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Vientos de popa
Las ceñidas
Táctica y Estrategia
El campo de regatas
Preparar la salida
La Salida
Trabajar en equipo
Luchar por la boya de Sotavento
La primera decisión será elegir el lado de la boya por la que vayamos a llegar. Para
ello estudiaremos el viento y calculamos cómo nos va a venir una vez que hayamos
pasado la boya. Cuando lleguemos a ella debemos haber decido la estrategia que
vamos a seguir durante el siguiente bordo.
El viento puede hacer pequeñas roladas unos centenares de metros más adelante
en la boya. Y es este cambio de dirección en primer lugar el que nos debe guiar
sobre el lado de la boya a escoger. Para conocer como es el viento en la boya
podremos fijarnos en lo que hacen otros barcos que ya hayan llegado antes que
nosotros y naturalmente mirar la bandera del barco del comité de regatas o de la
propia boya en caso de que tenga bandera.
Pero también deberá ser tenido en cuenta la fuerza que tiene el viento en la boya.
Si el cambio de fuerza es muy significativo este debe ser nuestro elemento de
decisión, y nos dirigiremos al lado donde haya más velocidad de viento. La
corriente también pueden tener importancia, ya que ésta puede ayudarnos a llegar
a la boya o por el contrario alejarnos de ella. La tendremos en cuenta y
calcularemos la aproximación contrarrestando su fuerza.
Realizar la maniobra
Con el viento de popa, el spi fuera teniendo que subir el génova, varios barcos que
se acercan pegados a nuestras amuras, un tangón que se engancha….. todos los
pasos de la maniobra deben estar bien meditados con anticipación so pena de
montar un verdadero lío.
La tripulación debe tener muy claro el orden
de las maniobras y tener todo preparado. Ante la duda izaremos el génova de
mayor superficie. Aprovecha el spi hasta el ultimísimo segundo tiene el peligro de
tener que hacer la maniobra de arriada de forma perfecta y esto es arriesgado ya
que si se lía o demora la operación, perderemos mucho más que si lo bajamos con
un tiempo razonable. Normalmente los barcos deciden comenzar a bajarlo unas 3 ó
5 esloras antes de llegar a boya.
La maniobra debe ser preparada para estar listos a ceñir en cuando nuestra proa
esté a la altura de la boya, pero cuando son muchos los barcos que llegan aun
tiempo a la boya es buena idea aguantar un poco más una vez pasada esta para
quitarnos de la zona desventada por el resto de los veleros.
Lo más típico y sencillo es sacar el génova y recoger
seguidamente el spi desventado y a sotavento del
génova.
Luchar por la boya de Barlovento
Hacer bien la maniobra del paso de boya supondrá una gran ventaja y hay mucho
que perder si nos equivocamos en ella. Lo primero que debemos decidir es el lado
por el que llegaremos a la boya de barlovento.
Podremos acercarnos a la boya por los dos laylines o directamente desde el centro
del campo de regatas. La elección dependerá del viento y de la posición de la flota.
Cuando el viento viene del lado izquierdo es aconsejable acercarse por el lado
izquierdo ya que tendremos un rumbo al viento más favorable y con más capacidad
de maniobra. Si el viento viene de la derecha de la boya, no cabe la menor duda ya
que además de la mejoría de ángulo con el viento que vendrá un poco mejor del
través tenemos la ventaja de la prioridad. La cuestión radica en conocer de que
dirección sopla el viento en la boya. Si algún barco por delante nuestro ya ha
llegado, debemos estar atentos a su maniobra para ver la dirección del viento justo
en el momento en el que este vira.
Cuando al llegar a la boya el viento haya virado un poco a cada lado de la boya
debemos aprovechar esta rolada y tomar la boya por el lado al que vire el viento.
Tack-Set: Llegaremos por el lado de babor lo cual nos obliga primero a virar y
pasar la boya para luego izar spi nada más acabar la virada que coincide justo en la
boya.
