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ENFOQUE ADMINISTRATIVO-FINANCIERO

La Administración financiera de una empresa surge inicialmente como la necesidad


de adquirir recursos para inversión, pero con el paso del tiempo y debido a los
grandes giros que ha tenido la economía mundial este concepto ha cambiado.

La dinámica empresarial de la actualidad sugiere que el recurso humano del área


financiera tenga que concentrar sus energías para tomar las decisiones correctas
en el momento indicado. Estas medidas pueden ser de carácter de inversión,
financiación o de dividendos; pero siempre con la intención de lograr un objetivo
financiero ya establecido.

Aunque dicho objetivo tenga un grado de enfoque diferente dependiendo del tipo
de empresa que se maneje, podría decirse que la prioridad de un buen
administrador financiero es la valorización de la empresa en el mercado, bien sea
por el valor de sus acciones (para el caso de empresas grandes) o, para las
empresas pequeñas, mejorando la rentabilidad de los accionistas.

Como ya lo hemos mencionado, el triunfo o fracaso en las metas propuestas a


nivel financiero, depende en su totalidad de las decisiones acertadas o erróneas
que competen al administrador de la empresa.

Las decisiones de inversión por ejemplo son una columna fundamental para el
soporte de una empresa. En ella se tienen en cuenta factores como la
conveniencia de invertir determinado capital en actividades afines al objeto social
de la empresa o en la compra de acciones de las que se tenga un alto porcentaje
de confiabilidad.

Por su parte, la búsqueda de la financiación de una empresa es vital para la misma


ya que en este ámbito se toman decisiones que pueden implicar el endeudamiento
de la misma, o, por el contrario el manejo de los recursos propios. Si la decisión es
adquirir una deuda para poder financiar las actividades de la empresa, se deben
tomar las precauciones necesarias para que la misma pueda cumplir con las
obligaciones que dicha deuda implica.

Ahora bien, cuando hablamos de los dividendos, es fundamental que antes de que
se haga la respectiva división de beneficios entre los accionistas se destine el
capital que será reinvertido, de lo contrario la empresa perdería sus bases
económicas y podría ir a la quiebra. Para determinar el monto de tales dividendos
es indispensable que se conozcan las opciones de inversión que tiene la empresa
en el momento y el capital que se va a utilizar.
En síntesis, la administración financiera de una empresa debe estar en plena
coordinación de todas las subdivisiones de la misma. Cualquier error en la
comunicación puede generar decisiones erradas que pondrían en jaque la
estabilidad y prosperidad del negocio.

Un buen administrador financiero debe tener pleno conocimiento de las diversas


posibilidades que existen en el mercado, a fin de no equivocarse invirtiendo
erróneamente o perdiendo posibilidades de capitalización.

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