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Bruno Latour

Nacido en 1947 en Beaune. Borgoña.


se formó como filósofo y como
antropólogo. Entre 1982 y 2006 fue
profesor en el Centro de Sociología
de la Innovación. y entre 2006 y 2017
en Sciences Po en Pan’s. donde fue
subdirector del área de investigacsó'n
y creó el innovador médialab. que
explora. entre otros proyectos. las
controversias ambientales. Fue invn'ado
de incontabres universidades y
centros de todo el mundo y realizó
trabap's de campo en Áfnca' y en los
Estados Unidos. Estudioso de las
conexiones entre sociología. histon'a
y economía de las técnicas. dedicó
numerosos trabajos a la innovación
técmca' y sus dinámicas. la gesttó'n de
la investigacron". la cultura científica y
la filosofia del amboen'te. Ha publicado.
entre otras obras. Nunca fuimos
modernos; La vida en el Iaboraton'o.
La construcción delos hechos
caen'tr'ficos; La esperanza de Pandora.
Ensayos sobre la realidad de los
estudros‘ de la cren‘caa‘; Re-ensamblar
Io soaal'. Una introducaón' a la teon’a
del actor-red: y Cogitamus. Seis canas
sobra las humanidades cren'tfficas.
ooleocvón'
antropológicas

Dmgida por Alejandro Gnmso'n


CARA A CARA
CON EL PLANEI'A
una nueva mirada sobre el cambio climático
alejada de las posiciones apocalíptícas

bruno Iatour

asuman‘deanel'don

m’mvm
m ¿ros-¿2 vïaltcna‘
siglo veintiuno Índice
A
¡grow-mom.“
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mw. :rcrzru. «mi 03*
A

Introducción

Pn'mcra conferencia
Sobre la inestabil'idad de la (noción de) naturalen 2|
latour. Bruno Una mutación de la relación con el mundo - Cuatro
(hr: a (2ra (un cl planeta: Una mina mirada «ibrc cl camihio cli-
maneras dt- volvem‘ loco con la ecología ' Iza inestabili.
máuc'o alcju‘h dc ha posiciones .I'tlualiptitmn I‘ cd. - Buenos Aim:
Siglo Veintiuno Fxlitorrs, 2m7. dad de la relación naturalel'¿t/(ultum - La invocación de
352 p..' ¡{,ng (m: (Antnnxikxgxmu // din'gida por Alqa'ndmün’mwn) la naturale/‘a humana - El recurso al “mundo natural" -
De un gran .wn'icio rendido por la PSClldOCOIHI'OVCI‘SÍLI
Traducrión dc An'cl Dilon // ISBN g,"8-t_)87-fu't¡,"37-"
sobre el clima - “¡Vaya y dígalcs a sus patrones que los
L Antropología. 2A Medio ambiente. 3. (hmbio climático global. I. cientificos esuin en pie de guerra." - Donde sc procura
Dilnn. Ariel. trad. parar de la ‘natur’alel'a' al mundo - (kimo afrontar.
CDI) 306

(41' mw a du mmm du “wm-nl dad!" a" la Vlrlovla' Segunda conferencia


(kanpo dl l 1mm [mmm dA'rgmlnv/A ¡though dl hn'ntt Cómo no (des)nnun'ar la naturaleza

UI
\X
Lut‘ libro cuenta (on el rnpaldo del Prognnu VK tmu' Ocampo dc Amd: Dt- las “Verdades que molmtan" - Descn'bir para alertar -
a la PuNr’xió'n dd Institut Francn'i d'Argcntinr/lun‘lm'uh dc Frantu'
Dónde nos concentramos en el poder de actuar - De la
En: [ibm (ut-uu (on el apoyo del (kntr \.'ati(mal du ljwc (Miniucm') dc dificultad de distinguir entre humanos y no humanos .
(.u'ltun) (¿un'unkx-¡ó'n dc Franck). (omo ayuda a la tradurnó'n dc
“Y sin embargo se mueve" - Otro nuevo rcfn'to del clero
(Kn‘cm' y humanidm'
cho natural - bbbre una fastidiosa tendencia a confundir
c ¡("5. Éditiom la Décomrnc. Pan's causa con creación r ¿Hacia una naturalel'a que ya no
O ¡("7. Siglo Vcinu'uno Editores Argentina SA. Sería una religión?

Din-im dr (ubic'ru': Pctrr chlúin


Imagen dc cubierta: Mapa incluido cn una versión latina dc Tercera conferencia
Tolomco ((m'nopaphrat.” Ulm. ¡486) Gaia, figura (al fin profana) de la nntunlen 93
Galileo. [nu-lock: dos desculm'mientos simótn'cos .
ISBN 978-987432(¡737-0
(.‘aia. un nombre mítico muy peligroso para una teoría
Impreso en Arrúigtl Mgmt». ¡»han ljbrm // lafályvlic ¡695. ('ientífim - Un paralelo con los micmbios de lks'tcttr -
Bucnm Aira. cn cl mes dt mayo dc 2017 También Lovelock hace pulular los microactorcs -
¿(.(‘i'mo evitar la idea dc sistema? - Los organismos crean
Hecho cl dqu'to que marta la Icy l ¡.723
Imprcso cn Argentina // Made in Argentina
8 (ZARA A (SARA (ION El. I'IANLI‘A
hunter: g
su .‘¡mbientrx no se adaptan a eÍl - So‘bre una ligera com.
"lhrsczunos el sentido nonnativo de la Tierra" - De la
plicacio'n del danvinistno - El espacio. liJi'o de la liiston'a_
(lili-rencia entre guerra y ope ración ¡mlicial - ¿(kimo ma—
niolmtr (7am a (am con (Laia? - Humanos contra Terresr
Cuarta conferencna'
tres - Aprender a detectar los tern‘ton'os en lucha.
El Antmpoceno y la destrucción (de la u'n'agen) del globo lg]

El AIHTOPOCCIIO.‘ una inmnacio'n - Menu el Mallm - Un


Octava conferencia
te'nnino discutible para una epoca incierta - La ocasión
¿Cómo gobernar tern'ton'os (naturales) en lucha? 285
ideal para demgregar las figuras del Hombre y de la Na.
En el 'l'eatro de las negociaciones. Les Amandiers.
turalela - Sloterdük o el on'gen teológico de la imagen
mayo de 20H - Aprender a reunirse sin a'rbitro supe-
de la life-ra . La confusión de la (.‘iencia y del (¡lobo -
rior - ¡Extensión de la (.‘onferencia de los Partidos de
Tyrrell contra Lovelock - Los bucles de retroacción - l’or
los No Humanos - \.lultiplicación de las' partes implica-
fin. otro pn'ncipio de composicion - Mrlanmlía o el fin
das - Dibujar las zonas críticas - Recuperar el sentido
del Globo. del lictado - leudalo Si - Hacer. por fin. frente a Gaia -
“¡'l'ierm. tierm'.".
Qutn'ta conferencia
¿Cómo convocar a los diferentes pueblos Bibliografía 323
(de la naturaleza)? l lx“,
Dos lx'viata'n. dos cosmologias - (kitno evitar la guerra
de los dioses - Un proyecto diplomático ¡wligroso - la
imposible convocatoria a un “pueblo de la Nïituralel'a' -
¿(kimo darle una oportunidad a la negm‘iación? - sum-
el conflicto de la (.‘iencia y la Religión - Una incertidum-
bre mbre el sentido de la palabra “fin” ' (knnparar los
colectivos en lucha - l’rescindir de toda religión natural.

Sexta conferencia
¿Cómo (no) acabar con el fin de los tiempos.> 2’00

|6l0. la fecha fatídica - Stephen Toulmin y la contrarru


volucio'n cientifica - En busca del on'gen religitm) de la
'dminln'bicio'n' - El extraño proyecto de traer el Paraim a
la Tierra - l'ln'c Vocgelin y los avautres del gnosticismo -
sobre un on'gen .‘tpocalíptico del climatocsqunicismo -
De lo religioM‘) a lo terrestre ptm'mdo por lo secular - ¿Un
“pueblo de Gaia"? - Lo que hay que responder si a uno lo
acusan de sostener un “discurso arxxalíptico“.

Se'puma' conferencna'
Los Estados (de Naturaleza) entre la guerra y la paz 247

lil gran mm de (as‘par David Friedn'ch i El fin del listado


de \."atumlel'a - Del buen uso de (.a‘rl .Sc‘lnnitt -
: q
Pam Ulysse}. Maya
Pam‘loda'la tro‘upeJ enrasoenaycm la
dd Gata“ Global" Cm'
'
.n:
hÍ En la lengua míu'ca. la tierra es llamada la mad" dt! danho.
._‘l ya. . [...] hso‘ es lo que entiende el poeta cuando habla de la (iena
profundamenlejusla y la llama juslu'sima lrlhur
CARL SCHMITI‘, 1-1 nomas de la lima

El dcsu'no ya no es la políu'cn a secas: es la política climálica.


mmm SLOTERDIJK. las‘jmu II. Globos. Manos/mlogr’a’

Antes espero ver a una cabra ocupar con éxito un puesto de


jardinero que ver a los humanos convertirse en los adminis»
u-adores responsables de la Tierra.
JAMES l.0VEl.0CK. (,a'uz.‘ Una numa vm"a‘n de la vida
sobrzla Twrr'a

La naturaleza no es sino el nombre para el exceso.


WILLIAM JAMES, A Plumlu‘lw' Umuase‘
Introducción

23’“
Todo comenzó hará unos diel'. años con un lll()\’illli(‘lll() de dan-
I'a que me impresionó y del que no conseguí libranne. Um. bailan'na. que
huía. escapando de algo que debía de parecerle horroroso. no cesaba.
mientln‘s corría. de. echar hacia atras' mimdas "ada vez mzsi.’ inquietns. como
si su ¡liga .‘lCllllllllïlSL' a sus e.sp.'1l(I¿S' unos olnta'eulos que estorbaran cada
vez mas' sus mow'nn'entos. hasta verse formda a darse Vilella por completo.
y allí. suspendida, inuxtdida. de brazos caidos. viese venir hacia ella algo
mas' terron’fieo aún que aquello de lo cual había huido en un pn'ncipio...
al punto de for/arla a esbomr un gesto de. repliegue. Al huir de nn horror.
se había encontrado con otro, creado en parte por su propia fuga.
Me convenci de que esa dan/"a expresaba el espiritu del tiempo: que
resumia en una sola situación. para mi por demís ¡x‘l‘turbndom. aquello
de lo que los modernos habian huido en un pn'ncipio. el arcaico horror
del pasado. 1' aquello a lo que hoy debían hacer frente. la irrupción de
una figura enigmátiea. fuente de un horror que se encontraba delante
y no detms' de ellos. En un primer momento registre la irrupción de
ese monstruo. mitad ciclón. mitad leviauin. con un nombre extraño:
“(bsnuxtoloso . Antes de fusionarlo. muy pronto. en esa otra figura tan
controvertida sobre la que. habia meditado al leer ajames Invelock. la de
(,‘aia. Aqui. yo tm no podía escapar: tenia que comprender lo que ve ¡ía a
mi en forma bastante .‘mgus‘tiante: como una fuerza a la \'(.‘I.' mítica. cien-
tífica y probablemente también religiosa.

i
Stépbanir (.‘anachaud. ll‘ dc (ebrcm de 20l3.
IG CARA A CARA (ION El. PLANETA

INTRODUCCIÓN l7
(bmo no se' nada de, dan/a me tomó ta'n'os años encontrar .en Sri-'ptmm.c
(lanachaud a la interprete ideal de ese breve mtm'ttriento.’ Mientras un. hubiex" salido a escena para comparu‘r la intn'ga con los actores. A partir
to. no sabiendo que hacer con esta olnesionante figura del (.‘osnmc0 de ese momento. todo cambia en las' maneras de contar histon'as. has'ta
loso. com-encí a algunos quen'dos amigos de. hacer con ella una pic,a el punto de hacer entrar en la política todo lo que antaño pertenecía a
de teatro. qtte desde entonces se convirtió en (¡aio (¡loba! Circus" Fm. la naturaleza -figum que. por consiguiente. se transforma en un enigma
cada día mas' indescifmble—.
entonces. por una de usas' coincidenci'u. que no delx-ría sorprender a
Desde hace años, mis colegas y yo intenta'bamos absorber esta entrada
aquellos a quienes ¡x'rsigue una olmrsio’n, cuando el comite’ de las mn.
de la naturale'la y de las cienciaS' en política; habíamos desarrollado no
ferencias- (.‘iflt‘ird me mlicito’ que diera. en 20l3 en Edimburgo, un ciclo
pocos métodos para seguir. y al tnismo tiempo cartografiar. las contro-
de seis conferencias bajo el titulo. tambie'n bastante. enigmático, de -R°
versias ecológicas". Pero ninguno de esos trabajos especializados había |0-
ligión naluml'. ¿(kinto II'SÍSIÍPS a una propuesta a la que Williantjamü
grado nttnca estremecer las certezas de todos aquellos que conu'nuaban
Alfred North Wl‘titehead,_|ohn Dewey. Henn' Bergson. Hannah Arc-nm
imaginando un mundo social sin objeto frente a un mundo natural sin
y muchos otros habian respondido?‘ ¿No em la ocasión ideal para dos; humano —y sin sabio para conocerlo-. Mientras que nosotros nos esfor-
rrollar mediante la argumentación aquello que la (lan7a y el teatro me I'a'bamos en desanudar algunos de los nudos de la epistemología y de la
habían for/ado on’ginalmente a explorar? AJ metros aquel medio no me sociología. todo el edificio que había repartido stts funciones caía por
era tan ajeno. Sobre todo porque acababa de tenninar la esen'tuta dt tierra, o mis bien. literalnmnte. recaía sobre la Tierra. Aún estábamos
una investigación sobre los modos de existencia. que se. hallaba bajo la discutiendo los lazos ¡wsibles entre humanos y no humanos. el rol de los
influencia cada vez mas" imasora de Gaia (latour. 20 l 2h). Son esas con- científicos en la producción de. la objeu'vidad. la importancia eventual de
ferencias'. reelaboradas, ampliadas y completamente reescritas'. las que las" generaciones lt‘tturas, cuando los científicos mismos multiplicaban las
encontraran aquí. itn‘enciones para hablar de la misma cosa. pero completamente en ou-a
Si las publico conservando el genero. el estilo y el tono de la conferen- escala: el “Antropoeeno”. la “gran aceleración". las “lonas cn’ticas” [lippíng
cia. es porque esta antropología de los modenios que prosigo desde hace [minis] . todos esos ténninos sorprendentes que parecían necesan'os y que
cuarenta años se encuentra cada vez mas" en consonancia con lo que vamos a reencontmr a medida que avancemos para comprender esta Tie-
podetnos llamar ‘Ny'uevo Régimen (.‘Iirna'tico'.‘ Resumo mediante esa ex- rra que parece reaccionar a nuestras acciones.
Mi disciplina de on'gen —la sociología o. mejor. la antropología de las
presión la situación presente. cuando el cuadro fisico que los modernos
ciencias-H hoy en día ha cobrado nue\as"* {UCFIAS' por la evidencia amplia-
habían Considemdo como seguro. el suelo sobre el cual se había desan'o
mente compartida de que la antigua (kmstitución que repartía los po-
llado siempre su historia. se ha vuelto inestable. (bmo si la escenografía
deres entre ciencia y política se ha vuelto obsoleta. (bmo si hubics'emos
puado.justamente. de uu Anu'guo Regimen a uno Nuevo. marcado por
la irrupción multifonne de la cuestión dt las climas y. cosa aún mas' ex-
l ¡interpretado el l'Z de febrero de L’OI'J. filmado ptngOH-‘lllh‘ul Michel. dprm“
ble en <\r'nu-o.cnrn/600frHñG>. traña. de su vínculo con el gnbten'm. En el sentido mas‘ amplio de estas
2 Tralnjocolrtlt'W) efectuado a partir de la Mutua de 20H) con (Ihloe’ lam"! expresiones que los histon'adores de la geografia no utilizan mas" que en
y Ft'cdc’tique Ait-Touati. responsables de la pllhlu en escena, (.‘lzu're Astruc. la “teoría de. los climas" de \r.iontesq.uie.u. caída desde hace mucho tiem-
jade (‘nllineL Matthieu Protin y Luigi (k'rri. actores. Pierre l).-tubign).
po en desuso. Bruscamente. todo el mundo adivina que esta" emergiendo
autor del texto (-a'ta' (Joba'l (Entra y que finalmente fue representado en
Toulouse. en el marco de la \.'o\'cla. en octubre de 20l 3. y en la (A‘urie'dit otro lú/n’n'lu (¡(1115 (¿ya (¡(111 '.\"aluml(m y que hay que comenïar a redactar-
dc Reims. en diciembre del mismo año. antes de iniciar una gira por FW“ lo si se quiere sobreviw'r a las' potencias" desencadenadas' por este Nuevo
cia y cl extranjero.
Régimen. lus'ta obra se propone contn'buir precisamente a ese trabajo
3 El texto de las sen' conferencias esta disponible en el sitio de (.‘ifïord de la l
universidad de bd'imburgo. <cd.ac.uk>‘. Sobre la histon'a de m's ('uttft'fl‘"(m colectivo de exploración.
y del dominio de la 'religión natural'. instante enigmático a los Ojos dc ll” ("aia esta' presente aqui como la (mansión de un retomo a la Tierra
franceses. “San Witham (200‘5). que permita una versión diferenciada de ltsL cualidades respectivas que
4 la expresión ¡e deriu' de un ténnino introduc ido por Aykut y Dalia" (2015l
pueden exigit‘se de las ciencias. (le las políticas' y de las' religiones por fin
pm designar la manera. muy partitular y. .u-gu'n ellos, poco clicttl. de inlrn'
tar 'gobcmar el (lima'.
¡8 CARA A (.‘ARA (ION El, PIANIÏI‘A

IN'I‘R()I)U(.‘(.‘IÓN '9
reducidas a definiciones tnas‘ mtxlestas y mas' terrestres de lo que eran
sus antiguas vocaciones. las conferencias van en pareja: las dos pn'mcm que cada una de lAS' ocho conferencias puede ser leída por sí misma y en
tratan sobre la noción de “potencia de actuar" —par.t traducir el inglés el orden que se quiera (en cuanto a las cuestiones mas' especializadas.
agmqh operador indistx'nsable para pennitir los intercmnbios entre (lo todas han sido remitidas en las' notas).
minios y disciplinas hasta aquí diferenciadas: las dos siguientes introdu-
cen a los personajes pn‘ncipales. (¡nin en pn'mer lugar. el Antropocmoa
contintmcio'n: las conferettchs. cinco y seis definen cuáles son los pueblo;
Debo ¡agradecimientos a demasiadas' pcmonas‘ para nombrarlas a todas.
que esta'n en lucha por la ocupación de la Tierra y la etapa en la que se
En las referencias bibliogníficas intento reconocer mi deuda.
encuentran; las dos últimas exploran la cuestión geopolítica de los tem"-
Sin embargo. sería injusto no citar en pn'mer lugar a los miembros
ton'os en lucha.
del comite de las conferencias (Eifford que me permitieron abordar este
El público potencial de un libro es mas‘ dificil aún de delinear que
tema de la “religión natural". sin olvidar al auditon‘o de la sala Santa («c‘-
el auditon'o de una conferencia pero. ya que hemos entrado de lleno
cilia. dulante esas seis maravillosas jornadas de febrero de 2013. bajo el
en un pcn'odo de la historia a la vez geológico y humano. me gustaría
gran sol de Edimburgo.
din'gírmc a lectores con competencias mixtas. Imposible. comprender lo
Debo a Isabelle Stengers haber despertado por pn'mera vez en mí el
que nos sucede sin pasar por las ciencias son ellas las que pn'mero nos
intere’s en la intnisio‘n de Gaia. y fue, como de costumbre. yendo a pedir
alertaron: imposible. para comprenderlas. quedarse con la itnagen que
la ayuda (le Simon .Sc‘llaffer, como intente desembarazanne del persona-
la antigua ciencia epistetnolo'gica proporcionaba de ellas: de ahora en
je ilnposilflv de Gm. compartiendo mis angustias con Clive Hamilton,
mas'. las ciencias se hallan tan mezcladas' con toda la cultura que es por Dipesh (.‘hakmbarhl'. Deborah Danowsky. Eduardo Viveiros de (.as‘lro.
Im humanidades por donde contiene transitar para comprenderlas. De Donna l'latauay. Bronislaw Sterszyns'lu' y muchos otros colegas.
allí un estilo híhn'do para un asunto híbn‘do din‘gido a un público. tam- l’ero me gustaria agradecer muy especialmente aJc‘róme (,‘aillardet
bién. necesan'atnente hibn'do. y ajan l,'alaeiewicz. que me confinnaron que en efecto existía. desde el
Híbn'da ademas'. ya se sospechara'. es la composición de un libro de Antropoceno. un sustrato común a las ciencias naturales y a las humani-
estas’ caracteristicas: como todos los investigadores. me veo obligado a dades. digamos incluso una wna m’lica que todos compartimos.
escn'bir en inglés para ser leído. Una VCI.‘ redactadas para ser leídas en A los estudiantes que, en mayo de 2015. concibieron y realizaron el
Edimburgo en febrero de 20l2. las seis conferencias (.‘ifford fueron “'l‘eatro de las negociaciones" [ I'he‘ïiln' de: nrgm'htinns]. en Les Amandiers
traducidas al frances por Franck Lemonde, así como otra pronunciada (le Nanterre, evidentemente les debo mttcho más de lo que ellos imagi-
en 20l3." l’ero luego sometí su texto a eso que más detestan todos los nan. al igual que a los diseñadores de la exposición Anlhrvfxx‘rn.‘r)\10numml.
traductores cuando tienen la mala suerte de traducir a la lengua ma- en el museo Les Abattoirs de 'l‘oulouse. en octubre de Z‘Ol‘l. así como a
terna de los autores: lo reestructure completamente. lo amplió con dos los alumnos del curso “Filosofia política de la naturaleza".
nuevos capítulos. y lo reescn'bi tanto que se trata de otro texto.- tendré l’or último. querría agradecer a Philippe l’ignarre. cuyo trabajo edito-
que hacerlo retraducir para publicarlo en inglés... Mil disculpas a ml. n'al me acompaña desde hace largo tiempo. (Ireo qtte nunca ha publica-
traductor. do un libro que haga referencia de mane ra tan directa al nombre de su
Si los escn'tores puedenjactarse de que los lectores son los mismos (les- colección: contran'auncnte a la idea tan difundida de que Gaia es global.

de que el libro comienza" hasta que termina y de que harán su aprendim- ella indiscutiblemente es la pn'ncipal quebranladora de los límites del
¡xrnsamiento “normal”. . .'
je de capítulo en capitulo, no ocurre lo mismo con los conferenciantcs
que deben din'girse cada vez a un público en parte diferente. ¡<3 por 05°

° El titulo de la colección en que apareció la srm'ón francesa dc este libro alude


a un giro usual que retoma el título dc nn panfleto de Pal- (.o‘un'er. I’d’ilion’m
pour la m’llagvm' que lon' mpr'hedldanm. Así. los autom. incluidos en ella son
5 Mtnm' de l.» ser] conferencias (Ziiford, se trata dc 'Agency .‘u the time of
".Iguafiesuu' para el ¡x-Inamiento esquemaítico. adoccnadoi IN. de E.)
the Anthropoccnc' (20Ha). cn parte rctotnada en la segunda.
Prime ‘a conft'n'encia
Sobre la inestabilidad
de la (noción de) naturaleza

Una mutación (le la rel ación con


el mundo 0 Cuatro mane-
m. de volverse loco con la ecologia
0 La inestabilidad (le la
rel.'¡cio'n naturale'Ia/cultum 0
La invocación de la natura-
le/‘a humana 0 El recurso al ‘mundo
natural" i De un gran
sen'icio rendido por la psc udtxonlroversia
sobre cl clima 0
"¡Vaya y (lígales a sus patrones que
los científicos están en pie
(le guerra." ' Donde se procura
pasar de la “naturaleu' al
mundo 0 (,(‘ímo afrontar

No se tennina. recomienm rada mañana.


Un día es el as-cen-
so (le lam aguas; otro. la esten'li/‘an'o’n de
los suelos; por la noche es la
desapau'icio'n acele “ada (le los bancos de
hielo; en e l resumen informad-
vo de las 20. entre dos crímenes
de guerra . nos enteramos de que miles
de especies mn a (lt-.mparecer incluso
antes de haber sido debidamente
ela ‘adas: cada \’(?I.', las mediciones del (IOr
en la atmósfera son peores.
mas aún que las del (¡CM‘WIIPICOZ
cada año que pasa. nos dicen que es el
mais cálido desde la inaugun¡cio'n
(le las
estaciones meteorolo'gicas‘. el ni-
vel de los mares no hace sino ascender:
la franja costera esta cada vez ma"
.‘unenavada por las tonnentas (le
pn'mavem: e n cuanto al océano. cada
nunpaña (le medición lo encuentr
a mas' ácido. Rito es lo que los dian‘os
llaman vivir en tiempos
(le "cn'sis ecologi'ï‘a'
Desgm(¡aulalmrntu hablar (le
"crisis" sen'a otra manem de tranqui-
Iil'am.‘ (iieie’ndow que “¡1
pasara" . que la cn'sis “muy pronto
atlas". ¡Si tan Milo fum- una Crisis! quedará
¡Si hubiese sido sólo una cn'sis'. De
.‘u'uerdo
con los especialistas. habria que hablar
mais bien de 'mutacio'n":
estabamos .‘¡t‘ostumbr
ados a un mundo; píLfiünlOS. mutzunos a otro. En
(‘lliilllo al .'¡(ljeti\'o "(teología)".
(¡unbie'n wle ¡nos usarlo para lr.lllqlllll'l.'ll‘-
nos. para tomar (listanrht
(le l su ¡x'rturbaciolws con las que se nos
nal'a: "Ah. si hablan ustedes ame.
de cuestiones ecológicas". ntonres
no nos atañe." . (kuno es que
aún se hacia (lumnte el siglo pasado. cuando
se
22 (IARA A (JARA CON I'll. PLANETA
SOBRE LA INI'B‘I‘ABIIJDAI) DI". LA (NOCIÓN DY.) NATURALEZA 23

hablaba de “ambiente natural" para designm‘ a los seres de la naturalcul


considerados desde lejos. deum" de un gran ventanal. l’ero hoy en día_ es ción. Tal vez haS'ta llevaríamos a nuestros nietos a visitar museos dedica-
a todos nosotros. desde el interior. en la intimidad de nuestras pequeñas dos a este combate. esperando que queden tan estupefactos ante nues-

y preciosas existenckw. a quienes nos afectarían. dicen los expertos, “las tros progresos como quedan hoy al ver cómo la guerra de l940 dio lugar
al Proyecto Manhattan. la puesta a punto dela penicilina o los progresos
infonnaciones que nos alertarían directarm'nte sobre lo que deberíamos
fulininames de los radares o del transporte aéreo.
comer y beber, sobre nuestra manera de ocupar los suelos. de despla-
l’ero resulta que aquello que habn’a podido no ser mas" que una crisis
tamos. de vestirnos. Nonnalmente. de mala noticia en mala noticia, du
pasajera se ha transionnado en una profunda alteración de nuestra rela-
beríamos tener la impresión de habernos deslii'ado de una simple cn'sis
ción con el mundo. l’arece que nos hubiésemos convertido en aquellos
ecológica a aquello que mas bien habría que designar como una profunda que habrían podido actuar hace treinta o cuarenta años y que no hicieron
mutación dt nurslm "lación mn (1 mundo.
nada. o hicieron demas'iado poco.2 Extraña situación la de haber fran-
Y sin embargo. seguramente no es así. La prueba es que recibimos queado una sen'e de umbrales. la de haber atravesado una guerra total, ¡y
todas estas noticias con una calma asombrosa, e incluso con un tipo sin darnos cuenta prácticamente de nada! A] punto de doblegamos bajo
de estoicismo admirable... Si en verdad se tratara (le una mutación el peso de un acontecimiento gigantesco que ahora se encuentra a nues-
radical. ya habríamos estado todos modificando de arriba abajo |a5' ba. tras espaldas. sin haberlo adveru‘do. sin que hayamos ofrecido batalla.
ses de nuestra existencia. Habríamos comenmdo por cambiar nuestra Imaginen lo siguiente: oculta por la profusión de las' guen‘as mundiales.
alimentación. nuestro habitat. nuestros medios de transporte. nuestras de las guerras coloniales. de las amenazas nucleares. habn'a habido. en el
tecnicas de cultivo. en una palabra. nuestro modo de producción. (lada siglo XX «:se “siglo clas'ico de la guerra'—, otra guena. también ella mun-
vez que las sirenas de alarma dejaran de sonar. nos habríamos preci- dial. también ella total. también ella colonial. que habn’amos vivido sin
pitado fuera de rmestros refugios para inventar nuevas ttÏ-cnicas a la vivirla. Mientras nos preparamos muy indolentemente para interesamos
altura de la amenaza. Los habitantes de los países ricos habrían sido en la suerte de las “generaciones futuras" (como se decía antaño). ¡todo
tan inventivos como en los tiempos de las guerras precedentes y. como habría sido ya consumado por las generaciones pasa'das! Habn’a sucedi-
en el siglo XX. habrían resuelto la cuestión. en cuatro o cinco años. do algo que no estaría ante nosotros como una amenaza por venir. sino
mediante una transformación nldS'in de sus modos de vida. Gracias a que aquellos que han nacido ya lo u'enen a sus espaldas. ¿(me no sen-
sus acciones eficaces. la cantidad de (10;, captada en el observatorio de tirnos un poco avergonïados de haber vuelto irreversible una situación al
Mauna Loa en Hawai ya comenzaría a estabilizarse." en los suelos bien seguir ¡nan/"ando como sona'mbulos sin escuchar la alerta?
humidificados pulularían las lombrices de tierra y el oceano rico en Ysin embargo. las" alt-nas" no faltaron. las sirenas' sonaron sin parar. La
plancton estaría otra vez cargado de peces: hasta los hielos del Ártico conciencia de los desastres ecológicos ha existido. ha estado vim. ha sido
habrían desacelerado tal vez su derretimiento (a menos que, entrados argumentada, documentada. probada. desde los comienzos mismos de

en una pendiente irreversible. se hubiesen dCSlÍIA’dO por milenios cn lo que l|2unamos la “e m industn'al" o la “civilización mecánica". No pode

un nuevo estado: Archer. 2010). mos decir que no sabítunos,‘ 31310 que existen muchas maneras de saber
y de ignorar al mismo u'empo. Por lo general. cuando se trata de cuidar
En cualquiera de los cm. deberíamos hab” actuado. desde hace ya
de nosotros mismos. de nuestra sutx-n'ivencia. del bienestar de nuestros
una treintena de años. la cn'sis ya habría pasado‘ Miran'amos hacia atras"
seres queridos. tendemos mas' bien a equivocamos inclina'ndonos por la
la época de la "gran guerra ecolog'ica'. con el orgullo de aquellos que
seguridad: al menor resfrío (le nuestros hijos, consultarnos con el pedia-
casi sucumbieron pero supieron revertir la situación en su provecho con
una reacción rapida y movilil'ando la totalidad de sus fuer/as (le im'en-

." Tal es el objeto de un atermdor ejercicio dc cicncta' ficción al que se entro


garon una histnn".ulor.| de ku ciencias. Naomi Orukc. y su colega Erik M.
(A‘mway (20H).
l A este laboraton'o le debemos la mas” larga medición (ic la (¿unidad de (,‘( )r
3 B el tema que tmta cl valioso libro dejan-Baptist'c Frase: (20‘l2). y retoma-
:tnimfc'n'co. Sobre la historia de esta: mediciones, Keeling (19“)8). Retomarc'
do en Bonneuil y firm)! (20m)-
u'nas' veces este ejemplo.
24 CARA A CARA (ION I'll, PLANETA
SOBRE LA INEWIWBIIJDAI) DE LA (NOCIÓN DE) NA’I‘lu'RALI-ZZA 25

ua; a la menor amenara a nuestras plantaciones. preparamos una fuml‘.


“Una alteración sufrida en la relación con el mundo" es cl te'nnino cien-
gación; a la mas' tímida duda sobre nuestra propiedad. nos aseguramos_
tifico para designar la locura. No cornprenderemos nada de las mutacio-
nos equipamos con cámaras de n'gilancia; para precavernos contra una
nes ecológicas si no tomamos noción de hasta qué punto trastornan el
invasión. armamos enseguida nuestras fronteras. Aplicamos profusamen.
mundo entero. ¡Aunque tengan sanas maneras de. volvemos locos!
te el demasiado ce'lebre pn'ncipio de precaución. desde el momento en
Una parte, del público. de los intelectuales. de los periodistas. ayuda-
que se. trata de, proteger nuestro entomo y nuestros bienes. aunque no
dos a veces por algunos expertos. ha decidido hundirse poco a poco en
estemos demasiado seguros del diagnósu'co y los expertos no se expresen
un mundo paralelo donde ya no hay ni naturalem agitada ni verdadera
claramente sobre el alcance de los daños.‘ Ahora bien. en lo que concier-
amena/'41. Si esas personas mantienen la calma es porque están seguros
ne a esta cn'sis mundiaL nadie invoca el mencionado pn'ncipio para lan. de que los datos de los científicos han sido manipulados por fue-nas oscu-
zarse con coraje a la acción. Esta vez. la muy vieja humanidad. precaw'da. ra5_ y en todo caso son tan exagerados que hay que resisu'r valientementc
quisquillosa, que por lo general no avanza sino a tientas. lanteando cada las opiniones de aquellos que se llaman “catastrofistas' y aprender. como
obstáculo con su bastón blanco como un ciego. respondiendo con cuida- dicen. “a consc-nar la cordura" viviendo como antes. sin preocuparse de-
do a cualquier apan'encia de peligro. echándose atras' tan promo como masiado. lista locum de la negación se presenta a veces bajo una forma
siente una resistencia. mamando muy rápido cuando el horizonte se des- fanática: es el canso de aquellos a quienes se llama ‘climatoesce’pu'cos' e
peja antes de volver a \acilar ante un nuevo obstáculo. esa humanidad se. incluso a veces “climaton.egacionistas". adeptos. en grados diversos. de la
ha mantenido I'mpertérn'ta. Ninguna de sus viejas virtudes campesinas, teoría del complot y que. como muchos funcionan'os norteamen'canos.
burguesas. artesanas'. obreras. políticas. parCCe haber estado vigente al ven en la cuestión ecológica ¡una manera indirecta de imponer el socia-
respecto. las alamias han sonado: y nosotros las hemos desconectado lismo en los listados Unidos!" Sin embargo. en el mundo entero esta" mu-
una por una. Hemos abierto los ojos. hemos visto. hemos sabido: ¡volvi- chísimo más difundida bajo la forma de una suave locura que podríamos
mos a cenar los ojos bien apretados.” Si al leer Sanámbulm de (.‘hn'stopher calificar de qur'rlism. en referencia a esa tradición religiosa cuyos fieles
Clark (20l3) nos asombramos de ver a Europa. en agosto de 1914. pre- dejan en manos de Dios el cuidado de su salmción. Los climatoquietistas
cipitatrse a la (iran Guena con total conocimiento de causa. ¿como no viven. como los otros. en un mundo paralelo, pero como han desconec-
asombramos al saber retrospectiiamente con qué conocimiento preciso tado todzes las alarmas ningún anuncio estn'dente los fuerza a abandonar
de las causas y de los efectos se precipitaba Europa (y todos aquellos que la blanda almohada de la duda: “Ya veremos. El clima siempre ha van‘ao
llegarían después) en esa otra (iran Guerra de. la cual nos enteramos. es- do. La humanidad siempre se las ha arreglado. Tenemos muchas otras
tupefaclos. que habn’a tenido lugar, y la cual probablemente perdimos? preocupaciones. Lo importante es esperar. y sobre todo no alterarse".
Extraño diagnóstico: -stos están locos a fuer/a de mantenerse calmos!
Los hay incluso algunos que no vacilan. en plena asamblea políu'ca. en
invocar la promesa del (k'ncsis cuando Dios se compromete ante Noé a
no desencadenar otro diluvio: “No volvere' más a maldecir la tien-a por
causa del hombre. porque el intento del corazón del hombre es malo
desde. su juventud; ni volvere rnas' a destruir todo ser viviente. como he
4 El pn'ncipio de precaución con Írecuenciu n. malinterpreI.-ulo: no se trzun hecho" ((2. 8. 2| )." ¡La segun'dad es tan so'lida que. en efecto. Sería un
de abstenerse de actuar cuando uno está inseguro. sino. al contrario. de
error preocuparse!
actuar ¡mimo cuando no posee total certera. l-.'\ un pn'ncipio de acción y dc
indagación, de puesta en tcnu'o'ny no. corno pretenden sus enemigm. (IC
mcurantnmo
5 Por mjcan-Baptittc Frnsor (Z'ÜIL’) ulilim cl tc'mu'no "dninhil)irin'n'. que
ti Ahora ha)" abundante bibliografía sobre los origenes del climatonc.epticis—
intentaré retomar cn la sexta conferencia. buscando sm orígenm religiosos.
rno. a partir del chu'ico Orestes y (A‘mway' (20‘12). Fate fenómeno ocupa nn
'ln palabra 'desinhilñción' condensa Im dos tiempos del p.‘u.'tje al acto: el df
h rcflrxin'dad y cl del hacer czuo omiso: cl dc la asunción del peligro y el ll? lugar importante en esta obra y lo retomaré en cada una de hu conferencia“.
7 john Shinikns. 25 de maru) dc "00.3. durante una reunión de la Subcomisión
w normalimró‘n. la modernidad fue un proceso de dninhibición tellexir.t'
(20m: 16). (le Energía y Ambiente del (brigrrso de los Estados Unidos.
26 CARA A CARA (ION El. PLANETA

SOBRE LA INL'S‘TAHILIDAI) DE l.A (NOCIÓN DE) NATURALEZA 27

Otros. felinmmtc menos numerosos. han oído sonar las sirenas de


alanna y enuan en panico al punto de lanzarse a otro frenesí. “Puesto unas ganas locas de arrojarse por la ventana. o de lan/'ar por ella a sus
que las amenaz’as son tan graves y las uansfonnaciones que hemos can, adversarios.
sado al planeta tan radicales, entonces". proponen. “ataquemos de mi: ¿Quedan algunos capaces de escapar a estos síntomas? Si. pero sin em-

todo el sistema terrestre. concebido como una vasta máquina que se des. bargo gno vava/n a creer que son santos en espin'tu.’ Quiza son ciertos
artistas. eremitas.jardineros. exploradores. activistas o naturalistas. que
arregló porque nosotros no la hemos controlado la suftrimxlmnenlr bienfl
buscan. en un aislamiento cas'i total. otros medios de resistir la angus-
Y ya los vemos presas' de un nuevo ataque de dominación total sobre una
tia: esperados, como dice graciosamente Romain Gary (1972: 215).lo (A
naturaleza siempre considerada como rebelde y sahaie. En ese gran de.
menos que sean como yo, y sólo consigan desprenderse de su angustia
lin'o que ellos llaman modestamente “geoingeniería“. es la 'I'ierra entera
¡porque han encontrado astutos medios para inocularla en los demas"!)
lo que quieren abarcar." Para sanarse de laS' pesadillas" del pasado, pro
Sin ninguna duda. la ecología te enloquece: hay que partir de ahí. No
tenden acrecentar ttxlavía mas“ la dosis de me'aglomanía necesan'a para
con la idea de saname: sólo para aprender a sobrevivir sin dejarse llevar
la supen'ivencia en esta clínica pala pacientes de nen'ios frágiles en la
por la negación. por la hsí'bm'. por la depresión. por la esperan7a de una
que se habn’a convertido el mundo. ¿la modernil'ación nos ha llevado a
solución razonable. o por la fuga al desierto. Uno no se cum de la per-
un callejón sin salida? ¡SI-amos mas' resueltamente modernos todavia! Si
tenencia al mttndo. Pero, a fuena de sanación. puede curarse de creer
hay que sacudir a los pn'mcros para evitar que se duerman, a estos habn’a
que no pertenece a el. que esa no es la cuestión esencial, que lo que le
que encajarles una camisa. de fuerza para impedir que hagan demas'iadas
ocurre al mundo no nos concierne. El u'empo ya no está en el punto en
idioteces. que esperábamos “lafar”. En verdad estamos. como suele decirse. “den-
¿(Emo hacer la lista de todos los matices de depresión que golpean tro de un túnel”. sólo que “no veremos la salida”. En maten‘as como esta.
a aquellos. los mas". que observan con atención las' rápidas" uansfonna- la esperan/"a es mala consejera. porque no estamos en una crts‘is. Esto no
ciones de la Tierra y han decidido que no pueden ni ignorarlas ni. por va a “pasar”. Habrá que hacerse a la idea. [23 dzfmim‘m.
desgracia, remediarlas' con medida radical alguna? ¿'l‘n'stel'a, bajón, me- Lo que haría falta. por consiguiente. es descubn'r una lmyedona' desa-
lancolía. neurastenia? Si. el corazón les da un vuelco, se les cierra la gar- nación. aunque sin por eso esperar curarse demasiado pronto. En este
ganta: apenas si tienen ttxiavía el valor de leer un diario; no sarlen de su sentido. no sería imposible progresar. pero sería un progreso al revés.
sopor si no es por la rabia de ver a los otros aún mas' locos que ellos. Pero que consistiría en retomar sobre la idea de progreso, en mmg'rnar. en
una vez superados estos accesos de furor. tenninan postrados bajo enor- descubrir otra forma de sentir el paso del tiempo. En lugar de hablar de
mes dosis (le anu'depresivos. esperan/a. habría que explorar una manera bastante sutil de (¡amparan lo
Los mas' locos son aquellos que parecen creer que de todos modos que no significa "desesperarse'. sino evitar confiar tan sólo en la esperan-
pueden hacer algo. que no es demasiado tarde. que las reglas' de la I'a como engranaje sobre el tiempo que pasa.“ ¿La esperanla' de dejar de
acción colectiva, en este cas'o también. seguramente van a funcionar: contar con la estxrranïa? Hmmm. no parece muy alentadori

que se debe poder actuar de manera racional. con total conocimiento A falta de esperar sanarnos de una vez por todas. podn'amosjugar al
Inenos con la contraposición de los males. Despues' de todo. es una for-
de causa. incluso ante amenaïas tan graves. respetando el marco de las
insu'tuciones existentes.“ Pero es muy probable que esos sean bipolares.
llenos de energia en la fase maniaca antes de la recaída. que les dará
lO El modelo. pam mi. es (pc‘orge Monbiot. periodts'm de The Guardian. y su blog
tan dcpn'mente como robomtin) <monbiol.com>. pero también lo cs (¡illcs
(Ile'mellt. esc. "jardinero planctan'o'.
l I Esta relación con l.’ espe-mom es. el objeto dc Hamilton (ZO‘lSh). la reencon-
8 Sc encontrará cn el excelente Hamilton (20l3a) una presentación dc IIS tmremos cn la quinta y la sexta conferencias. al abordar la cuestión del 'tiem-
soluciones propuestas que es decididamente cspcluz.n.'nnte.
po del lin'. El vinculo entre temtxxmlidad ¡u'mdójica y ecología es explotado
9 B lo que Aykut y Dalia" (¿0'l5) llaman 'negnción de realidad' de lau (HK-“"3 por Dupuy (20(‘l3 \- también la cntresisu' de 2012). pero se remonta ajonas
ucionn internacionales ctrando analimn cl protedinlicnto (le negociación
(1)“.¡0 “9791) E prescsntc. nidcntemente. enla teología que sim: de hmc
que aplica a un problema mucho Inas' cspinoso aquello que ha funcionadfl a la encíclica del papa Fr iciKo. Laudala Si." 20'l5.
para limitar (¡crm (onuuninac iones.
28 CARA A CARA (ION El. PLANETA

SOBRE LA l.‘\ll>',S'I‘AHII.II)Al) DE LA (NOCIÓN DE) NATURALEZA 29

ma de sanación: “vivir bien con los males propios". o mas" sencillamente


"vivir bien". Si la ecología enloquece. es porque en efeCIo es una alta Se' comprende pues por que' toda definición de la cn'sis ecológica
ración de la alltma'án de las' relaciones con el mundo. En este sentido, como “retorno del humano a la naturaleza" detona inmediatamente una
es al mismo tiempo una nueva locura. ¡y una nueva manera de luchar especie de pánico. puesto que nunca sabemos si nos pide que volvamos
contra las locuras precedentes! No hay otro modo de sanarse sin esperar a la animalidad bruta o que retomemos el movimiento profundo de la
curar: hay que ir hasta el fondo de la situación de desamparo en la que existencia humana. “¡Pero yo no soy un ser natural! Soy ante todo un ser

todos nos encontramos. cualquiera sea el matiz que adquieran nuestra“ cultural." “(Ion la salvedad de que, en realidad y ante todo, es usted un
ser natural. ¿cómo le ocurre olvidarlo?" (bmo para volverse loco. efec-
angusu'as.“
tivamente. Sin hablar del “retorno a la naturalel'a" comprendido como
un “retorno a la e m de las (Ïavernas' con su patético sistema de ilumina-
ción que sirve de argumento a todo modemista un poco an'sco cuando
se encuentra con un ecologista un poco consecuente: “Si lo escuchara-
De por si. la expresión “relación con el mundo” pnleba hasta que punto
mos, ¡todavía nos alumbrari'amos con velas."'.
estamos. por así decir. alimados. A mentido se presenta la crisis ecológica
La dificultad reside en la expresión misma: “relación con el mundo".
como el descubn'miento. siempre a punto de recomenl'ar. de que “el
que supone dos clases de dominios, el de la naturaleza y el de la cultura,
hombre palmera! la naluralrza". Expresión aparentemente sencilla. pero
dominios a la vez disu'ntos e imposibles de separar completamente. No
de hecho muy oscura (y no sólo porque "el hombre" es también eviden-
intenten definir sólo la naturaleïa. pues tendrán que definir también el
temente “la mtu'er'). ¿be‘ quiere hacer alusión a humanos que compren- ténnino “cultura” (lo humano es aquello que escapa a la naturaleza: un
den'an por fin que forman parte de un “mundo natural” al que deberían poco. mucho. apaS'ionadamente): no intenten definir tan sólo “cultura”.
aprender a adecuarse? Parece que el problema surge mas" bien de la pa- pues de inmediato necesitarán definir también el te'nnino “naturaleza”
labra “¡mrtenencia'. En la tradición occidental. en eie'cto. la mayoria de (lo humano es aquello que no puede escapar "totalmente" a los condi-
las definiciones del humano subrayan hasta que" punto e'l sr, distingue de cionamientos de la naturaleLa'). Lo que significa que no nos hallamos
la naturalel'a. hs‘ lo que por lo general se quiere expresar mediante la ante dominios, sino ante un solo y mismo rante-[Ilo dividido en dos partes
noción de "cultura". de 'sociedad" o de "civiliïacio'n”. Por consiguiente. que Se encuentran ligadas. si puede decirse asi. por un fuerte elas"u'co. En
cada vez que queramos “aproximar el humano a la naturale'la”. nos ha- la tradición occidental no se puede hablarjamas' de una sin hablar de la
llaremos impedidos por la objeción de que el humano es ante todo. o es otra: no hay otra naturaleza que esta definición de la cultura y no hay otra
también. un ser cultural que debe escapar o. en todo caso, distinguirse de cultura que ma definición de la naturaleza. Nacieronjuntas. tan insepa.
la natural-ua." Por lo tanto. no podremos nunca decir de él, con suma rables como unos hennanos siameses que se hacen can'cias o se pelean a
bnitalidad. 'que pertenece". l’or otra parte. si fuese realmente “natural' puñetazos sin dejar de compartir el mismo tronco.“
y so'lo natuial.jtn.gan'amos que ya no es en absoluto un humano sino un Como este argumento es esencial para lo que sigue, pero siempre

simple "olerto maten'al' o un “puro animal" (para emplear expresiones difícil de comprender. necesito volver a e'l una y otra vez. Ustedes segu-
ramente se acuerdan de esa época no lan lejana, antes de la revolución
todavia mas" imprecisas).
feminista. en que se utilizaba “hombre' cuando se quería hablar de
todo el mundo de una mame ra indiferenciada y .‘lceptablemente pere-
zosa. En cambio. cuando uno decia "mujer’l forzosamente se trataba
ll‘ De momento. nadie ha llegado tan lejos cn esta explomcio’n de la relación
con el tiempo como Danomki y Vimiros de (a‘stm (20H). de un término específico que no podía designar otra cosa que lo que
l3 No mc interesa aqui la relación establecida por Ia filtmilíu moderna ent":
nue'to y olyc‘to. considerando que la oposición entre naturaleza. en el sentido
de sahajismo-uv'ld Iij'eb, y artificio ha sido Ian estudiaula por los historiadores
H En este wntido. nunca hemos sido mode-mou num) creye'mmos haberlo sido
del ambiente que ya no es precm') mln-r sobre ella. \’ Hue el clisit’o (Imnon
en lu medida en que creemos posible hacer exu’tir dos dominios distintos. y
(tdt. I‘M). y cl panorama más reciente cn Locher _v Queue! (2009). U" cesamm de haberlo sido desdee el momento en que nos damos cuenta de que
ejemplo dc particular impacto respecto (le la ¡milicialiuu‘it3n de un ecosbll‘ no hay más que uno... (Lalour. l‘ÑHl).
ma consta cn Qucnet (20'l5).
30 CARA A CARA CON El. PLANETA
SOBRE LA INES'I‘ABILIDAD DE LA (NOCIÓN DE) NA'I'URAI.I".'I.A 3|

entonces se llamaba el “sexo débil" o el “segundo sexo". En el lengua,


Tomemos en préstamo otra comparación. esta vez de la historia del
je de los antropólogos, eso significa que el termino “hombre” es una
arte. y que se halla todavía mas" directamente ligada a nuestra percepción
categoría no codificada: aquello que no plantea ningún problema m-
de la naturaleya. Sabemos cuán cun'osa es esa costumbre de la pintura
atrae la atención. Es cuando decimos “mujer” que la atención localiza
occidental. a partir del siglo XV, de organiïar la mirada del espectador
en un rasgo específico:justamente su sexo: y es este rasgo el que hace
a fin de servir de contrapeso a un espectáculo de objetos o de paisajes.“
de ello la categoría codfiicada que se desprende de la categoría no co.
El espectador debe no sólo mantenerse a una cierta distancia de aquello
dificada que le sirve como fondo del cuadro. De ahí los esfuerzos por que mira. sino que aquello que ve debe ser arreglado. preparado. monta-
reemplazar “lo humano" por “humano/a”.' y procurar que ese término do, alineado para tomarse perfectamente visible. Entre los dos se al'Ia el
común a las dos mitades dc la misma humanidad signifique a la vez la cuadro. que ocupa eljusto medio entre el olj)'eto y el stji'eto. Los histon'a-
mujer y el hombre (cada uno con Sll sexo. en todo caso el genero que dores han reflexionado mucho sobre la extran'eu' de este rrgiÏ'mrn (stop'iro
los distingue, si puede decirse así, parejamcnte a los dos) (Desprei y y de la posición dada al sujeto que mira.” Pero no se presta suficiente
Stengers. 200] ). atención a la extrañeïa simetn'ca que otorga al objeto el muy curioso
Y bien, avamaríamos en estas cuestiones si pudiéramos practicar cl rol de no estar ahi sino para ser visto por un sujeto. Alguien que mira.
mismo desplazamiento con la expresión naturaleza/cultura. para que por ejemplo una naturalel'a muerta -la expresión misma es significau'va-.
'naturalc7a' deje de resonar como una categoría no codificada. (Los dos se encuentra enteramente lo‘nnateado para converu'rse en el sujeto de
pares. por lo demas'. están histo'n'camente ligados. pero al reves. pues ¿y tipo de objetos. mientras que esos objetos —por ejemplo. unas ostras,
to que es "mujer' lo que solemos encontrar del lado de la naturaleza y limones, capones. copas, racimos de uvas doradas sobre el dmpeado de
“hombre” del lado de la cultura.)"'- Por lo tanto. quiero hacer que exista un mantel blanco- no tienen ninguna otra función que la de ser presen-
un lugar —de momento, conceptual. pero que más tarde procuraremos tados ante es! tipo particular de mirada.
instaurar-—"’ que pennita definir a las dos, cultura y naturaleza, en tanto Vemos claramente. en este caso, hasta que' punto sen'a absurdo to-
categorías parejamente codificadas'. Si tienen ustedes presentes las ge mar al sujeto que ve por una rare/"a histón'ca pero considerar aquello
que mira —¡una naturalei'a muerta'.— como algo natural o. como se dice.
mas de ingeniosidad desplegadas pam evitar el uso sexista del lenguaje.
evidente. No se los puede separar ni criticar por separado. Lo que fue
comprenderán que seria muy cómodo tener un equivalente para este
inventado por el cuadro occidental a un parcuyos dos miembros son igual-
vínculo entre naturaleïa y cultura. Pero. por desgracia. como en la tra-
mente raros, por no decir exóticos. y del que no encontramos la huella
dicio’n no existe un termino que desempeñe el mismo papel que “lo hu-
en ninguna otra civilizacio’n: el objeto pam este sujeto; el sujeto para este
mano', voy a proponer. para obtener los mismos efectos de rectificación
objeto. l'ns‘ta es pues la prueba de que existe un operador, una operación.
de la atención. uu'liïar la convención tipográfica Naturalezaa/(Iultum.
que divide objeto y st_i¡eto. exactamente al igual que existe un concepto
Así evitaremos hacer de la naturale7a una evidencia universal sobre la
cotnu'n que distribuye los roles respectivos de Naturaleza/ Cultura ocu-
cual se destacan'a la categoría codificada de la cultura. del mismo modo
pando la misma posición que “humano” frente a las categon'as codifica-
que el uso de “él/ella" permite evitar tomar al sexo maS'culino por ll"
das hornbre/mujer.
universal.”

I8 De mancm por demís intcres‘ullc. el objeto de los recientes seminan'os y del


tmlxijo en curso de Philippe Dean]: consistcjmtzimentc cn ligar la cuestión
' En fmnces'. la forma susumtiia humain carece de género. IN. de 'l‘.) (le la invención (le la nutumlem .‘l la (le l.'l hu'tnria (le la pintura. dc lo que
l5 lmtrsión bien estudiada deule cl clzl'u'co Merchant “980). y launbie'n por podemos tener un anticipo leyendo el catálogo de su exposición en el Museo
Donna Haraway (¿00‘7. por fin traducida al francés). y que reencontmmIM del muelle anl)‘. Infnbn'qul da ¡maga (20l0).
cn las dificultades de las científicas‘ pan. hacerse oír (véase el ejemplo rlás'K" l‘J Desde los estudios clíxicos dc Erwin Panofsk)‘. este u'po muy particular de
estudiado cn Fox-Keller. 1999). atención fue objeto de un importante análisis hsLtón'co. Vea'nsc. por ejemplo.
l6 Tal es cl objeto de las' cuatro últimas conferencias. (Iran; 0999). y Inas' recientemente. Dmton y (khso'n (20‘l2: la expresión
l7 El dccm"vo Descola (2005) ha vuelto infim'tzunentc mas" fácil comprender “a 're'ginicn emo'pico' pertenece a Christian Meu).
posición.
32 CARA A (JARA (ION H HAN} lA

sonm: LA INL'S"I‘ABII,II)AI) DE LA (NOCIÓN DE) NA’I'URALEI'A 33

l‘sLte esquema ayuda a comprender. espero. por que' carecería de todo


sentido querer “re-conciliar" o “superar' el sujeto y el objeto sin tomar
en cuenta al operador —figumdo aquí por el arquitecto manipulador-
que ha distribuida los roles entre estos personajes extraños. de los que
unos mn a cumplir el papel de la naturaleu' (para un sujeto) y los otros
el (le la conciencia (de este ol_)jeto). El ejemplo es tanto mas" esclarece-
dor porque generalmente es de la pintura -¡v en especial de la pintura
de p.'n's.'¡je— de donde tomamos el fondo de nuesuas concepciones de
la naturaleza. El manipulador existe realmente: es un pintor. Cuando
decimos que los occidenuiles son “naturalistas' queremos decir que son
amantes de los pzu'_sa"jes pintados y que Descartes imagina el mundo como
Figura l.l. 0 Samuel (hrtia l’érel.
proyectado sobre el lienzo. de una naturaleza muerta de la que Dios seria
el agenciador.”
Destacando este trabajo de reparto. comprendemos que la expresión
Para volver menos alxstracta la presencia de este operador. le pedi a un “pertenecer a la naturalel'a' no tiene ningún sentido puesto que la na-
artism que. la dilnúanaF' Él decidió colocar a un arquitecto —¡a la sazón tumlel’a no es mas” que un elemento de un complejo de al menos tm
Le (brbimierl- para que ocupara la ¡»sición evidenteniente virtual. de lm'ninor. aquel que le hace contrapeso. la cultura. y aquel que reparte
alguien que se deslil‘aria dentro del plano del cuadro v1 pondría en esce los rasgos entre los dos. En este sentido. la naturaleza no existe (como
na. respetando la simetría. las' dos posiciones, tan poco naturales la una dominio). sino tan sólo como la mitad dz un [mr dfetnido por un rontrpln
como la otm. del objeto y del sujeto. El rol del espectador que se.” supone u'nim. l’or lo tanto. hay que tomar la oposición Naturaleza/(.‘ultura como
contempla un cuadro a la manera occidental es tan improbable que el ar- el foro de nuestra atención y ya no en absoluto como el recurso que nos
tista lo lia representado con la fonna de un trt'pod e ¡al que. esuu'ra unido permitiría salir de nuestras dificultades!" Para no olvidar este punto. ad-
un enomie ojo único!“ l’ero aquello en lo que tampoco se repara bien quiramos la costumbre de encerrar precauton‘amente “naturaleza” entre
es en que el olj)'eto que sin‘e de contrapeso a dicho ojo es igualmente comillas' protectoras para recordarnos que se trata de una codificación
improbable. Para preparar una naluraleta' muerta antes hay que matarla. Común a las dos categorías. (Para hablar de los seres. de las enu'dades. de
en cierto modo. o al menos intermmpirla en su movimiento; de ahí las las multiplicidades. de los agentes que antes se intentaba meter dentro
líneas que esboran la carrera de un objeto del cual su agenciador no cap- de la mencionada “naturaleza”. necesitaremos. por consiguiente. otro

ta sino un instante. mediante aquello que muyjustamente Se llama una termino, que introducirá más adelante. en pp. 5l-53).

"detención de imagen" o. mejor aún, una detención para la imagen.” Si la ecología enloquece. ahora se comprende. es porque obliga a so-
portar de lleno el latigazo de inestabilidad de este concepto atrapado
Podríamos decir, sin exagerar. que no hay ina's objetos en el mundo que
por la imposible oposición de los dos dominios que existin'an de veras
persona qtie sonríen estu'pidamente mientras dicen "whisky" ante la ¿3"
en el mundo real. sobre todo. no se les ocurra intentar volver 'a la iia-
mara fotografica.

2‘3 Iiibre esta cuestión del 'estilo cmpirico' y la ¡mención del lema de la
copia y del modelo tan contraria a la práctica de las ciencias. véase lJtour
20 Samuel (.a‘rcía tum la gentileza de liaccr los dilnji'os. Para conocer la galeria (¿'OOHb).
completa. w'ne (modesol'cxiuentcorg) (aqui la elección dc Le (kirbiuicr f3 24 Trumformar lo que es un rccurw explicativo en objeto .l‘ explicar (en inglcs'
totalmente fortuila y sin ninguna relación con |th polétnit ¿L‘ de ¿(‘HÏ'Ú- _ se dice 'irom mount to Iopw") equivale a pn‘mne. voluntan'amcnte de un
¿'l la exuan'cu' del aparato cogniu'm impuesto .‘l tales sujetos es bien conot‘KL‘ clemenln del metalenglraje para hacer de e'l un lcncno dc estudio. En lugar
a partir dc Panoísky (¡975). de que este a numlrzu espaldas, porfin lo tenemos delante.
22 Agrl‘k’l‘” Mm‘ín (iuinard por esta reterenria a lloclistrasser (2007)-
34 CARA A CARA CON El. PLANETA

SOBRE LA INL'É’I‘ABII.II)AD Dl'.‘ LA (NOCIÓN DE) NATURALEZA


turaleza'. [asi como pretender atravesar el plano del cuadro para ir a c
mer las ostras que bn'llan en la naturalem muerta. Hagan lo que haga:
bría que “aprender a respetar" o contra la cual. por el contran'o. habría
ustedes caerán en la trampa pues mrnca sabrán si designan los (lonn'm-m' que 'aprender a luchar“.
o el concepto. Ysera' peor aun si pretenden "reconcillaf la naturaleza‘ (Iuando se invoca el “derecho natural". se expresa incluso mas' direc-
la cultura. o “superar” la oposición por medio de relaciom-s “pacifica- tamente que la “naturaleza” puede ser concebida como un conjunto
entre las dos." A pesar del títttlo de un libro de celebridad bien ganad.l de reglas cuas'ijuridicas'. En ese caso. cosa bastante extraña. el adjeu'vo
no se puede ir ’mas' alla' de natumlera v cultura".7" “natural” se convierte en un sinónimo de “moral”. de “legal” y de “res-
Pero tal vel no sea del todo imposible ahondar mas' acá. Si nos vemm‘ petable". l’ero. desde luego. sin que podamosjamas' estabilizar su sen-
en efecto. ante un mismo y único concepto hecho de dos partes, “o tido ni respetar su mandato. Desde el momento en que una auton'dad
mismo es la pnreba de que ambas son sostenidas por un núcleo común cualquiera se pone en campaña a fin de impedir que se cometan actos
que distn'buye laS' diferencias entre las dos. Si tan sólo pudiésemos ap", llamados “contra natura". las protestas no dejan de surgir inmediata-
mente: ¿en nombre de que osa usted decidir cua'les normas' de compor-
vecharnos de ese núcleo. (le ese diferencial. de ese dispositivo. (le es.
tamiento serian “naturales” y cua'les “contra natura“? Lo‘mo desde hace
agenciador. podriamos también imaginamos co'mo sortearlo. A pam,
largo tiempo la moral. en nuestras sociedades. es objeto de encamiza-
de una lengua que utilim la oposición. nos volveremos capaces de tradu.
(Lu disputan. cualquier esfuerzo por estabilizar unjuicio ético mediante
cir lo que queremos decir a otra lengua que no la utilil'aría. (.‘omo pan
la invocación de la naturaleza aparecerá como el disfraz apenas vela-
empezar a curar nuestra locura (olm'amente. mediante la inoculación dc
do de una ideologia. La indignación que suscitan tales invocaciones
otra; no me hago ninguna ilusión).
cs prueba suficiente de que la "naturaleza'. aqui con sus comillas. no
podría nunca invocar la naluralrm. sin comillas. para poner fin a una
controversia moral.
Dicho de otra manera. en lo que respecta a estos as'untos. como el de
Ahora bien. comenïamos a discemir ese núcleo común desde el mo los productos “orgánicos” o el de los yogures “100% naturales". cada uno
mento en que nos interesamos en expresiones como “actuar confonnc de nosotros resulta fácilmente consmtctivista «para no decir “relativis-
a la propia naturaleïa' o bien en la expresión clas"ica de vivir “según su ta"—. Tan pronto como nos declaran que un pmducto es "natural". com»
mdadtm naturaleza“. No es dificil detectar aquí la (¡inmio'n normalrtu prendemos muy bien. en el peor de los casos. que intentan engañamos.
de semejante expresión, puesto que ella pretende on'entar toda la exiy y en el mejor. que se ha descubierto otra manera de ser "aru'ficial'. bo
tencia de acuerdo con un modelo de vida que obliga a elegir entre la que era posible para Aristóteles va no lo es hoy en dia: la naturaleza no
falsas y las verdaderas maneras de estar en el mundo. En este caso, h puede unificar la (.‘iudad. Hemos llegado al punto en que la carga moral
fuer/a nonnatiia que uno mas” bien esperaría ver venir del lado “cultura' (le la noción de “naturaleza” se invierte tan claramente que el pn'mer
o 'sociedad' se encuentra claramente imputada, por el contran'o. dd reflejo de toda tradición crítica consiste en combatir la naturalización.
Basta con decir que una posición ha sido "naturalizada' para enseguida
lado 'natumlera' del doble concepto. lus‘ta cun'osa imputación es mas‘
den'var la conclusión de que conviene combatirla. histon'zarla o. cuando
evidente cuando se esgn'me el tema de la “naturalel'a humana" que m
menos. contextualimrla. En efecto. desde el momento en qtre se “natu-
rali'Ia” o se “esencialira” un estado de hecho. se convierte casi con toda
certeza" en el enunciado de un estado de derecho. A tal punto que. en
la práctica. todo ocurre como si el senu'do común hubiese fusionado los
Ü Es la dificultad con la que tropieza" nurnertmn filósofos conterutxna’nrm enunciados dejarlo y de jun».
cuando abordan la cuestión de la naturalem: quieren supemr la din'u'n'tl Todo el rnundo comprende que. si la ecología consistiera en regresar a
sin dejar de mantenerla como el único recurso explicativo disponihltï L“ esa especie de llamado a la naturalel'a (v a 5th leyes. no logmn'amos enten-
es el problema. desde larrc‘re “997). pasando por Bourg (20W). luula
demos de inmediato. En |th st‘xiedades pluralistas de hoy. “natural” no es
('T’Í'bonnícr (20'l5). que preserva inanmvible la 'gran tlin‘sio’n' tu)" fi"
sin embargo declara. un adjetivo tiras" fácil de estabilizar que “moral”. “legal' o “respetable”.
26 Desde luego. ¡Judo a Descola (M5).
36 CARA A CARA (ION El. PLANETA

sonar-2 LA INES‘I‘ABILIDAI) m; LA (NOCIÓN DE) NATURALEZA 37


He allí un conjunto de casos en los que el tema Nattu'aleIa/(Jultura sale a
la luz como una distribución de roles, de funciones y de argumentos qm. “mundo natural" no (mga o, incluso, no daba permitir que se extraiga nin-
no podemos reducir a uno de sus dos componentes, a pesar de la pretcm guna lección moral. ¡Que exigencia moral tan poderosa es aquella según
la cual habría que abstenerse por completo de toda moral si se quisiera
sión de aquellos que lo emplean. Cuanto mas” se habla de “permanecer
mensurar plenamente la realidad de lo que es!“ Ls como negarles al se-
dentro de los límites de lo natural". menos se obtendrá el asentimiemo
ñor Spock y a los habitantes de Vulcano todo senu'miento del bien y del
general.”
mal... En cuanto al “sin mas"", ¡da la impresión de que esta reserva no va
a durar demasiado! Por el contran'o, que' extensa sucesión de argumen-
tos podra“ desarrollarse esgrimiendo la indiscutible necesidad de aquello
que es frente a ldS’ incertidumbres confusas de aquello que debe ser.
Algo muy diferente ocurre con la otra familia de nociones que a5'ociamos
Entretanto. la simple descn'pción esta” acompañada por un conjunto
con “naturaleza” en la expresión “mundo natural". En este caso, parc.
extremadamente forzoso de mandatos. “Hay' que aprender a respetar
ce que en verdad pudieran distinguirse las dos partes del mismo tema
los hechos en bruto. “No hay" que sacar conclusiones precipitadas sobre
y obtener una consonancia. O al menos lo creíamos antes de las cn'sis estos ni sobre la manera en que se ordenan, tampoco sobre las leccio-
ecológicas, mas' precisamente, antes de que el Nuevo Régimen (Ilima'tico nes que es conveniente obtener; pn'ncipalmente. ellos “deben” ser co-
volviese la invocación de la “naturale7a” tan polémica como la del dere nocidos en pn'mer lugar “en plena objeu'vidad”; y, cuando se imponen,
cho natural. esto “debe ser” de manera indiscutible y no controvertida. Así, notamos
Sin embargo, a pn'mera vista. la situación debería ser muy diferente )a buena parte de los deberes impuestos por lo que. según se supone. está
que. según todos parecen acordar, el “mundo natural” no puede dictar “meramente ahí. sin mas‘". En efecto. de ese tenor es la paradoja de la
a los humanos lo que deben hacer. Entre el ser y el deber ser, ¿habra un invocación de la “naturalez'a”: una formidable carga prescn'ptiva vehicu-
abismo franqueable? Tal es efectivamente la posición por defecto de la lizada por aquello que no debe poseer dimensión prescn'ptiva alguna.29
epistemología ordinan'a que se adopta desde el momento en que se pre- Por lo general se resume esta dimensión nonnativa en segundo grado
tende “volver a la naturaleza tal como es“. Basta de ideologías: los estados con la expresión: “(Hay que respetar] las leyes de la naturaleza [que]
de hecho hablan “por sí mismos", y se deben tomar mil recaudos para no se imponen a todos [hagamos lo que hagamos y pensemos lo que pen-
den'var de ellos carga moral alguna. Ninguna prescn'pcio'n debe surgir de semosl". Si la expresión fuese realmente suficiente, no tendn'amos ne-
su descn'pción. Ninguna pasión debe añadirse a la exposición desapasio cesidad de reponer partes de la oración entre corchetes: no haríamos
nada de las simples conexiones de causa y efecto. Esgn'mir la celebe'm'ma mas“ que constatar aquello que se impone. Y sin embargo. el mandato
normau'vo se insinúa bastante bien porque. en la pra'cu'ca. siempre y a
“neutralidad axiologt"ca" es aquí de n'gor. A la inversa: del caso precedente.
cada instante hay que recorda‘rselo a aquellos que podn'an no obedecer
lo “natural” no define. pues, lo que (J justo [te (¡ui es! jusle]. sino tan sólo
a esas leyes. lns‘ta situación de interlocución, muy a menudo de disputa.
aquello que “está mtramenle ahi; sin mas” [ (e (¡ui ¿ajuste (li, sans plus].
a veces de polemica. la enconuamos cada vez que se uu’liza la existencia
Evidentemente, basta un minuto de reflexión para darse cuenta dc
no moral del “mundo natural" para cn‘ticar una elección cultural o un
que la distancia entre estos dos sentidos de la palabra “justa” es muy sutil.
comportamiento humano. Enseguida. la pura y bruta existencia de los
y de que la posición por defecto es muy inestable. (,a‘da vez que en una
hechos indiscutibles penetra en la discusión para ponerle ftn.jugando a
disputa cualquiera, alguien se ponga a invocar el “mundo natural". la
pleno el rol normau‘vo que se suponía qtte esos hechos no poseían (rol
dimensión nonnativa estará presente pero bajo una fo'rma mas" alambr'
cada, puesto que el mandato pn’ncipal impondia' precisamente que CS"

28 'l'mar la histon'a de csuu actitudes morales ha sido prectsa‘mente el objetivo


del trabajo sistemático de Daslon (20H). mas" la introducción de Stéphane
27 MI: han citado el ejemplo (le militantes que luchan para que Iosjtleces. C" Vandamme.
Líbano. no uu'liccn mzu' la expresión "actos ronlm nalum" para condenar ¡3 ¿9‘ A Nieusche. especialmente en La gaya arn'na.’ debemos cl ana/list": de los
homosexualidad. ¡pero que por otra parte procuran introducir la idea dt: | resortes morales de la actitud docta de objcu'vidad.
cn'mcncs contra la naluralrm para proteger los ríos de la polución industrial
38 (¡ARA A CARA (ION El. PLANETA
sonar: LA INI'B'I‘ABIIJIVAD DF. ¡A (NOCIÓN m1) NATURALEZA 39
de a'rbiuo ¡"discutido que no les viene de otra parte que de su existencia
“puramente natural"). (bsa extraña. los primeros en notarlo en público no son los ecologistas',
Dado que esta simple existencia contrasta tanto con los deseos, la; "e. sino stls adversarios mas" encamiïados. En efecto, sin el inmenso trabajo
de I'apa de los climatoescépticos contra las ciencias' del sistema Tierra,
cesidades. los sueños. los ideales. lo fantaseado de los humanos, cada
jamas" habríamos podido comprender has'ta que' punto la invocación del
vez que uno acude a los hechos e insiste en ellos. saca a luz un mk),
“mundo natural” habia dejado de ser inestable. Gracias a esta falsa que-
eminente del cual uno confiesa que le importa mas que cualquier om);
rella. un argumento que hasta entonces em apenas el descubn'miento
“Respeta: aqutllo qu! simplemente (s, ¡lo quirmn o nor. La alusión a la v0.
de un reducido número de historiadores de las ciencias se vuelve visible
luntad arbitran'a (le los humanos a la que “es preciso" saber oponerse
ahora a plena luz.“2
hace recobrar fuerzas a la carga nomiativa que en un principio se había
Desde la década de l990, lo sabemos. poderosos grupos de presión
descartado. Y precisamente porque uno ha dejado de lado laS' cuestiones
se han movilizado para sembrar dudas sobre los "hechos" (una mezcla
morales que siempre dividen, lograra por fin ponerse de acuerdo: “Y eso
cada vez más compleja y al mismo tiempo cada vez mas' robusta de
es así. ¡lo quieran ustedes o nel". No hago otra cosa aquí que comentar
modelos y de mediciones) que comenzaban a tener consenso dentro
ñloso'ficamente el gesto vin'l de aquel que golpea la mesa con el puño
de las comunidades de investigadores sobre el origen humano de las
para poner fin a una discusión.’o
mutaciones climáticas.” A pesar de la distinción entre hechos y valo-
La intocación de la naturaleza jamas' se contenta con definir una ley res. tan cara a los filósofos y a los éticos. los patrones de las' grandes em-
moral; también sirve siempre para llamar al orden. a aquellos que se apar- presas amenazadas entrevieron de inmediato lo que estaba en juego.
tan de ella. Por lo tanto. en la noción de “naturaleza” siempre hay una Notaron que. si se comprobaban los hechos —el origen fundamental de
dimensión polémica. El requts'ito de atenerse a los hechos es nonnativa a las mutaciones climáticas serían las emisiones de (202-, los politicos.
la segunda potencia. No contenta con introducir el valor moral supremo. movilizados por la inquietud del público. iban a exigir qtte se tomaran
pretende. ademas'. plasmar el ideal políu'co por excelencia: el (¡ainda de medidas de inmediato. Debemos a la astucia de Franz Luntz. psicoso-
las espml"us pese a las desaamdos, sobre las (marrones morales." lts‘ difícil, pode ciólogo y reto'rico sin par, célebre inventor de la expresión “cambio
mos comprenderlo. no ver aparecer n uevamente el contraste en tre las dos climático” en lugar de “calentamiento global".” la mejor formulación
partes del concepto N.'aturaleza/Cullura. Por ende, las dos caras del con- de esta profunda filosofia: la desm'peio'n de los hechos está tan peligro-
cepto cuyos contornos intentamos delinear esta'n muy presentes al mistno samente cerca de la presm'pción de una política que. para detener el
u'empo, exactamente como en las intenninables querellas, renovadas una cuestionamiento del modo de vida industrial. es preciso sembrar la
youa V61, sobre la fuerza del “derecho natural”. A pesa‘r de las apan'en- duda sobre los hechos.

ctas', la imocación del “derecho natural" ofrece una carga prescriptiva aún
mas' fuerte que en el ejemplo previo. En todos los casos, se busca detectar La mayoría de los científicos cree que el calentamiento global
los actos 'conua natura“ pero. tan pronto como se pretenda haberlos en- es causado mayormente por los contaminantes de on'gen hu-
conuado. la acusación de 'naturalizar' un simple estado de hecho como mano que reclaman una reglamentación estricta. El estratega
estado de derecho obligará a la cn'u'ca a pasar a la acción. De fado, en la republicano. el señor Luntz. parece estar de acuerdo con esto
prac'u'm -bien lo presenu'mos-. es siempre, una vez mas', dejare.

32 Podemos decir que todas las' cuestiones del dominio de los m'tt studies"
(Pestre. 2006) se han hecho públicas. en esta (xasio'n. y que las cuestiones
planilezulau. por ejemplo. en Shapin (IJ‘JS) son compartidzu ahora por los in-
vestigadores atzuados por los 'esce'pticos". Ve'anse en especial Hulme (2009)
v, el reciente Hamilton. Bonneuil y (¡e‘menne (cds.. 20l5).
30 El ankulo (fito Ashmore. bd'hards y Potter (1994) sigue sin tener ¡xuanfl‘m‘ 33 Existe ahora una bibliogn¡ña abundante a partir de Orestes (2004). y Oreskes
3| la hm’nna' ¡octal dc laseiencras'. desde sus inicios (por ejemplo. Barry . y (bnway (2009). Véase también Hoggan (2009).
BunaySu-ven Shapin, cds” |979). ha explorado todas last. maneras pm" 3-! Luntz (2005) aparece ampliamente en el reportaje sobre los ‘comunicado-
bles de comprender el efecto politico de la epistemología a lo largo dc |‘-L‘ res". en I'h'r I’muadns. ’00“.
tontrmrmas'.
40 CARA A CARA CON EL PLANFT.A

sonar; LA INESTABILIDAD m: LA (NOCIÓN DE) NA'I'URALl-ZA 41


cuando confiesa: “El debate cientifico nos esta" cerrando todas
las puertas de salida". Sin embargo. su opinión es que hay que su causa es “humana"-.“ Si ellos no dan batalla vigorosamente, el estado
hacer como si las pmebas no fuesen concluyentes; “Si el pú- de hecho se convertirá en el equivalente de un estado de derecho. Des-
blico es llevado a creer que laS' cuestiones cientificas ya están cribir es siempre no sólo informar. es alarmar. es conmover. es poner en
cerradas". escn‘be, “sus puntos de vista sobre el calentamiento movimiento, llamar a la acción, tal vez incluso dar el toque de rebato. Ya
se sabia, desde luego. sólo faltaba mostrarlo a la luz del día.
global también se modificara'n. Por consiguiente. ustedes de-
Ante la enormidad de la primera amenaza climática (la que surgia de
ben seguir haciendo de la ausma‘a de rmidumbre n'mztfízra el a7.
los trabajos de los investigadores), los grupos de presión se movilizaron
gumenlo central (“Environmental Word Games", New York TiM_
para responder a la amena/'a, según ellos mas" enorme todavía. que se
15 de mai-1.o de 2003, el destacado me pertenece).
derivaba directamente de la pn'mera: el público los iba a acusar de ser los
responsables y, por consiguiente, les iba a imponer una profunda trans-
La carga prescn'ptixa de las certeras científicas es tan fuerte que, ame
fomiación de su ambiente reglamentario. No hace falta decir que. ante
todo, conviene atacarlas directamente."5 De ahí el desarrollo de es“
semejante urgencia, la epistemología ordinaria no tuvo mucho peso.
pseudocontroversia que ha logrado convencer tan maravillosamente a
Uno no va a intimidar a los poderosos golpeando la mesa con el puño;
gran parte del público de que la ciencia del clima sigue siendo comple no tiene sentido decirles: “¡hs'tos son los hechos, quen'dos gerentes ge-
tamente incierta. los climatólogos son un lobby más; el (,‘rupo lntergubcr. nerales, lo quieran ustedes o no!". La “neutralidad axiológica' volara' en
namental de Expcnos en (a‘mbio Climático (GIEC). un intento de unos pedazos. Los lobbistas moviliz'aron a toda la tropa disponible de comu-
científicos locos por dominar el planeta: la quimica de la alta atmósfera. nicadores, de expertos comprados e incluso de académicos insospecha-
un complot “contra el Amen'can Way ofl.jie"; la ecología, un ataque a los bles, de modo que por la fuer-¿a de hechos completamente diferentes
imprescn'ptiblcs derechos de la humanidad a modeniivarse.“ Todo eso. queramos algo completamente diferente. (lomo escn'bió uno de ellos. el
sin lograr desestabilizar el consenso de los especialistas. cada año valida- carbón es "inocente" y debe ser lavado enérgicamente de toda acusación
do con mayor solidez.” y de toda responsabilidad ((x'enais, 2013).” No se admite ninguna duda:
Si se aceptase hacer del COÏ, y por lo tanto del carbón tanto como del ¡otros no hechos impulsará!) a otras no políu'cas!
petróleo, la musa de la mutación climática. los industriales y los financw' En lo que puede sopesars‘e toda la perversidad de la invocación del
tas han comprendido cabalmente que ya no se podría mantenerjamas' “estado del mundo natural” es en que el contraataque sólo ha podido
la descn'pción de los hechos separada de la atribución moral -—y mu)’ funcionar porque la posición por detecto, la de la epistemología ordi-
promo, de la implementación de una políu'ca—. 1.a imputación de una naria. siguió pareciendole seusata a todo el mundo: al público, a los po-
responsabilidad exige una impuesta —sobre todo, evidentemente, cuando liticos y sobre todo, y esto es lo mas" asombroso. a los especialistas en el
clima. aquellos que se veían tan violenta e injustamente atacados porque,
según sus adversarios, habrian transgredido los límites entre la ciencia y
la moral. En efecto, si los lobbistas hubiesen dicho “No miremos en esos
hechos; no nos conviertan conllevan sacn'ficios que no quamos hacer" (o,
35 Desde la irrupción del señor Luntz. me ha impactado la utili7.1cio'n de ¡R
posición epist'emologi'ca para destniir la auton'dad de las ciencia“. metliantt
una suene dc cnfemledad autoinmune (le la institución cientifica. V63“
latour (2004b).
36 la rnerbemcio'n de esta estrategia en Francia pudo vemv en la perdurablr 38 Volver-emos a encontrar esta imposibilidad de distinguir hechos y valores en
eficaaa' con que Claude Alle‘gre. mezclando medios de t'omunic.‘u‘io'n. ¡70' la conferencia siguiente. .‘Lsi como en la cuarta. cuando introduzco la noción
liu'ca yne'ncia. ha logrado hacer creer. hasta el día de hoy. que existían (¡0‘- de Antropoceno.
escuelas sobre esta cuestión clave. Véase' I'accai. (:L"Illl.'llll(,' y Decroly' (200% 39 lm‘emunente. l’. K Hull y Erle (Z. Ellis propusieron que los geo'logosjuren.
37 Sin importar cuántos articulos au ¿ams dl la mrltr" publiquen los ¡In't‘SliF-l' al concluir sus estudios, una nuem especie dejummento hipocnitico, dada la
dotes (jeandel y Moxscn‘. ¿O‘I l, Masson-l)elmotte, ¿‘(ll l). so‘lo M' hacen o" importancia social de sus futuras responsabilidades (Multcucci y otros. 2012).
como los que defienden una posición. lo cual evidente-Inente es nue“) ¡"ara lo que conlimlu el pasaje de la gcoquímica a la geofisiología y de la transfor-
ellos, Ni siquiera los informes del (,‘lEC han logrado cermr la discusión fl mación de las ciencias de ln Tien‘a en ciencias dc los cuidados intensivos...
ojos del público.
42 CARA A CARA CON El. PLANFT.A

soma-2 LA lNLS'TABlIJD/u’) m: LA (NOCIÓN DE) NATURALEZA 43


como dJi'o el presidente Bush: “Nuestro modo de vida no es negoa'tlblr”) ¿o
todo el mundo habria visto despuntar en ellos unas lindas orejas (le b¡¡_ por su parte, no se atreve a descargar la fuerza prescn'ptiva de los hechos
rro. Desde luego. sobre el “mundo natural" nadie puede pemiitirse dadr que ha descubierto y debe atenerse, como si tuviese las manos atadas a la
que “no quiere” saber nada con él. Los hechos. como se dice. se supo"e espalda, a hablar “únicamente de ciencia”.“ Por una soberbia inversión
que son “obstinados'. esa es su propia manera de prescribir. No se puede de la situación. hoy son los especialistas en las ciencias de la Tierra quieu
nes aparecen como unos exaltados. militantes por una causa, ilumina-
negociar con ellos. ni ajustarlos a nuestra conveniencia.
De modo que los climatoesce'ptit'os tuvieron la astucia de volver [a dos. catas'trofistas. y son los climatoescepticos los que asumen el papel de
científicos ponderados que, ellos por lo menos. ¡no confunden el modo
epts'temología ordinan‘a contra sus adwrrxafin'os; se limitaron a los meros
en que va el mundo con el modo en que debe ir! Incluso han logrado
hechos. afirmando tranquilamente: “Los hechos no están ahí, quie'ranlo
apropiarse. invirtiendo su sentido, del hermoso término "escépu'co".“
ustedes o no“. Y se pusieron a dar ruidosos puñetazos a la mesa. Es una
trampa bien amiada: mientras los poderosos juegan a dos puntas, per.
cibiendo con clan'dad la carga prescn’ptiva de los hechos y, al mismo
u'empo. limitando el debate a sólo la discusión de los descubrimientos
En la obra (le teatro (¡'m'a' Global Circus que sirve de hilo conductor a estas
de quienes niegan que aquellos existan. los otros se dan cuenta de que
conferencias. el autor. Pierre Daubigny (2013), ha puesto en boca de Vir-
los hechos conllevan una acción. pero se prohíben seguirlos al otro lado
ginie —la climatóloga que ante una asamblea de bloggers, y a pesar de las
de la barrera que. sin embargo. ¡sus adversan'os atraviesan alegremente
interrupciones pemianentes de un climatoesce'ptico rentado de nombre
en los dos senu'dos! (n‘nsecuencia: los pseudoesce'pticos han hecho una
Ted. resume los hechos corroborados- una frase que permitin'a salir de
verdadera camicen‘a con sus desdichados oponentes.‘l En efecto. no se
la trampa en que los científicos se han dejado caer. Ella propone utilizar
supone que la voz meca'nica del señor Spock vaya a temblar ante las me- un medio que equivaldría a modificar la relación entre las ciencias y la
diciones. las alarmas. las alertas y las imputaciones de responsabilidad. política y sobre todo entre los científicos y el mundo con el que procuran
Pero la voz de los climato'logos no cesaba de temblar ante descubrimien- entrar en sintonía. SIL-ria necesa.rio que ellos aceptaran sus mspomabilida-
tos tanto rnas' embarazosos cuanto ellos no sabían qué hacer con su carga des. en el sentido que Donna Haraway (20H) da a esta palabra: tomarse
moral y políu'ca. sin embargo tan patente-mente evidente.“ ¿Que hacer. capaces de responder (aquello que el inglés hace resonar mejor: we have
en efecto. ante unas “verdades que molestan". si uno no tiene derecho msponsmbililíes) .
sino a enunciar verdades con una voz mecánica, sin añadir nada mas"? En el (.‘scenario, acorralada por Ted. que no deja de reclamar un de-
((m‘re. 2007). Uno se queda paralizado. bate “democrático”, fair (md balllnttd en el sentido de Fox News. donde
Por eso. desde hace unos veinte años, asistimos al asombroso espectaï los escépticos tendrían el mismo peso que la “secta calentista".‘5 Virgi-
culo de una batalla campal entre un partido que ha comprendido per- nie. como una evolucionista que se viese obligada a responder a las ob-
fectamente el carácter normativo de la invocación del mundo natural -,\' jeciones de un creacionis'ta. vacila en aceptar el desafío. Ella sabe que
que por esa razón niega la existencia de ese mundo-. y otro partido que.

43 Feliz-mente. los científicos M: dan cucnm cada vez mas" de que no hay que
aceptar tliwutir sobre ciencia con los clt'matocxc'pticm Véase' por ejemplo
cl post en el blog del climato’logo Mark \.l.'ulin. que explica 'Por qué acepto
40 En l99‘2. en la (Iumhre dela 'lr'erra en Río: 'El Am’mn Hay’ (¡IL/¡Inn CS
hablar de política con los negaciom'sLn del clima, pero no de cicncia' <tho
negociablc'. En la sexta conferencia. rastrearcmos el origen teolog'iro dc
convcm'tionxom/why-ill-talk-politimwith-climatHhange-denicr»;but-not-
semejante afirmación.
scl'erieoíflg-ttb. (n‘mo señalan Aykut y lkrhan (2015). la cuestión ya no es.
4| Vean'se más detalles sobre esta defensa. inmediatamente dern'lnda. cn
desde hace mucho tiempo. una cuntiórt dc conocimiento.
latour (20l22).
4-! 'l'mdicio’n que na .‘l tiene que ver con la ¡mlitimciu'n de los hechos confimlil-
42 Catmxsa'mcntc. esen una novela gráfica donde la angustia de los investigar
(las. como vemos en Brahzuni (000.1).
dores es mas’ perceptible. Uno se convence de ello al leer el :ulrnimble ¡""0
45 lzs‘ el nombre —ba.'stante adecuado. hay que decirlo: mi! m'ltaufl‘ule- que Ted
brundSquanoni. ¿0‘l¿‘). la mejor intrtxluccio'n al Nuevo Regimen
utilim para designar a aquellos que ‘creen' (¡como si se tratan de una crccn-
Climáu'co captado por el lado de su niñita. en el sentido del aprendo-IQ!" dc
cia!) en el (alentanu'entn de on'gen antro'pico.
una nueva sensibilidad.
44 CARA A CARA CON El. PLANETA

SOBRE LA INESTABILIDAI) DE IA (NOCIÓN DE) NA'I‘URAIJZZA


la trampa consiste en proceder como si no hubiese suficiente debate
como si no se hubiese discutido bastante. Pero la discusión si ha (¿m-d; Sin embargo. en la siguiente escena confesam'. toda avergonLa'da. que
lugar. los informes sucesivos del (illí(.‘ han resumido Inas' de veinte ¿"-03 en el fondo no sabe lo que significa esa guerra. Para los científicos. en
de documentación. con una certeza estimada en el orden de alrededm efecto, el camino de la guerra no existe. Los otros son los que están en
del 98%, al menos para el on'gen antro’pico del calentamiento global.“ guerra, y desde hace mucho tiempo: esos que enviaron a Ted a pertur-
El fenómeno mas'ivo contra el cual Ted intenta sublemr al auditon'o (.3 bar su conferencia. Ni los investigadores honestos como Virginie antes
asunto cerrado desde mucho u‘empo antes de entrar en ese anfitcmm de ese gn'to ni el valiente ptiblico de su exposición saben que están en
Ahora. Virginie quen‘ía pasar a las cuestiones. muy numerosas, qm. u- situación de guerra. .St'r creen todavía al abn‘go tras la línea Maginot del
debate racionalmente llevado adelante entre personas razonables en un
guen en discusión y que son. a sus ojos, las- mas" interesantes. Pero Ted
espacio cerrarlo y protegido para cuestiones de menor importancia o de
no va a ganar porque conozca la cuestión mejor que ella o porque \a\a
lejana aplicación. Desde. el momento en que se les habla de “respetar los
a introducir hechos nuevos; se le. paga para que aplique la filosofia del]
hechos". se sienten obligados a responder con cortesia. visto que ese es.
señor Luntz: para que gane, basta que el público presente en la sala us
uunbie'n. precisamente el pn'ncipio de. su método. Si Virginie no hubiese
gistre que existe un debate. entre expertos. Aceptar responder es crea,
reaccionado con tanta ira, la trampa del negacionismo se habría cerrado
la escena de un plató de televisión con la señom Pro enfrentada al señor
sobre ella.“
(,o‘ntra. para gran alegria del público que saldrá tranquiliïado por un
Salvo que este negacionismo no se aplica a hechos pasados, asegura-
“¿quién sabe?" desmoviliïador.‘7 El órgano mismo (le la razón, el deba“.
dos desde hace largo tiempo. y que ¡va no son cn'u'cados sino por gente
abierto. se convierte en el órgano de la mam'pulacio'n. Y sin embargo, si cuya ideología es demasiado claramente visible: no pueden vivir en un
Virginie se niega a plegarse a este. ejercicio impuesto, dani la impresión mundo en el que los humanos serian capaces de semejantes cn'menes.
—el|a bien lo sabe- de ser dogma'tica: pecado mortal en la e'poca de los Es'ta vez. lo que está enjuego son hechos presentes. hechos que vienen
ilimitados comentan'os en la web... a nosotros. actos que están siendo cometidos. Y aquí, la ideología no es
¿Pero cómo hacer? En el marco actual, no hay alternativa. Una cien- tan fácil de detectar, ¡pues son numerosos los que quem‘an no vivir en
tífica debe parecer fn'a, distante. indiferente y desinteresada. Durante un mundo donde los humanos serían capaces de semejantes crímenes!
algunos segundos. en suspenso, ella explora otras soluciones, cada una La esperanza de. que ningún humano será capaz de cometerlos nos toca
mas' calamitosa que la anten'or. [25' entonces cuando. en un momento dc en lo más profundo de nosotros mismos. En todo momento corremos el
inspiración y de pavor. le grita a Ted. a quien los espectadores im'tados n'esgo de conspirar con nuestros enemigos. lss'tar en situación de guerra
hacen ademán de expulsar de la sala: “¡Vaya y digales a sus patrones que es precisamente esto: tener que decidir sin regla preestablecida de qué
los científicos estan en pie de la guerra!"t lado habrá que ponerse.“
Tanto mas' cuanto los negacionistas. esta vez. ya no son unos margina-
les quejuegan a “romper los tabúes" de las élites: las e'lites mismas están
en gueria contra otras élites.” Los fenómenos en disputa afectan el futu-
46 Va dc suyo que son innumerables las' controversias sobre hu consecuencia“
a extraer de dicha causalidad. sobre los mecanismos exactos, «obre la fiabi-
lidad de los modelos. sobre la calidad de los datos y. desde luego. mi)" ¡3‘
medidat a tomar. El consenso se refiere únicamente ¡tl fenómeno nus-im?"
48 la tnunpn funciona tanto si se responde empín'camente como. al contrario.
la urgencia,
si se rrluisa a hacerlo. al igual que pam el ncgacionismo de los cn‘mencs
47 La eficacia del procedimiento está ¿sw-guiada. como podemos leer en una Pasada! (Vidal Nuquet. |99| ).
columna del Sherpa universalJucques Atlali. el lb‘ de mano de 20h" f" 49 En lu septima conferencia rctomaré este pn'ncipio esencial.
[Jupm'sz 'l’n'mcro. no existe ningún consenm tmbrc los mecatnislnm e" 50 Lu que se Inon'lim, en este caso. es In Academia de (.‘iencias' (al menos en
duc'usión: para algunos. el resimnsable es sobre todo el bh]. y nadie pllcd.‘ Francia). no trienios que los grandes medios de comunicación como cl lVall
hacer nada al respecto. Para otros. son las .c'ctividades lltuntuuu. y en pan" Street/annual. o Lu firmas de premios Nobel. No se los puede apartar mn
cular la emisión de gases de efecto invernadero; y mucho podemos hat!" f.'icilniente de un "union-no. del nn‘uno modo que los mticinios de aquellos
al respecto. Para otros, linal'mente. la tcmpemtum mundial ya no autntflvu‘ a que hueen c.'unp.'u'i.'i contra la inclinación. o .I' favor de la exu'tencia dc la
desde hace mas“ de diez años. lo peor ya pasó y es inútil prc'octlpañC.'- ¿iba Tiernt Hueca.
admirable ese 'pn'mero".?
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sonar: LA INL'S'I‘AnrrJn/m m; ra (NOCIÓN m2) NA'I'URALHI’A 47


ro próximo. obligan a repensar todo el pasado. pero pn'ncipalrnemc al;
can de frente las decisiones de todos los grupos de presión y se refieren juego, como si hablaran desde Sirio. comportándose como si no perte-
a cuestiones que interesan a miles (le millones de humanos obligado; a necieran a ningún pueblo. Uno se sentiría tentado a aconsejarles: "Pero
cambiar su modo de vida hasta en los menores detalles de su existenqa» en fin, en lugar de creer que deben ustedes hacer corresponder su cien-
¿(ki'mo esperar que los científicos sean escuchados. sin luchar? cia con las exigencias irrealiïables de la epistemología que les pide que

'
Y. para complicar todavía mas” la situación. las disciplinas científicas desencarnen hacia un lugar en ninguna parte. digan dónde se situ’an".-"‘-
Querriamos que Virginie pudiera por fin decir: “¿Por que” no están
reunidas para elaborar estos hechos qtre se han vuelto indiscutibles no
ustedes orgullosos de haber inventado esta extraordinan'a aparatologr'a
provienen de ciencias prestigiosa como la física de partículas o las marc.
que les permite hacer hablar a las cosas mudas ramo si tuviesen la capa-
ma'ticas. sino de una multitud de ciencias de campo cuyas certidumbmS
cidad de hablar?“ Si sus adversan'os les dicen que ustedes caen en la
no han sido conquistadas mediante ninguna demostración clamorma‘
política al tomarse por los representantes (le voces numerosas y abatido-
sino por el entrecnmirniento de, centenares de miles de hechos (lirninu.
nadas. ¡en nombre del (Iielo. respondan: desde luego". Si la polr'u'ca
tos. retrabajados por los modelos. entretejidos de pruebas que cobran
consiste en representar las voces de los oprimidos y de los desconocidos.
fuerza gracias a la multiplicidad de datos; evidentemente. cada uno dc
entonces todos estariamos en una situación rmrcho mejor si. en lugar
ellos es siempre muy frágil.“ Entre un tejido de pruebas y un tejido de
de pretender que son los otros los que están haciendo política y que
mentiras. se comprende que aquellos que no saben nada de las ciencias ustedes ‘sólo hacen ciencia'. reconociera" que ustedes también, a decir
se vean dispuestos a confundir ambas cosas -sobre todo si tienen tanto verdad. intentan reunir otro cuerpo político y vivir en un cosmos cohe-
interés en que las pn'meras sean falsas-. Pobre Virginie. ¡Qué desampa. rente pero compuesto de otra manera. Si es acabadamente cierto que no
ro. y qué gn'to dio! ¿(bmo no habría de tener vergu'ema de sentir en su hablan ustedes en nombre de una institución limitada por las fronteras
mano temblorosa el peso del hacha de guerra que acaba de desenterrar? de los Estados-nacio'n y que el ft‘rndamento de su autoridad se apoya en
Ted es expulsado, pero para Virginie comienza una nueva pesadilla. un sistema de elección y de pruebas' muy extraño. eso es precisamente lo
Para que se comprenda su exclamacio'n. sería necesario que la co que hace tan precioso su pode-r [mlrl'ico (le representación de tantos agentes
munidad de los climatólogos a la que ella pertenece se atreva a confo nuevos. l’oder cuya importancia sera capital para los conflictos por venir
sar sin tapujos que ellos tienen una política. Y que a cambio puedan sobre la forma del mundo y la nueva geopolítica. No vendan esa potencia
preguntar: “¿A quiénes representa usted y por quiénes pelea?". la pre (le representacio'n a cambio de un plato de lentejas".
gunta u'cne realmente sentido. Cuando los climatoesce'pticos denigran semejante Culllesión no arrojara' una sombra de duda sobre la cali-

la ciencia de los climato'logos. a quienes acusan de comportarse como dad. la objetividad y la solidez de las disciplinas cientificas'. puesto que
hoy está claro que las redes de instrumentos. esa Vasta Máquina que los
un conforman ellos también un gnipo. para el cual han definido
tests de ingreso. diseñado fronteras. reparu'cndo (le manera diferentt climato’logos han constniido, terminan por construir un conocimiento
lo bastante robusto como para resistir a las objeciones. En todo caso.
los componentes del mundo. y han determinado que' cabe esperar dc ¡3
sobre esta Tierra. no existe otro sentido para el calificativo objetivo. No
política y cómo debe funcionar la ciencia (lo que mas“ tarde llamaremúrs
hay ninguna otra fuente que pueda superar el u'po de certidumbres que
str 'cosmograrna').""' ¿Por que' no harían lo mismo los climatologos? \.'0
ustedes han sido capaces (le .‘rcumular. ¿Qué podría significar conocer el
hay ninguna razón para que. continúen pretendiendo situarSC fuera dt‘l
origen antr'o'pico del cambio climático mejor que los climato’logos? hs‘ta
tesis era mas“ fácil de proponer, lo admito, en una e'poca anten'or, cuando

5| (kimo bien han demostrado Wenn (2003) \,' Edwards (2010), las ciencia! ¿(l
clima son muy diferentes (le aquellas' de lau cuales se espemba. en el “ISI” ,
XX. quc esublccicran el fundamento (le ¡"(las las nin“. (km la irnportsmru 53 Tal es Lt imrxrrtanda de la noción de 'conocimicuto siluado'. des'trrollado
dada a los modelos cientificos. la van'edad (le estas disciplinas ".I menudo . por ll‘ mm“; (2007).
cercana” la histon'a natural reside en el on'gen mas" ."itlrnisible del CWCP‘" 54 lil .'ur.'i sb (le esta situación dc representación cientifica y politica es objeto
“un” dc Mmmm científicos: no era esta la clase (le revolución Científicl ql" de "HL libros al respecto. I’olinquls' dt la nalun y La'pon de Pandarr (latour.
esperaban. ¡999. 200141). que sirven dc lelo’n (lc fondo a este argumento.
52 Término tornado de 'l'resch (2005).
48 CARA A CARA (ION El. PLANETA

SOBRE LA INI’S'TABIIJDAI) DE LA (NOCIÓN DE) NATURALEZA

el aparato. los grupos. el costo. las' instituciones y las controvers as sol)"


los hechos no eran tan visiblesf" Sin embargo. ese ya no es el caso. ,1“- se dice que está enteramente dotado de una dimensión normativa y. a la
como ningún punto GPS puede ser detemtinado sin la inmensa apanm> vez. que no lo esta" en modo alguno. 'De ninguna manera". puesto que
logia de satélites que permite ubicarlo. cualquier hecho medianamemt no hace mas' que descn'bir un orden: "enteramente'. puesto que no hay
sólido debe ser acompañado de su sen‘e completa de instrumentos, su orden más soberano que obedecerle. hs' comprensible que los humanos
a quienes vamos a pedirles que definan sus relaciones con el mundo se
asamblea de expertos en discusión lv su público. No podemos proceder
vean en un apn‘eto si oyen semejante solicitud bajo la forma siguiente:
como si supie'ramos mas‘ (v mejor. sin simultáneamente hacemos cargo
"Se lc agradecerá que precise usted su pertenencia a la naturaleza". Si
de nuestra parte en la maquinaria de producción del conocimiento. Pm
responden a ella. ya está: se han embarcado en las confusiones señaladas
Iitigar contra los resultados de la ciencia no hay (.‘orte Suprema. ciem
mais arriba, intentando obtener ttn acuerdo de pa'l. indiscuu'ble con no»
mente no la (.o‘rte suprema de la Naturalera. lts‘ la institución cienlífla
ciones que son unas mas' polémicas qtte las otras.
lo que hay que aprender a proteger.
A ¡x'sar de la numerosa bibliografía sobre el indispensable enfrenta-
miento antitético entre el ser y el deber ser. hay que reconocer que.
necesan'amente. definir lo que es tiene un peso mayor sobre lo que debe
ser. Cuando se trata de la 'naturaleza'. lo que es de hecho forzosamente
Así. a n'esgo de alarmar a mis amigos climato’logos. comienzo a pensar
es también de derecho. Al fingir oponer las dos cosas". uno se encuenua
que. filoso'l'tcamente, los millones g'ts.tados por los lobbies climatOescép
con dos [amm dr (über ser. dos momia en lugar dz una. Aquello que sim-
u’cos para crear la falsa contrm’er‘sia sobre el clima no habran sido en pletnente está ahí [rr qui (sl juslt lá]. en el fondo es sietnpre también
xano. porque ahora podemos ver con toda claridad en que medida la lo que es justo [rn qui (Jl justa]. O. para decirlo de otra manera. ordenar
invocación del “mundo natural" no es mas" válida que la del 'derccho (se sobreentiende el mundo). es también ordenar (en el senu'do de dar
natural" si se busca conciliar los contran'os. Para cualquier observado: órdenes). ¿(b'mo podría ser de otra manera cuando se trata. ademas'. de
de las psettdocontroversias sobre el clima. la apelación a las "leyes de la emluar la responsabilidad de los httmanos mezclada a la de las cosas? la
naturaleza“. aunque esto pertenezca a una tradición histo'n'ca distinta "n.’ttutale7a" no trae la paz. Si nos resulta difícil pensarlo. Ted y aquellos
no pemn'te llegar a ttn acuerdo indiscutible en cada uno de los casos que lo financian. en todo caso. lo han comprendido y. lo que es nuevo.
la "naturalera'. lo que ella quiere. aquello a lo que ella obliga. lo qu: han for/ado a Virginie a comprenderlo también...
permite. es ala vez lo que debe concluir y lo que desencadena, inclusolo Sc‘nncjante inestabilidad pertttrba todas las disciplinas pero ninguna
que exacerba los debates. Sin importar cua'nto hayamos opuesto el sen tan directamente como la ecología a la que he venido aludiendo como
el deber ser, a la hora de hablar de “naturale7a" debemos seguir talién si existiera de ella alguna definición aceptada. (,o‘mo puede VCISC. no es
donos de los dos y así aprender a salir del atolladero. el caso. En el pasado se ha intentado distinguir una ecología a'mltfi'ra de
Si la ecología enloquece. es porque obliga a 'Iambullirse de cabezact una ecología polítim, como si la pn'mera no se ocupara de otra cosa que
esta confusión creada por la invocación de ttn “mundo natural" del th del “mundo natural" y la segunda. de hs. consecuenciaS' morales. ideoltr’
gicaS'. politicaS' que habría que extraer o no extraer de aquella (Deli-age.
lJ‘.‘)l. Drouin. |99|. (Iluwolin. ¡39“3. Acot. ed" l998)."‘ Al hacerlo. no se
ha logrado otra cosa que aumentar la confusión. pttes ahora nos halla»
55 Si bien algunos :nnigos científicos creen que lle dejado de war ’rclati'iitu' t
¡nos ante combinaciones de ser y de deber ser en todos los niveles.
que cn relación con el clima ln- pasado a 't‘rcer' en los 'ltccbm.'. al (¡mmm
«lado quejanias/ lu- pensatlo que los ‘lteclios' Íttescn objetos de cuenta" El Nuevo Regimen Climatico gira alrededor de una forma renovada de
que. a partir de la tnda' en d laboratorio (Latour y Woolgar. USS‘). llc drum: derecho natural, de ttn vínculo a renmar, en todo caso, entre la naturaleza
h t'nslitwm' que pcmtite mgumr su salidet. en lugar y a tlilcrcncia dc LI
cpu'temología. que pretendía defenderltn-t. actualmente siento que calm
prosisto dc mas’ recumn para ayudar a los inustigatlores a prou-¡tem de l"
ataques dc los ncgacioms'tzn Quien ha cambizulo no soy m. sino aquelk"
Mi Mas" recientemente McNeil (20‘l0). que cn parte la trar: btst'on'a de la ecolo-
que. viéndose frecuentemente atacatlm. han comprendido cua'n mal lo!
gía como ciencia.
protegía la cpu'temologia.
50 CARA A CARA (ION El. PLANETA
SOBRE LA INESTABILIDAI) DF. IA (NOCIÓN DE) NATURALEZA 5|

y el derecho. que permite dar un nuevo espín'tu a la expresión ‘lcyes dt


la naturaleza“. cuyo modo de acción se simplifica de maneta aprestth Atención. no nos precipitcmos a afirmar que ya conocemos la lista

(n‘mo vemos. las malas noticias. con Im que nos bombardean cadadu' de los existentes y la manera en que se ligan entre ellos... diciendo. por
ejemplo. que no existen sino dos formas' y sólo dos: relaciones causales
sobre el estado del planeta nos incitan a tomar conciencia de una "uan
y relaciones simbólicas; o pretendiendo qtte todos los existentes forman
inestabilidad de la nalumlaa l’ero como no logramos emluar estas al”,
un Todo que podríamos englobar mediante el pensamiento. Eso equi-
mas. ni tomarlas verdaderamente en cuenta. ellas nos vuelven locosde
valdría a volver a meterlos a todos dentro del marco de la Naturalcaa/
diversas maneras. l's; entonces cuando nos darnos cuenta de que exig.
Cultura que estamos buscando.justamente. eludir. No. es necesan'o que
oua inestabilidad. esta vez en la noción mirma dr “Imlumlrmï' La inmq.
aceptemos permanecer abiertos a la alten‘dad vertiginosa de los exu'ten-
ción del “mundo natural" que debía estabilil'ar. pacificar. tranquilizar.
tes. cuya lista no está clausurada. y a las múltiples maneras que tienen de
poner los espiritus de acuerdo. parece haber perdido esa capacidad a
existir o de ligarse los unos a los otros. sin agrupados apresuradamcnte
partir de la falsa querella climática -capacidad que en realidad nunca
dentro del conjunto que sea -)' sin duda tampoco dentro de la 'natura-
había poseído. pero qu - a pesa'r de todo no deiaba de ser un ideal. en h
Iem"—. Ls‘ esa apertura a la alten'dad a lo que William james proponía
medida en que se trataba de cuestiones sin importancia planetan'a-. [se llamar plun'verso.”
estado de desamparo. al que sería en mm) querer escapar. proviene de .St‘ilo si nos colocamos dentro de ese mundo podremos reconocer
que nos encontramos en medio de esas' dos inestabilidades. lntentcmos como un arreglo particular la seleccion de los existentes y de sus mane-
ahora descender un poco mas“. por dtbajo de la noción. tan equivoca. de ms de coneclam‘ a la que llaunamos Natumlel‘a/(.‘ultur'a. qtte ha servido
‘naturalem'. y por lo tanto (mm. o mas" am'. de ese par de conceptos que por largo tiempo para formatear nuestra comprensión colectiva (al me-
he escn'to bajo la forma Naturale'Ia/(.‘ultuta. nos en la tradición occidental).“’ La ecología. ya se habra comprendido.
Dado que la locura se diagnostica como una alteración de la relación no es la irntpcio'n de la naturaleza en el espacio público. sino el fin de la
con el mundo. ¿es posible despejar este ténnino. “mundo”. de su ¡no 'nnlumlaa "como concepto que permite resumir nuestras relaciones con
ciación -ciertantente casi automática- con aquel otro: “mundo natu- el mundo y paCttharlas."' Lo que con toda razón nos enferma es sentir
ral"? Tendn’amos que poder contraponer. esta vez ya no naturalerai que se acerca el fin de ese Antiguo Régimen. El concepto de "naturaleza"
cultura (dado que es la causa de sus incesantes vibraciones que tanto aparece ahora como una versión truncada. simplificada. exageradamen-
nos enloquece"). sino Naturale7a/Cultura. por un lado. y. por el otro. te morali/‘ante. polemica en exceso. prematuramente politica de la alte-
un te‘mtino que las incluin'a a ambas como un caso particular. Propongo ridad del mundo a la que debemos abn'mos para. como colectividad. no
llamar mundo o 'hacer mundo’” a secas a este concepto mas' abierto. volvemos locos... digamos. alimados. Para decirlo con una fómiula veloz:
definióndolo, de manera evidentemente muy especulativa. como aquello a los Occidentales y a aquellos que los han irnitado. la “naturaleza' les ha
que abre a la multiplicidad de los txu‘lmlrs. por una parte y, por otra. a h vuelto el mundo inhabilable.
multiplicidad de las maneras que tienen de existir.“ Por ese motivo. en lo que sigue. intentaremos descender desde la ‘na-
turale/‘a" hacia la multiplicidad del mundo pero evitando. desde luego.
encontrarnos únicamente en la diversidad de las culturas. Ls‘ta opera-

57 Donna "¡muuy propone la bella palabra inglesa modding. Itunenlablcmcntt


dificil de traduri 'mundiar' suena un poco estral'alario al oído pero sem'
59 Esta cuestión del pluralismo es precua'mcnte lo que rrsad'e en el núcleo
exacto (Ham a '20l5: capítulo que. a pesar (le la similitud del título. difmr
mismo dc I.‘Itour (20'12b).
dc Hat-away. 20H),
(30‘ Vitel“) a recordar que el par Natumlcm/(Zultura tm n un ¡min-ml. cosa que
58 El pluralismo del universo. cn cl sentido de William James (1996 (WOW).
ya la ' Ilrnpologlzi. huy en di ha explotado muy hit-n (Dc-«Vol.1. 200'5).
ofrece una buena definición. 'la naturalem no es sino el nombre para cl
exceso". diccjanlcs. l-s' también la dirección a la que apunta Whitchcad: til hc‘ tr: .l de la aparente ¡xuaduja de que la (untiu‘n llanuda del ambiente no
haya aparecido u'no lmta que el ambiente exterior hubo dmmrecido; y c1
'Nos wmm instintiwmcnte llnadm a creer que. si dedicamm [a la naturak‘
lo que mc introdujo en la immtigacio’n sobre esta cuestiones dc la ecología.
n] la adecuada atención. encontraremos cn ella mas de lo que observamos
cn ¡»guión (le un estudio sobre la i'mtaumcio’n de una nun: ley sobre el
a pn‘mcm vista. Pero no accptarcmm encontrar menta" (p. 53). Véase el
agua (L'tluur. “¡95).
comcnun'o de tau frase en chuuc' (20‘I5).
52 CARA A CARA (ION El. PLANETA
sonar: LA INLS"'IAI|II.II)AI) m; I.A (NOCIÓN mz) maruti/«uuu 53
ción equivale a reabn'r dos preguntas cano‘nicas: ¿que existentes han M4-
eltgídosy qué formas de existencia se han [vr/mm)? El interés de esta definición ampliada del te'rmino “mundo” es que
(.a‘da vez que uno responde a estas dos preguntas de una manu-¿La inmediatamente vernos que el concepto de 'natumleI-a' no puede pa-
sar en ningún caso por uno de sus sinónimos. Hablar de 'naturalcza'.
poco organirada. podemos decir que se trata de una memj'uim. a“?
de “hombre en la naturaleza". de “seguir' o de 'regresar' o de 'ol)ede-
efecto, el tipo de preguntas que los filósofos acostumbran fomiular. Pm.
cer' o de “aprender a conocer la Iiatumleza'. es ya habn decidida una m-
en la tradición occidental mas reciente. nos din'gimos mas‘ bien ¡la
putsla a las" dos preguntas" c".tno'nicas sobre el conjunto de los existentes
antropólogos cuando queremos comparar metafïsictu diferentes que ht
y sobre la elección de las formas de existencia que los ligan.“ Para no
dado. unas y otras. respuestas distintas a la pregunta sobre cl nu'mm
mezclar los dos terminos. ni torn.«1rlos por sinónimos. pongamos una
y la calidad de las relaciones entre los existentes.“ Podn'amos utilin;
mayúscula en Naturalel'ái para recordar que se trata de una suerte dc
también el te'mn'no (osmnlogím. en plural. incluso si no importa ma} qu nombre propio. de una figura rosmalogr"ca entre muchas otras. y sobre la
el limite exacto de las disciplina ¡mrtinentes Digamos. sin mas'. que,e cual aprenderemos pronto a preferir 0le figura. designada por otro
trata de un problema de com/msin‘ón.“ Lo que cuenta es que el te'rmim nombre propio. y que tomará a su cargo. de una manera muy diferente.
"mundo" siga siendo lo bastante abierto como pam que ni la cuesm" otros existentes y otras formas de ligarlos imponiendo otras obligaciov
del conjunto de los existentes ni la de las fo‘nnas de existencia sean pq. nes, otras morales y otras leyes.
maturamente clausurada. Que se pueda. por lo tanto. proponer otro.
argumentos.
Si la nocio'n de 'naturalem' en sus dos versiones -(lerecho nalunli
leyes de la naturaleza- perturba tanto a aquellos que procuran sabeis ¿Hemos progresado ttn poco? lle propuesto algo así como una pn'mcnt
fomtan parte de ella o no. es porque ella es heredera de un gran nu'trxtr. ruta de cuidados que pondría muy cantelosamente enjuego. una contra
de decisiones previas. Ahora bien. si se aceptara comen/'ar por la mm las otras. las ¡mineras de estar en el mundo. 1.o que equivale a plantear
fisica de la "naturaleza". no podrían disceniirse tales decisiones. Dei..." preguntas muy viejas y muy brutales: ¿quie-'11. donde. cuándo. cómo y por
el interés en ir mas' atms'. de ir a buscar en otras vers iones. siguiendoc' que". ¿Quim'ts somos. nosotros que todavía nos llamamos ‘humanos'? ¿En
rastro de otras coslnologías. de otras metafisicas. la razón de laS' opciones que época nos encontrarnos? No la época del calendan'o. sino mas‘ bien:
particulares qtle han conducido a la mutación actual. lista eleccióndt ¿cuál es el n'tmo. la escansión. el mow'lniento del u'ernpo? ¿Dándl residi-
método, bien lo no es nada fa'cil: siempre es una tentación regresan mos? ¿Que clasw de tt.-rn'ton'o. de suelo. de sitio. de lugar. somos suscep-
la idea de. un 'mundo natural“ para enseguida plantearse. por contraste, tibles de habitar y con quie'n estamos dispuestos a cohabitar? ¿(5m y por
cuestiones morales. políticas. o gerenciales sobre la manera de tratarlom qué hemos llegado a esta sittmción. al punto de que la cuestión ecologt"ca
soñar con un aimrdaie mas" suln'etivo. mas" “humano”. menos "reductot' nos ha):t enltmuecido? ¿Qué caminos hemos seguido y por que motivo
de esa misma "natumleïa': o confundir la pluralidad de las cultuns. (oc hemos tornado tales decisiones? (."tda una de estas pregunta u'ene varias
respuestas. y eso es precisamente lo que (anto nos deson‘enul. Pero lo
el pluralismo del mundo. Aqui. propongo Sl‘lllpk'lllt‘llü' mmmmrla no
que en verdad nos vuelve locos es cuando las respuestas se vuelven total-
ción de N."aturalel'a/(Iultum. si. en sentido estricto. relativiL'irla. colocas"
mente inconinensutables. como sucede hoy con la doble inestabilidad
dola entre otras versiones con las cuales comparte. o no. ciertos rasgm
de la naturaleza y de la noción de "natumleut'.
Dicho de otra manera, hacer de ella una cuestión de composiciónd‘.
¿Que pasaría. por ejemplo. si die'ramos respuestas muy diferentes a ¡45'
todos los sentidos de la palabra.
preguntas que sirven pam definir nuestra relación con el mundo? ¿Quié
nes seriaunos? Digamos que 'l’errícolns en lugar de humanos. ¿Dónde

62 A condicion dc que dichos antropólogm no sólo definan una cullnrJ, ¡IDO'


que se am'esgucrl también 1' indagar sobre los conflictos de ontokxgia. (00‘ M‘ Por eso Dmola (200'5) deat'lió llanm ‘mlumluus" a aquellos que utilinn el
hkic'ron Vivcirm de (¿i'tm (2009‘) o Kolin (¿0‘l3). esquema Naturaleza/Cultura para organizar el reparto de lu! existentes.
63 Sobre la noción de cnmtxnitión. m’m Latuur (20'100.
54 CARA A CARA CON lil. PIA\.'I>."I'A
SODRI". IA IN 'STABIIJDAI) DE IA NOCIÓN DE) N.‘ATURA|J.I".A

nos encontraríamos? bo‘bre la Ticrrt. y no en la i\'.'ttur.tlel'a. li incluso.


por humanos. han cedido su lugar al calentamiento inercial del mar. los
mas' precisamente. sobre un Sutln compartido con otros seres a menudo
cambios de albedo (le los polos. la acidez creciente de los océanos. Iv
extraños y de exigencias multifonnes. ¿Cuándo? Luego de transfonm.
que no se trata de refonnas graduales. sino de cambios catastróficos. en
ciones profundas'. e incluso de catas-"trofes. ojusto antes (le la inminenm'
cuanto se han franqueado. ya no las (kilumnas de Hércules. como en el
de cataclismos. algo que daría la impresión de vivir en una atmósfera dc
pasado. sino los puntos críticos.“ lis bastante como para deson'entanios.
fin de los tiempos (el final de los tiempos de antes, en todo caso). ¿(Rima
En la raíz del escepticismo con respecto al clima esta esa sorprendente
habn'amos llegado a esto? .St'vría fruto de una sen'e (le errores (lc aprecian inversión de la proporción misma del progreso. de la definición de lo
ción durante episodios previos, también concernientes a la Naturaleza.
que esta' por venir y de lo que significa pertenecer a un tern'ton'o, En la
le habn’amos atn'buido capacidades. dimensiones. una moralidad. um
pm'ctica. somos todos contrarrevolucionarios. intentando minimilar lAS’
política incluso que ella no estaba hecha para sostener. La compas;
consecuencias de una revolución que se ha hecho sin nosotros. contra
ción elegida se habria dcmtmbado. Nos encontraríamos. literalmente. nosotros y, al mismo tiempo. por nosotros.
descompulslas Uno podria rc'gocüar'sx de vivir en una época as'í si tan sólo pudiera
¿(.ó‘mo no dewstabilimmu al darse cttenta de que la revolución a la contemplar esta tragedia desde una on'lla alejada y mnmk dl hu'lon'a. Pero
que. aspiraban los espín‘tus progresistas" acaso ya se produjo) Y que no pro en adelante ya no hay espectador. porque ya no hay on'lla que no haya
vino de un supuesto cambio en la “propiedad de los medios de prodm. sido movilil'ada en el drama de la geoliiston'a. (kimo ya no hay tun'sta.
ción", ¡sino de una pasmosa' aceleración en el movimiento del ciclo del el sentimiento (le lo sublime lla (lesaparecidojunto con la segun'dad de
carlxmo!“ Ni el Engels de la Dialtc'lira d! la notumlzut habria sospecliadu aquel que lo contempla (Latour y Hache. 2009). B un nauftagn'o. por
jamas' estar hasta tal punto en lo cierto cuando aflnnaba que todos los cierto. pero ya no hay espectador (Blumenberg. 1937). parece mas'
agentes del planeta tenninarían por verse movilil'ados de verdad en el bien a la vida (I! l’r.‘ ¡en el bote salvavidas. hay un tigre. de Bengala! El
embn'agante frenesí de la acción histón'ca. Ni el Hegel de la I'm'amo desdicltado muchacho náufrago ya no tiene on'lla sólida desde la cual
logia del tsfn'n'lu podía anticipar que el advenimiento del Antropoccno pueda disfrutar del esmtcta'culo de la lucha por la supen'ivenciajunto a
invertiría tan radicalmente la dirección de su proyecto que los humanos una bestia s."tlv'.tie indomable. ¡a la que. e'l sin'e al mismo tiempo de doma-
se ven'an dialécticamente sumergidos. no en las' aventuras del bs‘pín'tu dor v de pl.’ttillo."" lus‘o que viene hacia nosotros es lo que y!) llamo Gaia.
Absoluto. sino en las de la geohiston'a. Imagine-n lo que habría dicho y qtte hay que mirar de frente para no volverse. loco de verdad.
al ver qtte el soplo del l-s'pín‘tu ahora es superado. aujgrhobm [abolido].
¡intoxicado por el (20:!
En una época en qtte los comentan'slas condenan la “falta de espin'tu
revolucionado“ y el 'demimbe de las ideas' emancipadoras". ¿cómo no
asc'unbram- de que sean los historiadores de la natttmleïa quienes me
lan -bajo el nombre de esa Gran Aceleración cuyo comienzo ¡narra el
Antropoceno- que la revolución ya ha tenido lugar, que los acontvxi
mientos que debemos afrontar no están situados en el porvenir. sino cn
un pasado reciente? (Stelïen y otros. 20l5). A los 'activistaS’ revolucionr
n'os los toma dcsprevenidos la constatación de que. hagamos lo que ha-
gamos hoy en día. la amenaza permanecerá con nosotros durante siglos. VA,
milenios. porque tantas acciones revolucionan'as irreversibles. cometidas

66 bbbrc los lipping points que sc han “¡clio un importantes en la histon'a dc la


Tierra. w'au- Pearce (¿1)0'7).
G7 Yann Martel (2009'; con la complicación adicional dc que. a fin de cuentas.
65 Chakrabany (1009‘ y también. mas’ recientemente. 20'14). fue uno de Im
no había tigre...).
pn'mcrou en axxiar la lns'tun'a de la tradición marxista a la del carbono.
Segunda conferencia
Cómo no (des)an1m‘ar la naturaleza

De las “Verdades que molestan“ 0 Descn'bir para alertar 0 Dón-


de nos concentramos en el poder de actuar 0 De la dificultad
de distinguir entre humanos y no humanos 0 "Ysin embargo
se mueve" 0 Otro nuevo refn'to del derecho natural I .S(‘)bre
una fzutidiosa' tendencia a confundir causa con creación 0
¿Hacia una natural-ua que ya no sería una religión?

