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Subirats
Subirats
En este artículo se reflexiona sobre la utilidad, la calidad y la idoneidad de los instrumentos de eva-
luación de políticas públicas en el contexto actual. Se explica cómo no pueden limitarse a ser meros
controladores de la legalidad o a detectar abusos de poder. Deben ir más allá y convertirse en indica-
dores reales de impacto además de reflejar la calidad de las interrelaciones entre los organismos pú-
blicos y el exterior. Para ello deberían previamente segmentar y establecer parámetros adecuados
según el tipo de relación y de estructuras de poder que subyacen a los distintos marcos de actuación
de las administraciones públicas. Por otra parte, se analizan las políticas sociales que se han ido po-
niendo en marcha en España y Europa, y se apuntan cuales deberían ser las claves de una evalua-
ción que sepa dar respuesta a los nuevos escenarios económicos, sociales, familiares y de participa-
ción política, caracterizados por la exclusión, la desigualdad y la llamada nueva gobernanza.
Artikulu hau politika publikoak ebaluatzeko tresnek egun duten erabilgarritasuna, kalitate eta egoki-
tasunari buruzko hausnarketa bat da. Bertan azaldu egiten da legaltasunaren kontrolatzaile hutsak
izatera edo nagusikeriak antzematera ezin direla mugatu. Haratago jo behar dute eta, erakunde pu-
blikoen eta kanpoaldearen arteko harremanen kalitatea islatzeaz gain, eraginaren benetako adieraz-
leak bihurtu behar dira. Horretarako, aldez aurretik, herri administrazioen jarduketa-esparruen az-
pian dauden harreman eta botere egitura moten araberako parametro egokiak segmentatu eta
ezarri beharko lituzkete. Horrez gain, Espainian eta Europan martxan jartzen ari diren gizarte-politi-
kak aztertu egiten dira eta baztertze, desberdintasuna eta delako gobernantza berria ezaugarri di-
tuzten ekonomia, gizarte, familia eta politikan parte-hartzeko egoera berriei erantzuna eman die-
zaien ebaluaketaren gakoak zeintzuk izan beharko liratekeen adierazten dira.
This article gives some reflections about the usefulness, the quality and the suitability of the
instruments of the public policies evaluation in the present context. It explains how they can not
limit themselves being just mere controllers of the legality or to detect power abuse. They have to
go beyond this, to convert into impact real indicators, and to reflect the quality of the interrelations
between the public agencies and outside. For this reason they, previously, have to segment and to
establish adequate parameters depending on the type of the relation and on the power structures
that underlie to the different fields of the interventions of the public administrations. On the other
hand, social policies will be analysed, these ones have been employed in Spain and in Europe.
And it will be appointed to the ones that must be the clues to an evaluation that knows to give
answers to new economic, social, family scenes and of a political participation characterised by
the exclusion, inequality and by the so called new governance.
1 Este texto reproduce, parcialmente, presentaciones efectuadas por el autor en el Congreso sobre Evalua-
ción de la eficacia en las administraciones públicas, organizado por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas,
en Vitoria en 1999, en sendos paneles realizados en el IX Congreso CLAD (Madrid noviembre 2004) (coord.
J.L.Osuna), y en el X Congreso del CLAD (Santiago de Chile, octubre 2005) (coord.J.Hintze); y en el curso de
verano organizado por las Cajas de Ahorro Vasco-Navarras, en San Sebastián, en septiembre de 2005.
19
ÍNDICE
2 Para ver un balance del proceso de cambio en en Europa con una Administración sin renovar?», en
las administraciones públicas españolas, ver: Galle- Informe España 1997, Fundación Encuentro, pp.
go,R. –Subirats,J., 1998, «¿Podremos sostenernos 269-334
Catorce puntos esenciales sobre evaluación de políticas públicas…
trapuestos. En ese contexto, las administra- una organización capaz de aprender tan-
ciones públicas no pueden jugar con la re- to de sus aciertos como de sus errores.
