Está en la página 1de 25

INTRODUCCIÓN

Los requerimientos nutricionales constituyen un conjunto de valores de


referencia de ingesta de energía y de los diferentes nutrientes, considerados
como óptimos para obtener un buen estado de salud y prevenir la aparición de
enfermedades tanto por exceso como por defecto; la finalidad del
establecimiento de las necesidades nutricionales es mantener el peso
adecuado y evitar la depleción del nutriente en el organismo adulto, además
de favorecer el desarrollo y el crecimiento adecuado (en el caso de: lactantes,
niños, adolescentes, adultos y personas de avanzada edad).

Una vez definidas las necesidades nutricionales en una población sana,


desde esta perspectiva, resulta de mayor interés analizar cuáles son las
necesidades (con ellas se aportan los macro y micronutrientes requeridos) y
las recomendaciones nutricionales que deben establecerse en función de la
edad, el sexo y la situación fisiológica y ajustarlas a diferentes factores para
asegurar que realmente se absorbe la cantidad que necesita utilizar el
organismo. A continuación, se abordarán las características nutricionales y
alimentarias de acuerdo a un orden cronológico definido (siguiendo el curso
establecido por la psicóloga evolutiva del desarrollo humano).
.

1
FORMAS DE ALIMENTACIÓN EN CADA UNO DE LOS CICLOS DE VIDA

1. Ablactación

Los primeros meses son una etapa crucial en la vida. En ellos tiene lugar
muchos cambios rápidos; entre ellos destacan las grandes modificaciones que
se producen en la relación con la alimentación e ingesta de nutrientes, que van
a condicionar la relación del lactante con su entorno (su capacidad para
responder a los estímulos y para interaccionar con las personas que le
rodean), su desarrollo y salud futura. Por lo tanto, se evidencia la importancia
de cubrir las necesidades cuantitativas y cualitativas del individuo en esta
etapa de la vida. Por esta razón la Organización Mundial de la Salud (OMS,
2010) en el apartado de la alimentación del lactante y del niño pequeño señala:

Después de los 6 meses de edad, para el lactante alimentado con


el pecho materno, se torna progresivamente más difícil cubrir sus
requerimientos solamente con la leche de su madre. Además,
aproximadamente a los 6 meses, la mayoría de los lactantes ha
alcanzado el desarrollo suficiente que les permite recibir otros
alimentos (p.19).

Lo anterior hace alusión a la segunda subetapa del lactante, en la que se


incorpora progresivamente en la dieta “nuevos alimentos” ya sean líquidos o
sólidos, diferentes de la leche materna, denominada alimentación
complementaria, desde el punto de vista internacional se utilizan otros
términos para referirse a este apartado, la palabra ablactación ahora no es
reconocida por el diccionario de la Real Academia Española.
Etimológicamente proviene del latín “ablactātio”, que significa destete, término

2
que actualmente se encuentra en desuso, ya que este proceso no implica una
supresión de la leche materna o de las fórmulas lácteas infantiles.

1.1 Desarrollo y adaptación de Sistemas involucrados

El proceso de nutrición implica la participación e interacción entre diferentes


sistemas del cuerpo humano, que desde la vida fetal se encuentran en
constante desarrollo evolutivo. Es importante conocer y reconocer estos
procesos de evolución y adaptación con el fin de establecer recomendaciones
para la introducción segura de diferentes alimentos de acuerdo al momento de
maduración biológica del lactante, con el objetivo de no incurrir en acciones
que sobrepasen su capacidad digestiva y metabólica.

Desde el punto de vista Neurológico, a medida que se aproxime a los seis


meses, el lactante irá perdiendo los reflejos primarios, al tiempo que gana
capacidades necesarias para la alimentación de alimentos no líquidos, como
la deglución voluntaria. Posteriormente entre los siete y ocho meses la dieta
se irá modificando gradualmente, la consistencia de los alimentos pasará de
blandos a picados y trozos sólidos. El niño habrá adquirido la dentición de las
primeras cuatro piezas (dos superiores y dos inferiores), habrá mejorado la
actividad rítmica de masticación, la fuerza y la eficacia con la que la mandíbula
presiona y tritura los alimentos y deglute coordinadamente los alimentos
sólidos triturados.

El tracto gastrointestinal asimismo irá desarrollando los mecanismos


funcionales que permitirán metabolizar los “nuevos alimentos” que serán
incorporados gradualmente, desde la capacidad del estómago, el peristaltismo
(tono y contractilidad) que influenciará en el vaciamiento gástrico, así como el
aumento de la secreción de ácido clorhídrico, la producción de moco y el
establecimiento a plenitud de la producción de bilis, sales biliares y enzimas

3
pancreáticas, facilitando así la digestión y la absorción de almidones, cereales,
grasas y proteínas. A partir de la exposición gradual del niño a diferentes tipos
de alimentos, se promueven cambios a nivel de la microbiota intestinal,
específicamente en las especies de bifidobacteria y lactobacilos, que impiden
la colonización por microorganismo patógenos y al mismo tiempo participan
en el desarrollo de tolerancia oral.

Por otra parte, alrededor de los seis meses de vida, la función renal ha
alcanzado el grado de maduración necesario para manejar cargas osmolares
mayores, lo que le permite tolerar un mayor aporte proteico y de solutos en la
dieta. Al mismo tiempo los mecanismos de secreción y absorción tubular
alcanzan un mayor grado de funcionalidad. Sobre la base de lo explicado, se
señala entonces que el sistema digestivo del lactante pasa de ser inmaduro,
adaptado a la lactancia, a la maduración de habilidades motoras relacionadas
con la alimentación (succión, masticación, etc), así como los procesos
fisiológicos relacionados con la digestión, se hace posible la introducción de
alimentos más complejos.

