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Fecundación

La fecundación es el proceso biológico mediante el cual se unen el óvulo y el espermatozoide


para formar una nueva célula llamada huevo o cigoto, con la cual se inicia el desarrollo
embrionario, es decir, la vida de un nuevo individuo.
Después de la ovulación el ovocito lI es captado por la trompa de Falopio, que lo transporta
lentamente hacia el útero. Por su parte, tras el coito, los espermatozoides depositados en la
vagina avanzan en sentido contrario y arriban a la trompa de Falopio, para ello deben atravesar el
cuello uterino, el útero y la unión uterotubaria.
El encuentro de los gametos se produce en la trompa de Falopio, habitualmente en su tercio
distal. El ovocito y los espermatozoides se desplazan -el primero hacia el útero y los segundos
hacia las trompas de Falopio, dicho desplazamiento se lleva a cabo a partir de contracciones y
relajaciones rítmicas perfectamente coordinadas por parte de la capa muscular de la vagina, del
útero y de las trompas. En estas últimas, los gametos son también propulsados por los
movimientos coordinados de los numerosos cilios presentes en el epitelio tubario. Ambas
actividades (muscular y ciliar) son estimuladas por dos hormonas femeninas, la oxitocina y la
progesterona; también intervienen las prostaglandinas del semen.
El ovocito puede ser fecundado hasta 24 horas después de la ovulación; luego envejece y muere.
En consecuencia, la fecundación debe producirse forzosamente dentro de ese lapso. Por su
parte, los espermatozoides sobreviven en el interior del sistema genital femenino entre 24 y 72
horas.
Por otra parte, resulta necesario mencionar que cuando los espermatozoides abandonan el
testículo no están completamente diferenciados y son inmóviles, de modo que no pueden
fecundar al ovocito. Por este motivo, terminan de diferenciarse al cabo de dos procesos
biológicos adicionales llamados maduración y capacitación.
 Maduración: tiene lugar en epidídimo. Se producen aquí cambios en la carga de su
membrana, se produce la formación de vesículas y adquisición de motilidad.
 Capacitación tiene lugar en tracto genital femenino. Se dan cambios en la permeabilidad
de la membrana hacen que pueda ingresar mas calcio, lo que ocasiona la aparición de
movimiento más enérgico de los espermatozoides (hiperactivación)

