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102 (2010) 49
LA REVOLUCIóN EN LA LITERATURA
DEL BICENTENARIO: DE LAS
HISTORIAS SOBRE “EL ORIGEN”
A “LO NEGRO” EN LA ARGENTINA
ACTUAL1
THE REVOLUTION IN THE BICENTENARY´S LITERATURE:
FROM THE HISTORY ABOUT “THE ORIGIN” TO “THE BLACK”
IN CURRENT ARGENTINA
Mirta Amati*
Resumen
La “referencia al origen es un invariante cultural” (Candau, 2001). Sin embargo, cada
país tiene modos particulares de procesar su propia historia. Este trabajo analiza una de
las modalidades en que –en Argentina– se narra ese origen, en el contexto de los bicen-
tenarios latinoamericanos.
Ese momento originario –la Revolución de Mayo de 1810– aparece representado en pro-
ducciones literarias que han sido best sellers de historia. Esos relatos de no-ficción junto
a otros de ficción permiten problematizar la cuestión del género (revisionismo, ensayo,
parodia histórica) y su relación con “la nación” como matriz cultural. Un modo de imaginar
un “nosotros” y de permitir ciertas inclusiones y exclusiones identitarias en el momento
del origen y en el presente del Bicentenario.
1 Una versión preliminar de este trabajo fue presentada en la Summer School de la Red de Cooperación “Nuevas
perspectivas de la teoría de la cultura” (Universidad de Konstanz, Alemania; Universidad de Buenos Aires,
Argentina; Universidad Santo Tomás, Bogotá, Colombia; Universidad de la República, Uruguay) en febrero
de 2010 en el Instituto de Investigación Gino Germani (IIGG-FCS-UBA). Agradezco los comentarios del
doctor Jochen Dreher y la doctora Silvana Figueroa-Dreher así como el de los participantes.
* Doctoranda en Ciencias Sociales (UBA) y directora del Proyecto UBACYT S602: Patrimonios, memorias
y sentimientos en las conmemoraciones nacionales (UBA-FCS). mirta.amati@yahoo.com.ar
50 Cuadernos de filosofía latinoamericana
Palabras clave
Imaginación nacional, memoria/historia.
Abstract
The “reference to the origin is a cultural invariant” (Candau, 2001). Nevertheless each
country has particular ways to process its own history. This paper analyzes one modality
to tell the origen of the Argentina, in the context of the Latin American Bicentenaries.
That original moment - the May Revolution in 1810 - appears represented in literary
productions that have been best sellers of history. Those not-fiction books and others of
fiction allow to think about the problem of the genre (revisionism, enssay, parodia his-
torical) and their relation with “the nation” like a cultural mold. A way to imagine “us”
and to allow some inclusions and exclusions in the level of the identity in the time of the
origin and in the present of the Bicentenary.
Key Words
National imagination, memory/history.
A pesar de compartir cierta visión anacrónica lidad y carecen de cualquier tipo de relación
que enfatiza las necesidades del presente y con la región, con el resto de ciudades, con
que permite a los escritores presentarse como España, Francia o Inglaterra. Por otro lado,
referentes en la temática y, por tanto respecto supone una conciencia independentista y
de la opinión política, las versiones de mayo una voluntad de ocultamiento de la que no
que muestran son muy diferentes. se ofrece un sentido o una causa.
desequilibrado, fue un creador, un hombre los que forman parte. Sin embargo, incurre
pasional y honesto, seguro de lo que se de- en anacronismos y en efectos de “galería”,
bía hacer: la revolución, la emancipación. una suerte de “sumisión al personaje” a la
Algo poco corriente en un argentino. Así, a inversa: una “insubordinación a los perso-
pesar de su corta vida, en ese razonamiento najes” que termina teniendo el mismo efecto
–implícitamente– Moreno funciona como el de aquello que critica. Ahora somos leales a
gen revolucionario que perdimos, que –cual algunos personajes, no por su abnegación
sospecha confirmada– matamos. sino porque comprendemos sus motivos
ideológicos y los procesos históricos en que
En el caso de Pigna, se presenta el aconteci- se desarrollaron. Y nos insubordinamos o
miento fundador como aquél que “marcaría rebelamos ante los personajes que se les
a fuego nuestro futuro como nación”. Se trata oponen: “los malos” de la historia. “Clave
del “comienzo de un “ellos” y un “nosotros” articuladora binaria” que configura un relato
que no ha terminado y no terminará” (2004, p. que prescinde del “cambio social” (Acha,
218). A diferencia de la biografía de Lanata, 2005, p. 22).
