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Manejo y Producción Forzada del

Cultivo de Zarzamora
Por: Guadalupe Rivas Cancino
Introducción y descripción botánica

La zarzamora es uno de los cuatro cultivos que comercialmente integran el grupo de las “berries”. Estos cuatro
cultivos son la fresa (strawberry), arándano (blueberry), frambuesa (raspberry) y zarzamora (blackberry), que
se caracterizan por su alto valor nutritivo y comercial. Hay diferentes especies de zarzamora, todas del género
Rubus, que pertenece a la familia de las Rosáceas. En este género también se encuentran la frambuesa y otras
variedades silvestres de Norteamérica y Mesoamérica, conocidas con diferentes nombres como mora o zitún.

En México el cultivo de la zarzamora inició de manera comercial hace más de 30 años con la variedad Brazos;
Michoacán es el principal estado productor desde entonces. Durante 2014 se registró una superficie sembrada
en México ligeramente superior a las 12,500 hectáreas con una producción de 152,921 toneladas (SIAP 2014).
La mayor parte de la producción se exporta a los Estados Unidos.

La raíz de zarzamora es filiforme, muy extendida, nudosa y


superficial; más profunda que la del frambueso y con tallos
subterráneos llamados rizomas. Los tallos emergen
concentrados de la base de la planta y son aristados,
provistos de agudas espinas; hay variedades con tallos
erectos y otras con tallos rastreros.

Las hojas son estipuladas y compuestas, con 3 o 5 foliolos.


Cada foliolo es elíptico, de diversas dimensiones de acuerdo
a la variedad, aserrado en los bordes y dispuestos de forma
palmeada. El envés de la hoja es grisáceo y aterciopelado, las
nervaduras suelen estar muy marcadas.
Figura 1. Flor y hojas de zarzamora.

Las flores son hermafroditas y autofértiles, por lo que el


cultivo no requiere fauna auxiliar para la polinización. El cáliz
es persistente, y tiene 5 sépalos. En la corola de cada flor,
sobre un receptáculo ensanchado, hay 5 pétalos blancos o
rosados que en ocasiones presentan manchas rojizas (Figura
1). Las flores están agrupadas en racimos simples laterales y
terminales o compuestos en ocasiones. Cada flor tiene
numerosos estambres y carpelos, los cuales contienen un
óvulo fértil que dará origen a cada una de las drupas que
forman el fruto compuesto clasificado como una polidrupa.
Cada uno de estos frutos al principio son duros y verdes,
gradualmente se volverán rojos y luego se intensificará su
color hasta adquirir una tonalidad purpúrea, brillosa y
uniforme al momento de haber alcanzado su madurez
Figura 2. Etapas de madurez de fruto.
(Figura 2).
La planta de zarzamora puede alcanzar una altura de 2 a 3 metros, y una anchura entre 100 y 150 cm. En el
argot agronómico, a sus tallos se les llama cañas, las cuales, de acuerdo a los diferentes hábitos de
crecimiento, han sido clasificadas en erectas, semierectas y postradas. Hay variedades con una mayor
presencia de espinas que otras y cada una requiere de un manejo diferenciado (Clark, 2008).

La mayoría de las especies son deciduas (presentan abscisión de hojas en el invierno), presentan cañas y raíces
perenes. De las raíces se generan los tallos vegetativos vigorosos, llamados “primocañas”, de donde luego de
un período de reposo o acumulación de horas-frío se generan brotes laterales cortos con hojas pequeñas,
trifoliadas que terminan en una inflorescencia que se llaman floricañas o cargadores.

Variedades y propagación

La primera variedad introducida en México fue “Brazos”, que es bastante rústica y actualmente se sigue
cultivando. Sin embargo, paulatinamente se fueron generando nuevas variedades con menor requerimiento
de horas frío, lo que permite extender el cultivo y la época de producción. Una de estas variedades es la
brasileña “tupy”, que por sus características de la planta y del fruto es la que se cultiva en la mayor superficie
mexicana y a nivel mundial; es una zarzamora de hábito semierecto, resultante de una cruza entre Comanche
y una selección nativa de Uruguay, vigorosa, de espinas prominentes y productora de frutos grandes. Existen
otras variedades que actualmente tienen menor importancia como Choctaw, Shawnee, Kiowa, Comanche,
Cheyenne y Cherokee, por mencionar algunas.

Generalmente la zarzamora se multiplica por medio de estacas de raíz, lo cual debe realizarse en invierno,
cuando la planta esté en reposo. Actualmente se realiza a nivel experimental propagación de clones de
zarzamora in vitro, con algunas ventajas como menor riesgo de contaminación con enfermedades (Rocha,
2015).

