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La homosexualidad.
- Definición, tipología y etimología.
Etimológicamente, el término homosexualidad, está compuesto del
adjetivo griego homos, igual, y el sustantivo latino sexus, cuya raíz secare
significa cortar en dos. Nos indica que se trata de una relación sexual entre
personas del mismo sexo. El sexo como tal indica la alteridad y le
diferencia sexual.
Uno de los primeros términos que se empleó con fuerza para referirse a
ellos es el de sodomitas en clara alusión a Gn 19, 4-11. En el que llegan dos
ángeles a Abrahán, de ahí parten para Sodoma en la que son acogidos por
un extranjeros y el pueblo querían conocer-los. Por eso
A partir del siglo XIX empieza a emplearse el término de
homosexualidad, siendo en 1879 cuando Karl-María Kertben emplea por
primera vez el término en una carta que va a enviar al psiquiatra Karl
Ulrichs. En 1886, el alemán Richard Von Krafft-Ebing se refiere a la
homosexualidad como una perversión, ya que para él la lógica del deseo
sexual conducía a la procreación y todo aquello que no se ajustaba a esto
debía ser considerado como una perversión. También Freud, en sus
primeros escritos no habla de la homosexualidad como una perversión.
Karl Nestphal hablará de que la homosexualidad es una especie de tercer
sexo. Y Havelock Ellis escribe en 1890 un libro en el que describe la
homosexualidad y en el que va a proponer la abstinencia como forma de
comportamiento, siendo éste el primero que la va a definir.
Hasta aquí se ve la homosexualidad desde el exterior que conduce a un
cierto dualismo puesto que se olvida de la polaridad sexual como clave de
interpretación.
Un intento de ruptura de este dualismo es la carta de la congregación
para la fe es la carta De homosexualitatis problema del 1/10/86. Por
primera vez se va hablar de personas homosexuales, no como una
condición, recalcando que no se puede reducir el fenómeno homosexual a
una determinada condición. Sino que nos encontramos ante personas que
viven una determinada orientación sexual. Después se dice que es hijo de
Dios, y finalmente se ofrece la ayuda de los problemas afectivos y la
castidad.
El término más reciente que se ha usado es el de atracción hacia al
mismo sexo, puesto que describiría de una manera más clara su sentido, y
sobre todo se centra en el centro fenoménico, me pasa esto. Permitiendo así
las distintas realidades en las que se expresa la homosexualidad. Por eso, al
hablar de homosexualidad no podemos perder de vista que se trata de un
fenómeno complejo. Hay que intentar evitar el riesgo de la
homogenización.
Definición: la homosexualidad se trata de una condición particular,
originada por diversos factores en los que la persona experimenta en mayor
o menor medida, una atracción sexual y afectiva hacia personas de su
mismo sexo. En relación a la tipología de la homosexualidad podríamos
distinguir dos variantes:
Homosexualidad ocasional o episódica: es aquella en la que se
produce un contacto homosexual condicionado por la falta de una
persona de sexo contrario, y que desaparece en el momento que es
posible contactar con la persona del otro sexo. También podemos
encuadrar en este tipo aquellos contactos resultado de una búsqueda
de nuevas experiencias y aquellos que son consecuencias de
estupefacientes.
Homosexualidad esencial o radical: la persona es consciente de su
atracción y se caracteriza por su profundidad y permanencia, y es
localizable en la estructura psicoafectiva de la persona. Dentro de ésta
hay una división en función del grado de aceptación, tomado del
manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSN
Dentro de ambas podemos encontrar distintas homosexualidades: la
militante, la conclusiva, la afeminada, destructiva, etc.:
o Egodistónica: vivida por personas que experimentan de manera
conflictiva su condición homosexual y que, por tanto, no afecta
las reacciones que conlleva y buscan ayuda terapéutica. (no
gay)
o Egosintónica: las personas no presentan ningún tipo de
conflicto y la viven con cierta serenidad y que en algunos casos
hacen apología del estilo de vida homosexual (si gay). El gay
es aquel que públicamente vive su homosexualidad.
