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Por fe, le animo en este momento, a orar a Él, en nombre de Cristo Jesús,

pidiéndole que sobre la base de la muerte de Cristo en la cruz, le limpie


de toda maldad, que quite toda carga y duda que tiene, que sane sus heridas,
que le restaure ; que el enemigo nunca más le vuelve a derrotar, que quite la
oscuridad y dolor de su mente y corazón, que le dé el poder para soltar todo el
dolor y el enojo, y que ponga en su lugar Su amor y compasión y misericordia;
que arranque de su corazón las raíces de maldad y amargura que le han consumido.
No tema orar a Dios...Él es su Padre Celestial...y tal como sucedió con el hijo
pródigo que vivió alejado de su padre, su Padre Celestial le espera para
mostrarle misericordia.
Ore reconciliándose con Dios, le comparto esta oración, y puede también usar sus
propias palabras:
Señor Jesús, en este momento quiero descubrir mi corazón ante ti y reconocer que he
pecado, y que no he podido luchar con los pensamientos que batallan en mi alma.
Por eso quiero entregarte el control de mi mente y mi ser. Señor,
en este momento me arrepiento y tomo la decisión de apartarme de mi pecado y
acercarme a Tí. Límpiame con Tu sangre y hazme la persona y siervo que formaste
en el vientre de mi madre para ser instrumento de adoración, santidad y
alabanza a Tu Nombre. Llena mi ser con Tu
Espíritu Santo para que sea Tu presencia la que controle mis decisiones, y toda
mi vida. Acepto por fe que soy libre y comprado por precio de sangre de
Cristo Jesús. A ti entrego toda mi juventud y todo mi pasado, para que el
enemigo nunca más me derrote y pueda servirte con libertad, con fuerzas y con
valor cada día de mi vida. No me dejes desfallecer. En el nombre de Jesús mi
Señor y Salvador...Amén

Le comparto también algunas pautas de cómo regresar al Señor, lea con oración y
con Biblia en mano, buscando cada versículo:
-Humíllese delante de Dios y ante los demás. (1 Pedro 5:6)
-Busque al Dios de toda gracia para ser restaurado. (1 Pedro 5: 10)
-Recuerde sus fracasos—Evalúe las áreas donde se equivocó. (Apocalipsis 2:5)
-Arrepiéntase sinceramente—Sienta el arrepentimiento que hace crecer. (2 Corintios 7:10)
-Reciba el perdón de Dios—Hay libertad al recibir el perdón. (Salmos 31:1–2)
-Responda correctamente al quebrantamiento—La humildad toca el corazón de Dios.
(Salmos 51:17)
-Deje su temor y desilusión en las manos del Señor. (1 Pedro 5:7)
-Aleje a Satanás de su mente. (1 Pedro 5:8)
-Reconozca que Dios tiene un propósito —Dios usa los fracasos para hacernos crecer.
(Salmos 119:71)
-Reconozca que necesita a Cristo—Sin Cristo, no puede hacer nada que valga la pena.
(Juan 15:5)
-No se dé por vencido—La reacción correcta a los fracasos incrementa nuestra
resistencia. (Filipenses 3:13–14)
-Aprenda a tener un dulce compañerismo con los cristianos que sufren. (1 Pedro 5:9)
-Extiéndase hacia otros y consuélelos—Ayúdelos a ver el fracaso desde la perspectiva
divina. (2 Corintios 1:3–4)