¿(.‘o'nio delxvrían reaccionar los pobres lectores como nosotros


al tropeu'r con un título por el estilo dt.- “la tasa mas' alla de (IO... en cl
aire desde hace mas' (le 2 millones y medio de años". cuyo subtítulo es
aún mas' perturbador: "lil umbral de 400 partes por millón (ppm) de gas
carbónico. principal agente del calentamiento. a punto de ser excedi-
do“? Y el periodista se explica:

las‘ta' a punto de dame un paso simbólico importante. Por [minera


ua desde que el hombre apareció sobre la 'l'ierm. E incluso
desde hace más de 2 millones y medio de años... El umbral de
400 ppm de dióxido de carbono ((.‘(),,_) atniosfe'n'co sería alcan.
'Iado durante mayo, según la medición histo'n'ca de la estación
Mauna Loa (Hawai). donde el estadounidense David Keeling
llevó a cabo, a partir de 1958, |a5' primeras mediciones de la era
moderna (Suïphane Foucart, [1 ¡Monda 7 de mayo de 2013; el
destacado me pertenece).

Se‘ trata de una situación. fruto de una observación eertera. obtenida con
gran esfuerzo gracias a la obstinaeión de Keeling. (.(‘nno e'l mismo relata
en un libro. deió su testimonio sobre la dificultad de equipar la Tierra
de sensores suficiente,mente sensibles; si logro mantener su (llSpOSÍllVO de
medición durante un largo período fue contra el escepu'cismo y la indi-
ferencia de las agencia de financiamiento y de muchos de sus colegas
58 CARA A (.‘ARA (ION El. PLANETA cómo .\'() (I)Es)ANIMAR LA \.‘A‘rURAu",I.A 5g

be taux de C0,dans l'alr' au plus haut ml.‘ En la historia de las ciencias. ningún diagrama ha sido mas' atacado
depuis' plusde 2,5 mllh'bns d'annees’ que este (del que podemos olm-nar una versión simplificada en la figura
2. l ). Los climatoescépticos. aS'tutos adeptos -como Va hemos visto- a una
Mzumuuuw -_-—— estn'cta disu'ncio'n entre el ser v el deber ser. lo atacaron tan vilmente que
.“I-n’... .“—
Mann tuvo que ponerl -. al libro que cuenta sus aventuras ¡el siguiente
subtítulo: “la (unn en forma de palo de hockey y la gnc-na de los climas.
Despachos dad: rlfmtle'”. Desde 2013 no se ha solucionado nada. ni en el
"expen'mento fuera de control que llevamos a cabo“ ni en los ataques
renovados cada día sobre el “frente” para que esta verdad que molesta
desaparezca de la superficie de la Tierra. Si es cierto que “la pn'mera
víctima de la guerra es la verdad". entonces la segunda ha de ser la neu-
tmlidad axiológica. totalmente incapaz de resistir la insoportable tensión
entre descripción y prescripción creada por el Nuevo Régimen Clima'u'-
- y...
“¡I-¡“m-
W» M.-— W...- -“l-M
co.’ Lo que Mann descnbn'ó. y que nosotros xamos a profundizar a lo
u-._-¡-_ —...-a——— —.—--—c—s
—a—¡—_¡ .————n..— -_—-.. largo de esta conferencia. es que en efecto se trata de una situación de
Figura 2.l. El ni\rl dc (.‘Oren la atmosf'em llega a su punto ¡nik alto (mmm- guerra —y no solamente de una “guerra de los climas" (Welzer. 2009)-.’
do en mb de dos millones y medio de an'osi O It .Homlt. mayo de “0.”. ¿De qué otra mane m explicar que el GIEC. en sí mismo un cuerpo diplo-
ma'ticocientífico. haya recibido en 2007 el Premio Nobel de la Paz. y no
(Keeling. l998. sorprendente ejemplo de autosociología de las" ciencias). el de fïsica o química?
Pero al mismo tiempo. cuando se habla de “umbrales que 1m a ser su- Tanto mas' fuerte es la tensión que Mann. al final del artículo de lz
perados”, de "paso simbólico" y de "pn'ncipal agente de calentamiento‘. Monde. añade con falsa inocencia: “(bn los niveles actuales de (IO... hay
el lector no puede evitar senu'tse invitado a leer esta noticia como um una posibilidad real de que ya hayamos superada el umbral de influencia
alerta En efecto. así nos pide que la leamos uno de los investigadores peligrosa sobre nuestro clima“. No solamente nos encontramos en un
citados por el pen'odista: momento sin precedentes en la historia (“Para encontrar niveles sente
james de gas carlxinico hay que remontarse a la era del l’lioceno. hace
Superar el umbral de 400 ppm de (IO? conlleva una [wm carga entre 2.6 y 5.3 millones de años. De las cn'aturas que por entonces re-
st'mbol'u'ajuzga el climato’logo Michael Mann. director del Earth corrían la superficie de la Tierm. las más cercanas al género humano
System Science Center de la Universidad de Pensilmnia. l‘s‘to eran los australopitecos“); no solamente hemos franqueado un umbral
-témlino a la vezjurídico. científico. moral y político-2 no solamente la
viene a recordarnos hasta que' punto el peligrosa rxprn‘mntlu que
humanidad es responsable. de esta transfomiación realmente revolucio-
lluamos a cabo sobre nuestro planeta esta' [una dz, rontml (el
naria (lo que se sobreentiende con la asociación muy conocida entre
destacado me pertenece).
emisión de (20.: y modo (le vida industn'al); sino que. ademas'. proba—

Es una de esas expresiones híbn'das que hemos inventariado en la con'


ferencia anten'or. Decir que se ha superado un umbral v que llevamos
adelante un expen'mento descontrolado es atravesar la distancia que st l Mann (.N'llii). El vínculo entre dmn‘pción v alerta esta" perfectamente expli-
supone infranqueable entre la estn'cta descn'pcio'n y la tajante prescn'}? cilado cn .“ann (¿‘Ol-¡L I/you ur Mining 11-47 Ming [Si ves algo. di algo]:
imposible ser mns' explícito.
ción de hacer algo a modo de imperativo (sin que se nos diga exacta- 2‘ Hay una distancia inmensa con la época de Max Weber comentada en el
mente que'). maran'lloso hinscnti (20'l3)‘
3 El vinculo cntrc la “guerra v el clima es mucho más antiguo que la geoingo
Michael Mann. el autor de la famosa cuna" en forma de palo de hockfl-
nien’a actual. como demuestra Fleming (20‘l0).
sen'a el úlu'mo en negar que, aquí. se trata tanto de política como de me
60 CARA A CARA CON El. PLANETA
como no (t)t»;s)ANIMAR LA NA11JRAt.t-.1".A 6|
blemente ya hemos dejado atras' el momento en que todavía podían,“
hacer algo al respecto...‘ La revolución fue desencadenada por "Metro, esto no termina aquí: despues de haber metamorfoseado al enano —o al
ácaro de la harina— que creíamos Ser en un gigante Atlas. muy tranquila-
pero sin nosotros, en un pasado terriblemente próximo, ¡del que ¡0m
mente nos anuncian al mismo tiempo que vamos hacia nuestra perdición
mos conocimiento demasiado tarde! Y para tornar todavía ma's dramáu'm
si no hacemos nada, aunque probablemente, ademas', ¡ya sea demasiado
este cuadro, el diagrama que acompaña las últimas series de medicion“
tarde para hacer algo!
subraya, con un rasgo de lo que podemos calificar como humor ncgmml
¿(kimo podrían no enloquecernos semejantes cortocircuitos. antes ini-
momento en que esta histon'a comenzó: “Pn'mer fósil de Homo saptm',"
maginables, entre el n'tmo de la histon'a y el de la geohts'tona.‘ tan “llena
en espera del último... Entre los australopitecos y el Homo aeronomirm
de ruido y de fun'a" como la precedente?7 Ya habíamos oído hablar de
de la “era moderna”, el lector se beneficia de un resumen rápido emmJ
la aceleración de la histon‘a, pero que esta histon'a pueda acelerar tam-
el relámpago: una breve histon'a compartida entre lo que le sucedió a l‘-
bién la histon'a geológica, eso es lo que nos sumerge en la estupefacción.
Tiena y lo que les sucedió a los humanos que. antaño. la habitaban sin No es hablar mal de la humanidad recordar hasta qué punto estamos
influir mttcho sobre ella... todos mal equipados -afectiva, intelectual, moral, política, culturalmen-
De manera que no exageraba al decir que la cuestión climática cnlo te- para asimilar semejantes noticias. Se‘n’a mucho mas' sensato, e incluso
quece. En esos despachos desde el frente, todo da vértigo: la inmensa mas' racional, ignorarlas completamente (¡tal vez esa fuera la mejor ma-
complejidad de los dispositivos clima'u'cos en condiciones de establecer nera de ponerse realmente a delirarl).
mediciones fiables sobre semejantes distancias- de tiempo, sin hablar del Que existe una enorme diferencia entre responder a una amenaza
asombroso hojaldre de disciplinas —pa|eontologia. arqueología, gcoqur’ bajo los auspicios de la política o bajo los del conocimiento es algo que
mica- capaces de converger en modelos que pennitan predecir en qué se ve claramente cuando comparamos la velocidad ultrana'pida y angus-
momento preciso franqueamos los umbrales.5 Pero lo más vertiginoso cs u'ada de la carrera annamentista desencadenada por la Guerra Fría y el
situar en el mismo diagrama la larga histon‘a del planeta y la breve histo paso de senador de las negociaciones sobre el clima. Miles de millones
n'a de los humanos, no para subrayar la insignftt'canria de la humanidad de dólares se invirtieron en annamento atómico para responder a una
frente a la enormidad de la histon'a terrestre —como se hacía en épocas amenaz'a acerca de la cual la inlo‘nnación obtenida por los espías era. en
pasadas—, sino. al contran'o, para cargar bruscamente. sobre las espaldas el mejor de los casos. muy deficiente, mientras que la amenaza provoca-
de esa humanidad el fardo de una potencia geológica sin precedentesfi' da por el origen antrópico del “trastomo climático" es tal vez el objeto
de conocimiento mejor documentado y mas' objetivamente desarrollado
sobre el que podamos apoyarnos antes de pasar a la acción. Y sin embar-
4 Si el Antropoceno puede ensalu'r a los humanos porque habrían conquiv go, en el pn'mer caso, todas las emociones tradicionales de la política
tado porfin un poder planetan'o. ¡es mucho menos agradable enterarse dc
que ese poder influyente quil'a' ya se ha perdido! Véase. lo que dice Wallatr
belicosa se abocaron, en nombre de la precaución. a la instauración de
Broccker. ‘l-Zl antiguo estudio de los climas nos grita de mane m atronadon un arsenal desmesurado hasta lo barroco, mientras que en el otro se gasta
que el su'temat del clima terrestre no tiene nada que ver con un sistema que mucha energía en retardar, en nombre de la misma precaución, el co-
se autm-stabilila. sino que se traut más bien de una bestia ultmsensible que
nocimiento necesan'o para desencadenar gastos mesuradar con avana'h.
reacciona excesimmente al menor ataque" (Nalurr 376: ¿‘l2-2l 3. 20 de julio'
de 2002, cit. por (Iliw: Hamilton. ABC Religion (md IJ-lhim, 3 de marzo de
2015). [25‘ la extrañeza de este fenómeno lo quejustifica el título HW.
(Morton. 20l3).
5 La mejor introducción destinada al gran público para dam' cuenta del tmb?
jo cotidiano de los investigadores sigue siendo la serie de videos disponibks en fertilimntes ha alterado el ciclo global del nitrog'eno de una manera tan
cn <thiniccclin1ate.org>. fundamental que la comparación geológica mas' aproximada nos lleva a
6 El reflejo tanto de los histon'adores como del sentido común consiste cn acontecimientos que se desarrollaron hace dos millones y medio de años.
decir que lo que nos parece sin precedentes ya ha sucedido muchas veces Ü [...] La acción humana ha aumentado la acidel de los océanos hasta un nivel
I'nteres' de las investigaciones de aquellos que trabajan sobre el Antropoct‘no que probablemente no se ha sobrepasado nunca desde hace 300 millones de
años" (lewis y Maslin, 2‘0l5). Hamilton y (In'nesald (2015) uatan esta cues-
es prccm'mcnte discutir el .‘¡rgumento de que no hay nada nuevo bajo el wi
tión de la ausencia de precedentes, que retomare' cn p. 159 dc este libro.
Un ejemplo entre mil: 'l.a invención. a conn'enms del siglo XX. del prorcdr
7 “(yc‘ohiston'a' es el mejor resumen de (Ihakrabarty (2009).
miento Habberfiosch que pemtite la conversión del nitrógeno almosíc'riw
62 CARA A CARA CON El. PLANETA
cómo N0 (DES)ANIMAR u. NATURALEZA 63

Simplemente comparen la recepción del “largo telegrama" secreto dt


George Kennan sobre la estrategia soviética (en 1946) con la del info,_ política: esa Naturaleza que ha heredado. como veremos más adelante.
todas las funciones del Dios-que«todo-Io-ve-y-todo-lo-abarca de los u'em-
me público de sir Nicolas Stern (en 2006) sobre ldS' pequeñas sumas qut
pos antiguos, ¡y que es igualmente incapaz de lograr que su Providencia
deben'an erogar los países industrializados para evitar la mayoría de 10,,
tenga algún efecto sobre la Tierra! La ecologia no es la Naturaleza to-
efectos dañinos del cambio climático.“ En el pn'mer caso. la presencu'
mada en cuenta por la política. sino el fin de la Naturaleza como fuente
clara de la enemistad. de la guerra y de la política daba a la palabra 'pu.
de la mitad de la políu'ca (Latour. 1999). [35‘ por eso que debemos elegir
caución" el sentido de acción rápida; en el segundo. la incertidumbre cn
entre una Naturalera que esconde su Política y una Política que vuelve la
cuanto al enemigo. la guerra y la política da a la precaución la connr,
Naturaleza explícita.
tación uanquilizadora de “espasmos a ver. siempre habla tiempo de sali;
del embrollo". Ataque de pánico en el primer caso: movilización genera];
en el segundo, desmovilimción. ¡Y sin embargo se trata del gran Pan en
persona! No es seguro. sin embargo. que lo más perturbador sea el carácter hí-
Frente a semejante diferencia de velocidades de reacción. los actjm' bn'do de estos enunciados, incluso cuando parecen inquietar mucho a
tas ecológicos se ven tentados a acelerar las cosas apelando, creen ellos. quienes creen necesan‘o mantener una estn'cta separación entre ciencia
al poder de persuasión de las ciencias'. “Puesto que ahora sabemos con y política. Tras un momento de estupor. uno comprende muy pronto
ceneza cl punto en el que estamos, deben ustedes actuar. Si no actúan cómo conviene interpretarlos. Si datos como los de la curva como un
se comportan como cn'minales." Así, otorgan a las leyes indefectiblrs palo de hockey ya no son oly'etivos en el sentido ordinan‘o (despren-
de una Naturaleza indiferente la función altamente política de mmili didos de toda prescn'pción). son perfectamente objetivos en el sentido
zar a las masas de indiferentes a la amenaza -añadiéndole un poco de de que aquellos que los tra'Iaron han respondido a todas las
indignación moral—. És una versión de lo que se llama “esencialisrm que se podían hacer contra esos datos (es el único medio conocido por
esuate'gico'." Se” reposa asi sobre una noción —la certeza indiscutible- el que una proposición puede transformarse en un hecho).'° La única
para obtener un efecto de movilización que no podría obtenerse de otra on'ginalidad de esos datos“ es que nos conciemen tan directamente que
manera. El peligro de una tácu'ca como esta es que soslaya la dura labor su simple expresión suena también como una alamia a oídos de aquellos
de la política. otorgando a la ciencia una certeza indiscutible. que N2] que deben preocuparse al respecto. un poco como los instrumentos para
lejos de tener —a menos que movilice a alguien—. vigilar el corazón y la respiración de un paciente que se recupera de una
(bmo ya he demostrado en I’oltl'ims dela naturaleza (latour. 1999). de operación.
masiado a menudo los ecologistas han repintado de verde esa Naturaleza En la práctica, la diferencia entre los enunciados constativos y los per-
gris que había sido concebida en el siglo XVII para volver a la política formativos. para hablar como los lingu'istas. aunque haya preocupado
si no impotente, al menos sumisa a la (.‘iencia; esa Naturaleza" a la quest enormemente a los filósofos, siempre ha sido muy mínima.“ Si usted se
ha atribuido el rol de “tercero desinteresado". capaz, en última instancia
de arbitrar las' demas' disputas; esa Naturaleza en cuyo seno tantos cicrr
tíftcos creen forzoso refugiarse para protegerse de la faena sucia de L1 lO Las' virtudes (le objetividad tienen una larga histon‘a (Daston y (hlison.
20]?) que pcmiite no confundir el resultado final -atribuido .I'l objeto
conocido- con la muy compleja institución por la que fueron recorrida
sucesivamente las objeciones. la olu'etividad nu es ni un estado del mundo
ni un estado mental. es el resultado de una vida pública bien llevada. Un
8 Sobre la rapidez de la respuesta a la amenaza soviética. véase" (¡addis (L’ÜÏÓ‘ resumen fácilmente accesible de este argumento se encuentm en Latour
Una comparación con el certamen que din'me quie'n es más lento en su (20l0a).
respuesta a la amenaza" climática figura en Stem (2007). En lugar de datos [en fmnccs' donmrs' literalmente. 'dados']. habría que
9 la controvertida idea de (layatn' (Zhakravorty Spisa’k no consiste en cree! hablar siempre (le 'obleuidos'. En ingles' (o en latín). el término dela seria
mucho maLs' comprensible si se hablara de mbdala.
scn'amente en la esencia de las identidades sociales. sino en uu'limrla cmm‘lï
12 La inmensa literatura en lingt'u'slica. sociolingu'ística y teoría de los actos de
ello puede resultar conveniente en ciertas luchas. ya que es el amn. de los
habla no ha cesado de minimilar la distinción entre descripción y prescn'p-
adversan'os.
64 CARA A CARA (ION El. PIANL‘TA
(.‘ÓMO H0 (DLS')ANIMAR IA NATURALEZA 65
cncucnu-a en un autobús y ve que un p'a_s¿"]'t'.ro está a punto (le sum"e
en un asiento donde usted ha colocado a su bebé. el enunciado quem sus adn-manos y porque. m (anyrurnct'a. pemiiten que aquellos que los

dejará usted de emitir: “Hay un bebe sobre el asiento". será en efecto Um oyen se preparen para interesarse en lo que les sucede.”
bo que explica en parte. sin duda. la antigua idea de que la descn'p-
constatación (tan segura como la del gato sobre el proverbial felpudolil
pero no sería ¡mod un ser vivo si no lo enunciara también para ha”, ción no conllem ninguna prescn'pcio'n es que estas' alertas. obviamente.
no precisan lo que hay que hacer dela/ladammlz. be' contentan con adw'ar
nata'onara aquel a quien se dirige (que. es uno de los sentidos del ¡"y
la (¿minar (le la acción colectiva. Que es exactamente lo que se espera de
mino perfonnativo). No venga a pretender que. solamente está dicienág
una alarma. En lugar de una djirrmtia (le pn'ncipio entre el mundo de los
que el bebé 'esta’ ahí. sin mas". Usted no se resigna a enunciar un hubo,
hechos y el mundo de los talores. diferencia que-jamas" habn’a que fran-
objetivo -todos los pasa'jet‘os pueden ven‘ficar que el behe' se encuenta
quear para pennanecer en el terreno de la racionalidad. vemos que hay
en efecto. mbre el asiento-z usted objeto n'vamente un coinportamicnt;J que ltttbituarse mas' bien tt un nteadrnamimlo contínuo de acciones que
que aplastaria a dicho bebé bajo el trasero de dicho pasajero. 'Hat-u; comienzan por los hechos qtte se prolongan en alertas y que apuntan hacia
bebé sobre el as'iento' es. por lo tanto, un enunciado a la vel." constatm' decisiones -en los dos senu'dos-. Doble encadenam'iento que la idea de
y perfomtatim. no importa cua'n calmo. glacial. disgustado. automátx'o. una neutralidad axiolo'gn'ca. (lesprendiendo apresuradamente cl pn'mer
apasionado o chillo'n sea el tono con el que usted lo pronuncie. El nan segmento de los que le siguen. precisamente no permite prolongar.“
del buen señor Spock. ese la‘ntoso vocero de la Razón, consiste en quc_¡ Habíamos olvidado que uno no se lanza nunca a una descn'pcio'n si no es
pesar de su v0.7 mecánica, le dice al capitán Kirk lo que hay que hampm pam actuar. y que antes de investigar lo que hay que hacer. hay que verse
dar cttenta delo que (s. impulsado a la acción por un genero particular de enunciados que nos
En el pasado era posible ignorar esta evidencia imaginando que la tocan el corazón para ponemos en movimiento. sí. para conmovcmos
científicos debian pennanecer tan rxlm‘mrs a los fenómenos que desir} o mnocionarnos. Cosa sorprendente. ahora esos enunciados provienen
bían como aquellos a quienes se din’gian. Pero de ahora en adelante; también (le los geoquimicos. de los naturalistas. de los modelizadorcs
usted les habla a seres humanos de cualquier lugar de la Tierra. yaseadz y de los geo'logos. y no solamente de los poetas. de los amantes. de los
geología, del clima, de especies n'vas. de química de la alta atmósferafici politicos o de los profem.
carbono o de los can'bu's. estamos todos en el mismo barco —o mas' bm'
en el mismo autobús—. Es por eso que todo lo que dicen los cientíñtce
a propósito de esta delgada película de vida resuena de maneta absolo
tamente diferente a lo que decia el viejo discurso indiscutible emitido" ¿Cómo explicar que las ciencias sean a la vez aquello que mulu‘pli-
desde Sin'o para hablar de cosas que no concernían directamente nit ca la palencia de. ttrluar. lo que en ingle's se llama agency." y aquello
aquellos que hablaban ni a aquellos que escuchaban. bo‘lamente akt que pretende no hablar sino de agentes transformados enseguida en
climatoescépticos sc les ocurre, a estas alturas. hacer creer que la ebro“
vidad no debe conllevar ninguna fortna de acción porque sería prensa"
para tener unos aires bien científicos. permanecer indiferente a lo qual ls Debemos :t ¡“belle Stengers. dmle LïmU'nItan dl: sam’rts ¡adorna (¡993)
hasta La wap d le nnun‘no (2005). cl retorno a esa. noción. tan mal" compren-
dice. l’ero. al querer separar la ciencia de sus intereses. es mas' bien au. ditla, tlel tlminteresï que catutterim a gm" parte de la filosofia dc las (iencm'
intereses a los que pretenden poner al abn'go contra cualquier objecict" En Au temps da ((1!th (0000...). este) la ha llna’do a situanec frente a (bh.
H las recomendaciones hechas .t' los redactores de los informa. del (¡IEC
¡Y eso, ahora. se ha vuelto visible! Ls‘ en la 'I‘iena, al contran'o. donde“.
subraya"justamente que hay que distinguir debidamente lo que es 'pdaq' nt
producen enunciados verdaderantente objetivos e interesantes. comolfl‘ ¡Ivan! bul not pohq prrsmpliw'. Slalnuml on IPCCpnnnpla and pnxtdun'. IPCC.
de Keeling en Mauna Loa, porque han respondido a las objeciontS‘k ‘2 de febrero (le L’OlO (P/ntck. o(JH).
15 En adelante. un; .‘t utiliiar el término de on'gen spinnliano 'potencta' de
actnar' para traducir el te'nnino agmq. a fin (le evitar la horrible 'agencnl‘r’
tlad' o '.'¡gentin'tl.‘ul'. y sobre todo pam despejar cpm) de la intencionalidad
y (le la subjetin'dad humanas. puesto que lo que m a I'ntcrcsnmos en todo lo
ción val bastante cuestionada en el libro senu'nal de]. l- Atutin. (la-0'“ que sigue es la redittn'bucion de es“ capacidades de acción.
(mas mn palabras (¡970).
66 CARA A CARA con El. PLANLTA
(:óMo no (nv_s)ANIMA¡t LA NA’IIJRAI.I¿I'.A 67
; pam encarar esta cuestión
"seres maten'ales" supuestamente inert '
paar de su presunto poder. de su inteligencia. de su experien-
me gustaría comparar tipos de relatos diferentes a fin de hacer sen“,
cia. de su conocimiento de los hombres, Kutu’zov tomó en con-
cómo dotamos a personajes de una capacidad de acción. cualquicn
sideración el infomle enviado por Bennigsen. que mantenía
sea. y por otro lado. la ¡[g-"ración atribuida a esos personajes (sin duda‘
correspondencia directa con el Emperador. el deseo expresado
algunos de ellos pertenecen al repertorio de los humanos y otros, ¡1
por todos los generales. las. voluntades que se le suponían a Su
reperton'o de los "seres de la naturaleza"). Vamos a ver que lo que c;
\.l_ajestad. la noticia traída por los cosacos. y no tuvo la [urna
mcteriza las maneras llamadas cientificas de expresarse no es que ¡m
para comprimir ese movimiento: ordenó pues lo que conside-
objetos de estudio sean inanimados. sino únicamente la rsrasa familiar;
raba inútil e incluso perjudicial. y dia su (umlirmnt'lo al hecho ron-
dad que tenemos con esos 'actores' que reclaman ser presentados ¡41' sumada ('l‘olstoit (¡uma ypaz. libro [3. cap. lll: el destacado me
largammlr que los personajes llamados antropomorfos que creemo,
pertenece).
conocer mejor.“
Vov a comparar tres breves extractos de. textos: una novela. una cm'm.‘ (.o‘mo los lectores de la nOVela seguramente recuerdan. a continuación
ca pen‘odistica \,' nn articulo de neurociencia. Al escucharlos uno deu-a Kutu’zov hara' todo por difen'r el combate. que sin embargo al final ter-
del otro. intentarennxs ser sensibles no a los géneros evidentemente du" minam' ganando porque habrá logrado permanecer casi inmóvil. ¡frente
tintos a los. que pertenecen. sino a la multiplicithtd de modos de accion" a las marchas y contramarchas del (han Ejército de Napoleón! Si hay
que son capaces de cruzar. Les pido. en otras palabras. que dejen de un sistema de comando donde se cree que al jefe supremo le es posi-
lado la intemretación habitual por la cual tendemos a oponer los actores ble hacerse obedecer. es precisamente el caso de un ¡ejército en guerra.
humanos a los actores no humanos. los sujetos y los objetos digamos, Ahora bien. en este relato de batalla. pasa exactamente lo contrario: cl
prestando atención en cambio a lo que compone el reperton'o que tio" sujeto humano que debería estar en pleno dominio de. sus voluntades. el
nen en común. (bmprcnderemos entonces que decir de un actor que mariscal Kutúzov. es precisamente aquel que se ha" armar por fuerzas
es inerte —en el senu'do de no tener ninguna potencia de actuar- 0 quccs ¡ob'rlivas a las que no puede “comprimir”. Algunas son “naturales” —-los
animado -en el sentido de “dotado de un alma"— es una operación mu "acontecimientos están maduros". el mecanismo ‘de engranajes y resor-
dan'a y denmda. tes" se pone en Inow'miento-z otras. claramente humanas y sociales -el
be‘ reconoce una gran novela en el hecho de que los personajes no relato de los informantes cosacos. la traición de su ayudante de campo
obedecen a repertorios de acción pren'sibles. y que. por ende escapan; lk'nnigwn. el “deseo de sus genemles'—; otros. por último, son. digamos,
los clichés mediante los cuales siinplilicamos nuestras historias' como si cognitivos: “la expen‘encia. el conocimiento de los hombres". las volun-
jog-¿ramos aljuego de mesa (J'ut (por ejemplo: el -\rlayordomo. el Detcctr' tades “imputadas al Emperador". lus‘ todo eso lo que obliga a Kutu'zov a
ve. la Muchacha Perdida. el Malo). (.‘iertamente es el caso de ese famoso ‘ordenar' lo que cree “inútil e incluso ¡mg'tttlt'cial'. no pudiendo hacer
pasaje de (¡unnijpazde Tolstoi. que cuenta la (no) decisión del mansal' otra cosa que “dar su asentimiento al hecho consumado“. Debcn'a tener
Klllúl0\' en vísperas dela célebre batalla de 'l‘arutino el l8 de octubredc propósitos. pero es tan impotente en su potencia que no consigue siquie
1812. pues consideró innecesan'o desencadenarla para derrotar mejora ra deh'm'rlos.
N.’apoleón: l’or mucho que digamos que se trata de una historia que sólo habla
(le actores humanos, vemos que un novelista, desde el momento en
El relato de los cosacos, confirmado por otros informantes. que esta atento a los pliegues y repliegues del alma humana, multiplica
mostró que los acontecitnientos estaban ya maduros. Los resor- formas de acción que tornan dificil decir en que reside exactamente el
tes sc sollaban. los engranajes rechinaban y sono' el carn'llo'n. A cam'cter antropomorfo de sus personajes. Kutu'zov se hace dar su forma
(es el sentido de la ¡a I. griega marfil») por fuerzas que u'enen caracte-
risticas muy diferentes. Esto quieren decir los estmcialistas en análisis
literario cuando distinguen la figuracio'n de la potencia de actuar: Ku-
¡6 Retorno aquí un tatuaje dc latonr (20Ha). traducido por Franck lxmondf'
(onltden'blcmcnlc modificado. tu'zov tiene, en efecto, la figura de un humano. pero aquello que lo
como N0 (Dl,5")ANIMAR u NATURALEZA 69

que Tolslm‘ “m lun,


,. de las fue-rms mas'ivas y destruyendo gm" parte de esa inmensa cuenca
l- inundaciones
hace w“¡L-nte del Mississippi hacia la cual se vuelca un cuarto de la economia
con todo detalle.
' 15. se les paga para sondear Im “¡by cundounidense. Ya no se trata de generales, de guena, de traición dc
que 'a los novelist en el hecho de q“
objetara' acaso de. sorprendente (¡CSL-05 y de supuestas voluntades. sino de dos n'os y de un ¡wrsona'je
¡v que nada hay
quen'ían qm. ¡08 A
guns de l alma humana los lilr bolos. que fl,¡ccu'vo y val no individual como Kutu'mv, a los que Mcphcc hare ac.
l a vida de a los ningun del
hu“
se deleite n complicando solo hombre“: el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de
sc.- opongan radicalmente age“ tuar “como un
tos del 'mu ndo humano" qt ie en el eiernplo (le Kutúltov. non ha). los l‘s‘tados Unidos (equivalente norteamen'cano del tn'centenario (¡o‘rps
lo cierto cs u
do maten'al' . .
v natural verdmieraniente ere-1).]e A (¡es Ponts et (,‘htnissées francés). B esta insu'tución. en efecto. la que ha
N‘ conto u n a fuer/a ¡“(me qu!
que pueda comar.- I maduros , dd l'a batalla por "controlar la natural-ua' bajo la vigilancia de
'lm acontecnnientos em prendido
de principba
pesar de hs. m eta'Toras (¡eramos -de t.'smr_ de

.
u
que suena . no una comisión encargada de las' obras de arte: la River Commiss'ion.
se suelta“ y del 'carrillo'n de la comedia humana. De ¡nodo que nos encontrarnos entonces ante un aclor natural. Pero
gnn placer. dentro de ti'gtulo muy niodemm'.
un ba! srl/rr (“alquie ra que haya senu'do la presencia de un arroyo. de un afluente.
un extracto de
finTl‘O'lmficmllllz):.‘Liiálu()(fl). Mcl’hee (¡80) es una son}. dt de un rio y sobre todo de un río como el Miss‘issippi. reaccionara' como
El libro (lc-John
Th! (.o'nlml of Nalun'. en que algunos humanos herokm Mark Twain:
notables sobre la manera
histon'm 1 el agua. los desir/"amiemo,
s age ntes naturales:
hacen frente a invencible otra l)ala|la_ ¡a que Alguien que conoce el Mississippi reconocerá enseguida -no
Ei ltlnt) (le los capitulos clienta
de u'erra y los volcanes. no de un ejército en voz alta, sino para si mismo- que diez mil River (hmmts
libran (0mm la tendencia. ya
los ingenieros hidráulicos
n'o. el \.iississippi. a dejarse captar insidiosamgnk sions. aunque sean apoyadas por toda la dinamita del mundo.
enemigo. sino de un l mucho mas" pequem‘_ no podrían dama! ese curso sin 10-. no podrían refrenarlo ni
mucho n lcllOS conocido,
por el cumo de otro n'o. encerrarlo. no podn'an decirle: “Ven por aquí“ o "Ve por alla"
sitúa por dtba;o del suyo, y que lleva el bo
pero sobre todo cuyo curso se
para lograr que obedezca: l...l violmlar [bully] el \.lisstss'ippi
nito nombre de Alchafalaya.
al! de Nueva Orleans es gram para obligaría a una conducta sensata y razonable es pedirle a la
Si el \.iisstss'ippi sigue com'endo al
constnn’da río am'ba. en (.(‘unisio'n que nin/ml: el curso de los cometas con la esperanza
a una obra de arte bastante pequeña y frágil.
de ser capturadi de verlos portarse bien (Twain. 200]. trad. retocada; el destaca
un recodo del n'o, que protege a la corn'ente gigante
más angosto pero situado iancs' do me ¡wrtenec-L).
por el lecho del Atrhafalaya. mucho
metros mas' abajo. Si este dique llegara a romperse (la antenaïa retomi
Una hier/a de la naturalem. evidentemente. es todo lo contran'o de un
n'rtualmcnte cada ano y hace temblar a toda la región). la totalidad dd
actor inerte; todos los novelistas. todos los poetas lo saben tan bien como
Mississippi. despues de haber armsado el valle del Atcliaf'al'.i)a y arrasa?
líos ingenieros hidráulicos y los geomorfo'logos. Si hay una cosa que el
do consigo la ciudad de Morgan Bay. desembocarí'a. a través de un algo"
Mismippi ¡x)see. es una agan-y. y tan potente que se impone a la de to-
de vanos cientos de kilómetros. al ante de Nue a Orl ea’ns. promando
das' las burocracia. Pero lo mínimo que podemos decir es que el Cuerpo
no Siguió la intuición de Mark Twain. A] conlran‘o. ha decidido hacer
olñx'decer al “curso sin ley“ del rio. 'refrenarlo y encenarlo'. "violentar-
¡7 Para diferencia entre ¡(tantes y utores es un principio esencial dc h lo al punto de impedirle. desde hace dos siglos. modificar bmscamente
m Inspirada en (¡rrimn (Fontanillc, ¡998)
IstsL-In’eandros corno lo había hecho desde hace milenios. ordenando-
del .I’pc'luliceldc la nou-la. 'l‘rilsttii‘ utilin una
dc maninbn de Im xmïdt‘llt.“ que actua con tal necesidad que la Po” laquí y no por. a'll'a".". (bmo. la tragedia de Katn'na n'no a
map“ dc h "mel; dmlnlljn -aunquc desplegada profusamente ¡rn fl á: . S a cuenca Inendtonal del Mississippi. enteramente modifi-
h “mmm punk muuplparcce por completo Prueba de queel druuddm.
“m “y” qm h “ AI, Kar o reducir a \Y)llllll.’l(i Lu ¡mubllidadfl
I

pmpmtcton haya (arnlnadu la ."ttrihttciiin de l.» CIM P“¿t


' 4
lo tanto‘ r, WMprc ,
un pnK010 wmndanu to dtl. proee,0 p “mano
- .
composición mpcc |9 El huracán K'iln'na del 29 de agosto de 2005‘ arrasó Nucm 0,ng
dc fin-rar
¡u con EL PMNÍ” (.ómo no (I)F.S)ANIMAR
LA NA'I‘URAl.l>'.'/.A 7|
7o CARA A CA
frente de batalla de 5m
detras' del i‘m‘m'l
protdge so. () mas" bien. que SC ha vuelto peligroso por la voluntad del Cuerpo de
cada. lo que intenta las que nos vemos confromad03
c actuar con Ingenieros. de violentar
. al . Mississippi
_ mediante un corse' de diques. Si
una responsabilidad
diques. las posibilidades q ue cl Cuerpo carga con es violoncm contra vtolencra, ¿como solprcnderse de que los
tan mezcladas tanto a la potencm del Mm.“ rasgos de
aquí están
' so se equipara
' Atpcdmfalam‘
cdmc'o .
e Ohm-had} comportamiento oscilen de un reperton'o al otro? ¡Si se quisiera evitar
' ' menla
socmundo
técnica y Juridica 4 que continúa e
. . . I Ohm el anti-oponmrfismo, habría sido necesan'o que el Cuerpo evitara antro-
alnivel e l . I . É pqncna
el asunto se i concnt
todo pin-r la cuenca vertiente! Lo que los tnoralistas tienden a ignorar.
Slppl
mente. de Iman era que
como mas inci tt podria am um. los
¡m ¡c crecida un poquito ‘ dc ingenieros lo saben: del lado del StJt'eto. no hay control ni dominio; del
. Una Situación
dee capactdades? l
tp o s intercambios lado del objeto, no hay desanimación posible.“ (knno dice uno de los in-
se que
encia undase es _e¡ (410%“
' anc
de
<(‘,on_C‘_l . i rfos' anttopomorfos
se.rs gcnicros: “La pregunta no es si el Atchafalaw acabará por capturar todo
asi dc contrato entre
ne ocraCIon. c
que llamar hy'dmmo cl río, sino cuándo". Y afirma tranquilamente: “Hasta ahora sólo hemos
otrogs que habn’a
sido capaces de ganar tiempo” (2001: 55). “Ganar tiempo". ¡lie aquí una
capacitado pam "War
E C no estaba pomim ni moralmente expresión qtte Kutu’zov habría comprendido muy bien!
l Anlllíafarpolaia agua. según los principio; d¿
Debía provenía de ‘ '
‘ “mm quería
ra A cttanto I nas' se le daba al' :‘xtchala‘lata
la nalulrm.
al tc . . h h
pcndte nte mas' empinada. (.uanlo ims-
tomar e'l. porque era la
su lecho. la (llierencna de “¡vel Todo esto es muy divertido, me dirán, pero los peñodistas son pen'odis-
se le daba. mas' sc. profundizaba
.

Mississippi continuaba aumentando. tas. simples cuenteros. al igual que los novelistas; los conocemos bien,
entre el Atchafalava v el
la captura El (.‘uerpo debía ms- siempre se sienten obligados a agn'gar un poco de acción a aquello que.
amplitfcando las tondia'anes de
roiulmir algo que fuese suscepti- en esencia. debería estar (ÍtJ/Iïüt/ÍJIO (le toda forma de voluntad, de propoï
pandrra ello. El Cuerpo debía
del Mississippi. y al mismo sito, de blanco o de obsesión. Incluso cuando se interesan en la ciencia y
ble de dara] Atchafalaya una porción
destacado en la naturalel'a. no pueden evitar añadirle drama a aquello que no con‘
u'empo de impedido que lo tomas: lodo (2001: EMO, el tiene ningún drama. El antropomorfismo es el único medio qtte tienen
me pertenece).
de contar histon'as' y vender stts ¡x-n'od'icos. Si tuviesen que escn'bir “ob-
jetimmente" sobre “fuer/m naturales puramente objetivas". sus histon'as
Notcmos que la expresión “por los pn’ncipios de la naturaleïa' no k5
sc.'rían claramente menos dmmáticas. La concatenación de las' causa5' y
quita su potencia de actuar a los conflictos entre los dos ríos puestos
de los efectos —¿y no es eso. en definitixa. de lo que está hecho el mundo
escena por McPhee, no mas' de lo que el “hecho consumado" m'cnflo maten’al?— no debe conllevar el menor efecto dramático. precisamente
nado por Tolstoi es capaz de eliminar toda voluntad en la decision dc —y alli radica su l)el|e'¡a— porque las consecuencias ya están en la causa: no
Kutuz'ov (en tanto que general en jefe, no puede dejar de “darle “,35” hay suspenso que esperar. no hay súbita transfonnación. no hay meta-
timicnto'). Muy por el contran'o, hay allí una voluntad: la dc ¡05'10"n morflmis, no hay ambigt'iedad. El tiempo corre dll pasado hacia el presente.
lucha. Pero el autor representa de una manera completamente diferenl‘ En estos relatos (quejustamente noson relatos). en efecto. no pasa nada.
lo que significa querer: la conexión entre un río mas“ pequeño p€r°_m” en todo caso ninguna (tt/mmm. ¿No es precisamente ese el encanto del
profundo y otro mucho mas" grande pero mas' alto es lo que l’rOPOKlM_'1 mcionalistno? No hacer más liistonas. y no contarlas mas".
los PYDPÓS‘IÏOS de los dos protagonistas. lo que otorga a sus acciones un; ‘ Tal es al menos la maneta convencional en la que se pretende que los
tar. Poco impona que uno sea evocado como poseedor de una volun Infonnes científicos deberían estar esC‘n'tos. Aunque se repita esta con-
y el otro tan sólo como una fuerza,
pues es la tensión 10 IN“ ha“ “la”
n0 l‘awrcpresentación (Gre-¡mas y Fontanille, 1991).
_ . . v‘
¿"1° dUdar de que el Atchafalaya “quiera capturar" 3| M'ss‘.s5lpr'Pt 2‘0 Tail es el principio de simetría intrtxlucido en sociología por (.a‘llon “986).
Es una maneta de hablar. que subyace .1 la teon‘a del .‘ictor-redt En lugar de una distinción cnlrc objeto
sí, perojusu'fica que se uu'licen palabr3le l" S‘JI'CIO. se obtienen matices a lo largo dc un gradiente que meula las Íigun
Cas. palabras de batalla —“dar"_ ciones humanas y no humanas
“proveer”, “responder”, "¡m
darle sentido, dirección.
movim iento a un río que es de ¡0 m”
72 CARA A CARA (ION El. PIANETA

«(mo N0 (ln‘S)ANIMAR LA \.'ATURAI.F.'I.A 73

vencio'n en los salones de clase. bmw ""3 ¡Callmv ¡“CIUSO Superficial.“


pn'mer papnque a uno se le cruce. para ponerla en cuestion. Tomcmm rneandros del Mimissippi. Por otra parte, imaginen co'mo habn'a pintado
por ejemplo el comienzo de este articulo publrcado por mis ex colega un Tolstoi de hoy. lo bastante asttrto pam agregar el (IRF a sus perso-
del Sa‘lk lnstitute de Sa‘n Diego.“ najes. a Ktrtúzov en la víspera de una batalla esencial." ¿Hay algo mas'
estresante que una situación de batalla? El CRF se habn'a expandido por
La capacidad del cuerpo [,‘atención: aquí ya no se trata de aquel su intestino, habría modificado su audición. nrodulado su respuesta a los
microbios. ¿y como dudar de que Bennigscmn, estresado por su traición.
de los ingenieros!) para adaptarse a estímulos estresantes y cl
y muy pronto todo el estado mayor, sin hablar de los pobres soldados
rol de una mala adaptación al estrés en el desencadenamiento
enviados al matadero, se verán. sin excepción. metamorfose.ados por flu-
de las enfemredades humanas han sido largamente estudiados.
jos de (IRF? Cuando se trata de comprender lo que significa actuar y
El factor de liberación de corticotropina (CRF). un pe'ptido dc
ser actuado, novelistas. periodistas y cientificos libran un mismo y único
4| radicales. y sus tres péptidos de. estructura similar. urocoru'na
combate y se saquean mutuamente a rnas' no poder.
(Ucn) l. 2 y 3. cumplen rolas r'mpommlrs y diurnas para coordinar
hs‘ cierto que hay una diferencia entre este último ejemplo y los dos
las respuestas del sistema endocn'no, autónomo. metabólico y
pn'meros. pero. corno descubrí hace muchos años en ese mismo labo-
comportamental al estre's. la familia de péptidos del (IRF y sus
raton'o del Salk lnstitute, dicha diferencia no proviene del hecho de
receptores se encuentran involucrados en la modulación de otras
que los dos prr'rrreros relatos hablen de agentes 'humanos' dotados de
funciones como el apetito. la adicción. la audición y el desa-
propósitos y el último de olj)“etos de la "naturaleza' sin propos'itos y sin
rrollo neuronal. y adu'an de manera penj'm'ra sobre los sistemas voluntad (Latour y Fabbn’, 1977. y sobre todo Bastide. 2001). La única
endocn'no. cardiovascular, reproducu'vo. gastrointestinal e in- verdade m diferencia —al menos en lo que al relato concieme- den'va de
munitan'o. El (IRF lv sus ligandos adrian inicialmente unim'dosea que los lectores de la obra maestra de Tolstoi o del relato de Mcl’hee
receptores acoplados a una proteina-G (GPCR). (Grace y otros. pueden dotar fácilmente a los personajes de una cierta consistencia a
2007. el destacado me pertenece). partir de su expen'encia pasada, mientras que no pueden hacerlo para el
cas'o del (IRF... a metros, desde luego. que sean especialistas en neuro-
Una VC! que uno ha dejado de lado las abreviaturas (CRF, Ucn. GPCR), transmisores. bo que hace que los infomres científicos sean tan propicios
cómodas para los especialistas pero tediosas para los recie'n llegadosy para estudiar la multiplicidad de las posibilidades de actuar es que puede
que ha reemplazado las formas pas'ivas (obligación estilr’su’ca del gc'no definirse el carácter de los agentes que ’nrovili'lan. de otras maneras que
ro) por la acción de los científicos que “han estudiado largamente', nos por las (refranes a partir de las cuales deben ser lentamente capturados.
encontramos —de nuevo. ahora y siempre- ante un actor cuya potentu' (krntran'amente a los generales como Kutu’zov o a los n'os como el Mts
de actuar es el objeto mismo del articulo: el factor de liberación de h sissippi. sus competencias. es decir aquello que son, no se definen sino des-
corticotropina. ¿Cómo pretender que este CRF es inerte cuando 'juega pués de sus performances, es decir. después de que se haya logrado regts'uar
un rol imponante' y está 'involucrado en la modulación" de un número co'rno se componan.“ Para un rnan'scal o para un n'o. se puede hacer como
impresionante de funciones? Tener una función es Sll propia rnaneradt si Se partiem de su esencia para deducir de ella sus propiedades. No para
tener propos'itos. en todo caso de ser definido como un vector. y porlú el (IRF. Si uno no sabe nada de e'l. forzosamente tendra qtre comenïar -ya
tanto como un agente. sea su descubridor o un lector de ese articulo- por explorar lo que el CRF
Desde luego. esta introducción no se deja leer con el mismo plate!
que Guamypaz, pero no cabe ninguna duda de que al seguir al CRI"!t
ingresa en las vueltas y revueltas de la acción, que se descubren toda“) 2". Es. sin drsc'tuión. lo que habria hecho cl umelu'ta Richard Powers. y lo que
mas' complejas que los repliegues de la decisión de Kutu’zov o que k16 intentó. por ejemplo. cn Ponen (2010). o rnas' directamente aun. en Cain
(Powers. 20l2). _\' que explica la apan'errcia completamente nueva de sus
petumajcs (Latour, 2008).
¿“3 \’t'-.'tnsc L‘u entratlas‘ corresrxmdientcs en la biblia de la semio'u‘ea. Greimn y
(buttes‘ (cds. 1979).
2| EJ contexto está descrito en latour y Woolgar (¡988).
¡"r-Á
CON EL PLAN (:(mo N0 (DES)ANIMAR
74 CARA A CARA LA mwmmu 75

un saber anten'or- Pues“) qm“ “quen” ‘l“°.¡usu'ñca


común por cl cual podemos disu'nguir fácilmente los ob. etos
hace. Y como no existe su novedad. cada rasgo debe ser produd del munv
precisamente do natural y los SUJCIOS del Inundo luiniano_ y. Por el 0m) la exucma
su publicación es cia_Í una cierta prueba. de
la.'s que hay que un.
expen‘en (le hacerlo. Los actores, de formas v de capaddadcs
do por una cierta l ¿Qué cs el (IRF? Aquello que desencademl dificultad práctica
blecer la lista. línea por linea. que (lese‘nicheiia |a múltiples. no cesan de Intercambiar sus propiedades. Vemos dammcmc
nic()(rr)pilla? Aquello
¿Qué es la co que las, figuraetones llamadas antropomorfas son tau ¡"estables
la corticotropina. ' aSI' sucswam
e“ ente. ‘ _ como las
' ' ' Y
la lllp()fiSlS.
corticoestimulina cn figuraciones llanmdas hydrmtorfas. btanorfas o phyxm'orfas‘ va qUe ¡o que
en este objeto desumocido.
. ’ l nos
a ‘ l l'CSllllará (¡l-fi
Si no somos -u.¡)ccialist;u cuenta no es el cliché del que se parte sino las' mztammfam' que Kutu’zov.
. c . u, . enter u.tlal( ll( ll(LHlOSk0(lm
. d Amhafalaya o el (IRF sufren en el curso del relato." Kutu’zov
no sev-
sabegr quieii es realmente fulanloos
Cil‘
dílaspero el proccmmlcmo'insert”ie‘tlpmanm
cuanddo clonsurltaalcnoons:ccimicnw o producu, es CSC que “¡gm-cn parece más al Slticlo humano dc lil tradición ("amo de sí mismo como
(lel universo”). que el Mississippi o el (IRF a los 'objetos" de la naturaleïa
frase. CnomenLa'tnhos por un nombre que
mqueictcciollamadoc eiimgac’dio de una mmerial, como aeostumbramos dibujarlos cuando deseamos hacer de
dice nada ; luego desp echamos en .¡M-‘nmh
de buenas a pn‘meras ‘no nos ellos el simple decorado de los sujetos humanos. No hay que confundir
despues (le haben nos (alnlllanzzdo
una lista de situaciones; y mas" tarde, los clichés de que se alen los stJt'etos (y los objetos) con aquello de lo
las cosas. y tomamos la costumbre dc
con ellas. invertimos el orden de que el mundo está hecho, Si es el mundo lo que nos interesa —y ya no
el o para resumir lo que hace. Dc h
partir del nombre para deducir (le la "natumle/‘a"-—. entonces hay que aprender a habitar aquello que po-
lista (le aceiones mucho antesdg
misma manera. el (IRF fue pn'mero una dríamos llamar. tomando prestada una metaf'ora a la geología. una zona
de este momento. sus compe
ser. como se dice. ‘mmdmw'do". A partir mdnmórftm, para captar en una sola palabra todos los "morfismos' que
Si leyó“.
tencias comienzan a pineda)" ya no a seguira sus peI’lonnzmces. deberemos registrar para seguir estas transacciones.“
familm'
mos tanto ciencia como novelas. el (IRF sería un personaje tan A fin de cuentas, la disu'nción de los humanos y de los no humanos no
Rostova (como hoy en día la endorfim,
como Pierre Bezu'jov o Natasha tiene más sentido que la de Naturalel'a/(Iultura. ben'a igual de artificioso
en parte salida del mismo laboratorio del Salk Institute). En el pequeño poner a Kutúzov y al (Zuerpo (le Ingenieros en una caja. al Misissippi y
cuadro de la figura 2.2 que he uazado. es el último rasgo sobre todo el al CRF en otra. haciendo como si los pn'meros estuviesen caracten'zados
importante: es mediante la estabilización como la sustancia obu'ene su por una suerte de alma o (le conciencia o de cspín'tu, y como si los segun>
consistencia. dos al menos careciesen (le propósito y de intención (si no fuesen lisa y
llanamente inertes). Ocurre lo mismo con la disu'nción entre los huma-
nos y los no humanos que con la diferencia entre cultura y naturaleza:
Atlanta Adam
para asegurarse de no utilil'arlos como recursos. sino como objetos de
Perfonnances Competencias estudio. hay que remontarse al concepto común que distn'buye las figu-
Nombres de acción Nombres de cosa ras en partes separadas/"7 Creer que estos te'nninos descn'ben lo que sea
Atn'butos del mundo real equivale a tomar una abstracción por una desen‘pción.
Sustancia
Antes Despues
Inc-stable Its‘table
Hgm 2.2 25 Utili/o terminos. demzuimlo grosero; (Nom por naturaleza. bw pam biologia.
etc.) simplemente pum señalar con el dedo la imponnncta' del te’mtino mph-
:¡l que están fijados.
Si he quen'do comparar brevemente 26 lil melamorfiuno. dice el diccionan'o. es un proceso intemo del globo terres-
estos tres tJ-,'einplos, es para ql" lrc. que provoca el cambio .I'I estado sólido de la textura y de la composición
se perciba el abts'mo que
sePam. por un lado, el pn'ncipio de sentido minemlogi’ka (le una mea en)!» minerales sc hallaban hau ese momento
estables
27 Es ese niu'mo desplazamiento de un término utiliudo como herramienta de
.‘¡nalisis' transformado en objeto dc estudio [1mm moum lo (okt-l que P’Ü‘v‘mé
24 l-n
Í eso (01151le
‘ cl .Interes
,
del clas'ico (¡arfinkel otros (¡981). en la conferencia anten‘or.
s.
76 CARA A CARA (ION EL PLANFJ'A
CÓMO NO (DES)ANI\.1AR LA NATURAILI’A 77
Cuando se pretende que hay, por una parte. un mundo natural y, po,
“profe-tico" —-pongamos por caso ajames Lovelock. o Michael Mann. o
otra. un mundo humano. simplemente se ha propuesto decir a com;
David Keeling-—.” después de haber sido condenado a guardar silencio
nuación que una porción arbitran'a de los actores estani despojado ¿(“de
por todos aquellos que niegan el comportamiento de la Tierra. se pone a
acción y que otra porción. igualmente arbitran'a. de los mismos actora
murmurar para si mismo: "lïppur si mueve". pero esta vez dándole un giro
estará dotada d: un alma (o de una (.‘onciencian. I’ero estas dos opcmqü'
nuevo y un tanto inquietante: no " Ysin embargo la thrr‘a Sl mueve". sino ¡" Y
nes secundanlLs' (leian perfectmnente intacto el u'nico fenómeno intcm
sin (mbnrgo la ¡"ima st conmueve".
sa‘nte: el intercambio de las fonnzsL de acción por las transacciones cm"
¡msibilidades de actuar de origenes y de fonnas múltiples en el senodc
La ciencia ha conquistado todos los derechos, desde hace ya tres
la zona metamo'flica. Fsto puede parecer pamd‘ójico pero. para ganar en
siglos, llamando a la Tierra. que respondió moviéndose. Enton-
realismo. hay que. dejar de lado el pseudorrealismo que pretende tran!
ces el profeta se convirtió en rey. I’or nuestra parte. apelamos a
el retrato de humanos que se pavonean ante un decorado de cosas.
una instancia ausente cuando exclamamos. como Galileo. pero
ante el tribunal de sus sucesores. ex profetas convertidos en re-
yes: ¡la ¡"ima st rmlmuam.’ ¡nueve la Tierra inmemon'al. fija.
de nuestras (.‘ondiciones o fundamentos vitales. la u'em funda.
Desplavar la atención hacia esa zona común a los escritores y a los (im (SI-rres. 1990: 136).
mental tiembla
tificos tal vez nos permita entender de otra mane ra esta idea de que h
Tierra “retroacttia' sobre aquello que “nosotros” le hacemos. Michel Se- No debemos sorprendernos de que una nueva forma de potencia de ac-
rres habia abordado estas' delicadas cuestiones a comienzos (le la década tuar (“ella se conmueve") sea tan sorprendente como la antigua ("ella
de ¡990. en el momento mismo en que la negligencia humana habn' se mueve") para los poderes establecidos. Si a la Inquisición la sacudió
franqueado involuntan‘amente el ¡x-ligroso umbral de (10,1.” En un l} el anuncio de que la Tierra no era mas' que una bola de billar girando
bro audaz". y singular. lil conlmla natural, bem-s proponía. entre mucha sin destino Iiio en el mato universo (recuerden la escena en que Bertolt
otras ideas' innmadoms. una refonnulacio'n ficcional de la famosa Im Brecht muestra a los frailuchos que n'diculi'lan el heliocentns‘mo de Ga-
de Galileo: "Eppur si mueve." (be'rres. 1990. ampliado en 2000). Sem: lileo girando sin propósito en una habitación del Vaticano), la nueva
toma como punto de partida un episodio de la historia de las cienciascn Inquisición (ahom economica. mas" que religiosa) se ve sacudida al ente-
fonna de histon'eta: despues de que la Sa‘mta Inqtn'sicio'n le prohibiese rarse de que la 'l‘ierm se ha convertido -¡se ha reconveru'dol- en un en-
enseñar públicamente cualquier cosa concerniente al movimiento (Ich volton'o activo. local. limitado. sensible. frágil. tembloroso y fácilmente
Tierra. se supone que Galileo murmuró: “ Y sin nui/urge se mua-ur". A cstt im'table. Necesitariamos un nuevo Bertolt Brecht para retratar el modo
episodio. be'rres lo llama el fm‘mrrv promo: un cientifico “profe'tico‘ cn- en que. en los talk shows de los climatoescépticos. una pandilla de perso-
frentado a todas las auton'dades de la epoca reafinna silenciosamentcd nas (los hermanos Koch. por (Jr‘emplo. o también muchos físicos. muchos
hecho objeu'vo que mas' tarde destruira' precisamente a esas anton'dadcs intelecttuiles. una buena cantidad de políticos de derecha y de izquierda
Pero en nuestros días asistimos. según Se‘rres. a un sogundajuin'o a Ca y. ¡ay!. algunos pastores. predicadores. gunies y consejeros de príncipes)
like.” Frente a todos los poderes reunidos. otro cientifico igualmentt n'diculiza el descubrimiento de esta nuem (y a la vez muy antigua) Tierra
.‘llllllh’l(l.’l y fnigil.
l’am describir esa prime ra nueva Tierra como un cuerpo en caida libre
28' (.o'mo diu- Foumn. ya mencionado: '.St"gu'n cl climatólogo estadounidcmt entre todos los otros cuerpos en caida libre del universo. Galileo debió
james Hansen. cx director (lt-l (kxldanl Institute for Space Studies (CIS).
abandonar todas las nociones de clima. de animación y de metamorfosis
la cumcntnu‘io'n (lr (20, que no delx- cxcedem“ se sitúa cn alrededor dc
los 3m ppm. Un límite que se alranïo' poco antes de l990' (It AIM. 76€
mayo de 20”).
29' la situation rs tanto mah inlercclnte dado que los climatocscc'plicm ¡pd-¡1
¡"CCM'HICIIR' a la liguiu dc (Z; ileo. solo contra todos y cl único cn (CIKI' 30 Scnes no menciona a Inmlock. pero esc pcisonap'. a quien conoceremos cn
nuu'n. tada rc] que pretenden atacar el 'conscnso' de los climatólogm la siguiente conferencia. está hecho para este papel.
78 CARA A CARA (ION El. PIANFÏA
CÓMO no (DP5)ANIMAR IA NATURALEZA 7g
"¿mada
(con excepción de las mareas)- Nos liberaba así de esa visión
como una cloaca, marcada pm sc mejor en un mundo un poco menos desencantado o. inversamente,
precicntifica de la Tierra conside rada
de la que nuestros ancestros, para sentirse mas' angustiado en un mundo menos infinito. Por el contra-
el signo de la muerte ¡v de la comipcton
los soles, (le las estrella, n'o, Serres dirige nuestra atención hacia la asombrosa conmvenaa" entre
con los ojos f'ji'os en las esferas incorru pu'hles de
y de Dios. no tenían ninguna chance de escapar, San por medio de ¡a dos posibilidades de actuar que en tiempos pasados eran disu'ntas -tan
opuestas como las antiguas figuras de objeto y sujeto- y ahora están tan
plcgan'a. la contemplación y el conocimiento. Ahora bien, para doscu
mezcladas.
bn'r la nueva Tierra. los cll'matólogos Convocan nuevamente al Clima y
reducen la Tiena a una fina película, cuya fragilidad recuerda el antiguo
Pues, desde esta mañana, de nuevo la Tierra tiembla: no por-
sentimiento de vivir en lo que se‘ llamaba la zona sublunar." La Tierra de
que se agite y se mueva sobre su órbita inquieta y sabia. no
Galileo podia girar pero no tenía “punto de no retomo", ni “frontera; porque cambie, desde sus placas profundas hasta su envoltura
planetan'as'. ni “zonas cn'ticas'X” Tenía un movimiento, pero no un am. aérea, sino porque se transforma por causa nuestra. La naturaleza
panamien'ta. Dicho de otra maneta. no era aún la Tierra del Antropoccno. era una referencia, para el derecho antiguo y para la ciencia
Hoy en día. debido a una especie de contrarrevolución copemicam moderna, porque no había ningún sujeto en su lugar. lo Ojb'etivo
es el Nuevo Régimen Climático el que nos obliga a volver los ojos ham’ en el sentido del derecho así como en el sentido de la ciencia
la Tierra considerada oua vez como una cloaca. bajo el signo de la deli. emanaba de un espacio sin hombre, que no dependía de nosotros
cuescencia. de la guerra, de la polución y de la corrupción. Pero esta “tz y del que nosotros dependíamos de hecho y de derecho: y bien,
es en vano intentar escaparse mediante alguna plegaria. He aquí un gin) ahora depende tanto de nosotros que se sacude por causa de ello
drama'u'co: ¡del cosmos al universo. y del universo al cosmos!”Bat/t lothe y nosotros nos preocupamos, también, por esta desviación de
fulurv'.Mas' bien: I'mw‘ard lo Ihr/¡(151! ¿No es exactamente este movimiento los equilibrios previstos. ¡Nosotros inquietamos a la Tierra y la
pendular que la bailan'na presentada en la introducción habia mostrado hacemos temblar! He aquí que, una va mas', ella tiene un sujeto'
con su paso? ¿No es esta figura la que yo había entrevisto bajo ese nom (1990: 135-136).
bre bi7arr0, (n‘smocoloso?
Al establecer este paralelo entre dos procesos. dos Tierras, dos regímo Si bien su libro no invoca el nombre “Gaia” y fue escn'to antes de que
nes clima'u'cos, cl propósito de .Se‘rres no es conmovemos pidiéndonos el término “Antropoceno” conociera semejante fortuna. lo que Serres
que lloremos sobre la Tierra Madre o que nos extasiemos con el hecho registra es esa misma subversión de las posiciones respecu'vas de sujeto
de que ella tenga un alma. Precisamente no se trata de añadir un espi y de objeto.” A partir de la “revolución cientifica". la objeu'vidad de un
n'tu a aquello que, por desgracia. estaria desprovisto de él, para sentir mundo sin humanos había ofrecido un terreno sólido para una suerte de
derecho natural indiscutido... si no para la religión y la moral, al menos
para la ciencia y para la ley.” En la época de la conuarrevolución coper-
nicana, cuando nos volvemos hacia la antigua tierra firme de la ley natu-
3| En el anu'guo Sis'tt’ma llamado 'precopernicano" existia una (lil'erencn' dc
sustancia entre la zona bajo la Luna (sublunar) y la zona por encima dcdh
ral, ¿qué encontramos? ¡Las huellas de nuestra acción, visibles por todas
(supralunar): cuanto más se subía con respecto a la Tierra corrupu'ble. ¡las partes! Y no de la antigua manera en que el Sujeto Occidental Masculino
planetas y luego a las' estrellas fijaS'. mas' se asc-endia en 'X‘chCClÓll. Sobrcb dominaba el mundo salvaje e impetuoso de la naturaleza mediante Su
historia de este cosmos y de su destrucción, el libro clas'ico de Koyre' (l96-ql
sigue sicndu la ¡mjor introducción. a menos que uno prefiera la Misión mi"
sueño de control, valeroso. violento, a veces desmesurado (a la manera
nou-lada pero siempre muy eficaz de Arthur Koestler, Los mmímbulos (20ml del Cuerpo de Ingenieros). No, esta vez, como en los mitos precientiñ-
32 lis esta agitación de la 'll'erra la que otorga toda su extrañeïa .1 libros CW
los (lt' l’earcc (2007) o (¡‘ardiner (2013). Shbre la controvertida cucstiónt‘k
lsu fronteras planetan'as, véase Rockstro'm, Steffen y otros (2009). Sobre ll
red (le ¡unas rn’tiras. antlcy. (K‘iltllialwr y Rzlgnarsdottir (2007). y cl inkc
me de Batman. (.‘lmmwr y (Laillardet (2013). así como lalour (20l4dl. 34 l’am designar a Guia. Se‘rTes utiliza un término lus'tante poco elegante:
33 l-Ls este giro iinprmism lo que. en oposición al de Koyré. intenta captard ‘Biogea'.
tituln (le llurht' (ell.. 20H). 35 Volveré sobre esta cuestión en la sexta conferencia.
80 CARA A CARA CON El. PLANIHA
como no (I)P.S)ANI.\U\R M NATURALEZA 81

cos y no modernos (Kohn, 2013). hallïlmos 3 “n “gothic que obu'enc su


nombre, ‘stJt'eto'. del hecho de que puede verse sujeto. ser sometido M," gan una prolife ración de escenan’os de acción entre los cuales algunos.

assujd'ü a los capn'chos. al mal humor. a las emociones, a las' reaccioncs incvilablcnlcnte. impulsan a actuar a aquellos que se ven arrastrados por

e incluso al reianchismo de otro agente. que extrae. el también, su cum tales relatos. De este doble lenguaje proviene la idea de una distancia
infinita entre descripción y prescripción: si seguimos una cadena causal
dad de “stu'eto' dd hecho dt (¿lar igualmente sujrto a su acción.
en la que no se supone que pase nada -ninguna sorpresa. en todo caso—,
Se'r un sujeto no es actuar de fonna autónoma con respecto a un nm
entonces parecera‘ que el abismo es inmenso con respecto a los términos
co objetivo. sino romparlirla potencia de actuar con otros sujetos que han
que utilizaremos para describir la accio'n moral. política. artística de los
perdido igualmente su autonomía. l‘s' prt.‘cisa"mentt.' porque nos mmm
humanos. Pero sucede algo muy diferente desde el momento en que la
confronlados a estos StJr'etos —o mas" bien cuasi sujetos- que debemos
descripción científica despliega esa profusión de acciones, muchas de Im
abandonar nuestros sueños de dominio y (lejar de tetnerle a la pesadnh
cuales se parecen a aquellas de las que los humanos acostumbran estar
de vemos pn'sioneros de la "nattnalem'." En cuanto uno se acerca ¡
dotados: en este causo. la distancia entre fonnas de acción que cncadenan
seres no humanos. no encuentra en ellos la inercia que nos permilin'l
continuamente a actores con múltiples reperton’os se vuelve minúscula.
por conuaste. tomamos por agentes. sino. al contrario. posibilidades dt
la pregunta. por consiguiente. pasa a ser esta: ¿por qué aquellos que des-
actuar que ya no (amm dz vínculo con lo que somos y con lo que hacemos,
cn'l)en las acciones de la Tierra unas veces afinnan que lo que ocurre no
lnversamente. por su parte. (¡pero ya no hay “lados"'.). la Tierra dejódg
es otra cosa que el desarrollo de “estrictas cadenas de causalidad", y otras
ser "objetiva". en el senu'do dc qtte no puede ser colocada a distanm' veces que se trata de mucho mas'? Lo que equivale a preguntarse por
considerada desde Sin'o y como chiada de todos sus humanos. La accim.’ que'. si la Tierra está animada de mil fonnas de agentes. se la ha quen'do
humana es visible en todas partes, en la construcción de conocimim pensar como esencialmente inerte e inanimnda.
to tanto como en la generación de fenómenos que estas ciencias son ’ara comprender lo que puede significar la idea de una Tierra que re-
llamadas a demostrar. En adelante. es imposiblcjugar a oponer dialct'- troactuarrl'i con nuestras acciones. es evidente que no hay que simplificar
u'camente sujetos y objetos. El resorte que hacía funcionar a Kant, a lle de antemano el reparto de posibilidades de actuar entre actores llamados
gel. a Marx se ha soltado por completo: ya no hay suficiente objeto pm humanos y no humanos. Lo que .Sc'u‘res “990) explora es esa debilidad
oponerse a los humanos, ya no hay suficiente sujeto para oponerse a los congénita del derecho natural que consiste en decir simuluineamente que
objetos. Es como si. detras' de la la'ntasmagoría de la dialéctica. la zona en efecto hay derecho en la naturaleza -esa dimensión prescn'ptiva que
metamórfica voh'iese a ser visible. (knno si, por debajo de la “naturalm'. hemos reconocido mas' arn'ba- y que. no obstante. el derecho. el verdadck
cl mundo reapareciera. ro derecho, se encontraría solamente del ouo lado‘ en la cultura. De allí
la idea aparentemente absurda de un contrato con la naturaleza. mientras
que todo el mundo reconoce que la naturale'la ordena, ya que por inter-
medio de lo que es nos “dicta” lo que hay que hacer. El límite de todo
L0 que penurba en esos enunciados híbn'dos propuestos por tantos in derecho natural no es querer buscar un orden que permita legislar. sino
restigadores sobre las acciones. movimientos y comportamientos de h hacer como si hubiese (Im series paralelas. y solamente dos. una de la “natu-
Tierra no es su manera de establecer una continuidad entre el ser yd ralel‘a", otra del derecho. e indagar cuál sería la copia de la otra.
deber ser. sino mas' bien la manera siemprt ambigua en que. tratan la Dramatizando la idea de un contrato con la nattnaleïa -tomada del
hechos establecidos. Algunas" veces se trata de cadenas" causales que pu} contrato social, igualmente mítico, de. Rousseau-—, be‘rres explora una
recen no atn‘buir nin’tgma ¡Orina de acción a la sucesión de aquello qIK solución muy diferente: si no podemos ni evitar extraer un orden de
se dice: otras veces. por el contran'o, esos mismos invesu'gadores despïïb la naturaleza ni descubrir ese orden es porque, incluso en nuestra tm-
(lición occidental, jamás ha habido dos series paralelas, sino siempre
esa prolilt'vmción (le. intercambios entre figuras, que yo he. llamado zona
melamo'rfica.
"¡Ji In‘ (onteptm '« uasi objelo' y 'cuas'i sujeto' fueron introducidos Por Sd",
“980).
82 CARA A cum con u Puna/t

cóuo No (DB)ANIMAR u NATURMLLA 83


¿En qué lenguaje hablan la cosas del mundo para que po
damos entendemos con ellas. por contrato? Pero despucs' dt Irala, hasta II punto dt conjundnsr‘ wn d' en r1 smhdo' primo de un
todo. también el viejo contrato social pemtanecr'a no dicho ‘ juego dr tandas. El m‘ls.‘ pequeño movimiento de un planeta o de
no escrito: nadie ha Ieídojamas' el on‘ginal. ni siquiera una mi otro reacciona sin esperar sobre todos los otros cuyas reaccio
pia. Fs cierto. ignoramos la lengua del mundo. o no conocen,m nes actúan sobre los pn'meros sin ningún obstáculo. Mediante
de ella mas' que las versiones animista. religiosa o matemáuq‘ este conjunto (le coerciones o ataduras. la Tierra (emprende. en
1...] En realidad. la Tierra nos habla en tenninos de fuer-13“ cierto modo. el punto de “s'ta de los otros cuerpos. puesto que.
de lazos lv de interacciones. y eso basta para hacer un conumo por obra de esa fuerza. ella resuena en los acontecimientos de
(¡990: 69). todo el sistema (¡990: l68-169; el destacado me pertenece).

¿Qué diferencia hay entre una fuena (física) y un lazo (jun'dicoyfay Serres no propone animara la Tierra pretendiendo que ella se beneficia-
olvidemos que I'J' conlmlo naluml es ante todo un libro de filosorud; n'a de una suerte de comprensión. de simpau’a o de soberanía. Es todo
lo contrario: propone tornar a la misma fuerza de atracción como un
derecho y que procura tomarse. en serio lo que significa “ley-(3' m;-
vínculo que nos pennitin‘a comprender que' quiere decir la juerga del de-
expresio'n “leyes, de la naturaleza". A pesar del titulo del libro. el com
recho y la palencia de la comprensión. (,o‘mprender es aprehender algo;
to natural no es un deal entre dos partes. la humanidad y la natunlm
¿cómo aprehender mejor algo que dándose sometido “sin obsta'culo' a
dos figuras de toda maneras imposibles de. unificar." sino una scm'd,
la "resonancia" de todos los otros cuerpos? No es antropomorfismo -la
transacciones donde podemos ver como. desde siempre y en las (¡mm
metáfora iría entonces del humano hacia la fisica- sino mas' bien un fi-
mismas. los diferentes tipos de entidades mon‘li/‘ados por la geohmm‘
.un'iorfisrno —Ia metáfora \d" de la fuerza al derecho—. Serres quiere decir
intercambian los diferentes rasgos [train] que definen su potenm'dg que efectimmente. y a fin de cuentas. hablamos bien 'la lengua del mun-
actuar. Fsc es el término técnico. tomado del derecho. de la geopolina’ do". a condición de. aprender a traducir "las versiones aninus'ta. religiosa
de la ciencia. de la arquitectura y de la geometria. que sum utiliza pl.- o matemática" unas a otras. deudion. el gran proyecto de Serres. se
designar estas transacciones entre dichos sujetos y dichos objetos. Pin convierte en el medio para comprender que' es lo que nos un: y de que'
hacerse comprender. propone el mas' improbable de los cjemplmdo} dependemos (berres. l974). Si nos volvemos capa'Ces de traducir. entonces
la gravitacio'n universal: las leyes de la naturaleza comienzan a tener un espin‘tu.
No vean en este vínculo de la grax-¡tación y el derecho alguna suerte de
la palabra trail, por último. significa a la vez el vínculo mateml' licencia poética. Simon Schaffer (20H) ha mosuado. en un magnífico
y la rasgo elemental de escn'tura: punto, trazo largo. alfabeto bi articulo. cómo Newton pudo tomar de su propia cultura un conjunto de
nan'o. l-sc'n'to. el contrato obliga y une a aquellos que escn'bcn rasgos para el nuevo agente que mas' tarde se impuso como la “au-acción
sus nombres. o una cniz. debajo de sus cla'ttsulas'. [...] Ahora universal". Newton estaba obsesionado por todas las formas de acción a
bien. el pn'rner gran sts'tema cientifico. el de Newton. sc liga distancia, tanto por la de Dios actuando sobre la maten‘a. como por la
mediante la almta'mi." he aqui otra vez la mu'ma palabra, el mu'no del crédito en la economía. o como la del gobierno sobre los sujetos.“-
rasgo. la mu'ma nm'on'. Las gratuit: cuerpos planetanos' sr tampmida Teo'logo algo rayano en la herejía. experto tanto en alquimia como en
y món umdas' por una (q, nm'antmlt. pero que se pam: a un m

38 ‘hx‘actamente al mis'mo tiempo. lmc Nemon. trabajando sin descanso sobre


37 lu deuubn'remos a partir de las siguientes conferencias: ni la naturalm“ los agentes espirituales que operan en las reacciones químicas. sobre la
interpretacion de los menujes .‘tnge’liun en las prufecu'\ de la Lu' titula \
la humanidad pueden ser entendidas' unno suficientemente unificadb l'
p.'tnicul.'tnnente del .-\¡x>calip\it. componía una genealogía emdiu de la ido-
ahora como suficientemente tlislinlas') para poder csmblecer un conlm‘"
latn'a y de las he_rcjí1s. discutía los efectos matenal‘n \ espirituales del mou".
ue parte‘, lis una manera de sopesar ( ua’nto ha ("arnhiado la siluxmum
miento de los cometas V\' de los torbellinos solares. v se entregaba ¿l borrador
la epoca en que .Se'rrn escribio su libro y esta en que nos vemos Mi"
de una hn'tona' pmuso‘n'a dela Iglesia" (St'hsfler. "(Jl l. \' tambn-"n ¿01)8‘).
¡horda! el Antropoceno.
84 CARA A CARA CON m. PLANETA
cómo NO (ms)ANIMAR LA NATURALEZA 85

óptica. de nada le habn'a servido “disu'nguir esm‘ctamente" el mundo


de los espín'tus y el mundo de la materia. Si lo hubiese hecho,jam35' h} es allí. en esa zona metamórfica,‘o donde residen todos los ln‘tkuas. todos
bn’a sido fisico. Sin embargo. para comprender cómo llega un cuerpoa los hacedores del cambio de formas.

actuar sobre otro, no se volvió hacia el antropomorfismo. sino hacia los


ángeles. ¡Su física cs ante todo angrlanórfica‘.
En efecto. para evitar los torbellinos de Descartes -—otra mezcla hasta”
la “lengua del mundo" articula. pues. múltiples pmibilidades de actuar.
te sorprendente de propiedades y de rasg0s-‘ Newton tuvo que descubm
(¡aduciendo incesantemente un repertorio a otro (un morfismo a otro)
un agente capaz de transportar instantáneamente la acción a distanm
para delinear a los nuevos actores que uno descubre a cada paso. Pero
de un cuerpo a otro. En esa época. no había a su disposición ningún
cuando digo “lengua del mundo", ¡hay que especificar si hablamos del len-
personaje suscepu‘ble de transportar “sin obstáculo” un movimiento im
guaje o del mundo! En efecto. los argiunentos de esta conferencia sonara'n
tanta‘neo... excepto los ángeles. Van'os centenares de páginas de angelo
improbable-5 e incluso chocantes a los oídos de los investigadores. tanto
logia mas' tarde. Newton pudo conar progresivamente sus alas' y transfer. como a los del público, mientras yo no precise este ligero detalle... Los
mar este nuevo agente en "fuerza”. ¿Una fuerza “puramente objetin'} científicos probablemente pensaran que estos intercambios de pn'on'dades
Desde luego. puesto que había respondido a las objeciones, pero todam‘ entre n'os. ft'ieII'AS'. neurotransmisores, man'scales e ingenieros, no son me»
estaba cargada. en su ascendencia. por milenios de meditaciones 30bit tamorfosis sino simples metáforas. “Es la debilidad y el límite del lenguaje,
un “sistema ange‘lico de mensajería instantánea". Bien sabemos que la dirán, for/anios a hablar del (IRF como de un actor. del Atchafalaya como
pureïa esten‘lizaria las ciencias: detras de la fuena, las alas de los ángeles de un ser a quien debe ‘dársele' agua, o de la fuerLa giavitacional ct)
siguen batiendo invisiblelnente. mo de un espín'tu ange’lico. Si pudiéramos expresamos de manera variada
El problema es que el aspecto de un sujeto humano como Kutu’zovoel mmmlt an'ufn'ca. guardaríamos todas esas metaf"o¡as y hablan'amos de una
Cuerpo de Ingenieros no es mejor conocido previamente que el aspas; manera estn'ctainente. . ." Sigue un momento de silencio un tanto incómo-
de un río. de un ángel. de un factor de lilxrracio'n de hormona o de um do. En efecto. en este trance las cosas' se complican, ya que. para “hablar
fuerza como la gmvitación universal. Ls‘ por eso que no u'ene ningua' científicamente", según ellos, ¡desde luego habria que evitar por comple-
sentido acusar a los novelistas. los científicos o los ingenieros de comete to hablar! Y hay que imaginar una escena bastante cómica. en la que un
el pecado de ‘antropomorfismo' cuando “atribuyen una potencia dc at- invesu'gador mudo sen'alan‘a un fenómeno que se expresan'a en silencio
tuar' a “aquello que no debería poseerla”. Es exactamente lo contran‘om. por si mismo, imponiéndose sin ningún signo ni intennediación a un ser
deben uatar toda suerte de “morfismos” contradictorios es porque imm- humano totalmente pasivo. . . Situación, que' duda cabe. poco realista.
tan explorar la io'nna de esos (¡Nantes al principio desconocidos y pomi lus'ta falta de realismo, sin embargo. no impide que esta escena sirva de
poco domesticados por otras tantas figuras necesarias para aproximan: on'gen a la distinción misma, que el público cree sensata. entre el “mun-
a ellos. Antes de que esos actantes estén provistos de un estilo o dc un do maten'al", por una parte, y el mundo del "lenguaje humano“. por
género. es decir. antes de que se conviertan en actores muy reconocidos otra. El mundo maten'al es aquel al que hemos dejado mudo para evitar

deben, por as'í decir, ser mezclados, molidos y elaborados en el mtsmo' responder a las' preguntas “¿quien habla? ¿quién actúa? ¿quién hace ha-

recipiente.” Incluso las entidades mas" respetables —los personajes cn ¡15 blar? ¿quién hace actuarP". Para comprender esta extraña situación debo

novelas. los conceptos científicos, los artefactos tecnicos. los fenómcnm introducir, además de esta zona de transacciones que he designado con
el termino metamórfica, otm operación muy diferente por la cual. m (l
nalurales- han nacido del mismo caldero de brujaS' porque, literalmente-
lenguaje y por el lenguaje, vamos a vaciar a una cierla cantidad de persona-

. í . 1 I Ñ y 2 ' r . _
40 (.oncepto l'nonto
a
'

de Donn Il ll -u om n ¡y (007) I pn l nl desln


b, ‘ll’ las numermm
39 lisa nie/(la y esa lenta dec'l.nt.'|ción es el objeto de Ait-Touau' (20] l). 50M
bifurcaciones por las cuales las jxnibilidmles de zu‘lunr inten‘mnln'nn sus
la gradual invención de la dilerencia. ahora naturalizada. entre relalod‘ propiedades de la manera miu’ imprew'sta.
ficcion y relato de ciencia.
pc¡ación es la que va a
¿»sión de que existe un abkmor con ¿"a anule la aCCIon. ¿Cómo es posible?
Transform ando
mich“) dc causas y consecuencias el encade-
Y los sujetos humano s lle na de suerte tal que
l'nanimados toda la acción
tos ma tenales
Tim El argumento P uede Parecer ¡"mom-d0 este'
c cspl '
nos de .o al monos aparcl.’ca— en la causa, y que ya no haya n inguna
mcnOs d cuch¡-as_ ¡«,‘w'dentemente es imposible. en las con-
se las consccu encias
Oslo son siempre
pero hay ql'c cxphcdaondc cl lcngllalC "o scna mas sol.Prcndentes y. en la práctica. en la historia
lina parte de la del descubn'miento,
a cOn-"'u'uir escenas Crvada la 0m Parte para omo en los relatos sobre descubrimie- así
¡,3 p.rcsmml.a muda de ¡is c
escena. quedandborcrlcascua¡ c] lenguaje no tendria mlluencta!
cosas incnes. ¡5°
c n unos pocos minutos de reflexión para dame
535m no obSan} c0 m mundo las competencias so-
inerte es ella misma un ¡“a”!
la Idhcal'dc l‘ma peños hayan sido
cuenta de que cierta manera de poner en dadosamcnlc registrados. Un relato estnctamente cui-
sordina las causahkta cuyo único
(stilo. un gM'fm Paruc“ ("le
cs inevitable hacer prolile'rar desde el m0 personaje. el tinico actor, estuviese en la causa —y ademas'
posibilidades de actuar (¡le adescribir en la causa pn'-
cualquier situación. Hablar c0" mera- es evidentemente imposible. Nadie. por ende. podn'a
mento en ‘l‘"° _“"O sc YSI-n embargo es posible. enunciarlo.
ser hablar. Solamente el tono es diferente. mediante el uso de un tratamiento
una V01 mecanica: filosófico
idóneo, hacer como si se pudiese invertir la
palabras. Asimismo, la idea de un "mudo, inversión, y deducir todas
no el 'cncadcnamlc nas, dice“Clasuna Consecuencias de la causa.“ Procediendo las
m¡mera de encadenar las' animaciones así, logramos dmdramaltza'r
curso dmnuitico del tiempo. al punto el
dcsan.lmado no clslfllda chro las posibilidades de actuar siguen de hacer como si el mundo
como Sl InO upchmaragamos: ah." h¡_ fluye-
m desde cl pasado hacia cl presente.
La idea de una \."atut.‘ile7a/(Iultura. así como h La hipótesis es inverosímil,
dcgamunaos d°|_squ.lm.o—“ lo se'
bl-cn' pero es la que permitirá dar el sentimiento
humano/no hunfiano, no u'ene nada igïan conce-p de un mundo mate n'al
sometido al estricto encadenamiento de causalidades
ción filosófica ni de antología prounda. es un feet-,10 e'sllllsllco secundam que se n'a opuesto
a otro mundo —huinano. simbólico. subje tivo.
posten'or. dem-ado. mediante el cual se pretende snnplfzrcarel reparto dc cultural. poco importa el
nombre- que se definiría e ntonces como el impen'o
los actores designando. a continuación, a unos como animados y .a 01m, de la libemd. Cun'o-
samente. la distinción misma entre los relatos
como inanimados. Esta segunda operación no hace mas' que desanimara (se sobreentiende drama'-
ticos) y el mundo material (se sobre-entiende
algunos protagonistas llamados “maten’ales”. pntïtndolos de su acuvrdad, bruto, obstinado, inerte,
objetivo y mudo) no recorta una distinción
y solmanimara algunos otros llamados “humanos , confiandoles unas ad- real, sino que proviene de
una manera muy particular. históricamente
mirables capacidades de acción: libertad, conciencta, reflexmdad. senti limitada (Sc‘haffer. 2014,
Stenghers, 1993), de desanimar
do moral y demas"!l mediante el lenguaje la distn'bucio'n
aquello que en adelante jugará de
¿(me diablos podemos producir la impresión de que no pasa el papel
de agente (se sobreentiende:
nada humano) y de aquello quejugam'
en un relato donde los acontecimientos, aventuras, intercambios el papel de inerte (se sobreenu‘ende: el
de pro decorado material del mundo
piedades, transacciones entre posibilidades humano).
de actuar se multiplican a
cada instante? Sin duda no es en la literatura
científica donde sc puc
de enconuar esta clase de aparente
inercia."z No, simplemente hay qu€ 43 Aun si a pn‘mem Vis'ta
anadzr"al desarrollo de los acontecimientos parece contrailttuitivo. la causa sólo aparece
ordc n (le exposición; pn'mem cn el
algo que invierta su curso l'v en el orden (le l dmubn'miento. es siempre forzosamente
segunda. puesto que
siempre es .1 partir de consecuencias como se remonta
hacia ellat. Dicho de mm
tnanem. en el relato cuna] hay siempre un efecto de
monlay'. Esta inwtsio'n
es ¡lun tna's flagrante en el (uso (le la ¡mL'lgOgíil-
4| (bmo bien demuestra 4-1 Charles l’éguy.
Debalse' ( 20l5). lo que en la .No'lt (onjainlr sur Momwu'r [huerta se
Whitehead llamó 'bil’urflflo“ audacia (lc Descartes diu'ene con la
de la nalumlna' al haber dtduado la existencia de los ciclos «lc sm
es ante todo una operación
42 Hoy en día exu'te práctica. . principios: “Y no Milatnente
una \as'ta bibliografia sobre encontró los cielos. Encontro’ mimi. una lu'n'a Yo
L'n ejemplo dt- el :irea “ciencia )’ literatura .K no se si a ustedes les
la animación de los pasa" lo mismo que u mí. Yo considero prodigiow que
porque esta tsrn'to relatos científicos. tanto tnas' ¡mínima él ha)“ mmnlruda una lm‘a. l’ues en fin, [...] bien sabemos
po r uno de los cncommdo los delos. que no habria
es l'alasiem‘cz rcsrmnsables del término “Anuopo‘ y los astros y una tierra.
(20W). si no hubiese oído hablar de
ellos" (l'e'guy. 1992:
1279).
ner Que aquello que he desumado
a saber. la zona "¡ClamórflCa
un le'no'meno del ¡en
c es difícil tener esto en meme
uso si sicmP r ,. . . .cl
amos cichIa del sentido o sumo. lc hacemos no son todos unos
3 aquello que "05"“05 .
guajc 50"” el lo que "am
al lenguajc' 3' lt’x‘O» a la ficción brian caído en la loca idea de
análisis dc' 5‘ al discurso’ 05 qgentes por el hech dCSÓC mi Punto de Vista. como
cs ¡edad de todo“ ‘ -. esto Los más inmrcsmucs
ión ll"a Pmp SiSÍCma Tierra, simpleme nte se comentan
ner u na potencia de actual. a des va‘l' a Ode "e trabajan mb“, el de actuar
C wco ptor e (.‘ ¡do Para con no
Que ella pose e. No dicen forzosamen-
dc l-c igual q"° Pam l " W "q""””' las Pos‘l‘bílidades
ra el MissISS'PP" al ( u. RF y ¡”"3 tc que Cslá "viva". tan sólo Que n0 .“lá muam. En todo caso, que no
.'fpfis “Comprender!
s cu agentes, . -¡-
Y 5° ¡“nllnd‘ ¡m es
actuar sugmtca a e ven"
hcr . su forma de inercia P roducida
la firmado,"
. (“futura han.“ ,1 ¡”mmm actnan ¡"cnc co" es“ c"lrïiñísima por la idea de un
“nos a los otros.
miemms (o “"“mdo material". Mundo evidentemente muy alejado de la malm'alidad.
su subsistcncm. ha de ¡a (.m'stencia... o bien Entre ¡amaterialidad v, la materia. parece
existencia. ‘ ' la brec términos desaparecen que tuviéramos que
de Cllbrlr . - y S-lgnllcaqón elegir.
mn el riesgo emstenCld' i ¡- - Resumamos apresuradamente un argumento
Pura y Sl'mplcmc mc. En 0 (ros ’ son que habrá que retomar
Hgm,“ . f. ., Ls. mas" adelante: obtenemos la inercia del mundo material
_ . d '
¡a qu, (¡Mm los amm una Signucaaon. Ls po, no bien distri-
sinónimos-u L'",mn-ficac1'o'n C . ' . buimos las" posibilidades de actuar entre las
' ha 5'81"
eso que dlC Pllede ser scgu'dav p's‘gu'da’ capu'mdi. dc mane m de dar todo a las causas y
causas y las consecuencias.
i I c- len guaic decir
_ . Lo cual no_ quieren . que
— “(oda
I (me nada a las consecuencias
uaducida, lonnuladq Il l cuesu'o'n de discurso . smo que no dejemos de hacer que e l electo nos (aun-
'mp e . mas bien que atraviese sin añadirle
Mmmm,” Accedemos a cosa
cn (l ¡nullllld‘d d dc la materialidad cuando nos
. 0 sea una SI
dl'scurso sc debe a la presencu a de a g entes en bm negamos a esta ope-
' l a
toda pOSIb mción segunda que elimina las" posibilidades de actuar.
n xl. u ‘13. . ‘ . 'd A
las consecuencias' toda la agent); y les dejamos a
conSIdera l segundo lmm de que son capaces. Es
deAull‘l ue a l oso ña oficial de la' cuencna
su (|m|mfi| I _ _ to causalista como se obtiene este por obra del rela-
c el. mación como el unico que seria importante y mcto'ml, efecto de desanimación,
apostm'ori, una vez agenciada. pero siempre
. dim vc rdad-_ la animación es el fenomeno' . maquinada, montada
micmo dc no es lo que es I a l ha y
csencnl, consecuencias. y una vez invmido la larga sen'e de las
superficnal, uxnlir, polem|c0¡ el orden en que es recorn'da
lo mmm ' 'o'n es un fenómeno (.o‘sa extraña, que retomaré esta sen'e.
mas" adelante. esta forma
y la dwammafl l e'uco ' (Abram . 2013) — Uno de los grandes enigmas . deb lista se parece mucho a los de relato causa-
relatos creacion islas por
mmm“)
his'ton'a occtdental
a'po 0g no es q ue “todavía haya
. gente
t . lo . bastante
ua ingcnm
ue md} a una causa primera, a una los cuales se atn‘buye
creación llamada a m'hilo,
ra creer en el anunismo
' ' ” , smo
' la creenua. mas
” bien ingen
h e le
q dem}. que sigue.“ Aun si estamo toda la sen'e de lo
s habituados, a partir de
‘pa tiene
V13 ' m ucha gente en un “mundo material pretendidamn
. t I . can fica, a oponer ciencia la revolucio‘ n cientí-
y re ligión, la idea de maten'a
mado. “’ Yesto en el mom ento mismo en que d los mas, invomcradmu‘
d, Cientificos multipli una idea- partici -ya que es ante todo
pa de los dos dominio
las posnbihdades de actuar en que esn hacernos de la idea s. lus‘ por eso que. al procurar
l ' ' ta" ca a ( ia n . de “naturaleu'” . habrá des-
,

nosotros con ellos. teología que va que deshacerse también de la


adhen‘da a ella - ¡sin
allí!-. Al inventar, olvidarse de la política entreverada
en el curso de las largas
de un “mundo batallas del siglo XVII, la idea
maten'al" e n el que
la potencia de actuar de todas
las

45 'l'cma desarrollado más '17 Difere ncia


extensamente en Latour (2012m' que intenté volvcr técnica
46 Dc aln‘ el intercs' por la en el mw por la oposición entre intnwdiano';
cuestión del animts'mo, como lo v.c'm05 recicla de (que no hacen mas"
de Descola o de Vin-¡ros que transportar la fuena)
dc (as‘tro. como si la desanimacton apanuopow. car aquello y mrdiadom (que hacen bifur-
que los c mba). Lo que
ahora en más como de Serres sobre es olm mane nl (le traducir cl argumento
el fenómeno bizarro que hay ql"! L'xpl'car l a traducción.
(alnt‘nu'. y ya no la a ¡cion‘s 48 hs' el objeto
posmon por «lt-leen) que vulvcc
Iii/arias.“ a la" d cmás P0‘ de l ¡ls conferencias
quinta y sexta. que nos sumergiñ.n cn
gía natural". te la 'tcolo-
ma de las conferencias
que dieron on'gen a esta obra.
CON EL NAN“A
90 CARA A CAM
e borrada,” se Creó pam
mundo habla,
ti tu)‘cn el . fu
e lamentablemente dem a. ' am los historiadores de las ctenctas, que
entidades que consn do f3"tas máuco'q" dcnommamos . -» crenu. "ado P nos hemos ¡amb n
d usron - 1]
de la Tierra un
mu fica del hu’mnn Q“ e ‘-_n ac e an tsera"
e c a tm posr'ble desammar.
'
ido en una
e con 1° que ¡ón religiosa de la naturaleza sin embargo. no comemos con la cercanía
a menudo corresponb de lag
y que es tam ión cien” "en puesto que se supone que mamas más conscientes, todo lo contrario. d
mundo“ to
u P _ , i libros aterradores E
que let. mientras
or. Toda |a accion la Sl. del agente .
cosas. Ya. literalmente. o si sos pre
rchCes tua
usa'POCO de simpo entonces que lo llamernos Creadmm md: Akmam'a, 1944-1945, el historiador
es la “simple ca rta
o crosa_ La 1 . .
tecedcnte. '

'
consecuencia podría Cf’ómo Alemania tuvo mas hagas de
(moda). ¡gmL
o Causalldad Pad
_ Como í
se dice familiar-mente, sólo (a, n el último año
enpodelaenroso , l hem-ar m.
ahso
do o estar allt en 'd rminos unos tras otros, peroes dc victoria, que durante lOs cuatro años precedentes.
lquier esperanza
en
n fiK _ rar“ Podemos “ es la Su Muestra que en
la
meme
alli para situación más catastro'fica, cuando e l Reich ya está
. ¡a
guada' i
dhadb rá desaparccr o.í her logrado la guerra está claramente condenado, cuando
mmm, u del mundo ¡ perdida y cuando todo
e la «visión cientifica el mundo, desde
La gran p aradOJa lan“) FM"ra la Cichla .com.o
ncralcs hasta las amas de casa, lo sabe perfectamente, los go
. la hu-wn‘a‘dad del md!rndo
Sd luego la "mmu'vidad para la poh.“ no obstante, a falta
m Interior que de una altemativa, el combate continúa y el sistema
y ¡a nehgmn. Ycondella. e e ' nos pep
o como «3.3 -. ser .. permanece casi intacto hasta el derrumbe
Donna Haraway pr (.ht rt decrr. final.
. 0 u con el
mite ser e n cl mun ‘ B precisamente porQlle el
5 Yo no digo que ¡a “"“Cia "abría “desencanu carácter evidente de
la amenaza no nos
mundo fi (Hal-am» 20] ). pc rder todo lazo con el “mundo vivido" hará cambiar. que hay que aprestarse
c _ _ ndonos a rehacer la políu'ca.
do“ el mundo halc ha camada H . . ¡Sino nada agradable, armonioso o tranquilimdor Si no hay
-

. - 'cmpre una cancron dilerente y Siempre en abordar los problemas


que la crencra Sl ¡n
ecológicos: si Lovelock (2007: 150) pudo
. da- ¡- iamc nte en cl mundo Acaso no sen’a inútil ofrecer, por fin, descn‘ '
ww POP. I'd d una versión que ya no c ¡a do de guerra" y “tomándose str re
sa n dlrc ‘ c la, lan torpemcme
de ¡a matcna | a .
. . compara con el ejército bn'tánr'co,
' f zca de las ciencias una visión tan patéticamente cercado e
completamente desorientado,
Po'íu‘comhgmsa. obligado a a
inexacta. Entoncesmpodnamo
o rc' s salir
.ard de todaconccpdón
d una “religión demundana’
la naturaleza
sem armas, que se han vuelto inútiles,
de la maten t a e
Por fin tendn‘amos concebida como la gran irrupción
de pacificar todos nue
lar! SI" pmfanvaa' loomsacbjíoarm‘locsrr.dcsesudee. luego, nosotros, que estudiamos des generalizado.
dchTaCOdCO tiempo esa cun'osa obsesión de los Müofdemrolsosapor cdmcscsa- Por espantosa que fuese
la histon'a, la geohiston'a
nimar el mundo en el que, sin embargo, hacen .pro mera aliudgorm peor, dado que aquello será probable mente
qu e has'ta ahora había
imprevistos y sorprendentes. Ya sabíamos que el estrllo Ctraocnúca Es pm plano -el paisaje pennanecido e n segundo
que había servido de
tenía ninguna relación con las cienctas tales como se as p_ s u.c .mm manos- acaba de marco a todos los con
unirse a la lucha. Lo flictos hu-
crsam'ente lo que me permitió afirmar, hace verntrcmco an‘o , q “hdd taf'ora —que hasta que hasta el presente era una
las piedras gn'tan me
ca hemos sido modemos" (Latour, l991). Pero todo cambia a pa ¡mm humanos les han de dolor frente a las mise
infligido- se rias que los
momento en que leemos anuncios como aquel por el cualhdl comría a} afirma que el
ene
a esta conferencia: el umbral de 400 ppm de COL, atmosfenco sc sáb ble de que todo
i
canzado en "mayo". Alli, parece evidente sostiene
para todo el mundo, y ya "0
, debemos arrancar de raiz la
s con grandes optimista... Por
esc
la sornbría conferencias bajo
adverte
estilo mas" . “Dejad toda esperanl'a". O bien,
.
49 last:- . . mode rno, esta en un
vmculo entre revolucrón . _r . - I frase de Dougald Hine
crcnurca. organu'acron ' '
poliuca._n des mateml" y Viveiros citada por Danowski
¡ación de la maten'a
y teología es el as'unto del ya clas'ico SII.IP'
de Castro
small" (2014): “ H’hal do you
“993). al que nos releriremos y [.¿Qué van a hacer da, afler you stop prtlertding’.“,
en la sexta conferencla- cuando dej en
de hacerse los listos?].
A CARA (:ON El. I’l A N ¡ITA
92 CARA

“¡c ¡a aceleración de la historia, pero


lva a ¿cómo
Nos cstrcmccmmos
' st a
"> (tienen y turca-2015“. Pm Tercera conferencia
ante la gm n aceleración
omportarsc npleta del tropo lavont‘oade la lllOSOlÏa 0m Gaia, figura (al fín profana)
' e " c OI
de una lnvrSion
obra
c . dades humanas. parecen lL‘Slglldl‘St, «Et-¡gar .cl papel del
dental, hs. soclc .C de la naturaleza
ms ue es la naturalem la que dthlllcrc (¡e m
objcto estúpido. ¡mllnll-ICIqu activo; ¿Han notado que ahora
se ain‘bm
nem inesperada leldlcoss‘limninos
(le la historia humana —li])ping por-m:
a la hístpína ¡{al}! revolufl'o'n-
v que para hablar de la historia dc ¡es hu
acc'cmc'on. €7.55. los te'nninos‘“inercia". “históresis", “patrón (le (¡emm
man.os.sc cmp L‘a'liubiesen tomado el aspecto (le una naturaleza
dencna _ como 5' e}, pm“:l
(.‘alileo. Lovelock: (los descubrimicntos sime'tricos
¡icar por que' no hacen nada ante la amenaza; Ta] 0 Gaia. un
nombre mítico muy peligroso para una teoría
c inmumd'ble Npucvo Régimen (.‘lima’u‘co: el “calen tamiento" es ¡al científica 0 Un
paralelo con los microbios de Pasteur 0 También
qcu‘SCCIlascannullg’lola distancia entre el segundo planoy cl primer ‘plano se ha Love-lock
hace pulular los microactores ' ¿(Emo evitar la
fundido: cs la histon’a humana la que pat-‘ece lna y la historia nmumua idea de
“¿lema? o Los organismos crean
que esta' adquin'endo una velocidad lrenetlca. la ¡dona inelmnorfica Se ha su ambiente. no se adaptan
a e'l 0 Stobre una ligera complicación del danvinismo
vuelto nuestro lugar común: todo ocurre como Sl lllll)l(‘.SCanS cesado por U El
espacio. hijo de la historia.
completo de ser modernos. y esta vez colu tnamentc.

