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TEMA 5

VALORACIÓN DE ALGUNOS COMPORTAMIENTOS


SEXUALES

La homosexualidad.
- Definición, tipología y etimología.
Etimológicamente, el término homosexualidad, está compuesto del
adjetivo griego homos, igual, y el sustantivo latino sexus, cuya raíz secare
significa cortar en dos. Nos indica que se trata de una relación sexual entre
personas del mismo sexo. El sexo como tal indica la alteridad y le
diferencia sexual.
Uno de los primeros términos que se empleó con fuerza para referirse a
ellos es el de sodomitas en clara alusión a Gn 19, 4-11. En el que llegan dos
ángeles a Abrahán, de ahí parten para Sodoma en la que son acogidos por
un extranjeros y el pueblo querían conocer-los. Por eso
A partir del siglo XIX empieza a emplearse el término de
homosexualidad, siendo en 1879 cuando Karl-María Kertben emplea por
primera vez el término en una carta que va a enviar al psiquiatra Karl
Ulrichs. En 1886, el alemán Richard Von Krafft-Ebing se refiere a la
homosexualidad como una perversión, ya que para él la lógica del deseo
sexual conducía a la procreación y todo aquello que no se ajustaba a esto
debía ser considerado como una perversión. También Freud, en sus
primeros escritos no habla de la homosexualidad como una perversión.
Karl Nestphal hablará de que la homosexualidad es una especie de tercer
sexo. Y Havelock Ellis escribe en 1890 un libro en el que describe la
homosexualidad y en el que va a proponer la abstinencia como forma de
comportamiento, siendo éste el primero que la va a definir.
Hasta aquí se ve la homosexualidad desde el exterior que conduce a un
cierto dualismo puesto que se olvida de la polaridad sexual como clave de
interpretación.
Un intento de ruptura de este dualismo es la carta de la congregación
para la fe es la carta De homosexualitatis problema del 1/10/86. Por
primera vez se va hablar de personas homosexuales, no como una
condición, recalcando que no se puede reducir el fenómeno homosexual a
una determinada condición. Sino que nos encontramos ante personas que
viven una determinada orientación sexual. Después se dice que es hijo de
Dios, y finalmente se ofrece la ayuda de los problemas afectivos y la
castidad.
El término más reciente que se ha usado es el de atracción hacia al
mismo sexo, puesto que describiría de una manera más clara su sentido, y
sobre todo se centra en el centro fenoménico, me pasa esto. Permitiendo así
las distintas realidades en las que se expresa la homosexualidad. Por eso, al
hablar de homosexualidad no podemos perder de vista que se trata de un
fenómeno complejo. Hay que intentar evitar el riesgo de la
homogenización.
Definición: la homosexualidad se trata de una condición particular,
originada por diversos factores en los que la persona experimenta en mayor
o menor medida, una atracción sexual y afectiva hacia personas de su
mismo sexo. En relación a la tipología de la homosexualidad podríamos
distinguir dos variantes:
 Homosexualidad ocasional o episódica: es aquella en la que se
produce un contacto homosexual condicionado por la falta de una
persona de sexo contrario, y que desaparece en el momento que es
posible contactar con la persona del otro sexo. También podemos
encuadrar en este tipo aquellos contactos resultado de una búsqueda
de nuevas experiencias y aquellos que son consecuencias de
estupefacientes.
 Homosexualidad esencial o radical: la persona es consciente de su
atracción y se caracteriza por su profundidad y permanencia, y es
localizable en la estructura psicoafectiva de la persona. Dentro de ésta
hay una división en función del grado de aceptación, tomado del
manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSN
Dentro de ambas podemos encontrar distintas homosexualidades: la
militante, la conclusiva, la afeminada, destructiva, etc.:
o Egodistónica: vivida por personas que experimentan de manera
conflictiva su condición homosexual y que, por tanto, no afecta
las reacciones que conlleva y buscan ayuda terapéutica. (no
gay)
o Egosintónica: las personas no presentan ningún tipo de
conflicto y la viven con cierta serenidad y que en algunos casos
hacen apología del estilo de vida homosexual (si gay). El gay
es aquel que públicamente vive su homosexualidad.

Una última distinción es entre pulsión y tendencia. En el caso de la


pulsión tiene un carácter activo, y se percibe de manera clara por la propia
conciencia entendiéndose como la atracción. Mientras que la tendencia
tiene un carácter pasivo, se concibe como una inclinación hacia individuos
del mismo sexo pero sin que necesariamente lleva aparejado las relaciones
sexuales.

- La formación de la identidad sexual.