Existen una serie de etapas o fases que se dan a lo largo del proceso de fecundación:
1. Penetración de la corona radiada: una vez que torna contacto con la corona radiada,
cada espermatozoide trata de alcanzar la membrana pelúcida avanzando entre las células
foliculares. Para ello, con la ayuda de pequeñas cantidades de hialuronidasa que lleva en
su membrana plasmática, construye una especie de túnel en el ácido hialurónico que une
las células foliculares.
El espermatozoide avanza impulsado por la fuerza mecánica derivada de los movimientos
de hiperactivación.
2. Reconocimiento y adhesión: los espermatozoides y la membrana pelúcida se adhieren
firmemente. Para ello, antes deben reconocerse, lo cual depende de la presencia en la
membrana plasmática de los espermatozoides de moléculas que interactúan con otras
complementarias existentes en la membrana pelúcida. Una vez producidos el
reconocimiento y la adhesión se inicia la reacción acrosómica.
3. Reacción acrosómica: se desencadena cuando el espermatozoide se pone en contacto
con la membrana pelúcida. Ello hace aparecer múltiples áreas de fusión entre la
membrana plasmática del espermatozoide y la membrana externa del acrosoma, tras lo
cual se forman poros por los que se escapan las enzimas acrosómicas. Debido a que este
proceso lleva a la desaparición de ambas membranas, la membrana interna del acrosoma
se convierte en la nueva membrana plasmática de la región frontal del espermatozoide.
La reacción acrosómica hace posible el desprendimiento de la corona radiada, el avance
del espermatozoide a través de la membrana pelúcida y la fusión entre sí de las
membranas plasmáticas de ambos gametos.
4. Denudación: consiste en el desprendimiento de la corona radiada, cuyas células
foliculares se separan y se dispersan por la acción de la hialuronidasa que sale de los
acrosomas, pues esta enzima hidroliza el ácido hialurónico que las mantiene unidas.
5. Penetración de la membrana pelúcida: la membrana acrosómica interna queda expuesta
en su superficie; la misma posee un receptor que interactúa con la ZP2 de la membrana
pelúcida, y la interacción entre ambos crea las condiciones para que el espermatozoide
pueda atravesar la membrana pelúcida en busca de la membrana plasmática del ovocito ll.
Esto, lo hace con la ayuda de la acrosina, una enzima acrosómica que hidroliza localmente
la membrana pelúcida y fabrica en ella un túnel por donde avanza el espermatozoide.
Al Igual que en la penetración de la corona radiada, el espermatozoide avanza gracias a la
fuerza mecánica generada por los movimientos de hiperactivación.
6. Fusión: solo un espermatozoide entra en contacto con la membrana plasmática del
ovocito II; cuando esto sucede cesan los movimientos de hiperactivación, las membranas
en contacto se fusionan y entre los citoplasmas de ambos gametos se establece la
continuidad que permite la entrada del contenido del espermatozoide en el interior del
ovocito. Una vez establecida la continuidad entre ambos citoplasmas, ingresan en el
ovocito la parte posterior de la cabeza, todo el cuello y toda la cola del espermatozoide;
finalmente lo hace la parte anterior de la cabeza que se introduce en el ovocito mediante
un proceso parecido a la fagocitosis. El material incorporado tiene una evolución dispar, ya
que el ADN y el centriolo del espermatozoide se aprovechan y las mitocondrias y el
axonema desaparecen.
7. Bloqueo de la polispermia: el ovocito es fecundado por un solo espermatozoide, para
evitar la entrada de otros espermatozoides, apenas se fusionan las membranas
plasmáticas de ambos gametos se desencadenan los siguientes cambios en el ovocito:
-Se produce un proceso denominado reacción cortical que consistente en la exocitosis de
las enzimas hidrolíticas contenidas en las vesículas de secreción. Entre las enzimas
expulsadas se encuentran una proteasa e hidroliza, esto altera la estructura molecular de
la membrana pelúcida y provoca la inmovilización y la expulsión de los espermatozoides
atrapados en ella.
La salida de las enzimas de los gránulos corticales se produce porque aumenta la
concentración de calcio en el citosol.
-La membrana plasmática del cigoto, pierde la capacidad de fusionarse con otros
espermatozoides que se le acercan.
8. Reasunción de la segunda división meiótica por parte del ovocito ll: Mientras se
produce el bloqueo de la polispermia, el ovocito ll reanuda su segunda división meiótica, la
cual genera dos células haploides, el óvulo -convertido en cigoto-y el polocito II
9. Formación de los pronúcleos masculino y femenino: En el cigoto, los núcleos
haploides del espermatozoide y del óvulo se llaman pronúcleo masculino y pronúcleo
femenino respectivamente. Ambos pronúcleos se tornan esféricos y se dirigen a la región
central del cigoto, donde sus cromosomas se desenrollan y sus ADN se replican.
10. Singamia y anfimixis: en el centro del cigoto, los pronucleos se colocan uno muy cerca
del otro y pierden sus cariotecas (singamla). Entre tanto, ya duplicados, los cromosomas
se vuelven a condensar y se ubican en la zona ecuatorial de la célula, como en una
metafase mitótica común (anfimixis). Las fibras del huso mitótico parten de los
centrosomas que se forman en los polos de la célula. Los dos pares de centriolos
presentes en el cigoto derivan del centriolo aportado por el espermatozoide, para lo cual
debió duplicarse y los dos descendientes debieron volver a hacerlo.
La anfimixis representa el fin de la fecundación.

