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Bruno Latour Cara A Cara Con El Planeta
Bruno Latour Cara A Cara Con El Planeta
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siglo veintiuno Índice
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A
Introducción
Pn'mcra conferencia
Sobre la inestabil'idad de la (noción de) naturalen 2|
latour. Bruno Una mutación de la relación con el mundo - Cuatro
(hr: a (2ra (un cl planeta: Una mina mirada «ibrc cl camihio cli-
maneras dt- volvem‘ loco con la ecología ' Iza inestabili.
máuc'o alcju‘h dc ha posiciones .I'tlualiptitmn I‘ cd. - Buenos Aim:
Siglo Veintiuno Fxlitorrs, 2m7. dad de la relación naturalel'¿t/(ultum - La invocación de
352 p..' ¡{,ng (m: (Antnnxikxgxmu // din'gida por Alqa'ndmün’mwn) la naturale/‘a humana - El recurso al “mundo natural" -
De un gran .wn'icio rendido por la PSClldOCOIHI'OVCI‘SÍLI
Traducrión dc An'cl Dilon // ISBN g,"8-t_)87-fu't¡,"37-"
sobre el clima - “¡Vaya y dígalcs a sus patrones que los
L Antropología. 2A Medio ambiente. 3. (hmbio climático global. I. cientificos esuin en pie de guerra." - Donde sc procura
Dilnn. Ariel. trad. parar de la ‘natur’alel'a' al mundo - (kimo afrontar.
CDI) 306
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Lut‘ libro cuenta (on el rnpaldo del Prognnu VK tmu' Ocampo dc Amd: Dt- las “Verdades que molmtan" - Descn'bir para alertar -
a la PuNr’xió'n dd Institut Francn'i d'Argcntinr/lun‘lm'uh dc Frantu'
Dónde nos concentramos en el poder de actuar - De la
En: [ibm (ut-uu (on el apoyo del (kntr \.'ati(mal du ljwc (Miniucm') dc dificultad de distinguir entre humanos y no humanos .
(.u'ltun) (¿un'unkx-¡ó'n dc Franck). (omo ayuda a la tradurnó'n dc
“Y sin embargo se mueve" - Otro nuevo rcfn'to del clero
(Kn‘cm' y humanidm'
cho natural - bbbre una fastidiosa tendencia a confundir
c ¡("5. Éditiom la Décomrnc. Pan's causa con creación r ¿Hacia una naturalel'a que ya no
O ¡("7. Siglo Vcinu'uno Editores Argentina SA. Sería una religión?
Sexta conferencia
¿Cómo (no) acabar con el fin de los tiempos.> 2’00
Se'puma' conferencna'
Los Estados (de Naturaleza) entre la guerra y la paz 247
23’“
Todo comenzó hará unos diel'. años con un lll()\’illli(‘lll() de dan-
I'a que me impresionó y del que no conseguí libranne. Um. bailan'na. que
huía. escapando de algo que debía de parecerle horroroso. no cesaba.
mientln‘s corría. de. echar hacia atras' mimdas "ada vez mzsi.’ inquietns. como
si su ¡liga .‘lCllllllllïlSL' a sus e.sp.'1l(I¿S' unos olnta'eulos que estorbaran cada
vez mas' sus mow'nn'entos. hasta verse formda a darse Vilella por completo.
y allí. suspendida, inuxtdida. de brazos caidos. viese venir hacia ella algo
mas' terron’fieo aún que aquello de lo cual había huido en un pn'ncipio...
al punto de for/arla a esbomr un gesto de. repliegue. Al huir de nn horror.
se había encontrado con otro, creado en parte por su propia fuga.
Me convenci de que esa dan/"a expresaba el espiritu del tiempo: que
resumia en una sola situación. para mi por demís ¡x‘l‘turbndom. aquello
de lo que los modernos habian huido en un pn'ncipio. el arcaico horror
del pasado. 1' aquello a lo que hoy debían hacer frente. la irrupción de
una figura enigmátiea. fuente de un horror que se encontraba delante
y no detms' de ellos. En un primer momento registre la irrupción de
ese monstruo. mitad ciclón. mitad leviauin. con un nombre extraño:
“(bsnuxtoloso . Antes de fusionarlo. muy pronto. en esa otra figura tan
controvertida sobre la que. habia meditado al leer ajames Invelock. la de
(,‘aia. Aqui. yo tm no podía escapar: tenia que comprender lo que ve ¡ía a
mi en forma bastante .‘mgus‘tiante: como una fuerza a la \'(.‘I.' mítica. cien-
tífica y probablemente también religiosa.
i
Stépbanir (.‘anachaud. ll‘ dc (ebrcm de 20l3.
IG CARA A CARA (ION El. PLANETA
INTRODUCCIÓN l7
(bmo no se' nada de, dan/a me tomó ta'n'os años encontrar .en Sri-'ptmm.c
(lanachaud a la interprete ideal de ese breve mtm'ttriento.’ Mientras un. hubiex" salido a escena para comparu‘r la intn'ga con los actores. A partir
to. no sabiendo que hacer con esta olnesionante figura del (.‘osnmc0 de ese momento. todo cambia en las' maneras de contar histon'as. has'ta
loso. com-encí a algunos quen'dos amigos de. hacer con ella una pic,a el punto de hacer entrar en la política todo lo que antaño pertenecía a
de teatro. qtte desde entonces se convirtió en (¡aio (¡loba! Circus" Fm. la naturaleza -figum que. por consiguiente. se transforma en un enigma
cada día mas' indescifmble—.
entonces. por una de usas' coincidenci'u. que no delx-ría sorprender a
Desde hace años, mis colegas y yo intenta'bamos absorber esta entrada
aquellos a quienes ¡x'rsigue una olmrsio’n, cuando el comite’ de las mn.
de la naturale'la y de las cienciaS' en política; habíamos desarrollado no
ferencias- (.‘iflt‘ird me mlicito’ que diera. en 20l3 en Edimburgo, un ciclo
pocos métodos para seguir. y al tnismo tiempo cartografiar. las contro-
de seis conferencias bajo el titulo. tambie'n bastante. enigmático, de -R°
versias ecológicas". Pero ninguno de esos trabajos especializados había |0-
ligión naluml'. ¿(kinto II'SÍSIÍPS a una propuesta a la que Williantjamü
grado nttnca estremecer las certezas de todos aquellos que conu'nuaban
Alfred North Wl‘titehead,_|ohn Dewey. Henn' Bergson. Hannah Arc-nm
imaginando un mundo social sin objeto frente a un mundo natural sin
y muchos otros habian respondido?‘ ¿No em la ocasión ideal para dos; humano —y sin sabio para conocerlo-. Mientras que nosotros nos esfor-
rrollar mediante la argumentación aquello que la (lan7a y el teatro me I'a'bamos en desanudar algunos de los nudos de la epistemología y de la
habían for/ado on’ginalmente a explorar? AJ metros aquel medio no me sociología. todo el edificio que había repartido stts funciones caía por
era tan ajeno. Sobre todo porque acababa de tenninar la esen'tuta dt tierra, o mis bien. literalnmnte. recaía sobre la Tierra. Aún estábamos
una investigación sobre los modos de existencia. que se. hallaba bajo la discutiendo los lazos ¡wsibles entre humanos y no humanos. el rol de los
influencia cada vez mas" imasora de Gaia (latour. 20 l 2h). Son esas con- científicos en la producción de. la objeu'vidad. la importancia eventual de
ferencias'. reelaboradas, ampliadas y completamente reescritas'. las que las" generaciones lt‘tturas, cuando los científicos mismos multiplicaban las
encontraran aquí. itn‘enciones para hablar de la misma cosa. pero completamente en ou-a
Si las publico conservando el genero. el estilo y el tono de la conferen- escala: el “Antropoeeno”. la “gran aceleración". las “lonas cn’ticas” [lippíng
cia. es porque esta antropología de los modenios que prosigo desde hace [minis] . todos esos ténninos sorprendentes que parecían necesan'os y que
cuarenta años se encuentra cada vez mas" en consonancia con lo que vamos a reencontmr a medida que avancemos para comprender esta Tie-
podetnos llamar ‘Ny'uevo Régimen (.‘Iirna'tico'.‘ Resumo mediante esa ex- rra que parece reaccionar a nuestras acciones.
Mi disciplina de on'gen —la sociología o. mejor. la antropología de las
presión la situación presente. cuando el cuadro fisico que los modernos
ciencias-H hoy en día ha cobrado nue\as"* {UCFIAS' por la evidencia amplia-
habían Considemdo como seguro. el suelo sobre el cual se había desan'o
mente compartida de que la antigua (kmstitución que repartía los po-
llado siempre su historia. se ha vuelto inestable. (bmo si la escenografía
deres entre ciencia y política se ha vuelto obsoleta. (bmo si hubics'emos
puado.justamente. de uu Anu'guo Regimen a uno Nuevo. marcado por
la irrupción multifonne de la cuestión dt las climas y. cosa aún mas' ex-
l ¡interpretado el l'Z de febrero de L’OI'J. filmado ptngOH-‘lllh‘ul Michel. dprm“
ble en <\r'nu-o.cnrn/600frHñG>. traña. de su vínculo con el gnbten'm. En el sentido mas‘ amplio de estas
2 Tralnjocolrtlt'W) efectuado a partir de la Mutua de 20H) con (Ihloe’ lam"! expresiones que los histon'adores de la geografia no utilizan mas" que en
y Ft'cdc’tique Ait-Touati. responsables de la pllhlu en escena, (.‘lzu're Astruc. la “teoría de. los climas" de \r.iontesq.uie.u. caída desde hace mucho tiem-
jade (‘nllineL Matthieu Protin y Luigi (k'rri. actores. Pierre l).-tubign).
po en desuso. Bruscamente. todo el mundo adivina que esta" emergiendo
autor del texto (-a'ta' (Joba'l (Entra y que finalmente fue representado en
Toulouse. en el marco de la \.'o\'cla. en octubre de 20l 3. y en la (A‘urie'dit otro lú/n’n'lu (¡(1115 (¿ya (¡(111 '.\"aluml(m y que hay que comenïar a redactar-
dc Reims. en diciembre del mismo año. antes de iniciar una gira por FW“ lo si se quiere sobreviw'r a las' potencias" desencadenadas' por este Nuevo
cia y cl extranjero.
Régimen. lus'ta obra se propone contn'buir precisamente a ese trabajo
3 El texto de las sen' conferencias esta disponible en el sitio de (.‘ifïord de la l
universidad de bd'imburgo. <cd.ac.uk>‘. Sobre la histon'a de m's ('uttft'fl‘"(m colectivo de exploración.
y del dominio de la 'religión natural'. instante enigmático a los Ojos dc ll” ("aia esta' presente aqui como la (mansión de un retomo a la Tierra
franceses. “San Witham (200‘5). que permita una versión diferenciada de ltsL cualidades respectivas que
4 la expresión ¡e deriu' de un ténnino introduc ido por Aykut y Dalia" (2015l
pueden exigit‘se de las ciencias. (le las políticas' y de las' religiones por fin
pm designar la manera. muy partitular y. .u-gu'n ellos, poco clicttl. de inlrn'
tar 'gobcmar el (lima'.
¡8 CARA A (.‘ARA (ION El, PIANIÏI‘A
IN'I‘R()I)U(.‘(.‘IÓN '9
reducidas a definiciones tnas‘ mtxlestas y mas' terrestres de lo que eran
sus antiguas vocaciones. las conferencias van en pareja: las dos pn'mcm que cada una de lAS' ocho conferencias puede ser leída por sí misma y en
tratan sobre la noción de “potencia de actuar" —par.t traducir el inglés el orden que se quiera (en cuanto a las cuestiones mas' especializadas.
agmqh operador indistx'nsable para pennitir los intercmnbios entre (lo todas han sido remitidas en las' notas).
minios y disciplinas hasta aquí diferenciadas: las dos siguientes introdu-
cen a los personajes pn‘ncipales. (¡nin en pn'mer lugar. el Antropocmoa
contintmcio'n: las conferettchs. cinco y seis definen cuáles son los pueblo;
Debo ¡agradecimientos a demasiadas' pcmonas‘ para nombrarlas a todas.
que esta'n en lucha por la ocupación de la Tierra y la etapa en la que se
En las referencias bibliogníficas intento reconocer mi deuda.
encuentran; las dos últimas exploran la cuestión geopolítica de los tem"-
Sin embargo. sería injusto no citar en pn'mer lugar a los miembros
ton'os en lucha.
del comite de las conferencias (Eifford que me permitieron abordar este
El público potencial de un libro es mas‘ dificil aún de delinear que
tema de la “religión natural". sin olvidar al auditon‘o de la sala Santa («c‘-
el auditon'o de una conferencia pero. ya que hemos entrado de lleno
cilia. dulante esas seis maravillosas jornadas de febrero de 2013. bajo el
en un pcn'odo de la historia a la vez geológico y humano. me gustaría
gran sol de Edimburgo.
din'gírmc a lectores con competencias mixtas. Imposible. comprender lo
Debo a Isabelle Stengers haber despertado por pn'mera vez en mí el
que nos sucede sin pasar por las ciencias son ellas las que pn'mero nos
intere’s en la intnisio‘n de Gaia. y fue, como de costumbre. yendo a pedir
alertaron: imposible. para comprenderlas. quedarse con la itnagen que
la ayuda (le Simon .Sc‘llaffer, como intente desembarazanne del persona-
la antigua ciencia epistetnolo'gica proporcionaba de ellas: de ahora en
je ilnposilflv de Gm. compartiendo mis angustias con Clive Hamilton,
mas'. las ciencias se hallan tan mezcladas' con toda la cultura que es por Dipesh (.‘hakmbarhl'. Deborah Danowsky. Eduardo Viveiros de (.as‘lro.
Im humanidades por donde contiene transitar para comprenderlas. De Donna l'latauay. Bronislaw Sterszyns'lu' y muchos otros colegas.
allí un estilo híhn'do para un asunto híbn‘do din‘gido a un público. tam- l’ero me gustaria agradecer muy especialmente aJc‘róme (,‘aillardet
bién. necesan'atnente hibn'do. y ajan l,'alaeiewicz. que me confinnaron que en efecto existía. desde el
Híbn'da ademas'. ya se sospechara'. es la composición de un libro de Antropoceno. un sustrato común a las ciencias naturales y a las humani-
estas’ caracteristicas: como todos los investigadores. me veo obligado a dades. digamos incluso una wna m’lica que todos compartimos.
escn'bir en inglés para ser leído. Una VCI.‘ redactadas para ser leídas en A los estudiantes que, en mayo de 2015. concibieron y realizaron el
Edimburgo en febrero de 20l2. las seis conferencias (.‘ifford fueron “'l‘eatro de las negociaciones" [ I'he‘ïiln' de: nrgm'htinns]. en Les Amandiers
traducidas al frances por Franck Lemonde, así como otra pronunciada (le Nanterre, evidentemente les debo mttcho más de lo que ellos imagi-
en 20l3." l’ero luego sometí su texto a eso que más detestan todos los nan. al igual que a los diseñadores de la exposición Anlhrvfxx‘rn.‘r)\10numml.
traductores cuando tienen la mala suerte de traducir a la lengua ma- en el museo Les Abattoirs de 'l‘oulouse. en octubre de Z‘Ol‘l. así como a
terna de los autores: lo reestructure completamente. lo amplió con dos los alumnos del curso “Filosofia política de la naturaleza".
nuevos capítulos. y lo reescn'bi tanto que se trata de otro texto.- tendré l’or último. querría agradecer a Philippe l’ignarre. cuyo trabajo edito-
que hacerlo retraducir para publicarlo en inglés... Mil disculpas a ml. n'al me acompaña desde hace largo tiempo. (Ireo qtte nunca ha publica-
traductor. do un libro que haga referencia de mane ra tan directa al nombre de su
Si los escn'tores puedenjactarse de que los lectores son los mismos (les- colección: contran'auncnte a la idea tan difundida de que Gaia es global.
de que el libro comienza" hasta que termina y de que harán su aprendim- ella indiscutiblemente es la pn'ncipal quebranladora de los límites del
¡xrnsamiento “normal”. . .'
je de capítulo en capitulo, no ocurre lo mismo con los conferenciantcs
que deben din'girse cada vez a un público en parte diferente. ¡<3 por 05°
y preciosas existenckw. a quienes nos afectarían. dicen los expertos, “las tros progresos como quedan hoy al ver cómo la guerra de l940 dio lugar
al Proyecto Manhattan. la puesta a punto dela penicilina o los progresos
infonnaciones que nos alertarían directarm'nte sobre lo que deberíamos
fulininames de los radares o del transporte aéreo.
comer y beber, sobre nuestra manera de ocupar los suelos. de despla-
l’ero resulta que aquello que habn’a podido no ser mas" que una crisis
tamos. de vestirnos. Nonnalmente. de mala noticia en mala noticia, du
pasajera se ha transionnado en una profunda alteración de nuestra rela-
beríamos tener la impresión de habernos deslii'ado de una simple cn'sis
ción con el mundo. l’arece que nos hubiésemos convertido en aquellos
ecológica a aquello que mas bien habría que designar como una profunda que habrían podido actuar hace treinta o cuarenta años y que no hicieron
mutación dt nurslm "lación mn (1 mundo.
nada. o hicieron demas'iado poco.2 Extraña situación la de haber fran-
Y sin embargo. seguramente no es así. La prueba es que recibimos queado una sen'e de umbrales. la de haber atravesado una guerra total, ¡y
todas estas noticias con una calma asombrosa, e incluso con un tipo sin darnos cuenta prácticamente de nada! A] punto de doblegamos bajo
de estoicismo admirable... Si en verdad se tratara (le una mutación el peso de un acontecimiento gigantesco que ahora se encuentra a nues-
radical. ya habríamos estado todos modificando de arriba abajo |a5' ba. tras espaldas. sin haberlo adveru‘do. sin que hayamos ofrecido batalla.
ses de nuestra existencia. Habríamos comenmdo por cambiar nuestra Imaginen lo siguiente: oculta por la profusión de las' guen‘as mundiales.
alimentación. nuestro habitat. nuestros medios de transporte. nuestras de las guerras coloniales. de las amenazas nucleares. habn'a habido. en el
tecnicas de cultivo. en una palabra. nuestro modo de producción. (lada siglo XX «:se “siglo clas'ico de la guerra'—, otra guena. también ella mun-
vez que las sirenas de alarma dejaran de sonar. nos habríamos preci- dial. también ella total. también ella colonial. que habn’amos vivido sin
pitado fuera de rmestros refugios para inventar nuevas ttÏ-cnicas a la vivirla. Mientras nos preparamos muy indolentemente para interesamos
altura de la amenaza. Los habitantes de los países ricos habrían sido en la suerte de las “generaciones futuras" (como se decía antaño). ¡todo
tan inventivos como en los tiempos de las guerras precedentes y. como habría sido ya consumado por las generaciones pasa'das! Habn’a sucedi-
en el siglo XX. habrían resuelto la cuestión. en cuatro o cinco años. do algo que no estaría ante nosotros como una amenaza por venir. sino
mediante una transformación nldS'in de sus modos de vida. Gracias a que aquellos que han nacido ya lo u'enen a sus espaldas. ¿(me no sen-
sus acciones eficaces. la cantidad de (10;, captada en el observatorio de tirnos un poco avergonïados de haber vuelto irreversible una situación al
Mauna Loa en Hawai ya comenzaría a estabilizarse." en los suelos bien seguir ¡nan/"ando como sona'mbulos sin escuchar la alerta?
humidificados pulularían las lombrices de tierra y el oceano rico en Ysin embargo. las" alt-nas" no faltaron. las sirenas' sonaron sin parar. La
plancton estaría otra vez cargado de peces: hasta los hielos del Ártico conciencia de los desastres ecológicos ha existido. ha estado vim. ha sido
habrían desacelerado tal vez su derretimiento (a menos que, entrados argumentada, documentada. probada. desde los comienzos mismos de
en una pendiente irreversible. se hubiesen dCSlÍIA’dO por milenios cn lo que l|2unamos la “e m industn'al" o la “civilización mecánica". No pode
un nuevo estado: Archer. 2010). mos decir que no sabítunos,‘ 31310 que existen muchas maneras de saber
y de ignorar al mismo u'empo. Por lo general. cuando se trata de cuidar
En cualquiera de los cm. deberíamos hab” actuado. desde hace ya
de nosotros mismos. de nuestra sutx-n'ivencia. del bienestar de nuestros
una treintena de años. la cn'sis ya habría pasado‘ Miran'amos hacia atras"
seres queridos. tendemos mas' bien a equivocamos inclina'ndonos por la
la época de la "gran guerra ecolog'ica'. con el orgullo de aquellos que
seguridad: al menor resfrío (le nuestros hijos, consultarnos con el pedia-
casi sucumbieron pero supieron revertir la situación en su provecho con
una reacción rapida y movilil'ando la totalidad de sus fuer/as (le im'en-
todo el sistema terrestre. concebido como una vasta máquina que se des. bargo gno vava/n a creer que son santos en espin'tu.’ Quiza son ciertos
artistas. eremitas.jardineros. exploradores. activistas o naturalistas. que
arregló porque nosotros no la hemos controlado la suftrimxlmnenlr bienfl
buscan. en un aislamiento cas'i total. otros medios de resistir la angus-
Y ya los vemos presas' de un nuevo ataque de dominación total sobre una
tia: esperados, como dice graciosamente Romain Gary (1972: 215).lo (A
naturaleza siempre considerada como rebelde y sahaie. En ese gran de.
menos que sean como yo, y sólo consigan desprenderse de su angustia
lin'o que ellos llaman modestamente “geoingeniería“. es la 'I'ierra entera
¡porque han encontrado astutos medios para inocularla en los demas"!)
lo que quieren abarcar." Para sanarse de laS' pesadillas" del pasado, pro
Sin ninguna duda. la ecología te enloquece: hay que partir de ahí. No
tenden acrecentar ttxlavía mas“ la dosis de me'aglomanía necesan'a para
con la idea de saname: sólo para aprender a sobrevivir sin dejarse llevar
la supen'ivencia en esta clínica pala pacientes de nen'ios frágiles en la
por la negación. por la hsí'bm'. por la depresión. por la esperan7a de una
que se habn’a convertido el mundo. ¿la modernil'ación nos ha llevado a
solución razonable. o por la fuga al desierto. Uno no se cum de la per-
un callejón sin salida? ¡SI-amos mas' resueltamente modernos todavia! Si
tenencia al mttndo. Pero, a fuena de sanación. puede curarse de creer
hay que sacudir a los pn'mcros para evitar que se duerman, a estos habn’a
que no pertenece a el. que esa no es la cuestión esencial, que lo que le
que encajarles una camisa. de fuerza para impedir que hagan demas'iadas
ocurre al mundo no nos concierne. El u'empo ya no está en el punto en
idioteces. que esperábamos “lafar”. En verdad estamos. como suele decirse. “den-
¿(Emo hacer la lista de todos los matices de depresión que golpean tro de un túnel”. sólo que “no veremos la salida”. En maten‘as como esta.
a aquellos. los mas". que observan con atención las' rápidas" uansfonna- la esperan/"a es mala consejera. porque no estamos en una crts‘is. Esto no
ciones de la Tierra y han decidido que no pueden ni ignorarlas ni. por va a “pasar”. Habrá que hacerse a la idea. [23 dzfmim‘m.
desgracia, remediarlas' con medida radical alguna? ¿'l‘n'stel'a, bajón, me- Lo que haría falta. por consiguiente. es descubn'r una lmyedona' desa-
lancolía. neurastenia? Si. el corazón les da un vuelco, se les cierra la gar- nación. aunque sin por eso esperar curarse demasiado pronto. En este
ganta: apenas si tienen ttxiavía el valor de leer un diario; no sarlen de su sentido. no sería imposible progresar. pero sería un progreso al revés.
sopor si no es por la rabia de ver a los otros aún mas' locos que ellos. Pero que consistiría en retomar sobre la idea de progreso, en mmg'rnar. en
una vez superados estos accesos de furor. tenninan postrados bajo enor- descubrir otra forma de sentir el paso del tiempo. En lugar de hablar de
mes dosis (le anu'depresivos. esperan/a. habría que explorar una manera bastante sutil de (¡amparan lo
Los mas' locos son aquellos que parecen creer que de todos modos que no significa "desesperarse'. sino evitar confiar tan sólo en la esperan-
pueden hacer algo. que no es demasiado tarde. que las reglas' de la I'a como engranaje sobre el tiempo que pasa.“ ¿La esperanla' de dejar de
acción colectiva, en este cas'o también. seguramente van a funcionar: contar con la estxrranïa? Hmmm. no parece muy alentadori
que se debe poder actuar de manera racional. con total conocimiento A falta de esperar sanarnos de una vez por todas. podn'amosjugar al
Inenos con la contraposición de los males. Despues' de todo. es una for-
de causa. incluso ante amenaïas tan graves. respetando el marco de las
insu'tuciones existentes.“ Pero es muy probable que esos sean bipolares.
llenos de energia en la fase maniaca antes de la recaída. que les dará
lO El modelo. pam mi. es (pc‘orge Monbiot. periodts'm de The Guardian. y su blog
tan dcpn'mente como robomtin) <monbiol.com>. pero también lo cs (¡illcs
(Ile'mellt. esc. "jardinero planctan'o'.
l I Esta relación con l.’ espe-mom es. el objeto dc Hamilton (ZO‘lSh). la reencon-
8 Sc encontrará cn el excelente Hamilton (20l3a) una presentación dc IIS tmremos cn la quinta y la sexta conferencias. al abordar la cuestión del 'tiem-
soluciones propuestas que es decididamente cspcluz.n.'nnte.
po del lin'. El vinculo entre temtxxmlidad ¡u'mdójica y ecología es explotado
9 B lo que Aykut y Dalia" (¿0'l5) llaman 'negnción de realidad' de lau (HK-“"3 por Dupuy (20(‘l3 \- también la cntresisu' de 2012). pero se remonta ajonas
ucionn internacionales ctrando analimn cl protedinlicnto (le negociación
(1)“.¡0 “9791) E prescsntc. nidcntemente. enla teología que sim: de hmc
que aplica a un problema mucho Inas' cspinoso aquello que ha funcionadfl a la encíclica del papa Fr iciKo. Laudala Si." 20'l5.
para limitar (¡crm (onuuninac iones.
28 CARA A CARA (ION El. PLANETA
todos nos encontramos. cualquiera sea el matiz que adquieran nuestra“ cultural." “(Ion la salvedad de que, en realidad y ante todo, es usted un
ser natural. ¿cómo le ocurre olvidarlo?" (bmo para volverse loco. efec-
angusu'as.“
tivamente. Sin hablar del “retorno a la naturalel'a" comprendido como
un “retorno a la e m de las (Ïavernas' con su patético sistema de ilumina-
ción que sirve de argumento a todo modemista un poco an'sco cuando
se encuentra con un ecologista un poco consecuente: “Si lo escuchara-
De por si. la expresión “relación con el mundo” pnleba hasta que punto
mos, ¡todavía nos alumbrari'amos con velas."'.
estamos. por así decir. alimados. A mentido se presenta la crisis ecológica
La dificultad reside en la expresión misma: “relación con el mundo".
como el descubn'miento. siempre a punto de recomenl'ar. de que “el
que supone dos clases de dominios, el de la naturaleza y el de la cultura,
hombre palmera! la naluralrza". Expresión aparentemente sencilla. pero
dominios a la vez disu'ntos e imposibles de separar completamente. No
de hecho muy oscura (y no sólo porque "el hombre" es también eviden-
intenten definir sólo la naturaleïa. pues tendrán que definir también el
temente “la mtu'er'). ¿be‘ quiere hacer alusión a humanos que compren- ténnino “cultura” (lo humano es aquello que escapa a la naturaleza: un
den'an por fin que forman parte de un “mundo natural” al que deberían poco. mucho. apaS'ionadamente): no intenten definir tan sólo “cultura”.
aprender a adecuarse? Parece que el problema surge mas" bien de la pa- pues de inmediato necesitarán definir también el te'nnino “naturaleza”
labra “¡mrtenencia'. En la tradición occidental. en eie'cto. la mayoria de (lo humano es aquello que no puede escapar "totalmente" a los condi-
las definiciones del humano subrayan hasta que" punto e'l sr, distingue de cionamientos de la naturaleLa'). Lo que significa que no nos hallamos
la naturalel'a. hs‘ lo que por lo general se quiere expresar mediante la ante dominios, sino ante un solo y mismo rante-[Ilo dividido en dos partes
noción de "cultura". de 'sociedad" o de "civiliïacio'n”. Por consiguiente. que Se encuentran ligadas. si puede decirse asi. por un fuerte elas"u'co. En
cada vez que queramos “aproximar el humano a la naturale'la”. nos ha- la tradición occidental no se puede hablarjamas' de una sin hablar de la
llaremos impedidos por la objeción de que el humano es ante todo. o es otra: no hay otra naturaleza que esta definición de la cultura y no hay otra
también. un ser cultural que debe escapar o. en todo caso, distinguirse de cultura que ma definición de la naturaleza. Nacieronjuntas. tan insepa.
la natural-ua." Por lo tanto. no podremos nunca decir de él, con suma rables como unos hennanos siameses que se hacen can'cias o se pelean a
bnitalidad. 'que pertenece". l’or otra parte. si fuese realmente “natural' puñetazos sin dejar de compartir el mismo tronco.“
y so'lo natuial.jtn.gan'amos que ya no es en absoluto un humano sino un Como este argumento es esencial para lo que sigue, pero siempre
simple "olerto maten'al' o un “puro animal" (para emplear expresiones difícil de comprender. necesito volver a e'l una y otra vez. Ustedes segu-
ramente se acuerdan de esa época no lan lejana, antes de la revolución
todavia mas" imprecisas).
feminista. en que se utilizaba “hombre' cuando se quería hablar de
todo el mundo de una mame ra indiferenciada y .‘lceptablemente pere-
zosa. En cambio. cuando uno decia "mujer’l forzosamente se trataba
ll‘ De momento. nadie ha llegado tan lejos cn esta explomcio’n de la relación
con el tiempo como Danomki y Vimiros de (a‘stm (20H). de un término específico que no podía designar otra cosa que lo que
l3 No mc interesa aqui la relación establecida por Ia filtmilíu moderna ent":
nue'to y olyc‘to. considerando que la oposición entre naturaleza. en el sentido
de sahajismo-uv'ld Iij'eb, y artificio ha sido Ian estudiaula por los historiadores
H En este wntido. nunca hemos sido mode-mou num) creye'mmos haberlo sido
del ambiente que ya no es precm') mln-r sobre ella. \’ Hue el clisit’o (Imnon
en lu medida en que creemos posible hacer exu’tir dos dominios distintos. y
(tdt. I‘M). y cl panorama más reciente cn Locher _v Queue! (2009). U" cesamm de haberlo sido desdee el momento en que nos damos cuenta de que
ejemplo dc particular impacto respecto (le la ¡milicialiuu‘it3n de un ecosbll‘ no hay más que uno... (Lalour. l‘ÑHl).
ma consta cn Qucnet (20'l5).
30 CARA A CARA CON El. PLANETA
SOBRE LA INES'I‘ABILIDAD DE LA (NOCIÓN DE) NA'I'URAI.I".'I.A 3|
ta sino un instante. mediante aquello que muyjustamente Se llama una termino, que introducirá más adelante. en pp. 5l-53).
"detención de imagen" o. mejor aún, una detención para la imagen.” Si la ecología enloquece. ahora se comprende. es porque obliga a so-
portar de lleno el latigazo de inestabilidad de este concepto atrapado
Podríamos decir, sin exagerar. que no hay ina's objetos en el mundo que
por la imposible oposición de los dos dominios que existin'an de veras
persona qtie sonríen estu'pidamente mientras dicen "whisky" ante la ¿3"
en el mundo real. sobre todo. no se les ocurra intentar volver 'a la iia-
mara fotografica.
2‘3 Iiibre esta cuestión del 'estilo cmpirico' y la ¡mención del lema de la
copia y del modelo tan contraria a la práctica de las ciencias. véase lJtour
20 Samuel (.a‘rcía tum la gentileza de liaccr los dilnji'os. Para conocer la galeria (¿'OOHb).
completa. w'ne (modesol'cxiuentcorg) (aqui la elección dc Le (kirbiuicr f3 24 Trumformar lo que es un rccurw explicativo en objeto .l‘ explicar (en inglcs'
totalmente fortuila y sin ninguna relación con |th polétnit ¿L‘ de ¿(‘HÏ'Ú- _ se dice 'irom mount to Iopw") equivale a pn‘mne. voluntan'amcnte de un
¿'l la exuan'cu' del aparato cogniu'm impuesto .‘l tales sujetos es bien conot‘KL‘ clemenln del metalenglraje para hacer de e'l un lcncno dc estudio. En lugar
a partir dc Panoísky (¡975). de que este a numlrzu espaldas, porfin lo tenemos delante.
22 Agrl‘k’l‘” Mm‘ín (iuinard por esta reterenria a lloclistrasser (2007)-
34 CARA A CARA CON El. PLANETA
ctas', la imocación del “derecho natural" ofrece una carga prescriptiva aún
mas' fuerte que en el ejemplo previo. En todos los casos, se busca detectar La mayoría de los científicos cree que el calentamiento global
los actos 'conua natura“ pero. tan pronto como se pretenda haberlos en- es causado mayormente por los contaminantes de on'gen hu-
conuado. la acusación de 'naturalizar' un simple estado de hecho como mano que reclaman una reglamentación estricta. El estratega
estado de derecho obligará a la cn'u'ca a pasar a la acción. De fado, en la republicano. el señor Luntz. parece estar de acuerdo con esto
prac'u'm -bien lo presenu'mos-. es siempre, una vez mas', dejare.
32 Podemos decir que todas las' cuestiones del dominio de los m'tt studies"
(Pestre. 2006) se han hecho públicas. en esta (xasio'n. y que las cuestiones
planilezulau. por ejemplo. en Shapin (IJ‘JS) son compartidzu ahora por los in-
vestigadores atzuados por los 'esce'pticos". Ve'anse en especial Hulme (2009)
v, el reciente Hamilton. Bonneuil y (¡e‘menne (cds.. 20l5).
30 El ankulo (fito Ashmore. bd'hards y Potter (1994) sigue sin tener ¡xuanfl‘m‘ 33 Existe ahora una bibliogn¡ña abundante a partir de Orestes (2004). y Oreskes
3| la hm’nna' ¡octal dc laseiencras'. desde sus inicios (por ejemplo. Barry . y (bnway (2009). Véase también Hoggan (2009).
BunaySu-ven Shapin, cds” |979). ha explorado todas last. maneras pm" 3-! Luntz (2005) aparece ampliamente en el reportaje sobre los ‘comunicado-
bles de comprender el efecto politico de la epistemología a lo largo dc |‘-L‘ res". en I'h'r I’muadns. ’00“.
tontrmrmas'.
40 CARA A CARA CON EL PLANFT.A
43 Feliz-mente. los científicos M: dan cucnm cada vez mas" de que no hay que
aceptar tliwutir sobre ciencia con los clt'matocxc'pticm Véase' por ejemplo
cl post en el blog del climato’logo Mark \.l.'ulin. que explica 'Por qué acepto
40 En l99‘2. en la (Iumhre dela 'lr'erra en Río: 'El Am’mn Hay’ (¡IL/¡Inn CS
hablar de política con los negaciom'sLn del clima, pero no de cicncia' <tho
negociablc'. En la sexta conferencia. rastrearcmos el origen teolog'iro dc
convcm'tionxom/why-ill-talk-politimwith-climatHhange-denicr»;but-not-
semejante afirmación.
scl'erieoíflg-ttb. (n‘mo señalan Aykut y lkrhan (2015). la cuestión ya no es.
4| Vean'se más detalles sobre esta defensa. inmediatamente dern'lnda. cn
desde hace mucho tiempo. una cuntiórt dc conocimiento.
latour (20l22).
4-! 'l'mdicio’n que na .‘l tiene que ver con la ¡mlitimciu'n de los hechos confimlil-
42 Catmxsa'mcntc. esen una novela gráfica donde la angustia de los investigar
(las. como vemos en Brahzuni (000.1).
dores es mas’ perceptible. Uno se convence de ello al leer el :ulrnimble ¡""0
45 lzs‘ el nombre —ba.'stante adecuado. hay que decirlo: mi! m'ltaufl‘ule- que Ted
brundSquanoni. ¿0‘l¿‘). la mejor intrtxluccio'n al Nuevo Regimen
utilim para designar a aquellos que ‘creen' (¡como si se tratan de una crccn-
Climáu'co captado por el lado de su niñita. en el sentido del aprendo-IQ!" dc
cia!) en el (alentanu'entn de on'gen antro'pico.
una nueva sensibilidad.
44 CARA A CARA CON El. PLANETA
'
Y. para complicar todavía mas” la situación. las disciplinas científicas desencarnen hacia un lugar en ninguna parte. digan dónde se situ’an".-"‘-
Querriamos que Virginie pudiera por fin decir: “¿Por que” no están
reunidas para elaborar estos hechos qtre se han vuelto indiscutibles no
ustedes orgullosos de haber inventado esta extraordinan'a aparatologr'a
provienen de ciencias prestigiosa como la física de partículas o las marc.
que les permite hacer hablar a las cosas mudas ramo si tuviesen la capa-
ma'ticas. sino de una multitud de ciencias de campo cuyas certidumbmS
cidad de hablar?“ Si sus adversan'os les dicen que ustedes caen en la
no han sido conquistadas mediante ninguna demostración clamorma‘
política al tomarse por los representantes (le voces numerosas y abatido-
sino por el entrecnmirniento de, centenares de miles de hechos (lirninu.
nadas. ¡en nombre del (Iielo. respondan: desde luego". Si la polr'u'ca
tos. retrabajados por los modelos. entretejidos de pruebas que cobran
consiste en representar las voces de los oprimidos y de los desconocidos.
fuerza gracias a la multiplicidad de datos; evidentemente. cada uno dc
entonces todos estariamos en una situación rmrcho mejor si. en lugar
ellos es siempre muy frágil.“ Entre un tejido de pruebas y un tejido de
de pretender que son los otros los que están haciendo política y que
mentiras. se comprende que aquellos que no saben nada de las ciencias ustedes ‘sólo hacen ciencia'. reconociera" que ustedes también, a decir
se vean dispuestos a confundir ambas cosas -sobre todo si tienen tanto verdad. intentan reunir otro cuerpo político y vivir en un cosmos cohe-
interés en que las pn'meras sean falsas-. Pobre Virginie. ¡Qué desampa. rente pero compuesto de otra manera. Si es acabadamente cierto que no
ro. y qué gn'to dio! ¿(bmo no habría de tener vergu'ema de sentir en su hablan ustedes en nombre de una institución limitada por las fronteras
mano temblorosa el peso del hacha de guerra que acaba de desenterrar? de los Estados-nacio'n y que el ft‘rndamento de su autoridad se apoya en
Ted es expulsado, pero para Virginie comienza una nueva pesadilla. un sistema de elección y de pruebas' muy extraño. eso es precisamente lo
Para que se comprenda su exclamacio'n. sería necesario que la co que hace tan precioso su pode-r [mlrl'ico (le representación de tantos agentes
munidad de los climatólogos a la que ella pertenece se atreva a confo nuevos. l’oder cuya importancia sera capital para los conflictos por venir
sar sin tapujos que ellos tienen una política. Y que a cambio puedan sobre la forma del mundo y la nueva geopolítica. No vendan esa potencia
preguntar: “¿A quiénes representa usted y por quiénes pelea?". la pre (le representacio'n a cambio de un plato de lentejas".
gunta u'cne realmente sentido. Cuando los climatoesce'pticos denigran semejante Culllesión no arrojara' una sombra de duda sobre la cali-
la ciencia de los climato'logos. a quienes acusan de comportarse como dad. la objetividad y la solidez de las disciplinas cientificas'. puesto que
hoy está claro que las redes de instrumentos. esa Vasta Máquina que los
un conforman ellos también un gnipo. para el cual han definido
tests de ingreso. diseñado fronteras. reparu'cndo (le manera diferentt climato’logos han constniido, terminan por construir un conocimiento
lo bastante robusto como para resistir a las objeciones. En todo caso.
los componentes del mundo. y han determinado que' cabe esperar dc ¡3
sobre esta Tierra. no existe otro sentido para el calificativo objetivo. No
política y cómo debe funcionar la ciencia (lo que mas“ tarde llamaremúrs
hay ninguna otra fuente que pueda superar el u'po de certidumbres que
str 'cosmograrna').""' ¿Por que' no harían lo mismo los climatologos? \.'0
ustedes han sido capaces (le .‘rcumular. ¿Qué podría significar conocer el
hay ninguna razón para que. continúen pretendiendo situarSC fuera dt‘l
origen antr'o'pico del cambio climático mejor que los climato’logos? hs‘ta
tesis era mas“ fácil de proponer, lo admito, en una e'poca anten'or, cuando
5| (kimo bien han demostrado Wenn (2003) \,' Edwards (2010), las ciencia! ¿(l
clima son muy diferentes (le aquellas' de lau cuales se espemba. en el “ISI” ,
XX. quc esublccicran el fundamento (le ¡"(las las nin“. (km la irnportsmru 53 Tal es Lt imrxrrtanda de la noción de 'conocimicuto siluado'. des'trrollado
dada a los modelos cientificos. la van'edad (le estas disciplinas ".I menudo . por ll‘ mm“; (2007).
cercana” la histon'a natural reside en el on'gen mas" ."itlrnisible del CWCP‘" 54 lil .'ur.'i sb (le esta situación dc representación cientifica y politica es objeto
“un” dc Mmmm científicos: no era esta la clase (le revolución Científicl ql" de "HL libros al respecto. I’olinquls' dt la nalun y La'pon de Pandarr (latour.
esperaban. ¡999. 200141). que sirven dc lelo’n (lc fondo a este argumento.
52 Término tornado de 'l'resch (2005).
48 CARA A CARA (ION El. PLANETA
(n‘mo vemos. las malas noticias. con Im que nos bombardean cadadu' de los existentes y la manera en que se ligan entre ellos... diciendo. por
ejemplo. que no existen sino dos formas' y sólo dos: relaciones causales
sobre el estado del planeta nos incitan a tomar conciencia de una "uan
y relaciones simbólicas; o pretendiendo qtte todos los existentes forman
inestabilidad de la nalumlaa l’ero como no logramos emluar estas al”,
un Todo que podríamos englobar mediante el pensamiento. Eso equi-
mas. ni tomarlas verdaderamente en cuenta. ellas nos vuelven locosde
valdría a volver a meterlos a todos dentro del marco de la Naturalcaa/
diversas maneras. l's; entonces cuando nos darnos cuenta de que exig.
Cultura que estamos buscando.justamente. eludir. No. es necesan'o que
oua inestabilidad. esta vez en la noción mirma dr “Imlumlrmï' La inmq.
aceptemos permanecer abiertos a la alten‘dad vertiginosa de los exu'ten-
ción del “mundo natural" que debía estabilil'ar. pacificar. tranquilizar.
tes. cuya lista no está clausurada. y a las múltiples maneras que tienen de
poner los espiritus de acuerdo. parece haber perdido esa capacidad a
existir o de ligarse los unos a los otros. sin agrupados apresuradamcnte
partir de la falsa querella climática -capacidad que en realidad nunca
dentro del conjunto que sea -)' sin duda tampoco dentro de la 'natura-
había poseído. pero qu - a pesa'r de todo no deiaba de ser un ideal. en h
Iem"—. Ls‘ esa apertura a la alten'dad a lo que William james proponía
medida en que se trataba de cuestiones sin importancia planetan'a-. [se llamar plun'verso.”
estado de desamparo. al que sería en mm) querer escapar. proviene de .St‘ilo si nos colocamos dentro de ese mundo podremos reconocer
que nos encontramos en medio de esas' dos inestabilidades. lntentcmos como un arreglo particular la seleccion de los existentes y de sus mane-
ahora descender un poco mas“. por dtbajo de la noción. tan equivoca. de ms de coneclam‘ a la que llaunamos Natumlel‘a/(.‘ultur'a. qtte ha servido
‘naturalem'. y por lo tanto (mm. o mas" am'. de ese par de conceptos que por largo tiempo para formatear nuestra comprensión colectiva (al me-
he escn'to bajo la forma Naturale'Ia/(.‘ultuta. nos en la tradición occidental).“’ La ecología. ya se habra comprendido.
Dado que la locura se diagnostica como una alteración de la relación no es la irntpcio'n de la naturaleza en el espacio público. sino el fin de la
con el mundo. ¿es posible despejar este ténnino. “mundo”. de su ¡no 'nnlumlaa "como concepto que permite resumir nuestras relaciones con
ciación -ciertantente casi automática- con aquel otro: “mundo natu- el mundo y paCttharlas."' Lo que con toda razón nos enferma es sentir
ral"? Tendn’amos que poder contraponer. esta vez ya no naturalerai que se acerca el fin de ese Antiguo Régimen. El concepto de "naturaleza"
cultura (dado que es la causa de sus incesantes vibraciones que tanto aparece ahora como una versión truncada. simplificada. exageradamen-
nos enloquece"). sino Naturale7a/Cultura. por un lado. y. por el otro. te morali/‘ante. polemica en exceso. prematuramente politica de la alte-
un te‘mtino que las incluin'a a ambas como un caso particular. Propongo ridad del mundo a la que debemos abn'mos para. como colectividad. no
llamar mundo o 'hacer mundo’” a secas a este concepto mas' abierto. volvemos locos... digamos. alimados. Para decirlo con una fómiula veloz:
definióndolo, de manera evidentemente muy especulativa. como aquello a los Occidentales y a aquellos que los han irnitado. la “naturaleza' les ha
que abre a la multiplicidad de los txu‘lmlrs. por una parte y, por otra. a h vuelto el mundo inhabilable.
multiplicidad de las maneras que tienen de existir.“ Por ese motivo. en lo que sigue. intentaremos descender desde la ‘na-
turale/‘a" hacia la multiplicidad del mundo pero evitando. desde luego.
encontrarnos únicamente en la diversidad de las culturas. Ls‘ta opera-
Se‘ trata de una situación. fruto de una observación eertera. obtenida con
gran esfuerzo gracias a la obstinaeión de Keeling. (.(‘nno e'l mismo relata
en un libro. deió su testimonio sobre la dificultad de equipar la Tierra
de sensores suficiente,mente sensibles; si logro mantener su (llSpOSÍllVO de
medición durante un largo período fue contra el escepu'cismo y la indi-
ferencia de las agencia de financiamiento y de muchos de sus colegas
58 CARA A (.‘ARA (ION El. PLANETA cómo .\'() (I)Es)ANIMAR LA \.‘A‘rURAu",I.A 5g
be taux de C0,dans l'alr' au plus haut ml.‘ En la historia de las ciencias. ningún diagrama ha sido mas' atacado
depuis' plusde 2,5 mllh'bns d'annees’ que este (del que podemos olm-nar una versión simplificada en la figura
2. l ). Los climatoescépticos. aS'tutos adeptos -como Va hemos visto- a una
Mzumuuuw -_-—— estn'cta disu'ncio'n entre el ser v el deber ser. lo atacaron tan vilmente que
.“I-n’... .“—
Mann tuvo que ponerl -. al libro que cuenta sus aventuras ¡el siguiente
subtítulo: “la (unn en forma de palo de hockey y la gnc-na de los climas.
Despachos dad: rlfmtle'”. Desde 2013 no se ha solucionado nada. ni en el
"expen'mento fuera de control que llevamos a cabo“ ni en los ataques
renovados cada día sobre el “frente” para que esta verdad que molesta
desaparezca de la superficie de la Tierra. Si es cierto que “la pn'mera
víctima de la guerra es la verdad". entonces la segunda ha de ser la neu-
tmlidad axiológica. totalmente incapaz de resistir la insoportable tensión
entre descripción y prescripción creada por el Nuevo Régimen Clima'u'-
- y...
“¡I-¡“m-
W» M.-— W...- -“l-M
co.’ Lo que Mann descnbn'ó. y que nosotros xamos a profundizar a lo
u-._-¡-_ —...-a——— —.—--—c—s
—a—¡—_¡ .————n..— -_—-.. largo de esta conferencia. es que en efecto se trata de una situación de
Figura 2.l. El ni\rl dc (.‘Oren la atmosf'em llega a su punto ¡nik alto (mmm- guerra —y no solamente de una “guerra de los climas" (Welzer. 2009)-.’
do en mb de dos millones y medio de an'osi O It .Homlt. mayo de “0.”. ¿De qué otra mane m explicar que el GIEC. en sí mismo un cuerpo diplo-
ma'ticocientífico. haya recibido en 2007 el Premio Nobel de la Paz. y no
(Keeling. l998. sorprendente ejemplo de autosociología de las" ciencias). el de fïsica o química?
Pero al mismo tiempo. cuando se habla de “umbrales que 1m a ser su- Tanto mas' fuerte es la tensión que Mann. al final del artículo de lz
perados”, de "paso simbólico" y de "pn'ncipal agente de calentamiento‘. Monde. añade con falsa inocencia: “(bn los niveles actuales de (IO... hay
el lector no puede evitar senu'tse invitado a leer esta noticia como um una posibilidad real de que ya hayamos superada el umbral de influencia
alerta En efecto. así nos pide que la leamos uno de los investigadores peligrosa sobre nuestro clima“. No solamente nos encontramos en un
citados por el pen'odista: momento sin precedentes en la historia (“Para encontrar niveles sente
james de gas carlxinico hay que remontarse a la era del l’lioceno. hace
Superar el umbral de 400 ppm de (IO? conlleva una [wm carga entre 2.6 y 5.3 millones de años. De las cn'aturas que por entonces re-
st'mbol'u'ajuzga el climato’logo Michael Mann. director del Earth corrían la superficie de la Tierm. las más cercanas al género humano
System Science Center de la Universidad de Pensilmnia. l‘s‘to eran los australopitecos“); no solamente hemos franqueado un umbral
-témlino a la vezjurídico. científico. moral y político-2 no solamente la
viene a recordarnos hasta que' punto el peligrosa rxprn‘mntlu que
humanidad es responsable. de esta transfomiación realmente revolucio-
lluamos a cabo sobre nuestro planeta esta' [una dz, rontml (el
naria (lo que se sobreentiende con la asociación muy conocida entre
destacado me pertenece).
emisión de (20.: y modo (le vida industn'al); sino que. ademas'. proba—
dejará usted de emitir: “Hay un bebe sobre el asiento". será en efecto Um oyen se preparen para interesarse en lo que les sucede.”
bo que explica en parte. sin duda. la antigua idea de que la descn'p-
constatación (tan segura como la del gato sobre el proverbial felpudolil
pero no sería ¡mod un ser vivo si no lo enunciara también para ha”, ción no conllem ninguna prescn'pcio'n es que estas' alertas. obviamente.
no precisan lo que hay que hacer dela/ladammlz. be' contentan con adw'ar
nata'onara aquel a quien se dirige (que. es uno de los sentidos del ¡"y
la (¿minar (le la acción colectiva. Que es exactamente lo que se espera de
mino perfonnativo). No venga a pretender que. solamente está dicienág
una alarma. En lugar de una djirrmtia (le pn'ncipio entre el mundo de los
que el bebé 'esta’ ahí. sin mas". Usted no se resigna a enunciar un hubo,
hechos y el mundo de los talores. diferencia que-jamas" habn’a que fran-
objetivo -todos los pasa'jet‘os pueden ven‘ficar que el behe' se encuenta
quear para pennanecer en el terreno de la racionalidad. vemos que hay
en efecto. mbre el asiento-z usted objeto n'vamente un coinportamicnt;J que ltttbituarse mas' bien tt un nteadrnamimlo contínuo de acciones que
que aplastaria a dicho bebé bajo el trasero de dicho pasajero. 'Hat-u; comienzan por los hechos qtte se prolongan en alertas y que apuntan hacia
bebé sobre el as'iento' es. por lo tanto, un enunciado a la vel." constatm' decisiones -en los dos senu'dos-. Doble encadenam'iento que la idea de
y perfomtatim. no importa cua'n calmo. glacial. disgustado. automátx'o. una neutralidad axiolo'gn'ca. (lesprendiendo apresuradamente cl pn'mer
apasionado o chillo'n sea el tono con el que usted lo pronuncie. El nan segmento de los que le siguen. precisamente no permite prolongar.“
del buen señor Spock. ese la‘ntoso vocero de la Razón, consiste en quc_¡ Habíamos olvidado que uno no se lanza nunca a una descn'pcio'n si no es
pesar de su v0.7 mecánica, le dice al capitán Kirk lo que hay que hampm pam actuar. y que antes de investigar lo que hay que hacer. hay que verse
dar cttenta delo que (s. impulsado a la acción por un genero particular de enunciados que nos
En el pasado era posible ignorar esta evidencia imaginando que la tocan el corazón para ponemos en movimiento. sí. para conmovcmos
científicos debian pennanecer tan rxlm‘mrs a los fenómenos que desir} o mnocionarnos. Cosa sorprendente. ahora esos enunciados provienen
bían como aquellos a quienes se din’gian. Pero de ahora en adelante; también (le los geoquimicos. de los naturalistas. de los modelizadorcs
usted les habla a seres humanos de cualquier lugar de la Tierra. yaseadz y de los geo'logos. y no solamente de los poetas. de los amantes. de los
geología, del clima, de especies n'vas. de química de la alta atmósferafici politicos o de los profem.
carbono o de los can'bu's. estamos todos en el mismo barco —o mas' bm'
en el mismo autobús—. Es por eso que todo lo que dicen los cientíñtce
a propósito de esta delgada película de vida resuena de maneta absolo
tamente diferente a lo que decia el viejo discurso indiscutible emitido" ¿Cómo explicar que las ciencias sean a la vez aquello que mulu‘pli-
desde Sin'o para hablar de cosas que no concernían directamente nit ca la palencia de. ttrluar. lo que en ingle's se llama agency." y aquello
aquellos que hablaban ni a aquellos que escuchaban. bo‘lamente akt que pretende no hablar sino de agentes transformados enseguida en
climatoescépticos sc les ocurre, a estas alturas. hacer creer que la ebro“
vidad no debe conllevar ninguna fortna de acción porque sería prensa"
para tener unos aires bien científicos. permanecer indiferente a lo qual ls Debemos :t ¡“belle Stengers. dmle LïmU'nItan dl: sam’rts ¡adorna (¡993)
hasta La wap d le nnun‘no (2005). cl retorno a esa. noción. tan mal" compren-
dice. l’ero. al querer separar la ciencia de sus intereses. es mas' bien au. ditla, tlel tlminteresï que catutterim a gm" parte de la filosofia dc las (iencm'
intereses a los que pretenden poner al abn'go contra cualquier objecict" En Au temps da ((1!th (0000...). este) la ha llna’do a situanec frente a (bh.
H las recomendaciones hechas .t' los redactores de los informa. del (¡IEC
¡Y eso, ahora. se ha vuelto visible! Ls‘ en la 'I‘iena, al contran'o. donde“.
subraya"justamente que hay que distinguir debidamente lo que es 'pdaq' nt
producen enunciados verdaderantente objetivos e interesantes. comolfl‘ ¡Ivan! bul not pohq prrsmpliw'. Slalnuml on IPCCpnnnpla and pnxtdun'. IPCC.
de Keeling en Mauna Loa, porque han respondido a las objeciontS‘k ‘2 de febrero (le L’OlO (P/ntck. o(JH).
15 En adelante. un; .‘t utiliiar el término de on'gen spinnliano 'potencta' de
actnar' para traducir el te'nnino agmq. a fin (le evitar la horrible 'agencnl‘r’
tlad' o '.'¡gentin'tl.‘ul'. y sobre todo pam despejar cpm) de la intencionalidad
y (le la subjetin'dad humanas. puesto que lo que m a I'ntcrcsnmos en todo lo
ción val bastante cuestionada en el libro senu'nal de]. l- Atutin. (la-0'“ que sigue es la redittn'bucion de es“ capacidades de acción.
(mas mn palabras (¡970).
66 CARA A CARA con El. PLANLTA
(:óMo no (nv_s)ANIMA¡t LA NA’IIJRAI.I¿I'.A 67
; pam encarar esta cuestión
"seres maten'ales" supuestamente inert '
paar de su presunto poder. de su inteligencia. de su experien-
me gustaría comparar tipos de relatos diferentes a fin de hacer sen“,
cia. de su conocimiento de los hombres, Kutu’zov tomó en con-
cómo dotamos a personajes de una capacidad de acción. cualquicn
sideración el infomle enviado por Bennigsen. que mantenía
sea. y por otro lado. la ¡[g-"ración atribuida a esos personajes (sin duda‘
correspondencia directa con el Emperador. el deseo expresado
algunos de ellos pertenecen al repertorio de los humanos y otros, ¡1
por todos los generales. las. voluntades que se le suponían a Su
reperton'o de los "seres de la naturaleza"). Vamos a ver que lo que c;
\.l_ajestad. la noticia traída por los cosacos. y no tuvo la [urna
mcteriza las maneras llamadas cientificas de expresarse no es que ¡m
para comprimir ese movimiento: ordenó pues lo que conside-
objetos de estudio sean inanimados. sino únicamente la rsrasa familiar;
raba inútil e incluso perjudicial. y dia su (umlirmnt'lo al hecho ron-
dad que tenemos con esos 'actores' que reclaman ser presentados ¡41' sumada ('l‘olstoit (¡uma ypaz. libro [3. cap. lll: el destacado me
largammlr que los personajes llamados antropomorfos que creemo,
pertenece).
conocer mejor.“
Vov a comparar tres breves extractos de. textos: una novela. una cm'm.‘ (.o‘mo los lectores de la nOVela seguramente recuerdan. a continuación
ca pen‘odistica \,' nn articulo de neurociencia. Al escucharlos uno deu-a Kutu’zov hara' todo por difen'r el combate. que sin embargo al final ter-
del otro. intentarennxs ser sensibles no a los géneros evidentemente du" minam' ganando porque habrá logrado permanecer casi inmóvil. ¡frente
tintos a los. que pertenecen. sino a la multiplicithtd de modos de accion" a las marchas y contramarchas del (han Ejército de Napoleón! Si hay
que son capaces de cruzar. Les pido. en otras palabras. que dejen de un sistema de comando donde se cree que al jefe supremo le es posi-
lado la intemretación habitual por la cual tendemos a oponer los actores ble hacerse obedecer. es precisamente el caso de un ¡ejército en guerra.
humanos a los actores no humanos. los sujetos y los objetos digamos, Ahora bien. en este relato de batalla. pasa exactamente lo contrario: cl
prestando atención en cambio a lo que compone el reperton'o que tio" sujeto humano que debería estar en pleno dominio de. sus voluntades. el
nen en común. (bmprcnderemos entonces que decir de un actor que mariscal Kutúzov. es precisamente aquel que se ha" armar por fuerzas
es inerte —en el senu'do de no tener ninguna potencia de actuar- 0 quccs ¡ob'rlivas a las que no puede “comprimir”. Algunas son “naturales” —-los
animado -en el sentido de “dotado de un alma"— es una operación mu "acontecimientos están maduros". el mecanismo ‘de engranajes y resor-
dan'a y denmda. tes" se pone en Inow'miento-z otras. claramente humanas y sociales -el
be‘ reconoce una gran novela en el hecho de que los personajes no relato de los informantes cosacos. la traición de su ayudante de campo
obedecen a repertorios de acción pren'sibles. y que. por ende escapan; lk'nnigwn. el “deseo de sus genemles'—; otros. por último, son. digamos,
los clichés mediante los cuales siinplilicamos nuestras historias' como si cognitivos: “la expen‘encia. el conocimiento de los hombres". las volun-
jog-¿ramos aljuego de mesa (J'ut (por ejemplo: el -\rlayordomo. el Detcctr' tades “imputadas al Emperador". lus‘ todo eso lo que obliga a Kutu'zov a
ve. la Muchacha Perdida. el Malo). (.‘iertamente es el caso de ese famoso ‘ordenar' lo que cree “inútil e incluso ¡mg'tttlt'cial'. no pudiendo hacer
pasaje de (¡unnijpazde Tolstoi. que cuenta la (no) decisión del mansal' otra cosa que “dar su asentimiento al hecho consumado“. Debcn'a tener
Klllúl0\' en vísperas dela célebre batalla de 'l‘arutino el l8 de octubredc propósitos. pero es tan impotente en su potencia que no consigue siquie
1812. pues consideró innecesan'o desencadenarla para derrotar mejora ra deh'm'rlos.
