriente se discute si el interdicto puede ser intentado por el acreedor
hipotecario o si éste sólo puede invocar la protección que le confiere el
artículo 1894 del Código Civil.

Legitimación Pasiva

La cuestión central en la materia gira en torno a si este interdicto es


personal o real. Si se admite que es personal sus efectos sólo podrían
hacerse valer frente al ejecutor de la obra o sus sucesores a título
universal. Caso contrario, también pueden hacerse valer contra cualquier
causahabiente del ejecutor de la obra, aun cuando lo sea a título
particular.

Esta última opinión es, en criterio de Aguilar Gorrondona, la más acertada


porque el objeto del derecho del actor es la obra misma. Dentro de esta
tesis, si el juez dicta la prohibición de proseguir la obra, dicha prohibición
subsiste aun cuando haya habido un cambio de dueño.

En caso de condominio, la doctrina suele sostener que si el peligro


proviene de que no se hayan ejecutado obras de conservación de la cosa
común ningún comunero tiene acción contra otro; pero que si el peligro
está determinado por la actividad de otros comuneros, la acción procede
contra éstos.

Efectos

El C.P.C. vigente establece en la materia un procedimiento diferente


donde no se distinguen las dos fases, sumaria y plenaria, previstas en el
Código derogado.
Según el nuevo régimen, el querellante hará la denuncia ante el Juez
competente expresando el perjuicio que teme y las circunstancias de
hecho pertinentes al caso y presentará junto con su querella el título que
invoca para solicitar la protección posesoria. Seguidamente, el Juez en el
menor tiempo posible, examinará cuidadosamente si se han llenado
dichos extremos, se trasladará al lugar indicado en la querella, y asistido
por un profesional experto, resolverá sin audiencia de la otra parte, sobre
la prohibición de continuar la obra nueva, o permitirla (C.P.C., art. 713).

Si el Juez resuelve permitir la continuación de la obra, se oirá apelación al


querellante en ambos efectos (C.P.C., arto 714, últ. aparte, in fine).

En cambio si el Juez prohibiere la continuación de la obra nueva


-prohibición que puede ser total o parcial- dictará las medidas que
considere necesarias para hacer efectiva esa decisión y conforme al art.
785 del Código Civil exigirá al querellante las garantías oportunas para
asegurar al querellado el resarcimiento del daño que la suspensión de la
obra le pueda producir y que resulten demostrados en el procedimiento
ordinario a que se refiere el articulo 716 del C.P.C. (C.P.C., art. 714,
encab.). Las obras que se realizaren no obstante la prohibición judicial
serán destruidas por cuenta del dueño y los respectivos pagos serán
abonados por éste (C.P.C., art. 714, ap. 1°). La resolución por la cual el
Juez prohíba la continuación de la obra puede ser apelada por el
querellado; pero dicha apelación no suspende la prohibición mientras
decida el Superior puesto que la misma sólo se oirá en un sólo efecto
(C.P.C., art. 714, últ. ap., in limine).

Por otra parte, prohibida la continuación de la obra, el querellado puede


también pedir al Tribunal que le permita continuarla, caso en el cual el
Juez con el dictamen favorable de los expertos que nombrará al efecto,
podrá acordar la autorización solicitada, previo el cumplimiento de las
recomendaciones y medidas de seguridad que hayan indicado los
expertos (C.P.C., art. 715, encab.), y exigiendo al querellado las garantías
oportunas para asegurar al querellante el resarcimiento del daño que la
continuación de la obra le pueda producir, y que resulte demostrado en el
procedimiento ordinario a que se refiere el artículo 716 (C.P.C., art. 715,
ap. único).
En lo sucesivo, todas las reclamaciones entre las partes se ventilarán
fuera del procedimiento interdictal en procedimiento ordinario, en el
entendido de que la demanda deberá proponerse dentro del año siguiente
a la terminación de la obra nueva o dentro del año siguiente al Decreto
que hubiere ordenado la suspensión total o parcial de la obra (C.P.C., art.
716, encab.). Caso contrario, consumada la caducidad quedarán
extinguidas las garantías constituidas en el interdicto (C.P.C., art. 716,
único ap.).

Naturaleza

1º Tradicionalmente se ha considerado el interdicto de obra nueva como


una acción posesoria. Contra esta opinión se ha señalado que en este
interdicto no se discute la posesión en el sentido de que ninguna de las
partes pretende sustituirse en la posesión de la otra. Esta opinión parece
ser la más acertada y además la más conforme con la concepción de
nuestro legislador que en el Código de Procedimiento Civil no lo regula
dentro de la sección intitulada “De los interdictos posesorios” sino en la
sección “De los interdictos prohibitivos”. Sin embargo hay autores
modernos que sostienen la tesis tradicional antes indicada, que tiene
apoyo ahora en la letra del art.713 C.P.C.

En todo caso, quienes admiten que el interdicto puede ser intentado por
el propietario o titular de un derecho real en su condición de tales y sin
que sean poseedores, necesariamente habrán de concluir que, al menos
en esa hipótesis, el interdicto es una acción petitoria.

2° De acuerdo con nuestra jurisprudencia, en este interdicto puede


discutirse la propiedad de la cosa o la titularidad del derecho real en el
sentido de que el ejecutor de la obra puede probar una u otra para
justificar su construcción.

INTERDICTO DE DAÑO TEMIDO O DE OBRA VIEJA


Consagración Legal

Dispone la Leyque:

Quien tuviere motivo racional para temer que un edificio, un árbol o


cualquiera otro objeto amenace con daño próximo un predio u otro objeto
poseído por él, tendrá derecho a denunciarlo al Juez y de obtener según
las circunstancias, que se tomen las medidas conducentes a evitar el
peligro, o que se intime al interesado la obligación de dar caución por los
daños posibles (C.C., art. 786).

Denominación

Ninguno de los dos nombres con que se conoce el interdicto de que


tratamos, es feliz. El nombre de “daño temido” podría aplicarse con igual
propiedad al interdicto de obra nueva y el nombre de “obra vieja” no tiene
en cuenta que la procedencia del interdicto que nos ocupa no presupone
una obra en el sentido de un resultado de la actividad humana.

Supuestos de Procedencia

1 ° Es necesario que exista un temor racional de que un edificio, un árbol


u otro objeto amenace con causar un daño próximo.

