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ANTICOAGULANTES
ANTAGONISTAS DE LA VITAMINA K
Durante más de 60 años, los antagonistas de la vitamina K fueron los únicos anticoagulantes orales de
uso clínico. En la actualidad, con el desarrollo de nuevos fármacos orales que actúan sobre las enzimas
de la coagulación (warfarina es el más utilizado.
La warfarina es rápida y se absorbe casi completamente del tubo digestivo. Tiene una semivida de unas
40 h, un inicio de acción retardado (de 2 a 7 días según la dosis) y un efecto anticoagulante residual que
permanece hasta 5 días después de la interrupción del tratamiento. La relación dosis-respuesta de la
warfarina varía ampliamente entre las personas y se ve influida por numerosos factores, como edad,
peso corporal, presencia de hepatopatía, vitamina K 1 en la dieta, factores genéticos, fármacos
concomitantes, cumplimiento del paciente y ajustes de dosis inadecuados. De estos factores, este
último y la mejora del cumplimiento mediante las pertinentes instrucciones al paciente son los más
fácilmente corregibles.
Efectos adversos
La incidencia de hemorragia relacionada con warfarina aumenta con el nivel del INR. El riesgo de
hemorragia también se incrementa con el uso concomitante de ácido acetilsalicílico en personas de más
de 65 años, con antecedentes de accidente cerebrovascular o hemorragia digestiva, y en los afectados
por enfermedades concomitantes graves. Los pacientes de edad avanzada son más sensibles a la
warfarina, requieren dosis menores para alcanzar el intervalo terapéutico y presentan mayor
propensión a la hemorragia, incluida la intracraneal, incluso con un INR dentro del intervalo terapéutico
HEPARINA
EFECTOS ADVERSOS Y QUE HACER: las principales complicaciones de la heparina son la hemorragia y la
trombocitopenia por heparina. Menos frecuentes son la osteoporosis y la hiperpotasemia inducidas por
heparina. La hemorragia se relaciona con la dosis, y su riesgo aumenta en pacientes sometidos a
técnicas invasivas y si la heparina se combina con un antagonista del GPIIb-IIIa plaquetario o un
trombolítico.
Las HBPM son fragmentos generados por despolarización química o enzimática de la heparina. Su
tamaño molecular es aproximadamente un tercio del de la heparina. La despolimerización cambia el
perfil anticoagulante y, por ello, las HBPM presentan menor grado de unión celular y a proteínas, lo que
hace que su respuesta a la dosis sea más predecible, con mejor disponibilidad y semivida plasmática más
prolongada que la heparina normal. Así pues, las HBPM pueden administrarse subcutáneamente una vez
al día sin control analítico.
Las HBPM se eliminan principalmente por vía renal. Se asocian a menor incidencia de trombocitopenia y
osteoporosis inducidas por heparinas que la propia heparina normal.
Usos clínicos
Las HBPM son eficaces en la prevención y el tratamiento de la TEV, en pacientes con angina inestable e
infarto de miocardio sin elevación del segmento ST y como complemento del tratamiento fibrinolítico
del infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST.
Efectos adversos
FONDAPARINUX
Alta afinidad para la AT. Su estructura se ha modificado con objeto de incrementar esa afinidad. El
fondaparinux inactiva el factor Xa por un mecanismo mediado por la AT. Al ser su molécula demasiado
corta para enlazar la AT a la trombina, no tiene actividad contra esta última.
El fondaparinux circula extensamente en unión a la AT y con mínimos niveles de unión a otras proteínas
plasmáticas. Estudios clínicos experimentales limitados indican que el fármaco implica menor riesgo de
trombocitopenia que la heparina o las HBPM, siendo menor también el riesgo de pérdida ósea y
reacciones cutáneas locales.
