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Catorce puntos esenciales sobre evaluación

de políticas públicas con especial referencia


al caso de las políticas sociales1
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En este artículo se reflexiona sobre la utilidad, la calidad y la idoneidad de los instrumentos de eva-
luación de políticas públicas en el contexto actual. Se explica cómo no pueden limitarse a ser meros
controladores de la legalidad o a detectar abusos de poder. Deben ir más allá y convertirse en indica-
dores reales de impacto además de reflejar la calidad de las interrelaciones entre los organismos pú-
blicos y el exterior. Para ello deberían previamente segmentar y establecer parámetros adecuados
según el tipo de relación y de estructuras de poder que subyacen a los distintos marcos de actuación
de las administraciones públicas. Por otra parte, se analizan las políticas sociales que se han ido po-
niendo en marcha en España y Europa, y se apuntan cuales deberían ser las claves de una evalua-
ción que sepa dar respuesta a los nuevos escenarios económicos, sociales, familiares y de participa-
ción política, caracterizados por la exclusión, la desigualdad y la llamada nueva gobernanza.

Artikulu hau politika publikoak ebaluatzeko tresnek egun duten erabilgarritasuna, kalitate eta egoki-
tasunari buruzko hausnarketa bat da. Bertan azaldu egiten da legaltasunaren kontrolatzaile hutsak
izatera edo nagusikeriak antzematera ezin direla mugatu. Haratago jo behar dute eta, erakunde pu-
blikoen eta kanpoaldearen arteko harremanen kalitatea islatzeaz gain, eraginaren benetako adieraz-
leak bihurtu behar dira. Horretarako, aldez aurretik, herri administrazioen jarduketa-esparruen az-
pian dauden harreman eta botere egitura moten araberako parametro egokiak segmentatu eta
ezarri beharko lituzkete. Horrez gain, Espainian eta Europan martxan jartzen ari diren gizarte-politi-
kak aztertu egiten dira eta baztertze, desberdintasuna eta delako gobernantza berria ezaugarri di-
tuzten ekonomia, gizarte, familia eta politikan parte-hartzeko egoera berriei erantzuna eman die-
zaien ebaluaketaren gakoak zeintzuk izan beharko liratekeen adierazten dira.

This article gives some reflections about the usefulness, the quality and the suitability of the
instruments of the public policies evaluation in the present context. It explains how they can not
limit themselves being just mere controllers of the legality or to detect power abuse. They have to
go beyond this, to convert into impact real indicators, and to reflect the quality of the interrelations
between the public agencies and outside. For this reason they, previously, have to segment and to
establish adequate parameters depending on the type of the relation and on the power structures
that underlie to the different fields of the interventions of the public administrations. On the other
hand, social policies will be analysed, these ones have been employed in Spain and in Europe.
And it will be appointed to the ones that must be the clues to an evaluation that knows to give
answers to new economic, social, family scenes and of a political participation characterised by
the exclusion, inequality and by the so called new governance.
1 Este texto reproduce, parcialmente, presentaciones efectuadas por el autor en el Congreso sobre Evalua-
ción de la eficacia en las administraciones públicas, organizado por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas,
en Vitoria en 1999, en sendos paneles realizados en el IX Congreso CLAD (Madrid noviembre 2004) (coord.
J.L.Osuna), y en el X Congreso del CLAD (Santiago de Chile, octubre 2005) (coord.J.Hintze); y en el curso de
verano organizado por las Cajas de Ahorro Vasco-Navarras, en San Sebastián, en septiembre de 2005.

Ekonomiaz N.o 60, Vol. I 3er Cuatrimestre, 2005.


Joan Subirats Humet
Instituto de Gobierno y Políticas Públicas
Universidad Autónoma de Barcelona

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ÍNDICE

1. Los instrumentos de evaluación como palanca de gobierno en el sector público


2. Las administraciones públicas no son como las empresas
3. Tareas de gestión y tareas de gobierno
4. Tipos de relación y de poder según las distintas formas de interacción Administra-
ción-ciudadanos
5. Legitimidad de las administraciones públicas y mecanismos de rendición de cuentas
6. A diferentes tipos de organización, distintos tipos de control estructural
7. Las políticas sociales requieren procesos de evaluación específicos
8. Las políticas complejas requieren evaluaciones complejas
9. El proceso formal de evaluación tiene fuertes elementos de innovación
10. Las políticas de inclusión social no son estandarizables a priori
11. La falta de adecuación entre evaluación y diseño de nuevas políticas
12. La época actual exige políticas heterogéneas, flexibles y próximas
13. En el futuro será más complicado evaluar políticas sociales
14. El trabajo en red es hoy determinante en las políticas de inclusión social
Referencias bibliográficas

N.º de clasificación JEL: H43

Palabras clave: políticas sociales, procesos de evaluación

1. LOS INSTRUMENTOS DE res de análisis crítico del funcionamiento


EVALUACIÓN COMO PALANCA de las administraciones públicas hacen
DE GOBIERNO EN EL SECTOR hincapié, precisamente en la falta de in-
PÚBLICO corporación de instrumentos de evalua-
ción en sus prácticas habituales de ges-
Parecería absurdo plantearse una pre- tión y gobierno, lo que dificulta, se dice,
gunta de esta índole salvo, simplemente, la capacidad para mejorar la actuación
para enfatizar retóricamente una afirma- de esas mismas administraciones. Lo
ción. La respuesta lógica y razonable, y curioso es que, tanto la «doctrina» aca-
que compartimos, es: «sin duda». Y es démica como las aportaciones del mun-
la respuesta lógica y razonable porque do de la consultoría y la propia reflexión
los parámetros dominantes en las labo- interna de los gestores públicos parecen

Ekonomiaz N.o 60, Vol. I 3er Cuatrimestre, 2005.


