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A la actividad de los filosofoi ( ‘hombres de ciencia’, hombres cuya dedicación es el

conocimiento) los griegos la llamaron episthmh (‘ciencia’), así llamaron al resultado de


esta actividad: el conjunto de enunciados declarativos, a los que se denominan a. La voz
griega episthmh nombra, tanto al conjunto (o conjuntos) de enunciados a, como a la
actividad de los hombres que los crean. Los individuos se hacían preguntas relacionadas
con el episthmh como ¿qué es realmente? ¿cómo se hace? ¿cómo opera?, a ello Aristóteles
investiga para dar respuesta, mismo que aborda en los Segundos analíticos. Da cuenta de
cronicas de lo que han hecho (o hacen) otros; de cómo esos otros lo han hecho (o lo
hacen), así como del resultado de su actividad.
En los Segundos analíticos constituye, una “crónica” de la actividad de los hombres
ciencia (y de sus productos). Aristóteles a través de su obra Analytica posteriora describe
cómo es la ciencia, no la hace, otro dato que explica el contenido de los Analytica
posteriora.
Los hombres de ciencia, los filosofoi, al hacer ciencia, se limitan a hacerla; se limitan a
formular enunciados a; no informan cómo la hacen. Por otro lado, el uso de enunciados a
presupone ciertos procesos, “pasos”, “movimientos” (meqodoi) realizados por los filósofos,
para la formulación de los enunciados a, los cuales tampoco son explicados por los
filósofos.
Aristóteles nos dice que para los griegos el conocimiento científico (episthmh) es
concebido como una progresión que va de la observación de los hechos a los principios
generales y, luego, de los principios generales regresa a los hechos. El uso de enunciados a
presupone el principio de la “comunidad de lo real”, las entidades que pertenecen al mundo
tienen una dimensión que les es propia, exclusiva, refiere Aristóteles: si las entidades que
pertenecen al mundo poseen una dimensión exclusiva, entonces, las entidades que
pertenecen al mundo son entidades, singulares (particulares) distintas y separadas. El
mundo está compuesto sólo por entidades singulares.
Los filósofos no dan cuenta de lo que hacen, sólo lo hacen, cuando los filósofos
formulan enunciados a, en realidad no dicen sólo a, sino dicen: ‘para todo a’,la ciencia,
consecuentemente, se compone sólo de enunciados universales.
Surge una paradoja cuando se describe que la ciencia es universal y los seres habitantes del
mundo, singulares, ello se da respuesta con el mecanismo epagwgh, donde Aristóteles
resuelve el cómo es posible para la ciencia, pertrechada sólo de herramientas generales,
definiciones (oroi), tesis (qeseij), conceptos (orismoi) e, incluso los (primeros) principios
(arxai), describir el mundo compuesto únicamente de entidades singulares y separadas.
Aristóteles, nos muestra que lo que la ciencia realmente hace consiste en describir clases de
cosa.
Epagwgh no cancela la observación empírica, el dato empírico es indispensable para
que el resultado de e0pagwgh/ sea igualmente empírico. Distingue dos tipos de epagwgh,
comparten la característica de “pasar” de enunciados singulares a enunciados generales, la
más importante, es conocida como ‘generalización empírica’. Aristóteles e señala que el
mecanismo que lleva a la “generalización” de una clase es obtenida de datos empíricos.
Aristóteles nos enseña que los enunciados generales, los cuales afirman un predicado sobre
un concepto clase es un enunciado empíricamente verdadero porque la generalización es
simplemente la extensión de enunciados singulares que son empíricamente verdaderos.
Los enunciados universales establecidos por “generalización” habrán de servir como
premisas para la deducción de enunciados sobre los “singulares”. A este respecto
Aristóteles realiza una importante observación: Los enunciados que pueden funcionar como
premisas y conclusiones de argumentos deductivos de la ciencia son sólo aquellos que
afirman que una clase está, o no, incluida en otra. los enunciados universales establecidos
por “generalización” habrán de servir como premisas para la deducción de enunciados
sobre los “singulares”. A este respecto Aristóteles realiza una importante observación: Los
enunciados que pueden funcionar comopremisas y conclusiones de argumentos deductivos
de la ciencia son sólo aquellos que afirman que una clase está, o no, incluida en otra.
Aristóteles considera que la “primera figura” (i.e. el silogismo Barbara) constituye el
paradigma de la demostración científica. Con independencia de las cosas que las premisas
nombren, la conclusión se sigue de manera necesaria. Esto es así porque el silogismo es “un
discurso en el que, ciertas cosas habiendo sido establecidas, alguna otra... se sigue por
necesidad”.

