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Bates Guia de Exploracion Fisica e Historia Clinica 12a Edicion
Bates Guia de Exploracion Fisica e Historia Clinica 12a Edicion
Guía de
Exploración
física
e historia clínica
B AT E S
Guía de
Exploración
física
e historia clínica
12.a EDICIÓN
Editor invitado
Richard M. Hoffman, MD, MPH, FACP
Professor of Internal Medicine and Epidemiology
Director, Division of General Internal Medicine
University of Iowa Carver College of Medicine
ERRNVPHGLFRVRUJ
Iowa City, Iowa
Av. Carrilet, 3, 9.a planta, Edificio D - Ciutat de la Justícia
08902 L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona (España)
Tel.: 93 344 47 18 Fax: 93 344 47 16 e-mail: lwwespanol@wolterskluwer.com
Revisión científica
Capítulos 4, 7, 9, 10, 13 y 16
Mayra Elena Castañeda Jiménez
Médico familiar. UMF 7, IMSS. Tutor clínico de Propedéutica Médica y Fisiopatología de la carrera de Médico Cirujano, Facultad de Medicina de
la Universidad Nacional Autónoma de México, México
Traducción
Rodrigo Bravo León: Médico Cirujano por la Universidad Panamericana, México
Félix García Roig: Médico Ginecoobstetra por la Universidad Nacional Autónoma de México, México
Alma Rosa Higuera Murillo: Médico Cirujano por la Universidad Nacional Autónoma de México, México
Armando A. Robles Hmilowicz: Editor y traductor. Maestro en Análisis del Discurso por la Universidad de Buenos Aires, Argentina
Pedro Sánchez Rojas: Médico Cirujano por la Universidad Nacional Autónoma de México, México
Se han adoptado las medidas oportunas para confirmar la exactitud de la información presentada y describir la práctica más aceptada. No obstante,
los autores, los redactores y el editor no son responsables de los errores u omisiones del texto ni de las consecuencias que se deriven de la aplica-
ción de la información que incluye, y no dan ninguna garantía, explícita o implícita, sobre la actualidad, integridad o exactitud del contenido de
la publicación. Esta publicación contiene información general relacionada con tratamientos y asistencia médica que no debe utilizarse en pacientes
individuales sin antes contar con el consejo de un profesional médico, ya que los tratamientos clínicos que se describen no pueden considerarse
recomendaciones absolutas y universales.
El editor ha hecho todo lo posible para confirmar y respetar la procedencia del material que se reproduce en este libro y su copyright. En caso de
error u omisión, se enmendará en cuanto sea posible. Algunos fármacos y productos sanitarios que se presentan en esta publicación sólo tienen
la aprobación de la Food and Drug Administration (FDA) para uso limitado al ámbito experimental. Compete al profesional sanitario averiguar la
situación de cada fármaco o producto sanitario que pretenda utilizar en su práctica clínica, por lo que aconsejamos consultar con las autoridades
sanitarias competentes.
La obra Bates. Guía de exploración física e historia clínica fue diseñada para estudiantes de
medicina, asistencia médica y enfermería, entre otros, que están aprendiendo a entrevis-
tar pacientes, realizar la exploración física y aplicar el razonamiento clínico y la toma de
decisiones compartida a su valoración y plan de atención, con base en una sólida com-
prensión de las evidencias clínicas. Esta 12.a edición cuenta con numerosas característi-
cas nuevas para facilitar el aprendizaje. Al igual que en ediciones previas, los cambios
tienen tres orígenes distintos: la retroalimentación y las evaluaciones de los estudiantes,
profesores y facultades; nuestro compromiso de hacer un libro más fácil de leer y de
volver más eficiente su uso; y el cuerpo de evidencia cada vez más abundante que fun-
damenta las técnicas de exploración, entrevista y promoción de la salud.
A lo largo de esta 12.a edición, enfatizamos los problemas más frecuentes e importantes
más que los casos raros o místicos, aunque en ocasiones mencionamos hallazgos infre-
cuentes considerados clásicos o posiblemente letales. Alentamos a los alumnos a estudiar
las sólidas bases de evidencia que fundamentan cada capítulo y a evaluar de forma
crítica las guías clínicas y las referencias en la bibliografía médica.
Estructura
El libro se divide en tres partes: Fundamentos para la valoración de la salud, Exploraciones
regionales y Poblaciones especiales.
ix
x Prefacio
las diferencias entre datos subjetivos y objetivos, entre síntomas y signos, y ofrece un
algoritmo para la exploración que optimiza la comodidad del paciente. También pre-
senta las guías para realizar un expediente clínico claro, conciso y bien organizado.
La unidad 2, Exploraciones regionales, abarca las exploraciones por región “de la cabeza
a los pies”. Los 14 capítulos que conforman esta parte fueron exhaustivamente actualiza-
dos y contienen revisiones de anatomía y fisiología, síntomas frecuentes encontrados
durante la anamnesis, temas importantes de promoción y asesoramiento en materia de
salud, descripciones detalladas e imágenes de las técnicas de exploración, una muestra
de expediente clínico, tablas comparativas de anomalías, y concluye con referencias
extensas de la bibliografía médica más reciente. A continuación se describen los capítulos
que tuvieron la mayor transformación.
■ El capítulo 5, Conducta y estado mental, fue actualizado de manera sustantiva con base en
el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5®), 5.a edición, del 2013.
■ El capítulo 6, Piel, pelo y uñas, fue reescrito en su totalidad para la 12.a edición por
el Dr. Patrick McCleskey y el Dr. Amit Garg para mejorar el marco para valorar
lesiones y anomalías frecuentes y la calidad de su enseñanza por medio de fotografías,
Prefacio xi
así como para alinear el capítulo con las recomendaciones para estudiantes de la
American Academy of Dermatology.
Otras características notables incluyen el debate sobre las nuevas guías de detección precoz
para el cáncer de mama, próstata y colon, los frotis de Papanicolaou y los factores de riesgo
de ictus, así como información actualizada sobre enfermedades de transmisión sexual.
La unidad 3, Poblaciones especiales, incluye capítulos que abordan las etapas especiales
del ciclo de vida: de la lactancia a la adolescencia, el embarazo y el envejecimiento.
■ El capítulo 20, Adultos mayores, presenta información nueva sobre fragilidad, cuándo
hacer estudios de detección precoz, vacunas y detección temprana del cáncer, así
como el espectro del deterioro cognitivo y pruebas de demencia, y un nuevo algoritmo
de prevención de caídas de los Centers for Disease Control and Prevention. Tanto este
capítulo como el 17, Sistema nervioso, también exploran las complejidades de distin-
guir entre delirio, demencia y depresión.
Para los estudiantes que se preparan para las pruebas clínicas, esta guía visual incluye
10 exámenes clínicos objetivos estructurados (ECOE) que les muestran cómo evaluar a
pacientes con problemas clínicos frecuentes en el formato ECOE estándar, intercalados con
preguntas para orientar temas de aprendizaje clave. Los ECOE comprenden:
1. Dolor torácico
2. Dolor abdominal
3. Dolor de garganta
4. Dolor de rodilla
5. Tos
6. Vómitos
7. Amenorrea
8. Caídas
9. Lumbalgia
10. Dificultad para respirar
Agradecimientos
La obra Bates. Guía de exploración física e historia clínica, ahora en su 12.a edición, presume
una evolución de cuatro décadas. La Dra. Barbara Bates y el Dr. Robert Hoekelman, cole-
gas de medicina interna y pediatría en la School of Medicine and Dentistry de la Univer-
sity of Rochester, publicaron la primera edición en 1974 como un manual práctico para
estudiantes de medicina y enfermería avanzada a fin de que lograran dominar la explora-
ción física de adultos y niños. Con una redacción limpia e ilustraciones en blanco y negro,
dedicaron 18 capítulos a las técnicas de exploración regional para pacientes adultos y
pediátricos. Concibieron el formato clásico de las guías de Bates presente hasta la fecha:
texto explicativo en negro en la columna principal, ejemplos de anomalías en rojo
en la columna secundaria, y tablas comparativas de anomalías al final de cada capítulo.
La Dra. Bickley se convirtió en editor en jefe y autora a partir de la 7.a edición, mientras
que el Dr. Szilagyi se unió al proyecto a partir de la 8.a edición. Para esa época, la obra
contenía secciones adicionales sobre anatomía y fisiología, y capítulos nuevos sobre
cómo realizar la anamnesis, el abordaje de los síntomas, el examen del estado mental y
el razonamiento clínico, desde la obtención de datos hasta la elaboración de un plan.
Para esta edición, con gran placer y estima, los autores dan la bienvenida al Dr. Richard
Hoffman, profesor de Medicina Interna y Epidemiología y director de la Division of Gen-
eral Internal Medicine de la University of Iowa Carver College of Medicine/Iowa City VA
Medical Center, como editor invitado. El Dr. Hoffman es editor asociado de la American
College of Physcians (ACP) Journal Club, y ha sido evaluador de pares para numerosas
guías sobre detección temprana de enfermedades prostáticas, autor de dos revisiones
Cochrane, y escribe y evalúa para UpToDate.
xiii
xiv Agradecimientos
fías nuevas, apoyado por el Dr. Amit Garg. También reconocemos el trabajo de los docto-
res John Bartlett y Mark Landig por su revisión de la exploración de cabeza y cuello del
capítulo 7, al Dr. J.D. Bartleson por refinar los siempre desafiantes fundamentos de la
exploración del sistema nervioso en el capítulo 17, y a los doctores Carla Herman y John
Robertson por su útil revisión de los últimos desarrollos en la evaluación del adulto mayor
en el capítulo 20. Asimismo, agradecemos el apoyo del Dr. Alec O’Connor para localizar
a revisores docentes capacitados para muchos de los capítulos sobre exploración del
adulto y sus importantes aportes a la revisión del capítulo 8. Numerosos revisores hicie-
ron contribuciones valiosas a la valoración del niño y el adolescente en el capítulo 18,
incluyendo a la Dra. Moira Szilagyi y a los estudiantes Nicholas Goldstein y Ayala Danzig.
Ordenar y producir una obra como la Guía de Bates requiere de un toque maestro. Los
capítulos recién revisados requieren una evaluación posterior, se deben plantear y res-
ponder preguntas de los autores, y se deben verificar y reverificar las fotografías e ilustra-
ciones para confirmar su exactitud y estilo pedagógico. Los textos, recuadros, ejemplos
de anomalías e imágenes deben ser cuidadosamente alineados. Cada página está dise-
ñada para mantener el interés del lector, destacar los puntos clave y facilitar la labor de
aprendizaje. Por su incansable labor y dedicación, debemos un agradecimiento especial
a Greg Nicholl, Senior Product Development Editor de Wolters Kluwer, quien entrelazó
los hilos que conforman esta obra para producir un texto coherente y ejemplar. Agrade-
cemos también a Kelly Horvath, quien ayudó a Greg en la revisión renglón por renglón
y con sus cuidadosas notas para preparar la composición de la obra, y a Chris Miller de
Aptara por convertir estos complejos documentos de texto en pruebas de impresión
corregidas y listas para su publicación. Al comienzo del proceso editorial, antes de la
intervención de Greg Nicholl, Stephanie Roulias, mediante su dedicada labor, echó a
andar varios de los procesos editoriales necesarios para lograr esta 12.a edición. Crystal
Taylor ha sido una hábil gerente de adquisiciones para la Suite de Bates en términos de
materiales didácticos, contratación y mercadotecnia. El equipo de edición atrae talentos
invaluables que le dan a la Guía de Bates su reputación de excelencia y lo convierten en
un texto de lujo para que los estudiantes aprendan las competencias necesarias para
valorar y cuidar a sus pacientes.
Sugerencias de uso:
Bates. Guía de exploración física
e historia clínica
11
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realizar una anamnesis y exploración física eficaces. Esta L O
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en cualquier localización. Son de riesgo alto los pacientes con antecedentes personales
o familiares de nevos múltiples o displásicos, o de melanoma. Los individuos con
exploración clínica de piel dentro de los 3 años previos al diagnóstico de melanoma
¡Novedades! Perlas clínicas presentaron tumores más delgados que quienes no fueron objeto de tal exploración.20
Tanto los nevos nuevos como los cambiantes deben explorarse de manera exhaustiva,
ya que al menos la mitad de los melanomas surgen de forma nueva a partir de melanocitos
aislados más que de un nevo previo. También debes considerar la “detección oportunista”
Asegúrate de prestar atención a las perlas clínicas, como parte de la exploración física completa de los pacientes con exposición significativa
al sol y aquellos mayores de 50 años sin exploración previa de la piel o que viven solos.
impresas en azul. Estos comentarios clínicos dan consejos Desde la revisión de la USPSTF, un estudio alemán con más de 350 000 pacientes
informó que la detección de atención primaria en todo el cuerpo, con envío a derma-
prácticos que fortalecerán tu comprensión de tología ante lesiones preocupantes, disminuyó en más del 47% la mortalidad por
melanoma.21 La supervivencia después de padecer este tipo de cáncer tiene una fuerte
las técnicas de valoración. correlación con el grosor del tumor. En dos estudios adicionales se mostró que los pacien-
tes objeto de exploraciones cutáneas tenían más probabilidad de presentar melanomas
más delgados.20,22
La detección del melanoma requiere práctica y conocimientos de cómo los nevos benignos Véanse las tablas 6-4 a 6-6, pp.197-
cambian con el transcurso del tiempo, a menudo pasando de planos a elevados o 203, que muestran nevos ásperos,
con adquisición de pigmento pardo adicional. Los estudios han demostrado que incluso rosados y pardos, y sus símiles.
un entrenamiento clínico limitado constituye una diferencia en la detección: los pacien-
tes de los proveedores de atención primaria que dedicaron 1.5 h para concluir un tuto-
rial en línea mejoraron su precisión de diagnóstico. Estudios similares muestran que
estos entrenamientos para los proveedores de atención médica dan como resultado
la detección de melanomas más delgados en sus pacientes que en los de quienes no rea-
lizaron el tutorial.23-26
ABCDE de la detección del melanoma. Los clínicos deben aplicar el Revisa la regla ABCDE-EFG y las foto-
método ABCDE-EFG para la detección del melanoma en nevos (no se aplica a lesiones grafías en la tabla 6-6, pp. 200-203,
no melanocíticas, como la queratosis seborreica). La sensibilidad de esta herramienta donde se proporcionan identificado-
para la detección de este cáncer es del 43-97% y su especificidad del 36-100%. La preci- res adicionales útiles y comparaciones
sión del diagnóstico depende de cuántos criterios se utilicen para definir la anomalía.27 de lesiones pardas benignas con el
melanoma.
xv
TÉ CN IC AS
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(continúa)
xvi
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN EJEMPLOS DE ANOMALÍAS
4
EPOC, derrames pleurales, fibrosis, aire
(neumotórax) o tumor infiltrante.
en una localización y después en otra. Revisa la descripción de las notas de percu-
sión en la p. 323. Los pulmones saludables son resonantes.
Técnicas de
derecho que en el izquierdo. Desapa-
rece bajo el diafragma.
Mientras el paciente mantiene ambos brazos cruzados frente al tórax, percute en
localizaciones simétricas a cada lado desde su ápice hasta la base.
La matidez sustituye a la resonancia
cuando un líquido o tejido sólido
reemplaza al aire que contiene el pul-
exploración
Para detectar frémitos, usa la parte món, y ocupa el espacio pleural bajo
ósea de la palma de la mano (en la base F I G U R A 8 - 1 5 . Localización de los ■ Percute un lado del tórax y después el otro los dedos percutores. Son ejemplos la
de los dedos) o la región hipotenar, frémitos.
para hacer óptima la sensibilidad
vibratoria de los huesos. Pide al paciente repetir las palabras “noventa y nueve” o
en cada nivel, a manera de escalera, como
se muestra en la figura 8-19. Omite las
zonas sobre la escápula, pues ahí el gro-
neumonía lobular, en la que los alvéo-
los están llenos de líquido y eritrocitos; En las secciones de Técnicas de
1 1
y la acumulación pleural del líquido
“uno, uno, uno”. Inicialmente practica con una mano hasta que percibas las vibracio-
nes transmitidas. Utiliza ambas manos para palpar y comparar zonas simétricas sobre
los pulmones con el patrón que se muestra en la fotografía. Identifica y localiza cual- La disminución asimétrica del frémito
sor del músculo y el hueso altera
las notas de la percusión sobre los pul-
mones. Identifica y localiza la ubicación
2
3
2
3
seroso (derrame pleural), sangre
(hemotórax), pus (empiema), tejido
fibroso o tumor. La matidez hace a la
exploración aprenderás las
técnicas cruciales y relevantes
quier zona de aumento, disminución o ausencia de frémito. Si el frémito es débil, hace surgir la posibilidad de un y cualidad de cualquier nota de percu- neumonía y al derrame pleural 3 y 4
pide al paciente hablar con mayor volumen o con una voz más grave. derrame pleural unilateral, neumotó- sión anómala. 6 4 4 6
veces más probables, respectiva-
rax o una neoplasia, que disminuyen 5 5
mente.45
7 7
El frémito corresponde a una técnica de valoración algo imprecisa, pero dirige la la transmisión de ruidos de baja fre-
atención del explorador a posibles asimetrías. Confirma cualquier disparidad al
escuchar los ruidos respiratorios subyacentes, el sonido de la voz y los susurros;
cuencia; ocurre un aumento asimétrico
del frémito en la neumonía unilateral,
La hiperresonancia generalizada es fre-
cuente sobre los pulmones hiperinflados
de la EPOC o el asma. La hiperresonan-
que deberás realizar todos los
todos deben aumentar o disminuir juntos. que incrementa la transmisión a tra-
cia unilateral sugiere un gran neumo-
Percusión. La percusión es una de las técnicas más importantes de la exploración
física. Pone a la pared del tórax y los tejidos subyacentes en movimiento, con produc-
vés de un tejido consolidado.44
F I G U R A 8 - 1 9 . Percute y ausculta
con un patrón “en escalera”.
tórax o una bula llena de aire.
días. Adicionalmente, en la
ción resultante de un ruido audible y vibraciones palpables. La percusión ayuda a
determinar si los tejidos subyacentes están llenos de aire, líquido o consolidados. No
obstante, el golpe de percusión penetra sólo 5-7 cm al interior del tórax y no ayudará a
■ Identifica el descenso del diafragma, o su excursión. Primero define el nivel de matidez
diafragmática durante la respiración tranquila. Sosteniendo el dedo plexímetro por
arriba y paralelo al nivel esperado de matidez, percute en pasos progresivos descen-
Esta técnica tiende a sobreestimar los
movimientos reales del diafragma.45 sección de Técnicas especiales
podrás consultar cómo se
la detección de lesiones profundas. dentes hasta que la matidez sustituya claramente a la resonancia. Confirma este
nivel de cambio por percusión descendente de zonas adyacentes, tanto por fuera
Se puede practicar la técnica de la percusión en cualquier superficie. Conforme practicas, como por dentro (fig. 8-20).
identifica los cambios en las notas debidos a la realización del procedimiento sobre dife-
rentes tipos de materiales o partes del cuerpo. Los puntos clave de una buena técnica,
descrita para una persona diestra, se detallan a continuación: aborda la exploración de alte-
■ Hiperextiende el dedo medio de tu
raciones menos frecuentes y
mano izquierda, conocido como dedo
plexímetro. Haz presión con la articula-
ción interfalángica distal con firmeza
bajo circunstancias especiales.
sobre la superficie a percutir (fig. 8-16). Localización Resonante
y secuencia
Evita el contacto superficial con cualquier de la percusión
Nivel del
otra parte de la mano, porque esto obstacu- diafragma
liza las vibraciones. Nota que el pulgar
y los dedos segundo, cuarto y quinto Matidez
Matidez
no tocan la pared del tórax. F I G U R A 8 - 2 1 . La ausencia de
F I G U R A 8 - 1 6 . Presiona con firmeza descenso del diafragma puede indicar
con el dedo plexímetro en la pared torácica. FIGURA 8-20. Identifica la extensión de la excursión diafragmática. un derrame pleural.
322 B AT E S . G U Í A D E E X P LO R A C I Ó N F Í S I C A E H I S TO R I A C L Í N I C A
fías, ilustraciones y diagramas la cabeza. Restringe esta prueba a los pacientes con pérdida auditiva unilateral, ya
que aquellos con voz normal pueden exteriorizar y los que presentan déficits
del tabique nasal
de los cuales son nuevos o fue- externo (fig. 7-45). Cuando el paciente ya no pueda percibir el sonido, coloca
con rapidez el diapasón cerca del conducto auditivo y pregunta si percibe una vibra-
hueso, durante tanto tiempo o más
que a través del aire (CO = CA o
A ambos lados, la anatomía es más compleja (fig. 7-49).
F I G U R A 7 - 4 8 . Pared interna de la cavidad nasal izquierda (se
ción (fig. 7-46). Aquí, la “U” del diapasón debe ver hacia el frente, para maximizar la CO > CA). En la pérdida de audición retiró la mucosa).
ron revisados a fin de ilustrar transmisión del sonido hacia el paciente. Por lo general, el sonido se escucha
más tiempo a través del aire que del hueso (CA > CO).
Los cornetes nasales, estructuras óseas curvas cubiertas
neurosensorial, los sonidos se perci-
ben más tiempo a través del airepor una membrana mucosa altamente vascular, protru-
(CA > CO). yen hacia la cavidad nasal. Debajo de cada cornete hay Seno frontal
puntos clave del texto. Fortalece- un surco o meato, que se denomina de acuerdo con el
cornete suprayacente. El conducto nasolagrimal
drena hacia el meato inferior; gran parte de los senos
Cornete superior
Cavidad craneal
Los senos paranasales son cavidades llenas de aire dentro de los huesos del cráneo.
Como las cavidades nasales, hacia las cuales drenan, están revestidos por membrana
248 B AT E S . G U Í A D E E X P LO R A C I Ó N F Í S I C A E H I S TO R I A C L Í N I C A
xvii
REGISTRO DE LOS HALLAZGOS EJEMPLOS DE ANOMALÍAS Registro de los hallazgos
Registro de los hallazgos Para crear un expediente clínico bien organizado,
Recuerda que al principio puedes utilizar oraciones completas para describir los hallaz- es necesario presentar de manera clara la infor-
gos, y que más adelante emplearás frases hechas. El siguiente texto contiene frases
adecuadas para la mayoría de los informes. Ten en cuenta los cinco componentes de la
exploración y realiza el informe del sistema nervioso.
mación clínica relevante, así como tu razonamiento
clínico y tu plan. A fin de adquirir esta habilidad
Registro de la exploración física: sistema nervioso
Referencias REFERENCIAS
Consulta las Referencias al final de cada capí- Referencias 25. Siket MS, Edlow JA. Transient ischemic attack: reviewing the evolu-
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13. Dill E. Thunderclap headache. Curr Neurol Neurosci Rep. 2014;
xviii
Contenido
1
VALORACIÓN DE LAS PRUEBAS DE
UNIDAD DIAGNÓSTICO 47
Validez 47
Fundamentos para la valoración Reproducibilidad 53
1
Comprender los sesgos 56
CAPÍTULO Resultados 57
Resultados generalizables 59
Fundamentos para la competencia clínica 3 Recomendaciones de guías 59
3
Datos subjetivos frente a objetivos 6
ANAMNESIS COMPLETA DEL ADULTO 7 CAPÍTULO
Anamnesis completa del adulto:
descripción adicional 8 Anamnesis y antecedentes médicos 65
EXPLORACIÓN FÍSICA COMPLETA 14 DIFERENTES TIPOS DE ANAMNESIS 67
Inicio de la exploración: acondicionamiento del entorno 14 FUNDAMENTOS DE UNA ENTREVISTA
Exploración física: “de la cabeza a los pies” 21 COMPETENTE 68
RAZONAMIENTO, EVALUACIÓN SECUENCIA Y CONTEXTO
Y PLAN CLÍNICO 24 DE LA ENTREVISTA 73
Razonamiento y evaluación clínicos 25 Preparación 74
Uso de la toma de decisiones compartida para Secuencia de la entrevista 75
desarrollar un plan 29 Contexto cultural de la entrevista 82
CALIDAD DEL EXPEDIENTE CLÍNICO: ENTREVISTA AVANZADA 86
EL CASO DE LA SRA. N. 29 Pacientes que constituyen un reto 86
Importancia de la lista de problemas 37 Temas sensibles 93
REGISTRO DE LOS HALLAZGOS 38 ÉTICA Y PROFESIONALISMO 100
Referencias 42 Referencias 106
xix
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xx Contenido
UNIDAD 2
Exploraciones regionales 109
CAPÍTULO
6
Piel, pelo y uñas 173
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA 173
4
Piel 173
CAPÍTULO Pelo 174
Uñas 175
Glándulas sebáceas y sudoríparas 175
Inicio de la exploración física: revisión
general, signos vitales y dolor 111 ANAMNESIS 175
PROMOCIÓN Y ASESORAMIENTO SOBRE SALUD:
ANAMNESIS 112
EVIDENCIA Y RECOMENDACIONES 176
PROMOCIÓN Y ASESORAMIENTO SOBRE SALUD:
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN 180
EVIDENCIA Y RECOMENDACIONES 114
Exploraciones cutáneas de todo el cuerpo e integradas 180
REVISIÓN GENERAL 120 Preparación para la exploración 181
Aspecto general 120 Exploración de la piel 182
Técnicas especiales 187
SIGNOS VITALES 123
REGISTRO DE LOS HALLAZGOS 189
Presión arterial 124
Situaciones especiales 131 Referencias 214
7
Frecuencia y ritmo cardíacos 132
Frecuencia y ritmo respiratorios 132 CAPÍTULO
Temperatura 133
DOLOR AGUDO Y CRÓNICO 134 Cabeza y cuello 215
Valoración del dolor agudo y crónico 134 ANAMNESIS 215
REGISTRO DE LOS HALLAZGOS 138 Cabeza 216
Ojos 217
Referencias 144
Oídos 219
Nariz y senos paranasales 220
CAPÍTULO
5 Boca, garganta y cuello 221
PROMOCIÓN Y ASESORAMIENTO SOBRE SALUD:
Conducta y estado mental 147 EVIDENCIA Y RECOMENDACIONES 222
8
Pensamiento y percepciones 161
Funciones cognitivas 164 CAPÍTULO
Funciones cognitivas más elevadas 165
Técnicas especiales 167 Tórax y pulmones 303
REGISTRO DE LOS HALLAZGOS 168 ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA 303
Referencias 170 Localización de las estructuras en el tórax 304
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Contenido xxi
10
ANAMNESIS 310
PROMOCIÓN Y ASESORAMIENTO SOBRE SALUD: CAPÍTULO
9
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN 434
CAPÍTULO Mama femenina 434
Mama masculina 440
Sistema cardiovascular 343 Axilas 440
Técnicas especiales 441
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA 343
REGISTRO DE LOS HALLAZGOS 443
Proyecciones superficiales del corazón
y de los grandes vasos 343 Referencias 446
Cavidades, válvulas y circulación cardíacas 345
Fases del ciclo cardíaco 345
Desdoblamiento de los ruidos cardíacos 348
Soplos cardíacos 349
CAPÍTULO
11
Relación de los hallazgos auscultatorios
Abdomen 449
con la pared torácica 350 ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA 449
Sistema de conducción 351
ANAMNESIS 453
El corazón como bomba 352
Patrones y mecanismos del dolor abdominal 453
Pulsos arteriales y presión sanguínea 353
Tubo digestivo 455
Presión venosa yugular y pulsaciones 354
Vías urinarias 462
Cambios durante la vida 355
PROMOCIÓN Y ASESORAMIENTO SOBRE SALUD:
ANAMNESIS 355
EVIDENCIA Y RECOMENDACIONES 464
PROMOCIÓN Y ASESORAMIENTO SOBRE SALUD:
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN 470
EVIDENCIA Y RECOMENDACIONES 358
Abdomen 471
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN 373 Hígado 475
Presión arterial y frecuencia cardíaca 373 Bazo 479
Riñones 481
Presión venosa yugular y pulsaciones 374
Vejiga urinaria 483
Pulso carotídeo 380 Aorta 483
Corazón 382 Técnicas especiales 484
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xxii Contenido
15
Sistema linfático 515
Intercambio de líquidos en el lecho capilar 516 CAPÍTULO
ANAMNESIS 517
PROMOCIÓN Y ASESORAMIENTO SOBRE SALUD:
Ano, recto y próstata 607
EVIDENCIA Y RECOMENDACIONES 519 ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA 607
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN 521 ANAMNESIS 609
Miembros superiores 522 PROMOCIÓN Y ASESORAMIENTO SOBRE SALUD:
Abdomen 524 EVIDENCIA Y RECOMENDACIONES 610
Miembros inferiores 524
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN 616
Técnicas especiales 529
Exploración en hombres 616
REGISTRO DE LOS HALLAZGOS 532 Exploración en mujeres 619
Referencias 539
REGISTRO DE LOS HALLAZGOS 619
13
Referencias 624
16
CAPÍTULO
CAPÍTULO
Genitales y hernias masculinos 541
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA 541 Sistema musculoesquelético 625
Vasos linfáticos 543 ABORDAJE DE LOS TRASTORNOS
Anatomía de la ingle 543 MUSCULOESQUELÉTICOS 626
ANAMNESIS 544 Tipos de articulaciones 628
PROMOCIÓN Y ASESORAMIENTO SOBRE SALUD: Articulaciones y bolsas sinoviales 629
EVIDENCIA Y RECOMENDACIONES 547 ANAMNESIS 630
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN 550 PROMOCIÓN Y ASESORAMIENTO SOBRE SALUD:
Pene 551 EVIDENCIA Y RECOMENDACIONES 636
Escroto y su contenido 552 EXPLORACIÓN DE ARTICULACIONES ESPECÍFICAS:
Hernias 553 ANATOMÍA, FISIOLOGÍA Y TÉCNICAS
Técnicas especiales 555 DE EXPLORACIÓN 642
REGISTRO DE LOS HALLAZGOS 556 Articulación temporomandibular 644
Referencias 562 Hombros 645
Codos 656
CAPÍTULO
14 Muñecas y manos 657
Columna vertebral 666
Caderas 674
Genitales femeninos 565 Rodillas 682
Tobillos y pies 690
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA 565
Técnicas especiales 694
ANAMNESIS 569
REGISTRO DE LOS HALLAZGOS 695
PROMOCIÓN Y ASESORAMIENTO SOBRE SALUD:
Referencias 708
EVIDENCIA Y RECOMENDACIONES 575
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Exploración externa 586
Exploración interna 587
583
CAPÍTULO
17
Sistema nervioso 711
Hernias 594
Técnicas especiales 594 DESAFÍOS DEL DIAGNÓSTICO NEUROLÓGICO 712
REGISTRO DE LOS HALLAZGOS 595 ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA 713
Referencias 604 Sistema nervioso central 713
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Contenido xxiii
UNIDAD 3
Poblaciones especiales 797
Niños de 1 a 4 años 860
Niños de 5 a 10 años 861
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN 862
Reconocimiento general y signos vitales 862
Piel 865
18
Cabeza 865
CAPÍTULO Ojos 866
Oídos 867
Valoración pediátrica: desde la lactancia Nariz y senos paranasales 871
Boca y faringe 872
hasta la adolescencia 799
Cuello 875
PRINCIPIOS GENERALES Tórax y pulmones 876
DEL DESARROLLO INFANTIL 800 Corazón 877
PROMOCIÓN Y ASESORAMIENTO SOBRE SALUD: Abdomen 879
Genitales masculinos 881
CONCEPTOS CLAVE 801
Genitales femeninos 882
Valoración del recién nacido 803 Tacto rectal 885
Valoración inmediata al nacimiento 804 Sistema musculoesquelético 885
Valoración varias horas después del nacimiento 808 Sistema nervioso 887
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xxiv Contenido
CAPÍTULO
19 CAPÍTULO
20
Mujer embarazada 927 Adultos mayores 955
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA 927
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA 957
Cambios hormonales fisiológicos 927
Cambios anatómicos 928
ANAMNESIS 965
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Lista de tablas
CAPÍTULO 4 Inicio de la exploración física: revisión general, signos vitales y dolor 111
Tabla 4-1: Trastornos de salud relacionados con la obesidad 139
Tabla 4-2: Trastornos alimentarios e índice de masa corporal excesivamente bajo 140
Tabla 4-3: Cribaje de la nutrición 141
Tabla 4-4: Obesidad: etapas del modelo de cambio y valoración de la disposición 142
Tabla 4-5: Asesoramiento nutricional: fuentes de nutrimentos 143
Tabla 4-6: Pacientes con hipertensión: cambios de alimentación recomendados 143
xxv
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1
UNIDAD
Fundamentos para la
valoración de la salud
Capítulo 1 Capítulo 3
Fundamentos para la Anamnesis y antecedentes
competencia clínica 3 médicos 65
Capítulo 2
Valoración de las evidencias
clínicas 45
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1
C A P Í T U L O
Fundamentos para
la competencia clínica
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para reforzar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Bates. Guía visual para la exploración física (todos los volúmenes)
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
espanol-Bickley_12e
Las técnicas de exploración física y anamnesis que estás a punto de aprender impli-
can las destrezas consagradas de la curación y la atención de los pacientes. Buscar una
anamnesis sensible y matizada, y realizar una exploración precisa y amplia, ahondan las
relaciones con los pacientes, focalizan su evaluación y establecen las guías que dirigen
la toma de decisiones clínicas (fig. 1-1). La calidad de la anamnesis y la exploración
física establece los fundamentos de la evaluación del paciente, las recomendaciones de
atención y las opciones como clínico para indagar y ordenar estudios adicionales. Con-
forme aumenten tus habilidades clínicas, irás puliendo estas importantes destrezas
sociales y clínicas.
Con la práctica, harás frente al desafío de integrar los elementos esenciales de los cuida- F I G U R A 1 - 1 . La importancia de
dos clínicos: el escuchar con empatía; la capacidad para entrevistar pacientes de todas establecer una relación.
las edades, estados de ánimo y diferentes orígenes; las técnicas de exploración de los
diferentes sistemas corporales; los grados de afección; y, finalmente, el proceso de razo-
namiento clínico que lleve a un diagnóstico y un plan terapéutico. Trabajar siguiendo
estos pasos revelará las características multifacéticas del paciente que recibe la atención.
Paradójicamente, las destrezas que permiten valorar a todos los pacientes también dan
forma al cuadro clínico del ser humano único cuya atención te fue confiada. La explora-
ción física es más que un medio para buscar información y generar hipótesis sobre las
causas y sus pruebas. Es vital para la “formación de la relación médico-paciente, el inicio
de la colaboración terapéutica y el proceso de curación (fig. 1-2)”.1
F I G U R A 1 - 2 . Una exploración
física competente.
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En este capítulo, revisado para la nueva edición, se proporciona una guía para lograr
la competencia clínica en cuatro ámbitos críticos: la anamnesis; la exploración física; el
razonamiento, evaluación y plan clínicos; y la calidad del expediente clínico. Se describen
los componentes de la anamnesis y cómo organizar los antecedentes del paciente; se
provee un repaso de la exploración física realizada en secuencia, para asegurar
la comodidad del paciente, y se describen con brevedad las técnicas para cada uno de
sus componentes, desde la inspección general hasta la revisión del sistema nervioso.
También se incluyen el razonamiento, la evaluación y el plan clínicos, y el expediente
clínico de calidad. En el nuevo capítulo 2, sobre la valoración de las evidencias clíni-
cas, se proporcionan las herramientas analíticas para valorar los estudios, las guías y
las publicaciones clínicas, que aseguran que se lleve a cabo una mejor práctica profe-
sional y el aprendizaje clínico por toda la vida. En el capítulo 3, Anamnesis y antecedentes
médicos, se concluye con los fundamentos para realizar la exploración física, cuyas
técnicas aprenderás en los capítulos 4 a 17. Cada capítulo está basado en evidencias e
incluye citas de las publicaciones para fácil referencia, de manera que puedas conti-
nuar ampliando tus conocimientos. A partir del capítulo 4, en las secciones de Promo-
ción y asesoramiento sobre salud: evidencia y recomendaciones, se revisan las guías clínicas
actuales para los cuidados preventivos.
4 B AT E S . G U Í A D E E X P LO R A C I Ó N F Í S I C A E H I S TO R I A C L Í N I C A
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Es apropiada para el paciente que asiste por Es apropiada para los pacientes subsecuentes,
primera vez al consultorio o al hospital. en especial durante las consultas siste-
Proporciona los conocimientos fundamenta- máticas o de atención urgente.
les y personalizados respecto del paciente. Aborda las preocupaciones o los síntomas
Fortalece la relación médico-paciente. principales del paciente.
Ayuda a identificar o descartar causas físicas Hace la valoración de los síntomas limitados
relacionadas con las preocupaciones del a un aparato o sistema corporal específico.
paciente. Aplica métodos de exploración pertinentes
Genera una base para las valoraciones futuras. para estudiar el problema tan amplia y
Crea una plataforma para la promoción de cuidadosamente como sea posible.
la salud mediante la enseñanza y el aseso-
ramiento.
Favorece el desarrollo de la competencia en
las destrezas esenciales de la exploración
física.
Como se puede observar, en la evaluación completa o exhaustiva se hace más que evaluar
los aparatos o sistemas corporales. Constituye una fuente de conocimiento fundamental y
personalizado acerca del paciente, que refuerza la relación médico-paciente. La mayoría
de las personas que buscan atención médica tienen preocupaciones o problemas especí-
ficos. Una evaluación completa proporciona una base más amplia para valorar tales preo-
cupaciones y responder las preguntas del paciente.
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Durante la evaluación dirigida, se deben seleccionar los métodos relevantes para realizar
una evaluación exhaustiva del problema en cuestión. Los síntomas, la edad y los antece-
dentes de salud del paciente determinarán el alcance de la evaluación dirigida, al igual
que el conocimiento de los patrones de enfermedad. De todos los pacientes con faringitis,
por ejemplo, deberás decidir quién puede presentar mononucleosis infecciosa para jus-
tificar la palpación cuidadosa del hígado y el bazo, o, por el contrario, quién presenta
un resfriado común, susceptible de una exploración más dirigida de la cabeza, el cuello
y los pulmones. Más adelante en este capítulo se discute el razonamiento clínico que
subyace a tales decisiones y las guías.
¿Qué hay en cuanto a las evidencias más recientes acerca de la exploración física y su
relación con las pruebas de diagnóstico avanzadas? En algunos estudios realizados de
manera reciente se considera a los hallazgos de exploración física como pruebas de diag-
nóstico, y se ha empezado a validar su utilidad identificando sus características
mediante el teorema de Bayes y las herramientas basadas en evidencias, descritas a
detalle en el capítulo 2, Valoración de las evidencias clínicas.16,17 Con el transcurso del
tiempo, se espera que la “exploración clínica racional” mejore la toma de decisiones
de diagnóstico, en especial conforme se comprendan mejor las competencias nacio-
nales y las mejores prácticas de instrucción para desarrollar las destrezas de explora-
ción física.11,18 Mientras tanto, la exploración física conlleva “los beneficios intangibles
del mayor tiempo dedicado… a la comunicación con los pacientes”,18 una rela-
ción terapéutica única, diagnósticos más precisos, y valoraciones y planes de atención
más selectivos.1,11
6 B AT E S . G U Í A D E E X P LO R A C I Ó N F Í S I C A E H I S TO R I A C L Í N I C A
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Como se verá en el capítulo 3, Anamnesis y antecedentes médicos, cuando hables con los
pacientes, los antecedentes de salud obtenidos rara vez surgen en este orden. La entrevista
es más fluida; debes seguir de cerca las claves que te dé el paciente para recabar su
narración de la enfermedad, proporcionar empatía y reforzar la relación. Con rapidez
aprenderás a dónde llevar diferentes aspectos del relato del paciente en el formato más
formal de presentación oral y registro clínico. También aprenderás a transformar el len-
guaje y antecedentes del paciente en componentes de la anamnesis que sean familiares a
todos los miembros del equipo de atención médica. Esta reestructuración ayuda a organi-
zar el razonamiento clínico y proporciona un molde para ampliar la experiencia clínica.
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8 B AT E S . G U Í A D E E X P LO R A C I Ó N F Í S I C A E H I S TO R I A C L Í N I C A
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■ Cada síntoma principal deberá caracterizarse de forma adecuada e incluir sus Véase la discusión sobre los siete
siete atributos: (1) localización; (2) calidad; (3) cantidad o intensidad; (4) tempo- atributos de un síntoma en el capí-
ralidad, incluyendo inicio, duración y frecuencia; (5) contexto en el que se pre- tulo 3, Anamnesis y antecedentes
senta; (6) factores que lo han empeorado o aliviado y (7) manifestaciones médicos, pp. 65-108.
acompañantes. También es importante indagar los “datos positivos pertinentes” y
“datos negativos pertinentes”, obtenidos de las secciones de revisión de aparatos
y sistemas que sean relevantes para el motivo principal de la consulta. La presencia
o ausencia de estos síntomas adicionales ayuda a generar el diagnóstico diferencial,
que incluye los diagnósticos más probables que pueden explicar el estado del
paciente y, en ocasiones, los más graves, incluso cuando son menos probables.
■ Con frecuencia es importante otra información, como los factores de riesgo de arte-
riopatía coronaria en los pacientes con dolor de tórax, o los medicamentos de uso
actual en aquellos con síncope.
■ El padecimiento actual debe revelar las respuestas del paciente a sus síntomas y el
efecto que ha tenido la enfermedad en su vida. Siempre recuerda: los datos fluyen
espontáneamente desde el paciente, pero la tarea de la organización oral y escrita es tuya.
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■ Se deben registrar las alergias, incluidas las reacciones específicas a cada medicamento,
como exantema o náuseas, así como las correspondientes ante alimentos, insectos o
factores ambientales.
■ Se deberá investigar siempre el consumo de alcohol y fármacos, y a menudo es per- Veáse el capítulo 3, Anamnesis y ante-
tinente para el padecimiento actual. cedentes médicos, para las preguntas
sugeridas en cuanto al consumo de
Antecedentes personales alcohol y fármacos, pp. 65-108.
10 B AT E S . G U Í A D E E X P LO R A C I Ó N F Í S I C A E H I S TO R I A C L Í N I C A
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Poco a poco aprenderás a distribuir las preguntas personales y sociales durante la entre-
vista para que el paciente sienta más confianza para responderlas.
Inicia con una pregunta bastante general conforme abordes cada uno de los aparatos y
sistemas, y después cambia a otras más específicas para aquellos que pudiesen estar
afectados. Los ejemplos de preguntas de inicio son: “¿Cómo están sus oídos y audición?”,
“¿cómo están sus pulmones y respiración?”, “¿algún problema con su corazón?”, “¿cómo
está su digestión?”, ¿qué hay de su intestino?”. La necesidad de formular preguntas
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General: peso habitual y sus cambios recientes, ropa que se ajusta más apretada o suelta que
antes; debilidad, fatiga o fiebre.
Piel: exantemas, protuberancias, úlceras, prurito, sequedad, cambios de color; cambios en el
pelo o las uñas; cambios en el tamaño o el color de los lunares.
Cabeza, oídos, ojos, nariz y garganta:
Cabeza: cefalea, lesiones, mareos y somnolencia.
Ojos: visión, anteojos o lentes de contacto, fecha de la última exploración, dolor, enroje-
cimiento, lagrimeo excesivo, visión doble o borrosa, manchas, puntos negros, luces
destellantes, glaucoma, cataratas.
Oídos: audición, zumbidos, vértigo, dolor ótico, infección, secreción. Si la audición se
encuentra disminuida, el uso o no de auxiliares para tal efecto.
Nariz y senos paranasales: resfríos frecuentes, obstrucción nasal, secreción o prurito, fiebre
del heno, epistaxis, problemas sinusales.
Faringe (o boca y faringe): estado de los dientes y las encías, encías sangrantes, dentaduras
postizas, si acaso, y cómo se ajustan, fecha de la última exploración odontológica, len-
gua dolorida, boca seca, faringitis frecuentes, ronquera.
Cuello: “nódulos inflamados”, bocio, protuberancias, dolor o rigidez.
Mamas: protuberancias, dolor o malestar, secreción del pezón, resultados de la autoexploración.
Respiratorio: tos, esputo (color, cantidad): presencia de sangre o hemoptisis, disnea (dificul-
tad respiratoria), sibilancias, dolor con la respiración profunda (pleurítico), fecha de la
última radiografía de tórax. Puede incluir la indagación sobre asma, bronquitis, enfisema,
neumonía y tuberculosis.
(continúa)
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Cardiovascular: “problemas cardíacos”; presión arterial alta, fiebre reumática; soplos cardíacos;
dolor o malestar de tórax; palpitaciones; dificultad respiratoria; necesidad de uso de almoha-
das por la noche para facilitar la respiración (ortopnea); necesidad de sentarse por la noche
para facilitar la respiración (disnea paroxística); tumefacción de manos, tobillos o pies
(edema); resultados de los electrocardiogramas anteriores u otras pruebas cardiovasculares.
Digestivo: dificultad deglutoria, pirosis, apetito, náuseas. Evacuaciones intestinales: color y
dimensiones de las heces; cambio en los hábitos intestinales; dolor con la defecación, dolor
rectal o heces negras o alquitranadas; hemorroides; estreñimiento; diarrea. Dolor abdomi-
nal, intolerancia de alimentos, eructos o expulsión de gases excesivos, ictericia, problemas
de hígado o vesícula biliar; hepatitis.
Vascular periférico: dolor intermitente de las piernas con el ejercicio (claudicación); calambres
en las piernas; venas varicosas; coágulos previos en las venas; edema de pantorrillas, pier-
nas o pies; cambio de color en las puntas de los dedos durante el clima frío; edema con
enrojecimiento o hipersensibilidad.
Urinario: polaquiuria, poliuria, nicturia, micción imperiosa, ardor o dolor durante la micción,
presencia de sangre en la orina (hematuria), infecciones urinarias, dolor renal o de flanco,
cálculos renales, cólico ureteral, dolor suprapúbico, incontinencia; en los hombres, disminu-
ción del calibre o la fuerza del chorro urinario, dificultad para comenzar a orinar, goteo.
Genital: masculino: hernias, secreción o úlceras del pene, dolor o tumores testiculares, dolor
o edema del escroto, antecedente de una infección de transmisión sexual y su tratamiento.
Hábitos sexuales, interés, función, satisfacción, método de control natal, uso de condón y
problemas. Preocupaciones en cuanto a la infección por VIH. Femenino: edad de la menar-
quia, regularidad, frecuencia y duración de las menstruaciones, cantidad de la pérdida san-
guínea; pérdida de sangre entre períodos menstruales o después del coito, último período
menstrual, dismenorrea, tensión premenstrual, edad de la menopausia, síntomas de la
menopausia, hemorragia posmenopáusica. Si la paciente nació antes de 1971, exposición al
dietilestilbestrol (DES) por su uso materno durante el embarazo (vinculado con el carcinoma
cervicouterino). Secreción, prurito, úlceras o protuberancias vaginales, infecciones de trans-
misión sexual y su tratamiento. Número de embarazos, número y tipo de partos, número de
abortos (espontáneos e inducidos); métodos de control natal. Preferencia, interés, función
y satisfacción sexuales, y cualquier problema, incluida la dispareunia. Preocupaciones en
cuanto a la infección por VIH.
Musculoesquelético: dolor muscular o articular, rigidez, artritis, gota, lumbalgia. Cuando estén
presentes, describe su localización en las articulaciones o los músculos afectados, cualquier
edema, eritema, dolor, hipersensibilidad, rigidez, debilidad o limitación del movimiento o la
actividad; incluye el horario de los síntomas (p. ej., por la mañana o la tarde), su duración y
cualquier antecedente traumático. Dolor de cuello o lumbalgia. Dolor articular con sínto-
mas sistémicos, como fiebre, escalofríos, exantemas, anorexia, pérdida de peso o debilidad.
Psiquiátrico: nerviosismo, tensión, estado de ánimo, incluida la depresión, cambios en la
memoria, ideas suicidas, planes o intentos de suicidio. Asesoramiento previo, psicoterapia
o ingresos a servicios de psiquiatría.
Neurológico: cambios del estado de ánimo, la atención o la expresión verbal; cambios en la
orientación, la memoria, el discernimiento, el juicio; cefalea, mareos, vértigo, desvaneci-
mientos, pérdida del estado de vigilia; debilidad, parálisis, entumecimiento o pérdida de
sensibilidad; punzadas, temblores u otros movimientos involuntarios, convulsiones.
Hematológico: anemia, fácil aparición de hematomas o hemorragias, transfusiones previas,
reacciones a las transfusiones.
Endocrino: “problema tiroideo”, intolerancia al calor o el frío, sudoración excesiva, exceso
de sed o hambre, poliuria, cambio en el tamaño de los guantes o el calzado.
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Exploración
física completa
Inicio de la exploración:
acondicionamiento del entorno
Antes de empezar la exploración física en un adulto, dedica el tiempo necesario para Véase el capítulo 18, Evaluación pediá-
prepararte para esta tarea con antelación. Piensa respecto del abordaje del paciente, cómo trica: desde la lactancia hasta la ado-
hacerlo sentirse cómodo y relajado, y tu desempeño profesional. Revisa las medidas que lescencia, para antecedentes
promuevan el confort físico del paciente y haz cualquier ajuste necesario en el entorno. pediátricos amplios, pp. 799-925.
Los principiantes necesitan pasar más tiempo que los clínicos experimentados en algunas
partes de la exploración, como la del fondo del ojo o la de auscultación cardíaca. Para
evitar alarmar al paciente, prepáralo diciendo, por ejemplo: “me gustaría tomarme
un tiempo adicional para escuchar su corazón y sus ruidos cardíacos, pero eso no signi-
fica que perciba algo anormal, no se preocupe”.
Muchos pacientes enfrentan la exploración física con cierta ansiedad. Se sienten vulnera-
bles, físicamente expuestos, aprehensivos acerca de un posible dolor e incómodos en
cuanto a lo que el clínico pudiese encontrar. Al mismo tiempo, aprecian tu preocupación
respecto de su salud y responden a tu atención. Con esto en mente, el clínico diestro
es exhaustivo sin perder tiempo, sistemático pero flexible y cortés, y, no obstante, sin temor
de causar malestar si fuese necesario. El clínico diestro explora cada región del cuerpo y al
mismo tiempo percibe la totalidad del paciente, nota su mirada de estremecimiento y
preocupación, y comparte información para tranquilizarlo, le explica y da aliento.
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ocasiones puedes descubrir anomalías, como una tumoración ominosa o una ulceración
profunda. Evita mostrar desagrado, alarma u otras reacciones negativas.
Una buena iluminación y un ambiente tranquilo refuerzan lo que observas y oyes, pero
pueden ser difíciles de obtener. Haz lo mejor que puedas. Si un aparato de televisión
interfiere con la auscultación de los ruidos cardíacos, pide con amabilidad disminuir el
volumen al paciente que se encuentra cerca, y recuerda agradecerle cuando salga.
las olivas del tamaño apropiado, alineadas con los ángulos de tus conductos auditivos,
y ajusta el resorte del muelle para lograr un acoplamiento cómodo.
● Tubos de pared gruesa tan cortos como sea posible para llevar al máximo la transmisión
(continúa)
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● Tu meta es visualizar una región corporal en un momento dado, lo que respeta la intimidad
del paciente y te ayuda a centrarte en la región explorada.
● Con el paciente sentado, por ejemplo, desanuda la bata en el dorso para escuchar mejor
los pulmones.
● Para la exploración mamaria, descubre la mama derecha pero mantén la izquierda cubierta.
Vuelve a cubrir el lado derecho del tórax y después descubre el costado izquierdo y procede
a explorar la mama de ese lado y el corazón.
● Para la exploración abdominal, sólo debe exponerse el abdomen. Ajusta la bata para cubrir el
tórax y coloca una bata o cubierta a nivel inguinal. Para ayudar al paciente a prepararse para las
partes potencialmente molestas de la exploración, describe antes de forma breve lo que pla-
neas hacer, por ejemplo: “ahora voy a desplazar su bata de manera que pueda revisar el pulso
en la zona de la ingle” o “debido a que usted mencionó presentar irritación, voy a revisar su
región perirrectal”.
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gustaría explorar su corazón, así que por favor acuéstese” o “ahora voy a revisar su abdo-
men”. Si se prevé causar malestar o vergüenza, avisa al paciente con anticipación.
Precauciones estándar y ante casos de SARM. Se basan en el principio de que la sangre, los
líquidos corporales, las secreciones, las excreciones (excepto el sudor), la piel no íntegra
y las membranas mucosas pueden contener agentes infecciosos transmisibles. Las precau-
ciones estándar se aplican a todos los pacientes en cualquier contexto e incluyen higiene
de las manos (fig. 1-5); uso de equipo de protección personal (guantes, batas y protección F I G U R A 1 - 5 . El lavado de manos
para boca, nariz y ojos) (fig. 1-6); prácticas seguras de inyección; manejo seguro del es una precaución estándar.
equipo o superficies contaminados; higiene respiratoria y el protocolo para la tos; criterios
de aislamiento de pacientes; y precauciones con relación a equipos, juguetes, superficies
sólidas y manejo de la ropa para lavandería. Dado que se ha demostrado que las prácticas
de higiene de las manos disminuyen la transmisión de microorganismos resistentes a
múltiples fármacos, en especial SARM y Enterococos resistentes a vancomicina,19 a continua-
ción se incluyen las recomendaciones de higiene de los CDC. Las batas blancas y los este-
toscopios también portan bacterias y deben limpiarse con frecuencia.24,25
(continúa )
F I G U R A 1 - 6 . Equipo de
protección personal.
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2. Utiliza jabón y agua cuando las manos estén visiblemente sucias (p. ej., por sangre o
líquidos corporales), o después de atender a pacientes que se sospecha o se sabe pre-
sentan una diarrea infecciosa (p. ej., por Clostridium difficile, norovirus). De otra manera,
el método preferido de descontaminación de las manos es con un preparado a base de
alcohol para frotarlas.
Fuente: CDC. Guide to infection prevention in outpatient settings. Minimum expectations for safe
care. May 2011. Disponible en http://www.cdc.gov/HAI/settings/outpatient/outpatient-care-
guidelines.html. Consultado el 1 de marzo de 2015.
Inspección Observación estrecha de los detalles del aspecto, la conducta y los movi-
mientos del paciente, como su expresión facial, estado de ánimo, hábi-
tus exterior y condición física, los trastornos de la piel, como petequias
o equimosis, los movimientos oculares, el color faríngeo, la simetría del
tórax, la altura de las pulsaciones en la vena yugular, el contorno abdo-
minal, el edema de las extremidades inferiores y la marcha.
(continúa)
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Palpación Compresión táctil con las caras palmares de los dedos o sus yemas para
valorar la elevación o depresión de la piel, la temperatura o hipersensi-
bilidad, los ganglios linfáticos, los pulsos, los contornos y el tamaño de
órganos y tumoraciones, así como la crepitación articular.
Percusión Uso del dedo percutor, por lo general el tercero de la mano derecha, con
el fin de dar un rápido golpecito a la parte distal del dedo plexímetro,
por lo general el tercero de la mano izquierda, apoyado sobre la
superficie del tórax o abdomen, con el propósito de obtener una
onda sonora de resonancia o matidez proveniente de los tejidos
u órganos subyacentes. Este sonido también genera una vibración
táctil contra el dedo plexímetro.
Auscultación Uso del diafragma y la campana de un estetoscopio para detectar los rui-
dos característicos del corazón, los pulmones y los intestinos, inclu-
yendo localización, momento, duración, tono e intensidad. Respecto
del corazón, abarca los ruidos del cierre de las cuatro válvulas, los adi-
cionales de la irrigación sanguínea hacia las aurículas y los ventrículos,
y los soplos. La auscultación también permite la detección de soplos o
turbulencia en los vasos arteriales.
En general, procede de “la cabeza a los pies”. Por ejemplo, evita explorar los pies del
paciente antes de revisar su cara o boca. Con rapidez notarás que algunas partes de la
exploración se realizan mejor cuando el paciente está sentado, como los de cabeza y
cuello, así como los de tórax y pulmones, en tanto otros se llevan a cabo mejor en
decúbito supino, como el cardiovascular y el abdominal.
Conforme revises las técnicas de exploración en las siguientes páginas, observa que los
clínicos varían en cuanto a la posición donde realizan las diferentes partes de la explo-
ración, en especial la de los sistemas musculoesquelético y nervioso. Algunas de estas
opciones se indican en rojo en la columna derecha, donde también se señala como
sugerencia la posición del paciente durante las diversas partes de la exploración.
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Se recomienda a los estudiantes zurdos adoptar una posición al lado derecho del paciente,
incluso si parece incómoda. Pueden, no obstante, utilizar la mano izquierda para percutir
o para sujetar instrumentos, como el otoscopio o el martillo de reflejos.
Revisa la secuencia de la exploración física propuesta a continuación que cumple con las
tres metas: comodidad, cambios mínimos de posición del paciente y eficacia.
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del tórax con el paciente en decúbito supino. A continuación, hay que girar al paciente a
cada lado para escuchar los pulmones, revisar la espalda y hacer la inspección de la piel.
Gíralo de regreso y termina el resto de la exploración, nuevamente en posición supina.
Signos vitales. Toma la presión arterial. Obtén la frecuencia del pulso y la respira- El paciente está sentado en el borde
ción. Si está indicado, mide la temperatura corporal. de la cama o la mesa de exploración.
Párate frente a él o ella y desplázate
hacia cualquiera de sus lados, según
se requiera.
Piel. Observa la piel de la cara y sus características. Valora la humedad o sequedad y
su temperatura. Identifica cualquier lesión, señalando su localización, distribución, arre-
glo, tipo y color. Inspecciona y palpa su cabello y uñas. Estudia ambas superficies de
las manos del paciente. Continúa la evaluación de la piel conforme revisas las otras
regiones corporales.
Cabeza, ojos, oídos, nariz y garganta. Cabeza: explora el cabello, el cuero La habitación debe estar oscurecida
cabelludo, el cráneo y la cara. Ojos: determina la agudeza visual y realiza una revisión de para la exploración oftalmoscópica,
los campos visuales. Anota la posición de alineación de los ojos. Observa los párpados lo que facilita la dilatación de la
e inspecciona la esclerótica y la conjuntiva de ambos ojos. Con iluminación oblicua, pupila y la visibilidad de la retina.
revisa cada córnea, iris y cristalino (lente). Compara las pupilas y verifica sus reacciones
a la luz. Valora los movimientos extraoculares. Con un oftalmoscopio, inspecciona el
fondo ocular. Oídos: inspecciona orejas, conductos auditivos y tímpanos. Determina
la agudeza auditiva. Si la encuentras disminuida, revisa la lateralización (prueba de
Weber) y compara la conducción aérea y la ósea (prueba de Rinne). Nariz y senos para-
nasales: explora la cara externa de la nariz; con uso de una lámpara y un espejo nasal,
revisa la mucosa, el tabique y los cornetes nasales. Palpa en busca de hipersensibilidad
de los senos paranasales frontales y maxilares. Garganta (o boca y faringe): revisa
los labios, la mucosa bucal, las encías, los dientes, la lengua, el paladar, las amígdalas y la
faringe (puedes valorar los nervios craneales durante esta parte de la exploración).
Cuello. Inspecciona y la palpa los ganglios linfáticos cervicales. Señala cualquier Desplázate detrás del paciente sen-
tumoración o pulsación inusual en el cuello. Busca cualquier desviación de la tráquea. tado para percibir su glándula tiroides
Percibe los ruidos y el esfuerzo de la respiración del paciente. Inspecciona y palpa la y explorar la espalda, la cara posterior
glándula tiroides. del tórax y los pulmones.
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Mamas, axilas y nódulos epitrocleares. En el paciente de sexo femenino, La paciente aún está sentada. Traslá-
inspecciona las mamas con los brazos relajados, después elevados y, a continuación, date al frente otra vez.
con las manos haciendo presión sobre sus caderas. En individuos de ambos sexos lleva
a cabo la inspección de la zona de la axila y busca nódulos. También busca nódulos
epitrocleares.
Palpa las mamas mientras continúas tu inspección al mismo tiempo. La posición de la paciente es de decú-
bito supino. Pídele recostarse. Debe-
rás ubicarte en el lado derecho de la
cama.
Cara anterior del tórax y los pulmones. Inspecciona, palpa y percute el tórax.
Escucha los ruidos respiratorios, cualquiera de tipo accesorio y, si está indicado, los soni-
dos de la voz trasmitida.
Inspecciona y palpa el precordio. Señala su localización, diámetro, amplitud y duración Pide a la persona girar parcialmente
del impulso apical. Escucha en cada región de auscultación con el diafragma o estetos- hacia el lado izquierdo cuando auscul-
copio. Hazlo también en el ápice del borde esternal izquierdo con la campana. Escucha tes el ápice en busca de un R3 o este-
el primer y segundo ruidos cardíacos y cualquier desdoblamiento fisiológico del segundo nosis mitral. El paciente debe sentarse,
ruido. Ausculta en busca de cualquier ruido cardíaco o soplo anómalos. inclinarse hacia adelante y exhalar
mientras escuchas el soplo de la
regurgitación aórtica.
Abdomen. Realiza la inspección, auscultación y percusión del abdomen. Palpa de Baja la cabecera de la cama a la posición
forma superficial y después de manera profunda. Valora el hígado y el bazo por percusión, horizontal. El paciente deberá estar en
y después mediante palpación. Trata de palpar los riñones. Palpa la aorta y sus pulsaciones. decúbito supino.
Si sospechas una infección renal, percute en el dorso sobre los ángulos costovertebrales.
Miembros inferiores. Revísalos mediante la evaluación de los tres sistemas que se El paciente se encuentra en decúbito
mencionan más adelante mientras el paciente aún se encuentra en decúbito supino. Cada supino.
uno de estos aparatos y sistemas puede valorarse más ampliamente cuando el individuo
se pone de pie.
■ Sistema vascular periférico. Palpa los pulsos femorales y, si está indicado, también los
poplíteos. Palpa los ganglios linfáticos inguinales. Haz una inspección en busca de
edema, cambios de coloración o úlceras de los miembros inferiores. Palpa en busca
de edema con fóvea.
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■ Sistema nervioso. Valora el volumen, el tono y la fuerza de los músculos de los miem-
bros inferiores; también la sensibilidad y los reflejos. Señala cualquier movimiento
anómalo.
■ Órganos genitales y hernias en los hombres. Revisa el pene y el contenido del escroto,
y busca hernias.
Sistema nervioso. La exploración completa del sistema nervioso también puede El paciente se encuentra sentado o en
hacerse al final. Consta de cinco partes: estado mental, nervios craneales (que incluyen decúbito supino.
la exploración oftalmológica), sistema motor, sistema sensorial y reflejos.
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Exploración genital y rectal en los hombres. Realiza la inspección El paciente se ubica en decúbito late-
de las regiones sacrococcígea y perianal. Palpa el conducto anal, el recto y la próstata. ral izquierdo para la exploración rectal
Si el paciente no puede mantenerse de pie, evalúa los genitales antes de hacer el (o de pie y flexionado hacia adelante).
tacto rectal.
Exploración genital y rectal en las mujeres. Revisa los genitales exter- La paciente se encuentra en decúbito
nos, la vagina y el cuello uterino, en presencia de un acompañante cuando sea necesario. supino y posición de litotomía. Debes
Obtén una muestra para citología vaginal. Lleva a cabo la palpación manual de útero y estar sentado durante la exploración
anexos. Realiza la exploración rectal si está indicado. con el espejo vaginal, y después de
pie, para la exploración bimanual de
útero y anexos (y el recto si está indi-
cado).
Razonamiento, evaluación
y plan clínico
Una vez concluidas la anamnesis y la exploración física, se llega al paso crítico de formu-
lar la evaluación y el plan de atención (figs. 1-7 y 1-8). Con el uso de un razonamiento
clínico sólido, deberás analizar los hallazgos e identificar los problemas del paciente.
Debes compartir tus impresiones con él o ella, buscando cualquier preocupación y ase-
gurándote de que comprenda o esté de acuerdo con los pasos a seguir. Finalmente,
documenta los hallazgos en el expediente del paciente en un formato sucinto y legible, que
comunique sus antecedentes y datos de exploración física y el motivo de la evaluación y
plan de atención a otros miembros del equipo de atención a la salud. Al tomar decisiones
clínicas, recurrirás a las evidencias teniendo en cuenta la sensibilidad, la especificidad, el
valor predictivo y las herramientas analíticas que se detallan en el capítulo 2, Valoración
de las evidencias clínicas. F I G U R A 1 - 7 . Mantén una charla
con el paciente sobre su valoración.
La anamnesis y exploración física completa constituyen los fundamentos de la evaluación
clínica. Los datos subjetivos de la anamnesis y los datos objetivos de la exploración física,
así como las pruebas, son sobre todo descriptivos y relativas a hechos. Conforme se
avanza en la evaluación, se va más allá de la descripción y observación hasta al aná-
lisis y la interpretación de los datos. Se seleccionan y agrupan fragmentos relevantes
de información, se analiza su significado y se intentan explicar de manera lógica
utilizando los principios de la ciencia biopsicosocial y bioclínica. El proceso de
razonamiento clínico es medular para la forma en la que se interpreta la historia y la
exploración física, se aíslan los problemas identificados en la evaluación y se abordan
en el plan de acción (fig. 1-9).
El plan a menudo es amplio e incorpora la instrucción del paciente, los cambios en los
medicamentos, la necesidad de realizar pruebas, las derivaciones a otros clínicos y
las consultas posteriores para asesoramiento y respaldo. Sin embargo, un plan exitoso
incluye más que la descripción del abordaje sobre el problema. Abarca la respuesta del
paciente a los problemas identificados en las intervenciones de diagnóstico y el tratamiento
que se recomienda. Se requieren buenas destrezas interpersonales y sensibilidad res-
pecto de las metas del paciente, sus medios económicos, sus responsabilidades y la
estructura y dinámica familiares.
F I G U R A 1 - 8 . Comparte el plan.
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Identificar los hallazgos anómalos. Elabora una lista de los síntomas del
paciente, los signos observados durante la exploración física y cualquier informe de labo-
ratorio que se encuentre disponible.
Cuando localices hallazgos clínicos, sé tan específico como los datos lo permitan; sin
embargo, puedes centrarte en una región corporal, como el tórax, o un sistema corporal,
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como el musculoesquelético. Por otro lado, puedes definir la estructura exacta involu-
crada, como el músculo pectoral mayor izquierdo. Algunos síntomas y signos son cons-
titucionales y no se pueden localizar, como la fatiga y la fiebre, pero son útiles en el
siguiente conjunto de pasos.
■ Edad del paciente. Puede ser de utilidad; los adultos jóvenes tienen más probabi-
lidad de presentar una sola enfermedad, en tanto los de mayor edad tienden a
padecer varias.
■ Trastornos de varios aparatos y sistemas. Con la experiencia, se tornará cada vez más
fácil reconocer las enfermedades multiorgánicas y estructurar posibles explicaciones
que vinculen manifestaciones que aparentemente no están relacionadas. Para expli-
car la tos, la hemoptisis y la pérdida de peso en un plomero de 60 años que ha
fumado cigarrillos durante 40 años, tendrías al cáncer pulmonar en un rango alto
de probabilidad en el diagnóstico diferencial. Puedes respaldar tu diagnóstico con
la observación de los lechos ungueales cianóticos del paciente. Con la experiencia
y la lectura continua, reconocerás que sus otros síntomas y signos entran en el
mismo diagnóstico. La disfagia puede reflejar la extensión del cáncer al esófago,
la asimetría pupilar sugiere una compresión de la cadena simpática cervical y la
ictericia puede ser producto de las metástasis hepáticas. En otro ejemplo de enfer-
medad multisistémica, un hombre joven que acude con odinofagia, fiebre,
disminución de peso, lesiones púrpuras de la piel, leucoplasia, linfadenopatías
generalizadas y diarrea crónica, posiblemente presente el síndrome de inmunode-
ficiencia adquirida (sida). Deben explorarse con prontitud los factores de riesgo
relacionados.
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■ Preguntas clave. También puedes hacer una serie de preguntas clave para dirigir
el pensamiento por una trayectoria e ignorar temporalmente las otras. Por ejemplo,
puedes preguntar qué produce y alivia el dolor de tórax del paciente. Si la respuesta
es el ejercicio y el reposo, en ese orden, te puedes centrar en los sistemas cardio-
vascular y musculoesquelético, y dejar de lado el aparato digestivo. Si el dolor es más
epigástrico, ardoroso y se presenta sólo después de las comidas, lógicamente puedes
centrarte en el aparato digestivo. Una serie de preguntas discriminatorias te ayudarán
a analizar los datos clínicos y alcanzar explicaciones lógicas.
Otros problemas son fisiopatológicos, reflejan trastornos de las funciones biológicas, como
la insuficiencia cardíaca o la migraña. Algunos más pueden ser psicopatológicos, como los
trastornos del ánimo (p. ej., la depresión) o la cefalea, como expresión de un trastorno
de síntomas somáticos.
1. Seleccionar los hallazgos más específicos y críticos para respaldar las hipótesis. Si el
paciente informa de “la peor cefalea de su vida”, náuseas y vómitos, por ejemplo, y encuen-
tras alteraciones del estado mental, edema de papila y meningismo, estructura tu hipótesis
alrededor de un aumento de la presión intracraneal, más que de un trastorno digestivo.
2. Sopesar los hallazgos frente a todas las afecciones que pueden producirlos. Utilizando tu
conocimiento de las estructuras y los procesos involucrados, puedes relacionar el edema
de papila del paciente con una lista de trastornos que afectan la presión intracraneal,
o puedes comparar los síntomas y signos asociados con la cefalea del paciente con los
diversos trastornos infecciosos, vasculares, metabólicos o neoplásicos que pueden produ-
cir este cuadro clínico.
3. Eliminar las posibilidades de diagnóstico que no se explican con los hallazgos. Podrías consi-
derar la cefalea en racimos como la causa del dolor de cabeza de la Sra. N (véase el caso
de la Sra. N., pp. 30-36), pero descarta esta hipótesis porque no explica la localización
(continúa)
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Probar las hipótesis. Ahora que has estructurado una hipótesis relativa al pro-
blema de un paciente, te encuentras listo para probarla. Posiblemente necesites un
interrogatorio más amplio, maniobras en la exploración física o estudios de laboratorio
o radiográficos adicionales, para confirmar o descartar el diagnóstico presuntivo o aclarar
cuál de dos o tres posibles es el más probable. Cuando el diagnóstico parece claro, una
simple infección respiratoria alta o un caso de urticaria, por ejemplo, tal vez no sean
necesarios estos pasos.
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Otro tema prominente cada vez más frecuente en las listas de problemas es el manteni-
miento de la salud. Enumerar de manera sistemática el mantenimiento de la salud te permite
dar un seguimiento más eficaz de varias cuestiones importantes: vacunas, pruebas de
detección precoz (como mamografías o colonoscopias), instrucciones en cuanto a nutri-
ción y autoexploraciones mamarias o testiculares, recomendaciones sobre el ejercicio o el
uso de los cinturones de seguridad y las respuestas a sucesos vitales importantes.
Estructura un expediente clínico tan pronto como sea posible después de observar al F I G U R A 1 - 1 1 . Estructura un
paciente, antes de que los hallazgos desaparezcan de tu memoria. Al principio puedes expediente bien hecho.
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tomar notas, pero esfuérzate en el registro de cada parte de la anamnesis durante la entre- Véase un ejemplo de una nota de evo-
vista, dejando espacios en el formato para agregar detalles después. Anota la presión lución de la consulta de seguimiento
arterial, la frecuencia cardíaca y los datos anómalos importantes, para facilitar su recuerdo de la Sra. N. en la tabla 1-1, p. 41.
cuando concluyas el expediente, más tarde.
Casi toda información clínica está sujeta a errores. Los pacientes olvidan mencionar
síntomas, confunden los sucesos de su enfermedad, evitan volver a contar hechos emba-
razosos y pueden sesgar sus historias a lo que creen que el médico desea oír. Los médicos
clínicos malinterpretan las declaraciones de los pacientes, pasan por alto información,
dejan de hacer “la pregunta clave”, llegan prematuramente a conclusiones y diagnósticos,
u olvidan una parte importante de la exploración, como el examen de la retina en una
mujer con cefalea, lo que lleva a errores de diagnóstico,40-48 algunos de los cuales se
pueden evitar al adquirir los hábitos resumidos a continuación.
El caso de la Sra. N.
25/08/16 11:00 am
La Sra. N. es una vendedora viuda de 54 años de edad, amable, que reside en Española,
Nuevo México.
Derivaciones. Ninguna
Origen y confiabilidad. Acude por decisión propia; parece confiable.
Motivo principal de la consulta
“Me duele la cabeza”.
Padecimiento actual
La Sra. N. informa de problemas crecientes con cefaleas frontales en los últimos 3 meses,
que suelen ser bilaterales, palpitantes y de intensidad leve a moderada. Se ha ausentado
del trabajo en varias ocasiones por las náuseas y los vómitos asociados. Ahora, las cefaleas
se presentan en promedio una vez por semana, por lo general, relacionadas con el estrés y
(continúa)
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duran 4-6 h. Se alivian con el sueño y colocando una toalla húmeda sobre su frente.
Obtiene poco alivio con el ácido acetilsalicílico. No hay cambios asociados con la visión,
déficits sensitivomotores o parestesias.
Presentó cefalea con náuseas y vómitos a partir de los 15 años de edad, que recurrió hacia
la mitad de la tercera década de la vida; después disminuyó a una cada 2 o 3 meses hasta casi
desaparecer.
Informa un aumento de la presión en el trabajo por un supervisor demandante; también
tiene preocupación por su hija (ver Antecedentes personales y sociales). Considera que sus cefa-
leas pueden ser como las previas, pero desea asegurarse porque su madre presentó una antes
de morir por un ictus. También está preocupada porque sus cefaleas interfieren con su trabajo
y la ponen irritable con su familia. Come tres veces y bebe tres tazas de café al día e ingiere té
por la noche.
Medicamentos. Paracetamol, 1-2 comprimidos cada 4-6 h, por razón necesaria.
“Diurético” en el pasado por edema de tobillos, ninguno recientemente.
Alergias. La ampicilina le produce exantema.
Tabaco. Fuma casi 1 paquete de cigarrillos al día desde los 18 años (36 paquetes/año).
Alcohol/drogas. Bebe vino en raras ocasiones. No usa drogas ilícitas.
Antecedentes
Enfermedades en la infancia: sarampión, varicela. No presentó escarlatina o fiebre reumática.
Enfermedades de adultos: médicas: pielonefritis en 1998, con fiebre y dolor de flanco dere-
cho, tratada con ampicilina; presentó un exantema generalizado con picazón varios días
después. Los informes de las radiografías fueron normales; no hubo recurrencias de la
infección.
Quirúrgicos: amigdalectomía a los 6 años; apendicectomía a los 13 años. Sutura por lace-
raciones en el 2001 después de pararse sobre un vidrio.
Ginecoobstétricas: G3P3A0V3, con partos vaginales normales. Tres hijos vivos. Menarquia Gestaciones (G), partos (P), abortos o
a la edad de 12 años. Última menstruación hace 6 meses. Poco interés por la actividad nacidos muertos (A) y nacidos vivos
sexual, que no tiene. Ninguna preocupación en cuanto a la infección por VIH. (V): G3P3A0V3
Psiquiátricas: ninguna.
Mantenimiento de la salud: vacunas: de poliomielitis oral, no recuerda el año; del tétanos
× 2, 1982, seguida por un refuerzo 1 año después; contra la gripe en el 2000, sin reacciones.
Pruebas de detección precoz: última citología vaginal en el 2014, normal. Ninguna mamo-
grafía hasta la fecha.
Presión
arterial Lactancia
alta 67 58 54
Infarto de
miocardio
Migrañas Cefaleas
33 31 27
Indica al paciente
Difunto, de sexo masculino
Difunto, de sexo femenino
Vivo, de sexo masculino
Vivo, de sexo femenino
(continúa)
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Urinario: sin polaquiuria, disuria, hematuria o dolor de flanco recientes; nicturia 1×, de
gran volumen. *En ocasiones expulsa orina cuando tose.
Genital: no hay infecciones vaginales o pélvicas. Sin dispareunia.
Vascular periférico: aparecieron venas varicosas en ambas piernas durante el primer
embarazo. Durante 10 años tuvo edema de tobillos después de la bipedestación prolon-
gada; utiliza medias de soporte elástico leve; empleó un “diurético” hace 5 meses, pero no
la ayudó mucho; no hay antecedentes de flebitis o dolor de piernas.
Musculoesquelético: lumbalgia leve, a menudo al final del día laboral; sin radiación a las
piernas; hacía ejercicios dorsales, pero ahora ya no; no presenta otros dolores articulares.
Psiquiátrico: sin antecedente de depresión o tratamiento de trastornos psiquiátricos
(veáse también Padecimiento actual, Antecedentes personales y sociales).
Neurológico: sin desmayos, convulsiones, pérdida motora o sensorial. Buena memoria.
Hematológico: excepto por la hemorragia de encías, no presenta pérdida sanguínea con
facilidad. Sin anemia.
Endocrino: no sabe de trastornos tiroideos o de intolerancia al calor o frío. No hay sínto-
mas o antecedentes de diabetes.
EXPLORACIÓN FÍSICA
La Sra. N es una mujer de edad madura con sobrepeso y baja estatura, animada y que res-
ponde con rapidez a las preguntas. Se encuentra algo tensa, con manos húmedas y frías. Su
cabello está bien arreglado, con buena coloración y se acuesta en decúbito dorsal sin
molestias.
Signos vitales: estatura (sin zapatos) 157 cm, peso (vestida) 65 kg, índice de masa corporal
(IMC) 26, TA 164/98 en el brazo derecho en posición supina; 160-96 en el brazo izquierdo,
en la misma posición; 152/88 en el brazo derecho en posición supina con un manguito
ancho. Frecuencia cardíaca (FC) 88, con latidos regulares. Frecuencia respiratoria (FR) 18.
Temperatura (oral) 37 ºC.
Piel: palmas frías y húmedas, pero con buena coloración. Angiomas capilares dispersos
sobre la parte alta del tronco. Uñas sin hipocratismo o cianosis.
Cabeza, ojos, oídos, nariz, garganta: cabeza: cabello de textura promedio. Cuero cabelludo
sin lesiones, normocéfala, sin traumatismos (NC/AT). Ojos: visión 20/30 en ambos ojos.
Campos visuales llenos por confrontación. Conjuntivas rosadas; escleróticas blancas. Pupi-
las de 4 mm con constricción a 2 mm, redondas, regulares, isorreflécticas a la luz. Movi-
mientos extraoculares intactos. Bordes del disco óptico bien definidos, sin hemorragias o
exudados. Sin estenosis arteriolar o cruces A-V. Oídos: el cerumen oculta parcialmente la
membrana timpánica (MT) derecha; conducto auditivo izquierdo limpio, MT con cono lumi-
noso adecuado. Buena agudeza a los susurros. Prueba de Weber en línea media. Conduc-
ción aérea (CA) > conducción ósea (CO). Nariz: mucosa rosada, tabique en la línea media.
Sin hipersensibilidad de senos paranasales. Boca: mucosa bucal rosada. Varias papilas inter-
dentarias hiperémicas ligeramente hinchadas. Buena dentición. Lengua en la línea media
con una úlcera poco profunda de 3 × 4 mm sobre una base roja en la cara inferior, cerca de
la punta; hipersensible pero no indurada. Ausencia de amígdalas. Faringe sin exudados.
Cuello: flexible. Tráquea en la línea media. Istmo tiroideo apenas palpable, no se perci-
ben sus lóbulos.
Ganglios linfáticos: pequeños (< 1 cm), blandos, no hipersensibles y ganglios amigdalinos
y cervicales posteriores móviles a ambos lados. No hay ganglios axilares o epitrocleares.
Varios ganglios inguinales pequeños a ambos lados, blandos y no hipersensibles.
Tórax y pulmones: tórax simétrico con desplazamiento adecuado. Pulmones resonantes.
Murmullos vesiculares sin ruidos adicionales. Los diafragmas descienden 4 cm en
ambos lados.
(continúa)
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Cardiovascular: presión venosa yugular 1 cm por arriba del ángulo esternal, con la cabe-
cera de la mesa de exploración elevada 30º. Pulsos carotídeos ascendentes enérgicos, sin
soplos. Impulso apical discreto y apenas palpable en el 5.º espacio intercostal izquierdo,
8 cm por fuera de la línea media esternal. R1 y R2 adecuados; sin R3 o R4. Soplo mesosistó-
lico II/IV de tono intermedio en el segundo espacio intercostal derecho; no se irradia al
cuello. No hay soplos diastólicos.
Mamas: péndulas, simétricas. Sin tumoraciones; pezones sin secreción.
Abdomen: protuberante. Herida bien cicatrizada en el cuadrante inferior derecho. Ruidos
intestinales activos, sin hipersensibilidad o tumoraciones. El hígado se encuentra a 7 cm de la
línea medioclavicular derecha; borde liso, palpable 1 cm debajo del borde costal. No se palpan
bazo ni riñones. No hay hipersensibilidad en el ángulo costovertebral.
Genitales: externos sin lesiones. Cistocele leve en el introito al pujar. Mucosa vaginal de
color rosado. Cuello uterino rosado, de multípara y sin secreciones. Útero anterior, en la
línea media, liso, sin aumento de volumen. No se palpan anexos por obesidad y mala relaja-
ción. No hay hipersensibilidad cervical o de anexos. Se tomó muestra para citología vaginal.
Pared rectovaginal intacta.
Recto: válvula rectal sin tumoraciones. Heces color café, negativas para sangre rectal.
Extremidades: tibias y sin edema. Pantorrillas suaves, no hipersensibles.
Vascular periférico: mínimo edema en ambos tobillos. Varicosidades moderadas de las venas
safenas de ambas extremidades inferiores. No hay pigmentación o úlceras por estasis. Pulso
(2 + = enérgico o normal):
Tibial
Radial Femoral Poplíteo Pedio posterior
Derecho 2+ 2+ 2+ 2+ 2+
Izquierdo 2+ 2+ 2+ Ausente 2+
++ ++
++ ++
++ +_+ +_+ ++
++ ++
++ ++
+ +
(continúa)
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EVALUACIÓN Y PLAN
1. Migrañas: mujer de 54 años de edad que tiene migrañas desde la infancia con un patrón
vascular pulsátil, náuseas y vómitos frecuentes. Las cefaleas se vinculan con estrés y se
alivian con descanso y compresas frías. No hay edema de papila o déficits motores o sen-
sitivos en la exploración neurológica. El diagnóstico diferencial incluye cefalea tensional,
también vinculada con el estrés, pero no hay alivio con el masaje y el dolor es más bien
pulsátil que continuo. No hay fiebre, cuello rígido o datos de focalización que sugieran
meningitis y su patrón recurrente de toda la vida hace poco probable la hemorragia suba-
racnoidea (por lo general descrita como “la peor cefalea de la vida”).
Plan:
● Analizar las manifestaciones de la migraña en comparación con las de la cefalea
tensional.
● Comentar el tratamiento de biorretroalimentación (biofeedback) y para el estrés.
bebidas carbonatadas.
● Iniciar fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para la cefalea, por razón
necesaria.
● Si se necesita, en la siguiente consulta iniciar medicamento profiláctico si las cefaleas
● Discutir respecto de los programas para la disminución de peso y ejercicio (ver # 4).
(continúa)
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el estrés.
● Explorar las fuentes de respaldo, incluyendo Alcohólicos Anónimos para la hija
y un asesoramiento financiero para la paciente.
Continuar vigilando en busca de depresión.
●
a un gabinete con cerradura por arriba de la altura de los hombros. Urgir a la paciente a
trasladar el revólver y los cartuchos a un gabinete para armas cerrado.
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A continuación, se proporciona una lista de problemas de la Sra. N. Tal vez desees asignar
un número a cada problema y usarlo para referirse a problemas específicos en las notas
subsiguientes.
Los médicos clínicos organizan la lista de problemas de manera diferente, incluso para
el mismo paciente. Los problemas pueden corresponder a síntomas, signos o antece-
dentes médicos, como ingresos hospitalarios, intervenciones quirúrgicas o diagnósticos.
Es posible elegir entradas diferentes a las antes mencionadas. Las listas bien hechas
varían en énfasis, longitud y detalle, dependiendo de la filosofía del clínico, su espe-
cialidad y su participación como proveedor de atención de la salud. Algunos clínicos
encontrarían esta lista muy prolongada. Otros serían más explícitos en cuanto a “estrés
familiar” o “venas varicosas”.
La lista presentada incluye problemas que necesitan atención inmediata, como la migraña
de la Sra. N, así como otros que necesitan observación y atención futuras, como su pre-
sión arterial y cistocele. El incluir la alergia a la ampicilina te recuerda no prescribir
medicamentos de este tipo. Algunas manifestaciones, como las úlceras bucales y las
heces duras, no aparecen en esta lista, porque son menores y no requieren atención
durante esta consulta. Las listas de problemas con muchos aspectos relativamente insig-
nificantes sólo distraen. Si tales síntomas aumentan en importancia, se pueden agregar
en una consulta posterior.
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Hígado 6 cm Bazo 4 cm
debajo del borde debajo del borde
costal derecho costal izquierdo
durante la
inspiración
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Para asegurar valoraciones precisas y comparaciones futuras, haz las mediciones en centí-
metros, no en frutos, semillas o vegetales.
● “Ganglio linfático de 1 × 1 cm” frente a “ganglio linfático del tamaño de un garbanzo…”
● O “masa de 2 × 2 cm del lóbulo izquierdo de la próstata” frente a “masa prostática del
tamaño de una nuez”.
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Un mes después, la Sra. N. acude a su consulta de seguimiento. El formato de la nota de evolución del consultorio o el hospital es
bastante variable, pero debe cumplir los mismos estándares que la evaluación inicial: ser clara, suficientemente detallada y fácil de
seguir; reflejar su razonamiento clínico; y delinear su evaluación y plan. Asegúrate de aprender el estándar para la documentación
de las notas en tu institución, porque esto puede afectar el detalle y el tipo de información necesarios en las notas de evolución.
La nota que se muestra a continuación sigue el formato SOAP: Subjetivo, Objetivo, Análisis y Plan. Es posible que veas otros estilos,
algunos dirigidos al expediente “centrado en el paciente”.49 Las cuatro categorías de una nota SOAP están implícitas y no se mencio-
nan, como en el siguiente caso.
o dos migrañas al mes con náuseas leves, pero son menos in- presenta menos de tres cefaleas por mes y se siente
tensas y, en general, se alivian con AINE. Niega fiebre, rigidez mejor.
de nuca, cambios visuales relacionados, déficits sensitivomo- ■ Ratificar la necesidad de dejar de fumar y continuar
alrededor de 150/90. Camina 30 min tres veces por semana en de respaldo para disminuir el estrés.
el vecindario y ha disminuido su ingestión calórica diaria. No ha 2. Presión arterial alta: la presión se mantiene elevada en
podido dejar de fumar. Estuvo haciendo ejercicios de Kegel, 150/90.
pero aún tiene leve pérdida urinaria ante la tos o la risa. ■ Iniciar tratamiento con un diurético.
63 kg. IMC 26. TA 150/90. FC 86 y regular. FR 16. Afebril. ■ Continuar los ejercicios de Kegel.
Piel: Sin nevos sospechosos. Cabeza, ojos, oídos, nariz 4. Sobrepeso: ha bajado ~1.8 kg.
y garganta: normocéfala, atraumática. Faringe sin exudados. ■ Continuar el ejercicio.
Cuello: flexible, sin tiromegalia. Ganglios linfáticos: sin linfa- ■ Revisar los antecedentes alimentarios; reforzar
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REFERENCIAS
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2
C A P Í T U L O
Valoración de las
evidencias clínicas
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para reforzar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Bates. Guía visual para la exploración física (todos los volúmenes)
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
espanol-Bickley_12e
La excelencia en toda atención clínica requiere integrar la experiencia clínica, las prefe-
rencias del paciente y las mejores evidencias clínicas disponibles.1
Experiencia
clínica
Evidencias Preferencias
de investigación del paciente
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Validez
El paso inicial para valorar una prueba de diagnóstico consiste en determinar si provee
resultados válidos. ¿Permite la prueba identificar con precisión que un paciente presenta una
enfermedad? Ello implica compararla con un estándar ideal o de referencia, el mejor pará-
metro que indica que un paciente presenta la enfermedad, que pudiese ser una biopsia
para valorar una masa pulmonar, un examen psiquiátrico estructurado para la depresión
o una colonoscopia ante un resultado positivo de una prueba de sangre oculta en heces.
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Estructuración de la tabla de 2 × 2
Estándar ideal: Estándar ideal:
presencia de enfermedad ausencia de enfermedad
Prueba con resul- a b
tado positivo Positivo real Falso positivo
Sensibilidad y especificidad
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● El valor predictivo positivo (VPP) es la probabilidad de que una persona con un resul-
tado positivo de una prueba presente la enfermedad; se representa como a/(a + b) de
la fila de tal resultado en la tabla de 2 × 2.
Se encuentra un ejemplo de esta estadística en la detección del cáncer de próstata
(véase capítulo 15, p. 612), donde un hombre con un valor de antígeno prostático
específico (APE) mayor de 4.0 ng/mL tiene una probabilidad de sólo el 30% de
padecerlo, con base en el resultado de una biopsia.5
● El valor predictivo negativo (VPN) es la probabilidad de que una persona con un
resultado negativo de la prueba no presente la enfermedad; se representa como
d/(c + d) en la fila de tal resultado en la tabla de 2 × 2.
Entre los hombres con una cifra de APE de 3.0 ng/mL o menor, en el 85% se observa
ausencia de cáncer en la biopsia.6
Resultado a b
positivo 90 90 180
Resultado c d
negativo 10 810 820
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Resultado a b
positivo de la 9 99 108
prueba
Resultado c d
negativo de 1 891 892
la prueba
Total 10 990 1 000
Cocientes de verosimilitudes. Por suerte, hay otras formas para valorar el desem-
peño de una prueba de diagnóstico con la que se puede contar para la variante preva-
lencia de enfermedad observada en diferentes poblaciones de pacientes. Una forma
consiste en usar el cociente de verosimilitudes (likelihood ratio), definido como la proba-
bilidad de obtener un resultado determinado de una prueba en un paciente enfermo,
dividida entre la correspondiente en uno no enfermo.3,7 El cociente de verosimilitudes
indica el grado en que el resultado de un estudio cambia la probabilidad preprueba de
presentar la enfermedad (prevalencia), respecto de la probabilidad posprueba.
En el caso más simple, se asume que el resultado de la prueba es positivo o negativo. Por
lo tanto, el cociente de verosimilitudes de un resultado positivo de la prueba corresponde a la
división de la probabilidad de un resultado positivo en una persona enferma entre
la de obtenerlo en una que no lo está. A partir de la tabla de 2 × 2 se observa que esto es
lo mismo que el resultado de dividir la frecuencia de positivos reales (sensibilidad) entre la
tasa de positivos falsos (1 – especificidad). Un valor más alto (mucho mayor que 1)
indica que es mucho más probable que el resultado positivo de una prueba provenga
de una persona enferma que de una que no lo está, lo que aumenta nuestra con-
fianza de que quien lo presente padezca la enfermedad.
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Por ejemplo, una prevalencia del 1% representa la probabilidad preprueba; esto signi-
fica que los momios preprueba son de 0.01/0.99 o 0.01. El cociente de verosimilitudes
de un resultado positivo de la prueba es la sensibilidad (1 – especificidad), que corres-
ponde a 90%/9% = 10. Los momios preprueba se multiplican por este cociente de
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verosimilitudes (0.01 × 10) para obtener los momios posprueba de 0.10. Los momios
posprueba se convierten [0.1/(1 + 0.1)] en una probabilidad posprueba de alrededor
del 9%.
0.1 99
0.2 98
0.5 95
2000
1 1000 90
500
2 200
80
100
50 70
5
20 60
10 50
10
5
40
2
20 30
1
30 0.5 20
40 0.2
10
50 0.1
60 0.05
5
70 0.02
0.01
80
0.005 2
0.002
90
0.001 1
0.0005
95 0.5
98 0.2
99 0.1
Probabilidad Cociente de Probabilidad
preprueba (%) probabilidades posprueba (%)
F I G U R A 2 - 3 . Nomograma de Fagan (adaptado con autorización de Fagan TJ. Letter: nomogram for
Bayes theorem. N Engl J Med. 1975;293:257).
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Positivo 9 89 98
Negativo 1 901 902
10 990 1 000
Datos obtenidos de Gigerenzer G. What are natural frequencies? BMJ. 2011;343:d6386.
Reproducibilidad
Coeficiente kappa (κ). Otra característica de las pruebas de diagnóstico es su
reproducibilidad.3 Un aspecto importante de la valoración de los elementos de diag-
nóstico de la anamnesis y la exploración física es la determinación de la reproducibili-
dad de los hallazgos para el diagnóstico de un trastorno clínico. Cuando, por ejemplo,
dos médicos clínicos exploran a un paciente, tal vez no siempre concuerden res-
pecto de la presencia de un hallazgo determinado, lo que hace surgir la pregunta de
si es útil para el diagnóstico de un trastorno clínico. Por azar, si muchos pacientes
están siendo examinados, habrá un cierto grado de concordancia entre los dos médicos.
La comprensión de si hay concordancia más allá del azar, no obstante, es importante
para determinar si el dato es suficientemente útil para respaldar una toma de decisión
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Concordancia esperada por azar Posible concordancia superior a la presente por azar
50%
F I G U R A 2 - 4 . Coeficiente κ (adaptado con autorización de McGinn T, Wyer PC, Newman TB, et al. Tips for learners of
evidence-based medicine: 3. Measures of observer variability [kappa statistic]. CMAJ. 2004;171:1369–1379).
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PROMOCIÓN DE LA SALUD
Promoción de la salud
En este libro encontrarás secciones de promoción de la salud, donde se hacen recomenda-
ciones para la prevención primaria (intervenciones diseñadas para prevenir enfermedades)
así como para la prevención secundaria (pruebas de detección diseñadas para encontrar
enfermedades o procesos patológicos en una etapa temprana, asintomática). El motivo
para promover la prevención secundaria es que el tratamiento de la enfermedad en una
etapa temprana suele ser más eficaz que en una posterior. Estas recomendaciones
de promoción de la salud se basan en las guías emitidas por organizaciones de profesio-
nales. Se destacan las guías que se basan en evidencias, como las emitidas por el U.S.
Preventive Services Task Force (USPSTF),13 que consideran la calidad de la evidencia y
la solidez de la recomendación para proveer o evitar una intervención.14 Las recomen-
daciones más sólidas de promoción de la salud se basan en los resultados de
los estudios aleatorizados controlados (o la síntesis de varios de estos estudios)
del tratamiento o la prevención.
Revisiones
sistemáticas
Estudios pareados
F I G U R A 2 - 5 . Pirámide de evidencias (adaptado con autorización de Sackett DL, Straus SE, Richardson
WS et al. Evidence-Based Medicine: How to Practice and Teach EBM. 2nd ed. Edinburgh: Churchill Livingstone; 2000).
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VALORACIÓN CRÍTICA
Valoración crítica
Durante tu entrenamiento en atención sanitaria es indispensable que aprendas el proceso
de valoración crítica de las publicaciones clínicas, para poder interpretar los nuevos estu-
dios y guías conforme aparezcan durante tu carrera profesional.
Sesgo de selección
● Ocurre cuando los grupos de comparación presentan diferencias sistemáticas en sus
características basales que pueden afectar el resultado del estudio.
● Crea problemas en la interpretación de las diferencias observadas en los resultados
porque puede provenir de diferencias basales o de las intervenciones entre los grupos.
● La asignación aleatorizada de los sujetos que serán intervenidos constituye el mejor
abordaje para disminuir al mínimo este sesgo.
Sesgo de desempeño
● Ocurre cuando hay diferencias sistemáticas en la atención que recibieron los grupos
de comparación (diferentes a los de intervención).
● Crea problemas en la interpretación de las diferencias entre los resultados.
● El enmascaramiento de los sujetos y proveedores de la intervención es el mejor
abordaje para reducirlo al mínimo.
(continúa )
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VALORACIÓN CRÍTICA
Sesgo de detección
● Ocurre cuando hay diferencias sistemáticas en los esfuerzos por diagnosticar
o precisar un resultado.
● El enmascaramiento de los evaluadores de resultados (asegurando que no tengan
conocimiento de la intervención de que fue objeto el sujeto) constituye el mejor
abordaje para disminuirlo al mínimo.
Sesgo de deserción
● Ocurre cuando hay diferencias sistemáticas en los grupos de comparación en cuanto
al número de sujetos que no concluyen el estudio.
● No tomar en cuenta estas diferencias puede llevar a un cálculo incorrecto de la eficacia
de una intervención.
● El uso de un análisis de intento de tratamiento, donde se considera a todos los sujetos
que se asignaron a un grupo de comparación independientemente de que fuesen objeto
o concluyesen la intervención o no, puede disminuir al mínimo este sesgo.
Resultados
Valoración del desempeño de una intervención de tratamiento o preven-
ción. Otros aspectos que se deben considerar en la valoración de la calidad de las
publicaciones incluyen los resultados y su generalizabilidad. Ya se han analizado los resul-
tados de los estudios sobre las pruebas de diagnóstico. Las guías para la prevención de la
salud suelen basarse en estudios clínicos de tratamiento o prevención, cuyos resultados
también se calculan a partir de una tabla de 2 × 2, donde las columnas corresponden a
si el sujeto presentó el resultado y las filas a si fue objeto de (o estuvo expuesto a)
la intervención. Los análisis estadísticos utilizados para describir el desempeño de una
intervención de tratamiento o prevención incluyen riesgo relativo, diferencias de
riesgo relativo (pueden corresponder a disminución o aumento, refl ejo de beneficio
o daño), diferencias de riesgo absoluto (pueden corresponder a disminución o
aumento, refl ejo de beneficio o daño), número necesario de pacientes para el trata-
miento, y el correspondiente para el daño.18
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VALORACIÓN CRÍTICA
CardioProtect 10 90 100
CareStandard 30 70 100
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VALORACIÓN CRÍTICA
Resultados generalizables
El último punto a considerar cuando se valora la calidad de las publicaciones es si los
resultados son generalizables (p. ej., si se pueden aplicar a sus pacientes). A fin de
determinarlo, primero se necesita ver los datos demográficos de los sujetos del estudio
(p. ej., edad, sexo, grupo poblacional, estado socioeconómico, condiciones clínicas).
A continuación, se debe determinar si los datos demográficos son suficientemente simi-
lares a los de tu paciente, para que los resultados sean aplicables. También necesitas
evaluar si la intervención es factible en tu contexto. ¿Cuentas con la experiencia, tecnología
y capacidad clínica para ofrecer la intervención? De suma importancia, necesitas conside-
rar el rango de los beneficios y daños potenciales vinculados con la intervención y decidir
si es aceptable para tu paciente.
Recomendaciones de guías
Hay muchos abordajes para calificar la solidez de las recomendaciones y se discutirán
varios de los sistemas de graduación.
Las evidencias de alta calidad, de que el beneficio de una intervención rebasa al daño,
justifican una recomendación sólida y sugieren que es poco probable que la investigación
adicional cambie la confianza en el efecto calculado. Mientras tanto, la incertidumbre
acerca de la relación riesgo-beneficio (p. ej., por evidencias de baja calidad o por riesgos
y beneficios de fuerza similar) conducen a una recomendación débil.
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MÁS ADELANTE
Más adelante
En este capítulo se presenta el concepto de la práctica clínica basada en evidencias y se
muestra cómo llevar las evidencias clínicas al cuidado de los pacientes. Las maniobras de
exploración física y los elementos de la historia clínica se pueden considerar como pruebas
de diagnóstico y se ha mostrado cómo valorar su desempeño. En el resto de la obra se
proveerá información adicional sobre el desempeño diagnóstico. También se abordarán las
evidencias que dan fundamento a las guías clínicas y la forma en que una buena guía deberá
determinarlas e indicar la solidez de las recomendaciones para implementar una inter-
vención. Se proveerá tal información cuando se describan las guías en las secciones de
Promoción y asesoramiento sobre salud de cada uno de los capítulos de exploración regional.
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En el USPSTF se define la certidumbre como la “probabilidad de que la valoración del beneficio neto de un servicio preventivo por el USPSTF sea correcta”. El
beneficio neto se define como el bien alcanzado menos el daño, por el servicio preventivo implementado en una población general de atención primaria.
Fuente: Grade Definitions. U.S. Preventive Services Task Force. Octubre 2014. http://www.uspreventiveservicestaskforce.org/Page/Name/grade-definitions.
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Conforme se dispone de más información, la magnitud o dirección del efecto observado pueden
cambiar y esa modificación tal vez sea lo suficientemente grande para alterar la conclusión.
Bajo Las evidencias disponibles son insuficientes para valorar los efectos sobre los resultados para la
salud. Las evidencias son insuficientes porque:
■ El número o tamaño de los estudios es limitado.
Una mayor información puede permitir el cálculo de los efectos sobre los resultados para la salud.
Fuente: Update on Methods: Estimating Certainty and Magnitude of Net Benefit. U.S. Preventive Services Task Force. Febrero 2014.
http://www.uspreventiveservicestaskforce.org/Page/Name/update-on-methods-estimating-certainty-and-magnitude-of-net-benefit.
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Fuente: Guyatt G, Gutterman D, et al. Grading strength of recommendations and quality of evidence in clinical guidelines: report from an American college of
chest physicians task force. Chest. 2006;129(1):174.
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REFERENCIAS
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3
C A P Í T U L O
Anamnesis y antecedentes
médicos
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para reforzar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Bates. Guía visual para la exploración física (todos los volúmenes)
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
espanol-Bickley_12e
Relacionarse de manera eficaz con los pacientes es una de las destrezas más valoradas de
la atención clínica. Para el paciente, “una percepción de conexión [...] de ser escuchado
y comprendido [...] es el objetivo de la curación”.1 Para el médico clínico, esta relación
más profunda enriquece las recompensas de la atención de los pacientes.2-4 También se
ha demostrado que una comunicación paciente-médico de alta calidad mejora los resul-
tados, disminuye los síntomas, mejora el estado funcional y aminora los litigios y los
F I G U R A 3 - 1 . La anamnesis
errores.5-7 La anamnesis también es la intervención clínica que se realiza más a menudo,
implica escuchar de forma empática.
miles de veces en la carrera de un médico. Todo lo anterior son motivos sobresalientes y
avasalladores para adquirir experiencia en esta destreza (fig. 3-2).
La anamnesis es tanto una destreza como un arte. Las entrevistas competentes se centran
tanto en el paciente como en el profesional de salud. El médico debe concentrarse en el paciente
para obtener la historia completa de sus síntomas, pero también interpretar información
clave para alcanzar una valoración y establecer un plan de tratamiento. En las entrevistas
centradas en el paciente “se reconoce la importancia de la expresión de preocupaciones
personales, sentimientos y emociones” y se evoca “el contexto personal de los síntomas y
la enfermedad”.8 Los expertos han definido la entrevista centrada en el paciente como F I G U R A 3 - 2 . Establece una
“seguir la dirección del paciente para entender sus pensamientos, ideas, preocupaciones y conexión con los pacientes.
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solicitudes, sin agregar información adicional desde la perspectiva del médico”. En con-
traste, en el abordaje más dirigido a los síntomas, centrado en el profesional de salud, éste
“se hace cargo de la interacción para cubrir su propia necesidad de conocer los síntomas,
sus detalles y otros datos, que le ayudarán a identificar una enfermedad”, y puede pasar
por alto las dimensiones personales del padecimiento.8,9 Las pruebas sugieren que se sirve
mejor al paciente integrando estos estilos de entrevista, lo que lleva a obtener una imagen
más completa de su enfermedad y permite a los médicos transmitir de mejor manera los
atributos de “respeto, empatía, humildad y sensibilidad” de la atención.8,10 Las evidencias
actuales muestran que este abordaje no sólo es más satisfactorio para el paciente y el
médico, sino también más eficaz para alcanzar los resultados deseados en la salud
(fig. 3-3).11,12
El proceso de la entrevista es bastante diferente del formato del expediente clínico, presentado
en el capítulo 1. La entrevista es más que sólo una serie de preguntas; requiere una
F I G U R A 3 - 3 . La entrevista se
sensibilidad muy refinada respecto de los sentimientos y las claves conductuales del
centra en los síntomas y el paciente.
paciente. El formato de los antecedentes médicos proporciona una base importante para la
organización de los antecedentes del paciente en varias categorías relativas a la salud pre-
via, presente y familiar. La entrevista y el formato de los antecedentes médicos tienen
propósitos distintos, pero complementarios. Ten estas diferencias en mente conforme
aprendes las técnicas de una entrevista competente.
El proceso de la entrevista que genera la anamnesis del paciente es fluido y requiere nume-
rosas destrezas de relación para responder de manera eficaz a las claves, los sentimientos y
las preocupaciones del paciente. La adaptabilidad del entrevistador se ha comparado
con la improvisación de los músicos dedicados al jazz, que escuchan atentamente a las
notas y los temas e interpretan las claves de los demás. Esta flexibilidad “en el momento”
permite al entrevistador adaptarse a las guías del paciente conforme despliega su historia.13
La entrevista debe ser “abierta”, con empleo de una variedad de técnicas para encauzar a
los pacientes a contar sus historias, mediante escucha activa, preguntas dirigidas, afirma-
ción no verbal, respuestas empáticas, validación, tranquilización y colaboración. Estas
técnicas son especialmente valiosas cuando se indagan las preocupaciones principales
del paciente y los antecedentes del padecimiento actual.
El formato de los antecedentes médicos es una estructura base para organizar la información
del paciente de forma escrita o verbal. Ayuda a centrar la atención en los tipos específi-
cos de enfermedad que se necesita precisar, facilita el razonamiento clínico y estandariza
la comunicación con los otros proveedores de atención a la salud que participan. Los
antecedentes médicos, familiares, personales y sociales, y la revisión de aparatos y sistemas,
dando forma y profundidad a la historia del paciente. Los antecedentes persona-
les y sociales constituyen una oportunidad para el médico de ver al paciente como per-
sona y tener una comprensión más profunda de su perspectiva y sus antecedentes.
Aprender acerca de las circunstancias de la vida del paciente, su salud emocional,
percepción de la atención médica, conducta de salud, y el acceso y la utilización de
los servicios de atención a la salud fortalecen la alianza terapéutica y mejoran los resul-
tados para la salud del paciente.14 Haz todo esfuerzo por limitar las preguntas “centradas
en el clínico”, cerradas con respuesta de tipo “sí-no”, a la revisión de aparatos y sistemas.
Sobre todo, una entrevista competente requiere tu compromiso de toda la vida para
dominar el arte de escuchar, sacrificado con facilidad por las presiones del tiempo de la
atención médica cotidiana. En las palabras de Sir William Osler, uno de los más grandes
clínicos y cofundador de la Johns Hopkins School of Medicine en 1893: “Escucha a tu
paciente. Te está diciendo el diagnóstico” y “Un buen médico trata la enfermedad; uno
grandioso trata al paciente que la sufre”.
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Como se aprendió en el capítulo 1, los alcances y los detalles de la anamnesis dependen Véase el capítulo 1, Fundamentos para
de las necesidades y las preocupaciones del paciente, las metas del médico para el la competencia clínica, pp. 3-43.
encuentro y el contexto clínico (paciente ambulatorio u hospitalizado, tiempo disponible,
de primer nivel de atención o de especialidad).
■ Para los pacientes nuevos, en la mayoría de los contextos se hará una anamnesis
completa.
■ Para los pacientes que buscan atención de preocupaciones específicas, por ejemplo,
tos o dolor miccional, puede estar indicada una entrevista más limitada, ajustada a
ese problema específico, lo que a veces se conoce como anamnesis dirigida u orientada
a problemas.
■ Para los pacientes que buscan atención por problemas en proceso o crónicos, lo más
apropiado es centrarse en el autotratamiento, la respuesta al tratamiento, la capaci-
dad funcional y la calidad de vida.15
(continúa)
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Entrevista avanzada
● Pacientes que constituyen un reto. Paciente silencioso. Paciente confundido. Pacientes con
alteración cognitiva. Paciente conversador. Paciente lloroso. Paciente iracundo o problemá-
tico. Paciente con una barrera de lenguaje. Paciente con baja instrucción o pocos conoci-
mientos sobre salud. Paciente con pérdida auditiva o visual. Paciente con inteligencia
limitada. Paciente con problemas personales. Paciente seductor.
● Temas sensibles. Historia sexual. Historia de la salud mental. Abuso de alcohol y fármacos
por prescripción y drogas ilícitas. Violencia doméstica y por el compañero íntimo. Muerte
y paciente moribundo.
Ética y profesionalismo
Fundamentos de una
entrevista competente
Puedes tener muchas razones para elegir ingresar a las profesiones relacionadas con la
atención de la salud, pero la construcción de relaciones eficaces y curativas es, sin duda,
de importancia capital. “Aquellos que sufren empoderan a quienes los atienden para
atestiguar, explicar y aliviar su sufrimiento”.2 En esta sección se describen las técnicas
fundamentales de la entrevista terapéutica, las destrezas atemporales que pulirás de
manera continua conforme atiendes pacientes. Estas habilidades requieren práctica y
retroalimentación de tus maestros, de modo que puedas vigilar tu avance. Con el trans-
curso del tiempo aprenderás a seleccionar las técnicas más adecuadas para tratar la
dinámica siempre cambiante de la conducta humana en tus relaciones con los pacientes.
Son clave entre estas técnicas la escucha activa y la empatía, recursos ideales para una
alianza terapéutica.
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Una vez que el paciente ha compartido sus sentimientos, contesta con comprensión y
aceptación. Tus respuestas pueden ser tan simples como: “No puedo imaginar lo difícil
que debe ser esto para usted”, “eso suena inquietante”, “debe sentirse triste”. Para que
una respuesta sea empática, debe implicar que compartes lo que el paciente está
sufriendo.
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Inicia con una pregunta abierta que no prefigure una respuesta. Una posible secuencia
podría ser:
Evita las preguntas tendenciosas que ya contengan una respuesta o sugieran una, como:
“¿Ha estado mejorando su dolor?”, “ya no hay sangre alguna en sus heces, ¿verdad?”. Si
preguntas: “¿Su dolor es como una compresión?”, y el paciente responde “sí” en lugar de
lo que experimentó, dicha contestación es incompleta. Adopta la forma más neutra: “Por
favor, describa su dolor”. También evita hacer preguntas en sentido negativo.
Alentar para que continúen. Sin siquiera hablar, puedes utilizar la pos-
tura, gestos o palabras para alentar al paciente a expresar más. Las pausas y asentir con
la cabeza o permanecer silente y, sin embargo, atento y relajado, son claves para que el
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paciente continúe. Inclinarse hacia adelante, hacer contacto visual y emplear frases
como: “Veamos”, “continúe, por favor” o “lo escucho”, favorecen el flujo de la narración
del paciente.
Emplear la repetición. Algo tan simple como expresar las últimas palabras del
paciente o hacer uso del eco, lo alienta para precisar detalles y sentimientos. Esta técnica
también muestra una escucha cuidadosa y una conexión sutil con el paciente utilizando
sus palabras. Por ejemplo:
Esta técnica reflexiva ayudó no sólo a revelar la localización e intensidad del dolor, sino
también su significado. No sesgó la narración del paciente o interrumpió el hilo de
sus pensamientos. Sin embargo, evita utilizarla en exceso.
Así como imitar tu postura muestra el sentido de conexión del paciente, semejar
tu posición a la de él puede permitir una mayor confianza. Tú también puedes emular su
paralenguaje o las cualidades de su discurso, como las pausas, el tono y el volumen. Acer-
carte o hacer contacto físico, o colocar tu mano sobre el hombro del paciente implica
empatía y puede ser de ayuda para que controle los sentimientos angustiantes. El primer
paso para la utilización de esta importante técnica es percibir las conductas no verbales
y llevarlas a un nivel consciente.
