inadecuación psicológica, social y biológica en términos de síntomas somáticos y un gran sufrimiento. La validación utiliza esta tendencia aceptando los síntomas de la paciente en el lenguaje de las disfunciones corporales. Tome, por ejemplo, a la paciente que se queja de dolor en el pecho y palpitaciones, que ella atribuye a una enfermedad cardíaca. Usted confirma su síntoma diciendo, En efecto. Obviamente su corazón no funciona del todo bien. Normalmente esta confirmación causa una gran sorpresa a la paciente, ya que los demás médicos le aseguran que nada le ocurre a su corazón, ya que el electrocardiograma, la prueba de esfuerzo, el eco cardiograma, el arteriograma y la radiografía del corazón son normales. Por lo tanto, la paciente se siente aliviada cuando usted da validez a sus síntomas, ya que así legitima un trastorno médico; pero ella planteará lo que otros médicos le han cuestionado: Mis médicos me han dicho que no le ocurre nada a mi corazón. Explíquele que los demás médicos tienen razón y están equivocados al mismo tiempo. Están en lo cierto cuando afirman que su corazón evaluado como un músculo funciona perfectamente. Se equivocan en lo que hace referencia a que la percepción de dolor de la paciente es falsa, ya que el dolor es un síntoma -una sensación subjetiva- y, por lo tanto, para la paciente es real. Explique a la paciente que el corazón, al igual que cualquier otro órgano del cuerpo, está inervado por el cerebro mediante impulsos nerviosos que llegan a través del sistema nervioso autónomo. La debilidad de la paciente no tiene nada que ver con la debilidad del corazón como músculo, o con su afluencia de sangre, pero sí podría guardar alguna relación con el sistema nervioso autónomo que une el corazón al cerebro. Explique posteriormente a la paciente que un mal funcionamiento del sistema nervioso autónomo no afecta un único órgano, como el corazón, sino que con frecuencia afecta diferentes órganos como el útero y el estómago, y las articulaciones. En ese momento la paciente puede afirmar que sufre dolores en las articulaciones y calambres abdominales desde hace Somatización 125 tiempo e incluso que se ha sometido a cirugía para aliviar esas molestias, pero que nunca se ha encontrado nada físico que justifique tales síntomas. Usted es el primero que parece saber qué es lo que le pasa. Ahora es el momento para que exprese sorpresa: ¿Cómo es eso? Este trastorno es bien conocido: se llama trastorno de somatización. Es un trastorno que causa malestar y dolor. Las pacientes más inteligentes pueden preguntarle por qué el corazón, el estómago o el útero no presentan irregularidades físicas, como una arritmia en el electrocardiograma, o alteraciones gastrointestinales superiores en la radiografía. Usted puede explicar, Algunas veces el cerebro puede transmitir dolor a un órgano como el corazón, aunque el corazón en sí mismo no esté directamente implicado. Deje que le explique. Todos conocemos el fenómeno del dolor fantasma que aparece después de una amputación. El paciente siente dolor o picor en un pie que le fue amputado años antes. El dolor es real aun cuando el pie ya no esté. Esto nos dice que nuestro cerebro puede ser estimulado y puede proyectar esta estimulación a una parte del cuerpo, aunque ésta ya no exista. La paciente puede expresar alivio al darse cuenta de que usted no está de acuerdo con los demás médicos y miembros de la familia que creen que su dolor es imaginario. Explíquele que el problema está en realidad en la cabeza, es decir, en el cerebro, no imaginado sino real. ,Esta explicación permite establecer una alianza entre la paciente y el entrevistador, validando el sistema de comunicación que aquélla utiliza para expresar su malestar. Tras la confirmación, puede explorar a continuación los estresantes que agravan sus síntomas somáticos. Déjele enumerar todas las circunstancias en las que apareció o empeoró el dolor. Usted hará un informe de las demandas sociales, las responsabilidades y los deberes. A diferencia de lo que ocurre con una persona sana, en la que las demandas ambientales producen una sensación de bienestar, una persona .g con síntomas de somatización se siente notablemente peor. Los familiares, ~ amigos, empleados y algunos terapeutas reconocen este patrón y adoptan m una actitud punitiva, ignorando a la paciente y sus síntomas, y diciéndo- ,~ le que deje de quejarse y que empiece a trabajar como cualquier otra per- .