lativa facilidad que ofrece el hecho de te-
ner una orientación inequívoca hacia una
única cuenta de resultados basada en la 3. TAREAS DE GESTIÓN Y TAREAS
obtención de beneficios. Si en la empresa DE GOBIERNO
mercantil, eficacia y eficiencia tienden a
confundirse, no siempre ocurre así en el Ahora bien, al margen de estos prime-
mundo de las administraciones públicas. ros elementos de reflexión, al introducir 21
Equivocarse en ello significa, muchas ve- mecanismos de evaluación y de rendi-
ces, contribuir a los bien conocidos fenó- ción de cuentas en el funcionamiento de
menos de la llamada «selección adversa», las administraciones públicas, uno de los
de la cual tenemos buenos ejemplos en sa- elementos centrales que deberíamos te-
nidad y educación. ner en cuenta es saber si estamos tratan-
do de evaluar temas que son propios del
A pesar de todo, sabemos que no po- área de gobierno, o temas que son pro-
demos admitir que exista una insuperable pios del área de gestión. Sabemos per-
colisión entre los principios de eficacia y fectamente que no hay nada más difícil
legalidad, y por tanto hemos de trabajar que distinguir con precisión ambas esfe-
de manera innovadora para ir construyen- ras, pero también sabemos que si con-
do categorías que nos permitan poder in- fundimos absolutamente esos campos se
tegrar los valores que expresan ambos nos complicará muchísimo cualquier vía
requerimientos, a la vez que aseguramos de mejora e innovación. Proponemos que
siempre la capacidad de rendir cuentas, se distinga, al menos analíticamente, en-
la capacidad de mantener abiertos los tre lo que llamaríamos tareas de gestión y
controles que eviten los abusos de poder. tareas de gobierno, y que se crucen con
Una organización (aquí sí, pública o no los distintos ámbitos de actuación de las
pública) que mantenga su capacidad de administraciones, unos de contenido ope-
rendir cuentas, de ser transparente en su racional, otros de contenido estratégico
gestión, de evaluar su quehacer, será (ver cuadro n.º 1).
Cuadro n.o 1
Tareas y ámbitos de actuación de las Administraciones Públicas
Operacional Estratégico
Gestión 1 2
Gobierno 3 4
Fuente: Elaboración propia a partir de Metcalfe, L., Accountability and effectiveness, Venice, 1998,
mimeo
Joan Subirats Humet
Cuadro n.o 2
Tipos de relación y tipos de poder en liza en distintas formas
de interacción Administración-ciudadanos
Fuente: Elaboración propia a partir de Metcalfe, L., Accountability and effectiveness, Venice, 1998,
mimeo
contrar vías de respuesta más integrada que podríamos calificar como diversos ti-
si se plantearan en un contexto no sólo pos ideales (ver Cuadro n° 2).
operacional, sino también estratégico y
En unos casos predomina la clásica re-
de gobernación general del sistema. Y
lación Administración-sujeto (típica de
para ello puede ser muy importante dis-
una Administración básicamente regula-
tinguir entre distintos tipos de organiza-
dora, inspectora y sancionadora); en
ción, diferentes tipos de tareas y distintos
otros casos, esa relación se acerca a la
tipos de usuario.
que se da en la esfera mercantil entre
Por mucho que las tendencias encua- usuario y proveedor (cuando la Adminis-
dradas en la «nueva gestión pública» ha- tración simplemente suple o actúa como
yan generado efectos positivos al usar el prestadora de servicios o bienes que
término «cliente» como contrapunto radi- también podrían tener como protagonis-
cal a las tradicionales definiciones de tas a empresas y usuarios); encontramos,
«administrado» o «súbdito», lo cierto es asimismo, la relación característica que
que la generalización de ese concepto de se da entre clientes y profesionales
cliente y lo que lleva aparejado, sin tener (esencial en servicios como sanidad y
en cuenta las distintas relaciones y estruc- educación); y, finalmente, detectamos la
turas de poder que conllevan los distintos que más se acerca al mundo de la políti-
marcos de actuación de las administracio- ca y la democracia representativa: la que
nes públicas, puede acabar produciendo se da entre los ciudadanos en general y
más confusión y efectos contraproducen- sus representantes políticos (cuando es-
tes que resultados positivos. tos últimos canalizan intereses o valores).
timación, se dan en cada caso de mane- relaciones de cliente donde no las hay,
ra predominante. Deberemos ir con sumo cómo es absurdo tratar de construir siste-
cuidado para evitar aplicar de manera in- mas de competencia dando alternativas
diferenciada unos mismos parámetros de de salida (exit) a los ciudadanos, cuando
control o unos mismos mecanismos de quizás lo que se busca es hacer más
rendición de cuentas a interrelaciones operativa e influyente la opción voz (voi-
basadas en lógicas muy distintas; o sim- ce) usando las conocidas expresiones de
plemente acabar confundiendo esas dis- Hirschman, (1970).