Manejo cultural de la zarzamora

Las primeras plantas que se establecen se dejan desarrollar hasta que alcancen una altura mayor de 120 cm y
conforme vayan creciendo se van amarrando a los alambres tensores. La primera poda se realiza cuando las
plantas iniciales alcanzan
una altura mayor de 120
cm, las cañas se deben
podar a 1 o 1.2 m de altura
(despunte) para favorecer
el desarrollo de yemas
laterales.

El sistema de plantación es
en hilera, el espacio entre
plantas es de normalmente Figura 3. Sistemas de “espaldera” en zarzamora a un poste (izquierda) y en
de 30 a 50 cm. para formar postes paralelos (derecha).
mayor seto, y la distancia entre hileras en Michoacán normalmente es de 2.20 a 2.40 metros para facilitar un
buen manejo, teniendo una densidad de plantación de 8,000 a 13,000 plantas por hectárea.

Debido a que las variedades más usadas comercialmente no son totalmente erectas, se requiere de un sistema
de tutoreo o espaldera. Para ello se puede colocar al extremo de las hileras un poste o dos de manera paralela
a una distancia aproximada de 1 metro. Se instala un alambre que se sujeta directamente sobre los postes, y
generalmente cada 40 cm se coloca el siguiente, de acuerdo al crecimiento de la caña; al final del ciclo
normalmente se cuenta con cuatro alambres (Figura 3).

Producción forzada

México ha sido exitoso a nivel mundial en la producción de zarzamora


debido, además algunos otros factores como el tema edafoclimático, a
que ha logrado producir fruta en temporadas donde no se logra en
países más fríos. Esto ha sido gracias a las variedades adaptadas y al
manejo que se ha realizado para adelantar la temporada de cosecha,
conocido como producción forzada.

Después de emergida la primocaña, a la edad de 5 meses


aproximadamente, se realiza la poda de los puntos de crecimiento,
deteniendo su desarrollo, para iniciar con su proceso de maduración,
estimulación y diferenciación de yemas florales mediante la aplicación
de productos, normalmente a base de cobre y/o etephon (etileno), a
este proceso se le conoce como “sazonada”. Posteriormente se emplea
un defoliante químico, con lo que se provoca la inducción de la Figura 4. Activación de yemas en
dormancia o el “invierno” de la planta. cultivo de zarzamora sin hormonas.
Foto: Rafa Nájera
Después de algunas semanas se inicia el proceso de
activación, normalmente aplicando reguladores de
crecimiento sintéticos para “despertar” la elongación de
las yemas, actualmente existen otras tecnologías para
inducir esta activación (Figura 4).

Transcurridos unos 3 meses, las yemas activadas dan


origen a los brotes reproductivos, llamados cargadores o
floricañas (Figura 5). De acuerdo a Clark (2008), 90 a 100
días después que se ha provocado la defoliación, se tiene
fruto ya listo para el corte. En condiciones con
temperaturas más altas, es posible que disminuya dicho
periodo incluso a solamente 75 días después de la
Figura 5. Brotes reproductivos, “cargadores” llenos
defoliación para alcanzar la cosecha.
Una vez concluido el corte de fruta, se inicia
nuevamente el proceso de poda, sazonado,
defoliación y activación descrito
anteriormente. Cuando la planta es “vieja”
(edad de 3 a 4 años) y la calidad ha
disminuido, se realiza la poda al ras, también
llamada poda a piso, que consiste en un corte
basal de la planta cuidando no dañar la
corona que es donde se obtendrán los brotes
nuevos. Esta poda tiene como objetivo
renovar la planta en su totalidad para
obtener mayor potencial (Figura 6). Los
rendimientos promedio en 2010 eran de 10
toneladas por hectárea y actualmente la
Figura 6. Cultivo de zarzamora a los 45 días después de la
media oscila alrededor de 17 toneladas por
poda al piso. Foto: Rafa Nájera
hectárea en macrotúneles con fertirriego.

Fuentes consultadas

Barraza, P. H. y Vázquez Valdivia V. México 2004. Zarzamora, su cultivo y producción en el trópico mexicano.
INIFAP.
Clark RJ. y C.E. Finn. 2008. New Trends in Blackberry Breeding. Acta Horticulturae 777:41.
Coque Fuertes, M. España 1994. El cultivo del frambueso y la zarzamora. Edición: Consejería de Medio Rural y
Pesca del Principado de Asturias
Muratalla, L. A. et al. 2013. La producción de Frambuesa y Zarzamora en Mexico. Colegio de Postgraduados.
Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). www.siap.gob.mx/cierre-de-la-produccion-
agricola-por-cultivo/. (Consulta 21/02/2016).
Rocha, C. 2015. Curso de producción de berries. INTAGRI

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