[35‘ probable que. tanto para la histon'a


de las ciencias como
para la de la imaginación popular, dentro
de algunos pocos años esta
segunda escena se torne tan célebre como
la de Galileo. aquella en la
que, durante las noches frescas (le noviembre
y diciembre de 1609. alzó
su telescopio, lia5'ta entonces dirigido
a la laguna (le Venecia. hacia
Luna. En ese momento, según dicen. la
le vino la idea de que todos los
planetas Se asemejaban. Tres siglos
después. otro descubn'nn'ento invier-
te los ténninos: ¡la 'I‘ierm
es un planeta que no se amnq'a a ningún
Hay que reconocer que en verdad otro!
la simetría es demasiado bella: mien-
tras el pn'mer sabio descubre
cómo pasar de la estrecha visión que tiene
desde su ventana sobre
el Gran Canal hasta el universo
do descubre como infinito, el segun-
pasar del um'veiso infinito a
los límites estrechos del
Pld'llctíl azul. Lo que
el primero logra hacer con un telescopio
CCINaVOS. un verdaderojuguete de dos
pam niños. el segundo lo logra almndo
hacia el cielo un
equipo todavía más ligero,
Pensamiento. NecesitaI'íalnos una simple e.\'períenC¡’l. de
a un Plutarco pam añadir un nuevo capí-
tulo a estas Vidas
paralelas, a un Arthur Koestler
apendice a sus (2010) para escribir U"
.S'nna'mbulos.
Durante
el otoño (le l 965,
sadena, c dentro del Jet l’ropulsion Lab (le Pa-
n las oficinas del
departamento encargado de la vida ex-
tra.(err°3“‘0, James Lovelock.
fisiólogo e ingeniero un tanto excén-
mco 408 ¡"gh-SCS siempre dicen de
el que es un inconformista. un

r.
(.‘AIA. FIGURA (Al. FIN PROFANA)
(.‘o‘h L" l. t’l-ANFT'A DF, LA NATURALEZA
94 CARA A ("ARA
(¡sin
rclac ión (un
c on Dian Hitchcock
. una W Sl¡Pm-ado
el primer impacto. los astrónomo
amet ¡dad de (l
x’lClí! ¡lll “o detectar \'ld¡l en Nllaru.‘ “mmm. ¡OS Sacerdotes y los’pastores, s. los escn'torcs.
vrtaufl'itk’l red
“Gres
. . lovelock
al igual que los libertinos. los
. a a.)t s‘obre I'I
‘ posibil SC Siena-n un pOQtIllU lncolnodos
el cmcS‘ entonces P¡.0pu|.._-ar a pudie-
d os at traves de estas nuevas Tierras
" Los
y Hitchcock. l961). -'s—'."".(scc . ron d C wmmnl-Cs una vasta pobla-
a sus ('()lt.g«“' “M "d ’ " Oncehu ficticios que se pusieron a
a CO" fcsarles
¡osos de "0)‘(1gpj y’ más (al A vivir toda clase dc aven
a l ve rsc obligados . . h las nusrones clonbscïwlr “¡h-¡hu tu ras
le os? C0S S . f ' e
(:osttunbt‘CS de toda suerte de
criaturas exuañas.
los artefactos ("mp Juan enviar a la «"P‘T‘C' de Marte . Yaovos ¡olmos astrono'tnit‘os Los
i co“ aillda de Kepler, (.‘ymno. Descartes.
de Viking. 0"" pro“ a st‘lmïldmc InlNlcc‘Wíon‘ a Fonte nelle
' . responder Pregunta propósito de un mundo
dc g¡ganls c (05 (Oh? (CS- Que para - ¡la que se exte ndía constante
-
ría quedarse alli nusmo d ondei 'a ’ l -.n l l’asa

.9.
5
n de na! ¡“CHIC

p-

F
. " se ' P0)rq¡¡e em homogéneo .17" _10('¡0_ ¡“San tomaron creíbles.‘
mejor Saludo“ -¡' - acne )' . ta rojgJ 5_° Y. como
dicen los autores. CO" "l‘m ,h . ‘ había ¡"vcnmrlo el espacio lnÍ-lllllo se
l “nc semejante a sí mismo
Que Sc comen!“ Sl la .itmoslt ¡a esta (,n cth. se podía (¡m- nlguna (‘OIlSlSlCIlCl'd en todo lugar.
un modesto ms" ' un "¿mo para verificar a la idea de “un punto de
wndrá" su ¡.cspucst. a 1- (,on
* - ‘ vista de ningu.
(.sta simpl c medula. - “a para.“ que permitía a unos
. —' ().V espiritus desencarnados e
bno qll|mlCO 0 n ¿sfcra de
Marte es peilu (¿ment . c'll\(.ll. nc.“- intercambiables
, ¡o ha escñbir las leves aplicables al cosmos entero.
sabnan que la atmo mr en grandes gastos ag , .' par . n Dejando de lado las cualida-
y volar li.ta .¡lla compro. '
C ‘
"¿estdad de ent des secundarias —el color. el olor. la textura. pero
V ‘ también la generación.
bar ¡o que es L.HdC v‘ nlc.no
le impacw . cl cnvejccimiento y la muerte- y ale-"rra‘ndose únicamente a
¡a snnetrla - - . los gestos . las cualidades
F . i a tl entu. de Co.
s Inevuablc (lulc k “e 3'73" , g . . pn'meras -l.'¡ extensión y el movimi-uito—, todos los planetas,
A modestos instrumento hacta el Ciclo todos los so-
,
lllco y los dc Love (K‘ - (l les, todas las galaxias podían ser t ‘atados como
“uhñmimnm C . , . bolas de billar.'-' Después
mdicalmente opustos. (.uando. a pan"
efectuar dc . _ _. dc todo. cuerpos en caída libre son cuerpos e n caída
_ c N. . . ' libre; ¡cuando usted
para
de IAS' 'Image
' nes temblorosas. ¡nsadaxs Y d‘ {0"“(5 qu 'u u “SCGPM m“) ha visto uno. los ha visto todos! La exte nsión
infinita del mundo así como
‘ al Galileo decidio. gracias a su Conoeimiento profl&mdo de] del conm‘itniento del mundo se volv ¡a posible,
8"“ df: I ‘una‘ .mi“ 3 puesto que cada
ver las sombras proyectadas alli por el )l sobre litemllnente el mismo que cualquie- r otro, por lugar em
diferencia de unas pocas
dib‘uo"dc íram(rle-pIiLas viva’lles lunares, se apresuró a (‘St.'\l)lt.'(:cr'. cuntre la Tu; coordenzulzts. (lomo indica la e xpresión
latina res extensa, la idea de
mvnmnïu' "l't ' un nuevo tipo de continuidad -p;u:¡ no decu' una num que es una rosa podía rxlmuIme, en lo
efecto. a todas partes." Retomando
eran planetas. ambos-eran cuerlpvols 'he'clliosddmch cl célebre título de Alexandre Koyré ( 1962)
. Galileo y sus sucesores per-
misma materia uniforme. tenían la misma dignidad y ¿gira mn da'ree! or mitían a sus lectores pasar “del mundo
cermdo al universo infinito". El
de otro ('enlro. De ahí en mas', el espacuo indllerentmdo ¡{o ¡la l)x en cspín'tu de las leyes de la natur
ale/za flotalm en el cielo.
derse en todas' direcciones. La Tierra ya no esta'ba relegada en los ajos Y a partir de estas localimcione
s ficticias Lovelock imagina n un astro-'
fondos de un mundo sublunar. rodeada por (‘ll'ClllOS (le cada ieduhsnu nomo marciano que no
te ndría ninguna necesidad de
elevada dignidad. desde los planetas supralunares hasta la esfera. l CTRN volador para decidir. por viajar en un plato
l a simple lectunt de sus instrumentos
estrellas fijas. ale-¡atlas tan sólo unos g nidos de Dios tnlsmo. Ahora a Sin te ficticios. que la igualmen-
Tie rra es un planeta viviente
rra tenía la misma importancia que todos los otros cuerpos ctrlestcsr.en puesto que su atmósfera

Ningunajerarquía entre ellos; en cuanto a Dios, se lo podia encontra


todm partes por las msm inmensidades del mundo. 4 sum los ¡mixonnie
s conceptuales descritos por Deleuïe
que volvió m ¡is (oncretos y anttuui (199]) y
.-\it-'l'o|r.|ti (‘ZOI l)‘
5 list a distincit'm
e ntre cualidzules primmias y enulidmles
(n. ¡leo operó por ¡zi/ones Mecundtuim. que
pm't'ticas. ya no (cuna de cargarse. en el curso
(¡cl tlempo, con un
peu) filosófico. ul punto de tomar
una “biturrueio'n la apan'cncia (lc
l H" Munro (le (item in , de ln nutumlem" entre dos mundm
.
(le londres, ¡il cual lego todos SHS IM!" h.5‘ I.
cdcdkó (“'hiteht‘.‘ttl. inconIncnsillïlbl“S
.

una cxrxnirión k ¡998).


¿. . titulada l/nllxlting loaded, .8arn"!¡sl, Inwnlur. Mm“ ñ la rn txlrmu
. . A nu es un .‘ilnbito del mundo.
1 la! epivxlm ha sido (mundo y embellet ¡(lo a menudo , - A ' "Mim por oposición a la no (0,9111th
(( :rlblnn y (un “no lu minul (le
.

un.» un concepto único que urgnnim. a partir


"1|anu'mat‘ión de Descartes. la
3 At en: «lr la mlidml del mundo cn 'nutumlem'. Luc tema
2
¡nrtitulur de ¡(n dibujos, vénnse l”.umfsky' (00”) 'el llntoria pertenece unuo .1 ln
Il‘rllfllll' unáliu} lle de la pintum
Hunt Hit-(lt- kmnp en lln'u'kle y lluhll (20l n' (‘mno .1 la historiu (le las ciencias y .1 la filuwfi-‘I- ¡2‘
‘l‘lc Imdemos llamar ¡0
'itl eztlismo de la maten'a'.
96 CARA A CARA con tu. ¡"ANNA
(.‘AIA, FIGURA (Ar. FIN I'ROFANA) DP. LA NATURALEZA 97

no regresa al equilibn'o químico." Tal es el mzonamiento de love-lock.


3p.‘ll‘C(‘('. de pronto como una larga serie (.lc-racanltrimimlos históricos, am-
si. desde Pasadena. puedo decidir sin discusión que Marte es un 3M",
rosos, específicos y contingentes. como st uese el resultado provrsono y
muerto dado que su atmo'slera se halla en equilibrio químico, del mism0
frágil de una geohistoria." lis como si. tres siglos y medio mas' tarde. Love-
modo. si vo fuera un hombrecito verde. podría concluir con toda concu-
¡ock hubiese tenido en cuenta algunos de los rasgos (le esta misma Tierra
que la Tierra es un astro vivo puesto que su atmósfera se halla en desequ-
que (,‘alileo debía pasar por alto a fin de poder considerarla simplemente
librio químico. Ysi es asi. concluve el astrónomo terrestre en un destello
como un cuerpo en caída libre entre los restantes (Stengers, “393: 98):"'
de intuición. algo debe mantener vigente esta situacion. alguna potencia
su color. su olor. su superficie, su tacto, su génesis, su envtjecimiento,
de actuar que todavía no se ha hecho visible. que. esta' ausente en Maru.
(al vez su muerte, esa delgada pelicula en el interior de la cual vivimos;
así como en Venus y la Luna, una {nena dispuesta de tal manem que
en una palabra, su comportamiento. ademas de su movimiento. (,o‘mo si
pueda mantener —o cubn'r- durante decenas de miles de años un estado
las cualidades secundarias hubiesen vuelto al primer plano. be'rres tenía
de cosas lo bastante perdurable para contrat'restar las perturbaciones in.
razón: a la 'l'ierm que se mueve de (.‘alileo. para estar completa. habia que
unducidas por los acontecimientos exten'ores: el resplandor más intenso
añadir Ia 'l'it-rra que sr. cmtmtlnm de Love-lock.“
del Sol. los bombardeos de asteroides. las erupciones volcánicas. l’cm Si el primer descubrimiento flie un shock. el segundo no lo es menos.
no hay que precipitarse a dara esta potencia un nombre conocido. po; Recuerden el cliché de las tres “heridas narcisistas” celebradas por Freud
ejemplo el de "vida'. Antes hay que comprender la singularidad de esa- (1933 [1917]). no sin un cierto masoquismo: primero (.o‘pe'rnico. des-
descubn'micnto. pues Darwin. y por último el propio Freud. 'l'res veces seguidas. la arro-
Mientras Galileo. alzando los ojos del horizonte hacia el cielo, rcfor. gancia humana habría sido prolt'tndamente herida por descubrimientos
zaba la similitud entre la Tierra v todos los otros cuerpos en caida li< científicos". primero. por la revolución copernicana que habría expulsa-
bre. Lovelock. bajando los ojos desde Marte en dirección a nosotros, do al hombre del centro del mundo: luego. mas' profundamente magn-
marcaba en realidad la similitud entre todos los planetas y esta Ticm llada au'n. por la evolucion darwinista que hizo del humano una especie
tan particular que es la nuestra. Al adoptar el “punto de vista de Sin’o'. de mono desnudo: y en tercer lugar, por el inconsciente freudiano que
muestra por que no hay tal cosa como un “punto de vista de ningun: habria expulsado a la conciencia humana de su posicion central. l’ero
parte“. Desdte su pequeña oficina de Pasadena. como alguien que hiciera para tomar dichos descubrimientos científicos por una serie de hen'das
deslizar lentamente el techo de tin auto descapotable para cerrarlo bien. narcisistas. Freud debía haber olvidado el entusiasmo con el que había
Lowlock devuelve a sti lector a lo que debería considerarse. una vez mas sido recibida la asi llamada "revolución copernicana" (Shapin. 1998). le-
como un mundo sublunar. No es que la 'I'ierra carezca de perfecciona. jos de sentirse heridos, parece al contrario que aquellos que la vivieron
sino todo lo contran'o; no es que esconda en sus traslkmdos la oscura m0 se sintieron Iibe mdos de sus ataduras. después de haber soportado verso
rada del Infiemo.‘ sino que posee -¿so'lo ella?— el privilegio dc hallarse relegados durante tanto tiempo en lo mas" proit‘mdo de una mazrnorra.
en desequilibn'o. lo que también quiere decir que posee cierta manera sin otra salida que las regiones supralunares, el único lugar de las verda-
de ser romlletb‘lz (o. para utilil'ar los términos de la conferencia previa,dc des incorruptibles. lil universo infinito. la evolución milcnan'a. el incons—
estar. de un modo u otro. animada). ciente tortuoso. todo eso libera: ¡por fin salimos de nuestro agtJt'ero! ¡l’or
En cualquiera de los casos. parece capaz de man tener activamente um lin nos emancipamos! Recordemos que Brecht, en su obra sobre Galileo.
diferencia entre el inten'or y el exten'or de ella misma. 'I'iene algo como
una piel. como un envolton'o. (¡o'sa todavía mas" extraña, el planeta azul
9 La fragilidad del sistent.‘t es otra manera de subrayar su llislul’k idad. Fn la
“¡Miu-sis Medea. Peter l)‘ “’ard (2009) rnueura que nada protege a (iaia
Contra la (lestntcción. Ese es asimismo el terna (lt-l artículo (le Lovelock y
7 (¡mudo por el propio Lovelock (2000). “'hitíield (1982).
H la particularidad del .‘tntiguo cosmos —retornaré sobre este punto en la lO lis en el dis¡x;sitivo del plano inclinado donde se invierte la relación entre el
siguiente (onlercrlcia- era que tenía el inlit'rno en su centro. como lo “'m'ï‘ pasado y el futuro: de ahora en adelante el tiempo galileano descentlem' de
cn la dunna (owdta' (.‘alileo (2008). por otra parte. se ocupó de la medidt la cau‘sa ¡Yamila hacia sus conwcuencias.
de dit lio infierno en un texto uirprendente. ll Véase la conferencia previa. p. 77 de este libro.
(mm, FIGURA (AI. FIN PROFANA)
mi. LA NATURA] su gg
a Indrabicrto. cuando hacia guar (¡clan
(0' ¡a doctora Ryan Stoune, .cnihel film, Gmwdmíse encargó de msmm'rnos
había celebra
3 ha“ t“.05. dc cobre de un asrrolab l'
¡oala al ('IH-‘Ollufrs‘n ( ¿SPIÏC'S mil ecctos especiales. en
de su asistente la situación ticna
finnc: ¡ ¡muy spam! Í¡()(“ll() el espacro.]. w sc‘ '
antigua usanm: Si: (¡cm-d¡(lumente.. se. Instala la duda ._ .gtnmos
v0 también
_ ‘ lo sentí cuando w. pudiendo gastar
—-Si. cnomws p¡.(.>s¡,pu(-.stos en aquello que antano se
. c ' dOSC el sudor): n lo sienten. ¡Muros_ esp llamaba “conquista de]
Gahlco (scan 1C ‘ tamble
'ez Otros aficion’ ¡,Cro en el nlq’or dle los casos no lograriamos
la humanidad mas' que transpor-
creyó
d! Durante dos "‘¡l anos. mr a "¿wc-5 (le las inconcebibles dlstancias. desde un planeta
Vi".o hau-a
rpos ce lestes gritaban alrededor de cua. medía
algunos Pl anetas' muertos,
_ ¡í . . docena de aSlr-onau.IaS encapsulados.
sa limos al mar abierto. l’llCS el “.‘Ïll‘PO ¡ltltigtto
pero ahora. El lugar (le la accion (75 ¡“ll'l «‘ba‘lo Y ahora. ¡No suenen mas. mortales! No
tiemPO- l" ‘l Pues “3do SC "Nieve.
ha pasado. ycste ¿1- v nuevo
-< un ron“) ¡a humanidad sabia que’ clase de csawanin al espacto. No tienen ustedes otra morada que esta de aquí.
c" cl estrecho planeta. Pueden comparar los cuerpos celestes unos con
amigo mío' (".1 A .us/tt-pcuerpo celeste en Cl que "mida L0 Que
Ou-os, pero sin ir allí personalm'ente. La Tierra es para ustedes lo que
morada es la Sll",7¡l'íbk‘r0's film-guns ya no le hasta. l’ues allí donde en
. - c l los s a , .s A griego se llama un Ita/mx —que solo aparece una vez- y es ¿»se e] nombre
esta CScnlO l h ¡bm ¡"smlado
la Creent la. lll ultimo se Insta.
' ano
hace mtl ' s se -' ‘ que vuestra especie, los terrtcolas, merecen también... o. si prefieren
l. l).
la ahora la duda (Brecht. 1990: un término de. similar etimología en greco-latino. idiota. “.So‘mos “nos
idiotas; todo lo que nos ocurre. no ocurre más que una vez. ni mais que
mio r En efecto. pero no en la dirección prem-
'Todo se mueve. ami go a nosotros. aqui." Si Galileo Galilei se las habia arreglado para tener uu
i a Brecht: “Allí donde hace ¡real-emm
Podríamos decn‘. parodiando - . .1 v I _S c_ nombre que lo acercaba al mítico nombre. de aquel hombre de Galilea
(a había instalado la ctet "Cid. lalli mLmo s instala ahon
cincuenta años se . asa ñ I A y y] u ' _ hay que reconocer que también Lovelock se ldS' arregló para conseguir-
¡a dudar 1.] u'cmpt) antiguo ha pdo ) pronto, tal u... la humam se un apellido dc lo mas" enigmático: ¿“Amor aherrojado", “(.e‘rrojo de
d d bm: qué clase dl. morada es la suya. este cuerpo celeste en cl que
a sa _ _ “ c . amor". "Amacandados"? En todo CdS'O, por culpa suya, llenos aquí encu
a . . _
otra h nda nrcrststa _ mu
pero a condicion dc astmilar esta
reside", A . . a rrados para siempre bajo siete llaves...
nnagmdo. Lo que ya no
chísimo mas" dolorosa que las que Freud habia
tiene sentido alguno es transportarse en sueños. sin obstáculos y sin ¿9'
dero. por la gran extensión del espacio. [ts'ta vez, nosotros los humanos
no estamos shockezidos porque nos hemos enterado de que la Tierra no El nombre. “Gaia” no es menos sorprendente
que el de Love-lock. Todos
ocupa el centro lr se arremolina en circulos sin fin alrededor del Sol; sus hemos leído lil señor (le las moscas. la historia
de esos escolares bn'ta'nicos
tamos tan prolhndatm'nte shock-tados es. al contrario, porque volvemos que naufmgan en una isla desierta
de la que no pueden escapar mas' de
a encontrarnos en el centro de su pequeño universo, y porque estamos lo que nosotros podemos escapar de
nuestro planeta azul. y donde poco
pns'ioneros dentro de su minúscula atmósfera local. _ a poco descienden por la resbalosa
pendiente que conduce a la barbarie
De repente. debemos dar vuelta nuestros viajes imaginan'os; cl um (Holding, 2008). Pero resulta
que “’illiam (xo‘lding, su autor, era vecino
verso en expansión de Galileo se encuentra como suspendido, cl mmr' de Lovelock en un pueblito
de W’iltshire que lleva el delicioso nombre
miento hacia delante se ha interrumpido. De ahora en mas" cl titulo Id! de Bowerchalke, y
Love-lock debe el nombre de su teoria a Golding.”
KOYTÚ debe leerse en sentido contrario: “log-reunir!" del universo infinllo No
Cs ensuciar la reputación
del escritor suponer que, cuando luego de al-
a] cosmos limitado Y feriado". Todos los personales ficticios que han en
{lado ch.°5> ¡"ámcnlos de vuelta.‘ Anúncienle al capitán Kirk que la na“
.
¿”MW debe volver al I'edil. “Allá, no encontraran ustedes nada P3 rc. ]? D05 “un: para el gran público que comparten la
mis'ma mitología con las
rn'bk- l"(fucupactones de los planetólogos:
Alfonso Cuarón. (¡mwdad (20!3);Jamm
(."imeron. Avatar
Frontera contra 13 ltplstxlÍO relatado (2009).
losil)árl»an CS e.” ,csa (111.6.C,C10l] que a p Par a menudo porjames Love-lock (2000) en su :uttohiogt’l.¡"I-1
mmsorvd’
Na lllo
ws segun‘a extendurndose! Por 0"“ P3 y en IllllllCI‘OSílS
Cllll'cVI-SHÏS.
r
CON III, I'lANl'rÁ
¡00 CARA A (¡ARA GAIA. FIGURA (Al. ym

el nombre (.am . haria largo


H ('I pub le sugirió
gu nzu (ent I.15 eu “mi” 5‘. ¡o hubiese hecbo. habria sabido que lícm que revisar de cabo a
och " a] o bien. .¡hay
. _ .
1. e ' ‘ d’en Si le lucnemn falta rituales, sm duda no cm" las s.
que no relela . . » de l.i
. qu c Jam.“ n .
-. .- a
una maldicion logmría
sobre la teoría de su «¡nigo . Y. I’cm inventaron más“ ¡arde
l s; New Age que
' el
d _ todo.
P‘nuse. . . ., -|-¡crm , no es una (lion propiamente (nylon 2010. (:‘alinier y Molinié, 2005).
Es que (una, (mi.
IIa 'Ir'af‘rnni‘a (le l'k'SíOd0"_ Baste un testimonio pamjuzgar: es (,a‘l'a_ antes que nadie
"nn fucrm que antecede a los (líos-esl'lt'n c“
cn‘lx‘ Marcel l)e'tíenne (2009: ¡65). Í‘K-‘rm L5 “'l'“ b'r"_“ 'lmlmlda (le lo, la la horrible ‘CSImMnga que le l’L'nnI’U'rl'a deshacerse de
_ “anfim‘ Pch'groml i IH-mpu'fll, la antigua (vana emerge cmm supone su mando Urano:
comienzos"
r e “por y de terror, (-n compañía de (¿un
grandes elusiones de 'sangre. El mundo se habría quedado en este eslado si
y (le Eros. Gaia indignada
por una existencia encogida. no hubiese imaginado
una pér
fida astucia. que m a cambiar la cara de las cosas.
En verdad. en los primerísimos tiempos. nació (,‘uos. el Abismo. Ella crm el
blanco metal acero. hace con e'l una hoz; exhorta
:tri'o. v luego (izu'a. Ia 'I'ierm (le anchas hide-ras, universal mom. a 5m h ños
d“ pm “bum”. amb". de los mmorlales amos (le las cunas del a castigar a su padre. Todos vacilan v, tiemblan.
salvo el mas'
joven. (Ironos. e] Tim" de comzo'n audaz y
nesmlo Olimpo [,..I y Eros que es el mas bello (le los (¡1'05ch de retorcida astucia
(l'lesíodo, l98]: 20).
[...] En cuanto a la Tierra. en primer lugar buzo nacer, ¡gn-M a
(-lla misma (em preciso que pudiera ocultar-la. envolverla com-
En el relato (le Hesiodo, ellajuega un papel de una
plt-Iauu-utt'), .‘t Urano, el (,"irln nin/{mln I lilla (lio a Iu‘1.'.l'[‘c¿- pole ncia a la vez :1th
mdom y sensata. Su astucia se manifiesta en pn'mer
la [ht/III”. Rea. Tennis llull“()'\lllllll)r(' y .Hmlnriu-Muemosync‘ lugar en el hecho de
que ella ¡.‘una's comete hechos abominables
Febe In Ivununmu, ¡oda (le oro ('orouada. y 'l'elis, que inspira el por sí misma. sino
Por ¡nu-nm-dio de aquellos en quienes siempre
amor: Ytlespuex (le ellos. ('I nu-nor. (Ironos. (le las ¡(l cas relorci. ha inspirado la venganza.
cesa dc provocar a su inmensa progenitum ¡No
(las. el ¡mis terrible (le los hijos. que iurubo’ im hacia su vigoroso de monstruos y de dioses
para que se .‘tsesineu los unos a los
otros! Sin embargo. despues"
progenitor (l lesíotlo, l‘J81: 65-67). de haber
sumergido a los miembros de su
familia en conflictos espantosos.
mismos ('outm los cuales ba eomplotndo a esos
¿Quién es ('ulont'es (¿:u'a. la Gaia (le la mitología? Imposible responden —Umno. (.‘ronos. Zem-.
prodigy luego los consejos ella les
de su mántica —se dice (le ella
esta pregunta sin haci-r para ella Io que hemos aprendido enla conferen- m’, la “prime m prole‘ta" que es pmlaman-
(Dótienne. 2009: 161)— (le
cia ¡mu-rior: labrar primero la larga lista (le sus atributos. (le modo que modo que terminan
por tn'unfar.
enconu‘emm su esencia. (kimo ocurre con todos los seres. pero mas' par.
ticularmeimr aun ('on estos peisonajes tempeimuentales que los relatos
Ires veces. da 'l‘ierm
ml'lit'os no ('esau (le labn't'ar, su (‘()Illpcl('.ll(‘.l'.l (lo que ella es) se (leduut consejos decisivos: [ ...] hace
der. indica con pal abas compren.
(le sus períorma"(es (lo que ella baee).” Y estas mais que por signos,
también sabe 'decir
últimas son múltiples. todo expres."unente"
commdirtorias. confusas ¡I mais no poder. cuando es necesan'o. pero siempre
Gaia tiene mil nombres. ID prevé.
prewene. concibe los
cierto es que no resulta una figura designios que on'entan el curso de
(le la .‘n‘monía. En ella, nada (le maltr- sas" (le mane a (lecisim las c0
(2009: 165).

Pole ncia clo’nica.


a su “¡o ("mos ' de pie l negra. morena y sombría. después .de inucitar
I-l LH por obla di- esta
maneta (le rt'unnu'uir pie/n por pie/a el (.uupo ¿CII-¡"r c .u - ‘ d Cortar con una hoz d e acero de agudos dientes los
licu, Im rituales. Im lntiulouios
.‘uqueológit‘ox (le los l)t'l\()ll'.l¡('\ (linum‘ d‘
h” "'"(tlmnv ""l 0‘ "P-‘N‘ (le su \ll\.|'.|ll( ¡a ideal. ( omo Im glzuules (1114.” ¡.dc su marido Umno. Gaia no lo considem suficiente. (,o‘u la
I i el. c“ dd de Rea, convenc e a Zeus de luchar
mi .h “(nda humo” ¡"1" Pulido ‘.u¡'.uu'.'lr a la zmuolmlogía Ilt' la (in-(u
antigua
contm su propio padre
(le ¡mmm del :u.‘ulcmic¡un". mind“, qm. “de "¿un ¡a ¿mliguflun :5“jue":lCn'LOTIILO. l’ero luego se las ingenia
"r l'" ""Ï'Ü‘bw'u. mle mai uulanïn
pam movilizar a su lx‘njamín. 'l'i-
[Mill la (iaia 4 ieuu’lim. struo (le Cien cabezas"
(le serpiente—, a destnur el impeno (le
¡02 (.A‘RA A CARA CON El. PLANETA GAIA, FIGURA (Al. rm PROPANA) mr. LA NATURALEZA ¡03

su hijo ZetsL. Sale vencedor el olímpico. pero desde entonces los pobres un viaje por el espacio. gracias a un boleto gratuito que le fue regalado.
humanos son víctimas de los n‘entos. de las tempestades y de los ciclom,s
para rematarla. por un 'que‘no es otro que Richard Bmlnson!“
de Tifón. Desde el punto de vista de los dioses olimpicos. esas" divinid} ¡Vamos! lisa mezcla de crencra e inturcrones vagamente esprntualum no
des llegadas tardiamente. Gaia es una figura de violencia, de génesis yde Puede ser el centro de una nueva Vis'ión de la ciencia. de la política y de
astucia. una figura siempre antecedente y conllïldifloria- Si (-‘SL’Í ligada a] ¡a religión. Qué idea estúpida. compararlo con nuestro gran. inmenso
orden lv a la ltev. a Temis. esa Iigazón se realil’a en la violencia y los (cm. Galileo."
blores, pero sobre todo en la duplicidad. (Zomo bien dice Detienne, cua Uno de los motivos por los cuales me resistí a estas advertencias es que
cambia constantemente. no estoy muy seguro de lo que habn’an dicho mrs' detractores. si hubio
sen vivido en 1610, al leer el Sideneus Nuna'us publicado por ese cunoco'
Fue Gaia quien concibió el subterfugio de la piedra envuelta en ingeniero barbudo que firmaba “Galileo”.'° Despues' de todo. un mate-
pañales en lugar del recién nacido, escondido en el io‘ndo de mático que divaga sobre Dios, la Tierra, la Luna. la lglata.‘ la Biblrz' y el
una cavema en Creta. esperando que se convirtiera en Zeus. A destino humano, que compar-a la Tierra y los planetas con bolas de billar.
lo largo de toda esta “arqueología” del mundo divino, (,‘aia da dedicando su obra a un Me'dicis con una perfecta adulonería, tal vez
muestras de una capacidad de conocer lo que va a sobrevenir: no habría tenido una recepción tanto mas' favorable en aquella epoca'"
ella aprecia el presente cn función del futuro que lo habita, pre- Richard Branson no es el duque de Médicis. por cierto. pero entre las dos
figumndo de esta manera ,el buen constjo v1 la sabia prudencia cosmologías hay una simetría inversa tan impresionante que me interaa
que van a caracteri/"ar la acción de Temis, en varios momentos explonn'lzl. En los dos casos, lo que está en cuestión es el movimiento v‘el
de la carrera de Zeus y. en especial, cuando Tierra, esta vez Conil”)l'(.'lll|i('lll() de la Tierra. así como el destino de aquellos que la ha-
demandante. venga a quejarse de la prolilk.-r.-u:ión de la especie bitan y que afirman conocerla: eso basta para tomarlos en sen'o a ambos.
humana y de str creciente irnpiedad sobre su “amplio pecho" Si hay una maldición que pesa sobre la teon'a de Gaia es la que el mo
(Détienne. 2009: 166). dernismo introdujo en la cuestión al imponemos desde siempre tratar
nuestra relación con el mundo según el esquema Naturalem/Cultun
Aquella que se. queja de la impiedad y del peso excesivo de. los humanos. que hemos intentado invertir en las dos conferencias precedentes. Bte
sin duda alguna. no es piadosa. Por lo demás, a los arqueólogos no les esquema es en g mn parte heredero. e‘l mismo. del descubrimiento que.
resulta nada facil encontrar sus altares, enterrados como esta'n en caitr- pam simplificar. podemos llamar “galileico'.” Una vez inunducida en
nas profundas, bajo las ruinas de los templos erigidos mucho mas" tardc lïsica por motivos inicialmente sólo prácticos. la distinción entre las cua-
para din'girse a dioses mas“ convenientes y mejor celebrados (2009: l66). lidades primarias y las cualidades secundan'as se puso luego a prolifemr
L0 que es verdad del personaje mitolo'g'co lo es también de la tcon'a en todos los dominios. Si a Galileo le era necesan'o retirarles a los cuerpos

que lleva su nombre. Si, sin ninguna duda. hay una maldición unida a la todos los eomportam¡entos para dejarles sólo los movimientos. no había
teoría de (laia. Por otra parte, cuántaS' veces se me advirtió que no rectr motivo alguno para hacer de ello una filosofia general. y menos aún la
política de una Tierra sin comportamiento alguno. bo que para Galileo
rriera a este ténnino y que no confesam a viva voz que me interesaba cn
los libros de lxivelock... hasta el punto de escribir una obra teatral sobn‘
ellos y. para coronar el conjunto. ¡centrar en este personaje la presente
sen'e de conferencia.’s! “¡Por favor. no puede usted tornar en serio". mt
"ue una prï-V'qulción en ingles' dc Lovelock en ‘Doonudav pending‘.
decían. “esas divagaciones pseudocientificas de. un viejo inventor ¡nde
(."I ¡diam Television. I'ht’ Ilnur. (youtube.corn/hatchñNRQ-NanFD.
pendiente que afinna tranquilznnente en la lelt.‘visión que siete octmw IG Retomare’ esta fecha. llilO. en la sexta conferencia. Act-rra de la recepción dc
partes (le la humanidad serán muy promo elimimtdas porque, como un este texto, Bizlgioli (HHH).
|7 l-ZI enredo de ¡xilíricm religión. diplomacia y competrc'kín undémrea' esta
nuevo Malthus, el pretende haber calculado la ‘capacidad de c.'¡r¡,,."|' (M
estudiado en Biagioli (2006“). que presta espec-ral atención' a su rrhcm"n con
planeta 'l'iemi —lulos trescientos millones-; y que de todos modos eso If la mucirnte economia.
(la igual. ya que el va a morir, lejos de la 'l'ierm, en un cohete. duran" IR Es el sentido que le ha dado “used (2004).
FIFA
.
¡04 LARA A CA RA
con m. PM” (.‘AIA. FIGURA (Al. FIN ¡mor/uu)
mz LA NATURALEZA ¡05
. s. . uanor
u sf nn . en un fundamcm
cómodo expt (llCIllC .(. 05 1' bono csu‘lo italiano. Lo
era apenas un de Dcscnncs y (le sus sucesores.“ 0 "lc. mismo ocurre con
Loc ke. . .. . . bc m v ‘ . , .. r _ Lovelock cuando
-
tafisico c 05 d” c - - L'ñlll/"iClOll r m repatriar esa misma [term .
" "mn sm 1,“ I‘ ¡ntlelnda 530€ u a un cosmos mito.
a o, p rcCisamemc (le
S. A .
prohcnt Pa I'd traducir a
‘¡n embfg C rmitido desnnimar una sección del
Pr lengua "ms: o menos comprensible
- '‘ llllíl esta potencia de
ue h-‘l l’ c la Tierra ¡enga actuar que hace
la extmn'a ope racioll (l hncrw t, dc sobrcilIlllní" . . “d . . un comportamiento -que
oli SCCCK)". "Ihr.
' 'l declara; sc muestra ante
ObJCUh q" . res como dotada de un envolton‘o los ojos
(lo. declarada c l ' l ‘ t‘ 1 l \I
distnlmt Ion (..u ana A: _ .
—lo que sensible y perccedCro-.
. ' v
l libre '
l's'ta Whl'l cle'r'rodcbc’ (alubién
subJCln’a. conSC ¡CHW . ,
ó ..bl'furca(:l()ll , _ .1 .I. , "_¡\¡ C a chead él, mezclarlo todo. el in-
de la natuulca ps, cuatro “gh sccvaniluoswn de mm reciclar las mclaf"oras
llam ,nan'L-raly para terminar pam que
(¡998 “9201) lau-ón (le la teoria
. - L. » rc de (una. Dado q por hacerles decir
(oda Inl'P , t “c can. Tan-(0 [0“?ka como otra cosa.
despucs' mbrcl Squclnq Natumlt-Iza/(ultum —¡ ds, - como .. can (xallleo vacilan. ¿Set conuadicen?
la 1 nena Sí. desde luego:
no cuadra ten e C ‘ '
Galileo no cuadmba en el cosmos inc-(lieval__ asar de la naturaleza al mundo Siempre
es sumergirse en
vimiento dc h v N c i I “ppunar los hábitos la metafísica.
n,“ A de su disciplina —pa.ra Galileo
, c mr cie . pngcauciones. lan un sentido, ¡es Locke nm vclock la mmm-Ca- la mecánica. para
con!”
“lllmoc cn otm cosa mas' activa, Lo-
ha) qu No
bovclock'
la ‘e ' ' emos a conclutr el pi ()( eo d CSIC
mnnos picnpu mas" abierta, y también
corrosiva. mas'
¡nodo en qllC ÍÏ'HHOS SC l’rCCil’ium.‘ “.“n‘lue siempre
descre'd'lI 0 delc mismo raw]. de
(,‘alileo... [asta vez, (l(',l)('rlll()S logamos pero cl problema de Invclock es nuevo:
a desuenIPO-M"fio.o (¡d una o”
I-ul'cio retrospectivo (le la historia.
"ión sm mr facilmente a la maldicion pretendiendo que el "Om
manu’enen vim la fina película de las zonas
breydc’eunp()dzirltaecoriuI no tiene ninguna ¡nuiortaneia y que. (‘lelspués de todo. cn'u'cas unos simples
ros ¡nenes y pasivos de un sistema pasaje-
los cientificos sen'os evilil" ¡”du ¡0 l”“’:“'hlc“d "ombre, ("'“av Y Prefieren fisico-químico? Su problema
cn comprender en que Sentido la Tierra consiste
cl eufemismo “ciencias del sistema lieria . líero “seria hacer 'lrampai es acu'va. pero sin alnbu'nie'
“¡m y comprender también un
pasar dc un personaje ambiguo a otr'onattn m'aS' (lilic‘il (lt‘rdefuur. cuál es la consecuencia
'SM' inmediata de eso:
¿en qué sentido puede decirse
ma“. ¿que cun'oso animal es ese: ¿bn I uan? ¿.L-n (.icloper ¿Que que ella mmaclua' a las
clase de acciones coledrvas' de
los humanos? Antes de condenarlo.
rctorcida diw'nidad? Evilando el verdadero mito, caeriamos en el hay que sopesar cua'n
falso? problema, puesto quc. para hablar inédito es este
Mito y ciencia. bien sabemos. hablan lenguas" que solo son de la 'natumlem". Lovelock
(listinme; no dts'po-
nc sino de la nu-talïsica heredada
apan'encia. pero en cuanto nos aproximamos a esta zona de Galileo. Esta “naturaleza”
meta-morfia de la que
que hemos aprendido a detectar, ambaS' se ponen ahora salx-mos que no r5 mas
a intercambiar sus que la mitad de una definición
rasgos. para expresar. prolongar. aquello que quieren la cultura. de la subjetividad simétn‘ca de
decrr. “.No haytr. y de la humanidad.
siglos conlle ."l un pertrecho y que desde hace \an'os
mito puro como la idea de una ciencia (lepumda de moral, de política
de cualquier milo'. y de teología del que
diría berres (1974: 259). jamas' ha podido librarse.
[,ovelock no es ni filósofo
No. hay que hacer con la teoria inventor autmlidacta. ni letrado. Ls‘ un
cientifica de (,‘aia lo que los magníficas Debe improvisado todo
a fin de cuentas logra por sí mismo. Pero lo que
uabajos de los helenistas nos enseñaron construir. de un
a hacer con personajes miloló la Tierra que es enteramente modo u otro. es una versión
gicos como la antigua (ka. Lo‘mo de
siempre. hay que reemplazar lo que dz, aquíabajo. Digamos
son los dioses. los conceptos, Tierra hay que volver que pam estudiar la
los objetos y las cosas") por lo que baten a la 'l'ierra.
Para lanzar la Tierra en (bum ¡m notaremos.
movimiento a través del universo infinito. pese a los numerosos
VClock, (iaiajueg tanteos de la prosa de
leo “992) debe mezclarlo todo. a un rol mucho menos Lo-
desde luego: aquello que atañe a DNS co. mucho me religioso. mucho menos políul
a los Pn'mípcs. a la amon'dad, a la nos moral que la
forma de los cuerpos. e incluso.
'
C0
m3 emerge e concepción de la “naturaleza”
‘ n la época de tal como
(amos Galileo. La pamdgi'a de esta figum que
mmmm“forwomhïlr CS ‘qlte el inten-
nombre de una diosa
2|: ¡Hnd'lflfln'a lïellnmcnle mmm nl”gimc nnpudrca pn'nn'tim. proteiformle.
retoniada en l)elr.¡ise ha SldO dado a aq-uello
upcnxlblcs comentamos (2015). que tal ve‘z sea {a mhda‘d
en Stengers (2002). Significa u [‘1"‘l)l<).(ll¡c1(.la por
la c1encra occrdental. Si el
é

2| Reunmiïé eses cuestion del 'sistemn


-<oncx¡on o 'l‘ierra' con sus (los :¡cepcioncs W
°Pu mal“ y pmqk: no implica adJetn‘o secular
touilidad— al ninguna causa extenor
linal dc la siguiente («inferencia- m fundamento
tanto plenamente eslprn-
l “de este mundo", entonces la mttncmn
j;

l
l
(mm, Hook/i (Al. FIN PROFANA) ma
IA NATURALEZA ¡07

lam" bios y de los humanos! Si


los microbios dc Pasteur
u Care“. dt micro damcnw todas transformaron
las definiciones dc
pagano"_ es u ft m
pro f
a los mismncrm" en la del rente entre
en cl sentido ingles de ,I’(n1I¡[)._t'z ' V enemigos. Tal como en la época de Pasteur, lo 2002).”)
que está enjuc-
te'nni no qu“ dcno amlg°_s
:(as ciencias nuevas es la gue-na y ¡a paz (Lalour.
m,
quc Pod“r d“ CS
e Porq
“e en electo la situación es num
rencia mc gustaria e . . . So lc" ¡"nos cómo puede funcionar el paralelo.
'rmino ad“ msrsttr sobred
da\decalas ante todo Si uno se acuer-
03%
‘ . _ ..
.mc s01])“:ntltrntes. pnmcro, que M. largos combates que la naciente microbiología
En lo que debió librar con-
(rata - ,1 ¿animados ni sobra]. ‘ (m “nl-"emos químicos, aparece de manera
[7|ch rístic‘ts. de mt flagrante el paralelo con la;
que “o es" m i "mados. batallas dc ¡Jovclock cenar-rakim geologos
compuesta de prflcnden los detrzuttores de lnx'c-lock’qut' para pasar .de la geoquímica
a ¡o
y a Cr c. cn ue f. que ¿1| llama “grtjiist'olngm' 3' hn los dos casos. tentautas
después. qtes ( ¡“e no están ¡znvnulummcnte marcados e dc introducir un
d ag l G num “una hasta el momento desconoctdlo, son acusadas
esté constituida .1 h
ali v ‘ fuera de la ley, es la .‘lntisistemap de sobraam'mar e]
mundo 3| caer de cabeza en la mctafïstca. hn el
sola totalidad actuantc. caso de Pasteur así como
cn c] de Lovelock, la intuición de que en las reacciones
químicas hay
mms actores en acción, aparte de los sospechosos
habituales conocidos
l l “r da ¡Dvdock a los organismos vivientes en la época, es recibida con la mayor suspicacia ((Je‘ison y Secord,
cap“es 1988).
¿Que potenci .lI r C HC [4' '
q ¡“(al (¡e ¡a l hcrm?
u . . Por cierto. ese fue el caso con el químico alemán Justus
_ ¿»n h historl la mejor manera de con" von Liebig
7 e “8031873), la bestia negra de
¿“Hgm Lg '
. VC- ’asteur en la década de 1850.
c c lo, un tal ‘ \.‘ trazar un paralelo. (-‘Sld'
mlvez. e Y“ “0 ("‘"C LoWlOdi Despues'
Prndr . de un siglo de combates contra agentes misten'osos
“¡ktm
r . bit-n entre Love-lock y Louis l a.t(.ur. 1,0 (¡no y fuerzas vitales. los
Galileo. SIIIO nus'

.
quimicos habian establecido finalmente su paradigma
a l l > no es el papel quo ambos asignaron a los micma. al aprender a dar
cuenta de todos los fenómenos que podían analimr
“¡du-flor Cl'pm c ( nsecuenckts que los dos e.\'traieron de ello pamb en sus laboraton'os
83"¡‘s'ÏmS' ,sllno,:.(¡)ascckoi10 mediante “reacciones estrictamente químicas"
es el autor de un libro que conocemos con su (Bensaudoh’ncent y
Stengers. l992; sobre el caso específico, latour.
[al francés] Una medicina para e'l [Ilarzelanil’astcm 1994). Por eso. no tu-
htmcduncido vieron paciencia alguna. por lo menos
al comienzo. con ese traidor
después de haber dado forma a sus microbios. enseguida intento comm Pasteur, aunque el también fuese químico, de
cuando pretendía poder de-
ccr a los cirujanos (le que con sus escalpelos infectados matalkmn asusp} mostrar. por ejemplo. que el azúcar
no podía ser transformado
cientes sin siquiera darse cuenta. Del mismo modo, Loveloc, apenascy hol sin la adición de un agente en alco-
desconocido. la levadura. cuya presencia
bozado el rostro (le Gaia, intenta persuadir a los humanos de queurna“: era indispensable. según
él, para desencadenar fermentaciones.
el extraño destino de haberse convertido por ignorancna en la en] ojos de los químicos. A los
era un retomo al vitalismo
de Gaia?” (bmo si el desafio, esta vez. no it‘tese proteger a los. humana un sospechoso espin'tualisnlo. del pasado... incluso a
contra los microbios. ¡sino comprender la peligrosa retroaccwn dc las (bmo hemos visto en
la conferencia precedente,
ficos. captados en los agentes cientí-
la etapa naciente, son pn‘mero
tanto antes de que una lista de acciones.
se les de un nombre
menudo en esa que rcsuma esaS' acciones... a
22 l.’l"l(‘lll’.ll)l'LHIL‘HK'. como veretntxs en
la sexta conferencia. lo 34:6le
lengua, el griego
6 antiguo, que ya ningún científico ha.
como una cent-Ia sin alcohol. es lo religion)
sin la religión. ll’crO www
bla. Lo que un agente
es capaz de hacer se deduce
mas’ lejos. ‘Mundano' sería un buen
te'miino. pero si Cl ingleslia ('ON‘“ de lo que ha hCChOZ
mandara, los franceses lo .‘wx‘iamos
mas bien con la "nmmlantdad i
23 (bmo me lo ha hecho (kl-h'
notar Olivier Morton (comunicacio’n
delunio de 2015). eso es lo Que une a lnreltx‘k con la tmtlIClon de 26 la magnífica
W biografia escn'ul por René
(¡935). 'l'ainbie'n los lil/.03 (un Dubos (¡995 [1950]) multiplica
para el inventor de lu noción (le ecosistema. cl 3‘73“ l n cn'sis ecolug'ica. (Dubos
su'temzitico (le las también es cl autor de uno de los
conexiones no implica ningún llolismo. pn meros libros para
24 El libro dejames cl gran público sobre la Tierra
lnvelock. Gaia. A Nau Look al Ljit unificado: Ward como mundo común y
25 '¡La plaga dela gemel". título del u’ln'ino o" MV“ 27 Tal es el subtítuloy Dubos. ¡972)
capítulo. dc la tmd. fr.: Cmphy’swlagte." mmm”! mi
1" d'la un“
(LAIA. FIGURA (AI. PIN PROFANA) Dr. LA NATURAtm
¡09
. l . . u
.¡3 "¡mms (le Lu big. LI levadura- n Si gmdualm‘c-nw ¡0.5 químicos lcadmbpiaron
, r. lc'n l ‘ ' .. . J de .opinión,. ¡no fue sólo
a ¡k.¡.¡¡)(,-ntmit)n. l.n el “¡Mmmmo calm, dc la habllfdadlcxpenmenea a
I q H(¡(7 l de asteur, Sino tambien
(lt -I'iw|(lo a. - ,- _ 1 porque ha-
' n uclo -"n;|(lt) 2| un tle.lmo mas ¡{Im-¡080 a
em mui-a que e. bía ¡agrado reall7ar a mismsca losene ebexpenenCIas, pero esIIa vez
el nnst o [K‘D'Onilflr tra los w.m¡¡sm'.¿_ cuya causa . I con-
actua a de a'bmar. Por medio

l l
(le Pasteur.
c<,'-l(.'ln't'.'- l de una
serie dc magmficías e-xpe-ne-ndCIas, Pasteur
(e xto esjustznnenle y" .habia .dem-ostrado luego
láctica ordina. que
dcc ¡ón una lerlnentación .
aquellos que segru’ran'crhcy'ctna 0-, como
.Felix-_Archime.de ¡Pouchee
os con .'uen mos reconocer por enclmzt (lel en la
su".

l
Si examinan] e po gcncmcl-ón espontanea. a nn con'taminado su
- qu
(en cultivo Introduciendo
n'a lmv casos '.¡
. "¡'u'ngtrnatla unas manchas de una subrcpu-Ciamcntc lo que muy pron'to Iba a ser
4
muii?“
ireo y (le llamado 'microbios'

I. . . l.
Inento calCi ¡"H-s ¡kn-man una .ona ( n .i superficl'c
mur’ ¡989). Allí donde Pouchet vel-a una potencia de actuar
(la-
l.
Jusmnrin gn. espana/"ca, pastel", por “el contrario. autónoma y
lograba mostrar que no había
del sedimento. mas'
c SO. S mamen ht”
' .0 que un “medio de cultivo en el que se podía, a voluntad.
t ll (A ‘ “sembrar” mi-
g'Mt) .Io dl.m>nm..'rla del cáseum. del gluten en (liso. ¿roorganismos pero que también se podía, a voluntad.
.' [i min"! -
no esta ‘ ( I
. a
7¡(Illa ¡"(liCÍl que se”
u ( mantener estéril
(C que‘ a (amo u'empo como se lo deseara. La exts'tencia de
( l (‘. l All SIIC!
Iucio’n. cif-r ,
1 ll‘l - IHLHÍHCR)“
“dn‘l,I la
8‘ la generación espon-
"a" ldÜ dl" peso (¿nea se había desmnecido entre sus manos para
HI ql K' haya
n u
' reducirse a un simple
(W101.
Inl“ ligero. comparado al (le la Inaten'a error de manipulación.
a pa re "(C CS SICIIIPI ('
. . - h irimili\.'unente ll(‘(‘('v5"‘r¡" Pam q“c SC realice el fc' vemos por que' es tan importante no estabilizar
de una vez y pam siem-
"¡.(mg‘ nd“. lfin con mucha frecuencia está lan mezclada con pre la animación de la que dotamos a las posibilidades
"0mm": .l‘().l4l¡'5(-llilll v (le susumcia c.’¡l(".írt-,a. que no habm'l porqui de actuar: mien-
ML“.7":"mi;Ita-¡‘jlrnnn ¡m5 que cl químico Lic-big, a los ojos de
). u." "¡n/mmm m ella la ¡(lle (¡esmnfleña Pasteur, había desanimado
.(1me en
forma prenmtum sus preparados. Pouchct,
[wind/ML voy ¡l ¡mhmr en Pn'mpr lugar el medio (para el naturalista. se había precr'
alslarla, pitado a otorgar a sus actores capacidades genes'icas
pum!“ un “¡ado dt. purcm (Pasteur, 1922: 55-56). igualmente excesn'as.
pam pl'L‘ [firma de reducción en u n msm/alla de mdurn'on'
m. el otrv. En las hábiles manos
de Pasteur. el agente anti-Liebig era también
anti-Pouchet. Mediante
Si. al recorrer algunas páginas de la menlon'a sobre la fermentación} ataque en dos frentes, l’a5'teur, este
en menos de una década.
lector pasa (le la liase “lnvesu'gdciones nnnumosas no ban podido han“ camino entre la (.a"rl'l)dis del logró abn'lse
reduccionismo y la Escila del
mammm descubrir pl desarrollo de sms organizados“ a “Y Sln embargo es clh tablecia de ese modo la existencia vitalts'mo. E9-
totalmente on'ginal de un agente
la que desempeña el papel pn’ncipal" (1922: 56), es porque Pasteurl'u .no podia ser reducido ni a que
la “química esLn'cta" ni a ninguno
den‘iado ese “papel pn'ncipal" de un (.‘ol‘ijunto de prueba de laboratorio nosos “miasmas” que de los mls'te-
habían de i
donde el personaje emergente se reveló en primer lugar por una sent Habia añadido a
la lista de las
de acciones muy modestas: al comienzo. no es nada mas" que “unas man i

chas de una sustancia gris’fl “nada indica que sea una maten'a especial"-
Un actor surge poco a poco de sus acciones; una .s'ustancia nueva, de“
atn'butos. Nos encontramos, aquí, ante la misma situación que en la to":
ferencia anten'or'. la lemdum se convierte en el agente cuyas pTOPiedad"
podemos deducir en lo sucesivo/1" la lista de los objetos que
que normalmente pueblan el mundo. lo
)‘. Dor los antropólocrsolslamado
limitarse a alguno? por '05» m‘óSOfos’
. una cosmologza. 6.o" m.ón' una m.dafmra
[al reduCCIomsmo no conSlste en
. personaJes bien conocidos
para poder contar la histo-
. Sistema . como creia Descartes en
ll
(le l su hermosa novela sobre el
28 H.e ¡mentado ua/‘nr . . ' wn"
sobre el texto inglés (le este mismo articulo unblmnm ' a "au'ral'v‘h'l (Van Damme. 2002).
no semfiouco lo mas" sino en valerse de una sen'e
I

completo posible: el lexto está tlisponiblc rger a los personajes insólitos que
|atour.r/node/257>. e" (
componen
mpre desborda la naturalera. o, mas' exacta-
l lO CARA A CARA CON El. PLANETA GAIA, FIGURA (Al. rm PROFANA) m;
LA NATURALEZA “l
“fuga” que determina así el nivel
mente, mundo y naturaleza son reflTerra:¡Ls‘mlthsvnrIpmales: la natura“: dc esta del 833 carbónico
03 mosféñco? En una palabra, al-
lo que es estable; el mundo’ lo que “tng. i la erosion' de las rocas
p..0_r {8.0 que la palabra los años noventa, ¡05.gcoquim’lcos [...].
chocante para (.Kblllíllllcos en actividad
“metafísica” no debería ser tan sostenían que la
presencia
que la tarta: e po lar el mundo ya de la vida no ha tcnldO mn‘gun
creen
sino sólo para aquellos que efecto sobre este
sistema
srempi’ por wrxei a guame cs'ra‘ rcaccl.0ncs_ Es salammle la ¡quzimmg decían. de
es la reserva.
terminada. la metafïsica cer, de concentración de] gas la que determina
la
cuáles Son ¡os carbonico en la atmósfera.
la física. Y desde lucSOo la“ Pmmo como se ¡“ya (¡cc-“¡MO Pero yo no es-
no humanos llamados a cumplir, como la
personajes humanos y luna“. ,0). (1,, (117.1!de [...]. ellediame su crecimiento, los vegetales ¡nyccmn
. . .. la política asoma su nariz.
ra, los “roles pnncrpales . cn cl suelo gas carbonico que toman del aire, como pmeban las
Ohm-naciones que recogen un ennquecinu'ento del gas carbo-
m'co dc diez a cuarenta veces en los bolsones de aire de] suelo

l
(Love-lock. 200]: 108).
eur_ av1/ida
' ‘ c. mas" generosamemc
a presentar u
Hacer el paralelo con Past el
modo cn que Lovciock se apanara para introduir otros agentes orgam-_ La prosa dc Lovcl‘ock siempre ha tenido cierto dejo de novela policial,
el “rol principal", allí donde sus detractores no

I
zados" a quienes atribuye salvo porque el enigma que el detective debe resolver no es desencadfi
pasalerem de una naturaleza que ha“.
ven mas” que seres pasivos, simples nado por el dvgenbrimiento de un cadaver, sino por el misten'o que pre.
presencna indispensable .dc “manchls
todo el trabajo. hs‘ta vez. no es la wmk. que un personaje no haya sido asesinado... ¡al menos, no todavía!
que desencadena una ferinenta'ción viviente:
de una sustancia gris" la Saint-tamos la situación a una pnieba para ver si ldS‘ leyes normales de ¡a

í
que requieren la introducción
sino una sen'e de inestabilidades químicas getxpn'mica logran explicar este mantenimiento en la exns‘tencia. Cada
(.‘uando I..(‘)velock Intenta des.
de otro agente para equilibrar el balance. vez que la prueba l'mcase, nos veremos (oir-¡ados a añadir un pequeño
por la extraña proporcion de 02 y de CO! no si ¡(ui para dar cuenta (le este desequilibrio en los balances químicos.
enmarañar el rol cumplido
l’aS'teur. el efecto sorpresa. El dramasc Luego habra que nombrar a este protector invisible que asegura la con-
en la atmósfera. emplea. como
despliega siempre mas o menos de la misma manera: la Iierm debmasa

Í
u'nuidad de lo que, desde hace decenas de miles de años, habría debido

como Marte. un astro muerto. Pero no lo es. ¿Que (nena. por lo tanto. desa'pm'ecer. como en Marte o en Venus.
. .. y, Asi como Pasteur desafiaba a los defensores de la generación esponta-'
es capaz de retardar su daa/mnaan?
nea. Lovelock desalïa a los geoquímicos: “lntenten explicar la situación
a partir de las leyes normales de la química, ustedes. adeptos del ‘equi-
Hoy, muchos biólogos parecen creer que eso [el equilibrio de

Í
libn'o de la naturaleza'l". 'l‘omen el agua, por ejemplo. Habn’a debido
la naturaleza] basta para explicar la conceutración de los ’dos
esfumarse hace mucho tiempo, como lo ha hecho en los otros planetas.
grandes gases metabólicos —-gas carbo'nico y oxigeno- en el aire.
¿Por que sigue estando ahí, y en tal abundancia?
'tha conce/¡rián a enúnm. [11 imagen. del mundo asi creada es la dc
un barco en el que las" bombas solamente están conectadaS' para

I
cn Si la Tierra tiene importantes mas'as oceánicas es porque ha
hacer circular el agua que se estanca en el londo de la cala,
el barCO evolucionado no solamente bajo [a acción de las fuerzas gra/¡Sims Y
lugar de para expulsarla. Si se abriese una via de agua.
geoqliímicu, sino también en el marco de un sistema del que
no tardaría en hundirse [...]. ¿Cuál es entonces la naturalela
los organismos son parte
integante (200]: 127).

. c ¡- fe .A conlinua'iio'n. reprodtuzcamos esta pesquisa policial' sobre todos los


29 El matiz entre ambos ténninos fue introducido al final dc L" l_’"_'"dc"_ncaolnur¿.
(lc
rencia, p. 5| de este libro. para abrir las preguntas (ll'c l“ "omo" Ingredientes Sl"ÏCSlVOS que se supone pueblan la Tierra. ¿El dióxido
claire?
lela' no puede sino cerrar. ,m rc L." cl imi' carlmno debería estar presente en mucha mayor cantidad en
‘50. la conexión con el tema del [cam/wn, lo que reun‘da la (¡miro cflcomrl ¿Donde C30? En el suelo. ¿Por medio de que agente? Por la acctou de
ginan'o aixx’alíptico. es umto menos i"congruente: volvcl'cm"S 1‘ esos nu-
en la séptima conferencia. los mic¡”("L’m‘l'SlIlos y de la vegetación. Ahora examinemos sn
W
I [2 CARA A CARA CON I'll. PLANETA
GAIA. FIGURA (Al. FIN PROFANA) m: [A NA'rURAuu" l 13

croorg-¿¡¡¡'5mos csla'n a la altum del nuevo rol que se les ha asigmflmu


nitrógeno atmosfén'co no se encuentra donde debería. en los “calma para uansportar una estrecha concatenación de causas y de consecuen-
Habría aumentado tanto la salinidad que ningún organismo habm'PÜ' cias se convierte en un mediador, haciendo de las suyas en el relato.’2
dido proteger su membrana celular contm el envenenamiento poul, Pam Lovelock, todo aquello que se sitúa entre lo alto de la atmos'feta y
¡o bajo de las rocas sedimentan'as —lo que los bioquímicos llaman justa-
Ante semejante desequilibn'o. hay que preguntarse que hier-¿35 lo m“
mente la zona crítica (Brandey y otros, 2007)— se halla presa dela mts'ma
tienen en la atmósfera.
efervescencia.
El comportamiento de la Tierra es inexplicable sin la adición del ua-
Si no hubiese vida sobre la Tierra. la acción prolongada de]
baJ'o realil'ado por los organismos vivos. al igual que la fermentación,
rayo terminaría por eliminar la mayor parte del nitrógeno al.
para l’as'teur. no puede desencadenarse sin levadura. Así como la acción
mosfe'n'co que subsistin‘a en la ¡Orina de iones nitratos disuelto;
de los microorganismos, en el siglo XIX, había logrado la cerveza. el
en el océano. [...] Sobre una Tierm sin vida, parece probablc
vino. el vinagre, la leche y las epidemias, en nuestros días su incesante
que esas fuer/as puramente minerales concentrarían la mayor
labor logra poner en movimiento el aire, el agua, el suelo y, cada vez mas',
parte del nitrógeno en los océanos y dejarían en la atmos'fcm
todo el clima.
apenas un escaso volumen (2001: l l8-l 19). Tanto Movimiento da vértigo. Y este vértigo es mucho mas” profundo
que el desencadena-do por Galileo al lanzar la Tierra alrededor del Sol.
Lo que es ranmawdor en la prosa de Lovelock (y mas aún en la dc sub Se ¡necesitaba mucha imaginación, en el siglo XVI], para espantarse del
dero Lynn Margulis -l938—2()l 1-).5' es que ‘ada elemento que nosoum “silencio eterno de esos espacios infinitos", ya que. en la pra'cu'ca, en la
los lectores ignorantes. habríamos consideiado como parte del yguu. Tierra, nadie podía detectar ni la mas” mínima diferencia entre la ver-
planode los ciclos majestuosos de la iiattuale/.'a —contra los cuales la histo' sión helioce'ntrica y la versión geoce'ntn'ca de la expen'encia cotidta'na (es
n'a humana siempre se había destacado- se vuelve activo y móvil gmmv,’ el gran inconveniente del pn'ncipio de relau'vidad...). Pero ahora. con
a la introducción de nuevos personajes invisibles capaces de submit: Love-lock, ¡es muy ta'cil sentir hasta que punto esta nueva forma de ganen-
el orden y la jerarquía de los agentes. S"dl)l".llll()‘.s que gran parte dela trismo «lebería decir de (Laia-cenm'smo- tiene consecuencias! Esta vez.
montañas' estaba compuesta por los restos de los seres vivos, pero talm no estamos en absoluto en el mismo mundo, y cada uno de nosotros
ocurra lo mismo con la capa de las nubes. amplificada por obra de losm puede darse cuenta de ello. La Tierra, como las cubas de roble de una
croorganismos man'nos ((Jharlson y otros. 1987). li incluso el Ientomon' bodega borgon'esa durante la vendimia, huele a pleno a la acción de
miento tectónico de las placas no habría podido activarse sin el enonne los tnicroorganismos. Nosotros, los desequilibrados, nos encontramos
peso de las' roca5' sedimenladas. sumergidos en tnedio de todos estos desequilibrios, ¡y es ‘el estruendo
hs’ta puesta en escena tien e algo de dibujo animado, como si cadzm continuo de esos frágiles espacios" lo que deben'a espantamos de una
que Love-lock tocara una parte de la escenografia con su van'ta mág‘n' buena vez!
de pronto, como en una versión Disney de La [It’llll durmiente, todas '13!
sirvientes de su palacio, hasta el momento pasivos e inertes, salierandt
su sueño bosteïando, y se pusieran en movimiento (le maneta cndiabb
da: tanto los enanos como el reloj, los pomos de las puertas como ¡"7‘ Ustedes me dirán: muy bien, la imagen de la Tierra en adelante es com-
árboles del jardín. Los mas“ humildes accesorios juegan en adelante m pletamente activa; se ha transformado en un verdadero dibtu'o animado.
¿Pero no ha sido sobrmnimada? Es‘e es el segundo rasgo dela escenografía
papel, como si ya no hubiese distinción entre los personajes pn'ncipaló‘
de Gaia que me gustaría abordar. ¿Cómo logró salir adelante Lovelock
los secundan'os. Todo aquello que era un simple inlmnedian'a que sd“)

S2 Presentados en la conferencia anterior (p. 89). estos dos términos permiten


3| Margulis y.Sa"g.'1n “989. IJHJ7). Un capítulo (le \.l.'|rgulis sobre ’Gau"6Ú
prestar atención :t ln agency ntn'huida a los caracteres de un relato.
traducido al francés en el excelente Hache (ed.. 20l2).
Name
.t . W.
W W

n ¡ts-rn
r ¡4 (LARA A cun eos- u GAIA. FIGIÍ
y vila u (M' "N "0"“) DE u\ «¡menu-1A I
¡5
C"! rc los dos esC'ollos: reducn‘onismo
perfilar su rtircr()()rg.¿nl.5m ¡“711.0} nueva solución a los problemas de la organiïación,” Todas las .
camino
(mando SII
"«¡Slcllr al lograr 0 para
(0 "IO l
genoma-ó“ e "murales o socrals s sn asediad
' L. (a vL. ' a
'rl'llC l.'l ll 3.5 “"0 por el espectro
os de fensnres de la las
contra I SPOnuinea del 'organu'mo-
que actuan tanto m .¡5' o menos subreptrcramente. siempre u" m . que,
‘().\ (om 0 Lll'blg'. . .
¡0s q “HHH .
es.decir un regulador de tmnsrto a quien
l M'Xanlsmo‘_
C (“1’10 contra hasl'dnlc
W abre paso
VISÜ. LOVC'OCL’
. . . mas- corn'cnu- de la (eurín (¡C (lala cs que ella '.¡c_(uan-a Como
A primera
santo misterio- de lograr la coordinación entre ¡as
defiwn¡clon_ ¡o “mi, (minado; .. ¡ver Lovdock es
(,aia se na (. l plamta
. . n .
Iter. consuiemdo cl problema que bien supo
un nvum _ ‘
A mt nudo (s asi ( omo nos presentan su los Objetos que él csmdla’ a“
"0"") no txu'u lala/Mad. ¡amparo
como u'n organismo vin’enle. ¡lam
r
Desde el momento en que uno imagina p
descubn'miento: vc ¡ncvimblcmcmc con“
ción“ dentro de un todo. uno se
planetaria que rmn/¡rrrrdr todo lo qm. nar lambinÏl un ingmirm que procede a su (¡Ema-ción. En
(Laia es el m'lnna de vida Gaia
influenciado por c.l|a_ H Smlcnm dimingltir entre Partes V, un todo.» Tal
influye en la biota y es los Siswnm técnicos se puedetécnico: es
la (‘i’ll'h'tCKL'l’d (lic procurar la del aClO a Partir de un Plan uno
compa'rte con los otros organismos "mms" la definía-Ó“
que serán ocupados Puede an-
hsrroqulmtco (¡emm de u‘cipar los rola por los elementos en función de una
homlarm' la ngulan'o'n del ambiente
meta. Desde ya. puede extenderse
limita favorables a la n'da (leve-lock 200]: 56).
a una molécula. haciendo como si las funciones “obedeciem .
Este tecnomorfismo ha servido de mucho a la biología.
'Srs'tema'. “homeostasis'. “regulación”. “límites lin'omlfles“, 15"".an ¡o í sen'icto (l ue al estudio
rendido m'is pero no le ha
de las socredades
dos muy peligrosos. ¿Habría entonces un orden superior? Al lemon por ' animales.m
' ¿Pero
cómo hacer si uno quiere hablar de la Tierra en su
generow que sea. le resultará dilït'il abrirse camino enurc las» ""ch lolalidad’ la memf‘om
del organismo -esa extraña amalgama de
teon'a soci al. de concepción
versiones propuestas por Lorclock. ¿(bmo debemos comprender cl ¡,1 dcl Eslmlo (vh de rn'.tqtlr'ru'srm)—
. no tiene ningún
guicnte enunciado. donde alimla en un mismo respiro que la Tierra es). sentido en esta escala. a
menos que Imaginemos a un Ingeniero general.
que no es un todo unificado? torpe disfraz. de la Pro-
videncia. capaz de disponer a todos
esos actores para el bien de
Pero es evidente que no puede todos.
Cuando hablo de Gaia (amo de un srl/¡Wargamme no pienso ni aplicarse una metaf"ora técnica
durablemente a la Tierra: ella no per-
por un instante en una diosa o en algún ser ¡[atada de. pmsamtm'ta ha sido fabn‘cada; nadie la mantiene;
Expreso mi inlur'n'án de que la Tierra se comporta como un siste-
ma aulmrrg-ulada y de que la ciencia adaptada a su estudio es la
fisiología (2001: 57: el destacado me pertenece). 33J“'"0 ("tn A|I""l(‘m\05 ¡llllul'cs (especialmente
(lamlxrni, 2005). hc exploran,
2‘” ""‘m'c'm’ (Unlinuo en Latour y Wcibel (edsn 2005).
Este inlcrumbio
9¡“nurymedumenlos no ha cesado
Pero si no es una 'diosa', ¿por que' llamarla Gaia? ¿Y qué diferencia hay. de mrprenderme desde lalour y

para un 'superorganismo". entre un “ser sinu'ente” y un “sistema autom 34 Lite ¡echa/o dt- un ¡x-nxuniento
dc la org.uri¡‘.'rcio'n en (los nin-les es el pun-
gulado'? hs‘ hacerle acarrear un fardo muy pesado al pequeño 38”“ "l’ ¡“Ildílltlt‘nl'itl de la teoría del
.‘u‘tobred. siempre lan difitil de comprender
m l(’p'"IrL_“"':‘(":‘l¡Calli‘cmi pero también pam ¡su cieneim l)i0|0g'i(’1s..qllc .
lau'vo ‘como'. encargado por si solo
de impedir que tomemos rmlmlü Lamur (2006) “In-¡llX't'lll'czl los mismos esquemas que emplea
la Sociologia
(kh por un Todo. Y sin embargo, si sostenga
que Lovelock da mala! 35 B el pum” ru . yrc mas tecmco Latour y otros
(¿‘O'IS).
alrededor de algo tan on'ginal como (20m l ¡952] )“((:ll"€lll.'ll y sternrhrre mal comprendido desarrollado
el microbio anti«l.iebig/¡imi'pouch.d por Ruycr
c" su rmulmd. am por demas" Interesante.
de Pasteur. es porque m a vencer. eonudcmdo en su pArmx-cto v no
el lambitÏ-n —pam evitar confiar a un un" mcmüfl 0- ¡"n-sist'er'na tecnico tampoco puede ser ex’phmdo nie-d‘una-
p'lm cx “ic. ll’lccnursla. laser cuestión del limite de
WI supcn'm‘ Cl de la lotalidad- a todas las potenei.'ts de actuar que dueno: las meuI'ums let-mmm
36 sm)": im." .Irltecnrt'a consta en
latour. ( |992).
Pam comprender Por qué tiene tanta dificultad en ex‘prC‘WS.“ M raul.“ Jvmprni Miu-¡ad de .utrlu'a'tr Lu' nocronn de partes} de todo para las
que {acordar que wciología y biología no han cesado nunca (¡C "1“: c" 5‘)“; u- upm y lSotnlgo (2000:.retomado. cri'rennmos mk J'L‘Knli)ll1
tambrar sus metaf’oras,
y que Por ¡0 un“) es muy (¡mal inventar un (20m _g ) 5“'"Rm‘w {0013): a proposito dc las sociedades de monos. Stmm
L sobre las' hormigas. (-o‘rdon (¡999).
l ¡6 CARA A CARA
con El. Pl .ANFT.A i (:AIA, FIGURA (Al. FIN PROFANA) DE M NATURA”
.I'.A 117
“nave CSPaC‘IaI“ ’compama‘ón que l’ovclock Com ue su versión del sistema-úerm es anda-ste")?
a un q ue fuese unq‘ ,7 no mndna
a
, .
piloto. La -
La Tierra 'C
tine una histon‘ bate decirse q Hay tan sólo una
InCanSa
C
b lcmn (C—. o Gaia no es una sola" 4'
r¿CLS
' -
‘ aHÏCHÍCn v3| nt) haber i ') n Gaia» por
OHCClNda ' l
embargo no
ha SIdO C amo Pasteur, debe inventar una nueva regulación
en d

í
funciones (no. hav, reloj":r0 _dinino)’ resulta insoswm‘blc ucblan c] mundo. pero con la dificultad suplementa
h i o es com parabl L. nuna. Concept"'On
'
holu'ma de Gaia. Ycomo (¡ara n _ e“ ai una ma _ qmnay Empoto P
l r integrar, sin unificarlos previamente. a todos los
ogTa . , . . _ seres vivos hasta
a algún tlpO Tf’rfngm'mm“
los límites de este lragtl chollOI‘IO que el llama Gaia.
Puede somete'rsela“ c . ’Omoa (“cen
N S ‘05 30mm.;: Todos retroactúan
.No hav planeta B . N0 P0dm05 contar con ningun
A
Í A‘A a la (¡ue un .como" u" Sl'PcrOr‘ganismo' pero si" que se Pucda confiar su
unidad a
c í L. a

m'Pulación podna apelar» en 'aso de camsme' y a l que podríamos


a

ninguna figura de, (7.K)berna'dor. Y sm embargo así. a pesar


pedir auxilio por radio gritando I'louslon, we have a problem!“ del atractivo
de ¡as metáforas tecnica. como la del termostato o la cibeméu’
ca -reto-
Toda la on'ginah'dad —v, cs Verdad' "’ "““"‘°’"C°' "’d‘" "1 "¡fimlmd- de mart; c510 en la conierenaa sngmente—, Lovelock no cesa de d
¡a empresa de Lovelock es que se 7ambullo de cabeza en una cundo.“ ar astutos
rodeos_ ¿(,o"mo lo hará? ¡Abandonando la idea de partes!
Visto que esa
imposib le: obtener efectos de conexion
’’ entre posthilidades
_ de actuar gn es su intuición central, debemos comprenderla.‘2
la totalidad que es insostenible.
por ello contar con una concepcion
metafora del organismo a la Tierra ¡0M
presinu'ó que la extensión de la
pimba al mismo tiempo que daba existencna duradera a esa zona cn'tiq
dentro de la cual se combinan todos los seres vivos. Si se contradice com, s¡‘_ cn calidad de geofisio’logo, Lovelock lucha contra los gcoquímicos
tantemente. es porque lucha como un verdadero diablo para evitaresm lucha también otro tanto contra los danvinianos. para quienes
los orga:
dos escollos, intentando trazar las conexiones sin pasar por el casillero "¡5mm se contenta" con “adaptarse a" su ambiente, sin tener
en cuenta
Totalidad. EL; por esta clase de combates que reconocemos la grandcm que ellos ajustan de manera pareja su ambiente a ellos. Para
Lovelock,
de investigadores como Pasteur o como Lovelock. cualquier organismo tomado como punto de partida de una
reacción
Tanto es así que acaso sea el primero en plantearse semejante cues- bioquímica no se desarrolla “en” un ambiente, sino que, digamos, lo
cur-
tión. En efecto. aquellos a los que combate no tienen ninguna dificul- ua en torno a si para mejor desarrollarse. Así, cada organismo
manipula
tad, por su parte. en tomar a la 'l‘ierra por un sistenm (le antemano ya intencionalmente lo que lo rodea “para su propio interés“:
todo el pro-
unificado: va, sea que la consideren en su versión desanimada —todas las blema consiste. desde luego, en definir ese interés."
partes “obedecen pasimmente a la5' leyes de la naturaleza"—.‘0 ya sea cn su Por eso, en sentido estricto, no puede
haber partes. Ningún agente
versión sobrcanimada: las partes trabajan por la mayor gloria de la Vida. sobre la 'l‘icrm está simplemen te sobreimpuesto
a otro como un Iadn‘llo
esa cun'osa amalgama de alma, de espín'tu, dc gobierno y de dios. El yuxtupucsto a otro ladrillo. En
un planeta muerto. las piezas estan'an po
problema que enfren'ta Lovelock se les escapa por completo: ¿cómo stguir sadst ¡untar extra partes: no en
la Tierra. (,a‘da potencia de actuar modtfi'ca
las ¿(mariana sin ser, sin embargo, holts'lico’. ILS‘ en este sistema que puede a sus vecmos. aunque
lt'lere ligeramente, para tornar su propia supcm'
venri;t hgt
' - Ianu
-- . nu.. muios
. -Improbable.
Es alli— donde resudc
. -f -
la dlerenCIa

37 Por ejemplo. lnvelock (2007: I79). La Incluf'oru tecnica (le la 'Ilm‘c 69““
es tanto más torpe cuanto se hn podido advertir. (lumnte lau c:|t.'L&'tr0l'd._hnu 22' El'h'm In only om (ra‘ïa bul Gaia u‘ not o"; (Convmy. 2015: 12).
qué punto la unidad del sistema tecnico no se correa-¡mndía con la prim" r '
“e problema depende. a
su vez, de otm hipótesis fundamental. ¡lasaña
(por ejemplo. Vaughan. 1996).
' ""“v 505m la ¡x-netmbilidnd de las entidades. hipo'tcsis’ propuesta por While
38 Cuestión que conviene resaltar. en un momento en que los sueños dl‘ 8Com
"L‘i'd- Pero en la que también reside todo el intercs' dc la noción dc mo'nada
gcniería pretenden (lt-volverla u la buena senda (l'lalnilton. 20133)” renovada por Tarde (¡999),
39 Almión al lilm de Ron Howard, Apollo 43 _lntcrés‘ está
13(l995)- T ¿de tomado aquí cn su sentido ctimolog’ico dc aquello que sc situa'
40 Aquellos que acusan a Lovelock (le pensar la 'l'ierm como un todo Hill“ “dos. entid.'|des. Sin olvidar que la intencionalidad la mlunmd. .cl
¡g
"mile" du" ‘l'll' utilimn. ellos |.'unl)ién. un unilicmlor e.\'ttïlurd¡""‘náuj‘eicna. . l necesidad. la función. la fuera no son smo diferentes figumcmnq
l’O‘C'H'L- Dllcsl" que han confiado a las leyes de lu nntumlem —cn ln pm“ que se escnlonnn a lo
largo de ttn gradiente. exprtstndo una mis'ma potencta
a ccuacionev- ln unen de hurnxr almlrrn de “Cluar, tal como ya hc
en todo y en tod-"5 ¡"'"ws' demostrado cn la segunda conferencia.
l ¡8 CARA A (.‘ARA (ION El. PLANETA GAIA. rroum (Al. FIN PROFANA) DE LA NATURAU‘J‘A ng

entre geoquímica y geofisiología. las‘o no quiere decir que Gaia posea Cuanto mas" se generalice a todos los actores la noción de intencio-
una suerte de “gran alma sensible". sino que el concepto de Gaia captan nalidad. menos se detectan!" intencionalidad en la totalidad. incluso si
la distn'buida intencionalidad de todos los agentes. cada uno de los cua. uno puede observar cada vez ¡nas retrmtcciones positivas o negau'vas. ¡tan
les modifica su entomo a su conveniencia. poco intencionales las' unas como las otras!“ Parece que los moralis'tas
Hasta aqui. nada que en verdad salga de lo ordinario. Únicamente nunca hubiesen sopesado muy sen'amente las consecuencias de la regla
si se lle a esta idea al extremo, como hace ese obstinado de Lovelock. de oro: si “cada uno les hace a los otros lo que querria que los otros
ella se torna en verdad fecunda. Todos los histon’adores admiten que los le hagan". el resultado no es cooperación ni egoísmo. ¡sino la hrs'ton'a
humanos han ajustado su ambiente para adecuarlo a sus necesidades: caóu'ca que conocemos muy bien. pues vivimos metidos en ella!“ Uno
la naturaleza en la que viven es artificial de palmo a palmo. Lovclock puede seguir las ondulaciones de una piedra arrojada a un estanque
-un inventor. no hay que olvidarlo- no hace otm cosa que extender esta pero no las olas producidas por cientos de connoranes que se ¿ambu-
capacidad de transfonnacio'n a cada agente, por pequeño que sea. No llen al mismo tiempo para atrapar a un pez. (bn Gaia. Lovelock no nos
son wlamente los cas-tores. los paJi'aros. las honnigas o las termitas los pide que creamos en una sola Providencia. sino en tantas Providencias
que cuna-n el ambiente a su alrededor para tomarlo más favorable. sino como organismos existen en la 'l'ierra, Al generalizar la Providencia a
también] los árboles. los hongos. las algas. las bacterias y los virus. ¿He allí cada agente, se asegura de que los intereses y los beneficios de cada actor
un n'esgo de antropomorfismo? Desde luego. alli esta' precisamente L1 sean contrarramdos o complicados por muchisimos Otros programas. la
astucia del razonamiento: la capacidad de los humanos para reacomodar idea misma de Providencia se embrolla. se pixela. y tennina por desva-
todo a su alrededor es una propiedad gener-al de los seres vivos. Sobre necerse. El simple resultado de semejante distribución de causas finales
esta 'l‘ierra. nadie es pasivo: las consecuencias seleccionan. por así dco'r. no es la emergencia de una (:a‘usa Final suprema. sino un lindo rtvolljai'.
las causas que actuarán sobre ellas. [Lse' revoltijo es (Laia.
Alcanïado este punto. hay que redoblar la atención concedida a la Una vez mas". el paralelo con Pasteur es flagrante, puesto que su des-
distribución de las posibilidades de actuar. ¿Qué pasa. en efecto. si uno cubn'miento no fue 'tanto la existencia de los microbios como la com-
extiende la intencionalidad a todos los agentes?“ Parado'iicamentc. tal pleja interacción de estos con el terreno que ellos influenciaban y que
extensión borra muy pronto todo rastro de antropomorfismo. puesto influía en contrapartida en su desarrollo." 50‘10 porque logró mostrar
que introduce en cada escala la posibilidad de retroacciones no inlm que podía hacer variar la virulencia de las enfennedades haciendo pasar
cionales. En efecto. aquello que en pn'ncipio es verdad para un actor ls a los microbios a traves de (lilerentes especies -conejos. gallinas. perros
igualmrnlr verdad arma (¡(10405 sus vm'nas. Si A modifica a B. (Z. D y X para y caballos—, finalmente Pasteur pudo convencer a los médicos de reco-
que se adecuen a su supervivencia. es igualnurnte cierto que B. C. D yx nocerlcs a los microbios un rol en el desarrollo de las enfemtedades (|2-
modifican a su VCI.‘ a A. La animación se propaga de inmediato a todoslos tour. 2001b [1984] ). Una vez mas’. el reduccioms‘mo no se define por la
puntos. Supo'nganse que. como buenos darwinianos. tomaran el intcm'
o el beneficio como la causa final de cada organismo en lucha por 5“
supen'ivencia : ¿que puede querer decir “causa final" si ya no es ‘final'.
45 Hnluh’a)’ (20l6) resumió bicn la solución de Margulis: "La riqucn inagotable
sino ¡Mmm/¡ida en cada punto por la interposición de las intensiondt
de los nuevos conocimientos en biología" no puede ser absorbida" 'por h
de los intereses, igualmente vigorosos, de los otros organismos? idca de individuos limitados a los cuales sc añadiría un contexto. dkho de
olm modo. la idea (le unurkmnismo-ma'vunxtmbientc'. M13 bkn hayquc
pensar. dice, “en acoplamientos Cornplcjoa y no lineales entre pnxm que
componen y que prolongan subsistemas imbn'mdos pero que no K Mim“
44 El tennino 'semiótica' es ulililatlo. por ejemplo. por el nalumlistajakob nan los unos. a los otros cuando forman totalidzdes partial'mcntc rom-ren.
wm Uexkñll “965) para descn'bir los sistemas n'vientes. Para e'l. asi como tes'.
para lanelock. no se trata de agregar sentido a lo que seria 'estn'ctamcnlt‘ 46 B la hermosa expresión dejolm Dewey (20‘l0t 08‘): ‘No hay ningún mut'crio
en lo que conciente a la auxiacio'n'.
matcn'al’. sino (le no mirar ¡(mida al entrecrtriamiento del intcrcs' dc k“
47 Ex1ctamcntc esta cuestión permite a Dubos (|995 “9501) ligarh Micro».
organismos n'vientes los unos pam los otros. a fin.jtutamentc. dc tomarloa
comprensibles. B el método de Desprct (2009. 20l2). logia de Pasteur a la ecologia.
IZ'O CARA A CARA CON El. PLANETA GAIA. FIGURA (AI. FIN PROFANA) DE LA NATURALEZA ¡2|

naturaleza desanimada del agente introducido en la historia sino pOr d


¡enece a Lovelock, y sin embargo estas' ondas de acción no dejan de ser
nu'mrm de los otros agentes que concurren en la acción.
las verdade ras pinceladas con las que él espera pintar el rostro de Gaia.
En sentido estn'cto. para Lovelock y rnas' clarmnente aún para Lynn
Margulis. Ava no existe un arribiente al que podríamos adaptarnos. Pues“,
que todos los agentes vin'entes siguen sus intenciones a rajatabla, mod}
ficando a sus vecinos tanto como sea posible. es imposible discernir cm]
Hasta aquí, el argumento de LOVClOCk es totalmente compau'ble con los
es el ambiente al que el organismo se adapta y cuál es el punto donde (o relatos danvinianos. porque cada agente trabaia para sr' mismo sin que se
mienl'a su acción. (k)mo subraya en una de sus reseñas Timothy Lemon, le pida que abandone su propio intere's “en beneficio de un todo supe-
colaborador de lovelock: rior". lo cual sin lugar a dudas sería el caso si hubiese un Gran Regulador
de Tránsito que distribuye-ra las funciones entre todas las partes. Sin clo-
la teoría de Gaia apunta a ser compatible con la biología evo- gio del egoísmo sagrado. no hay darwinismo concebible.” Pero cuando
Iucionista y considera a la evolución de los organismos y su Lovclock añada algo al argumento habitual, será cuando pregunte lo
ambiente maten'al tan imbn'rada que lo‘rma un proceso u'nr‘ro e que significa realmente. para un agente ‘calcular su interés".
indu'risible. Los organismos poseen propiedades que alteran el Los evoluciorristas criticaron mucho a Lovelock oponiéndolc el argu-
ambiente porque el beneficio que esas propiedades aportan (a mento. a primera vista irnbatilfle, de que no se puede discemir cómo
la viabilidad del organismo) supera el costo de energía en cl logran'a sobrevivir el organismo Tierra en el seno de una población de
individuo (Lemon. ¡998). planetas en lucha por la super-vivencia —formato estándar de los relatos
(le la Ic-volución—."l l’or ello, rechazaron con indignación la idea de un
Pero atención, “único e indivisible" se aplica al proceso de imbn'cación, 'planeta viviente". l’ero es qu ' atribuían a lxwelock la idea de un plane
¡no a los resultados! Ese es el on'gen del particular encanto que se des ta umfr'mdn. ese supcr()r1..mnisrno_ contra el cual.justamente, él luchaba
prende de la prosa de lxwelock y de Margulis. El interior y el extcn'ot sin descanso. Ahora bien, para Lovelock, no hay ninguna necesidad del
de todas las fronteras están subvertidos. No porque todo este conectado fonnato estandar para detectar la acción ordinan‘a de la evolución. la
dentro de una “gran cadena del ser"; no porque exista en alguna par- dificultad que se le opone es. por ende. completamente imaginan'a. De-
te un plan global que ordenan’a la concatenacio'n de los agentes; sino pende por entero de la escena primitiva del evolucionismo que reposa.
porque la interacción entre un vecino que manipula activamente asus por una parte, sobre la id ra de que se le pueden poner (¡miles al orga-
vecinos y todos los otros que lo manipulan a e'l define lo que lrabn'a que nismo cuyas chances de supe¡vivencia se pretende calcular. y. por otra
llamar ondas de acción que no respetan ninguna frontera y, cosa rodam' parte. sobre la función de árbitro u'llimn ofrecida al ambiente encargado
mas' importante, quejamas' respetan una escala fija.“ lus‘tas ondas quest (le la selección. Pero para Lovelock no hay un límite al organismo que
encabalgan son los verdaderos actores que deberían ser seguidos duelo pueda tornar su supervivencia “calculable”. y tampoco hay árbitro. ya
a rabo. cualquiera sea el lugar adonde conducen. sin pegarse ala frontcn que e'I intenta dejar atras los dos conceptos. el del organismo aislado que
intema de un agente aislado considerado como individuo "dcntro'df calcula su interés. y el de totalidad inerte a la cual se adaptaría. Lejos dc

un ambiente “al cual“ se adaptaría.“ El término es desacertado. no pfl' ceder a la crítica de los neodarwinistas, Lovelock dem'ba su paradigma:
Si hay un resto de Providencia. es probable encontrarlo mas' bien entre
los (larwr'rrr'stzrs.""

48 No hay pam esto un te'rmino recibirlo, pero el fenómeno se halla muybnm'.


reconocido por la expresión ’rrro'nada' en Tarde. de 'sobrevurlo absolul‘?
(en Ruycr. 20‘l3 [1952]). (le 'creodo' para Waddington (ZO‘lZ‘). )' “Mi.
50 Volvercmos a encontrar esta cuestión del calculo del intercs' egoísta en la
de numerosas investigariones a fin de salir del p.'rr.rdigrn.'r habitual. (omun
a la sociología y a la biologia, que capta a las entidades únicamente como octava conferencia. pero esr'r ver para delimitar la soberanía dc los Budm
partes (le un todo: parta rxlm parra (por ejemplo, (krrdon. 20'“)- 5| Que la evolution es siempre ante todo una fomla (le relato. ya lo hemos
49 l-A‘ cl argumento de la ‘simbioge'nesis". en Margmlis. y que también mmm" .‘tprendirlo de esc maran‘llou) narrador que es Stephen-jaycould (l99l).
52‘ la evolución. por asi decir. (le Edward O. Wilson. que pasa de la idea del
mos en Gilbert y ¡{pel (2009).
l22 (LARA A (.‘ARA (ION El. PLANETA (.‘AIA. FIGURA (Al. FIN I‘ROFANA) DE I.A NATURAIJÚA l23

Si bien se prestó de buena gana al ejercicio obligado de mostrar. gram [3 razón por la que ln intuición profana de Darwin
fue camcten'zada
al modelo l)aiss_'."‘ que los organismos en lucha podían obtener efectosd, disfrazada es que
a menudo por una versión (le la Providencia apenas
liorneostasis sin plan preestablecido —lo que resultaba bastante uidcnttx, ¡es "aidanvinistas fingit-ron olvidar que. si semejante cálculo funciona
lovelock ataco’jtuto la manera en que los biólogos entienden la ¡(13m m la economía humana. es en razon de la presión continua de formulas
ción a un ambienta l-sl‘te es evitlenternente el límite de la lmn'a troW'a ¿ua'lrulo cuya finalidad es hacer funcionar —el término técnico es 'pcr-
empleada corno modelo de la biologia. teoría 'rgacias a la cual podnam'os formance'— la d' tinción entre aquello qtre un agente dado debe litemL
disu'nguir lo exlm'ar de lo inlm'nr de un agente. Se‘gu'n dicha teon'a. um mente lmn'm ranita I' aquello que debe decidir no tomar en cuenta.” Sin
siempre debe elegir entre el indin'duo egoísta y el sistema integrado «mo estos procedimientos contables. sería imposible calcular el beneficio y
ma que los biólogos tomaron de laS‘ ciencias sociales—.."‘ l’er‘o lo que es un mucho menos deducirlo de su supuesto "ambiente". Desde el momento
invermimil en la idea del “gen egoista“ no es que los genes sean cgoím en que Se extiende el danvinrsrno a todos los seres vivos, y por lo tanto a
-cada agente persigue su propio interes' hasta su tn‘ste fin-. sino que se aquello que cada uno les hace a todos los otros de los que depende. el
pueda calcular su "w'abilidad' mlmmlw'mdo a todos los otros actores en al'culo de la optinu'zacio'n se torna sencillamente imposible.” Ni la in-
lo que constituin’a. para un actor dado. su 'arnbiente". Dicho (le cua rm. tcmalimcio’n ni la e'.\tern.'lli7acio'n tienen sentirlo allí. Lo que se obu'cnc
nera. el problema del gen egoísta es la definición del ego.“ last') no quret'c cn su lugar son oportunidades de azar. bucles de retroacción. ruido y. sí.
decir que haya que mon'li'lar un surwrorgmnistno al que los actores dchln hrst'on'a. ¡Si no hay gen egoísta es porque. literalmente. el ego no tiene
imperatimmente sacrificar su bienestar. sino tan sólo que la vida cs m8 límite!
cao'u'ca que lo que los economista y los dam'inianos habían imaginado.
puesto que cada pmpos'ito egoísta es sumergido por los propos'itos egms'
tas de todos los otros. Los relatos por selección natural ofrecen un cuadro
demasiado idílico de la liistona natural. (knnparada con el embrollo dz En otras palabras, los evolucionistas se precipitaron a tratar a Gaia como
Gaia. la despiadada lucha por la vida aparece corno lo que es: una forma un todo sin siquiera intentar comprender aquello que bovelock estaba
dornesticada y racionalimda de la religión natural." explorando. Revelaban así su inextirpable apego a la oposición clas'ica
entre el individuo y la totalidad. el actor y el sistema. obsesión políu'ca.
sociologr"ca y religiosa, pero sin ninguna relación con lo que se puede
esperar de los seres vivos en el mundo. Ya lo sospecha'bamos un poco: la
supemrgunu'mo a la yxiobioltm'a. y de esta ¡l supemrganismo (Hol'ldobit'r economia de la naturalel'a no es la de los humanos. Retomaré la cuestión
y Wilson, 2008) n un buen testimonio del f . .uo' total de lo que lt llum
de este apego en la conferencia siguiente. pero. para cerrar esta. me gus-
kmm’rrlw‘n. que apareció en pn‘nlcr lugar como un plillt’ipio biológkozma
de que se compremlicm que no se tr. nba de extender la cconominoón'zlo tan'a señalar la otra consecuencia de la tentativa de Lovelock: si e'l pres-
viviente. la biologia no ha logrado escapar nunca a la l’rmidcncn'; (omoh cinde de la idea de. parte para explicar el organismo. pmdndt tambien" de
«otlotnía, siempre ha net esilado del milagro (le la t'mirtlinzttión. la ¡"dm de totalidad pam dar cuenta de las diferencias de escala.
Modelo al ((rrnir‘nlu bntante simple, luego ca r “:1 mín complicado. pm
mostrar que la hnmemrmis entre orwlniimm distintos y en competenm' en Tan pronto como ¡ibandonarnos las fronteras entre lo exten'or y lo ¡n-
pnu'ble. La utilidad dc esta denunlmcio’n fue más rnetafo'n'ar que tcn'or (le un agente. siguiendo estas ondas de acción. comenzamos a m
pero lA)\!.‘l0('k le .‘uigno' mucha irnrmrtancia (.Sc‘lrncidcr y otros. 2008’.) DE?
difilar la (Sta!!! de los fenómenos conside nidos. No es que cambiemos de
truth 'D.rin,worl(l' de “'ikipcdia aportan Lu referencm‘w a numerosos film).
54 A mrtir dc Muntlcvillr “992 [l7l4]). los pres'tarnos no han temd‘o trepa.
para intenur ‘nuturuliur' una versión muy particular de la economia.’ WN
l’olanyi (lJH‘B “9451).
55 Alusio’n al titulo del famoso Ihwkins (200‘3. aparecido cn ¡976). 57 F4 el principio de ' ¡his de la nonomiuza'ón de los colectiim Ilcu'do ado
56 No es cl reduccionismo lo que resulta chocante en los relatos neodumfl" lante por (."rllon (ed.. IED‘JB). \.iache'n.1ie (2008‘). y‘dc numerosos colegas
m. sino la falta (le reducciotlu'rno y la constante apelación :¡l cquilibno'dt ((-A"llon. etlr. 20] 3); en cuanto .‘Il vinculo con la teologla'. “Hue PN": (mul
la nutrir-¿leía y al bien de los organismos. Detrás de la selección natural." 53 L1 falta de pl.‘|u\ibilitl.‘rd del cálculo por .uignacio'n de lo interior y lo extcn’or
reconoce h mano bcnmolcnte del (.‘rcatlor. tanto en Darwin comoen su nu’ en el on'gen del renat irniento (le la noción (le (cum [bienes comi»
sucesores (Ospomt. IJ‘JS). nes] por obra (le (ktrorn (20l0).
I'M‘A' ¡ITA
¡24 uuu A (ZARA (ION l>'.l. GMA, “(:th (Al. mx.- I‘ROFANA)
m»; LA NA'I’URAl.El'.A
¡25
10s mediante
‘ un salto brutal del individuo al .31“.
nivel y que pasc'al - .
de vista P‘"I ser’ 'g‘ml"“"“c
. I "tope-ram“ rq vivimos en una atmósfera dominada pOr el Oxígeno n
los dos puntos bn“Ï. Si a'lidd‘i3 ¡in
abandonamas papa bucle de retrmtceión dispuesto de ' 0 es e"
' dc Margulis. l or lo demas. el “'nculo — c
es la importancia del a - m7-
debido alertar a los ( turcos. puesto que Ma cnt.- .
"¡smos que "unsforn'dqï’" “510 Veneno mortal cn un formidable
()Tm(ga¡nr
estos dos autores habna . - ‘ t ulos lo; o“
los organismos nunust con ¡amaSe . I KK"
_. t de su inetalmlismo sr multiplican)". El exit
a - - ¡sio'n de arclc Seno no está aquí
altera l COH‘P'“ c la, 'Ivu . ra.
“wc-lock con l dla d
r W ‘
Esto demuestra q“ ec;
Klum hnente como un componente del ambieme' smo como
silnl’lCI
como hace i la terue-
e ommnismo.
í de Ñ .
escala. de prolongada de un acon(ecimiento pum)“ gado hasta
’ '
c1on P ‘ - e
ro Mamen! dic ¡a partes y ¡unida el día de ho).
i por la proh'femcio’n de los organismos. Dt-
Por
. elsr solos. los do. ¡"(Culamn pre“ l mismo modo. es
que ambos amcanjunlos.
. . . ind- tan sólo des.
' i a 1 k h ¡nu-ncióu de la iotosrntt'sls qttt' el Sk)! ha sido
i. ‘
completo de la nocmn de nlv ( ' - llevado ajugar u“ rol
Un (¿i-unplo de. onda de accion .ha tomar o un cmetcr emblc en el (lt-53'10"" d" L" "kit" A'Ïfl’f“ 5°" COHSPCllencias de acontecimientos
en ¡a saga dc “we-lock: la apancton progresiva donxigcno al “MG- mslón‘cos que no durara" ¡nas tiempo que las‘ cn‘atums que
los sostienen.
Y, como muestra el texto cuado. cada acontecimiento
eón arcaico. ¿El oxígeno que resptmntoses superior a nuestra en, abre. para otras
indiw'dual? ¿Estamos “dentro” de la atmosfera! hn realidad no. M, cn'atums. “mima-s pempectm‘ls".
1.1| punto crucial es que la escala no interviene pasando
que ese peligroso veneno es él nusmo la consecuencia imprmdt; de un nivel |0-
(al a un punto de vista superior. Si el oxígeno
acción de los micrtxnganismos que dieron a otros actores .dc ¡“(mb no se hubiese expandido.
habría seguido siendo un peligroso contaminante
descendcmos nosotros- la oportunidad de desarrollam. tho de 0m arqucobacu-Vn'm. La escala es
en la wríndad de las
aquello que el éxito de las formas
manera. la atmósfera somos nosotros. El oxígeno es un re latitamcmc vivientes
n. engendro’. Si hay un clima para la vida no es porque exista una
cien llegado. un caso masivo de polucton que ha srdo caplatlo por nun-4 m extensa
en el inlm‘nrde la cual todas las criatura s residirian pasivamente.
formas de vida como una oportunidad de oro. después de haber El clima
1am“; es el resultado histón‘co de conexiones recíprocas. que interfieren
lado a decenas de miles de fonnas de vida anten‘ores: las
unas con las otras, entre todas las criaturas en curso de
desarrollo. Se ex-
pande. disminuye o muere con ellas.‘” La "n aturaleza'
El oxígeno es tóxico, muta'geno. probablemente canccn’gcno, en la concepción
clas'ica tenía niveles. estratos que se podían superar.
y por lo tanto limita la longevidad de los organismos. Pero de nivel en nivel.
su de acuerdo con un zoom continuo y bien
presencia les abre asi numemsas fmperlivas. Al final del ordenador“ Gaia subi-¡ene los
Arcaic‘o. niveles. En ella no hay nada inerte, nada
la apan'ción de un poco de oxigeno libre habría haha milagrm ben evolente. nada exten‘or. Si
el clima y la vida han evolucionadojuntos.
para esos ecosistemas pn'miu'vos [...]. El oxígeno habn'a el espacio no es un marco. ni
amix}? siquiera un con texto: r1 (¿patio
cado la química medioambiental. Habría habido un incremct‘r (s un hy‘b del linnpo. Exactamente a la inver-
to de la cantidad de nitratos producidos por la oxidación del
nitrógeno atmosfen'co y una aceleración de la erosión.
soi)"
todo en las superficies emergentes. lo cual habria 60 En su hermow capitulo
hecha ¿13W sobre Tarde. Pierre Montcbello (2003: 152) muatn
bla (Inma): nutritivas antes escasos y por que el miuno argumento
lo tanto prmilido ¡IM “¡le para la extensión y pam cl ‘éxiln' de la món:-
prolrj'rma'o’n de los organismos (Love-lock. da‘A "rr-"(lvl ("onceliia el éxito de una ¡mención
como una contaminación
2001: l H)- (¡Ip-VS (le ganar poro a palo im confines
(ic un territorio inmcmu. B lo que
p’ .‘o' con la materia.
puesto que unos a'tomm. triunfante-s supieron apartdn'
su influencia
atractiva sobre todas l.“ nebulosa‘. forma‘mn m audio'fiw'oquc
.‘4' (“Mit-nde al espacio
infinito. rompieron cl equilibrio pn'mitino de lam,
""lmr‘il‘ffln por doquier la ley de la auzu ('iórL
El estrato fisko o result-MO
(le una domin.‘tcio’n
política. (le la mprmatw' dl un ¿(nombre el conjunto de
59 A] mostrar Inma que ¡1‘ "Hinadm. [.,.] la imagen
punto e l organismo celular mismo, de lo politico “¡planta aquía ln teológim' (el
"LM, (¡Murano me pertenece).
átomo
' ind'nu'iblc. es mu’ bie El
n resultado de una vasta composxflón'vsíg ¡4| (listxm'u'o'n de Lu entidades
msmm reclutados en el según sus dimensiones en el intcn'ot dc una
4 curso de una lus'ton'a muy ¡3'81 (“msnm '_»"¡ alma no se rorrexponde
¡997). Sin Margulis. con ninguna expcn'tncia "ral. aunque R"
cs probable que la hipótesis Gaia "o
'

la Inc/Mora cibernética. h“ m. w
l ,‘6’. 5 "nn-"d" P‘lr confundirse con la imagen cientifica del mundo gram": film!
como I'h'z I’oum o] l'rn'
de Philip Monbon (¡982).
CON El. ¡"ANITA
[26 CARA A CARA (.‘AIA. “(:1va (Al. H.\' l'¡(DIAN/t)
n}; LA NATURALEZA
l27
habia comenïado a desplctrm‘: (‘xtcnder e
d c l0 lIL' (‘alileo
1 . u _ .- cn cuenta. l’l’CCÍS’M'K'lllv cuando habria que
(
(ads;l o pa raq colocar
‘ a cada actor en el Intenor dt cl. parla extra toma”a tener tantas
l l k un ml “pau-n m no tiene ninguna especu- de. la humanidad como pertene nciAS' al mundo
¡ml-(¡une s“w
dc-
pvc 0C . (le, mgm-fic Pin existen. es
' ' "¡l-sm” cn que se ha logrado
unive «N'lu‘ar por
' el ue habitamos. el de la zona crítica. es CSL- cl mnnll' “¡(11- de la 'l‘icl’ra el mismo fin sobre
Cspano c‘n - x ' - de tan -lejos
q v sc ctun _ h como
. nosotros: la su!“ bum anoide economila'd
que conspiramos. toda dor
dc es": es": (.Un C] nombre de glnlmhmrmn > -- o m or 1V

tanto como aquellos que nos hacen respirar. h mlcul a r ' u ndialiwción.
. minado ¡no ()(-‘\.1 -—(le su nombre l atmo Horna monomirtu-
En este sentido es que Gaia no es un organismo. y HO podem“s por doquu.,-___ se ha
¡justo en el momento
carle ningún modelo técnico o religioso. Acaso tiene u’n orden_ ¡PB en que. tenemos
lot mas una
dl l "(-(csidzul de otras
(me. de homod¡versidad!
nojemrquí : no esta" ordenada por niveles: tampoco esta (¡mmc . , ». , .
Q
ue mala suerte,
rcalm!c tte. lla," ‘l‘u . “¡lu-nt." el mundo con un llum
Todas los cft tos de escala son el resultado de la expansión (¡e “n ano reducido
a
quel“. imo número de ctunpetencias intele
te particularmente oportunista que aprovecha enseguida camion 18m In W 4 5 _ , ctuales. dotado
de un
l lhm capa! de hacer SllllplCS calculos de capitalización
desarrollarse“: eso es lo que toma completamente profan a a la cau- '5 dt (tr? y de consu-
de mo. al que se
.‘¡tribuye ima pequeña cantidad (le deseos
Lorelock. Si es una ópera. depende de una improvisación constan". logrado convencer y al que se ha
q" por hn (le tomarse.
no tiene ni partitura ni desenlace. y quejamm' se intt. tprela realmente por un
¡d sum-(¡0 atómico indi\1‘duo. CII
dos vc“, en de la palabra lin el mome Il“) mismo
cl mismo escenario. Si no hay ningún marco. ningún propósito. CH que SC IIC—
ningum (csitaría volver a hacer política. ya no tene mos a nuestra disposición
dirección. debemos considerar a Gaia como el nombre
de un prou.” "MS, qm. ¡(,5 pate'ticos recursos
por el cual detenninadas ocasiones \?n'ablcs y contingentes del “mamagement‘ y
la 'gobemama'.
obtuvm'ou unca antes una definicion tan provinci ana (le la humanidad
la oportunidad de tornar mas" probables los acontecimientos se ha-
ullawm‘ En bía ¡mnsformado en un est'a'ndar universal de comportamiento."‘*
este. sentido. (.‘aia no es mas" una cn'atura del azar En cl
que de la necesidadln
que quiere decir que se parece mucho a aquello que momento mismo en que habria que. aflojar la opresión de
hemos tcrmimdn la primera
por considerar rama la hu‘lon'a mm'a. -\, aturaleïa. la segunda aturaleza de la Economia impone
sujaula de
hierro mtb estrictanmnte que nunca.
B probable que sea de este (lt,-s.'ijllste entre
las’ antiguas definiciones
dc la humanidad y aquello a lo que los humanos deben
hacer frente de
donde proviene esta perturbadom impresión
¿Hemos dibtJi'ado finalmente el rostro de que la historia, o mas"
de Gaia? No. desde. luego. AJ bien la histon'cidad. ha cambiado de
menos espero haber dicho bastante bando. Mientras el modernismo
para convencerlos de que bum: manto“) su influencia. los “humanos'
el lugar del "Hombre en la Naturaleza" estaban felices de vin'r entre, de
—para recurrir a una exprb un lado. el “reino de la necesidad"
sión anu'cuada- de ningún modo es (el encadenamiento delas camasy de
la misma tarea que participar” las consecuencías) y. del otro.
la geohiston'a del planeta. Llevando el “reino (le la libertad“ (las creaciones del
al pñincr plano todo aquello qu: derecho. de la moderm'tlatl.
antes estaba limitado al segundo de la libertad y del arte). lntercambiaban la
plano. no esperamos vivir porfin 'm necesidad apremiante (le
armonía con la naturaleza“. No la Naturaleza por la proliferación de las cultu-
hay armonia posible en esta cascadafiñ; m. 'Mono-natumlisnio".
u'ngente de acontecimi entos de un lado. "mullrc'ulturalismo". del otro (13‘
imprevistos y tampoco hay "nntumlcm 4- (our. 200421). Ahora
menos no en este que es nuestro bien. el acontecimiento geohistón‘co que procuro
reino sublunar-. Por lo tanto. aprcnótf definir denilm’
cómo situar la acción humana de pies a cabe-Ia esta división. El
sorpresa dio poder de invención ydc
en esta geohistoria no equivale tam'pw‘ un v uelt‘o (le los humanos
a "natumlirar' a los humanos. a los no humanos. como subraya
Ninguna unidad, ninguna unía-rm!“
ninguna ¡FTCfuld’bilidam ninguna indefectibilidad
- .r puede. ser ¡mw
.
Pam s""Plllcar esta geolnstona .
en la que los humanos sc cncul'Iun:
sumergidos.
El drama es que la . . .
mtrusnon de (yata
\ ' 62 A “l I’lllllo que la idea (le zomnom
sobrevtene
'
en cl hoy en día parece una att-ana nm‘ïdid
que la figura huma ‘ "10de (Dardot y [sn-al. ¿‘Ol-I).
na aparece nldS’ . a c a pin Sobre la histon’a (le esta efectivamente trim¡l Pad".
que nunca como "|de P da (le tcfcicnt iau.
véase el notable lochcr (20'13).
I28 CARA A CARA CON I'.'I. PLANI'TI‘A
(.‘AIA. FIGURA (AI. FIN I'ROFANA) DE LA NATURALEZA 129

la humorada de Freden‘ckjameson según la cual “¡en nuestros dm-


Y luchan los bosques y los vientos. y un vasto río
rece mas" fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalls'mol-:ul“
.So'bre sus rocas ¡mamut-"¡mu- mmpe- y davaría.)
¿Recuerdan la canu'dad de energía que las" ci .ncist sociales dl'hph-
(Shelley. “Mont Blanc. Líneas escritas en los Valles dc
ron para combatir los peligros del reduccionismo biológico y la mmm;
(.‘liain()tini'“. el destacado me pe.rtenece)."‘
zación? Hoy parece difícil decidir si se gana más libertad de mou‘mkn‘,‘
volviéndose hacia la naturaleza o hacia la cultura. Lo que es sogUmG
;"I€l eterno universo de las cosas"? ¡MasH' mle no contar mas' con eso! He-
que los glaciares parecen reducirse más rápido, el hielo funding“
inos cesado de creer que las cascadas “saltam’n por siempre" y que "un
rápidamente. las especies desaparecer a mayor velocidad que cl "un"
msto río / sobre sus rocas inces¡mu-mente" ha de romper y desvan'ar. Si
tuoso tren de la política. de la conciencia y de la sensibilidad. Qué ¿mi
siempre existe un quiasmo pam alimentar la mer/ela de "melancolía" y
le sen'a a Shelley cantar hoy: dc "esplendor" que. acompaña el sentimiento de lo sublime. no es por-
que veamos a unos pobres y fugaces humanos que se agitan sobre el
l'h‘t everlasting universe afthings
mena-ño de una naturaleza perpetua. sino porque estamos obligados a
News thmught Ihr mind, and mlls its rapid wavcs,
ver .1 unos humanos obstinadauntvnte sordos e impasible-mente sentados,
Now dark - now gh'ttm'ng — naw nfluting gloom - imno'n'les. ¡mientras que. el antiguo decorado de sus antiguas intrigas
Now [ending splendour, whmjram semt spring: desaparece. a una velocidad atermdom! Sublime o trágico. no lo pero
I'hz' sama aj human thought its tribute brings una cosa es segura: ya no es un espectáculo que podamos apreciar a dismn-
Of watm — with a sound but hafl its own, cia: somos parte. de. e'l.
Such as a [cable brook will ofl msnm: Puede parecer extraño. pero en lo sucesivo la cuestion consiste en sa-
ln (lu wild umods, among the mountain; lane, ber si los lmnuinos son ‘apaces de encontrar un sentido de la liiston‘a que
l‘th wataj'alls amund it leap forever. les ha sido sustraído por lo que hasta el presente ellos habían tomado
l‘Vhar wood: and wind: contend, (md a vast "ver" por un marco desprovisto de toda capacidad de reacción. la bifurcación
Over ¡Ls rocks ceaselessly bursts and mves. de la Naturaleza que tanto había criticado “'hitehead se encuentra ¡Ir
venida del modo mas' inespe ado. ahora las “cualidades pn'man'as" están
[El ¿temo unwers'o de las cosas caracten'zadas- por la sensibilidad. la actividad. la reacción. la incertidumo
Fluye a través de la mente y agita sus rápida olas, bre: las “cualidades secundarias", por la indiferencia. la insensibilidad.
Ya oscuras, ya mdiantes, ora espejos (le melancolía, cl letargo. A tal punto que podríamos enunciar lo opuesto de su célebre
Om prestando su esplendor, donde en secretos mananuaks' cita: “Asi. el curso [de la liiston'a humana] concibe meramente como
La fuente del pensamiento humano recoge su tn'buto los avatares de la materia en su aventura a llaves del espacio " (¡S
De unas aguas... cuyo ruido sólo les pertenece a medias. Podn'an ustedes quejarse. de que esta versión geohisto'n'ca manifiesta
Así como un débil arroyo con frecuencia ha de adquin'rlo una dosis excesiva d 7 antropomafruma. ¡liso espero! Ciertamente no en
En los sala-jes bosques. entre las" montañas solitan'as. cl antiguo sentido de que “proyecta \«"¡|0I‘CS humanos sobre un mundo
Donde las cascadas a su alrededor saltarán porsiempm inerte de objetos muertos”. sino. al contran'o, en el sentido de que “da

G4 Durante esa famosa exuulí que también rmulto’ en la escritura dc h‘anhrm-


63 la cita exac’ta es como sigue: .Somzmv‘ mm said that il u' num'lo x'wuw'“ {rin por \. rv Shelley. I-. .tgrzulable constatar que. si esta (clehc'n'ima pareja
a] the uwld [han to Imaginl the md ojrapilalu'm. H’t ran nan mw' M ¡”45‘ eu rihio' tanto durante dicha e\t.'ulí.'l. es tantbie'n porque la cnipción del
III! ata-mp! to ¡Will capitalu'm by ¡muy of ¡magimng [ht md ojllv av!“ IMM" imlca'n 'l'amlmm en Indonesia [la Il.’l)‘()l enipcio'n “Ilcánirajamas' Ichs'tmda]
dijo una vel, que es mas” fácil imaginar el fin del nmndo quc inginfl d "‘ñ‘ había ¡inunformadu las \a'c.'|ciones dc. lRIÜ en un K'nmo atroz...
del capitalm'no. Ahora podemos revua'r esm aseveración y ser teamM. dd 65 La frase original es m thai Ihr roms: o] nalunv ¡s (anrm'ui tu bring MUI} (¡bifur-
intento dc imaginar el capi'lahs‘mo por medio de imaginar cl fin dd ' tunn of mani-r in its adtvnlun Ihmugh ¡pan (“'hilcllead. l998). Rccordémoslo:
02171680", 2003). hay que elegir entre lll.’|l(.'ti.'| y mat-ui.1lid.'ul.
¡go (uuu A CAR A (ION El, PLANETA

-
(.‘narta conferencia
c '(‘c cn in g 168.!»mm
“un forma a los humanos . o. como s di ' ¡o nom,“ le”

| uu I¡anos» con una image" "“ü “mhsm' uno su.” mmm quqiam' del
ammpomorfismn ‘
cn ¡a cpm —-.1 cn
. (¡nt- ¡Os hunmm,S
¡u Os El Antropoceno y la destrucción
peligros del ‘
. un PP‘ a -l muv (“51mm del dcconldn ¡“HC cl cual se pamn
Kahn (de la imagen) del globo
cn csccnd ' . x, . ‘ . . 4 . "1*
anllgm’S i “(maja (k l“
- roles\ dv todos ¡m
l ,3] l . Los Ohm mm" 3¡"1do
modos. cómo evitar L'IS trampas del nnlropomor
rc(l'is tn‘buidos
_ L. ‘ l)(' todos c - -
n e ¡tc vwnnos
adlal cn l vtt Cl 1
<l del A"Homem:
fismo. ¡si lt) Cierto cs que

El Antropoccno: una ¡“HOWK‘ÏÓH 0 Mente (t Malú-o 0 Un tér-


"¡ino discutible pam una época incierta 0 La ocasión ideal
pam ¿“agregar las íigums del Hombre y de la Naturaleza
0
Slotcrdijk o al origen tcológico de la imagen dc la Esfera ' La
confusión dc la (.‘icncin y del Globo 0 'l‘yrrcll contm
lovclock
o Los huclcs de rctrmtcción ° Por fin. utrt) principio dc com-
posición 0 ¡Melancolía o cl fin del Globo.