N.’apoleón: l’or mucho que digamos que se trata de una historia que sólo habla
(le actores humanos, vemos que un novelista, desde el momento en
El relato de los cosacos, confirmado por otros informantes. que esta atento a los pliegues y repliegues del alma humana, multiplica
mostró que los acontecitnientos estaban ya maduros. Los resor- formas de acción que tornan dificil decir en que reside exactamente el
tes sc sollaban. los engranajes rechinaban y sono' el carn'llo'n. A cam'cter antropomorfo de sus personajes. Kutu'zov se hace dar su forma
(es el sentido de la ¡a I. griega marfil») por fuerzas que u'enen caracte-
risticas muy diferentes. Esto quieren decir los estmcialistas en análisis
literario cuando distinguen la figuracio'n de la potencia de actuar: Ku-
¡6 Retorno aquí un tatuaje dc latonr (20Ha). traducido por Franck lxmondf'
(onltden'blcmcnlc modificado. tu'zov tiene, en efecto, la figura de un humano. pero aquello que lo
como N0 (Dl,5")ANIMAR u NATURALEZA 69
.
u
que suena . no una comisión encargada de las' obras de arte: la River Commiss'ion.
se suelta“ y del 'carrillo'n de la comedia humana. De ¡nodo que nos encontrarnos entonces ante un aclor natural. Pero
gnn placer. dentro de ti'gtulo muy niodemm'.
un ba! srl/rr (“alquie ra que haya senu'do la presencia de un arroyo. de un afluente.
un extracto de
finTl‘O'lmficmllllz):.‘Liiálu()(fl). Mcl’hee (¡80) es una son}. dt de un rio y sobre todo de un río como el Miss‘issippi. reaccionara' como
El libro (lc-John
Th! (.o'nlml of Nalun'. en que algunos humanos herokm Mark Twain:
notables sobre la manera
histon'm 1 el agua. los desir/"amiemo,
s age ntes naturales:
hacen frente a invencible otra l)ala|la_ ¡a que Alguien que conoce el Mississippi reconocerá enseguida -no
Ei ltlnt) (le los capitulos clienta
de u'erra y los volcanes. no de un ejército en voz alta, sino para si mismo- que diez mil River (hmmts
libran (0mm la tendencia. ya
los ingenieros hidráulicos
n'o. el \.iississippi. a dejarse captar insidiosamgnk sions. aunque sean apoyadas por toda la dinamita del mundo.
enemigo. sino de un l mucho mas" pequem‘_ no podrían dama! ese curso sin 10-. no podrían refrenarlo ni
mucho n lcllOS conocido,
por el cumo de otro n'o. encerrarlo. no podn'an decirle: “Ven por aquí“ o "Ve por alla"
sitúa por dtba;o del suyo, y que lleva el bo
pero sobre todo cuyo curso se
para lograr que obedezca: l...l violmlar [bully] el \.lisstss'ippi
nito nombre de Alchafalaya.
al! de Nueva Orleans es gram para obligaría a una conducta sensata y razonable es pedirle a la
Si el \.iisstss'ippi sigue com'endo al
constnn’da río am'ba. en (.(‘unisio'n que nin/ml: el curso de los cometas con la esperanza
a una obra de arte bastante pequeña y frágil.
de ser capturadi de verlos portarse bien (Twain. 200]. trad. retocada; el destaca
un recodo del n'o, que protege a la corn'ente gigante
más angosto pero situado iancs' do me ¡wrtenec-L).
por el lecho del Atrhafalaya. mucho
metros mas' abajo. Si este dique llegara a romperse (la antenaïa retomi
Una hier/a de la naturalem. evidentemente. es todo lo contran'o de un
n'rtualmcnte cada ano y hace temblar a toda la región). la totalidad dd
actor inerte; todos los novelistas. todos los poetas lo saben tan bien como
Mississippi. despues de haber armsado el valle del Atcliaf'al'.i)a y arrasa?
líos ingenieros hidráulicos y los geomorfo'logos. Si hay una cosa que el
do consigo la ciudad de Morgan Bay. desembocarí'a. a través de un algo"
Mismippi ¡x)see. es una agan-y. y tan potente que se impone a la de to-
de vanos cientos de kilómetros. al ante de Nue a Orl ea’ns. promando
das' las burocracia. Pero lo mínimo que podemos decir es que el Cuerpo
no Siguió la intuición de Mark Twain. A] conlran‘o. ha decidido hacer
olñx'decer al “curso sin ley“ del rio. 'refrenarlo y encenarlo'. "violentar-
¡7 Para diferencia entre ¡(tantes y utores es un principio esencial dc h lo al punto de impedirle. desde hace dos siglos. modificar bmscamente
m Inspirada en (¡rrimn (Fontanillc, ¡998)
IstsL-In’eandros corno lo había hecho desde hace milenios. ordenando-
del .I’pc'luliceldc la nou-la. 'l‘rilsttii‘ utilin una
dc maninbn de Im xmïdt‘llt.“ que actua con tal necesidad que la Po” laquí y no por. a'll'a".". (bmo. la tragedia de Katn'na n'no a
map“ dc h "mel; dmlnlljn -aunquc desplegada profusamente ¡rn fl á: . S a cuenca Inendtonal del Mississippi. enteramente modifi-
h “mmm punk muuplparcce por completo Prueba de queel druuddm.
“m “y” qm h “ AI, Kar o reducir a \Y)llllll.’l(i Lu ¡mubllidadfl
I
Mississippi continuaba aumentando. tas. simples cuenteros. al igual que los novelistas; los conocemos bien,
entre el Atchafalava v el
la captura El (.‘uerpo debía ms- siempre se sienten obligados a agn'gar un poco de acción a aquello que.
amplitfcando las tondia'anes de
roiulmir algo que fuese suscepti- en esencia. debería estar (ÍtJ/Iïüt/ÍJIO (le toda forma de voluntad, de propoï
pandrra ello. El Cuerpo debía
del Mississippi. y al mismo sito, de blanco o de obsesión. Incluso cuando se interesan en la ciencia y
ble de dara] Atchafalaya una porción
destacado en la naturalel'a. no pueden evitar añadirle drama a aquello que no con‘
u'empo de impedido que lo tomas: lodo (2001: EMO, el tiene ningún drama. El antropomorfismo es el único medio qtte tienen
me pertenece).
de contar histon'as' y vender stts ¡x-n'od'icos. Si tuviesen que escn'bir “ob-
jetimmente" sobre “fuer/m naturales puramente objetivas". sus histon'as
Notcmos que la expresión “por los pn’ncipios de la naturaleïa' no k5
sc.'rían claramente menos dmmáticas. La concatenación de las' causa5' y
quita su potencia de actuar a los conflictos entre los dos ríos puestos
de los efectos —¿y no es eso. en definitixa. de lo que está hecho el mundo
escena por McPhee, no mas' de lo que el “hecho consumado" m'cnflo maten’al?— no debe conllevar el menor efecto dramático. precisamente
nado por Tolstoi es capaz de eliminar toda voluntad en la decision dc —y alli radica su l)el|e'¡a— porque las consecuencias ya están en la causa: no
Kutuz'ov (en tanto que general en jefe, no puede dejar de “darle “,35” hay suspenso que esperar. no hay súbita transfonnación. no hay meta-
timicnto'). Muy por el contran'o, hay allí una voluntad: la dc ¡05'10"n morflmis, no hay ambigt'iedad. El tiempo corre dll pasado hacia el presente.
lucha. Pero el autor representa de una manera completamente diferenl‘ En estos relatos (quejustamente noson relatos). en efecto. no pasa nada.
lo que significa querer: la conexión entre un río mas“ pequeño p€r°_m” en todo caso ninguna (tt/mmm. ¿No es precisamente ese el encanto del
profundo y otro mucho mas" grande pero mas' alto es lo que l’rOPOKlM_'1 mcionalistno? No hacer más liistonas. y no contarlas mas".
los PYDPÓS‘IÏOS de los dos protagonistas. lo que otorga a sus acciones un; ‘ Tal es al menos la maneta convencional en la que se pretende que los
tar. Poco impona que uno sea evocado como poseedor de una volun Infonnes científicos deberían estar esC‘n'tos. Aunque se repita esta con-
y el otro tan sólo como una fuerza,
pues es la tensión 10 IN“ ha“ “la”
n0 l‘awrcpresentación (Gre-¡mas y Fontanille, 1991).
_ . . v‘
¿"1° dUdar de que el Atchafalaya “quiera capturar" 3| M'ss‘.s5lpr'Pt 2‘0 Tail es el principio de simetría intrtxlucido en sociología por (.a‘llon “986).
Es una maneta de hablar. que subyace .1 la teon‘a del .‘ictor-redt En lugar de una distinción cnlrc objeto
sí, perojusu'fica que se uu'licen palabr3le l" S‘JI'CIO. se obtienen matices a lo largo dc un gradiente que meula las Íigun
Cas. palabras de batalla —“dar"_ ciones humanas y no humanas
“proveer”, “responder”, "¡m
darle sentido, dirección.
movim iento a un río que es de ¡0 m”
72 CARA A CARA (ION El. PIANETA
assujd'ü a los capn'chos. al mal humor. a las emociones, a las' reaccioncs incvilablcnlcnte. impulsan a actuar a aquellos que se ven arrastrados por
e incluso al reianchismo de otro agente. que extrae. el también, su cum tales relatos. De este doble lenguaje proviene la idea de una distancia
infinita entre descripción y prescripción: si seguimos una cadena causal
dad de “stu'eto' dd hecho dt (¿lar igualmente sujrto a su acción.
en la que no se supone que pase nada -ninguna sorpresa. en todo caso—,
Se'r un sujeto no es actuar de fonna autónoma con respecto a un nm
entonces parecera‘ que el abismo es inmenso con respecto a los términos
co objetivo. sino romparlirla potencia de actuar con otros sujetos que han
que utilizaremos para describir la accio'n moral. política. artística de los
perdido igualmente su autonomía. l‘s' prt.‘cisa"mentt.' porque nos mmm
humanos. Pero sucede algo muy diferente desde el momento en que la
confronlados a estos StJr'etos —o mas" bien cuasi sujetos- que debemos
descripción científica despliega esa profusión de acciones, muchas de Im
abandonar nuestros sueños de dominio y (lejar de tetnerle a la pesadnh
cuales se parecen a aquellas de las que los humanos acostumbran estar
de vemos pn'sioneros de la "nattnalem'." En cuanto uno se acerca ¡
dotados: en este causo. la distancia entre fonnas de acción que cncadenan
seres no humanos. no encuentra en ellos la inercia que nos permilin'l
continuamente a actores con múltiples reperton’os se vuelve minúscula.
por conuaste. tomamos por agentes. sino. al contrario. posibilidades dt
la pregunta. por consiguiente. pasa a ser esta: ¿por qué aquellos que des-
actuar que ya no (amm dz vínculo con lo que somos y con lo que hacemos,
cn'l)en las acciones de la Tierra unas veces afinnan que lo que ocurre no
lnversamente. por su parte. (¡pero ya no hay “lados"'.). la Tierra dejódg
es otra cosa que el desarrollo de “estrictas cadenas de causalidad", y otras
ser "objetiva". en el senu'do dc qtte no puede ser colocada a distanm' veces que se trata de mucho mas'? Lo que equivale a preguntarse por
considerada desde Sin'o y como chiada de todos sus humanos. La accim.’ que'. si la Tierra está animada de mil fonnas de agentes. se la ha quen'do
humana es visible en todas partes, en la construcción de conocimim pensar como esencialmente inerte e inanimnda.
to tanto como en la generación de fenómenos que estas ciencias son ’ara comprender lo que puede significar la idea de una Tierra que re-
llamadas a demostrar. En adelante. es imposiblcjugar a oponer dialct'- troactuarrl'i con nuestras acciones. es evidente que no hay que simplificar
u'camente sujetos y objetos. El resorte que hacía funcionar a Kant, a lle de antemano el reparto de posibilidades de actuar entre actores llamados
gel. a Marx se ha soltado por completo: ya no hay suficiente objeto pm humanos y no humanos. Lo que .Sc'u‘res “990) explora es esa debilidad
oponerse a los humanos, ya no hay suficiente sujeto para oponerse a los congénita del derecho natural que consiste en decir simuluineamente que
objetos. Es como si. detras' de la la'ntasmagoría de la dialéctica. la zona en efecto hay derecho en la naturaleza -esa dimensión prescn'ptiva que
metamórfica voh'iese a ser visible. (knno si, por debajo de la “naturalm'. hemos reconocido mas' arn'ba- y que. no obstante. el derecho. el verdadck
cl mundo reapareciera. ro derecho, se encontraría solamente del ouo lado‘ en la cultura. De allí
la idea aparentemente absurda de un contrato con la naturaleza. mientras
que todo el mundo reconoce que la naturale'la ordena, ya que por inter-
medio de lo que es nos “dicta” lo que hay que hacer. El límite de todo
L0 que penurba en esos enunciados híbn'dos propuestos por tantos in derecho natural no es querer buscar un orden que permita legislar. sino
restigadores sobre las acciones. movimientos y comportamientos de h hacer como si hubiese (Im series paralelas. y solamente dos. una de la “natu-
Tierra no es su manera de establecer una continuidad entre el ser yd ralel‘a", otra del derecho. e indagar cuál sería la copia de la otra.
deber ser. sino mas' bien la manera siemprt ambigua en que. tratan la Dramatizando la idea de un contrato con la nattnaleïa -tomada del
hechos establecidos. Algunas" veces se trata de cadenas" causales que pu} contrato social, igualmente mítico, de. Rousseau-—, be‘rres explora una
recen no atn‘buir nin’tgma ¡Orina de acción a la sucesión de aquello qIK solución muy diferente: si no podemos ni evitar extraer un orden de
se dice: otras veces. por el contran'o, esos mismos invesu'gadores despïïb la naturaleza ni descubrir ese orden es porque, incluso en nuestra tm-
(lición occidental, jamás ha habido dos series paralelas, sino siempre
esa prolilt'vmción (le. intercambios entre figuras, que yo he. llamado zona
melamo'rfica.
"¡Ji In‘ (onteptm '« uasi objelo' y 'cuas'i sujeto' fueron introducidos Por Sd",
“980).
82 CARA A cum con u Puna/t
¿Qué diferencia hay entre una fuena (física) y un lazo (jun'dicoyfay Serres no propone animara la Tierra pretendiendo que ella se beneficia-
olvidemos que I'J' conlmlo naluml es ante todo un libro de filosorud; n'a de una suerte de comprensión. de simpau’a o de soberanía. Es todo
lo contrario: propone tornar a la misma fuerza de atracción como un
derecho y que procura tomarse. en serio lo que significa “ley-(3' m;-
vínculo que nos pennitin‘a comprender que' quiere decir la juerga del de-
expresio'n “leyes, de la naturaleza". A pesar del titulo del libro. el com
recho y la palencia de la comprensión. (,o‘mprender es aprehender algo;
to natural no es un deal entre dos partes. la humanidad y la natunlm
¿cómo aprehender mejor algo que dándose sometido “sin obsta'culo' a
dos figuras de toda maneras imposibles de. unificar." sino una scm'd,
la "resonancia" de todos los otros cuerpos? No es antropomorfismo -la
transacciones donde podemos ver como. desde siempre y en las (¡mm
metáfora iría entonces del humano hacia la fisica- sino mas' bien un fi-
mismas. los diferentes tipos de entidades mon‘li/‘ados por la geohmm‘
.un'iorfisrno —Ia metáfora \d" de la fuerza al derecho—. Serres quiere decir
intercambian los diferentes rasgos [train] que definen su potenm'dg que efectimmente. y a fin de cuentas. hablamos bien 'la lengua del mun-
actuar. Fsc es el término técnico. tomado del derecho. de la geopolina’ do". a condición de. aprender a traducir "las versiones aninus'ta. religiosa
de la ciencia. de la arquitectura y de la geometria. que sum utiliza pl.- o matemática" unas a otras. deudion. el gran proyecto de Serres. se
designar estas transacciones entre dichos sujetos y dichos objetos. Pin convierte en el medio para comprender que' es lo que nos un: y de que'
hacerse comprender. propone el mas' improbable de los cjemplmdo} dependemos (berres. l974). Si nos volvemos capa'Ces de traducir. entonces
la gravitacio'n universal: las leyes de la naturaleza comienzan a tener un espin‘tu.
No vean en este vínculo de la grax-¡tación y el derecho alguna suerte de
la palabra trail, por último. significa a la vez el vínculo mateml' licencia poética. Simon Schaffer (20H) ha mosuado. en un magnífico
y la rasgo elemental de escn'tura: punto, trazo largo. alfabeto bi articulo. cómo Newton pudo tomar de su propia cultura un conjunto de
nan'o. l-sc'n'to. el contrato obliga y une a aquellos que escn'bcn rasgos para el nuevo agente que mas' tarde se impuso como la “au-acción
sus nombres. o una cniz. debajo de sus cla'ttsulas'. [...] Ahora universal". Newton estaba obsesionado por todas las formas de acción a
bien. el pn'rner gran sts'tema cientifico. el de Newton. sc liga distancia, tanto por la de Dios actuando sobre la maten‘a. como por la
mediante la almta'mi." he aqui otra vez la mu'ma palabra, el mu'no del crédito en la economía. o como la del gobierno sobre los sujetos.“-
rasgo. la mu'ma nm'on'. Las gratuit: cuerpos planetanos' sr tampmida Teo'logo algo rayano en la herejía. experto tanto en alquimia como en
y món umdas' por una (q, nm'antmlt. pero que se pam: a un m
deben, por as'í decir, ser mezclados, molidos y elaborados en el mtsmo' responder a las' preguntas “¿quien habla? ¿quién actúa? ¿quién hace ha-
recipiente.” Incluso las entidades mas" respetables —los personajes cn ¡15 blar? ¿quién hace actuarP". Para comprender esta extraña situación debo
novelas. los conceptos científicos, los artefactos tecnicos. los fenómcnm introducir, además de esta zona de transacciones que he designado con
el termino metamórfica, otm operación muy diferente por la cual. m (l
nalurales- han nacido del mismo caldero de brujaS' porque, literalmente-
lenguaje y por el lenguaje, vamos a vaciar a una cierla cantidad de persona-
. í . 1 I Ñ y 2 ' r . _
40 (.oncepto l'nonto
a
'
'
consecuencia podría Cf’ómo Alemania tuvo mas hagas de
(moda). ¡gmL
o Causalldad Pad
_ Como í
se dice familiar-mente, sólo (a, n el último año
enpodelaenroso , l hem-ar m.
ahso
do o estar allt en 'd rminos unos tras otros, peroes dc victoria, que durante lOs cuatro años precedentes.
lquier esperanza
en
n fiK _ rar“ Podemos “ es la Su Muestra que en
la
meme
alli para situación más catastro'fica, cuando e l Reich ya está
. ¡a
guada' i
dhadb rá desaparccr o.í her logrado la guerra está claramente condenado, cuando
mmm, u del mundo ¡ perdida y cuando todo
e la «visión cientifica el mundo, desde
La gran p aradOJa lan“) FM"ra la Cichla .com.o
ncralcs hasta las amas de casa, lo sabe perfectamente, los go
. la hu-wn‘a‘dad del md!rndo
Sd luego la "mmu'vidad para la poh.“ no obstante, a falta
m Interior que de una altemativa, el combate continúa y el sistema
y ¡a nehgmn. Ycondella. e e ' nos pep
o como «3.3 -. ser .. permanece casi intacto hasta el derrumbe
Donna Haraway pr (.ht rt decrr. final.
. 0 u con el
mite ser e n cl mun ‘ B precisamente porQlle el
5 Yo no digo que ¡a “"“Cia "abría “desencanu carácter evidente de
la amenaza no nos
mundo fi (Hal-am» 20] ). pc rder todo lazo con el “mundo vivido" hará cambiar. que hay que aprestarse
c _ _ ndonos a rehacer la políu'ca.
do“ el mundo halc ha camada H . . ¡Sino nada agradable, armonioso o tranquilimdor Si no hay
-
r.
(.‘AIA. FIGURA (Al. FIN PROFANA)
(.‘o‘h L" l. t’l-ANFT'A DF, LA NATURALEZA
94 CARA A ("ARA
(¡sin
rclac ión (un
c on Dian Hitchcock
. una W Sl¡Pm-ado
el primer impacto. los astrónomo
amet ¡dad de (l
x’lClí! ¡lll “o detectar \'ld¡l en Nllaru.‘ “mmm. ¡OS Sacerdotes y los’pastores, s. los escn'torcs.
vrtaufl'itk’l red
“Gres
. . lovelock
al igual que los libertinos. los
. a a.)t s‘obre I'I
‘ posibil SC Siena-n un pOQtIllU lncolnodos
el cmcS‘ entonces P¡.0pu|.._-ar a pudie-
d os at traves de estas nuevas Tierras
" Los
y Hitchcock. l961). -'s—'."".(scc . ron d C wmmnl-Cs una vasta pobla-
a sus ('()lt.g«“' “M "d ’ " Oncehu ficticios que se pusieron a
a CO" fcsarles
¡osos de "0)‘(1gpj y’ más (al A vivir toda clase dc aven
a l ve rsc obligados . . h las nusrones clonbscïwlr “¡h-¡hu tu ras
le os? C0S S . f ' e
(:osttunbt‘CS de toda suerte de
criaturas exuañas.
los artefactos ("mp Juan enviar a la «"P‘T‘C' de Marte . Yaovos ¡olmos astrono'tnit‘os Los
i co“ aillda de Kepler, (.‘ymno. Descartes.
de Viking. 0"" pro“ a st‘lmïldmc InlNlcc‘Wíon‘ a Fonte nelle
' . responder Pregunta propósito de un mundo
dc g¡ganls c (05 (Oh? (CS- Que para - ¡la que se exte ndía constante
-
ría quedarse alli nusmo d ondei 'a ’ l -.n l l’asa
.9.
5
n de na! ¡“CHIC
p-
F
. " se ' P0)rq¡¡e em homogéneo .17" _10('¡0_ ¡“San tomaron creíbles.‘
mejor Saludo“ -¡' - acne )' . ta rojgJ 5_° Y. como
dicen los autores. CO" "l‘m ,h . ‘ había ¡"vcnmrlo el espacio lnÍ-lllllo se
l “nc semejante a sí mismo
Que Sc comen!“ Sl la .itmoslt ¡a esta (,n cth. se podía (¡m- nlguna (‘OIlSlSlCIlCl'd en todo lugar.
un modesto ms" ' un "¿mo para verificar a la idea de “un punto de
wndrá" su ¡.cspucst. a 1- (,on
* - ‘ vista de ningu.
(.sta simpl c medula. - “a para.“ que permitía a unos
. —' ().V espiritus desencarnados e
bno qll|mlCO 0 n ¿sfcra de
Marte es peilu (¿ment . c'll\(.ll. nc.“- intercambiables
, ¡o ha escñbir las leves aplicables al cosmos entero.
sabnan que la atmo mr en grandes gastos ag , .' par . n Dejando de lado las cualida-
y volar li.ta .¡lla compro. '
C ‘
"¿estdad de ent des secundarias —el color. el olor. la textura. pero
V ‘ también la generación.
bar ¡o que es L.HdC v‘ nlc.no
le impacw . cl cnvejccimiento y la muerte- y ale-"rra‘ndose únicamente a
¡a snnetrla - - . los gestos . las cualidades
F . i a tl entu. de Co.
s Inevuablc (lulc k “e 3'73" , g . . pn'meras -l.'¡ extensión y el movimi-uito—, todos los planetas,
A modestos instrumento hacta el Ciclo todos los so-
,
lllco y los dc Love (K‘ - (l les, todas las galaxias podían ser t ‘atados como
“uhñmimnm C . , . bolas de billar.'-' Después
mdicalmente opustos. (.uando. a pan"
efectuar dc . _ _. dc todo. cuerpos en caída libre son cuerpos e n caída
_ c N. . . ' libre; ¡cuando usted
para
de IAS' 'Image
' nes temblorosas. ¡nsadaxs Y d‘ {0"“(5 qu 'u u “SCGPM m“) ha visto uno. los ha visto todos! La exte nsión
infinita del mundo así como
‘ al Galileo decidio. gracias a su Conoeimiento profl&mdo de] del conm‘itniento del mundo se volv ¡a posible,
8"“ df: I ‘una‘ .mi“ 3 puesto que cada
ver las sombras proyectadas alli por el )l sobre litemllnente el mismo que cualquie- r otro, por lugar em
diferencia de unas pocas
dib‘uo"dc íram(rle-pIiLas viva’lles lunares, se apresuró a (‘St.'\l)lt.'(:cr'. cuntre la Tu; coordenzulzts. (lomo indica la e xpresión
latina res extensa, la idea de
mvnmnïu' "l't ' un nuevo tipo de continuidad -p;u:¡ no decu' una num que es una rosa podía rxlmuIme, en lo
efecto. a todas partes." Retomando
eran planetas. ambos-eran cuerlpvols 'he'clliosddmch cl célebre título de Alexandre Koyré ( 1962)
. Galileo y sus sucesores per-
misma materia uniforme. tenían la misma dignidad y ¿gira mn da'ree! or mitían a sus lectores pasar “del mundo
cermdo al universo infinito". El
de otro ('enlro. De ahí en mas', el espacuo indllerentmdo ¡{o ¡la l)x en cspín'tu de las leyes de la natur
ale/za flotalm en el cielo.
derse en todas' direcciones. La Tierra ya no esta'ba relegada en los ajos Y a partir de estas localimcione
s ficticias Lovelock imagina n un astro-'
fondos de un mundo sublunar. rodeada por (‘ll'ClllOS (le cada ieduhsnu nomo marciano que no
te ndría ninguna necesidad de
elevada dignidad. desde los planetas supralunares hasta la esfera. l CTRN volador para decidir. por viajar en un plato
l a simple lectunt de sus instrumentos
estrellas fijas. ale-¡atlas tan sólo unos g nidos de Dios tnlsmo. Ahora a Sin te ficticios. que la igualmen-
Tie rra es un planeta viviente
rra tenía la misma importancia que todos los otros cuerpos ctrlestcsr.en puesto que su atmósfera
su hijo ZetsL. Sale vencedor el olímpico. pero desde entonces los pobres un viaje por el espacio. gracias a un boleto gratuito que le fue regalado.
humanos son víctimas de los n‘entos. de las tempestades y de los ciclom,s
para rematarla. por un 'que‘no es otro que Richard Bmlnson!“
de Tifón. Desde el punto de vista de los dioses olimpicos. esas" divinid} ¡Vamos! lisa mezcla de crencra e inturcrones vagamente esprntualum no
des llegadas tardiamente. Gaia es una figura de violencia, de génesis yde Puede ser el centro de una nueva Vis'ión de la ciencia. de la política y de
astucia. una figura siempre antecedente y conllïldifloria- Si (-‘SL’Í ligada a] ¡a religión. Qué idea estúpida. compararlo con nuestro gran. inmenso
orden lv a la ltev. a Temis. esa Iigazón se realil’a en la violencia y los (cm. Galileo."
blores, pero sobre todo en la duplicidad. (Zomo bien dice Detienne, cua Uno de los motivos por los cuales me resistí a estas advertencias es que
cambia constantemente. no estoy muy seguro de lo que habn’an dicho mrs' detractores. si hubio
sen vivido en 1610, al leer el Sideneus Nuna'us publicado por ese cunoco'
Fue Gaia quien concibió el subterfugio de la piedra envuelta en ingeniero barbudo que firmaba “Galileo”.'° Despues' de todo. un mate-
pañales en lugar del recién nacido, escondido en el io‘ndo de mático que divaga sobre Dios, la Tierra, la Luna. la lglata.‘ la Biblrz' y el
una cavema en Creta. esperando que se convirtiera en Zeus. A destino humano, que compar-a la Tierra y los planetas con bolas de billar.
lo largo de toda esta “arqueología” del mundo divino, (,‘aia da dedicando su obra a un Me'dicis con una perfecta adulonería, tal vez
muestras de una capacidad de conocer lo que va a sobrevenir: no habría tenido una recepción tanto mas' favorable en aquella epoca'"
ella aprecia el presente cn función del futuro que lo habita, pre- Richard Branson no es el duque de Médicis. por cierto. pero entre las dos
figumndo de esta manera ,el buen constjo v1 la sabia prudencia cosmologías hay una simetría inversa tan impresionante que me interaa
que van a caracteri/"ar la acción de Temis, en varios momentos explonn'lzl. En los dos casos, lo que está en cuestión es el movimiento v‘el
de la carrera de Zeus y. en especial, cuando Tierra, esta vez Conil”)l'(.'lll|i('lll() de la Tierra. así como el destino de aquellos que la ha-
demandante. venga a quejarse de la prolilk.-r.-u:ión de la especie bitan y que afirman conocerla: eso basta para tomarlos en sen'o a ambos.
humana y de str creciente irnpiedad sobre su “amplio pecho" Si hay una maldición que pesa sobre la teon'a de Gaia es la que el mo
(Détienne. 2009: 166). dernismo introdujo en la cuestión al imponemos desde siempre tratar
nuestra relación con el mundo según el esquema Naturalem/Cultun
Aquella que se. queja de la impiedad y del peso excesivo de. los humanos. que hemos intentado invertir en las dos conferencias precedentes. Bte
sin duda alguna. no es piadosa. Por lo demás, a los arqueólogos no les esquema es en g mn parte heredero. e‘l mismo. del descubrimiento que.
resulta nada facil encontrar sus altares, enterrados como esta'n en caitr- pam simplificar. podemos llamar “galileico'.” Una vez inunducida en
nas profundas, bajo las ruinas de los templos erigidos mucho mas" tardc lïsica por motivos inicialmente sólo prácticos. la distinción entre las cua-
para din'girse a dioses mas“ convenientes y mejor celebrados (2009: l66). lidades primarias y las cualidades secundan'as se puso luego a prolifemr
L0 que es verdad del personaje mitolo'g'co lo es también de la tcon'a en todos los dominios. Si a Galileo le era necesan'o retirarles a los cuerpos
que lleva su nombre. Si, sin ninguna duda. hay una maldición unida a la todos los eomportam¡entos para dejarles sólo los movimientos. no había
teoría de (laia. Por otra parte, cuántaS' veces se me advirtió que no rectr motivo alguno para hacer de ello una filosofia general. y menos aún la
política de una Tierra sin comportamiento alguno. bo que para Galileo
rriera a este ténnino y que no confesam a viva voz que me interesaba cn
los libros de lxivelock... hasta el punto de escribir una obra teatral sobn‘
ellos y. para coronar el conjunto. ¡centrar en este personaje la presente
sen'e de conferencia.’s! “¡Por favor. no puede usted tornar en serio". mt
"ue una prï-V'qulción en ingles' dc Lovelock en ‘Doonudav pending‘.
decían. “esas divagaciones pseudocientificas de. un viejo inventor ¡nde
(."I ¡diam Television. I'ht’ Ilnur. (youtube.corn/hatchñNRQ-NanFD.
pendiente que afinna tranquilznnente en la lelt.‘visión que siete octmw IG Retomare’ esta fecha. llilO. en la sexta conferencia. Act-rra de la recepción dc
partes (le la humanidad serán muy promo elimimtdas porque, como un este texto, Bizlgioli (HHH).
|7 l-ZI enredo de ¡xilíricm religión. diplomacia y competrc'kín undémrea' esta
nuevo Malthus, el pretende haber calculado la ‘capacidad de c.'¡r¡,,."|' (M
estudiado en Biagioli (2006“). que presta espec-ral atención' a su rrhcm"n con
planeta 'l'iemi —lulos trescientos millones-; y que de todos modos eso If la mucirnte economia.
(la igual. ya que el va a morir, lejos de la 'l'ierm, en un cohete. duran" IR Es el sentido que le ha dado “used (2004).
FIFA
.
¡04 LARA A CA RA
con m. PM” (.‘AIA. FIGURA (Al. FIN ¡mor/uu)
mz LA NATURALEZA ¡05
. s. . uanor
u sf nn . en un fundamcm
cómodo expt (llCIllC .(. 05 1' bono csu‘lo italiano. Lo
era apenas un de Dcscnncs y (le sus sucesores.“ 0 "lc. mismo ocurre con
Loc ke. . .. . . bc m v ‘ . , .. r _ Lovelock cuando
-
tafisico c 05 d” c - - L'ñlll/"iClOll r m repatriar esa misma [term .
" "mn sm 1,“ I‘ ¡ntlelnda 530€ u a un cosmos mito.
a o, p rcCisamemc (le
S. A .
prohcnt Pa I'd traducir a
‘¡n embfg C rmitido desnnimar una sección del
Pr lengua "ms: o menos comprensible
- '‘ llllíl esta potencia de
ue h-‘l l’ c la Tierra ¡enga actuar que hace
la extmn'a ope racioll (l hncrw t, dc sobrcilIlllní" . . “d . . un comportamiento -que
oli SCCCK)". "Ihr.
' 'l declara; sc muestra ante
ObJCUh q" . res como dotada de un envolton‘o los ojos
(lo. declarada c l ' l ‘ t‘ 1 l \I
distnlmt Ion (..u ana A: _ .
—lo que sensible y perccedCro-.
. ' v
l libre '
l's'ta Whl'l cle'r'rodcbc’ (alubién
subJCln’a. conSC ¡CHW . ,
ó ..bl'furca(:l()ll , _ .1 .I. , "_¡\¡ C a chead él, mezclarlo todo. el in-
de la natuulca ps, cuatro “gh sccvaniluoswn de mm reciclar las mclaf"oras
llam ,nan'L-raly para terminar pam que
(¡998 “9201) lau-ón (le la teoria
. - L. » rc de (una. Dado q por hacerles decir
(oda Inl'P , t “c can. Tan-(0 [0“?ka como otra cosa.
despucs' mbrcl Squclnq Natumlt-Iza/(ultum —¡ ds, - como .. can (xallleo vacilan. ¿Set conuadicen?
la 1 nena Sí. desde luego:
no cuadra ten e C ‘ '
Galileo no cuadmba en el cosmos inc-(lieval__ asar de la naturaleza al mundo Siempre
es sumergirse en
vimiento dc h v N c i I “ppunar los hábitos la metafísica.
n,“ A de su disciplina —pa.ra Galileo
, c mr cie . pngcauciones. lan un sentido, ¡es Locke nm vclock la mmm-Ca- la mecánica. para
con!”
“lllmoc cn otm cosa mas' activa, Lo-
ha) qu No
bovclock'
la ‘e ' ' emos a conclutr el pi ()( eo d CSIC
mnnos picnpu mas" abierta, y también
corrosiva. mas'
¡nodo en qllC ÍÏ'HHOS SC l’rCCil’ium.‘ “.“n‘lue siempre
descre'd'lI 0 delc mismo raw]. de
(,‘alileo... [asta vez, (l(',l)('rlll()S logamos pero cl problema de Invclock es nuevo:
a desuenIPO-M"fio.o (¡d una o”
I-ul'cio retrospectivo (le la historia.
"ión sm mr facilmente a la maldicion pretendiendo que el "Om
manu’enen vim la fina película de las zonas
breydc’eunp()dzirltaecoriuI no tiene ninguna ¡nuiortaneia y que. (‘lelspués de todo. cn'u'cas unos simples
ros ¡nenes y pasivos de un sistema pasaje-
los cientificos sen'os evilil" ¡”du ¡0 l”“’:“'hlc“d "ombre, ("'“av Y Prefieren fisico-químico? Su problema
cn comprender en que Sentido la Tierra consiste
cl eufemismo “ciencias del sistema lieria . líero “seria hacer 'lrampai es acu'va. pero sin alnbu'nie'
“¡m y comprender también un
pasar dc un personaje ambiguo a otr'onattn m'aS' (lilic‘il (lt‘rdefuur. cuál es la consecuencia
'SM' inmediata de eso:
¿en qué sentido puede decirse
ma“. ¿que cun'oso animal es ese: ¿bn I uan? ¿.L-n (.icloper ¿Que que ella mmaclua' a las
clase de acciones coledrvas' de
los humanos? Antes de condenarlo.
rctorcida diw'nidad? Evilando el verdadero mito, caeriamos en el hay que sopesar cua'n
falso? problema, puesto quc. para hablar inédito es este
Mito y ciencia. bien sabemos. hablan lenguas" que solo son de la 'natumlem". Lovelock
(listinme; no dts'po-
nc sino de la nu-talïsica heredada
apan'encia. pero en cuanto nos aproximamos a esta zona de Galileo. Esta “naturaleza”
meta-morfia de la que
que hemos aprendido a detectar, ambaS' se ponen ahora salx-mos que no r5 mas
a intercambiar sus que la mitad de una definición
rasgos. para expresar. prolongar. aquello que quieren la cultura. de la subjetividad simétn‘ca de
decrr. “.No haytr. y de la humanidad.
siglos conlle ."l un pertrecho y que desde hace \an'os
mito puro como la idea de una ciencia (lepumda de moral, de política
de cualquier milo'. y de teología del que
diría berres (1974: 259). jamas' ha podido librarse.
[,ovelock no es ni filósofo
No. hay que hacer con la teoria inventor autmlidacta. ni letrado. Ls‘ un
cientifica de (,‘aia lo que los magníficas Debe improvisado todo
a fin de cuentas logra por sí mismo. Pero lo que
uabajos de los helenistas nos enseñaron construir. de un
a hacer con personajes miloló la Tierra que es enteramente modo u otro. es una versión
gicos como la antigua (ka. Lo‘mo de
siempre. hay que reemplazar lo que dz, aquíabajo. Digamos
son los dioses. los conceptos, Tierra hay que volver que pam estudiar la
los objetos y las cosas") por lo que baten a la 'l'ierra.
Para lanzar la Tierra en (bum ¡m notaremos.
movimiento a través del universo infinito. pese a los numerosos
VClock, (iaiajueg tanteos de la prosa de
leo “992) debe mezclarlo todo. a un rol mucho menos Lo-
desde luego: aquello que atañe a DNS co. mucho me religioso. mucho menos políul
a los Pn'mípcs. a la amon'dad, a la nos moral que la
forma de los cuerpos. e incluso.
'
C0
m3 emerge e concepción de la “naturaleza”
‘ n la época de tal como
(amos Galileo. La pamdgi'a de esta figum que
mmmm“forwomhïlr CS ‘qlte el inten-
nombre de una diosa
2|: ¡Hnd'lflfln'a lïellnmcnle mmm nl”gimc nnpudrca pn'nn'tim. proteiformle.
retoniada en l)elr.¡ise ha SldO dado a aq-uello
upcnxlblcs comentamos (2015). que tal ve‘z sea {a mhda‘d
en Stengers (2002). Significa u [‘1"‘l)l<).(ll¡c1(.la por
la c1encra occrdental. Si el
é
l
l
(mm, Hook/i (Al. FIN PROFANA) ma
IA NATURALEZA ¡07
.
quimicos habian establecido finalmente su paradigma
a l l > no es el papel quo ambos asignaron a los micma. al aprender a dar
cuenta de todos los fenómenos que podían analimr
“¡du-flor Cl'pm c ( nsecuenckts que los dos e.\'traieron de ello pamb en sus laboraton'os
83"¡‘s'ÏmS' ,sllno,:.(¡)ascckoi10 mediante “reacciones estrictamente químicas"
es el autor de un libro que conocemos con su (Bensaudoh’ncent y
Stengers. l992; sobre el caso específico, latour.
[al francés] Una medicina para e'l [Ilarzelanil’astcm 1994). Por eso. no tu-
htmcduncido vieron paciencia alguna. por lo menos
al comienzo. con ese traidor
después de haber dado forma a sus microbios. enseguida intento comm Pasteur, aunque el también fuese químico, de
cuando pretendía poder de-
ccr a los cirujanos (le que con sus escalpelos infectados matalkmn asusp} mostrar. por ejemplo. que el azúcar
no podía ser transformado
cientes sin siquiera darse cuenta. Del mismo modo, Loveloc, apenascy hol sin la adición de un agente en alco-
desconocido. la levadura. cuya presencia
bozado el rostro (le Gaia, intenta persuadir a los humanos de queurna“: era indispensable. según
él, para desencadenar fermentaciones.
el extraño destino de haberse convertido por ignorancna en la en] ojos de los químicos. A los
era un retomo al vitalismo
de Gaia?” (bmo si el desafio, esta vez. no it‘tese proteger a los. humana un sospechoso espin'tualisnlo. del pasado... incluso a
contra los microbios. ¡sino comprender la peligrosa retroaccwn dc las (bmo hemos visto en
la conferencia precedente,
ficos. captados en los agentes cientí-
la etapa naciente, son pn‘mero
tanto antes de que una lista de acciones.
se les de un nombre
menudo en esa que rcsuma esaS' acciones... a
22 l.’l"l(‘lll’.ll)l'LHIL‘HK'. como veretntxs en
la sexta conferencia. lo 34:6le
lengua, el griego
6 antiguo, que ya ningún científico ha.
como una cent-Ia sin alcohol. es lo religion)
sin la religión. ll’crO www
bla. Lo que un agente
es capaz de hacer se deduce
mas’ lejos. ‘Mundano' sería un buen
te'miino. pero si Cl ingleslia ('ON‘“ de lo que ha hCChOZ
mandara, los franceses lo .‘wx‘iamos
mas bien con la "nmmlantdad i
23 (bmo me lo ha hecho (kl-h'
notar Olivier Morton (comunicacio’n
delunio de 2015). eso es lo Que une a lnreltx‘k con la tmtlIClon de 26 la magnífica
W biografia escn'ul por René
(¡935). 'l'ainbie'n los lil/.03 (un Dubos (¡995 [1950]) multiplica
para el inventor de lu noción (le ecosistema. cl 3‘73“ l n cn'sis ecolug'ica. (Dubos
su'temzitico (le las también es cl autor de uno de los
conexiones no implica ningún llolismo. pn meros libros para
24 El libro dejames cl gran público sobre la Tierra
lnvelock. Gaia. A Nau Look al Ljit unificado: Ward como mundo común y
25 '¡La plaga dela gemel". título del u’ln'ino o" MV“ 27 Tal es el subtítuloy Dubos. ¡972)
capítulo. dc la tmd. fr.: Cmphy’swlagte." mmm”! mi
1" d'la un“
(LAIA. FIGURA (AI. PIN PROFANA) Dr. LA NATURAtm
¡09
. l . . u
.¡3 "¡mms (le Lu big. LI levadura- n Si gmdualm‘c-nw ¡0.5 químicos lcadmbpiaron
, r. lc'n l ‘ ' .. . J de .opinión,. ¡no fue sólo
a ¡k.¡.¡¡)(,-ntmit)n. l.n el “¡Mmmmo calm, dc la habllfdadlcxpenmenea a
I q H(¡(7 l de asteur, Sino tambien
(lt -I'iw|(lo a. - ,- _ 1 porque ha-
' n uclo -"n;|(lt) 2| un tle.lmo mas ¡{Im-¡080 a
em mui-a que e. bía ¡agrado reall7ar a mismsca losene ebexpenenCIas, pero esIIa vez
el nnst o [K‘D'Onilflr tra los w.m¡¡sm'.¿_ cuya causa . I con-
actua a de a'bmar. Por medio
l l
(le Pasteur.
c<,'-l(.'ln't'.'- l de una
serie dc magmficías e-xpe-ne-ndCIas, Pasteur
(e xto esjustznnenle y" .habia .dem-ostrado luego
láctica ordina. que
dcc ¡ón una lerlnentación .
aquellos que segru’ran'crhcy'ctna 0-, como
.Felix-_Archime.de ¡Pouchee
os con .'uen mos reconocer por enclmzt (lel en la
su".
l
Si examinan] e po gcncmcl-ón espontanea. a nn con'taminado su
- qu
(en cultivo Introduciendo
n'a lmv casos '.¡
. "¡'u'ngtrnatla unas manchas de una subrcpu-Ciamcntc lo que muy pron'to Iba a ser
4
muii?“
ireo y (le llamado 'microbios'
’
I. . . l.
Inento calCi ¡"H-s ¡kn-man una .ona ( n .i superficl'c
mur’ ¡989). Allí donde Pouchet vel-a una potencia de actuar
(la-
l.
Jusmnrin gn. espana/"ca, pastel", por “el contrario. autónoma y
lograba mostrar que no había
del sedimento. mas'
c SO. S mamen ht”
' .0 que un “medio de cultivo en el que se podía, a voluntad.
t ll (A ‘ “sembrar” mi-
g'Mt) .Io dl.m>nm..'rla del cáseum. del gluten en (liso. ¿roorganismos pero que también se podía, a voluntad.
.' [i min"! -
no esta ‘ ( I
. a
7¡(Illa ¡"(liCÍl que se”
u ( mantener estéril
(C que‘ a (amo u'empo como se lo deseara. La exts'tencia de
( l (‘. l All SIIC!
Iucio’n. cif-r ,
1 ll‘l - IHLHÍHCR)“
“dn‘l,I la
8‘ la generación espon-
"a" ldÜ dl" peso (¿nea se había desmnecido entre sus manos para
HI ql K' haya
n u
' reducirse a un simple
(W101.
Inl“ ligero. comparado al (le la Inaten'a error de manipulación.
a pa re "(C CS SICIIIPI ('
. . - h irimili\.'unente ll(‘(‘('v5"‘r¡" Pam q“c SC realice el fc' vemos por que' es tan importante no estabilizar
de una vez y pam siem-
"¡.(mg‘ nd“. lfin con mucha frecuencia está lan mezclada con pre la animación de la que dotamos a las posibilidades
"0mm": .l‘().l4l¡'5(-llilll v (le susumcia c.’¡l(".írt-,a. que no habm'l porqui de actuar: mien-
ML“.7":"mi;Ita-¡‘jlrnnn ¡m5 que cl químico Lic-big, a los ojos de
). u." "¡n/mmm m ella la ¡(lle (¡esmnfleña Pasteur, había desanimado
.(1me en
forma prenmtum sus preparados. Pouchct,
[wind/ML voy ¡l ¡mhmr en Pn'mpr lugar el medio (para el naturalista. se había precr'
alslarla, pitado a otorgar a sus actores capacidades genes'icas
pum!“ un “¡ado dt. purcm (Pasteur, 1922: 55-56). igualmente excesn'as.
pam pl'L‘ [firma de reducción en u n msm/alla de mdurn'on'
m. el otrv. En las hábiles manos
de Pasteur. el agente anti-Liebig era también
anti-Pouchet. Mediante
Si. al recorrer algunas páginas de la menlon'a sobre la fermentación} ataque en dos frentes, l’a5'teur, este
en menos de una década.
lector pasa (le la liase “lnvesu'gdciones nnnumosas no ban podido han“ camino entre la (.a"rl'l)dis del logró abn'lse
reduccionismo y la Escila del
mammm descubrir pl desarrollo de sms organizados“ a “Y Sln embargo es clh tablecia de ese modo la existencia vitalts'mo. E9-
totalmente on'ginal de un agente
la que desempeña el papel pn’ncipal" (1922: 56), es porque Pasteurl'u .no podia ser reducido ni a que
la “química esLn'cta" ni a ninguno
den‘iado ese “papel pn'ncipal" de un (.‘ol‘ijunto de prueba de laboratorio nosos “miasmas” que de los mls'te-
habían de i
donde el personaje emergente se reveló en primer lugar por una sent Habia añadido a
la lista de las
de acciones muy modestas: al comienzo. no es nada mas" que “unas man i
chas de una sustancia gris’fl “nada indica que sea una maten'a especial"-
Un actor surge poco a poco de sus acciones; una .s'ustancia nueva, de“
atn'butos. Nos encontramos, aquí, ante la misma situación que en la to":
ferencia anten'or'. la lemdum se convierte en el agente cuyas pTOPiedad"
podemos deducir en lo sucesivo/1" la lista de los objetos que
que normalmente pueblan el mundo. lo
)‘. Dor los antropólocrsolslamado
limitarse a alguno? por '05» m‘óSOfos’
. una cosmologza. 6.o" m.ón' una m.dafmra
[al reduCCIomsmo no conSlste en
. personaJes bien conocidos
para poder contar la histo-
. Sistema . como creia Descartes en
ll
(le l su hermosa novela sobre el
28 H.e ¡mentado ua/‘nr . . ' wn"
sobre el texto inglés (le este mismo articulo unblmnm ' a "au'ral'v‘h'l (Van Damme. 2002).
no semfiouco lo mas" sino en valerse de una sen'e
I
completo posible: el lexto está tlisponiblc rger a los personajes insólitos que
|atour.r/node/257>. e" (
componen
mpre desborda la naturalera. o, mas' exacta-
l lO CARA A CARA CON El. PLANETA GAIA, FIGURA (Al. rm PROFANA) m;
LA NATURALEZA “l
“fuga” que determina así el nivel
mente, mundo y naturaleza son reflTerra:¡Ls‘mlthsvnrIpmales: la natura“: dc esta del 833 carbónico
03 mosféñco? En una palabra, al-
lo que es estable; el mundo’ lo que “tng. i la erosion' de las rocas
p..0_r {8.0 que la palabra los años noventa, ¡05.gcoquim’lcos [...].
chocante para (.Kblllíllllcos en actividad
“metafísica” no debería ser tan sostenían que la
presencia
que la tarta: e po lar el mundo ya de la vida no ha tcnldO mn‘gun
creen
sino sólo para aquellos que efecto sobre este
sistema
srempi’ por wrxei a guame cs'ra‘ rcaccl.0ncs_ Es salammle la ¡quzimmg decían. de
es la reserva.
terminada. la metafïsica cer, de concentración de] gas la que determina
la
cuáles Son ¡os carbonico en la atmósfera.
la física. Y desde lucSOo la“ Pmmo como se ¡“ya (¡cc-“¡MO Pero yo no es-
no humanos llamados a cumplir, como la
personajes humanos y luna“. ,0). (1,, (117.1!de [...]. ellediame su crecimiento, los vegetales ¡nyccmn
. . .. la política asoma su nariz.
ra, los “roles pnncrpales . cn cl suelo gas carbonico que toman del aire, como pmeban las
Ohm-naciones que recogen un ennquecinu'ento del gas carbo-
m'co dc diez a cuarenta veces en los bolsones de aire de] suelo
l
(Love-lock. 200]: 108).
eur_ av1/ida
' ‘ c. mas" generosamemc
a presentar u
Hacer el paralelo con Past el
modo cn que Lovciock se apanara para introduir otros agentes orgam-_ La prosa dc Lovcl‘ock siempre ha tenido cierto dejo de novela policial,
el “rol principal", allí donde sus detractores no
I
zados" a quienes atribuye salvo porque el enigma que el detective debe resolver no es desencadfi
pasalerem de una naturaleza que ha“.
ven mas” que seres pasivos, simples nado por el dvgenbrimiento de un cadaver, sino por el misten'o que pre.
presencna indispensable .dc “manchls
todo el trabajo. hs‘ta vez. no es la wmk. que un personaje no haya sido asesinado... ¡al menos, no todavía!
que desencadena una ferinenta'ción viviente:
de una sustancia gris" la Saint-tamos la situación a una pnieba para ver si ldS‘ leyes normales de ¡a
í
que requieren la introducción
sino una sen'e de inestabilidades químicas getxpn'mica logran explicar este mantenimiento en la exns‘tencia. Cada
(.‘uando I..(‘)velock Intenta des.
de otro agente para equilibrar el balance. vez que la prueba l'mcase, nos veremos (oir-¡ados a añadir un pequeño
por la extraña proporcion de 02 y de CO! no si ¡(ui para dar cuenta (le este desequilibrio en los balances químicos.
enmarañar el rol cumplido
l’aS'teur. el efecto sorpresa. El dramasc Luego habra que nombrar a este protector invisible que asegura la con-
en la atmósfera. emplea. como
despliega siempre mas o menos de la misma manera: la Iierm debmasa
Í
u'nuidad de lo que, desde hace decenas de miles de años, habría debido
como Marte. un astro muerto. Pero no lo es. ¿Que (nena. por lo tanto. desa'pm'ecer. como en Marte o en Venus.
. .. y, Asi como Pasteur desafiaba a los defensores de la generación esponta-'
es capaz de retardar su daa/mnaan?
nea. Lovelock desalïa a los geoquímicos: “lntenten explicar la situación
a partir de las leyes normales de la química, ustedes. adeptos del ‘equi-
Hoy, muchos biólogos parecen creer que eso [el equilibrio de
Í
libn'o de la naturaleza'l". 'l‘omen el agua, por ejemplo. Habn’a debido
la naturaleza] basta para explicar la conceutración de los ’dos
esfumarse hace mucho tiempo, como lo ha hecho en los otros planetas.
grandes gases metabólicos —-gas carbo'nico y oxigeno- en el aire.
¿Por que sigue estando ahí, y en tal abundancia?
'tha conce/¡rián a enúnm. [11 imagen. del mundo asi creada es la dc
un barco en el que las" bombas solamente están conectadaS' para
I
cn Si la Tierra tiene importantes mas'as oceánicas es porque ha
hacer circular el agua que se estanca en el londo de la cala,
el barCO evolucionado no solamente bajo [a acción de las fuerzas gra/¡Sims Y
lugar de para expulsarla. Si se abriese una via de agua.
geoqliímicu, sino también en el marco de un sistema del que
no tardaría en hundirse [...]. ¿Cuál es entonces la naturalela
los organismos son parte
integante (200]: 127).
n ¡ts-rn
r ¡4 (LARA A cun eos- u GAIA. FIGIÍ
y vila u (M' "N "0"“) DE u\ «¡menu-1A I
¡5
C"! rc los dos esC'ollos: reducn‘onismo
perfilar su rtircr()()rg.¿nl.5m ¡“711.0} nueva solución a los problemas de la organiïación,” Todas las .
camino
(mando SII
"«¡Slcllr al lograr 0 para
(0 "IO l
genoma-ó“ e "murales o socrals s sn asediad
' L. (a vL. ' a
'rl'llC l.'l ll 3.5 “"0 por el espectro
os de fensnres de la las
contra I SPOnuinea del 'organu'mo-
que actuan tanto m .¡5' o menos subreptrcramente. siempre u" m . que,
‘().\ (om 0 Lll'blg'. . .
¡0s q “HHH .
es.decir un regulador de tmnsrto a quien
l M'Xanlsmo‘_
C (“1’10 contra hasl'dnlc
W abre paso
VISÜ. LOVC'OCL’
. . . mas- corn'cnu- de la (eurín (¡C (lala cs que ella '.¡c_(uan-a Como
A primera
santo misterio- de lograr la coordinación entre ¡as
defiwn¡clon_ ¡o “mi, (minado; .. ¡ver Lovdock es
(,aia se na (. l plamta
. . n .
Iter. consuiemdo cl problema que bien supo
un nvum _ ‘
A mt nudo (s asi ( omo nos presentan su los Objetos que él csmdla’ a“
"0"") no txu'u lala/Mad. ¡amparo
como u'n organismo vin’enle. ¡lam
r
Desde el momento en que uno imagina p
descubn'miento: vc ¡ncvimblcmcmc con“
ción“ dentro de un todo. uno se
planetaria que rmn/¡rrrrdr todo lo qm. nar lambinÏl un ingmirm que procede a su (¡Ema-ción. En
(Laia es el m'lnna de vida Gaia
influenciado por c.l|a_ H Smlcnm dimingltir entre Partes V, un todo.» Tal
influye en la biota y es los Siswnm técnicos se puedetécnico: es
la (‘i’ll'h'tCKL'l’d (lic procurar la del aClO a Partir de un Plan uno
compa'rte con los otros organismos "mms" la definía-Ó“
que serán ocupados Puede an-
hsrroqulmtco (¡emm de u‘cipar los rola por los elementos en función de una
homlarm' la ngulan'o'n del ambiente
meta. Desde ya. puede extenderse
limita favorables a la n'da (leve-lock 200]: 56).
a una molécula. haciendo como si las funciones “obedeciem .
Este tecnomorfismo ha servido de mucho a la biología.
'Srs'tema'. “homeostasis'. “regulación”. “límites lin'omlfles“, 15"".an ¡o í sen'icto (l ue al estudio
rendido m'is pero no le ha
de las socredades
dos muy peligrosos. ¿Habría entonces un orden superior? Al lemon por ' animales.m
' ¿Pero
cómo hacer si uno quiere hablar de la Tierra en su
generow que sea. le resultará dilït'il abrirse camino enurc las» ""ch lolalidad’ la memf‘om
del organismo -esa extraña amalgama de
teon'a soci al. de concepción
versiones propuestas por Lorclock. ¿(bmo debemos comprender cl ¡,1 dcl Eslmlo (vh de rn'.tqtlr'ru'srm)—
. no tiene ningún
guicnte enunciado. donde alimla en un mismo respiro que la Tierra es). sentido en esta escala. a
menos que Imaginemos a un Ingeniero general.
que no es un todo unificado? torpe disfraz. de la Pro-
videncia. capaz de disponer a todos
esos actores para el bien de
Pero es evidente que no puede todos.
Cuando hablo de Gaia (amo de un srl/¡Wargamme no pienso ni aplicarse una metaf"ora técnica
durablemente a la Tierra: ella no per-
por un instante en una diosa o en algún ser ¡[atada de. pmsamtm'ta ha sido fabn‘cada; nadie la mantiene;
Expreso mi inlur'n'án de que la Tierra se comporta como un siste-
ma aulmrrg-ulada y de que la ciencia adaptada a su estudio es la
fisiología (2001: 57: el destacado me pertenece). 33J“'"0 ("tn A|I""l(‘m\05 ¡llllul'cs (especialmente
(lamlxrni, 2005). hc exploran,
2‘” ""‘m'c'm’ (Unlinuo en Latour y Wcibel (edsn 2005).
Este inlcrumbio
9¡“nurymedumenlos no ha cesado
Pero si no es una 'diosa', ¿por que' llamarla Gaia? ¿Y qué diferencia hay. de mrprenderme desde lalour y
para un 'superorganismo". entre un “ser sinu'ente” y un “sistema autom 34 Lite ¡echa/o dt- un ¡x-nxuniento
dc la org.uri¡‘.'rcio'n en (los nin-les es el pun-
gulado'? hs‘ hacerle acarrear un fardo muy pesado al pequeño 38”“ "l’ ¡“Ildílltlt‘nl'itl de la teoría del
.‘u‘tobred. siempre lan difitil de comprender
m l(’p'"IrL_“"':‘(":‘l¡Calli‘cmi pero también pam ¡su cieneim l)i0|0g'i(’1s..qllc .
lau'vo ‘como'. encargado por si solo
de impedir que tomemos rmlmlü Lamur (2006) “In-¡llX't'lll'czl los mismos esquemas que emplea
la Sociologia
(kh por un Todo. Y sin embargo, si sostenga
que Lovelock da mala! 35 B el pum” ru . yrc mas tecmco Latour y otros
(¿‘O'IS).
alrededor de algo tan on'ginal como (20m l ¡952] )“((:ll"€lll.'ll y sternrhrre mal comprendido desarrollado
el microbio anti«l.iebig/¡imi'pouch.d por Ruycr
c" su rmulmd. am por demas" Interesante.
de Pasteur. es porque m a vencer. eonudcmdo en su pArmx-cto v no
el lambitÏ-n —pam evitar confiar a un un" mcmüfl 0- ¡"n-sist'er'na tecnico tampoco puede ser ex’phmdo nie-d‘una-
p'lm cx “ic. ll’lccnursla. laser cuestión del limite de
WI supcn'm‘ Cl de la lotalidad- a todas las potenei.'ts de actuar que dueno: las meuI'ums let-mmm
36 sm)": im." .Irltecnrt'a consta en
latour. ( |992).
Pam comprender Por qué tiene tanta dificultad en ex‘prC‘WS.“ M raul.“ Jvmprni Miu-¡ad de .utrlu'a'tr Lu' nocronn de partes} de todo para las
que {acordar que wciología y biología no han cesado nunca (¡C "1“: c" 5‘)“; u- upm y lSotnlgo (2000:.retomado. cri'rennmos mk J'L‘Knli)ll1
tambrar sus metaf’oras,
y que Por ¡0 un“) es muy (¡mal inventar un (20m _g ) 5“'"Rm‘w {0013): a proposito dc las sociedades de monos. Stmm
L sobre las' hormigas. (-o‘rdon (¡999).
l ¡6 CARA A CARA
con El. Pl .ANFT.A i (:AIA, FIGURA (Al. FIN PROFANA) DE M NATURA”
.I'.A 117
“nave CSPaC‘IaI“ ’compama‘ón que l’ovclock Com ue su versión del sistema-úerm es anda-ste")?
a un q ue fuese unq‘ ,7 no mndna
a
, .
piloto. La -
La Tierra 'C
tine una histon‘ bate decirse q Hay tan sólo una
InCanSa
C
b lcmn (C—. o Gaia no es una sola" 4'
r¿CLS
' -
‘ aHÏCHÍCn v3| nt) haber i ') n Gaia» por
OHCClNda ' l
embargo no
ha SIdO C amo Pasteur, debe inventar una nueva regulación
en d
í
funciones (no. hav, reloj":r0 _dinino)’ resulta insoswm‘blc ucblan c] mundo. pero con la dificultad suplementa
h i o es com parabl L. nuna. Concept"'On
'
holu'ma de Gaia. Ycomo (¡ara n _ e“ ai una ma _ qmnay Empoto P
l r integrar, sin unificarlos previamente. a todos los
ogTa . , . . _ seres vivos hasta
a algún tlpO Tf’rfngm'mm“
los límites de este lragtl chollOI‘IO que el llama Gaia.
Puede somete'rsela“ c . ’Omoa (“cen
N S ‘05 30mm.;: Todos retroactúan
.No hav planeta B . N0 P0dm05 contar con ningun
A
Í A‘A a la (¡ue un .como" u" Sl'PcrOr‘ganismo' pero si" que se Pucda confiar su
unidad a
c í L. a
37 Por ejemplo. lnvelock (2007: I79). La Incluf'oru tecnica (le la 'Ilm‘c 69““
es tanto más torpe cuanto se hn podido advertir. (lumnte lau c:|t.'L&'tr0l'd._hnu 22' El'h'm In only om (ra‘ïa bul Gaia u‘ not o"; (Convmy. 2015: 12).
qué punto la unidad del sistema tecnico no se correa-¡mndía con la prim" r '
“e problema depende. a
su vez, de otm hipótesis fundamental. ¡lasaña
(por ejemplo. Vaughan. 1996).
' ""“v 505m la ¡x-netmbilidnd de las entidades. hipo'tcsis’ propuesta por While
38 Cuestión que conviene resaltar. en un momento en que los sueños dl‘ 8Com
"L‘i'd- Pero en la que también reside todo el intercs' dc la noción dc mo'nada
gcniería pretenden (lt-volverla u la buena senda (l'lalnilton. 20133)” renovada por Tarde (¡999),
39 Almión al lilm de Ron Howard, Apollo 43 _lntcrés‘ está
13(l995)- T ¿de tomado aquí cn su sentido ctimolog’ico dc aquello que sc situa'
40 Aquellos que acusan a Lovelock (le pensar la 'l'ierm como un todo Hill“ “dos. entid.'|des. Sin olvidar que la intencionalidad la mlunmd. .cl
¡g
"mile" du" ‘l'll' utilimn. ellos |.'unl)ién. un unilicmlor e.\'ttïlurd¡""‘náuj‘eicna. . l necesidad. la función. la fuera no son smo diferentes figumcmnq
l’O‘C'H'L- Dllcsl" que han confiado a las leyes de lu nntumlem —cn ln pm“ que se escnlonnn a lo
largo de ttn gradiente. exprtstndo una mis'ma potencta
a ccuacionev- ln unen de hurnxr almlrrn de “Cluar, tal como ya hc
en todo y en tod-"5 ¡"'"ws' demostrado cn la segunda conferencia.
l ¡8 CARA A (.‘ARA (ION El. PLANETA GAIA. rroum (Al. FIN PROFANA) DE LA NATURAU‘J‘A ng
entre geoquímica y geofisiología. las‘o no quiere decir que Gaia posea Cuanto mas" se generalice a todos los actores la noción de intencio-
una suerte de “gran alma sensible". sino que el concepto de Gaia captan nalidad. menos se detectan!" intencionalidad en la totalidad. incluso si
la distn'buida intencionalidad de todos los agentes. cada uno de los cua. uno puede observar cada vez ¡nas retrmtcciones positivas o negau'vas. ¡tan
les modifica su entomo a su conveniencia. poco intencionales las' unas como las otras!“ Parece que los moralis'tas
Hasta aqui. nada que en verdad salga de lo ordinario. Únicamente nunca hubiesen sopesado muy sen'amente las consecuencias de la regla
si se lle a esta idea al extremo, como hace ese obstinado de Lovelock. de oro: si “cada uno les hace a los otros lo que querria que los otros
ella se torna en verdad fecunda. Todos los histon’adores admiten que los le hagan". el resultado no es cooperación ni egoísmo. ¡sino la hrs'ton'a
humanos han ajustado su ambiente para adecuarlo a sus necesidades: caóu'ca que conocemos muy bien. pues vivimos metidos en ella!“ Uno
la naturaleza en la que viven es artificial de palmo a palmo. Lovclock puede seguir las ondulaciones de una piedra arrojada a un estanque
-un inventor. no hay que olvidarlo- no hace otm cosa que extender esta pero no las olas producidas por cientos de connoranes que se ¿ambu-
capacidad de transfonnacio'n a cada agente, por pequeño que sea. No llen al mismo tiempo para atrapar a un pez. (bn Gaia. Lovelock no nos
son wlamente los cas-tores. los paJi'aros. las honnigas o las termitas los pide que creamos en una sola Providencia. sino en tantas Providencias
que cuna-n el ambiente a su alrededor para tomarlo más favorable. sino como organismos existen en la 'l'ierra, Al generalizar la Providencia a
también] los árboles. los hongos. las algas. las bacterias y los virus. ¿He allí cada agente, se asegura de que los intereses y los beneficios de cada actor
un n'esgo de antropomorfismo? Desde luego. alli esta' precisamente L1 sean contrarramdos o complicados por muchisimos Otros programas. la
astucia del razonamiento: la capacidad de los humanos para reacomodar idea misma de Providencia se embrolla. se pixela. y tennina por desva-
todo a su alrededor es una propiedad gener-al de los seres vivos. Sobre necerse. El simple resultado de semejante distribución de causas finales
esta 'l‘ierra. nadie es pasivo: las consecuencias seleccionan. por así dco'r. no es la emergencia de una (:a‘usa Final suprema. sino un lindo rtvolljai'.
las causas que actuarán sobre ellas. [Lse' revoltijo es (Laia.