La identidad sexual comprende dimensiones fundamentales de la
persona y consiste en la capacidad de autorrepresentarse y percibirse como
sujeto unitario con características estables permanentes y distintas de las de
los otros. Responde a la necesidad de estructurarse como hombre y como
mujer. Hay cuatro niveles que conforman la identidad sexual:
 Sexo genético: delinea nuestro ser hombre o mujer y es fruto de la
fusión entre el espermatozoide y el óvulo, que lleva toda la
información para desarrollarse, hombre XY y la mujer XX.
 Sexo gonádico: a partir de la 6º semana de gestación comienza la
diferenciación gonádica que conlleva el desarrollo de las glándulas
sexuales en función del sexo genético y que va a culminar con la
aparición de los testículos y de los ovarios.
 Sexo fenotípico: en el hombre los testículos segregan testosterona
que lo que produce es la trasformación en masculinas de aquellas
estructuras embrionarias eminentemente femeninas y comienza la
sexualización del cerebro en esta etapa que produce respuestas
distintas en hombres y mujeres.
 Sexo psicológico: es la identificación al hecho de ser varón o ser
mujer con todo lo que ello implica.
En todo este proceso resulta fundamental la presencia de la alteridad para
así generar un identidad sexual estable puesto que si no es estable la
identidad sexual es cuando vamos a encontrar problemas y pueden dar
lugar al desarrollo de la homosexualidad.

- Génesis y el desarrollo de la homosexualidad.


Psicológico: FREUD la homosexualidad tiene un lugar central en el
psicoanálisis, siendo cuatro los pilares en los que se apoya su teoría:
1existencia de una sexualidad infantil, 2ruptura de la barrera existente entre
normalidad y anormalidad en el comportamiento sexual. 3el
comportamiento del adulto es el resultado de cómo se resuelven las
vicisitudes del desarrollo individual. 4esxistencia de una estrecha relación
entre las motivaciones de tipo sexual y el comportamiento humano.
Distintas fases de desarrollo psicosexual como Freud las entiende:
1ORAL: el niño depende de su madre para sus sustento y que sexualmente
está orientado hacia el pecho. 2ANAL: 18meses el niño empieza a
centrarse en sí mismo y toma conciencia de que es productor de heces y
comenzando a controlar sus funciones corporales, a partir de aquí el niño
comienza a sentir atracción hacia su propio cuerpo de manera narcisista.
3FÁLICA: 3 o 4 años, el niño centra su atención en su pene y la diferencia
con las chicas, el interés del niño está centrado en su madre; el padre es
visto como un competidor que viene a robar el cariño y la atención de la
madre, dado que tiene una relación distinta con respecto a la que tiene del
padre; aquí es donde entra el complejo de Edipo. Especial importancia
tiene el padre y el papel que éste tiene que cumplir, no solo es que tenga
que encarnar la autoridad y la norma sino que además tiene que establecer
una nueva relación entre la madre y el niño, para ello tiene que aparecer
como aquel que con su deseo se impone en el deseo vital de la madre; el
padre muestra al hijo que lo precede, tiene la precedencia frente al hijo y la
madre al confirmar con su palabra y con sus actos al mismo tiempo lugar el
llamado complejo de castración, en el que cada sexo vive en el plano
simbólico e imaginario lo que supone la castración del falo, para
paradójicamente poder tener el tabú incesto que tiene un efecto muy
positivo sobre el niño, ya que viene a poner al padre como la figura con la
que identificarse y reconocerse; del éxito de todo esto va a depender el
desarrollo de la bisexualidad psíquica que no es otra cosa que la capacidad
para la alteridad e interiorizar la diferencia sexual. 4ELECCIÓN DEL
OBJETO SEXUAL: edad pubertad, el instinto sexual hasta entonces
predominantemente autoerótico encuentra el objeto sexual al que dirigirse.
Freud sitúa el inicio de la homosexualidad y su valoración, sería un
estancamiento de la pulsión sexual en alguna de las fases del desarrollo
pregenital y habla de tres periodos que resultarían claves: 1ºconsecuencia
de algún acontecimiento en la fase autoerótica, en la que el niño se
encuentra centrado en sí mismo. 2ºmiedo a la castración ya que imagina
que las mujeres han sufrido una mutilación temiendo que sea él quien
resulte también castrado (complejo de castración no resuelto). 3ºcomplejo
de Edipo no superado, en el que el padre no ha hecho valer su autoridad o
bien, si lo ha hecho pero la madre ha evitado la crisis dando un apoyo
excesivo.