tintas relaciones y esas distintas posicio-
nes de poder o de influencia con
indicadores no pensados específicamen- 5. LEGITIMIDAD DE LAS
te para recoger los distintos valores que ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
se encierran en cada situación. Si, por Y MECANISMOS DE RENDICIÓN
ejemplo, en una universidad (dónde po- DE CUENTAS
dríamos encontrar los cuatro tipos de re-
lación y de poder mencionados) prima- Si lo que nos interesa es examinar la
mos de manera casi exclusiva el control y eficacia de las organizaciones públicas,
la evaluación de resultados desde una ló- deberíamos poner atención al tipo y la
gica mercantil o de intercambio, y margi- calidad de las interrelaciones entre esas
namos o pasamos por alto en la práctica organizaciones públicas y el exterior, ya
otros valores que se esconden en otros ti- que si sólo nos dedicamos a examinar los
pos de relación también presentes (las componentes internos del funcionamiento
propias de la corporación de profesores de tales organizaciones, lo máximo que
o las específicas de la universidad como conseguiremos será avanzar en la eva-
institución representativa y ciudadana), luación de su eficiencia y del grado de
las tensiones y distorsiones que provoca- cumplimiento de las procedimientos pre-
remos serán monumentales. vistos.
No podemos, pues, simplificar ni tratar Debemos ser conscientes de que no
de reducir la complejidad presente en la será posible mantener (sin sufrir erosión)
actuación de la mayoría de administracio- la legitimidad de las administraciones pú-
nes públicas, usando como único pará- blicas si no existen mecanismos potentes
metro de evaluación y de mecanismos de de rendición de cuentas. La ausencias de
rendición de cuentas el que encierra la estos o su relevancia deteriora la base
lógica de intercambio, competencia y efi- misma de existencia de las administracio-
ciencia (que tan buenos resultados ha nes públicas. Las administraciones públi-
dado en el mundo de la iniciativa mercan- cas ostentan poder, tienen capacidad de
til, dónde la complejidad ha sido hasta imponer su voluntad, siempre y cuando
ahora mucho menor).3 Es absurdo buscar mantengan la capacidad de rendir cuen-
3 Lo cierto es que también en el mundo de las tendían sólo a ser vistas como productoras de plus-
empresas privadas se da una creciente importancia valía. Pero, a pesar de ello, continúa siendo cierto
a cuestiones como los balances ecológicos y los que será la cuenta de resultados la que acabará de-
balances sociales, como forma de complementar y terminando, finalmente, la buena o mala marcha de
aumentar el valor añadido de unas empresas que la entidad.
Catorce puntos esenciales sobre evaluación de políticas públicas…
tas, de ser rendidores de cuentas (ac- claros de eficacia que recojan ambos
countables) frente a la ciudadanía, de se- supuestos, lo que ocurre es que existe
guir siendo «legítimas». información sesgada (estrictamente so-
bre la legalidad en la actuación adminis-
Hace unas décadas, las administra-
trativa) y desorientación respecto a si
ciones públicas estaban sometidas al
está siguiendo o no el camino constitu-
escrutinio público desde unos paráme- cionalmente previsto, y no se reciben se-
tros que respondían esencialmente a la ñales claras y coherentes sobre los lo-
voluntad de evitar extralimitaciones, des- gros políticos y sociales obtenidos. 25
viaciones o abusos de poder. El objetivo
se centraba en impedir o reducir las po-
sibilidades de tales excesos. Todo aque- 6. A DIFERENTES TIPOS DE
llo que implicara apartarse del camino ORGANIZACIÓN, DISTINTOS TIPOS
previsto, de lo definido previamente, era DE CONTROL ESTRUCTURAL
interpretado como una puerta abierta a
posibles extralimitaciones. En estos mo- Diferentes tipos de organización, con di-
mentos, junto con el mantenimiento de la ferentes tipos de relación y de poder en su
exigencia de evitar esos posibles abu- seno, deberían generar distintos tipos de
sos, existe una clara preocupación (ex- control estructural (ver cuadro n.º 3). Por
presada en España por el artículo 9.2 de ejemplo, en el caso de las organizaciones
la Constitución y por su habilitación in- basadas sobre todo en las reglas del inter-
tervencionista4) por lograr que las admi- cambio y de la influencia, se dará mucha
nistraciones públicas sean eficaces, más importancia a la capacidad de res-
consigan resultados, trabajen para cons- ponder a las demandas externas a la pro-
truir políticas que favorezcan la plena pia organización, que cuando se trate de
igualdad y libertad. El problema es que, otro tipo de organizaciones más orientadas
si bien en el primero de los supuestos (el hacia el interior (las basadas, por ejemplo,
más clásicamente liberal de evitar extra- en la expertise o incluso en la jerarquía).