cuenta la historia de mayo en un complejo
entramado causal que lo lleva a exponer la Tampoco presenta o distingue períodos
situación europea (situación externa que es sino –como en el caso de Mayo– cuenta
determinante) y la situación interna (desde acontecimientos. Una línea temporal sin
Buenos Aires hasta Chuquisaca y La Paz) cambios desde 1810, una serie de sucesos
(2004, pp. 218-224). que se presenta como historia de los buenos
y otra, paralela, de los malos. Un modo de
La descripción de la Semana de Mayo se desmitificar creando otros y nuevos mitos de
construye en oposición a la imagen escolar la Argentina.
de vendedores ambulantes y damas antiguas;
es producto de intereses –nacionales y extran-
jeros, legítimos o unidos “a los bolsillos”– y El olvido de mayo
de pasiones (2004, p. 230). Sin embargo, los
sujetos no se manejan por impulsos pasio- Aguinis5, como los otros autores de best
nales o emocionales como los presentados sellers, escribe sus libros de no ficción por
en los relatos biográficos de Lanata. Su “el ansia de entender al pueblo argentino” y,
caracterización está basada principalmente por tanto, entenderse a sí mismo como parte
en la ideología, producto de corrientes de de éste (2001, pp. 5-6). Pero a diferencia de
pensamiento y teorías en boga de la época. aquellos, no hace historia sino que escribe
Esto es así por el intento de alejarse de la
versión escolarizada que asocia las acciones
históricas a la abnegación de los personajes;
según Pigna se trataría de una historia basada 5 Marcos Aguinis es escritor, militante del libera-
en “la sumisión al personaje”, una historia lismo, participante de la Fundación Libertad de
Mario Vargas Llosa. Fue Secretario de Cultura
despojada de historia (2004, p. 15). Sin de la Nación en el primer gobierno democrático
temporalidad, nos encontraríamos con una que siguió a la última dictadura argentina. Junto
serie (capítulos) de cuadros o retratos, lo que a otros intelectuales, fundó “Aurora de una
de Certeau (1993, p. 116) llama “estructura Nueva República”, definido como “un espacio
de galería”. abierto a las ideas de democracia y progreso”,
en oposición a la política del gobierno de “los
Por el contrario, Pigna restituye el interés y Kirchner” y buscando posicionarse cultural-
mente en el año del Bicentenario.
la ideología de los sujetos, los procesos de
54 Cuadernos de filosofía latinoamericana
ficar, ¿quién puede creer que esta historia es El último capítulo del libro de Cucurto
verdadera, si es literatura? (2008, pp. 97-200) –“La revolución es un
sueño roto”— hace alusión, cita y reenvío
Cucurto postula que es imposible saber lo que intertextual a la novela de Andrés Rivera:
pasó hace 200 años, por eso presentaron una La Revolución es un sueño eterno”. Rivera
“revolución inexistente”, para él toda historia escribe su novela como relato autobiográfico
es “fotocopia del presente” y –como lo de- de Juan José Castelli, (el orador de la Revolu-
muestra su propio libro– “la puede escribir ción de Mayo) que registra en dos cuadernos
cualquiera” (2008, p. 121). de tapas rojas cuando un cáncer de lengua le
impedía hablar. Ese género, la autobiografía
Por esto, Cucurto presenta una fotocopia de
de Castelli, le da una fuerte verosimilitud a
los negros de Perón en los negros de San
la novela histórica de Rivera, aún cuando el
Martín, donde el original es el peronismo10.
autor declaró –en una entrevista publicada en
El primer acontecimiento desde el que se lee
la Revista La Maga, el 3 de abril de 1996– que
la historia y el presente, no es 1810. La pun-
a pesar de buscar fuentes y datos históricos
tuación de la secuencia es inversa, el efecto
se quedó con “el dato disparador”: el orador
retroactúa sobre las causas y el peronismo es
sin habla, borrando de ese modo cualquier
el origen (el original) de la historia de 1810
otro dato histórico12.