JACQUES LACAN Es un psicoanalista francés que busca retomar el


pensamiento original de Freud. Lo que añade respeto a Freud: en relación
al desarrollo psicosexual introduce una fase nueva que sitúa junto a la fase
oral y es el llamado ESTADIO DEL ESPEJO. Trata de la transformación
producida en el sujeto cuando asume su propia imagen. La función del
estadio del espejo es establecer una relación del organismo con su realidad,
y por tanto, el niño descubre que una imagen representa a sí mismo. Esta
imagen vista desde fuera lo muestra igual a los demás y le permite un
acceso a la propia realidad.
Respecto a Freud presenta una diferencia en el complejo de Edipo, ya
que para él se va a estructurar en tres tiempos: 1el niño quiere ser el objeto
de deseo de la madre, no se trata solamente de querer ser cuidado ni de la
presencia de la madre sino de la apetencia de su deseo, al objeto de deseo
en la madre se le llama falo que quedaría satisfecho con la presencia del
niño. 2aparece la figura del padre entrando en la relación entre la madre y
el niño, impidiendo así que la madre se cierre sobre el niño y castrando en
al niño simbólicamente puesto que la madre se va a dirigir hacia el padre.
3Resolución del complejo de Edipo, será favorable en tanto que el niño se
identifique con el padre, pasando así de ser el falo de la madre. En el fondo
en el niño reconoce el deseo que hay en él, asumiendo su propia sexualidad
y aceptando el tabú del incesto.
Lacan va hacer referencia al llamado punto nodal, que se sitúa entre el 2º
y el 3º tercer y sin el cual sin este 3º tiempo no se va a resolver con éxito.
El punto nodal conlleva que el padre sea percibido por el niño como aquel
que castra, así como que se dé cuenta de que lo que ha sido castrado es de
su madre.
Para Lacan la homosexualidad sería la inmersión con respecto al objeto
que se estructura en un Edipo pleno y acabado, en vez de ser castrado el
falo lo que se produce es una fijación mayor que hace que le dé un valor
determinante al pene, y por tanto, lo que se produce es una búsqueda del
mismo. Esto es así, como consecuencia de que es la madre la que dicta la
ley al padre, en vez de al contrario y sucede en un momento singularmente
decisivo: cuando la intervención prohibitiva del padre hubiera debido
introducir al sujeto en la fase de su relación con el objeto del deseo de la
madre y cortar de raíz para él toda posibilidad de identificarse con el falo,
el sujeto encuentra, por el contrario, en la estructura de la madre el sostén y
el refuerzo por cuya esta crisis no tiene lugar. Aguanta perfectamente el
niño porque siente que la madre es la clave de la situación y no se deja ni
privar ni desposeer.
Para Lacan una de las exigencias de la homosexualidad es que su pareja
muestre que tiene falo, correspondiéndose con la posición originaria: la
madre es la que dicta la ley al padre, y psicológicamente es la que tiene el
falo. Algunos homosexuales temen al órgano femenino porque se ha
tragado el falo del padre, temen que cuando penetren la vagina se
encuentren con el falo que se ha comido.
Por eso, es clave la resolución del complejo de Edipo, en el que resulta
fundamental el papel del padre. Lacan al igual que Freud, sitúa la
homosexualidad a niveles de síntoma, que esconde detrás una respuesta no
adecuada ante una situación en la que se ha interrumpido la dinámica de la
castración e individuación del sujeto y su deseo. El análisis de ambos se
centra en el análisis patológico, perdiendo la perspectiva total de la persona
pudiendo conducirlo a una reducción de la misma, con las consecuencias
que esto tiene.

El papel de los padres.


Resulta determinante el papel de los padres. Como consecuencia de esto
se van a desarrollar una serie de estudios en los que se va a tener en cuenta
como podría influir el papel de los padres en el desarrollo de la
homosexualidad.
El primero de los estudios es llevado a cabo en 1962 por Irving Bieber
en el que van a confrontar los casos de 106 homosexuales y 100
heterosexuales. El resultado es que uno de los factores desencadenantes de
la homosexualidad había sido la presencia de un padre hostil y una madre
dominante.
Se vuelve a repetir el estudio en 1979 con 1000 homosexuales en el que
se van a tener en cuenta las relaciones entre los miembros de la familia. Se
observa que las madres presentan una relación más estrecha con sus hijos
que denominan Close-Binding-Intimate, cerrada-atada-unida. El hijo se
convierte para la madre en un compañero que de alguna manera sexualiza
esa relación dejando al padre y al resto de los hijos en la periferia, para el
hijo su madre se convierte en la figura clave de su vida emocional. La
relación con los padres es muy diferente ya que los hijos sienten la
hostilidad y al crecer recuerdan únicamente que el padre era distante, sin
interés y débil. De la misma manera habla de padres que se enfrentan a los
hijos, y que son destructivos en sus relaciones.
A pesar de esta percepción tiene una gran necesidad de afecto y
aceptación paterna en una etapa que resulta crucial. También encontramos
relaciones problemáticas con los hermanos como consecuencia de la
preferencia materna por estos hijos, así como con los amigos ya que temen
la combatividad que observa en los otros niños.
Para Bieber y sus colaboradores sería la homosexualidad la consecuencia
de la necesidad de establecer una identificación con la parte masculina, el
sustrato aparece la necesidad de ser aceptado y reconocido por otros
hombres como consecuencia de su masculinidad dañada. En este mismo
sentido, otros autores han llegado a las mismas conclusiones, es decir, que
la homosexualidad se debe en buen parte a una mala relación con el padre.
Dentro de ello aparece el anhelo de la figura paterna que tiene como
síntoma la orientación homosexual.