A) El temor debe ser racional, o sea, fundado, lo que en último término es


una cuestión de hecho que le toca resolver al Juez.

B) El temor debe obedecer a un daño próximo que un edificio, árbol u


otro objeto pueda causar.

C) La fuente del daño temido (un edificio, un árbol o cualquier otro objeto)
puede ser cualquier cosa capaz de producirlo sin que sea necesario que
se trate de una “obra” propiamente dicha, o sea, del resultado de una
actividad humana.

D) El objeto que crea la amenaza debe existir ya.

E) El daño temido debe ser próximo, lo que se contrapone tanto a daño


actual como a daño remoto. Si el daño ya se ha producido el interdicto
carece de sentido porque ninguna de las decisiones que en él puede
tomar el Juez podría remediar la situación. Sin embargo, si ya se han
producido daños; pero existe temor fundado de que se causen otros
daños, el interdicto procede respecto de estos últimos.

F) El daño temido debe consistir en una destrucción o deterioro.

2° El objeto amenazado puede ser un predio “u otro objeto” expresión


que debe interpretarse en toda su amplitud literal; pero desde luego no
incluye a las personas ya que éstas no son objetos.

3° Obsérvese que este interdicto no está sometido a ningún plazo de


caducidad.

Legitimación Activa

En esta materia procede repetir cuanto se ha dicho sobre la legitimación


activa en el interdicto de obra nueva.

Legitimación Pasiva

El interdicto debe intentarse contra la persona que será responsable en


caso de producirse el daño que se teme.
Efectos

1º De acuerdo con el C.P.C. derogado, si el Juez declaraba con lugar el


interdicto podía ordenar que se tomaran “las medidas conducentes a
evitar el peligro” o que el demandado prestara “caución por los daños
posibles”; pero no podía condenar al pago de daños causados ni resolver
cuestiones propias de juicio petitorios.

2° Conforme al C.P.C. vigente se procederá de acuerdo con el artículo 713


eiusdem y el Juez resolverá según las circunstancias sobre las medidas
conducentes a evitar el peligro o intimará al querellado a constituir
garantías suficientes para responder de los daños posibles “de acuerdo a
lo pedido por el querellante” (C.P.C., art. 717).

De la resolución que dicte el Juez “cualquiera que ella sea” se oirá


apelación a un solo efecto (C.P.C., art. 718) y en lo sucesivo “toda
reclamación entre las partes se ventilará por el procedimiento ordinario”
(C.P.C., art. 719).

El Interdicto de obra nueva, es la intervención sumaria judicial para


suspender una obra que esta comenzando.

Suspensión de obra nueva de vecinos por ocultación de vistas,


suspensión de obra nueva de edificios por extralimitaciones es lo más
común en las demandas de interdictos de obra nueva.

El interdicto de obra nueva

La característica fundamental del interdicto de obra nueva, es que se


inicia por la suspensión automática y fulminante de la obra, acordada por
el juez a instancia de una parte, y sin audiencia de la otra.

«Presentada la demanda de interdicto de obra nueva -dice el artículo


1.663 de la LEC- dictará el juez providencia, acordando que se requiera al
dueño de la obra para que la suspenda en el estado en que se halle, bajo
apercibimiento de demolición de lo que se edifique»;

«inmediatamente se hará el requerimiento al dueño de la obra, si en ella


fuere hallado, y en otro caso al director o encargado de la misma, para
que en el acto suspendan los trabajos» (art. 1.664-1. LEC°).

El planteamiento del interdicto


Presentada la demanda de interdicto de obra nueva dictará el Juez
providencia, acordando que se requiera al dueño de la obra para que la
suspenda en el estado en que se halle, bajo apercibimiento de demolición
de lo que se edifique, y que se cite a los interesados a juicio verbal,
señalando, para su celebración, el día más próximo posible, pasados los
tres días siguientes al de la notificación de esta providencia,
previniéndoles que en él deberán presentar los documentos en que
intenten apoyar sus pretensiones.

A la demanda se acompañará copia de la misma en papel común, la que


será entregada al demandado cuando se le haga la citación.

El dueño de la obra podrá pedir que se le permita hacer las que sean
absolutamente indispensables para la conservación de lo edificado.

El Juez lo concederá de plano con toda urgencia, si lo considerase justo.

La vista de la obra por el Juez del Interdicto

Podrá el Juez acordar, para mejor proveer, la inspección ocular de la


obra, para lo cual, si lo estima necesario, nombrará un perito.

A esta diligencia, que habrá de practicarse dentro de los tres días


siguientes al de la celebración del juicio, a no exigir mayor dilación
alguna causa insuperable, podrán asistir los interesados, acompañados
de sus defensores y de un perito de su elección, si lo estimaren
conveniente.

El perito nombrado por el Juez no será recusable, aunque las partes


podrán exponer los motivos que tengan para dudar de su imparcialidad.

Tanto del juicio como de la diligencia de inspección se extenderán las


oportunas actas, en que se consignen sus resultados, firmándolas todos
los concurrentes.

La sentencia judicial del interdicto

Dentro de los tres días siguientes al de la celebración del juicio verbal o al


de la diligencia de inspección, en su caso, el Juez dictará sentencia.

Apelación de la sentencia de suspensión de obra nueva

La que mande alzar la suspensión de la obra será apelable en ambos


efectos; la en que se acuerde la ratificación, lo será sólo en uno.

La sentencia en que se ratifique la suspensión de la obra se llevará


inmediatamente a efecto, sin esperar a que pase el término para apelar.
Para ello, el actuario se constituirá en la obra, y extenderá diligencia del
estado, altura y demás condiciones en que se halle, apercibiendo al
demandado con la demolición a su costa de lo que allí en adelante se
edificare.

CONCEPTO DE INTERDICTO

Un interdicto es un procedimiento judicial sumario y de tramitación sencilla,


cuyo objetivo es atribuir la posesión de una cosa a una determinada
persona física o jurídica frente a otra, de manera provisional. El interdicto
también se puede plantear para el caso de que exista una reclamación por
algún daño inminente, cuya urgencia habrá de quedar justificada.

Asimismo, el interdicto se puede utilizar como protección ante cualquier


agresión o turbación que una persona sufra sobre su pacífica posesión.

