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Los Judíos creían en la reencarnación bajo el nombre de resurrección. las ideas de los
Judíos en este punto, no estaban claramente definidas, porque sólo tenían nociones vagas
sobre el alma y sus lazos con el cuerpo. Creían que un hombre que vivió podía revivir, sin
explicarse con precisión la manera cómo esto podía suceder.Este tema fue anatematizado
hasta que en el Concilio de Constantinopla en el año 1533 donde se concibe la palabra
resurrección, con el sentido que supone el regreso a la vida del mismo cuerpo que murió, lo
que la Ciencia demuestra ser materialmente imposible, sobre todo cuando los elementos de
ese cuerpo están, desde hace mucho, dispersos y absortos. La reencarnación es el retorno
del Espíritu a la vida corporal pero en otro cuerpo nuevamente formado para el, que nada
tiene en común con el antiguo. La palabra Resurrección podía ser aplicada a Lázaro quien
fue resucitado por Jesús, pero no a Elías ni a los otros profetas.
Si esa creencia hubiese sido un error, Jesús no hubiera dejado de combatirla, como
combatió tantas otras; lejos de esto, la sancionó con toda su autoridad, y la colocó como
principio y como una condición necesaria cuando dice: Nadie puede ver el reino de los
cielos si no naciere de nuevo; e insiste, añadiendo: No os maravilléis de los que os dije, que
es NECESARIO que nazcáis de nuevo.
Algunas religiones cristianas han querido relacionar este pasaje refiriendo a la regeneración
del hombre por medio del bautismo, pero originalmente estas palabras fueron interpretadas
por el renacimiento del hombre con su cuerpo y espíritu.
También encontramos varios pasajes en el Antiguo Testamento que sugieren la
reencarnación; un ejemplo puede ser el siguiente de Job, cap.XIV, v. 10, 14. “Cuando el
hombre está muerto, vive siempre; terminando los días de mi existencia terrestre, esperaré,
porque a ella volveré de nuevo”.
El principio de la pluralidad de existencias está claramente expresado en esta parte. No se
puede suponer que Job haya querido hablar de la regeneración por el agua del bautismo,
que ciertamente no conocía.Sin el principio de la preexistencia del alma y de la pluralidad
de existencias, la mayor parte de las máximas del Evangelio son ininteligibles; por eso
dieron lugar a interpretaciones tan contradictorias; ese principio es la clave que debe
restituirles su verdadero sentido.
Pero a esta autoridad, de Jesús desde el punto de vista religioso, viene a unirse varios
argumentos tanto desde el punto de vista científico, como filosófico, y moral.
Albert de Rochas
Profesor de la escuela politecnica de Paris que por medio de regresión hipnótica compiló
muchos de los casos estudiados en su libro “Reencarnación”
Ian Stevenson
Psiquiatra mas de 2.600 casos de reencarnación estudiados y comprobados, destacando los
más notables en su libro “20 casos que sugieren reencarnación”
Hernani Guimaraes Andrade
Ingeniero brasileño, quien logra reunir una considerable evidencia sobre casos de vidas
pasadas, en su instituto de pesquisas psicobiofísicas.
Morey Bernstein
Hipnólogo publicó el libro La busqueda de Bridey Murphy 1956, donde describe las
sesiones hipnóticas realizadas a Ruth Simons quien recordaba con los mas mínimos detalles
su vida pasada en Irlanda.
Dr. Morris Netherton Uno de los pioneros en la Terapia de vidas pasadas. En su obra
Terapia de vidas pasadas demuestra el procedimiento clínico experimental que valida la
reencarnación.
A ellos han seguido la evidencia de Médicos, Psicólogos y Psiquiatras como: GINA
GERMINARIA, EDITH FIORE, HELEN WAMBACH y BRIAN WEISS en USA; EL
Dr. en Psicología THORWARD DETHLEFSEN en Alemania; y el Dr. en
Medicina DENIS KELSEY en Inglaterra; el Dr. HANS TEN DAN en Holanda.
Argumentos Filosóficos:
Argumentos Morales:
La infelicidad, el dolor y el sufrimiento, las injusticias y todos los males que aquejan a la
humanidad tienen en la reencarnación su cabal explicación y su superación.
ESPIRITISMO Y REENCARNACIÓN
En el Libro de Los Espíritus codificado por Allan Kardec, Los Espíritus Superiores
confirman y explican la reencarnación ampliamente, aquí extraemos algunas de sus
respuestas al respecto:
NECESIDAD DE LA ENCARNACIÓN
¿Es un castigo la encarnación y sólo están sujetos a ella los Espíritus culpables?
El tránsito de los Espíritus por la vida corporal es necesario para que puedan cumplir, con
la ayuda de una acción material, los designios cuya ejecución Dios les confió; es necesario
para ellos mismos porque la actividad que están obligados a desempeñar ayuda el
desarrollo de su inteligencia.
De acuerdo con las dos primeras, los lazos de familia se rompen después de la muerte y no
hay ninguna esperanza de reencuentro; con la tercera, hay la oportunidad de volverse a ver
con tal de que estén en un mismo medio, ese medio puede ser tanto el infierno como el
paraíso; con la pluralidad de existencias, hay la certeza en la continuidad de relaciones
entre aquellos que se amaron, y esto es lo que constituye la verdadera familia.
Admitiendo, de acuerdo con la creencia vulgar, que el alma nace con el cuerpo, o lo que da
lo mismo, que antes de su encarnación no tenía sino facultades negativas, sentamos las
siguientes cuestiones:
1 - ¿Por qué el alma manifiesta aptitudes tan diversas e independientes de las ideas
adquiridas por la educación?
2 - ¿De dónde proviene la actitud extranormal de ciertos niños de cierta edad para tal arte, o
ciencia, mientras otros no pasan de ser incapaces o mediocres durante toda la vida?
3 - ¿De dónde proceden las ideas innatas o intuitivas de unos, de las cuales carecen otros?
4 - ¿De dónde se originan en ciertos niños esos instintos precoces de vicios o virtudes, esos
sentimientos innatos de dignidad o de bajeza, que contrastan con el medio en que han
nacido?
5 - ¿Por qué, haciendo abstracción de la educación, están más adelantados unos hombres
que otros?
6 - ¿Por qué hay salvajes y hombres civilizados?
Una sola existencia corporal es prácticamente insuficiente para que el Espíritu pueda
adquirir todo lo que le falta en bien y se deshaga de todo lo que es malo en él.
El progreso intelectual y el progreso moral rara vez marchan a la par, pero lo que el
Espíritu no hace en un tiempo, lo hace en otro, de manera que los dos progresos
concluyen al llegar a un mismo nivel. Esta es la razón del por qué se ven frecuentemente
hombres inteligentes e instruidos muy poco adelantados moralmente y viceversa.