Alcanïado este punto. hay que redoblar la atención concedida a la Una vez mas". el paralelo con Pasteur es flagrante, puesto que su des-
distribución de las posibilidades de actuar. ¿Qué pasa. en efecto. si uno cubn'miento no fue 'tanto la existencia de los microbios como la com-
extiende la intencionalidad a todos los agentes?“ Parado'iicamentc. tal pleja interacción de estos con el terreno que ellos influenciaban y que
extensión borra muy pronto todo rastro de antropomorfismo. puesto influía en contrapartida en su desarrollo." 50‘10 porque logró mostrar
que introduce en cada escala la posibilidad de retroacciones no inlm que podía hacer variar la virulencia de las enfennedades haciendo pasar
cionales. En efecto. aquello que en pn'ncipio es verdad para un actor ls a los microbios a traves de (lilerentes especies -conejos. gallinas. perros
igualmrnlr verdad arma (¡(10405 sus vm'nas. Si A modifica a B. (Z. D y X para y caballos—, finalmente Pasteur pudo convencer a los médicos de reco-
que se adecuen a su supervivencia. es igualnurnte cierto que B. C. D yx nocerlcs a los microbios un rol en el desarrollo de las enfemtedades (|2-
modifican a su VCI.‘ a A. La animación se propaga de inmediato a todoslos tour. 2001b [1984] ). Una vez mas’. el reduccioms‘mo no se define por la
puntos. Supo'nganse que. como buenos darwinianos. tomaran el intcm'
o el beneficio como la causa final de cada organismo en lucha por 5“
supen'ivencia : ¿que puede querer decir “causa final" si ya no es ‘final'.
45 Hnluh’a)’ (20l6) resumió bicn la solución de Margulis: "La riqucn inagotable
sino ¡Mmm/¡ida en cada punto por la interposición de las intensiondt
de los nuevos conocimientos en biología" no puede ser absorbida" 'por h
de los intereses, igualmente vigorosos, de los otros organismos? idca de individuos limitados a los cuales sc añadiría un contexto. dkho de
olm modo. la idea (le unurkmnismo-ma'vunxtmbientc'. M13 bkn hayquc
pensar. dice, “en acoplamientos Cornplcjoa y no lineales entre pnxm que
componen y que prolongan subsistemas imbn'mdos pero que no K Mim“
44 El tennino 'semiótica' es ulililatlo. por ejemplo. por el nalumlistajakob nan los unos. a los otros cuando forman totalidzdes partial'mcntc rom-ren.
wm Uexkñll “965) para descn'bir los sistemas n'vientes. Para e'l. asi como tes'.
para lanelock. no se trata de agregar sentido a lo que seria 'estn'ctamcnlt‘ 46 B la hermosa expresión dejolm Dewey (20‘l0t 08‘): ‘No hay ningún mut'crio
en lo que conciente a la auxiacio'n'.
matcn'al’. sino (le no mirar ¡(mida al entrecrtriamiento del intcrcs' dc k“
47 Ex1ctamcntc esta cuestión permite a Dubos (|995 “9501) ligarh Micro».
organismos n'vientes los unos pam los otros. a fin.jtutamentc. dc tomarloa
comprensibles. B el método de Desprct (2009. 20l2). logia de Pasteur a la ecologia.
IZ'O CARA A CARA CON El. PLANETA GAIA. FIGURA (AI. FIN PROFANA) DE LA NATURALEZA ¡2|
un ambiente “al cual“ se adaptaría.“ El término es desacertado. no pfl' ceder a la crítica de los neodarwinistas, Lovelock dem'ba su paradigma:
Si hay un resto de Providencia. es probable encontrarlo mas' bien entre
los (larwr'rrr'stzrs.""
Si bien se prestó de buena gana al ejercicio obligado de mostrar. gram [3 razón por la que ln intuición profana de Darwin
fue camcten'zada
al modelo l)aiss_'."‘ que los organismos en lucha podían obtener efectosd, disfrazada es que
a menudo por una versión (le la Providencia apenas
liorneostasis sin plan preestablecido —lo que resultaba bastante uidcnttx, ¡es "aidanvinistas fingit-ron olvidar que. si semejante cálculo funciona
lovelock ataco’jtuto la manera en que los biólogos entienden la ¡(13m m la economía humana. es en razon de la presión continua de formulas
ción a un ambienta l-sl‘te es evitlenternente el límite de la lmn'a troW'a ¿ua'lrulo cuya finalidad es hacer funcionar —el término técnico es 'pcr-
empleada corno modelo de la biologia. teoría 'rgacias a la cual podnam'os formance'— la d' tinción entre aquello qtre un agente dado debe litemL
disu'nguir lo exlm'ar de lo inlm'nr de un agente. Se‘gu'n dicha teon'a. um mente lmn'm ranita I' aquello que debe decidir no tomar en cuenta.” Sin
siempre debe elegir entre el indin'duo egoísta y el sistema integrado «mo estos procedimientos contables. sería imposible calcular el beneficio y
ma que los biólogos tomaron de laS‘ ciencias sociales—.."‘ l’er‘o lo que es un mucho menos deducirlo de su supuesto "ambiente". Desde el momento
invermimil en la idea del “gen egoista“ no es que los genes sean cgoím en que Se extiende el danvinrsrno a todos los seres vivos, y por lo tanto a
-cada agente persigue su propio interes' hasta su tn‘ste fin-. sino que se aquello que cada uno les hace a todos los otros de los que depende. el
pueda calcular su "w'abilidad' mlmmlw'mdo a todos los otros actores en al'culo de la optinu'zacio'n se torna sencillamente imposible.” Ni la in-
lo que constituin’a. para un actor dado. su 'arnbiente". Dicho (le cua rm. tcmalimcio’n ni la e'.\tern.'lli7acio'n tienen sentirlo allí. Lo que se obu'cnc
nera. el problema del gen egoísta es la definición del ego.“ last') no quret'c cn su lugar son oportunidades de azar. bucles de retroacción. ruido y. sí.
decir que haya que mon'li'lar un surwrorgmnistno al que los actores dchln hrst'on'a. ¡Si no hay gen egoísta es porque. literalmente. el ego no tiene
imperatimmente sacrificar su bienestar. sino tan sólo que la vida cs m8 límite!
cao'u'ca que lo que los economista y los dam'inianos habían imaginado.
puesto que cada pmpos'ito egoísta es sumergido por los propos'itos egms'
tas de todos los otros. Los relatos por selección natural ofrecen un cuadro
demasiado idílico de la liistona natural. (knnparada con el embrollo dz En otras palabras, los evolucionistas se precipitaron a tratar a Gaia como
Gaia. la despiadada lucha por la vida aparece corno lo que es: una forma un todo sin siquiera intentar comprender aquello que bovelock estaba
dornesticada y racionalimda de la religión natural." explorando. Revelaban así su inextirpable apego a la oposición clas'ica
entre el individuo y la totalidad. el actor y el sistema. obsesión políu'ca.
sociologr"ca y religiosa, pero sin ninguna relación con lo que se puede
esperar de los seres vivos en el mundo. Ya lo sospecha'bamos un poco: la
supemrgunu'mo a la yxiobioltm'a. y de esta ¡l supemrganismo (Hol'ldobit'r economia de la naturalel'a no es la de los humanos. Retomaré la cuestión
y Wilson, 2008) n un buen testimonio del f . .uo' total de lo que lt llum
de este apego en la conferencia siguiente. pero. para cerrar esta. me gus-
kmm’rrlw‘n. que apareció en pn‘nlcr lugar como un plillt’ipio biológkozma
de que se compremlicm que no se tr. nba de extender la cconominoón'zlo tan'a señalar la otra consecuencia de la tentativa de Lovelock: si e'l pres-
viviente. la biologia no ha logrado escapar nunca a la l’rmidcncn'; (omoh cinde de la idea de. parte para explicar el organismo. pmdndt tambien" de
«otlotnía, siempre ha net esilado del milagro (le la t'mirtlinzttión. la ¡"dm de totalidad pam dar cuenta de las diferencias de escala.
Modelo al ((rrnir‘nlu bntante simple, luego ca r “:1 mín complicado. pm
mostrar que la hnmemrmis entre orwlniimm distintos y en competenm' en Tan pronto como ¡ibandonarnos las fronteras entre lo exten'or y lo ¡n-
pnu'ble. La utilidad dc esta denunlmcio’n fue más rnetafo'n'ar que tcn'or (le un agente. siguiendo estas ondas de acción. comenzamos a m
pero lA)\!.‘l0('k le .‘uigno' mucha irnrmrtancia (.Sc‘lrncidcr y otros. 2008’.) DE?
difilar la (Sta!!! de los fenómenos conside nidos. No es que cambiemos de
truth 'D.rin,worl(l' de “'ikipcdia aportan Lu referencm‘w a numerosos film).
54 A mrtir dc Muntlcvillr “992 [l7l4]). los pres'tarnos no han temd‘o trepa.
para intenur ‘nuturuliur' una versión muy particular de la economia.’ WN
l’olanyi (lJH‘B “9451).
55 Alusio’n al titulo del famoso Ihwkins (200‘3. aparecido cn ¡976). 57 F4 el principio de ' ¡his de la nonomiuza'ón de los colectiim Ilcu'do ado
56 No es cl reduccionismo lo que resulta chocante en los relatos neodumfl" lante por (."rllon (ed.. IED‘JB). \.iache'n.1ie (2008‘). y‘dc numerosos colegas
m. sino la falta (le reducciotlu'rno y la constante apelación :¡l cquilibno'dt ((-A"llon. etlr. 20] 3); en cuanto .‘Il vinculo con la teologla'. “Hue PN": (mul
la nutrir-¿leía y al bien de los organismos. Detrás de la selección natural." 53 L1 falta de pl.‘|u\ibilitl.‘rd del cálculo por .uignacio'n de lo interior y lo extcn’or
reconoce h mano bcnmolcnte del (.‘rcatlor. tanto en Darwin comoen su nu’ en el on'gen del renat irniento (le la noción (le (cum [bienes comi»
sucesores (Ospomt. IJ‘JS). nes] por obra (le (ktrorn (20l0).
I'M‘A' ¡ITA
¡24 uuu A (ZARA (ION l>'.l. GMA, “(:th (Al. mx.- I‘ROFANA)
m»; LA NA'I’URAl.El'.A
¡25
10s mediante
‘ un salto brutal del individuo al .31“.
nivel y que pasc'al - .
de vista P‘"I ser’ 'g‘ml"“"“c
. I "tope-ram“ rq vivimos en una atmósfera dominada pOr el Oxígeno n
los dos puntos bn“Ï. Si a'lidd‘i3 ¡in
abandonamas papa bucle de retrmtceión dispuesto de ' 0 es e"
' dc Margulis. l or lo demas. el “'nculo — c
es la importancia del a - m7-
debido alertar a los ( turcos. puesto que Ma cnt.- .
"¡smos que "unsforn'dqï’" “510 Veneno mortal cn un formidable
()Tm(ga¡nr
estos dos autores habna . - ‘ t ulos lo; o“
los organismos nunust con ¡amaSe . I KK"
_. t de su inetalmlismo sr multiplican)". El exit
a - - ¡sio'n de arclc Seno no está aquí
altera l COH‘P'“ c la, 'Ivu . ra.
“wc-lock con l dla d
r W ‘
Esto demuestra q“ ec;
Klum hnente como un componente del ambieme' smo como
silnl’lCI
como hace i la terue-
e ommnismo.
í de Ñ .
escala. de prolongada de un acon(ecimiento pum)“ gado hasta
’ '
c1on P ‘ - e
ro Mamen! dic ¡a partes y ¡unida el día de ho).
i por la proh'femcio’n de los organismos. Dt-
Por
. elsr solos. los do. ¡"(Culamn pre“ l mismo modo. es
que ambos amcanjunlos.
. . . ind- tan sólo des.
' i a 1 k h ¡nu-ncióu de la iotosrntt'sls qttt' el Sk)! ha sido
i. ‘
completo de la nocmn de nlv ( ' - llevado ajugar u“ rol
Un (¿i-unplo de. onda de accion .ha tomar o un cmetcr emblc en el (lt-53'10"" d" L" "kit" A'Ïfl’f“ 5°" COHSPCllencias de acontecimientos
en ¡a saga dc “we-lock: la apancton progresiva donxigcno al “MG- mslón‘cos que no durara" ¡nas tiempo que las‘ cn‘atums que
los sostienen.
Y, como muestra el texto cuado. cada acontecimiento
eón arcaico. ¿El oxígeno que resptmntoses superior a nuestra en, abre. para otras
indiw'dual? ¿Estamos “dentro” de la atmosfera! hn realidad no. M, cn'atums. “mima-s pempectm‘ls".
1.1| punto crucial es que la escala no interviene pasando
que ese peligroso veneno es él nusmo la consecuencia imprmdt; de un nivel |0-
(al a un punto de vista superior. Si el oxígeno
acción de los micrtxnganismos que dieron a otros actores .dc ¡“(mb no se hubiese expandido.
habría seguido siendo un peligroso contaminante
descendcmos nosotros- la oportunidad de desarrollam. tho de 0m arqucobacu-Vn'm. La escala es
en la wríndad de las
aquello que el éxito de las formas
manera. la atmósfera somos nosotros. El oxígeno es un re latitamcmc vivientes
n. engendro’. Si hay un clima para la vida no es porque exista una
cien llegado. un caso masivo de polucton que ha srdo caplatlo por nun-4 m extensa
en el inlm‘nrde la cual todas las criatura s residirian pasivamente.
formas de vida como una oportunidad de oro. después de haber El clima
1am“; es el resultado histón‘co de conexiones recíprocas. que interfieren
lado a decenas de miles de fonnas de vida anten‘ores: las
unas con las otras, entre todas las criaturas en curso de
desarrollo. Se ex-
pande. disminuye o muere con ellas.‘” La "n aturaleza'
El oxígeno es tóxico, muta'geno. probablemente canccn’gcno, en la concepción
clas'ica tenía niveles. estratos que se podían superar.
y por lo tanto limita la longevidad de los organismos. Pero de nivel en nivel.
su de acuerdo con un zoom continuo y bien
presencia les abre asi numemsas fmperlivas. Al final del ordenador“ Gaia subi-¡ene los
Arcaic‘o. niveles. En ella no hay nada inerte, nada
la apan'ción de un poco de oxigeno libre habría haha milagrm ben evolente. nada exten‘or. Si
el clima y la vida han evolucionadojuntos.
para esos ecosistemas pn'miu'vos [...]. El oxígeno habn'a el espacio no es un marco. ni
amix}? siquiera un con texto: r1 (¿patio
cado la química medioambiental. Habría habido un incremct‘r (s un hy‘b del linnpo. Exactamente a la inver-
to de la cantidad de nitratos producidos por la oxidación del
nitrógeno atmosfen'co y una aceleración de la erosión.
soi)"
todo en las superficies emergentes. lo cual habria 60 En su hermow capitulo
hecha ¿13W sobre Tarde. Pierre Montcbello (2003: 152) muatn
bla (Inma): nutritivas antes escasos y por que el miuno argumento
lo tanto prmilido ¡IM “¡le para la extensión y pam cl ‘éxiln' de la món:-
prolrj'rma'o’n de los organismos (Love-lock. da‘A "rr-"(lvl ("onceliia el éxito de una ¡mención
como una contaminación
2001: l H)- (¡Ip-VS (le ganar poro a palo im confines
(ic un territorio inmcmu. B lo que
p’ .‘o' con la materia.
puesto que unos a'tomm. triunfante-s supieron apartdn'
su influencia
atractiva sobre todas l.“ nebulosa‘. forma‘mn m audio'fiw'oquc
.‘4' (“Mit-nde al espacio
infinito. rompieron cl equilibrio pn'mitino de lam,
""lmr‘il‘ffln por doquier la ley de la auzu ('iórL
El estrato fisko o result-MO
(le una domin.‘tcio’n
política. (le la mprmatw' dl un ¿(nombre el conjunto de
59 A] mostrar Inma que ¡1‘ "Hinadm. [.,.] la imagen
punto e l organismo celular mismo, de lo politico “¡planta aquía ln teológim' (el
"LM, (¡Murano me pertenece).
átomo
' ind'nu'iblc. es mu’ bie El
n resultado de una vasta composxflón'vsíg ¡4| (listxm'u'o'n de Lu entidades
msmm reclutados en el según sus dimensiones en el intcn'ot dc una
4 curso de una lus'ton'a muy ¡3'81 (“msnm '_»"¡ alma no se rorrexponde
¡997). Sin Margulis. con ninguna expcn'tncia "ral. aunque R"
cs probable que la hipótesis Gaia "o
'
la Inc/Mora cibernética. h“ m. w
l ,‘6’. 5 "nn-"d" P‘lr confundirse con la imagen cientifica del mundo gram": film!
como I'h'z I’oum o] l'rn'
de Philip Monbon (¡982).
CON El. ¡"ANITA
[26 CARA A CARA (.‘AIA. “(:1va (Al. H.\' l'¡(DIAN/t)
n}; LA NATURALEZA
l27
habia comenïado a desplctrm‘: (‘xtcnder e
d c l0 lIL' (‘alileo
1 . u _ .- cn cuenta. l’l’CCÍS’M'K'lllv cuando habria que
(
(ads;l o pa raq colocar
‘ a cada actor en el Intenor dt cl. parla extra toma”a tener tantas
l l k un ml “pau-n m no tiene ninguna especu- de. la humanidad como pertene nciAS' al mundo
¡ml-(¡une s“w
dc-
pvc 0C . (le, mgm-fic Pin existen. es
' ' "¡l-sm” cn que se ha logrado
unive «N'lu‘ar por
' el ue habitamos. el de la zona crítica. es CSL- cl mnnll' “¡(11- de la 'l‘icl’ra el mismo fin sobre
Cspano c‘n - x ' - de tan -lejos
q v sc ctun _ h como
. nosotros: la su!“ bum anoide economila'd
que conspiramos. toda dor
dc es": es": (.Un C] nombre de glnlmhmrmn > -- o m or 1V
tanto como aquellos que nos hacen respirar. h mlcul a r ' u ndialiwción.
. minado ¡no ()(-‘\.1 -—(le su nombre l atmo Horna monomirtu-
En este sentido es que Gaia no es un organismo. y HO podem“s por doquu.,-___ se ha
¡justo en el momento
carle ningún modelo técnico o religioso. Acaso tiene u’n orden_ ¡PB en que. tenemos
lot mas una
dl l "(-(csidzul de otras
(me. de homod¡versidad!
nojemrquí : no esta" ordenada por niveles: tampoco esta (¡mmc . , ». , .
Q
ue mala suerte,
rcalm!c tte. lla," ‘l‘u . “¡lu-nt." el mundo con un llum
Todas los cft tos de escala son el resultado de la expansión (¡e “n ano reducido
a
quel“. imo número de ctunpetencias intele
te particularmente oportunista que aprovecha enseguida camion 18m In W 4 5 _ , ctuales. dotado
de un
l lhm capa! de hacer SllllplCS calculos de capitalización
desarrollarse“: eso es lo que toma completamente profan a a la cau- '5 dt (tr? y de consu-
de mo. al que se
.‘¡tribuye ima pequeña cantidad (le deseos
Lorelock. Si es una ópera. depende de una improvisación constan". logrado convencer y al que se ha
q" por hn (le tomarse.
no tiene ni partitura ni desenlace. y quejamm' se intt. tprela realmente por un
¡d sum-(¡0 atómico indi\1‘duo. CII
dos vc“, en de la palabra lin el mome Il“) mismo
cl mismo escenario. Si no hay ningún marco. ningún propósito. CH que SC IIC—
ningum (csitaría volver a hacer política. ya no tene mos a nuestra disposición
dirección. debemos considerar a Gaia como el nombre
de un prou.” "MS, qm. ¡(,5 pate'ticos recursos
por el cual detenninadas ocasiones \?n'ablcs y contingentes del “mamagement‘ y
la 'gobemama'.
obtuvm'ou unca antes una definicion tan provinci ana (le la humanidad
la oportunidad de tornar mas" probables los acontecimientos se ha-
ullawm‘ En bía ¡mnsformado en un est'a'ndar universal de comportamiento."‘*
este. sentido. (.‘aia no es mas" una cn'atura del azar En cl
que de la necesidadln
que quiere decir que se parece mucho a aquello que momento mismo en que habria que. aflojar la opresión de
hemos tcrmimdn la primera
por considerar rama la hu‘lon'a mm'a. -\, aturaleïa. la segunda aturaleza de la Economia impone
sujaula de
hierro mtb estrictanmnte que nunca.
B probable que sea de este (lt,-s.'ijllste entre
las’ antiguas definiciones
dc la humanidad y aquello a lo que los humanos deben
hacer frente de
donde proviene esta perturbadom impresión
¿Hemos dibtJi'ado finalmente el rostro de que la historia, o mas"
de Gaia? No. desde. luego. AJ bien la histon'cidad. ha cambiado de
menos espero haber dicho bastante bando. Mientras el modernismo
para convencerlos de que bum: manto“) su influencia. los “humanos'
el lugar del "Hombre en la Naturaleza" estaban felices de vin'r entre, de
—para recurrir a una exprb un lado. el “reino de la necesidad"
sión anu'cuada- de ningún modo es (el encadenamiento delas camasy de
la misma tarea que participar” las consecuencías) y. del otro.
la geohiston'a del planeta. Llevando el “reino (le la libertad“ (las creaciones del
al pñincr plano todo aquello qu: derecho. de la moderm'tlatl.
antes estaba limitado al segundo de la libertad y del arte). lntercambiaban la
plano. no esperamos vivir porfin 'm necesidad apremiante (le
armonía con la naturaleza“. No la Naturaleza por la proliferación de las cultu-
hay armonia posible en esta cascadafiñ; m. 'Mono-natumlisnio".
u'ngente de acontecimi entos de un lado. "mullrc'ulturalismo". del otro (13‘
imprevistos y tampoco hay "nntumlcm 4- (our. 200421). Ahora
menos no en este que es nuestro bien. el acontecimiento geohistón‘co que procuro
reino sublunar-. Por lo tanto. aprcnótf definir denilm’
cómo situar la acción humana de pies a cabe-Ia esta división. El
sorpresa dio poder de invención ydc
en esta geohistoria no equivale tam'pw‘ un v uelt‘o (le los humanos
a "natumlirar' a los humanos. a los no humanos. como subraya
Ninguna unidad, ninguna unía-rm!“
ninguna ¡FTCfuld’bilidam ninguna indefectibilidad
- .r puede. ser ¡mw
.
Pam s""Plllcar esta geolnstona .
en la que los humanos sc cncul'Iun:
sumergidos.
El drama es que la . . .
mtrusnon de (yata
\ ' 62 A “l I’lllllo que la idea (le zomnom
sobrevtene
'
en cl hoy en día parece una att-ana nm‘ïdid
que la figura huma ‘ "10de (Dardot y [sn-al. ¿‘Ol-I).
na aparece nldS’ . a c a pin Sobre la histon’a (le esta efectivamente trim¡l Pad".
que nunca como "|de P da (le tcfcicnt iau.
véase el notable lochcr (20'13).
I28 CARA A CARA CON I'.'I. PLANI'TI‘A
(.‘AIA. FIGURA (AI. FIN I'ROFANA) DE LA NATURALEZA 129
-
(.‘narta conferencia
c '(‘c cn in g 168.!»mm
“un forma a los humanos . o. como s di ' ¡o nom,“ le”
| uu I¡anos» con una image" "“ü “mhsm' uno su.” mmm quqiam' del
ammpomorfismn ‘
cn ¡a cpm —-.1 cn
. (¡nt- ¡Os hunmm,S
¡u Os El Antropoceno y la destrucción
peligros del ‘
. un PP‘ a -l muv (“51mm del dcconldn ¡“HC cl cual se pamn
Kahn (de la imagen) del globo
cn csccnd ' . x, . ‘ . . 4 . "1*
anllgm’S i “(maja (k l“
- roles\ dv todos ¡m
l ,3] l . Los Ohm mm" 3¡"1do
modos. cómo evitar L'IS trampas del nnlropomor
rc(l'is tn‘buidos
_ L. ‘ l)(' todos c - -
n e ¡tc vwnnos
adlal cn l vtt Cl 1
<l del A"Homem:
fismo. ¡si lt) Cierto cs que
bución mucho mas‘ confusa de los rasgos: ¿se trata de las venda5d
momia. de escarificaciones. de pinturas de guerra, de tatuajes, de :oum capaz de decir cuando entra en escenajoseph Black y cuándo se bajan
pedológicos o bien de una mezcla del apócn'fo “mapa de Temum- de este carrusel los químicos (Archer, 2010)? Incluso al seguir el curso
un inventan'o geológico para dar forma a un gigante colosal queseydt delos rios. uno encontrará en todas partes la influencia de los humanos
para a torcemos el brazo para invitamos a un nuevo Festín de piedm-p: (Williams y otros, 2015). Y en Hawa’i trope'lamos con rocas hechas en
revista Nature demuestra hasta qué punto no entiende nada, ya que ¡hub Pana de lava y cn parte de ese recién llegado que es el plas'tico, ¿cómo
su dossier. “The Human Age". cuando antes bien se trata, obviamente“t iamos a desernpatar entre el hombre y la naturaleïa?”
Para cada uno de los antiguos olj)'etos del mundo natural. ciclos como
anunciar con fanfam'as su desaparición! Por mi parte, advierto enga).
estos obligan más bien a sentir el ele‘cto del dedo que recorre una cinta
la atracción que ejerce sobre los pen'odistas y los ilustradores esa ¡0m
de Moebius. Poco a poco nos vemos forzados a redistribuir enteramente
metamórfica que hemos aprendido a reconocer y que nos lleva, poc“
lo que antaño se llamaba natural y lo que se llamaba social o simbólico.
poco, por debajo y mas" allá de las figuraciones superficiales, a org-ame
¿Recuerdan esa brecha que concehíamos como infranqueable entre la
tn’bución de las fonnas acordadaS' a los humanos, a los colecu'vos, almm
geografia “física” y Ia antropología “cultural”? La división entre las cien-
humanos y a las divinidades.
cias sociales y naturales se ha dih‘uninado por completo. Ni la naturaleza
ni la sociedad pueden entrar intactas en el Antropoceno, esperando ser
tranquilamente “reconciliadas". Sucede con la Tierra entera lo que pasó
en los siglos precedentes con el paisaje: su artificialita'ción progresiva
Incluso si ningún voto de las instituciones competentes de la Asociacx'ït
melve la nocio'n de “naturalem” tan obsoleta como la de wildemess [vida
Intemacional de (kología terTnina por decidir que el Antropoccnocsc
salvaje] (Cronon, ed., 1996, Szersnzjnski, 2012)
efecto la época oficial en la que nos encontramos, realmente vale la peru Pero la desagregación es más radical todavía por parte de los anu'guos
aprovechar la ocasión para seguir el trabajo de progresiva daagrtgaac’n humanos. He ahí la ironía de otorgar el rostro tradicional del Anythropos
de todos los ingredientes que participaban, en el Antiguo Régimen (Z- auna figuración tan nueva.” En efecto, sería absurdo considerar que
máu'co, en la figuración conjunta de los humanos y de las cosas. existe un ser colectivo, la sociedad humana, que sería el nuevo agente
Hay algo que. es seguro, y es que el antiguo papel de la “naturalm' de la geohiston'a, como en otra época lo fue el proletariado. Frente ala
se halla completamente redefinido. El Antropoceno din'ge nuesua aim antigua naturalel'a -ella misma recompuesta—, literalmente no hay nadte'
ción hacia mucho mas“ que una “reconciliación” de la naturalemy'h de quien podamos decir que sea responsable. ¿Por que? Porque no hay
sociedad, en un sistema mas' grande que sería unificado por una uotrz ningún medio para unfzz'mr al Ánthropos en tanto que actor dotado de
Para obrar semejante reconciliación dialéctica, habría que haber accpü alguna consistencia moral o política, al punto de encargarlc que sea el
do la línea divisoria entre lo social y lo natural: el Mister Hyde y el Docta personaje capaz de desempeñar un papel en esta nueva escena global:2|
jekyll de la histon'a moderna (dejo para ustedes la tarea de decidirmfl Ningún personaje antropornoríb puede participar en el Antropoceno. y
esjekyll ycual' es Hyde...). Pero el Antropoceno no “supera” esa dim'lon'" allí reside todo el interés de la noción.
la rodea enteramente. Las fuerias geohistón'cas ya no son las mu’mas qu
las fuer/as geológicas a partir del momento en que se han fusionadoc
múltiples puntos con la acción humana. Allí donde se trataba de un lb
nómeno “natural”, encontramos el “Ánthropos” —al menos en la reg“ 19 Información disponible en <nenssciencernaKorg/earth/Z'OH/OG/roclu.
ln.’|(lt'1)l.'l5(¡C-ft)ll"(l'lh'lh‘ill'¡all-beach>.
sublunar. que es precrsa'mente la nuestra—, y allí donde uno se adhKfl'
20 Podemos verlo en el e\,’trdordinario 'I‘sing (2015). ¡sobre un champin'ón!
a los pasos de lo humano, descubrimos modos de relación con las (.053j 21 Es el armamento (le (ïlmkmbarty (2012: 15): “No existe ‘humanidad' que
que antes habían estado situados en el campo de la naturaleza. Por 9‘" pueda actuar como un actor consciente de si mismo. Ya que la crm's del
cambio climático abarca todas las ‘difcrcncias antropologi"c15.'. eso sólo
plo, al seguir el ciclo del hidrógeno, ¿dónde vamos a colocar la biogn'ñ‘ puede significar una cosa: incluso si el calentamiento global efccu'mmcnle
de Franz Haber y la quimica de las bacterias de las plantas (Bcngnudt es :intropógeno por su origen, no hay ‘humanidad' que pueda actuar bajo la
Vincent y Stengers, 1992)? Al tra/'ar el ciclo del carbono, ¿quién “m (Especie de un solo agente político".
¡42 CARA A CARA C ON El. PLANETA 1. “(NUCLNO y ¡A Dl-is‘l‘RUCCIÓN (DE LA ¡MAC
El, AN EN) mz]. o LOBO ¡43
í I n del (Iem
¡.d
‘on'gen antroplco amicm0 c podría llamarse la “maldición
f
En eecto. h ablar del _ _ c ‘ ic ch. de Atlas“- Recordemos
- ' ‘ sentido 5| ntt nt mos por “ antróp'CO.
l ncr fin
l a
eslo qu
“no dc ¡05 lnanes. uno de los
ningun . monstruos
co global n o tiene que fueron cn
.. es pedo humana". ;Quien puede pretender hablar de ¡o h “e At “los 1 Pan" de ¡a sangre de
o ol ‘ ‘ .
aquel a quien (,aia
había planeado
-
c m a cncral sin suscitar imnedlatamente mil protestas} ¡ero decir la (ram mitologica que hemos
. g m LL«¿sinar (‘l“ encontrado en ¡a
"Ode"
na as se
g e levara'n
r para decir que no se (.()"»ld(‘n de hizo un
qilc Hemodo
de la()llnlplC()s)‘25 retrato. la diosa
- de' estas
rcs_ponsaS bles acciones a escala geologica; ¡y tendran ml to" . a premia, aquella
- todos los (liOSes
indígenas ‘ en c] — (le la selva "a anllg“ qm
c c corazon 7' '
amanmca lll a “ügcmr .
. _ W . no u'cncI nuestros hom | nos d e e se peso excestvo,
.
"a'on el -On-gcn amrópico del cambio . . . Para I ¡e nemos que
ver con ‘ climatico —a "Weno; ‘ .mos un poco de rsferologm'. esa disciplina fascinante
que ' inventada de
m les. haVan
I repartido motosi cr ml Ni peflni'uio a fin por Peter Sloterdljk
politicos en campana electo l quemm (2010) en su descomunal
B‘ombay, (“YQ únimnm estudio
poco los pobres de las villas de (viiiei‘.g(.‘lIC|'a de Prllllrccspvolúme“cs sobre las envolturas indispensables
para la perpetua.
¡I‘M-W ""Pm “me ‘que la ¡que deja cn" de la vida
es tener una huella de carbon: cl |10|“; Sloterdijk generalizo la noción de Umwell
introducida
de sus fogones ¡mprow‘sados_ 'I ampoco iobrero obligado a reto"?! ciorivon chkü" (¡955) a todas
las burbluas.‘ todos los recintos,
todas las
largos u-ayectos en auto porque no ha pdod l( ole-neonthr una mima“ cnpomhums que los agentes han tenido que inventar para
hacer la dife-
precio accesible cerca de la fabrica do>n e tra )_a¡a. ¿quien se ammcm‘ rtncia emm su interior y su exterior. Para aceptar'semcjante
c expansión,
avergonmrlo por su huella de carbono. havquc considerar tod-as las cuestiones tanto filosoritcas como
científicas
Por eso. y a pesar de su nombre. el Antropoueno no es una CXICM” “aliadas como partes Integrantes de una defimcxon mucho
mas" am-
inmoderada del antroporrnlns'mo. como Sl pudiesemos enorgullecem plia de la inmunalagn't considerada por Sloterdük. ni como ciencia
huma-
de haber sido cambiados definitivamente Ipor una suene de Su'pcnmL na ni como ciencia natural, ¡sino mas' bien como la primera
disciplina
que vuela con su traje azul y rojo. Ls‘ mas' .blen el humano como ¡Sem anlmpotln'iral
unificado, como simple entidad política Virtual. comoconcepto unn'“. Sloterdijk es un pensador que se toma las metáforas e n sen'o y vivencia
sal, el que debe descomponerSe en .vanos fmwlos distintos, dond-mag plenamente su peso de realidad... ¡durante centenares de páginas
si es
intereses contradicton'os. de territorios en lucha, y convocados bqolm ncccsan'o. como buen alemán que es! Su problema
inmunológico es de-
auspicios de entidades en guerra —para‘ no decxr de 'dmnidad'cs enga» tectar cómo una entidad, cualquiera que sea. se protege
de la destrucción
rra-. ¿El Aint/¡ropas del Antropoceno? Es Ba'bel (¿api-'11: de la caida de’h constniyendo una suerte de medio inten'or
bien controlado que le per-
torre gigante. ¡Por fin lo humano ya no es unificablc. ¡Por fi'n )a nocsu mite crear alrededor de si una membrana
de protección. Él plantea esta
fuera del suelo! ¡Por fin no está iu‘era de la historia terrestre. pregunta en todas las escalas. con
una obstinación encanu'La'da. Incluso
(nando pesca a su maestro
Heidegger e n falta por no haber respondido
a la siguiente pregunta:
“(.‘uando usted dice que el Dustin es ‘arrojado
cn' el mundo, ‘en’ que’
es arrojado en realidad? ¿Cuál es la composición
del
Lo que nos impide sacar partido de esta desagregación dc Immanfiwdgmj v aire que respira en el? ¿Cómo se controla allí la temperatura?
¿Qué
(¡adicionales es una imagen del pensamiento que habia pc W; "_p°_d° materiales compone los muros
que protegen el Dam‘n de la sofo-
intacta a lo largo de toda la historia de la filosofia, la ¡día mi“ (ac'ml? En una palabra,
¿cuál es el clima de su condición atmosfe'n‘caP'.
-3011.e.x‘aclan1exit‘e
que podía pennitirle a cualquiera “pensar globalrntmtt. 'dycnml’ que-6 las premlntas esenciales
en cuya respuesta de suficiente
sus espaldas el peso del Globo: esa extraña obsesmn ’OCCl. deban? :rcqá'o." ¡05 filósofos y los científicos
de todas las tendencias y dc (0da
el verdadero “lastre del hombre blanco”. En otros termmOS. papcrac'chlaonl:r'dS" khan Puesto de acuerdo.
f C la . eno-a
de ¡a le l ’ ‘ Jl, la Slngulandad completa (le la ¡losofï-a, d a CI ‘
o 03m Y de la politica occidentales es la de haber insuflado todas
l tamiento Sl
’ c e l cha len
only“
“me‘°
¿”¿ Al Pd'rcccr. se soslayu' el papel del hollmin
¡5 ‘
llcfson. "Shot a major conm‘butíon to climate c ¡u g e'. Naturr.
23 Véansc
dc 20l3. P- ¡00 y ss. de este libro.
144 CARA A CARA CON El. PLANETA
FI. AN'I‘ROI'OCENO Y LA |)I'.’.S”I'RU(I(3IÓN (DE LA IMAGEN) DEI. GLOBO l45
las virtudes en la figura de un Globo —eon (l mavu'scula-sin con (“i v md” ¡as cnvoltums protectoras necesarias para la función inmunológica
. . . . . _
la mas' minima atencton a la maneta en que podia ser consuuído
.c i dc la vida (y la vida. para él. es tanto la biologia como la sociología y la
senado. mantenido y habitado. Se‘ supone. que. El (,‘Iobo incluye-¡od .cr, .
o}, política)- I .
que es verdadero y bello, incluso si es una imposibilidad arquith
. , 0rd)» Cualquier pensamiento, cualquier concepto, cualqtuer proyecto que
que se demimbara desde el momento en que. uno conschre sen'anxh ¡gnc ra que las' frágiles envolturas son necesarias porque posibilitan la
cómo y por donde se mantiene m [11'er sobre todo m’mn se la (mmm exist encia equivale a una (entredicho in lenm'ms'. () mas bien, una contra-
SloterdJi'k plantea una pregunta arquitecto’nica muy simple, muïhv dicción en la arquitectura y el dibujo: ya no tiene las condiciones atmosfé-
milde, una pregunta tan material como la de los geo’logos con su n‘c-¿s, climática. que toniarían viable esa existencia mis'ma. Intentar vivir
Ilo: “¿Dónde reside usted cuando dice que tiene una 'visión globd'üï cn semejante utopia sería como intentar salvar todos nuestros preciosos
universo? ¿Cómo se protege listed de la am'quilacio'n? ¿Qué vc? ¿Qui ¡1-3 datos en la Nube —perdón. en the (.‘lmtd- sin haber invertido pmna'mmlz
respira? ¿(.o"mo se calienta, se viste. se alimenta? Y si no puede sau‘gh“: cn una buena provisión de computadoras y torres de refrigeración.” Si
estas necesidades fundamentales de la vida. ¿cómo es posible que pm": quieren ustedes seguir utilizando las' palabras “racionales' y "racionahs-’
da seguir hablando de todo lo que es verdadero y bello. como si uu“ us", muy bien. pero entonces to'mense también el trabajo de concebir
ocupara alguna escala moral mas" elevada?”. Sin especificar su sim-“4. los espacios entt.-mint.-nte equipados donde se supone que puedan habi-
de climau'zación, los valores que usted intenta defender probablcmm. tarlos. respirar, sobrevivir. eqttiparse y reproducirse. El maten'alls'mo sin
ya están muertos, como unas plantas que han estado guardadas cn e. control climático es otra forma de idealismo.
interior de un inverna'culo sobreexpuesto al sol. En las manos dc Slott: Así. página tras página. Sloterdijk rematerializa de una manera nueva
dJi'k. mas' todavía que en las de Lovelock. las nociones de homcosmzs': lo que es estar m. el espacio, sobre esta Tierra. ofreciéndonos la pn'mera
de control climático adquieren una dimensión todavía Illas' metalísx'z filosofia que responde directamente a las exigencias del Antropoceno dc
¡Eso es lo que se llama tomarse la atmósfera en sen'o! Es eso. tambiénm.‘ traemos otra vez a la Tierra.
Nuevo Régimen Clima'u'co. lx) qtte me interesa particulannente es que. en mitad de su segundo
Desde el momento en que sc plantean preguntas tan elementales: volumen. el autor consagra un centenar de páginas a una meditación
vuelve muy improbable que se pueda ver nada desde Sin'o. N."adich que se titula Deus sive Sphaem [Dios. es decir. la las‘fera]. El punto es dehï
vivido jamás en el universo infinito. E incluso. nadie ha vividojamas'vt cado. pero. como veremos a continuación. pennite despejar la pn'ncipal
dificultad común a las ciencias y a las humanidades cuando abordan la
la Naturaleïa". Aquellos que se espantan de vagar por el universo infi-
cuestión del superorganismo.
nito siguen mirando un pequeño globo de una superficie de dosoua
La pequeña fisura, que es, a mis ojos, lo primero a señalar. den'ia del
metros cuadrados desde su cálido gabinete terrestre bajo la confombic
bifocalismo no resuelto de esa imaginería cn'stiana de la época preco-
luz de una lámpara.“ En lugar de decir: “El silencio eterno de cstoso
pemicana. aquella que ya encontramos con Galileo.m Lo que parece
pacios infinitos me espanta". Pascal habría debido decir: “El munmu‘l:
un simple defecto técnico en el dibujo desestabiliïa en realidad toda la
de los instrumentos confinados en estos espacios limitados me apatígu“
arquitectura de la cosmología occidental. A pesar de la imposibilidad
tanto como me instruye". Cuando los epistemo’logos pretenden quc PL"
práctica que los teólogos tienen de dibtJi'arlosjuntos. se esforLaron por
demos vivir “en la Naturale7a', lo que realmente hacen es lo quo pm
hacer coincidir dos tipos de globos: uno teoce'ntricot el otro geoce'n»
Sloterdijk equivale a imaginar un acto cn'minal de destrucción: rompf-
tn'co. Cuando situamos a Dios en el centro. es inevitable que la Tierra
sea expulsada a la periferia y qtte gire alrededor de Él. A pn'mcra Vis'ta
en el templo de la historia de las ciencias),“"4 entre las rnanos (le un Mirada en la epistemología política para dar una figura —pero
científico, ¡se supone que los electrones se dispersaron con ¿mo gm" unañwgum imposible- al sueño de un conocimiento to‘tal y completo.”
poblar todos los enlaces químicos y todas las computadoras! l’cm um fatalidad. Cada vez que uno prensa que el co-
Ohm cn esto una extraña
nuto rnzL's tarde, esos mismos fisicos no tendrán escrúpulo en explicadc espacio sin gravedad —y allí es donde los cpistemólo
noriaricnto es un
uno cómo el espíritu de Stephen Hawking anda rondando el cosmosen
sus sue n'an con residir—,
a
inevitablemente
. - adopta la forma deI una esfera
diálogo íntimo con el Creador, ignorando ingenuamente que cl espíritu mngparcnte que podria ser rnspeccronada por un cuerpo srn cuerpo a
de Hawking no se beneficia únicamente de un cerebro Sino tambiénd‘ Pam‘r de un lugar sin lugar. l’ero una vez que se restaura cl campo gra-
un “cuerpo colectivo", compuesto de una vasta red de cornpuladom “ucional, el conocimiento pierde inmediatamente esta forma esfén'ca
sillas, instrumentos, enfermeras, ayudantes v
¡ sinteti7adores vocales qu, ¡mmm heredada (le la filosofia platónica y de la teología cristiana.” Los
son necesarios para el (lesarrollo progresivo de las ecuaciones (Mialq ¿(es fluyen nuevamente en su forma oring'nal de fragmentos, a la espera
2014). Ls‘ta concepción bifocal de la ciencia no permite reconciliarh ¿(que se aru'cule un relato.
“visión desde ninguna parte" con esos lugares muy particulares que son Debido a este bifocalismo, son en igual medida inverosímiles los dos
sus
los salones de CldS‘C, Ias' oficinas, las mesas de laboratorio, las ccntmlu mualos de Atlds': cl Atlas que supuestamente sostiene el mundo sobre
infomra'ticas, lds’ salas de reuniones, las expediciones y la5' (,'.stacr'orresd¿ hombros (sin ser capaz de mirarlo, como observa SIoterdJi'k), pero tam-
campo, allí donde los científicos deben instalarse cuando realmente uan b¡c"n aquel irrventado por Mercator, el emblema perfecto de la revolu-
nen que obtener. datos o realmente tienen que arm‘bir sus artículos. (ión científica: un Atlas" que. se supone, sostiene el cosmos entero entre
Las dos imágenes del mundo en la teología cn'stiana son tan irrecon. “manos como si fuese una pelota de fútbol (fimgra 4.2). Fusionando
ciliables como la imagen que representaría, por ejemplo, a la físicadd himagen del sabio con la meta'fina mucho mas' antigua de la mano de
electrón presente en todas parla! en el nutndo, al mismo tiempo ques: Dios", \.lercator le dio una forma humana, la de un verdadero Súperman
resguarda de manera segura en el laboratorio Cavendish del]. Thomp- capaz de guardarlo todo en la palma de su mano. Pero si en verdad el
son. La misma negación de semejante imposibilidad se nota entre los globo es sostenido en la mano de algún humano de talla mediana, en-
científicos y filósofos. exactamente en el mismo punto que en los teólo tonces, inevitablemente, es un mapa, un modelo. un globo en el sentido
gos y los místicos. l’arafraseando a Sloterdijk, podría decir: modesto y muy local de pequeño instrumento de papel mache’ que a mu-
chos dc ustedes, estoy seguro, les gusta hacer girar con un movimiento
las contradicciones entre Naturalez‘a —centrada en el cosmos- y Construir un globo es siempre reactivar un tema teológico. Incluso
esa otra Naturale'la conocida por las ciencias centradas en cl cuando se trata (le esos altos establecimientos pedagógicos, un panora-
laboratorio. [as‘ta contradiccio’n torna todo diálogo explícito en- ma. un gl'tKlO, un parque de atracciones, inventados por compiladores
tre las* dos visiones exactamente tan imposible como la recon— Plndar una forma popular al conocimiento enciclopedico que han acu-
ciliacio’n de las- “imágenes del mundo" geo- y teocentn‘ca dela mulado. lo puede ver con claridad cuando Patn‘ck (,e‘ddes. el director
de la Outlook 'l'ower de Edimburgo,“2 debió hacer el panegín‘co de su
cosmología medieval.
28 En elecrn. allí Simon .St‘hafler y sus t olegtts tienen su oficina. pues los hislo il la literatura sobre el uso del globo es inmensa, pero vúanse (los obras recien.
Ii.‘|(lt)l('\ de las t ¡encías terminaron por (K upar. después (le Cierto ticmplll” zum-rue lr.|(llt('i(l.‘\5 [al francés]: Fan'nelli (2009), y el truly util panorama (le
oficinzn de ltn l ientilinn que desde entonces emigraron más lejos. por ¿“m lh-nuon (2013).
(le sus instrumentos ( ada wz mas. aparalows, ‘3 l \'--I torre. suerte (le Palacio del Descubrimiento y de (kodo, es uno (le los
l50 CARA A CARA CON El. PLANETA No y LA DES’I‘RUCCIÓN (DP.
LA m“;
l”. l ANTROPOCE EN) mu. e. LOBO ¡5'
exclusivo de los filósofos. u de los ¡x>líticos, de. los militares” o (¡e ¡m R“. .1 que el argumento es técnico. vale la pena seguir el modo en
teólogos.*“' Obsesiona también a los científicos que quieren conipmndtf e un ¡“mi político ancestral -amalgama de la fabula de las abejas y
qu
el Antropoceno. No puedo re s stirme al deseo de presentarles. a mano de ¡J1 pmvidencia divin:«1—37 viene a parasitar completamente la prosa de
tendría razones muy respetables para
ra de prueba. un caso ejemplar que nos permitira medir. una vez un]mimestig'údnl’ que por lo demas'
(le (.‘aia... ¡si tan sólo fuese realmente la que propo
la pendiente que deben remontar autores como Lovelock o Zalmiehiq ncrsc a la teoria
“¡won‘t-INR!“ la pamdojn es que comienza por estar de acuerdo con la
cuando procuran captar en que sentido la Tierni retroactúa en las accio
nes humanas. W pn‘ncipal:
Hay libros que son admiiables por la obstinación con la que malcn.
tienden su oly'eto: su incomprensio’n se advierte ya en el título: Arma lDVcl()Ck pretende que la vida modfn'ca el ambiente. La vida no
d! (pa‘ia. Una investigation rn'lira (¡e la: relaciona; tnlrr Vida )‘ I'ïma. Lo (¡ug cs simplemente una pasajera pasiva en el interior de un ambiente
vuelve tan notable el caso de Toby Tyrrell (2013) —profesor (lc (icnm’ dctcnninndo por procesos fisicos y geológicos sobre los cuales
del sistema Tierra en la l.,'nt'\'erst'(l'.td de Southampton- es que pretendg ella no tendría ningún control. Las biotas no se han limitado
refutar en regla y de maneta "estricmmente cientifica" la teoria dc ban" simplenurnte a vivir y utilizar el atnbiente terrestre. sino que
Pero Tyrrell no puede presentar la hipótesis de Lovelock sin enscgmd“ adcmas'. tal es la proposición. han modelado m ambiente ton el
hacer de ese ser una cosa superior que circundana’ la 'l‘ierm. (.o‘sa cun'oszv (mdd linnfm. [ . . . ] No hay ninguna duda de que [pvc-lock ¡teni!
y sin que e'l lo sospeche ni por un segundo. ¡todos los fitntasm'ru tcokyp." mw'n \_' muy pocos investimulores estarían en desacuerdo con él
cos que Patrick Geddes atribuía a Elise'e Reclus aparecen de inmedu’to (Tyra-Il. 20l3: l ¡3: el destacado me pertenece).
bajo su pluma!
(.a'da capítulo resume muy pedagógicamente los resultados (le las dis“ Anttstlt' afirmar. hacia el final del libro:
ciplinas atravesadas por la teoría de (Laia. y su conclusión final es que
no puede discernirse la existencia de una totalidad que garantizada h Por estas razones podemos concluir que la duración inintc»
estabilidad del sistema. La tesis del autor es que Lovelock forzosamcn‘ munpida de las condiciones favorables para la vida no pnieba
te se equivoca. puesto que no hay nada que pennita asegurar que ban" la (xislnlriu (le un lmnoslalo todopodemso y por ende no pmeba la
prvltgt la Vida sobre la Tierra. mientras que ella (¡dm-u" runmgmrya (56 cns'tent'iu de (Laia (2013: ¡98).
si realmente tuviese las’ virtudes de esa Providencia que Lovelock, según
él. parece promover. Volvemos a encontrar el problema que ya hemos Conocemos la obse.sio'n de los teólogos por probar la existencia dc un
señalado en la conferen previ : de comienzo a lin. 'l‘yrrell imputa: Dm'lodopodrmm, ¿,‘pero por que diablos atn'buir a Lovelock la idea de
Lovelock la idea de que Gaia es un sistema superior a las lol-mus (lo vida qutc'l busca la prueba “(le la existencia de un l'a‘m‘oslala I'od‘opodzrmo"!.>
que ella manipula. Ni por un segundo advierte que la innomción de ün ninguna duda. 'I'yrrell se ha dejado llevar por el Globo. Ciertamente.
Lovelock consistejustamente en no dejarse atrapar en la trampa dc est
(topo habitual del Todo y las‘ partes.
de los aparatos de calefacción y de las' cocinas. Yo soy “wenu”. . n ni Ideologm (que . sugieran un proyecto o “na
n
Para inventar un dispositivo de regulación. encuc ¡a n la naturaleza) (2001. ll).
ntro (ómada intencion C
avizorarlo pn‘mtm en la forma de. imagen mallaL [ ..
-] Hecho cu_
n‘oso, es extraordinariamente difícil explicar con r , -a r mas‘ clara la ausencia de Providencia. Sin embargo, Tyrrell
invención que funcione. En muchos sentidos. Palabras una Diicll sordos a semejantes
al igual que una sutileI-as". Mientras todo el esfuerzo
MÉCIOCOIkOC‘onsile e" de
invención, Gaia es dificil de. describir (Lovelock, 200l: evitar todo lo posible la distinción en dos
l l; el dos, niveles
tacado me penenece). mapa” las. conexiones. el otro para la totalidad reguladora—,
su adver-
mo-mx ¡an/n de cabeza a la peor ¡metáfora cibernética que exista.
Para Lovclock. Gaia no posee omnipotencia alguna;
es una “imagen
mental", una “comodidad”. una “comparación” para la h.‘p(,'¡csis Gaia es nada menos que osada y provocadora. Pro-
intentar pcns;u_¡
la manera de un inventor —mas" dotado según e'l
que un científico-3' pone la existencia de una reg-ulacion' planetaria por y para las bio-
algo que él reconoce de entrada como “dificil de explicar”.
Tyrrcll pcr- tas. donde la "bíota" es la colección de toda la vida. Sugiere
manece insensible a todas estas vacilaciones del lenguaje.
Pero csjusta- que la vida ha ronsfn'mdo para regular el ambiente global con la
mente a traves de todas esas vacilaeiones como se
establece la dífercnm‘ intención (le mantener sus condiciones mas' favorables (Tyrrell,
entre una visión ingenuamente teológica —esa que, pese
a todo, Tyntll 20l3: 3).
pretende “científica”— y la versión profana. terrestre.
innovadora dc un
Lovelock que busca. mediante los rodeos de
su torpe prosa. captar algo Mienuas el pn'mero vacila, el otro
que quiere abrirse camino, como la tiene la certeza absoluta. creyendo
vida terrestre misma: lo que PI’Odu“ Poder dar, mediante esta auSencia
orden río abajo. sin depender no obstante de vacilacio'n, ¡una lección de metodo
de un orden previo n'o am'ln (le'nu'fico al otro! Si existiese
En la leona de Gaia. tenemos una regulación planetan'a, la hipótesis Gaia
a un inventar hablando de una "¡le “"3. muy poco “osada y provocadora”.
difícil de descn'bir. en todo caso no amen’tan'a una
Publicación: Dios el
Creador, aquel que tiene desde siempre la forma
Adt una Esfera. has
been there before! Lovelock procura no separar
la idea mas' precisa que puedo ¡05 dos
dar es que Gaia es un 5mm”. mmm qm‘ T“Tell impone como una evidencia inicial:
("amm/0. sistema compuesto, por una parte. de todos los obJC‘
Low-lock sugiere
co que ¡a Vida ha latido la mano sobre el limón del
39 En Lu' entrevisuu, Lovelnck la hmm‘l ambienta" Y qUe su intervención para regular el plane
suele insistir en que él es ante todo un Illï‘u'iraudta
de inslnnnentos muy sensibles coll‘il.s.ldo
( iuones (al que h“ I’ïommzido Ia estabilidad y ha penm'u'do las
(en especial el Ermua.) detector d‘c.(¡.“flp( tin-arables para ¡a vida (2013: 4).
electrones ECI). por
rltrlmn (tr/¡lun! (kudai) )' qu"- gn'dm‘
estas se volvió sensible a mw.“ K’) ricm-4'u
a lu animación de la Ticrm- Pues") El ¿"Or
la presencia de productos que l')0d¡'cai'()n€s
químicos (cuando comen/tó 5115 "Wang. a . . .
l“ _ tcton es flagrante, c c no
sobre [xrluciórn ¡I
grandes distancias h‘TnínK pues es Justament porqu.
l l| ‘ _ . . -
"m" y PUI‘ ende ningún timonel, patron,
CíiP'mn' '“gemcro
156 CARA A CARA CON El. PLANETA v LA DL'STRUCCIÓN (DE u IMAGEN) nm. (¡1.050 ¡57
¡.i. Ah’l‘noroesm)
ni Dios que Gaia es una invención que todas las sutilez'as de la cienciadel 0mm algo que se resiste al pensamiento. Si capta la capacidad
'I‘Yrrell ¡“(ha C
ben intentar explicar. Pero lo mm" extraño es que no tiene 0% de la geohistoria es porque mcila y se rectifica. Tyrrell devora tan
“¡n-¿[ha
ción contra Gaia salvo por el hecho de que quiere confiar el timón amm metáforas que no puede cn'ticar una sino confiando en la
¿('ilmcnl e la5'
timonel, a otro capitán, a otro Dios providencial: ¡la Evolución! Mim".fi desconf‘ía de. las metáforas que e'l mismo ma-
om, micnt ras que Lovelock
que Lovelock procura acoplar el ambiente y la evolución borrandoh n¡Pala con precaución, como el único medio para evitarlas poco a poco;
dls'tincio‘n entre ambos porque. los organismos definen también en pam
su ambiente. Tyrrell cree posible oponnGaia y la Evolución. Pn'mcro hemos explicado la hipótesis (:‘aia en términos tomo “la
vida o la biosfera que regula o mantiene el clima y la composi-
De hecho. el perfecto fll entre los organismos y su hábitat (-3 ción de la atmósfera en los límites óptimos para ellas mismas”.
Esta definición e ra impredsa, es verdad. Pero ni Lynn Margulis
mas' un testimonio del poder transformador lodopodemso de la
evolución para moldear a los organismos que del poda de los ni vo mismo hemos sugeridojama's que la autorregulación pla-
organismos para transfonnar su ambiente, de manera tal que nelaln'a neu!!! alguna intención Í. . . ]. En las controversias sobre
sea mas' confonable para ellos (2013: 48). Gaia. a menudo es la meu/ima, no la ciencia, la que es atacada.
La "mctaf'ora' es considerada como peyomu'va: algo inexacto, y
Bonito caso de inversión de las figuras dc la 'I‘otalidad: se supone quch que parte de. bases no científiea5'. En realidad, la ciencia autén-
Todopoderosa Evolución es plenamente natural; Gaia, ¡x-Iigrosamcm, tica esta atibormda de metáforas (Love-lock. 200]: l l).
prow'dencial... Tyrrell no se da cuenta ni por un segundo de quem;
dos figuras pueden sustituirse perfectamente la una con la otra. .‘vlienlro Sml'injusto al lanzar dardos a un naturalista cuando los defensores de las
que cree escn'bir cientificanlente., cuando lo leemos nos parece estar m oe'ncias axiales. lo se' muy bien. no lo hacen mejor y saltan. sin vacilar ni
plena Teogonía: ¡los “poderes” de la Evolución en lucha por la suprema- porun segundo. al nivel global de la sociedad, apenas necesitan explicar
cía contra los "poderes" de Gaia! () más bien en plena 'l'eodicea. puesto (ualquier conexión. (.‘uando hablan del “conjunto de la sociedad", del
que se uata de saber quién protege mejor contra el Mal en la Ticm 'tontcxlo social", de la “mundialil'ación", esbozan una forma con sus mir
¿es el Termostato Todopoderoso o la evolución darwiniana quien mqa‘ nos¡quc nunca ha sido mas" grande que una calabaz'a de tamaño normal!
favorece a aquellos que le son fieles? 'I'yrrell llega incluso a conminan Perose trata del mismo problema cuando hablamos de la Naturaleza. de
Lovelock a ceder, como Leibniz. pzu‘a probar que su Dios es inoccnlcdt h'licn'a, de lo Global, del Capitalismo o de Dios. (.a‘da vez, suponemos
los desórdenes que Él ha introducido aquí abajo.” La ol_)jeción es dn'vr- hcxis'tencia de. un superorganismo (Iatour, 2006).“ la trayectoria de
u'da, si consideramos que se trata de un autor que utilil'a sin la mtm.’ estasconexiones es reempla7ada de inmediato con una relación entre
vacilación el modelo neodarwiniano, ¡tomado este a su vez de la Mano hspartes y el Todo de la cual se dice, sin pensarlo, que necesan‘amcntc
Invisible del Mercado! es tupm‘ora la suma de la5' partes. Cuando forzosamente es injm'ara ellas
¿Acaso le busco la quinta pata al gato al acusar al pobre 'I‘lvrrell dem (latour y otros, 2013). Mas" grande no significa mas' mglobanle, sino mas'
un teólogo disfrazado? Sí, desde luego, pues todo dependejustamtnk [Mmmm ranrrlmlu..|amás se es mas“ provinciano que cuando se pretende
del hilo que la prosa nanativa permita ya sea seguir o cortar. (Zienamm ltncr una “visión global". .. La escala no se obtiene por sucesivos encajes
te, Lovelock no es ni filósofo, ni poeta, ni novelista, ni historitulor. pd!1 'dttsfcras de diferentes tamaños —como en el caso de las muñecas rusas—
s"¡0 por la capacidad de establecer relaciones mas' o menos numerosas y
40 De allí este pm'je ,uirprendenle: "/\ mi modo (le ver, esa paradoja del
hambre de hidrog'eno (le un mtuido bañado eu liidrtm'leno es uno del“ 4| Es fascinante ver que el problema es exactamente el mis'mo en todas las esca-
dr’gumentos mzL's poderosos ('Ulllnl la idea (le Guia, según la Cual la biosftfl las. ya se mite de las homiigas de (m‘nlon (20l0) o de (pa‘ia. ¡15' el problema
se unantieue conformble por el beneficio de la vida que I.I habiln' (“JR”- que Tarde “999) había situado en el núcleo mismo de las ciencias sociales y
2013: iii). l’arecería que estmnos leyendo a Voltaire. ¡que se burla dc LnP‘w. qulre fue .‘¡bsorbitlo por la idea de niveles distintos que mn del individuo a lo
bas (le la existencia de Dios que se basan sobre la armonía (le la natural“u co Him,
A Dl-LS‘IrRUCCIÓN (DE LA IMAGEN) DE
CARA A CARA CON El. PLANETA
158
" “"50 l59
. c un
a (lo estamos cansados e '
sobre todo recíprocas. La dura lección del actor-red Según la c - ,
as‘immcntt d la h'smna-
c0nuI “pk/lr p "wm. “S, conexiones de la Tierra evitando dibu. ¿como
razón alguna para confundir una localidad bien ¿onedada nl ‘ _ . , ar una
7'85 Pa
del Globo vale para todas las asociaciones entre los “3,08.
a
un n ¡ovimlento que vuelve sobre Sl mismo, cn {Orma clc
“cdialflo
La razón por la cual la relocalil’ación de lo global se ha me“ "una para tml'ar un camino entre las posibilidades de
as; r por las nociones de partes y de Todo que sólo la preso".
portante es porque la 'l‘iena misma ya no puede ser captada lan/¡-
HIO}:¡menu " P‘ ".cro ¡odopoderoso —l’rovidencia, Evolución o
por nadie. Ls‘ la lección misma del Antropoceno. Dcst el ¡"(me Termos.