Enfoque sociológico:
En 1948, por el estudio del zoólogo de Alfred Kinsey aparece un nuevo
enfoque sociológico para comprender la homosexualidad del hombre. Hace
entrevistas a 5000 hombres y el resultado lo extrapola al conjunto de la
sociedad estadounidense. Este estudio tiene gran importancia no por los
datos sino porque el gran problema es que se ha convertido en el estudio de
referencia para investigaciones posteriores, así como para justificar
acciones legislativas destinadas a normalizar determinadas prácticas
sexuales y sirviendo de base para la educación afectivo-sexual. Los
resultados de este estudio iban a ser desmentidos muy pronto, a pesar de lo
cual sigue siendo un estudio referencial.
En 1953 presenta el informe sobre el comportamiento sexual en la mujer
entrevistando a 6000 mujeres, en el que se busca identificar patrones de
comportamiento sexual y se hace un recorrido por las distintas etapas por el
desarrollo psicosexual.
Para Kinsey, tanto la infancia como la preadolescencia es posible lograr
una respuesta sexual que estará en función del grado de desarrollo de los
órganos genitales, y que lleva implícita la posibilidad de mantener las
relaciones sexuales más plenas con posterioridad. De la misma manera
justifica las relaciones prematrimoniales ya que son fuente de placer.
Entonces, está justificando la pederastia, ya que para él los menores son
seres sexuales que también buscan satisfacción, llegando a afirmar que la
culpa que pueden experimentar estos menores es consecuencia del castigo
o de la reacción de los padres o adultos que se recibe por la acción
cometida y no por el hecho de que se somete a estos niños a acciones ni
corresponden a esa edad y que atentan contra la propia infancia.
El informe de Kinsey afirma la necesidad de conocer cuántas personas
son homosexuales ya que los estudios precedentes de H. Ellis y M.
Hirschfeld afirmaban que únicamente entre el 2% o el 3% de la población
eran homosexuales, Kinsey pensaba que el porcentaje era mayor. Para
Kinsey heterosexualidad y homosexualidad son términos que más que
describir a la persona pueden ser usados para designar las relaciones o los
estímulos que La sexualidad es concebida como un continium en la que
es posible ir alternando heterosexualidad con homosexualidad puesto que
está en función de la propia historia, y mientras que en unos tiene
predominio la experiencia homosexual para otros lo tiene la
heterosexualidad o perfecto llamada alternancia entre ambas.
Kinsey nos va a ofrecer una escala a partir de la cual es posible situarse
sexualmente que va de 0 al 6. El 0 se corresponde con la heterosexualidad
pura y el 6 con la homosexualidad pura. El 1 y el 2 responden a situaciones
en las que se han producido contactos homosexuales de manera accidental
habiendo respondido a estos estímulos homosexuales pero donde las
experiencias heterosexuales sobrepasan a las homosexuales. El 3 es para la
posición intermedia y en ellos se disfruta de la misma manera en los
encuentros heterosexuales como homosexuales. El 4 y 4 el 5 son aquellos
en los que hay un mayor número de relaciones homosexuales respondiendo
plenamente a sus estímulos y en los que la experiencia heterosexual se
presenta como anecdótica generando algún tipo de respuesta. Según esta
escala, se viene a confirmar que la sexualidad es un continuo, por tanto, se
puede alternar hetero u homo.
Entre los datos obtenidos cabe destacar que el 37% de los hombres han
tenido alguna experiencia homosexual lo que supone 2 de cada 5 hombres,
llegando a afirmar que el 10% de la población masculina es
homosexualidad. En el caso de las mujeres se afirma que entre el 1 y el 3%
son homosexuales. Con estos datos, para Kinsey, es necesario revisar los
patrones de la heterosexualidad y de la homosexualidad, ya que se trata de
conductas aprendidas.
En relación a los datos, 6 años después del primero, la asociación de
estadística americana pone en cuestión las conclusiones de este informe. La
primera es el fallo de los datos y la excentividad de la muestra empleada,
puesto que al incluir voluntarios nos encontramos con la presencia de
personas que habían estado en prisión, incluso algunos de ellos habían
ejercido la prostitución masculina. Por lo que los datos quedan alterados
extrapolándose determinados patrones de comportamiento para presentar
así una mayor representatividad de la homosexualidad.
