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UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

CURSO: DERECHO CIVIL VII (FAMILIA)

TEMA:

SOCIEDAD DE GANANCIALES

PRESENTADO POR:

Oriana Janet Hurtado Vilca 2017-127040

Sheyla Diana Capacute Chambilla 2017-127023

Wilber Layme Camaticona 2012-37568

Richard Marcial Choque Mamani 2009-34120

Fiorella Caroll Arce Andagua 2017-127020

TACNA - PERÚ

2021
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DEDICATORIA

El presente trabajo monográfico, va dirigido a nuestra


universidad Jorge Basadre Grohmann, nuestro docente
el Mgr. Carlos Mariaca Mamani por guiarnos y compartir
con nosotros sus conocimientos clase a clase. A Dios y
nuestros padres por darnos la fuerza y sabiduría para
seguir a lo largo de nuestra vida.

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AGRADECIMIENTO

Agradecemos a Dios por bendecirnos la vida, ser el

apoyo y fortaleza en aquellos momentos de dificultad y

de debilidad. Gracias a nuestros padres por confiar y

creer en nosotros, por los consejos, valores y principios

inculcados. Agradecemos a nuestro docente el Mgr.

Carlos Mariaca Mamani por darnos las bases

necesarias para culminar con éxito este gran proyecto

monográfico.

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Contenido
DEDICATORIA......................................................................................................3

AGRADECIMIENTO.............................................................................................4

INTRODUCCION...................................................................................................7

SOCIEDAD DE GANANCIALES...........................................................................9

1. EVOLUCION HISTORICA........................................................................9

1.1. La sociedad de gananciales en el Código civil de 1936....................9

1.2. La sociedad de gananciales en el Código Civil de 1852.................12

1.3. La sociedad de gananciales en el Código Civil de 1984.................16

2. BIENES DE LA SOCIEDAD DE GANANCIALES...................................20

2.1. BIENES PROPIOS...........................................................................22

2.2. Administración..................................................................................29

2.3. Excepciones.....................................................................................30

2.4. Disposición.......................................................................................31

2.5. Irrenunciabilidad de actos de liberalidad..........................................32

2.6. Disposiciones excesivas..................................................................33

3. BIENES SOCIALES................................................................................34

3.1. Administración de los bienes sociales.............................................35

3.2. Gravamen y disposición de los bienes sociales..............................36

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3.3. Cargas de la sociedad conyugal......................................................36

3.4. Responsabilidad por deudas de la sociedad...................................39

4. FIN DE LA SOCIEDAD DE GANACIALES.............................................39

LAS CAUSAS POR LAS QUE FENECE EL RÉGIMEN DE

SOCIEDAD DE GANANCIALES............................................................................40

4.1. Por invalidación del matrimonio.......................................................40

4.2. Por separación de cuerpos:.............................................................41

4.3. Por divorcio.......................................................................................42

4.4. Por declaración de ausencia............................................................43

4.5. Por muerte de uno de los cónyuges................................................44

4.6. Por cambio de régimen patrimonial.................................................45

5. LIQUIDACION DE LA SOCIEDAD DE GANANCIALES........................48

6. CASOS PRACTICOS..............................................................................53

7. DEMANDA..............................................................................................56

CONCLUSIONES................................................................................................62

BIBLIOGRAFÍA....................................................................................................65

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INTRODUCCION

En el presente trabajo abordaremos el tema de la sociedad de gananciales que

es el principal y más antiguo régimen patrimonial el cual se aplica a las uniones

estables y el matrimonio.

El matrimonio es la unión de dos personas que se da en el plano espiritual y

material. La sociedad de gananciales está adaptada a este concepto y la finalidad

básica del matrimonio es la de compartir. Compartir los bienes propios y sociales

(es decir todos aquellos objetos corporales e incorporables), entonces la sociedad

de gananciales opera en la comunidad de bienes adquiridos a titulo oneroso

durante el matrimonio, así como de las rentas y frutos de los bienes personales.

Además, el presente trabajo permitirá identificar aquellos bienes muebles,

inmuebles, tangibles o corporales, así como su naturaleza, origen, tiempo, y

adquisición del bien tanto propios como sociales. Es cierto que no es muy fácil de

identificar aquellos bienes que han sido adquiridos y que coexisten dentro de la

masa de sociedad de gananciales, dicho de otra manera, no es tan fácil su

determinación ya que se debe de tomar muchos factores que juegan un papel muy

importante. Con el fin de absolver dudas el presente trabajo desarrollara cada

aspecto que permita disipar dudas y así tener un mejor conocimiento sobre los

patrimonios involucrados en el matrimonio que también concierne el aspecto

económico de la sociedad conyugal. Veremos entonces conceptos, finalidades,

objetos, limitaciones, derechos, prerrogativas, administración, y demás que

puedan ayudar a un mejor entendimiento sobre el tema.

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SOCIEDAD DE GANANCIALES

1. EVOLUCION HISTORICA

1.1. La sociedad de gananciales en el Código civil de 1936

El Código Civil del 1936 reguló el régimen de la sociedad de gananciales


con bienes propios de cada cónyuge y bienes comunes, ninguno de los
cónyuges puede renunciar a esta sociedad ni a sus efectos. Así lo estipuló
su artículo Nº 176.
A diferencia del Código Civil de 1852 la sociedad conyugal será
representada indistintamente por el marido o por la mujer además la mujer
puede contratar y disponer de sus bienes, sin más limitaciones que las
derivadas del régimen legal. (Art. 172 del Código Civil de 1936).
Entonces el Código Civil de 1936 mantuvo el Régimen de Comunidad de
Gananciales, básicamente contenido en el Título de la sección Segunda del
Libro de Familia, estableciendo:
Del régimen de los bienes en el Matrimonio.
 De los bienes Reservados.
 De las donaciones por razón de matrimonio.
 De la dote. De la separación de bienes durante el matrimonio.

Si bien el varón se mantenía como administrador, pero se querrá la


intervención de la mujer cuando se trate de disponer, gravar bienes
comunes a título gratuito u oneroso.

En cuanto se refiere a los bienes propios cada cónyuge conserva la


libre administración de sus bienes propios y puede disponer de ellos.
(Artículo 178) siendo considerados los siguientes: (Artículo 177)

a) Los que aporte al matrimonio;


b) Los que adquiera durante el matrimonio a título gratuito;

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c) Los que adquiera durante el matrimonio a título oneroso, cuando la
causa de adquisición ha precedido al casamiento;
d) La indemnización por accidentes o por seguro de vida, de daños
personales o de enfermedades, deducidas las primas pagadas
durante la sociedad.

Es así que cuando la mujer deje que sus bienes propios sean
administrados en todo o en parte por el marido, no tendrá éste sino las
facultades inherentes a la mera administración y quedará obligado a
devolverlos en cualquier momento. Además, los bienes propios de un
cónyuge no responden de las deudas del otro sino en caso de
insolvencia de éste y siempre que se pruebe que ellas redundaron en
provecho de la familia. (Artículo 183).

Los bienes comunes por el contrario solamente eran administrados


por el marido y eran considerados los siguientes: (Artículo 184)

1. Los frutos de los bienes propios y de los comunes.


2. Los adquiridos por título oneroso a costa del caudal común,
aunque se haga la adquisición a nombre de uno sólo de los
cónyuges.
3. Los que cualquiera de los cónyuges adquiera por su trabajo,
industria o profesión.
4. Las mejoras útiles hechas en los bienes propios a costa del
caudal de la sociedad, o por la industria del marido o de la
mujer.
5. Los edificios construidos a costa del caudal común, en suelo
propio de uno de los cónyuges, abonándose el valor del suelo a
quien le pertenezca.
6. Los que cualquiera de los cónyuges adquiera por modo
originario.
7. Las ganancias obtenidas por el marido o la mujer en las loterías.

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8. El tesoro descubierto, aunque se hallare en predio de alguno de
los cónyuges.

Además, se presumía que todos los bienes de los cónyuges eran


comunes mientras no se pruebe lo contrario. (Artículo 185)

Debemos enfatizar que, a diferencia del Código Civil de 1852, el


Código Civil de 1936, estipula en su Título II los bienes reservados
señalando que son el producto del trabajo de la mujer y lo que ésta
obtenga por el usufructo legal sobre los bienes de sus hijos. La
mujer administra los bienes reservados, goza de éstos, y puede, sin
autorización de su marido, enajenarlos a título oneroso, así como
comparecer en juicio para litigar sobre ellos; estos bienes
responden, en caso de insolvencia del marido, de las deudas
contraídas por éste para el sostenimiento de la familia.

Los bienes reservados y los bienes propios de la mujer


responderán de las obligaciones contraídas por ésta en el ejercicio
de su profesión o industria. (Artículo 213) Los acreedores de la
mujer podrán perseguir tanto los bienes de ésta como los
reservados.

El Código Civil de 1936 regulaba la dote en su capítulo IV,


señalando que la dote se compone de los bienes que lleve la mujer
al matrimonio y de los que durante él adquiera gratuitamente
conforme a este título. (Artículo 220) El marido estaba a cargo de la
administración de los bienes dotales, a no ser que el donante
establezca que sean administrados por la mujer. (Artículo 228)
Pero, no puede enajenar ni gravar los bienes dotales no fungibles,
salvo que la mujer consienta expresamente.

De la separación de bienes durante el matrimonio se realizará si


se presentan las siguientes causas, a solicitud de uno de los
cónyuges ante el juez:

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Se producirá de pleno derecho la separación de bienes por la
declaración de quiebra de cualquiera de los cónyuges.

La separación de bienes será declarada por el juez a pedido de


la mujer:

1. Cuando el marido desatienda las obligaciones que le impone


el artículo 164.
2. Cuando el marido no asegure los aportes de la mujer;
3. Cuando el marido abuse de las facultades que respecto de los
bienes comunes le acuerda este Código.
4. Cuando la mujer no quisiere asumir la administración de la
sociedad que le trasfiere el artículo 192.
5. También se declarará la separación de bienes cuando sea
solicitada por ambos cónyuges, con expresión de causa.

1.2. La sociedad de gananciales en el Código Civil de 1852

El C.C. de 1852 adoptó la sociedad de gananciales como régimen


obligatorio, pasando todos los bienes aportados a la sociedad de gananciales,
administrados y bajo la disposición del marido. Se adopto el régimen de
sociedad de gananciales por ser el régimen imperante y utilizado por las
legislaciones.