(que es entonces la fotocopia).
El Castelli de Rivera muere “con el intole-
“¡La Patria antes de nacer, en la cuna, antes de
rable presentimiento” de haber “irrumpido
la emancipación, ya era peronacha!” (2008,
demasiado temprano en el escenario de la
p. 168), es decir ahora ─en este relato cucur-
historia”, presentimiento que se confirma:
tiano─ que tiene negros: negros africanos,
la creencia en la igualdad de los hombres,
negros putos, cabecitas negras.
blancos, negros o indios, es decir, la revolu-
Así, haciendo que San Martín decida recons- ción, es un sueño eterno. Castelli tanto como
truir el Cabildo, aparecen ─en esta temprana la propia revolución aparece así derrotado
historia─ las “multitudes obreras” (2008, p. y marginado, sin esperanza más allá del
161) y el General es el “primer trabajador” sueño que –como tal– es una eterna utopía
(2008, p. 165). San Martín comprendió que irrealizable.
no era momento para “microemprendimien-
La Revolución vivida por los negros es, en
tos, asambleas y cooperativas” porque para
cambio, un sueño roto: los negros rompen
eso había que tener “una nación en crisis” y
con la eternidad del sueño de Castelli (de la
allí todavía había que “inventar una nación”:
novela de Rivera), y entonces (rompiendo el
fotocopias de la nación del siglo XIX y de la
sueño, dejando de soñar) es posible efecti-
nación del 200111.
vizar la revolución y festejarla.
Cucurto pone en escena “lo negro” que, en lo que produjo una descendencia marcada
Argentina, prácticamente sólo aparece aso- (de 15.000 individuos en 1838 a 8.000 en
ciado a la imagen del 25 de mayo de 1810: 1887), es la clasificación como “blancos” de
una imagen cultural, decorativa, que en “los individuos más claros de la población
ningún caso tiene relación con la formación afroamericana”: los trigueños podían “ser
social y étnica de la Argentina. Fuera de clasificados oficialmente como blancos”.
las representaciones de 1810 –lavanderas y
vendedores ambulantes de las imágenes que Sin embargo, si bien estas consideraciones
circulan por manuales, periódicos y revistas entraron en el mundo académico –aunque
de divulgación histórica y que también apare- en Argentina no fue un tema habitual de
cen en los actos escolares: dramatizaciones de reflexión, algo presente en el trabajo de Fri-
los alumnos pintados con corcho quemado–, gerio quien invita a sus colegas a continuar
lo fenotípicamente negro desaparece de la con sus estudios–, esos datos no están en la
representación del país. representación de la Argentina como un crisol
de razas (reproducida en los escritos literarios
Del mismo modo, en los best sellers de his- analizados en este capítulo) donde lo indígena
toria, lo negro es parte de un pasado que no y lo negro no tiene lugar, como producto de
volverá y que identifica a los argentinos sólo un proceso de blanqueamiento e invisibiliza-
en su momento originario, por lo cual Lanata ción (Caggiano, 2005; Grosso, 2008).
(2004a) afirma que fueron “los primeros desa-
parecidos” y Pigna (2004) sostiene la “casi Más allá de estas hipótesis, lo interesante
desaparición de los negros de Buenos Aires” es observar –como interpreta Frigerio– la
en las luchas por la Independencia16. anticipación de desarrollos posteriores en el
sistema de clasificaciones raciales y, siguien-
Lanata se propone demostrar esa desaparición do el tema de este capítulo, lo que entra o
con porcentajes de presencia de negros que queda fuera de los marcos de la memoria,
los ubica en una etapa precisa y diferencia- presencias o ausencias en los géneros de
da de la identidad y cultura de la Argentina no-ficción y ficción, de las historias bestse-
actual, un uso de los censos que además no lleristas y cucurtianas.