Cuando los dos barcos llegan por estribor y justo a la misma distinta de la boya,
será el barco del interior el que tiene toda la prioridad obligando al del exterior a
ceder el paso y la maniobra. Para medir quien llega primero se debe trazar un
circulo de radio dos esloras alrededor de la boya. El primero que llegue a este
círculo imaginario será el que tenga la prioridad.
Con el viento de popa ocurre algo parecido a lo que ya vimos con vientos de proa.
Si después de un rato el viento vira podremos comprobar que dependiendo del lado
por el que hayamos decidido bajar a la boya de sotavento podremos quedar o no
favorecidos.
Al comenzar el tramo de barlovento, cada barco baja por un lado distinto. Los dos
barcos tienen el mismo sotavento por delante lo que se traduce por el mismo nº de
barras que bajar hasta llegar a la altura de la boya. Para entenderlo con más
claridad supongamos que al cabo de un rato, el viento rola netamente a un lado.
Ahora veremos como el barco rojo está más cerca de llegar a la altura del
sotavento de la boya que el barco azul.
Otros preferirán seguir a la banda que van haciendo y evitar trasluchar. Pero
recuerde que con vientos de popa la fuerza del viento es muy importante, más que
si existe alguna tendencia a oscilar. Lo que debemos en cualquier caso es vigilar
nuestra posición respecto al resto de los participantes.
Cuando bajamos hacia una boya de sotavento pero con vientos oscilantes,
debemos aplicar lo que hemos visto hasta ahora, pero teniendo en cuenta que el
lado correcto por el que debemos bajar irá cambiando. Es decir si el viento vira a la
derecha bajaremos por el lado izquierdo, y cuando oscile a la izquieda lo haremos
por el derecho. De esta manera iremos rascando poco a poco distancia frente a
aquellos que hagan el trayecto por una única banda. La cuestión radica en cuando
debemos trasluchar y cambiar al otro lado. Para ello es totalmente necesario saber
cual es la dirección media del viento, ya que no debemos trasluchar en cuanto el
viento empiece a oscilar al otro lado, sino cuando su dirección haya sobrepasado
de la dirección media de donde viene.
¡Lógico! Si el viento viene de Norte y
oscila poco a poco hasta ir a 20º
debemos ir por el lado izquierdo.
Ahora el viento empieza a oscilar en
sentido contrario, de los 20º que hace
hasta que venga de 340º, pero no
debemos trasluchar hasta que vuelva
a hacerse Norte. Para sacar el viento
medio debemos ir anotando en cada
banda los ángulos de donde venga el
viento a cada lado y sacar la posición
media.
Cuando el viento vira aunque sea de forma muy ligera, debemos tener en cuenta
esta tendencia para navegar sobre la banda a la que vire el viento. Se trata de
ganar el máximo barlovento pero navegando del lado al que tiene tendencia el
viento a virar. Es decir cuando vamos a una boya de ceñida, lo importante es la
cantidad de barlovento que nos falta para llegar a la altura de la boya y no
obsesionarnos con la distancia en línea recta que falta para alcanzarla.
Es fácil de entender: Dos barcos navegan ciñendo al máximo cada uno a una
banda. Supongamos unas líneas paralelas imaginarias que nos valgan como escala
para medir cuanto queda de barlovento para llegar a la boya. Son como las rayas
de yardas que están pintadas en los campos de rugby. Si el viento rola la escala
también lo hace y los barloventos que faltan para llegar a la boya se habrán
modificado bastante para los veleros que navegaban a una u otra banda del viento.
Los dos veleros han partido en Tras avanzar una distancia y al
igualdad de condiciones a ambas cabo de un rato, el viento rola a la
bandas desde el punto de salida derecha. Vemos claramente como
situado en la parte inferior del el velero que andaba hacia donde
gráfico. A los dos veleros les falta ha rolado el viento (velero de la
ganar el mismo barlovento para derecha) lo tiene todo ganado,
llegar a la boya de llegada. (Deben mientras el otro velero (azul) lo
cruzar el mismo número de rayas lleva muy crudo. Al velero
horizontales y por tanto tienen que favorecido sólo le queda una raya
ganar el mismo barlovento, para por cruzar, mientras que al otro le
llegar a la boya de llegada). faltan las que ya tenía que
remontar y alguna más...