1.2 Inicio y recomendaciones de la Alimentación Complementaria

El inicio de la alimentación complementaria está influido por una serie de


factores anatómicos, fisiológicos ya mencionados, y otros no menos
importantes que deben tenerse en cuenta en la práctica diaria (factores
culturales y económicos); Cuadros, A., Vichido, M., Montijo, E., Zárate, F.,
Cadena, J., Cervantes, R. Toro,E. y Ramírez, J (2017) estipulan el lapso
adecuado para la implementación:

[…] los alimentos complementarios (es decir, los alimentos sólidos


y líquidos distintos la leche materna o las fórmulas lácteas

4
infantiles), no deben ser introducidos antes de los 4 meses, pero no
deberían retrasarse más allá de 6 meses, ya que se ha visto que
esta práctica podría impactar en la reducción del riesgo de alergia
y obesidad a mediano y largo plazo (p.199).

Una vez establecido el inicio se especifica que, la lactancia materna debe


acompañar la alimentación complementaria hasta los dos años de edad y debe
ser administrada a demanda, debido a que durante este periodo sólo una parte
de los requerimientos calóricos totales del niño son cubiertos por la
alimentación complementaria. Cuadros, A., (ob. cit.) acota que: “A medida que
el niño aumenta el consumo de alimentación complementaria, disminuye el
consumo de leche materna, de manera que la alimentación complementaria
desplaza la leche materna” (p.190).

El objetivo fundamental de la alimentación complementaria en esta etapa


es poner en contacto y entrenar al niño con los alimentos que posteriormente
lo van a acompañar a lo largo de su vida.

1.3 Ingesta de nutrientes


Tabla Nº 1
Actualidades en alimentación complementaria Cuadros, A., (ob. cit.)
Edad
6-7 7-8 8-12 > 12
(meses)
Incorporar a
Purés,
la dieta
picados
Puré y Picados familiar en
Textura finos,
papillas finos, trocitos trozos
alimentos
(ajustado a
machacados
la edad)
Carne, Agregar
Agregar
cereales, Agregar frutas cítricas
Alimentos derivados de
verduras y legumbres **, leche
la leche,
frutas. Inicio entera,

5
consumo de huevo y embutidos,
agua pescado pescados y
mariscos**
3 a 4 veces 3 a 5 veces
2 a 3 veces 3 veces al
Frecuencia al día (una al día (dos
al día día
colación) colaciones)
Volumen de
500 mL/día 500 mL/día 500 mL/día 500 mL/día
Leche/día
Requerimiento
energía/día 640-750 700-774 667-705 580-894
(Kcal/día)
Se recomienda iniciar con la introducción de un alimento nuevo 2 a 3 días,
y en caso de que no acepta se debe intentar nuevamente en 7 días (realizar
por lo menos 5 intentos).
** Evidencia reciente sugiere que no se deben retrasar los alimentos
alergénicos, sin embargo, en la actualidad no se ha llegado a un consenso
de esta medida y se sugiere en guías actuales el retraso en caso familiares
con alérgicos a dicho alimento.

Tabla Nº 2
Actualidades en alimentación complementaria Cuadros, A., (ob. cit.)
ALIMENTOS CONSIDERACIONES
Aportan principalmente carbohidratos (almidón
y poli sacáridos), además de vitaminas,
minerales y ácidos grasos esenciales, y están
suplementados con hierro. Son preparados
hidrolizados a base de arroz, maíz o soya, que
Sin gluten
pueden diluirse de forma instantánea, sin
necesidad de cocción, tanto en la leche
materna, como en las fórmulas lácteas
infantiles, manteniendo un aporte lácteo
adecuado.
Cereales Están hechos con trigo, avena, cebada o
centeno. Aportan hidratos de carbono,
proteínas en menor cantidad, minerales,
vitaminas y ácidos grasos esenciales. Se
pueden ofrecer también otros alimentos que
Con
aportan cereales, como arroz, avena, galletas,
gluten
pan, pasta, etc. Una medida prudente para la
introducción del gluten sería hacerlo no antes
de los 4 meses, ni después de los 7 meses de
vida; independientemente de que el niño tome
leche materna o una fórmula láctea infantil.

6
Las frutas aportan agua, hidratos ales. Deben ofrecerse
maduras y peladas para una mejor digestibilidad. Los jugos
de fruta contienen todos los nutrimentos, incluyendo
vitamina C, lo que favorece la biodisponibilidad del hierro
presente en otros alimentos vegetales cuando se
administran en una misma comida.
Frutas y
En cuanto a las verduras, aportan agua, proteínas
verduras
vegetales, celulosa, vitaminas y minerales. Es
recomendable evitar al principio las verduras que causan
flatulencia (coliflor, repollo) y las que contienen sustancias
sulfuradas (ajo, cebolla, espárragos) responsables de
sabores fuertes, ya que pueden resultar desagradables para
el niño.
Son fuente muy importante de proteínas de alto valor
biológico (20 g de proteína/100 g de carne), aminoácidos y
ácidos grasos esenciales, hierro, zinc y vitaminas,
Carnes
principalmente B12. Se recomienda introducirla en
cantidades pequeñas y progresivas, a diario, hasta llegar a
40-60 g de carne por ración al día
Aporta proteínas de alto valor biológico, vitaminas,
minerales como hierro, yodo, zinc, fósforo, sal y constituye
una excelente fuente de ácidos grasos poliinsaturados de
cadena larga omega 3 y 6, presentes sobre todo en el
pescado azul, de importancia en el neurodesarrollo y por su
Pescado efecto beneficioso al aumentar el HDL-colesterol.
Se recomienda introducir el pescado a partir de los 9-10
meses, comenzando con pequeñas cantidades (unos 20-30
g) de pescado blanco o azul, siempre en cantidades
pequeñas, que se irán aumentando paulatinamente hasta
40-60 g/día para favorecer la tolerancia
El huevo es considerado el alimento con mayor valor
biológico en sus proteínas; aporta además ácidos grasos
esenciales, (DHA-ARA) hierro, luteína y vitaminas. La yema
se puede iniciar desde los 6 meses de edad, y
Huevos posteriormente la clara de huevo cocida en cantidades
crecientes, debido al alto poder alergénico de la
ovoalbúmina que contiene. No es recomendable, por
razones nutricionales y de seguridad alimentaria, consumir
huevo crudo.
A partir de los 6 meses, se pueden introducir
yogures elaborados con leche adaptada y,
Lácteos Derivados posteriormente, alrededor de los 9-10
meses, se pueden dar yogures naturales de
leche de vaca entera