Puede haber bienes propios y bienes comunes: el marido es el


administrador de estos bienes (Codificación francesa). Del acuerdo al artículo
182, la mujer no puede dar, enajenar, hipotecar, ni adquirir a título gratuito u
oneroso, sin intervención del marido o sin su consentimiento por escrito.

Los bienes que aumentaban el capital del marido, eran los siguientes:

a) Los que adquiera por herencia, donación u otro título gratuito,


después de formado su capital.
b) Los comprados ó permutados, sea con los bienes de su capital, sea
con los bienes adquiridos según el inciso anterior. (Art. 960)

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Se consideraban bienes comunes ó de los cónyuges, aunque el uno
lleve al matrimonio más que el otro:

a) Los productos de los bienes propios de cada uno de ellos.


b) Lo que se compre o permute con estos productos.
c) Lo que cualquiera de los cónyuges adquiera por su trabajo, industria
profesión u otro título oneroso.

En cuanto a los bienes propios de la mujer, eran considerados los


siguientes: (Art. 961)

I. La dote
Bienes llevados por la mujer al casarse para contribuir con el
sostenimiento del hogar, la que se constituía antes del matrimonio; y
constaba de escritura pública, con fe de entrega, y con recibo del
esposo. No se incluía en la dote el menaje ordinario de casa, ni la ropa
de uso, si la mujer lleva al matrimonio una renta o legado anual, ni la
renta ni el legado eran dote. La mujer conservaba el dominio en los
bienes dótales que sean inmuebles, alhajas ó cosas de valor que no se
consumen con el uso, mientras que el marido hacía suyas las cosas
fungibles, quedando responsable de su valor; pero, el marido no puede
enajenar, ni hipotecar, ni empeñar los bienes dótales, cuyo dominio
conserva la mujer, a falta de firma de la mujer en la escritura de
enajenación de sus bienes dotales, es prueba de que no prestó su
consentimiento, y no se admitía en contrario ninguna otra. Puede sin
embargo el marido, enajenar los bienes dotales sin consentimiento de la
mujer, pero con licencia judicial para alimentar a los hijos, no habiendo
otros medios de hacerlo, para dotar a las hijas, para el establecimiento
de los hijos, para los reparos absolutamente necesarios a la
conservación de los bienes inmuebles, para dividir los bienes poseídos
en común, cuando en ellos está constituida la dote, y no es
cómodamente divisible del bien inmueble, para que, sirviendo de capital

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al marido, se emplee en industria que dé a la sociedad mayor provecho
que los bienes dotales, si es que los productos de estos no bastan para
los gastos necesarios de la familia, cuando los bienes inmuebles están
situados en lugares distantes del domicilio de los cónyuges y conviene
venderlos para comprar otros que se hallan más próximos o en el
mismo domicilio.

Tenían la obligación de dotar:

a) El ascendiente paterno a la descendiente legitima que tiene


derecho a heredarle.
b) Las personas que administran, con cualquier título, los bienes
de la mujer que contrae matrimonio.
c) El que ofreció dote para matrimonio con persona determinada,
cuando el enlace se verifica.

La dote produce frutos para la sociedad conyugal, desde el día


del matrimonio, aun cuando sea meramente prometida, o se haya
señalado plazos para su entrega; salvo que se estipule lo
contrario.

II) Las arras


Lo que esposo le daba a la esposa por razón del matrimonio, ésta
hacía suyas las arras, verificado el matrimonio, las arras seguían la
condición de los bienes parafernales.
III) Los bienes parafernales
Los que la mujer llevaba antes del matrimonio o adquiría durante él,
después de constituir la dote, la mujer tenía el dominio y la
administración de estos bienes que consistían generalmente, en
muebles, joyas. Las parafernales correspondían a la mujer, como única
dueña, pero era curioso que siendo ella su única dueña, ésta no pueda
disponer de estos bienes, sin autorización del marido; o en todo caso
con autorización judicial.

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IV) Los que adquiera por herencia, donación u otro título gratuito, después
de construida la donante.
V) Los comprados o permutados con los bienes referidos en los cuatro
incisos anteriores.
Se puede ver que en el Código Civil de 1852, en todos los casos, el
marido tenía amplias facultades sobre los bienes matrimoniales, era el
único administrador (Art. 180 y 182), quien además decidía el destino
que podía darse a estos; sin embargo se puede entender que
aparentemente existían dos administradores, el marido de los bienes de
la sociedad conyugal y la mujer de los parafernales, del que también se
puede sacar otra conclusión, que no había ni comunidad de bienes, ni
separación absoluta de bienes.
El Código Civil de 1852, sobre los gananciales, señala en su artículo
1046, que son todos aquellos bienes que se encuentran al fenecer la
sociedad legal, después de deducidas o pagadas los bienes propios de
cada cónyuge y las deudas contraídas durante el matrimonio.
Especificando además en su artículo Nº 1048, que no son gananciales
sino bienes que corresponde a la mujer, la ropa de su uso, el lecho
cotidiano y el menaje ordinario de la casa
Pierde los gananciales: La viuda que se prostituye. Por adulterio
declarado judicialmente. No participa de los gananciales, la mujer que
abandona la casa del marido por todo el tiempo que dure la separación.
Así mismo, el artículo 1050, establecía que la mujer que no quiere ir
habitar en casa del marido, y que en contra de la voluntad permanezca
en cualquier otra, no tendrá derecho a gananciales.

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I.3. La sociedad de gananciales en el Código

Civil de 1984

Con el Código Civil de 1984, los futuros cónyuges pueden optar


libremente por el régimen de sociedad de gananciales o por el de
separación de patrimonios, el cual comenzará a regir al celebrarse el
casamiento, así lo señala el Artículo 295 del Código Civil de 1984.
Si los futuros cónyuges optan por el régimen de separación de
patrimonios, deben otorgar escritura pública, bajo sanción de nulidad. Para
que surta efecto debe inscribirse en el registro personal. A falta de escritura
pública se presume que los interesados han optado por el régimen de
sociedad de gananciales.
Los regímenes patrimoniales del matrimonio determinan cómo
contribuirán marido y mujer en la atención de las necesidades del hogar y
del grupo familiar, así como la repercusión que el matrimonio tendrá sobre
la propiedad y administración de los bienes presentes o futuros de los
cónyuges y, también, la medida en que esos bienes responderán ante
terceros por las deudas contraídas por cada uno de los esposos.
Nuestro sistema legislativo regula dos regímenes patrimoniales del
matrimonio: denominándolo "sociedad de gananciales", el régimen de
comunidad de adquisiciones a título oneroso, que es una comunidad
limitada a las adquisiciones que los cónyuges realicen a título oneroso
durante el matrimonio; permaneciendo, en cambio, en propiedad separada
de cada uno los bienes que tuviese con anterioridad al matrimonio y los
adquiridos con posterioridad a título gratuito, perteneciendo a la comunidad
las rentas o productos de los bienes propios de los esposos. Con la
denominación de "separación de patrimonios", se contempla un régimen de
separación absoluta. Siendo los regímenes mutables.

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La posibilidad de que los contrayentes puedan optar entre el régimen de
sociedad de gananciales o el de separación de patrimonios, y que los
cónyuges puedan sustituir el régimen económico vigente, demuestra la
existencia en él de la autonomía privada, si bien con limitaciones para
garantía de aquéllos y de los terceros.
El Código exige que, para la sustitución del régimen patrimonial en forma
convencional, como condición de validez, el otorgamiento de escritura
pública y la inscripción en el registro personal; precisándose que el nuevo
régimen tiene vigencia desde la fecha de su inscripción. (Artículo 296).
Sin embargo, lo dispuesto en el artículo Nº 296 del Código Civil no
concuerda con lo señalado en el artículo Nº 319 del mismo, para el caso del
fenecimiento del régimen de sociedad de gananciales por esta causa. Así,
en esta última norma se establece que, para las relaciones entre los
cónyuges, se considera que el fenecimiento del régimen de sociedad de
gananciales se produce en la fecha de la escritura pública; y, respecto de
terceros, el citado régimen patrimonial se considera fenecido en la fecha de
la inscripción en el registro personal. Se aprecia, entonces, que de
conformidad con el citado artículo 319 del Código Civil la escritura Pública
es la única formalidad exigida como condición de validez. Esta deficiencia
legislativa es relevante, si se considera que los cónyuges pueden adquirir
bienes y contraer obligaciones en el lapso de tiempo que exista entre la
fecha de la escritura Pública y la fecha de inscripción en el registro
personal; surgiendo el problema de calificar como propios o sociales a los
indicados bienes y obligaciones.
En el caso de hallarse en vigencia el régimen de sociedad de
gananciales, cualquiera de los cónyuges puede recurrir al juez para que
dicho régimen se sustituya por el de separación, en los casos a que se
refiere el artículo 329. En todos los demás casos de fenecimiento de la
sociedad de gananciales o del régimen de separación de patrimonios, como
Invalidación del matrimonio, separación de cuerpos, divorcio, declaración

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de ausencia, y muerte de uno de los cónyuges, se procederá a la
liquidación del régimen respectivo y a su inscripción en el registro personal.
Si bien la norma deja abierto lo relativo a la liquidación del régimen
patrimonial para ambos regímenes, en la práctica la liquidación se hará
necesaria únicamente en caso de haber estado dentro del régimen de
sociedad de gananciales, pues solo aquí habrá bienes comunes que haya
que liquidar.
El patrimonio de la sociedad conyugal está formado, por el activo y por el
pasivo de una totalidad. Dicha totalidad comprende el pasado, el presente y
el futuro, es decir, los bienes y las deudas o, mejor, el patrimonio, tanto
anterior a la entrada en vigor del régimen, cuanto todo lo que se adquiera
por cualquier título o modalidad durante su vigencia. Si bien el Código Civil
no menciona en este numeral a las deudas, limitando el contenido del
régimen patrimonial a los bienes, una apreciación sistemática y finalista
elemental nos conduce a preferir el vocablo patrimonio, que incluye tanto al
activo como al pasivo. (Artículo 299).
Resulta indiferente si ingresan como bienes sociales o como bienes
propios (si se adquieren por razón de donación o como herencia, o con
dinero propio, entre otras formas de adquisición de bienes propios en el
régimen de sociedad de gananciales; o si se está en el régimen de
separación de patrimonios, donde los bienes son siempre propios), pues su
tratamiento específico diferenciado se efectuará según las normas
correspondientes.
Al margen del régimen patrimonial por el que se haya optado, hay
obligaciones que ambos cónyuges tendrán que asumir con la totalidad del
patrimonio conyugal, que abarca bienes que cada uno tenía antes de
ingresar al régimen, como los que se adquieran durante su vigencia.
Se incluyen gastos tales como los de alquiler del inmueble, arbitrios
municipales, luz, agua, gas, teléfono del domicilio, artículos de limpieza,
pago al servicio doméstico, guardianía, mantenimiento en general.