Joan Subirats Humet

estar de acuerdo en la necesidad-bon- hora de darnos cuenta, también, de las di-


dad de incorporar instrumentos de eva- ferencias. Como afirma Metcalfe (1993), ha
luación en las labores de gobierno y llegado el momento en que ya no basta
gestión de las políticas y las administra- imitar, es necesario innovar.
ciones públicas, pero se avanza muy
Uno de los elementos centrales de la es-
poco en el tema. Una vez más, tenemos
trategia empresarial es la capacidad de
una notable brecha entre consenso teóri-
competir. Una empresa competitiva es una
co y práctica político-administrativa. En
empresa eficaz y eficiente. En las adminis-
este texto se pretende profundizar en
traciones públicas, la lógica de actuación
esa brecha y más precisamente, en los
se basa más en la capacidad de trabajar
motivos que explicarían ese desajuste de forma coordinada y en estrecha interde-
entre teoría y práctica. Se propondrán pendencia que en la capacidad de compe-
también algunas vías de avance. tir. Son excepción las actuaciones adminis-
trativas que puedan desarrollarse con
plena independencia de otros servicios u
2. LAS ADMINISTRACIONES otras administraciones públicas. Los pro-
PÚBLICAS NO SON COMO cedimientos formales o informales de coo-
LAS EMPRESAS peración y los procedimientos explícitos o
implícitos de coordinación son determinan-
Desde nuestro punto de vista, uno de tes para asegurar una gestión eficaz.
los problemas centrales con que nos en- Como bien sabemos, es precisamente a
frentamos en las estrategias dominantes partir de la constatación de las continuas
de modernización de las administraciones interdependencias en la gestión pública de
públicas es que siguen partiendo del pa- dónde surgió toda la literatura que puso de
radigma de que Administración y empre- relieve las limitaciones de la teoría de la de-
sa se parecen. Hay una parte de verdad cisión racional en su aplicación al contexto
en esto. Si en ambos casos existen objeti- de las administraciones públicas (Lind-
vos, tienen que manejar recursos, dirigir y blom, Wildavsky, Landau, et al). Las admi-
ser dirigidas por personas, trabajan me- nistraciones públicas trabajan en campos y
diante procesos, etc., ¿por qué no acer- en sectores que les vienen, en muchos, ca-
car métodos de funcionamiento, organiza- sos predeterminados normativamente. No
ción y control?. Pero a pesar de todas las escogen los mejores «nichos» de activi-
similitudes las diferencias prevalecen. dad. Actúan, muchas veces, de forma con-
Después de unos cuantos años de predo- tradictoria, ya que sirven a intereses y
minio de ese modelo de cambio en las clientelas también contradictorias. Su labor,
administraciones públicas, y tras consta- lejos del ideal que expresa el concepto de
tar sus positivos impactos en la mentali- «intereses generales» (Crozier 1995), se
dad y en la filosofía de actuación de algu- enmarca en un entramado de gran com-
nas de ellas (no tan significativamente en plejidad, lleno de actores, algunos de ellos
otras, como el caso de las españolas2), es muy potentes, que manejan intereses con-

2 Para ver un balance del proceso de cambio en en Europa con una Administración sin renovar?», en
las administraciones públicas españolas, ver: Galle- Informe España 1997, Fundación Encuentro, pp.
go,R. –Subirats,J., 1998, «¿Podremos sostenernos 269-334
Catorce puntos esenciales sobre evaluación de políticas públicas…

trapuestos. En ese contexto, las administra- una organización capaz de aprender tan-
ciones públicas no pueden jugar con la re- to de sus aciertos como de sus errores.
lativa facilidad que ofrece el hecho de te-
ner una orientación inequívoca hacia una
única cuenta de resultados basada en la 3. TAREAS DE GESTIÓN Y TAREAS
obtención de beneficios. Si en la empresa DE GOBIERNO
mercantil, eficacia y eficiencia tienden a
confundirse, no siempre ocurre así en el Ahora bien, al margen de estos prime-
mundo de las administraciones públicas. ros elementos de reflexión, al introducir 21
Equivocarse en ello significa, muchas ve- mecanismos de evaluación y de rendi-
ces, contribuir a los bien conocidos fenó- ción de cuentas en el funcionamiento de
menos de la llamada «selección adversa», las administraciones públicas, uno de los
de la cual tenemos buenos ejemplos en sa- elementos centrales que deberíamos te-
nidad y educación. ner en cuenta es saber si estamos tratan-
do de evaluar temas que son propios del
A pesar de todo, sabemos que no po- área de gobierno, o temas que son pro-
demos admitir que exista una insuperable pios del área de gestión. Sabemos per-
colisión entre los principios de eficacia y fectamente que no hay nada más difícil
legalidad, y por tanto hemos de trabajar que distinguir con precisión ambas esfe-
de manera innovadora para ir construyen- ras, pero también sabemos que si con-
do categorías que nos permitan poder in- fundimos absolutamente esos campos se
tegrar los valores que expresan ambos nos complicará muchísimo cualquier vía
requerimientos, a la vez que aseguramos de mejora e innovación. Proponemos que
siempre la capacidad de rendir cuentas, se distinga, al menos analíticamente, en-
la capacidad de mantener abiertos los tre lo que llamaríamos tareas de gestión y
controles que eviten los abusos de poder. tareas de gobierno, y que se crucen con
Una organización (aquí sí, pública o no los distintos ámbitos de actuación de las
pública) que mantenga su capacidad de administraciones, unos de contenido ope-
rendir cuentas, de ser transparente en su racional, otros de contenido estratégico
gestión, de evaluar su quehacer, será (ver cuadro n.º 1).

Cuadro n.o 1
Tareas y ámbitos de actuación de las Administraciones Públicas

Operacional Estratégico

Gestión 1 2
Gobierno 3 4

Fuente: Elaboración propia a partir de Metcalfe, L., Accountability and effectiveness, Venice, 1998,
mimeo
Joan Subirats Humet

El cruce entre tareas de gestión, de ca- control de legalidad presupuestaria y


rácter más interno, y ámbito operacional contable. El terreno menos explorado es
(casilla 1), podríamos decir que genera el aquel donde se entrecruzan gobierno y
espacio típico de los análisis preocupa- ámbito estratégico (casilla 4). Siguiendo
dos por los valores de economía y efi- la parábola marítima que hemos venido
ciencia. Es el espacio en el que opera la utilizando, sería el campo propio de la na-
clásica labor de intervención en muchas vegación, de las labores de «capitanía».
administraciones de nuestro entorno, y es Es aquí dónde debería determinarse lo
también el ámbito en el que con mayor in- importante y significativo para cada orga-
tensidad se han producido las reformas nización. Es ahí donde se juega la legiti-
que se han nucleado en torno al concep- midad de los objetivos de las administra-
to de New Public Management (NPM). El ciones públicas. Si no se llena ese
espacio de gestión de contenido más es- espacio, faltan criterios de consistencia
tratégico (casilla 2), sería aquel en que para poder emprender una labor evalua-
las variables que cuentan son las de efi- dora seria. Si no existe una carta de na-
cacia y gestión del cambio. Usando los vegación, ni remar ni timonear tiene de-
conceptos puestos en circulación por Os- masiado sentido, y el papel de los
borne y Gaebler, no se trataría sólo de controladores pierde significación.
«remar» (casilla 1) sino de «timonear»
(casilla 2). Las labores emblemáticas se-
rían las de adaptar las operaciones a los 4. TIPOS DE RELACIÓN Y DE PODER
problemas, previendo posibles desajus- SEGÚN LAS DISTINTAS FORMAS
tes de la gestión. Sería este un campo del DE INTERACCIÓN
que, en nuestro país, se han estado ocu- ADMINISTRACIÓN-CIUDADANOS
pando gestores con capacidad directiva
probada, o bien políticos que han actuan- Siguiendo esa línea de reflexión, pode-
do y actúan más en el campo de la ges- mos suponer que sería posible ir más allá
tión que en el propio de la política y del del campo estrictamente operacional en
gobierno. el que solía refugiarse el NPM. Los meca-
nismos de control, de rendición de cuen-
El entorno de tareas de gobierno es un tas, podrían contribuir a ir llenando de
terreno en el que se lidia, sobre todo, con contenido ese componente estratégico
el exterior de la organización, dónde se de la gobernación de los asuntos y la
juegan las grandes cuestiones de la legi- gestión pública. Muchas de los interro-
timación política y social. Si esa labor se gantes que el NPM plantea (¿es bueno o
cruza con el ámbito más estrictamente no separar contratador y proveedor?, ¿es
operacional (casilla 3), nos encontrare- mejor crear agencias o mantener siste-
mos con lo que podríamos denominar la- mas centralizados de provisión de servi-
bores de «contramaestre», gobierno de cios?, ¿ventajas e inconvenientes del uso
operaciones, y con funciones como con- de contratos e indicadores?, ¿es posible
traste, supervisión, control del gasto y de insistir en eficiencia sin erosionar la equi-
los recursos, precauciones para evitar dad o provocar fenómenos de selección
fraudes o corruptelas, etc. Es el terreno adversa?, ¿deben generalizarse los me-
donde solemos encontrar los órganos de canismos de copago?, etc.), podrían en-
Catorce puntos esenciales sobre evaluación de políticas públicas…