Supongo que durante los seis primeros meses de 2012 no fui-


mos demasiados quienes cspcmmos con gran impaciencia las conclusio-
nes dt-l XXXIV (bngrcso Internacional dc (Ecología que sc rcaliïaría
dumlllc el verano cn Brisbane (Australia) .' Debo confesar que. hasta esa
fcch1..nt) t-m mi costumbre seguir cl trabajo de esc cmincntc cuerpo aca-
démico -incluso aunque su divisa un tanto nicl'lschcana. Mail! tl Mallm
('(n‘n cl pensamiento y cl martillo"). ¡habria podido aplicarse muy bien
a mi propia profesiÓnÉ-. Si lo hicc aquel año. fue porque.
como todo el
mundo. yo esperaba que la (knnisión Internacional sobre la
Estratigm‘
íïa. o. pam ser más precisos,
cl grupo dc trabajo dc la Subcomisión sobre
h l’klmligmfia del (.‘uatcrmlrio. presidido
por cl doctorjan l'alds'l'CM'C-l
dc la Univcm‘dad dc
Ixin-stcr. dccidium por fin dcfinitimmcntc cuál es
la ¿Wa cn la que nos t-nconuninos.
Definir una época de
la historia. y hacerlo oficialmente. ¡nu cs poca
‘09"- ¿Iban a dccl amr que la
no (Bonn-util Tic-rm había entrado cn um. nueva época. 0
y FR‘SSOI.'. 20 l 3)?"Y cn caso afirmativo. ¿en qué fecha preci-
Ki? Habia mucl
m cnjucgo: por pn'mcm vel: cn h. gcohiston'a. sc iba a dc-

"cm‘ón prat. (Ir: (1ta confcrcncul" aparccio‘ cn Hachl: (“1" 20,“).


Z‘l Un"
Tom” hcP‘Ka' cn cl scmitlt) corn'cmc. Los gct'iltmos dnunfiuïn el "(Impodc
p‘" ‘cfl'ncnlus. cn urtlcn decreciente: cone-1.. cms. Pcn"d°’- CW”) “h
con El. PLANETA Pmmm, y LA DEN;"l‘RUtKIIÓN (m: LA IMAGE
N) mzt. (zumo
¡32 CARA A CARA .rl. AN'l‘R" 1.33

me que ¡a {nena más Importante qm. molde“ JC. “w (¡Casio-n requiere.


e _y C . . podemos comprenderlo.
claiar solemnem
“nidad ¡omada (n bloqm ) omo un unico conju’u ¡“tm San“: “TPS. si |-.¡ estratigmfia revolucionó que uno lo
la histon'a de la 'I'ie
«,3 ( 05 gmd‘“ al Cuidado rra
("mw_ P0". "Huevo",
uesto ' el de AntroPOCC'“) con el Cual los geólogos tratan
pic“
cs la dc lae mm
. nombr_ . . . . ‘ ant las
cl P f0
.Elp ¡Inga-sl por una subtommon? (,omprcÏId Pt: cs c“ parte cue stio-
dcculido "damn. No se trata pues de dejar
que cualquiera decida.
intolerable...‘ "¡ii y nomC .
qmmano y r‘ i
.' pc" 50 me resultaba . . nes dt ‘ .
e] _nombre del primer estrato de roca con el que tropieza.
P0r ‘lm el sus 1 o mlemne. me decepctone un poco ahead altuntun.
El
Como mc esperaba a g i continua.
’ ¡forme
reunión de anbane. n
infonne de la
termino tecnico. el “An.
por el momento al AmroN (¡msm "¡0'!"- lmm SCT ¡“'CPM'doncomo
5| grupo de investigación considera ¡ropoc-Lno“ debe seta) ('lcnllÍlCd'InClllc JllSllfiCado (es dear
'(¡ictualmente producida por esti-¿(os
ceno como una WM” W!“ g"‘(.)l0glca' es dcc'r‘ “mada al mu." que la "srn'al geologica
que el Plelst'oceno‘y el Holoceno’ ¡o qUe debe ser .S"llll(,‘lfl(‘.lll(.‘lïlCIHC ímd'a. clara y du'linla). y
mo nivel jerárquico en forimlcio’n
implica que esta" situada en el l’enodo (.naternano, pero que d comunidad Cientifica como termino técnico, En ¡o
b) útil a la
Holormo ha (minado. . .‘ que re5pecta a b) cl te'rmmo extraoficial Antropoceno se ha

revelado ya" muy útil para la comunidad dz z'nwsligan'án 301m ,1


-Poflbks- no es muy cnfa'tico: en cambio. declarar que ya no vivimos“
mmbia tlimu'lim y continuara” de tal modo siendo utili'lado, pero
el Holoccno. eso sí que es mas' radical. puesto que es precisamcmtm queda por (lclerrninarsc si la lecniriwción en la las‘cala de los
estos once mil años de relativa estabilidad entre dos glaciaciones qu tiempos geolo'gicos puede tomarlo mas" útil o extender su utili-
la humanidad. o mas' exactamente las civilil'aciones, pudieron dem“, dad a las otras comunidades científicas. como la comunidad de
llarsc.’ Mientras nos halla'bamos cn el l‘loloceno. la Tierra permancm’ los geólogos (lnlorme INQL'A, 201 1)_
estable y en segundo plano. indiferente a nuestras histon'as. Era. si pum,
decirse así. businzss as usual. En cambio, si “el Holoceno ha tennimdoï Hacer prosperar la proposición de un nombre para una época gc'ologi"ca
es prueba de que hemos entrado en un nuevo período de inestabilidú' en medio de la burocracia de la sociedad Internacional de (k-ología es
la Tierra se vuelve sensible a nuestra acción y nosotros, los humanos, ¡nos tan tortuoso como hacer pas'ar una ley por las comisiones de un Parla-
convertimos un poco en geología! mento o promover la beatiticacio’n de un santo ante la diplomacia vatica-
na. E incluso si los esuatígmlos (:oncordaran en otorgar a la humanidad
un papel decisivo. aún sería preciso que se pongan de acuerdo sobre la
3 la importancu' mpital' del Antropoceno es que otorga una verdad prat'tr'
fecha y sobre el hito que pennitim’n a todos los especialistas. en todo
ca. e: decir estratigraf'lca. a la noción de época estudimla por Blumcnbtq el
(1999). como hu'ton'ador —y no como geoliiston'ador—. La Edad Matar”! mundo. reconocerlo en las" rocas":
sabu' India. así como la Antigüedad no se sabía antigua. Pero cuandol-IIW
Modcma se definió, cxplícilanlclllc en su (’dM"). como Edad Modan. non!"
El comienzo del Antropoceno se estima
que ttmiinan'a por ser definida con total precisión por un subcomitt'dtü generalmente alrede-
¡mugr‘fia- ¡FOHQUlt no previo que el concepto de arqueología xm'w dor del año 1800. cuando comen/'aba la Revolución lndustn'al
¡l Pit dc la letra! Este es otro ejemplo de esa ley de la historia que ¡“("7" cn Europa (sugerencia
lo figurativo se tome literal, original de (.‘ruuxen);° se han propuesto
4 Informe redactado en cl cum.) Otros candidatos potenciales para
del rongrest.) de l.‘t Unión lntemzcim’h‘l las fronteras del u'emp0, Ya
,93" l"‘“ÚIF'Ü'ÓII sobre el (.‘uatcrnun'o (conocido por su sigh en ini!"
5 l'A'NQdaUuMctizl'l'“tema. Suiu. del 21 al ¿"7 [de julio de 201 I. ‘ h
Ranmdón ¡"d ¡l'IXasl-deule la apancmn del llamo [(Ibfl-. bri‘ñawnd‘.m
(m. pmrunu -. 0 I'll.uy breves -desde la posg/uenaï. "la; h (“M Ü El articulo de (Irutzen
y Stoenner (2000) desencadenó un gran movimien-
meno, wn (uuu: lcdul'lx’ll'u‘“ Y morales. (.u'.u|lt) mas allllsllaás dim”! 'l.0 de litemtum y la nearic'm de
mrias revistas especialiradas‘. AHMWVW‘
cnmcmm" pm con! _ las formas actuales capitalismo) “menumm
H" A """UÍW'm' Rruitw. [Jemm‘lm ¿(ha o] (Iv Anthropotnu. etc. En Francia.
dai, La. We '_“'XUIcntc-_ las rcs¡x;ns:tbilldades. N06 COI mm h" Sid" la excelente coleccion de .Sc'mil dirigida por (.‘hn‘stophc Bonncull y
J a dtlhomw :1, a d! (710mm (Allí donde hay hom Jc'.""“""l"¡<\lc Fressoz la que volvió accesible cl concepto de Antropoccnu.)
sus (n'licas,
ornamo y LA nrsl‘ktx:(3IÓN (DE LA IMAGE
l 34 CARA A CARA (.‘ON l: l, PLANETA
N) nm. mono l 35
¡»:l. ANT“
e incluso antes (¡e l Ho]
fc has ante. riores (durante _ “ndo pum decidir la fecha que pone sobre
sea cn . wen“ l Hl los hombros de
C mplo, al _ ‘ . m de la el m
comienzo < nuclear).,. Un) po dl!
o mas‘ tarde (por qc l .¡
. rcsponsïthilidad por haberse conve rtido en una fue
c
(¡lll
.. “Cm-co podria dehni.e v1]. sed en rcfcre humanos na
“Antropoceno L . d c i. P l)S
<
, - I.
un mi¡(o parllflllflr CI] un CSlI'd((), (.S ( (,II' ll“ lllllo Fslmlu t¿“(figura “¡wmnun ( ga dec slon. las investigaciones
l _l Mundial (¡,SM . , c - 1g c . del gnipo de "a.
[por su Slgld n inglel). onoctdo Micn‘r”
u mo
l Pg‘la en ¡a animado ¡ )or /,'alaSIew¡'c/.' ofrecen a quien guste leerlas'
común ¡,“¡o _ - . , . '- un apasio.
el nomhrt de clmo dt oro [goldm SM. mjo
en v — esa redistribución de lds' posibilid
m (cmpoml oficial (una Epoca (.‘lohal l: out-ml)“ d" e . mi“ de actuar que
o por una fronte Extra nan": I _ .0 "(lo de. conferencia en conferencia. He
os Slg‘" _ _ aquí esa zona me-
gráfica las‘tándar). c511","rfi a qm. c" verdad he procurado senalar mas ar riba: todas
mm” r c 'a vs _ las' acti-
»(« encuentran Inetamotfose gc f . .
des humang ' ada _" ""“35
técnicas sigue impidtc’mdonos saber (o n'dn quen” que ¡lama'balnos el socalo geologlcas;
Una marea de cuestiones rocoso comienza a hu
n (en
todo a manirarsc
((37,3 Sl. el HOl oceno ha terminado y su este Nuevo Régimen (ju
‘ A ' a lle ar la huella de los
¡o caso humanos con su look sal
Í (x
C mitx'h» _ _ vajemcnte
pt -ccedentes Posee. un corr e "dirían
-¡‘Cll
detectado en las conferncnas la“) e“ listo lun. Ya no se (tata de paisaje. de ocupación de suelos
los -geól()g()s tiecncn ¡a Cosmmbntk .m pacto local. ni de
cas. F5 que, yo había olvidado que En adelante. la comparación se establecerá
¡m con la escala
de hablar en millones y dee-".1; de milloncwt
tomarse su tiempo y dc ¡05 (¡.lnónmnos terrestres: A file-4171.1 de crecer en energía, la civilizadón
llevo mas de Int-(ho siglo decidir acerca
años. ¡Por ejemplo. les dc bin humana "gira”. por así decrr, a dlectstete telavauos. las veinticuatro
a la preston gym-nda málos prof“). ho.
Cuatentan’a! Por eso, indiferentes m5 del día. lo que equivale a la energia de. los volcanes o los tsunamis'.
como yo. que querían saber con certeza 5| noticia era, oficial .0 no'db‘ C¡“mmm-nte mais violen tos pero durante. períodos de tiempo mas'
su (.(‘ulclusunl que hablan debido djfm. breves,
escn'bieron tranquilamente en de transfor-
Algunos cálculos terminan incluso por comparar ¡a potencia
final al menos cuatro anos (¡.V),
su votación mación humana con la de las pla 'as tt.-cto'nicas."
Todo sucede como si los cstratígrafos. trasladzindosc con la imagi-
5| gnlpo dc ¡'nvestigación se ha cmrdidateado a financiamiento;
nación a tiempos futuros. hiciese-n un ejercicio mc ntal que. al obser-
para que las discusiones y el trabajo en red puedan proseguir, var ¡45' capas de rocas qtle comienzan a acumularse,
les permitiera de-
y espera alcanzar un consenso. en lo que concxerne a la for- (lucir retrospectivamente que aconteció en la época llamada
'de los
malización. durante el (kmgreso lnternactonal de (:e‘ología dc humanos".“’ En efecto, en las rocas se ve. todo: la modificación
de la
2016. sedimentación de los ríos por obra de las re presas;
los cambios de aci>
del de los océanos; la introducción de
productos químicos antes desco-
Nótese el despreocupado verbo “esperar” un consenso. asl como hur- nocidos: las variopin tas ruinas de '.'tstas
infraestructuras que no se pare-
tante costumbre de los invesu'gadores de pedir Siempre mas subnmm ccn a nada de lo que las precede;
los c ambios en el ritmo y la naturaleza
nes.“ (¡o‘mprenderán ustedes mi decepción: ¡como 5| ttmcsemm (oder (le la erosión: las variaciones
en el ciclo del hidrógeno; el incremento
continuo del (.‘()_, atmosfe
rico. sin olvidar la brusca desaparición de las

7 Un artículo reciente confirm'. la dnlacio’n del If» tlejulio dc


las primeras explosiones nucl ares, sin tomar postuón whrcle ha n 9 Morton (2007)
estima en 17 'I\\'l a energ'm imt'int'i’nca
cucsu'o'n. sino subrayando simplemente lo cómodo que res" _ ¿(Ww- M de la n'n'linción
h'"“'-"|’d. Si todo el plant-tn n'viese
'.t la :uneric ¡i eso exigin’a un gasto
todo el mundo la transición geolog’ica gracias a la 'fimia .WK)NIOP1IGW w” ‘l<'_1NJ'l\\'. En compnrzu‘ío'n.
la energia liberada por las placzu («tónica es
por la mdiactin’dad artificial recién intnxlucidu (Í’áll'A‘lCVñC'lcn Mim-m
(.1“"r""“ (Cíllnr y nnovitniento) en 40 TW. v la cnc-mín pn'man'a —dc on'gcn
8 Vehse cl apasionante proyecto lle ado adelante por la HK“ And _"""I"L"¡(‘(I sobre lu tierra y en
lux (xt-"4mm. en 130 ’hV. Todo cllu sigue siendo
Anthropocene l’rtjicct' (<hkw.dt->). que incluye videos dcm'kvvl’mn war. “.¡‘lgni-lh'nllllt‘, evitlei¡tt-mente.
(Olnpantdo con los ¡30.000 TW dc energía
autores que trabajaron desde el pn'ncipio con este colllccl’des amm. ' lo L'lll‘lif'XHllhlt‘ sobre
I.'I 'Il‘i'u-‘Iu por la ment acción del Sol.
ln numerosa enll’efl'suu anhre cl portal de las 'humaI-mh “a, Im“. ' .
. I "1.) (“Jan l"""“'(7w" I- (2008). I'h‘r lion}: Afln Us. cuyo subtitulo (Sl lo
(pestaña 'gmnds t'ntreliens' [grandes entrcm'stml. cn [090“ CS '¿khle' huella dtju ¡n los humanos en lau (0111?. describe
sos] ). en (humanitesenvironneim,-nt:¡lesfr>. -"ll('l. cata ('.\("en'.l imaginaria,
¡36 CARA A CARA (ION El. PLANETA
Y IA l)l>;s"rRU (.CIÓN (m: LA IMAGEN)
El. A \."I'R()P()(ZENO m:|.ctono
- i 37
especies vivientes en el curso de lo que los biólogos se rc .S' ic
en la escala
la “sexta extinción" (l',alasiewicl'. y otros, 2015)
'rndo Se e n tanta importancia 2 c° n a como las últimas
adquicr ' o el pro v¡ (-cto Manhatta n.l gla-
legibilidad en los sedimentos que en las explosiones atóml‘cas s
a'aCl'Onc
_ mos que los es .1)ecialistas
r de la e sttigrafia
m ' se
les, a partir del l6 dejulio de [949. se muestran como sen-as tan’ Y DCJC c nosi PaCl-Cnunncntt‘. a
que decidan. Dada la
a ese famoso “clavo de oro”, fácil de detectar cn el mundo “¡(111% perl .ucgo. ¡no im
podemos guardarles
col rencor por
que, por la claridad de la señal radiaenva. podría logmr un . ll-smr Cs“. aceleración del tiempo,
¡.¿panly ciramb-¡anda recobrando el
entre todos los geologos. propias de la burocracia acadé
XIX v xx
PaS'emos a lo mas' fascinante: a lo largo de los Sl-glos P0“
bn’amos hallado cada ítem de esta lista en los relatos que se “¡Anal
ban de las fabulosas hazañas del Hombre que transforma la 'nenag 0m
dominarla mejor. (bn la salvedad de que hoy en día el ¡ono m t
lo que hace del Antropoceno nn 'liito excelente. un "clav
triunfal. y de que ya no se trata en absoluto de “dominar” ¡a “al‘umcnÜ u 0 de oro" cla.
‘maS' alla de fila. frontera de
m‘mcntc detectable tanto la c‘smu'gmfia_ es
sino de buscar en las ruinas sedimentarias la huella de un que Cl nombre dc pcl'lOdO geohistortco puede
convertirse en el con.
de los humanos de antaño. (kimo en una nueva dialéctica del amo“; ccpm filosófica ircltgtoso, antropologico
y. como muy promo veremos.
esclavo. los rasgos del uno y del otro han tenninado pOr con
fundim Políu'co mas" pertinente para “comen/ar a apartarse de una Vez por ¡mas
Anlropomorfismo de las zonas (‘l‘ÍliCdS', pelrmnorfismo dc los humanos, “Moderno y de “modernidad”.
En delas nociones (le
cualquiera de los casos. fusión de las fue-rms g eolnsto'ricas en lo
que ó.» Mc resulta maravilloso que este oxímoron (le la geología
veras se asemeja al caldero de una bruja. y la huma_
de las" arduas reflexiones de geólogos sel-¡'05 que,
nidad Sea producto
La cosa sería divertida si no fuese tan dramática, pero lo qm. nm-
has“. no hace mucho tiempo. eran totalmente indiferentes a los giros
hace vacilar a los miembros de la subcomisión es la mezcla de
mah, inesperados (le las investigaciones en ciencias humanas. Ningún filoso'fo
de tiempo a las que deben enfrentarse. ¿Recuerdan que en el colcgw‘
posmoderno, ningún antropólogo, ningún teólogo liberal. ningún pen-
nos pedían que nos quedáramos boquiabiertos ante el ritmo llnto
de sador político habría osado ponderar la influe ncia de los humanos (an
los tiempos geológicos? Mientras que nosotros ni siquiera podían,“
la mu‘ma escala que los ríos. los volcanes, la erosión y la bioquímica.
representamos nuestros veinte años. nuestros profesores se mccían ¿Qué
kr, 'constmctivismo social". resuelto a mostrar que los hechos
cabellos buscando buenos procedimientos pedagógicos que pudiere científicos,
las relaciones de poder, las desigualdades entre los sexos no
abolir la distancia indefinida que nos separaba de la era de los dino son 'sino'
episodios históricos fabricados por los humanos, se habría
saun'os o de la época de Lucy.” Y de repente. (latido un giro de ciento atrevido a de-
cir lo mismo de la composición química de la ulmo'sjna?
ochenta grados, vemos a los geólogos perpleios ante el n'tmo ráptóo' ¿Qué cn'u'co
litemn'o habría oído los principios de la
(lc-construcción de los textos en
de la histon'a geohumana; un ritmo que los obliga a partir su “clavo dc los estratos de sedimentos que revelan en
todos los deltas del planeta las
oro” en un segmento de doscientos o incluso de sesenta años (segúnr huellas trrefutables de la erosión
de origen humano?"
se elJi'a una frontera temporal corta o muy corta para delimitar clwr- En el momento mismo
en que se ponía de moda hablar del “posthu.
gimiento del Antropoceno). ¡La fórmula “tiempo geológico" es utili’n' mano" adoptando el tono
hastiado de aquellos que saben que el tiempo
da ahora para un acontecimiento que pasó ma's rápido que la Uttlü' del humano ha sido “superado”,
el “'.\'iitlimp()s” está de regreso -)' dc
Soviética! Como si la distinción entre la historia y la geología httblcq- drcgrcs‘) Pam VCngarse- gracias al trabajo empírico ingrato de aquellos
desaparecido repentinamente. los ciclos del carbono y del hidrogm“ e cuya incultura les gusta
burlarse a los intelectuales, trata'ndolos de

2‘ ¡ute cntce (le


lustoncidndes hasta aquí totalmente incompatibles cs lo que en
l l Reprrx‘lut'iendo así la larga histon'a de la extensión del tiempocondcwup“ pntner lugar llnnio'
la ".ttencio'n de (Iliakmbnrty (2009).
los geo'logos. los arqueólogos. los lll ¡(knnpamble
exágetas' y los eruditos cn C‘ (“M a l -'\ erosión por las fueran. (le la naturaleza! (Ford y otros.
siglo: XVIII y XlX. como relata Rudwick 2014).
(20H)-
138 CARA A CA RA CON El. PLANETA ,‘F.N() Y LA ¡“usaron-(note (m: LA IMAGEN) ner. crono
AN'I'ROP‘“ ¡39
F. l

Lo que los diversos campos de lds' huma en lugar de enterrarla enseguida


simples “nat urah'slas". ¡ a de los cientificos c0 n una
la defensa de la “(h-
pesa.- dc su sofisticación. obsestonadoistpor a riesgo (le perder así la
1 VC"
“"3 ci0' crm‘ca de la natumli'yacio'n, ocasi
. . e . , . o’ n d e
usurpacumn y me Mor" 1 'nm . (.lunatico.
humana” contra la
“ilegíu'ma de la Ciencia cflcSÍ render c l Nuevo
. ' Regimen . .
no podian detectar cs a ¡Os h la prestigiosa revrsta Natura cuatro años
una “naturalización” excesiva. ¡5.101%
uerte. tambien d espues
'
corresponde haberla sacado a l Comp
PI’Ohyrtsü{mmm-5,, hace. su portada sobre el AntroPOCCnOIIK
de ¡a "¿mmm a quienes les Cl
a luz_|1 A] Uno de ¡os
nueva a la noción misma de .05 que propom. (.n su (¡msm-ofrece una eXCelente ocasión para av
dar una dimension’ totalmente dimenm-q
dt?
quienes proponen el ténnino más radical para ‘dlblIJ si somos o no capaces (le echar vino nuevo en odres
humana", son ellos nuev l:
antiguas formas dc nalummlhponq
fin a] anuopocentn'smo así como a las .flg‘wmrcl-ón
de uno (le los
artículos utiliza el conocido pn'ncipio defos;
el papel del agente humano. la Arcimboldo" (AA.W., 1987) y en ella las ciencms'gw
recomponiendo completamente .Ü' “US! amado “efecto
hizo su portada, 1’ contara; raCÍÓ" H
7/11,“ EconamtS'I dio en la tecla cuando en 2m temas para nrdihyq'ar un rostro, todavía reconocible
dc ¡a Tierra 0frecen
el G
logan Welcome to the Amhmpomte!">
conceptual. los geocientíficos
A la vista de este avance merecen un r
Esta profesión se ha ganado sobradamente su (in-1:
petuoso homenaje.
al r'nt(,-li'ge.nte manejo de ese mam.
Menu. el mallm, ya que ha sido gracias
a tomar conciencia de que nuestros mas' preciosa,
llo que hemos llegado
con destrel'a. ¡sonaban mas‘ bien ahm.
valores, cuando los golpeábamos
co! Ya no me sorprendo de que Deleuze y Guattari. finos conocedom
del “filósofo del martillo". hayan tenido la preciencia de esbozar um
“geología de la moral”.'°
No hace falta decir que este estremecimiento en las definiciones mg
mas de las categon’as mejor establecidas fue inmediatamente inrom
prendido. Y por la misma razón que fueron ahogados con sarcasmos
los esfuerzos de Lovelock por arrancar a su Gaia de la antigua idea de
se pmi
“naturalem”. El formato Naturalera/(Jultura es tan potente que
-in'
pitaron a interpretar el Antropoceno como la simple superposición
cluso la reconciliación diale’cu'ca- de la "naturaleu” y la “humanidad'.
complot de
cada una tomada como un bloque; o incluso como un vasto
los cienu’ficos para “naturaliur” a la humanidad metamorfosea'ndolam
una estatua de piedra; o, a la inversa, como una indebida politnamn Figura 4.]. Num". l l de marzo de 2015. ©Jessica Former.
esta ln" on-
de la Ciencia.l7 Me parece mas" interesante procurar acoger
.
pOde test de personalidad: ¿vc usted
en .llmos “¡011103 de. esta imagen como . .
. _
I (le un rostro o al l '
contrario, una antroplza
«Jn-ido de pemhfuon
(¡ó e la d. N. ' a i. . humano
'
H El antiguo y venerable término "hisloria natural" que habia a
n de un híbrido..
Plinio hasta A primera Vlsla, se trata mas bien d- _
etiqueta a numerosos "naturalista" durante siglos. dL‘Sd"
’l h l"k Sin en( e l ‘amm'em’
- . . ¡sm
se sul) rancmma ibargo, Sl uno mira desde más cerca. nada encaja ya cn la
pasando Por Buffon. adquiere ahora otro sentido no hi0“
'0“
bra 'hls'ton‘a" aproximándola a la historia humana. Realmcntt
se han convertido en los historiadores de la naturalel'n. x
¡5 Portada del dam'ndel 26 de mayo de 20] l. h sí a (atun
80) _ .La geomgía de te' logran preservar para
¡6 (hpítulo muy conocido de Deleuze y (n‘uatlarí (¡9 “"Ïm’ (WC ¡08 geólogus, por hirm'tesis. no habido artistas m
ït) sepa. no ha
mvoral (¿Por quién se toma la tierra?)". del del,(_"","°l'95 que intnxhu'eron en e'l. ¡Que
que se movilil'amn por el l’roterozoicn.’
l7 Si la etiqueta termina siendo mella/"ada. será Probahlcmcn‘c a causa un l8 a““"5l'<|5del de 20|5-
exceso de interés de los intelectuales. filómfos. artistas Y 3C
u'n'stas Por pm‘ílda dani" de la edición fechada el l l (le marzo
140 CARA A CARA CON El. PLANETA

El. AN'I‘ROPOCENO Y LA l)l'.'S'I‘RU(.‘CIÓN (DE LA IMAGEN) DEI. GLOBO l4l

bución mucho mas‘ confusa de los rasgos: ¿se trata de las venda5d
momia. de escarificaciones. de pinturas de guerra, de tatuajes, de :oum capaz de decir cuando entra en escenajoseph Black y cuándo se bajan
pedológicos o bien de una mezcla del apócn'fo “mapa de Temum- de este carrusel los químicos (Archer, 2010)? Incluso al seguir el curso
un inventan'o geológico para dar forma a un gigante colosal queseydt delos rios. uno encontrará en todas partes la influencia de los humanos
para a torcemos el brazo para invitamos a un nuevo Festín de piedm-p: (Williams y otros, 2015). Y en Hawa’i trope'lamos con rocas hechas en
revista Nature demuestra hasta qué punto no entiende nada, ya que ¡hub Pana de lava y cn parte de ese recién llegado que es el plas'tico, ¿cómo

su dossier. “The Human Age". cuando antes bien se trata, obviamente“t iamos a desernpatar entre el hombre y la naturaleïa?”
Para cada uno de los antiguos olj)'etos del mundo natural. ciclos como
anunciar con fanfam'as su desaparición! Por mi parte, advierto enga).
estos obligan más bien a sentir el ele‘cto del dedo que recorre una cinta
la atracción que ejerce sobre los pen'odistas y los ilustradores esa ¡0m
de Moebius. Poco a poco nos vemos forzados a redistribuir enteramente
metamórfica que hemos aprendido a reconocer y que nos lleva, poc“
lo que antaño se llamaba natural y lo que se llamaba social o simbólico.
poco, por debajo y mas" allá de las figuraciones superficiales, a org-ame
¿Recuerdan esa brecha que concehíamos como infranqueable entre la
tn’bución de las fonnas acordadaS' a los humanos, a los colecu'vos, almm
geografia “física” y Ia antropología “cultural”? La división entre las cien-
humanos y a las divinidades.
cias sociales y naturales se ha dih‘uninado por completo. Ni la naturaleza
ni la sociedad pueden entrar intactas en el Antropoceno, esperando ser
tranquilamente “reconciliadas". Sucede con la Tierra entera lo que pasó
en los siglos precedentes con el paisaje: su artificialita'ción progresiva
Incluso si ningún voto de las instituciones competentes de la Asociacx'ït
melve la nocio'n de “naturalem” tan obsoleta como la de wildemess [vida
Intemacional de (kología terTnina por decidir que el Antropoccnocsc
salvaje] (Cronon, ed., 1996, Szersnzjnski, 2012)
efecto la época oficial en la que nos encontramos, realmente vale la peru Pero la desagregación es más radical todavía por parte de los anu'guos
aprovechar la ocasión para seguir el trabajo de progresiva daagrtgaac’n humanos. He ahí la ironía de otorgar el rostro tradicional del Anythropos
de todos los ingredientes que participaban, en el Antiguo Régimen (Z- auna figuración tan nueva.” En efecto, sería absurdo considerar que
máu'co, en la figuración conjunta de los humanos y de las cosas. existe un ser colectivo, la sociedad humana, que sería el nuevo agente
Hay algo que. es seguro, y es que el antiguo papel de la “naturalm' de la geohiston'a, como en otra época lo fue el proletariado. Frente ala
se halla completamente redefinido. El Antropoceno din'ge nuesua aim antigua naturalel'a -ella misma recompuesta—, literalmente no hay nadte'
ción hacia mucho mas“ que una “reconciliación” de la naturalemy'h de quien podamos decir que sea responsable. ¿Por que? Porque no hay
sociedad, en un sistema mas' grande que sería unificado por una uotrz ningún medio para unfzz'mr al Ánthropos en tanto que actor dotado de
Para obrar semejante reconciliación dialéctica, habría que haber accpü alguna consistencia moral o política, al punto de encargarlc que sea el
do la línea divisoria entre lo social y lo natural: el Mister Hyde y el Docta personaje capaz de desempeñar un papel en esta nueva escena global:2|
jekyll de la histon'a moderna (dejo para ustedes la tarea de decidirmfl Ningún personaje antropornoríb puede participar en el Antropoceno. y
esjekyll ycual' es Hyde...). Pero el Antropoceno no “supera” esa dim'lon'" allí reside todo el interés de la noción.
la rodea enteramente. Las fuerias geohistón'cas ya no son las mu’mas qu
las fuer/as geológicas a partir del momento en que se han fusionadoc
múltiples puntos con la acción humana. Allí donde se trataba de un lb
nómeno “natural”, encontramos el “Ánthropos” —al menos en la reg“ 19 Información disponible en <nenssciencernaKorg/earth/Z'OH/OG/roclu.
ln.’|(lt'1)l.'l5(¡C-ft)ll"(l'lh'lh‘ill'¡all-beach>.
sublunar. que es precrsa'mente la nuestra—, y allí donde uno se adhKfl'
20 Podemos verlo en el e\,’trdordinario 'I‘sing (2015). ¡sobre un champin'ón!
a los pasos de lo humano, descubrimos modos de relación con las (.053j 21 Es el armamento (le (ïlmkmbarty (2012: 15): “No existe ‘humanidad' que
que antes habían estado situados en el campo de la naturaleza. Por 9‘" pueda actuar como un actor consciente de si mismo. Ya que la crm's del
cambio climático abarca todas las ‘difcrcncias antropologi"c15.'. eso sólo
plo, al seguir el ciclo del hidrógeno, ¿dónde vamos a colocar la biogn'ñ‘ puede significar una cosa: incluso si el calentamiento global efccu'mmcnle
de Franz Haber y la quimica de las bacterias de las plantas (Bcngnudt es :intropógeno por su origen, no hay ‘humanidad' que pueda actuar bajo la

Vincent y Stengers, 1992)? Al tra/'ar el ciclo del carbono, ¿quién “m (Especie de un solo agente político".
¡42 CARA A CARA C ON El. PLANETA 1. “(NUCLNO y ¡A Dl-is‘l‘RUCCIÓN (DE LA ¡MAC
El, AN EN) mz]. o LOBO ¡43

í I n del (Iem
¡.d
‘on'gen antroplco amicm0 c podría llamarse la “maldición
f
En eecto. h ablar del _ _ c ‘ ic ch. de Atlas“- Recordemos
- ' ‘ sentido 5| ntt nt mos por “ antróp'CO.
l ncr fin
l a
eslo qu
“no dc ¡05 lnanes. uno de los
ningun . monstruos
co global n o tiene que fueron cn
.. es pedo humana". ;Quien puede pretender hablar de ¡o h “e At “los 1 Pan" de ¡a sangre de
o ol ‘ ‘ .
aquel a quien (,aia
había planeado
-
c m a cncral sin suscitar imnedlatamente mil protestas} ¡ero decir la (ram mitologica que hemos
. g m LL«¿sinar (‘l“ encontrado en ¡a
"Ode"
na as se
g e levara'n
r para decir que no se (.()"»ld(‘n de hizo un
qilc Hemodo
de la()llnlplC()s)‘25 retrato. la diosa
- de' estas
rcs_ponsaS bles acciones a escala geologica; ¡y tendran ml to" . a premia, aquella
- todos los (liOSes
indígenas ‘ en c] — (le la selva "a anllg“ qm
c c corazon 7' '
amanmca lll a “ügcmr .
. _ W . no u'cncI nuestros hom | nos d e e se peso excestvo,
.
"a'on el -On-gcn amrópico del cambio . . . Para I ¡e nemos que
ver con ‘ climatico —a "Weno; ‘ .mos un poco de rsferologm'. esa disciplina fascinante
que ' inventada de
m les. haVan
I repartido motosi cr ml Ni peflni'uio a fin por Peter Sloterdljk
politicos en campana electo l quemm (2010) en su descomunal
B‘ombay, (“YQ únimnm estudio
poco los pobres de las villas de (viiiei‘.g(.‘lIC|'a de Prllllrccspvolúme“cs sobre las envolturas indispensables
para la perpetua.
¡I‘M-W ""Pm “me ‘que la ¡que deja cn" de la vida
es tener una huella de carbon: cl |10|“; Sloterdijk generalizo la noción de Umwell
introducida
de sus fogones ¡mprow‘sados_ 'I ampoco iobrero obligado a reto"?! ciorivon chkü" (¡955) a todas
las burbluas.‘ todos los recintos,
todas las
largos u-ayectos en auto porque no ha pdod l( ole-neonthr una mima“ cnpomhums que los agentes han tenido que inventar para
hacer la dife-
precio accesible cerca de la fabrica do>n e tra )_a¡a. ¿quien se ammcm‘ rtncia emm su interior y su exterior. Para aceptar'semcjante
c expansión,
avergonmrlo por su huella de carbono. havquc considerar tod-as las cuestiones tanto filosoritcas como
científicas
Por eso. y a pesar de su nombre. el Antropoueno no es una CXICM” “aliadas como partes Integrantes de una defimcxon mucho
mas" am-
inmoderada del antroporrnlns'mo. como Sl pudiesemos enorgullecem plia de la inmunalagn't considerada por Sloterdük. ni como ciencia
huma-
de haber sido cambiados definitivamente Ipor una suene de Su'pcnmL na ni como ciencia natural, ¡sino mas' bien como la primera
disciplina
que vuela con su traje azul y rojo. Ls‘ mas' .blen el humano como ¡Sem anlmpotln'iral
unificado, como simple entidad política Virtual. comoconcepto unn'“. Sloterdijk es un pensador que se toma las metáforas e n sen'o y vivencia
sal, el que debe descomponerSe en .vanos fmwlos distintos, dond-mag plenamente su peso de realidad... ¡durante centenares de páginas
si es
intereses contradicton'os. de territorios en lucha, y convocados bqolm ncccsan'o. como buen alemán que es! Su problema
inmunológico es de-
auspicios de entidades en guerra —para‘ no decxr de 'dmnidad'cs enga» tectar cómo una entidad, cualquiera que sea. se protege
de la destrucción
rra-. ¿El Aint/¡ropas del Antropoceno? Es Ba'bel (¿api-'11: de la caida de’h constniyendo una suerte de medio inten'or
bien controlado que le per-
torre gigante. ¡Por fin lo humano ya no es unificablc. ¡Por fi'n )a nocsu mite crear alrededor de si una membrana
de protección. Él plantea esta
fuera del suelo! ¡Por fin no está iu‘era de la historia terrestre. pregunta en todas las escalas. con
una obstinación encanu'La'da. Incluso
(nando pesca a su maestro
Heidegger e n falta por no haber respondido
a la siguiente pregunta:
“(.‘uando usted dice que el Dustin es ‘arrojado
cn' el mundo, ‘en’ que’
es arrojado en realidad? ¿Cuál es la composición
del
Lo que nos impide sacar partido de esta desagregación dc Immanfiwdgmj v aire que respira en el? ¿Cómo se controla allí la temperatura?
¿Qué
(¡adicionales es una imagen del pensamiento que habia pc W; "_p°_d° materiales compone los muros
que protegen el Dam‘n de la sofo-
intacta a lo largo de toda la historia de la filosofia, la ¡día mi“ (ac'ml? En una palabra,
¿cuál es el clima de su condición atmosfe'n‘caP'.
-3011.e.x‘aclan1exit‘e
que podía pennitirle a cualquiera “pensar globalrntmtt. 'dycnml’ que-6 las premlntas esenciales
en cuya respuesta de suficiente
sus espaldas el peso del Globo: esa extraña obsesmn ’OCCl. deban? :rcqá'o." ¡05 filósofos y los científicos
de todas las tendencias y dc (0da
el verdadero “lastre del hombre blanco”. En otros termmOS. papcrac'chlaonl:r'dS" khan Puesto de acuerdo.
f C la . eno-a
de ¡a le l ’ ‘ Jl, la Slngulandad completa (le la ¡losofï-a, d a CI ‘
o 03m Y de la politica occidentales es la de haber insuflado todas

l tamiento Sl
’ c e l cha len
only“
“me‘°
¿”¿ Al Pd'rcccr. se soslayu' el papel del hollmin
¡5 ‘
llcfson. "Shot a major conm‘butíon to climate c ¡u g e'. Naturr.
23 Véansc
dc 20l3. P- ¡00 y ss. de este libro.
144 CARA A CARA CON El. PLANETA
FI. AN'I‘ROI'OCENO Y LA |)I'.’.S”I'RU(I(3IÓN (DE LA IMAGEN) DEI. GLOBO l45

las virtudes en la figura de un Globo —eon (l mavu'scula-sin con (“i v md” ¡as cnvoltums protectoras necesarias para la función inmunológica
. . . . . _
la mas' minima atencton a la maneta en que podia ser consuuído
.c i dc la vida (y la vida. para él. es tanto la biologia como la sociología y la
senado. mantenido y habitado. Se‘ supone. que. El (,‘Iobo incluye-¡od .cr, .
o}, política)- I .
que es verdadero y bello, incluso si es una imposibilidad arquith
. , 0rd)» Cualquier pensamiento, cualquier concepto, cualqtuer proyecto que
que se demimbara desde el momento en que. uno conschre sen'anxh ¡gnc ra que las' frágiles envolturas son necesarias porque posibilitan la
cómo y por donde se mantiene m [11'er sobre todo m’mn se la (mmm exist encia equivale a una (entredicho in lenm'ms'. () mas bien, una contra-
SloterdJi'k plantea una pregunta arquitecto’nica muy simple, muïhv dicción en la arquitectura y el dibujo: ya no tiene las condiciones atmosfé-
milde, una pregunta tan material como la de los geo’logos con su n‘c-¿s, climática. que toniarían viable esa existencia mis'ma. Intentar vivir
Ilo: “¿Dónde reside usted cuando dice que tiene una 'visión globd'üï cn semejante utopia sería como intentar salvar todos nuestros preciosos
universo? ¿Cómo se protege listed de la am'quilacio'n? ¿Qué vc? ¿Qui ¡1-3 datos en la Nube —perdón. en the (.‘lmtd- sin haber invertido pmna'mmlz
respira? ¿(.o"mo se calienta, se viste. se alimenta? Y si no puede sau‘gh“: cn una buena provisión de computadoras y torres de refrigeración.” Si
estas necesidades fundamentales de la vida. ¿cómo es posible que pm": quieren ustedes seguir utilizando las' palabras “racionales' y "racionahs-’
da seguir hablando de todo lo que es verdadero y bello. como si uu“ us", muy bien. pero entonces to'mense también el trabajo de concebir
ocupara alguna escala moral mas" elevada?”. Sin especificar su sim-“4. los espacios entt.-mint.-nte equipados donde se supone que puedan habi-
de climau'zación, los valores que usted intenta defender probablcmm. tarlos. respirar, sobrevivir. eqttiparse y reproducirse. El maten'alls'mo sin
ya están muertos, como unas plantas que han estado guardadas cn e. control climático es otra forma de idealismo.
interior de un inverna'culo sobreexpuesto al sol. En las manos dc Slott: Así. página tras página. Sloterdijk rematerializa de una manera nueva
dJi'k. mas' todavía que en las de Lovelock. las nociones de homcosmzs': lo que es estar m. el espacio, sobre esta Tierra. ofreciéndonos la pn'mera
de control climático adquieren una dimensión todavía Illas' metalísx'z filosofia que responde directamente a las exigencias del Antropoceno dc
¡Eso es lo que se llama tomarse la atmósfera en sen'o! Es eso. tambiénm.‘ traemos otra vez a la Tierra.
Nuevo Régimen Clima'u'co. lx) qtte me interesa particulannente es que. en mitad de su segundo

Desde el momento en que sc plantean preguntas tan elementales: volumen. el autor consagra un centenar de páginas a una meditación

vuelve muy improbable que se pueda ver nada desde Sin'o. N."adich que se titula Deus sive Sphaem [Dios. es decir. la las‘fera]. El punto es dehï

vivido jamás en el universo infinito. E incluso. nadie ha vividojamas'vt cado. pero. como veremos a continuación. pennite despejar la pn'ncipal
dificultad común a las ciencias y a las humanidades cuando abordan la
la Naturaleïa". Aquellos que se espantan de vagar por el universo infi-
cuestión del superorganismo.
nito siguen mirando un pequeño globo de una superficie de dosoua
La pequeña fisura, que es, a mis ojos, lo primero a señalar. den'ia del
metros cuadrados desde su cálido gabinete terrestre bajo la confombic
bifocalismo no resuelto de esa imaginería cn'stiana de la época preco-
luz de una lámpara.“ En lugar de decir: “El silencio eterno de cstoso
pemicana. aquella que ya encontramos con Galileo.m Lo que parece
pacios infinitos me espanta". Pascal habría debido decir: “El munmu‘l:
un simple defecto técnico en el dibujo desestabiliïa en realidad toda la
de los instrumentos confinados en estos espacios limitados me apatígu“
arquitectura de la cosmología occidental. A pesar de la imposibilidad
tanto como me instruye". Cuando los epistemo’logos pretenden quc PL"
práctica que los teólogos tienen de dibtJi'arlosjuntos. se esforLaron por
demos vivir “en la Naturale7a', lo que realmente hacen es lo quo pm
hacer coincidir dos tipos de globos: uno teoce'ntricot el otro geoce'n»
Sloterdijk equivale a imaginar un acto cn'minal de destrucción: rompf-
tn'co. Cuando situamos a Dios en el centro. es inevitable que la Tierra
sea expulsada a la periferia y qtte gire alrededor de Él. A pn'mcra Vis'ta

24 Véase el apasiolmnte catálogo de la exposición H'hnll Im'ríh Catalog. (“rin


por Dicdcn'rhsen y Franke (eds., 20l3). .St'fl)": la iinpm’bilitlad del (KW)
como figura de la Tierra. véansc las" investigaciones (le Olwig (201” 50m
25 Hay un ap:uit)nanu: sitio que prtxum czlrtogmfiar la infraestmclura malcnal'
la hu‘tun'a de la fomia reciente del (.‘Iobo. vé-m- Gremnn'ihl (20l-l).<"‘_“
(le eso que "¡Minimos lo virtual <newcloudatlas’org).
subtítulo -cn traducción seria “La invención del ambiente global'-0"“
26 Véase p. 95 de este libro.
perfecta sintonía con cl argumento de Sloterdük.
I A N_|_m",0(;¡,;No v LA DlñS'l'RlKZCIÓN (DP. LA IMAGEN)
I46 (LARA A (LARA CON lil. I'l.ANF. ml C.
¡t .A
“03° '47
eso no parece muv embarazoso ¡”19’10 ‘l"" S" d“ a ""08er fascina en este descubn'mie
p nto es que
la mts'ma incohe-
'
rol modesto v. l-“smnu.n“._ j- - r
pmmra. )c — (l
. pIoMt
» . ma plane“
Ito se «¡mph-Ca xactamente a la arquite( tum mediante
se aplifd' c la cual' fue
rm cn (.l “miro. con el 4 infierno
I situado o, n el medio cons-
coloca la Tie rnrt'aïll‘li‘md' , . .
rs Dim quien es expulsado a ¡a ' han" detecto en el imaginario cn'stiano fu
el mundo sublunar: entonces lp qllL' S.'Ioterd¡_'¡k
se Pen e deleCtado con
Este posiciomuniento es tna's (ltltc‘tl de aceptado: l)tos. par la historla de las Ciencias en los cscril
a la mol“ l. ¡al clarl dad Pfir Os Clcnlíficos_ Eso
puede ser pertiertco! ¿(.omo es posible , pregulnaSh ada dc sorprendente: es el mismo problema formulado
gía racional. ¡no ' ¡cnc n
wnc'a‘ dos vc-
terdJi'k construir toda una cosmologta con dos centros commdicmñ .
(a 43 pri "¡cm cms
I en a ela historia de la religión, la segunda en la hls'ton'a
dela
uno qm. gira alrededor de Dios. nuenttas que el otro gira alrcdcdm gm 5m (runs/mit) i'm/mi de la que c xisthen
tantos ejemplos

dc c msidchn.‘ ¡más adelante—. Es tan imposibl
la Tierra? e sxluar la Tierra
vqtllclmir Cl centro alrededor del t'ual se supone como
que gira la otra entidad
accom'rdcmos cuán inestable ha sido siempre esa
“revolución copcmica:
Ki que Kant pretende habler introducido
a los artistas. ni a los místicos. en la filosofia: ¿cómo
pudo
("omcnccmm (¡C que hau-r girar el ()l_)¡eto alrededor
del Sujeto humano
El bifocalistno de la “imagen del mundo" debía ser tnantcnid0 Podía pasar por un abandono .del antropocentn'smo.> la metaf‘ora
está
en latencia. sin que se entablam dialogo explicito alguno sobre que ha sometido toda definición de lo “humano
tan mal al'llstada en la
la5' contradicciones entre el sitio geocóntrico y el sitio teocén. "ammmm' a unas oscilaciones que dan vértigo
Y a algunos. náuseas.
m'co de la proyección en el seno de la burbuja iluson'a dc la para retornar al primer senudo dc. la palabra "revolucio'n'. es como si no
phílosophia pmmls (Sloterdük. 20H): 417-418). ¡“|me centro estable alrededor del cual la Tierra pueda girar.
(¿l-ando se trata de ciencia tal como se la lleva a cabo. de ciencia en
Tal vez esta filosofía sea eterna, pero completamente vacía en su bur. acción. rc-¡mntinamente los investigadores tienen que ponerse a hablar
buja de inexistencia. La maldición del Globo es tan potente quelo, dc su vida en el lalxnatorio. Los tnismos científicos que levitaban desde
teólogos dibujaron un dios cósmico en la forma de dos esferas bambo Sin'o son traídos de regreso a unos cuerpos terrestres de carne y hub
leantes sin preocuparse por su inverosimilitud arquitecto”nica. De Dm so cn lugares estrechamente situados. (.‘uando los fisicos celebran a los
te a Nicolas' de (Iusa. pasando por Robert Fludd a Athanasius Kitchen grandes héroes de la ciencia. no vacilan en fijar una placa mural con. por
hasta los ilustradores modernos como Gustave Dore’, el desfase sigue ejemplo. un texto como este, hallado en (,a‘mbn'dge, y que me resulta
siendo a la vez patente y negado a cada instante. Aunque visualmente francamente curioso:
imposible. la dulce emanacio'n de la gracia de Dios hacia la Ticm hu
mana nunca ha sido cuestionada, incluso si nadie podía literalmente En este lugar, en 1897, en el antiguo laboratorio Cavendish,
dibujar sus rayos místicos mediante líneas continuas a través dc la (th J. J- Thompson descubrió el electrón que luego scn'a reco-
que dividía los dos sistemas. Es por eso que no hay historia... y leho noctdo como la primera partícula fundamental de la fisica y
menos geohistoria: desde el momento mismo en que la filosofía (m .COmo la base de los enlaces químicos, de la electrónica y de la
que piensa de manera global, se vuelve incapaz de concebir tantod infonnática.”

tiempo como el espacio.


Es dificil e ncontrar un
conocimiento mas' siluada que CSIC: a Pan" de
"c ¡“Kar t Olalmente determinado de la Free Sc‘hool Lane (t:onvcruda

Podn'an ustedes alegar que no tenemos motivo alguno para?) num]d


De
importancia a este defecto arquitectónico de la teología cnsu.a_n3- t 27 .Hm i" ¡897 ul Ihr old (n'urndu‘h
IJMII‘MV,Í' W
Jubsfqum'b mwm'd i MA
< and IA! d
a, ¡[y [mi [u ndanvnlal pnnu'll 9/?”st
Pues' de todo, la coherencia no es el fuerte de ¡05 "Spíritus feng]
(¡Mahal banding (la lmm'a and rompulini. It.-\,cnda de h Pl“
una tal‘la mas' en sus operaciones tiene pocas- chances de ser ad“ mdl' I-ree Sc'hool
Lane.
(Mad; en h
V"
ANTROPOCENO Y u. l)I-‘,S'I‘RUCCI()N (DE LA IMAGEN) DEI. 01.030 ¡49
¡48 CARA A CARA CON El. PLANETA
El.

en el templo de la historia de las ciencias),“"4 entre las rnanos (le un Mirada en la epistemología política para dar una figura —pero
científico, ¡se supone que los electrones se dispersaron con ¿mo gm" unañwgum imposible- al sueño de un conocimiento to‘tal y completo.”
poblar todos los enlaces químicos y todas las computadoras! l’cm um fatalidad. Cada vez que uno prensa que el co-
Ohm cn esto una extraña
nuto rnzL's tarde, esos mismos fisicos no tendrán escrúpulo en explicadc espacio sin gravedad —y allí es donde los cpistemólo
noriaricnto es un
uno cómo el espíritu de Stephen Hawking anda rondando el cosmosen
sus sue n'an con residir—,
a
inevitablemente
. - adopta la forma deI una esfera
diálogo íntimo con el Creador, ignorando ingenuamente que cl espíritu mngparcnte que podria ser rnspeccronada por un cuerpo srn cuerpo a
de Hawking no se beneficia únicamente de un cerebro Sino tambiénd‘ Pam‘r de un lugar sin lugar. l’ero una vez que se restaura cl campo gra-
un “cuerpo colectivo", compuesto de una vasta red de cornpuladom “ucional, el conocimiento pierde inmediatamente esta forma esfén'ca
sillas, instrumentos, enfermeras, ayudantes v
¡ sinteti7adores vocales qu, ¡mmm heredada (le la filosofia platónica y de la teología cristiana.” Los
son necesarios para el (lesarrollo progresivo de las ecuaciones (Mialq ¿(es fluyen nuevamente en su forma oring'nal de fragmentos, a la espera
2014). Ls‘ta concepción bifocal de la ciencia no permite reconciliarh ¿(que se aru'cule un relato.
“visión desde ninguna parte" con esos lugares muy particulares que son Debido a este bifocalismo, son en igual medida inverosímiles los dos
sus
los salones de CldS‘C, Ias' oficinas, las mesas de laboratorio, las ccntmlu mualos de Atlds': cl Atlas que supuestamente sostiene el mundo sobre
infomra'ticas, lds’ salas de reuniones, las expediciones y la5' (,'.stacr'orresd¿ hombros (sin ser capaz de mirarlo, como observa SIoterdJi'k), pero tam-
campo, allí donde los científicos deben instalarse cuando realmente uan b¡c"n aquel irrventado por Mercator, el emblema perfecto de la revolu-
nen que obtener. datos o realmente tienen que arm‘bir sus artículos. (ión científica: un Atlas" que. se supone, sostiene el cosmos entero entre
Las dos imágenes del mundo en la teología cn'stiana son tan irrecon. “manos como si fuese una pelota de fútbol (fimgra 4.2). Fusionando
ciliables como la imagen que representaría, por ejemplo, a la físicadd himagen del sabio con la meta'fina mucho mas' antigua de la mano de
electrón presente en todas parla! en el nutndo, al mismo tiempo ques: Dios", \.lercator le dio una forma humana, la de un verdadero Súperman
resguarda de manera segura en el laboratorio Cavendish del]. Thomp- capaz de guardarlo todo en la palma de su mano. Pero si en verdad el
son. La misma negación de semejante imposibilidad se nota entre los globo es sostenido en la mano de algún humano de talla mediana, en-
científicos y filósofos. exactamente en el mismo punto que en los teólo tonces, inevitablemente, es un mapa, un modelo. un globo en el sentido

gos y los místicos. l’arafraseando a Sloterdijk, podría decir: modesto y muy local de pequeño instrumento de papel mache’ que a mu-
chos dc ustedes, estoy seguro, les gusta hacer girar con un movimiento

la “burbuja ilusoria" de la philosophia fmrmmis mantiene latente dt sus (lt-dos."

las contradicciones entre Naturalez‘a —centrada en el cosmos- y Construir un globo es siempre reactivar un tema teológico. Incluso

esa otra Naturale'la conocida por las ciencias centradas en cl cuando se trata (le esos altos establecimientos pedagógicos, un panora-

laboratorio. [as‘ta contradiccio’n torna todo diálogo explícito en- ma. un gl'tKlO, un parque de atracciones, inventados por compiladores

tre las* dos visiones exactamente tan imposible como la recon— Plndar una forma popular al conocimiento enciclopedico que han acu-

ciliacio’n de las- “imágenes del mundo" geo- y teocentn‘ca dela mulado. lo puede ver con claridad cuando Patn‘ck (,e‘ddes. el director
de la Outlook 'l'ower de Edimburgo,“2 debió hacer el panegín‘co de su
cosmología medieval.

Al seguir el examen que realiza Sloterdijk de la arquitectura dela Razon.


notamos que el (.‘lobo no es aquello de lo que el mundo está lrechov 2‘! Sobre la ( onsritucio’n de esta "epistemología política'. véase latour (ZOO‘la).
3“ l m ln tores (le Tintín habran reconocido en esur rnetaf'ora la mentura del
sino ma’s bien una obsesión plato'nica lmnsj‘m'tla a la teología cristiana ."
n .Ipira'n lladdock en All-"ing? rn la luna, cuando Hernández y chu'nder
ll.“ en (lexupal'etï'l' por error la gravedad artificial del cohete y el whisky se
numeric en lrur bujáts que flotan dentro dela cabina...
i

28 En elecrn. allí Simon .St‘hafler y sus t olegtts tienen su oficina. pues los hislo il la literatura sobre el uso del globo es inmensa, pero vúanse (los obras recien.
Ii.‘|(lt)l('\ de las t ¡encías terminaron por (K upar. después (le Cierto ticmplll” zum-rue lr.|(llt('i(l.‘\5 [al francés]: Fan'nelli (2009), y el truly util panorama (le
oficinzn de ltn l ientilinn que desde entonces emigraron más lejos. por ¿“m lh-nuon (2013).
(le sus instrumentos ( ada wz mas. aparalows, ‘3 l \'--I torre. suerte (le Palacio del Descubrimiento y de (kodo, es uno (le los
l50 CARA A CARA CON El. PLANETA No y LA DES’I‘RUCCIÓN (DP.
LA m“;
l”. l ANTROPOCE EN) mu. e. LOBO ¡5'

. (trim. m'smíms [...]. El mundo en su unidad


t'
¡05 mu base v su símbolo de la fraternidad
c su . A . de los hombr
[al]! l '
"cb an’ .
lo Pr lsionado cn un mno de [mz y de buena
volun
han l _ 2. -’ el destacado me “¡d (Reclus y
ertenece ."
20" 34
JankoviC. p )
alabms cuentan aquí en esta relación entre
el macrocosmos
Toda“s las p los no solamente el extraño desplazami
¡el nï‘I‘.r_ocos"lit-.mlplo ento de “modelo
del planeta madre'Z sino lambie'
n de ‘profcsor'
científicacrdamc dmkhm dc la geografia a
a la profecía por
van yqué extraño es mediación de
para nosotros. un siglo mas'
tarde. oir celebra;-
hml_P°“crnl-d.¿d humana"
A l LAS y la “unidad'del mundo" gracias
('(“MOCKAI'IHCJL
a la construc-
un faesmiil en miniatura.
MÍ.DIT.\YI()NI.\.
.- c'hio'n dc un modelo reducido, un Atlas de hi5
l.\nnit.\ vu'NDi 1.1 “oflcsa Una Cossa es segura: hoy como ayer.
I’AnlltMYi “(.va Sl‘lrgc la misma pregunta:
Kang“ podcmos escapar a la carga e‘xceslva del
Globo?
i pam poner fin a la fatalldad del (.l‘obo .—lo que he llamado
la maldiï
“0..” (¡o ¿mah-fi hay que atenerse a la historia de
las' ciencias o ala esfcro.
logia dc shm-rdl‘ilt; obsenando que “global”
es un adjetivo que puede,
porcicrto. dewribir la forma de una maquinan‘a local susceptible
de ser
l-Wc(».'n.,;.(l-.¡ por un gnipo de humanos que
Figura 4.2. Frontispirio del pn'mer Atlas llamado la observan. pero jamas" el
'\.Ier(altir'. 0 Photo ¡ando mima rn rl ¡[ur SP SII/¡071? que está incluido lodo. Por
mí.
grande que sea su
talla. el mnpzi (le las" ¿trilaxias dispersadas- a partir del
Big Bang no es mas'
amigo. el celebem'mo l-IÏise'e Reclus. el grande que la [mnlalla sobre la que se pixela
geóg mfo anarquista. que le habii y colorea el flujo de datos
pedido que lo ayudara a dibujar el plano del telescopio Hubble. Contradiciendo
de un globo gigante que pro la fórmula “pensar globalmente,
ycctaba construir para la Exposición Universal ¡(mar localmente", nadie jamás ha podido
de 1900 en l’an’saum pensar globalmente la Natu-
escala de 1:100 000'. El edificio habría rak-n -y mucho menos (,‘aia—. Lo
sido casi tan alto como la Tom global, cuando no es el análisis atento
dt un modela redurido. nunca
Eiffel y habria costado cinco veces es más que un tejido de globobadlu.
más (:aro, para proyecmr Su 50ml)“
inmensa desde la orilla derecha
del bbna.

Mas' que un simple moddo


(¡ent/"¡i'm en un instituto. este glob0 Vaso trate (le la idea
terrestre es la imagen misma, de Antropoceno, de la teoría de (¡‘aia.
el (mn/110 (le! planeta mad”. Y“ dtactor hístó rico de la noción
creador no es simplemente como la Humanidad,
un prohïsor moderno instalado en o de la .N'mnmlem tomada como
su cátedra, sino un gran sacerdote el lx'llgro cs siempre el mismo: la figura
druida que olicia cn su circulo del (¡lobo alllon'm a
ramente a un nivel
de Piedras imponentes como un mago oriental que inicn. c" superior rwfnmllimdv ¡115 figum‘ d‘
“Wetio'n (on [m la
de la totalidad, Este peligroso
deslivamiento no es algo
s
l . I A
¡"A-"Irc; mas VISIl'ddUS de (¡emm
Ednnliurgo y se encuentra a ""05 lm\os'r¡drfl““
de melrns de la sala
donde s1- dnlmn las conferencia“ (hfl'ord. ‘ )'_lank0vic (20l2:
39) :uinde'. “La cuestión no «divertirse sino manil-
(.hnbard (200!)
por ll.‘ll)enn(' lIcClIo conocer .1 ese increíble pc505.11} al, pi ¡»paulo
. A . . Lom“"'""
v
(le la Humanidad y favorecer la propia ' ’ con 2|
“¡Dynamo v LA ln».'s"rRtu.‘(:|óN (ni-z LA IMAGEN) DEI. GLOBO ¡53
l52 CARA A CARA CON lil. PLANl-I'I'A lll. A

exclusivo de los filósofos. u de los ¡x>líticos, de. los militares” o (¡e ¡m R“. .1 que el argumento es técnico. vale la pena seguir el modo en
teólogos.*“' Obsesiona también a los científicos que quieren conipmndtf e un ¡“mi político ancestral -amalgama de la fabula de las abejas y
qu
el Antropoceno. No puedo re s stirme al deseo de presentarles. a mano de ¡J1 pmvidencia divin:«1—37 viene a parasitar completamente la prosa de
tendría razones muy respetables para
ra de prueba. un caso ejemplar que nos permitira medir. una vez un]mimestig'údnl’ que por lo demas'
(le (.‘aia... ¡si tan sólo fuese realmente la que propo
la pendiente que deben remontar autores como Lovelock o Zalmiehiq ncrsc a la teoria
“¡won‘t-INR!“ la pamdojn es que comienza por estar de acuerdo con la
cuando procuran captar en que sentido la Tierni retroactúa en las accio
nes humanas. W pn‘ncipal:
Hay libros que son admiiables por la obstinación con la que malcn.
tienden su oly'eto: su incomprensio’n se advierte ya en el título: Arma lDVcl()Ck pretende que la vida modfn'ca el ambiente. La vida no
d! (pa‘ia. Una investigation rn'lira (¡e la: relaciona; tnlrr Vida )‘ I'ïma. Lo (¡ug cs simplemente una pasajera pasiva en el interior de un ambiente
vuelve tan notable el caso de Toby Tyrrell (2013) —profesor (lc (icnm’ dctcnninndo por procesos fisicos y geológicos sobre los cuales
del sistema Tierra en la l.,'nt'\'erst'(l'.td de Southampton- es que pretendg ella no tendría ningún control. Las biotas no se han limitado
refutar en regla y de maneta "estricmmente cientifica" la teoria dc ban" simplenurnte a vivir y utilizar el atnbiente terrestre. sino que
Pero Tyrrell no puede presentar la hipótesis de Lovelock sin enscgmd“ adcmas'. tal es la proposición. han modelado m ambiente ton el
hacer de ese ser una cosa superior que circundana’ la 'l‘ierm. (.o‘sa cun'oszv (mdd linnfm. [ . . . ] No hay ninguna duda de que [pvc-lock ¡teni!
y sin que e'l lo sospeche ni por un segundo. ¡todos los fitntasm'ru tcokyp." mw'n \_' muy pocos investimulores estarían en desacuerdo con él
cos que Patrick Geddes atribuía a Elise'e Reclus aparecen de inmedu’to (Tyra-Il. 20l3: l ¡3: el destacado me pertenece).
bajo su pluma!
(.a'da capítulo resume muy pedagógicamente los resultados (le las dis“ Anttstlt' afirmar. hacia el final del libro:
ciplinas atravesadas por la teoría de (Laia. y su conclusión final es que
no puede discernirse la existencia de una totalidad que garantizada h Por estas razones podemos concluir que la duración inintc»
estabilidad del sistema. La tesis del autor es que Lovelock forzosamcn‘ munpida de las condiciones favorables para la vida no pnieba
te se equivoca. puesto que no hay nada que pennita asegurar que ban" la (xislnlriu (le un lmnoslalo todopodemso y por ende no pmeba la
prvltgt la Vida sobre la Tierra. mientras que ella (¡dm-u" runmgmrya (56 cns'tent'iu de (Laia (2013: ¡98).
si realmente tuviese las’ virtudes de esa Providencia que Lovelock, según
él. parece promover. Volvemos a encontrar el problema que ya hemos Conocemos la obse.sio'n de los teólogos por probar la existencia dc un
señalado en la conferen previ : de comienzo a lin. 'l‘yrrell imputa: Dm'lodopodrmm, ¿,‘pero por que diablos atn'buir a Lovelock la idea de
Lovelock la idea de que Gaia es un sistema superior a las lol-mus (lo vida qutc'l busca la prueba “(le la existencia de un l'a‘m‘oslala I'od‘opodzrmo"!.>
que ella manipula. Ni por un segundo advierte que la innomción de ün ninguna duda. 'I'yrrell se ha dejado llevar por el Globo. Ciertamente.
Lovelock consistejustamente en no dejarse atrapar en la trampa dc est
(topo habitual del Todo y las‘ partes.

37 El hlnu de lkunurd Maudeville (1992 Il7|4]). Inj'nbula dl las cuyo


subtítulo es Inut nte elocuente —"o lo: uin'm privadas han: la protpl'ndad'
m'-. es uno de los nutchtu antecedentes (le estos modelos dc animales que
permiten expli la emergencia de lo optimo —eu realidad. el Metodo-a
34 Pitrtit’ulannente flagrante en el (:Lso (le Ruse (2013), que nn parece dudan". p.nlit de la lilue colisión (le los int 'ses individuales
un inxtante de que lpvelnck compone Gaia y no deduce su forma .1 partirá! 33 Tunel] (2013: L’IG) considera con l. "l que. si ( .t l'neset pensada como una
un (¡lobo que la precedería. l’um'th-nria amable y lx-nevolente. los humanos no se abstemlnan (le ñnlcnv
35 (.‘revsmu'hl (¿‘(ll-i) hate la ¡uqlleologtïi (le esta obse I.ul.t. wgurtn ( num esta" (le que ell' les pcrdonuni sus desliccs. Al (onlmn'o.
36 Bourcux (20H) toma (omo punto de partida el pn'ncipio dc que existe "(Lulu que el u'uema clim o (le .I tierra ha tmnspimdo llmrupimfl -p0r
un'c totalidad que tiene un origen común (divino) y de que su cotitptm'lm" opmít ión a “(-volucion.’l(lo"—-. no hay ninguna razón pam esperar quc
sta
initial no plantea ningún problema parlicular. ¡r Hu ulannenle sólido o esté al abn’go de toda mcn'a'.
¡No Y ¡A DLS'TRUCCIÓN (DY. LA IMAGEN)
154 CARA A CARA CON LL' PLANETA ANTROPOG Dm.
EL “mn” '55
l s y por otra. de su ambiente superficial
como hemos visto. también Love-lock habla de sistema de Co . -c -105 -
los \1V!" e65me v Occ}
de las connotaciones y ¡as rocas de la corteza terrestre—,
lo hace para desconfiar inmediatamente ¿»mando ¡ELs
la al!" estrechamente acoplados e indu'oaab'la.
que conllexan‘a la metáfora tecnica. Subrayemos aquí ¡0do Se trata de
el “Wim-¡011%dos Part.es _0 ,Uncrgcnte"; un sistema que emergió
existe para un actor científico en pennanecer Insensiblc en el curso
u n "domlnclión "afirma de los organismos y dc su
de la prosa. Sin embargo es alli donde se _ ambiente a
dc la CVG“ miles de millones de años de vida sobre
las posibilidades de actuar. Lo que en efecto dice Lovebck: la Tierra.
¡a autorregulación del clima y de la composl;
En
Describo Gaia como un sistema de control para la Ti 5 enteramenle .automálica. La aulonegulaa‘on'
. h .
Cha: un -' uímica e W
cm" .qda
sistema de autorregulación comparable al conocido ic qu ¿l su'lema maluaona. Lo que no implica m previs'io‘n_
_rm(>Slato afl'duU-Pacl'ón, l 4 .

de los aparatos de calefacción y de las' cocinas. Yo soy “wenu”. . n ni Ideologm (que . sugieran un proyecto o “na
n
Para inventar un dispositivo de regulación. encuc ¡a n la naturaleza) (2001. ll).
ntro (ómada intencion C
avizorarlo pn‘mtm en la forma de. imagen mallaL [ ..
-] Hecho cu_
n‘oso, es extraordinariamente difícil explicar con r , -a r mas‘ clara la ausencia de Providencia. Sin embargo, Tyrrell
invención que funcione. En muchos sentidos. Palabras una Diicll sordos a semejantes
al igual que una sutileI-as". Mientras todo el esfuerzo
MÉCIOCOIkOC‘onsile e" de
invención, Gaia es dificil de. describir (Lovelock, 200l: evitar todo lo posible la distinción en dos
l l; el dos, niveles
tacado me penenece). mapa” las. conexiones. el otro para la totalidad reguladora—,
su adver-
mo-mx ¡an/n de cabeza a la peor ¡metáfora cibernética que exista.
Para Lovclock. Gaia no posee omnipotencia alguna;
es una “imagen
mental", una “comodidad”. una “comparación” para la h.‘p(,'¡csis Gaia es nada menos que osada y provocadora. Pro-
intentar pcns;u_¡
la manera de un inventor —mas" dotado según e'l
que un científico-3' pone la existencia de una reg-ulacion' planetaria por y para las bio-
algo que él reconoce de entrada como “dificil de explicar”.
Tyrrcll pcr- tas. donde la "bíota" es la colección de toda la vida. Sugiere
manece insensible a todas estas vacilaciones del lenguaje.
Pero csjusta- que la vida ha ronsfn'mdo para regular el ambiente global con la
mente a traves de todas esas vacilaeiones como se
establece la dífercnm‘ intención (le mantener sus condiciones mas' favorables (Tyrrell,
entre una visión ingenuamente teológica —esa que, pese
a todo, Tyntll 20l3: 3).
pretende “científica”— y la versión profana. terrestre.
innovadora dc un
Lovelock que busca. mediante los rodeos de
su torpe prosa. captar algo Mienuas el pn'mero vacila, el otro
que quiere abrirse camino, como la tiene la certeza absoluta. creyendo
vida terrestre misma: lo que PI’Odu“ Poder dar, mediante esta auSencia
orden río abajo. sin depender no obstante de vacilacio'n, ¡una lección de metodo
de un orden previo n'o am'ln (le'nu'fico al otro! Si existiese
En la leona de Gaia. tenemos una regulación planetan'a, la hipótesis Gaia
a un inventar hablando de una "¡le “"3. muy poco “osada y provocadora”.
difícil de descn'bir. en todo caso no amen’tan'a una
Publicación: Dios el
Creador, aquel que tiene desde siempre la forma
Adt una Esfera. has
been there before! Lovelock procura no separar
la idea mas' precisa que puedo ¡05 dos
dar es que Gaia es un 5mm”. mmm qm‘ T“Tell impone como una evidencia inicial:
("amm/0. sistema compuesto, por una parte. de todos los obJC‘
Low-lock sugiere
co que ¡a Vida ha latido la mano sobre el limón del
39 En Lu' entrevisuu, Lovelnck la hmm‘l ambienta" Y qUe su intervención para regular el plane
suele insistir en que él es ante todo un Illï‘u'iraudta
de inslnnnentos muy sensibles coll‘il.s.ldo
( iuones (al que h“ I’ïommzido Ia estabilidad y ha penm'u'do las
(en especial el Ermua.) detector d‘c.(¡.“flp( tin-arables para ¡a vida (2013: 4).
electrones ECI). por
rltrlmn (tr/¡lun! (kudai) )' qu"- gn'dm‘
estas se volvió sensible a mw.“ K’) ricm-4'u
a lu animación de la Ticrm- Pues") El ¿"Or
la presencia de productos que l')0d¡'cai'()n€s
químicos (cuando comen/tó 5115 "Wang. a . . .
l“ _ tcton es flagrante, c c no
sobre [xrluciórn ¡I
grandes distancias h‘TnínK pues es Justament porqu.
l l| ‘ _ . . -
"m" y PUI‘ ende ningún timonel, patron,
CíiP'mn' '“gemcro
156 CARA A CARA CON El. PLANETA v LA DL'STRUCCIÓN (DE u IMAGEN) nm. (¡1.050 ¡57
¡.i. Ah’l‘noroesm)

ni Dios que Gaia es una invención que todas las sutilez'as de la cienciadel 0mm algo que se resiste al pensamiento. Si capta la capacidad
'I‘Yrrell ¡“(ha C
ben intentar explicar. Pero lo mm" extraño es que no tiene 0% de la geohistoria es porque mcila y se rectifica. Tyrrell devora tan
“¡n-¿[ha
ción contra Gaia salvo por el hecho de que quiere confiar el timón amm metáforas que no puede cn'ticar una sino confiando en la
¿('ilmcnl e la5'
timonel, a otro capitán, a otro Dios providencial: ¡la Evolución! Mim".fi desconf‘ía de. las metáforas que e'l mismo ma-
om, micnt ras que Lovelock
que Lovelock procura acoplar el ambiente y la evolución borrandoh n¡Pala con precaución, como el único medio para evitarlas poco a poco;
dls'tincio‘n entre ambos porque. los organismos definen también en pam
su ambiente. Tyrrell cree posible oponnGaia y la Evolución. Pn'mcro hemos explicado la hipótesis (:‘aia en términos tomo “la
vida o la biosfera que regula o mantiene el clima y la composi-
De hecho. el perfecto fll entre los organismos y su hábitat (-3 ción de la atmósfera en los límites óptimos para ellas mismas”.
Esta definición e ra impredsa, es verdad. Pero ni Lynn Margulis
mas' un testimonio del poder transformador lodopodemso de la
evolución para moldear a los organismos que del poda de los ni vo mismo hemos sugeridojama's que la autorregulación pla-
organismos para transfonnar su ambiente, de manera tal que nelaln'a neu!!! alguna intención Í. . . ]. En las controversias sobre
sea mas' confonable para ellos (2013: 48). Gaia. a menudo es la meu/ima, no la ciencia, la que es atacada.
La "mctaf'ora' es considerada como peyomu'va: algo inexacto, y
Bonito caso de inversión de las figuras dc la 'I‘otalidad: se supone quch que parte de. bases no científiea5'. En realidad, la ciencia autén-
Todopoderosa Evolución es plenamente natural; Gaia, ¡x-Iigrosamcm, tica esta atibormda de metáforas (Love-lock. 200]: l l).
prow'dencial... Tyrrell no se da cuenta ni por un segundo de quem;
dos figuras pueden sustituirse perfectamente la una con la otra. .‘vlienlro Sml'injusto al lanzar dardos a un naturalista cuando los defensores de las
que cree escn'bir cientificanlente., cuando lo leemos nos parece estar m oe'ncias axiales. lo se' muy bien. no lo hacen mejor y saltan. sin vacilar ni
plena Teogonía: ¡los “poderes” de la Evolución en lucha por la suprema- porun segundo. al nivel global de la sociedad, apenas necesitan explicar
cía contra los "poderes" de Gaia! () más bien en plena 'l'eodicea. puesto (ualquier conexión. (.‘uando hablan del “conjunto de la sociedad", del
que se uata de saber quién protege mejor contra el Mal en la Ticm 'tontcxlo social", de la “mundialil'ación", esbozan una forma con sus mir
¿es el Termostato Todopoderoso o la evolución darwiniana quien mqa‘ nos¡quc nunca ha sido mas" grande que una calabaz'a de tamaño normal!
favorece a aquellos que le son fieles? 'I'yrrell llega incluso a conminan Perose trata del mismo problema cuando hablamos de la Naturaleza. de
Lovelock a ceder, como Leibniz. pzu‘a probar que su Dios es inoccnlcdt h'licn'a, de lo Global, del Capitalismo o de Dios. (.a‘da vez, suponemos
los desórdenes que Él ha introducido aquí abajo.” La ol_)jeción es dn'vr- hcxis'tencia de. un superorganismo (Iatour, 2006).“ la trayectoria de
u'da, si consideramos que se trata de un autor que utilil'a sin la mtm.’ estasconexiones es reempla7ada de inmediato con una relación entre
vacilación el modelo neodarwiniano, ¡tomado este a su vez de la Mano hspartes y el Todo de la cual se dice, sin pensarlo, que necesan‘amcntc
Invisible del Mercado! es tupm‘ora la suma de la5' partes. Cuando forzosamente es injm'ara ellas
¿Acaso le busco la quinta pata al gato al acusar al pobre 'I‘lvrrell dem (latour y otros, 2013). Mas" grande no significa mas' mglobanle, sino mas'
un teólogo disfrazado? Sí, desde luego, pues todo dependejustamtnk [Mmmm ranrrlmlu..|amás se es mas“ provinciano que cuando se pretende
del hilo que la prosa nanativa permita ya sea seguir o cortar. (Zienamm ltncr una “visión global". .. La escala no se obtiene por sucesivos encajes
te, Lovelock no es ni filósofo, ni poeta, ni novelista, ni historitulor. pd!1 'dttsfcras de diferentes tamaños —como en el caso de las muñecas rusas—
s"¡0 por la capacidad de establecer relaciones mas' o menos numerosas y

40 De allí este pm'je ,uirprendenle: "/\ mi modo (le ver, esa paradoja del
hambre de hidrog'eno (le un mtuido bañado eu liidrtm'leno es uno del“ 4| Es fascinante ver que el problema es exactamente el mis'mo en todas las esca-
dr’gumentos mzL's poderosos ('Ulllnl la idea (le Guia, según la Cual la biosftfl las. ya se mite de las homiigas de (m‘nlon (20l0) o de (pa‘ia. ¡15' el problema
se unantieue conformble por el beneficio de la vida que I.I habiln' (“JR”- que Tarde “999) había situado en el núcleo mismo de las ciencias sociales y
2013: iii). l’arecería que estmnos leyendo a Voltaire. ¡que se burla dc LnP‘w. qulre fue .‘¡bsorbitlo por la idea de niveles distintos que mn del individuo a lo
bas (le la existencia de Dios que se basan sobre la armonía (le la natural“u co Him,
A Dl-LS‘IrRUCCIÓN (DE LA IMAGEN) DE
CARA A CARA CON El. PLANETA
158
" “"50 l59
. c un
a (lo estamos cansados e '
sobre todo recíprocas. La dura lección del actor-red Según la c - ,
as‘immcntt d la h'smna-
c0nuI “pk/lr p "wm. “S, conexiones de la Tierra evitando dibu. ¿como
razón alguna para confundir una localidad bien ¿onedada nl ‘ _ . , ar una
7'85 Pa
del Globo vale para todas las asociaciones entre los “3,08.
a
un n ¡ovimlento que vuelve sobre Sl mismo, cn {Orma clc
“cdialflo
La razón por la cual la relocalil’ación de lo global se ha me“ "una para tml'ar un camino entre las posibilidades de
as; r por las nociones de partes y de Todo que sólo la preso".
portante es porque la 'l‘iena misma ya no puede ser captada lan/¡-
HIO}:¡menu " P‘ ".cro ¡odopoderoso —l’rovidencia, Evolución o
por nadie. Ls‘ la lección misma del Antropoceno. Dcst el ¡"(me Termos.
' mcg“). las" el único medio de volverse profano tanto en
que unificamos en una esfera termquea la geolu'storitL la re(l llcinloS"(0 en
L
“mladada al 7"" ( ¡[ill mologl'a. Pero no nos precipita-¡mm para identificar
límites del anu'guo formato de la teología nit-,(liamL a lo, este

.
aquello que en la conierenaa precedente he llamado esas
temología de la Naturalem del siglo XIX, y vuelta a volcar e“ el "130]ch
nmimicnto. con bucles de retroaccron en el sentido de la cibemc'u'ca:
del complejo militar-industn'al del siglo XX.“ aunque “no Sea profmrde
“dos dz am'o'n, lcg“.¿Wu-íamos al modelo con gobemalle,
ciencias del sistema Tierra en la Universidad de Southampton gobernante y
A pm >
¡de u' nnediato
del unánime entusias'mo que ha suscitado. (-I celebe'rn'mo "plan-¿mal dial! (l’irken'ng. 2‘01 l)-
r ¿obirnm mun
envenenó de manera sostenida el pensamiento. Ius‘ una imagen mi: por cse extmño bucle de reflexividad que recientemen-
(‘omcucemos
pinta en la que sc mezclan la cosmología antigua de los dioses gn'cgm hismrindores del ambiente destacaron con mucho énfuis: hablar
(elo6 lo m c" 2015 ¿.5 repetir casi palabra por palabra
la anu'gua forma medieval atribuida al Dios cristiano, la compleja Rd, lo que se decía en
de adquisición de datos de la NASA. antes de ser proyectada (lenlmdd lgkl.0'“c0n]gt_)¿3() o, incluso en 1855 o en 1760"“ para protestar conua los es-
panorama difractado de los medios de com um'cacio'n.“ Lo que es _ sobre _ la natumlem. Vemmos pasando
. este
seguro "¡gos (le l a ímluslriaIi./'.'u‘io'n
es que los habitantes de Gaia no son los que consideran al plancmam] e¡m1 c" loa/y desde el comienzo "HSHIO del Antropoceno. verston 1780
como un Globo. (¡h-507,, 20l2). Sin emlmrgt), eso no quiere decir que los histon'adores
En cualquiera de los casos. en 2015 podremos sustnurrnos a la fascim- (¿dan a su peradillo de andar desulbn'endo siempre. para cada novo
ción que la imagen de la Esfera ha ejercido desde los tiempos de Platón: dad. una ple'tom de precursores más o menos desconocidos. Es como
la forma esfén‘ca redondea el conocimiento en un volumen conu'nuo, sicada autor ecologista se viera llevado realmente a descubn'r que hay
completo. transparente. omnipresente, que enmascara la tarea extraor- 'algo nuevo bajo el sol”, pero ciñendo a las ideas previas aquello que
dinan'amente dificil de ensamblar los puntos de datos prm'eni-uitcsdc qum'an decir; asi. pese a todo. cuando se consideran las cosas a largo
todos los instrumentos y de todas las disciplinas. Una esfera no u'cne plazo. uno tiene la impresión de. que no hay nada nuevo bajo el sol (Ha.
histon'a. ni comienzo. ni fin. ni agujeros, ni (liscontinuidad de ninguna milton y (.‘n'nevald, 2015. McNeill, 2010). Nada sorprendente. dado que
especie. No es una me ra idea, sino el ideal mismo de las ideas. Aquellos seguimos confiando al vocabulario del sempiterno Globo tanto nuestras
que “jacta” de pensar globalmentejamas" se sustmem’n a la maldicion' mgusu'as como nuestras esperan/as. Apelando al planeta azul. ¡no podc-
de AtlaS': Orbzs' termrum Sphaem six/e Deus, sit/e .Na'lum. mos mas' que dar vueltas".
Silos historiadores tienen
razón al cn'ticar a aquellos quo. pretende".
O “dura con el mismo entusiasmo,
que acabamos de entrar en un pene
Dtgamoslo de otra manera:
aquel que mira la Tierra como un Globo 6° mdltïalmente diferente,‘5
os se equivocan al no ver que esta “Pou-“¿ón
es tomado Siempre
' -
por un DIOS. . t f
Sl la Esera es aquello que allhclam

44 E > _r _ r
l""3""‘Ullo de Bonneuil y Fressoz (20]3) es (lllCll (le refuta. nuestros
li H i.dl' ‘ 1'"0"“ 'llum“ -
' han ce'sado (le deplomr en los mismos .' '
(¿mimos la mi!)ma
.30“ c"“(ww (J _ y _ .
'

42 N" ha"; que Oluidi" nunca ‘llle las preocupaciones :unbientnlt’s “‘"Üh y (le :Idverur l.“ mismas ¡llllcn'lil'ij yn se tmtc dc Tnulmm (¡990 v
lugar fumar“ Y (I‘m l“ Hum“ (013] [mr las modificaciones del clima P3).
43 ¡En dmnas’ de't'ndíu st la {guerra
ronlm las mul.'tciones del clima (ed‘l)0':l)'uml
\.V""" ‘r' “mk-N < ¡972). el (llul) de Roma (Vicille-Blanchard. 20! 1). Hum
n cmueatm (.rm'smuhl “"0” l 1855 l) o las (ninpañas contra ln VJClllh'lCÍÓI] en 1760. I m sido
4 ,, (20H). La imagen canómca . es (le h 1 ki" '45 Me dvd ¡cm .
.CUIHPOSICIUH hecha plXt'l por "r" ‘ “IP-'lble. con ln ligera salvedad (le que. como nunra
4

pixel y no tiene. técnicamente. nadat "m


glolnl‘, un" ¡t' lmos. y KIL‘IIIPTL‘
i ‘ mms
lo hemos sospechado. nunca hay. cn realitlaOdd.cmrUpm
\ ' i " "‘“
‘ 4'd L“
' que pudre - » ramos .‘lerramos.
¡- -Incluso porque '05 m e .
160 CARA A CARA CON FJ. PMNL’TA
¡J A\,"|‘R()P()CF.N() v LA t)t-_'s1'RU(;(:I()N (m: LA lMAGLh") DELGIDBO ¡6|

forma parte del fenómeno del que es preciso dar cuenta: por den] cs redonda. O mas' bien. esa redondez de la Tiana
Tien't realmente
la geohistoríajamas' se deja pensar bajo la forma de una Esfera cuna":
h (¡ida desde. la mas' alta Antigüedad —pero cada vez superficialmcnu;
ma cnglobante hubiésemos descubierto de. una ya por (0da.; Es porq) a)"
conocidr adquiere cada vel. _ mayor verosimilitud a medida que aumcnm
_
que sc trata.justamente. de una histon'a, y no de una “llallllïllcm'.h
número de círculos mediante los cuales podemos lentamente Circuns-
his'ton‘a. por su parte, sorprende y obliga a revisar todo cada vez. [al-m zum. Así. el bucle que es necesan'o para dibujar cualquier esfera es
presión de repetición de lo mismo den'va de la forma del Globo. mn d Dewey (1992 [1938]): uno debe senu'r
Pngmáu'co en el sentido dejohn
que cada uno intenta figurar aquello nuevo que le sucede. En cambh de su accion an tes de ser ‘apaz de rcpresentarse lo que
“consecuencias
el descubn'miento. una y otra vez estremece-dor. de una conexión nue.u “no ¡calinente ha hecho y tomado conciencia del tenor del mundo que
y drama'u'ca entre posibilidades de actuar hasta aquí desconocidas'y‘.“ 5, k ha resistido.
escalas cada vez mts" alejadas. según un ritmo cada vez mas' frenético,ch por eso es tan importante pasar del Globo a los bucles que se dibujan
sí que es realmente nuevo. Dado que disuelve el pensamiento mm mn'sablemenle de una manera cada vez mas" amplia y mas" densa. Sin el
del Globo observado desde lejos. el Antropoceno pone la histom‘m obanaton'o de (Zharles Keeling (1998; ya lo hemos cnconuado antes)
el centro de la atención.“ En este sentido. a pesar de la cn'tica dc ¡m en Mauna Loa lv los instrumentos que detectan el ciclo del CO2. sabria-
his'ton'adores. ciertamente hay desde 1761), desde 1945. desde 1970, ¡18° “menos. quiero decir que muiru'imos con menos fuerza que la Tierra
nuevo bajo el sol." Si bien los bucles de reflexividad se parecen cn h Puede ser redondeada por nuestra propia acción. Y antes de eso. tuvimos
forma. su contenido. su n'tmo. su extensión son diferentes cada vez, ¡Tal questllllr el agujero en la capa de ozono gracias a la campaña a favor
es la inm'tena'a de Gaia! delos instrumentos Dohson ((irewmühl. 2014: cap. VI), así como hubo
que aprender a sentir la posibilidad del invierno nuclear gracias a los
La noción de globo y de pensamiento global contiene el inmenso pcb.‘ mmm modelos de circulación atmosfén'ca promovidos. en la época del
g'ro de unificar demasiado apresuradamente aquello que pn'mero debe boletaustn nuclear virtual. por (,a‘rl Sagan y sus colegas.“
ser compulsa). hs'te problema es ante todo maten'al: hay que dibtu'ar un Eso es lo que esta en juego en el Antropoceno. No es que de repen.
círculo antes de ser capaz de generar una esfera. 'l‘ambie’n es empín’to: ¡cel pequeno espín'tu humano deba ser teletransportado a una esfera
sólo porque el barco de Magallanes regresó. sus contemponineos pudio' global que, de todas maneras. sería demasiado vasta para su pequeña
ron fijar en sus mentes la imagen de una tierra eslt'r'rica que ya conocían escala. Mas" bien se trata de que debemos deslil'arnos, envolvemos en un
Pero no es menos moral: sólo cuando sentimos que nuestra acción recae gran número de bucles. de suerte tal que. progresiva. gradualmente, el
sobre noso.tros comprendemos hasta qué punto somos nsponsablapor tonocimiento del lugar en el que residimos y de los requisitos de nucsua
ella. (n'mo ha observado Sloterdük (2006: 47 y ss), sólo cuando los hu- condición aunoslürira pueda ganar una pertinencia mayor y ser percibtï
manos ven la contaminación recaer sobre ellos comienzan a scnu'r que docomo mas' urgente. lista lenta operación que consiste en ser envuelto
«¡circuitos de captadores en forma de bucles es lo que significa 'ser de
mTicna'. l’ero cada uno debe aprenderlo por sí mismo. desde cero.
Yeso no u'ene nada que ver con ser un humanoen-la-Naturaleza o un
por mames que encontraremos en la sexta conferencia. no pueden m'irm
apoyados en una ruptura radical. hunnno-sobre-un-(x'lobo. Ius‘ mas" bien una fusión lema y progresiva de
46 Algo que marca muy bien este retorno de la historia es la multiplimim’ n‘nudcs cogniliwls. emocionales y estéticas. gracias' a las cuales los bucle;
de lan allertlatt'nu propuestas para el Antropoceno: el 'Anglocenn' (la
much'cn cada vez mas” visibles. Después de cada paso de un bucle, nos
contribution acumulada de Inglaterra y listados Unidos a hu emisionod‘
(K), sigue siendo sutx-n'or a la de los países emergentes); el '(apiultxmo' mln-mos más sensibles y mas' reactivos a las frágiles cnvolturas que habita-
(<jaumwnumrcxom».' sin olvidar el delicioso "(Zhlhuluceno' propufflo mos (Abmm, 2013).
por Haraway (20M).
47 Por el momento, la .‘¡llt'rnzuint más seria es la del “Planilsttiocetm' NÚM")
pm Tsing (20%) para describir un régimen de toma de ¡it-rm. preindmtml
que marca muy hit-n el comienzo de este gran 'interGImhio colombino'
(Mann, ¿‘0l3). clavo de nro ideal para el comienzo de la (iran Diwtgmb 48 Veanse Edu-aah (2012) y Do'm'es (20] l) sobre el vínculo entre lagucrm
analilada por Grow: (¿‘0l3)‘ nudcar y cl Nuevo Régimen Climático.
¡62 CARA A CARA CON El. PLANETA
"4 ANTROPOCENO v LA DHS'rRUcCJÓN (mv, LA IMAGEN) Dutuoao ¡63

¿Cuantos bucles suplementarios debemos tra7ar alrededor de,


ïk. con' la dificultad
_ de instaurar redes de equipamiento con las
rra antes de que el “conocimiento“ sea lo bastante receptivo mm scure
505-' 0L consecuencias de las acciones para todas
- . f _ o ws ¡bles la5'
tomariamos
que este Anlhmpos inorme se convuerta en un verdadero agcmcdt, c “¡las
actuar.
Posibilidades de termino que se
histon'a y en un actor político al menos un poco creíble? No “mi la “sensibilidad” es un
vivir en el Antropoceno:
w;so ¡5 '
nada pretender que ya snlnn'mos y que otros antes de nosotros lo ¿1km
a ¡odos los actantes capaces de expandir sus captadores un poco
¿Cuántos bucles han debido seguir alminos de ustedes para dejan”: a los otros que las' consecuencias de sus accio-
¡ms' all á v de hacer senu'r
mar? Es posible que hayan “sabido siempre" que los cigarrillos ¡"mom y los perseguir-an. (Juando el diccionan'o define
ellos
nd recaelm'n sobre
ca’ncer. pero hay una gran distancia entre ese “.sal)er" y r‘L'.1lnlt'rllt-dq¡', que detecta o reacciona rapidamente a ligeros
-,¿ng'l)lc' como “aquello
de fumar. “saber lv no actuar. no es saber." Antes de ponderar lo qu!“ se aplica a Gaia tanto como
ambios. signos o influencias". este adjetivo
saber que no hay que fumar. ¿no hay que presentir el dolor eu la pm'
¡l An'lhropos. .. pero solamente si este está suficientemente equipado de
came. como inten'tan preligumrlo esas imágenes (llOCZlIHL‘S imprmm "amores como para senu'r las retroaccnones. Isabelle Stengers (2009)
los paquetes de cigarn‘llos? Otro tanto ocurre en este caso: hay iman, “de decir de (laia que es una potencia que se ha vuelto tasqurllaxa. La
ciones complejas y burocracias bien equipadas para que logremos sgm,‘
Naturalel'n. la Nmuralel'a de antaño. bien puede haber sido indiferente,
de antemano las consecuencias (le nuestras acciones sobre nosotros“
dominadora. una madrastra cruel. pero, sin ninguna duda. ¡Ella no era
mos. Por otra parte. ¿cuantos bucles nos hace lalta recorrer para saab cosquillosa! Su falta completa de sensibilidad era, al contran'o. la fuente
redondez de la Tierra de una vez por todas? ¿( .‘ua'ntas institucionessupk. de cientos de miles de poemas y lo que le permitía desencadenar por
mentan'as. cuántas burocracias reclama uno. uno personalmente. pm contraste la mauricio" de lo sublime: nosotros. los humanos. éramos sen-
volverse capaz- de responder a un leno'meno. en prime m instancia tank. g'bk-s. responsables y altamente. morales: Ella no.
jano. como la composición química de la atmosfera? sobre todo si om. can“ en cambio. parece ser excesivamente sensible a nuestra acción.
trabajan, por su lado. para tomamos insensibli-s produciendo ignonnm' yflla ¡mrece reaccionar de manera extremadamente rápida a lo que
voluntan'amente (Proctor. 20l4). (No es casual que los mismos laóóui sie'nte vdeu-cta. Ninguna inmunología —en el senu'do en que la enu'cn-
que financian a los cliniatoesct"ptit'os hayan trabajado tanto tiempo pan dc Sloterdijk- es posble sin aprender a volvemos sensibles a esos buclcs
romper la conexion entre los cigarrillos y nuestros pulmones: me rtrm'to múlu'ples, controvertidos. entremezclados. Aquellos que no son capaces
a los testimonios de (m‘re. 2008 y. mas“ preciso au'n, l-loggan. 2009.) de 'detectar y de responder nipid.‘¡mente a ligeros cambios" son conde
Pero hay otra razon. final y mas convincente, por la cual deben'm rudosYaquellos que por alguna razón interrumpen. borran. descuidan.
ser extremadamente suspicaces para con cualquier visión global: ban“ m dnm'inuven. debilitar), nieragn, oscurecen. desfavorecen o (lesconectan
es en absoluto una hs‘fera. Gaia no ocupa mais que una pequeña mm dos burles no son solamente insensibles o no recepu‘vos. (o‘mo veremos
brana. de apenas' algunos kilómetros (le grosor. el envoltorio delicadodt en las conil-rencias siguientes. probablemente son. sino unos enminalL‘S.
las zonas cn'ticas. Así. no es global porque funcione como un sistcrmi en todo caso nuestros enemigos. lus' por eso que tiene sentido llamar
partir de una cabina de control ocupada por algún Distribuidor .Su'pre 'negacionistas" a aquellos que. al negar nuestra sensibilidad tanto como
mo que domine todo desde lo alto. (Laia no es una máquina cilx'rnt'uc') hdc Gaia. afirman con segundad que la Tierra en ningún caso podn'a
controlada por bucles de retrmit'citin, sino una sen'e de ¡acontecimientos mccionar a nuestras acciones.
histo'n'cos. cada uno de los cuales se expande un poco más lejos... om
(/o'mprender el entrevero de las cone.\'iont.-s contradictorias y conllktni’ó
no es un trabajo que pueda ser r rali/"ado saltando a un nivel 'global' mi
alto para verlas actuar como un todo único; sólo podemos hacer qucsui Stgtu'rlos bucles para evitar la totalidad. evidentemente es también acer-
caminos potenciales se entrecrucen con tantos instrumentos como sd ‘mc a la política. (.‘on el concepto de Antropoceno, los dos grandes
posible para tener una oportunidad de detectar de que maneras dm Pn'ndpios unificadortns —la Nattimlel'a y lo Humano- se vuelven cada vez
conectadas enue ellas estas posibilidades de actuar. Una vel." mas'. lO gl“ mas'inverosímiles. Y no cs la intnisión de Gaia lo que m a venir a unificar
bal, lo natural y lo universal operan como otros tantos venenos peligm ¡qucllo que se desagrega ante nuestros ojos. Es‘ inu'til esperar a que la
Ram

“No Y ¡A ¡)r_'s'rRU(;(:r()N (an. ur IMAGEN)


¡64 CARA A CARA (,O'N HI. PLANFT.A Agua ")() . . nu ' Crono ¡65

_ mm ellos como para el gran público.-


urgencia de la ¡"nena/"a sea til" ¡tn-"dv ," 5“ "Xbansio'n PH“ ambm se
_ . . tan "global- “(3"an’l"_l'_0"¡¡(l()5 “fue m de la naturaleu".
am H r ' . ¡- a( - (tu- mtstentxsarnente como
P q “c | fiera un mm"
' -' u, . . Co como ¡«""i
¡“ser uhcadw mo ‘cn la Naturalel'a' ni en la Soc‘iedad.
. . (h. ¡odos los pueblos despm‘mtnados un solo eso quiere de.
aclor pu“ Pin Y “llldíK
_ H “lidad que buscamos debe ser tejida,
pado en reconstruir la torre de Babel de la (limit-,7 ¡nu-rc"“¡w-(¡ad tras reflexiw'dad,
de todos mode,s
. . . . " ¿‘- (I'ília no instrumento tras
simpática figura de la lllllfiC'dClOIl: las la naturaleza“ ¡n que cm m .‘ es instru:
"m mmm. es“, composición cuando menos
estratificada. indiscutible. sisternauea. (lesanirnadzl. “(WM pensamc que
global e indl m Conferencia, definir los colectivos —te'rmino_
a nuestro desu'no. l’ero no Gaia. que no es mas que (.l "0'an ¡me re.
propu% “c no cs sinóm'mo de sociedad-
para todas' las' consecuencias entre-mezclada."s e. imprevisimcs por la distn'bución de las
(le la memos. "¡s dc “(mar y
por la eleccto‘n de las' conexiones que
sihilidacles de actuar. cada una de las cuales pt.‘rsig1¡¿. su propio ¡[una ligan
¡bilidad l i ficción (Descota, 2005).
las lo que llame’ una mera/¡ma
manipulando su propio ambiente. o
Los organismos rmtltict'lulures productores de oxígeno y 1 v que nos puede permitir escapar de una vez por
toda;
una (asmollNrglllt.u,“dela/(‘vulurm al din'gimos hacia
emisores de dióxido de carbono se multiplicam’n a algo como el mundo.
no según su
¿formato 1:35 hc ahí ¡oda la diferencia. no son culturas
y adquin'ra'n exactamente la dimensión que son capaces de -como con
BM c0l(.'(ll:gíu'(rd(ll'(-¡'()Ilal—;
mas' ni menos. No cuenten con un sistema englobante y prcordcmd: no estan unificados por el hecho de ser.
u llll.f()l)“)‘0d0 miios de
de retroaccio'n para que los llame al orden. las" imposible apelar la Natumlel'a" —como ocurn'a con las cienctas'
al 'c m; ¿“putstltíl ._ w'cas‘pasadas-..
libn'o de la natttraleïa'. o a la “sabiduría de (.‘aia”_ o incluso ni, por supuesto. porque sen'an un poco
a su qu mturalcs'srï‘c‘i’m” o" ¡(,5 sueños
relativamente estable en tanto que fuerza capaz de volver imposibles de reconciliación o de dia-
a poner orden
cada vez que la política hubiera dividido demasiado a (Cíqju).uu ¡_q(_)g)_ [1A .verdadera l‘x'llel'a del te'miino [Antropoceno
los pueblos dG
parramados. En la época del Antropoceno, todos los sueños. ww.“ e“ "cun-¡ms lo mas cerca posrble de la hantmpologw
alentado, y en volver
por los ecologistas profundos. de ver a los humanos cumdos “nos ¡'"¿q’osílllll la compartieron de coltrltvos liberados por fin de la
de sus qm.
rellas poliu'cas mediante la mera conversión de su cuidado por obligmón (¡V-5.1|.¡u-sc, todos. en relacton los unos con los
la Nam. otros. según el
raleza se han esfumado. Hemos entrado verdaderamente en un pcn'odn admim csquum. dc 1,, natumlem y de
las culturas: unidad de un lado,
poslnalumL ¡num-¡,h-u'dnd del otro. ¡Por fin la multiplicidad está en todas
partes! la
Evidentemente. detras' de los sueños de unificación global
había. nl política puede recomenl'ar.
gue habiendo Ciencia. ¿No podríamos encontrar en ella
un pn'ncipro' Ame 0| AIIITOPOCCHO. una vez descartada la tentación de ver en él
uníficador en última instancia que pusiera a todo el mundo de acuerdo sm'plcmenu- un nuevo avatar del esquema del “Hombre frente a la
y pudiera din'gir a una muchedumbre de httrnanos hacia indiscutiblts .h'turaleui”. probablemente ya no haya mejor solución que proscguir
programas de acción? Volva'monos todos sabios científicos
-a falta dt hdcsagregat‘ión de las" figtuaciones habituales hasta
ello. difundamos la ciencia en todas partes que lleguemos a
por medio de la educación- unanuma distribución de los agentes
y podremos actuar de consuno. “¡Hechos de todos los países. unios." de la geoht'ston'a. Nuevos pueblos
Pm los cuales el termino hutnano no tenga necesan'amente
Desgraciadamente (iba a decir afortunadamente). senu'do y
esta solución se ha “¡la escala. forma. territorio y cosmología estén por rediseñarse.
vuelto imposible no solamente Vivir
por la pseudocontrtwersia Ilemda adcban' m la '5P0Ca del Antropoceno es lo'narse a redefinir la tarea política
le P”r ¡OS climatoescépticos —cotno ya mostre' en la primera conferenm por
m,"°_"c'."‘¡ ¿qllé pueblo lo'rman ustedes, con que cosmología y en que'
(Zafcai y otros. 2012)—. sino también por la singulm‘idad lnn‘fmlono? Una t'os'a
rnistna (10104” es Segura: esos actores que debutan en escenaJiamas'
CSÍAS’ disciplinas que dependen de
una distribución de instrumentos!k
modelos. de convenciones internacionales, que llll'! rol en una intriga tan densa y tan enigmática. Hay
de burocracia. dC "Sunda- h‘u postsn'uuclíllt ea: ¡hemos entrado lll‘cvCISlbl’ClltCIllL'wffll una
n.'za'ción y de instituciones a
cuya “vasta maquinaria". según el "ru-"0 dd
hbmf‘“ pal” Edwards,jama's ha sido presentada bajo una luz positnaa: ‘Pmfi Si PL" "' ' PO-S‘lhumana y posteptstctnologrca'. ¿n demasiad os
' ) ('S porque todo ha cambiado
.conc'enc'.“ F’Ública (l‘hwards, 2010). Los clitnato'logos y las 0.0"?an ¿pm
:u' “mnu,
a nuestro alrededor. Ya no
- e
ststema 'l'l'L-¡Ta han sido - hmnanos modernos
arrastrados a una situación [wsldn'slnnalogï'm que a (lt-l l a la antigua: ¡ra no vmmos en
l()l()('('ll()!
.
i i
¡“(.FNO y LA DESTRUCCIÓN (DE LA IMAGEN) DEL emm l 67
7
166 CARA A CARA con El. PLANETA NTRO
, . .
¡IL A
La rcdistn’bución de las posibilidades (le actuar _ que no u'cnen mas' que una 5013.1.
( É sto v
llamábamos “cuestiones ambientales“.'-— no está
. ¡lo que a).e
ui dc WP"
Fui-1€
¡,L' c
ms d ¡0 q
ue lconocen
l el rolslro de .
su DIOS de
. _ aql" Para rc unir pa Su forma
(onoccn sc "en confrontados ast a o que podnamos
mente a quienes toman parte; esa redistnbución divide llamar un género
""¿‘S eficaz h \q c nuevo de teología . uC política. Una vez desunido e] (moho. ¡a
que todas Im pasiones políticas del pasada y siempre lo ha
Gaia pudiese hablar, [illa diría como jesús: “No penséis quería!“ Sl“ )C c
.c a P0n rSC
c n marcha.
¡“Ch
le
para traer paz a la tiena: No lie venido para traer la pa I.'
(Mateo: lO. 34). O mas" w'olentamente aún, como e
cn'fo según Tomas": “He arrojado ¡llego sobre e
mantengo hasta que arda".‘9

(bncluire esta conferencia con una interpretación de la colisión


del
planetas al final de la (¿lt-bre película A/Ieltmcolía (20H) de un“:
'I'rier. La intn'ga por una parte es la de un planeta errante‘
llamado Mo
lancholia. que amena/'41 con chocar contra la Tierra. amenal'a que
mua.
en cada uno de los protagonistas aislados del resto de l mundo en su
casa
scñon'al. cómo wn a reaccionar a la catástrofe. Sin romper el suspenso
para aquellos de ustedes que no la hayan visto, digamos que no (mmm
bien... El frágil refugio construido con ramas por la heroína pam pm
tegcr a su hermana y a su sobn'no no parece bastan 0 bien es posible
que la lección de esta metaf"ora sea muy diferente; no sería la Tierra lo
destruido en un último y sublime relámpago .‘tpocalíptico por un planeta
errante: sería nuestro Globo. lo global mismo. nuestm idea ideal del Glo
bo, que debeser destmido para que una obta (le arte. una (¿línia cmctja.”
A condición de que se acepte oír en la palabra “estéu'ca" sn antiguo sen-
tido de capacidad de “percibir” y ser “conce-ruido". dicho dc otro modo.
una capacidad de tomarse sensible que precedea toda distinción entre los
instrumentos de la ciencia, de la política, del arte y de la religión.
En una de sus numerosas innovaciones lingt'n'sticas, Sloterdük pl’OPuso
que deberíamos pa5'ar del monolels'mo, con su vieja obsesión por la Afonna
del Globo, al manogels’ma.“ Los monogeístasw son aquellos que "0 "cm"

49 Enulgelio apoc’rifo Ilatnado “(le 'l'oth's". sentencia lO. ‘ i


50 "Ls‘ por eso que (Laia se parece mucho mis al planeta -\.lel'.mclmli.'l (¡illlc‘m
la Tierra alcanz.'ula por el: \.lel.'|nclloli.'t es una imagen de la "accent finde"
gigante.“ a y enigmzitica de Gaia. entidad que se abate (le manenl "Aicïirncimi
sobre nuesno mundo súbitmnente (lenanizulo lulmano' (D-‘Nw‘wk"
\
de (."lero. ¿‘Ul-I: mx-zïrz).
5| ¡A no confundir con el monogenismo. t - dcl micmm
teoría sobre el on'gt'“ “'"w {GK-¿50. que las pmcbas del globo terrestre sc benefician dc un flujo into
hombre! "Las pruebas (le Dios cargan same de end-chelas"
lomosamente con h- “m‘ de s“ (Sloterdük. 2006: [5).
Quinta conferencia
,Cómo convocar a los diferentes
p‘ueblos (de la naturaleza)?

Dos l.evt".ttzin, dos cosmologííu‘ 0 (.‘o'mo evitar [a guerra de los


(¡l-osm- . [vn proyecto diplonm’tico peligïoso 0 La imposible

convocatoria a un “pueblo (le la Natural-ua" o ¿Cómo darle


una oportunidad .‘t la negociaeio’n.> ‘ bbbre el conflicto dc ¡a
(ïicm'l'd' ‘,’ l" ¡(“ligión ' Una incertidumbre sobre el sentido de
¡a palabra “fin” 0 (lompztmr los colectivos en lucha . prescin-
dir de toda religión natural.

(.‘uatndo vi expuesto el número de la revista Nalum creí que esa


íghm que me s'enía obsmionando desde hacía cuatro o cinco años.
ese
(oloso (¡no poder perturbador no había logrado sacudinne de encima,
mc miraba con sus ojos ciegos y mnmba hacia mí
para que me fun-
dicm en su CllCl‘pO variopinto, más colon'do
que un traje de Arlequín.l
Lsta‘zona metmno’tfica. en la que se intercambian
toda las propiedades
que procuramos esbozar en estas conferencia,
es ese cuerpo hecho de
mmm intestinos galerías
de minas, de brazos vegetales faunas. de fá-
bncas puños y músculos, de
plexos grandes descubn'mientos cardbelas
dt Colón, (le ciudades
hombros misiles, de océanos nubes estcmón. de
dm'culm ext )Io.s‘iones
atómicas, el todo tan extrañamente enmarcado,
"Ho ahov Por cl título de la revista, Nalum y abajo.
por cl del dossier. “La
m de ¡0 humano", (los
términos opuestos desde hace tres siglos. ¡ames
df [aq u-
C esc Antropoceno,
que el número procum Justamente
' deinlr)
rv‘ngd
1- . a
. disolverlos
- r . í
a los (los!

l '\Illulr_ |
libro).
l (le "mm de 2015 (la figura 4.1 ya fue analimdu en P- 25 “° c‘“
DII'TÉRI'ZN'I‘ILS pUEBl ,os (m: LA NATURAILMP
¡70 (LARA A CARA (IUN El, I'IA\.'I-.'I'r\ AR A ¡OS
a
N VK )(,' ¡7|

“¿Sin-C (le ciudades. (le campos. de fortalezas


y de cam.
xplicn a ¡o largo de todo el lll)r0:
es lo que se necesita
¿(zi-L de dcgollarse mutuamente. Sólo la
a gen!C invención dc
fuerte pum que obtenga (le todos sus súbcmoS
lo bastante u“
' lado
¡”aq discutible pudo poner fin a las" guerras de
religión. Pam
t ¡w- rivil fl“. necesario que el “dios mortal"
del Es‘tado toma-
lcccr Id ¡“"pios ¡“mamar invocado por todos los fundanienmhs'm0S
del _ rd c .
c i¡(h ¡t su manerm pa drnbar el orden establecido
‘ uno .a

. v.
l
r.

y.4 HE Hll MAN A EPIICH ‘ n. .


n.»r.-mg"‘¡k-.\«W_.x uzmun .
/ 1* "
n
s

4
0

¿la
'dll' HH
.n \v.

Figura 5.la. O Alberto Sc‘vcso pum Nalurr.