Enfoque sociológico:
En 1948, por el estudio del zoólogo de Alfred Kinsey aparece un nuevo
enfoque sociológico para comprender la homosexualidad del hombre. Hace
entrevistas a 5000 hombres y el resultado lo extrapola al conjunto de la
sociedad estadounidense. Este estudio tiene gran importancia no por los
datos sino porque el gran problema es que se ha convertido en el estudio de
referencia para investigaciones posteriores, así como para justificar
acciones legislativas destinadas a normalizar determinadas prácticas
sexuales y sirviendo de base para la educación afectivo-sexual. Los
resultados de este estudio iban a ser desmentidos muy pronto, a pesar de lo
cual sigue siendo un estudio referencial.
En 1953 presenta el informe sobre el comportamiento sexual en la mujer
entrevistando a 6000 mujeres, en el que se busca identificar patrones de
comportamiento sexual y se hace un recorrido por las distintas etapas por el
desarrollo psicosexual.
Para Kinsey, tanto la infancia como la preadolescencia es posible lograr
una respuesta sexual que estará en función del grado de desarrollo de los
órganos genitales, y que lleva implícita la posibilidad de mantener las
relaciones sexuales más plenas con posterioridad. De la misma manera
justifica las relaciones prematrimoniales ya que son fuente de placer.
Entonces, está justificando la pederastia, ya que para él los menores son
seres sexuales que también buscan satisfacción, llegando a afirmar que la
culpa que pueden experimentar estos menores es consecuencia del castigo
o de la reacción de los padres o adultos que se recibe por la acción
cometida y no por el hecho de que se somete a estos niños a acciones ni
corresponden a esa edad y que atentan contra la propia infancia.
El informe de Kinsey afirma la necesidad de conocer cuántas personas
son homosexuales ya que los estudios precedentes de H. Ellis y M.
Hirschfeld afirmaban que únicamente entre el 2% o el 3% de la población
eran homosexuales, Kinsey pensaba que el porcentaje era mayor. Para
Kinsey heterosexualidad y homosexualidad son términos que más que
describir a la persona pueden ser usados para designar las relaciones o los
estímulos que La sexualidad es concebida como un continium en la que
es posible ir alternando heterosexualidad con homosexualidad puesto que
está en función de la propia historia, y mientras que en unos tiene
predominio la experiencia homosexual para otros lo tiene la
heterosexualidad o perfecto llamada alternancia entre ambas.
Kinsey nos va a ofrecer una escala a partir de la cual es posible situarse
sexualmente que va de 0 al 6. El 0 se corresponde con la heterosexualidad
pura y el 6 con la homosexualidad pura. El 1 y el 2 responden a situaciones
en las que se han producido contactos homosexuales de manera accidental
habiendo respondido a estos estímulos homosexuales pero donde las
experiencias heterosexuales sobrepasan a las homosexuales. El 3 es para la
posición intermedia y en ellos se disfruta de la misma manera en los
encuentros heterosexuales como homosexuales. El 4 y 4 el 5 son aquellos
en los que hay un mayor número de relaciones homosexuales respondiendo
plenamente a sus estímulos y en los que la experiencia heterosexual se
presenta como anecdótica generando algún tipo de respuesta. Según esta
escala, se viene a confirmar que la sexualidad es un continuo, por tanto, se
puede alternar hetero u homo.
Entre los datos obtenidos cabe destacar que el 37% de los hombres han
tenido alguna experiencia homosexual lo que supone 2 de cada 5 hombres,
llegando a afirmar que el 10% de la población masculina es
homosexualidad. En el caso de las mujeres se afirma que entre el 1 y el 3%
son homosexuales. Con estos datos, para Kinsey, es necesario revisar los
patrones de la heterosexualidad y de la homosexualidad, ya que se trata de
conductas aprendidas.
En relación a los datos, 6 años después del primero, la asociación de
estadística americana pone en cuestión las conclusiones de este informe. La
primera es el fallo de los datos y la excentividad de la muestra empleada,
puesto que al incluir voluntarios nos encontramos con la presencia de
personas que habían estado en prisión, incluso algunos de ellos habían
ejercido la prostitución masculina. Por lo que los datos quedan alterados
extrapolándose determinados patrones de comportamiento para presentar
así una mayor representatividad de la homosexualidad.
Estudios posteriores vinieron a desmontar los datos ofrecidos por
Kinsey, a pesar de lo cual la extensión de su pensamiento sigue estando
muy presente. El informe Kinsey pretende mostrar que la identidad sexual
es una categoría falsa, es decir, que no hay tal identidad como consecuencia
de su misión de la sexualidad como un continuo, y por tanto, pierde la
lógica de la diferencia sexual poniendo el acento en la atracción como base
determinante.
Como bien sabemos, la sexualidad no es ningún continuo en el que la
variabilidad de la orientación será su nota característica, sino que la
sexualidad define a la persona a partir de la integración de los significados
de la diferencia sexual. Y ello conlleva una manera de ser y de vivir y abre
a la posibilidad de la plenitud en la entrega generosa de la propia vida. Por
eso, el informe Kinsey, tanto en su variante masculina como femenina,
carece de rigor científico tanto en la obtención de los datos como
consecuencia del sesgo ideologizante que lleva en sí.

