Está en la página 1de 12

EJECUCIÓN DE ESTABILIZACION CON CAL EN OBRAS

1. PREPARACIÓN DE LA SUPERFICIE EXISTENTE


En el tratamiento “in situ” hay que distinguir dos casos: cuando este se realiza sobre el
material de la superficie existente (fondos de terraplén y desmonte..), o cuando el suelo es
total o parcialmente aportado y tratado con cal tras su extensión.

Si en la superficie del suelo a tratar “in situ” existieran defectos o irregularidades que
excedieran de los tolerables, a juicio del Director de las Obras, se corregirán según
sus instrucciones.

Si se añade suelo de aportación para corregir las características del existente, se deberán
homogeneizar ambos con el equipo de mezcla en todo el espesor de la capa que se
vaya a estabilizar, antes de iniciar la distribución de la cal.

Si el suelo que se va a tratar fuera en su totalidad de aportación, (mezclado en


central o “in situ”), previamente a su extensión y tratamiento, se deberán comprobar
las condiciones de compactación y geometría de la capa subyacente para que en
el caso de no ser las exigidas sean corregidas.

2. DISGREGACIÓN DEL SUELO PREVIO AL MEZCLADO


Tras la preparación de la superficie existente, en su caso, se disgregará el suelo:

i. El terreno natural existente se disgregará hasta la profundidad a estabilizar.


ii. Los terrenos de aportación cuando los grumos sean superiores a los permitidos.

En ambos casos con la disgregación se conseguirá que el suelo no presente grumos


superiores a:
i. Ochenta milímetros (80 mm) para su uso en capas de asiento de firme.
ii. Ciento cincuenta milímetros (150 mm) en el resto de los casos.

Estos tamaños de grumos serán aceptados siempre que tras el proceso de mezcla se
consigan los valores de eficacia de disgregación establecidos en el apartado 7.4 del
presente Pliego.
3. HUMECTACIÓN O DESECACIÓN DEL SUELO

La humedad del suelo deberá ser tal que permita que, con el equipo que se vaya
a realizar la estabilización, se consiga el grado de disgregación requerido y su mezcla
con la cal sea uniforme.

En los casos en que la humedad natural del suelo sea excesiva, se tomarán las
medidas adecuadas para conseguir la preparación necesaria, pudiéndose proceder a
su desecación por oreo o a la adición y mezcla de materiales secos, o se podrá
realizar, previa aceptación del Director de las Obras, una etapa previa de disgregación
y mezcla con cal en polvo para corrección del exceso de humedad del suelo.

En los suelos con humedad natural excesiva es recomendable el empleo de cal viva con las debidas
condiciones de seguridad y salud, y no utilizar la vía húmeda con lechada de cal ya que esta
aportaría más agua.

En el caso de ser necesaria la incorporación de agua a la mezcla para alcanzar el


valor de humedad fijado por la fórmula de trabajo, deberán tenerse en cuenta las
posibles evaporaciones o precipitaciones que puedan tener lugar durante la ejecución de
los trabajos. Dicha incorporación podrá realizarse, bien mediante riego previo del suelo
con tanque regador, o bien en la carcasa del equipo de mezcla a la vez que se
realiza esta.

En el primer caso, el agua deberá agregarse uniformemente disponiéndose los equipos


necesarios para asegurar la citada uniformidad e incluso realizando un
desmenuzamiento previo del suelo si fuera necesario. Deberá evitarse que el agua
escurra por las roderas dejadas por el tanque regador, o se acumule en ellas.
Asimismo, no se permitirán las paradas del equipo mientras esté regando, con el fin
de evitar la formación de zonas con exceso de humedad.

En el segundo caso, deberá comprobarse que el abastecimiento de agua de la


cisterna nodriza y el sistema de pulverización del estabilizador de suelos garantizan la
dosificación prevista de la mezcla.
Si la cal se dosificara en forma de lechada, por vía húmeda, las proporciones agua –
cal hidratada de la lechada se diseñarán de tal forma que aporte la humedad
necesaria a la mezcla suelo – cal.

El método de humectación deberá


ser aprobado por el Director de las
Obras, quien así mismo podrá
autorizar el riego del suelo
después de la distribución de la cal
por vía seca en casos
excepcionales: fuertes vientos,
efectividad del tratamiento, etc.
4. MEZCLA

El grado de disgregación conseguido, se valorará además de limitar el tamaño máximo de los grumos, por la
llamada “eficacia de disgregación” referida a un tamaño o tamiz, que es:
La relación entre el” porcentaje que pasa” en obra del material húmedo y el “porcentaje que pasa” en el
laboratorio de ese mismo material desecado y desmenuzado, por el tamiz al que se refiere.