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Asimismo, los gastos de alimentación, salud y asistencia de los cónyuges, y
los gastos provenientes de las obligaciones que genera la patria potestad,
como el sostenimiento, protección, salud, educación y formación de los
hijos.
Pero si bien los dos asumen la misma obligación, el peso de ella se
repartirá según las posibilidades y rentas de cada uno, lo que constituye
una fundamental norma de equidad, puesto que no siempre ambos tendrán
igual situación económica.
 Si ambos trabajan, es muy probable que sus ingresos sean dispares.
 En caso necesario, el juez reglará la contribución de cada uno.
En el régimen de Sociedad de Gananciales surgen tres patrimonios: el
patrimonio social y el separado o propio de cada cónyuge; de esta
diferenciación surge el término “bienes sociales” para denominar a aquellos
que constituyen el patrimonio social. Para distinguir unos de otros se deben
revisar los artículos 302° y 310° del Código Civil, en el primero se señalan
cuáles son los bienes que deben considerarse como propios de cada
cónyuge y en el segundo se establece que “son bienes sociales todos los
no comprendidos en el artículo 302°, incluso los que cualquiera de los
cónyuges adquiera por su trabajo, industria o profesión, así como los frutos
y productos de todos los bienes propios y de la sociedad y las rentas de los
derechos de autor e inventor...”.
Cuando regalamos algo dentro de la sociedad conyugal, estos son
bienes sociales en los que forman parte del patrimonio de la sociedad
conyugal y como tales se encuentran sometidos a la regla establecida en el
artículo 315° del Código Civil por la cual “...para disponer de los bienes
sociales o gravarlos, se requiera la intervención del marido y la mujer...”,
por ello en nuestro ejemplo la venta que pudiera realizar la esposa respecto
de los bienes que le fueran regalados por su esposo deviene en inválida si
no interviene el esposo prestando su consentimiento. Los bienes que fueron
materia de regalo al ser bienes sociales (por haber sido comprados con el

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producto del trabajo del esposo) al momento de la disolución del vínculo
matrimonial se liquidarán y su valor será dividido en partes iguales entre los
ex cónyuges. Teniendo en consideración que los bienes que ha regalado el
esposo son sociales, jurídicamente no se ha realizado un regalo puesto que
por expresa disposición del artículo 312°10 del Código Civil: “Los cónyuges
no pueden celebrar contratos entre sí respecto de los bienes de la
sociedad”, y tal como lo hemos expuesto el regalo implica la celebración de
un contrato de donación (en nuestro ejemplo, cómo el valor de los regalos
excede el 25% de la UIT la donación debe hacerse por escrito de fecha
cierta bajo sanción de nulidad), hecho que se encuentra prohibido.
Como se puede apreciar otras figuras consideradas en los Código del
1852 y 1936 no han sido consideradas en la actual regulación de la
sociedad de gananciales del Código Civil de 1984, como son los bienes
reservados y la dote, además se puede optar por el régimen de separación
de patrimonio convencionalmente sin expresión de causa.

2. BIENES DE LA SOCIEDAD DE GANANCIALES

La sociedad conyugal no es estática, es una comunidad dinámica de bienes.

Variaciones permanentes se presentan en su composición. Los bienes no quedan

estancados en el patrimonio. sufren mudas, cambios. Su variación se da conforme

al desarrollo de la actividad económica conyugal. No pierden su calidad jurídica

por voluntad de los cónyuges dado que la misma es predeterminada por la ley

gozando de una naturaleza autónoma.

El patrimonio conyugal se recompone, hay bienes que salen, otros que entran,

se renuevan, se pierden, ceden o extinguen.

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La sociedad de gananciales tiene una compleja estructura que está marcada

por la diversidad de bienes que la componen. Bienes de uno, bienes del otro y

bienes de la sociedad. Estos patrimonios se encuentran conformados por activos

(bienes y derechos) y pasivos (cargas y deudas).

La doctrina nos refieres tres teorías:

 Teoría bipartita de patrimonios separados


El concepto general es que en la sociedad de gananciales existen

bienes de uno y bienes de otro. Los primeros de los cónyuges

denominados propios y los segundos de la comunidad, llamados

sociales, que vienen a ser una contrapartida de los primerost2qs). Esta

teoría la asume el Código (art. 301) así como la jurisprudencia: "La

sociedad de gananciales se encuentra conformada por el conjunto de

bienes sociales y bienes propios de cada cónyuge, constituyéndose en

un mecanismo de regulación de dicho patrimonio

 Teoría tripartita de patrimonios separados


Para otros existen tres patrimonios privativos: el del marido, el de la

mujer y el social. Amplía la conformación patrimonial de bienes de la

comunidad. haciéndola más real. en todo más práctico.

 Teoría múltiple de patrimonios separados


Lo cierto es que en una comunidad conyugal existen más de dos y tres tipos de

bienes. Contrariamente a lo que nos dice el Código y nos enseñaron/enseñan en

las aulas universitarias su composición es mucho más rica y variopinta.

Encontramos de uno, de otro y de todo.

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Los bienes son diversos tal como heterogéneas las relaciones patrimoniales

entre los cónyuges v terceros. Resulta inconcebible creer, y sobre todo considerar.

que un matrimonio con comunidad esté conformado por bienes de ellos y de esta.

La diversidad de situaciones jurídicas lleva a que la sociedad de gananciales se

conforme por toda una pléyade de bienes, cada cual con especiales

características y naturaleza jurídica propia. Están contenidos en ella los bienes

propios y los sociales, hay también los bienes en copropiedad simple (un cónyuge

con la sociedad de gananciales), copropiedad compleja (un cónyuge, un tercero y

la sociedad de gananciales) así como bienes especiales (patrimonios

fideicometidos y gananciales anómalos) además, a todos ellos, los bienes de los

hijos (peculio profecticio).

2.1. BIENES PROPIOS

Son aquellos que pertenecen a cada cónyuge. Depende del momento y de la

forma de adquisición del bien.

Tienen la calidad de bienes propios todos los adquiridos con anterioridad al

matrimonio, los adquiridos posteriormente sea por causa onerosa precedente o a

título gratuito, los de naturaleza personal señalados en la ley y aquellos bienes

que durante el régimen sustituyen o subrogan a otros bienes propios. sean estos

corporales o incorporales. muebles o inmuebles. créditos o rentas. Respecto de

los créditos en particular tenemos un criterio judicial que los considera como parte

de los bienes sociales.

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No obstante Ia concepción general expuesta, nuestro código busca

completar al máximo la enumeración de los bienes propios estableciendo un

carácter taxativo númerus clausus que lo encontramos en el artículo 302.

Mediante esta fórmula normativa cerrada se permite limitar qué bienes son

propios. Esta enumeración implica que solo tienen la calidad de propios aquellos

establecidos en citado artículo, los no comprendidos serán bienes sociales (art.

310).

2.1.1. Bienes que se aporte al iniciarse el matrimonio

Los bienes con los que cuenten los cónyuges al momento de la celebración

del matrimonio serán bienes propios. Este artículo ha utilizado equívocamente el

término "aportar". Aportar implica entregar, dar, conceder por 1o que se

entendería el bien aportado se convierta en social. Lo que realmente debió decir

es: "los que tenga al iniciar el matrimonio".

2.1.2. Bienes adquiridos durante el matrimonio cuando la causa es anterior

a la celebración del mismo

Los bienes que se adquieran durante la vigencia del matrimonio se presumen

propios cuando la causa es anterior a la celebración del mismo. Se entiende por

causa el motivo o antecedente necesario que origina un efecto, y también el

fundamento necesario por el cual se adquiere un derecho. Podemos decir que son

aquellos bienes que uno de los cónyuges tenía un derecho antes de casarse. Por

ejemplo, un contrato de compraventa con condición suspensiva: reivindicación.

cuando la acción se ha interpuesto antes de la celebración del matrimonio: los

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bienes que regresan a la propiedad por causa de invalidez (resolución. rescisión.

nulidad. anulabilidad): los bienes adquiridos por prescripción. cuando la posesión

se inició antes de la celebración del matrimonio. no durante del mismo.

2.1.3. Bienes adquiridos a título gratuito

Los bienes que son adquiridos a título gratuito, i.e. por herencia. donación o

legado. Dentro de estos bienes también pueden considerarse los adquiridos por

prescripción que a pesar de que se trata de una adquisición a título gratuito el

reconocimiento del derecho de la posesión se constituyó durante el matrimonio.

Esa disposición debemos concordarla con el artículo 304 del Código que

prohíbe la renuncia a una herencia o legado o dejar de aceptar una donación si no

se tiene previamente el consentimiento del otro cónyuge. Tal restricción se debe a

que las rentas de los bienes propios son sociales. Esta regla no es aplicable

cuando exista el régimen de separación de bienes. La jurisprudencia aclara que

ciertas adjudicaciones legales escapan de la naturaleza de bien propio a pesar de

haber sido adquiridos a título gratuito o, cuando la posesión ha sido ejercida a

favor de la sociedad conyugal. En este artículo deben considerarse los bienes

donados a ambos cónyuges, de forma individual a cada uno de ellos, los que

sujetan al régimen de copropiedad, los que se regulan en mérito del segundo

párrafo del artículo 1630. Los bienes hallados, encontrados, pueden encuadrarse

en este supuesto al ser adquiridos sin contraprestación alguna. Es el caso de los

objetos perdidos. En estos casos partimos de la premisa que nadie es propietario

de facto de aquel objeto hallado en la calle. En todo caso el apoderamiento o

24
apropiación solo funciona prima facie para las cosas de nadie (res nullius) como

las conchas. piedras. ramas, todo aquello que es inútil (art.929) de forma tal que

termino siendo dominus por la apropiación (agarre o aprehensión). con el simple

hecho de tomarlo. El mismo criterio se aplica para las cosas abandonadas (res

derelictae). Ambas. las de nadie como las abandonadas, carecen de dueño. Las

primeras nunca lo tuvieron, en las segundas el propietario originario decidió

renunciar a ellas (dejándolas, arrojándolas) de allí que funcione esta forma

especial de adquirir propiedad a través de la apropiación. El criterio legal para las

cosas perdidas es distinto. Una cosa tiene calidad de perdida cuando es sustraída

de la posesión de su titular quien conservará su derecho de propiedad y

correspondiente posesión, tal es el caso de un robo, despojo o pérdida, y así es

tratado en el artículo 904, "se conserva la posesión aunque su ejercicio esté

impedido por hechos de naturaleza pasajera". En razón de que las cosas perdidas

han tenido un dueño, y nunca dejaron de tenerlo, es que el Código Civil ofrece un

tratamiento diferente y, apartándose del apoderamiento como forma de adquirir

propiedad, compromete al Estado para que en conjunto con quien halló el objeto, y

previa publicidad de su hallazgo, puedan disponerla públicamente vía subasta

(at.932).La razon de este tratamiento es la honradez que debe guiar a toda

persona ante el hallazgo de un bien. Vista la implicancia civil, es de considerar que

el tema de los objetos perdidos tiene una arista penal en razón de que se

configura como delito la apropiación de un bien perdido (arf.192, Código Penal,

con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con limitación de días libres

de 10 a 20 jomadas).