' mcg“). las" el único medio de volverse profano tanto en
que unificamos en una esfera termquea la geolu'storitL la re(l llcinloS"(0 en
L
“mladada al 7"" ( ¡[ill mologl'a. Pero no nos precipita-¡mm para identificar
límites del anu'guo formato de la teología nit-,(liamL a lo, este
.
aquello que en la conierenaa precedente he llamado esas
temología de la Naturalem del siglo XIX, y vuelta a volcar e“ el "130]ch
nmimicnto. con bucles de retroaccron en el sentido de la cibemc'u'ca:
del complejo militar-industn'al del siglo XX.“ aunque “no Sea profmrde
“dos dz am'o'n, lcg“.¿Wu-íamos al modelo con gobemalle,
ciencias del sistema Tierra en la Universidad de Southampton gobernante y
A pm >
¡de u' nnediato
del unánime entusias'mo que ha suscitado. (-I celebe'rn'mo "plan-¿mal dial! (l’irken'ng. 2‘01 l)-
r ¿obirnm mun
envenenó de manera sostenida el pensamiento. Ius‘ una imagen mi: por cse extmño bucle de reflexividad que recientemen-
(‘omcucemos
pinta en la que sc mezclan la cosmología antigua de los dioses gn'cgm hismrindores del ambiente destacaron con mucho énfuis: hablar
(elo6 lo m c" 2015 ¿.5 repetir casi palabra por palabra
la anu'gua forma medieval atribuida al Dios cristiano, la compleja Rd, lo que se decía en
de adquisición de datos de la NASA. antes de ser proyectada (lenlmdd lgkl.0'“c0n]gt_)¿3() o, incluso en 1855 o en 1760"“ para protestar conua los es-
panorama difractado de los medios de com um'cacio'n.“ Lo que es _ sobre _ la natumlem. Vemmos pasando
. este
seguro "¡gos (le l a ímluslriaIi./'.'u‘io'n
es que los habitantes de Gaia no son los que consideran al plancmam] e¡m1 c" loa/y desde el comienzo "HSHIO del Antropoceno. verston 1780
como un Globo. (¡h-507,, 20l2). Sin emlmrgt), eso no quiere decir que los histon'adores
En cualquiera de los casos. en 2015 podremos sustnurrnos a la fascim- (¿dan a su peradillo de andar desulbn'endo siempre. para cada novo
ción que la imagen de la Esfera ha ejercido desde los tiempos de Platón: dad. una ple'tom de precursores más o menos desconocidos. Es como
la forma esfén‘ca redondea el conocimiento en un volumen conu'nuo, sicada autor ecologista se viera llevado realmente a descubn'r que hay
completo. transparente. omnipresente, que enmascara la tarea extraor- 'algo nuevo bajo el sol”, pero ciñendo a las ideas previas aquello que
dinan'amente dificil de ensamblar los puntos de datos prm'eni-uitcsdc qum'an decir; asi. pese a todo. cuando se consideran las cosas a largo
todos los instrumentos y de todas las disciplinas. Una esfera no u'cne plazo. uno tiene la impresión de. que no hay nada nuevo bajo el sol (Ha.
histon'a. ni comienzo. ni fin. ni agujeros, ni (liscontinuidad de ninguna milton y (.‘n'nevald, 2015. McNeill, 2010). Nada sorprendente. dado que
especie. No es una me ra idea, sino el ideal mismo de las ideas. Aquellos seguimos confiando al vocabulario del sempiterno Globo tanto nuestras
que “jacta” de pensar globalmentejamas" se sustmem’n a la maldicion' mgusu'as como nuestras esperan/as. Apelando al planeta azul. ¡no podc-
de AtlaS': Orbzs' termrum Sphaem six/e Deus, sit/e .Na'lum. mos mas' que dar vueltas".
Silos historiadores tienen
razón al cn'ticar a aquellos quo. pretende".
O “dura con el mismo entusiasmo,
que acabamos de entrar en un pene
Dtgamoslo de otra manera:
aquel que mira la Tierra como un Globo 6° mdltïalmente diferente,‘5
os se equivocan al no ver que esta “Pou-“¿ón
es tomado Siempre
' -
por un DIOS. . t f
Sl la Esera es aquello que allhclam
44 E > _r _ r
l""3""‘Ullo de Bonneuil y Fressoz (20]3) es (lllCll (le refuta. nuestros
li H i.dl' ‘ 1'"0"“ 'llum“ -
' han ce'sado (le deplomr en los mismos .' '
(¿mimos la mi!)ma
.30“ c"“(ww (J _ y _ .
'
42 N" ha"; que Oluidi" nunca ‘llle las preocupaciones :unbientnlt’s “‘"Üh y (le :Idverur l.“ mismas ¡llllcn'lil'ij yn se tmtc dc Tnulmm (¡990 v
lugar fumar“ Y (I‘m l“ Hum“ (013] [mr las modificaciones del clima P3).
43 ¡En dmnas’ de't'ndíu st la {guerra
ronlm las mul.'tciones del clima (ed‘l)0':l)'uml
\.V""" ‘r' “mk-N < ¡972). el (llul) de Roma (Vicille-Blanchard. 20! 1). Hum
n cmueatm (.rm'smuhl “"0” l 1855 l) o las (ninpañas contra ln VJClllh'lCÍÓI] en 1760. I m sido
4 ,, (20H). La imagen canómca . es (le h 1 ki" '45 Me dvd ¡cm .
.CUIHPOSICIUH hecha plXt'l por "r" ‘ “IP-'lble. con ln ligera salvedad (le que. como nunra
4
forma parte del fenómeno del que es preciso dar cuenta: por den] cs redonda. O mas' bien. esa redondez de la Tiana
Tien't realmente
la geohistoríajamas' se deja pensar bajo la forma de una Esfera cuna":
h (¡ida desde. la mas' alta Antigüedad —pero cada vez superficialmcnu;
ma cnglobante hubiésemos descubierto de. una ya por (0da.; Es porq) a)"
conocidr adquiere cada vel. _ mayor verosimilitud a medida que aumcnm
_
que sc trata.justamente. de una histon'a, y no de una “llallllïllcm'.h
número de círculos mediante los cuales podemos lentamente Circuns-
his'ton‘a. por su parte, sorprende y obliga a revisar todo cada vez. [al-m zum. Así. el bucle que es necesan'o para dibujar cualquier esfera es
presión de repetición de lo mismo den'va de la forma del Globo. mn d Dewey (1992 [1938]): uno debe senu'r
Pngmáu'co en el sentido dejohn
que cada uno intenta figurar aquello nuevo que le sucede. En cambh de su accion an tes de ser ‘apaz de rcpresentarse lo que
“consecuencias
el descubn'miento. una y otra vez estremece-dor. de una conexión nue.u “no ¡calinente ha hecho y tomado conciencia del tenor del mundo que
y drama'u'ca entre posibilidades de actuar hasta aquí desconocidas'y‘.“ 5, k ha resistido.
escalas cada vez mts" alejadas. según un ritmo cada vez mas' frenético,ch por eso es tan importante pasar del Globo a los bucles que se dibujan
sí que es realmente nuevo. Dado que disuelve el pensamiento mm mn'sablemenle de una manera cada vez mas" amplia y mas" densa. Sin el
del Globo observado desde lejos. el Antropoceno pone la histom‘m obanaton'o de (Zharles Keeling (1998; ya lo hemos cnconuado antes)
el centro de la atención.“ En este sentido. a pesar de la cn'tica dc ¡m en Mauna Loa lv los instrumentos que detectan el ciclo del CO2. sabria-
his'ton'adores. ciertamente hay desde 1761), desde 1945. desde 1970, ¡18° “menos. quiero decir que muiru'imos con menos fuerza que la Tierra
nuevo bajo el sol." Si bien los bucles de reflexividad se parecen cn h Puede ser redondeada por nuestra propia acción. Y antes de eso. tuvimos
forma. su contenido. su n'tmo. su extensión son diferentes cada vez, ¡Tal questllllr el agujero en la capa de ozono gracias a la campaña a favor
es la inm'tena'a de Gaia! delos instrumentos Dohson ((irewmühl. 2014: cap. VI), así como hubo
que aprender a sentir la posibilidad del invierno nuclear gracias a los
La noción de globo y de pensamiento global contiene el inmenso pcb.‘ mmm modelos de circulación atmosfén'ca promovidos. en la época del
g'ro de unificar demasiado apresuradamente aquello que pn'mero debe boletaustn nuclear virtual. por (,a‘rl Sagan y sus colegas.“
ser compulsa). hs'te problema es ante todo maten'al: hay que dibtu'ar un Eso es lo que esta en juego en el Antropoceno. No es que de repen.
círculo antes de ser capaz de generar una esfera. 'l‘ambie’n es empín’to: ¡cel pequeno espín'tu humano deba ser teletransportado a una esfera
sólo porque el barco de Magallanes regresó. sus contemponineos pudio' global que, de todas maneras. sería demasiado vasta para su pequeña
ron fijar en sus mentes la imagen de una tierra eslt'r'rica que ya conocían escala. Mas" bien se trata de que debemos deslil'arnos, envolvemos en un
Pero no es menos moral: sólo cuando sentimos que nuestra acción recae gran número de bucles. de suerte tal que. progresiva. gradualmente, el
sobre noso.tros comprendemos hasta qué punto somos nsponsablapor tonocimiento del lugar en el que residimos y de los requisitos de nucsua
ella. (n'mo ha observado Sloterdük (2006: 47 y ss), sólo cuando los hu- condición aunoslürira pueda ganar una pertinencia mayor y ser percibtï
manos ven la contaminación recaer sobre ellos comienzan a scnu'r que docomo mas' urgente. lista lenta operación que consiste en ser envuelto
«¡circuitos de captadores en forma de bucles es lo que significa 'ser de
mTicna'. l’ero cada uno debe aprenderlo por sí mismo. desde cero.
Yeso no u'ene nada que ver con ser un humanoen-la-Naturaleza o un
por mames que encontraremos en la sexta conferencia. no pueden m'irm
apoyados en una ruptura radical. hunnno-sobre-un-(x'lobo. Ius‘ mas" bien una fusión lema y progresiva de
46 Algo que marca muy bien este retorno de la historia es la multiplimim’ n‘nudcs cogniliwls. emocionales y estéticas. gracias' a las cuales los bucle;
de lan allertlatt'nu propuestas para el Antropoceno: el 'Anglocenn' (la
much'cn cada vez mas” visibles. Después de cada paso de un bucle, nos
contribution acumulada de Inglaterra y listados Unidos a hu emisionod‘
(K), sigue siendo sutx-n'or a la de los países emergentes); el '(apiultxmo' mln-mos más sensibles y mas' reactivos a las frágiles cnvolturas que habita-
(<jaumwnumrcxom».' sin olvidar el delicioso "(Zhlhuluceno' propufflo mos (Abmm, 2013).
por Haraway (20M).
47 Por el momento, la .‘¡llt'rnzuint más seria es la del “Planilsttiocetm' NÚM")
pm Tsing (20%) para describir un régimen de toma de ¡it-rm. preindmtml
que marca muy hit-n el comienzo de este gran 'interGImhio colombino'
(Mann, ¿‘0l3). clavo de nro ideal para el comienzo de la (iran Diwtgmb 48 Veanse Edu-aah (2012) y Do'm'es (20] l) sobre el vínculo entre lagucrm
analilada por Grow: (¿‘0l3)‘ nudcar y cl Nuevo Régimen Climático.
¡62 CARA A CARA CON El. PLANETA
"4 ANTROPOCENO v LA DHS'rRUcCJÓN (mv, LA IMAGEN) Dutuoao ¡63
l '\Illulr_ |
libro).
l (le "mm de 2015 (la figura 4.1 ya fue analimdu en P- 25 “° c‘“
DII'TÉRI'ZN'I‘ILS pUEBl ,os (m: LA NATURAILMP
¡70 (LARA A CARA (IUN El, I'IA\.'I-.'I'r\ AR A ¡OS
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N VK )(,' ¡7|
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El frontispicio resaltaba una nueva distn'bucio'n, propuesta por HON)“ la religión sea cosa del pa-
que la c uestión de la naturalem esté resuelta.
de todas ldS’ posibilidades de actuar: una matena inerte. un mundo ¡(XF1' nda Ia ciencia una certeïa lndlsCllUl)lC.' asi como no'podemos hacernos
do de modo mecánico por las leyes de la naturaleza, una sociedad ¡gm-¿dl alumnos de creer qtre'conocemos los resortes que agitan a los humanos,
por la mera pasión del interes, un control estricto de la lll((,'l")T'U2Clón m. los ¡"ws de la politica. Podemos dudar sr cl Antro.poccno marca unla
del lenguaje frustrado de la Biblia, una definición de la verdad ciemíficz (Pm geológica o no. pero no caben dudas dc que designa una transr-
que fuera tan indiscutible como los principios de Euclides l<.'xar.tam(.nlt l' ‘ I
00"“ que obliga a replantear todo.
lo que el dibtJt'o propuesto por la revista que tenía ante mí ponía en cu“ Sm'a menos arduo. lo reconozco. ¡no abordar la cuestion religiosa!
tión: un mundo animado, una Tierra que vibra bajo los pasos. ningu'n .ijo nos gustaría a todos que la religión hubiese quedado a nuestras
paisaje reconocible, ninguna auton'dad afirmada. espantosas int-¡(1347 ¿ipaldafl Hobbes debió de pensar lo mismo... Pero es demasiado tar-
híbn'dos a granel. miembros dispersos de ciencias, (le industria y (lo {o}. d,_ No sólo a causa de eso que llamamos el “retorno de lo religioso"
nicas. Y Inas‘ que nada, esa impresión desalentadom de que ese cucypo 0d ascenso de los fundamentalismos". sino porque el advenimiento
colectivo camina a cieg'tst, con los brazos colgando, la cabeca' inclinad¿ ¿(Gaia obliga a dudar de todas las religiones englobantcs. incluidas
destacándose sobre un fondo negro, sin saber adónde m, ¡ni con quim' ¡quellas a las que hay que. llamar religion“ de la naluralaa. La paradoja
se encontrará! Frente al Leviatán, uno sabe quién es y ante que auton'dzd dbaslanle divertida: se acusa a Gaia de ser “una religión que se toma
debe arrodillaise; ¿pero cómo comportarse ante este otro (kismomlosoáj por una ciencia", cuando es la intrusión de Gaia. al contran‘o. la que
Al poner estos dos ídolos lado a lado. no podia evitar pensar que tal m obliga a redistribuir todos los rasgos de la época precedente, incluida
presenciábamos el retorno (le la 715,10”? de todos contra todos. Hobbes hextmña idea que hacia de la Naturaleza conocida por la ciencia aque-
había creído resolver la cuestión del orden al extraer a la sociedad (¡m llo que debía oponen? a la Religión (mantengo las mayúsculas no para
del estado de naturaleza mediante un contrato solemne que pcnnitíz que suene más solemne. sino para recordar que se trata de figura. no
fabn'car pieïa por pie/'a la máquina artificial del leviata'n. ¿la ¡xxsiblc de dominios del mundo). Si intenta'ramos, hoy, en pleno Antropoce-
que hoy esta solución se halle puesta en cuestión por otro monslmo. no, separar la (Jiencia y la Religión, sería una verdadera masacre. a tal
este h1l)n'do de geología y antropología que la revista designalia. íngo punto hay Ciencia en la Religión y Religión en la Ciencia. Al intentar
nuamente. como "la era del humano”, nueva mnalgama (le artificio y de separadas tales como estárL antes de haberlas retomado, perden’amos
naturalel'a? ¿A menos que se trate de la invención. mediante un nuevo toda posibilidad de traerlas a las dos a la Tierra. porfin separadamente.’
pacto. un nuevo contrato, un nuevo artificio, de algo que podriamos Esacs una de las fuerzas de Gaia: ese ácido tan potente que corroe la
llamar el Ls‘tado de Naturaleïa?" amalgama (le toda religión nalumL
Mientras en el siglo XVII era preciso. según Hobbes, que la matcm' Dc todos modos, no tenemos opción, ya que la desagregación del anti-
fuese declarada inanimada para que se restableciem el orden. a comim guo fonnato Naturalera/(Jultura nos fuerza a volver a trazar el límite de
los del siglo XXl. hasta que la Tierra se ponga a retroactuar ante nuestras todos los colectivos.“ En la época del Antropoceno, scn'a bastante vano
I'ntn'rags pam que el orden se sacuda por completo. En todo cam, como
en el tiempo de la “glon'osa revolución”," no podemosjactarnos (le creer
9 Vemos ahí toda la ambigüedad del termino “religión natural'. propuesto
como el tema de las conferenciau (.‘iÍÏord. Podemos ver en ello la biL'squcda
de líu 'pntebau de la existencia de Dios por parte dela (icncia'. o la busq'uo
6 Nombre que yo había dado. en primera instancia. al proyecto (mlml luego da de un lugar dejado a la espin'tualidad en un mundo enteramente matcna'l
devenido {mi}: Global (.ïrrus (véasc'n en este libro. la intnxlucción). (a lo que en efecto se consagra un gran número dc conferencias Gifl'ord).
7 [45' lll-'IW'I_Wlll.'B contarán hasta el litl para distinguir el estado de naturaleza Pero uunbie'n podemos intentar encontrar el on'gen dc un problema tan
-"lllt) liolilwsinno nert-mrio para contrastar con el l-Lstndo- y' el listado dt (lenfortunadmnente planteado,
Naturaleïa que verdmlemmente es. (le hecho, la constitución bajo la «nm lO (himno. he de recordar. es el término que recmplara los antiguos concep-
Modernos han vivido hasta la irrupción (le la llllltnción ecológica )' del ‘fin' tos .‘uimútn'cos dc sociedad o de cultura (“Eau- la pn'mera conferencia). 1.1
de la noción de 'Imtuntle'ut" (lawur. I‘JJ‘J). sociedad (o la cultura) es la mitad de un eonccpto único cuya otra mitad está
8 Ls' cl nombre que dieron los ingleses :t la ('onclusit'm (le las guerras cin'ksdf (Otnlíluítln por la naturaleza. 'Colectivo' recoge cn un único concepto aque
religión. en 1039. y al (’Sld’l)l('t‘llní(,‘lll() (le un nuevo orden constitucional. llo que justamente [alerta una multitud de dis'posiciona que no son definidas
174 CARA A CARA CON El. PLANETA A IDS ¡""1'1Rh'N'l‘l'3 PUEBLOS (ur. LA NATURA]
V'v/w?‘ sunt/Hi
¡”to (A‘ )
otro modo, ser religioso es ante todo permanecer atento a aquello (¡nc los ¡“nos lv que todo lo destruye, siempre verde. fecunda, [...]
a otros, como es fácil comprender, les importa. En parte es. pues, aprcn. van'ados. [...] oh, Diosa
que da a luz la multitud de los frutos
der a comportarse de mane m diplomática (Stengers, 2005).” b¡'cnaveiiturada, multiplica los frutosjubilosos y senos favorable
Din'girse a un colectivo es. sobre todo, encontrar un modo de nom- con ¡as Es‘taciones dichosas (Himnos órficos, XVI. según la ver-
brar aquello que ese colectivo respeta más. aquello que reconoce (cmo sión francesa de Leconte de Lisle).
su autoridad suprema. Si un colectivo cuida de sí mismo, y en ocasiones
de los otros, es porque invoca una divinidad, o, para no impresionar; Scmcjzuttc invocación pasaría por fácil ironia o por. una tentau'va fu'u'l de
algo
los lectores sensibles. una dm'dad por la que se siente convocado. Losa. mmm un culto desaparectdo desde hace largo tiempo. Para que
bemos desde que la antropología existe: no hay colectivo sin un n'lua] stenta ll’ldl-
¡sí suene verdadero, se necesita un verdadero pueblo que se
por el cual descubn'mos que el único medio de reunirse realmente como s¡,(¡ablc de esa divinidad mediante rituales profundamente arraigados.
grupo consiste en ser convocado por esa auton‘dad y, en respuesta. into Nada más alejado de mi in tención. como ya se habrá comprendido. que
carla. Eso es lo que nos enseñó Durkheim (1968 [ l912]; y mi análisis dc Pmliocarles risa con la evocaclon de (nata o hacerles creer que Gaia no es
este texto cano'nico, en latour. 2014h), demostrando que, para determi- mas’que una figura del ptusado: una sombra. un fantasma. Es por eso que
nados pueblos moderniz‘ados, la figum de la Sociedad con S mayúscula nom)” a intentar invocar a ese pL‘l’SOHaJC, puesto que no comparumos
podía desempeñar ese papel de auton'dad suprema... y, durante el u'lul suficientemente una misma cultura, no pertenecemos al mismo pueblo,
mo siglo, comprendimos que el Mercado. siempre con mayúscula, podía no rccurrimos a los Inisinos rituales como para estar en situación de sa-
servir. asimismo, a lo ancho y a lo largo de inmensos territorios, como ludar a la antigua (.‘ea con el nombre de jusliss'ima I'e‘llus" No hay culto
auton'dad de última instancia (Callon. ed.. 1998). En este sentido. nohay ujncultum viva: no hay cultum sin culto vivo.
colectivo perdurablemente secuIan'zado. sino tan sólo colectivos que han ¡Pero como hacer pam pedirle a un colectivo que precise el nombre.
modificado el nombre y las propiedades de esa autoridad suprema en losialn'lnllos. las it'inciones, el origen y la figura de una auton'dad supre-
nombre de la cual se reúnen. ma de esas cal:tcterísticas cuando él anuncia con orgullo qu! no manu!
Pero sabemos también que este movimiento de ida y vuelta. que une iiu'm'dzul «fauna? En este pun to. es necesan'o que uno se tome su tiempo
a un pueblo (congregado por sus divinidades) a divinidades congrega- ypicnsc. como hoy .‘tcostumbramos a hacerlo," sobre el nombnv. que da-
doras (invocadaS' por su pueblo). no puede resistir durante demasiado mosa las figuras. a las artimañlls de esaS' llamadas figuras. Las divinidades.
u‘empo la influencia corroshar de la crítica. La menor marca de distancia tomo los conceptos. como los héroes de la histon’a. como los objetos del
o de indiferencia hasta para reducir a las divinidades al estatuto (le temas ‘mundo natural" (rios. afluentes, peñascos, homionas. levaduras). no
decorau'vos. [as'o es lo que les sucedió a los dioses inmortales de la Anti- tienen competeiwia (y por ende sustancia) si no es por los descmpeños
güedad: desaparecieron con el pueblo al que pmknerian y que ellos mis- (los atributos) que les otorgan forma in fine. Comportarsc diplomática-
mos sostenu'm. Eran mortales. y sólo su fantasma se ha vuelto una fuente mcntc. cuando uno manipula materias tan explosivas como las deidades.
de entretenimiento o de nostalgia. Sería ridículo, por ejemplo, que hoy csobligarse a comenzar siempre por los atributos, a fin de no disputar
en día nos pusie'semos a invocar a la antigua (Laia repitiendo un himno inmedia(¡intente por las sustancias.
como este: jan Assmann, el gran egiptólogo e historiador de la memon’a mítica.
nosrecuerda que existia una venerable tradición en las diversas ciuda-
Oh, Diosa Gaia, madre (le los Bienaventurados y de los hom- Idcsdcl \.lediteria'neo y el Medio Oriente. antes del advenimiento del
bres mortales, que alimenta y que da tantas cosas, que produce JUdaísmo y del cristianismo, por la que se erigían tablas dr traducción para
13 'la muyjusta Tierra". cita (le Virgilio por (.a"rl .Sc‘hmiu (200M): 47). que
l2 Acerca de esta cuestión (le la diplomacia como ute’tmlo (le. investigacio’n.
mln-¡emm a comentar en la séptima conferencia.
véase la hermosa conferencia (le Stengeis disponible en <modexofexistcnce.
H l'n vista/xo al metodo propuesto en la segunda conferencia es úlil pam "0
org). en la entrada ¡hp/mutu)‘ (version inglesa) o (Ii/¡Ianmlir (versión fmnccfll-
¡wnlem- en lo que sigue.
vane!”-
178 CARA A CARA CON El. PLANETA ocur A LOS l)ll»'l-.'Rl>.'NTl».5" PUEBLOS (DP. LA NAWKALu".A)? ¡79
¡cómo (:ONV
los nombres de los dioses a los que se rendia culto.” En una epoca qut ¡c Permitía la intertmducción se va a tomar imposible a partir de
¡ita (ll
se volvía cosmopolita ((Zline. 2015) . esas traducciones ofrecían una som la "división mosaica”, precedrda por aquella otra, todavía
¡aque ¿l llama
cio'n práctica al relativismo moderado con el que (tada adepto de un cu]. , aun-¡pue de Akenato'n. Se introduce entonces una relación comple-
to local reconocía su parentesco con los cultos locales de los numeroso, la cuestión de las divinidades y la cuestión de la
unrcnl‘t nueva entre
m”
extranjeros que vivían entonces entre. ellos. “Lo que tú, romano. llama, “dad. A partir de este punto de ruptura en la histon'a, se podrá detectar
Júpiter. yo‘ griego. lo llamo Zeus". y así sucesivamente. b¡mlpción de la religión por las reaccrones de horror ante el relauns-'
tablas de. llS.0m.brCS de dioses. y por la
Las tablas de traducción funcionaban, según Assmann. llevando la ¡m moderado que auton’mba las
atención desde el nombre propio de las diw'nidades hacia la sen'e de multiplicación de los gestos iconoclastm." In Importar lo que hayan
camcteristicas' que ese nombre resumia en el espiritu de sus seguidores, Pemu‘u'do cn el pasado. el “solo y único Dios" ya no puede ser sinónimo
Si, por ejemplo, el nombre “Zeus” sonaba a los oídos como un término ¿e ¡lguna otra divinidad cualquiera. Traducir el nombre del uno en el
incomprensible. se desan‘ollaba la lista de sus atributos. “Guia de los dem. nombre del Otro se volvió no sólo impracticable. sino también escanda-
nos“ (Moimgtlrs), “Protector de los suplicantes” (lkesios). o incluso “Dio; bsoc incluso impío. La “verdadera” divinidad se vuelve inuaducible por
de los vientos favorables" (Iii/arrrmos) y. desde luego. "l’or‘tador del rayo‘ cualquier otro nombre; ningún otro culto que no sea el suyo podn'a ser
(Astrafm'os), hasta que el extrarJr'ero le encontrase un equimlente en su (olemdo. so pena de idolatría. Es como si el verdadero dios hubiese Iro-
lengua. La precaución que tomaban esos pueblos para cohabitar sin dc- mdo. fulminante: ¡“jamás bajo ninguna circunstancia. volveras' mi culto
gollarse mutuamente consistía en asegurarse de que. si las listas de cua. ammxtrrablt con ningún otro". El antiguo sentido de la palabra religión
lidades eran bas'tante semejantes, entonces podían considerar los nom. n no es comprensible: muy por el contrario, neglt'gir aquello que les im-
bres propios como mais o menos sinónimos —en todo caso, negociables-.- ponaa los otros ¡he alli el nuevo mandato! Ls‘ por eso que Assmann pro
“Vuestr'o pueblo lo nombra así, mis congéneres lo nombran pero pone para esta asociación nueva entre la religión y la verdad el te'nnino
mediante tales invocaciones designamos a la misma deidad que realiza aparentemente contraintuitjvo de contrarreligión, término que nos guiará
en el rntrndo el mismo tipo de acciones". Esta forma de intertraducción tanto cn esta conferencia como en la que le sigue,"
ofrecía a5'i una solución politica a la paz civil en sociedades con adhe- ¿En que nos concierne. esto hoy?. dirán ustedes. ¿No hemos salido
siones nniltiple s" si tino se atjene al nombre. combate incesanterrrentc hace mucho de esa “división ¡nosaica". habituados como estamos a com-
y en miro. las tablas de traducción de los nombres de los dioses cn las parar las rrügianm. en plural. sin hacernos cargo para nada del hecho
ciudades antiguas eran a la vez el resultado y la ocasión de negociaciones dcque cada una se pretende mas' verídica que las otras? ¿Que podría
diplomáticas en la5' grandes urbes cosrnopolitas. impedir la comparación? ¿No nos hemos vuelto de lo mas' plurahs'tas?
Pero, como Assrnanu (200] y sobre todo 2003)“ ha demostrado de ¿No estamos en un mundo por fin definitivamente seculan'z‘ado? Sí, pero
manera a la vez provocadora y tan convincente, esta situación diplomaï hemos comenzado a comprender, en la conferencia anten'or. que para
strim-ligioso no bastaba con meerse irreligioso. (hmo vimos en el caso de
un profesor de ciencias del sistema Tierra como Toby Tyrrell, no es tan
l5 'lm din'nídiules eran inlernarionales porque eran cóslnicas. Los difcrcnlts fm'l lencl' una visión profana del mundo.l9 Uno se puede creer cientifico
pueblos rm’erenciaban dilerentes dioses, pero nadie cuestionaba la reali- ylíbcmdo (le toda creencia particular, atribuyendo a la Evolución o a la
dad de los dioses de los otros, ni la legitimidad de las formas' de su culto'
(Aumann. 200]: 20).
lG Este lillimn libro reseña las disputas suscitadam por la pn'mem obm. '[la
du'tirrciu'n verdadero/ialsol es ajena a las’ religiones y a las" culturas liitto'ri IT ‘la introduu io’n de la verdad monoter’sta no se acompaña dela aparición
(as lnuliu'onales, en las que las oposiciones fundamentales se refieren a lo del 'udio', sino de una nucxa fonna de odio. el odio iconoclmta o teoclzuta
sagrado i" lo profano o a lo puro y lo illlplll’O. Alli, la preocupación principal de los nronoleislnos hacia los antiguos dioses considerados como fclirhes.
no t'\. r omo en las religiones wrnnd.‘tn'as. el riesgo de adorar a los falsos u el odio :rrnimonoteísla de los otros, excluidos por la distinción mosaíca y
dimes, uuu muy por el 4 ontmrio, la posibilidiul de descuidar [negl’ignl a UI“ (lr c gemidos paganos" (Assmann, 2003: lll).
divinidad importante. 4 onxirlem que todas las religiones tienen el mismo 15 l.r r orinar religión o religión secundan'a se distingue. pues. dc las religiones
Hilo] r se pzuu' del print ¡pio de que existe entre los dioses una relación dc girrruariax (.Xss'mann. 2009).
(Llllllt rhilrdad'. l“ \ (me la conferencia previa, p. [51 y ss. de este libro.
\-\'()(.':\ R ¡\ LOS DIFEREN 'l-LS‘ ¡»UH HLOS (DE
LA NATURAI
1.7.4)? ¡8'
nueva contrarreligión que va a .‘li.l'.’\l\.‘(.‘ mnlm todas las I'Ciigiulu‘s‘ ¡"duda dum-ó“ (ip nombres de dioses ha vue'lto conmensurables, no puede
los monotet’smos. Declararse" sin divinidad alguna no es suficiente pm “un”. desde el vamos. bien lo se. mas que ttn grito de indignaciórL
hacer olvidar la voz de esa instancia suprema que. también ella. Mmm; -._(;.,*m., se atreve usted a comparar a aquellos qtte creen en unas divi-
[an violentamente como la precedente: ‘_‘I;unás. bajo ninguna cimm, “¡'dmh.Ñ ¡mis o menos hi/arras o extravagantes y a aquellos que hablan
tancia. volvems' el (ortodrnintlo de las leyes de la natttmleya minimum“, dela. '\.".ttut.tle/.'t'. cuando esas dos invocaeiones son totalmente incon-
con ningún otro culto". ¡lt".\tr.ut‘o derecho el de neglig'iraquelloqttcalo; menstnahles} llasta el termino ‘invocación' es chocaute. lm-oque. si lc
otros les ¡nipona! Lo queramos o no, somos los descendientes de um da la g a (laia. :\I;i._]esu's o Buda. pero no puede tolerarse que hable
división que nos obliga a asociar la ¡ttttotidad suprema a la que confir tn lm mismos t<'-rn¡inos de ‘invocar' a la Naturaleza. Entre los cinco
mos nuestros destinos ('on la cuestión de la verdad. lnclust‘i 'dqttt‘llosque pn'tuexm nombres y el tiltitno. ¡'tie.ne. que seguir existiendo una brecha
mmitan ante las religiones tnonotet'SIAS' han tomado de ellas esa mmm que ninguna uegociaeio’n debe. ser capaz de coltnar!" lus‘ en la intensi-
tan particular de vomitar ante la idolatría. La iconoclasia es nuestro bm‘ dad de la iutliguaeio’n donde reconocemos el trazado de esa división
común (latottr ¡v Weibel. eds.. 2002). Del verdadero Dios que fulmimi radical entt'e los (¿usos dioses y el verdadero, incluso si la división pasa
todos los ídolos hemos pasado a la verdadera Naturaleza que fulmim ¡han enu e loque se dice (le los dioses, por ttn lado. y lo qtte se dice de
a todos los falsos dioses. La division permanece; como permanecen 12.:? la 'reuli<l.ul". por el otro. “Usted no puede comparar esas entidades.’
bien el relámpago. el trtteno lv el sullt'troso olor del rayo. 'Um’ tiene que elegir su bando.” “La Natumlem no es una religión.“
Pueden ustedes ver donde csm‘ la dificultad: yt. es bastante. (iIÍICIICÜTV' 0.cn plan de p.‘tl'u(li.‘ll' una l'tïtsc
t‘ ebre.: “(.‘uando oigo hablar así de
votar a lth religiones pata tot nttrlas comparables unas con olmv Í nde \."atut;tlel.t' , saco
el revólver".
so si se han habituado a reelinarse, mas' o menos de buena ganara“e PC!” ¡esperen! l unos aquí para pensar. no para luchar... en todo
esta forma altom popularizada (le plutítlismo; PUTO (¡150. (od ‘.t\t'.t no. Queremos
¿Cómo “pc?! qx‘ (lespl.'tl.'at‘ la atención de los nombres a lOs
¡ln'lnttm . Antes
la negociación no vam a abortar enseguida si uno de los colectnm“ de Izunaruos a una carnicería de unos contra los OII’OG‘
niega con indignación
a decir que territorio ocupa. que autoridad “nm m l’lllm‘l‘o la reunen a uste-
tna lo congrega. en
“JU
desir“ “mmm” ltsta de las etmtctertsttcas que los
‘1, a otros.
que ("poca se sitúa y que principio de ‘o'npos'nm
naturaIe/a. tal vez, bttio otra deuomtnacton. Pero la
reconoce? dit ¡in ustedes. no es un 'eutl)letna' ui una ‘d'cttotttt'tt.1ct'o'n".‘
“las con este problema (SL! tuatet
a num “x? izt dV ¡El (lllt' h . 1 l LO 5':
en int-nte. que me fill-“uña mttj. b' estamos hechos y i en la que todos vitimos.’
tton tltplottt'a'tt'c'a: Simar I ¡m- mbll‘ d‘
¿(“S posible reinventar esta tradición dC ro Im- i“. ¡wm-d” que Espere", que scan pack-Illes: estoque
traducción de (lll “5 cntl
los nombres de dioses pata erigir la lista (¡C ‘"'\'l’|'t'S.‘tttrl() es lo que exigen que los otros "0 ¿“(mmm
CON Í’Z l. PLAN'ÍL'A A LOS Dll-TZRI'ZN'I'LS" PUEBLOS (DE
,82 (uuu A C
ARA
tcó‘J" (Z
( )'\\'()(IAR
M ""“Muv'w. ¡83
Muy bien. Acepten ahora ¿.Sqlchar g - 5'g . Quede'm mms P"r “la ral-.on
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gm a ustedzs. . . . 'cmnwíollt"pmldn (" con la palabra
cuando st dm (¡llos A
"Cghgcm las clllp‘1"¡)k'fii. S1 gccpla n gli . _
indigïn‘cm" comm mms - - C ".una'Ï‘"l
tosV de IIHPOSIbl proponer una sus l
HO CTCO
un momento. c _ v r x. ._ din-S. (911.10 en la .A'mgucdad' 3" "OS Vemos obligadOs
tregua por _ . e
qu. como hemos Visto e n ¡ds Conferencl' nm)“ En nuestros a
dado c. . _ las a un tilcrucfo la" arriesgado es porql": Vivimos en ciudades
(1edcmcs
las hostilidades. .. c S _ 1mm ¡S y porque. discrepzunos sobre: el modo de ocupar |a hem Si
¡a .Nalumlcm , pes a u reputaion d lllCllL'SlÍonabl e, Pm
ce _
existe, en todo caso el ¡llenos 'dplo pam el el nuestras particulan'dades. con nuestras ¡dc'm
o; quedarnos con
conccplo mas, oscnro que («lili-(¡till
conflicto. P°nw ndriatnos necesidad de inventar ningún ¡“Slmmen (0
punlo final a un (¡Blanch res r . para
parte. tornar un poco (¡e oleeu'vos eonmensuables. No tendriamos ninguna ncces'
No seria malo. por otra la
(“"0 ll"? ¡a ¡"Ugodd't‘iún lerinine enseguida sin haber iluminado nuit “ttm son ¡"(livulihlrsi su pueblo es universal. y la época en la que se sitúa
ni los antigum ( ultos ni el de los “natumli'stas". Los expertos gún! nin (on ¿Soil/du {inn/m. Salvo porque también afirman que Actnnona es inlm'ar.
una tdt:
de la Natural-cm no es '“I‘H'I‘L‘. ammmln y runrrmmtidlr, que su pueblo se reduce a algunm 90m“
¡"dlgnacmm “¡Fmï'mr Pan“ (¡UI plll'blo.
gmn. 'h . y' no estaran
.
("I“'\'0C'dd()5. Pero Sl no se qullVOCd’ll es por h- “"0' q’uc “W” C" una e'pnra de la que todos los demas" están separados por
i '
' y
xocabulano
"d mm" d" ‘llie todas las pillalir'as que deben consuuur cl (¡fín rrulinrl. Entre las (los.c.ol’umnas. ¡ningún la‘zo clisccnlisilbalcn!
de. la tabla de ti'aducció11"“ deben ser lo bmw“ hquiu“ “nl?” .‘(l'llt' (’Sll: pueblo dmdido en contra de Sl mdSmO “¡cmo
a I“ í"'(llllï'l'da
¡los “mms en la lis“
d"'"""l"-SC "Het('gnnbiables para concentrar la atención tan sólo (om? mn. 1."rinestahle. 'no es (lc-sorprenderse 'que‘ ese llllSlIlO p c
e las caracteristicas, que
en los .‘ttributos. las‘ el único modo dC pc nnilir - .ll la n x upeion de (izua como la lnpotesus del Antropoc IIO
ndalol
. _ f “SC imposible aceptar quc el calentamiento global
la e\.'PrCSÏÓ" ":‘xu’riorn- Al’m'l-‘mcmente,
lo (fl‘qumcen'cemos por sea Simple»
no algo por el estilo de: “Que no depende (¡e 05' ll n por fuera". en la naturaleza, sin manipulación d datos,
. L. col , c c i
la y
losmtcrprtan
de los caprichos y dc las fantastas d la gnte que |¿¡ "w mc "¿a u- Í (e ru'dumhre proviene no obslanle del inten'or
Oca. dee]as redes
nuld" _ . C .
C' y" . Nada de que sorprenderse. Se. trata (le ¡AC [ono
uf 5c “Tico; que mwrcambtan deenas de mllCS de emails
d 1 4 A y comparten
na no es negorable. ¿gar a un ¡memo ¡“rod
ll n aln' bum
de (lCl
entidades capaars de conm “¡Ones (le datos a propósrto de modelos informáticos, de Visio.
las
común a todas c mmprel
de su amm-¡dad suprema. Es porque están mas' allá de. sus puebloS 0! “w v de muestras de zanahon'as sedimentan'as obtenidas
con
nd vía ‘41“;
(05m c e, s -
poseen ¡a fue-na de convocarlos y congregarlos. Su trascende nera . qut por decenas d onioas campanas de exploración. (,o‘mo
¡("mi n
bo que es otra manera de decir que una in‘POSiblc .rc'sohícr cs‘c PrOblcma dc visión bifocal y
.
parte de su definición. auton‘ 5¿siguiera siendo
es una auton'dad, en electa suprema. mmm (¡o que modo determinadoshechos son a la vez cuidadosamcmc
dad suprema
Pero si escarbamos un poco. encontramos una propiedad apammlx ¡Mmm y se “¡(ylven¡[actuales gracias a [oscuidados tomados por dicha
mente contradicton'a: Actonoua esta a la vez afuera y más allá. pero tam ¡lbn-(¿Kl'o'u No deberia 'híll‘)‘cl‘ mas contradi'cmon en eso que cn las te'c-
"¡(15113!"le cautoinaticas , delas que los ingenieros saben
bic'n m rl inlm'ar de finas redes de prácticas que. parecen indispensable, muy bien
y se llaman “disciplinas científicas". (lada vez que indicamos una cam. qucsólo son .‘Illl()-Illilll(”dS a c‘ondrcton
de que una mulutud de asistentes
tcn'stica del "mundo natural" que corre.sponde. a determinadas prop“ ¡mwnpm‘wn para harrrlm lunctonar automaticamente —cn promedio,
dades de Actonona. nos vemos conminados a seguir l'dlïll)iéll el camino nula es más Iirlrrmnálirfl que un rol)ot—.
complicado por el cual se produce. conocimiento objetivo. Nuestra visión \.llt'nl'.'.l\. lamas otras culturas se han dedicado a ahondar esta conua
se focaliïa simultaneamente en el infinito y en el primer plano. sin desde dicción. este pueblo de la \.'atumle/.'a no le ha consagrado ni un pensa-
luego lograrlo. como ya hemos visto en la confirrencia precedente. la miento, Da la wnsución de que esa gente debería hacer girar su cosmo
tensión entre la exten'oridad y la inlerioridad de. esta entidades extrema: logl'.t.‘rl:e(le(lor de ¡Im [m‘m al mismo tiempo: uno donde todo cs exten'or,
en tanto que conjunto de rmulladns, Actonona está en el extm'or. Incluso donde nada es hecho por el hombre; el otro donde todo es inten'or y
podríamos decir que ocurre con sus decretos como con los íconos lla- hecho por el limnln'e. (lomo una revolución copernicana inestable con
mados mlm'mpnirlot. es decir “no hechos por mano de hombre'.” Ln' dos wlt'x al mismo tiempo. alrededor de los cuales la Tierra zigzagueala
tanto que [770mm dr prmlurrión. los decretos de ese mismo Actonona s: dcnmnem errátiut sin e.ncontrarjamas‘ su centro de reposo.“ Con toda
encuentran en el interior de conductos donde numerosas manos huma- m'dcnm. he aquí un indicio, para los otros pueblos que intentan tra-
nas aymladAS' por numerosos instrumentos se aplican a hacer de e'l um ducir ("su entidad a su propio lenguaje, de que este colectivo tiene un
realidad rxlrn'ur. . tomo.”tamiento <.'.\'tr.‘t\‘2tgd'nlc
e incluso peligroso. Podrían preguntar-
las' (onto si el público no pudiera (:nlkx'ar [denominada] “0" Cl scmldo ksï '¿l’vm ustedes en que 'I'ierra viven?".
' ‘ - c Per-
opuco de l a palabra- esos dos niveles
. . . . c
al nusmo tiempo. l pnmro
.
Qu" W' l’m‘blo pueda no pertenecer a ninguna Tin-m en absolulo se
manece siempre. boiioso ( nando rcsvní' Em“ l"“>l>:|l)le ('unndo se toma en consideración el segundo atn'buto.
el segundo está Claro. Ya lic ¡nos
d” “"“mmm ejemplos de este bilin'alismo, pero no puedo evitar palm-l está unificado y todos los (-¡g'cmes obedecen a Sl.“
en la lalsa controversia alrededor de lo que se ha llamado Cl (J'ima‘líw' A sin embargo, es igualmente difícrl conctliar esa unnena‘l a
justo antes (le la gran reunión Copla" (Onl;r'.- . . .Í. ds, c c' ‘.
sobre el clima en (jopenlid’g‘w' la dm ""hd l’l'UdIgiosa de las disciplinas Cientiicas, dc l sPc'ï'l'
un 2009.“ ¡Los (‘lirnattn'sreplicos ladCS (¡en
creyeron debilitar estAS’ VU“
t . ‘ ,' . - ghrión'
H "‘ "Wind humana v (".Ileul’i.miento global depeudm solo de la rm
¿2‘ Re
h (o H n Ku - la
- mmm en olmt en (I- . ., . f u dlSl’m"bl
- ‘ccn<tn:
la pmdueeion‘ ' del¡IS ciencirls' Cd' ‘I "“b-IIH l Uluhuno de los investigzulores.‘ lnormacmn
.
23 (0
l _ muuumunu.' v . _ 1 fercntíü
las (-l muy", “mm” (¡e ¡“(mr (2009.0. . ('l.'u.'uuentc detectada por l’ctcr Slolcrduk' vc“ a
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CARA con El. PLANETA (.‘()\.' “num ¡.4 NA’I'URALEM)?
¡86 CARA A t - No
¿(1 i8-l
im :I t IN"
que. t .‘HCIHO‘ C"
y ‘ ‘tfl ‘l (¡edit :unox. [a la uaturalela] la adecuada atención, email"
25 Ejemplos (lc una unix (le no accptarcmw
CIKOH'
uniÍit .u‘io’n ¡»limiten-va (lo hu leyes un ¡muak-s C" (“W ln «¡lle (¡hu-¡vamos LI primera n‘stau Pero
(¿00‘5). lnu menos"
(“'liilehezul, “108 l l‘J20]: 53).
PLANETA NvOcAR A Los DIFERENTES puEBLOS (DE
i88 CARA A CARA CON m. (.‘0 LA NATURAl
.874)? ¡89
a esta entidad: el carácter incuestionable de sus decretos. E n sí ¡esto que esos “trabajadores de ¡a
"lis "10,
este atributo no tiene nada de notable. 'I‘odas las deidades ados, tener el material apropiado, el f
capaces
convocar a un pueblo lo hacen gracias a postulados que SC Sllúan de
mas, baix-T" C _ penenCCer a
allá de la duda y de la discusión. Los “hechos brutos”, lo qllc
i c V’lluaclónv
t ¡y reduce su csmndan7‘acmn Y de \'
el "‘gk‘s'.
que inventó la idea, llama mal!m .‘Í’jad' no son más ql": ¡05 resultados numero. en cada cuestión un tanto
r s. lcqccmls.“
l _
¡El genero humano se ha reducido
nales de cnsamblajes muy C0l11[)l_C]()S que permiten a unos tesu‘gm fiabll. como
validar el testimonio de las pniebas de laboratorio, ensamb|aics que es gutY-Ls' ( (' ¡y l
alfi a a|gllllOS IMM f”‘”'_
esta'n en absoluto contenidos en la palabra “hecho” —a menos q‘ue fipad n(¡didwmrnte inasugnable, en grado tal que A í es im posible
¡mono e
acuerde de su etimología—. Aislado. lihmdo a si mismo, (lc-Spojado de: Es L' l (¡empo cuanto en el espero. a . de situar
¿A que epoca pertenece?
red de pm’cu'cas, un “hecho bruto" es una orden débil y demasiado ¡anto l’ A nin-
indiferente a la historia y que accede a v
rán-L gun a.l m que es
1‘ que erdades um:
mente ignorada.” solo mantiene esa índole (le incuestionable (,m-su'n'an desde la eternidad. Pero al
si equipos 1a . r mismo ti empo, desde
de apoyo la acompañan a lo largo de su carrera. wm pueblo tiene una histona . ,- y se .
reconoce como el heredero
Pero lo que vuelve aún más extraña la atribución de un carácter lucgn. CSC mdical, ocurrida recientemente, y que de
de in. una nlpll' "al le permitió escapar
discuu'ble a Actonona es la inesperada expansión (le las discusiones oscuro y confuso, para (1. ntlar en una época
mu. a un pasado arcaico. mas' lu-
cho mas' alla' de los límites estrechos (le los especialistas y de los expertos milm“ qm, “(uuu pam distinguir radicalmente
el pasa'do del presente y
Las controversias se han desarrollado a tal punto que los científicos
de radiante: algo como una reyolllüon Científica. Pero,
laboraton'o se han visto hdr/'ados a aumentar dras"ticamenle el número bd“futuro
del “o ha}, "adn "¡emos fácil de snmphficar Por 0""0
de que la histon'a de cada cien-
los que contn'buyen a la la‘bricación (le los hechos. Han tenido m cad“ (.m“.(.p¡()_ cada
que inm- instrumento, cada investigador. tan contingen-
lucrar a muchos otros miembros del gran público que, e n otra época,
tan tc.nmllilorlne. llena (le l'etr()(‘('S()S, de Zigmí-ÏS’ de
sólo habrían sido solicitados para aprender, estudiar, repetir, pérdidas' de OMdO'
llllll‘laro como el resto de la historia con la que “¡35 entulas de
mlcicubrimientos.
simplificar los hechos establecidos, nunca para discutirlos o participar a"
en (icntilicus se. encuentran. de loddS’ maneras, completamente mezcladas
su producción, su evaluación o su revisión (Venturini. 2010). Los
mallmoj lbÏhnflt‘l', 20H. por ejemplo). lus‘te pueblo sin histon'a tiene evidente-
fact. para utilimr mi jerga. se han convertido en matters of concern.
mcnu- una historia con la que no sabe que' hacer y que considera
Se comprende la reacción de los otros pueblos ante esta sen'e de como
ór- algo tan vergonzoso como pertenecer a un suelo o no estar
denes contradictorias: “¿Quiénes son los realmente capaces de alternar seguro de
nada si no es por medio de datos obtenidos a
así, sin siquiera darse cuenta, entre exigencias opuestaS' de manera tan altísimos costos.
mdical?". Y las cosas no mejoran con el quinto atributo
que los adeptos
de Actonona reconocen a su deidad. A pn'mera vista. todo el mundapucdc
invocarla como su auton'dad suprema,
ya que el pueblo que la inv’oca
se define como “Aquello-de-Io-que-'I‘odos-Nosotro9-.Nacimos". “Nosotros Si el pucbl" de la Naturalem no puede ser convocado es precisamen-
y “todos”: ¡la ambición de conglomeme-ión no es
modesta! l’ero, por 0m (t poiqm' “o es “n Colectivo, ya que ningún proceso de composición
parte. advertimos muy promo Rm“ mica“ a SUS miembros dispersos. ¿Cómo sorprenderse de que
que esa conglomeradon no involucra 3
todo el mundo, sino solamente a
aquellos a quienes a veces se llama la semen“ ¡“Capa/1 (le ocupar la Tierra sabiendo dónde se encuentra y lo
quurocnptllk-(lc hacer allí , justo
“gente racional" o el “público educado", o incluso, de manera aúltmas cuando pretende captarla “en su glob'alt'dcaodnïï
restrictiva, aquellos que han ado entre
estudiado estas cuestiones, los especialISm” (¡lima-t: su c estas dos llSl'dS .dC rasgos, nunca de que manclracmïo-
los expertos. Esta restn'ccio'n, sin embargo, todavía no delimiut la forma n'o;su uniwlz’l‘laf"(0 (hr-extraterritoriahdad le impide definir suuc debe
“www” su ‘« tdad le unposnbihta comprender las rclactoncs q vc .as
' i "¡Sqllcda de olJïetividad lo paralwa ante las COI‘IU'0\Í'Sl
28 En Li'tour (20l0a)
intenté (omar accesible este argumento.
1’9 l-.‘.\- L. .
(k "u" cxPresión de Bachelard (¡998: cap. lll)-
¡90 CARA A CARA CON El. PLANF'I.‘A “No (xmvotz/tk A LOS Dll-'I-ZRl-ZNTl-‘S PUEBLOS (DE LA NATURALEZA)? ¡gi
C ' '
de las que ya no sabe salir; su pretensión de abarcar todo el mundo| me“, cn una tarea de composición sumamente delicada. Aun si esta gente
. . , o
deJa desconcertado ante el reducrdo numero de aquellos que mamen no respeta a nadie, hay que esfonarse por hablarles con respeto; es el
te pertenecen a él; en cuanto a su historia, nunca sabe si (¡che
salir de] ¡ml-(0 medio para luchar contra toda forma de fundamentalismo: jamas’
tiempo presente mediante una nuem‘ revolución o salir de la idea misma lm-¡uir sus malaS' maneras.)
de revolución radical. Lo más extiaño, lo que mas" ha sorprendido 31m lp cierto es que resulta imposible din'gírse a ellos con suficiente res-
otros pueblos. es que rm, ser el único en habitar porfin este mundo mmm-¿L Pcw cuando uno invoca su divinidad en un tono que podn'amos llamar
el Madero. mundo inam’mado de aquí abajo, ¡mientras que viene (lc mm Mmológim, dado que, en este caso, sólo se tendn'an en cuenta los sels'
lugar y reside siempre en el bonito espacio global de ninguna parte! E; am‘butos: extcn'oridad, unidad, agentes inanimados, incuesu'onabilidad,
la prueba de que hay en él algo furioso, peligroso, inestable y —¿por qué unimrsalidad e intemporalidad. No han‘amos mas” que halagar su ilusión
no decirlo?— profundamente desdichado. Si, el pueblo de la Naturaleza de c.\'tmtern'torialidad. Pero este pueblo tampoco sen'a invocado con su-
son unas almas errantes que no cesan de quejarse de la ¡nacionalidad (¡ciente respeto si subrayáramos solamente los seis' atributos conuadic-
del resto del mundo. ton'os en un tono que podríamos llamar cn'tico, o mejor, antropologuo"."
No debe sorprendernos quejamas' acepte presentarse como un colcc. No habríamos resuelto el corte entre las dos columnas. Para lograr cal-
tivo, justamente, y sobre todo como un colectivo entre otros, precisandosu marlos. apaciguarlos. traerlos de nuevo a la Tierra, habn'a que conseguir
modo de recolección. su cosmogiama. Y sin embargo, hay que intentar hablarles en un tono que podríamos llamar profano, o mejor, termina que
traerlo a la mesa de negociaciones, imaginar una negociación de pal pemiiliria reunir las diecisnï's características al mismo tiempo. Si esto es
Y din'girse a él, pues, con alguna chance de ser oido por sus adeptos. un'posiblc. es por causa de la ruptura radical que se ha introducido entre
Cuide‘monos de no herir la sensibilidad de personaS' que parecen muy hsdos columnas. Hasta que no havalmos comprendido su on'gen, nos será
sensibles a estas contradicciones, pero también de-sprovistas de todo un'posihle pacificar la relación del pueblo de la Naturaleza con la Tiena,
recurso para superarlas. Por otra parte, es porque los investigadores no e, incidentnlmente, ofrecer a los científicos una versión que no los obhï
pueden superar estas contradicciones que parecen tan susceptibles, tan guca creer en el retrato que los epistemólogos han hecho de ellos.
sensibles, en un estado constante de ansiedad, en que su sensibilidad cs No vengan a decirme que no existe ningún repenon'o conocido para
muy fácilmente golpeada por cualquier sospecha de “relativismo”."" Pero pacificar a este pueblo imposible de convocar: ¡lo sé perfectamente! Sa-
entonces, si somos un poco diplomáticos, no podemos comentamos con bio —columna uno- e investigador —columna dos- son dos especies dif'o
decir: “¡Ah! Ustedes son esos que aceptan vivir bajo los auspicios de una nantes. Ls" por eso que aprovecho la ocaS'io'n del Antropoceno para ir a
entidad exterior. unificada, inanimada, indiscutible y por consiguiente buscar el on'gen de esta imposibilidad, allí donde se encuenua, a saber.
indestructible”. No podemos, porque los atributos sobre los cuales insis en la (ontmrreligio’n (¡uc- el pueblo de la Naturaleza ha heredado sin que-
ten estos adeptos revelan asimismo que la Naturaleza está en el interior. rer clasificar sus componentes. Sí, la Naturaleza está realmente contra la
que es múltiple, que acepta encontrarse en lucha con seres animados y religión, pero (le dos maneras distintas, de las que una sola está presente
fuertemente controveru'dos, que tiene una historia confusa y su exten- en su conciencia. El caS'o es demasiado importante para tratarlo apresu-
sión es tan limitada como variable. radamcntc. Si en verdad buscamos un modus vívendi, entonces debemos
Para apacimiarlos y darles un poco de seguridad, debemos ser capaces l'mvcntar maneras nuevas de soportarnos los unos a los otros o de decidir
de din'girnos respetuosamente a este pueblo de la Naturaleza, cn toda quiénes son verdaderamente nuestros enemigos. ¿Quién ha dicho que la
su autoridad, como a una mh'dad In [unlmitejirerte como [mm resistir cualqlül’.
profanaa'an'. (Comprendeia'n ustedes que aquí no me estoy entregando.
aunque pueda parecerlo, al jueguito de la ironía. sino que me compr!) Sl 'AIIHopologi'n de las ciencias" es una expresión mas' apropiada pam designar
cl ámbito de los sciences studm'. en particular desde que el giro diplomáuï
c0 permite numerosas conexiones con la antropología, como (.‘nu'kthatnk
(20W). o 'l'sing (20]5). Aprender a vivir en las ruinas 'al borde dela extin-
F . . . I , 3
30 sus sensibilidad fue puesta a prueba (ltlmnte lo que se llanto. con ¡10 PC" cin'n' es también la expen'encia a la que nos invita cl asombroso Van Dooren
exageración. la "guerra (le las ciencias" (Stengers. 1998). (20H).
(:oNvocAR A LOS ¡“ventanas PUEBLOS (DF. u NATURALEZA)? ¡93
¡92 CARA A CARA (ION I'll. PLANETA
cf¡»to
,
geopolítica sería un asunto sencillo, sobre todo cuando el prefi’o‘ . _
“v. no tenemos que dejamos engañar por el hecho de que una reivindil
ya no logra ocultar la formidable inclusión de Gaia? Hablar (¡eli puïbhm que llamar “Dios” a lo que la otra insiste en llamar 'Natumleïa'. puesto
de la Nattlralera. en uno de sus tres tonos -<,-pist(,'mológico. antropolop'. que son 5th atributos solo ellos los que deben perrmurnos volver compa.
co o lmslrn-, es prepararse pam REDISTRIBUIR completamente “¡la nue; estas dos autoridades supretnas. Ahora bien, el Dios ordenador de
tras capacidades de movilil'ación. así como la definición (le los frame“ dnn‘sión religiosa del mundo se parece hasta el punto de confundirse
de las fuenas presentes. (m la Naturaleza ordenadora de la visión científica del mundo. Tres
¿(sus msgos. por otra parte. son exactamente los mismos: la verdad es
atcn'or. univerxasl y tan indiscutible como indestructible. Incluso la cuesr
wn" dc la delimitación del pueblo no es muy diferente, ya que los Hubs
bo que hace al pueblo de la Naturalem tan incapaz de situarse. es que“. «¡Gran Desig'nio son reclutados mediante un procedimiento explícito
ha construido como reacción contra otro que. por su parte. sc reivindh .um forma de conversión- que da a Sll pueblo el nombre mas" prectso' de
ramo un pueblo parlirular. pero del que adwartiretnos 1| continuar dm W’. así como los diplomas. los exámenes y la reducción continua del
gando nuestra tabla de traducción. que no necesanamentc sabe dónde num'cro de los elegidos ope mn una clasificación selectiva para el pueblo
reside. Llameïmoslo. para continuar en la misma vena que el (.a'nuy ¿tia A\.'atumle7a. En los (los casos. “todo el mundo". al menos en pn'nci-
I'I'trrmrs. el pueblo que se declara Hijas (Ir! (y'nnt Darigníao incluso pala“, Put-s llamado a lo‘rmar parte de este pueblo. pero. en la pra'cu'm. u'cne
la Creación. liso nos pennitira’ comprender que el “conflicto de la (Iicnm' Pocos turifel'arios. finallnentt'..
y la Religión" se parece más bien a la célebre guerra entre los lilipuucn' La cuestion de la epoca tampoco permite diferenciados radicalmente.
ses y sus vecinos (le Blefuscu [según si rompen los huevos ltenitlos port! Pues estos (los pueblos comparten la idea de que una ruptura radical
extremo pequeño o por el grande] de Lm viajar (Ir (¡ul/jun. disimulando tu“) lugar en un past'ido Inas' o menos próximo. Ruptura que los ha ta«
otro conflicto, mucho más importante. y. por su parte. directamcntcpo npultado a una lu'ston'a totalmente nueva. que los unos llaman la de
lítico, sobre la ocupación de la Tierra. (.‘uando se habla (le una 'n'sión bLuz, Iv los otros, en plural. la de las Luces. Lo importante es que los
religiosa del mundo" que estaría “en oposición radical" con una "visióncs- done sitúan en el (¡rm/m que sucede a una ruptura radical —-Revelación o
trictamente científica" de dicho mundo. s r apela a otra autoridad supre- Ruulución (retomare' este factor capital en la conferencia siguiente)—.
ma que no es diferente de la primera columna del cuadro que se incluir Encuanto a la pertenencia al suelo, los marca a los dos parejamente. al
aquí: en electo. tiene las mismas (".¡mrterísticas. salvo porque se obsu'm primero porque de todos modos está despegado del suelo. al segundo
en sobrtam'marlo que la otra se obstina en desdm'mar. parque pertenece a otro mundo. aquel —aparentemente— del sentido y
delos propósitos. de un Gran Designio. de una Providencia hacia la cual
Pueblo de la Naturaleza aspiran a translt'rrirse.