7
Son productos de leche fermentada que
constituyen una buena fuente de proteínas,
calcio, hierro y fósforo, pero pueden tener
Quesos un alto contenido graso dependiendo del
tipo de queso. Se pueden ofrecer quesos
frescos poco grasos a partir de los 9-10
meses
Las legumbres aportan fibra, hidratos de carbono,
proteínas, vitaminas y hierro, se recomienda iniciar en
Legumbres
pequeñas cantidades para favorecer su digestión y evitar
flatulencia, a partir de los 6-7 meses.
Ofrecer pequeñas cantidades de agua hervida a lo largo
Agua del día, después de los 6 meses cuando el niño es capaz
de sostener la composición de solutos que con tiene.
No introducirla hasta los 12 meses
Leche de vaca (anemia ferropénica y acidosis
metabólica)
No se debe añadir sal ni azúcar en
la preparación de los alimentos para
lactantes durante el primer año de
Condimentos y
vida. Tampoco se deben dar
edulcorantes
edulcorantes porque refuerzan la
preferencia innata por los sabores
dulces (caries dentales y obesidad).
Miel de abeja No procesada facilitaría el
natural desarrollo de botulismo.
Las bebidas excitantes contienen
alcaloides que producen cólico y
Alimentos NO
además carecen de valor
recomendables
energético. Las bebidas
carbonatadas (jugos artificiales,
gaseosas) tampoco se
Café, té, aguas
recomiendan, porque disminuyen la
aromáticas
absorción del calcio, proveen altas
cantidades de energía (disminuyen
el apetito y la aceptación de otros
nutrientes, obesidad). El suministro
de té interfiere
con la absorción de hierro.
No se recomiendan los alimentos
Alimentos con con soya porque su contenido de
soya fitatos interfiere con la absorción del
hierro y otros nutrimentos, además

8
de favorecer el depósito de
aluminio.
No deben darse antes del año de
edad por su elevado contenido de
Embutidos sodio, nitritos y grasas saturadas.
Después del año se aconseja en
cantidades mínimas supervisadas.
Para los niños pequeños, los micronutrientes son
esenciales para el crecimiento, el desarrollo y la
Suplementos prevención de enfermedades. En algunas situaciones la
de vitaminas y suplementación con micronutrientes puede ser una
minerales intervención efectiva. Debe asegurarse de que el bebé
reciba un suministro adecuado de vitaminas A, B 12,
Vitamina D, hierro, zinc, yodo, ácido fólico, calcio.

2. Niñez Temprana e Intermedia

El período que va desde los 2 hasta los 6 años es por lo común llamado
“Segunda Infancia” o “Período Preescolar”. Por otro lado, la etapa que
comprende las edades de 6 a 11 años, corresponde a los años escolares o
“Niñez Intermedia”. De forma global, la infancia es considerada una etapa
vulnerable desde el punto de vista nutricional, pues las necesidades de
nutrientes son elevadas y el riesgo de deficiencia es mayor. Por otra parte, la
capacidad de adaptación del organismo (en crecimiento) a los desequilibrios
puede tener una eficacia limitada. Dado que en esta etapa se van formando
los hábitos alimentarios y que, posteriormente, serán muy difíciles de cambiar,
la educación nutricional y el intento de que las pautas de alimentación logradas
sean saludables se convierte una prioridad.

2.1. Nutrición de 1 a 3 años

El niño de uno a tres años se encuentra en una etapa de transición entre el


periodo de crecimiento rápido del lactante y el crecimiento estable del escolar.
Mantiene un crecimiento lineal sostenido, con un incremento regular del peso.

9
Es una fase madurativa durante el cual se desarrollan funciones psicomotoras
(el lenguaje o la marcha). Las funciones digestivas adquieren un grado de
madurez suficiente como para que la alimentación se asemeje a la del niño
mayor. Se crean algunos hábitos que dependen de factores sociales y
ambientales, y se adquieren las costumbres propias de la familia. El menor
gasto del metabolismo basal en el crecimiento condiciona que tenga una
menor necesidad energética y por tanto una menor ingesta total, por lo que
puede dar la sensación de que come menos. Los niños preescolares comen
menos, en proporción a su tamaño, que los bebés, necesitan menos calorías
por kilogramo de peso corporal.

Requerimiento de nutrientes
Tabla Nº 3

Nutrición en la infancia y en la adolescencia Kellogg´s (2012).