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El primer paso para la tranquilización eficaz es simplemente identificar y reconocer los sen-
timientos del paciente. Por ejemplo, a veces basta con decir: “Parece molesto”, lo que
promueve una sensación de conexión. La tranquilización significativa llega después,
una vez que completaste la entrevista, la exploración física y, tal vez, ordenaste algunas
pruebas de laboratorio. En cada punto puedes explicar lo que piensas que está ocurriendo y
tratar de forma abierta cualquier preocupación. La tranquilización es más apropiada
cuando el paciente percibe que los problemas se comprendieron por completo y se
están abordando.
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sentirse avasallados incluso con la prolongación de una consulta, una carga que podrías
dar por justificada. Las diferencias por sexo, grupo poblacional o estado socioeconómico
contribuyen a la asimetría del poder en la relación. Al final, no obstante, los pacientes son
los responsables de su propia atención.23 Cuando empoderas a los pacientes para hacer
preguntas, expresar sus preocupaciones y poner a prueba tus recomendaciones, con
toda probabilidad adoptarán tus consejos o cambios del estilo de vida, o tomarán los
medicamentos como los prescribas (fig. 3-5).21
A continuación, se enumeran las técnicas para compartir el poder con los pacientes.
Aunque muchas ya se han discutido, es fundamental insistir en la responsabilidad de los
pacientes sobre su salud y esto amerita un resumen aquí. F I G U R A 3 - 5 . Comparte el poder
con los pacientes.
Secuencia y contexto
de la entrevista
Preparación. Revisión del expediente clínico. Establecimiento de las metas para la entrevista.
Revisión de su conducta y aspecto clínicos. Ajuste del ambiente.
Secuencia de la entrevista. Saludo al paciente y establecimiento de una relación de confianza.
Organizar la agenda para la entrevista. Invitar al paciente a expresar su historia. Explorar su
perspectiva. Identificar y responder a sus claves emocionales. Expandir y aclarar la historia del
paciente. Generar y probar las hipótesis de diagnóstico. Compartir el plan terapéutico. Cierre
de la entrevista y la consulta. Dedicar tiempo para la autorreflexión.
Contexto cultural de la entrevista. Mostrar humildad cultural, un paradigma cambiante.
Ahora que has aprendido los fundamentos de una entrevista exitosa te encuentras listo
para iniciarla. Primero prepárate revisando el expediente y estableciendo las metas
con antelación. Verifica tu aspecto. Asegúrate de que el paciente esté cómodo y que el
ambiente permita el proceso que se llevará a cabo de compartir información. Con la
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experiencia encontrarás que cada entrevista tiene su propio ritmo y secuencia. Domina
los pasos descritos. Finalmente, la entrevista tiene importantes dimensiones sociales.
Reflexiona sobre cualquier prejuicio que se muestre en tus reacciones al paciente y la
alianza terapéutica que necesitas crear.
Preparación
La entrevista de los pacientes requiere planeación. Conforme la inicies, considera varios
pasos que son cruciales para el éxito.
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Como médico, es parte de tus funciones que el paciente esté más confortable. Estos esfuerzos
siempre merecen que se invierta el tiempo necesario.
Secuencia de la entrevista
En general, una entrevista pasa por varias etapas. A través de esta secuencia, como
médico clínico debes mantenerte en sintonía con los sentimientos del paciente, ayudarlo
a expresarlos, responder a su contenido y validar su significado. Como estudiante, te
concentrarás sobre todo en obtener los antecedentes del paciente y crear una compren-
sión compartida de sus preocupaciones. Más tarde, como médico en ejercicio, se hace
más importante alcanzar un acuerdo acerca de un plan para una mayor valoración y
tratamiento. Ya sea que la entrevista sea completa o dirigida, presta atención estrecha a
los sentimientos y a los afectos del paciente, siempre procurando fortalecer esta relación
conforme avances por la secuencia habitual de la consulta. Incluir los sentimientos, las
expectativas e ideas del paciente lleva a intervenciones terapéuticas mejor ajustadas a sus
necesidades, capacidades de afrontamiento y circunstancias vitales.
Al iniciar, saluda al paciente por su nombre y preséntate dándole el tuyo. De ser posible,
salúdalo con un apretón de manos. Si éste es el primer contacto, explica tu participa-
ción, tu rol como estudiante y cómo intervendrás en su atención. Preséntate en las
reuniones siguientes hasta que estés seguro de que el paciente sepa quién eres. “Buenos
días Señor Pedro. Soy Susana Velásquez, estudiante de medicina de tercer año. Tal vez me
recuerde, estaba aquí ayer platicando con usted acerca de sus problemas cardíacos. Soy
parte del equipo clínico que se encarga de su atención”.
En general, utiliza un título formal para abordar al paciente, por ejemplo, Señor Sánchez
o Señora Rodríguez.25 Excepto con niños o adolescentes, evita los nombres propios hasta
que cuentes con el permiso específico. Llamar a un paciente “querido” o por nombres
muy familiares puede despersonalizar y degradar. También evita llamar al paciente con
términos familiares (“madre”, “hija”, “hijo”) cuando no lo son, y nunca uses diminutivos
al dirigirte a ellos por su nombre. Si no estás seguro de cómo pronunciar su nombre, no
temas preguntarle. Puedes expresar lo siguiente: “Temo pronunciar mal su nombre.
¿Puede usted hacerlo por mí?”. Después, repítelo para asegurarte de que lo escuchaste
correctamente.
Cuando haya visitantes en la sala, reconoce y saluda a cada uno de manera individual, Véase el capítulo 18, Valoración pediá-
inquiriendo su nombre y relación con el paciente. Si el paciente está incapacitado para trica: desde la lactancia hasta la ado-
tomar decisiones, aclara quién será el familiar responsable. Siempre que haya visitantes lescencia, para saber más respecto de
presentes estás obligado a mantener la confidencialidad del paciente. Deja que el paciente la presencia de visitantes durante las
decida si permanecen en la sala los visitantes o los miembros de la familia y pídele per- consultas pediátricas, pp. 765-891.
miso antes de realizar la entrevista frente a ellos. Por ejemplo, “Señora Chávez, ¿está bien
que su hija permanezca aquí durante la entrevista?, deseo asegurarme de que esto sea
lo que usted desea” o “¿Es mejor si le hablo a usted sola o con su hija presente?” (pero
asegúrate sobre el parentesco, no lo presupongas). Para preguntas sensibles puedes nece-
sitar programar otro momento para estar a solas con el o la paciente.
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Tomar notas. Como principiante, puedes requerir escribir gran parte de lo que
captas durante la entrevista. Los médicos experimentados suelen recordar mucho de la
entrevista sin nota alguna, pero pocos recuerdan todos los detalles de una anamnesis
completa. Anota frases cortas, fechas específicas o palabras, pero no dejes que escribir en
la pantalla de la computadora te distraiga del paciente. El contacto visual con el paciente
debe ser constante. Mantén un buen contacto visual. Si él habla acerca de un tema sen-
sible o molesto, deja tu bolígrafo o retírate del teclado. Para los pacientes que consideran
molesta la toma de notas, indaga sus preocupaciones y explícales la necesidad de hacer
un registro preciso. Cuando utilices un expediente médico electrónico, ve al paciente
directamente al rostro conforme hace su narración, manteniendo buen contacto visual y
observando sus conductas no verbales; observa la pantalla sólo después de involucrarlo
en las metas de la consulta. Míralo tan a menudo como sea posible, reajustando tu pan-
talla y posición, si es necesario.27
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Incluso una manifestación directa como la faringitis puede ilustrar estos puntos de vista
divergentes. El paciente puede estar preocupado por el dolor, la dificultad deglutoria y
el tiempo laboral perdido por un primo que fue hospitalizado por amigdalitis. El médico
puede centrarse en puntos específicos del interrogatorio que diferencian la faringitis
estreptocócica de la de otras causas o respecto de un antecedente cuestionable de alergia
a la penicilina. Para comprender la perspectiva del paciente, el clínico necesita explorar
los cuatro dominios que se refieren a continuación, información que es crucial para su
satisfacción y cooperación.8,30
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● Sentimientos del paciente, incluidos sus temores o preocupaciones acerca del problema.
● Ideas del paciente en cuanto a la naturaleza y la causa del problema.
● Función afectada en la vida del paciente por el problema.
● Expectativas del paciente respecto de la enfermedad, del médico o de la atención
de la salud, a menudo basadas en experiencias previas, personales o familiares.
Para explorar la perspectiva del paciente utiliza diferentes tipos de preguntas. Para des-
cubrir sus sentimientos pregunta: “¿Qué le preocupa más acerca del dolor?”, “¿cómo ha
sido esto para usted?”. Respecto de la perspectiva sobre la causa del problema cuestiona:
“¿Por qué piensa que tiene éste [dolor gástrico]?”. Puedes consultar: “¿Qué ha hecho para
tratar de ayudarse?”, ya que estas opciones sugieren cómo percibe el paciente la causa de
la enfermedad. Algunos se preocupan de que su dolor sea un síntoma de una enfermedad
grave. Otros sólo requieren alivio. Para determinar cómo afecta la enfermedad el estilo de
vida del paciente, en particular si es crónica, pregunta: “¿Qué hacía antes que no pueda
hacer ahora?, ¿qué tanto le afecta [su dolor dorsal, disnea, etc.]?, ¿su vida en casa?, ¿sus
actividades sociales?, ¿su papel como padre?, ¿su función en las relaciones íntimas?, ¿la
forma en que se percibe como persona?”. Para encontrar lo que el paciente espera
del médico o de la consulta, en general, considera preguntar: “Me alegra que el dolor casi
haya desaparecido, ¿cómo puedo ayudarle ahora?”. Incluso si el dolor desapareció, el
paciente puede aún requerir un justificante laboral para llevar al empleador. Para
recordar cómo obtener la perspectiva del paciente respecto de la enfermedad, puedes
utilizar la clave mnemotécnica SIFE: Sentimientos, Ideas, Función afectada y Expectativas.
Fuente: Lang F, Floyd MR, Beine KL. Clues to patients’ explanations and concerns about their ill-
nesses: a call for active listening. Arch Fam Med. 2000;9:222.
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Dos conjuntos de claves mnemotécnicas te pueden ayudar a indagar los siete atributos
de un síntoma:
Siempre que sea posible, repite las palabras del paciente y sus expresiones mientras se
desarrolla el interrogatorio, para afirmar su experiencia, conforme aclare a qué se refiere.
Aunque el empleo de terminología médica es tentadora, puede confundir y frustrar a
los pacientes. Recuerda lo fácil que se hace visible la jerga, como “obtener una anamnesis”
y “explorarlo”, en sus discusiones. Elige el lenguaje llano para reflejar la historia del
paciente; por ejemplo: “Dijo que percibía ‘un gran peso’ sobre su tórax. ¿Me puede decir
más al respecto?”. Para ayudar a aclarar el significado del síntoma de un paciente, ofrece
opciones de respuesta: “Mencionó que estaba mareado, ¿sintió como que se desmayaba
o sólo que sus piernas estaban débiles?”. Es muy importante establecer la secuencia y
evolución temporal de cada uno de los síntomas del paciente para asegurar que su
valoración se base en una historia completamente precisa. Para establecer el orden
cronológico correcto, haz preguntas como: “¿Qué pasó después?”, “¿qué pasó a
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continuación?”, “por favor empiece por el principio o la última vez que usted se sintió
bien, y después, proceda paso a paso”. Para obtener detalles específicos varía los tipos
de preguntas y técnicas de entrevista, incluyendo interrogantes dirigidas para obtener Véase “Técnicas de una entrevista
la información que aún no tienes. En general, una entrevista avanza y retrocede de preguntas competente” y la discusión sobre las
abiertas a otras cada vez más dirigidas, y a continuación, a otra pregunta abierta, regresando preguntas dirigidas, pp. 68-73.
la orientación de la entrevista al paciente.
Es útil visualizar el proceso para evocar una descripción completa de cada síntoma
como un “cono” (fig. 3-8).
Cada síntoma tiene su propio “cono”, que se convierte en un párrafo de la Historia del
padecimiento actual en el expediente escrito.
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1. Lleva a cabo “preguntas abiertas”. Invita al paciente a considerar cómo y por qué debe
cambiar.
2. “Escucha” para comprender la experiencia de tu paciente, “captura” su recuento con resú-
menes breves de declaraciones de escucha reflexiva como: “dejar de fumar parece lejano en
este momento”. Lo anterior expresa empatía, alienta al paciente a colaborar y a menudo es
la mejor forma de responder a la resistencia.
3. “Informa”, al pedir permiso para proporcionar información y después, pregunta cuáles Véase la tabla 3-2, “Plan de acción
serían las implicaciones para el paciente. breve: una herramienta de respaldo
Fuente: citado directamente de Rollnick S, Butler CC, Kinnersly P, et al. Motivational Interviewing.
al autotratamiento”, p. 105.
BMJ. 2010;340:1242.
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El paciente debe tener la oportunidad de hacer cualquier pregunta final, pero los últimos
minutos no son un buen momento para tratar nuevos temas. Si esto sucede y la inquietud
no pone en riesgo la vida del paciente, simplemente asegúrale tu interés y haz planes para
abordar el problema en un momento futuro. “Ese dolor de rodilla parece preocupante.
¿Por qué no hacemos una cita para la semana entrante, de manera que podamos discutir
al respecto?”. Reafirmar tu compromiso constante con la salud del paciente muestra tu
involucramiento y estima.
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Los expertos advierten que, con mucha frecuencia, la competencia cultural se reduce a
un conjunto descontextualizado y estático de rasgos y creencias sobre grupos étnicos
particulares, que cosifican a los pacientes como “otros”, reforzando de manera implícita
las perspectivas de la cultura predominante, a menudo la occidental.53 En cambio, “la
cultura siempre está cambiando y es revisada dentro del contexto dinámico de su acep-
tación”. Sin embargo, “esta dinámica con frecuencia se ve comprometida por diversos
desequilibrios socioculturales entre los pacientes y los proveedores de atención a la
salud”.54 Tales inequidades surgen de la falta de conocimiento de los médicos respecto
de las creencias y las experiencias de vida de los pacientes, así como de la adopción,
intencional o no, de estereotipos y tendencias durante sus encuentros.56-60
En su lugar, encamínate a los preceptos de la humildad cultural, que se define como “un
proceso que requiere humildad, conforme el individuo participa de manera continua
en la autorreflexión y la autocrítica, como aprendices y practicantes de la reflexión
durante toda la vida”.54 Es un proceso que incluye “la difícil tarea de revisar las creen-
cias y los sistemas culturales, tanto de pacientes como de proveedores de atención a la
salud, para localizar los puntos de disonancia o sinergia que contribuyen a los resulta-
dos para la salud”.55 Indica a los médicos clínicos “revisar los desequilibrios de poder
que existen en la dinámica de la comunicación médico-paciente” y mantener patrones
mutuamente respetuosos y dinámicos con los pacientes y las comunidades. Para alcanzar
estos atributos, busca los modelos de entrenamiento más eficaces, que continúan sur-
giendo.56-60
Un taxista de 28 años originario de Ghana que recien llegó a Estados Unidos se quejó con un
amigo acerca de la atención médica en el país. Había ido a una clínica por fiebre y fatiga. Refirió
que lo pesaron, tomaron su temperatura y le enredaron el brazo con una tira de tela hasta el
punto de producirle dolor. El médico, una mujer de 36 años de Washington, D.C., hizo al
paciente muchas preguntas, lo exploró y quería tomar una muestra de sangre, a lo que se
rehusó. El comentario final fue “[...] y ni siquiera me dio cloroquina”, su principal motivo para
buscar atención médica. Este hombre esperaba que le hicieran pocas preguntas, que no lo
exploraran y que le dieran tratamiento para el paludismo, que es lo que, por lo general, signi-
fica la fiebre en Ghana.
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En ambos casos, el fracaso surge de los presupuestos erróneas o sesgos (prejuicios) del
médico tratante. En el primero, el médico no consideró las muchas variables que afectan
las creencias de los pacientes acerca de la salud y sus expectativas de atención. En el
segundo caso, el clínico permitió que los estereotipos dictaran su agenda, en lugar de
escuchar a la paciente y respetarla como individuo. Cada persona tiene sus propios ante-
cedentes y tendencias culturales, que no desaparecen simplemente conforme alguien se
dedica a la medicina.
Se debe evitar que las impresiones personales acerca de ciertos grupos culturales se con-
viertan en estereotipos profesionales. Por ejemplo, puedes haber oído que los pacientes
latinoamericanos son más dramáticos cuando expresan dolor. Reconoce que éste es un
estereotipo o prejuicio. Valora a cada paciente como un individuo, sin disminuir la dosis
de analgésicos, pero mantente al tanto de tu propia reacción para con su estilo. Procura
un abordaje médico informado de cada paciente mediante el reconocimiento consciente
de tus valores y tendencias propias, desarrollando destrezas de comunicación que tras-
ciendan las diferencias culturales y estructurando asociaciones terapéuticas con base en
el respeto por la experiencia de vida de cada paciente. Este tipo de estructura, descrita
en la siguiente sección, te permitirá abordar a cada paciente como un individuo único.
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Una tarea más retadora es llevar tus propios valores y tendencias a un nivel consciente.
Los valores son los estándares que utilizamos para medir nuestras creencias y conductas,
y las de otros. Las tendencias son actitudes o sentimientos que aunamos a las diferencias
percibidas. La falta de sintonía con la diferencia es normal; de hecho, en el pasado dis-
tante, la reacción ante las diferencias puede haber asegurado la supervivencia. Conocer por
instinto a los miembros de nuestro grupo es una destreza de supervivencia originada
como parte del surgimiento de la sociedad, pero que aún se encuentra en función activa.
Sentirse culpable en cuanto a los prejuicios dificulta reconocerlas. Inicia con los cons-
tructos menos amenazantes, como la forma en la que un individuo se relaciona con
el tiempo, un fenómeno determinado culturalmente. ¿Eres siempre puntual (un valor
positivo en la cultura occidental predominante)? o ¿tiendes a llegar un poco tarde?,
¿cómo te sientes acerca de las personas cuyos hábitos son opuestos a los tuyos? En la
siguiente ocasión que asistas a una reunión o clase observa quién llega temprano, a
tiempo o tarde. ¿Es predecible? Piensa acerca del papel del aspecto físico. ¿Te consideras
delgado, de complexión mediana o con sobrepeso?, ¿cómo te sientes acerca de tu peso?,
¿qué nos enseña la cultura prevaleciente a valorar en el aspecto físico? ¿Cómo te sientes
acerca de las personas con diferentes pesos corporales?
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ENTREVISTA AVANZADA
y con mucha más dificultad: “Hice suposiciones erróneas acerca de usted que no son
correctas, discúlpeme: ¿quisiera decirme más acerca de sus planes y metas futuras?”.
Aprender acerca de la cultura específica del paciente amplía los temas que, como
médico, necesitas explorar. Haz alguna lectura sobre las experiencias vitales de los
individuos de los grupos poblacionales o étnicos que viven en la región de tu ejercicio
profesional. Puede haber motivos históricos para la pérdida de confianza en los médi-
cos o la atención a la salud.60 Observa películas filmadas en países del exterior, lo que
puede ayudarte a comprender mejor las diferentes culturas. Aprende acerca de agendas
de atención a la salud explícitas de diferentes grupos de consumidores. Habla con
diferentes tipos de personas relacionadas con la atención a la salud, y aprende de su
ejercicio profesional. Da importancia máxima y mantente abierto al aprendizaje a par-
tir de cada paciente. No asumas que tus impresiones acerca de un grupo cultural
determinado son aplicables al individuo que está frente a ti.
Entrevista avanzada
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cuanto a claves no verbales, como dificultad para controlar las emociones. Sentirse
cómodo con los períodos de silencio puede ser terapéutico y llevar al paciente a revelar
sentimientos más intensos.
Los pacientes con depresión o demencia pueden parecer retraídos y perder su estado Véase el capítulo 5, Conducta y estado
de ánimo usual, dar sólo respuestas cortas a las preguntas y, después, guardar silencio. mental, pp. 147-161.
Si ya has intentado utilizar preguntas dirigidas, trata de cambiar a otras más directas en
cuanto a los síntomas de depresión o inicia una exploración del estado mental.
En ocasiones, el silencio puede ser la respuesta del paciente a cómo haces las preguntas.
¿Estás haciendo muchas preguntas cortas en sucesión rápida?, ¿lo ofendiste al mostrar tu
desaprobación o crítica?, ¿no has reconocido un síntoma avasallador, como dolor, náu-
seas o dificultad respiratoria? En tal caso, puedes necesitar preguntar al paciente de forma
directa: “Parece muy silencioso. ¿He hecho algo que le moleste?”.
Algunos pacientes presentan un conjunto confuso de síntomas múltiples. Parecen sufrir Véase el capítulo 5, Conducta y estado
cada manifestación por la que se les pregunta o tienen un resultado positivo de la mental, “Síntomas sin explicación
“revisión de aparatos y sistemas”. Con ellos, concéntrate en el contexto del síntoma, médica”, pp. 149-150, y la tabla 5-1,
insiste en su perspectiva (véanse pp. 77-78) y dirije la entrevista hacia una valoración “Síntomas somáticos y trastornos rela-
psicosocial. cionados”, p. 169.
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ENTREVISTA AVANZADA
mental. Otros no pueden recordar partes de la historia, como los sucesos relacionados
durante una enfermedad febril o una convulsión. Bajo tales circunstancias, necesitarás
obtener información de los antecedentes a partir de fuentes como miembros de la
familia o cuidadores. Siempre busca la fuente con la mejor información. Aplica los
principios básicos de la entrevista a tu conversación con los parientes o amigos
del paciente. Busca un lugar privado para hablarles. Preséntate, manifiesta tu propósito,
consulta cómo se sienten bajo las circunstancias presentes y reconoce y agradece su
preocupación. Conforme escuchas sus declaraciones, valora su credibilidad a la luz de
la calidad de su relación con el paciente. Establece qué tanto conocen al paciente. Por
ejemplo, cuando un niño es llevado para su atención médica, el adulto acompañante
tal vez no sea el padre o el cuidador, sino la persona que estuvo disponible. Recuerda que
cuando buscas información acerca de los antecedentes del paciente, no debes revelarla,
a menos que el informante sea un apoderado en materia de salud o
tenga poder legal duradero para la atención de la salud, o su permiso. Entérate de
los principios de la Health Insurance Portability and Accountability Act (HIPAA)
emitida por el Congreso en 1996, donde se establecen estándares estrictos para
compartir o revelar información de los pacientes por las instituciones y los proveedores
de atención.61
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Paciente lloroso. El llanto indica emociones fuertes que van desde la tristeza
hasta la ira o la frustración. Hacer pausas, indagar con gentileza o responder con empatía
da al paciente autorización para llorar. Por lo general, el llanto es terapéutico ante
la aceptación tranquila del malestar que presenta. Ofrece un pañuelo desechable y
espera a que se recupere. Haz una expresión de respaldo como: “Me agrada que usted
pueda expresar sus sentimientos”. La mayoría de los pacientes pronto recuperarán la
compostura y reiniciarán su historia. El llanto hace sentir incómodos a muchos médicos.
Si esto ocurre, aprende a aceptar expresiones de emoción, de modo que ayudes a los
pacientes en esos momentos conmovedores y significativos.
Aprende a aceptar los sentimientos de ira de los pacientes sin a su vez mostrarla o alejarte
del paciente.64 Evita reforzar las críticas a otros médicos, el contexto clínico o el hospital,
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ENTREVISTA AVANZADA
incluso si sientes empatía. Puedes validar los sentimientos de los pacientes sin concordar
con sus motivos. “Comprendo que se sienta frustrado por responder las mismas pregun-
tas una y otra vez. Repetir la misma información a todo el equipo de atención a la salud
puede parecer innecesario cuando está enfermo”. Después de que el paciente se haya
calmado, ayúdalo a manejar su ira y cambiar a otros temas o preocupaciones.
Paciente con una barrera de lenguaje. Nada hace más evidente la importancia
de la anamnesis que el no poder comunicarse con el paciente, una experiencia cada
vez más frecuente. En el año 2011, en el Census Bureau de Estados Unidos se informó que
más de 60 millones de estadounidenses hablan otro lenguaje en casa, además del inglés.
De ellos, más del 20% tienen un dominio limitado del inglés. El español es el lenguaje
principal diferente al inglés, hablado por 37 millones de estadounidenses,65 individuos
que tienen menos probabilidad de contar con atención primaria o preventiva regular y
más de experimentar insatisfacción y resultados adversos por errores médicos. Es
indispensable aprender a trabajar con intérpretes calificados para obtener resultados
óptimos y cuidados eficaces en cuanto a coste.66-70 Los expertos señalan este paso adicional,
“no es atención médica si no es apropiada desde los puntos de vista cultural y lingüístico”.71
Si tu paciente habla un lenguaje diferente, haz todo esfuerzo posible para contar
con un intérprete entrenado. Unos cuantos vocablos de otro idioma pueden favorecer la
relación en la clínica, pero no son sustituto de la historia completa. Incluso si tienes
fluidez verbal, puedes pasar por alto algunos matices en los significados de ciertas pala-
bras.72 Reclutar miembros de la familia como traductores es igual de peligroso, pueden
violar la confidencialidad y tal vez la información resultante sea incompleta, errónea o
peligrosa. Las explicaciones prolongadas al paciente pueden expresarse en unas cuantas
palabras y omitir detalles significativos. El intérprete ideal es un “navegador cultural”,
neutral y entrenado en ambos lenguajes y culturas.73-74 Sin embargo, incluso los intér-
pretes entrenados pueden no conocer las múltiples subculturas en muchas sociedades.
Cuando están disponibles, los cuestionarios bilingües escritos son invaluables, en espe-
cial para la revisión de aparatos y sistemas. Primero, sin embargo, asegúrate de que el
paciente pueda leer en su propio lenguaje; de otra manera pide la ayuda del intérprete.
En algunos contextos clínicos puedes utilizar traductores a través de altoparlante, cuando
estén disponibles.
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Para detectar el analfabetismo, puedes indagar los años escolares concluidos o puedes
preguntar: “¿Cómo está su lectura?”, “¿qué tan cómodo se siente al llenar sus formatos de
salud?”. También puedes revisar qué tan bien lee instrucciones escritas. Una revisión
rápida puede consistir en dar al paciente un texto escrito boca abajo: la mayoría volteará
la página de inmediato. Muchos pacientes se sienten incómodos en cuanto a su poca
capacidad para leer. Sé sensible a su dilema y no confundas su grado de instrucción con
el de inteligencia. Indaga los motivos de la poca capacidad para leer y escribir: las barre-
ras del lenguaje, los trastornos de aprendizaje, la vista deficiente o el nivel de instrucción.
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Las investigaciones muestran que la falta de conocimientos médicos que afecta a 80 millo-
nes de estadounidenses conduce a malos resultados para la salud y un uso inadecuado de
los servicios.76 Tales conocimientos son algo más que sólo la lectura. Incluyen las destrezas
prácticas que un paciente necesita para conducirse en el ambiente de la atención a
la salud: las publicaciones impresas o la habilidad para interpretar documentos; la
destreza para usar información cuantitativa en tareas como la interpretación de las
etiquetas de los alimentos o el seguimiento de los esquemas farmacéuticos; y los conoci-
mientos de transmisión oral o la capacidad para hablar y escuchar de manera eficaz.
Los déficits parciales de audición varían. Si el paciente cuenta con un auxiliar auditivo,
indaga si lo está empleando. Asegúrate de que funcione bien. Para los pacientes con
pérdida auditiva unilateral, siéntate en el lado donde oyen. Una persona con dificultad de
audición puede no estar consciente del problema, una situación que debe abordarse con
mucho tacto. Elimina el ruido de fondo de la televisión o el pasillo. Ve al rostro a los
pacientes que pueden leer los labios y procura una buena iluminación. Estos pacientes
deben ponerse sus anteojos para ver claves que ayuden a comprenderte. Habla con un
volumen y una velocidad normales. Evita que tu voz vaya desapareciendo al final de las
oraciones, cubrir tu boca o ver hacia abajo mientras hablas. Recalca primero los puntos
clave. Incluso los mejores lectores de labios comprenden sólo parte de lo que dices, por
lo que es importante pedirles “retroalimentar”. Cuando termines, escribe tus instruccio-
nes para que las lleven a casa.
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Si no estás seguro del nivel de inteligencia del paciente, aplícale un examen del estado Véase el capítulo 5, Conducta y estado
mental y valóralo para cálculos simples, vocabulario, memoria y pensamiento abstracto. mental, pp. 147-171.
Para aquellos con retraso mental grave, recurre a familiares o cuidadores para obtener la
historia, pero siempre muestra interés primero en el paciente. Establece confianza, haz
contacto visual y participa en una conversación simple. Como con los niños, evita
“comentarios” o una conducta condescendiente. El paciente, los miembros de su familia,
sus cuidadores o amigos apreciarán tu respeto.
Si te percatas de tales sentimientos, llévalos a un nivel consciente para evitar que afec-
ten tu conducta profesional. La negación puede aumentar el riesgo de responder de
manera inapropiada. Cualquier contacto sexual o relación romántica con un paciente
carece de ética; mantén tu relación dentro de los límites profesionales y busca ayuda si
la necesitas.79-82
Cuando los pacientes son seductores, puedes estar tentado a ignorar su conducta, porque
no estás seguro sobre si realmente sucedió, o sólo deseas que desaparezca. De manera
tranquila, pero firme, establece límites claros para tu relación, que es profesional, no
personal. Si es necesario, sal del cuarto y encuentra a un acompañante antes de continuar
la consulta. Piensa con cuidado acerca de tu propia conducta. ¿Es inapropiada tu vesti-
menta o actitud? ¿Has sido demasiado cálido? Es tu responsabilidad valorar y evitar
enviar cualquier señal errónea al paciente.
Temas sensibles
Los médicos hablan con los pacientes acerca de muchos temas sensibles, conversaciones
que pueden ser embarazosas cuando eres inexperto o valoras pacientes que no cono-
ces bien. Incluso los médicos maduros se ven inhibidos por las restricciones de la socie-
dad cuando discuten ciertos temas: abuso de alcohol o drogas, prácticas sexuales,
la muerte y el proceso que lleva a ella, preocupaciones financieras, sesgos raciales y
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Existen varios principios básicos que pueden ayudarte a guiar tu respuesta frente a los
temas sensibles:
Indaga sobre estrategias que te ayuden a sentirte más cómodo cuando discutas temas
sensibles. Entre éstas se incluyen leer acerca de estos temas en las publicaciones clínicas
y populares; hablar con colegas y maestros en cuanto a tus preocupaciones; tomar cur-
sos que te ayuden a explorar tus sentimientos y reacciones, y, finamente, reflejar tu
propia experiencia vital. Saca ventaja de todos estos recursos. Si es posible, escucha a
médicos clínicos experimentados en su abordaje de estos temas con los pacientes; des-
pués, practica técnicas similares en tus conversaciones. Con el transcurso del tiempo, tu
grado de comodidad aumentará y se ampliará.
Historia sexual. Explorar la historia sexual puede salvar la vida del paciente. Las
conductas sexuales determinan los riesgos de embarazo, ETS e infección por el virus de
inmunodeficiencia humana (VIH); una buena entrevista ayuda a prevenir o disminuir
estos riesgos.83,84 Las prácticas sexuales pueden tener relación directa con los síntomas
del paciente y son integrales tanto para el diagnóstico como para el tratamiento. Muchos
pacientes expresan sus preocupaciones más libremente cuando preguntas en cuanto a la
salud sexual. Además, la disfunción sexual puede ser el resultado del empleo de
medicamentos o aspectos clínicos que se pueden corregir con facilidad.
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Una o dos oraciones de orientación a menudo son útiles. “Para valorar su riesgo de
diversas enfermedades, necesito hacerle algunas preguntas sobre su salud y prácticas
sexuales” o “Siempre pregunto a todos los pacientes acerca de su función sexual”. Para
manifestaciones más específicas puedes decir: “Para determinar por qué presenta esta
secreción y qué debemos hacer, necesito formularle algunas preguntas sobre su activi-
dad sexual”. Si actúas de forma directa, el paciente tiene más probabilidades de seguir tu
guía. Utiliza un lenguaje específico. Refiérete a los genitales con palabras explícitas, como
pene o vagina, y evita frases como “partes nobles”. Elige palabras que sean comprensibles
y explica lo que quiere decir: “Por coito me refiero a la inserción del pene de un hombre
en la vagina de una mujer”.
También pregunta sobre la satisfacción con la actividad sexual. Revisa los ejemplos de las Véanse preguntas específicas en el
siguientes preguntas, diseñadas para ayudar a los pacientes a revelar sus preocupaciones. capítulo 13, Genitales y hernias mascu-
linos, pp. 541-563, y capítulo 14, Geni-
tales femeninos, pp. 565-606.
● “¿Cuándo fue la última vez que tuvo contacto físico íntimo con alguien?”, “¿Incluyó tal con-
tacto el coito?”. La denominación “sexualmente activo” puede ser ambigua. Se sabe que los
pacientes han contestado: “No, sólo me acuesto por ahí”.
● “¿Tiene usted actividad sexual con hombres, mujeres o ambos?”. Los pacientes pueden
tener compañeros del mismo sexo y sin embargo no considerarse homosexuales, lesbia-
nas o bisexuales. Algunos pacientes homosexuales y lésbicos tienen compañeros del
sexo opuesto.
● “¿Cuántos compañeros sexuales ha tenido en los últimos 6 meses?, ¿en los últimos 5 años?,
¿en toda su vida?”. Estas preguntas facilitan al paciente reconocer que tiene múltiples com-
pañeros. Pregunta: “¿Ha tenido algún nuevo compañero sexual en los últimos 6 meses?”. Si
los pacientes cuestionan esta información, es importante explicarles que los nuevos o múl-
tiples compañeros durante la vida pueden aumentar el riesgo de ETS. Pregunta respecto del
empleo sistemático de condones. “¿Qué tan a menudo utiliza condones?”. Se trata de una
pregunta abierta que no presupone una respuesta.
● Es importante preguntar a todos los pacientes “¿Tiene usted alguna preocupación res-
pecto de la infección por VIH o sida?”. La infección puede presentarse en ausencia de facto-
res de riesgo.
Nota que en estas preguntas no se hacen suposiciones acerca del estado marital, la pre-
ferencia sexual o las actitudes en cuanto al embarazo o la anticoncepción. Escucha cada
una de las respuestas del paciente y solicita información adicional, según indicación. Para
obtener información acerca de las conductas sexuales, tendrás que hacer preguntas más
específicas y dirigidas que en otras partes de la entrevista.
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En el caso de los pacientes con depresión o trastornos mentales, como la esquizofrenia, Véase el capítulo 5, Conducta y estado
obtén una historia cuidadosa de sus síntomas y evolución. Indaga cambios en el mental, para saber más sobre depre-
estado de ánimo o síntomas como fatiga, tendencia inusual al llanto, cambios de apetito sión, tendencias suicidas y trastornos
o peso, insomnio y manifestaciones somáticas difusas. Dos preguntas de detección psicóticos, pp. 147-171.
validadas para la depresión son: “¿Durante las últimas dos semanas se ha sen-
tido abatido, deprimido o desesperado?” y “¿Durante las últimas dos semanas
ha sentido poco interés o placer por las cosas que hace?”.85 Si el paciente parece estar
deprimido, se pregunta siempre en cuanto al suicidio: “¿Alguna vez ha pensado en
hacerse daño o terminar con su vida?”. Como con el dolor de tórax, debes valorar la
gravedad de la enfermedad, tanto la depresión como la angina de pecho son potencial-
mente letales.
Tolerancia. Estado de adaptación en el que la exposición a una droga produce cambios que
causan la disminución de uno o más de sus efectos con el transcurso del tiempo.
Dependencia física. Estado de adaptación que se manifiesta por el síndrome de abstinencia
a una clase específica de droga, que se puede producir por cese abrupto, disminución
rápida de la dosis, cifra decreciente de la sustancia en sangre o administración de un
antagonista.
Adicción. Enfermedad neurobiológica primaria crónica con factores genéticos, psicosociales y
ambientales que influyen en su aparición y manifestaciones. Se caracteriza por conductas
que incluyen una o más de las siguientes: alteración del control respecto del empleo de dro-
gas, utilización compulsiva continuada a pesar del daño o su deseo intenso.
Fuente: American Pain Society. Definitions Related to the Use of Opioids for the Treatment of
Pain. A consensus statement from the American Academy of Pain Medicine, the American Pain
Society, and the American Society of Addiction Medicine, 2001. Disponible en http://www.asam.
org/docs/public-policy-statements/1opioid-definitions-consensus-2–011.pdf?sfvrsn=0. Con acceso
el 13 de enero de 2015.
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Alcohol. Las preguntas en cuanto al alcohol y otras drogas fluyen de manera Definiciones de ingestión alcohólica
natural después de aquellas respecto de la cafeína y los cigarrillos. “Hábleme de su uso de bajo riesgo para el desarrollo y los
del alcohol” constituye una interrogante abierta que evita una respuesta fácil de tipo “sí-no”. trastornos de abuso de alcohol del
Recuerda que algunos pacientes no consideran al vino o la cerveza como “alcohóli- National Institute of Alcohol Abuse
cos”. Las respuestas positivas a dos preguntas adicionales son altamente sospechosas de and Alcoholism:
una ingestión problemática de alcohol. “¿Ha tenido alguna vez un problema con la ● Hombres: no más de 4 tragos
bebida?” y “¿Cuándo tomó por última vez?”, en especial si ocurrió en la noche previa.89 en un solo día o 14 a la semana.
Las preguntas de detección precoz de uso más amplio son las del cuestionario CAGE, ● Mujeres: no más de 3 tragos en
que se refiere a Cortar con el hábito, negar (Annoyance) cuando se es objeto de crítica, un solo día o 7 en una semana.
sentimientos de culpabilidad (Guilty) y beber una copa para despertarse (Eye-ope- ● Adultos saludables mayores de
ner). El cuestionario CAGE se encuentra fácilmente disponible en línea. 65 años y que no toman medica-
mentos: no más de 3 tragos en
Dos o más respuestas afirmativas al cuestionario CAGE sugieren el abuso del alcohol y un solo día o 7 en una semana.
tienen una sensibilidad que va del 43 al 94% y una especificidad del 70 al 96%.90,91 Tam- ● Se define un trago como 360 mL
bién son útiles varios estudios breves de detección bien validados, como el MAST (Michi- de cerveza, 150 mL de vino o
gan Alcohol Screening Test) y el AUDIT (Alcohol Use Disorders Identification Test).92 Si detectas 45 mL de bebidas destiladas
un empleo inadecuado, pregunta sobre la amnesia alcohólica (pérdida de memoria durante
el período de ingestión de alcohol), convulsiones, accidentes o lesiones mientras se ingería
Fuente: National Institute of Alcohol Abuse
alcohol, problemas laborales y conflictos con las relaciones personales. and Alcoholism, Drinking levels defined. Dis-
ponible en http://www.niaaa.nih.gov/
Drogas ilícitas. En el National Institute on Drug Abuse se recomienda hacer alcohol-health/overview-alcohol-
primero una pregunta altamente sensible y específica: “¿Cuántas veces en el último año consumption/moderate-binge-drinking. Con
acceso el 14 de enero de 2015.
utilizó una droga ilegal o un medicamento prescrito por motivos no clínicos?”.93,94 Si la
respuesta es afirmativa, pregunta en específico acerca del empleo no clínico de drogas
ilícitas o fármacos prescritos: “¿Durante su vida alguna vez utilizó marihuana; cocaína;
estimulantes prescritos; metanfetaminas; sedantes o píldoras para dormir; alucinógenos
como la dietilamida del ácido lisérgico (LSD, de d-Lysergic Acid Diethylamide), éxtasis,
hongos, etcétera; opiáceos de la calle, como heroína u opio; opiáceos por prescrip-
ción, como fentanilo, oxicodona, hidrocodona, etcétera; u otras sustancias?”. Para quie-
nes contestaron sí, se recomienda una serie de preguntas adicionales.93
Otro abordaje es el de modificar las preguntas CAGE al añadir “o drogas” a cada una. Ya
que identifiques el abuso de una sustancia prueba con preguntas adicionales como:
“¿Siempre puede controlar su uso de drogas?”, “¿alguna vez tuvo una mala reacción?”,
“¿qué pasó?, ¿algún accidente, lesiones o arrestos, relacionados con drogas?, ¿problemas
laborales o familiares?”, “¿alguna vez trató de interrumpir el hábito? Hábleme al respecto”.
Es esencial realizar una entrevista sensible, ya que, incluso con una indagación experta,
sólo el 25% de los pacientes revelarán una experiencia de abuso.106,107 El tipo de pregunta
es importante. Los expertos recomiendan iniciar con declaraciones de normalización
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ENTREVISTA AVANZADA
Claves del abuso físico y sexual. Mantente alerta a las claves no verbales de Véase también el capítulo 18, Valora-
abuso, a menudo presentes en cifras crecientes en víctimas del tráfico sexual humano en ción pediátrica: desde la lactancia
Estados Unidos e internacionalmente, calculadas en 50 000 mujeres y niños al año, hasta la adolescencia, y la tabla 18-11,
tan sólo en ese país.108,109 “Signos físicos de abuso sexual en
niñas”, p. 921.
Para iniciar la detección de un abuso infantil, pregunta a sus padres sobre su abordaje de Véase el capítulo 18, Valoración pediá-
la disciplina. Inquiere cómo tratan a un niño que no deja de llorar o uno que se porta trica: desde la lactancia hasta la ado-
mal: “La mayoría de los padres se sienten muy molestos cuando su niño llora (o ha sido lescencia, pp. 799-925.
travieso). ¿Cómo se siente usted cuando esto ocurre?”, “¿qué hace cuando su niño no deja
de llorar?”, “¿tiene algún temor de que pueda lesionar a su hijo?”.
Muerte y paciente moribundo. Hay un énfasis creciente e importante sobre Para una discusión sobre la toma de
la enseñanza para la atención a la salud con el fin de mejorar los cuidados de los pacientes decisiones al final de la vida, el duelo
moribundos y sus familias. En muchos estudios se ha logrado avanzar en la comprensión y el luto, así como las directivas anti-
de los cuidados paliativos y establecer estándares para una atención de calidad.110,111 cipadas, véase el capítulo 20, Adultos
Incluso como estudiantes son importantes el trabajo con los sentimientos propios mayores.
respecto de la muerte y el proceso que lleva a ella, y la adquisición de destrezas básicas
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para asegurar una buena comunicación, ya que entrarás en contacto con pacientes de
todas las edades cerca del término de sus vidas. Los estudios muestran que los médicos
todavía no se comunican de manera eficaz con los pacientes y los familiares acerca de
cómo tratar los síntomas y sus preferencias para la atención. Las intervenciones del
médico que mejoran los síntomas y evitan la hospitalización, logran aminorar el pesar y
el duelo, mejorar los resultados y la calidad de la atención, disminuir los costes y, a veces,
incluso prolongar la supervivencia.111-113
Para quienes enfrentan la muerte y aquellos que sobreviven hay fases superpuestas y a
veces prolongadas de pesar y duelo anticipatorios.114 Kübler-Ross aportó la descripción
clásica de las etapas en la respuesta a la pérdida o el duelo antes de una muerte inmi-
nente: negación y aislamiento, ira, negociación, depresión o tristeza y aceptación.115
Estas etapas pueden presentarse de manera secuencial o en cualquier orden o combi-
nación. Ofrece oportunidades para que los pacientes y los miembros de la familia
hablen respecto de sus sentimientos y hagan preguntas. Como se define en la Organi-
zación Mundial de la Salud, tu meta es: “la prevención y el alivio del sufrimiento
mediante la identificación temprana, la valoración y el tratamiento intachables del
dolor y otros problemas físicos, psicosociales y espirituales”.116 Consulta: “¿Me pre-
gunto si usted tiene preocupaciones respecto de su enfermedad?... ¿su dolor?...
¿sus preferencias de tratamiento?”. Proporciona la información solicitada y muestra tu
compromiso con el respaldo y la coordinación del cuidado de los pacientes durante la
enfermedad. Los pacientes moribundos rara vez desean hablar acerca de su enferme-
dad en cada encuentro y tampoco confían en todo aquel al que acaban de conocer. Si
desean permanecer en un nivel de relación casual, hay que respetar sus preferencias.
Una sonrisa, una palmada, una pregunta acerca de un miembro de la familia, un
comentario sobre los sucesos del día, o incluso el humor gentil, muestran tu preocu-
pación y capacidad de respuesta.
Aclarar los deseos del paciente en cuanto al tratamiento al final de la vida es una respon-
sabilidad importante. Se considera un fracaso de los cuidados clínicos no facilitar
la toma de decisiones para el término de la vida. El estado médico del paciente y el
contexto de atención a la salud a menudo determinan qué necesidades comentar. Para
los pacientes con enfermedades agudas y en el hospital, suelen ser obligatorias las dis-
cusiones en cuanto a cómo responder a un paro cardíaco o respiratorio. Preguntar acerca
del estado de no reanimar (DNR, de Do Not Resuscitate) a menudo es difícil si no has
tenido antes una relación con el paciente o estás inseguro de su comprensión de la enfer-
medad. Los medios dan a muchos pacientes una visión real de la eficacia de la reanima-
ción. Explora: “¿Qué experiencias ha tenido por la muerte de un pariente cercano o
amigo?”, “¿qué sabe respecto de la reanimación cardiopulmonar (RCP)?” Instruye a los
pacientes acerca de la posibilidad de éxito de la RCP, en especial si presentan enferme-
dades crónicas o su edad es avanzada. Asegúrales que el alivio del dolor y el cuidado de
sus necesidades espirituales y físicas serán prioritarios.
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ÉTICA Y PROFESIONALISMO
Ética y profesionalismo
La ética clínica entra en juego en numerosas ocasiones cada día en casi toda interacción
con los pacientes.117-119 El poder de la comunicación médico-paciente pide una guía más
allá de nuestra percepción innata de la moralidad.120 La ética corresponde a un conjunto
de principios elaborado a través de la reflexión y la discusión para definir lo que está bien
y mal. La ética clínica que guía nuestra conducta profesional no es estática ni simple, sino
que varios principios han conducido a los médicos a través de la historia. Si bien a
menudo todo lo que necesitas es tu percepción de lo correcto e incorrecto, incluso cuando
eres estudiante te enfrentas a decisiones que piden la aplicación de principios éticos.
● La no maleficencia o primum non nocere se declara, por lo general, como “primero, no dañar”.
En el contexto de la entrevista, dar información incorrecta o no relacionada con el problema
del paciente puede hacer daño. Evitar temas importantes o crear barreras en la comunica-
ción abierta también puede dañar.
● La beneficencia es el pronunciamiento de que el profesional clínico actúa en favor del mejor
interés del paciente.
● La autonomía nos recuerda que los pacientes informados tienen el derecho de tomar sus
propias decisiones médicas. Este principio se ha vuelto cada vez más importante con el
transcurso del tiempo y es compatible con la relación médico-paciente colaborativa, más
que paternalista.
● La confidencialidad puede ser uno de los principios más desafiantes. Como médico clínico
tienes la obligación de no repetir lo que te enteras o sabes de un paciente. Esta privacidad
es fundamental para tus relaciones profesionales con los pacientes. En la oleada de la aten-
ción cotidiana de pacientes también es muy fácil dejar que algo se “salga”. Debes mante-
nerte en guardia. Nota que algunos cuerpos de trabajo postulan a la justicia como el cuarto
principio crítico, a saber, que todos los pacientes se traten de manera imparcial con distri-
bución equitativa de los recursos para la atención de la salud.122
Como estudiante, estás expuesto a algunos de los retos éticos que te encontrarás más
adelante como médico en ejercicio. Sin embargo, hay dilemas exclusivos de los estudiantes
que enfrentarás desde el momento en el que empieces a prestar atención a los pacien-
tes. En los siguientes cuadros se capturan algunas experiencias frecuentes que hacen
surgir una variedad de aspectos éticos y prácticos interrelacionados.
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ÉTICA Y PROFESIONALISMO
Eres un estudiante del tercer año de Medicina en tu primera rotación hospitalaria. Ya está
avanzada la noche cuando finalmente se te asigna al paciente con el que vas “a trabajar” y pre-
sentar al siguiente día en la visita con su preceptor. Cuando acudes a la habitación del
paciente, lo encuentras exhausto por los sucesos del día y listo para pasar la noche. Sabes que
su médico interno y el tratante ya hicieron su evaluación. ¿Procedes con un interrogatorio y
exploración física que posiblemente requiera de una a dos horas? ¿Este proceso sólo sirve para
tu propia instrucción?, ¿pides permiso antes de iniciar?, ¿qué incluye?
Aquí te ves confrontado con la tensión entre la necesidad de aprender haciendo y no dañar
al paciente. Hay un principio ético utilitario que nos recuerda que, si los médicos en
entrenamiento no aprenden, no habrá proveedores de atención a la salud en el futuro.
Sin embargo, los pronunciamientos de no hacer daño y priorizar lo que sea mejor para el
interés del paciente claramente entran en conflicto con esa necesidad futura. Este dilema
surgirá a menudo mientras seas estudiante.
El medio para abordar este dilema ético es obtener el consentimiento informado. Siempre
asegúrate de que el paciente sepa que estás en entrenamiento y que eres nuevo en la valo-
ración (fig. 3-10). Es impresionante qué tan a menudo los pacientes permiten de forma
voluntaria a los estudiantes participar en sus cuidados; es una oportunidad de los pacien-
tes para retribuir a sus proveedores de atención a la salud. Incluso cuando las actividades
clínicas parecen tener sólo el propósito de instruir, puede haber un beneficio para el
paciente. Múltiples proveedores de atención aportan múltiples perspectivas, y la expe-
riencia de ser oído y tener un defensor especial puede ser terapéutica.
F I G U R A 3 - 1 0 . Obtén el
consentimiento informado de los
pacientes, cuando sea necesario.
Ética y profesionalismo: escenario 2
Son ya pasadas las 10 p.m. y, junto con tu residente, estás a punto de concluir las volunta-
des anticipadas requeridas por un paciente frágil de edad avanzada que ingresó en horas pre-
vias con neumonía bilateral. El formato, que incluye una discusión de las órdenes de DNR,
debe rellenarse antes de que el equipo pueda firmar y salir en el día. Apenas entonces tu residente
es llamado para atender una urgencia y te pide que avances y te reúnas con el paciente para
concluir el formato. El residente firmará más tarde contigo, que asististe a una conferencia
sobre voluntades anticipadas y discusiones del término de la vida en tu primer año de entrena-
miento, pero nunca has visto a un médico discutir estos temas con un paciente. No lo conoces
o has tenido posibilidad de realmente echar un vistazo al formato. ¿Qué debes hacer?, ¿infor-
mas al residente que nunca has hecho esto antes o siquiera observado que alguien lo hiciera?,
¿informas al paciente que esto es realmente nuevo para ti?, ¿quién debe decidir si eres compe-
tente para hacer esto de manera independiente?
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ÉTICA Y PROFESIONALISMO
concluya esto antes de dormirse y, por lo tanto, se beneficiará”; “tu riesgo por discutir las
voluntades anticipadas es mínimo”; “eres muy bueno con los pacientes de edad avanzada
y piensas que podrías hacerlo”; “¿qué pasa si el paciente en realidad tiene un paro car-
diopulmonar esa noche y eres responsable de lo que sucede?” y finalmente “si molestas
al residente ahora, se enojará y podría afectar tu evaluación”. Hay un valor de enseñanza
en ser llevado a los límites de tu conocimiento para resolver problemas y ganar con-
fianza en tu función independiente, pero ¿qué es lo correcto en estas circunstancias?
Principios de Tavistock
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ÉTICA Y PROFESIONALISMO
Busca asesoría para la forma de expresar tus reservas de manera que te asegures de
que serán oídas. Como estudiante de medicina, necesitarás contextos para discutir estos
dilemas éticos importantes con otros estudiantes y con médicos en entrenamiento
más avanzados y profesores titulares. Los pequeños grupos estructurados para abordar
estos aspectos son particularmente útiles para proporcionar validación y apoyo. Saca
ventaja de tales oportunidades siempre que sea posible.
En esta situación, hablar con la paciente acerca de sus resultados de biopsia está dictado
por varios principios éticos, los mejores intereses, la autonomía y su integridad. La otra
parte del dilema ético se refiere a comunicar tu plan al médico tratante. A veces la parte
más retadora de tales dilemas pone a prueba tu deseo de seguir por una vía de acción
correcta. Aunque pudiese parecer una situación en la que se pierde de cualquier manera,
en una discusión respetuosa y honesta con el médico tratante, expresando lo que es el
mejor interés de la paciente, por lo general, serás escuchado. Registra el respaldo de tu
residente u otros auxiliares, si es posible. Aprender cómo manejar estas situaciones difí-
ciles será una destreza profesional útil.
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Fuente: Cole S, Bogenschutz M, Hungerford M. Motivational interviewing and psychiatry: use in addiction treatment, risky drinking and routine practice. Focus
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Fuente: Steven Cole, Damara Gutnick, Connie Davis, Kathy Reims, Mary Cole BAP is a registered trademark of Steven Cole. ©2004–2012. Stevecolemd@
gmail.com. Derechos reservados. Se puede usar BAP sin permiso en la práctica clínica, la investigación y la instrucción. Para mayor información vaya a www.
ComprehensiveMI.com y www.centreCMI.ca. Véase también Gutnick D, Reims K, et al. Brief Action Planning to facilitate behavior change and support for self-
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desarrollado cerca del 2004 por Steven Cole, con contribuciones de Mary Cole. La versión actual se perfeccionó con la contribución de Damara Gutnick,
Connie Davis y Kathy Reims.
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2
UNIDAD
Exploraciones
regionales
Capítulo 4 Capítulo 11
Inicio de la exploración física: Abdomen 449
revisión general, signos vitales
Capítulo 12
y dolor 111
Sistema vascular periférico 509
Capítulo 5
Capítulo 13
Conducta y estado mental 147
Genitales y hernias masculinos 541
Capítulo 6
Capítulo 14
Piel, pelo y uñas 173
Genitales femeninos 565
Capítulo 7
Capítulo 15
Cabeza y cuello 215
Ano, recto y próstata 607
Capítulo 8
Capítulo 16
Tórax y pulmones 303
Sistema musculoesquelético 625
Capítulo 9
Capítulo 17
Sistema cardiovascular 343
Sistema nervioso 711
Capítulo 10
Mamas y axilas 419
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4
C A P Í T U L O
Inicio de la exploración
física: revisión general,
signos vitales y dolor
Ahora que tienes la información sobre las preocupaciones del paciente y una relación de
confianza con él, estás listo para iniciar la exploración física. Al principio te puedes sen-
tir inseguro de tus destrezas, pero a través del estudio y la repetición, la exploración física
pronto fluirá con más facilidad y tu atención cambiará de la técnica y cómo manejar los
instrumentos a lo que escuchas, ves y percibes (fig. 4-1). Tocar el cuerpo del paciente
parecerá más natural y aprenderás a disminuir cualquier molestia durante la exploración
(fig. 4-2). Conforme aumenta tu destreza, lo que alguna vez requirió entre 1 y 2 h con-
sumirá considerablemente menos tiempo.
En este capítulo se presentan las secciones de los capítulos de exploración regional que FIGURA 4-1. La exploración física
encontrarás a lo largo de esta obra: Anamnesis, con los síntomas habituales o preocupan- fluye de forma más eficaz con la
tes (en este capítulo se muestran los síntomas generales o inespecíficos más frecuentes); práctica.
Promoción y asesoramiento sobre salud: evidencia y recomendaciones, que en este caso se
centra en los componentes del estilo de vida, como peso, nutrición y ejercicio; a conti-
nuación, Técnicas de exploración, que incluyen los elementos iniciales de la exploración
física, la revisión general, los signos vitales y la valoración del dolor; seguidos por las
Tablas y las Referencias. Los capítulos de la exploración regional, del 6 al 20, se inician
con una sección adicional: Anatomía y fisiología.
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Anamnesis
● Fatiga y debilidad
● Fiebre, escalofríos y sudores nocturnos
● Cambio de peso
● Dolor
Fatiga y debilidad. La fatiga es un síntoma inespecífico con muchas causas, que La fatiga es un síntoma habitual de la
se refiere a una sensación de cansancio o pérdida de energía que los pacientes describen depresión y la ansiedad, pero también
de diversas formas. “No me siento con ganas de levantarme en la mañana”, “no tengo deben considerarse infecciones (como
energía alguna”, “difícilmente puedo realizar mis actividades durante el día”, “para la hora hepatitis, mononucleosis infecciosa y
en la que llego al trabajo me siento como si ya hubiera concluido las tareas de ese día”. tuberculosis); trastornos endocrinos
(hipotiroidismo, insuficiencia suprarre-
Debido a que la fatiga es una respuesta normal al trabajo intenso, el estrés o el sufrimiento
nal, diabetes mellitus); insuficiencia
sostenido, indaga las circunstancias vitales en las que ocurre. La fatiga no relacionada con
cardíaca; enfermedad pulmonar
tales situaciones requiere mayor investigación. crónica, de los riñones o el hígado;
desequilibrio electrolítico; anemia
Utiliza preguntas abiertas para alentar al paciente a describir por completo lo que está moderada a intensa; cánceres; déficits
experimentando. Con frecuencia surgen claves importantes en cuanto a la etiología a nutricionales y uso de medicamentos.
través de una historia psicosocial, la exploración de los patrones de sueño y una revisión
exhaustiva de aparatos y sistemas.
La debilidad es diferente de la fatiga, pues denota una pérdida demostrable de fuerza La debilidad, en especial cuando está
muscular y se discutirá más adelante junto con otros síntomas neurológicos (véase p.723). localizada con un patrón neuroanató-
mico, sugiere una posible neuropatía
Fiebre, escalofríos y sudores nocturnos. Por fiebre se hace referencia o miopatía.
a una elevación anómala de la temperatura corporal (en la p. 133 se pueden consultar
los valores normales). Pregunta acerca de fiebre si el paciente presenta una enfermedad
aguda o crónica. Indaga si ha tomado su temperatura. “¿Se ha sentido con fiebre o
inusualmente caliente, ha notado sudor excesivo o percibido escalofríos y frío?”. Trata Los escalofríos recurrentes, con agita-
de distinguir entre sentir frío y presentar escalofríos, con agitación en el cuerpo y ción, sugieren cambios más extremos
castañeo de los dientes. de temperatura y bacteriemia sistémica.
La sensación de frío, la piel de gallina y los escalofríos acompañan a una temperatura en La sensación de calor y sudoración
aumento, mientras que sentirse caliente y sudoroso corresponde con un decremento de también acompaña a la menopausia.
la temperatura. Por lo general, la temperatura corporal aumenta durante el día y des- Ocurren sudores nocturnos en pre-
ciende por la noche. Cuando la fiebre exagera dicho cambio, se presentan sudores noctur- sencia de tuberculosis y cáncer.
nos. El malestar general, la cefalea y el dolor en músculos y articulaciones son
acompañantes frecuentes de la fiebre.
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Cambio de peso. Es la consecuencia de las modificaciones en los tejidos o los Los cambios de peso rápidos en unos
líquidos corporales. Son buenas preguntas abiertas: “¿Qué tan a menudo mide su peso?”, cuantos días sugieren modificaciones
“¿cómo se compara con el de hace un año?”. Si hay cambios, pregunta: “¿Por qué piensa de los líquidos corporales, no de los
que ha cambiado?”, “¿cuánto le gustaría pesar?”. Si el aumento o la disminución de peso tejidos.
parecen constituir un problema, pregunta sobre su cuantía, temporalidad y contexto en
el que se presentó, así como cualquier síntoma vinculado.
Se observa un aumento de peso cuando la ingestión calórica rebasa a su gasto con relación El edema por retención extravascular
al tiempo, y suele dar como resultado un incremento de la grasa corporal. El aumento de líquidos es visible ante la insufi-
de peso también puede reflejar la acumulación anómala de líquidos corporales, en par- ciencia cardíaca, el síndrome nefrótico,
ticular cuando es muy rápida. la insuficiencia hepática y la estasis
venosa.
Los pacientes con un índice de masa corporal (IMC) ≥ 25 y hasta 29 se definen como con Véase la “Clasificación del sobrepeso y
sobrepeso; aquellos con un IMC ≥ 30 se consideran con obesidad. Estos últimos requieren la obesidad de acuerdo con el IMC”,
planear una valoración exhaustiva para evitar los muchos riesgos vinculados de morbi- p. 116.
lidad y mortalidad. Aclara la temporalidad y la evolución del aumento de peso. ¿Presen-
taba sobrepeso el paciente cuando era niño?, ¿tienen sobrepeso sus padres? Pregunta Véase la tabla 4-1, “Trastornos de la
acerca de puntos de referencia del peso durante la vida, como el correspondiente al nacer, salud relacionados con la obesidad”,
en el jardín de niños, la graduación del bachilerato o universidad, el servicio militar, el p. 139, y la discusión asociada,
embarazo, la menopausia y la jubilación. ¿Alguna discapacidad o intervención quirúrgica pp. 114-118.
reciente afectó el peso?, ¿qué hay respecto de depresión y ansiedad?, ¿hay un cambio en
el patrón de sueño o somnolencia durante el día que haga sospechar de apnea del sueño?1
Establece un nivel de actividad física e indaga los resultados de intentos previos de dis-
minución de peso. Valora el patrón y las preferencias alimentarios.
Revisa los medicamentos del paciente. Muchos fármacos tienen relación con
el aumento de peso, como antidepre-
sivos tricíclicos; insulina y sulfonilu-
reas; anticonceptivos, glucocorticoides
y esteroides progestacionales; mirta-
zapina y paroxetina; gabapentina y
valproato; y el propranolol.
Investiga cualquier disminución de peso clínicamente significativa, definida como aquella Las causas de disminución de peso
del 5% o más del peso corporal usual en un período de 6 meses. Los mecanismos inclu- incluyen enfermedades gastrointesti-
yen disminución de la ingestión de alimentos por anorexia, depresión, disfagia, vómitos, nales; trastornos endocrinos (diabetes
dolor abdominal o dificultades económicas; absorción gastrointestinal defectuosa o infla- mellitus, hipertiroidismo, insuficiencia
mación y aumento de los requerimientos metabólicos. Pregunta en cuanto al abuso de suprarrenal); infecciones crónicas,
alcohol, cocaína, anfetaminas u opiáceos, o la privación de mariguana, todos vinculados infección por VIH/sida; cáncer; insufi-
con una disminución de peso. El tabaquismo cuantioso también suprime el apetito. ciencias cardíaca crónica, respiratoria
o renal; depresión y anorexia ner-
viosa o bulimia.
Véase la tabla 4-2, “Trastornos alimen-
tarios e índice de masa corporal exce-
sivamente bajo”, p. 140.
Evalúa la ingestión de alimentos. ¿Ha sido normal, disminuida, o incluso aumentada? La disminución de peso con una
ingestión relativamente cuantiosa de
alimentos sugiere diabetes mellitus,
hipertiroidismo o absorción intestinal
deficiente. También considera el atra-
cón alimentario (bulimia) con vómito
autoinducido.
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Busca obtener una historia psicosocial exhaustiva. ¿Quién cocina y hace las compras Pobreza, edad avanzada, aislamiento
por el paciente?, ¿dónde come?, ¿con quién?, ¿hay algún problema para obtener, almace- social, discapacidad física, alteración
nar, preparar o masticar los alimentos?, ¿el paciente evita o restringe ciertos alimentos por emocional o mental, carencia o mal
motivos médicos, religiosos u otros? ajuste de dentadura, alcoholismo
y abuso de drogas, todos aumentan
el riesgo de desnutrición.
Mantente alerta en cuanto a signos y síntomas de desnutrición, que pueden ser sutiles e Véase la tabla 4-3, “Cribaje de la nutri-
inespecíficos, como debilidad, fatiga, intolerancia al frío, dermatitis escamosa y edema ción”, p. 141.
de tobillos. Es indispensable obtener adecuadamente los antecedentes de los patrones
alimenticios. Haz preguntas generales en cuanto a la ingestión en diferentes momentos
del día, como: “Dígame qué suele comer en el almuerzo”, “¿qué come a manera de boca-
dillos?”, “¿cuándo?”.
Dolor. El dolor es uno de los síntomas y motivos de consulta más frecuentes en Véase la sección sobre “Dolor agudo
la práctica clínica. Cada año se calcula que 100 millones de estadounidenses experimentan y crónico”, p. 134-137, al final de este
dolor crónico, con un coste en atención médica, discapacidad y días de pérdida laboral capítulo, para un abordaje de la valo-
de 560 a 635 millones de dólares en ese país.3,4 El dolor agudo afecta a otro 12% de los ración y el tratamiento.
estadounidenses al año. Las causas más frecuentes son lumbalgia, cefalea o migraña y
dolor que afecta a las rodillas y el cuello; su prevalencia varía de acuerdo con la raza,
el grupo poblacional y el estrato socioeconómico. Los síntomas de localización, “los siete
atributos de cada síntoma” y la historia psicosocial son indispensables para la exploración
física, la valoración y un amplio plan terapéutico.
Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
Peso óptimo, nutrición y alimentación. Menos de la mitad de los adultos Véase “Cálculo del IMC” y “Perímetro
estadounidenses mantienen un peso saludable con un IMC entre 18.5 y 24.9 kg/ m2 de la cintura”, p. 122-123.
definido. La obesidad ha aumentado en cada segmento de la población estadounidense, de
forma independiente de la edad, el sexo, la procedencia étnica, la región geográfica y el
estado socioeconómico. Revisa las cifras estadísticas alarmantes sobre la epidemia
de obesidad en Estados Unidos y todo el mundo en el cuadro de la siguiente página.6-8
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Obesidad de un vistazo
Para promover un peso y una nutrición óptimos, adopta el abordaje cuádruple aquí
delineado. La disminución de peso, incluso en un 5-10%, puede mejorar la presión
arterial, las cifras de lípidos y la tolerancia de la glucosa, y disminuir el riesgo de
padecer diabetes o hipertensión.
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entre el perímetro de la cadera) puede ser un mejor factor de predicción del riesgo en los
individuos mayores de 75 años. Los cocientes mayores de 0.95 en varones y mayores de
0.85 en mujeres se consideran elevados. Determina los factores de riesgo adicionales de
enfermedades cardiovasculares, incluyendo hábito tabáquico, presión arterial alta, coleste-
rol alto, inactividad física y antecedentes familiares.
2. Valorar la ingestión alimentaria.
3. Evaluar la motivación del paciente para cambiarla.
4. Proporcionar el asesoramiento en cuanto a nutrición y ejercicio.
Saca ventaja de los excelentes recursos disponibles para la valoración y el asesora- Véase la definición y discusión del
miento de los pacientes, que se resumen en las siguientes secciones.13 Revisa la parti- síndrome metabólico en el capítulo 9,
cipación del peso en la prevalencia creciente del síndrome metabólico, presente en casi Sistema cardiovascular, p. 370.
el 34% de la población estadounidense.6
Paso 2: ingestión alimentaria. Obtén una historia de la alimentación y Véase la tabla 4-3, “Cribaje de la nutri-
valora los patrones del paciente en cuanto al comer. Selecciona una herramienta breve de ción”, p. 141.
detección y ten en mente el impacto de las preferencias culturales y el ingreso en cuanto
a lo que el paciente decide ingerir.
Paso 3: valoración de la motivación para el cambio. Una vez que Véase la tabla 4-4, “Obesidad: etapas
determinaste el IMC, los factores de riesgo y la ingestión alimentaria, aborda la motiva- del modelo de cambio y valoración de
ción del paciente para hacer cambios del estilo de vida que promuevan la disminución la disposición”, p. 142.
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del peso corporal. El modelo de Prochaska ayuda a acoplar las intervenciones con el
grado de motivación del paciente para adoptar nuevas conductas de alimentación.
Lácteos
Paso 4: proporcionar asesoramiento acerca de nutrición y ejerci- Frutos
Granos
cio. Debes estar bien informado en cuanto a alimentación y nutrición cuando asesores
a pacientes con sobrepeso, en especial a la luz de las muchas y a menudo contradictorias Vegetales Proteínas
opciones de dieta en la prensa popular. En el U.S. Department of Agriculture (USDA) se
emitieron nuevas guías alimentarias en el año 2010, para ayudar a los médicos y a los
pacientes a abordar de manera más eficaz la epidemia de obesidad.14 El nuevo diagrama
de la nutrición de ese departamento, MyPlate, es atractivo y fácil de comprender (fig. 4-3).
Consulta el sitio de internet de MyPlate y el informe de las guías de alimentación, así
como las más recientes publicadas por el National Heart, Lung and Blood Institute y la
Agency for Healthcare Research and Quality, para identificar y tratar el sobrepeso y
F I G U R A 4 - 3 . El diagrama de
la obesidad.10,15
MyPlate (Mi plato) ayuda a los
pacientes a comprender la nutrición
Un elemento clave para el asesoramiento eficaz es trabajar con el paciente para establecer (U.S. Department of Agriculture).
metas razonables. Los expertos señalan que los pacientes a menudo tienen un “peso
soñado” de hasta el 30% por debajo del peso corporal inicial.2 Sin embargo, es más rea-
lista una disminución de peso del 5-10%, y está comprobado que éste disminuye el
riesgo de diabetes y otros problemas de salud vinculados con la obesidad. Instruye a tus
pacientes acerca de los obstáculos habituales para disminuir el peso corporal de forma
sostenida: el alcance de una meseta por los sistemas fisiológicos de retroalimentación que
mantienen la homeostasis corporal; el mal apego a la dieta por una mayor hambre con-
forme disminuye el peso; y la inhibición de la leptina, una proteína citocinética secretada
y almacenada por las células grasas que regula el hambre.16 Utiliza una combinación
completa de estrategias para promover la disminución del peso corporal, para lo cual una
meta segura oscila entre 230 y 900 g por semana.
Si el IMC disminuye por debajo de 18.5 kg/m2, investiga la posibilidad de anorexia, bulimia Véase la tabla 4-2, “Trastornos alimen-
y otros trastornos médicos graves. tarios e índice de masa corporal exce-
sivamente bajo”, p. 140.
En las Guías de alimentación del USDA del 2010 se indica que para mantener el equilibrio
calórico y alcanzar un peso sostenido y saludable, la mayoría de los estadounidenses
necesitan disminuir su ingestión calórica y aumentar la actividad física. Además, se
insiste en el consumo de alimentos y bebidas ricos en nutrimentos, como vegetales, frutos,
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granos integrales, leche descremada o baja en grasa y sus productos, mariscos, carnes
magras y de aves, huevos, frijoles (judías/porotos) y chícharos (guisantes/arvejas), así
como nueces y otras semillas.14 La ingestión de azúcares adicionales (sobre todo edulco-
rantes), grasas sólidas saturadas o trans, así como granos refinados dificulta el logro de
una nutrición óptima.
1.
Equilibra las calorías.
2.
Come menos.
3.
Evita las porciones demasiado grandes.
4.
Ingiere más a menudo alimentos ricos en nutrimentos.
5.
Come más de la mitad del plato de frutos y vegetales.
6.
Cambia a una leche descremada o baja en grasa.
7.
Haz que la mitad de la ingestión de granos corresponda a los integrales.
8.
Ingiere menos a menudo los alimentos ricos en grasas sólidas, sal y azúcares añadidos.
9.
Utiliza la etiqueta Nutrition Facts (Datos de nutrición) para elegir versiones de alimentos
con menor contenido de sodio, como sopa, pan y comidas congeladas.
10. Bebe agua y toma líquidos no edulcorados, en lugar de refrescos edulcorados y bebidas
energéticas o deportivas.
Fuente: Choose My Plate–10 Tips to a Great Plate. Disponible en www.choosemyplate.gov/food-
groups/downloads/TenTips/DGTipsheet1ChooseMyPlate.pdf. Con acceso el 21 de enero de 2015.
U.S. Department of Agriculture.
Ayuda a las mujeres adolescentes y en edad fértil a aumentar su ingestión de hierro, vita- Véase la tabla 4-5, “Asesoramiento
mina C y ácido fólico. Ayuda a los adultos mayores de 50 años a identificar alimentos ricos nutricional: fuentes de nutrimentos”,
en vitamina B12. Recomienda aumentar la ingestión de vitamina D a los adultos mayores p. 143.
y a aquellos de piel oscura con baja exposición a la luz solar.
Presión arterial y sodio en los alimentos. La ingestión excesiva de Véase la tabla 4-6, “Pacientes con
sodio puede llevar a la hipertensión, un factor de riesgo importante de enfermedad hipertensión: cambios de alimenta-
cardiovascular. En un metaanálisis se concluyó que una diferencia de 5 g en la ingestión ción recomendados”, p. 143.
de sal al día se vincula con una diferencia correspondiente del 23% en la tasa de accidentes
cerebrovasculares y del 17% en la de enfermedades cardiovasculares.20 En el Institute for
Medicine (IOM) se determinó que una ingestión diaria de 2 300 mg de sodio en los
alimentos es la cantidad máxima tolerable en adultos. 21 No obstante, el promedio
de ingestión de sodio en los estadounidenses es de 3 400 mg diarios y más del 90% de
los adultos rebasan la cifra máxima recomendada.22 Si bien la disminución de la ingestión
de sodio a 1 500 mg permite un mejor control de la presión arterial, en el IOM no se
encontraron evidencias de beneficio para los resultados totales de salud por debajo de
los 2 300 mg.21 Incluso sin alcanzar esta cifra, la disminución de la ingestión de sodio
por al menos 1 000 mg diarios reduce la presión arterial.23
Puesto que más del 75% del sodio que se consume proviene de alimentos procesados y
menos del 10% de los estadounidenses consumen 2 300 mg diarios o menos de lo recomendado
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Fuente: U.S. Department of Agriculture: ChooseMyPlate.gov. Physical Activity. How many calories
does physical activity use? Modificado en junio de 2011. Disponible en http://www.choosemyplate.
gov/food-groups/physicalactivity_calories_used_table.html. Con acceso el 21 de enero de 2015.
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Revisión general
La revisión general del aspecto, estatura y peso del paciente se inicia con el encuentro entre
ambos, pero tus observaciones a menudo se cristalizarán al iniciar la exploración física.
Los mejores médicos agudizan su poder de observación y descripción de manera conti-
nua. Conforme hablas con el paciente y lo exploras, concéntrate en la observación de
su estado de ánimo, complexión y conducta. Estos detalles enriquecen y profundizan tu
impresión clínica emergente. Tu meta es describir las características distintivas del
paciente, de manera que tus colegas puedan ubicarlo de forma clara dentro de un con-
junto de extraños, evitando clichés como “hombre de edad madura” y la expresión no
informativa “sin malestar agudo”.
Recuerda las observaciones desde el primer momento del encuentro con el paciente y
que has refinando durante la valoración. ¿El paciente te escuchó cuando lo saludaste en
la sala de espera o la de exploración?, ¿se levanta con facilidad?, ¿camina de forma ade-
cuada o de manera rígida? Si estaba hospitalizado en su primer encuentro, ¿qué estaba
haciendo el paciente?, ¿miraba la televisión o estaba postrado en cama? Observa la habi-
tación, ¿qué hay en la mesa al lado de la cama, una revista, barras o fragmentos de cara-
melo?, ¿una Biblia o un rosario?, ¿múltiples recipientes de bebidas?, ¿o nada en absoluto?
Cada observación hace surgir preguntas o hipótesis a considerar conforme se despliega
tu valoración.
Aspecto general
Estado de salud aparente. Trata de formarte un juicio general con base en ¿El paciente tiene una enfermedad
las observaciones durante tu encuentro. Respáldalo con detalles significativos. aguda o crónica?, ¿se encuentra frágil
o en buena condición y robusto?
Nivel de consciencia. ¿Está el paciente despierto, alerta y te responde a ti y a Véase el capítulo 17, Sistema nervioso,
otros en el lugar? Si no es así, valora pronto el nivel de consciencia. “Nivel de consciencia”, pp. 768-769.
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Color y lesiones evidentes de la piel. Haz una inspección de cualquier Busca palidez, cianosis, ictericia, exan-
cambio en el color de la piel, cicatrices, placas o nevos. temas, hematomas o moteado de las
extremidades. Véase el capítulo 6, Piel,
pelo y uñas, pp. 173-214.
Vestimenta, arreglo e higiene personal. ¿Cómo está vestido el El exceso de ropa puede reflejar la
paciente?, ¿su ropa es adecuada para la temperatura y el clima?, ¿está limpio y en intolerancia al frío del hipotiroidismo,
condición adecuada para el contexto? ocultar exantemas o marcas de agujas,
enmascarar la anorexia o señalar pre-
ferencias del estilo de vida personal.
Observa el calzado del paciente. ¿Presenta cortes o agujeros?, ¿está gastado? La presencia de agujeros o el uso de
pantuflas sugieren gota, juanetes,
edema u otros trastornos dolorosos
de los pies. Los zapatos gastados
pueden contribuir al dolor de pies y
dorsal, caídas e infecciones, así como
a la aparición de callos.
¿El paciente utiliza joyería extravagante?, ¿presenta perforaciones en el cuerpo? Los brazaletes de cobre sugieren dolor
articular. Los tatuajes y las perforacio-
nes ornamentales pueden vincularse
con el uso de alcohol y drogas.29
Observa el cabello, las uñas y el empleo de maquillaje del paciente. Pueden ser claves El cabello “largo” y el barniz que ha
de su personalidad, estado de ánimo, estilo de vida y autoconcepto. sido rebasado por el crecimiento de
las uñas sugieren la duración de una
posible enfermedad. Las uñas
mordidas pueden reflejar estrés.
¿Parecen la higiene personal y el arreglo apropiados para la edad del paciente, su estilo Puede observarse un aspecto desarre-
de vida y ocupación? glado durante la depresión y la demen-
cia, pero debe compararse con lo
acostumbrado por el paciente.
Expresión facial. Observa la expresión facial en reposo, durante la conversación Busca la mirada fija del hipertiroidismo,
y en interacciones sociales, así como durante la exploración física. Observa con cuidado la facies inmóvil del parkinsonismo y
el contacto visual. ¿Es natural?, ¿sostenido y sin parpadeos?, ¿evadido con rapidez?, el estado plano o triste de la
¿ausente? depresión. La disminución del
contacto ocular puede ser cultural o
sugerir ansiedad, temor o tristeza.
Olores del cuerpo y el aliento. Los olores pueden ser claves de diagnóstico El aliento puede revelar la presencia
importantes, como aquel a frutas de la diabetes y el aroma del alcohol. de alcohol o acetona (diabetes),
infecciones pulmonares, uremia
o insuficiencia hepática.
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Nunca asumas que el olor a alcohol en el aliento de un paciente explica los cambios del Estos cambios pueden tener causas
estado mental o neurológicos. graves pero tratables, como la hipo-
glucemia, un hematoma subdural o
un estado de estupor poscrítico.
Postura, marcha y actividad motora. ¿Cuál es la postura preferida del Los pacientes a menudo prefieren
paciente? sentarse erectos ante la insuficiencia
cardíaca izquierda e inclinarse hacia
adelante con los brazos cruzados ante
la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica.
¿Está el paciente inquieto o tranquilo? ¿Qué tan a menudo cambia de posición? Los pacientes ansiosos se muestran agi-
tados e inquietos. Aquellos con dolor a
menudo evitan los movimientos.
¿Hay alguna actividad motora involuntaria?, ¿están inmóviles algunas partes del cuerpo?, Busca temblores, otros movimientos
¿cuáles? involuntarios o parálisis. Véase la
tabla 17-5, “Temblores y movimientos
involuntarios”, pp. 782-783.
¿Camina el paciente con suavidad, comodidad, autoconfianza y equilibrio, o presenta Véase la tabla 17-10, “Anomalías de
cojera, temor de caer, pérdida de equilibrio o algún trastorno de movimiento? la marcha y la postura”, p. 789. Una
marcha alterada aumenta el riesgo
de caídas.
Estatura y peso. Determina la estatura y el peso del paciente sin calzado para
calcular el IMC. Registra cualquier cambio en estas medidas con respecto al tiempo.
¿El paciente es inusualmente alto o bajo?, ¿su complexión muscular es delgada o for- Espera una estatura baja en el sín-
nida?, ¿su cuerpo es simétrico? Registra las proporciones corporales generales. drome de Turner, la insuficiencia renal
infantil y el enanismo acondroplásico e
hipopituitario; las extremidades largas
con relación al tronco en el hipogona-
dismo y el síndrome de Marfan; y la
estatura disminuida ante la osteopo-
rosis y las fracturas por compresión
vertebral.
¿El paciente se encuentra emaciado, delgado, con sobrepeso u obesidad? En el último Hay una distribución generalizada de la
caso, ¿está la grasa distribuida de manera uniforme, concentrada en la parte alta del torso grasa en la obesidad simple, mientras
o alrededor de las caderas? que es de ubicación troncal con extre-
midades relativamente delgadas en los
síndromes de Cushing y metabólico.
Toma nota de cualquier cambio de peso. Las causas de disminución de
peso incluyen cáncer, diabetes melli-
tus, hipertiroidismo, infección cró-
nica, depresión, diuresis y una
dieta exitosa.
Cálculo del IMC. Usa tus mediciones de estatura y peso para determinar el IMC. Véase la discusión sobre peso óptimo,
La grasa corporal consta principalmente de tejido adiposo en forma de triglicéridos y nutrición y alimentación, pp. 114-118.
almacenado en depósitos subcutáneos de grasa intraabdominales e intramusculares,
difíciles de medir de forma directa. El IMC incorpora parámetros calculados, pero más
precisos, de la grasa corporal que el peso de forma aislada. En los National Institutes of
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Health se informa que las personas muy musculosas pueden tener un IMC alto, pero, no
obstante, saludable. De manera similar, el IMC de los adultos mayores y aquellos con una
masa muscular baja puede parecer “normal” de manera errónea.
Para determinar el IMC, elige el método que mejor se adapte a tu práctica profesional.
Utiliza una tabla estándar de IMC o el programa informático de expediente médico elec-
trónico, que suele mostrar el IMC de manera automática.30 También puedes calcular el
IMC utilizando uno de los métodos que se muestran a continuación.
Fuente: National Institutes of Health–National Heart, Lung, and Blood Institute: Calculate Your Body Mass
Index. Disponible en: http://www.nhlbi.nih.gov/health/educational/lose_wt/BMI/bmicalc.htm. Con acceso
el 21 de enero de 2015.
Signos vitales
Los signos vitales (presión arterial, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria y tem-
peratura) proporcionan información crítica inicial que a menudo influye en el tiempo
y la dirección de tu evaluación. Si ya fueron registradas por el personal del consultorio,
revísalas rápido al inicio de la consulta, y si son anómalas, a menudo las volverás a tomar
en el transcurso de la evaluación.
Inicia determinando la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Registra la frecuencia Véase la tabla 9-3, “Anomalías de las
cardíaca durante un minuto por palpación del pulso radial con los dedos o auscultación ondas del pulso y de la presión arte-
del pulso cardíaco apical con tu estetoscopio. Continúa con cualquiera de estas técnicas riales”, p. 402.
mientras cuentas en silencio la frecuencia respiratoria, ya que una vez que el paciente se
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SIGNOS VITALES
percate que lo haces, sus patrones respiratorios pueden cambiar. La temperatura se puede
tomar en diversos sitios, dependiendo del paciente y el equipo disponible. Aprende las
técnicas que aseguran una determinación precisa de los signos vitales, descritas en
las siguientes páginas.
Presión arterial
Complejidades de la determinación de la presión arterial. La
precisión de las mediciones de la presión arterial varían de acuerdo con cómo se
realizan. Sigue siendo habitual la detección en el consultorio con manguitos manuales
y automáticos, pero las cifras elevadas requieren cada vez más la confirmación
mediante la monitorización domiciliaria y ambulatoria. En el expediente de
recomendaciones de 2014, la Preventive Services Task Force de Estados Unidos
comunicó que el 5-65% de las presiones arteriales elevadas en el consultorio no
se confirmaron con la vigilancia ambulatoria o domiciliaria recomendada para
confirmar el diagnóstico de hipertensión.31 Numerosos estudios muestran que la vigilancia
ambulatoria y domiciliaria de la presión arterial es más predictiva de enfermedad
cardiovascular y daño de órgano terminal que las cuantificaciones manuales y automáticas
en el consultorio.32 La vigilancia ambulatoria de la presión arterial con un dispositivo
automático permite cuantificarla a intervalos preestablecidos durante 24-48 h, por lo
general cada 15-20 min durante el día y 30-60 min durante la noche. Hoy en día se
considera a este método el estándar ideal para confirmar una presión arterial elevada
detectada en el consultorio.33
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Método Características
Si recomiendas la vigilancia de la presión arterial, enseña a los pacientes cómo elegir el Es indispensable la enseñanza del
mejor manguito para el brazo de uso en el domicilio y cómo hacer que lo recalibren. paciente en cuanto al uso correcto
Hazle saber que los dispositivos para la muñeca y los dedos son muy populares, pero del dispositivo domiciliario. Asegú-
menos precisos. La presión sistólica aumenta en las arterias más distales, en tanto la rate de que comprenda todos los
diastólica disminuye; y los efectos hidrostáticos introducen errores por diferencias en pasos necesarios para obtener lectu-
la posición con relación al corazón. ras precisas en casa, como se detalla
en esta sección.
Definiciones para el diagnóstico de hipertensión. Nota las
diferencias en las definiciones de hipertensión, dependiendo del método de medición
utilizado.
Definiciones de hipertensión
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SIGNOS VITALES
■ Hipertensión de bata blanca (hipertensión clínica aislada). Se define por una cifra
mayor o igual a 140/90 mm Hg de la presión arterial en contextos médicos y las
lecturas medias menores de 135/85 mm Hg en el paciente ambulatorio. Es impor-
tante identificar este fenómeno, del que se informa en hasta el 20% de los pacientes
con presión arterial elevada en el consultorio, ya que conlleva un riesgo cardio-
vascular normal a ligeramente alto y no requiere tratamiento.32,37 Se atribuye a
una respuesta de ansiedad condicionada. La técnica de medición deficiente, inclu-
yendo redondear la cifra obtenida a cero, la presencia de un médico o un miem-
bro del personal de enfermería e incluso un diagnóstico previo de hipertensión
también pueden modificar de manera sustancial las lecturas obtenidas en el consul-
torio. La sustitución de las mediciones manuales en el consultorio con el empleo de
un dispositivo automático que hace varias lecturas con el paciente sentado, solo o
en un cuarto tranquilo, ha mostrado disminuir el efecto “de la bata blanca”.38
■ Hipertensión oculta. Esta forma de hipertensión, definida como una presión arterial
menor de 140/90 mm Hg en el consultorio, pero con una cifra elevada mayor de
135/85 mm Hg en el día que se obtiene mediante un dispositivo domiciliario o
ambulatorio, es más grave. Los adultos con hipertensión oculta no tratados, que se
calcula constituyen el 10-30% de la población general, presentan un mayor riesgo
de enfermedad cardiovascular y daño de órgano terminal.32,37
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1. El paciente debe evitar fumar, ingerir cafeína o hacer ejercicio durante 30 min antes
de la medición.
2. La sala de exploración debe estar en silencio, ser cómoda y con temperatura
confortable.
3. El paciente debe sentarse tranquilo durante 5 min en una silla con los pies en el piso, más
que sobre la mesa de exploración.
4. El brazo seleccionado no debe estar cubierto por ropa, presentar fístulas para diálisis, cica-
trices por disecciones de la arteria humeral, linfedema por disección de ganglios axilares
o radioterapia.
5. Palpa la arteria humeral para confirmar un pulso viable y coloca el brazo de manera que se Si la arteria humeral se encuentra por
encuentre el vaso en el surco precubital, a nivel cardíaco, casi en el cuarto espacio intercos- debajo del nivel del corazón, la lec-
tal en la unión con el esternón. tura de presión arterial será más alta;
6. Si el paciente está sentado, apoya su brazo sobre una mesa un poco por arriba de su cintu- si se encuentra por arriba del nivel del
ra; si se encuentra de pie, trata de sostener su brazo a nivel medio del tórax. corazón, la lectura resultará menor.
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Posición del manguito y el brazo. Con el brazo a nivel cardíaco, centra Un manguito flojo o una bolsa que
la bolsa inflable sobre la arteria humeral. El borde inferior del manguito debe estar casi sobresale lleva a lecturas falsamente
2.5 cm por arriba del surco precubital. Asegura de foma ajustada el manguito. Flexiona altas.
ligeramente el brazo del paciente en el codo.
mm Hg
120
Presión
80 diastólica
40
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160
Arteria ocluida,
sin flujo Silencio
Presión
120 sistólica
Arteria
comprimida, Ruidos de flujo
flujo sanguíneo turbulento
mm Hg
audible
Presión
80
diastólica
Arteria no
comprimida,
flujo sanguíneo Silencio
40
libre e inaudible
Identificar la presión arterial diastólica. Continúa desinflando con len- En algunas personas, el punto de
titud el manguito hasta que los ruidos se amortigüen y desaparezcan. Para confirmar el amortiguación y el de desaparición
punto de desaparición, escucha conforme la presión desciende otros 10-20 mm Hg, y de los ruidos están muy distantes. En
después, desinfla el manguito con rapidez hasta cero. El punto de desaparición, que suele ocasiones, como en la regurgitación
ser de sólo unos cuantos milímetros de mercurio por debajo del punto de amortiguación, aórtica, los ruidos nunca desaparecen.
proporciona el mejor cálculo de la presión diastólica (véase fig. 4-7). Si la diferencia es de 10 mm Hg o
mayor, registra ambas cifras
Promediar dos o más lecturas. Lee tanto las cifras sistólicas como las dias- (p. ej., 154/80/68).
tólicas hasta los 2 mm Hg más cercanos. Espera 2 min o más y repite. Promedia tus lecturas.
Si las primeras dos difieren por más de 5 mm Hg, toma lecturas adicionales.
Cuando emplees un instrumento aneroide, sostén la carátula del manómetro de manera Con ruidos menos audibles, la conges-
que esté frente a ti directamente. Evita los inflados lentos o repetitivos del manguito, tión venosa puede dar cifras falsas de
porque la congestión venosa resultante puede causar lecturas falsas. presión sistólica baja y diastólica alta.
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Medir la presión arterial en ambos brazos al menos una vez. Por lo Existe una diferencia de presión
general, puede haber una diferencia de 5 y a veces 10 mm Hg en la presión entre ambos bra- mayor de 10-15 mm Hg en el
zos. Deben hacerse las lecturas subsiguientes en el brazo con los valores más altos. síndrome de secuestro subclavio, la
estenosis aórtica supravalvular y
la disección aórtica, por lo que esta
diferencia debe investigarse.
Clasificación de la presión arterial normal y anómala. En el
Seventh Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of
High Blood Pressure Report, se recomienda utilizar la media de dos o más lecturas de
presión arterial obtenidas de manera apropiada con el paciente sentado en dos o más
consultas para establecer su cifra, medición que debe verificarse en el brazo contralateral.36
En el informe se identifican cuatro niveles de hipertensión sistólica y diastólica,
confirmados por la American Society of Hypertension en el año 2013.44 Observa que
cualquier componente puede estar elevado. En el año 2013, el Eighth Joint
National Committee (JNC 8) emitió su informe con base en una revisión científica
rigurosa de hallazgos de estudios clínicos,35 donde se hace mucho más énfasis en los
umbrales y las metas para el tratamiento farmacológico. En éste, se recomienda que
los pacientes con 18 años de edad y mayores (hasta menos de 60 años) de la población
general reciban tratamiento para disminuir su presión arterial ante una cifra diastólica
de 90 o mayor (evidencia sólida) y una sistólica de 140 o mayor (opinión de expertos).
Para pacientes de 60 años y mayores, en el JNC 8 se recomienda el tratamiento ante
presiones arteriales de 150/90 mm Hg o mayores. En el informe del JNC 8 también se
recomienda un umbral de tratamiento más alto que en el JNC 7 para los pacientes con
diabetes y nefropatía crónica, de 140/90 mm Hg o mayor.
Normal 36
< 120 < 80 La valoración de la hipertensión tam-
Prehipertensión36,44 120-139 80-89 bién incluye sus efectos sobre “órga-
Hipertensión de etapa 135 nos terminales” diana (ojos, corazón,
Edades de 18 años o mayo- 140-159 90-99 cerebro y riñones). Indaga retinopatía
res hasta menos de 60; hipertensiva, hipertrofia ventricular
diabetes o enfermedad
izquierda y déficits neurológicos que
renal 150-159 90-99
Edad de 60 años y mayora ≥ 160 ≥ 100
sugieran un ictus. La valoración de la
Hipertensión de etapa 236,44 función renal requiere análisis de orina
y las pruebas sanguíneas relacionadas.
a
La American Society of Hypertension eleva este límite hasta 80 años o más de edad.
Cuando las cifras sistólicas y diastólicas entren en diferentes categorías, utiliza la más alta. El tratamiento de la hipertensión sis-
Por ejemplo, una cifra de 170/92 mm Hg corresponde a la hipertensión de etapa 2; una tólica aislada en personas de 60 años
de 135/98 mm Hg corresponde a la hipertensión de etapa 1. En la hipertensión sistólica y mayores disminuye la mortalidad y
aislada, la cifra es de 140 mm Hg o mayor y la presión arterial diastólica es menor de las complicaciones por enfermedad
90 mm Hg. cardiovascular. La prevalencia de
hipertensión sistólica aislada en esta-
dounidenses de 18-49 años de edad
es cada vez mayor, lo que los ubica en
un riesgo cardiovascular más alto.45,46
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Presión arterial baja. Interpreta las cifras relativamente bajas de presión arterial Una presión de 110/70 mm Hg puede
en relación con lecturas anteriores y el estado clínico del paciente. ser normal, pero también puede
indicar una hipotensión significativa
si las cifras previas han sido altas.
Hipotensión ortostática. Si está indicado, valora la hipotensión ortostática, Las causas de hipotensión ortostática
frecuente en los adultos mayores. Mide la presión arterial y la frecuencia cardíaca en dos incluyen fármacos, pérdida sanguínea
posiciones: supina, después de que el paciente repose 3-10 min y, a continuación en moderada o intensa, reposo en cama
los 3 min siguientes, una vez que adopte la bipedestación. Por lo general, conforme el prolongado y enfermedades del sis-
paciente se levanta de la posición horizontal a la de pie, la presión arterial sistólica tema nervioso autónomo.
disminuye ligeramente o se mantiene sin cambio, en tanto la diastólica aumenta.
Véase el capítulo 20, “Exploración
La hipotensión ortostática corresponde a un descenso de la presión arterial sistólica de
física en el adulto mayor”, p. 989-997.
al menos 20 mm Hg o de la presión arterial diastólica de al menos 10 mm Hg en los 3 min
que siguen a la adopción de la bipedestación.47,48
Situaciones especiales
Ruidos de Korotkoff débiles o inaudibles. Considera problemas En raros casos los pacientes no
técnicos, como la colocación errónea del estetoscopio, no lograr un contacto completo de presentan pulso por afección oclusiva
la piel con la campana del instrumento y la ingurgitación venosa del brazo del paciente de las arterias de todas las
por inflados repetidos del manguito. También considera las posibilidades de enfermedad extremidades en la arteritis de
cardiovascular o shock. Cuando no puedas oír los sonidos de Korotkoff en absoluto, Takayasu, la arteritis de células
puede ser necesario recurrir a métodos alternativos como una sonda Doppler o trazos gigantes o la ateroesclerosis.
directos de la presión arterial.
Hipertensión de bata blanca. Alienta al paciente para que se relaje y repite Véase la definición de la hipertensión
la medición de la presión arterial un poco después en la consulta. Considera las lecturas de bata blanca, p. 126.
automáticas en el consultorio o los registros ambulatorios.
Paciente obeso o muy delgado. Para el paciente con obesidad que afecta El empleo de un manguito pequeño
al brazo, utiliza un manguito de 16 cm de ancho. Si el brazo es corto a pesar de tener un sobreestima la presión arterial
gran perímetro, emplea un manguito de muslo, o uno muy largo. Si el perímetro del brazo sistólica en los pacientes con
es mayor de 50 cm y no hay posibilidad de emplear un manguito de muslo, rodea el obesidad.49
antebrazo con un manguito de tamaño apropiado, sostén el segmento del miembro a
nivel cardíaco y percibe el pulso radial.42 Otras opciones incluyen utilizar una sonda
Doppler en la arteria radial o un dispositivo de oscilometría. Para el paciente con brazos
muy delgados, considera utilizar un manguito pediátrico.
Arritmias. Los ritmos irregulares producen variaciones en la presión y, por lo tanto, La detección de un ritmo irregular
mediciones no confiables. Ignora los efectos de una contracción prematura ocasional. sugiere una fibrilación auricular. Para
Ante contracciones prematuras frecuentes o fibrilación auricular, determina el promedio todos los patrones irregulares, obtén
de varias observaciones y recuerda que tus mediciones son aproximadas. Se recomienda un electrocardiograma para identifi-
la vigilancia ambulatoria durante 2-24 h.42 car el tipo de ritmo.
■ La coartación de la aorta surge del estrechamiento del segmento torácico de la arteria, En la coartación de la aorta y la enfer-
de forma habitual distal al origen de la arteria subclavia izquierda, y se presenta, por medad oclusiva aórtica hay hiperten-
lo general, con hipertensión sistólica mayor en los brazos que en las piernas. En sión sistólica de los brazos y presión
pacientes normales, la presión arterial sistólica debe ser 5-10 mm Hg mayor en los disminuida en las piernas, con reduc-
miembros inferiores que en los brazos. ción o retraso de los pulsos femorales,
que a veces se llama retraso femoral.50
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■ Palpa los pulsos radial o humeral y el femoral al mismo tiempo, y compara su volu-
men y temporalidad. Por lo general, el volumen es equivalente y los pulsos se
presentan de manera simultánea.
Ritmo. Inicia por la palpación del pulso radial. Si hay alguna irregularidad, valora el Véase la tabla 9-1, “Algunas frecuen-
ritmo en el ápice cardíaco escuchando con tu estetoscopio. Los latidos prematuros de cias y ritmos cardíacos”, p. 400 y la
baja amplitud tal vez no se transmitan a los pulsos periféricos, lo que lleva a una tabla 9-2, “Algunos ritmos irregulares”,
subestimación de la frecuencia cardíaca. ¿Es el ritmo regular o irregular? Si es irregular, p. 401.
trata de identificar un patrón: (1) ¿Aparecen latidos tempranos con un ritmo básicamente Siempre obtén un electrocardiograma
regular? (2) ¿Varía la irregularidad de manera concomitante con la respiración? (3) ¿Es el para identificar el tipo de ritmo.
ritmo totalmente irregular?
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Temperatura
La temperatura corporal central medida de forma interna es de aproximadamente 37 ºC La fiebre, o pirexia, es una temperatura
y fluctúa hasta 1 ºC durante el transcurso del día. Su valor mínimo se presenta temprano corporal elevada. La hiperpirexia es
en la mañana y el máximo por la tarde, en la noche. Las mujeres presentan un rango una elevación extrema de la tempera-
mayor de temperatura normal que los hombres.53 tura, por arriba de 41.1 ºC, en tanto la
hipotermia es una temperatura rectal
anómala baja, menor de 35 ºC.
Si bien el estándar ideal para la investigación de la temperatura central es la de la sangre
en la arteria pulmonar, la práctica clínica depende de las mediciones no invasivas Las causas de fiebre incluyen infección;
bucal, rectal, axilar, timpánica y de la arteria temporal.44 Las temperaturas de la mem- traumatismos, como intervenciones
brana timpánica y la arteria temporal se obtienen mediante el empleo de termometría quirúrgicas o lesiones por aplasta-
infrarroja. miento; cáncer; reacciones farmacoló-
gicas y trastornos inmunitarios, como
las vasculopatías por colágeno.
■ Las mediciones de la temperatura bucal y rectal siguen siendo habituales. La tempe-
ratura bucal, en general, es menor que la central. También es más baja que la tem-
peratura rectal por un promedio de 0.4 a 0.5 ºC, y más alta que la axilar por casi 1 ºC. La principal causa de hipotermia es la
La temperatura axilar requiere 5-10 min para su registro y su medición se considera exposición al frío. Otras causas inclu-
menos precisa que otras. yen disminución del movimiento,
como en las parálisis; interferen-
cia con la vasoconstricción por septi-
■ La temperatura de la membrana timpánica puede ser más variable que la bucal o la
cemia o ingestión excesiva de alcohol;
rectal. Los estudios varían en la metodología, pero sugieren que, en los adultos, las inanición, hipotiroidismo e hipogluce-
temperaturas bucal y de la arteria temporal se correlacionan mejor con la de la arteria mia. Los adultos mayores son espe-
pulmonar, pero son aproximadamente 0.5 ºC menores.54-56 cialmente susceptibles a la hipotermia
y también tienen menos probabilidad
Temperatura bucal. Para la temperatura bucal, las opciones de medición de desarrollar fiebre.
incluyen termómetros electrónicos o de vidrio. Debido a su fácil rotura y la exposición al
mercurio, los termómetros de vidrio están siendo sustituidos por los electrónicos. Si se
utiliza un termómetro electrónico, coloca con cuidado la cubierta desechable sobre la
sonda e inserta el termómetro bajo la lengua. Pide al paciente cerrar ambos labios y
después observa con atención la lectura digital. Un registro preciso de temperatura suele
consumir aproximadamente 10 seg.
Para los termómetros de vidrio, agítalos hasta que marquen los 35 ºC o menos, insértalos
debajo de la lengua, instruye al paciente para unir ambos labios y espera 3-5 min. A
continuación, toma la lectura, reinserta el termómetro durante un minuto y vuelve
a hacerlo. Si la temperatura aún está aumentando, repite el procedimiento hasta que la
lectura se mantenga estable. Ten en cuenta que los líquidos calientes o fríos, e incluso
fumar, pueden alterar las lecturas de temperatura. En esas circunstancias, retrasa su toma
por 10-15 min.
Temperatura rectal. Para la toma de la temperatura rectal, pide al paciente Las frecuencias respiratorias rápidas
yacer sobre un costado con la cadera flexionada. Selecciona un termómetro rectal con tienden a aumentar la discrepancia
punta corta, lubrícalo e insértalo a 3-4 cm de profundidad en el conducto anal con una entre las temperaturas bucal y rectal.
dirección que señale hacia el ombligo. Retíralo después de 3 min y toma la lectura. De En estas circunstancias, es más confia-
forma alternativa, utiliza un termómetro electrónico después de lubricar la cubierta ble la temperatura rectal.
de la sonda. Espera aproximadamente 10 seg para que aparezca el registro digital de
la temperatura.
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Adopta un abordaje multidisciplinario basado en la medición para valorar el dolor. Escu- Se disponen de numerosas herra-
cha con cuidado al paciente en su relato, las muchas características del síntoma y los mientas de detección breve validadas
factores contribuyentes.58,61 para su empleo en el consultorio.58,61
Antecedentes del paciente. Indaga la historia completa del dolor del Véase el capítulo 3, Anamnesis y ante-
paciente ajustando tu abordaje a la experiencia individual única. Pídele que describa cedentes médicos, “Siete atributos de
el dolor y cómo se inició. ¿Tiene relación con un sitio de lesión, movimiento o momento un síntoma”, p. 79.
del día?, ¿cuál es la calidad del dolor (agudo, sordo, ardoroso)? Pregunta si el dolor
se irradia o sigue un patrón particular. ¿Qué lo empeora o mejora? Determina las siete
características del dolor, como harías con cualquier síntoma. Pide al paciente que señale
el sitio del dolor, porque las descripciones verbales pueden ser imprecisas.
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Explora cualquier trastorno concomitante, como artritis, diabetes, infección por VIH/
sida, abuso de sustancias, anemia drepanocítica o trastornos psiquiátricos, que pueden
tener efectos significativos en la experiencia dolorosa del paciente.
0 2 4 6 8 10
FIGURA 4-9. Escala de calificación del dolor. Explica a la persona que cada cara
muestra desde una persona que se siente feliz porque no tiene dolor, hasta la de
una triste porque presenta poco o mucho dolor. La cara 0 se muestra muy feliz porque
no tiene dolor en absoluto. La cara 2 señala sólo un poco de dolor. La cara 4 indica
algo más de dolor. La cara 6 muestra un dolor todavía mayor. La cara 8 señala mucho
dolor. La cara 10 indica tanto dolor como se pueda imaginar, aunque no se tiene que
estar llorando para sentirlo tan intenso. Pide a la persona que elija la cara que mejor
describa cómo se siente (Faces Pain Scale—Revised (FPS-R). www.iasp-pain.org/fpsr. Copyright © 2001, International
Association for the Study of Pain®. Reproducida con autorización).
Disparidades de salud. Las disparidades en el tratamiento del dolor y la Véase el informe del IOM, Unequal
provisión de cuidados a la salud están bien documentadas, y van desde el menor empleo Treatment: Confronting Racial and Eth-
de analgésicos en salas de urgencia para pacientes africanoamericanos y latinoamericanos, nic Disparities in Health Care, 2002.65
hasta disparidades en la utilización de analgésicos por cáncer, dolor postoperatorio y
lumbar.58 Los estudios muestran que los estereotipos de los médicos, las barreras del
lenguaje y las tendencias clínicas inconscientes en la toma de decisiones contribuyen a
tales disparidades. Critica tu propio estilo de comunicación, busca información y los
estándares de la mejor práctica y mejora tus técnicas de instrucción y empoderamiento de
pacientes como primeros pasos para asegurar un tratamiento uniforme y eficaz del dolor.
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Tipos de dolor
De sensibilización En el dolor por sensibilidad central, hay una alteración del procesa-
central miento de las sensaciones por el sistema nervioso central que lleva
a la amplificación de las señales dolorosas. Hay un menor umbral
del dolor ante estímulos no dolorosos y la respuesta puede ser más
intensa de lo esperado. Los mecanismos por los que ocurre aún
son objeto de investigación constante. Un ejemplo es la fibromial-
gia, que tiene una importante superposición con los trastornos
de depresión, ansiedad y somatización, y responde mejor a medi-
camentos que modifican los neurotransmisores, como la seroto-
nina y la dopamina.
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El tratamiento del dolor requiere conocimientos sofisticados sobre analgésicos no opiá- Concéntrate en las cuatro “A” para
ceos, opiáceos y adyuvantes, así como de fisioterapia y terapéutica conductual, temas que vigilar los resultados de los pacientes:
están fuera del alcance de esta obra. Durante las décadas recientes, los médicos han estado ● Analgesia
cada vez más atentos al dolor crónico en respuesta a numerosas guías para su tratamiento ● Actividades de la vida diaria
y cuidado. En paralelo, las prescripciones de algunos opiáceos han aumentado más del ● Efectos Adversos
800% en los pasados 10 años.70 Casi el 33% de los pacientes con dolor crónico que no ● Aberrantes, conductas relacionadas
es consecuencia del cáncer o más del 3% de los adultos estadounidenses toman opiáceos, con drogas
principalmente por artritis y lumbalgia.71 Al mismo tiempo, las tasas de mortalidad por
sobredosis de opiáceos en sus usuarios por prescripción han aumentado de manera Véase el capítulo 3, Anamnesis
notable hasta 148 por cada 100 000.72 Estudios recientes muestran que la tasa de morta- y antecedentes médicos, para
lidad tiene relación directa con la máxima dosis prescrita de opiáceos al día. El riesgo de las definiciones de tolerancia,
sobredosis aumenta más de cuatro a ocho veces en los pacientes que toman la dosis más dependencia física y adicción, p. 96.
alta, a saber 100 mg/día o mayor.72,73 Los factores de riesgo de una sobredosis letal inclu-
yen edad de 65 años o mayor, depresión, abuso de sustancias y tratamiento concomitante
con benzodiazepinas. Para evitar tales riesgos, haz el compromiso de adquirir destrezas
en la valoración y tratamiento del dolor y saca ventaja de la detección validada del abuso
de sustancias y los protocolos de intervención breve, que han mostrado disminuir los
problemas relacionados con el abuso de sustancias.74-77
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Elige adjetivos verídicos y gráficos, como si estuvieras pintando un cuadro con palabras. Evita
clichés como “bien desarrollado”, “bien nutrido” o “sin malestar agudo”, porque son muy gene-
rales para referirse a las características específicas del paciente que se atiende.
Registra los signos vitales en el momento de la exploración, en lugar de esperar al final del
día (para mayor rapidez, las abreviaturas frecuentes para presión arterial, frecuencia cardíaca
y frecuencia respiratoria son autoexplicativas).
“La señora Pérez es una mujer joven de aspecto sano, bien arreglada, apta y alegre.
Estatura 1.60, peso 61 kg, IMC 24, PA 120/80 en ambos brazos, FC 72 regular, FR 16, tempera-
tura 37.5 °C”.
“El señor Gómez es un adulto mayor de aspecto pálido y crónicamente enfermo. Se encuen- Estos datos sugieren la exacerbación
tra alerta con buen contacto visual, pero no puede hablar más de dos o tres palabras a la vez de una EPOC.
debido a una disnea. Presenta retracción de músculos intercostales cuando respira y se sienta
erecto en la cama. Es delgado con consumo muscular difuso. Su estatura es de 1.85 con peso
de 79 kg, PA 160/95 en el brazo derecho, FC de 108 e irregular, FR de 32 y esforzada, tempera-
tura de 40.5 °C”.
* FC, frecuencia cardíaca; FR, frecuencia respiratoria; IMC, índice de masa corporal; PA, pre-
sión arterial.
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Cardiovasculares Tegumentarios
■ Hipertensión ■ Estrías por distensión (marcas de estiramiento)
■ Arteriopatía coronaria ■ Estado de pigmentación de las piernas
Endocrino Musculoesqueléticos
■ Síndrome metabólico ■ Hiperuricemia y gota
■ Diabetes de tipo 2 ■ Inmovilidad
■ Amenorrea/esterilidad/trastornos menstruales
Neurológicos
Gastrointestinales
■ Ictus
■ Hipertensión intracraneal idiopática
■ Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
■ Meralgia parestésica
■ Esteatosis hepática no alcohólica
■ Colelitiasis
■ Hernias
Psicológicos
■ Cáncer de colon, páncreas, esófago, hígado
■ Depresión/baja autoestima
■ Trastornos de la imagen corporal
■ Estigmatización social
Genitourinarios
■ Incontinencia urinaria de esfuerzo
■ Glomerulopatía relacionada con la obesidad
Respiratorios
■ Disnea
■ Hipogonadismo (masculino)
■ Apnea obstructiva del sueño
■ Cáncer de mama, cervicouterino, ovárico, endometrial
■ Síndrome de hipoventilacíón/síndrome de Pickwick
■ Complicaciones del embarazo
■ Embolia pulmonar
■ Nefrolitiasis, enfermedad renal crónica
■ Asma
Usada con autorización de Kushner RF. Roadmaps for Clinical Practice: Case Studies in Disease Prevention and Health Promotion—Assessment and Management of Adult
Obesity: A Primer for Physicians. Chicago, IL: American Medical Association; 2003. © American Medical Association 2003. Derechos reservados.
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Se calcula que, en Estados Unidos, 5-10 millones de mujeres y un millón de hombres sufren trastornos de alimentación. Los
cálculos de prevalencia de toda la vida para la anorexia y la bulimia nerviosas y los trastornos de alimentación sobreindulgente
son del 0.9, 1.5 y 3.5%, respectivamente, para las mujeres; y del 0.3, 0.5 y 2.0%, en ese orden para los hombres. Estos trastornos
graves de la conducta alimentaria a menudo son difíciles de detectar, en especial en adolescentes que utilizan ropas sueltas o en
individuos que ingieren alimentos de manera sobreindulgente y después se inducen el vómito o la evacuación intestinal. Conoce
los dos principales trastornos de la alimentación, la anorexia y la bulimia nerviosas, que se caracterizan por percepciones
distorsionadas de la imagen y el peso corporales. Su detección temprana es importante, ya que el pronóstico mejora cuando se
inicia el tratamiento en las etapas tempranas de estos trastornos.