~ sona. ! Una vez conoce las circunstancias en las que se producen los síntomas, .~ establezca una relación temporal, pero no causal, entre el estresante y el .~ síntoma. Durante la entrevista y en el curso de la anamnesis, la paciente ~ ofrecerá muchos ejemplos de cómo ha notado que sus síntomas aumentan ~ a medida que se incrementa la presión social. Es más, estos pacientes re- ~ chazan cualquier sugerencia de que estos síntomas son una excusa para :l! evitar tareas o responsabilidades. Ella se resiste a la interpretación de que @ su dolor es la expresión física de un conflicto intrapsíquico o interperso- 126 DSM-IV. El paciente difícil nal, aun cuando ella misma proporciona muchas evidencias de esto. Rechaza tales interpretaciones mediante ansiedad, hostilidad, odio, evitación o huida. Las primeras experiencias de Freud (1952-1955) con estas interpretaciones dieron testimonio de este hecho. Por lo tanto, si quiere explorar los conflictos de la paciente, hable de ello sin establecer conexión alguna con sus síntomas dolorosos. Ella está muy sensibilizada, porque ya ha escuchado esta «acusación» de sus familiares, amigos y otras personas. Deje claro que usted acepta su opinión de que está físicamente enferma. No puede interpretar la ganancia secundaria que una paciente puede obtener de su trastorno a partir de una interpretación psicoanalítica sin provocar su ira. Aproxímese a sus ganancias primarias y secundarias desde el punto de vista de ella, no del suyo propio. Su punto de vista y no el de usted es el que debe dominar la entrevista. 4. CINCO PASOS PARA TRANQUILIZAR AL PACIENTE Paso 1: escuchar. Deje que la paciente le describa sus dolores. Dará muchos detalles sobre todas sus sensaciones. Puede utilizar comparaciones para hacerle entender cómo es su dolor, Mi dolor de cabeza parece una cinta metálica que rodea mi cráneo. Aprieta cada vez más fuerte y parece como si mi cabeza fuese a estallar. Tengo este dolor terrible en mi vientre como si un enorme puño me estrujase el estómago. El dolor que tengo en el lado derecho es como si me estuviesen clavando un enorme cuchillo de acero. Escuche lo que ella le comenta e inste a la paciente a que le diga cuándo aparece el dolor y qué está ocurriendo en su vida en ese momento. No sugiera ninguna relación de causa-efecto entre el estrés y el dolor a menos que lo haga la paciente por iniciativa propia. Algunas pacientes se niegan a hablar con un especialista que no sea neurólogo, internista, gastroenterólogo o ginecólogo. Creen que un psiquiatra, un psicólogo o un asistente social carecen de experiencia en enfermedades físicas y, por lo tanto, dan por sentado que sus problemas no son reales, sino imaginarios. En este caso hágale ver a la paciente que usted comprende sus síntomas mejor que un internista, porque usted se centra en el sistema nervioso autónomo, que es el responsable de su dolor. Así pues, deje clara su experiencia y exprese empatía por las confusiones y malentendidos a los que ha tenido que hacer frente en lo que respecta a la naturaleza de su trastorno. Somatización 127 El paso 1 no es una maniobra pasiva para permitir que la paciente se desenvuelva de su manera habitual; es un proceso activo en el que se tranquiliza a la paciente a partir de que el entrevistador comparte su opinión y conoce la realidad de su dolor. Así comienza el proceso de validación de sus síntomas. Como la paciente continúa creyendo que el lugar en el que se sitúa su enfermedad es aquel en