El ETEXILATO DE DABIGATRÁN se administra por vía oral y es metabolizado por esterasas ubicuas a
dabigatrán, un inhibidor reversible del sitio activo de la trombina. El etexilato de dabigatrán se usa como
profilaxis de la TEV tras artroplastia de cadera o rodilla. El efecto es similar al de la enoxaparina. El
dabigatrán es más eficaz que la warfarina como profilaxis del accidente cerebrovascular en la fibrilación
auricular, y una dosis menor (110 mg dos veces al día) es igualmente eficaz, con menor riesgo de
hemorragia importante. Ambas dosis inducen menos hemorragias intracraneales que la warfarina.
INHIBIDORES DIRECTOS DEL FACTOR XA: A diferencia de las heparinas y los pentasacáridos, los
inhibidores directos inactivan el factor Xa sin necesidad de AT como cofactor.
El APIXABÁN (2,5 mg dos veces al día) como profilaxis de la TEV tras artroplastia de cadera o rodilla es
igual o más eficaz que las HBPM, con riesgo similar o inferior de hemorragia. En la fibrilación auricular, el
apixabán (5 mg dos veces al día) reduce el riesgo de accidente cerebrovascular y hemorragia mayor en
comparación con la warfarina, y el de accidente cerebrovascular sin aumento de riesgo de hemorragia
en comparación con el ácido acetilsalicílico. Para la TEV, el apixabán (5 mg dos veces al día) registra
efectos parecidos a los de la warfarina, pero con menor riesgo de hemorragia importante.
El EDOXABÁN (60 mg diarios tras HBPM inicial) para pacientes con TEV genera efectos y riesgo de
hemorragia análogos a los de la warfarina. En caso de embolia pulmonar extensa, el edoxabán parece
más eficaz que la warfarina, y en pacientes con fibrilación auricular, el fármaco (60 mg/día) registra un
riesgo semejante de accidente cerebrovascular y menor de hemorragia, comparado con warfarina.
Los cuatro nuevos anticoagulantes tienen en común que se asociaron a una disminución del riesgo
relativo de muerte del 10% y de hemorragia intracraneal de alrededor del 50% en comparación con la
warfarina .
ANTIAGREGANTES PLAQUETARIOS
Los antiagregantes plaquetarios inhiben diversos pasos de la activación de las plaquetas (ácido
acetilsalicílico, ticlopidina, clopidogrel, prasugrel, ticagrelor, cilostazol y dipiridamol) o de su
reclutamiento (los antagonistas del GPIIb-IIIa abciximab, tirofibán, y eptifibatida).
El ácido acetilsalicílico potencia los efectos antitrombóticos de la warfarina (en pacientes de alto riesgo),
el dipiridamol (en afectados por accidente cerebrovascular isquémico), el clopidogrel (en los que
presentan endoprótesis coronarias o isquemia miocárdica aguda) y la heparina (en la prevención de
abortos espontáneos en embarazadas con síndrome por anticuerpos antifosfolipídicos y en pacientes
con isquemia coronaria aguda). El ácido acetilsalicílico induce un pequeño incremento de hemorragias
mayores y uno mínimo de hemorragias cerebrales. Asimismo, potencia la hemorragia cuando se añade a
otro antitrombótico.
Efectos secundarios: este fármaco causa efectos secundarios gastrointestinales dependientes de la dosis
y está contraindicado en personas con enfermedad ulcerosa péptica activa o asma inducida por ácido
acetilsalicílico, y cuando los efectos secundarios son graves.
Usos clínicos: el ácido acetilsalicílico reduce la muerte vascular en aproximadamente un 15% y los
episodios vasculares no mortales en alrededor de un 30% entre los pacientes con enfermedad
cardiovascular. Esos efectos se consiguen en casos de isquemia miocárdica silente o angina estable,
angina inestable, infarto de miocardio sin o con elevación del segmento ST, enfermedad cerebrovascular
isquémica no cardioembólica y enfermedad arterial periférica. El ácido acetilsalicílico es también eficaz
tras angioplastia coronaria, colocación de endoprótesis en una arteria coronaria o periférica,
angioplastia o injerto de derivación, estenosis de la arteria carótida sintomática o durante el año
siguiente a una cirugía de derivación arterial coronaria, así como en la prevención de episodios
coronarios sintomáticos en hombres y mujeres asintomáticos de más de 50 años. Presenta una relación
de riesgo-beneficio favorable para la prevención secundaria en pacientes con enfermedad vascular
manifiesta, aunque dicha relación es poco significativa cuando se usa como prevención primaria en
personas asintomáticas, incluso en afectados de diabetes de tipo 2. El ácido acetilsalicílico es menos
eficaz que los anticoagulantes orales en la prevención del accidente cerebrovascular recurrente en la
fibrilación auricular
INHIBIDORES DE LA FOSFODIESTERASA
En un metaanálisis, el cilostazol (100 mg dos veces al día) redujo los episodios vasculares, debido sobre
todo a la disminución de los episodios cerebrovasculares; en otro metaanálisis se constató que mejora
la distancia máxima caminada sin dolor en pacientes con claudicación intermitente. El cilostazol está
contraindicado en la insuficiencia cardíaca congestiva, dados los informes de desenlaces fatales con
fármacos similares.
TIENOPIRIDINAS
Por su mejor perfil de seguridad, con igual eficacia, el clopidogrel ha sustituido a la ticlopidina. El
clopidogrel es rápidamente absorbido y metabolizado, generando inhibición de la agregación
plaquetaria apenas 90 min después de una dosis de carga de 300 mg. Con administración diaria repetida
de dosis bajas (75 mg), se produce inhibición acumulativa de la función plaquetaria, con regreso a la
situación normal 7 días después de la última dosis del fármaco.
El clopidogrel es ligeramente más eficaz que el ácido acetilsalicílico en pacientes con accidente
cerebrovascular o infarto de miocardio recientes o que presentan enfermedad arterial periférica
sintomática. El beneficio adicional respecto al ácido acetilsalicílico es escaso y similar al observado con
ticlopidina (reducción del riesgo relativo del orden del 10%). El clopidogrel también se recomienda para
la estenosis de la arteria carótida sintomática y la angioplastia arterial periférica. La combinación de
clopidogrel y ácido acetilsalicílico es más eficaz que este último solo en pacientes con angina inestable e
infarto de miocardio sin elevación del segmento ST (reducción del riesgo del 20%) o con fibrilación
auricular, aunque con un leve incremento del riesgo de hemorragia. La combinación de clopidogrel y
ácido acetilsalicílico también es más eficaz que este último por sí solo en pacientes sometidos a
intervenciones coronarias percutáneas, por lo que se recomienda durante 1 mes después de la inserción
de una endoprótesis de solo metal y durante un período de entre 3 y 6 meses después de una
endoprótesis liberadora de fármacos. El clopidogrel parece ser tolerado igual que el ácido acetilsalicílico.
El prasugrel es más potente y tiene un inicio de acción más rápido que el clopidogrel. Administrado en
bolo de 60 mg, seguido de 10 mg/día, en comparación con el clopidogrel, el prasugrel reduce el riesgo
absoluto de muerte cardiovascular o infarto de miocardio o accidente cardiovascular no mortales en un
2,2%, lo que se ve en parte compensado por un incremento del riesgo de hemorragia grave del 0,5%.
El ticagrelor, inhibidor oral, directo y reversible de los receptores P2Y 12 , proporciona una respuesta
más rápida que las tienopiridinas. En un ensayo aleatorizado en pacientes con síndrome coronario
agudo, el ticagrelor fue más eficaz que el clopidogrel, aportando una disminución del riesgo absoluto de
muerte cardiovascular, infarto de miocardio o accidente cerebrovascular del 1,9%, sin aumento
significativo del riesgo de hemorragia mayor.