25
2.1.4. Indemnizaciones por responsabilidad civil

Son las indemnizaciones referidas a daños personales (accidentes, se-euro

de vida, seguro de enfermedad). Los bienes producto de indemnizaciones por

concepto de responsabilidad civil tienen la calidad de bienes propios. La razón es

que responsabilidad civil tiene un carácter personalísimo constituyendo sus

beneficios patrimoniales bienes propios. Respecto del quantum tengase en cuenta

que no es toda la suma fijada como indemnización sino aquella que queda luego

de restadas o deducidas las primas pagadas con bienes de la sociedad (teoría del

reembolso).

Como bien refiere Castro Pérez Treviño no se ha considerado el caso de las

indemnizaciones por daños o pérdidas en los bienes propios de uno de los

cónyuges pero en aplicación del principio de subrogación real la indemnización

tiene el mismo carácter porque reemplaza o sustituye el bien en el patrimonio

personal del cónyuge.

2.1.5. Derechos de autor e inventor

Los derechos de autor e inventor. como derechos subjetivos, personales e

incorporales son propios en razón de que son intransferibles. Sus rentas son

sociales (an.3l0).

Haciendo un análisis amplio la norma quedó diminuta pues debió

considerarse otros derechos intelectuales tales como marcas, nombres, lemas,

diseños industriales que están encuadrados dentro de la categoría de signos

distintivos.

26
2.1.6. Bienes para el trabajo o profesión

Los libros, instrumentos y útiles para el ejercicio de la profesión o trabajo.

Independientemente de dónde sean los fondos utilizados para su adquisición este

tipo de bienes se consideran personales. Son sociales los bienes accesorios de

una empresa que no tenga la calidad de bien propio.

2.1.7. Acciones y participaciones de sociedades distribuidas gratuitamente

Todas las acciones se presumen sociales salvo prueba en contrario (art. 311

del Código y 37 del Reglamento de Registro de Sociedades). Para cada caso en

concreto deberá analizarse la naturaleza de las acciones. tanto en su emisión.

creación o incremento de su valor nominal como consecuencia del aumento de

capital.

1. Calificación de la naturaleza de las acciones. Para la calificación de las

acciones adquiridas durante la vigencia de la sociedad conyugal debe

tenerse en cuenta la procedencia del derecho de origen de las nuevas

acciones, la gratuidad de la adquisición del bien y la propia calificación que

la ley le otorga. Si las acciones fueron adquiridas antes de celebrarse el

matrimonio serán calificadas como bienes propios. Si fueron adquiridas

después se presumirán como sociales, salvo prueba en contrario.

2. Acciones propias. Son bienes propios las acciones emitidas (i) del derecho

de suscripción preferente cuando este deriva de acciones propias en tazón

de que el título es anterior al matrimonio, solo debe analizarse el origen de

los fondos con el cual son suscritas las nuevas acciones, y; (ii) por

27
revaluación de activos, si la causa de origen de la adquisición fue propia al

representar el mayor valor del bien propio. El mayor valor (plusvalía) que

adquiere un bien beneficia al cónyuge propietario del mismo modo que lo

perjudicaría si pierde valor (depreciación). Este mayor valor será propio

siempre que se origine en el libre juego de la oferta y demanda si se

debiera a gestiones conyugales. es decir, al trabajo realizado por los

cónyuges en conjunto. será ganancial.

3. Acciones sociales. Son bienes gananciales las acciones emitidas por

capitalización de utilidades aunque el capital original sea propio. En su

calidad de frutos civiles. las utilidades son sociales. aunque provengan de

acciones propias y en tanto se devenguen durante la vigencia de la

sociedad conyugal y correspondan a ejercicios vencidos antes de su

disolución. Las utilidades o las acciones que se emitan por su

capitalización serán calificadas como bienes sociales.

2.1.8. Renta vitalicia

La renta vitalicia a título gratuito y la convenida a título oneroso cuando la

contraprestación constituye bien propio. Se consideran dos tipos de rentas.

primera sustentada en principio de gratuidad y. la segunda, en el principio de

subrogación.

2.1.9. Bienes de uso personal

Los vestidos y objetos de uso personal. así como los diplomas.

condecoraciones. correspondencia y recuerdos de familia en razón de que son

28
bienes de uso personal. Estos bienes tienen un doble tratamiento al no ser

considerados como menaje del hogar (ar-t. 321 - l. -1. ,5. 6. 10).

por su calidad y valor si se produjera una pérdida o extravío y siendo la

sociedad quien invierte en su recuperación estos bienes pasan a ser sociales, en

mérito de la teoría de la recompensa.1

2.2. Administración

Cada cónyuge conserva la libre administración de sus bienes propios y

puede disponer de ellos o gravarlos (art. 303) y responden de las obligaciones

particulares de cada cónyuge.

Esta norma no es tan amplia como aparenta ser por tres motivos:

i) Los frutos y productos de los bienes propios son sociales


ii) Los bienes propios responden de las deudas sociales
iii) Siempre está de por medio el interés familiar
Por cualquiera de estas razones puede limitarse la libre administración y

disposición de los bienes propios, considerando que una redacción más acorde

del artículo 303 sería: "Cada cónyuge conserva la libre administración de sus

bienes propios y puede disponer de ellos o gravarlos salvo interés familiar

existente"

2.3. Excepciones

El bien propio de uno de los cónyuges es administrado por el otro en los siguientes

casos:

- Falta de contribución al sostenimiento del hogar (art. 305)


1
Tratado del Derecho de Familia tomo III, Enrique Varsi Rospigliosi, pág. 186

29
En caso un cónyuge no contribuya con los frutos o productos de sus bienes

propios al sostenimiento del hogar el otro cónyuge puede pedir al juez que

pasen a su administración, en todo o en parte. Para estos efectos debe

garantizar su gestión por el valor de los bienes ajenos que reciba:

- Constituyendo hipoteca o, en su caso;

- Otorgando garantía (real o personal) si carece de bienes propios, lo

cual queda al prudente arbitrio del juez.

- Delegación voluntaria de facultades (art. 306)

Los bienes propios de uno de los cónyuges son administrados por el otro es

cuando el mismo cónyuge propietario lo permite. En tal supuesto, el

cónyuge no tiene más facultades que las de mera administración y está

obligado a devolver los bienes a su propietario cuando este lo requiera. La

mera administración implica actos de conservación, medidas de incremento

y obtener todas las ventajas del bien. No se admite actos de disposición.

-Delegación legal de facultades (art. 314, concordado con 294)

Los bienes propios de uno de los cónyuges son administrados por el otro

cuando:

- El otro está impedido por interdicción u otra causa.

- Si se ignora el paradero del otro o este se encuentra en lugar remoto,

salvo que exista apoderado.

30
En caso de abandonado del hogar quien se queda en el mismo solo le

corresponde la administración de los bienes sociales, no de los propios del otro.

2.4. Disposición

El cónyuge propietario tiene las facultades de gravar y disponer libremente

de sus bienes. sin intervención del otro.

En caso de actos de disposición excesiva fuesen el resultado de una actitud

irracional o de una ausencia de aptitudes de ponderación del valor de los bienes o

de su adecuado manejo, puede el otro cónyuge:

- Plantear una acción de interdicción por causa de prodigalidad, de mala

gestión o de invalidez de donación, según sea el caso.

- Pedir la nulidad de los actos practicados por el otro en su perjuicio,

invocando dolo (art. 210), a la simulación (arts. 190 y 219, inc. 5), fraude

(art. 191) o a la nulidad de los actos jurídicos (art. 219), según el caso.

- Hacerse indemnizar por el acto ilícito del otro en su agravio de acuerdo

con los artículos 1969. 198,1 y 1321 del Código. cuando no sean de

aplicación las otras disposiciones.

Naturalmente. como señala Diego Meseguer. este principio debe

interpretarse en forma restringida porque de modo general se reconoce a los

cónyuges la facultad de administrar. como tengan por concerniente. los bienes

sociales, sin que sean responsables de las pérdidas que origine dicha

administración, toda vez que la ley no señala el grado de diligencia que deben

31
poner; y porque resultaría, por lo general, imposible determinar el límite exacto

entre la negligencia y la administración normal que cada cónyuge debe llevar a

cabo como buen padre de familia.

2.5. Irrenunciabilidad de actos de liberalidad

Los cónyuges no pueden renunciar a herencia o legado ni dejar de aceptar

una donación sin el consentimiento del otro (art. 304).

Se trata de las liberalidades puras y simples, donaciones, herencias o

legados. Aquellas con cargo se excluyen de este supuesto en la medida en que el

cumplimiento del cargo es una obligación para el beneficiario por lo que tendrá el

pleno derecho de aceptarla o de rechazarla, sin necesidad del consentimiento del

otro cónyuge.

El numeral comprende las liberalidades:

- Ínter vivos (donaciones) y,

- Mortis causa (legados o la institución de heredero).

El fundamento es que en el régimen de comunidad los frutos y productos de

los bienes propios son sociales.

Existe una contradicción al requerirse la aprobación del cónyuge para

rechazar una donación. Ante su negativa el bien ingresará al patrimonio personal

del beneficiario pudiendo este disponerlo a plenitud, lo que incluye venderlo.

permutarlo. donarlo. sin intervención alguna del otro.

32
Si los actos de disposición excesiva fuesen resultado de una aptitud

irracional o de una falta de aptitudes para la valoración de los bienes o de su

administración, el otro cónyuge está capacitado para plantear una acción de

interdicción por prodigalidad (art. 584) o de mala gestión (art. 585) o de invalidez

de donación (art. 1629).