Cuadro n.o 2
Tipos de relación y tipos de poder en liza en distintas formas
de interacción Administración-ciudadanos

Sujeto Usuario Cliente Ciudadano

Administrador Proveedor Profesional Representación


Jerarquía Intercambio Expertise Influencia Legitimación
23

Fuente: Elaboración propia a partir de Metcalfe, L., Accountability and effectiveness, Venice, 1998,
mimeo

contrar vías de respuesta más integrada que podríamos calificar como diversos ti-
si se plantearan en un contexto no sólo pos ideales (ver Cuadro n° 2).
operacional, sino también estratégico y
En unos casos predomina la clásica re-
de gobernación general del sistema. Y
lación Administración-sujeto (típica de
para ello puede ser muy importante dis-
una Administración básicamente regula-
tinguir entre distintos tipos de organiza-
dora, inspectora y sancionadora); en
ción, diferentes tipos de tareas y distintos
otros casos, esa relación se acerca a la
tipos de usuario.
que se da en la esfera mercantil entre
Por mucho que las tendencias encua- usuario y proveedor (cuando la Adminis-
dradas en la «nueva gestión pública» ha- tración simplemente suple o actúa como
yan generado efectos positivos al usar el prestadora de servicios o bienes que
término «cliente» como contrapunto radi- también podrían tener como protagonis-
cal a las tradicionales definiciones de tas a empresas y usuarios); encontramos,
«administrado» o «súbdito», lo cierto es asimismo, la relación característica que
que la generalización de ese concepto de se da entre clientes y profesionales
cliente y lo que lleva aparejado, sin tener (esencial en servicios como sanidad y
en cuenta las distintas relaciones y estruc- educación); y, finalmente, detectamos la
turas de poder que conllevan los distintos que más se acerca al mundo de la políti-
marcos de actuación de las administracio- ca y la democracia representativa: la que
nes públicas, puede acabar produciendo se da entre los ciudadanos en general y
más confusión y efectos contraproducen- sus representantes políticos (cuando es-
tes que resultados positivos. tos últimos canalizan intereses o valores).

Las diferentes administraciones públi- Podemos afirmar que en cada una de


cas intervienen en distintos campos y esas interacciones surgen relaciones de
prestan multitud de servicios diversos. poder o de influencia que tienen caracte-
Esas interacciones generan relaciones rísticas específicas. Jerarquía, intercam-
entre las partes que se acercarían a lo bio mercantil, expertise, o influencia-legi-
Joan Subirats Humet

timación, se dan en cada caso de mane- relaciones de cliente donde no las hay,
ra predominante. Deberemos ir con sumo cómo es absurdo tratar de construir siste-
cuidado para evitar aplicar de manera in- mas de competencia dando alternativas
diferenciada unos mismos parámetros de de salida (exit) a los ciudadanos, cuando
control o unos mismos mecanismos de quizás lo que se busca es hacer más
rendición de cuentas a interrelaciones operativa e influyente la opción voz (voi-
basadas en lógicas muy distintas; o sim- ce) usando las conocidas expresiones de
plemente acabar confundiendo esas dis- Hirschman, (1970).
tintas relaciones y esas distintas posicio-
nes de poder o de influencia con
indicadores no pensados específicamen- 5. LEGITIMIDAD DE LAS
te para recoger los distintos valores que ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
se encierran en cada situación. Si, por Y MECANISMOS DE RENDICIÓN
ejemplo, en una universidad (dónde po- DE CUENTAS
dríamos encontrar los cuatro tipos de re-
lación y de poder mencionados) prima- Si lo que nos interesa es examinar la
mos de manera casi exclusiva el control y eficacia de las organizaciones públicas,
la evaluación de resultados desde una ló- deberíamos poner atención al tipo y la
gica mercantil o de intercambio, y margi- calidad de las interrelaciones entre esas
namos o pasamos por alto en la práctica organizaciones públicas y el exterior, ya
otros valores que se esconden en otros ti- que si sólo nos dedicamos a examinar los
pos de relación también presentes (las componentes internos del funcionamiento
propias de la corporación de profesores de tales organizaciones, lo máximo que
o las específicas de la universidad como conseguiremos será avanzar en la eva-
institución representativa y ciudadana), luación de su eficiencia y del grado de
las tensiones y distorsiones que provoca- cumplimiento de las procedimientos pre-
remos serán monumentales. vistos.
No podemos, pues, simplificar ni tratar Debemos ser conscientes de que no
de reducir la complejidad presente en la será posible mantener (sin sufrir erosión)
actuación de la mayoría de administracio- la legitimidad de las administraciones pú-
nes públicas, usando como único pará- blicas si no existen mecanismos potentes
metro de evaluación y de mecanismos de de rendición de cuentas. La ausencias de
rendición de cuentas el que encierra la estos o su relevancia deteriora la base
lógica de intercambio, competencia y efi- misma de existencia de las administracio-
ciencia (que tan buenos resultados ha nes públicas. Las administraciones públi-
dado en el mundo de la iniciativa mercan- cas ostentan poder, tienen capacidad de
til, dónde la complejidad ha sido hasta imponer su voluntad, siempre y cuando
ahora mucho menor).3 Es absurdo buscar mantengan la capacidad de rendir cuen-

3 Lo cierto es que también en el mundo de las tendían sólo a ser vistas como productoras de plus-
empresas privadas se da una creciente importancia valía. Pero, a pesar de ello, continúa siendo cierto
a cuestiones como los balances ecológicos y los que será la cuenta de resultados la que acabará de-
balances sociales, como forma de complementar y terminando, finalmente, la buena o mala marcha de
aumentar el valor añadido de unas empresas que la entidad.
Catorce puntos esenciales sobre evaluación de políticas públicas…