Enfoques biológicos y genéticos:


Los estudios del cerebro:
De manera singular en los últimos tiempos, los investigadores han
puesto su interés en el cerebro con el objetivo de encontrar elementos
relacionados con el sexo y desde aquí poder individuar causas que
expliquen la orientación homosexual. Un primer estudio es llevado a cabo
por Gorski en 1980, tomando como elementos las ratas. En las ratas la
acción de las hormonas esteroideas resulta necesaria para el proceso de
diferenciación sexual y se busca determinar si dentro del área sexual
dimórfica aparece un núcleo cuyo tamaño de las células sea mayor en
relación al tamaño normal. Los estudios determinan que aproximadamente
el 33% de las células son de mayor tamaño en el área del cerebro. Por lo
que nuestros autores proponen denominar a este núcleo Sexuality
Dimorphic Nucleus. SDN
A continuación se busca hacer la comparación entre machos y hembras
arrojando como resultado que en el caso de la rata macho el SDN presenta
un elevado número de neuronas más grande respecto a la rata hembra. Por
eso nos dice Gorski que la posibilidad del ambiente hormonal de alguna
manera determine el número de neuronas en un determinado núcleo del
cerebro aparece como una gran oportunidad para comprender los
mecanismo de diferenciación sexual del cerebro y quizás el desarrollo
hormonal en general.
En 1991 hace un nuevo estudio en el que es capaz de demostrar que las
diferencias cerebrales que se observaban en las ratas también se encuentran
en los seres humanos. Estudia los cerebros de 100 hombres y mujeres
adultos que ya habían fallecido. Y lo que observa es que hay dos áreas del
cerebro de las mujeres que resultan muchos más grandes respecto al de los
varones. Essta dos áreas son el área sagital media de la comisura anterior y
la masa intermedia.
Resulta curioso los resultados de Gorski, ya que si el cerebro de los
varones es más grande que el de las mujeres, podríamos encontrar aquí la
explicación al funcionamiento diverso y a algunas estructuras cerebrales en
relación al sexo.
Un tercer estudio es llevado a cabo por Simon Levay de 1991, nos va a
confirmar los datos del estudio de Gorski. El hipotálamo anterior es
importante en la regulación del comportamiento sexual de hombre. Se fija
en el volumen de un grupo de células en el llamado núcleo intersticial del
hipotálamo anterior, conocido por sus siglas en inglés INAH. Su hipótesis
es que el INAH 2 y 3 es mayor en hombres heterosexuales y más pequeño
en hombres homosexuales. El estudio se realiza sobre el cerebro de 41
sujetos muertos, de los cuales 25 se saben que son enfermos de sida y 19
homosexuales declarados. Al observar los cerebros Levay descubre que los
INAH 1, 2 y 4 no presentan diferencias, mientras que el 3 sí que las
presenta. Esta región cerebral es entre la mitad y ¾ partes más pequeñas en
homosexuales y mujeres heterosexuales con respecto a los hombres
heterosexuales. Por lo que podemos hablar de dimorfismo en relación con
la orientación sexual.
El mismo autor es consciente de los problemas de su estudio, que son las
siguientes: 1la observación haya sido hecha sobre enfermos de sida, 2puede
ser que el tamaño pequeño se deba a la acción del sida, y 3los enfermos de
sida constituyen un subgrupo de los hombres homosexuales que no
representan a todo el conjunto. El propio Levay no llega a concluir que el
INAH 3 sea la causa de la consecuencia de la orientación sexual en el
individuo.
Sin perder la perspectiva del hilemorfismo cerebral, encontramos el
estudio de Ivanka Savic y Per LindsTröm que realizan su estudio en 2008.
Ponen el foco de atención en la asimetría de los hemisferios cerebrales y la
conectividad funcional que estudios previos habían mostrado eran
específicos de la diferencia sexual. El estudio se va a realizar sobre 90
hombres y mujeres, tanto heterosexuales como homosexuales, aportando
como novedad la asimetría del cerebro y del cerebelo y la conectividad
funcional de la amígdala derecha e izquierda.
En el primer caso se va a emplea la resonancia magnética, mientras que
en el segundo caso se hace un tac. Los estudios arrojan dimorfismo sexual
respecto a la asimetría de los hemisferios cerebrales y las conexiones
funcionales de la amígdala izquierda y derecha. De manera singular estos
datos resaltan en los objetos homosexuales donde estas conexiones resultan
atípicas mostrando de manera singular los varones homosexuales patrones
femeninos. La conclusión a la que llegan es que los hombres
heterosexuales y las mujeres homosexuales son bastante similares entre sí,
pero asimétricos respecto a los cerebros de hombres homosexuales y
mujeres heterosexuales que entren sí vuelven a resultar muy parecidos.