Como en los casos anteriores hay que seguir navegando del lado bueno, es decir
de donde está el viento soplando en cada momento. La situación es más
complicada y debemos virar cuando el barco esté a punto de no entrar en la
ceñida.
Las viradas y la llegada a la boya
A veces llegamos junto con otro barco y debemos tener muy claro quien tiene la
prioridad y que podemos exigir. Para ello hay que conocer las reglas de la regata y
el reglamento. Existen varias reglas a tener en cuenta, como aquella que dice que
el barco amurado a babor debe mantenerse apartado del que se acerca amurado a
estribor. Los barcos deben en cualquier caso evitar el contacto, aunque a veces no
lo hacen creando situaciones muchas veces comprometidas, que dan lugar a
quejas y reclamaciones.
Para poder aplicar una buena táctica debemos obviamente contar con buenos datos
y aunque muchos de ellos, fundamentales, los tomamos directamente del viento y
del mar, otros provienen de los instrumentos a bordo, como cronómetros, brújulas,
prismáticos para observar al adversario, los instrumentos de viento que ofrecen
detalles inestimables e incluso una libreta y un lápiz para tomar nuestros apuntes y
tiempos parciales. En ella llevaremos escritas las instrucciones de la regata y otros
datos importantes, como corrientes, datos técnicos de configuración de velas, etc.
Podemos ingeniárnoslas para que sean resistentes al agua y escribir en ellas con
lápices grasos. También es posible fijar alguna superficie de escritura en la bañera
para tomar notas rápidas. Debemos llevar a mano las curvas polares de las velas
para aplicar la mejor solución en cada momento y con cada fuerza y ángulo de
viento. El compás de marcaciones es importante para tomar referencias frente al
adversario. Muchos tácticos deciden instalar un compás digital con la pantalla en el
palo, de modo que evitan tener que instalar un compás a cada banda del barco.
Es conveniente dedicar un lugar del barco en el que guardar todas estas
‘herramientas’ de toma de datos, y que sea segura, ya que en una buena escorada
todo podría irse al suelo y empaparse. No ponga cosas metálicas cerca del compás
ya que, seguramente, alterará sus indicaciones.
Por la radio VHF puede recibir los partes meteorológicos o condiciones de corrientes
y mareas. También puede escuchar cosas que se digan en otros barcos, y por ello
es necesario llevarla abierta y en escucha. Y no olvide las gafas de sol muy
necesarias para mirar en el mar la evolución de los otros participantes cuando se
encuentran a contraluz y entre las olas brillantes.
Los cambios en las condiciones del viento permiten adelantarse a los demás y
aprovechar las nuevas condiciones para ganar posiciones o ganar distancia sobre
los demás. En los momentos difíciles es cuando se deciden las posiciones. Mirando
la superficie del mar podremos ver si se produce alguna racha que podamos
aprovechar. Con un poco de experiencia se identifican perfectamente como el
cambio de brillo, textura o color en el agua. Pero hay que tener en cuenta que todo
ello puede ser debido a una corriente y por tanto debemos estar atentos y observar
con atención todo lo que nos rodea.
El campo de regatas puede ser dividido en dos mitades que identificaremos como la
mitad izquierda y la mitad derecha estando enfrentados al viento, es decir cuando
vamos hacia la boya de barlovento. Por tanto cuando nos dirigimos hacia la boya de
sotavento el lado derecho del campo de regatas queda justamente al contrario, es
decir a nuestra izquierda.
La línea de salida
Buscar el viento
En ventolinas cambiantes es importante saber anticiparse y conseguir aprovechar
toda la potencia que nos pueda ofrecer la más ligera brisa. Pero incluso cuando el
viento es estable, fuerte, y mantiene su dirección, podremos conseguir arañar
diferencias con respecto a los demás barcos si estamos atentos. Incluso los vientos
mantenidos tienen pequeños cambios en dirección e intensidad que debemos
aprovechar en nuestro beneficio.