tiene en cuenta que borraban las diferencias
internas de etnias y mestizajes. Como nos Sin duda, en la configuración nacional des-
recuerda Frigerio (2006, p. 85) retomando el racializada de la Argentina fue exitoso el
trabajo de George Reid Andrews, “los censos proceso y la política de “desetnización” y
eran dicotómicos: blanco-pardo/moreno (cen- el “pánico a la diversidad” (estudiado por
sos municipales de 1836 y 1838) y blanco-de Segato, 2007). La “blanquedad” argentina
color (censo de 1887)”. Siguiendo esos datos, es –como señala Frigerio (2006, pp. 82-88)–
un “proceso socialmente construido” a partir
de ciertas operaciones: el “ocultamiento de
16 Felipe Pigna sostiene que “Al iniciarse las cam- parientes negros”; la atribución de las clasi-
pañas de independencia muchos esclavos fue- ficaciones raciales a otros individuos lo que
ron incorporados a las filas patriotas. Muchas lleva a considerar que “los negros” sólo son
familias de las llamadas “patricias” prefirieron
enviar a pelear a los esclavos de la casa antes
los “negros mota”17; la consideración de los
que a sus hijos, y así fue que en la mayoría de
los ejércitos de la revolución se destacaban los 17 En su trabajo, Alejandro Frigerio (2006) ana-
soldados negros. Claro que no sólo por su color liza cómo estas operaciones presentes en lo
sino por su coraje y valentía en defensa de la microsocial también constituyen tendencias
libertad. Esta es una de las razones de la casi que vienen del XIX. Además, en su análisis
desaparición de los negros de Buenos Aires”. estudia los cambios en el proceso de invisi-
60 Cuadernos de filosofía latinoamericana
“negros” (“cabecitas negras”) como “un Otro Con esto, lo interesante es que Cucurto parece
cultural y social” (ya no racial). demostrar que los negros ni se extinguieron
ni se domesticaron sino que constituyen –tal
Esas operaciones, leídas desde la Revolución como sugiere Frigerio (2006, p. 96)– “la ima-
de Mayo vivida por los negros son desmon- gen más fuerte de alteridad”: “desde hace más
tadas o negadas: el “ocultamiento de los de cien años” es “el Otro más cercano”. Por
parientes negros” en Cucurto no aparece sino esto, se intentó exorcizarlo del nosotros y aún
que, por el contrario, se expone abiertamente se lo hace. Siguiendo la hipótesis de Frigerio
ya que se trata del único modo de demostrar podemos sostener que las obras aquí anali-
una genealogía con los orígenes negros de zadas (y el campo de la cultura de masas a la
la nación; la consideración de que “negros que pertenecen estas producciones literarias)
son sólo los ‘negros mota’” es refutada con evidencian otra exorcización. Aquella que
la evidencia de que desde la Revolución –y presenta una “Argentina del Bicentenario”
luego del peronismo– los negros son “negros cuya pluralidad sigue excluyendo a lo negro
africanos”, “cabecitas negras” y “negros en las obras de no-ficción (como encontra-
putos”, por lo tanto los “negros” (“cabecitas mos en la literatura histórica de masas) y
negras”) ya no son sólo un “Otro cultural y que, cuando lo incluye, lo hace en el género
social” sino también racial. ficcional y en una clave realista atolondrada.
La obra de Cucurto propone y demuestra con La obra de Cucurto parece demostrar que la
papeles escritos y relatos orales, con la escri- Revolución vivida por los negros sólo puede
tura de la obra y, sobre todo, con su propia ser “disparatada” o “atolondrada” como si
presencia/existencia –como escritor y como (por fuera del campo académico o erudito,
personaje negro– la existencia y la vida de es decir, en el espacio público y masivo)
los negros en la Revolución y en la Argentina fuese la única forma en que lo negro (con
actual. Sin embargo, si bien restituye la ne- y sin comillas) puede aparecer asociado al
gritud en la temporalidad del relato histórico acontecimiento fundador de la Argentina, a su
de la Argentina, lo hace cayendo en todos los conformación y a su formación actual. Algo
estereotipos que asocia a todos los tipos de de lo que sólo nos podemos divertir.
negros (los “esclavos negros”, los “negros”
descendientes de africanos, los “inmigrantes
negros”, los “negros afro-argentinos”, los
“negros peronistas”, los “cabecitas negras”
y los “negros putos”).