126 LAS NUEVAS SOCIOLOGÍAS
en estados de sufrimiento o de gozo, inspirado en la fenome -
nología corporal de Michel Henry (1922-2002).
Dentro de la galaxia pragmática, dos sociólogos, Nicolas
Dodier y Franis Chateauraynaud, realizan un itinerario de
investigación autónoma y original. Dodier (1989, 1993, 1995,
2003) se ocupó de los inspectores laborales, los médicos, los
mundos de la empresa, o la historia política del sida. Cha -
teauraynaud (1991a, 1995, 1999, 2003) realizó investigacio -
nes acerca de la falta profesional, la solvencia, el alerta y el
riesgo, o la metodología y la epistemología de la sociología
pragmática.
Con todo, la sociología pragmática tiene sus propios as -
pectos impensados. A diferencia de Bourdieu y de Lahire,
en general, ya no considera las disposiciones, con algunas
excepciones, como sucede con Dodier (2003), que toma en
cuenta "disposiciones políticas". Por lo demás, tiene dificul -
tades para superar las limitaciones de una "crítica interna y
situada" (según expresión de Lemieux, 2000; véase una crítica
en Corcuff, 2002b), contrariamente a Marx o a Bourdieu. A
partir de este inconveniente Luc Boltanski (2009) propuso en
años más recientes la construcción de un nuevo marco de
análisis que combine los aportes de las teorías críticas y de las
sociologías pragmáticas, con lo cual relanzó la cuestión de la
"emancipación" en ciencias sociales.
Posfacio a la presente edición
(tercera, 2011) y a la segunda
(2007)
"Nuevas sociologías" desplazadas
La primera edición de Las nuevas sociologías data de
1995. En ella se intentaba retratar el estado de los desplaza -
mientos y de los debates nuevos cuyo escenario había sido la
sociología francesa a partir de los años ochenta, en las pro -
blematizaciones originales así como en los usos de autores
extranjeros a veces más antiguos. La sociología se percibía
entonces como una ciencia teórico-empírica, es decir, una pro-
ducción de conocimientos acerca de la realidad observable,
filtrada por conceptos y provista de métodos de investigación.
Esa edición inicial tuvo un buen recibimiento en los distin tos
estadios de la enseñanza universitaria de sociología y, en
términos más amplios, de las ciencias sociales. Por otra parte,
conoció diferentes traducciones (sucesivamente al portugués
en 1997, al castellano en 1998, al chino en 2001, al portugués
para Brasil en 2001, al ruso en 2002 y al rumano en 2005;
mientras escribo, se está traduciendo al árabe y al farsi); estas
llevaron sus cuestionamientos más allá de nuestras fronteras
nacionales y de los públicos hablantes de francés hacia un
mundo más globalizado.
PERMANENCIAS E INNOVACIONES CON RELACIÓN A LA
PRIMERA EDICIÓN
Como cualquiera de las realidades humanas, la sociología
francesa constituye una forma social cambiante. Por tanto,