tas, de ser rendidores de cuentas (ac- claros de eficacia que recojan ambos
countables) frente a la ciudadanía, de se- supuestos, lo que ocurre es que existe
guir siendo «legítimas». información sesgada (estrictamente so-
bre la legalidad en la actuación adminis-
Hace unas décadas, las administra-
trativa) y desorientación respecto a si
ciones públicas estaban sometidas al
está siguiendo o no el camino constitu-
escrutinio público desde unos paráme- cionalmente previsto, y no se reciben se-
tros que respondían esencialmente a la ñales claras y coherentes sobre los lo-
voluntad de evitar extralimitaciones, des- gros políticos y sociales obtenidos. 25
viaciones o abusos de poder. El objetivo
se centraba en impedir o reducir las po-
sibilidades de tales excesos. Todo aque- 6. A DIFERENTES TIPOS DE
llo que implicara apartarse del camino ORGANIZACIÓN, DISTINTOS TIPOS
previsto, de lo definido previamente, era DE CONTROL ESTRUCTURAL
interpretado como una puerta abierta a
posibles extralimitaciones. En estos mo- Diferentes tipos de organización, con di-
mentos, junto con el mantenimiento de la ferentes tipos de relación y de poder en su
exigencia de evitar esos posibles abu- seno, deberían generar distintos tipos de
sos, existe una clara preocupación (ex- control estructural (ver cuadro n.º 3). Por
presada en España por el artículo 9.2 de ejemplo, en el caso de las organizaciones
la Constitución y por su habilitación in- basadas sobre todo en las reglas del inter-
tervencionista4) por lograr que las admi- cambio y de la influencia, se dará mucha
nistraciones públicas sean eficaces, más importancia a la capacidad de res-
consigan resultados, trabajen para cons- ponder a las demandas externas a la pro-
truir políticas que favorezcan la plena pia organización, que cuando se trate de
igualdad y libertad. El problema es que, otro tipo de organizaciones más orientadas
si bien en el primero de los supuestos (el hacia el interior (las basadas, por ejemplo,
más clásicamente liberal de evitar extra- en la expertise o incluso en la jerarquía).
limitaciones en la acción pública) la es- Por tanto, desde nuestro punto de vis-
tructuración y operacionalización de los ta, no se trata tanto de ofrecer pautas ge-
mecanismos de control se ha hecho sis- nerales y universales de rendición de
temática y concienzudamente, no ha cuentas y de evaluación, sino más bien
ocurrido lo mismo en el segundo de los de entender concretamente y diferenciar
campos mencionado (el que deriva de las distintas perspectivas que pueden
una lógica más socializadora). Y si no existir entre organizaciones, o dentro de
existen o no se han construido criterios una misma organización, para segmentar
y establecer parámetros adecuados de
4
evaluación y de control.
«Corresponde a los poderes públicos promover
las condiciones para que la libertad y la igualdad
Hasta ahora, en las administraciones
del individuo y de los grupos en los que se integra
sean reales y efectivas; remover los obstáculos que públicas se ha restringido mucho esa ló-
impiden o dificultan su plenitud y facilitar la partici- gica diferenciadora que, a nuestro enten-
pación de todos los ciudadanos en la vida política,
económica, cultural y social». Art.9.2 de la Constitu-
der, sería capaz de revelar muchas más
ción española, 1979 dimensiones de valor. Ha primado siem-
Joan Subirats Humet

Cuadro n.o 3
Tipos de organización, tipos de poder y tipos de control

Autoridad Intercambio Autoridad Influencia


jerárquica basada en
expertise

Valores y normas Ejercicio de Interés propio, Compromiso Consenso,


responsabilidad ganancias profesional con solidaridad y
administrativa mutuas el cliente participación

Controles Apelación a Competencia Evaluación del Control


estructurales autoridades entre rendimiento democrático de
externas proveedores basada en los los representantes
«pares»

Fuente: Elaboración propia a partir de Metcalfe, L., Accountability and effectiveness, Venice, 1998,
mimeo

pre la lógica más fundacional, la clásica cesarios) para ofrecer a los organismos re-
visión liberal en la que primaba, por enci- presentativos de los que dependen unos
ma de todo, el cumplimiento de la legali- instrumentos de control y evaluación que
dad. Debemos recordar que esa visión permitieran disponer de parámetros fiables
partía de una profunda desconfianza de para cada tipo específico de organización
la actuación de los poderes públicos, so- y de prestación; o alternativamente su tra-
bre los que se extendía la poderosa sos- bajo debería complementarse con otros
pecha de que tendían a extralimitarse organismos o mecanismos que permitie-
constantemente en el ejercicio de sus po- ran recoger la medición de valor obtenida
deres. No pretendemos decir que esa por la labor de las administraciones públi-
perspectiva no sea importante. Tratamos, cas, que no puede reducirse, simplemen-
simplemente, de señalar que existen te, al cumplimiento de legalidad. No darse
otras perspectivas igualmente significati- cuenta de esto sólo produciría confusión y
vas, y que la propia (nueva) legalidad frustración, ya que a los organismos se les
constitucional lo recoge (como hemos exigirían unos resultados de la labor de-
visto en el caso de España en nuestra re- sempeñada que no están en condiciones
ferencia al artículo 9.2 de la Constitución). de dar.

En este sentido, los Tribunales de Cuen- La riqueza y pluralidad de perspectivas


tas, que han ejercido hasta ahora una la- y valores que hemos presentado exige,
bor positiva desde una perspectiva analíti- desde nuestro punto de vista, tratar de res-
ca determinada, deberían trabajar (con los ponder a la pregunta que encabeza este
cambios institucionales y de personal ne- texto desde una perspectiva plural. La res-
Catorce puntos esenciales sobre evaluación de políticas públicas…

puesta sigue siendo positiva. Los instru- ámbitos territoriales que no disponen de
mentos de evaluación pueden ser usados recursos suficientes para alcanzar una
como palancas de gobierno, con la condi- calidad de vida digna, el hecho de que
ción de que esos instrumentos de evalua- «los individuos y los grupos en que se in-
ción sepan recoger la riqueza de matices y tegran» (art. 9.2 de la Constitución) pue-
de perspectivas que toda acción de go- dan participar de manera efectiva en el
bierno genera. Una de esas perspectivas diseño y puesta en práctica de las deci-
es la legal. La que examina si la acción gu- siones y políticas públicas, acaban, sin
bernamental se ha desarrollado según lo duda, influyendo en la percepción sobre 27
estipulado por las previsiones legales. No la legitimidad de la actuación de unos po-
obstante, deberíamos ser capaces de res- deres públicos que han situado a la parti-
ponder a otras preguntas. ¿Podría haberlo cipación democrática entre uno de sus
hecho de manera más eficiente y eficaz valores fundamentales. Lo mismo sucede
una organización no pública?. ¿Se perderí- con la sensación de que las decisiones
an con ello valores que no se recogen en del Ejecutivo responden, mayoritariamen-
un simple análisis coste-beneficio?. Pero, te, a la voluntad de la ciudadanía (y no to-
asimismo, podríamos preguntarnos si la la- talmente al contrario, como ocurrió en el
bor desempeñada responde a los paráme- caso de la decisión del gobierno del PP
tros corporativos y profesionales que están de involucrar a España en la invasión de
en la base de ese servicio o prestación. La Irak). Todos estos parámetros influyen in-
calidad del servicio se calibra, en este dudablemente en la evaluación de la ac-
caso, no sólo según las previsiones norma- tuación de los poderes públicos. Es for-
tivas o a la relación coste-beneficio, sino zoso reconocer que quedan lejos de
según aquellos indicadores que el conjunto parámetros estrictamente de eficiencia o
de profesionales de ese ámbito entiende de cumplimiento de la legalidad.
como básicos para poder referirse al servi-
Es, por tanto, poco «eficiente» tratar de
cio como «de calidad».
reducir el debate sobre la evaluación de
Pero las administraciones públicas de- las administraciones públicas a un mero
mocraticas no deben olvidar que su po- ejercicio técnico sobre cuáles son los in-
der está condicionado, es indirecto. Su dicadores oportunos o cuál debería ser el
capacidad de actuación, su propia razón órgano técnicamente más adecuado para
de ser, deriva de que logren mantener su realizar esa labor. Cuando intentamos
legitimidad, su influencia sobre el conjun- evaluar la actuación pública no podemos
to de la ciudadania, lo que significa que reducir la complejidad de la actuación de
la ciudadanía siga entendiendo que esas los poderes públicos, y su amplia gama
administraciones son «sus» administra- de criterios sobre los que basar la cali-
ciones. Y, por esta causa, los valores que dad (y «calidez») de su actuación, a un
le otorgan esa capacidad de influencia problema de traslación de las concepcio-
son (muchas veces) distintos de los que nes y dinámicas que han funcionado, y
influyen para decir que una organización en parte siguen funcionando, en el ámbi-
es eficiente o competitiva. El hecho de to mercantil. Hemos de trabajar en ese
que la actuación de unas administracio- entorno y encarar la complejidad y plura-
nes sea solidaria con aquellos sectores o lizar métodos y protagonismos.
Joan Subirats Humet