limitaciones en la acción pública) la es- Por tanto, desde nuestro punto de vis-
tructuración y operacionalización de los ta, no se trata tanto de ofrecer pautas ge-
mecanismos de control se ha hecho sis- nerales y universales de rendición de
temática y concienzudamente, no ha cuentas y de evaluación, sino más bien
ocurrido lo mismo en el segundo de los de entender concretamente y diferenciar
campos mencionado (el que deriva de las distintas perspectivas que pueden
una lógica más socializadora). Y si no existir entre organizaciones, o dentro de
existen o no se han construido criterios una misma organización, para segmentar
y establecer parámetros adecuados de
4
evaluación y de control.
«Corresponde a los poderes públicos promover
las condiciones para que la libertad y la igualdad
Hasta ahora, en las administraciones
del individuo y de los grupos en los que se integra
sean reales y efectivas; remover los obstáculos que públicas se ha restringido mucho esa ló-
impiden o dificultan su plenitud y facilitar la partici- gica diferenciadora que, a nuestro enten-
pación de todos los ciudadanos en la vida política,
económica, cultural y social». Art.9.2 de la Constitu-
der, sería capaz de revelar muchas más
ción española, 1979 dimensiones de valor. Ha primado siem-
Joan Subirats Humet
Cuadro n.o 3
Tipos de organización, tipos de poder y tipos de control
Fuente: Elaboración propia a partir de Metcalfe, L., Accountability and effectiveness, Venice, 1998,
mimeo
pre la lógica más fundacional, la clásica cesarios) para ofrecer a los organismos re-
visión liberal en la que primaba, por enci- presentativos de los que dependen unos
ma de todo, el cumplimiento de la legali- instrumentos de control y evaluación que
dad. Debemos recordar que esa visión permitieran disponer de parámetros fiables
partía de una profunda desconfianza de para cada tipo específico de organización
la actuación de los poderes públicos, so- y de prestación; o alternativamente su tra-
bre los que se extendía la poderosa sos- bajo debería complementarse con otros
pecha de que tendían a extralimitarse organismos o mecanismos que permitie-
constantemente en el ejercicio de sus po- ran recoger la medición de valor obtenida
deres. No pretendemos decir que esa por la labor de las administraciones públi-
perspectiva no sea importante. Tratamos, cas, que no puede reducirse, simplemen-
simplemente, de señalar que existen te, al cumplimiento de legalidad. No darse
otras perspectivas igualmente significati- cuenta de esto sólo produciría confusión y
vas, y que la propia (nueva) legalidad frustración, ya que a los organismos se les
constitucional lo recoge (como hemos exigirían unos resultados de la labor de-
visto en el caso de España en nuestra re- sempeñada que no están en condiciones
ferencia al artículo 9.2 de la Constitución). de dar.
puesta sigue siendo positiva. Los instru- ámbitos territoriales que no disponen de
mentos de evaluación pueden ser usados recursos suficientes para alcanzar una
como palancas de gobierno, con la condi- calidad de vida digna, el hecho de que
ción de que esos instrumentos de evalua- «los individuos y los grupos en que se in-
ción sepan recoger la riqueza de matices y tegran» (art. 9.2 de la Constitución) pue-
de perspectivas que toda acción de go- dan participar de manera efectiva en el
bierno genera. Una de esas perspectivas diseño y puesta en práctica de las deci-
es la legal. La que examina si la acción gu- siones y políticas públicas, acaban, sin
bernamental se ha desarrollado según lo duda, influyendo en la percepción sobre 27
estipulado por las previsiones legales. No la legitimidad de la actuación de unos po-
obstante, deberíamos ser capaces de res- deres públicos que han situado a la parti-
ponder a otras preguntas. ¿Podría haberlo cipación democrática entre uno de sus
hecho de manera más eficiente y eficaz valores fundamentales. Lo mismo sucede
una organización no pública?. ¿Se perderí- con la sensación de que las decisiones
an con ello valores que no se recogen en del Ejecutivo responden, mayoritariamen-
un simple análisis coste-beneficio?. Pero, te, a la voluntad de la ciudadanía (y no to-
asimismo, podríamos preguntarnos si la la- talmente al contrario, como ocurrió en el
bor desempeñada responde a los paráme- caso de la decisión del gobierno del PP
tros corporativos y profesionales que están de involucrar a España en la invasión de
en la base de ese servicio o prestación. La Irak). Todos estos parámetros influyen in-
calidad del servicio se calibra, en este dudablemente en la evaluación de la ac-
caso, no sólo según las previsiones norma- tuación de los poderes públicos. Es for-
tivas o a la relación coste-beneficio, sino zoso reconocer que quedan lejos de
según aquellos indicadores que el conjunto parámetros estrictamente de eficiencia o
de profesionales de ese ámbito entiende de cumplimiento de la legalidad.