Humberto Cuenca afirma que el interdicto es una medida cautelar por medio de


la cual el estado dispensa tutela jurídica a la posesión para evitar la alteración
del orden social y que alguien pueda hacerse justicia por sí misma.

En la actualidad suelen tomarse como sinónimos interdictos y acciones


posesorias, siendo medios jurídicos para hacer valer por vía sumaria, los
derechos del poseedor, que puede ser o no propietario del bien, cabiendo
luego en su caso el proceso ordinario para discutir la titularidad del dominio.
En resumen concluimos que el interdicto es un juicio posesorio, sumario, de
carácter extraordinario, de trámite sencillo y breve en donde se decide sobre la
posesión de la cosa y es por ello que se requiere que el querellante esté en
posesión del objeto del litigio:

  NATURALEZA JURÍDICA

 En cuanto a la naturaleza jurídica los interdictos nacen en el derecho romano,


posteriormente tuvieron modificaciones a través del derecho canónico, en la
práctica se discute sobre su naturaleza mobiliaria o inmobiliaria, real o
personal, la acción de despojo puede ser mobiliaria o inmobiliaria.

El artículo 783 del código civil admite que la desposesión puede ser sobre
bienes muebles y sobre bienes  inmuebles.

Artículo 783 C.C.:  Quien haya sido despojado de la posesión, cualquiera que


ella sea, de una cosa mueble o inmueble, puede dentro del año del despojo,
pedir contra el autor de él, aunque fuere el propietario, que se le restituya en la
posesión.

El amparo es de naturaleza inmobiliaria tal como lo establece el artículo 782 del


código civil, el cual señala que el que se encontrare por más de un año en la
posesión legítima de un inmueble o de una universalidad de muebles puede
intentar la acción, es evidente que el interdicto de amparo es de naturaleza
inmobiliarias.

En cuanto al carácter o naturaleza de la acción, si se trata de una acción real o


de una acción personal, la jurisprudencia está dividida, para unos el interdicto
de amparo y de despojo son acciones reales porque se refieren a la cosa, la
acción no se intenta para exigir al querellado el cumplimiento de una obligación
sino que la acción se intenta para proteger la acción.  En cuanto a los
interdictos prohibitivos también la jurisprudencia lo considera acciones reales.

En Venezuela los interdictos son acogidos en el código en el año 1936.

En cuanto a la diferencia entre los interdictos prohibitivos y los posesorios el Dr


Henriquez La Roche sostiene que la diferencia no estriba en el objeto de la
pretensión. Todos por igual pretenden la protección posesoria, aún cuando solo
se denominen posesorios solos a los de amparo y despojo, pero la conditio
sine qua non del interdicto prohibitivo, también es la posesión. La ley protege la
posesión como manifestación o apariencia externa de juricidad. La diferencia
radica en la causa de pedir, en los posesorios el hecho que motiva la
protección posesoria es cometido por el sujeto en forma directa sobre la cosa
poseída. El despojo es apoderamiento violento o no, que una persona hace por
si sola, sin autorización de los Tribunales o del poder Público de cosa o
derecho de otra persona. La privación de la cosa por la autoridad competente y
por los trámites legales no constituye propiamente despojo, aunque se haga
violentamente y se le dé tal nombre. La perturbación son los actos que
propiamente obstaculizan la posesión e impiden el libre goce del inmueble o de
la universalidad de muebles, o bien la servidumbre (de paso, aguas, cloacas,
conductores eléctricos etc) u otro derecho real. En el caso de los prohibitivos, la
perturbación o amenaza de daño a la cosa poseída por quien reclama la
protección posesora, es cometida indirectamente por el tercero en cuanto
realiza actos propios en un bien poseído o detentado por él, circunvecino al del
afectado, que produce un peligro actual o inminente a su posesión.Los
interdictos prohibitivos son en ejemplos conspicuos de acciones cautelares,
autónomas no instrumentalizadas a una providencia subsecuente, cuyo
objetivo es precaver un daño aun no ocurrido, mediante la actuación a priori de
la actividad jurisdiccional, fundada en amenaza o riesgo cierto e inminente, en
esto difiere de la tutela jurisdiccional represiva en la cual el Juez actúa a  luego
de consumado el daño que origina el interés de la acción.

INTERDICTOS PROHIBITIVOS

 Humberto Cuenca afirma que el interdicto es una medida cautelar por medio


de la cual el estado dispensa tutela jurídica a la posesión para evitar la
alteración del orden social y que alguien pueda hacerse justicia por sí misma.

NATURALEZA JURÍDICA DE LOS INTERDICTOS.

Según el procesalista Francisco Brice existe una diferencia fundamental entre


estos interdictos y los demás porque estos no se refieren a actos perturbatorios
ni de despojo sino a actos ya efectuados que se puedan dañar o afectar la cosa
poseída.

 CARACTERÍSTICAS DE INTERDICTO DE OBRA NUEVA

1. En este interdicto el Juez, debe estar asistido por un experto.

2. El Juez exigirá al momento de suspender la obra, una garantía suficiente


al querellante para  responder de los posibles daños que pudiese causar
al dictar el decreto respectivo.

3. Las obras realizadas en contravención, a lo ordenado por el Juez serán


destruidas.

4. El querellado puede solicitar al Juez que lo autorice para continuar la


obra en este caso el Juez deberá solicitar garantía para autorizarlo a
ello.

5. Tiene apelación la resolución del Juez que prohíba la continuación de la


obra. Art. 714 C.P.C.  La resolución del Juez prohibiendo la continuación
de la obra tiene apelación en un solo efecto y solo se le oirá al
querellado y la resolución del Juez que ordene la continuación de la obra
tiene apelación a doble efecto y solo se le oirá apelación al querellante.

Legitimado activo: La acción puede intentarla cualquier persona, el poseedor, el


mismo dueño.

Legitimado pasivo: Son las personas autores de la obra.

  

Procedimiento del interdicto de obra nueva previsto en el Art. 713 y siguientes


del C.P.C. en concordancia 785 C.C.V.