Características clínicas
con un IMC superior a 17.5 kg/m2) vómitos autoinducidos, mal uso de laxantes, diuréticos u
■ Repudio al aumento de peso otros medicamentos, ayuno o practicar ejercicio de manera
■ Hambre constante, pero en negación; carencia de desmesurada
autopercepción objetiva ■ A menudo, se presenta en personas con peso normal
■ Un miembro de su familia los lleva a atención profesional ■ Los periodos de ingesta descontrolada se presentan, como
■ Puede presentarse como falta de aumento esperado de peso mínimo, una vez por semana durante tres meses o de manera
en la infancia o adolescencia, amenorrea, pérdida de libido continua por un período máximo de dos horas
o disfunción eréctil ■ Preocupación aunada con la alimentación, antojos y
■ Se relaciona con algunos síntomas de la depresión como compulsión a comer, carencia de autocontrol al comer,
decaimiento, estado de ánimo irritable, retracción social alternancia con periodos de inanición
e insomnio ■ Desprecio por la gordura que, por lo general, conduce a un
desmesurada, uso de supresores del apetito o diuréticos ■ Purga: bulimia acompañada de vómitos autoinducidos o
■ Cardiovascular: bradicardia, hipotensión, arritmias, que en la anorexia nerviosa, en especial, debilidad, fatiga,
miocardiopatías trastornos cognitivos leves, daño en el esmalte dental,
■ Desórdenes metabólicos: hipocalemia, hipocloremia hinchazón de la glándula parótida, pancreatitis,
metabólica, alcalosis, aumento del nitrógeno ureico en sangre neuropatías leves, convulsiones, hipocaliemia, acidosis
(BUN, de blood urea nitrogen), edema metabólica hipoclorémica e hipomagnesemia
■ Otros: resequedad en la piel, caries dental, retraso en el
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C A P Í T U L O
El médico tiene la preparación exclusiva que le permite detectar las claves de una
enfermedad mental o una conducta nociva a través de una escucha empática y la
observación cercana. No obstante, estas claves a menudo se pasan por alto. Reconocer
una enfermedad mental es especialmente importante, dada su prevalencia y morbili-
dad significativas, elevada probabilidad de que sea tratable, insuficiencia numérica de
psiquiatras e importancia en aumento de los médicos de atención primaria como
el primer encuentro con los pacientes afectados.1,2 La prevalencia de los trastornos de
salud mental en los adultos estadounidenses durante el año 2012 fue del 18%, con
afección de 43.7 millones de personas; sin embargo, sólo el 41% recibió tratamiento.3
Incluso para aquellos con atención médica, el apego a las guías terapéuticas en los
consultorios de atención primaria es menor del 50% y aún mucho más bajo para
las minorías étnicas.4-6
Los trastornos de salud mental suelen ser enmascarados por otros de tipo clínico, lo que
hace necesario llevar a cabo una evaluación sensible y cuidadosa. Aprende a indagar sobre
la interacción entre ansiedad y depresión en el paciente con abuso de sustancias, también
denominado “diagnóstico doble”, porque ambas deben tratarse para que el paciente
alcance una función óptima. Busca trastornos psiquiátricos subyacentes en los casos de
“encuentros difíciles” y pacientes con síntomas sin explicación.7 Explora el panorama
de los pacientes con enfermedades crónicas, un grupo muy vulnerable a la depresión y la
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ansiedad.8 Por último, ten en cuenta que casi la mitad de los pacientes con un trastorno
mental aislado también cumple con los criterios para uno o más trastornos adicionales,
con el nivel de gravedad relacionado de forma muy estrecha con la comorbilidad.9
Síntomas y conducta
Hoy en día, los expertos proponen que los síntomas físicos y psicológicos son interactivos
y representan “una mezcla variable de estímulos que pueden ser patológicos o no”, que
se distribuyen en un espectro de trastornos desde clínicos hasta mentales.11 Las eviden-
cias muestran que la etiología de los síntomas suele ser multifactorial, carece de una
causa única y, a menudo, hay varios síntomas o grupos de ellos relacionados, más
que manifestaciones únicas. El modelo de continuo integrativo lleva a explicaciones que
tienen menos probabilidad de ser “simplificadas, reduccionistas o mecánicas”. Mantente
al tanto de los esquemas emergentes que ubican a los síntomas dentro de un espectro
causal con cinco puntos nodales: los síntomas como las sibilancias, con una causa médica
definida; los síndromes funcionales somáticos, como el del intestino irritable; los “diag-
nósticos sintomáticos”, como el de lumbalgia; los vinculados con trastornos psicológi-
cos, como la fatiga en la depresión; y, finalmente, los síntomas sin explicación médica.
También han ocurrido cambios en la clasificación de los síndromes somáticos de la obra Véase la tabla 5-1, “Síntomas somáticos
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5®), 5.a edición, del 2013. y trastornos relacionados”, p. 169, sobre
Cuando los pacientes presentan “síntomas somáticos molestos, aunados a pensamientos, los tipos de trastornos con síntomas
sensaciones y conductas anómalas en respuesta a éstos”, los clínicos pueden considerar el somáticos y las guías de tratamiento.
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SÍNTOMAS Y CONDUCTA
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SÍNTOMAS Y CONDUCTA
Varios grupos de pacientes justifican una detección breve por el alto riesgo de coexisten-
cia de depresión y ansiedad. Estudios recientes han ayudado a aclarar síntomas superpues-
tos y síndromes funcionales, y proporcionan herramientas de detección directa adecuadas
para la atención en el consultorio.27 Un instrumento bien establecido para ayudar en el
diagnóstico de consultorio es el cuestionario Primary Care Evaluation of Mental Disorders
(PRIME-MD). Sin embargo, contiene 26 preguntas y requiere hasta 10 min para resol-
verse.25 En el DSM-5® se reconocen los retos diagnósticos que enfrentan los proveedores
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Depresión
● Durante las últimas dos semanas, ¿se ha sentido decaído, deprimido o desesperado?22,28,29
● Durante las últimas dos semanas, ¿ha sentido poco interés por hacer cosas? (anhedonia)
Ansiedad
Los trastornos de ansiedad incluyen el trastorno generalizado, de fobia social, de pánico,
de estrés postraumático y de estrés agudo.30-33
● Durante las últimas 2 semanas, ¿se ha sentido nervioso, ansioso o en el límite?
● Durante las últimas 2 semanas, ¿no ha podido controlarse o dejar de preocuparse?
● Durante las últimas 4 semanas, ¿ha presentado un ataque de ansiedad, con sensación
súbita de temor o pánico?
Enfermedad por trastorno de ansiedad (sustituye a la hipocondría en el
DMS-5®)
● Índice de Whiteley: escala de autocalificación de 14 reactivos.34,35
Trastornos adictivos y relacionados con sustancias
● Preguntas CAGE adaptadas para el abuso de alcohol o drogas. Véase el capítulo 3, Anamne-
sis y antecedentes médicos, en la p. 97.
Multidimensionales
● Cuestionario PRIME-MD para la valoración de los cinco trastornos mentales más frecuentes
en la atención primaria: depresión, ansiedad, alcoholismo, somatomorfo y de alimentación;
cuestionario de 26 reactivos para el paciente, seguido de una evaluación por el médico,
que consume aproximadamente 10 min.36
● Cuestionario PRIME-MD de salud para el paciente, disponible para la autocalificación,
requiere aproximadamente 3 min.36
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SÍNTOMAS Y CONDUCTA
Trastornos de la personalidad
Grupo o tipo de personalidad Patrones de conducta característicos
(continúa )
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ANAMNESIS
Anamnesis
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Muchos de los términos pertinentes a la historia y el examen del estado mental se Véanse las técnicas formales de exa-
conocen a partir de la conversación social. Es importante aprender sus significados men del estado mental, pp. 158-168.
precisos en el contexto de la evaluación formal del estado mental, que se detallan en el
siguiente recuadro.
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Atención, estado de ánimo, discurso, discernimiento, orienta- Véase la tabla 17-6, “Trastornos del
ción, memoria. Valora el nivel de consciencia del paciente: su aspecto general; estado habla”, p. 784.
de ánimo, incluyendo depresión o manía; y la capacidad para prestar atención, recordar, com-
prender y hablar. Ubica el vocabulario del paciente y su fondo general de información en
el contexto de sus antecedentes culturales y de educación. La descripción de la enferme-
dad y las circunstancias vitales del paciente a menudo expresan su discernimiento y juicio.
Si sospechas un problema en la orientación y la memoria, puedes preguntar “Veamos,
¿cuándo fue su última consulta médica?”, “¿y la fecha de hoy?”. Trata de integrar la eva-
luación del estado mental en la anamnesis, de manera que no parezca un interrogatorio.
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Trastornos neurocognitivos: delirio y demencia. En el DSM-5®, el Véase la tabla 20-2, “Trastornos neuro-
delirio y la demencia entran en la nueva categoría de trastornos neurocognitivos, con base cognitivos: delirio y demencia”, p. 1001.
en la consulta con grupos de expertos. La demencia se clasifica como un trastorno
neurocognitivo mayor. El trastorno neurocognitivo leve es una forma menos intensa de Véanse también las discusiones en el
la alteración que se aplica a individuos de menor edad con alguna discapacidad capítulo 17, Sistema nervioso, pp. 711-
por traumatismo encefálico o infección por VIH. En el DSM-5® se conserva el término 796, y en el capítulo 20, Adultos mayo-
demencia, no obstante, debido a su amplio uso clínico. En tablas bastante útiles se res, pp. 955-1008.
proporcionan las definiciones de trabajo para cada dominio cognitivo con ejemplos
de los síntomas relacionados con las actividades cotidianas y las valoraciones asociadas.
La valoración del estado mental está justificada en una amplia variedad de pacientes en la
práctica clínica: aquellos con lesión encefálica, síntomas psiquiátricos o informe de una
conducta vaga o que cambió por parte de los miembros de la familia; los pacientes que
presentan cambios conductuales sutiles, dificultad para tomar los medicamentos como
se prescriben, problemas para ayudar en las tareas hogareñas o realizar los pagos de cuen-
tas, o con pérdida de interés en sus actividades usuales; y aquellos con cambios en la
orientación después de una intervención quirúrgica o durante una enfermedad aguda.
Identifica estos problemas con rapidez debido a que tienen impacto en las relaciones
familiares, el estado laboral y una posible discapacidad.
Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
Los trastornos de salud mental constituyen una carga sustancial de sufrimiento.41 Casi Véase el capítulo 3, Anamnesis y ante-
1 de cada 5 adultos estadounidenses (42.7 millones) experimenta una enfermedad men- cedentes médicos, pp. 65-108.
tal en un año determinado, con casi 1 en 25 (9.6 millones) con una enfermedad
mental grave (esquizofrenia, depresión mayor o trastorno bipolar). Los trastornos de
depresión y ansiedad son una causa frecuente de hospitalización en los Estados Unidos
y las enfermedades mentales se asocian con mayores riesgos de trastornos médicos cró-
nicos, reducción de la expectativa de vida, discapacidad, abuso de sustancias y suicidio.
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En la Preventive Services Task Force de Estados Unidos (USPSTF) se hizo una recomen- Véanse las preguntas de detección en
dación de grado B en el año 2009 para la detección de la depresión en los contextos clínicos la p. 151 y revisa las herramientas de
donde se pueden ofrecer respaldos de atención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento detección disponibles para la práctica
precisos.28 Realizar la detección en contextos con menos respaldo recibió sólo una recomen- en el consultorio.
dación de grado C. Formular dos preguntas simples acerca del estado de ánimo y la anhe-
donia parece ser tan eficaz como utilizar instrumentos más sofisticados. Una respuesta
positiva de la prueba tiene una sensibilidad del 83% y una especificidad del 92% para
detectar la depresión mayor.45 Todas las pruebas de detección justifican entrevistas de diag-
nóstico completas. No diagnosticar la depresión puede tener consecuencias mortales; la
presencia de un trastorno afectivo se relaciona con un riesgo 11 veces mayor de suicidio.46
Suicidio. Este trastorno constituye la décima causa de muerte en los Estados Unidos,
con casi 40 000 al año. Anualmente hay casi 13 suicidios consumados por cada 100 000
habitantes.47-49 El suicidio es la segunda causa de muerte en individuos de 15-24 años. Las
tasas de suicidio son mayores en los individuos entre los 45 y 54 años de edad, seguidos
por los adultos mayores con edad superior a los 85 años. Los hombres presentan tasas de
suicidio casi cuatro veces mayores que las mujeres, si bien estas últimas tienen tres veces
más probabilidad de intentar uno. Los varones tienen más probabilidad de utilizar armas
de fuego cuando cometen el suicidio, en tanto que las mujeres con frecuencia prefieren
utilizar un veneno. En conjunto, los suicidios en individuos caucásicos contribuyen con casi
el 90%, aunque las mujeres nativoamericanas de Alaska de 15-24 años de edad tienen
tasas mayores que cualquier otro grupo poblacional o étnico en los Estados Unidos. Se
calcula que hay 25 intentos de suicidio por cada muerte consumada por este medio, con
cocientes de 100-200:1 en los adultos jóvenes. En el año 2001 casi el 16% de los estudiantes
de bachilerato en los Estados Unidos informaron que habían considerado con seriedad
intentar el suicidio en el año anterior. A pesar de la carga de salud pública del suicidio, en
la USPSTF se concluyó que las pruebas actuales son insuficientes para precisar el equilibrio
de beneficios y daños de la detección del riesgo de suicidio en un contexto de atención
primaria, una recomendación de grado I;50 sin embargo, las estadísticas recalcan
la importancia de la investigación de claves y factores de riesgo en los pacientes.
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preguntarse a todo paciente en cuanto al abuso de alcohol, sustancias y empleo erróneo Véase la discusión sobre las herra-
de fármacos prescritos. En la USPSTF se emitió una recomendación de grado B sobre mientas de detección en el capítulo 3,
la detección de abuso de alcohol en adultos de 18 años y mayores, y se dio un asesoramiento Anamnesis y antecedentes médicos,
conductual breve a quienes tenían una ingestión de alcohol riesgosa o peligrosa.53 Sin “Alcohol, fármacos por prescripción y
embargo, en la USPSTF se emitió sólo una recomendación de grado I (evidencias drogas ilícitas”, pp. 96-97 y en el capí-
insuficientes) para detectar el uso de drogas ilícitas.54 tulo 11, Abdomen, “Detección del
abuso de alcohol”, p 464-466.
Técnicas de exploración
● Aspecto y conducta
● Discurso y lenguaje
● Estado de ánimo
● Pensamiento y percepciones
● Cognición, incluyendo memoria, atención, información y vocabulario, cálculos,
pensamiento abstracto y capacidad de construcción
La valoración del estado mental es un reto complejo. Los cambios en éste justifican
una valoración cuidadosa de las causas patológicas y farmacológicas subyacentes. La perso-
nalidad, la psicodinámica, las experiencias familiares y de vida de los pacientes y sus an-
tecedentes culturales, todos participan. Amplía tus hallazgos a partir de los antecedentes
y la exploración física, conforme seleccionas todo o parte del formato del examen del estado
mental formal para obtener pruebas adicionales. El examen del estado mental es medular
para la valoración en la práctica psiquiátrica. También es un elemento crítico en la evalua-
ción del sistema nervioso y el primer segmento que se registra. Aprende a describir el estado
de ánimo, el discurso, la conducta y la cognición del paciente, y a relacionar los hallazgos
con tu exploración de nervios craneales, sistemas motor y sensitivo, y reflejos.
El examen del estado mental consta de cinco componentes: aspecto y conducta; dis- Véase el capítulo 17, Sistema nervioso,
curso y lenguaje; estado de ánimo; pensamientos y percepciones; y función cognitiva. La pp. 711-796, en especial las pp. 733-
función cognitiva incluye orientación, atención, memoria y funciones cognitivas eleva- 735 y “Registro de los hallazgos”,
das, como información y vocabulario, cálculos, pensamiento abstracto y capacidad de p. 773.
construcción. Prepara al paciente para las pruebas formales y explica tus motivos.
Aspecto y conducta
Integra las observaciones que has hecho durante la anamnesis y la exploración física,
incluyendo las siguientes.
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Nivel de consciencia. ¿El paciente se encuentra despierto y alerta?, ¿entiende Véase la tabla “Nivel de consciencia
tus preguntas y responde de manera apropiada y rápida, o tiende a perder el hilo del (vigilia)”, capítulo 17, Sistema nervioso,
tema, se torna silente o incluso se duerme? p. 769.
■ Habla al paciente por su nombre y en voz alta. Los pacientes letárgicos están soño-
lientos, pero abren sus ojos y te
miran, responden a las preguntas y,
después, se duermen.
■ Agita al paciente con suavidad, como cuando se trata de despertar a alguien Los pacientes obnubilados abren sus
dormido. ojos y te miran, responden lenta-
mente y están un poco confusos.
Si no hay respuesta a estos estímulos, valora con rapidez al paciente en cuanto a estupor
o coma, que representan disminuciones graves del nivel de consciencia.
Postura y conducta motora. ¿El paciente toma asiento o se acuesta Busca una postura tensa e inquietud
tranquilo?, ¿prefiere caminar alrededor? Observa su postura y capacidad de relajación. ansiosa; el llanto, el ritmo y el retorcer
Nota el ritmo, el rango y el tipo de movimiento. ¿Son voluntarios y espontáneos?, de las manos en la depresión agitada;
¿se encuentra inmóvil alguna extremidad?, ¿se afectan la postura y la actividad motora la postura de desplome y desespera-
por los temas en discusión, el tipo de actividad y quién está presente en la habitación? ción, y los movimientos enlentecidos
de la depresión; los movimientos
agitados y expansivos de un episodio
de manía.
Vestido, arreglo e higiene personal. ¿Cómo está vestido el paciente?, El arreglo y la higiene personal pue-
¿está su ropa limpia y presentable?, ¿es apropiada para su edad y grupo social? Nota su den deteriorarse en la depresión, la
arreglo de uñas, cabello, dientes, piel y, cuando esté presente, barba. ¿Cómo se compara esquizofrenia y la demencia. Puede
su higiene y arreglo con los de sus pares de edad, estilo de vida y grupo socioeconómico? observarse meticulosidad excesiva en
Compara un lado del cuerpo con el otro. el trastorno obsesivo-compulsivo.
El descuido de un lado puede ser pro-
ducto de una lesión en la corteza
parietal opuesta, por lo general, el
lado no dominante.
Expresión facial. Observa la cara en reposo y durante la conversación. Busca Nota expresiones de ansiedad, depre-
cambios en la expresión. ¿Son apropiados para los temas tratados? o ¿se encuentra la cara sión, apatía, ira, alegría o inmovilidad
relativamente inmóvil? facial en el parkinsonismo.
Comportamiento, afecto y relación con las personas y Busca ira, hostilidad, sospecha o eva-
las cosas. Valora el afecto del paciente, o la expresión externa de su estado emocional sión en los pacientes con paranoia;
interno. ¿Es apropiado para los temas que se discuten? o ¿es lábil, embotado o plano?, alegría y euforia en la manía;
¿parece exagerado en ciertos puntos? En caso afirmativo, ¿cómo? Observa qué tan abierto afecto plano y retraído en la esquizo-
es el paciente, su capacidad de acercamiento y sus reacciones ante otros y el entorno. frenia; apatía (afecto entorpecido, con
¿Escucha o ve cosas no presentes, o conversa con alguien que no se encuentra ahí? alejamiento e indiferencia) en la
demencia; así como ansiedad y depre-
sión. Las alucinaciones se presentan
en la esquizofrenia, la abstinencia de
alcohol y la toxicidad sistémica.
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Discurso y lenguaje
Durante la entrevista, advierte las siguientes características del discurso del paciente.
Velocidad. ¿Es el discurso rápido o lento? Advierte la velocidad del discurso: lenta
en la depresión, mientras que en pre-
sencia de manía es acelerada.
Volumen. ¿Es el volumen alto o bajo?
Articulación de palabras. ¿Las palabras son claras y bien definidas?, ¿tiene La disartria se refiere a la articulación
el discurso una calidad nasal? defectuosa de las palabras. La afasia es
un trastorno del lenguaje. La disfonía
es una alteración del volumen, la cali-
dad y el tono de la voz. Véase la tabla
17-6, “Trastornos del habla”, p. 784.
Fluidez. La fluidez refleja la velocidad, el flujo y la melodía del discurso, así como
el contenido y el uso de las palabras. Mantente alerta respecto de anomalías espontáneas
del discurso, a saber:
■ Vacilaciones o brechas en el flujo y el ritmo de las palabras. Estas anomalías sugieren afasia por
infarto cerebrovascular, que puede
■ Inflexiones alteradas, como en la monotonía. ser receptiva (alteración de la com-
prensión con discurso fluido) o expre-
■ Circunlocuciones, donde las frases o enunciados sustituyen una palabra que la per- siva (se conserva la comprensión y un
sona no puede pensar, como “con lo que usted escribe” para referirse a un “bolígrafo”. discurso lento, no fluido).
■ Parafasias, donde las palabras están mal formadas (“escribo con un pizla”), son equi-
vocadas (“escribo con una barra”) o inventadas (“escribo con una bla”).
Si el discurso del paciente carece de significado y fluidez, procede con pruebas adicio-
nales, según se señala en el siguiente recuadro. Una persona que puede escribir una
oración correcta no presenta afasia.
Comprensión de las Pide al paciente cumplir con una orden de una etapa, Estas preguntas ayudan a identificar el
palabras como “señale su nariz”. Trata con una orden de dos etapas: tipo de afasia. Revisa déficits de visión,
“señale su boca y después su rodilla”. audición, inteligencia y educación que
Repetición Pide al paciente repetir una frase con palabras monosilábicas puedan afectar las respuestas. En la
(la tarea de repetición más difícil): “sin sis, nos ni mas”. tabla 17-6, “Trastornos del habla”, se
Nombres Pide al paciente nombrar las partes de un reloj. comparan dos tipos frecuentes de afa-
Comprensión de la lectura Pide al paciente leer un párrafo en voz alta. sia, la expresiva (de Broca) y la recep-
Escritura Pide al paciente escribir una oración. tiva (de Wernike), p. 784.
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Estado de ánimo
Pide al paciente que describa su estado de ánimo, incluyendo su nivel y fluctuaciones El estado de ánimo va desde la tristeza
habituales en relación con sucesos vitales. Por ejemplo, “¿cómo se sintió al respecto?”, y la melancolía; el estado de satisfac-
o más general, “¿cómo está hoy su ánimo?”. Pueden ser de utilidad los informes de fami- ción, euforia y alegría; la ira y la rabia; la
liares y amigos. ansiedad y la preocupación; hasta el
desapego y la indiferencia.
¿Ha sido el estado de ánimo intenso y sin cambios o lábil?, ¿cuánto duró?, ¿es apropiado Para los criterios de diagnóstico ofi-
para la situación del paciente? ciales de los trastornos depresivo y
bipolar véase el Manual diagnóstico y
Si se sospecha depresión, valora su intensidad y cualquier riesgo de suicidio. Pregunta: estadístico de los trastornos mentales
(DSM-5®), 5.a edición.
■ ¿Se siente desalentado o deprimido?
■ ¿Cómo se ve en el futuro?
■ ¿Alguna vez siente que no merece la pena vivir? o ¿desearía estar muerto?
Pensamiento y percepciones
Procesos del pensamiento. Valora la lógica, la importancia, la organización
y la coherencia de los procesos de pensamiento del paciente durante la entrevista.
¿Avanza el discurso hacia una meta? Escucha los patrones del discurso que sugieran
trastornos del proceso pensante, como se describe a continuación en el recuadro.
Circunstancialidad El trastorno de pensamiento más leve constituido por un dis- Se percibe la circunstancialidad en las
curso con detalles innecesarios, carencia de dirección y personas con obsesiones.
retraso en el alcance del tema. Algunos temas pueden tener
conexión significativa. Muchas personas sin trastornos
mentales presentan un discurso circunstancial.
Descarrilamiento (pérdida Un discurso “tangencial” con temas cambiantes que tienen Se observa descarrilamiento en la
de asociaciones) conexión laxa o no están relacionados. El paciente no se esquizofrenia, los episodios de manía
percata de su falta de asociación. y otros trastornos psicóticos.
(continúa )
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Fuga de ideas El flujo casi continuo de un discurso acelerado con cambios La fuga de ideas ocurre con mayor
abruptos de un tema al siguiente. Tales cambios se basan en frecuencia en los episodios de manía.
asociaciones comprensibles, juegos de palabras o estímulos
que distraen, pero las ideas no están bien conectadas.
Neologismos Palabras inventadas, distorsionadas o con significados nuevos Se observan neologismos en la
y altamente idiosincráticos. esquizofrenia, los trastornos psicóticos
y la afasia.
Incoherencia Discurso incomprensible e ilógico, con carencia de conexiones Se observa incoherencia en los
significativas, cambios abruptos de tema o alteraciones trastornos psicóticos graves (por lo
gramaticales o del uso de la palabra. El vuelo de ideas, general la esquizofrenia).
cuando es grave, puede producir incoherencia.
Bloqueo Interrupción súbita del discurso a la mitad de la oración o El bloqueo puede ser notorio en la
antes de concluir la idea, atribuida a una “pérdida del pen- esquizofrenia.
samiento”. El bloqueo ocurre en personas normales.
Confabulación Fabricación de hechos o sucesos en respuesta a las preguntas Hay confabulación en el síndrome
para llenar las brechas de una memoria afectada. de Korsakoff, por alcoholismo.
Perseveración Repetición persistente de palabras o ideas. Hay perseveración en la esquizofrenia
y otros trastornos psicóticos.
Ecolalia Repetición de las palabras o frases de otros. Tiene lugar la ecolalia en los episodios
de manía y la esquizofrenia.
Resonancia Discurso con selección de vocablos basada en el sonido, más Hay resonancia en la esquizofrenia
que en el significado, como en las rimas y juegos de pala- y los episodios maníacos.
bras. Por ejemplo: “Tan caro es ese carro que por caro no
compro el carro”.
Compulsiones Conductas repetitivas que la persona se siente impulsada A menudo se presentan compulsio-
a realizar en respuesta a una obsesión, con la intención nes, obsesiones, fobias y ansiedades
de prevenir o disminuir la ansiedad o un suceso o situación en los trastornos de ansiedad. Véase
pavorosos; estas conductas son excesivas y están el Manual diagnóstico y estadístico de
conectadas de manera irreal con el estímulo que las los trastornos mentales (DSM-5®),
provoca.12
5.a edición.
(continúa )
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Anomalías de la percepción
Ilusiones Interpretaciones incorrectas sobre estímulos externos reales, como Pueden ocurrir en reacciones de
confundir el crujir de las hojas con el sonido de voces.12 pesar, delirio, trastornos de estrés
agudo y postraumático y esquizofrenia.
Alucinaciones Experiencias, parecidas a las percepciones, que parecen reales, pero a Las alucinaciones pueden presentarse
diferencia de las ilusiones, carecen de una estimulación externa real. La en el delirio, la demencia (menos fre-
persona no puede reconocer que la experiencia es falsa. Las alucinacio- cuente), el trastorno de estrés postrau-
nes pueden ser auditivas, visuales, olfativas, gustativas, táctiles o mático, la esquizofrenia y el
somáticas. Las falsas percepciones relacionadas con sueños, quedarse alcoholismo.
dormido o despertar, no se clasifican como alucinaciones.
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Discernimiento. Algunas de las primeras preguntas al paciente suelen dar Los pacientes con trastornos psicóticos
información importante respecto del discernimiento. “¿Qué le lleva al hospital?”, “¿cuál suelen carecer del discernimiento
parece ser el problema?”, “¿qué piensa usted que esté mal?”. Señala si el paciente está de su enfermedad. La negación o la
al tanto de un estado de ánimo, pensamiento o percepción anómala en particular, como alteración pueden acompañar a algu-
parte de una enfermedad. nos trastornos neurológicos.
Juicio. Valora el juicio al observar las respuestas del paciente ante las situaciones El juicio puede ser deficiente en el
familiares, de trabajo, el empleo del dinero y los conflictos interpersonales. “¿Cómo delirio, la demencia, la discapacidad
planea obtener ayuda después de salir del hospital?”, “¿qué va a hacer si pierde su intelectual y los estados psicóticos. La
trabajo?”, “si su esposo empieza a abusar de usted nuevamente, ¿qué hará?”, “¿quién ansiedad, los trastornos de estado
se encargará de sus compromisos económicos mientras está en el asilo?”. de ánimo, la inteligencia, la educa-
ción, los ingresos y los valores cultura-
les también influyen en el juicio.
Determina si las decisiones y las acciones del paciente se basan en la realidad o en un
impulso, el cumplimiento de un deseo o tienen un contenido de trastorno del pensa-
miento. ¿Qué discernimientos y valores parecen subyacer a las decisiones y conducta del
paciente? Permite variaciones culturales. ¿Cómo se comparan con los de un adulto
maduro similar? Puesto que el juicio refleja la madurez, puede ser variable o impredeci-
ble durante la adolescencia.
Funciones cognitivas
Orientación. Por lo general, puedes valorar la orientación durante la entrevista. Por La desorientación es frecuente
ejemplo, puedes preguntar al paciente de manera bastante natural por una aclaración cuando se altera la memoria o la aten-
respecto de fechas y tiempos específicos, su dirección y número telefónico, los nombres ción, como en el delirio.
de los miembros de su familia y la vía de llegada al hospital. En ocasiones se necesitarán
preguntas directas: “¿Puede decirme qué hora es en este momento, y qué día?”. Valora la
orientación en cuanto a:
■ Tiempo. La hora del día, la semana, el mes, la estación climática, la fecha y el año,
la duración de la hospitalización.
■ Lugar. La residencia del paciente y los nombres del hospital, la ciudad y el estado.
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Ahora inicia de nueva cuenta con una serie de dos, y pide al paciente repetir los números
en retroceso.
En condiciones normales, una persona debe ser capaz de repetir correctamente al menos
cinco dígitos de forma anterógrada y cuatro en la retrógrada.
Memoria remota. Inquiere en cuanto a fechas de cumpleaños, aniversario, La memoria remota puede estar alte-
número de seguridad social, nombres de las escuelas a las que asistió, trabajos donde rada en la última etapa de la demencia.
estuvo contratado y sucesos históricos previos, como guerras importantes para el pasado
del paciente.
Memoria reciente. Puede involucrar los sucesos del día. Haz preguntas con La memoria reciente está alterada
respuestas que puedas revisar a partir de otras fuentes, para ver si el paciente está en la demencia y en el delirio. Los tras-
confabulando o realizando actos para compensar una memoria defectuosa, que pudiesen tornos amnésicos alteran la memoria o
incluir el clima del día o la hora de la cita para la consulta, los medicamentos actuales o la capacidad nueva de aprendizaje y
las pruebas de laboratorio realizadas durante su atención. disminuyen el funcionamiento social y
ocupacional, pero carecen de las
características totales del delirio o
la demencia. La ansiedad, la depresión
y la discapacidad intelectual también
pueden alterar la memoria reciente.
Capacidad de nuevo aprendizaje. Di al paciente tres o cuatro palabras
como “83, calle del agua y azul” o “mesa, flor, verde y hamburguesa”, y pídele que las repita,
de manera que sepas que la información se escuchó y registró. Este paso, como las series de
dígitos, prueba el registro y el recuerdo inmediatos. Después, procede con otras partes del
examen. Después de 3-5 min, pide al paciente repetir las palabras. Observa la precisión
de la respuesta, el que se percate de si es correcta y cualquier tendencia a confabular.
Por lo general, una persona debe ser capaz de recordar las palabras.
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Capacidad de cálculo. Pon a prueba la capacidad del paciente para hacer El desempeño deficiente sugiere
cálculos aritméticos, iniciando con una simple suma (“¿Cuánto es 4 + 3?”), y después una demencia o afasia, pero debería
multiplicación (“¿Cuánto es 5 × 6?… ¿9 × 7?”). Procede con tareas más difíciles utilizando medirse en comparación con el fondo
cifras de dos dígitos (“15 + 12”, “25 × 6”) o ejemplos escritos más extensos. de conocimientos y educación del
paciente.
De forma alternativa, haz preguntas prácticas funcionales importantes como: “Si algo
cuesta 78 centavos y usted da un peso, ¿cuánto debe recibir de cambio?”.
Pensamiento abstracto. Prueba la capacidad para pensar de manera abstracta Las respuestas literales son frecuentes
de dos formas. en las personas con discapacidad
intelectual, delirio o demencia, pero
Proverbios. Pregunta al paciente qué significan los siguientes proverbios: también pueden reflejar una
educación limitada. Los pacientes con
esquizofrenia pueden responder de
Más vale pájaro en mano que ver cientos volar.
manera literal o con interpretaciones
personales o extrañas.
Candil de la calle, oscuridad de tu casa.
Habilidad de construcción. La tarea consiste en copiar figuras con comple- Con una condición y capacidad
jidad creciente en una hoja de papel blanco no rayada. Muestra cada figura, una a la vez, motora intactas, la capacidad de cons-
y pide al paciente que la copie tan bien como le sea posible (figs. 5-3 y 5-4). trucción deficiente sugiere demencia
o daño del lóbulo parietal; la disca-
pacidad intelectual también puede
alterar el desempeño.
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F I G U R A 5 - 4 . Forma deficiente,
aceptable y buena, respectivamente.
Técnicas especiales
Miniexamen cognoscitivo (MMSE, de Mini Mental State
Examination). Prueba breve que se ha utilizado ampliamente para detectar
disfunciones cognitivas o demencia y seguir su evolución con respecto al tiempo. Aunque
se dispone de varias versiones en Internet, se requiere autorización del autor para su
empleo y reproducción. Para una información más detallada acerca del MMSE, entra en
contacto con el editor. Psychological Assessment Resources, Inc., 16204 North Florida
Avenue, Lutz, Florida 33549, o en línea: http://www4.parinc.com/. A continuación,
algunas preguntas de muestra.
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Lectura
“Por favor lea esto y haga lo que dice” (muestra al paciente las palabras en el formato de
estímulo).
CIERRE LOS OJOS
Reproducido con el permiso especial del editor. Psychological Assessment Resources, Inc.,
16204 North Florida Avenue, Lutz, Florida 33549, from the Mini Mental State Examination, by
Marshal Folstein and Susan Folstein, Copyright 1975, 1998, 2001 by Mini Mental LLC, Inc.
Publicado en el año 2001 por Psychological Assessment Resources, Inc. Está prohibida
cualquier reproducción adicional sin permiso de PAR, Inc. El MMSE puede adquirirse de PAR,
Inc. llamando al (813) 968-3003.
“Estado mental: paciente alerta, bien arreglado y jovial. Discurso fluido y palabras claras.
Los procesos de pensamiento son coherentes, con buen discernimiento. Orientado en per-
sona, lugar y tiempo. Serie de siete precisa; memoria reciente y remota intacta. Cálculos
correctos”.
O
“Estado mental: el paciente parece triste y fatigado; su ropa está arrugada. El discurso es Estos hallazgos sugieren depresión.
lento y murmura las palabras. Los procesos de pensamiento son coherentes, pero el discerni-
miento en cuanto a contrariedades de la vida actual es limitado. El paciente está orientado en
persona, lugar y tiempo. Alcance numérico, series de siete y cálculos precisos, pero con res-
puestas retrasadas. El dibujo del reloj es bueno”.
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Nota para los lectores: con respecto a las tablas en ediciones previas sobre estado de ánimo, ansiedad y trastornos psicóticos,
de acuerdo con el copyright actual del DSM-5®, se refiere a los lectores al DSM-5® para información adicional de diagnóstico.
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6
C A P Í T U L O
Anatomía y fisiología
La piel mantiene al cuerpo en homeostasis a pesar de las agresiones diarias del ambiente.
Se encarga de conservar los líquidos corporales, en tanto protege a los tejidos subya-
centes contra microorganismos, sustancias lesivas y radiación; regula la temperatura
corporal y sintetiza vitamina D. Se consideran como anexos cutáneos el pelo, las uñas y Véase el capítulo 20, Adultos mayores,
las glándulas sebáceas y sudoríparas. La piel y sus apéndices presentan muchos cambios pp. 955-1008, para revisar los cambios
debidos al envejecimiento. cutáneos debidos al envejecimiento.
Piel
La piel es el órgano aislado más pesado del cuerpo; constituye casi el 16% del peso cor-
poral y cubre aproximadamente 1.2-2.3 m2 de superficie. Contiene tres capas: epidermis,
dermis y tejido subcutáneo.
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Conducto de una
glándula sudorípara
Terminaciones
nerviosas aferentes
Tejido subcutáneo
(adiposo) Vena
Lechos vasculares
capilar y linfático en
la dermis superficial
F I G U R A 6 - 1 . Anatomía de la piel.
El color normal de la piel depende de la cantidad y el tipo de melanina, pero también La palidez indica anemia.
tiene influencia de las estructuras vasculares subyacentes, la hemodinámica cambiante y
las modificaciones en la concentración de caroteno y bilirrubina. La cantidad de melanina,
un pigmento pardo, está determinada genéticamente y aumenta por la exposición a la luz
solar. La hemoglobina en los eritrocitos transporta el oxígeno en forma de oxihemoglobina,
un pigmento rojo brillante en las arterias y los capilares que causa enrojecimiento cutá-
neo. Después de pasar por el lecho capilar y liberar oxígeno en los tejidos, circula en las La cianosis, un tinte azulado, puede
venas el pigmento azulado más oscuro, desoxihemoglobina. La dispersión de la luz a través indicar disminución del oxígeno en la
de las capas superficiales opacas de la piel o los vasos sanguíneos también hace que sangre o del riego sanguíneo en res-
las venas se vean más azules y menos rojas que en la sangre venosa circulante. puesta a un ambiente frío.
Pelo
Los adultos tienen dos tipos de pelo: el vello, que es corto, fino, poco visible y relativamente
sin pigmento; y el pelo terminal, que es más grueso, rígido, visible y, por lo general,
pigmentado. El cabello y las cejas son ejemplos de pelo terminal.
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Uñas Pliegue
ungueal lateral Lúnula
Pliegue ungueal
proximal
Las uñas protegen los extremos distales de los dedos de manos y pies. La placa ungueal,
firme y rectangular, por lo general curva, obtiene su color rosado del lecho vascular de la
uña a la que está adherida (figs. 6-2 y 6-3). Observa la semiluna blanquecina, o lúnula, y
el borde libre de la placa ungueal. Casi el 25% de la placa ungueal, la raíz de la uña, está
cubierta por el pliegue ungueal proximal. La cutícula se extiende desde el pliegue
y funciona como un sello, protege de la humedad externa al espacio entre el pliegue y la
placa. Los pliegues ungueales externos cubren los lados de la placa ungueal. Nota que el
ángulo entre el pliegue proximal y la placa ungueal, de forma habitual, es menor de 180º. Borde libre Placa Cutícula
ungueal
Las uñas de las manos crecen 0.1 mm al día; las uñas de los pies lo hacen más lento. FIGURA 6-2. Anatomía de la
uña de un dedo.
Glándulas sebáceas y sudoríparas
Pliegue ungueal
Las glándulas sebáceas producen una sustancia grasosa que se secreta sobre la superficie proximal Raíz de la uña
de la piel a través de los folículos pilosos. Estas glándulas están presentes en todas las Placa ungueal
superficies cutáneas, excepto las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Las glándulas sudoríparas son de dos tipos: ecrinas y apocrinas. Las ecrinas están amplia-
mente distribuidas, se abren en la superficie cutánea y ayudan a regular la temperatura
Corte transversal
corporal mediante la producción de sudor. En contraste, las apocrinas están sobre todo de la placa ungueal Lecho Falange distal
en las regiones axilares y genitales, y suelen abrirse al interior de los folículos pilosos. ungueal
La descomposición bacteriana del sudor apocrino es la causa del olor corporal del adulto. F I G U R A 6 - 3 . Corte transversal
de la uña de un dedo.
Anamnesis
Manifestaciones frecuentes y preocupantes
● Protuberancias
● Exantemas
● Pérdida de cabello o cambios ungueales
Protuberancias. Comienza por preguntar al paciente si está preocupado en Véase la discusión sobre la prevención
cuanto a nuevos crecimientos o exantemas: “¿Ha notado algún cambio en su piel?… ¿su en la sección de “Promoción y
cabello?… ¿sus uñas?”, “¿ha presentado alguna erupción?… ¿úlceras?... ¿protuberancias?… asesoramiento sobre salud: evidencia
¿comezón?”. Si el paciente comunica una nueva protuberancia, es importante indagar sus y recomendaciones”, pp. 176-180.
antecedentes personales y familiares de cáncer cutáneo. Observa tipo, localización y fecha
de cualquier cáncer de piel anterior y pregunta en cuanto a la autoexploración cutánea
regular y el empleo de protectores solares. También consulta: “¿Alguien en su
familia ha sido objeto de extirpación de un cáncer cutáneo? En caso afirmativo, ¿quién?,
¿sabe usted qué tipo de cáncer cutáneo, carcinoma de células basales, carcinoma de células
escamosas o melanoma?”. Documenta la respuesta, incluso si el paciente no sabe de qué
tipo se trató, y asesóralo en cuanto a la prevención del cáncer de piel.
Exantemas. Pregunta en cuanto a prurito, el síntoma más importante de esta Las causas de prurito generalizado sin
valoración. ¿El exantema precede o es consecutivo al prurito? Para los pruriginosos, exantema aparente incluyen piel seca,
pregunta en cuanto a alergias estacionales con prurito y ojos llorosos, asma y dermatitis embrazo, uremia, ictericia, linfomas,
atópica, a menudo acompañadas por exantema en el interior de los codos y las rodillas leucemia, reacciones farmacológicas
durante la infancia. ¿El paciente puede dormir por la noche o lo despierta el prurito? Es y, menos a menudo, policitemia vera y
importante determinar qué tipo de humidificante o producto de venta libre se aplica. tiroidopatías.
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También pregunta en cuanto a piel seca, que puede causar prurito y exantema, en espe- Alienta el empleo de hidratantes para
cial en niños con dermatitis atópica y en los adultos mayores, debido a la pérdida de la reemplazar la capa de humedad per-
barrera natural de humedad en la epidermis. dida. Algunas marcas recomendadas
incluso tienen protección solar.1,2
Pérdida de cabello o cambios ungueales. Los pacientes a menudo
informan de pérdida de pelo o cambios ungueales espontáneos. Para la pérdida del cabello, La causa más frecuente de adelgaza-
pregunta si hay adelgazamiento o descamación del pelo y, en tal caso, ¿en dónde? Si miento difuso del cabello son los
ocurre descamación, ¿se trata de pelo expulsado desde las raíces o roto en su cuerpo? patrones normales de pérdida de pelo.
Pregunta sobre las prácticas de cuidado del cabello, como la frecuencia de empleo de
champú y el uso de tintes, relajantes químicos o aplicaciones con calor. Véase la tabla 6-11 La descamación del pelo desde las raí-
en las pp. 209-210 para revisar los patrones normales de pérdida del pelo en hombres ces es frecuente en el efluvio telógeno
y mujeres y la forma adecuada de asesorarlos. Mantente al tanto de los cambios y la alopecia areata. Las roturas del
ungueales frecuentes, como la onicomicosis, la deformidad por tic y la melanoniquia, que pelo en el cuerpo sugieren daño oca-
se muestran en la tabla 6-12, en las pp. 211-212. sionado por los cuidados del pelo o la
tiña de la cabeza.
Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
Prevención del cáncer de piel. Los médicos tienen una participación vital en Para conocer más y ver ejemplos de
la enseñanza de los pacientes para la prevención del cáncer cutáneo. Los cánceres de piel los tipos de cáncer de piel, véanse las
son los más frecuentes en los Estados Unidos; se calcula que afectan a uno de cada cinco tablas en las pp. 197-203.
estadounidenses durante su vida.3 Son causados por una combinación de predisposición
genética y exposición a la radiación ultravioleta. Los individuos de piel clara son los que
tienen el máximo riesgo. El cáncer de piel más frecuente es el carcinoma de células basales
o basocelular, seguido por el carcinoma de células escamosas o espinocelular y el melanoma.
Pregunta a los pacientes por los factores de riesgo de melanoma mencionados a conti-
nuación y usa la herramienta de valoración del riesgo de melanoma desarrollada por
el National Cancer Institute (http://www.cancer.gov/melanomarisktool/), que permite
valorar el riesgo a 5 años de presentar melanoma, con base en localización geográfica,
sexo, raza, edad, complexión, antecedentes de quemaduras con ampollas, número
y tamaño de lunares, efélides (pecas) y daño solar. Es aplicable hasta los 70 años de edad,
pero no se pretende su empleo para pacientes con antecedentes familiares de melanoma.
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Evitar la radiación ultravioleta y las cabinas de bronceado. La expo- Los signos de daño crónico solar
sición solar en aumento a lo largo de la vida tiene correlación directa con un mayor riesgo incluyen numerosas manchas solares
de cáncer cutáneo. La exposición solar intermitente parece ser más dañina que la crónica.9 en los hombros y la parte alta de
La mejor defensa contra los cánceres cutáneos es evitar la exposición a la radiación ultra- la espalda, muchos nevos melanocíti-
violeta, limitando el tiempo que se pasa bajo el sol, en especial durante el mediodía, cos, elastosis solar (piel amarilla
utilizando protectores solares y ropa protectora contra el sol, como mangas largas y som- engrosada con protrusión, arrugas o
breros con alas anchas. Recomienda a los pacientes evitar el bronceado intramuros, en surcos), cutis romboidalis nuchae (piel
especial a niños, adolescentes y adultos jóvenes. El empleo de cabinas de bronceado, engrosada con consistencia de
sobre todo antes de los 35 años, aumenta hasta un 75% el riesgo de melanoma. cuero en la cara posterior del cuello)
y púrpura actínica. Véase la tabla 6-9,
“Signos de daño solar”, p. 206.
En el año 2009, la International Agency for Research on Cancer clasificó a los dispositivos
de bronceado con emisión ultravioleta como “carcinogénicos para los seres humanos”.10
Otras opciones para el bronceado incluyen productos o nebulizados para autoaplicación
en conjunto con protectores solares. Los mensajes dirigidos a los pacientes en contextos
de práctica de la atención clínica primaria han mostrado aumentar estas conductas de
protección contra el sol.11,12 En la Preventive Services Task Force (USPSTF) de Estados
Unidos se hizo una recomendación de grado B en respaldo del asesoramiento conductual
para la disminución al mínimo de la exposición a la radiación ultravioleta en niños, ado-
lescentes y adultos jóvenes de 10-24 años de edad con piel clara, y citan evidencias
insuficientes de grado I para aconsejar a los adultos mayores de 24 años, pero no se
señalaron daños vinculados con esta recomendación.13
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Desde la revisión de la USPSTF, un estudio alemán con más de 350 000 pacientes
informó que la detección de atención primaria en todo el cuerpo, con envío a derma-
tología ante lesiones preocupantes, disminuyó en más del 47% la mortalidad por
melanoma.21 La supervivencia después de padecer este tipo de cáncer tiene una fuerte
correlación con el grosor del tumor. En dos estudios adicionales se mostró que los pacien-
tes objeto de exploraciones cutáneas tenían más probabilidad de presentar melanomas
más delgados.20,22
La detección del melanoma requiere práctica y conocimientos de cómo los nevos benignos Véanse las tablas 6-4 a 6-6, pp.197-
cambian con el transcurso del tiempo, a menudo pasando de planos a elevados o 203, que muestran nevos ásperos,
con adquisición de pigmento pardo adicional. Los estudios han demostrado que incluso rosados y pardos, y sus símiles.
un entrenamiento clínico limitado constituye una diferencia en la detección: los pacien-
tes de los proveedores de atención primaria que dedicaron 1.5 h para concluir un tuto-
rial en línea mejoraron su precisión de diagnóstico. Estudios similares muestran que
estos entrenamientos para los proveedores de atención médica dan como resultado
la detección de melanomas más delgados en sus pacientes que en los de quienes no rea-
lizaron el tutorial.23-26
ABCDE de la detección del melanoma. Los clínicos deben aplicar el Revisa la regla ABCDE-EFG y las foto-
método ABCDE-EFG para la detección del melanoma en nevos (no se aplica a lesiones grafías en la tabla 6-6, pp. 200-203,
no melanocíticas, como la queratosis seborreica). La sensibilidad de esta herramienta donde se proporcionan identificado-
para la detección de este cáncer es del 43-97% y su especificidad del 36-100%. La preci- res adicionales útiles y comparaciones
sión del diagnóstico depende de cuántos criterios se utilicen para definir la anomalía.27 de lesiones pardas benignas con el
Si están presentes dos o más de estas características, debe considerarse una biopsia. melanoma.
La más sensible corresponde a su evolución (E) o cambio. Presta mucha atención a los
nevos que cambiaron rápido, con base en evidencias objetivas.
Regla ABCDE
Se ha utilizado el método ABCDE durante muchos años para enseñar a los clínicos y los
pacientes acerca de las características que hacen sospechar de un melanoma. Si están presentes
dos o más de estas características, el riesgo de un melanoma aumenta y debe considerarse una
biopsia. Algunos autores han sugerido agregar EFG para ayudar a detectar los melanomas
nodulares agresivos.
(continúa )
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Borde con
irregularidades
En especial si es
desigual, con muescas
o difuminado.
(continúa )
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● Elevado
● Firme a la palpación
● Creciente (de Growing), con crecimiento progresivo durante varias semanas
Detección de los pacientes: autoexploración cutánea. En la AAD y Véanse las instrucciones de autoex-
la ACS, con base en la opinión de expertos, se recomienda una autoexploración regular ploración cutánea para los pacientes,
de la piel.15,28 Enseña a los pacientes con factores de riesgo de cáncer cutáneo y pp. 187-188.
melanoma, en especial aquellos con historia de alta exposición al sol, antecedente
personal o familiar de melanoma, 50 o más lunares y más de 5-10 lunares atípicos, a
realizar una autoexploración cutánea regular. Los pacientes que exploran su piel
con frecuencia tienen más probabilidad de presentar melanomas más delgados, si
se detectan.24,29 Instrúyelos sobre el aspecto de los diferentes tipos de cáncer cutáneo Aproximadamente la mitad de los
utilizando los excelentes recursos disponibles en Internet.15 melanomas son detectados de forma
inicial por los pacientes o sus parejas.
Técnicas de exploración
Exploraciones cutáneas de todo el cuerpo
e integradas
Realiza un examen cutáneo de todo el cuerpo en el contexto de la exploración física general.
Algunos pacientes en riesgo de melanoma, en especial hombres mayores de 50 años,
tal vez no soliciten este examen, por lo que la exploración física general es una oportu-
nidad importante para buscar melanomas y otros cánceres cutáneos, en especial en regiones
corporales donde los pacientes tienen dificultad de observarlas, como la espalda y la cara
posterior de las extremidades inferiores.
Haz una inspección y una palpación de toda lesión cutánea, enfocándote en las carac- Véanse las tablas 6-1 y 6-2 para ejem-
terísticas clave que ayudan a distinguir si son benignas o despiertan la sospecha de plos y descripciones de lesiones cutá-
cáncer. ¿Son elevadas, planas o están llenas de líquido?, ¿son ásperas o lisas?, ¿qué hay neas primarias (pp. 191-195); la tabla
de su color?, ¿es la lesión rosada o parda? Mide el tamaño, ¿está cambiando de dimen- 6-3 para lesiones benignas (p. 196); y
siones? Aprende a describir la lesión con precisión con el uso de la terminología que se las tablas 6-4 a 6-6 para lesiones áspe-
ras, rosadas y pardas, y sus símiles
(pp. 197-203).
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Incluso durante las exploraciones sistemáticas, puedes intentar llevar a cabo un exa-
men cutáneo integral al revisar zonas expuestas al sol que ya se encuentran fácilmente
accesibles.
■ Cuando explores la cabeza y el cuello, recuerda hacer una inspección cuidadosa en Véase la tabla 6-7, “Acné vulgar: lesio-
busca de cáncer cutáneo, así como de lesiones benignas frecuentes, como el acné, nes primarias y secundarias”, p. 204.
que se puede tornar cicatricial.
■ Busca en los brazos y las manos daños ocasionados por el sol, queratosis actínica y Véase la tabla 6-9, “Signos de daño
carcinoma espinocelular, así como hallazgos normales. Instruye al paciente acerca solar”, p. 206.
de estos hallazgos, tales como los lentigos solares y la queratosis seborreica.
■ Cuando auscultes los pulmones, retira la camisa o abre la bata del paciente y realiza Véanse los factores de riesgo del
una inspección completa de la espalda en busca de lunares normales frente a posi- melanoma en la p. 177.
bles melanomas. Piensa acerca de este abordaje durante la exploración física. Señala
cualquier lesión vascular o purpúrica, petequias o equimosis. Véase la tabla 6-8, “Lesiones vascula-
res y purpúricas de la piel”, p. 205.
Integrar la exploración de la piel a la física general y en el registro sistemático de los
hallazgos como parte de la redacción general, te ahorrará tiempo y contribuirá a una
detección más temprana de los cánceres cutáneos, cuando son más fáciles de tratar.
Implementa este abordaje de forma temprana en tu entrenamiento con cada paciente
que explores, ya sea ambulatorio u hospitalizado. En lugar de documentar lo que no está
presente en la piel, señala lo que se encuentra en ella. Ésta es la mejor forma de aprender
a distinguir entre las lesiones cutáneas normales y las anómalas o los potenciales cánceres
cutáneos. Recuerda que las enfermedades sistémicas también pueden conllevar hallaz- Véase la tabla 6-10, “Enfermedades sis-
gos cutáneos asociados. témicas y hallazgos cutáneos relacio-
nados”, p. 207-208.
Preparación para la exploración
Iluminación, equipo y dermatoscopia. Asegúrate de que haya una
iluminación adecuada. Una buena iluminación ambiental sobre la cabeza o la natural
proveniente de las ventanas suelen ser suficientes. Puedes desear agregar una fuente de
luz intensa si el cuarto está oscuro.
También necesitarás una pequeña regla o cinta métrica; que a menudo se pueden
obtener de paquetes que incluyen marcadores desechables. Además, una pequeña
lupa te permite explorar las lesiones más estrechamente. Estas herramientas te ayu-
dan a documentar las características importantes de las lesiones cutáneas, como
tamaño, forma, color y textura.
La dermatoscopia es una práctica de consultorio cada vez más útil para decidir si una
lesión melanocítica es benigna o maligna. Un dispositivo manual proporciona luz pola-
rizada o no polarizada para visualizar los patrones de pigmentación o las estructuras
vasculares. Con el entrenamiento clínico adecuado, el empleo de la dermatoscopia
mejora la sensibilidad y la especificidad en la diferenciación entre melanomas y lesio-
nes benignas.24,30
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Exploración de la piel
Términos importantes para describir las lesiones cutáneas. Es
importante utilizar la terminología específica para describir las lesiones cutáneas y
los exantemas. Las buenas descripciones incluyen cada uno de los siguientes elementos:
número, tamaño, color, forma, textura, lesión primaria, localización y configuración.
Por ejemplo, para la queratosis seborreica, explora y registra: “Múltiples placas verrugo-
sas de 5 mm a 2 cm, de bronceadas a pardas, ovales, sobre lesiones planas en la espalda y el
abdomen, que siguen las líneas de tensión de la piel”. Nota la descripción de cada ele-
mento: número, múltiple; tamaño, de 5 mm a 2 cm; color, de bronceado a pardo; forma,
oval; textura, verrugosa de cúpula plana; localización, en la espalda y el abdomen; y con-
figuración, que siguen las líneas de tensión de la piel.
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y púrpura palpable.
● Número. Las lesiones pueden ser solitarias o múltiples. En el último caso, registra la canti-
dad. También considera calcular el número total del tipo de lesiones que describes.
● Tamaño. Mide con una regla en milímetros o centímetros. Para las lesiones ovales, mide
el eje longitudinal y después el perpendicular a éste.
● Forma. Algunas palabras que ayudan a la descripción son “circular”, “oval”, “anular”
(como anillo con un hueco central), “numular” (como una moneda, sin hueco central)
y “poligonal”.
● Color. Utiliza la imaginación y sé creativo. Utiliza una regla de colores, si es necesario. Hay Las lesiones que se blanquean son eri-
muchos tonos de bronceado y pardo, pero inicia con bronceado, pardo claro y pardo oscuro, tematosas y sugieren inflamación. Las
si tienes problemas. lesiones que no, como petequias, púr-
● Utiliza el término “color piel” para describir una lesión con el mismo tono que la piel pura y estructuras vasculares (heman-
del paciente. giomas capilares, malformaciones
● Para las lesiones rojas o exantemas, blanquéalas presionando con firmeza utilizando vasculares), no son eritematosas, sino
tu dedo o una laminilla de vidrio, para ver si el color rojo se aclara de forma temporal más bien rojas, púrpura o violáceas.
y después se rellena. Véase la tabla 6-8, “Lesiones vascula-
res y purpúricas de la piel”, p. 205.
● Textura. Palpa la lesión para determinar si es lisa, carnosa, verrugosa o con escamas (fina, Las escamas pueden ser grasosas,
queratósica o de escamas grasosas). como en la dermatitis seborreica o
queratosis seborreica; secas y finas
como en la tiña del pie; o duras y que-
ratósicas, como en la queratosis actí-
nica o el carcinoma espinocelular.
● Localización. Intenta ser tan específico como puedas. Para las lesiones únicas, mide su dis-
tancia respecto de otros puntos de referencia (p. ej., 1 cm por fuera de la comisura bucal
izquierda).
● Configuración. Aunque no siempre es necesaria, la descripción de patrones con frecuencia Algunos ejemplos son herpes zóster,
es muy útil. con vesículas unilaterales y de distri-
bución en dermatomas; herpes simple,
con vesículas agrupadas o pústulas
Para más información e ilustraciones adicionales sobre cada uno de estos elementos, dirígete sobre una base eritematosa; tiña del
al sitio de Internet LearnDerm, que es gratuito y muy útil.31 pie, con lesiones anulares; y dermatitis
alérgica por contacto con hiedra vene-
nosa, con lesiones lineales.
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Con el paciente sentado en la mesa de exploración, párate enfrente y ajusta la mesa a una La alopecia o pérdida de cabello
altura cómoda. Inicia explorando el pelo y el cuero cabelludo (fig. 6-6). Separa por sec- puede ser difusa, en parches o total.
ciones el pelo para revisar el cuero cabelludo de un lado a otro. Tal vez necesites utili- El patrón de pérdida de cabello
zar tus dedos o un aplicador con punta de algodón (“hisopo”) para separar el pelo y masculino y femenino es normal
observar el cuero cabelludo (fig. 6-7). Registra la distribución, la textura y la cantidad del con el envejecimiento. Se pueden
pelo. Recuerda hacer la inspección de los oídos. perder parches focales de forma
súbita en la alopecia areata. Deriva a
un dermatólogo a los pacientes con
alopecia cicatricial.
Ahora haz la inspección de la cabeza y el cuello, incluida la frente; los ojos, abarcando Busca signos de carcinoma basocelular
párpados, conjuntivas, escleróticas, pestañas y cejas; la nariz, los carrillos, los labios, la en la cara. Véase la tabla 6-5, “Lesiones
cavidad bucal y el mentón; así como la cara anterior del cuello (figs. 6-8 a 6-10). rosadas: carcinoma basocelular y sus
símiles”, pp. 198-199.
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Ahora, realiza la inspección de hombros, brazos y manos (fig. 6-12). Revisa y palpa las uñas Véase la tabla 6-12, “Hallazgos en las
de los dedos (fig. 6-13). Consigna su color, forma y cualquier lesión. Las bandas de uñas o en sus alrededores”, pp. 211-212.
pigmento longitudinales son normales en las personas con piel oscura.
Ahora lleva a cabo la inspección del tórax y el abdomen (fig. 6-14) con preparación previa
del paciente; puedes decir: “Veamos la parte superior de su tórax y después la región
gástrica”. El paciente, por lo general, ayudará levantando o bajando la bata para exponer
estas zonas, y cubriéndolas cuando hayas terminado (fig. 6-15).
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Pide al paciente que se ponga de pie para la inspección de la parte baja del dorso y las caras
posteriores de los miembros inferiores (figs. 6-20 y 6-21). De ser necesario, pídele que des- Véase el capítulo 10, Mamas y axilas,
cubra sus nalgas (fig. 6-22). Se puede dejar la exploración de mamas y genitales para el pp. 419-447; el capítulo 13, Genitales
último, y se describen en otros capítulos. Recuerda considerar la comodidad y el pudor y hernias masculinos, pp. 541-463 y
del paciente, así como la presencia de un acompañante, durante estas exploraciones. el capítulo 14, Genitales femeninos,
pp. 565-606.
Inicia con el paciente en decúbito supino, acostado sobre la mesa de exploración. Como con
la posición sentada, inicia tu inspección en el cuero cabelludo, la cara y la cara anterior del
cuello (fig. 6-23). A continuación, desplázate hacia hombros, brazos y manos (fig. 6-24), y
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después, al tórax; el abdomen (fig. 6-25); las caras anteriores de los muslos (fig. 6-26) y las
piernas, los pies y, de considerarse apropiado, los genitales. Como se señaló antes, pide permiso
cuando desplaces la bata para exponer diferentes regiones y deja que el paciente se entere
de qué regiones examinarás a continuación para que se sienta más participante.
Ahora, pide al paciente girar a la posición de decúbito prono, boca abajo. Revisa la cara
posterior del cuero cabelludo y del cuello, la espalda, la cara posterior de los muslos, las pier-
nas, las plantas de los pies y las nalgas (si es apropiado).
Técnicas especiales
Instrucciones al paciente para la autoexploración de la piel. En
la AAD se recomienda la autoexploración regular de la piel mediante el empleo de las
técnicas que se ilustran. El paciente necesitará un espejo de una longitud correspondiente
a la del cuerpo, uno de mano y un cuarto bien iluminado que proporcione privacidad.
Enseña al paciente el método ABCDE-EFG de valoración de lunares. Ayúdale a identificar Revisa los criterios de ABCDE-EFG,
melanomas con fotografías de nevos benignos y malignos en sitios de Internet de fácil pp. 178-180.
acceso, manuales o tablas, incluidos en este capítulo.
Examine su cuerpo de frente y espalda en Flexione los codos y observe con cuidado
un espejo y, después, sus costados derecho los antebrazos, los huecos axilares y las pal-
e izquierdo con los brazos levantados. mas de las manos.
(continúa )
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Observe las caras posteriores de las extremi- Revise la cara dorsal de su cuello y cuero
dades inferiores y los pies, los espacios entre cabelludo con un espejo de mano. Separe
los dedos y las plantas de los pies. el cabello para una observación más estrecha.
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La mayor parte (97%) de la pérdida de cabello no es cicatricial, pero cualquier cicatriz, Las posibles causas internas de una
identificada por la presencia de puntos brillantes sin folículos pilosos a la revisión cer- descamación difusa del cabello sin
cana con una lente de aumento, debe llevar a la derivación a dermatología para una cicatrización en las mujeres jóvenes
biopsia del cuero cabelludo. son anemia por deficiencia de hierro e
hipertiroidismo o hipotiroidismo.
Valoración del paciente confinado a la cama. Las personas que se
encuentran en cama de forma permanente, en especial cuando están emaciadas, son de
edad avanzada o presentan alguna alteración neurológica, son muy susceptibles al daño Véase la tabla 6-13, “Úlceras por pre-
cutáneo y las úlceras. Las úlceras por presión son producto de la compresión continua que sión”, p. 213.
altera la irrigación sanguínea arteriolar y capilar de la piel, y favorece fuerzas de cizalla-
miento creadas por los movimientos corporales. Cuando una persona se desplaza
en cama desde una posición parcialmente sentada, por ejemplo, o es arrastrada en lugar
de elevada después de estar en decúbito supino, el movimiento abrupto puede distorsio-
nar los tejidos blandos de las nalgas y cerrar las arterias y las arteriolas. Además, la fric-
ción y la humedad adicionales aumentan el riesgo de abrasiones y úlceras.
Valora a todo paciente susceptible mediante la inspección cuidadosa de la piel que cubre El enrojecimiento local de la piel
al sacro, las nalgas y los trocánteres mayores, las rodillas y los talones. Gira al paciente indica una necrosis inminente, si bien
sobre un costado para observar mejor la parte baja de la espalda y la región glútea. algunas úlceras por presión profundas
se desarrollan sin enrojecimiento pre-
vio. Haz una inspección de pérdidas
de continuidad y úlceras cutáneas.
Como se señaló en la p. 182, utiliza términos específicos para describir las lesiones cutá-
neas y exantemas, incluyendo:
■ Lesión primaria. Plana una mácula o parche; elevada, una pápula o placa; o llena de
líquido; una vesícula o bula (también puede haber erosiones, úlceras, nódulos, equi-
mosis, petequias y púrpura palpable).
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“Piel tibia y seca. Uñas sin acropaquia o cianosis. Aproximadamente 20 máculas pardas Hay nevos y perfusión normales, sin
redondas en la parte dorsal alta, el tórax y los brazos, todas simétricas en su pigmentación, exantemas o lesiones de sospecha.
ninguna de sospecha. No hay exantema, petequias o equimosis” .
O
“Notoria palidez facial y cianosis peribucal. Palmas frías y húmedas. Cianosis en los lechos Estos hallazgos sugieren cianosis cen-
ungueales de los dedos de pies y manos. Púrpura palpable cuantiosa en las piernas a ambos tral y vasculitis.
lados”.
O
“Placas verrugosas adheridas, dispersas en el dorso y el abdomen. Más de 30 máculas peque- Sugiere una queratosis seborreica
ñas, pardas, redondas, con pigmentación simétrica en el dorso, el tórax y los brazos. Una sola normal y nevos benignos, pero tam-
placa asimétrica de 1.2 × 1.6 cm, parda oscura y negra, con borde irregular eritematoso en el bién un posible melanoma maligno.
brazo izquierdo”.
O
“Plétora facial, piel ictérica. Muchas marañas de telangectasias en el tórax y el abdomen. Una Estos hallazgos sugieren una proba-
sola pápula perlada de 5 mm con borde enrollado en el carrillo izquierdo a nivel del pómulo. ble enfermedad hepática en etapa
Uñas con acropaquia, pero sin cianosis”. terminal y un carcinoma basocelular
incidental.
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Describe las lesiones cutáneas con precisión, incluyendo número, tamaño, color, textura, forma, lesión primaria, localización y configuración. En
esta tabla se identifican las lesiones cutáneas primarias habituales e incluyen descripciones clásicas de cada lesión con el diagnóstico en cursivas.
Manchas planas
Si recorres con el dedo la lesión, pero no la percibes, ésta es plana. Si una mancha plana es pequeña (< 1 cm), se trata de una mácula. Si
una mancha plana es más grande (> 1 cm), se trata de un parche.
Máculas (planas, pequeñas)
Múltiples máculas redondas eritematosas Múltiples máculas de redondas a ovales, de 2-5 mm, hipopigmentadas, hiperpigmentadas o
confluentes de 3-8 mm en el tórax, la bronceadas en la parte alta del cuello y la espalda, y la parte alta del tórax y los brazos, con ligera
espalda y los brazos; erupción descamación inducible al rascar (tiña versicolor)
morbiliforme por fármacos
Múltiples máculas redondas y ovales Mácula simétrica redonda, parda oscura, Mácula solitaria, parda oscura, azul grisácea
dispersas, de 2-4 mm pardas, con solitaria, de 6 mm, en la parte alta de la espalda; y roja de 7 mm, con bordes irregulares y
pigmentación simétrica en el dorso y nevo melanocítico benigno proyecciones digitiformes de pigmento en
el tórax, con un patrón reticular en la el antebrazo derecho; melanoma maligno
dermatoscopia; nevos melanocíticos
benignos
Parches (planos, grandes)
Parches eritematosos simétricos bilaterales Parches completamente despigmentados Parches geográficos, eritematosos, bilaterales,
en la parte central de los carrillos y las confluentes, grandes, en los dorsos de las con escamas periféricas en las caras internas
cejas, algunos con escamas grasas manos y la porción distal de los antebrazos; de los muslos a ambos lados, con respeto del
sobrepuestas; dermatitis seborreica vitiligo escroto; tiña inguinal
(continúa)
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Manchas elevadas
Si recorres con tu dedo la lesión y la puedes palpar por arriba de la piel, es elevada. Si una mancha elevada es pequeña (< 1 cm), se trata de
una pápula; si es grande (> 1 cm), se trata de una placa.
Pápulas (elevadas, pequeñas)
Pápula solitaria oval, perlada, de 7 mm y color rosa Múltiples pápulas de 2-4 mm, blandas, de color
con telangiectasias suprayacentes en el pliegue nasomalar piel a pardo claro en pliegues cutáneos de la parte
derecho; carcinoma de células basales externa del cuello y las axilas; papilomas cutáneos
Múltiples pápulas de 3-5 mm de color rosa y cúpula lisa, Pápulas redondas eritematosas dispersas que simulan
firmes con umbilicación central, en el monte del pubis y el gotas, con cúpula plana y descamación, bien
cuerpo del pene; molusco contagioso circunscritas, así como placas en el tronco: psoriasis
en gotas
Placas (elevadas, grandes)
Placas eritematosas o de color rosa, Placas eritematosas bilaterales liquenificadas Placa solitaria, oval, con cúpula
brillantes, dispersas, bien circunscritas (engrosadas por el roce), mal circunscritas, en superficial plana eritematosa o de color
con cúpula plana, en las superficies las caras flexoras de las muñecas, las fosas ante- piel en el hemiabdomen derecho; un
extensoras de las rodillas y codos con cubitales y poplíteas; dermatitis atópica parche que indica pitiriasis rosada
escamas suprayacentes plateadas;
psoriasis en placas
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Múltiples vesículas de 2-4 mm y Vesículas de 2-5 mm agrupadas sobre una base Pápulas y vesículas de 2-5 mm dispersas, con
pústulas con una base eritematosa, eritematosa en la parte izquierda del abdomen y costra de trasudado, algunas en series lineales,
agrupadas en la cara izquierda del cuello; el tronco, con distribución en dermatomas, que en antebrazos, cuello y abdomen; dermatitis por
herpes simple no cruzan la línea media; herpes zóster zumaque venenoso o alérgica por contacto con la
hiedra venenosa
Bulas (llenas de líquido, grandes)
Parche oval solitario, oscuro de 8 cm, con Varias bulas tensas en las piernas; piquetes Vesículas y bulas tensas, hasta de 4 cm, algunas
uno violáceo interno más pequeño y una de insectos decapitadas que dejaron erosiones, en la parte
bula tensa central de 3.5 cm, en la cara inferior de las piernas, bilaterales, hasta la línea
posterior derecha de la porción baja de la de la parte superior de las botas de combate;
espalda; erupción bulosa fija por fármacos trastorno hereditario de fragilidad de la piel
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Nódulo solitario, pardo-azul de 1.2 cm con un signo de ho- Nódulo solitario de 4 cm, rosado y pardo,
yuelo positivo y borde hiperpigmentado, en la cara lateral semejante a una cicatriz en la parte central del
del muslo izquierdo; dermatofibroma tórax, en el sitio de un traumatismo previo;
queloide
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Masa/quiste, subcutáneo: ya sean móviles o fijos, los quistes son acumulaciones de un líquido o semisólido encapsulados.
Quiste solitario de 2 cm, subcutáneo, Tres quistes subcutáneos móviles de 6-8 mm en el vértice Masa solitaria subcutánea de 9 cm
anclado, con una perforación supraya- del cráneo, que al extirparse revelan esferas blancas perladas; en la sien izquierda, móvil, de
cente que libera una sustancia caseosa quistes pilosos consistencia gomosa; lipoma
blanco-amarillenta con olor fétido;
quiste de inclusión epidérmica
Habón: zona de edema en la Túnel: vía lineal o serpiginosa en la epidermis creada por
dermis, localizada, evanescente el ácaro de la sarna.
(que aparece y desaparece) en
un período de 1-2 días; ésta es
la lesión primaria de la urticaria.
Muchos habones de tamaño variable Múltiples pápulas eritematosas pequeñas (3-6 mm)
(1-10 cm) en la cara lateral del cuello, en el abdomen, las nalgas, el escroto, el cuerpo y el glande
los hombros, el abdomen, los brazos del pene, con observación de cuatro túneles en los espacios
y las piernas; urticaria interdigitales; sarna
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La práctica hace al maestro… Busca estas lesiones frecuentes durante tus rotaciones clínicas. Haz una exploración de la piel en tantos pacientes
como puedas. Si no estás seguro de la identificación de la lesión, pide ayuda a tus instructores o a los médicos tratantes.
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Los pacientes a menudo informan percibir lesiones ásperas. Muchas son benignas, como la queratosis seborreica o las verrugas, pero el carcinoma
espinocelular y su precursora, la queratosis actínica, también pueden sentirse ásperos o queratósicos. El carcinoma espinocelular surge con mayor
frecuencia en la piel de la cabeza, el cuello y las caras dorsales de brazos y manos dañadas por el sol, y puede enviar metástasis si no se trata.
Consta de células más maduras, que suelen simular a las de la capa espinosa de la epidermis y constituye casi el 16% de los cánceres cutáneos.
Si no se tratan, las queratosis actínicas progresan hasta el carcinoma espinocelular a una tasa de casi 1 en 1 000 por año. Asesora a los pacientes
afectados en cuanto a evitar el sol y el empleo de protectores solares, y ofrece el tratamiento para evitar el avance hasta el carcinoma espinocelular.
■ Queratosis actínica después del tratamiento con 5 fluorouracilo ■ Puede ocurrir en la misma distribución en la frente y el centro
(foto izquierda). de la cara.
■ A menudo más fácil de sentir que de ver. ■ La escama es menos queratósica y mejorará con humidificadores
■ Las pápulas queratósicas superficiales “aparecen y desaparecen” y esteroides tópicos leves.
en la piel dañada por el sol.
Cuerno cutáneo/escama queratósica Verrugas
■ La escama queratósica prototipo de la queratosis actínica y el ■ Por lo general, de color piel a rosa, con textura más verrugosa
carcinoma espinocelular está formada por queratina y puede que queratósica.
originar un cuerno cutáneo. ■ Pueden ser filiformes.
■ Los cuernos cutáneos, en general, deben ser objeto de biopsia ■ A menudo presentan hemorragias puntiformes que pueden
para descartar un carcinoma espinocelular. observarse con una lupa o un dermatoscopio.
Carcinoma espinocelular o de células escamosas Queratosis seborreicas
■ Los queratoacantomas son un carcinoma espinocelular que surge ■ A menudo presenta textura verrugosa.
con rapidez y tiene un centro con forma de cráter. ■ Su aspecto es de una esfera de cera aplanada o “adherida”.
■ A menudo con borde suave pero liso. ■ Puede desmoronarse o sangrar si se punciona.
■ Los carcinomas espinocelulares pueden tornarse muy grandes si no ■ Las características específicas por dermatoscopia, como quistes
se tratan (nota: los sitios con las metástasis más numerosas son el cuero miliares o aberturas comedónicas, son alentadoras si están presentes.
cabelludo, los labios y los oídos). ■ Puede ser eritematosa si se inflama.
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El carcinoma basocelular es el cáncer más frecuente del mundo. Por fortuna, rara vez se extiende a otras partes del cuerpo. No obstante,
puede invadir y destruir tejidos locales y causar morbilidad significativa de los ojos, la nariz o el cerebro. Este tipo de cáncer consiste de
células inmaduras similares a las de la capa basal de la epidermis y contribuye con casi el 80% de los cánceres cutáneos. El carcinoma
basocelular debe ser objeto de biopsia para su confirmación antes del tratamiento. Revisa las características del carcinoma basocelular
a continuación, y cómo contrastan con las de sus símiles, que son benignos.
■ Parche rosa que no cicatriza. ■ Queratosis actínica o carcinoma espinocelular in situ que,
■ Puede presentar descamación focal. por lo general, tienen descamación queratósica.
■ Pápula rosa, a menudo con aspecto translúcido o perlado ■ Pápulas globulares amarillentas, a menudo con umbilicación central,
■ La dermatoscopia muestra vasos que se ramifican, glóbulos focales sebáceas, más que cubrirlas como en el carcinoma basocelular.
de pigmento y otros patrones específicos.
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■ Una placa perlada rosa de 1 cm con una depresión central y ■ Pápula de color piel a rosa en la nariz, sin telangiectasias.
telangiectasias ramificantes suprayacentes en el ala nasal. ■ Puede excoriarse.
■ Úlcera que no cicatriza, con el resultado de un “borde laminado”. ■ También puede ulcerarse.
■ Más firme en los bordes que el carcinoma basocelular.
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Melanomas Símiles
Melanoma amelanótico Papilomas cutáneos o nevos intradérmicos
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Melanomas Símiles
Melanoma Nevo displásico
■ Puede surgir como una lesión nueva o sobre un nevo previo ■ Puede presentar una base macular y un componente papular
y muestra las características ABCDE. central con forma de “huevo estrellado”.
■ Los pacientes con muchos nevos displásicos tienen mayor riesgo ■ Compara con otros nevos del paciente y vigila sus cambios.
de presentar un melanoma.
Melanoma Queratosis seborreica inflamada
■ Puede tener un color jaspeado (pardo, rojo). ■ En ocasiones puede simular un melanoma si tiene una base
■ Presenta características melanocíticas en la dermatoscopia. eritematosa.
■ La dermatoscopia ayuda al médico con ojo entrenado
a distinguirla.
Melanoma Queratosis seborreica
■ Puede ser de color uniforme, pero asimétrico; su característica ■ Incrustada y verrugosa, puede tener pigmentación oscura.
clave es el cambio o la evolución rápidos.
(continúa)
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Melanomas Símiles
Melanoma acral Nevo acral
■ El cambio o la evolución rápidos ayudan a detectar al melanoma ■ Posiblemente benigno cuando es menor de 7 mm y si presenta
acral. un patrón tranquilizador en la dermatoscopia, como en surcos
■ Considera la biopsia si es mayor de 7 mm, con rápido crecimiento paralelos o celosía.
o características preocupantes por dermatoscopia.
Melanoma con zonas azul-negras Nevo azul
■ Las zonas azul-negras son preocupantes en cuanto al melanoma, ■ Los nevos azules tienen aspecto homogéneo azul-gris en la
en especial cuando son asimétricas. exploración y por dermatoscopia.
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Encontrar al “patito feo”: conforme se valoran las lesiones pardas cambiantes en el contexto de otros nevos y lunares, el “patito feo” es aquel
que luce diferente de los otros. Un paciente puede presentar muchos nevos atípicos con componentes maculares circundantes y papulares
centrales, pero todos parecen iguales. Encuentra el nevo característico del paciente y, después, busca el “patito feo”, que parece diferente.
La mayoría de los dermatólogos ahora dependen del dermatoscopio para valorar las lesiones pigmentarias, lo que les permite detectar
melanomas cuando son más delgados. Con entrenamiento, la dermatoscopia puede ayudar a distinguir los nevos con patrones alentadores de
los posibles melanomas tempranos. Sin embargo, incluso sin dermatoscopia un ojo experimentado puede detectar melanomas cuando surgen,
durante la inspección activa de la piel en busca de “patitos feos”.
Este paciente presenta múltiples nevos atípicos, pero uno en la parte derecha de su espalda, apenas por fuera de la línea media, se manifiesta
como el “patito feo” porque tiene tres colores; la zona blanca mostró un melanoma in situ en la biopsia.
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El acné vulgar es el trastorno cutáneo más frecuente en los Estados Unidos, donde afecta a más del 85% de los adolescentes.35 El acné es un
trastorno de la unidad pilosebácea que implica la proliferación de los queratinocitos en la abertura del folículo; aumento de la producción de
sebo estimulada por los andrógenos, que se combina con los queratinocitos para taponar la abertura del folículo; la proliferación de
Propionibacterium acnes, un microorganismo anaerobio difteroide, habitante normal de la piel; y la inflamación por la actividad bacteriana
y liberación de ácidos grasos libres y enzimas desde neutrófilos activados. Los cosméticos, la humedad, el sudor cuantioso y el estrés son
factores contribuyentes. La mayoría de las recomendaciones para el tratamiento del acné se organizan de acuerdo con sus subdivisiones
morfológicas: comedónico (leve), inflamatorio (moderado) y noduloquístico (grave).
Las lesiones aparecen en zonas con el máximo número de glándulas sebáceas, a saber, la cara, el cuello, el tórax y la parte alta del dorso y de los
brazos. Pueden ser primarias, secundarias o mixtas.
Lesiones primarias Lesiones secundarias
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Lesiones vasculares
Angioma en arañaa Araña venosaa Hemangioma capilar
Color y tamaño Rojo fuego; desde muy pequeño hasta De tinte azulado; tamaño Rojo brillante o rubí; puede
2 cm de diámetro. variable, desde muy pequeña tornarse púrpura con la edad;
hasta varios centímetros. tamaño 1-3 mm.
Forma Cuerpo central, a veces elevado, Variable; puede simular una Redonda, plana o, a veces,
rodeado por eritema y emite araña o ser lineal, irregular o en elevada; puede estar rodeada por
extensiones radiales. cascada. un halo pálido.
Pulsatilidad y efecto Se observa en el centro de la araña, Ausentes; la presión sobre el Ausente; puede mostrar
de la presión cuando se presiona con una laminilla; centro no produce blanqueo, blanqueo parcial, en especial si
la presión sobre el cuerpo produce el pero la presión difusa blanquea se aplica presión con el borde de
blanqueo de la lesión. las venas. la cabeza de un alfiler.
Distribución Cara, cuello, brazos y porción superior Con mayor frecuencia en las Tronco; también en las
del tronco; casi nunca debajo de la piernas, cerca de las venas, y en extremidades.
cintura. la cara anterior del tórax.
Significado Las lesiones solitarias son normales A menudo acompaña a una Ninguno; aumenta de tamaño
y frecuentes en cara y tórax; también presión aumentada en las y número con la edad.
aparecen durante el embarazo y en venas superficiales, como
presencia de enfermedad hepática. en las varicosas.
Lesiones purpúricas
Petequias/púrpura Equimosis
Color y tamaño De color rojo intenso o púrpura, desaparecen con el Púrpura o azul purpúreo, que con el tiempo se
tiempo; petequias, 1-3 mm de diámetro; la púrpura desvanece a verde, amarillo y pardo; tamaño
es de mayor tamaño. variable, mayor que el de las petequias, > 3 mm.
Forma Redonda, a veces irregular; plana. Redonda, oval o irregular; puede tener un nódulo
plano central subcutáneo (hematoma).
Pulsatilidad y efecto Ausente; sin efecto por la presión. Ausente; sin efecto por la presión.
de la presión
Distribución Variable. Variable.
Significado Sangre que escapa de los vasos; sugiere un trastorno Sangre que escapa de los vasos; a menudo
hemorrágico o, en el caso de las petequias, embolias secundaria a moretones o traumatismos;
cutáneas; en las vasculitis, la púrpura es palpable. también se observa en los trastornos hemorrágicos.
a
Éstas son telangiectasias o pequeños vasos dilatados que tienen tiente rojo o azulado.
Fuentes de las fotografías: Spider Angioma—Marks R. Skin Disease in Old Age. Philadelphia: JB Lippincott, 1987; Petechia/Purpura—Kelley WN. Textbook of
Internal Medicine. Philadelphia: JB Lippincott, 1989.
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Lentigo solar: máculas bilaterales simétricas de color pardo localizadas Elastosis solar: máculas o pápulas blancas amarillentas en la piel
en la piel expuesta al sol, que incluye cara, hombros, brazos y manos. expuesta al sol, en especial en la frente.
Púrpura actínica: equimosis limitadas a las caras dorsales de los Poiquilodermia: parches rojos en zonas dañadas por el sol, en
antebrazos y las manos, pero que no se extienden más allá de la línea especial la “V” y la cara lateral del cuello (por lo general, respetando
de la “manga de camisa” en el brazo. la sombra inferior a la mandíbula), con telangiectasias finas y tanto
hiperpigmentación como hipopigmentación.
Arrugas: un mayor bronceado y daño solar lleva a presentar arrugas Cutis romboide de la nuca: arrugas profundas en la cara poste-
más profundas a una edad más temprana. rior del cuello que “se cruzan”.
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Cuando hagas una anamnesis por pérdida del cabello, incluye duración, agudeza de inicio, causa de disminución de su densidad o aumento de su
descamación, patrón (difuso o localizado), antecedentes medicamentosos, prácticas de cuidado y trastornos médicos o factores de estrés asociados.
La disminución de la densidad del cabello suele ser producto de una pérdida con patrón femenino o masculino, pero, menos a menudo, por alopecias
cicatriciales. La descamación de cabello desde sus raíces suele ser causada por el efluvio telógeno, la alopecia areata, el efluvio anágeno (ataques al cuerpo
del pelo por exposición a ciertos agentes, como los de quimioterapia) o, menos a menudo, por alopecias cicatriciales. Haz una prueba de tracción
capilar para observar el porcentaje de cabellos en fase telógena. La descamación del cabello por roturas de su cuerpo suele ser causada por la tiña de
la cabeza, un cuidado inapropiado y, con menor frecuencia, trastornos del cuerpo piloso o efluvio anágeno. Realiza una prueba de estiramiento para
indagar la fragilidad capilar. Véanse las figuras 6-27 y 6-28 (p. 188) para ejemplos de las pruebas de tracción capilar y de estiramiento.
Pérdida del cabello con patrón masculino Pérdida del cabello con patrón femenino
Ancho normal de la línea del cabello en el Prueba de tracción capilar positiva en el efluvio Efluvio anágeno
efluvio telógeno telógeno (todos los cabellos con bulbos telógenos)
(continúa)
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Alopecia cicatricial
La cicatrización del cuero cabelludo se caracteriza por dejar una piel brillante, con pérdida completa de folículos pilosos y, a menudo, cambio de
color. La presencia de cualquier cicatrización debe dar lugar al envío del paciente a un dermatólogo para una posible biopsia de cuero cabelludo,
si desea tratamiento. Son ejemplos de alopecia cicatricial, la centrífuga central y el lupus eritematoso discoide, entre otras.
Referencias: para una guía completa de evaluación de la pérdida del cabello, véase Mubki T, Rucnicka L, Olszewska M, et al. Evaluation and diagnosis of the hair
loss patient. J Am Acad Dermatol 2014;71:415. *Véase también Hair Loss Help. Hair loss classifications. Disponibles en http://www.hairlosshelp.com/hair_loss_
research/hair_loss_charts.cfm. Con acceso el 13 de febrero de 2015.
Fuentes de las fotos: Alopecia Areata [izquierda]—Hall JC. Sauer’s Manual of Skin Diseases, 9th ed. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins, 2006.
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Table
Tabla 3.1
6-12 Motivational
Hallazgos en Interviewing:
las uñas o en A
sus
Clinical
alrededores
Example
Paroniquia
Una infección proximal de los pliegues ungueales proximal y externo, adyacentes a la placa ungueal.
Dichos pliegues a menudo se encuentran rojos, inflamados e hipersensibles. Representa la infección
más frecuente de la mano, por lo general por Staphylococcus aureus o especies de estreptococos, y puede
diseminarse hasta que rodean por completo a la placa ungueal. Crea una paroniquia si se extiende al
espacio pulpar del dedo. Se origina por traumatismo local, debido a mordedura de uñas, manicura o
inmersión frecuente de las manos en agua. Las infecciones crónicas pueden relacionarse con especies
de Candida.
Acropaquia
Clínicamente, se observa un edema bulboso del tejido blando de la base de la uña, con pérdida
del ángulo normal entre ésta y su pliegue proximal. El ángulo aumenta hasta 180º o más, y el lecho
ungueal se siente esponjoso o flotante. Aún se desconoce el mecanismo, pero implica vasodilatación
con aumento de la irrigación sanguínea a la porción distal de los dedos y cambios en el tejido conectivo,
tal vez por hipoxia, modificaciones de la inervación, predisposición genética o un factor de crecimiento
derivado de plaquetas proveniente de fragmentos de cúmulos plaquetarios. Se observa en las cardiopatías
congénitas, la enfermedad pulmonar intersticial, el cáncer pulmonar y de otros tipos, así como en
las enfermedades inflamatorias intestinales.
Melanoniquia
La melanoniquia es causada por el aumento de la pigmentación de la matriz ungueal que lleva a la
aparición de una estría conforme crece la uña. Puede tratarse de una variación étnica normal que se
observa en múltiples uñas. Una estría delgada uniforme puede ser producto de un nevo, pero una
ancha, en específico si crece en forma irregular, puede representar un melanoma subungueal.
Onicólisis
Una separación indolora de la placa ungueal opaca, blanquecina respecto del lecho ungueal
translúcido, más rosa. Las uñas de los dedos que se extienden más allá de su punta tienen más
probabilidad de dar como resultado fuerzas de cizallamiento traumáticas que producen onicólisis.
Se inicia de forma distal y progresa en dirección proximal, aumentando el tamaño del borde libre
de la uña. Las causas locales incluyen traumatismo por manicura excesivo, psoriasis, infección
micótica y reacciones alérgicas a los cosméticos ungueales. Las causas sistémicas incluyen diabetes,
anemia, reacciones de fotosensibilidad a fármacos, hipertiroidismo, isquemia periférica,
bronquiectasias y sífilis.
(continúa)
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Onicomicosis
La causa más frecuente de engrosamiento en las uñas y detritos subungueales es la onicomicosis,
con mayor frecuencia causada por Trichophyton rubrum, pero también por otros dermatofitos y
algunos mohos, como algunas especies de Alternaria y Fusarium. La onicomicosis afecta a uno de
cada cinco individuos de más de 60 años de edad. La mejor prevención es el tratamiento para evitar
la tiña de los pies. Sólo la mitad de las distrofias ungueales son producto de onicomicosis, por lo que
se recomienda un cultivo positivo para hongos, una exploración con hidróxido de potasio o el
estudio de histopatología de los fragmentos de uña al cortarlas, antes del tratamiento con
antimicóticos orales.
Uñas de Terry
La placa ungueal se vuelve blanca, con un aspecto de vidrio esmerilado, una banda distal parda rojiza
y obliteración de la lúnula. Por lo general, afecta a todos los dedos, aunque puede aparecer sólo en
uno. Se observan ante enfermedades hepáticas, por lo general cirrosis, insuficiencia cardíaca y
diabetes. Pueden surgir por la disminución de la vascularidad o el aumento del tejido conectivo del
lecho ungueal.
Puntilleo
Depresiones puntiformes de la placa ungueal causadas por aposición defectuosa de las capas de la
placa ungueal superficial por parte de la matriz ungueal proximal. Por lo general, están vinculadas
con la psoriasis, pero también se observan en el síndrome de Reiter, la sarcoidosis, la alopecia areata
y la dermatitis atópica o química localizada.
Fuentes de las fotos: Onycholysis, Terry Nails—Habif TP. Clinical Dermatology: A Color Guide to Diagnosis and Therapy, 2nd ed. St. Louis: CV Mosby, 1990.
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Realiza una inspección de las úlceras en cuanto a signos de infección (drenaje, olor, celulitis o necrosis). La fiebre, los escalosfríos y el dolor
sugieren una osteomielitis subyacente. Aborda la salud total del paciente, incluidos los trastornos comórbidos, como enfermedad vascular, diabetes,
deficiencias inmunitarias, enfermedad vascular del colágeno, cáncer, psicosis o depresión; estado nutricional; dolor y grado de analgesia;
riesgo de recurrencia; factores psicosociales, como la capacidad de aprendizaje; respaldos sociales y estilo de vida; y evidencias de polifarmacia,
sobremedicación o abuso de alcohol, tabaco o drogas ilícitas.34,35
La presencia de una zona enrojecida que no se blanquea con la La piel forma una ampolla o úlcera. Hay una pérdida de piel de grosor
presión y de cambios en la temperatura local (aumento o reducción), parcial o ulceración que afecta a la epidermis, la dermis o ambas.
la consistencia (firme o pastosa), la sensibilidad (dolor o prurito) y el
color (rojo, azul o púrpura en piel oscura; rojo en piel clara).
Aparece un cráter en la piel, con pérdida cutánea de grosor La úlcera por presión se hace más profunda. Hay pérdida cutánea de
completo y daño del tejido subcutáneo o necrosis, que puede grosor completo con destrucción, necrosis tisular o daño del músculo,
extenderse al músculo subyacente, pero no lo atraviesa. hueso y, a veces, de tendones y articulaciones subyacentes.
Fuente: utilizada con permiso de National Pressure Ulcer Advisory Panel, Washington, DC.
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REFERENCIAS
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C A P Í T U L O
Cabeza y cuello
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para reforzar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Bates. Guía visual para la exploración física (vol. 7, Cabeza, ojos y oídos; vol. 8, Nariz, boca
y cuello)
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
espanol-Bickley_12e
Muchas estructuras críticas, como los órganos sensoriales, los nervios craneales (NC) y
los principales vasos sanguíneos se originan en la cabeza y el cuello. Para ayudar a los
estudiantes a integrar el complejo conocimiento de la anatomía y la fisiología de esta
región, junto con las destrezas de la exploración física, en este capítulo se sigue un for-
mato especial. Las secciones de Anamnesis y Promoción y asesoramiento sobre salud cubren
los componentes de cabeza, ojos, oídos, nariz y garganta como unidad, ya que los sínto-
mas de la cabeza y el cuello, así como las estrategias de prevención, a menudo están
interconectados. Sin embargo, las secciones de Anatomía y fisiología, así como las Técnicas
de exploración, se agrupan en cinco secciones combinadas por el estrecho vínculo entre
las estructuras anatómicas, la función y las técnicas de exploración, en especial en lo que
se refiere a los ojos (fig. 7-1).
F I G U R A 7 - 1 . Pon a prueba la
Anamnesis compleja anatomía y fisiología de la
visión.
● Cefalea
● Cambios visuales: visión borrosa, pérdida de la agudeza visual, luces destellantes, moscas
volantes (miodesopsias)
● Dolor, eritema o lagrimeo de los ojos
● Visión doble (diplopia)
● Pérdida auditiva, otalgia, zumbido de oídos (acúfenos)
● Mareo y vértigo
● Hemorragia nasal (epistaxis)
● Faringitis, ronquera
● Inflamación ganglionar
● Bocio
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que no siguen un patrón benigno habitual, con frecuencia permiten distinguir un tras-
torno frecuente de la cabeza y el cuello respecto de una enfermedad subyacente grave.
Cabeza
La cefalea es uno de los síntomas más frecuentes en la práctica clínica, con una preva- Véanse las tablas 7-1 y 7-2, “Cefaleas
lencia del 30% de toda la vida en la población general.1,2 Entre sus tipos predomina la primarias” y “Cefaleas secundarias y
cefalea tensional, que afecta a la mitad de los individuos a lo largo de la vida.3 Las cefaleas neuralgias craneales”, pp. 267-269.
por lo general se clasifican como primarias (sin una enfermedad subyacente identifi- Las cefaleas primarias incluyen a la
cada) o secundarias (con una enfermedad subyacente identificada). Sin embargo, toda migraña, la tensional, en brotes o his-
cefalea justifica una valoración cuidadosa de causas secundarias que puedan poner tamínica, y la crónica diaria; las cefa-
en riesgo la vida, como la meningitis, la hemorragia subaracnoidea o una lesión pro- leas secundarias surgen por causas
liferativa. Obtén una descripción completa de toda cefalea y sus siete atributos (véase estructurales sistémicas o infecciosas
p. 79). ¿Es unilateral o bilateral?, ¿intensa, con inicio súbito, como un relámpago?, subyacentes, como la meningitis o la
¿constante o pulsátil?, ¿continua o intermitente?, ¿incluye un aura?, ¿es “habitual” hemorragia subaracnoidea, que pue-
o conlleva algo diferente? den poner en riesgo la vida.4-6
Busca signos importantes (“señales de alarma”) que informan de cefaleas que requieren La International Classification of Head-
investigación rápida. ache Disorders, ahora en su segunda
versión, continúa evolucionando.5,7-9
Los tres atributos más importantes de la cefalea son su intensidad, patrón cronológico y Si la cefalea es intensa y de inicio
síntomas vinculados. ¿Es intensa y de inicio súbito?, ¿se intensifica durante varias horas?, súbito, considera una hemorragia sub-
¿es episódica?, ¿es crónica o recurrente?, ¿hay un cambio reciente en su patrón?, ¿recurre aracnoidea o meningitis.10
a la misma hora todos los días?, ¿qué otros síntomas coexisten?, ¿hay debilidad o entu- La migraña y la cefalea tensional son
mecimiento de un miembro superior o inferior? episódicas y tienden a alcanzar un
máximo en varias horas. Las cefaleas
nuevas y persistentes de intensidad
progresiva hacen surgir preocupacio-
nes respecto de la posibilidad de
tumores, abscesos o lesión proliferativa.
Después de tu valoración habitual abierta, pide al paciente que señale la zona del dolor La migraña y la cefalea en brotes son
o malestar. unilaterales.4,11 Las cefaleas tensionales
suelen surgir en las regiones tempora-
les; las que son en brotes, pueden ser
retroorbitarias.
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Inquiere acerca de síntomas vinculados, como náuseas y vómitos. Las náuseas y vómitos son usuales
en la migraña, pero también se pre-
sentan ante tumores cerebrales y en
la hemorragia subaracnoidea.
¿Hay un pródromo de sensaciones inusuales, como euforia, deseo imperioso de alimen- Un 60-70% de los pacientes con
tos, fatiga o somnolencia?, ¿el paciente informa de un aura con síntomas neurológicos, migraña presentan un pródromo sin-
como cambios de la visión, entumecimiento o debilidad? tomático. Casi el 33% experimenta un
aura visual, como fotopsias a manera
Observa que, debido al mayor riesgo de ictus isquémico y enfermedad cardiovascular, de chispas (destellos de luz), fortifica-
la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a las mujeres con migraña ciones (arcos de luz en vaivén) y escoto-
mayores de 35 años, y a aquellas que presentan aura, evitar el empleo de anticonceptivos mas (zonas de pérdida visual con
de estrógenos-progestágenos.12-15 visión normal circundante).
Pregunta si la tos, los estornudos o el cambio de posición de la cabeza afectan a la cefalea. Las maniobras de Valsalva y la inclina-
En este último caso, averigua si inclinarse hacia adelante o acostarse la aumenta. ción hacia adelante aumentan el dolor
en la sinusitis aguda; esta maniobra y
el decúbito dorsal incrementan el
dolor de las lesiones proliferativas por
cambios en la presión intracraneal.
¿Hay algún abuso de analgésicos, ergotamínicos o triptanos? Se diagnostica una cefalea por abuso
de medicamentos cuando se presenta
por más de 15 días al mes por 3 meses y
se revierte a menos de 15 días al mes al
suspender el fármaco.16
■ ¿Hay visión borrosa? En caso afirmativo, ¿es de inicio súbito o gradual? Cuando Si la pérdida visual súbita es unilateral
la pérdida visual es súbita y unilateral, ¿es dolorosa o indolora? e indolora, considera una hemorra-
gia del vítreo por diabetes o trauma-
tismo, degeneración macular,
desprendimiento de retina u oclusión de
una vena retiniana o de la arteria central
de la retina.
Si es dolorosa, sus causas suelen ubi-
carse en la córnea y la cámara anterior
del ojo, como úlcera corneal, uveítis,
hifema traumático y glaucoma agudo
de ángulo cerrado.18-20 La neuritis
óptica por esclerosis múltiple también
puede ser dolorosa.21 Está justificado
el envío inmediato al especialista.22,23
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■ ¿La pérdida visual es bilateral (la de tipo súbito es rara)? En caso afirmativo, ¿es Si es bilateral e indolora, considera
dolorosa? etiologías vasculares, como la arteritis
de células gigantes, o causas no fisioló-
gicas. Si es bilateral y dolorosa, consi-
dera exposiciones a sustancias
químicas o radiación.
■ ¿El inicio de la pérdida visual bilateral es gradual? La pérdida de visión gradual suele
surgir por cataratas o degeneración
macular.
■ La localización de la pérdida visual también puede ser útil. ¿La visión es borrosa La pérdida de visión central es lenta
en todo el campo o sólo en parte? en la catarata nuclear (p. 276) y la
degeneración macular24 (p. 242);
■ Si el defecto del campo visual es parcial. ¿Es central, periférico o unilateral? la periférica ocurre en el glaucoma
avanzado de ángulo abierto (p. 270) y
la unilateral en presencia de hemia-
nopsia y defectos cuadránticos (p. 273).
■ ¿Hay manchas visuales o zonas donde el paciente no puede ver (escotomas)? En caso Las pequeñas manchas o bandas
afirmativo, ¿se mueven en el campo visual con los cambios de dirección de la mirada móviles sugieren moscas volantes en
o son fijas? el vítreo; los defectos fijos o escotomas
sugieren lesiones de la retina o las
vías visuales.
■ ¿Cruzan luces destellantes el campo visual? Las moscas volantes en el vítreo pueden Las luces destellantes con moscas
acompañar a este síntoma. volantes nuevas del vítreo sugieren
desprendimiento del cuerpo vítreo
respecto de la retina. Está indicada
una consulta rápida al oftalmólogo.25
■ ¿El paciente utiliza anteojos?
Indaga acerca de dolor, eritema en o alrededor de los ojos, o lagrimeo excesivo. Se observa un ojo rojo indoloro en la
hemorragia subconjuntival; un ojo rojo
con sensación de arena en la conjunti-
vitis vírica. Se observa un ojo rojo
doloroso en el hifema, la epiescleritis,
el glaucoma agudo de ángulo cerrado,
la queratitis herpética, la queratitis por
cuerpo extraño, la queratitis micótica y
la uveítis sarcoide.26,27 Véase la
tabla 7-3, “Ojos rojos”, p. 270.
Investiga la visión doble o diplopia. Cuando se presente, averigua si las imágenes son de Se observa diplopia en las lesiones
un lado a otro (diplopia horizontal) o una arriba de otra (diplopia vertical). ¿Persiste del tronco encefálico o el cerebelo, y
la diplopia con un ojo cerrado?, ¿qué ojo está afectado? con la debilidad o parálisis de uno o
más músculos extraoculares, como
en la diplopia horizontal por parálisis
del NC III o VI, o la diplopia vertical por
Un tipo de diplopia horizontal es fisiológico. Mantén un dedo recto aproximadamente a parálisis del NC III o IV. La diplopia
15 cm de distancia frente a tu cara, y un segundo dedo a la longitud del brazo. Cuando uniocular, con el otro ojo cerrado,
fijes la vista en cualquier dedo, la imagen del otro es doble. Se puede alentar a un paciente sugiere un problema en la córnea
que nota este fenómeno en el sentido de que es normal. o el cristalino.
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Oídos
Las preguntas iniciales son: “¿Cómo está su audición?”, “¿ha tenido algún problema con La pérdida auditiva también puede
sus oídos?”. Si el paciente ha notado una pérdida auditiva, ¿afecta a uno o ambos oídos?, ser congénita debido a mutaciones
¿se inició de manera súbita o gradual?, ¿cuáles son los síntomas vinculados, si existen? de un solo gen.28,29
Distingue la pérdida de audición conductiva, que es producto de problemas en el oído Las personas con pérdida de audición
externo o medio, de la pérdida de audición neurosensorial, resultante de problemas del neurosensorial tienen problemas para
oído interno, el nervio coclear o sus conexiones centrales en el encéfalo. Dos preguntas entender el discurso, se quejan a
pueden ser útiles: ¿el paciente tiene una dificultad particular para comprender a menudo de que los otros farfullan; el
las personas cuando hablan?, ¿qué sucede en un ambiente ruidoso? ambiente ruidoso empeora la audi-
ción. En la pérdida de audición conduc-
tiva, los ambientes ruidosos ayudan.
Indaga los síntomas vinculados con la pérdida auditiva, como dolor ótico o vértigo, para Los medicamentos que afectan la
ayudar a discernir entre las posibles causas. Pregunta en cuanto a medicamentos que audición incluyen aminoglucósidos,
pueden afectar la audición y la exposición sostenida a un ruido de tono elevado. ácido acetilsalicílico, AINE, quinina y
furosemida.
Las manifestaciones de otalgia o dolor en el oído son muy frecuentes. Pregunta acerca de Ocurre dolor en el conducto auditivo
fiebre, faringitis, tos o infección concomitante de las vías respiratorias altas asociadas; externo en la otitis externa (inflama-
en caso de estar presentes, aumentan la probabilidad de una infección del oído. ción de dicho conducto) y más pro-
fundamente dentro del oído en la
otitis media (infección del oído
medio).30 El dolor en el oído también
puede ser referido desde otras
estructuras en la boca, la garganta o
el cuello.
Pregunta en cuanto a secreciones del oído, en especial si se vincula con dolor o trauma- La otitis externa aguda y la otitis media
tismo. Suele ser normal la presencia de cerumen o detritos en su interior. aguda o crónica con perforación del
tímpano suelen manifestarse con una
secreción amarillo verdosa.
Los acúfenos son sonidos que se perciben sin estímulo externo, por lo general, con un tipo Los acúfenos son un síntoma que
de timbre musical, de agua que corre o un rugido, en uno o ambos lados. Pueden acom- aumenta en frecuencia con la edad.
pañar a la pérdida auditiva y a menudo no tienen explicación. En ocasiones hay ruidos Cuando están vinculados con la pér-
de estallido que se originan en la articulación temporomandibular o pueden ser audibles dida auditiva y el vértigo, debe sospe-
los sonidos provenientes de los vasos sanguíneos del cuello. charse la enfermedad de Ménière.31
El vértigo es la sensación de un movimiento rotativo real del paciente o su entorno,32 y Véase la tabla 7-4, “Mareo y vértigo”,
señala sobre todo un problema en el laberinto del oído interno, lesiones periféricas del p. 271.
NC VIII o de sus vías centrales o núcleos cerebrales.
Las manifestaciones de acúfenos y mareos constituyen un reto, porque a menudo Véase la tabla 7-4, “Mareo y vértigo”,
son inespecíficas y sugieren un conjunto diverso de trastornos que van desde el p. 271, para la discriminación de los
vértigo hasta el presíncope, la debilidad, la inestabilidad y el desequilibrio. Acláralos síntomas y la evolución con el paso
indagando a qué se refiere el paciente por zumbido o acúfenos. Después pregunta: del tiempo.
“¿Siente como si el cuarto circulase a su alrededor o se inclinase (vértigo)?, ¿empeo-
ran sus síntomas cuando mueve la cabeza? Entonces, ¿siente como que se va a caer
o a desmayarse (presíncope)?... o ¿se siente inestable o que pierde el equilibrio
(desequilibrio)?”.
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Si hay un vértigo real, distingue entre las causas neurológicas periféricas y centrales (véase El vértigo es un signo de enferme-
cap. 17, p. 722). Establece la evolución temporal de los síntomas. Verifica si hay náuseas, dad vestibular en general de causas
vómitos, visión doble o trastornos de la marcha acompañantes. Revisa los medicamentos periféricas en el oído interno, como
del paciente. Procede con una exploración neurológica cuidadosa, centrada en la presen- vértigo posicional benigno, laberintitis,
cia de nistagmo o signos neurológicos focales. neuritis vestibular y enfermedad de
Ménière. La ataxia, la diplopia y la
disartria señalan causas neurológicas
centrales en el cerebelo o el tronco
encefálico, como una enfermedad
vascular cerebral o un tumor de la
fosa posterior; también considera la
migraña.32 Sentir mareos, debilidad
en las piernas o la cercanía de un
desmayo señalan al presíncope, por
arritmias, hipotensión ortostática o
estimulación vasovagal.
Nariz y senos paranasales
Por rinorrea se hace referencia a la secreción nasal, que a menudo se vincula con Las causas incluyen infecciones víricas,
congestión, sensación de obstrucción o taponamiento, síntomas que a menudo se acom- rinitis alérgica (“fiebre del heno”)
pañan de estornudos, lagrimeo y malestar faríngeo, así como prurito en oídos, nariz y rinitis vasomotora. El prurito señala
y garganta.33 una causa alérgica.
¿Los síntomas se presentan cuando son frecuentes los resfriados y duran menos de siete El inicio estacional o ambiental por
días?, ¿durante la misma temporada cada año, cuando hay polen en el aire?, ¿se desenca- desencadenantes sugiere una rinitis
denan por una exposición específica ambiental o a un animal?, ¿participan desencade- alérgica.
nantes ambientales intramuros, como polvo o animales?
¿Qué remedios ha utilizado el paciente?, ¿durante cuánto tiempo?, ¿qué tan bien actúan? La rinitis inducida por fármacos ocurre
ante el empleo excesivo de descon-
gestivos tópicos o cocaína.
¿La congestión nasal o sinusal es precedida por una infección vírica de las vías respirato- La sinusitis bacteriana aguda, ahora
rias altas? ¿Hay secreción nasal purulenta, pérdida del olfato, dolor de dientes conocida como rinosinusitis, es poco
o facial, que empeoran al inclinarse hacia adelante, por la presión del oído, tos o fiebre? probable hasta que los síntomas víri-
cos de infección de vías respiratorias
altas persistan por más de 7 días; para
hacer el diagnóstico deben estar pre-
Pregunta acerca de fármacos que pueden producir taponamiento nasal. sentes tanto la secreción purulenta
como el dolor facial (sensibilidad y
Consulta acerca de todos los medicamentos o fármacos que emplea, en particular especificidad mayores del 50%).34-36
anticonceptivos orales, reserpina, alcohol y cocaína.
¿Ocurre sólo congestión nasal unilateral? Considera una desviación del tabique
nasal, un pólipo nasal, un cuerpo
extraño, un granuloma de Wegener
o un carcinoma.
La epistaxis es una hemorragia de las vías nasales. También puede originarse la pér- Las causas locales de epistaxis inclu-
dida sanguínea en los senos paranasales o la nasofaringe. Nota que la hemorragia de yen traumatismos (en especial por
las estructuras nasales posteriores puede pasar a la garganta en lugar de salir por las picarse la nariz), inflamación, rese-
narinas. Pide al paciente señalar el origen de la hemorragia. ¿Proviene de la nariz o cado y encostramiento de la mucosa
se trata de una tos con sangre (hemoptisis) o un vómito con sangre (hematemesis)? Estos nasal, tumores y cuerpos extraños.
trastornos tienen causas muy diferentes.
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¿La epistaxis es un problema recurrente?, ¿ha habido algún hematoma o hemorragia en Algunos factores que pueden contri-
otra parte del cuerpo? buir a la epistaxis incluyen anticoagu-
lantes, AINE, malformaciones
vasculares y coagulopatías.
Boca, garganta y cuello
El malestar de la garganta o faringitis es una manifestación frecuente, por lo general
vinculada con una infección de vías respiratorias altas aguda. Sin embargo, en ocasiones
el único síntoma es el malestar faríngeo.
Las reglas de predicción clínica de Centor para la faringitis estreptocócica y aquella por
Fusobacterium necrophorum se utilizan para ayudar a guiar el diagnóstico y el tratamiento
de la infección bacteriana: antecedente febril, exudados amigdalinos, adenopatía cervical
anterior hipersensible y ausencia de tos. Sin embargo, la sensibilidad y la especificidad
de estas reglas son menores del 90%, lo que pone en duda su validez debido a la elevada
tasa de empleo innecesario de antibióticos. Ahora, en las guías se recomiendan las prue-
bas rápidas de antígenos o un cultivo faríngeo para el diagnóstico y el tratamiento.37-39
Una lengua dolorida o glositis puede ser ocasionada por lesiones locales, así como por Las anomalías incluyenlas úlceras afto-
enfermedades sistémicas. sas (p. 298) y la lengua lisa y dolorida
de la deficiencia nutricional (p. 297).
La hemorragia de encías, en especial cuando se cepillan los dientes, es un síntoma habi- La hemorragia de las encías suele ser
tual. Pregunta acerca de lesiones locales y cualquier tendencia a sangrar o presentar producto de la gingivitis (p. 295).
hematomas en otros sitios.
Por ronquera se hace referencia a un cambio en la calidad de la voz, descrita como ronca, Si la ronquera es aguda, considera el
áspera, estridente o de un tono menor al usual. Las causas van desde enfermedades de la abuso de la voz, la laringitis vírica
laringe hasta lesiones de estructuras circundantes que hacen presión sobre los nervios larín- aguda y un posible traumatismo
geos.40 Pregunta por alergias ambientales, reflujo ácido, hábito tabáquico, uso de alcohol e del cuello.
inhalación de humos u otros irritantes. También averigua si habla mucho en el trabajo.