Los que han aprendido por la práctica saben lo que se debe hacer; pero no saben por
qué. El hombre de ciencia, por el contrario, conoce el por qué y la causa. De esta manera
tenemos que el conocimiento científico, propiamente hablando, se logra cuando los
enunciados sobre los hechos (o propiedades) son “deducidos” de los principios (i.e. los
enunciados generales alcanzados mediante). La ciencia es un proceso que va del
“conocimiento de los hechos” (i.e. de la empei/ria) al “conocimiento de la causa de los
hechos”.
La exigencia de que las premisas sean verdaderas es uno de los requerimientos extralógicos
que Aristóteles impone a las premisas de la demostración científica. Si estas condiciones no
son satisfechas, los principios, no serán apropiadas para las conclusiones, puede haber
silogismos en que no concurran estas condiciones, pero tales silogismos, no son
productores de conocimiento científico, insiste que en la ciencia, las premisas tienen que
ser la causa de la conclusión, porque poseemos conocimiento de una cosa sólo cuando
conocemos su causa.
Una ciencia individual constituye un conjunto de enunciados deductivamente
organizados. En el más alto nivel de generalidad se encuentran premisas últimas. Estas
últimas premisas son de dos tipos. Primero se encuentran los axiomas (aciwmata, koina,
koinai, arxai) dentro de los cuales Aristóteles coloca no sólo los principios universales
como la no contradicción y el terso excluso, sino principios (como ‘réstense iguales de
igualesy se obtendrán iguales’). Éstos son principios aplicables a todo argumento deductivo
(ergo, a toda ciencia). En segundo lugar en el nivel más alto de generalidad se encuentran
las qeseij, (principios y definiciones de cada ciencia particular). Estos principios pueden ser
upoqeseij, principios asumen que los objetos de la ciencia existen, oroi, definiciones,
orismoi, definiciones nominales de términos técnicos.

La ciencia tiene que presentarse sistemáticamente así, los materiales obtenidos en


estos dos procesos (establecimiento de principios y deducción de enunciados) tienen que
ser organizados de acuerdo a su género y especie.Desde la aparición de los Segundos
analíticos, la opinión de que la estructura de cada ciencia no es susceptible de deducción de
otros principios más fundamental: son los enunciados más generales que se pueden hacer
de los predicados propios a cada ciencia. Como tales, estos principios constituyen el punto
de partida de toda demostración.