Enfoque genético:
Tienen como objetivo individuar algún gen a través del cual sea posible
probar el origen de la homosexualidad. Persigue profundizar en la
aceptación social de la homosexualidad en aras de la normalización del
fenómeno de la homosexualidad.
Para ello, van a estudiar a los gemelos. El primer estudio lo desarrolla F.
J. Kallmann en 1952. Estudia el caso de 85 hombres homosexuales
gemelos y que rondaban 45 monocigóticos y 40 dicigóticos. En el caso de
los gemelos dicigóticos solo el 12% mostraba plena concordancia, mientras
que el 42% mostraba alguna concordancia. Por el contrario, en el caso de
los monocigóticos la concordancia es del 100%, señalando que habían
desarrollado su tendencia sexual por separado.
Estos datos van a ser refutados por J. D. Rainer en 1960. Su objeto de
estudio son dos pares de gemelos masculinos y femeninos. Y en el que uno
tiene un comportamiento heterosexual y otro homosexual. Este autor dice
que la razón para el comportamiento homosexual estaba por un lado en las
fantasías de los padres respecto al sexo de uno de los gemelos antes de su
nacimiento, y por otro lado en una pequeña diferencia anatómica en los
gemelos que determina un comportamiento especial de la madre con uno u
otro. Por tanto, no se puede achacar la diversa orientación homosexual a las
diferencias neurológicas.
El siguiente estudio es llevado a cabo por Baile y por Pillard, que tienen
dos propósitos: determinar la existencia de una contribución genética en la
orientación sexual y en el caso de que la haya, investigar su
comportamiento. El estudio se realiza a 161 hombres y juntos con gemelos
monocigóticos y dicigóticos se van a introducir los hermanos adoptados.
Parte de la hipótesis de que el grado de homosexualidad será mayor tanto
para los gemelos monocigóticos y dicigóticos en relación a los adoptados.
Los resultados arrojan que el 52% de los hermanos monocigóticos
coincidían en su orientación homosexual o bisexual respecto al 22% de los
dicigóticos y el 11% de los adoptados. Las conclusiones que sacan son: 1la
herencia genética supondría una sustancial proporción de variable
fenotípica, 2necesidad de considerar los factores que rodean al individuo o
en su conjunto, y 3en la lucha evolutiva de los genes cabe la posibilidad de
preguntarse cómo van a persistir los genes de la homosexualidad.
Haner, 1993, plantea la posibilidad de que sea en el cromosoma X donde
se localice el gen que determine la orientación sexual. Para ello vana a
entrevistar a 114 familias con algún miembro homosexual y descubren que
es por la vía materna donde se encuentran un mayor número de
homosexuales. Estudian marcadores del ADN en fragmentos del
cromosoma X, y arrojan que hay una significativa correlación entre la
herencia de los marcadores genéticos en la región Xq28, y la orientación
sexual de un grupo seleccionado de hombres homosexuales.

Habida cuenta de estos autores, lo que parecen probar es la acción de un


gen trasmitido por vía materna lo que ocasionaría el desarrollo de la
homosexualidad masculina. Ahora bien, no podemos dejar de tener en
cuenta que esta región Xq28 contiene cientos de genes, y por tanto,
resultaría extremadamente complicado determinar cuál de ellos sería el
responsable dado la variabilidad de estos genes en cada individuo.
Los estudios genéticos intentan probar la presencia de una gen que
determine la orientación homosexual y en el que encontraríamos una
respuesta genéticamente ya marcada. Esto supondría, en la práctica, un
cambio en la concepción de la homosexualidad, puesto que conllevaría una
aceptación de la misma e incluso una defensa de la misma. De la misma
manera, la presencia de un gen supondría que el sujeto no actúa ni por la
libertad ni por la conciencia, puesto que al hacerlo como consecuencia de
un determinado gen las acciones de la persona quedarían liberadas de toda
consideración moral.
Desde esta perspectiva corremos el riesgo de caer en un dualismo, ya que
conduce a reducir a la persona homosexual a un mero autómata, incapaz de
vivir sus elecciones desde la libertad y la responsabilidad, y que separa lo
físico de lo interno, es decir, el nivel de la conciencia. Reclamar la libertad
y la responsabilidad de la persona homosexual supone defender
verdaderamente la integridad de la persona respecto a su obrar. De ahí que
para poder analizar los actos humanos, necesariamente tendremos que
formar la conciencia desde la lógica del obrar excelente, en el que
encontramos tres elementos: la afectividad, en la que es posible reconocer
la vulnerabilidad de la persona y la apertura que ello conlleva; la intención,
que posibilita dirigir la acción hacia un fin; y la elección, en la que la
acción se hace concreta y alcanza el objeto moral.