La acción procede tal como lo señala el C.C. cuando la persona tenga razón
para temer que una obra nueva emprendida por otro sea en su propio suelo o
sea en suelo ajeno, cause perjuicio a un inmueble a un derecho real o aun
objeto poseído por el en este caso se puede denunciar tal hecho ante el Juez
siempre que la obra no esté terminada y que no haya transcurrido más de un
año desde que comenzó la misma.

Es competente para conocer de la acción el Juez de Distrito o Dpto. (Municipio)


del lugar donde se encuentre la obra a menos que exista un tribunal de 1ra.
Instancia en el lugar, caso en el cual conocerá de la acción el tribunal.

REQUISITOS:

La obra no debe de estar concluida, deben reunirse dos condiciones.

  Que la obra sea emprendida por otro.

 Que el querellado tenga motivos para temer que dicha obra pueda
causar daño a la cosa que el posee, podríamos concluir que debe
tratarse de trabajos de conclusión, reformas, remodelaciones que
produzca innovación en el estado anterior de la cosa, pueden tratarse de
construcciones en el terreno superficiales o subterráneos y así mismo
pueden ser construcciones en terrenos privados, municipales o del
dominio público.

PROCEDIMIENTO

Este interdicto comienza con una solicitud que debe hacerse ante el tribunal
competente allí el querellante deberá expresar la descripción del hecho y
deberá acompañar las pruebas pertinente, el tribunal se trasladará al lugar de
los hechos asistido por un práctico, si considera que están dados los elementos
necesarios acordará la suspensión de la obra, el querellado podrá solicitar se le
autorice a continuar la obra en forma total y parcial, en este caso, el Juez
condenará que se practique  una experticia y con el dictamen favorable de los
expertos puede autorizar que se continúe con la obra tomando en cuenta y
ordenando practicar todas las medidas necesarias para evitar causar daño
alguno al querellante, en este caso el Juez solicitará sea presentada garantía
suficiente por parte del querellado para responder de los daños que pudieren
causar la obra.  En lo sucesivo toda reclamación entre las partes deben ser
tramitadas por el juicio ordinario, la demanda deberá proponerse dentro del año
siguiente a la terminación de la obra o dentro del año siguiente al decreto que
hubiese ordenado la intimación de la obra.

INTERDICTO DE OBRA VIEJA O DAÑO TEMIDO

A diferencia del caso anterior esta acción procede cuando el querellante o


poseedor tiene motivo racional para temer, que un edificio viejo, un árbol o
cualquier otro objeto amenace con daño próximo un predio u otro objeto
poseído por el querellante en este caso se puede intentar la denuncia para
obtener del Juez que se tomen las medidas conducentes para evitar el peligro y
también se puede intimar al querellado para que este, tome las medidas para
evitar causar el daño, los legitimados activos y pasivos en el procedimiento de
este interdicto son los mismos.

REQUISITOS

Que el querellante tenga razón para temer un daño próximo.

Que la amenaza provenga de un edificio, de un árbol o de cualquier otro objeto


poseído por un tercero.

Que recaiga sobre un predio u otro objeto que, este en posesión del
querellante.

Las resoluciones que tome el Juez en cualquier caso tendrán apelación en un


solo efecto.

En el caso del interdicto de obra vieja, el Juez puede ordenar la demolición del
bien que este causando el daño.

En caso de nuevas reclamaciones las partes deberán intentarla por el juicio


ordinario.

DIFERENCIAS ENTRE LOS INTERDICTOS PROHIBITIVOS E INTERDICTOS


POSESORIOS

Los interdictos prohibitivos no constituyen por sí mismo una controversia


autónoma, separada, independiente, relativa a la cosa sino un derecho a
prevenir la amenaza o peligros temidos  accesorio o emanado del principal que
se tiene sobre la cosa como poseedor o propietario de la misma no hay
protección a la posesión o a la propiedad sino que lo que se obtiene es la tutela
provisional de un probable derecho del demandante contra un  eventual posible
daño.
Por la naturaleza de los hechos los interdictos posesorios nacen de hechos,
consumados (Perturbación, despojos) mientras que los prohibitivos nacen de
un daño tenido o próximo pero no realizado todavía.

PROTECCIÓN INTERDICTAL

Introducción

Aguilar Gorrondona (2007), indica que de acuerdo a la doctrina, la


protección interdictal y la usucapión son los dos efectos más típicos de la
posesión. En especial los interdictos o acciones posesorias constituyen
defensas específicas de la posesión.

INTERDICTO DE OBRA NUEVA

Consagración Legal

La Ley dispone que:

Quien tenga razón para temer que una obra nueva emprendida por otro,
sea en su propio suelo, sea en suelo ajeno, cause perjuicio a un inmueble,
a un derecho real o a otro objeto poseído por él, puede denunciar al Juez
la obra nueva, con tal que no esté terminada y de que no haya
transcurrido un año desde su principio (C.C., art. 785).

El Juez, previo conocimiento sumario del hecho y sin audiencia de la otra


parte, puede prohibir la continuación de la nueva obra o permitirla,
ordenando las precauciones oportunas; en el primer caso, para asegurar
el resarcimiento del daño producido por la suspensión de la obra, si la
oposición a su continuación resultare infundada por la sentencia
definitiva; y en el segundo para la demolición o reducción de la obra y
para el resarcimiento de los daños que puedan sobrevenir al denunciante,
si éste obtiene sentencia definitiva favorable, no obstante el permiso de
continuar la obra (C.C., art. 785, ap. único).

Supuestos de Procedencia

1º Para que proceda el interdicto que tratamos es necesario que exista


“una obra nueva emprendida por otro, sea en su propio suelo, sea en
suelo ajeno”.

A) Para que pueda hablarse de “obra nueva” se requiere que se trate del
resultado de una actividad humana.

B) Si la obra ya existía (no es nueva) el interdicto procedente es el


interdicto de daño temido o de obra vieja.

C) Es necesario que la obra sea ejecutada “en el suelo” lo que comprende


las obras ejecutadas en cosas que a su vez estén incorporadas al suelo.
Por lo demás, es irrelevante que el suelo en cuestión pertenezca al
ejecutor de la obra o a un tercero.

2° El actor debe tener razón para temer que la obra cause perjuicio a un
inmueble, a un derecho real o a otro objeto.

A) Ese temor debe ser fundado, puesto quela Leylo concede a “Quien
tenga razón para temer… “. La determinación de si el temor es fundado o
no, es una cuestión de hecho que en último término corresponderá
apreciar al Juez.