Estudios posteriores vinieron a desmontar los datos ofrecidos por
Kinsey, a pesar de lo cual la extensión de su pensamiento sigue estando
muy presente. El informe Kinsey pretende mostrar que la identidad sexual
es una categoría falsa, es decir, que no hay tal identidad como consecuencia
de su misión de la sexualidad como un continuo, y por tanto, pierde la
lógica de la diferencia sexual poniendo el acento en la atracción como base
determinante.
Como bien sabemos, la sexualidad no es ningún continuo en el que la
variabilidad de la orientación será su nota característica, sino que la
sexualidad define a la persona a partir de la integración de los significados
de la diferencia sexual. Y ello conlleva una manera de ser y de vivir y abre
a la posibilidad de la plenitud en la entrega generosa de la propia vida. Por
eso, el informe Kinsey, tanto en su variante masculina como femenina,
carece de rigor científico tanto en la obtención de los datos como
consecuencia del sesgo ideologizante que lleva en sí.
Enfoque genético:
Tienen como objetivo individuar algún gen a través del cual sea posible
probar el origen de la homosexualidad. Persigue profundizar en la
aceptación social de la homosexualidad en aras de la normalización del
fenómeno de la homosexualidad.
Para ello, van a estudiar a los gemelos. El primer estudio lo desarrolla F.
J. Kallmann en 1952. Estudia el caso de 85 hombres homosexuales
gemelos y que rondaban 45 monocigóticos y 40 dicigóticos. En el caso de
los gemelos dicigóticos solo el 12% mostraba plena concordancia, mientras
que el 42% mostraba alguna concordancia. Por el contrario, en el caso de
los monocigóticos la concordancia es del 100%, señalando que habían
desarrollado su tendencia sexual por separado.
Estos datos van a ser refutados por J. D. Rainer en 1960. Su objeto de
estudio son dos pares de gemelos masculinos y femeninos. Y en el que uno
tiene un comportamiento heterosexual y otro homosexual. Este autor dice
que la razón para el comportamiento homosexual estaba por un lado en las
fantasías de los padres respecto al sexo de uno de los gemelos antes de su
nacimiento, y por otro lado en una pequeña diferencia anatómica en los
gemelos que determina un comportamiento especial de la madre con uno u
otro. Por tanto, no se puede achacar la diversa orientación homosexual a las
diferencias neurológicas.
El siguiente estudio es llevado a cabo por Baile y por Pillard, que tienen
dos propósitos: determinar la existencia de una contribución genética en la
orientación sexual y en el caso de que la haya, investigar su
comportamiento. El estudio se realiza a 161 hombres y juntos con gemelos
monocigóticos y dicigóticos se van a introducir los hermanos adoptados.
Parte de la hipótesis de que el grado de homosexualidad será mayor tanto
para los gemelos monocigóticos y dicigóticos en relación a los adoptados.
Los resultados arrojan que el 52% de los hermanos monocigóticos
coincidían en su orientación homosexual o bisexual respecto al 22% de los
dicigóticos y el 11% de los adoptados. Las conclusiones que sacan son: 1la
herencia genética supondría una sustancial proporción de variable
fenotípica, 2necesidad de considerar los factores que rodean al individuo o
en su conjunto, y 3en la lucha evolutiva de los genes cabe la posibilidad de
preguntarse cómo van a persistir los genes de la homosexualidad.
Haner, 1993, plantea la posibilidad de que sea en el cromosoma X donde
se localice el gen que determine la orientación sexual. Para ello vana a
entrevistar a 114 familias con algún miembro homosexual y descubren que
es por la vía materna donde se encuentran un mayor número de
homosexuales. Estudian marcadores del ADN en fragmentos del
cromosoma X, y arrojan que hay una significativa correlación entre la
herencia de los marcadores genéticos en la región Xq28, y la orientación
sexual de un grupo seleccionado de hombres homosexuales.