El reglamento establece como serán las reglas de juego que debemos memorizar
para a su vez dar a conocer a los demás miembros de nuestra tripulación. Las
más importantes como el recorrido, topes en la llegada, detalles de los
adversarios, pueden ser incluso escritas a modo de “chuletas” y pegadas sobre
la botavara o cualquier parte de la cubierta, para que estén siempre a mano.
Los primeros compases de la regata pueden ser confusos por el gran número de barcos a
nuestro alrededor, las lanchas y barcos que no participan, y la avalancha de información
táctica que se nos viene encima. Por ello es importante el "Briefing" anterior a la salida y
tener las ideas muy clara. Más adelante podremos modificar la estrategia.
Debemos partir con las velas más apropiadas a la meteo del momento de la
salida, ya que cambiar de velas nos hará perder bastante ventaja. Cuando la
meteo está perfectamente establecida la decisión es evidente, pero cuando se
prevén cambios, la decisión puede ser más complicada. Aún con todo, la mayor
parte de los regatistas prefieren salir con las velas apropiadas a la fuerza del
viento en el momento de la salida.
Ante la duda, salga con las velas apropiadas para la situación meteorológica actual.
Pero tenga en cuenta los posibles cambios en las condiciones del viento y del mar.
La meteo
Los últimos informes meteorológicos antes de la regata son de gran importancia
y pueden cambiar de forma drástica la forma en que afrontemos la carrera.
También debemos tener en cuenta como está el estado de la mar que puede
mantenerse a pesar de un cambio en la meteo. Debemos evaluar como cambiará
la brisa térmica, o si el viento corresponde a una situación establecida que a su
vez puede modificarse en dirección y magnitud por el relieve costero de la zona
en donde correremos. Y no se olvide de las posibles corrientes que en muchas
ocasiones pueden decidir la táctica a emplear.
El parte de la meteo estará impreso en la oficina del puerto o en la capitanía,
pero debemos contrastarlo con otros informes como pueden ser mapas en
Internet, teléfonos de información meteorológica y naturalmente nuestra
apreciación en cuanto lleguemos a la zona.
Preparar la salida
Los 40 minutos antes de la salida son de gran importancia para calentarse y
analizar la situación final en la que vamos a enfrentarnos a los adversarios. Toda
la tripulación debe hacer los ejercicios de calentamiento, observaremos el estado
del mar, cómo ha evolucionado la meteo, tomaremos las medidas a la línea de
salida, y verificaremos si nuestra estrategia a seguir es la más adecuada. Al
seguir los procedimientos ya preestablecidos reducimos el estrés y
conseguiremos no olvidar puntos importantes tanto del barco como de nuestra
propia preparación.
Debemos realizar un bordo por cada lado en ceñida y tomar los ángulos del
compás, ajustar los equipos electrónicos de navegación y hacer una maniobra
con el espí que nos ayudará a entrar en calor. También es interesante navegar
de empopada para verificar el rumbo que hacemos y pasar cerca del barco del
comité para observar los pabellones a ver si ha cambiado algo en la organización
de la regata.
También conviene controlar todos los ajustes del barco y deducir la corriente que
tenemos. Llevar el cuerpo bien comido pero sin pasarnos es tan importante
como todo lo demás, y por supuesto llevar la ropa adecuada para no pasar frío.
En las regatas con muchos tripulantes y de gran relevancia como por ejemplo la
Copa América son muchas las cosas que deben ser revisadas, y por ello todos
los equipos llevan su check-list que comienzan a comprobar tres o cuatro horas
antes de darse la salida, dado el gran número de puntos a comprobar. Hay que
verificarlo todo y no dejar nada al azar. Lo último es validar la estrategia y
explicarla a toda la tripulación, lo cual ayuda a fijar las ideas. Unos minutos
antes la salida es el momento de decidir si utilizamos uno u otro foque, en caso
de que el viento estuviera justo en el límite en la elección entre dos velas de
proa.