B) El temor debe ser causado por el peligro que representa la


continuación de la obra nueva.

C) Es necesario que el perjuicio no se haya causado aún. Si el daño ya se


produjo el interdicto es improcedente porque ya no puede cumplir su
finalidad que es preventiva. Sin embargo, si la obra nueva ya ha causado
algunos daños; pero existe razón para temer que cause otros más en lo
futuro puede intentarse el interdicto por lo que se refiere a estos posibles
daños futuros.

D) El perjuicio a que se refierela Leycuando se trata de un inmueble o de


“otro objeto” es su destrucción o deterioro total o parcial y en el caso de
los derechos reales es la privación del mismo (por ej.: por destrucción del
objeto sobre el cual recae) o el estorbo en su ejercicio siempre que para
éste se requiera el uso de la cosa y que ese uso no pueda ser objeto de
posesión porque en caso de serlo se estaría frente a un caso de
perturbación posesoria en el cual la acción procedente sería el interdicto
de amparo.

E) El objeto amenazado puede ser un inmueble, un derecho real u “otro


objeto”. Esta última expresión incluye a los muebles.

3° Es necesario que la obra no esté concluida porque la finalidad que


puede perseguir el actor al intentar el interdicto es que se paralice la
construcción o que se tomen ciertas precauciones caso contrario.

4 ° El interdicto debe intentarse antes de que haya transcurrido un año


desde el principio de la obra.

A) El plazo de referencias es de caducidad, no de prescripción.

B) Para algunos autores el simple hecho de acumular los materiales


constituye el principio de la obra; otros exigen que haya comenzado la
construcción. En general, se sostiene que el plazo debe empezarse a
contar desde el momento en que se realicen actos enderezados a la
ejecución de la obra que permitan descubrir con certeza la intención de
ejecutarla.

C) En todo caso el plazo corre independientemente de que el posible


actor conozca o ignore el hecho de que se haya emprendido la obra
nueva.

D) Aunque los trabajos de ejecución de la obra sean suspendidos por un


lapso más o menos largo, el término corre de igual manera desde el inicio
de aquélla.

Legitimación Activa

1º Puede intentar la acción el poseedor. Ello se deduce del texto literal


dela Ley que se refiere a “Quien tenga razón para temer que una obra
nueva… cause perjuicio a un inmueble, a un derecho real u a otro objeto
poseído por él, puede denunciar al Juez la obra nueva… “. En el mismo
sentido puede alegarse que la norma figura en el Título consagrado a la
posesión.

Nuestra jurisprudencia considera que el interdicto puede ser intentado no


sólo por el poseedor propiamente dicho sino también por el detentador.

2° Dada la finalidad de la acción, algunos autores consideran que el


interdicto puede ser intentado por el actor a título de propietario o de
titular de un derecho real incluso cuando no es poseedor. Dentro de esta
corriente se discute si el interdicto puede ser intentado por el acreedor
hipotecario o si éste sólo puede invocar la protección que le confiere el
artículo 1894 del Código Civil.

Legitimación Pasiva

La cuestión central en la materia gira en torno a si este interdicto es


personal o real. Si se admite que es personal sus efectos sólo podrían
hacerse valer frente al ejecutor de la obra o sus sucesores a título
universal. Caso contrario, también pueden hacerse valer contra cualquier
causahabiente del ejecutor de la obra, aun cuando lo sea a título
particular.

Esta última opinión es, en criterio de Aguilar Gorrondona, la más acertada


porque el objeto del derecho del actor es la obra misma. Dentro de esta
tesis, si el juez dicta la prohibición de proseguir la obra, dicha prohibición
subsiste aun cuando haya habido un cambio de dueño.

En caso de condominio, la doctrina suele sostener que si el peligro


proviene de que no se hayan ejecutado obras de conservación de la cosa
común ningún comunero tiene acción contra otro; pero que si el peligro
está determinado por la actividad de otros comuneros, la acción procede
contra éstos.

Efectos

El C.P.C. vigente establece en la materia un procedimiento diferente


donde no se distinguen las dos fases, sumaria y plenaria, previstas en el
Código derogado.

Según el nuevo régimen, el querellante hará la denuncia ante el Juez


competente expresando el perjuicio que teme y las circunstancias de
hecho pertinentes al caso y presentará junto con su querella el título que
invoca para solicitar la protección posesoria. Seguidamente, el Juez en el
menor tiempo posible, examinará cuidadosamente si se han llenado
dichos extremos, se trasladará al lugar indicado en la querella, y asistido
por un profesional experto, resolverá sin audiencia de la otra parte, sobre
la prohibición de continuar la obra nueva, o permitirla (C.P.C., art. 713).

Si el Juez resuelve permitir la continuación de la obra, se oirá apelación al


querellante en ambos efectos (C.P.C., arto 714, últ. aparte, in fine).

En cambio si el Juez prohibiere la continuación de la obra nueva


-prohibición que puede ser total o parcial- dictará las medidas que
considere necesarias para hacer efectiva esa decisión y conforme al art.
785 del Código Civil exigirá al querellante las garantías oportunas para
asegurar al querellado el resarcimiento del daño que la suspensión de la
obra le pueda producir y que resulten demostrados en el procedimiento
ordinario a que se refiere el articulo 716 del C.P.C. (C.P.C., art. 714,
encab.). Las obras que se realizaren no obstante la prohibición judicial
serán destruidas por cuenta del dueño y los respectivos pagos serán
abonados por éste (C.P.C., art. 714, ap. 1°). La resolución por la cual el
Juez prohíba la continuación de la obra puede ser apelada por el
querellado; pero dicha apelación no suspende la prohibición mientras
decida el Superior puesto que la misma sólo se oirá en un sólo efecto
(C.P.C., art. 714, últ. ap., in limine).

Por otra parte, prohibida la continuación de la obra, el querellado puede


también pedir al Tribunal que le permita continuarla, caso en el cual el
Juez con el dictamen favorable de los expertos que nombrará al efecto,
podrá acordar la autorización solicitada, previo el cumplimiento de las
recomendaciones y medidas de seguridad que hayan indicado los
expertos (C.P.C., art. 715, encab.), y exigiendo al querellado las garantías
oportunas para asegurar al querellante el resarcimiento del daño que la
continuación de la obra le pueda producir, y que resulte demostrado en el
procedimiento ordinario a que se refiere el artículo 716 (C.P.C., art. 715,
ap. único).