Sea como fuere el proceso de mezcla, (central o “in situ”), la eficacia de disgregación
será:

Para las capas de asiento de firme

 Del cien por cien (100%) referida al tamiz veinticinco milímetros (25 mm).

 Para los suelos estabilizados tipo SC – 2 para capas de asiento de firme, del
ochenta por ciento (80 %) referidas al tamiz cuatro milímetros (4 mm).

 Para los suelos estabilizados tipo SC – 1 para capas de asiento de firme, del
sesenta por ciento (60 %) referidas al tamiz cuatro milímetros (4 mm).

Para el resto de los casos

 Del ochenta por ciento (80 %) referida al tamiz cuarenta milímetros (40 mm).

En el caso de materiales muy arcillosos y mezcla “in situ”, para poder conseguir estos
valores de eficacia de disgregación, pudiera resultar necesario realizar el tratamiento en
dos etapas. El objeto de la primera etapa es hacer, que tras un curado inicial, el
suelo sea lo suficientemente trabajable para que tras la segunda etapa se alcancen
las condiciones exigidas.
4.1 En central
En el momento de iniciar la fabricación de la mezcla, el suelo estará acopiado en
cantidad suficiente para permitir a la central un trabajo sin interrupciones. El Director
de las Obras fijará el volumen mínimo de acopios exigibles en función de las
características de la obra y del volumen de mezcla que se vaya a fabricar.

La carga de las tolvas se realizará de forma que su contenido esté siempre


comprendido entre el cincuenta y el cien por cien (50 a 100%) de su capacidad,
sin rebosar.

La operación de mezcla se realizará mediante dispositivos capaces de asegurar la


completa homogeneización de los componentes. El Director de las Obras fijará, a partir de
los ensayos iniciales (medición del PH, contenido de cal), el tiempo mínimo de
amasado.

Se comenzará mezclando el suelo con la cal, añadiéndose, en caso necesario,


posteriormente el agua y, en su caso los aditivos disueltos en ella. La cantidad de
agua añadida a la mezcla será la necesaria para alcanzar la humedad fijada en la
fórmula de trabajo, teniendo en cuenta la existente en el suelo así como la variación
del contenido de agua que se pueda producir por evaporación durante la ejecución de
la mezcla y tras su transporte y extendido.

Se podrá acopiar, protegidas para evitar desecaciones y carbonataciones, (por ejemplo


cubiertas con un plástico), mezclas de los suelos con cal un máximo de cinco (5) días,
antes de su colocación en obra.

4.2 “In situ”

4.2.1Distribución de la cal

La cal viva o apagada se distribuirá uniformemente mediante equipos mecánicos


con la dosificación fijada en la fórmula de trabajo, de dos formas posibles:

Por vía seca, en forma de polvo a granel, mediante una extensión previa sobre la
superficie de trabajo, anterior al mezclado con el suelo.

Por vía húmeda, en forma de lechada de cal hidratada o apagada, elaborada


previamente también por equipos mecánicos. La proporción de cal en la mezcla

La cal a granel se suministrará a la obra en camiones cisternas con descarga a


presión, estancos, y conformes a la legislación de transporte de mercancías
vigente. La descarga desde estos camiones a los equipos de extendido se hará
mediante conductos y dispositivos que garanticen la estanqueidad y seguridad de
las operaciones.
En la distribución de la cal se tomarán las medidas adecuadas para el
cumplimiento de la legislación que, en materia ambiental y de seguridad
laboral, estuviese vigente.
será, como máximo, del treinta y cinco por ciento (35%).

En los suelos secos, que necesiten aporte de humedad, puede usarse indistintamente la vía seca o
húmeda. En el caso de emplearse la vía seca, con cal viva, se necesitará aportar un 30% del peso de cal
añadida, más de agua para su hidratación. Si se emplea la vía húmeda, hay que considerar el aporte de
agua que lleva la propia lechada de cal.
El empleo de la vía húmeda exige la utilización de cal apagada. Los equipos normales actualmente
disponibles para la producción de lechada de cal no permiten el empleo de la cal viva.
Utilizando la vía seca, el empleo de cal viva tiene la ventaja de que posee una densidad mucho mayor
que la de la cal apagada y, además, se necesita menos aporte de material. Por el contrario, requiere
una mayor cantidad de agua y la adopción de mayores precauciones de seguridad y salud en el
manejo del producto.
Los equipos normalmente utilizados para la distribución de la cal son:

Para Vía seca

 Extendedora con dosificador volumétrico sin servodirigir con la velocidad


de avance:

Se regula la cantidad de cal vertida por unidad de tiempo, en función de la


apertura de las trampillas y sistemas extractores. Se controlará durante el
extendido la velocidad de avance de la extendedora para asegurar que la
dosificación sea la prevista.