En definitiva, el debate de hoy sobre el social tiene componentes de multidimen-


papel y los resultados de la acción públi- sionalidad y de trayectoria personal y co-
ca ya no solo se sitúa en el cómo hacer lectiva muy específicas, que aumentan la
las cosas, sino que exige contar con ins- complejidad implícita en toda evaluación
trumentos que permitan responder pre- de resultados y de consecución de valor
viamente a preguntas tales como: de qué por parte de la actuación de los poderes
deben ocuparse los poderes públicos y públicos y otros agentes. La puesta en
quién es el más indicado para ofrecer re- marcha de planes de inclusión social
sultados eficaces y eficientes a esas de- desde 2001, en toda Europa, puede per-
mandas sociales canalizadas por dichos mitir un primer balance crítico.
poderes representativos.
Como ya anticipábamos, las políticas
sociales acostumbran a ser políticas mu-
cho más complicadas de evaluar que
7. LAS POLÍTICAS SOCIALES
otras. En primer lugar porque, normal-
REQUIEREN PROCESOS DE
mente, tienen perfiles poco concretos. Es
EVALUACIÓN ESPECÍFICOS
decir, la definición de objetivos suele ser
relativamente abstracta y ambigua ya
¿Todo lo que hemos dicho hasta aquí
que, por otro lado, este tipo de abstrac-
sirve para cualquier política pública?.
ción y falta de concreción en la definición
¿Sirve para las políticas sociales?. Cada
de objetivos favorece la obtención de
política pública tiene características es-
consenso para estas políticas. Por lo tan-
pecíficas, y un buen proceso de evalua-
to, no se trata de vituperar o menospre-
ción debería tener en cuenta esas espe-
ciar la forma en que estas políticas defi-
cificidades. Pero, en el caso de las
nen sus objetivos, sino de comprender el
políticas sociales, esto es especialmente
marco cognitivo, el entramado institucio-
significativo. No creo que sea necesario
nal y social que rodea su formulación,
dedicar un gran espacio a argumentar y
para entender su complejidad y las difi-
justificar las especiales dificultades que
cultades que puede generar su evalua-
genera la evaluación de políticas sociales
ción desde las distintas perspectivas de
y, más en concretamente, la evaluación
las instituciones implicadas, los beneficia-
de políticas de lucha contra la pobreza y
rios reales y potenciales, y el resto de ac-
a favor de la inclusión social.
tores implicados en la política o actuación
En esta parte del artículo trataremos de concreta.
explorar los enfoques que permitan eva-
Además, la propia Unión Europea (UE),
luar el grado de consecución en los obje-
en su afán de buscar no tanto el medio co-
tivos de inclusión social de las políticas
mún denominador de las políticas que se
que se han puesto en marcha en España
llevan a cabo en los distintos países miem-
y Europa. Como sabemos,5 la exclusión
bros, sino el modo de incentivar procesos
de innovación en un campo tan complejo
5 Ver, al respecto, el volumen que recoge el tra-

bajo colectivo del IGOP sobre el tema, «Pobreza y


exclusión social. Un análisis de la realidad española ble totalmente en PDF en www.estudios.lacaixa.es,
y europea», Joan Subirats (dir.), Estudios Sociales estudios sociales nº 16, y la bibliografía que lo
n.16, Fundación La Caixa, Barcelona, 2004, disponi- acompaña
Catorce puntos esenciales sobre evaluación de políticas públicas…

como el de las políticas de inclusión, ha in- con que debe desarrollarse y, evidente-
troducido nuevos factores de complejidad mente, evaluarse.
en la evaluación de tales iniciativas. En
efecto, no es fácil encontrar parámetros re-
lativamente estandarizados, ensayados y 8. LAS POLÍTICAS COMPLEJAS
calibrados anteriormente, para evaluar es- REQUIEREN EVALUACIONES
tas políticas donde predomina un proceso COMPLEJAS
de «coordinación abierta» que quiere ser
respetuoso con la diversidad de situacio- Por otro lado, la evaluación de políticas 29
nes de partida de cada país en materia so- de inclusión choca con otros elementos
cial (desde la tradición sueca hasta la me- más generales. Como sabemos, a la pro-
diterránea, por poner un ejemplo), y con pia dificultad en definir este tipo de políti-
las grandes diferencias de prioridades y cas, cabe añadir la multiplicidad de objeti-
vos que acostumbran a rodear este tipo
situación de exclusión que existen entre
de decisiones. Objetivos múltiples (mejo-
los diferentes países.6
rar la formación académica, las condicio-
Pongamos un ejemplo derivado de las nes de salud, la integración familiar, las
políticas de desarrollo económico local redes relacionales, etc.), a veces contra-
que se llevaron a cabo hace unos años dictorios (por ejemplo, incrementar el nivel
en la UE, basadas en la nueva idea de formativo sin dejar fuera a nadie; conse-
los «yacimientos de empleo». Con esto guir empleo para todos al tiempo que se
se hacía hincapié en la necesidad de en- mejora la competitividad), y por tanto difí-
contrar nuevos filones de ocupación que cilmente evaluables con una misma gama
hasta entonces hubieran sido poco explo- de parámetros. Por otra parte, muchas ve-
tadas. Ese nuevo concepto requería ser ces las instituciones financiadoras están
comprendido por parte de los distintos muy imbuidas de una lógica económica
actores institucionales, los agentes socia- que tiende a considerar como unívocos
les, los consultores y los gestores públi- conceptos como «coste» o «beneficio».
cos. Y, lógicamente, se necesitaba más Y, como sabemos, coste y beneficio son
tiempo para construir indicadores que lo- conceptos que están sujetos (o deberían
graran distinguir un «yacimiento» real de estarlo) a un intenso debate social y políti-
lo que es simplemente una nueva forma co desde las distintas perspectivas, situa-
de subvencionar a los desempleados. ciones y posición respecto a la distribu-
ción de recursos.
Por tanto, no existe una total automatici-
dad entre la innovación en políticas y la También es importante señalar la con-
capacidad de evaluar esas mismas políti- tradicción existente entre los motivos que
cas, ya que toda política realmente inno- impulsaron la creación de la política (mo-
vadora implica cambios en los elementos tivos que tienden a ser complejos y fruto
conceptuales, sustantivos y operativos de un proceso en absoluto lineal), y la
necesidad de contar con indicadores
sencillos que rápidamente den respuesta
6 Sólo recientemente se habla de empezar a