Niñez Temprana
ASPECTOS NUTRICIONALES ESENCIALES
1era Infancia 1-3 años
Energía Entre 1.000 y 1.300 kcal al día.
1,1 g/kg/día lo cual equivale aproximadamente
Proteínas a 13 g/día, debiendo proporcionar del 5 al 20%
del valor calórico total de la dieta.
Hidratos de Carbono 130 g/día, entre el 45 y el 65%.
Fibra 19 g/día.
Lípidos su aporte debe estar entre el 30 y el 40%.
-Calcio: necesario para que el crecimiento óseo
sea adecuado. La leche es el alimento que
constituye la principal fuente de calcio.
886mg./día.
-Hierro: los niños que tienen entre 1 y 3 años
Vitaminas y minerales son los más susceptibles de sufrir deficiencias
de hierro. 9,7mg./día.
-Zinc: esencial para el crecimiento. Es necesario
un aporte de 10 mg./día. La mejor fuente son las
carnes y pescados.
-Vitamina D: necesaria para la absorción del
calcio.

10
La dieta para niños de uno a tres años tiene unas normas generales que
pueden resumirse en tres características: variación, equilibrio y moderación. Y
en base a ello se pueden elaborar dietas que satisfagan estas características,
las cuales se deben adaptar a cada persona. Las normas básicas son las
siguientes:
Tabla Nº 4
Nutrición en la infancia y en la adolescencia Kellogg´s (ob. cit.).
ALIMENTOS CONSIDERACIONES
Dos veces al día. Si se administran cantidades altas de
leche de vaca superiores a 700-750 ml/día, se puede
Lácteos contribuir a las ingestas inadecuadas de nutrientes. Puede
ser adecuado seguir con la administración de fórmulas de
continuación hasta los tres años.
Diariamente, siendo recomendable tanto en la comida
como en la cena, es decir, dos raciones al día. Si bien los
Verduras purés son la forma de presentación más aceptada por los
Hortalizas niños, es conveniente que se acostumbren a tener que
masticar, por lo que hay que darlas en forma de ensalada
de tomate, ensaladilla, etc.
Aumentar el consumo, siendo más recomendable para
este grupo de edad el pescado blanco. Determinados
pescados azules (especialmente los túnidos grandes)
pueden tener contaminantes. Es importante su consumo
Pescado para satisfacer los requerimientos de Ácidos Grasos
Poliinsaturados de cadena larga (importantes en la
prevención de enfermedad crónica). Teniendo en cuenta
su contenido en el pescado blanco, es recomendable su
ingesta por lo menos 3-4 veces a la semana.
Dulces-Golosinas: Sólo deben consumirse de manera
ocasional (menos de una vez a la semana), así como los
Azúcar
zumos y refrescos. A este respecto hay que recordar que
las bebidas en la edad pediátrica son leche y agua.

2.2. Nutrición del preescolar y escolar

Los niños preescolares (desde los 3-4 años hasta aproximadamente los 5-
6 años) y los escolares (desde los 5-6 años hasta el inicio del brote puberal,
hacia los 10-11 años) tienen algunas características comunes, como son un

11
crecimiento estable de unos 5-7 cm/año y un aumento de peso de unos 2,5-
3,5 kg/año. Sin embargo, hay algunas características que los diferencian.
Como la velocidad de crecimiento disminuye durante la etapa de preescolar,
el apetito es menor y la ingestión de alimentos parece irregular o impredecible;
puede tener periodos de inapetencia, poco interés por los alimentos o rechazo
de nuevos sabores, puede expresar verbalmente su aceptación o rechazo
como modo de mostrar su autonomía, y los hábitos familiares constituyen su
principal referencia.

Ahora bien, el escolar no suele tener conductas caprichosas con la


alimentación, pero tiene la suficiente libertad para conseguir alimentos no
adecuados nutricionalmente. En sus apetencias influyen no sólo los hábitos
familiares sino también lo que se come en las instancias educativas, lo que
comen sus compañeros, y es muy influenciable por la publicidad. El inicio de
actividades programadas de ejercicio físico puede influir favorablemente en su
apetito, por lo que es un motivo más para recomendarlas. Los hábitos de vida
que se adquieren durante la infancia son esenciales para mantener un estilo
de vida saludable en la edad adulta.

Requerimiento de nutrientes

Tabla Nº 5
Nutrición en la infancia y en la adolescencia Kellogg´s (ob. cit.).
Preescolar
(3/4-5/6años)
ASPECTOS NUTRICIONALES ESENCIALES
Escolar
(5/6-10/11años)
4-6 años: 1.742 kcal/día en niños y 1.642
Energía kcal/día en niñas.
7-9 años:2.190 kcal/día. 10-12: 2.350-
2.600kcal/día

12
0,95 g/kg y día, lo cual significa
Proteínas
aproximadamente 19 g/día (10-30%).
130 g/día (45-65%). Esencial para cubrir las
necesidades energéticas, por lo que hay que
estimular el consumo de los alimentos que los
contienen. Hay dos modalidades de hidratos de
Hidratos de Carbono carbono: los complejos, como los que se
encuentran en los cereales; y los simples, como
el azúcar. Una alimentación saludable debe
contar con cantidades adecuadas de ambos,
pero con un predominio de los complejos.
Son 19 g/día. Es necesaria en la alimentación
porque constituye una forma de prevenir y
Fibra combatir el estreñimiento, reduce el colesterol
total y mejora el control glucémico de los
diabéticos.
El aporte debe estar comprendido entre el 25 y
el 35%. Se recomienda disminuir el contenido
de este nutriente en la dieta, muy especialmente
Lípidos las grasas de origen animal (saturadas). Por el
contrario, se aconseja el consumo de grasas de
origen vegetal (monoinsaturadas) sobre todo el
aceite de oliva.
Al igual que los macronutrientes, son
estrictamente necesarios para el desarrollo y el
crecimiento infantil. Son muy graves para la
salud infantil, las deficiencias y alteraciones que
puede provocar una ingesta inadecuada de los
mismos:
Los minerales son esenciales para la vida.
Vitaminas
Algunos se requieren en cantidades superiores
Minerales
a 100 miligramos por día (calcio, fósforo, sodio
y potasio) y otros se necesitan en cantidades
menores (hierro, flúor, yodo, cobre, zinc,
selenio, etc.).
-Calcio: 913mg./día.
-Hierro: 12mg./día.
-Vitamina C: 72 mg./día.