Al mirarla cubiena. no podía evitar sentirme impactado por su parecido


con ese otro monstruo. ese “dios mortal", esa otm imagen vatiopintmde
.s lam“. uuw'
desu‘no mucho mejor conocido, que encontramos dibujada en el l'ronus-' . :lenluluhll
picio del Imliam'n (le Hobbes, obra que decidio” en gmn parte la histona'
religiosa. politica tv científica (le los Modernos y (le la (tual me mldréalo
largo de ldS' próximas conle‘rencitms. . .2
Se'-gurm¡¡ente recordarán ustedes esta imagen donde, espada dcl po
der civil en una mano, cnu. del poder espiritual
en la otra, CSC Sigan”
macroce’la‘lo, digno predecesor (le. Figura 5.lb. Hobbes. lzvinlrin. frontispicio (le la afilia pn'm‘tpx
las marionetas de le‘n'a del Royal de
Luxe, aglomerado de hombrecítos
minúsculos que se reflejaban C“ Um
testa coronada gracias’ a un sutil procedimiento
Ópu'co,‘ domina con su

4 Eve Írontispicio ha litsu'n'ntlo


pure-¡afluente a liiston'ndorcs del arte ("mo
llicdekump (2003)
o (.‘¡unboni (200.5). y .1 un :ultor como Sc’lnmtt (20013)-
2 Ll‘ libm centml dc Shapin ‘l‘lc “tlvcremtu .'l encontmr
y .Sc'halTer “993) tornó visibles los lazos 61"" en lu séptima conferencia. En ln cuIbicrü (le
("dos esos ámbitos que la SU lihm. Shupin y
llistoi‘iogmlïn em propensu ¡t distinguir- ¡al bomba .Sc‘lmfl‘er reempl;rl‘.u‘on ln cruz del poder cspinlU-‘l Por
3 Scfllztfler (2005) mostró de “¡rc (¡c
el on'gen de ese .tgnmdzuniento (lc lil (“bcn mo “gym, primer instrumento cicnlífico convenido cn
diante un simple procedimiento xunbolo (lt-.l
óptico tomado del abute Nicéron (1663);fl n nuem epistemologíu política.
laImlicm no tiene. por :i' "l " y . . - , ¿5.-
ende. nntln que ver con un sulwmrm‘lúïmo" "I “‘ l“ Kun-1.10611 de ese‘ gmn LEVlA IAN. o mus bin. -c [tdx r (lenIl‘
‘ non m
mmm]
mm, el todo es nus” um l ' ' - . J, _ x ‘ dlc xD‘Hl'ül)" l
pequeño que las partes, (le no ser I: H r‘ “LM- (lL‘ ese (llos mortal. :tl que debemos. por (leljlo I
P0r la ópum' u ' - .u. y nuestm . ..
(“L l)-. protecctón (.[110mm Hobbes. |97|.- cap . -
¡73
172 CARA A CARA CON lil. PLANETA ¿“o (-()N\’()(IAR A LOS mmm-:N'rrs PUEBLOS (DE LA NATURALEZA)?
.C - '

El frontispicio resaltaba una nueva distn'bucio'n, propuesta por HON)“ la religión sea cosa del pa-
que la c uestión de la naturalem esté resuelta.
de todas ldS’ posibilidades de actuar: una matena inerte. un mundo ¡(XF1' nda Ia ciencia una certeïa lndlsCllUl)lC.' asi como no'podemos hacernos
do de modo mecánico por las leyes de la naturaleza, una sociedad ¡gm-¿dl alumnos de creer qtre'conocemos los resortes que agitan a los humanos,
por la mera pasión del interes, un control estricto de la lll((,'l")T'U2Clón m. los ¡"ws de la politica. Podemos dudar sr cl Antro.poccno marca unla
del lenguaje frustrado de la Biblia, una definición de la verdad ciemíficz (Pm geológica o no. pero no caben dudas dc que designa una transr-
que fuera tan indiscutible como los principios de Euclides l<.'xar.tam(.nlt l' ‘ I
00"“ que obliga a replantear todo.
lo que el dibtJt'o propuesto por la revista que tenía ante mí ponía en cu“ Sm'a menos arduo. lo reconozco. ¡no abordar la cuestion religiosa!
tión: un mundo animado, una Tierra que vibra bajo los pasos. ningu'n .ijo nos gustaría a todos que la religión hubiese quedado a nuestras
paisaje reconocible, ninguna auton'dad afirmada. espantosas int-¡(1347 ¿ipaldafl Hobbes debió de pensar lo mismo... Pero es demasiado tar-
híbn'dos a granel. miembros dispersos de ciencias, (le industria y (lo {o}. d,_ No sólo a causa de eso que llamamos el “retorno de lo religioso"
nicas. Y Inas‘ que nada, esa impresión desalentadom de que ese cucypo 0d ascenso de los fundamentalismos". sino porque el advenimiento
colectivo camina a cieg'tst, con los brazos colgando, la cabeca' inclinad¿ ¿(Gaia obliga a dudar de todas las religiones englobantcs. incluidas
destacándose sobre un fondo negro, sin saber adónde m, ¡ni con quim' ¡quellas a las que hay que. llamar religion“ de la naluralaa. La paradoja
se encontrará! Frente al Leviatán, uno sabe quién es y ante que auton'dzd dbaslanle divertida: se acusa a Gaia de ser “una religión que se toma
debe arrodillaise; ¿pero cómo comportarse ante este otro (kismomlosoáj por una ciencia", cuando es la intrusión de Gaia. al contran‘o. la que
Al poner estos dos ídolos lado a lado. no podia evitar pensar que tal m obliga a redistribuir todos los rasgos de la época precedente, incluida
presenciábamos el retorno (le la 715,10”? de todos contra todos. Hobbes hextmña idea que hacia de la Naturaleza conocida por la ciencia aque-
había creído resolver la cuestión del orden al extraer a la sociedad (¡m llo que debía oponen? a la Religión (mantengo las mayúsculas no para
del estado de naturaleza mediante un contrato solemne que pcnnitíz que suene más solemne. sino para recordar que se trata de figura. no
fabn'car pieïa por pie/'a la máquina artificial del leviata'n. ¿la ¡xxsiblc de dominios del mundo). Si intenta'ramos, hoy, en pleno Antropoce-
que hoy esta solución se halle puesta en cuestión por otro monslmo. no, separar la (Jiencia y la Religión, sería una verdadera masacre. a tal
este h1l)n'do de geología y antropología que la revista designalia. íngo punto hay Ciencia en la Religión y Religión en la Ciencia. Al intentar
nuamente. como "la era del humano”, nueva mnalgama (le artificio y de separadas tales como estárL antes de haberlas retomado, perden’amos
naturalel'a? ¿A menos que se trate de la invención. mediante un nuevo toda posibilidad de traerlas a las dos a la Tierra. porfin separadamente.’
pacto. un nuevo contrato, un nuevo artificio, de algo que podriamos Esacs una de las fuerzas de Gaia: ese ácido tan potente que corroe la
llamar el Ls‘tado de Naturaleïa?" amalgama (le toda religión nalumL
Mientras en el siglo XVII era preciso. según Hobbes, que la matcm' Dc todos modos, no tenemos opción, ya que la desagregación del anti-
fuese declarada inanimada para que se restableciem el orden. a comim guo fonnato Naturalera/(Jultura nos fuerza a volver a trazar el límite de
los del siglo XXl. hasta que la Tierra se ponga a retroactuar ante nuestras todos los colectivos.“ En la época del Antropoceno, scn'a bastante vano
I'ntn'rags pam que el orden se sacuda por completo. En todo cam, como
en el tiempo de la “glon'osa revolución”," no podemosjactarnos (le creer
9 Vemos ahí toda la ambigüedad del termino “religión natural'. propuesto
como el tema de las conferenciau (.‘iÍÏord. Podemos ver en ello la biL'squcda
de líu 'pntebau de la existencia de Dios por parte dela (icncia'. o la busq'uo
6 Nombre que yo había dado. en primera instancia. al proyecto (mlml luego da de un lugar dejado a la espin'tualidad en un mundo enteramente matcna'l
devenido {mi}: Global (.ïrrus (véasc'n en este libro. la intnxlucción). (a lo que en efecto se consagra un gran número dc conferencias Gifl'ord).
7 [45' lll-'IW'I_Wlll.'B contarán hasta el litl para distinguir el estado de naturaleza Pero uunbie'n podemos intentar encontrar el on'gen dc un problema tan
-"lllt) liolilwsinno nert-mrio para contrastar con el l-Lstndo- y' el listado dt (lenfortunadmnente planteado,
Naturaleïa que verdmlemmente es. (le hecho, la constitución bajo la «nm lO (himno. he de recordar. es el término que recmplara los antiguos concep-
Modernos han vivido hasta la irrupción (le la llllltnción ecológica )' del ‘fin' tos .‘uimútn'cos dc sociedad o de cultura (“Eau- la pn'mera conferencia). 1.1
de la noción de 'Imtuntle'ut" (lawur. I‘JJ‘J). sociedad (o la cultura) es la mitad de un eonccpto único cuya otra mitad está
8 Ls' cl nombre que dieron los ingleses :t la ('onclusit'm (le las guerras cin'ksdf (Otnlíluítln por la naturaleza. 'Colectivo' recoge cn un único concepto aque
religión. en 1039. y al (’Sld’l)l('t‘llní(,‘lll() (le un nuevo orden constitucional. llo que justamente [alerta una multitud de dis'posiciona que no son definidas
174 CARA A CARA CON El. PLANETA A IDS ¡""1'1Rh'N'l‘l'3 PUEBLOS (ur. LA NATURA]
V'v/w?‘ sunt/Hi
¡”to (A‘ )

querer prescindir de la antropología. La pregunta se especificar». y dejando de lado


.'cuál CS l" "WW"
las cosmologías: ¿que quiere dectr. para un pueblo_ las plantea at .. (-nte común. [25‘ Cl Único medio que he encontradosu muu-
"'¿’din Rihanna” “En {o'rl.(f’;‘;:: |I"animidad que acompaña siempre para
mmpontrla fonna de la Tierra a la que se haua "nl-do) la apelación
I-(‘mrias a la Na-
uinta conferencia. vo ' a entrega" s
“(3 (Toa que millpbr a el mimos a poder tmmr gsm nu CVd situación
y g geo- (o
En csm q
¡"la Operario,“ de Cicnm fic‘Ïió" (WC-n ¡Tocordara’ un poqui"lo “mk: Kudai": (inin-POÍÑÍCK) (luc "05 (’CUP'dFá durante las próximas conf
del reino “lio a la m. - ¿tm-í U"con!mrmnos menos gmpquc en Gama of “mms (y nin e-
televisiva (¡ame of I'l‘imnrsl Desde luego, no Sc ¡mm
L Wwe,“ ¡(trail-"l"! de S6x0), aunque sólo sera' la violencia que deben aprendcrgli.
ni de las Siete (,o‘ronas. ni de si la rubia Daenmys Targan’e“
o no el trono de hierro de sus ancestros..." Lo que querr'ía ¿ecl'l’cmj Ñflll‘lv‘frflue aquellos que pretenden reunir pueblos para defender;
mapa aproximado de los tem'ton'os ocupados por ¡memes en un “¡wir-TM“ellos qm. prou-"(km dcsu-uir su suelo. No hay de '
c “o, con . l en mas“
de ahora nos encontramos
este dibujo, necesitamOS a ru.- no caben dudas. en una guerra
“nos comm los mros' Para ("Sho/“r
detectar, para los colecu'vos hasta el momento "¡al (.VHSambla prende, ¿cumummsu
¿(los
lo‘rmato Naturalel’a/(Iultnm. cómo podrían (.¡“rcwktfimmC.
articulam d
uno al otro, procediendo a operaciones que podríamos || amar (¡e gunz
o de paz. o dicho de otro modo. de diplomacia de n'mga I
‘ . . . _ \a"“’5 a ¡men
a ( ¡.l' (ad a . c . .
tar volver comparables algunos ( olecttvos pidiendoles que expucíl ¡m Pm mmmflu- (-sh’l tarea. la (. le (.onvoatona, sena convcm'cmc d¡-S_
‘ cn‘ 4
unos pam los otros. cuatro variables que definirán. durante n“ de una (lcfinifión provisoria del termmo arch.gio.n._ Tomaré de
un tiempo‘
su cosmología: “¡dm y.‘.¡-¡-es aquella que me parece mas aproptada para no cn‘ur desde

dvtnlUS a los let-tores contetnpotzinc-os:


o ¿por qué aulan'dad suprema se consideran convocadosP;
0 ¿qué límite dan a su f)u(l)lo?; Los dot-tos dicen que la palabra religión podn'a tener dos on'-
0 ¿en que' territorio piensan que habitan?; genes u fuentes. Según la primera, estan’a emparentada con un
0 ¿en que época u'enen la segun'dad de hallarse? verbo latino: n'lignn’. [...] .St‘rgún la segunda. mas' probable, aun-
que no segura. pero emparentada con la anterior, quem’a decir
Preguntas a las que habrá que añadir una quinta: cll’SdIllbl'll'. recoger. rele "ar. recorrer o releer.
Pero nunca dicen ('ua'l es la palabra sublime que la lengua opo-
’ ¿cuál es el principio de organil'ación que distribuye las posibili ne a lo religioso. para negarlo: la negligencia. Aquel que no u'e-
dades de actuar: lo que llamaré su cosmngmma? ne religión no debe declararse ateo ni impío. sino ncgligente.
La noción de negligencia nos hace comprender nuestro u‘cmpo
Convengamos en que vamos a comparar diferentes pueblos. cada uno (-Sc‘rrt-s. “‘90: 8] ).
convocado por una entidad diferente que define. ordena. clasifica.0rgi-
tipos de agcnlcsdt uEn “"3 05mm”. la palabra i a que designar aque
“religión” no hace otra cosa
.f . dilt'.-rentes
"¡13, compone, reparte; en suma. _distribuye ' o e _ ‘ a í
dierentes maneras. cada una segun su cosmologta. q“ "08 llllpol t, aquello que protege-¡nos cmddosamcnte, aquello
. - c - del0 (luc P0! . c nde nos . . E -
Reconozco que este cuesu'onatio es bastante rudnnentano on rCSP“ gti-¿rdmnos de neghgn. n este scnudo. de buena
. , , , . c c u. na .. A . , . . -
to a todas las variables que la antt‘opologta deberia tomat n cu" ga lo combtt ndemos. no existe ningun colectivo nltgmso. Pero ha),. COIC
e .
. ¡img u e negligen r _ ’ l
- ‘ re una q
Pero "m0 de "er que convoquemos a todos los colectivos la" SOIOP muchos elementos a los que alos colectivos atnbu)“
.

l quem“ Importancia y a los que deben dedicar cuidados constantes.


mroduc'." "lk'vantt-nte la cuestión religiosa no es. en primera instancta,
¡m preocupan. ( - pm . (‘I'CCIlClilS
. . r ¿5: 0 IIICHOS ex ‘ r1.-
á mI
m' por la ¡naturaleza Ill. por la ¿ocn-¿(1141,
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)I)re todas sts (|chth “W
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"(C s mu pt _ ¡"1.-mcccr
mmm,
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en tal o cual fenomeno
atento al choque, al escndalo.
que puede re-
latuur (2006), R Nani".
Diclio de
c . v ’
.
ll .Sc'n'e (elm'isha (le cultu de HBO, a partir (le una novel-W de R' ‘ ' l
(le cuidado de otro coleuxo
IM“ un (“k-TUVO la falla
ar ' i. .
l76 CARA A CARA CON El. PLANETA LOS DIFERENTFS PUEBLOS (DE LA NATURALEZA)? ¡77
..
¿(.ÓM o CONVOCA R A

otro modo, ser religioso es ante todo permanecer atento a aquello (¡nc los ¡“nos lv que todo lo destruye, siempre verde. fecunda, [...]
a otros, como es fácil comprender, les importa. En parte es. pues, aprcn. van'ados. [...] oh, Diosa
que da a luz la multitud de los frutos
der a comportarse de mane m diplomática (Stengers, 2005).” b¡'cnaveiiturada, multiplica los frutosjubilosos y senos favorable
Din'girse a un colectivo es. sobre todo, encontrar un modo de nom- con ¡as Es‘taciones dichosas (Himnos órficos, XVI. según la ver-
brar aquello que ese colectivo respeta más. aquello que reconoce (cmo sión francesa de Leconte de Lisle).
su autoridad suprema. Si un colectivo cuida de sí mismo, y en ocasiones
de los otros, es porque invoca una divinidad, o, para no impresionar; Scmcjzuttc invocación pasaría por fácil ironia o por. una tentau'va fu'u'l de
algo
los lectores sensibles. una dm'dad por la que se siente convocado. Losa. mmm un culto desaparectdo desde hace largo tiempo. Para que
bemos desde que la antropología existe: no hay colectivo sin un n'lua] stenta ll’ldl-
¡sí suene verdadero, se necesita un verdadero pueblo que se
por el cual descubn'mos que el único medio de reunirse realmente como s¡,(¡ablc de esa divinidad mediante rituales profundamente arraigados.
grupo consiste en ser convocado por esa auton‘dad y, en respuesta. into Nada más alejado de mi in tención. como ya se habrá comprendido. que
carla. Eso es lo que nos enseñó Durkheim (1968 [ l912]; y mi análisis dc Pmliocarles risa con la evocaclon de (nata o hacerles creer que Gaia no es
este texto cano'nico, en latour. 2014h), demostrando que, para determi- mas’que una figura del ptusado: una sombra. un fantasma. Es por eso que
nados pueblos moderniz‘ados, la figum de la Sociedad con S mayúscula nom)” a intentar invocar a ese pL‘l’SOHaJC, puesto que no comparumos
podía desempeñar ese papel de auton'dad suprema... y, durante el u'lul suficientemente una misma cultura, no pertenecemos al mismo pueblo,
mo siglo, comprendimos que el Mercado. siempre con mayúscula, podía no rccurrimos a los Inisinos rituales como para estar en situación de sa-
servir. asimismo, a lo ancho y a lo largo de inmensos territorios, como ludar a la antigua (.‘ea con el nombre de jusliss'ima I'e‘llus" No hay culto
auton'dad de última instancia (Callon. ed.. 1998). En este sentido. nohay ujncultum viva: no hay cultum sin culto vivo.
colectivo perdurablemente secuIan'zado. sino tan sólo colectivos que han ¡Pero como hacer pam pedirle a un colectivo que precise el nombre.
modificado el nombre y las propiedades de esa autoridad suprema en losialn'lnllos. las it'inciones, el origen y la figura de una auton'dad supre-
nombre de la cual se reúnen. ma de esas cal:tcterísticas cuando él anuncia con orgullo qu! no manu!
Pero sabemos también que este movimiento de ida y vuelta. que une iiu'm'dzul «fauna? En este pun to. es necesan'o que uno se tome su tiempo
a un pueblo (congregado por sus divinidades) a divinidades congrega- ypicnsc. como hoy .‘tcostumbramos a hacerlo," sobre el nombnv. que da-
doras (invocadaS' por su pueblo). no puede resistir durante demasiado mosa las figuras. a las artimañlls de esaS' llamadas figuras. Las divinidades.
u‘empo la influencia corroshar de la crítica. La menor marca de distancia tomo los conceptos. como los héroes de la histon’a. como los objetos del
o de indiferencia hasta para reducir a las divinidades al estatuto (le temas ‘mundo natural" (rios. afluentes, peñascos, homionas. levaduras). no
decorau'vos. [as'o es lo que les sucedió a los dioses inmortales de la Anti- tienen competeiwia (y por ende sustancia) si no es por los descmpeños
güedad: desaparecieron con el pueblo al que pmknerian y que ellos mis- (los atributos) que les otorgan forma in fine. Comportarsc diplomática-
mos sostenu'm. Eran mortales. y sólo su fantasma se ha vuelto una fuente mcntc. cuando uno manipula materias tan explosivas como las deidades.
de entretenimiento o de nostalgia. Sería ridículo, por ejemplo, que hoy csobligarse a comenzar siempre por los atributos, a fin de no disputar
en día nos pusie'semos a invocar a la antigua (Laia repitiendo un himno inmedia(¡intente por las sustancias.
como este: jan Assmann, el gran egiptólogo e historiador de la memon’a mítica.
nosrecuerda que existia una venerable tradición en las diversas ciuda-
Oh, Diosa Gaia, madre (le los Bienaventurados y de los hom- Idcsdcl \.lediteria'neo y el Medio Oriente. antes del advenimiento del
bres mortales, que alimenta y que da tantas cosas, que produce JUdaísmo y del cristianismo, por la que se erigían tablas dr traducción para

13 'la muyjusta Tierra". cita (le Virgilio por (.a"rl .Sc‘hmiu (200M): 47). que
l2 Acerca de esta cuestión (le la diplomacia como ute’tmlo (le. investigacio’n.
mln-¡emm a comentar en la séptima conferencia.
véase la hermosa conferencia (le Stengeis disponible en <modexofexistcnce.
H l'n vista/xo al metodo propuesto en la segunda conferencia es úlil pam "0
org). en la entrada ¡hp/mutu)‘ (version inglesa) o (Ii/¡Ianmlir (versión fmnccfll-
¡wnlem- en lo que sigue.
vane!”-
178 CARA A CARA CON El. PLANETA ocur A LOS l)ll»'l-.'Rl>.'NTl».5" PUEBLOS (DP. LA NAWKALu".A)? ¡79
¡cómo (:ONV

los nombres de los dioses a los que se rendia culto.” En una epoca qut ¡c Permitía la intertmducción se va a tomar imposible a partir de
¡ita (ll
se volvía cosmopolita ((Zline. 2015) . esas traducciones ofrecían una som la "división mosaica”, precedrda por aquella otra, todavía
¡aque ¿l llama
cio'n práctica al relativismo moderado con el que (tada adepto de un cu]. , aun-¡pue de Akenato'n. Se introduce entonces una relación comple-
to local reconocía su parentesco con los cultos locales de los numeroso, la cuestión de las divinidades y la cuestión de la
unrcnl‘t nueva entre
m”
extranjeros que vivían entonces entre. ellos. “Lo que tú, romano. llama, “dad. A partir de este punto de ruptura en la histon'a, se podrá detectar
Júpiter. yo‘ griego. lo llamo Zeus". y así sucesivamente. b¡mlpción de la religión por las reaccrones de horror ante el relauns-'
tablas de. llS.0m.brCS de dioses. y por la
Las tablas de traducción funcionaban, según Assmann. llevando la ¡m moderado que auton’mba las
atención desde el nombre propio de las diw'nidades hacia la sen'e de multiplicación de los gestos iconoclastm." In Importar lo que hayan
camcteristicas' que ese nombre resumia en el espiritu de sus seguidores, Pemu‘u'do cn el pasado. el “solo y único Dios" ya no puede ser sinónimo
Si, por ejemplo, el nombre “Zeus” sonaba a los oídos como un término ¿e ¡lguna otra divinidad cualquiera. Traducir el nombre del uno en el
incomprensible. se desan‘ollaba la lista de sus atributos. “Guia de los dem. nombre del Otro se volvió no sólo impracticable. sino también escanda-
nos“ (Moimgtlrs), “Protector de los suplicantes” (lkesios). o incluso “Dio; bsoc incluso impío. La “verdadera” divinidad se vuelve inuaducible por
de los vientos favorables" (Iii/arrrmos) y. desde luego. "l’or‘tador del rayo‘ cualquier otro nombre; ningún otro culto que no sea el suyo podn'a ser
(Astrafm'os), hasta que el extrarJr'ero le encontrase un equimlente en su (olemdo. so pena de idolatría. Es como si el verdadero dios hubiese Iro-
lengua. La precaución que tomaban esos pueblos para cohabitar sin dc- mdo. fulminante: ¡“jamás bajo ninguna circunstancia. volveras' mi culto
gollarse mutuamente consistía en asegurarse de que. si las listas de cua. ammxtrrablt con ningún otro". El antiguo sentido de la palabra religión
lidades eran bas'tante semejantes, entonces podían considerar los nom. n no es comprensible: muy por el contrario, neglt'gir aquello que les im-
bres propios como mais o menos sinónimos —en todo caso, negociables-.- ponaa los otros ¡he alli el nuevo mandato! Ls‘ por eso que Assmann pro
“Vuestr'o pueblo lo nombra así, mis congéneres lo nombran pero pone para esta asociación nueva entre la religión y la verdad el te'nnino
mediante tales invocaciones designamos a la misma deidad que realiza aparentemente contraintuitjvo de contrarreligión, término que nos guiará
en el rntrndo el mismo tipo de acciones". Esta forma de intertraducción tanto cn esta conferencia como en la que le sigue,"
ofrecía a5'i una solución politica a la paz civil en sociedades con adhe- ¿En que nos concierne. esto hoy?. dirán ustedes. ¿No hemos salido
siones nniltiple s" si tino se atjene al nombre. combate incesanterrrentc hace mucho de esa “división ¡nosaica". habituados como estamos a com-
y en miro. las tablas de traducción de los nombres de los dioses cn las parar las rrügianm. en plural. sin hacernos cargo para nada del hecho
ciudades antiguas eran a la vez el resultado y la ocasión de negociaciones dcque cada una se pretende mas' verídica que las otras? ¿Que podría
diplomáticas en la5' grandes urbes cosrnopolitas. impedir la comparación? ¿No nos hemos vuelto de lo mas' plurahs'tas?
Pero, como Assrnanu (200] y sobre todo 2003)“ ha demostrado de ¿No estamos en un mundo por fin definitivamente seculan'z‘ado? Sí, pero
manera a la vez provocadora y tan convincente, esta situación diplomaï hemos comenzado a comprender, en la conferencia anten'or. que para
strim-ligioso no bastaba con meerse irreligioso. (hmo vimos en el caso de
un profesor de ciencias del sistema Tierra como Toby Tyrrell, no es tan
l5 'lm din'nídiules eran inlernarionales porque eran cóslnicas. Los difcrcnlts fm'l lencl' una visión profana del mundo.l9 Uno se puede creer cientifico
pueblos rm’erenciaban dilerentes dioses, pero nadie cuestionaba la reali- ylíbcmdo (le toda creencia particular, atribuyendo a la Evolución o a la
dad de los dioses de los otros, ni la legitimidad de las formas' de su culto'
(Aumann. 200]: 20).
lG Este lillimn libro reseña las disputas suscitadam por la pn'mem obm. '[la
du'tirrciu'n verdadero/ialsol es ajena a las’ religiones y a las" culturas liitto'ri IT ‘la introduu io’n de la verdad monoter’sta no se acompaña dela aparición
(as lnuliu'onales, en las que las oposiciones fundamentales se refieren a lo del 'udio', sino de una nucxa fonna de odio. el odio iconoclmta o teoclzuta
sagrado i" lo profano o a lo puro y lo illlplll’O. Alli, la preocupación principal de los nronoleislnos hacia los antiguos dioses considerados como fclirhes.
no t'\. r omo en las religiones wrnnd.‘tn'as. el riesgo de adorar a los falsos u el odio :rrnimonoteísla de los otros, excluidos por la distinción mosaíca y
dimes, uuu muy por el 4 ontmrio, la posibilidiul de descuidar [negl’ignl a UI“ (lr c gemidos paganos" (Assmann, 2003: lll).
divinidad importante. 4 onxirlem que todas las religiones tienen el mismo 15 l.r r orinar religión o religión secundan'a se distingue. pues. dc las religiones
Hilo] r se pzuu' del print ¡pio de que existe entre los dioses una relación dc girrruariax (.Xss'mann. 2009).
(Llllllt rhilrdad'. l“ \ (me la conferencia previa, p. [51 y ss. de este libro.
\-\'()(.':\ R ¡\ LOS DIFEREN 'l-LS‘ ¡»UH HLOS (DE
LA NATURAI
1.7.4)? ¡8'

m (""05_ (k. otros pueblos, y pam


l""’l’¡"d"““’Squ" ""3 ""“IW'” ¡“disccl-¡lihlcs detectar em“.
Gtia dc l pwlodi de
l (lobo Total. El nombre que ttno da .‘l la :uttol‘id ¡A! . tlt‘ "'I'. "g los p..".(."u-s(()s que permanecerán
invisibles ‘
nidadcs de J . ad su,"
l ¡Ls cualidades que. le atribm.c ‘(lit't’l|\‘,¡)
importancta que ¡tltt-slrt) humo de vism demmmdo local i mmm
tiene menos es la“ nro) (l ¿“HK.uut “¿mmi
. A apan'encttms, el pltuïtltsmo hacer la guerm —-l¡t guerra (le
- e l .ts 5 Do
Shapcsard , , . . x' .
qm. "'15" qm:. n“ S‘ . l"
,
emboscadd n'o? 5'. (h. S (¡C que no nos (lt-,gollaremos por unos nom],
una deidad """lpare a“gm-¿mo
P re hnv ¡tuliwnlïïds“lï‘Ímlbhl‘O-c.SC piense lo que Se DE“ i qm. dilet'enciun a los verdaderos amigos de los ver
guita otra... y poco “¿gn si son los ¡(.¡-¡-i|()l‘l()s los que estan en
muy Incre u os qtu .5 (sumen, por mas mx. lucha.
los Modemos. por "¡dos de ¡nigmi-qr" sus ¡»Yann-ras. Un esbozo attnque sea
qtte se imagmcn- “0 cha" (.¡C ’SCV ¡OS herede ms dirmm sumano es prcfen’blc
toda divinidad fl t. t ‘ a
que conttnttatt ligando m
de esa 'dirisíón mosaica". puesto l de todo mapa.
h .t'tuenrt:

WP“: litio. nm rn una rrlt'g‘vin'n rtmlquirr.n y. [mr nlro. (anna-r la


ahora el extmño nombre "(mmm
nalumm Comprendemos tïeligio-n.‘
se aplica tanto a las religiones lla." l misma (k. una tic-gtn'iucióll entre pueblos. que
asignado por Assmann: l) ¡(lea esa forma dc
S ' alzan rnnlm los ido'latt “d”- Pm
simplificar. monoteístnos cuando TB, como ¡ h "ml-vi.‘“m .0 tna's bien (le. t‘elactontsmo- propia (le las tablas de tra-

nueva contrarreligión que va a .‘li.l'.’\l\.‘(.‘ mnlm todas las I'Ciigiulu‘s‘ ¡"duda dum-ó“ (ip nombres de dioses ha vue'lto conmensurables, no puede

los monotet’smos. Declararse" sin divinidad alguna no es suficiente pm “un”. desde el vamos. bien lo se. mas que ttn grito de indignaciórL
hacer olvidar la voz de esa instancia suprema que. también ella. Mmm; -._(;.,*m., se atreve usted a comparar a aquellos qtte creen en unas divi-
[an violentamente como la precedente: ‘_‘I;unás. bajo ninguna cimm, “¡'dmh.Ñ ¡mis o menos hi/arras o extravagantes y a aquellos que hablan

tancia. volvems' el (ortodrnintlo de las leyes de la natttmleya minimum“, dela. '\.".ttut.tle/.'t'. cuando esas dos invocaeiones son totalmente incon-
con ningún otro culto". ¡lt".\tr.ut‘o derecho el de neglig'iraquelloqttcalo; menstnahles} llasta el termino ‘invocación' es chocaute. lm-oque. si lc
otros les ¡nipona! Lo queramos o no, somos los descendientes de um da la g a (laia. :\I;i._]esu's o Buda. pero no puede tolerarse que hable
división que nos obliga a asociar la ¡ttttotidad suprema a la que confir tn lm mismos t<'-rn¡inos de ‘invocar' a la Naturaleza. Entre los cinco
mos nuestros destinos ('on la cuestión de la verdad. lnclust‘i 'dqttt‘llosque pn'tuexm nombres y el tiltitno. ¡'tie.ne. que seguir existiendo una brecha
mmitan ante las religiones tnonotet'SIAS' han tomado de ellas esa mmm que ninguna uegociaeio’n debe. ser capaz de coltnar!" lus‘ en la intensi-
tan particular de vomitar ante la idolatría. La iconoclasia es nuestro bm‘ dad de la iutliguaeio’n donde reconocemos el trazado de esa división
común (latottr ¡v Weibel. eds.. 2002). Del verdadero Dios que fulmimi radical entt'e los (¿usos dioses y el verdadero, incluso si la división pasa
todos los ídolos hemos pasado a la verdadera Naturaleza que fulmim ¡han enu e loque se dice (le los dioses, por ttn lado. y lo qtte se dice de
a todos los falsos dioses. La division permanece; como permanecen 12.:? la 'reuli<l.ul". por el otro. “Usted no puede comparar esas entidades.’
bien el relámpago. el trtteno lv el sullt'troso olor del rayo. 'Um’ tiene que elegir su bando.” “La Natumlem no es una religión.“
Pueden ustedes ver donde csm‘ la dificultad: yt. es bastante. (iIÍICIICÜTV' 0.cn plan de p.‘tl'u(li.‘ll' una l'tïtsc
t‘ ebre.: “(.‘uando oigo hablar así de
votar a lth religiones pata tot nttrlas comparables unas con olmv Í nde \."atut;tlel.t' , saco
el revólver".
so si se han habituado a reelinarse, mas' o menos de buena ganara“e PC!” ¡esperen! l unos aquí para pensar. no para luchar... en todo
esta forma altom popularizada (le plutítlismo; PUTO (¡150. (od ‘.t\t'.t no. Queremos
¿Cómo “pc?! qx‘ (lespl.'tl.'at‘ la atención de los nombres a lOs
¡ln'lnttm . Antes
la negociación no vam a abortar enseguida si uno de los colectnm“ de Izunaruos a una carnicería de unos contra los OII’OG‘
niega con indignación
a decir que territorio ocupa. que autoridad “nm m l’lllm‘l‘o la reunen a uste-
tna lo congrega. en
“JU
desir“ “mmm” ltsta de las etmtctertsttcas que los
‘1, a otros.
que ("poca se sitúa y que principio de ‘o'npos'nm
naturaIe/a. tal vez, bttio otra deuomtnacton. Pero la
reconoce? dit ¡in ustedes. no es un 'eutl)letna' ui una ‘d'cttotttt'tt.1ct'o'n".‘
“las con este problema (SL! tuatet
a num “x? izt dV ¡El (lllt' h . 1 l LO 5':
en int-nte. que me fill-“uña mttj. b' estamos hechos y i en la que todos vitimos.’
tton tltplottt'a'tt'c'a: Simar I ¡m- mbll‘ d‘
¿(“S posible reinventar esta tradición dC ro Im- i“. ¡wm-d” que Espere", que scan pack-Illes: estoque
traducción de (lll “5 cntl
los nombres de dioses pata erigir la lista (¡C ‘"'\'l’|'t'S.‘tttrl() es lo que exigen que los otros "0 ¿“(mmm
CON Í’Z l. PLAN'ÍL'A A LOS Dll-TZRI'ZN'I'LS" PUEBLOS (DE
,82 (uuu A C
ARA
tcó‘J" (Z
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M ""“Muv'w. ¡83
Muy bien. Acepten ahora ¿.Sqlchar g - 5'g . Quede'm mms P"r “la ral-.on
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gm a ustedzs. . . . 'cmnwíollt"pmldn (" con la palabra
cuando st dm (¡llos A
"Cghgcm las clllp‘1"¡)k'fii. S1 gccpla n gli . _
indigïn‘cm" comm mms - - C ".una'Ï‘"l
tosV de IIHPOSIbl proponer una sus l
HO CTCO
un momento. c _ v r x. ._ din-S. (911.10 en la .A'mgucdad' 3" "OS Vemos obligadOs
tregua por _ . e
qu. como hemos Visto e n ¡ds Conferencl' nm)“ En nuestros a
dado c. . _ las a un tilcrucfo la" arriesgado es porql": Vivimos en ciudades
(1edcmcs
las hostilidades. .. c S _ 1mm ¡S y porque. discrepzunos sobre: el modo de ocupar |a hem Si
¡a .Nalumlcm , pes a u reputaion d lllCllL'SlÍonabl e, Pm
ce _
existe, en todo caso el ¡llenos 'dplo pam el el nuestras particulan'dades. con nuestras ¡dc'm
o; quedarnos con
conccplo mas, oscnro que («lili-(¡till
conflicto. P°nw ndriatnos necesidad de inventar ningún ¡“Slmmen (0
punlo final a un (¡Blanch res r . para
parte. tornar un poco (¡e oleeu'vos eonmensuables. No tendriamos ninguna ncces'
No seria malo. por otra la

fascinante. “’\."atum|e7a"_ de] ql": H) uy pl’0n “’MrdcaC56 ' '


los relzumsino
c > q ue c n ¡e n d er cl establecimicmo
— lmr el (l ue ha'
esc te'nnino de nns.iado (o d‘ did
ada rapidez. incluso
. cuando se, lc “nude” mmú mhdolflü,’ ¡»No hoy en dia estainos completamente mundialimdm
vidamos con dcm'tsti
un domlnlo Sino un concepto. Vovl a recum'lra um por evrtar una guerra total y ¡a “¡8mma
v. comillas ' que no es ¿dagacmulm entre el esfuerzof
reminciar una vez que han pmdun'do aen‘ados a la espcmnïa de lograr forjan a
csiratagema a la que prmneto dc una armonía completa.
definir al [mtb/o que se enctwntra asociado c (odo. algún mndux mumdi. De cualquier forma, los que mui"
su efecto. e intentar am
la que intentaremos precisar los msgosl ,umo (.rlll'zl'l' espadasgizunzils‘ han aceptado sentarse a ¡a mesa de
auton'dad suprema de
nombrar a esta autoridad.> Para evitar la palalmi “Dios”. que en qien)" desde hace mucho están en pie de guerra, armadas de pics
¡cmo María demasiado irrespeluosa. <1<'iil'.ls¡".i(ln pmvocadora, propongo: “abc” y. pm- nlu-stm parte. comenzamos lentamente a equipamos’ en
'AquelItHlququt-il'udns--\."osotros-Nacímos" l (k-(lmil-.I\¡mu—.so'mmïm Dawn-mm de algún día poder responderles).
Na’]; es decir. abren'ado. Arlmmna [Ü'ntnflllnu’]. Si a sus oídos suena un
tanto extmn'm es jusmmente esa clau de extmñcm que me hace rm
pues volverá la intertraducción con otros titulos e invocaciones sensiblo
mente mas" fácil. l’nr unos instantes necesito adoptar e.l estilo de un (m. Si hay que emnenmr por tramr el retrato del pueblo dc Actonona en
ge R. R. \.lartin. (kmio en (¡mm a] I'l'n'onas. pam los extranjeros pucdcsa suauwnuli. y. en cierto modo. por rebeldía. es porque ellos tienen la
cómodo mludal‘se diciendo. por ejemplo: "¡bbis el pueblo de .-\ct0nr>m' mas' e.\'u.in'.i manera de ser (v de no ser de este mundo. niegan a ser
nowtms perteneeenms al pueblo de Zeus; aquella gente de allá quem; un pueblo v a estar liluit.‘t(l()s a un tern'torio. Están al mismo tiempo en
todia la fronte m del Norte. son el pueblo de ()din.’”. todm patlt'x y en ninguna. .‘¡usentes y presentes, ¡masivos y de una no
¿(kilnu designzu'enms a ese huele que liga al "pueblo dela '\."aturalm' gligt‘m'ia .‘l.\‘(nlll)l'()\.‘2l. Si ("s‘hozamos la tabla de los atn'butos. enseguida
cun esa entidad suprema? Si reeurro a la palabra “religión”. inrlusou'm ‘°"‘l"<'"denmx por que’ no dibujan un colectivo. Sus adeptos se refieren
atengo a la definición ofrecida más arriba —|() opuesto de negligtlllt‘w ¡Actononu por seis (".Ililiattivos.". es ¡"xlm‘an unj'iitado, intmimndo y sus de-

(“"0 ll"? ¡a ¡"Ugodd't‘iún lerinine enseguida sin haber iluminado nuit “ttm son ¡"(livulihlrsi su pueblo es universal. y la época en la que se sitúa
ni los antigum ( ultos ni el de los “natumli'stas". Los expertos gún! nin (on ¿Soil/du {inn/m. Salvo porque también afirman que Actnnona es inlm'ar.
una tdt:
de la Natural-cm no es '“I‘H'I‘L‘. ammmln y runrrmmtidlr, que su pueblo se reduce a algunm 90m“
¡"dlgnacmm “¡Fmï'mr Pan“ (¡UI plll'blo.
gmn. 'h . y' no estaran
.

("I“'\'0C'dd()5. Pero Sl no se qullVOCd’ll es por h- “"0' q’uc “W” C" una e'pnra de la que todos los demas" están separados por
i '
' y

xocabulano
"d mm" d" ‘llie todas las pillalir'as que deben consuuur cl (¡fín rrulinrl. Entre las (los.c.ol’umnas. ¡ningún la‘zo clisccnlisilbalcn!
de. la tabla de ti'aducció11"“ deben ser lo bmw“ hquiu“ “nl?” .‘(l'llt' (’Sll: pueblo dmdido en contra de Sl mdSmO “¡cmo
a I“ í"'(llllï'l'da
¡los “mms en la lis“
d"'"""l"-SC "Het('gnnbiables para concentrar la atención tan sólo (om? mn. 1."rinestahle. 'no es (lc-sorprenderse 'que‘ ese llllSlIlO p c
e las caracteristicas, que
en los .‘ttributos. las‘ el único modo dC pc nnilir - .ll la n x upeion de (izua como la lnpotesus del Antropoc IIO

IO'\ 'e'ztc I .1 r¡guru . 2] lin bil . Iiu'umdu


52. p. I‘J‘). de este libro. luillmuementc por Trcsch (2012).
CON El. PLANETA
\_\,O(.AR A LOS DIFI'IRL'N'I'I'LS' I'UEBI .os (m: LA NATURALEZA)?
RA ,'(). ' '
¡84 CARA A CA ¡85
ando" que habían sido dadas a conocer
lo obligaría a anclarse. a lsituarse. a explicitar por fin lo por hombres
es a Señamr por fin cuales son sus amigos y enemigos que y mu.
(luc si una revelación semejante debiera provocar caca»
Quim

ndalol
. _ f “SC imposible aceptar quc el calentamiento global
la e\.'PrCSÏÓ" ":‘xu’riorn- Al’m'l-‘mcmente,
lo (fl‘qumcen'cemos por sea Simple»
no algo por el estilo de: “Que no depende (¡e 05' ll n por fuera". en la naturaleza, sin manipulación d datos,
. L. col , c c i
la y
losmtcrprtan
de los caprichos y dc las fantastas d la gnte que |¿¡ "w mc "¿a u- Í (e ru'dumhre proviene no obslanle del inten'or
Oca. dee]as redes
nuld" _ . C .
C' y" . Nada de que sorprenderse. Se. trata (le ¡AC [ono
uf 5c “Tico; que mwrcambtan deenas de mllCS de emails
d 1 4 A y comparten
na no es negorable. ¿gar a un ¡memo ¡“rod
ll n aln' bum
de (lCl
entidades capaars de conm “¡Ones (le datos a propósrto de modelos informáticos, de Visio.
las
común a todas c mmprel
de su amm-¡dad suprema. Es porque están mas' allá de. sus puebloS 0! “w v de muestras de zanahon'as sedimentan'as obtenidas
con
nd vía ‘41“;
(05m c e, s -
poseen ¡a fue-na de convocarlos y congregarlos. Su trascende nera . qut por decenas d onioas campanas de exploración. (,o‘mo
¡("mi n
bo que es otra manera de decir que una in‘POSiblc .rc'sohícr cs‘c PrOblcma dc visión bifocal y

.
parte de su definición. auton‘ 5¿siguiera siendo
es una auton'dad, en electa suprema. mmm (¡o que modo determinadoshechos son a la vez cuidadosamcmc
dad suprema
Pero si escarbamos un poco. encontramos una propiedad apammlx ¡Mmm y se “¡(ylven¡[actuales gracias a [oscuidados tomados por dicha

mente contradicton'a: Actonoua esta a la vez afuera y más allá. pero tam ¡lbn-(¿Kl'o'u No deberia 'híll‘)‘cl‘ mas contradi'cmon en eso que cn las te'c-
"¡(15113!"le cautoinaticas , delas que los ingenieros saben
bic'n m rl inlm'ar de finas redes de prácticas que. parecen indispensable, muy bien
y se llaman “disciplinas científicas". (lada vez que indicamos una cam. qucsólo son .‘Illl()-Illilll(”dS a c‘ondrcton
de que una mulutud de asistentes

tcn'stica del "mundo natural" que corre.sponde. a determinadas prop“ ¡mwnpm‘wn para harrrlm lunctonar automaticamente —cn promedio,
dades de Actonona. nos vemos conminados a seguir l'dlïll)iéll el camino nula es más Iirlrrmnálirfl que un rol)ot—.
complicado por el cual se produce. conocimiento objetivo. Nuestra visión \.llt'nl'.'.l\. lamas otras culturas se han dedicado a ahondar esta conua
se focaliïa simultaneamente en el infinito y en el primer plano. sin desde dicción. este pueblo de la \.'atumle/.'a no le ha consagrado ni un pensa-
luego lograrlo. como ya hemos visto en la confirrencia precedente. la miento, Da la wnsución de que esa gente debería hacer girar su cosmo
tensión entre la exten'oridad y la inlerioridad de. esta entidades extrema: logl'.t.‘rl:e(le(lor de ¡Im [m‘m al mismo tiempo: uno donde todo cs exten'or,
en tanto que conjunto de rmulladns, Actonona está en el extm'or. Incluso donde nada es hecho por el hombre; el otro donde todo es inten'or y
podríamos decir que ocurre con sus decretos como con los íconos lla- hecho por el limnln'e. (lomo una revolución copernicana inestable con
mados mlm'mpnirlot. es decir “no hechos por mano de hombre'.” Ln' dos wlt'x al mismo tiempo. alrededor de los cuales la Tierra zigzagueala
tanto que [770mm dr prmlurrión. los decretos de ese mismo Actonona s: dcnmnem errátiut sin e.ncontrarjamas‘ su centro de reposo.“ Con toda
encuentran en el interior de conductos donde numerosas manos huma- m'dcnm. he aquí un indicio, para los otros pueblos que intentan tra-
nas aymladAS' por numerosos instrumentos se aplican a hacer de e'l um ducir ("su entidad a su propio lenguaje, de que este colectivo tiene un
realidad rxlrn'ur. . tomo.”tamiento <.'.\'tr.‘t\‘2tgd'nlc
e incluso peligroso. Podrían preguntar-
las' (onto si el público no pudiera (:nlkx'ar [denominada] “0" Cl scmldo ksï '¿l’vm ustedes en que 'I'ierra viven?".
' ‘ - c Per-
opuco de l a palabra- esos dos niveles
. . . . c
al nusmo tiempo. l pnmro
.
Qu" W' l’m‘blo pueda no pertenecer a ninguna Tin-m en absolulo se
manece siempre. boiioso ( nando rcsvní' Em“ l"“>l>:|l)le ('unndo se toma en consideración el segundo atn'buto.
el segundo está Claro. Ya lic ¡nos
d” “"“mmm ejemplos de este bilin'alismo, pero no puedo evitar palm-l está unificado y todos los (-¡g'cmes obedecen a Sl.“
en la lalsa controversia alrededor de lo que se ha llamado Cl (J'ima‘líw' A sin embargo, es igualmente difícrl conctliar esa unnena‘l a
justo antes (le la gran reunión Copla" (Onl;r'.- . . .Í. ds, c c' ‘.
sobre el clima en (jopenlid’g‘w' la dm ""hd l’l'UdIgiosa de las disciplinas Cientiicas, dc l sPc'ï'l'
un 2009.“ ¡Los (‘lirnattn'sreplicos ladCS (¡en
creyeron debilitar estAS’ VU“

t . ‘ ,' . - ghrión'
H "‘ "Wind humana v (".Ileul’i.miento global depeudm solo de la rm
¿2‘ Re
h (o H n Ku - la
- mmm en olmt en (I- . ., . f u dlSl’m"bl
- ‘ccn<tn:
la pmdueeion‘ ' del¡IS ciencirls' Cd' ‘I "“b-IIH l Uluhuno de los investigzulores.‘ lnormacmn
.

A [Htxltu ( nin del ¿u t Il'l'lll 'nl - - r - . u tm“:


¡su está en el m ¡“en de la ainblgllc 1‘ ‘
2.-, l L'p' ‘_l"' "'H/ tmln/1.‘limatIc_Re\e:trcli_Unll_cma¡Lion . ' m9.
I con
-

23 (0
l _ muuumunu.' v . _ 1 fercntíü
las (-l muy", “mm” (¡e ¡“(mr (2009.0. . ('l.'u.'uuentc detectada por l’ctcr Slolcrduk' vc“ a
'

-l (Olllllj'nt'J‘Iü '.ulili( l ' M‘Í'h'lm'dd.


li“
i.tlmeule Lilirinuln sobre la existcnc‘a (""' P- “3 y xx. de este libro.
A LOS DIFEREN rm ¡»vemos (m;

'
CARA con El. PLANETA (.‘()\.' “num ¡.4 NA’I'URALEM)?
¡86 CARA A t - No
¿(1 i8-l

lidadcs. 1de. las redes tema’ticaw v (le. los ¿bulario ¡c’cnieo


que lll\."l(l('
- los
_ artículos
í científicos.. 50‘"
. 1cjantc
dades, dc las subcspecia
("Sas. '0ch "unificadas- l. .. u _ a “K .¡o'n podría “WPTC'KÏC' ""5 5' "‘(-'Cl“<¡""d'“()5 la visión deslui
tl‘l
cn los cuales sc aplican cn la pmcuca
podría omitirse cn la descn'pc'
ill
¡ollfC' ¡mms
m nel termino reduccioniSino. Nonnalmc
(h por .
nbmn-
la prácu'ca »nl‘!‘a¡ _ nte. si cn verdad
lcs'. Naturalmente. ‘ l()n_ . . 1 . ‘
P353" de las Ideas a la práctica. tc ¡"‘l)“ 'tÍtu‘cmn prometida por ese te rnnno, dcbcn'ainos prepa.
nos hcmos compromcufi" a 0mm i l'l
n ¡ver md“
ya "¡mas articulos
a las Dosibilid .¿(los n02“ que serían cada vez
bres a las C3 mcmn’su‘ms' dc los conceptos ' .
. (lc auna más conos
manera. IaJungla dc las (llst‘lpliu i. mm"S Pl" r (“du w, ¡“(mos científicos. cada uno de los cuales
(n‘nsidcmd a dc esta . . . "¡3 Clenu‘ ¿([1105 l)”
explicada
istituCIonJuridica. con su casuisltca comme ada w, "K: ¡m- un uu'ulero
I cada vez
i ‘ mayor (le fc nomcnos, hasta
asemeja "‘35" a ln_i' . ¡ade cod) que al-
udcncias entreveradas. que a la unilic l “ ¡“mm ¡ma ininuscula et'uaeiou dela que. se deducin'a todo cl resto
diversos y dcJump" . . ..
gos “"6" ¡mph c(¿Mi
"NI ‘ dv‘ infornh'lfloll
_ . - t - - .8. L. _
pl ()(llgl().dll]lll(, potente que podría cscn'birsc
'
cada por la tradicional expreston leyes de, la naturalem". Si, locahnm
dc umhcacmn. cuando un leiiómcno es: un boku) (le o'ttmihus. ¡un verdadero Big Banga paru'r (lcl cual
existe determinado proceso 50le Ü _ i. '10,
p|¡'c¡do,justi'ftcado. (ligcrido. .‘ll)\.‘()|‘l)l(l(). comprendido por mm 50mm; Podría (.¡“JuqnlIaIse lo (l( mas
mas’ englobantc. y eso es bueno. l’ero ese proceso (lc totaliL'tción rd: Mm“ hi“L lu praietica, una ver. más, hace exactamente lo commn'o.
La ¡iwumu-a científica mullt/¡Itra 1I¡cesantcmcnte el nombre técnico de
inclusión cs él mismo siempre local, costoso. y debe ser "0me “¡'b)
mediante los esfuerzos inmensos de múltiples organi'I.:triones. (lc múlu‘ mix. uno (le esos agentes por Io que 11mm, como exige cl "¡(5me sum-0.a
plcs tcon‘as. de múltiples paradigmas ((22u‘twriglu, l999). Este puxa, uno no se encuentra frente al oxímoron “agcnms
tico más elemental:
se parece mas‘ bien a la manera cn que los pI‘CCCdt.‘lllCSjlll'ÍdlCOS (ohm- ¡nm¡¡'¡na(lo\". sino. al ('outmrio. frente a una prodigiosa multiplíma'ón de
progresivamente importancia, por la multiplicación de. los casos, de b, 11;¡)ntt-iit'i“.ts‘ (le au'io'n. l'll resultado neto (le las disciplitms científicas es
un ¡“1'me ¡"(ynnrnlu de lo que se mueve. lo que se agita. lo que bullc, lo
juicios. de las apelaciones y de los eont ‘lelllCÍOS. hasta que llegan asa
invocados por las diversas cortes dc justicia bajo la ionna dc pn'mipu' que se temlienta y lo que se cumplí "a; en suma. (le. aquello que prensa"-
asegurados, relativamente universales mal menos micntm son citado; mcnte (Innnu a los agentes que Constituyen el mundo y la profundización
archivada. e inteqwetadosf" continua (le esta 2mm ¡m-Hmm'r/irn de la que hemos hablado cn las €01th
Si. en el curSo de la negot‘izu‘io‘n. aquellos que frecuentar) a este putiú) tcn'tiax pm vdentes. Incluso si uno quiere explicar. dar cuenta. simpli—
extraño han podido verse sorprendidos por los dos primeros atn'butos ficnt. no requiere siempre una (uíiriu'n y no una szulmreíán (le agentes.”
de Actonona —la exten'on'dad v la universalidad—. ¿qué van a pensa! dd ‘¿l’oi que estas tres ("2"¡l('l('l'Í.\‘ll(‘¡iS contradictorias no están mejor ¡ny
tercero: que .'\('l()lll)ll.'l so'lo tiem- que lidiar con agentes inunimmio'si To lllulll.’!\. mais dira/mente l't't‘OllOCldc‘lS o incluso mejor n"tuali71.das?'.
dos los otros pueblos verán en ello algo todavía mas' enigmático. (bm) podn'uu preguntar las otras partes en las convetsaciones que procuran
notamos desde la pn'mem conkrt'eneia. la eontntdiccio’n reside en Iaspr ¡mV-¡F-Hlm'il’ "pueblo (le .'\('tonona" a sus propias lenguas. “(bnfronm-
labms mismas: un agente, un actor. un ¡“1211116, por definicion es aguila" dOSflSt‘lltt'i.’ unes (‘ontr.‘l(lit‘t‘iunes.
a scgumtncntc. ha-
eso es lo que nosolms,
(¡ur adúa, aquello que está dotado de posibilidades (le actuar. bnmnm l)ll\.t'.'l(l(>". dirían tal vez. Debido a la cuarta propiedad alñbulda
¿(lomo puede volveme “inanimado” el mundo entero? Resulta quem
se tmta (le una lllÍSllll(‘d’('lÓl]. sino de una nnklira, una Inístic ¡t muy tnttfl‘
_‘
Same Y respetable en muchos sentidos. así como una forma imita?“ 2“ r.“ m Ll ‘
mm Mm “¡3"
tual de ('Uttlnadicción. digmnos, piedad. U“ lc Pl PHP“ 1mm", (le todo (liauityi c.'u|s.'ilis'tn: si la mimi“??? r"lmcn-
una lot ¡na sorprendente. dc qm. ¡.l diwuiso dc llo
le :uribm-c, tu) tendríamos “unidad
rada (lllt' “Lu”- -¡M ( “,N.‘ l¡"nn-¡h k. soria“, De ¡lll cl
\'.cz_l,"ds'" cada dim-l’liníl‘ Cada espet'ialidad. cada lalmratorio. ¿“mw “un. en ('icrlt) modo. suPCrfluvz
(llClOll multi/¡lira los soi pwndvmcs algunas de los que (7| muntla ¿»suya ¡U qm. (¡l-cc cl
texto y lo que hare la epistemología
APJI'ade-(ttlk)
de mm “Hum”.
¡_.l l.p.‘qt-mología indiferencia: .I
Cho ‘38“"08 que pueden l.’-icilmente seguirse a través dc ld’ ¡"(mmm l ' wxuh‘lidluli
TM“, ¡(.¡MU tau Milo w mantiene por la esto
( auul. por lo tzmto. es siempre una narración:
es en lo que
Ill .‘l's se aproxima :Il mundtx
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( l L'I (lv “’lu'lt'lleatl: “Nos vemos iustinthztnlcnte 1k“u


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im :I t IN"
que. t .‘HCIHO‘ C"
y ‘ ‘tfl ‘l (¡edit :unox. [a la uaturalela] la adecuada atención, email"
25 Ejemplos (lc una unix (le no accptarcmw
CIKOH'
uniÍit .u‘io’n ¡»limiten-va (lo hu leyes un ¡muak-s C" (“W ln «¡lle (¡hu-¡vamos LI primera n‘stau Pero
(¿00‘5). lnu menos"
(“'liilehezul, “108 l l‘J20]: 53).
PLANETA NvOcAR A Los DIFERENTES puEBLOS (DE
i88 CARA A CARA CON m. (.‘0 LA NATURAl
.874)? ¡89

a esta entidad: el carácter incuestionable de sus decretos. E n sí ¡esto que esos “trabajadores de ¡a
"lis "10,
este atributo no tiene nada de notable. 'I‘odas las deidades ados, tener el material apropiado, el f
capaces
convocar a un pueblo lo hacen gracias a postulados que SC Sllúan de
mas, baix-T" C _ penenCCer a
allá de la duda y de la discusión. Los “hechos brutos”, lo qllc
i c V’lluaclónv
t ¡y reduce su csmndan7‘acmn Y de \'
el "‘gk‘s'.
que inventó la idea, llama mal!m .‘Í’jad' no son más ql": ¡05 resultados numero. en cada cuestión un tanto
r s. lcqccmls.“
l _
¡El genero humano se ha reducido
nales de cnsamblajes muy C0l11[)l_C]()S que permiten a unos tesu‘gm fiabll. como
validar el testimonio de las pniebas de laboratorio, ensamb|aics que es gutY-Ls' ( (' ¡y l
alfi a a|gllllOS IMM f”‘”'_
esta'n en absoluto contenidos en la palabra “hecho” —a menos q‘ue fipad n(¡didwmrnte inasugnable, en grado tal que A í es im posible
¡mono e
acuerde de su etimología—. Aislado. lihmdo a si mismo, (lc-Spojado de: Es L' l (¡empo cuanto en el espero. a . de situar
¿A que epoca pertenece?
red de pm’cu'cas, un “hecho bruto" es una orden débil y demasiado ¡anto l’ A nin-
indiferente a la historia y que accede a v
rán-L gun a.l m que es
1‘ que erdades um:
mente ignorada.” solo mantiene esa índole (le incuestionable (,m-su'n'an desde la eternidad. Pero al
si equipos 1a . r mismo ti empo, desde
de apoyo la acompañan a lo largo de su carrera. wm pueblo tiene una histona . ,- y se .
reconoce como el heredero
Pero lo que vuelve aún más extraña la atribución de un carácter lucgn. CSC mdical, ocurrida recientemente, y que de
de in. una nlpll' "al le permitió escapar
discuu'ble a Actonona es la inesperada expansión (le las discusiones oscuro y confuso, para (1. ntlar en una época
mu. a un pasado arcaico. mas' lu-
cho mas' alla' de los límites estrechos (le los especialistas y de los expertos milm“ qm, “(uuu pam distinguir radicalmente
el pasa'do del presente y
Las controversias se han desarrollado a tal punto que los científicos
de radiante: algo como una reyolllüon Científica. Pero,
laboraton'o se han visto hdr/'ados a aumentar dras"ticamenle el número bd“futuro
del “o ha}, "adn "¡emos fácil de snmphficar Por 0""0
de que la histon'a de cada cien-
los que contn'buyen a la la‘bricación (le los hechos. Han tenido m cad“ (.m“.(.p¡()_ cada
que inm- instrumento, cada investigador. tan contingen-
lucrar a muchos otros miembros del gran público que, e n otra época,
tan tc.nmllilorlne. llena (le l'etr()(‘('S()S, de Zigmí-ÏS’ de
sólo habrían sido solicitados para aprender, estudiar, repetir, pérdidas' de OMdO'
llllll‘laro como el resto de la historia con la que “¡35 entulas de
mlcicubrimientos.
simplificar los hechos establecidos, nunca para discutirlos o participar a"
en (icntilicus se. encuentran. de loddS’ maneras, completamente mezcladas
su producción, su evaluación o su revisión (Venturini. 2010). Los
mallmoj lbÏhnflt‘l', 20H. por ejemplo). lus‘te pueblo sin histon'a tiene evidente-
fact. para utilimr mi jerga. se han convertido en matters of concern.
mcnu- una historia con la que no sabe que' hacer y que considera
Se comprende la reacción de los otros pueblos ante esta sen'e de como
ór- algo tan vergonzoso como pertenecer a un suelo o no estar
denes contradictorias: “¿Quiénes son los realmente capaces de alternar seguro de
nada si no es por medio de datos obtenidos a
así, sin siquiera darse cuenta, entre exigencias opuestaS' de manera tan altísimos costos.
mdical?". Y las cosas no mejoran con el quinto atributo
que los adeptos
de Actonona reconocen a su deidad. A pn'mera vista. todo el mundapucdc
invocarla como su auton'dad suprema,
ya que el pueblo que la inv’oca
se define como “Aquello-de-Io-que-'I‘odos-Nosotro9-.Nacimos". “Nosotros Si el pucbl" de la Naturalem no puede ser convocado es precisamen-
y “todos”: ¡la ambición de conglomeme-ión no es
modesta! l’ero, por 0m (t poiqm' “o es “n Colectivo, ya que ningún proceso de composición
parte. advertimos muy promo Rm“ mica“ a SUS miembros dispersos. ¿Cómo sorprenderse de que
que esa conglomeradon no involucra 3
todo el mundo, sino solamente a
aquellos a quienes a veces se llama la semen“ ¡“Capa/1 (le ocupar la Tierra sabiendo dónde se encuentra y lo
quurocnptllk-(lc hacer allí , justo
“gente racional" o el “público educado", o incluso, de manera aúltmas cuando pretende captarla “en su glob'alt'dcaodnïï
restrictiva, aquellos que han ado entre
estudiado estas cuestiones, los especialISm” (¡lima-t: su c estas dos llSl'dS .dC rasgos, nunca de que manclracmïo-
los expertos. Esta restn'ccio'n, sin embargo, todavía no delimiut la forma n'o;su uniwlz’l‘laf"(0 (hr-extraterritoriahdad le impide definir suuc debe
“www” su ‘« tdad le unposnbihta comprender las rclactoncs q vc .as
' i "¡Sqllcda de olJïetividad lo paralwa ante las COI‘IU'0\Í'Sl

28 En Li'tour (20l0a)
intenté (omar accesible este argumento.
1’9 l-.‘.\- L. .
(k "u" cxPresión de Bachelard (¡998: cap. lll)-
¡90 CARA A CARA CON El. PLANF'I.‘A “No (xmvotz/tk A LOS Dll-'I-ZRl-ZNTl-‘S PUEBLOS (DE LA NATURALEZA)? ¡gi
C ' '

de las que ya no sabe salir; su pretensión de abarcar todo el mundo| me“, cn una tarea de composición sumamente delicada. Aun si esta gente
. . , o
deJa desconcertado ante el reducrdo numero de aquellos que mamen no respeta a nadie, hay que esfonarse por hablarles con respeto; es el
te pertenecen a él; en cuanto a su historia, nunca sabe si (¡che
salir de] ¡ml-(0 medio para luchar contra toda forma de fundamentalismo: jamas’
tiempo presente mediante una nuem‘ revolución o salir de la idea misma lm-¡uir sus malaS' maneras.)
de revolución radical. Lo más extiaño, lo que mas" ha sorprendido 31m lp cierto es que resulta imposible din'gírse a ellos con suficiente res-
otros pueblos. es que rm, ser el único en habitar porfin este mundo mmm-¿L Pcw cuando uno invoca su divinidad en un tono que podn'amos llamar
el Madero. mundo inam’mado de aquí abajo, ¡mientras que viene (lc mm Mmológim, dado que, en este caso, sólo se tendn'an en cuenta los sels'
lugar y reside siempre en el bonito espacio global de ninguna parte! E; am‘butos: extcn'oridad, unidad, agentes inanimados, incuesu'onabilidad,
la prueba de que hay en él algo furioso, peligroso, inestable y —¿por qué unimrsalidad e intemporalidad. No han‘amos mas” que halagar su ilusión
no decirlo?— profundamente desdichado. Si, el pueblo de la Naturaleza de c.\'tmtern'torialidad. Pero este pueblo tampoco sen'a invocado con su-
son unas almas errantes que no cesan de quejarse de la ¡nacionalidad (¡ciente respeto si subrayáramos solamente los seis' atributos conuadic-
del resto del mundo. ton'os en un tono que podríamos llamar cn'tico, o mejor, antropologuo"."
No debe sorprendernos quejamas' acepte presentarse como un colcc. No habríamos resuelto el corte entre las dos columnas. Para lograr cal-
tivo, justamente, y sobre todo como un colectivo entre otros, precisandosu marlos. apaciguarlos. traerlos de nuevo a la Tierra, habn'a que conseguir
modo de recolección. su cosmogiama. Y sin embargo, hay que intentar hablarles en un tono que podríamos llamar profano, o mejor, termina que
traerlo a la mesa de negociaciones, imaginar una negociación de pal pemiiliria reunir las diecisnï's características al mismo tiempo. Si esto es
Y din'girse a él, pues, con alguna chance de ser oido por sus adeptos. un'posiblc. es por causa de la ruptura radical que se ha introducido entre
Cuide‘monos de no herir la sensibilidad de personaS' que parecen muy hsdos columnas. Hasta que no havalmos comprendido su on'gen, nos será
sensibles a estas contradicciones, pero también de-sprovistas de todo un'posihle pacificar la relación del pueblo de la Naturaleza con la Tiena,
recurso para superarlas. Por otra parte, es porque los investigadores no e, incidentnlmente, ofrecer a los científicos una versión que no los obhï
pueden superar estas contradicciones que parecen tan susceptibles, tan guca creer en el retrato que los epistemólogos han hecho de ellos.
sensibles, en un estado constante de ansiedad, en que su sensibilidad cs No vengan a decirme que no existe ningún repenon'o conocido para
muy fácilmente golpeada por cualquier sospecha de “relativismo”."" Pero pacificar a este pueblo imposible de convocar: ¡lo sé perfectamente! Sa-
entonces, si somos un poco diplomáticos, no podemos comentamos con bio —columna uno- e investigador —columna dos- son dos especies dif'o
decir: “¡Ah! Ustedes son esos que aceptan vivir bajo los auspicios de una nantes. Ls" por eso que aprovecho la ocaS'io'n del Antropoceno para ir a
entidad exterior. unificada, inanimada, indiscutible y por consiguiente buscar el on'gen de esta imposibilidad, allí donde se encuenua, a saber.
indestructible”. No podemos, porque los atributos sobre los cuales insis en la (ontmrreligio’n (¡uc- el pueblo de la Naturaleza ha heredado sin que-
ten estos adeptos revelan asimismo que la Naturaleza está en el interior. rer clasificar sus componentes. Sí, la Naturaleza está realmente contra la
que es múltiple, que acepta encontrarse en lucha con seres animados y religión, pero (le dos maneras distintas, de las que una sola está presente
fuertemente controveru'dos, que tiene una historia confusa y su exten- en su conciencia. El caS'o es demasiado importante para tratarlo apresu-
sión es tan limitada como variable. radamcntc. Si en verdad buscamos un modus vívendi, entonces debemos
Para apacimiarlos y darles un poco de seguridad, debemos ser capaces l'mvcntar maneras nuevas de soportarnos los unos a los otros o de decidir
de din'girnos respetuosamente a este pueblo de la Naturaleza, cn toda quiénes son verdaderamente nuestros enemigos. ¿Quién ha dicho que la
su autoridad, como a una mh'dad In [unlmitejirerte como [mm resistir cualqlül’.
profanaa'an'. (Comprendeia'n ustedes que aquí no me estoy entregando.
aunque pueda parecerlo, al jueguito de la ironía. sino que me compr!) Sl 'AIIHopologi'n de las ciencias" es una expresión mas' apropiada pam designar
cl ámbito de los sciences studm'. en particular desde que el giro diplomáuï
c0 permite numerosas conexiones con la antropología, como (.‘nu'kthatnk
(20W). o 'l'sing (20]5). Aprender a vivir en las ruinas 'al borde dela extin-
F . . . I , 3
30 sus sensibilidad fue puesta a prueba (ltlmnte lo que se llanto. con ¡10 PC" cin'n' es también la expen'encia a la que nos invita cl asombroso Van Dooren
exageración. la "guerra (le las ciencias" (Stengers. 1998). (20H).
(:oNvocAR A LOS ¡“ventanas PUEBLOS (DF. u NATURALEZA)? ¡93
¡92 CARA A CARA (ION I'll. PLANETA
cf¡»to
,
geopolítica sería un asunto sencillo, sobre todo cuando el prefi’o‘ . _
“v. no tenemos que dejamos engañar por el hecho de que una reivindil
ya no logra ocultar la formidable inclusión de Gaia? Hablar (¡eli puïbhm que llamar “Dios” a lo que la otra insiste en llamar 'Natumleïa'. puesto
de la Nattlralera. en uno de sus tres tonos -<,-pist(,'mológico. antropolop'. que son 5th atributos solo ellos los que deben perrmurnos volver compa.
co o lmslrn-, es prepararse pam REDISTRIBUIR completamente “¡la nue; estas dos autoridades supretnas. Ahora bien, el Dios ordenador de
tras capacidades de movilil'ación. así como la definición (le los frame“ dnn‘sión religiosa del mundo se parece hasta el punto de confundirse
de las fuenas presentes. (m la Naturaleza ordenadora de la visión científica del mundo. Tres
¿(sus msgos. por otra parte. son exactamente los mismos: la verdad es
atcn'or. univerxasl y tan indiscutible como indestructible. Incluso la cuesr
wn" dc la delimitación del pueblo no es muy diferente, ya que los Hubs
bo que hace al pueblo de la Naturalem tan incapaz de situarse. es que“. «¡Gran Desig'nio son reclutados mediante un procedimiento explícito
ha construido como reacción contra otro que. por su parte. sc reivindh .um forma de conversión- que da a Sll pueblo el nombre mas" prectso' de
ramo un pueblo parlirular. pero del que adwartiretnos 1| continuar dm W’. así como los diplomas. los exámenes y la reducción continua del
gando nuestra tabla de traducción. que no necesanamentc sabe dónde num'cro de los elegidos ope mn una clasificación selectiva para el pueblo
reside. Llameïmoslo. para continuar en la misma vena que el (.a'nuy ¿tia A\.'atumle7a. En los (los casos. “todo el mundo". al menos en pn'nci-
I'I'trrmrs. el pueblo que se declara Hijas (Ir! (y'nnt Darigníao incluso pala“, Put-s llamado a lo‘rmar parte de este pueblo. pero. en la pra'cu'm. u'cne
la Creación. liso nos pennitira’ comprender que el “conflicto de la (Iicnm' Pocos turifel'arios. finallnentt'..
y la Religión" se parece más bien a la célebre guerra entre los lilipuucn' La cuestion de la epoca tampoco permite diferenciados radicalmente.
ses y sus vecinos (le Blefuscu [según si rompen los huevos ltenitlos port! Pues estos (los pueblos comparten la idea de que una ruptura radical
extremo pequeño o por el grande] de Lm viajar (Ir (¡ul/jun. disimulando tu“) lugar en un past'ido Inas' o menos próximo. Ruptura que los ha ta«
otro conflicto, mucho más importante. y. por su parte. directamcntcpo npultado a una lu'ston'a totalmente nueva. que los unos llaman la de
lítico, sobre la ocupación de la Tierra. (.‘uando se habla (le una 'n'sión bLuz, Iv los otros, en plural. la de las Luces. Lo importante es que los
religiosa del mundo" que estaría “en oposición radical" con una "visióncs- done sitúan en el (¡rm/m que sucede a una ruptura radical —-Revelación o
trictamente científica" de dicho mundo. s r apela a otra autoridad supre- Ruulución (retomare' este factor capital en la conferencia siguiente)—.
ma que no es diferente de la primera columna del cuadro que se incluir Encuanto a la pertenencia al suelo, los marca a los dos parejamente. al
aquí: en electo. tiene las mismas (".¡mrterísticas. salvo porque se obsu'm primero porque de todos modos está despegado del suelo. al segundo
en sobrtam'marlo que la otra se obstina en desdm'mar. parque pertenece a otro mundo. aquel —aparentemente— del sentido y
delos propósitos. de un Gran Designio. de una Providencia hacia la cual
Pueblo de la Naturaleza aspiran a translt'rrirse.
N.'ttur.'tlw.a uno \.'.'ttut.'tlt-I.'t dos la única verdade m dile'rencia. la que justifica, a sus ojos. entrar en
(epistemolo’gira) (:tntropolngt"t‘a) suena. y en guerra total, consiste en definir si los agentes que pueblan
I)ri(lml Leyes de la nzttunllttl'a .\lulti\'etso d mundo están totalmente desanimados -simples concatenaciones
Exterior Inten'nr decathas y consecuencias- o si obedecen a un designio que pennite

Unificado Múltiple midirlcs. si no un alma. en todo caso un propósito. un programa. un


(Ju mngm mu Phn. Al parecer. la oposición es radical. a menos que recordemos el
Desanitnado Animado

( bntrort‘rtido "Kumcntn que no he cesado de precisar en estas conferencias: desarti-


lndiscntible
mro solnmm'inar, no siempre es respetar la animación propia de los
I’utl/In 'l‘odo el mundo (.‘ientífiros
d“minima-mos del inundo por parte de la ciencia. La desam'nmción.
Sur!” Destxrgado del suelo Unido a las' redes
¡«unit-'mmln. no es un proceso primario. sino un tmtatm‘ento secun-
Iza/wn: Ruptura radical 'l‘eln¡mr\.lid.‘ttl múltiple
d‘m" l’hïv'luit o. apologe’tico, que (la a las ciencias y al mundo que ellas
Figura 5.2. 6‘50“wa un uunporuuniento característico de cosas inertes y obtusas
V"""'"‘
¡94 CARA A CARA (ION El. ¡“ANNA
,1.0,“)
. convocan A LOS mirt-znizN'rrs rumanos (ne. LA NATURALEI‘A)? ¡95

que se les parece tan poco como la sobreanitnación propuesta po“


“(unidad de animación no ha aumentado ni un ápice. Un Creador. si,
adversarios. ul Pen) ninguna crei-icio'n.“ Todo está en la causa. nada en el efecto. Dicho
Si. por ejemplo. el pueblo de la Creación redacta una emotim ¿46 ¿(mm manera. lite ralmente. no pam nada. El paso del tiempo no le hace
gía sobre la estructura del ojo “tan evidenteniente concebida por un “¡da al mundo. No hay historia.
Creador benevolente. puesto que ninguna acumulacio'n (le encuentro, ptm lo que resulta particuIarmente desconcertante para aquellos que.
azarosos habria podido productrla”. se prepa 'a para un combate mg, mom, estiman a los que. cantan la gloria de Dios tanto como a los que
nífico contra el pueblo de la Naturaleza. también apurado por baltim- (debian la 0l_)ietivi(l.’l(l de las ciencias. es que el segundo relato. al borrar
en duelo. y que acaba de demostrzu' sin la menor sombra de duda quc md” las sorpresas que uno encuentra a granel en cuanto se pone a se-
la estructura del hojo no es “nada más que. el resultado imprevisto de ¡u‘irla historia de la estructura del ojo. se esfuerl'a por ser lan pobrtcomo
pequeños cambios. acumulados a traves de las generaciones. de mi d procedente. Pretendiendo no hacer otra cosa que alinear concatena-
rcs puramente contingente-5"?“ El problema es que la apariencia dc (n‘ncs de. “agentes puramente objetivos que son estn'ctamente matena
un conflicto radical reposa sobre este pequeño “nada ma's que". cm ¡52 pierde la capacidml creativa de los agentes desperdigados a lo largo
mística del reduccionismo. de Ia que hemos aprendido a dudar quem desucamino.” (.‘uando alguien como Richard D'awkins (l999) traza el
reino sea de este mundo. dm‘n'o de. su erojrrvn rirgn contra el designio del Relojero vidente de sus
El acuerdo de los protagonistas se detecta desde el momento en que enemigos religiosos. eolma su (Iatlsa pn'mera de todaS' las capacidades
uno procura determinar (¡ui ¡(unidad (Ir acción, de auinmción. (le aun"): maduras de. las que quiere privar al (.‘reador. En el “nada mas' que” del
dad ha desarrollado cada argumento. Enseguida nos damos Cuenta de rrdutcionisino. el Rel(_)jero ciego introduce un gran número de etapas
que lo único que han logrado estos dos relatos es perder. lo que había dc qxiau a aniquilar poco a potro la diferencia con el acto providencial de
on'ginal en la evolución del ojo. Aquí volvemos a encontnux exactamentc (‘mción al cual intentaba oponerse.
como en la tercera conferencia. la pérdida de posibilidades de aclmr, l'u.'n elul)‘.ugo. ¡cuánta saliva se ha gastado para disu'nguir a "espin'tua-
de narración. de historia. de geohistoria que translorma a (Laia cn un bm" v 'materialislas"! Al cabo de algún tiempo. ya no se entiende dónde
Sistema autorregulado. No nos sorprenderemos (le ente 'arnos de quch (sd la disputa: un diseño y un Ingeniero contra un designio y un Creador.
“admirable estructura del ojo". en el argumento de la (.‘reacio’n. no hace qué lindo combate, en electo. ¡digno de destn'parse! Una dis'puta en que
estrictamente nada más que sen'ir como ejemplo redundante para cele- nostrapla mejor la causu'i que en el enfrentamiento entre católicos y pro-
brar la benevolencia del Creador. Puede ser .‘igradable y (.‘.\‘2lll.‘llll(_' sabe! tatantes. donde se (legollaron unos a otros. ni en nombre de qué docuina
que “las flores de. los campos cantan la gloria de Dios”. ¡salvo que el (anto hinclcgido m;uarse entre ellos los chiitas y los sunitas.
no tara-jamas" (le una criatura a Ollïl'. La insisten sobre ( st; s cn'atum No bien uno evita la desanimación. el pequeño “no es nada" se llena
que fueron "(le.stitiadas"" en lugar de ser producidas “por al'ar“ no tiene. ¿tuna muItiplit'idatl (le ¡icontecimientos, por cierto todos contingentes.
por lo gene al. otro resultado que demostrar una vez mas la mistm. crea pm) todos sorprendentes. que obligan a cada uno de los siguientes a
ción por la misma mano misteriosa del mismo (.‘reador. El (fremloractu'a: ¡amados cn cuenta a su manera. Desde luego. no son las- lecciones que
no el ojo, ni la flor de los campos. l’am recurrir a mi jerga, el (.‘rcador uno habría extraído de las flores del campo. pero tampoco son las que
es un mediador. las" llores de los campos, un simple intermedian't). En hibn'amos exuaído de la causa pn'mera. la famosa inteligencia del relo-
témlinos de roles aclancíales —horribles palabms para algo tan hemioso
(Greimas y (kittrles. eds.. 1979: 4)—,‘-‘ el resultado neto es rm), puesto qlK

M la n u-aeio’n —que es lo invento del creacionismo- supone que la relacion


uuu c unsecuencia se modifique (le tal suerte que la consecuencia desborde
un pot o la causa. Lo que equivale a decir que el tiempo corre desde cl futuro
32 lu'te III/¡OI lue nuevamente lijado, en el siglo ptuatlo. por el celebre Munod ll.“ ¡.i el piewnte. y no del pasado ha 'a el presente. O, para de(itlo aun de
“970). i mm modo, que las ('UllS(.'(‘ll('Il(‘Íil.'¡. en cierta lonna. 'eligeu' sietliprc cuáles
33 'At tam ialidml" es tmlawfiw más horrible, pero pcpdría traducir (¡grito 3|" qu‘ wnin ms r.ius.'ls.
Se la asocie ininedi: amente a las figuras cambiantes (le lo humano. 33 \ uu-uus que uno lea a (,o‘uld (IJQ‘I) o el sorprendente I'almicwicz (20‘l0).
196 CARA A CARA CON El. PLANETA “No CONVOCAR A Los numrer'rns PUEBLOS (DE LA NATURAIJ'Z'LA)? ¡97
C ‘ '

jero ciego capaz de “llevar el timón" de toda esta Evolución. ¿Quién si“ No son lo bastante diferentes para que se las oponga; ni lo bastante se-
. ¿“nos pam que se las fusione. Inútil pedirle a la
mejor el proceso de la creación? ¿Aquel que extrae la misma continúo-n Ciencia que tenga
a propósito de cada curso de acción o aquel que multiplica las posibili hbondad de dejar un poco de lugar a otra “dimensión”. lo “rcligioso',
dades de actuar de las que podrian componerse los mundos? E‘vidcme. mdm'da ya sea a través de su localización espin'tual en el alma, ya sea a
mente. el segundo. 15' de su extensión cósmica en lo que se llama la “Creación”. Mas' vale
u'l‘
Salvo porque, desgraciadamente, al final de la denmstración, cuand0 ¡nu-mar hacer todo lo contran'o y disolver la amalgama entre las dos.
es desafiado por su adversan'o “religioso”. el naturalista va a esforzarse en “nda por la ambigüedad del término contrarreligíón. El pueblo de la
extraer. e'l también, la misma lección repetitiva de la estructura dc| ojo" Mim-¿lea cree luchar contra el de la Religión, al que se parece, y no
según la cual la evolución “demuestra una vez más sin sombra dc duda' Puede reconciliarse con su versión antropológica que, sin embargo. es
que no existe gran designio ni diseñador. Entonces —pero tarde ysin sun'rtud. Pero. como vamos a advertir ahora, el pueblo de la Creación
relación alguna con la práctica real de las ciencias- de.s(,-rnbocamos cn e] gcree cn lucha con el de la Naturaleza al que se parece mientras que
desolado balance de Vl’hitehead (1998) que ya he citado: “Así, el cum, ha olvidado. también el, el sentido mismo de su vocación tan particular.
de la naturaleza se concr'be meramente como los avatares de la matcm' Al luchar contra la Religión, la Ciencia ha perdido su vínculo con ella
en su aventura a través del espacio”. Triste triunfo de nuestro astuto na. mis'ma; al luchar contra la (.‘iencia, la Religión ha exuaviado lo que cons-
turalista que lo hizo todo por ser tan estúpido como su adversan'o, pro u'tuia todo str talor.
curando que su mano izquierda retirara del mundo los agentes qtresu
mano derecha había multiplicado tan inteligentemente en él. ¡la ns'io‘n Rehgr'bm naturales
científica del mundo ha logrado la hazaña de que no suceda en ella nada Naturaleïa n° l Religión n° l
mas” que en la del Dios Creador! (Pueblo de la Naturaleza) (Pueblo de la Creación)
Se‘ entiende que no es añadie‘ndole a un agente la palabra 'alma'
Dad'ad Leyes de la naturaleut Dios Ordenador
como se le hará hacer algo mas“. ni llamándolo “inanimado” como se le
Exterior Exten'or
hará hacer algo menos, prívándolo de su acción o de su animación. ¡Las
Unificado Unificado
posibilidades de actuar actúan! Se puede intentar “sobreanimarlas' o.
Desan ¡mado Sobreanimado
al contrario. esforzarse por “desanimarlas”: ellas seguirán siendo obsti
nadamente agentes. De todos modos. la diferencia entre los elementos lndiscutible lncuesu‘orlable

Jobrranimados y demnimados no es una causa por la que haya que VÍVÍI’. Todo el mundo Todo el mundo

orar, mon'r, luchar. construir templos, altares o globos. Si hay que lu Despegado del suelo De otro mundo
char, luchernos al menos por ol_)jetivos que valgan la pena. Ruptura radical Ruptura radical
Al considerar la figura 5.3, notamos que la expresión “religión natu-
ral” no tiene el menor sentido. Nos hallamos ante dos/armas de (antram
lr'gz'on', dos pueblos en el io‘ndo muy cercanos: los unos creen celebrar dig-
namente a su Dios, priva'ndose del acceso a las ciencias y a la diversidad
del mundo, mientras que los otros multiplican en la práctica aquello ¿POr qué esta insistencia en la afirmación o en la negación de un Desig-
que es mundo, pero se privan de esa multiplicidad creyendo honrar su n”. (ll'c parece tan esencial para la5' relaciones entre la “visión cientifica“
deidad por el “nada más que" del reduccionisrru). ¿“Nada mas' que". Ral' i'll'm'ión religiosa del mundo"? Dos maneras, ahora lo comprendemos.
mente? ¿Por que abrazar esta forma de nihilismo? d“¡0 verel mundo, ya sea que se lo prive de toda acción al desanimar-
Se comprende por qué no sirve de nada acusar a la (.‘ieneia de ser ll!“ la)? sea que se le agregue, sobreanima'ndolo, un alma con la que no
sustituto de la religión, ni buscar en una religión natural lo que podm Aufnc nada que hacer. Puesto que estoy convencido de que eso es lo que
conVencer a los incre'dulos de la existencia de la Providencia. Las visiom's impide tener acceso al mundo, regresar sobre la Tierra, proponer de la
científica y religiosa del mundo no pueden oponerse ni reconcill.'¡r5€- “fncia una visión terrestre y de la naturaleza una visión al fin profana. es
¡98 CARA A CARA CON El, PLANETA CONVOCAR A LOS nin-:RI-zN'rt-"s PUEBLOS (DE u NATURALEZA)? ¡gg
C>(,Ó\.l()
' '

preciso que acepten ustedes dar un paso mas" allá y explorar el sentidodc En su nuiltiplicidad. lo que ellas llaman su Revelación. estas contra-
esta contmrreligio‘n cuyo advenimiento trastorno el destino (le aquflk5 no tienen otro contenido que la pasmosa reali7acio'n de esta
mtligíones
que iban a heredarla. mdad inresantemente profundiI'ada de que el fin ha sido alcan'lado. los
Si la idea de Designio es tan importante es porque captura uno (¡Mm Pmpósitos realil'ados. los tiempos juzgados —y juzgados dtftni'lt'vamw.
rasgos de la contrarreligio'n que sc refiere a la cuestión de los [nm la Mmmm tiene razón al decir que. con semejante intuición. la cuestión
intuición de la contmrreligión. tal como podemos reconstituirla a mms de [3 wrdatl se introduce en las religiones tradicionales allí donde antes
de estas numerosas metamorfosis. es que. a pesar del desarrollo del tic-m notcnía nada que hacer. Pero esa verdad no tenía la vocación de entrar
po. el mundo tinte un fm. no en el sentido de que va a terminar aunque en contlx‘tenria lr'ontal ni con la verdad del conocimiento ni con la de
la idea de fm del mundo. como veremos en la conlerencia próxima" punk ¡”divinidades propias de las religiones llamadas “tradicionales”? Esta
traducir en parte esta intuición-. sino en el sentido. mucho Inas' radical nuera forma (le verdad. este nuevo modo de existencia. exploraba una
de que [ns propósitos que [Insig-uc ImInu't n silla (Ir/i nilizmmnzle nlmnuzda; Qu, relación muy diferente con lo mundano, con lo ordinan'o. con el paso
el mundo tenga un fin no quiere decir que tenga uu propósito en clscn. delu'cntpo. repartiendo de ot nt manera las relaciones entre los fines y los
tido de haber sido “cr "ado con un proposito". sino que es posible “¡mo medios. Si los fines pueden ser alcan7ados. mt el tiempo, aunque los u'cm-
como habiendo alcanzado el propósito (lo que puede traducirse con um pos (onlinu'rn. y gracias al tiempo. entonces todo cambia radicalmente en
multitud de fónnulast extrañas para muchos (le nuestros conlempon.’ dstntido (le la historia y en la manera de ocupar la Tierra.
neos. pero todas con un mismo sentido: estar “sahados', Ser “lujos de
un Dios que vela por nosotros", ser “el pueblo elegido por Dios". 'haba Sin quz no obstante mula rambie. he ahí todo el misten'o de esta forma de
sido creado", “hallarse en la Presencia”, etc._ fo'nnulas todas pron‘sonu" verdad. fuent ' a la vez de entusiasmo y al mismo tiempo de espanto y de
torpes e igualmente atacadas como insufit entes, ¡“(tnlll'oSdS' o impízs fun'a. Debido a esta inestabilidad. el ingreso de la verdad en las contra-
por ollas versiones de esas mismas contmrreligioiurs).“" ntligimu's introduce a la vel.’ una formidable apertura —lo que Freud lla-
El problema de sente-¡ante intuición es que es fundtunentalmcntc nus- m'progivreso en la vida del espíritu” (comentado por Karsenu', 2012b)-—.
lablt, por la excelente razón de que los tiempos se han cumplido. ¡fm ptro también (l(‘S('ll("d(l(‘.l]'d una cascada de. batallas mas' o menos violen-
sig-um. (¡tirando! No existe ningún medio para salirse de. esta tensión." El m. como si este valor no supiese como cohabitar con ningún otro. De
fin ha sido alcanl'ado. y es ind‘lC.’lll/.’al)lc. Estamos salutdos. y no lo tsu- esta cascada. no hemos salido. (.a"da contrarreligio'n no ha hecho otra
mos. (n‘mo para volverse completamente loco. las contmrreligioncs son rosa. por el momento, que agregar su virulencia a la que la precedía, a
potencias cuya radiactin'dad aún nadie ha sido capaz de controlar. Han falla dc lograr esta cohaln'tacio'n de las verdades.”
pasado los milenios; su potencia no se ha (habilitado. l.o suilwmos bim. Sc necesitaria mas“ de. una conferencia para esbo7ar los rasgos de esta
nosotros los Modernos. puesto que somos sus herederos nms' o menos (ontmtTeligin'n. pero digamos que no se asemeja mas' a aquello que ce-
directos. y asistimos estupeía'ctos al retorno de las guerras de religión lebra el pueblo del Gran Designio de lo que la visión antropolo'gica se
que creíamos haber abandonado desde hace varios siglos. así comet (onrspontle con su versión epistemolo’gica. Podemos llamarla "Dios'.
guerras por la ocupación de la Tierra cuya amplitud planetan'a ruluct pero es también el fin de todos los dioses y las divinidades. e incluso en
las guerras mundiales del siglo XX a la dimensión de conflictos locales Om'o sentido el fm de Dios, en el sentido bien conocido de la muerte de
Dm'” En este sentido, la contrarreligión está realmente “contra' ella

36 la inesulbilidud (le estas forman de expresión y l.'I imposibilidad tlt' ha>bh1


'bien' de ellas o de recopilail'.L‘\ en 'creencins". residen en el mida) "¡Nm 38 Lu que explora nu-unmente Assmztnn (2009) y que. a mi modo (lr wr. expli-
(le su definición (lsituur. 2013h). ca la ¡(llllOClilSin ¡ui conm la extrema dificultad de estabilimr el sentido (lc los
37 Volveremos '.l encontrar. en la tonlelen‘tiu siguiente. este argumcnlutkíD-w (ont eptns tanto de construcción como (le creación (lalour. W..'l)).
de Voegelin (2000h). que puede hallarse en numerosas expresiones, (om‘l‘ 39 El imposible pluralismo (le los modos de sen'ficación es tratado por latour
dcjmms'. ’l.es re'coltes (le la nmitalite' uoum'sv.‘nt l'innnortulitc". ¡“Ef-j" (20mm
and Modan I'm'pn, cit. en .St'mtl.'in(20l’.r. 8l ). 40 Entre las expresiones tnas’ significativas del prcfg‘o "ronlm' en conlmneli-
“sun (:oNvocAR A LOS I)ll-'l>.'RI>.'N'I‘L’S' PUEBLOS (m; LA NATURALEZA)? 2m
200 CARA A CARA (ION HI. PLANETA
C
misma. comprometida en una lucha continua sobre la figura s“md-05 dc la palabra “Íin"— que se ha introducido en la histon'a y que
que d bt
a o y c
dar a su mstancra suprema. (.uando se ha comenzado con l a icomxlam (mmm actuando tanto en todas las concepciones de la religión como
no se termrna Jamas". En todo caso. la figura tranquilil'adora del Dio, en ¡0da concepción de la superación de la religión.” Si los Modemos
ordenador que protege al pueblo precedente no tiene Sentido prccua'. _.quc nunca lo han sido.’— son tan inseguros de sí mismos es porque han
mente porque el orden no pree.\'iste a su historia. Ninguna l’row‘dcnm- Mlmlado esta furiosa contradiccio’n.
la precede.
Asi como no tendría sentido un mundo hecho de materia (lesanimam‘
de leyes indiscutibles. universales y exteriores. l’ero tampoco tiene nada
que hacer con una maten‘a sobre-animada que despla'laría la atenciofl' ¡Jjucguito de establecer listas de pueblos para compararlos unos a otros.
hacia otro mundo. haciendo descuidar la alteridad radical que, po, el ¡fin dc que cesen de altarse los unos contra los otros, es evidentemente
contran‘o. se trata de captar." A diferencia de las" otras dos, esta (gn. gm‘plis'm, incluso infantil. Pero es el único medio que he encontrado
trarreligión está profundamente encarnada. puesto que vuelve ajugu wncomhatir estos dos prejuicios imposibles de arrancar de raíz: el pn-
sin cesar la pertenencia a un mundo presente. definitimmentcjuzgado, mero. sobre el vínculo de la naturalel'a con el singular y de las culturas
realimdo, salvado, celebrado y situado. pero del que no se trata dc sm. (on cl plural; el segundo, sobre esa cun'osa concepción de una ruptura
u-aerse hacia otro mundo puesto que todo continúa como antes. Noluy delos tiempos que nos acuna con la ilusión de que la cuestión de las
nada despegadcxlel-suelo. no hay ultramundo y. por lo tanto. tampoco rtligiones habría sido delinitimmente resuelta. Los dos prejuicios están
hay bajo mundo. cstrcchanu-nte ligados: es porque la naturalel'a, por una suerte de trans-
Ls‘ sobre todo en la concepción del tiempo donde está la marca dc su uan-qm); heredó casi todos los rasgos de la (contra-)religión. que ha
on'g'inalidad: en efecto. hay un senu’miento de ruptura radical pero con el aparecido como un universal sobre cuyo fondo ya no podían destacarse
matiz capital de que hay que n’lllmllrlll constanteniente. No es posible salir nno'culturns por cierto múltiples, pero sin vínculo íntimo con la natura.
de esta inestabilidad fundamental, de esta indecisión: “Los tiernpossc han ¡tu unificada de las com. la verdadera" naturaleza contra las múltiples
cumplido“, si, pero continúan. Y esta prolongación da a la decisión cl mb culturas. he ahi nuestra contrarreligión. Y en tanto se heredó no de las
mo carácter incompleto, inacabado. lr‘a'gil. mortal que antes del cumplr' neps" religiones del pasado. sino de una peculiar forma —tan ardiente.
miento. las‘ta contradicción no debe ser superada.“ En las conferenciassi tmquistmloru. indecisa, a veces fun'osamente iconoclasta- de conlmmlí-
guientes veremos por que' no srl/mar esta contradicción es esencial para evitar ¿ahh lucha de la nattrmle'ra contra la religión debió pasar por la anula.
los venenos tanto de la ciencia como de la políu'ca y de la religión; o m3 con" definitiva (le cualquier cuestión religiosa.
bien, por que las n'rtudes distintivts.‘ de la ciencia. la política y la religión! El mapa es muy sumario, lo se. pero al menos pennite salir del tina-
vuelven venenos cuando uno comienza a confiindirlas. nimts'mo asociado siempre a la idea de un llamado a la "naturaleza". mi
¿Les resulta muy extraño, muy contradictorio y muy inestable? Si. no (omo de esa extraña idea de que la cuestión religiosa habría quedado
puedo hacer nada al respecto. es este fin de la historia —en todos los Minitivamente saldada con la irrupción en la historia de “la Nattualeïa
(Onocida por la (.‘it-Iici'a". Si consideramos ahora el cuadro Inas' comple-
¡nde la figura 5.4, vemos que la exfnario'n "nalumlaa " no dfemz lo qut má
Mudo" en la práctica, así como la ¿»x/¡ración “religión” no mlfn'm la clase dl
gión. encontnunm tanto el terna del ¡isminzuo de un Dios crucificado com
aquel. retomado sin mucha rnmlific.‘tción. (le la 'muerte (le Dt'm'. Bet!!!" WHO, dz ritos y (le apego: propios (le esas prácticas. Fste es el punto. aunque
sentido que la secularirtción continúa el Inon'nu'ento que explora el tcmbk POr ahora puramente negativo, que quería alcamar. No existe religión
enigma de la contrarreh 'o'n. I
4| Recucontntremos este terna en la conferencia siguiente. p. 225 dc cstc lll!“
lo que Vocgelin llanta "inun-mentiracio’u'. una tnanem muy particulardc
Itmlogmr tanto la llllllilllcllt ia como la trascendencia. 43 la actitud Írente .1 la icontx‘lstiu es mucho mejor guia para diagnosticar la
42 B el sentido (le la teología tan particular. iItctuisal)!“nente explorada inmcnsa ( tiestióu de la “wcttlztn'utción" que ln :Iclilutl frente :t los dioses.
l’éguy a través del rodeo estilistico (Lutour, 2014. (-‘il, 20] l. .‘LSl como Riq'uxl- 'l)lme con que martillo pretendes romper cu'.il ídolo. y te diré .1 que dn'ini-
201 l). (L’ltl “Vives,-
V“ co N \
yoo/ut A LOS Inn-:er'r‘r-Ls PUEBLOS (m; LA NA’I’URAIJZI'A)? 203
EL PLA N ETA
202 un A CARA c ON
Científicas.._ .pcro cs todo lo contranl'o. Dado
que tengo oíd
_
invocar la Naturaleza pam esPcl-ar pam. mel o
natural. y ya no podemos l (“csúoncs religiosas. detecto enseguida a aqudlos que
pueblos con l ntereses tan claramente divergcm m”0!
conflictos entre es. nada UCHC que hacer. en particular en la c"
. y- 'n allí donde -cn
uIencta
bgllgiv ica“ LO que siempre me ha alertado es hasta qué
Rthgt'bne: naturales ll¡el
mural-cm. su deslinde con respecto a la cultum y ¡plante
Ciencia u Obscs pm. dcsanimar las posibilidades de actuar.
Religión io'n proviencpon-
Naturaleza . S a pmu'cularmente pefiurbadora de religión. lts‘ la mutación
Naturalel'a una form
Contrarreli-
uno (episte- dos (antropo- (“‘"lmndr ‘ _ (a ¡a qm. obliga a secularll.'ar —tal vez incluso a profanar- todas
gión Uno
lógica) gión Dos dolo)?Im.)rC¡¡-g¡‘()lie.s. incluida la de la naturale7a.
molo'gica)
lisini‘colnmlquicm de los casos. “la ecologia obliga a aquellos que se han
Dios de lo,
Leyes de la Dios
Multiverso lines/fints mgcgado por ¡a “Natural-ua ' a constdemr a la vez los dieciséis rasgos
Det‘dad Ordenador
naturaleza “cuadra B wmlmcnu. ¡r're'alisw confundir a los pueblos congregados
de Dim
Exterior con aquellos q'ue lo esta'n en la moda.
Exten'or lnten'or
Inca] m h modalidad epis-temologrca
¡md ammpoló¿gl-(.3. mcluso sr losudos pueded rnvocar la mmm" entidad
Unificado Múltiple Unificado \.lu’ltiplc
Lm‘mograma
Desanimado Ani m ado bo‘breanimado Animado “¡mada -Natumlela”. declararse l]<'¡[llld"lISLdS’ insistiendo sobre su se.
de todos los otros pueblos congregados por ou-¿s en.
lndiscutible (.o'ntrovcrtido lndiscutible lnterprcudo prat ió n radical

Ddz'dcs. gradas a las virtudes (le Sll sacrosanto "rcduccionismo'.“ Para


Todo el Todo el
(,‘rentíficos Iglesia de esta auton'dad suprema, no habn’a que
Putbla
mundo mundo gguir realmente los mandatos
Unido a las De otro mncrse solo a la columna (le la izq uierda. sino añadirle la dela derecha.
Despegmdo
Sutla
redes mundo
Encantada Habría que hurgur en el interior de las redes científicas. absorber la mul-
del suelo
up'licidatl vertiginosa de sus agentes. anotar las largas concatenacioncs
Ruptura 'I‘empomli- Ruptura
Epoca cheu'ción desus posibilidades d -, actuar. cada vez tan sorprendentes. y asimilar
radical dad múltiple radical
(mlru’wnijls cada día mais numerosas sobre múltiples mallas afrontan
Figura 5.4 la tertlmlem sorpresa no es que la distribución de las posibilidades de
Ktuar bajo los auspicios de la “Naturaleza” sea tan compleja. sino que
aquella que sc sitúa bajo los auspicios de la “religión” capte lan poro las
Al abrazar la Naturales/a como verdad última. su pueblo no ha hecho om
canacn’su'cas de aquello que tiene una importancia vital para el pue
cosa. en realidad, que prolongar en un grado el movimiento mismo dc
dela
las Contrarreligiones y de sus peculiarmente tóxicas concepcton cs bloque Se Supone que esa entidad convoca. Si a ustedes les parece des-
‘oncc'l'tante que la invocación de la “Naturaleut' no incluya ninguno de
verdad. la solución propuesta por Hobbes en el siglo XVII para p0n€r
lmambutOs reales a los que los practicantes
listado para salir (lt' hs‘ g\ icn'n
fin al estado de naturaleïa, volcándose al
. eSIán tan apasion'ddflmcnw
un sum-
de religión, se nos aparece ahora como una solución provrsona. parece mucho mas' desconcertante que esos mismos
llabm
ple amu'lr‘da, pero en absoluto como un lmmdo de [mz que nos _ . n l( e que son congregatlos por la enudad que ellos suelen
ligioncs dt
permiu'do ir lias"ta el final de las exigencias" de esas contrarrc invocación otra. cosa qdue la
M. lalDl'l‘:i5(k::l0 ('vll’ltiendan por
frut05. pero SÍ“
ldS’ que recogemos al mismo tiempo la violencia y los ¡(me la epimhmï'fld l'IÏCllCSUOnabllldd’d de la (.reacron_.es r1ectr. cxa
mr
figun“
puc blosit
lograr distinguidos. ,‘(41mo hacer un tratarlo de paz st' los ogta (le aquellos a qtnenes ellos constde.n como SHS
U I
la. s s
do. l ugm
. '
lucrados' no
- pueden '
invitars a la mesa (lc negocmclonesP
i cn p 8
de (kmmocoloso con laS' cuales comence la conferencia estan
una con la otra. 44 Tanto m (le
ediatamcntt a las ciencias n'ctirnat
Nunca he hablado de Gaia sin que se me objetar" mm u" 'l x I A-m (Im. o" IU sucesivo. deberá defender“ . su elo y los alimcn-
do '
' Hum" Hilda.
l m m" ¡ll Igual que el algun. el .urc. el
. _ . . . . - v 5., r ¡cstiones tm‘ (5'
.lt nui-¡s
que "IC d'rnesgaba a conlundlr cuestiones ¡CllglU-‘ïs ) C‘ V\' Drumln. 2013).
204 CARA A CARA CON lil. PLANETA A LOS DIFEREN'I'I’LS’ PUEBLOS (DE LA NATURAIJ’JA)? 205
¿cóMt ) CONVOCAN

enemigos (mas‘ o menos la cuestión, en el to‘ndo superficial, de ¡a pr 46 Uno y otro están igual de despegados del suelo. y sc situan' en
¿cdos
cia o no de un Designio postizo). lus‘ el problema de las amalgama,“ h quC sigue a la ruptura
radical, tomando imposible todo mow'
vc7, mezcladas. es imposible reconocer los valores de on'gen. rm¿“(o h acia atm’s.
i m

7. .W.
.
Relrgt'bue: naturales

Nattrmlela
(kmtmrrelio Naturaleza (,o‘n uarrcl ic'
Para extraer de manera perdurable los valores confundidos cn ¿su uno (episte-
gión Uno (crítica) gión Dos
amalgama, habría que hacer una nueva operación de engendmmm‘ mológiea)
to de pueblos, una demogenesis ficción. un galimatiaS' todavia maxi" Dios de los
comprensible que el anten'or. Y sin embargo. no puedo resistinnca h Leyes de la Dios
IW Multiverso fines/fines
tentación, para tenninar esta conferencia. de echar ¡nano a esta u'lu'rm naturaleza Ordenador
de Dios
quimera. Supongamos ahora -la suposición es extraxagante. lo sc'_ pero Exten‘or lnten'or
Exterior Local
los tiempos que vivimos no lo son menos- que sometitÍ-semos este cuadro
Unific.‘tdo Unificado Múltiple Mu'lu'plc
¡a una pequeña operación de puesta en orden! En la figura 5.4. no hkg amogm ma
Desmn'mado Skibreanirnado Animado Animado
otra cosa que inlmmnirdos colum nas. La que resumía la ciencia (al como
Indiscutible lndiscutible (o‘ntrove rtidu lntcrprctado
se la practica (versión antropológica y no epistemológica). la coloquc'a
Todo el Todo el
la derecha.junto a aquella que resumía la versión original. activa, dch Científicos Iglesia
mundo mundo
religión. Y me pemiiu‘ poner la ve mio’n epistemolo’gira de la religión:
la izquierda. ¡al lado mismo de Ia versión epistemológica de la cicnm‘! Despegado De otro Unido a las
Encantado
¿No les parece que esta intervención vuelve las cosas mucho mas" logica" del suelo m undo redes

(pero si. mas' lógicas)? Ruptura Ruptura Tem pomho'


Repetición
Cuando las comparamos. resulta claro. tal como en la figura 5.3. que radical mdical dad múltiple
las columnas de la izquierda pertenecen a la misma religión nalumL Com- Figura 5.5
parten en efecto el mismo postulado fundamental: proceden como si la
tarea de unificar el mundo hubiese sido terminada. como si no hubiera
ninguna dificultad para hablar del universo como de un todo unificado. laquimera que me interesa es imaginar tn'bus que no sean insensibles
Para estos dos pueblos, el universo —Natumleza o (Zreacio’n- ya ha ufdo a los rasgos (le laS' dos mlumnm de la derecha. Ya no se tratan'a en absoluto
íntegramente ensamblado por el mismo re gimen de causalidad. Mi) de religiones naturales. puesto que el rasgo compartido sería el de ya no
porque la (,a‘usa ciega reina sobre cosas desanimadas' y la Providcnm' ltncr pn'ncipio ordenador. Habría, sí. una autoridad suprema. pero esta
sobre cosas sobreanimadas.” El pueblo de la .N'aturaleza. asi como clde ïn nosen'a la unidad -capaz de diseñar un universo-. sino la conexión o
la Creación. abrazan el mundo in lalo, como si “el punto (le vista de nin- hcomposición. Mejor dicho, cada vez que una entidad cualquiera deba
guna parte" “¡CSC un lugar real que ofrecie m un asiento confortalilcyun extenderse. tendra que pagar el precio completo de su extensión. Lo
buen ángulo de visión. Ambos son miembros de pleno derecho de lo qu! qucrsotm mane m de decir que tiene una histon‘a. Dicho de otro modo.
Peter SloterdJi'k (2010) llama “edad de las las‘fems". es decir una «Spota lasmicmbros de estos pueblos ya no sentirian que viven bajo un Globo.
en la que no habia la menor dificultad para sostener la Tierra entrtlcó “nio cn medio de relaciones que deben entablar una a una sin poder
“GPU a la ln'storicidad. Para acentuar el contraste. propongo decir que
Num'bus compm'tirían un mismo senu'miento de lmrsln‘altzlm'b'n. Si la

45 Ew'rlenteniente esta complicidad es lo que bn'nda todo su dinanmmOl


Hume (2005) 46 Wan-1.. ronlertntt‘in precedente. p. M2 y ss. de este libro.
206 CARA A CARA CON EL PLANETA

palabra no existe. ¡es precisamente porque hay que hacer


Xistir la
que ella desngna! Dichas tribus tendt tan en comun e] he Clio (¡e )r hemos vuc
se una a la otra contra la tentación de unificar de manu smos porque
somos convocados por
m . . . ra Prcci self"s m'
mundo que ellas explon paso a paso. Las dos. en efecto s modelos dc la Tierra muy di muchas entidades
, e ara vivi,- bajo fercmcs_
en verdad sobre un suelo cuya materialidad y fragmdad (¡es c"Cu [mi]? 'oximación, es evidente
n'mcm '¿P' ’ _ que la gente congrega
día mas'. Ninguna de las dos se cree fue ra del tiempo que sc parc-cera nt a aquellos a los que invocaba la Naiu da
Pascul‘)’re
a. Gaia HO mlcn n."
La razón por la cual era tan importante desembammm‘: bil” dl-ccn que venemn 'una deidad con todos
ql“ los alavíos d i
ma de la “religión natural" es que no nos hallamos ante la situacl'ó"
de la amalga . un. Ninguno dc los ocho atnbutos que hemos reconocido
a allucllos a
c ha“;
mopolita que he tomado como punto de partida, con ta. l sólo ¡:th c amm ser un atnbuto de Gata. Como hemos visto
das .dhm en la ( el
buciones de agentes". como aún era el caso cuando Davi d Hume Mcmlcipa Gal'a no está en cl exten’or sino también
en el i
amb“, c'rcc':
sus Diálogvs,“ sino ante tantas (listribnciones como ho (00m0I ‘ ll"¡versales sino locales; Ellos no están ni en
‘ y CXÍslc . ¿nos "o SO" sobrnean‘ten'on
des que convocan pueblos. (.uando los naturalistas se pr n enuit} ni en “ánimo; y plor a‘ñadidura, sin duda alguna,
l oclaman hp“- no dejan de ser minimo
de Aquel/ode-lo-que-Todos-‘Nosotros-Nacimos o cuando los musa dc conu-ovcrsla. (,ata son (al vez otras Tierras. otros Globos,
cn‘st' in.
proclaman hijos de A¡1url-del—qtie-Todos-Nosotros-Nacim 08’ pued'hahnos se ‘omdos por otro pueblo, tan ajeno a lo que llama‘bamos 'natumlcm'
y.
disputas vimlentas entre el “aquello” y el “aque” pero me gustan" aber “¡h-“¡5" como a lo que llamabamos religión. ¿Cómo Los invocamos
-natu
nos mantuvie'ramos sensibles a la demanda de aquellos que dicen. .3 ‘lut
. . 1 . '¡’c mpcttiommente?
que es ese ‘nosotros P ¿Que es ese ‘todos P ¡No ‘nos‘ cuenten “Mel” "o que descubrir ahora, volviendo sobre esc gran
os.
No pertenecemos ni a uno ni a otro de esos pueblos. Sus entidades no E“) "5 l” qm' "memos
¡sumo del “tiempo del final". en el on’gen de la idea mis'ma de conua-
nos convocan para nada Nos hallamos bajo instancias que distn'buvcm mligión. En eie‘cto. aquellos que acusan a la ecología de ser. demagado
los agentes de manera totalmente dt'ic"rente. ¡No se apresuren a unifica, amcnttdo. "catastroiista" y (le complacerse en discursos “apocajípu‘cos-'
la situación! Por favor. no nos involucren en sus guerras planctan'as, no son aquellos que. no contentos con haber desencadenado las catas'tmfm.
queremos tener papel alguno en sus intrigas”. No hemos temn’nado dc opacaron la noción misma de apocalipsis.
absorber la diversidad de las maneras de ocupar la 'I‘ierra. El Antropo-
ceno es ante todo la ocaS'io'n de escuchar seriamente, por fin, lo que la
antropología nos enseña sobre las otras maneras de componer mundos
—aunque sin privarnos de las ciencias que so'lo difieren radicalmente dc
ella en la versión epistemológica—,“'
lr mas" allá del número dos, establecer una comparación lo bmtantc
amplia entre los mecanismos que permiten distribuir las posibilidadcs
de actuar. evitar la conh'isión entre la “natttmlc-I'a" y la "religión". todo
eso podría constituir recursos vitales para descubrir la forma exncm dch
Tícn‘a cuando llegue el tiempo de hallar una manera de participar t" ¡a

. . , . , . . , . i l tu (¡ch ya“
47 Lu) equnaldn: a captar la lnslorictdml comun .¡l Innntlo.
religiones.
un cl¡ipílnlo a "mi"
48 En una versión inicial en inglés. nie había ocupado en "‘38"
(lc. este cclclirc)
nar un rol para el pobre l’únlilo. ¡wisonaje mm lo
50 Ut'llllo
' - , .
diálogo. r (l l’lllml para sulmqnr el carácter Innlttplc dc este actor. tomando
obra (le \ esta Ít)’"nula‘ (le
49 [13‘ uno de esos gritos. que oímos reverbemr en toda la r algunos transexuales est.'t(lm""d°"m se hacen llamar
siczt dc lo q'" (hay
_ cn lugar dc . que
(kslro (especialInt-nte. 2009), y es realmente de Incl-1‘ 'el/ella'.
Sexta conferencna
.Cómo (no) acabar con e] fin
d‘e los tiempos?

“no. ¡a ¡“ha fatídica 0 Stephen Toulmin


y la con tmrrevolu.
o [En busca del on'gen religioso de
ción CÍCIIlÍfiea
Dido-n" o El extmno proyecto de traer el Paraiso a la
Tietm o
Eric Vocgciin y los ¡IVIIUITCS de" ‘gllosticismo ° sobre
un on' ge n
,‘¡pocalíptitïn del ('limutoescept¡Clsmo o De lo religioso a ¡o
¡man-c pasando por lo secular D ¿Un “pueblo de Gaia"? o
¡,0 que hay que responder st a uno lo acusan de sostener un
. . ,_
.
‘(list'urso upot'uhpuco

;(Zómo no ser presa de la perplejidad al leer. en el dani" de


M.m,“u”:(,»\_-.¡¡u-tit<- titulado “The Human Age‘ con cl que comence
hL-“m’t-zt-nt-iu ".mterior. que 1610 e m una de las fechas posibles para
“mr dt, ¡cugrcnrt'zt al comien'l.o del Antropoccno?' ¿Por
qué 1610?
Pomue para entonces la reik)t'e.s‘tación del continente americano ha-
bn'suput'sto “¡filma-nar" una (.‘.'tntt'(la(l tal (le (IO? atmosfe'n'co que los
dinntu'logos podrían v.‘t|erse (le ella como un mínimo a partir del cual
medir su atunento regular. ¿Pero por qué esta reforestación masiva?
Sencillmnente (dicen los autores del artículo) debido a que. desde el
'ducubrimit-nto" de América realizado por (Iolo'n. la espada. pero str
bre todo el contagio. ¡exlertnimu‘on a unos cincuenta y cuatro millones
deindígenus.‘ Los “grandes descubrimientos". la colonil'ación. la lucha
por la ocupación (lei suelo, el bosque, el (20),... todo está allí. eso es

l ¡“mew dc]
1 | (lc ¡nur/.0 de 20H). Rovllcrdt) que Im cs.lr.tlígr.¡fus pnxumn
(¡ahh-r mb“.
hl munición
T“. (¡hu-"w". en los .«rdimentm donde colocar el (lam (¡coto
un Período geológico
tk- otro. En ul mm (lol Auunlxxcnn
mvmprc cn
tihputn. lu pregunta es si se (nun (le un período muy Lugo-cn lil
¡“nda cl “mmm”,
cumplen». muy breve «lealt- 1945- o intermedio (¡nm
)‘ \.i.‘t\litl. 201).").
2 lO CARA A CARA CON El. PLANETA ¿cómo (No) ACABAR con m. rm m; Los TIEMPOS? su

el Antropoceno: la antropologia mas la climatología en una por el motivo habitualmente aducido para hacer pesar sobre
en ‘ "
violen“ Pero n unca
toma de tierra ...* la responsabilidad del olvido del mundo maten'al.‘
d cn'sti ¡mismo
Pero 1610, ustedes seguramente lo recuerdan, es también
la fecha en
que se publico el sm.“ Ntmaus de Galileo, ese Mmtsqi'rr," ¡k (a, ¿"(ya
. . . . . . x
que hlZO salir -—dicen— la htstona universal de su “mundo cerrado" pa
. . r . .. . n
propulsarla al “universo tnmtto ." Acuerdense de Brecht (¡990)'
"HW (pomcncemos por el capítulo en que Toulmin reseña el asesinato del
10 de enero de 1610, la humanidad inscn'be en su diario: ciclo abolido'”
buen rey Enrique, hecho en el cual cree detectar el final de una época y
Reconozcan que las dos fechas congenian bastante bien. ya que
. la pn'h ¿1 pn'nripio (le otm. tan certeramen te como el clavo de oro colocado por
mera nos lleva a los limites de la I‘term de la cual la segunda nos hab“- ¡05 gcólogos entre dos capas de sedimentos para distinguir el Holoceno
arrancado en un comienzo; cuando nos creíamos en una naturalmu
del Antropoceno.
fin indiferente a la acción de los humanos, nos hallamos sumergidm en
un suelo quejamas' ha cesado de retroactuar a las consecuencias ¡input En teÏnninos prácticos. el asesinato de Enn'que IV envió. a los
vistas de nuestras acciones de dominación. pueblos de Francia y de Europa, un mensaje muy simple: “be‘ in-
Pero lo que yo había olvidado por completo es que la fecha (le 1610. tentó una política de tole ancia religiosa y fracasó“. Durante los
mas' precisamente el 14 de mayo, era también la fecha en que linn'qut- Iv cuarenta años que siguieron, según todas las potencias de Euro-
fue asesinado por Ravaillac. condenado por regicidio algunos dias de, pa. la tendencia iria en sentido contran'o (Toulmin, 1990: 53).
pués —ustedes deben haber tetnblado ante la estampa de. l‘Ïpinal (ch pam;
cida descuartimdo por cuatro caballos. . .-. ¿Que relación hay. me (limn'_ ¡Acabemos con la tolerancia! (.‘omienm entonces un siglo tern'blc. cl
entre esa fecha y las precedentes? Yo no veía ninguna. lo confieso, hy, XVII. cstu‘pidamente designado. según Toulmin, como el “siglo de la
ta que releí (¡o‘smopo'lu' (“la agenda oculta de la modernidad"; Toulmin, món", el de la revolución cientifica, cuando en realidad es el de la hom-
1990). ese libro injustamente desconocido. escrito por Stephen Toulmin blc Guerra de los Treinta Años que asoló Europa, así como hoy las gue-
(1922-2009). histon'ador de las ciencias y especialista en casuística (Toul- rm dc religion asolan Siria. Irak o Libia, y qtte terminó en el Tratado de
min. 1992). Hay fechas de la histon'a cuya coincidencia nos impacta tm Wcufalia con la disputada invención de los Es'tados soberanos. Si. según
to que nos senu'mos inclinados a ver en ello un signo del (lesu'no. Toulmin. la muerte del buen rey Enrique puede servir como indicador.
En esta conferencia. acaso mas' difïcil que las otras. intentaré contintnr esporque separa dos periodos: el de una nueva forma de certeza absolu-
explorando el on'gen religioso. o mas' exactamente (contra->religioso tzyel del pluralismo y el escepticismo." Frente a los horrores de Ia gue-
de esa notable indiferencia de nuestros contempora'neos a la mutación mqa no queremos oír hablar de apertura de espín’tu. de relau'vismo. de
ecologi'ca. Lo que torna dificil esta exploración es que exige mezclarh expcn'mentario'n y de tolerancia:
histon'a de las ciencias. de la religión cn'stiana y de la politica. comen-
zando por la gran cn'sis de las guerras de religión, y remontándost A partir de la década de 1620, las élites políticas y teológicas de
continuación —Io que va a parecerles aún mas"' extraño-, a la histon'a dd Europa ya no podían ver en el pluralismo de un Montaigne una
gnosticismo. Algo sucede en torno a este tema, aparentemente himno. opción intelectual aceptable, como tampoco la tolerancia del
delfm delos hem'pos. al que sería en vano querer escapar. En (lt-.tenninadi rey Enn'que, en adelante, les parecía realil'able en la práctica.
relación con la noción de inmanencia, encontraremos la clave de la indr'
ferencia a lo terrestre. Es'ta indiferencia es en efecto de on'gen religioso.