La línea de salida
Es importante saber escoger la zona más favorable de la línea de salida que
dependerá naturalmente de cómo venga el viento. Cuando el viento viene
perpendicular a la línea de salida ambos extremos de la línea son iguales y no
existen ventajas entre ellos, pero si el viento viene de un lado u otro, debemos
escoger el extremo de la línea más cercano de donde viene el viento. En
definitiva habremos ganado un poco de barlovento.
Cuando la línea de salida está muy concurrida debido al gran número de participantes,
tomar la buena posición se puede llegar a complicar mucho!
Con instrumentos de viento podremos determinar con precisión por donde nos
viene el viento mientras nos movemos sobre la línea de salida. Luego
cambiaremos de dirección volviendo a navegar sobre la línea de salida pero en
sentido contrario y volveremos a tomar el ángulo del viento en nuestros
instrumentos. Conseguiremos promediar muy exactamente la dirección de donde
vienen el viento y por tanto saber en que lado de la línea tomar la salida.
Los buenos prismáticos permiten tomar marcaciones que nos ayudarán a conocer a que lado de
la línea de salido debemos posicionarnos.
La corriente
Elegir las velas correctas antes de la Llevar el barco con las velas adecuadas
salida es fundamental. El problema permite sacar el máximo partido de los
aparecerá cuando las condiciones estén planos vélicos. Los cambios de vela
justo en el cambio de velas, y en este caso requieren esfuerzo y desgastan a la
debemos estimar si nos la jugamos tripulación. Por ello debemos preverlos
partiendo con menos trapo. con antelación.
Más información sobre "La Salida":
La Salida
La salida: Estrategia y mentalización
La salida
Las salidas buenas no son frutos del azar y responden a la suma de muchos
detalles bien preparados. Lo importante en una carrera es la regularidad y el buen
trabajo aplicado en todo los momentos. No hace falta ser el más rápido, el más
agresivo y el “master del universo” para ganar. La constancia, el sentido común y
el esfuerzo continuado dan mejores frutos que el mejor chispazo de logro
momentáneo. Los campeones muchas veces no salen los primeros, pero siempre
suelen estar entre los puestos de cabeza esperando su oportunidad. Se puede ser
campeón del mundo sin ganar ni una sola manga, demostrando que la regularidad
es lo más importante, como por ejemplo demostró el Neozelandés Gavin Brady,
campeón del mundo sin haber ganado ni una sola manga!
El barco blanco lo tiene crudo en esta posición. En mitad del grupo de barcos estaremos
tapados y resultará muy difícil maniobrar para buscar nuestro hueco.
Al definir la estrategia habremos tenido en cuenta los datos de última hora sobre la
evolución del viento, las corrientes, las nubes y los posibles cambios de boyas. Con
todo ello sacamos la ruta ideal y evaluaremos el riesgo que tiene de ser seguida
por otros barcos que empeorarían la maniobrabilidad y la navegación. También
ponderaremos el estado de ánimo y físico de nuestro equipo para entonces decidir
lo que vamos a hacer. Nuestra estrategia.
Lograr una salida perfecta requiere a veces aceptar muchos riesgos que van en
contra de la regularidad y seguridad de la que hablábamos en párrafos anteriores.
Por esta razón no es normal ver a los campeones en 1º posición de las salidas.
Salir buscando siempre el mejor lado de la salida conduce a taponamientos en
donde se juntan un montón de barcos, con resultados nefastos. Por ello a veces es
mejor sacrificar algo la posición de salida, lo cual sacrifica la remota posibilidad de
una 1º posición a cambio de asegurar una posición entre los primeros puestos.
Nuestro barco blanco defiende un espacio a sotavento en el que poder arribar después del
cañonazo para ganar rápidamente velocidad. Para ello mantendremos el barco de estribor en
su sitio ciñendo para no dejarle espacio. Pero debemos tener cuidado para que el barco
situado en nuestra popa no se cuele en el hueco que hemos conseguido dejar libre.
Navegaremos paralelos a la línea de salida buscando el mejor hueco que hayan podido dejar
otros barcos al defender un zona para ellos.