Las recomendaciones generales para este grupo de edad se asemejan a


las de los adolescentes, ajustando el aporte energético a las calorías citadas.

13
Por ello se incluirán en el siguiente apartado. Sin embargo, hay que resaltar
unas características propias:
Tabla Nº 6
Nutrición en la infancia y en la adolescencia Kellogg´s (ob. cit.).
ALIMENTOS CONSIDERACIONES
Principal aporte de calcio es apropiado para la mayoría de
la población. Sin embargo, su consumo excesivo puede no
ser adecuado ya que, por ejemplo, una ingesta superior al
Lácteos litro/día aportaría unas 700 kcal/día, lo cual significaría que
un único alimento aportaría más del 50% de la energía
recomendada, y por tanto satisfacer la sensación de
hambre, con el posible rechazo de otros alimentos.
Estimular el consumo de este grupo (por el aporte del ácido
Verduras
fólico), como plato principal (hervido, ensalada, etc.) o
Hortalizas
como acompañamiento del segundo plato (guarniciones).
Se debe incrementar su consumo. A esta edad ya puede
Pescado consumirse pescado azul, especialmente las especies
pequeñas.
Tratar de disminuir la ingesta de este elemento, cuando
Embutidos
se consuman, escoger los magros.
Dulces
Su consumo debería ser muy ocasional.
Golosinas
Lípidos Sustituir la mantequilla o la margarina por aceite de oliva.

3. Adolescencia

Ortega, R., y Requejo, A. (2015) señalan en cuanto a la Adolescencia que:


“…significa cambio, crecimiento o maduración. En este período de la vida, el
individuo debe llegara alcanzar, prácticamente, su crecimiento máximo y
desarrollarse desde el punto de vista emocional e intelectual” (p.68). Por
consiguiente, esta etapa alude el inicio del brote puberal hasta el cese del cre-
cimiento es el periodo del adolescente, cuyas edades de inicio y terminación
son difíciles de precisar, ya que cambian enormemente en cada persona, pero
puede fijarse desde los 10-11 años hasta los 16-18. Suele subdividirse en
periodo preadolescente (10-13 años) y adolescente (14-18 años).

14
Este periodo de vida específicamente trae consigo la aceleración evidente
del crecimiento, que va disminuyendo progresivamente con la edad hasta que
se alcanza la madurez. Son evidentes y pronunciados los cambios físicos, con
la aparición de los caracteres sexuales secundarios, composición corporal,
aumento de masa corporal (hombres) mayor deposito graso (mujeres). Lo
anterior hace referencia a un conjunto de cambios fisiológicos que generan
una serie de necesidades nutritivas marcadas por procesos de maduración
sexual, aumento de talla y peso, masa corporal y ósea, por lo que requiere
mayor cantidad de energía y nutrientes como: carbohidratos, proteínas, grasa,
vitaminas y minerales, en forma equilibrada y balanceada.

Requerimiento de nutrientes
Tabla Nº 7
Nutrición en la infancia y en la adolescencia Kellogg´s (ob. cit.).
NECESIDADES
ASPECTOS ESENCIALES
NUTRICIONALES
Las necesidades energéticas varían enormemente de
un individuo a otro, dependiendo de la altura, el índice
de masa corporal, el sexo y especialmente el nivel de
actividad física.
Energía HOMBRES MUJERES
10-13 años: 2.280 10-13 años: 2.070
kcal/día kcal/día
14-18 años: 3.150 14-18 años: 2.370
kcal/día kcal/día

15
Sea entre 10 y 20% de la energía consumida
diariamente. Los requerimientos proteicos se justifican
por el elevado nivel de crecimiento de los tejidos
(aumento de masa muscular, aumento de masa ósea)
que en esta etapa supone una parte importante del
gasto. En general, las recomendaciones se basan en
consumir menos carne roja y más pescado y pollo (en
cantidades moderadas), e incrementar el consumo de
Proteínas legumbres.
Se ha sugerido que una ingestión elevada de proteínas
puede causar una excesiva movilización del calcio de
los huesos, con efectos desfavorables para su
mineralización.
HOMBRES MUJERES
10-13 años: 34 g/día. 10-13 años: 34g/día.
14-18 años:46 g/día. 14-18 años: 52g/día.
Las grasas deben representar el 30%-35% de la
energía total, de las cuales se recomienda no
sobrepasar el 7-8% en forma de grasa saturada
(mantequilla, nata, carnes rojas, embutidos, etc.); un 5-
Glúcidos y 6% de poliinsaturada (pescado azul y frutos secos);
Lípidos siendo aconsejable una ingesta de monoinsaturada
(principalmente en el aceite de oliva) del 15 al 20%. No
hay que olvidar que un aporte adecuado de grasas
supone cubrir adecuadamente las necesidades de
ácidos grasos esenciales.
Se evidencia un aumento del requerimiento de:
vitaminas (principalmente A, C, E y folatos) se
recomiendan, especialmente, las vitaminas que de una
u otra forma se relacionan con la síntesis de proteínas
y la proliferación celular. Entre los minerales (calcio y
zinc y hierro en las chicas tras la menarquia).
Calcio. El calcio es junto con las proteínas el nutriente
Vitaminas
que tiene la función plástica o formadora de tejidos. Su
Minerales
presencia es imprescindible en la formación del hueso,
y mucho más en época de crecimiento.
Hay que consumir por lo menos dos raciones de
lácteos al día para asegurar el aporte de calcio,
ensalada y verdura diariamente para aportar folatos y
fibra, dos piezas de fruta al día para el aporte de
vitamina C.
Fibra 31 y 38 g/día

16
Se recomienda que el 50-55% de la energía total de la
Hidratos de dieta proceda de hidratos de carbono. 130 g/día.
Carbono Incrementar la ingesta de hidratos complejos, así como
disminuir la ingesta de azúcares simples.