2.6. Disposiciones excesivas

Todo acto de disposición excesiva de bienes personales puede perjudicar al

otro cónyuge y a la sociedad de gananciales tomando en cuenta que los frutos son

comunes. es por esta razón que no se niega la posibilidad que alegándose una

actitud irracional. ausencia de aptitudes de ponderación de valor de los bienes o

adecuado manejo del cónyuge propietario pueda. el cónyuge afectado, plantear

una acción de interdicción por prodigalidad (art. 584), mala gestión (art. 585) o

requerir la invalidez de la donación (art. 1629) 2

3. BIENES SOCIALES

En el código de 1936 a los bienes sociales se les denomino “bienes comunes”.

Decir bienes sociales no significa referirnos a la sociedad de gananciales como

una forma societaria, pues la sociedad de gananciales más que una persona

jurídica bajo la forma de sociedad es más bien una comunidad de bienes. Para

diferenciar a los bienes sociales de los propios, se señala que cualquier bien que

no esté expresamente considerado como propio tendrá la categoría de bien social.

2
Tratado del Derecho de Familia tomo III, Enrique Varsi Rospigliosi, pág. 191

33
Así lo encontramos establecido en el artículo 310 del Código Civil de 1984 que

señala que son bienes sociales todos aquellos que no están comprendidos en la

enumeración del artículo 302. Sin embargo, dada la importancia se precisan

algunos bienes sociales tales como:

a) Los que cualquiera de los cónyuges adquiera por su trabajo, industria o

profesión.

Esto se refiere a que a que todo ingreso que obtiene el cónyuge trabajador bajo

cualquier denominación sea sueldo, salario, remuneración, honorarios, se

consideraran bienes sociales, es decir, corresponden a ambos cónyuges por

igual, por ser consortes de la comunidad de bienes.

Este bien social es el más importante de todos ya que este constituye el ingreso

directo con el cual se solventarán las necesidades del hogar.

b) Los frutos y productos de todos los bienes son sociales

Así sean bienes propios, ya que el interés particular no puede estar por encima

del interés familiar y porque tales frutos del bien al ser considerados sociales se

dirigirán a atender las necesidades del hogar.

c) Las rentas de los derechos de autor e inventor

Si bien los derechos de autor tienen calidad de personalísimos, acá nos

estamos refiriendo a las rentas que produzcan tales derechos, es decir, los

frutos, y por tanto también pertenecen a los bienes sociales.

34
d) Los edificios construidos a costa del caudal social en suelo propio de

uno de los cónyuges, abonándose a este el valor del suelo al momento del

reembolso.

Aquí aparentemente estaríamos ante un bien mixto, propio en cuanto al predio,

y social referente a lo construido sobre el predio.

3.1. Administración de los bienes sociales

En atención a todo lo ya señalado respecto a la igualdad de derechos y

deberes entre ambos cónyuges en el hogar, la administración de los bienes

sociales compete a ambos, pero permite que cualquiera de ellos le otorgue o

faculte al otro asumir con exclusividad la administración respecto de todos o uno

de los bienes.

El común derecho de administración de los bienes sociales tiene una

excepción y es cuando uno de los cónyuges está impedido por causa de

interdicción u otro motivo, o cuando se ignora su paradero, se encuentra en un

lugar remoto y también en el abandono de hogar, en estos supuestos, el otro

cónyuge administra los bienes sociales de los que depende el sostenimiento del

hogar. Esta norma es razonable atendiendo a la urgencia del cuidado del

patrimonio social.

3.2. Gravamen y disposición de los bienes sociales

Para disponer o gravar los bienes sociales se requiere la intervención de

ambos cónyuges. Sin embargo, cualquiera puede ejercer tal facultad si tiene el

poder especial dado por el otro.


35
En cuanto a la adquisición de bienes muebles, estos pueden ser efectuados

por cualquiera de los cónyuges, no es necesaria la participación de ambos. Sobre

la adquisición de bienes inmuebles, se deduce que si es necesaria la intervención

de ambos cónyuges.

3.3. Cargas de la sociedad conyugal

Son obligaciones de la sociedad conyugal las siguientes:

1. El sostenimiento de la familia y la educación de los hijos comunes

El sostenimiento refiriéndose a los alimentos, incluyendo el vestir, vivienda,

atención médica, recreación, entre otros, todo para beneficio del hogar

conyugal

2. Los alimentos que uno de los cónyuges este obligado por ley a dar a

otras personas.

Esto ya no enfocado en el ámbito matrimonial, sino aludida a una obligación

alimentaria para con terceras personas, por ejemplo, con un hijo

extramatrimonial,

3. El importe de lo donado o prometido a los hijos comunes por ambos

cónyuges.

Debe ser dado por ambos cónyuges, ya que, de hacerlo un solo cónyuge, se

entenderá que es con sus bienes propios y si no los tiene no sería posible

llevar a cabo esa liberalidad.

36
4. Las mejoras necesarias y reparaciones de mera conservación o

mantenimiento hechas en predios propios, así como las retribuciones y

tributos que los afecten.

Aludido a los daños dados en el bien y a lo gastado para poder consérvalos o

perfeccionarlo.

5. Las mejoras útiles y de recreo que la sociedad decida introducir en

bienes propios de uno de los cónyuges con consentimiento de este.

Aludido a todo aquello que resulte más útil o agradable para ser usufructuado

por la sociedad conyugal.

6. Las mejoras y reparaciones realizadas en los bienes sociales, así

como los tributos y retribuciones que los afecten.

Como se mencionó anteriormente con los bienes propios, también en los

bienes sociales se puede realizar lo antes dicho todo para beneficio del

hogar conyugal.

7. Los atrasos o réditos devengados de las obligaciones a que

estuviesen afectos tanto los bienes propios como los sociales,

cualquiera sea la época a la que correspondan.

Referido a los intereses que rinde el capital no pagados a su vencimiento y

que el patrimonio social deberá satisfacer por el disfrute que efectúa de los

mismos, independientemente si sean propios o sociales.

37
8. Las cargas que pesan sobre los usufructuarios respecto de los

bienes propios de cada cónyuge.

Referido al pago de tributos, rentas vitalicias, pensiones de alimentos.

9. Los gastos que cause la administración de la sociedad.

Referido a aquellos gastos necesarios, tales como la explotación de un

negocio perteneciente a la sociedad o el pago realizado a una persona

contratada para administración especial de un bien o bienes de la sociedad.

3.4. Responsabilidad por deudas de la sociedad

Los bienes sociales y por insuficiencia de estos, los bienes propios de ambos

cónyuges responden a prorrata de las deudas que son de cargo de la sociedad. Si

las deudas no han servido para atender las cargas del hogar, entonces se

consideran personales, de lo contrario y al no tener el cónyuge que las contrajo

bienes propios, los bienes sociales quedan afectos en el pago de tales deudas.

4. FIN DE LA SOCIEDAD DE GANACIALES

Como dice Arias Schreiber Pezet Max, el fenecimiento de la sociedad de

gananciales tiene un doble objeto. Por un lado, pone fin a la sociedad de

gananciales;  por el otro, hace posible la repartición de las ganancias, si

las hubiere, después de deducidas las cargas y deudas sociales. Para esto último,

38
se crea un estado de indivisión en

el patrimonio que facilita y concluye con la liquidación del mismo. 

La sociedad de gananciales se disuelve solo por causas taxativas que

encontramos en el artículo 318 del código civil, siendo éstas las únicas razones

que pueden ser alegadas para solicitar la conclusión del mencionado régimen.

LAS CAUSAS POR LAS QUE FENECE EL RÉGIMEN DE

SOCIEDAD DE GANANCIALES.

4.1. Por invalidación del matrimonio.

La invalidez del matrimonio deja insubsistente el vínculo matrimonial; 

consecuentemente, debe terminar la sociedad de gananciales al no subsistir la

institución que le dio origen.  Si la sentencia que declara la invalidez del

matrimonio, sea por nulidad o por anulabilidad, señala que ha habido buena fe por

parte de ambos cónyuges, éstos conservarán su derecho a

los gananciales y se procederá a la liquidación del

régimen como si se tratara de un matrimonio válido resuelto por divorcio. 

Sin embargo, en el supuesto de que solo uno de los cónyuges haya actuado de

buena fe, quien actuó sin ella pierde su derecho a los gananciales.

En el supuesto de que ambos cónyuges hayan actuado de mala fe, el

matrimonio será declarado nulo y no producirá efecto civil alguno. En

consecuencia, se tornará inexistente el régimen de sociedad de gananciales y, por

ende, ninguno de los cónyuges

tendrá derecho a gananciales. En estos supuestos, se procederá como en

39
los casos de división y partición de comunidad de bienes, pero solamente si

se probara que ha habido aportes de los cónyuges. 

4.2. Por separación de cuerpos:

La separación de cuerpos suspende los deberes relativos al lecho y

habitación y pone fin al régimen patrimonial de sociedad de gananciales, dejando

subsistente el vínculo matrimonial.

Ésta se produce por las causales  enunciadas en el artículo 333, incisos del

1 al13 del mencionado cuerpo legal

1. El adulterio.
2. La violencia, física o psicológica, que el Juez apreciará según las
circunstancias."
3. El atentado contra la vida del cónyuge.
4. La injuria grave.
5. El abandono injustificado de la casa conyugal por más de dos años
contínuos o cuando la duración sumada de los períodos de abandono
exceda a este plazo.
6. La conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común.
7. El uso habitual e injustificado de drogas alucinógenas o de sustancias que
puedan generar toxicomanía.
8. La enfermedad venérea grave contraída después de la celebración del
matrimonio.
9. La homosexualidad sobreviniente al matrimonio.
10. La condena por delito doloso a pena privativa de la libertad mayor de dos
años, impuesta después de la celebración del matrimonio.

40
11. La imposibilidad de hacer vida en común, debidamente probada en proceso
judicial.
12. La separación de hecho de los cónyuges durante un período ininterrumpido
de dos años. Dicho plazo será de cuatro años si los cónyuges tuviesen hijos
menores de edad. En estos casos no será de aplicación lo dispuesto en el
Artículo 335
13. La separación convencional, después de transcurridos dos años de la
celebración del matrimonio."

Basados en la comunidad de intereses entre

los cónyuges, es evidente que la  sociedad de gananciales no puede continuar

al cesar la vida en común que lo  fundamenta.  En  consecuencia,  producida la

separación de cuerpos,  se  dará  por resultado inmediato  el fin  del  régimen de

la  sociedad de gananciales,  debiendo elaborarse el inventario de los  bienes que

formaron parte de la  sociedad fenecida.  En  este  caso,  tanto  el cónyuge

inocente  como  el culpable conservan su  derecho  a  gananciales;  salvo  que se 

acredite  la  causal de abandono  injustificado del domicilio conyugal, en cuyo caso

el culpable pierde el derecho

a gananciales proporcionalmente a la duración de la separación de hecho. 