¿El problema es crónico, con duración de más de 2 semanas?, ¿hay uso prolongado de Si la ronquera dura más de 2 semanas,
tabaco o alcohol, tos o hemoptisis, reducción de peso o dolor unilateral en la garganta? envía al paciente a laringoscopia y
considera hipotiroidismo, reflujo,
nódulos en cuerdas vocales, cánceres
de cabeza y cuello, incluidos tumores
tiroideos y trastornos por enfermedad
de Parkinson, esclerosis lateral amio-
trófica o miastenia grave.
Pregunta por “nódulos crecidos” o “protuberancias en el cuello”, ya que los pacientes a La faringitis en general se acompaña
menudo están más familiarizados con estos términos que con los de “ganglios linfáticos”. de ganglios linfáticos crecidos e hiper-
sensibles.
Valora la función tiroidea e inquiere acerca de cualquier crecimiento de la glándula tiroi- Si hay bocio, la función tiroidea puede
dea o bocio. Para ello, pregunta sobre intolerancia a la temperatura y sudoración. Algunas estar aumentada, disminuida o ser
preguntas abiertas que sirven son: “¿Prefiere el clima frío o caluroso?”, “¿se viste con ropa normal; véase la tabla 7-27, p. 299.
más o menos fresca que otras personas?”, “¿qué hay de las cobijas?… ¿utiliza más o Intolerancia al frío, aumento de peso,
menos que otras personas en casa?”, “¿ha observado algún cambio en la textura de su piel seca y disminución de la frecuen-
piel?”, “¿suda más o menos que los demás?”, “¿alguna palpitación o cambio de peso nue- cia cardíaca indican hipotiroidismo;
vos?”. Recuerda que conforme las personas envejecen, sudan menos, tienen menos tole- intolerancia al calor, disminución de
rancia al frío y tienden a preferir ambientes más cálidos. peso, piel húmeda aterciopelada y
palpitaciones señalan hipertiroidismo;
véase la tabla 7-27, p. 299.
Promoción de la salud
C A P Í T U LO 7 | Cabeza y cuello 221
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Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia y
recomendaciones
La visión y la audición, sentidos críticos para experimentar el mundo que nos rodea, son
dos temas de especial importancia para la promoción de la salud y el asesoramiento. La
salud bucal, a menudo pasada por alto, también merece atención clínica.
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La luz ultravioleta (UV) puede dañar los ojos y causar cánceres cutáneos de párpados,
incluidos los carcinomas basocelulares y espinocelulares, y el melanoma. Además, hay
evidencias de que la luz UV tiene relación con la aparición de cataratas (la relación entre
luz UV y el glaucoma es menos clara). Las acciones preventivas recomendadas incluyen
utilizar protector o bloqueador solar en la cara y los párpados, y gafas para sol durante la
exposición a la luz directa del astro.48
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Para mejorar la salud bucal, recomienda a los pacientes adoptar medidas de higiene diarias.
El empleo de pastas dentales que contienen flúor disminuye las caries, y el cepillado
aunado al uso de hilo dental retarda la enfermedad periodontal al retirar la placa bacte-
riana. Insiste a los pacientes obtener atención odontológica al menos cada año para recibir
los beneficios de los cuidados preventivos más especializados, como el retiro de la placa,
el alisado radicular y el fluoruro tópico.
Anatomía, fisiología
y técnicas de exploración
Cabeza
Anatomía y fisiología. Las regiones de la cabeza toman sus nombres de los
huesos del cráneo subyacentes, por ejemplo, la frontal. Conocer esta anatomía ayuda a
localizar y describir los hallazgos físicos (fig. 7-2).
Dos glándulas salivales pares yacen cerca de la mandíbula: las parótidas, superficiales y
posteriores a la mandíbula (visibles y palpables cuando están aumentadas de tamaño),
y las submandibulares, localizadas profundamente dentro de la mandíbula. Percibe esta
última al comprimir tu lengua contra los incisivos inferiores. Su superficie lobulillar a
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Vértice de la cabeza
Hueso parietal
Hueso
temporal
Hueso frontal
Órbita
Hueso nasal
Arteria
temporal
superficial
Hueso
cigomático
Hueso
Maxilar occipital
Mandíbula
Glándula
parótida Apófisis mastoides Porción mastoidea
Conducto
submandibular Glándula del hueso temporal
Conducto Apófisis estiloides
submandibular parotídeo
menudo puede percibirse contra el músculo tenso. Las aberturas de los conductos de las
glándulas parótidas y submandibulares son visibles en la cavidad bucal (véase p. 254).
La arteria temporal superficial pasa de forma ascendente justo enfrente del oído, donde
puede palparse con facilidad. En la mayoría de las personas, en especial las de com-
plexión delgada y con una edad avanzada, puede trazarse la trayectoria tortuosa de una
de sus ramas a través de la frente.
Cabello. Nota su cantidad, distribución, textura y cualquier patrón de pérdida. Se observa pelo fino en el hipertiroi-
Es posible observar escamas sueltas de caspa. dismo y grueso en el hipotiroidismo.
Los gránulos ovoides blancos pequeños
que se adhieren a los cabellos pueden
ser liendres (huevecillos de piojos).
Cuero cabelludo. Divide el cabello en varios lugares y busca escamas, protu- Busca eritema y descamación, que
berancias, nevos u otras lesiones. pueden indicar dermatitis seborreica o
psoriasis; tumores blandos, que pueden
ser quistes sebáceos (lobanillos); y
nevos pigmentados que sean preocu-
pantes en relación con el melanoma.
Véase la tabla 6-6, “Lesiones pardas:
melanomas y sus símiles”, pp. 200-203.
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Cráneo. Observa el tamaño y el contorno generales del cráneo. Señala cualquier Un cráneo aumentado de tamaño
deformidad, depresión, protuberancia o hipersensibilidad. Aprende a reconocer las puede indicar hidrocefalia o enferme-
irregularidades del cráneo normal, como aquellas cerca de las líneas de sutura entre dad de Paget ósea. Pueden presen-
los huesos parietal y occipital. tarse hipersensibilidad palpable o
desniveles óseos después de trauma-
tismos cefálicos.
Cara. Observa la expresión y el contorno faciales del paciente. Busca asimetría,
Véase la tabla 7-5, “Caras patogno-
movimientos involuntarios, edema y tumoraciones.
mónicas”, p. 272
Piel. Observa la piel de la cabeza y la cara, señalando su color, pigmentación, tex- El acné es frecuente en los adolescen-
tura, grosor, distribución del vello y cualquier lesión. tes. Puede aparecer hirsutismo (vello
facial excesivo) en algunas mujeres con
el síndrome de ovarios poliquísticos.
Ojos
Anatomía y fisiología. Identifica las
estructuras de la figura 7-3. Observa que el párpado Párpado superior
superior cubre una porción del iris, pero por lo
general la pupila no. La abertura entre los párpados
se denomina hendidura palpebral. La esclera blanca Esclera cubierta
puede parecer de un color algo gamuzado en su por la conjuntiva
periferia. No lo confundas con el amarillo más
intenso de la ictericia. Canto externo
Dentro de los párpados se encuentran tiras firmes Elevador del párpado superior
de tejido conectivo denominadas placas tarsales
(fig. 7-4), cada una con una hilera paralela de glán-
dulas de Meibomio, que se abren en su borde.
El músculo elevador del párpado superior es inervado
por el nervio motor ocular común (NC III). Placa
El músculo liso, inervado por el sistema nervioso tarsal Conjuntiva
bulbar
simpático, también contribuye a la elevación del Glándula de
Meibomio Conjuntiva
párpado. palpebral
Córnea
Esclera
Pestaña
Limbo
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Un líquido transparente llamado humor acuoso, que F I G U R A 7 - 5 . Glándula, saco y conducto lagrimales.
llena las cámaras anterior y posterior del ojo, es pro-
ducido por el cuerpo ciliar, circula desde la cámara
posterior a través de la pupila hacia la cámara ante-
rior y drena al exterior a través del conducto de
Schlemm. Este sistema circulatorio ayuda a controlar
la presión intraocular (fig. 7-6).
La porción posterior del ojo que se observa a través del oftalmoscopio a menudo se
denomina fondo de ojo (fig. 7-7). Sus estructuras incluyen retina, coroides, fóvea, mácula,
papila óptica y vasos retinianos. El nervio óptico con sus vasos retinianos ingresa en
la cara posterior del globo ocular, visible con un oftalmoscopio en la papila óptica. Por
fuera y ligeramente debajo de la papila hay una pequeña depresión en la superficie de la
retina que marca el punto de la visión central. Alrededor se encuentra una zona circular
oscura llamada fóvea. La mácula casi circular rodea a la fóvea, pero no tiene bordes dis-
cernibles. Por lo general no es posible observar el cuerpo vítreo normal, una masa
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Cuerpo vítreo
Coroides
Papila
Retina óptica
Iris Fóvea Vena
Arteria y vena Arteria
centrales de
la retina
Nervio
óptico
Pupila
Mácula
Excavación fisiológica Fóvea
en la papila óptica Excavación
Músculo fisiológica
Esclera
extraocular
transparente de material gelatinoso que llena el globo ocular detrás del cristalino y
ayuda a mantener su forma.
Visión monocular
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Vías visuales. Para percibir una imagen, la luz reflejada del sitio objetivo debe
pasar a través de la pupila y enfocarse sobre los fotorreceptores de la retina. La imagen
ahí proyectada está al revés y volteada de derecha a izquierda (fig. 7-10). Una imagen del
campo visual nasal superior, por lo tanto, se proyecta al cuadrante temporal inferior de la
retina.
Imagen en la retina
Punto ciego
A Fóvea
O
Centro de la mirada
A Nervio óptico
Objeto observado
A la corteza visual
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Estimulación autonómica
Radiación
● Parasimpática. Constricción pupilar. óptica
● Simpática. Dilatación pupilar y elevación del párpado
superior (músculo palpebral superior).
Corteza
visual
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Recto Recto
externo Recto
externo (VI)
(VI) interno (III)
Técnicas de exploración
● Agudeza visual
● Campos visuales
● Conjuntiva y esclera
● Córnea, lente y pupila
● Movimientos extraoculares
● Fondo de ojo, que incluye: papila óptica y su excavación, retina y vasos retinianos
Agudeza visual. Para estudiar la agudeza de la visión central utiliza una cartilla Una visión de 20/200 indica que, a
de Snellen bien iluminada, de ser posible. Ubica al paciente a 6 m. Quienes utilizan 6 m, el paciente puede leer una letra
anteojos diferentes a los de lectura deberán ponérselos. Pide al paciente cubrir un ojo impresa que una persona con visión
con una tarjeta (para evitar que vea a través de los dedos) y que lea la línea de impresión normal lee a 60 metros. Mientras más
más pequeña posible. La coacción para intentar alcanzar la siguiente línea puede mejorar grande es el segundo número, peor es
el desempeño. Un paciente que no puede leer la letra más grande, debe acercarse a la la visión. “20/40 corregida” indica que
cartilla; anota la distancia interpuesta. Determina la línea impresa más pequeña donde el el paciente podría leer la línea de
paciente pueda identificar más de la mitad de las letras. Registra la agudeza visual desig- 20/40 con anteojos (una corrección).
nada a un lado de esa línea, con el uso de anteojos, si acaso. La agudeza visual se expresa La miopía (dificultad para ver de lejos)
con dos números (p. ej., 20/30): el primero indica la distancia (en pies) del paciente produce problemas de enfoque para
respecto de la cartilla, y el segundo, aquella a la que un paciente con ojo normal puede la visión a distancia.
leer la línea de letras.59
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El estudio de la visión cercana con una tarjeta manual puede ayudar a identificar la La presbicia causa problemas de enfo-
necesidad de anteojos para leer o bifocales en los pacientes mayores de 45 años. También que para la visión cercana, y se presenta
se puede utilizar esta tarjeta para precisar la agudeza visual al lado de la cama. Sostenida a en adultos maduros y mayores. Una
35 cm de los ojos del paciente, simula una cartilla de Snellen. persona con presbicia a menudo ve
mejor cuando la tarjeta se encuentra
más alejada.
Si no cuentas con cartillas, detecta la agudeza visual con cualquier impreso disponible. Si En los Estados Unidos una persona
los pacientes no pueden leer las letras más grandes, prueba su capacidad de contar suele considerarse legalmente ciega
tus dedos levantados y distinguir la luz (como la de una linterna) de la oscuridad. cuando su agudeza visual en el mejor
ojo, corregida con anteojos, es de
20/200 o menor. La ceguera legal
también es producto de una restric-
ción del campo visual de 20° o menos
en el ojo en mejor estado.
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Mientras te encuentras en esta posición, mueve tus dedos y llévalos de forma lenta en Véase la tabla 7-6, “Defectos de los
dirección al centro de visión del paciente. Pídele que te informe tan pronto como campos visuales”, p. 273.
observe el movimiento de tus dedos. Estudia cada hora (correspondiente a un reloj de
Por ejemplo, cuando el paciente de
pulsera) o al menos cada cuadrante. Inspecciona cada ojo de manera individual y regis-
manera repetida no ve tus dedos con
tra la extensión de la vista en cada zona. Nota cualquier “corte de campo” anómalo
el ojo izquierdo hasta que han cru-
(figs. 7-16 y 7-17).
zado la línea de la mirada, presenta
una hemianopsia homónima izquierda.
Se esquematiza desde el punto de
visión del paciente.
Cubierto
IZQUIERDA DERECHA
IZQUIERDA DERECHA
F I G U R A 7 - 1 7 . Se puede
establecer que hay una hemianopsia
homónima izquierda.
Prueba cinética del punto rojo. Frente al paciente, desplaza un alfiler con cabeza roja Se presenta un aumento de la mancha
de 5 mm hacia dentro desde el límite de cada cuadrante, por una línea que divida en dos ciega en condiciones que afectan al
los meridianos horizontal y vertical. Pide al paciente que te indique cuándo aparece nervio óptico, como el glaucoma,
por primera vez el color rojo del alfiler. la neuritis óptica y el papiledema.23
Posición y alineación de los ojos. Párate frente al paciente y valora la posi- Las anomalías incluyen endotropía
ción y la alineación de sus ojos. Si uno o ambos parecen protruir, valóralos desde arriba (estrabismo convergente) o exotro-
(véase p. 264). pía (estrabismo divergente) de los
ojos, y también su protrusión anó-
mala en la enfermedad de Graves o los
tumores oculares.
Cejas. Revisa las cejas tomando nota de su abundancia, distribución y cualquier Ocurre descamación de las cejas en
descamación de la piel subyacente. la dermatitis seborreica y su escasez
externa en el hipotiroidismo.
Párpados. Señala la posición de los párpados en relación con los globos oculares. Véase la tabla 7-7, “Variaciones y ano-
Inspecciona lo siguiente: malías de los párpados”, p. 274.
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■ Cierre adecuado de los párpados. Indaga esto sobre todo cuando los ojos son inusual- El fracaso del cierre de los párpados
mente prominentes, cuando hay parálisis facial o en el paciente inconsciente. expone las córneas a un daño grave.
Aparato lagrimal. Realiza una breve inspección de las regiones de la glándula Véase la tabla 7-8, “Protrusiones y
lagrimal y el saco lagrimal en cuanto a edema. edemas dentro y alrededor de los
ojos”, p. 275.
Observa si hay lagrimeo o sequedad excesivos de los ojos. La valoración de la sequedad El lagrimeo excesivo puede ser provo-
puede requerir pruebas especiales realizadas por un oftalmólogo. Para estudiar la obs- cado por una producción excesiva de
trucción del conducto nasolagrimal (véase p. 264). lágrimas debidas a inflamación de la
conjuntiva, irritación corneal o altera-
ción del drenaje por ectropión (p. 274) y
obstrucción del conducto nasolagrimal.
En el síndrome de Sjögren se
observa sequedad por alteración
de la secreción.
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Córnea y cristalino o lente. Bajo una iluminación oblicua, realiza una Véase la tabla 7-9, “Opacidades de la
inspección de la córnea de cada ojo en busca de opacidades. Observa cualquier opa- córnea y el cristalino”, p. 276.
cidad del cristalino que pueda ser visible a través de la pupila.
Iris. Al mismo tiempo inspecciona el iris. Sus bordes deben estar bien definidos. En ocasiones el iris se curva de forma
Con la iluminación dirigida desde el lado temporal, busca una sombra creciente en el lado inusual hacia adelante formando un
interno del iris (fig. 7-22). Debido a que el iris por lo general es bastante plano y forma ángulo muy estrecho con la córnea.
un ángulo relativamente abierto con la córnea, esta iluminación no proyecta sombra. La luz forma entonces una sombra
creciente, como se muestra aquí.
Pupilas. Bajo una luz tenue, inspecciona el tamaño, la forma y la simetría de Por miosis se hace referencia a la cons-
ambas pupilas. Mídelas con una tarjeta que muestre círculos blancos de diversos tamaños, tricción de las pupilas y la dilatación
como se muestra a continuación, y haz la prueba de reacción a la luz. Indica si las pupi- se denomina midriasis.
las son grandes (> 5 mm), pequeñas (< 3 mm) o dispares (fig. 7-23).
1 2 3 4 5 6 7 mm
F I G U R A 7 - 2 3 . Tamaños pupilares.
Reacción a la luz. Bajo una luz tenue, prueba la reacción pupilar a la luz. Pide al Compara la anisocoria benigna con el
paciente dirigir la mirada a la distancia e incide una luz brillante de forma oblicua sobre síndrome de Horner, la parálisis del ner-
una pupila a la vez. Tanto la mirada distante como la iluminación oblicua ayudan a evi- vio motor ocular común y la pupila
tar una reacción cercana. Busca: tónica. Véase la tabla 7-10, “Anomalías
pupilares”, p. 277.
■ Reacción directa (constricción pupilar en el mismo ojo)
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Siempre oscurece el cuarto y utiliza una luz brillante antes de decidir que una reacción a
la luz sea anómala o esté ausente.
Reacción cercana. Si la reacción a la luz está alterada o es cuestionable, realiza la La prueba de la reacción cercana es
prueba de reacción cercana bajo luz tenue y normal. Hacer la prueba en un ojo a la vez útil en el diagnóstico de las pupilas de
facilita concentrarse en las respuestas pupilares sin la distracción de los movimientos Argyll Robertson y tónicas (de Adie)
extraoculares. Sostén tu dedo o un lápiz a casi 10 cm del ojo del paciente. Pídele que vea (véase p. 277).
de forma alternativa hacia el objeto y a la distancia. Observa la constricción pupilar con el
esfuerzo cercano y la convergencia de los ojos. El tercer componente de la reacción
cercana, la acomodación del cristalino que lleva el objeto cercano a foco, no es visible.
Compara la reacción normal a la luz y la reacción cercana de la anisocoria benigna con Véase la tabla 7-10, “Anomalías pupi-
las anomalías de constricción de la pupila tónica y la parálisis del nervio motor ocular lares”, p. 277.
común (NC III), así como las de la dilatación del síndrome de Horner y las pupilas de Argyll
Robertson.
Músculos extraoculares. Parado casi 60 cm enfrente del paciente, haz incidir La asimetría de los reflejos corneales
una luz en sus ojos y pídele que dirija su mirada hacia ella. Lleva a cabo la inspección del indica una desviación de la alineación
reflejo luminoso en las córneas. Deben ser visibles en ubicación ligeramente nasal respecto ocular normal. Un reflejo de luz en el
del centro de la pupila (fig. 7-24). lado temporal de una córnea, por
ejemplo, indica una desviación nasal
de ese ojo.
■ Movimientos conjugados normales de los ojos en cada dirección. Señala cualquier Véase la tabla 7-11, “Mirada desconju-
desviación de lo normal o mirada desconjugada. gada”, p. 278.
■ Nistagmo, una oscilación rítmica y fina de los ojos. Unos cuantos movimientos de Se observa un nistagmo sostenido
nistagmo con la mirada externa extrema son normales. Si observas lo anterior, dirije dentro del campo de mirada binocular
tu dedo al campo de la visión binocular y observa de nuevo. en trastornos congénitos, laberintitis,
trastornos cerebelosos y toxicidad far-
macológica. Véase la tabla 17-7, “Nis-
tagmo”, p. 785-786.
■ Retraso palpebral, cuando los ojos se mueven de arriba abajo. En el retraso palpebral del hipertiroi-
dismo se ve un borde de esclera
por arriba del iris con la mirada des-
cendente.
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VISTA A LA DERECHA
1 4
VISTA A LA IZQUIERDA
2 5
3 6
Seis movimientos extraoculares. Pide al paciente seguir tu dedo o un lápiz conforme lo En la parálisis del NC VI, ilustrada
deslizas a través de las seis direcciones cardinales de la mirada. Mientras trazas una “H” arriba, los ojos están conjugados en
amplia en el aire, dirige la mirada del paciente (figs. 7-25 y 7-26): la mirada lateral derecha, pero no
en la izquierda.
1. A su extrema derecha
2. A la derecha y arriba, y
5. A la izquierda y arriba, y
6. Abajo a la izquierda.
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Finalmente, si no se ha estudiado aún la reacción cercana, revisa la convergencia. Pide La convergencia es deficiente en el
al paciente que siga tu dedo o un lápiz conforme lo desplazas hacia el puente de la hipertiroidismo.
nariz. Los ojos convergentes por lo general siguen el objeto hasta una distancia
de 5-8 cm de la nariz (fig. 7-29).
F I G U R A 7 - 2 9 . Prueba de convergencia.
Utilizar el oftalmoscopio para visualizar el fondo de ojo es una de las destrezas más reta-
doras de la exploración física y una de las más críticas cuando se valoran la cefalea y los
cambios del estado mental. Con retroalimentación y una práctica apropiada de la técnica,
se enfocarán el fondo, la papila óptica y los vasos retinianos. Si el paciente utiliza anteojos,
debes retirarlos antes de realizar la exploración, a menos que presente una miopía notoria o
un astigmatismo intenso, o si su error de refracción dificulta observar el fondo de ojo.
Revisa los componentes del oftalmoscopio que se muestran en la figura anterior y sigue
los pasos para su empleo. Con compromiso y repetición, tus destrezas de exploración
mejorarán con el transcurso del tiempo.
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● Oscurece el cuarto. Enciende la luz del oftalmoscopio y gira la lente discal hasta que obser-
ves el haz redondo grande de luz blanca.* Dirige la luz al dorso de tu mano para verificar su
tipo, la brillantez deseada y la carga eléctrica del oftalmoscopio.
● Gira el disco de la lente a la dioptría 0 (cero); la dioptría es una unidad de medida de la
potencia de la lente para hacer converger o diverger la luz. Con esta dioptría, la lente no
converge ni diverge la luz. Mantén tu dedo sobre el borde del disco de la lente, de manera
que puedas girarlo para enfocar el cristalino cuando revises el fondo.
● Sujeta el oftalmoscopio en tu mano derecha y utiliza el ojo del mismo lado para examinar
el ojo derecho del paciente; después utiliza tu mano y ojo izquierdos para examinar el ojo
izquierdo del paciente. Lo anterior impide que choques con la nariz del paciente y te da más
movilidad y un rango más cercano de visualización del fondo. Con la práctica te acostumbra-
rás al uso de tu ojo no dominante.
● Sostén el oftalmoscopio apoyado con firmeza contra la cara interna de su órbita ósea, con el
mango inclinado casi 20° hacia afuera respecto de la vertical. Verifica para asegurarte de que
puedes ver con claridad a través de la abertura. Instruye al paciente para mirar ligeramente hacia
arriba y sobre tu hombro hasta un punto justo enfrente sobre la pared.
● Colócate casi a 40 cm del paciente y en un ángulo lateral a su línea de visión. Dirige el haz de
luz sobre la pupila y observa su tinte naranja, el reflejo rojo. Observa cualquier opacidad que
interrumpa el reflejo rojo.
● Ahora coloca el pulgar de tu otra mano sobre la ceja del paciente, lo que estabiliza la mano de
exploración. Manteniendo el haz de luz enfocado sobre el reflejo rojo, muévelo con el oftal- La ausencia de reflejo rojo sugiere una
moscopio en un ángulo de 15º hacia la pupila, hasta que esté muy cerca, casi tocando las opacidad del cristalino (catarata) o,
pestañas del paciente y el pulgar de tu otra mano. posiblemente, el vítreo (o incluso un
● Trata de mantener ambos ojos abiertos y relajados, como si mirases a distancia, para
ojo artificial). Menos a menudo, una
ayudar a disminuir al mínimo cualquier nebulosidad fluctuante conforme tus ojos retina desprendida o en los
intentan acomodarse. niños un retinoblastoma pueden
● Es posible que requieras disminuir la brillantez del haz de luz para hacer más cómoda
obstaculizar este reflejo.
la exploración al paciente, evitar la atetosis de la pupila (espasmo) y mejorar tus
observaciones.
*Algunos médicos prefieren usar el haz de luz redondo grande para las pupilas grandes y el
pequeño para las pequeñas. Otros haces rara vez son útiles. En ocasiones se utilizan el de hendi-
dura para valorar elevaciones o concavidades en la retina, el verde (o libre de rojo) para detectar
pequeñas lesiones rojas y la rejilla para hacer mediciones. Ignora las últimas tres luces y practica
con los haces redondos, grande o pequeño.
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Ahora te encuentras listo para la inspección de la papila óptica y la retina. La primera Cuando el cristalino es extirpado
es una estructura redonda de color amarillo-naranja a rosa cremoso con un borde mediante cirugía, se pierde su efecto
neurorretiniano rosado y una depresión central, que a menudo requiere práctica para de aumento. Las estructuras retinia-
su localización. El oftalmoscopio aumenta el tamaño de la papila normal y la retina casi nas se observan entonces mucho más
15 veces, y el iris normal, aproximadamente cuatro. La papila óptica en realidad mide pequeñas de lo habitual y puede
alrededor de 1.5 mm. Sigue estos pasos para realizar este importante segmento de la haber una expansión más notoria
exploración física. del fondo.
Papila óptica
● Primero, localiza la papila óptica. Busca una estructura redonda, de color amarillo-naranja,
descrita antes, o sigue un vaso sanguíneo hacia el centro hasta que ingrese a la papila. El
tamaño del vaso será de ayuda, pues se hace más grande en cada punto de ramificación,
conforme se acerca a la papila.
Arteria
Vena
Cúpula
fisiológica
Papila óptica
● Ahora, enfoca la papila óptica de forma precisa mediante el ajuste de la lente del oftalmosco-
pio. Si tanto tú como el paciente no presentan errores de refracción, la retina debe entrar Ante un error de refracción, los rayos
en foco a "0" (cero) dioptrías. de luz de una distancia determinada
● Si las estructuras se ven borrosas, gira el disco de la lente hasta que encuentres el foco más no se centran en la retina. En la miopía
nítido. se enfocan por delante de ella; en la
Por ejemplo, si el paciente presenta miopía, rota el disco de la lente en dirección con- hipermetropía, por detrás. Las estruc-
traria a las manecillas del reloj hasta las dioptrías negativas; en un paciente con hiperopia turas retinianas en un ojo con miopía
(hipermetropía), desplaza el disco en el sentido de dichas manecillas, hacia las dioptrías
parecen mayores de lo normal.
positivas. Puedes corregir tu propio error de refracción de la misma forma.
● Realiza la inspección de la papila óptica. Nota las siguientes características: Véase la tabla 7-12, “Variaciones nor-
● La definición o claridad del contorno de la papila. La porción nasal del borde de la papila males de la papila óptica”, p. 279, y la
puede estar algo borrosa, un hallazgo normal. tabla 7-13, “Anomalías de la papila
● El color de la papila por lo general es de amarillo-naranja a rosado cremoso. Puede haber óptica”, p. 280.
crecientes blancas o pigmentadas que rodean al disco, un hallazgo normal.
● El tamaño de la excavación fisiológica central, si está presente. Por lo general es de color Una cúpula crecida sugiere un glau-
blanco amarillento. El diámetro horizontal suele ser menor que la mitad del correspon- coma crónico de ángulo abierto.
diente de la papila.
● La simetría comparativa de los ojos y los hallazgos en el fondo.
(continúa)
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● Realiza una inspección de la fóvea y la mácula circundante. Dirige tu haz de luz hacia afuera La degeneración macular es una causa
o pide al paciente que vea directamente hacia éste. En las personas jóvenes, el reflejo bri- importante de mala visión central en
llante en el centro de la fóvea puede ayudar a orientarte; son frecuentes los reflejos lumino- los adultos mayores; sus tipos son
sos brillantes en la zona macular. atrofia seca (más frecuente, pero menos
grave) y atrofia exudativa húmeda o
neovascular. Los detritos celulares, o
Mácula
drusas, pueden ser duros y bien defini-
dos, como se observa en la fig. 7-33, o
blandos y confluentes con alteración
Reflejo
de luz
de la pigmentación (véase p. 285).
Fóvea
Papila
óptica
F I G U R A 7 - 3 3 . Drusas duras
(fotografía de Tasman W, Jaeger E (eds). The Wills Eye
Hospital Atlas of Clinical Ophthalmology, 2nd ed.
Estructuras del fondo del ojo
Philadelphia, Lippincott Williams & Wilkins, 2001.).
● Haz una inspección de las estructuras antes mencionadas. Busca opacidades en el humor Las moscas volantes en el vítreo son
vítreo o el cristalino. Rota el disco de la lente de forma progresiva hasta dioptrías alrededor puntos oscuros o tiras que se observan
de +10 o +12, de manera que pueda enfocarse en las estructuras más anteriores del ojo. entre el fondo del ojo y el cristalino.
Las cataratas son aumentos de densi-
dad en el cristalino (véase p. 276).
Oídos
Anatomía y fisiología. El oído tiene tres compartimentos
externo, medio e interno.
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Huesecillos
Yunque
Martillo Estribo
Oreja
Conductos
semicirculares
Conducto Nervio
auditivo coclear (NC VIII)
Cartílago Caracol
Trompa
faringotimpánica
Membrana
timpánica
Cavidad del oído medio
Hueso
Apófisis mastoides
Debajo y detrás del conducto auditivo se encuentra la porción mastoidea del hueso
temporal, cuya sección más baja, la apófisis mastoides, se puede palpar detrás
del lóbulo de la oreja.
Oído medio. En el oído medio, lleno de aire, los huesecillos (martillo, yunque
y estribo) transforman las vibraciones sonoras en ondas mecánicas dirigidas al oído
interno. El extremo proximal de la trompa faringotimpánica o de Eustaquio conecta al
oído medio con la nasofaringe.
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tensa, pero suelen ser invisibles, a menos que se retraiga el tímpano. A veces se puede ver
un segundo huesecillo, el yunque, a través del tímpano.
Gran parte del oído medio y todo el oído interno son inaccesibles a la exploración directa.
Valora su estado mediante pruebas de la función auditiva.
Vías auditivas. La primera parte de la vía auditiva desde el oído externo hasta Los trastornos del oído externo y
el oído medio se conoce como fase de conducción. La segunda parte de la vía, que incluye medio producen pérdida conductiva
al caracol y el nervio coclear, es la fase neurosensorial (fig. 7-37). de la audición. Las causas en el oído
externo incluyen impactación de
cerumen, infección (otitis externa,
traumatismos, carcinoma espinocelu-
lar y proliferaciones óseas benignas,
como exostosis u osteomas). Los tras-
tornos del oído medio incluyen otitis
media, afecciones congénitas, colestea-
tomas y otoesclerosis, tumores y la per-
foración de la membrana timpánica.
Neurosensorial
F I G U R A 7 - 3 7 . Vías auditivas.
La conducción aérea (CA) describe la primera fase normal de la vía auditiva. Una vía
alternativa, conocida como de conducción ósea (CO), evade al oído externo y el medio,
y se utiliza para fines de estudio. Un diapasón activado, colocado en la cabeza, hace
vibrar los huesos del cráneo y estimula directamente al caracol. En las personas con
audición normal, la CA es más sensible que la CO (CA > CO).
Técnicas de exploración
Oreja. Haz una inspección de la oreja y el tejido circundante en busca de defor- Véase la tabla 7-19, “Protuberancias
midades, protrusiones o lesiones cutáneas. en el oído o cerca”, p. 286.
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En caso de dolor, secreción o inflamación, desplaza la oreja hacia arriba y abajo, haz El movimiento de la oreja y el trago
presión sobre el trago y de manera firme apenas detrás del oído. (la “prueba del tirón”) despierta
dolor en presencia de otitis aguda
Conducto auditivo y tímpano. externa (inflamación del conducto
Para ver el conducto auditivo y el tímpano, auditivo), pero no en la otitis media
utiliza un otoscopio con el espejo más grande (inflamación del oído medio). Hay
que se inserte con facilidad en el conducto. hipersensibilidad detrás del oído en
Ubica la cabeza del paciente de manera que la otitis media.
puedas observar las estructuras con comodi-
dad a través del otoscopio. Para enderezar el
conducto, sujeta con firmeza la oreja,
pero con delicadeza, y tira de ella hacia
arriba, atrás y alejándola un poco de la cabeza
(fig. 7-38).
F I G U R A 7 - 3 8 . Endereza el
conducto auditivo para insertar el
otoscopio.
Mientras sujetas el mango del otoscopio entre tu dedo pulgar y el resto, apoya tu mano
en la cara del paciente (fig. 7-39), de manera que puedas seguir, junto con el instrumento,
los movimientos inesperados (si estás incómodo con el cambio de manos para el oído
izquierdo, como se muestra en la figura 7-40, puedes hacerlo por tracción de la oreja
hacia arriba y atrás con tu mano izquierda y sujeción del otoscopio sin movimiento con
la mano derecha, conforme insertas el espejo con suavidad).
Inserta el espejo con cuidado en el conducto auditivo, dirigiéndolo algo hacia abajo Los aumentos de volumen nodulares
y adelante, a través de los vellos, si estuvieran presentes. no hipersensibles cubiertos por
piel normal en la profundidad de los
conductos auditivos sugieren exostosis
(fig. 7-41), proliferaciones no malignas
que pueden obstaculizar el tímpano.
F I G U R A 7 - 4 1 . Exostosis.
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Realiza una inspección del conducto auditivo señalando cualquier secreción, cuerpo extraño, En la otitis aguda externa (fig. 7-43),
eritema cutáneo o edema. El cerumen, que varía en color y consistencia de amarillo el conducto suele estar inflamado, adel-
y escamoso a pardo y pegajoso, o incluso a oscuro y duro, puede ocultar total o parcial- gazado, húmedo, pálido e hipersensi-
mente tu campo de visión. ble. También puede estar enrojecido.
Parte flácida
Parte tensa
Ombligo
Cono luminoso
Lleva a cabo una inspección del tímpano y señala su color y contorno (fig. 7-42). El cono Un tímpano rojo con protrusión indica
luminoso, por lo general fácil de observar, ayuda a tu orientación. otitis media aguda purulenta30; uno de
tono ámbar, un derrame seroso. Véanse
las tablas 7-20 y 18-7, “Anomalías del
tímpano” y “Anomalías de los ojos, los
oídos y la boca”, pp. 287-288 y p. 916.
Identifica el mango del martillo y señala su posición, para después hacer inspección de la Una apófisis corta inusualmente pro-
apófisis corta del huesecillo. minente y un mango que protruye y
parece más horizontal, sugieren
retracción del tímpano.
Retira con delicadeza el espéculo, de manera que puedas observar el tímpano tanto
como sea posible, incluidas su parte flácida por arriba y los bordes de la parte tensa. Busca
cualquier perforación. Los bordes anterior e inferior del tímpano pueden verse obstrui-
dos por la pared curva del conducto auditivo.
La movilidad del tímpano se puede valorar con un otoscopio neumático (véase p. 870). Un derrame seroso, un tímpano
engrosado o la otitis media purulenta
pueden disminuir la movilidad. Si se
encuentra una perforación, no habrá
movilidad.
Examen de la agudeza auditiva: prueba del susurro. Para empezar la Si responde “sí”, hay el doble de proba-
detección, pregunta al paciente: “¿Piensa que alguna vez presentó pérdida o dificultad bilidades de tener un déficit auditivo;
auditiva?”. Si señala alguna pérdida de audición, procede con la prueba del susurro. si informa una audición normal, tiene
una probabilidad de alteración de
moderada a grave de sólo el 0.13.66
La prueba del susurro es confiable para la detección de la pérdida auditiva cuando La sensibilidad de la prueba es del
quien la realiza utiliza un método estándar y exhala antes de susurrar. Para mejores 90-100% y la especificidad del
resultados sigue los pasos señalados en la siguiente página. 70-87%.66-69 Con esta prueba se
detecta una pérdida auditiva signifi-
cativa mayor de 30 decibeles. Las
pruebas auditivas formales constitu-
yen aún el estándar ideal.
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● Párate a una distancia de 60 cm detrás del paciente sentado, de manera que no pueda leer
tus labios.68
● Ocluye el oído que no se estudiará con un dedo y frota el trago con suavidad de forma circu-
lar para prevenir la transferencia de sonido a éste.
● Exhala completamente antes de susurrar para asegurar una voz suave.
● Susurra una combinación de tres números y letras, como 3-U-1. Utiliza una combinación Toma en cuenta que los adultos mayo-
diferente de números y letras para el otro oído. res con presbiacusia presentan una
● Interpretación: pérdida auditiva de mayor frecuencia,
● Normal. El paciente repite de forma correcta la secuencia inicial. lo que los hace más susceptibles a
● Normal. El paciente responde de manera incorrecta, por lo que se realiza la prueba pasar por alto las consonantes, que
otra vez con una combinación diferente de números o letras; el paciente repite al menos tienen sonidos de frecuencia más alta
tres de los seis números y letras posibles de forma correcta. que las vocales.
● Anómalo. Cuatro de los seis números y letras posibles son incorrectos. Realiza prue-
bas adicionales por audiometría (las pruebas de Weber y Rinne son menos precisas
y exactas).66
Pruebas para la pérdida auditiva por conducción frente a la neuro- Considera que las pruebas con diapa-
sensorial: pruebas con diapasón. En los pacientes que no pasan la prueba del són no permiten distinguir la audición
susurro, las de diapasón de Weber y Rinne pueden ayudar a determinar si la pérdida normal de la pérdida neurosensorial
auditiva es de conducción o de origen neurosensorial. Sin embargo, se ha cuestionado su bilateral o de la pérdida mixta
precisión o reproducibilidad entre pruebas y su exactitud en comparación con los están- conductiva-neurosensorial. La sensi-
dares de referencia de la brecha aire-hueso.66 bilidad de la prueba de Weber es de
casi el 55%; la especificidad para la
pérdida neurosensorial es de casi el
79% y para la pérdida de conducción,
del 92%. La sensibilidad y la especifi-
cidad de la prueba de Rinne son del
60-90% y 95-98%, respectivamente.70
Para realizar estas pruebas, asegúrate de
que el cuarto esté tranquilo y utiliza un dia-
pasón de 512 Hz, frecuencia que está dentro
del rango de la conversación, es decir, de
500 a 3 000 Hz y entre 45 y 60 dB.
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Pregunta si el paciente escucha el sonido: ¿en un lado o ambos? Por lo general, la En la pérdida de audición neurosenso-
vibración se percibe en la línea media o de manera equivalente en ambos oídos. Si rial, el sonido se percibe en el oído
no se escucha, intenta de nuevo con una presión más firme del diapasón sobre sano.
la cabeza. Restringe esta prueba a los pacientes con pérdida auditiva unilateral, ya
que aquellos con voz normal pueden exteriorizar y los que presentan déficits
de conducción o neurosensoriales bilaterales no.
■ Comparación CA y CO (prueba de Rinne). Coloca la base de un diapasón en vibración En la pérdida auditiva de conducción,
ligera sobre la apófisis mastoides, detrás del oído a nivel del conducto auditivo el sonido se escucha a través del
externo (fig. 7-45). Cuando el paciente ya no pueda percibir el sonido, coloca hueso, durante tanto tiempo o más
con rapidez el diapasón cerca del conducto auditivo y pregunta si percibe una vibra- que a través del aire (CO = CA o
ción (fig. 7-46). Aquí, la “U” del diapasón debe ver hacia el frente, para maximizar la CO > CA). En la pérdida de audición
transmisión del sonido hacia el paciente. Por lo general, el sonido se escucha neurosensorial, los sonidos se perci-
más tiempo a través del aire que del hueso (CA > CO). ben más tiempo a través del aire
(CA > CO).
F I G U R A 7 - 4 5 . Prueba de la F I G U R A 7 - 4 6 . Prueba de la
conducción ósea. conducción aérea.
Vestíbulo
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Paladar duro
Paladar blando
Los senos paranasales son cavidades llenas de aire dentro de los huesos del cráneo.
Como las cavidades nasales, hacia las cuales drenan, están revestidos por membrana
mucosa. Sus localizaciones se esquematizan en la figura 7-50. Sólo los senos frontales y
los maxilares son fácilmente accesibles a la exploración clínica (fig. 7-51).
Seno
frontal
Órbita Seno
frontal
Seno
etmoidal Cornete
medio Seno
Meato maxilar
medio
Seno
maxilar
Meato Cornete
inferior inferior
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Técnicas de exploración. Inspecciona las caras anterior e inferior de la nariz. La hipersensibilidad de la punta nasal
Presionar con suavidad la punta de la nariz con el pulgar suele ampliar las narinas. Uti- o las alas de la nariz sugiere infeccio-
liza la luz de una linterna u otoscopio para obtener la vista parcial de cada vestíbulo nasal. nes como un furúnculo, en especial si
Si la punta de la nariz está hipersensible, ten cuidado y manipúlala tan poco como sea hay una zona eritematosa pequeña
posible. con edema.
Prueba la obstrucción nasal, si está indicado, por compresión de una ala nasal a la vez,
pidiendo al paciente inspirar. Vestíbulo
F I G U R A 7 - 5 2 . Desviación de la
porción inferior del tabique nasal.
Inspecciona las narinas con un otoscopio y el espéculo ótico más grande disponible. Inclina La desviación inferior del tabique
un poco la cabeza del paciente hacia atrás e inserta el espejo con cuidado en el vestíbulo nasal es frecuente y puede ser fácil-
de cada narina, evitando el contacto con el tabique nasal sensible (fig. 7-53). Sostén mente visible, como en la figura 7-52,
el mango del otoscopio a un lado para evitar el mentón del paciente y mejorar su movi- y rara vez obstruye el flujo de aire.
lidad. Mientras diriges el espéculo hacia atrás y después arriba en pequeños pasos, trata
de observar los cornetes inferior y medio, el tabique nasal y la vía nasal estrecha entre
ellos, como se muestra en la figura 7-54. Es normal alguna asimetría entre los dos lados.
Cornete
medio
Vía
nasal
Tabique
Cornete
inferior
■ Mucosa nasal. Cubre el tabique y los cornetes. Señala su color y cualquier edema, En la rinitis vírica, la mucosa está enro-
hemorragia o exudado. Si hay un exudado, indica sus características: transparente, jecida e hinchada; en la rinitis alérgica
mucopurulento o purulento. La mucosa nasal por lo general está algo más roja que puede ser pálida, de color azulado
la bucal. o rojo.
■ Tabique nasal. Nota cualquier desviación, inflamación o perforación. La porción Se puede observar sangre fresca o
anterior baja del tabique (hasta donde puede llegar el dedo del paciente) es una costras. Las causas de perforación del
fuente frecuente de epistaxis (hemorragia nasal). tabique incluyen traumatismos, inter-
venciones quirúrgicas y uso intranasal
de cocaína o anfetaminas, que tam-
bién causan úlceras del tabique.
*También puede utilizarse un iluminador nasal, equipado con un espéculo nasal corto y ancho,
pero sin el aumento del otoscopio, por lo que las estructuras se ven mucho más pequeñas. Los
otorrinolaringólogos utilizan equipo especial, no ampliamente disponible en la práctica general.
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■ Cualquier anomalía, como úlceras o pólipos. Los pólipos nasales (fig. 7-55) son pro-
trusiones con forma de saco pálidas
de tejido inflamado que pueden obs-
truir la vía aérea o los senos paranasa-
les, como se observa en la rinitis
alérgica, la sensibilidad al ácido acetil-
salicílico, el asma crónica, las infeccio-
nes crónicas de los senos paranasales
y la fibrosis quística.36
Rara vez ocurren tumores malignos
de la cavidad nasal en relación con la
exposición al tabaco o las toxinas de
inhalación crónica.
F I G U R A 7 - 5 5 . Pólipos nasales.
Palpa en busca de hipersensibilidad de los senos paranasales. Presiona sobre los senos frontales La hipersensibilidad local, junto con
desde abajo de los arcos superciliares, evitando presionar los ojos (fig. 7-56). A conti- síntomas como dolor, presión o pleni-
nuación, presiona sobre los senos maxilares (fig. 7-57). tud faciales, secreción nasal purulenta,
obstrucciones nasales y trastornos del
olfato, en especial cuando estén pre-
sentes durante más de 7 días, sugie-
ren una rinosinusitis bacteriana aguda,
que afecta a los senos frontales o
maxilares.34-36,71
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Boca y faringe
Anatomía y fisiología. Los labios Borde
gingival Labio superior Papilas
son pliegues musculares que rodean la entrada interdentales
(invertido)
de la boca. Cuando están abiertos, permiten
observar las encías y los dientes (fig. 7-58).
Nota la forma festonada de los bordes gingivales
y las papilas interdentales puntiformes.
Encías
Mucosa
alveolar
Frenillo
labial
Mucosa
labial
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Cada diente, constituido sobre todo por dentina, yace enraizado en un hueco óseo y
sólo expone su corona cubierta por esmalte. Pequeños vasos sanguíneos y nervios
ingresan al diente a través de su ápice y pasan hacia el conducto y la cámara pulpar
(fig. 7-60).
Corona
Esmalte
Surco Borde Incisivo central
gingival gingival Canino Incisivo (interno)
(monocúspide) externo
Primer premolar
Encía Dentina (bicúspide)
Papilas
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Pilar
anterior
Paladar blando
Amígdala Úvula
derecha
Faringe
posterior
Lengua
La mucosa bucal reviste los carrillos. Cada conducto F I G U R A 7 - 6 4 . Anatomía de la cara posterior de la faringe.
parotídeo, a veces denominado de Stensen, se abre en
la mucosa bucal cerca del segundo molar superior.
Su localización a menudo se hace notoria por Abertura de
la glándula
tener su propia papila pequeña (fig. 7-65). parótida
Papila
Labio
superior
(retraído)
Mucosa
bucal
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Técnicas de exploración. Si el paciente emplea dentadura postiza, ofrécele La mucosa de color rojo brillante y
una toalla de papel y pídele que la retire de manera que puedas hacer la inspección edematosa bajo una dentadura
de la mucosa subyacente. Si detectas cualquier úlcera o nódulo sospechoso, ponte sugiere una estomatitis por dentadura.
un guante y palpa cualquier lesión, haciendo énfasis en cualquier engrosamiento Pueden encontrarse úlceras o tejido
o infiltración tisular que pueda sugerir cáncer. de granulación papilar.
Inspecciona lo siguiente:
Labios. Observa su color y humedad, y nota cualquier protuberancia, úlcera, Busca cianosis central o palidez por
grieta o zona escamosa. anemia. Véase la tabla 7-22, “Anoma-
lías de los labios”, pp. 290-291.
Encías y dientes. Señala el color de las encías, que por lo general es rosado. El eritema de las encías sugiere gingi-
Puede haber parches pardos, en especial, pero no exclusivamente en las personas de vitis; una línea negra puede señalar la
piel oscura. intoxicación por plomo.
Inspecciona los bordes gingivales y las papilas interdentales en cuanto a edema Las papilas interdentales están ede-
o úlceras. matizadas en la gingivitis. Véase la
tabla 7-24, “Hallazgos en las encías
y los dientes”, p. 295-296.
Realiza una inspección de los dientes. ¿Hay ausencia, cambio de color, deformidad
o posición anómala de alguno? Para valorar los dientes o el dolor de mandíbula o cara,
palpa los primeros en cuanto a su fijación, y las encías, con tus dedos pulgar e índice
enguantados.
Techo de la boca. Inspecciona el color y la arquitectura del paladar duro. Una protuberancia sobresaliente pero
benigna en la línea media es el torus
palatino (véase p. 293).
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F I G U R A 7 - 6 9 . Una protrusión
asimétrica sugiere una lesión del
NC XII (la lengua señala hacia el lado
de la lesión).
F I G U R A 7 - 6 8 . Inspección del
dorso de la lengua.
Realiza una inspección de toda la cavidad bucal, en especial a los lados y en la cara inferior Los hombres > 50 años, fumadores y
de la lengua, así como el piso de la boca, zonas donde a menudo se desarrolla cáncer. usuarios cuantiosos de tabaco masti-
Presta atención a cualquier zona blanca o enrojecida, nódulo o ulceración. cado y alcohol, tienen el máximo riesgo
de cáncer de lengua y cavidad bucal, en
Utilizando guantes, palpa cualquier lesión. Pide al paciente sacar la lengua. Con tu mano general, carcinomas espinocelulares en
derecha sujeta la punta del órgano con un cuadro de gasa y haz tracción con suavidad el costado o la base de la lengua. Cual-
hacia la izquierda del paciente. Realiza la inspección de su borde externo y después quier nódulo o úlcera persistente, de
pálpalo con la mano izquierda enguantada en busca de cualquier induración (figs. 7-70 color rojo o blanco, es motivo de sospe-
cha, en especial si está indurado. Estas
y 7-71). Repite el procedimiento en el lado opuesto.
lesiones con cambio de color represen-
tan eritroplasia y leucoplasia, y deben
ser objeto de biopsia.72,73
Observa el carcinoma en el lado
izquierdo de la lengua mostrado
abajo. La inspección y palpación
siguen siendo estándares para la
detección de cánceres bucales.74-76
F I G U R A 7 - 7 1 . Carcinoma
lingual (Weber J RN, EdD and Kelley J RN, PhD.
Health Assessment in Nursing, 2nd edition. Philadelphia:
Lippincott Williams & Wilkins, 2003.).
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Faringe. Con el paciente con la boca abierta, pero sin protrusión lingual, pide En la parálisis del NC X, el paladar
que diga “ah” o que bostece. Esta acción te ayuda a ver bien la faringe posterior. También blando no se eleva y la úvula se desvía
puedes pedir al paciente “abrir el fondo de su garganta”, ya que muchos adultos han hacia el lado opuesto (señala el lado
aprendido a revisar su propia faringe posterior observándola en un espejo. “opuesto a la lesión”).
De forma altenativa, puedes presionar con un depresor lingual hacia abajo en el punto Ausencia de Desviación a
elevación la izquierda
medio del arco lingual, lo suficientemente lejos para visualizar la faringe, pero no
tanto como para causar el reflejo nauseoso. De manera simultánea, pide al paciente que
diga “ah” o bostece. Nota la elevación del paladar blando, un examen del NC X (nervio
vago) (fig. 7-72).
F I G U R A 7 - 7 2 . Parálisis del NC X.
Realiza una inspección del paladar blando, los pilares anterior y posterior del velo del Los exudados amigdalinos con una
paladar, la úvula, las amígdalas y la faringe. Observa su color y simetría, y busca exuda- úvula de color rojo carne son frecuen-
dos, edema, úlceras o crecimiento de las amígdalas. De ser posible, palpa cualquier zona tes en la faringitis estreptocócica, pero
sospechosa en cuanto a induración o hipersensibilidad. Las amígdalas presentan criptas justifican una prueba rápida de detec-
o repliegues profundos de epitelio escamoso, donde a veces pueden observarse puntos ción de antígenos o un cultivo farín-
blanquecinos de epitelio normal en proceso de exfoliación. geo para el diagnóstico.39,77
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Grandes vasos. Los grandes vasos del cuello, la arteria carótida y la vena yugular
interna (fig. 7-74), transcurren profundamente respecto del músculo esternocleidomas-
toideo. La vena yugular externa pasa de forma diagonal sobre la superficie de este músculo
y puede ser de utilidad cuando se trata de identificar la presión venosa yugular (véanse
pp. 374-378).
Vena yugular
externa
Seno carotídeo
Arteria carótida
Hueso hioides
Cartílago
tiroides
Cartílago
cricoides
Lóbulo
tiroideo Músculo
esternocleidomastoideo
Istmo
tiroideo
Tráquea
Escotadura Clavícula
esternal
Manubrio
del esternón
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Técnicas de exploración. Inspecciona el cuello señalando su simetría y Una cicatriz de una intervención
cualquier masa o cicatriz. Busca aumentos de volumen de las glándulas parótidas quirúrgica tiroidea previa es una
o submandibulares y señala cualquier ganglio linfático visible. clave de una afección tiroidea o
paratiroidea no sospechada.
Ganglios linfáticos. Palpa los ganglios linfáticos. Mediante las yemas de
tus dedos índice y medio presiona con suavidad, desplazando la piel sobre los tejidos
subyacentes en cada región. El paciente debe estar relajado, con el cuello flexionado
ligeramente hacia adelante y, si es necesario, con giro ligero hacia el lado que se explora.
Por lo general puedes revisar ambos lados a la vez señalando tanto la presencia de
ganglios linfáticos como su asimetría. Respecto del ganglio submentoniano, sin
embargo, es de utilidad percibirlo con una mano mientras se rodea la parte alta de la
cabeza con la otra.
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■ Utiliza las yemas del segundo y tercer Los ganglios hipersensibles sugieren
dedos para palpar los ganglios preauricu- inflamación; los duros o fijos (unidos a
lares con un movimiento rotativo suave estructuras subyacentes y no móviles
(fig. 7-78). Después, examina los gan- a la palpación) sugieren un cáncer.
F I G U R A 7 - 7 8 . Palpación de los
glios auriculares posteriores y occipitales. ganglios preauriculares.
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■ Palpa las cadenas cervicales profunda y superficial anterior, localizadas delante y por Si puedes palpar los ganglios linfáti-
fuera del músculo esternocleidomastoideo. Después palpa la cadena cervical posterior cos supraclaviculares, está justificado
a lo largo de los músculos trapecio (borde anterior) y esternocleidomastoideo (borde un estudio exhaustivo.
posterior). Flexiona ligeramente el cuello del paciente hacia adelante, en dirección
del lado que se explora (fig. 7-79). Examina los ganglios supraclaviculares en el
ángulo formado entre la clavícula y el músculo esternocleidomastoideo (fig. 7-80). Si
percibes ganglios linfáticos supraclaviculares, está justificado un estudio exhaustivo.
Los ganglios crecidos o hipersensibles sin explicación requieren (1) una reexplora- Se observa una linfadenopatía genera-
ción de las regiones que drenan y (2) una valoración cuidadosa de los ganglios linfáti- lizada ante infecciones múltiples,
cos de otras regiones, de modo que se pueda distinguir entre una linfadenopatía trastornos inflamatorios o malignos,
regional y una generalizada. como la infección por VIH o el sida, la
mononucleosis infecciosa, el linfoma,
En ocasiones se puede confundir una banda de músculo o una arteria con un ganglio la leucemia y la sarcoidosis.
linfático. A diferencia de esas estructuras, debes ser capaz de hacer girar un ganglio en
dos direcciones: vertical y horizontal. Ningún músculo o arteria cumplirán con esta
prueba.
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■ Ausculta los ruidos respiratorios sobre la tráquea. Ello permite medir la frecuencia El estridor es un sonido musical omi-
respiratoria y establecer un punto de referencia cuando se valoran las causas de noso de tono alto por obstrucción
dificultad respiartoria de las vías altas frente a las bajas. Cuando valores la disnea, subglótica o traqueal grave que señala
recuerda siempre escuchar sobre la tráquea en busca de estridor para buscar trastor- una urgencia respiratoria. Sus causas
nos de vías respiratorias altas, además de explorar los pulmones. incluyen epiglotitis,78 cuerpos extraños,
bocio y estenosis por la colocación de
una vía aérea artificial. Véase también
el capítulo 8, Tórax y pulmones,
pp. 303-342.
■ Inspecciona la glándula tiroidea en el cuello. Inclina la cabeza del paciente ligeramente Los pacientes de las figuras 7-83 y
hacia atrás. Mediante una luz tangencial dirigida hacia la punta de la mandí- 7-84 presentan bocio, definido como
bula, inspecciona la región bajo el cartílago para identificar el contorno de la glándula. el crecimiento de la glándula tiroidea
El borde inferior sombreado de la glándula tiroidea se muestra en la figura 7-82 y al doble del tamaño normal. Los
se indica con flechas. bocios pueden ser simples, sin nódu-
los o multinodulares, y pueden cursar
con eutiroidismo.79-81
Cartílago
tiroides
Cartílago
cricoides
Glándula
tiroides
F I G U R A 7 - 8 3 . Glándula tiroides
F I G U R A 7 - 8 2 . Posición de la glándula tiroides en reposo. afectada por bocio en reposo.
■ Observa al paciente deglutir. Pide al paciente que sorba algo de agua, y que extienda el Con la deglución, el borde inferior de
cuello una vez más y la degluta. Observa el movimiento ascendente de la glándula esta gran glándula aumenta y se
tiroidea, su contorno y simetría. Los cartílagos tiroides y cricoides, así como la glán- observa menos simétrica.
dula tiroides ascienden todos con la deglución y, después, regresan a sus posiciones
de reposo.
F I G U R A 7 - 8 4 . Glándula tiroides
con bocio durante la deglución.
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■ Confirma tus observaciones visuales palpando el contorno de la glándula poniéndote Véase la tabla 7-26, “Crecimiento y
de pie frente al paciente, lo que te ayudará a preparar la palpación más sistemática función tiroideos”, p. 299.
que sigue.
Desarrolla una buena técnica adoptando los siguientes pasos que describen el abor- Cuando la glándula tiroidea se
daje de la palpación posterior. El abordaje anterior es similar y aporta hallazgos com- encuentra detrás del esternón y por
parables.81 La glándula tiroidea suele ser más fácil de palpar en un cuello largo y delgado. debajo de la escotadura supraester-
En cuellos más cortos puede ser útil su hiperextensión. Si no es palpable el polo inferior nal, a menudo no es palpable.
de la tiroides, sospecha su localización retroesternal, en cuyo caso, a menudo no es pal- Los bocios retroesternales pueden
pable por ubicarse detrás de la escotadura supraesternal. causar ronquera, dificultad respirato-
ria, estridor o disfagia por compresión
traqueal; la hiperextensión del cuello
y la elevación de los brazos pueden
Pasos para palpar la glándula tiroidea causar rubor por compresión de la
(abordaje posterior) entrada torácica por la glándula o
por el movimiento clavicular (signo
● Pide al paciente que flexione el cuello ligeramente hacia adelante para relajar los músculos de Pemberton). Más del 85% son
esternocleidomastoideos. benignos.82,83
● Coloca los dedos de ambas manos sobre el cuello del paciente, de manera que tus dedos Aunque las características físicas de la
índices se encuentren apenas debajo del cartílago cricoides. tiroides, como tamaño, forma y con-
● Pide al paciente que tome un sorbo de agua y la degluta, como se mencionó antes. Percibe sistencia, son importantes, la valora-
el istmo tiroideo ascendiendo bajo las yemas de tus dedos. A menudo es palpable, pero no ción de la función tiroidea depende
siempre.
de los síntomas y los signos en
● Desplaza la tráquea a la derecha con los dedos de la mano izquierda; con los de la mano otras partes del cuerpo, así como
derecha palpa en la parte externa el lóbulo derecho de la tiroides, dentro del espacio entre
de los resultados de las pruebas de
la tráquea desplazada y el músculo esternocleidomastoideo relajado. Ubica el borde
laboratorio.84-89
externo. De forma similar, explora el lóbulo izquierdo.
Los lóbulos son algo más difíciles de percibir al tacto que el istmo, de manera que se La tiroides es blanda en la enfermedad
requiere práctica. La cara anterior de cada lóbulo es de aproximadamente el tamaño de la de Graves y puede ser nodular; es
falange distal del pulgar y se percibe con consistencia de goma. firme en la tiroiditis de Hashimoto
● Nota el tamaño, la forma y la consistencia (blanda, firme o dura) de la glándula e identifica (aunque no siempre de manera uni-
cualquier nódulo o hipersensibilidad. En general, los nódulos benignos (o coloides) tienden a forme) y en el cáncer.
ser estructuras ovoides más uniformes, no fijas al tejido circundante.
La glándula tiroidea es hipersensible
● Si la glándula tiroidea está crecida, ausculta sobre sus lóbulos con un estetoscopio para detec-
tar un soplo, ruido similar a un soplo cardíaco que, sin embargo, no es de ese origen.
en la tiroiditis.
Puede escucharse un soplo sistólico
localizado en el hipertiroidismo de la
enfermedad de Graves o el bocio mul-
tinodular tóxico.
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Arterias carótidas y venas yugulares. Difiere una exploración detallada Véase el capítulo 9, Sistema cardio-
de los vasos del cuello hasta después de la evaluación cardiovascular, cuando el paciente vascular, pp. 343-417.
se encuentra en decúbito supino con la cabeza elevada hasta 30°. Ante la distensión de
venas yugulares visible con el paciente en posición sentada, valora con rapidez el cora- La distensión de venas yugulares es
zón y los pulmones. También mantente alerta a las pulsaciones arteriales inusualmente signo de insuficiencia cardíaca.
prominentes.
Muchos médicos explorarían los NC en este punto, mientras observan al paciente Véase el capítulo 17, Sistema nervioso,
sentado. pp. 711-796.
Técnicas especiales
Protrusión ocular (proptosis o exoftalmia). Para la inspección de la Ocurre exoftalmia en casi el 60% de los
exoftalmia o protrusión anterior inusual de los ojos, párate detrás del paciente sentado y pacientes con oftalmopatía de Graves y
realízala desde arriba. Lleva los párpados superiores hacia arriba con suavidad y después la mitad de aquellos con enfermedad
compara la protrusión de los ojos y la relación de las córneas con los párpados inferiores. de Graves por hipertiroidismo autoin-
Para una medición objetiva, los oftalmólogos utilizan un exoftalmómetro. Este munitario. Los síntomas habituales de
instrumento permite medir la distancia entre el ángulo externo de la órbita y una línea la oftalmopatía de Graves son diplopia
imaginaria que cruza el punto más anterior de la córnea. Los límites superiores normales y lagrimeo, sensación arenosa y dolor
son de unos 20-22 mm.92-94 en la córnea por su exposición. Tam-
bién son frecuentes la retracción palpe-
bral (91%), la disfunción de músculos
Cuando la protrusión rebasa lo normal, lo que sigue es una valoración adicional por
extraoculares (43%), el dolor ocular
ecografía o tomografía computarizada.94 (30%) y el lagrimeo (23%).92-94 Véase
también la tabla 7-27, “Síntomas y sig-
nos de disfunción tiroidea”, p. 299.
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■ Fija las pestañas superiores sobre la Esta vista te permite observar la con-
ceja con tu pulgar e inspecciona la con- juntiva palpebral superior y buscar un
juntiva palpebral (fig. 7-89). Después de cuerpo extraño que puede estar alo-
su inspección, sujeta las pestañas supe- jado ahí.
riores y tira de ellas con suavidad hacia
adelante. Pide al paciente que vea
hacia arriba. El párpado retornará a su
posición normal.
F I G U R A 7 - 8 9 . Inspección de la
conjuntiva palpebral.
Prueba de la linterna oscilante. Ésta es una prueba clínica para estudiar la Ante una lesión del nervio óptico
alteración funcional de los nervios ópticos (fig. 7-90). Bajo luz tenue, observa el tamaño izquierdo, las pupilas suelen reaccionar
de las pupilas. Después de pedir al paciente que vea a lo lejos, oscila el haz de una lin- como sigue: cuando el haz de luz incide
terna durante 1-2 seg, primero al interior de una pupila y después al de la otra. Por lo en el ojo normal derecho, hay una
general cada ojo iluminado presenta una rápida constricción de la pupila. El ojo constricción brusca de ambas pupilas
opuesto también lo hace de manera consensual. (respuesta directa en la derecha y con-
sensual en la izquierda). Cuando la luz
oscila sobre el ojo izquierdo anómalo,
se presenta dilatación parcial de ambas
pupilas. El estímulo aferente en la
izquierda está disminuido, de modo
que las señales eferentes de ambas
pupilas también disminuyen y ocurre
una dilatación menor, lo que demues-
tra un defecto pupilar aferente, a veces
denomidado pupila de Marcus Gunn.
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Cabeza. El cráneo es normal/atraumático (CN/AT). Cabello con textura promedio. Ojos. Agu-
deza visual 20/20, bilateral. Esclera blanca, conjuntiva rosa. Las pupilas son de 4 mm y se
constriñen a 2 mm, redondas, reactivas a la luz y acomodación en ambos lados. Bordes de la
papila óptica bien definidos; sin hemorragias, exudados o estenosis arteriolar. Oídos. Buena
agudeza al susurro. Membranas timpánicas (MT) con buen cono luminoso; Weber en línea
media. CA > CO. Nariz. Mucosa nasal rosa, tabique en la línea media; sin hipersensibilidad de
los senos paranasales. Garganta (o boca). Mucosa bucal rosa, buena dentición, faringe sin
exudados.
Cuello. Tráquea en la línea media. Cuello flexible; istmo tiroideo palpable, lóbulos no
perceptibles.
Ganglios linfáticos. Ninguna adenopatía cervical, axilar, epitroclear o inguinal.
O Estos hallazgos sugieren miopía y
Cabeza. Cráneo normal/atraumático. Alopecia frontal. Ojos. Agudeza visual 20/100 bila- estenosis arteriolar leve, así como
teral. Esclera blanca; conjuntiva inyectada. Las pupilas se constriñen de 3 a 2 mm, redondas y una infección de vías respiratorias
reactivas a la luz y con acomodación en ambos lados. Bordes bien definidos de la papila óptica; altas.
sin hemorragias o exudados. Cociente arteriolar:venoso (AV) 2:4; sin cruces AV. Oídos. Agu-
deza disminuida a los susurros; intacta con la voz natural. Membrana timpánica limpia. Nariz.
Mucosa con edema, eritema y secreción transparente. Tabique en la línea media. Hipersensibi-
lidad sobre los senos paranasales maxilares. Garganta. Mucosa bucal rosa, caries dentales en
los molares inferiores, faringe eritematosa, sin exudados.
Cuello. Tráquea en la línea media. Cuello flexible; istmo tiroideo en la línea media, lóbulos
palpables, pero sin crecimiento.
Ganglios linfáticos. Submandibulares y cervicales anteriores hipersensibles de 1 × 1 cm,
con consistencia de goma y móviles; sin linfadenopatía cervical posterior, epitroclear, axilar
o inguinal.
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Evolución Episódica; puede ser crónica. Recurrente. Por lo general mensual, pero Episódica, con agrupación
semanal en casi el 10%; incidencia máxima en con el transcurso del
la adolescencia temprana a media. tiempo, con varias al día
durante 4-8 semanas y después
alivio durante 6-12 meses.
Síntomas A veces fotofobia, fonofobia; Pródromo: náuseas, vómitos, fotofobia, Síntomas autonómicos
vinculados hipersensibilidad de cuero fonofobia; aura en el 30%; manifestaciones unilaterales; lagrimeo,
cabelludo; ausencia de náuseas. visuales (parpadeo, líneas en zigzag) o motoras rinorrea, miosis, ptosis, edema
(parestesias de mano, brazo o cara, o disfunción palpebral, infección
del lenguaje). conjuntival.
Factores desen- Tensión muscular sostenida, como Pueden provocarla alcohol, ciertos alimentos Durante el ataque puede
cadenantes/ al conducir un automóvil o o estrés; también la menstruación y las grandes aumentar la sensibilidad al
que lo agravan mecanografiar; estrés; trastornos altitudes; se agrava con el ruido y la luz alcohol.
o provocan del sueño. brillante.
Factores que lo Posiblemente masaje, relajación. Cuarto tranquilo y oscuro; sueño; a veces alivio
alivian transitorio por compresión de la arteria
involucrada.
Fuentes: Headache Classification Committee of the International Headache Society (IHS). The International Classification of Headache Disorders, 3rd edition (beta
version). Cephalalgia. 2013;33:629; Lipton RB, Bigal ME, Steiner TJ, et al. Classification of primary headaches. Neurology. 2004;63:427; Sun-Edelstein C, Bigal ME,
Rappoport AM. Chronic migraine and medication overuse headache: clarifying the current International Headache Society classification criteria. Cephalalgia.
2009;29:445; Lipton RB, Stewart WF, Seymour D, et al. Prevalence and burden of migraine in the United States: data from the American Migraine Study II. Headache.
2001;41:646; Fumal A, Schoenen J. Tension-type headache: current research and clinical management. Lancet Neurol. 2008;7:70; Nesbitt AD, Goadsby PJ. Cluster
headache. BMJ. 2012;344:e2407.
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Cefalea por sinusitis Inflamación de la mucosa de los senos Por lo general, en los senos Dolor sordo o pulsátil, de intensidad
paranasales frontales, por arriba de variable; considera una posible migraña
los ojos o en el seno maxilar
Meningitis Infección vírica o bacteriana de las Generalizada Constante o pulsátil, muy intensa
meninges, que rodean al cerebro
y la médula espinal
Hemorragia Hemorragia de un aneurisma cerebral Generalizada Muy intensa, “la peor de mi vida”
subaracnoidea: sacular roto; rara vez por malformación
“Cefalea en trueno” AV, aneurisma micótico
Tumor cerebral Lesión proliferativa que causa el desplaza- Variable, incluyendo lóbulos Dolor constante, sordo, peor al
miento de arterias sensibles y venas al cerebrales, cerebelo y tronco despertar y que mejora después de varias
dolor o la compresión de nervios encefálico horas
Arteritis de células Vasculitis linfocítica transmural, que a Localizada cerca de la arteria Pulsátil, generalizada, persistente;
gigantes (temporal) menudo incluye células gigantes multi- afectada, más a menudo la a menudo intensa
nucleadas que alteran la lámina elástica temporal, en quienes tienen
interna de las arterias de gran calibre más de 50 años de
edad, más frecuente en las
mujeres que en los hombres
(cociente 2:1)
Cefalea Debida a una lesión cerebral traumática leve A menudo, pero no siempre, Dolor sordo, constante; puede presentar
posterior a conmoción por aceleración-desaceleración; puede invo- localizada en la zona manifestaciones de cefaleas de tensión
cerebral lucrar alteraciones neuroquímicas, axónicas, lesionada y de tipo migraña
y de la autorregulación vascular cerebral
Neuralgias craneales Compresión vascular del NC V, por lo ge- Mandíbulas, carrillos, labios Como en el shock, punzante,
neral cerca de su ingreso a la protuberan- o encías; divisiones 2 y 3 ardoroso; intenso
Neuralgia del trigémino cia anular, que lleva a la desmielinización del nervio trigémino más
(NC V) focal, secreción aberrante; el 10% con una que la 1
lesión causal intracraneal
Nota: en esta tabla aparecen espacios blancos cuando las categorías no son aplicables o no suelen ser útiles para valorar el problema.
Fuentes: Headache Classification Committee of the International Headache Society (IHS). The International Classification of Headache Disorders, 3rd ed. (beta
version). Cephalalgia. 2013;33:629; Schwedt TJ, Matharu MS, Dodick DW. Thunderclap headache. Lancet Neurol. 2006;5:621; Van de Beek D, de Gans J, Spanjaard
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Gorson KC. Clinical practice. Concussion. N Engl J Med. 2007;356:166. American College of Physicians. Neurology—MKSAP 16. Philadelphia, 2012.
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Variable Depende del Depende de la Depende del patrón de cefaleas Fiebre, monóxido de Dependen de la
patrón previo frecuencia de las previo carbono, hipoxia, absti- causa
de cefaleas “mini-abstinencias” nencia de cafeína, otros
Gradual Variable Variable Fatiga ocular, sensación “arenosa” Empleo prolongado Reposo de los ojos
en los ojos, enrojecimiento de la de los ojos, sobre
conjuntiva todo debido a un tra-
bajo reciente
A menudo Variable, puede Variable, puede Visión borrosa, náuseas y A veces provocada por
rápido depender del depender del vómitos; halos que rodean luces, las gotas midriáticas
tratamiento tratamiento enrojecimiento del ojo
Variable Diario, varias A menudo a diario Hipersensibilidad local, Puede agravarse por la Descongestión
horas a la vez, con con un patrón congestión y secreción tos, el estornudo o un nasal, antibióticos
persistencia hasta repetitivo nasales, y fiebre movimiento violento
el tratamiento de la cabeza
Bastante rápido, Variable, por lo Vírica, por lo general Fiebre, cuello rígido, fotofobia, Uso inmediato de
por lo general en general durante menor de 1 semana; cambio del estado mental antibióticos, hasta
menos de 24 h; días bacteriana, persiste tener el diagnóstico
puede ser súbito hasta el tratamiento bacteriano o vírico
Súbito, puede Variable, por lo Varía de acuerdo con la Náuseas, vómitos, pérdida de la Reaparición de la Tratamientos de
ser menor general durante intensidad del cuadro consciencia, dolor de cuello. hemorragia, aumento subespecialidad
de un minuto días de presentación y el Posiblemente con síntomas de la presión
nivel de consciencia; previos del cuello por “derrames intracraneal, edema
peor si hay coma inicial centinela” cerebral
Variable Breve; depende de Intermitente, pero Convulsiones, hemiparesia, cortes Se puede agravar por Tratamientos de
la localización y la puede progresar en del campo visual, cambios de per- la tos, los estornudos subespecialidad
velocidad de intensidad en un sonalidad, y náuseas, vómitos, o los movimientos sú-
crecimiento período de días cambios de la visión y la marcha bitos de la cabeza
Gradual o rápido Variable Recurrente o persis- Hipersensibilidad en arteria tem- Movimiento del cuello A menudo
tente durante semanas poral y cuero cabelludo adyacente; y los hombros esteroides
a meses fiebre (~ 50%), fatiga, pérdida de
peso, nueva cefalea (~ 60%), claudi-
cación mandibular (~ 50%), pér-
dida visual o ceguera (~15-20%),
polimialgia reumática (~ 50%)
En los 7 días si- En semanas y Tiende a disminuir Sopor, mala concentración, Ejercicio mental y fí- Reposo; medica-
guientes a la le- hasta un año con el tiempo confusión, pérdida de la memoria, sico, esfuerzos, flexión mentos
sión y hasta los visión borrosa, acúfenos, irritabili- de la cintura, excitación
3 meses dad, inquietud, fatiga emocional, alcohol
Abrupto, Cada ataque dura Puede recurrir a dia- Agotamiento por el dolor Tocar ciertas zonas de Medicamentos;
paroxístico segundos, pero rio, durante semanas recurrente la porción baja de la descompresión
recurre a interva- a meses y después re- cara o la boca; la mas- neurovascular
los de segundos o solverse; puede ser ticación, el habla, el
minutos crónica y progresiva cepillado de los dientes
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Patrón de Infección conjuntival: dilatación difusa de los Extravasación de sangre que produce una zona roja, homogénea, bien
enrojecimiento vasos conjuntivales con eritema, que tiende a delimitada, que se resuelve en 2 semanas
ser máximo en la periferia
Dolor Malestar leve, más que dolor Ausente
Significado Infecciones bacterianas, víricas y de otro tipo, A menudo ninguno. Puede ser producto de traumatismos, trastornos
altamente contagiosas; alergia; irritación hemorrágicos o incremento súbito de la presión venosa, como por la tos.
Glaucoma agudo
Lesión corneal o infección Iritis aguda de ángulo cerrado
Patrón de Inyección ciliar: los vasos más profundos que se irradian desde el limbo están dilatados y crean un tinte rojo violeta.
enrojecimiento Este patrón es un signo importante de estos tres trastornos, pero no siempre es visible. En su lugar, el ojo puede estar
difusamente rojo. Otros signos son dolor, disminución de la visión, pupilas no equivalentes y córnea nebulosa.
Dolor Moderado a intenso, superficial Dolor sordo moderado, profundo Dolor sordo intenso, profundo.
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Duración y Manifestaciones
Inicio evolución Audición Acúfenos adicionales
Vértigo periférico
Vértigo posicional Súbito, a menudo cuando Inicio desde unos No afectada Ausentes A veces náuseas, vómitos
benigno se gira hacia el lado cuantos segundos y nistagmo
afectado o se inclina la hasta menos de 1 min
cabeza hacia arriba Dura unas cuantas
semanas, puede
recurrir.
Neuronitis vestibular Súbito Inicio en horas hasta No afectada Ausentes Náuseas, vómitos y
(laberintitis aguda) dos semanas nistagmo
Posible recurrencia en
12-18 meses
Enfermedad de Súbito Inicio de varias horas Pérdida Presentes, Compresión o plenitud
Ménière a 1 día o más neurosensorial. fluctuantes en el oído afectado;
Recurrente Recurrente, y en náuseas, vómitos
un momento dado y nistagmo
progresiva
Toxicidad Insidiosa o aguda, Posiblemente Posiblemente Posiblemente Náuseas, vómitos
farmacológica vinculada con diuréticos de irreversible alterada. presentes
asa, aminoglucósidos, Ocurre adaptación
salicilatos, alcohol parcial.
Neurinoma del Insidioso o agudo. Por Variable Alterada en un lado Presentes Puede afectar a los NC V
acústico compresión de la rama y VII
vestibular del NC VIII
Vértigo central A menudo súbito (véase Variable, pero rara vez No afectado Ausentes Por lo general aunado a
causas en líneas previas) continuo otros déficits del tronco
encefálico, como
disartria, ataxia, déficits
motores y sensoriales
cruzados
Fuentes: Chan Y. Differential diagnosis of dizziness. Curr Opin Otolaryngol Head Neck Surg. 2009;17:200; Kroenke K, Lucas CA, Rosengerg ML, et al. Causes of
persistent dizziness: a prospective study of 100 patients in ambulatory care. Ann Intern Med. 1992;117:898; Tusa RJ. Vertigo. Neurol Clin. 2001;19:23; Lockwood
AH, Salvi RJ, Burkard RF. Tinnitus. N Engl J Med. 2002;347:904.
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TUMEFACCIÓN FACIAL
Cabello seco;
grueso, escaso
Edema Extremos
periorbitario externos delgados
Cara pálida de las cejas
hinchada Edema periorbitario
Los labios
Cara hinchada y
pueden estar
pálida, con piel seca
inflamados
OTRAS FACIES
Cejas prominentes
Crecimiento de
tejidos blandos
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Nervio óptico 2
3
3. Hemianopsia bitemporal (quiasma óptico) Una lesión en el
Quiasma óptico 4
quiasma óptico (p. ej., por un tumor hipofisario) puede afectar Cintilla óptica
sólo las fibras que cruzan al lado opuesto. Puesto que tales fibras
se originan en la mitad nasal de cada retina, la pérdida visual afecta
Radiación 5
a la mitad temporal de cada campo. óptica
5. Cuadrantanopsia superior izquierda homónima (radia- 6. Hemianopsia homónima izquierda (radiación óptica dere-
ción óptica derecha parcial) Una lesión parcial de la radiación cha) Una completa interrupción de las fibras en la radiación óptica
óptica en el lóbulo temporal puede afectar sólo una porción de las produce un defecto visual similar al producido por una lesión de la
fibras nerviosas y producir, por ejemplo, un defecto de cuadrante cintilla óptica.
homónimo.
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Blefaroptosis
Es una caída del párpado superior cuyas causas incluyen miastenia grave y daño
del nervio motor ocular común (NC III) y del aporte nervioso simpático
(síndrome de Horner). Un músculo debilitado, los tejidos relajados y el peso de la
grasa herniada pueden causar la blefaroptosis senil. El trastorno también puede
ser congénito.
Entropión
Más frecuente en el anciano, se trata de un giro del borde del párpado al interior.
Las pestañas inferiores, que a menudo son invisibles, cuando se doblan al interior,
irritan la conjuntiva y la parte baja de la córnea. Pide al paciente cerrar los párpados
y después abrirlos; después busca un entropión menos obvio.
Ectropión
En el ectropión, el borde del párpado inferior se voltea hacia afuera y expone la
conjuntiva palpebral. Cuando el punto del párpado inferior rota hacia afuera, el ojo
ya no drena bien y ocurre lagrimeo. El ectropión también es más frecuente en los
adultos mayores.
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Pinguécula Epiescleritis
Un nódulo amarillento innocuo en la conjuntiva bulbar en cualquier Una inflamación ocular localizada de los vasos epiescleróticos que
lado del iris. Con frecuencia aparece con el envejecimiento, primero en parecen movibles sobre la superficie de la esclera. Puede ser
el lado nasal y después en el temporal. nodular o mostrar sólo enrojecimiento y vasos dilatados. Se observa
en la artritis reumatoide, el síndrome de Sjögren y la infección por
virus del herpes zóster.
Xantelasma Blefaritis
Constituido por placas ligeramente elevadas, amarillentas, bien Una inflamación crónica de los párpados en la base de los folículos
circunscritas, llenas de colesterol, que aparecen en las porciones nasales pilosos, a menudo causada por S. aureus. También hay una variante
de uno o ambos párpados. La mitad de los pacientes afectados presenta seborreica con escamas.
hiperlipidemia; también es frecuente en la cirrosis biliar primaria.
Fuente de las fotografías: Tasman W, Jaeger E, eds. The Wills Eye Hospital Atlas of Clinical Ophthalmology, 2nd ed. Philadelphia: Lippincott Williams &
Wilkins, 2001.
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Arco corneal. Un arco o círculo blanco grisáceo delgado, casi Anillo de Kayser-Fleischer. Aro dorado a rojo pardo, a veces con
al borde de la córnea. Acompaña al envejecimiento, pero también sombras de verde o azul, que se debe al depósito de cobre en la periferia
se observa en adultos jóvenes, en especial los africanoamericanos, de la córnea que se ve en la enfermedad de Wilson. Se debe a una rara
en quienes sugiere una posible hiperlipoproteinemia, por lo general mutación autosómica recesiva del gen ATO7B en el cromosoma 13 que
benigna. causa un transporte anómalo del cobre, reducción de su excreción biliar
y su acumulación anómala en el hígado y los tejidos corporales.
Los pacientes acuden con hepatopatía, insuficiencia renal y síntomas
neurológicos de temblor, distonía y una diversidad de trastornos
psiquiátricos.95,96
Cicatriz corneal. Una opacidad superficial blanca grisácea en la Pterigion. Un engrosamiento triangular de la conjuntiva bulbar, que
córnea, secundaria a una lesión o inflamación antigua. Su forma crece lentamente a través de la superficie externa de la córnea, por lo
y tamaño son variables. No se confunda con el cristalino opaco de general desde el lado nasal. Puede presentar enrojecimiento e interferir
una catarata, visible en un plano más profundo y sólo a través con la visión al cubrir la pupila.
de la pupila.
Cataratas. Opacidad del cristalino visible a través de la pupila. Catarata periférica. Produce sombras a manera de rayos con punta
Sus factores de riesgo son edad avanzada, hábito tabáquico, gris contra negro, cuando se observa con una linterna, o negro sobre
diabetes, uso de corticoesteroides. rojo, con un oftalmoscopio. Una pupila dilatada, como se muestra aquí,
Catarata nuclear. Se observa gris cuando es iluminada por una facilita su observación.
linterna. Si se dilata ampliamente la pupila, la opacidad gris se ve
rodeada por un anillo negro.
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Pupila tónica (de Adie). La pupila es grande (dilatada), regular y, por lo general,
unilateral. La reacción a la luz disminuye de forma importante y se hace lenta, o incluso
se ausenta. Hay constricción durante la visión cercana, aunque es muy lenta (tónica).
Estos cambios reflejan la denervación parasimpática. La acomodación lenta causa una
visión borrosa.
Parálisis del nervio oculomotor común (NC III). La pupila es grande y fija ante
la luz y el esfuerzo cercano. Casi siempre están presentes la ptosis del párpado superior
(por alteración de la inervación del músculo elevador del párpado por el NC III) y la
desviación lateral del ojo hacia abajo y afuera.
Pupilas equivalentes y un ojo ciego. La ceguera unilateral no causa anisocoria, en tanto la inervación simpática y parasimpática de
ambos iris sea normal. Una luz dirigida al ojo que sí ve produce una reacción directa y una consensual en el ojo ciego. Una luz dirigida al ojo
ciego, sin embargo, no causa respuesta alguna.
Ojo ciego
Ojo ciego
Luz Luz
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Hay varios patrones anómalos de la mirada relacionados con trastornos del desarrollo y anomalías de los nervios craneales.
Trastornos del desarrollo Trastornos de los nervios craneales
La mirada desconjugada es causada por el desequilibrio del tono El nuevo inicio de una desconjugación de la mirada en los adultos
muscular ocular. Este desequilibrio tiene muchas causas; puede ser suele ser resultado de lesiones de nervios craneales u otras causas
hereditario y, por lo general, aparece en la niñez temprana. Las como traumatismos, esclerosis múltiple, sífilis y varias más.
desviaciones de la mirada se clasifican de acuerdo con su dirección en:
Endotropía Exotropía Parálisis del VI nervio craneal izquierdo
Los ojos están
MIRADA A LA DERECHA
conjugados.
Prueba de cubierto-descubierto
Esta prueba puede ser útil. A continuación se muestra lo que se vería en la endotropía monocular, ilustrada antes.
CUBIERTO
VISTA A LA DERECHA
El ojo derecho se mueve hacia
afuera para fijarse en la luz (el
ojo izquierdo no se observa, La endotropía es
pero se mueve hacia adentro máxima.
en el mismo grado).
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Excavación fisiológica
La excavación fisiológica es una depresión blanquecina pequeña en la papila óptica, el punto de entrada de los vasos retinianos. Aunque a veces
está ausente, la excavación suele ser visible en la parte central o en dirección del lado temporal de la papila. A menudo se observan manchas
grises en su base.
A menudo se observan anillos y crecientes alrededor de la Las fibras nerviosas meduladas o mielinizadas son mucho menos
papila óptica, variaciones del desarrollo que aparecen tales frecuentes, pero constituyen un hallazgo notorio. Se observan
como esclera blanca, pigmento retiniano negro, o ambas, en especial como parches blancos irregulares con bordes emplumados que
en el borde temporal de la papila. Estos anillos y crecientes no son ocultan el borde de la papila y los vasos retinianos. No tienen
parte de la papila y no deben incluirse en el cálculo de su diámetro. importancia patológica.
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Proceso Proceso
Los pequeños vasos de la papila le dan un color normal. El aumento de la presión intracraneal causa edema intraaxónico en el
nervio óptico, lo que lleva a su ingurgitación y edema de la papila óptica.
Aspecto Aspecto
Color amarillo-naranja a rosado cremoso. Color rosa, hiperémico.
Vasos de la papila de tamaño pequeño. A menudo con pérdida de las pulsaciones venosas.
Bordes bien definidos de la papila (excepto tal vez en Los vasos de la papila son más visibles y numerosos, y se curvan
su extremo nasal). sobre los bordes.
La excavación fisiológica está localizada en ubicación central Papila con edema y bordes borrados.
o algo temporal. Puede ser conspicua o estar ausente. Su La excavación fisiológica no es visible.
diámetro de un lado a otro suele ser menor que la mitad del de Se observa en masas intracraneales, lesiones o hemorragia y meningitis.
la papila.
Proceso Proceso
Aumento de la presión intraocular que lleva a una profundización La excavación fisiológica está aumentada y ocupa más de la mitad del
de la excavación (depresión posterior de la papila) y su atrofia. La diámetro de la papila, en ocasiones extendiéndose hasta el borde.
base de la excavación crecida es pálida. Los vasos retinianos se introducen en la excavación y debajo, y pueden
desplazarse en dirección nasal.
Aspecto Aspecto
La muerte de las fibras del nervio óptico lleva a la pérdida de los Color blanco.
pequeños vasos de la papila. Ausencia de pequeños vasos de la papila.
Se observa en la neuritis óptica, la esclerosis múltiple y la arteritis temporal.
Fuente de las fotografías: Normal—Tasman W, Jaeger E, eds. The Wills Eye Hospital Atlas of Clinical Ophthalmology, 2nd ed. Philadelphia, PA: Lippincott Williams &
Wilkins, 2001; Papilledema, Glaucomatous Cupping, Optic Atrophy—Courtesy of Ken Freedman, MD.
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En la hipertensión, el aumento de la presión daña al A veces las arterias, en especial las En ocasiones la pared de una arteria
endotelio vascular y lleva al depósito de macromoléculas cercanas al disco, se tornan plenas y estenosada se torna opaca, de manera que
del plasma y engrosamiento de la pared arterial, que algo tortuosas y desarrollan un mayor no hay sangre visible, el llamado alambre
causan estenosis focal o generalizada de la luz vascular reflejo luminoso, con un lustre brillante de plata.
y el reflejo luminoso. cobrizo, llamado alambre de cobre.
Cruce arteriovenoso
Cuando las paredes arteriales pierden su transparencia, aparecen cambios en los cruces arteriovenosos. La transparencia disminuida de la retina
probablemente también contribuya a los primeros dos cambios que se muestran a continuación.
Ocultamiento o corte AV. La vena Afinamiento. La vena parece afilarse a cada Congestionamiento. La vena se torsiona
parece detenerse abruptamente a cada lado lado de la arteria. sobre la cara distal de la arteria y forma
de la arteria. una prominencia (o nudo) oscura y ancha.
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O F
Hemorragias superficiales de la retina. Pequeñas líneas rojas con forma de flama en el fondo, que reciben su forma por los haces superfi-
ciales de fibras nerviosas que se irradian desde la papila óptica con el patrón ilustrado (O = papila óptica; F = fóvea). A veces las hemorragias
ocurren en grupos y tienen aspecto de una extravasación mayor, pero se pueden identificar por las líneas en sus bordes. Estas hemorragias se
observan en la hipertensión grave, el papiledema y la oclusión de la vena renal, entre otros trastornos. Una hemorragia ocasional superficial
tiene un centro blanco constituido por fibrina, que puede tener muchas causas.
Hemorragia prerretiniana. Se desarrolla cuando sale sangre hacia Hemorragias retinianas profundas. Manchas pequeñas redon-
el espacio potencial entre la retina y el vítreo. Por lo general, es más das ligeramente irregulares y rojas, que a veces se llaman hemorragias
abundante que las hemorragias retinianas. Debido a que es anterior puntiformes. Se presentan en una capa más profunda de la retina que
a la retina, oculta cualquier vaso retiniano subyacente. En un paciente las hemorragias en flama. La diabetes es una causa frecuente.
erecto, los eritrocitos se sedimentan creando una línea horizontal de
demarcación entre el plasma, arriba, y las células, debajo. Causa un in-
cremento súbito de la presión intracraneal.
Microaneurismas. Pequeñas manchas rojas redondas que suelen ob- Neovascularización. Se refiere a la formación de nuevos vasos san-
servarse dentro y alrededor de la región macular. Se trata de dilatacio- guíneos, más numerosos, tortuosos y angostos que los vasos cercanos
nes diminutas de vasos retinianos muy pequeños; las conexiones a la región, y que forman arcadas rojas desordenadas. Son una caracte-
vasculares son demasiado pequeñas para observarse con un oftalmos- rística habitual de la etapa proliferativa de la retinopatía diabética. Los
copio. Se trata de un signo de referencia de la retinopatía diabética. vasos pueden proliferar al interior del vítreo, donde el desprendi-
miento o la hemorragia de la retina pueden causar pérdida de la visión.
Fuente de las fotografías: Tasman W, Jaeger E, eds. The Wills Eye Hospital Atlas of Clinical Ophthalmology, 2nd ed. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins,
2001.
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Fondo normal en una persona de tez clara Fondo normal de una persona de tez oscura
Inspecciona la papila óptica. Sigue los vasos principales en las cuatro Nuevamente, haz la inspección de la papila, los vasos, la mácula y
direcciones, observando sus tamaños relativos y cualquier cruce la retina. El anillo alrededor de la fóvea es un reflejo luminoso
arteriovenoso, ambos normales aquí. Inspecciona la zona macular. La normal. El color del fondo es pardo grisáceo, un cilindro casi
fóvea, un poco más oscura, es apenas discernible; no se observa reflejo púrpura, que proviene del pigmento en la retina y la coroides,
de luz en este sujeto. Busca cualquier lesión en la retina. que oscurece de forma característica los vasos coroideos; no se
Nota las características de mosaico rayado del fondo, en especial en el observa el patrón de mosaico.
campo inferior, que proviene de vasos coroideos subyacentes normales.
El fondo de una persona de tez clara con tono moreno es más rojo.
Fuente de las fotografías: Hypertensive Retinopathy, Hypertensive Retinopathy with Macular Star—Tasman W, Jaeger E, eds. The Wills Eye Hospital Atlas of Clinical
Ophthalmology. 2nd ed. Philadelphia, PA: Lippincott Williams & Wilkins, 2001.
Fuente: Wong TY, Mitchell P. Hypertensive retinopathy. N Engl J Med. 2004;351:2310.
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Fuente de las fotografías: Nonproliferative Retinopathy, Moderately Severe; Proliferative Retinopathy, With Neovascularization; Nonproliferative Retinopathy, Severe;
Proliferative Retinopathy, Advanced—Early Treatment Diabetic Retinopathy Study Research Group. Courtesy of MF Davis, MD, University of Wisconsin, Madison.
Fuente: Frank RB. Diabetic retinopathy. N Engl J Med. 2004;350:48.
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Fuente de las fotografías: Cotton-Wool Patches, Drusen, Healed Chorioretinitis—Tasman W, Jaeger E, eds. The Wills Eye Hospital Atlas of Clinical Ophthalmology. 2nd ed.
Philadelphia, PA: Lippincott Williams & Wilkins, 2001; Hard Exudates—Courtesy of Ken Freedman, MD. American Academy of Ophthalmology. Optic fundus
signs. En http://www.aao.org/theeyeshaveit/optic-fundus/index.cfm. Con acceso el 23 de marzo de 2015.
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Fuentes de las fotografías: Keloid—Sams WM Jr, Lynch PJ, eds. Principles and Practice of Dermatology. Edinburgh: Churchill Livingstone, 1990; Tophi—du Vivier A.
Atlas of Clinical Dermatology. 2nd ed. London, UK: Gower Medical Publishing, 1993; Cutaneous Cyst, Chondrodermatitis Helicis—Young EM, Newcomer VD,
Kligman AM. Geriatric Dermatology: Color Atlas and Practitioner’s Guide. Philadelphia, PA: Lea & Febiger, 1993; Basal Cell Carcinoma—Phillips T, Dover J. Recent
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Dermatology. 5th ed. Oxford, UK: Blackwell Scientific, 1992.
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Esclerosis timpánica
Es un proceso cicatricial en el oído medio por otitis media, que implica el depósito de
cristales hialinos y de calcio y fosfato en el tímpano y el oído medio. Cuando son intensos,
pueden atrapar a los huesecillos y causar pérdida auditiva de conducción.
En la porción inferior de este tímpano izquierdo observa el parche grande blanco, calcáreo,
con bordes irregulares, típico de la timpanoesclerosis: un depósito de material hialino dentro
de las capas de la membrana timpánica, que a veces es consecutivo a un episodio grave de
otitis media. No suele alterar la audición y rara vez tiene importancia clínica.
Otras anomalías en este tímpano incluyen una perforación cicatrizada (la gran zona oval en
la porción posterior alta) y signos de retracción del tímpano, que presenta desviación hacia la
línea media alejándose del ojo del explorador, así como pliegues maleolares rígidos que
forman un contorno bien definido. La apófisis corta a menudo protruye de forma aguda y
el mango del martillo, retraído al interior del ombligo del tímpano, se observa acortado
y más horizontal.
Fuentes de las fotografías: Normal Eardrum—Hawke M, Keene M, Alberti PW. Clinical Otoscopy: A Text and Colour Atlas. Edinburgh: Churchill Livingstone, 1984;
Perforation of the Drum, Tympanosclerosis—Courtesy of Michael Hawke, MD, Toronto, Canada.
(continúa)
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Miringitis bullosa
En la miringitis bullosa aparecen vesículas hemorrágicas dolorosas en la membrana
timpánica, el conducto auditivo o ambos. Los síntomas incluyen otalgia, secreción ótica
teñida de sangre y pérdida auditiva de conducción.
En esta imagen del oído derecho se distinguen al menos dos grandes vesículas (ampollas)
en el tímpano, que se encuentra enrojecido y sin puntos de referencia.
Este trastorno es causado por la otitis media debida a especies de Mycoplasma, algunos
virus y otras bacterias.
Fuentes de las fotografías: Serous Effusion—Hawke M, Keene M, Alberti PW. Clinical Otoscopy: A Text and Colour Atlas. Edinburgh: Churchill Livingstone, 1984;
Acute Otitis Media, Bullous Myringitis—The Wellcome Trust, National Medical Slide Bank, London, UK.
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Nervio Nervio
coclear coclear
Fisiopatología Trastorno del oído externo o medio que altera la Trastorno del oído interno que involucra al nervio
conducción del sonido hacia el oído interno. Las causas coclear y la transmisión de impulsos neuronales al
incluyen cuerpos extraños, otitis media, perforación del cerebro. Las causas incluyen exposición a ruidos de tono
tímpano y otoesclerosis de los huesecillos. elevado, infecciones del oído interno, traumatismos,
neurinoma del acústico, trastornos congénitos y
familiares, y el envejecimiento.
Edad usual de inicio En la niñez y edad adulta temprana hasta la edad En años de madurez o posteriores.
de 40 años.
Conducto auditivo Anomalía que suele ser visible, excepto en la El problema no es visible.
y tímpano otoesclerosis.
Efectos Poco efecto sobre el sonido. Se pierden los registros más altos, por lo que el sonido
La audición parece mejorar en un ambiente ruidoso. puede distorsionarse.
La voz permanece baja, porque el oído interno y el La audición empeora en los ambientes ruidosos.
nervio coclear están íntegros. La voz puede ser alta, porque se dificulta la audición.
Prueba de Weber (en Diapasón en el vértice. Diapasón en el vértice.
la pérdida auditiva El sonido se desvía hacia el oído alterado; el ruido del El sonido se desvía hacia el oído sano; el daño del oído
unilateral) entorno no se escucha bien, por lo que mejora la interno o del nervio coclear altera la transmisión al oído
detección de vibraciones. afectado.
Prueba de Rinne Diapasón en el meato auditivo externo y después sobre Diapasón en el meato auditivo externo y después en la
la apófisis mastoides. apófisis mastoides.
CO equivalente a CA o más prolongada (CO ≥ CA). CA mayor que CO (CA > CO). El oído interno o el
Mientras esté alterada la conducción de aire a través del nervio coclear tienen menor capacidad de transmitir
oído externo o medio, las vibraciones a través del hueso impulsos, independientemente de cómo lleguen las
evaden el problema para alcanzar la cóclea. vibraciones a la cóclea. Prevalece el patrón normal.
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Queilitis actínica
Es un trastorno precanceroso producto de la exposición excesiva a la luz solar y que
afecta sobre todo al labio inferior. Los hombres de piel clara que trabajan en exteriores
son, con frecuencia, los más afectados. El labio pierde su color rojo normal y puede
tornarse escamoso, algo engrosado y ligeramente invertido. El daño solar predispone
al carcinoma espinocelular del labio, por lo que deben explorarse estas lesiones
con cuidado.
Angioedema
El angioedema es un aumento de volumen localizado, subcutáneo o submucoso, por
salida de líquido intravascular hacia el tejido intersticial. Son frecuentes dos tipos.
Cuando se desencadena la permeabilidad vascular debido a las células cebadas en las
reacciónes alérgicas y por antiinflamatorios no esteroideos, busca urticaria y prurito
vinculados. Éstos son raros en el angioedema por bradicinina y mediadores derivados
del complemento, el mecanismo de las reacciones contra los inhibidores de la enzima
convertidora de angiotensina. El angioedema suele ser benigno y se resuelve en
24-48 h. Puede poner en riesgo la vida cuando afecta a la laringe, la lengua o las vías
respiratorias altas, y da lugar a anafilaxia.
Fuentes de las fotografías: Angular Cheilitis, Herpes Simplex, Angioedema—Neville B, et al. Color Atlas of Clinical Oral Pathology. Philadelphia, PA: Lea & Febiger, 1991;
Usadas con autorización; Actinic Cheilitis—Langlais RP, Miller CS. Color Atlas of Common Oral Diseases. Philadelphia, PA: Lea & Febiger, 1992. Usadas con autorización.
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Síndrome de Peutz-Jeghers
Busca manchas pequeñas, pigmentadas, prominentes, de color pardo en la capa
dérmica de los labios, la mucosa bucal y la región peribucal, que también pueden
aparecer en las manos y los pies. En este síndrome autosómico dominante, los
cambios característicos de la piel acompañan a numerosos pólipos intestinales.
El riesgo de cánceres gastrointestinales y de otro tipo varía del 40 al 90%. Observa
que estas manchas rara vez aparecen alrededor de la nariz o la boca.
Carcinoma labial
Como la queilitis actínica, el carcinoma espinocelular puede afectar al labio inferior.
Puede aparecer como una placa escamosa o como úlcera, con o sin costra, así como
una lesión nodular, como se ilustra aquí. La piel clara y la exposición prolongada al
sol son factores de riesgo frecuentes.
Fuentes de las fotografías: Hereditary Hemorrhagic Telangiectasia—Langlais RP, Miller CS. Color Atlas of Common Oral Diseases. Philadelphia, PA: Lea & Febiger,
1992; Usada con autorización; Peutz-Jeghers Syndrome—Robinson HBG, Miller AS. Colby, Kerr, and Robinson’s Color Atlas of Oral Pathology. Philadelphia, PA: JB
Lippincott, 1990; Chancre of Syphilis—Wisdom A. A Colour Atlas of Sexually Transmitted Diseases. 2nd ed. London: Wolfe Medical Publications, 1989; Carcinoma of
the Lip—Tyldesley WR. A Colour Atlas of Orofacial Diseases. 2nd ed. London: Wolfe Medical Publications, 1991.
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Amigdalitis exudativa
Esta faringe roja presenta un exudado blanco en las amígdalas que, junto con fiebre
y aumento de volumen de los ganglios cervicales, aumenta la probabilidad de una
infección por estreptococos del grupo A o una mononucleosis infecciosa. Los ganglios
linfáticos cervicales anteriores suelen estar crecidos en el primer caso y los posteriores
en el último.
Faringitis
Estas dos fotos muestran faringes enrojecidas sin exudado.
En A, el eritema y la vascularidad de los pilares y la úvula son leves a moderados.
Fuentes de las fotografía: Large Normal Tonsils, Exudative Tonsillitis, Pharyngitis [A y B]—The Wellcome Trust, National Medical Slide Bank, London, UK.
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Difteria
La difteria, una infección aguda causada por Corynebacterium diphtheriae, actualmente
es rara, pero aún importante. El diagnóstico oportuno y su tratamiento pueden salvar
la vida del paciente. La mucosa es de color rojo mate y presenta un exudado gris
(seudomembrana) en la úvula, la faringe y la lengua. La vía aérea puede obstruirse.
(Reimpreso de: An adherent, dense, grey pseudomembrane covering the tonsils is classically seen in diphtheria.
Disponible en: https://en.wikipedia.org/wiki/Diphtheria#/media/File:Dirty_white_pseudomembrane_classically_seen_
in_diphtheria_2013-07-06_11-07.jpg, por el usuario DIleepunnikri. Bajo la licencia Attribution-ShareAlike 3.0 Unported
[CC BY-SA 3.0].)
Torus palatino
Un torus palatino es un crecimiento óseo en la línea media del paladar duro bastante
frecuente en los adultos. Su tamaño y lobulación varían. Aunque alarmante a
primera vista, es innocuo. En este ejemplo se ha acoplado la dentadura superior
alrededor del torus.
Fuentes de las fotografías: Diphtheria—Harnisch JP, et al. Diphtheria among alcoholic urban adults. Ann Intern Med. 1989;111:77; Thrush on the Palate—The
Wellcome Trust, National Medical Slide Bank, London, UK; Kaposi’s Sarcoma in AIDS—Ioachim HL. Textbook and Atlas of Disease Associated with Acquired Immune
Deficiency Syndrome. London: Gower Medical Publishing, 1989.
(continúa)
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Manchas de Koplik
Constituyen un signo temprano del sarampión. Busca pequeñas manchas blancas
que simulan granos de sal sobre un fondo rojo. Suelen aparecer en la mucosa bucal
cerca del primero y segundo molares. En esta fotografía observa también el tercio
superior de la mucosa. El exantema del sarampión aparece en las siguientes 24 h.
Petequias
Las petequias son manchas rojas causadas por sangre que escapa de los capilares hacia
los tejidos. Las petequias en la mucosa bucal, como se muestra aquí, a menudo son
causadas por la mordedura accidental del carrillo. Las petequias bucales pueden
deberse a infecciones, plaquetopenia y traumatismos.
Leucoplasia
Puede presentarse un parche blanco grueso (leucoplasia) en cualquier parte de la
mucosa bucal. El ejemplo extenso que se muestra en esta mucosa bucal fue producto
de la masticación frecuente de tabaco, un irritante local. Este proceso reactivo
benigno del epitelio escamoso puede llevar al cáncer y debe ser objeto de
biopsia. Otro factor de riesgo es la presencia de infección por virus del papiloma
humano.
Fuentes de las fotografías: Fordyce Spots—Neville B, et al. Color Atlas of Clinical Oral Pathology. Philadelphia, PA: Lea & Febiger, 1991; Usada con autorización; Koplik
Spots—Harvey RA, Cornelissen CN. Microbiology, 3rd ed. Baltimore, MD: Lippincott Williams & Wilkins, 2013; Petechiae—The Wellcome Trust, National Medical Slide
Bank, London, UK; Leukoplakia—Robinson HBG, Miller AS. Colby, Kerr, and Robinson’s Color Atlas of Oral Pathology. Philadelphia, PA: JB Lippincott, 1990.
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Hiperplasia gingival
Encías crecidas por hiperplasia, edematizadas hasta masas apiladas que pueden
incluso cubrir a los dientes. Puede coexistir con el eritema de la inflamación, como
en este ejemplo. Las causas incluyen tratamiento con fenitoína (como en este caso),
pubertad, embarazo y leucemia.
Tumor gestacional
(épulis o granulona piógeno del embarazo)
Se forman pápulas rojo púrpura de tejido de granulación en las papilas interdentales
de las encías, dentro de la cavidad nasal y, a veces, en los dedos. Son rojas, blandas e
indoloras, y suelen sangrar con facilidad. Se presentan en el 1-5% de los embarazos y
suelen remitir después del parto. Observa la gingivitis acompañante.
Fuentes de las fotografías: Marginal Gingivitis, Acute Necrotizing Ulcerative Gingivitis—Tyldesley WR. A Colour Atlas of Orofacial Diseases. 2nd ed. London: Wolfe
Medical Publications, 1991; Gingival Hyperplasia—Cortesía del Dr. James Cottone; Pregnancy Tumor—Langlais RP, Miller CS. Color Atlas of Common Oral Diseases.
Philadelphia, PA: Lea & Febiger, 1992. Usada con autorización.
(continúa)
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Erosión dentaria
Los dientes pueden erosionarse por acción química. En este caso, nota la erosión del
esmalte de las superficies linguales de los incisivos superiores, que exponen la dentina
amarillo parda, resultado de la regurgitación recurrente del contenido gástrico, como
en la bulimia.
Fuentes de las fotografías: Attrition of Teeth, Erosion of Teeth—Langlais RP, Miller CS. Color Atlas of Common Oral Diseases. Philadelphia, PA: Lea & Febiger, 1992.
Usada con autorización; Abrasion of Teeth, Hutchinson Teeth—Robinson HBG, Miller AS. Colby, Kerr, and Robinson’s Color Atlas of Oral Pathology. Philadelphia, PA: JB
Lippincott, 1990.
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Lengua geográfica. En este trastorno benigno, el dorso del órgano Lengua negra vellosa. Nota las papilas “vellosas” de color amarillo
muestra zonas rojas lisas dispersas y denudadas de papilas. Junto con a pardo, y las negras, hipertróficas y agrandadas, en el dorso de la
las superficies ásperas y de cubierta normales, dan un patrón seme- lengua. Este trastorno benigno se vincula con sobreproliferación bac-
jante a un mapa, que cambia con el tiempo. teriana, Candida, tratamiento con antibióticos y mala higiene dental.
También puede presentarse de forma espontánea.
Lengua fisurada. Aparecen fisuras conforme avanza la edad. A veces Lengua lisa (glositis atrófica). Una lengua lisa y a menudo algo-
se denomina lengua escrotal. Se pueden acumular detritos alimentarios donosa, que perdió sus papilas, a veces sólo en parches, sugiere una
en los surcos y tornarse irritantes, pero la lengua fisurada es benigna. deficiencia de riboflavina, niacina, ácido fólico, vitamina B12, pirido-
xina o hierro, o el tratamiento por quimioterapia.
Candidosis. Nota la cubierta blanca gruesa de la infección por espe- Leucoplasia vellosa bucal. Consta de placas blancas elevadas y
cies de Candida. La superficie en rojo vivo es donde se raspó la capa. asintomáticas con un patrón plumoso o corrugado que se presentan
La infección también puede presentarse sin la capa blanca. Ocurre en más a menudo en los lados de la lengua. A diferencia de la candi-
presencia de inmunosupresión por quimioterapia o el tratamiento dosis, estas áreas no pueden rasparse. Este trastorno es causado por
con prednisona. la infección por el virus de Epstein-Barr y se observa en la infección
por VIH y el sida.
(continúa)
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Venas varicosas. Con la edad, aparecen pequeños aumentos de vo- Úlcera aftosa (úlcera de Canker). Es una úlcera oval poco pro-
lumen redondos, de color púrpura o azul oscuro, bajo la lengua. Estas funda, dolorosa, de color blanco-grisáceo, rodeada por un halo de
dilataciones de las venas linguales no tienen importancia clínica. mucosa roja. Puede ser única o múltiple y también presentarse en
la mucosa gingival o bucal. Se cura en 7-10 días, pero puede recurrir,
como en la enfermedad de Behçet.
Parche mucoso de la sífilis. Esta lesión indolora de la sífilis secun- Leucoplasia. En presencia de este parche blanco indoloro mucoso
daria es altamente infecciosa. Se encuentra un poco elevada, oval y bucal persistente, aparece la cara inferior de la lengua pintada de
cubierta por una membrana grisácea. Puede ser múltiple y presentarse blanco. Los parches de cualquier tamaño hacen surgir la posibilidad
en cualquier lugar de la boca. de un carcinoma espinocelular y requiere biopsia.
Tori mandibulares. Crecimientos óseos redondeados en las caras Carcinoma del piso de la boca. Esta lesión ulcerosa corresponde
internas de la mandíbula, por lo general bilaterales, asintomáticos a una localización frecuente del carcinoma. Hacia la línea media, nota
e innocuos. la zona enrojecida de mucosa, que se denomina eritroplasia, con sos-
pecha de cáncer y que debe ser sometida a biopsia.
Fuentes de las fotografías: Fissured Tongue, Candidiasis, Mucous Patch, Leukoplakia, Carcinoma—Robinson HBG, Miller AS. Colby, Kerr, and Robinson’s Color Atlas of
Oral Pathology. Philadelphia, PA: JB Lippincott, 1990; Smooth Tongue—Courtesy of Dr. R. A. Cawson, from Cawson RA. Oral Pathology, 1st ed. London: Gower
Medical Publishing, 1987; Geographic Tongue—The Wellcome Trust, National Medical Slide Bank, London, UK; Hairy Leukoplakia—Ioachim HL. Textbook and Atlas
of Disease Associated With Acquired Immune Deficiency Syndrome. London: Gower Medical Publishing, 1989; Varicose Veins—Neville B, et al. Color Atlas of Clinical
Oral Pathology. Philadelphia, PA: Lea & Febiger, 1991. Usadas con autorización.
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Crecimiento difuso. Incluye al istmo y los lóbulos laterales; no hay Nódulo único. Puede ser un quiste, un tumor benigno o un nódulo
nódulos palpables bien definidos. Las causas incluyen enfermedad de dentro de una glándula multinodular. Hace surgir la duda de un
Graves, tiroiditis de Hashimoto y bocio endémico. cáncer. Los factores de riesgo son radiación previa, dureza,
crecimiento rápido, fijación alrededor de tejidos importantes, aumento
de volumen de ganglios cervicales y su aparición en los hombres.
Bocio multinodular. Una glándula tiroides crecida con dos o más nódulos sugiere un proceso
metabólico, más que neoplásico. Los antecedentes familiares positivos y el crecimiento nodular
continuo son factores de riesgo adicionales de cáncer.