N.'ttur.'tlw.a uno \.'.'ttut.'tlt-I.'t dos la única verdade m dile'rencia. la que justifica, a sus ojos. entrar en
(epistemolo’gira) (:tntropolngt"t‘a) suena. y en guerra total, consiste en definir si los agentes que pueblan
I)ri(lml Leyes de la nzttunllttl'a .\lulti\'etso d mundo están totalmente desanimados -simples concatenaciones
Exterior Inten'nr decathas y consecuencias- o si obedecen a un designio que pennite
jero ciego capaz de “llevar el timón" de toda esta Evolución. ¿Quién si“ No son lo bastante diferentes para que se las oponga; ni lo bastante se-
. ¿“nos pam que se las fusione. Inútil pedirle a la
mejor el proceso de la creación? ¿Aquel que extrae la misma continúo-n Ciencia que tenga
a propósito de cada curso de acción o aquel que multiplica las posibili hbondad de dejar un poco de lugar a otra “dimensión”. lo “rcligioso',
dades de actuar de las que podrian componerse los mundos? E‘vidcme. mdm'da ya sea a través de su localización espin'tual en el alma, ya sea a
mente. el segundo. 15' de su extensión cósmica en lo que se llama la “Creación”. Mas' vale
u'l‘
Salvo porque, desgraciadamente, al final de la denmstración, cuand0 ¡nu-mar hacer todo lo contran'o y disolver la amalgama entre las dos.
es desafiado por su adversan'o “religioso”. el naturalista va a esforzarse en “nda por la ambigüedad del término contrarreligíón. El pueblo de la
extraer. e'l también, la misma lección repetitiva de la estructura dc| ojo" Mim-¿lea cree luchar contra el de la Religión, al que se parece, y no
según la cual la evolución “demuestra una vez más sin sombra dc duda' Puede reconciliarse con su versión antropológica que, sin embargo. es
que no existe gran designio ni diseñador. Entonces —pero tarde ysin sun'rtud. Pero. como vamos a advertir ahora, el pueblo de la Creación
relación alguna con la práctica real de las ciencias- de.s(,-rnbocamos cn e] gcree cn lucha con el de la Naturaleza al que se parece mientras que
desolado balance de Vl’hitehead (1998) que ya he citado: “Así, el cum, ha olvidado. también el, el sentido mismo de su vocación tan particular.
de la naturaleza se concr'be meramente como los avatares de la matcm' Al luchar contra la Religión, la Ciencia ha perdido su vínculo con ella
en su aventura a través del espacio”. Triste triunfo de nuestro astuto na. mis'ma; al luchar contra la (.‘iencia, la Religión ha exuaviado lo que cons-
turalista que lo hizo todo por ser tan estúpido como su adversan'o, pro u'tuia todo str talor.
curando que su mano izquierda retirara del mundo los agentes qtresu
mano derecha había multiplicado tan inteligentemente en él. ¡la ns'io‘n Rehgr'bm naturales
científica del mundo ha logrado la hazaña de que no suceda en ella nada Naturaleïa n° l Religión n° l
mas” que en la del Dios Creador! (Pueblo de la Naturaleza) (Pueblo de la Creación)
Se‘ entiende que no es añadie‘ndole a un agente la palabra 'alma'
Dad'ad Leyes de la naturaleut Dios Ordenador
como se le hará hacer algo mas“. ni llamándolo “inanimado” como se le
Exterior Exten'or
hará hacer algo menos, prívándolo de su acción o de su animación. ¡Las
Unificado Unificado
posibilidades de actuar actúan! Se puede intentar “sobreanimarlas' o.
Desan ¡mado Sobreanimado
al contrario. esforzarse por “desanimarlas”: ellas seguirán siendo obsti
nadamente agentes. De todos modos. la diferencia entre los elementos lndiscutible lncuesu‘orlable
Jobrranimados y demnimados no es una causa por la que haya que VÍVÍI’. Todo el mundo Todo el mundo
orar, mon'r, luchar. construir templos, altares o globos. Si hay que lu Despegado del suelo De otro mundo
char, luchernos al menos por ol_)jetivos que valgan la pena. Ruptura radical Ruptura radical
Al considerar la figura 5.3, notamos que la expresión “religión natu-
ral” no tiene el menor sentido. Nos hallamos ante dos/armas de (antram
lr'gz'on', dos pueblos en el io‘ndo muy cercanos: los unos creen celebrar dig-
namente a su Dios, priva'ndose del acceso a las ciencias y a la diversidad
del mundo, mientras que los otros multiplican en la práctica aquello ¿POr qué esta insistencia en la afirmación o en la negación de un Desig-
que es mundo, pero se privan de esa multiplicidad creyendo honrar su n”. (ll'c parece tan esencial para la5' relaciones entre la “visión cientifica“
deidad por el “nada más que" del reduccionisrru). ¿“Nada mas' que". Ral' i'll'm'ión religiosa del mundo"? Dos maneras, ahora lo comprendemos.
mente? ¿Por que abrazar esta forma de nihilismo? d“¡0 verel mundo, ya sea que se lo prive de toda acción al desanimar-
Se comprende por qué no sirve de nada acusar a la (.‘ieneia de ser ll!“ la)? sea que se le agregue, sobreanima'ndolo, un alma con la que no
sustituto de la religión, ni buscar en una religión natural lo que podm Aufnc nada que hacer. Puesto que estoy convencido de que eso es lo que
conVencer a los incre'dulos de la existencia de la Providencia. Las visiom's impide tener acceso al mundo, regresar sobre la Tierra, proponer de la
científica y religiosa del mundo no pueden oponerse ni reconcill.'¡r5€- “fncia una visión terrestre y de la naturaleza una visión al fin profana. es
¡98 CARA A CARA CON El, PLANETA CONVOCAR A LOS nin-:RI-zN'rt-"s PUEBLOS (DE u NATURALEZA)? ¡gg
C>(,Ó\.l()
' '
preciso que acepten ustedes dar un paso mas" allá y explorar el sentidodc En su nuiltiplicidad. lo que ellas llaman su Revelación. estas contra-
esta contmrreligio‘n cuyo advenimiento trastorno el destino (le aquflk5 no tienen otro contenido que la pasmosa reali7acio'n de esta
mtligíones
que iban a heredarla. mdad inresantemente profundiI'ada de que el fin ha sido alcan'lado. los
Si la idea de Designio es tan importante es porque captura uno (¡Mm Pmpósitos realil'ados. los tiempos juzgados —y juzgados dtftni'lt'vamw.
rasgos de la contrarreligio'n que sc refiere a la cuestión de los [nm la Mmmm tiene razón al decir que. con semejante intuición. la cuestión
intuición de la contmrreligión. tal como podemos reconstituirla a mms de [3 wrdatl se introduce en las religiones tradicionales allí donde antes
de estas numerosas metamorfosis. es que. a pesar del desarrollo del tic-m notcnía nada que hacer. Pero esa verdad no tenía la vocación de entrar
po. el mundo tinte un fm. no en el sentido de que va a terminar aunque en contlx‘tenria lr'ontal ni con la verdad del conocimiento ni con la de
la idea de fm del mundo. como veremos en la conlerencia próxima" punk ¡”divinidades propias de las religiones llamadas “tradicionales”? Esta
traducir en parte esta intuición-. sino en el sentido. mucho Inas' radical nuera forma (le verdad. este nuevo modo de existencia. exploraba una
de que [ns propósitos que [Insig-uc ImInu't n silla (Ir/i nilizmmnzle nlmnuzda; Qu, relación muy diferente con lo mundano, con lo ordinan'o. con el paso
el mundo tenga un fin no quiere decir que tenga uu propósito en clscn. delu'cntpo. repartiendo de ot nt manera las relaciones entre los fines y los
tido de haber sido “cr "ado con un proposito". sino que es posible “¡mo medios. Si los fines pueden ser alcan7ados. mt el tiempo, aunque los u'cm-
como habiendo alcanzado el propósito (lo que puede traducirse con um pos (onlinu'rn. y gracias al tiempo. entonces todo cambia radicalmente en
multitud de fónnulast extrañas para muchos (le nuestros conlempon.’ dstntido (le la historia y en la manera de ocupar la Tierra.
neos. pero todas con un mismo sentido: estar “sahados', Ser “lujos de
un Dios que vela por nosotros", ser “el pueblo elegido por Dios". 'haba Sin quz no obstante mula rambie. he ahí todo el misten'o de esta forma de
sido creado", “hallarse en la Presencia”, etc._ fo'nnulas todas pron‘sonu" verdad. fuent ' a la vez de entusiasmo y al mismo tiempo de espanto y de
torpes e igualmente atacadas como insufit entes, ¡“(tnlll'oSdS' o impízs fun'a. Debido a esta inestabilidad. el ingreso de la verdad en las contra-
por ollas versiones de esas mismas contmrreligioiurs).“" ntligimu's introduce a la vel.’ una formidable apertura —lo que Freud lla-
El problema de sente-¡ante intuición es que es fundtunentalmcntc nus- m'progivreso en la vida del espíritu” (comentado por Karsenu', 2012b)-—.
lablt, por la excelente razón de que los tiempos se han cumplido. ¡fm ptro también (l(‘S('ll("d(l(‘.l]'d una cascada de. batallas mas' o menos violen-
sig-um. (¡tirando! No existe ningún medio para salirse de. esta tensión." El m. como si este valor no supiese como cohabitar con ningún otro. De
fin ha sido alcanl'ado. y es ind‘lC.’lll/.’al)lc. Estamos salutdos. y no lo tsu- esta cascada. no hemos salido. (.a"da contrarreligio'n no ha hecho otra
mos. (n‘mo para volverse completamente loco. las contmrreligioncs son rosa. por el momento, que agregar su virulencia a la que la precedía, a
potencias cuya radiactin'dad aún nadie ha sido capaz de controlar. Han falla dc lograr esta cohaln'tacio'n de las verdades.”
pasado los milenios; su potencia no se ha (habilitado. l.o suilwmos bim. Sc necesitaria mas“ de. una conferencia para esbo7ar los rasgos de esta
nosotros los Modernos. puesto que somos sus herederos nms' o menos (ontmtTeligin'n. pero digamos que no se asemeja mas' a aquello que ce-
directos. y asistimos estupeía'ctos al retorno de las guerras de religión lebra el pueblo del Gran Designio de lo que la visión antropolo'gica se
que creíamos haber abandonado desde hace varios siglos. así comet (onrspontle con su versión epistemolo’gica. Podemos llamarla "Dios'.
guerras por la ocupación de la Tierra cuya amplitud planetan'a ruluct pero es también el fin de todos los dioses y las divinidades. e incluso en
las guerras mundiales del siglo XX a la dimensión de conflictos locales Om'o sentido el fm de Dios, en el sentido bien conocido de la muerte de
Dm'” En este sentido, la contrarreligión está realmente “contra' ella
enemigos (mas‘ o menos la cuestión, en el to‘ndo superficial, de ¡a pr 46 Uno y otro están igual de despegados del suelo. y sc situan' en
¿cdos
cia o no de un Designio postizo). lus‘ el problema de las amalgama,“ h quC sigue a la ruptura
radical, tomando imposible todo mow'
vc7, mezcladas. es imposible reconocer los valores de on'gen. rm¿“(o h acia atm’s.
i m
7. .W.
.
Relrgt'bue: naturales
Nattrmlela
(kmtmrrelio Naturaleza (,o‘n uarrcl ic'
Para extraer de manera perdurable los valores confundidos cn ¿su uno (episte-
gión Uno (crítica) gión Dos
amalgama, habría que hacer una nueva operación de engendmmm‘ mológiea)
to de pueblos, una demogenesis ficción. un galimatiaS' todavia maxi" Dios de los
comprensible que el anten'or. Y sin embargo. no puedo resistinnca h Leyes de la Dios
IW Multiverso fines/fines
tentación, para tenninar esta conferencia. de echar ¡nano a esta u'lu'rm naturaleza Ordenador
de Dios
quimera. Supongamos ahora -la suposición es extraxagante. lo sc'_ pero Exten‘or lnten'or
Exterior Local
los tiempos que vivimos no lo son menos- que sometitÍ-semos este cuadro
Unific.‘tdo Unificado Múltiple Mu'lu'plc
¡a una pequeña operación de puesta en orden! En la figura 5.4. no hkg amogm ma
Desmn'mado Skibreanirnado Animado Animado
otra cosa que inlmmnirdos colum nas. La que resumía la ciencia (al como
Indiscutible lndiscutible (o‘ntrove rtidu lntcrprctado
se la practica (versión antropológica y no epistemológica). la coloquc'a
Todo el Todo el
la derecha.junto a aquella que resumía la versión original. activa, dch Científicos Iglesia
mundo mundo
religión. Y me pemiiu‘ poner la ve mio’n epistemolo’gira de la religión:
la izquierda. ¡al lado mismo de Ia versión epistemológica de la cicnm‘! Despegado De otro Unido a las
Encantado
¿No les parece que esta intervención vuelve las cosas mucho mas" logica" del suelo m undo redes
. . , . , . . , . i l tu (¡ch ya“
47 Lu) equnaldn: a captar la lnslorictdml comun .¡l Innntlo.
religiones.
un cl¡ipílnlo a "mi"
48 En una versión inicial en inglés. nie había ocupado en "‘38"
(lc. este cclclirc)
nar un rol para el pobre l’únlilo. ¡wisonaje mm lo
50 Ut'llllo
' - , .
diálogo. r (l l’lllml para sulmqnr el carácter Innlttplc dc este actor. tomando
obra (le \ esta Ít)’"nula‘ (le
49 [13‘ uno de esos gritos. que oímos reverbemr en toda la r algunos transexuales est.'t(lm""d°"m se hacen llamar
siczt dc lo q'" (hay
_ cn lugar dc . que
(kslro (especialInt-nte. 2009), y es realmente de Incl-1‘ 'el/ella'.
Sexta conferencna
.Cómo (no) acabar con e] fin
d‘e los tiempos?
l ¡“mew dc]
1 | (lc ¡nur/.0 de 20H). Rovllcrdt) que Im cs.lr.tlígr.¡fus pnxumn
(¡ahh-r mb“.
hl munición
T“. (¡hu-"w". en los .«rdimentm donde colocar el (lam (¡coto
un Período geológico
tk- otro. En ul mm (lol Auunlxxcnn
mvmprc cn
tihputn. lu pregunta es si se (nun (le un período muy Lugo-cn lil
¡“nda cl “mmm”,
cumplen». muy breve «lealt- 1945- o intermedio (¡nm
)‘ \.i.‘t\litl. 201).").
2 lO CARA A CARA CON El. PLANETA ¿cómo (No) ACABAR con m. rm m; Los TIEMPOS? su
el Antropoceno: la antropologia mas la climatología en una por el motivo habitualmente aducido para hacer pesar sobre
en ‘ "
violen“ Pero n unca
toma de tierra ...* la responsabilidad del olvido del mundo maten'al.‘
d cn'sti ¡mismo
Pero 1610, ustedes seguramente lo recuerdan, es también
la fecha en
que se publico el sm.“ Ntmaus de Galileo, ese Mmtsqi'rr," ¡k (a, ¿"(ya
. . . . . . x
que hlZO salir -—dicen— la htstona universal de su “mundo cerrado" pa
. . r . .. . n
propulsarla al “universo tnmtto ." Acuerdense de Brecht (¡990)'
"HW (pomcncemos por el capítulo en que Toulmin reseña el asesinato del
10 de enero de 1610, la humanidad inscn'be en su diario: ciclo abolido'”
buen rey Enrique, hecho en el cual cree detectar el final de una época y
Reconozcan que las dos fechas congenian bastante bien. ya que
. la pn'h ¿1 pn'nripio (le otm. tan certeramen te como el clavo de oro colocado por
mera nos lleva a los limites de la I‘term de la cual la segunda nos hab“- ¡05 gcólogos entre dos capas de sedimentos para distinguir el Holoceno
arrancado en un comienzo; cuando nos creíamos en una naturalmu
del Antropoceno.
fin indiferente a la acción de los humanos, nos hallamos sumergidm en
un suelo quejamas' ha cesado de retroactuar a las consecuencias ¡input En teÏnninos prácticos. el asesinato de Enn'que IV envió. a los
vistas de nuestras acciones de dominación. pueblos de Francia y de Europa, un mensaje muy simple: “be‘ in-
Pero lo que yo había olvidado por completo es que la fecha (le 1610. tentó una política de tole ancia religiosa y fracasó“. Durante los
mas' precisamente el 14 de mayo, era también la fecha en que linn'qut- Iv cuarenta años que siguieron, según todas las potencias de Euro-
fue asesinado por Ravaillac. condenado por regicidio algunos dias de, pa. la tendencia iria en sentido contran'o (Toulmin, 1990: 53).
pués —ustedes deben haber tetnblado ante la estampa de. l‘Ïpinal (ch pam;
cida descuartimdo por cuatro caballos. . .-. ¿Que relación hay. me (limn'_ ¡Acabemos con la tolerancia! (.‘omienm entonces un siglo tern'blc. cl
entre esa fecha y las precedentes? Yo no veía ninguna. lo confieso, hy, XVII. cstu‘pidamente designado. según Toulmin, como el “siglo de la
ta que releí (¡o‘smopo'lu' (“la agenda oculta de la modernidad"; Toulmin, món", el de la revolución cientifica, cuando en realidad es el de la hom-
1990). ese libro injustamente desconocido. escrito por Stephen Toulmin blc Guerra de los Treinta Años que asoló Europa, así como hoy las gue-
(1922-2009). histon'ador de las ciencias y especialista en casuística (Toul- rm dc religion asolan Siria. Irak o Libia, y qtte terminó en el Tratado de
min. 1992). Hay fechas de la histon'a cuya coincidencia nos impacta tm Wcufalia con la disputada invención de los Es'tados soberanos. Si. según
to que nos senu'mos inclinados a ver en ello un signo del (lesu'no. Toulmin. la muerte del buen rey Enrique puede servir como indicador.
En esta conferencia. acaso mas' difïcil que las otras. intentaré contintnr esporque separa dos periodos: el de una nueva forma de certeza absolu-
explorando el on'gen religioso. o mas' exactamente (contra->religioso tzyel del pluralismo y el escepticismo." Frente a los horrores de Ia gue-
de esa notable indiferencia de nuestros contempora'neos a la mutación mqa no queremos oír hablar de apertura de espín’tu. de relau'vismo. de
ecologi'ca. Lo que torna dificil esta exploración es que exige mezclarh expcn'mentario'n y de tolerancia:
histon'a de las ciencias. de la religión cn'stiana y de la politica. comen-
zando por la gran cn'sis de las guerras de religión, y remontándost A partir de la década de 1620, las élites políticas y teológicas de
continuación —Io que va a parecerles aún mas"' extraño-, a la histon'a dd Europa ya no podían ver en el pluralismo de un Montaigne una
gnosticismo. Algo sucede en torno a este tema, aparentemente himno. opción intelectual aceptable, como tampoco la tolerancia del
delfm delos hem'pos. al que sería en vano querer escapar. En (lt-.tenninadi rey Enn'que, en adelante, les parecía realil'able en la práctica.
relación con la noción de inmanencia, encontraremos la clave de la indr'
ferencia a lo terrestre. Es'ta indiferencia es en efecto de on'gen religioso.
La capacidad de los humanistas para vivir en medio de las iria". m n0\'cd adcs con un espíritu
I Ien verdad cxpcn'mcntal, mezclando los
en CIchla como en religion o en politica. entre el
tidumbres. de las ambigüedades, de las dilerencias de opinión_ Mubn'micntos tanto
no había impedido en absoluto (según ellos) que los conflictos ¿Cgpc desmadre de un Erasmo. de un Rabelais o de un l’alissy.
religiosos se agravaian; de hecho (concluían), esa capacidad
misma había ocasionado que se agravam dicha situación. Si cm [,3 visión oficial de la Modcmidad ha intentado, pues. por ana-
el escepticismo el que los había (lejado caer, entonces la ccrtcm (ronismo. atribuir a los filo'sokds del siglo XVll el espín’tu de to-
era más importante. No se sabía muy bien de que, exactamen- lerancia. el interes por el bienestar de la humanidad. el respeto
te, había que tener la certel'a. pero lo que era seguro es que la dela diversidad, que pertenecían en realidad a los humanistas
inrmidumbrr se había vuelto totalmente inaceptable (1990: 55). del XVI: todas estas actitudes estaban ligadas a la filosofia escép-
tica que se suponía que filósofos racionalistas como Descartes.
¿Estaban esperando a Montaigne. a Erasmo? En ciencia. se encontrarán al menos en público, detestaban y rechazaban (lJ90(: 80).
con Descartes,"’ en religión, con Rek'n'ma y (.‘ontmrrelo'rma; en política,
con la teon’a de Hobbes y esa to‘rma de Estados soberanos que desde No hay que sorprendeme de que en aquella época, al igual que en la
entonces se llaman “westfalianos”.7 ¿Tenían la espemnza de haber tenni. mmtra. todo gire, tanto en ciencia como en política, alrededor de la
nado con las guerras de relim'o'n mediante el acomodmniento. la tolcmn. animación o la desanimación de la maten'a. la palabra clave aquíes aula-
cia, la negociación. la diplomacia y la exploración de formas inestables mia‘de movimiento. Lo que se va a inventar es la inercia de la maten'a.
de composición? Se verán conminados a elegir su bando entre ian'os csa matcn'a que va a servir para formar los mallas affad. Después de los
tipos de CCI‘lCZdS’ absolutas: poco importa de que tengan certeïa —ordcn desórdenes de la República, después de Cromwell, después de la deca-
político. interpretación de la Biblia, matema‘u’cas, derecho, relato expe- pitación (lcl rey (Iarlos. sólo reinará el orden si tanto el pueblo como las
n'mental, u obediencia al Papa o al Rey Sol-. 1.o decisivo. de ahora cn (mas son pn'mdas de cualquier capacidad autónoma de acción.
mas', es tener la certeza. las‘ difícil no leer esta cita compara'ndola con
el presente. ¿Para qué nueva Guerra de los Treinta Años tenemos que Los [contestatarios radicales de la época] tomaron todas las
prepararnos si también cuatro siglos más tarde laS' “autoridades políticas proposiciones [de los naturalistas] para vaciar las masas fisicas
y teolog¡"cas" consideran que el pluralismo es “por completo inacepta- [es decir. la Materia] de cualquier capacidad espontánea de
ble" para luchar contra el agravamiento de las guerras de religión? Hoy acción y de movimiento, como una réplica de las proposicio-
como ayer, la reacción a las' diversas formas de fundamentalismo puede nes para vaciar a las masas humanas [las “clases infen'orcs"]
cegamos. dc cualquier capacidad autónoma para la acción y, por endc.
Toulmin está tan persuadido de la importancia de esa fecha. lólO. para la independeneia social. Lo que nos parece una cuestión
que se sirve de ella para desplazar en un siglo lo que de ordinan'o llama- dc física basica. ellos lo metían exactamente en la misma bolsa
mos revolución científica —en adelante definida insistentemente como que los esfuerzos por imponer el orden inequitativo de la so-
un Contra-Renacimiento-f‘ En esa época, según él, se ensayaron todas ciedad. que habían rehuido en la década de 1640. A la inversa.
después de 1660, los intelectuales ingleses cesaron totalmente
de cuestionar la inercia de la materia [mr miedo a ser acusados
6 Toulmin (1990: 56) formula la intrigante sugestio’n de que el elogio del bum de pam" con los radicales regicidas ( l990: 121; el destacado me
rey Enn'que redactado en el colegio de La Fleche habría podido ser obndc pertenece).
un joven alumno bn‘llante de nombre René Descartes...
7 Ya sé que el adjetivo 'westfaliano" simplifica una enorme cuestión dc histom'
del Ls'tado. pero cs cómodo para subrayar ttxlas‘ las dificulutdes que tendrán ¿[810 no suena la'miliar a nuestros oídos? ¡Que la Tierra pueda reaccio-
que recoger aquellos que pretendan “gobernar el climu' (Aykut y Dalia". mra nuestras acciones incomoda tanto a los int(.'lectu.'iles de hoy como
20l5) conservando el modelo del Antiguo Régimen Climático. Retomantmtï's
llamenomíu de la materia incomodaba antaño a los defensores del or-
este problema en la última conferencia.
8 Tal es cl asunto del cap. ll. den CSIHblet'itlnl (km el Nuevo Régimen Climático se formula la misma
C c
214 CARA A ARA .ON EL
k PLANETA CTÓMO
. (No) ACABAR con El. FIN DE LOS TIEMPOS?
215
l habríamos dejado la
cuestión: cómo distribuir las posibilidades de actuar repam'endo las época de la certez'a
d'lismo modesto. atento absoluta para
235, las aptitudes. las capactdades. entre las cosas, los dioses a la Tierra y a la gen
, los al Pl“r m (amo te, abierto
a la religión como al arte-
Y las élites. Para imponer una cosmologta contra otra. 'I‘odo se mehr "c rcslpc:l csccpu'cistho, a la casuística,
a a lo razonable mas" q ue al
elaborar: el orden de la naturaleza no menos que e] orden a lo racional,
como siempre. lo que hay que Pensar-de la religión es quién Político y
l ten'z'a también
la
derecho de interpretar la palabra de DIOS... convertida H del Ann-gm, Régimen Climatico. Tias
desde en e ste largo paréntesis.
¿“Human [o dc ¡a vcrdadera I'evolueión
en la del Mercado. La defensa de la autonomía, tanto de científica , siempre
las I rn4) podrl-a r retardado
de la gente —negarse a que. otros. qute‘nttsqutera que sean. el ¡onnll‘ al In reverdecer. S“
, llmin t)bre todo, siempre de
, porque acuer-
sus Ieyes-. sigue siendo la gran cuestion tanto científica l las cuestiones ecológicas
como pelín-Q , y el aSCenso de
Toulmin llega tan lejos en su revrsnon dc la pen'odinción do <0" 1o .vil ¡mmm-al vuelven obsoleta la frontera una
habitual que de los Ls‘tados, esos
vacila en descn'bir el siglo XVll como el dc la ronlrm‘revolucio’n 50“."de a. ,cnmdos para poner fin a las guerras
(¡mI-“v monstniosin‘os sd haudvn de religión. Los Esta-
¿a9 Los nacionalistas harán abortar aquello que
los humanistas
habían por fin aprisionados en las innumerables
concebido (Daston y Vidal, 2004). la atención por lo dosnrslflacl'ran'lmnbs que redes
particularsemeh1C actúan en nombre dc otras lcg‘llímidades
una obsesión por lo universal; el arraigo en el que
u'empo es reemplamdo bodcmmlrlopocso a poco las fronteras.” l'llabríliamos pasado
por una visión intempoml, el escepticismo por de los Lew'atanes
el dogmatismo, la cam en guerra los “nos contra
los otros a os ltptttienses en guerra
u'ca sutil por la obsesión por los principios generales; con los
el cuerpo cup“, Mdos:
tado en beneficio del espín'tu. la broma por la
seriedad. el collage porto
coherente lo discutible por lo indiscutible. ¡Bastantes
burlas ha sopom. Sí ¡a ¡magcn política de la Modernidad
do ese Renacimiento, sin embargo! El corte epistemológico era el l .eviata'n. la auto-
7aIJi'ó -)a no, ridad moral de las potencias y de laS' supe
como sostenía Foucault, la “edad clas'ica" rpotencias “naciona'
de la Razón constmida sobn: lcs' estata' representada en adelante por la imagen
las ruinas de la “prosa del mundo"— el comienzo de un Gu-
de una contrarrcmlu llivcr que despierta de una siesta sin sueños para
ción —digamos de una Contra-Reforma descubn'rse
del pensamiento- que tomam’ pn'sionero de innumerables y diminutas
incomprensibles, las unas para las otras, la ataduras (1990: 198).
ciencia, la religión, la poliu‘ca
y las artes.lo Entre las manos de Toulmin,
la misma expresión “corte cpm" Un cuarto de siglo de spue‘s.
temológico” cambia de sentido: ya no es no podemos comparu'r en absoluto el opti-
aquello que pretende fundarh mn'mo (le Toulmin, q
tazón mediante un movimiento uien no previo' hasta qué punto podn'amos
radical que haría tabla rasa del pasada tgn'orar la rapidez." a la vez
sino aquello que, por desesperación de las' mutaciones ecológicas
ante la violencia, ha cortado (“odos en un nuevo ciclo y volver a sumergimos
los hilos que permitin'an pensar. de guerras. Pero lo que
La Razón se convierte en la prohibiaon contrarr-u'olucio'n vio, lo vio con clan'dad: si la
de seguir las razones.“ cie ntílica tuvo el electo
el decuPSo de de intemtmpir por un tiempo
Toulmin peca de optimista. las gu crias de
de una parálisis religión —y eso es l)ueno—, fue a expensas
En su libro aparecido en 1990, cree P°du
de l pensamiento,
regochuam’ de que el paréntesis modemista fijado por van'os siglos en un reparto
por fin se tenninam, dOOI‘C-‘d‘ onunado de
hada W al¡{Unos años. por causa de la irrupción funciones entre la
de las euesu’oncs ec políu’ca, la ciencia y la religión. bajo
ctom del Estado.
Y es por causa de esta parálisis que las
gicas nos vuelven
locos.
Ï oulmin presinu'o'
antes y mejor que Ningún
tamos cer mm es msm
9 Véase" p. 76 de este ca de] siglo XVI, esa época que el shock del des-
libro.
10 'l‘al es cl objeto
de la revisión que en toda su Horsl(al3"“
kamp (1996, en especial), Ohm 'UÏ‘Prende_ mpwn
del tema de la "Prom 12 Su libro
la ¿Poca clas"‘t'ca tal del mundo en (o aparece
son
l l insta como es descrita en Foucaull “9.66). mi emos de CII C I mismo momento
aparente oposición a pxttflw que Lam!" (“9‘l )' “us
al racionalismo, pero que en realidad 06':tn ¡3 l) (l “(89 propicios .Im ¿“’"w"
de los caminos de misd c Ltt para una nue“: pen'txlimciu'n de L't l‘uswm'
la ml'n'n. consu'tuyc el olJ)‘eto (lc “Hour ' '
apanrio'n
dcl ¡im-0' e] rumbo de .
(20]- )' emo. al la historia. no ha seguido este linea-
menos nt , todavíam
¡o que será objeto de la octam confercnna
2 16 CARA A CARA con ra. PLANETA ¿como (No) ACABAR con rar. FIN nr: ms 'rnzm'os? 2I7
cubn'micnto de lu Ira-r'as nun/as volvió tan inestable y tan im-cnu‘va 055,110 capaces de compartir los sufrimientos de perfectos extraños.
hem
tan ua'gica para aquellos que fueron “descubiertos'... Lo que ¡al m1.": de nosotros. y"! sea por “solidan'dad proletan'a"
infinitamente alejados . _
desestabilizar es el shock del descubn'miento de nuevas manrmr de un! M“ nombre (le la “(.omnnion de los Santos o, sencrllamente. por hu-
sobre la Tierra. pero podn'a tomarnos igualmente inventivos: tanto nm si
minimo. No. en este czrso. es como hubiésemos dtridido fmmanlrfl in-
cuando esta vez somos nosotros, nosotros mismos. quienes nos hallamg, “¡Ma las reacciones de cierto tipo de seres —|os que estan ligados. en
al “descubierto'... nmp3labm, a la ext aña figura de la maten'a—. Dicho de otro modo. lo
ut hay que comprender es por qué no somos verdaderos rnaterialistas.
‘l
FJ on'gen de esta ínsensibilidad es antiguo. Jean-Baptiste Fressoz pro-
Puso llamar “de.sinln’bicio’n” a la actitud por la cual. desde el siglo XVl'll.
Y sin embargo. ante la mutación ecológica, en lugar de aClÍh’tmog m (¡da tel que sonaba una alerta sobre los peligros de tal o cual acción
todos los sentidos. como nuestros ancestros ante el dest‘ubn'mienlodt indusln'al (fiilm'ca de soda o alumbrado a gra). de tal o cual desarrollo
tierras nuevas. nos quedamos de piedra. indiferentes. (lesilluionadm m’nlífico (mcunacio’n o inoculación). de tal o cual toma de tierra co-
como si. en el fondo. ya no pudiera stlccdcn’tos nada. lis eso loque ¡hay bm'al (desforestación y plantaeiones), se tornó la decisión. de manera
que comprender. mas'omcuos encubierta pero siempre explícita. de seguir adelante como
Desde luego, podemos apelar a la inercia de las costumbres. al miedo fuere. Después de un terrible accidente ferroviario (el pn'mero en esta
a la novedad. a los embn'agadores beneficios del consumo. a lajauladc modalidad de transporte). l.‘trnartine. nuestro gran poeta romantico. ex-
hierro del capitalismo: podemos acusar a la influencia de los Inbbus' que (hmó: 'Hay que pagar con lágrimas el precio que la Providencia pone
trabajan activamente por desinformar: o tener en cuenta los lrabajosdz ¡sus dones y a sus favores [...]. La civilización también es un campo
los psicosociólogos sobre el miedo que paraliïa en lugar de hacer reac- de batalla donde muchos sucurnben por la conquista y el progreso de
cionar (Hulmc, 2009). Es posible que todo eso sea verdad. l’ero cn fin. todos. (,o‘mpadezcarnoslos, cornpadel.'cámoslos y avancemos" (Frcssoz.
si a uno le anuncian que su casa está en llamas. por mucha que stasu M2: 273). Ese “¡zu."tncernos!" es admirable... y qué wrleroso es aceptar
pere-ut, su psicología y sus antecedentes, se preeipitara' fuera de ella. y terneran'amente las consecuencías de una acción arriesgada. ¡sobre todo
la última cosa que hará mientras baja las escaleras a toda velmidad es (nando. de generación en generación. recaen sobre las cabe/"as de los
discutir. entre rellano y rellano. si los bomberos que despliegan en ese hips' de los otros!
momento str gran escalera son bomberos de verdad y si en un 00. ocn un No es. pues, que no hay." habido alerta; ni siquiera es que las campanas
95% tienen razón de venir a rcscatarlo... Si estuviéramos en una situa- dtalcrta hubiesen sido iirr‘iosamente desconeetallas; no, las sirenas ulu-
ción normal. ante la mínima alerta relacionada con el estado dc la Tren: lana toda maquina. pero de todos modos se decide vin'lmente no dejarse
y de sus bucles de retroacción, ya nos habn’amos movilizado, como lo M"'mpor los pelim‘os. Si hay inhibición. en cambio, es sobre la velocidad
hacemos por cualquier cuestión de identidad. seguridad o propiedad. de tracción ante las catástrofes engendmdas mais tarde. Las dos acu'tudes
La pregunta por lo tanto es esta: ¿por qué las cuestiones ecologl'hs WI ala par. evidente,mente: desinln'bieio'n para la acción hacia adelante:
no parecen involucrar dirrrrammtr nuestra identidad, nuestra seguridad inhibición para el registro (le las consecuencías retroactnas.“ Vin'lidatl de
y nuestras propiedades? ¿Por qué no estamos en una situación nonml. "Blade; impotencia del otro. El tiempo tiene tan poca influencia sobre
banal. mundana, ordinan'a? No vengan a decinne que lo que hace h Macu'lud que aun dos siglos más tarde la encontrarnos intacta en las
diferencia" es la importancia de la amenaza o su distancia con respt‘f' 'Gpt'mmas" de la wang'r'nrm'ng: las" eonsecuencias desastrosas estan bien
to a nuestras preocupar iones cotidianas. Reaccionamos en bloquc ante ¡dt'ntiñcauL'ix pero de todos modos se sigue adelante, aprestandosc a arre
el menor atentado terrorista, pero que nosotros seamos el agcnlt' (ich mtlcmcuxzindn a los opositores de excesiva pusilinn'midad. y en Imposible
sexta extinción de las' espec ies terrestres nos suscita apenas un bosta-0
delilunionado. No, es la ¡eat lividad y la sensibilidad lo (¡ue hay que colw‘
derar. (kilectivamente. rlrgnnm aquello a lo que somos sensibles )'-'|‘q“c'k' l-l Anahi.” r \.|\ r tninzulicciones fue el gran proyecto de Uln'ch Beck. al Partir df
a lo que hay que reaccionar r.‘¡pidarru-Vrite. l’or lo demas. en otras Cl"Km Iu null: ¡lu ¡ru/ur (2003 “9861).
2 ¡8 CARA A CARA CON EL PLANFT.A ¿cómo (No) ACABAR con El. rlN m; LOS TIEMPOS? 2t9
acelerando mas', a fin de volver la situación ele‘cu‘xmnente irrevcm'mc (k e” ¡a corten, pero prohibie‘ndonos repartir los niveles de confianza cn
hecho —siempre en nombre de la “necesan'a modemización" (Hamn mnu‘ón de lo que cada dominio demanda realmente —y sobre todo. del
loq
20133)—."‘> ¿De donde viene esta extraña maneta de lanzarse una y olla ¿PO dc seguridad que puede proporcionar—. ¿Cómo podrían la religión,
tu
en una aventura con los _ojos bien cerrados? h política. la ciencia, la naturaleza, las artes decir lo verdadero de la
Yo querría explorar. en esta conferencia, el on'gen religiosa o mas. con el mismo glado de certeza? ’aia descubn'r el on'gen
misma maneta.
exactamente mnlmnrh'gimo. de esta elección. de esta decisión en fzwordc ¿(la dcsinllibición. hay que l'CIIlOHlillït.‘ todavia mas" lejos, mucho antes
la desinhibición. Para eso. es necesario remontarse aún mas lejos en d ¿(la wlución aportada por el Estado. solución que congelo’ las lineas dc
tiempo. antes del momento en que el nudo de la ciencia, la relimo’nyh conflicto. pero que no aportó ninguna paz verdadera y que. sobre todo.
política se volviera inexm‘cable. Si ustedes recuerdan la conferencia“ paralizó a los Modernos en el rem'stro de las reacciones de la matcn'ali-
tenor. la expresión “contrarrevolucio'n científica" empleada por Stephen ¿3d a sus |I)ll()\d"Cl0n es.
Toulmin ha debido recordarles esta otra: "contmrreligión", propucsu ¡Porqué estoy tan seguro de que debe buscarse en la religion el origen
porjan Assmann para acentuar el contraste entre las religiones llamadas ¿(laa fonna cun'osa de indiferencia a las alertas sobre el estado actual de
tradicionales. relau'vamente indiferentes a la cuestión de lo verdadero hnatumlcu‘? Debido al resurgimiento. o incluso a la omnipresencia del
y lo falso, y aquellas para las cuales la cuestión de la verdad se mehr ténnino (¡patch/Isis. En cuanto uno habla de las mutaciones ecológicas
esencial.lb El “verdadero” Dios no puede compararse con ningún otro, (on alguna sen'edatl. sin siquiera alzar la voz, inmediatamente se nos
pero. en cambio, uno puede llamar “Dios” a muchas otras auton'dadcs ¡(usa de sostener un “discurso apocalíptitto" o, en una versión mas" ate-
supremas —por ejemplo. el Estado protector o la Naturalcta' conocida nuada. un “discurso catastro’fico". Más mie afrontar de lleno el asunto y
por la Ciencia-J7 Eso sucedió cuando fue necesario clausurar ldS' gucms responder: “¡Pero sí, desde luego, ¿de que quiere usted que hablemos?!
de religión: hizo falta pasar de una instancia a otra la fuente de la corten LaModcrnidad vive, toda ella, en el Apocalipsis, o mas" precisamente.
absoluta. (omo vamos a reconocer, des/més del Apocalipsis. Es por eso que ella
Para evitar que nos degollemos unos a los otros en nombre dc certens mis'ma está condenada a no comprender nada de lo que la histon'a le
absolutas de lo mas” contradicton‘as, vamos a estabili7ar el colectivo alre- ¡porta (le nuevo. Por lo tanto. hay que aceptar mostrar definitivamente
dedor de una demanda de certeza, pero, como dice Toulmin con tanta un dnc'urso apocalíptico en tiempo present/Í.
gracia. ¡sin estar seguros a propósito de qué debemos tener la certeza!"
¿Del ideal político? ¿Del progreso de laS' ciencias? ¿De la religión estable
cida? ¿Del progreso económico? Por temor a la violencia, nos refugiamos
Ses tan dificil hablar de religión, no es sólo por causa de la creencia
lmpliamcntc difundida de que la cuestión religiosa habría quedado de-
¡5 Encontramos la mls'ma idea de acelerar en lugar de invertir la (lire«ion'dd finiu'vamentc atras. sino porque se nos ha vuelto casi imposible retornar
frente de modemiu'cio'n en el 'manifi -sto ecomodemista', disponibltm
¡loque pudo significar antes del armisu'cio del siglo XVII, es decir, antes
«hebreakthrougliungz [a versión partx’lica o critica, según (¿most hk¿_
es propuesta de “'illiams y Srnicek (20H: no confundir su ‘acelemcionan' dtsu mutación hacia formas de certeza absoluta para las que la religión
con la ’gmn aceleración“ presente en Stef'fen y otros. 20lñl)). la pregunn“ “Gesta mejor preparada, en el fondo, que la ciencia o la política. (bmo
si hay que seguir compitiendo para aven'guar cua'l seni el más ‘decididum
te modcrno’. ma'acn algo. la religión no presenta el mas“ minimo interés. y hacemos
¡6 Tema retomado de manera iiias"' radical y en una forma mis bre“: cn bkncn ya no prestarle atención. LdS' formas que la han traducido en el
¿“mmm (2009). (Uno del (Ít'mpn. si las separamos del movimiento que las hizo nacer, no
l7 Recuerdo que el nombre dado a una instancia es menos importanle .que lb
funciones de las' que dicha insmncia esta' dotada. Lst‘) es lo que pemillc li Pueden (la! nm otra sensación que la de un cúmulo de reliquias, sin otro
traducción entre formas apart-nteniente distintas" de instancim stlprtnm‘fd uk"que algún valor e'tico. estético o patrimonial.
trazado de una growlítica. Véase' la conferencia previa.
YSín (-mlxu-go. si la religión —en tanto contrarreligio'n- pennanecc
¡8 'No se sabía muy bien de que. exactamente. había que tenerla (CNICH- Pd“
lo que era seguro es quc la ¡nrmidumbnvsc había vuelto totalmente mm?“ fina. sigue siendo lt-cunda, es porque se ha descubierto que se puede
blr' ('l'oulmin. l990: 55).
“un ‘l‘ll' (lt'l)('lll()S vivir en el “u'empo del fm", en el scnu'do. a la vez
220 CARA A CARA (.‘ON El. PLANFT.A ¿como (no) ACABAR con rar. FIN or. LOS TIEMPOS? 22r
preciso y en extremo inestable, de que los fines han sido deliniu‘ra ¡w ¿c "mind definía-ua, pero‘de aqui en más las dos nociones se encuen-
menu
alcanzados, en el seno del tiempo. y que sólo pueden realizam. lnn mgmbladas" bajo la mas improbable de las formas: en la masivo,
gmfla'r
a él. Como ya hemos señalado en la conferencia previa, la ve rdad minado número dr puebla: dice (mer. la absoluta certaa de haber altanzado
qUe
semejante descubn‘miento expresa no proviene de un grado ¿fin dz los (inn/ms. de haber llegado a otro mundo. y de estar separados
. . . . d° "(no
u’ particulamrente Importante, srno, al contrario, del despliegue, rich ¿e ¡os tiempos antiguos por una ruptura absoluta. A esos pueblos ya no
reanudación, de la incorporación de ese término, “definitivo”. Si cs dm Puedc sucederles nada grave, evidentemente, puesto que se creen desde
niu'vo, entonces, en efecto. podemos traducirlo por “absoluto', “cie ' “¡un-Pre err el “fm de la histon'a".“' ¡Por lo tanto es inútil din'girles discur-
“seguro”, “presente”; salvo porque, como se trata de un frrr de los wapocalipticos anunciándoles el fin de str mundo! Ellos responderán
pos en el límnpa, sentir esta verdad es volverse sensible al hecho (lc que mn condescerrderrcia que han pasado al otro lado, que ya no son de este
ella es también incierta, poco segura, relativa, frágil, ausente ¡y sic-mprc M que ia nada puede sucederles, ¡que se han modemizado resuelta,
por recomenzar! ddinilim. cornpletaunerrte y para siempre! Que su único movimiento es
En la medida en que vivimos en esta tensión, comprendemos lo que u'g'cmpre mais adelante, nunca hacia atras'. Su divisa es la del impen'o
puede significar la irnrpción de la contran‘eligio'n y esta nueva formadg español: I’Ius ultra.“
histon‘cidad que se ha impuesto en el curso de la historia.” l's‘ parado]; En efecto. lo mas" t-.\'traordinan'o es esto: esos pueblos que se dicen irre-
co, en efecto, vivir el tiempo que pasa, a la vez corno aquello que sedrsl ¡“Mrs e r'rrcr't'-(lrrlos, laicos y seculares, extraen de la contrarreligión que
tingue radicalmente del tiempo de los fines y, no obstante, como aquello haha precedido su sentido mas" profundo -es verdad que se puede vivir
que realiza dichos fines. En cuanto perdernos esta peculiar forma de hrs." me] tiempo del frn- invirtiendo el significado de dicho descubn'miento
ton'cidad, aunque sea por un instante, perdernos el sentido de la verdad «¡su exacto contrario: ¡ya no hay que dudar de que el fur de los tiempos
religiosa. Hasta que volvamos a comprender‘la, en el siguiente intento, ¡haya hecho realidad definitimnlente‘. ¿Qué es lo que se perdió por el
La contrarreligión, como su nombre lo indica, no cesa de lurhar (mina amino? La dudar. la inet-r‘tidurnbre, el temor y el temblor ante la imposibi-
ella mtsm'a. Vemos allí la dificultad de captarla, y el origen de su podera Wmdiml de que los tiempos puedan terminar y de que su realización
la vez lr'bemdor (los fines se han realiza-do) y tóxico (¡una y otra vez nos pueda prescindir del fluir del u‘empo. Todo reposa en una minusc‘ula
exponemos al n'esgo de equivocarnos respecto de los frnes!). mlinteqnetacio'rr del termino “definitivo”. Los Modernos son aquellos
Que este tiempo del fin se haya expresado en innumerables creencras'. qxhan logrado ponerse al abrigo del u'ernpo que pasa, apropiándose
constantemente remendadas, no es lo que nos interesa aqui; tarnpoto delamas' peligrosa. de la más inestable de las formas de conuarreligión.
que a partir del siglo XVII estas creencias se hayan convertido en (ene .00th0 no iban a estar desiuhibidos? Creyendo combatir la religión, se
zas que defender contra la competencia de las ciencias y de la política: tnnruelto irreligiosos en el sentido invocado en la precedente conferen-
todo eso sólo desviaría nuestra atención, Sin embargo. no conozco nada m"han hecho de la negligencia su valor supremo (Serres, 1990).Ya nada
mas” desalentador que seguir la huella de la progresiva degradación de puede ocum'rles. ¡Ya están, y para siempre, en otro mundo! Ya no existe
las innovaciones religiosas en simples creencias a defender —o peor, cn otra dirección que hacia adelante, como si la vuelta atras' les hubiese sido
policía de las costumbres—.20 Para nuestro análisis. lo importante es qlK. zmpurada.
en el momento en que este régimen de historicidad ha dejado dc str
comprendido, todo parece indicar que se hubiese cortado en dos el enig-
ma planteado por la contrarreligión. Hemos retenido el tiempo (id/¡nyb 2] Sin intención alguna al respecto. Francis Fukuyama 0992) diagnosticó
muy acertadamente la situación postapocalíptica de Ls‘tadus Unidos y la
imposibilítl.‘td en la que se errcuentm desde hace treinta años de reanudar
la hiuuricidad. Aquellos que han terminado con lrr historia, ¿cómo podn'nn
19 Tema das/¡co a partir de Lówilh (2002). interesarse en -o memmente comprender- lar nuem geopolítica de una
20 lis lu que nos hace .‘rgirutr el oírlo cada vel," que. en el seno urisrno dt: h Tierra rrru'lu'ple?
institución r-clesiástiur, resuena mm rnrr'srcxr que recuerda la mdimlrthd dd_ Y? ¿(kinrn podrían unos Modernos cuyo orgullo y cuyo ideal consu'ten cn [mn-
movimiento que le dio origen —corno es el (¡iso (le Fmrrcr'sxo (Z‘Olyñl. (“Pm qulur hn (alumnas de Hércules. hallar sabor. orgullo, ideal o una política cn
ginalidad se mide por los eslt'rerms tlesrrrollndtn‘ para ahogar su rmpaClO‘ Cl "¡muay límites"?
222 CARA A CARA CON El. PLANFT.A
W ¿cómo (N0) ACABAR con El. FIN m: 1.08 'mzmms? 223
Fue En'c Voegelin (1901-1985) quien —en un libro tan gcm'al (o “JI-.0 .y por lo tanto el Anu'g'uo y el Nuevo Testamento- una nueva
poco conocido: La nun/,0 a'ma'a dz. la política (2000b)— llamó la alencn¡0'-m° dd que e'l llamaba el reino del Espín'tu. ¡Es con este reino como las
sobre esta operación de inversión. El tiempo del fin. tanto en la ¡“midi NEWS} puedo alreverme a hablar de este miodo. se van a echar a perder!
judía como cn la cn'stiana, ya había sido objeto de numerosas han“? ¿mm-0'". cl punto de divergencm, al comienzo. es minu'sciulo. tan mi-
ciones en la forma de un fin dl. los (¡mn/ms. posible, previsible y, dm: nu“,u¡o_ por lo demas, que los papas no ven nada que tobJetarlc a la
luego. esperado. No em ya el fin de los tiempos en el tiempo que m modos. levemente balrz’lalme) (lt-Joaquin: esperar el
ortodoxia (deltodos
era el final, la interrupción final del tiempo que pasa. l’ero esc dub-u n¿no del Ps'plrltu parece una interpretacmn perfecta de ese doigma de
miento conllevo’ una continua duda sobre la veracidad de (liclta "¡dub hemsnmción. que se. define muy bien por la eternidad m el tiempo.
ción. Poco a poco. y especialmente gracias a las numerosas' glosas dd gd“, Porque joaquin hace de esta espera, por definición imposible de
Apocalipsis deJuan. el apocalipsis, en el sentido de revelación (le (it-m, controlar. la realil'acio'n mi la historia delfm de la histon'a. ¿las‘ lo mismo?
régimen de histon‘cidad. se convirtió en un discurso sobre la cspcm del Namuchen bien. es más bien lo contmn’o: las relaciones entre el fin de
fm del mundo.” ¡“tiempos y la finitud del tiempo se han invertido.“ 1.a histon'a, en su
Ahora bien. si ustedes han comprendido lo que precede. nada no, ¡“me mmimiento. se. pone a acarrear ¡la trascendencia que le pone fin!
auton'za a prever. a predecir. el fin del mundo -sólo es posible proa; eso significa que podremos escapar a la inmanencia... Tanto como
carlo o implorarlo—. "Fin" quiere decir en primer lugar culminaciómm ¿»mpuiur ajoaquín no sólo a establecer correspondencias entre las
segundo lugar. finitud.‘ por último, revelación, pero siempre en y con el ¡{un}! (¡el Antiguo y del Nuevo Testatmrnto, como siempre se había he-
u'cmpo y (sobre todo) por su intermedio. Eso incluso da un Valor com cho [:“u'tllllt'll, 20011). sino además a io‘rmular verdaderas prtvm'bna his‘
pletamente nuevo al tiempo que pasa: trae. y trae por si sala. la culmi “¡tu que e'l pretende verificar mediante un impresionante ejercicio
nación final. ¡que nunca lo es! Lo que dura para siempre no dura uno demunei’olnt"ia. lil curso (le la histon'a cargada de eternidad se vuelve
por aquello que no dura. Para permanecer dentro del espín'tu dc cm (“mk/¡[r pala .‘iquellus que saben prever con certeza su derrotero.
situación estremecedora, la última cosa a la que habria que escaparcs En manos de los comentaristas dejoaq uín, el minúsculo mau'z va a am-
al u'empo. Pero a muchos se les da por oponer el tiempo que passa] phi’rsc en una transitH'ulat‘ión radical del mensaje: la espera continua del
tiempo que debe terminar para acceder a lo que dura. lts' el caso dc los momo del Hijo —del que no sabemos “el día ni la hora” (Mat. 25.13)-se
milenan'stas. 0. por un giro todavía mas” extraño, a otros se les da por loma la certeza de la realrlación. aqtu'almjo, del reino del Espín'tu. Pero
afirmar que a partir de ahora el tiempo de la espera ha terminado. que mlízar aquí abajo la promesa del mas" alla’ significa. inevitablemente.
la histon'a ha terminado, ¡que muy pronto tenninam’! Desde el momento paar dc una definición digamos espiritual hacia una forma de poliu'ca.
en que se traduce el “tiempo del fin" por el “fin de los tiempos“. unos: Abandonamos entonces la solución sensata y precaria de san Agustin.
encuentra al borde de una metamorfosis vertiginosa... y la tentación de que consistía en no esperar nada de la (.‘iudad 'I'errena, sino todo de la
pasardelatro lado, abandonando el tiempo de la iinitud y de la mortalidad, Gudad (k-leste. Los monjes de la5' generaciones siguientes. entusiastas
se vuelve irresistible. ¡«(cres de joaquin, sueñan, por su parte. con realizar de una vez por
Voegelin atn'buye ajoaquín de Fiore (11304202) un papel central todasla Ciudad (.‘eleste aquí mismo, transfknmando radicalmente la (Jiu-
en esta gradual incomprensión del mensaje apocalíptico (deberíamos dachrrenu. ¿Y quién va a gobernar este reino, vuelto. de este modo,
decir: en esta gradual y paulatina moderni'lación que simplemente bo Políuc'o-rcligioso? ¡lus‘os mismos monjes de vida asce'tica, inspirados por
rrara’ el on'gen judío y cn'stiano de este mensaje) (Lubac. 2014 [198”. thn'turas.‘ Tan insensible como radical, la transición comiema a per-
Gonu'er. 201]).Joaquín, en efecto, añadió a la división tradicional dc los
cns'u'anos (de por sí, muy discutible) entre la época del ’adre y la e'pofl
24 ‘l-Zn el t msn de la historia, pam nuestra sahncio'n. 'ya no tenemos nada que
esperar ' (lo que no significa: nada que explotar. que cxcamr. que descubrir.
que ponen en Illáll'Cth): nada y. sobre todo. no un ‘Espín’tu’ que han’a ‘wpo
‘23 Véase la excelente Serie de televisión de Gérard Mordillat ,vjc'ro'me Pncut. nu' al (Zlistu. destniyendo con su Iglesia el medio para conu'num n'viendo dr
LA'poralypu (2008). m Espuilu' (l.ul);ie. 2014 [1981]: 156 y 194).
224 CARA A CARA (ION El. PLANETA ¿como (no) ACABAR (ION rn. rm ¡»21.05 1‘ll>.'\.lPOS? 225
.
dog“. el Si “(Tx’\","”"d-I
rr ' ama (5- de Ct.)nt)(‘ln.ll('nl.0's(' vuelve que“.
su! y ' “l "llevo ¡Instrumento
-
mayor sem' la cantidad de aquellas que no tengan la ubtcmcmt '
gnmúm l A lli‘liljjuveruns temarios a decir-el vehiculo srmboltco (le la verdad
Int'ltm» hasta llllt'flrín dias, uno
de lo; "Him: . ' u‘"“'_""f’ ht" (¡L'Vcnulm
ot l...) las
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OCHOA" particulares l .
Kilostrcos mru' lucrtes. de lav Miciedatl
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¡Ian t i grado. cada tura. una llulla mr) L en .4 li t .
,
' ’ dc lu"f tkfín", de h “lución I
¡roma
y la_ parto ogn.
32 Una cesación as‘í es la que desent' :ldena el furor de la lïsrca. la soctologra. la lmrlogra y la
de su tiempo. Woexdin ¿‘Wd-dfmves
(¿000‘ “8431) contra las' actitudes religiosas r . 185).
230 (MRA A CARA (ION El. PLANETA ¿CÓMO (No) ACABAR (.O‘N El. HN nr. nos TIEMPOS? 231
nucsuo conodmtn‘ilo lll, la lrasrnuirnn’a; (¡lima him, [tu afm'm‘, le hace Msenta años que lle u adelante la yihad tanlra si mu'mo. y que
l . ha. .f .
gnost'u‘ns ofmn al! asitlrm más finnr en la medida que comme" ,q c u." l.smr seguro de lo que ese Dios le ordena... Esa es la dlcrenCIa:
moderna es la (.‘iw'lilu'icio'n por excelencia sejustifica plenamcn. “06 que gn'tan a tiempo y a destiempo que-hay 'que cambiar lolalyimdital-
te desde un punto de vista empírico; el hecho de que se ¡o Cow “mudo modo de Vida. por .un‘os loqultos Sin m.a5' credito que Plulippulus
cediera la signifimdn'n dr la salvarión se halla en el on‘gcn del el mec¡-.¡_ cl que aterra a Tintin en La estrella mulmom. con su gong y su
surgimiento de Occidente y constituye efectimmente un a,» ¿una blanca. ¿El “cambio de vida total y radical”? Pero si ya lo realiza-
mlifisís dr n'viliwn'n'n (200021: 188; el destacado me pertenech mm justamente. ¡voii/¡endesa modmzos para ricm/m". Si la modemidad no
fuera tan religiosa, el llamado a ajustarse a la Tierra sería escuchado sin
No hay duda alguna al respecto: Occidente cayó sobre todas las inconvenientes. l’ero como ha heredado el Apocalipsis. apenas desfasada
chili);
ciones como un Apocalipsis que puso fin a su existencia. Creye’ndomn un ápice en el futuro, lo único que suscita es un alzamiento de hombros
portadores de salmción.
‘ nos convertimos
r en el apocalipsis pam
. los cum ouna respuesta indignada. “¿(Iómo se les ocurre venir a predicamos una
¿(.omprenden por que hay que descontar de aquellos que acman ¡“db- a; mas el Apocalipsis? ¿Dónde está escn'to en los Libros que habrá otro
curso ecologista de ser. con frecuencia. demasiado .'ipoca|íptico? i\‘th Apocalipsis des/má: del primero? La modernidad es lo que nos han pro-
dose a seguir viviendo en el tiempo del fin, ellos, al contran'o. han ¡m metido. lo que hemos alcanïado, lo que hemos conquistado. a veces por
puesto a las demas' civiliu'ciones un fin violentoJoseph (bnrad yFtanm' lan'olencia. ¿y usted pretende arranca'rnosla? ¡Venir a decirnos que nos
Ford (,o‘ppola tienen razón: no debemos decir Apocalypse ycstnrla}, sino equimcanios sobre el sentido de la promesa! ¡Que la Tierra prometida
siempre Apocalypse now. dc la Modernidad debia seguir siemdo prometida! Es insensato."
Y. en efecto, en ninguna parte está escrito que al Apocalipsis pueda su-
tederle otro. De allí esa actitud inexu'rpable. esa calma total. esa fn'aldad
de mámiol de aquellos que sin embargo leen todos los días el anuncio de
Si se preguntan por que las cuesu'oncs llamadas ecológicas no interesan catas'trofes diversas. Parecen tener derecho a esa Tierra que en efecto les
a mucha gente. mas” allá de su escala. su urgencia y su insistencia. tal m fue prometida 41:0)- feel enlitlerk, pero esa Tierra no tiene nada de terres-
no sea tan difícil dar con la respuesta. siempre y cuando uno tome en lrc. ra que lo que se niega es precisamente que tenga una histon'a. una
cuenta su on'gen (contra‘)relig1‘oso. Venir a decirles a los occidentales-o his'ton'cidtul. una retroacción, capacidades. en una palabra. posibilidades
a los que acaban de ser occidentalil’ados recientemente con "hu" o menos de actuar. Todo tiembla, pero ellos no. no el suelo sobre el cual posan
n'olencia- que los tiempos terminaron, que sti mundo esta" acabado. que sus pies. El cuadro en el que se desarrolla su historia es necesan‘amente
es preciso que cambien su modo de vivir. no puede acarrear otra cosa estable. El fin del mundo no es mas" que una idea.57 ¿Cómo logran creer
que un sentimiento de total in(:omprensio'n. puesto que. para ellos. el en esa estabilidad. cuando todo tiembla bajo sus pies? Porque esa estabi-
Apocalipsis ya tuvo lugar. Ya han pasado al otro lado. El mundo del mi lidad aparente es impuesta a la maten'alidad por una idea de la maten'a
allá se realizó —en todo caso para aquellos que se enn'quecieron—.l'a tomada del mundo de arriba. que ellos han confundido con este mundo
franquearon el umbral que pone fin a la historicidad.’6 dc abajo.“ Allí encontramos esa asombrosa amalgama entre la idea con-
Saben, escuchan pero. en el fondo, no nee". En eso. creo. liayque uarrcligiom de la modernidad y la idea igualmente contrarreligiosa que
buscar el origen profundo del (“mamar-41mm‘mo. No es un escepticismo ha heredado la (.‘iencia. La materia es la malm'alidad mas' (¡quiero decir
ref-cn'do a la solidez de los conocitnit'nlos sino un escepticismo sobrrh mas!) lu in mu nmuimrión.
posición en la existencia. Si dudan o si niegan es porque toman a aque
37 [.1 solución mas" hábil consiste en hacer dc él una constante del espíritu
36 l’m eso es en “¡no querer pasar de un :inu'h'sis del tema del fin de los pero sin u-lm io'n con el estado del mundo. como podemos ver cn Funk-l
|il'")p0\. « Hand” este (x upa toda la ill-SIUIÍ’A de inspiración occidentalJtfl (2012). ( uyu título es por demas" revelador: Dapuls’ dlljin dll manda situarse.
unn hm ha que. el 22 de llull” «le 2015. en el coloquio del lanmmienlodd ’después" es .‘Lseguram" contra el peligro dc estar ':tdentru'.
‘xnnniiirxtu I't uinmlei llista". gritó Il'r timr lo gn lwyond "¡al (¡00W da} 38 La mnteu'a es un idealismo :¡lmrluuunentc opuesto a la materialidad. Sobre
(';Y;i es hnm (le dejar amis ese humor de fin del tiiuntlo."). retctmant‘lonasfl'l lu genealogía de la extensión dela m alma. véase “'hitelicad (¡998). y cn
tu (’IL’IdU 'gr‘nunt ennnl' de l.'un'.utine. espet ial el comentario dc Debaisc (2015: 38).
PLANETA
234 C.ARA A CARA CON El. C'cómo
. (NO) ACABAR con El. FIN m; ws TIEMPOS).