4. Adultez

La edad adulta, constituye la etapa comprendida entre el fin de la pubertad


y el inicio de la senectud. Es el periodo más largo de la vida. Por ello, para
abordar su estudio desde el punto de vista de la nutriología conviene dividirla
de acuerdo con las posibilidades de prevenir las enfermedades crónicas
degenerativas, aumentar la esperanza de vida y disminuir la morbilidad. Se
delimita dos intervalos: de los 18 a los 29 años y de los 30 a los 59 años. Sin
embargo, por considerar que es importante la prevención a lo largo de toda la
vida adulta. El estilo de vida saludable (que comprende, entre otros factores,
una vida activa físicamente, una alimentación correcta y un adecuado manejo
del estrés) es primordial para lograr un envejecimiento exitoso que resulte en
una vejez con calidad y contribuya al aumento de la esperanza de vida en el
futuro.

En el caso de la persona adulta, los requerimientos nutricionales ayudan a


mantener el peso corporal e impiden la perdida de nutrientes (déficit produciría
signos clínicos que merman la capacidad para el desarrollo de funciones
específicas del organismo, comprometiendo a largo plazo la calidad de vida
del sujeto). Se considera que el aporte nutricional de esta etapa debe cubrir
más allá de las cantidades mínimas para el desarrollo óptimo de estado:
psíquicos, físicos y sociales.

Requerimiento de nutrientes

17
Tabla Nº 8
Nutrición del adulto Casanueva, E. Kaufer-Horwitz, M. Pérez-Lizaur,
A. y Arroyo, P. (2008).
NECESIDADES
ASPECTOS ESENCIALES
NUTRICIONALES
Mostrando un intervalo promedio de 2.000-3.000
kcal/día, dependiendo de la actividad física del sujeto.
En términos generales, los requerimientos de energía
son mayores para los varones que para las mujeres.
Esto se debe a que las mujeres tienen un mayor
depósito de grasa corporal y menor masa magra, por
Energía lo que su gasto energético en reposo por kilogramo de
peso es alrededor de 10% menor que el de los
hombres.
Las recomendaciones de energía disminuyen con la
edad debido a la reducción en la masa magra y al
descenso en la actividad física que suelen suscitarse a
medida que avanzan los años.
Aportarán aproximadamente del 15 al 20 %, es
conveniente que la mayor energía provenga de
hidratos de carbono para que las proteínas puedan
cumplir sus funciones.
Los alimentos que son fuente de proteínas de alto valor
Proteínas biológico son las carnes, sus subproductos y los
lácteos y sus derivados, también los cereales
complementados con legumbres aportan buena
calidad de proteínas. Preferir el consumo de pescados
(que tienen un elevado contenido de ácidos grasos n-
3) y aves sobre el de carnes rojas.
El consumo de grasa no debe superar el 30% del total
de las calorías de la dieta, distribuyéndola entre
saturada (7-8%), poliinsaturada (<10%) y
monoinsaturada (10-15%).
Reducir el uso de grasas animales en la preparación
Glúcidos
de los alimentos. En su lugar, utilizar aceites vegetales
Lípidos
(canola, cártarno, girasol, olivo y maíz), siempre en
forma moderada. Limitar el consumo de grasas
vegetales (las que son sólidas a temperatura
ambiente), como la manteca vegetal y las margarinas,
por su elevado contenido de ácidos grasos trans.

18
Se recomienda que la ingesta de calcio sea superior a
los valores que se consideran normales, sobre todo en
mujeres (alrededor de 1500 miligramos/día, el doble
que en condiciones de edad más temprana) y sin
embargo las necesidades de hierro son menores al no
Vitaminas existir pérdidas mensuales.
Minerales De igual forma resalta la absorción de vitaminas
liposolubles K, A, D y E, aportan los ácidos grasos
esenciales que el organismo necesita para mantener
membranas celulares, sintetizar hormonas, recubrir los
nervios, mantener la temperatura del cuerpo, entre
otras funciones.
Se propone que la dieta contenga entre 20-30 g de
fibra o 10-13gr de fibra por cada 1.000 kcal.
Fibra
La ingestión de fibra ha de ser a partir de legumbres,
cereales enteros, verduras y frutas (con cascarilla).
En general la dieta estará basada en el consumo de
Hidratos de carbono, 55 a 60 % del valor calórico total,
Carbohidratos El azúcar debe ser reducido al 10%, sobre todo a
expensas de alimentos derivados del mismo y de
bebidas azucaradas.
La importancia del agua aumenta con la edad. Es
necesaria para evitar la deshidratación, y además
puede aliviar el estreñimiento que aparece
frecuentemente. Las recomendaciones generales son
Agua las de tomar 1,5 litros al día.
Además de la contenida en los alimentos, puede ser
en forma pura o en forma de bebidas atractivas como
caldos, zumos, sopas, etc. Café y té se pueden tomar
con moderación

5. Adulto Mayor

El inicio de la edad avanzada suele establecerse entre los 65 y los 70 años,


éste resulta ser un límite teórico, y que depende más de la edad biológica que
de la cronológica. Se caracteriza por la aparición de una disminución de las
capacidades funcionales, conformando un “grupo de población vulnerable”
desde el punto de vista nutricional, debido a los cambios físicos y psicosociales
asociados al proceso del envejecimiento, así como el aumento de la incidencia
de las enfermedades crónicas.