 Extendedora con dosificador volumétrico servodirigido con la velocidad de


avance:

Se fija la anchura y el caudal de extendido en función de la dosificación


de cal prevista y el espesor de capa a tratar.

 Extendedora con dosificador volumétrico servodirigido con la velocidad de


avance y control ponderal:

Se fija la anchura y el caudal de extendido en función de la dosificación de


cal prevista y el espesor de capa a tratar, y se registran todos los datos del
funcionamiento de la máquina durante la ejecución de los trabajos.

Estos equipos consisten en camiones - silo o tanques remolcados con tolvas acopladas en la parte
posterior con compuertas y dispositivos de extracción regulables.
Si bien el funcionamiento de los equipos es similar, la precisión y regularidad obtenida con los dos últimos
es mayor y además poseen un sistema de regulación más simple.
En el caso de las capas de asiento de firme, solo se podrán
utilizar equipos servodirigidos con la velocidad de avance, siendo
además recomendable con control ponderal.
Si la descarga de la cal sobre el suelo a estabilizar se realizase desde una
altura superior a diez centímetros (10 cm), el dispositivo de descarga estará
protegido con faldones cuya parte inferior no deberá distar más de diez
centímetros (10 cm) de la superficie del firme, con el objeto de evitar que el
viento afecte al extendido.
En el caso de que el extendido de la cal se realice por vía seca, deberán
coordinarse adecuadamente los avances del equipo de dosificación de cal
y del de mezcla, no permitiéndose que haya entre ambos una longitud
extendida de cal superior a cien metros (100 m).
La extensión se detendrá cuando la velocidad del viento sea excesiva a juicio del
Director de las Obras, cuando supere los diez metros por segundo (10 m/s), o
cuando la emisión de polvo afecte a zonas pobladas, ganaderas o
especialmente sensibles.

Para Vía húmeda

El equipo de dosificación de cal, del agua y eventualmente, de los aditivos, se


compondrá de depósitos, bombas de caudal variable u otros dosificadores
volumétricos o ponderales y difusores adecuadamente dispuestos, con control
automático programable de dosificación, que permitan realizar las dosificaciones de la
fórmula de trabajo correspondiente, según la profundidad y anchura de la capa que
se vaya a tratar y según la velocidad de avance de la máquina.

Cuando la cal se aporte en forma de lechada, el equipo para su fabricación tendrá


un mezclador con alimentación volumétrica de agua y dosificación ponderal de la
cal. El equipo de estabilización que posteriormente realice la mezcla suelo – cal deberá
estar provisto de un dosificador – distribuidor volumétrico de lechada, con bomba de
caudal variable y dispositivo de rociado, así como control automático programable de
dosificación, que permita adecuar las dosificaciones a la fórmula de trabajo
correspondiente, según la profundidad y anchura de la capa que se vaya a estabilizar
y la velocidad de avance la máquina.

La fabricación de la lechada podrá realizarse en un dispositivo de fabricación –


dosificación acoplado a la máquina estabilizadora, o bien en instalaciones
portátiles montadas a pie de obra. En este último caso, la distribución de la lechada
se hará mediante cisterna nodriza a los pulverizadores del estabilizador de suelos o
mediante riego – extensión previa del suelo.

Antes de iniciar el proceso en obra se purgarán y pondrán a punto las bombas


y dispersores de agua y de lechada fuera del lugar de empleo, para garantizar las
dotaciones establecidas en la fórmula de trabajo de manera continua y uniforme.
En cada parada del equipo se realizará una limpieza de los difusores.

La razón por la que la proporción de cal en la lechada deba se como máximo del 35%, es que para
concentraciones mayores, se dificulta el mezclado y la circulación de la lechada por todos estos
dispositivos.
4.2.2 Mezcla del suelo con la cal

Inmediatamente después de la distribución de la cal deberá procederse a su mezclado


con el suelo. La mezcla deberá conseguir una dispersión homogénea de la cal, lo que
se reconocerá por su color uniforme y la ausencia de grumos, y se controlará por los
ensayos definidos en el artículo 11 del presente Pliego. Toda la cantidad de cal
distribuida se deberá mezclar con el material disgregado antes de haber transcurrido
tres horas (3h) desde su extendido.

La mezcla “in situ” del suelo con la cal se realizará mediante equipos autopropulsados
que deberán contar con los dispositivos necesarios para asegurar una mezcla homogénea
en toda la anchura y profundidad del tratamiento. Si se detectaran segregaciones,
partículas sin mezclar, o diferencias de contenido de cal o de agua en partes de la
superficie tratada, deberá detenerse el proceso y realizar las oportunas correcciones
hasta solucionar las deficiencias.