En lo sucesivo, todas las reclamaciones entre las partes se ventilarán


fuera del procedimiento interdictal en procedimiento ordinario, en el
entendido de que la demanda deberá proponerse dentro del año siguiente
a la terminación de la obra nueva o dentro del año siguiente al Decreto
que hubiere ordenado la suspensión total o parcial de la obra (C.P.C., art.
716, encab.). Caso contrario, consumada la caducidad quedarán
extinguidas las garantías constituidas en el interdicto (C.P.C., art. 716,
único ap.).

Naturaleza

1º Tradicionalmente se ha considerado el interdicto de obra nueva como


una acción posesoria. Contra esta opinión se ha señalado que en este
interdicto no se discute la posesión en el sentido de que ninguna de las
partes pretende sustituirse en la posesión de la otra. Esta opinión parece
ser la más acertada y además la más conforme con la concepción de
nuestro legislador que en el Código de Procedimiento Civil no lo regula
dentro de la sección intitulada “De los interdictos posesorios” sino en la
sección “De los interdictos prohibitivos”. Sin embargo hay autores
modernos que sostienen la tesis tradicional antes indicada, que tiene
apoyo ahora en la letra del art.713 C.P.C.

En todo caso, quienes admiten que el interdicto puede ser intentado por
el propietario o titular de un derecho real en su condición de tales y sin
que sean poseedores, necesariamente habrán de concluir que, al menos
en esa hipótesis, el interdicto es una acción petitoria.
2° De acuerdo con nuestra jurisprudencia, en este interdicto puede
discutirse la propiedad de la cosa o la titularidad del derecho real en el
sentido de que el ejecutor de la obra puede probar una u otra para
justificar su construcción.

INTERDICTO DE DAÑO TEMIDO O DE OBRA VIEJA

Consagración Legal

Dispone la Leyque:

Quien tuviere motivo racional para temer que un edificio, un árbol o


cualquiera otro objeto amenace con daño próximo un predio u otro objeto
poseído por él, tendrá derecho a denunciarlo al Juez y de obtener según
las circunstancias, que se tomen las medidas conducentes a evitar el
peligro, o que se intime al interesado la obligación de dar caución por los
daños posibles (C.C., art. 786).

Denominación

Ninguno de los dos nombres con que se conoce el interdicto de que


tratamos, es feliz. El nombre de “daño temido” podría aplicarse con igual
propiedad al interdicto de obra nueva y el nombre de “obra vieja” no tiene
en cuenta que la procedencia del interdicto que nos ocupa no presupone
una obra en el sentido de un resultado de la actividad humana.

Supuestos de Procedencia

1 ° Es necesario que exista un temor racional de que un edificio, un árbol


u otro objeto amenace con causar un daño próximo.

A) El temor debe ser racional, o sea, fundado, lo que en último término es


una cuestión de hecho que le toca resolver al Juez.

 B) El temor debe obedecer a un daño próximo que un edificio, árbol u


otro objeto pueda causar.

C) La fuente del daño temido (un edificio, un árbol o cualquier otro objeto)
puede ser cualquier cosa capaz de producirlo sin que sea necesario que
se trate de una “obra” propiamente dicha, o sea, del resultado de una
actividad humana.

D) El objeto que crea la amenaza debe existir ya.

E) El daño temido debe ser próximo, lo que se contrapone tanto a daño


actual como a daño remoto. Si el daño ya se ha producido el interdicto
carece de sentido porque ninguna de las decisiones que en él puede
tomar el Juez podría remediar la situación. Sin embargo, si ya se han
producido daños; pero existe temor fundado de que se causen otros
daños, el interdicto procede respecto de estos últimos.

F) El daño temido debe consistir en una destrucción o deterioro.

2° El objeto amenazado puede ser un predio “u otro objeto” expresión


que debe interpretarse en toda su amplitud literal; pero desde luego no
incluye a las personas ya que éstas no son objetos.

3° Obsérvese que este interdicto no está sometido a ningún plazo de


caducidad.

Legitimación Activa

 En esta materia procede repetir cuanto se ha dicho sobre la legitimación


activa en el interdicto de obra nueva.

Legitimación Pasiva

El interdicto debe intentarse contra la persona que será responsable en


caso de producirse el daño que se teme.

Efectos

1º De acuerdo con el C.P.C. derogado, si el Juez declaraba con lugar el


interdicto podía ordenar que se tomaran “las medidas conducentes a
evitar el peligro” o que el demandado prestara “caución por los daños
posibles”; pero no podía condenar al pago de daños causados ni resolver
cuestiones propias de juicio petitorios.

2° Conforme al C.P.C. vigente se procederá de acuerdo con el artículo 713


eiusdem y el Juez resolverá según las circunstancias sobre las medidas
conducentes a evitar el peligro o intimará al querellado a constituir
garantías suficientes para responder de los daños posibles “de acuerdo a
lo pedido por el querellante” (C.P.C., art. 717).

De la resolución que dicte el Juez “cualquiera que ella sea” se oirá


apelación a un solo efecto (C.P.C., art. 718) y en lo sucesivo “toda
reclamación entre las partes se ventilará por el procedimiento ordinario”
(C.P.C., art. 719). 
En cuanto al término de caducidad, el interdicto de obra nueva tiene un
término de un año a partir de las circunstancias de que se deriva la
consecuencia inminente, en tanto que la denuncia de obra vieja no está
sujeta a ningún término de caducidad. Esto que hemos denominado
término de caducidad siguiendo la línea de un viejo profesor nuestro,
también es considerada como término útil para el ejercicio de la acción,
por otros estudiosos del derechos, más ambos conceptos no se
contradicen entre si.

En la consideración cronológica del proceso judicial de los interdictos


denominados prohibitivos determinar previamente el problema d ella
legitimación activa y pasiva de las partes en estos Juicios.