4.3. Por divorcio 

Definición Etimológicamente viene de la voz “divortum”, que a su vez

proviene del verbo “divertere”, que significa “separarse” o irse uno por su lado.

(PERALTA ANDIA J., 2002)

41
Por el divorcio, a diferencia de la separación de cuerpos, se pone fin de

manera plena y definitiva al vínculo matrimonial, 34 quedando ambos cónyuges en

aptitud de contraer nupcias. (CABELLO MATAMALA, 2003)

Por lo tanto la extinción del vínculo matrimonial por divorcio determina el

fenecimiento de la sociedad de gananciales al desaparecer la causa que originó el

surgimiento  el régimen.  De acuerdo con el artículo 349 del

Código Civil, el divorcio se produce por las causales señaladas en

el artículo 333, incisos 1 al 12 del mencionado cuerpo legal, las mismas que han

sido transcritas en el comentario al inciso anterior.  En este caso, el

cónyuge culpable pierde los gananciales que procedan de los bienes propios del

inocente vale decir, los frutos y productos de aquéllos y, si  bien se  demostró  la 

causal de abandono injustificado del  domicilio  conyugal,  también perderá  los 

gananciales  proporcionalmente  a  la  duración de la  separación de hecho. 

4.4. Por declaración de ausencia 

El Código Civil define las figuras de desaparición y ausencia. De acuerdo con

este cuerpo legal, la desaparición se produce cuando una persona no se halla  en

el lugar de su domicilio y han transcurrido más de sesenta días sin noticias 

sobre su paradero. La ausencia, por su parte, se produce cuando una persona  no

se halla en el lugar de su domicilio y han transcurrido dos años sin noticias 

sobre SU paradero.

La ausencia afecta, en mayor grado  que la desaparición, la  vida  común.  La

declaración judicial al respecto  torna en permanente  esa situación; en

42
consecuencia, al desaparecer el fundamento de la comunidad de intereses en 

la sociedad de  gananciales, este régimen ya no puede continuar.  En  este 

supuesto,  la  posesión de los bienes  del ausente quedará bajo  la  curatela de

sus herederos forzosos, quienes asumirán la posesión temporal de aquéllos.

Debemos  remarcar que  no se  entrega  la  propiedad  de los  bienes,  sino la 

posesión y  administración  de ellos,  por lo  tanto, quien  hubiere  obtenido la 

posesión no podrá enajenar ni gravar los bienes, salvo en casos de necesidad 

o utilidad, previa autorización judicial. 

4.5. Por muerte de uno de los cónyuges

La muerte física provoca la disolución del vínculo matrimonial y, por

tanto, concluye el régimen de sociedad de gananciales.

En el supuesto de muerte  presunta,  es  decir, si se  dan  los  siguientes 

supuestos: 

 Cuando hayan transcurrido diez años desde las últimas noticias del


desaparecido o cinco si éste tuviere más de ochenta años  de edad; 
 Cuando hayan transcurrido dos años si la desaparición se produjo en
circunstancias constitutivas de peligro de muerte; o, 
 Cuando exista certeza de la muerte, sin que el cadáver
sea encontrado o reconocido (artículo 63 del Código Civil); los  efectos  son
similares  a los  producidos por la  muerte  física,  siendo solo necesaria la
declaración de este hecho para disolver el matrimonio,  y -
consecuentemente la sociedad de gananciales. 

43
En estos supuestos, la liquidación de la sociedad de

gananciales será previa a  la de la herencia del consorte muerto, pues solo así

se podrá saber qué bienes  integran la masa hereditaria. 

Tratándose de muerte  presunta,  en  el caso  de que  luego se  produzca el 

reconocimiento de la existencia del declarado muerto presunto, el matrimonio  no

se reconstituye, tampoco la sociedad de gananciales; solo es posible que la 

persona cuyo reconocimiento  de  existencia  ha sido declarado, haga valer su 

derecho  a  reivindicar sus  bienes,  dirigiendo su  acción contra  los  herederos 

entre los cuales se hubiese practicado la partición de herencia.

4.6. Por cambio de régimen patrimonial.

Sea que se sustituya convencional o judicialmente el régimen de sociedad de

gananciales por el de separación de patrimonios, y también cuando

ello ocurre por ministerio de la ley, el primero de los regímenes mencionados fene

ce

Como se sabe, el régimen patrimonial adoptado por los conyugues puede

sustituirse por su libre decisión, y de hecho es una figura que se viene adoptando

con mayor continuidad.

En la vida contemporánea es común que el marido y la mujer laboren,

percibiendo remuneraciones independientes entre sí. Los conyugues se esmeran

por obtener mayores ventajas económicas, por lo que no es extraño que los

contrayentes tomen por opción la celebración de un matrimonio bajo el régimen de

separación de patrimonios; asimismo, durante la vigencia del matrimonio, los

44
conyugues pueden optar por la modificación del régimen de sociedad de

gananciales, sustituyendo el actual por el de separación de patrimonios.

Al respecto, el artículo 296 del Código Civil señala que "Durante el

matrimonio los cónyuges pueden sustituir un régimen por el otro.  Para

la validez del convenio son necesarios el otorgamiento de escritura pública y la ins

cripción en el registro personal.  El nuevo régimen tiene vigencia desde la fecha de

su inscripción"

Los cónyuges suelen optar por esta figura en los casos en que la naturaleza

de sus  ocupaciones  laborales ponga  en riesgo  constante el  patrimonio  de la 

sociedad conyugal (por ejemplo grandes inversionistas).

La sustitución del régimen de sociedad de gananciales por el de separación

de patrimonios por orden del juez, se produce cuando uno de los cónyuges abusa

de las facultades que le corresponden respecto de los bienes de la sociedad,

sea que éste actúe por dolo o culpa.

Igualmente la  sustitución  judicial del régimen se  solicita  en el supuesto  de 

declaración de  insolvencia  (ver Ley  N°  27809,  Ley  General del Sistema 

Concursal). Según sea el caso, puede ser solicitada la insolvencia de uno de los 

cónyuges o, en el supuesto de que  se haya incumplido  con los pagos de 

deudas sociales, se declarará la insolvencia de la sociedad conyugal.

La solicitud de insolvencia es  solicitada por uno o varios

acreedores impagos  cuyos créditos superen en total el equivalente a 50

UITs y por el propio deudor cuando  más  de las  dos  terceras  partes  del total de 

45
sus obligaciones  se 

encuentren vencidas e impagas por un lapso mayor a 30 días.

La insolvencia es declarada cuando: a) el deudor no tiene

la capacidad de pago de sus  créditos  exigibles  y  vencidos,  en los

procesos iniciados  a  solicitud de uno o varios acreedores; b) cuando

se compruebe que más de las dos terceras  partes del total de

sus obligaciones se encuentren vencidas e impagas por un tiempo mayor

a treinta días, en los procesos iniciados a pedido del deudor; c) cuando  el

deudor sea requerido para  señalar bienes  libres  de gravámenes, 

bajo apercibimiento de ser declarada su insolvencia; d) cuando, en un concurs

o  preventivo, no se apruebe por más del 50% de los acreedores reconocidos

el  acuerdo global de refinanciamiento propuesto.

La declaración de insolvencia  produce la suspensión  de la  ejecución de

embargos  y  demás  medidas  cautelares sobre  bienes, dinero  o  derechos 

del  insolvente; la suspensión de todos

los procesos judiciales, arbitrales, coactivos  o  de venta  extrajudicial en

trámite  que  se  sigan  contra  el insolvente  y  que 

tengan como objeto la ejecución de garantías reales, embargos o cualquier otr

a  medida ordenada sobre  los  bienes; la nulidad de los gravámenes,

transferencias y demás actos Y contratos, ya sean a título gratuito u oneroso, 

que  no se  refieran al desarrollo  normal de la  actividad, que  afecten el 

patrimonio del insolvente  y que hayan sido celebrados por éste dentro de los 

46
seis meses anteriores a la fecha en que presentó su declaración de insolvencia

o fue emplazado para acreditar su capacidad de pago.

Si se declara la insolvencia de la sociedad conyugal, forman la masa

concursal los bienes sociales, y ante la falta o insuficiencia de ésta, ingresarán

a la masa los bienes propios de cada cónyuge para responder a prorrata por

las obligaciones de la sociedad. 

Si se declara la insolvencia  de un cónyuge,  formarán la  masa conyugal

sus  bienes propios y, de ser el caso, la parte de los de

la sociedad conyugal que le  corresponde

5. LIQUIDACION DE LA SOCIEDAD DE GANANCIALES

La liquidación de sociedad de gananciales consiste en la realización de todas

aquellas operaciones particionales, para proceder a dividir el patrimonio

ganancial generado durante la vigencia del matrimonio.

De esta manera, el procedimiento de liquidación de sociedad de gananciales es

reparto de los bienes y derechos generados durante el matrimonio, bien sea de

mutuo acuerdo o bien a través de un procedimiento de liquidación de sociedad de

gananciales contenciosa en la vía judicial.

Los casos en los que procede la liquidación

La liquidación se abre camino en caso de divorcio o separación, fallecimiento de

uno de los cónyuges o bien cambio del sistema económico matrimonial a otro de

47
como el de separación de bienes. Dichos hechos producen lo que se conoce como

la disolución de la sociedad de gananciales, y ello implica que la sociedad no

generará ni derechos ni obligaciones por lo que procede su liquidación.

Procedimiento de liquidación de sociedad de gananciales

Disuelta la sociedad de gananciales se dará inicio a la liquidación según lo

establecido en los artículos 320° y 322° del Código Civil Peruano, para lo cual es

menester que se cumplan las siguientes etapas:

a) Inventario

Respecto al inventario, consideramos necesario definir y estudiar algunos

términos relevantes que implican esta figura jurídica y la regulación que tiene

en nuestro ordenamiento jurídico.

La Real Academia Española, ha definido al inventario como aquel asiento

de bienes y cosas que pertenecen a una determinada persona o comunidad,

el cual se caracteriza por ser ordenado y preciso. En ese sentido, podemos

definir al inventario como una herramienta útil que sirve para comprobar la

existencia de bienes que existen en un determinado tiempo y espacio, los

mismo que serán detallados en forma ordenada y valorizada.