«sincronizar» las políticas sociales de los distintos


a los resultados y los impactos consegui-
países miembros. dos (a costa, muchas veces, de reducir
Joan Subirats Humet

las complejidades inherentes a la formu- todo cuando las bases conceptuales y la


lación de la política sin que exista, ade- formulación general de esa política se ori-
más, una tradición consolidada sobre ginan muy lejos del lugar en que deberá
cómo evaluar este tipo de nuevas políti- hacerse operativa. No es extraño percibir
cas). Es decir, podemos tener políticas en los territorios la sensación de que más
innovadoras, relativamente complejas que una política pensada para resolver
tanto en su formulación como en su arti- problemas, se dispone de «soluciones en
culación (con diversidad y multiplicidad busca de problemas». Y, como estas
de objetivos), e indicadores y procesos «soluciones» vienen acompañadas de re-
de evaluación relativamente pobres, muy cursos, lo normal no es rechazar esa polí-
condicionados por dinámicas de justifi- tica por extemporánea y retórica sino
cación del gasto y de explicitación de re- adaptarse «creativamente» a ella e inten-
sultados, y sujetos, además, a calenda- tar acercar lo que se ha decidido desde
rios políticos y administrativos que no lejos a la realidad concreta del territorio
siempre coinciden con el ciclo de vida y para, de este modo, obtener los recursos
desarrollo de las políticas. que se necesitan para aquello que se
considera prioritario.
Por todo ello, es frecuente que los indi-
cadores acostumbren a ser relativamente Asimismo, hay que tener en cuenta
insuficientes o excesivamente simples que, muchas veces, en los procesos de
con relación a la complejidad de la políti- evaluación coinciden distintos objetivos o
ca emprendida, cosa que ya nos indica la metas. Por un lado, encontramos la nece-
necesidad de combinar metodologías sidad por parte de los actores del territo-
hard y soft en el diseño de los procesos rio de responder a las exigencias que
de evaluación de las políticas de inclu- plantea la Comisión Europea u otra ins-
sión social, ya que si utilizamos sólo apro- tancia financiadora. Es decir, deben ren-
ximaciones cuantitativas conseguiremos dirse cuentas, y hacerlo de una forma de-
un resultado que tenderá a ser induda- terminada; y, por otro lado, existe la
blemente más pobre que el que obtendrí- necesidad de avanzar en procesos de
amos asumiendo el principio que dicta: aprendizaje en el propio territorio y de los
«en políticas complejas, evaluaciones actores implicados en relación a esas po-
complejas». líticas (que son, en muchos casos, inno-
vadoras), ya que plantean procesos de
colaboración entre actores de distintos ni-
9. EL PROCESO FORMAL DE veles de gobierno y de diverso estatuto
EVALUACIÓN TIENE FUERTES formal, donde no hay costumbre ni tradi-
ELEMENTOS DE INNOVACIÓN ción de hacerlo. Por esto, la relativa «po-
breza» de ciertos resultados que llegan,
Por otro lado, debemos ser conscien- por ejemplo, a Bruselas, de un proceso
tes de que la visión que se tiene desde el de evaluación correctamente hecho pero
territorio «afectado» por la intervención realizado para cumplir los parámetros ne-
pública, tanto de la formulación de la polí- cesarios de accountability que están re-
tica como de su proceso de evaluación, glamentariamente previstos, no debería
suele ser relativamente escéptica. Sobre confundirse con la posible riqueza de de-
Catorce puntos esenciales sobre evaluación de políticas públicas…

sarrollo de una evaluación más real y más priori y, precisamente por eso, los elemen-
«útil», que muchas veces puede llegar a tos de proceso son muy significativos. No
producirse en el territorio donde se ha lle- debería, pues, extrañarnos que las eva-
vado a cabo. luaciones que tienen en cuenta estos pro-
cesos singulares puedan llegar a ser no-
¿Dónde ponemos el énfasis, en el aná-
tablemente más potentes y útiles que las
lisis del cumplimiento formal o en el pro-
que se centran exclusivamente en el tema
ceso de aprendizaje? La mejor respuesta
«resultados».
es, obviamente, tratar de cumplir con am- 31
bos requerimientos, ya que responden a Tampoco podemos dejar de señalar la
valores y lógicas distintas pero igualmen- aparente contradicción que existe entre
te pertinentes. Lo peor, no obstante, es las «obligaciones» formales que rodean
confundir y mezclar ambas lógicas, ya los procesos de evaluación de políticas
que nuestra experiencia nos indica que, sociales vinculadas a dinámicas europe-
muchas veces, lo que es valioso desde as, y su utilidad práctica. En efecto, mu-
una lógica no lo es tanto desde la otra. chas veces los propios gestores de los
Pero es evidente que si el proyecto incor- proyectos asumen la evaluación de es-
pora un requerimiento formal de evalua- tos como una carga burocrática más
ción, no se debe menospreciar ni tomár- que les imponen los financiadores, sin
selo como una obligación sin valor que las contrapartidas sean evidentes.
añadido alguno. El proceso formal de La experiencia tiende a demostrar que si
evaluación puede y debe ser aprovecha- la evaluación se realiza con seriedad, y
do para conseguir mecanismos de res- con los requerimientos profesionales ne-
puesta y señales concretas sobre el pro- cesarios, trasciende el mero cumplimien-
ceso de implementación, desviación de to de la formalidad prevista y «retorna»
objetivos, relaciones gestión-resultados, valor a los decisores y gestores del pro-
aspectos, todos ellos, que pueden ser yecto, además de contribuir a definir
perfectamente aprovechables en secuen- mejor los objetivos en el futuro y facilitar,
cias posteriores. desde un principio, la previsión de los
indicadores que será necesario generar
e introducir. En un campo como el de las
10. LAS POLÍTICAS DE INCLUSIÓN políticas sociales, esto no es precisa-
SOCIAL NO SON mente irrelevante dada la poca costum-
ESTANDARIZABLES A PRIORI bre que hay de pensar en términos de
indicadores de eficacia al plantear las
A pesar de todo, existe la sensación de acciones que se van a desarrollar. Por lo
que la evaluación que incorpore el análisis tanto, a pesar de la crítica que pueda
de los elementos procesuales acabará te- hacerse de los aspectos más formales,
niendo mejores impactos en los procesos lo cierto es que la mera incorporación de
de mejora e implementación posteriores. esa «obligación» en contextos adminis-
Las políticas de inclusión social tienen, trativos poco acostumbrados a la cultura
casi siempre, fuertes elementos de inno- de la rendición de cuentas es, en si, cla-
vación, de adaptación creativa a situacio- ramente significativa porque obliga a
nes heterogéneas y no estandarizables a pensar en objetivos y resultados, cuando
Joan Subirats Humet