como básicos para poder referirse al servi-
Es, por tanto, poco «eficiente» tratar de
cio como «de calidad».
reducir el debate sobre la evaluación de
Pero las administraciones públicas de- las administraciones públicas a un mero
mocraticas no deben olvidar que su po- ejercicio técnico sobre cuáles son los in-
der está condicionado, es indirecto. Su dicadores oportunos o cuál debería ser el
capacidad de actuación, su propia razón órgano técnicamente más adecuado para
de ser, deriva de que logren mantener su realizar esa labor. Cuando intentamos
legitimidad, su influencia sobre el conjun- evaluar la actuación pública no podemos
to de la ciudadania, lo que significa que reducir la complejidad de la actuación de
la ciudadanía siga entendiendo que esas los poderes públicos, y su amplia gama
administraciones son «sus» administra- de criterios sobre los que basar la cali-
ciones. Y, por esta causa, los valores que dad (y «calidez») de su actuación, a un
le otorgan esa capacidad de influencia problema de traslación de las concepcio-
son (muchas veces) distintos de los que nes y dinámicas que han funcionado, y
influyen para decir que una organización en parte siguen funcionando, en el ámbi-
es eficiente o competitiva. El hecho de to mercantil. Hemos de trabajar en ese
que la actuación de unas administracio- entorno y encarar la complejidad y plura-
nes sea solidaria con aquellos sectores o lizar métodos y protagonismos.
Joan Subirats Humet
como el de las políticas de inclusión, ha in- con que debe desarrollarse y, evidente-
troducido nuevos factores de complejidad mente, evaluarse.
en la evaluación de tales iniciativas. En
efecto, no es fácil encontrar parámetros re-
lativamente estandarizados, ensayados y 8. LAS POLÍTICAS COMPLEJAS
calibrados anteriormente, para evaluar es- REQUIEREN EVALUACIONES
tas políticas donde predomina un proceso COMPLEJAS
de «coordinación abierta» que quiere ser
respetuoso con la diversidad de situacio- Por otro lado, la evaluación de políticas 29
nes de partida de cada país en materia so- de inclusión choca con otros elementos
cial (desde la tradición sueca hasta la me- más generales. Como sabemos, a la pro-
diterránea, por poner un ejemplo), y con pia dificultad en definir este tipo de políti-
las grandes diferencias de prioridades y cas, cabe añadir la multiplicidad de objeti-
vos que acostumbran a rodear este tipo
situación de exclusión que existen entre
de decisiones. Objetivos múltiples (mejo-
los diferentes países.6
rar la formación académica, las condicio-
Pongamos un ejemplo derivado de las nes de salud, la integración familiar, las
políticas de desarrollo económico local redes relacionales, etc.), a veces contra-
que se llevaron a cabo hace unos años dictorios (por ejemplo, incrementar el nivel
en la UE, basadas en la nueva idea de formativo sin dejar fuera a nadie; conse-
los «yacimientos de empleo». Con esto guir empleo para todos al tiempo que se
se hacía hincapié en la necesidad de en- mejora la competitividad), y por tanto difí-
contrar nuevos filones de ocupación que cilmente evaluables con una misma gama
hasta entonces hubieran sido poco explo- de parámetros. Por otra parte, muchas ve-
tadas. Ese nuevo concepto requería ser ces las instituciones financiadoras están
comprendido por parte de los distintos muy imbuidas de una lógica económica
actores institucionales, los agentes socia- que tiende a considerar como unívocos
les, los consultores y los gestores públi- conceptos como «coste» o «beneficio».
cos. Y, lógicamente, se necesitaba más Y, como sabemos, coste y beneficio son
tiempo para construir indicadores que lo- conceptos que están sujetos (o deberían
graran distinguir un «yacimiento» real de estarlo) a un intenso debate social y políti-
lo que es simplemente una nueva forma co desde las distintas perspectivas, situa-
de subvencionar a los desempleados. ciones y posición respecto a la distribu-
ción de recursos.