Signos Piel tibia, húmeda y lisa Piel seca, áspera, fría, a veces amarilla por la presencia de caroteno,
En la enfermedad de Graves, signos oculares como con mixedema sin fóvea y pérdida del pelo
mirada fija, retraso palpebral y exoftalmia Mixedema periorbitario
Aumento de la presión sistólica y disminución Habla de tono bajo
de la diastólica Reducción de la presión arterial sistólica y aumento de la diastólica
Taquicardia y fibrilación auricular Bradicardia y, en etapas tardías, hipotermia
Pulsaciones cardíacas hiperdinámicas con un R1 A veces, disminución de la intensidad de los ruidos cardíacos
acentuado Fase de relajación prolongada en el reflejo del tobillo o calcáneo
Temblor y debilidad de músculos proximales Alteración de la memoria, pérdida auditiva mixta, somnolencia,
neuropatía periférica, síndrome del túnel del carpo
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8
C A P Í T U L O
Tórax y pulmones
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para reforzar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Bates. Guía visual para la exploración física (vol. 9, Tórax y pulmones)
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
espanol-Bickley_12e
Anatomía y fisiología
Estudia la anatomía de la pared del tórax, con identificación de las estructuras ilustradas
(fig. 8-1). Nota que el número del espacio intercostal es el mismo que el de la costilla
suprayacente.
Escotadura
yugular
Segunda
costilla
Manubrio
del esternón
Segundo
espacio
Ángulo esternal
intercostal
Segundo
cartílago
costal
Cuerpo del esternón
Apófisis xifoides
Uniones
costocondrales
Ángulo costal
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Eje vertical. Para localizar las estructuras del tórax, aprende a numerar las costillas
y los espacios intercostales (fig. 8-2). Coloca tu dedo en la curva hueca de la escotadura
yugular o esternal y desplázalo aproximadamente 5 cm hasta el puente óseo horizontal,
donde el manubrio se une al cuerpo del esternón, llamado ángulo esternal o de Louis.
Directamente adyacentes al ángulo esternal se encuentran la 2.a costilla y su cartílago
costal; a partir de ahí, utilizando dos dedos, “desciende” por los espacios intercostales
sobre una línea oblicua, ilustrada por los números rojos en la imagen siguiente (nota que
las costillas en el borde inferior del esternón pueden estar muy cercanas entre sí para
contarse correctamente). A fin de localizar los espacios intercostales en una mujer, des-
plaza la mama hacia afuera o palpa en una ubicación más interna. Evita presionar dema-
siado sobre el tejido mamario hipersensible.
Nota que el cartílago costal de las primeras siete costillas se articula con el esternón; los de
la 8.a, 9.a y 10.a costillas lo hacen con los dos cartílagos costales suprayacentes inmediatos.
Las costillas 11.a y 12.a o “flotantes” no tienen inserciones anteriores. La punta cartilaginosa
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de la 11.a costilla suele percibirse a los lados, y la 12.a costilla se palpa en la cara posterior.
Cuando se palpan, los cartílagos costales y las costillas se perciben idénticos.
En la cara posterior del tórax, la 12.a es el punto de inicio para contar al resto de las
costillas y los espacios intercostales, de manera que proporciona una alternativa al bor-
daje anterior (fig. 8-3). Con los dedos de una mano, presiona hacia adentro y arriba
sobre el borde inferior de la 12.a costilla; después, “asciende” por los espacios intercos-
tales, numerados en rojo en la siguiente imagen, o sigue una línea ascendente más
oblicua hacia el frente del tórax.
Apófisis espinosa de C7
Apófisis espinosa de T1
1
1
2
2
3
3
4
4
5
5
6
6
7
7
Séptima
8 costilla
8
9
9 Ángulo inferior
de la escapula
10
10
El ángulo inferior de la escápula es otro punto de referencia óseo útil; suele encontrarse
a nivel de la 7.a costilla o el espacio intercostal.
Las apófisis espinosas de las vértebras también son puntos de referencia útiles. Cuando
se flexiona el cuello hacia adelante, la que hace más protrusión suele ser la apófisis de
la vértebra C7. Si hay dos apófisis prominentes equivalentes, corresponden a C7 y T1.
Con frecuencia puedes palpar y contar las apófisis por debajo, sobre todo cuando
la columna vertebral se encuentra en flexión.
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
F I G U R A 8 - 4 . Líneas medioesternal,
medioclavicular y axilar anterior.
Línea axilar
media
Línea axilar
posterior
Línea
escapular
Línea
vertebral
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Pulmones, cisuras y lóbulos. Imagina los pulmones, sus cisuras y lóbulos sobre
la pared del tórax. En la cara anterior, el ápice de cada pulmón se eleva aproximadamente
2-4 cm por arriba del tercio interno de la clavícula (fig. 8-7). El borde inferior del pulmón
cruza la 6.a costilla en la línea medioclavicular y la 8.a en la línea media axilar. En la cara
posterior, el borde inferior del pulmón yace casi a nivel de las apófisis espinosas de T10
(fig. 8-8). A la inspiración, desciende en la cavidad torácica durante la contracción y el
descenso del diafragma.
Ápice
del pulmón
LSI LSD
Apófisis espinosa
LSD LSI de T3
Cisura
horizontal
LMD
Cisura LII LID
oblicua LID LII
Descenso
inspiratorio
Cada pulmón está dividido casi a la mitad por una cisura oblicua (mayor), la cual puede
imaginarse como una cuerda que transcurre de forma oblicua de la apófisis espinosa
de T3 hacia abajo y rodeando al tórax hasta la 6.a costilla en la línea medioclavicular
(fig. 8-9). El pulmón derecho está subdividido adicionalmente por una cisura horizontal
(menor). En la cara anterior, esta cisura transcurre cerca de la 4.a costilla y se une a la cisura
oblicua de la línea axilar media cerca de la 5.a costilla. El pulmón derecho se divide entonces
en lóbulos superior, medio e inferior (LSD, LMD y LID). El pulmón izquierdo tiene sólo dos
lóbulos: superior e inferior (LSI, LII) (fig. 8-10). Cada pulmón recibe sangre desoxigenada
de su rama de la arteria pulmonar. La sangre oxigenada regresa de cada pulmón hacia la
aurícula izquierda a través de las venas pulmonares.
LSD
LSI Cisura oblicua
izquierda
LMD
LID LII
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Por lo general, los datos de la exploración física se correlacionan con los lóbulos sub-
yacentes. Los signos en el campo pulmonar superior derecho, por ejemplo, casi con
certeza provienen del lóbulo superior derecho. Sin embargo, los signos que se encuentran
por fuera, en el campo pulmonar medio derecho, podrían provenir de cualquiera de los
tres diferentes lóbulos de ese lado.
Tráquea Tráquea
Pleuras. Dos superficies pleurales o membranas serosas continuas separan a los Las acumulaciones de líquido pleural
pulmones de la pared del tórax. La pleura visceral cubre la cara externa de los pulmo- (derrames pleurales) pueden corres-
nes. La pleura parietal reviste la cavidad pleural en la cara interna de la caja costal y la ponder a trasudados, que se observan
cara superior del diafragma. Entre las pleuras parietal y visceral se encuentra el espacio en la insuficiencia cardíaca, la cirrosis y
pleural, que contiene el líquido pleural seroso. La tensión superficial de este líquido el síndrome nefrótico, o exudados, que
mantiene el pulmón en contacto con la pared torácica, lo que le permite expandirse y se observan en numerosos trastornos
que incluyen neumonía, cáncer, embo-
lia pulmonar, tuberculosis y pancreatitis.
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contraerse durante la respiración. La pleura visceral carece de nervios sensitivos, pero La irritación de la pleura parietal pro-
la pleura parietal tiene una inervación rica de los nervios intercostales y frénicos. duce dolor pleurítico con la inspira-
ción profunda en la pleuresía vírica,
la neumonía, la embolia pulmonar, la
pericarditis y las enfermedades vascu-
lares del colágeno.
Respiración. Es principalmente automática, controlada por los centros respirato-
rios del tronco encefálico, que generan el impulso neuronal hacia los músculos de la
respiración. El principal músculo inspiratorio es el diafragma. Durante la inspiración,
el diafragma se contrae, desciende dentro del tórax y expande la cavidad torácica,
comprime el contenido del abdomen y empuja hacia delante su pared. Los músculos
de la caja costal también expanden el tórax, en especial los escalenos, que van de las
vértebras cervicales a las primeras dos costillas, y los intercostales paraesternales, que
cruzan de forma oblicua desde el esternón hasta las costillas. Conforme se expande el
tórax, la presión intratorácica disminuye y dirige el aire a través del árbol traqueo-
bronquial hacia los alvéolos, o sacos aéreos distales, que llenan los pulmones en
expansión. El oxígeno se difunde al interior de los capilares pulmonares adyacentes
conforme se intercambia el dióxido de carbono de la sangre al interior de los alvéolos.
Durante la espiración, la pared del tórax y los pulmones se retraen, y el diafragma se relaja
y eleva de forma pasiva. Los músculos abdominales ayudan a la espiración. Conforme
fluye aire al exterior, el tórax y el abdomen retornan a sus posiciones de reposo.
Vientre
esternal del músculo
Vientre esternocleidomastoideo
clavicular
Músculos escalenos
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Anamnesis
● Dolor de tórax
● Dificultad respiratoria (disnea)
● Sibilancias
● Tos
● Esputo con estrías de sangre (hemoptisis)
● Somnolencia en el día o ronquidos y trastornos del sueño
Dolor de tórax. Las manifestaciones de dolor o malestar torácico despiertan preocu- Véase la tabla 8-1, “Dolor torácico”,
paciones en cuanto al corazón, pero con frecuencia surgen de otras estructuras en pp. 330-331.
el tórax y los pulmones. Para valorar el síntoma, debes hacer una investigación de las
causas tanto torácicas como cardíacas. Las fuentes de dolor torácico se presentan a
continuación. Para este importante síntoma, ten en mente todas estas posibilidades.
Tu pregunta inicial debe ser tan abierta como sea posible: “¿Tiene usted algún malestar o Un puño cerrado sobre el esternón
sentimiento desagradable en el tórax?”. Pide al paciente que señale la localización del sugiere una angina de pecho; un dedo
dolor en esa región. Observa cualquier gesto conforme el paciente describa su dolor. que señala un punto hipersensible en la
Indaga los siete atributos del dolor de tórax para distinguir entre sus diversas causas pared torácica sugiere dolor musculoes-
(véase p. 79). quelético; una mano que se desplaza del
cuello al epigastrio sugiere pirosis.
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Dificultad respiratoria (disnea) y sibilancias. La dificultad respiratoria o dis- El grado de disnea, combinado con la
nea es una percepción indolora, pero incómoda, de la respiración, que es inapropiada espirometría, constituye un compo-
con respecto al grado de ejercicio.5 Valora de manera exhaustiva este síntoma revelador nente clave de los principales sistemas
de las enfermedades cardíacas y pulmonares. de clasificación de la enfermedad pul-
monar obstructiva crónica (EPOC), que
guía el tratamiento de los pacientes.6-8
Pregunta: “¿Ha tenido usted alguna dificultad con la respiración?”. Averigua si los sínto-
mas se presentan en reposo o con el ejercicio, y qué tanta actividad da lugar a su inicio.
Debido a las variaciones en edad, peso corporal y condición física, no hay una escala Véase la tabla 8-2, “Disnea”, pp. 332-333.
absoluta para cuantificar la dificultad respiratoria. En su lugar, haz todo esfuerzo posible
por determinar su intensidad con base en las actividades cotidianas del paciente.
¿Cuántos pasos o escalones puede recorrer antes de hacer una pausa para respirar?, ¿qué
hay en cuanto a cargar las bolsas de abarrotes, utilizar la aspiradora o arreglar la cama?,
¿ha alterado su dificultad respiratoria el estilo de vida y las actividades diarias del
paciente?, ¿cómo? Indaga de manera precisa el momento y el contexto, cualquier síntoma
vinculado y los factores que alivian o agravan la manifestación.
La mayoría de los pacientes relacionan la dificultad respiratoria con su grado de acti- Los pacientes con ansiedad pueden
vidad. Aquellos con ansiedad presentan un cuadro clínico diferente. Pueden describir presentar disnea episódica durante el
dificultad para hacer una respiración suficientemente profunda, una sensación de reposo y el ejercicio, así como hiper-
ahogo con incapacidad para obtener suficiente aire, y parestesias, que son sensaciones ventilación, o respiración rápida y
de “hormigueo” alrededor de los labios o en las extremidades. poco profunda.
Las sibilancias son ruidos respiratorios musicales que pueden ser audibles para el paciente Las sibilancias ocurren en la obstruc-
y otras personas. ción parcial de las vías aéreas bajas
por secreciones e inflamación tisular
en el asma, o por la presencia de un
cuerpo extraño.9
Tos. La tos es un síntoma frecuente que varía en su significado, de trivial a ominoso. Véase la tabla 8-3, “Tos y hemoptisis”,
De manera habitual, la tos es una respuesta refleja a los estímulos que irritan a los recep- p. 334.
tores en la laringe, la tráquea o los bronquios principales, e incluyen moco, pus, sangre,
así como agentes externos, como alérgenos, polvo, cuerpos extraños o incluso un
aire extremadamente caliente o frío. Otras causas incluyen inflamación de la mucosa
respiratoria, neumonía, edema pulmonar y compresión de los bronquios o bronquiolos
por un tumor, o el crecimiento de ganglios linfáticos peribronquiales. La tos también La tos puede indicar insuficiencia
puede ser de origen cardiovascular. cardíaca izquierda.
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Para la manifestación de tos, procura realizar una valoración exhaustiva. Precisa su dura- La causa más frecuente de tos aguda es
ción. ¿Es aguda, con duración menor de 3 semanas; subaguda, por 3-8 semanas; o crónica, una infección vírica de vías respirato-
de más de 8 semanas de evolución? rias altas. También considera bronqui-
tis aguda, neumonía, insuficiencia
cardíaca izquierda, asma, cuerpo
extraño, hábito tabáquico y trata-
miento con un inhibidor de la ECA. La
tos postinfecciosa, tosferina, pirosis,
sinusitis bacteriana y asma pueden
causar su forma subaguda. Se observa
tos crónica en goteo posnasal, asma,
reflujo gastroesofágico, bronquitis
crónica y bronquiectasias.10-17
Pregunta si la tos es seca o produce esputo o flemas. El esputo mucoide es traslúcido, blanco
o gris, y se observa en las infecciones
víricas y la fibrosis quística; el esputo
purulento, amarillo o verde, suele
acompañar a la neumonía bacteriana.
Pide al paciente que describa el volumen de cualquier esputo, así como su color, olor El esputo con mal olor se presenta en
y consistencia. los abscesos pulmonares por microorga-
nismos anaerobios, y el esputo espeso
persistente en la fibrosis quística.
Para ayudar a los pacientes a cuantificar el volumen, intenta con una pregunta de opción Hay grandes volúmenes de esputo
múltiple: “¿Cuánto piensa que expectoró en 24 h: una cucharadita; una cucharada; un purulento presentes en las bronquiec-
cuarto, media o una taza completa?”. Si es posible, pide al paciente que tosa sobre tasias y el absceso pulmonar.
un pañuelo desechable; haz una inspección de la flema y anota sus características. Los
síntomas más vinculados con la tos a menudo ayudan a determinar su causa. Son síntomas útiles para el diagnóstico,
la fiebre y la tos productiva en la neu-
monía; las sibilancias en el asma; y
el dolor de tórax, la disnea y la ortopnea
en los síndromes coronarios agudos.
Hemoptisis. Se refiere a la expectoración de sangre desde las vías respiratorias bajas; Véase la tabla 8-3, “Tos y hemoptisis”,
puede variar desde un esputo con estrías sanguinolentas hasta la presencia franca p. 334. Las causas incluyen bronquitis;
de sangre. En los pacientes que informan de hemoptisis, cuantifica el volumen de sangre cáncer y fibrosis quística, y con menor
contenido, el contexto y la actividad, así como cualquier síntoma vinculado. La hemop- frecuencia, bronquiectasias, estenosis
tisis es rara en los lactantes, niños y adolescentes. mitral, síndrome de Goodpasture y gra-
nulomatosis de Wegener. La hemopti-
sis masiva (más de 200 mL) puede
poner en riesgo la vida.18
Antes de utilizar el término “hemoptisis”, trata de confirmar la fuente de la sangre. La sangre de origen gástrico suele ser
Ésta, o un material con estrías sanguinolentas, puede originarse de la nariz, la boca, más oscura que la que proviene de
la faringe o el tubo digestivo, y con facilidad se etiqueta de forma errónea. Si se vomitó, las vías respiratorias, y puede mez-
probablemente provenga del tubo digestivo. En ocasiones, no obstante, la sangre de la clarse con partículas alimentarias.
nasofaringe o del tubo digestivo se aspira, y después se expectora.
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Somnolencia en el día, ronquidos y trastornos del sueño. Los pacientes Estos síntomas, en especial la somnolen-
pueden informar de una excesiva somnolencia y fatiga en el día. Indaga los problemas de cia durante el día y los ronquidos, son
ronquido, apneas atestiguadas (definidas como ceses respiratorios durante 10 seg o más), índice de apnea obstructiva del sueño,
despertares con sensación de ahogamiento, o cefalea matutina. habitual en pacientes con obesidad,
mala oclusión posterior de la mandíbula
(retrognatismo), hipertensión resistente
al tratamiento, insuficiencia cardíaca,
fibrilación auricular, ictus y diabetes de
tipo 2. Los mecanismos incluyen inesta-
Promoción y asesoramiento bilidad del centro respiratorio del tronco
encefálico, estimulación desordenada
sobre salud: evidencia del sueño, contracción desordenada de
los músculos de vías aéreas superiores
y recomendaciones (disfunción del geniogloso) y cambios
anatómicos que contribuyen al colapso
de las vías aéreas, como la obesidad,
entre otros.19,20
Temas importantes para la promoción
y el asesoramiento sobre salud
Cese del hábito tabáquico. A pesar de las tasas decrecientes de tabaquismo en las
últimas décadas, el 19% de los adultos estadounidenses continúan fumando, aunque el
porcentaje de fumadores cuantiosos (más de 30 cigarrillos diarios) ha descendido aproxi-
madamente del 13 al 8%.21 Casi el 90% de los fumadores fumó su primer cigarrillo a los
18 años.22 Alrededor del 23% de los estudiantes de bachillerato y el 7% de los de secunda-
ria consumen productos del tabaco, con gran frecuencia cigarrillos o puros, y con mayor
intensidad los hombres que las mujeres. Los fumadores tienen más probabilidad de presen-
tar enfermedad cardiovascular, enfisema y cáncer pulmonar. El consumo de tabaco es la
principal causa prevenible de muerte prematura en Estados Unidos, la cual contribuye con
una de cada cinco muertes al año.23 La mitad de los fumadores a largo plazo mueren por
enfermedades relacionadas con el tabaquismo y pierden un promedio de 10 años de vida.
■ El riesgo de ictus disminuye en 2-5 años hasta el mismo grado que en un no fumador.
El United States Preventive Services Task Force (USPSTF) otorgó una recomendación de
grado A a la detección del tabaquismo en todos los adultos, en particular embarazadas, y
a la realización de intervenciones para el cese del hábito a todos los que lo practicaban.24
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Además de contribuir con los cánceres del aparato respiratorio, el tabaquismo se relaciona
con los de vejiga, cuello uterino, colon y recto, riñón, bucofaringe, laringe, esófago, estó-
mago, hígado y páncreas, así como con la leucemia mieloide aguda.25 El hábito tabáquico
aumenta el riesgo de infertilidad, parto pretérmino, bajo peso al nacer y síndrome
de muerte súbita del lactante, y tiene relación con el desarrollo de diabetes, cataratas y
artritis reumatoide. Los no fumadores expuestos de forma pasiva también tienen mayor
riesgo de padecer cáncer pulmonar, infecciones óticas y respiratorias, y asma.
Los profesionales clínicos deben centrarse en la prevención y el cese del hábito tabáquico,
en especial en adolescentes y embarazadas.26 Debido a que la mayoría de los fumadores
acuden a un proveedor de atención médica cada año, y aproximadamente el 70% expresan
interés por dejar el hábito, los profesionales clínicos tienen una oportunidad importante
para identificar y tratar la dependencia del tabaco.27,28 El respaldo conductual y el trata-
miento farmacológico son estrategias eficaces, y su combinación es todavía mejor que
cualquier forma aislada, ya que aborda el síntoma de abstinencia y el deseo intenso de
fumar, además de aumentar la motivación y las destrezas para dejar el hábito. Incluso
los beneficios de intervenciones breves de asesoramiento son considerables, pues reco-
mendar a los fumadores dejar el hábito durante cada consulta aumenta las tasas de su
logro un 30%.29 Utiliza el esquema de las “5 A” o el modelo de etapas de cambio para
valorar la disposición de dejar el hábito.24,30 Las técnicas de entrevista motivacional
también son útiles para los pacientes que aún no están listos para dejar de fumar.27,28
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Cáncer de pulmón
Epidemiología. El cáncer de pulmón es el segundo más diagnosticado en Estados
Unidos y la principal causa de muerte oncológica en hombres y mujeres.33 Se esperaban
más de 200 000 nuevos casos y 160 000 muertes (que representan casi el 27% de todas
las muertes por cáncer) en el año 2014. Las tasas de incidencia y mortalidad han estado
disminuyendo desde el año 2006.
Prevención. Las estrategias más importantes pretenden evitar que las personas
alguna vez utilicen productos de tabaco y hacer que los usuarios dejen el hábito. En
la sección previa se destacan las estrategias de cese del tabaquismo. Evitar las exposicio-
nes ambientales y ocupacionales también puede aminorar el riesgo de cáncer pulmonar.
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hábito actual o abandonado en los últimos 15 años. Los sujetos fueron objeto de tres
detecciones anuales por TCDB o radiografía. Después de casi 7 años de seguimiento, las
muertes por cáncer pulmonar disminuyeron un 20% con la TCDB en comparación con
la radiografía de tórax. No obstante, el beneficio absoluto fue pequeño; para prevenir una
muerte por cáncer pulmonar se requirió la detección en más de 320 sujetos. Aunque
cerca del 40% de los individuos del estudio presentaron una TCDB anómala, más del
95% de los resultados correspondieron a falsos positivos. Esta detección puede llevar a
daño, incluyendo la ansiedad por los resultados falsos positivos, complicaciones por
procedimientos invasivos de diagnóstico y riesgo de cáncer por exposición a la radiación.
Inmunizaciones (adultos)
Influenza. La influenza o gripe puede causar morbilidad y mortalidad sustanciales,
en especial a fines del otoño y en el invierno boreal, con un máximo en febrero.38 El
número de muertes anuales relacionadas con la gripe varía, dependiendo del tipo y sub-
tipo víricos, con cifras que van de unos cuantos miles hasta casi 50 000 muertes. El Advi-
sory Committee on Immunization Practices (ACIP) de los Centers for Disease Control and
Prevention (CDC) actualiza sus recomendaciones de vacunación cada año. Se dispone de
dos tipos de vacuna: la “inyectable”, inactivada de virus muertos, y la de nebulizado nasal,
que contiene virus vivos atenuados, aprobada sólo para personas sanas entre 2 y 49 años
de edad.39 Puesto que los virus de la gripe mutan de un año a otro, cada vacuna contiene
3-4 cepas y se modifica de forma anual. Nota que se recomienda la vacunación anual
para todos aquellos individuos de 6 meses de edad o mayores.
Se recomienda la vacunación anual para todas las personas de 6 meses o mayores, en especial
de los grupos presentados a continuación.40
● Adultos con trastornos pulmonares y cardiovasculares crónicos (excepto hipertensión) y
enfermedades renales, hepáticas, neurológicas, hematológicas o metabólicas (incluida la
diabetes mellitus); y aquellos con inmunosupresión u obesidad mórbida
● Adultos de 50 años de edad y mayores
● Embarazadas y puérperas, hasta las 2 semanas posparto
● Residentes de asilos e instalaciones de atención a largo plazo
● Indígenas estadounidenses y nativos de Alaska
● Personal de atención médica
● Personal en contacto con la familia y cuidadores de niños de 5 años de edad y menores
(en especial lactantes de 6 meses o menores) y adultos de 50 años o mayores con trastornos
clínicos que los ubican en un mayor riesgo de complicaciones de la gripe
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Técnicas de exploración
Para mejores resultados, explora la cara posterior del tórax y los pulmones con el paciente
sentado, y la cara anterior y los pulmones, en decúbito supino. Sé considerado cuando
manejes la bata del paciente. En los hombres, disponla de manera que pueda verse
todo el tórax. En las mujeres, cubre la cara anterior del tórax cuando explores la pos-
terior; para la exploración de la cara anterior, coloca la bata sobre cada hemitórax
conforme exploras el otro. Empieza con la inspección y después palpa, percute y
ausculta. Trata de visualizar los lóbulos subyacentes y comparar el campo pulmonar
derecho con el izquierdo; señala con cuidado cualquier asimetría.
■ Con el paciente sentado, explora la cara posterior del tórax y los pulmones. Los brazos
deben plegarse atravesando el tórax, con las manos apoyadas, de ser posible,
en los hombros del lado opuesto. Esta posición separa las escápulas y aumenta el acceso
a los campos pulmonares. A continuación, pide al paciente que se acueste.
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■ Con el paciente en posición supina, explora la cara anterior del tórax y los pulmones.
En las mujeres, esta posición permite desplazar con suavidad las mamas. Algunos
profesionales clínicos exploran las caras posterior y anterior del tórax con el paciente
sentado, lo que también es suficiente.
■ Para los pacientes que no se pueden sentar, pide ayuda, de manera que puedas explorar
la cara posterior del tórax en posición sentada. Si esto no es posible, haz girar al
paciente en decúbito hacia un lado y después al otro. Percute y ausculta ambos pul-
mones en cada posición. Debido a que la ventilación es relativamente mayor en el
pulmón más bajo, tienes mayores probabilidades de escuchar sibilancias o estertores
(crepitantes) anómalos en este sitio (véase p. 325).
■ Haz una inspección del color del paciente en cuanto a cianosis o palidez. Recuerda La cianosis de labios, lengua y mucosa
hallazgos previos importantes, como la forma y el color de las uñas de las manos. bucal indica hipoxia. La palidez y el
sudor (diaforesis) son frecuentes en la
insuficiencia cardíaca. Hay acropaquia
(véase p. 211) en las bronquiectasias,
la cardiopatía congénita, la fibrosis
pulmonar, la fibrosis quística, el abs-
ceso pulmonar y el cáncer.
■ Escucha los ruidos audibles de la respiración. ¿Hay algún silbido audible sobre el cue- El silbido inspiratorio audible de tono
llo o los pulmones durante la inspiración? alto, o estridor, es un signo ominoso
de obstrucción de las vías aéreas altas
en la laringe o la tráquea que requiere
evaluación urgente. Las sibilancias
son espiratorias o continuas.
■ Haz una inspección del cuello. Durante la inspiración, ¿hay contracción de los músculos El empleo de músculos accesorios
accesorios, a saber, esternocleidomastoideo y escalenos, o retracción supraclavicu- indica dificultad respiratoria por EPOC
lar? Durante la espiración, ¿hay contracción de los músculos intercostales u oblicuos o fatiga de los músculos respiratorios.
abdominales?, ¿se encuentra la tráquea en la línea media? Hay un desplazamiento externo de la
tráquea en el neumotórax, el derrame
pleural y las atelectasias.
También observa la forma del tórax, que normalmente es más ancho que su diámetro Este radio puede exceder el 0.9 en la
anteroposterior. El cociente del diámetro anteroposterior (AP) respecto del lateral suele EPOC, produciendo una apariencia de
ser de 0.7 a 0.75 o hasta 0.9, y aumenta con la edad.43 tórax en barril, aunque la evidencia
de esta correlación es conflictiva.
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■ Retracción anómala de los músculos en los espacios intercostales durante la inspira- Se observa retracción en el asma
ción, visible al máximo en los inferiores grave, la EPOC o la obstrucción de vías
aéreas altas.
■ Alteración o un retraso unilateral (o retardo) de los movimientos respiratorios en uno La alteración o el retraso unilaterales
o ambos lados sugieren una enfermedad pleural por
asbestosis o silicosis; también se
observa en la lesión o el traumatismo
del nervio frénico.
Palpación. Conforme palpas el tórax, enfócate en zonas de hipersensibilidad o equi- Puede haber hipersensibilidad inter-
mosis, expansión respiratoria y frémito. costal sobre las pleuras inflamadas
y los cartílagos costales en la costo-
condritis.
■ Identifica zonas hipersensibles. Palpa con cuidado cualquier zona donde el paciente Son frecuentes la hipersensibilidad, la
manifieste dolor y muestre lesiones o equimosis visibles. Nota cualquier crepitación equimosis y los “desniveles” óseos
palpable, definida por un sonido crujiente o rechinido sobre huesos, articulaciones o sobre una costilla fracturada. La crepi-
piel, con o sin dolor, debido a la presencia de aire en el tejido subcutáneo. tación puede ser palpable ante
fracturas manifiestas y articulaciones
con artritis; se observan crepitación y
edema de la pared del tórax en
la mediastinitis.
■ Valora cualquier anomalía cutánea, como masas o trayectos sinuosos (estructuras cie- Aunque raros, los tractos sinuosos
gas inflamatorias con forma de tubo que se abren en la piel). sugieren infección de la pleura sub-
yacente y el pulmón (como en la
tuberculosis o la actinomicosis).
■ Prueba de expansión torácica. Ubica Se presenta la disminución unilate-
tus pulgares aproximadamente a ral de la expansión del tórax o su
nivel de la 10.a costilla a ambos retraso en la fibrosis crónica pulmo-
lados, con tus dedos sujetando de nar o de la pleura subyacente, el
manera laxa la cara externa de la caja derrame pleural, la neumonía lobular,
costal y en paralelo (fig. 8-14). Con- el dolor pleural con rigidez muscular
forme colocas tus manos, desplázalas antiálgica asociada, la obstrucción
hacia el centro, apenas lo suficiente bronquial unilateral y la parálisis del
para elevar un pliegue laxo de piel hemidiafragma.
entre tus pulgares sobre la columna
vertebral. Pide al paciente que inhale F I G U R A 8 - 1 4 . Valora la expansión
profundamente. Observa la distan- pulmonar.
cia entre tus pulgares conforme se
separan durante la inspiración, y percibe el rango y la simetría de la caja costal
conforme se expande y contrae. Este movimiento a veces se denomina de excursión
pulmonar.
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Cuando percutas la parte posterior baja del tórax, mantente algo de lado, más que
directamente detrás del paciente. En esta posición es más fácil apoyar el dedo plexímetro
con firmeza sobre el tórax, lo que hace más eficaz el golpe del dedo plexor al obtener una
mejor nota de percusión.
■ Cuando compares dos zonas, utiliza la misma técnica de percusión. Percute o golpea
dos veces en cada localización y escucha diferencias en las notas.
■ Aprende a identificar las cinco notas de percusión. Puedes practicar cuatro de ellas solo.
Estas notas difieren en sus cualidades básicas de sonido, intensidad, tono y duración.
Entrena tu oído concentrándote en una cualidad a la vez conforme percutes primero
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Mientras el paciente mantiene ambos brazos cruzados frente al tórax, percute en La matidez sustituye a la resonancia
localizaciones simétricas a cada lado desde su ápice hasta la base. cuando un líquido o tejido sólido
reemplaza al aire que contiene el pul-
món, y ocupa el espacio pleural bajo
■ Percute un lado del tórax y después el otro los dedos percutores. Son ejemplos la
en cada nivel, a manera de escalera, como neumonía lobular, en la que los alvéo-
se muestra en la figura 8-19. Omite las los están llenos de líquido y eritrocitos;
zonas sobre la escápula, pues ahí el gro- 1 1
y la acumulación pleural del líquido
sor del músculo y el hueso altera seroso (derrame pleural), sangre
2 2
las notas de la percusión sobre los pul- (hemotórax), pus (empiema), tejido
mones. Identifica y localiza la ubicación 3 3 fibroso o tumor. La matidez hace a la
y cualidad de cualquier nota de percu- neumonía y al derrame pleural 3 y 4
sión anómala. 6 4 4 6
veces más probables, respectiva-
7 5 5 7
mente.45
La hiperresonancia generalizada es fre-
cuente sobre los pulmones hiperinflados
de la EPOC o el asma. La hiperresonan-
cia unilateral sugiere un gran neumo-
F I G U R A 8 - 1 9 . Percute y ausculta tórax o una bula llena de aire.
con un patrón “en escalera”.
■ Identifica el descenso del diafragma, o su excursión. Primero define el nivel de matidez Esta técnica tiende a sobreestimar los
diafragmática durante la respiración tranquila. Sosteniendo el dedo plexímetro por movimientos reales del diafragma.45
arriba y paralelo al nivel esperado de matidez, percute en pasos progresivos descen-
dentes hasta que la matidez sustituya claramente a la resonancia. Confirma este
nivel de cambio por percusión descendente de zonas adyacentes, tanto por fuera
como por dentro (fig. 8-20).
Localización Resonante
y secuencia
de la percusión
Nivel del
diafragma
Matidez
Matidez
F I G U R A 8 - 2 1 . La ausencia de
descenso del diafragma puede indicar
FIGURA 8-20. Identifica la extensión de la excursión diafragmática. un derrame pleural.
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Observa que con esta técnica estás identificando el límite entre el tejido pulmonar
resonante y las estructuras de mayor matidez debajo del diafragma. No percutas el dia-
fragma, puedes inferir su probable localización por el nivel de matidez.
Auscultación. La auscultación es la técnica de exploración más importante para valo- La ropa de cama, las batas de papel
rar el flujo de aire a través del árbol traqueobronquial. Implica (1) escuchar los ruidos e incluso el vello del tórax, pueden
generados por la respiración, (2) escuchar cualquier sonido accesorio (adventicio) y (3) si generar sonidos confusos de estertor
se sospechan anomalías, escuchar los sonidos de la voz normal o en susurro del paciente que interfieren con la auscultación.
conforme se transmiten a través de la pared del tórax. Antes de iniciar la auscultación, Respecto del vello del tórax, presiona
pide al paciente toser 1-2 veces para despejar la atelectasia leve o el tapón de moco en la un poco más fuerte o humedécelo.
vía aérea que pueden generar ruidos adicionales no importantes.
Escucha los ruidos respiratorios con el diafragma del estetoscopio después de instruir al El movimiento del aire a través de la
paciente para respirar profundamente a través de la boca abierta. Siempre coloca el este- nariz o nasofaringe parcialmente obs-
toscopio directamente sobre la piel. La ropa altera las características de los ruidos truida también puede introducir rui-
respiratorios y puede introducir ruidos de fricción y accesorios. dos anómalos.
Registra la intensidad de los ruidos respiratorios, que refleja la velocidad del flujo de Los ruidos respiratorios pueden estar
aire en la boca y puede variar de una zona a otra. Los ruidos respiratorios son por lo disminuidos cuando el flujo de aire dis-
general más fuertes en los campos pulmonares posteriores e inferiores. Si los ruidos minuye (como en la enfermedad pulmo-
respiratorios parecen atenuados, pide al paciente respirar con mayor profundidad. nar obstructiva o con la debilidad de
Tanto la respiración poco profunda como una pared torácica gruesa pueden alterar la los músculos respiratorios), o cuando
intensidad de los ruidos respiratorios. la transmisión del sonido es mala
(como en el derrame pleural, el neumo-
tórax y la EPOC).
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¿Hay una brecha de silencio entre los ruidos inspiratorio y espiratorio? Esta brecha sugiere ruidos respiratorios
bronquiales.
Escucha el tono, la intensidad y la duración de los ruidos inspiratorio y espiratorio. ¿Los rui-
dos espiratorios vesiculares tienen una distribución normal en la pared torácica?, ¿los
ruidos respiratorios están disminuidos?, ¿hay ruidos respiratorios broncovesiculares o
bronquiales en sitios no esperados? En caso afirmativo, ¿con qué distribución?
Ruidos respiratorios (ruidos pulmonares). Aprende a identificar los rui- En pacientes con frío o tensos, busca
dos respiratorios por su intensidad, tono y duración relativa de sus fases inspiratoria y ruidos de la contracción muscular,
espiratoria. Los ruidos respiratorios normales son: atenuados, resonancia de bajo tono o
retumbo. El cambio de posición del
■ Vesiculares o suaves y de tono bajo, se escuchan durante la inspiración, continúan sin paciente puede eliminarlos. Para
pausa durante la espiración, y después se disipan en casi la tercera parte del período reproducir estos sonidos en ti, haz
de espiración. una maniobra de Valsalva (pujo des-
cendente) mientras escuchas tu pro-
pio tórax.
■ Broncovesiculares, con ruidos inspiratorios y espiratorios casi equivalentes en dura-
ción, a veces separados por un intervalo de silencio. A menudo es más fácil la
detección de diferencias en tono e intensidad durante la espiración.
■ Bronquiales, o de tono más alto, ásperos y de mayor volumen, con un silencio breve
entre los ruidos inspiratorio y espiratorio. Los ruidos espiratorios duran más que los
inspiratorios.
■ Traqueales, o ruidos ásperos de tono alto que se escuchan sobre la tráquea, a nivel
del cuello.
Broncovesiculares Los ruidos Intermedia Intermedio A menudo en el 1.° Si se escuchan ruidos respiratorios
inspiratorios y y 2.° espacio broncovesiculares o bronquiales en
espiratorios intercostal localizaciones distantes de las men-
son casi equiva- de la cara ante- cionadas, sospecha la sustitución de
lentes rior y entre las un pulmón lleno de aire con uno lleno
escápulas
de líquido o un tejido consolidado.
Bronquiales Los ruidos Alta Relativamente Sobre el manubrio
espiratorios alto (las vías aéreas
duran más que proximales más Véase la tabla 8-6, “Ruidos respiratorios
los inspiratorios grandes) y de la voz normales y alterados”,
p. 337.
(continúa )
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Ruidos accesorios (adventicios). Ausculta cualquier ruido accesorio o Para una discusión más amplia y otros
adventicio que se sobreponga a los ruidos respiratorios habituales. La detección de ruidos ruidos agregados, véase la tabla 8-7,
accesorios (estertores, sibilancias y roncus o estertores secos) constituye un punto importante “Ruidos pulmonares accesorios
de la exploración que a menudo lleva al diagnóstico de trastornos cardíacos o pulmona- (adventicios): causas y cualidades”,
res. Los ruidos accesorios más frecuentes se describen a continuación. Observa que en la p. 338.
American Thoracic Society se describe a los roncus como sibilancias de tono bajo (no
relacionadas con secreciones de vías aéreas), por lo que algunos autores recomiendan
utilizar este término.47,48
● Estertores gruesos: de un volumen algo ● Roncus: tono relativamente bajo (150-200 Hz) Muchos profesionales clínicos
mayor, de tono más bajo (menos de con cualidades de ronquido (más de 80 mseg) emplean el término roncus para des-
350 Hz), breves (15-30 mseg) cribir los ruidos por secreciones en las
vías aéreas grandes, que pudiesen
cambiar con la tos.
Fuente: Loudon R, Murphy LH. Lungs sounds. Am Rev Respir Dis. 1994;130:663; Bohadana A, Izbicki G,
Kraman SS. Fundamentals of lung auscultation. N Engl J Med. 2014;370:744.
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■ Volumen, tono y duración, resumidos como estertores finos o gruesos Los estertores inspiratorios finos tar-
díos que persisten de una respiración
■ Número, desde pocos hasta muchos a otra sugieren un tejido pulmonar
anómalo.
■ Momento en el que se presentan durante el ciclo respiratorio
Si escuchas sibilancias o roncus, ten en cuenta su momento y localización. ¿Cambian con En la obstrucción avanzada de la vía
la respiración profunda o la tos? Mantente al tanto del tórax silente, en el que el movi- aérea del asma grave, las sibilancias y
miento de aire es mínimo. los ruidos respiratorios pueden estar
ausentes por un bajo flujo de aire
respiratorio (“tórax silente”), una
urgencia clínica.
Los hallazgos predictivos de EPOC
incluyen combinaciones de síntomas
y signos, en especial disnea y sibilan-
cias, por autoinforme o exploración,
además de un tabaquismo mayor de
70 cajetillas-año, el antecedente de
bronquitis o enfisema y la disminu-
ción de los ruidos respiratorios. El
diagnóstico requiere espirometría y,
a menudo, pruebas pulmonares adi-
cionales.6,53-58
Observa que los ruidos traqueales que se originan en el cuello, como el estridor y la disfun- El estridor y los ruidos laríngeos tie-
ción de cuerdas vocales, se pueden transmitir al tórax y confundirse con sibilancias, lo que nen la mayor intensidad, en tanto las
lleva a un tratamiento inapropiado o tardío. sibilancias y los roncus verdaderos son
débiles o están ausentes en el cuello.47
Toma nota de cualquier roce pleural con ruidos gruesos chirriantes bifásicos que se per- Los roces pleurales se pueden escu-
ciben sobre todo durante la espiración. char en la pleuresía, la neumonía y la
embolia pulmonar.
Ruidos de la voz transmitidos. Si escuchas ruidos respiratorios broncove- La mayor transmisión de los ruidos de la
siculares o bronquiales de localización anómala, valora la transmisión de los ruidos de voz sugiere que las vías aéreas incluidas
la voz utilizando tres técnicas. Con el diafragma del estetoscopio, ausculta en zonas están bloqueadas por la inflamación o
simétricas sobre la pared torácica en busca de resonancias vocales anómalas, motivo de secreciones.47 Véase la tabla 8-6, “Ruidos
sospecha de neumonía o derrame pleural. respiratorios y de la voz normales y alte-
rados”, p. 337.
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■ Egofonía. Pide al paciente que diga “i”. En condiciones normales escucharás un Si al decir “i” suena como “a” con una
sonido de “I” largo y apagado. calidad de balido nasal (como cabra),
hay un cambio de I a A, o egofonía.
■ Broncofonía. Pide al paciente que diga “noventa y nueve”. Normalmente los ruidos Se auscultan broncofonía y egofonía
transmitidos a través de la pared torácica se amortiguan y son indistinguibles. Los de localizadas ante consolidacio-
tono más alto corresponden a la broncofonía. nes lobulares por neumonía. En
pacientes con fiebre y tos, la presencia
de ruidos respiratorios bronquiales y
egofonía aumenta a más del triple la
probabilidad de neumonía.59
■ Pectoriloquia de susurro. Pide al paciente susurrar “noventa y nueve” o “uno-dos- Los ruidos de susurro de mayor volu-
tres”. La voz susurrada en general se escucha apagada e indistinguible, si acaso. men y más claros corresponden a la
pectoriloquia de susurro.
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“El tórax es simétrico con buena expansión. Pulmones resonantes. Ruidos respiratorios vesicu-
lares; sin estertores, sibilancias o roncus. El diafragma desciende 4 cm a ambos lados”.
O
“Tórax simétrico con cifosis moderada y aumento del diámetro AP, expansión disminuida. Los Estos hallazgos sugieren EPOC.
pulmones son hiperresonantes. Los ruidos respiratorios son distantes, con una fase espiratoria
retrasada y sibilancias espiratorias dispersas. Frémito disminuido; no hay broncofonía, egofonía
o pectoriloquia de susurro. El diafragma desciende 2 cm a ambos lados”.
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Disección aórtica Una separación dentro Caras anterior o posterior Desgarrador, o de Muy intenso
de las capas de la pared del tórax, con irradiación al arrancamiento
aórtica que permite el paso cuello, la espalda o el
de sangre, que diseca hacia abdomen
una falsa luz
Pulmonar
Dolor pleurítico Inflamación de la pleura Pared torácica suprayacente Agudo, como una A menudo intenso
parietal como en la al proceso patológico puñalada
pleuresía, la neumonía,
el infarto pulmonar o una
neoplasia; rara vez, absceso
subdiafragmático
Gastrointestinal y de otros tipos
Enfermedad Irritación o inflamación de Retroesternal, puede Ardoroso, puede ser De leve a intenso
por reflujo la mucosa esofágica debido irradiarse a la espalda compresivo
gastroesofágico a reflujo de ácido gástrico
por disminución del tono
del esfínter esofágico
Espasmo esofágico Disfunción motora Retroesternal, puede A veces compresivo De leve a intenso
difuso del músculo esofágico irradiarse a la espalda,
los brazos y la mandíbula
Dolor de la pared del Variable, incluye A menudo bajo la mama Punzante, penetrante Variable
tórax, costocondritis traumatismos o inflamación izquierda o a lo largo de o sordo
de los cartílagos costales los cartílagos costales
Ansiedad, trastorno No definido Precordial, debajo de Punzante, penetrante Variable
de pánico la mama izquierda o o sordo
atravesando la cara
anterior del tórax
Nota: el dolor de tórax puede ser referido desde estructuras extratorácicas del cuello (artritis) y el abdomen (cólico biliar, colecistitis aguda).
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Por lo general de 1 a 3 min, A menudo el ejercicio, en especial A menudo, pero no siempre, A veces, disnea, náuseas,
pero puede llegar hasta cuando hay frío; las comidas; el el reposo, la nitroglicerina sudoración
10 min. Episodios estrés emocional.
prolongados de hasta 20 min Puede ocurrir en reposo
De 20 min a varias horas No siempre desencadenado por No se alivia con el reposo Disnea, náuseas, vómitos,
el ejercicio sudoración, debilidad
Persistente Respiración, cambios de posición, Sentarse inclinado y hacia Se observa ante procesos
tos, decúbito dorsal; a veces, al adelante puede aliviarlo autoinmunitarios, después del
deglutir infarto miocárdico, en
las infecciones víricas y por
irradiación del tórax
De inicio abrupto, con un Hipertensión Cuando es torácico, ronquera,
máximo temprano, persiste disfagia; también síncope,
durante horas o más hemiplejía, paraplejía
Variable Una gran comida, el flexionarse por Antiácidos, a veces eructos A veces regurgitación, disfagia;
la cintura o yacer boca abajo también tos, laringitis, asma
Fugaz o por horas a días Tos; movimientos del tórax, A menudo hipersensibilidad local
el tronco, los brazos
Fugaz o por horas a días Puede ser consecutivo a esfuerzo, Dificultad respiratoria,
estrés emocional palpitaciones, debilidad, ansiedad
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Enfermedades pulmonares intersticia- Infiltrado anómalo y amplio de células, líquido y colágeno en Disnea progresiva que varía
les difusas los espacios intersticiales entre los alvéolos, de muchas causas en su velocidad de desarrollo
(p. ej., sarcoidosis, neoplasias diseminadas, fibrosis con relación a la causa
pulmonar idiopática y asbestosis)
Neumonía Infección del parénquima pulmonar desde los bronquiolos Una enfermedad aguda cuya
respiratorios hasta los alvéolos temporalidad varía con
respecto al agente causal
Neumotórax espontáneo Salida de aire al espacio pleural a través de vesículas en la Inicio súbito de disnea
pleura visceral con colapso parcial o completo resultante
del pulmón
Embolia pulmonar aguda Oclusión súbita de parte del árbol arterial pulmonar por un Inicio súbito de taquipnea,
coágulo sanguíneo que tiende a originarse en venas profundas disnea
de las piernas o la pelvis
Ansiedad con hiperventilación Respiración excesiva con alcalosis respiratoria resultante y un Episódica, a menudo
descenso de la presión parcial de dióxido de carbono arterial recurrente
(pCO2)
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Variables, incluidos alérgenos, Evitar los factores Sibilancias, tos, opresión Condiciones ambientales
ejercicio, frío, infecciones agravantes de tórax
respiratorias, irritantes,
y emociones
Ejercicio Reposo, aunque la disnea A menudo debilidad, fatiga, Variado; exposición a sustancias
se puede tornar tos menos frecuente que en desencadenantes
persistente otras enfermedades
pulmonares
Ejercicio, tabaquismo Reposo, aunque la disnea Dolor pleurítico, tos, esputo, Varía
se puede tornar fiebre, aunque no
persistente necesariamente presentes
Dolor pleurítico, tos A menudo un adulto joven antes sano, o uno
con enfisema
Ejercicio Reposo, aunque la disnea Con frecuencia ninguno; dolor Períodos posparto y postoperatorio; reposo
se puede tornar retroesternal opresivo si hay prolongado en cama; insuficiencia cardíaca,
persistente oclusión masiva; dolor enfermedad pulmonar crónica y fracturas de
pleurítico, tos, síncope, la cadera o las piernas, trombosis venosa pro-
hemoptisis o edema unilateral funda (a menudo no aparente por clínica);
de las piernas y dolor por también hipercoagulabilidad hereditaria
inicio de una trombosis venosa (p. ej., deficiencia de proteína C, S, factor V
profunda, ansiedad (véase más de Leiden), o adquirida (p. ej., cáncer, trata-
adelante) miento hormonal)
A menudo se presenta en La respiración al interior Suspiros, mareo, Pueden estar presentes otras manifestaciones
reposo; tal vez no sea evidente y fuera de una bolsa de entumecimiento o punzadas de de la ansiedad, como dolor torácico,
un suceso molesto papel o plástico puede ser las manos y pies, palpitaciones, diaforesis, palpitaciones
de utilidad dolor torácico
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Suspiros
Inspiración
Espiración
Espiración prolongada
Hiperpnea Apnea
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Desplazamiento anterior
del esternón
Depresión de
los cartílagos costales
Espiración Aproximación
de las costillas
Inspiración
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Se continúa investigando el origen de los ruidos respiratorios.47 Los estudios de acústica indican que el flujo de aire turbulento en la faringe,
la glotis y la región subglótica producen los ruidos respiratorios traqueales, que son similares a los bronquiales. El componente inspiratorio de
los ruidos respiratorios vesiculares parece surgir de las vías aéreas lobulares y segmentarias; el componente espiratorio surge de las vías aéreas
centrales, más grandes. Por lo general, los ruidos traqueales y bronquiales pueden escucharse sobre la tráquea y los bronquios principales; los
ruidos respiratorios vesiculares predominan en la mayoría de los pulmones. Cuando el tejido pulmonar pierde flujo de aire, hay un aumento en
la transmisión de ruidos de tono alto. Si el árbol traqueobronquial está abierto, los ruidos respiratorios bronquiales pueden sustituir a los
vesiculares normales sobre zonas del pulmón sin aire. Este cambio ocurre en la neumonía lobular, cuando los alvéolos se llenan de líquido y
detritos celulares, un proceso llamado consolidación. Otras causas incluyen edema pulmonar o, rara vez, hemorragia. Los ruidos respiratorios
bronquiales suelen correlacionarse con un aumento del frémito y de los ruidos de la voz transmitidos, datos que se resumen a continuación.
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Fuentes: Bohadana A, Izbicki G, Kraman SS. Fundamentals of lung auscultation. N Engl J Med. 2014;370:744; McGee S. Evidence-based Physical Diagnosis, 3rd ed.
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Frémito y
Nota de Ruidos Ruidos ruidos de la voz
Condición percusión Tráquea respiratorios accesorios transmitidos
Normal
El árbol traqueobronquial Resonante En la línea Vesiculares, excepto Ninguno, excepto Normales
y los alvéolos están media tal vez los broncovesicu- unos cuantos
abiertos; las pleuras son lares y bronquiales sobre estertores
delgadas y se encuentran los grandes bronquios inspiratorios
cercanas; la movilidad de la y la tráquea, respectiva- transitorios en las
pared torácica no se altera. mente bases pulmonares
Insuficiencia cardíaca izquierda
El alza de la presión venosa Resonante En la línea Vesiculares (normales) Estertores Normales
pulmonar causa congestión media inspiratorios tardíos
y edema intersticial en partes declives
(alrededor de los alvéolos); de los pulmones;
la mucosa bronquial puede posibles sibilancias
tornarse edematosa.
Bronquitis crónica
Los bronquios presentan Resonante En la línea Vesiculares (normales) Ninguno; Normales
inflamación crónica y media posibles estertores
está presente una tos gruesos dispersos
productiva. Puede ocurrir en la inspiración
una obstrucción de la temprana y la
vía aérea. espiración,
posibles sibilancias
o roncus
Neumonía lobular
(consolidación)
Alvéolos llenos de Mate, sobre la En la línea Bronquiales sobre la Estertores Aumentados sobre la
líquido, como en la zona sin aire media zona afectada inspiratorios tardíos región afectada, con
neumonía. sobre la región egofonía, broncofonía y
afectada pectoriloquia de susurro
Obstrucción lobular
parcial (atelectasia)
Cuando un tapón (de Mate, sobre la Puede desviarse Por lo general, ausentes Ninguno Por lo general, ausentes
moco o un objeto zona sin aire hacia el lado cuando persiste el tapón cuando el tapón
extraño) obstruye el flujo afectado bronquial. Las excepcio- bronquial persiste; en el
aéreo bronquial, los nes incluyen atelectasia lóbulo superior derecho
alvéolos afectados se del lóbulo superior dere- puede aumentar la
colapsan y se quedan cho, donde pueden trans- atelectasia
sin aire. mitirse los ruidos tra-
queales adyacentes.
Derrame pleural
Se acumula líquido en Mate a plana Desviada hacia el Disminuidos a ausentes, Ninguno, excepto De disminuidos a ausentes,
espacio pleural y separa al sobre el líquido lado no afectado pero pueden oírse ruidos un posible roce pero pueden aumentar
pulmón lleno de aire de en un derrame respiratorios bronquiales pleural hacia la parte alta de un
la pared torácica; bloquea la grande cerca de la parte alta de gran derrame
transmisión de ruidos un gran derrame.
respiratorios.
(continúa)
C A P Í T U LO 8 | Tórax y pulmones 339
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Frémito y
Nota de Ruidos Ruidos ruidos de la voz
Condición percusión Tráquea respiratorios accesorios transmitidos
Neumotórax
Cuando escapa aire hacia Hiperresonante Desviada hacia el Disminuidos a ausentes Ninguno, excepto De disminuidos a
el espacio pleural, por lo o timpánica sobre lado no afectado sobre el aire pleural un posible roce ausentes sobre el aire
general en un sólo lado, el aire pleural cuando hay pleural pleural
el pulmón se retrae neumotórax
alejándose de la pared a tensión
torácica. El aire pleural
bloquea la transmisión
del sonido.
Enfermedad pulmonar
obstructiva crónica
(EPOC)
Trastorno lentamente Difusamente En la línea Disminuidos a ausentes Ninguno, o los Disminuidos
progresivo donde los hiperresonante media con espiración diferida estertores,
espacios aéreos distales sibilancias y
aumentan y los pulmones roncus de la
sepresentan hiperinflados. bronquitis
La bronquitis crónica crónica asociada
puede proceder o ser
consecutiva al desarrollo
de la EPOC.
Asma
Obstrucción amplia, por De resonante a En la línea A menudo escondidos Sibilancias, Disminuidos
lo general reversible al difusamente media por sibilancias posiblemente
flujo del aire con hiperresonante estertoress
hiperrespuesta bronquial
e inflamación subyacente.
Durante los ataques,
conforme el flujo
disminuye los pulmones
se presentan hiperinflados.
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C A P Í T U L O
Sistema cardiovascular
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para reforzar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Bates. Guía visual para la exploración física (vol. 10, Sistema cardiovascular)
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
espanol-Bickley_12e
La auscultación del corazón es el mejor ejemplo del arte del diagnóstico clínico. Dominar
la técnica de la exploración cardíaca requiere paciencia, práctica y repetición, un proceso
especialmente vulnerable a la tecnología en desarrollo y las limitaciones de la práctica
clínica relacionadas con el tiempo.1-4 Muchos informes constatan el actual deterioro de
las habilidades para la exploración física, el cual, en el caso del sistema cardiovascular,
está bien documentado en todos los niveles de formación.5-12 A medida que avances
en este capítulo, la combinación de tus conocimientos de anatomía y fisiología junto con
la práctica de la exploración, la palpación y la auscultación te proporcionarán una recom-
pensa de valor diagnóstico comprobado. Aprovecha los diversos programas para apren-
der la fisiología y la auscultación cardíacas que pueden reforzar tu creciente perspicacia
clínica, y busca literatura médica nueva que compare la eficacia de las diferentes moda-
lidades de aprendizaje de estas importantes habilidades.13-22
Anatomía y fisiología
Proyecciones superficiales del
corazón y de los grandes vasos
Visualiza las estructuras subyacentes del corazón cuando ins-
pecciones la cara anterior del tórax. Observa que el ventrículo
derecho (VD) ocupa casi toda la cara anterior del corazón. Esta
cavidad y la arteria pulmonar crean una estructura en forma
de cuña detrás y a la izquierda del esternón, como se señala en
la línea intermitente (fig. 9-1). Arteria pulmonar
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Aorta
Arteria
pulmonar
Ventrículo izquierdo
Vena cava
superior Latido de la punta
Aurícula derecha
Ventrículo derecho
El ventrículo izquierdo, situado detrás y a la izquierda del VD, forma el borde lateral
izquierdo del corazón (fig. 9-2). Su extremo inferior, afilado, suele denominarse punta del
corazón. Es de interés clínico porque produce el latido de la punta, el cual se reconoce
durante la palpación de la región precordial como el punto de máximo impulso (PMI).
Este latido se localiza en el borde izquierdo del corazón y suele situarse en el 5.o espacio En raras ocasiones, como con situs
intercostal, a nivel de la línea medioclavicular izquierda o justo medial a ella (7-9 cm inversus o dextrocardia, el PMI se
lateral a la línea media esternal). El PMI no siempre es palpable, incluso en un paciente ubica en el lado derecho del tórax.
sano con un corazón normal. La detección se ve afectada tanto por el hábito corpo-
ral como por la posición del paciente durante la exploración.
■ En decúbito supino, el diámetro del PMI puede medir hasta el tamaño de una Un PMI > 2.5 cm indica hipertrofia del
moneda de un cuarto de dólar estadounidense, aproximadamente 1-2.5 cm. ventrículo izquierdo (HVI) por hiperten-
sión o estenosis aórtica.
■ Recuerda que, en algunos pacientes, el impulso precordial más prominente no siem- La desviación del PMI lateral a la línea
pre se encuentra en la punta del ventrículo izquierdo. Por ejemplo, en pacientes con medioclavicular o > 10 cm lateral a la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el impulso palpable más promi- línea esternal media se presenta en
nente o PMI puede encontrarse en la región xifoidea o epigástrica como consecuen- la HVI y en la dilatación ventricular
cia de la hipertrofia del ventrículo derecho. por infarto de miocardio o insuficien-
cia cardíaca.
Por encima del corazón se encuentran los grandes vasos. La arteria pulmonar se bifurca de
forma inmediata en sus ramas izquierda y derecha. La aorta asciende trazando una curva
desde el ventrículo izquierdo hasta la altura del ángulo esternal, donde se arquea hacia
atrás y a la izquierda, y luego desciende. En el borde medial, las venas cava superior e infe-
rior transportan la sangre venosa de las porciones superior e inferior del cuerpo hacia la
aurícula derecha.
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En la medida que las válvulas cardíacas se cierran, se producen los ruidos cardíacos R1 y En la mayoría de los adultos mayores
R2 por las vibraciones que emanan de las valvas, las estructuras cardíacas adyacentes y el de 40 años, los ruidos diastólicos R3 y
flujo sanguíneo. Estudia con detenimiento la apertura y el cierre de las válvulas AV y R4 son patológicos y se correlacionan
semilunares en relación con los eventos en el ciclo cardíaco, a fin de mejorar tu precisión con insuficiencia cardíaca e isquemia
diagnóstica conforme auscultas el corazón. En la figura 9-3 observa que las válvulas aguda de miocardio.19,23,24 En estudios
aórtica y pulmonar están cerradas, y las válvulas mitral y tricúspide están abiertas, como recientes, un R3 corresponde a una
se observa en la diástole. desaceleración abrupta del flujo de
entrada a través de la válvula mitral, y
un R4, a un aumento en la rigidez dias-
tólica del ventrículo izquierdo que
disminuye la distensibilidad.25-27
Aorta
Arteria pulmonar
(a los pulmones)
Venas pulmonares
(desde los pulmones)
Vena cava
superior
Válvula
pulmonar AI
Válvula
aórtica
AD
Válvula
mitral
Válvula
tricúspide
VI
VD
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
120
mm Hg
0
Sístole Diástole
Sigue los cambios en las presiones del ventrículo izquierdo y los ruidos durante un ciclo
cardíaco. Observa que R1 y R2 definen la duración de la sístole y la diástole. Los ruidos del
hemicardio derecho se presentan con presiones que por lo general son menores que en
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
el hemicardio izquierdo y, por lo tanto, suelen ser menos audibles. Las explicaciones que
se mencionan a continuación están muy simplificadas, pero mantienen su utilidad clínica.
R1
A medida que la presión del ventrículo La válvula Presión del ventrículo izquierdo
aórtica se abre
izquierdo sigue aumentando, con rapidez Presión aórtica
excede la presión en la aorta y fuerza la apertura
de la válvula aórtica (fig. 9-7). En algunas afec-
ciones, la apertura de la válvula aórtica se
acompaña de un clic protosistólico de expul-
sión (Eclic). Por lo general, la presión
máxima del ventrículo izquierdo corres-
ponde a la presión arterial sistólica.
R1 Eclic
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
R1 Eclic R2 ChA
R1 Ej R2 ChA R3 R4
Sístole Diástole
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
El segundo ruido cardíaco, R2, y sus dos componentes, A2 y P2, se presentan sobre todo
por el cierre de las válvulas aórtica y pulmonar, respectivamente. Durante la inspiración,
el tiempo de llenado de las cavidades derechas aumenta, lo que incrementa el volumen
sistólico del ventrículo derecho y prolonga la duración de la eyección del ventrículo
derecho en comparación con el ventrículo izquierdo adyacente. Ello retrasa el cierre de
la válvula pulmonar, P2, desdoblando el R2 en dos componentes audibles. Durante la espi-
ración, estos dos componentes se fusionan en un único ruido, R2 (fig. 9-12). Observa que
por el menor contenido de músculo liso de las paredes de las venas, el sistema
venoso posee una mayor capacitancia que el sistema arterial y una menor presión sis-
témica. La distensibilidad y la impedencia en el lecho vascular pulmonar contribuyen al
“tiempo de estrangulación” que retrasa el P2.28
A2 P2
R1 R2 R1 R2
INSPIRACIÓN ESPIRACIÓN
F I G U R A 9 - 1 2 . Desdoblamiento del R2
durante la inspiración.
De los dos componentes del R2, A2 suele ser un ruido más fuerte debido a la mayor
presión en la aorta. Se ausculta en la región precordial. En cambio, P2 es relativamente
suave por la presión menor en la arteria pulmonar. Este último se ausculta mejor en su
propio foco, el 2.o y el 3.er espacios intercostales izquierdos, cerca del esternón. Es aquí
donde debes buscar el desdoblamiento de R2.
R1 también tiene dos componentes, un ruido mitral más temprano y otro tricuspídeo más
tardío. El ruido mitral, el componente principal del R1, es mucho más alto, de nuevo debido
a las elevadas presiones en el lado izquierdo del corazón. Puede auscultarse en toda la región
precordial y es más fuerte en la punta del corazón. El componente tricuspídeo más suave
se ausculta mejor en la parte inferior del borde esternal izquierdo; es aquí donde puedes
auscultar el desdoblamiento de R1. Sin embargo, el componente mitral, más temprano y
alto, puede enmascarar el ruido tricuspídeo, por lo cual el desdoblamiento no siempre es
detectable. El desdoblamiento de R1 no varía con la respiración.
Soplos cardíacos
Los soplos cardíacos se diferencian de los ruidos cardíacos por su tono y mayor duración.
Se atribuyen al flujo sanguíneo turbulento y suelen indicar el diagnóstico de una valvu-
lopatía. En ocasiones pueden representar soplos “inocentes”, en especial en adultos jóve-
nes. Una válvula estenótica tiene un orificio valvular inusualmente estrecho que obstruye
el flujo sanguíneo, como en la estenosis aórtica, y causa un soplo característico. Lo mismo
sucede cuando una válvula no cierra por completo, como en la insuficiencia o regurgi-
tación aórtica. Dicha válvula permite el flujo retrógrado de la sangre y genera un soplo
de insuficiencia.
Para identificar los soplos de forma precisa, debes aprender en qué lugar de la pared
torácica se auscultan mejor, su cronología en relación con la sístole o la diástole, y sus
características descriptivas. En el apartado sobre técnicas de exploración aprenderás a
integrar ubicación, cronología, máxima intensidad, dirección de la irradiación, intensi-
dad, tono y calidad del soplo (véanse las pp. 373-399).
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Aórtico Pulmonar
Tricúspide Mitral
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Sistema de conducción
El sistema de conducción eléctrica estimula y coordina la contracción del músculo
cardíaco.
Superior
Posterior
aVR aVL
Derecha Izquierda
V6
Derecha Izquierda
V5
III II
aVF V4
V2 V3
V1
F I G U R A 9 - 1 5 . Derivaciones de F I G U R A 9 - 1 6 . Derivaciones
los miembros: plano frontal. precordiales: plano transversal.
■ Los vectores eléctricos que se aproximan a una derivación causan una deflexión
positiva o ascendente.
■ Los vectores eléctricos que se alejan de una derivación causan una deflexión negativa
o descendente.
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
R
● La pequeña onda P de despolarización auricular (duración de hasta 80 mseg; intervalo PR
de 120-200 mseg)
● El complejo QRS más grande de despolarización ventricular (hasta 100 mseg), se conforma
por uno o más de los siguientes:
● Onda Q. Una deflexión descendente a partir de la despolarización septal.
Q RS Q RS
P T P T
Electrocardiograma
R4 R1 R2 R3 R4 R1 R2 Ruidos cardíacos
Sístole Diástole
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cuando aumenta el retorno venoso hacia el hemicardio derecho. Entre las causas
fisiológicas se encuentran la inspiración y el aumento del volumen sanguí-
neo por los músculos durante el ejercicio. El incremento del volumen sanguíneo
en un VD dilatado por insuficiencia cardíaca también aumenta la precarga. Las cau-
sas de disminución de la precarga del ventrículo derecho incluyen la espiración,
la disminución del gasto ventricular izquierdo y la acumulación de sangre en el
lecho capilar o en el sistema venoso.
Los incrementos patológicos de la precarga y de la poscarga, conocidos como sobre- En la actualidad se prefieren los térmi-
carga de volumen y sobrecarga de presión, respectivamente, ocasionan cambios en la nos insuficiencia cardíaca con fracción de
función ventricular que pueden detectarse de forma clínica. Estos cambios inclu- eyección preservada e insuficiencia car-
yen alteraciones de los impulsos ventriculares detectables mediante palpación, y díaca con fracción de eyección reducida
de los ruidos cardíacos típicos. Además, pueden desarrollarse ruidos y soplos cardía- en vez de “insuficiencia cardíaca conges-
cos patológicos. tiva”, por las diferencias en el trata-
miento.29
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Presión diferencial
80 Presión diastólica
mm Hg
40
Sístole Diástole
Los cambios de cualquiera de estos cuatro factores alteran la presión sistólica, la dias-
tólica o ambas. Los valores de la presión arterial fluctúan de manera considerable
durante las 24 h del día y varían con la actividad física, el estado emocional, el dolor,
el ruido, la temperatura ambiental, el consumo de café, tabaco y otras drogas, e
incluso con la hora del día.
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Los soplos pueden originarse en los grandes vasos sanguíneos y en el corazón. El zumbido
venoso yugular, el cual es frecuente en la infancia, puede escucharse hasta la edad adulta
joven (véanse las pp. 878-879). Un segundo ejemplo, más importante, es el soplo sistólico
cervical, el cual puede ser inocente en la infancia, pero debe orientar a una enfermedad
ateroesclerótica en los adultos.
Anamnesis
● Dolor torácico
● Palpitaciones
● Dificultad para respirar: disnea, ortopnea o disnea paroxística nocturna
● Tumefacción (edema)
● Lipotimia (síncope)
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Dolor torácico. El dolor torácico es una de las quejas más graves de los pacientes, Los síntomas clásicos de dolor, presión
y representa el 1% de las consultas de atención primaria ambulatorias.31 Representa el o molestia en el pecho, hombro,
síntoma más frecuente de cardiopatía coronaria, el cual afecta a más de 15 millones de espalda, cuello o brazo de la angina
estadounidenses de 20 años de edad o mayores.32 En el año 2012, la prevalencia de pecho se observan en el 18% de
de infarto de miocardio alcanzó las 7.6 millones de personas y para angina de los pacientes con infarto de miocar-
pecho hasta los 8.2 millones. La cardiopatía coronaria es la principal causa de muerte dio;32 la descripción de síntomas atípi-
tanto en hombres como en mujeres. En el 2011, la cardiopatía coronaria causó una cos también es frecuente, tales como
de cada siete muertes en Estados Unidos. Las tasas de mortalidad aún son más altas en calambres, bruxismo, dolor punzante
hombres de la población negra y en mujeres blancas en comparación con otros o, rara vez, dolor dental o mandibular.33
grupos poblacionales.
El término síndrome coronario agudo se
Al evaluar los antecedentes del paciente respecto de dolor torácico, siempre debes consi- utiliza cada vez más para describir los
derar trastornos que ponen en riesgo la vida, como angina de pecho, infarto de miocardio, síndromes clínicos causados por isque-
aneurisma aórtico disecante y embolia pulmonar.31,34-36 Aprende a distinguir las causas mia aguda de miocardio, que incluyen
cardiovasculares de los trastornos del pericardio, la tráquea y los bronquios, la pleura angina inestable, infarto de miocar-
parietal, el esófago y la pared torácica, de aquellos de causa extratorácica, en el cuello, el dio sin elevación del segmento ST e
hombro, la vesícula biliar y el estómago. infarto con elevación del segmento ST.32
Las causas de dolor torácico en ausen-
Tanto los hombres como las mujeres con síndrome coronario agudo suelen presentar cia de enfermedad coronaria demos-
los síntomas clásicos de angina de esfuerzo; sin embargo, las mujeres, en particu- tradas mediante angiografía incluyen
lar las mayores de 65 años, son más propensas a mostrar síntomas atípicos que pue- disfunción coronaria microvascular y
den pasar desapercibidos, tales como dolor cervical o mandibular, falta de aire, disnea nocicepción cardíaca anómala, las cua-
nocturna paroxística, náuseas o vómitos, y fatiga, lo que le otorga una especial les requieren pruebas especializadas.
importancia a la realización de una anamnesis meticulosa.37-39 Las consecuencias Alrededor de la mitad de las muje-
directas de no identificar las causas cardíacas de dolor torácico pueden ser mortales. El res con dolor torácico y angiografías
alta inapropiada de la sala de urgencias conduce a una tasa de mortalidad del 25%.40 sin alteraciones presentan disfunción
coronaria microvascular.
Comienza el interrogatorio con preguntas abiertas del tipo: “por favor, hábleme de El dolor torácico en la región anterior,
los síntomas que pueda presentar en el tórax”. Después, profundiza para obtener detalles a menudo lacerante o desgarrante, y
específicos. Pide al paciente que señale dónde le duele y que describa los siete aspectos con irradiación a la espalda o al cuello,
del síntoma. Clarifica: “¿el dolor tiene relación con el esfuerzo?” y “¿qué tipo de activi- se presenta en la disección aórtica
dades desencadenan el dolor?”. Pregunta también “¿qué tan intenso es el dolor, tomando en aguda.36,41
cuenta una escala del 1 al 10?”, “¿irradia al cuello, el hombro o la espalda, o desciende
por el brazo?”, “¿hay algún otro síntoma acompañante, como falta de aire, sudoración,
palpitaciones o náuseas?”, “¿le ha despertado en la noche?”, “¿con qué mejora?”.
Palpitaciones. Las palpitaciones son una percepción desagradable del latido Véase la tabla 9-1, “Algunas frecuen-
cardíaco. Los pacientes utilizan diversos términos para describirlas, tales como vuelco, cias y ritmos cardíacos”, y la tabla 9-2,
aceleración, aleteo o pausa del corazón. Las palpitaciones pueden ser irregulares, “Algunos ritmos irregulares”, para
volverse más lentas o acelerar con rapidez, o pueden surgir de una contracción cardíaca consultar algunas frecuencias y ritmos
muy fuerte. Los pacientes que padecen ansiedad e hipertiroidismo pueden informar cardíacos.
palpitaciones, las cuales no necesariamente se traducen en una cardiopatía. Realiza un ECG si se presentan sínto-
En contraste, las arritmias más graves, como la taquicardia ventricular, no suelen mas o signos de contracción car-
producir palpitaciones. díaca irregular. Esto incluye fibrilación
auricular, la cual ocasiona un pulso
“irregularmente irregular” que suele
identificarse de forma clínica.
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Reformula tus preguntas en caso de ser necesario: “¿Se encuentra consciente de sus lati- Las claves en la anamnesis incluyen
dos en algún momento?”. Solicita al paciente que percuta el ritmo con su mano la ausencia transitoria de latidos y
o un dedo. ¿Es rápido o lento?, ¿regular o irregular?, ¿cuánto tiempo duró? Si se produjo cambios pasajeros (posibles contrac-
un episodio de latidos rápidos, ¿comezó y se detuvo de forma abrupta o gradual? Para ciones prematuras); latidos rápidos y
este conjunto de síntomas está indicado un ECG. regulares de inicio y terminación
abruptos (posible taquicardia supra-
Enseña a ciertos pacientes a realizar mediciones seriadas de su pulso, en caso de que ventricular paroxística); una frecuen-
presenten nuevos episodios. cia rápida y regular < 120 latidos por
minuto, sobre todo si el comienzo y
el final son graduales (posible taqui-
cardia sinusal).
Dificultad para respirar. La dificultad para respirar es una preocupación La disnea súbita se presenta en la
frecuente de los pacientes que indica disnea, ortopnea o DPN. La disnea es una sensación de embolia pulmonar, el neumotórax
incomodidad al respirar que no corresponde con cierto grado de esfuerzo. Es una queja espontáneo y con la ansiedad.
frecuente en las personas con problemas cardíacos o pulmonares.
Véase el capítulo 8, Tórax y pulmones,
pp. 303-342.
La ortopnea es la disnea que se presenta cuando el paciente está en posición supina y La ortopnea y la DPN son consecuen-
mejora cuando se sienta. De forma habitual se mide con el número de almohadas que el cia de la insuficiencia ventricular
paciente utiliza para dormir o por el hecho de que tenga que dormir sentado. Asegú- izquierda y la estenosis mitral,
rate de que el paciente emplee almohadas adicionales o que duerma en posición erguida así como de la enfermedad pulmonar
debido a la dificultad para respirar y que no se deba a otras causas. obstructiva.
La DPN describe los episodios de disnea y ortopnea súbitos que despiertan al paciente, Los episodios de asma nocturna pue-
por lo general 1-2 h después de conciliar el sueño, y que lo obligan a sentarse, pararse den simular la DPN.
o acercarse a una ventana para tomar aire. Puede asociarse con sibilancias y tos. El epi-
sodio suele remitir, pero puede repetirse a la misma hora en noches subsecuentes.
Tumefacción (edema). La tumefacción, o edema, hace referencia a la Las causas suelen ser cardíacas (dis-
acumulación excesiva de líquidos en el espacio intersticial extravascular. El tejido función del ventrículo derecho o
intersticial puede absorber hasta 5 L de líquido y acomodarlo hasta en un 10% de peso izquierdo, hipertensión pulmonar) o
adicional antes de que el edema con fóvea sea evidente.43,44 Las causas pueden pulmonares (enfermedad pulmonar
ser sistémicas o locales. Enfócate en la localización, la cronología y las circunstancias obstructiva),45 aunque también pueden
de la tumefacción, así como en los síntomas asociados. “¿Ha experimentado hinchazón ser nutricionales (hipoalbuminemia) o
en algún sitio del cuerpo?, ¿dónde?, ¿en algún otro sitio? Cuando esto ocurre, ¿es peor en posicionales. El edema dependiente
la mañana o en la noche?, ¿le aprietan los zapatos?”. se localiza en las partes más bajas del
cuerpo: los pies y la porción inferior
de las piernas al estar sentado, o en el
sacro al estar acostado. La anasarca
es el edema generalizado que se
extiende al sacro y el abdomen.
Continúa con: “¿le aprietan los anillos en los dedos?, ¿se despierta con los ojos hinchados Busca hinchazón periorbitaria y ani-
en la mañana?, ¿ha tenido que aflojarse el cinturón?”. También, “¿la ropa le aprieta en la llos apretados (síndrome nefrótico), y
región de la cintura?”. Considera pedir a los pacientes que retienen líquidos que regis- aumento de la cintura (ascitis e insufi-
tren su peso en la mañana, ya que el edema puede no ser evidente hasta que se ciencia hepática).
acumulen varios litros adicionales de líquido.
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Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
● Paso 2. Cálculo del riesgo de enfermedad cardiovascular a 10 años y durante toda la vida
La promoción de la salud para prevenir la enfermedad cardiovascular incluye la detección Véase el análisis sobre la promoción
temprana y la atención de los factores de riesgo importantes, el conocimiento de las del estilo de vida y la modificación de
directrices e intervenciones basadas en la evidencia y la formación de habilidades de entre- los factores de riesgo, p. 358, y el capí-
vista y asesoramiento que fomenten estilos de vida y conductas más saludables. Como tulo 3, Anamnesis y antecedentes
médicos en formación, la tarea será triple: médicos, p. 81, para consultar el análi-
sis sobre la entrevista motivacional.48
1. Comprender la importante información epidemiológica sobre la enfermedad cardio-
vascular y su prevención
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La figura 9-21, en función de los datos disponibles en 2014, muestra que una parte sus-
tancial de la población de Estados Unidos no logró alcanzar la meta de salud cardio-
vascular ideal. Entre los adultos estadounidenses de 20 años o más, la prevalencia
estandarizada por edad de conductas y factores de salud ideales varía ampliamente: un
0.5% con una puntuación de dieta sana, un 31% para el peso, un 45% para la presión
arterial, un 41% para la actividad física, un 47% para el colesterol, un 58% para la glu-
cemia en ayunas, un 76% para la ausencia de tabaquismo o abandono del hábito desde
hace más de 12 meses. La mayoría de los adultos estadounidenses (~ 68%) cumplen dos,
tres o cuatro criterios en niveles ideales de salud cardiovascular. Aproximadamente el
13% de los adultos estadounidenses cumplen cinco o más criterios, el 5% cumplen
seis o más criterios y casi ninguno cubre los siete criterios en niveles ideales.32
Porcentaje
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● Datos del 2013 indican que las tasas de mortalidad por enfermedad cardiovascular
aún son considerablemente más altas en las mujeres de la población negra que en las
blancas, 247 frente a 184 casos por cada 100 000 mujeres, en gran medida debido a las dife-
rencias en los factores de riesgo, como hipertensión, diabetes y obesidad.32 Las tasas de
mortalidad por cardiopatía coronaria también son más altas en las mujeres negras que en
las blancas, 94.7 frente a 75.0 casos por cada 100 000 mujeres.
● Las mujeres de más de 65 años de edad tienen una prevalencia un poco más alta de
hipertensión que los hombres, pero una prevalencia mucho más alta de hipertensión
no controlada. Las mujeres de la población negra tienen la prevalencia más alta de hiper-
tensión (46%) y de hipertensión no controlada. En la actualidad, alrededor de dos terceras
partes de todas las mujeres estadounidenses padecen sobrepeso u obesidad, lo que con-
tribuye a la epidemia de diabetes de tipo 2 y aumenta el riesgo de infarto de miocardio
e ictus.
● Las mujeres representan cerca del 60% de las muertes por ictus en Estados Unidos
y tienen un riesgo más alto durante toda la vida de padecer ictus que los hombres. Este
riesgo aumenta con la edad, y las mujeres tienen una expectativa de vida mayor que
los hombres. Además, tienen muy poco conocimiento de los síntomas de enfermedad
cardíaca e ictus.
● Las mujeres tienen factores de riesgo únicos: embarazo, hormonoterapia, menopausia
temprana y preeclampsia. Son más propensas que los hombres a tener factores de riesgo
como fibrilación auricular, migraña con aura, obesidad y síndrome metabólico. La fibrilación
auricular aumenta cinco veces el riesgo de ictus en las mujeres, a menudo es asintomá-
tica y no se detecta. Por estas razones, un comité de la AHA de expertos en prevención
de ictus señaló la estratificación del riesgo y la anticoagulación apropiada para mujeres
con fibrilación auricular.60
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Riesgo alto
● ≥ 1 alteraciones de riesgo alto, incluyendo cardiopatía coronaria, enfermedad cardiovascu-
lar, arteriopatía periférica, aneurisma aórtico abdominal, diabetes mellitus o enfermedad
renal crónica en etapa terminal
● Riesgo pronosticado a los 10 años > 10%
En riesgo
● ≥ 1 factores de riesgo mayores, entre los que se incluyen el hábito tabáquico, la presión
arterial ≥ 120/80 mm Hg o hipertensión bajo tratamiento, el colesterol total ≥ 200 mg/dL,
las lipoproteínas de alta densidad < 50 mg/dL, o dislipidemia bajo tratamiento, la obesidad,
la mala alimentación, la inactividad física o antecedentes familiares de enfermedad car-
diovascular prematura
● Evidencia de ateroesclerosis subclínica avanzada (p. ej., calcificación coronaria, formación
de placas en la carótida, engrosamiento de la capa íntima-media), síndrome metabólico o
poca capacidad para el ejercicio en una prueba en caminadora
● Enfermedad vascular del colágeno autoinmunitaria sistémica (p. ej., lupus o artritis
reumatoide)
● Antecedentes de preeclampsia, diabetes gestacional o hipertensión gestacional
Salud cardiovascular ideal (todo lo siguiente)
● Colesterol total < 200 mg/dL (sin tratamiento)
● Presión arterial < 120/80 (sin tratamiento)
● Glucemia en ayunas < 100 mg/dL (sin tratamiento)
● Índice de masa corporal < 25 kg/m2
● Ausencia de tabaquismo
● Actividad física con un objetivo de 150 min/semana de intensidad moderada,
≥ 75 min/ semana de intensidad vigorosa o una combinación de ambas
● Dieta saludable
Fuente: Mosca L, Benjamin EJ, Berra K, et al. Effectiveness-based guidelines for the prevention
of CVD in women—2011 update: A guideline from the American Heart Association. Circulation.
2011; 123:1243.
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Hombres Mujeres
Población Población Población Población
blanca negra blanca negra
Enfermedad cardiovascular 36.1% 46.0% 31.9% 48.3%
total
Cardiopatía coronaria 7.8% 7.2% 4.6% 7.0%
Hipertensión 32.9% 44.9% 30.1% 46.1%
Ictus 2.2% 4.2% 2.5% 4.7%
Diabetes (diagnosticada por 7.6% 13.8% 6.1% 14.6%
un médico)
Sobrepeso/obesidad 72.7% 69.4% 61.2% 81.9%
Colesterol 200 mg/dL 39.9% 37.4% 45.9% 40.7%
Hábito tabáquico 21.7% 21.1% 18.7% 15.0%
Actividad física (cubriendo las 57.0% 49.8% 50.0% 34.6%
directrices federales para
actividades aeróbicas de
los Estados Unidos)
Fuente: Mozaffarian D, Benjamin EJ, Go AS, et al. Heart Disease and Stroke Statistics—2016 Update:
A Report From the American Heart Association. Circulation 2016;133:e38; Centers for Disease Control
and Prevention. Prevalence of coronary heart disease—United States, 2006–2010. MMWR Morb
Mortal Wkly Rep. 2011;60:1377.
Frecuencia de
Factor de riesgo valoración Meta
Antecedentes familiares de Actualizar de manera regular
enfermedad cardiovascu-
lar en edad temprana
Hábito tabáquico En cada consulta Dejar de fumar
Dieta poco saludable En cada consulta Mejorar los patrones ali-
menticios en general
Inactividad física En cada consulta 30 min al día de actividad
física de intensidad
moderada
(continúa)
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Frecuencia de
Factor de riesgo valoración Meta
Obesidad, sobre todo En cada consulta IMC 20-25 kg/m2; perímetro
adiposidad central de cintura:
≤ 100 cm en hombres,
≤ 89 cm en mujeres
Hipertensión En cada consulta < 140/90 para adultos
< 60 años de edad o adul-
tos > 60 años con diabe-
tes o enfermedad renal
crónica; < 150/90 para
todos los demás adultos
con > 60 años
Dislipidemias Cada 5 años si el riesgo es Iniciar tratamiento con
bajo. Cada 2 años si el estatinas si reúne los
riesgo es alto requisitos de las directri-
ces de la ACC/AHA
Diabetes Cada 3 años (si es normal) Prevenir/retrasar la diabe-
iniciando a los 45 años tes en aquellas personas
de edad; con mayor fre- con una HbA1c de 5.7-
cuencia a cualquier edad 6.4%
si hay factores de riesgo
Pulso En cada consulta Identificar y tratar la fibrila-
ción auricular
Adaptado de: Goff DC, Jr., Lloyd-Jones DM, Bennett G, et al. 2013 ACC/AHA guideline on the
assessment of cardiovascular risk: a report of the American College of Cardiology/American
Heart Association Task Force on Practice Guidelines. J Am Coll Cardiol. 2014;63(25 Pt B):2935;
Stone NJ, Robinson JG, Lichtenstein AH, et al. 2013 ACC/AHA guideline on the treatment of
blood cholesterol to reduce atherosclerotic cardiovascular risk in adults: a report of the Ameri-
can College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. Circu-
lation. 2014;129:S1; James PA, Oparil S, Carter BL, et al. 2014 evidence-based guideline for the
management of high blood pressure in adults: report from the panel members appointed to the
Eighth Joint National Committee (JNC 8). JAMA. 2014;311:507; Meschia JF, Bushnell C, Boden-Al-
bala B, et al. Guidelines for the primary prevention of stroke: a statement for healthcare profes-
sionals from the American Heart Association/American Stroke Association. Stroke. 2014;45:3754;
Flack JM, Sica DA, Bakris G, et al. Management of high blood pressure in Blacks: an update of the
International Society on Hypertension in Blacks consensus statement. Hypertension. 2010;56:780;
American Diabetes A. Executive summary: Standards of medical care in diabetes—2014. Diabetes
Care. 2014; 37 Suppl 1:S5.
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● http://my.americanheart.org/cvriskcalculator
● http://www.acc.org/tools-and-practice-support/mobile-resources/features/2013-
prevention-guidelines-ascvd-risk-estimator?w_nav=S.
Las estimaciones del riesgo, las cuales incorporan edad, sexo, antecedentes de taba-
quismo, concentraciones de colesterol total y lipoproteínas de alta densidad, presión
arterial sistólica, tratamiento antihipertensivo y diabetes, se basan en el conjunto
de información tomado de estudios poblacionales. Las nuevas calculadoras brindan esti-
maciones específicas por sexo y raza del riesgo de padecer infarto de miocardio por
primera vez, de muerte por cardiopatía coronaria o de ictus mortal o no mortal.
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Fuente: James PA, Oparil S, Carter BL, et al. 2014 evidence-based guideline for the management of
high blood pressure in adults: report from the panel members appointed to the Eighth Joint National
Committee (JNC 8). JAMA. 2014;311:507.
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Los esfuerzos del sector de salud pública como la iniciativa “Million Hearts” han apun-
tado al control de la presión arterial como un paso importante en la reducción de la
morbilidad y la mortalidad por trastornos cardiovasculares.72
Diabetes. La diabetes tiene consecuencias cada vez más devastadoras para la salud
en Estados Unidos y en todo el mundo. El espectacular aumento de la obesidad, junto
con la inactividad física, han provocado una epidemia de diabetes. Los Centers for Disease
Control (CDC) de Estados Unidos estimaron que en el año 2012 la diabetes afectaba
a más del 12% de los adultos estadounidenses, es decir, a cerca de 29 millones de perso-
nas.73 Esta cifra incluye más de 8 millones de adultos sin diagnóstico. La prediabetes
afecta a otros 86 millones de adultos (37% de la población). Se espera que la prevalen-
cia total de diabetes en los Estados Unidos se duplique para el año 2050.
FIGURA 9-22. Tratamiento de la diabetes. Fuente: National Health and Nutrition Examination
Survey (NHANES) 2011–2012 in Go AS, Mozaffarian D, Roger VL, et al. Heart disease and stroke statistics—2014 update: a report
from the American Heart Association. Circulation. 2014;129:e28. Disponible en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24352519.
Visitado el 5 de abril de 2015.
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En el 2014, la ACC/AHA publicó “una guía sobre el tratamiento del colesterol en sangre
para reducir el riesgo cardiovascular de ateroesclerosis en adultos”,61 la cual ofrece reco-
mendaciones basadas en la evidencia sobre el empleo de estatinas para el tratamiento del
colesterol en los grupos de alto riesgo (fig. 9-23). Las personas con enfermedad cardio-
vascular ateroesclerótica incluyen a “las personas con síndrome coronario agudo y
aquellas con antecedentes de infarto de miocardio, angina estable o inestable, revasculari-
zación coronaria o de otra arteria, o ictus, ataque isquémico transitorio o arteriopatía
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Pacientes > 21 años de edad sin insuficiencia cardíaca (New York Heart Association, clase II, III o IV)
o enfermedad renal crónica en estadio terminal (sometidos a hemodiálisis).
Detectar factores de riesgo cardiovascular
Medir colesterol LDL
Enfermedad cardiovascular Diabetes mellitus (tipo 1 o tipo 2), Sin diabetes mellitus, edad
Colesterol ≥ 190 mg/dL
ateroesclerótica clínica edad 40-75 años y colesterol LDL 40-75 años y colesterol
70-189 mg/dL LDL 70-189 mg/dL
Tratamiento intenso Calcular riesgo de enfermedad Calcular riesgo de enfermedad Tratamiento intenso
con estatinas cardiovascular ateroesclerótica cardiovascular ateroesclerótica con estatinas
a 10 años a 10 años
■ Sin embargo, las directrices también mencionan que los médicos y los pacientes
deben tomar decisiones conjuntas, abordando los beneficios y los daños potencia-
les de prescribir estatinas y considerar las preferencias del paciente antes de ini-
ciar el tratamiento. Las directrices enfatizan la importancia de alentar a todos los
pacientes a adherirse a un estilo de vida saludable.
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Fomentar cambios en el estilo de vida y la modificación de los Véase la tabla 4-4, “Obesidad: etapas del
factores de riesgo. Motivar el cambio en la conducta es desafiante, pero es una modelo de cambio y valoración de la
habilidad clínica esencial para la reducción de factores de riesgo. La promoción de la disposición”, p. 142, y el capítulo 8, Tórax
salud cardiovascular es de alta prioridad para el programa Healthy People 2020. Los y pulmones, pp. 303-342, para consultar
objetivos incluyen aumentar la actividad física y reducir la prevalencia de la hipertensión, ejemplos de cómo se puede aplicar este
el tabaquismo y la obesidad; disminuir el consumo de calorías de grasas sólidas y modelo al asesoramiento clínico.
azúcares añadidos, y reducir las muertes por enfermedad cardiovascular.79 El conocido
modelo de Prochaska es una herramienta útil para evaluar la disposición del paciente
para “cambiar” y proporcionarle un asesoramiento diseñado para su nivel de motivación.80
El USPSTF brindó una recomendación de grado B para derivar a los adultos con factores
de riesgo cardiovascular a intervenciones de asesoramiento conductual que fomenten
una dieta saludable y actividad física.81 Las recomendaciones del ACC/AHA sobre los
cambios al estilo de vida abordan la dieta, la actividad física, el peso corporal, evitar el
hábito tabáquico y controlar la hipertensión y la diabetes.82
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Fuente: Eckel RH, Jakicic JM, Ard JD, et al. 2013 AHA/ACC guideline on lifestyle management to
reduce cardiovascular risk: a report of the American College of Cardiology/American Heart Associa-
tion Task Force on Practice Guidelines. Circulation. 2014;129:S76.
Hábito tabáquico. Pregunta a todos los pacientes: “¿Fuma o utiliza productos Véase el análisis sobre la abstinencia
con tabaco?” y después inquiere a los usuarios de tabaco “¿Le gustaría dejar de fumar?”. del hábito tabáquico en el capítulo 8,
Utiliza las “5 A” y las etapas del modelo de cambio descritas en el capítulo 8 para elabo- Tórax y pulmones, pp. 313-315.
rar estrategias para dejar de fumar. Motiva a los pacientes a recurrir a los servicios que
aumentan los porcentajes de abandono del hábito tabáquico, como la National Smoking
Cessation Hotline: 1-800-QUIT NOW (en Estados Unidos). Si el paciente no fuma, pre-
gunta si solía fumar. De ser así, fomenta la abstinencia continua y considera las interven-
ciones para evitar las recaídas en quienes abandonaron de forma reciente el hábito.83
Obesidad: comer saludablemente y perder peso. Comienza con los Véase el análisis sobre peso, nutrición
antecedentes dietéticos para explorar los hábitos alimentarios del paciente; después, y dieta óptimos en el capítulo 4,
señala la importancia de los alimentos bajos en colesterol y grasas totales, sobre todo pp. 114-118.
la de aquellos con menos grasas saturadas y trans. Los alimentos con grasas monoinsa-
turadas y poliinsaturadas, y con ácidos grasos omega 3, que se encuentran en los aceites
de pescado, ayudan a reducir el colesterol sérico. La dieta mediterránea (frutas, verduras,
mariscos, carnes blancas, vino), complementadas con aceite de oliva extravirgen y frutos
secos, ha demostrado reducir los eventos cardiovasculares importantes entre los pacien-
tes en alto riesgo.84 Revisa el recuadro a continuación para consultar una lista de los
alimentos que son fuente de estas grasas saludables y no saludables.
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Fuente: U.S. Department of Agriculture and U.S. Department of Health and Human Services. Dietary
Guidelines for Americans, 2010. Washington, D.C., U.S. Government Printing Office. 7th ed. Disponi-
ble en http://www.health.gov/dietaryguidelines/dga2010/DietaryGuidelines2010.pdf. Visitado el 30
de marzo de 2015.
Menos del 1% de la población de los Estados Unidos cumple la mayoría de las metas de
una dieta saludable para el consumo de frutas, verduras, pescado, sodio, bebidas endul-
zadas con azúcar y granos integrales. Cerca del 35% de los estadounidenses adultos
presentan obesidad (IMC ≥ 30 kg/m2), una epidemia en los Estados Unidos desde
1980.46 El programa Healthy People 2020 se centra en la disminución de las proporcio-
nes de niños y adolescentes obesos, así como del consumo calórico de grasas sólidas y
azúcares añadidos.79
Debes considerar aconsejar al paciente con respecto al peso no saludable. Evalúa el IMC
como se describió en el capítulo 4. Habla sobre los principios de una alimentación salu-
dable. Los pacientes con un alto consumo de grasas son más propensos a acumular grasa
corporal que aquellos con dietas altas en proteínas e hidratos de carbono. Ayuda
al paciente a establecer metas dietéticas y de ejercicio realistas que promuevan hábitos
alimentarios saludables para toda la vida.
■ Para la actividad aeróbica, los adultos deben realizar al menos 150 min (2 h y
30 min) de actividad cardiorrespiratoria moderada o intensa, como caminar a
paso ligero, cada semana.86 Los marcadores que ayudan a los pacientes a identificar
el inicio del metabolismo aerobio incluyen la respiración profunda, la sudoración
cuando la temperatura es baja y que el pulso sea mayor al 60% de la frecuencia
cardíaca máxima normal adecuada a la edad (220 menos la edad de la persona).
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Los adultos inactivos deben iniciar la actividad física de forma gradual hasta alcanzar
las metas recomendadas, a fin de evitar lesiones. Asegúrate de evaluar toda afección pulmo-
nar, cardíaca o musculoesquelética que pueda limitar la capacidad de ejercitarse del paciente.
Técnicas de exploración
Ahora se abordarán las técnicas clásicas para explorar el corazón y los grandes vasos. Es
imprescindible conocer bien la anatomía y la fisiología cardíacas para entender la hemo-
dinamia de este sistema cerrado de flujo anterógrado con bomba. Sin embargo, sólo con la
repetición diligente adquirirás confianza en relación con la precisión de los hallazgos
clínicos.22 Explora a todos los pacientes de forma meticulosa y metódica. La práctica de
la exploración en personas sin alteraciones cardíacas te ayudará a reconocer los casos
cuando los pacientes tengan patologías cardíacas importantes. Es de vital importan-
cia saber qué tan bien estos hallazgos, por sí mismos o junto con otros, predicen la
presencia o ausencia de enfermedades cardíacas. Las “características de la prueba” de los
hallazgos cardíacos, como sensibilidad, especificidad y cocientes de verosimilitud, se
proporcionan cuando corresponda y estén disponibles. Los estudiantes también pueden
referirse a diversos recursos excelentes para consultas de información más detallada.87,88
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Como resumen, después de dejar reposar al paciente durante 5 min en un ambiente tran- Si el brazo se encuentra en un nivel
quilo con los pies en el suelo, escoge un manguito del tamaño correcto y coloca el brazo más elevado, las mediciones de la pre-
(expuesto sin ropa) del paciente a la altura del corazón, bien apoyado sobre una mesa sión sanguínea serán más bajas; por el
si está sentado, o sostenlo a la altura del centro del tórax si está en posición supina o de pie. contrario, si se coloca en un nivel infe-
El corazón por lo general está a nivel del 4.o espacio intercostal en el esternón. Asegúrate rior, las mediciones serán más altas.
de que la cámara del manguito esté centrada sobre la arteria braquial. Infla el manguito
unos 30 mm Hg por encima de la presión a la cual desaparezca el pulso braquial o radial. Cada vez hay más información en la
A medida que desinfles el manguito, escucha primero los ruidos de Korotkoff al menos en literatura médica que documenta
dos latidos cardíacos consecutivos, los cuales indican la presión sistólica. Después, debes la poca confiabilidad de las medicio-
estar atento al momento de desaparición de los latidos cardíacos, lo cual indica la presión nes clínicas de la presión arterial.91-94
diastólica. Para medir la frecuencia cardíaca, palpa el pulso radial utilizando las yemas de La precisión mejora si se utiliza el pro-
los dedos índice y medio, o ausculta el pulso de la punta con el estetoscopio. medio de numerosas mediciones,
sobre todo cuando se utilizan medicio-
nes a partir de sistemas automatiza-
dos en el hogar o ambulatorios, los
cuales son más confiables y precisos,
PRESIÓN VENOSA YUGULAR y tienen una correlación con mejores
desenlaces cardiovasculares que
Y PULSACIONES las mediciones clínicas.
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Arteria carótida
interna
Arteria
carótida
externa
Esternocleidomastoideo
Arteria
carótida
común
Vena yugular externa
Vena
yugular
interna
Vena subclavia
Estudia con cuidado las ilustraciones en la figura 9-25. Observa que, en las tres posicio- Algunos autores informan que en una
nes, el ángulo esternal se encuentra unos 5 cm por encima de la aurícula derecha. En este posición de 30 a 45º, la presión en la
paciente, la presión en la vena yugular interna se encuentra un poco alta. vena yugular interna puede ser 3 cm
más baja que en las mediciones por
catéter de la aurícula derecha.102,103
Altura de la presión
venosa desde el
ángulo esternal
5 cm
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Observa que la altura de la presión venosa, medida con respecto al ángulo esternal, es
la misma en las tres posiciones, pero su capacidad para medir la altura de la columna
de la sangre venosa, o PVY, difiere dependiendo de la posición del paciente. Una PVY
que se mida a más de 3 cm por encima del ángulo esternal, o a más de 8 cm por encima
de la aurícula derecha, se considera alta o anómala.
■ Debes saber que, si el paciente presenta hipovolemia, la PVY estará reducida, de Un paciente con hipovolemia o sep-
modo que tendrás que bajar la cabecera de la cama, en ocasiones incluso hasta 0º, sis debe estar recostado en un plano
para observar mejor el punto de oscilación. horizontal para poder ver las venas
del cuello. En cambio, cuando la PVY
■ De la misa manera, en los pacientes con sobrecarga de volumen, o hipervolemia, está elevada, se puede elevar la cabe-
como la PVY será alta, deberás subir la cabecera de la cama. cera de la cama hasta 60º e incluso 90º
para ubicar el punto de oscilación.
Medición de la PVY. Para ayudarte a aprender las técnicas para esta difícil
parte de la exploración cardíaca, a continuación se presentan los pasos para la valoración
de la PVY.
1. El paciente debe estar cómodo. Eleva ligeramente la cabeza sobre una almohada para relajar
los músculos ECM.
2. Eleva la cabecera de la cama o la camilla hasta unos 30°. Gira la cabeza del paciente ligera-
mente hacia el lado contrario del que estás inspeccionando.
(continúa)
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3. Con iluminación tangencial, explora ambos lados del cuello. Identifica la vena yugular
externa de cada lado y después busca las pulsaciones de la vena yugular interna.
4. De ser necesario, eleva o baja la cabecera de la cama hasta que puedas ver el punto de oscila-
ción, o menisco, de las pulsaciones de la vena yugular interna en la mitad inferior del cuello.
5. Enfócate en la vena yugular interna derecha. Busca las pulsaciones en la escotadura
supraesternal, entre las inserciones del músculo esternocleidomastoideo en el esternón y
en la clavícula, o justo detrás de este músculo. Distingue las pulsaciones de la vena yugular
interna de aquellas de la arteria carótida (véase el recuadro a continuación).
6. Identifica el punto más alto de pulsación de la vena yugular derecha. Extiende de forma
horizontal un objeto rectangular largo o una tarjeta desde este punto y coloca en vertical
una regla (en cm) desde el ángulo esternal, marcando un ángulo recto perfecto. Mide la
distancia vertical (en cm) sobre el ángulo esternal, donde el objeto horizontal toca la regla,
y a esta distancia súmale 5 cm, la distancia desde el ángulo esternal hasta el centro de la
aurícula derecha. Esta suma es la PVY.
Es difícil establecer las verdaderas líneas verticales y horizontales para determinar la La PVY elevada tiene una alta correla-
PVY. Coloca la regla (en el cm 0) en el ángulo esternal y en línea con algún eje vertical en ción con la insuficiencia cardíaca
la habitación. A continuación, coloca una tarjeta u otro objeto rectangular en perfecto tanto aguda como crónica.102,104-110
ángulo recto con la regla (fig. 9-26), la cual será tu línea horizontal. Muévela hacia arriba También se observa en la estenosis tri-
o abajo (permanece horizontal), de manera que el extremo inferior descanse sobre cuspídea, la hipertensión pulmonar
las pulsaciones yugulares y lee la distancia vertical en la regla. El valor de la medición se crónica, la obstrucción de la vena cava
redondea al centímetro más próximo. superior, el taponamiento cardíaco y la
pericarditis constrictiva.111-113
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La PVY medida a más de 3 cm por encima del ángulo esternal, o más de 8 cm en Una PVY elevada tiene una especifici-
total de distancia por encima de la aurícula derecha, se considera elevada por encima dad > 95% para un aumento en la pre-
de lo normal. sión telediastólica del ventrículo
izquierdo y una baja fracción de eyec-
ción de ese ventrículo, aunque su
El punto de pulsaciones venosas más elevado puede encontrarse por debajo del nivel del papel como factor pronóstico de hos-
ángulo esternal. En estas circunstancias, la presión venosa no se encuentra elevada y rara pitalización o muerte por insuficiencia
vez necesita medirse. cardíaca no es tan claro.102,114
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a
a
x
R1 R2 R1
AD AD AD AD
FIGURA 9-27. Pulsaciones de la vena yugular. (Adaptado con permiso de Douglas G, Nicol F,
Robertson C. Macleod’s Clinical Examination, 13th ed. London: Elsevier, 2013.)
■ Para recordar estos tres picos de una manera simplificada, piensa en: a de contrac-
ción auricular, c de transmisión carotídea (aunque puede representar el cierre de
la válvula tricúspide), y v de llenado venoso.102 A simple vista, x y y son los sucesos
más evidentes en el ciclo de contracción, relajación, llenado y vaciado auricular,
seguido por la contracción auricular. De los dos, el colapso súbito de la onda x des-
cendente en telesístole es el más prominente, mismo que ocurre antes de R2. La
onda y descendente se presenta después de R2 en protodiástole.
Observa la amplitud y la cronología de las pulsaciones venosas yugulares. Para cronometrar Las ondas a inusualmente prominentes
estas pulsaciones, palpa la arteria carótida izquierda con el dedo pulgar derecho o aus- aparecen en la resistencia aumentada a
culta de manera simultánea el corazón. La onda a precede a R1 y al pulso carotídeo, la contracción de la aurícula derecha,
la onda x descendente puede observarse como un colapso sistólico, la onda v práctica- como en la estenosis tricuspídea; tam-
mente coincide con R2 y la onda y descendente comienza en protodiástole. Busca ondas bién se presentan en el bloqueo auricu-
ausentes o muy prominentes. loventricular de 1.o, 2.o y 3.er grado, en
la taquicardia supraventricular, en los
ritmos de la unión, en la hipertensión
pulmonar y en la estenosis pulmonar.
En la fibrilación auricular no hay
ondas a.
En la insuficiencia tricaspídea, los
defectos del tabique interauricular y la
pericarditis constrictiva se observan
ondas v grandes.
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PULSO CAROTÍDEO
Después de medir la PVY, continúa con la exploración del pulso carotídeo, incluida la Para consultar los ritmos irregulares,
pulsación carotídea, su amplitud y contorno, o la presencia o ausencia de frémitos o soplos. véase la tabla 9-1, “Algunas frecuen-
El pulso carotídeo proporciona información valiosa sobre la función cardíaca, sobre todo cias y ritmos cardíacos”, p. 400, y la
en relación con estenosis e insuficiencia valvular. tabla 9-2, “Algunos ritmos irregulares”,
p. 401.
Para evaluar la amplitud y el contorno, el paciente debe recostarse con la cabecera de la Una arteria carótida tortuosa y aco-
cama elevada cerca de 30°. Primero inspecciona el cuello en busca de pulsaciones carotí- dada puede producir una prominen-
deas, mismas que a menudo son visibles justo medial a los músculos esternocleidomas- cia pulsátil unilateral.
toideos. Luego, coloca los dedos índice y medio (fig. 9-28) o el pulgar izquierdo (fig. 9-29)
en la arteria carótida derecha, en el tercio inferior del cuello, y palpa las pulsaciones.
Presiona justo por dentro del borde medial del músculo esternocleidomastoideo bien
relajado, aproximadamente a la altura del cartílago cricoides. Evita presionar el seno La presión en el seno carotídeo puede
carotídeo, el cual se encuentra a nivel de la parte superior del cartílago tiroides. Para pal- causar bradicardia refleja o una dismi-
par la arteria carótida izquierda, utiliza los dedos de la mano derecha o el pulgar de la nución en la presión arterial.
contraria. Jamás presiones las dos arterias carótidas al mismo tiempo. Esto puede
reducir el flujo sanguíneo al cerebro e inducir síncope.
Aumenta lentamente la presión hasta que palpes la pulsación máxima y luego disminuye Véase la tabla 9-3, “Anomalías de las
la presión hasta que palpes bien la presión y el contorno arteriales. Evalúa las caracterís- ondas de pulso y de la presión arteria-
ticas del pulso que se mencionan a continuación. les”, p. 402.
● Amplitud del pulso. Se correlaciona muy bien con la presión de pulso. El pulso carotídeo es pequeño, filiforme
o débil en el shock cardiogénico; el
pulso es saltón en la insuficiencia aór-
tica (véase la p. 411).
● Contorno de la onda del pulso (la velocidad del ascenso del pulso, la duración de su cima y la El ascenso del pulso carotídeo está
velocidad de su descenso). Lo habitual es que el ascenso sea súbito. Es suave, rápido e inme- retrasado en la estenosis aórtica.
diato tras R1. La cima es lisa, redonda y prácticamente mesosistólica. El descenso es menos
abrupto que el ascenso.
(continúa)
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● Cualquier variación de amplitud, ya sea de un latido a otro, o con la respiración. El pulso alternante y el pulso bigémino
varían latido a latido; el pulso paradó-
jico, que varía con la respiración, se
describe más adelante.
● Cronología de la pulsación carotídea en relación con R1 y R2. Recuerda que la pulsación carotí-
dea habitual sigue a R1 y precede a R2. Esta relación es muy útil para reconocer de manera
adecuada R1 y R2, en particular cuando la frecuencia cardíaca está acelerada y la duración de
la diástole (suele durar más que la sístole) se acorta y es similar a la duración de la sístole.
Pulso alternante. En el pulso alternante, el ritmo del pulso se mantiene regular, Los ruidos de Korotkoff alternantes
pero la fuerza del pulso arterial cambia debido a las contracciones ventriculares que fuertes y tenues, o la duplicación
alternan de fuertes a débiles. El pulso alternante casi siempre indica una disfunción repentina de la frecuencia cardíaca
grave del ventrículo izquierdo. Suele palparse mejor aplicando una ligera presión sobre aparente a medida que disminuye la
las arterias radial o femoral. Utiliza un esfigmomanómetro para confirmar el hallazgo. presión del manguito, indican un
Después de subir la presión del manguito, bájala con lentitud hasta el valor sistólico. pulso alternante (véase la p. 402).
Los ruidos de Korotkoff iniciales son latidos fuertes. En la medida que vayas desinflando Este hallazgo puede acentuarse con el
el manguito, escucharás los ruidos más tenues de los latidos débiles alternantes, los que paciente en posición erguida.
finalmente desaparecerán, causando que los ruidos de Korotkoff restantes se dupliquen.
Pulso paradójico. Consiste en una disminución de la presión sistólica mayor de La presión a la cual se escuchan los rui-
lo normal durante la inspiración. Si el pulso varía de amplitud con la respiración o dos de Korotkoff por primera vez es la
sospechas un taponamiento pericárdico (por distensión venosa, disnea, taquicardia, presión sistólica más alta durante el ciclo
ruidos cardíacos velados e hipotensión), utiliza un esfigmomanómetro para explorar el respiratorio. La presión a la cual se escu-
pulso paradójico. A medida que el paciente respira con tranquilidad, disminuye la presión chan los ruidos durante todo el ciclo es
hasta el nivel sistólico. Observa el nivel de presión con el cual se oyen los primeros la presión sistólica más baja. Una dife-
ruidos. Luego disminuye con lentitud la presión hasta que puedan oírse los ruidos durante rencia entre estos valores ≥ 10 mm Hg
el ciclo respiratorio. Percibe de nuevo la presión. La diferencia entre estos dos valores constituye un pulso paradójico,
hallado con mayor frecuencia en el asma
no suele ser mayor de 3-4 mm Hg.
aguda y la enfermedad pulmonar obs-
tructiva crónica (véase la p. 402). También
ocurre en el tamponamiento pericárdico
y a veces en la pericarditis constrictiva y
la embolia pulmonar aguda.
Frémitos y soplos de la arteria carótida. Cuando se palpa la arteria Los frémitos en la estenosis aórtica se
carótida, pueden detectarse vibraciones sonoras, o frémitos, similares a las vibraciones transmiten a las arterias carótidas
vocales que hace un gato cuando ronronea. Procede con la auscultación. desde la escotadura esternal o el
segundo espacio intercostal izquierdo.
Ausculta ambas arterias carótidas para escuchar un soplo, un sonido similar a un murmu- Aunque por lo general son causados por
llo que surge por el flujo arterial turbulento. Pide al paciente que deje de respirar durante una estenosis ateroesclerótica de la luz
cerca de 15 seg y escucha con el diafragma del estetoscopio, que en general detecta los rui- arterial, los soplos también pueden pro-
dos de frecuencia más alta de los soplos arteriales mejor que la campana.115 Ten en cuenta ceder de una arteria carótida tortuosa,
que, en las estenosis de mayor grado, los ruidos pueden ser de una frecuencia más baja o de un trastorno en la arteria carótida
incluso estar ausentes, lo cual se detecta mejor con la campana. Coloca el diafragma cerca externa, de una estenosis aórtica, de la
del extremo superior del cartílago tiroideo, por debajo del ángulo mandibular, el área hipervascularidad por hipertiroidismo
donde la arteria carótida común se bifurca para formar las arterias carótida externa e y de la compresión externa causada
interna. En este sitio es menos probable que un soplo se confunda con un soplo cardíaco por el síndrome del estrecho torácico.
transmitido o con soplos de las arterias subclavia o vertebral. Los soplos no se correlacionan con una
enfermedad subyacente clínicamente
importante.116-118
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Busca soplos en los pacientes de edad avanzada y en aquellos en quienes se sospecha La estenosis de la arteria causa cerca
enfermedad vascular cerebral. del 10% de los ictus isquémicos y
duplica el riesgo de cardiopatía coro-
Debido a que la auscultación tiene una baja sensibilidad y especificidad para la detección naria.119-121 La prevalencia de estenosis
de enfermedad carotídea asintomática (46-77% y 71-98%) y que hay altas tasas de resul- carotídea asintomática en Estados Uni-
tados falsos positivos mediante ultrasonido, el USPSTF recomienda las pruebas de dos es cercana al 1% para estenosis
detección precoz de rutina.124 Considera realizar una evaluación más meticulosa en los que ocluyen el 75-90% de la luz de la
grupos de alto riesgo.125-128 arteria, y aumenta de forma considera-
ble con la edad.119,122,123 El riesgo a
5 años de padecer un ictus homolateral
por estenosis asintomáticas mayores
del 70% asciende a ~ 5%.