lo que predomina es la mera compara- decisiones o políticas que deben impul-


ción entre recursos disponibles y recur- sarse? Y, en este tema, el fallo no es
sos utilizados, es decir la lógica de con- achacable a las políticas sociales de ma-
trol contable de los inputs. nera específica, sino que constituye un
problema general del modo en que habi-
Al mismo tiempo, en la lógica propia
tualmente opera la UE, simplemente por-
de las políticas sociales será importante
que los procesos de evaluación no están
no desdeñar el tema de la cultura de
bien situados en la dinámica decisional
gestión que ha predominado en esa polí-
de dicha institución. Lo tradicional es
tica sectorial. En los temas sociales pre-
que, cuando el proceso de evaluación ha
domina una visión muy de «caso», cen-
concluido, casi siempre el nuevo progra-
trada en la vicisitud personal concreta
ma de carácter plurianual que debería
con la que se enfrenta el gestor público.
haber sido diseñado realmente sobre la
No es fácil salir de esa «cultura» (con
base de esa evaluación ya esté en mar-
grandes ventajas de personalización y
cha debido a que las dinámicas políticas,
adecuación específica a las característi-
presupuestarias y administrativas de la
cas de la persona que uno tiene delan-
UE así lo exigen. Con lo cual, la sensa-
te), para tratar de contemplar los proble-
ción general es que las evaluaciones
mas desde una perspectiva más
acaban teniendo poca repercusión en los
genérica que permita, por ende, cons-
procesos decisionales. Esto no significa
truir categorías analíticas susceptibles de
que esas evaluaciones no tengan efecto
ser evaluadas una vez operacionalizadas
alguno, o que sean inútiles o simplemente
y desarrolladas las políticas que de ellas
retóricas; no obstante, desde el estricto
se deriven. Tenemos, por tanto, otro «re-
punto de vista del calendario, cuando se
sultado» positivo derivado de la introduc-
entrega la evaluación ya está en marcha
ción de una perspectiva de evaluación
el nuevo «call for projects» de la nueva
de políticas de inclusión: favorecer pers-
oleada en que se concretan las decisio-
pectivas de trabajo que operen con me-
nes de las distintas Direcciones Genera-
jores relaciones entre los casos específi-
les con relación a las distintas políticas,
cos y las categorías con las que suelen
cosa que, en apariencia, debería hacer-
operar las políticas.
nos dudar de la real efectividad de lo que
hemos denominado como procesos de
aprendizaje.
11. LA FALTA DE ADECUACIÓN
ENTRE EVALUACIÓN Y DISEÑO Lo cierto es que los gestores de la UE
DE NUEVAS POLÍTICAS y los supervisores generales de la mar-
cha de los proyectos y planes de acción
El tema de la utilidad, al que hemos reciben información de las evaluaciones
aludido varias veces, es importante. Las sin esperar a que estas concluyan. Exis-
preguntas relevantes, desde mi punto de ten informes a medio proyecto, reunio-
vista, serían: ¿hasta qué punto se apren- nes de intercambio, etc. Pero esa reali-
de en los procesos de evaluación?, y dad menos formalizada debería
¿hasta que punto este aprendizaje está exteriorizarse más para evitar la sensa-
luego realmente presente en las nuevas ción general de desencaje entre dinámi-
Catorce puntos esenciales sobre evaluación de políticas públicas…

cas de evaluación y dinámicas de deci- res provocados por la globalización. Las


sión. Algo podría lograrse si, en los pro- políticas convencionales de bienestar
pios protocolos de decisión, se diera va- funcionaban, básicamente, a partir de
lor explícito a las «lecciones» cuatro elementos característicos: homo-
aprendidas en anteriores fases. Al mis- geneidad, rigidez, indiferencia y lejanía.
mo tiempo, habría que poner especial Esto permitía desarrollar políticas relativa-
cuidado en no acentuar los aspectos mente universales en grandes ámbitos te-
más burocráticos de la evaluación, para rritoriales. En cambio, la época en que vi-
no dar la impresión de que no se valoran vimos exige, cada vez más, políticas que 33
ni se tienen en cuenta aspectos impor- sean heterogéneas, flexibles, tendencial-
tantes en las evaluaciones de políticas mente personalizadas y que puedan de-
sociales, que son más difícilmente cuan- sarrollarse desde la proximidad. Esos
tificables, menos tangibles, menos sus- cuatro nuevos elementos, que juzgamos
ceptibles de ser operacionalizados por imprescindibles para dar respuesta a las
medio de indicadores. En caso contrario, nuevas necesidades sociales, obligan a
se acentúa exclusivamente la necesidad que los mecanismos de evaluación reco-
de que las «plantillas» se rellenen y los jan esa nueva realidad y esas nuevas exi-
números cuadren para poder recibir la gencias. En cambio, la propia estructura-
nueva remesa de recursos con los que ción de la UE, su misma configuración
esperamos seguir avanzando y mejorar tiende, lamentablemente, a mantener la
aquellos aspectos aprendidos que, cu- lógica de lejanía, una cierta indiferencia
riosamente, son los que quizás menos ante realidades diversificadas, y una cier-
han servido para completar los formula- ta rigidez en los procesos.
rios de evaluación.
En este sentido, es significativa la pro-
puesta surgida de la propia UE que plan-
12. LA ÉPOCA ACTUAL EXIGE tea que son, precisamente, los procesos
POLÍTICAS HETEROGÉNEAS, de gobernanza, de trabajo en redes, de
FLEXIBLES Y PRÓXIMAS articulación de los distintos niveles de
gobierno, los que permitirían evitar la
Desde un punto de vista más general, aparición de una creciente brecha o se-
estamos atravesando un proceso que, paración entre las dinámicas y necesida-
desde el punto de vista de un observador des de cada territorio y las dinámicas co-
y analista de las políticas sociales, com- munitarias, político-administrativas, que
plica enormemente los procesos de eva- generan las políticas, los proyectos y, en
luación. Como es sabido, nos hallamos definitiva, la disposición de fondos para
en un escenario en el cual las tradiciona- dar respuesta a los nuevos y renovados
les políticas sociales típicas del Estado problemas de inclusión social. La com-
de bienestar que se consolidó en Europa plejidad de la exclusión social no puede
entre los años 1945 y 1980, tienen graves abordarse como si abordáramos estricta-
problemas de adaptación a las nuevas mente los temas de pobreza o de de-
realidades de exclusión, desigualdad y sempleo, cosa que implicaría una evi-
necesidad de respuesta a los nuevos es- dente simplificación. Como sabemos, si
cenarios económicos, sociales y familia- hablamos de exclusión social hablamos
Joan Subirats Humet