235
en la cabe7a a las person
ue no consigue entrar ¡IS boufly - 1 )()r algún demiurgo perverso.‘o hs‘ta tradición va a
lp q "mas nou'cias de la mutación concobK ‘v’cllu que
por lasÍ t ' ecológica es ¡a acti la materia decepcione a los utopistas. ¡Una y
‘ '
“dad,
nonna. |a sensibilidad
a nllcstras aecrones de los
ma
| (¿ainda cadaicmprc! Por querer rcalil'ar
,. e el Paraíso en la Tiena.
d ¡de todos residin se
ponen la5' zonas criticas 0' ‘ ' A
s l’ ¡“dk-S ( “Y 05 ¿Carl S L.nos
que reali7ar el lnfiemo en la Tierra -no siem-
vibrar con su ¡msibilidad de actuar. Recordar m” aro-cc" Wn, ni mas l" duda alguna
an ustedes im para los otros...—. El fracaso de estos
e 0"“)
prendimos muclns. veces, (lesde el comlenzotle estas (:onfcrc P“ Para sí. Pclr.00:(l)s_
¡a (¡mm-"¡ación (lel mundo impuesta por la‘wsio'n dentíiicos. tecnicos, revoluct'onan'os, económicos.
ncias ¿dos 46'15}; poco ¡mporta
episte- molo'gim
acu.v¡.dnd “¿,mífic‘vL-W Ahora captamos (k. ¡a el adjetivo- conducirá a los decepcio-
su origen religios bc]m1.")v¿|11-"l(."_'.s¡n()
a despreciar todavía mas' esta maten'a incapaz de
samente apocalíptico. Ls‘ la consecuencia de esos rc] alos‘" y "l" '(i “¡dosdcl9106511“lerun-slo por
de causalidad m. "dl niv el ldeal.‘l De ahí la extraña posición del
que ponen toda la acción en la causa —y cada ve z mas cerca bid” a ¡a , . .
‘ C ' l las" conscc‘llt‘nfli‘s- de la (‘ th'l. vez como la unica realidad y como el blanco del
Pn'mcm- y toda la pasividad en c e . _ L;
chic-¡0 conce
,. "‘ -
“"“P'Jl . enm' c .¡o mas PIO - fundo.
dela Naturalem ‘y de la (.racion, dl RlQlc' un , ,
o (“ego ddPrC l wm““cncia c . .. c
por intentar mciar el mundo, tanto como sea Posnflc' y del Dios l;,sa c5 a - mas peligrosa de una contrarrhgion qu. des-
“dem” I “bcmc '
“¡cho comra las . . .
De ahí la aversión extrema a tomar C“ Cm" nta la actividad de ¡"(la “cu‘id‘ïd l divmtdades. y luego contra la -ida
e de
r
pam aquellos que de ld' Ticm
contemplan la materialidad como “la, dc volverse una vez mas" contra la naturaleza. Lo que llamamos
algo inerte I
y que creen que cl mundo en el que viven esta" hecho ¿lawp.ll‘rlallal demiúrgico de los Modernos no tendria gravedad alguna si
de l‘
ples mallas ojfarl causados por otros, igualmente acdcmiurgo no fuese cl de la tradtcnón gnosuca. colmado dde desa ma-
Íncrtes.
La consecuencia mas" grave, sin embargo, es que lignidad que ha transformado este (baJo) mundo en el foln o ¡eduna
a la ¡materialidad
superpone el (impune de la materia, que es uno sc ¡nazmorra (le la que hay que procurar escaparse por todos os mYc los.
de los antiguos rasgos
gnosticismo. Habm'n notado que los mismos del
individuos bos gno’sticos ya no podrán entrar en contacto con lo t'crrestl're, a sea
que pemiancccn
insensibles a la5' cn'sis ecológicas son muy que aspiren a escaparse hacia lo trascendente por medio de a utodpla.
quisquillosos sobre
cuesu'ones relacionadas tanto con la todas las oque procuren realizar su utopía de una vez por todas; o bien que, es-
moral como como con la identidad.
y están dispuestos a salir a las calles pucs' (le haber fracasado en realizar sus sueños. se pongan a desprecraar
no bien sus intereses se vean amena-
mdos. Si han elegido ser negligentes, elmundo y a vomitar sobre esa maten'a ¡napta para ser transfonnad
es tan so'lo i'ren te a unos seres que
pertenecen al reino de la “naturaleïa'. por la Idea: ¡las soluciones que inventan son cada una maS' calanntosa
¿Por que' esa elección. tan con
tran'a a la evidencia? F5 como que la anu-rior.‘
si e l gnosticismo hubiese vuelto i a
a la vez deseable lv despreciable: la "¡aim Como bien sospechanii“. a estos gno'sticos sen'a totalmente en vano ll"
deseable porque debe acarrear cl ¡dal
¡daprm'ablz porque hablada de ecología, (le
a fin de cuentas re sulla no apto para acarrearlo! mundo teITestre. de inceru'dumbre o de temor)
Lo único que el aquí temblor antr- la redistribueio'n
aba jo no puede hacer, en efecto, es cumplirlas continua de las posibilidades de actuar. ¡N(Ï
promesas del mas" esper“) lllk‘lt'sarlos por la zona Inetamo’rfica que nos ocupa desde hac;
alla". e "seguida y por completo.
Si lo que no pasa “0 son conlcu-nn‘as.‘
pued" “"dll'm'rsc excepto por intermedio lillos terminaron en esta situación muy poco verosim-
de lo que pasa. es únicamente
Por Causa de las condiciones que Pero. desgi.iyiadzumqm-, de ¡0 mas real‘ de estar seguros (le su sahact’on'.
plantea el pas'v del tiempo. Y P0“o
tanto ton lentitud, ¡cn tanto que habitan
con dificultad, con perdida, un mundo material que en el fondo despreCIan.
cuidado y preocupación. COn
_ __ envejcüm'cmo’co
Ahora bie n. en la (¡adieion , . c - cun
rasgo inanique _ . gnosuca "m
o (tljm . -
pt-mstenma atrawesa l C, ¡5' a “o”
lian/‘a. el asco. todas l'dS "po" 4h | .1 («turno/.1 a l Dios
a )er ale .¡(Io tanto
‘ dcmimg”
. (í.
en li'liunglrlmr un
Inluso el odio ,
l d['cll'do del dispositivo gntnuco
' ' consiste
'
'
a la materia, I‘CSUIme I
AI perder la vcr‘u'cal. también han perdido la horizontal. De ahí la y”. d aformarse al ltkpírr‘tu, han perdido la Tierra. Creyendo defender
“m o . ' . . . .
a todo el mundo a malwar en negligencia.
prendente reiw'ndicacio'n de esos pueblos, ya advenida en la confercnm. h ¡ch'giorL han empuiado
lo sobrenatural -“reacción tardía" a la invasión de
precedente. de ser los únicos que viven en el verdadero mundo ¡iluminado modemados por
de aqui abajo. que sen'a a la VCI.’ el único deseable y el único lotalmcmc pn- h-naturale ¡132. nunca mu" h estuvieron
h _ en posición de cumplir con su
l
mdo de senu'do. Aquí nos enconuamos con el on'gen del objeto ahy-(¡0' deba ¡{([rndirndn a la malmalrdud injtularnmlr mada contra la malen'a
rechazado con horror por la mayoría de. los filósofos, urgídos a amm Mfdflfl‘lflll!‘ ¿spiritualizadn. A ellos hay que recordarles. inn'nie'ndolo.
de e’l para recuperar las grande-¡as llllM‘)l‘líLS de la libertad y la sul_)¡eti\i(hd d ¿acbrc mandato emngélico: “¿Que provecho obtendns.’ al sahar tu
Queda muy claro: sobre las raíces de un árbol metamoríoseado en "mb ¿jma si pierdes el mundo entero" (Latour. 2‘0l0b. (¡‘agliardi, Rerjnen y
n'a. a Roquentin lo único que le queda es vomitar. Valentini. 2013)-
pcsc a todo. la suerte del cristianismo es de poca importancia en com-
paración (‘on la pérdida de sentido impuesta por la obligación de con-
mtim' en una materia. Allí reside en verdad la mayor injusticia. y. a fin
Ls‘pero que comprendan que. el origen religioso de. la crisis ecológica“ dccuenuu. eso explica la insensibilidad de los Modemos para con lo que
innegable. pero de ningún modo por el motivo esgrirnido en el articulo, man. Ha)" algo atermdor en contemplar la acumulación de las capas
demasiado celebre. de Lynn “’hite (1967), que acusaba al cristianismo mh'm-uuan'as que poco a poco recubn'rán las posibilidades de actuar,
de haber cosificado la materia y dado al hombre el dominio absoluto ¡J punlt) de volverlas inaccesibles a la conciencia. la materialidad acú-
sobre lo viviente. Algo sucedió. que volvió a muchos espíritus piadosos n, histórita múltiple, compleja. abierta. se convierte. en pn'mer lugar y
indiferentes a la suerte de un tipo de, seres, aquellos a los que suele a” por obra del proceso de inmanentivación, en ttn suceda'neo del Paraíso.
ciarse con la materialidad interpretada como materia. l’ero. si existe un Luego. tomada por la epistemología en lucha aparente contra la reli-
on'gen hl'stón'co para la erisis ecológica. no es porque la religión cm'tu.’ gión. soporta a continuación una capa de idealimcio’n. para convertirse
na haya vuelto despreciable el mundo creado (Bastaire y Bastaire, 2010, en lo que no es “otra cosa que" la concatenación de las calm y de las
Boureux. 2014. Northcott. 2013), sino antes bien porque la susodicha (onwcuent-izrs que obedecen estn'cramente a las “leyes de la naturaleza'.
religión cn'stiana perdió. en alguna parte entre .el siglo Xlll yel XVIII, Pnïath. de cualquier posibilidad de actuar autónoma. despues de haber
su vocación inicial. volviéndose gnóstiea. antes de pasarles la antorthz tenido como campo dejuego para la ingenuidad humana. hela aquí. fi-
a las formas superficialmente irreligiosas de contrarreligión. nalmente. acusada de ser inapta para acoger el ideal. Los Modemos sólo
Si White no se equivoca. sin embargo. es porque los cristianos. habien- son irieli'uiuxox en esto: nrgligrn, en efecto. la maten'alidad.
do perdido la carrera por el tipo mas' indiscutible de certe'Ia. abandona- ¡Y todo esto durante los tres o cuatro siglos en los que las ciencias. las
ron poco a poco cualquier preot'upm‘ión por el cosmos, para consagrarse \!l’(l’.ttlt'l.t\. no lraeen mas que multiplicar a tontas y a locas las posibiliv
a la mera sahacio'n de los humanos, y eoneretarnent .- a la mera sahacio'n dadex de :u'luar.’ l laee. cuarenta años que sondeo el abismo qtre separa la
de su alma. antes de abandonar al alma misma en exclusivo prortdio ClCllt'ld (le las ( ieru'ias. la rnateria de la materialidad. y nunca he dejado
de las costumbres. Lenta degradación que les hizo perder el mundo. no de asumlnaune. Nada tan poderoso como las pasiones religiosas para
sólo en el sentido banal de que cada vez menos espiritus inventims st hacerles perder el mundo a aquellos que lo están descubn'endo. ¿Exisu
han interewdo por su mensaje. sino en el Sentido mucho mas' gram dc tc.1lt;.'m.-i pt)\.‘ll)lll(lild de devolvúrselos a aquellos por los cuales y para
que la suene del cosmos se les ha vuelto cada vez mas" indiferente.“ Cr!“ los (ll'.ll('\ ha sido descubierto? Habría que regresar a l6l0. en plan de
busca.- un eamino para no volver a confundir las virtudes contmtadzu
.dc la t ¡em ia. la religión y la política. B0, si seguimos a Totllmin. debe
42 l'Lur n el i-xuann malt'uterrtlidt) (le l'.L\ ((‘0!|lr‘.l—) religiones empeñada: en un! Signfiimr que hay que aceptar sumergirse de nuevo en el Mntbtm'm del
ltulra que creen ll('( esaria t onlra las religiones cosrnologr"eas. ¿No es 90W
Rm-‘u‘innento —"gr".rndes deseubrimientos" y guerras de religión inclui-
dente que. despues de una larga zmx iaeio'n de la ecologia con el 'pngmv'
rnu' «we Í.H|l.'t.\ln.|—. el papa Ham lM u (¿‘(llu’: l) se refiera a la Tierra (omo, dOS‘. .\'o es“ muy tentador que digamos. No. claro que no. pero es la tini-
'una hermana" \ una 'tnadre'? (30114): tunitlatl de recuperar loque se perdió en aquel momento por esa
V“
238 CARA A CARA (ION El. PLANETA
¿como (N0) ACABAR (ION El. FIN m: LOS TIEMPOS? 239
demanda de certeïa indiferenciada. el único medio. después (le |61th simación de arraigo terrestre... que. como bien se habrá compren-
impedir las guerras de religión. €.ndla m nada tiene que ver con el retorno (o el respeto de) la “natura-
Para avanzar. habn'a que poder establecer un nuevo conlmslc entu- kd'n'o: [Para volvemos sensibles, es decir para sentirnos responsables. y,
por una parte. los te'nninos religioso o secular. y por otra. el te'mu'no k: “¡a hacer una revisión crítica de nuestra propia acción. resitua'ndonos.
mal. bo terrestre es la inmanrnria liberada de la inmancnlizan'án ¡o debemos. mediante un conjunto de operaciones totalmente artificiales,
logramos. podn'amos terminar con lo relim'oso, pero no en el senlidod. Posicionamos como si eslmn'rrÏmnos en el Fin de los Tiempos, y dar dc esa
seculan'zar Ia existencia. Al contran’o. se trataría mas' bien dc reactn'z; manera su significación a la advertencia de Pablo.-
lo que el antiguo tema de la contmrl‘elimón puede tener (le actim mi
fecundo: la incertidumbre sobre los fines. Lo terrenal no es lo profano, Y los que lloran. como si no llommn: y los que se rcgocüan,
lo arcaico. lo pagano. lo maten-al ni lo secular. es sólo lo que sigue su" como si no se regocüaran: y los que compran algo, como si no
do delante de nosotros, como una Tierra en efecto nueva. l’ero no m tuvieran nada; Iv los que apnwechan el mundo. como si no lo
el sentido de que seria un espacio geog ra'fico a descubrir y a medir. sim aprovecharan: porque la apariencia de este mundo es pasajera"
en el senu'do de una renovación de la misma vieja Tierra, un vez nm“ (Con'nlios 7. 30-31).
desconocida. por componer. Lo cual es precisamente uno de los mm.
datos posibles de Gaia. sería el único medio de obtener lo que Vocgclin
llamaba una “maxima diferenciación". en una palabra. una cin'lizauo”n,
Eso equimldría a (lesintoximtse de la noción de materia. recuperandoh Para terminar esta conferencia. me gustaría introducir otro pueblo mas'
maten'alidad. y por ende, a devolverles autonomía, tempomlidatl. histo en cl mapa de estos (¡amas of Throne; filosóficos iniciados en la confe-
n'a a todas las posibilidades de actuar y a su distribución. rencia anterior. un pueblo que se diría no “de la Naturaleza" o “de la
Pero. para recuperar la historia. hay que poder extirparse de esc fl- Creación”. sino mas bien “(le Gaia". Que a los otros les choque la intro-
uaño tema de que la histon'a ya habría terminado. de que existiría una ducción de una “diosa” en esto (que debería ser una “descn'pción estn‘c.
ruptura total y radical. como si hubiésemos quemado definilimmcnlc tamente naturalista") es algo que va, no puede perturbarnos. Ninguna
nuestras naves detras' de nosotros. lus‘ el conocido cliche' de la irresisuï dificultad en atribuir un nombre propio ala entidad por la cual ese pue-
ble “fuga hacia delante'.“ Lo que vuelve incomprensible. para aquellas blo se regociia en ser convocado. Gaia. ahora lo comprendemos. es una
que han sido modernil'ados, la mutación ecológica. es que no haymdu figura murhu ¡lu-nox religiosa que la Naturaleïa. Por eso. no es necesan‘o
atras' posible. puesto que ellos se creen en una época poslatxxalíplia ocultar dicha pen smu‘iicación: dote‘mosla de la mayúscula y el género que
(poco importa que sea la Luz de la Revelación, la Luz de la (.‘iencu',o Aquella amerita. y reserve-mos para la “\.’attirale7a' el pronombre persa
el Deslumbmmiento de la Revolución). En el sentido mas profundo dd nal 'l-Illa". lis que (Laia pone/in a [a hipoemsia' de invocar una Naturaleza
termino. no habrá salida puesto que escucharán todo llamado a regresar dela que solíamos ocultar el hecho de que Ella era el nombre de una
ala Tierra como un retorno al arralsmo o a la barbarie.“ diu'nídad: (le que Ella omitía mencionar con que’ derecho convocaba a
Puede parecer paradójico pero. para quebrar el Apocalipsis -_\'p01 los pueblos: y sobre todo. la manera particularmente desanimada que
ende para impedir que caiga sobre nosotros como nosotros. los oca? Ella tenía de distribuir sus series de causas“ y consecuencias.
dentales. caímos, cual lluvia del Apocalipsis, sobre la5' otras culturah la “\;'.‘umale/a" poseía la extraña capacidad de ser a la vez "exten'or'
hay que regresar al discurso apocaliptico, volviendo a hacerse prescnlt c 'inteiinr". Ella tenía la capacidad fascinante de ser muda y al mts'mo
tiempo (le hablar ¡illa misma por medio de los hechos -con la ventaja (le
iba a seguir. lista cualidad arquitectonica Le (o les) permitía exc|u¡, (o ¿cn sobrevivir sin traje en el vacío interestelar. las dos concepciones son
’explicar'. como ellos dicen) un nivel particular en nombre del nnrl mi mn irrcconciltables como la pretensión de los proveedores de acceso
inmediatamente inferior. según un “reducc.ionismo" que l10'\'pa¡«c de albergar nuestros datos en la "Nube" fría y ete'rea ocultando cuidado-
un poco inverosímil. Más sorprendente aun. Ella les permitía decrcm gmcnte ltsL numerosas centrales eléctn'cas' qtre deben constnrirse en la
lo que las cosas del mundo ddn‘n ser. pretendiendo no mezclar nunca lo Tierra pam refrigerar los nttmerosísi¡nos parques de servidores siempre
que deb! JU y lo que es. Modestia conmovedora pero muy hipoc’n‘u. ¡menal'ados de sobrecalentamiento. Sin dudas. esta divergencia. por lo
como si fuese mas' arriesgado decir lo que. una cosa “debe ser“ que dtL mmm desde el siglo XVII, volvió a la Ciencia tan dificil de asimilar en
finir su “estudi. hcullum gene ml y tornó a tantos cienu'ficos tan moralmente ingenuos
En el gran reperton'o de la historia de |th religiones. es dilïcil encorr como [X)líl¡("dtnente irnpolentes. Si para el ptteblo de la “Naturaleza' las
uar una divinidad cuya autoridad ha)“ sido menos discutida que las leia dos concepciones eran irreconciliables. para el “pueblo de Gaia" na (J m
por las cuales la Naturaleza podía obligar a todas las cosas a obama, absolulo (mi
(Cartvm'ght. 1983). No hay que sorprenderse de que los políticos, los Una vel mas'. laS' ciencias del sistema Tierra podrían introducir un
moralistas. los predicadores, Iosjuristas y los economisuts aspiren lodm'a cambio decisivo. al ofrecernos un repertorio particularmente claro y
a una fuente indiscutible d e autoridad semejant e a esa. ¡Ali! ¡Si tan solo’ preciso. (Inaudo. por ejemplo, ese mismo (.‘ltarles D. Keeling “998).
pudiésemos aprovechar los modelos ofrecidos por las leyes naturales! con quien ya nos hemos encontrado. deba defender a largo plazo su
Otra fuente de auton'dad que la sequía causada por el calentamiento scn'c de datos sobre el ritmo cotidiano. mensual. anual del (IO, en la
climático parece haber agotado. atmósfera. no tendría ningún sentido para e'l poner en primer plano la
.‘Ls'í. si ahom comparamos limpiamente los atributos de los que la Nam instrume.ntacio'n con la que ba trabajado durante cuarenta años sobre
raleza yGaia esta’n domdas. pienso que es mucho mas" profano. mas' laico. el volcan Mauna Loa en llawa’i. Si tuvo que luchar por tan largo tiempo
mas' terrestre (¡iba a decir "mas" natural"!) afinnar “pertenezco a contra las agencias guberrmmentales, contra la National Science Foun-
que 'pertenezco a la Naturalel'a”. Al menos. sabemos que las persona dation misma contra los lobbies petroleros. fue para salvar sus instru-
que nos saludan con semejante invocación dependen de un puebloes mentos v los datos qtte ellos proveían. Sin ellos. habría sido imposible.
pccífico us'iblemente congregado bajo los auspicios de una entidad per. para el resto de su comunidad. detectar el ritmo veloz con el qtte el
sonificada. cuyas propiedades pueden sentir -como ocurría con los anti. C0, se estaba .'ictnnul.'uido (en cuanto al logrado caso del “agujero de
guos nombres de Zeus o de lsis-‘. Si se encuentran con alguien que vien: Olono'. Vease (.‘revsmu'lll. 2014).
de Gaia. pueden estar seguros de que no les WI a vender un mecanismo Habla: del clima ol_)¡e.ti\amente y desplegar la “vasta maquinan'a' de
de discurso totalmente inverosímil. ni una arquitectura ya constntidm los climato’logos son una sola y la misma cosa o. para retomar los te'r-
tan bien ordenada que les dim' lo que deben hacer bajo el velo de lo que minos de l’aul Edmrrds (20]0). es el mismo movimiento que crea una
(s. Liberado de la división hecho/valor y armnct'tdo de la arquitectura 'cultura epistemica" y la “estntctura de conocimiento" que la acompaña.
embnnecedora de los niveles qtte van de A de Átorno a Z de l'n'lgml Cuanto mais los clirnatoesce'pticos sostienen sin costo alguno la vieja id ea
pueden ustedes enunciar claramente sus pr opositos‘ describir su cosmos
v discernir por fin a sus amigos de sus enemigos.
¿(Zutiles sort las olrzb virtudes que podemos atribuirle al pueblo de -|fv nam- el ( uadro de la figura 5.4. p. 202, sobre la \m"ón bifocal. Vean" la (mm
(.‘aia? Ese pueblo podría escapar de la visión Ínjr'n'val que (anto padecía el conferencia. p. l-¡G y si dc este libro.
V‘«"'“‘“”
242 CARA A CARA CON El. PLANETA ¿como (N0) ACABAR (.‘oN rzt. FIN m: LOS TIEMPOS? 243
de una Ciencia difundida un poco en todas partes. mais se. ven obh‘gadfn alto ¡a en adelante, como "nuestros ancestros los galos'. la
compartan de
los climato'logos, a su vez. a defender esta puesta en primer planoü el crelo les calga sobre la cabeza',
c dela“que Sók) teme" (lue
las insu'tuciones científict'ts de las que dependen; mas se consideran” cm-dmnbrc de solidaridad universal muy diferente de la de los ex hu-
¿a una idea
mismos como un pueblo dotado de intereses específicos enccl’ïatlocn manos que ocupaban la cx “naturalel'a ".
un conflicto con otro pueblo por la producción de una sen'e de day” A los antropólogos les tomó mucho tiempo darse cuenta de que la
pertinentes. mammleva" no era una categoría universal; que la mayon’a de la gente
¿Me engaño al pensar que. por primera \'(‘.’l. en la historia (le la ¡jam jamas ha vivido ’en amtonía con la naturalel'a' (Descola, l994); y. lo
es la misma visibilidad de su red lo que podría tornar a los científico, que es aún mas” enigmático. que tampoco los así llamados 'naturalistas'
mas' creíbles? Precisunente porque los violentan los Climatoescc'pu‘(m p‘mas' w'vieron en la naturale'la, ya que no lograron reconciliar la versión
en nombre de la epistemología, por primera vez deben contar co" h, epistemológiut de sus ciencias con str práctica. Dicho de otro modo. los
instituciones de la ciencia como str propia manera de acceder a la round 'naturalislas"jamas' han logrado vivir en la maten'alidad idealiLa'da que
objetiva. ¿Por fm aceptaremos reconocer, qui/xa, que cuando mas situado justifica, para algunos de ellos. su “maten'alismo' y su 'reduccionismo'.
está su conocimiento. mas” solido es? En lugar de alternar lmltalmcnu En cuanto a los religiosos. todavía no se han dado cuenta de cuán vana
entre una imposible universalidad y los límites estrechos de su ‘punm es su batalla contra los pretendidos paganos. que los precedieron desde
de vista“. pueden tener una ocasión para cam/¡ona la universalidad...‘ hace mucho tiempo en el mundo terrestre en el que iba a ser preciso. de
de pagar esa extensión a tarifa plena porque extienden de instntmcmo‘ todas maneras. seguir viviendo.
en instrumento, de píxel en píxel. de punto de referencia en punto de No asuman la halagadom esperanïa de poder arrancar a los Modernos
referencia su conjunto de datos. Los geólogos, geoquímicos y otros g“; de los efectos (le la contrarreligio'n. Hace ya denmiado tiempo que los
grafos sen'an menos esqui/2ofre'nicos si aceptaran llamarse ¡Gaia-logos. agita y. como el águila de Prometeo sobre su roca ardiente. ¡azota sus
Gaia-químicos y (laiagrafos! Si este problema de composición es tan (m higados por siempre! ¿Tal vez piensan que seria prefen'ble prescindir
cial. es porque podemos encontrar en la ciencia de los climas no la 'guy; completamente de ellos? I’cro eso equivaldría a continuar. una vez mas”,
mar'w' evocada por Nietzsche. sino una ciencia de Gaia que seria por fin cl movimiento mismo de la contrarreligión. y añadir un gesto iconoclas-
compatible con la antropología y la política por la que debemos luchar. ta mas' a aquellos que la precedieron. bo mejor que podemos hacer es
¿Por que' es tan importante definir pueblos alli donde se hablaba de conservar la aguda conciencia del vínculo entre la teología. la ciencia y
una Naturaleïa conocida por la ciencia o de una Creación predicadapor la política —lo que he llamado reparto de las posibilidades de actuar- y
religiones? Para poder hacer lugar a otros pueblos. otras ocupacioncsdo‘ buscar una mane a de recuperar el hilo de la histon'a. la histon'a de las'
suelo. otras maneras de. ser en el mundo. Nunca se insistira' lo bastante. cosas y la historia de la gente.
en efecto. en que lo asombroso del Nuevo Regimen Clirna'u'co es que
impone una solidan'dad terrible y totalmente imprevista entre vr'ctimzs)‘
responsables. De ahora en adelante, es en el corazón de la Beaucc’ tanto
como en Nueva Guinea. en (."alilkn'nia corno en Bangladesh. en el centro Si me han seguido ha5'ta aqui. la réplica que hay que preparar contra
de Pekín y en los vastos tern'torios de los inuits donde más violentamente aquellos que acusan a los ecologistas de “sostener un discurso apoca-
se produce la toma de tierra y donde las" retroacciones de la susodicha lipu'co” debe tener la fonna de una pregunta: “¿Y ustedes. se colocan
Tierra son mas" vertiginosa-s (como se ve en la deslumbrante tesis de Mar. antes. durante o despues del Apocalipsis?". Tal es el sht'bboltl que podria
u'n. 20H). Lo que el Nuevo Regimen (llirna'tico tiene de refrescante. por pcnnitir les clasificar las" lOrrnas de atención al mundo. Si se sitúan units
decirlo así. es que ernpie'la a reunir a muchos pueblos que han sufn'do Viven en la dulce inocencia o en la crasa ignorancia... a menos que. por
el mismo impacto. (knno había anuncmdo David Kopenatsa: “Los blal‘r una suerte increíble, hayan escapado una vez mas' a cualquier fonna de
cos no temen, como nosotros, ser :iplastados por la caida del cielo. Perú model Iii/ación y. por lo tanto, ignoren la impronta de la contmrreligio'n.
un día le temeran acaso tanto corno nosotros” (Kopenawa )':\lbcr1. (¡ü Si se sitúan después. ninguna trompeta del Apocalipsis sera' ya capaz de
en Banouski y Viveiros de (.‘astro, 2014: 286). Que todos los colecú‘m desperlnrlos (le su sueño, y descende nin como sona'mbulos hacia las for-
C CÓMO
¡'LANFI'A
CON El. . (N0) ACABAR con |>'.l. FlN m: nos TIEMPOS?
CARA A CARA
245
' o ¡1¡e nos confortables de aniquilación. Yr ) no
m-¡hs mas ‘ C ‘ gn' ,50 superado; es necesan'a si queremos hacer
‘m que se mc frente
simon dumnlr el - mil" r" . . .
¡mms dc jugnu- a las concrlractones,
1. ¡“CI llt‘ann (1 el
l' un (¡J-"im - a f
uslfdcs ‘
¿nah'l. d‘ l ) qm. difieren los deensores
“bcn qu C no esc-¿paran al llclnpo qm‘ ¡”‘53- siempre, una vez mas', el mome
‘ . . p“ ' 'n (
r ' mm“ nto de
c Il)_i C53 es h‘ cuestion. ¡“El ‘ “crm a tiempo. lil apomlipm
dl ido (“mg-¿da _ a un llamado a ¡”porfin
la stlertc_ d e (lsmpn
C c c- ar un me cn Plc < C gifs m ¡a
y“ n. a rol ( uma. las- advertencias
I de Casandra no serán
.-‘ -.“)s¡rof!""
tilmfl-“lxr‘ “poc "uma .
de un nuevown“púcosjudcocn'stiatms í ._
"num" 'S‘ ""Sdlsun WL a mi" los l 5 que ella se dirija a la gente que tiene
a nlCHO ' a‘ , .C
.
el ordo afinado
dc los 3|le ( “e clns'icos no es sol
ellos. por su
parte. esperaban). smo
amemc d‘uclmdas' l C “5. [rompen/LW esctologtas.
cl "0"" . ¡m x10 dc ver . el interés de hacer frente
sobre ¡0do con ‘ L.
WC a mr Iï a Gaia. que es una
msmiónq
nuestra l.‘ aPocalíptica no tiene otro oblcui‘“
Skmms [ist 5'
apocalípu‘cos que Cl (¡C . po"¡ue o religiosa como secular. Gaia es un mandato
únicamente pam rm ta" Poc .
volver a gomr rquiuomn, ¡MMM! ¡ mundo. que obliga a volver sobre
cada día la oportunidad 0* lÁniq. “A, ¡a Mtll{.lln.”()‘l“a_s el pamsiusmo dc
me 3 (le estar por cl
pero siempre “qui. n'du' gnosticismo. O. para decirlo (le ctm mano
p . , de pic (Anders. 2007: 293-0; el destacado
mc pertenece). hscomr‘niwh‘gl ¿maja de hrs'lon'r.r..a"ción.
O mtb sencillo aún. como su
n. (hi3 “i‘m? ,pacaia
Estas line.“ provienen (le (,‘ünther Anders. escritor m nombre. lo '"dlm' es la señal de regreso‘ a la Tierra. Si quisiéramos
“Y P‘Ko esti drhmos decir que es el único medio
a quien demasiado a mentido —una ve‘z no hace costumbre- "¡Ido t- de hacer tem-
Se d mumir su deu“ ‘crtidumbre a los Modemos sobre lo que son. mi
sólo como el pn'mt-r man‘do de su Cclcbre esposa.
Hannah ArentlL bm mmmm¡“n'v,:,l:-¡lI:r-cila
un libro de 1960. llamado con todajuslicia II'I tiempo En c a e < I que viven y el suelo sobre el que se encuen-
(1p .
“(onll‘omvwgibcr¡“10 (¡le ellos que ‘por fin empiecen c .
cstrcmeccdor análisis del devenir de la teología [fm' l’ml’Onc un a tomar en sno el pmmtz.
políti (‘a en la
hongo atómico (desarrollado con mayor detalle e'poQ dt] «7*
en Anders. 2006).
efecto. algo que suele olvidarse: la gente de En
mi generación
que se conocía como amenam del “holocausto pasó dc ¡o
nuclear“ (la bien
con su sigla inglesa, MAD: Destrucción llaman
Multi a Asegt nada) a ¡a mundo“.
ecológica. Así como los climatólo gos
pasaron. por ¡as ml‘smas razon“
de los pn'meros modelos para explorar
el efecto planetario
nuclear (felizmente del ¡mit-mo
virtual) a los efectos (por demas"
reales) del talent}
miento global (Weart. 2003).
Sin tornar amf’rrialmmle visible
la amenaza. no hay ningún
que nos haga pasar a la medio
acción. lts' lo que (:‘u'nther
uso "profiláctico' del Apocalipsis. Anders llama un
que tiene el mismo conte nido quee!
argumento de (.‘live
Hamilton ( 2‘013l)): ante
la esperanza —que nos todo debemos abandonar
proyecta desde el presente haria
poder inve rtir nuestro el pon’emr- pan
rumbo: al ser reorientados
por alguna podem
para tr‘arislbrrnar el presente. Todas
¡l ('SC ¿“(Hugh del [uuu-o
presente. pero demasiado lejano haria el
sigue r1 sin darse
gen se creen. cuenta (le (¡th aquellos a los que se dm
e n el fondo, Inruunrl.'a(l()s
que ya pasaron - contm toda escatologla.' P tiesto
no
del otro l i
ven que significa "‘dO- ¿LOS llllCS
4 ultimos?
' ' c' - v
A deu \rdad c .no.
eso...
(bmo sea.
l a fusión de la .
('St' .‘ttología y la ecologia c
la irmcionalid
. .
ad. una perdida "0 5 ""3 ídatfi
l mw-
. . -
de s.'rngr(.- lna o no se que1 ad"?s¡0|
Séptima conferencia
Los Estados (de Naturaleza)
entre la guerra y la paz
en pn'mer lupr reterritorialiyarla o. mejor aún —aunque ln palabra no “(m-¿315, no. Sin duda combaten ustedes a los climatoescépticos, o bien
e.\'iste-. rrlrrrrsln'aliutrla. (kisa que (lesde luego resulta sorprendente mn ¡los (apl‘¡“1,3135 cuya influencia está destruyendo el planeta. tal vez a los
la gente qtte se quejaba de ser detnasrado “terrenal” pero que. a fin de bancos, o incluso a los políticos incapaces de ver mas" allá del plazo de su
cuentas. ¡lo eta muy poco! Lo que equivale a repnh'lizar nuestra conccp Propia elección; a menos que luchen-tal .vez con-tra “los ecologistas. esos
defensores del
cio'n de la ecología. lisa es la tarea a la que debemos dedicamos ahora {n'gidos "que quieren prohlbtr cualquier mnovacton , los
He preparado esta repolitil'ación al insistir. en las dos últimas confcc donedtnivuto. o incluso contra los científicos convertidos en “un lobby
rencias. sobre la obligtcio’n diplomtitica de presenmrnos los unos a |m ¿e modeli/.'tdores sin conexión con la realidad". Sí. adversarios. todos
otros bajo la forma de pueblos que. e.\'pliciten, tan claramente comom (¿nt-mos a granel.
posible. cuáles son las instancias supretnas que. los convocan. sobre qué Ysin etnbargm cualquiera sea el bando al que nos hayamos unido, nos
suelos se creen loutlirados. en que periodos de tietnpo se sitúan yscgu'n “¿mas obligados a reconocer que no tenemos enemigos si la auton’dad
que cosmogramas —o que cosmologias- se hallan distribuidas las pos}: suprema en nombre de la cual combatimos. la que nos ha enviado en
bilidades de actuar con las cuales han elem'do involucrarse." Tal es h misión y de la qtte nos hemos convertido en ministros. sabe ya, con toda
importancia de esa zona metamórfica que intenté hacerles comprenda (envia. cua'l es el sentido de la histon'a y sujuicio inequívoco. Tan sólo
en las dos primeras conferencias. profundi'lando en esa tan importante procedemos a una ope ación de limpie'la. No somos sino la vanguardia
noción que es la agqu’ dc un movimiento ineluctable. El tiempo no u’ene influencia sobre la
(bmo de aqui en mas" descubn'remos, el Antiguo Regimen no pcnm' musa a la que servimos. puesto que es incapaz de modificar su conte
tia hacer política realmente. puesto que jamás encontraba verdaderos nido. la historia puede avanl'ar más despacio de lo previsto; no puede
oponentes; uno se comentaba con luchar contra gente ¡nationale infid cambiar tadicalulente de dirección. En sentido estricto, la causa ala que
qtte se trataba de educar o de convertir. pero nunca de combatir. En todo stm'tnos trasciende a la histon'a.‘
caso. no de combatir en el sentido radical de que. ellos pudieran. asu ¿Han tenido tiempo de pasar este pequeño test. y de ven'ficar cuáles de
vez. ponernos en peligro de perder nuestros xalores. l'sktos pemtanetnn' sus a(i\'cl\.'.’il'in\. tienen la capacidad de hacerlos temblar de incertidum-
al abrigo. en la .\"aturale1',a, en el l’ronp'eso indudable, en el Sc'nlido de bre a la hora de reconocer la solidez de sus xalores? Tranquilícense: ¡no
la Histon'a. en la (Iiencia indiscutible. A nosotros, en verdad, nada podn' lcspitlo que deVelen públicamente el resultado de semejante examen de
sucedernos. l’odíamos sufrir reveses. pero no crisis verdaderas. .\"ada de (oncieim'a! Me limito a sensibilizarnos. a ustedes y a mí. para percibir
cuestionatnientos. El juicio final ya había tenido lugar. En suma. estába- (ómo baja la intensidad política que esperamos cada vez que la “natura-
mos sin historia tanto como sin política. De ahí nuestra estutwfaccio'n. Itza“ entra en escena. como si estuviéramos convencidos de echar agua a
nuestra falta de prepau‘acio’n, nmrstro escepticismo ante la irrupción de un fuego para apagarlo. .. cuando en realidad estamos echando petróleo.
esa pareja extraña introducida en laS' conil-rencias tres y cuatro: pn'mem Si la convocatoria a la "naturalel'a" posee semejante poder de (¡espa
Gaia. luego sti ma's reciente ('omplicacio'n, el Antropoceno. lu'tza'n'u'n. es porque para quienes combaten por ella -—poco importa en
Para comprender la repoliti/ación de la ecología que va a seguir. mi que bando- es posible tan sólo en el tiempo plasmar un plan que no
a pedirles que se sometan a un pequeño “examen de conciencia" ha- dependa de los avatares del tiempo que pasa. La “naturaleza” inmunim
Contra los riesgos de la política. Para eso ha sido concebida. Por eso.
'
c505. Principios porque no llegan a compre
' la aresistencm
dalecn
obc( cen
dlS‘vlll“,(.¡nos idea de
db esos oponentes que nos obligue dc toda
¡Odin d’ hacia la “naturalel'a' y sus leyes. sí o sí vamos a estar
Simplcnwnte nos “’Ümo
t 0.‘ son arcaicos. atmados, incultos, ha” que. si 5,‘ fue'Semos los ciudadanos de un
gummcmc de mala fe. Ninguno de ellos nos_\a a obligara Corn mts'mo cuerpo, político.
de acuerde-l; “www-¿r
a rc racionalts'la ¿s ciudadano del Blade de
cabo a mm ¡o qm. llamamos Nmuram
nuestra t.'c..ologia. ni a deci .
dir que_ cs_ a dt-
fin F” a” mm: .cuestionar el Espíritu de sus Leyes?
de cuentas. ¡o que la compone. lncluso Sl n'os pretende
mos “en gumï ¿Quién om¡‘h\l¡“r()pocetio. no nos dábamos tan clara cuenta
mmm dichos atlvemn'os. esa guerra no sera tal, pue-sm dc la exis-
.que no (iq-"¿de Anws (¡,6 ¡[e Domo w'rtual. pues limita'bamos la existencia de los
ser “damn. ¿(kimo hablar de guerra Sl uno no Esta-
se "nd,a (SL-nte a los ensamblajes humanos. Si tenían una ecología. era
Fn el fondo nos qucda la certel'a de que. si tan sólo ames“ a Pt'l’dctla"
hubiese dos unlc‘m‘lllc ellos mismos, en el ambiente, y no mas' que para situarlos
explicarles claramente. ellos se habrían convencido de mpornlrguïfl;l
parte sobre un mapa. Ls‘ta fic.ción .se'ha desvanecido con.la
nuestro combate. (.‘uando apelamos así a la “naturalel.A, ..’
¡“men-¡ón en la geohiston'a. con la proliferacr-on de las controversms
porque deu-amos volver a explicarles a unos pe' simos alu
muros virtuales de un salón de clase, lo que a la larva;5 ¿e la que la generalivación del climato'escepti’Cismo ‘no.es mas que un
terminarán po,
comprender... a la fuer-7a. moro síntoma—. en una palabra. con la intrnston de (.xaia. Por pnmeta
Si no hay política. en el sentido de. que nunca nos to tu. se ha vuelto claramente evidente que la universalidad de las leyes.
pamos COI)
migo. sino tan sólo con gente que está en el error un ene la robustez de los hechos, la solidez de los resultados. la calidad dc los
y a la que debcrcmm
castigar o rehabilitar. eso significa que no modelos ya no tenian el poder de servir. siquiera en suenos. para garan-
nos encontramos solamcmc
en el recinto de una escuela. sino tatnbitÍ-n en u'zar el acuerdo de los espiritus y doblegar a los Estados-nación bajo un
r1 interior de las fmnlamd,
un cuasi las‘tado. Por cierto. los ciudadanos mismo yugo. l’recisamente al no ser la ‘naturalcm'. ni cualquiera de sus
(le dicho Estado están
queados unos con otros en los detalles, pe ro mo; suceda'neos. (Laia obliga a replantear la cuestión de la política v a buscar
de acuerdo en lo esencial.
Los hs‘ladosmación muy bien pue den otro principio de. sube rania. Si Gaia posee un efecto tan potente como
estar en conflicto
los unos con las
otros —¡y nunca se han privado de influencia politica es porque vuelve a plantear la pregunta: ¿en noni'bre
el|o>.'—. pero eso no impide que
encuentren todos bajo la e'gida de se de que autoridad suprema hemos aceptado dar nuestra w'da... o. mas a
una :mtoridad que tiene el poder
hacerlos entrar en tazón y de menudo. tomar la de los otros?
a la que hay que. llamar soberana.
esta' en que si la Ciencia liuhiese La prucln Por eso en 12st. dos conferencias previa me lic pcrmmdo
demostrado algo de la Nattlmlem. crr el cmmno
tonces. evidentemente. los ejercicio de reemplazar
lislados-nación. todosjuntos y al unísono. esta falsa universalidad del Estado de Natumlcu’
habrian podido sino ¡no —cn cualquie a (le los casos.
ali'nearse bajo sus leyes! (Si ustedes inoperante- por la COIIVOCR‘OW‘ d‘c Pueblos
esto sea ¿s'i en lo que dudan dc qut distintos. de colectivos.
concierne a I a fisica, la medicina capaces de entrar en relaciones diplomaucas' L0
piensen en el pode o la bioquímica que perdemos _ _ . _ - 1
r soberano de la l‘Ít‘onomía: por un lado -la indiscutible apelacxon a la (""c'lc'a
'
de la
alguna VC] de una ¿que imperio ha g013d° Nalumlera- . (al
autoridad tan absoluta?) vez vayamos a ganarlo por el otro. a condicion de attpmlar
ese acuerdo. nos Ahora que hemos perdido Paúl" (le tm rérp‘mnt (le, [mz aparente a un 1rg1"7nnt de paz pastblt. hntre los
percatamos de
algo que habría ‘llK' lh’lbíamos residido. en realidadxn es "cm-1d. es inútil ocultarlo, hay que aceptar hablar de guem-ul‘x‘am'ÏL
que llamar listado
podían se r lll\'()(‘d'dd's (le .\-‘atttraleza, cuyas leyes unn'cl'ïlks Podremos repolitilar
poi _ ( , ualquter
. . _ _ . la ecología sin aceptar que. ame ¡”doo dem‘”
las disputas v . g 1 Indwtduo tactonal pa m p0|lc"" f a
llevarv.a s a s
us adversarios
las person 'al. arrepentimiento.
h
.L rat ionle. .'
aceptan VIVII‘ B. “a
forma exact bd’JO la cg'd“
a no es nunca . _
pre cisa. smo de
f un - r
»
5 lan . . . . - -6n .
cuanto a la imposiln'ltdad de distinguir dccnptl
n‘ ‘ón_ Many:
) PR'" p“
que cumple (ado
cSc' ¡(ul'i
al
esta thion Cn ('\|)ecial p. 63 y ss. de este libm.
254 CARA A CARA (ZON El. PLANETA 255
|()S I-ZS'I‘AIKLS‘ (DE NA’I'llRAl.F./.'A) P.N"I‘RI‘.' LA GUERRA Y LA PAZ
reconocer que e\.'iste un estado de guerra —una guerra de los mundo“, h ¡(lea de haber perdido la segun'dad del gran Leviata'n, y de
dos anlc
que el .-\ntivu\‘to Regt'ïnen Climático no era mas“ que un annislicio, a]; frente a este otro (bsmocoloso cuyas aventuras venimos
¿“centran ¡os
espera de un tratado de paz que nunca llego. pues habría oblimdloadu' de estas conferencias:
¿guiendo de sde el comienzo . . el Antropoceno."
.
tinguir. precimmente. las verdades contrastadas de la religión. la poh‘u‘Q ' 5.- “o debemos abandonar el proyecto de Investigar la segundad y la
y la ciencia. No me es líicil ponerlo de relieve. pero en este scml'do d
Prote “ión. la p'd’l. y la certidumbre. baio un nuevo Leviata'n por inventar,
‘rec.ntdecimiento de |st hostilidades“ podría presentársenos como um . aportada
¿s porque la seguridad ‘ por el bs'tado_ de Naturalen
_ . jamas' ha
buena señal. l-‘inalmente. gracias a las disputas sobre el clima y sobre ¿do obtenida en r calidad. [al deseo de construtr la Republica. la verda-
como gobemarlo. volvemos a plantearnos la cuestión política en tc'nm.‘ dem mpublira. está siempre (mle nosotros. Gracias ala irrupción dc Gaia,
nos de vida o muerte: ¿que estoy dispuesto a defender? ¿A quién No).
(omantos conciencia de que ni siquiera habíamos comenzadoa esbozar un
dispuesto a sacrificar?
(ontrJlO realista. al menos un contrato que pudiera sostener esta Tierra
Mediante una inesperada torsión del célebre concepto de Hobbq‘ ,ublunar que es la nuestra. Por eso nos sentimos tan contemporáneos de
hemos entrado en ese estado de naturaleza que el situaba en un pasado Hobbes. enfrentados a la misma vieja cuestión de poner fm a las guerras
mítico. anlts del contrato social. y cuyo modelo em aportado por las (03. civiles y religiosas. El anhelaba reconstruir la sociedad civil después de
tumbres (mal comprendidas) de los indígenas de Amen'ca: que la garantía de. una Religión realmente calo'lica (en el senu'do etimo-
|o’gico de “universal") había desaparecido: en cambio. ahora nosotros
Mientns. los hombres viven sin un poder comu'n que los obli- debemos proceder del mismo modo que la auton’dad de una Natura-
gue a todos al respeto. esta'n en aquella condición que se llama Icm verdaderanu-nte católica. conocida por las ciencias unificadas. que
guerra; y una guerra como de todo hotubre contra todo hom- sc ha derrumbado también. En el nuevo Leviata'n. las violentas disputas
bre (Hobbes. 1971: 124). sobre la exegesis de la literatura científica reemplazan a las disputas a
cuchillada limpia sobre la exégesis dc la literatura bíblica. Recuerden la
Hoy en día. lo extraño es que ese estado de naturaleïa no está situado, respuesta que la elitnato'loga Virginie da a Ted. el factótum de los clima-
como para Hobbes. en el pasado: viene hacia nosotros. es nuestro prisma. toescepticos. en la obra Gaia" Global Cima: “¡Vaya y dígales a sus patrones
Peor au'n: si no somos lo bastante inventivos. también podría comertir- que los científicos están en pie de guerra!" (Daubigny. 2013).
se en ttttestro futuro. Ahora que no existe el “poder común" del Estado
de \."aturale7a y de sus leyes para mantener a todaS' las entidades en el
‘respeto', es una guerra de todos contra todos, en la que de ahora tn
adelante los protagonistas pueden ser no sólo el lobo y el cordero. sino Para mamar en estas cuestiones tan delicadas como n'esgosas. voy a recu-
también el atún y el (10.3. el nivel del tnar, los nódulos de las plantasohs m'r al autor menos apto para tranquiliïanios. el tóxico y sin embargo in-
algas, ademas de las numerosas' facciones humanas en desacuerdo sobre dis'twnsable ( .a‘u'l Schtnitt (1888-1985). Eljurista nazi viene a ser como un
mas' o menos todo. trueno (¡ue uno guarda en el laboraton‘o cuando necesita un principio
activo lo basuuue potente. como para contrapesar otros venenos todavía
Puede resultar extraño para un hotnbre que no haya sopesado mas' peligrosos: ¡todo es cuestión de dosificar'. En este caso. las drogas
bien estas cosas que la naturalem disocie de tal manera a los que necesitamos contrarrestar son tan fuertes que. los invito a mitn'da-
hombres y los vuelta capaces de itnadirse y destruirse mutua- lilatse ntedimtte pequeñas dosis de bc'htnilt. tomada en el momento
mente, (1971: 125 [(‘d’p. 13]). Oportuno... En todo caso, ¿cómo prescindir de alguien que en pleno
Siglo XX escribió esta frase tan pertinente para la cn“sis que “'vimos?
(n‘ntmriamente a lo que dice Hobbes, en nuestros (liaS' detfniuïamentc
no nos sorprende que en ningún caso la “naturalera" pueda ¡pacifica
al 'animal politico'l La “naturaleza”, ahora lo sabemos, divide, y din'dt
raditalmente, Asi. nada hay de sorprendente en que nos sintamos alem- G Remito a la quinta conferencia dc este libro.
856 CARA A (ZARA (ION El. PLANLI'A LOS HS'I'AIK)S (DH NATURALEZA) ENTRE LA GUERRA Y IA l'AI.’ 257
hn' la lengua Inílica. la lierm es llamada la mazin- drl dmtha. [m] ¡p que debe. inleresarnos. más bien. es ese libro que llem un título
la lima ni fl línrrhu (Ir grilla dtljus publicuin eurrr
Esoeslo que entiende el poelzl cuando habla (le la lierm profun. (nano. [il ¡mmm ¡lr
damcnlc jusla y la llanm jusliuimn lrllus (.S("hmiu. 200"): 47).? ¡ng-um . fl? (¡amado durante
la guerra y publicado poco despues." ¿Cuál
entre la ecología política y ese n‘eio pensador reaccioimn'o
(su relacion
¡"la Muyjnsla Tierra". Que quienes procumn estar cara a cam mn d I’reciwmenu‘ porque Sduniu ni por
(me dim." "“lv‘lcük ¡N'I'W'th'llm
planeta -cnrarar a (L ia- v comprender cuzil es el derecho que clla pu. pasará n ser la cueslión ecolog'i.
un “mind” Picm" e" “quen” ‘l‘lc ¡“(780
dc cngcndrar. confiescn que hav que mirar la cuestión ma." (lc cerca. Pm ca. su manera (le hablar de la Tierra y de su derecho. de su mmm; como
lo dcmm’. dc .Sc'hmiu no me inleres.'i (anto que haya inventado el Klum. dk;- él, puede parecerles lan iiiil a aquellos que procuran deshacerse del
Sia'do célebre fmnnpm dl rxrrpnu'n (.Sc'hmill. 1972). Fw que (l mnrtplo (lr "nalumlaa' ha hecho gravilar sobre lu cuestiones
(hn “¡lunmd de reaccionar ame la g mdual (lempan'cio'n de la poh]; de la Tierra. del derecho. de la sube mnía. de la guerra y de la paz. que se
ca. eliminada por el mmmgrmrnl. la ol}.mni7.'uïiïin. la economia (lo qm: mn mello nur-sims con el ¡ulveninlicnto de Gaia. Y. ya que ni despunla
how llamariamos 'golx-nmn/a'), Sflnnill lll-Il) como si la excepción pol; en c'l un ¡xrris.'ir|ii'(-iilo acerca del Globo. I'J' nomas (ll la lmr'u puede mili-
(¡al Íucsc un momento raro. ¡esenudu aljele. por encima de las leyes. lg nm: para pensar al warm de la noción política. científica y teolog'ica de
idea cra nidemeinenlejusla: nada tiene que ver la polílica con la simplc h 'nalumle/¿a' (l‘lCl‘llZ. 20l’.)). Cuando .Sc'hrnilt olm'n'a la Tierra. ve en
aphca'ción dc una regla fiiada d e :mlernzmo. Pero eÏl lnlnco’ esta idea al elh h. Inau il, de un derecho posible. Alguien que ignora en ¡al medida la
poner el .‘lrenio en un u'nii o .\("glll('lll() de la lrayeclon'a lan panicular del munralela. ¡em es exzutuunenie lo que necesiiamm!
disc'um político: el momento en que el jele' "corta" por lo sano. Ahora Si .Sc‘hinill puede venir en nuestra ayuda -sicinpre y cuando respete-
bic'n. el modo de existencia política es excepcional rn todos sus “¡2mm mos la dosiw. es. pues, porque. como buenjun'sla. comprendió que cual-
puesto que (raza una (una que. desde luego. jamás va derecho (lamur. quier (lislilu'io'n entre los hechos y los xalores es impmclicable si uno se
20023). 'l'anlo es asi que el pn'nripio de excepción ya no tiene nada dc sitúa anles de. la [orina moderna que lla/.6 un deslinde entre el derecho
excepcional dmle que .‘u epunnos seguir la manera lan particular en que nalural y el derecho positivo. la physu' y el namox.“ Y es ademas" porque
la polílira dislinmie. en rada inmnenlo. lo Verdadero de lo falso. tomprendio'. también él -aunque sin la luminosa generosidad de Voegu
Por desdicha. en lugar d - aceptar la originalidad de este modo de lin-. la importancia del ApoCalipsiS en toda filosofia de la historia, y por-
existencia políu'ra poni ndo de relieve el (‘UIIIFASIC con los modos dc la que. a diferencian de los Mtxkrrnos. no cree habem' libmdo para siempre
inÍonnacio’n (¡CHIÍÍÏGL dela Inoml o del derecho, .S("limill exageróla im. dc la religion. Delnis del revollijo de su milología. caplo' perfectamente
¡mnancia de uno de esos momentos —;i‘so('|".ind0l0. “del al papel del que no se puede pensar la política si uno procura emdir‘sc. del lwm'po dr!
I‘u"hm—_ que disiniula su p.'im(lo'jic.'i l).'ui.'ilidad. l'ln otras palabras. .Sc'hmiu fin (Meier. 20D“.
(onlunllin' el estado de e.\'< epciún con la p.‘u'u'cularidzul de esle modo dc
existencia. Para evi'lar verse ronlalninmlos por esta versión resln'ngídl
del pn'nu'pio de excepción. sus lectores. fingiendo horrori/‘am-. se pu«
nicron a recrnplu“ar los sinuosos < iieunloquios. propios (le lo polilko. .‘i Mim I.’| rwrilnm «le .Sc‘limiu (200'lh). \r’.ue la pri-«mación dc h wm'ón
con la aplicación de reglas de buena golx-rnan'la." Al inlenlar salvar h lrnnrcu realizada por l’elcr Haggtnlnathcr.
lO 'l‘usc "unión «le parli<ipu en un wminario organuado cn mayo ¡le 90.|5 tn
peculian'dad de lo polílico en el llanu- de ser eliminado, .Sc'llmill dio'
.81 ¡em c‘ I’o. .u erra del uu) del nm (le la tierra cn cfnloxia poliliu. (on
una wm’o’n tan exótica. lan lenlona. .‘que. a lin de cuentas. lo único qur l’wi rc-‘i'u-x (A‘pnile', Noah l-‘cldmann. Damme: Hcinr. Bnmn khnznu'er-ph
logró fue ¡uelerar su rlesaparirión'. Koerner. Mit llael Norlhrou. Claudio Minca. kc'nnclh (Nhig y Roxy Ros-un. a
quienn .¡gizulcrcu un nlilnnlanln olncrvarionn
“A pesar «le cua allerarío'n dc Io\ rnodcn dc 'K'HL'IY \, dr etprcxinc que
vpbren'nu a psulir de la época cla’u‘ra. K (onlimulu pertibicndn cl ¿lance
m iginal del leuninu nomad. que no sc rtdm ¡a cn almlulo a una iimple
7 la expresion lalina peru-neu- .l (u'x'lhe 1 Iax lt'm'xum de Virgilio. ¡('KldIneIIl.“ ión donde ser y deber cmn imcpambks y donde sc podia
H Sulnr cut c nui de l .ilextnl'a enlrr' la tnuaninu ión y la polllim. Name l) hacer ulnnuerión de la curuclum espacial de un orden (oncrtm' (Sdlml'll.
luur (¿l'lll'bj y l.“ enli.ul.u r um -¡unulirnlr\ del lili". Mi"): 73).
|.()S ¡511005 (DE NATURALEZA) l>.‘ rm: LA 01»:th v LA rAz 25g
258 CARA A CARA eos ia. PLANITI'A
bo más sorprendente cn alguien de su época es que no torna las cícn. por consiguiente; cuando Selunitt habla de la 'l‘ierm, no esta hablan-
cm’. yen especial la cartografia. por aquello que descn'biría objetimmm do del (.‘lobo sobre el cual se apoyarían luego los Blmloynación en
te el mundo desde el exten'or. sino por aquello que. dmtm del "¡una n como piezas sobre un tablero. sino de. territoriali.I'aciones múl-
¡cr
lo configura. lo recorre. lo calcula. lo dibiJI"a -en una palabra, lo rcpm u'glplcs algutm de las Cuales conlle 'an. provnsorianiente. relanones par-
senta- de una manera específica. Diga’moslo de otro modo: .Sc‘hmitt no el tablero. Para él. por ende.
m‘ulares de rsplrriumirnln que (lcforman _ .
se deja impresionar por la figura. que tanto se impone al espín'lu, de] h hl',¡(,r¡';¡. incluso la historia de |st tecnicas. resnle en el origen de las
Globo. (A‘Iando habla de lo global. siempre es porque ve en ello la mano Prácticas (le espaeiamiento. [ise es también el punto crucial que hemos
de una hegemonía científica. económica o institucional en vías dc cx. monorido en Lovelock.” con la misma (lesconlituwa por lo global en
pensión. o como dire e'l. la “toma de tierra" (Sc'limitt, 200M): 89). (bmo medida tal que debe eomponerse organismo por organismo. (knnpren-
en la pintura de Fn'edn'ch. para e'l el globo esta inserto en el mundo. Pm dera'n ustedes por que me cautivó la lectura de. un libro así. l’or otra
todos estos mgos. Sc'hmitt se resiste al cientificismo de su tiempo. parte, ¿que hay (le sorprendente en acudir a un llh'lCSll'O reconocido dc
(kimo remos. esto bastaría para volverlo sumzunente u'til a nuestra bm.’ 1; gcowilitiea y del derecho ¡nternacionaI pam reabrir las cuestiones
queda. pero lo que mas' me interesa es la consecuencia que e'l den'sadg planteadas por la (.‘aia-política y el Nuevo Régimen (.‘lilnático? Se.’lunitl
eso para comprender el espacio. Acaso .Sc'limitt sea el único pensador nos ¡wrrnitira elegir entre el nomas de una 'l‘ierra concebida como un
político que no se dq‘o’ atrapar por el marco espacial. En su opinión. el Globo y e.l nmmu de una 'l'ierra concebida como (,‘aia, es decir como el
espacio es el resultado provison'o de un fenómeno (le expansión. de es. ¡nll'UlHlNL
pariamiento. de toma de tierm. que. depende de mms \'i.n".ibles política
y técnicas. Para e'l. como para los Ina's rerientes histon'ador-u. de las cim
azs'. la m Ixtrma no es "qurlln rn la rual se sitúa la política —el mapa mudo
de cualquier geopolítica- sino aquello engendrado por la acción política (,o‘lno les ha ocurrido a muchos lectores. fui .‘tpltu'nndo todo el tiempo
misma y por su instnum-ntario'n tecnica. lin otros te'nninos. pam e'l tam posible la leelum de em obra. hasta que. al abrir ltl' nomas.... (li finalmen-
bién. el espario es hijo de la historia. (km eso. .S("lunitt ignora adrede h te ron este pa'l ralm el último del prefacio:
distinción rano‘nim entre geografia "fisica" y geografia "luunan.'i'." Pre-
cua'mente porque es simulta’neamente un jun'sta y un teólogo político. lil orden eurm‘entrieo del dereelio de gentes que ha premleci-
procura ahondar (mm de la invent io'n del territorio concebido como un tlo hasta ahora llega lio; a su fin. (.‘on e'l se (les.\a"tmtïe cl antiguo
espacio transparente que un sobe nino contemplaría desde la ventana nmnm de. la tierra. llabia nacido del (larulm'minrla [rrn"m. ines
de su palacio (Olwig, 2008. Elden. 20“). Y digo bien. “antes' y no 'des‘ pe rado. de un Nuevo Mundo. de un aconteciniiento lu'sto'n'eo
pues". En ('Ít'( to. a diferencia de tantos (‘ritieos del espacio, .Sc'lunitt no que nn [nu-(Ir "1)(lin.r. lt'n nuestra época sólo ¡mdríalnos imaginar
prtxura agregar el .wntiiniento del espacio “vivido” al espacio 'oljetim' un ¡It onteeimiento análogo. bajo formas fant:istic:m. suponieir
-lo que equimldría a prolongar la l)il'ttre.'ieióri entre geografia huma- (lo por ele, Inplo que. en su mta hacia la Luna. los hombres m-
na y lisina sino engendiar tzmtos espacios. en plural. como situaciones ronlmn'mt un mer/m (dale nuevo, lomlmmlr desmnorido Inma el
polílit‘as y técnicas existen. Al ll‘l i'itorio eonr'eln'do como un aparte. un presente. que pudieran explotar eon total libertad para almuar
mntmrnll mila/'nnm'udu, el opone los territorios concebidos como Iugam. m n'uulitlrul sobre la tierra. 'l‘ales ficciones no resuelven la eues-
como (Imlrmdor (li/rrmnunln. lio'n de un nuevo nolnos de la tierta. Y tampoco va a resolverse
gmeias a nuevas invenciones científicas (.Se'lunilt. 200“): 46: el
(leslaeado me pertenece).