CORAZÓN
Posición del paciente. Para la exploración cardíaca, colócate en el
lado derecho de la cama del paciente. El paciente debe estar en decúbito supino, con la
parte superior del cuerpo y la cabeza o la cabecera de la cama elevados unos 30º. Para
evaluar el PMI y los ruidos cardíacos adicionales o accesorios (p. ej., R3 y R4), pide
al paciente que gire hacia su lado izquierdo, lo que se denomina posición en decúbito
lateral izquierdo, ya que esto acerca la punta ventricular a la pared torácica. Para
acercar el cono arterial del ventrículo izquierdo a la pared torácica y auscultar mejor
la insuficiencia aórtica, pide al paciente que se siente, se incline hacia adelante y
exhale. El recuadro en la página siguiente resume las posiciones del paciente y la
secuencia sugerida para la exploración.
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R1 R2 R1 R2
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La intensidad relativa de los ruidos también puede ayudar. R1 suele escucharse más
fuerte que R2 en la punta; R2 suele escucharse más fuerte que R1 en la base.
Las intensidades de R1 y R2 a veces pueden ser inusuales, o la duración de la diástole puede Por ejemplo, R1 está disminuido en el
acortarse con una frecuencia cardíaca acelerada, lo que hace más difícil distinguir la sístole bloqueo cardíaco de primer grado, y
de la diástole. La palpación de la arteria carótida durante la auscultación es un apoyo R2 en la estenosis aórtica.
invaluable para distinguir el momento de aparición de los ruidos y los soplos. Como
la pulsación aórtica siempre se presenta en la sístole justo después de R1, los ruidos
o soplos que coincidan con la pulsación son sistólicos; los ruidos o soplos después de la
pulsación carotídea son diastólicos.
Inspección
La inspección meticulosa de la cara anterior del tórax puede mostrar la localización de la
pulsación apical o PMI, o con menor frecuencia los movimientos ventriculares de R3 o R4
en el lado izquierdo. Estos movimientos son más visibles con una luz tangencial de un
extremo a otro de la pared torácica sobre el ápice cardíaco. Considera caracterizar un poco
más estos movimientos mientras procedes con la palpación. Ten en mente la anatomía
superficial del corazón que se ilustra en la figura 9-32.
2.o espacio
intercostal
derecho:
área aórtica
2.o espacio intercostal
izquierdo: área pulmonar
Área ventricular
Epigástrica izquierda: punta
(subxifoidea)
Palpación
Comienza con la palpación general de la pared torácica. En las mujeres, manteniendo el
tórax cubierto, levanta con cuidado la mama con la mano izquierda o pide a la mujer que
lo haga para ayudarte.
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■ Para palpar los impulsos y las elevaciones, utiliza la palma o las yemas de los dedos en
posición plana oblicua contra el tórax. Los impulsos y las elevaciones son sensacio-
nes que elevan tus dedos de forma rítmica y que suelen producirse por un aumento
de tamaño del ventrículo o la aurícula derechos o izquierdos, y en ocasiones por
aneurismas ventriculares.
■ Para los frémitos, presiona con firmeza con la eminencia tenar (la zona carnosa de La presencia de un frémito cambia la
la palma de la mano cerca de la muñeca) sobre el tórax para comprobar si se perciben clasificación del soplo, como se des-
zumbidos o vibraciones debidos al flujo turbulento subyacente. Si es así, ausculta cribe en la p. 396.
esa zona en busca de soplos. Por otro lado, cuando se detecta un soplo, los frémitos
se palpan mejor con el paciente en una posición en la cual se acentúe el soplo, como
inclinado hacia delante después de identificar una insuficiencia aórtica.
■ Palpa los impulsos del VD en el foco ventricular derecho, por lo general en el borde La palpación es menos útil en los
esternal izquierdo y en el área subxifoidea (véase la p. 375). pacientes con una pared torácica
engrosada o con un mayor diáme-
■ Para palpar R1 y R2, emplea una presión firme con la mano derecha sobre la pared tro AP.
torácica. Con los dedos índice y medio izquierdos, palpa la arteria carótida derecha
para identificar el R1 y R2 justo antes de la pulsación. Con la práctica podrás tener
éxito al palpar el R1 y R2. Para detectar el R3 y R4, presiona con cuidado en el ápice
cardíaco para detectar la presencia de cualquier movimiento adicional.
Si no puedes identificar el latido de la punta con el paciente en decúbito supino, pide que El latido de la punta sólo se palpa en
gire un poco hacia la izquierda para colocarse en decúbito lateral izquierdo. Palpa de nuevo un 25-40% de los adultos en decúbito
con la cara palmar de varios dedos (fig. 9-33). Si no encuentras el latido de la punta, pide supino y en un 50-73% de los adultos
al paciente que exhale profundamente y deje de respirar durante algunos segundos. en decúbito lateral izquierdo, sobre
Cuando explores a una mujer, puede ser útil desplazar la mama izquierda hacia arriba o todo si tienen complexión del-
hacia un lado en la medida que se necesite, o pide a la paciente que lo haga. gada.129,130 La obesidad, una pared
torácica musculosa o un diámetro AP
aumentado en el tórax pueden difi-
cultar su detección.
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Una vez localizado el latido de la punta, debes hacer una evaluación más fina con las
yemas de los dedos y luego con un solo dedo (fig. 9-34). Con la experiencia aprenderás a
palpar el latido de la punta en la mayoría de los pacientes.
Ahora evalúa la localización, el diámetro, la amplitud y la duración del latido de la punta. Véase la tabla 9-4 , “Variaciones y ano-
Puede ser útil que el paciente inhale y exhale, y que se detenga un poco para comprobar malías de los impulsos ventriculares”,
tus hallazgos. p. 403 para consultar las así como para
saber caracterizar el PMI como percu-
sivo, mantenido o difuso.
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■ Diámetro. Palpa el diámetro del latido de la punta. Con el paciente en decúbito su- En decúbito lateral izquierdo, un PMI
pino suele medir menos de 2.5 cm (aproximadamente el tamaño de una moneda de difuso con un diámetro > 3 cm indica
25 centavos estadounidense) y ocupa sólo un espacio intercostal. Puede parecer un aumento de tamaño del ventrículo
mayor en el decúbito lateral izquierdo. izquierdo;131 un diámetro > 4 cm
aumenta casi 5 veces la probabilidad
de una sobrecarga ventricular
izquierda.129
■ Amplitud. Estima la amplitud del impulso. ¿El PMI es enérgico y percusivo, difuso o Un impulso hipercinético con ampli-
sostenido? Estos son tres rasgos importantes a evaluar en la práctica clínica. La amplitud tud alta puede reflejar hipertiroi-
suele ser pequeña y se siente como un latido enérgico y percusivo (fig. 9-36). Algunas dismo, anemia grave, sobrecarga de
personas jóvenes tienen un impulso de mayor amplitud o hipercinético, en especial presión del ventrículo izquierdo (por
cuando están emocionados o después del ejercicio; sin embargo, su duración es normal. hipertensión o estenosis aórtica) o
sobrecarga de volumen del ventrículo
izquierdo (por insuficiencia aórtica).
R1 R2 R1 R2
Normal Hipercinético
■ Duración. La duración es la característica más útil del latido de la punta para identi- Un latido mantenido y de gran ampli-
ficar la hipertrofia del ventrículo izquierdo. Para evaluar la duración, ausculta los tud aumenta de forma considerable
ruidos cardíacos mientras palpas el latido de la punta, o vigila el movimiento de tu la probabilidad de padecer hipertrofia
estetoscopio al auscultar la punta. Calcula la proporción de la sístole ocupada por el del ventrículo izquierdo por la sobre-
latido de la punta. De forma normal ocupa los primeros dos tercios, o a menudo carga de presión que se observa en la
menos, pero no continúa hasta el segundo ruido cardíaco (figs. 9-37 y 9-38). hipertensión.131 Si este impulso está
desplazado lateralmente, considera
una sobrecarga de volumen.
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R1 R2 R1 R2
R1 R2
Normal Mantenido
Hipocinético
F I G U R A 9 - 3 7 . Duración del PMI:
normal y mantenido. F I G U R A 9 - 3 8 . PMI mantenido e
hipocinético de la miocardiopatía
dilatada.
Se observa un impulso difuso mante-
nido de baja amplitud (hipocinético)
en la insuficiencia cardíaca y en la car-
diomiopatía dilatada.
R3 y R4 palpables. Mediante inspección y palpación puedes detectar los movi- Un breve impulso protodiastólico a
mientos ventriculares protodiastólicos y telediastólicos que son sincrónicos con el tercer mesodiastólico representa un R3 pal-
y cuarto ruidos cardíacos patológicos. En el caso de los impulsos ventriculares izquier- pable; un impulso justo antes de R1
dos, palpa con cuidado el latido de la punta con un dedo. El paciente debe estar de forma denota un R4 palpable.
parcial sobre el lado izquierdo, exhalar y dejar de respirar un momento. Si se marca con
una “X” sobre la punta, puedes palpar estos movimientos diastólicos breves hacia afuera.
Área ventricular derecha: el borde esternal izquierdo en los Un movimiento paraesternal izquierdo
espacios intercostales 3.o, 4.o y 5.o. Con el paciente en decúbito supino mantenido que comienza en R1 es indi-
con la cabecera elevada 30°, pide que exhale y deje de respirar por un momento, y coloca cativo de una sobrecarga de presión
las yemas de los dedos (en posición curvada) en los espacios intercostales 3.o, 4.o y 5.o por hipertensión pulmonar y estenosis
para palpar el impulso sistólico del VD (fig. 9-39). Si hay un impulso palpable, evalúa pulmonar, o la sobrecarga de volumen
su localización, amplitud y duración. En personas delgadas podrás detectar una ventricular crónica por un defecto en el
percusión sistólica breve, en especial cuando el volumen sistólico está aumentado por tabique interauricular. Se puede obser-
var un movimiento mantenido en tele-
estados como la ansiedad.
sístole en la insuficiencia mitral.
En ocasiones pueden palparse los movimientos diastólicos de R3 y R4 del lado derecho, los
cuales pueden encontrarse en el 4.o y el 5.o espacios intercostales izquierdos. Mide su
duración mediante auscultación o palpación de la pulsación carotídea.
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En personas con diámetro AP aumentado, pide al paciente que inhale y deje de respirar por En la enfermedad pulmonar obstruc-
un momento. Palpa el VD en el área epigástrica o subxifoidea. Con la mano extendida, pre- tiva, el pulmón hiperinsuflado puede
siona con el dedo índice justo por debajo la caja torácica, en dirección al hombro izquierdo, impedir la palpación de un VD con
y trata de palpar las pulsaciones del ventrículo derecho (fig. 9-40). La inspiración aleja hipertrofia en la región paraesternal
tu mano de las pulsaciones de la aorta abdominal, que podrían confundir los hallazgos. izquierda. El impulso se palpa con
facilidad en la parte alta del epigas-
trio, donde los ruidos cardíacos suelen
auscultarse mejor.
Foco pulmonar: 2.o espacio intercostal izquierdo. Este espacio Una pulsación prominente en este
intercostal se superpone a la arteria pulmonar. Mientras el paciente sostiene la lugar suele acompañar a una dilata-
espiración, inspecciona y palpa las pulsaciones de la arteria pulmonar y los ruidos ción o a un aumento de flujo en la arte-
cardíacos transmitidos, en especial si el paciente está excitado o acaba de hacer ejercicio. ria pulmonar. Un R2 palpable indica un
incremento de la presión en la arteria
pulmonar por hipertensión pulmonar.
Foco epigástro: 2.o espacio intercostal derecho. Este espacio Una pulsación en este sitio
intercostal se superpone al conducto de salida de la aorta. Busca pulsaciones y ruidos sugiere una aorta dilatada o un
cardíacos palpables. aneurisma de la aorta. Un R2 palpable
puede deberse a hipertensión sistémica.
PERCUSIÓN
La palpación ha reemplazado a la percusión en relación con la estimación del tamaño del Un corazón con insuficiencia y muy
corazón. Si no se palpa el latido de la punta, puede que la única opción disponible sea la dilatado puede tener un latido de la
percusión, aunque tiene una correlación limitada con los bordes del corazón. Comienza punta hipocinético y muy desplazado
a percutir el hemitórax izquierdo, desde una zona de resonancia hasta la matidez car- a la izquierda. Un gran derrame peri-
díaca en los espacios intercostales 3.o, 4.o, 5.o y posiblemente 6.o. cárdico puede hacer que el latido sea
indetectable.
AUSCULTACIÓN
La auscultación de los ruidos y los soplos cardíacos es una habilidad importante que
conduce de manera directa a diversos diagnósticos clínicos. El ACC y la AHA consideran
que la auscultación cardíaca es “el método más utilizado para la detección de las
valvulopatías”.132 Revisa los seis focos auscultatorios en la figura 9-41, con las siguientes
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reservas: (1) muchos expertos desaconsejan utilizar nombres como “foco aórtico”, porque Los ruidos y soplos cardíacos que se
los soplos pueden auscultarse mejor en otras regiones, y (2) estos focos no siempre sirven originan en las cuatro válvulas se irra-
para los pacientes con dilatación o hipertrofia cardíaca, anomalías de los grandes vasos dian de forma amplia, como se ilustra
o dextrocardia. en la figura 9-42. Utiliza la localización
anatómica en vez del área valvular
2.º espacio intercostal
para describir tus hallazgos.
derecho: foco aórtico
2.º espacio intercostal
izquierdo: foco pulmonar
Aórtico Pulmonar
Borde esternal
inferior izquierdo:
foco trucúspídeo
Tricuspídeo Mitral
Durante la exploración, toma tu tiempo en cada uno de los seis focos de auscultación.
Concéntrate en las fases del ciclo cardíaco, escucha de forma cuidadosa el R1, después el
R2, y posteriormente otros ruidos y soplos que se presenten en la sístole y la diástole. En
las páginas siguientes se describen las técnicas para la evaluación de estos fenómenos.
Conoce tu estetoscopio. Es importante entender los usos del diafragma y de Se dispone de una amplia variedad de
la campana. estetoscopios. Infórmate sobre los
diversos tipos antes de comprar este
■ Diafragma. El diafragma permite auscultar mejor el tono relativamente alto de R1 costoso instrumento. Algunos son
y R2, los soplos de las insuficiencias aórtica y mitral, y los roces pericárdicos. “sintonizables” y permiten variar la
Ausculta toda la región precordial con el diafragma, presionando con firmeza sobre presión del diafragma para alterar las
características acústicas, otros son
el tórax.
electrónicos y pueden amplificar e
incluso registrar digitalmente los
■ Campana. La campana es más sensible al tono bajo de R3 y R4, y al soplo de la fenómenos auscultatorios.
estenosis mitral. Coloca con cuidado la campana, sólo con la presión suficiente para
producir un sello hermético de aire a su alrededor. Utilízala en la punta y desplázala
medialmente por el borde esternal inferior. Para mantener una presión suave, puedes
apoyar la eminencia tenar en el tórax como una palanca.
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Dos maniobras importantes. Para los pacientes nuevos o para aquellos que
necesiten una exploración cardíaca completa, emplea dos maniobras adicionales para
mejorar la detección de la estenosis mitral y de la insuficiencia aórtica.
■ Estenosis mitral. Pide al paciente que gire a una posición de decúbito lateral izquierdo, lo
cual aproximará el ventrículo izquierdo a la pared torácica. Coloca la campana de tu
estetoscopio con suavidad sobre el latido de la punta (fig. 9-43).
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■ Insuficiencia aórtica. Pide al paciente que se siente, se incline hacia delante, exhale por A menos que auscultes en esta
completo y deje de respirar por un momento después de la espiración. Presiona el dia- posición, es fácil pasar por alto el
fragma de tu estetoscopio en el tórax y ausculta el borde esternal izquierdo y la suave soplo diastólico decreciente
punta, pausando periódicamente para que el paciente pueda respirar (fig. 9-44). de la insuficiencia aórtica.
■ Podrás darte cuenta de que R2 se ausculta mejor que R1 en la base, y que puede
desdoblarse con la respiración. R1 suele auscultarse mejor que R2 en la punta, a
menos que el intervalo PR esté aumentado.
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Ruidos auscultatorios
Ruidos diastólicos Por ejemplo, R3, R4 o un chasquido de apertura. Véase la tabla 9-8, “Ruidos cardíacos
adicionales Observa su localización, cronología, intensidad y tono, y las adicionales en diástole”, p. 407.
variaciones en relación con la respiración. Un R3 o un R4 suele
ser un hallazgo frecuente en los deportistas.
Soplos sistólicos y Los soplos se diferencian de R1 y R2 por su mayor duración. Véase la tabla 9-9, “Soplos
diastólicos mesosistólicos”, pp. 409-409; la tabla
9-10, “Soplos pansistólicos
(holosistólicos)”, p.410; y la tabla 9-11,
“Soplos diastólicos”, p. 411.
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Cronología. Primero debes distinguir si estás auscultando un soplo sistólico, entre R1 Los soplos diastólicos suelen repre-
y R2, o un soplo diastólico, entre R2 y R1. Palpar el pulso carotídeo te ayudará a determinar sentar una valvulopatía. Los soplos
la cronología. Los soplos que coinciden con la pulsación carotídea son sistólicos. sistólicos pueden indicar valvulopa-
tías, pero también pueden ser soplos
fisiológicos que se presentan con vál-
vulas cardíacas normales.
Los soplos detectados durante
Soplos sistólicos el embarazo deben evaluarse de
inmediato por los posibles riesgos
Los soplos sistólicos suelen ser mesosistólicos o pansistólicos. Los soplos mesostólicos pue- que representan para la madre y el
den ser soplos funcionales, los cuales por lo general son soplos mesosistólicos breves que dismi- feto, en especial si se deben a esteno-
nuyen su intensidad con maniobras que reducen el volumen del ventrículo izquierdo, como sis aórtica o hipertensión pulmonar.154
la posición de pie o sentada, o el esfuerzo durante la maniobra de Valsalva. A menudo se aus-
cultan en pacientes sanos y no son patológicos. Los soplos protosistólcos no son frecuentes y
no se describen a continuación.
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Soplos diastólicos
Soplos continuos
Sístole Diástole Soplo continuo: comienza en sístole y Los conductos arteriosos persistentes
perdura durante toda la diástole o parte de congénitos y las fístulas AV, frecuentes
ella (aunque no es necesariamente en los pacientes en diálisis, generan
uniforme a lo largo del soplo).140 soplos continuos que no tienen un ori-
gen valvular. Los zumbidos venosos y
R1 R2 R1 los roces pericárdicos también tienen
componentes tanto sistólicos como
diastólicos. Véase la tabla 9-12, “Ruidos
cardiovasculares con componente sis-
tólico y diastólico”, p. 412.
R1 R2 R1
(continúa)
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R1 R2 R1
Lugar de máxima intensidad. Se determina por el sitio donde se origina el Por ejemplo, un soplo que se ausculte
soplo. Localízalo explorando la zona donde escuches el soplo. Describe en qué espacio mejor en el 2.º espacio intercostal
intercostal se ausculta mejor y su relación con el esternón, la punta o las líneas mediaester- derecho a menudo se origina en la
nal, clavicular media o cualquiera de las axilares. válvula aórtica o cerca de ella.
Irradiación o transmisión desde el punto de máxima intensi- El soplo de la estenosis aórtica suele
dad. Refleja no sólo el punto de origen sino también la intensidad del soplo, la direc- irradiarse al cuello, en la dirección del
ción del flujo sanguíneo y una buena conducción en el tórax. Explora la zona alrededor flujo arterial, en especial en el lado
del soplo y determina en qué otro lugar puedes auscultarlo. derecho. En la insuficiencia mitral, el
soplo a menudo irradia hacia la axila,
lo que indica el papel de la conduc-
ción ósea.141,160
Intensidad. Suele calificarse sobre una escala de 6 puntos y expresarse como Un mismo grado de turbulencia oca-
fracción. El numerador describe la intensidad del soplo en el lugar donde se ausculta sionaría un soplo más fuerte en una
con mayor nitidez; el denominador indica la escala que se está utilizando. La inten- persona delgada que en una muy
sidad depende del grosor de la pared torácica y de la presencia de tejido intermedio. musculosa u obesa. Los pulmones
enfisematosos pueden disminuir la
intensidad de los soplos.
Clasifica los soplos de acuerdo con la siguiente escala de 6 puntos (sistema de grada- Para consultar las maniobras, véase
ción de Levine).161,162 Recuerda que los grados 4 a 6 requieren la presencia de un “Técnicas especiales”, pp. 397-399.
frémito palpable.
Grado Descripción
Grado 1 Muy débil, sólo se ausculta después de “sintonizarlo”; no siempre se escu-
cha en todas las posiciones.
Grado 2 Bajo, pero se escucha inmediatamente después de colocar el estetoscopio
en el tórax.
Grado 3 Moderadamente fuerte.
Grado 4 Fuerte, con frémito palpable.
Grado 5 Muy fuerte, con frémito. Puede auscultarse cuando el estetoscopio está
parcialmente retirado del tórax.
Grado 6 Muy fuerte, con frémito. Puede auscultarse con el estetoscopio retirado
del tórax.
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Tono. Se clasifica como alto, intermedio o bajo. La descripción completa del soplo
podría ser: “soplo diastólico decreciente
Cualidad. Se describe como sibilante, áspero, arrastrado (arrastre) y musical. arrastrado, de tono medio, grado 2/6,
que se ausculta mejor en el 4.º espacio
intercostal izquierdo y que irradia a la
punta” (insuficiencia aórtica).
Otras características útiles de los soplos de los ruidos cardíacos son su variación con la Los soplos que se originan en las cavi-
respiración, con la posición del paciente o con otras maniobras especiales. dades cardíacas derechas tienden a
variar con la respiración; los soplos de
las cavidades izquierdas suelen
Integración de la evaluación cardiovascular aumentar con la espiración.132
La evaluación cardiovascular exige algo más que la exploración meticulosa. Debes iden- En una mujer de 60 años de edad con
tificar de forma correcta e interpretar los hallazgos individuales, colocarlos en angina de pecho se ausculta un soplo
un patrón lógico y correlacionarlos con los hallazgos cardíacos, la presión arterial y mesosistólico creciente-decreciente
la frecuencia cardíaca del paciente, la pulsación carotídea y la PVY, los pulsos arte- áspero, 3/6, en el 2.º espacio intercostal
riales, el resto de la exploración física y la anamnesis del paciente. La evaluación de derecho, con irradiación al cuello. Esto
los soplos sistólicos ilustra este aspecto. indica una estenosis aórtica, pero
podría deberse a una esclerosis de la
aorta (las válvulas están escleróticas,
pero no estenosadas), una aorta dila-
tada o un incremento del flujo a través
Evaluación integrada: soplos sistólicos de una válvula normal. Evalúa cual-
quier retraso de la pulsación carotídea
Una adolescente asintomática puede presentar un soplo mesosistólico de grado 2/6 en el 2.o y y la intensidad de A2 en busca de evi-
el 3.o espacios intercostales izquierdos. Como esto indica que el soplo es de origen pulmonar, dencia de una estenosis aórtica. Verifica
debes evaluar el tamaño del VD en busca de hipertrofia al palpar de forma cuidadosa la región si el latido de la punta orienta a una
paraesternal izquierda. Como la estenosis pulmonar y las comunicaciones interauriculares a hipertrofia ventricular izquierda. Aus-
veces pueden producir estos soplos, ausculta con detenimiento el desdoblamiento de R2 y trata
culta si hay insuficiencia aórtica des-
de auscultar alguna eyección. Ausculta también el soplo con la paciente sentada. Busca sig-
nos de anemia, hipertiroidismo o embarazo que podrían ocasionar un soplo al incrementar el
pués de que la paciente se incline
flujo a través de las válvulas aórtica o pulmonar. Si todos los hallazgos resultan normales, la hacia delante y exhale.
paciente probablemente tenga un soplo funcional, el cual carece de significado patológico.
La integración de esta información te permite establecer un diagnóstico diferencial en relación
con el origen del soplo y así continuar con la evaluación.
Sujeta bien la bata del paciente para que no interfiera con la exploración, y prepárate para
una auscultación rápida. Indica al paciente que se ponga en cuclillas junto a la mesa de
exploración y que se detenga de ésta para mantener el equilibrio. Ausculta el corazón con
el paciente en cuclillas y de nuevo en bipedestación.
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Prolapso de la Miocardiopatía
Maniobra Efecto cardiovascular válvula mitral dilatada Estenosis aórtica
Para distinguir el soplo de la miocardiopatía hipertrófica, pide al paciente en posición El soplo de la miocardiopatía hipertró-
supina que puje, o ponle una mano en la mitad del abdomen y pide que ejerza pre- fica es el único soplo sistólico cuya
sión contra ella. Utiliza la otra mano para colocar el estetoscopio sobre el tórax del intensidad aumenta durante la “fase de
paciente y ausculta sobre la zona del borde esternal inferior izquierdo. esfuerzo” de la maniobra de Valsalva,
debido a un aumento de la obstruc-
ción del tracto de salida.143
La maniobra de Valsalva también puede identificar la insuficiencia cardíaca y la hiper- En los pacientes con insuficiencia car-
tensión pulmonar. Infla el manguito del baumanómetro hasta superar por 15 mm Hg díaca grave, los ruidos de Korotkoff se
la presión arterial sistólica y pide al paciente que realice la maniobra de Valsalva auscultan durante la fase 2 de esfuerzo,
durante 10 seg, y que a continuación reanude la respiración normal. Mantén la pre- pero no así durante la fase 4 de libera-
sión del manguito bloqueada a 15 mm Hg por encima de la presión sistólica inicial ción, llamada respuesta de “onda cua-
durante toda la maniobra y durante 30 seg después. Ausculta en busca de ruidos drada”. Esta respuesta se correlaciona
de Korotkoff en la arteria braquial. Por lo general, sólo las fases 2 y 4 son importan- en gran medida con la sobrecarga de
tes, ya que las fases 1 y 3 son demasiado cortas para la detección clínica. En los pacientes volumen y con el aumento de la pre-
sanos, la fase 2, la fase de “esfuerzo”, es silenciosa y los ruidos de Korotkoff se auscultan sión telediastólica en el ventrículo
izquierdo, y con la presión de enclava-
después de que se libere la sobrecarga, o durante la fase 4.
miento capilar pulmonar, siendo
mejor que el péptido natriurético
cerebral en algunos estudios.142,163
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“El PVY se encuentra 3 cm por encima del ángulo esternal con la cabecera de la cama elevada
a 30º. Pulsaciones carotídeas enérgicas, sin soplos. El PMI se localiza 7 cm lateral a la línea
medioesternal, en el 5.º espacio intercostal izquierdo. R1 y R2 adecuados. En la base, R2 es
más fuerte que R1 y se ausculta un desdoblamiento fisiológico, con A2 > P2. En la punta, R1
es más fuerte que R2. No hay soplos ni ruidos adicionales”.
O
“La PVY se encuentra 5 cm por encima del ángulo esternal, con la cabecera de la cama elevada Estos hallazgos indican insuficiencia
a 50º. Pulsaciones carotídeas enérgicas; se ausculta un soplo en la arteria carótida izquierda. cardíaca con sobrecarga de volumen y
El latido de la punta es difuso, con un diámetro de 3 cm, y se palpa en la línea axilar anterior en posible oclusión de la carótida izquierda
el 5.º y el 6.º espacios intercostales. R1 y R2 son suaves. Presencia de R3 en la punta. Soplo holo- e insuficiencia mitral.104,106,114,164,165
sistólico áspero, de tono alto, 2/6, que se ausculta mejor en la punta y que irradia a la axila”.
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¿CUÁL ES LA
FRECUENCIA?
Taquicardia sinusal 100-180
Taquicardia supraventricular (auricular o nodal) 150-250
RÁPIDA
Aleteo auricular con respuesta ventricular regular 100-175
(> 100)
Taquicardia ventricular 110-250
O
Ritmo sinusal normal 60-90
REGULAR
NORMAL Bloqueo AV de segundo grado 60-100
(60-90) Aleteo auricular con respuesta ventricular regular 75-100
O
¿CUÁL ES EL
PATRÓN DE
IRREGULARIDAD?
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INSPIRACIÓN ESPIRACIÓN
Contracciones auriculares Onda P aberrante QRS y T normales Ritmo. El latido de origen auricular
o nodales prematuras QRS
o nodal aparece antes que el
(supraventriculares) P T siguiente latido normal esperado.
Luego sigue una pausa y entonces
se reanuda el ritmo.
Ruidos cardíacos. R1 puede diferir
en intensidad de los latidos normales,
R1 R2 y R2 puede estar disminuido.
Latido temprano Pausa
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Pulsos pequeños y débiles La presión de pulso disminuye y el pulso se palpa débil y disminuido.
La pulsación puede notarse lenta y el pico prolongado. Las causas
incluyen: (1) disminución del volumen sistólico, como en
la insuficiencia cardíaca, la hipovolemia y la estenosis aórtica grave, y
(2) aumento de las resistencias periféricas, como en la exposición al frío
y la insuficiencia cardíaca grave.
Pulsos aumentados y saltones La presión de pulso está aumentada y el pulso es fuerte y saltón. El
pulso sube y baja con rapidez, y el pico dura poco tiempo. Las causas
incluyen: (1) aumento del volumen sistólico, disminución de las
resistencias periféricas, o ambos, como en la fiebre, la anemia,
el hipertiroidismo, la insuficiencia aórtica, las fístulas arteriovenosas
y el conducto arterioso persistente; (2) aumento del volumen sistólico
por disminución de la frecuencia cardíaca, como en la bradicardia y el
bloqueo cardíaco completo; y (3) disminución de la distensibilidad
(aumento en la rigidez) de las paredes aórticas, como en el
envejecimiento o la ateroesclerosis.
Pulso en mitra (bisferiens) El pulso en mitra es un pulso arterial aumentado con un doble pico
sistólico. Las causas incluyen la insuficiencia aórtica pura, la estenosis y
la insuficiencia aórticas combinadas, y aunque con menos frecuencia es
palpable, la miocardiopatía hipertrófica.
Pulso alternante El pulso es completamente regular, pero los latidos alternan entre
fuertes y débiles (a diferencia del pulso bigémino). Si la diferencia
entre los latidos más y menos fuertes es pequeña, sólo puede detectarse
por esfigmomanometría. El pulso alternante indica una insuficiencia
ventricular izquierda y suele acompañarse de un R3 en el lado izquierdo.
Pulso bigémino Esta alteración del ritmo puede parecer un pulso alternante. El pulso
bigémino es producido por un latido cardíaco que alterna con una
contracción prematura. El volumen sistólico del latido prematuro está
disminuido en relación con el de los latidos normales, y en consecuencia
el pulso varía en amplitud.
Contracciones prematuras
Espiración Inspiración
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En el corazón sano, el impulso ventricular izquierdo suele corresponder al lugar del PMI. Este impulso breve se genera por el movimiento de la
punta ventricular contra la pared torácica durante la contracción. El impulso ventricular derecho no suele palparse más allá de la lactancia y sus
características no están definidas. Debes aprender los descriptores clásicos del PMI del ventrículo izquierdo:
■ Localización. En el 4.º o 5.º espacio intercostal, en la línea media clavicular.
■ Diámetro. Discreto o ≤ 2 cm.
■ Amplitud. Enérgica y percusiva.
La exploración meticulosa del impulso ventricular ofrece importantes pistas sobre la hemodinámica cardiovascular subyacente. Las características
del impulso ventricular cambian a medida que los ventrículos izquierdo y derecho se adaptan a los estados de alto gasto (ansiedad, hipertiroidismo
y anemia grave) y a los estados más patológicos de sobrecarga de presión o de volumen crónica. Además del PMI habitual enérgico y percusivo,
aprende a reconocer los tipos adicionales de impulsos ventriculares y sus características distintivas en la siguiente tabla:
■ Hipercinético. Impulso ventricular hipercinético del volumen sistólico aumentado de forma transitoria, cambio que no necesariamente indica
una cardiopatía.
■ Sostenido. Impulso ventricular sostenido de la hipertrofia ventricular por sobrecarga de presión crónica, conocido como poscarga aumentada
(véase la p. 387).
■ Difuso. Impulso ventricular difuso de la dilatación ventricular de la sobrecarga de volumen crónica, o precarga aumentada.
Amplitud Percusión más Percusión más Difusa Ligeramente Más fuerte Ligera a consi-
fuerte fuerte más fuerte derablemente
más fuerte
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R1 R2
R1 R2
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Inspiración Espiración
Desdoblamiento A2 P2 Ausculta el desdoblamiento fisiológico de R2
fisiológico en el 2.º o 3.º espacio intercostal izquierdo.
El componente pulmonar de R2 suele ser
demasiado débil para escucharse en la punta
o en el foco aórtico, donde R2 es un ruido único
que deriva del cierre de la válvula aórtica.
R1 R2 R1 R2
El desdoblamiento normal se acentúa con la
inspiración, la cual aumenta el intervalo entre A2
y P2, y desaparece con la espiración. En algunos
pacientes, en particular los más jóvenes, R2 no se
torna único durante la espiración. Puede aparecer
cuando el paciente se sienta.
Desdoblamiento El desdoblamiento fisiológico amplio de R2 es
patológico (el desdobla- un aumento del desdoblamiento habitual que
miento audible se presenta persiste a lo largo del ciclo respiratorio.
durante la espiración y sugiere El desdoblamiento amplio puede deberse a un
cardiopatía) R1 R2 R1 R2
cierre tardío de la válvula pulmonar (como en
la estenosis pulmonar o el bloqueo de rama
derecha) o por el cierre temprano de la válvula
aórtica (insuficiencia mitral). Aquí se ilustra
un bloqueo de rama derecha.
El desdoblamiento fijo se refiere a un
desdoblamiento amplio que no varía con la
respiración, a menudo por la sístole ventricular
prolongada que se observa en la comunicación
R1 R2 R1 R2
interauricular (cuando el pulso es regular) y en
la insuficiencia ventricular derecha.
P2 A2 El desdoblamiento paradójico o invertido se
refiere al desdoblamiento que ocurre en la
espiración y desaparece con la inspiración. El
cierre de la válvula aórtica se retrasa de forma
anómala, de modo que A2 sigue a P2 en la
espiración. El retraso inspiratorio normal de P2
R1 R2 R1 R2 hace que el desdoblamiento desaparezca. La causa
más frecuente es el bloqueo de la rama izquierda.
A2 y P2: 2.o espacio intercostal derecho
Aumento de la intensidad de A2 (A2 suele auscultarse sólo en el 2.º Disminución o ausencia de A2: se presenta en la estenosis aórtica
espacio intercostal derecho): se presenta en la hipertensión arterial calcificada debido a la inmovilidad de la válvula. Si no se ausculta A2,
sistémica por un aumento de la carga de presión. El aumento de la no hay desdoblamiento.
intensidad también se observa cuando se dilata la raíz de la aorta,
posiblemente porque la válvula aórtica se acerca más a la pared torácica.
Aumento de la intensidad de P2: sospecha de una hipertensión Disminución o ausencia de P2: suele deberse a un incremento en el
pulmonar cuando P2 sea igual o más fuerte que A2. Otras causas incluyen diámetro AP del tórax, relacionado con el envejecimiento. También
la dilatación de la arteria pulmonar y la comunicación interauricular. puede ser secundario a estenosis pulmonar. Si no se ausculta P2, no
P2 se acentúa cuando se ausculta ampliamente un desdoblamiento hay desdoblamiento.
de R2 que se extiende a la punta y a la base del lado derecho.
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Clics sistólicos Los clics sistólicos suelen ser causados por un prolapso de la válvula mitral
(abombamiento sistólico anómalo de parte de la válvula mitral en la aurícula
izquierda causado tanto por redundancia como por alargamiento de las
valvas de los cordones tendinosos. Los clics suelen ser mesosistólicos o
R1 Eclic R2
telesistólicos. El prolapso de la válvula mitral es una afección cardíaca
frecuente que afecta al 2-3% de la población general. Su prevalencia es
igual en ambos sexos.136-138 Los clics sistólicos también puede tener un
origen extracardíaco o mediastinal.
El clic suele ser único, pero a veces se ausculta más de uno, casi siempre en
Cuclillas la punta o medial a ella, pero también en el borde esternal inferior izquierdo.
Tiene un tono alto, por lo que se escucha con el diafragma. Suele seguirle un
soplo telesistólico de insuficiencia mitral. El soplo suele crecer hasta R2. Los
R1 C1 R2
hallazgos auscultatorios son muy variables. La mayoría de los pacientes sólo
presentan un clic, algunos sólo un soplo y otros ambos.
En el prolapso de la válvula mitral, los hallazgos varían de una exploración a
Bipedestación otra y a menudo cambian con la posición corporal. Se recomienda utilizar
varias posturas para identificar el síndrome: decúbito supino, sedestación,
R1 C1 R2
cuclillas y bipedestación. La postura en cuclillas retrasa el clic y el soplo por el
aumento en el retorno venoso; la bipedestación (y la fase de reposo de Valsalva)
se acercan al R1 (véase p. 398).
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R1 R2 R1 R2
Soplo Localización. Del 2.° al 4.° espacios intercostales Similar a los soplos inocentes.
izquierdos, entre el borde esternal izquierdo y la punta.
Irradiación. Mínima.
Cualidad. Variable.
Hallazgos Ninguno: desdoblamiento normal, ningún ruido Signos de causas fisiológicas (véanse los mecanismos
relacionados de eyección, soplos diastólicos ni signos palpables de a continuación).
aumento del tamaño ventricular. A veces se observan
un soplo inocente y un soplo patológico.
Mecanismo Flujo de sangre turbulento, probablemente causado Turbulencia por un aumento temporal del
por la eyección ventricular de la sangre hacia la aorta flujo sanguíneo en afecciones predisponentes,
desde el ventrículo izquierdo, y en ocasiones desde como anemia, embarazo, fiebre e hipertiroidismo.
el derecho. Muy frecuente en los niños y los adultos
jóvenes; también puede auscultarse en personas
de edad avanzada. No hay ninguna enfermedad
cardiovascular subyacente.
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Soplos patológicos
135,144,145
Estenosis aórtica Miocardiopatía hipertrófica146 Estenosis pulmonar147
Puede estar
disminuido
R1 R1 R1 Eclic A2 P2
R1 R2
Localización. 2.° y 3.° espacios intercostales derechos. Localización. 3.º y 4.° espacios Localización. 2.º y 3.º espacios
intercostales izquierdos. intercostales izquierdos.
Irradiación. A menudo a las carótidas, por el borde esternal Irradiación. Por el borde esternal Irradiación. Si es fuerte, hacia el
izquierdo, e incluso hasta la punta. Si es grave, puede irradiar izquierdo hasta la punta, quizá hasta hombro izquierdo y el lado
a los 2.° y 3.° espacios intercostales izquierdos. la base, pero no hasta el cuello. izquierdo del cuello.
Intensidad. A veces suave, pero a menudo fuerte, con frémito Intensidad. Variable. Veáse Intensidad. Suave o fuerte; si es
(grado 4/6 y superior). “Maniobras”. fuerte se acompaña de frémito.
Tono. Medio, áspero; creciente-decreciente, puede acentuarse Tono. Medio. Tono. Medio; creciente-decreciente.
en la punta.
Cualidad. A menudo áspero; puede resultar más musical Cualidad. Áspero. Cualidad. A menudo áspero.
en la punta.
Maniobras. Se ausculta mejor con el paciente sentado Maniobras. La intensidad disminuye
e inclinado hacia delante. en cuclillas y en la fase de liberación
de la maniobra de Valsalva (aumenta
el retorno venoso); aumenta al estar
de pie y con la fase de esfuerzo de la
maniobra de Valsalva (disminuye el
volumen del ventrículo izquierdo)
(véase la p. 398).
A medida que empeora la estenosis aórtica, A2 disminuye La pulsación carotídea aumenta con La PVY suele ser normal, pero puede
de intensidad y el soplo tiene su pico en telediástole. A2 rapidez, a diferencia de la estenosis tener una onda a prominente. El
puede demorarse y unirse a P2 → único R2 con la espiración aórtica. El impulso apical es impulso del ventrículo derecho a
o desdoblamiento paradójico de R2. La pulsación carotídea mantenido. El R2 puede ser único. Un menudo es mantenido. Un ruido de
puede retrasarse, con un ascenso lento, pequeña amplitud y R4 suele estar presente en la punta (a eyección pulmonar está presente en
volumen disminuido. El ventrículo izquierdo hipertrófico diferencia de la insuficiencia mitral). la estenosis leve o moderada. En la
puede generar un impulso apical mantenido y un R4 por la Por lo general es benigno; en el 25% estenosis grave, el R2 se desdobla de
disminución de la distensibilidad. Después de los 40 años de los casos evoluciona a síncope, forma importante y el P2 se vuelve
de edad, puede existir una aorta dilatada y un soplo por isquemia, fibrilación auricular, más suave. Se puede auscultar un R4
insuficiencia aórtica. La isquemia subendocárdica se presenta miocardiopatía dilatada e derecho en el borde esternal
porque la válvula causa angina y síncope. insuficiencia cardíaca, e ictus, con izquierdo.
un riesgo mayor de muerte súbita.
La estenosis aórtica importante dificulta el flujo de sangre a Hipertrofia ventricular difusa o Es sobre todo un trastorno congénito
través de la válvula, produciendo turbulencia y aumentos en la localizada no explicada con desarreglo con estenosis valvular, supravalvular
poscarga ventricular izquierda. La causa más frecuente es la de miocitos y fibrosis asociada con o subvalvular. La estenosis altera el
calcificación valvular en adultos de edad avanzada, que a veces eyección de sangre inusualmente flujo a través de la válvula y aumenta
progresa a estenosis a partir de una esclerosis no obstructiva rápida del ventrículo la poscarga del ventrículo derecho.
(presente en el 25% de los casos). La segunda causa izquierdo durante la sístole. Puede En la comunicación interauricular, el
más frecuente es la válvula aórtica bicúspide, que a menudo acompañarse de obstrucción del flujo aumento del flujo por la válvula
no se reconoce hasta la vida adulta. de salida. La distorsión asociada de pulmonar puede imitar una
la válvula mitral puede causar estenosis pulmonar.
insuficiencia mitral.
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R1 R2 R3 R1 R2
R1 R2 R3
Soplo Localización. Punta. Localización. Borde esternal inferior Localización. Espacios intercostales
izquierdo. Si la presión del ventrículo izquierdos 3.°, 4.° y 5.°.
derecho es alta y el ventrículo está
agrandado, el soplo puede ser más
intenso en la punta y puede confun-
dirse con insuficiencia mitral.
Irradiación. A la axila izquierda, con Irradiación. A la derecha del Irradiación. A menudo amplia, depen-
menor frecuencia al borde esternal esternón, a la región xifoidea y quizá a diendo del tamaño del defecto.
izquierdo. la línea media clavicular izquierda,
pero no a la axila.
Intensidad. Suave a fuerte; si es Intensidad. Variable. Intensidad. A menudo muy fuerte, con
fuerte se asocia con frémito en frémito. Los defectos más pequeños
la punta. ocasionan soplos más fuertes.
Tono. Medio a alto. Tono. Medio. Tono. Alto, holosistólico. Los defectos
más pequeños ocasionan soplos con
tonos más altos.
Calidad. Áspero, holosistólico. Calidad. Silbante, holosistólico. Calidad. A menudo áspero.
Maniobras. A diferencia de la Maniobras. A diferencia de la
insuficiencia tricuspídea, insuficiencia mitral, la intensidad
la intensidad del soplo no aumenta con la inspiración.
cambia con la inspiración.
Hallazgos R1 normal (75%), fuerte (12%), suave El impulso ventricular derecho El R2 puede esconderse por el fuerte
relacionados (12%). Un R3 apical refleja una sobre- aumenta de amplitud y puede ser soplo. Los hallazgos varían depen-
carga de volumen del ventrículo iz- mantenido, con un “rock precordial”. diendo del tamaño del defecto. Los
quierdo. El latido de la punta puede ser Puede auscultarse un R3 en el borde más grandes ocasionan cortocircuitos
difuso y desplazarse lateralmente. Puede esternal inferior izquierdo. A menudo izquierda-derecha, hipertensión
presentarse un impulso mantenido en el la PVY está elevada, con grandes pulmonar y sobrecarga del ventrículo
borde esternal inferior izquierdo a partir ondas v en las venas yugulares, un derecho.
de una aurícula izquierda dilatada. hígado pulsátil, ascitis y edema.
Mecanismo Cuando la válvula mitral no se cierra por Cuando la válvula tricúspide no se cierra La comunicación interventricular es
completo en sístole, la sangre regurgita por completo en sístole, la sangre regur- una malformación congénita clasifi-
desde el ventrículo izquierdo hacia la gita desde el ventrículo derecho hacia cada de acuerdo con una de cuatro
aurícula izquierda, generando un soplo la aurícula derecha, generando localizaciones en el tabique ventricu-
y aumentando la precarga del ven- un soplo. Las causas más habituales lar. El defecto es un conducto por el
trículo, lo que al final genera dilatación son insuficiencia y dilatación del ven- cual la sangre fluye desde el ventrículo
ventricular. Las causas son estructurales trículo derecho, con el consiguiente izquierdo, con una presión relativamente
(prolapso de la válvula mitral, endocar- aumento en el tamaño del orificio tri- alta, hacia el ventrículo derecho, de pre-
ditis infecciosa, cardiopatía reumática y cuspídeo, con frecuencia iniciados por sión baja. El defecto puede acompa-
enfermedad del tejido conjuntivo vascu- una hipertensión pulmonar o una in- ñarse de insuficiencia aórtica, insufi-
lar) y funcionales (dilatación ventricular, suficiencia ventricular izquierda; y ciencia tricuspídea y aneurismas del
del anillo de la válvula mitral y de las endocarditis, en la cual las presiones tabique ventricular; aquí se describe
valvas, los músculos papilares, o dis- del VD son bajas, por lo que el soplo una lesión no complicada.
función de las cuerdas tendinosas). es protosistólico.
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R2 R1 R2 ChA R1
Soplo Localización. 2.° a 4.° espacios intercostales Localización. Por lo general limitado a la punta.
izquierdos.
Irradiación. Si es fuerte, hacia la punta, Irradiación. Escasa o nula.
y quizá al borde esternal derecho.
Intensidad. Grado 1-3. Intensidad. Grado 1-4.
Tono. Alto. Utiliza el diafragma. Tono. Decreciente de tono bajo y arrastrado, con
acentuación presistólica. Utiliza la campana.
Cualidad. Sibilante y decreciente; puede confundirse con los
ruidos respiratorios.
Maniobras. El soplo se ausculta mejor con el paciente sentado, Maniobras. Coloca la campana exactamente sobre el
inclinado hacia delante, manteniendo la respiración después latido de la punta y gira al paciente a decúbito lateral
de una espiración. izquierdo; el ejercicio ligero ayuda a hacer audible el
soplo. Se oye mejor en espiración.
Hallazgos A medida que progresa la gravedad, la presión diastólica dis- R1 se acentúa y puede palparse en la punta. El chas-
asociados minuye hasta 50 mm Hg; la presión de pulso puede ampliarse quido de apertura (ChA) suele seguir a R2 e inicia el
a > 80 mm Hg. soplo. Si aparece hipertensión pulmonar, se acentúa
El latido de la punta se vuelve difuso, se desplaza de forma lateral P2, se palpa el impulso paraesternal del ventrículo
y hacia abajo, y aumenta su diámetro, amplitud y duración. derecho y la onda a de la PVY es más prominente. El
Puede encontrarse un ruido sistólico de eyección; R2 está aumen- latido de la punta es pequeño y percusivo. La fibrila-
tado en la dilatación de la raíz aórtica y disminuido si las valvas ción auricular se presenta en aproximadamente un
están engrosadas y calcificadas; un R3 a menudo refleja disfun- tercio de los paciente sintomáticos, con los riesgos
ción ventricular por sobrecarga de volumen y de presión. Un correspondientes de tromboembolia.
soplo mesosistólico o uno mitral diastólico (Austin Flint), por lo
general con componentes mesosistólicos y protosistólicos, señalan
un aumento en el flujo regurgitado.
La onda del pulso arterial colapsa de forma súbita, creando pulsos
arteriales que generan ruidos de disparos de arma de fuego con la
presión ligera del diafragma, en especial con la elevación del brazo
(pulso de Corrigan), un soplo de vaivén (to-fro) en la arteria bra-
quial o femoral con la presión firme (pulso de Duroziez) y
pulsaciones capilares con la digitopresión (pulsos de Quincke).
Mecanismo Las valvas de la válvula aórtica no se cierran por completo du- Las valvas rígidas de la válvula mitral se desplazan
rante la diástole y la sangre regurgita desde la aorta hacia el ven- a la aurícula izquierda en mesosístole y estrechan la
trículo izquierdo, el cual se sobrecarga. El soplo mesosistólico apertura valvular, causando turbulencia. El soplo re-
relacionado se debe a la eyección de este volumen sistólico a tra- sultante tiene dos componentes: (1) mesodiastólico
vés de la válvula aórtica. El soplo diastólico mitral (Austin Flint) (durante el llenado ventricular rápido), y (2) acentua-
se encuentra en la enfermedad moderada a grave, y se debe al ción presistólica, posiblemente relacionada con
choque de la sangre regurgitada con la valva anterior de la vál- la contracción ventricular. La causa más frecuente
vula mitral. Las causas incluyen anomalías en la valva, patolo- en todo el mundo es la fiebre reumática, la cual causa
gía aórtica (síndrome de Marfan) y anomalías subvalvulares, fibrosis, calcificación y engrosamiento de la valvas y
como estenosis subaórtica o comunicación interauricular. las comisuras, así como la fusión de las cuerdas.
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Algunos ruidos cardiovasculares se extienden más allá de una fase del ciclo cardíaco. Tres ejemplos de origen no valvular son:
(1) zumbido venoso, un ruido benigno producido por la turbulencia de la sangre en las venas yugulares, frecuente en la infancia;
(2) roce de fricción pericárdica, causado por la inflamación del saco pericárdico, y (3) conducto arterioso persistente, una malformación
congénita que provoca un cortocircuito izquierda-derecha de la aorta a la arteria pulmonar. Los soplos continuos comienzan en sístole y
se extienden hasta R2 durante toda o parte de la diástole, como sucede en el conducto arterioso persistente. Las fístulas arteriovenosas,
frecuentes en los pacientes en diálisis, también producen soplos continuos.
Roce de fricción Conducto arterioso
Zumbido venoso pericárdica140, 159 persistente
R1 R2 R1 R1 R2 R1 R1 R2 R1
Cronología Soplo continuo sin intervalo La inflamación del pericardio visceral y Soplo continuo en sístole y
silente. Más fuerte en diástole. parietal genera un sonido chirriante y áspero diástole, casi siempre con un
con uno, dos o tres componentes (sístole intervalo silente en telediástole.
ventricular, llenado ventricular y contracción Más fuerte en telesístole,
auricular durante la diástole). Los frotes se enmascara a R2 y desaparece en
escuchan con o sin derrames pericárdicos. diástole.
Localización Por encima del tercio interno de las Suele auscultarse mejor en el 3.er espacio 2.° espacio intercostal
clavículas, en especial en la derecha, a intercostal, cerca del esternón y con el izquierdo.
menudo cuando se gira la cabeza paciente sentado e inclinado hacia delante
hacia el lado contrario. Se ausculta después de aguantar la espiración forzada (en
mejor en sedestación; desaparece comparación, un frote pleural sólo se escucha
en posición supina. durante la inspiración). Puede aparecer y
desaparecer de forma espontánea y tiene que
auscultarse en varias posiciones. Las causas
incluyen infarto de miocardio, uremia y
enfermedad del tejido conjuntivo.
Irradiación 1.º y 2.º espacios intercostales Mínima. Hacia la clavícula izquierda.
derechos.
Intensidad Suave a moderada. Se oblitera Ruido superficial de intensidad variable que Por lo general fuerte, a veces
mediante presión sobre la vena parece estar “cerca del estetoscopio”. se relaciona con frémito.
yugular interna.
Cualidad Zumbido, estruendo. Áspero, rasposo, chirriante. Áspero, como de maquinaria.
Tono Bajo (se escucha mejor Alto (se escucha mejor con el diafragma). Medio.
con la campana).
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C A P Í T U L O
Mamas y axilas
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para reforzar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Bates. Guía visual para la exploración física (todos los volúmenes)
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
espanol-Bickley_12e
Anatomía y fisiología
Mama femenina
La mama femenina se apoya en la pared torácica anterior y se extiende desde la clavícula
y la 2.ª costilla hasta la 6.ª costilla, así como desde el esternón hasta la línea axilar media.
Su superficie suele ser más rectangular que redonda (fig. 10-1).
Vena subclavia
Vena axilar
Ganglios
linfáticos subclavios
Ganglios linfáticos
axilares Pezón
Vena torácica lateral Aréola
Grasa
Músculo serrato anterior
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
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tamaño, aumente de consistencia y se vuelva más erecto, mientras que la aréola se frunce
y arruga. Estos reflejos de la musculatura lisa son normales y no deben confundirse con
signos de enfermedad mamaria.
La mama adulta puede ser blanda, pero a menudo se palpa como una estructura granu-
losa, nodular o abultada. Esta textura desigual es normal y se denomina nodulari-
dad fisiológica. Casi siempre es bilateral y puede manifestarse en toda la mama o sólo
en algunas partes. La nodularidad puede aumentar antes de la menstruación,
momento en que las mamas suelen agrandarse y ponerse sensibles o incluso dolorosas.
Sobre los cambios mamarios durante la adolescencia y el embarazo, véanse las pp. 896,
897 y 928.
Mama masculina
La mama masculina consta fundamentalmente de un pezón pequeño y una aréola, que Algunos hombres desarrollan agran-
se superponen a un disco delgado de tejido mamario no desarrollado, compuesto sobre damiento mamario benigno por gine-
todo por conductos. Al no haber estimulación por estrógenos ni progesterona, la ramifi- comastia, una proliferación de tejido
cación de los conductos y el desarrollo de los lobulillos son mínimos.2,3 Puede ser difícil glandular palpable, o seudogineco-
distinguir el tejido mamario masculino de los músculos circundantes de la pared torá- mastia, la acumulación de grasa subr.
cica. Se ha descrito un botón duro de tejido mamario, con un diámetro de 2 cm o más, Las causas de la ginecomastia incluyen
en uno de cada tres hombres adultos. aumento de estrógenos, disminución
de testosterona y efectos secunda-
rios de medicamentos.4
Vasos linfáticos
Los vasos linfáticos de casi toda la mama drenan hacia los ganglios linfáticos axila-
res (fig. 10-6). De éstos, los centrales son los que más a menudo se palpan. Se encuentran
en la pared torácica, por lo regular en la parte alta de la axila, a mitad de camino entre
los pliegues axilares anterior y posterior. En ellos drenan los conductos de otros tres
grupos de ganglios linfáticos que rara vez son palpables:
■ Ganglios laterales. Localizados en la parte superior del húmero; drenan casi todo el brazo.
La linfa drena desde los ganglios axilares centrales hasta los ganglios infraclaviculares
y supraclaviculares.
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Supraclavicular
Lateral
Infraclavicular
Central
(profundo en la axila)
Subescapular
(posterior)
Pectoral
(anterior)
No todos los linfáticos de la mama drenan en la axila. Las células malignas del cáncer
de mama pueden diseminarse directamente a los ganglios infraclaviculares o hacia la
cadena mamaria interna profunda de los ganglios linfáticos en el tórax.
Anamnesis
Puedes preguntar sobre las mamas durante la anamnesis o la exploración física. Pre- Las protuberancias pueden ser
gunta a la paciente si tiene masas, molestias o dolor en las mamas. Cerca del 50% de las fisiológicas o patológicas, y varían
mujeres tienen protuberancias palpables o nodularidad y sensibilidad, y son habituales desde quistes y fibroadenomas hasta
el aumento de tamaño y el dolor a la palpación premenstruales.5,6 Si la paciente refiere cánceres de mama. Véase la tabla 10-1
una protuberancia o masa, pregunta por su localización exacta, desde cuándo la tiene y “Masas mamarias frecuentes”, p. 444,
si cambia de tamaño o varía durante el ciclo menstrual. Pregunta también por cualquier y la tabla 10-2 “Signos visibles del cán-
cambio en el contorno de las mamas, hoyuelos, tumefacción o fruncimiento de la piel de cer de mama”, p. 445.
las mamas.
Justifica la exploración clínica de las
El dolor de mama, o mastalgia, es el síntoma mamario que conduce con mayor frecuencia mamas (ECM). El dolor localizado en
las mamas tiene mayores probabilida-
a las visitas al consultorio. La mastalgia sola (sin masa) no se considera un factor de riesgo
des de requerir una imagen diagnóstica.
de cáncer de mama. Debe determinarse si el dolor es difuso o localizado, cíclico o no y
Los medicamentos asociados con el
si se relaciona con el uso de fármacos.
dolor de mama incluyen el tratamiento
hormonal; los fármacos psicotrópicos,
como los inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina y el haloperi-
dol; la espironolactona y la digoxina.6
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Se interroga también acerca de secreción por los pezones y su momento de aparición. ¿Apa- La galactorrea, o secreción de líquido
rece la secreción sólo tras comprimir el pezón o es espontánea? La hipersecreción fisioló- que contiene leche sin relación con
gica es normal durante el embarazo, la lactancia, el estímulo de la caja torácica, el sueño y el embarazo o la lactancia, es más pro-
el estrés. Si la secreción es espontánea, se pregunta por su color, consistencia y cantidad. bablemente patológica cuando es
¿El color es lechoso, marrón o verdoso, o sanguinolento? Se interroga si la secreción es hemática o serosa, unilateral, espon-
unilateral o bilateral. La secreción fisiológica por lo general es bilateral, por varios conduc- tánea, asociada con una masa y
tos y por estimulación, y las gamas de color van de blanco a amarillento o verde. cuando aparece en mujeres mayores
de 40 años de edad.6
Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
Las mujeres pueden experimentar una multitud de cambios del tejido mamario y de sen-
saciones, desde hinchazón y nodularidad cíclicas hasta una masa evidente. La explora-
ción de la mama ofrece una importante oportunidad para explorar los temas clave de la
salud femenina: qué hacer en caso de detectar una masa, factores de riesgo para el cáncer
de mama y medidas de detección precoz como la autoexploración de la mama (AEM), la
exploración clínica de la mama (ECM) por un médico experto y la mastografía.
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La probabilidad de sufrir un
cáncer de mama en los
Si la edad actual es: próximos 10 años es: o 1 sobre:
20 0.1% 1 674
30 0.4% 225
40 1.4% 69
50 2.3% 44
60 3.5% 29
70 3.9% 26
Riesgo a lo largo de la vida 12.3% 8
a
En aquellas mujeres sin cáncer al comienzo del intervalo de edad. Con base en los casos
diagnosticados de 2004 a 2006. Los porcentajes y las cifras “1 sobre” quizá no sean
cuantitativamente equivalentes debido al redondeo.
Fuente: American Cancer Society. Breast Cancer Facts and Figures 2013–2014, p 17. Disponible en:
http://www.cancer.org/acs/groups/content/@research/documents/document/acspc-042725.pdf.
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El cáncer de mama es la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres después del
cáncer de pulmón.7 Las tasas de supervivencia a 5 años son del 99% para la enfermedad
local, 84% para la enfermedad regional y 24% para la enfermedad metastásica. En su
informe anual, Breast Cancer Facts and Figures 2013-2014, la American Cancer Society
pone de relieve las tendencias importantes en las estadísticas sobre cáncer de mama.
■ Disminución de las tasas de mortalidad general, pero enfermedad más avanzada y mayor
mortalidad en las mujeres afroamericanas. En comparación con las mujeres caucásicas,
las afroamericanas tienen mayor incidencia de cáncer de mama antes de los 40 años,
son más propensas a tener tumores más grandes y negativos para el receptor de es-
trógeno (RE) en el momento del diagnóstico, y su probabilidad de morir por esta causa
a cualquier edad es más alta. Si bien, en general, las tasas de mortalidad por cáncer
de mama han disminuido un 34%, o un 1.6% por año, entre 1990 y 2010, en 2010
las mujeres afroamericanas todavía tenían un 41% de tasa de mortalidad más alta
que las caucásicas. Esta notable disparidad de salud se atribuye a diferencias en el uso
de la mastografía, a las características más agresivas del tumor, al acceso y la respuesta
a nuevos tratamientos, y a la presencia de enfermedades concomitantes.
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Fuente: American Cancer Society. Breast Cancer Facts & Figures 2015–2016. Atlanta: American
Cancer Society Inc, 2015. Disponible en: http://www.cancer.org/acs/groups/content/@research/
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Modelo de Claus. Valora el riesgo en mujeres con alto riesgo e incorpora los
antecedentes familiares, tanto paternos como maternos, de parientes de primer y se-
gundo grado, incluida la edad de inicio.25 Se basa en la edad actual de la mujer. Es más
útil en personas con no más de dos parientes de primer o segundo grado con cáncer de
mama.16 Una versión ampliada incluye a los familiares con cáncer ovárico. Este modelo
no considera factores de riesgo personales, de estilo de vida ni reproductivos. Se han
observado discrepancias en la valoración del riesgo entre los cuadros publicados del
programa computarizado.18
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Las mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2 tienen lugar en menos del 1% de la
población, pero explican alrededor del 5-10% de los cánceres de mama en mujeres.16
Sin embargo, estas mutaciones constituyen sólo el 15-20% de los cánceres de mama
familiares; también confieren mayor riesgo de cáncer de ovario. En el caso de las muta-
ciones de BRCA1, se calcula que el riesgo de sufrir cáncer de mama a los 70 años es del
44-78%, y para BRCA2 del 31-51%.7 Si se sospechan antecedentes familiares, los siguien-
tes pasos que tienen que llevar a cabo los médicos son utilizar la calculadora BRCAPRO,
realizar pruebas genéticas, derivar para asesoramiento genético, considerar la posibilidad
de llevar a cabo una resonancia magnética (RM) entre las pruebas de detección, ade-
más de la mastografía y remitir a la persona afectada al especialista (véase p. 431 para las
recomendaciones sobre el uso de la RM en mujeres de alto riesgo).
Fuente: Santen RJ, Mansel R. Benign breast disorders. N Engl J Med. 2005;353:275; Hartmann LC, Sellers
TA, Frost MH, et al. Benign breast disorders and the risk of breast cancer. N Engl J Med. 2005;353:229.
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Los centros que utilizan tecnología digital incluyen la densidad mamaria como parte
de sus informes de mastografía. El asesoramiento a las mujeres sobre la densidad
mamaria resulta importante, porque muchas no están conscientes de este factor de
riesgo y de la necesidad de recibir una vigilancia regular. El conocimiento de la den-
sidad mamaria también puede afectar las decisiones de la paciente respecto del uso
de la TRH.
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Fuentes: U.S. Preventive Services Task Force. Breast Cancer: Screening. January 2016. En: http://www.uspreventiveservicestaskforce.org/Page/Document/
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Mastografía
Mujeres entre 40 y 50 años de edad. El uso de la mastografía para la detección
de cáncer de mama en mujeres de este grupo de edad ha suscitado controversia debido
a su menor sensibilidad y especificidad, posiblemente relacionada con la exposición
heterogénea a los estrógenos de las mujeres aún premenopáusicas, con una alta tasa de
falsos positivos, cercana a 9 de cada 100 mujeres,12 y con una gran tasa de procedimien-
tos invasivos resultantes. Con la mención de sus preocupaciones acerca del beneficio neto
en la reducción de la mortalidad, el Preventive Services Task Force de Estados Unidos
(USPSTF) cambió en el año 2009 y reafirmó en 2016 su recomendación para las muje-
res menores de 50 años en apoyo de la toma de decisiones individuales más que de la
detección cada 2 años, al afirmar que “la decisión de iniciar con la mastografía de detec-
ción habitual cada 2 años antes de los 50 años de edad debería ser individual y tener
en cuenta el contexto de la paciente, incluidos los valores de ésta en relación con ventajas
e inconvenientes específicos”.39,41 El American College of Physicians hace la misma reco-
mendación.42 La American Cancer Society y la American Medical Association recomien-
dan iniciar las mastografías a los 40 años de edad.38 La mastografía digital es más eficaz
en mujeres jóvenes y en aquellas con mayor densidad mamaria.
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bienal mantiene el 80% de las ventajas de la anual y evita el 40% de los resultados falsos
positivos de la prueba anual, con una incidencia parecida de enfermedad en fase tardía en
el momento del diagnóstico y una supervivencia a 10 años similar específica para el
cáncer de mama.12 La American Cancer Society y la American Medical Association reco-
miendan la mastografía anual; la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la
realización de una mastografía cada 1 o 2 años. La detección con mastografía es más
eficaz en este grupo de edad, con una sensibilidad del 77-95% y una especificidad
del 94-97%.42
Mujeres mayores de 75 años. El USPSTF concluyó que los datos eran insuficientes
para hacer una recomendación firme y estableció que “no se ha incluido a ninguna
mujer de 75 años o más en los numerosos estudios clínicos con asignación aleatorizada
de detección de cáncer de mama”. El USPSTF, la American Cancer Society y la American
Geriatrics Society apoyan las decisiones individualizadas en cuanto a continuar la detec-
ción, según las enfermedades concomitantes y la supervivencia anticipada a 5 años.
Autoexploración de las mamas. El USPSTF desaconsejó la enseñanza de la Veánse las instrucciones para la
autoexploración de las mamas dada la evidencia de que no reduce la mortalidad y pue- autoexploración de las mamas de
de ser causa de una mayor tasa de biopsias mamarias benignas.39 La American Cancer la American Cancer Society, p. 441.
Society (2015) desaconsejó la AEM regular, pero afirma que todas las mujeres deben
estar familiarizadas con la apariencia y la manera en que se sienten de modo normal sus
mamas, y que deben informar de inmediato los cambios a su médico. Algunos defienden
la AEM como un método para promover la autoconsciencia sobre las mamas, gracias a la
cual las mujeres informarían cambios en la apariencia o la textura de la mama con rapi-
dez en lugar de la exploración formal de rutina, sobre todo en países donde la mastogra-
fía no está disponible de manera amplia. Algunos subgrupos pueden ser más propensos
a beneficiarse de la AEM, como las mujeres con alto riesgo.44
Resonancia magnética. Los estudios con RM potenciada con contraste para la de-
tección precoz se han centrado sólo en poblaciones de alto riesgo; la RM mamaria aún no ha
sido evaluada para la detección precoz en la población general. Se ha publicado una sen-
sibilidad del 77%, que casi duplica la de la mastografía, pero el número de falsos positivos
también es el doble.12,41 La American Cancer Society reunió en 2007 a un grupo de ex-
pertos, que establecieron nuevas recomendaciones de detección precoz para el uso de la
RM en mujeres con alto riesgo de cáncer de mama.7 Esta sociedad recomienda la detección
anual con RM y la primera mastografía a la edad de 30 años para las mujeres con alto ries-
go de cáncer de mama, o mayor del 20%, según lo definido por los criterios que aparecen
a continuación. Se insta a las mujeres con un moderado riesgo a lo largo de la vida (15-
20%) a comentar la detección mediante RM con su médico. El USPSTF ha concluido que
la evidencia es insuficiente para determinar la utilidad de la RM en la detección. La expe-
riencia en la interpretación de las RM varía según los centros y debe considerarse cuando
se hagan recomendaciones sobre esta prueba, que requiere equipo especial.
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Fuente: American Cancer Society. Breast Cancer Facts & Figures 2015–2016. Atlanta: American Cancer
Society Inc, 2015. Disponible en http://www.cancer.org/acs/groups/content/@research/documents/
document/acspc-046381.pdf. Acceso el 5 de febrero de 2015.
Quimioprofilaxis
Moduladores selectivos de los receptores de estrógenos (SERM, de selective estrogen-
receptor modulators). Cada vez más bibliografía documenta tanto la eficacia como la
infrautilización de los SERM tamoxifeno y raloxifeno para la prevención primaria del cáncer
de mama con RE positivos en mujeres sin cáncer de mama pero de alto riesgo, casi siempre con
base en una puntuación de Gail de riesgo a 5 años ≥ 1.66%.45,46 Una revisión sistemática
de estudios clínicos encontró que el tamoxifeno y el raloxifeno reducen la incidencia de
cáncer de mama invasor con RE positivos a razón de 7-9 episodios en 1 000 mujeres en
más de 5 años y que la reducción de la incidencia fue mayor con el tamoxifeno.47 Los
estudios muestran un efecto limitado en la incidencia de cánceres de mama sin RE y cán-
ceres no invasores, y los efectos secundarios importantes son mayores con el tratamiento
con tamoxifeno, incluyendo episodios tromboembólicos, cáncer de endometrio, trastor-
nos ginecológicos y urológicos, síntomas vasomotores y cataratas. A partir de 2002, y rei-
terado en 2014, el USPSTF ha recomendado el análisis de la quimioprofilaxis para
mujeres asintomáticas de 35 años de edad o mayores que corren un mayor riesgo de
padecer cáncer de mama y riesgo bajo de presentar episodios adversos.48,49 Se ha aprobado
el uso de tamoxifeno en mujeres de todas las edades, mientras que la administración
de raloxifeno sólo tiene aprobación para mujeres posmenopáusicas. Los datos de la
National Health Survey de 2010 corroboran que la prevalencia de la quimioprofilaxis entre
mujeres candidatas en Estados Unidos es excepcionalmente baja, quizá debido a las pre-
ocupaciones tanto del médico como de la paciente acerca de los efectos secundarios.50
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anastrazol frente a 4% para placebo, una tasa de riesgo del 47%).51,52 Los inhibidores
de la aromatasa no parecen aumentar el riesgo de padecer episodios tromboembólicos
o cáncer endometrial, pero incrementan el riesgo de osteoporosis y fracturas.
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Técnicas de exploración
Mama femenina
La investigación clínica ha demostrado que la experiencia y la técnica del examinador Los factores de riesgo más importan-
afectan la eficacia de la ECM. Se aconseja a los médicos adoptar un abordaje más estan- tes para el cáncer de mama son edad,
darizado, en especial para la palpación, y utilizar un patrón sistemático de búsqueda estado de la BRCA y densidad mama-
ascendente y descendente, una presión de palpación variable y un movimiento circu- ria en la mastografía. También son
lar con los dedos de las manos.5,41,55 Para las exploraciones de detección precoz, el importantes los antecedentes perso-
tiempo que toma la palpación es uno de los factores más importantes en la detección de nales de cáncer de mama, anteceden-
cambios sospechosos, con mayor sensibilidad cuando los examinadores se toman de 5 a tes familiares y factores reproductivos
10 min para explorar ambas mamas.56,57 Cuando el tiempo de exploración disminuye, que afectan la duración de la exposi-
sobre todo para los médicos en formación en comparación con los examinadores entre- ción ininterrumpida a los estrógenos.
nados en los estudios clínicos, la sensibilidad para la detección de cáncer de mama Para conocer numerosos factores de
riesgo adicionales, véase también
se reduce del rango de 65% al de 28-35%, con riesgos asociados de tasas altas de falsos
“Cáncer de mama en mujeres: factores
positivos.55,56,58 Los expertos coinciden en la importancia de la ECM para las mujeres con
que aumentan el riesgo relativo”,
síntomas o una tumoración palpable, ya que la mastografía en aquellas que informan
pp. 425-426.
tumores hallados por ellas mismas o masas palpables quizá no detecte hasta el 13% de
los cánceres invasores.59
Cuando empieces la exploración, tranquiliza a la paciente y adopta una actitud cortés y Véanse las instrucciones para la
amable. Explícale que se explorarán las mamas. Este es el momento idóneo para pregun- paciente sobre la autoexploración
tar si ha notado alguna masa u otros problemas y aumentar su conocimiento de las mamaria en la p. 442.
normas de revisión, incluidas las técnicas de autoexploración, si así lo solicita. Debido a
que las mamas tienden a hincharse y volverse más nodulares antes de la menstruación
debido a la estimulación cada vez mayor de los estrógenos, el mejor momento para
la exploración es 5-7 días después del inicio de la menstruación. Los ganglios que apa-
recen durante la fase premenstrual deben volverse a valorar en ese momento posterior.
■ Engrosamiento de la piel y poros inusualmente prominentes, que pueden acom- El engrosamiento y los poros promi-
pañar a una obstrucción linfática. nentes indican cáncer de mama.
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■ Contorno de las mamas. Busca cambios como masas, depresiones o aplanamien- El aplanamiento de una mama nor-
tos. Compara un lado con el otro. malmente convexa hace pensar en un
cáncer. Véase la tabla 10-2 “Signos visi-
bles del cáncer de mama”, p. 445.
■ Las características de los pezones, incluyendo tamaño y forma, la dirección hacia La asimetría debida al cambio en la
la que apuntan, cualquier exantema o ulceración, y cualquier secreción. dirección del pezón sugiere un cáncer
subyacente. Los cambios eccematosos
con erupción, descamación o ulcera-
ción en el pezón que se extiende
hasta la aréola se observan en la
enfermedad de Paget de la mama, aso-
ciada con un carcinoma ductal o lobu-
lillar subyacente (véase p. 445).60
A veces el pezón está invertido, o apunta hacia Un pezón tirado hacia dentro, atrapado
dentro, deprimido bajo la superficie areolar. por los conductos subyacentes, señala
Puede estar envuelto por pliegues de la piel la retracción del pezón por un posible
areolar, como se muestra en la figura 10-8, cáncer subyacente. El pezón retraído
pero se puede sacar de su surco. Por lo gene- puede estar deprimido, o ser plano,
ral es una variante normal, sin consecuen- ancho o engrosado.
cias clínicas, salvo la posible dificultad para la
lactancia.
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Brazos por encima de la cabeza; brazos en las caderas; inclinación La depresión o retracción de las
hacia delante. Para poner de manifiesto una depresión o retracción, que de otro mamas en esta posición indica un cán-
modo resultaría invisible, pide a la paciente que suba los brazos por encima de la cabeza cer subyacente. Cuando el cáncer o las
(fig. 10-9) y luego que presione las caderas con las manos para contraer los músculos bandas fibrosas asociadas se adhieren
pectorales (fig. 10-10). Inspecciona de manera meticulosa el contorno de las mamas en a la piel y a la fascia que reviste los
cada posición. Si las mamas son grandes o péndulas, es útil que la paciente se levante y músculos pectorales, la contracción del
se incline hacia delante (fig. 10-11), apoyándose en el respaldo de una silla o en las pectoral puede retraer la piel y produ-
manos del examinador. cir una depresión.
FIGURA 10-10. Inspeccionar con las manos presionando contra las caderas.
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La exploración completa de cada mama dura 3 min. Utiliza las yemas de los 2.º, 3.º y 4.º
dedos, con éstos ligeramente flexionados. Es muy importante ser sistemático. La franja
verticalque se muestra en la figura 10-12 constituye, en este momento, la mejor técnica
validada para detectar masas mamarias.55 Palpa cada lugar explorado efectuando movi-
mientos pequeños en círculos concéntricos, y aplicando una presión ligera, intermedia y
profunda. Es necesario presionar con más firmeza para alcanzar los tejidos más profun-
dos de una mama voluminosa. La exploración debe abarcar toda la mama, incluidas la Cuando presiones la mama en profun-
periferia, la cola y la axila. didad, puedes confundir una costilla
normal con una masa mamaria dura.
■ Exploración de la parte externa de la mama. Pide a la paciente que gire sobre la cadera
opuesta, que se coloque la mano en la frente y que mantenga los hombros apoyados
en la cama o la camilla. De esta manera, se aplana el tejido mamario lateral. Se
inicia la palpación por la axila y se desplaza de manera recta hasta la línea del sos- Los ganglios situados en la cola axilar
tén, los dedos se mueven de forma medial y se palpa en una franja torácica verti- de la mama (cola de Spence) a veces se
cal hasta la clavícula. Se continúa palpando en sucesivas franjas verticales confunden con adenopatías axilares.
hasta llegar al pezón y luego se vuelve a colocar a la paciente para aplanar la parte
medial de la mama.
■ Exploración de la parte interna de la mama. Se pide a la paciente que apoye los hom-
bros sobre la cama o la camilla, con la mano en el cuello y elevando el codo hasta la
altura del hombro (fig. 10-13). Se palpa en línea recta desde el pezón hasta la línea
del sostén, se retorna luego a la clavícula y se continúa explorando en franjas verti-
cales superpuestas hasta la parte media del esternón.
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■ Consistencia de los tejidos. La consistencia normal del tejido varía mucho, depen- Los cordones dolorosos indican ecta-
diendo en parte del porcentaje relativo de tejido glandular más duro y de grasa sia ductal mamaria, un trastorno
blanda. Puede haber una nodularidad fisiológica que aumenta antes de la menstrua- benigno pero en ocasiones doloroso
ción, o una cresta dura en el borde inferior de la mama, que es la cresta transversal que se caracteriza por dilatación de
de tejido comprimido a lo largo del margen inferior de la mama, sobre todo si los conductos e inflamación circun-
las mamas son grandes. Esta cresta se confunde a veces con un tumor. dante y, a veces, con masas asociadas.
■ Ganglios. Palpa cuidadosamente cualquier masa cuyas características difieran del Véase la tabla 10-1 “Masas mamarias
resto del tejido mamario o que tenga un tamaño mayor. En ocasiones, se denomina frecuentes”, p. 444.
masa dominante y puede significar un cambio patológico que requiere estudio me-
diante mastografía, aspiración o biopsia. Se valoran y se describen las característi-
cas de cualquier ganglio:
■ Localización. Según el cuadrante o la carátula del reloj, indicando la distancia Los nódulos duros, irregulares, mal
al pezón en centímetros. circunscritos y adheridos a la piel o a
los tejidos subyacentes, indican con
■ Tamaño. En centímetros. certeza un cáncer.
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A continuación, se intenta mover la masa mientras la paciente relaja el brazo y luego Una masa móvil que se adhiere al rela-
mientras presiona las caderas con las manos. jar el brazo está unida a las costillas y
los músculos intercostales; si se adhiere
cuando la mano de la paciente hace
presión sobre la cadera, está unida a la
fascia pectoral.
Palpa cada pezón, percibiendo su elasticidad (fig. 10-14). El engrosamiento del pezón y la pér-
dida de su elasticidad indican un cán-
cer subyacente.
Si hay antecedentes de secreción por el pezón, se trata de determinar su origen al com- La secreción lechosa que no se rela-
primir la aréola con el dedo índice colocado en posiciones radiales alrededor del pezón ciona con un embarazo previo ni la
(fig. 10-15). Observa la secreción obtenida desde cualquiera de las aberturas del con- lactancia se denomina galactorrea no
ducto en la superficie del pezón. Evalúa color, consistencia y cantidad de cualquier puerperal. Las causas incluyen hiperti-
secreción y la ubicación exacta donde aparece. roidismo, prolactinoma hipofisario y
antagonistas de la dopamina, incluidos
los psicotrópicos y las fenotiazinas.
Papiloma
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Mama masculina
La exploración de la mama masculina puede ser breve, pero importante. Se debe inspec- La ginecomastia obedece a un desequi-
cionar el pezón y la aréola en busca de nódulos, tumefacción o ulceración. Palpa la aréola librio entre estrógenos y andrógenos,
y el tejido mamario en busca de nódulos. Si la mama parece agrandada (> 2 cm), es nece- a veces relacionado con un fármaco;
sario distinguir entre el aumento del tejido adiposo blando debido a la obesidad (seudo- no representa un factor de riesgo de
ginecomastia) y el disco duro benigno del engrosamiento glandular (ginecomastia). cáncer de mama masculino. Un
El tejido mamario en la ginecomastia a menudo es suave. nódulo duro, irregular, excéntrico o
ulcerado indica cáncer de mama.4,62,63
Axilas
Aunque las axilas pueden explorarse con el paciente recostado, es preferible que esté
sentado.
■ Exantema
Palpación
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Si los ganglios centrales se palpan grandes, duros o dolorosos, o si se sospecha una lesión Los nódulos grandes (≥ 1-2 cm) y
en las zonas de drenaje de los ganglios axilares, palpa los demás grupos de ganglios lin- de consistencia firme o dura, apel-
fáticos axilares: mazados, o adheridos a la piel o a los
tejidos subyacentes, indican cáncer.
■ Ganglios pectorales. Sujeta el pliegue axilar anterior entre el pulgar y los dedos,
y palpa con los dedos el borde del músculo pectoral por dentro.
■ Ganglios laterales. Palpa la parte superior del húmero desde la parte alta de la axila.
■ Ganglios subescapulares. Colócate detrás del paciente y palpa con los dedos el interior
del músculo situado en el pliegue axilar posterior.
Técnicas especiales
Exploración de la paciente con mastectomía o con aumento
de tamaño mamario. En la mujer con una mastectomía, es indispensable un
cuidado especial durante la valoración.
Inspección. Inspecciona la cicatriz de la mastectomía y la axila con cuidado Las masas, la nodularidad y los cam-
para buscar cualquier masa, tumoración inusual, o signos de inflamación o infección. bios de color o la inflamación, sobre
Puede haber linfedema en la axila y en el brazo por afectación del drenaje linfático tras todo en la línea de incisión, sugieren
la cirugía. la recurrencia del cáncer de mama.
Palpación. Palpa con delicadeza a lo largo de la cicatriz (estos tejidos pueden ser
notablemente sensibles). Palpa el tejido mamario y las líneas de incisión bordeando el
aumento o la reconstrucción mamaria. Aplica un movimiento circular con dos o tres
dedos. Presta especial atención al cuadrante superoexterno y a la axila. Busca la presen-
cia de ganglios linfáticos agrandados.
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Decúbito supino
1. Recuéstese con una almohada debajo del hombro derecho. Ponga 4. Explore la mama en un patrón de “arriba abajo” en “franjas”.
el brazo derecho debajo de la cabeza. Comience en una línea recta imaginaria debajo del brazo, movién-
2. Con las yemas de los tres dedos centrales de la mano izquierda, dose hacia arriba y hacia abajo a través del pecho entero, de las
busque protuberancias en la mama derecha. Las yemas de los dedos costillas a la clavícula, hasta que alcance la mitad del hueso en
son el tercio superior de cada dedo. Haga movimientos circulares medio del pecho (el esternón). Recuerde cómo está su mama de
superpuestos de alrededor de 18 mm para sentir el tejido mamario. un mes a otro.
3. Presione con suficiente firmeza para percibir cómo es la mama, con 5. Repita la exploración con la mama izquierda, utilizando las yemas
una firme presión sobre el tejido cercano al tórax y las costillas. Es de los dedos de la mano derecha.
normal notar una cresta dura en la curva inferior de cada mama. 6. Si nota alguna masa, protuberancia o lesión en la piel, consulte
Si no está segura de cuánta presión debe aplicar, pregunte al médi- enseguida con su médico.
co o trate de imitar la fuerza que aplican éste o la enfermera.a
De pie
1. De pie, delante de un espejo, con las manos presionando con 2. Explore cada axila sentada o de pie, con el brazo sólo ligeramente
fuerza hacia abajo sobre las caderas, observe las mamas en busca levantado, de modo que pueda percibir bien la zona. Si levanta el
de cualquier cambio de tamaño, forma, contorno o presencia de brazo recto, el tejido de la zona se tensa y dificulta la exploración.
hoyuelos, enrojecimiento o descamación del pezón o de la piel
de la mama (la posición con las manos en las caderas y haciendo
presión contra los músculos de la pared torácica realza cualquier
cambio en las mamas).
Adaptado de the American Cancer Society. American Cancer Society. Breast awareness and self-exam. Updated April 9, 2015. Disponible en http://www.
cancer.org/cancer/breastcancer/moreinformation/breastcancerearlydetection/breast-cancer-early-detection-acs-recs-bse. Acceso: 7 de mayo 7 de 2015.
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“Mamas simétricas y lisas sin nódulos ni masas. Pezones sin secreción” (las adenopatías
axilares suelen incluirse en la sección sobre ganglios linfáticos, después de la de cuello,
véase p. 266).
O
“Mamas péndulas con alteraciones fibroquísticas difusas. Masa única dura, móvil y no dolo- Estos datos indican un posible cáncer
rosa, de 1 × 1 cm, con aspecto de piel de naranja suprayacente en el cuadrante superoexterno de mama.
de la mama derecha, a las 11 h, a 2 cm del pezón”.
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Edad habitual 15-25 años, por lo general en la 30-50 años, remisión tras la 30-90 años, más frecuente después
pubertad y el comienzo de la edad menopausia excepto en caso de los 50 años
adulta, pero se han descrito hasta de tratamiento con estrógenos
los 55 años
Número Casi siempre único, puede ser Único o múltiple De modo habitual único, pero
múltiple puede coexistir con otros nódulos
Forma Redondo, disciforme o lobulillar, Redondo Irregular o estrellado
casi siempre pequeño (1-2 cm)
Consistencia Puede ser blando, habitualmente Blando a firme, por lo regular Firme o duro
firme elástico
Delimitación Bien delimitado Bien delimitado Sin clara delimitación de los tejidos
circundantes
Movilidad Muy móvil Móvil Puede fijarse a la piel o los tejidos
subyacentes
Dolor a la palpación Casi nunca es doloroso A menudo doloroso Casi nunca es doloroso
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Cáncer
Hundimiento
Retracción
del pezón
Signos de retracción
Conforme el cáncer de mama avanza, causa fibrosis (tejido cicatricial). Anomalía del contorno
El acortamiento de este tejido provoca hundimiento, cambios del Explora cualquier variación en la convexidad normal de cada mama
contorno y retracción o desviación del pezón. Otras causas de retracción y compara un lado con el otro. De nuevo, una postura especial puede
son la necrosis grasa y la ectasia ductal mamaria. ser útil. Aquí se observa un aplanamiento considerable del cuadrante
inferoexterno de la mama izquierda.
Dermatitis
de la aréola
Erosión
del pezón
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REFERENCIAS
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C A P Í T U L O
Abdomen
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para reforzar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Bates. Guía visual para la exploración física (vol. 13, Abdomen)
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
espanol-Bickley_12e
Anatomía y fisiología
Visualiza o palpa las referencias óseas de la pared abdominal y la pelvis, como se mues-
tra en la figura 11-1: apófisis xifoides, cresta ilíaca, espina ilíaca anterosuperior, espina
púbica y sínfisis del pubis. Los músculos rectos del abdomen se hacen más prominentes
cuando el paciente eleva la cabeza y los hombros o levanta las piernas en la posición
de decúbito supino.
Apófisis xifoides
Espina ilíaca
anterosuperior
Ligamento inguinal
Espina púbica
Sínfisis del pubis
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Cuadrante superior derecho Hígado, vesícula biliar, píloro, duodeno, flexión hepática
del colon y cabeza del páncreas
Cuadrante superior izquierdo Bazo, flexión esplénica del colon, estómago, cuerpo y cola
del páncreas, y colon transverso
Cuadrante inferior izquierdo Colon sigmoideo, colon descendente, ovario izquierdo
Cuadrante inferior derecho Ciego, apéndice, colon ascendente, ovario derecho
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
■ En el cuadrante inferior derecho (CID) están las asas intestinales y el apéndice de la cola
del ciego, próximo a la confluencia de los intestinos delgado y grueso. En las perso-
nas sanas no puede palparse.
C A P Í T U LO 11 | Abdomen 451
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La vejiga es un depósito hueco con paredes sólidas compuestas de músculo liso, princi- Una vejiga distendida puede ser pal-
palmente del músculo detrusor. Tiene capacidad para almacenar casi 400-500 mL de orina pable por encima de la sínfisis púbica.
filtrada por los riñones en la pelvis renal y los uréteres. La expansión vesical, a presiones
relativamente bajas, estimula la inervación parasimpática, lo cual provoca la contracción
del detrusor y la inhibición (relajación) del esfínter uretral interno, también bajo control
autonómico. La micción requiere además la relajación del esfínter uretral externo, com-
puesto por músculo estriado bajo control voluntario. La creciente presión desencadena
el impulso consciente de orinar, pero puede superarlo la presión intrauretral que pre-
viene la incontinencia. La presión intrauretral depende del tono del músculo liso del esfín-
ter uretral interno, del grosor de la mucosa uretral y, en el caso de las mujeres, de
un soporte adecuado para la vejiga y la porción proximal de la uretra por los múscu-
los y los ligamentos de la pelvis para mantener relaciones anatómicas adecuadas. La
musculatura estriada que rodea la uretra también se contrae de forma voluntaria para
interrumpir la micción (fig. 11-6).
Útero
Vejiga
Músculo
detrusor
Esfínter
uretral
interno
Esfínter
uretral
externo
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Anamnesis
Las molestias gastrointestinales son uno de los motivos más frecuentes de consulta y de visita
al servicio de urgencias. Hay una amplia variedad de síntomas gastrointestinales altos,
como dolor abdominal, pirosis, náuseas y vómitos, dificultad o dolor para la deglución,
vómitos de contenido gástrico o sanguinolento, pérdida de apetito e ictericia. Únicamente
el dolor abdominal constituyó más de 1.5 millones de consultas y 11 millones de visitas
al servicio de urgencias en 2011.1,2 Las molestias gastrointestinales bajas también son fre-
cuentes: diarrea, estreñimiento, cambio del ritmo intestinal y emisión de sangre con
las heces, que suele describirse como de color rojo brillante o bien oscuro y alquitranado.
Numerosos síntomas también se originan en las vías genitourinarias: dificultad para ori-
nar, urgencia urinaria y polaquiuria, dificultad para iniciar la micción y disminución de
la fuerza del chorro en los hombres, micción abundante, nicturia, incontinencia, hema-
temesis y dolor en el flanco y cólico por cálculos renales o infección. A menudo se acom-
pañan de síntomas gastrointestinales, como dolor abdominal, náuseas y vómitos.
Patrones y mecanismos
del dolor abdominal
Antes de explorar los síntomas frecuentes, se revisan los mecanismos y los patrones Véase la tabla 11-1, “Dolor abdomi-
clínicos del dolor abdominal. Hay tres grandes categorías de dolor abdominal: nal”, pp. 488-489.
■ El dolor visceral se produce cuando los órganos abdominales huecos, como el intes- El dolor visceral en el CSD puede
tino o el árbol biliar, se contraen con fuerza inusual, se distienden o estiran (fig. 11-7). deberse a la distensión del hígado
Los órganos sólidos como el hígado también pueden ser dolorosos si se distiende la contra su cápsula debido a diversas
cápsula. El dolor visceral quizá sea difícil de localizar. Suele palparse cerca de la línea causas de hepatitis, incluida la hepa-
media a niveles que varían según la estructura afectada, como se ilustra más adelante. titis alcohólica.
La isquemia también estimula las fibras viscerales del dolor.
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El dolor visceral varía en cuanto a sus características y puede ser agudo, ardoroso, El dolor periumbilical visceral sugiere
con cólicos o dolor a la palpación. Cuando se torna intenso, puede acompañarse de apendicitis aguda temprana por la dis-
sudoración, palidez, náuseas, vómitos e inquietud. tensión del apéndice inflamado. De
forma gradual pasa a ser un dolor
parietal en el CID por inflamación
del peritoneo parietal adyacente.
Cuando el dolor es desproporcionado
respecto de los datos físicos, se sospe-
cha isquemia mesentérica intestinal.
■ El dolor parietal se origina de la inflamación del peritoneo parietal, llamada peritoni- En contraste con la peritonitis, los
tis. Es un dolor sordo y constante, casi siempre más intenso que el visceral y que pacientes con dolor de tipo cólico por
se localiza con más precisión sobre la estructura afectada. Suele agravarse con el el desplazamiento de un cálculo renal
movimiento o la tos. Los pacientes con este tipo de dolor casi siempre prefieren se mueven con frecuencia para tratar
estar quietos. de encontrar una posición cómoda.
■ El dolor referido se localiza en un lugar más distante, que tiene una inervación que El dolor de origen duodenal o pan-
corresponde casi con el mismo nivel medular de la estructura alterada. Suele apare- creático puede referirse a la espalda;
cer cuando el dolor inicial se intensifica y, como consecuencia, se irradia o desplaza el dolor del árbol biliar, lo hace a la
desde el foco inicial. Puede generarse con la palpación superficial o profunda, pero región escapular derecha o a la parte
en general es localizado. posterior derecha del tórax.
El dolor también puede referirse hacia el abdomen desde el tórax, la columna verte- El dolor de la pleuresía (pleuritis) o del
bral o la pelvis, lo cual complica la valoración del dolor abdominal. infarto de miocardio en la pared infe-
rior puede referirse al epigastrio.
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Tubo digestivo
Dolor, molestias y ardor estomacal en el abdomen superior. La Los estudios sugieren que los neuro-
prevalencia de las molestias y del dolor epigástricos recurrentes se aproxima al 25% en péptidos, como el 5-hidroxitriptófano
Estados Unidos y otros países occidentales.3 Las declaraciones consensuadas de las y la sustancia P, median en los síntomas
sociedades de expertos han aclarado en los últimos años las definiciones y la clasificación interconectados de dolor, disfun-
de numerosos síntomas abdominales, en particular los criterios de Roma III del 2006 ción intestinal y estrés.4
para los trastornos digestivos funcionales.4,5 Entender a fondo la terminología tan
cuidadosamente definida te ayudará a identificar el estado subyacente del paciente.
■ Primero determina la cronología del dolor. ¿Es agudo o crónico? El dolor abdominal En las salas de urgencias, el 40-45%
agudo muestra diversos patrones. ¿Apareció de forma gradual o súbita?, ¿cuándo de los pacientes tienen dolor inespe-
empezó?, ¿cuánto dura?, ¿cuál ha sido su patrón en las últimas 24 h?, ¿en las sema- cífico, pero el 15-30% necesitan ciru-
nas o los meses recientes?, ¿se trata de una enfermedad aguda o crónica y recurrente? gía, casi siempre para apendicitis,
obstrucción intestinal o colecistitis.6
■ Se pide al paciente que describa el dolor con sus propias palabras. Se indaga sobre Doblarse por dolor de tipo cólico es un
detalles importantes: “¿dónde empezó el dolor?”, “¿ha irradiado o se ha desplazado a signo de la presencia de un cálculo
otro lugar?”, “¿cómo es el dolor?”. Si el paciente tiene dificultades para describir el renal. El dolor epigástrico súbito que se
dolor, se le ofrecen varias opciones: “¿es un dolor sordo, le produce ardor, es como irradia a la espalda es característico de
si le perforara...?”. la pancreatitis.7-9
■ Después se pide al paciente que señale el punto de dolor. Los pacientes no El dolor epigástrico tiene lugar en la
siempre pueden describir la localización del dolor en palabras. El cuadrante donde enfermedad por reflujo gastroesofá-
se localiza el dolor ayuda a identificar los órganos subyacentes que pueden estar gico (ERGE), la pancreatitis y las úlceras
afectados. Si la ropa impide ubicar la zona de dolor, se repite la pregunta durante la perforadas. Los dolores en el CSD y en
exploración física. el epigastrio son frecuentes en la cole-
cistitis y la colangitis.10
■ Se pide al paciente que califique la intensidad del dolor en una escala del 1 al 10.
Recuerda que la intensidad no siempre facilita la identificación de la causa.
La sensibilidad al dolor abdominal varía mucho y tiende a disminuir en las per-
sonas de edad avanzada, lo cual enmascara los trastornos agudos abdominales.
El umbral para el dolor y el modo en el que el paciente se adapta a él durante
las actividades cotidianas también modifican la calificación de la intensidad.
■ Al explorar los factores que agravan o alivian el dolor, presta especial atención a su Considera que la angina por arteriopa-
relación con la posición corporal, las comidas, el alcohol, los medicamentos tía coronaria de la pared inferior
(incluidos el ácido acetilsalicílico y los fármacos similares a éste, así como cual- puede manifestarse como una “indi-
quier medicamento de venta libre), estrés y uso de antiácidos. Se pregunta si gestión”, pero a diferencia de ésta
la indigestión o el malestar se asocian con el esfuerzo y si se alivian con el reposo. se desencadena con el esfuerzo y se
alivia con el reposo. Véase “Dolor torá-
cico” en la tabla 8-1, pp. 330-331.
Dolor o molestias epigástricos crónicos. La dispepsia se define como la
molestia o el dolor crónico recurrente centrado en el epigastrio, que se caracteriza por
plenitud posprandial, saciedad temprana, y dolor epigástrico o pirosis.3,5 El males-
tar se define como una sensación subjetiva de incomodidad no dolorosa; puede incluir
varios síntomas, por ejemplo, hinchazón, náuseas, plenitud epigástrica y pirosis.
C A P Í T U LO 11 | Abdomen 455
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■ Ten en cuenta que la distensión abdominal, las náuseas o los eructos pueden aparecer Es posible observar distensión abdo-
solos, pero también pueden acompañarse de otros trastornos. Cuando estas anoma- minal en la intolerancia a la lactosa, la
lías se producen de forma aislada, no cumplen con los criterios de dispepsia. enfermedad intestinal inflamatoria
o en el cáncer de ovario; los eructos
se deben a la aerofagia, o tragar aire.
■ Muchos pacientes con molestias o dolores epigástricos presentan dispepsia funcio- Las causas multifactoriales incluyen
nal o no ulcerosa, definida como malestares epigástricos inespecíficos o náuseas retraso del vaciamiento gástrico (20-
de 3 meses de duración no atribuibles a ninguna alteración estructural ni a enferme- 40%), gastritis por Helicobacter pylori
dad ulcerosa péptica. Los síntomas suelen recurrir y casi siempre persisten durante (20-60%), úlcera péptica (hasta 15%
más de 6 meses.5 si H. pylori está presente), enferme-
dad por colon irritable y factores psi-
cosociales.3
Muchos pacientes con malestar o dolor crónico en el epigastrio se quejan de pirosis, dis- Estos síntomas o el daño a las muco-
fagia o regurgitación. Si se experimenta pirosis y regurgitación más de una vez a la sas observado en la endoscopia cons-
semana, la exactitud del diagnóstico de ERGE es mayor del 90%.3,11,12 tituyen los criterios diagnósticos para
la ERGE. Los factores de riesgo inclu-
yen disminución del flujo salival, que
prolonga la eliminación de ácido al
atenuar la acción de amortiguamiento
del bicarbonato, obesidad, retraso del
vaciamiento gástrico, algunos medi-
camentos y hernia hiatal.
■ La pirosis es un ardor doloroso retroesternal ascendente o molestia que se presenta La angina por isquemia de la pared
cada semana o más a menudo. Casi siempre se agrava con los alimentos, como inferior del miocardio a lo largo del
alcohol, chocolate, cítricos, café, cebollas y menta; o con ciertas posiciones, diafragma puede manifestarse por
como agacharse hacia delante, ejercitarse, levantarse o acostarse en posición supina. pirosis. Véase “Dolor torácico” en la
tabla 8-1, pp. 330-331.
■ Algunos pacientes con ERGE manifiestan síntomas respiratorios atípicos, como Entre el 30 y 90% de los pacientes con
dolor en el pecho, tos, sibilancias y neumonía por aspiración. Otros se quejan de asma y el 10% de los derivados al espe-
síntomas faríngeos, como ronquera, dolor de garganta crónico y laringitis.13 cialista por problemas de garganta
presentan síntomas tipo ERGE.
■ Algunas personas pueden tener “síntomas de alarma”, como: Los pacientes con ERGE no complicada
que no responden al tratamiento
■ Dificultad para deglutir (disfagia) empírico, los > 55 años de edad y los
que refieren “síntomas de alarma” pre-
■ Dolor al deglutir (odinofagia) cisan una endoscopia para detectar
esofagitis, estenosis péptica, esófago de
■ Vómitos recurrentes Barrett o cáncer esofágico. De aquellos
con sospecha de ERGE, ~ 50-85% no
■ Signos de hemorragia gastrointestinal tienen enfermedad en la endosco-
pia.14,15 Casi el 10% de quienes pade-
■ Saciedad temprana cen acidez gástrica crónica tienen
esófago de Barrett, un cambio meta-
plásico en el revestimiento del esófago
■ Pérdida de peso
que pasa de tener un epitelio escamoso
normal a uno columnar. En los afecta-
■ Anemia
dos, la displasia endoscópica aumenta
el riesgo de cáncer de esófago desde
■ Factores de riesgo para el cáncer gástrico
0.1-0.5% (sin displasia) hasta 6-19%
por año del paciente (displasia en
■ Masa palpable etapa avanzada).14
■ Ictericia indolora
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Dolor agudo en la parte baja del abdomen. Los pacientes pueden que- El dolor en el CID o que migra desde la
jarse de dolor agudo en el CID. Se averigua si es punzante y continuo o intermitente y región periumbilical, junto con rigidez
con cólicos que hagan que el paciente se doble de dolor. de la pared abdominal en la palpación,
suele indicar apendicitis. En las mujeres,
debe considerarse enfermedad inflama-
toria pélvica, rotura de folículo ovárico y
embarazo ectópico. La combinación de
signos con marcadores inflamatorios
de laboratorio y datos de TC reducen de
forma notable los diagnósticos erró-
neos y las cirugías innecesarias.16-19
El dolor espasmódico (cólicos) que
irradia hacia el CID o a la ingle puede
deberse a un cálculo renal.
Cuando los pacientes se quejan de dolor agudo en el CII o dolor abdominal difuso, se El dolor en el CII, acompañado de una
investigan los síntomas asociados, como fiebre y pérdida de apetito. masa palpable, puede indicar una diver-
ticulitis. El dolor abdominal difuso sin
distención abdominal, pero con ruidos
intestinales hiperactivos de tonalidad
aguda y dolor a la palpación, hace pen-
sar en obstrucción del intestino delgado
o del colon (véase pp. 488-489); el dolor
con ausencia de ruidos intestinales, más
rigidez y sensación dolorosa a la per-
cusión significan una posible peritonitis.
Dolor crónico en la parte baja del abdomen. Si hay dolor crónico en Un cambio en el ritmo intestinal, junto
los cuadrantes de la parte baja del abdomen, se pregunta sobre el cambio en los hábitos con una masa, indica cáncer de colon. El
intestinales o una posible alternancia entre diarrea y estreñimiento. dolor intermitente durante 12 sema-
nas en los últimos 12 meses que se ali-
via con la evacuación, el cambio en el
ritmo intestinal o en la forma de las
heces (blandas, acuosas, bolitas) ligado
a irritaciones luminales y mucosas que
alteran la motilidad, la secreción y
la sensibilidad al dolor sugieren sín-
drome de intestino irritable.20
Síntomas gastrointestinales asociados con dolor abdominal. La anorexia, las náuseas y el vómito
Los pacientes a menudo experimentan dolor abdominal junto con otros síntomas. Se acompañan a muchos trastornos
inicia con la pregunta: “¿Cómo está su apetito?”. Luego se interroga acerca de síntomas digestivos, incluidos la cetoacidosis
diabética, la insuficiencia suprarrenal, la
como indigestión, náuseas, vómitos y anorexia. La indigestión es un término general para el
hipercalcemia, la uremia y las hepato-
malestar asociado con la alimentación que puede tener muchos significados. Se pide
patías, además del embarazo, los esta-
al paciente que sea más específico. dos emocionales y las reacciones
adversas a medicamentos. Los vómitos
■ Las náuseas, a menudo descritas como “sentirse mal del estómago”, pueden progresar inducidos sin náuseas indican más
a arcadas y vómitos. Las arcadas denotan espasmo involuntario del estómago, el dia- bien anorexia o bulimia.
fragma y el esófago que precede y culmina con el vómito, la expulsión violenta del
contenido gástrico fuera de la boca.
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Algunos pacientes pueden no vomitar realmente, sino expulsar el contenido esofá- Hay regurgitación en la ERGE, la este-
gico o gástrico sin náuseas ni arcadas, lo cual se denomina regurgitación. nosis esofágica y el cáncer de esófago.
Se pregunta acerca de cualquier vómito o material regurgitado y se inspecciona, si es Los vómitos y el dolor indican una obs-
posible, el color, el olor y la cantidad. Se ayuda al paciente a especificar la cantidad: trucción del intestino delgado. Hay olor
¿una cucharadita?, ¿dos cucharaditas?, ¿un vaso? fecal en la obstrucción de intestino del-
gado y en las fístulas gastrocólicas.
Se indaga de manera específica si el vómito tenía sangre, y se cuantifica la cantidad. La hematemesis puede acompañar
El jugo gástrico es transparente y mucoide. Es frecuente que haya pequeñas cantida- a las várices esofágicas o gástricas, los
des de bilis de color amarillento o verdoso y no tienen ningún significado especial. desgarros de Mallory-Weiss o la enfer-
El vómito parduzco o negruzco con aspecto de “posos de café” hace pensar en medad por úlcera péptica.
sangre modificada por el ácido gástrico. El vómito en posos de café o la emisión
de sangre roja se conocen como hematemesis.
¿Se ha producido algún tipo de deshidratación o desequilibrio electrolítico por los Los síntomas de la pérdida de sangre
vómitos prolongados o las pérdidas importantes de sangre?, ¿los síntomas del paciente (como aturdimiento y síncope)
sugieren complicaciones por los vómitos, como la aspiración pulmonar, que se dependen de la velocidad y el volu-
observa en los pacientes debilitados, obnubilados o ancianos? men del sangrado, y son raros, salvo
que las pérdidas superen los 500 mL.
■ La anorexia es la pérdida o falta de apetito. Verifica si se debe a intolerancia a ciertos El “miedo a la comida” con dolor de
alimentos, rechazo a la comida por prever molestias (o “miedo a la comida”), o distor- abdomen, que está ligeramente disten-
siones de la propia imagen corporal. Revisa si hay náuseas y vómitos concomitantes. dido, no blando y suave, es caracterís-
tico de la isquemia mesentérica.
Algunos pacientes refieren plenitud abdominal desagradable después de las comidas ligeras En caso de plenitud o saciedad tem-
o moderadas, o una saciedad temprana, es decir, incapacidad para ingerir una comida prana, considera la gastroparesia
completa. Puede estar indicada una evaluación o revisión de la dieta (capítulo 4, Inicio de diabética, fármacos anticolinérgicos,
la exploración física: revisión general, signos vitales y dolor, pp. 117-118). obstrucción de la salida gástrica y cán-
cer gástrico; si hay saciedad temprana,
Otros síntomas gastrointestinales también debe pensarse en hepatitis.
Dificultad para deglutir (disfagia) y dolor al deglutir (odinofa- Para los tipos de disfagia, véase la
gia). Con menos frecuencia, los pacientes refieren dificultad para la deglución por una tabla 11-2, “Disfagia”, p. 490.
anomalía en el tránsito de alimentos sólidos o líquidos desde la boca hasta el estómago,
Los indicadores de la disfagia bucofa-
que se conoce como disfagia. Parece como si el alimento se atascara, titubeara o “no
ríngea incluyen sialorrea, regurgita-
pasara bien”, lo cual denota trastornos de la motilidad o anomalías estructurales. La
ción nasofaríngea y tos por
sensación de tener un bulto en la garganta o en la región retroesternal que no se relaciona aspiración. El gorjeo o la regurgita-
con la deglución no es una disfagia verdadera. ción de comida sin digerir se observan
en la ERGE, los trastornos de la motili-
dad y las anomalías estructurales,
como la estenosis esofágica y el diver-
tículo de Zenker. Las causas son por lo
general mecánicas y obstructivas en
adultos jóvenes, y neurológicas y
musculares en adultos mayores (ictus,
enfermedad de Parkinson).21
Pide al paciente que indique dónde se produce la disfagia. Si señala por debajo de la escotadura
esternoclavicular, indica una disfagia
esofágica.
Se averigua qué alimentos causan los síntomas: ¿sólidos o sólidos y líquidos? Se establece Si hay disfagia para alimentos sólidos,
la cronología: ¿cuándo comenzó la disfagia?, ¿es intermitente o persistente?, ¿es progre- se consideran trastornos estructurales
siva? En tal caso, ¿desde hace cuánto tiempo?, ¿hay síntomas o alteraciones médicas del esófago, como estenosis esofágica,
acompañantes? membranas o anillo de Schatzki y neo-
plasias; si la disfagia ocurre para sólidos
y líquidos, es más probable un tras-
torno de la motilidad, como la acalasia.
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Algunos pacientes se quejan de expulsar gases excesivos, o flatos, de manera normal de Las causas incluyen la aerofagia, la
unos 600 mL por día. ingestión de leguminosas u otros ali-
mentos que causan flatulencias, defi-
ciencia de lactasa intestinal y síndrome
del intestino irritable.
Diarrea. La diarrea se define como heces sueltas o acuosas sin dolor durante Véase la tabla 11-3, “Diarrea”, pp. 491-
más del 75% de las defecaciones durante los 3 meses previos, con inicio de síntomas 493.
al menos 6 meses antes del diagnóstico.22,23 El volumen de las heces puede aumentar a
más de 200 g en 24 h.
■ Pregunta acerca de la duración. La diarrea aguda dura hasta 2 semanas. La diarrea La diarrea aguda, en particular la ali-
crónica se define como la que persiste por 4 semanas o más. mentaria, casi siempre se origina de
una infección.20 La diarrea crónica casi
nunca es de origen infeccioso, como
en la enfermedad de Crohn y la colitis
ulcerosa.
■ Pregunta acerca de las características de la diarrea, las cuales incluyen el volumen, Las heces acuosas frecuentes de gran
la frecuencia y la consistencia. volumen provienen casi siempre del
intestino delgado; las de pequeño volu-
men con tenesmo o la diarrea con
moco, pus o sangre, se observan en
trastornos inflamatorios rectales.
■ ¿Hay moco, pus o sangre?, ¿hay tenesmo asociado, es decir, una necesidad imperiosa
de defecar acompañada de dolor, cólicos y esfuerzo involuntario?
■ ¿La diarrea se produce por la noche? La diarrea nocturna suele ser patológica.
■ ¿Las heces son grasosas o aceitosas?, ¿espumosas?, ¿malolientes?, ¿flotan en la super- Los residuos oleosos, espumosos o flo-
ficie por exceso de gas? tantes se observan en la esteatorrea
(heces diarreicas grasas), debida a
malabsorción en el esprúe celíaco, la insu-
ficiencia pancreática y el sobrecrecimiento
bacteriano en el intestino delgado.
■ Explora las características asociadas que son importantes para identificar posibles La diarrea ocurre con frecuencia cuando
causas, las cuales incluyen medicamentos actuales y alternativos, en especial antibió- se toman penicilinas y macrólidos,
ticos, viajes recientes, patrones alimentarios, hábito intestinal basal y factores de antiácidos que contienen magnesio,
riesgo de inmunodepresión. metformina y productos herbolarios
y de medicina alternativa. Si hubo
hospitalización reciente, considera
la infección por Clostridium difficile.24
Estreñimiento. Pregunta acerca de las características de las heces, identificadas Véase la tabla 11-4, “Estreñimiento”,
por los criterios de Roma III, que establecen que el estreñimiento debe haberse manifes- p. 494.
tado durante los últimos 3 meses, con la aparición de los síntomas por lo menos 6 meses
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antes del diagnóstico y cumplir con al menos dos de las siguientes condiciones: menos de Los tipos de estreñimiento primario o
tres evacuaciones por semana; el 25% o más de deposiciones con esfuerzo o sensación funcional incluyen tránsito normal o
de evacuación incompleta; y heces con grumos o duras, o facilitación manual.22,23 lento, alteración de la expulsión (tras-
tornos del suelo pélvico) y síndrome
de intestino irritable en el que predo-
mina el estreñimiento. Las causas
secundarias abarcan medicamentos y
padecimientos como la amiloidosis, la
diabetes y los trastornos del SNC.25,26
■ Se debe comprobar si el paciente mira realmente las heces y es capaz de describir su Las heces delgadas y afiladas como un
color y volumen. lápiz se observan en las lesiones obs-
tructivas conocidas como en “anillo de
servilleta” del colon sigmoideo.