IDEOLOGÍA DE GÉNERO Y HOMOSEXUALIDAD


La ideología de género se ha convertido en un elemento determinante
que ha puesto en crisis a nuestras sociedades modernas porque ha habido
un cambio en la visión del ser humano. Unido a esta ideología de género
aparece la revolución sexual, en el que sus presupuestos llevan al amor
libre y a la práctica de la sexualidad sin amor.
En 1969, en Stonewall Inn, Nueva York, en el que se van a enfrentar
policías y homosexuales, dando lugar al moderno movimiento de liberación
que comenzó a emplearse el termino gay, que en castellano significa feliz,
para referirse a los homosexuales y que va a tomar el nombre de Gay
liberation front. Hasta este momento, la homosexualidad había sido mal
vista y algo a mantener en privado, pero a partir de este momento se
convierte en visible y comienza a luchar por su movilización y su
visibilidad, convirtiéndose en un importante grupo influyente poniendo el
acento en el cambio de las legislaciones civiles. Para ello, en primer lugar,
van a desarrollar acciones orientadas a la afirmación de la propia identidad.
La declaración pública de la propia homosexualidad con destino de vida
sereno y feliz. Su ejercicio público y el rechazo a esconderse y vivir en
secreto la propia sexualidad son los elementos que van a configurar la
identidad gay. Resulta curioso como a lo largo de la historia se van a buscar
la presencia de comportamientos homosexuales, que sin importan el
significado que estos pudieran tener en su contexto, han servido para
justificar la consideración de la homosexualidad como una valiente más de
la sexualidad humana.
Estos comportamientos homosexuales se ven en Grecia, en el que un
adulto mantenía relaciones con un joven siendo esta la manera de
introducirlo en la vida adulta. En Roma se observa como consecuencia de
la depravación de las costumbres morales en un determinado periodo
histórico. Actualmente, hay una tribu en Papúa nueva Guinea que el rito de
adultez es que los jóvenes beben el semen de los adultos. Todo esto va a
servir para que la homosexualidad se reconocida y con el propósito de
evitar sufrimientos innecesarios hacia aquellos que experimentan esta
atracción.
Un segundo tipo de acciones es la búsqueda de determinados cambios
con los cuales sea posible cambiar las consideraciones de la
homosexualidad mediante el desarrollo de acciones en doble sentido:
mostrar el verdadero rostro de la homosexualidad y la normalización de
ésta. De especial atención va a ser el DSM, que en el trascurso de apenas
20 años va a cambiar la consideración de la homosexualidad como
consecuencia de la presión del lovi gay.
En 1952 es publicado el DSM, incluyendo la homosexualidad en la lista
de los trastornos de la personalidad de carácter social. En 1968 se publica
el DSM2 apareciendo la homosexualidad dentro de las desviaciones
sexuales, y por tanto, como una enfermedad. En la revisión de 1973 se
produce el cambio respecto a al homosexualidad, dejando de ser una
enfermedad como consecuencia de la presión ejercida por el lobi gay. El
DSM3 de 1980 introduce la distinción entre la homosexualidad
egodistónica y la egosintónica. Aquellos que vivían la homosexualidad
egodistónica, tanto el rechazo a la experiencia, era considerado un trastorno
mental, y por tanto, había posibilidad de su tratamiento. La revisión del
DSM3 de 1987 confirma el hecho de que la homosexualidad no es una
enfermedad psíquica y la sitúa dentro de los trastornos sin motivo que lo
origine, pero considerándose como una variante de la sexualidad por una
serie de motivos, que son tres: 1hay una porción estable de la población
que tiene un comportamiento homosexual sin problema psíquico, 2se dan
experiencias juveniles homosexuales antes de la madurez sexual, y 3la fase
del sufrimiento psíquico es común y es consecuencia del conflicto entre el
sujeto y las normas sociales.
De la misma manera, la ONS e 1990, va a cancelar de su catálogo de
enfermedades como enfermedad mental o psiquiátrica la homosexualidad,
reconociéndose por un lado como variante de la sexualidad humana y
rechazando todo tipo de terapia que busque cambiar la orientación sexual.
Las últimas revisiones del DSM, tanto las del 94 como las del 2000, seguía
considerando como desorden sexual no especificado la homosexualidad
egodistónica. Mientras que en la última edición del DSM5 del 2013 no
hace ninguna mención a la homosexualidad.
De la misma manera también se han introducido cambios legislativos. A
nivel europeo encontramos la carta de los Derechos Fundamentales de la
UE, aprobada en el año 2000. En cuyo artículo noveno se afirma lo
siguiente “se garantiza el derecho a contraer matrimonio y el derecho a
fundar una familia según las leyes nacionales que regulen su ejercicio”. De
hecho lo que hace es extender la posibilidad a las uniones de hecho
homosexuales y heterosexuales a que se les reconozca toda una serie de
derechos.
En el caso español, nos encontramos con la Ley 13/2005 de 1 de Junio,
por la que se modifica el código civil en materia de matrimonio. En la
exposición de motivos de esta ley aparece que se fundamenta en dos
artículos de la constitución española. Por un lado, el artículo 9.2 y 10.1 que
recogen el libre desarrollo de la personalidad (9.2) y la vinculación del
Estado con la declaración de los derechos del hombre (10.1). Por otra parte,
el artículo 14 de la Constitución recoge la igualdad de todos los españoles
ante la ley sin posibilidad de discriminación. Sobre esta base, la exposición
de motivos aclarar que esta ley tiene intención de dar satisfacción a una
demanda que es palpable teniendo en cuenta los cambios que se venido
solicitando desde la propia sociedad en la equiparación de los derechos de
todo y para todos con independencia de su orientación sexual. Esta ley no
solo viene a dar posibilidad a que se pueda llevar a cabo la unión entre
personas del mismo bajo la forma matrimonial con los mismos requisitos y
efectos que entre personas del distinto sexo. Y además para que esto sea así
se produce un cambio en la terminología.
Nuestra conferencia episcopal, en las orientaciones morales sobre
situación actual de España de 2006, afirma que con esta reforma se
establece una insólita definición legal del matrimonio al excluirse toda
referencia a la diferencia sexual entre el varón y la mujer. La nueva
terminología que emplea la ley aparece el término cónyuges allí donde
previamente y de manera exclusiva se hacía referencia al marido y a la
mujer. Y en lo referido expresamente a la función paterna y materna se
emplea el término progenitor, aparentemente es un término neutro pero que
proviene de la ideología de género, desdibujando una realidad nítida como
es el hecho de ser padre y madre, y ampliando todas las combinaciones
posibles.
La congregación para la doctrina de la Fe va a sacar en 2003 unas
consideraciones ante los proyectos legales en aras del reconocimiento
jurídico de las uniones homosexuales. Pone de manifiesto que no solo se
contravenga gel designio de Dios sobre el matrimonio y la familia, sino que
además elenca una serie de razones por las que hace notar que el
reconocimiento de estas uniones no supone un beneficio ni para sociedad
en su conjunto ni de manera particular para las personas homosexuales.