¡2 hi el nmmn Aíui,2íll'r,tlln Iilnln1'\|'.tl)l(‘(4'll por igual el vínculo entre (oo-
trpr ¡hn del npu lo) polllir .4 er olo'git a. mili/ando lil nomas dl la ¡una Mm“
yktmun (I'ÜI’I). l.lll\‘4‘lll v N'uu'l ÍI'II\,. 20V”. que suretlieron a ltp." (“l-
tí‘ll l) lll-¡Kia!¡'Atl.illit'llte. parI't e que el (il'\llll(ll' lísir.‘i/uu‘lfllaul permmtfl
"|le
13 Al final de la terrera "inferencia. p. ¡23 y n. de este Iibmt
260 (uuu A (:ARA con El. PLANETA ¡os rsTAnos (m: NATURALEZA) ENTRE LA GUERRA v IA PAZ 261
9do. (Oman; l)n'll. Baby. (11111!” Hasta que se llega a la situación actual.
,"Fee'n'co'. efidentememe. no es el termino que empleariamos hoy para
. f I
hablar de la camicen'a vivida por aquellos que fueron así descubiertos; mnqueatttlt) la barrera de los 400'ppm de (.02.
Recordemos esa fecha. [610. utilil'ada como clavo de oro para el comien. 5m embargo. .Sc'hmitt uene razon: esta nueva toma de tierra. tan ee-
7.o del Antropoceno a causa de la eliminación de los indígenas de Amén", n'a como iinpren’sta, tampoco “puede repetirse". Desde la publicación
ca y de la reforestación que le siguió (Lewis y Maslin. 20l5). En vez de la de su libro. el coto se ha cerrado sin mas". apn'siona'ndonos dentro de los
suene de los indígenas. a .Sc'hmitt le interesa el vínculo entre la n'validad ¿“un imprevistos dc dicha extracción. Las potencias se han limitado
de los l‘s‘tados europeos y la toma de tierra vacía —es decir. previamente dm mismas. enreda’ndose en las consecuencias' de su acción de conquis-
vaciada de esos itnpen'os y de esas naciones-. Ahora bien, esta cuestión, u. Ig] conclusión es inapelable: ya nada puede venir a atenuar las mah.
bajo una fonna apenas diferente. nos ocupa desde el comienzo: ¿pueden ¿“k-5 entre los l‘s‘tados-nación pn'sioneros en esta Gran Iinrlosum" Otra
los humanos extenderse ma's ltjos todzwía. hacia nuevas tierras? la res. wz vamos. pues, hacia la r“term de todos contra todos. sin ningún medio
puesta de .Sc‘hmitt es negativa. Ya no encontraremos ningún “cuerpo pan. retardar los conflictos atenuando la n‘validad entre las potencias
celeste nuevo", excepto en la ciencia iiccio’n. ¡He ahí el Gran (¡0‘10! Ni por Ia (Kupacio'n de nuevas tierras.
la conquista del espacio ni las “invenciones c." 'ntíficas" nos ofrecerán Pero lo que mas' me sorprendió es el final del párrafo: Schmitt tennina
ya la ocasión de atenuar la rivalidad entre los l‘ns‘tados-nación. Otra m (on una im‘ocacio‘n totalmente diferente, tanto en su on'entación como
estamos encerrados entre las cuatro paredes de un único espacio, el en el tono:
sublunar. Nuestros sueños de conquista se parecera’n de ahora en ade-
lante al avión superso'nico (,o'ncordz. suspendido al final de la pista en El ¡wnsamiento de los hombres debe volverse una vez mas" hacia
el aeropuerto de Roissy. suene de monumento involuntan'o a los futu. los órdenes elementales de su existencia terrestre. Buscamos el
n'smos pasados. El antiguo namas de la Tierra -—le devuelvo su mayusc'u- sentido que habita la tierra [Sinnm'th (10157111137 l‘sa‘ es la apuesta
la- dependía de descuhrimientos de mundos en exmión, mientras que de este lihro y el impemu'vo supremo que preside nuestro tra-
el futuro nomas depende del descubrimiento de una Nueva Tierra (n baio. la u‘ena ha sido promeu‘da a los pacíficos. La idea de un
intensidad. ¡tomos de la tierra se les revelara' solo a ellos (bc‘hmitt. lOO‘ll): 46).
Schmitt se equivoca. que' duda cabe, al decir que los humanos no han
encontrado nuevas u'enas. Las' que han explotado con el mismo desen- Mll‘lllllh dirigía nuestra atención hacia una guerra sin fin. resulta que
freno, la misma violencia que el Nuevo Mundo. no se hallaban entre la ahora se pone a hablar de los "pacíficos" en busca de aquello que habría
Tierra y la Luna y no fue en cohete como fueron abordadas; se hallaban que traducir nm” bien como el “reino del senu'do de la tierra". Y, cosa
baja la superficie" dz la Tierrïa. y si los las‘tados pudieron hundir allí su mano ¿«unlnom para el jun'sta del Tercer Reich. lo hace citando ¡[-1 sermón dt
para atenuar sus n'xalidades CX.’lC('l'l)d""(lolas al mismo tiempo. ha sido a la manlmiu.‘ l-Zs verdad que .Sc‘hmitt lo distorsiona un poco.“ ¡Pero se com-
traves' de pozos de mina. exploración. perióración. extracción yfmcking.
Podn'amos incluso decir que el carbón. el petróleo y el gas son ni mas' ni
menos que un 'cuerpo celeste nuevo". si recordamos que se trata del sol l5 ';l’erforen_ muchachos. perforcnlï grito que en Im Estadm Unidos acom-
captado por los seres vivos cuyos restos sedimentaron luego dentro de paña los mítines republicanos y expresa el entusiasmo cum" cm’mico por un
.‘tt'tL‘Vi ilulclinido .‘tl petróleo y la Iutlical (IIXhl-(lóll .‘t cualquier rmtricritin.
las rocas.“ Allí tienen su mmm Nuevo Mundo. Y en efecto es como una
lfi En Li itnprt'n'xlát forma del tema dc los 'límitcs planctan‘m' propuesto por
m nullius y sin el mas'“ minimo escrtipulo como ese nuevo continente ha Steffen y otros (¿‘Olïm). .So'lne esta n'u'lidad. W Heinl (201.5)4
l7 la u-nión inglesa dice: ‘H!’ vá la undtnland (lu normaliwonín ojllv «211K.
‘Mnnmch dn Enlz. es el innwn’o/rcino/reinado del sentido dr la licnzt'.
IX Dir e cl Evangelio según san Mateo: 'Bienawntumdm Im pacifitadorcx
porque ellos set-.in llamados hijos de Dios' (Mateo 5. El). tnicntrm quc
aquellos que '¡mseent'n la tierra'. o mejor. ‘qnc recibirán la (¡crm como don
H Mitchell (NH) asocia la inlim'til.'tción de la economía a esa 'u'ena nucfl' ( ump.utido'. son Im ‘manws' (Mateo. 5.4). la traducción ecume'nicu [al
del petm‘lcn que pare(e accesible en < antidml ilimimdm lo que corresponde lmnt és] en cierto modo elude la idea dc posesión y dice: 'Hnmux la ¿ou rar
por otra parte al r omienm de la ’gmn :u‘elemcio’n". ¡lt uumnl lu (mr m panagt'.
ms mTMms (m.- NA'I'URAIM’A) urnu; LA cumuu v LA ru: 263
262 un A un um .rr. PIANDHA
.
el derecho _ ’
C . f o concurran (man unos
as" la .5“.ua.aaioncontabillidad son suficientes. Todas mms 0pL_n.Cl.0anllr\bI busca l _
Silm'mmlos. A alta de toda negacton .. . .
¡Wapohcmllgl‘ufl‘mm exrstencral de otro ser.
a pn'on'. v pueden ser mlrulndas dc mncmanw (maison combates entre adversan'os.
J “cum, no de p0( ¡ [(‘Inos> constatar pero no guerras entre
Jn'csgos que u- corren al pon i erlas en funciones son de c'c c 05
r 'ct'os, Allí reside el on'gen de la despolitimcio'n de las cuestiones
“¡lím‘m-lclqs; los naturalistas" no tienen enemigo. puesto
que. en sentido es.
pnlancgulpleona. comienm cuando no hay arbitro soberano. cuamio no ¡"5:13,“¿amm de un raso rrrmdo —tanto en sentido legal como científico-.
exo‘
ten 'normas gencrales' que puedan “ser aplicadas pam . emitir un Con“, dice el adagio: “Nadie debe cuestionar la cosaJuzgada .
juicio I
En ese momento se alcanm el “limite y los "conflictos con el extranjcm‘ Si cl concepto clave es la ¡"merma o la (Human d! un [muero no conrermlda
sc vuelven posibles.
,¡mpmriaL comprende-mos que. en caso de querer rehpolttnar la «elogia,
no hay que acilzu' en extender el argumento de Sclrnult a todoslos con-
Los conceptos de amigo. enemigo y combate den‘mu su
signifi.
cación objeu'va de su relación pennanente con ¿sir hecho flictos. incluidos aquellos que ponen en Juego a los agentes antano natu-
nal, la
posibilidad dl fmnmarr la muemfitim (lr un hombro: La rales. Aunque en la pn'rnem lectura. “(se ser otro. extranjero” designa en-
guerra nace
de la hosu‘lidad. y esm es la negación existencial de otro (¡dades antropomo’rficas. ochenta años rnas' tarde. el número de los que
ser. La
guerra no es otra cosa que la artualizan'n'n u'llíma de han descendido a la arena aumentó dramáticamente. Lo que .Sc'limitt
la hostili. apenas podía entrever. nosotros. contemporáneos del Antrotmceno. es-
dad. l's‘to nnimplica que Sea cosa corriente. cosa normal.
ni que
veamos en ella. por lo demas'. una solución ideal tamos for/ados a reconocerlo: cada vez que nos encontramos ante situa-
o dese able; sin
embargo. ella está necesan‘amente presente en la ciones donde sejuega la “negación existencial de otro ser” —y. por ende.
forma de una
pmibi'h'dad dz la rra! en la medida en que la noción actualmente en todas partes—, la enemistad resulta ampliada en grado
de enemigo inmenso. Eso no significa que sí o sí xaryamos a combatir —-la guerra
conserva su sentido (¡972: 7l; el destacado me no
pertenece). es “cosa corriente. eosa normal". ni siquiera “una solución ideal o de—
Eu'dentementc. Schmitt no piensa scnl)lv'—. sino que el Domo de la Naturalel'a. bajo el cual tenían
sino en las guerras entre humanos lugar
tales como pudieron haber sido detonadu, todos los antiguos conflictos. ha desaparecido. lista desapan'cio'n obliga
desencadenadas, exacctba- a cada uno de nosotros a tomar en
das por la ausencia de un tercero sen'o la “aclualimción última de la
superior o, al contran'o, detenidas.
sofrenadas, pacificadas por hostilidad", incluso cuando se trata de
la preSencia de un árbitro. (,o‘mo histon'ador seres “extranjeros”. a quienes. en
del derecho ínterestatal. sentido estricto. les negamos
identifica a este arbitro en el anu'guo la existencia, y que. por su pam -tal es la
la Iglesia o en el derecho poder dt novt-d'.ul-—. pueden
europeo moderno de los Estadosnaciónl nega'rnosla. _ i
¡jm [rublirum rumpmnum, 65“ Llegados a este punto. no habría
ol_)jeto de todos sus elogios. Se'gu'n que engan'arse sobre el papel de (¡ata
bitro este presente el tercer ár- e“ este retorno a la situación de guerra. Gaia no ocupa en absoluto la
o ausente. la política
c que (su aparece o desaparece. A PM
argumento es muy POSÍCÍÓu de .‘irbitro que tuvo la Naturalel'a durante el pen'odo .m.odemo.
nnudo desacelerar eonocrdo. hasta el presente no ha pcr
la disolución de la ES" (“S cl punto de inflexión entre la “naturale'la' unificada. Indlft‘l'cn'
golx-rnanza. política en la gestión. la t'tim)‘ ¡3
(c' ¡'“l’iuï'lt’ll. global. cuyas leyes son detemiinad'is. de antemano por cl
¿Que pasa cuando Principio de eausalidad: y (Laia. que no es ya unificada. cuyos bucles de
re conocemos también
externo y desintere la ausencia de “n ¡“(No “""h'lt'eit'in deben ser descubiertos uno por uno. y dc ¡a que
sado para arbitmr Y“ n" Po‘lc‘
srm. a sabe r, en conflictos entre humanos 3' “ms
los no humanos "ms decir (lue sea indfiermlt (r nuestras accionar. desde el momento en
. que, .. en un sentido
. . c
paruculannntc fue r- nos vemos
obligados a dcfinir cl Antropoceno como la reaccron mt
266 “MACARA CCN FJ. PLANETA los “¿1,005 (m: NATURALEZA)
mm“:
d l 11cm. a nucsuas empresas'. Gaia ya no e
{omlc C a . 5 "no load“ cn una situación que obliga
JL." de ser "desinteresada" en l c0 a cada
6mm" los 0 ( ue Sid" n ¡o‘ que concierne. ..
a los extremos .. de la
P‘" "’ que hac
aca-0" de ahora eu mas ella sr nur-mm en l “‘slx'cu
as 65' nue-¿"Os ¡m ¡ 'utK‘S c ¡“nm-cms
c C v
mié". si un ¡acero en todos nustros .otlfllclo S —cspcc¡a¡ cm e que pretenden negar su cond‘ ‘ '
(ima CS- ' . r .
. wro en ' '
ningun m 0 tn e nto ( l esc . La del sistema
“Curia u de la Tierra e
ur del AntmpoccnO-- l "‘Pt'ñíl el capa!. v Lu U
. a ¡m situaciones. ni es capaz de llamarlm "historia tan llena de sonido y de "n a como
al (mia, (nun-1 g" la historia de
¡“Cao ¡"1.‘1_¡,Wmm v 5¡‘L.¡¡¡prc, los
es infen’or a las partes.“ nados. ¡v ella también, “contada por un idiota"!
v u'otnlwïp; cuando en épocas
una wz muende que el hs‘pírítu de las [10'09 C“ ambos anteriores im' ocábamos
rc gímem.s sea Por ¿.S‘H" nos la Naturaleza.
e“ el Antiguo Régimen (.‘litnzitico. todo situabatmxs, sin siquiera pensarlo.
con fltcto es“: cl;¡r.¡¡iILF"“(w bajo la protección
gado por la simple aplicación de las ¡"Yes de de Naturaleza. un hs‘tado con E mayúscula,
l“ “"¡‘u'm leva"; dc un -5 “o (¡6| que l tn Leviata'n
una mitad estaba hecha de
Régimen (.‘litna'tico. ¡a no ha)" ¡"bum sulwm'm' “Y (¡ue política. y la otra de
por pum” h I); "ÏÁonïlmnus-x¡ Ls“- Estado monstruoso
para descubn'r -—y no para aplicar— las lograba su bsistir. mal que bien.
re
“him-“dades dc actuar sobre las 01h15: En el (“mttntila(l (le su (‘ll'U‘PO C“ l a natumlem y la otra en
primer re’ (on l la politica. eta
porq“. ¡“bl-a que
cuán desanimados. sólo los sutetos tienen _un alm . poner fin. como vimos con Toulmin." l
animación cs mn‘pmu-dn cm“. d religión .alas gu e nas
ras
todas las entidades. mediante un culto de la certeza indiscutible
aunque y: e ' , . El armísu'cio
animo (desanimado) ni Sltlclt) (sobrezuumado). puvsm por Hobbes nunca alcanlo, por un tmtado en de bida forma.
En el pn‘m cr régimen. pm »
hay la" “¡lo (,¡wmdfincs (k. policia: m ¿“hub-n de ¡mz duradera entre las
en el segundo, nos ut . s ‘ exige ncias contradictorias de
encontmmm I M ¿"(quites. modalidades de contrarreligio'n.
cn un estado de guerra hecho y derecho. En el pn'mer De allí la construcción
dm. dada de “menu-no; en el segundo, régilncn. la
hay que inventar] P31 dc esa (.‘onstitucio’n renga que simulaba darla paz a las naciones mien-
a mediante
insutumción de una diplomacia específica. El pn'tne la mu einprendia una guerra contra la “naturaleza' tanto mas ilimitada
ro es naturalista;
segundo. diganms, composicionisla." cl por nunca haber parecido una guerra. (lomo sabemos. gran parte de
Por eso hay que desconfiar del concepto de Globo. h. obta de Schmitt tiene por tema esta cuestión de una guenaque
y también por eso
es tan esencial no confundir a Gaia con la lis fent. sc ntelve ilimitada. a lalta de un claro reconocitniento de la cualidad
el Sistema de
na tomado como un Todo." El (Hubo OÍH' ee una la 'l'tc- del enemigo. Según .Sc'hmitt. esta negación de un estado de. guerra y
ligumcio’n e n cicno
modo geoine'tn'ca del arbitro sobe ano que reina la disimulau'io'n de la relación amigo/enemigo baio la apariencia de
por enciin a dc lodos
los conflictos... y que. por consiguiente. enseguid simples operaciotu-s de policía es lo que conlïl'e a la transformacion de
a los (le.s¡mlili7a. (m‘a.
en cambio. puede ser definida c otno la Im guerras litniutdas en guerras dr rxlrnm'm'o.‘ (.ualquter lector de los
tnultiplicacio'n de los sitios
los cuales hay entidades radicalmente (',\’ll.‘lll_i(?l en conflictos ecológicos .'l('l\l.’|lCS no puede sino estar de acuerdo en este
as que practican la 'no
gación existencial" de las unas por las otras. punto: los conflictosjamas habrían llegado tan ICJOS en el exterminio
El conjunto complejo de
ciencias' dela natumler‘a que constituye las nulical si hubiesen sido considerados como guerras en las que la olm
la climatología ya no sera' nunca
capa: de desempeñar el papel fimlr. a su vela. podía poner en peligro la existencia de aquellm. que la
de arbitro liual e. indiscutible. No pot
causa de la controve :u tilicmltnente ntztntenida sobre el origen atacan. La posibilidad de un exterminio. lo que hay que‘llatnar "gucamw.
pico del (atnbio clim .‘ilit'n. sino anlt0-' de aniquil:uniento. provenía de la ilusión de que solo estaban'tos h yelxdc
en talo’n del a cantidad de bucles que las
cient ias deben instaunu‘. unos do adelante, baio el nombre de ciw'lizacio'n. ¡una simple opc mctm
de spues de otros, para volvemos sensibles
a la sensibilidad de (iaia. pacilicMio’n.‘ (lomo escribe bc'hmitt,
la “¡Latitude-Ia". al menos la 'l"ierta sublunar.
".1 lh'n rl ¡("nudo de nia uu xo'lo como la parte ¡Krdcdor‘m uno .u lc Num“ dc h Kun” vé h
mi pequeña lenta uu latotu
'23 Lu rtputal. tc tntlu (2mm).
'.t la p. lbl de este ltbio. < xiuu'u- ‘l’l manera cn que Sclunttl retomó (2007)
' . s: - ‘ a SC hmul -
ltci ¡uma introducción de (tllncJOulll
268 CARA A (:ARA (:ox.‘ lil. PLANLTA Los iseros (m: NATURALEZA) ¡mas LA GUERRA v LA PAI.’ 269
un mundo en el que la eventualidad de esta lucha habría sido habría podido pasar por un útil último recurso se vuelve sencillamente
enteramente descartada o prohibida. un planeta definitivamen. (mm‘nnl, puesto que. aceptaríamos poner nuestra s-cg11ndad.y|a de todas
te pacificado. sen‘a un mundo sin discn'tninación del amigo y e] ¡as otras entidades con las' cuales compartimos la Tierra. bajo la [notación
enemigo, y por consiguiente un mundo sin política (Schmiu, (g, un (trapo política r'nrapa: (lr drfnrdrmos. (Zuando se trata de garantiza'r la
1972: 73). ropia seguridad. los pacifistas son gente peligrosa.
P
[J ¡x-ligrosa virtud de pensadores reaccionan'os como Schmitt consiste
Como resulta evidente. .Sc'hmitt no apuntaba a la ecología tal como se tu en formmos a tomar una decisión mas“ radical que la de tantos ecologistas,
desamllado hasta el dia (le. hoy. sino que -sal)iendo muy bien lo que ha. siempre animados por la esperanïa de salir del paso sin poliu'zar jam‘u"
ci1-. localizó en el ideal de aquellos que. anhelaban un “planeta deliniu'n. las cuestiones de "nruumlem". las‘ una decisión dificil. lo admito: o bien la
mente pacificado". ¿No es el ideal de los naturalistas. la utopía de los ecolo.
'm.tumlela" pone lin a lo poliu'co. o bien la politica obliga a abandonar
gLs'tas profundos. stnx-tficiales o semiprofimdos; el hon'zonte (le aquellos ¡a 'natumlela" —y por lo tanto a aceptar, finalmente. encarar a (;‘aia—. Ro
que esperan conwrtirse en los mmmgm y los ingenieros o los reingenierm
(uerden esa ltase del bangelio que ya lle citado. fm- que .Sc'hmitt ltabn'a
del planeta: de aquellos que anhelan salir bien parados con el “desarrollo comprendido (lenh-Lsktdo bien: “No ¡x‘nséís que he venido para traer la paz
sustentable'. el ¡(leal de los ecomodemislas. 1"" de aquellos que pretenden a h. tiet ra‘ No he venido para traer la paz, sino la espada" (Mateo: lO. 34).
ser los buenos administmdores. los mavordomos sen'os, los jardineros sa. Habrá que. elegir (3|)er los pacificadores y los “pacíficos”. a los cuales —y a
gaces o los atentos intendentes de la 'l‘i .rra? En una palabra. ¿no es cn nadie mais- ha sido prometido el “nomas de la 'l‘ierra'.
efecto el sueno de aquellos que tanto querrían. cuando lidian con "simples
cuestiones tnaten’ales'. prescindir por completo de la política?
la opción que nos propone Sc‘hmitt es tremendamente clara: o acep-
tamos distinguir al enemigo del amigo y nos comprometemos en la Aceptar pasar por un estado de rugerra para luego. merced a transaccio-
poliu‘ca. definiendo estrictamente las fronteras de gucnas bien realu nes diplomaticas, buscar soluciones de paz. requiere importantes trans-
¿guerras sobre aquello (le lo que esta" hecho el mundo"—; o bien con cui fonnaeiom-s en la tnanera en que los colectivos se presentan los unos a
dado evitamos llevar adelante cualquier guerra y tener enemigos. pero los otros. lis necesan‘o que acepten precisar la época en la que se sitúan.
entonces miunn'amos a la politica. lo que significa que nos abandonamos cl notnbt e que dan a su pueblo y, sobre todo. que logren trazar el espacio
ala protección de un ¡Sta-do de \."‘.'itur'.ile/'a que engloba todo y que ya ha que es suyo para que los otros comprendan cua'l es el tem'ton'o que esta'n
unificado el mundo en un solo conjunto. en un Globo que sen'a capaz dispuestos a defender. Los límites espaciales -esta es la innmación de
de resolver todos los conflictos desde su punto de vista desinteresado. Sclnnitt que más nos importa- son trazados por la localización de los ex-
neutro, elevado. Asombrosa amalgama de los poderes religioso. cienu'fr tranjeros reconocidos como otros “en un sentido particulannente fuer-
c0 y" políu'co: “Sub speak Mmilatts', sul: símil Uri. sit/r. Sphtme, siw Nalum'. te' (hours). “tal que en última instancia sean posibles conflictos con e'l".
De buen grado admito que la segunda solución sería prefen'blc. ya Poner de relieve estos limites es el único medio de repolitiïar la ecologia
que al menos ¡wnnitiría retardar los conflictos: “Sk-amos todos hermanos y de poner fin, por consiguiente. a las simples operaciones de conquista.
sobre el mismo planeta azul. alinea'ndonos bajo la misma auton'dad poli- de ocupación de tierra o de pacificación.
ticocienu'fica para escapar a conflictos más nagves". (knno yo no soypar- (.(‘nm-ncemos por la época. Para plantar cara a la amenaza'. debemos
ticulannente belieoso. eso me euadraría a la perfección. Pero sólo con la ante todo comprender por que sentimos que ella vintt hada nosotros. y
condición de que wmrjanle listado flurda rxislir. Si no lo hay. aquello que por que es dificil mmmrla frontalmente.” (¡o‘mo ya he mencionado en la
rtS' L
4 r
a unos
- a. dL. esboar
. I. qutas que se dispthieran a salir al espacio sin traje espacial, Los Mo
con Alos ojos muv abiertos.
' ‘
inci -'edulo. antt un movimmm0 do,
mmm q n cxtmordinariamente hábiles para liberarse de las cadenas de
retirada Aaterron‘7ado por lo que viene hacia e'l. c
del-"01d"; arcaico. provinciano, encerrado, local. tem'torial. pero. cuan-
Pese a lo que muchos suelen decir al ¡"(.Spcclo’ ¡Os Mode
rnos no son ¿“Ongi-“trata de designar las nuevas localidades. los nuevos tern'tlon'os. las
cn'aturas que miren haria delanlr, Sino casr e xclusivaniente
cosa cun'osa. hacia el aim l’or eso la imtpcio'n de num; provincias. las nueias redes estrechas hacia l'as cuales emigran,
se
to. (.o‘mo no u'enen OjOS detras' de la nuca, comentan con la utopia, con la distopra. con la pubhcrdad y los grandes
ne hacia ellos. como si esttm'csen de rnasiado ocupados IC que vic.
ensanchaunipntos de pecho. como si en verdad tunesen pulmones ¡pios
huye ndo (le
honores del tiempo anu'guo. l’arecería que su los para respiran el aire sutil v, tóxico dela mundializacton (Sloterduk. 2003).
visión del fu turo
vuelto ciegos a la dirección que emprenden; o los ha Pero entonces. ¿hacia que horizonte volvemos cuando encaramosa
mas" bie
entienden por ‘futuro" estuviera ente mnente
constituido por Gaia? Debemos elegir entre dos concepciones opuestas delfprogreso. VIS-
de su pasado. sin ningún contenido realista el rechuo
sobre las “co to que (Laia es simulta’neamente lo que estaba aqui. que ue .olwdado y
los hijos de las Luces tienen la costumbre abamlonatlo por el camino —(}ea, la anu'g'ua diosa-. y lo que we‘ne a no
de re chal'ar con
sado amenaïante del que tuvieron el coraje terror el pa solros. nuestro porvenir. aunque sin ser nuestro futuro. la ironia de la
de escapar. o, a la inversa,
dotarlo de locuaces sobre el aspecto de geohistoria es la (le estar acorralada por dos diosas. una del ‘pasado mas
de l as rosas por venir.
(o‘mo ya aprendimos con Voege antiguo, la otm del porvenir más próximo. y que lle\an el mismo nom-
lin, el futuro de los Mode
delante de ellos. confiado a una rnos no está
visión re alista. mcilante. bre. l’or eso. no bien comenzamos a preocupamos por el clima. Ia
pasa. stno que está hecho de de 'e
esa trascendencia inaccesi pertenencia al sut'lt). por el tem’ton'o, no sabemos si el mandato consiste
en dirigirnos hacia atrás o hacia delante. si hay que mirar hacta lo alto.
el futuro es el porvenir, hacia abajo. (lt-mis o delante de nosotros... ¡No hay de qué sorprenderse
pero ya desprovisto del medio
que jamas' lo Iniran de del devemï. dado
frente. y nunca lo toman si estamos divididos y la ecología nos vuelve
en su propia foma. locos! .r
humilde y ordinan'a. De Si el futuro y el pon'enir nos arrastran en direcciones dierentglesL'bIo
ahí esa falta flagrante
bilidad a lo que e n ingles de realismo. esa susceptr' mismo ocurre con
se llama “hy‘m', esa continua la palabra surla. Según hablemos del suelo com-o g L a
nsrón futun'sla del insistencia cn una
futuro. Debido a ese Y terruño. o del suelo como Tierra. la on'entación de la flecha .dcl trem'po
inmanentil'acio'n. leno'mt-no que Voegelin llama
Y“ los Modt-mos nunca cambia innu-diatamente.
son dem ricm/m. sino siempre del Oscilamos de la actitud reaccronana a la acl‘u-
otro lado del Apr tud progresista. lnsistir
Kalipsis, suspendidos en la glelm y el temin'o es “ser reacctoBOdm'nano val;
tan insc "salas la entre esperama y desespcmdónv
una como la otra. manem antigua:
Y ademas", como han olvidado P0r invocando “la tierra que no miente. . Blu! und SChmi"
comme“) ¡35 f“entes de la uintnwreligión Cierto es que los reaccionan'os de todas las tendenctas. lnCltlldO .
de la cual son herederos sin
28 Véase el argumento
de p. 225 y «3.. de ' ‘ ‘ ' l dc Bcrgwn. cn
29 Tal es el sentido (le la iniciatiia de Péguy. insptm‘cdmopodlscmüpl“un.
este libro.
tape-cial en (J'io: devolwrlcs a los modernos una
W
M (Z ON lili PLANTA ¡ps ESTADOS (m: NA’I‘URAI.}.‘I'.A) ENTRE LA (.‘Umm y u mz 273
272 0‘“ A (M
i rc en k, que hay de criminal en dejar
) s I en] Pl .
“¡sin Suelo. en ulwdar . . ‘
la ¡c ( n: de. artificio del Apocalipsis no están aqui para preparamos
han insis’u‘dt los limites de rc. los l‘ fic“ ¡ción exta'tica hacia el (lie lo, smo
. .
al contmno .
rm.cn nba" donar i C
cmlm,lmlt’t'.t. , para milenios
(.ontm es“, (0|“0Cillol‘líls
. . - ra un2| ¡dos por . .. ‘
o v n f
la [terra que reaccxona a nuestros esuerzos
m cmanfíl’m _ C‘n'l’ms de do-
‘
- alb'r-,¡5.Iosl'fl‘0
. luc ionan'os siempre han llaunado a la enn c' «r [-lemos comprendido mal el mandato: no había que trae
"o ¡Inaw'naban que' pudo ball . x3. Oldr stgntltcacton
' -- .. v lo sobre h '¡‘¡,_.rm_ r el
en a nu'n.'ll"""‘ sino antes
‘ ocupamos. . gracias al
em 1'80- . I (Iielo.
l I de la T i erra.
10'“ a] vicio suelo. en el sentido esta vel "¡‘h‘l.“"l.'"' “¡Cia buena (,ic l , lic" "¡una para obligarnos
a cambiar la onentacron de
Tlle' quc. F
T1," pronto como nos dicen esto. las cosas S( Inmermn’ y lu “ch ,s C i.‘ll,n ¿“Pués nuestra
de tantos años pasados desatcndiendo lo que pasaba
(le-Plan“)S a¡emmr6 vspnkm,
antes cm aquello qm- "mi pam gomr de l“ "“Xlcmil'acio'n Si el “ángel de la geohiston‘a" se pone a mimr hacia
se comierte en la nuem TH:rm ql": “cnc a "03”".05-
(“‘"ll-‘|n".unente ' a ¡int-st“: co‘“ horror c incredulidad
. .. a es porque se ha vuelto consciente
lo que dicen los nosta'hlfllÑ ¡el "mm" d' I“ I 'm” n” Se lmrccc CII hay una ¡"nun-um, ¡y de que
ha llevado adelante una guerra que
nada e
a un Momo a l“ ""7"! ccwm: Si ¡a
. nicga! En términos brutales: no podemos seguir cre-
Bm puede sorprender. pero en la epoca del Antropoceno, "unlc: e“ c¡ anu‘gut) futuro (si queremos tener
0| cm" tm porvenir). Eso es lo
Relato dc la Emancipación nos ha vuelto ineptos pam encommr la se". uniendo
Par “afrontar a Gaia". quedar
da de la Tiena a la que pet tem-remos. ¡(.knno si las mismas nociones cara a caia con el planeta.
.pcncncncia' y de "tcrriton'o' desprendiemn de
un perfume de
reacciónt
Podríamos pensar. sin embargo. que despues de varios
siglos de qm:
ca de la religión. no tendrimims ninguna dificultad pam
reconocer quc
somos ‘de esta Tien'a'. ¡Qué extraño es que después No entenderemos nada de las cuestiones ecológicas si no aceptamos que
de oídos
llamados en lamr del maten'alrsmo. nos ve amos completamente [amm animos divididos en lo que a ella atañe. Para resistimos al deseo de ia
¡"emm
para abordar las mndia‘ana mnlm’alrs de nucslnl existencia ciar la ecología de su política. debemos suspender esas visiones unáni-
'dlanSfén'ml
Despues de tantos sarnumos contm aquellos que predicaban mes. univemtles y globales. Sin reconocer pn'mero que los humanos es-
a Im mm
que hay que mapar al 'trasmundo' para huir táin divididos en otros tantos bandos en guerra. ninguna paz sem' posible;
de las rudas' condicio
nes de este mundo de aquí abajo. llenos aqui. ninguna República se m' construida jamas'. Les suplico que
no obsutnte. atónitos no saquen la
que pueda ltalx'r (¡Mills a nuestros obje tivos. dc conclusion de que desdeño el ideal de la universalidad: reconozco.
incapaces de definir com-
conducta mundana. terrestre. encarnada. una
Aunque la "muerte parto. amo ese. ideal: pero busco un medio "alista de alcanl'arlo.
de Dios' Y. para
habn’a debido conducimos a una condición logr.'ir esto. debemos hacer como si tuviésemos la certeza
humana. demasiado human de que no ha
na. nos vemos iacilantes. balbuceando sida yu realizado. Nuestra situación es pues al mismo
en la oscuridad. en el tiempo la misma y
lágn‘mas'. ¡preguntándonos “salle de
con sorpresa como es posible a optnrsta (le Hobbes: la misma porque hay que
que nos re buscarla paz: la opuesta
suite tan dificil sentirel suelo buio nuestros pies! porque no podemos ir del estado
Mientras que durante de naturaleza al Ls'tado. sino del las'tado
vanos siglos nos habíamos de .\".'\turale7a al reconocimiento
tegodeado en la ( ertem de un estado de guerra. Mientras Hob-
rodeados de mallas ojjml, de ser sólidos realistas
nos asombmmos de ser (lr bes tenía necesidml del
aqui Nos Vemos estado de naturalem pam engendrar el concep
obllprddm. a reclamar a 10 de contrato social, nosotros
los maten'alisht's‘: “Por luvor. necesitamos admitir un nuem estado de
mat. u -
a tnaltddd. - . - devue’lvannos nuestra
¡las como si’ deban)
‘ del mile X‘K'rm antes de buSC'dr las nuevas fomias de la soberanía. l’or eso
lelt' de lagrimas! de lagrimas.
' ' llllblcs‘v' em mn
. 0"”
l""l’(>t‘tanu.-. en las conferencias precedentes. luchar contra la maldición
Lo que vie ne. (:‘aia. del Globo c introducir
debe a/mrmv como
(o medio para una .‘nnenaïa. porque es el u'ni- pueblos múltiples y dispersos. distn'buyendo sus
volvemos mtsiblm Pos¡bilidades de actuar
(Ion existencial. a la mortalidad, a la finitucL en función de cosmogntmzu específicos y convo-
a la 'ncgrr cados por deidades
.d’la simple dificultt'td de ser de diferentes. (.‘onveng'amos por un instante en plan-
n tu-¡‘to para liarernm esta Ticrm- Es
conscientes lrágimmente el único “H'H' la cuestión en
Regimen (.‘líma'u'co. . conscientes, del NW!"o los siguientes ténninos: en lugar de afirmar que no
bolo I a tragedia “'“WHOS enemigo porque vivimos bajo la protección de una N.’:¡tttr.tle'¡a
dr este .'n onlecimic puede permitirnos estar d'
nto. (¿omo hemos la “llum (l’lï‘lt‘ndidame.nte despolitiïada). (lrsig'nnnos a ntmlms tnnmgos y dtlnmle
v ¡sto en la conferencia precedcn'
"los el (milano ¡[ur mlumns
(lispurslm a (it/md”.
274 CARA A (.‘ARA CON EL PLANETA LOS ESTADOS (m; NATURALEZA) msm: LA GUERRA Y ut mz 275
Lo que equimle. me temo. a dudar de la solidez del contrato 50cm h común humanidadi“ Diganos'ante’s bien quien" es usted. son
En efecto. lo que vuelve todavía más urgente la desigmtción del enemigo sus amigos y sus enemigos. a qua-n esta usted dispuesto a usacnficar por
es que no tiene ningún sentido hablar de la “especie humana‘ como w felicidad. qué extranieros pueden ponerlo en una situacion tal que su
de ttn partido en conflicto con otro; por ejemplo. con la "natttralela'.‘° (lisu‘llCl-fl sea negada... y además. si es lan amable. dt'ganos de una vez
la línea del frente no din'de so'lo cada una de. nuestras almas. sino quc (hrameme por qué deidad se siente usted convocado y protegido. Si este
divide igualmente todos los colectivos en lo que atañe a todos los problc. ¡[guHu'nlU les resulta demasiado cntel. recuerden que las crisis ecoló
lll.“ cmmopolíticos a los cuales nos vemos confrontados. El ¿nl/tropa; del pus tlo nos han prixado de un tercero desmteresado capaz de arbrtmr
Antmpoceno no es otra cosa que la peligros.’t ficción de un agente uni. en todos nuestros conflictos. sino que por el contran'o nos han revelado
\rml.imdo capar d e actuar como una humanidad única." l’a m que uu ¡wm (rm-m nn había mundo jamas' y que la solución del siglo X\'l'l nunca
humanidad sea fiable. tendria que haber uu listado mundial que ya un: había sido otra cosa que un amiisticio provison'o. be‘ es el estado de
dctns' de ella. El Humano (con l'l mayúscula) como agente (le la htst'om' excepción abierto por el Nuevo Régimen Climático. Él nos obliga nuo
ha sido desmovilil'ado y se ha desbandado (( Ihakrabarty, 2012).” (.o‘mo mnente a la política.
vimos en la cuarta conferencia, la ventaja del Antropoceno es que pom- Tiemblo ante. la idea de sostener una tesis tan facil de malinterprctar.
fin no w'lo al autropocentn'srno. sino a cualquier unific.‘tcio’n prematura pero es necemtrio que extraiga las consecuenci'Ls. de estas siete conferen-
dela especie humana. permitiendo al mismo tietnpo imaginar una com. (ias: si queremos tener una ecología política. antes debemos admitir la
prensin’n mima de la noción de especie (pero no inmediatarnente. sobre división de una especie humana prematummente unificada. Debemos
todo no inmediatamente). harer lugar para colectivos en conflicto los unos con los otros. y no sólo
Ya sea que tomemos la controversia mundial sobre los OGM. el cálcu- para culturas conocidas por una ciencia como la antropología fisica o
lo de las existencias de peces, el desarrollo de los aerogeneradores. la cultural. Ademas de la idea de una Naturaleza concebida como indifu
modificación de las líneas de costa. la labricacio'n de vestimenta. de rente a nuestra miseria -(,‘aia es excesimmenle cosquillosa—“ también
alimento. de medicamentos. de .‘llllOHlÓVÍlCS. la reconfiguración de las debemos cuestionar la Illll‘ión dt humanas pimnluramnrlt unificado; hs' por
ciudades. la transformación de las tecnicas agrícolas. la protección de eso que tal vez sea prefen'ble decir que el "pueblo de Gaia' se reu'ne. se
la vida silvestre. el cambio del ciclo del carbono. el papel del xapor congrega. se conduce de una manera que no es muy conciliable. por
de agua o la influencia de las manchas solares, la reptacio’n de los ¡(o ejemplo. con aquellos que se llaman "pueblo de la :\"alumlela'. ‘pueblo
bergs... en todos los casos nos encontramos ante problemáticas que de la (lreacio’tï. o con aquellos qtte se enorgullecen de ser simplemente
congregan a aquellos que se oponen en lo que a (llClldS’ problemáticas 'llutnanos”. Recuerden el extraño (ktm of Thmnts que intenté hacerles
concieme (Marres. 20] 2). Ahora que hay un estado de guerra compro jugar en la quinta conferencia. Estos diversos pueblos podrían reunirse”
liado. a cada una de las partes en guerra le es posible ser explícita sobre en el luturo, pero recien despues de haber sido capaces de comprender
sus objm'vos dr gunm. aquello en lo (¡ue difieren (“'h‘ite. 2009). Demasiadas preocupaciones
Fuera de las razones tácticas. ya no es necesario ocultarse deuas' de ‘nos' dividen; y ese “nos”. para comenzar. posee fronteras. que sen'a bue-
un llamado cualquiera a la objetividad del conocimiento, a los valores no procurar redibuiar.
indisuttihles del desarrollo humano, al Bien Público o al bienestar dc En el Antropoceno. los Humanos están ahora en guerra no con la
l\'.'tturale/'a. sino con... en realidad. ¿con quin't? Me he visto realmente
en figurillas‘ para encontmrles un nombre. Se necesitaria un titulo que
din'da a aquellos a quienes se ha llamado los Humanos. pennitiendo
VJ Au'.l1nrl4xk ¡2007) no tiene un buen título: no hay dos partidos.
SI Tal u el V‘nlillu ¡le ¡4 rn'rica herlia a esta nm in’n por Hunucuil yjnmarxoun
Mi”). au mino por lulwllt' Swingers en la miuna recopilación.
":2 Mr tranquilun' oír a Anna ’l'úng responder r mi un. serena a un olyc'tot que
lr pu gun“)... llIA'lII'I'JFl""1""'«lllnï que il)". ’I ter-trip . .Ir al ¡irulcutudo‘
'33 Que (ad uno logre combatir hay) sus propios colores. c1 la única esperan“
rnolurionario: "Tal 'H‘l ya hermn tenido tlclumiatltn de (108 actores hn'tón?
(lt'll‘tk . | dc ljpprturiti (2008‘). y la única que e'ljtuga Italian.
(m..t."1l"trcrht. IK (le .‘tluil (le 'ZUI’.)).
34 l'.'\ la propiedad que le atn'htnr lu'belle Stengerx
LOS ESTADOS (m: NATURALFJ'A) ENTRE LA GUERRA Y LA mz 277
276 CARA A CARA CON El. I'lANFT.A
precisar sus auton'dades supremas. sus épocas. sus suelos, en una palabm De ahí la división entre geografía fisica (la gn'lla del tablero de ajedrez) y
gmgmfia humana (las socredades que figuraban peones). i i
su cosmograma. en lugar de fundirlos a todos en una masa informe.”
¿Qué habia por encima de los Estados! ¿las reglas del calculo econo
la ciencia ficción suele uu'liïar el ténnino “Terrícolas”. pero tendn’a un
dejo demasiado acusado a l'ïajr a las (slrrllas y. de todos modos, designa mico. el fantasma de la iglesia antes de la Reforma (Schmitt. 200la).
n'a al conjunto dela especie humana conside rada desde. otro planeta. en m ¡eyes de la naturalem humana. la guerra de todos contra todos entre
ocasión de un 'encuentro del tercer tipo" con unos hombrecitos verdes, los l-slatlos soberanos? Nada que pueda garantizar una paz duradera. El
¿Hablar de 'Gaianrsx'? .Sen'a demasiado bizarro. ,_'l)esignarlos “De Tiena dmma (le esta solución provison'a es que los límites estrechos de la sobe-
Adentro' [Cul'tmrux]? Se‘n'a peyorativo. Prefiero los Tam'lm (en inglé; ranía permitían siempre —y este es el pttnto crucial- la t‘limilaa'on' dt las
lumhbou‘nd). ¡amm dr lima. la paz civil entre bs'tados se obtuvo al precio de una guerra
Se' que es peligroso enunciar el problema tan brutalmente. pero estoy invisible, y total contra los tem'ton'os. De ahí esa extraña abstracción de
obligado a decir que en la época del Antropoceno los Humanos y Im una gnpolítica en el fondo sin 'l‘ierra, sin otro “geo‘ que la forma en dos
Terrestres deberían aceptar entrar en guerra. Para decir las cosas en cl dinmnsiones de mapas' tomados por el tem'ton'o. Lo que la ecología po-
estilo de una ficción geohistón'ca. los Humanos que viven en la época del lítica ha permitido comprender es hasta que' punto esta Realpoliu'k era,
Holtxmoestan' en conflicto con los 'In'n'zrtrrs del Antropomro. en el fondo. irrealista.
.St‘brnitt no previo”. cuando hizo de la Tierra el agente pn'ncipal que de-
finía las formas concretas" de política. que el rol atn'buido a esa Tierra po-
dia cambiar tan nipidamente. Supo ver que los las'tados-nación no eran
Los terrestres deben poder dibujar los tern'torios de los que dependen simplemente locali'zables en un espacio indiferenciado y que ellos mis-
para poder exrs'tir. Fs el último punto que querría abordar para terminar. mos se ernplal'aban definiendo tantos espaciamientos como decrs'iones
antes de explorar en la próxima conferencia la geopolítica del Nuevo Re-' concernientes al amigo y el enemigo existían. 1:30 era evidente en lo rr.L
gimen (.‘lima'u'co. Hobbes —e| Hobbes un tanto simplificado que adopto ferente a las fronteras geopolíticas: allí por donde pasa la frontera. pasa
como un cómodo punto de referencia para avan'lar en estos asuntos- ha- uunhie'n la diferencia entre los aliados y los extranjeros. (¡o‘mprendio'
bía logrado obtener algo de paz confiando la plena soberanía al Estado: muy bien que cada nue "a tecnica había abierto otras ocasiones de empla-
a las Ciencias de la v\.<'atur-ale7.a, una forma ¡ndiswutible de certeza; a la zarse y espaciarse: las" c.'irabela5' de los pn'meros exploradores. asi como
excg'esrs' bíblica. una interpretación estrictamente moral y personal; y los aviones de guerra o los subman'nos. definen cada vez nuevas tomas de
por último. asegurándose de que los oljïelos del mundo natural sean tiena.‘7 (No cuesta imaginar con qué atención habn‘a seguido Sc'bmitl la
totalmente desanimados y de que los agentes humanos se atengan sólo al teoría política (le los drones. como hace con talento (.‘hamayou, 2013.)
cal'culo de sus intereses. fuera de cualquier otro valor.56 El cosmograma Y sin embargo, si consiguió espaciali'lar la politica. evidentemente no
de este gran leviata'n, si acaso ha permitido retardar el estado de guena logró ln'storicil'ar la posibilidad de actuar de la 'lvaITa. Mientras todo el
ecologr'ca declarada, tuvo el inmenso defecto (le privar a la política de sentirlo de su libro consiste en situarla en el comienzo de la reflexión.
todo anclaje tem'ton'al. El lx-viata'n podía (lespla‘larse indiferentemen- esta Tierra. a fin de cuentas. pennanece estable en toda su extensión.
te por todas partes. puesto que los límites que diseñaban su vallado no
provenían sino del Fstado y de su designación del amigo y del enemigo. la tierra se llama, en la lengua mítica, la mad” dd dartho. la
lima está pues tn'plememe ligada al darcho. bo lle\a en ella.
como retn'bución del trabajo; lo manifiesta en su superficie.
35 Antes de indignarse por una ¡x‘rdida de humanismo. comic-ne recordar corno límite establecido; lo porta sobre sí. como signo público
hau: qué punto las propiedades de lo humano que quem’arnos saha'r emn del orden. lil derecho (3 lem'cola y se relaciona con la trlrr'a. laso‘ es lo
estrechas. ya que, por ternor a hundirse en el 'n:uur.ilismo'_ no integraban
mundo, (ucrpo ui nutetialitL'id.
"¡.1 sum la figura (le Hul)l)c\ («bo/ada por Voegelin. lean" el comentado dem'r‘
wtlc ¡“"an (H‘Jlla‘).
37 [imposible hablar de estos temas sin la mitologia. como hace Sc‘hmitt “985).
eos m, PLANLTA los ¿surums (m: NATURALEZA)
278 CARA A CARA r. mm: LA GUERRA v LA
PAZ 27g
uc cnu'ende cl poeta cuando habla de la tierm ¡"v/u ndammk l ¡mn-m cl (le .Sc‘hmitt, no el de las parcelas
¡qm v ¡a ¡la¡i¡.1¡'iulun“ma ltllus (.Sc‘hmitt. 200“): 47)_ cultivadas: aunque
. ¡o se exuaiga de la tierra en lugar de el
- ser un mero impuesto
h) "o (¡cin de ser el . hombre. sin
embargo,
l el que mide
"m
(/0‘" fm“ mm" cm“ ‘scihmm rclnvc'lm "‘“Y
bien el camino A! su" ' El “dm. Slgue stendo la humanidad.“ la tierra y
u'empo entre derecho positivo y “ammlwI ul n w midc’
. El hombre que
desde hace largo el que ¡WL (.l- qu e “ hac C de un funda es
pedazo de tierra el
que la solución modernista había cortado para sic (l ql campo
rm (lc un orden". Ni por un instante SC. l . .
. mntt .
'naturalen' habia sido confiada a objetos desanima(¡OS ¿<- fuC ‘ . ‘ .n imagina —-¿y cómo
C“ la época en que CSCI'IlXZ'.
cngcndmr ningún derecho nt ninguna política. .\-licmm. l Podría- _ que la llena ¡mada 0C“Par Otra
a Tierra P ¡(iO-n que la dr aquello que es tomado!
confundida con la "naturalel'a'. >11 nadie podía decir que
Cl‘a la m “¡mmHg-i (le Stirlinitt es que nace de la Tierra
justa'. Y sin embargo. uno percibe enseguida que ,
-n d“,
r l la "madre dd due.
"lg" “0 unciona (ho. en una l‘cngua nutlca.“pero .sm lograr conccderle
que una ¡msibilidad de penmmiento finalmente se ha cerrado. otra posibilidad
pc (bm pam volver es‘pacmln’icnte pereeptuible'
dicc la traducción francesa, ln'ñm ["¡(.¡.¡.csu.c- ro tambié n u ° que la (le senar el “orden social
aldeanoï Y Palm-(.01 (.landole una configuracion ¡nmedrata
no es ncccsan'amcnte “terrenal . Un espiritu terrcn Vhllo que Schmiu no
mente tiene del mundo una versión que este a ln e s Puede inmgtnar es que lamexpres'lon toma de tierra [Landhname] pase
a ‘.¡4¡,l,¡,,'ficar la Inma [mr la I ima. lan ese momento. todo dan'a
un vuelco.
de un n'ejo que mira a traves de su ventana un antig uo _ .ï'lllicio; \_|it‘lllr’.lS que. los Humanos son definidos como aquellos que toman la
pausajc ¡
europeo. En su vision del suelo no hay ni .‘tntropolog Tmm. los 'l'en estres son tomados por ella. En los dos casos. la Tierra sigue
. . . F
reparto terrenal. terreo. tradlctonal de los roles ¡L 4 siendo la \.ladre de sus derechos. pero no es la mu‘ma mad", no rs el mmn'o
entre el hombre. y c
suelo, se H- claramente en una de las numeroszm tlc Marlin); por lo tanto. no 1071 los mu'mos humanos. val. no son extraídos de la
definiciones
qu d
del nomas: e a misma glelm. hechos del mismo humus. sacados del mismo compost, en
una palabra. no tienen la misma composición. Que la madre del dere-
.Nom’os n'ene de nrmn'n, una palabra que. significa (ho. en el iondo maternal y lx-nevolente, en todo caso simpa'u'ca. pueda
tanto “compar-
u'r' como “hacer paslar'. El nomos devenir la madrastm. la hechicera. o incluso la man‘macho del derecho.
es por ende la configuma'ón
mwdta'la bajo la mal (l ordnt soria! y política eso sí que no estaba previsto en esa desconcertante idea de poner a la
(lr un puebla (la/in."
apadalmlr fxm'phbk la pn'tnem medición anligua (iea. en pleno siglo XX, al comienzo de la histon'a mítica del
y división (le las
pasturas. es decir la toma de tierras y el orden ( oncreto.
orden ronrreto ¡(ur ella com-
porta y mgrmlm al misma (inn/¡0. ‘l'endienios que asignar especial conside tación a esta inversión radical
l. . . ] lil nonlos es la medida que
divide y fija los terrenos y las tierras según en la dirección de la toma. (kmtmritunente a los Terrcsues. los Huma-
un orden preciso. así
(amo la (anfigumrin'n [llll' rnsulla (Ir nos no son dignos de confianl'a porque uno nunca sabe adónde se din-
r1!" [mm el orden fmh’lim, soda!
y rrltmato. Mrdidu. "nin: y run/igunu‘in'n geIL ni cutil es el principio que delimita hs. fronteras de su pueblo. ¡Por lo
lortnan aquí una unidad
espacial concreta (200”): 74: (.‘illln. es imposible. traI'ar un mapa preciso de sus conflictos.geopolrtncos.
el des! Zl("«l(l() "IC pertenece).
() bien dicen que no pertenecen a ningún lugar en _L'5l)cc""‘l‘ dclm'ldos
Y añade: sólo por cl hcehu dc que. gracias a su cualidad espiritual y\,Il]0ntl.c;:’l.1
sido (apart-es de liberarse de laS' severas “necesidades de la 'A'a'llslummino’
la torna de tierras. la o bien afirman que pertenecen totalmente a la Natural'elïad)ddu_cnc mn
íund ación de una villa o (le una colonia .
(le necesidad material. pero lO que cm'cndc" a
melven visible el Hornos por ¡“mella l. “do que cl
con el que un (:lan o el se'quito (le un
¡ele ” poca relación con los agentes quc l)"c“""“""‘:mc ha“. dTLÏlmmnco‘mo
“n l’W'l’lfl V I'm/nm .wlrnlun'm. m .Mlm dc ¡i1 ¡“.(.(._\.¡-d¡¡(r d rei.
lt (,' n un lugar llu‘irw/¡i'an lu'sllin'clmml- “¡[055] parecen." fuera-dela- te.
r y. hat
. .c n ¡Ir tm .
¡in/(¡zu (Ir [Irrm el ram/m (Ir [11"le (1'
un Imlrn.
' ¡5).
1m l-thn .-nnln'gt'ied.'td es explotada Por Hu“, (20
Los l.’S"l‘Al)()S (m; NATURALEZA) ENTRE un GUERRA v u PAZ 281
280 (.A‘RA A CARA (ION lil. PLANETA
conferencia dicie'ndoles que ahora pueden despertarse de un mal sueño, l',".\puls.."ido del meandro del Elba. el ojo del espectador virtual se veia
que esa expresión de “la guerra v la paz" aplicada a la Naturalera no cm for/ado a mcilar sobre el mejor ángulo que permitiera captar el cuadro
más que una simple manera de hablar. Qué agradable sería volver al A". de (.¡‘Lspar David Friedn'ch. lo que obligaba al w'sitante a din'gir su aten-
tiguo Régimen Climático. Volver a darle la espalda a esta tragicomedia ción al interior de sí. (.‘uando regresamos a ese cuadro, dos siglos des-
dejando de afrontar a Gaia. quedar cara a cara con el planeta. Nos recos. pués. nos damos cuenta de que hemos sido expulsados de la \."aturalel'a.
tan‘amos confortablemente, con la cabe/"a sobre la blanda almohada del cn efecto, pero ya no es porque ella sea exten'or, indiferente. inhumana.
climatoesccpu'cismo. .. eternae sino porque nosotros nos hemos enredado tanto con ella que se
No se' si ustedes recuerdan que. hasta hace todavía poco tiempo, volvió interior. humana. demasiado humana. provison'a tal vez. en todo
cuando mira'bamos el cielo, en la mañana, podíamos contemplar en él (15.0 sensible a todo lo que hacemos. como tercero en todas nuestras
el espectáculo de un paisaje indile‘rente a nuestras preocupaciones o. acciones. Un tercero que exige su parte. ¿(,o‘n que' reglas de distn'bución
sencillamente. el tiempo van'able. que seguía su carrera. sin que eso nos darle lo que le es debido a ella. a quien el poeta saludó con la invocación
conccmiera en lo mas' mínimo. la naturalel'a em exterior. ¡Que sosiego! de ¡'tulissinm (rllus?
Pero hoy en día. en lugar de encsmuirnos con las nubes. esas. nubes, en
una medida cada día menos intima. transportan a la vez nuestra acción.
Llueva o haga buen tiempo. de ahora en adelante, ¡ya no podemos de-
cimos que no es por culpa nuestra! En lugar de disfrutar del espectaculo
de los rastros dejados por los jets en el cielo azul. nos estremecemos al
pensar que esos aviones modifican el cielo que atraviesan, que lo arras-
tran en su estela tal como arrastramos la atmósfe a tras nosotros cada
vez que calefaccionamos nuestro departamento. cada vez que comemos
came. cada vez que nos aprestamos a viajar al otro lado del mundo. No.
sin duda, a menos que. contemplemos los cuerpos celestes en el mundo
supralunar. ya no hay nada de exterior sobre lo que se pueda meditar
apaciblemente.
¡Aquí abajo, en el mundo sublunar. el sentiun'ento de lo sublime tam-
bién se nm escapa! Para tenerlo e m necesario que sintie'lamos nuestra
pequen'ez ante las grande/as de la naturaleza. así como la grandet'a de
nuestra alma ante la brutalidad de esa misma natumleza. ¿Pero cómo
sentir aún lo sublime. en el Antropoceno, si de ahom en adelante so
mm. una fuel/“a geológica tan poderosa como las cadenas de montañas.
los volcanes, la erosión; si. en materia de brutalidad, somos nosotros.
Im Mmlernos. quienes nos hemos .‘ltihorrado el alma hasta llegar nueve.
mente a rivalil'ar con la nsuumle/‘a, nosotros, que de ahom en .‘ldelante
compartimos el mismo llt'W‘llÍProf“? Nunca mas podremos .‘ipzu‘iguar
sencillzunente nuestra hylm's ante el espectaculo de giamliosos paisajes.
En el (¡ran (kilo entre cuyas ¡mredes estmnos ahom em'et'rados. hay un
(Jin fijo en "muros, pero no es el de Dios que mim fijamente a (."u'n
Octava conferencia
¿Cómo gobernar tem’toríos (naturales)
en lucha?
)ara ellos demasiado formal- que sesionarían del mrmh, e “nm-ón impen‘al. la colonización.
intención de hacerlo y durante tanto tiempo como ue mu la n. l¡ada de realista la d
hay en una asam
¡x‘rdonam'n ustedes no haber podido entar pensar e n (¡n-limïrond'o/s. ¡“(lugo
la sala de si logmran entenderse,
l’anme y en aquel momento. tan crucral. en que el rin“) fi“: "0 (¡darían
de eSCapa'rseles. en cua
los ¿«sdl‘firos dc ¡'n manera
más inextn’cable, e
(un log-.2”)S problemas
se han vuelto. como
J’tttul1lu'w dirán
ustedes. pero. desde luego,
AI- oblcmas
(lc “manera global“! Y sin e
ms plrhabíd, que
-\ntes de transformarse en algo complc-tamente distinto. evitar ceder. Pese a la pal abra
los ht ados (li.¡“(:"a(:()l, no ‘partes'. los miembros
son ¡m fmrm
nemles se reunieron. como salxvmos. para resol
ver una simple
(,e‘- de un Todo supen'or que pennita
cuestión 1 “wndo un papel a cada uno. así unificarlos
de impuestos. Del mismo modo, salwmdo las difarc como una función y
netas. la simulación .‘¡ln’ l ‘ . unos límites.
. o pam; en el sentido . , .
tomo' como punto (le partida la cuestión climática. diplomatrco.
pero se asignó Sln i' en una negociación que
pósitos muy diferentes. Si el modelo es más pm. no pue-
realista. en
primer lugar ¿e (k. (.¡“pc‘lar porque. precisamente no hay árbitro super-¡.01- ni la fuem
debe a que. sus creadores habían decidido ni
no concentrarse cl derecho ni la naturalel'a. (.o‘ntra el diluvio de buenos
sible meta de reducir las emisiones dt- (.‘()._, en la ¡mp0 sentimientos
para intentar que demasiado a menudo acompaña a la cuestión e'col
permanecer og|"ca. había que
por debajo del fatídico límite de. los 2 "(1 de
calentarm'ento. ¿(r-ptar no reunirse bajo un pnncrpro supenor comun
el excelente libro de Stefan Aykut En cfcc(0_ . Reenconuamos
y Amy Dahan‘ los había aquí la figura del (.‘lobo de la cual. conferencia tras conferencia.
de que el Régimen Climático no cmn-cnm-do hemos
puede. conducir sino aprendido en que" medida em no sólo imposible sino moralmente.
salida: ¿como pretender resolver a un callejón re-
la e<mseeueneia leiana sin ¡¡':U'n,\.mu-rite. científica y políticamente deleterea. hse
(IO, sobre la maquinaria del elima— —la acción del era el. punto ’de
sin atacar sus causas partida (le los estudiantes de mayo para poner en escena
múltiples decisiones sobre los inmediatas: las su srmulacron.
modos de vida de l as ¡“al es el riesgo que. aceptaron tomar: ni Dios ni Naturaleza
tes? laso‘ equimldría a un intento naciones participan- y. por lo tan-
por limitar e l uso de las n. 'nin gún Patrón!
despues' de haber alentado annas de fuego
su libre distribución. Para t llagnmos la lista de los pn'ncipios supen'ores comunes que ellos ace:
fuese realista. había que . que la negociación
(‘oncentr.trse. ((‘ontmrianurnte. taron nn invocar. En primer lugar. comprendieron que no ha) queco
(.‘()l’) en las' diversazs maneras a la verdadera
de ocupar territon'os. tar ron el espejisnu) de un gobiemo mundial que.pu.dtera.
nación de cuotas de (203. no en I a mera asig-
Era cuestión de preeaverse un nn'lagro (le, coordinación y de buen gobierno. atnburr a eancsat Si
posible de la (ZOI’ 21. contra un fracaso go
pre figurando las reformas parte (le (.‘( )._ o (le compensación financiera. so pena de .sancito
llevar adelante. (le procedimiento que ¿bier-
mmos del derecho de soñar con el, es porque la ausencra dlcamcscmg
bbbrt' todo. había que mb“
considerar como irre. Hu planetzu'io es demasiado evidente. Tenemos que vprúcg‘m'nno.
exclushamente a ali/able la idea de confiar 13 ONU.
los Fst ados-nacion I a la ONU lo mismo que se preguntaba Stalin sobre eld a h (20.? no está“
Cer’dOS por SUS tarea de resolver los problemas
mane ras. muy
uto'picas. o en todo e asu ¿“laintzrs (livisiones?". Los escasos procedimientos acrccmplmnflo’áno
tres. de ocupar
sus sue los. las
muy poco terres-
fronteras de los list aqui ni para preíigumr esc gobiemo mundial m par
n'sto e n las dos ados. como ya hemos
conlt'zre "cias pit-rias. \iulpletnente para atenuar el estado de guerra.
cuatro siglos, con resuelv en un problema que
e l propósito de. por data dc
una parte. imponer la paz entre glob.“ (3 lml "Sl tan
religiones que _ gar . ¡aIHpOCO ll 2“ N"!-l ll l Klit‘m
( ya und" ‘u f,
se voln'eron locas Milo todo el mundo -,s
tic-mts poscrídas y. por otra, asegurar la toma ilimitada
dc se volvu c hau'3 ella...-
t w d" ..
h asta e ntonces rttt'tdus. Aún no ¿y el que la alx'lam’"
por otros grupos. (.‘uatro hemos visto un ÏOIO a hs.
siglos mas' tarde. h¡L ¡'l arriiclito auloma'u'mdt' '05
l -.WesL de la l ..\"¡turalel'¿t
r han '
penntttd‘ o e a ¡"e
. . . | a
intereses ‘ l vl tt"|"”
¡ur()S(t - d" 'L‘
s . (‘omo
. vi escn'to en las PlnmmLg di
4 Se'. prrx ur.Iba . » _ Y .., s TA ¡e los n Ciencia (lt'
M’lir de l í“ Átnantltu” , em a
¡bl plan . z u] no lnnlt 3. - ¿"u-ra: r I lugar ' la
. ¡nd de poner .\ todo el "¡un do (¡l.