Consecuencias de la fecundación
La principal consecuencia de la fecundación es la formación del cigoto. Además se registran los
siguientes fenómenos:
 Se restablece el numero diploide de cromosomas.
 Se forma una célula completa. El ovocito aporta virtualmente todo el citoplasma del cigoto,
repleto de organoides y de sustancias nutritivas. En cambio, el espermatozoide cede el
centriolo.
 Se redistribuye el material citoplasmático. Los organoides y las sustancias nutritivas se
distribuyen por todo el citoplasma del cigoto.
En los mamíferos, la distribución de los componentes del citoplasma del cigoto aparenta
ser uniforme.
 Se determina el sexo cromosómico. Dado que el cromosoma sexual del ovocito es siempre
un cromosoma X, el aportado por el espermatozoide -que puede ser X o Y-condiciona la
fórmula cromosómica sexual del cigoto. Si resulta XX, el sexo cromosómico es femenino; si
resulta XY, masculino.
 Se inician las divisiones mitóticas. Al consumarse la fecundación, el espermatozoide activa
el metabolismo del ovocito y desencadena las primeras divisiones de la segmentación.
Primera semana del desarrollo
Cuando se inicia el desarrollo, el embrión se llama cigoto, es unicelular, está envuelto por la
membrana pelúcida, posee un diámetro de 0,15 mm y se halla en el tercio distal de la trompa de
Falopio. Al cabo de la primera semana, la anatomía del embrión es bastante más compleja, ya
que perdió la membrana pelúcida y, aunque sigue midiendo 0,15 mm, está compuesto por
muchas células. Además, se encuentra en la cavidad del útero, adonde llegó después de
descender por la trompa de Falopio.
El embrión de 7 días recibe el nombre de blastocisto tiene forma de una esfera hueca. Sus
células se denominan blastómeras y su cavidad está ocupada por un líquido incoloro, llamado
blastocele. La pared de la esfera está formada por una capa continua de blastómeras aplanadas
denominada trofoblasto y en uno de los polos del blastocisto se distingue un conglomerado de
blastómeras poliédricas que lleva el nombre de macizo celular interno.
Mientras que las células aplanadas del trofoblasto se dividen con rapidez, las células del macizo
celular interno se dividen lentamente, y las contiguas al blastocele forman un epitelio simple
llamado hipoblasto. El macizo celular interno da origen al cuerpo del embrión y a los anexos
extraembrionarios.
A los 7 días de fecundación, el blastocito se encuentra en la cavidad uterina y toma contacto con
el endometrio, el cual se halla en fase secretoria. Además, cabe mencionar que el blastocito se
orienta de modo tal que las blastómeras trofoblásticas contiguas al macizo celular interno son las
únicas que toman contacto con el endometrio.
Cambios que suceden entre los días 1 y 7 de embarazo
Entre el primer y séptimo día de desarrollo para que el embrión unicelular se transforme en
blastocisto: se produce la segmetación o clivaje del cigoto, que consiste en una sucesión de
mitosis mediante las cuales se originan las blastómeras. Finalmente, el blastocisto se forma al
cabo de la diferenciación y la redistribución espacial de éstas.
Debe recordarse que la fecundación culmina con la anfimixis, que es la metafase de la primera
mitosis de la segmentación. Después de la separación de los cromosomas (anafase), en uno de
los meridianos de cigoto aparece una constricción que lo divide, de modo que se forman dos
células hijas de igual tamaño, ambas diploides.
A continuación ambas células hijas se dividen. Debido a que esta segunda división es
perpendicular a la primera, las cuatro blastómeras que resultan tienen forma alargada. Esto
sucede durante el segundo día del desarrollo en la trompa de Falopio, donde aún se halla el
embrión que se desplaza hacia el útero.
La tercera división de segmentación tiene lugar a los dos das y medio de la fe-fundación. Ahora
las constricciones que dividen las células se producen a nivel del ecuador del embrión, de modo
que forman ocho blastómeras, cuatro por encima y cuatro por debajo del plano ecuatoria.
La cuarta división se produce durante el cuarto día del desarrollo y da lugar a un embrión de 12 a
16 células. Este está arriba a la cavidad uterina y se denomina mórula porque constituye una
esfera maciza con aspecto de mora.
A partir de la quinta división de segmentación, el número de células deja de incrementarse en
forma geométrica; ello se debe a que ya existen dos tipos de blastómeras.
Durante el quinto y sexto día, la mórula posee un número mayor de células. Entre ellas aparece
un líquido incoloro que empuja las blastómeras que se dividen con rapidez hacia la periferia, es
decir, contra la membrana pelúcida. Estas células dan origen al trofoblasto, y la cavidad que
resulta recibe el nombre de blastocele. Por su lado, las blastómeras que se dividen lentamente se
agrupan en uno de los polos de la esfera hueca (el futuro polo embrionario) y forman el macizo
celular interno. Finalmente, las células del macizo celular interno adyacentes al blastocele
generan el hipoblasto, compuesto por una sola capa de células. De inmediato, el blastocisto
pierde la membrana pelúcida, orienta su polo embrionario hacia el endometrio y comienza a
implantarse.

Consecuencias de la segmentación del cigoto


Durante la segmentación, las mitosis se suceden ininterrumpidamente y las interfases son muy
breves, de modo que las células hijas no tienen tiempo para producir material citoplasmático
nuevo. Como consecuencia, después de cada división se reduce el citoplasma de las células hijas
y se restablece progresiamente la relación nucleocitoplasmática que poseen las células somáticas
comunes. Más aún, cuando concluye la segmentación, el blastocisto tiene el tamaño original del
cigoto y sigue rodeado por la membrana pelúcida, que tampoco creció.
Por otra parte, mientras se suceden las mitosis, las blastómeras se diferencian y se generan
grupos celulares distintos entre si, como el trofoblasto, el macizo celular interno y el hipoblasto.

Nutrición del embrión


Las blastómeras se nutren con sustancias secretadas por la trompa de Falopio y por las glándulas
uterinas, las cuales se encuentran en plena fase secretoria. Las secreciones rodean el blastocisto
y forman un magma mucoso cuyos productos llegan a las células embrionarias.

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