También, podemos decir que, el inventario es la relación detallada de

bienes que determinan la existencia de los pasivos y activos que pueda

poseer una persona, empresa, etc., el cual resulta necesario a fin de

comprobar su existencia e individualización. Jurídicamente, existen dos tipos

de inventario de bienes:

48
 El simple

El simple es calificado como una descripción o nómina sencilla que

efectúan los interesados con asistencia de notario y testigos.

 El solemne.

El inventario solemne, es obligado la intervención de un funcionario

público y de los testigos y la observancia de las formalidades legales.

Es importante señalar que, el inventario de bienes, es solo una relación

de bienes que no constituye un título de propiedad.

Así, en el artículo 320° del Código Civil, se indica que el proceso de

liquidación se inicia con la formación “inmediata” de un inventario valorizado

de todos los bienes que forman parte de la sociedad de gananciales, el cual

podrá hacerse en un documento privado con firmas legalizadas, siempre y

cuando, los cónyuges o sus herederos estuvieren de acuerdo; En caso

contrario el inventario se hace judicialmente. Asimismo, del tenor del artículo

antes mencionado, taxativamente se señala que “No se incluye en el

inventario el menaje ordinario del hogar en los casos del artículo 318°,

incisos 4 y 5, en que corresponde al cónyuge del ausente o al sobreviviente”.

Entiéndase por menaje ordinario del hogar aquellos “bienes muebles de uso

doméstico que sirven exclusivamente para el uso, adorno y comodidad del

hogar de acuerdo a las necesidades inmediatas de la familia teniendo en

cuenta la posición económica de ésta y las costumbres del lugar.

b) Pago de todas las obligaciones sociales y de las cargas

49
Al respecto el artículo 322° del Código Civil, indica que una vez realizado

el inventario de bienes, se debe proceder con el pago de todas las cargas y

obligaciones sociales; así como, la devolución a cada cónyuge de sus bienes

propios que puedan haber quedado; siendo que, después de haber realizado

las deducciones antes referidas se considerarán como “gananciales”

aquellos bienes remanentes que quedaren.

Al respecto, resulta necesario que las deudas, cargas y obligaciones

sociales que pueden llegar a comprometer el patrimonio social de la

sociedad conyugal, se encuentran detalladas de manera taxativa en el

artículo 316° del Código Civil Peruano.

Lo que pretende el artículo materia de estudio, es que una vez realizado el

inventario, se proceda a cancelar aquellas deudas pendientes que existan al

momento de iniciarse la liquidación, obligaciones sociales, que por sentido de

justicia deberán ser pagadas con el patrimonio social (bienes sociales) que

en su momento pertenecía a los cónyuges. Pero, si los bienes sociales que

tiene la sociedad conyugal no son suficientes para cancelar las deudas u

obligaciones sociales, se verán afectados los bienes propios que puedan

tener los cónyuges a prorrata; siendo que, si solo un cónyuge tuviera bienes

propios se afectaran sus bienes.

c) Devolución o Reintegro a cada cónyuge de sus bienes propios.

Una vez realizado el pago de todas las obligaciones y cargas de la

sociedad conyugal, el artículo 322° indica que si han quedado bienes

50
propios, deberán ser devueltos a sus propietarios, sin importar que estén

destinados al uso de la sociedad.

d) Repartición de los gananciales

La distribución de gananciales es la última fase del procedimiento de

liquidación; sin embargo, resulta necesario determinar que son gananciales

aquellos bienes o derechos remanentes que quedaron luego de haberse

pagado las deudas sociales y una vez efectuada la devolución de los bienes

propios. Ello, resulta importante, toda vez que dichos gananciales, son los

que precisamente se van a repartir entre los ex cónyuges.

La liquidación de la sociedad de gananciales se puede efectuar de común

acuerdo entre los cónyuges e incluirlo en el convenio de divorcio o separación de

mutuo acuerdo, o bien efectuarlo a través de escritura notarial de liquidación de

sociedad de gananciales, o finalmente si no existe acuerdo o existen problemas,

un procedimiento de liquidación de sociedad de gananciales judicial.

6. CASOS PRACTICOS

EXPEDIENTE JUDICIAL N° 02997-2011-0-1601-JP-FC-02 INVENTARIO DE

BIENES

Se trata de un proceso judicial de inventario de bienes de una sociedad de

gananciales declarada fenecida mediante Resolución Judicial N° 42, por el Juez

del Tercer Juzgado Especializado de Familia de Trujillo, en el Expediente N°

02243-2001-0- 1601-JR-FC-03, quien ante la solicitud de la liquidación de la

sociedad conyugal, (en etapa de ejecución de sentencia), dispuso mediante

51
Resolución Judicial N° 46 de fecha 02.06.2011, cumpla previamente “con hacer

valer su derecho en la vía y proceso correspondiente”, esto es, se le dijo al

demandante que antes de empezar con la liquidación de los gananciales, las

partes deben hacer el respectivo inventario de bienes siguiendo los lineamientos

establecidos en el artículo 320° del Código Civil.

En el presente caso al no existir acuerdo entre los cónyuges en cuanto a la

realización de un inventario, se decidió hacer el mismo en la vía judicial; siendo

que, en un primer momento se presentó la demanda de inventario ante el Cuarto

Juzgado Especializado de Familia de Trujillo; sin embargo, mediante Resolución

Judicial N° 25 de fecha 19.10.2015, se dispuso declarar nulo todo lo actuado, toda

vez que “a la fecha de la solicitud de la facción de inventario, postulada por la

solicitante, el día veinte de octubre de dos mil once, dicha sociedad conyugal ya

se encontraba disuelta (nueve de setiembre de mil novecientos noventa y cinco);

por ende, una vez disuelta la sociedad conyugal, si no existe convenio entre los ex

cónyuges, la liquidación se regirá y será de competencia de los Juzgados Civiles.

Es decir, declararon nulo todo lo actuado, pues, consideraron que al estar

disuelta la sociedad conyugal; y, al existir una copropiedad entre los ex cónyuges,

el proceso de inventario debe ser conocido por un Juez Civil y no un Juez

Especializado de Familia., lo cual consideramos errado.

En consecuencia, se procedió a remitir el expediente al Tercer Juzgado de Paz

Letrado Transitorio de Trujillo, quien a través de la Resolución Judicial N° 22 de

52
fecha 06.01.2015, resolvió declarar fundada en parte la demanda; y, en

consecuencia aprobado el inventario de bienes.

EXPEDIENTE JUDICIAL N° 00524-2013-0-1601-JP-CI-07 INVENTARIO DE

BIENES

Se trata de un proceso judicial de inventario de bienes de una sociedad de

gananciales declarada fenecida mediante Resolución Judicial N° 75, la misma que

fue confirmada la Tercera Sala Civil de Trujillo, en el Expediente N° 02466-2002-0-

1601-JR-FC02, quien ante la solicitud de la liquidación de la sociedad conyugal,

(en etapa de ejecución de sentencia), dispuso mediante Resolución Judicial N° 97

de fecha 22.11.2011, cumpla previamente con realizar el correspondiente

inventario de bienes a la luz de lo establecido en el artículo 320° del Código Civil.

En el presente caso se cumplió con presentar en su momento el respectivo

inventario de bienes con firmas legalizadas; sin embargo, mediante resolución

judicial N° 100 de fecha 18.09.2012, nuevamente se dispuso “Que previo a la

liquidación de sociedad de gananciales debe cumplirse con el inventario

valorizado de los bienes sociales, conforme a lo prescrito en el artículo 320° del

código civil, donde corresponda”.

Bajo ese contexto lo que hicieron las partes es realizar su inventario de bienes

en la vía del proceso no contencioso, ante el Segundo Juzgado Transitorio de Paz

Letrado de Trujillo, quien mediante Resolución Judicial N° 42 de fecha 28.01.2016,

resolvió aprobar el inventario de bienes.

53
7. DEMANDA

Expediente N°
Materia:
Especialista:
Cuaderno : Principal
Escrito : 01-2021

Sumilla : DEMANDA DE LIQUIDACIÓN DE

SOCIEDAD DE GANANCIALES

SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO DE PAZ LETRADO DE LA PROVINCIA DE TACNA

WILFREDO VILCA FLORES, Identificado con DNI N°

00248715, con domicilio real en la Av. San Martin

N°432 Distrito, provincia y departamento de Tacna,

señalando domicilio procesal en la Calle Italia 354

54
Oficina 15 y casilla electrónica de notificaciones

(SINOE) N° 04929, a Ud. con atención decimos:

Ejerciendo mí derecho de acción, constitucional y

procesalmente reconocido, interpongo la presente demanda de LIQUIDACIÓN DE

SOCIEDAD DE GANANCIALES, la que formulo del modo siguiente:

I.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL DEMANDADO : la presente demanda se dirige en contra

de:

1.- DIANA YUCRA LOPEZ, Identificada con DNI N° 02472724, quien domicilia en la Av.

Pinto N°432 del distrito, provincia y departamento de Tacna.

II.- PETITORIO: mi pretensión contiene una pretensión originaria, formulada de la manera

siguiente:

1.- Pretensión principal.- Interpongo demanda de Liquidación de sociedad gananciales,

la misma que dirijo contra la demandada DIANA YUCRA LOPEZ ya que actualmente la

sociedad de gananciales se encuentra disuelta y no se ha realizado el proceso pertinente

para liquidarla, asimismo es necesario este pedido debido a que existe un inmueble en

común de la sociedad conyugal que aún faltan ejecutar.

III.-FUNDAMENTOS DEL HECHO: fundamento mi pretensión en los siguientes hechos.

Primero.- Que, el suscrito ha tramitado ante el Juzgado mixto de la Corte Superior de

Justicia de Tacna, un proceso de divorcio por causal, el mismo que ha sido declarado

fundado en todos sus extremo, disponiendo con fecha 15 de setiembre del año 2020 la

DISOLUCION DE LA SOCIEDAD DE GANANCIALES que han tenido el suscrito y la

demandad DIANA YUCRA LOPEZ.