Para hablar de la ciencia Aristóteles hace uso de enunciados cuyo objeto es un


lenguaje (un conjunto de enunciados, i.e. los enunciados a).
Los Analytica posteriora básicamente son la descripción de los procesos, (“movimientos” y
estrategias usados por los filosofoi). Aristóteles lega a la posteridad un “modelo” de cómo
hacer ciencia. Los Analytica posteriora se convierten, así, en un paradigma. La regla
anankástica reza así: ‘quieres convertir algo en ciencia, constrúyelo de conformidad con los
Segundos analíticos.
Existen varias palabras del griego que significan razon, ciencia, saber, los griegos no
hicieron jurisprudencia pero transmitieron el conocimiento a los romanos, otras palabras
que también significan ‘sabiduría’; éstas son: fronesij y swfrosunh que los romanos
tradujeron con las voces latinas prudentia y sapientia.
Estas palabras se aplican a un hombre sabio, a un hombre culto, pero, a un hombre culto de
“buen juicio”, al hombre de “buen consejo”: No se aplican a aquél que sólo sabe, sino a
aquél que sabe y sabe qué hacer.
Un rasgo peculiar de la prudentia; ésta no es caprichosa ni arbitraria. La prudentia
procede con el mismo rigor que la ciencia, “ajustándose a la razón”, la prudencia es como
la ciencia; tiene que manejarse con los “cálculos de la razón”.Lo que divide al
conocimiento científico (episthmh) de la prudencia (fro&nesij) no es el mecanismo del
pensar, sino sus respectivos objetos; la ciencia, conoce; la prudencia conoce y dice qué
hacer. La prudencia busca la acción humana racional, la acción justificada.
La expresión latina prudentia significa:‘conocimiento’, ‘competencia’, ‘sabiduría’,
‘inteligencia’, ‘discernimiento’. Prudentia proviene de prudens (tis) que significa: ‘[quien]
sabe de antemano’, ‘[quien] obra con conocimiento de causa’: “inexistimando admodum
prudens. La prudencia es algo que se aplica a distintos campos del saber. Un campo de la
acción humana en que la prudentia era especialmente requerida y la presencia de hombres
prudentes era imprescindible: la prudentia iuris. Es en Roma donde surge y se desarrolla
una prudentia (una sabiduría), versada específicamente en el derecho.
La jurisprudencia desde el principio fue un oficio practicado por individuos
preclaros. Este oficio implicó una dedicación vocacional hacia el derecho; no era una
ocupación diletante u ocasional.
Los pontífices (i.e. los iurisprudentes) conocían el derecho, la disciplina (el oficio) que
permite a los pontífices “leer” (describir) derecho es, precisamente, la iurisprudentia.
El nacimiento de la jurisprudencia comienza en el periodo que sigue la aparición de
las XII Tablas. La primera fase es la etapa pontificia en la cual los cánones de la profesión
jurídica fueron mantenidos en secreto, monopolio de una casta pequeña de pontífices. Y,
por paradójico que parezca, la innovación y el desarrollo de la jurisprudencia se debe al
hermetismo de los iurisprudentes pontificio.
La interpretatio (la forma de “leer” textos jurídicos) era la función central de la
jurisprudencia pontificia, a través de la cual los iurisprudentes “leían” el derecho y
señalaban sus alcances. Mediante la interpretatio dada a los præcepta iuris, la jurisprudencia
reformuló, en gran medida, el ius civile.
La segunda fase de la jurisprudencia romana es una fase de secularización en la cual el
conocimiento del derecho se difunde notablemente, surgen iurisprudentes laicos. Desde el
término de la Segunda Guerra Púnica la jurisprudencia entró en una fase nueva que puede
ser llamada ‘periodo helenístico.
Para convertir a la jurisprudencia en ciencia los juristas romanos tuvieron que
construirla de conformidad con el único modelo disponible: la ciencia griega (episthmh).
Con la adopción de los métodos de los Segundos analíticos los juristas romanos fueron
capaces de construir los conceptos jurídicos fundamentales y encontrar los (primeros)
principios de la jurisprudencia. En Roma episthmh se traduce por scientia. entendían: ‘la
sistematización de una disciplina en genera y partes mediante la aplicación de los dos
métodos usados por lógicos y geómetras. Primeramente, la observación de los hechos
singulares (empeiria) para obtener, por inducción (epagwgh), definiciones (o3roi), hipótesis
(upoqeseij), conceptos (orismoi), hasta alcanzar los (primeros) principios de una ciencia en
particular. Y, en segundo lugar, deducción de nuevos enunciados a partir de estas premisa.
Los juristas enfrentaron los mismos problemas que los “constructores” de cualquier ciencia
particular. tenían que determinar el “material jurídico” existente. “Seleccionar” de entre los
hechos del mundo empírico, ciertos hechos que comparten atributos comunes. Los juristas
se preocupan por “leer” los præcepta dados por el “legislador”. Aquí, ‘legislador’ significa
simplemente: ‘fuente del derecho” “instancia reconocida de creación del derecho. De esta
manera, los juristas determinan el campo de la sapientia iuris. La “experiencia jurídica” es,
por tanto, un subconjunto de la empeiria y, consecuentemente, se mantiene empeiria. Los
juristas romanos (al igual que cualquier hombre de ciencia) confrontan un mundo formado
sólo de entidades singulares y separadas. Los juristas resolvieron este problema, al igual
que los geómetras, recurriendo a epagwgh(tal y como es descrita en los Segundos
analíticos). Mediante el método de epagwgh los juristas romanos construyeron la base
empírica de la ciencia de la jurisprudencia.

La aparición de juristas laicos habría de trasformar el escenario. Estos juristas laicos


frecuentemente seguían la carrera política o militar. El cambio se evidencia con la
publicación de las responsa a las cuestiones que les eran sometidas, como las responsa de
los juristas no siempre coincidían las controversias jurídicas surgieron estas responsa
empiezan a aplicarse a casos similares y parecen, cada vez más, conceptos jurídicos
(nomina iuris). aplicación de la Lex aquilia a nuevos casos. Una de las primeras
controversias entre los juristas romanos se refiere al concepto fructuLlos juristas estaban
interesados, inter alia, en saber si ciertos hechos (insólitos o imprevistos) caían dentro del
campo de aplicación de un texto jurídico o no. Estos “hechos” eran ubicados en sus lugares
apropiados, llenando las “categorías jurídicas” establecidas por los juristas para describir el
derecho. Este ejercicio se incrementa con el surgimiento de nuevas fuentes de derecho:
plebiscita y edicta de los magistrados.
La traducción latina de oroj, como ya vimos, es definiti. Las definitiones pueden ser de dos
clases. Las definiciones de objetos perceptibles y las definiciones de objetos que sólo
pueden ser percibidos por la mente. Los juristas conciben el derecho como un todo
completo y consistente. Los juristas, siguiendo las estrategias descritas en los Segundos
analíticos, resuelven el paso, aparentemente problemático, de cómo puede la jurisprudencia
describir la experiencia jurídica, compuesta únicamente de entidades singulares y
separadas, mediante conceptos generales. Aplicando los razonamientos de la ciencia griega
los juristas romanos conciben su tarea como el conocimiento (científico, racional) de lo que
realmente ocurría en la experiencia jurídica.

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