■ ¿Qué tipo de remedios ha probado el paciente?, ¿influyen los medicamentos o el Los anticolinérgicos, los antagonistas de
estrés?, ¿tiene alguna enfermedad sistémica asociada? calcio, los suplementos de hierro y los
opiáceos puede causar estreñimiento. El
estreñimiento también se produce en
casos de diabetes, hipotiroidismo, hiper-
calcemia, esclerosis múltiple, enfermedad
de Parkinson y esclerosis sistémica.
■ De vez en cuando, no se observa el paso de heces ni gases (estreñimiento). El estreñimiento significa obstrucción
intestinal.
■ Pregunta sobre el color de las heces. ¿Hay melena o heces de color negro como el Véase la tabla 11-5, “Heces negras y
alquitrán, o hematoquecia, heces de color rojo o pardo? Determina la cantidad sanguinolentas”, p. 495.
y la frecuencia de cualquier evacuación con sangre.
La melena puede aparecer con una
cantidad muy baja (100 mL) de san-
grado gastrointestinal alto; la hemato-
quecia ocurre si se pierden más de
1 000 mL de sangre, en general por
una hemorragia gastrointestinal baja.
■ ¿Se mezcla la sangre con las heces o se encuentra en la superficie? ¿La sangre aparece La sangre en la superficie o en el
como estrías en el papel higiénico o es más copiosa? papel higiénico puede verse en casos
de hemorroides.
Ictericia. Es una coloración amarillenta notable de la piel y las escleróticas
debido al incremento de las concentraciones de bilirrubina, un pigmento biliar que pro-
cede de la descomposición de la hemoglobina. De modo normal, los hepatocitos conjugan
o combinan la bilirrubina no conjugada con otras sustancias, para que la bilis sea soluble
en agua y luego poder excretar la bilirrubina conjugada en la bilis. La bilis pasa desde
el conducto cístico hasta el colédoco, que también drena los conductos extrahepáticos
del hígado. En un lugar más distal, el conducto colédoco y el pancreático desembocan
en el duodeno por la ampolla de Vater. Los mecanismos de la ictericia se especifican a
continuación.
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La ictericia intrahepática puede ser hepatocelular, por el daño de los hepatocitos, o coles- Los cálculos biliares o pancreáticos,
tásica, por una alteración en su excreción como consecuencia de una lesión de los el colangiocarcinoma o el carcinoma
hepatocitos o de los conductos biliares intrahepáticos. La ictericia extrahepática se debe duodenal pueden obstruir el con-
a la obstrucción de los conductos biliares extrahepáticos, por lo general el cístico y ducto colédoco.
el colédoco.
En los pacientes con ictericia, se presta especial atención a los síntomas asociados y a las La orina oscura indica la excreción
situaciones en las que se produjo la enfermedad. ¿Cómo era el color de la orina cuando el alterada de bilirrubina en el tubo
paciente se enfermó? Cuando la concentración de bilirrubina conjugada aumenta en la digestivo. La ictericia sin dolor
sangre, puede eliminarse en la orina, la cual se torna de un color pardo amarillento indica obstrucción maligna de los
oscuro o parecido al té. La bilirrubina no conjugada no es hidrosoluble, por lo que no se conductos biliares, lo cual se ve en
excreta en la orina. ¿Hay algún dolor acompañante? el carcinoma pancreático o duodenal;
la ictericia con dolor casi siempre es
de origen infeccioso, como en la
hepatitis A y la colangitis.
Se indaga también el color de las heces. Cuando la excreción de bilis en el intestino se Las heces acólicas pueden generarse
obstruye por completo, las heces se vuelven grises o de color claro, es decir, son acó- de forma pasajera en la hepatitis
licas, sin bilis. vírica; son frecuentes en la ictericia
por obstrucción.
¿Hay prurito sin explicación evidente?, ¿hay dolor asociado?, ¿cuál es su patrón?, ¿ha sido El prurito se produce en la ictericia
recurrente en el pasado? colestásica u obstructiva.
Pregunta acerca de los factores de riesgo para las hepatopatías, como se indica en la tabla
siguiente.
● Hepatitis. Viajes o comidas en lugares con higiene deficiente, ingestión de agua o alimentos
contaminados (hepatitis A); exposición parenteral o de mucosas a líquidos corporales infec-
tantes, como sangre, suero, semen y saliva, sobre todo por contacto sexual con una pareja
infectada o por el empleo compartido de agujas para inyección de drogas (hepatitis B); con-
sumo de drogas ilícitas por vía intravenosa, o transfusiones de sangre (hepatitis C).
● Hepatitis alcohólica o cirrosis alcohólica (se pregunta de forma meticulosa al paciente por el
consumo de alcohol).
● Hepatopatí a tóxica por medicamentos, solventes industriales, toxinas ambientales o algunos
anestésicos.
● Enfermedad o cirugía de la vesícula biliar que provoca una obstrucción biliar extrahepática.
● Enfermedades hereditarias en los antecedentes familiares.
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Vías urinarias
Las preguntas generales incluyen: “¿tiene dificultad para orinar?”, “¿cuántas veces orina?”, Véase la tabla 11-6, “Polaquiuria, nic-
“¿se levanta a orinar por la noche?”, “¿cuántas veces?”, “¿cuánta orina emite cada turia y poliuria”, p. 496.
vez?”, “¿nota dolor o ardor en algún momento?”, “¿ha tenido problemas para llegar a
tiempo al baño?”, “¿ha notado alguna salida de orina?”, “¿ha mojado la ropa de manera La micción involuntaria o la falta de
involuntaria?”, “¿tiene la sensación de que la vejiga está llena aun después de orinar?”. percepción indican déficit cognitivo
o neurosensitivo.
Se pregunta a las mujeres si la tos repentina, el estornudo o la risa producen salidas de La incontinencia de esfuerzo surge
orina. Aproximadamente la mitad de las mujeres jóvenes informan esta experiencia de la disminución de la presión
incluso antes de tener hijos. La filtración ocasional no es necesariamente importante. Se intrauretral (véanse pp. 497-498).
pregunta a los hombres mayores: “¿tiene dificultades para empezar a orinar?”, “¿tiene que
pegarse al inodoro para orinar?”, “¿ha notado un cambio en la fuerza o en el volumen del Estos problemas son frecuentes en los
chorro, o dificultad para orinar?”, “¿titubea al orinar o se detiene el chorro a la mitad de la hombres con obstrucción parcial de la
micción?” , “¿gotea orina después de orinar?”. salida de la vejiga por hiperplasia
prostática benigna o estenosis uretral.
Dolor suprapúbico. Los trastornos en el aparato urinario pueden causar dolor El dolor de la sobredistensión súbita
tanto en el abdomen como en la espalda. Los padecimientos vesicales pueden originar acompaña a la retención urinaria
dolor suprapúbico. En la infección de la vejiga urinaria, el dolor hipogástrico suele ser sordo aguda.
y opresivo. En la sobredistensión repentina de la vejiga, el dolor casi siempre es
extremadamente intenso; en cambio, en la distensión crónica de la vejiga por lo general
no produce dolor.
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Incontinencia urinaria. Hasta el 30% de los adultos mayores están preocupados Véase la tabla 11-7, “Incontinencia uri-
por la incontinencia urinaria, una pérdida involuntaria de orina que puede ocasionar naria”, pp. 497-498.
restricciones sociales y problemas con la higiene. Si el paciente refiere incontinencia, se En la incontinencia por esfuerzo, el
le pregunta si tiene pequeñas fugas de orina con el incremento de la presión aumento de la presión abdominal
intraabdominal al toser, estornudar, reír o levantar peso. También se pregunta si, hace que la presión en la vejiga
después de orinar, ¿hay una pérdida involuntaria de grandes cantidades de orina?, supere la resistencia uretral debido a
¿nota una sensación de plenitud vesical, salidas frecuentes o emisión de pequeñas la escasez de tono en el esfínter ure-
cantidades, pero con dificultad para vaciar la vejiga? tral o por el poco soporte del cuello
de la vejiga. En la incontinencia por
urgencia, esta última es seguida por
una fuga involuntaria inmediata
debido a las contracciones descontro-
ladas del detrusor que superan la
resistencia uretral. En la incontinencia
por rebosamiento, trastornos neuroló-
gicos o una obstrucción anatómica de
los órganos pélvicos o la próstata limi-
tan el vaciado de la vejiga hasta
que ésta se distiende en exceso.30-32
El control de la vejiga está sujeto a complejos mecanismos neurorreguladores y moto- La incontinencia funcional surge de
res (véase p. 452). Diversas lesiones nerviosas centrales o periféricas que afectan de S2 alteraciones cognitivas, problemas
hasta S4 pueden alterar la micción normal. ¿Percibe el paciente cuándo la vejiga está musculoesqueléticos e inmovilidad.
llena?, ¿y cuándo se produce la micción? Hay cinco grandes categorías de incontinen- La combinación de estrés e inconti-
cia, incluidas la incontinencia funcional y la mixta. nencia por urgencia corresponde a
la incontinencia mixta.
Además, el estado funcional del paciente puede afectar la micción, incluso cuando las
vías urinarias están intactas. ¿El paciente puede moverse?, ¿se encuentra alerta?, ¿es capaz
de responder a los avisos para la micción y llegar al cuarto de baño?, ¿se encuentran
afectados el estado de vigilia o la micción por los medicamentos?
Hematuria. La presencia de sangre en la orina, o hematuria, es un motivo importante La mioglobina por rabdomiólisis tam-
de preocupación. Si se reconoce a simple vista, se habla de macrohematuria (hematuria bién puede teñir la orina de rosa en
macroscópica); la orina puede parecer muy sanguinolenta. A veces, la sangre sólo se ausencia de eritrocitos.
detecta durante el análisis microscópico de la orina, y se habla de microhematuria
(hematuria microscópica); las pequeñas cantidades de sangre pueden teñir la orina de un
tono rosado o pardusco. En las mujeres, hay que diferenciar la sangre menstrual de la
hematuria. Si la orina es rojiza, se pregunta por la ingestión de medicamentos que puedan
cambiar su color. Se estudia la orina con una tira reactiva y un análisis microscópico
antes de diagnosticar hematuria.
Dolor en el flanco y cólico ureteral. Los trastornos de las vías urinarias El dolor en el flanco, la fiebre y los
también pueden causar dolor en los riñones, el cual a menudo se refiere como dolor escalofríos son signos de pielonefritis
en el flanco o costado, en o por debajo del margen costal posterior, cerca del ACV. Se puede aguda.
irradiar a la parte anterior hacia el ombligo. El dolor renal es de tipo visceral, su origen
casi siempre es la distensión de la cápsula renal y por lo regular es sordo, fijo y constante.
El dolor ureteral es de tipo cólico, notablemente distinto e intenso que irradia alrededor
del tronco hasta el cuadrante inferior del abdomen y la ingle o quizá a la parte superior de
El cólico renal o ureteral se produce por
los muslos, testículos o labios mayores. El dolor ureteral se debe a la distensión repentina
la obstrucción repentina de un uréter,
del uréter y la pelvis renal. Se indaga acerca de fiebre y escalofríos acompañantes, o
por ejemplo, debido a cálculos renales
hematuria (fig. 11-8).
o urinarios o por coágulos de sangre.
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Dolor
en el riñón
Dolor
ureteral
Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
Detección del abuso de alcohol. La National Survey on Drug Use and Health
(NSDUH) estimó en el 2013 que más de 130 millones de estadounidenses de 12 años y
mayores, o el 52.2%, eran consumidores actuales de alcohol al considerar la ingestión
de bebidas alcohólicas en los últimos 30 días; 16.5 millones, o el 6.3%, se clasificaron como
bebedores intensos y 60.1 millones, o el 22.9%, se denominaron bebedores compulsivos.33
Cada vez más, las adicciones se consideran trastornos de la conducta crónicos,
recurrentes, con alteraciones de los neurotransmisores cerebrales provocadas por
sustancias que causan tolerancia, dependencia física, sensibilización, ansiedad y
recurrencia. Los datos de la NSDUH mostraron que alrededor de 17 millones de personas
de 12 años o mayores reunieron criterios para el diagnóstico de trastorno por consumo de
alcohol (dependencia o abuso), aunque sólo 1.4 millones, o el 7.9%, se sometieron a un
tratamiento en un centro especializado.
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Los médicos sagaces suelen advertir las señales de un consumo poco saludable de Véase el capítulo 3, Anamnesis y antece-
alcohol a partir de los patrones sociales y de los problemas conductuales que surgen en dentes médicos, el apartado sobre alco-
la anamnesis. El paciente puede referir antecedentes familiares de alcoholismo, rela- hol y drogas ilícitas, pp. 65-108, y el
ciones inestables, dificultad para mantener puestos de trabajo o problemas legales capítulo 5, Conducta y estado mental,
asociados con comportamientos violentos o por conducir tras haber bebido.34,35 Muchas pp. 157-158.
alteraciones clínicas se encuentran asociadas con el consumo excesivo crónico de alco-
hol, incluyendo enfermedades gastrointestinales y cardiovasculares, tumores malignos, Otros hallazgos clásicos incluyen
problemas de salud mental, deficiencias nutricionales y trastornos neurológicos. El con- ictericia, “arañas vasculares” (telan-
sumo excesivo de alcohol tiene muchos riesgos para la salud a corto plazo, que abarcan giectasias), eritema palmar, contrac-
lesiones, violencia (homicidio, suicidio, violación, maltrato de la pareja), intoxicación turas de Dupuytren, asterixis y
alcohólica y efectos adversos sobre la salud reproductiva (comportamientos sexuales de ginecomastia.
riesgo, aborto involuntario y trastornos fetales por el consumo de alcohol). En la explo-
ración del abdomen, a veces se observan signos clásicos, como hepatoesplenomega-
lia, ascitis o incluso la cabeza de medusa (venas abdominales dilatadas).
Debido a que la detección temprana de las conductas de riesgo puede ser un reto, Véase el capítulo 3, Anamnesis y
se deben conocer los criterios básicos para identificar problemas con la bebida. El antecedentes médicos, para las pre-
USPSTF recomienda intervenciones de detección de riesgo o consumo de alcohol guntas del cuestionario CAGE, p. 97.
peligroso y breves intervenciones de asesoramiento conductual de todos los adultos
en centros de atención primaria, incluidas las mujeres embarazadas (grado B).36
Se debe aprender el abordaje para identificar problemas con la bebida. Si un paciente
consume bebidas alcohólicas, conviene empezar las pruebas de detección precoz pre-
guntando si bebe mucho (véase más adelante), y a continuación hacer las preguntas bien
validadas del cuestionario CAGE o del Alcohol Use Disorders Identification Test (AUDIT),
o el cuestionario más corto AUDIT-C.35 Ten en mente los puntos de corte para la exis-
tencia de problemas con la bebida.
Definiciones de niveles de bebida para adultos: National Institute of Alcohol Abuse and Alcoholism.37
Mujeres Hombres
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Adapta las recomendaciones a la gravedad del problema con la bebida, que van desde
breves intervenciones de orientación sobre el comportamiento hasta la terapia clínica o
programas de rehabilitación a largo plazo o ambos. Utiliza las publicaciones del National
Institute of Alcohol Abuse and Alcoholism, Clinician’s Guide for Helping Patients Who
Drink Too Much38 y Prescribing Medications for Alcohol Dependence.39
La vacuna sola puede administrarse en cualquier momento antes de viajar a las áreas
endémicas.
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de los niños infectados y en el 30% de los niños infectados antes de cumplir los 5 años de
edad. Alrededor del 15-25% de las personas con infección crónica por el VHB mueren
de cirrosis o cáncer hepático, lo cual corresponde a casi 3 000 muertes cada año en Esta-
dos Unidos. La mayoría de las personas con infección crónica no tienen síntomas hasta
la aparición de la hepatopatía avanzada.
● Los contactos sexuales, incluidas las parejas sexuales de las personas con antígeno de super-
ficie de la hepatitis B positivas, los individuos con más de una pareja sexual en los 6 meses
previos, gente que solicita el estudio y el tratamiento para las enfermedades de transmisión
sexual (ETS), y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
● Las personas con exposición percutánea o mucosa a sangre, como los individuos farmacode-
pendientes que utilizan la vía parenteral, los contactos domiciliarios de personas con positi-
vidad antigénica, los residentes y el personal de centros para individuos con discapacidades
físicas, los trabajadores de la salud y los pacientes en diálisis.
● Otros, incluidos los viajeros de zonas endémicas, las personas con hepatopatía crónica
e infección por el VIH, así como las personas que buscan protección contra la infección
por el VHB.
● Todos los adultos en situaciones de alto riesgo, como los tratados en policlínicas para ETS, en
programas de pruebas y tratamiento del VIH, en programas de tratamiento por abuso
de drogas parenterales y en programas para farmacodependientes, en correccionales, en
programas para hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, en centros de
hemodiálisis crónica y programas de atención a la nefropatía terminal, y en residencias para
personas con discapacidades del desarrollo.
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Factores de riesgo. Los factores de riesgo más fuertes para el cáncer colorrec-
tal incluyen edad avanzada; antecedentes personales de cáncer colorrectal, pólipos
adenomatosos o enfermedad inflamatoria intestinal de larga data; y antecedentes fami-
liares de cáncer colorrectal (en particular personas con muchos familiares en primer
grado afectados, un pariente en primer grado diagnosticado antes de los 60 años de
edad o un síndrome de cáncer colorrectal hereditario). Los factores de riesgo más
débiles incluyen sexo masculino, población afroamericana, hábito tabáquico, consumo
excesivo de alcohol, consumo de carnes rojas y obesidad. Aparte de la edad, las perso-
nas sin ningún factor de riesgo fuerte se consideran de riesgo promedio incluso si tie-
nen algunos de los factores de riesgo débiles. En general, el 90% de los nuevos casos y
el 94% de las muertes se presentan después de los 50 años de edad;52 la edad promedio
al momento del diagnóstico es de 68 años y la edad promedio de muerte es de 74 años.50
Mientras que el riesgo de cáncer colorrectal es en extremo alto en pacientes con
síndromes hereditarios, alrededor del 75% de los cánceres colorrectales surgen en
personas sin ningún riesgo hereditario evidente o exposiciones frecuentes entre los
miembros de la familia.53
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por primera vez.
● Adultos mayores de 85 años de edad: no realizar las pruebas (recomendación de grado D)
● La detección no se recomienda ya que a estas edades “las causas de mortalidad impiden
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Las personas de alto riesgo, con base en los antecedentes personales de neoplasia
colorrectal o enfermedad intestinal inflamatoria de evolución prolongada, o un ante-
cedente familiar de neoplasia colorrectal, deben comenzar las pruebas a una
edad más temprana, por lo general la colonoscopia, y realizarse con más frecuencia
pruebas que los adultos con un riesgo promedio.70
Técnicas de exploración
Para comenzar, se explica al paciente los pasos para explorar el abdomen y debe ubicarse
en un lugar con buena luz. El paciente debe tener la vejiga vacía. Se presta especial aten-
ción a que el individuo esté bien cubierto al exponer el abdomen, como se muestra en la
imagen y se detalla a continuación.
● Haz que el paciente se sienta cómodo en la posición supina, con una almohada bajo la La espalda arqueada lleva el abdo-
cabeza y tal vez bajo las rodillas. Se desliza la mano por la parte baja de la espalda para men hacia delante y tensa los múscu-
saber si el paciente está relajado y apoya el cuerpo plano sobre la mesa. los abdominales.
● Se solicita al paciente que coloque los miembros superiores a los lados o cruzados sobre el
tórax. Si los coloca por encima de la cabeza, la pared abdominal se tensa y estira, lo que difi-
culta la palpación.
● Cubre al paciente. Para exponer el abdomen, se coloca la bata o la sábana en el nivel de la
sínfisis del pubis; a continuación, se desliza la bata por debajo de la línea del pezón, por
encima de la apófisis xifoides. La ingle debe ser visible, pero los genitales deben permane-
cer cubiertos. Los músculos abdominales deben estar relajados para mejorar todos los
aspectos de la exploración, en especial la palpación.
● Antes de empezar, se pide a la persona que señale cualquier área dolorosa para explorar
estas áreas al final.
● Se entibian las manos y el estetoscopio. Para entibiar las manos, se frotan o se sumergen
en agua caliente.
● La aproximación al paciente debe ser con calma y sin movimientos rápidos e inespera-
dos. Las uñas no deben estar largas, porque puede lastimarse la piel del paciente.
● Debes colocarte al lado derecho del paciente y proceder de manera sistemática con la inspec-
ción, auscultación, percusión y palpación. Se valora cada órgano en la región que se está
explorando. Se mira la cara del paciente para detectar cualquier signo de dolor o malestar.
● Si es necesario, se distrae a la persona con la conversación o preguntas. Si el paciente está
asustado o tiene cosquillas, se comienza la palpación con la mano del médico sobre la
del paciente. Después de un tiempo, desliza la mano por debajo de la mano del paciente
para palpar de forma directa.
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Abdomen
Inspección. En primer lugar, se observa el aspecto general del paciente: está
acostado en silencio, se retuerce de dolor o se toma de un lado.
Desde el lado derecho de la cama se inspeccionan las superficies, los contornos y los
movimientos del abdomen. Hay que poner atención a las protuberancias o el peristal-
tismo. Es posible sentarse o agacharse para poder ver el abdomen de manera tangencial
(fig. 11-9).
Ombligo
Ingle
Se observa en especial:
■ Estrías. Las estrías nacaradas antiguas son normales. Las estrías de color rosa púrpura indi-
can síndrome de Cushing.
■ Venas dilatadas. Unas cuantas venas pequeñas pueden ser visibles normalmente. Las venas dilatadas sugieren hiper-
tensión portal de la cirrosis (cabeza de
medusa) o la obstrucción de la vena
cava inferior.
■ Exantemas o equimosis. En caso de hemorragia intraperito-
neal o retroperineal, puede haber
equimosis en la pared abdominal.
■ Ombligo. Se observa su contorno y posición, y cualquier inflamación o protuberancia Véase la tabla 11-8, “Protuberancias loca-
que sugiera una hernia ventral. lizadas en la pared abdominal”, p. 499.
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■ ¿Es plano, redondeado, protuberante o excavado (muy cóncavo o hundido)? Véase la tabla 11-9, “Abdómenes pro-
tuberantes”, p. 500.
■ ¿Protruyen los flancos o se observan protrusiones locales? También se inspeccio- Observa los flancos saltones de la ascitis,
nan las regiones inguinal y femoral. la protrusión suprapúbica en la vejiga
distendida o el útero gestante, y las her-
nias ventral, femoral o inguinales.
■ ¿Se ven órganos o masas? Se explora si el hígado o el bazo están aumentados de Se inspecciona para buscar una masa
tamaño y si descienden por debajo de la caja torácica. hipogástrica de un cáncer de útero o
de ovario.
■ Peristaltismo. Se observa durante unos minutos si se sospecha una obstrucción in- Busca un aumento de las ondas peris-
testinal. De modo normal, el peristaltismo se percibe en las personas muy delgadas. tálticas en la obstrucción intestinal.
■ Pulsaciones. La pulsación aórtica normal con frecuencia es visible en el epigastrio. Inspecciona en busca de aumento de
las pulsaciones de un aneurisma aór-
tico abdominal (AAA) o incremento de
la presión del pulso.
Auscultación. La auscultación ofrece información importante acerca de la motili- Véase la tabla 11-10, “Ruidos abdomi-
dad intestinal. Se ausculta el abdomen antes de la percusión o la palpación porque estas nales”, p. 501.
maniobras pueden alterar las características de los ruidos intestinales. Es necesario
aprender a identificar las variaciones de los ruidos intestinales normales, el cambio de los
ruidos que indican inflamación peritoneal u obstrucción, y los soplos, los cuales son rui- Los soplos sugieren una enfermedad
dos vasculares que semejan soplos cardíacos sobre la aorta u otras arterias en el abdomen. vascular oclusiva.
Se coloca el diafragma del estetoscopio con delicadeza sobre el abdomen. Se presta aten- Los ruidos intestinales pueden estar
ción a los ruidos intestinales, así como a su frecuencia y características. Los ruidos alterados en la diarrea, la obstrucción
normales consisten en chasquidos y borboteos, que suceden con una frecuencia estimada intestinal, el íleo paralítico y la peritonitis.
de 5-34 por minuto. De vez en cuando se puede escuchar un borboteo prolongado por
hiperperistaltismo como “rugidos del estómago” llamado borborigmo. Como los ruidos
intestinales se transmiten ampliamente por el abdomen, en general basta con auscultar
un solo punto, por ejemplo en el CID.
Soplos y roces de fricción abdominales. Si el paciente tiene hipertensión, Un soplo en cualquiera de estas regio-
se ausculta el epigastrio y cada cuadrante superior en busca de soplos. Más adelante, con nes con componentes sistólico y dias-
el paciente sentado, se ausculta también en el ACV. tólico indica fuertemente una
estenosis de la arteria renal como
causa de la hipertensión. Entre el 4 y
20% de los sujetos sanos tienen
soplos abdominales.71
Se auscultan los soplos sobre la aorta, así como las arterias ilíacas y las femorales Los soplos con componentes sistólico y
(fig. 11-10). diastólico indican un flujo turbulento
de la sangre por una arteriopatía ate-
roesclerosa.
Se ausculta sobre el hígado y el bazo para buscar frotes por fricción. Los roces o frotes por fricción se obser-
van en los hepatomas, la infección
gonocócica perihepática, el infarto
esplénico y el cáncer de páncreas.
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Aorta
Arteria renal
Arteria ilíaca
Arteria femoral
Percute el abdomen ligeramente en los cuatro cuadrantes para explorar la distribución Un abdomen protuberante con tim-
del timpanismo y de la matidez. El timpanismo suele predominar por la presencia de gas panismo generalizado indica una obs-
en el tubo digestivo, pero también son características las zonas dispersas de matidez por trucción intestinal o íleo paralítico.
el líquido y las heces. Véase la tabla 11-9, “Abdómenes pro-
tuberantes”, p. 500.
■ Se valora cualquier área extensa de matidez que sugiera una masa o una organome- Las áreas de matidez pueden deberse
galia. Esta observación guiará la palpación. a un útero gestante, un tumor ovárico,
una vejiga distendida, o una hepato-
megalia o esplenomegalia.
■ A cada lado de un abdomen protuberante, detecta en qué lugar el timpanismo La matidez en ambos flancos obliga a
abdominal cambia a matidez de las estructuras sólidas posteriores. realizar un estudio adicional en busca
de ascitis (véanse pp. 484-485).
■ Se percute de forma breve la cara anteroinferior del tórax, por encima de los rebordes En el raro caso de situs inversus, o
costales. A la derecha, por lo general se hallará la matidez hepática; a la izquierda, el inversión de los órganos: burbuja de
timpanismo se extiende por la burbuja de aire del estómago y la flexura esplénica aire a la derecha y matidez hepática a
del colon. la izquierda.
Palpación
Palpación superficial. Una palpación superficial ayuda sobre todo a detectar
la sensibilidad abdominal, la resistencia muscular y algunos órganos y masas superficia-
les. Además, sirve para tranquilizar y relajar al paciente.
Con la mano y el antebrazo en un plano horizontal, y los dedos juntos y planos sobre la
superficie abdominal, se palpa el abdomen con un movimiento ligero y suave hacia den-
tro. Para desplazar la mano por los distintos cuadrantes, se separa sólo un poco de la piel.
Hay que moverse con suavidad y palpar todos los cuadrantes (fig. 11-11).
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Se identifica cualquier órgano y masa superficial y cualquier área de sensibilidad o La rigidez involuntaria por lo general
aumento de la resistencia a la palpación. Si la resistencia está presente, se trata de distin- persiste a pesar de estas maniobras, lo
guir la defensa voluntaria de la rigidez involuntaria o el espasmo muscular. La defensa cual indica una inflamación peritoneal.
voluntaria por lo general disminuye con las técnicas que se enumeran a continuación.
■ Se utilizan los métodos descritos antes para ayudar al paciente a relajarse (p. 470).
■ Se palpa después de pedir al paciente que exhale, lo cual por lo general relaja los
músculos del abdomen.
Palpación profunda. Suele necesitarse para delimitar el borde hepático, Las masas abdominales pueden clasi-
los riñones y las masas abdominales. Una vez más, con las superficies palmares de los ficarse de varias maneras: fisiológicas
dedos se presiona hacia abajo en los cuatro cuadrantes (fig. 11-12). Se identifica cual- (útero grávido), inflamatorias (diver-
quier masa; se observa su localización, tamaño, forma, consistencia, dolor, pulsaciones y ticulitis), vasculares (un AAA), neoplá-
posible movilidad con la respiración o al presionar con la mano que explora. Se correlacio- sicas (cáncer de colon) u obstructivas
nan los hallazgos de la palpación con lo observado en la percusión. (distensión de la vejiga o asa intesti-
nal dilatada).
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Evaluación de una posible peritonitis. La inflamación del peritoneo parie- Cuando son positivos, estos signos
tal, o peritonitis, indica un dolor abdominal agudo.72 Los signos de peritonitis incluyen prácticamente duplican la probabili-
una prueba de la tos positiva, defensa abdominal, rigidez, dolor a la descompresión dad de una peritonitis; la rigidez hace
(por rebote) y dolor a la percusión. Incluso antes de la palpación, se pide al paciente que que la peritonitis sea casi cuatro
tosa y se identifica en qué lugar la tos provoca dolor. A continuación, se palpa con suavi- veces más probable.73 Las causas
dad, comenzando con un dedo y luego con toda la mano para localizar el área del dolor. incluyen apendicitis, colecistitis y per-
Al palpar, se buscan signos peritoneales de defensa, rigidez y dolor a la descompresión. foración de la pared intestinal.
Véase también la tabla 11-11, “Dolor a
la palpación abdominal”, pp. 502-503.
Signos de peritonitis
Hígado
Debido a que la caja torácica protege casi todo el hígado, su exploración directa es difícil.
El tamaño y la forma del hígado pueden estimarse por percusión y palpación. La presión
ejercida con la mano te permitirá evaluar la superficie, la consistencia y la sensibilidad.
Percusión. Se mide la extensión vertical de la matidez hepática en la línea media El cálculo del tamaño del hígado por
clavicular derecha. Primero localiza de forma meticulosa la línea medioclavicular percusión es relativamente preciso,
para evitar medidas imprecisas. Se percute de forma leve a moderada, ya que a veces con con una correlación del 60 al 70% con
una percusión más fuerte puede subestimarse el tamaño del hígado.74 Se inicia a un nivel el tamaño real.
por debajo del ombligo en el CID (en una zona de timpanismo, no de matidez) y se
va percutiendo hacia arriba, en dirección al hígado. Se identifica el borde inferior de
matidez en la línea medioclavicular.
A continuación, se identifica el borde superior de matidez hepática en la línea medio- La extensión de la matidez hepática
clavicular. A partir de la línea del pezón, se percute ligeramente desde la resonan- está aumentada en la hepatomegalia.
cia pulmonar hasta la matidez hepática. En las mujeres, se desplaza con suavidad
la mama, si fuera necesario, para cerciorarse de que comienza sobre una zona de reso-
nancia. El recorrido de la percusión se ilustra en la figura 11-13.
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Ahora, mide la distancia en centímetros entre los dos puntos y se obtendrá la dimensión La matidez de un derrame pleural dere-
vertical de la matidez hepática. Las dimensiones hepáticas normales, que se ilustran en cho o de un pulmón con consolidación,
la figura 11-14, suelen ser mayores en los hombres y en las personas altas. Si el hígado si está adyacente a la matidez hepática,
parece aumentado de tamaño, se delimita su borde al percutir las áreas inferomediales. puede aumentar de manera falsa la esti-
mación del tamaño hepático.
4-8 cm en la línea
medioesternal
6-12 cm en la línea
medioclavicular derecha
La medición de las dimensiones hepáticas por percusión es más precisa cuando el hígado En la enfermedad hepática crónica, el
está aumentado de tamaño y se palpa su borde.75-77 hallazgo de un borde hepático palpa-
ble agrandado más o menos duplica
el riesgo de cirrosis.74
Palpación. Coloca la mano izquierda debajo del paciente, paralela y sosteniendo
las costillas 11.ª y 12.ª, así como los tejidos blandos adyacentes. Recuerda al paciente
que se relaje apoyando el dorso sobre tu mano, si fuera necesario. Al empujar con tu
mano izquierda, se palpa con más facilidad el hígado del paciente que con la otra mano
(fig. 11-15).
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FIGURA 11-16. Se palpa por pasos hacia el borde costal. F I G U R A 1 1 - 1 7 . Palpar primero
el borde costal puede hacer que se
Pide al paciente que haga una respiración profunda. Se intenta palpar el borde hepá- pase por alto el borde hepático.
tico que se desplaza hacia las yemas de los dedos. Cuando es palpable, el borde hepático La consistencia firme o dura del
normal es suave, agudo y regular, con una superficie lisa. Si se siente el borde, aligera un hígado, el borde romo o redondeado,
poco la presión de palpación de la mano para que el hígado pueda deslizarse debajo de y la irregularidad de su contorno, indi-
las yemas de los dedos y se pueda sentir su superficie anterior. Ten en cuenta cualquier can una anomalía hepática.
sensibilidad (el hígado normal puede doler un poco a la palpación).
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Durante la inspiración, el hígado se palpa unos 3 cm por debajo del reborde costal La vesícula biliar obstruida y disten-
derecho en la línea medioclavicular. Algunas personas respiran más con el tórax que dida puede crear una masa ovalada
con el diafragma. Conviene enseñar a estos pacientes a “respirar con el abdomen”, para bajo el borde del hígado y unirse a él.
que puedan llevar el hígado, y también el bazo y los riñones, hasta una posición palpable La zona de la unión presenta matidez
durante la inspiración. en la percusión.
Para palpar el borde hepático, tendrá que modificarse la presión según el grosor y la
resistencia de la pared abdominal. Si no puede palparse, se coloca la mano que palpa más
cerca del borde costal y se intenta de nuevo.
Un borde hepático palpable no indica de forma fiable hepatomegalia. Véase la tabla 11-12, “Aumento aparente
y real del tamaño del hígado”, p. 504.
Se intenta seguir el borde hepático en sentido lateromedial. La palpación a través de los
músculos rectos es muy difícil. Se describe o dibuja el borde hepático y se mide su dis-
tancia del borde costal derecho en la línea medioclavicular.
“Técnica del gancho”. Ayuda sobre todo en pacientes obesos. Colócate de pie,
a la derecha del tórax del paciente. Se ponen ambas manos, una junto a la otra, en la parte
derecha del abdomen por debajo del borde de matidez hepática. Presiona con las yemas de
los dedos en dirección al borde costal (fig. 11-18). Pide al paciente que realice una ins-
piración profunda. El borde hepático, como se ilustra en la figura 11-19, se palpa con los
dedos de las dos manos.
Percusión para evaluar el dolor de un hígado no palpable. Se coloca El dolor hepático indica inflamación,
la mano izquierda plana sobre la parte inferior de la caja torácica derecha y se golpea con como ocurre en la hepatitis, o conges-
suavidad con el borde cubital del puño derecho. Se pide al paciente que compare esta sen- tión, como en la insuficiencia cardíaca.
sación con la producida por un golpe similar en el lado izquierdo.
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Bazo
Cuando el bazo aumenta de tamaño, se expande hacia delante, hacia abajo y en sentido
medial, y a menudo se reemplaza el timpanismo del estómago y del colon por una matidez
de órgano sólido. Entonces es palpable bajo el borde costal. La matidez a la percusión indica
aumento del tamaño del bazo, pero puede estar ausente cuando el bazo agrandado está por
encima del borde costal. Se continúa la exploración desde el lado derecho del paciente.
■ Percutir la pared inferior izquierda del tórax aproximadamente desde el borde de la Si se escucha matidez con la percu-
matidez cardíaca en la 6.ª costilla hasta la línea axilar anterior y hacia abajo hasta el sión, la palpación detecta de forma
borde costal, la zona denominada espacio de Traube. Conforme se vaya percutiendo correcta esplenomegalia en más del
por el recorrido propuesto con flechas en las figuras 11-20 y 11-21, se observa la 80% de las ocasiones.78
extensión lateral del timpanismo. La precisión de la percusión para detectar la esple-
nomegalia es moderada (sensibilidad del 60-80%; especificidad del 72-94%).78
Línea axilar
anterior
Línea axilar
media
Bazo normal
Si el timpanismo es muy marcado, sobre todo en la parte lateral, la esplenomegalia La presencia de líquidos o sólidos en
es improbable. La matidez del bazo normal suele estar enmascarada por la matidez el estómago o el colon también puede
de los otros tejidos posteriores. producir matidez en el espacio de
Traube.
■ Comprobar el signo de percusión esplénica. Se percute el espacio intermedio más bajo en El cambio en la nota de percusión de
la línea axilar anterior izquierda (fig. 11-22). Esta área suele ser timpánica. Luego, se timpanismo a matidez después de la
pide al paciente que realice una respiración profunda y se percute de nuevo. Cuando inspiración indica un signo de percu-
el tamaño del bazo es normal, por lo general se sigue oyendo un sonido timpánico sión esplénica positivo, pero este signo
a la percusión. es sólo moderadamente útil para la
detección de la esplenomegalia
Si una o ambas pruebas son positivas, se presta especial atención a la palpación del bazo. (fig. 11-23).
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Percutir
aquí
Línea axilar
anterior
Línea axilar media
Movimiento
inspiratorio
F I G U R A 1 1 - 2 3 . Signo
esplénico positivo a la percusión.
FIGURA 11-22. Signo esplénico negativo a la percusión.
Palpación. Para aumentar la relajación de la pared abdominal, el paciente debe Si el explorador empieza a palpar en
mantener los brazos a los lados y, si es necesario, flexionar el cuello y las piernas. Con un lugar demasiado alto del abdo-
la mano izquierda, se toma y rodea al paciente para apoyar e impulsar hacia adelante la men, puede pasar por alto una esple-
parte baja izquierda de la caja torácica y los tejidos blandos adyacentes. Con la mano nomegalia.
derecha colocada por debajo del borde costal izquierdo, se presiona en dirección al bazo. La esplenomegalia es ocho veces más
Se comienza la palpación en un lugar lo suficientemente bajo como para poder probable cuando se palpa el bazo.74
detectar un bazo agrandado. Si la mano del médico está demasiado cerca del borde Las causas incluyen hipertensión portal,
costal, no tendrá la movilidad suficiente para llegar bajo la caja torácica. cánceres hemáticos, infección por VIH,
enfermedades infiltrantes como la
■ Se pide al paciente que realice una respiración profunda. Trata de palpar la punta o el amiloidosis, y el infarto o hematoma
borde del bazo cuando éste descienda hacia los dedos (fig. 11-24). Observa si hay esplénico.
dolor, evalúa el contorno esplénico, y mide la distancia entre el punto más bajo La punta del bazo, que se ilustra en la
del bazo y el borde costal izquierdo. La punta del bazo puede palparse en casi el figura 11-25, se palpa por debajo del
5% de los adultos saludables. borde costal izquierdo.
FIGURA 11-24. Se palpa el borde del bazo. F I G U R A 1 1 - 2 5 . Punta del bazo (morado)
palpable por debajo del borde costal.
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■ Se repite la maniobra con el paciente acostado sobre el lado derecho y con las piernas
un poco flexionadas en las caderas y las rodillas (fig. 11-26). En esta posición, la
gravedad puede llevar el bazo hacia delante y a la derecha en una ubicación palpable
(fig. 11-27).
Ombligo F I G U R A 1 1 - 2 7 . El bazo
aumentado de tamaño se palpa
FIGURA 11-26. Se palpa el borde del bazo con el paciente acostado sobre el
unos 2 cm por debajo del borde
lado derecho.
costal izquierdo durante la
inspiración profunda.
Riñones
Palpación. Los riñones tienen posición retroperitoneal y casi nunca pueden
palparse, pero aprender las técnicas para su exploración ayuda a distinguir entre los
riñones aumentados de tamaño y otros órganos y masas abdominales.
Palpación del riñón izquierdo. Colócate a la izquierda del paciente. Se pone la Una masa en el costado izquierdo
mano derecha detrás del paciente, por debajo y en paralelo a la 12.ª costilla, con las puede ser una esplenomegalia impor-
yemas de los dedos rozando el ACV. Se levanta y se intenta desplazar el riñón en sentido tante o un riñón izquierdo aumentado
anterior. Se coloca la mano izquierda suavemente en el CSI, lateral y paralela al músculo de tamaño. Se sospecha esplenomega-
recto. Se pide al paciente que realice una respiración profunda. En el momento de la lia si hay una escotadura en el borde
máxima inspiración, se presiona con la mano izquierda de manera firme y profunda en medial, si el borde se extiende más allá
el CSI, por debajo del borde costal. Se intenta “atrapar” al riñón entre las dos manos. Se de la línea media, si la percusión mues-
pide al paciente que espire y, a continuación, que deje de respirar brevemente. Se libera tra matidez y si los dedos pueden pro-
despacio la presión de la mano izquierda, palpando al mismo tiempo el desplaza- fundizar hasta los bordes medial y
miento de retorno del riñón a la posición espiratoria. Si el riñón es palpable, describe lateral, pero no entre la masa y el
reborde costal. Deben confirmarse los
su tamaño, contorno y cualquier tipo de dolor.
hallazgos con una evaluación adicional.
De manera alternativa, se trata de palpar el riñón izquierdo con un método de pal- Se sospecha nefromegalia si hay tim-
pación profunda similar al de la palpación del bazo. De pie y al lado derecho panismo normal en el CSI y si es posi-
del paciente, con la mano izquierda, se rodea el abdomen de la persona para levantar ble introducir los dedos entre la
la fosa lumbar izquierda, y con la mano derecha, se palpa a profundidad el CSI. masa y el reborde costal, pero no
Se pide al paciente que realice una respiración profunda, y se palpa para buscar una en la profundidad de los bordes
masa. El riñón izquierdo normal se palpa muy pocas veces. medial e inferior.
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Palpación del riñón derecho. Un riñón derecho normal puede palparse, Las causas del aumento de tamaño
sobre todo cuando el paciente es delgado y los músculos abdominales están relaja- de los riñones incluyen hidronefrosis,
dos. Para capturar el riñón derecho, se debe regresar al lado derecho del paciente. Se utiliza quistes y tumores. El aumento de
la mano izquierda para levantarlo desde atrás, y la mano derecha para palpar profunda- tamaño bilateral indica una poliquis-
mente en el CSD (fig. 11-28). Se procede como se describió antes. El riñón puede tosis renal.
ser un poco doloroso. Por lo general, el paciente percibe la captura y la liberación.
A veces, el riñón derecho ocupa una posición más anterior y debe diferenciarse del
hígado. El polo inferior del riñón es redondeado, y el borde hepático, si es palpable,
tiende a ser más agudo, y se extiende más en sentido mediolateral. El hígado no puede
capturarse.
F I G U R A 1 1 - 2 9 . Percusión para
evaluar el dolor en el ángulo costovertebral.
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Vejiga urinaria
La vejiga urinaria saludable no es palpable a menos que se distienda por encima La distensión vesical por obstrucción
de la sínfisis del pubis. Mediante la percusión se verifica la matidez y cuánto se eleva la de la salida puede deberse a una este-
vejiga sobre la sínfisis púbica. El volumen vesical debe ser de 400-600 mL antes de que nosis uretral o a una hiperplasia de
aparezca matidez.74 En la palpación, la cúpula de la vejiga distendida se palpa lisa y próstata; también a medicamentos y
redonda. Valora el dolor. trastornos neurológicos, como el ictus
y la esclerosis múltiple.
F I G U R A 1 1 - 3 0 . Se presiona F I G U R A 1 1 - 3 1 . Se identifica la
con firmeza para detectar pulsaciones anchura aumentada de la aorta.
de la aorta.
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Técnicas especiales
● Ascitis
● Apendicitis
● Colecistitis aguda
● Hernia ventral
● Masa en la pared abdominal
Dos técnicas adicionales ayudan a confirmar la ascitis, aunque ambos signos pueden
estar ausentes.
■ Prueba de la matidez cambiante. Tras percutir el límite del timpanismo y la matidez En la ascitis, la matidez cambia hacia
con el paciente en posición supina, se le pide que se vuelva hacia un lado. Se percu- una zona más declive, mientras que el
ten y se marcan de nuevo los límites (fig. 11-34). En una persona sin ascitis, el límite timpanismo se mueve hacia arriba.
entre el timpanismo y la matidez suele mantenerse más o menos constante.
Timpanismo
Matidez cambiante
FIGURA 11-34. Percute para valorar la matidez cambiante (en este caso, el paciente se giró a la derecha).
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■ Prueba de la oleada acústica. Pide al paciente o a un asistente que presione con firmeza Un impulso palpable con facilidad
los bordes de ambas manos en la línea media del abdomen. Esta presión ayuda a indica ascitis. Un signo de la oleada
detener la transmisión de la oleada a través de la grasa. Mientras se percute con positivo, una matidez que se desplaza
las yemas de los dedos y de manera firme uno de los flancos, se palpa en el flanco y el edema periférico hacen muy
opuesto el impulso transmitido a través del líquido (fig. 11-35). Por desgracia, este probable el diagnóstico de ascitis,
signo suele ser negativo hasta que la ascitis es evidente, y a veces es positivo en per- con una probabilidad de tres a seis
sonas sin ascitis. veces mayor.83
Evaluación de una posible apendicitis. La apendicitis es una causa La apendicitis es dos veces más proba-
habitual de dolor abdominal agudo. Se evalúa de forma meticulosa la existencia de ble en presencia de dolor en el CID,
signos peritoneales del dolor abdominal agudo y otros signos de dolor a la palpación signo de Rovsing y signo del psoas; es
en el punto de McBurney, el signo de Rovsing, el signo del psoas y el signo del tres veces más probable si hay rigidez
obturador, que se describen más adelante. y dolor en el punto de McBurney.73
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■ Pide al paciente que señale el lugar donde comenzó el dolor y dónde le duele ahora. El dolor de la apendicitis clásica
Se le pide que tosa para determinar dónde se produce el dolor. comienza cerca del ombligo y luego
se desplaza al CID. Los adultos mayo-
res son menos propensos a presentar
este patrón.17
■ Se busca con cuidado cualquier zona de dolor a la palpación local. El punto de El dolor a la palpación localizado en
McBurney se encuentra casi siempre a unos 5 cm de la apófisis espinosa anterior cualquier parte del CID, incluso en el
del ilion sobre una línea que va de esta apófisis hasta el ombligo (fig. 11-38). flanco derecho, indica apendicitis.
Debajo de la mitad
donde se une una línea
que va desde la espina
ilíaca anterosuperior
hasta el ombligo
(punto de McBurney)
F I G U R A 1 1 - 3 8 . Punto de McBurney.
■ Explora la zona dolorosa en busca de defensa, rigidez y dolor a la descompresión. La defensa voluntaria puede ser susti-
tuida por rigidez muscular involunta-
ria y signos de inflamación peritoneal.
También puede observarse dolor en el
CID en el reflejo de retirada rápida o
el signo de dolor a la descompresión
diferido.
■ Se comprueba el signo de Rovsing y el dolor a la descompresión referido. Se presiona El dolor en el CID mientras se presiona
de manera profunda y uniforme el CII, y luego se retiran rápido los dedos. el lado izquierdo es un signo de Rov-
sing positivo.
■ Evalúa el signo del psoas. Se coloca la mano por encima de la rodilla derecha del pa- El aumento del dolor abdominal con
ciente y se le pide que eleve el muslo contra la mano del examinador. Otra posibili- cualquier maniobra constituye
dad es pedir al paciente que se gire sobre el lado izquierdo y luego extienda el un signo del psoas positivo, debido a
miembro inferior derecho por la cadera. La flexión del miembro en la cadera hace irritación del músculo psoas por la
que se contraiga el músculo psoas; la extensión lo estira. inflamación del apéndice.
■ Aunque es menos útil, se valora el signo del obturador. Se flexiona el muslo derecho El dolor en el hipogastrio derecho cons-
del paciente en la cadera, con la rodilla flexionada, y se hace una rotación interna de tituye un signo del obturador positivo,
la pierna por la cadera. Esta maniobra estira el músculo obturador interno. La rota- debido a irritación del músculo obtura-
ción interna de la cadera se describe en la p. 681. dor por la inflamación del apéndice. Este
signo tiene una sensibilidad muy baja.
■ Realiza una exploración rectal y, en las mujeres, una exploración pélvica. Estas maniobras El dolor rectal a la palpación en el lado
tienen sensibilidad y especificidad bajas, pero pueden identificar un apéndice infla- derecho también puede deberse a
mado que se localiza de manera atípica dentro de la cavidad pélvica, así como inflamación de los anexos o de la
otras causas de dolor abdominal. vesícula seminal.
Evaluación de una posible colecistitis aguda. Si el dolor y la El incremento súbito del dolor al
sensibilidad en el CSD sugieren colecistitis aguda, se evalúa el signo de Murphy. Se cesar de forma repentina el esfuerzo
realiza un gancho con el pulgar izquierdo o los dedos de la mano derecha bajo del inspiratorio constituye un signo de
borde costal izquierdo en el punto de intersección del borde lateral del músculo recto Murphy positivo para la colecistitis
y el borde costal. Otra posibilidad es palpar el CSD con los dedos de la mano derecha aguda. Cuando es positivo, el
cerca del borde costal. Si el hígado está aumentado de tamaño, haz un gancho con el signo de Murphy triplica la proba-
pulgar o los dedos bajo el borde hepático en un punto comparable. Se pide al paciente bilidad de colecistitis aguda.73
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que realice una inspiración que empuja al hígado y la vesícula biliar hacia abajo, en dirección
a los dedos que exploran. Vigila la respiración del paciente y observa el grado de molestia.
Evaluación de las hernias ventrales. Las hernias ventrales corresponden La protuberancia de una hernia por
de forma exclusiva a las hernias de la pared abdominal y que no aparecen en las ingles. lo general aparecerá con esta acción,
Si se sospecha una hernia umbilical o incisional, pero no se puede ver, pide al paciente pero no debe confundirse con diasta-
que levante la cabeza y los hombros de la camilla. sis de los rectos, que es un espacio
benigno de 2-3 cm entre los músculos
rectos que a menudo se observa en
los pacientes obesos y en las mujeres
después del parto.
Las hernias inguinales y crurales se describen en el capítulo 13, Genitales y hernias
masculinos.
Las hernias inguinales, crurales o escrotales estranguladas requieren una evaluación qui-
rúrgica inmediata. Véase la descripción de las hernias estranguladas escrotales en las
pp. 554 y 555.
Masa en la pared abdominal. De vez en cuando, hay masas en la pared Una masa en la pared abdominal
abdominal en lugar de estar dentro de la cavidad abdominal. Se pide al paciente que sigue siendo palpable; una masa
levante la cabeza y los hombros o que haga presión hacia abajo, apretando así los intraabdominal queda oculta por
músculos del abdomen. Palpa de nuevo la masa. la contracción muscular.
“Abdomen protuberante con peristaltismo activo. Es blando y no doloroso; no hay masas pal-
pables o hepatoesplenomegalia. Hígado de 7 cm en la línea medioclavicular derecha, con
borde liso y palpable 1 cm por debajo del borde costal derecho. No se palpan bazo ni riñones.
Sin dolor a la palpación en el ángulo costovertebral (ACV)”.
O
“Abdomen plano. Peristaltismo abolido. Consistencia dura, en tabla, con dolor a la palpación Estos hallazgos sugieren peritonitis
aumentado, de defensa y de rebote en el CID. Se percute el hígado a 7 cm de la línea mediocla- por una posible apendicitis (pp. 485-
vicular; no se palpa el borde. No se palpan el bazo ni los riñones. Sin masas palpables. Sin 486 y 488-89).
dolor en él” .
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Úlcera péptica y Úlcera de la mucosa gástrica o duodenal Epigástrica, puede irradiarse directo a la Variable: punzada o ardor
dispepsia3,5 > 5 mm, cubierta con fibrina, que se ex- espalda epigástrico (dispepsia);
tiende a través de la mucosa muscular; también puede
hay infección por H. pylori en el 90% de ser taladrante, opresivo
las úlceras pépticas o dolor como de hambre
No hay síntomas hasta en el
20%
Cáncer gástrico Adenocarcinoma en el 90-95%, ya sea in- Cada vez más en “cardias” y unión gas- Variable
testinal (adultos de edad avanzada) o difuso troesofágica; también en la región distal
(adultos jóvenes, peor pronóstico) del estómago
Apendicitis aguda17,18 Inflamación aguda del apéndice con dis- Dolor periumbilical mal localizado, que Leve pero creciente, quizá
tensión u obstrucción casi siempre se desplaza al cuadrante cólicos
inferior derecho Constante y más intenso
10
Colecistitis aguda Inflamación de la vesícula biliar, debida Cuadrante superior derecho o epigastrio; Constante, sordo
a la obstrucción del conducto cístico por puede irradiarse al hombro o área inte-
un cálculo biliar en el 90% rescapular derechos
Cólico biliar Obstrucción súbita del conducto cístico Epigástrica o en el cuadrante superior Constante, doloroso; no có-
o del colédoco por un cálculo biliar derecho; puede irradiarse a la escápula lico
y al hombro derechos En general dura más de 3 h
Pancreatitis aguda7,9 La activación del tripsinógeno intrapan- Epigástrica, puede irradiarse a la espalda Por lo general, constante
creático gracias a la tripsina y otras u otras áreas del abdomen; el 20% tiene
enzimas conduce a la autodigestión secuelas graves por insuficiencia del
y la inflamación del páncreas órgano
Pancreatitis crónica Destrucción irreversible del parénquima Epigástrica, irradia a la espalda Intenso, persistente, pro-
pancreático por inflamación recurrente fundo
de cualquiera de los conductos grandes
o pequeños
Cáncer de páncreas85,86 Predominio de adenocarcinoma (95%); Si el cáncer es del cuerpo o la cola, Constante, profundo
supervivencia a 5 años del 5% el dolor es epigástrico, en cualquier
cuadrante superior, y a menudo se
irradia a la espalda
Diverticulitis aguda87 Inflamación aguda de divertículos del Cuadrante inferior izquierdo Al principio puede ser
colon, una evaginación sacular de cólico, pero luego
la mucosa de 5-10 mm de diámetro, casi se torna constante
siempre de colon sigmoideo o descendente
Obstrucción intestinal Obstrucción de la luz intestinal, casi siem- Intestino delgado: periumbilical o parte Cólico
aguda pre por (1) adherencias o hernias (intes- superior del abdomen
tino delgado), o (2) cáncer o diverticulitis Colon: parte baja del abdomen o generali- Cólico
(colon) zado
Isquemia Oclusión del flujo sanguíneo al intestino Puede ser periumbilical al principio, Cólico al principio, y
mesentérica88,89 delgado por trombosis arterial o venosa luego difusa; puede ser posprandial, luego continuo; dolor despro-
(arteria mesentérica superior), embolia car- y causar por lo general “miedo a los porcionado con respecto a los
díaca o hipoperfusión; puede ser de colon alimentos” hallazgos de la exploración
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Dolor persistente, lentamente pro- A menudo, los alimentos; la infec- No se alivia con alimentos o an- Anorexia, náuseas, saciedad temprana,
gresivo; la duración del dolor es ción por H. pylori tiácidos reducción de peso y, a veces, hemorra-
casi siempre más corta que en la gia; más frecuente a las edades de
úlcera péptica 50-70 años
Dura casi 4-6 h, según sea la inter- El movimiento o la tos Si desaparece de forma Anorexia, náuseas, posiblemente vómi-
vención transitoria, puede ser tos, que por lo general siguen al inicio
perforación del apéndice del dolor; febrícula
Inicio gradual; evolución más Sacudidas, respiración profunda Anorexia, náuseas, vómitos, fiebre; sin
prolongada que en el cólico biliar ictericia
Inicio rápido en unos pocos minu- Comidas grasas, pero también Anorexia, náuseas, vómitos, inquietud
tos, dura de una a varias horas en ayuno; a menudo precede
y remite de forma gradual; a me- a la colecistitis, colangitis
nudo recurrente y pancreatitis
Inicio agudo, dolor persistente Decúbito supino; disnea si hay Inclinarse hacia delante con el Náuseas, vómitos, distensión abdomi-
derrame pleural por Sx. de fuga ca- tronco flexionado nal, fiebre; a menudo recurrentes;
pilar; ciertos fármacos, niveles altos el 80% con antecedentes de abuso
de triglicéridos pueden exacerbarlo de alcohol o cálculos biliares
Evolución crónica o recurrente Alcohol, comidas pesadas o gra- Posiblemente al inclinarse hacia Insuficiencia de enzimas pancreáticas,
sosas delante con el tronco flexionado; diarrea con heces grasas (esteatorrea)
a menudo intratable y diabetes mellitus
Dolor persistente; enfermedad Hábito tabáquico, pancreatitis Posiblemente al inclinarse hacia Ictericia indolora, anorexia,
progresiva de manera inexorable crónica delante con el tronco flexionado; pérdida de peso; intolerancia
a menudo intratable a la glucosa, depresión
A menudo de inicio gradual Analgesia, reposo intestinal, anti- Fiebre, estreñimiento. También náu-
bióticos seas, vómitos, masa abdominal con
dolor a la descompresión
Paroxístico, puede bajar conforme Ingestión de alimentos o líquidos Vómito de bilis y moco (obstrucción
se altera la motilidad intestinal alta) o materia fecal (obstrucción
Paroxístico, aunque suele ser baja); hay estreñimiento (temprano);
más leve vómitos tardíos en todo caso; sínto-
mas previos según causa subyacente
Por lo general, de comienzo súbito, Subyacente a cardiopatía Vómitos, heces con sangre, abdomen
y después persistente blando distendido con signos perito-
neales, shock; edad > 50 años
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Disfagia esofágica
Estenosis mecánica
Anillos y membranas Intermitente Alimentos sólidos Regurgitación del bolo Por lo general, ninguno
alimenticio
Estenosis esofágica Intermitente; puede Alimentos sólidos Regurgitación del bolo Antecedentes numerosos
tornarse de forma alimenticio de pirosis y regurgitación
gradual en progresiva
Cáncer esofágico Al principio puede ser Alimentos sólidos, con Regurgitación del bolo Dolor en el tórax y
intermitente; progresa progresión a líquidos alimenticio espalda, y pérdida de
durante meses peso sobre todo en etapas
finales de la enfermedad
Trastornos motores
Espasmo esofágico difuso Intermitente Sólidos o líquidos Maniobras descritas Dolor en el tórax que
más adelante; a veces imita a la angina de
nitroglicerina pecho o infarto
de miocardio y que
dura minutos a horas;
quizás ardor gástrico
Esclerodermia Intermitente; puede Sólidos o líquidos Deglución repetida; Pirosis; otras
progresar con lentitud movimientos como manifestaciones
enderezar la espalda, de esclerodermia
levantar los brazos,
La regurgitación, a
Acalasia Intermitente; puede Sólidos o líquidos o una maniobra de
menudo por la noche
progresar Valsalva (forzar hacia
al acostarse, con tos
abajo contra una glotis
nocturna; posiblemente
cerrada)
dolor torácico provocado
por comer
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Infección Colonización o inva- Blandas a acuosas, Una enfermedad Cólicos en el hipo- Viajes, comida o
inflamatoria sión de la mucosa a menudo con sangre, aguda de duración gastrio y a menudo agua contaminadas;
intestinal (Salmonella pus o moco variable urgencia rectal, coito anal frecuente
no tifoídica, Shigella, tenesmo; fiebre
Yersinia, Campylobac-
ter, E. coli enteropá-
tica, Entamoeba his-
tolytica, C. difficile)
Diarrea Acción de muchos Blandas a acuosas Aguda, recurrente o Posiblemente náu- Prescritos o de venta
por fármacos medicamentos, como crónica seas; por lo general libre
antiácidos con mag- poco o ningún
nesio, antibióticos, dolor
antineoplásicos
y laxantes
(continúa)
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Situaciones,
Características Síntomas personas en
Problema Proceso de las heces Cronología asociados riesgo
Diarrea crónica (≥ 30 días) (continuación)
Diarreas voluminosas
Síndrome de Transporte de mem- Habitualmente volumi- El inicio de la enfer- Anorexia, pérdida Variable, depen-
malabsorción brana o absorción nosas, blandas, de color medad casi siempre de peso, fatiga, dis- diendo de la causa
del epitelio intestinal amarillo claro o gris, pas- es lento tensión abdominal,
alterados (enfermedad tosas, grasientas u oleo- a menudo cólicos
de Crohn, celiaquía, sas, y a veces espumosas; en el hipogastrio.
resección quirúrgica); muy malolientes; suelen Hay síntomas de
alteración de la di- flotar en el inodoro (es- deficiencias nutri-
gestión luminal (in- teatorrea) cionales, como
suficiencia pancreá- hemorragia (vita-
tica); alteraciones mina K), dolor
epiteliales en el óseo y fracturas
borde en cepillo (in- (vitamina D), glo-
tolerancia a la lactosa) sitis (vitamina B) y
edema (proteínas)
Diarrea osmótica
■ Intolerancia a la Deficiencia de lactasa Diarrea acuosa de gran Sigue a la ingestión Cólico abdominal, > 50% de afroameri-
lactosa intestinal volumen de leche y productos distensión abdomi- canos, asiáticos,
lácteos; se alivia con nal, flatulencias nativoamericanos,
el ayuno hispanos; en el
5-20% de caucásicos
■ Abuso de Ingestión habitual de Diarrea acuosa de gran Variable A menudo Personas con
purgantes laxantes, a menudo volumen ninguno anorexia o bulimia
osmóticos subrepticia nerviosas
Diarrea secretora Variable: infección Diarrea acuosa de gran Variable Pérdida de peso, Variable,
bacteriana, adenoma volumen deshidratación, dependiendo de
velloso secretor, náuseas, vómitos la causa
malabsorción de y cólicos
grasas o de sales abdominales
biliares, trastornos
hormonales (gastrina
en el síndrome de
Zollinger-Ellison,
péptido intestinal
vasoactivo)
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Expectativas falsas sobre los hábitos Expectativas de “regularidad” o deposiciones Creencias, tratamientos y publicidad
intestinales más frecuentes que las personas normales que promueven el empleo de laxantes
Dieta con deficiencia de fibra Disminución del volumen fecal Pueden contribuir otros factores como
el debilitamiento físico y los fármacos
astringentes
Síndrome de intestino irritable20 El cambio funcional de la frecuencia o la Tres patrones: diarrea predominante,
forma de las defecaciones sin enfermedad estreñimiento predominante o mixto.
conocida; posible cambio de las bacterias Síntomas presentes por ≥ 6 meses y dolor
intestinales abdominal durante ≥ 3 meses, junto con
al menos 2 de 3 funciones (mejoría con la
defecación; inicio con los cambios en la
frecuencia de las heces; inicio con los cambios
en la forma y la apariencia de las heces)
Obstrucción mecánica
Cáncer de recto o colon sigmoideo Estrechamiento progresivo de la luz del Cambio en los hábitos intestinales; a
intestino por adenocarcinoma menudo diarrea, dolor abdominal, sangrado,
sangre oculta en heces; en el cáncer rectal,
tenesmo y heces en forma de lápiz; pérdida
de peso
Fecaloma Una masa fecal grande, firme e inmóvil, más Plenitud rectal, dolor abdominal y diarrea
a menudo en el recto alrededor del fecaloma; usual en pacientes
debilitados, encamados, y a menudo en
ancianos y residentes de casas de retiro
Otras lesiones obstructivas (como Estrechamiento u obstrucción completa del Cólico abdominal, distensión abdominal
diverticulitis, vólvulo, invaginación intestino y, en la invaginación intestinal, a menudo
intestinal o hernia) heces como “mermelada de grosella” (sangre
roja y moco)
Lesiones anales dolorosas El dolor puede causar espasmo del Fisuras anales, hemorroides dolorosas,
esfínter externo e inhibición voluntaria abscesos perirrectales
del reflejo de la defecación
Fármacos Diversos mecanismos Opiáceos, anticolinérgicos, antiácidos que
contienen calcio o aluminio, y muchos otros
Depresión Un trastorno del estado de ánimo Fatiga, anhedonia, trastornos del sueño,
pérdida de peso
Trastornos neurológicos Interferencia con la inervación autonómica Lesiones de la médula espinal, esclerosis
del intestino múltiple, enfermedad de Hirschsprung y
otras anomalías
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Nicturia
Con grandes Casi todos los tipos de poliuria
volúmenes (p. 462)
Poliuria Deficiencia de hormona antidiurética Un trastorno de la neurohipófisis Sed y polidipsia, a menudo graves
(diabetes insípida) y el hipotálamo y persistentes; nicturia
Falta de respuesta renal a la hormona Algunas nefropatías, como la Sed y polidipsia, a menudo graves
antidiurética (diabetes insípida hipercalcémica e hipcalémica; y persistentes; nicturia
nefrógena) intoxicación farmacológica (litio)
Diuresis por solutos
Electrólitos, como sales de sodio Grandes inyecciones de solución Variable
salina, diuréticos potentes, nefropatías
Sustancias distintas de los Diabetes mellitus no controlada Sed, polidipsia y nicturia
electrólitos (p. ej., glucosa)
Ingestión excesiva de agua Polidipsia primaria La polidipsia tiende a ser episódica;
quizá no haya sed; casi no hay nicturia
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Incontinencia de urgencia
Las contracciones del músculo Disminución de la inhibición Pérdida involuntaria de orina La vejiga pequeña no se detecta en
detrusor son más fuertes de cortical de las contracciones precedida por un deseo de orinar. la exploración abdominal.
lo normal y vencen la resistencia del detrusor por ictus, tumores El volumen tiende a ser moderado.
uretral normal. La vejiga casi cerebrales, demencia y
siempre es pequeña. lesiones de la médula espinal
por encima del nivel sacro.
Hiperexcitabilidad de los haces Urgencia, polaquiuria y nicturia Cuando hay inhibición cortical
sensitivos, como en las infecciones con volúmenes de pequeños a disminuida, a menudo se observa
vesicales, los tumores y el moderados. Si hay inflamación retraso mental o signos motores de
fecaloma. aguda, dolor al orinar. enfermedad del sistema nervioso
central.
Pérdida del reflejo de la micción, Posiblemente “incontinencia por Cuando las vías sensitivas son
como en la micción voluntaria seudoestrés” (micción 10-20 seg hiperexcitables, puede haber
frecuente de volúmenes pequeños. después de tensiones, como un signos de problemas pélvicos
cambio de posición, subir y bajar, locales o un fecaloma.
y quizá toser, reír o estornudar).
(continúa)
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a
Los pacientes pueden tener más de un tipo de incontinencia.
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Hernia incisional
Protrusión a través de una cicatriz
quirúrgica. Se palpa el abdomen
para detectar el largo y el
ancho del defecto en la pared
abdominal. Un defecto pequeño,
a través del cual ha pasado una
hernia voluminosa, tiene mayor
riesgo de causar complicaciones
que un defecto grande.
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Tumor Embarazo
Un gran tumor sólido que, El embarazo es una causa
por lo general, se levanta de frecuente de “masa” pélvica.
Timpanismo la pelvis genera matidez a la Timpanismo Se ausculta el corazón del
percusión. El intestino lleno feto (véase p. 945).
de aire se desplaza hacia la
Matidez periferia. Las causas incluyen Matidez
tumores ováricos y miomas
uterinos. A veces, una vejiga
muy distendida suele
confundirse con este
tipo de tumor.
Timpanismo
Matidez Timpanismo
El ombligo puede
protruir Matidez
Flanco
protuberante
Líquido ascítico
El líquido ascítico busca el punto más bajo del abdomen, por lo que produce matidez a la percusión y
protuberancia de los flancos. El ombligo también puede sobresalir. Se gira al paciente a un lado para detectar
el cambio en la posición del nivel de líquido (desplazamiento de la matidez) (para la evaluación de la ascitis
véanse pp. 484-485).
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Arteria renal
Aorta
Arteria ilíaca
Hepático
Epigástrico
Esplénico
y umbilical
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Área dolorosa
superficial
Ciego normal
Colon sigmoideo
normal o espástico
Unilateral o bilateral,
en la parte alta o baja
del abdomen
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Dolorimiento
rectal derecho
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Borde superior
bajo
Lóbulo derecho
alargado
Altura normal
por percusión
Desplazamiento del hígado hacia abajo Variaciones normales en la forma del hígado
por descenso del diafragma En algunas personas, el lóbulo derecho del hígado puede ser alargado
Este hallazgo es frecuente cuando el diafragma se aplana y desciende, y palparse con facilidad en su proyección descendente hacia la cresta
como ocurre en la EPOC. El borde hepático puede palparse bien muy ilíaca. Este tipo de alargamiento, a veces llamado lóbulo Riedel,
por debajo del borde costal. Sin embargo, la percusión revela que el representa una variación morfológica, mas no un aumento del tamaño
borde superior también ha descendido, con lo cual la dimensión o del volumen del hígado.
vertical del hígado es normal.
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with ascites due to cirrhosis 2012. Hepatology. 2013:1651. adults. N Engl J Med. 2014;370:1532.
C A P Í T U LO 11 | Abdomen 507
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12
C A P Í T U L O
Sistema vascular
periférico
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para reforzar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Bates. Guía visual para la exploración física (vol. 11, Sistema vascular periférico)
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
espanol-Bickley_12e
Adventicia
Media
Íntima
Endotelio
Músculo liso
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Los trastornos tromboembólicos del sistema venoso periférico en los miembros inferio-
res también son frecuentes, y se estima que afectan al 1% de los adultos mayores de
más de 60 años.6,7 A menudo, casi dos tercios de los pacientes afectados presentan
trombosis venosa profunda (TVP) en el hospital, y un tercio, tromboembolia pulmo-
nar (TP).8,9 Alrededor del 25% de los casos de TP se presentan con muerte súbita.6 La
trombosis venosa superficial también tiene riesgos: el 33% de los afectados reciben
el diagnóstico de TVP o TP.10 Además, la TVP en los miembros superiores abarca hoy
en día cerca del 10% de los casos de TVP, lo cual refleja las complicaciones del incre-
mento de la colocación de catéteres venosos centrales, marcapasos cardíacos y desfi-
briladores.11
Anatomía y fisiología
Arterias
Las arterias tienen tres capas concéntricas de tejido: la íntima, la media y la adventicia La ateroesclerosis es una enfermedad
(figs. 12-1 y 12-2). La membrana elástica interna limita con la íntima y la media; la mem- inflamatoria crónica que se inicia por
brana elástica externa separa la media de la adventiciaa. una lesión endotelial, lo cual provoca
la formación de placa ateromatosa y
lesiones vasculares por hipertensión.
Corte
transversal
Ateroma
Corte (capa grasa)
longitudinal
F I G U R A 1 2 - 2 . Ateromas arteriales.
Íntima. La íntima, un revestimiento continuo de una sola capa de células endo- La formación del ateroma comienza
teliales con propiedades metabólicas notables, se encuentra rodeando la luz de todos en la íntima, donde las lipoproteínas
los vasos sanguíneos.12 El endotelio intacto sintetiza reguladores de la trombosis, como circulantes, en especial las lipoproteí-
la prostaciclina, el activador del plasminógeno y algunas moléculas similares a la nas de baja densidad (LDL, de low den-
heparina; produce moléculas protrombóticas, como el factor de von Willebrand y el sity lipoproteins), están expuestas a los
inhibidor del activador del plasminógeno; modula el flujo sanguíneo y la reactividad proteoglicanos de la matriz extracelu-
vascular a través de la síntesis de vasoconstrictores, como la endotelina y la lar, se someten a modificación oxida-
enzima convertidora de angiotensina, y vasodilatadores, como el óxido nítrico tiva, y desencadenan una respuesta
y la prostaciclina. El endotelio de la íntima también regula las reacciones inmunitarias e inflamatoria local que atrae a los fago-
citos mononucleares. Una vez en la
inflamatorias mediante la elaboración de interleucinas, moléculas de adhesión
íntima, los fagocitos maduran a macró-
y antígenos de histocompatibilidad.
fagos, ingieren lípidos y se convierten
en células espumosas que se convier-
ten en estrías grasas.
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● En los ateromas complejos, hay una proliferación de células de músculo liso y matriz extrace- Los investigadores enfatizan cada vez
lular que rompe el revestimiento endotelial. más la activación de la placa, además
● Los ateromas complejos contienen una cápsula fibrosa de células de músculo liso que recu- de la estenosis luminal, como un
bren un núcleo necrótico rico en lípidos, células vasculares y una amplia gama de células importante desencadenante de la
inmunitarias y moléculas protrombóticas. isquemia y el infarto.13-15
● Los mediadores inflamatorios que alteran la reparación del colágeno y la fibrosis de la
cápsula se relacionan cada vez más con la rotura y erosión de la placa, cuyo resultado es
la exposición de los factores trombógenos en el núcleo de la placa a factores de coagula-
ción en la sangre.
Ramas arteriales. Las arterias deben responder a las variaciones del gasto
cardíaco durante la sístole y la diástole. Sus características anatómicas y tamaño varían
según su distancia del corazón. La aorta y sus ramas inmediatas son arterias grandes
de enorme elasticidad, como la carótida común y las arterias ilíacas. Estas arterias se
ramifican en arterias de tamaño medio o musculares, como las arterias coronarias y renales. Si se obstruye una arteria principal,
El retroceso elástico y la contracción y la relajación de las células de músculo liso de la las anastomosis entre las ramas de las
túnica media de las arterias de calibres grande y mediano producen el flujo arterial pulsátil. redes de arterias más pequeñas pue-
Las arterias de tamaño medio se dividen en arterias pequeñas de menos de 2 mm de den incrementarse con el tiempo
diámetro y arteriolas, incluso más pequeñas con diámetros de 20-100 μm para formar la circulación colateral,
(a veces denominadas “micras”). La resistencia al flujo sanguíneo se produce sobre todo que irriga las estructuras distales a
en las arteriolas. Cabe recordar que la resistencia es inversamente proporcional al radio del la oclusión.
vaso, conocida como la ley de Laplace. A partir de las arteriolas, la sangre fluye en la vasta
red de capilares, cada uno del diámetro de un solo eritrocito, aproximadamente 7-8 μm de
diámetro. Los capilares tienen un revestimiento de células endoteliales, pero carecen
de capa media, lo cual facilita la rápida difusión de oxígeno y dióxido de carbono.
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Aorta torácica
Arteria celíaca
(a la parte anterior del intestino)
Arteria mesentérica
superior (al intestino
medio)
Aorta abdominal
Proyección anterior
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■ Tronco celíaco. Esófago, estómago, parte proximal del duodeno, hígado, vesícula biliar,
páncreas, bazo (parte anterior del intestino).
■ Arteria mesentérica superior. Intestino delgado (yeyuno, íleon, ciego; intestino A pesar de la rica red colateral que
grueso), colon ascendente y transverso, ángulo esplénico y hepático (intes- protege las tres ramas contra la hipo-
tino medio). perfusión, la oclusión de las arterias
mesentéricas puede generar isquemia
■ Arteria mesentérica inferior. Colon descendente y colon sigmoideo, región proximal e infarto intestinales.
del recto (intestino grueso).
■ La arteria femoral, por debajo del ligamento inguinal, a medio camino entre la espina
ilíaca anterosuperior y la sínfisis del pubis.
Espina ilíaca
■ La arteria poplítea, una rama de la arteria femoral que pasa en sentido medial anterosuperior
por detrás del fémur, es palpable justo detrás de la rodilla. La arteria poplítea se
divide en dos arterias que irrigan la parte inferior de la pierna y el pie, las cuales Ligamento
se describen a continuación. inguinal
Arteria
■ La arteria dorsal del pie (DP), justo lateral al tendón extensor del dedo gordo. femoral
Sínfisis
■ La arteria tibial posterior (TP) se encuentra por detrás del maléolo medial del tobillo. púbica
Un arco de interconexión entre sus dos principales ramas arteriales protege la circu-
lación al pie.
Venas
Arteria
A diferencia de las arterias, las venas tienen paredes delgadas y muy distensibles, con poplítea
capacidad para contener hasta dos tercios del flujo sanguíneo circulante. La íntima
venosa consiste en un endotelio no trombógeno. En la luz protruyen válvulas que esta-
blecen el retorno venoso unidireccional hacia el corazón. La media contiene anillos
perimetrales de tejido elástico y músculo liso que transforman el calibre venoso en
respuesta a cambios incluso mínimos de la presión. Las venas más pequeñas, o vénulas,
drenan lechos capilares y forman plexos venosos de interconexión, como los plexos
venosos prostático y rectal.
Las venas de los brazos, la parte superior del tronco, y la cabeza y el cuello drenan en la
Arteria
vena cava superior, que desemboca en la aurícula derecha. Las venas de las vísceras tibial
abdominales, la parte inferior del tronco y los miembros inferiores drenan en la vena posterior
cava inferior, excepto la circulación a través del hígado. La vena porta, en la confluencia
de la mesentérica superior rica en nutrientes y las venas del bazo, aporta el suminis- Arteria dorsal
del pie
tro de alrededor del 75% del flujo sanguíneo hepático, que se complementa con sangre
Arco arterial
oxigenada desde la arteria hepática. La sangre de estos vasos fluye en los sinusoides
hepáticos, y luego drena en tres grandes venas del hígado que se vacían en la vena cava
inferior. Debido a su estructura de pared más débil, las venas de las piernas son más
vulnerables a dilatación irregular, compresión, ulceración e invasión por tumores, F I G U R A 1 2 - 5 . Arterias del
y requieren atención especial. miembro inferior.
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Vena
safena
externa
Vena
femoral
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Sistema linfático
El sistema linfático es una extensa red vascular que drena el líquido linfático de los tejidos
corporales y lo devuelve a la circulación venosa. Las redes de capilares linfáticos,
los plexos linfáticos, se originan en los espacios extracelulares, donde los capilares recogen
líquidos tisulares, proteínas plasmáticas, células y desechos celulares a través de su endotelio
poroso, que carece incluso de una membrana basal. Los capilares linfáticos continúan por
vía central como conductos vasculares delgados, luego como conductos colectores, y se
vacían en las venas principales del cuello. El conducto linfático derecho drena líquido desde
el lado derecho de la cabeza, el cuello, el tórax y el miembro superior derecho y desemboca
en el cruce de la yugular interna derecha y la vena subclavia derecha. El conducto torácico
recoge la linfa del resto del cuerpo y desemboca en el cruce de la yugular interna izquierda
y la vena subclavia izquierda. La linfa transportada a través de estos conductos se filtra
en los ganglios linfáticos interpuestos en el camino.
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Intercambio de líquidos
Vasos linfáticos
en el lecho capilar
La sangre circula de las arterias a las venas a través del
lecho capilar (fig. 12-10). Mediante la ley de Starling se
han descrito de forma tradicional los desplazamientos de
Vénula
líquidos entre el plasma en el espacio intravascular y el Arteriola
espacio intersticial de los tejidos. Starling propuso la fil-
tración hacia el exterior en el extremo arteriolar del capi-
lar (debido a las presiones oncóticas coloidales Presión osmótica
hidrostática e intersticial) y la reabsorción hacia el inte- Presión
coloidal de las
rior en el extremo venoso del capilar (debido a la presión proteínas plasmáticas
hidrostática
osmótica coloidal de las proteínas plasmáticas). Estudios
recientes han demostrado una mayor complejidad en la
dinámica capilar y las relaciones entre el revestimiento Espacio intersticial
16-18 Presión oncótica
capilar endotelial, el intersticio y el drenaje linfático. coloidal intersticial
La filtración neta parece continuar a lo largo del capilar, Lecho capilar
regulada en parte por una capa de glucocáliz endotelial
capilar que afecta el volumen intravascular y la filtración
neta. La presión oncótica intersticial es notablemente F I G U R A 1 2 - 1 0 . Intercambio de líquidos en el lecho capilar.
inferior a la presión oncótica plasmática. Además,
el intersticio es más que un depósito para el ultrafiltrado Los mecanismos para el desarrollo del
plasmático. Es un sistema complejo de líquido que contiene albúmina, un gel que con- edema incluyen aumento del volumen
siste en moléculas de glucosaminoglicano y colágeno. Se ha encontrado que la filtración plasmático a partir de la retención de
endotelial en el lecho capilar es mucho menor de lo que se había entendido en el pasado. sodio, alteración de la dinámica capilar
La mayor parte del líquido filtrado vuelve a la circulación no como el líquido reabsor- que produce filtración neta, elimina-
bido en el extremo venoso de los capilares, sino como linfa. Los riñones también desem- ción inadecuada del líquido linfático
peñan una función en la retención de sodio y agua cuando el volumen de plasma filtrado, obstrucción linfática o venosa
disminuye. Gran parte de este líquido entra en el espacio intersticial y se observa clínica- y aumento de la permeabilidad capi-
mente como edema. Se anima a los lectores a revisar esta literatura reciente, que tiene lar.19,20 Véase la tabla 12-1, “Tipos de
implicaciones en el empleo de cristaloides en lugar de líquido coloidal en la reanimación. edema periférico”, p. 533.
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Anamnesis
Arteriopatía periférica. Como se ha señalado, la AP se refiere a la enfermedad Véase la tabla 12-2, “Trastornos vascu-
estenótica, oclusiva y aneurismática de la aorta abdominal, sus ramas mesentérica y lares periféricos dolorosos y otros
renal, y las arterias de los miembros inferiores, excepto las coronarias.5 El dolor en cuadros similares”, pp. 534-535.
los miembros también puede ser de origen cutáneo, del aparato musculoesquelético o del
sistema nervioso; también puede ser referido, como el dolor del infarto de miocardio que
irradia al brazo izquierdo.
■ Pregunta sobre el dolor abdominal, de flanco o de espalda, en especial cuando el La expansión de un hematoma por un
paciente es de edad avanzada y fumador. ¿Hay estreñimiento o distensión inusual? aneurisma aórtico abdominal (AAA)
Se indaga sobre retención urinaria, dificultad para orinar o cólico renal. puede causar síntomas al comprimir
el intestino, las ramas arteriales de la
aorta o los uréteres.21,22
■ Si hay dolor abdominal persistente, se pregunta sobre cualquier “miedo relacionado Estos síntomas sugieren isquemia
con los alimentos”, pérdida de peso o heces de color oscuro. mesentérica por embolia arterial,
trombosis arterial o venosa, vólvulo
o estrangulamiento intestinal, o hipo-
perfusión. Cuando no se detectan los
síntomas agudos, puede tener lugar
una necrosis intestinal e incluso la
muerte.
■ Pregunta acerca de cualquier dolor o calambres en las piernas durante el esfuerzo La isquemia sintomática de los
que se alivia con el reposo después de 10 min; este dolor se denomina claudicación miembros por esfuerzo se observa
intermitente. en la AP ateroesclerótica. El dolor
al caminar o por estar de pie mucho
tiempo, que irradia del área de la
columna vertebral a nalgas, muslos,
piernas o pies, corresponde a la clau-
dicación neurógena. El cociente de
verosimilitudes positivo de la esteno-
sis raquídea es > 6 si el dolor se alivia
al sentarse e inclinarse hacia delante,
o si hay dolor bilateral en nalgas o
piernas.23
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■ Pregunta también por frialdad, parestesias o palidez en las piernas o los pies, o pérdida La pérdida de vello en las caras ante-
de vello en las caras tibiales anteriores. riores de las piernas ocurre cuando
disminuye la perfusión arterial. Pue-
den aparecer úlceras “secas” o de color
negro pardusco por gangrena.
Debido a que la mayoría de los pacientes con AP refieren síntomas mínimos, se indaga Sólo el 10% de los pacientes tienen
acerca de los dos tipos frecuentes de dolor en las piernas por AP que se producen antes los síntomas clásicos de dolor en las
de la isquemia aguda de los miembros: dolor en las piernas con el ejercicio y el descanso (dolor piernas por esfuerzo que se alivia con
por esfuerzo que puede comenzar en reposo), y dolor en las piernas/no invalidante el reposo.24 El otro 30-50% tienen
(dolor por esfuerzo que no impide que el paciente camine). Se pregunta de manera espe- dolor atípico en los miembros inferio-
cífica sobre los signos de advertencia de AP que siguen, sobre todo a pacientes cuya edad res y hasta el 60% son asintomáticos.
es de 50 años o más y a aquellos con factores de riesgo de AP, en especial fumadores, pero Quienes no manifiestan síntomas
también diabéticos, hipertensos, con colesterol alto, del grupo poblacional afroameri- quizá tengan un deterioro funcional
cano, o con arteriopatía coronaria (pp. 363-364). Cuando los síntomas o los factores de importante que limita o retrasa la
riesgo descritos en el cuadro a continuación están presentes, se lleva a cabo una explora- marcha para evitar síntomas a medida
que la AP progresa.
ción cuidadosa y se obtiene el índice tobillo-brazo (ITB) (p. 536).
● Dolor abdominal después de las comidas y relacionado con “miedo al alimento” y pérdida Estos síntomas indican isquemia intes-
de peso (véase cap. 11). tinal de la arteria celíaca o las arterias
mesentéricas superior o inferior.
● Cualquier pariente de primer grado con AAA. La prevalencia de AAA en parientes
de primer grado es del 15-28%.25
Se indaga sobre el dolor o la tumefacción en la pantorrilla o la pierna. Debido a que las características clíni-
cas individuales tienen un valor diag-
nóstico deficiente, los expertos
recomiendan el empleo de sistemas
de calificación clínica formal bien vali-
dados como el Wells Clinical Score y la
Primary Care Rule para todos los
pacientes con sospecha de TVP.8,26
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Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
● Edad ≥ 65 años
● Edad ≥ 50 años con antecedentes de diabetes o hábito tabáquico
● Síntomas en las piernas cuando se hace ejercicio
● Heridas que no cicatrizan
Fuente: Rooke TW, Hirsch AT, Misra S, et al. Management of patients with peripheral artery disease
(compilation of 2005 and 2011 ACCF/AHA Guideline Recommendations): a report of the American
College of Cardiology Foundation/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines.
American College of Cardiology Foundation Task Force, American Heart Association Task Force.
J Am Coll Cardiol. 2013;61:1555.
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Debe aprenderse a utilizar el ITB, que es confiable, reproducible y fácil de realizar en el Véase la tabla 12-3, “Empleo del índice
consultorio. La sensibilidad de un ITB anómalo es baja (15-20%), pero su especificidad tobillo-brazo”, p. 536.
es del 99%, y la prueba tiene altos valores predictivos positivos y negativos (ambos
> 80%).1 Los médicos o el personal del consultorio pueden medir con facilidad la presión
sistólica en los brazos mediante el uso de un esfigmomanómetro y los pulsos del pie
con ecografía Doppler. Estos valores se pueden introducir en las calculadoras disponibles
en algunos sitios de Internet (véase http://www.sononet.us/abiscore/abiscore.htm del
American College of Physicians).
Para los pacientes con arteriopatía periférica y claudicación intermitente, las pautas de
la ACCF/AHA recomiendan con fuerza los programas de ejercicio supervisados como tra-
tamiento inicial.5 Los estudios clínicos con asignación aleatorizada han mostrado un
aumento notable en las distancias recorridas a pie sin dolor con los programas de ejer-
cicio supervisados en comparación con los programas sin supervisión.31 Otras reco-
mendaciones para tratar la AP incluyen: dejar de fumar; tratamiento de la hiperlipidemia;
control óptimo de la diabetes y la hipertensión; empleo de antiplaquetarios; cuidado
meticuloso de los pies y utilización de zapatos bien ajustados, en particular para pacien-
tes diabéticos; y, en caso de necesidad, revascularización.
Detección de arteriopatía renal. La estenosis de la arteria renal (EAR) Véase el capítulo 9, Sistema
ateroesclerótica se encuentra en proporciones sustanciales de pacientes con nefropatía cardiovascular, pp. 365-367, para revisar
terminal, insuficiencia cardíaca congestiva, diabetes e hipertensión coexistentes y otras las recomendaciones para evaluar la
enfermedades ateroescleróticas.32 La EAR ateroesclerótica se asocia con un incremento presión arterial. La frecuencia de la
marcado de los riesgos de episodios cardiovasculares.33 La displasia fibromuscular hipertensión que surge de la EAR se
casi nunca genera EAR, pero cuando lo hace suele tener lugar en mujeres menores de 40 desconoce.
años de edad. Las pautas de la ACCF/AHA recomiendan la detección para la EAR con
ecografía dúplex, angiografía por resonancia magnética o angiografía por tomografía
computarizada en pacientes con las anomalías enumeradas en el recuadro a continuación.5
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Debido a que los síntomas son infrecuentes y la detección puede reducir la mortali-
dad relacionada con la AAA al 50% durante 13-15 años, el USPSTF hace una reco-
mendación de grado B para realizar estudios ecográficos en hombres de 65-75 años
que han fumado más de 100 cigarrillos a lo largo de su vida.36 Los médicos pueden
elegir hombres en estos límites de edad que nunca hayan fumado (grado C); la evidencia
es insuficiente con respecto a la selección de mujeres en este rango de edad que han
fumado alguna vez (enunciado I). Sin embargo, el USPSTF recomienda no evaluar a las
mujeres que nunca han fumado (grado D). La ecografía es un estudio de detección no
invasivo, económico y preciso (sensibilidad del 94-100%, especificidad del 98-100%)
para el diagnóstico de AAA. La palpación no es lo suficientemente sensible como para
recomendarse para la detección.
Técnicas de exploración
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● Medir la presión arterial en ambos brazos (cap. 4, p. 130). Las presiones arteriales asimétricas
● Palpar los pulsos carotídeos y auscultar en busca de soplos (cap. 9, pp. 381-382). se encuentran en la coartación de
la aorta y el aneurisma disecante
● Auscultar los posibles soplos aórticos, renales y femorales; palpar la aorta y evaluar su diá- de la aorta.
metro máximo (cap. 11, pp. 472 y 483).
● Palpar los pulsos de las arterias braquial, radial, cubital, femoral, poplítea, dorsal del pie La enfermedad ateroesclerótica se
y tibial posterior. produce sobre todo en ciertas arte-
● Inspeccionar color, temperatura e integridad de la piel de tobillos y pies; observar cualquier rias: en la bifurcación carotídea
úlcera; inspeccionar pérdida de vello, cambios tróficos de la piel e hipertrofia ungueal. y las arterias renales proximales
(y la coronaria descendente anterior
Fuente: Hirsch AT, Haskal ZJ, Hertzer NR, et al. ACC/AHA 2005 Practice Guidelines for the manage-
proximal).14 En la aorta, las conse-
ment of patients with peripheral arterial disease (lower extremity, renal, mesenteric, and abdominal
aortic): a collaborative report from the American Association for Vascular Surgery/Society for Vas- cuencias de la enfermedad ateroescle-
cular Surgery, Society for Cardiovascular Angiography and Interventions, Society for Vascular Medi- rótica son la ectasia y la formación de
cine and Biology, Society of Interventional Radiology, and the ACC/AHA Task Force on Practice aneurismas.
Guidelines (Writing Committee to Develop Guidelines for the Management of Patients With Periph-
eral Arterial Disease): endorsed by the American Association of Cardiovascular and Pulmonary
Rehabilitation; National Heart, Lung, and Blood Institute; Society for Vascular Nursing; TransAtlan-
tic Inter-Society Consensus; and Vascular Disease Foundation. J Am Coll Cardiol. 2006;47:1239.
Se cuenta con varios sistemas recomendados para clasificar la amplitud de los pulsos Si una arteria se dilata demasiado,
arteriales. Un sistema emplea una escala de 0 a 3, como se muestra en el siguiente cua- es por un aneurisma.
dro.25 Utiliza la escala adoptada por tu institución.
Miembros superiores
Inspección. Inspecciona ambos miembros superiores desde la punta de los dedos
hasta los hombros. Observa:
■ Patrón venoso
■ El color de los lechos ungueales y la piel, y la textura cutánea Las colaterales venosas visibles, la
tumefacción, el edema y la decolora-
ción son indicios de TVP de los miem-
bros superiores.11
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F I G U R A 1 2 - 1 4 . Se palpan los
ganglios epitrocleares.
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Abdomen
Para las técnicas de exploración de la aorta abdominal, véase el capítulo 11, Abdomen, La sensibilidad de la palpación aórtica
pp. 472 y 483. En resumen, se buscan soplos aórticos, renales y femorales. Se palpa y para detectar un AAA ≥ 4 cm es del
calcula la anchura de la aorta abdominal en la zona epigástrica mediante la medición de 60%. La sensibilidad para hallar una
la amplitud aórtica entre dos dedos, en especial en personas de edad avanzada y fuma- masa pulsátil, que sólo se detecta en
dores debido al alto riesgo de AAA. Se valora la presencia de alguna masa pulsátil. el 50% de las roturas diagnosticadas,
es del 40-60%. Recuerda que una
masa inguinal sospechosa de hernia
encarcelada a menudo se diagnos-
tica en la cirugía como un AAA.22
Ganglios linfáticos inguinales. Se palpan los ganglios inguinales superficiales, La linfadenopatía se refiere al
incluidos los de los grupos horizontal y vertical (fig. 12-15). Observa su tamaño, consistencia aumento de tamaño de los ganglios
y delimitación, y si son dolorosos a la palpación. En personas sanas es frecuente encontrar linfáticos, acompañado o no de dolor
ganglios inguinales delimitados, no dolorosos, de hasta 1 cm o incluso 2 cm de diámetro. a la palpación. Se distingue entre una
linfadenopatía local y una generali-
zada, ya sea mediante la localización
de una lesión causal en el área de dre-
naje o por la presencia de adenopa-
tías en al menos otras dos regiones de
ganglios linfáticos no contiguos.
Grupo horizontal
Vena femoral
Arteria femoral
Vena safena
mayor
Grupo vertical
Miembros inferiores
El paciente debe estar en posición supina; se cubren los genitales externos y las piernas
se dejan expuestas por completo. Las medias o los calcetines deben retirarse.
Inspección. Se valoran las dos piernas desde las ingles y las nalgas hasta los pies. Los datos individuales de tumefacción
Se observa: o asimetría de la pantorrilla,
la pierna o el tobillo; la dilatación
■ Tamaño, simetría y cualquier tumefacción o edema venosa; el eritema o la tromboflebitis
superficial tienen poco valor diagnós-
tico para la TVP en comparación con
■ Patrón venoso y cualquier agrandamiento venoso
los sistemas de calificación combina-
dos y la ecografía.8,26 Véase también la
tabla 12-4, “Insuficiencia crónica de
arterias y venas”, p. 537.
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■ Cualquier pigmentación, exantema cutáneo, cicatriz o úlcera Las úlceras o llagas en los pies aumen-
tan el cociente de probabilidad de
enfermedad vascular periférica a 7.26
Véase la tabla 12-5, “Úlceras frecuen-
tes en pies y tobillos”, p. 538.
■ El color y la textura de la piel, el color del lecho ungueal y la distribución del vello El calor y el eritema en la pantorrilla
en las piernas y los pies indican celulitis. La piel atrófica y sin
vello suele estar presente, pero no es
diagnóstica de AP.
■ ¿Hay un área local de enrojecimiento? Si es así, registra su temperatura. La tumefacción local, el eritema, el
calor y un cordón subcutáneo indican
tromboflebitis superficial, un factor de
riesgo de aparición de TVP.10
■ ¿Hay regiones pardas cerca de los tobillos? Un color parduzco o úlceras por
encima del maléolo sugieren insufi-
ciencia venosa crónica.
■ Busca úlceras cutáneas. ¿Dónde se encuentran? La piel engrosada y dura indica linfe-
dema e insuficiencia venosa avanzada.
Se inspecciona el sistema de las safenas para detectar varices. Si se encuentran, se pide al Las varices están dilatadas y tortuo-
paciente que se ponga de pie, lo cual permite que las venas varicosas se llenen de sangre sas. Es posible que sus paredes se
y se tornen evidentes; estos cambios no se encuentran con facilidad cuando el paciente sientan un poco engrosadas. Observa
está en decúbito supino. Se palpan las várices para comprobar si hay tromboflebitis. las numerosas venas varicosas en el
miembro inferior que se muestra en
la p. 531.
Se inspeccionan y comparan los muslos, las
pantorrillas y los tobillos para valorar la sime-
tría. Se registra su tamaño relativo y la promi-
nencia de venas, tendones y huesos. ¿Las
venas están inusualmente prominentes?
(fig. 12-16).
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¿Hay tumefacción o edema? (fig. 12-17). Si es así, ¿es unilateral o bilateral? La tumefacción y edema unilaterales
de la pantorrilla y el tobillo sugieren la
enfermedad tromboembólica venosa
de la TVP, la insuficiencia venosa crónica
por TVP previa o la insuficiencia de
las válvulas venosas; o puede ser lin-
fedema.
El edema bilateral se encuentra en la
insuficiencia cardíaca, la cirrosis y el
síndrome nefrótico. La distensión
venosa sugiere una causa venosa del
edema.
Se revisa la extensión de la tumefacción. ¿A qué distancia de la pierna se encuentra? En la TVP, la ubicación del edema
indica la localización de la oclusión, la
vena poplítea si la pierna o el tobillo
tienen tumefacción, y las venas iliofe-
morales si todo el miembro inferior
está hinchado.
Si se detecta tumefacción o edema unilateral, se miden las pantorrillas 10 cm por La asimetría de la pantorrilla por más
debajo de la tuberosidad tibial. Por lo general, la diferencia en la circunferencia de la de 3 cm aumenta el cociente de verosi-
pantorrilla es menor de 3 cm. Se miden y comparan las otras áreas de asimetría, si es militudes para una TVP a más de 2.26
necesario, se incluyen los muslos y los tobillos. También se consideran desgarro
muscular o traumatismo, quiste de
Palpación: pulsos periféricos. Se palpan los pulsos femoral, poplíteo y del Baker (cara posterior de la rodilla) y
atrofia muscular.
pie para evaluar la circulación arterial.
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■ Pulso poplíteo. La rodilla del paciente debe hallarse un poco flexionada, con la pierna Un pulso poplíteo exagerado y ensan-
relajada. Coloca las yemas de los dedos de ambas manos de manera que se encuen- chado sugiere un aneurisma de la arte-
tren en la línea media detrás de la rodilla, y presiona con profundidad en la fosa ria poplítea. Los aneurismas poplíteos
poplítea (fig. 12-19). El pulso poplíteo es más difícil de encontrar que otros pulsos, y femorales son infrecuentes, suelen
ya que es más profundo y se siente más difuso. deberse a ateroesclerosis y se pre-
sentan sobre todo en hombres mayo-
res de 50 años de edad.
Si no se puede palpar el pulso poplíteo con esta maniobra, se intenta con el paciente La ateroesclerosis obstruye casi siem-
en decúbito prono (fig. 12-20). Flexiona la rodilla del paciente alrededor de 90º, pre las arterias del muslo: el pulso
permite que la pierna se relaje contra tu hombro o parte superior del brazo, y pre- femoral es normal, pero el pulso
siona los dos pulgares profundamente en la fosa poplítea (fig. 12-21). poplíteo disminuye o desaparece.
F I G U R A 1 2 - 2 0 . Se palpa el F I G U R A 1 2 - 2 1 . Palpación
pulso poplíteo en posición prona. profunda en la fosa poplítea.
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■ Pulso tibial posterior (TP). Se curvan La oclusión arterial aguda por embolia
los dedos por detrás y ligeramente por o trombosis causa dolor y parestesias
debajo del maléolo medial del tobillo u hormigueo. Se observan frialdad,
(fig. 12-23). Este pulso puede ser palidez y falta de pulsos en la región
difícil de palpar en un tobillo grueso o del miembro distal a la oclusión. Se
edematoso. requiere tratamiento urgente.
● El médico se coloca en una posición cómoda, así como su mano; las posiciones incó-
modas disminuyen la sensibilidad táctil.
● Una vez que la mano se coloca de forma correcta, se modifica la presión de los dedos
para reconocer una pulsación débil. Si no se tiene éxito, se explora la zona con mayor
delicadeza, pero de forma más intencionada.
● No se confunda el pulso del paciente con el pulso de la mano exploradora. Si es
necesario, se cuenta la propia frecuencia cardíaca y se compara con la del paciente.
Las frecuencias suelen ser diferentes. Se palpa el propio pulso carotídeo para esta
comparación.
Registra la temperatura de los pies y de los miembros inferiores con el dorso de La frialdad asimétrica de los pies tiene
los dedos. Compara un lado con el otro. Un entorno frío o la ansiedad suelen causar un cociente de verosimilitudes posi-
frialdad bilateral. tivo mayor de 6 para AP.26
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■ Palpa la zona inguinal justo medial al pulso femoral para evaluar el dolor a la palpa- Una extremidad inferior pálida, dolo-
ción de la vena femoral. rosa e inflamada, junto con dolor en la
ingle sobre la vena femoral, sugiere
trombosis iliofemoral profunda. El
riesgo de TP en la trombosis venosa
proximal es del 50%.7
■ A continuación, con la pierna del paciente flexionada a la altura de la rodilla y rela- Sólo el 50% de los pacientes con TVP
jada, se palpa la pantorrilla. Con las yemas de los dedos, se comprimen con suavidad en la pantorrilla tienen dolor a la pal-
los músculos de la pantorrilla contra la tibia, y se busca cualquier dolorimiento pación o cordones venosos, y la
o cordones. ausencia de dicho dolor no descarta
una trombosis. Se considera que el
signo de Homan, malestar detrás de
la rodilla con la dorsiflexión forzada
del pie, no es sensible ni específico, y el
propio Homan lo ha desacreditado.26
Técnicas especiales
Evaluación de la vascularización arterial La enfermedad arterial oclusiva es
de la mano. Si sospechas insuficiencia arterial en bastante menos frecuente en los
el brazo o la mano, se intenta palpar el pulso cubital, así miembros superiores que en los infe-
como los pulsos radial y braquial. Se palpa con riores. La falta o la disminución de los
profundidad en la superficie flexora de la muñeca en pulsos en la muñeca se observa en la
sentido medial (fig. 12-26). Si se flexiona un poco oclusión embólica aguda y en la enfer-
medad de Buerger o tromboangitis
la muñeca del paciente, se palpa mejor. No siempre es
obliterante.
posible palpar el pulso de una arteria cubital normal.
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F I G U R A 1 2 - 2 7 . Compresión
de las arterias radial y cubital.
F I G U R A 1 2 - 2 8 . Palidez
cuando se relaja la mano.
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A continuación, se pide al paciente que se siente con las piernas colgando. Se comparan
los dos pies y se registra el tiempo necesario para:
■ El retorno del color rosado a la piel, que casi siempre es de unos 10 seg o menos.
■ El llenado de las venas de los pies y los tobillos, que en general es de casi 15 seg.
Si los pies tienen color normal y las venas de los pies se han llenado (fig. 12-32), estas Como se muestra en la figura 12-32
respuestas normales sugieren una circulación adecuada. (lado derecho), el pie izquierdo toda-
vía está pálido y las venas están
empezando a llenarse (signos de insu-
ficiencia arterial).
Busca si algún rubor (enrojecimiento oscuro) inusual sustituye la palidez del pie en La persistencia del rubor en la posi-
declive. El rubor puede tardar 1 min o más en aparecer. ción en declive indica insuficiencia
arterial (véase p. 538). Si hay insufi-
Las respuestas normales acompañadas de disminución de los pulsos arteriales indican ciencia venosa, el rubor en declive y el
una buena circulación colateral alrededor de una oclusión arterial. momento en el que retornan el color y
el llenado venoso no son pruebas fia-
bles de insuficiencia arterial.
Fuente de figs. 12-31 y 12-32: Kappert A, Winsor T. Diagnosis of Peripheral Vascular Disease. Phila-
delphia, PA: FA Davis, 1972.
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■ Con el paciente en decúbito supino, se eleva una pierna unos 90º para vaciarla
de sangre venosa.
■ Ocluye la vena safena mayor en la parte alta del muslo mediante compresión manual, El llenado rápido de las venas superfi-
aplicando suficiente presión para obstruir la vena, pero no los vasos más profundos. ciales durante la oclusión de la vena
safena indica insuficiencia valvular
■ Pide al paciente que se ponga de pie. Mientras se mantiene la vena ocluida, se observa en las venas comunicantes que permi-
el llenado venoso de la extremidad inferior. De modo normal, la vena safena se llena ten un rápido flujo retrógrado desde
desde abajo en unos 35 seg, tiempo que tarda la sangre en pasar por el lecho capilar el interior del sistema safeno.
hasta el sistema venoso.
■ Después de que el paciente permanezca 20 seg de pie, se libera la compresión y se El llenado súbito adicional de las
comprueba si se produce un súbito llenado venoso adicional. De modo normal, el venas superficiales después de la libe-
llenado lento continúa porque las válvulas competentes de la vena safena bloquean ración de la compresión indica insufi-
el flujo retrógrado. ciencia valvular en la vena safena.
Cuando los dos pasos de esta prueba son normales, la respuesta se denomina “negativa- Los resultados pueden ser negativos-
negativa”. positivos, positivos-negativos o,
cuando ambos pasos son anómalos,
positivos-positivos.
“Miembros calientes y sin edema. Sin varices ni cambios por estasis. Pantorrillas blandas e
indoloras. Sin soplo femoral ni abdominal. Los pulsos braquiales, radiales, femorales, poplí-
teos, dorsales del pie (DP) y tibiales posteriores (TP) son 2+ y simétricos”.
O
“Palidez en los miembros por debajo del centro de la pantorrilla, con notable pérdida de Estos hallazgos sugieren arteriopatía
vello. Aparición de rubor con los miembros en declive, pero sin edema ni ulceración. Soplos periférica ateroesclerótica.
femorales bilaterales; no se ausculta ningún soplo abdominal. Pulsos braquiales y radiales
2+; femorales, poplíteos, DP y TP 1+”.
De manera alternativa, los pulsos pueden registrarse de la siguiente manera.
Dorsal Tibial
Radial Braquial Femoral Poplíteo del pie posterior
D 2+ 2+ 1+ 1+ 1+ 1+
IZ 2+ 2+ 1+ 1+ 1+ 1+
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Edema foveolar
El edema es una tumefacción palpable, blanda, bilateral, por aumento del líquido intersticial y
Fóvea retención de sal y agua, el cual se detecta por la aparición de una fóvea después de 1-2 seg de
ejercer presión con el pulgar sobre la parte anterior de la tibia y el pie. El edema con fóvea se
produce en varias anomalías: cuando las piernas permanecen en declive al estar de pie o sentado,
lo cual incrementa la presión hidrostática en venas y capilares; por insuficiencia cardíaca que
Tumefacción disminuye el gasto cardíaco; por síndrome nefrótico, cirrosis o desnutrición que reducen la
en el pie
albúmina y la presión coloidooncótica intravascular, y por algunos medicamentos.
Tumefacción
en el pie
Linfedema
Sin fóvea El edema es blando en las primeras fases, luego se endurece y no hay fóvea. La piel está notablemente
engrosada; la ulceración es poco frecuente. No hay pigmentación. Se observa edema en los pies y los
dedos de los pies, a menudo bilateral. El linfedema se debe a la acumulación intersticial de líquido
Piel gruesa rico en proteínas cuando los vasos linfáticos están obstruidos por un tumor, fibrosis o inflamación, así
como cuando se lesionan por disección de ganglios axilares, radiación o ambas.
Tumefacción
en el pie
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Oclusión arterial aguda Embolia o trombosis. Dolor distal que por lo general incluye el pie
y la pierna.
Trastornos venosos (miembros inferiores)
Flebitis superficial y Es la inflamación de una vena superficial (flebitis Dolor a la palpación en el trayecto de una vena
trombosis venosa superficial), a veces con trombosis venosa (que hoy se superficial, más a menudo en el sistema de la safena.
superficial denomina trombosis venosa superficial cuando se confirma
la formación de un coágulo mediante estudio por imagen).
Trombosis venosa La TVP y el edema foveolar son los trastornos de la Casi siempre hay tumefacción dolorosa de la pantorrilla
profunda (TVP) enfermedad tromboembólica venosa; la TVP puede ser con eritema, pero puede ser indolora; los signos casi no
distal, si afecta las venas profundas de la pantorrilla, o se correlacionan con el sitio de la trombosis.
proximal, si afecta las venas poplítea, femoral o ilíaca.
Insuficiencia venosa Forma más grave de la enfermedad venosa crónica, Dolor difuso de los miembros inferiores.
crónica (profunda) con congestión crónica de las venas por su oclusión
o insuficiencia valvular venosa.
Tromboangitis Enfermedad inflamatoria oclusiva no ateroesclerótica de A menudo, el dolor de los dedos de las manos o de los
obliterante pequeñas arterias y venas medianas, sobre todo en pies progresa a úlceras isquémicas.
(enfermedad de fumadores; el trombo que produce la oclusión no afecta
Buerger) la pared del vaso sanguíneo.
Síndrome La presión sube por un traumatismo o hemorragia en uno Dolor en estallido de los músculos de la pantorrilla, por
compartimental de los 4 grandes compartimintos musculares entre la rodilla lo general en el compartimento tibial anterior, a veces
y el tobillo; cada uno está encerrado en una fascia, por lo con la piel suprayacente de color rojo oscuro.
que no puede expandirse para adaptarse a la mayor presión.
Linfangitis aguda Infección aguda, casi siempre por Streptococcus pyogenes Un brazo o una pierna.
o Staphylococcus aureus, que se extiende hasta los vasos
linfáticos desde una entrada distal, como una herida en
la piel, úlceras o mordedura de perro.
Cuadros similares (principalmente tromboflebitis superficial aguda)
Celulitis aguda Infección bacteriana aguda de la piel y el tejido En miembros superiores e inferiores, o en cualquier otra
subcutáneo, casi siempre por estreptococo β-hemolítico región.
(erisipela) y S. aureus.
Eritema nodoso Dolor intenso, lesiones eritematosas bilaterales por Caras pretibiales de ambas piernas; también puede
inflamación de tejido subcutáneo; se ve en anomalías aparecer en las regiones extensoras de brazos, nalgas
sistémicas (embarazo, sarcoidosis, tuberculosis, y muslos.
estreptococosis, enfermedad inflamatoria intestinal,
fármacos [anticonceptivos orales]).
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Factores Factores
Evolución agravantes que alivian Manifestaciones asociadas
Relativamente breve Exposición al frío, malestar Entorno cálido. Primarias: cambios de coloración de los dedos
(minutos), pero recurrente. emocional. de las manos de pálidos a cianóticos e
hiperémicos (enrojecimiento); sin necrosis.
Secundarias: más graves, con isquemia, necrosis
y pérdida de dedos de las manos; asas capilares
distorsionadas.
Puede ser breve si se alivia Ejercicios como caminar; si el El reposo suele detener el dolor en Cansancio local, entumecimiento que aumenta
con el reposo; si hay dolor en dolor aparece con el reposo, se 1-3 min; el dolor en reposo puede al enfriar la piel seca sin vello, cambios tróficos
reposo, puede ser persistente elevan las piernas y se reposa aliviarse al caminar (aumento en las uñas, disminución o ausencia de pulsos,
y empeorar por la noche. en cama. de la perfusión), o al sentarse palidez con la elevación, úlceras, gangrena
con las piernas en declive. (véase p. 538).
Inicio súbito; a veces síntomas Frío, parestesias, debilidad, pulsos distales
concurrentes indoloros. ausentes.
Un episodio agudo o más Inmovilidad, estasis venosa y Atención de apoyo, caminar; Induración local, eritema; si se palpan ganglios
días de duración. enfermedad venosa crónica, medidas impulsadas por o cordones, se considera trombosis venosa
procedimiento en venas, nuevas pruebas. superficial o profunda, ambas relacionadas con
obesidad. un riesgo importante de TVP y TP.