4 (Ao‘nsidero casi providencia] el imprevisto auxilio aportado a este capítulo por


la apan'rión de Francisco (20I5), ¡en el momento mismo en que yo perdía la
2 sobre lu que Charles Mann llama ’intereambio colombino' y la tmmÍOHmW esperan/a de volver este texto comprensible para mis lectores!
ción que le siguió. vem- Mann (2013). que es la continuación dc su mlnfnd 5 En el sentido ptmilivo antiguo (por ejemplo. el ret‘onquistzulo por Bralntni.
l49l. 2001) y de ningún ¡nodo en el sentido de aquellos que sc atan'.‘tron (lt- las
3 Alusio'n al título de Koyre (¡962: cap. lll). plumas de pavo real usando la expresión 'clitnattch.e'pticos'.
2 l 2 CARA A CARA CON El. PLANETA
¿CÓMO (NO) ACABAR con HI. FIN or. LOS TIEMPOS? 213

La capacidad de los humanistas para vivir en medio de las iria". m n0\'cd adcs con un espíritu
I Ien verdad cxpcn'mcntal, mezclando los
en CIchla como en religion o en politica. entre el
tidumbres. de las ambigüedades, de las dilerencias de opinión_ Mubn'micntos tanto
no había impedido en absoluto (según ellos) que los conflictos ¿Cgpc desmadre de un Erasmo. de un Rabelais o de un l’alissy.
religiosos se agravaian; de hecho (concluían), esa capacidad
misma había ocasionado que se agravam dicha situación. Si cm [,3 visión oficial de la Modcmidad ha intentado, pues. por ana-
el escepticismo el que los había (lejado caer, entonces la ccrtcm (ronismo. atribuir a los filo'sokds del siglo XVll el espín’tu de to-
era más importante. No se sabía muy bien de que, exactamen- lerancia. el interes por el bienestar de la humanidad. el respeto
te, había que tener la certel'a. pero lo que era seguro es que la dela diversidad, que pertenecían en realidad a los humanistas
inrmidumbrr se había vuelto totalmente inaceptable (1990: 55). del XVI: todas estas actitudes estaban ligadas a la filosofia escép-
tica que se suponía que filósofos racionalistas como Descartes.
¿Estaban esperando a Montaigne. a Erasmo? En ciencia. se encontrarán al menos en público, detestaban y rechazaban (lJ90(: 80).
con Descartes,"’ en religión, con Rek'n'ma y (.‘ontmrrelo'rma; en política,
con la teon’a de Hobbes y esa to‘rma de Estados soberanos que desde No hay que sorprendeme de que en aquella época, al igual que en la
entonces se llaman “westfalianos”.7 ¿Tenían la espemnza de haber tenni. mmtra. todo gire, tanto en ciencia como en política, alrededor de la
nado con las guerras de relim'o'n mediante el acomodmniento. la tolcmn. animación o la desanimación de la maten'a. la palabra clave aquíes aula-
cia, la negociación. la diplomacia y la exploración de formas inestables mia‘de movimiento. Lo que se va a inventar es la inercia de la maten'a.
de composición? Se verán conminados a elegir su bando entre ian'os csa matcn'a que va a servir para formar los mallas affad. Después de los
tipos de CCI‘lCZdS’ absolutas: poco importa de que tengan certeïa —ordcn desórdenes de la República, después de Cromwell, después de la deca-
político. interpretación de la Biblia, matema‘u’cas, derecho, relato expe- pitación (lcl rey (Iarlos. sólo reinará el orden si tanto el pueblo como las
n'mental, u obediencia al Papa o al Rey Sol-. 1.o decisivo. de ahora cn (mas son pn'mdas de cualquier capacidad autónoma de acción.
mas', es tener la certeza. las‘ difícil no leer esta cita compara'ndola con
el presente. ¿Para qué nueva Guerra de los Treinta Años tenemos que Los [contestatarios radicales de la época] tomaron todas las
prepararnos si también cuatro siglos más tarde laS' “autoridades políticas proposiciones [de los naturalistas] para vaciar las masas fisicas
y teolog¡"cas" consideran que el pluralismo es “por completo inacepta- [es decir. la Materia] de cualquier capacidad espontánea de
ble" para luchar contra el agravamiento de las guerras de religión? Hoy acción y de movimiento, como una réplica de las proposicio-
como ayer, la reacción a las' diversas formas de fundamentalismo puede nes para vaciar a las masas humanas [las “clases infen'orcs"]
cegamos. dc cualquier capacidad autónoma para la acción y, por endc.
Toulmin está tan persuadido de la importancia de esa fecha. lólO. para la independeneia social. Lo que nos parece una cuestión
que se sirve de ella para desplazar en un siglo lo que de ordinan'o llama- dc física basica. ellos lo metían exactamente en la misma bolsa
mos revolución científica —en adelante definida insistentemente como que los esfuerzos por imponer el orden inequitativo de la so-
un Contra-Renacimiento-f‘ En esa época, según él, se ensayaron todas ciedad. que habían rehuido en la década de 1640. A la inversa.
después de 1660, los intelectuales ingleses cesaron totalmente
de cuestionar la inercia de la materia [mr miedo a ser acusados
6 Toulmin (1990: 56) formula la intrigante sugestio’n de que el elogio del bum de pam" con los radicales regicidas ( l990: 121; el destacado me
rey Enn'que redactado en el colegio de La Fleche habría podido ser obndc pertenece).
un joven alumno bn‘llante de nombre René Descartes...
7 Ya sé que el adjetivo 'westfaliano" simplifica una enorme cuestión dc histom'
del Ls'tado. pero cs cómodo para subrayar ttxlas‘ las dificulutdes que tendrán ¿[810 no suena la'miliar a nuestros oídos? ¡Que la Tierra pueda reaccio-
que recoger aquellos que pretendan “gobernar el climu' (Aykut y Dalia". mra nuestras acciones incomoda tanto a los int(.'lectu.'iles de hoy como
20l5) conservando el modelo del Antiguo Régimen Climático. Retomantmtï's
llamenomíu de la materia incomodaba antaño a los defensores del or-
este problema en la última conferencia.
8 Tal es cl asunto del cap. ll. den CSIHblet'itlnl (km el Nuevo Régimen Climático se formula la misma
C c
214 CARA A ARA .ON EL
k PLANETA CTÓMO
. (No) ACABAR con El. FIN DE LOS TIEMPOS?
215
l habríamos dejado la
cuestión: cómo distribuir las posibilidades de actuar repam'endo las época de la certez'a
d'lismo modesto. atento absoluta para
235, las aptitudes. las capactdades. entre las cosas, los dioses a la Tierra y a la gen
, los al Pl“r m (amo te, abierto
a la religión como al arte-
Y las élites. Para imponer una cosmologta contra otra. 'I‘odo se mehr "c rcslpc:l csccpu'cistho, a la casuística,
a a lo razonable mas" q ue al
elaborar: el orden de la naturaleza no menos que e] orden a lo racional,
como siempre. lo que hay que Pensar-de la religión es quién Político y
l ten'z'a también
la
derecho de interpretar la palabra de DIOS... convertida H del Ann-gm, Régimen Climatico. Tias
desde en e ste largo paréntesis.
¿“Human [o dc ¡a vcrdadera I'evolueión
en la del Mercado. La defensa de la autonomía, tanto de científica , siempre
las I rn4) podrl-a r retardado
de la gente —negarse a que. otros. qute‘nttsqutera que sean. el ¡onnll‘ al In reverdecer. S“
, llmin t)bre todo, siempre de
, porque acuer-
sus Ieyes-. sigue siendo la gran cuestion tanto científica l las cuestiones ecológicas
como pelín-Q , y el aSCenso de
Toulmin llega tan lejos en su revrsnon dc la pen'odinción do <0" 1o .vil ¡mmm-al vuelven obsoleta la frontera una
habitual que de los Ls‘tados, esos
vacila en descn'bir el siglo XVll como el dc la ronlrm‘revolucio’n 50“."de a. ,cnmdos para poner fin a las guerras
(¡mI-“v monstniosin‘os sd haudvn de religión. Los Esta-
¿a9 Los nacionalistas harán abortar aquello que
los humanistas
habían por fin aprisionados en las innumerables
concebido (Daston y Vidal, 2004). la atención por lo dosnrslflacl'ran'lmnbs que redes
particularsemeh1C actúan en nombre dc otras lcg‘llímidades
una obsesión por lo universal; el arraigo en el que
u'empo es reemplamdo bodcmmlrlopocso a poco las fronteras.” l'llabríliamos pasado
por una visión intempoml, el escepticismo por de los Lew'atanes
el dogmatismo, la cam en guerra los “nos contra
los otros a os ltptttienses en guerra
u'ca sutil por la obsesión por los principios generales; con los
el cuerpo cup“, Mdos:
tado en beneficio del espín'tu. la broma por la
seriedad. el collage porto
coherente lo discutible por lo indiscutible. ¡Bastantes
burlas ha sopom. Sí ¡a ¡magcn política de la Modernidad
do ese Renacimiento, sin embargo! El corte epistemológico era el l .eviata'n. la auto-
7aIJi'ó -)a no, ridad moral de las potencias y de laS' supe
como sostenía Foucault, la “edad clas'ica" rpotencias “naciona'
de la Razón constmida sobn: lcs' estata' representada en adelante por la imagen
las ruinas de la “prosa del mundo"— el comienzo de un Gu-
de una contrarrcmlu llivcr que despierta de una siesta sin sueños para
ción —digamos de una Contra-Reforma descubn'rse
del pensamiento- que tomam’ pn'sionero de innumerables y diminutas
incomprensibles, las unas para las otras, la ataduras (1990: 198).
ciencia, la religión, la poliu‘ca
y las artes.lo Entre las manos de Toulmin,
la misma expresión “corte cpm" Un cuarto de siglo de spue‘s.
temológico” cambia de sentido: ya no es no podemos comparu'r en absoluto el opti-
aquello que pretende fundarh mn'mo (le Toulmin, q
tazón mediante un movimiento uien no previo' hasta qué punto podn'amos
radical que haría tabla rasa del pasada tgn'orar la rapidez." a la vez
sino aquello que, por desesperación de las' mutaciones ecológicas
ante la violencia, ha cortado (“odos en un nuevo ciclo y volver a sumergimos
los hilos que permitin'an pensar. de guerras. Pero lo que
La Razón se convierte en la prohibiaon contrarr-u'olucio'n vio, lo vio con clan'dad: si la
de seguir las razones.“ cie ntílica tuvo el electo
el decuPSo de de intemtmpir por un tiempo
Toulmin peca de optimista. las gu crias de
de una parálisis religión —y eso es l)ueno—, fue a expensas
En su libro aparecido en 1990, cree P°du
de l pensamiento,
regochuam’ de que el paréntesis modemista fijado por van'os siglos en un reparto
por fin se tenninam, dOOI‘C-‘d‘ onunado de
hada W al¡{Unos años. por causa de la irrupción funciones entre la
de las euesu’oncs ec políu’ca, la ciencia y la religión. bajo
ctom del Estado.
Y es por causa de esta parálisis que las
gicas nos vuelven
locos.
Ï oulmin presinu'o'
antes y mejor que Ningún
tamos cer mm es msm
9 Véase" p. 76 de este ca de] siglo XVI, esa época que el shock del des-
libro.
10 'l‘al es cl objeto
de la revisión que en toda su Horsl(al3"“
kamp (1996, en especial), Ohm 'UÏ‘Prende_ mpwn
del tema de la "Prom 12 Su libro
la ¿Poca clas"‘t'ca tal del mundo en (o aparece
son
l l insta como es descrita en Foucaull “9.66). mi emos de CII C I mismo momento
aparente oposición a pxttflw que Lam!" (“9‘l )' “us
al racionalismo, pero que en realidad 06':tn ¡3 l) (l “(89 propicios .Im ¿“’"w"
de los caminos de misd c Ltt para una nue“: pen'txlimciu'n de L't l‘uswm'
la ml'n'n. consu'tuyc el olJ)‘eto (lc “Hour ' '
apanrio'n
dcl ¡im-0' e] rumbo de .
(20]- )' emo. al la historia. no ha seguido este linea-
menos nt , todavíam
¡o que será objeto de la octam confercnna
2 16 CARA A CARA con ra. PLANETA ¿como (No) ACABAR con rar. FIN nr: ms 'rnzm'os? 2I7

cubn'micnto de lu Ira-r'as nun/as volvió tan inestable y tan im-cnu‘va 055,110 capaces de compartir los sufrimientos de perfectos extraños.
hem
tan ua'gica para aquellos que fueron “descubiertos'... Lo que ¡al m1.": de nosotros. y"! sea por “solidan'dad proletan'a"
infinitamente alejados . _
desestabilizar es el shock del descubn'miento de nuevas manrmr de un! M“ nombre (le la “(.omnnion de los Santos o, sencrllamente. por hu-
sobre la Tierra. pero podn'a tomarnos igualmente inventivos: tanto nm si
minimo. No. en este czrso. es como hubiésemos dtridido fmmanlrfl in-
cuando esta vez somos nosotros, nosotros mismos. quienes nos hallamg, “¡Ma las reacciones de cierto tipo de seres —|os que estan ligados. en
al “descubierto'... nmp3labm, a la ext aña figura de la maten'a—. Dicho de otro modo. lo
ut hay que comprender es por qué no somos verdaderos rnaterialistas.
‘l
FJ on'gen de esta ínsensibilidad es antiguo. Jean-Baptiste Fressoz pro-
Puso llamar “de.sinln’bicio’n” a la actitud por la cual. desde el siglo XVl'll.
Y sin embargo. ante la mutación ecológica, en lugar de aClÍh’tmog m (¡da tel que sonaba una alerta sobre los peligros de tal o cual acción
todos los sentidos. como nuestros ancestros ante el dest‘ubn'mienlodt indusln'al (fiilm'ca de soda o alumbrado a gra). de tal o cual desarrollo
tierras nuevas. nos quedamos de piedra. indiferentes. (lesilluionadm m’nlífico (mcunacio’n o inoculación). de tal o cual toma de tierra co-
como si. en el fondo. ya no pudiera stlccdcn’tos nada. lis eso loque ¡hay bm'al (desforestación y plantaeiones), se tornó la decisión. de manera
que comprender. mas'omcuos encubierta pero siempre explícita. de seguir adelante como
Desde luego, podemos apelar a la inercia de las costumbres. al miedo fuere. Después de un terrible accidente ferroviario (el pn'mero en esta
a la novedad. a los embn'agadores beneficios del consumo. a lajauladc modalidad de transporte). l.‘trnartine. nuestro gran poeta romantico. ex-
hierro del capitalismo: podemos acusar a la influencia de los Inbbus' que (hmó: 'Hay que pagar con lágrimas el precio que la Providencia pone
trabajan activamente por desinformar: o tener en cuenta los lrabajosdz ¡sus dones y a sus favores [...]. La civilización también es un campo
los psicosociólogos sobre el miedo que paraliïa en lugar de hacer reac- de batalla donde muchos sucurnben por la conquista y el progreso de
cionar (Hulmc, 2009). Es posible que todo eso sea verdad. l’ero cn fin. todos. (,o‘mpadezcarnoslos, cornpadel.'cámoslos y avancemos" (Frcssoz.
si a uno le anuncian que su casa está en llamas. por mucha que stasu M2: 273). Ese “¡zu."tncernos!" es admirable... y qué wrleroso es aceptar
pere-ut, su psicología y sus antecedentes, se preeipitara' fuera de ella. y terneran'amente las consecuencías de una acción arriesgada. ¡sobre todo
la última cosa que hará mientras baja las escaleras a toda velmidad es (nando. de generación en generación. recaen sobre las cabe/"as de los
discutir. entre rellano y rellano. si los bomberos que despliegan en ese hips' de los otros!
momento str gran escalera son bomberos de verdad y si en un 00. ocn un No es. pues, que no hay." habido alerta; ni siquiera es que las campanas
95% tienen razón de venir a rcscatarlo... Si estuviéramos en una situa- dtalcrta hubiesen sido iirr‘iosamente desconeetallas; no, las sirenas ulu-
ción normal. ante la mínima alerta relacionada con el estado dc la Tren: lana toda maquina. pero de todos modos se decide vin'lmente no dejarse
y de sus bucles de retroacción, ya nos habn’amos movilizado, como lo M"'mpor los pelim‘os. Si hay inhibición. en cambio, es sobre la velocidad
hacemos por cualquier cuestión de identidad. seguridad o propiedad. de tracción ante las catástrofes engendmdas mais tarde. Las dos acu'tudes
La pregunta por lo tanto es esta: ¿por qué las cuestiones ecologl'hs WI ala par. evidente,mente: desinln'bieio'n para la acción hacia adelante:
no parecen involucrar dirrrrammtr nuestra identidad, nuestra seguridad inhibición para el registro (le las consecuencías retroactnas.“ Vin'lidatl de
y nuestras propiedades? ¿Por qué no estamos en una situación nonml. "Blade; impotencia del otro. El tiempo tiene tan poca influencia sobre
banal. mundana, ordinan'a? No vengan a decinne que lo que hace h Macu'lud que aun dos siglos más tarde la encontrarnos intacta en las
diferencia" es la importancia de la amenaza o su distancia con respt‘f' 'Gpt'mmas" de la wang'r'nrm'ng: las" eonsecuencias desastrosas estan bien
to a nuestras preocupar iones cotidianas. Reaccionamos en bloquc ante ¡dt'ntiñcauL'ix pero de todos modos se sigue adelante, aprestandosc a arre
el menor atentado terrorista, pero que nosotros seamos el agcnlt' (ich mtlcmcuxzindn a los opositores de excesiva pusilinn'midad. y en Imposible
sexta extinción de las' espec ies terrestres nos suscita apenas un bosta-0
delilunionado. No, es la ¡eat lividad y la sensibilidad lo (¡ue hay que colw‘
derar. (kilectivamente. rlrgnnm aquello a lo que somos sensibles )'-'|‘q“c'k' l-l Anahi.” r \.|\ r tninzulicciones fue el gran proyecto de Uln'ch Beck. al Partir df
a lo que hay que reaccionar r.‘¡pidarru-Vrite. l’or lo demas. en otras Cl"Km Iu null: ¡lu ¡ru/ur (2003 “9861).
2 ¡8 CARA A CARA CON EL PLANFT.A ¿cómo (No) ACABAR con El. rlN m; LOS TIEMPOS? 2t9

acelerando mas', a fin de volver la situación ele‘cu‘xmnente irrevcm'mc (k e” ¡a corten, pero prohibie‘ndonos repartir los niveles de confianza cn
hecho —siempre en nombre de la “necesan'a modemización" (Hamn mnu‘ón de lo que cada dominio demanda realmente —y sobre todo. del
loq
20133)—."‘> ¿De donde viene esta extraña maneta de lanzarse una y olla ¿PO dc seguridad que puede proporcionar—. ¿Cómo podrían la religión,
tu
en una aventura con los _ojos bien cerrados? h política. la ciencia, la naturaleza, las artes decir lo verdadero de la
Yo querría explorar. en esta conferencia, el on'gen religiosa o mas. con el mismo glado de certeza? ’aia descubn'r el on'gen
misma maneta.
exactamente mnlmnrh'gimo. de esta elección. de esta decisión en fzwordc ¿(la dcsinllibición. hay que l'CIIlOHlillït.‘ todavia mas" lejos, mucho antes
la desinhibición. Para eso. es necesario remontarse aún mas lejos en d ¿(la wlución aportada por el Estado. solución que congelo’ las lineas dc
tiempo. antes del momento en que el nudo de la ciencia, la relimo’nyh conflicto. pero que no aportó ninguna paz verdadera y que. sobre todo.
política se volviera inexm‘cable. Si ustedes recuerdan la conferencia“ paralizó a los Modernos en el rem'stro de las reacciones de la matcn'ali-
tenor. la expresión “contrarrevolucio'n científica" empleada por Stephen ¿3d a sus |I)ll()\d"Cl0n es.
Toulmin ha debido recordarles esta otra: "contmrreligión", propucsu ¡Porqué estoy tan seguro de que debe buscarse en la religion el origen
porjan Assmann para acentuar el contraste entre las religiones llamadas ¿(laa fonna cun'osa de indiferencia a las alertas sobre el estado actual de
tradicionales. relau'vamente indiferentes a la cuestión de lo verdadero hnatumlcu‘? Debido al resurgimiento. o incluso a la omnipresencia del
y lo falso, y aquellas para las cuales la cuestión de la verdad se mehr ténnino (¡patch/Isis. En cuanto uno habla de las mutaciones ecológicas
esencial.lb El “verdadero” Dios no puede compararse con ningún otro, (on alguna sen'edatl. sin siquiera alzar la voz, inmediatamente se nos
pero. en cambio, uno puede llamar “Dios” a muchas otras auton'dadcs ¡(usa de sostener un “discurso apocalíptitto" o, en una versión mas" ate-
supremas —por ejemplo. el Estado protector o la Naturalcta' conocida nuada. un “discurso catastro’fico". Más mie afrontar de lleno el asunto y
por la Ciencia-J7 Eso sucedió cuando fue necesario clausurar ldS' gucms responder: “¡Pero sí, desde luego, ¿de que quiere usted que hablemos?!
de religión: hizo falta pasar de una instancia a otra la fuente de la corten LaModcrnidad vive, toda ella, en el Apocalipsis, o mas" precisamente.
absoluta. (omo vamos a reconocer, des/més del Apocalipsis. Es por eso que ella
Para evitar que nos degollemos unos a los otros en nombre dc certens mis'ma está condenada a no comprender nada de lo que la histon'a le
absolutas de lo mas” contradicton‘as, vamos a estabili7ar el colectivo alre- ¡porta (le nuevo. Por lo tanto. hay que aceptar mostrar definitivamente
dedor de una demanda de certeza, pero, como dice Toulmin con tanta un dnc'urso apocalíptico en tiempo present/Í.
gracia. ¡sin estar seguros a propósito de qué debemos tener la certeza!"
¿Del ideal político? ¿Del progreso de laS' ciencias? ¿De la religión estable
cida? ¿Del progreso económico? Por temor a la violencia, nos refugiamos
Ses tan dificil hablar de religión, no es sólo por causa de la creencia
lmpliamcntc difundida de que la cuestión religiosa habría quedado de-
¡5 Encontramos la mls'ma idea de acelerar en lugar de invertir la (lire«ion'dd finiu'vamentc atras. sino porque se nos ha vuelto casi imposible retornar
frente de modemiu'cio'n en el 'manifi -sto ecomodemista', disponibltm
¡loque pudo significar antes del armisu'cio del siglo XVII, es decir, antes
«hebreakthrougliungz [a versión partx’lica o critica, según (¿most hk¿_
es propuesta de “'illiams y Srnicek (20H: no confundir su ‘acelemcionan' dtsu mutación hacia formas de certeza absoluta para las que la religión
con la ’gmn aceleración“ presente en Stef'fen y otros. 20lñl)). la pregunn“ “Gesta mejor preparada, en el fondo, que la ciencia o la política. (bmo
si hay que seguir compitiendo para aven'guar cua'l seni el más ‘decididum
te modcrno’. ma'acn algo. la religión no presenta el mas“ minimo interés. y hacemos
¡6 Tema retomado de manera iiias"' radical y en una forma mis bre“: cn bkncn ya no prestarle atención. LdS' formas que la han traducido en el
¿“mmm (2009). (Uno del (Ít'mpn. si las separamos del movimiento que las hizo nacer, no
l7 Recuerdo que el nombre dado a una instancia es menos importanle .que lb
funciones de las' que dicha insmncia esta' dotada. Lst‘) es lo que pemillc li Pueden (la! nm otra sensación que la de un cúmulo de reliquias, sin otro
traducción entre formas apart-nteniente distintas" de instancim stlprtnm‘fd uk"que algún valor e'tico. estético o patrimonial.
trazado de una growlítica. Véase' la conferencia previa.
YSín (-mlxu-go. si la religión —en tanto contrarreligio'n- pennanecc
¡8 'No se sabía muy bien de que. exactamente. había que tenerla (CNICH- Pd“
lo que era seguro es quc la ¡nrmidumbnvsc había vuelto totalmente mm?“ fina. sigue siendo lt-cunda, es porque se ha descubierto que se puede
blr' ('l'oulmin. l990: 55).
“un ‘l‘ll' (lt'l)('lll()S vivir en el “u'empo del fm", en el scnu'do. a la vez
220 CARA A CARA (.‘ON El. PLANFT.A ¿como (no) ACABAR con rar. FIN or. LOS TIEMPOS? 22r

preciso y en extremo inestable, de que los fines han sido deliniu‘ra ¡w ¿c "mind definía-ua, pero‘de aqui en más las dos nociones se encuen-
menu
alcanzados, en el seno del tiempo. y que sólo pueden realizam. lnn mgmbladas" bajo la mas improbable de las formas: en la masivo,
gmfla'r
a él. Como ya hemos señalado en la conferencia previa, la ve rdad minado número dr puebla: dice (mer. la absoluta certaa de haber altanzado
qUe
semejante descubn‘miento expresa no proviene de un grado ¿fin dz los (inn/ms. de haber llegado a otro mundo. y de estar separados
. . . . d° "(no
u’ particulamrente Importante, srno, al contrario, del despliegue, rich ¿e ¡os tiempos antiguos por una ruptura absoluta. A esos pueblos ya no
reanudación, de la incorporación de ese término, “definitivo”. Si cs dm Puedc sucederles nada grave, evidentemente, puesto que se creen desde
niu'vo, entonces, en efecto. podemos traducirlo por “absoluto', “cie ' “¡un-Pre err el “fm de la histon'a".“' ¡Por lo tanto es inútil din'girles discur-
“seguro”, “presente”; salvo porque, como se trata de un frrr de los wapocalipticos anunciándoles el fin de str mundo! Ellos responderán
pos en el límnpa, sentir esta verdad es volverse sensible al hecho (lc que mn condescerrderrcia que han pasado al otro lado, que ya no son de este
ella es también incierta, poco segura, relativa, frágil, ausente ¡y sic-mprc M que ia nada puede sucederles, ¡que se han modemizado resuelta,
por recomenzar! ddinilim. cornpletaunerrte y para siempre! Que su único movimiento es
En la medida en que vivimos en esta tensión, comprendemos lo que u'g'cmpre mais adelante, nunca hacia atras'. Su divisa es la del impen'o
puede significar la irnrpción de la contran‘eligio'n y esta nueva formadg español: I’Ius ultra.“
histon‘cidad que se ha impuesto en el curso de la historia.” l's‘ parado]; En efecto. lo mas" t-.\'traordinan'o es esto: esos pueblos que se dicen irre-
co, en efecto, vivir el tiempo que pasa, a la vez corno aquello que sedrsl ¡“Mrs e r'rrcr't'-(lrrlos, laicos y seculares, extraen de la contrarreligión que
tingue radicalmente del tiempo de los fines y, no obstante, como aquello haha precedido su sentido mas" profundo -es verdad que se puede vivir
que realiza dichos fines. En cuanto perdernos esta peculiar forma de hrs." me] tiempo del frn- invirtiendo el significado de dicho descubn'miento
ton'cidad, aunque sea por un instante, perdernos el sentido de la verdad «¡su exacto contrario: ¡ya no hay que dudar de que el fur de los tiempos
religiosa. Hasta que volvamos a comprender‘la, en el siguiente intento, ¡haya hecho realidad definitimnlente‘. ¿Qué es lo que se perdió por el
La contrarreligión, como su nombre lo indica, no cesa de lurhar (mina amino? La dudar. la inet-r‘tidurnbre, el temor y el temblor ante la imposibi-
ella mtsm'a. Vemos allí la dificultad de captarla, y el origen de su podera Wmdiml de que los tiempos puedan terminar y de que su realización
la vez lr'bemdor (los fines se han realiza-do) y tóxico (¡una y otra vez nos pueda prescindir del fluir del u‘empo. Todo reposa en una minusc‘ula
exponemos al n'esgo de equivocarnos respecto de los frnes!). mlinteqnetacio'rr del termino “definitivo”. Los Modernos son aquellos
Que este tiempo del fin se haya expresado en innumerables creencras'. qxhan logrado ponerse al abrigo del u'ernpo que pasa, apropiándose
constantemente remendadas, no es lo que nos interesa aqui; tarnpoto delamas' peligrosa. de la más inestable de las formas de conuarreligión.
que a partir del siglo XVII estas creencias se hayan convertido en (ene .00th0 no iban a estar desiuhibidos? Creyendo combatir la religión, se
zas que defender contra la competencia de las ciencias y de la política: tnnruelto irreligiosos en el sentido invocado en la precedente conferen-
todo eso sólo desviaría nuestra atención, Sin embargo. no conozco nada m"han hecho de la negligencia su valor supremo (Serres, 1990).Ya nada
mas” desalentador que seguir la huella de la progresiva degradación de puede ocum'rles. ¡Ya están, y para siempre, en otro mundo! Ya no existe
las innovaciones religiosas en simples creencias a defender —o peor, cn otra dirección que hacia adelante, como si la vuelta atras' les hubiese sido
policía de las costumbres—.20 Para nuestro análisis. lo importante es qlK. zmpurada.
en el momento en que este régimen de historicidad ha dejado dc str
comprendido, todo parece indicar que se hubiese cortado en dos el enig-
ma planteado por la contrarreligión. Hemos retenido el tiempo (id/¡nyb 2] Sin intención alguna al respecto. Francis Fukuyama 0992) diagnosticó
muy acertadamente la situación postapocalíptica de Ls‘tadus Unidos y la
imposibilítl.‘td en la que se errcuentm desde hace treinta años de reanudar
la hiuuricidad. Aquellos que han terminado con lrr historia, ¿cómo podn'nn
19 Tema das/¡co a partir de Lówilh (2002). interesarse en -o memmente comprender- lar nuem geopolítica de una
20 lis lu que nos hace .‘rgirutr el oírlo cada vel," que. en el seno urisrno dt: h Tierra rrru'lu'ple?
institución r-clesiástiur, resuena mm rnrr'srcxr que recuerda la mdimlrthd dd_ Y? ¿(kinrn podrían unos Modernos cuyo orgullo y cuyo ideal consu'ten cn [mn-
movimiento que le dio origen —corno es el (¡iso (le Fmrrcr'sxo (Z‘Olyñl. (“Pm qulur hn (alumnas de Hércules. hallar sabor. orgullo, ideal o una política cn
ginalidad se mide por los eslt'rerms tlesrrrollndtn‘ para ahogar su rmpaClO‘ Cl "¡muay límites"?
222 CARA A CARA CON El. PLANFT.A
W ¿cómo (N0) ACABAR con El. FIN m: 1.08 'mzmms? 223

Fue En'c Voegelin (1901-1985) quien —en un libro tan gcm'al (o “JI-.0 .y por lo tanto el Anu'g'uo y el Nuevo Testamento- una nueva
poco conocido: La nun/,0 a'ma'a dz. la política (2000b)— llamó la alencn¡0'-m° dd que e'l llamaba el reino del Espín'tu. ¡Es con este reino como las
sobre esta operación de inversión. El tiempo del fin. tanto en la ¡“midi NEWS} puedo alreverme a hablar de este miodo. se van a echar a perder!
judía como cn la cn'stiana, ya había sido objeto de numerosas han“? ¿mm-0'". cl punto de divergencm, al comienzo. es minu'sciulo. tan mi-

ciones en la forma de un fin dl. los (¡mn/ms. posible, previsible y, dm: nu“,u¡o_ por lo demas, que los papas no ven nada que tobJetarlc a la
luego. esperado. No em ya el fin de los tiempos en el tiempo que m modos. levemente balrz’lalme) (lt-Joaquin: esperar el
ortodoxia (deltodos
era el final, la interrupción final del tiempo que pasa. l’ero esc dub-u n¿no del Ps'plrltu parece una interpretacmn perfecta de ese doigma de
miento conllevo’ una continua duda sobre la veracidad de (liclta "¡dub hemsnmción. que se. define muy bien por la eternidad m el tiempo.
ción. Poco a poco. y especialmente gracias a las numerosas' glosas dd gd“, Porque joaquin hace de esta espera, por definición imposible de
Apocalipsis deJuan. el apocalipsis, en el sentido de revelación (le (it-m, controlar. la realil'acio'n mi la historia delfm de la histon'a. ¿las‘ lo mismo?
régimen de histon‘cidad. se convirtió en un discurso sobre la cspcm del Namuchen bien. es más bien lo contmn’o: las relaciones entre el fin de
fm del mundo.” ¡“tiempos y la finitud del tiempo se han invertido.“ 1.a histon'a, en su
Ahora bien. si ustedes han comprendido lo que precede. nada no, ¡“me mmimiento. se. pone a acarrear ¡la trascendencia que le pone fin!
auton'za a prever. a predecir. el fin del mundo -sólo es posible proa; eso significa que podremos escapar a la inmanencia... Tanto como
carlo o implorarlo—. "Fin" quiere decir en primer lugar culminaciómm ¿»mpuiur ajoaquín no sólo a establecer correspondencias entre las
segundo lugar. finitud.‘ por último, revelación, pero siempre en y con el ¡{un}! (¡el Antiguo y del Nuevo Testatmrnto, como siempre se había he-
u'cmpo y (sobre todo) por su intermedio. Eso incluso da un Valor com cho [:“u'tllllt'll, 20011). sino además a io‘rmular verdaderas prtvm'bna his‘
pletamente nuevo al tiempo que pasa: trae. y trae por si sala. la culmi “¡tu que e'l pretende verificar mediante un impresionante ejercicio
nación final. ¡que nunca lo es! Lo que dura para siempre no dura uno demunei’olnt"ia. lil curso (le la histon'a cargada de eternidad se vuelve
por aquello que no dura. Para permanecer dentro del espín'tu dc cm (“mk/¡[r pala .‘iquellus que saben prever con certeza su derrotero.
situación estremecedora, la última cosa a la que habria que escaparcs En manos de los comentaristas dejoaq uín, el minúsculo mau'z va a am-
al u'empo. Pero a muchos se les da por oponer el tiempo que passa] phi’rsc en una transitH'ulat‘ión radical del mensaje: la espera continua del
tiempo que debe terminar para acceder a lo que dura. lts' el caso dc los momo del Hijo —del que no sabemos “el día ni la hora” (Mat. 25.13)-se
milenan'stas. 0. por un giro todavía mas” extraño, a otros se les da por loma la certeza de la realrlación. aqtu'almjo, del reino del Espín'tu. Pero
afirmar que a partir de ahora el tiempo de la espera ha terminado. que mlízar aquí abajo la promesa del mas" alla’ significa. inevitablemente.
la histon'a ha terminado, ¡que muy pronto tenninam’! Desde el momento paar dc una definición digamos espiritual hacia una forma de poliu'ca.
en que se traduce el “tiempo del fin" por el “fin de los tiempos“. unos: Abandonamos entonces la solución sensata y precaria de san Agustin.
encuentra al borde de una metamorfosis vertiginosa... y la tentación de que consistía en no esperar nada de la (.‘iudad 'I'errena, sino todo de la
pasardelatro lado, abandonando el tiempo de la iinitud y de la mortalidad, Gudad (k-leste. Los monjes de la5' generaciones siguientes. entusiastas
se vuelve irresistible. ¡«(cres de joaquin, sueñan, por su parte. con realizar de una vez por
Voegelin atn'buye ajoaquín de Fiore (11304202) un papel central todasla Ciudad (.‘eleste aquí mismo, transfknmando radicalmente la (Jiu-
en esta gradual incomprensión del mensaje apocalíptico (deberíamos dachrrenu. ¿Y quién va a gobernar este reino, vuelto. de este modo,
decir: en esta gradual y paulatina moderni'lación que simplemente bo Políuc'o-rcligioso? ¡lus‘os mismos monjes de vida asce'tica, inspirados por
rrara’ el on'gen judío y cn'stiano de este mensaje) (Lubac. 2014 [198”. thn'turas.‘ Tan insensible como radical, la transición comiema a per-
Gonu'er. 201]).Joaquín, en efecto, añadió a la división tradicional dc los
cns'u'anos (de por sí, muy discutible) entre la época del ’adre y la e'pofl
24 ‘l-Zn el t msn de la historia, pam nuestra sahncio'n. 'ya no tenemos nada que
esperar ' (lo que no significa: nada que explotar. que cxcamr. que descubrir.
que ponen en Illáll'Cth): nada y. sobre todo. no un ‘Espín’tu’ que han’a ‘wpo
‘23 Véase la excelente Serie de televisión de Gérard Mordillat ,vjc'ro'me Pncut. nu' al (Zlistu. destniyendo con su Iglesia el medio para conu'num n'viendo dr
LA'poralypu (2008). m Espuilu' (l.ul);ie. 2014 [1981]: 156 y 194).
224 CARA A CARA (ION El. PLANETA ¿como (no) ACABAR (ION rn. rm ¡»21.05 1‘ll>.'\.lPOS? 225

vcrtir tanto la religión como la política. A parúr dc ese mamen",


¡a .u‘ “a necemrin para que ciencia. política y religión no se marlen. Los
pobre política, tan impotente, tan modesta, tan concreta, siempre
andamos. según Voegelin. llegaran a creer que por fin se puede pasar
engañosa. ¡va a cargar con el peso aplastante de volver realista el reino ¿d'mnblor ante lo inacabado del mundo —la teología políu'ca propuesta
del Espín'tu! La religión tan frágil. tan insegura de sí misma, ¡tendrá qut
Por gm .-\;,mstín— a una nueva posibilidad que sería la culminación del
hacerse cargo de regentear el curso del mundo! 1.0 quc ra a (1mm,
mundo de aquí abajo mediante la intrusión del Espín‘tu... y de sus su-
todas las furias de la lriston’a occidental es que. evidente")Cnlc. ni lapt, (¿111m5, Vivir a la espera del Apocalipsis es una cosa; vivir después de su
lítica ni la religión pueden cargar con semejantes fardos. Jamas" de},t «¿tirar-ión es otra muy diferente. 'I‘al es el movimiento dado a la contra-
hacerse que la política degenere en mística por miedo de que la mísu‘q moligio'n antes (le la Reforma. Reforma y (Iontrarreto'mia cada vez mas'
degenere en política. mk‘ntas. ya que no harán otra cosa que encadeuar una sen'e de reaccio-
¿Acaso esto les recuerda algo? Tendrían perfecta razón -nos dim men el fondo inm'itahlcs. a la previa poll'til'ación del espin'tu religioso
Voegelin- al reconocer en esta figura de la contrarreligión aquello cn ¡grada adelamte por los interpretes de las predicciones dejoaquín. Una
lo que -según los modernos- no cesara'n de converu'rse. Despojcn de wziniciadzts las guerras de relig'o'n, ya no habrá otra solución que aque-
hábito a los monjes; olviden esos términos que sc han vuelto arcaicog bun bien analizada por Toulmin: el Estado, enseguida apoyado por la
“HJïo”. “Espín‘tu'. “reino”; olviden la mención del Nuevo límngelio; u'o Ciencia... y los dos muy pronto engullidos crudos por el Mercado.
nen ante ustedes el atenador proyecto de confiar a militantes. inspirados
por la certem' de las' verdades de arriba, la realización del l’arai'sosobrch
Tierra. Si, exactamente: el ejercicio del terror. Ya no la Tierra que n'bra
bajo la presencia de un Paraíso que ella es la única en poder realizan: Tzlwr se esten preguntando cuál es la relación que puede tener con las
condición de no confundir la una con el otro, sino una Tierra comem‘ mtstínntw' ecológicas este rodeo por la historia de la teología políu‘ca.“
da en la realidad (siempre virtual) del Paraíso mismo. Las promesas del Pero el vínculo es tan directo como repenu'no, y reposa enteramente
mas' allá se han transformado en ulopu'u. ¡Lo qtre no sería demasta'do sobre la palabra ¡nmunrnlizarión que Voegelin utiliza para resumir esta
grave si a muchos no se les hubiese metido en la cabe7a transcn'birlasa m‘vnin’n (le sentido de la palabra “definitivo”. Es ella la que les hará
la realidad! Realización llevada adelante por militantes (no confundir perder la Tierra a los occidentales, al cortarles el acceso a la inmanencia.
con acu'w'stas)"-" definitivamente inrnunil'ados contra la duda. puesto que Entierro. la historia relatada por Voegelin no va de la trascendencia a
habrán pasado al otro lado de la ¡ncmidumbm en lo que concierne al tiem- hlnmilllcnt in. sino de una epoca en la que el vinculo entre ambas per-
po y a su dirección. Los fines ya no son lo que esperamos. sino lo que mnm'a inestable hacia otra época que ya no ve en lo inmanente sino la
poseemos —y lo que desde luego, inevítablemente, nos va a tmicinnar-. dtfinitim inserción de lo trascendente —y su fracaso—. Daría la sensación
Según Voegelin. no se juega impunemente con el reino del hs‘pin'lu. dtquc no sólo la inrmrurneia. sino también la maten'alidad, fuesen a
joaquin de Fiore, como buen monje que era, creyó muy piudoso añadir desaparecer como aplastadas bajo el peso de esa trascendencia postiza.
una época nueva a la historia universal para completar la del Hijo; solo' Sila historia (le los Modernos hubiese consisu'do en pasar del abando-
logró [ionerfm ala del HJi'o, introduciendo aS'í en el mismo cn'stianismola w‘dc las ilusiones del mas' allá a los sólidos recursos de aquí abajo, toda
desaparición programada del cristianismo (Voegelin, 2000a, resume su ¿hit habría vuelto (¡lenta a lo terrestre. Pero, para aquellos que inmanmliza-
argumento en unas cuantas páginas). La moderníl'acion consena todos deula', ya no hay Tierra que sea accaibIe. L0 que la modemil'ación u'enc
los rasgos apocalíptjcos, pero en adelante se priva de la inceru'dumbrt

26 la designación “teología política" fue introducida por (a'rl Sclnnitt (1988)


25 Toda la Íilrnofia políu'ca dejohn Dewey (2010. en especial) cons_ls'(€ funk) pam designar lil arqueología de los principales conceptos politicos que la
grar distinguir ln expen'nientncio’n ligada .1 la practica de la investig'rlfilonrddd‘ ¿pour moderna cree haber secularil‘ndo. pero que (¡IC siempre cn esquema
la aplicación de unn verdad. lis-o es lo que permite diferenciar :¡l activista lcológirox aún activos Aquí lu adopto para subrayar uno de los rasgos consti-
miliumtru So‘bre esta relación dc la política con la verdad. véansc ¡JPPm‘m‘ tutinn (le la r mururreligión que se refiere a la incertidumbre sobre lo que es
(2008) y. allí. mi prefacio.
setular ¡v lo que es religioso.
\M.e.w..
226 CARA A CARA CON El. PLANETA ¿como (N0) ACABAR con i»;
L FIN m; lDS Tiempos?
de paradójico es que cada vez mas‘ .ha perdido de vista c
(¡alquier afirma en su libro que la historia
de los occidentales
con lo mundano. con la materialidad: ya no ve otm (053 con Yaegcli n ncrjunlas estas tres formas n
mundo sencillamente e de religión. Cic erón
mundo, que el otro inmanenu‘mdq ligne l soslt.‘ no uma
entiende
I sobre ¡os dioses de los filósofos.
Agustín no
los Modernos se sientan tan perdidos... ¡al punto de no sab: ¡(aqui (09 algunliols dioses de los entiende cosa
romanos. Hobbes no tien
han sido Modernos o no!27 Dicho de otro modo‘ Sl. ¡OS rn “una .derqd para e siquiera la
c1 Dios de Agustín (2000a: míni-
den el mundo no es por exceso de maten'alismo, ug xI)<.|2b2'2:_¿:23). Lo que 138,- en especial. sobre
sin o después de interesa a Vocgelin es la his
sobredosis de trascendencia mal aplicada... ton'a de ma pa'dida
una Hobbc'svfidml v los medios para recuperar
una "diferenciación
Observemos cómo procede Voegelin. Pn'mero ¿Mmmm n'o ¿“cm-dar max'im '
procura cOmpm ninguna de las formas
de dónde proviene la inestabilidad de la contrar I'L‘lllgíón de religión inventada:
"de:
(¡c- q‘" Pcnrso dc la historia (200021: 127).?" Se toma muy
Assmann que, por supuesto, él no utili7a, pc r0 que "¡lino de
tn ¿dlch'mÁdirÜ-ón_ el en sen'o. pues el
clarifica muy modo de existencia, propio de esta forma
movimiento que describe). bien d particular
dci:(¡Joomm"diran-ó,1 asociada
al cristianismo. Pero lo.que va
“¿Qué incertidumbre particular podía ser lan m‘medimmncmc es que C‘se. a subrayar
[mmm que ¡modo dependede una Incertidumbre
la hizo falta recum'r al dudoso medio de una inmanmlzza'a‘o'n Para supcm gnndc que usa conu-arrcllglon tan
W“ . no podra resistirse a la tentación
(Vocgclin. 20003: 178; el destacado me pertenece.) de des-
W mcñc de ella:
Para captar la solución que él va a dar, hay que desliac
erse (le eses PR,
juicio inextirpable según el cual la religión —cn'stiana
e n particulap no [a respuesta no se hace esperar: la incertidumbrees la esencia mu.‘
scn'a mas' que un tejido de fábulas engullidas
crudas. Este prejuiciou] ma dd rn'sliunimm. El sentimiento de segun'dad en un “mundo
vez sea val'ido, pero tan sólo después del armisticio
que. confundiendo lleno (le divinidades” ha desaparecidojunto con las divinidades
todas las diversas fuentes de verdad en una competencia
perdida dc anto mismas cuando el mundo esta" desdivinizado. la comunica-
mano por alcan7ar la certeza indiscutible. empujó a la religión
al (logm ción con el Dios ttas*cendente al mundo se reduce al vínculo
u'smo. Voegelin. y ese es su inmenso aporte, parte
del principio (le quese fm’gilde la fe (2000a: 178; el destacado me pertenece).
debe poder remontar hasta la fuente de esta vibración
propia (le la con
uarrcligión y el tiempo del fin. Lo‘sa rarísima, él es por lo demas'
cnpazde lasanliguns divinidades, laS' de las religiones capaces de compararse las
aceptar un pluralismo ontológico en maten'a de religión. Y nos imita.en ¡mas con las 01an mediante esas tablas de traducción que he tratado
efecto, a reconocer (ra tipos diferentes de autoridades supremas. en
htonferencizi anten'or —Vocgelin las llama “cosmológicas'-, fueron de<
“Oradaó por el fuego abrasador de la contrarreligión. Las religiones de la
Desde un Punto de vista terminolo'gico, será necesan‘o distin- filiación —tal es el sentido de
la palabra “soten'olo'gico”— comienzan por
guir tres u'pos de verdad. 1.a pn'mem es la verdad rel’rcsc".md_a dcslruir las diw'nidades —cso es
lo que quiere decir aquí “dcsdiw'nizar'—
por los primeros impen'os, y la llamaremos “verdad emm-010g? ""6 de verse arrastradas mas”
tarde por el movimiento de la religión
ca'. La segunda aparece en la época de la cultura polïuca de Mmmm ella niisnia.’l En el período intemiedio. entre las religiones
Atenas y, mas' particularmente, en la tragedia: la llamaremados
“verdad antropológica". [...] Por último, llamaremos “Verdi
x
soten'ológica" a la tercera clase de verdad que aparece
con a - . .
ma'llSl-ls. religiones de salmcio’n. Aqui, no .importan. sino
' ' de
cn'su'andad (2000a: 124).?” los (¡pos
el Pluml‘m‘o
v . (le instancias supremas que permiten on'cnmrsc. El argumcmo d‘
‘K’M‘hn es que Occidente
nunca logró sostener ku un a ¡a “7‘
a cuestión de
la “diferenciación máxima“ remite directamente al p,m\"'°
dc Plumlismo de los modos
27 Siempre me acusan de no dellmm se de wn'du'a'on’ en Latour (20"2b)' _ ,. A - _
especificar los límites exactos 30 4 '31 (“INK ¡(lo argumento
(le la seculan'mción intcma a la ,Wd'cpn (“mua
Modernos. en que país n'ven y en que época. BW!“ n" que Sc volvem’ luego contra si misma. Si bien no uu’lin cl lcm'm'
"¡fc “¡mami-mc. "o
(la por que no se pueden dar respuestas a esas P_’cg"nl'(L‘.-,J¡n 3| E°l""h‘"“mainem de definir
el 'contm' .cn contm."°'¡_g'iún(x'mmo_
when dónde están. F.se es el desafio cn el rc'ar‘ralgo_'.)or l“ l \ I e :\n.‘l(lll.’l es v no la natura-
M mandó" hu, siempre la acutud harta Cl {con l
28 Artnalmente se diría más ' “Hable de los íconos m 'pedor de ídolm
bien religiones CÍVÍCRS' ’cl'g'oncs que sc ofrecen al martillo dc 7° Pe
¿CÓMO (no) ALABAR CON m. FIN DE Los
'ru; mms? 229
C ON El. PLANFÍI'A
228 CARA A CARA
"‘f".""(""l las “WWW!” [miras del alma
y la nueva (contm-)religión de la l. n ¡{am-ia Pi‘"l ¡y la probtbtlrdad
1 . . q uc
cosmológicas dcsaparccrd'ts. "tual de una decadencia de ¡a
de un cnsttano que con gm" dificulnellglón rístianismo;
vocgclin traza el retrato A
(7' P""gl‘¿'5° (lc la CÍVÍII'I’acio'n (¿‘OOOa' 179- el
su vocacion: hd ' nltlln" i c0"
fuerza por sostener pertenece).
o Inc

st. manlimtry mm el 11'?ng dr. deshacme


En verdad el lazo (¡C Vocgcllll es radical: unos pueblos que han sido cn'stia ‘-
a Dios. [___ _
tz. La vida del alma abierta unn wm Segura, pero que ven acrecentarse sus n'qtrems sus ."l
desde el momento en que es “¡nc _ dc md r ' “ru-l.
borde dr una (011211 que. del Siglo XV descubren nuemsr‘ tierras por (’ioquiclcu.
de la [m’dida —|a ligere'la misma
se Ma en la modalidad (le'll(la_ que 'J P
u n fardo dmnasiado pesada [mm una: 5_ y que siguen siendo atormentados por cl cn-su-an.ls_r'
edificio puede rrwlmsr ¡orizontt'
barril;me aplastante —con satisfacción v a la "MS: ml-
que aspiran a MW, amos de una afim‘mcia- (2000“:
¡78479. reposar es e fardo
3pm?" cl ramo)
"¡amp sobre alguna otra cosa. ¿bbbre ql":
destacado me pertenece). un“. mucho más antigua. siempre nm" o menos presente
60"“
exige vivir en el temor y el temblor w: una SJ-“día y cristiana, la del g-nostins'mo.“ El te'nnino mismo
Si es verdad que ser cn‘stiano c ¿si
A tmdicione
al deslimnuï,"¡o que a .Voegelin le parece a la VCI.’ inevitable y ca-
de intnediato que seta muy hit-nc I“ “¿Ham-en.
ces comprenderán ustedes U: micnmu que la fe es Incertidumbre —vibración de la presencia
de precipitarse ¡sobre cualquier ocaS'io'n de cesar de terrier y ¡embla'íl‘ton
"(l-a Propia de la contrarreligión—. el gnosticismo, como la
Si les cuesta comprender este pasaje. probablemente sen porque}; ¡de la nuw
es e l conocimiento segun). la fe es lo que nos atrapa; el
transformado la situación de temor y temblor ante la presencia (lt-l (¡can ¿gtologia indica.
que nosotros atrapamo&
po del fin en la creencia segura de que existiría“ (las mundm bien “.pamm’ mnocimit-nto. lo
la tentación gno'stica \a a tomarse
dos. el de aquí abajo y el del mas' allá. hacia el cual, gmcim a las Crílkm “O'nl’r‘v'ndc que
¡Ximmm' s" período definido por 'I‘oulmin como el de la certeza
de la religión. los creyentes so'lo pueden ¿S'pirar a elemrsc. ¡»cm ma so “5.31.1,1c ett el
wfi-mnfiy, Y ('slt) se veni acentuado. a partir del siglo XVII. por la apav
lución en que la trascendencia deviene el Cielo y la inmanencia la Tic-
rra es una solución de reposo, de repliegue de pereza y de ¡xirdida El ¡mts u.'milítutl de esta forma de verdad cierta con el nuevo formato de
vínculo entre la inmanencia (el tiempo que pasa) y la ¡nbïcndcnúa (h pcu'tszíounin'íitlad “tn-(ida por las ciencias.“ A partir de ese momento.
culminación de los fines), ese vínculo inventado por la contnurcligión. hm’ígio‘n M" pt'est'rlt.'tr‘.'i (le una sola mane m: como un esfueno —evíden-
y perdido por su versión modernimda. requiere una relación zmr'talerr mutu- \.'tnu— por parecerse a un conocimiento seguro e indiscutible.
tre los dos, y no. en absoluto, la superposición. como un Sáindm'ch.dc
una capa de maten'alidad sobre una capa de espiritualidad. lis el Clcmo la tent.’tti\.'t de inmzmnrlw’tr la significación de la existencia es.
creen vpo cscncr”.tlnu-nte. una tentatiut de aprehender de manera maJ'fmnt.
malentendido entre los “espin'tualistas” y los “materialista”:
todos sin saber que untarh dccuanto lo pennite la rog-nilio fidel", el conocimiento (le la fe.
nerse pero hablan exactamente de lo mismo,
natural es haber perdido
manteca de lo sobrenatural sobre el pan de lo
que la tcntlvnm'
ya tanto el uno como el otro. l’ero hay quc reconocer
es irrefrenable:
33 A] Www"illamill'k (1990) desencadenó el interes' (le los filóml’m alemanes
del!¡girostit‘ismo. EIl.p'.ll’ls(.l.(lll'.lrJ(‘)Il'.|_\"( 200] ). (url. relación con
r
' personas haya, espontaneament
(‘¿uantas mas'
c a tratdas.
’ 0 50‘)rc
' ' ' ' ¡a, 34 ‘En (lt-.linitivs (l\4I(|('"4lu“c"m “num (.mmm' ¿("DL . . .
. , a
l orbita cnsuar Cue-made los progresos exlraortltllanos (le la nencta
las cuales se haga presion, para entrar en

.
dog“. el Si “(Tx’\","”"d-I
rr ' ama (5- de Ct.)nt)(‘ln.ll('nl.0's(' vuelve que“.
su! y ' “l "llevo ¡Instrumento
-
mayor sem' la cantidad de aquellas que no tengan la ubtcmcmt '
gnmúm l A lli‘liljjuveruns temarios a decir-el vehiculo srmboltco (le la verdad
Int'ltm» hasta llllt'flrín dias, uno
de lo; "Him: . ' u‘"“'_""f’ ht" (¡L'Vcnulm
ot l...) las
' - mmm“
OCHOA" particulares l .
Kilostrcos mru' lucrtes. de lav Miciedatl
I c I _' (¡(ll'nlíll.
lc l“ “flames
I I
¡Ian t i grado. cada tura. una llulla mr) L en .4 li t .

,
' ’ dc lu"f tkfín", de h “lución I
¡roma
y la_ parto ogn.
32 Una cesación as‘í es la que desent' :ldena el furor de la lïsrca. la soctologra. la lmrlogra y la
de su tiempo. Woexdin ¿‘Wd-dfmves
(¿000‘ “8431) contra las' actitudes religiosas r . 185).
230 (MRA A CARA (ION El. PLANETA ¿CÓMO (No) ACABAR (.O‘N El. HN nr. nos TIEMPOS? 231

nucsuo conodmtn‘ilo lll, la lrasrnuirnn’a; (¡lima him, [tu afm'm‘, le hace Msenta años que lle u adelante la yihad tanlra si mu'mo. y que
l . ha. .f .
gnost'u‘ns ofmn al! asitlrm más finnr en la medida que comme" ,q c u." l.smr seguro de lo que ese Dios le ordena... Esa es la dlcrenCIa:

un alma que tiembla bajo la mano de Dios no es en absoluto lo mismo


en una dilatación del alma hasta tal punto que Dios es im
rada a la existencia del hombre (¿‘000a: 181; el dmtacado mc qm. ¡a (cue/a de espíritu de aquel que cree ¡que su mano es la 11101211!
pertenece). ¡J ¿nriano ¡main vive en el antiguo islam, el que todavía no se confunde
Pm completo con la política; el nuevo militante combina la religión y la
la interpretación de los Mod-unos depende del sentido de esc tcn'n' Política en una sola y radical certeza. aunando los roles de predicador.
'inmanentimción", que pennite explicar tanto la “seculan'l’ación' dgjuel‘. de investigador. de prefecto de policía. y de ejecutor (Kepel y
la 'malerialil'acio'n". Voegelin no nos dice, como en el gran relato mb; “¡k-lll} eds... 2008). la “dilatación del alma hasta tal punto que Dios es
tual. que habríamos pasado del ()scnnmti.s'mo a las Luces; de la (1pm mmpwadu a la existencia del hombre" tuvo como resultado que algunos
dc bienes ilusorios del (Iielo a la ("aplm'io'n de las realidades tenesircsd, hombres se tomaran por Dios y perdieran de vista la dts'tancia que separa
abajo; en una palabra. de una vida ispiiada por la religión a unawzh' z unos del otro.
secular. No. nos dice que hemos pasado de una situación en la quth Si bien Voegelin no habla de la “revolución islámica". no habn'a teni.
inmanencia y la trascendencia. el pasaje del tiempo y el tiempo del finj do inconveniente alguno en prolongar la línea de análisis que va desde
(Ziutlad 'l‘errena y la (.‘¡udad (keleste estaban en una rela ción de turbina." las primerm puriumos todavía en'stianil'ados a las diversas formas de mi"
mutua —tal es el sentido estricto de la palabra “aptxalipsif- a una 'situ; liunlismo lllÓplt‘O viole,"tamente anticristianas. pero salmjemenle mo-
(ión muy diferente. en la que Creemos poder captar en el aquí alnp'h dcmllutltllib. De la mra de castigo al kalas'hnikov. y del kal¿s"hnikov al
promesa detenninada de. la presencia realilada del más alla'. Se."gúnél.las (inturo’n (le explosivos. la (-onsecuencia es segura. El nihilismo tiene mas"
Modemos no están seculan'l'ados —y esto es olJ)'eto de una encaminada dc un arma en su arsenal.
dm’puta-"' sino. a la inversa. inmanenti/‘ados. (busecuencia inuiublc:
no limm' ninguna (las! dr mnmrlo posible ron la (mmm puesto que no pue ll.’l"-‘ una línea de tramslk)nnación progresiva que liga tlgnasli-
den ver en ello otra cosa que. lo trascendente que intentan'a plcgme (¡wm "mln-md mn r1 meliris'mo ranmpam'nro. Y esta transforma-
torpemente en lo inmanente. ¡Y ikuvao.s'.'nnente fracasaría! Ha nacídod ción es lan progresiva que sería difícil decidir si los fenómenos
fundamenlalismo, que no cesara’ de haeer meta."stasis. (onleinptn.‘ineus deberían ser calificados de cn'stianos por el
Un ejemplo reciente. tal vez vuelva más comprensible lo que tom llt't'hu de que. t‘unsliluyen a las claras una excreccncia de las'
prestado de la historia demm‘iado poco conocida del gnosticismo. la llt'l't']i.‘l\ < l ísti'an'as de. la lidad Media. o si son los fenómenos me
imlpcio'n reei 'nte del lundamentalismo islámico. que impn'me unzin dit-xales los que deberían ser calificados de anticn'slianos por el
temidad maxima tanto a la ('onli:u'religio’n del islam como a la de la rm het'lto (le que se hallan manifiestamente en el origen del anti-
demi/ación. nos permite ('aptar el movimiento avi/morado por Vocgtlin uixtiam's'mo moderno (Voegelin. 200021: l83).
En el film Tim/¡11km (de ¡\l)(l('lIleHIluIll' Sis‘sako, 20H). un viejo imm'
intenta explicar el sentido (le la palabra yihad a los militantes que.“ l'com'lm_'e: “Mais vale dejar de lado tales cuestiones. y reconocer que la
lásllnikov en bandolem. vienen a "modernil'ar" a hierro y fuego la Ar.- cscnua (le la tnutlernitlad consiste en un acrecentamicnto del gnoslicis-
(‘estml « iudad de 'l‘ombuelú. “¡'(¿uiere impedirnos llemr ¡ulelantc la \1-' mo'. lamet¡talileim-nte. no hemos tenninado de calibrar ese 'acrecen-
had. z nando usted es un imán", se indigna el militante. A lo que clouo tamiento". El lema del apocalipsis. que provenía del sentimiento de la
responde ron humildad que. ¡".nna's podría permitirse tal arrogancia. \_1 Presem ¡a de la que era menester no separarse. sc‘ convirtió eu la Ausen-
(ia que los \.l()(l('l’n()s impusieron al resto del mundo (y ahora. por obra
de un giio imprevisto, a ellos mismos).
35 Sobre la l onlun’enia (le liliunenlx'rx “999) ('ull Voegelin, “inc clentkfï
S",‘llhi'ls (¿'Ílll'). 5m embargo. de esta em .‘u ni]. la displlla Inc ¡"anqu
eleuu en el «lt'xlnl'i m «le la materia. vim nlado t'ou una fascinación pod“ l’or ("altipldils que puedan parecer determinadas conside mcio
uuu-rial, m'x supeilieiales. la expandida creencia de que la (¡VillL'lClÓll
232 (¡ARA A CARA (ION El. PLANETA ¿CÓMO (N0) ACABAR CON El. FIN 0151.05 TIEMPOS? 233

moderna es la (.‘iw'lilu'icio'n por excelencia sejustifica plenamcn. “06 que gn'tan a tiempo y a destiempo que-hay 'que cambiar lolalyimdital-
te desde un punto de vista empírico; el hecho de que se ¡o Cow “mudo modo de Vida. por .un‘os loqultos Sin m.a5' credito que Plulippulus
cediera la signifimdn'n dr la salvarión se halla en el on‘gcn del el mec¡-.¡_ cl que aterra a Tintin en La estrella mulmom. con su gong y su
surgimiento de Occidente y constituye efectimmente un a,» ¿una blanca. ¿El “cambio de vida total y radical”? Pero si ya lo realiza-
mlifisís dr n'viliwn'n'n (200021: 188; el destacado me pertenech mm justamente. ¡voii/¡endesa modmzos para ricm/m". Si la modemidad no
fuera tan religiosa, el llamado a ajustarse a la Tierra sería escuchado sin
No hay duda alguna al respecto: Occidente cayó sobre todas las inconvenientes. l’ero como ha heredado el Apocalipsis. apenas desfasada
chili);
ciones como un Apocalipsis que puso fin a su existencia. Creye’ndomn un ápice en el futuro, lo único que suscita es un alzamiento de hombros
portadores de salmción.
‘ nos convertimos
r en el apocalipsis pam
. los cum ouna respuesta indignada. “¿(Iómo se les ocurre venir a predicamos una
¿(.omprenden por que hay que descontar de aquellos que acman ¡“db- a; mas el Apocalipsis? ¿Dónde está escn'to en los Libros que habrá otro
curso ecologista de ser. con frecuencia. demasiado .'ipoca|íptico? i\‘th Apocalipsis des/má: del primero? La modernidad es lo que nos han pro-
dose a seguir viviendo en el tiempo del fin, ellos, al contran'o. han ¡m metido. lo que hemos alcanïado, lo que hemos conquistado. a veces por
puesto a las demas' civiliu'ciones un fin violentoJoseph (bnrad yFtanm' lan'olencia. ¿y usted pretende arranca'rnosla? ¡Venir a decirnos que nos
Ford (,o‘ppola tienen razón: no debemos decir Apocalypse ycstnrla}, sino equimcanios sobre el sentido de la promesa! ¡Que la Tierra prometida
siempre Apocalypse now. dc la Modernidad debia seguir siemdo prometida! Es insensato."
Y. en efecto, en ninguna parte está escrito que al Apocalipsis pueda su-
tederle otro. De allí esa actitud inexu'rpable. esa calma total. esa fn'aldad
de mámiol de aquellos que sin embargo leen todos los días el anuncio de
Si se preguntan por que las cuesu'oncs llamadas ecológicas no interesan catas'trofes diversas. Parecen tener derecho a esa Tierra que en efecto les
a mucha gente. mas” allá de su escala. su urgencia y su insistencia. tal m fue prometida 41:0)- feel enlitlerk, pero esa Tierra no tiene nada de terres-
no sea tan difícil dar con la respuesta. siempre y cuando uno tome en lrc. ra que lo que se niega es precisamente que tenga una histon'a. una
cuenta su on'gen (contra‘)relig1‘oso. Venir a decirles a los occidentales-o his'ton'cidtul. una retroacción, capacidades. en una palabra. posibilidades
a los que acaban de ser occidentalil’ados recientemente con "hu" o menos de actuar. Todo tiembla, pero ellos no. no el suelo sobre el cual posan
n'olencia- que los tiempos terminaron, que sti mundo esta" acabado. que sus pies. El cuadro en el que se desarrolla su historia es necesan‘amente
es preciso que cambien su modo de vivir. no puede acarrear otra cosa estable. El fin del mundo no es mas" que una idea.57 ¿Cómo logran creer
que un sentimiento de total in(:omprensio'n. puesto que. para ellos. el en esa estabilidad. cuando todo tiembla bajo sus pies? Porque esa estabi-
Apocalipsis ya tuvo lugar. Ya han pasado al otro lado. El mundo del mi lidad aparente es impuesta a la maten'alidad por una idea de la maten'a
allá se realizó —en todo caso para aquellos que se enn'quecieron—.l'a tomada del mundo de arriba. que ellos han confundido con este mundo
franquearon el umbral que pone fin a la historicidad.’6 dc abajo.“ Allí encontramos esa asombrosa amalgama entre la idea con-
Saben, escuchan pero. en el fondo, no nee". En eso. creo. liayque uarrcligiom de la modernidad y la idea igualmente contrarreligiosa que
buscar el origen profundo del (“mamar-41mm‘mo. No es un escepticismo ha heredado la (.‘iencia. La materia es la malm'alidad mas' (¡quiero decir
ref-cn'do a la solidez de los conocitnit'nlos sino un escepticismo sobrrh mas!) lu in mu nmuimrión.
posición en la existencia. Si dudan o si niegan es porque toman a aque

37 [.1 solución mas" hábil consiste en hacer dc él una constante del espíritu
36 l’m eso es en “¡no querer pasar de un :inu'h'sis del tema del fin de los pero sin u-lm io'n con el estado del mundo. como podemos ver cn Funk-l
|il'")p0\. « Hand” este (x upa toda la ill-SIUIÍ’A de inspiración occidentalJtfl (2012). ( uyu título es por demas" revelador: Dapuls’ dlljin dll manda situarse.
unn hm ha que. el 22 de llull” «le 2015. en el coloquio del lanmmienlodd ’después" es .‘Lseguram" contra el peligro dc estar ':tdentru'.
‘xnnniiirxtu I't uinmlei llista". gritó Il'r timr lo gn lwyond "¡al (¡00W da} 38 La mnteu'a es un idealismo :¡lmrluuunentc opuesto a la materialidad. Sobre
(';Y;i es hnm (le dejar amis ese humor de fin del tiiuntlo."). retctmant‘lonasfl'l lu genealogía de la extensión dela m alma. véase “'hitelicad (¡998). y cn
tu (’IL’IdU 'gr‘nunt ennnl' de l.'un'.utine. espet ial el comentario dc Debaisc (2015: 38).
PLANETA
234 C.ARA A CARA CON El. C'cómo
. (NO) ACABAR con El. FIN m; ws TIEMPOS).
235
en la cabe7a a las person
ue no consigue entrar ¡IS boufly - 1 )()r algún demiurgo perverso.‘o hs‘ta tradición va a
lp q "mas nou'cias de la mutación concobK ‘v’cllu que
por lasÍ t ' ecológica es ¡a acti la materia decepcione a los utopistas. ¡Una y
‘ '
“dad,
nonna. |a sensibilidad
a nllcstras aecrones de los
ma
| (¿ainda cadaicmprc! Por querer rcalil'ar
,. e el Paraíso en la Tiena.
d ¡de todos residin se
ponen la5' zonas criticas 0' ‘ ' A
s l’ ¡“dk-S ( “Y 05 ¿Carl S L.nos
que reali7ar el lnfiemo en la Tierra -no siem-
vibrar con su ¡msibilidad de actuar. Recordar m” aro-cc" Wn, ni mas l" duda alguna
an ustedes im para los otros...—. El fracaso de estos
e 0"“)
prendimos muclns. veces, (lesde el comlenzotle estas (:onfcrc P“ Para sí. Pclr.00:(l)s_
¡a (¡mm-"¡ación (lel mundo impuesta por la‘wsio'n dentíiicos. tecnicos, revoluct'onan'os, económicos.
ncias ¿dos 46'15}; poco ¡mporta
episte- molo'gim
acu.v¡.dnd “¿,mífic‘vL-W Ahora captamos (k. ¡a el adjetivo- conducirá a los decepcio-
su origen religios bc]m1.")v¿|11-"l(."_'.s¡n()
a despreciar todavía mas' esta maten'a incapaz de
samente apocalíptico. Ls‘ la consecuencia de esos rc] alos‘" y "l" '(i “¡dosdcl9106511“lerun-slo por
de causalidad m. "dl niv el ldeal.‘l De ahí la extraña posición del
que ponen toda la acción en la causa —y cada ve z mas cerca bid” a ¡a , . .
‘ C ' l las" conscc‘llt‘nfli‘s- de la (‘ th'l. vez como la unica realidad y como el blanco del
Pn'mcm- y toda la pasividad en c e . _ L;
chic-¡0 conce
,. "‘ -
“"“P'Jl . enm' c .¡o mas PIO - fundo.
dela Naturalem ‘y de la (.racion, dl RlQlc' un , ,
o (“ego ddPrC l wm““cncia c . .. c
por intentar mciar el mundo, tanto como sea Posnflc' y del Dios l;,sa c5 a - mas peligrosa de una contrarrhgion qu. des-
“dem” I “bcmc '
“¡cho comra las . . .
De ahí la aversión extrema a tomar C“ Cm" nta la actividad de ¡"(la “cu‘id‘ïd l divmtdades. y luego contra la -ida
e de
r
pam aquellos que de ld' Ticm
contemplan la materialidad como “la, dc volverse una vez mas" contra la naturaleza. Lo que llamamos
algo inerte I
y que creen que cl mundo en el que viven esta" hecho ¿lawp.ll‘rlallal demiúrgico de los Modernos no tendria gravedad alguna si
de l‘
ples mallas ojfarl causados por otros, igualmente acdcmiurgo no fuese cl de la tradtcnón gnosuca. colmado dde desa ma-
Íncrtes.
La consecuencia mas" grave, sin embargo, es que lignidad que ha transformado este (baJo) mundo en el foln o ¡eduna
a la ¡materialidad
superpone el (impune de la materia, que es uno sc ¡nazmorra (le la que hay que procurar escaparse por todos os mYc los.
de los antiguos rasgos
gnosticismo. Habm'n notado que los mismos del
individuos bos gno’sticos ya no podrán entrar en contacto con lo t'crrestl're, a sea
que pemiancccn
insensibles a la5' cn'sis ecológicas son muy que aspiren a escaparse hacia lo trascendente por medio de a utodpla.
quisquillosos sobre
cuesu'ones relacionadas tanto con la todas las oque procuren realizar su utopía de una vez por todas; o bien que, es-
moral como como con la identidad.
y están dispuestos a salir a las calles pucs' (le haber fracasado en realizar sus sueños. se pongan a desprecraar
no bien sus intereses se vean amena-
mdos. Si han elegido ser negligentes, elmundo y a vomitar sobre esa maten'a ¡napta para ser transfonnad
es tan so'lo i'ren te a unos seres que
pertenecen al reino de la “naturaleïa'. por la Idea: ¡las soluciones que inventan son cada una maS' calanntosa
¿Por que' esa elección. tan con
tran'a a la evidencia? F5 como que la anu-rior.‘
si e l gnosticismo hubiese vuelto i a
a la vez deseable lv despreciable: la "¡aim Como bien sospechanii“. a estos gno'sticos sen'a totalmente en vano ll"
deseable porque debe acarrear cl ¡dal
¡daprm'ablz porque hablada de ecología, (le
a fin de cuentas re sulla no apto para acarrearlo! mundo teITestre. de inceru'dumbre o de temor)
Lo único que el aquí temblor antr- la redistribueio'n
aba jo no puede hacer, en efecto, es cumplirlas continua de las posibilidades de actuar. ¡N(Ï
promesas del mas" esper“) lllk‘lt'sarlos por la zona Inetamo’rfica que nos ocupa desde hac;
alla". e "seguida y por completo.
Si lo que no pasa “0 son conlcu-nn‘as.‘
pued" “"dll'm'rsc excepto por intermedio lillos terminaron en esta situación muy poco verosim-
de lo que pasa. es únicamente
Por Causa de las condiciones que Pero. desgi.iyiadzumqm-, de ¡0 mas real‘ de estar seguros (le su sahact’on'.
plantea el pas'v del tiempo. Y P0“o
tanto ton lentitud, ¡cn tanto que habitan
con dificultad, con perdida, un mundo material que en el fondo despreCIan.
cuidado y preocupación. COn
_ __ envejcüm'cmo’co
Ahora bie n. en la (¡adieion , . c - cun
rasgo inanique _ . gnosuca "m
o (tljm . -
pt-mstenma atrawesa l C, ¡5' a “o”
lian/‘a. el asco. todas l'dS "po" 4h | .1 («turno/.1 a l Dios
a )er ale .¡(Io tanto
‘ dcmimg”
. (í.
en li'liunglrlmr un
Inluso el odio ,
l d['cll'do del dispositivo gntnuco
' ' consiste
'

'
a la materia, I‘CSUIme I

MJ.” "mmhh “ui md”


aborme dl l: J l hlwu” ‘lup ln'lo l.‘tll.’l. para dar cuenta de la (.rcarlon‘;
"i" ""Pt‘ v tan perverso pam expl ar por que. en es
¡nal (ll.'un.'u-k. md” Im amxnlcm “A
.¡l (¿u ¡990 [|923L y Vocgclm (20003).l
“o ¡mido «l interés de Yaek (1992): hal‘x'r ts {o ‘ 1"“. la ¡"mpgmdm dv
lelÍli( .u (lo (-\"l (lt'wqx-nwión de los revolucronanocilllír‘tió“ (¡cp a k“
'i‘}
\‘ -4‘“ . l-l primera 1 «inlI'st'lH . . . l
. mnmn
¡’-|. I). 5| _ Y lambié" l“ "nm" l“ (¡F ¡cali/ar el ideal. No es mas que
p' “de “¡e “bro,
pu“.“¡lid-"¡PS (le la inlnancncia.
¿como (N0) ACABAR (ION El. FIN m: nos TIEMPOS? 237
236 CARA A CARA (ION El. PLANEI‘A

AI perder la vcr‘u'cal. también han perdido la horizontal. De ahí la y”. d aformarse al ltkpírr‘tu, han perdido la Tierra. Creyendo defender
“m o . ' . . . .
a todo el mundo a malwar en negligencia.
prendente reiw'ndicacio'n de esos pueblos, ya advenida en la confercnm. h ¡ch'giorL han empuiado
lo sobrenatural -“reacción tardía" a la invasión de
precedente. de ser los únicos que viven en el verdadero mundo ¡iluminado modemados por
de aqui abajo. que sen'a a la VCI.’ el único deseable y el único lotalmcmc pn- h-naturale ¡132. nunca mu" h estuvieron
h _ en posición de cumplir con su

l
mdo de senu'do. Aquí nos enconuamos con el on'gen del objeto ahy-(¡0' deba ¡{([rndirndn a la malmalrdud injtularnmlr mada contra la malen'a
rechazado con horror por la mayoría de. los filósofos, urgídos a amm Mfdflfl‘lflll!‘ ¿spiritualizadn. A ellos hay que recordarles. inn'nie'ndolo.
de e’l para recuperar las grande-¡as llllM‘)l‘líLS de la libertad y la sul_)¡eti\i(hd d ¿acbrc mandato emngélico: “¿Que provecho obtendns.’ al sahar tu
Queda muy claro: sobre las raíces de un árbol metamoríoseado en "mb ¿jma si pierdes el mundo entero" (Latour. 2‘0l0b. (¡‘agliardi, Rerjnen y
n'a. a Roquentin lo único que le queda es vomitar. Valentini. 2013)-
pcsc a todo. la suerte del cristianismo es de poca importancia en com-
paración (‘on la pérdida de sentido impuesta por la obligación de con-
mtim' en una materia. Allí reside en verdad la mayor injusticia. y. a fin
Ls‘pero que comprendan que. el origen religioso de. la crisis ecológica“ dccuenuu. eso explica la insensibilidad de los Modemos para con lo que
innegable. pero de ningún modo por el motivo esgrirnido en el articulo, man. Ha)" algo atermdor en contemplar la acumulación de las capas
demasiado celebre. de Lynn “’hite (1967), que acusaba al cristianismo mh'm-uuan'as que poco a poco recubn'rán las posibilidades de actuar,
de haber cosificado la materia y dado al hombre el dominio absoluto ¡J punlt) de volverlas inaccesibles a la conciencia. la materialidad acú-
sobre lo viviente. Algo sucedió. que volvió a muchos espíritus piadosos n, histórita múltiple, compleja. abierta. se convierte. en pn'mer lugar y
indiferentes a la suerte de un tipo de, seres, aquellos a los que suele a” por obra del proceso de inmanentivación, en ttn suceda'neo del Paraíso.
ciarse con la materialidad interpretada como materia. l’ero. si existe un Luego. tomada por la epistemología en lucha aparente contra la reli-
on'gen hl'stón'co para la erisis ecológica. no es porque la religión cm'tu.’ gión. soporta a continuación una capa de idealimcio’n. para convertirse
na haya vuelto despreciable el mundo creado (Bastaire y Bastaire, 2010, en lo que no es “otra cosa que" la concatenación de las calm y de las
Boureux. 2014. Northcott. 2013), sino antes bien porque la susodicha (onwcuent-izrs que obedecen estn'cramente a las “leyes de la naturaleza'.
religión cn'stiana perdió. en alguna parte entre .el siglo Xlll yel XVIII, Pnïath. de cualquier posibilidad de actuar autónoma. despues de haber
su vocación inicial. volviéndose gnóstiea. antes de pasarles la antorthz tenido como campo dejuego para la ingenuidad humana. hela aquí. fi-
a las formas superficialmente irreligiosas de contrarreligión. nalmente. acusada de ser inapta para acoger el ideal. Los Modemos sólo
Si White no se equivoca. sin embargo. es porque los cristianos. habien- son irieli'uiuxox en esto: nrgligrn, en efecto. la maten'alidad.
do perdido la carrera por el tipo mas' indiscutible de certe'Ia. abandona- ¡Y todo esto durante los tres o cuatro siglos en los que las ciencias. las
ron poco a poco cualquier preot'upm‘ión por el cosmos, para consagrarse \!l’(l’.ttlt'l.t\. no lraeen mas que multiplicar a tontas y a locas las posibiliv
a la mera sahacio'n de los humanos, y eoneretarnent .- a la mera sahacio'n dadex de :u'luar.’ l laee. cuarenta años que sondeo el abismo qtre separa la
de su alma. antes de abandonar al alma misma en exclusivo prortdio ClCllt'ld (le las ( ieru'ias. la rnateria de la materialidad. y nunca he dejado
de las costumbres. Lenta degradación que les hizo perder el mundo. no de asumlnaune. Nada tan poderoso como las pasiones religiosas para
sólo en el sentido banal de que cada vez menos espiritus inventims st hacerles perder el mundo a aquellos que lo están descubn'endo. ¿Exisu
han interewdo por su mensaje. sino en el Sentido mucho mas' gram dc tc.1lt;.'m.-i pt)\.‘ll)lll(lild de devolvúrselos a aquellos por los cuales y para
que la suene del cosmos se les ha vuelto cada vez mas" indiferente.“ Cr!“ los (ll'.ll('\ ha sido descubierto? Habría que regresar a l6l0. en plan de
busca.- un eamino para no volver a confundir las virtudes contmtadzu
.dc la t ¡em ia. la religión y la política. B0, si seguimos a Totllmin. debe
42 l'Lur n el i-xuann malt'uterrtlidt) (le l'.L\ ((‘0!|lr‘.l—) religiones empeñada: en un! Signfiimr que hay que aceptar sumergirse de nuevo en el Mntbtm'm del
ltulra que creen ll('( esaria t onlra las religiones cosrnologr"eas. ¿No es 90W
Rm-‘u‘innento —"gr".rndes deseubrimientos" y guerras de religión inclui-
dente que. despues de una larga zmx iaeio'n de la ecologia con el 'pngmv'
rnu' «we Í.H|l.'t.\ln.|—. el papa Ham lM u (¿‘(llu’: l) se refiera a la Tierra (omo, dOS‘. .\'o es“ muy tentador que digamos. No. claro que no. pero es la tini-
'una hermana" \ una 'tnadre'? (30114): tunitlatl de recuperar loque se perdió en aquel momento por esa
V“
238 CARA A CARA (ION El. PLANETA
¿como (N0) ACABAR (ION El. FIN m: LOS TIEMPOS? 239

demanda de certeïa indiferenciada. el único medio. después (le |61th simación de arraigo terrestre... que. como bien se habrá compren-
impedir las guerras de religión. €.ndla m nada tiene que ver con el retorno (o el respeto de) la “natura-
Para avanzar. habn'a que poder establecer un nuevo conlmslc entu- kd'n'o: [Para volvemos sensibles, es decir para sentirnos responsables. y,
por una parte. los te'nninos religioso o secular. y por otra. el te'mu'no k: “¡a hacer una revisión crítica de nuestra propia acción. resitua'ndonos.
mal. bo terrestre es la inmanrnria liberada de la inmancnlizan'án ¡o debemos. mediante un conjunto de operaciones totalmente artificiales,
logramos. podn'amos terminar con lo relim'oso, pero no en el senlidod. Posicionamos como si eslmn'rrÏmnos en el Fin de los Tiempos, y dar dc esa
seculan'zar Ia existencia. Al contran’o. se trataría mas' bien dc reactn'z; manera su significación a la advertencia de Pablo.-
lo que el antiguo tema de la contmrl‘elimón puede tener (le actim mi
fecundo: la incertidumbre sobre los fines. Lo terrenal no es lo profano, Y los que lloran. como si no llommn: y los que se rcgocüan,
lo arcaico. lo pagano. lo maten-al ni lo secular. es sólo lo que sigue su" como si no se regocüaran: y los que compran algo, como si no
do delante de nosotros, como una Tierra en efecto nueva. l’ero no m tuvieran nada; Iv los que apnwechan el mundo. como si no lo
el sentido de que seria un espacio geog ra'fico a descubrir y a medir. sim aprovecharan: porque la apariencia de este mundo es pasajera"
en el senu'do de una renovación de la misma vieja Tierra, un vez nm“ (Con'nlios 7. 30-31).
desconocida. por componer. Lo cual es precisamente uno de los mm.
datos posibles de Gaia. sería el único medio de obtener lo que Vocgclin
llamaba una “maxima diferenciación". en una palabra. una cin'lizauo”n,
Eso equimldría a (lesintoximtse de la noción de materia. recuperandoh Para terminar esta conferencia. me gustaría introducir otro pueblo mas'
maten'alidad. y por ende, a devolverles autonomía, tempomlidatl. histo en cl mapa de estos (¡amas of Throne; filosóficos iniciados en la confe-
n'a a todas las posibilidades de actuar y a su distribución. rencia anterior. un pueblo que se diría no “de la Naturaleza" o “de la
Pero. para recuperar la historia. hay que poder extirparse de esc fl- Creación”. sino mas bien “(le Gaia". Que a los otros les choque la intro-
uaño tema de que la histon'a ya habría terminado. de que existiría una ducción de una “diosa” en esto (que debería ser una “descn'pción estn‘c.
ruptura total y radical. como si hubiésemos quemado definilimmcnlc tamente naturalista") es algo que va, no puede perturbarnos. Ninguna
nuestras naves detras' de nosotros. lus‘ el conocido cliche' de la irresisuï dificultad en atribuir un nombre propio ala entidad por la cual ese pue-
ble “fuga hacia delante'.“ Lo que vuelve incomprensible. para aquellas blo se regociia en ser convocado. Gaia. ahora lo comprendemos. es una
que han sido modernil'ados, la mutación ecológica. es que no haymdu figura murhu ¡lu-nox religiosa que la Naturaleïa. Por eso. no es necesan‘o
atras' posible. puesto que ellos se creen en una época poslatxxalíplia ocultar dicha pen smu‘iicación: dote‘mosla de la mayúscula y el género que
(poco importa que sea la Luz de la Revelación, la Luz de la (.‘iencu',o Aquella amerita. y reserve-mos para la “\.’attirale7a' el pronombre persa
el Deslumbmmiento de la Revolución). En el sentido mas profundo dd nal 'l-Illa". lis que (Laia pone/in a [a hipoemsia' de invocar una Naturaleza
termino. no habrá salida puesto que escucharán todo llamado a regresar dela que solíamos ocultar el hecho de que Ella era el nombre de una
ala Tierra como un retorno al arralsmo o a la barbarie.“ diu'nídad: (le que Ella omitía mencionar con que’ derecho convocaba a
Puede parecer paradójico pero. para quebrar el Apocalipsis -_\'p01 los pueblos: y sobre todo. la manera particularmente desanimada que
ende para impedir que caiga sobre nosotros como nosotros. los oca? Ella tenía de distribuir sus series de causas“ y consecuencias.
dentales. caímos, cual lluvia del Apocalipsis, sobre la5' otras culturah la “\;'.‘umale/a" poseía la extraña capacidad de ser a la vez "exten'or'
hay que regresar al discurso apocaliptico, volviendo a hacerse prescnlt c 'inteiinr". Ella tenía la capacidad fascinante de ser muda y al mts'mo
tiempo (le hablar ¡illa misma por medio de los hechos -con la ventaja (le

43 Darumski y Viveinn de ( ."n'lro (20M). "l.’.'irrel (le Inontle' [la inlcnutxx‘fl'


lo (lelrnt ión) lll' mundo], ¡tuu ser ¡a la 'Ie.’ulu(l.’|cio’n (lel Inundo' ("fflflh 4’» El (llama de los gno’sliCOS es que, al olvidar todos los n'nculos con LI lmdicio’n
mundi]. (ronlra-heligiuui contra la cual combaten. pierden uunbic’n los beneficios
[H L'w lnlllu iuaudíble el terna del "demi-t¡miento sostenible“ ((m‘)rgl’“‘l' que se podrían extraer (le esa tradición. Han aburrbido el wncno. pcm
le'y‘etl. ¿‘Ul l). abandonado ( ualquier ¡xm'bilidad dc inyectarsc el anu'tloto.
V”?
¿cómo (no) ACABAR con rar. FIN m: Los 'rnmros? 2.1|
240 CARA A CARA (ION El. I'IANFI.‘A

que volvía la situación tan inverosímil es


¡eblo de la Naturalel'a.“ Lo
que. cuando hablaban los naturalistas. uno nunca sabía quien tomar,“a
en el espacio sin tener cuerpo. ni siquie-
palabra-. (.o‘sa rnas' sorprendente. lílla estaba organizada en niveles ¡w “e ac pnel) lo parecía planear
q confundido por completo con las _cosas objetivamente
ccsivrxs. a partir de los átomos. las moleculas y los orgmrismos “Irún”! m boca: 3‘ veces
y hasta los ecosistemas y los sistemas sociales. en una procesión me" oc¡dm a veces espectador totalmente desprendtdo. que contempla.
(On
desde el punto de vista de Sin'o. l’ero los científicos no
ordenada que permitía, a aquellos que la invocaban. saber siemp,c ba l a Naturaleza
semejante mcío. igual qtte los astronautas no pue-
dónde estaban y quién gmautizaba el mejor fundamento para lo quc Puede!1 sobrevivir en

iba a seguir. lista cualidad arquitectonica Le (o les) permitía exc|u¡, (o ¿cn sobrevivir sin traje en el vacío interestelar. las dos concepciones son

’explicar'. como ellos dicen) un nivel particular en nombre del nnrl mi mn irrcconciltables como la pretensión de los proveedores de acceso
inmediatamente inferior. según un “reducc.ionismo" que l10'\'pa¡«c de albergar nuestros datos en la "Nube" fría y ete'rea ocultando cuidado-
un poco inverosímil. Más sorprendente aun. Ella les permitía decrcm gmcnte ltsL numerosas centrales eléctn'cas' qtre deben constnrirse en la

lo que las cosas del mundo ddn‘n ser. pretendiendo no mezclar nunca lo Tierra pam refrigerar los nttmerosísi¡nos parques de servidores siempre
que deb! JU y lo que es. Modestia conmovedora pero muy hipoc’n‘u. ¡menal'ados de sobrecalentamiento. Sin dudas. esta divergencia. por lo
como si fuese mas' arriesgado decir lo que. una cosa “debe ser“ que dtL mmm desde el siglo XVII, volvió a la Ciencia tan dificil de asimilar en
finir su “estudi. hcullum gene ml y tornó a tantos cienu'ficos tan moralmente ingenuos
En el gran reperton'o de la historia de |th religiones. es dilïcil encorr como [X)líl¡("dtnente irnpolentes. Si para el ptteblo de la “Naturaleza' las
uar una divinidad cuya autoridad ha)“ sido menos discutida que las leia dos concepciones eran irreconciliables. para el “pueblo de Gaia" na (J m
por las cuales la Naturaleza podía obligar a todas las cosas a obama, absolulo (mi
(Cartvm'ght. 1983). No hay que sorprenderse de que los políticos, los Una vel mas'. laS' ciencias del sistema Tierra podrían introducir un
moralistas. los predicadores, Iosjuristas y los economisuts aspiren lodm'a cambio decisivo. al ofrecernos un repertorio particularmente claro y
a una fuente indiscutible d e autoridad semejant e a esa. ¡Ali! ¡Si tan solo’ preciso. (Inaudo. por ejemplo, ese mismo (.‘ltarles D. Keeling “998).
pudiésemos aprovechar los modelos ofrecidos por las leyes naturales! con quien ya nos hemos encontrado. deba defender a largo plazo su
Otra fuente de auton'dad que la sequía causada por el calentamiento scn'c de datos sobre el ritmo cotidiano. mensual. anual del (IO, en la
climático parece haber agotado. atmósfera. no tendría ningún sentido para e'l poner en primer plano la
.‘Ls'í. si ahom comparamos limpiamente los atributos de los que la Nam instrume.ntacio'n con la que ba trabajado durante cuarenta años sobre
raleza yGaia esta’n domdas. pienso que es mucho mas" profano. mas' laico. el volcan Mauna Loa en llawa’i. Si tuvo que luchar por tan largo tiempo
mas' terrestre (¡iba a decir "mas" natural"!) afinnar “pertenezco a contra las agencias guberrmmentales, contra la National Science Foun-
que 'pertenezco a la Naturalel'a”. Al menos. sabemos que las persona dation misma contra los lobbies petroleros. fue para salvar sus instru-
que nos saludan con semejante invocación dependen de un puebloes mentos v los datos qtte ellos proveían. Sin ellos. habría sido imposible.
pccífico us'iblemente congregado bajo los auspicios de una entidad per. para el resto de su comunidad. detectar el ritmo veloz con el qtte el
sonificada. cuyas propiedades pueden sentir -como ocurría con los anti. C0, se estaba .'ictnnul.'uido (en cuanto al logrado caso del “agujero de
guos nombres de Zeus o de lsis-‘. Si se encuentran con alguien que vien: Olono'. Vease (.‘revsmu'lll. 2014).
de Gaia. pueden estar seguros de que no les WI a vender un mecanismo Habla: del clima ol_)¡e.ti\amente y desplegar la “vasta maquinan'a' de
de discurso totalmente inverosímil. ni una arquitectura ya constntidm los climato’logos son una sola y la misma cosa o. para retomar los te'r-
tan bien ordenada que les dim' lo que deben hacer bajo el velo de lo que minos de l’aul Edmrrds (20]0). es el mismo movimiento que crea una
(s. Liberado de la división hecho/valor y armnct'tdo de la arquitectura 'cultura epistemica" y la “estntctura de conocimiento" que la acompaña.
embnnecedora de los niveles qtte van de A de Átorno a Z de l'n'lgml Cuanto mais los clirnatoesce'pticos sostienen sin costo alguno la vieja id ea
pueden ustedes enunciar claramente sus pr opositos‘ describir su cosmos
v discernir por fin a sus amigos de sus enemigos.
¿(Zutiles sort las olrzb virtudes que podemos atribuirle al pueblo de -|fv nam- el ( uadro de la figura 5.4. p. 202, sobre la \m"ón bifocal. Vean" la (mm
(.‘aia? Ese pueblo podría escapar de la visión Ínjr'n'val que (anto padecía el conferencia. p. l-¡G y si dc este libro.
V‘«"'“‘“”
242 CARA A CARA CON El. PLANETA ¿como (N0) ACABAR (.‘oN rzt. FIN m: LOS TIEMPOS? 243

de una Ciencia difundida un poco en todas partes. mais se. ven obh‘gadfn alto ¡a en adelante, como "nuestros ancestros los galos'. la
compartan de
los climato'logos, a su vez. a defender esta puesta en primer planoü el crelo les calga sobre la cabeza',
c dela“que Sók) teme" (lue
las insu'tuciones científict'ts de las que dependen; mas se consideran” cm-dmnbrc de solidaridad universal muy diferente de la de los ex hu-
¿a una idea
mismos como un pueblo dotado de intereses específicos enccl’ïatlocn manos que ocupaban la cx “naturalel'a ".
un conflicto con otro pueblo por la producción de una sen'e de day” A los antropólogos les tomó mucho tiempo darse cuenta de que la
pertinentes. mammleva" no era una categoría universal; que la mayon’a de la gente
¿Me engaño al pensar que. por primera \'(‘.’l. en la historia (le la ¡jam jamas ha vivido ’en amtonía con la naturalel'a' (Descola, l994); y. lo
es la misma visibilidad de su red lo que podría tornar a los científico, que es aún mas” enigmático. que tampoco los así llamados 'naturalistas'
mas' creíbles? Precisunente porque los violentan los Climatoescc'pu‘(m p‘mas' w'vieron en la naturale'la, ya que no lograron reconciliar la versión
en nombre de la epistemología, por primera vez deben contar co" h, epistemológiut de sus ciencias con str práctica. Dicho de otro modo. los
instituciones de la ciencia como str propia manera de acceder a la round 'naturalislas"jamas' han logrado vivir en la maten'alidad idealiLa'da que
objetiva. ¿Por fm aceptaremos reconocer, qui/xa, que cuando mas situado justifica, para algunos de ellos. su “maten'alismo' y su 'reduccionismo'.
está su conocimiento. mas” solido es? En lugar de alternar lmltalmcnu En cuanto a los religiosos. todavía no se han dado cuenta de cuán vana
entre una imposible universalidad y los límites estrechos de su ‘punm es su batalla contra los pretendidos paganos. que los precedieron desde
de vista“. pueden tener una ocasión para cam/¡ona la universalidad...‘ hace mucho tiempo en el mundo terrestre en el que iba a ser preciso. de
de pagar esa extensión a tarifa plena porque extienden de instntmcmo‘ todas maneras. seguir viviendo.
en instrumento, de píxel en píxel. de punto de referencia en punto de No asuman la halagadom esperanïa de poder arrancar a los Modernos
referencia su conjunto de datos. Los geólogos, geoquímicos y otros g“; de los efectos (le la contrarreligio'n. Hace ya denmiado tiempo que los
grafos sen'an menos esqui/2ofre'nicos si aceptaran llamarse ¡Gaia-logos. agita y. como el águila de Prometeo sobre su roca ardiente. ¡azota sus
Gaia-químicos y (laiagrafos! Si este problema de composición es tan (m higados por siempre! ¿Tal vez piensan que seria prefen'ble prescindir
cial. es porque podemos encontrar en la ciencia de los climas no la 'guy; completamente de ellos? I’cro eso equivaldría a continuar. una vez mas”,
mar'w' evocada por Nietzsche. sino una ciencia de Gaia que seria por fin cl movimiento mismo de la contrarreligión. y añadir un gesto iconoclas-
compatible con la antropología y la política por la que debemos luchar. ta mas' a aquellos que la precedieron. bo mejor que podemos hacer es
¿Por que' es tan importante definir pueblos alli donde se hablaba de conservar la aguda conciencia del vínculo entre la teología. la ciencia y
una Naturaleïa conocida por la ciencia o de una Creación predicadapor la política —lo que he llamado reparto de las posibilidades de actuar- y
religiones? Para poder hacer lugar a otros pueblos. otras ocupacioncsdo‘ buscar una mane a de recuperar el hilo de la histon'a. la histon'a de las'
suelo. otras maneras de. ser en el mundo. Nunca se insistira' lo bastante. cosas y la historia de la gente.
en efecto. en que lo asombroso del Nuevo Regimen Clirna'u'co es que
impone una solidan'dad terrible y totalmente imprevista entre vr'ctimzs)‘
responsables. De ahora en adelante, es en el corazón de la Beaucc’ tanto
como en Nueva Guinea. en (."alilkn'nia corno en Bangladesh. en el centro Si me han seguido ha5'ta aqui. la réplica que hay que preparar contra
de Pekín y en los vastos tern'torios de los inuits donde más violentamente aquellos que acusan a los ecologistas de “sostener un discurso apoca-
se produce la toma de tierra y donde las" retroacciones de la susodicha lipu'co” debe tener la fonna de una pregunta: “¿Y ustedes. se colocan
Tierra son mas" vertiginosa-s (como se ve en la deslumbrante tesis de Mar. antes. durante o despues del Apocalipsis?". Tal es el sht'bboltl que podria
u'n. 20H). Lo que el Nuevo Regimen (llirna'tico tiene de refrescante. por pcnnitir les clasificar las" lOrrnas de atención al mundo. Si se sitúan units
decirlo así. es que ernpie'la a reunir a muchos pueblos que han sufn'do Viven en la dulce inocencia o en la crasa ignorancia... a menos que. por
el mismo impacto. (knno había anuncmdo David Kopenatsa: “Los blal‘r una suerte increíble, hayan escapado una vez mas' a cualquier fonna de
cos no temen, como nosotros, ser :iplastados por la caida del cielo. Perú model Iii/ación y. por lo tanto, ignoren la impronta de la contmrreligio'n.
un día le temeran acaso tanto corno nosotros” (Kopenawa )':\lbcr1. (¡ü Si se sitúan después. ninguna trompeta del Apocalipsis sera' ya capaz de
en Banouski y Viveiros de (.‘astro, 2014: 286). Que todos los colecú‘m desperlnrlos (le su sueño, y descende nin como sona'mbulos hacia las for-
C CÓMO
¡'LANFI'A
CON El. . (N0) ACABAR con |>'.l. FlN m: nos TIEMPOS?
CARA A CARA
245
' o ¡1¡e nos confortables de aniquilación. Yr ) no
m-¡hs mas ‘ C ‘ gn' ,50 superado; es necesan'a si queremos hacer
‘m que se mc frente
simon dumnlr el - mil" r" . . .
¡mms dc jugnu- a las concrlractones,
1. ¡“CI llt‘ann (1 el
l' un (¡J-"im - a f
uslfdcs ‘
¿nah'l. d‘ l ) qm. difieren los deensores
“bcn qu C no esc-¿paran al llclnpo qm‘ ¡”‘53- siempre, una vez mas', el mome
‘ . . p“ ' 'n (
r ' mm“ nto de
c Il)_i C53 es h‘ cuestion. ¡“El ‘ “crm a tiempo. lil apomlipm
dl ido (“mg-¿da _ a un llamado a ¡”porfin
la stlertc_ d e (lsmpn
C c c- ar un me cn Plc < C gifs m ¡a
y“ n. a rol ( uma. las- advertencias
I de Casandra no serán
.-‘ -.“)s¡rof!""
tilmfl-“lxr‘ “poc "uma .
de un nuevown“púcosjudcocn'stiatms í ._
"num" 'S‘ ""Sdlsun WL a mi" los l 5 que ella se dirija a la gente que tiene
a nlCHO ' a‘ , .C
.
el ordo afinado
dc los 3|le ( “e clns'icos no es sol
ellos. por su
parte. esperaban). smo
amemc d‘uclmdas' l C “5. [rompen/LW esctologtas.
cl "0"" . ¡m x10 dc ver . el interés de hacer frente
sobre ¡0do con ‘ L.
WC a mr Iï a Gaia. que es una
msmiónq
nuestra l.‘ aPocalíptica no tiene otro oblcui‘“
Skmms [ist 5'
apocalípu‘cos que Cl (¡C . po"¡ue o religiosa como secular. Gaia es un mandato
únicamente pam rm ta" Poc .
volver a gomr rquiuomn, ¡MMM! ¡ mundo. que obliga a volver sobre
cada día la oportunidad 0* lÁniq. “A, ¡a Mtll{.lln.”()‘l“a_s el pamsiusmo dc
me 3 (le estar por cl
pero siempre “qui. n'du' gnosticismo. O. para decirlo (le ctm mano
p . , de pic (Anders. 2007: 293-0; el destacado
mc pertenece). hscomr‘niwh‘gl ¿maja de hrs'lon'r.r..a"ción.
O mtb sencillo aún. como su
n. (hi3 “i‘m? ,pacaia
Estas line.“ provienen (le (,‘ünther Anders. escritor m nombre. lo '"dlm' es la señal de regreso‘ a la Tierra. Si quisiéramos
“Y P‘Ko esti drhmos decir que es el único medio
a quien demasiado a mentido —una ve‘z no hace costumbre- "¡Ido t- de hacer tem-
Se d mumir su deu“ ‘crtidumbre a los Modemos sobre lo que son. mi
sólo como el pn'mt-r man‘do de su Cclcbre esposa.
Hannah ArentlL bm mmmm¡“n'v,:,l:-¡lI:r-cila
un libro de 1960. llamado con todajuslicia II'I tiempo En c a e < I que viven y el suelo sobre el que se encuen-
(1p .
“(onll‘omvwgibcr¡“10 (¡le ellos que ‘por fin empiecen c .
cstrcmeccdor análisis del devenir de la teología [fm' l’ml’Onc un a tomar en sno el pmmtz.
políti (‘a en la
hongo atómico (desarrollado con mayor detalle e'poQ dt] «7*
en Anders. 2006).
efecto. algo que suele olvidarse: la gente de En
mi generación
que se conocía como amenam del “holocausto pasó dc ¡o
nuclear“ (la bien
con su sigla inglesa, MAD: Destrucción llaman
Multi a Asegt nada) a ¡a mundo“.
ecológica. Así como los climatólo gos
pasaron. por ¡as ml‘smas razon“
de los pn'meros modelos para explorar
el efecto planetario
nuclear (felizmente del ¡mit-mo
virtual) a los efectos (por demas"
reales) del talent}
miento global (Weart. 2003).
Sin tornar amf’rrialmmle visible
la amenaza. no hay ningún
que nos haga pasar a la medio
acción. lts' lo que (:‘u'nther
uso "profiláctico' del Apocalipsis. Anders llama un
que tiene el mismo conte nido quee!
argumento de (.‘live
Hamilton ( 2‘013l)): ante
la esperanza —que nos todo debemos abandonar
proyecta desde el presente haria
poder inve rtir nuestro el pon’emr- pan
rumbo: al ser reorientados
por alguna podem
para tr‘arislbrrnar el presente. Todas
¡l ('SC ¿“(Hugh del [uuu-o
presente. pero demasiado lejano haria el
sigue r1 sin darse
gen se creen. cuenta (le (¡th aquellos a los que se dm
e n el fondo, Inruunrl.'a(l()s
que ya pasaron - contm toda escatologla.' P tiesto
no
del otro l i
ven que significa "‘dO- ¿LOS llllCS
4 ultimos?
' ' c' - v
A deu \rdad c .no.
eso...
(bmo sea.
l a fusión de la .
('St' .‘ttología y la ecologia c
la irmcionalid
. .
ad. una perdida "0 5 ""3 ídatfi
l mw-
. . -
de s.'rngr(.- lna o no se que1 ad"?s¡0|
Séptima conferencia
Los Estados (de Naturaleza)
entre la guerra y la paz

[ü gran (alo de (a‘spar David Fn'edn'cll 0 El fin del listado


Natural-em 0 Del buen uso de (.“¡rl SHunilr 0 “Buscamos el
senu'do normativo de ln 'l‘ierra" 0 De la diferencia entre gue
rm y ope rario'n policial ' ¿(.‘o'ino maniobrar cam a cam con
Gaia? ' l-lunmnos conlm 'I‘errestres 0 Aprender a delecmr los
(ern'torios en lucha.