VALORACIÓN MORAL DE TODO EL TEMA


Para una correcta valoración moral hay que distinguir entre las personas
homosexuales, la tendencia o inclinación homosexual y el comportamiento
homosexual.
Nos encontramos ante una orientación que en sí misma y con
independencia de los factores que pudieran afectar al sujeto es
objetivamente desordenada puesto que condiciona el obrar del sujeto en
una dirección que contradice el bien de la persona al no respetar ni la
verdad ni el significado de la sexualidad. Puesto que implica una forma de
egoísmo. El bien de la persona hace incompatible el comportamiento
homosexual con la dignidad de la persona, y por tanto, con la Ley Natural.
La valoración negativa del comportamiento homosexual no limita ni la
libertad ni la dignidad de la persona, sino que más bien es lo contrario, es
una defensa de ambas y buscando del bien integral de la persona.
Respecto a la responsabilidad moral, nos referimos exclusivamente a los
actos o comportamientos. Han de tenerse como mínimo dos principios
generales a tener en cuenta: se debe evitar la presunción de ausencia de
responsabilidad, la persona tiene una libertad, e intentar presentar una
visión de una persona sin ella sería humillante para la propia dignidad de la
persona; y valorar los condicionamientos y mecanismos psicológicos que
puedan interferir de tal manera en la libertad que pudieran disminuir la
responsabilidad moral, los juicios morales versan siempre sobre conductas
y actos concretos realizados por personas determinadas.
2. Las relaciones prematrimoniales.
En las relaciones prematrimoniales nos encontramos con que no existe
una voluntad de entregarse plenamente. Por eso podemos considerarlas
como una ficción del amor. Ya que se trata de una relación meramente
privada cuyo criterio pasa a ser la relación privada y meramente afectiva de
los novios. Es preciso comprender que es lo que realizan, ya que en su
relación quieren expresar más o menos su voluntad de amor mutuo.
Externamente nos encontramos ante un tipo de acto que en el
matrimonio puede ser vivido con la misma intensidad afectiva. Ahora bien,
si entramos en la perspectiva del sujeto que actúa la intencionalidad es
distinta, puesto que al no existir el marco global de entrega de la persona y
acogida del otro, no hay una donación total de sí mismo. No solo es que la
relación prematrimonial no implique una entrega total sino que al tener
como fin probarse sexualmente, lo que hacen es prestarse los cuerpos.
Probar a una persona no conduce nunca a entregarse a ella, puesto que la
entrega personal y verdadera se basa en la fe en el amor y no en la
experiencia de satisfacción subjetiva.

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