19
Dentro de los cambios físicos destacan la composición corporal
(disminución de masa magra, ósea y el agua corporal aumento de la
proporción de grasa que conduce a la reducción del metabolismo basal), el
deterioro de las funciones fisiológicas (en todos los niveles, con impacto en el
aparato digestivo y de dentadura, que condicionan la ingesta, digestión y
absorción de nutrientes), alteraciones sensoriales (que repercuten en la
elección y preparación de alimentos generando pérdida de apetito) y la
disminución de la actividad física (menor consumo de energía que daría lugar
a deficiencias nutricionales). En consecuencia, se recalca que la nutrición del
adulto deberá considerarse en términos del pasado, presente y futuro, es decir,
el estado nutricional de una persona reflejará sus prácticas alimenticias
corrientes y su historia dietética anterior.

Los mismos principios nutricionales que fundamentan las dietas adecuadas


para personas más jóvenes se aplica por igual a la ingesta de adultos, no
obstante que el adulto haya crecido, madurado, su aporte básico alimentario
debe aún proporcionarle todos los nutrientes necesarios para mantener su
organismo y para el funcionamiento de sus órganos, en consecuencia, resulta
importante adaptar la alimentación a los cambios que genera dicha etapa
evolutiva.

Requerimiento de nutrientes
Tabla Nº 9
Nutrición en personas mayores Kellogg´s (ob. cit.).
NECESIDADES
NUTRICIONALES
ASPECTOS ESENCIALES
El aporte energético después de los 51 años de edad de 25-
30 Kcal /Kg /día, estableciendo una disminución de las
raciones promedio de energía de 600 Kcal /día en varones
Energía
y 300 Kcal en mujeres; Progresivamente disminuyen entre
un 5 - 10% por década a partir de los 65 años, ya que el
metabolismo presenta una declinación normal, disminución

20
de la masa celular activa, así como la actividad física (no
debe ser menor a 2.000kcal/día).
Al aumentar el gasto energético se evita, en parte, la
disminución de la masa muscular, lo que deberá estar de la
mano con el ejercicio, esto ayudará al mantenimiento del
peso deseable.
Se deben cubrir las necesidades proteicas, de acuerdo al
siguiente esquema:
a) 60% proteínas de origen animal, carnes magras a la
plancha, pescados cocidos o al vapor y una cantidad
orientativa de 3 huevos a la semana (cocidos o
pasados por agua).

b) 40% restante aportado por proteínas de origen


Proteínas
vegetal, combinando legumbres y verduras, o
legumbres y cereales para mejorar la digestibilidad y
completar la tasa de aminoácidos esenciales.
Se recomienda que del total de calorías suministrada se
consuma un 15-20% en forma de proteínas; esto serían 2-3
porciones de 3 onzas.
Debe cubrir los aportes necesarios y estar en consonancia
con una buena función renal.
Deberá de ser alrededor de un 30% de las calorías totales
Glúcidos aportadas en forma de grasa monosaturada o poliinsaturada
Lípidos (grasas vegetales, de la familia omega 3, principalmente el
pescado).
Una ingesta adecuada es de 30-35 mL / kg de peso corporal
Agua ideal. Se recomienda incitar la ingesta de bebidas, incluso
aunque no tengan sed, a intervalos regulares de tiempo.
En esta etapa, hay mayor susceptibilidad de padecer
estreñimiento, el aporte ideal entraría en los rangos de: 20-
25 g /día a partes iguales entre fibra soluble (leguminosas,
algunas frutas y verduras y frutos secos) e insoluble
Fibra
(cereales integrales, pan, piel de las frutas y algunas
verduras) para asegurar una motilidad intestinal normal. Un
aporte superior puede ocasionar molestias digestivas y
disminuir la absorción de algunos minerales.
Representan entre el 55-60% de la energía total consumida,
con predominio de polisacáridos, presentes en cereales,
legumbres y en algunas verduras y hortalizas. Los diferentes
Carbohidratos tipos de fruta proporcionarían azúcares mono y disacáridos,
además de vitaminas y minerales.
En cuanto al azúcar y sus derivados (fuente de energía muy
útil en personas con poco apetito, al ser un alimento de fácil

21
aceptación en este grupo de edad), no debe pasar del 5%
en forma de azúcar refinada. Se debe racionalizar la
utilización de edulcorantes.
La biodisponibilidad de micronutrientes puede estar alterada
por los cambios fisiológicos, la presencia de enfermedades,
el consumo de medicamentos, etc. y, aunque las
necesidades de micronutrientes no difieren
significativamente de las de los adultos jóvenes, al hacer las
recomendaciones hay que tener consideraciones especiales
en algunos de ellos: Se sugiere la posibilidad de aumentar
las ingestas recomendadas para algunas vitaminas: B2, B6,
B12 y D.
a) Vitamina D. Las recomendaciones se han aumentado a
partir de los 70 años hasta 15 mg /día ó 600 UI, por lo
que es necesario el consumo de suplementos de
vitamina D si no hay suficiente exposición al sol.
b) Vitamina B12. Siendo recomendable en estos casos, el
consumo de alimentos fortificados en este nutriente o
incluso, suplementos orales o parenterales del mismo.
c) Calcio. Se justifica la ingestión de este elemento por
encima de las recomendaciones para adultos jóvenes
(800 mg) hasta 1200 mg /día, para compensar la pérdida
Vitaminas ósea y la menor absorción que se puede producir con la
Minerales edad. En la mujer postmenopáusica podrían ser
necesarios hasta 1.500 mg /día para evitar un balance de
calcio negativo. Se fomenta el consumo de leche o
derivados lácteos a tres o cuatro raciones diarias.
d) Hierro. Asociado a pérdidas sanguíneas, sobre todo
intestinales, más que a un aumento de las necesidades
reales. Se absorbe mejor el hierro de los alimentos de
origen animal que de los de origen vegetal. El hierro
abunda en las carnes, además en el hígado, pescado,
yema de huevo, cereales enriquecidos, frutos secos y
levaduras.
e) Magnesio. Es esencial para la asimilación del calcio y de
la vitamina C, y es importante en la transmisión de los
impulsos nerviosos. El magnesio se encuentra en el
cacao, la soya, los frutos secos, las legumbres, y
verduras verdes y el pescado.
f) Sodio. Las recomendaciones son iguales que para el
resto de la población, es decir, la menor cantidad posible,
teniendo en cuenta que en este grupo de edad es
frecuente la hipertensión arterial.