Pero ojo! Ya que si hacemos demasiado hueco para luego poder ganar
velocidad, alguien se nos podría colar y avasallar el espacio que con tanto
esfuerzo hemos custodiado. Lo mismo ocurrirá si alguien deja demasiado
hueco a sotavento y a nosotros nos viene bien caer y colarnos en este
espacio si nuestra posición era demasiado comprometida frente a algún
velero que tuviésemos a barlovento.
La salida es sin duda uno de los momentos claves de cualquier regata, aunque no
decisivo sobre el resultado final de la misma. En la salida es de suma importancia
conseguir que el barco sea maniobrable y tengamos posibilidad de respuesta
frente a las acciones de nuestros competidores. Para ello debemos mantener el
barco con la suficiente velocidad, la cuál dependerá del tipo de barco. En la copa
América los veleros tienen que conservar al menos unos 2 nudos para poder tener
capacidad de maniobra.
En la salida debemos controlar muy bien los timings empleados para llegar desde
un punto dado al punto de la línea de salida que hayamos escogido como nuestro
mejor punto para salir en el momento del cañonazo de salida. Este tiempo
variará principalmente dependiendo de las condiciones del viento, la corriente, el
tipo de barco y la distancia a la línea en el punto de salida escogido. Cuando
vamos con tripulación, uno se encargará de llevar el crono en la mano controlando
este tiempo. El truco consiste en trazar este mismo recorrido cronómetro en mano
para poder descontar el tiempo que empleemos en cubrir una determinada
distancia en el momento en el que vaya a producirse la salida.
El último minuto antes de la salida
exige una gran concentración para no quedar rezagado o tener que detener el
barco pocos segundos antes del momento de la salida, lo cual sería nefasto al
peder la arrancada y la maniobrabilidad. Mientras tanto el táctico no debe olvidar
comprobar si ha cambiado el viento en estos últimos momentos lo cual se puede
ver dificultado por la influencia de un buen número de barcos apiñados sobre la
zona de la salida. Con un viento de través el barco andará mucho más y
tendremos que vigilar el crono. Una corriente en contra puede hacer mucho más
lenta la llegada a la línea de salida. Todo se complica. Y cuando la salida se realiza
con vientos portantes y por tanto con el spi lanzado, como ocurre en la salida de
la Fastnet o en la Channel Race, el crono será fundamental ya que con el spi
arriba no es posible detener el barco de forma evidente. En este tipo de salidas los
barcos navegan en paralelo a la línea de salida y lanzan los spis a sólo 20
segundos del cañonazo, virando de empopada.
Trabajar la mente
Como en todos los deportes de elite en el que existe una clara componente
técnica y de cálculo, conseguir una mente clara y un alto nivel de concentración
es fundamental. Los nervios y la presión de la salida juegan malas pasadas y por
ello es esencial tener un gran control sobre los acontecimientos. Todo ocurre en
nuestras mentes. La diferencia entre dos personas no radica en la capacidad y la
condición física, sino en su aptitud mental para gestionar la situación. Todos los
grandes marinos se marean el primer día de competición de una regata
transoceánica.
Todos los grandes regatistas se sienten sometidos a la presión que provoca los
complicados momentos previos a una salida. Lo importante es cómo hacer frente
a estas situaciones. Las técnicas de relajación, el control mental, la sofrología, son
fundamentales para el éxito. Cada gran campeón tiene sus propios métodos,
como imaginar y “verse” en un sitio protegidos de todas las agresiones, crear en
la mente la imagen de una “burbuja” en la que nos encontramos y en la que nada
nos puede alterar, etc… Lo importante es conseguir, por el método que a cada uno
le vaya mejor, tener un control absoluto sobre nuestra mente.