Pese a tener ame mis nan'ces la reproducción del cuadro de


Gaspar David Fn'edn‘ch. file necesanb que mi amigo Joseph Koemcr.
hu‘lon‘ndor del arte. me mostrara con el dedo la io‘nna (le menndro del
Elba pam (¡ne yo ndvirlie m por fin de un solo w'smzo. como en un (es! de
bes‘mh. que aquello que había tomado por un pn'mer plano pantanoso
de clmrcm de agua y lodo donde se reflejaba!) los rayos del sol em el glo-
bo mivno. ("omo escondido en la Tierra. No el globo de la canograiïa. el
u'niro que Friedrich, a comienzos del siglo XIX, habn‘a podido hacer gi.
rar sobre sus dedos, sino el globo meteorológico ml como. sorprendidos.
lo conu-mpluron los primeros astronautas: um diferente de los mapas.
con sux luces rmzuues. sus relieves de montañas. sus océanos in'sados y
la pi‘c'wnri.‘i enigmálica de sus continentes; ninguno reconocible. por
Cierto. (‘omo si ¡x-rurm-rieran 1. otro planeta. Ysi. hay que residir en otro
plane“ pum ocupar .‘lSÍ el punto de vista de aquel que ve el globo irreco-
nociblc lmndiz-‘ndose poco .1 poco —a menos que este emergiendo—. bajo
la apzizicnr in de una 'l'ien'a eng'lsrmdn en el cerrado de un pais.'Ji'e ordi-
nan'o (le los alrededores de Dresde. Paisaje que se supone que el mismo
tspcuudnr contempla de frente. pero en el cual no puede residir mas”
de lo que logia ingresar en el cielo domdo al cual ln (tuna silne'ln'ca de
las ¡mln-x. da un ¡ispeclo de orbe inmenso. pero cum inmensidad resulta
ampliliculu y .‘l la VLTI.‘ estrechzida. reducida, invertida por el embrollo de
¡Malu-¡les lv charcos en primer plano.
CON El, l’lANE'I'A “,05 (m: NA'I‘lJRAl.P./’.A) emm: ut GUERRA Y LA mz
¿'48 CARA A C ARA Los FST 249

r reconocer en ella. Propone como prueba cl hecho


C pOdC
mmdor. Johann l’hilipp Veith. creyó hacer lo correcto a]
. un ,gmpom'blc
punto de vista del espectador virtual de este cua.
mr t'l
l ¡la más razonable y mas' coherente: disminuyendo ligcm.
pam vol‘v‘C¡“amm del plano, haciendo del globo terrestre una
(¿:n'cllln del Elba‘ pn'mer
litno, charcos arroyos. no ha conseguido otra
gmplc No ¡nuten a ese grabador: que quien
u. a¡minar todo el efecto.‘
6053 ‘l‘ es“, cuadro no intente. simplificar-el lugar donde debe situarse
¿“me ‘wnphrln.
Que se, sumeqa INI.” bien en sí mis'mo. para porfin
(ot
“naturalt-Ja” nadie tiene lugar... Dos siglos despues'.
manana ma, Iin la
muy dilc‘rentes de las de la época llamada roman'u'ca.
pero POT 'alzones
Figura 7.1. (Lupa! "mid Fn'edn'ch. Dm pour (-t‘hrgr [H lo hemos_ comprendido. (¿Si _ _ h .
Neue Mentct [l‘iu.uotet.¡ (le \.|.'te\.um Mode ambien m )S()tl'()s
idea de lo que par Dawd Fncdnch quiso
gen. Dresdc. El Futojútgen Kutpinski. Dado luego, no tengo
mar m" (.ge cuadro y con ese título —l)as gypsy (x‘htgr: [:0 elegí para
parece, que resume mejor que cualquier otro uno
comen/M. porque me
Un velero. viento en popa. “1 lentamente aguas abajo. o tal conferenciast que preceden: no ’podemos com-
v ('l ¡gun delos atgtuneutos de las
am'ba. siguiendo en sentido conttario la línea dibujad tal vez se trata aqui de su extru.
a Pm cl dedo dc Pmtder nada de la intntsio’n (le Gaia —-o
Josc‘plh el límite de la “gran reserva“ —ta| es el nombre del de un globo. .Aquel que
cuadro. sin 90"¡1- si la ronluudimos con la contemplación
que sepamos lo que de ese modo queda delimitado: ¿es el se cree Dios -y como Dlos mismo.
globo tm}, me ver el globo terrestre, desd e arriba
tre cuyo borde se sumergiría en el río? ¿tus el Elba que (lclílnitan'a a la vez menumsa e
la desde luego. no ve así la 'l'ierm, la visión global es
pastttns.. los campos y el bosque. por lo demás mcíos de hombres escapar a los “¡S-
vde im'píax. Desdichudo tamln'e'n aquel que confia en poder
bestias? ¿O bien el límite es esa línea minúscula. mas' pa'lida. por una arboleda.
ending ms espacios del cielo y de. la 'l‘ierm creyendo refugiarse" en
de los a'rboles. en el horizonte. que. señalaria por segunda vez. allídondg comprender el mundo
ton los pies en el agua. a on'llas de un no. pam
el paisaje en conjunto huye del sol. el vuelco del conjunto de la ’ . m
pintun como espectador: s‘eru’ .‘tplamtado!
en la definitiva clausura de la noche? asi la mes
la Sireu'u'itlud de este cuadro consiste en haber senalado
l’ero lo mas' extraordinan'o es que pata la mirada parece imposible desde lo
bilidad de cualquier punto de vista. ya se trate d e ver el mundo
. .de’ld
fijam' en la orilla. bajo los bosquecillos. en la calma. tranquilamente. ya un?"sl
alto. desde :ihuio o desde el medio. El Gran Coto. la gran al lta‘dvi
que este lugar idilico. esta Arcadia. es visualmente tau inaccesible como no es estm‘ :tprisionado sobre la Tierra. es creer que Puede ser cp en.
la contemplado"n del primer plano y. según Koerner (2009) hace nom. 60m0 un Todo razonable y coherente. acumulando las escalas “ms'
corresponde a las lín -as de fuga, al infinito. (le los rayos visuales. Por om e --su
y c mi.
recíproca—.
' globals
las oltu’x. desde las nuis locales hasta las mas
dond c1
parte, es inútil esperar algún retorno bucólico hacia ttn hábitat locll. 0(r(’(‘l que. uno podría conformarse con Sll C 0to cerrado e r
e
puesto que la orilla del mtutudro se halla como pt't:n&'|(ln. laminada P‘X . , ,
aquellos (l l te pretcndn ordna
l" 5“ ,ld‘rdm. Dicho de otra manera, dc
dos inmensos rodillos: el globo en primer plano que parece hundirsn‘ ' r . . - cen e | calificativo
l“ ‘lllt‘tt'ntes dnuensnones de la Tierra no mcrc
el otro. en último plano. del cielo
del poniente —() tal vel.‘ levante- qu! ¿(mmm

Pa"ecc gil?" sobre el primero como el sistema de un trapiche. No. I'm"


"ma
) . d"
c ““ Pal-52111" que, alguien podría contemplar. Ninguna eslabu'd‘d
c
palm, a IIIIIOS, . ,
quu’a, que nos encontremos sobre la barcan' pen)
entonces seguiriamos
estando e u movimiento. de W an ¿I’m "62‘
Me fdsc‘ina tanto e q.ta, . . ' ‘c ¡to on
pintura porque hasta el ligero monnnr l l’llillpp Vcith (lïlrFr‘l837). copia dc MW
alguie n disttdo
' m' pd. m que (¡qc. (k. Ver 10 que ¡QSL-ph
¡(corner est
ac ' Munro de DIWIC.
250 CARA A CARA CON El. PLANE'I‘A [OS ESTADOS (DE NATURALEZA) ENTRE LA GUERRA Y LA PAZ 25]
Íl
En estas conferencias. nos estotvamos por responder a la intanión de l una pregunta: “¿Ha tenido usted alguna vez cncmigosr". Si
l
Gaia. aprendiendo a deslntCernos. uno a uno, de los habitos de -rnarse en ustedes mismos y reflexionar sobre el senu'do de
Pensa
miento propios de lo qtte podríamos llamar el A nltgun Régimen (.‘limálu'o “Combates que llevan adelante. estoy casi seguro de que se van a dar
Nos esforlamos por retnaterialimr nuestra t.‘xistetu:i.'t, lo que ¿mm-fin n dc que nunca los han tenido. Advman‘os. sí. desde luego, pero
¡“(nl

en pn'mer lupr reterritorialiyarla o. mejor aún —aunque ln palabra no “(m-¿315, no. Sin duda combaten ustedes a los climatoescépticos, o bien
e.\'iste-. rrlrrrrsln'aliutrla. (kisa que (lesde luego resulta sorprendente mn ¡los (apl‘¡“1,3135 cuya influencia está destruyendo el planeta. tal vez a los

la gente qtte se quejaba de ser detnasrado “terrenal” pero que. a fin de bancos, o incluso a los políticos incapaces de ver mas" allá del plazo de su
cuentas. ¡lo eta muy poco! Lo que equivale a repnh'lizar nuestra conccp Propia elección; a menos que luchen-tal .vez con-tra “los ecologistas. esos
defensores del
cio'n de la ecología. lisa es la tarea a la que debemos dedicamos ahora {n'gidos "que quieren prohlbtr cualquier mnovacton , los
He preparado esta repolitil'ación al insistir. en las dos últimas confcc donedtnivuto. o incluso contra los científicos convertidos en “un lobby
rencias. sobre la obligtcio’n diplomtitica de presenmrnos los unos a |m ¿e modeli/.'tdores sin conexión con la realidad". Sí. adversarios. todos
otros bajo la forma de pueblos que. e.\'pliciten, tan claramente comom (¿nt-mos a granel.
posible. cuáles son las instancias supretnas que. los convocan. sobre qué Ysin etnbargm cualquiera sea el bando al que nos hayamos unido, nos
suelos se creen loutlirados. en que periodos de tietnpo se sitúan yscgu'n “¿mas obligados a reconocer que no tenemos enemigos si la auton’dad
que cosmogramas —o que cosmologias- se hallan distribuidas las pos}: suprema en nombre de la cual combatimos. la que nos ha enviado en
bilidades de actuar con las cuales han elem'do involucrarse." Tal es h misión y de la qtte nos hemos convertido en ministros. sabe ya, con toda
importancia de esa zona metamórfica que intenté hacerles comprenda (envia. cua'l es el sentido de la histon'a y sujuicio inequívoco. Tan sólo
en las dos primeras conferencias. profundi'lando en esa tan importante procedemos a una ope ación de limpie'la. No somos sino la vanguardia
noción que es la agqu’ dc un movimiento ineluctable. El tiempo no u’ene influencia sobre la
(bmo de aqui en mas" descubn'remos, el Antiguo Regimen no pcnm' musa a la que servimos. puesto que es incapaz de modificar su conte
tia hacer política realmente. puesto que jamás encontraba verdaderos nido. la historia puede avanl'ar más despacio de lo previsto; no puede
oponentes; uno se comentaba con luchar contra gente ¡nationale infid cambiar tadicalulente de dirección. En sentido estricto, la causa ala que
qtte se trataba de educar o de convertir. pero nunca de combatir. En todo stm'tnos trasciende a la histon'a.‘
caso. no de combatir en el sentido radical de que. ellos pudieran. asu ¿Han tenido tiempo de pasar este pequeño test. y de ven'ficar cuáles de
vez. ponernos en peligro de perder nuestros xalores. l'sktos pemtanetnn' sus a(i\'cl\.'.’il'in\. tienen la capacidad de hacerlos temblar de incertidum-
al abrigo. en la .\"aturale1',a, en el l’ronp'eso indudable, en el Sc'nlido de bre a la hora de reconocer la solidez de sus xalores? Tranquilícense: ¡no
la Histon'a. en la (Iiencia indiscutible. A nosotros, en verdad, nada podn' lcspitlo que deVelen públicamente el resultado de semejante examen de
sucedernos. l’odíamos sufrir reveses. pero no crisis verdaderas. .\"ada de (oncieim'a! Me limito a sensibilizarnos. a ustedes y a mí. para percibir
cuestionatnientos. El juicio final ya había tenido lugar. En suma. estába- (ómo baja la intensidad política que esperamos cada vez que la “natura-
mos sin historia tanto como sin política. De ahí nuestra estutwfaccio'n. Itza“ entra en escena. como si estuviéramos convencidos de echar agua a
nuestra falta de prepau‘acio’n, nmrstro escepticismo ante la irrupción de un fuego para apagarlo. .. cuando en realidad estamos echando petróleo.
esa pareja extraña introducida en laS' conil-rencias tres y cuatro: pn'mem Si la convocatoria a la "naturalel'a" posee semejante poder de (¡espa
Gaia. luego sti ma's reciente ('omplicacio'n, el Antropoceno. lu'tza'n'u'n. es porque para quienes combaten por ella -—poco importa en
Para comprender la repoliti/ación de la ecología que va a seguir. mi que bando- es posible tan sólo en el tiempo plasmar un plan que no
a pedirles que se sometan a un pequeño “examen de conciencia" ha- dependa de los avatares del tiempo que pasa. La “naturaleza” inmunim
Contra los riesgos de la política. Para eso ha sido concebida. Por eso.

2 Véase en la quinua conferencia. p. 174. la lista de los rasgos que me sinicn‘c


para imaginar eva t om'ocaton".¡ de pueblos. 4 En la t onferencia antcn’or. p. 22‘2‘. mimos la proposición de Voegelin. que
3 Remito aquí a la segunda ( nuit-rencia. en especial p. 85 y s. dc este libm nos dio ocasión de observar esta trascendencia malograda.
A” A (MR/t CON El. PLANETA y81.“,05 (m: NATURALEZA) ENTRE LA GUERRA v
¡,05 »— LA PAZ 2 53
25.2 C.

. . db." ha existido realme nte


. las disputas. Bajo este exuaño
udo c5mclO.J'¡-m una politic i’lu‘mo recurso todas régi-
en Sc" col"?
Lo (¡lie mlemos llamar dc es“ irbil mr ‘05 cn la primera conferencia. la “naturaleza' se convirtió
l999) . manu
(latollr-
. - '
dc pnnCl pios cm- v1 cvidchl-¡‘l pr0VlCHC
l mah como ‘S'lmprcma dc cualquier decisión moral."
l (lc Otra f
f El hecho de hallar-
la realidad
Id la (.l.cnc¡'a_ contra la resistencia obstinada (brw i-u
gen
L. m e x - de dc este, Gran (,o‘to explica precisamente la languidez
cn el i."(_cr:¡-((),'r¡¡ concerniente a la ecología: la desconcertante

'
c505. Principios porque no llegan a compre
' la aresistencm
dalecn
obc( cen
dlS‘vlll“,(.¡nos idea de
db esos oponentes que nos obligue dc toda
¡Odin d’ hacia la “naturalel'a' y sus leyes. sí o sí vamos a estar
Simplcnwnte nos “’Ümo
t 0.‘ son arcaicos. atmados, incultos, ha” que. si 5,‘ fue'Semos los ciudadanos de un
gummcmc de mala fe. Ninguno de ellos nos_\a a obligara Corn mts'mo cuerpo, político.
de acuerde-l; “www-¿r
a rc racionalts'la ¿s ciudadano del Blade de
cabo a mm ¡o qm. llamamos Nmuram
nuestra t.'c..ologia. ni a deci .
dir que_ cs_ a dt-
fin F” a” mm: .cuestionar el Espíritu de sus Leyes?
de cuentas. ¡o que la compone. lncluso Sl n'os pretende
mos “en gumï ¿Quién om¡‘h\l¡“r()pocetio. no nos dábamos tan clara cuenta
mmm dichos atlvemn'os. esa guerra no sera tal, pue-sm dc la exis-
.que no (iq-"¿de Anws (¡,6 ¡[e Domo w'rtual. pues limita'bamos la existencia de los
ser “damn. ¿(kimo hablar de guerra Sl uno no Esta-
se "nd,a (SL-nte a los ensamblajes humanos. Si tenían una ecología. era
Fn el fondo nos qucda la certel'a de que. si tan sólo ames“ a Pt'l’dctla"
hubiese dos unlc‘m‘lllc ellos mismos, en el ambiente, y no mas' que para situarlos
explicarles claramente. ellos se habrían convencido de mpornlrguïfl;l
parte sobre un mapa. Ls‘ta fic.ción .se'ha desvanecido con.la
nuestro combate. (.‘uando apelamos así a la “naturalel.A, ..’
¡“men-¡ón en la geohiston'a. con la proliferacr-on de las controversms
porque deu-amos volver a explicarles a unos pe' simos alu
muros virtuales de un salón de clase, lo que a la larva;5 ¿e la que la generalivación del climato'escepti’Cismo ‘no.es mas que un
terminarán po,
comprender... a la fuer-7a. moro síntoma—. en una palabra. con la intrnston de (.xaia. Por pnmeta
Si no hay política. en el sentido de. que nunca nos to tu. se ha vuelto claramente evidente que la universalidad de las leyes.
pamos COI)
migo. sino tan sólo con gente que está en el error un ene la robustez de los hechos, la solidez de los resultados. la calidad dc los
y a la que debcrcmm
castigar o rehabilitar. eso significa que no modelos ya no tenian el poder de servir. siquiera en suenos. para garan-
nos encontramos solamcmc
en el recinto de una escuela. sino tatnbitÍ-n en u'zar el acuerdo de los espiritus y doblegar a los Estados-nación bajo un
r1 interior de las fmnlamd,
un cuasi las‘tado. Por cierto. los ciudadanos mismo yugo. l’recisamente al no ser la ‘naturalcm'. ni cualquiera de sus
(le dicho Estado están
queados unos con otros en los detalles, pe ro mo; suceda'neos. (Laia obliga a replantear la cuestión de la política v a buscar
de acuerdo en lo esencial.
Los hs‘ladosmación muy bien pue den otro principio de. sube rania. Si Gaia posee un efecto tan potente como
estar en conflicto
los unos con las
otros —¡y nunca se han privado de influencia politica es porque vuelve a plantear la pregunta: ¿en noni'bre
el|o>.'—. pero eso no impide que
encuentren todos bajo la e'gida de se de que autoridad suprema hemos aceptado dar nuestra w'da... o. mas a
una :mtoridad que tiene el poder
hacerlos entrar en tazón y de menudo. tomar la de los otros?
a la que hay que. llamar soberana.
esta' en que si la Ciencia liuhiese La prucln Por eso en 12st. dos conferencias previa me lic pcrmmdo
demostrado algo de la Nattlmlem. crr el cmmno
tonces. evidentemente. los ejercicio de reemplazar
lislados-nación. todosjuntos y al unísono. esta falsa universalidad del Estado de Natumlcu’
habrian podido sino ¡no —cn cualquie a (le los casos.
ali'nearse bajo sus leyes! (Si ustedes inoperante- por la COIIVOCR‘OW‘ d‘c Pueblos
esto sea ¿s'i en lo que dudan dc qut distintos. de colectivos.
concierne a I a fisica, la medicina capaces de entrar en relaciones diplomaucas' L0
piensen en el pode o la bioquímica que perdemos _ _ . _ - 1
r soberano de la l‘Ít‘onomía: por un lado -la indiscutible apelacxon a la (""c'lc'a
'
de la
alguna VC] de una ¿que imperio ha g013d° Nalumlera- . (al
autoridad tan absoluta?) vez vayamos a ganarlo por el otro. a condicion de attpmlar
ese acuerdo. nos Ahora que hemos perdido Paúl" (le tm rérp‘mnt (le, [mz aparente a un 1rg1"7nnt de paz pastblt. hntre los
percatamos de
algo que habría ‘llK' lh’lbíamos residido. en realidadxn es "cm-1d. es inútil ocultarlo, hay que aceptar hablar de guem-ul‘x‘am'ÏL
que llamar listado
podían se r lll\'()(‘d'dd's (le .\-‘atttraleza, cuyas leyes unn'cl'ïlks Podremos repolitilar
poi _ ( , ualquter
. . _ _ . la ecología sin aceptar que. ame ¡”doo dem‘”
las disputas v . g 1 Indwtduo tactonal pa m p0|lc"" f a
llevarv.a s a s
us adversarios
las person 'al. arrepentimiento.
h
.L rat ionle. .'
aceptan VIVII‘ B. “a
forma exact bd’JO la cg'd“
a no es nunca . _
pre cisa. smo de
f un - r
»
5 lan . . . . - -6n .
cuanto a la imposiln'ltdad de distinguir dccnptl
n‘ ‘ón_ Many:
) PR'" p“
que cumple (ado
cSc' ¡(ul'i
al
esta thion Cn ('\|)ecial p. 63 y ss. de este libm.
254 CARA A CARA (ZON El. PLANETA 255
|()S I-ZS'I‘AIKLS‘ (DE NA’I'llRAl.F./.'A) P.N"I‘RI‘.' LA GUERRA Y LA PAZ

reconocer que e\.'iste un estado de guerra —una guerra de los mundo“, h ¡(lea de haber perdido la segun'dad del gran Leviata'n, y de
dos anlc
que el .-\ntivu\‘to Regt'ïnen Climático no era mas“ que un annislicio, a]; frente a este otro (bsmocoloso cuyas aventuras venimos
¿“centran ¡os
espera de un tratado de paz que nunca llego. pues habría oblimdloadu' de estas conferencias:
¿guiendo de sde el comienzo . . el Antropoceno."
.
tinguir. precimmente. las verdades contrastadas de la religión. la poh‘u‘Q ' 5.- “o debemos abandonar el proyecto de Investigar la segundad y la
y la ciencia. No me es líicil ponerlo de relieve. pero en este scml'do d
Prote “ión. la p'd’l. y la certidumbre. baio un nuevo Leviata'n por inventar,
‘rec.ntdecimiento de |st hostilidades“ podría presentársenos como um . aportada
¿s porque la seguridad ‘ por el bs'tado_ de Naturalen
_ . jamas' ha
buena señal. l-‘inalmente. gracias a las disputas sobre el clima y sobre ¿do obtenida en r calidad. [al deseo de construtr la Republica. la verda-
como gobemarlo. volvemos a plantearnos la cuestión política en tc'nm.‘ dem mpublira. está siempre (mle nosotros. Gracias ala irrupción dc Gaia,
nos de vida o muerte: ¿que estoy dispuesto a defender? ¿A quién No).
(omantos conciencia de que ni siquiera habíamos comenzadoa esbozar un
dispuesto a sacrificar?
(ontrJlO realista. al menos un contrato que pudiera sostener esta Tierra
Mediante una inesperada torsión del célebre concepto de Hobbq‘ ,ublunar que es la nuestra. Por eso nos sentimos tan contemporáneos de
hemos entrado en ese estado de naturaleza que el situaba en un pasado Hobbes. enfrentados a la misma vieja cuestión de poner fm a las guerras
mítico. anlts del contrato social. y cuyo modelo em aportado por las (03. civiles y religiosas. El anhelaba reconstruir la sociedad civil después de
tumbres (mal comprendidas) de los indígenas de Amen'ca: que la garantía de. una Religión realmente calo'lica (en el senu'do etimo-
|o’gico de “universal") había desaparecido: en cambio. ahora nosotros
Mientns. los hombres viven sin un poder comu'n que los obli- debemos proceder del mismo modo que la auton’dad de una Natura-
gue a todos al respeto. esta'n en aquella condición que se llama Icm verdaderanu-nte católica. conocida por las ciencias unificadas. que
guerra; y una guerra como de todo hotubre contra todo hom- sc ha derrumbado también. En el nuevo Leviata'n. las violentas disputas
bre (Hobbes. 1971: 124). sobre la exegesis de la literatura científica reemplazan a las disputas a
cuchillada limpia sobre la exégesis dc la literatura bíblica. Recuerden la
Hoy en día. lo extraño es que ese estado de naturaleïa no está situado, respuesta que la elitnato'loga Virginie da a Ted. el factótum de los clima-
como para Hobbes. en el pasado: viene hacia nosotros. es nuestro prisma. toescepticos. en la obra Gaia" Global Cima: “¡Vaya y dígales a sus patrones
Peor au'n: si no somos lo bastante inventivos. también podría comertir- que los científicos están en pie de guerra!" (Daubigny. 2013).
se en ttttestro futuro. Ahora que no existe el “poder común" del Estado
de \."aturale7a y de sus leyes para mantener a todaS' las entidades en el
‘respeto', es una guerra de todos contra todos, en la que de ahora tn
adelante los protagonistas pueden ser no sólo el lobo y el cordero. sino Para mamar en estas cuestiones tan delicadas como n'esgosas. voy a recu-
también el atún y el (10.3. el nivel del tnar, los nódulos de las plantasohs m'r al autor menos apto para tranquiliïanios. el tóxico y sin embargo in-
algas, ademas de las numerosas' facciones humanas en desacuerdo sobre dis'twnsable ( .a‘u'l Schtnitt (1888-1985). Eljurista nazi viene a ser como un
mas' o menos todo. trueno (¡ue uno guarda en el laboraton‘o cuando necesita un principio
activo lo basuuue potente. como para contrapesar otros venenos todavía
Puede resultar extraño para un hotnbre que no haya sopesado mas' peligrosos: ¡todo es cuestión de dosificar'. En este caso. las drogas
bien estas cosas que la naturalem disocie de tal manera a los que necesitamos contrarrestar son tan fuertes que. los invito a mitn'da-
hombres y los vuelta capaces de itnadirse y destruirse mutua- lilatse ntedimtte pequeñas dosis de bc'htnilt. tomada en el momento
mente, (1971: 125 [(‘d’p. 13]). Oportuno... En todo caso, ¿cómo prescindir de alguien que en pleno
Siglo XX escribió esta frase tan pertinente para la cn“sis que “'vimos?
(n‘ntmriamente a lo que dice Hobbes, en nuestros (liaS' detfniuïamentc
no nos sorprende que en ningún caso la “naturalera" pueda ¡pacifica
al 'animal politico'l La “naturaleza”, ahora lo sabemos, divide, y din'dt
raditalmente, Asi. nada hay de sorprendente en que nos sintamos alem- G Remito a la quinta conferencia dc este libro.
856 CARA A (ZARA (ION El. PLANLI'A LOS HS'I'AIK)S (DH NATURALEZA) ENTRE LA GUERRA Y IA l'AI.’ 257

hn' la lengua Inílica. la lierm es llamada la mazin- drl dmtha. [m] ¡p que debe. inleresarnos. más bien. es ese libro que llem un título
la lima ni fl línrrhu (Ir grilla dtljus publicuin eurrr
Esoeslo que entiende el poelzl cuando habla (le la lierm profun. (nano. [il ¡mmm ¡lr
damcnlc jusla y la llanm jusliuimn lrllus (.S("hmiu. 200"): 47).? ¡ng-um . fl? (¡amado durante
la guerra y publicado poco despues." ¿Cuál
entre la ecología política y ese n‘eio pensador reaccioimn'o
(su relacion
¡"la Muyjnsla Tierra". Que quienes procumn estar cara a cam mn d I’reciwmenu‘ porque Sduniu ni por
(me dim." "“lv‘lcük ¡N'I'W'th'llm
planeta -cnrarar a (L ia- v comprender cuzil es el derecho que clla pu. pasará n ser la cueslión ecolog'i.
un “mind” Picm" e" “quen” ‘l‘lc ¡“(780
dc cngcndrar. confiescn que hav que mirar la cuestión ma." (lc cerca. Pm ca. su manera (le hablar de la Tierra y de su derecho. de su mmm; como
lo dcmm’. dc .Sc'hmiu no me inleres.'i (anto que haya inventado el Klum. dk;- él, puede parecerles lan iiiil a aquellos que procuran deshacerse del
Sia'do célebre fmnnpm dl rxrrpnu'n (.Sc'hmill. 1972). Fw que (l mnrtplo (lr "nalumlaa' ha hecho gravilar sobre lu cuestiones
(hn “¡lunmd de reaccionar ame la g mdual (lempan'cio'n de la poh]; de la Tierra. del derecho. de la sube mnía. de la guerra y de la paz. que se
ca. eliminada por el mmmgrmrnl. la ol}.mni7.'uïiïin. la economia (lo qm: mn mello nur-sims con el ¡ulveninlicnto de Gaia. Y. ya que ni despunla
how llamariamos 'golx-nmn/a'), Sflnnill lll-Il) como si la excepción pol; en c'l un ¡xrris.'ir|ii'(-iilo acerca del Globo. I'J' nomas (ll la lmr'u puede mili-
(¡al Íucsc un momento raro. ¡esenudu aljele. por encima de las leyes. lg nm: para pensar al warm de la noción política. científica y teolog'ica de
idea cra nidemeinenlejusla: nada tiene que ver la polílica con la simplc h 'nalumle/¿a' (l‘lCl‘llZ. 20l’.)). Cuando .Sc'hrnilt olm'n'a la Tierra. ve en
aphca'ción dc una regla fiiada d e :mlernzmo. Pero eÏl lnlnco’ esta idea al elh h. Inau il, de un derecho posible. Alguien que ignora en ¡al medida la
poner el .‘lrenio en un u'nii o .\("glll('lll() de la lrayeclon'a lan panicular del munralela. ¡em es exzutuunenie lo que necesiiamm!
disc'um político: el momento en que el jele' "corta" por lo sano. Ahora Si .Sc‘hinill puede venir en nuestra ayuda -sicinpre y cuando respete-
bic'n. el modo de existencia política es excepcional rn todos sus “¡2mm mos la dosiw. es. pues, porque. como buenjun'sla. comprendió que cual-
puesto que (raza una (una que. desde luego. jamás va derecho (lamur. quier (lislilu'io'n entre los hechos y los xalores es impmclicable si uno se
20023). 'l'anlo es asi que el pn'nripio de excepción ya no tiene nada dc sitúa anles de. la [orina moderna que lla/.6 un deslinde entre el derecho
excepcional dmle que .‘u epunnos seguir la manera lan particular en que nalural y el derecho positivo. la physu' y el namox.“ Y es ademas" porque
la polílira dislinmie. en rada inmnenlo. lo Verdadero de lo falso. tomprendio'. también él -aunque sin la luminosa generosidad de Voegu
Por desdicha. en lugar d - aceptar la originalidad de este modo de lin-. la importancia del ApoCalipsiS en toda filosofia de la historia, y por-
existencia políu'ra poni ndo de relieve el (‘UIIIFASIC con los modos dc la que. a diferencian de los Mtxkrrnos. no cree habem' libmdo para siempre
inÍonnacio’n (¡CHIÍÍÏGL dela Inoml o del derecho, .S("limill exageróla im. dc la religion. Delnis del revollijo de su milología. caplo' perfectamente
¡mnancia de uno de esos momentos —;i‘so('|".ind0l0. “del al papel del que no se puede pensar la política si uno procura emdir‘sc. del lwm'po dr!
I‘u"hm—_ que disiniula su p.'im(lo'jic.'i l).'ui.'ilidad. l'ln otras palabras. .Sc'hmiu fin (Meier. 20D“.
(onlunllin' el estado de e.\'< epciún con la p.‘u'u'cularidzul de esle modo dc
existencia. Para evi'lar verse ronlalninmlos por esta versión resln'ngídl
del pn'nu'pio de excepción. sus lectores. fingiendo horrori/‘am-. se pu«
nicron a recrnplu“ar los sinuosos < iieunloquios. propios (le lo polilko. .‘i Mim I.’| rwrilnm «le .Sc‘limiu (200'lh). \r’.ue la pri-«mación dc h wm'ón
con la aplicación de reglas de buena golx-rnan'la." Al inlenlar salvar h lrnnrcu realizada por l’elcr Haggtnlnathcr.
lO 'l‘usc "unión «le parli<ipu en un wminario organuado cn mayo ¡le 90.|5 tn
peculian'dad de lo polílico en el llanu- de ser eliminado, .Sc'llmill dio'
.81 ¡em c‘ I’o. .u erra del uu) del nm (le la tierra cn cfnloxia poliliu. (on
una wm’o’n tan exótica. lan lenlona. .‘que. a lin de cuentas. lo único qur l’wi rc-‘i'u-x (A‘pnile', Noah l-‘cldmann. Damme: Hcinr. Bnmn khnznu'er-ph
logró fue ¡uelerar su rlesaparirión'. Koerner. Mit llael Norlhrou. Claudio Minca. kc'nnclh (Nhig y Roxy Ros-un. a
quienn .¡gizulcrcu un nlilnnlanln olncrvarionn
“A pesar «le cua allerarío'n dc Io\ rnodcn dc 'K'HL'IY \, dr etprcxinc que
vpbren'nu a psulir de la época cla’u‘ra. K (onlimulu pertibicndn cl ¿lance
m iginal del leuninu nomad. que no sc rtdm ¡a cn almlulo a una iimple
7 la expresion lalina peru-neu- .l (u'x'lhe 1 Iax lt'm'xum de Virgilio. ¡('KldIneIIl.“ ión donde ser y deber cmn imcpambks y donde sc podia
H Sulnr cut c nui de l .ilextnl'a enlrr' la tnuaninu ión y la polllim. Name l) hacer ulnnuerión de la curuclum espacial de un orden (oncrtm' (Sdlml'll.
luur (¿l'lll'bj y l.“ enli.ul.u r um -¡unulirnlr\ del lili". Mi"): 73).
|.()S ¡511005 (DE NATURALEZA) l>.‘ rm: LA 01»:th v LA rAz 25g
258 CARA A CARA eos ia. PLANITI'A

bo más sorprendente cn alguien de su época es que no torna las cícn. por consiguiente; cuando Selunitt habla de la 'l‘ierm, no esta hablan-
cm’. yen especial la cartografia. por aquello que descn'biría objetimmm do del (.‘lobo sobre el cual se apoyarían luego los Blmloynación en
te el mundo desde el exten'or. sino por aquello que. dmtm del "¡una n como piezas sobre un tablero. sino de. territoriali.I'aciones múl-
¡cr
lo configura. lo recorre. lo calcula. lo dibiJI"a -en una palabra, lo rcpm u'glplcs algutm de las Cuales conlle 'an. provnsorianiente. relanones par-
senta- de una manera específica. Diga’moslo de otro modo: .Sc‘hmitt no el tablero. Para él. por ende.
m‘ulares de rsplrriumirnln que (lcforman _ .
se deja impresionar por la figura. que tanto se impone al espín'lu, de] h hl',¡(,r¡';¡. incluso la historia de |st tecnicas. resnle en el origen de las
Globo. (A‘Iando habla de lo global. siempre es porque ve en ello la mano Prácticas (le espaeiamiento. [ise es también el punto crucial que hemos
de una hegemonía científica. económica o institucional en vías dc cx. monorido en Lovelock.” con la misma (lesconlituwa por lo global en
pensión. o como dire e'l. la “toma de tierra" (Sc'limitt, 200M): 89). (bmo medida tal que debe eomponerse organismo por organismo. (knnpren-
en la pintura de Fn'edn'ch. para e'l el globo esta inserto en el mundo. Pm dera'n ustedes por que me cautivó la lectura de. un libro así. l’or otra
todos estos mgos. Sc'hmitt se resiste al cientificismo de su tiempo. parte, ¿que hay (le sorprendente en acudir a un llh'lCSll'O reconocido dc
(kimo remos. esto bastaría para volverlo sumzunente u'til a nuestra bm.’ 1; gcowilitiea y del derecho ¡nternacionaI pam reabrir las cuestiones
queda. pero lo que mas' me interesa es la consecuencia que e'l den'sadg planteadas por la (.‘aia-política y el Nuevo Régimen (.‘lilnático? Se.’lunitl
eso para comprender el espacio. Acaso .Sc'limitt sea el único pensador nos ¡wrrnitira elegir entre el nomas de una 'l‘ierra concebida como un
político que no se dq‘o’ atrapar por el marco espacial. En su opinión. el Globo y e.l nmmu de una 'l'ierra concebida como (,‘aia, es decir como el
espacio es el resultado provison'o de un fenómeno (le expansión. de es. ¡nll'UlHlNL
pariamiento. de toma de tierm. que. depende de mms \'i.n".ibles política
y técnicas. Para e'l. como para los Ina's rerientes histon'ador-u. de las cim
azs'. la m Ixtrma no es "qurlln rn la rual se sitúa la política —el mapa mudo
de cualquier geopolítica- sino aquello engendrado por la acción política (,o‘lno les ha ocurrido a muchos lectores. fui .‘tpltu'nndo todo el tiempo
misma y por su instnum-ntario'n tecnica. lin otros te'nninos. pam e'l tam posible la leelum de em obra. hasta que. al abrir ltl' nomas.... (li finalmen-
bién. el espario es hijo de la historia. (km eso. .S("lunitt ignora adrede h te ron este pa'l ralm el último del prefacio:
distinción rano‘nim entre geografia "fisica" y geografia "luunan.'i'." Pre-
cua'mente porque es simulta’neamente un jun'sta y un teólogo político. lil orden eurm‘entrieo del dereelio de gentes que ha premleci-
procura ahondar (mm de la invent io'n del territorio concebido como un tlo hasta ahora llega lio; a su fin. (.‘on e'l se (les.\a"tmtïe cl antiguo
espacio transparente que un sobe nino contemplaría desde la ventana nmnm de. la tierra. llabia nacido del (larulm'minrla [rrn"m. ines
de su palacio (Olwig, 2008. Elden. 20“). Y digo bien. “antes' y no 'des‘ pe rado. de un Nuevo Mundo. de un aconteciniiento lu'sto'n'eo
pues". En ('Ít'( to. a diferencia de tantos (‘ritieos del espacio, .Sc'lunitt no que nn [nu-(Ir "1)(lin.r. lt'n nuestra época sólo ¡mdríalnos imaginar
prtxura agregar el .wntiiniento del espacio “vivido” al espacio 'oljetim' un ¡It onteeimiento análogo. bajo formas fant:istic:m. suponieir
-lo que equimldría a prolongar la l)il'ttre.'ieióri entre geografia huma- (lo por ele, Inplo que. en su mta hacia la Luna. los hombres m-
na y lisina sino engendiar tzmtos espacios. en plural. como situaciones ronlmn'mt un mer/m (dale nuevo, lomlmmlr desmnorido Inma el
polílit‘as y técnicas existen. Al ll‘l i'itorio eonr'eln'do como un aparte. un presente. que pudieran explotar eon total libertad para almuar
mntmrnll mila/'nnm'udu, el opone los territorios concebidos como Iugam. m n'uulitlrul sobre la tierra. 'l‘ales ficciones no resuelven la eues-
como (Imlrmdor (li/rrmnunln. lio'n de un nuevo nolnos de la tierta. Y tampoco va a resolverse
gmeias a nuevas invenciones científicas (.Se'lunilt. 200“): 46: el
(leslaeado me pertenece).
¡2 hi el nmmn Aíui,2íll'r,tlln Iilnln1'\|'.tl)l(‘(4'll por igual el vínculo entre (oo-
trpr ¡hn del npu lo) polllir .4 er olo'git a. mili/ando lil nomas dl la ¡una Mm“
yktmun (I'ÜI’I). l.lll\‘4‘lll v N'uu'l ÍI'II\,. 20V”. que suretlieron a ltp." (“l-
tí‘ll l) lll-¡Kia!¡'Atl.illit'llte. parI't e que el (il'\llll(ll' lísir.‘i/uu‘lfllaul permmtfl
"|le
13 Al final de la terrera "inferencia. p. ¡23 y n. de este Iibmt
260 (uuu A (:ARA con El. PLANETA ¡os rsTAnos (m: NATURALEZA) ENTRE LA GUERRA v IA PAZ 261

9do. (Oman; l)n'll. Baby. (11111!” Hasta que se llega a la situación actual.
,"Fee'n'co'. efidentememe. no es el termino que empleariamos hoy para
. f I
hablar de la camicen'a vivida por aquellos que fueron así descubiertos; mnqueatttlt) la barrera de los 400'ppm de (.02.
Recordemos esa fecha. [610. utilil'ada como clavo de oro para el comien. 5m embargo. .Sc'hmitt uene razon: esta nueva toma de tierra. tan ee-
7.o del Antropoceno a causa de la eliminación de los indígenas de Amén", n'a como iinpren’sta, tampoco “puede repetirse". Desde la publicación
ca y de la reforestación que le siguió (Lewis y Maslin. 20l5). En vez de la de su libro. el coto se ha cerrado sin mas". apn'siona'ndonos dentro de los
suene de los indígenas. a .Sc'hmitt le interesa el vínculo entre la n'validad ¿“un imprevistos dc dicha extracción. Las potencias se han limitado
de los l‘s‘tados europeos y la toma de tierra vacía —es decir. previamente dm mismas. enreda’ndose en las consecuencias' de su acción de conquis-
vaciada de esos itnpen'os y de esas naciones-. Ahora bien, esta cuestión, u. Ig] conclusión es inapelable: ya nada puede venir a atenuar las mah.
bajo una fonna apenas diferente. nos ocupa desde el comienzo: ¿pueden ¿“k-5 entre los l‘s‘tados-nación pn'sioneros en esta Gran Iinrlosum" Otra
los humanos extenderse ma's ltjos todzwía. hacia nuevas tierras? la res. wz vamos. pues, hacia la r“term de todos contra todos. sin ningún medio
puesta de .Sc‘hmitt es negativa. Ya no encontraremos ningún “cuerpo pan. retardar los conflictos atenuando la n‘validad entre las potencias
celeste nuevo", excepto en la ciencia iiccio’n. ¡He ahí el Gran (¡0‘10! Ni por Ia (Kupacio'n de nuevas tierras.
la conquista del espacio ni las “invenciones c." 'ntíficas" nos ofrecerán Pero lo que mas' me sorprendió es el final del párrafo: Schmitt tennina
ya la ocasión de atenuar la rivalidad entre los l‘ns‘tados-nación. Otra m (on una im‘ocacio‘n totalmente diferente, tanto en su on'entación como
estamos encerrados entre las cuatro paredes de un único espacio, el en el tono:
sublunar. Nuestros sueños de conquista se parecera’n de ahora en ade-
lante al avión superso'nico (,o'ncordz. suspendido al final de la pista en El ¡wnsamiento de los hombres debe volverse una vez mas" hacia
el aeropuerto de Roissy. suene de monumento involuntan'o a los futu. los órdenes elementales de su existencia terrestre. Buscamos el
n'smos pasados. El antiguo namas de la Tierra -—le devuelvo su mayusc'u- sentido que habita la tierra [Sinnm'th (10157111137 l‘sa‘ es la apuesta
la- dependía de descuhrimientos de mundos en exmión, mientras que de este lihro y el impemu'vo supremo que preside nuestro tra-
el futuro nomas depende del descubrimiento de una Nueva Tierra (n baio. la u‘ena ha sido promeu‘da a los pacíficos. La idea de un
intensidad. ¡tomos de la tierra se les revelara' solo a ellos (bc‘hmitt. lOO‘ll): 46).
Schmitt se equivoca. que' duda cabe, al decir que los humanos no han
encontrado nuevas u'enas. Las' que han explotado con el mismo desen- Mll‘lllllh dirigía nuestra atención hacia una guerra sin fin. resulta que
freno, la misma violencia que el Nuevo Mundo. no se hallaban entre la ahora se pone a hablar de los "pacíficos" en busca de aquello que habría
Tierra y la Luna y no fue en cohete como fueron abordadas; se hallaban que traducir nm” bien como el “reino del senu'do de la tierra". Y, cosa
baja la superficie" dz la Tierrïa. y si los las‘tados pudieron hundir allí su mano ¿«unlnom para el jun'sta del Tercer Reich. lo hace citando ¡[-1 sermón dt
para atenuar sus n'xalidades CX.’lC('l'l)d""(lolas al mismo tiempo. ha sido a la manlmiu.‘ l-Zs verdad que .Sc‘hmitt lo distorsiona un poco.“ ¡Pero se com-
traves' de pozos de mina. exploración. perióración. extracción yfmcking.
Podn'amos incluso decir que el carbón. el petróleo y el gas son ni mas' ni
menos que un 'cuerpo celeste nuevo". si recordamos que se trata del sol l5 ';l’erforen_ muchachos. perforcnlï grito que en Im Estadm Unidos acom-
captado por los seres vivos cuyos restos sedimentaron luego dentro de paña los mítines republicanos y expresa el entusiasmo cum" cm’mico por un
.‘tt'tL‘Vi ilulclinido .‘tl petróleo y la Iutlical (IIXhl-(lóll .‘t cualquier rmtricritin.
las rocas.“ Allí tienen su mmm Nuevo Mundo. Y en efecto es como una
lfi En Li itnprt'n'xlát forma del tema dc los 'límitcs planctan‘m' propuesto por
m nullius y sin el mas'“ minimo escrtipulo como ese nuevo continente ha Steffen y otros (¿‘Olïm). .So'lne esta n'u'lidad. W Heinl (201.5)4
l7 la u-nión inglesa dice: ‘H!’ vá la undtnland (lu normaliwonín ojllv «211K.
‘Mnnmch dn Enlz. es el innwn’o/rcino/reinado del sentido dr la licnzt'.
IX Dir e cl Evangelio según san Mateo: 'Bienawntumdm Im pacifitadorcx
porque ellos set-.in llamados hijos de Dios' (Mateo 5. El). tnicntrm quc
aquellos que '¡mseent'n la tierra'. o mejor. ‘qnc recibirán la (¡crm como don
H Mitchell (NH) asocia la inlim'til.'tción de la economía a esa 'u'ena nucfl' ( ump.utido'. son Im ‘manws' (Mateo. 5.4). la traducción ecume'nicu [al
del petm‘lcn que pare(e accesible en < antidml ilimimdm lo que corresponde lmnt és] en cierto modo elude la idea dc posesión y dice: 'Hnmux la ¿ou rar
por otra parte al r omienm de la ’gmn :u‘elemcio’n". ¡lt uumnl lu (mr m panagt'.
ms mTMms (m.- NA'I'URAIM’A) urnu; LA cumuu v LA ru: 263
262 un A un um .rr. PIANDHA

¿Im-805., Por mi parte, puedo asegurar que. al menos en esta cuestión,


prende que el helicoso (‘Ltrl .Sc'lnnill no pueda. .‘l pesar (le todo, ||
lmu el extremo de t'onfiur .‘l los 'm.’nlu‘>s" semejante 'I'evel.'tci(m 'l lu' a ¡1|qu tmnnr partido por él. Ilic (Jl Rhodus. hit sulla!
'lm parífiu'dores'. pues. .‘t quienes ('onlía el dem'ul)nrniento (ch 'nucm
Mile la u'erm'. "apuesta" e 'irnpemtivo supremo de su lmlymjo',
El inusual ténnino ¡mmm —'eonligtn.‘tt'io'n itnnedi; tu bajo la cm] d
orden social y político (le un pueblo se vuelve espuci¡tlmeme ¡mapa Ames (le ¿lex‘zn‘nos a aquello que [wnnilirá a los tern'ton'os explicilar sus
blc' (.Sc‘llmiu. 200“): 47)— no debe pe.rturl).'trno.s. Incluso si .Sc'hmiltrlc; línea de frente, intentemos comprender por qué el acceso a las' nego
plicga Lu gemas (le su enulit'io‘n pznzl delinean‘ su elitnologl'.'| (lA’delt_ m‘ciones (le pnl. exige el reconocimiemo previo (le un estado de guerra.
LM'J‘). en el fondo no (lt-ju (le ¡tlernnse ¡t (-I pot olms ¡Ir/ones, bum Todo reposa sobre la distinción introducida por Sc'luniu en un libro tan-
un te’nnino que pueda otorgm‘ .s‘ulicienle dignidad .1 un concepto qm: w más conocido, lil (mart/¡lu ll! la palm”). entre las olx-tatiana. dl polin'a y el
pcmn'u' situarse .‘llllt‘s de lu invención de lu distinción entre natural-¿ny cuado (le gnenzt. (knno .s."ibemos. todo reposa sobre la relación amigo/
polítitu.“ Y. como siempre. cuando se ptoenm volver atrás, hay que con. enemigo, El \‘(tl'(l.'|(let'() enemigo no debería ser confundido con el ad-
flame a ln Inilologi.'t. ;)' si es posible en griego! lu'n la práctica. el término irrsnrio nl que M' detesta por mames morales. religiosa“. comerciales o
nm cumple l(’('ll¡(.tlll('lll(' lu misma llllll‘lÓll que eu- otro. mucho ma estéticas. El legítimo oponente se convertiría en simple canalla, o. para
austero. que utilice en estas eonlerent'l” s: rrtli.\!n'[mriún (le las posibihdm' dedrlo en latín. hmlLr .se-rízt tornado por inimitus.’
des de atun"; Mediante este ( onteplo. lznnln'en yo he l)llM".‘t(l() siluarmc
antes de la (listint io'n entre nzttmztlem y eultnm. enalidmles prilncmy El enemigo político no será necesan'amente mala en el orden
segunda, rienriu y ¡mlítit‘aL Si num/n se presenta como un elementodc de ln moralidad o jm en el orden estético. no necesan'mnente
una liislon'a Inílit'ai (lt-l derecho internm'ionul. all verdmlero papel (on- (leurmpeñum’ el papel de nn (om/¡dido! en el nivel (le la econo-
cepltml ('3 el (le volver nuvunnenle t otnp'.tr.ll)l(".s los colectivos. Dichodc mía, e int'ltw). en algún caso. dará la impresión (le ser tmmjaio
oun mmlera. nnmm es nnzt vt-nio'n nuis jurídica y mais enulitn del término hacer nrgun'm ('on el. Simplemente resnlm que es el otro. el rx-
romwgmmu. que he utilit‘ndo pam imaginar In :Lsznnlfltrzt tliplolnálim de lmnym“ y. pum definir su naluntlem. es suficiente que. en su
Im pueblos. en lnt'lm por ln 'l'ierm. existencia misma y rn un mitida partitulammrlrfunít. sea ese Jfl'
¿Hay que lonmr en serio el sorprendente impe mtivo (le ‘rewlar' el otro. rxlmnjrm. (le ¡nodo que con él sean posiblls unos conflic-
rmmognnnu (o el nnmns) (le ln 'l'iel‘m ¡t los “put‘ilit'os' y sólo a cllofi tm qu: nu [mdn'un in "Judíos por un ronjunla dr nomas gmrmlzs
¿(kimo net-ne que nn pensador involneraulo en tantos horrores pueda fijada) (lr (mlnmmn ni [mr la .ienlmria dl un (nm!) (an rrfmlun'án
hablamos ¡mí (le pal, (le rewlncio’n y (le compan'lir la 'l‘ierm? En este dr nn (¿mr (mira-nido y de sn imponía! (bc'hmiu. 1972: M-G‘b'; el
punto (UllYll'lll' que uno misrno tome su (let‘isio'n: bc'llmill percibió qur (l'le'JC'AdU me peru-.net'e).
jamás ¡xxlrímnm hablar (le paz si no nos (let‘irlíznnos antes a ver en la
situación presente un estmlo (le guerra -y por lo tztnto n aceptar (cnc! Mientras exisln un “tercero” “no concemido e imparcial” capaz (le apli-
car una "norlnu liliul’d (le. :Inlenmno" pam juzgar quien se equivoca y
quien u'ene r.u.‘o'n. no hay enemigo. no hay estado de guerra. Y por lo
tanto, Según bt‘tlnnitl. tampoco hay política. Mientras exista un árbitro
I‘J l’.lJIlIl\l.l unulirnw Nu im l_|.nul.l (t lellllllt .u io’n prlvuhll. 'l‘l de "uned:
¿'Ill Él) "¡po H'I nte n'nl "lo: ' I'hu u ln tu) I'm! .V'hnull nm ¡"111"ngth
uAal LI num“ ullmumly m/I "amm, utwuulnl n-Ilh I/Il tl/¡[rmfnmlron all-11d. NI
nu y; MUIÍ. rm unmlml Iu-l ItÍdIlnnl/¡III In I/it Iullh [ml nllhfl lhl mill" "¡WM ° l'Íl unlnr l).ll('('(' return." aquí |.¡ rxplicuión tlath pot Enmnl y Mcillct en lll
la lla mIIA ¡La! Imrl, ¡[r1 lun. Iht ¡{Y/"I’ll ¡”nm und muy”) ln If [Lo nu] equmk' tliu ¡olmuu rtilnológit'o del lllÍll. Mi. el 'cxuunjcm' (o la ‘\1'<tt'tn1propi'(u'<
.4 dun que 54' lnnllt m llll.ll).l «¡ne .nptvllo que .l lin tlt- (nrntm ¡launm' nuia') p¿\.l .n wr 'cnetnigo' (y tnát ¡(lt-hule. retomando cl doblete dul't-(u'l
'nnunm', .wxutlu 1 on l.‘t J'HIIIHJI io'n ¡le l.t Iivuu, en ¡{Inn Illrdld" no tra del l ¡ml ungin‘. l.nnliie'n 'hun'pcd' y ".mfitn'úu'). lN, (le li]
nm irlauin muginal ¡.uliml. xinn .¡nles ln'eu ¡.1 relsuión más ltrnpnmnmll 21') No ul\i(l(‘nl(l\ que la mKión (le extranjcm te extendió (onm'lcmbltmcntr en
uma que, M'Knn rw .unm, lI'III.'I l.¡ nmym l'lll'luld y maintml pura clio]. La C’INKJ tlcl Antropoceno con la I‘nwmión de Im no hurmnm.
l 05 ¡granos (m: NA’I'URAI.|>ZI.’A) ENTRE LA cursan Y LA
mz 265
‘ r
.d r (odos, un juez. una l’row‘dencia: undistribuidor su (.sm no cabe duda-. pueden volverse “extranje ros'?
e .w
co -50d’ hn Si uno
reconoCI _° Po ¡mada los millares de combates lncvuablcs entre] Pro. sus C0“nietos ecológicos como si
_ ¡ se desarrollaran bajo
mo. esdecirill‘ o son 03h“. l t' m
“ci .t d í ‘ ¡"bm-o . c- . la
"ada mas' que luchas intesu'na; qnc puedun
“la poh'cía. unparral. (no e s cHdent
.' c quc tambre
' ' n ellos
manos diwdrdosd: puesto que incluso aquellos (
Se: , '
,gidn l C a Simples GPL-melones
. . , . _
se re-
.r de poliCia. sm cuestionar
lue dispuun ducld n ‘ t en absoluto la
remains apeladnoNosobre el hecho de que el listado tiene de I‘L‘Cllo a . (.u, a“ .“m'go/enemigo?
. So"lo nos las veremos ron gente racional
están de ac‘fr hay guerra allí donde la gestión, que
disun l mr u ¡a ¡món a unas gentes .rrraCtonales
.

.
el derecho _ ’
C . f o concurran (man unos
as" la .5“.ua.aaioncontabillidad son suficientes. Todas mms 0pL_n.Cl.0anllr\bI busca l _
Silm'mmlos. A alta de toda negacton .. . .
¡Wapohcmllgl‘ufl‘mm exrstencral de otro ser.
a pn'on'. v pueden ser mlrulndas dc mncmanw (maison combates entre adversan'os.
J “cum, no de p0( ¡ [(‘Inos> constatar pero no guerras entre
Jn'csgos que u- corren al pon i erlas en funciones son de c'c c 05
r 'ct'os, Allí reside el on'gen de la despolitimcio'n de las cuestiones
“¡lím‘m-lclqs; los naturalistas" no tienen enemigo. puesto
que. en sentido es.
pnlancgulpleona. comienm cuando no hay arbitro soberano. cuamio no ¡"5:13,“¿amm de un raso rrrmdo —tanto en sentido legal como científico-.
exo‘
ten 'normas gencrales' que puedan “ser aplicadas pam . emitir un Con“, dice el adagio: “Nadie debe cuestionar la cosaJuzgada .
juicio I
En ese momento se alcanm el “limite y los "conflictos con el extranjcm‘ Si cl concepto clave es la ¡"merma o la (Human d! un [muero no conrermlda
sc vuelven posibles.
,¡mpmriaL comprende-mos que. en caso de querer rehpolttnar la «elogia,
no hay que acilzu' en extender el argumento de Sclrnult a todoslos con-
Los conceptos de amigo. enemigo y combate den‘mu su
signifi.
cación objeu'va de su relación pennanente con ¿sir hecho flictos. incluidos aquellos que ponen en Juego a los agentes antano natu-
nal, la
posibilidad dl fmnmarr la muemfitim (lr un hombro: La rales. Aunque en la pn'rnem lectura. “(se ser otro. extranjero” designa en-
guerra nace
de la hosu‘lidad. y esm es la negación existencial de otro (¡dades antropomo’rficas. ochenta años rnas' tarde. el número de los que
ser. La
guerra no es otra cosa que la artualizan'n'n u'llíma de han descendido a la arena aumentó dramáticamente. Lo que .Sc'limitt
la hostili. apenas podía entrever. nosotros. contemporáneos del Antrotmceno. es-
dad. l's‘to nnimplica que Sea cosa corriente. cosa normal.
ni que
veamos en ella. por lo demas'. una solución ideal tamos for/ados a reconocerlo: cada vez que nos encontramos ante situa-
o dese able; sin
embargo. ella está necesan‘amente presente en la ciones donde sejuega la “negación existencial de otro ser” —y. por ende.
forma de una
pmibi'h'dad dz la rra! en la medida en que la noción actualmente en todas partes—, la enemistad resulta ampliada en grado
de enemigo inmenso. Eso no significa que sí o sí xaryamos a combatir —-la guerra
conserva su sentido (¡972: 7l; el destacado me no
pertenece). es “cosa corriente. eosa normal". ni siquiera “una solución ideal o de—
Eu'dentementc. Schmitt no piensa scnl)lv'—. sino que el Domo de la Naturalel'a. bajo el cual tenían
sino en las guerras entre humanos lugar
tales como pudieron haber sido detonadu, todos los antiguos conflictos. ha desaparecido. lista desapan'cio'n obliga
desencadenadas, exacctba- a cada uno de nosotros a tomar en
das por la ausencia de un tercero sen'o la “aclualimción última de la
superior o, al contran'o, detenidas.
sofrenadas, pacificadas por hostilidad", incluso cuando se trata de
la preSencia de un árbitro. (,o‘mo histon'ador seres “extranjeros”. a quienes. en
del derecho ínterestatal. sentido estricto. les negamos
identifica a este arbitro en el anu'guo la existencia, y que. por su pam -tal es la
la Iglesia o en el derecho poder dt novt-d'.ul-—. pueden
europeo moderno de los Estadosnaciónl nega'rnosla. _ i
¡jm [rublirum rumpmnum, 65“ Llegados a este punto. no habría
ol_)jeto de todos sus elogios. Se'gu'n que engan'arse sobre el papel de (¡ata
bitro este presente el tercer ár- e“ este retorno a la situación de guerra. Gaia no ocupa en absoluto la
o ausente. la política
c que (su aparece o desaparece. A PM
argumento es muy POSÍCÍÓu de .‘irbitro que tuvo la Naturalel'a durante el pen'odo .m.odemo.
nnudo desacelerar eonocrdo. hasta el presente no ha pcr
la disolución de la ES" (“S cl punto de inflexión entre la “naturale'la' unificada. Indlft‘l'cn'
golx-rnanza. política en la gestión. la t'tim)‘ ¡3
(c' ¡'“l’iuï'lt’ll. global. cuyas leyes son detemiinad'is. de antemano por cl
¿Que pasa cuando Principio de eausalidad: y (Laia. que no es ya unificada. cuyos bucles de
re conocemos también
externo y desintere la ausencia de “n ¡“(No “""h'lt'eit'in deben ser descubiertos uno por uno. y dc ¡a que
sado para arbitmr Y“ n" Po‘lc‘
srm. a sabe r, en conflictos entre humanos 3' “ms
los no humanos "ms decir (lue sea indfiermlt (r nuestras accionar. desde el momento en
. que, .. en un sentido
. . c
paruculannntc fue r- nos vemos
obligados a dcfinir cl Antropoceno como la reaccron mt
266 “MACARA CCN FJ. PLANETA los “¿1,005 (m: NATURALEZA)
mm“:
d l 11cm. a nucsuas empresas'. Gaia ya no e
{omlc C a . 5 "no load“ cn una situación que obliga
JL." de ser "desinteresada" en l c0 a cada
6mm" los 0 ( ue Sid" n ¡o‘ que concierne. ..
a los extremos .. de la
P‘" "’ que hac
aca-0" de ahora eu mas ella sr nur-mm en l “‘slx'cu
as 65' nue-¿"Os ¡m ¡ 'utK‘S c ¡“nm-cms
c C v
mié". si un ¡acero en todos nustros .otlfllclo S —cspcc¡a¡ cm e que pretenden negar su cond‘ ‘ '
(ima CS- ' . r .
. wro en ' '
ningun m 0 tn e nto ( l esc . La del sistema
“Curia u de la Tierra e
ur del AntmpoccnO-- l "‘Pt'ñíl el capa!. v Lu U
. a ¡m situaciones. ni es capaz de llamarlm "historia tan llena de sonido y de "n a como
al (mia, (nun-1 g" la historia de
¡“Cao ¡"1.‘1_¡,Wmm v 5¡‘L.¡¡¡prc, los
es infen’or a las partes.“ nados. ¡v ella también, “contada por un idiota"!
v u'otnlwïp; cuando en épocas
una wz muende que el hs‘pírítu de las [10'09 C“ ambos anteriores im' ocábamos
rc gímem.s sea Por ¿.S‘H" nos la Naturaleza.
e“ el Antiguo Régimen (.‘litnzitico. todo situabatmxs, sin siquiera pensarlo.
con fltcto es“: cl;¡r.¡¡iILF"“(w bajo la protección
gado por la simple aplicación de las ¡"Yes de de Naturaleza. un hs‘tado con E mayúscula,
l“ “"¡‘u'm leva"; dc un -5 “o (¡6| que l tn Leviata'n
una mitad estaba hecha de
Régimen (.‘litna'tico. ¡a no ha)" ¡"bum sulwm'm' “Y (¡ue política. y la otra de
por pum” h I); "ÏÁonïlmnus-x¡ Ls“- Estado monstruoso
para descubn'r -—y no para aplicar— las lograba su bsistir. mal que bien.
re
“him-“dades dc actuar sobre las 01h15: En el (“mttntila(l (le su (‘ll'U‘PO C“ l a natumlem y la otra en
primer re’ (on l la politica. eta
porq“. ¡“bl-a que
cuán desanimados. sólo los sutetos tienen _un alm . poner fin. como vimos con Toulmin." l
animación cs mn‘pmu-dn cm“. d religión .alas gu e nas
ras
todas las entidades. mediante un culto de la certeza indiscutible
aunque y: e ' , . El armísu'cio
animo (desanimado) ni Sltlclt) (sobrezuumado). puvsm por Hobbes nunca alcanlo, por un tmtado en de bida forma.
En el pn‘m cr régimen. pm »
hay la" “¡lo (,¡wmdfincs (k. policia: m ¿“hub-n de ¡mz duradera entre las
en el segundo, nos ut . s ‘ exige ncias contradictorias de
encontmmm I M ¿"(quites. modalidades de contrarreligio'n.
cn un estado de guerra hecho y derecho. En el pn'mer De allí la construcción
dm. dada de “menu-no; en el segundo, régilncn. la
hay que inventar] P31 dc esa (.‘onstitucio’n renga que simulaba darla paz a las naciones mien-
a mediante
insutumción de una diplomacia específica. El pn'tne la mu einprendia una guerra contra la “naturaleza' tanto mas ilimitada
ro es naturalista;
segundo. diganms, composicionisla." cl por nunca haber parecido una guerra. (lomo sabemos. gran parte de
Por eso hay que desconfiar del concepto de Globo. h. obta de Schmitt tiene por tema esta cuestión de una guenaque
y también por eso
es tan esencial no confundir a Gaia con la lis fent. sc ntelve ilimitada. a lalta de un claro reconocitniento de la cualidad
el Sistema de
na tomado como un Todo." El (Hubo OÍH' ee una la 'l'tc- del enemigo. Según .Sc'hmitt. esta negación de un estado de. guerra y
ligumcio’n e n cicno
modo geoine'tn'ca del arbitro sobe ano que reina la disimulau'io'n de la relación amigo/enemigo baio la apariencia de
por enciin a dc lodos
los conflictos... y que. por consiguiente. enseguid simples operaciotu-s de policía es lo que conlïl'e a la transformacion de
a los (le.s¡mlili7a. (m‘a.
en cambio. puede ser definida c otno la Im guerras litniutdas en guerras dr rxlrnm'm'o.‘ (.ualquter lector de los
tnultiplicacio'n de los sitios
los cuales hay entidades radicalmente (',\’ll.‘lll_i(?l en conflictos ecológicos .'l('l\l.’|lCS no puede sino estar de acuerdo en este
as que practican la 'no
gación existencial" de las unas por las otras. punto: los conflictosjamas habrían llegado tan ICJOS en el exterminio
El conjunto complejo de
ciencias' dela natumler‘a que constituye las nulical si hubiesen sido considerados como guerras en las que la olm
la climatología ya no sera' nunca
capa: de desempeñar el papel fimlr. a su vela. podía poner en peligro la existencia de aquellm. que la
de arbitro liual e. indiscutible. No pot
causa de la controve :u tilicmltnente ntztntenida sobre el origen atacan. La posibilidad de un exterminio. lo que hay que‘llatnar "gucamw.
pico del (atnbio clim .‘ilit'n. sino anlt0-' de aniquil:uniento. provenía de la ilusión de que solo estaban'tos h yelxdc
en talo’n del a cantidad de bucles que las
cient ias deben instaunu‘. unos do adelante, baio el nombre de ciw'lizacio'n. ¡una simple opc mctm
de spues de otros, para volvemos sensibles
a la sensibilidad de (iaia. pacilicMio’n.‘ (lomo escribe bc'hmitt,
la “¡Latitude-Ia". al menos la 'l"ierta sublunar.

2| Junn' teni :ulicicntr 2-1 \’c'.\\e la ( ¡inferenciaA . 2 . libros


el him ."tpit" que lmgatum eu la tensión entre cl «menor. p. l l“) -“- d" mmidcmdo A Mmm.
8km"
mo) rl pensamiento
dt-( iat'a. Véase |.t 4 ll.‘ltl.‘l ( unit-rencia L'") De .illi- ul (num- r .
al Tatado I
de han ( ur
r" l . l mi‘ mm" aque“. qm. ¡J
r
.

".1 lh'n rl ¡("nudo de nia uu xo'lo como la parte ¡Krdcdor‘m uno .u lc Num“ dc h Kun” vé h
mi pequeña lenta uu latotu
'23 Lu rtputal. tc tntlu (2mm).
'.t la p. lbl de este ltbio. < xiuu'u- ‘l’l manera cn que Sclunttl retomó (2007)
' . s: - ‘ a SC hmul -
ltci ¡uma introducción de (tllncJOulll
268 CARA A (:ARA (:ox.‘ lil. PLANLTA Los iseros (m: NATURALEZA) ¡mas LA GUERRA v LA PAI.’ 269

un mundo en el que la eventualidad de esta lucha habría sido habría podido pasar por un útil último recurso se vuelve sencillamente
enteramente descartada o prohibida. un planeta definitivamen. (mm‘nnl, puesto que. aceptaríamos poner nuestra s-cg11ndad.y|a de todas
te pacificado. sen‘a un mundo sin discn'tninación del amigo y e] ¡as otras entidades con las' cuales compartimos la Tierra. bajo la [notación
enemigo, y por consiguiente un mundo sin política (Schmiu, (g, un (trapo política r'nrapa: (lr drfnrdrmos. (Zuando se trata de garantiza'r la
1972: 73). ropia seguridad. los pacifistas son gente peligrosa.
P
[J ¡x-ligrosa virtud de pensadores reaccionan'os como Schmitt consiste
Como resulta evidente. .Sc'hmitt no apuntaba a la ecología tal como se tu en formmos a tomar una decisión mas“ radical que la de tantos ecologistas,
desamllado hasta el dia (le. hoy. sino que -sal)iendo muy bien lo que ha. siempre animados por la esperanïa de salir del paso sin poliu'zar jam‘u"
ci1-. localizó en el ideal de aquellos que. anhelaban un “planeta deliniu'n. las cuestiones de "nruumlem". las‘ una decisión dificil. lo admito: o bien la
mente pacificado". ¿No es el ideal de los naturalistas. la utopía de los ecolo.
'm.tumlela" pone lin a lo poliu'co. o bien la politica obliga a abandonar
gLs'tas profundos. stnx-tficiales o semiprofimdos; el hon'zonte (le aquellos ¡a 'natumlela" —y por lo tanto a aceptar, finalmente. encarar a (;‘aia—. Ro
que esperan conwrtirse en los mmmgm y los ingenieros o los reingenierm
(uerden esa ltase del bangelio que ya lle citado. fm- que .Sc'hmitt ltabn'a
del planeta: de aquellos que anhelan salir bien parados con el “desarrollo comprendido (lenh-Lsktdo bien: “No ¡x‘nséís que he venido para traer la paz
sustentable'. el ¡(leal de los ecomodemislas. 1"" de aquellos que pretenden a h. tiet ra‘ No he venido para traer la paz, sino la espada" (Mateo: lO. 34).
ser los buenos administmdores. los mavordomos sen'os, los jardineros sa. Habrá que. elegir (3|)er los pacificadores y los “pacíficos”. a los cuales —y a
gaces o los atentos intendentes de la 'l‘i .rra? En una palabra. ¿no es cn nadie mais- ha sido prometido el “nomas de la 'l‘ierra'.
efecto el sueno de aquellos que tanto querrían. cuando lidian con "simples
cuestiones tnaten’ales'. prescindir por completo de la política?
la opción que nos propone Sc‘hmitt es tremendamente clara: o acep-
tamos distinguir al enemigo del amigo y nos comprometemos en la Aceptar pasar por un estado de rugerra para luego. merced a transaccio-
poliu‘ca. definiendo estrictamente las fronteras de gucnas bien realu nes diplomaticas, buscar soluciones de paz. requiere importantes trans-
¿guerras sobre aquello (le lo que esta" hecho el mundo"—; o bien con cui fonnaeiom-s en la tnanera en que los colectivos se presentan los unos a
dado evitamos llevar adelante cualquier guerra y tener enemigos. pero los otros. lis necesan‘o que acepten precisar la época en la que se sitúan.
entonces miunn'amos a la politica. lo que significa que nos abandonamos cl notnbt e que dan a su pueblo y, sobre todo. que logren trazar el espacio
ala protección de un ¡Sta-do de \."‘.'itur'.ile/'a que engloba todo y que ya ha que es suyo para que los otros comprendan cua'l es el tem'ton'o que esta'n
unificado el mundo en un solo conjunto. en un Globo que sen'a capaz dispuestos a defender. Los límites espaciales -esta es la innmación de
de resolver todos los conflictos desde su punto de vista desinteresado. Sclnnitt que más nos importa- son trazados por la localización de los ex-
neutro, elevado. Asombrosa amalgama de los poderes religioso. cienu'fr tranjeros reconocidos como otros “en un sentido particulannente fuer-
c0 y" políu'co: “Sub speak Mmilatts', sul: símil Uri. sit/r. Sphtme, siw Nalum'. te' (hours). “tal que en última instancia sean posibles conflictos con e'l".
De buen grado admito que la segunda solución sería prefen'blc. ya Poner de relieve estos limites es el único medio de repolitiïar la ecologia
que al menos ¡wnnitiría retardar los conflictos: “Sk-amos todos hermanos y de poner fin, por consiguiente. a las simples operaciones de conquista.
sobre el mismo planeta azul. alinea'ndonos bajo la misma auton'dad poli- de ocupación de tierra o de pacificación.
ticocienu'fica para escapar a conflictos más nagves". (knno yo no soypar- (.(‘nm-ncemos por la época. Para plantar cara a la amenaza'. debemos
ticulannente belieoso. eso me euadraría a la perfección. Pero sólo con la ante todo comprender por que sentimos que ella vintt hada nosotros. y
condición de que wmrjanle listado flurda rxislir. Si no lo hay. aquello que por que es dificil mmmrla frontalmente.” (¡o‘mo ya he mencionado en la

."6 Véase el sitio del Brealthruugh lnstitute lundado despues' de la :pan'ción


de Xordhaus y .S‘llellenlx'rger (2007). (km todo. hay que reconocer a leidos 27 Si ucn im l uiet’andomc el VJ
. mencionado
A film dc la bailan'na Su- Irhan)‘
tlitcctotes una gran apertura de espíritu. puesto que yn formo parte dem (Lamicluuul. disponible en <\1mm.c0m/60064456>, y más espcsncamcntc su
comité. .‘tin («impartir (asi ninguna (lc sus posiciones! mon'micnto.
los ¡”Anos (m: NATURALEZA) ENTRE LA
GUERRA Y LA mz 271
. úcié cl cxlmño proyecto de abocanne
- ' , ¡t . a (y‘ai s On ¡“capaces _
de curarse de esta ilusión regresando
a los ¡emos
. . ¡l por ¿abc-¡10° el los . .
cscnmci‘"l mental: la srlueta de una bailanna memo habrian vuelto sensrbles a las exrgencras .
dc una rcPl' 1 sobre sus . . que ra V . . de la contrarre-
mlnnes. Da . ‘ la sensacron
l l “c ol una Palabra, tiempo -
(le estar frente el de los Modernos es almnamente .
micnzo. mp‘ a l 1- A1 ‘ . f m temporal.”
¡an horrO ¡.050 c
qu SC mvuelro indiferente a a ( estmcción
(le ¡a Hgm”? l ven el porvenir en orma de novelas de anu'cipación.
' a Cl'e ga:
s un' poco como ‘ c] «¡u i gel de d Cualcua Tan solo u. cn ¿"0: jamas" Nada
se .101.
.l Jl' retrt)(‘(-(l|t,'n(l() han prestado suficiente atención
,. (¿mm- wnlter Bcnlamin (2000: ’ lx). Este M ¡p¡ciulcl‘lla'l sc ademrabzm, a la dim;
’0 VIO . . 'e . tesrs obsesionados por Ia idea
Quel.‘ ria-- de maparde sus
como lo bautice. lanïa hacia
. atras una; "¡h (10""c" lia con ¡a vieja
geo“ sto . Tierra. Dispuestos a desligarse. parecen
. . ,_ su url.. m. ¡ (¡a d como Sl_ Se _ ¿“(las c (
disminuyt li.¡gadgl'cmn‘:‘l;S cuando realmen.
mas' inquietas, luego SC plantea la cuestión de la religación a
(clll I ' una nueva
ma tonalcs espinosos. hasta que tennma ' '
por (lame me
.
d “1-,| dc la delimitación de un nuevo
nomas. Se parecen
capta el horror delas cosas que del)e alientan) se (lcucnc pm complet
' (3|

rtS' L
4 r
a unos
- a. dL. esboar
. I. qutas que se dispthieran a salir al espacio sin traje espacial, Los Mo
con Alos ojos muv abiertos.
' ‘
inci -'edulo. antt un movimmm0 do,
mmm q n cxtmordinariamente hábiles para liberarse de las cadenas de
retirada Aaterron‘7ado por lo que viene hacia e'l. c
del-"01d"; arcaico. provinciano, encerrado, local. tem'torial. pero. cuan-
Pese a lo que muchos suelen decir al ¡"(.Spcclo’ ¡Os Mode
rnos no son ¿“Ongi-“trata de designar las nuevas localidades. los nuevos tern'tlon'os. las
cn'aturas que miren haria delanlr, Sino casr e xclusivaniente
cosa cun'osa. hacia el aim l’or eso la imtpcio'n de num; provincias. las nueias redes estrechas hacia l'as cuales emigran,
se
to. (.o‘mo no u'enen OjOS detras' de la nuca, comentan con la utopia, con la distopra. con la pubhcrdad y los grandes
ne hacia ellos. como si esttm'csen de rnasiado ocupados IC que vic.
ensanchaunipntos de pecho. como si en verdad tunesen pulmones ¡pios
huye ndo (le
honores del tiempo anu'guo. l’arecería que su los para respiran el aire sutil v, tóxico dela mundializacton (Sloterduk. 2003).
visión del fu turo
vuelto ciegos a la dirección que emprenden; o los ha Pero entonces. ¿hacia que horizonte volvemos cuando encaramosa
mas" bie
entienden por ‘futuro" estuviera ente mnente
constituido por Gaia? Debemos elegir entre dos concepciones opuestas delfprogreso. VIS-
de su pasado. sin ningún contenido realista el rechuo
sobre las “co to que (Laia es simulta’neamente lo que estaba aqui. que ue .olwdado y
los hijos de las Luces tienen la costumbre abamlonatlo por el camino —(}ea, la anu'g'ua diosa-. y lo que we‘ne a no
de re chal'ar con
sado amenaïante del que tuvieron el coraje terror el pa solros. nuestro porvenir. aunque sin ser nuestro futuro. la ironia de la
de escapar. o, a la inversa,
dotarlo de locuaces sobre el aspecto de geohistoria es la (le estar acorralada por dos diosas. una del ‘pasado mas
de l as rosas por venir.
(o‘mo ya aprendimos con Voege antiguo, la otm del porvenir más próximo. y que lle\an el mismo nom-
lin, el futuro de los Mode
delante de ellos. confiado a una rnos no está
visión re alista. mcilante. bre. l’or eso. no bien comenzamos a preocupamos por el clima. Ia
pasa. stno que está hecho de de 'e
esa trascendencia inaccesi pertenencia al sut'lt). por el tem’ton'o, no sabemos si el mandato consiste
en dirigirnos hacia atrás o hacia delante. si hay que mirar hacta lo alto.
el futuro es el porvenir, hacia abajo. (lt-mis o delante de nosotros... ¡No hay de qué sorprenderse
pero ya desprovisto del medio
que jamas' lo Iniran de del devemï. dado
frente. y nunca lo toman si estamos divididos y la ecología nos vuelve
en su propia foma. locos! .r
humilde y ordinan'a. De Si el futuro y el pon'enir nos arrastran en direcciones dierentglesL'bIo
ahí esa falta flagrante
bilidad a lo que e n ingles de realismo. esa susceptr' mismo ocurre con
se llama “hy‘m', esa continua la palabra surla. Según hablemos del suelo com-o g L a
nsrón futun'sla del insistencia cn una
futuro. Debido a ese Y terruño. o del suelo como Tierra. la on'entación de la flecha .dcl trem'po
inmanentil'acio'n. leno'mt-no que Voegelin llama
Y“ los Modt-mos nunca cambia innu-diatamente.
son dem ricm/m. sino siempre del Oscilamos de la actitud reaccronana a la acl‘u-
otro lado del Apr tud progresista. lnsistir
Kalipsis, suspendidos en la glelm y el temin'o es “ser reacctoBOdm'nano val;
tan insc "salas la entre esperama y desespcmdónv
una como la otra. manem antigua:
Y ademas", como han olvidado P0r invocando “la tierra que no miente. . Blu! und SChmi"
comme“) ¡35 f“entes de la uintnwreligión Cierto es que los reaccionan'os de todas las tendenctas. lnCltlldO .
de la cual son herederos sin

28 Véase el argumento
de p. 225 y «3.. de ' ‘ ‘ ' l dc Bcrgwn. cn
29 Tal es el sentido (le la iniciatiia de Péguy. insptm‘cdmopodlscmüpl“un.
este libro.
tape-cial en (J'io: devolwrlcs a los modernos una
W
M (Z ON lili PLANTA ¡ps ESTADOS (m: NA’I‘URAI.}.‘I'.A) ENTRE LA (.‘Umm y u mz 273
272 0‘“ A (M
i rc en k, que hay de criminal en dejar
) s I en] Pl .
“¡sin Suelo. en ulwdar . . ‘
la ¡c ( n: de. artificio del Apocalipsis no están aqui para preparamos
han insis’u‘dt los limites de rc. los l‘ fic“ ¡ción exta'tica hacia el (lie lo, smo
. .
al contmno .
rm.cn nba" donar i C
cmlm,lmlt’t'.t. , para milenios
(.ontm es“, (0|“0Cillol‘líls
. . - ra un2| ¡dos por . .. ‘
o v n f
la [terra que reaccxona a nuestros esuerzos
m cmanfíl’m _ C‘n'l’ms de do-

- alb'r-,¡5.Iosl'fl‘0
. luc ionan'os siempre han llaunado a la enn c' «r [-lemos comprendido mal el mandato: no había que trae
"o ¡Inaw'naban que' pudo ball . x3. Oldr stgntltcacton
' -- .. v lo sobre h '¡‘¡,_.rm_ r el
en a nu'n.'ll"""‘ sino antes
‘ ocupamos. . gracias al
em 1'80- . I (Iielo.
l I de la T i erra.
10'“ a] vicio suelo. en el sentido esta vel "¡‘h‘l.“"l.'"' “¡Cia buena (,ic l , lic" "¡una para obligarnos
a cambiar la onentacron de
Tlle' quc. F
T1," pronto como nos dicen esto. las cosas S( Inmermn’ y lu “ch ,s C i.‘ll,n ¿“Pués nuestra
de tantos años pasados desatcndiendo lo que pasaba
(le-Plan“)S a¡emmr6 vspnkm,
antes cm aquello qm- "mi pam gomr de l“ "“Xlcmil'acio'n Si el “ángel de la geohiston‘a" se pone a mimr hacia
se comierte en la nuem TH:rm ql": “cnc a "03”".05-
(“‘"ll-‘|n".unente ' a ¡int-st“: co‘“ horror c incredulidad
. .. a es porque se ha vuelto consciente
lo que dicen los nosta'hlfllÑ ¡el "mm" d' I“ I 'm” n” Se lmrccc CII hay una ¡"nun-um, ¡y de que
ha llevado adelante una guerra que
nada e
a un Momo a l“ ""7"! ccwm: Si ¡a
. nicga! En términos brutales: no podemos seguir cre-
Bm puede sorprender. pero en la epoca del Antropoceno, "unlc: e“ c¡ anu‘gut) futuro (si queremos tener
0| cm" tm porvenir). Eso es lo
Relato dc la Emancipación nos ha vuelto ineptos pam encommr la se". uniendo
Par “afrontar a Gaia". quedar
da de la Tiena a la que pet tem-remos. ¡(.knno si las mismas nociones cara a caia con el planeta.
.pcncncncia' y de "tcrriton'o' desprendiemn de
un perfume de
reacciónt
Podríamos pensar. sin embargo. que despues de varios
siglos de qm:
ca de la religión. no tendrimims ninguna dificultad pam
reconocer quc
somos ‘de esta Tien'a'. ¡Qué extraño es que después No entenderemos nada de las cuestiones ecológicas si no aceptamos que
de oídos
llamados en lamr del maten'alrsmo. nos ve amos completamente [amm animos divididos en lo que a ella atañe. Para resistimos al deseo de ia
¡"emm
para abordar las mndia‘ana mnlm’alrs de nucslnl existencia ciar la ecología de su política. debemos suspender esas visiones unáni-
'dlanSfén'ml
Despues de tantos sarnumos contm aquellos que predicaban mes. univemtles y globales. Sin reconocer pn'mero que los humanos es-
a Im mm
que hay que mapar al 'trasmundo' para huir táin divididos en otros tantos bandos en guerra. ninguna paz sem' posible;
de las rudas' condicio
nes de este mundo de aquí abajo. llenos aqui. ninguna República se m' construida jamas'. Les suplico que
no obsutnte. atónitos no saquen la
que pueda ltalx'r (¡Mills a nuestros obje tivos. dc conclusion de que desdeño el ideal de la universalidad: reconozco.
incapaces de definir com-
conducta mundana. terrestre. encarnada. una
Aunque la "muerte parto. amo ese. ideal: pero busco un medio "alista de alcanl'arlo.
de Dios' Y. para
habn’a debido conducimos a una condición logr.'ir esto. debemos hacer como si tuviésemos la certeza
humana. demasiado human de que no ha
na. nos vemos iacilantes. balbuceando sida yu realizado. Nuestra situación es pues al mismo
en la oscuridad. en el tiempo la misma y
lágn‘mas'. ¡preguntándonos “salle de
con sorpresa como es posible a optnrsta (le Hobbes: la misma porque hay que
que nos re buscarla paz: la opuesta
suite tan dificil sentirel suelo buio nuestros pies! porque no podemos ir del estado
Mientras que durante de naturaleza al Ls'tado. sino del las'tado
vanos siglos nos habíamos de .\".'\turale7a al reconocimiento
tegodeado en la ( ertem de un estado de guerra. Mientras Hob-
rodeados de mallas ojjml, de ser sólidos realistas
nos asombmmos de ser (lr bes tenía necesidml del
aqui Nos Vemos estado de naturalem pam engendrar el concep
obllprddm. a reclamar a 10 de contrato social, nosotros
los maten'alisht's‘: “Por luvor. necesitamos admitir un nuem estado de
mat. u -
a tnaltddd. - . - devue’lvannos nuestra
¡las como si’ deban)
‘ del mile X‘K'rm antes de buSC'dr las nuevas fomias de la soberanía. l’or eso
lelt' de lagrimas! de lagrimas.
' ' llllblcs‘v' em mn
. 0"”
l""l’(>t‘tanu.-. en las conferencias precedentes. luchar contra la maldición
Lo que vie ne. (:‘aia. del Globo c introducir
debe a/mrmv como
(o medio para una .‘nnenaïa. porque es el u'ni- pueblos múltiples y dispersos. distn'buyendo sus
volvemos mtsiblm Pos¡bilidades de actuar
(Ion existencial. a la mortalidad, a la finitucL en función de cosmogntmzu específicos y convo-
a la 'ncgrr cados por deidades
.d’la simple dificultt'td de ser de diferentes. (.‘onveng'amos por un instante en plan-
n tu-¡‘to para liarernm esta Ticrm- Es
conscientes lrágimmente el único “H'H' la cuestión en
Regimen (.‘líma'u'co. . conscientes, del NW!"o los siguientes ténninos: en lugar de afirmar que no
bolo I a tragedia “'“WHOS enemigo porque vivimos bajo la protección de una N.’:¡tttr.tle'¡a
dr este .'n onlecimic puede permitirnos estar d'
nto. (¿omo hemos la “llum (l’lï‘lt‘ndidame.nte despolitiïada). (lrsig'nnnos a ntmlms tnnmgos y dtlnmle
v ¡sto en la conferencia precedcn'
"los el (milano ¡[ur mlumns
(lispurslm a (it/md”.
274 CARA A (.‘ARA CON EL PLANETA LOS ESTADOS (m; NATURALEZA) msm: LA GUERRA Y ut mz 275

Lo que equimle. me temo. a dudar de la solidez del contrato 50cm h común humanidadi“ Diganos'ante’s bien quien" es usted. son
En efecto. lo que vuelve todavía más urgente la desigmtción del enemigo sus amigos y sus enemigos. a qua-n esta usted dispuesto a usacnficar por
es que no tiene ningún sentido hablar de la “especie humana‘ como w felicidad. qué extranieros pueden ponerlo en una situacion tal que su
de ttn partido en conflicto con otro; por ejemplo. con la "natttralela'.‘° (lisu‘llCl-fl sea negada... y además. si es lan amable. dt'ganos de una vez
la línea del frente no din'de so'lo cada una de. nuestras almas. sino quc (hrameme por qué deidad se siente usted convocado y protegido. Si este
divide igualmente todos los colectivos en lo que atañe a todos los problc. ¡[guHu'nlU les resulta demasiado cntel. recuerden que las crisis ecoló
lll.“ cmmopolíticos a los cuales nos vemos confrontados. El ¿nl/tropa; del pus tlo nos han prixado de un tercero desmteresado capaz de arbrtmr
Antmpoceno no es otra cosa que la peligros.’t ficción de un agente uni. en todos nuestros conflictos. sino que por el contran'o nos han revelado
\rml.imdo capar d e actuar como una humanidad única." l’a m que uu ¡wm (rm-m nn había mundo jamas' y que la solución del siglo X\'l'l nunca
humanidad sea fiable. tendria que haber uu listado mundial que ya un: había sido otra cosa que un amiisticio provison'o. be‘ es el estado de
dctns' de ella. El Humano (con l'l mayúscula) como agente (le la htst'om' excepción abierto por el Nuevo Régimen Climático. Él nos obliga nuo
ha sido desmovilil'ado y se ha desbandado (( Ihakrabarty, 2012).” (.o‘mo mnente a la política.
vimos en la cuarta conferencia, la ventaja del Antropoceno es que pom- Tiemblo ante. la idea de sostener una tesis tan facil de malinterprctar.
fin no w'lo al autropocentn'srno. sino a cualquier unific.‘tcio’n prematura pero es necemtrio que extraiga las consecuenci'Ls. de estas siete conferen-
dela especie humana. permitiendo al mismo tietnpo imaginar una com. (ias: si queremos tener una ecología política. antes debemos admitir la
prensin’n mima de la noción de especie (pero no inmediatarnente. sobre división de una especie humana prematummente unificada. Debemos
todo no inmediatamente). harer lugar para colectivos en conflicto los unos con los otros. y no sólo
Ya sea que tomemos la controversia mundial sobre los OGM. el cálcu- para culturas conocidas por una ciencia como la antropología fisica o
lo de las existencias de peces, el desarrollo de los aerogeneradores. la cultural. Ademas de la idea de una Naturaleza concebida como indifu
modificación de las líneas de costa. la labricacio'n de vestimenta. de rente a nuestra miseria -(,‘aia es excesimmenle cosquillosa—“ también
alimento. de medicamentos. de .‘llllOHlÓVÍlCS. la reconfiguración de las debemos cuestionar la Illll‘ión dt humanas pimnluramnrlt unificado; hs' por
ciudades. la transformación de las tecnicas agrícolas. la protección de eso que tal vez sea prefen'ble decir que el "pueblo de Gaia' se reu'ne. se
la vida silvestre. el cambio del ciclo del carbono. el papel del xapor congrega. se conduce de una manera que no es muy conciliable. por
de agua o la influencia de las manchas solares, la reptacio’n de los ¡(o ejemplo. con aquellos que se llaman "pueblo de la :\"alumlela'. ‘pueblo
bergs... en todos los casos nos encontramos ante problemáticas que de la (lreacio’tï. o con aquellos qtte se enorgullecen de ser simplemente
congregan a aquellos que se oponen en lo que a (llClldS’ problemáticas 'llutnanos”. Recuerden el extraño (ktm of Thmnts que intenté hacerles
concieme (Marres. 20] 2). Ahora que hay un estado de guerra compro jugar en la quinta conferencia. Estos diversos pueblos podrían reunirse”
liado. a cada una de las partes en guerra le es posible ser explícita sobre en el luturo, pero recien despues de haber sido capaces de comprender
sus objm'vos dr gunm. aquello en lo (¡ue difieren (“'h‘ite. 2009). Demasiadas preocupaciones
Fuera de las razones tácticas. ya no es necesario ocultarse deuas' de ‘nos' dividen; y ese “nos”. para comenzar. posee fronteras. que sen'a bue-
un llamado cualquiera a la objetividad del conocimiento, a los valores no procurar redibuiar.
indisuttihles del desarrollo humano, al Bien Público o al bienestar dc En el Antropoceno. los Humanos están ahora en guerra no con la
l\'.'tturale/'a. sino con... en realidad. ¿con quin't? Me he visto realmente
en figurillas‘ para encontmrles un nombre. Se necesitaria un titulo que
din'da a aquellos a quienes se ha llamado los Humanos. pennitiendo
VJ Au'.l1nrl4xk ¡2007) no tiene un buen título: no hay dos partidos.
SI Tal u el V‘nlillu ¡le ¡4 rn'rica herlia a esta nm in’n por Hunucuil yjnmarxoun
Mi”). au mino por lulwllt' Swingers en la miuna recopilación.
":2 Mr tranquilun' oír a Anna ’l'úng responder r mi un. serena a un olyc'tot que
lr pu gun“)... llIA'lII'I'JFl""1""'«lllnï que il)". ’I ter-trip . .Ir al ¡irulcutudo‘
'33 Que (ad uno logre combatir hay) sus propios colores. c1 la única esperan“
rnolurionario: "Tal 'H‘l ya hermn tenido tlclumiatltn de (108 actores hn'tón?
(lt'll‘tk . | dc ljpprturiti (2008‘). y la única que e'ljtuga Italian.
(m..t."1l"trcrht. IK (le .‘tluil (le 'ZUI’.)).
34 l'.'\ la propiedad que le atn'htnr lu'belle Stengerx
LOS ESTADOS (m: NATURALFJ'A) ENTRE LA GUERRA Y LA mz 277
276 CARA A CARA CON El. I'lANFT.A

precisar sus auton'dades supremas. sus épocas. sus suelos, en una palabm De ahí la división entre geografía fisica (la gn'lla del tablero de ajedrez) y
gmgmfia humana (las socredades que figuraban peones). i i
su cosmograma. en lugar de fundirlos a todos en una masa informe.”
¿Qué habia por encima de los Estados! ¿las reglas del calculo econo
la ciencia ficción suele uu'liïar el ténnino “Terrícolas”. pero tendn’a un
dejo demasiado acusado a l'ïajr a las (slrrllas y. de todos modos, designa mico. el fantasma de la iglesia antes de la Reforma (Schmitt. 200la).
n'a al conjunto dela especie humana conside rada desde. otro planeta. en m ¡eyes de la naturalem humana. la guerra de todos contra todos entre
ocasión de un 'encuentro del tercer tipo" con unos hombrecitos verdes, los l-slatlos soberanos? Nada que pueda garantizar una paz duradera. El
¿Hablar de 'Gaianrsx'? .Sen'a demasiado bizarro. ,_'l)esignarlos “De Tiena dmma (le esta solución provison'a es que los límites estrechos de la sobe-
Adentro' [Cul'tmrux]? Se‘n'a peyorativo. Prefiero los Tam'lm (en inglé; ranía permitían siempre —y este es el pttnto crucial- la t‘limilaa'on' dt las
lumhbou‘nd). ¡amm dr lima. la paz civil entre bs'tados se obtuvo al precio de una guerra
Se' que es peligroso enunciar el problema tan brutalmente. pero estoy invisible, y total contra los tem'ton'os. De ahí esa extraña abstracción de
obligado a decir que en la época del Antropoceno los Humanos y Im una gnpolítica en el fondo sin 'l‘ierra, sin otro “geo‘ que la forma en dos
Terrestres deberían aceptar entrar en guerra. Para decir las cosas en cl dinmnsiones de mapas' tomados por el tem'ton'o. Lo que la ecología po-
estilo de una ficción geohistón'ca. los Humanos que viven en la época del lítica ha permitido comprender es hasta que' punto esta Realpoliu'k era,
Holtxmoestan' en conflicto con los 'In'n'zrtrrs del Antropomro. en el fondo. irrealista.
.St‘brnitt no previo”. cuando hizo de la Tierra el agente pn'ncipal que de-
finía las formas concretas" de política. que el rol atn'buido a esa Tierra po-
dia cambiar tan nipidamente. Supo ver que los las'tados-nación no eran
Los terrestres deben poder dibujar los tern'torios de los que dependen simplemente locali'zables en un espacio indiferenciado y que ellos mis-
para poder exrs'tir. Fs el último punto que querría abordar para terminar. mos se ernplal'aban definiendo tantos espaciamientos como decrs'iones
antes de explorar en la próxima conferencia la geopolítica del Nuevo Re-' concernientes al amigo y el enemigo existían. 1:30 era evidente en lo rr.L
gimen (.‘lima'u'co. Hobbes —e| Hobbes un tanto simplificado que adopto ferente a las fronteras geopolíticas: allí por donde pasa la frontera. pasa
como un cómodo punto de referencia para avan'lar en estos asuntos- ha- uunhie'n la diferencia entre los aliados y los extranjeros. (¡o‘mprendio'
bía logrado obtener algo de paz confiando la plena soberanía al Estado: muy bien que cada nue "a tecnica había abierto otras ocasiones de empla-
a las Ciencias de la v\.<'atur-ale7.a, una forma ¡ndiswutible de certeza; a la zarse y espaciarse: las" c.'irabela5' de los pn'meros exploradores. asi como
excg'esrs' bíblica. una interpretación estrictamente moral y personal; y los aviones de guerra o los subman'nos. definen cada vez nuevas tomas de
por último. asegurándose de que los oljïelos del mundo natural sean tiena.‘7 (No cuesta imaginar con qué atención habn‘a seguido Sc'bmitl la
totalmente desanimados y de que los agentes humanos se atengan sólo al teoría política (le los drones. como hace con talento (.‘hamayou, 2013.)
cal'culo de sus intereses. fuera de cualquier otro valor.56 El cosmograma Y sin embargo, si consiguió espaciali'lar la politica. evidentemente no
de este gran leviata'n, si acaso ha permitido retardar el estado de guena logró ln'storicil'ar la posibilidad de actuar de la 'lvaITa. Mientras todo el
ecologr'ca declarada, tuvo el inmenso defecto (le privar a la política de sentirlo de su libro consiste en situarla en el comienzo de la reflexión.
todo anclaje tem'ton'al. El lx-viata'n podía (lespla‘larse indiferentemen- esta Tierra. a fin de cuentas. pennanece estable en toda su extensión.
te por todas partes. puesto que los límites que diseñaban su vallado no
provenían sino del Fstado y de su designación del amigo y del enemigo. la tierra se llama, en la lengua mítica, la mad” dd dartho. la
lima está pues tn'plememe ligada al darcho. bo lle\a en ella.
como retn'bución del trabajo; lo manifiesta en su superficie.
35 Antes de indignarse por una ¡x‘rdida de humanismo. comic-ne recordar corno límite establecido; lo porta sobre sí. como signo público
hau: qué punto las propiedades de lo humano que quem’arnos saha'r emn del orden. lil derecho (3 lem'cola y se relaciona con la trlrr'a. laso‘ es lo
estrechas. ya que, por ternor a hundirse en el 'n:uur.ilismo'_ no integraban
mundo, (ucrpo ui nutetialitL'id.
"¡.1 sum la figura (le Hul)l)c\ («bo/ada por Voegelin. lean" el comentado dem'r‘
wtlc ¡“"an (H‘Jlla‘).
37 [imposible hablar de estos temas sin la mitologia. como hace Sc‘hmitt “985).
eos m, PLANLTA los ¿surums (m: NATURALEZA)
278 CARA A CARA r. mm: LA GUERRA v LA
PAZ 27g
uc cnu'ende cl poeta cuando habla de la tierm ¡"v/u ndammk l ¡mn-m cl (le .Sc‘hmitt, no el de las parcelas
¡qm v ¡a ¡la¡i¡.1¡'iulun“ma ltllus (.Sc‘hmitt. 200“): 47)_ cultivadas: aunque
. ¡o se exuaiga de la tierra en lugar de el
- ser un mero impuesto
h) "o (¡cin de ser el . hombre. sin
embargo,
l el que mide
"m
(/0‘" fm“ mm" cm“ ‘scihmm rclnvc'lm "‘“Y
bien el camino A! su" ' El “dm. Slgue stendo la humanidad.“ la tierra y
u'empo entre derecho positivo y “ammlwI ul n w midc’
. El hombre que
desde hace largo el que ¡WL (.l- qu e “ hac C de un funda es
pedazo de tierra el
que la solución modernista había cortado para sic (l ql campo
rm (lc un orden". Ni por un instante SC. l . .
. mntt .
'naturalen' habia sido confiada a objetos desanima(¡OS ¿<- fuC ‘ . ‘ .n imagina —-¿y cómo
C“ la época en que CSCI'IlXZ'.
cngcndmr ningún derecho nt ninguna política. .\-licmm. l Podría- _ que la llena ¡mada 0C“Par Otra
a Tierra P ¡(iO-n que la dr aquello que es tomado!
confundida con la "naturalel'a'. >11 nadie podía decir que
Cl‘a la m “¡mmHg-i (le Stirlinitt es que nace de la Tierra
justa'. Y sin embargo. uno percibe enseguida que ,
-n d“,
r l la "madre dd due.
"lg" “0 unciona (ho. en una l‘cngua nutlca.“pero .sm lograr conccderle
que una ¡msibilidad de penmmiento finalmente se ha cerrado. otra posibilidad
pc (bm pam volver es‘pacmln’icnte pereeptuible'
dicc la traducción francesa, ln'ñm ["¡(.¡.¡.csu.c- ro tambié n u ° que la (le senar el “orden social
aldeanoï Y Palm-(.01 (.landole una configuracion ¡nmedrata
no es ncccsan'amcnte “terrenal . Un espiritu terrcn Vhllo que Schmiu no
mente tiene del mundo una versión que este a ln e s Puede inmgtnar es que lamexpres'lon toma de tierra [Landhname] pase
a ‘.¡4¡,l,¡,,'ficar la Inma [mr la I ima. lan ese momento. todo dan'a
un vuelco.
de un n'ejo que mira a traves de su ventana un antig uo _ .ï'lllicio; \_|it‘lllr’.lS que. los Humanos son definidos como aquellos que toman la
pausajc ¡
europeo. En su vision del suelo no hay ni .‘tntropolog Tmm. los 'l'en estres son tomados por ella. En los dos casos. la Tierra sigue
. . . F
reparto terrenal. terreo. tradlctonal de los roles ¡L 4 siendo la \.ladre de sus derechos. pero no es la mu‘ma mad", no rs el mmn'o
entre el hombre. y c
suelo, se H- claramente en una de las numeroszm tlc Marlin); por lo tanto. no 1071 los mu'mos humanos. val. no son extraídos de la
definiciones
qu d
del nomas: e a misma glelm. hechos del mismo humus. sacados del mismo compost, en
una palabra. no tienen la misma composición. Que la madre del dere-
.Nom’os n'ene de nrmn'n, una palabra que. significa (ho. en el iondo maternal y lx-nevolente, en todo caso simpa'u'ca. pueda
tanto “compar-
u'r' como “hacer paslar'. El nomos devenir la madrastm. la hechicera. o incluso la man‘macho del derecho.
es por ende la configuma'ón
mwdta'la bajo la mal (l ordnt soria! y política eso sí que no estaba previsto en esa desconcertante idea de poner a la
(lr un puebla (la/in."
apadalmlr fxm'phbk la pn'tnem medición anligua (iea. en pleno siglo XX, al comienzo de la histon'a mítica del
y división (le las
pasturas. es decir la toma de tierras y el orden ( oncreto.
orden ronrreto ¡(ur ella com-
porta y mgrmlm al misma (inn/¡0. ‘l'endienios que asignar especial conside tación a esta inversión radical
l. . . ] lil nonlos es la medida que
divide y fija los terrenos y las tierras según en la dirección de la toma. (kmtmritunente a los Terrcsues. los Huma-
un orden preciso. así
(amo la (anfigumrin'n [llll' rnsulla (Ir nos no son dignos de confianl'a porque uno nunca sabe adónde se din-
r1!" [mm el orden fmh’lim, soda!
y rrltmato. Mrdidu. "nin: y run/igunu‘in'n geIL ni cutil es el principio que delimita hs. fronteras de su pueblo. ¡Por lo
lortnan aquí una unidad
espacial concreta (200”): 74: (.‘illln. es imposible. traI'ar un mapa preciso de sus conflictos.geopolrtncos.
el des! Zl("«l(l() "IC pertenece).
() bien dicen que no pertenecen a ningún lugar en _L'5l)cc""‘l‘ dclm'ldos
Y añade: sólo por cl hcehu dc que. gracias a su cualidad espiritual y\,Il]0ntl.c;:’l.1
sido (apart-es de liberarse de laS' severas “necesidades de la 'A'a'llslummino’
la torna de tierras. la o bien afirman que pertenecen totalmente a la Natural'elïad)ddu_cnc mn
íund ación de una villa o (le una colonia .
(le necesidad material. pero lO que cm'cndc" a
melven visible el Hornos por ¡“mella l. “do que cl
con el que un (:lan o el se'quito (le un
¡ele ” poca relación con los agentes quc l)"c“""“""‘:mc ha“. dTLÏlmmnco‘mo
“n l’W'l’lfl V I'm/nm .wlrnlun'm. m .Mlm dc ¡i1 ¡“.(.(._\.¡-d¡¡(r d rei.
lt (,' n un lugar llu‘irw/¡i'an lu'sllin'clmml- “¡[055] parecen." fuera-dela- te.
r y. hat
. .c n ¡Ir tm .
¡in/(¡zu (Ir [Irrm el ram/m (Ir [11"le (1'
un Imlrn.

' ¡5).
1m l-thn .-nnln'gt'ied.'td es explotada Por Hu“, (20
Los l.’S"l‘Al)()S (m; NATURALEZA) ENTRE un GUERRA v u PAZ 281
280 (.A‘RA A CARA (ION lil. PLANETA

lidad}? por contraste, los científicos terrestres son cn'aturas encarnadas.


no de la lilwrtad. nmnm. En los dos casos. parecen incapaces de penene-
cer a (‘08!“0 alguno. (le tnu'ar roxmngmnm alguno. lín tazón (le esta Palta Forman un pueblo. Tienen enemigos. Pertenecen al temtono dIbUJadO
(le ltx‘alil'ación. parecen ¡xrrmamrcer indile'rentes a las consecuenciïts de por sus instrumentos. Su saber se extiende tan lCJOS como su capacidad
sus acciones. aplawando para mais tarde. el pago de sus deudas, I'ndiíeren. Pam financiar. para cvontrlolar. para mantener los detectores que vuel-
les a los bucles de retroaccio’n que podrían volverlos sensibles a lo que wn visibles las consecuenCMS' de sus accrones. No uenen escrúpulos de
hacen y responsables de lo que han hecho. Los Modernos sejactan de ser confesar el drama existencial en el qtte eStán compromeu'dos. Se atreven
racionales v críticos cuando son decididamente. irrellexivos. Notamos la a decir cuánto miedo tienen y. desde su punto de vista. tal espanto mas'
paradtjïa: lo que ellos llaman "estttr orientados hacia el porvenir" equim. bkn aumenta y no disminuye la calidad de su ciencia. Aparecen claramen-
le a decir: "¡Después de mí. el diltm'ol”. (c como una nueva forma de potencia no nacional que en tahdad' de tal loma
Los Terrestres. por contraste. pueden decirse sensibles y responsables, Pam (xpltc'ilammle m los conflictos geopolítica; Si su tem'ton'o no conoce
no porque posean cualidades superiores. sino porque pertenecen a un frontera nacional, no es porque tengan acceso a lo universal, sino por-
um'ton'o y porque la delimitación de este pueblo se vuelve explícita par que no cesan de llevar a nuevos agentes a formar parte en la substs'tencia
el estado de excqxio’n en el que aceptan estar situados por aquellos de los otros agentes. Su auton’dad es plenamente políu'ca, puesto que
a quienes osan llamar sus enemigos. Desde. luego. ese territorio no sc representan a agentes que no tienen otra voz y que intervienen en la vida
parece a los mapas geog nificos de nuestros salones de clase. No está he- dc muchos otros agentes. No vacilan en dibujar la forma del mundo, el
cho de l's‘tados-mtcio’n encerrados entre sus l‘t'onte as —los únicos actores namas. el cosmos en el que prefieren vivir.
que .Sc‘ltmitt tomaba en cuenta—. sino que está hecho de redes qtte se Ya no intentan ser el tercero que asiste desde am'ba a todas las dis
entremezclan. se oponen. se intrincan. se contradicen, y que ninguna cusiones. So‘n un partido. a veces ganan. a veces pierden. Son de este
annonía. ningún sistema. ninguna “tercera parte". ninguna Providencia mundo. l’ara ellos. no es una vergu'enl'a tener aliados. No tienen miedo
suprema puede unificar de. antemano. Los conflictos ecológicos no se de comprometerse en lo que Schmitt. en su n'spido lenguaje, denomina
refieren al bemsmum nacionalista del pasado, sino que se refieren. pese Raumnnlungskn’ege, g-umas por el orden. espacial. Liberados de la tem'ble
a todo. al “espacio' v a la “vida'. El tern'torio de un agente es la sen'e (le obligación de ser los sacerdotes de una divinidad en la que no creen. casi
otros agentes con los cuales debe (:ontetnpotil'ar y que le son necesan'os podrían decir con orgullo de si mismos: “Somos de Gaia". No porque se
para sobrevivir a lo largo del tiempo. conlïen a la sabiduría final de una superentidad. sino porque. finalmen-
Desde lttego. SCIIRJ'."dnte división entre el interior y el exten'or es tan te. han abandonado e] sueño de vivir a la sombra de cualquier superen-
frágil como m‘n’able. ya que la serie de. agentes de la que cada uno de lidad. Si Gaia pesa sobre ellos. es porque han comprendido que es con
nosotros depende v a la que pertenecemos no puede ser resumida sin ella, mas bien que con la Natural-cm. con quien de ahora en adelante
instalar instnnnentos capaces de tra/'ar los bucles que hacen retroactuar deberan compartir toda fonna de soberanía. So'n profanos. no porque
hasta la mas' mínima de nuestras acciones sobre stts causas. A] menor presuman de haber profanado los valores de los otros al igual qtte las
debiIitamiento de la sensibilidad de los instrumentos. a la menor reduc- mcionalidades a la antigua, sino en el sentido mucho mas‘ banal de que
cio'n del ancho de banda de los detectores. el agente se vuelve de pronto aceptan ser ordinarios y de este mundo. Lo que probablemente para la
menos sensible. menos reactivo. menos responsable. se vuelve incapaz mayoría de. la gente. científicos incluidos, aparece como una catas'trofe
de definir aquello a lo que pertenece, literaltnente empieza a perder Ju -que ahora los investigadores este’n compromeu’dos en la geopolíu'ca-.
malaria. (knno veremos en la conferencia siguiente, eso es lo que tonta yo lo tomo como la única minúscula fuente de esperanza que viene a
a los mapas geopolíticos tan dilïciles de estabilizar. iluminarnos en la situación actual. Por fin sabemos con qué tenemos que
Si los Humanos v los 'l'errestres están en guerra, eso también podn'a vémosm y con quién tendremos que afrontarlo.
sucederles a “sus” científicos en conflicto. El científico naturalista -dc
esos que dicen con orgullo que son “de la \.'aturale/.‘a"-- es una figura des-
(lichada. obligada a la vez a desaparecer sin cuerpo detras" de su Saber.
o a tener un alma, una voz y un lugar. pero a riesgo de perder su auto- 39 Vease la quinta conferencia. p. l82 y s. de csre libro.
282 CARA A CARA CON El. PLANETA LOS lr.'S'l'/\l)()\.' (DE NATURALEZA) ENTRE LA GUERRA Y LA PAZ 283

a(“mirado en la tumba; es el ojo de Gaia que nos contempla de frente.


a ple na luz. Desde
ahora es imposible permanecer indiferente. Desde
¡Si tan sólo estuviera equivocado! (kímo me gustaria poder concluir cm .ahora. (M10 "US (lllH‘il’I‘lll’.

conferencia dicie'ndoles que ahora pueden despertarse de un mal sueño, l',".\puls.."ido del meandro del Elba. el ojo del espectador virtual se veia
que esa expresión de “la guerra v la paz" aplicada a la Naturalera no cm for/ado a mcilar sobre el mejor ángulo que permitiera captar el cuadro
más que una simple manera de hablar. Qué agradable sería volver al A". de (.¡‘Lspar David Friedn'ch. lo que obligaba al w'sitante a din'gir su aten-
tiguo Régimen Climático. Volver a darle la espalda a esta tragicomedia ción al interior de sí. (.‘uando regresamos a ese cuadro, dos siglos des-
dejando de afrontar a Gaia. quedar cara a cara con el planeta. Nos recos. pués. nos damos cuenta de que hemos sido expulsados de la \."aturalel'a.
tan‘amos confortablemente, con la cabe/"a sobre la blanda almohada del cn efecto, pero ya no es porque ella sea exten'or, indiferente. inhumana.
climatoesccpu'cismo. .. eternae sino porque nosotros nos hemos enredado tanto con ella que se
No se' si ustedes recuerdan que. hasta hace todavía poco tiempo, volvió interior. humana. demasiado humana. provison'a tal vez. en todo
cuando mira'bamos el cielo, en la mañana, podíamos contemplar en él (15.0 sensible a todo lo que hacemos. como tercero en todas nuestras
el espectáculo de un paisaje indile‘rente a nuestras preocupaciones o. acciones. Un tercero que exige su parte. ¿(,o‘n que' reglas de distn'bución
sencillamente. el tiempo van'able. que seguía su carrera. sin que eso nos darle lo que le es debido a ella. a quien el poeta saludó con la invocación
conccmiera en lo mas' mínimo. la naturalel'a em exterior. ¡Que sosiego! de ¡'tulissinm (rllus?
Pero hoy en día. en lugar de encsmuirnos con las nubes. esas. nubes, en
una medida cada día menos intima. transportan a la vez nuestra acción.
Llueva o haga buen tiempo. de ahora en adelante, ¡ya no podemos de-
cimos que no es por culpa nuestra! En lugar de disfrutar del espectaculo
de los rastros dejados por los jets en el cielo azul. nos estremecemos al
pensar que esos aviones modifican el cielo que atraviesan, que lo arras-
tran en su estela tal como arrastramos la atmósfe a tras nosotros cada
vez que calefaccionamos nuestro departamento. cada vez que comemos
came. cada vez que nos aprestamos a viajar al otro lado del mundo. No.
sin duda, a menos que. contemplemos los cuerpos celestes en el mundo
supralunar. ya no hay nada de exterior sobre lo que se pueda meditar
apaciblemente.
¡Aquí abajo, en el mundo sublunar. el sentiun'ento de lo sublime tam-
bién se nm escapa! Para tenerlo e m necesario que sintie'lamos nuestra
pequen'ez ante las grande/as de la naturaleza. así como la grandet'a de
nuestra alma ante la brutalidad de esa misma natumleza. ¿Pero cómo
sentir aún lo sublime. en el Antropoceno, si de ahom en adelante so
mm. una fuel/“a geológica tan poderosa como las cadenas de montañas.
los volcanes, la erosión; si. en materia de brutalidad, somos nosotros.
Im Mmlernos. quienes nos hemos .‘ltihorrado el alma hasta llegar nueve.
mente a rivalil'ar con la nsuumle/‘a, nosotros, que de ahom en .‘ldelante
compartimos el mismo llt'W‘llÍProf“? Nunca mas podremos .‘ipzu‘iguar
sencillzunente nuestra hylm's ante el espectaculo de giamliosos paisajes.
En el (¡ran (kilo entre cuyas ¡mredes estmnos ahom em'et'rados. hay un
(Jin fijo en "muros, pero no es el de Dios que mim fijamente a (."u'n
Octava conferencia
¿Cómo gobernar tem’toríos (naturales)
en lucha?

En el Teatro de laS' negociaciones. Les Amandicrs. mayo de


2015 ' Aprender a reunirse sin a'rbitro supen'or 0 Extensión
de la (.‘onfereneia de los Partidos de los No Humanos O Multi-
plicación de las partes implicadas 0 Dibujar laS' zonas cn'ticas 0
Recuperar el sentido del Estado 0 Laudalo Si" Hacer. por fin,
frente a Gaia 0 “¡'l'ierra, tierra!".

Tenía miedo de que no llegaran. (Zuando empezaron a subir


a lam tablas. delegación tras delegación (“Bosque” después de "Francia".
“India” antes de ‘l’ueblos Originarios”. la delegación “Atmósfera” antes
que la de “.»\ustralia”_ "Océanos" después de “Maldins.'), y cada una se
presentó orgullosamente. en pie de igualdad con las demas' en cuanto
a soberanía. comence a creer. (.‘uando al cabo de tres días y una noche
p'.ts."ida en blanco, las delegaciones regresaron a escena para presentar al
público ('l resultado de sus trabajos. agotadas pero siempre dueñas. de su
juego. comprendí que todos esos jóvenes. venidos de una treintena de
paíu's. habían supe ado mis expectatims. En el teatro de Les Amendiels.
aquel fin de semana de mayo de 2015. realmente creo que por momen-
los vi :ip.-n'e<‘(,-r. surgiendo del humo con el cual el director escénico.
Philippe (¿ut-sue, gusta de envolver sus espectáculos. algo como el “nuevo
"(mms (lr la 'Iïm‘m". ese nomas prometido por Schmiu a los “artesanos de
paz". Algo que. llexa'do por mi entusiasmo. yo calificaría (le ronsliluymlt.
’am iniciar esta última eonle'rencia. me gustaría presentarles algunos
elementos de ese derecho constitucional de la Tierra explorado por usas
(lt,-leg.'iciones de estudiantes.l

l 'I‘hr'tiln' da mxzx'mlianx simulacit’m llevada adelante en el marco (le Matt i!