Por tanto, no existe una total automatici-
dad entre la innovación en políticas y la También es importante señalar la con-
capacidad de evaluar esas mismas políti- tradicción existente entre los motivos que
cas, ya que toda política realmente inno- impulsaron la creación de la política (mo-
vadora implica cambios en los elementos tivos que tienden a ser complejos y fruto
conceptuales, sustantivos y operativos de un proceso en absoluto lineal), y la
necesidad de contar con indicadores
sencillos que rápidamente den respuesta
6 Sólo recientemente se habla de empezar a
sarrollo de una evaluación más real y más priori y, precisamente por eso, los elemen-
«útil», que muchas veces puede llegar a tos de proceso son muy significativos. No
producirse en el territorio donde se ha lle- debería, pues, extrañarnos que las eva-
vado a cabo. luaciones que tienen en cuenta estos pro-
cesos singulares puedan llegar a ser no-
¿Dónde ponemos el énfasis, en el aná-
tablemente más potentes y útiles que las
lisis del cumplimiento formal o en el pro-
que se centran exclusivamente en el tema
ceso de aprendizaje? La mejor respuesta
«resultados».
es, obviamente, tratar de cumplir con am- 31
bos requerimientos, ya que responden a Tampoco podemos dejar de señalar la
valores y lógicas distintas pero igualmen- aparente contradicción que existe entre
te pertinentes. Lo peor, no obstante, es las «obligaciones» formales que rodean
confundir y mezclar ambas lógicas, ya los procesos de evaluación de políticas
que nuestra experiencia nos indica que, sociales vinculadas a dinámicas europe-
muchas veces, lo que es valioso desde as, y su utilidad práctica. En efecto, mu-
una lógica no lo es tanto desde la otra. chas veces los propios gestores de los
Pero es evidente que si el proyecto incor- proyectos asumen la evaluación de es-
pora un requerimiento formal de evalua- tos como una carga burocrática más
ción, no se debe menospreciar ni tomár- que les imponen los financiadores, sin
selo como una obligación sin valor que las contrapartidas sean evidentes.
añadido alguno. El proceso formal de La experiencia tiende a demostrar que si
evaluación puede y debe ser aprovecha- la evaluación se realiza con seriedad, y
do para conseguir mecanismos de res- con los requerimientos profesionales ne-
puesta y señales concretas sobre el pro- cesarios, trasciende el mero cumplimien-
ceso de implementación, desviación de to de la formalidad prevista y «retorna»
objetivos, relaciones gestión-resultados, valor a los decisores y gestores del pro-
aspectos, todos ellos, que pueden ser yecto, además de contribuir a definir
perfectamente aprovechables en secuen- mejor los objetivos en el futuro y facilitar,
cias posteriores. desde un principio, la previsión de los
indicadores que será necesario generar
e introducir. En un campo como el de las
10. LAS POLÍTICAS DE INCLUSIÓN políticas sociales, esto no es precisa-
SOCIAL NO SON mente irrelevante dada la poca costum-
ESTANDARIZABLES A PRIORI bre que hay de pensar en términos de
indicadores de eficacia al plantear las
A pesar de todo, existe la sensación de acciones que se van a desarrollar. Por lo
que la evaluación que incorpore el análisis tanto, a pesar de la crítica que pueda
de los elementos procesuales acabará te- hacerse de los aspectos más formales,
niendo mejores impactos en los procesos lo cierto es que la mera incorporación de
de mejora e implementación posteriores. esa «obligación» en contextos adminis-
Las políticas de inclusión social tienen, trativos poco acostumbrados a la cultura
casi siempre, fuertes elementos de inno- de la rendición de cuentas es, en si, cla-
vación, de adaptación creativa a situacio- ramente significativa porque obliga a
nes heterogéneas y no estandarizables a pensar en objetivos y resultados, cuando
Joan Subirats Humet
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