55
Segundo.- Que, en virtud de la disolución de la sociedad de gananciales, con fecha 17 de

octubre del año 2020 se procedió a la formulación del inventario de bienes, mediante

documento privado con firmas debidamente legalizadas entre el suscrito y la demandada,

valorizando de todos los bienes que existen en común, producto de la sociedad conyugal,

siendo que en la formulación del inventario se encuentra individualizado los siguientes

inmuebles pertenecientes a la sociedad:

Activos:

 Un (01) inmueble ubicado en la Calle Callao N°435 del distrito, provincia y


departamento de Tacna, con partida registral N°12737445 del registro de
propiedad inmueble de la oficina registral de Tacna. valorizado en quinientos mil
dólares americanos ($500,0000.00).
 Una (01) camioneta marca Hyundai, modelo Santafé, año de fabricación 2020, con
placa N° Z3E-741, valorizado en veinte ocho mil dólares americanos
($28,0000.00).
Tercero.- Que, posterior a la formulación del inventario, la demandada dejo de mostrar

interés en continuar con el proceso de liquidación de la sociedad de gananciales, tal es

así que el suscrito en interés de culminar con dicho procedimiento, con fecha 15 de

diciembre de 2020 remitió una carta notarial al domicilio de la demandada, invitando a la

demandada a efectuar la liquidación de la sociedad de gananciales a través de una

escritura notarial de liquidación de sociedad de gananciales, misma que no se efectuó por

falta de interés de la demandada. Así mismo con fecha con fecha 27 de diciembre de

2020, se remitió una segunda carta notarial, con la finalidad de realizar una audiencia de

conciliación, con el propósito de resolver extrajudicialmente la liquidación de la sociedad

de gananciales, misma que no fue concretada a mérito de la inasistencia de la

demandada.

56
Cuarto.- Que, examinando los hechos antes mencionado, es evidente que la demandada

no pretende concluir con la liquidación de la sociedad de gananciales, por lo que amerita

realizar dicha liquidación en instancia Judicial.

IV.- FUNDAMENTACION JURIDICA: amparan mi pretensión las siguientes normas

Código Civil

1.- Articulo 298.- la cual precisa que “Al terminar la vigencia de un régimen patrimonial se

procederá necesariamente a su liquidación”.

2.- Articulo 318.- la cual en su Inciso 3) precisa como fin de la sociedad de gananciales al

divorcio.

3.- Artículo 320.- al señalar que “Fenecida la sociedad de gananciales, se procede de

inmediato a la formación del inventario valorizado de todos los bienes. El inventario puede

formularse en documento privado con firmas legalizadas, si ambos cónyuges o sus

herederos están de acuerdo. En caso contrario el inventario se hace judicialmente”.

3.- Articulo 322.- al señalar que una vez realizado el inventario, se procede al pago de las

obligaciones sociales y las cargas y posterior a ello se reintegra los bienes propio a cada

conyugue.

4.- Artículo 323.- al señalar que “Los gananciales se dividen por mitad entre ambos

cónyuges o sus respectivos herederos”.

5.- Artículo 348, que señala que “el divorcio disuelve el vínculo matrimonial”

Código Procesal Civil.-

Artículos 424° y 425°, que establecen los requisitos que debe contener toda demanda y

los anexos de ley.

57
V.- MONTO DEL PETITORIO: por tratarse de demanda de demanda de liquidación de la

sociedad de gananciales, no es apreciable pecuniariamente.

VI.- MEDIOS PROBATORIOS: se ofrecen los siguientes medios probatorios:

1.- Copia certificada de la resolución de fecha 15 de setiembre del año 2020 que declara

la DISOLUCION DE LA SOCIEDAD DE GANANCIALES. Lo cual acredita el término de la

vigencia del régimen patrimonial de sociedad de gananciales.

2.- Copia certificada del inventario de fecha 17 de octubre del año 2020, en la cual se

valorizan todos los bienes que existen producto de la sociedad conyugal.

3.- Copia certificada de la carta notarial de fecha 15 de diciembre de 2020, invitando a la

demandada a efectuar la liquidación de la sociedad de gananciales a través de una

escritura notarial de liquidación de sociedad de gananciales.

4.- Copia certificada de la carta notarial de fecha 27 de diciembre de 2020, remitida con la

finalidad de realizar una audiencia de conciliación, con el propósito de resolver

extrajudicialmente la liquidación de la sociedad de gananciales.

5.- Copia certificada del acta de conciliación extra judicial de fecha 10 de enero 2021

expedida por el Centro Conciliatorio de IUS LITIS, en la que consta el fracaso de la

conciliación por inasistencia de la demandada.

VII.- ANEXOS ACOMPAÑADOS: Acompañamos los siguientes anexos:

1-A Copia del Documento Nacional de Identidad del Demandante.

1-B Copia certificada de la resolución de fecha 15 de setiembre del año 2020.

1-C Copia certificada del inventario de fecha 17 de octubre del año 2020

58
1-D Copia certificada de la carta notarial de fecha 15 de diciembre de 2020

1-E Copia certificada de la carta notarial de fecha 27 de diciembre de 2020

1-F Copia certificada del acta de conciliación extra judicial de fecha 10 de enero 2021

expedida por el Centro Conciliatorio de IUS LITIS

Por lo expuesto:

A Ud. Pido admita la presente y darle el trámite de

ley.

OTRO SI.- De conformidad a lo preceptuado por el Art. 80 del CPC, concordado con el

Art.290 de la LOPJ, otorgo poder general al letrado que autoriza la presente solicitud,

indicando que he sido instruido sobre su alcance, ratificando mi domicilio real señalado en

la introducción.

Se tenga presente:

Tacna, 27 de enero de 2021

WILFREDO VILCA

FLORES

Firma y nombre del DNI N° 00248715

Abogado

ICAT: 0000

59
CONCLUSIONES

- Respecto de la evolución histórica podemos corroborar que en el

código de 1936 el unico régimen patrimonial y en si obligatorio, era la

sociedad de gananciales, siendo que a partir del código de 1984 que

se modificó y permitió tener un régimen patrimonial más, siendo la

separación de patrimonios teniendo que ser evidenciada bajo una

escritura pública, esto apoyo mucho a la igualdad ya que, en este

último código mencionado la mujer, también que determinaban la

sustitución del régimen patrimonial durante el matrimonio.

- Los bienes propios son todos aquellos bienes que pertenecen a cada

cónyuge y esta dependerá de la forma de adquisición, en este caso

se tiene que haberse adquirido con anterioridad al matrimonio.

60
- Cada cónyuge conserva la libre administración de sus bienes propios

y puede disponer de ellos además responden de las obligaciones

particulares de cada cónyuge.

- Los bienes sociales serán todos aquellos bienes que sirvan de

utilidad y garantía para un adecuado desenvolvimiento y

mantenimiento del hogar conyugal.

- En conclusión, ell fenecimiento de la sociedad de gananciales tiene

un doble propósito: poner fin a la sociedad de gananciales y repartir

sus ganancias si las hubiere, después de deducidas las cargas y

deudas sociales. Ahora bien, nace el régimen de sociedad de

gananciales por el matrimonio, siempre y cuando no se haya optado

por la separación de patrimonios.

- En consecuencia, el régimen estará vigente, de ordinario, mientras

dure el matrimonio, salvo que convencionalmente se cambie de

régimen, o como consecuencia de una sentencia en un juicio de

separación de patrimonios, o se produzca una separación legal. Por

lo tanto, el fin de la sociedad de gananciales deberá ocurrir cuando ya

no exista matrimonio, y no existirá por muerte de uno de los

cónyuges, por divorcio o por invalidación del matrimonio. Algunos

supuestos de término de la sociedad debemos considerarlos como

ordinarios, tal es el caso de la muerte de uno de los cónyuges, o

extraordinarios, como sería el caso de la ausencia de un cónyuge.

61
- Respecto de la evolución histórica podemos corroborar que en el

código de 1936 el unico régimen patrimonial y en si obligatorio, era la

sociedad de gananciales, siendo que a partir del código de 1984 que

se modificó y permitió tener un régimen patrimonial más, siendo la

separación de patrimonios teniendo que ser evidenciada bajo una

escritura pública, esto apoyo mucho a la igualdad ya que, en este

último código mencionado la mujer, también que determinaban la

sustitución del régimen patrimonial durante el matrimonio.

- A manera de conclusión podemos señalar que el tema de la

determinación de un bien como propio o social no se agota en lo

dispuesto en los artículos pertinentes del Código Civil, en la cual

señalan casos específicos en las que un bien es propio o

corresponde a la sociedad de gananciales, ya que en la práctica

ocurren situaciones muy complejas en las cuales queda cierta duda

sobre la calidad de los bienes, como por ejemplo en aquellos casos

complejos en que una persona adquiere un terreno como bien propio

y en ese terreno levanta el primer piso, luego se casa con una señora

y levantan dos pisos más, motivo por el cual un ordenamiento jurídico

será eficaz siempre que lo regulado en las normas jurídicas se

cumplan en la realidad; esto es, cuando el justiciable tenga un acceso

real y no solo formal a un determinado órgano jurisdiccional; sino

también, cuando lo decidido por un determinado órgano pueda ser

ejecutada sin mayores dilaciones y trabas, con la finalidad de

62
garantizar a su vez los principios procesales de economía y celeridad

procesal; así como, la especialidad del Juez. Siendo; por tanto, la

efectividad la que dará legitimidad a un determinado sistema jurídico.

- Nuestro ordenamiento Jurídico regula que luego de dar por terminado

el vínculo matrimonial y el fenecimiento de la sociedad de

gananciales, es necesario que antes de proceder con la liquidación,

se debe hacer un inventario de bienes, el cual según lo establecido

en el artículo 320° del Código Civil, podrá hacerse mediante un

documento privado con firmas legalizadas en caso exista acuerdo, o,

en la vía judicial cuando no exista acuerdo. Sin embargo, es preciso

indicar que el proceso de liquidación de la sociedad de gananciales

implica o comprende las siguientes etapas: a) Realización de un

inventario, b) Pago de las obligaciones sociales y cargas; c) Reintegro

a cada cónyuge de sus bienes propios; y, d) Distribución de los

gananciales.

63
BIBLIOGRAFÍA

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Iuris.

 CORNEJO CHÁVEZ, H. (1999). Derecho familiar peruano. Lima: Gaceta

Jurídica.

 ENRIQUE VARSI ROSPIGLIOSI, Tratado del Derecho de Familia tomo III

 Florián Vigo, Olegario David; Quispe Estrada, Luz AngélicaDivorcio e

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c.

 GÓMEZ PIEDRAITA, Hernán. Derecho de familia. Santa Fe de Bogotá:

Editorial Temis, 1992.

 Quintana Chozo, José Víctor “El fenecimiento de la sociedad de

gananciales por separación de hecho frente a la protección patrimonial del

cónyuge perjudicado” obtenido de:

64
http://repositorio.unprg.edu.pe/bitstream/handle/UNPRG/8572/Quintana_Ch

ozo_Jos%C3%A9_V%C3%ADctor.pdf?sequence=1&isAllowed=y

65

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