Work. presentada en el teatro dc ln Ameudict‘s del 26 al Sl de muy" (lr
201."). puesta en escena por Philippe Quesnc y Fru’lc'n'quc Ait-Tmuti. (on la
p.‘trticip:|cio’n de SPI-AP. la escuela (le artes político .Sc‘icncn. Po —<l lmlituto
‘V‘W
¿cómo GOBERNAR 'rrznnnomos (NATURALLS)
2 86 (‘ARA
. A (¿ARA (ION lll. |’|_r\.\'l>’.lA r; N LUCHA? 28,-

c ¡odos modos. el concepto de un nuevo nomas de la


Tierra no puc.
De Sino como una ficción. ¿Recuerdan el trabajo de
de \cD'c invención quc
z w pasmldS' fue necesa‘no pam hacer eme
cnt'i” se “ama putbln r8” esc improbable ser
o. nus" tarde. la cualia'n som/3'
¿(Emo imaginar
al ql:
. pueda descubrir de repente. m" Sólo
Por Pensar insistentemente.
podrían ser unas negociaciones de pal." entre terniton'os
(qo'uiim cn lucha?
Si como (“cc ¡a nmxmm. la politica e's el arte de
lo posnblc'. no deja dc
W. ¡“.(«cszu'io que haya artes pam multiplicar esos posibles.‘
V Por ¡o demás. existe un vínculo fascinante entre el pn'ncipío dc la
si.
¡milucio'u politica y el de la modelimctóln‘científica (Dahan y Armattc.
2005), Los conoc¡mientos sobre la nunacron ecologica reposan sobrelns
¿mnpañm de ¡mzdición a largo plazo. pero tambien sobre modelos. um.
Fígnn 8.1. Fotn u l (o medio de abordar le‘no'menos cuya complejidad cobre-pasa toda ca-
Paridnd (le amilisis. Los bucles que comienzan a anadlrse. uno ¡ms-otro.
a nuestra (,'\.'is.‘t(.'nC¡'l.. haciéndonos senu'r cada vez mas' las retroaccr'oncs
;(kimo pueden ustedes conceder algún credito‘ me dirfin. a
lo que unos
jovencitos representan en el escenario de un teatro? Yo recíprocas entre las posibilidades de actuar mundo terrestre. exugen
le concedo cl
mismo crédito que nl uubnio igualmente (higil. igualmente que lmgmnos de ellos un modelo -una ficcron- mucho ames de poder
provisorio.
igualmente torpe del [K‘IlSd'IIIÍCHKL El guion del montnje u-riticarlm. de verdad. La ficción anticipa lo que espera-mos comprobar
de Fréde’riquc
Ait-Toauti para movili/ur sobre lau tablas In .s‘imulucio'n de muy pronto. A cada generación de modelos. podemos anadlr nuevas sa-
una mesa dc
negociación sobre el clima no es ni mas" ni menos n'.1l)les, (".uisaudo una creciente complicación en una imagen del mundo
esclarecedor que ¡45'
lecturas de filosofía política o que la escn'tum. (¡lll que poco ¡l poco se vuelve mas' realista... ¡y cada \'ez.m.a.s dlfiCll de callcu-
mcilzmte. de estas con-
le'rencim. (Iunndo se (mm de situarse ¡i la altura lar.‘ Asimismo. a cada simulación políu'ca pueden anadnse num-as de e
del .‘tcontecimiento (r‘m'a.
hay que ape lar a todos los recursos disponibles. gm iones, nuevos representantes. complicando ’m‘L‘l' Y .masi "i"? ""“gcdn
Si soy el último en sor-
prendermc dc que doscientos estudizmtes la cosa pública que gradualmente se vuelve mas realista." l,‘ 5"?“
puedan re solver un problema
geopolílit‘o inwluble. es porque el paso nciones son caida vez mas' dificiles dc controlar! (,ompllrar los riihodccgoos
de una bztil urinn me advirtió pn'-
mero que debía ponenne a tr.¡l)'._|¡:ir. dci mundo e irn/¡Iimren estos a aquellos a quienes c'Onc'crncPepa:
l’or otra parte. aprendí más de los all.“
actores de («'Iih (¡loba! (linux. que improvisuban mmpmm: me parece que esa es una definicron comun d' '45 C'“ '
escenzis en las luminmas
celda de la (.‘1rtujn dc \'illencti\'e—li-s-Avignou. artes v u la )olítica.
que de muchísinnm obm . - L.
de litemtum sedicente "ecológica"? Y exi.‘¡cuuinente eso sucedió en dicho Teatro de las ¡1'L8(’C'(ac'c°"i:odi's'1:
¿Qué mm cosa lle hecho. en esm
páginas. sino comentar. mediante mayo de 20k)", y que otorga una dimensión consulcuïcillnlle;c‘l’socrcdpucido
otras irnprovisaciones,
su "escn'tum
de esceuan'o' que come ntubam en :¡pau'iencm pedagógico. En efecto, sostcngo
las mins? Los pensoimjes conceptuales sc qu] ados-
dupla/"¿n como quiere -u¡.'¡rentn y uuu delegaciones. doscientos'ocll’o dC 0.83 es mas" rmlu'ta
n. :urau'esmndo todos los muros. famosa (bn/mm-
‘lllc el mundo real .'\ escala lzl. ’y' e" “Pc-Cl.“ mas .quL
L-mdl‘cl'o'n -en París.
(¡u (lr [tu I ’u 71m. o (ZOP en inglés'
cu)“ “igfilmopnmclm Ïrnr a los delcg‘r
cn diciembre de 2005- se inlcnlíiba Prcfignmr.
o )¡35L|1s.‘lón de honor.
dc (11cm i.“ Política“ de
dos decidir ——eu la sala “transformahlc' que pft‘fincro'
l’.m'\—. por inicizllnzt (le
l.‘iureuce 'l‘uln'mm y mía;
"""”"‘“"" ‘h‘lmïllillli' tn ' 4 np."lx¡mkcitmnk,cum/ainmlutiou).
2
l ltl punt-(tu (una
- v (.(dml
v .
(.¡um (ue (lcuxxollndo en 2M
¡(.uuxp gracia l. 20|2 y 2013 cn la
ul upon» ¡"Luignble . <6 En m5 políticas
¿("3. “Ill un al de ancoh l)cl)'.uuu‘. ,\' C" Rc'im"
de landmíc L'qcnrde. t" 3 Fu es ln máxima del pfORV-‘mi‘ dc .cx‘Px-hncnmccnfluSckqnnccs Po.
i (Sil’b‘fl’) creado en 2010. con Valém ' '
288 ('ARA
. A (.‘ARA (ION I'll. PLANETA ¿(zómo com:

)ara ellos demasiado formal- que sesionarían del mrmh, e “nm-ón impen‘al. la colonización.
intención de hacerlo y durante tanto tiempo como ue mu la n. l¡ada de realista la d
hay en una asam
¡x‘rdonam'n ustedes no haber podido entar pensar e n (¡n-limïrond'o/s. ¡“(lugo
la sala de si logmran entenderse,
l’anme y en aquel momento. tan crucral. en que el rin“) fi“: "0 (¡darían
de eSCapa'rseles. en cua
los ¿«sdl‘firos dc ¡'n manera
más inextn’cable, e
(un log-.2”)S problemas
se han vuelto. como
J’tttul1lu'w dirán
ustedes. pero. desde luego,
AI- oblcmas
(lc “manera global“! Y sin e
ms plrhabíd, que
-\ntes de transformarse en algo complc-tamente distinto. evitar ceder. Pese a la pal abra
los ht ados (li.¡“(:"a(:()l, no ‘partes'. los miembros
son ¡m fmrm
nemles se reunieron. como salxvmos. para resol
ver una simple
(,e‘- de un Todo supen'or que pennita
cuestión 1 “wndo un papel a cada uno. así unificarlos
de impuestos. Del mismo modo, salwmdo las difarc como una función y
netas. la simulación .‘¡ln’ l ‘ . unos límites.
. o pam; en el sentido . , .
tomo' como punto (le partida la cuestión climática. diplomatrco.
pero se asignó Sln i' en una negociación que
pósitos muy diferentes. Si el modelo es más pm. no pue-
realista. en
primer lugar ¿e (k. (.¡“pc‘lar porque. precisamente no hay árbitro super-¡.01- ni la fuem
debe a que. sus creadores habían decidido ni
no concentrarse cl derecho ni la naturalel'a. (.o‘ntra el diluvio de buenos
sible meta de reducir las emisiones dt- (.‘()._, en la ¡mp0 sentimientos
para intentar que demasiado a menudo acompaña a la cuestión e'col
permanecer og|"ca. había que
por debajo del fatídico límite de. los 2 "(1 de
calentarm'ento. ¿(r-ptar no reunirse bajo un pnncrpro supenor comun
el excelente libro de Stefan Aykut En cfcc(0_ . Reenconuamos
y Amy Dahan‘ los había aquí la figura del (.‘lobo de la cual. conferencia tras conferencia.
de que el Régimen Climático no cmn-cnm-do hemos
puede. conducir sino aprendido en que" medida em no sólo imposible sino moralmente.
salida: ¿como pretender resolver a un callejón re-
la e<mseeueneia leiana sin ¡¡':U'n,\.mu-rite. científica y políticamente deleterea. hse
(IO, sobre la maquinaria del elima— —la acción del era el. punto ’de
sin atacar sus causas partida (le los estudiantes de mayo para poner en escena
múltiples decisiones sobre los inmediatas: las su srmulacron.
modos de vida de l as ¡“al es el riesgo que. aceptaron tomar: ni Dios ni Naturaleza
tes? laso‘ equimldría a un intento naciones participan- y. por lo tan-
por limitar e l uso de las n. 'nin gún Patrón!
despues' de haber alentado annas de fuego
su libre distribución. Para t llagnmos la lista de los pn'ncipios supen'ores comunes que ellos ace:
fuese realista. había que . que la negociación
(‘oncentr.trse. ((‘ontmrianurnte. taron nn invocar. En primer lugar. comprendieron que no ha) queco
(.‘()l’) en las' diversazs maneras a la verdadera
de ocupar territon'os. tar ron el espejisnu) de un gobiemo mundial que.pu.dtera.
nación de cuotas de (203. no en I a mera asig-
Era cuestión de preeaverse un nn'lagro (le, coordinación y de buen gobierno. atnburr a eancsat Si
posible de la (ZOI’ 21. contra un fracaso go
pre figurando las reformas parte (le (.‘( )._ o (le compensación financiera. so pena de .sancito
llevar adelante. (le procedimiento que ¿bier-
mmos del derecho de soñar con el, es porque la ausencra dlcamcscmg
bbbrt' todo. había que mb“
considerar como irre. Hu planetzu'io es demasiado evidente. Tenemos que vprúcg‘m'nno.
exclushamente a ali/able la idea de confiar 13 ONU.
los Fst ados-nacion I a la ONU lo mismo que se preguntaba Stalin sobre eld a h (20.? no está“
Cer’dOS por SUS tarea de resolver los problemas
mane ras. muy
uto'picas. o en todo e asu ¿“laintzrs (livisiones?". Los escasos procedimientos acrccmplmnflo’áno
tres. de ocupar
sus sue los. las
muy poco terres-
fronteras de los list aqui ni para preíigumr esc gobiemo mundial m par
n'sto e n las dos ados. como ya hemos
conlt'zre "cias pit-rias. \iulpletnente para atenuar el estado de guerra.
cuatro siglos, con resuelv en un problema que
e l propósito de. por data dc
una parte. imponer la paz entre glob.“ (3 lml "Sl tan
religiones que _ gar . ¡aIHpOCO ll 2“ N"!-l ll l Klit‘m
( ya und" ‘u f,
se voln'eron locas Milo todo el mundo -,s
tic-mts poscrídas y. por otra, asegurar la toma ilimitada
dc se volvu c hau'3 ella...-
t w d" ..
h asta e ntonces rttt'tdus. Aún no ¿y el que la alx'lam’"
por otros grupos. (.‘uatro hemos visto un ÏOIO a hs.
siglos mas' tarde. h¡L ¡'l arriiclito auloma'u'mdt' '05
l -.WesL de la l ..\"¡turalel'¿t
r han '
penntttd‘ o e a ¡"e
. . . | a
intereses ‘ l vl tt"|"”
¡ur()S(t - d" 'L‘
s . (‘omo
. vi escn'to en las PlnmmLg di
4 Se'. prrx ur.Iba . » _ Y .., s TA ¡e los n Ciencia (lt'
M’lir de l í“ Átnantltu” , em a
¡bl plan . z u] no lnnlt 3. - ¿"u-ra: r I lugar ' la
. ¡nd de poner .\ todo el "¡un do (¡l.
\'l'4l'\ llllll'll'.l\
(l('\('l :uláu por Aykut y Dalmn (2015)-
la n'tllll'llcld’ tampoco tiene la capílc“ *
¿CÓMO GOBERNAR 'l’|-'.RRIT()RI()S (NAwmus) rm wcmv.‘ 291
2m) CARA A (.A‘RA (ION III. PLANETA

cmregándolse apasionadalmentcua una compcu'ción de


(grjlcgia Risk. o
acuerdo. Incluso sin la psc.'udtwomr'oversia es(.‘enificada por los climato.
mmm“ c7" Dragons. No habna hecho falta ¡nvencron politica alguna. No
escépticos. si hay una cosa de la cual siempre es sano escapar es de un ‘
hlbn'a habido cosa alguna .conslltu’yente.
gobierno (le sabios. la unam'midad no es su fuerte. fe.|i'/.|nente."
Lo que torna realista la Simulacion de mayo en Les Amandrers es que
Lo interesante de la experiencia es que los estudiantes también com.
L“ ¿(.¡cgac¡ones se reunieron sin que hubiera escaparon'a. sin que cxrs'u'e-
prendieron. aunque les resulte mais dificil admitirlo. que las Leyes del
st mm parte. sin .‘¡pelacio’rn sin exten'or soberano. sin referencta' a un
Mercado. conocidas por la Ciencia Económica. no pueden servir dc
Domo Snstituto. de Globo. de Absoluto. de, l)ios-.\¡l".nno'n capaz de im. Domo, una (.a‘rpa. un Dosel capaz de arbitrarlos. Por otro lado. cuando

poner decretos indiscutibles a todo aquel que consume. produce, com. 6| printer día lrLs delegaciones se presentaron unas a lu ouas. raras eran
Lu alusiones a la Naturalel'a, a la Humanidad. al l’lanela, al Globo. Nin.
pra y vende. lncluso cuando. por una paradoja que nunca ha dejado de
sorprcndemie. la sensatez tiende a atn‘buir mis (‘CHCI‘A’ indiscutible a las ¿una habló de otra cosa que de ella misma. (a‘da cual se sabía sola. (,a‘da
leyes (le la economia capitalista que a las de la nalumle'la -fusionada.s um mhía que las otras estaban solas. Nada las unificaba de antemano.
las dos. por otra parte. en el tema común de la naturalil.'acio'n-." parece Su superior común e m tan sólo el marco propuesto por el secretana'do
dificil olvidar que de diez economistas apenas pueden obtenerse quince que las habia reunido y que ellas habían aceptado de manera pronso'n'a.
conksejos contradicton'os sobre la política por implementar. En cuanto Nada nnL’s que un middlt ground, un claro entre dos suspensiones de ar-
ensamble (le tecnicas útiles. la economia no ofrece en mayor medida que mas (White. 2009). La minúscula ficción de hallarse sobre el escenan'o.
las otras ciencias la Gran Unificación de las leyes del Planeta. En nuestro en un teatro. por cuatro días. rodeados por un mínimo mobilian'o con-
afán cle economiïar la ecologia. añadimos una multiplicidad vertiginosa u-hirlo de apuro." definía sin mas' los límites totalmente artificiales... y
a otra multiplicidad. reconocidos como tales. ¡Era realista precisamente porque nada dz natu-
Si existiera un gobierno mundial. una Natumle1.‘a unificada. una (.‘ien- nrlse munile'staba en el ejercicio! Nada estaba escn'to de antemano; por
cia universal o una economía que funcionara de acuerdo con leyes in— N». el eiercicio [India fracasan Por lo demas'. todo el u'empo estum al filo
quebrantables. los delegados se habrían reunido. como vimos en la con- (le resultar fallido.
ferencia precedente. bajo la egida de lo que habría que llamar un (cuasi)
Estado de .N'aturaleïa. Poco importa que ese listado sc presente como
secular o profano: habría sido apolitico en el sentido de que se habria
mantenido la ficción de un árbitro soberano al cual los delegados ha- l’el'o :run era necesario que los creadores fuesen capaces de otorgar ve
brian podido apelar para poner fin a los desacuerdos. Los delegados nm’militud a este interior sin exten'or. Si subrayo algunas de las inno-
habn’an ocupado una función. cumplido un papel. seguido un guion. nu iones tlet‘isiv.‘rS que fueron introducidas es porque estoy convencido
No habn‘an hecho sino imitar simples operaciones de policía. Sus dele (le que sen'irrin en el futuro, cuando haya que convocar a verdaderas
gaciones habrian sido partes. en el sentido tantojtu'ídico como organiza- nt-qru'iaciones (le paz."
cional del te'rrnino. visto que les habría hastndo con obedecer reglas. Los I'rirne a innovación. la mas' radical pero la que pareció ser obvia: ya
jóvenes delegados se habrían divertido mucho. tal vez, pero del mismo no se puede dejar que los Estadosmación sean los únicos en ocupar
modo en que tan bien saben hacerlo durante una partida deljuego de la est ena. Para evitar esa utopía hay que colocarjunto a ellos delega-
('¡nnes nn rslamlzs. Ya no porque representen intereses supm'mrs a los
(le la Humanidad, sino porque son otras potencias. poseidas por otros
5 Eso es lo que perturba a lm r lin:'.uoeM e'plicos cuando en u-rr'lad tleben'n
mlnqnilimrlm: el (.uo es mn rulo que hay que tornar lo como una una] dc
una u'tuariu'n elet timmenle e.\( epcional. Edwards (20H!) hace la sugerrnch.
(«Lulu rnris ¡x-rtmbmlom. (le que L'u r erre/¿n nunca sem'n tun grandes como
7 La tuun.linmucio’n rnntcn'al del lugar. cuya irnporuncu" cn toda empresa
ahora. Miu“ que, al modificar tanto el sistema. .‘t'.|nrlrie'n lo vuelve cada ":1 (liplornititïl bien conocernos. fue confiada al grupo de duc'n'adorcs ¿lcrmnn
rnenm prn'iu'ble'.
Rzruln I abrir.
Ü la segunda ll'.lllll‘.ll(‘l‘.l (LI Et onornia) siempre es luis dificil de poner cn
H Desde latour (|99| ). mc ohsu'no en buscar la forma cncu y la factibilidad
duda que la prrtncra (l’olanyn'. l‘JH'A f l‘J-S'Ïrl).
¡mir tica (le lo que cn ese entonces yo llamaba el 'Parhmcnlo de Lu (¡mi
aqi “¡A A (:AItA t ZON lil . l’l .A N IZTA ¿cómo (.‘OBERNAR 11mnrmmos (NA'mnAus)
EN Luemt?
293
(g
'ntereses" que tjercen
sobre los primeros una prom)“ onu’nua
y “cn...l “¿una aqui. estos intereses. estas imlm'cacioncs.
“e t caían una sola
A .
otros territorios. g
otros lupa,“ L: l wqwhl (.n ¿al debate. que es la de datos
[l omrt n . por consiguiente.
. punto decisi- que tmzaban el cuadro
pr x ' luego.
donde
cuyo noinlne tet‘ttelda a auttguos dude
VO l"«.(¡ue lasA delegaciones elemento; “pcmhan las delegar-iones estamles. Los datos mmm" al“:
—"Suelo . “Oceano”. "Atmósfera".
n
llü m'tdoss de la 'natumle‘la" "F ,V (¡csd'lulna(los. h." tod-Orca“). desdmmatiudos.
en vías de (lempan‘cio’nï no estan allí pam natumlizzu' la (¡l-“mio,” im" "‘"dOS Fonnaban
la rall Cll’as. no una voz,
cm.“ agcmt's. no un drama. no
recordáindoles .‘l los humanos las'necesttizltlos dc su «ambicmü “n cuadro. no ¡"Inga Cn cum. Dig“) de otro modo.
“" ml e" una lOdílVÍR estábamos
finde rqmlitizar la negociación. impidiendo qtle se ¡ku-n“, cl suelo no reacuonaba a las acciones
c" Cl “"“WCHOZ humana Todo
rápido coaliciones sobre las espaldas de los otros.
a Ids' posibilidades de actuar
l’or eso en. imlxmante qtte estas delegactones no Conve ncionalm “mmm cuando “"0 "“n'buye una figuradón
¿e {nm/¡(llihlr con las de otras POSibilidades de actuar. Entonces. la míu'tnbu'.
presentasen con la misma pompa. y según el mismo prmocol
0. que ¡:1st n'a'n puede (Olite-“741..
los Estados. antiguos o nuevos: cada delegación esta formad a de el le
la misma Si aceptan ustedes (1,:me rritorio. no como un segmento
manera. se expresa en la misma lengua (en este caso, en inglés) y md”, de
"npas en dos dimensiones. sino como aquello de lo que uno
estu'n l’t'pl't'M"lllildil‘N por los inIsmosjuvenes de u .‘tje y corbata... depende
Ninguna para subsistir, aquello que ttno es capaz de explicitar o de ws'ualiu'r.
e.\'tr\.\agancia habría sido admitida. [At delegación “Océano”
no preten- aquello que uno está dispuesto a defender. entonces toda dmmatiza-
dc hablar mediante tempestades y tsunamis . así como “Atmósfera”
no se ción. incluso ficticia. de los actores que lo componen modificará la
toma por Bo'reas. ni "Suelo" por un terro’n que hien'e de
gusanos.“ No
están representados aquí sino potentes intereses. capaces composición del guion (Lussault. 2013. Latour. 20093). Poco importa
de se ñalar a las
mms partes inten'im'entes como sus enemigos. l’or ejemplo. la figuracio’n de la que se parta: lo que cuenta es la reactividad de las
las' acciones partes inten'inientes. Si les sorprende que se haga hablar a "Bosque'.
de un país que acidifican los océanos en grado tal
que los transforman
en desiertos son la prueba de que pesa sobre este entonces deben ustedes sorprenderse también de que un presidente
ruasi dominio. lo que
conllma inmediauunente la réplica de la delegación hable como representante de “Francia”. Persona moral por persona
"Océano". “Lo que
ustedes. delegación ‘Estados Unidos' o 'Allslrdll'n'. moral. cada uno tiene mucho que decir y no se expresa sino por una
le hacen sufn'r a nues-
tro dominio. nosotros lo conside mmos como vertiginosa serie de intermediaciones. Si hien hicieron falta muchas
inaceptable para nuestra
soberanía. Oponiendonos a ustedes. definimos decadas para aceptar que la definición de la democracia como mln-n.
e l límite de nuestro terri-
ton'o y mitfimmos la [anna del dt ustedes." tad del pueblo soberano corresponde. aunque mgamente. a una realt-
lis una ficcion. desde luego. pero dad. hubo (¡ue comenzar por una ficción. “¿Qué? ¿El pueblo soberano!
la ficción reside únicamente en
punto de otorgar. por intermedio el ¿l’ero donde. tiene usted la cabeza?" “¿Qué? ¿Una delegación del Bos-
de una prosopopeya. una misma
betania a todos los intereses. so que? ¡Ni se le ocurra!“ A los estudiantes sí se les octlrn'o'. y no parece
(Zomprende ra'n ustedes la sorpresa de
soberano que vigila imperturbable un que eso les haya plant eado el menor problema.
su dominio y que de repente oye la .
rrp'lira n'rulenta de los te Me dio mucha alegria que la negociación no haya .t’ropce-¡(ÍO t‘" Cm'"
mion'os que se ponen a gritar: “¡listo
tuyo". l .a toma de tierra )a no es gún momento con dicha objeción. (.o'n mucha educacmn )'Sl.llr.('l (I‘IIIIINH’
se imierte de inmediato, y, con ella.
ción misma de lo que quiere la defini- signo de vergt‘tetm o fastidio. la infatigable presiden!‘CJ'Ü'I“:L4r 12""g'
decir. pam un poder ctmlquicm, poseer una
st“ dirigía a “Suelos” oa "Amazonia" um bien como a '(¿tnada o a .uro-
pa - . La liecio’n parecía verostmil
- - ¡xxrqu L. st. suptmía
l’t‘l ue cada delega-
Ilmflmcilm un
ción c m “¡paz dc hablar, lo que evidentemente rel'su ta mi c 1m con”. de
9 . . . 4
J Interes debe wr ( umpreudido _ teatro habituado a oír resonar entre su tmmoln .| \‘0!, ( L .
en el \cnu(ln dc |.-¡ xvglllldfl y tercera confe-
rencias. (omo una propimlad K)“l llL
general de l.“ ¡xm'hilidadex de arllr-Il 0"" (l C l ¡LS l l.“ l JS. lCr( ) (dlll i )l( ll l
“¡pt-¡ponen y se
intrqx‘nelmn. "c d - dc los ¡"UHSÍÑIOS 0
I . ' trate
l I (.ulh .
lltl(x.l(ltlll1)l)ll)"'.|l(¡HQIIHL‘HUJ
. i I ¡“4| ('Xlnllljl'l'ln. “l M‘
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(“dm ¡US dispositivos discursn'os tienen
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cnudadn- un esta“ .t integrada por (int o delegadm. 0 premium y: (.l


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tepiewnt.‘tnte de l'('l)l‘t-’\.Clll.’lr (qtu- no n . T) c
dll) 0 J '05
“su” la “0
económico. ,‘IlllK'X“¿llltt‘llull o rumi gulx'rnzunenul. un ado! a los humanos
un rrpxew tusuur
de l.¡ ux iedad rin'l. un referente del conan" lr miémadus mm” pam
¡mento t it-utÍÍito. ¡“3 Cuales se hace hablar). En cuanto a los
un q uinto lilnetnente L. l (ns .1
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esclmidm e n'\s.|dos agi


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‘L' Plantea: son actuados por dt


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¿cómo coatzimut TERRITORIOS (NA’IÏJRAIIS) EN LUCHA? 295


2'94 CARA A CARA (ION HI. PLANETA

sobre la calidad de la representa-


creeme los únicos en hablar. Tal vez esa sea la única venth'a de vivir en la ,cn'cia para responder a las preguntas
(ión de tal o cual interés. de tal o cual Ls'tado del mundo." En todo caso.
época (ch Antropoceno.
De todas maneras. hablar con alguna autoridad siempre es interpretar ¡a (.‘iencia ya no estaba allí para dictar el marco general dentro del cual
lo qtte dirían los mudos si tan sólo pudiesen hablar... ¡y SCI‘ interrumpido ncresariamente debería desarrollarse la negociación. No estaba en duda
por otro que afirma que dicen otm cosa.‘ La duda sobre la representación su objetividad. sino tan sólo su unificación. Tampoco en eso hay que
esperar exterioridad alguna. Esta pn'mera asamblea posnatural también
sólo .‘tparece en el momento de los conflictos, cuando la disputa se tensa
y nos oponemos a lo que dice. un representante electivo. un cientifico. fue una asamblea postepistemolo’gica.
un experto. un ciudadano. sobre tal o cual estado del mundo. al punto Si bien esta distribución de las ciencias parece debilitar la auton'dad
de plantear la pregunta: “¿(b'mo lo sabes? ¿(Zua'l es la prueba de ello?". que de todas maneras ellas nunca han tenido. procura en cambio un
El tiempo en que. los humanos se hablaban entre ellos ante una platea de lugar decisivo para los invesu’gadores que. así. tienden a enconuarse en
cosas inertes ha temiinado. Si hablan un lenguaje articulado. es porque (oda; partes. Por fin se vuelven capaces de defender la on'ginalidad. la po-
el mttndo tambien lo es.“ Lo que se pone en duda en la negociación es [(‘llCÍd’. los intereses de los seres de quienes son portavoces y que pueden
la calidad de la representación. val. no el ¡m'nri/¡in mismo de la representa- encarnar —representar. interpretar- con sus conuadicciones y con sus
tividad (Latour y Weibel. eds.. 2005). El Nuevo Regimen (.‘lima’tico llega mntrm-ersias en todas. las negociaciones. para intentar cambiar las cosas.
para recordar a los Modernos aquello que habían olvidado. El t oimcimiemo situado, eso es mucho mas” realista que el conocimien-
Por otra parte. no hay que sorprenderse de que este principio de re- to desde Ninguna Parte o que pretende permanecer por encima de las
presentación haya sido desarrollado por los científicos a propósito de co- partes. Todos mtificamos estos puntos de vista al ver ajan La'lasiewicz
sas del mundo. antes de devenir un principio de representación política —;e| señor Antropoceno en persona!- compartiendo una noche febril en
de esas misnm cosas convertida5' en otros tantos asuntos de controversia medio de los (l(,'lt,'ïa¡,(los. sin que en momento alguno esta innovación le
y de preocupación. Sin las ciencias, las mnt.'tciones ecológicas habrian resultase chocante. Its que e’l sabe mejor qtte nadie lo dificil que es crear
pennanecido invisibles. En cierto modo. son los im'estigadores quienes un consenso entre científicos, ¡y en cuántas negociaciones delicadas se
han sido los (mit/Blas de esta nuera cuestión social. Son ellos quienes pri- ven envueltos los geólogos del gntpo de trabajo de la subcomisión de
mero las politil'aron -en el buen sentido de la palabra- al convertirse en nomenclatura“ del (.‘uateman‘o que e'l preside!"
sus representantes e introdueirlas en las \'i<;j.‘ts cuestiones de la democra- Asi, era muy importante que nadie pretendiera representar a la Na-
cia y del gobierno representativo. Son ellos quienes pusieron la acidifi- turaleya concebida en su globalidad. y, por ejemplo. que ninguna de-
cación del oceano. así como la denudaeión de los suelos. en la agenda legacion se adoptan! por la “voz de Gaia'. Dc ser asi. toda la política
politica de las asambleas de representantes. Basta con prolongar aqttello se habría visto vaciada. En este punto resulta capital políticamente. ya
que ellos contenl'aron. no cientifit'amente. no tomar a Gaia por un Sistema unificado. Si toda
Esta ol_)jecio'n de pn'ncipio que tanto obnubila a los pen'odislas la astucia de Love-lock, creo haberlo mostrado muy bien. consiste cn
(“¿(A‘)'mo pueden ustedes pretender ‘t’epresentar' a los océanos o a la (les-agregar el sistema en otros tantos actores capaces de nuanmr sobre
atmtisferaï”) no molestaba tanto a los delegados, en cuanto todos inte- la acción de. los demas‘. hay que obtener la traducción política de esta
graron a los científicos en sn delegación. pero sin otorgarles una función des-.-tgregacio'n de las posibilidades de actuar para que los avances dc
superior a la de portavoces agregados u los otros. Las ciencias no estaban
ni fue m deljttego. ni al costado, ni por encima de losjugadores. lts‘ta es
otra innovación muy astuta. (lada delegacion movilizaba a su manera
las porciones de, investigación. de instrnntentación, de equipamiento. dc
lZ‘ A pesar de la presencia de numerosos cstudiantn con doble fonnacio'n.
científica v 'litemn'a'. faltaba acceso a las (¡C'IK‘IIKL la innmmó"n. sin cmlnr-
go. conu'stia en distn'buir los inwstigadores en toda las delegarinm-t) no
en mantenerlos aparte y por encima cn la forma actual del (.‘lEC [Cloupe
ll Este elemento esencial de latour (20]2b) fue .‘rbordado al final de la segun-
d‘EXperts lntergouvememcntal sur l'l'.‘\olution du (Jimatl.
da conferencia, p, 8)." y ss. de este libro.
l3 l le presentado ajan I'alacicwia al comienzo de la (¡nm conferencia. p. ISI.
¿cómo (.‘omszan TERRITORIOS (NATURALES) EN LUCHA? 297
¿'96 CARA A (.‘ARA (.‘(lN III. PLANETA

a los Humanos y la Naturalel'a, cayendo otra vez en


uclto a oponerse
los territorios. los unos sobre los otros. se tomen por fin clarzunente vi-
el, ¿cio dualismo Naturalt.-/'a/(.‘ttltttra que habria paralizado la dtsc'usión
sibles.” De ahí la importancia (le ¡multiplicar (en el marco desde luego
i mpleto. Habría sido imposible luchar contra e'l -bien conocemos
Por (t)
litnitatlo del modelo reducido) los antes llamados seres de la naturale-
rm.- sin la introducción de delegaciones no estatales que no sc
ut. A partir de este momento. en el sitio de la antigua relación entre su ¡“e . . . - .. í.
herederas de antiguos ObJClOS matenales por in do
el orden (le una sociedad y el orden natural que le sewía (le, marco, de ( ¡(.fmcn como las'
l¿dos (le la palabra. De allí la importancia de que las delegaciones 'Ciu-
una geografia humana posada sobre una geografia física. (.‘()tnctll’.d’lnos
dadcs"_ “Pueblos ()n'ginan'os" u “Organizaciones No Gubemamentales
a definir fronteras am¡go/enemigo. y por lo tanto. a dibujar los frentes
t()\._'(,')' vengan a poner su grano de arena." En ese momento comenza-
de territorios en lucha.
mos a comprender que lo que aportan las delegaciones no estatales no
¿.5 la *preot‘upacio’n por la naturaleza". sino una acción corrosim contra
Lt delinu'tacio'u de los territon’os de la que los países siguen creyc'ndose
Poco a poco. pasamos de los conflictos tradicionales entre Estados- los (lt'posilarios exclusivos. Si “Suelos”. "Atmos'fera' u 'Oce'anos" toda-
nacio’n a conflictos mln- territon'os. El pluralismo de las delegaciones, n’a pueden aparecer como el marco (ex natural) de un gobiemo de los
todas iguales en legitimidad. pertnile percibir que las relaciones entre hombres. la pretensión de “Ciudades”. "ONG". “Pueblos On'ginan'os' a
lm diferentes tnanean de entrelazar los intereses van a volvem- por fin guiwrtiar. ellos también. viene a corroer directamente la log¡"ca mis'ma
verdutle tamente conflictivas. puesto que. ya no hay escapatoria. Los es del ('it'ITlClO del poder. así como su proyección admints'tmu'ta sobre un
tudiantes no proeuntlian est.'il)lecer una nueva veisio'n del Who/t Iza‘rth mapa en dos dimensiones.
(,a'lalog (Dieden'cltsen y Franke. eds.. 2013).“ Antes bien. les inusresaba Y sin embargo, nos damos cuenta de que esto sigue siendo insuficiente
algo como una rrdi'.tln'lmn'n'n (Ir [tu limar. ¡el equivalente ficticio de una para volver realista la simulación. Existen. en efecto. algunas potencias
inmensa reforma agraria! A partir de ese momento. las partes se metie- que actúan siempre de manera oscura o distorsionada. y que parecen
ron realmente en el juego. Aunque en el lenguaje de, la “golxrrnanm' burlarse de la actividad politica de los desdichados Blades convertidos
el tennino “parte inteninientt" parece más bien insípido. basta, para entre sus manos en simples marionetas. Son esas potencias las que reu-
recupe .‘ll‘ su virulencia. con subrayar la [mr-lr. la porción que se trata (le nimos en uu todo cuando hablamos de "globalización" o de ‘mundiali-
lllmllï. y ('on recordar que. se trata de al l".ln(".ll'Stïl’d a aquellos que la lirnm. lación". Son esas de las que decimos que actúan solapadamente y que
Si se multiplican los que lnnmn parte. los “¡unir-Inmantrs". ¡se vuelve. cada tat humos de (DÍIIIÍI’J... incluso de mafias. "Y bien". se d_¡1"eron los organi-
ve/x mais dificil seguir siendo parte-Infiniti. liso es lo que les sucedió a las /.-tdores_ "si esas potencias actúan. si se oponen. si son parte4amanlls. o
(lelegat‘iones (le los listatlos—na(‘it)'n: encontraron con quien hablar... l-le int-jor. imrte«Indigenas, entonces no deben quedarse afuera. sino que
alli el paralelo con la situacion revolucionaria cuya retuentomción no lie ellas tzunbie'n estén adentro -—y su soberanía. en pie de t'gttaldad-. para
logmdo eludir. cuando los órdenes ll‘¡l(li(‘l()l).’ll(.'S se iieg.'il'()tt a reunim' que por tin sepamos cómo definen su tem'ton'o. cuáles son sus amigos y
[un .V’IMIYIIIIÜ. sus enemigos. y por que' causa están dispuestas a combatir. si es necesan'o
Sin embargo. de poco interes habría sido la escena (le conflicto asi hasta la muerte: lo qtte por lo general quiere decir la de los otros parte-
construida si los creadores hubiesen limitado las tlelt'.g'.tciones no esta- xmu-nt-dores". De allí el ingreso en la lista (le las delegaciones 'l’otencidá’
tales a los antes lltunados ol_)jetos “ni.'iteriales". lnt-vit.'tl)l(-int.'nte lialm'a etouo’micas". “Organismos inteniacionales". asi como esa delegación.
de las nuis t:'.\trañas, que resultó ser una de las mas' eficaces: los “Activos

H la “¡pt-¡punt io'u. l.l penett:tl)ili<l'.ttl. el :rz'nlufl. ese es t'l factor mncial de la


¡('ll'lllllnldlll.“ io'n tlt-l Nuno Re'giuu-n (.‘litu.ilit o. Sin eso. Volt-unos a (aer
t‘n la identidad u-patzula put llt)lll('|'.l.\. ( outinuattdo con el sueño (le un
m Algunzn delegaciones ntalxtn a medio camino entre tuu definición geo
llllllllltl global. Yuki-nun .l l.|('l en el exquenln (le lau partes y el Todo.
guilit a ela" .I y una tlcfinicio’n plun'nacional. (omo el Ártico. el Sahara U
l’i. l’.'\ una '.lp‘.t\it>l|.llllt' iewt'ia tlt' la historia (ll' este t .it'.i|ogo que desempeñó nn
la .-\ur.woni'.t. Esto más o menos se corresponde con la realidad min la
papel lan IIIIINIIlJIlll' en l.l tlt‘t .Itln (le HHH).
tnllt‘SH‘J (.‘etnenne (2009).
o” EL “¿Mi?” ¿“6’40 “(’“RMR "'ERR'TORIOS (NATURALB)
298 CARA A “A” C m LUCHA!‘

nabandonados del -
petróleo". ¡"mi'mr a ¡”s otros Países red“. el.
‘ Blade dc Naturala. .c 2 bajo el arrb'¡Uaje
Mintras que Hobbes ' ex
CI. y '0 l C a . le",
cicndo a hada I ¡Ca después de décadas
10 que eSIAS' inmmtciones tiene de guerras civil
. A’hom (Bonn!¡Rangel-(¡Micra con todo‘s Il de I,olillgociaciones
estos intereses. todas sobre el clima es que
estas panes hay
tnuyentcl-l lugar pero ¡:0';islas que ya
afuera, en la ionna de ¡nnumerables campaña.s e‘stán en ‘guerra. ¡cuando
' t v . . . . . t xy eso qué cambla?,
de, Ico’lnu'lllcill:¡Kllflsl‘mílll:)»S‘llsulíl"f’l.)I“L'I(I.l:l,'lancia medirán ustedes. Co
ducc'incflnticlncia. de rwbyimg. sala de quier ¡"mmm dc geopolrtlca:
cada vez que
gimicnw de otra potencra,
iguales. Dentro de .ese ambito, seg c l‘.’ ,s le o, os paises las otras tuvie
cl cálculo de sus interCSes
intentan reducir el impacm dc la_s COI.“(.“L'ÏCÏHS (llanas ‘ 0 ql": las emi. ¡(como antaño Espa"
irrupción de los Palses BaJos_
siones de (.‘()_., le hacen a la maqurnana clnnattca— procurando hallar un o en la act
consenso; afuera, todas las otras partes, convertidas en otros la dc (ml-na), Es lo
tantos gm» que en los tratados se
pos de presión, combaten -en el mayor de los desor denes- por (lt-.scubñr o Cl discordantc concierto de las
nacio
las causas cercanas. En Les Amandrers. los organizadores decidio (0.an SC agita este. equilibrio cuando
ron co. las
locar a todas las partes adentro, para que ya no haya un exte rior, y para m." ;| exigir lo que se les debe
que se viera a los "partetomantef ejerciendo su presron todos ju nlos.
1' ¡"‘lmlcar! ¿N0 CS como Para recalentar el Estado, -cse monstru
Que
cada uno pelee por sus propios colores (Lippmann, 2008).
haciendolo bailar?
la regla de composición es de una gran simplicidad: cada vez
que se [,o que la simulación nos permitió testear es
diga que un problema planteado a los gobiernos es "mm/mal, que hay dos direcciones
se bus. posibles para gobemar en período de mutacio' n
cará insertarlo en la simulación, dándole fuerza. figura y voz. ecológica: hacia arn'ba
Dicho de o hacia abajo. Hacia am'ba, apelando a un pn'ncipio
otra manera. si listed desea arrancarle una parte a otra. entonces supen'or común.
pani. cl Lstado de Naturaleza. Por desdicha, este no sólo
cipc en la redistn'bución, pero (¡ur eramos su mano. Según no existe. sino que
este principio_
en adelante se debe decidir sobre las delegaciones. no de ¡((it‘lllás despolitiza cualquier negociación q ue, así,
acuerdo a la se convierte en mera
verosimilitud de su figuracio‘n mas' o menos convencional ."iplicacio'n de reg las de distribución. Hacia abajo.
aceptando que no se
o verosímil tiene árbitro soberano pero U'atando con igual
-“Suelo' o “Ciudad”, "Atmósfera" o “(n‘ngo", “ONG” nivel de soberanía a todas
o “Árticoï. sino de
acuerdo a su capacidad de o/mnma- a las mms r.1-/)[iril(nulnsobre las partes inten'inientes. La pn‘mera dirección
qué territorio es utópica. en el senu'do
semrutnlmn. Si una parte es capa/z de tomar el ctimolo’gico de que está “en ninguna
territorio de otra porque parte"; la segunda consiste en darse
esa otra ya lo ocupa. lo invade o lo limita, entonces un suelo. ¡l’ero esa situación ya existe!
se le acordará igual Es cierto, pero al menos permite
soberanía. No tendrá que actuar solapadamente, repolitiz'ar la negociación por
deberá presentarse y lo que es lo mas' esencial: la pertenencia a
decir cuales son sus intereses. cuáles un territorio. Si la democracia debe recomenzar.
son sus objetivos de guerra, quiénes es por abajo: cae como
son sus amigos v sus enemigos. anillo al dedo: ¡no hay nada
en una palabra, dónde se encwmtra, que' mas' abajo que el suelo! ¿Quen'an un bollom
es lo que. pennite espaciarla de uf)? ¡Pues ahí lo tienen!
las otras. Haciendo asi. hará visible a las
otras el territon'o que ella ocupa Qui/cris ustedes recuerden la frase del general De Gaulle (1959:
o que la preocupa. 54):
las‘te problema de repartición "En el club de lOs Grandes.
de. las luce s v4 de las condiciones de iltr encontrábamos. sentados en los mejores ¡tE!-
minacio’n es el que. a mi ".«'Il'es. tantos tremendos egoísmos como miembros inscn‘tos 'L'\.'lSll.d'll
modo de \'er._justifica
el vínculo con un CPÍSO' l
dio constituyente. Ls' lo realismo en geopolítica podn'a pedirles:
que permitió a los estudiantes descubrir requiere-jamas" creer que uno
estaban en estado que ya
de guerra y que la negociacio’n ¡US “miembros inscritos" que abandonen su “sacrOsa‘ntO l’g‘O'Ï'lm
no tenía nada ver que
mc" S“Promo de todos. (.‘on todo, el realismo en Galt'l-Po'illllfi: plclcmesc
lN'diI‘ ¡t las partes intervinientes que definan otra manera :mqm "(I
l7 Inspirado enjohn ('k'Uísmo debe defender hasta la muerte, ¡modificando .prL'mC‘I-Ñllnlv (".1"qu
I’alrnesino y Ann-51')"
Rónnskog. fundadores de I'em'Ïonnl
Again. ¡"I n'lun'u se lmla (le defender. Después de todo, lllCillw‘ el gsm i
. .
sabra e - .
- eligiend
bien que defender a su patna o pc e ‘nmo'vil detnls'
pcnnancerl
,‘(IÓMO (zonas/m TERRITORIOS (NATURALLS‘) me LUCHA? 301
300 CARA A (.‘ARA CON lil. PLANETA

“endO-__ ya no de los organismos. sino de las Grandes Potencias. Esta


t la ¡"misión
de la línea Maginot. annas en reposo. o bien movilil'ando divisiones dc de Gaia obliga a reconsiderar la disuncto'n misma entre
carros blindados, (le ningún modo era seguir fiel al mismo “tremendo “mi ¡“do y su ambiente. Que ocurra lo mts'mo con los genes que con los
egoísmo" (ni a la misma patn'a). .un ya no puede sorprendemos puesto que. en los dos casos, segui-
Tal es la innovación mas" importante (le la simulación de mayo: a falta ¡omando prestada la noción de límite o de cálculo a las teorías de
de poder abandonar la defensa estn'cta de los propios intereses, ¿es fac. Jlnhmpnmción. a la ciencia económica. 1a los formatos de contabilidad.
tible (slimr la (bm de aquello en lo que uno se encuentra directamente
"¿mr límites para los intereses es la accroln mas direc’tamente política
interesado? Si los l-s‘tados-nación se ven impactados por otras delegacio-
que pueda haber)" Alcanzado este punto. Siempre se decrde la cuestión
nes que pretenden ejercer su auton'dad sobre el mismo suelo, o sobre
dc ¡a rcparu‘cio’n de ldS’ posibilidades de actuar (que en el fondo es el
porciones del mismo suelo. ¿cómo mn a r ¿accionar? ¿(kimo van a mo-
único asunto de estas conferencias).
dificar la definición de aquello que a fin de cuentas les importa mas' que
A dilereneia de la vulgata. la famosa tragedia de los comunes no pro-
cualquier otra cosa? Uno entra en la mtgociación con una idea de sus
intereses, y sale de ella con otra. A Realtmlitik. Realpolitik y media... ¿No ¡ig-ne de la impotencia de los individuos para olvidar sus intereses egow'

es asi. en verdad. como se aprende el “brillante arte de la (liplotnacia"'?"‘ (¿5 porque serían incapaces de consagrarse por largo u'empo al ’bicn de
M105" (Ostrom. 2010). La tragedia proviene de la creencia reciente de
que no se puede calcular el interés del individuo —esta'tico. animal o hu-
mano. pon) importa- a menos que sea de una única manera: posan'dolo
Para que la simulación de Les Amandiers penm'u'era instituir o instau- en un territorio que sólo le pertenece a e'l y sobre el cual e'l reinan'a sobo
rar a Gaia. habria sido necesan'o que los delegados logrls.en realiïar dos ¡anzuuenltrz y luego, remitiendo “al exten'or' lo que no dll» sertenido en
objetivos que los creadores se habían propuesto. pero que no consiguio menta. Tal es la novedad ¡mi como la artificialidad de este u'po de cal'cu-
ron alcan'lar. Habían previsto pedir a las delegaciones qtte visualizamn lo. que muy bien subraya el término técnico ‘extemalimción': sinónimo
por medios ido'neos las. nue zu formas de sobe anía superpuestas que se exacto de nrgligrnn'a talatlada, y por consiguiente. de irreligio'n (Callon.
hallaban explorando. Finalmente. en el curso de la última ceremonia. IMM) .'-‘ l’am recuperar el mundo común -y acaso también el senu'do (de
llabn'an quen'do que los antiguos ¡”sktados-nat‘io'n n-(lejim'rsm su soberanía lo} totnún-. la solución no es apelar a la Totalidad. que de toda maneras
a vista de |th otras delegaciones. Si litio aspira a que el nuevo namas de la no existe. sino aprender a representar de manera diferente el territon‘o
'l'iena no sea una ¡nera visión fuga/2. tiene que aplicarse a esas‘ dos tareas .Il cual pertenecemos. Lo que a continuación permiu'ra' modificar lo qtte
para completar el ejercicio. se pretende defender. en nombre del tremendo egoísmo. Se' trata. en el
Probablemente habran notado que, en la tercera conferencia. ya ba- tondo, de inlmiaümr las innumerables superposiciones de aquellos de
bíamos reparado en la dificultad de poner límites exactos al “tremendo l_llli('nl'\.' descubritnos. poco a poco. cuánto dependemos para subsistir.
egoismo'. Por mi parte. habia intentado mosuarles Cómo se había bur- l-Zn ter minos de geopoliu'ca. la cuesu'ón equivale. pues. a n'sualiïar so-
lado lnvelock de la extraña idea del gen egoísta. no porque dudase de bre el mismo suelo van‘as autoridades superpuestas. bos holandeses. por
que los vivos se interesmt con avidez en su propia suerte —¿que otra cosa rl‘t-uiplo. se mostraron capaces de elegir al mismo u'empo. desde el siglo
podrian hacerP-. sino porque dudaba de que pudiesen delitnitarse con
cette/a sus intereses.“ Lo que la teoria de (Laia pone en entredicho es
la distinción entre uu organismo y su :unbiente. Aquí nos eneonuamos
20 Asi como la localineión en cl espacio v el tiempo es la mis formal de Lu
con el mismo problema (le ('¡ilt'ulo del egoísmo —sietnpre igual de “tre o¡x-t-.tciones que sin embargo pretenden definir la Imtem‘ (como muestra
“'lu'teltead) . de igual modo el formateo de los intereses indhidinle; difltnlm
de su "t ontexto‘ es la operación “¡si politica que pueda eKntir pren'untente
alli donde ella pretende definir la evidenria' en cieru forma autor'tona de los
iuteiews humanas. El problema es el mismo tanto en finca como en ( icnt i.“
IH ’llu- luillunt ’.lll ul diplouimv'. ( ¡tudo en plena (lisis por la picsideut.'i_]enui-
\(Kl‘.ll(1\. v ambos procedimientos nacen al nmn'io tiempo. en el siglo .\'\'ll.
le! (lliing .l un delegado inquieto,
".l Sobre la negligencia como autónimo de la religión. wav: la (ita de Sem
I‘J Ve'ansc p. 1‘12 v \.\. (le exu- lilnu.
p. 175 (le este libm.
¿(".(mo oomamAR 'rrznnt'ronios (NATURALES) EN LUCHA? 303
302 CARA A (JARA (X)N El. PLANETA

mm L.“conuarse sin recursos ante ese fenómeno de calamidad llamado,


Xlll. a los diputados ¡Itunados a representar a súbditos humanos. pero
r'wv ¡qui\’()C.’ld.'tmente, “natural”: penuna del agua y penuna de capacil
también a los representantes que sesionam'n en la Aulon'dad nacional
Mi para hacerse cargo de la situación (Davis. 2006). Es sorprendente
del agita [Ilijknmlmlaal]. y por entle las decisiones serán seguidas. con
(omprohar que los californianos siguen ignorando l_os procedimientos
atención. por los criadores de terneros. de acas. de aves, así como por
¿e los antiguos comunes que. durante milenios. pergenaron. astutos dis-
los flon'cultores de tulipanes (Bijker. 2005). dirá que no hay nada de
wsl‘u‘vos para distribuir el agua a toda5' las partes mtemmentes. para
sorprendente en que un país construido artificialmente por medio (le
his“: frente. a las sequías. () mas" bien es trágico. en efecto. comprobar
diques y polderes de' a las ¡XHCIK‘L’LS del mar y de los ríos una representa-
ción digna de su ,q)l)eranía. Después de todo. si los Maestros del Agua se que uno puede perder voluntariamente una competencta ta'n esencral
l su propia supen'ivencia (lo que prueba (le sobra que el egorsmo. por
equivocan en sus Cálculos. toda Holanda desaparece ni. engullida por el
mar del Norte asi como ocurrió con la Atlántida. Allí donde es cuestión mur "sagrado" que sea . ¡sin embargo no es lu'cido!).
de n'da o muerte, es normal que el Agua eieua efectivamente una domi- En el caso del Valle (.‘entral. la dificultad de representación es doble:
nación reconocida. y que por ende sea representada por intennedio de ¡um un geo’logo, no hay nada mas' dificil de cartografiar que un acuífero
un poder que añade. se opone. se superpone al del rey y el Parlamen- (anos límites jamas coinciden claramente con los de un catastro. l’ero
to... lisa es la prueba. en todo caso. de que nada impide imaginar sobre mclttso si se pudiera hacer. ¿cómo representar el agua sin lafim‘a'n de un
un Inismo suelo sobe :tnías que superponen unas a otras con tanta .vcpiesentante. de. un funcionario. de un oficial. de ttn intennedian'o que
segun'dad como en la lidad Media los poderes del papa y el etttperïtdor."l hable en su nombre. Iv sobre todo. que pueda hablar jrrnlz a fitnltcon los
Evidentemente no hay nada de natural en semejante arreglo. ’am nidos granjeros californianos? La ficción no consiste en darle una voz
convencerse de ello hasta pensar en los arboricultores de almendras del al agua. sino en creer que se podría prescindir de representada mtdianlt
Valle (k-nltal. en (a‘lilornia. lillos tambien dependen tanto de las poten— una tvuz. luununa capaz de hacerse comprender por otros humanos. El
cias' del agua que sin ella su Verde alle no sería otra cosa que un desierto uror no es pretender representar a los no humanos; de todas maneras
de arena quemada por el sol.” l’ero. como nadie representa al acuífero lo lmt'etnos sin parar cuando hablamos de los ríos, de los n'ajes. del fu-
en el cual boinl -an alegremente y a mayor profundidad en periodos de luto. del pasado, de los Estados. de la Ley o de Dios. El error sen'a creer
sequía. cada granjero roba agua a sus vecinos. tanto que el suelo que pi- ¡Kn'iblt‘ tomar en cuenta tales intereses sin ttn humano que encarne. que
san baja literalmente por subsidencia: de este modo ofrecen la mejor ca- (mani/¡qua que uulon'rt. que reprtsmle sus intereses. Bla personificación
n'catura que ptteda existir de la tragedia de los comunes (Richtel. 20l5; lan necesaria al Leviatán para salir del estado de naturalem es todavía
sobre el contexto geoliisto’rico de la crisis actual. \.lcl’lie.e. l994). Aque- ¡mix ir¡(lispensahle para unos territorios en lucha que buscan poner lili al
llos que vieron (.‘ht'nnlmun (film de Roman Polanski. 1974) saben que ’.'\l.l(l() de \."aturalel'af"
rastrear los intereses entre,mezclados no carece de. riesgos. .. A (lile‘r rncia (Ïtunpt'entlerlin ahora por que he insisu'do tanto en que hace falta tra-
de los holandeses. los granjeros del Valle ( Ienti al fueron eeonomi'Iados“‘ /.u una continuidad entre posibilidades de actuar. No existe un actuï
-llll)tlt‘rllil’.‘ultn. nattirali/ados. materiali7.ados. poco itnporta el .'t(_l¡'etivo- lett) ohl'etivo de la naturalel'a. luego un acuífero jurídico del complejo
derecho (le. los suelos, y luego también. por encima de este. un acuífero
:n Illllt o del agua californiana. No hay niveles: el mundo no es un lllllllt)—

1'? l’unto ewmial (le .St'limitt (".00lli): num .l ex t llt‘\|lÚ|l «le ámbitos mpattultn ias. lil agua del acuífero del Valle (l'ntml gana o pierde sus propiedades.
«¡mua!tamente a loque mt ('(lt' a partir de llolilies-, sino de un pn‘ncipiu un .lll ilnttos. según la manera en que uno lo asocia a otras ¡xisihilitlatles
¡le Slllwllknltlúll de los mismos mutuos pm ¡minas distintas de poder. Ese
«le at tuar. De ningún modo el agua externali‘lada por cada perforación
innmo punt ¡[iio pimide la 'xt-nw'm t nrnlilut iollal' propuesta en Ialour
t ¡wn
'¿‘l Drum” .uulit iaInu-nu- IllIHllll ido, dado que w ll.‘||;|l).‘l (le una “uta lona
lnunetla u\trtti.iti¡ .¡mentr (lt'\|l uitla (ll‘!|llll"\ «le la t oloni/m ión. 2:3 Este juego de ¡x-t‘ouificacióu m el ulji'eto (le llohlm (|97|: lti‘S [up 4\'\'l]li
la et onoun/at iu'n es el H'\|Ill.‘llln (le un trabajo «le louualeu y de petíonna- 'l)e ello se deduce que. si cl autor cierta un 't(||\\!‘lll0. cn \1"ttutl(lcla .utltui-
l ron, lu que ¡wmutr deshacerse ¡le la ¡(lea de que el Ílumu namamitus sería
tlad l(‘( ll)l(l‘.\. compromete así al autor tanto como u' estr lo hulvlcxc (cuado
un 'nalmpï
e'l iniuno'.
El. PLANETA
304 CARA A CARA (ION

. . _I.¡)¡.cmcnte' por cada propietzu'io independiente es ¡a misma


dcc'dlda l ¡h Smwn'ismln con paciencia por el ¡{ü/tmmmmml de los
agria queaqtt‘: r‘alm de
(.smr biCn rcpresentada, ella tampom
Bfnajnposi'tdadm tiene ¡as
y por lo tantolos uliismos pro/n'al’añFos, y
es imposiblc
para las partes i’m-olucmdas (¡pm/¡mm! ( su Sllls‘lvd'nch‘lé. .S agua en cierto ecisión. lo sabemos.
modo rechamda. desanimada --y_muy pronto ( (.'5\..'lll(..t(it’l como | a de un hay cuerpo políu'co. no hay libertad ni autonomí no
cspcjismo-. Ésta agua es. en sentido estricto, utopica. h H/c allí el interés de los ténninos “límites planetan'os"
S
En ello advertimos la extraño/a de lo qhuc hemos estudiado c n la sex. 20l5a) así como “zonas críticas" (BrantJey y otros,
2007), esas nociones.
ta conferencia bajo el término inmanenltzarmn, esa eur iosa manera l-¡¡‘.¿-,¡1tzid.«t's. como el Antropoceno, por científicos
de que toman conciencia
escapar al mismo tiempo a la tnmanencia a traves de una apelación des- de que la noción de límite comprende el derecho.
la política. la cien-
plazada a la trascendencia, y la trascei’idwencia a trave’s de un c¡¡¡__. y amo también la religión y las artes.
cortocir- Todo aquello que penm'te
cuito demasiado rápido con la Inmanencta. ' las esta mezcla muy voh-crse sensible a la retroacción de los seres.
extraña_ Lo que ellos reinventan
muy moderna y también muy perversa la que. les da a los humanos
la mediante estos términos híbn'dos es una actividad geotmzanlz‘
impresión de recibir un bien que les es debido en cantidad irftmim que no
por hace otra cosa que recordamos, después de todo, el
un tiempo infinito —como si cayese del (.‘ieIO- y que. al mismo sentido antiguo de
tiempo, ¡a geognfia, de la geología, de la geomorfabgza.’
va a daafmrtrlr —como si, literalmente. se lo hubiese tragado es decir la escn'tum, la
la tierma inscripción, la gralïa. la trayecton'a y el inventario de un
Esta mezcla es la que hace pasar, a aquellos que se creían tem'ton‘o. Nadie
con (lcrccho puede pertenecer a un suelo sin esta actividad de rastreo
a poseerlo para siempre. de un entusiasmo infinito por del espacio. de
e. l futuro a una trayectoria de las parcelas y de trazado de líneas, todas'
profunda desesperación sobre las faltas del pasado. esas palabras grie-
'l'odo lo contmn'o, gas —nmno.r, gra/¡[105, mom/ros, logos- que se unen
por consiguiente. del agua him gnbmmda (le los holandeses. a la misma Ge. Grao Cam
y por lo tanto Por desgracia, si hay una crisis de la representación.
delimitada o. como se dice. apropiada. El “buen gobierno” no es tan sólo
del agua. de porque vaeilamos en hacer hablar a las cosas
los suelos. del aire. de las ciudades o de las economías que nos conciemen. Es
exige un goln'mwa también porque estamos limitados al imaginado
rcpmmmliw. y por lo tanto unos portavoces, unos de esos mapaS' en dos
e.mbl(.-mas. unas figu- diim-nsiones, de fronteras delimitadas.
ras. a los que se les pueda hablar de frente. que son muy útiles. como sabe-
(Ion el “mal gobim‘no", eso es mos. para “hacer la guerra".27 pero
imposible. Sabemos. a partir del fresco de. lo mas' insuficientes cuando uno
de l.orenzetti en Siena. que sólo quiere situarse en ellos dentro
en'giendo figuras como esas se puede de la geopolítica de los territon‘os en lu-
“conjurar el miedo” (Boucheron,
20l3). ¿Por que' en el siglo XXI hemos cha. l’am darnos una Visión realista. finalmente. de nuestns. pertenen-
olvid ado por completo aquello
que en el siglo XIV sabíamos pintar? cias. nos falta una geog aí‘ía (le los territon'os discontinuos superpues-
lil problema de las “cuestione “bu Algo como un mapa geológico con su visión en tres dimensiones.
s ecoltigieas'". para emplear una desig-
nación en desuso, es que ‘m "‘Úl“.l)lt.'s capas encastmdas las unas en las otras. sus d¡slocacilongc:
pare(‘en hablar (le objetos que han tenido su
(laumlnad e n la utopía tanto “¡N Ittpturas, sus reptaciones. toda esa complejid-"¡d
como en la ucronía. Ni el agua. ni el suelo. qu" ¡0.5560 o;
ni el aire. ni los seres vivos han sabido dominar
esta'n en e l tiempo o en el espacio de. qttlenes para la larga historia de los SllCÍÜS )' (k “5 mc ‘
hacen de ellos el marco - quet . _
¡N'I‘n (ll- la ‘
. . si
ganolmtattgut
,‘ . Y“
. CNandodesprousta.
c.
de su accio’n. (Zonoeemos el debate. tan antiguo la inloitttnada 1., l
\.
.

Inbursa
como la idea misma n \le)(‘ln()s como -.- . qtu-. son,
de ge opolítiea. sobre la e.'.\islenei'.i figurar las superposruoms l” l sin e
de h sube n-
ra natural": el Rin, o no de “fronte- '
"l unico . s. C . ‘3 IOI - -
medio para reconstdemr de.d cuo la cut '
los lïrales o e l Rubieo'n. .
hicimos soportar a Despues (le todo lo (¡HC l" Hta. Las redes. . g. -' '.'|’¡'giiquo-
r siguen
desgraeiadamente —SC 1"“ l"“' Pm ‘m i" -‘
l a (noción (le) “natttr'ale'h’t".
(le. límite ya no CS (‘\’¡(l<'““’ ‘lm' ("sc “P”
nos permitiría estabilizar
l as rel.‘tciont.-s entre posnblhda-

¿“i Vóanw Vtwgelin t x. (20H llaman:


2000),). y mi resumen 27 .>\lusio'tl al título del celebre:acostc
e II pp. .."’..‘.’»-.."¿‘G de este llhro. de 20M).
n t mmal. 3| (lt-Junio
23 Ian /."I aeiewit‘l. (communttu
¡CÓMO (¡OBERNAR TERRITORIOS (NATURALES)
3OG CARA
. A CARA CON EL PLANETA EN LUCHA)
307
Cuando! las proyeqla sobre ,c 00. l estos bucles. es como si los hilos de la tragcdia
siendo de muy dificil lectura." {lo por los dioses olímpicos de antaño. no estuvieran
dentro de los lunttes de la anuglm Ca .9“. sino
mudo. uno se encuentra ¡(“d osds'oacmar. por todas las posibili-
I i l ‘ hs‘o es lo que cuenta el AnuOPOCen
sin haber amnzado demasiado:
dad"
(¿pick contrariamente a Edipo,
La geohiston'a tendría Iu-CeSidad de una .vrsuahzacmn capa de ñva.
l (ciones_
lizar con laS' antiguas formas de representacum de la geogmfia y de la ante la revelación de las faltas pasadas.
nosotros debemos
a

histon‘a. finalmente fusionadas. las‘ como Sl cada límite. cada fronlem’ ’05. u-r a la tentacmn de cegamos de nuevo. aceptando
' '
.

¡(515 mnarlas de freno


cada supeqmsición. en una palabra. cada bucle. debicm ser a la Ve fin de poder volvemos, con los ojos bien abiertos.
'l. Con. t c, 3 hacia aquello que
tado colectivamente. colectimmente (rayado. colectiva,“eme nosotros.
repetido y “'ch 3
n'tualirado. (.a‘da uno de estos bucles registra las acciones inc
Spcradas de
algún agente exten'or que viene a complicar l a acción humana.
Debido
a esta reactividad. lo (¡ue significa un “territorio” sc ha
visto sacudido
de pies a cabeza: ya no es el viejo paisaje pastoral de
delimitados desde los cuales la cosecha llega lentamente
los campos bien Los creadores de la simulación habian imaginado una última escena.
a la madurez;
‘lu‘ in Arradia ego". Lejos (le ser la “‘apropiación del antes de la firma final. donde habn’an reunido a los dos delegados que
suelo". la Landnahme
celebrada por (,a‘rl bc‘hmitt es mas’ bien la violenta “¡presentaban a los gobiernos de los Estadosnación. las únicas partes
rra/Iropiaa'án de todos “conocidas por la (JOl’ oficial. Tal asamblea nio habna tenido com‘o
los títulos humanos por la ¡"ima mts'ma. (n‘mo si “tern'torio”
y «¡e rror'
tuviesen una raíz común. propósito decidir por fin lo que las .otras’Idelegactones habian eltandsolo
Los Terrestres deben trazar y retn nar sin descanso propuesto. sino detectar las formas Jundtcas. cin‘observancm d elre
los b ucles por t0d05
los medios a su disposición. como si las antigu (lu) internacional, que debería darse a las de’ctsionestomadas por as
as distinciones entre la
tnnnentación científica, la emerge ncia de ins- unas delegaciones. Semejante innovación habna invertido el senudo‘de
un público. las arte s políu'cas,
asi como la definición del espacio cívico h. soberanía." Los Estados. en lugar de ocupar todo el lugar. se h'abndan
estuviesen en vías de desapa-
recer. Lsas‘ distinciones son mucho
me nos nnportantes que este encontrado en posición de servidores, de faculltadores. de organiza lo-
mandato: procedan de mane 7| que fuerte res. de tecnicos en logística. dcjun'stas. La única competencia que bsel
un bucle sea trazablc y públicamente
visible, sin lo cual estare ¡nos ciegos
y despojados. carentes de suelo habría reconocido es aquella para la cual son realmente mdtslpccsnlsao
el cual establecentos.”u Nos volveremos sobre toncebir. firmar y mantener acuerdos l.ll_(CrI13Cl0nalCS.lT0dr-P0 dc ver
extranjeros en nuestro propio
lnía quedado en otras manos. Nos ha'briamos llevado n.aossocn ¡“Cha’ que
“"‘L’ir "l "(Illivitlt'nte de una sociedad cmíl de los tcmtodc mando Sino d!
29 A ¡xr-sar de Im numerosos («luz-nm
lmhría hecho del aparato de Estado un organo YA "0 w esperaba esa
del labor. ¡torio de medios por hacer que
L'l lógica de las redes resulte mas”
fiicil de seguir. Véase el sorprendente cm- ""‘I'ilin. El listado habría sido desinumt'ad'o... ¡YO r103¡8ld.m°0“mn impommc
pene del Bureau d'l-Ïtudes.
¿‘Ulñ . por representar el control de
ciertas redes W ("na final! lístirando el paralelo histonco. liadlinha0 a una monarquía
sobre el tapiml.
30 (¡una es.“ ( uuu
de tsunami que lll'.ll‘t".ll).’ll| los
Hunt) el paso de una monarquía de derecho IV!
antiguos limites. de los cata-
(li‘nlos pasados y que fueron "Htxlilll(‘i()n'dl.
¡gn nnnlos u olvidados (F.'tckler. 20l
Hmeguwa tuu) I.‘I gentile l). Reiko
l'.t de tnulucit pam: nn' el texto . c 9 No nCC(sanamente.
de uno de ellos, (Rigido Y sin embargo, ¿se habna
en ¡933: ‘Ilousn. on Iht
,71th ground. Imp/tinas und jlfj ojrhildrrn rc duc'do cudida
l Esmdoperoo n el fondo. desde
/ ""W") 0/ ¡h! "(IM (/Ig7ml hunumit/Ahul
("Ill ¿(Sanda’m ¡it-xd - - » sufrido una fuerte , ¡05 espectado-
lsulmnu mw uuu] liar nu! [mi/ll [musa Mau lhu‘ ¿(ont/ m
m IS‘M tu neu (u in 1933 / I'l'ir
( h“ gu' ¡“bl la
L. sesión ción de Les Amandter's.
du'tn'tl mas MMM da"? de apertura de la Slmula
1rd,. llln'itY/n nmnls on_l\
(“Yi/(IY Ihr/int! und/um Ihr olhn
/ lle uvamlri "0 malla hau'
ml”) ya” ¡(9 . ¡(Lun en la tierm alta. alegría
y dicha de hJi'os y descendientes
/ Mcnmn'a de la tragedia
de ¡"nunk-x. l.\|ln'.unis / No deben _ 'WJ.
‘ x'nhaguc-
sobre esta roca. construirse" C3536 v i ada (lc (nt
,/ El tunnnni llegó ll'.L\l‘.| c“ “m h(IC.

v
aquí en lb‘QG. .‘II igual que en |933- / '51 Así. se habria Invcrut ‘la menu
despues, dc haberlume'itlu
(¡al Jrflh‘um“
todo el trabJJu
H dntritn l mnpletn I - . l" dc h (‘01
resultó d ntxuidu. cg A 0P c
el piitnern. v r u se ¡egixlrztrun sóln (los sobrevivientes 1'" donde los>|cfs‘ C dc E :It o."lrcdcdor
u‘llron » “mk”!
alru en el otro. El dc una my , l
alena nu debe ceder. sin importar cuan“!6 .' ' . K.n . . VCJSCC 50W
¿”im p. Win] llL'KUt nulo". Si . u ICS.
cc plb
((mnunit .u in’n pemmal. l" de a l P5l
julio de 20].)7). ¿ i lineas que CS
'H )l'ln('() algunas
- video
‘. ¡dt-o en (“MW-sl’mchdC/
¿como (.‘OBERNAR TERRITORIOS (NATURALES) [LN Lucm? 309
3M CARA A CARA (ION El. PLANETA

5‘. convierte literalmente, y ya no ñgurativamente. en el planeta. ¿Cómo


res. al ver “(.‘iudades' o “.S‘uelos' lngOCl-‘ll‘ de igual a igual con “Rusia' o
conservar el “monopolio de la violencia física legítima" cuando se trata
'Br.ut'l". habían tenido una muestra de Io mucho que los listadosunacio'n
de la violencia geobisto'n'ca del clima?
habían enwjecido en ese tmnse. De, hecho. mas bien se los habría libera. Muy pronto. las pretensiones del Es‘tado-nación de representar la so-
do de la tarea imtxusible de mantener un territorio al abrigo de todas las
¡,cranía total sobre un tern'torio que. de todas maneras. se le escapa. pa-
superposiciones. tarea que asumieron muy mal y que ya no tiene sentido
,cccra'n tan extrañas como las de los reyes de ejercer el poder absoluto.
en la época de la mutación ecolóm'ca. A fin de cuentas. habrían salido
shui-á indispensable que aprenda a compartir el poder. Y por ende. tam
mas' bien rejuvenecidos. ¿Quién puede negar el beneficio civilizador que
bie'n inevitablemente. hay que prepararse para un refuerzo o. digamos.
permitió pasar del poder de los reyes al de los listados conslitttcionales?
una r‘e.’\rticulación de lo que llamamos la soberanía. No hay ninguna
¡Qué amnce. si finalmente se pudie. m pasar de los Estados que reinan sin
contra-poder sobre un suelo delimitado por fronte as. a un orden cons- razón para que el mismo ténnino siga designando esa amalgama de las

titucional dotado al fin del sistema complejo de contra-poderes ejercidos .‘¡uton'dades religiosas. cienu’ficm y políu'cm. que llenan'a por completo
por las otras. delegaciones... esos famosos (INT/¿Á (md balances tan celebra- un espacio continuo delimitado por una frontera. Es cargar al Ls'tado

dos por los Humanos. pero que los Terrestres todavía esta'n buscando! de una carga que se ha vuelto demasiado pesada para e'l. La escena que

Si es cierto que la concepción moderna de la sobe tania proviene de la vo imaginaba al final de la simulación era aquella en la que el Estado se
necesidad de encontrar una solución a la imposible cuestión del doble descargaba de ese tardo para redistribuir de otra manera la soberanía.
poder de la religión y de la política. uno comprende todo el beneficio be' habría reforzado. a condición de que todo lo que lo rodea. aquello
que el Ls‘tado cosecliaría si pudiesc.‘ deslmcerse de una sobe ."Inía que co- que él externalil‘aba. se encuentre en el inten'or: tal la apuesta de la srl
menzó tan mal. .Sr'flucio'n imaginada para arreglar el problema religiow anulación.” No sólo los antiguos estados de la naturaleza. sino también
y pam apmle.rarsc.- de las tien'as extranjeras previamente "aciadas de los lo (¡ue equivocadamente se llama las fuer-¿as supranacionales. que al final
colectivos multifomres que habían aprendido a habilarlos, el Estado se (le cuentas ocupan todas un tem'ton'o que hay que aprender igualmente
ahoga de allí en adelante bajo el fardo de tener que hacerse cargo de a lrau'r. por muy discontinuo que sea. Si uno pretende gobcmar lo que
la Tierra entera. A un grado tal que mientras tanto. a partir de las gue- pasa (jrfshore. hay que redefinir la costa, los bordes. los límites que van a
rras de religión. la cuestión de la soberanía se complicó además con la v'urrlem'r, por fin. todas las potencias. en el sentido estricto de acotar su ex-
autoridad de la (.‘iencia. con (I mayúscula. que con la mayor frecuencia p;msio’n. imaginan la escena? “Hoy. Sl de mayo de 2015: los Estados
debe ('nl('ll(l(‘N.‘. desde hat e mrias decadas. la de la Economía. Bajo la .tbolidoS." ¡Por lin entm'bamos en el siglo XXI!
auton'dad de esta potencia aparentermznte mundial pero eurioszunente Y ¡n'en‘samente en este punto habría intervenido la figura. ahora me
dcslt'rn‘lon'aliltada. [Mili/í Íll ("paridad (lr mrg'umr la (Il/'mrsu ¡lr sru súbdi- nos eniginatiea. de (Laia. A diferencia de la Naturaleza. Gaia no imunpe
tos. Lo que se llama globalización es que ya nmlir .WIÍM‘ do'rulr habitar.” El para reinar en el lugar de todos los lus'tados forzados a someterse a sus
fracaso de la lucha del listado contra las nuttulialil.‘aciones sucesivas no leves. sino rmnn aquello (¡tu exige que la sobrmm'a sm compartida. Ls‘ como si
lo preparó en absoluto para tomar en cuenta esta Illllll(ll«'llll.’«’lClÓIl [tor la hubiese habido una confusión entre la Naturaleïa y ese otlt'os local. histo’
I'ïrrm. En la ("poca del Antropoeeno. el listado soberano esta" herido dc um. sublunar de (.‘aia. En una época anten‘or. cuando menciolnibamos
olmflesreneia. hasta el momento en que la mundialización planclan'a la presencia de un “fenómeno natural". desde el momento en que se
h .mqueaba el umbral invisible de la sociedad. de la cultura r de la sub-
¡etividad, es como si todo el resto. desde las entmn'tu de nuestro cuerpo
hasta el Big Bang. desde el suelo baio nuestros pies hasta las extensioum
3? De ahí l.| asombro“ uuu ( ión. que se ve en todas partes. de regresar .‘I la
infinitas de las galaxias. estuviera hecho dela misma mnlm'a. ¡x-rteneriem
ulemidad. hasta el momento en que la qulat ión ('( olo'git a impone la super-
pmu ¡(n'n y l.| mlriru .u ión de nulas las ¡leillllltlet's de .‘H'Hlill'. lista crisis lla
dilo explanada a fundo pm Avkut y l).lll.‘lll (20H). lil punto (le irllermgfldóll
qlm'rc delir: Ilo. no w puede unln'l nar el ( lima... no Milo porque no hay
¡(nlwrnallm sum porque nu ba)- l’xradu “olx-nmnte. Eur es pasar (lcl Anligtlu 33 (.‘uriosamente. tanto Klein (2mm como Ash“ y Dalma (’(Lllbl. tcnninan mu
Regimen al Nuevo Regimen (.liln‘.ili( 0. un conrmwedor llammmiento al retomo del listado.
¿cómo (¡OBERNAR 'l‘HRRl'l‘ORIOS (NA’I’URALLs)
¿N LUCHA; 3“
.
3| 0 CARA A CARA (ION El. PLANETA

- y y cg ‘ , . ‘ l T crreslres v Tierra se han hecho adultos. las dos


(i 0| ll -[HID
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s ‘q
\I ' Obt'd i.‘C l.C r’(l a lil "ILIHJS k). llllüngflfl
I‘O (,‘¡liíl llJ'.'°.s'
lll “¡LINO
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. . _ . .c- locali/'ndOS. historic”s y, íprofn‘ “agilidad. la misma crueldad. la mism
ralem. Cn.
a s )n los .tmtart.
.t
no es la .atu
N" ¡a m-lsnmmh poderes a los que no se puede
o más bien. la \.‘"t'lllll.“|.i(.,‘l'4'l aparece retroslmcüv} dominar )
nos dc la \. a ¡ l "ale/33;“ ("“*”."°'. 'l‘al como Gaia, no son ni
bx . exten'ores ni ind'
¡sión epistemolo'gica. ¡with/tada. (contras)re|igiosa y
¡D
memo “.mm la Í _‘< . ahi eS‘a sorprendente inversión
que desemboCa dmnlujna'sertmmecer indiferentes a la política.
Pueden
¡08"“dam d-c
(lalaoiin‘ leto de los Modemos. Si la .N'atumleza había pu ¡“me go: Nosotros también podemos.

c‘“ el duq5()5lcg:lc'i es¡p)e. nui/"a de unificar v (le pacificar la políticn‘ °_ al muellilcunuas. la Naturalel'a podía reinar sobre los humanos
del. ¡.cll‘gioso al que había que rendir un como un po-
imfondo sólido a los amtares de la historia human culto parado'ji
¡L co. cmco y secu-
tal no es el caso con Gaia. ¡{[1st no prometen la p.17. ni asegur-an ningún ¡an (,‘nia sólo ordenan compartir el “poder corn‘apodam pm
janos y no
decorado estable. “,5, [45' inútil una nuem lmnslalro tmpm't que ¡na de
Dios a la Naturalem,
A diferencia de la antigua N."atum|eïa. ellas no desempeñan e l papel v luego de. la Naturalel'a a Gaia. Aqui no obra “ley de los
del objeto inerte del cual uno podría apropiarse tu el del arbitro superior tres estados'
qlguna.“ Gaia se comentan con recordar las [radiciones
al cual a fm de. cttentm. uno podría remitirse. las" la antigua N atnralel'a mas' modesta
(le un cuerpo político que reconoce por fin en la Tiena
la que podía a la vez sen'ir de marco gent-ml a nuestras acciones aquello por lo
sin (le- cual ese cuerpo ensamblado acopla solemnemente ser. dtftnürv'ammü
jar de ser indjimmtt a nuestro desuno. Esa Madre .\'.'uumle7a acotado.
que ¡se wía Incluso si hasta el presente no hay ningún culto cívico
de nodn'za a unos humanos capaces de descuidau'la como para tal nando
a un Sllnplc (lo las “fronteras planetan'asw” que un cuerpo
objeto inerte y mudo. al mismo tiempo que celelnalian en políu'co se impondn'a a sí
ella la ulu'. mismo. lo que hemos hecho en la simulación
M mua. (n‘mo dice el proverbio: "¡No se puede ir cs entrever dicho n'tual. Se
mas alla' de la Mad"
Nalumlaal'. Elsa figura pretendidamente maternal decidieron colectivamente unos límites que
estaba a la vCI.’ por nada imponían -en el sen-
debajo -como objeto manipulable y despreciable- lidt) de la antigua Naturalez’a- ante la nueva
y por e ncima: como Gaia. Esto no quiere decir
arbitro final v comoju-u. último. Todo lo que los humanos que los humanos deban sentirse
culpables -la culpabilidad los paralimn’a
podían hacer inn'tilmentcx, sino que debe n aprender
era desempeñar el papel del niño sensato. a volverse capaces de mpander.”
del guardian razonable, del
rebelde seguro de ser castigado, o 'l‘oma’ndose capaces de esta
del jardinero respetuoso. Podemos respuesta. dota'ndose de una tal sensibili-
comprender bas'tante bien que. la dad. es como los l luIn anos en
progenie de esta madlastm cruel la Naturaleza se convierten en Terrestres
gn'enta se haya precipitado directamente y san» con y contra Gaia. Allí están
sobre el dim'n del psicoanalis- los check: and balancts. esa extrana metaf'ora
ta... y que las feministas no hayan tecnica utilizada por el derecho
cesado de combatir su mito consu’tucional y que reencontra-mos aqlu
son. 2005. (Zhiro. 2014. v en (Thomp- como principio de composición
especial el sorprendente Feden'ci, de las posibilidades de actuar."
Naturaleza. ahora lo comprendemos 20M). la lts'to es lo que nos permitirá
mais clammente au'n, no comprender por fin la metaf'ora: tan
poder que el de enloquecer tiene otro turbadora, de los bucles
a sus hijos. (Ion ella, la y el uso tan inestable dc la noción de abn'nmta-
tífica o política. no tenia ecología, ya sea cien. (Zomo sabemos, en
la menor chance... la etimología misma de cibeme'tica. ¡existe todo ll"
Toda concepcion de X'JÍIit'mo que pretende llevar el timón! la cuestión es aven'guar
la nuexa geopolítica debe. sr la me
los Terrestres e sta'n tomar e n cuenta que
unidos a (La ia de una “¡lina cae del lado de la
los manera muy técnica -se multiplican los sc-n'ocomandds y los
humanos es taban distinta a como
unidos a la Natui K ('Iltros de mnlrol- o del lado
nuesuas acciones. ale/'a. (,‘aia ya no son indfim'nltsa de la política: ¡SC multiplica" ¡“5' 'Ocas'oncs
( n‘ntran'amente (¡y oír ¡”Wanna
a los Humanos en la aqucuos que exigen a los comandos retroactuar. Polr
Terrestres se saben Naturalel'a. ¡08
e n lucha con ( lado. tax-tendemos cada vez Inas' lejos la ambición modema por
objetos inertes Laia. No puede n ni CXCC 'U
v mudos ni como tratarlas como a
este sentido ya a “(’CCS Slll)ll‘ mos
n (l entran con y árbitros finales. En
(' llas en una
rel ación inf."inti| de Madre a

'35 Alusio'n .‘I la .scmpitema tn'ada. cn particular en Auguste (Dlnlc- ‘l‘l‘: P mtem
de iitmar la histon'a y su evolución por etapa. 43 dc a“ "bm.
34 litiliro el pluml 3G Vease el uso dc mímml‘i'm-
par a “¡luznzu
el (.lt .irter múltiple por .Hammïrr'minado a la tcon’: política
S7 La metaf'om técnica del regulador S'le’" "
de este actor.
(\l1ílyl'. l980).
,-(;()Mo GOBERNAR 'I'HRRI’I'ORIOS (NA'I'URAIJ’S) ¡(N LUCHA? 313
3 l 2 (.‘ARA A CARA (ION HI. PLANE‘I‘A

divu'ion' (1,1 Ind" no


‘'
Sl I I’Tc“'dc"c""‘ Y de su prccminencia. la expresión
cia. ha3'ta el sueño pesadillesco (le la geoingeniería (l‘lamilton. ¿‘0l3a);
cosa.
por el otro, aprm'eehzunos la sittracio'n para moderni'./arnos, regresando sig' n'h'ca otra r . . .
(.‘aia no tiene otra orma legal que ser aquella a la cual nos dirigirnos.
a la Tierra.
5.‘ ¡[las no tienen soberanía. es posible que posean. al menos, lo que los
Todo depende de lo que se entienda por rrs/mmlvra comandos. Todo
cuanto reacciona a nuestras acciones comienl’a a tomar una consisten. rmnanos llamaban una mujmlad." Podemos dirigirnos a ellas no como nos
cia. una solidez. una coherencia que pueden ser tratadas ya sea como din’gíamos a la Naturalmr impersonal y sin embargo pcmmalir'ada, sino
predictorast. de un sistema ciberne’tico en el sentido tecnico del término, franca y directamente. nmnlmindnlm como nuevas entidades politicas. Vi-
o bien como .‘tgentes que tienen. todos. vocación de hacer oír su voz. n'r cn la epoca del Antropoceno es admitir una extraña y dificil lr'milaaon"
¿Qué hacen ustedes cuando oyen. por ejemplo, a los especialistas del ¡ir ¡nulo-m en beneficio de Gaia, consideradas como la agregación profana
clima que no cesan de añadir a sus modelos la "respuesta" de la capa (¡c todos los agentes reconocidos gracias al tra/'ado de los circuitos de
de hielo al calentzuniento de las .‘tguas. la "respuesta" de los microor- n-trom'cio'n. Una vez mas, tanto el pensamiento como la práctica u'enen
ganismos a la acidez de los océanos. la “respuesta” del Gqu Stream a ¡wcesidad de la ficción: “Gaia, yo te nombro. como aquello a lo que me
la circulación termolmlina, la "respuesta" de los suelos a la pérdida de (liriio. y aquello a lo cual estoy dispuesto a hacer frente“.
biodiversidad? ¿Hacen de ello un sistema cada vez ma's naturalizado. o Si siempre es decoroso macerar retrospecu'vamente la pregunta:
hacen ustedes un cuerpo político a componer, posibilidad de actuar ',-(k)'mo me habría comportado si me hubiese encontrado entre los cn'-
tras posibilidad de actuar? Si hacen (le ello un sistema global, desani- nina-¡les del siglo pausadoP”, es todavía mais útil. me parece, el no contarse
man y despolitizan. Si de eso hacen una divinidad total. sobre-animan enll't‘ los criminales del presente siglo cuando vamos a tener que cn-
y despoliti'ran con la misma seguridad. ¿Podríamos llegar a ser capaces Írentar los “combates por la plam’f'rcacio'n. la apropiación y la distn'bu-
de atenernos a la auinntcio'n propia de la 'l'ierra. lo que permitiría re- cio'n de los espacios y de los climas”. (,a'rl .Sc'hmitt atn’buye al jus publitum
definir tanto la política como la naturaleza? ¿Se trata de una extensión rum/mmum el haber limitado durante dos siglos Im guerras inuaeuro-
de la política? Si. en efecto. ¡Qué extraño es haber podido pensar que ptas. e\,'port.'indolas a otras partes antes de que estallamn fuera de todos
sólo los humanos eran “animales políticos"? ¿Y los .‘tnimales. entonces? los límites. en el siglo XX. para volverse mundiales. ¿Se‘ra'n capaces los
¿Y todos los agentes animados? 'l'errestres de. inventar ttn sucesor para ese jus publicar". en vista de Iimt-'
Gaia no poseen. no deben poseer la cualidad legal de la rar pull/ira. del tar las guerras venideras por la desapropiación del mundo? ¿Seremos
listado. del gran l,e\'i.'tta'n .‘trtiiicial inventado por Hobbes. lis del Estado capaces de colocar ese nuevo derecho bajo la misma antigua invocación.
asi como del listado de \.'atura*le/'a que en cierto modo vienen a liberar- Ia de la “'l'ierra, madre del derecho". que Virgilio saludaba con el nom-
nost Si durante mucho tielnpo hemos pretendido que había que salir de bre de juslr'ssinm (ellas? Se‘mejante despla7amiento desembocaría en un
la Natturalem para emanciparnos como llumanos. es ante Gaia que los modo (le acción (likzrente para las antiguas “leyes de la naturale7a". algo
'l‘errestres buscan la emaucipacio'n. (Iuando comenxamos a congregar-
nos en tanto que 'l‘erresu'es. nos darnos cuenta de que somos convocados
por ttn poder que es plenamente político. puesto que invierte todos los
'38 Debo esta irulicacion a Pierre-“rs (kmde’: 'An'n no era la plenitud en
títulos. todas las r'eivindicaciones legales de ocupar un suelo y de preten- acto de. una suma de ctnnpctcncias. tal como debia concebida el derecho
dem' propietario. (kml'rontados a semejante inversión de los títulos de mom-irquico al Iinal de la Edad \.ledia y al comienzo dela época inodcma.
Era una plenitud afinnada únicamente como inlr‘atugrcdihle, a travcs' de
propiedad. los 'l‘errestres comprenden que, a diferencia d .- aquello con
la inlerdicción. Lugar vacío de la Majestad. que pnncct.1l).'t alrededor del
loque los Humanos no han cesado de soñar, ellos_j.'tlnt¡s desempeñarán poder su circulo santuan'ratlo. l...) La histon'a del listado rumano. si por
la funcion de Atlas. no la del jardinero de la 'l'íerra. que jamas' serán e\l.'t palabra enteudernm. otra cosa que una mp .‘tproximacio’n descriptiur.
capaces (le cumplir la l'uncio'n de Maestro lugeniero de la Nave Espacial es decir si entendemos en Im mismos ténuium cu que fue lonnulatla cn
Roma la problern.‘ilica -y mas' aún la pnictica- de la construcción jurídica del
'l'ierra. ni siquiera la de modesto y liel Guardian del Planeta Azul. Es Uno. pasa por el desvío de la historia del cn'rneu de majestad. El crimen no
tan simple como eso: nu ¡están wlm rn [us mmuntlos. Alguien mas' los ha es un incidente en el camino. una .‘momalía accidental. l’or el contran'o. cs cl
precmlido, aunque se hat/an dado cuenta muy tarde de su presencia, de .‘u'ontecimiento que supone la institucit’m política edificada sobre Ll‘ dcl'cma
de un punto de referencia u'ltimo' (Thomas, |99|).
¿cómo comzRN/m TERRITORIOS (NATURALLS') LN Lucm? 315
3l4 CARA A (.‘ARA (ZON El. PLANLTA

imaginar incluso Io peor: ¡guerra de religión Iibmdas en nombre dela


como un jm publicum (ellun’us. tmlavía por inventar. en ViSlíl dC limitar lo
gJ-¡miguarda de la Naturaleïa! Recordemos el argumento de Schmitt, son
que Silunitt. en su lenguaje tern'blemente preciso, llamaba las Raumord-
hs. guerras libradas" en nombre de la razón. de la moral. del cálculo. las
mmgskn'tgr. las “guerras por el orden espacial". e.\'presio'n que, una vez
guerras 'Ïjustas". laS' que llemn a la exterminacio'n sin límite. Unas gue-
purgada de sus .‘Lvmiaciones con los conflictos del siglo XX, ofrece una
rms globales li'bmdas en nombre de la supervivencia del Globo sen'an
definición radical de la vida terrestre. pero una vida terrestre finalmente
mucho peores que las guerras llamadas “mundiales”. la extensión, la
capa-I. de asumir la presencia de (,‘aia para que (¡las nos pennitan poner
duración y la intensidad de esas' guerras ni siquiera pueden ser limitadas
limites a las guerras por venir.
a menos que aceptemos que la composición del mundo común todavía
En el fondo. el entrentamiento se resume en esto: extender la hegemo-
nía de los l-s'tados-¡mcio’n sobre la 'l‘ierm dando a los modernos un nuevo no y ha lmninado, que no existe tal Globo. ¿(bmo decidir los límites?

hon"7.onte de dominio -una suerte de ecomodernil.‘ación ma's imperiosa Areptando la finitud: la de la política, la de las ciencias. pero también la
y tanto mas violenta au'n que todas las tomas de tierra precedentes- o de las religiones.
aceptar prostemaise ante la majestad de Gaia. haciendo de la distn'bu- Bien se que la solución usual consiste en decir: dejemos las religiones

cio'n de |th ¡msibilidades de actuar la cuestion política por excelencia: ¿mas y pasemos a otra cosa. ¿Pero cómo hacer si. en ese movimiento. nos
¿una reedicio'n de la gran cuestión de la democracia? liso equivaldría lle anios con nosotros lo peor de ellas. dejando a un costado el antídoto
probablemente a prescindir de li“. expresiones moderno. naturaleza e que ellas supieron elaborar? (Ion esta extraña idea de lo secular. no po-
incluso ecología. lo que yo he resumido en la fórmula: paS'ar del Antiguo demos ni volver a las religiones ni quitamos de ellas. La única solución
al Nuevo Regimen (.‘lima'tico. es retomar desde cero lo que significa la expresión "contra'-religio'n. Si
no hay nada que hacer con la religión residual convertida en sahación
del alma y policía de las costumbres. hay que conseguir domesu'car esa
llll ¡osa invención de un tiempo que no pasa. ya que. de todas maneras, la
El resultado de este combate depende necesari.‘unente (le la maneta en hemos heredado, Alrededor de L'Slds’ cuestiones bastante oscuras del fin.
que nos volmmos capaces de asumir la herencia de la religión. Si -como. delos lines, de la linitud. del infinito. del sentido. del absurdo. yasí suce
junto con muchos otros. yo creo- es cierto que. eso que llamamos ‘secu— ximmente. está si .mprc la cuestión religiosa. Para encontrarle sentido a
lan'ración' no hi/.o ona cosa que retomar el rasgo principal de las contra- la cuestión de la emancipación. es del infinita delo qu! hay qut maná/mm.
rrcligiones —\1'vir en el fin de los tiempos—_ pero 2tpl.‘t/.‘.'tn(lO ese fin de los lil único medio, me parece. es tomarse en sen'o la dimensión apocalip-
u'empos en la utopía de la modernil'ación. se comprende que entonces tica de la que somos descendientes -—el apocalipsis que les hemos hecho
el acceso a lo terrestre se vuelve imposible. Incluso si lognimmos devol- mportar a otros colectivos y que hoy retorna sobre nosotros—. pero cuyo
ver a las' ciencias un lugar y dinatnivar nuevamente la política, no dejaria wnlidt) hemos perdido la capacidad de comprender. la pregunta es.
de ser cierto que aquellos que han recibido la herencia del modernismo entonces: ¿podemos reaprender a vivir en el tiempo del fin. aunque sin
—es decir. hoy en día. el planeta entero en lo que tiene de globalil'a- (.ier en la utopía. aquella que nos ha proyectado al mas alla'. así como
do o de mundiali/‘adcr se sitúan en un tiempo imposible. aquel que los aquella que nos ha hecho perdernos el aquí abajo? Dicho de otra ltl.’lllt‘-
ha arrancado para siempre del pasado y los ha lanzado a un futuro sin ia. ¿podemos encadenar tres humillaciones SllCCSÍh’lS. la (le las ciencias.
pon'enir. Exactamente la situación temporal de la que el Antropoceno la de la política y la (le la religión. en lugar de esa zunalgalna mortíle ra
marca la oimlescencia. que ha tllt‘l.’('l.'l(l() sus virtudes sin conseguir otm cosa que envenenanmsÏ'
Si nos perdemos esa bifurcación. la batalla entre lo religioso y lo secu‘ Si la palabra humillación les choca. recuerden que (lelltro (le ella hay hu.
lar xa a continuar. En lugar de descubrir la materialidad, lo terrestre. lo ¡nus y compost... 1.a frase del miércoles de (c'ni‘la: “¡Recuerda que eres
ordinario. lo mundano. nos minos a encontrar metidos en guerras infini- polvo y al polvo retornams".". no es una maldición. sino una lwndicio’n:
tas por los llltltlatncntos “tópicos de la existencia —-.'idema's, bajo el nuevo “¡Hello que ale por encima de todo sólo dura por aquello que no dura.
nombre de lundatnentalismo. con el retorno de las guerras“ de religión Vivir en el (¡em/¡o dt! fin es ante todo aceptar la finitud del tiempo
contra las cuales sc" suponía que el listado iba a protegernos-. Podemos que. pasa y acabar con la negligencia. Antes de verse henchido de gran-
¿CÓMO GOBERNAR 'l'l".RRl'l‘()Rl()S (NA’I’URAI
Puan] .Ps)
3M)“ CARA A un CON u‘. EN LUCHA? 317
rofanas_ mundanas, terrestres. cs posible
pTCSblpueslo. la ruptura radical de ¡a que la dinámica
diosas- escenas cos'mic-u de gran nCión recobrc el [mpulSO de la Encar-
en primer lugar en una tonalidad en un espacio liberado
cscatología debe ser reconoci’da mass de los límites de
la
economa. bl final del tiempo ¡no es e] ( \,na“lr‘¡|c[,'a. Si “realmente sabemos que toda
ligera. mas' humilde y más Elobo (.wlorcs de par“) hasta la creación gime y esta"
ahora" (Romanos: 8-22), con
Final que encierra a todos los otros globos. respuesta hnal al eso significa que no
se mido está
de la existencia: es más bien una nueva (hiere-neta. una nue va línea_ a cabada vi que así debe ser compuesta paso a paso, de alma en
alma, de
“¡e (nn agente.
trazada m (l imm'or de todas las otras lineas. que las atrav iesa e ll
(0-
das partes. y que da otro sentido a todos los .‘icontecume ntos, es achué extraño es que ‘a los teólogos que combaten
decir cl materialismo
una finalidad. una presencia final y radical‘ una consumacto’n. No ¡es haya llevado tanto tiempo comprender que son ellos quienes
otro han
mundo. sino este mismo mundo captado de una manera radicalmente (“mu-unit), a través de los Siglos, un verdadero culto de
la Naturalcïa.
nueva. ¿.5 decir. la búsqueda de una entidad exterior, inmutable, universal e
En forma ua'gica, esta torsión en el iltg'o del tiempo, este aeontecnï
indiscutible. por conttaste con el relato cambiante. local. intn'ncado y
miento cn el acontecimiento. este es’rhalon situado dentro de l movimien- discutible que nosotros los Terrícolas habitamos. Para salvar el (moro
to de la histon'a. scc' ha metamorfoseado en eseapada lut- ra del
tiempo. en de ¡a Fc, lo habían cedido a la Eternidad. Quisieron emigrar hacia ese
salto a la etemidad. en aquello que no conoce tiempo . La
linetu‘nación mundo sobrenatural. pero no adveru‘eron que lo “dejado (le lado" no
ha sido u-aslocada en fuga lejos (le toda came, hacia el
reino desencarna. cm el pecado sino todo aquello por lo cual. según su propio relato. su
do del dominio espin'tual de lo lejano. (bmo si la calamidad
de lo nam- propio Dios había hecho morir a su propio l'lJlO', a saber. la 1 tem. de Su
ral no fuese suficiente. generaciones de sacerdotes.
de pastores, de pre- (.‘reacio’n. l-lan debido de olvidar que otra acepción postble (le la palabra
dicadores y de teólogos se pusieron a maltratar las
Sagradas" Escrituras Teología" —para retomar la bella etimología ficticia (leju'rgen Moltmann
para añadir. por encima de la Naturalem', un dominio
(le lo solmr. nalumL (2004 )- podría ser oüms Iogou, es decir la (.as"a del Logos. ese Logos que.
¡(bmo si la (no) existencia de la i\'.'lllll.'lll'l'2l pudiese
sewir de fundamen- como esta dicho en san juan, tiene “muchas moradas" (luan: l4—'l2).‘l'.9-
to sólido a la (no) existencia de lo .S(‘)brenatural!
( .‘radualmente la reli- pero que hayan comprendido que, para ocupar la Tierra: trunks bien.
gión toda en todo caso en el cn'sti anismo y sus
múltiples «'l\."ll.’ll‘(.‘S.
se lia pam rslar "ru/¡mios y preocupados por la Tierra. (lelwmos habitai tot |5 es.“
fisio desplaz'ada hacia el proyecto de salvar
las .‘tlmas (le sencarnadas de
los humanos de su pecaminoso apego a moradas al mismo tiempo. El cosmos no necesua que desplegue’mos en
la 'l‘ierm. ¡La mimda vuelta ha.
cia lo alto. los (Ji'os extasiados por la espera e'l la (-‘loria de Dios; necesita, al contmrio. que la religion. lunltandhoscl.
del aeonteeimiento final! En
gran pane es la creencia en que hace aprenda a conspimr con las ciencias y la política. para devolver un senti
falta librar un (le spiadado combate
contra el maten'alismo lo que ha (lo a la noción (le límite. _ ‘
extraviado al cristiauiismo, lt')r/..'mdo al
fiel a desden'ar el camino de las En este punto me encontraba sin espe anita: lo Coirlhe'so)..:
cie ncias. en el momento mismo en que
ellas mostraban el camino de encontre con una feliz sorpresa al ¡leer la tv-n'clïïhf'f‘ (‘||:)Scp:“ll;\“crm m“
la Tierra mas' claraimrnte que la columna
de humo que guiaba a los tapan. (le retomar el (kintico de las (,‘rmtums (lll.l‘lg.l(.|¡\du “2) du" mmm u
He breos por el desierto.
No era una idea va na. La el nombre (le “mzulre” y (le “lieflimna'. Me hahh‘J‘m
creación como alternativa (le la Naturalel.':l ' r
- nlos. Y sin
Francisco; deimLsiada sensible rí't demasiados buenos sentumt
. 51va

'
permitía asegurarse de que
e l Poder (le conversion (le la [2‘ncarntlción
i ml por la lienuana nuesla
no se limitaba a los replie embargo, cuando leí: “Alabiulo‘ seas.
gues íntimos del alma. y de que ¡)'|'|('I‘Il'll.
mad“. m ¡im-ru, que nos sostiene y .l\(A)S.L'(: “IC (“icy produce (liveisos l‘ru.
meme extenderse. podía final- (luv cm“. l“ “CIM-¡lili
poco a poco —debería decir projimo
hasta el cosmos e mero. a pro_'iimo-, tos con las flores coloreadas y las lun-Ibas . l c' ¡ly-"4m (q ¡mpu
l’ero con l a condición de que l‘mucisw-
la (,‘reacio'n n" 5' ,, , _ e _, e ¡ c (nu'a y cl ¡irhol familiar qu « ' i ‘ g n ( “urna mmm
mnvlrrm e n otro nombre
de la .\' aturaleta. que tinicaum'nle se distingul- “M 'm'lm‘h)“ ( L n C . os vínculos que la .uult A l_ s“ 00m). A
I‘ld’ de esta por la presencia ¡“l “'13 “¡mía (lllc mmb‘cc' un i
de agentes sobreanimados, y (¡lle -\rl sieIIIDH' (FNMHU’ h. - l l -l
por un (iran Designio SC l‘cb'irí“ el pagiuiismo paret'ia liabe r .cortado l",
providencial. | ¡H . | - ello una nue a \'('l‘.lt)ll (l
N
superficie de la 'l'ierra" ' Pc“,
El Espíritu Santo puede "l'l'n‘wnrh‘ _ l
tal puu to que (Al tuut .
. q -'
H. “L )ll¡l( () I ¡ a políli-
( l. lm .
l a ecología to" l
l
¡{l (.5 ¡mpoteme "do “APm
cuando se. lo confio"m ‘4' isla unie ‘
la .‘d’lllfd’lU/"d sin rostro. '
' I’arlulo '
(,amun - .glllll(1 si el desc” d"
l’ I'et‘isanlenll' porque. Gaia '\ I .‘ llll' l)“
t s cil. neius. lam ("ICN
oli'et'e lillcs “gm” ""‘ Pero sm
11””,le i a. . .
l“(lc-.putmr Li
;(zómo (.‘OBHRNAR 11mm Tornos
318 ('ARA A CARA (:os.‘ m. PLANETA (NATURAIJLS) un
Lucm?
319
vocgch-n "o ¡ha por fin a real’iyame-z” aquellas que han mm_ph.c‘-da¿ acoge
pasado por su instrumentación. conspira
todm M su t‘ d?" Gaia con su modestia
exige de las clencias
Im avatares de |st ('ontrarreltiglorites SllCL".SI\.’¡LS. ¡“2.1.50 Iban a torna“ ca‘ que digan dónde
Pm.“ dc abrir su alma. como cl dice. a try-natal“:tancta «cupcmcrión dc ficrm habitan. Gaia se sitúan y sobre
suprema, sin no es mas" científ
¡(mer que ¡“Olivas”!z paganh
no obstante. que abandonar las otras. ¿terra po‘st‘lfle, me decía de la (.‘reación. Ella desconfia
¡In-entra; de
leía el llamado del papa Francisco la conversion. que la quen" x‘_‘.(,r«tti\a"
intrusión de la antimta pertenencia al mund
de «13:1: im; l‘Sfortnar o- tanto como dc
Gaia pueda acerczu'nos a todos los dlnosesr Que la celebre
frase de] por la religión cn'stiana en el
-¡só]o un Dios puede aún Sáll\-’lrlt()b".“. se convrerte en: PON-'12 ha“ designio prow'dcncial
“Sólo l a ammblca r m Dios trascendente. Ella desconfia de toda trascendencia.
dc todos los diam puede aún salmros . dl‘ 1 Ella no
_‘ 1“ (.l (¡csignitx pero quiere qtte haya tantm designios
f('("‘();)rc como actores
la 'l'ierm. Ella oljeta toda fuga hacia cl más allá.
hm3‘nsh-güra (/a‘ia es ¡a
contra la utopía y la ucronía. Gaia cs la gran
chamd'om de
Si pam tcrininar yo quisie m compilar en un vivo g "ticos. (:‘aia tercia en todo lo qtle hacen los hombres. las dtwntdadu,
esbozo todo lo que
dicho de Gaia. diría que la partida no esta terminada. he gun: ganistnos v los dioses, ella es otro nombre para el Tercero, Gaia
l’ucdc sobrevenir
lo peor. en particular que se tome a Gaia por la ¡l,(:¡sc(()lt-acoger el] presente. pero (¡esconfia del Apocalipsis y de l'odo lo
reencarn ación del
gun Ls‘mdo de Naturalem. lmaginen esa t‘.‘tt.'L'sll'()f(‘..' anti. m“. pretende saltar al fin de los ttem'pos: Ella rebaja l’aslcxa‘gcracuoncs
unas elites políticn_s_
científicas y religiosas que harian de (,‘ztia la tie la religión tanto como las de las ctencras y de la poltuca. 'hlla qurcrc
potencia a la cual
que obedeCer en nombre de las verdades indiscutihles habría que (.1 presente sea celebrado ante todo por lo que el ucmpo que
del Ls¡tado_ de la
(.‘iencia y de la Religión combinados. “;( v‘aia hace durar. por lo que pa5'a. Gaia es la finttud. la muthtsta y muyumun:
exige! ¡(Laia quiere!
clama!" Todas las potencian del (iluho ¡(Laia re-
i‘ttsionadtb‘ en l a más tóxica dana iinitud. Y entonces, alla" ustedes. adeptos de la (.conua)reltgron. sr
amalgamas. ¡El hnpen'o del Globo contr de las quieren .‘n‘iadirle el tiempo de la espera por fin rvcaltïada.c¡'rcrohavque ucsm
aataca! Todos los totalitan'smos
actuando de concierto. un gobie mo rin r1 tiempo. (Laia se planta ante nosotros co.mo la 'I nenal lqubonnommïoqdc
por (Laia sería el horror
Si me han seguido hasta aquí, habnin absoluto. .thmtdonar. que no se puede abandonar. LCJOS de ser e g o xn
comprendido que (¡‘ai a
Globo. ni una figura global. sino no es el aire que permite a la rana creerse mas grande que el bud'mg. l(‘35;atoabwscsal¡ograncsn
la imlmsilrilidml de ate nerse a
una figura
del Globo. (iaia es histórica de un
a punta a la otra. (Laia no es potencia de la (lc/lación. Ella es la espina que desrnfla toe dcasl mm lado del
abtutecedura. ni una madnutr una Madre
a. indiferente o leiana. del Globo. Exige de los Modemos que c'ese'n de lc'rcncrssus ":me sagrados.
maternal! Si todavia lo dudan ;No es en absoluto
. relnítanse a la (Laia de l a .\pm-.-¡lip.s‘is. lis una gran figura de la exegcsis: re cca n e] dedo' cua seña-
ga. la rna's ambigua. la más compleja, mitología gn'e-
la menos e stable de las potencias usu-des los ('ienlífiC()S. los religiosos, los politicos. .0
paswdas. 1.a(iai2t actual, la |a 'l‘ierm, sencillamentc.
a l a que debemos hacer Ire nte.
antigua (-‘ea. una divinidad no es. nms' qtte la
salwtdora. Ella obliga a todas
a replanteam- la cuestión las divinidades
de su ntanem de estar presente.
menos heredera de l ¡IS (Laia no es
fut-rr. LS políticas que de
('m'mica. l-Ls'ta' henchida las formas de la religión lo . c510y Scg
o o a (l n l l ml
g‘l l' . C S S
CS

I'l
4 (
de detnashttla ciencia, (lenutsiada \ nudo habrtn
‘ ustedes conlcm p
cton. modelos. senwres. instrumenta-
para" parecerse en modo un; ¡pa - 'tscula, pot- I os cuales
's (» n k ) l 1na de 'l ‘ tnayt __ _ ' . e

-
accesos al rnundot alguno a los antiguos undu‘ lcmsaltn ( n t l (I'IHI'O. ¡"HCS (it qll
En e ste sentido. esta munies se representaban el In cc
de la Antigua (ie; tan lejos de la Pachamama como > . , lllllll'
. (lt-scuhli"lil'lllfl (¡C ll" . .
t. Y sin embargo. ella met-.unorikisea c cscon ‘ "t‘m‘ “Proud” a dtbtljar
'iuedaran anttt‘uados Por i
( :unhiarlux p ata las ciencias y Va a d(: Li qhnl‘q hahíil 0""
xienipre’d as .‘mtrnpnlogiza. do inh‘nit'nnt-nte ntas' vasto (H (lu , ‘ ' nrth't

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[tus devuelve a la Tierra. alien- ‘ > .1

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Lis «ost-.15 (Brotton. 2013)" A mttan o l l ansado. ' .,
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. . s. . s15 hasta qm ’ Puntn L’I Simi'nnn pus"!
“la. tnnitt ent l. . . _ (,¡nentot'l‘q' u- lels “('86 ll“
’ l.“(h-ms. ¿qt (l rn .m
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.I
o , ‘ ' 'I. l l nosotros (lthut
'Ït‘ su viaje haria la (:hln‘
lil. PLANETA ¿como oomznmm TERRI"
320 CARA A CARA (ION

nuestros mapas. en forma de 'l‘ mayúscula. con el Hombre e n su cc nlro ¡,¡cs columnas de He'rcules, a la inversa. los Terr
y ¡a .\Á"n(ur¡.lcl'jl‘ circular. globaL que lo rodea. Ilo amena: ¡l 0 lO protege (ucsu‘ón de sus limites. Mientras
los Humanos
Y nosotros. t.'unl)ién. minos a tener que l't'.(lll)lt_.]i'll‘los por entero "a los 't'errestres no tiene n otra máxima
para al)
“pm/¡“sc cn ninguna otra que e
sorbcr otmst ticrms. recién descubiertas que obligan a salir completamen. versmn mas antigua
tc dc la Natumlem v de la Humanidad. l‘tïdÏSlrl¡“yendo suelo, la tierra, el terreno. No porque
tema“
las c'.'“"lc'."‘5'
religión la política. en una palabra. redilmizmdo la totalidad de la gmdos (¡retrogradar es lo que
nuestra dq'aron de hacer
cosnunogín. Qué sorpresa para la gente del siglo XVI descubrir
hasta que eran modernos!),“ sino porque no ha
qué punto la natumlel'a se develaba mas V'ts.ta que su pequeño y ninguna manera
sus modos de vida, sus tecnicas, sus valore de e ncoger
mundo s, su multitud, sus
meditemineo. Que sorpresa para la gente del siglo XXl. descubrir ¡msm hasta los ¡"mms ciudades.
estrechos de lo que significaba
qué punto la (noción de) naturaleïa es estrecha comparada con “pertenecer a un país"
el com- “¡miQ'iieamente. en vista de determinar sus límites.
portamiento de la 'l‘ierra. que de. promo s .‘ abre bajo sus pics_ Tem'colas deben los
¿u rancarsc a los límites de aquello
que consideraban como
lnu'u'l dejarse acunar por las ilusiones: estamos tan mal pre (.Slrecha campiña que tanto aspiraban el espacio: la
parados a abandonar
para las conmociones venideras que sufrirá la imagen de.l
mundo como del espacio indefinido que tanto aspiraban a alcanzar.
lo estaba Europa en 1492. Tanto mas" cuanto. esta ve z. no La gcohiston‘a
hay que prepa requiere un cambio en la definición misma
rarse para la expansión del espacio. el descubrimie nto de de lo que significa poseer,
tierras nuevas mantener u ocupar un espacio: de lo que significa se
previamente vaciadas de sus habitantes, esa gigantesca r apropiado por una
toma de tien-a tierra.
que pennitió lo que por largo tiempo se llamó la “<,'.\'pansio'n
occidental". El problema que la política de los hs‘tadosnación
Sigue tratándose del espacio. de la tierra, de descubrimientos, no podia aiizorar.
pero es el poder transformador de miles y miles de personas
el descubrimiento de una Tierra Nueva considerada podria llegar a des-
en su intensidad y cubrirlo. ¿Dónde podriamos descubn'r los “cuatro
ya no en su extensión. No asistimos estupefa‘ctos planetas“ necesan'os
al descubn’miento de un para nuestro progreso y nuestro desarrollo si no en las sinuosidades
Nuevo Mundo a nuestra (llSpOSlClÓn, ¡sino a y las
la obligación de reaprendcr
anli'aetuosidades de Gaia misma.” a saber. dmlra de las fronteras plane-
completamente la manera en que deberemos
habitar el .»‘t.ntiguo!“l La tarias. envueltos mi sus mundos múltiples. y parqutaprcnderemos a man-
novedad es tanto mas" grande y nuestra sorpre
Sd’ l'dlllO más completa, en
la medida en que. esta ve z ya no somos tener nuestra actividad dentro de los limites voluntan'a y políticamente
nosotros los que echamos a los
antiguos habitantes de su tierra. decididos? Alli resiste la trascendencia de la religión, en lo mas' profundo
es la tie ria nuestra, también la nuestra,
la que, es objeto de la toma. O mas' de las almas humanaS'; allí residen las ciencias y la tecnología. cn lo mas
bie n, parece que fuesen todos los
pueblos antes humanos los que se. pmit'mdo de los numerosos relatos entremezclados de todas‘los agentes
descubren simultaneamente objeto dc
una toma de tierra invertida. en (ollas las desviaciones y rcpliegues de su historia natural; alli 'se encuen:
por la 'l‘ie rra misma. Por otra parte, todas
esas inversiones son todavía tran los recursos de la políu'ca. en lo mas' profundo (le la
tan osc uras que (le.St‘t)n()(‘e¡n()s tanto
como de la rebelión de aquellos que gn'tan al ver su suel-O (¡C‘Sïllla'rcccr “¡J “un‘
(kilo'n. al regresar (le l a l-lispzmiola
—;que eÏl li abia tomado por ldS’ costas . , . - c ' - e stambien.cncu.rtomot 0.
de la (.‘liina'.—. lo que bles. 1.o que la maxnna Plus num dsrgiia . “e "gn la historia
nos ha caído encima. En el momento
estas conferenci as. de terminar ('amino para el progreso y la invencton. un camino ‘l
ni siquiera estoy seguro de áscon
lmnquiü
la re-
que he transmitido al la cualidad de las noticias ' sagrada' de l a E nc a mación. y
nzitural (lol planeta con la historia
contarles lo que el :‘xntropoceno '
iba a modificar en nunca m
nuestras maneras
de vivir... 'l "al vez se trate
\ uelta de .‘tquellos
4 que mn a apI‘C nder a no quedarse
lx) que e s seguro de simples rumores... los so pretexto de que habria (ll'c obedecer a las leyes de la naturaleïa.
es que. mientr as los humanos
podrian haberse de la especie moderna
de finido como aquellos
de. las ataduras que se emancipal)an sieml)rc
de l I’d-'S‘üdo. siempre intentando franquear el gesto (le
las infranquca- de indicm (lrule cl mmienm.
4l las‘. en la bailarina que nos sinio’ y . MH’
'2 69 (le este libro.
darse. mella; véansc pp. " l’lanll "¡por!
n
Llteymcnle grow.xos- del Living , mmI
42 .8c‘-g¡in los cálculos -cv¡('le ‘l C‘.l obal
c
“a _ CH llCt‘l..ll'
- . Si 3€ calcula
(k I.t t ,L, y. .
II (le .‘luniu necesitaría"
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IIIIIOS'fllan‘l;“00‘. c
)l¡"le l'LS It I oru-
l

se (lc lO! 'Jmcl'lhl’llhst


( otne mada en . . l mod ()(l(‘.. \1.(li|
la p. 259 de este libro. os it
asegurara todos
PLANETA
322 CARA A CARA CON El.

“¡A(hV-l.'|nte.'". no hacia Bibliografía


h; siempre el vitjn y orgulloso nmndalo: una
cuya faz debe .St'l renovada. Usmdes
nucm tierra. sino hacia una tierra
seno su nombre de ¡ma
saben que (In‘sm‘bal (blo’n Se tomaba muy en
de. "pormdor de (.‘risto'. y que estaba convencido de ayudar a su DI-Os a
surcar (-I Atlántico dc la misma ¡minera que el barquero (.‘risto'hal había
pcnnitido. dice la leyenda. al nl'n'ojcsús atravesar el río. Ya nadie pub
de ercer que tengamos los hombros sufirientemente fuertes paral pong"
.sL'-nie¡ante peso. Antes bien. (lt-.lxrrialnos procurar pesar menos sobre ¡a
espalda de aquello que nos porta a traves del Víldt) del tiempo: (.‘aia_ :\A.W. ( [987) . The Am'mboldo lijfcd. Trans/WM"
all," Fm
Por muy .‘¡leimlos que estemos del (v'spíritu (le conquista del capim'n (0‘ Ihr Sixtrmth la the I'um'ilirlh (m‘tw). (from
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Nunca fuimos modernos


Ensayos de antro¡,<,*‘,'<x;la sune’tnca
Bruno Latour

Las fronteras de Io humano


Cuando la Vida humana pxerde
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Maria Carman

Extractivismo versus

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CIOHICGS de los nuevos campos
Í,”¿[Una nueva mirada sobre el

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climático alejada de
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d.”-
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