Levantarse y volver a empezar


"Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano"
Salmo 37:24 ¿Te sientes deprimido y débil hoy? ¿Te desanimaste por lo que
experimentaste ayer? En un momento de descuido y lejos de Dios, ¿tropezaste y
caíste por haber cedido al pecado?
Hay algo peor que caerse, seguir caído. El pecador se cae y no se levanta, pero en
el caso del creyente en Cristo, la situación es diferente. Aunque a veces nos
caigamos, no estaremos contentos hasta que seamos restaurados.
Proverbios 24:16
Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el
mal.
No deberíamos pecar, pero lo hacemos demasiado a menudo. El apóstol Juan escribió:
"Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros
mismos..." (1 Juan 1:8). Pero la buena noticia es esta: "Hijitos
míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado,
abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la
propiciación por nuestros pecados..." (2:1-2).
Cristo es nuestro Defensor y Abogado diariamente. Por eso nada mejor que, admitir
nuestros pecados, errores y confesarnos. Jesús murió por nuestros pecados, y
sabía que seguiríamos luchando contra el pecado. Por esta razón, proveyó lo
necesario para que pudiéramos limpiarnos diariamente.
Algunos pasos para Restablecer tu comunión con Dios y cosas que debes tener en
cuenta:
a. Empieza cada día con el Señor Jesús, dedicando un tiempo para leer tu Biblia o
hacer tu devocional, confesar tus pecados, admitir tu debilidad y pedirle a
Dios fortaleza para hacer lo que Él quiere que hagas.
b. Cuando dependas de la gracia y de la fortaleza del Señor, ¡al poco tiempo
sabrás qué es en verdad, la victoria!
c. El avance en la vida cristiana, no se mide tanto por las veces que caemos, sino
por las veces que nos levantamos cuando hemos caído.
Liberándome del Pecado
1- Confesar todos los pecados conocidos y que no se hayan confesado. En algunos
casos, los sentimientos de culpa nos muestran que la confesión es necesaria. Muchas
veces, nos sentimos culpables ¡porque somos culpables! (Ver la descripción que
hace David de la culpa y su solución en el Salmo 32:3-5).
2- Pedir al Señor que le revele cualquier otro pecado que necesite ser confesado. Ten
el valor de ser totalmente abierto y honesto ante el Señor. “Examíname, oh
Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en
mí camino de perversidad.” (Salmo 139:23-24ª).
3- Confía en la promesa de Dios que Él perdonará los pecados y quitará la culpa,
basándose en la sangre de Cristo, 1 Juan 1:9; Salmos 85:2; 86:5; Romanos 8:1.
4- En ocasiones, cuando surgen los sentimientos de culpa sobre pecados ya confesados
y abandonados, rechaza tales sentimientos como una culpa falsa. El Señor ha
sido fiel a Su promesa de perdonar. Lee y medita en el Salmo 103:8-12.
5- Pide al Señor que aleje de ti a Satanás, tu acusador, y ruégale que te restaure
al gozo que procede de la libertad de la culpa.
6- Encuentra una persona creyente, madura y de confianza con la cual puedas abrir
tu corazón y pedir ayuda. Pídele un tiempo para reunirte semanal o
quincenalmente.
a- Empiece haciendo un compromiso con Dios. (Deuteronomio 32:4) Decida agradarle
en todo y cuidar su testimonio para Glorificar a Dios.
b- Sepárese del pecado. Si es necesario deshágase de la computadora o el teléfono,
o cualquier cosa que constituya el objeto para pecar. (Romanos 6:1–2)
c- Ponga nuevas metas. (2 Corintios 5:9–10) Ponga metas espirituales de crecer en
Dios, conocerle, ser fiel en congregarse, orar más , servir con pasión en su
iglesia, estudiar la biblia, etc.
Planifique todo su tiempo, especialmente esos momento cuando suele ser más débil, haga
algo que le ayudará a mantener su enfoque en Dios, como escuchar música cristiana o
estudios bíblicos. Aún en sus momentos de tiempo libre, planifique qué hará. No descuide
su tiempo de ejercicios físicos, deportes, caminatas.

d-Sosténgase en la verdad. (Romanos 6:6) Renueve constantemente su mente y


corazón! Filipenses 4:8
e- Sustituya sus pensamientos por los de Dios. (Romanos 12:1–2)
Aprenda a reconocer sus pensamientos, y si no son acordes a la Biblia, sustituya
los, reemplace los.
f- Someta su voluntad a Dios. (Romanos 6:19) Obedézcale en todo, no abandone esto
por ningún motivo, encontrará la bendición de Dios en esta decisión.
g- Manténgase viviendo por fe. (Romanos 5:1–2)
h- Vuelva lo antes posible a congregarse (He. 10:25), restaure su comunión con
Dios (Sal. 25:14) leyendo y orando cada día. Busque consejo y ayuda en su
iglesia con su pastor o con un hermano maduro y espiritual.

Cursos recomendados para este tema:

21700 Camino a la Restauración -- Luis Isunza descripción50200 La Batalla Espiritual --


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