En el caso de que el extendido de cal se realice por vía seca, en zonas con
vientos moderados, deberán coordinarse adecuadamente los avances del equipo de
dosificación de cal y del de mezcla, de tal forma que ambos actúen uno
inmediatamente a continuación del otro, para evitar el levantamiento de la cal en
polvo extendida sobre el suelo.

5.

CURADO INICIAL

Cuando la mejora – estabilización de un suelo se plantea en dos etapas, para que los resultados finales
sean los previstos, hay que controlar las condiciones del curado inicial o de la primera etapa.

Si la mezcla se realizase en dos (2) etapas, el suelo tratado con cal se dejará curar de
veinticuatro (24) a cuarenta y ocho (48) horas, durante las que se cuidará de
evitar variaciones de humedad, compactando ligeramente si existieran riesgo de
precipitaciones. Este plazo de curado podrá ser aumentado hasta siete (7) días, a
criterio del Director de las Obras, si el índice de plasticidad del suelo fuera superior
a cuarenta (40).

6. COMPACTACIÓN

En el momento de la compactación la mezcla deberá estar disgregada en todo su


espesor, y su humedad será la fijada en la fórmula de trabajo con las tolerancias
indicadas en el apartado 4.1.2.E. del presente Pliego.

La compactación se realizará según el plan aprobado por el Director de las Obras en


los tramos de prueba. Se compactará en una sola tongada y se continuará hasta
alcanzar la densidad especificada en el apartado 4.1.2.F. del presente Pliego.

La compactación se realizará de manera continua y uniforme. Si el proceso de


ejecución, incluida la mezcla, se realiza por franjas, al compactar una de ellas se
ampliará la zona de compactación para que incluya , al menos, quince
centímetros (15 cm) de la anterior. Deberá disponerse en los bordes una contención
lateral adecuada. Si la mezcla se realiza con dos máquinas en paralelo con un ligero
desfase, se compactarán las dos franjas a la vez.

Los rodillos deberán llevar su rueda motriz del lado más cercano al equipo de mezcla.
Los cambios de dirección de los compactadores se realizarán sobre mezcla ya compactada,
y los cambios de sentido se efectuarán con suavidad. Los elementos de compactación
deberán estar siempre limpios y, si fuera preciso, húmedos.

En el caso de las capas de asiento de firme y cuando la estabilización se realiza


“in situ”, durante la compactación, la superficie del suelo estabilizado se conformará
mediante su refino con motoniveladora, eliminando irregularidades, huellas o
discontinuidades, para lo cual el Director de las Obras podrá aprobar la realización de
una ligera escarificación de la superficie y su posterior recompactación previa
adición del agua necesaria.
7. ACABADO DE LA SUPERFICIE.

Las condiciones de acabado vendrán fijadas en el proyecto según el tipo (terraplén, capas de asiento de
firme, etc.), de capa tratada.

La superficie del suelo tratado con cal se conformará hasta alcanzar las rasantes y
perfiles señalados en los planos, con las tolerancias establecidas en el Proyecto para
la capa. Si dicha superficie presentase irregularidades, huellas o discontinuidades
inadmisibles, a juicio del Director de las Obras, deberá escarificarse ligeramente,
recompactando la zona afectada, previa adición del agua necesaria.

8. JUNTAS.

De existir juntas longitudinales, se solaparán un mínimo de veinte centímetros


(20cm), cuidando no sobrepasar las condiciones de humedad en las zonas de
solape.

En cuanto a las juntas transversales en el caso de las estabilizaciones “in situ”, se


comenzará el proceso de estabilización sobre el material ya tratado anteriormente en
una longitud mínima de medio metro (0,5 m).
9. CURADO FINAL

La consecución de determinadas propiedades geotécnicas de los suelos tratados con cal pueden necesitar
de un curado final de la capa.
Para que se produzcan las reacciones de estabilización es preciso que no se pierda la humedad y que no
se “carbonate” la cal, por ello hay que proteger las capas de los suelos tratados que no vayan a ser
tapadas de una manera inmediata, ello se puede conseguir con la extensión de un riego bituminoso de
curado. En el caso de necesitar proteger su acabado y tener que dar paso sobre ella al tráfico, además
habrá que extender un árido de cobertura.

En el caso de las capas de asiento de firme que no vayan a ser inmediatamente


tapadas por la siguiente capa, será preceptivo la extensión de un riego de curado con
un producto bituminoso que impida la pérdida de humedad y la carbonatación de la
cal, este riego de curado se ejecutará en la misma jornada que se acabe su
compactación. En el caso de tener que proteger la capa por tener que dar tráfico
sobre ella, además del riego de curado se extenderá un árido de cobertura que
proteja a dicho riego.

También podría gustarte