22
De las evidencias anteriores, se puede acotar que una alimentación variada
y equilibrada, junto con el aumento de la actividad física, tendrán repercusión
positiva en la salud y bienestar del adulto mayor contribuyendo notablemente
en la mejoría de su calidad de vida. La distribución de la comida se fijaría en
4-5 raciones de comida por día, evitando el aislamiento entre comidas, ya que
las pequeñas comidas también pueden resultar una herramienta para mejorar
el aporte de líquidos, ofreciendo líquidos nutritivos, así como la monotonía de
la presentación de los platos debe mezclarse el consumo de verduras,
hortalizas (2 o más raciones, preferiblemente cocidas al vapor, presentadas
en forma de purés o cremas), lácteos (2-3 raciones diarias), cereales, frutas
(2-3 porciones, maduras preferiblemente sin piel) y sobre todo de agua. De
existir problemas de masticación se tendrá que intentar el consumo de
alimentos triturados.

Finalmente, estas pautas alimentarias facilitadas deberían ser adaptadas


teniendo en cuenta la forma y el contenido para su implementación tomando
en cuenta características socioculturales, que permitan la creación de
propuestas que permitan tomar en cuenta el evitamiento de restricciones, la
combinando hábitos, orexia, estado nutricional, patología/as y farmacología.
Con esta información se pueden ofrecer consejos alimentarios adaptados a
cada caso o el soporte de nutrición artificial, según se considere oportuno.

23
CONCLUSIONES

En los primeros años de vida la alimentación tiene especial importancia por


ser el periodo en el que la introducción de alimentos se hace de forma
progresiva para asegurar así la correcta adaptación de ese contacto que tiene
el infante en “el conocimiento y disfrute de nuevas comidas”, mediante el
descubrimiento de texturas y la armonía que consigue con el desarrollo y
maduración de factores biológicos intrínsecos, que le permitirán aprender a
comer y consolidar hábitos alimentarios saludables, sentando las bases
sólidas que darán paso al desarrollo óptimo del procesamiento cognitivo y
físico en el niño escolar, que traerá consigo la aceleración evidente del
crecimiento acompañado de requerimientos energéticos y necesidades de
nutrientes ya que acontecen una serie de cambios importantes a nivel físico,
hormonal, psicológico y sexual, que a su vez disminuirán progresivamente con
la edad hasta el alcance de la madurez.

Como se puede inferir, la alimentación temprana tiene una enorme


importancia no sólo para asegurar un crecimiento adecuado y prevenir las
deficiencias nutricionales específicas, sino también para prevenir
enfermedades cuyas manifestaciones clínicas ocurren en el periodo de adulto,
entonces, si los hábitos adquiridos durante la edad adulta han sido los
correctos, esto contribuirá en forma importante a una buena calidad de vida
del adulto mayor, sin dejar de lado una serie de características
biopsicosociales y culturales que limitan la optimización del desarrollo pleno
del individuo, por lo que se reconoce la importancia de contar con pautas o
lineamientos que de una forma práctica orienten a la población general sobre
el consumo de alimentos que resulta más aconsejable para conseguir el
equilibrio idóneo, que aporte cantidades aconsejadas de energía y nutrientes
que permitirán el cumplimiento de objetivos nutricionales: salud y capacidad
funcional.

24
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Casanueva, E. Kaufer-Horwitz, M. Pérez-Lizaur, A. y Arroyo, P. (2008).


Nutriología Médica (3ra ed.). Editorial Médica Panamericana. México-
México D.F.

Cuadros, A., Vichido, M., Montijo, E., Zárate, F., Cadena, J., Cervantes, R.
Toro,E. Y Ramírez, J (2017). Actualidades en alimentación
complementaria. Acta Pediatr Mex. 38(3):182-201. [Artículo en línea].
Disponible:
https://ojs.actapediatrica.org.mx/index.php/APM/article/view/1390
[Consulta: 2020, Marzo 28].

Kátedra Kellogg´s (Equipo de investigaciones) (20012 Mayo). Manual práctico


de nutrición y salud. Nutrición en las diferentes etapas y situaciones de
la vida. [Artículo en línea]. © Kellogg España, S. L. Disponible:
https://es.scribd.com/document/341218539/Manual-Practico-de-
Nutricion-y-Salud-Kelloggs-2012 [Consulta: 2020, Marzo 30].

Organización Mundial de la Salud (OMS 2010). La alimentación del lactante y


del niño pequeño Capítulo Modelo para libros de texto dirigidos a
estudiantes de medicina y otras ciencias de la salud. [Artículo en Línea].
Disponible:
https://www.who.int/maternal_child_adolescent/documents/978924159
7494/es/ [Consulta: 2020, Marzo 28].

Ortega, R. y Requejo, A. (2015). Nutriguía Manual de nutrición clínica (2da ed.).


Editorial Médica Panamericana. Madrid-España

25

También podría gustarte