de multifactorialidad, de multidimensio- cretos, con muchos más casos perso-


nalidad, de necesidad de implicar a la nales y específicos que genéricos y es-
comunidad en los procesos de respues- tandarizables, y en un contexto en el
ta, de participación de los actores y, en que la transversalidad y la integridad
muchos casos, nos referimos a trayecto- tendrán un relieve mucho mayor que la
rias vitales muy específicas y no de diná- sectorialidad (cuando en cambio esta-
micas indiferenciadas. Cuando, por mos muy acostumbrados a trabajar
ejemplo, la UE detecta con acierto la sig- sectorialmente, departamentalmente,
nificación de un potencial de empleo en- «ministerialmente»). Pero, de seguirse
tre los que nunca han trabajado anterior- una lógica más descentralizadora en la
mente (los llamados «inactivos»), la implementación y la implicación social
puesta en práctica del proyecto supone de esas políticas, puede surgir una
buscar esas personas, detectar esos co- cierta facilidad en los procesos de eva-
lectivos. Y, cada vez más, esa necesidad luación al dar más valor y «voz» a la
de dar respuesta a dinámicas que son proximidad respecto a la comunidad en
menos estandarizables será una exigen- que se llevan a cabo esas políticas y
cia que nos planteará la propia realidad. acercar, así, los procesos de evalua-
Será a partir de esta realidad que debe- ción al lugar en el que se está realmen-
remos buscar y articular respuestas des- te trabajando en ese campo, sin acep-
de el espacio público (no confundir con tar, lógicamente, que cualquier medio
los poderes o instituciones públicas, es- vale, pero estableciendo un diálogo
trictamente), respuestas colectivas a pro- mucho más amplio con el territorio. De
blemas colectivos en ese espacio públi- esa indudable complicación puede de-
co concreto. En tal caso, la lógica de rivarse, por contra, más capacidad de
actuación de la UE debería ser, como en aprendizaje.
parte se ha podido intuir a lo largo de
este texto, mucho más la de habilitar o Esto exigirá, probablemente, un cam-
posibilitar que la de decidir, ya que ese bio en la lógica. Abandonar las posicio-
proceso de habilitación es el que lograría nes de centralidad de Bruselas, entendi-
dar respuestas a esa situación de hetero- das como posiciones de neutralidad y de
geneidad, de personalización, de cerca- estar por encima de los «intereses secto-
nía y de flexibilidad a la que antes se ha- riales y territoriales», y acercarse a las si-
cía referencia. tuaciones reales, no para controlar o ins-
peccionar lo que ocurre sino para ofrecer
recursos, ayuda, para reforzar la capaci-
13. EN EL FUTURO SERÁ MÁS dad de transformación e impacto.
COMPLICADO EVALUAR
POLÍTICAS SOCIALES
14. EL TRABAJO EN RED ES HOY
La impresión que predomina, ya que DETERMINANTE EN LAS
los políticos sociales serán más com- POLÍTICAS DE INCLUSIÓN SOCIAL
plejas, con más actores. Por otra parte
el proceso será, generalmente, mucho Finalizaremos con algunos comentarios
más importante que los resultados con- sobre como avanzar en la evaluación de
Catorce puntos esenciales sobre evaluación de políticas públicas…

los mecanismos de red, de gestión de re- esa comprensión dependerá la construc-


des, de gobernanza cuando, precisa- ción de vínculos de confianza y de metas
mente en las políticas de inclusión social, comunes. La manera de construir indica-
se pone crecientemente de relieve la sig- dores al respecto dependerá de la explo-
nificación de la implicación colectiva y de ración de criterios cualitativos, de proce-
las lógicas de colaboración público-no sos de cooperación entre las distintas
público en sus procesos de formulación e fases del proyecto. Encontrar parámetros
implementacion. Éste es, sin duda, un dé- que nos permitan hablar de avances y re-
ficit significativo en estos momentos. trocesos en la capacidad de generar 35
¿Pueden evaluarse este tipo de cuestio- «capital social» basado en la confianza,
nes? ¿Puede evaluarse, por ejemplo, la reciprocidad, cooperación e intereses co-
confianza interorganizativa? Asumamos munes es un reto.
que una red viene marcada por la densi-
Por otro lado, la confianza no solo se
dad de relaciones de interdependencia
desarrolla y se consolida cuando se
de sus nodos, de continuidad en esa in-
comprenden los objetivos de los demás,
terdependencia, y por la no-existencia de
sino también cuando se pueden compar-
un centro jerárquico en esa red. Si esos
tir total o parcialmente esos objetivos, en-
son los tres elementos claves, ¿cómo po-
tender las formas de actuar del resto de
demos evaluar la capacidad de gober-
actores y, de alguna manera, compartir
nanza de esa red?, ¿su capacidad de
esas formas de actuación. Es decir, de-
respuesta colectiva a unas demandas a
beríamos poder hablar de compatibilidad
las cuales la red intenta dar respuesta de
cultural y de compatibilidad estratégica
una manera interdependiente, de una
ya que, evidentemente, es el punto clave
manera continuada y sin lógicas jerárqui-
para la consolidación de esa red porque
cas?
estamos intentando construir mecanis-
Podemos tratar, en principio, de anali- mos de respuesta colectiva a problemas
zar los procesos de formación de la red. colectivos, como los que acaparan los
Es decir, trabajar con lo que podríamos esfuerzos de las políticas de inclusión.
denominar el cálculo de costes y benefi- Se trata, por tanto, de conseguir evaluar
cios que hacen los actores que compo- la gestión de las interacciones mediante
nen esa red. Los diversos actores tienen el análisis de cómo se ha procedido a la
sus propias expectativas respecto a los formación de la red, cuáles han sido los
procesos de colaboración que se van a criterios de inclusión, qué reglas de ne-
emprender. Tienen sus propios puntos de gociación se han seguido, qué se ha he-
vista sobre los problemas que deben re- cho para dinamizar esa red, qué espa-
solverse. Y tienen, o no, experiencias pre- cios concretos interinstitucionales se han
vias de colaboración con el resto de acto- creado para dar respuesta a la heteroge-
res de la red. Por otro lado, convendría neidad de los actores, y qué mecanis-
examinar el grado de consolidación de mos de resolución de conflictos interor-
los procesos de confianza mutua entre ganizativos se han estructurado para dar
los actores de la red. ¿Hasta qué punto respuesta a los problemas a medida que
conocen, comprenden y comparten los surgían. Si aceptamos que el trabajo
objetivos del resto de participantes? De compartido, el trabajo en red, es hoy de-
Joan Subirats Humet

terminante en las políticas de inclusión, dad de aprendizaje conjunto y su fuerza


debemos reconocer que la búsqueda de para el futuro, son elementos cada vez
estrategias para tener en cuenta el valor más significativos en toda dinámica de
generado por la construcción de esa red, evaluación de las políticas sociales ac-
y la evaluación de su eficacia, su capaci- tuales.
Catorce puntos esenciales sobre evaluación de políticas públicas…

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

CROZIER, M. (1995): «La posición del Estado ante METCALFE, L (1993): «Public Management: From
los otros actores», Gestión y Análisis de Políti- Imitation to Innovation», en Kooiman (ed.), Mo-
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HIRSCHMAN, A.O. (1970): Exit, Voice and Loyalty,
Ed. Harvard University Press, Cambridge (Ma).

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