Para indicar una misma cosa siempre debemos utilizar la misma palabra de forma
que no admita dobles interpretaciones y que todo el mundo entienda lo mismo. Y
toda la tripulación debe convivir lo suficiente entre sí, para que estén
acostumbrados y no haya confusiones. Para simplificar y tener claro las distancias
todo el mundo utiliza la eslora como unidad de medida. Por ejemplo hablaremos de
“Cruzar una estela situada a 3 esloras”. Es mucho más fácil medir las cosas en
comparación con la eslora de nuestro propio barco que empezar a hablar de
metros, ya que normalmente no es necesario tanta exactitud. Cuando estamos
llegando a una boya en la que debemos virar, es mucho más sencillo avisar
diciendo “boya a 3 esloras”, para que todo el mundo interprete de forma directa lo
que falta por llegar.
El táctico debe hacerse entender y ser una persona bien dotada para la
comunicación. Su equipo debe confiar en él y cualquier dato susceptible de ser
interesante debe ser indicado al táctico. Es mejor que el táctico reciba un poco de
información irrelevante a que algún dato importante se quede en el tintero y nunca
llegue a sus oídos. Cuando las tripulaciones son muy complejas, el timonel que
obviamente trabaja codo con codo con el táctico puede ayudar a recibir los datos
del resto de la tripulación y filtrarle los datos que no tengan demasiada
importancia para el táctico. Naturalmente para que esto funcione, debe haber una
gran compenetración y entendimiento entre táctico y timonel.
Pero para una buena comunicación
también debe existir una buena organización en las tareas que cada uno está
llamado a desempeñar. En el trabajo en equipo la comunicación no debe ser algo
aislado que ocurra solo frente a acontecimientos especiales. Por el contrario
debemos establecer también una cierta rutina con la que periódicamente se
reporte información hacia el táctico.
En los equipos de regatas trabajan muchos especialistas, cada uno de los cuales
debe efectuar su trabajo de forma impecable y sin distracciones.
El navegador que en ocasiones estará situado cerca del pie de mástil informará de
la posición del barco respecto a los “laylines” y la posible estrategia que se debe
seguir. Algo más atrasado, el encargado del piano controlará el ángulo y dirección
del viento comprobando si este cambia más de 3 ó 4 grados.
Sin estos ajustes, los barcos más extremos siempre serían los ganadores. Para
ello se utiliza el ‘tiempo compensado’, según el cual el tiempo real hasta la
llegada queda ajustado por el ‘Rating’ de cada barco. Esta solución conlleva la
lotería de las condiciones cambiantes de la meteo. Por ejemplo puede soplar buen
viento por la mañana hasta que entran los barcos más veloces, y luego caer las
condiciones de viento dejando a los barcos de menores prestaciones clavados en la
mar. Por el contrario, una carrera que quizás comienza con una débil brisa
mañanera, sube de viento para empujar con brío a los barcos que por Rating
entrarían más tarde.
Los arquitectos navales para barcos de competición buscarán las hipótesis más
favorables que permitan hacer barcos rápidos pero siempre dentro del
cumplimiento del Rating. Se busca el ‘fallo’ no previsto por los diseñadores del
Rating como de hecho se hizo para el diseño del PenDuik III que ganó brutalmente
al explotar los huecos no contemplados por la ecuación del calculo de Rating para
goletas que eran consideradas lentas.
El constructor debe jugar con estos datos para que el resultado sea igual a 24
(metros). El coeficiente 0,679 está calculado para que el resultado buscado coincida
con la eslora máxima total de un Copa América, es decir 24 metros. Si hacemos
números teniendo en cuenta que desplazan 25 toneladas, que la eslora de flotación
es de unos 18 metros, y que tienen 300 metros cuadrados de velas en ceñida y 500
en empopadas, el resultado será cercano a 24.
El Rating IOR (Internacional Offshore Rating) tiene en cuenta también aspectos
de seguridad para forzar que los barcos sean más estables y seguros durante la
navegación El siguiente cálculo del IOR que se utilizaba durante la década de los
años ochenta, y sabiendo que L es la eslora de flotación, S la superficie de velas, B
es la manga máxima (cuaderna maestra), D es la profundidad del casco, DC el
calado, FC el francobordo, EPF el factor del motor y de la hélice, CGF el factor de
estabilidad, MAF el factor de apéndices móviles, queda de la siguiente manera
expresado: