HABITANTES DE CALLE Y SUS MASCOTAS, VECINOS INVISIBLES EN CIUDADES INDOLENTES.

¿A QUE SE DEBE EL ABANDONO Y FALTA DE INTERES ESTATAL?

DOCENTE:
HERNANDO ROLDAN SALAS

PRESENTADO POR:
JULIÁN ANDRÉS NIETO DUQUE
DANIA RIVERA NINCO

INVESTIGACIÓN III
FACULTAD DE DERECHO
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA LATINOAMERICANA
2019

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 TABLA DE CONTENIDO
PAG
1. Capitulo 1:
1.1. Objetivo general…………………………………………………………………………………………………3
1.2. Objetivos específicos………………………………………………………………………………………….
1.3. Justificación……………………………………………………………………………………………………….

2.

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 CAPITULO 1

 Pregunta problematizadora: HABITANTES DE CALLE Y SUS MASCOTAS, VECINOS

INVISIBLES EN CIUDADES INDOLENTES ¿A QUE SE DEBE EL ABANDONO Y FALTA
DE INTERES ESTATAL?

 Objetivo general: Analizar dicho problema de fondo y buscar soluciones que le

garanticen los derechos mínimos a los habitantes de calle y sus mascotas.

 Objetivos específicos:
-Identificar cuales son los mayores problemas y los derechos mas vulnerados a
estos sujetos plenos de derechos y sus mascotas.
- ¿Existen mecanismos alternos para proteger estos derechos?
- Analizar esta problemática en otros países e identificar que soluciones han
implementado en cada uno de ellos; identificar la viabilidad de estas en nuestra
legislación.
-Estudiar y profundizar la Ley 1641 de 2013, la cual tiene por objeto establecer
los lineamientos generales para la formulación de la política pública social para
habitantes de la calle, identificar sus falencias y puntos fuertes.

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 DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA

Debemos iniciar haciendo una diferenciación clara del concepto de habitante

de calle e indigente, para ello debemos remitirnos a la Ley 641 del 2013.

Se define indigencia como aquella situación en la que se encuentra una

persona o grupo de personas que no pueden satisfacer sus necesidades
básicas, es decir que se ubican por debajo de la línea de pobreza. La indigencia
también se define como "aquella situación de incapacidad personal o familiar
para solventar la subsistencia en razón a la edad, limitaciones físicas o
mentales u otras condiciones no controlables por lo cual se depende de las
estructuras extrafamiliares sucedáneas de protección."

En el plano jurisdiccional, la noción de habitante de la calle (equiparable en un

inicio a la de indigente) fue contemplada por primera vez por la Corte
Constitucional colombiana en una sentencia de tutela de 1992, en la que se
establecen las condiciones o presupuestos para que un “indigente”, de manera
excepcional, sea asistido por parte del Estado de forma inmediata en alguna
necesidad, debido a su situación de debilidad manifiesta.

Sin embargo, solo hasta 2013, el legislador colombiano mediante la Ley 1641,
define al habitante de la calle: “Artículo 2. (...) Habitante de la calle: Persona sin
distinción de sexo, raza o edad, que hace de la calle su lugar de habitación, ya
sea de forma permanente o transitoria y, que ha roto vínculos con su entorno
familiar.

Según el articulo 1 de nuestra Constitución Política, Colombia es un estado

social de derecho. Al explorar la definición de nuestro modelo de estado,
encontramos que la connotación social implica dirigirse a garantizarles a los
coasociados condiciones de vida dignas. Es decir, con este concepto se resalta
que la voluntad del Constituyente en torno al Estado no se reduce a exigir de
éste que no interfiera o recorte las libertades de las personas, sino que
también exige que el mismo se ponga en movimiento para contrarrestar las
desigualdades sociales existentes y para ofrecerle a todos las oportunidades
necesarias para desarrollar su vida de manera digna.

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 ¿QUE LLEVA A ESTAS PERSONAS A REFUGIARSE EN LAS CALLES?

Comúnmente llamamos “desechable” a estas personas invisibles que se cruzan

diariamente en nuestros caminos, a las cuales condenamos cual jueces sin muchas veces
darles una oportunidad de contarnos su historia. Esta expresión es utilizada en el lenguaje
común para referirse al habitante de la calle, expresión descrita como “condenable” por la
Corte Constitucional en la Sentencia C-385 de 2014, pues como ya había aclarado dicha
corporación en 2006, los habitante de la calle, son personas que gozan de plena
titularidad de todos los derechos reconocidos en la Constitución y “son iguales a los
demás en sus características y en su condición esencial de seres humanos” (Corte
Constitucional de Colombia, Sentencia T-523 de 2006). Emplear este término, es reducirlo,
cosificarlo, tildarlo de cosa inservible e inútil; esto, si reparamos en la definición que
establece la Real Academia Española: “Desechable es algo que ya no es aprovechable y
puede tirarse”.

Lo que muchas veces ignoramos son las razones por las cuales estas personas deciden
adoptar las calles como su nuevo hogar.

Según estudios psicológicos, las principales causas para una persona caer a este problema
son: Los determinantes neurobiológicos, propensión a psicopatologías y que éstas no sean
tratadas adecuadamente, y también la ansiedad y niveles elevados de estrés en individuos
sin redes de apoyo. Por el otro, las experiencias traumáticas, vivencias de la niñez, abuso
sexual o físico, conflictos o violencia intrafamiliar, abuso de sustancias, aumentan el riesgo
de caer en esta situación.

También aparece la exclusión social por pertenecer a algún grupo minoritario, vulnerable,
o discriminado por raza, religión, preferencias, es un factor muy ligado a la indigencia. Por
otro lado, también es muy relevante la economía: vivir con bajos ingresos, la inestabilidad,
y la mala planeación familiar a causa de la escasez de recursos.

Si bien no son los únicos elementos que contribuyen a que una persona se vuelva
indigente, son factores de riesgo que, si no se tienen las redes de apoyo adecuadas o el
tratamiento necesario para ciertas enfermedades o psicopatologías, pueden terminar en
esta situación.

Son estas solo algunas de las razones que llevan a un sujeto a adoptar la calle como su
nuevo hogar. Ahondaremos mas adelante en una problemática estatal visible, que se
centra solamente en rehabilitar y “curar el problema” y no en prevenir los sujetos para
que nunca padezcan el flagelo de vivir sin un hogar, extendiéndoles una mano amiga y
garantizándoles todos sus derechos como ciudadanos. Además tocaremos también el

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olvido estatal al que son sometidos sus compañeros entrañables, sus mascotas, y
probablemente los únicos que siempre están a su lado en esta difícil condición y como
muchas veces son obligados a separarse para que estas personas puedan continuar con
sus programas de rehabilitación.

Debemos abordar también los efectos que tienen en una persona su situación de calle:

- Invisibilidad: La mayor parte de la sociedad no muestra interés por los indigentes en la

mayoría de los países. Son vistos, pero no tomados en cuenta y tristemente para una
minoría es un problema que tiene que ser eliminado de una u otra manera.

- Propensión a presentar síntomas o desarrollar alguna enfermedad mental.

- Propensión a contraer una enfermedad.

- Riesgo elevado de encarcelamiento.

- Propensión a uso y abuso de sustancias.

- Desempleo y oportunidades limitadas para conseguir uno.

- Falta de educación formal y ausentismo escolar.

- Riesgo de accidentes y de muerte prematura.

La labor del estado es realmente llegar hasta este grupo, detectar necesidades, proponer
estrategias e implementar planes de acciones que hagan que puedan retomar una vida
digna, consigan un trabajo y, en caso de tener alguna enfermedad ya sea física o mental,
puedan ser tratados. El hecho de que una persona esté en situación de calle no significa
que se tenga que modificar su estatus ante la sociedad; sigue teniendo los mismos
derechos, y puede llevar una vida digna con todo lo que esto implica.

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 TESTIMONIOS

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