\'l'4l'\ llllll'll'.l\
(l('\('l :uláu por Aykut y Dalmn (2015)-
la n'tllll'llcld’ tampoco tiene la capílc“ *
¿CÓMO GOBERNAR 'l’|-'.RRIT()RI()S (NAwmus) rm wcmv.‘ 291
2m) CARA A (.A‘RA (ION III. PLANETA
poner decretos indiscutibles a todo aquel que consume. produce, com. 6| printer día lrLs delegaciones se presentaron unas a lu ouas. raras eran
Lu alusiones a la Naturalel'a, a la Humanidad. al l’lanela, al Globo. Nin.
pra y vende. lncluso cuando. por una paradoja que nunca ha dejado de
sorprcndemie. la sensatez tiende a atn‘buir mis (‘CHCI‘A’ indiscutible a las ¿una habló de otra cosa que de ella misma. (a‘da cual se sabía sola. (,a‘da
leyes (le la economia capitalista que a las de la nalumle'la -fusionada.s um mhía que las otras estaban solas. Nada las unificaba de antemano.
las dos. por otra parte. en el tema común de la naturalil.'acio'n-." parece Su superior común e m tan sólo el marco propuesto por el secretana'do
dificil olvidar que de diez economistas apenas pueden obtenerse quince que las habia reunido y que ellas habían aceptado de manera pronso'n'a.
conksejos contradicton'os sobre la política por implementar. En cuanto Nada nnL’s que un middlt ground, un claro entre dos suspensiones de ar-
ensamble (le tecnicas útiles. la economia no ofrece en mayor medida que mas (White. 2009). La minúscula ficción de hallarse sobre el escenan'o.
las otras ciencias la Gran Unificación de las leyes del Planeta. En nuestro en un teatro. por cuatro días. rodeados por un mínimo mobilian'o con-
afán cle economiïar la ecologia. añadimos una multiplicidad vertiginosa u-hirlo de apuro." definía sin mas' los límites totalmente artificiales... y
a otra multiplicidad. reconocidos como tales. ¡Era realista precisamente porque nada dz natu-
Si existiera un gobierno mundial. una Natumle1.‘a unificada. una (.‘ien- nrlse munile'staba en el ejercicio! Nada estaba escn'to de antemano; por
cia universal o una economía que funcionara de acuerdo con leyes in— N». el eiercicio [India fracasan Por lo demas'. todo el u'empo estum al filo
quebrantables. los delegados se habrían reunido. como vimos en la con- (le resultar fallido.
ferencia precedente. bajo la egida de lo que habría que llamar un (cuasi)
Estado de .N'aturaleïa. Poco importa que ese listado sc presente como
secular o profano: habría sido apolitico en el sentido de que se habria
mantenido la ficción de un árbitro soberano al cual los delegados ha- l’el'o :run era necesario que los creadores fuesen capaces de otorgar ve
brian podido apelar para poner fin a los desacuerdos. Los delegados nm’militud a este interior sin exten'or. Si subrayo algunas de las inno-
habn’an ocupado una función. cumplido un papel. seguido un guion. nu iones tlet‘isiv.‘rS que fueron introducidas es porque estoy convencido
No habn‘an hecho sino imitar simples operaciones de policía. Sus dele (le que sen'irrin en el futuro, cuando haya que convocar a verdaderas
gaciones habrian sido partes. en el sentido tantojtu'ídico como organiza- nt-qru'iaciones (le paz."
cional del te'rrnino. visto que les habría hastndo con obedecer reglas. Los I'rirne a innovación. la mas' radical pero la que pareció ser obvia: ya
jóvenes delegados se habrían divertido mucho. tal vez, pero del mismo no se puede dejar que los Estadosmación sean los únicos en ocupar
modo en que tan bien saben hacerlo durante una partida deljuego de la est ena. Para evitar esa utopía hay que colocarjunto a ellos delega-
('¡nnes nn rslamlzs. Ya no porque representen intereses supm'mrs a los
(le la Humanidad, sino porque son otras potencias. poseidas por otros
5 Eso es lo que perturba a lm r lin:'.uoeM e'plicos cuando en u-rr'lad tleben'n
mlnqnilimrlm: el (.uo es mn rulo que hay que tornar lo como una una] dc
una u'tuariu'n elet timmenle e.\( epcional. Edwards (20H!) hace la sugerrnch.
(«Lulu rnris ¡x-rtmbmlom. (le que L'u r erre/¿n nunca sem'n tun grandes como
7 La tuun.linmucio’n rnntcn'al del lugar. cuya irnporuncu" cn toda empresa
ahora. Miu“ que, al modificar tanto el sistema. .‘t'.|nrlrie'n lo vuelve cada ":1 (liplornititïl bien conocernos. fue confiada al grupo de duc'n'adorcs ¿lcrmnn
rnenm prn'iu'ble'.
Rzruln I abrir.
Ü la segunda ll'.lllll‘.ll(‘l‘.l (LI Et onornia) siempre es luis dificil de poner cn
H Desde latour (|99| ). mc ohsu'no en buscar la forma cncu y la factibilidad
duda que la prrtncra (l’olanyn'. l‘JH'A f l‘J-S'Ïrl).
¡mir tica (le lo que cn ese entonces yo llamaba el 'Parhmcnlo de Lu (¡mi
aqi “¡A A (:AItA t ZON lil . l’l .A N IZTA ¿cómo (.‘OBERNAR 11mnrmmos (NA'mnAus)
EN Luemt?
293
(g
'ntereses" que tjercen
sobre los primeros una prom)“ onu’nua
y “cn...l “¿una aqui. estos intereses. estas imlm'cacioncs.
“e t caían una sola
A .
otros territorios. g
otros lupa,“ L: l wqwhl (.n ¿al debate. que es la de datos
[l omrt n . por consiguiente.
. punto decisi- que tmzaban el cuadro
pr x ' luego.
donde
cuyo noinlne tet‘ttelda a auttguos dude
VO l"«.(¡ue lasA delegaciones elemento; “pcmhan las delegar-iones estamles. Los datos mmm" al“:
—"Suelo . “Oceano”. "Atmósfera".
n
llü m'tdoss de la 'natumle‘la" "F ,V (¡csd'lulna(los. h." tod-Orca“). desdmmatiudos.
en vías de (lempan‘cio’nï no estan allí pam natumlizzu' la (¡l-“mio,” im" "‘"dOS Fonnaban
la rall Cll’as. no una voz,
cm.“ agcmt's. no un drama. no
recordáindoles .‘l los humanos las'necesttizltlos dc su «ambicmü “n cuadro. no ¡"Inga Cn cum. Dig“) de otro modo.
“" ml e" una lOdílVÍR estábamos
finde rqmlitizar la negociación. impidiendo qtle se ¡ku-n“, cl suelo no reacuonaba a las acciones
c" Cl “"“WCHOZ humana Todo
rápido coaliciones sobre las espaldas de los otros.
a Ids' posibilidades de actuar
l’or eso en. imlxmante qtte estas delegactones no Conve ncionalm “mmm cuando “"0 "“n'buye una figuradón
¿e {nm/¡(llihlr con las de otras POSibilidades de actuar. Entonces. la míu'tnbu'.
presentasen con la misma pompa. y según el mismo prmocol
0. que ¡:1st n'a'n puede (Olite-“741..
los Estados. antiguos o nuevos: cada delegación esta formad a de el le
la misma Si aceptan ustedes (1,:me rritorio. no como un segmento
manera. se expresa en la misma lengua (en este caso, en inglés) y md”, de
"npas en dos dimensiones. sino como aquello de lo que uno
estu'n l’t'pl't'M"lllildil‘N por los inIsmosjuvenes de u .‘tje y corbata... depende
Ninguna para subsistir, aquello que ttno es capaz de explicitar o de ws'ualiu'r.
e.\'tr\.\agancia habría sido admitida. [At delegación “Océano”
no preten- aquello que uno está dispuesto a defender. entonces toda dmmatiza-
dc hablar mediante tempestades y tsunamis . así como “Atmósfera”
no se ción. incluso ficticia. de los actores que lo componen modificará la
toma por Bo'reas. ni "Suelo" por un terro’n que hien'e de
gusanos.“ No
están representados aquí sino potentes intereses. capaces composición del guion (Lussault. 2013. Latour. 20093). Poco importa
de se ñalar a las
mms partes inten'im'entes como sus enemigos. l’or ejemplo. la figuracio’n de la que se parta: lo que cuenta es la reactividad de las
las' acciones partes inten'inientes. Si les sorprende que se haga hablar a "Bosque'.
de un país que acidifican los océanos en grado tal
que los transforman
en desiertos son la prueba de que pesa sobre este entonces deben ustedes sorprenderse también de que un presidente
ruasi dominio. lo que
conllma inmediauunente la réplica de la delegación hable como representante de “Francia”. Persona moral por persona
"Océano". “Lo que
ustedes. delegación ‘Estados Unidos' o 'Allslrdll'n'. moral. cada uno tiene mucho que decir y no se expresa sino por una
le hacen sufn'r a nues-
tro dominio. nosotros lo conside mmos como vertiginosa serie de intermediaciones. Si hien hicieron falta muchas
inaceptable para nuestra
soberanía. Oponiendonos a ustedes. definimos decadas para aceptar que la definición de la democracia como mln-n.
e l límite de nuestro terri-
ton'o y mitfimmos la [anna del dt ustedes." tad del pueblo soberano corresponde. aunque mgamente. a una realt-
lis una ficcion. desde luego. pero dad. hubo (¡ue comenzar por una ficción. “¿Qué? ¿El pueblo soberano!
la ficción reside únicamente en
punto de otorgar. por intermedio el ¿l’ero donde. tiene usted la cabeza?" “¿Qué? ¿Una delegación del Bos-
de una prosopopeya. una misma
betania a todos los intereses. so que? ¡Ni se le ocurra!“ A los estudiantes sí se les octlrn'o'. y no parece
(Zomprende ra'n ustedes la sorpresa de
soberano que vigila imperturbable un que eso les haya plant eado el menor problema.
su dominio y que de repente oye la .
rrp'lira n'rulenta de los te Me dio mucha alegria que la negociación no haya .t’ropce-¡(ÍO t‘" Cm'"
mion'os que se ponen a gritar: “¡listo
tuyo". l .a toma de tierra )a no es gún momento con dicha objeción. (.o'n mucha educacmn )'Sl.llr.('l (I‘IIIIINH’
se imierte de inmediato, y, con ella.
ción misma de lo que quiere la defini- signo de vergt‘tetm o fastidio. la infatigable presiden!‘CJ'Ü'I“:L4r 12""g'
decir. pam un poder ctmlquicm, poseer una
st“ dirigía a “Suelos” oa "Amazonia" um bien como a '(¿tnada o a .uro-
pa - . La liecio’n parecía verostmil
- - ¡xxrqu L. st. suptmía
l’t‘l ue cada delega-
Ilmflmcilm un
ción c m “¡paz dc hablar, lo que evidentemente rel'su ta mi c 1m con”. de
9 . . . 4
J Interes debe wr ( umpreudido _ teatro habituado a oír resonar entre su tmmoln .| \‘0!, ( L .
en el \cnu(ln dc |.-¡ xvglllldfl y tercera confe-
rencias. (omo una propimlad K)“l llL
general de l.“ ¡xm'hilidadex de arllr-Il 0"" (l C l ¡LS l l.“ l JS. lCr( ) (dlll i )l( ll l
“¡pt-¡ponen y se
intrqx‘nelmn. "c d - dc los ¡"UHSÍÑIOS 0
I . ' trate
l I (.ulh .
lltl(x.l(ltlll1)l)ll)"'.|l(¡HQIIHL‘HUJ
. i I ¡“4| ('Xlnllljl'l'ln. “l M‘
llnl llllS
(“dm ¡US dispositivos discursn'os tienen
_
nabandonados del -
petróleo". ¡"mi'mr a ¡”s otros Países red“. el.
‘ Blade dc Naturala. .c 2 bajo el arrb'¡Uaje
Mintras que Hobbes ' ex
CI. y '0 l C a . le",
cicndo a hada I ¡Ca después de décadas
10 que eSIAS' inmmtciones tiene de guerras civil
. A’hom (Bonn!¡Rangel-(¡Micra con todo‘s Il de I,olillgociaciones
estos intereses. todas sobre el clima es que
estas panes hay
tnuyentcl-l lugar pero ¡:0';islas que ya
afuera, en la ionna de ¡nnumerables campaña.s e‘stán en ‘guerra. ¡cuando
' t v . . . . . t xy eso qué cambla?,
de, Ico’lnu'lllcill:¡Kllflsl‘mílll:)»S‘llsulíl"f’l.)I“L'I(I.l:l,'lancia medirán ustedes. Co
ducc'incflnticlncia. de rwbyimg. sala de quier ¡"mmm dc geopolrtlca:
cada vez que
gimicnw de otra potencra,
iguales. Dentro de .ese ambito, seg c l‘.’ ,s le o, os paises las otras tuvie
cl cálculo de sus interCSes
intentan reducir el impacm dc la_s COI.“(.“L'ÏCÏHS (llanas ‘ 0 ql": las emi. ¡(como antaño Espa"
irrupción de los Palses BaJos_
siones de (.‘()_., le hacen a la maqurnana clnnattca— procurando hallar un o en la act
consenso; afuera, todas las otras partes, convertidas en otros la dc (ml-na), Es lo
tantos gm» que en los tratados se
pos de presión, combaten -en el mayor de los desor denes- por (lt-.scubñr o Cl discordantc concierto de las
nacio
las causas cercanas. En Les Amandrers. los organizadores decidio (0.an SC agita este. equilibrio cuando
ron co. las
locar a todas las partes adentro, para que ya no haya un exte rior, y para m." ;| exigir lo que se les debe
que se viera a los "partetomantef ejerciendo su presron todos ju nlos.
1' ¡"‘lmlcar! ¿N0 CS como Para recalentar el Estado, -cse monstru
Que
cada uno pelee por sus propios colores (Lippmann, 2008).
haciendolo bailar?
la regla de composición es de una gran simplicidad: cada vez
que se [,o que la simulación nos permitió testear es
diga que un problema planteado a los gobiernos es "mm/mal, que hay dos direcciones
se bus. posibles para gobemar en período de mutacio' n
cará insertarlo en la simulación, dándole fuerza. figura y voz. ecológica: hacia arn'ba
Dicho de o hacia abajo. Hacia am'ba, apelando a un pn'ncipio
otra manera. si listed desea arrancarle una parte a otra. entonces supen'or común.
pani. cl Lstado de Naturaleza. Por desdicha, este no sólo
cipc en la redistn'bución, pero (¡ur eramos su mano. Según no existe. sino que
este principio_
en adelante se debe decidir sobre las delegaciones. no de ¡((it‘lllás despolitiza cualquier negociación q ue, así,
acuerdo a la se convierte en mera
verosimilitud de su figuracio‘n mas' o menos convencional ."iplicacio'n de reg las de distribución. Hacia abajo.
aceptando que no se
o verosímil tiene árbitro soberano pero U'atando con igual
-“Suelo' o “Ciudad”, "Atmósfera" o “(n‘ngo", “ONG” nivel de soberanía a todas
o “Árticoï. sino de
acuerdo a su capacidad de o/mnma- a las mms r.1-/)[iril(nulnsobre las partes inten'inientes. La pn‘mera dirección
qué territorio es utópica. en el senu'do
semrutnlmn. Si una parte es capa/z de tomar el ctimolo’gico de que está “en ninguna
territorio de otra porque parte"; la segunda consiste en darse
esa otra ya lo ocupa. lo invade o lo limita, entonces un suelo. ¡l’ero esa situación ya existe!
se le acordará igual Es cierto, pero al menos permite
soberanía. No tendrá que actuar solapadamente, repolitiz'ar la negociación por
deberá presentarse y lo que es lo mas' esencial: la pertenencia a
decir cuales son sus intereses. cuáles un territorio. Si la democracia debe recomenzar.
son sus objetivos de guerra, quiénes es por abajo: cae como
son sus amigos v sus enemigos. anillo al dedo: ¡no hay nada
en una palabra, dónde se encwmtra, que' mas' abajo que el suelo! ¿Quen'an un bollom
es lo que. pennite espaciarla de uf)? ¡Pues ahí lo tienen!
las otras. Haciendo asi. hará visible a las
otras el territon'o que ella ocupa Qui/cris ustedes recuerden la frase del general De Gaulle (1959:
o que la preocupa. 54):
las‘te problema de repartición "En el club de lOs Grandes.
de. las luce s v4 de las condiciones de iltr encontrábamos. sentados en los mejores ¡tE!-
minacio’n es el que. a mi ".«'Il'es. tantos tremendos egoísmos como miembros inscn‘tos 'L'\.'lSll.d'll
modo de \'er._justifica
el vínculo con un CPÍSO' l
dio constituyente. Ls' lo realismo en geopolítica podn'a pedirles:
que permitió a los estudiantes descubrir requiere-jamas" creer que uno
estaban en estado que ya
de guerra y que la negociacio’n ¡US “miembros inscritos" que abandonen su “sacrOsa‘ntO l’g‘O'Ï'lm
no tenía nada ver que
mc" S“Promo de todos. (.‘on todo, el realismo en Galt'l-Po'illllfi: plclcmesc
lN'diI‘ ¡t las partes intervinientes que definan otra manera :mqm "(I
l7 Inspirado enjohn ('k'Uísmo debe defender hasta la muerte, ¡modificando .prL'mC‘I-Ñllnlv (".1"qu
I’alrnesino y Ann-51')"
Rónnskog. fundadores de I'em'Ïonnl
Again. ¡"I n'lun'u se lmla (le defender. Después de todo, lllCillw‘ el gsm i
. .
sabra e - .
- eligiend
bien que defender a su patna o pc e ‘nmo'vil detnls'
pcnnancerl
,‘(IÓMO (zonas/m TERRITORIOS (NATURALLS‘) me LUCHA? 301
300 CARA A (.‘ARA CON lil. PLANETA
es asi. en verdad. como se aprende el “brillante arte de la (liplotnacia"'?"‘ (¿5 porque serían incapaces de consagrarse por largo u'empo al ’bicn de
M105" (Ostrom. 2010). La tragedia proviene de la creencia reciente de
que no se puede calcular el interés del individuo —esta'tico. animal o hu-
mano. pon) importa- a menos que sea de una única manera: posan'dolo
Para que la simulación de Les Amandiers penm'u'era instituir o instau- en un territorio que sólo le pertenece a e'l y sobre el cual e'l reinan'a sobo
rar a Gaia. habria sido necesan'o que los delegados logrls.en realiïar dos ¡anzuuenltrz y luego, remitiendo “al exten'or' lo que no dll» sertenido en
objetivos que los creadores se habían propuesto. pero que no consiguio menta. Tal es la novedad ¡mi como la artificialidad de este u'po de cal'cu-
ron alcan'lar. Habían previsto pedir a las delegaciones qtte visualizamn lo. que muy bien subraya el término técnico ‘extemalimción': sinónimo
por medios ido'neos las. nue zu formas de sobe anía superpuestas que se exacto de nrgligrnn'a talatlada, y por consiguiente. de irreligio'n (Callon.
hallaban explorando. Finalmente. en el curso de la última ceremonia. IMM) .'-‘ l’am recuperar el mundo común -y acaso también el senu'do (de
llabn'an quen'do que los antiguos ¡”sktados-nat‘io'n n-(lejim'rsm su soberanía lo} totnún-. la solución no es apelar a la Totalidad. que de toda maneras
a vista de |th otras delegaciones. Si litio aspira a que el nuevo namas de la no existe. sino aprender a representar de manera diferente el territon‘o
'l'iena no sea una ¡nera visión fuga/2. tiene que aplicarse a esas‘ dos tareas .Il cual pertenecemos. Lo que a continuación permiu'ra' modificar lo qtte
para completar el ejercicio. se pretende defender. en nombre del tremendo egoísmo. Se' trata. en el
Probablemente habran notado que, en la tercera conferencia. ya ba- tondo, de inlmiaümr las innumerables superposiciones de aquellos de
bíamos reparado en la dificultad de poner límites exactos al “tremendo l_llli('nl'\.' descubritnos. poco a poco. cuánto dependemos para subsistir.
egoismo'. Por mi parte. habia intentado mosuarles Cómo se había bur- l-Zn ter minos de geopoliu'ca. la cuesu'ón equivale. pues. a n'sualiïar so-
lado lnvelock de la extraña idea del gen egoísta. no porque dudase de bre el mismo suelo van‘as autoridades superpuestas. bos holandeses. por
que los vivos se interesmt con avidez en su propia suerte —¿que otra cosa rl‘t-uiplo. se mostraron capaces de elegir al mismo u'empo. desde el siglo
podrian hacerP-. sino porque dudaba de que pudiesen delitnitarse con
cette/a sus intereses.“ Lo que la teoria de (Laia pone en entredicho es
la distinción entre uu organismo y su :unbiente. Aquí nos eneonuamos
20 Asi como la localineión en cl espacio v el tiempo es la mis formal de Lu
con el mismo problema (le ('¡ilt'ulo del egoísmo —sietnpre igual de “tre o¡x-t-.tciones que sin embargo pretenden definir la Imtem‘ (como muestra
“'lu'teltead) . de igual modo el formateo de los intereses indhidinle; difltnlm
de su "t ontexto‘ es la operación “¡si politica que pueda eKntir pren'untente
alli donde ella pretende definir la evidenria' en cieru forma autor'tona de los
iuteiews humanas. El problema es el mismo tanto en finca como en ( icnt i.“
IH ’llu- luillunt ’.lll ul diplouimv'. ( ¡tudo en plena (lisis por la picsideut.'i_]enui-
\(Kl‘.ll(1\. v ambos procedimientos nacen al nmn'io tiempo. en el siglo .\'\'ll.
le! (lliing .l un delegado inquieto,
".l Sobre la negligencia como autónimo de la religión. wav: la (ita de Sem
I‘J Ve'ansc p. 1‘12 v \.\. (le exu- lilnu.
p. 175 (le este libm.
¿(".(mo oomamAR 'rrznnt'ronios (NATURALES) EN LUCHA? 303
302 CARA A (JARA (X)N El. PLANETA
1'? l’unto ewmial (le .St'limitt (".00lli): num .l ex t llt‘\|lÚ|l «le ámbitos mpattultn ias. lil agua del acuífero del Valle (l'ntml gana o pierde sus propiedades.
«¡mua!tamente a loque mt ('(lt' a partir de llolilies-, sino de un pn‘ncipiu un .lll ilnttos. según la manera en que uno lo asocia a otras ¡xisihilitlatles
¡le Slllwllknltlúll de los mismos mutuos pm ¡minas distintas de poder. Ese
«le at tuar. De ningún modo el agua externali‘lada por cada perforación
innmo punt ¡[iio pimide la 'xt-nw'm t nrnlilut iollal' propuesta en Ialour
t ¡wn
'¿‘l Drum” .uulit iaInu-nu- IllIHllll ido, dado que w ll.‘||;|l).‘l (le una “uta lona
lnunetla u\trtti.iti¡ .¡mentr (lt'\|l uitla (ll‘!|llll"\ «le la t oloni/m ión. 2:3 Este juego de ¡x-t‘ouificacióu m el ulji'eto (le llohlm (|97|: lti‘S [up 4\'\'l]li
la et onoun/at iu'n es el H'\|Ill.‘llln (le un trabajo «le louualeu y de petíonna- 'l)e ello se deduce que. si cl autor cierta un 't(||\\!‘lll0. cn \1"ttutl(lcla .utltui-
l ron, lu que ¡wmutr deshacerse ¡le la ¡(lea de que el Ílumu namamitus sería
tlad l(‘( ll)l(l‘.\. compromete así al autor tanto como u' estr lo hulvlcxc (cuado
un 'nalmpï
e'l iniuno'.
El. PLANETA
304 CARA A CARA (ION
Inbursa
como la idea misma n \le)(‘ln()s como -.- . qtu-. son,
de ge opolítiea. sobre la e.'.\islenei'.i figurar las superposruoms l” l sin e
de h sube n-
ra natural": el Rin, o no de “fronte- '
"l unico . s. C . ‘3 IOI - -
medio para reconstdemr de.d cuo la cut '
los lïrales o e l Rubieo'n. .
hicimos soportar a Despues (le todo lo (¡HC l" Hta. Las redes. . g. -' '.'|’¡'giiquo-
r siguen
desgraeiadamente —SC 1"“ l"“' Pm ‘m i" -‘
l a (noción (le) “natttr'ale'h’t".
(le. límite ya no CS (‘\’¡(l<'““’ ‘lm' ("sc “P”
nos permitiría estabilizar
l as rel.‘tciont.-s entre posnblhda-
histon‘a. finalmente fusionadas. las‘ como Sl cada límite. cada fronlem’ ’05. u-r a la tentacmn de cegamos de nuevo. aceptando
' '
.
v
aquí en lb‘QG. .‘II igual que en |933- / '51 Así. se habria Invcrut ‘la menu
despues, dc haberlume'itlu
(¡al Jrflh‘um“
todo el trabJJu
H dntritn l mnpletn I - . l" dc h (‘01
resultó d ntxuidu. cg A 0P c
el piitnern. v r u se ¡egixlrztrun sóln (los sobrevivientes 1'" donde los>|cfs‘ C dc E :It o."lrcdcdor
u‘llron » “mk”!
alru en el otro. El dc una my , l
alena nu debe ceder. sin importar cuan“!6 .' ' . K.n . . VCJSCC 50W
¿”im p. Win] llL'KUt nulo". Si . u ICS.
cc plb
((mnunit .u in’n pemmal. l" de a l P5l
julio de 20].)7). ¿ i lineas que CS
'H )l'ln('() algunas
- video
‘. ¡dt-o en (“MW-sl’mchdC/
¿como (.‘OBERNAR TERRITORIOS (NATURALES) [LN Lucm? 309
3M CARA A CARA (ION El. PLANETA
titucional dotado al fin del sistema complejo de contra-poderes ejercidos .‘¡uton'dades religiosas. cienu’ficm y políu'cm. que llenan'a por completo
por las otras. delegaciones... esos famosos (INT/¿Á (md balances tan celebra- un espacio continuo delimitado por una frontera. Es cargar al Ls'tado
dos por los Humanos. pero que los Terrestres todavía esta'n buscando! de una carga que se ha vuelto demasiado pesada para e'l. La escena que
Si es cierto que la concepción moderna de la sobe tania proviene de la vo imaginaba al final de la simulación era aquella en la que el Estado se
necesidad de encontrar una solución a la imposible cuestión del doble descargaba de ese tardo para redistribuir de otra manera la soberanía.
poder de la religión y de la política. uno comprende todo el beneficio be' habría reforzado. a condición de que todo lo que lo rodea. aquello
que el Ls‘tado cosecliaría si pudiesc.‘ deslmcerse de una sobe ."Inía que co- que él externalil‘aba. se encuentre en el inten'or: tal la apuesta de la srl
menzó tan mal. .Sr'flucio'n imaginada para arreglar el problema religiow anulación.” No sólo los antiguos estados de la naturaleza. sino también
y pam apmle.rarsc.- de las tien'as extranjeras previamente "aciadas de los lo (¡ue equivocadamente se llama las fuer-¿as supranacionales. que al final
colectivos multifomres que habían aprendido a habilarlos, el Estado se (le cuentas ocupan todas un tem'ton'o que hay que aprender igualmente
ahoga de allí en adelante bajo el fardo de tener que hacerse cargo de a lrau'r. por muy discontinuo que sea. Si uno pretende gobcmar lo que
la Tierra entera. A un grado tal que mientras tanto. a partir de las gue- pasa (jrfshore. hay que redefinir la costa, los bordes. los límites que van a
rras de religión. la cuestión de la soberanía se complicó además con la v'urrlem'r, por fin. todas las potencias. en el sentido estricto de acotar su ex-
autoridad de la (.‘iencia. con (I mayúscula. que con la mayor frecuencia p;msio’n. imaginan la escena? “Hoy. Sl de mayo de 2015: los Estados
debe ('nl('ll(l(‘N.‘. desde hat e mrias decadas. la de la Economía. Bajo la .tbolidoS." ¡Por lin entm'bamos en el siglo XXI!
auton'dad de esta potencia aparentermznte mundial pero eurioszunente Y ¡n'en‘samente en este punto habría intervenido la figura. ahora me
dcslt'rn‘lon'aliltada. [Mili/í Íll ("paridad (lr mrg'umr la (Il/'mrsu ¡lr sru súbdi- nos eniginatiea. de (Laia. A diferencia de la Naturaleza. Gaia no imunpe
tos. Lo que se llama globalización es que ya nmlir .WIÍM‘ do'rulr habitar.” El para reinar en el lugar de todos los lus'tados forzados a someterse a sus
fracaso de la lucha del listado contra las nuttulialil.‘aciones sucesivas no leves. sino rmnn aquello (¡tu exige que la sobrmm'a sm compartida. Ls‘ como si
lo preparó en absoluto para tomar en cuenta esta Illllll(ll«'llll.’«’lClÓIl [tor la hubiese habido una confusión entre la Naturaleïa y ese otlt'os local. histo’
I'ïrrm. En la ("poca del Antropoeeno. el listado soberano esta" herido dc um. sublunar de (.‘aia. En una época anten‘or. cuando menciolnibamos
olmflesreneia. hasta el momento en que la mundialización planclan'a la presencia de un “fenómeno natural". desde el momento en que se
h .mqueaba el umbral invisible de la sociedad. de la cultura r de la sub-
¡etividad, es como si todo el resto. desde las entmn'tu de nuestro cuerpo
hasta el Big Bang. desde el suelo baio nuestros pies hasta las extensioum
3? De ahí l.| asombro“ uuu ( ión. que se ve en todas partes. de regresar .‘I la
infinitas de las galaxias. estuviera hecho dela misma mnlm'a. ¡x-rteneriem
ulemidad. hasta el momento en que la qulat ión ('( olo'git a impone la super-
pmu ¡(n'n y l.| mlriru .u ión de nulas las ¡leillllltlet's de .‘H'Hlill'. lista crisis lla
dilo explanada a fundo pm Avkut y l).lll.‘lll (20H). lil punto (le irllermgfldóll
qlm'rc delir: Ilo. no w puede unln'l nar el ( lima... no Milo porque no hay
¡(nlwrnallm sum porque nu ba)- l’xradu “olx-nmnte. Eur es pasar (lcl Anligtlu 33 (.‘uriosamente. tanto Klein (2mm como Ash“ y Dalma (’(Lllbl. tcnninan mu
Regimen al Nuevo Regimen (.liln‘.ili( 0. un conrmwedor llammmiento al retomo del listado.
¿cómo (¡OBERNAR 'l‘HRRl'l‘ORIOS (NA’I’URALLs)
¿N LUCHA; 3“
.
3| 0 CARA A CARA (ION El. PLANETA
c‘“ el duq5()5lcg:lc'i es¡p)e. nui/"a de unificar v (le pacificar la políticn‘ °_ al muellilcunuas. la Naturalel'a podía reinar sobre los humanos
del. ¡.cll‘gioso al que había que rendir un como un po-
imfondo sólido a los amtares de la historia human culto parado'ji
¡L co. cmco y secu-
tal no es el caso con Gaia. ¡{[1st no prometen la p.17. ni asegur-an ningún ¡an (,‘nia sólo ordenan compartir el “poder corn‘apodam pm
janos y no
decorado estable. “,5, [45' inútil una nuem lmnslalro tmpm't que ¡na de
Dios a la Naturalem,
A diferencia de la antigua N."atum|eïa. ellas no desempeñan e l papel v luego de. la Naturalel'a a Gaia. Aqui no obra “ley de los
del objeto inerte del cual uno podría apropiarse tu el del arbitro superior tres estados'
qlguna.“ Gaia se comentan con recordar las [radiciones
al cual a fm de. cttentm. uno podría remitirse. las" la antigua N atnralel'a mas' modesta
(le un cuerpo político que reconoce por fin en la Tiena
la que podía a la vez sen'ir de marco gent-ml a nuestras acciones aquello por lo
sin (le- cual ese cuerpo ensamblado acopla solemnemente ser. dtftnürv'ammü
jar de ser indjimmtt a nuestro desuno. Esa Madre .\'.'uumle7a acotado.
que ¡se wía Incluso si hasta el presente no hay ningún culto cívico
de nodn'za a unos humanos capaces de descuidau'la como para tal nando
a un Sllnplc (lo las “fronteras planetan'asw” que un cuerpo
objeto inerte y mudo. al mismo tiempo que celelnalian en políu'co se impondn'a a sí
ella la ulu'. mismo. lo que hemos hecho en la simulación
M mua. (n‘mo dice el proverbio: "¡No se puede ir cs entrever dicho n'tual. Se
mas alla' de la Mad"
Nalumlaal'. Elsa figura pretendidamente maternal decidieron colectivamente unos límites que
estaba a la vCI.’ por nada imponían -en el sen-
debajo -como objeto manipulable y despreciable- lidt) de la antigua Naturalez’a- ante la nueva
y por e ncima: como Gaia. Esto no quiere decir
arbitro final v comoju-u. último. Todo lo que los humanos que los humanos deban sentirse
culpables -la culpabilidad los paralimn’a
podían hacer inn'tilmentcx, sino que debe n aprender
era desempeñar el papel del niño sensato. a volverse capaces de mpander.”
del guardian razonable, del
rebelde seguro de ser castigado, o 'l‘oma’ndose capaces de esta
del jardinero respetuoso. Podemos respuesta. dota'ndose de una tal sensibili-
comprender bas'tante bien que. la dad. es como los l luIn anos en
progenie de esta madlastm cruel la Naturaleza se convierten en Terrestres
gn'enta se haya precipitado directamente y san» con y contra Gaia. Allí están
sobre el dim'n del psicoanalis- los check: and balancts. esa extrana metaf'ora
ta... y que las feministas no hayan tecnica utilizada por el derecho
cesado de combatir su mito consu’tucional y que reencontra-mos aqlu
son. 2005. (Zhiro. 2014. v en (Thomp- como principio de composición
especial el sorprendente Feden'ci, de las posibilidades de actuar."
Naturaleza. ahora lo comprendemos 20M). la lts'to es lo que nos permitirá
mais clammente au'n, no comprender por fin la metaf'ora: tan
poder que el de enloquecer tiene otro turbadora, de los bucles
a sus hijos. (Ion ella, la y el uso tan inestable dc la noción de abn'nmta-
tífica o política. no tenia ecología, ya sea cien. (Zomo sabemos, en
la menor chance... la etimología misma de cibeme'tica. ¡existe todo ll"
Toda concepcion de X'JÍIit'mo que pretende llevar el timón! la cuestión es aven'guar
la nuexa geopolítica debe. sr la me
los Terrestres e sta'n tomar e n cuenta que
unidos a (La ia de una “¡lina cae del lado de la
los manera muy técnica -se multiplican los sc-n'ocomandds y los
humanos es taban distinta a como
unidos a la Natui K ('Iltros de mnlrol- o del lado
nuesuas acciones. ale/'a. (,‘aia ya no son indfim'nltsa de la política: ¡SC multiplica" ¡“5' 'Ocas'oncs
( n‘ntran'amente (¡y oír ¡”Wanna
a los Humanos en la aqucuos que exigen a los comandos retroactuar. Polr
Terrestres se saben Naturalel'a. ¡08
e n lucha con ( lado. tax-tendemos cada vez Inas' lejos la ambición modema por
objetos inertes Laia. No puede n ni CXCC 'U
v mudos ni como tratarlas como a
este sentido ya a “(’CCS Slll)ll‘ mos
n (l entran con y árbitros finales. En
(' llas en una
rel ación inf."inti| de Madre a
‘
'35 Alusio'n .‘I la .scmpitema tn'ada. cn particular en Auguste (Dlnlc- ‘l‘l‘: P mtem
de iitmar la histon'a y su evolución por etapa. 43 dc a“ "bm.
34 litiliro el pluml 3G Vease el uso dc mímml‘i'm-
par a “¡luznzu
el (.lt .irter múltiple por .Hammïrr'minado a la tcon’: política
S7 La metaf'om técnica del regulador S'le’" "
de este actor.
(\l1ílyl'. l980).
,-(;()Mo GOBERNAR 'I'HRRI’I'ORIOS (NA'I'URAIJ’S) ¡(N LUCHA? 313
3 l 2 (.‘ARA A CARA (ION HI. PLANE‘I‘A
hon"7.onte de dominio -una suerte de ecomodernil.‘ación ma's imperiosa Areptando la finitud: la de la política, la de las ciencias. pero también la
y tanto mas violenta au'n que todas las tomas de tierra precedentes- o de las religiones.
aceptar prostemaise ante la majestad de Gaia. haciendo de la distn'bu- Bien se que la solución usual consiste en decir: dejemos las religiones
cio'n de |th ¡msibilidades de actuar la cuestion política por excelencia: ¿mas y pasemos a otra cosa. ¿Pero cómo hacer si. en ese movimiento. nos
¿una reedicio'n de la gran cuestión de la democracia? liso equivaldría lle anios con nosotros lo peor de ellas. dejando a un costado el antídoto
probablemente a prescindir de li“. expresiones moderno. naturaleza e que ellas supieron elaborar? (Ion esta extraña idea de lo secular. no po-
incluso ecología. lo que yo he resumido en la fórmula: paS'ar del Antiguo demos ni volver a las religiones ni quitamos de ellas. La única solución
al Nuevo Regimen (.‘lima'tico. es retomar desde cero lo que significa la expresión "contra'-religio'n. Si
no hay nada que hacer con la religión residual convertida en sahación
del alma y policía de las costumbres. hay que conseguir domesu'car esa
llll ¡osa invención de un tiempo que no pasa. ya que. de todas maneras, la
El resultado de este combate depende necesari.‘unente (le la maneta en hemos heredado, Alrededor de L'Slds’ cuestiones bastante oscuras del fin.
que nos volmmos capaces de asumir la herencia de la religión. Si -como. delos lines, de la linitud. del infinito. del sentido. del absurdo. yasí suce
junto con muchos otros. yo creo- es cierto que. eso que llamamos ‘secu— ximmente. está si .mprc la cuestión religiosa. Para encontrarle sentido a
lan'ración' no hi/.o ona cosa que retomar el rasgo principal de las contra- la cuestión de la emancipación. es del infinita delo qu! hay qut maná/mm.
rrcligiones —\1'vir en el fin de los tiempos—_ pero 2tpl.‘t/.‘.'tn(lO ese fin de los lil único medio, me parece. es tomarse en sen'o la dimensión apocalip-
u'empos en la utopía de la modernil'ación. se comprende que entonces tica de la que somos descendientes -—el apocalipsis que les hemos hecho
el acceso a lo terrestre se vuelve imposible. Incluso si lognimmos devol- mportar a otros colectivos y que hoy retorna sobre nosotros—. pero cuyo
ver a las' ciencias un lugar y dinatnivar nuevamente la política, no dejaria wnlidt) hemos perdido la capacidad de comprender. la pregunta es.
de ser cierto que aquellos que han recibido la herencia del modernismo entonces: ¿podemos reaprender a vivir en el tiempo del fin. aunque sin
—es decir. hoy en día. el planeta entero en lo que tiene de globalil'a- (.ier en la utopía. aquella que nos ha proyectado al mas alla'. así como
do o de mundiali/‘adcr se sitúan en un tiempo imposible. aquel que los aquella que nos ha hecho perdernos el aquí abajo? Dicho de otra ltl.’lllt‘-
ha arrancado para siempre del pasado y los ha lanzado a un futuro sin ia. ¿podemos encadenar tres humillaciones SllCCSÍh’lS. la (le las ciencias.
pon'enir. Exactamente la situación temporal de la que el Antropoceno la de la política y la (le la religión. en lugar de esa zunalgalna mortíle ra
marca la oimlescencia. que ha tllt‘l.’('l.'l(l() sus virtudes sin conseguir otm cosa que envenenanmsÏ'
Si nos perdemos esa bifurcación. la batalla entre lo religioso y lo secu‘ Si la palabra humillación les choca. recuerden que (lelltro (le ella hay hu.
lar xa a continuar. En lugar de descubrir la materialidad, lo terrestre. lo ¡nus y compost... 1.a frase del miércoles de (c'ni‘la: “¡Recuerda que eres
ordinario. lo mundano. nos minos a encontrar metidos en guerras infini- polvo y al polvo retornams".". no es una maldición. sino una lwndicio’n:
tas por los llltltlatncntos “tópicos de la existencia —-.'idema's, bajo el nuevo “¡Hello que ale por encima de todo sólo dura por aquello que no dura.
nombre de lundatnentalismo. con el retorno de las guerras“ de religión Vivir en el (¡em/¡o dt! fin es ante todo aceptar la finitud del tiempo
contra las cuales sc" suponía que el listado iba a protegernos-. Podemos que. pasa y acabar con la negligencia. Antes de verse henchido de gran-
¿CÓMO GOBERNAR 'l'l".RRl'l‘()Rl()S (NA’I’URAI
Puan] .Ps)
3M)“ CARA A un CON u‘. EN LUCHA? 317
rofanas_ mundanas, terrestres. cs posible
pTCSblpueslo. la ruptura radical de ¡a que la dinámica
diosas- escenas cos'mic-u de gran nCión recobrc el [mpulSO de la Encar-
en primer lugar en una tonalidad en un espacio liberado
cscatología debe ser reconoci’da mass de los límites de
la
economa. bl final del tiempo ¡no es e] ( \,na“lr‘¡|c[,'a. Si “realmente sabemos que toda
ligera. mas' humilde y más Elobo (.wlorcs de par“) hasta la creación gime y esta"
ahora" (Romanos: 8-22), con
Final que encierra a todos los otros globos. respuesta hnal al eso significa que no
se mido está
de la existencia: es más bien una nueva (hiere-neta. una nue va línea_ a cabada vi que así debe ser compuesta paso a paso, de alma en
alma, de
“¡e (nn agente.
trazada m (l imm'or de todas las otras lineas. que las atrav iesa e ll
(0-
das partes. y que da otro sentido a todos los .‘icontecume ntos, es achué extraño es que ‘a los teólogos que combaten
decir cl materialismo
una finalidad. una presencia final y radical‘ una consumacto’n. No ¡es haya llevado tanto tiempo comprender que son ellos quienes
otro han
mundo. sino este mismo mundo captado de una manera radicalmente (“mu-unit), a través de los Siglos, un verdadero culto de
la Naturalcïa.
nueva. ¿.5 decir. la búsqueda de una entidad exterior, inmutable, universal e
En forma ua'gica, esta torsión en el iltg'o del tiempo, este aeontecnï
indiscutible. por conttaste con el relato cambiante. local. intn'ncado y
miento cn el acontecimiento. este es’rhalon situado dentro de l movimien- discutible que nosotros los Terrícolas habitamos. Para salvar el (moro
to de la histon'a. scc' ha metamorfoseado en eseapada lut- ra del
tiempo. en de ¡a Fc, lo habían cedido a la Eternidad. Quisieron emigrar hacia ese
salto a la etemidad. en aquello que no conoce tiempo . La
linetu‘nación mundo sobrenatural. pero no adveru‘eron que lo “dejado (le lado" no
ha sido u-aslocada en fuga lejos (le toda came, hacia el
reino desencarna. cm el pecado sino todo aquello por lo cual. según su propio relato. su
do del dominio espin'tual de lo lejano. (bmo si la calamidad
de lo nam- propio Dios había hecho morir a su propio l'lJlO', a saber. la 1 tem. de Su
ral no fuese suficiente. generaciones de sacerdotes.
de pastores, de pre- (.‘reacio’n. l-lan debido de olvidar que otra acepción postble (le la palabra
dicadores y de teólogos se pusieron a maltratar las
Sagradas" Escrituras Teología" —para retomar la bella etimología ficticia (leju'rgen Moltmann
para añadir. por encima de la Naturalem', un dominio
(le lo solmr. nalumL (2004 )- podría ser oüms Iogou, es decir la (.as"a del Logos. ese Logos que.
¡(bmo si la (no) existencia de la i\'.'lllll.'lll'l'2l pudiese
sewir de fundamen- como esta dicho en san juan, tiene “muchas moradas" (luan: l4—'l2).‘l'.9-
to sólido a la (no) existencia de lo .S(‘)brenatural!
( .‘radualmente la reli- pero que hayan comprendido que, para ocupar la Tierra: trunks bien.
gión toda en todo caso en el cn'sti anismo y sus
múltiples «'l\."ll.’ll‘(.‘S.
se lia pam rslar "ru/¡mios y preocupados por la Tierra. (lelwmos habitai tot |5 es.“
fisio desplaz'ada hacia el proyecto de salvar
las .‘tlmas (le sencarnadas de
los humanos de su pecaminoso apego a moradas al mismo tiempo. El cosmos no necesua que desplegue’mos en
la 'l‘ierm. ¡La mimda vuelta ha.
cia lo alto. los (Ji'os extasiados por la espera e'l la (-‘loria de Dios; necesita, al contmrio. que la religion. lunltandhoscl.
del aeonteeimiento final! En
gran pane es la creencia en que hace aprenda a conspimr con las ciencias y la política. para devolver un senti
falta librar un (le spiadado combate
contra el maten'alismo lo que ha (lo a la noción (le límite. _ ‘
extraviado al cristiauiismo, lt')r/..'mdo al
fiel a desden'ar el camino de las En este punto me encontraba sin espe anita: lo Coirlhe'so)..:
cie ncias. en el momento mismo en que
ellas mostraban el camino de encontre con una feliz sorpresa al ¡leer la tv-n'clïïhf'f‘ (‘||:)Scp:“ll;\“crm m“
la Tierra mas' claraimrnte que la columna
de humo que guiaba a los tapan. (le retomar el (kintico de las (,‘rmtums (lll.l‘lg.l(.|¡\du “2) du" mmm u
He breos por el desierto.
No era una idea va na. La el nombre (le “mzulre” y (le “lieflimna'. Me hahh‘J‘m
creación como alternativa (le la Naturalel.':l ' r
- nlos. Y sin
Francisco; deimLsiada sensible rí't demasiados buenos sentumt
. 51va
'
permitía asegurarse de que
e l Poder (le conversion (le la [2‘ncarntlción
i ml por la lienuana nuesla
no se limitaba a los replie embargo, cuando leí: “Alabiulo‘ seas.
gues íntimos del alma. y de que ¡)'|'|('I‘Il'll.
mad“. m ¡im-ru, que nos sostiene y .l\(A)S.L'(: “IC (“icy produce (liveisos l‘ru.
meme extenderse. podía final- (luv cm“. l“ “CIM-¡lili
poco a poco —debería decir projimo
hasta el cosmos e mero. a pro_'iimo-, tos con las flores coloreadas y las lun-Ibas . l c' ¡ly-"4m (q ¡mpu
l’ero con l a condición de que l‘mucisw-
la (,‘reacio'n n" 5' ,, , _ e _, e ¡ c (nu'a y cl ¡irhol familiar qu « ' i ‘ g n ( “urna mmm
mnvlrrm e n otro nombre
de la .\' aturaleta. que tinicaum'nle se distingul- “M 'm'lm‘h)“ ( L n C . os vínculos que la .uult A l_ s“ 00m). A
I‘ld’ de esta por la presencia ¡“l “'13 “¡mía (lllc mmb‘cc' un i
de agentes sobreanimados, y (¡lle -\rl sieIIIDH' (FNMHU’ h. - l l -l
por un (iran Designio SC l‘cb'irí“ el pagiuiismo paret'ia liabe r .cortado l",
providencial. | ¡H . | - ello una nue a \'('l‘.lt)ll (l
N
superficie de la 'l'ierra" ' Pc“,
El Espíritu Santo puede "l'l'n‘wnrh‘ _ l
tal puu to que (Al tuut .
. q -'
H. “L )ll¡l( () I ¡ a políli-
( l. lm .
l a ecología to" l
l
¡{l (.5 ¡mpoteme "do “APm
cuando se. lo confio"m ‘4' isla unie ‘
la .‘d’lllfd’lU/"d sin rostro. '
' I’arlulo '
(,amun - .glllll(1 si el desc” d"
l’ I'et‘isanlenll' porque. Gaia '\ I .‘ llll' l)“
t s cil. neius. lam ("ICN
oli'et'e lillcs “gm” ""‘ Pero sm
11””,le i a. . .
l“(lc-.putmr Li
;(zómo (.‘OBHRNAR 11mm Tornos
318 ('ARA A CARA (:os.‘ m. PLANETA (NATURAIJLS) un
Lucm?
319
vocgch-n "o ¡ha por fin a real’iyame-z” aquellas que han mm_ph.c‘-da¿ acoge
pasado por su instrumentación. conspira
todm M su t‘ d?" Gaia con su modestia
exige de las clencias
Im avatares de |st ('ontrarreltiglorites SllCL".SI\.’¡LS. ¡“2.1.50 Iban a torna“ ca‘ que digan dónde
Pm.“ dc abrir su alma. como cl dice. a try-natal“:tancta «cupcmcrión dc ficrm habitan. Gaia se sitúan y sobre
suprema, sin no es mas" científ
¡(mer que ¡“Olivas”!z paganh
no obstante. que abandonar las otras. ¿terra po‘st‘lfle, me decía de la (.‘reación. Ella desconfia
¡In-entra; de
leía el llamado del papa Francisco la conversion. que la quen" x‘_‘.(,r«tti\a"
intrusión de la antimta pertenencia al mund
de «13:1: im; l‘Sfortnar o- tanto como dc
Gaia pueda acerczu'nos a todos los dlnosesr Que la celebre
frase de] por la religión cn'stiana en el
-¡só]o un Dios puede aún Sáll\-’lrlt()b".“. se convrerte en: PON-'12 ha“ designio prow'dcncial
“Sólo l a ammblca r m Dios trascendente. Ella desconfia de toda trascendencia.
dc todos los diam puede aún salmros . dl‘ 1 Ella no
_‘ 1“ (.l (¡csignitx pero quiere qtte haya tantm designios
f('("‘();)rc como actores
la 'l'ierm. Ella oljeta toda fuga hacia cl más allá.
hm3‘nsh-güra (/a‘ia es ¡a
contra la utopía y la ucronía. Gaia cs la gran
chamd'om de
Si pam tcrininar yo quisie m compilar en un vivo g "ticos. (:‘aia tercia en todo lo qtle hacen los hombres. las dtwntdadu,
esbozo todo lo que
dicho de Gaia. diría que la partida no esta terminada. he gun: ganistnos v los dioses, ella es otro nombre para el Tercero, Gaia
l’ucdc sobrevenir
lo peor. en particular que se tome a Gaia por la ¡l,(:¡sc(()lt-acoger el] presente. pero (¡esconfia del Apocalipsis y de l'odo lo
reencarn ación del
gun Ls‘mdo de Naturalem. lmaginen esa t‘.‘tt.'L'sll'()f(‘..' anti. m“. pretende saltar al fin de los ttem'pos: Ella rebaja l’aslcxa‘gcracuoncs
unas elites políticn_s_
científicas y religiosas que harian de (,‘ztia la tie la religión tanto como las de las ctencras y de la poltuca. 'hlla qurcrc
potencia a la cual
que obedeCer en nombre de las verdades indiscutihles habría que (.1 presente sea celebrado ante todo por lo que el ucmpo que
del Ls¡tado_ de la
(.‘iencia y de la Religión combinados. “;( v‘aia hace durar. por lo que pa5'a. Gaia es la finttud. la muthtsta y muyumun:
exige! ¡(Laia quiere!
clama!" Todas las potencian del (iluho ¡(Laia re-
i‘ttsionadtb‘ en l a más tóxica dana iinitud. Y entonces, alla" ustedes. adeptos de la (.conua)reltgron. sr
amalgamas. ¡El hnpen'o del Globo contr de las quieren .‘n‘iadirle el tiempo de la espera por fin rvcaltïada.c¡'rcrohavque ucsm
aataca! Todos los totalitan'smos
actuando de concierto. un gobie mo rin r1 tiempo. (Laia se planta ante nosotros co.mo la 'I nenal lqubonnommïoqdc
por (Laia sería el horror
Si me han seguido hasta aquí, habnin absoluto. .thmtdonar. que no se puede abandonar. LCJOS de ser e g o xn
comprendido que (¡‘ai a
Globo. ni una figura global. sino no es el aire que permite a la rana creerse mas grande que el bud'mg. l(‘35;atoabwscsal¡ograncsn
la imlmsilrilidml de ate nerse a
una figura
del Globo. (iaia es histórica de un
a punta a la otra. (Laia no es potencia de la (lc/lación. Ella es la espina que desrnfla toe dcasl mm lado del
abtutecedura. ni una madnutr una Madre
a. indiferente o leiana. del Globo. Exige de los Modemos que c'ese'n de lc'rcncrssus ":me sagrados.
maternal! Si todavia lo dudan ;No es en absoluto
. relnítanse a la (Laia de l a .\pm-.-¡lip.s‘is. lis una gran figura de la exegcsis: re cca n e] dedo' cua seña-
ga. la rna's ambigua. la más compleja, mitología gn'e-
la menos e stable de las potencias usu-des los ('ienlífiC()S. los religiosos, los politicos. .0
paswdas. 1.a(iai2t actual, la |a 'l‘ierm, sencillamentc.
a l a que debemos hacer Ire nte.
antigua (-‘ea. una divinidad no es. nms' qtte la
salwtdora. Ella obliga a todas
a replanteam- la cuestión las divinidades
de su ntanem de estar presente.
menos heredera de l ¡IS (Laia no es
fut-rr. LS políticas que de
('m'mica. l-Ls'ta' henchida las formas de la religión lo . c510y Scg
o o a (l n l l ml
g‘l l' . C S S
CS
‘
I'l
4 (
de detnashttla ciencia, (lenutsiada \ nudo habrtn
‘ ustedes conlcm p
cton. modelos. senwres. instrumenta-
para" parecerse en modo un; ¡pa - 'tscula, pot- I os cuales
's (» n k ) l 1na de 'l ‘ tnayt __ _ ' . e
-
accesos al rnundot alguno a los antiguos undu‘ lcmsaltn ( n t l (I'IHI'O. ¡"HCS (it qll
En e ste sentido. esta munies se representaban el In cc
de la Antigua (ie; tan lejos de la Pachamama como > . , lllllll'
. (lt-scuhli"lil'lllfl (¡C ll" . .
t. Y sin embargo. ella met-.unorikisea c cscon ‘ "t‘m‘ “Proud” a dtbtljar
'iuedaran anttt‘uados Por i
( :unhiarlux p ata las ciencias y Va a d(: Li qhnl‘q hahíil 0""
xienipre’d as .‘mtrnpnlogiza. do inh‘nit'nnt-nte ntas' vasto (H (lu , ‘ ' nrth't
llllt'lll.L\ le'
r - 4
[tus devuelve a la Tierra. alien- ‘ > .1
‘
. e
Lis «ost-.15 (Brotton. 2013)" A mttan o l l ansado. ' .,
. c e se Mr" - cía n
‘
. . s. . s15 hasta qm ’ Puntn L’I Simi'nnn pus"!
“la. tnnitt ent l. . . _ (,¡nentot'l‘q' u- lels “('86 ll“
’ l.“(h-ms. ¿qt (l rn .m
int \' ¡[Mm
. . m" .¿o
2 2 2 -I dc un, mm,’ lu de nuestros pt.edt . t a l ws,.0' 'es (' .\- . v . ll\.uLil 1| | )l.'l l(' ‘un
N.“ t)
- Mm“. ¡.1 ¡,huulmnu v l 0(i|(. .. p t (ll
-
nuestros mapas. en forma de 'l‘ mayúscula. con el Hombre e n su cc nlro ¡,¡cs columnas de He'rcules, a la inversa. los Terr
y ¡a .\Á"n(ur¡.lcl'jl‘ circular. globaL que lo rodea. Ilo amena: ¡l 0 lO protege (ucsu‘ón de sus limites. Mientras
los Humanos
Y nosotros. t.'unl)ién. minos a tener que l't'.(lll)lt_.]i'll‘los por entero "a los 't'errestres no tiene n otra máxima
para al)
“pm/¡“sc cn ninguna otra que e
sorbcr otmst ticrms. recién descubiertas que obligan a salir completamen. versmn mas antigua
tc dc la Natumlem v de la Humanidad. l‘tïdÏSlrl¡“yendo suelo, la tierra, el terreno. No porque
tema“
las c'.'“"lc'."‘5'
religión la política. en una palabra. redilmizmdo la totalidad de la gmdos (¡retrogradar es lo que
nuestra dq'aron de hacer
cosnunogín. Qué sorpresa para la gente del siglo XVI descubrir
hasta que eran modernos!),“ sino porque no ha
qué punto la natumlel'a se develaba mas V'ts.ta que su pequeño y ninguna manera
sus modos de vida, sus tecnicas, sus valore de e ncoger
mundo s, su multitud, sus
meditemineo. Que sorpresa para la gente del siglo XXl. descubrir ¡msm hasta los ¡"mms ciudades.
estrechos de lo que significaba
qué punto la (noción de) naturaleïa es estrecha comparada con “pertenecer a un país"
el com- “¡miQ'iieamente. en vista de determinar sus límites.
portamiento de la 'l‘ierra. que de. promo s .‘ abre bajo sus pics_ Tem'colas deben los
¿u rancarsc a los límites de aquello
que consideraban como
lnu'u'l dejarse acunar por las ilusiones: estamos tan mal pre (.Slrecha campiña que tanto aspiraban el espacio: la
parados a abandonar
para las conmociones venideras que sufrirá la imagen de.l
mundo como del espacio indefinido que tanto aspiraban a alcanzar.
lo estaba Europa en 1492. Tanto mas" cuanto. esta ve z. no La gcohiston‘a
hay que prepa requiere un cambio en la definición misma
rarse para la expansión del espacio. el descubrimie nto de de lo que significa poseer,
tierras nuevas mantener u ocupar un espacio: de lo que significa se
previamente vaciadas de sus habitantes, esa gigantesca r apropiado por una
toma de tien-a tierra.
que pennitió lo que por largo tiempo se llamó la “<,'.\'pansio'n
occidental". El problema que la política de los hs‘tadosnación
Sigue tratándose del espacio. de la tierra, de descubrimientos, no podia aiizorar.
pero es el poder transformador de miles y miles de personas
el descubrimiento de una Tierra Nueva considerada podria llegar a des-
en su intensidad y cubrirlo. ¿Dónde podriamos descubn'r los “cuatro
ya no en su extensión. No asistimos estupefa‘ctos planetas“ necesan'os
al descubn’miento de un para nuestro progreso y nuestro desarrollo si no en las sinuosidades
Nuevo Mundo a nuestra (llSpOSlClÓn, ¡sino a y las
la obligación de reaprendcr
anli'aetuosidades de Gaia misma.” a saber. dmlra de las fronteras plane-
completamente la manera en que deberemos
habitar el .»‘t.ntiguo!“l La tarias. envueltos mi sus mundos múltiples. y parqutaprcnderemos a man-
novedad es tanto mas" grande y nuestra sorpre
Sd’ l'dlllO más completa, en
la medida en que. esta ve z ya no somos tener nuestra actividad dentro de los limites voluntan'a y políticamente
nosotros los que echamos a los
antiguos habitantes de su tierra. decididos? Alli resiste la trascendencia de la religión, en lo mas' profundo
es la tie ria nuestra, también la nuestra,
la que, es objeto de la toma. O mas' de las almas humanaS'; allí residen las ciencias y la tecnología. cn lo mas
bie n, parece que fuesen todos los
pueblos antes humanos los que se. pmit'mdo de los numerosos relatos entremezclados de todas‘los agentes
descubren simultaneamente objeto dc
una toma de tierra invertida. en (ollas las desviaciones y rcpliegues de su historia natural; alli 'se encuen:
por la 'l‘ie rra misma. Por otra parte, todas
esas inversiones son todavía tran los recursos de la políu'ca. en lo mas' profundo (le la
tan osc uras que (le.St‘t)n()(‘e¡n()s tanto
como de la rebelión de aquellos que gn'tan al ver su suel-O (¡C‘Sïllla'rcccr “¡J “un‘
(kilo'n. al regresar (le l a l-lispzmiola
—;que eÏl li abia tomado por ldS’ costas . , . - c ' - e stambien.cncu.rtomot 0.
de la (.‘liina'.—. lo que bles. 1.o que la maxnna Plus num dsrgiia . “e "gn la historia
nos ha caído encima. En el momento
estas conferenci as. de terminar ('amino para el progreso y la invencton. un camino ‘l
ni siquiera estoy seguro de áscon
lmnquiü
la re-
que he transmitido al la cualidad de las noticias ' sagrada' de l a E nc a mación. y
nzitural (lol planeta con la historia
contarles lo que el :‘xntropoceno '
iba a modificar en nunca m
nuestras maneras
de vivir... 'l "al vez se trate
\ uelta de .‘tquellos
4 que mn a apI‘C nder a no quedarse
lx) que e s seguro de simples rumores... los so pretexto de que habria (ll'c obedecer a las leyes de la naturaleïa.
es que. mientr as los humanos
podrian haberse de la especie moderna
de finido como aquellos
de. las ataduras que se emancipal)an sieml)rc
de l I’d-'S‘üdo. siempre intentando franquear el gesto (le
las infranquca- de indicm (lrule cl mmienm.
4l las‘. en la bailarina que nos sinio’ y . MH’
'2 69 (le este libro.
darse. mella; véansc pp. " l’lanll "¡por!
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