La vía común final de la agregación de plaquetas está mediada por la unión del fibrinógeno a las
integrinas funcionalmente activas α IIb β 3 (GPIIb-IIIa) en la superficie plaquetaria. Entre los inhibidores
de este proceso se cuentan anticuerpos monoclonales, péptidos sintéticos que contienen secuencias
Arg-Gly-Asp (RGD) o Lys-Gly- Asp (KGD), y peptidomiméticos y miméticos de RGD no peptídicos. Estos
compuestos se administran por vía intravenosa e inhiben la función plaquetaria, compitiendo con el
fibrinógeno (y el factor de von Willebrand) por la ocupación de los receptores de las integrinas
plaquetarias. El abciximab, un anticuerpo 7E3 Fab quimérico murino-humano, inhibe la agregación
plaquetaria según un patrón dependiente de la concentración. La función plaquetaria se degrada
rápidamente tras un bolo intravenoso de abciximab, recuperándose en 24-48 h. El tirofibán (MK-383) es
un derivado no peptídico de la tirosina. Tiene una semivida plasmática de 1,6 h y su efecto sobre la
hemostasia se invierte en las 4 h siguientes a la suspensión del tratamiento. La eptifibatida es un
heptapéptido cíclico sintético unido por puentes disulfuro. Es de inicio y disminución de acción rápidos,
y su efecto sobre la función plaquetaria se reduce en más del 50% en 4 h.
Los tres antagonistas de los receptores GPIIb-IIIa son fármacos intravenosos eficaces en pacientes
sometidos a intervenciones coronarias percutáneas ( cap. 74 ), y el tirofibán y la eptifibatida son eficaces
en pacientes con angina inestable o infarto de miocardio sin elevación del segmento ST. Los
antagonistas de los receptores GPIIb-IIIa se administran combinados con heparina y ácido acetilsalicílico.
Se han desarrollado inhibidores del GPIIb-IIIa no peptídicos activos para uso a largo plazo, aunque los
resultados de sus ensayos clínicos han resultado desalentadores.
FIBRINOLÍTICOS
Los fibrinolíticos convierten el plasminógeno en la enzima plasmina, que degrada la fibrina en
fragmentos solubles, con lo que se produce la lisis del trombo. Entre los fibrinolíticos disponibles, la
estreptocinasa y la urocinasa no son específicos de la fibrina; sí son relativamente específicos, en
cambio, el activador del plasminógeno de tipo tisular recombinante (rt-PA, alteplasa) y su variante, la
tenecteplasa.
En su estado natural, el activador del plasminógeno es producido por endotelio vascular; el rt-PA
(alteplasa) se obtiene mediante tecnología de ADN recombinante. La alteplasa no es antígena ni
alergénica y presenta mayor especificidad para la fibrina que la estreptocinasa. Su semivida es de
apenas 3,5 min, por lo que se administra en infusión intravenosa continua.
Se han desarrollado formas truncadas de rt-PA; la primera fue la reteplasa (r-PA), un mutante de
deleción monocatenaria que carece de algunos dominios. Por ello, su semivida duplica la del rt-PA,
permitiendo su administración en dos bolos separados por 30 min. La r-PA presenta menor afinidad por
la fibrina que el rt-PA, aunque la pérdida de fibrinógeno con r-PA es menor que con estreptocinasa. No
se ha comunicado antigenicidad con este compuesto.
La tenecteplasa (TNK-tPA) es un activador del plasminógeno tisular mutante con tres sitios de
sustitución aminoacídica. En comparación con el rt-PA, tiene mayor semivida, lo que facilita la
administración en bolo único, más especificidad por la fibrina y mayor resistencia a la inhibición por
parte del inhibidor del activador del plasminógeno 1.
Usos clínicos: el tratamiento trombolítico reduce la mortalidad en pacientes con infarto de miocardio
con elevación del segmento ST y cuando no hay posibilidad de intervención coronaria percutánea
primaria, así como en pacientes con embolia pulmonar extensa e hipotensión. El tratamiento con rt-PA
intravenoso, en las primeras 3 h desde el inicio de los síntomas de accidente cerebrovascular isquémico,
aumenta la probabilidad de buen pronóstico funcional, a pesar de un leve incremento del riesgo de
hemorragia intracerebral. La trombólisis está justificada en la embolia pulmonar grave sin
contraindicaciones, aunque en caso de embolia pulmonar de riesgo moderado no mejora el pronóstico,
a pesar de la mejor hemodinámica, por el aumento del riesgo de hemorragia mayor y accidente
cerebrovascular.