el que siente dolor, el entrevistador sostiene la opinión de que la alteración está localizada en el cerebro, pero no comparte esta opinión con ella. Al final del paso 1 se ha establecido una relación: el entrevistador ha demostrado empatía y comprensión hacia su dolor, comparte su punto de vista, se toma en serio su trastorno y ha convertido a la paciente en una aliada. Paso 2: definir. Seleccione el síntoma más importante de la paciente y explore las circunstancias que lo rodean. La paciente puede mostrarse vaga con las fechas. Sin embargo, puede ser capaz de describir el agente estresante en la medida en que usted no sugiera que sus síntomas son formas de evitar el estrés. Siguiendo en la misma línea, continúe identificando otros síntomas clave. Este proceso de calificar pone sobre aviso a la paciente. La prepara para empezar a considerar que puede haber alguna relación entre el estrés y sus respuestas somáticas. Esta es la técnica esencial que se utiliza en el paso 2, que prepara el terreno para los pasos 3 y 4 (confrontación y resolución). Formule preguntas de este tipo, Cuando se inició su problema ¿qué estaba haciendo inmediatamente antes de que empezase el dolor? ¿Después de qué tipo de actividades le parece a usted que empieza a sentirse enferma? ¿Cuándo fue la última vez que se sintió enferma? ¿Qué precedió a su dolor? Paso 3: confrontar. Intente conectar el agente estresante y la respuesta somática. La reacción de la paciente le dará una medida de la inái tensidad de su resistencia a aceptar la somatización como su forma de ha- ~ cer frente al estrés. En este punto puede aparecer hostilidad fácilmente en e g; una paciente que soma tiza de forma crónica, aunque lo normal es que esta .15 actitud dure poco si usted aplica las técnicas correctas .. :§ Cuando esté ante una paciente con numerosos síntomas que no se ex- ~ plican médicamente, analice su respuesta personal hacia ella. Su ira y sus e .~ exageraciones pueden irritarle. Si no le hace caso o actúa de un modo dis- .~ plicente, estará añadiendo dificultades a la entrevista. Si nota que la está ~ rechazando, considere que la paciente no tiene la libertad de ver las cosas ~ bajo la misma óptica que usted. Sus síntomas son parte de su estilo de ~ vida desde la preadolescencia y su rechazo amenaza su relación con ella. ~ Si acepta su historia de síntomas cambiantes como el centro de su vida ~ @ emocional, la paciente recompensará su cooperación. 128 DSM-IV. El paciente difícil Paso 4: resolver. Empiece con el diagnóstico. Diga a la paciente que sufre un trastorno somatomorfo. Explíquele paso a paso que el trastorno implica el sistema nervioso autónomo y que es muy probable que ya haya nacido con esta alteración. Hágale saber que un trastorno somatomorfo se ve agravado por el estrés externo. Después, investigue su tendencia a somatizar a lo largo de su vida y explore qué síntoma se agravó ante la demanda externa. Al final del paso 4, usted y la paciente conocerán el tipo de demanda externa a la que ella es más sensible y que le resulta más difícil controlar. Paso 5: aprobar. Utilice ahora la inversión de papeles. Agradezca a la paciente el esfuerzo que ha realizado en la entrevista para explicarle lo que le pasa. Exprese empatía y comprensión acerca de lo difícil que es vivir con este grado de sensibilidad al estrés. De este modo ha dado respuesta a las dos quejas que con más frecuencia formulan los pacientes con un trastorno de somatización: Los médicos no saben qué me pasa. Usted le ha demostrado que es un verdadero experto y que sabe perfectamente lo que le ocurre. Los médicos no me hacen caso. Le ha demostrado que usted sí se lo hace. Si fracasa la validación de los síntomas, pueden ser útiles los otros métodos que se explican en la parte 1 de este libro (es decir, la hipnosis y la asociación libre), en especial en los pacientes con una historia de síntomas de conversión o disociación como núcleo de sus síntomas de somatización