En cuanto al legitimado activo, o persona con capacidad procesal para el


ejercicio de la acción o de la denuncia, es obvio que habiendo
encuadrado el legislador la institución, sustantiva y adjetivamente, en el
campo d ella posesión y la protección posesoria (interdictos), el
legitimado activo por excelencia es el poseedor en su más genérico
sentido, tanto al poseedor de hecho como al poseedor de derecho, o más
estrictamente pronunciado, al poseedor actual y/o el propietario actuando
como poseedor legítimo. Esta afirmación nos coloca en trinchera opuesta
a la del maestro Borjas, pues en su consideración el ejercicio de esta
acción es restringida para ciertos mediadores posesorios como el
arrendatario o el comodatario antes que nosotros consideramos
legitimados para el ejercicio de dicha acción. Nuestro tantas veces
comentado Kummerow, señala que "en los casos de inmuebles vendidos,
pero no entregados materialmente, la denuncia puede ser propuesta tanto
por el comprador, que ha llegado a ser propietario, como por el vendedor,
que tiene el deber de custodiar y la obligación de entregar", lo cual reseña
por si solo la extensión que dicho jurista asigna al legitimado activo, pues
siendo la compraventa un contrato consensual (sujeto a una condición
registral en los casos de inmuebles), el vendedor que ha vendido el bien,
no puede ser calificado de poseedor legitimado, ni actual o de hecho,
cuando tampoco tiene una relación directa con el objeto vendido.

Legitimado pasivo es el responsable d ella obra bien del constructor, del


propietario, del administrador o de cualquiera que sea el poseedor de
ellos derechos inherentes d ella obra (nueva o vieja), siempre represente
el bien o responda d ella obra. Cuando se trata de obra nueva, el
legitimado pasivo por antonomasia es el ejecutor de la obra, sin que se
circunscriba a dicha persona toda la responsabilidad. Cuando se trata de
obra vieja, el propietario es la persona contra quien preferiblemente debe
intentarse la denuncia correspondiente.

Dentro de los supuestos excluidos a la legitimación de las partes, se


excluyen para el ejercicio de la acción los acreedores hipotecarios y
anticreticos. Estando tan de moda el llamado sistema de propiedad
horizontal, debemos señalar que el legitimado activo para ejercer la
acción es la Junta Directiva del condominio o a quienes ellos designen
como representante legal con dicha facultad (entiéndase administrador o
apoderado judicial) y en los casos de legitimación pasiva la misma
directiva del condominio.

La acción se hará por escrito que el legitimado dirija a cualquier Juez que
tenga Jurisdicción en lo Civil (no importa la competencia por la cuantía)
del lugar, territorio o jurisdicción donde se encuentre la obra (vieja o
nueva). Al hablar de escrito debe entenderse un libelo de demanda con
las especificaciones que para la validez de tal libelo requiere el Código de
Procedimiento Civil.

SUJETOS DE LA ACCIÓN INTERDICTAL.


Al igual que en las controversias del proceso ordinario o de cualquier otra
controversia procesal, deben diferenciarse los sujetos de la relación
obligacional o causal, de los sujetos de la relación procesal. En el primer
caso, están legitimados causalmente, y en segundo, procesalmente. La
diferencia, normalmente, estriba en :

a) que quien ejerce el derecho de petición o acción, sea la misma


persona con derecho a tal ejercicio o sus causahabientes a cualquier
título.

b) en que legitimado pasivo, procesalmente hablando, requiere estar a


derecho por medio del sistema de la citación o por cualquier otro medio
sustantivo.

Legitimado activos.- El legitimado activo en la relación causal es la


persona del poseedor que posee el bien sobre el que se ha producido la
perturbación o el despojo, dentro de las siguientes características :

1.- Que se trate de un poseedor legítimo o de un poseedor de buena fe.

2.- Que haya ejercido la posesión por más de un año.

3.- Que se trate de un poseedor actual.

4.- De no tratarse de poseedor legítimo, de buena fe o actual, el ejercicio


posesorio debe ser en interés primario del poseedor legítimo o de buena
fe.

Cuando el legitimado activo de la relación causal se convierte en


legitimado activo de la relación procesal, debe añadirse la existencia de :
5.- El hecho generador que haya causado la perturbación o el despojo.

6.- Si es un mediador posesorio, debe ejercer la acción en interés del


poseedor superior.

7.- Los hechos generadores de la tutela interdictal deben haber sucedido


en término de un año computado desde la fecha de la acción hacia atrás
hasta el momento en que ocurrió la Perturbación o el Despojo. Este es un
término fatal, de caducidad, pues pasado el año puede el Juez, aún de
oficio, declarar la improcedencia de la acción. Para los efectos del
cómputo no es válido el día en que se inició la perturbación o el despojo.

8.- Que se traten de lesiones sobre bienes poseíbles o que puedan ser
objeto de la posesión.

Solo en circunstancias en que el accidente o querellante reúnan las


condiciones señaladas, su acción será procedente, a reserva d ellos
hechos probatorios a que estuviere obligado a probar y no hiciere. La
falta de los requisitos enunciados producirá la improcedencia de la
acción, salvo que estuviese una consagración de régimen excepcional.
Este régimen de excepción, por ejemplo, pudiera deducirse del art. 782
del Código Civil vigente que en su segundo aparte es del tenor siguiente :

"En caso de una posesión por menos tiempo, el poseedor no tiene esta
acción sino contra el no poseedor o contra quien lo fuere por un tiempo
más breve".

Esta disposición, en criterio de nuestros más destacados juristas, resultó


ambigua y sorpresiva. Se trata de crear una situación de equilibrio ficticia
entre quien posee por más de un año y quien no logre consolidar su
posesión por ese tiempo mínimo.

Cuando se trata de una acción contra un perturbador que no haya llegado


a constituirse siguiera en poseedor rival, sino que existe en él una
pretensión racional de llegar a ser poseedor por su conducta
perturbadora, es lógico que se le permita el ejercicio de esta acción, o
dicho en otras palabras, cuando se trata de simple perturbación,
parécenos que nada impide la acción interdictal de quien tenga menos de
un año poseyendo, pues el poseedor rival no es más que una situación de
expectativa que molesta su paz posesoria ; pero sostenerlo en los
mismos términos cuando se trata de un poseedor rival que ha despojado
al poseedor actual, resulta un contrasentido, una gradación de posesión
por el que tenga más tiempo. En este caso, resulta que es mejor poseedor
el que tenga más tiempo poseyendo, lo cual no traduce una realidad
cierta en el mundo de la posesión. Para nosotros, la posesión debe
consolidarse por el tiempo, para no ser una simple detentación y el
tiempo mínimo de consolidación es de un año, conforme al dispositivo
del acápite del mismo artículo 782, que condiciona el derecho a la tutela
interdictal con la posesión ultra-anual.

Es tal ambigüedad de esta excepción, consagrada a partir de 1942, que la


casación en sentencia del 10 de marzo de 1966, confirmando la doctrina
sostenida el 4 de noviembre de 1964, expresó :

".... ante la antinomia existente entre la primera y última parte del art. 782,
por establecer dos lapsos distintos de temporalidad de la posesión
legítima para el ejercicio del interdicto de amparo, el lapso rector es el de
la ultra-anualidad y no el de infraanualidad". (ver criterio discrepante de
Parra).

LEGITIMADOS PASIVOS.

Son legitimados pasivos en una acción interdictal desde el punto de vista


causal quienes estén caracterizados conforme a las siguientes pautas :

a) Perturbador o despojador de un bien poseído por un poseedor


legítimo y actual, lesionando los derechos y el normal ejercicio posesorio
de éste, turbando la paz posesoria o despojando al poseedor del bien
poseído.
b) Voluntad consciente, racional y exteriorizada de convertirse en un
poseedor rival y de realizar los hechos perturbadores o despojadores en
conciencia de que afecta a un poseedor legítimo.

c) Que haya entrado en posesión del bien por tiempo inferior a un año.
Porque en caso contrario su posesión se consolidaría y a los efectos
interdictales tendría el amparo correspondiente. Si pasado el año, el
antiguo poseedor pretendiera recobrar su posesión, deberá ejercer el
ordinario posesorio en los términos consagrados en la ley, sobre el mejor
derecho a poseer.

La citación

Y aquí llegamos aun punto importante dentro del tratamiento del


problema interdictal : el de la citación. Para que un legitimado pasivo
causal llegue a convertirse en legitimado pasivo procesal, requiere estar a
derecho y haber sido citado.

La citación es el instrumento que permite hacer llevar al conocimiento de


quien es parte causal ha sido requerido jurisdiccionalmente para el
cumplimiento de determinadas obligaciones. Es el llamamiento a juicio de
quien hasta ese momento no es parte procesal. Este mecanismo de
conocimiento ha de realizarse ante el órgano jurisdiccional competente,
para que tenga la eficacia deseada.

Tiene tanta trascendencia este problema de la citación en la materia


interdictal que produjo una solicitud de nulidad ante la Corte Suprema de
Justicia la frase contenida en el art. 596 del Código de Procedimiento
Civil, que expresa : "..... sin citación de la otra parte....", acordando la
Corte, en sentencia del 26 de enero de 1966, loe elementos necesarios
que condicionan la existencia del plenario en los juicios interdictales.

Hasta ese momento, la práctica de los Tribunales de Instancia permitía


considerar que la sola ejecución del decreto equivalía a citación,
permitiendo incontables abusos por parte de litigantes de mala fe, que
nunca faltan en estrados, quienes buscaban a través de la fórmula
interdictal cultivo fácil para obtener prebendas y victorias procesales mal
habidas. Muchos querellados se enteraban de la existencia de un juicio
interdictal en su contra cuando se les requería al pago de las costas
procesales. La justicia en esta materia naufragaba sin poder controlar su
timón, hasta que la Corte en pleno frenó el vicio y produjo el retorno del
imperio de la Justicia a los estrados venezolanos.

Pocas veces como sea, una sentencia sirvió de tanto y decantó en


muchos el proceso interdictal.

En interpretación del art. 598, la Instancia consideró que había una


exención de citar a la otra parte cuando se producía la ejecución del
decreto del sumario. La ejecución de ese decreto provisional, equivalía en
materia interdictal a citación de la parte contra quien obra el Decreto.

"Dos intereses entran en juego en la fase sumaria de los interdictos


posesorios. De una parte, el interés de la sociedad, que ve envuelto el
orden social y la garantía no solo de la posesión, sino aún de la
propiedad, de la cual la posesión es su manifestación visible, cuando esa
misma posesión es molestada o arrebatada. De otro lado, el interés del
individuo contra quien se ejecuta el Decreto que acuerda la restitución o
el amparo, y quien corre el peligro de ser condenado sin habérsele oído,
arrebatándosele así el sagrado derecho de defensa, que es inviolable en
todo estado y grado del proceso, como reza la Carta fundamental de la
República..... Perturbada o arrebatada, la posesión es necesario de
inmediato, y sin conocimiento de la parte a quien se atribuye la
perturbación o el despojo, remediar la alteración que esos actos han
producidos en el orden social...." (José Román Duque Sánchez,
comentando la sentencia d ella Corte en Pleno).

Con la decisión de la Corte, los supuestos para que el contradictorio se


iniciara, dependían de :

a) Que al ejecutar el decreto provisional de la fase sumaria, esté


presente el querellado o llamado a juicio para que se entienda citado, a
los efectos de dar paso al plenario, sin necesario o fase plenaria ; o
b) Que si al ejecutar el decreto provisorio del art. 598 no estuviese la
parte contra quien obra el decreto, o la persona llamada a juicio se ha
pretendido legitimado activo a los fines de obtener la tutela interdictal,
debe citársele por los medios ordinarios, a menos que por si mismo y en
conocimiento indirecto de la medida acuda al Tribunal que conoce la
causa y se dé por citado, para que de esta manera se inicie la fase
plenaria, sin temor a lesionar derechos intrínsecos de personas llamadas
a juicio.

Hasta tanto no conste fehacientemente en el expediente que la citación se


hubiese producido, no se le dará curso a la fase plenaria del juicio
interdictal. Notificación del decreto provisional a los efectos del necesario
conocimiento requerido para la validez de determinados actos equivale a
citación, cuando consta indubitablemente que en la ejecución del decreto
el querellado quedó notificado.

Citada la persona llamada a juicio, existe válidamente el legitimado pasivo


y, por tanto, están presentes las partes del proceso interdictal, a los fines
de que éste prosiga en los términos consagrados en el Código de
Procedimiento Civil.

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