Difícil de determinar por la Inmovilización o cirugía reciente, Tratamiento antitrombótico Los diámetros asimétricos de la pantorrilla
falta de síntomas; un tercio traumatismo en miembros infe- y trombolítico. resultan más diagnósticos que el cordón palpable
de los casos de TVP en la riores, embarazo o puerperio, hi- o el dolor a la palpación en el triángulo femoral;
pantorrilla proximal sin percoagulabilidad (p. ej., sín- signo de Homan poco fiable; alto riesgo de TP
tratar se extienden. drome nefrótico, cáncer). (50% con TVP proximal).
Crónica, aumenta a medida Mucho tiempo de pie o Elevación del miembro, Edema crónico, pigmentación, tumefacción y
que avanza el día. sentado con las piernas en caminar. posible úlcera, en especial a edad avanzada, en
declive. el embarazo y cuando hay aumento de peso,
antecedentes o traumatismos (véase p. 538).
Los límites van de dolor Ejercicio. Reposo; dejar de fumar. Puede volverse gangrena en puntas de los dedos
breve recurrente a de las manos; moverse en sentido proximal, con
persistente crónico. flebitis migratoria y ganglios dolorosos a la
palpación en el trayecto de los vasos sanguíneos;
por lo general afecta al menos dos miembros.
Varias horas si es agudo Agudo: esteroides anabólicos; Agudo: incisión quirúrgica para Hormigueo, sensación de ardor en la pantorrilla;
(debe estar libre de presión complicación quirúrgica; lesión aliviar la presión. los músculos pueden sentirse tensos y
para evitar necrosis); en el por aplastamiento. Crónico: evitar el ejercicio; tumefactos; parestesias, parálisis si no se libera
ejercicio si es crónico. Crónico: ocurre con el ejercicio. hielo, elevación. la presión.
Un episodio agudo con Estría(s) roja(s) en la piel, con dolor a la
duración de varios días palpación y aumento de tamaño de los ganglios
o más. linfáticos y fiebre.
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■ Desinflar el manguito con lentitud y registrar la presión a la que se escucha el pulso Arteria humeral
■ Obtener dos medidas en cada brazo y registrar la media como la presión braquial Arteria dorsal
del pie (DP)
4. Medir la presión sistólica en los tobillos: Doppler
■ Utilizar el Doppler vascular para localizar el pulso pedio
5. Calcular el ITB:
máxima presión media del tobillo derecho (DP o TP)
ITB derecho =
máxima presión media braquial (derecha o izquierda)
Fuentes: Ankle–Brachial Calculator—American College of Physicians. Disponible en: http://www.sononet.us/abiscore/abiscore.htm. Acceso: 28 de febrero de 2015;
Wilson JF, Laine C, Goldman D. In the clinic: peripheral arterial disease. Ann Int Med. 2007;146:ITC 3.
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Pulsos Disminuidos o ausentes Normales, pero quizá sea difícil palparlos a través del edema
Color Pálido, sobre todo con la elevación; de color rojo Normal o cianótico al estar en declive; las petequias y la
oscuro al estar en declive pigmentación parduzca aparecen con la cronicidad
Temperatura Fría Normal
Edema Ausente o leve; puede aparecer cuando el paciente Presente, a menudo intenso
intenta aliviar el dolor en reposo al bajar la pierna
Cambios Alteraciones tróficas: piel delgada, brillante y A menudo pigmentación parduzca alrededor del tobillo,
cutáneos atrófica; pérdida de vello en los pies y los dedos dermatitis por estasis y posible engrosamiento de la piel
de los pies; engrosamiento de las uñas y con y estrechamiento de la pierna a medida que se genera la
crestas cicatrización
Úlceras Si hay, afectan dedos de los pies o zonas Si hay, se producen a los lados del tobillo, sobre todo
de traumatismo en los pies medialmente
Gangrena Puede aparecer No aparece
Fuente de las fotografías de la insuficiencia arterial: Kappert A, Winsor T. Diagnosis of Peripheral Vascular Disease. Philadelphia, PA: FA Davis, 1972; de la insuficiencia
venosa: Marks R: Skin Disease in Old Age. London, UK: Martin Dunitz, 1987.
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Insuficiencia arterial
La úlcera se produce en los dedos de los pies, los pies o posiblemente en áreas de
traumatismo (p. ej., las espinillas). La piel circundante no muestra callosidades ni
pigmentación excesiva, pero puede estar atrófica. A menudo el dolor es intenso, a menos
que lo enmascare la neuropatía. Puede haber gangrena acompañante, junto con
disminución de los pulsos, cambios tróficos, palidez del pie con la elevación y rubor
oscuro con el declive.
Úlcera neuropática
Se produce en los puntos de presión de las zonas con menor sensibilidad; se observa en
la neuropatía diabética, los trastornos neurológicos y la enfermedad de Hansen. La piel
circundante es callosa. No hay dolor, por lo que la úlcera puede pasar desapercibida.
Cuando no hay complicaciones, no se produce gangrena. Los signos asociados incluyen
disminución de la sensibilidad y ausencia del reflejo del tendón calcáneo.
Fuente de las fotografías: Marks R. Skin Disease in Old Age. London, UK: Martin Dunitz, 1987.
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13
C A P Í T U L O
Anatomía y fisiología
Resumen de la anatomía de los genitales masculinos (fig. 13-1). El tallo del pene está
formado por tres columnas de tejido vascular eréctil: el cuerpo esponjoso, que contiene la
uretra, y dos cuerpos cavernosos. El cuerpo esponjoso se extiende desde el bulbo del pene
hasta el glande, que presenta forma cónica, con su base ensanchada o corona. En los
Conducto
deferente
Vasos
sanguíneos
Cuerpo
cavernoso
Cuerpo
esponjoso
Uretra
Vesícula seminal
Conducto eyaculador
Corona
Bulbo del pene
Glande
Prepucio
Meato uretral
Epidídimo Cordón espermático
Túnica vaginal Escroto Testículo
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hombres no circuncidados, el glande está cubierto por un pliegue de piel laxo con forma
de capuchón llamado prepucio, donde pueden acumularse las secreciones del glande, o
esmegma. La uretra se localiza en la línea media ventral del tallo del pene, en donde en
ocasiones se observan las anomalías uretrales, y desemboca en una ranura vertical, el
meato uretral, que se encuentra de cierto modo ventral en la punta del glande.
Los testículos son glándulas ovoides presentes en par, constituidos principalmente por
túbulos seminíferos y tejido intersticial, recubiertos por una capa externa fibrosa, la túnica
albugínea. Los testículos por lo general miden 1.5-2 cm de longitud en los hombres
antes de la pubertad y 4-5 cm después de ésta. La hormona liberadora de gonadotropina
o gonadoliberina (GRH, de gonadotropin-releasing hormone) estimula desde el hipotálamo
la secreción hipofisaria de hormona luteinizante o lutropina (LH, de luteinizing hormone)
y de hormona foliculoestimulante o folitropina (FSH, de follicle-stimulating hormone). La
LH actúa sobre las células intersticiales de Leydig para promover la síntesis de testoste-
rona, que se convierte en 5α-dihidrotestosterona en los tejidos diana. Esta última provoca
el crecimiento de los genitales masculinos, la próstata y las vesículas seminales durante
la pubertad, la aparición de los rasgos sexuales secundarios, como el vello facial y corpo-
ral, y también el crecimiento musculoesquelético y el aumento de tamaño de la
laringe con su tono de voz grave asociado. La FSH regula la producción de espermato-
zoides por las células germinales y las células de Sertoli en los túbulos seminíferos.
Varias estructuras rodean o acompañan a los testículos. El escroto es una bolsa arrugada
y laxa de piel dividida en dos compartimentos, cada uno con un testículo. Excepto en la
parte posterior, el testículo está cubierto por la membrana serosa de la túnica vaginal, que Si el recubrimiento peritoneal perma-
se deriva del peritoneo abdominal y se introduce en el escroto durante el descenso nece como un canal abierto hacia el
testicular a través del anillo inguinal interno profundo. La capa parietal de la túnica escroto, se puede favorecer la apari-
vaginal envuelve los dos tercios anteriores del testículo y la capa visceral forra el escroto ción de una hernia inguinal indirecta.
adyacente. Sobre la cara posterolateral de cada testículo se encuentra el epidídimo, Las capas parietal y visceral forman
más blando, con forma de coma, que está constituido por túbulos estrechamente enro- un espacio potencial para la acumula-
llados que surgen del testículo y dan lugar al conducto deferente. El epidídimo por lo ción líquida anómala de un hidrocele.
general está separado del testículo por un surco palpable, y sirve como reservorio para el
almacenamiento, la maduración y el transporte de los espermatozoides.
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Vasos linfáticos
El drenaje linfático que proviene del pene pasa al principio a los ganglios inguinales Véanse las pp. 515-516 para una revi-
profundos y externos. Los vasos linfáticos del escroto drenan en los ganglios linfáticos sión más amplia de los ganglios
inguinales superficiales. Si descubres una lesión inflamatoria o posiblemente maligna inguinales.
en esta zona, explora con especial cuidado los ganglios inguinales en busca de creci-
miento o dolor. Los vasos linfáticos del testículo drenan en paralelo a su drenaje venoso:
la vena testicular izquierda desemboca en la vena renal izquierda, y la vena testicular
derecha lo hace en la vena cava inferior. Los ganglios linfáticos lumbares conectores y
preaórticos en el abdomen son clínicamente indetectables.
Anatomía de la ingle
Debido a la relativa frecuencia de las hernias, es importante entender la anatomía de la
región inguinal (fig. 13-2). Los puntos de referencia básicos son la espina ilíaca ante-
rosuperior, el tubérculo del pubis y el ligamento inguinal que discurre entre ellos, los
cuales son fáciles de identificar.
Espina ilíaca
anterosuperior
Anillo inguinal interno Las hernias inguinales indirectas se
Ligamento desarrollan en el anillo inguinal
inguinal Conducto inguinal interno, donde emerge el cordón
espermático del abdomen. Las her-
Sitio del conducto
femoral
Anillo inguinal nias inguinales directas surgen en la
externo
zona más medial debido al debilita-
X Tubérculo púbico miento en el piso del canal inguinal y
Arteria femoral se asocian con el estiramiento intenso
Vena femoral Cordón espermático
y sostenido.
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Otra vía para la herniación es el conducto femoral, situado bajo el ligamento inguinal. Es más probable que las hernias femo-
Aunque no pueda verse, es posible estimar su localización colocando el dedo índice rales se presenten como una urgencia
derecho, desde abajo, sobre la arteria femoral derecha. El dedo medio estará entonces con encarcelación o estrangulación
encima de la vena femoral y el dedo anular sobre el conducto femoral. Las hernias cru- del intestino.
rales (femorales) protruyen en este lugar.
Anamnesis
● Salud sexual
● Secreciones o lesiones del pene
● Dolor, tumefacción o lesiones del escroto
● Enfermedades de transmisión sexual (ETS)
Salud sexual. Los médicos y los educadores reconocen la importancia de Véase también en el capítulo 3, “Histo-
una sólida instrucción en salud sexual, aun cuando el entrenamiento y la experiencia ria sexual”, pp. 94-95.
clínica son todavía limitados.1-5 Debe aprenderse a obtener los antecedentes sexuales de
una manera respetuosa y sin juzgar. Las habilidades y la comodidad con el tema
se incrementarán con la repetición y la práctica. Para que los pacientes no se sientan
incómodos mientras se revisan sus antecedentes sexuales, es posible seguir los consejos
que se ofrecen a continuación.
Por ejemplo, es posible empezar con una declaración general como ésta:
“Para brindarle una atención adecuada, es necesario que revise su salud sexual y compruebe
si está en riesgo de padecer alguna enfermedad de transmisión sexual. Sé que se trata de un
tema delicado. Toda la información que usted comparta conmigo será confidencial y quedará
entre nosotros”.
No se deben olvidar los grupos de pacientes que a menudo no se evalúan, como las per-
sonas con discapacidades, con enfermedades mentales, con lesiones cerebrales traumá-
ticas y los pacientes geriátricos, y modificar el abordaje según se requiera.6-9 Evita las
suposiciones sobre la salud sexual o las preocupaciones de los pacientes a menos que se
basen primero en la investigación.
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ANAMNESIS
Realiza preguntas neutras sobre la preferencia sexual y sobre la identidad de género, como:
■ “¿Actualmente está saliendo con alguien, es sexualmente activo o está en una relación?”,
“¿cómo identifica su identidad u orientación sexual?”. El rango de respuestas incluye
heterosexuales, lesbianas, homosexuales o gays, mujeres que tienen relaciones
sexuales con mujeres, hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, bisexua-
les, transexuales y en duda, entre otros.
Los pacientes LGBT presentan las tasas más altas de depresión, suicidio, ansiedad, consumo
de drogas, victimización sexual y riesgo de infección por VIH y ETS.16-19 El Institute of
Medicine ha declarado que las barreras en el acceso a la atención médica de calidad para
adultos LGBT son: “La falta de proveedores que estén bien informados sobre las necesidades
de salud de las personas LGBT, así como el temor a la discriminación en los centros de aten-
ción médica”.15 El American College of Physicians ha propuesto “mejorar la comprensión
médica de cómo proporcionar atención cultural y clínicamente competente a las personas
LGBT, abordando los factores ambientales y sociales que pueden afectar su bienestar mental
y físico”, además de apoyar la investigación futura para entender sus necesidades de salud.20
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En las visitas clínicas, los pacientes LGBT y de minorías sexuales a menudo experimentan
ansiedad considerable relacionada con el temor a ser aceptados; pueden sentirse incó-
modos al revelar sus conductas sexuales e incluso fluctuar en cuanto a su identidad
sexual. Cuando experimentan prejuicios o discriminación, es poco probable que revelen
su identidad sexual o sus preocupaciones.21-23 Además, los informes indican que
los médicos casi nunca están preparados para responder a preguntas sobre fecundidad y
a cuestiones relacionadas con la transexualidad, como el tratamiento hormonal y la ciru-
gía. Deben ampliarse los conocimientos y las habilidades clínicas relacionados con la
salud de los pacientes homosexuales, lesbianas y transgénero, durante las conversaciones
con los pacientes y consultando los muchos recursos disponibles.24-26
Las preguntas directas ayudan a valorar cada fase de la respuesta sexual. Para analizar la La disminución de la libido puede
libido o el deseo, se pregunta: “¿Cómo está su interés por el sexo?”. Para la fase de excita- obedecer a depresión, disfunción
ción, se pregunta: “¿Puede lograr y mantener una erección?”. Se deben explorar el endocrina o a efectos secundarios
momento, la intensidad, las circunstancias y otros factores que puedan contribuir a los de medicamentos.
problemas. ¿Ha habido algún cambio en la relación con la pareja o en las circunstancias La disfunción eréctil puede deberse a
vitales que coincidan con el inicio del problema?, ¿hay circunstancias en las que la causas psicógenas, sobre todo si se pre-
erección sea normal?, ¿al despertar por la mañana o durante la noche?, ¿con otras pare- serva la erección en las primeras
jas?, ¿con la masturbación? horas de la mañana; también puede
reflejar decrementos de la testosterona,
disminución del flujo sanguíneo en el
sistema arterial hipogástrico o altera-
ciones de la inervación, y diabetes.27
Para saber sobre la fase del orgasmo y la eyaculación del semen, si esta última es prematura, La eyaculación prematura es frecuente,
o si es precoz y fuera de control, se pregunta: “¿Cuánto tiempo dura el coito?”, “¿alcanza sobre todo en los varones jóvenes. Es
el clímax demasiado pronto?”, “¿cree que puede controlar el clímax?”, “¿piensa que a su más rara la disminución o la falta de
pareja le gustaría que el coito durara más?”. En caso de que la eyaculación sea reducida eyaculación en los hombres de edad
o no ocurra: “¿Considera que no puede alcanzar el orgasmo aunque presente una erec- mediana o avanzada. Las posibles cau-
ción?”. Se intenta averiguar si el problema tiene que ver con la sensación placentera del sas incluyen fármacos, cirugía, defi-
orgasmo, la eyaculación del líquido seminal, o ambas. Se revisan la frecuencia y las cir- ciencias neurológicas o falta de
cunstancias de los síntomas, los medicamentos, la cirugía y las causas neurológicas. andrógenos. La ausencia de orgasmo
con eyaculación suele ser psicógena.
Secreciones o lesiones del pene, dolor o tumefacción del Busca una secreción peneana amari-
escroto y enfermedades de transmisión sexual. Pregunta acerca de lla en la gonorrea; la secreción blanca
cualquier secreción del pene, goteo o manchado de la ropa interior. Si hay secreción, se se observa en la uretritis no gonocó-
averigua la cantidad, el color y si hay fiebre, escalofríos, exantema u otros síntomas cica causada por Chlamydia. Véase la
asociados. Ten en cuenta que para los hombres que nacieron entre 1940 y 1989, la tabla 13-1 “Enfermedades de transmi-
edad promedio de iniciación sexual es a los 16.1 años de edad, y el promedio de parejas sión sexual de genitales masculinos”,
en el curso de la vida es de 8.8, y debe hacerse hincapié en la importancia de la detección p. 557.
de las ETS.28
En la gonorrea diseminada se produ-
cen exantemas, tenosinovitis, artritis
monoarticular e incluso casos de
meningitis, no siempre con síntomas
urogenitales.
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Pregunta sobre cualquier úlcera o masa en el pene, y también sobre dolor o tumefacción Busca úlceras en el chancro sifilítico y
en el escroto. el herpes; verrugas por virus del
papiloma humano (VPH); tumefacción
en la orquitis por parotiditis, edema
escrotal y cáncer de testículo; dolor en
la torsión testicular, la epididimitis y la
orquitis.
Como las ETS pueden afectar a otras partes del cuerpo, es necesario explicar que: “Las Las infecciones de transmisión buco-
enfermedades de transmisión sexual pueden afectar a cualquier orificio corporal por peneana incluyen gonorrea, clami-
donde se practique el sexo. Es importante que me indique si ha tenido sexo por vía oral o dia, sífilis y herpes. El coito anal
anal”. Pregunta por síntomas, como dolor de garganta, diarrea, sangrado rectal y prurito puede generar proctitis, sintomática
o dolor anales. o asintomática.
Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
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● En fechas recientes, los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) calcularon que
cada año se producen casi 20 millones de nuevos casos de ETS, y casi la mitad tienen lugar
en el grupo de 15-24 años de edad; los costes relacionados con la atención de la salud de
éstos es cercana a 16 000 millones de dólares.35,36
● De los 1.8 millones de casos nuevos de ETS notificados en el 2013, alrededor del 80% corres-
pondieron a infecciones por clamidia, el 18% a gonorrea y el 1% a sífilis (en todas las eta-
pas). En años recientes, las tasas de infecciones por gonorrea y sífilis se han incrementado
y las clamidiosis han disminuido.
● Los CDC señalan que estas cifras subestiman “la verdadera carga nacional” de ETS, ya que
muchos casos de gonorrea, sífilis y clamidia no se notifican y las infecciones víricas, como las
del VPH, tricomonosis y herpes, no están sujetas a declaración obligatoria.
● Los CDC estiman que más de 1.2 millones de estadounidenses de 13 años de edad y mayores
se hallan hoy en día infectados por el VIH, con alrededor de 50 000 nuevas infecciones cada
año.35,39,40
● Más de 600 000 estadounidenses han muerto con diagnóstico de sida. Están en mayor
riesgo los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (78% de nuevas infecciones
se presenta entre varones) e incluso con mayor riesgo los afroamericanos (44% de las nue-
vas infecciones) e hispanos y latinos (21% de infecciones nuevas); los consumidores de
drogas i.v. conforman el 8% de las nuevas infecciones por VIH.
● En 2011, se calculó que el 14% de los sujetos infectados no tenían conocimiento de su estado
de infección, y sólo al 37% se le proporcionó el tratamiento antirretroviral.41
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La detección temprana de la infección por el VIH y el inicio del tratamiento con antirre-
trovirales combinados disminuye el riesgo de la progresión a sida. El tratamiento también
reduce el riesgo de transmisión de VIH a compañeros heterosexuales no infectados y de
madres embarazadas a su hijo.42 A continuación se resumen las recomendaciones actua-
les para la detección precoz.
● El USPSTF emitió una recomendación de grado A para la detección precoz del VIH en
adolescentes y adultos de 15-65 años de edad y para la detección sistemática en todas
las mujeres embarazadas.42
● Los CDC recomiendan la prueba universal de VIH para adolescentes y adultos entre 13 y
64 años de edad en instituciones de atención médica y pruebas prenatales en todas las
embarazadas.43
● Los CDC recomiendan un enfoque de exclusión voluntaria para la prueba del VIH, con noti-
ficación verbal al paciente de que la prueba se realizará a menos que se oponga. No se
requiere consentimiento escrito por separado.
● El American College of Physicians recomienda extender la edad máxima para la prueba de
detección a 75 años.44 La proporción de adultos que alguna vez se ha realizado la prueba
para VIH aumentó del 37% en el año 2000, al 45% en el 2010.45
● Las pruebas únicas para pacientes de bajo riesgo son razonables, pero se recomienda al
menos una prueba anual para los grupos de alto riesgo (incluidos los adolescentes meno-
res de 15 años y los adultos mayores), definidos como hombres con parejas sexuales mascu-
linas, personas con múltiples parejas sexuales, usuarios de drogas inyectadas en el presente
o en el pasado, personas que intercambian sexo por dinero o drogas y parejas sexuales de
personas infectadas por el VIH, bisexuales o usuarios de drogas inyectables.43 La presen-
cia de cualquier ETS o solicitud de prueba de ETS justifica los análisis para la coinfección
con VIH.
Orientación sobre prácticas sexuales. El médico debe tener la pericia nece- Véanse las revisiones sobre antece-
saria para obtener los antecedentes sexuales y formular preguntas claras, pero con tacto, dentes sexuales en las pp. 94-95
sobre las prácticas sexuales. La información clave incluye la preferencia sexual del y 544-547.
paciente, el número de parejas durante el último mes y cualquier antecedente de ETS
(pp. 94-95). Es importante una búsqueda meticulosa del consumo de alcohol y drogas,
sobre todo las inyectadas por vía intravenosa. El asesoramiento debe ser interactivo y
combinar información sobre cómo reducir el riesgo general y mensajes personaliza-
dos con base en las conductas de riesgo personales del paciente. Con la adopción de
este enfoque, llamado asesoramiento basado en el paciente, puede disminuir la frecuencia
de conductas de alto riesgo y las tasas de ETS adquiridas.46
Cuando se asesore a los pacientes, hay que exhortarlos a solicitar atención inmediata
por cualquier lesión genital o secreción en el pene. Hay que hablar de acciones preven-
tivas, como utilizar preservativo, limitar el número de parejas sexuales y establecer un
cuidado de la salud regular para el tratamiento de las ETS y el VIH. El empleo correcto
del preservativo masculino es muy eficaz para evitar la transmisión del VIH, el VPH
y otras ETS.47 Las instrucciones clave deben incluir:
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Recomendaciones para la detección precoz. En 2011, el USPSTF Véanse las pp. 555 y 556 para consul-
llegó a la conclusión de que no hay evidencia suficiente sobre el beneficio de la detec- tar las instrucciones para el paciente
ción precoz, ya sea por exploración clínica o por autoexploración, y no recomienda con ETS.
la detección sistemática de cáncer testicular en adolescentes asintomáticos u hombres
adultos (recomendación de grado D). 51 Por otro lado, la American Cancer Society
recomienda que la exploración testicular sea una parte de la exploración física gene-
ral.52 La American Cancer Society no tiene una recomendación para autoexploraciones
testiculares (AET) regulares, pero aconseja a los hombres que busquen atención
médica para cualquiera de las siguientes situaciones: una masa indolora, tumefac-
ción o agrandamiento en cualquiera de los testículos; dolor o malestar en un testículo
o escroto; sensación de pesadez o una acumulación súbita de líquido en el escroto;
dolor difuso en la parte baja del abdomen o la ingle.
Técnicas de exploración
Muchos estudiantes sienten cierta incomodidad al explorar los genitales masculinos.
“¿Cómo reaccionará el paciente?”, “¿me permitirá explorarlo?”, “¿presentará una erec-
ción?”. Explica de qué se trata y describe cada paso de la exploración, de manera que el
paciente se sienta tranquilo y sepa lo que puede esperar. Cuando se requiera, se solicita
la presencia de un acompañante. A veces, si el paciente tiene una erección durante la
exploración, hay que explicarle que se trata de una respuesta normal, terminar la explo-
ración y proceder con una actitud tranquila. Si la persona rechaza la exploración,
se respetan sus deseos.
Para una correcta exploración genital, es necesario que el paciente con bata esté de pie o
en decúbito supino. No obstante, para comprobar la presencia de hernias y varicoceles,
el paciente debe estar de pie y el explorador se sentará en una silla o un taburete. La bata
debe cubrir el tórax y el abdomen del paciente. Se coloca una sábana desechable a la
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mitad del cuerpo. Durante toda la exploración se utilizan guantes. Se exponen los geni-
tales y las zonas inguinales. Si el paciente es menor de edad, se revisa la maduración
sexual según lo expuesto en la p. 899.
Pene
Inspección. La inspección del pene incluye: Véase la tabla 13-2, “Anomalías del
pene y el escroto”, p. 558.
■ Piel. Inspecciona la piel en las superficies dorsal y ventral, así como en la base Las excoriaciones púbicas o genitales
del pene en busca de excoriaciones o inflamación; se estira el pene cuando sea indican liendres (pediculosis) o, en
necesario. ocasiones, sarna en el vello púbico.
■ Prepucio (capuchón). Si está presente, se retrae o se pide al paciente que lo haga. Este La fimosis se define como un prepucio
paso es esencial para detectar chancros y carcinomas. El esmegma, un material estrecho que no puede retraerse sobre el
caseoso blanquecino, puede acumularse de forma normal bajo el prepucio. glande. La parafimosis es un prepucio
estrecho que, una vez retraído, no puede
recolocarse. Provoca edema.
■ Glande. Busca úlceras, cicatrices, nódulos o signos de inflamación. La balanitis es la inflamación del
glande; la balanopostitis es la inflama-
ción del glande y el prepucio.
Palpación. Se palpa el tallo del pene entre el pulgar y los dos primeros dedos, y se Una induración a lo largo de la cara
registra cualquier induración (ésta puede omitirse en un paciente joven y asintomático). ventral del pene indica una estenosis
Palpa cualquier anomalía del pene, poniendo atención en el dolor a la palpación uretral o un posible carcinoma. El
o induración. dolor a la palpación en la zona de la
induración indica una inflamación
Si se ha retraído el prepucio, se recoloca en su posición antes de pasar a la exploración periuretral secundaria a una estenosis
uretral.
del escroto.
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Escroto y su contenido
Inspección. La inspección del escroto incluye: Véase la tabla 13-2, “Anomalías del
pene y el escroto”, p. 558.
■ Piel. Levanta el escroto de manera que pueda inspeccionarse su cara posterior. Busca La inspección puede revelar nevos en
cualquier lesión o cicatriz. Inspecciona la distribución del vello púbico. el escroto, hemangiomas o telangiec-
tasias, así como ETS que incluyen:
condiloma o úlceras por herpes y
chancroide (doloroso), y sífilis, y linfo-
granuloma venéreo (indoloro), con lin-
fadenopatía inguinal asociada.53
■ Contorno del escroto. Observa si hay tumefacciones, masas, venas, masas abultadas Un escroto poco desarrollado en uno
o asimetría entre el hemiescroto izquierdo y el derecho. o ambos lados indica criptorquidia (un
testículo que no ha descendido). Las
tumefacciones escrotales habituales
incluyen: hernias inguinales indirectas,
hidroceles y edema escrotal, y rara vez
cáncer testicular.
■ Áreas inguinales. Observa si hay eritema, excoriación o adenopatías visibles. El eritema y la excoriación leve seña-
lan infección por hongos, que no es
rara en un área húmeda.
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■ Para cada testículo, se valora el tamaño, la forma, la consistencia y el dolorimiento; Todo nódulo indoloro en un testículo
se palpa cualquier nódulo. La presión sobre el testículo suele producir un dolor implica la posibilidad de cáncer
visceral profundo. testicular, un cáncer potencialmente
curable cuya incidencia máxima se
■ Se palpa el epidídimo en la superficie posterior de cada testículo sin aplicar exceso presenta entre los 15 y los 34 años
de presión, que puede causar molestias. El epidídimo se siente nodular y similar de edad. Recuerda que el drenaje
al cordón umbilical, y no debe confundirse con una masa anómala. Por lo general, linfático de los testículos es paralelo
no debe ser blando. al flujo venoso retroperitoneal
desde la vena renal y la vena
cava inferior, el principal sitio de
afectación del ganglio linfático
en el cáncer testicular (p. 516).
F I G U R A 1 3 - 6 . Palpación del
cordón espermático.
■ Palpa cualquier nódulo o tumefacción. El conducto deferente, si presenta una
infección crónica, puede palparse
engrosado o en “collar de cuentas”.
Una estructura quística en el interior
del cordón espermático hace pensar
en un hidrocele del cordón.
Una tumefacción en el escroto aparte de los testículos puede explorarse con transilumi- Las tumefacciones que contienen
nación. Después de oscurecer la habitación se dirige el haz luminoso de una linterna líquido seroso, como los hidroceles,
potente por detrás del escroto, a través de la masa. Observa si la transmisión de la luz se iluminan con un resplandor rojo,
muestra un halo rojo. es decir, se transiluminan. Aquellas
que contienen sangre o tejido, como
un testículo normal, un tumor o la
Hernias mayoría de las hernias, no lo hacen.
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Inspección. Sentado de manera confortable frente al paciente de pie y la presencia Una masa sugiere una hernia.
de un ayudante, si está indicado, se inspeccionan las regiones inguinales y los genitales en
busca de masas y asimetrías.
Palpación. Se palpa en busca de una hernia inguinal mediante las técnicas que a Véase la tabla 13-5, “Recorrido, pre-
continuación se describen. Se continúa de frente al paciente, que debe permanecer de pie. sentación y diferenciación de las her-
nias inguinales”, p. 561.
■ Para explorar una hernia inguinal en cualquier lado (se ilustra el lado derecho en
la figura 13-7), se coloca la punta del dedo índice dominante en el borde inferior ante-
rior del saco escrotal, manteniéndose en la superficie del testículo, y luego se mueve el
dedo y la mano hacia arriba y hacia el anillo inguinal externo, con la invaginación de la
piel escrotal debajo de la almohadilla de grasa peripúbica al lado de la base del pene.
Ligamento
inguinal
Anillo
inguinal
externo
■ Se sigue el cordón espermático en su trayecto ascendente a lo largo del ligamento Una masa cerca del anillo inguinal
inguinal. Se localiza la abertura triangular con forma de ranura del anillo ingui- externo sugiere una hernia inguinal
nal externo, ubicada encima y al lado del tubérculo púbico. Se palpa el anillo inguinal directa. Una masa cerca del anillo
externo y su piso. Se pide al paciente que tosa. Se palpa en busca de protuberancias inguinal interno sugiere una her-
o masas que se muevan contra la yema del dedo índice del médico mientras el nia inguinal indirecta. Los expertos
paciente tose. afirman que es difícil distinguir el tipo
de hernia, con una sensibilidad y
especificidad del 74-92% y del 93%.
■ El anillo externo puede ser suficientemente amplio como para palpar de manera
La detección de hernias justifica una
suave y oblicua a lo largo del conducto inguinal, a través del anillo inguinal interno. evaluación quirúrgica, en especial
De nuevo se pide al paciente que tosa. Se verifica si alguna masa se desliza por el cuando son sintomáticas o encarce-
conducto inguinal y se topa contra la punta del dedo. lada. La probabilidad de encarcela-
ción es baja, se calcula del 0.3-3% por
■ Se siguen las misma técnicas con el mismo dedo dominante para explorar ambos año, y es 10 veces más frecuente con
lados. las hernias indirectas.54-57
Se palpa en busca de una hernia crural (femoral) colocando los dedos en la cara anterior del
muslo, en la región del conducto femoral. Se pide al paciente que puje o que tosa y se
observa si hay alguna tumefacción o dolor a la palpación.
Evaluación de una posible hernia escrotal. Para evaluar una masa escro-
tal y posible hernia, se pide al paciente que se recueste. La masa puede retornar de forma
espontánea al abdomen. En tal caso, se trata de una hernia. De lo contrario:
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■ ¿Puedes poner los dedos por encima de la masa escrotal? Si no pueden situarse los dedos
encima de la masa, se sospecha un
hidrocele.
■ Ausculta sobre la masa con un estetoscopio en busca de ruidos intestinales, aunque La transiluminación de la masa
hay que hacer notar que estos últimos pueden transmitirse desde el abdomen a tra- escrotal puede ayudar a distinguir
vés de un hidrocele en el escroto. un hidrocele de una hernia con
contenido intestinal.
Si la exploración encuentra una hernia, se intenta reducirla con delicadeza (devolverla a La hernia se encuentra encarcelada
la cavidad abdominal) manteniendo la presión con los dedos. No se intente esta manio- cuando su contenido no puede volver
bra si la masa es dolorosa a la palpación o el paciente refiere náuseas y vómitos. a la cavidad abdominal. Se denomina
estrangulada cuando se ve afectado el
La anamnesis puede ser de utilidad. El paciente puede decir qué sucede con la masa suministro sanguíneo al contenido
cuando se recuesta y mostrar cómo reduce él mismo la hernia. atrapado. Sospecha de una
estrangulación si hay dolor a la
palpación, náuseas o vómitos, y se
considera una intervención quirúrgica.
Véase la tabla 13-5, “Recorrido,
presentación y diferenciación de las
Técnicas especiales hernias inguinales”, p. 561.
Esta exploración se realiza mejor después de un baño o ducha tibia.59,60 De esta manera, la piel
del escroto está cálida y relajada. Es mejor hacer la prueba con el paciente de pie.
● De pie frente a un espejo, se revisa si hay hin-
chazón en la piel del escroto.
● Con el pene desplazado a un lado, con deli-
cadeza se toca el saco escrotal para localizar
un testículo. Se examina cada testículo por
separado.
● Se utiliza una mano para estabilizar el tes-
tículo. Mediante los dedos y el pulgar de la
otra mano, de manera firme pero suave,
se palpa o rueda el testículo entre los
dedos. Se palpa toda la superficie; y se loca-
liza el epidídimo. Se trata de una estructura
suave, como un tubo, situada en la parte de
atrás del testículo, que recoge y transporta
(continúa )
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doloroso, o cualquier otra diferencia que no parezca normal, no espere. Acuda a su centro
de atención médica de inmediato.
Como señaló la American Cancer Society: “Es normal que un testículo sea ligeramente más
grande que el otro, y que uno cuelgue más bajo. También debe saber que cada testículo normal
tiene un pequeño tubo en espiral (epidídimo) que puede sentirse como una pequeña masa en
el polo superior o medio exterior del testículo. Los testículos normales también tienen vasos
sanguíneos, tejidos de apoyo y tubos que transportan a los espermatozoides. Algunos hom-
bres pueden confundir éstos con masas anómalas en un principio. Si tiene alguna preocupa-
ción, consulte a su médico”.
“Varón circuncidado. Sin secreción ni lesiones peneanas. Sin tumefacción ni cambios de color
del escroto. Descenso bilateral de los testículos, lisos y sin masas. Epidídimo no doloroso. Sin
hernias inguinales ni crurales”.
O
“Varón no circuncidado; prepucio fácilmente retráctil. Sin secreción ni lesiones en el pene. Sin Estos datos indican un carcinoma testicu-
tumefacciones ni cambio de color del escroto. Testículos descendidos bilaterales; testículo lar, la forma más frecuente de cáncer
derecho liso; nódulo firme de 1 × 1 cm en la parte lateral del testículo izquierdo, adherido y no en los varones de 15-34 años de edad.
doloroso. Epidídimo no doloroso. Sin hernias inguinales ni crurales”.
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general de los subtipos 6 y 11; los tipos cancerígenos son raros, casi (90%), un virus ADN bicatenario. Período de incubación: 2-7 días
el 5-10% de todas las verrugas anogenitales. Período de incubación: después de la exposición.
de semanas a meses; la persona infectada no siempre tiene verrugas ■ El episodio primario puede ser asintomático; la recurrencia suele
siempre son asintomáticas, pero en ocasiones causan prurito y dolor. y edema locales, adenopatías.
■ Pueden desaparecer sin tratamiento. ■ Debe distinguirse del herpes zóster genital (en general en pacientes de
■ Microorganismo causal. Treponema pallidum, una espiroqueta. Período Período de incubación: 3-7 días después de la exposición.
de incubación: 9-90 días después de la exposición. ■ Adenopatías inguinales dolorosas; bubones supurativos en el 25%
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Incipiente
Tardío
Tumor testicular
Suele aparecer como un nódulo indoloro. Conforme la neoplasia testicular crece
Todo nódulo intratesticular requiere y se extiende, puede observarse que
estudio para descartar una neoplasia maligna. reemplaza todo el órgano. De forma
característica, el testículo es más pesado
de lo habitual.
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Conducto inguinal
Recorrido y
presentación
de la hernia
crural
Recorrido y
Arteria femoral presentación
Vena femoral de la hernia
inguinal directa
Hernias inguinales
Indirecta Directa Hernias crurales
Frecuencia, edad La más habitual, a cualquier edad, Menos frecuente. Por lo general La menos habitual. Más frecuente
y sexo en ambos sexos. A menudo en en hombres mayores de 40 años; en las mujeres que en los
niños; a veces en adultos. rara vez en mujeres. hombres.
Punto de origen Por encima del ligamento Por encima del ligamento Por debajo del ligamento
inguinal, cerca del punto medio inguinal, cerca del tubérculo inguinal, algo más lateral que
(anillo inguinal interno). púbico (cerca del anillo inguinal la hernia inguinal. Puede ser
externo). difícil de distinguir de los
nódulos linfáticos.
Recorrido Casi siempre dentro del escroto. Rara vez dentro del escroto. Nunca en el escroto.
(con el dedo explorador en el La hernia baja por el conducto La hernia protruye hacia El conducto inguinal está vacío.
conducto inguinal, se pide al pa- inguinal y toca la yema del dedo. delante y empuja la parte
ciente que tosa o haga fuerza con lateral del dedo hacia delante.
el abdomen)
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C A P Í T U L O
Genitales femeninos
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para reforzar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Bates. Guía visual para la exploración física (vol. 15, Genitales femeninos, ano y recto)
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
espanol-Bickley_12e
Anatomía y fisiología
Conocer los fundamentos de la anatomía pélvica mejora las habilidades de exploración y
detección de hallazgos anómalos. Aquí se empieza por una revisión de la anatomía de los
genitales femeninos externos, o vulva (fig. 14-1), que incluyen el monte del pubis o de Venus,
una almohadilla de grasa cubierta de vello que recubre la sínfisis del pubis; los labios mayo-
res, pliegues redondeados de tejido adiposo que forman los labios externos de la vagina;
los labios menores, pliegues más delgados de color rojo o rosado, o labios internos, que se
Labio mayor
Prepucio
Vestíbulo
Abertura de la glándula
Introito de Bartholin
Perineo
Ano
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Casi perpendicular a la vagina está el útero, una estructura fibromuscular de pared gruesa
con forma de pera invertida (fig. 14-3). Su cara superior convexa es el fondo uterino.
El cuerpo del útero, o corpus, y el cuello del útero, o cérvix, con forma cilíndrica, se unen
hacia abajo en el istmo. Las paredes uterinas contienen tres capas: el perimetrio, con un
revestimiento seroso desde el perineo, el miometrio, de músculo liso distensible, y el
endometrio, el revestimiento interior adherido. El cuello del útero sobresale en la vagina,
cuya parte superior se divide en tres recesos: los fondos de saco anterior, posterior y laterales.
Ovario
Introito
Perineo
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
La cara vaginal del cuello uterino, el ectocérvix, se ve con facilidad mediante la ayuda de un
espéculo (fig. 14-4). En su centro hay una depresión redonda, ovalada o hendida, el ori-
ficio externo del cuello uterino, que marca la abertura en el conducto endocervical. El
ectocérvix está revestido por epitelio cilíndrico rojo que rodea al orificio y que se parece al
del conducto endocervical, y por epitelio escamoso brillante y rosado que se continúa con
el epitelio vaginal. La unión escamocilíndrica establece el límite de separación entre estos
dos tipos de epitelio. Durante la pubertad, la amplia banda de epitelio cilíndrico que rodea
al orificio, llamada ectropión, es sustituida de forma gradual por el epitelio escamoso. La
unión escamocilíndrica migra hacia el orificio, creando la zona de transición, área de espe-
cial riesgo para la aparición ulterior de displasia, que se detecta mediante la citología
vaginal con tinción de Papanicolaou.
Una tuba uterina (trompa de Falopio) con una punta en forma de abanico, la fimbria, se
extiende desde el ovario a cada lado del útero, y conduce al óvulo desde la cavidad
peritoneal periovárica hasta la cavidad uterina (fig. 14-5). Los dos ovarios son glándu-
las con forma de almendra que varían de tamaño de manera considerable, pero que en
promedio miden 3.5 × 2 × 1.5 cm, desde la edad adulta hasta la menopausia. Los ova-
rios son palpables en la exploración pélvica en casi la mitad de las mujeres durante
los años reproductivos. Por lo general, las tubas uterinas no pueden palparse. El tér-
mino anexos, una palabra latina que significa “apéndices”, se refiere a los ovarios, las
tubas y los tejidos de sostén.
Cuerpo
del útero
Miometrio
Fimbrias Istmo
Endometrio
Ligamento Cuello
del ovario uterino Ovario
(seccionado)
Conducto cervical
Orificio cervical
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El peritoneo parietal se extiende hacia abajo, por detrás del útero, en un fondo de saco
conocido como fondo de saco rectouterino (o de Douglas). Sólo debe llegarse a esta área en
la exploración rectovaginal.
La pelvis mayor, protegida por las alas óseas de las fosas ilíacas, contiene las vísceras
abdominales inferiores, y luego se estrecha hacia abajo en la pelvis menor, que rodea la
cavidad pélvica y el perineo. La anatomía y la inervación de la pelvis y de los órganos
pélvicos son complejas, pero pueden generar varios síntomas y trastornos frecuentes, por
lo que deben revisarse con cuidado en los apartados y las figuras siguientes.1,2
Los órganos pélvicos se apoyan en una banda de tejidos formada por músculos, ligamen- La debilidad de los músculos del suelo
tos y fascia endopélvica llamada suelo o piso pélvico, que ayuda a mantener los órganos de pélvico puede causar dolor, inconti-
la pelvis encima de la salida de la pelvis menor (fig. 14-6). Los músculos del suelo pélvico nencias urinaria y fecal y prolapso de
también auxilian en la función sexual (orgasmo), la continencia urinaria y fecal, y la los órganos pélvicos, que a su vez
estabilización de las articulaciones de unión. El diafragma pélvico y la membrana peri- pueden producir cistocele, rectocele o
neal constituyen el suelo pélvico. enterocele. Los factores de riesgo
aumentan con edad, cirugía o trauma-
tismo pélvico previo, número y tipo
Músculo de partos, enfermedades clínicas
elevador (obesidad, diabetes, esclerosis múlti-
Diafragma del ano Hueso coccígeo
Músculo ple, enfermedad de Parkinson),
pélvico
coccígeo Músculo
medicamentos (anticolinérgicos, blo-
piriforme queadores α-adrenérgicos) y aumento
crónico de la presión intraabdominal
de la enfermedad pulmonar obstruc-
tiva crónica (EPOC), estreñimiento
crónico u obesidad.1
Ano
Véase la tabla 14-2, “Masas y tumefac-
Vagina ción de la vulva, la vagina y la uretra”,
Uretra p. 597.
Diafragma urogenital
Sínfisis del pubis
F I G U R A 1 4 - 6 . Suelo pélvico.
■ La membrana perineal es una hoja triangular de tejido fibromuscular que contiene los
músculos bulbocavernoso e isquiocavernoso, el cuerpo perineal transverso superfi-
cial y el esfínter anal externo. Esta membrana se extiende sobre el triángulo anterior
que fija la uretra, la vagina y el cuerpo perineal a las ramas isquiopúbicas.
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■ El diafragma pélvico es inervado por las raíces nerviosas sacras S3 a S5. El nervio La pérdida de apoyo uretral contri-
pudendo inerva la membrana perineal y el diafragma urogenital. buye a la incontinencia de esfuerzo. La
debilidad del cuerpo perineal desde
la infancia predispone a las hernias
rectovaginales y enteroceles.
En la mayoría de las mujeres, el vello púbico se extiende hacia abajo en un patrón trian- Véanse las etapas de Tanner de madu-
gular que apunta hacia la vagina. En el 10% de las mujeres, puede formar un triángulo rez sexual en el capítulo 18, Valora-
invertido, con la punta hacia el ombligo. Este crecimiento casi nunca se completa hasta ción pediátrica: desde la lactancia
mediados de la tercera década de la vida o más tarde. El crecimiento del vello púbico junto hasta la adolescencia, pp. 897-901.
con el desarrollo de las mamas son los principales componentes de la evaluación de la
madurez sexual en las niñas.
Justo antes de la menarquia hay un aumento fisiológico de las secreciones vaginales, Véase la tabla 14-3, “Secreción vagi-
un cambio normal que a veces preocupa a la niña o a su madre. A medida que las nal”, p. 598, y la tabla 14-6, “Anomalías
menstruaciones se vuelven más regulares, estos aumentos de las secreciones, o del cuello uterino”, p. 600.
leucorrea, coinciden con la ovulación. También acompañan a la excitación sexual.
Estas secreciones normales deben diferenciarse de aquellas de las infecciones cervicales
y vaginales.
Anamnesis
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Para la anamnesis menstrual, se pregunta a la paciente qué edad tenía cuando comenzó Las fechas de los períodos anteriores
la menstruación, o edad de la menarquia, fecha de la última menstruación (FUM), y, si es pueden indicar un posible embarazo
posible, la anterior a esa, llamada período menstrual previo (PMP). ¿Con qué frecuencia o irregularidades menstruales.
tiene el período, es decir, cuál es el intervalo entre el primer día de dos períodos suce-
sivos?, ¿cuán regulares o irregulares son?, ¿cuánto tiempo duran?, ¿qué tan intenso A diferencia del flujo menstrual rojo
es el flujo?, ¿de qué color es? El flujo puede evaluarse de manera aproximada por oscuro normal, el flujo excesivo suele
el número de toallas o tampones utilizados cada día. Debido a que las mujeres difie- tener un color rojo brillante y puede
ren en sus definiciones de flujo intenso, moderado o leve, se pregunta si la toalla o un incluir “coágulos” (no se trata de ver-
tampón suele empaparse, o si se moja de forma ligera. Además, ¿utiliza una toalla y daderos coágulos de fibrina).
un tampón al mismo tiempo?, ¿tiene sangrado entre los períodos?, ¿sangra después
del coito?
Dismenorrea. Casi el 50% de las mujeres han notificado dolor con la menstrua- La dismenorrea primaria se debe
ción. Pregunta si hay alguna molestia o dolor antes o durante los períodos. Si es así, a la mayor producción de prostaglan-
¿cómo es, cuánto dura y qué tanto interfiere con las actividades habituales? ¿Hay otros dinas durante la fase lútea del ciclo
síntomas asociados? La dismenorrea puede ser primaria, sin una causa orgánica, o secun- menstrual, cuando disminuyen
daria, con una causa orgánica. las concentraciones de estrógenos
y progesterona.
Las causas de la dismenorrea secunda-
ria incluyen endometriosis, adenomio-
sis (endometriosis en las capas
musculares del útero), enfermedad
inflamatoria pélvica (EIP) y pólipos
endometriales.
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Amenorrea. Se refiere a la ausencia de períodos. Si la mujer no ha tenido nunca Otras causas de amenorrea secundaria
la menstruación, se trata de amenorrea primaria, mientras que si el período deja de apa- incluyen bajo peso corporal por la
recer después de haberse iniciado, se trata de amenorrea secundaria. El embarazo, la razón que sea, incluidas desnutrición
lactancia y la menopausia son causas fisiológicas de amenorrea secundaria. y anorexia nerviosa, así como estrés,
enfermedades crónicas y disfunción
del eje hipotálamo-hipófisis-ovarios.
Sangrado anormal. Pregunta acerca de cualquier sangrado anómalo. El término Las causas varían según el grupo de
sangrado uterino anormal abarca varios patrones. edad e incluyen embarazo, infeccio-
nes o cáncer del cuello uterino, infec-
ciones vaginales, pólipos, hiperplasias
Patrones de sangrado anormal cervicales o endometriales, fibromas,
trastornos hemorrágicos y trata-
● Polimenorrea. Intervalo entre menstruaciones menor de 21 días. miento hormonal anticonceptivo
● Oligomenorrea. Sangrado infrecuente. o restitutivo.
● Menorragia. Flujo excesivo.
● Metrorragia. Hemorragia intermenstrual.
● Sangrado después del coito. El sangrado después del coito sugiere
pólipos o cáncer de cuello uterino o,
en una mujer mayor, vaginitis atrófica.
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Embarazo. La anamnesis incluye preguntas como: “¿Alguna vez ha estado Véase el capítulo 19, Mujer embara-
embarazada?, ¿cuántas veces?... ¿Cuántos niños vivos tiene?... ¿Alguna vez ha tenido un zada, pp. 927-954.
aborto?, ¿cuántas veces?”. Pregunta sobre cualquier dificultad durante el embarazo y el
momento y las circunstancias de cualquier aborto, ya sea espontáneo o inducido. ¿Cómo
experimentó la mujer estas pérdidas? Los obstetras suelen registrar las respuestas a la
anamnesis gestacional utilizando el sistema GPCA.
Registro GPCA
Pregunta sobre los métodos de anticoncepción que utilizan la paciente y su pareja. ¿Está
satisfecha con el método elegido?, ¿hay alguna pregunta sobre las opciones disponibles?
Si la amenorrea indica un embarazo actual, solicita información sobre la fecha de la última La amenorrea seguida de sangrado
relación sexual y los primeros síntomas habituales: dolorimiento, hormigueo o aumento de abundante sugiere una amenaza
tamaño de las mamas, polaquiuria, náuseas y vómitos, fatigabilidad fácil y sensación de que de aborto o hemorragia uterina
el feto se está moviendo, por lo general hacia las 20 semanas. Es necesario ser sensible a disfuncional relacionada con
los sentimientos de la paciente sobre estos temas, los cuales se exploran cuando tiene la falta de ovulación.
preocupaciones especiales (véase también cap. 19, Mujer embarazada, p. 927)
Síntomas vulvovaginales. Los más frecuentes son flujo vaginal y prurito. Si la Véase la tabla 14-1, “Lesiones de la
paciente informa secreción, pregunta por su cantidad, color, consistencia y olor. Pregunta vulva”, p. 596 y la tabla 14-3, “Secre-
si ha notado una posible herida local o masas en la zona vulvar. ¿Son dolorosos? Ya que ción vaginal”, p. 598.
el conocimiento de los términos anatómicos varía entre las pacientes, hay que prepararse
para reformular la pregunta, por ejemplo: “¿Nota prurito/comezón (u otros síntomas)
cerca de la vagina, entre las piernas o al orinar?”.
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para que las pacientes se sientan libres de responder a las preguntas sin temor a la
desaprobación de los padres o a las repercusiones, en especial cuando se habla de posibles
abusos sexuales.
Orientación sexual e identidad de género. Las encuestas recientes indi- Véase el capítulo 3, “Historia sexual”,
can que entre el 1.6 y 3.4% de los estadounidenses se identifican como lesbianas, homo- pp. 94-95, y los consejos para realizar
sexuales, bisexuales o transexuales.8-10 Muchos están preocupados por acudir a la anamnesis sexual, así como los
los servicios de atención a la salud y que los médicos casi nunca estén preparados para temas sobre el cuidado de la salud de
brindar atención a personas con estas preferencias. Tanto el Institute of Medicine (2011) homosexuales, lesbianas, bisexuales y
como el American College of Physicians (2015) han instaurado políticas para reducir las transexuales en el capítulo 13, Genita-
disparidades importantes en la atención de la salud de estos grupos, incluido un mayor les y hernias masculinos, pp. 545-546.
riesgo de suicidio, depresión y ETS.11,12 Escucha con atención a las pacientes e indaga los
recursos existentes para aprender sobre los temas de salud de las comunidades de lesbia-
nas, homosexuales, bisexuales o transexuales.13-15 Al hablar con las pacientes, comienza
con preguntas neutrales sobre la orientación sexual y la identidad de género, como se mues-
tra a continuación.16
■ “¿Actualmente está saliendo con alguien, tiene actividad sexual o alguna relación?”,
“¿cómo identificaría su orientación sexual?”. El rango de respuestas incluye hetero-
sexuales, lesbianas, homosexuales, mujeres que tienen sexo con mujeres, hombres que
tienen relaciones sexuales con hombres (HSH), bisexuales, transexuales e indefini-
dos, entre otros.
Si la paciente tiene preocupaciones acerca de su respuesta al sexo, es mejor hacer pregun- Las disfunciones sexuales se clasifican
tas directas que ayudarán a evaluar cada fase de la respuesta sexual: deseo, excitación y según la fase de la respuesta sexual.
orgasmo. “¿Tiene interés en (o apetito por) el sexo?”. Indaga sobre el deseo o libido. Si está Una mujer puede carecer de deseo, no
indicado, se continúa con preguntas como: “¿Ha aumentado o disminuido su interés en excitarse ni lograr una lubricación vagi-
el sexo?, ¿puede describir por qué cree que ha cambiado?, ¿usted y su pareja sexual están nal suficiente, o bien, no llegar al
teniendo dificultades o problemas, o cualquier situación nueva tensa?”. A menudo, fac- orgasmo a pesar de tener una excita-
tores estresantes, como cambios en las relaciones, en el trabajo o incluso el movimiento, ción adecuada. Las causas incluyen falta
afectan el deseo y el gozo sexuales. Para indagar sobre la excitación, se pregunta: “¿Usted de estrógenos, enfermedades médicas,
se excita sexualmente?, ¿lubrica con facilidad (se moja o se pone húmeda)?, ¿se siente traumatismos o abuso, cirugía, caracte-
demasiado seca?”. Continúa con: “¿Utiliza lubricantes para reducir la sequedad?”. Para rísticas anatómicas pélvicas y trastornos
psicológicos y psiquiátricos.
saber acerca del orgasmo, se pregunta: “¿Es capaz de alcanzar el clímax (tener un orgasmo,
o ‘venirse’)?, ¿es importante para usted conseguir el clímax?, ¿le gusta el sexo aunque no
alcance el orgasmo?”.
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También pregunta por la dispareunia, o dolor con el coito. Si tiene lugar, trata de localizar El dolor superficial sugiere tumefacción
el lugar en el que ocurre el síntoma. ¿En la parte externa al comienzo del coito, o más local, vaginitis atrófica o lubricación
adentro, cuando la pareja empuja en profundidad? El vaginismo se refiere al espasmo inadecuada. Un dolor más profundo
involuntario de los músculos que rodean el orificio vaginal y hacen dolorosa o imposible puede deberse a trastornos pélvicos
la penetración. o la presión sobre un ovario normal.
Las causas del vaginismo pueden ser
físicas o psicológicas.
Además de identificar y comprender los problemas sexuales, pregunta sobre el inicio, la Por lo regular, los problemas sexuales
intensidad (persistente o esporádica), la situación y los factores, si los hay, que los mejoran se relacionan con factores situaciona-
o los empeoran. ¿Cuál cree la paciente que es el origen del problema, qué ha intentado hacer les y psicosociales.
al respecto y qué espera? Las causas de la disfunción sexual son complejas e incluyen la salud
general de la paciente; medicamentos y drogas, incluido el alcoholismo; el conocimiento de
las prácticas y técnicas sexuales; sus actitudes, valores y temores; la relación y la comunica-
ción entre los integrantes de la pareja, y el entorno en el que tiene lugar la actividad sexual.
Dolor pélvico: agudo y crónico. Numerosas mujeres refieren de manera La causa más frecuente de dolor pél-
espontánea tener antecedentes de dolor pélvico. El dolor pélvico agudo en niñas y mujeres vico agudo es la EIP, seguida por la
que menstrúan justifica una atención inmediata. El diagnóstico diferencial rotura de un quiste ovárico y apendici-
es amplio, pero incluye entidades patológicas potencialmente letales, como embarazo tis.20 Las ETS y la inserción reciente
ectópico, torsión ovárica y apendicitis. Al identificar la aparición, la evolución, del DIU constituyen indicadores de
las características del dolor y los síntomas concomitantes se deben considerar causas alarma para la EIP. Siempre hay que
infecciosas, gastrointestinales y urinarias. Es necesario estar seguro de preguntar sobre descartar en primer lugar un emba-
las ETS, la inserción reciente de un dispositivo intrauterino (DIU) y cualquier síntoma en la razo ectópico con análisis de suero
pareja sexual. Una minuciosa exploración pélvica, con atención a los signos vitales, y las u orina y posible ecografía.21,22
pruebas de embarazo ayudarán a delimitar el diagnóstico y guiar las pruebas adicionales. También hay que considerar el dolor
intermenstrual, que suele ser unilateral
y leve y durar de unas pocas horas a
algunos días, por la ovulación hacia la
mitad del ciclo menstrual, la rotura de un
quiste de ovario o un absceso tuboovárico.
El dolor pélvico crónico es aquel que dura más de 6 meses y no responde al tratamiento;23 La endometriosis causada por el flujo
causa cerca del 10% de los envíos extrahospitalarios a ginecólogos y el 20% de las histerec- menstrual retrógrado y la extensión
tomías.24,25 Los factores de riesgo son edad avanzada, cirugía o traumatismo pélvico previo, del revestimiento uterino fuera del
número de gestaciones y partos, enfermedades (obesidad, diabetes, esclerosis múltiple, útero afecta al 50-60% de las mujeres y
enfermedad de Parkinson), fármacos (anticolinérgicos, bloqueadores α-adrenérgicos) y las jovencitas con dolor pélvico.27 Otras
aumento crónico de la presión intraabdominal (EPOC, estreñimiento crónico, obesidad).1 causas incluyen EIP, adenosis y fibro-
Explora las causas urológicas, gastrointestinales, musculoesqueléticas y neurológicas.24 mas, que son tumores en la pared del
Puede ser útil recurrir al formulario para valorar el dolor pélvico (Pelvis Pain Assessment útero, la submucosa o la subserosa que
surgen de las células del músculo liso
Form) de la International Pelvic Pain Society, que incluye preguntas para el diagnóstico de
del miometrio.
depresión y abuso físico y sexual, así como un mapa del dolor que las mujeres completan.26
También puede ser útil pedirle a la mujer que lleve un diario del dolor, donde registre El dolor pélvico crónico es una señal
cualquier cambio en las características situacionales, dietéticas o estacionales. de alerta de antecedentes de abuso
sexual. También hay que tener
en cuenta el espasmo del suelo pélvico
Enfermedades de transmisión sexual. Los síntomas locales o hallazgos causado por el dolor miofascial con
en la exploración física pueden aumentar la probabilidad de enfermedades de transmisión puntos desencadenantes en la explo-
sexual (ETS). Después de establecer los siete atributos de cualquier síntoma, se obtienen ración (pp. 592-593).
los antecedentes sexuales de la paciente. Pregunta sobre los contactos sexuales y
establece el número de parejas sexuales en los últimos 3-6 meses. Indaga si la paciente
tiene preocupaciones sobre la infección por el virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH), si desea pruebas de detección de VIH, o tiene parejas actuales o
pasadas en riesgo. También pregunta sobre el sexo oral y anal y, si está indicado,
acerca de síntomas que afectan boca, garganta, ano y recto. Se revisan los antecedentes
de ETS. “¿Alguna vez ha tenido herpes?, ¿cualquier otro problema como gonorrea,
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sífilis o infecciones pélvicas?”. Continúa con las preguntas más generales sugeridas en
las páginas 94-95.
Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
La infección por VPH con subtipos oncógenos de alto riesgo se halla prácticamente en todos
los cánceres de cuello uterino.29 Casi el 90% de las infecciones por VPH son asintomáticas
y se resuelven en 2 años. El factor de riesgo más importante para el cáncer cervical es la
infección persistente con los subtipos de VPH de alto riesgo, en especial 16 y 18. Estos
dos subtipos causan alrededor del 70% de los cánceres cervicales en todo el mundo. Incluso
el 10% de las mujeres con infección persistente rara vez avanzan a cáncer de cuello uterino
si se realizan pruebas regulares, dado que el tiempo promedio estimado para que se genere
una lesión por VPH de etapa avanzada y evolucione a cáncer cervical es de 10 años, lo cual
hace posible un largo intervalo para la detección y el tratamiento.28 La infección genital con
subtipos de bajo riesgo, como el 6 y el 11, se asocia con verrugas genitales.
Dos factores de riesgo notables para el cáncer de cuello uterino incluyen el no soli-
citar pruebas de detección precoz, situación en la que se encuentra aproximada-
mente el 50% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de cuello uterino, y
tener múltiples parejas sexuales. Otros factores de riesgo son: hábito tabáquico, inmu-
nodepresión por cualquier causa, incluida la infección por VIH, el empleo prolongado
de anticonceptivos orales, la infección concomitante por Chlamydia trachomatis, la canti-
dad de partos, el cáncer de cuello uterino previo y los polimorfismos genéticos que
afectan el ingreso del ADN de VPH a las células del cuello uterino.30
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Variablea Recomendación
Edad a la que comienza 21 años
la investigación
Método de detección 21-65 años de edad: citología cada 3 años O
e intervalo de edad 21-29 años de edad: citología cada 3 años.
30-65 años de edad: citología además de la prueba
del VPH (para las pacientes de riesgo alto o con
los tipos oncógenos de VPH) cada 5 años.
Edad a la cual concluye > 65 años de edad, en caso de tres resultados negati-
la detección vos consecutivos en la citología o dos resultados
negativos consecutivos en la citología además de
la prueba del VPH dentro de los 10 años previos
al cese de la detección, con la prueba más
reciente realizada en los últimos 5 años.
Detección después de histerectomía No se recomienda.
con extirpación del cuello uterino
■ Mujeres de 21 a 65 años. Las tres pautas, incluida una recomendación de grado A del
USPSTF, recomiendan el frotis con tinción de Papanicolaou cada 3 años o, de forma
alternativa, realizar la citología más las pruebas de VPH para subtipos de alto riesgo
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cada 5 años. Las mujeres con citología normal, pero con pruebas negativas de VPH
de alto riesgo tienen un riesgo estimado de neoplasia intraepitelial del cuello uterino
(NICU) de grado 2 o mayor a los 5 años de sólo el 0.34%.28 Las pautas coinciden
en que las pruebas para el VPH solo o con otras pruebas deben iniciarse únicamente
después de los 30 años de edad, porque la prevalencia de VPH que se autolimita en
mujeres menores de 30 años sigue siendo alta.
■ Mujeres mayores de 65 años de edad. Hay consenso general en que la detección puede
detenerse si las mujeres han tenido tres resultados negativos consecutivos de la citolo-
gía o dos resultados negativos consecutivos más otras pruebas, a 10 años de interrum-
pir la detección (con la prueba más reciente realizada en los 5 años previos), dado que
el riesgo de cáncer cervical es bajo, y los factores de riesgo disminuyen con la edad.
■ Mujeres con histerectomía. No necesitan detección las mujeres con riesgo promedio
con una histerectomía y extirpación del cuello uterino, y sin antecedentes de le-
siones precancerosas de alto grado o cáncer de cuello uterino. Las indicaciones
de revisión para las mujeres con una histerectomía subtotal (supracervical) son las mis-
mas que para aquellas con riesgo promedio.35
Para seguir estas pautas, las mujeres y los médicos necesitan tener los antecedentes
precisos de las pruebas citológicas de Papanicolaou y sus resultados.
Tómate el tiempo necesario para entender cómo se notifican los resultados del frotis de El frotis de Papanicolaou convencional
Papanicolaou. Las clasificaciones y las normas actuales de tratamiento se basan en el tiene sensibilidad y especificidad del
sistema del Bethesda National Cancer Institute, que se revisaron en 2001.36,37 Las cate- 30-87% y del 86-100%, respectiva-
gorías principales se muestran a continuación. El estudio depende del riesgo de cáncer mente, para la detección de cáncer de
de cuello uterino, y a menudo consiste en llevar a cabo una nueva citología, colposcopia cuello uterino. Con la citología de base
y un análisis de ADN para el VPH. líquida, estas cifras son del 61-95%
y del 78-82%. La sensibilidad del frotis
de Papanicolaou y de las pruebas de
Clasificación citológica de la citología exfoliativa ADN para VPH es del 74.6-100%.38-40
vaginal (Papanicolaou): el sistema de Bethesda (2001)
cado incierto (CEA-SI); lesiones intraepiteliales escamosas de grado bajo (LIEGB), incluida
la displasia leve; lesiones intraepiteliales escamosas de grado alto (LIEGA), como la displasia
moderada e intensa con síntomas sospechosos de invasión; y carcinoma de células escamo-
sas invasor.
● Células glandulares, incluyendo células endocervicales atípicas o células endometriales atípicas,
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Iniciar lo antes posible la vacunación contra el VPH es importante. Entre los adoles-
centes estadounidenses, la prevalencia de relaciones sexuales antes de los 13 años en
2013 fue del 5.6%; el 30% en la secundaria y el 64% a finales del bachillerato.43 Las
mujeres vacunadas deben continuar con las pruebas de detección de cáncer de cue-
llo uterino, porque las vacunas no previenen todos los subtipos de VPH. Asimismo,
el empleo habitual del preservativo no elimina el riesgo de infección del cuello ute-
rino por el VPH.44,45
■ Vacunas de refuerzo. Se recomienda para mujeres de 13-26 años de edad que no han
tenido la vacunación previa o que no completaron la serie de tres dosis. Si las muje-
res alcanzan la edad de 27 años antes de completar la serie, la segunda o la tercera dosis
de vacuna puede administrarse después de los 26 años de edad para completar la serie.
No son recomendables las evaluaciones previas a la vacunación para establecer la
necesidad de realizar pruebas de Papanicolaou o de ADN del VPH de alto riesgo.
■ La vacuna contra el VPH está indicada en las personas con sistemas inmunitarios
afectados, incluida la infección por el VIH, hasta la edad de 26 años si no han reci-
bido todas las vacunas cuando era más jóvenes.
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Con frecuencia las mujeres preguntan sobre la prueba del CA-125. La concentración de
CA-125 no es sensible ni específica. Estudios recientes están investigando biomarcadores
adicionales y los puntos de corte de la estratificación del CA-125 para los subgrupos demo-
gráficos y clínicos para reducir la alta tasa de falsos positivos.47,52 Aunque el CA-125 se incre-
menta en más del 80% de las mujeres con cáncer de ovario y sirve para predecir la
recurrencia después del tratamiento, también aumenta en muchas otras situaciones y cán-
ceres, como embarazo, endometriosis, miomas uterinos, EIP, quistes benignos y cáncer de
páncreas, mama, pulmón, estómago y colon. Las investigaciones actuales no han demostrado
que combinar el diagnóstico con CA-125, la ecografía transvaginal y algunos marcadores
tumorales concretos sea beneficioso para aumentar la supervivencia, por lo que no deben
realizarse de forma rutinaria.
Enfermedades de transmisión sexual. Las tasas estadounidenses de ETS La infección por clamidia es una de las
son las más altas del mundo industrializado. La infección por Chlamydia trachomatis es la causas de uretritis, cervicitis, EIP,
ETS más habitual en dicho país y la más frecuente en las mujeres, con un estimado de embarazo ectópico, infertilidad y
2.8 millones de casos al año (aunque la infección por VPH es más frecuente y la causa dolor pélvico crónico. Los factores
más habitual de ETS).53 A menudo, los síntomas son leves y la infección permanece de riesgo incluyen edad menor de
sin diagnosticar. Si no se trata, el 10-15% de las mujeres padecerá EIP, una infección 26 años y tener múltiples parejas y
polimicrobiana con un riesgo del 8-40% de causar infertilidad tubárica en función del antecedentes de ETS.
número de episodios; el 33-50% de los casos se atribuyen a la coinfección por C. trachomatis
y Neisseria gonorrhoeae.54,55 Las tasas de infección por Chlamydia son más altas en
las mujeres de 20-24 años, seguidas de cerca por las de 15-19 años. Las afroamericanas
y las nativas estadounidenses y de Alaska se encuentran en mayor riesgo de infección. Al
igual que con otras ETS, los factores de riesgo incluyen que las pacientes tengan menos
de 24 años y tengan actividad sexual, una infección previa por clamidia u otras ETS, parejas
nuevas o múltiples, uso inconstante del preservativo, y desempeñar un trabajo sexual. La
detección, los grupos más afectados y las consecuencias de la falta de diagnóstico y
tratamiento son similares para la gonorrea. La infección por sífilis es menos frecuente, pero
se está incrementando cada vez más en hombres.56
● Detección de clamidia y gonorrea cada año en todas las mujeres con actividad sexual,
< 25 años de edad y mujeres mayores con factores de riesgo, como parejas sexuales nuevas
o múltiples, o una pareja sexual con una ETS.
● Detección de clamidia, sífilis, hepatitis B y VIH en todas las embarazadas, y de gonorrea en las
embarazadas en situación de riesgo en etapa temprana del embarazo, con repetición de prue-
bas según la necesidad con objeto de proteger la salud de las madres y sus hijos.
● Detección de clamidia, gonorrea y sífilis al menos una vez al año para todos los homosexuales
con actividad sexual, bisexuales y HSH. Los HSH que tienen parejas múltiples o anónimas deben
evaluarse con mayor frecuencia para buscar ETS (es decir, a intervalos de 3-6 meses).
● Realizar la prueba del VIH al menos una vez para todos los adultos y adolescentes
de 13-64 años de edad.
● Realizar la prueba del VIH al menos una vez al año en cualquier persona que tenga relacio-
nes sexuales sin protección o que utilice equipos para inyección de fármacos. Los homo-
sexuales y bisexuales con actividad sexual pueden beneficiarse de la prueba cada 3-6 meses.
Fuente: Centers for Disease Control and Prevention. Sexually transmitted diseases. STD and HIV
screening recommendations. Updated December 16, 2014. Disponible en http://www.cdc.gov/std/
prevention/screeningreccs.htm. Consultado el 20 de mayo de 2015.
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En Estados Unidos, el 20% de las nuevas infecciones tiene lugar en mujeres, sobre
todo a través del contacto heterosexual (84% en 2010) y el uso de drogas intrave-
nosas (14%). Las mujeres conforman el 23% de los casos de infección por VIH. Entre
las mujeres infectadas, el 64% son afroamericanas, el 18% caucásicas y el 15% lati-
noamericanas. Los CDC han notificado que las mujeres no tienen acceso a la atención
de la salud y reciben un tratamiento por debajo de lo necesario: “En el 2011, sólo el
45% se atendía y sólo el 32% había conseguido la supresión del virus”.59 La transmi-
sión heterosexual es más probable en las siguientes modalidades: relaciones sexuales
vaginales o anales sin preservativo, intercambio de sexo por drogas, sexo con múltiples
parejas, infección con otras ETS, mujeres que han sufrido abuso sexual, relacio-
nes sexuales con una pareja infectada con una alta carga vírica del VIH-1, ectopia
cervical, actividad sexual durante la menstruación, y relaciones sexuales con una pareja
masculina y sin circuncisión. La vulvocandidosis recurrente, las ETS concomitantes,
las pruebas de Papanicolaou anómalas (que ocurren en el 40% de las mujeres VIH-po-
sitivas), y la infección por el VPH son indicadores que advierten de la necesidad de
realizar la prueba del VIH. Como puede observarse, los CDC recomiendan efectuar
una prueba universal del VIH para todas las personas de 13-64 años de edad debido
a la prevalencia de infecciones en quienes no presentan factores de riesgo conocidos
y con registro deficiente.
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Fuente: Centers for Disease Control and Prevention. Reproductive health. Contraception. Actualiza-
ción 22 de abril de 2015. Disponible en http://www.cdc.gov/reproductivehealth/UnintendedPregnancy/
Contraception.htm. Consultado el 21 de mayo de 2015.
La tasa de fracaso es más baja con el implante subdérmico, el DIU, la esterilización feme-
nina y la vasectomía, que corresponde a menos de 0.8% por año (< 1 embarazo/100
mujeres/año), y la más alta es para los preservativos masculinos y femeninos, el coito
interrumpido, el ritmo, la utilización de los métodos con esponja en mujeres multíparas y
espermicidas en más del 18% por año (o ≥ 18 embarazos/100 mujeres/año). Las
tasas de fracaso de los productos inyectables, anticonceptivos orales, parche, anillo vagi-
nal y diafragma son del 6-12% anual (o de 6-12 embarazos/100 mujeres/año).
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Técnicas de exploración
Si es la primera vez que la paciente se somete a una exploración pélvica, es posible que
no sepa en qué consiste y deben tomarse medidas para ayudarla. Utilizar modelos tridi-
mensionales, mostrarle el equipo, dejar que manipule el espéculo y explicar cada paso
tanto antes como durante la exploración ayuda para que conozca mejor su cuerpo y se
sienta cómoda. Es imprescindible emplear una técnica meticulosa y delicada para dismi-
nuir cualquier dolor o molestia.
La respuesta de la paciente a la exploración pélvica puede revelar pistas sobre sus sen-
timientos acerca de la valoración y su sexualidad. Si se aleja, cierra los muslos o reac-
ciona de forma negativa a la exploración, se le puede comentar con delicadeza: “Noto
que está teniendo algunos problemas para relajarse. ¿Es sólo por estar aquí o porque le
molesta la exploración?, ¿está preocupada por algo?”. Toda conducta que pueda suponer
un obstáculo te ayudará a entender mejor las inquietudes de la paciente. Las reaccio-
nes adversas pueden ser una señal de abusos físicos o sexuales previos y requieren una
indagación.72
Las indicaciones para la exploración pélvica durante la adolescencia incluyen alteracio- Véase el capítulo 18, Evaluación pediá-
nes del ciclo menstrual (como amenorrea, sangrado excesivo o dismenorrea), dolor trica: desde la lactancia hasta la ado-
abdominal sin causa aparente, secreción vaginal, prescripción de anticonceptivos, prue- lescencia, pp. 900-901.
bas bacteriológicas y citológicas en las pacientes con actividad sexual y la solicitud de la
propia paciente para la evaluación.
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Paciente Examinador
Evitar relaciones sexuales, duchas vaginales o Obtener el permiso; que haya un
empleo de supositorios vaginales durante acompañante
24-48 h antes de la exploración Explicar de antemano cada paso de la
Vaciar la vejiga antes de la exploración exploración
Colocarse en decúbito supino, con la cabeza Cubrir a la paciente desde la mitad del abdo-
y los hombros elevados, con los brazos a men hasta las rodillas; hundir el paño entre
los costados o cruzados sobre el tórax las rodillas para establecer contacto visual
para mejorar el contacto visual y reducir con ella
la tensión de los músculos abdominales Evitar los movimientos bruscos o inesperados
Elegir un espéculo del tamaño adecuado
Calentar el espéculo con agua corriente
Vigilar la cara de la paciente durante la explo-
ración para verificar que se encuentre
cómoda
Utilizar una técnica excelente, pero delicada,
sobre todo cuando se inserta el espéculo
(pp. 587-588)
Ayudar a la paciente a relajarse es esencial para lograr una exploración adecuada. La adop-
ción de los consejos recomendados ayuda a mejorar la comodidad de la paciente. Siempre
se utilizan guantes, tanto durante la exploración como al manipular el equipo y las mues-
tras. Planifica con anticipación y ten a la mano el equipo necesario y los medios de cultivo.
Recuerda que los examinadores masculinos necesitan acompañantes femeninos. Las exa-
minadoras femeninas también deben solicitar una acompañante si la paciente presenta
algún trastorno físico, tiene alteraciones emocionales o para facilitar la exploración.
Abuso sexual. Los casos de abuso sexual merecen una evaluación especial e
incluyen violación, tocar los genitales sin consentimiento y exposición forzada a la
pornografía. La violación es un término legal y, en Estados Unidos, se refiere a “cualquier
penetración de un orificio del cuerpo (boca, vagina o ano) a la fuerza o con amenaza de
utilizar la fuerza o al aprovechar la incapacidad de la víctima (es decir, en relación con
edades jóvenes o avanzadas, discapacidad cognitiva o física, o intoxicación con drogas o
alcohol) y sin consentimiento”.73 La prevalencia del abuso sexual durante la vida varía del
13 al 39% en mujeres y el 3% en hombres. El informe de la National Intimate Partner
and Sexual Violence Survey del año 2011 reveló que el 19.3% de las mujeres y el 1.7% de
los hombres fueron violados durante sus vidas.74 Sólo dos tercios de las víctimas de
violación denuncian el delito a su proveedor de atención primaria, únicamente el 20-
40% reciben una evaluación clínica y menos del 40% informan a la policía. De manera
óptima, las víctimas de violación deben recibir atención de un grupo capacitado en
un centro de crisis de violación o departamento de urgencias que pueda proporcionar
apoyo, tratamiento de las lesiones y documentación de las evidencias. El trauma
puede ser extenso y el plazo para la recopilación de pruebas es, por lo general, de 72-
120 h. Dicha recopilación requiere el permiso de la o el paciente en cada etapa e implica
protocolos de varios pasos que pueden tomar hasta 6 h para hacerse. Se debe proporcionar
apoyo emocional y prevención de ETS y embarazo.
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
■ Lubricante hidrosoluble
■ Equipo para la toma de muestras para la citología vaginal, los cultivos bacteriológicos
y las sondas de ADN, u otros materiales de las pruebas de diagnóstico, como hi-
dróxido de potasio y solución salina normal
Los espéculos son de metal o de plástico y hay dos formas fundamentales conocidas
como espéculos de Pedersen y Graves (fig. 14-7). Ambos están disponibles en tamaños
pequeño, mediano y grande. El espéculo de Pedersen mediano suele ser más cómodo
para las mujeres con actividad sexual. El
espéculo de Pedersen de palas estrechas es
mejor para la paciente con un introito
pequeño, como una virgen o una mujer
anciana. El espéculo de Graves es el mejor
para las pacientes que han tenido hijos y
prolapso vaginal.
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la camilla de exploración hasta que los glúteos sobresalgan ligeramente del borde. Los
muslos deben estar flexionados y separados, y las caderas en rotación externa. La cabeza
debe apoyarse sobre una almohada.
Exploración externa
Evaluación de la madurez sexual de una paciente adolescente. Se La pubertad tardía suele tener carácter
puede evaluar el vello púbico durante la exploración del abdomen o de la pelvis. familiar o estar relacionada con enfer-
Se observan sus características y distribución, y se clasifica según los estadios de Tanner, medades crónicas. También puede
que se describen en la p. 901. deberse a anomalías del hipotálamo,
la adenohipófisis o los ovarios.
Exploración de los genitales externos. El médico debe sentarse con Las excoriaciones y las maculopápulas
comodidad y advertir a la paciente que palpará el área genital. Inspecciona el monte del pruriginosas, pequeñas y rojas, indican
pubis, los labios y el perineo. Se separan los labios y se inspecciona: una pediculosis púbica (piojos o ladi-
llas). Busca si hay liendres o piojos en la
■ Labios menores base del vello púbico.
F I G U R A 1 4 - 8 . Palpación de las
glándulas de Bartholin.
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Exploración interna
Inserción del espéculo. Selecciona un espéculo de tamaño y forma adecuados,
y humedécelo con agua tibia (los lubricantes o los geles pueden interferir con las pruebas
citológicas y los cultivos bacterianos o víricos). Indica a la paciente que introducirás el
espéculo y aplica presión hacia abajo. Es posible agrandar con sumo cuidado el introito
vaginal al lubricar un dedo con agua y con la aplicación de presión hacia abajo en el
borde inferior; verifica la localización del cuello uterino para angular con más
precisión el espéculo. Al ensanchar el introito se facilita la inserción del espéculo y
aumenta la comodidad de la paciente. Con la otra mano (en general la izquierda),
introduce el espéculo cerrado más allá de los dedos con una ligera inclinación hacia abajo
(fig. 14-9). Evita tirar del vello púbico o pellizcar los labios al abrir y cerrar el espéculo.
La separación de los labios mayores con la mano derecha ayuda a evitar esto.
Introito pequeño
Muchos orificios vaginales vírgenes sólo dejan pasar un dedo del explorador. Modifica la Un himen imperforado en ocasiones
técnica de manera que sólo se introduzca el dedo índice. El empleo de un espéculo pequeño retrasa la menarquia. Confirma esta
de Pedersen puede permitir una inspección limitada. Cuando el orificio vaginal es incluso más posibilidad cuando la menarquia
pequeño, una exploración bimanual adecuada se puede realizar mediante la colocación de parece demasiado tardía en rela-
un dedo en el recto en lugar de la vagina, pero se debe advertir antes a la paciente.
ción con el desarrollo de las mamas
Es posible aplicar técnicas similares en mujeres de edad avanzada si el introito está
atrofiado y tenso.
y el vello púbico de una adoles-
cente, y puede acompañarse de
hematocolpometra.
Para evitar ejercer presión sobre una uretra sensible, hay dos métodos que ayudan: 1) al
insertar el espéculo, sujetarlo en ángulo (fig. 14-10) y luego 2) deslizar el espéculo hacia
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dentro, por la pared posterior de la vagina (fig. 14-11), con aplicación de presión hacia
abajo para relajar el introito vaginal.
Una vez que el espéculo se ha introducido en la vagina, se retiran los dedos del introito.
Rota el espéculo hasta una posición horizontal, manteniendo la presión sobre la cara
posterior, e introdúcelo en toda su longitud (fig. 14-12). No abras de forma prematura
las palas del espéculo.
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Observa el color del cuello del útero, su posición, así como las características de su super- Busca un desplazamiento lateral del
ficie y cualquier ulceración, nódulo, masa, hemorragia o secreción. Inspecciona en busca cuello uterino en la endometriosis que
de secreción por el orificio cervicouterino. abarca a los ligamentos uterosacros.
Cepillo cervical
Muchos médicos utilizan un cepillo de plástico con un Cada vez es más habitual utilizar el
extremo como una escobilla para la obtención de una raspado del cuello uterino y la citolo-
sola muestra que contenga células epiteliales tanto gía de base líquida, que también sir-
escamosas como cilíndricas. Se gira la punta del cepi- ven para comprobar la presencia de
llo dentro del orificio cervical, con un movimiento
clamidia y gonorrea.
horario completo, y luego se introduce directamente
la muestra en un conservador para que el laboratorio
pueda preparar el portaobjetos (citología líquida).
Otra posibilidad es frotar cada lado del cepillo sobre el portaobjetos de vidrio.
Se coloca enseguida el portaobjetos en una solución o se utiliza un aerosol con fijador
como se describe a continuación.
(continúa )
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Inspección de la vagina. Retira el espéculo despacio mientras observas las Véase la tabla 14-3, “Secreción vagi-
paredes vaginales. Conforme el espéculo sale del cuello, libera la rosca del pulgar y nal”, p. 598.
mantén el espéculo abierto con el pulgar. A medida que se vaya retirando, inspecciona la La secreción vaginal a menudo acom-
mucosa vaginal observando su color y cualquier inflamación, secreción, úlceras o masas. paña a las infecciones por Candida y
Trichomonas vaginalis y a la vaginosis
Comprueba si hay alguna masa en la pared vaginal. Retira la pala superior o inferior del bacteriana. El diagnóstico depende
espéculo (o utiliza un espéculo de una sola pala) y pide a la paciente que puje para eva- de las pruebas de laboratorio debido
luar dónde se encuentra la relajación de la pared vaginal o el grado de prolapso uterino. a que la sensibilidad y la especificidad
de las características de la secreción
son bajas.79,80 El cáncer vaginal es
infrecuente; la exposición intrauterina
al dietilestilbestrol (DES) y la infección
por VPH son factores de riesgo.
Cierra el espéculo al pasar por el introito, para evitar estirar o pellizcar demasiado la mucosa. Utilizar la pala inferior como retractor
mientras la paciente puja ayuda a
exponer mejor las alteraciones de la
pared vaginal anterior, como el cisto-
cele; el uso parecido de la pala superior
ayuda a exponer el rectocele. Es muy
habitual recurrir al sistema normali-
zado de cuantificación de prolapso de
órgano pélvico Pelvic Organ Prolapse
Quantification (POP-Q).81 Véase la tabla
14-2, “Masas y tumefacción de la vulva,
la vagina y la uretra”, p. 597.
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Realizar una exploración bimanual. Lubrica los dedos índice y medio de Las heces presentes en el recto pue-
una de las manos enguantadas y, en posición de pie, introdúcelos en la vagina, ejerciendo den simular una masa rectovaginal,
de nuevo presión, sobre todo en sentido posterior. El pulgar debe estar en abducción y el pero a diferencia de los tumores
anular y el meñique flexionados en la palma de la mano. Al presionar hacia adentro malignos suele indentarse a la com-
en el perineo con los dedos flexionados, se provoca poca o ninguna molestia y permite presión digital. El tacto rectovaginal
colocar los dedos correctamente para la palpación. Observa cualquier nodularidad o dolor confirma la diferencia.
a la palpación en la pared vaginal, incluida la región de la uretra y la cara anterior de la vejiga.
■ Palpa el cuello del útero y determina su posición, forma, consistencia, regularidad, mo- El dolor con el movimiento del cuello
vilidad y dolor a la palpación. De modo normal, el cuello uterino se puede mover uterino, junto con el dolor al palpar los
un poco sin dolor. Se palpan los fondos de saco alrededor del cuello uterino. anexos, indica EIP, embarazo ectópico
o apendicitis.
Ahora se deslizan los dedos introducidos en la vagina en el fondo de saco anterior y Los nódulos en las caras uterinas
se palpa el cuerpo del útero entre las dos manos. En esta posición, los dedos que sugieren miomas o fibromas (p. 602).
están en la vagina pueden sentir la cara anterior del útero, y la mano en el abdomen
puede palpar parte de la cara posterior.
Si no puedes palpar el útero con cualquiera de estas maniobras, quizá esté inclinado Véase la retroversión y la retroflexión
en sentido posterior (retroversión). Se deslizan los dedos de la vagina hasta el del útero (p. 601).
fondo de saco posterior y la sensación será que el útero golpea contra los dedos. Una
pared abdominal obesa o mal relajada puede impedir la palpación del útero, aunque
éste se encuentre en posición anterior.
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Los ovarios normales suelen doler un poco. En general se palpan si la mujer es del- Las masas anexiales también pueden
gada y está relajada, pero es difícil o resulta imposible si es obesa o no se relaja. deberse a absceso tuboovárico, salpin-
gitis, inflamación de las tubas uterinas
por EIP o embarazo ectópico. Hay que
diferenciar estas masas de los miomas
uterinos. Véase la tabla 14-9, “Masas
anexiales”, p. 603.
Evaluación de la fuerza y del dolor a la palpación de los músculos Puede haber debilidad muscular
del suelo pélvico. Después de la palpación del cuello uterino, el útero y los debido al envejecimiento, los partos
ovarios, retira los dedos de la vagina justo por fuera del cuello del útero y extiéndelos para vaginales y trastornos neurológicos, y
tocar las paredes laterales de la vagina. Pide a la paciente que apriete alrededor de puede asociarse con incontinencia de
los dedos el mayor tiempo y tan fuerte como pueda. Si con la compresión se juntan los esfuerzo. En el dolor pélvico por
dedos y se desplazan hacia arriba y hacia dentro durante 3 seg o más, la fuerza es espasmo del piso de la pelvis, cistitis
completa. Revisa la fuerza, la presencia de dolor a la palpación durante la contracción, intersticial, vulvodinia o espasmo ure-
tral, puede observarse una participa-
la relajación apropiada tras la contracción y la resistencia en los cuatro cuadrantes
ción excesiva con endurecimiento,
vaginales. Entonces, con los dedos todavía colocados contra la parte inferior de las
dolor a la palpación y dolor referido
paredes vaginales, pide a la paciente que tosa varias veces o que puje (maniobra de
de la pared vaginal.
Valsalva). Busca cualquier salida de orina durante el aumento de la presión abdominal.
Observa si hay una participación excesiva de los músculos aductores o glúteos.
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En las pacientes con dolor pélvico o dolor a la palpación de la pared vaginal, se palpan El sitio donde se desencadena el dolor
los músculos externos del suelo pélvico en sentido horario para identificar los puntos a la palpación en estos músculos se
desencadenantes de dolor (fig. 14-16). acompaña de espasmo y disfunción del
suelo pélvico por traumatismo, cistitis
Sínfisis del pubis intersticial o fibromialgia. Los trastor-
nos del suelo pélvico, presentes en
~25% de todas las mujeres y ≥ 30% de
Músculo isquiocavernoso
las mujeres mayores, incluyen inconti-
nencia urinaria y fecal, prolapso de
órganos pélvicos y otras anomalías
Músculo bulbocavernoso sensitivas y de vaciado de las vías
urinarias y digestivas inferiores.2
Recuerda que los músculos isquioca-
vernoso y bulbocavernoso están iner-
vados por el nervio pudendo, por lo
que el dolor puede ser referido a las
Músculo perineal
transverso superficial
estructuras del perineo y urogenitales.
El dolor desencadenado en los puntos
Cuerpo perineal sobre el músculo elevador del ano, el
cual está inervado por las raíces del
Músculos elevadores del ano
nervio sacro S3 a S5, puede ser refe-
rido a la vagina. Véase también p. 569.
Después de retirar los dedos de la exploración bimanual, cambia de guantes y lubrica los
dedos, según necesidad (véase más adelante el apartado de lubricantes). Reintroduce con
lentitud el dedo índice en la vagina y el dedo medio en el recto. Pide a la paciente que puje
tratando de relajar el
esfínter anal. Men-
ciona que esto puede
estimular a los intesti-
nos, pero que no defe-
cará. Aplica presión
sobre las paredes ante-
rior y lateral con los
dedos exploradores y
comprime el abdo-
men con la otra mano.
Útero en
retroversión
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Revisa si hay masas en la bóveda rectal. Si se planea realizar una prueba de sangre oculta Véase el capítulo 15, Ano, recto y prós-
en heces, hay que cambiar de guantes para evitar la contaminación de la materia fecal con tata, pp. 621-623.
la posible presencia de sangre provocada por la prueba de Papanicolaou. Después de la
exploración, limpia los genitales externos y el recto, o proporciona una toalla de papel
a la paciente para que lo haga ella misma.
Lubricantes
Si se emplea un tubo de lubricante durante una exploración pélvica o rectal, deja que el lubri-
cante caiga en tus dedos enguantados, evitando todo contacto directo entre el tubo y los
guantes. Esto evita contaminar el tubo si se toca con los dedos enguantados después de com-
pletar la exploración con espéculo. Si tú o tu ayudante contaminan de manera inadvertida
el tubo, hay que desecharlo. Los pequeños tubos desechables, de un solo uso, eliminan este
problema.
Hernias
Las hernias inguinales también ocurren en las mujeres, pero son bastante menos habi- La hernia inguinal indirecta es la her-
tuales que en los hombres. Las técnicas de exploración son básicamente las mismas que nia más habitual en las mujeres. La
en el sexo masculino (pp. 553-555). Sin embargo, para reconocer una hernia inguinal siguiente en frecuencia es la hernia
indirecta hay que palpar los labios mayores y dirigirse hacia arriba, hasta un punto lateral crural.
a las tuberosidades del pubis.
Técnicas especiales
Evaluación de la uretritis. Para evaluar
Las causas de la uretritis incluyen
posibles uretritis o inflamación de las glándulas infección por C. trachomatis y
parauretrales, se introduce el dedo índice en la N. gonorrhoeae.
vagina y se exprime con delicadeza la uretra de
dentro hacia afuera (fig. 14-18). Observa cualquier
secreción del meato uretral o de su entorno. Si
hay secreción, se toma una muestra para cultivo.
F I G U R A 1 4 - 1 8 . Exploración
de la uretra.
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“Sin adenopatías inguinales. Genitales externos sin eritema, lesiones ni masas. Mucosa vaginal
rosada. Cuello uterino con marcas de parto, rosado y sin secreción. Útero anterior, en la línea
media, liso y sin aumento de tamaño. Dolor anexial ausente. Obtención de muestra para
prueba de Papanicolaou. Pared rectovaginal intacta. Bóveda rectal sin masas. Heces marrones
y prueba de sangre oculta en heces negativa”.
O
“Adenopatías inguinales bilaterales. Genitales externos sin eritema ni lesiones o masas. Estos resultados indican vaginosis
Mucosa vaginal y cuello uterino cubiertos por una secreción fina, blanca, homogénea, con bacteriana.
ligero olor a pescado. Después de pasar un hisopo por el cuello uterino, no se aprecia ninguna
secreción visible en el orificio cervical. Útero en la línea media; ninguna masa anexial. Ampolla
rectal sin masas. Heces marrones y prueba de sangre oculta negativa. pH de la secreción
vaginal > 4.5”.
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Nódulo
quístico
en la piel Verrugas
Pápulas
planas
grisáceas
Úlceras poco
profundas con
una base
eritematosa
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Cistocele Cistouretrocele
El cistocele es una protrusión Cuando toda la pared anterior
de los dos tercios superiores de de la vagina, junto con la vejiga
la pared anterior de la vagina y y la uretra, participan
de la vejiga situada por encima, en la protrusión, se habla de
que se debe al debilitamiento de cistouretrocele. A veces, pero
los tejidos de sostén. no siempre, hay un surco que
Uretrocele
delimita el borde entre el
Cistocele uretrocele y el cistocele.
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Vaginosis
Tricomonosis Candidosis vaginal bacteriana
Lactobacilos
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Epitelio escamoso
Epitelio cilíndrico
Epitelio escamoso
Quiste de
retención
Pólipo cervical
Con la progresiva estimulación estrogénica de la adolescencia, todo Por lo general, un pólipo cervical se origina en el conducto
o parte del epitelio cilíndrico se transforma en epitelio escamoso endocervical y se hace visible cuando sobresale a través del orificio
mediante un proceso denominado metaplasia. Este cambio puede del cuello uterino. Es de color rojo brillante, blando y bastante frágil.
bloquear las secreciones del epitelio cilíndrico y dar lugar a quistes Cuando sólo se ve la punta, no se puede diferenciar clínicamente de
de retención, también llamados quistes de Naboth. Éstos aparecen como un pólipo generado en el endometrio. Los pólipos son benignos,
nódulos transparentes en la superficie del cuello uterino y carecen pero pueden sangrar.
de relevancia patológica.
a
La terminología está cambiando. Otros términos para el epitelio cilíndrico visible en el ectocérvix son ectropión, ectopia y eversión.
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Ovalada En ranura
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El cuello uterino
apunta hacia
delante
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REFERENCIAS
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15
C A P Í T U L O
Ano, recto
y próstata
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para reforzar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Bates. Guía visual para la exploración física (vol. 14, Genitales masculinos, recto, ano y próstata;
vol. 15, Genitales femeninos, ano y recto)
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
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Anatomía y fisiología
El colon sigmoideo termina en el recto, que se apoya contra el sacro y el cóccix y después
se funde con un segmento corto, el conducto anal (fig. 15-1). El recto se extiende desde
la unión rectosigmoidea, por delante de la vértebra S3, hasta la unión anorrectal al nivel
de la punta del cóccix. El margen externo del conducto anal no está bien delimitado, pero
Vejiga
Fondo de saco
peritoneal
Válvula de Houston
Vesícula seminal
Recto
Unión anorrectal
Conducto anal
Uretra Próstata
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su aspecto húmedo y sin vello suele diferenciarlo de la piel perianal circundante. El tono
muscular voluntario del esfínter anal externo e involuntario del esfínter anal interno por lo
general mantiene cerrado el conducto anal. El esfínter anal interno es una prolongación
de la túnica muscular de la pared rectal.
Observa con cuidado el ángulo del conducto anal, que sigue una línea aproximada entre
el ano y el ombligo. A diferencia del recto, el conducto está inervado de forma abundante
por nervios sensitivos somáticos y, si se introduce un dedo o un instrumento mal diri-
gido, se producirá dolor.
Una línea con forma de sierra que indica la transición de piel a mucosa delimita el con-
ducto anal del recto (fig. 15-2). Esta unión anorrectal, a menudo denominada línea pectínea
o dentada, también es el límite entre las inervaciones somática y visceral. Se observa con
facilidad en la anoscopia o en la exploración endoscópica, pero no puede palparse.
Recto
Conducto anal
FIGURA 15-2. Vista coronal de ano y recto que muestra la pared anterior.
En la mujer, el cuello uterino suele palparse a través de la pared anterior del recto.
La pared rectal contiene tres pliegues internos, conocidos como válvulas de Houston. La Puede haber dolor a la palpación
más baja a veces puede palparse, por lo general en el lado izquierdo. Casi todo el recto por inflamación del peritoneo o pre-
accesible al tacto carece de superficie peritoneal, excepto la parte anterior, la cual sencia de nódulos si hay metástasis
puede alcanzarse con la punta del dedo. peritoneales.
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Anamnesis
En otros capítulos se han tratado muchos síntomas relacionados con la región anorrec- Véase la tabla 11-4, “Estreñimiento”,
tal y la próstata. Para resumir de forma breve, se debe preguntar si se ha presentado algún p. 494, y la tabla 11-5, “Heces negras
cambio en los hábitos intestinales, el tamaño o el calibre de las heces; diarrea o estreñi- y sanguinolentas”, p. 495.
miento; o cualquier color anómalo de las evacuaciones. Véase la revisión de estos sínto- Los cambios en el calibre de las heces,
mas en las pp. 459-460, así como el interrogatorio sobre la presencia de sangre en las heces, en particular las deposiciones finas
que va desde las deposiciones negras (melena) hasta las deposiciones rojas (hematoque- como un lápiz, pueden advertir sobre
cia) y la emisión de sangre roja por el recto (rectorragia). Pregunta también por la aparición cáncer de colon. La sangre en las heces
de moco. puede provenir de pólipos, carcinoma,
sangrado gastrointestinal o hemorroi-
des; el moco podría acompañar al ade-
noma velloso, las infecciones
intestinales, la enfermedad inflamato-
ria intestinal (EII) o el síndrome de
colon irritable (SCI).
■ No olvides que debe preguntarse acerca de los antecedentes personales y familiares Las respuestas afirmativas a estas pre-
de pólipos en el colon o de cáncer colorrectal. ¿Hay antecedentes de EII? guntas indican mayor riesgo de cán-
cer colorrectal y la necesidad de
ampliar los estudios (véase el capí-
tulo 11, “Recomendaciones para la
detección sistemática”, pp. 468-470).
■ ¿Siente dolor al defecar?, ¿prurito?, ¿presenta dolor intenso en el ano o en el recto?, La proctitis puede manifestarse con
¿hay alguna secreción mucopurulenta o sangrado?, ¿alguna ulceración?, ¿ el paciente dolor anorrectal, prurito, tenesmo,
practica el coito anal? secreción o sangrado proveniente de
una infección o un absceso rectal. Las
causas incluyen gonorrea, clamidia,
linfogranuloma venéreo, coito anal
receptivo, ulceraciones por herpes
simple y chancro de sífilis primaria
(véase la tabla 13-1, “Enfermedades
de transmisión sexual de genitales
masculinos”, p. 557). El prurito en
pacientes más jóvenes puede
deberse a oxiuros.
■ ¿Hay antecedentes de verrugas o fisuras anales? Las verrugas genitales pueden origi-
narse por virus del papiloma humano
(VPH) o tratarse de un condiloma plano
de la sífilis secundaria. Las fisuras ana-
les aparecen en la proctitis y la enfer-
medad de Crohn.
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■ En los hombres, revisa el patrón miccional (p. 462). ¿Tiene el paciente alguna difi- Estos síntomas genitourinarios sugie-
cultad para empezar a orinar o para contener el chorro de orina?, ¿el chorro es débil?, ren hiperplasia prostática benigna
¿orina con frecuencia, en particular por la noche?, ¿hay sangre en el semen o la orina, (HPB) o cáncer de próstata, en especial
o dolor durante la eyaculación? en hombres mayores de 70 años.1
La escala de síntomas de la American
Urological Association (AUA) ayuda a
cuantificar la gravedad de la HPB y es
una guía para tomar decisiones tera-
péuticas. Véase la tabla 15-1, “Índice de
síntomas de la hiperplasia prostática
benigna de la American Urological
Association”, p. 620.
■ Además, ¿en los hombres ha ocurrido un inicio súbito de síntomas de irritación de Estos síntomas indican una posible
las vías urinarias (polaquiuria, urgencia, dolor o ardor al orinar), lumbalgia, dolor prostatitis aguda.
en la región perineal, malestar general, fiebre o escalofríos?
Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
Factores de riesgo. Los principales para el cáncer de próstata son edad, pro-
cedencia étnica y antecedentes familiares. Algunas pautas sugieren enfocarse en lo F I G U R A 1 5 - 3 . Conversa sobre
hombres con riesgo alto para la detección temprana.7,8 la detección del cáncer de próstata.
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250
Tasa por 100 000 hombres
200
150
100
50
Incidencia Mortalidad
● Edad. Este cáncer es infrecuente antes de los 40 años de edad; sin embargo, las tasas
de incidencia comienzan a incrementarse de forma rápida después de los 50 años.6
La edad promedio de diagnóstico es de 66 años.
● Procedencia étnica. La población negra tienen las tasas más altas de incidencia y mortali-
dad por cáncer de próstata en Estados Unidos e incluso se encuentran entre las mayores
en el mundo.6,9 En comparación con la población de hombres blancos, un porcentaje más
alto de hombres negros se diagnostica con cáncer de próstata antes de los 50 años de edad;
tienen, además, mayor probabilidad de acudir en un estado avanzado de cáncer, incluso
después de conseguir el acceso a los servicios de atención médica.10,11
● Antecedentes familiares. La genética parece tener una participación importante en el riesgo
de padecer cáncer de próstata. Para los hombres con un familiar en primer grado afectado,
a saber, padre o un hermano, el riesgo de desarrollar cáncer de próstata aumenta dos veces;
para aquellos con dos o tres familiares en primer grado afectados, el riesgo aumenta
5-11 veces.12 Las mutaciones de BRCA1 y BRCA2 también parecen agregar un mayor riesgo
de padecer cáncer de próstata.13
● Otros factores de riesgo. Aunque los datos son menos convincentes, otros factores de
riesgo potenciales incluyen la exposición al Agente Naranja entre los veteranos de Vietnam,
las dietas con gran contenido de grasa animal, la obesidad y el hábito tabáquico.14-16 Sin
embargo, la HPB, una manifestación frecuente en hombres de edad avanzada, no es un
factor de riesgo para el cáncer de próstata.
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Antígeno prostático específico. El APE es una glicoproteína que producen las células epiteliales
de la próstata, cuyos valores pueden aumentar por cáncer, pero también por HPB, infecciones
prostáticas o por eyaculación; por lo tanto, los resultados pueden ser falsos positivos. Casi 12
de cada 100 hombres tienen análisis de detección de APE con resultados mayores de 4 ng/mL,
pero sólo el 30% de ellos tendrá cáncer de próstata en la biopsia (el valor predictivo positivo).7
En general, al utilizar un valor de referencia para APE de 4 ng/mL para definir los resultados
anómalos, sólo se detecta el 21% de este tipo de cáncer (sensibilidad), aunque corresponden al
51% de los cánceres agresivos, con base en el aspecto microscópico de las células cancerosas.
La especificidad asociada es del 91%, que es la proporción de hombres sin cáncer de próstata
con una prueba normal. Se han propuesto numerosas modificaciones al APE para aumentar su
precisión, incluida la medición de cambios a lo largo del tiempo (velocidad), la proporción del
APE que no está unida a proteína (libre) y la densidad del APE (con base en el volumen de la
próstata), así como el ajuste del límite de alteración, con base en la edad del paciente o la pro-
cedencia étnica. No obstante, ninguna de estas modificaciones ha demostrado mejorar los
resultados y las guías publicadas no las recomiendan.
Tacto rectal. Con éste se buscan anomalías palpables como nódulos, endurecimientoss o asi-
metrías en las áreas periféricas posteriores y laterales de la glándula prostática más cercanas
al dedo examinador; el TR no puede detectar cánceres en las regiones anterior y central de la
glándula; su sensibilidad es del 59% y su especificidad del 94%.22 Se estima que el 28% de los
hombres con datos anómalos del TR tendrán cáncer de próstata en la biopsia (valor predictivo
positivo). Sin embargo, la mayoría de los cánceres de esta glándula detectados durante el TR
ya se ha extendido más allá de la próstata, lo cual los hace muy difíciles de curar.23 Asimismo,
el TR no produce datos muy reproducibles (calificación kappa baja); incluso los urólogos tie-
nen dificultades para ponerse de acuerdo entre sí sobre si un TR es o no anómalo.24
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La prueba más sólida que apoya la detección precoz proviene de estudios que distribu-
yeron de forma aleatorizada a los sujetos para aplicar o no este procedimiento; después
se hizo el seguimiento de estos grupos durante muchos años para saber si la detección
disminuye la mortalidad por cáncer de próstata. Se realizaron dos estudios importantes:
el European Randomized Study of Screening for Prostate Cancer (ERSPC)28 y el Prostate, Lung
Colorectal, and Ovarian Cancer Screening Trial (PLCO),29 para evaluar la eficacia de
la detección sistemática. Sin embargo, los resultados del estudio, informados por primera
vez en el 2009, tuvieron datos contradictorios.
El ERSPC, que asignó de forma aleatorizada a más de 160 000 hombres de 55-69 años
de edad en siete países europeos para recibir la prueba de detección del APE sola
cada 2-4 años o ninguna prueba de detección, encontró que la prueba redujo un 20%
la mortalidad por cáncer de próstata.28 Sin embargo, la disminución del riesgo absoluto
fue de 0.7 por 1 000, es decir, 1 400 hombres necesitaron las pruebas de detección dos
veces en 9 años (y haber detectado 48 cánceres) para prevenir una muerte por cáncer
de próstata. Una actualización reciente después de 13 años de seguimiento informó
que el número de hombres que requieren una evaluación y la cantidad de cánceres que
deben detectarse para prevenir una muerte por cáncer de próstata habían disminuido
a 800 y 27, respectivamente.30 Sin embargo, el grupo de detección del ERSPC también
tuvo un riesgo mayor del 70% de recibir el diagnóstico de dicho cáncer. Esto es preocu-
pante porque la evidencia sugiere que el 42-66% de los cánceres que se detectan
mediante APE se sobrediagnostican, lo cual significa que nunca tendrán el problema
el resto de su vida.31 Sin embargo, la mayoría de los pacientes con cáncer identificado
durante la detección sistemática reciben tratamiento quirúrgico o con radiación;32 esto
con frecuencia provoca complicaciones, como disfunción eréctil, incontinencia urinaria y
problemas intestinales que afectan de manera adversa la calidad de vida.33
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paciente a partir de los 50 o 55 años de edad. Se indica que los prestadores del ser-
vicio deben apoyar la toma de decisiones compartida, porque las decisiones sobre
detección del cáncer son muy sensibles a las preferencias del paciente con respecto al
beneficio potencial y los daños de la detección sistemática. Si el paciente está de acuer-
do con el proceso de detección, se recomienda la prueba de APE cada 1 o 2 años; el TR se
considera opcional. Los médicos deben dejar de ofrecer la detección cuando los pacientes
alcanzan la edad de 70 años, o cuando su esperanza de vida es menor de 10 años. Es posible
ofrecer la detección a los 40 o 45 años de edad en los hombres con alto riesgo de cáncer
(de población negra y aquellos con antecedentes familiares de cáncer de próstata).
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vention 2013 (véanse también los sitios en la red para pacientes de la población negra y lati-
noamericanos): http://www.cdc.gov/cancer/prostate/basic_info/infographic.htm
● Detección de cáncer de próstata: Should you get a PSA test?, Mayo Clinic:
http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/prostate-cancer/in-depth/prostate-cancer/
art-20048087
● PROSDEX: A PSA Decision Aid, University of Cardiff:
http://prosdex.cf.ac.uk/index_content.htm
● Decision Aid Tool: Cancer Screening with PSA Testing, American Society of Clinical
Oncology: http://www.asco.org/sites/www.asco.org/files/psa_pco_decision_
aid_71612.pdf
Todos los sitios de la red se consultaron el 24 de febrero de 2015.
■ Ofrece a los pacientes con un riesgo promedio de cáncer colorrectal una gama de opciones
de estudios de detección que inicien a los 50 años de edad. Pruebas de detección cada año
con pruebas de sangre oculta en heces de alta sensibilidad (que incluyan aquellas
que utilizan guayacol y pruebas de inmunoquímica fecal), colonoscopia cada
10 años, o sigmoidoscopia cada 5 años (la cual puede combinarse con pruebas de
sangre oculta en heces de alta sensibilidad cada 3 años). El grupo multiorganizacional
además comparte las opciones de enema de bario con doble contraste o la colono-
grafía mediante tomografía computarizada cada 5 años y las pruebas periódicas de
ADN fecal.39 Las pautas recomiendan no realizar las pruebas de detección con prue-
bas de sangre oculta en heces seguidas por el TR. La detección sistemática debe
continuarse hasta los 75 años de edad.
■ Identificar a las personas con un riesgo alto, con base en antecedentes personales de
neoplasia colorrectal, o enfermedad inflamatoria intestinal de larga evolución; o
antecedentes familiares de neoplasia colorrectal, incluidos los síndromes heredita-
rios. Estos pacientes requerirán pruebas de detección intensivas y estudios de super-
visión con colonoscopia; la detección sistemática comenzará a temprana edad y se
repetirá a intervalos más cortos que para aquellos con riesgo promedio.
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Técnicas de exploración
Para muchos pacientes y profesionales de la salud, el tacto rectal no es una parte agrada-
ble de la exploración física. Aunque puede causar molestias al paciente, rara vez causará
dolor. Puede omitirse el TR en los adolescentes que no tengan alguna molestia relevante.
En los hombres adultos de mediana edad o en los mayores es importante para la eva-
luación de síntomas relacionados y puede ser parte de la detección precoz del cáncer de Si hay sospechas de cáncer colorrec-
próstata. Asegúrate de explicar al paciente lo que puede sentir, incluso presión, posible tal, considera la realización de una
incomodidad y un suave movimiento lento de tu dedo explorador. endoscopia baja.
Exploración en hombres
Posición del paciente. Elegir cualquiera de las posiciones apropiadas para
realizar la exploración, con la colaboración del paciente cuando se requiera. Casi siempre,
la posición en decúbito lateral (fig. 15-5) resulta eficaz y ofrece una buena visualización
de las regiones perianal y sacrococcígea. Algunos médicos piden al paciente que, al
estar de pie, se incline hacia delante con la parte superior del cuerpo apoyada sobre la
camilla y las caderas flexionadas, aunque esta posición puede parecer menos digna. En
cualquier posición, el dedo explorador no puede alcanzar la longitud completa del recto.
Pide al paciente que se recueste sobre el lado izquierdo con las nalgas cerca del borde de
la cama de exploración próximo al examinador. Al flexionar las caderas y las rodillas,
sobre todo de la pierna situada arriba, se estabiliza la posición y mejora la visibilidad.
Cubre de forma adecuada al paciente con sábanas y regula la luz para tener la mejor visión
de las regiones perirrectal y anal. Colócate unos guantes y separa las nalgas del paciente.
■ Inspecciona las regiones sacrococcígea y perianal para buscar masas, úlceras, inflama- Las lesiones anales y perianales inclu-
ción, exantema o excoriaciones. Es normal que la piel perianal del adulto esté yen hemorroides, verrugas venéreas,
más pigmentada y sea algo más áspera que la piel que cubre las nalgas. Se palpa herpes, chancro sifilítico y carcinoma.
cualquier zona anómala, percibiendo si hay masas o puntos dolorosos. Una grieta lineal o un desgarro indi-
can una fisura anal producida por
heces voluminosas y duras, EII o una
ETS. Es importante preguntar si hay
prurito anal cuando se observa piel
perianal tumefacta, engrosada y con
fisuras y excoriaciones.
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■ Palpación del conducto anal. Cuando el paciente puje, se coloca la yema del dedo
enguantado y lubricado sobre el ano (fig. 15-6A). Conforme se relaja el esfínter, se
introduce con delicadeza la punta del dedo en el conducto anal, en dirección
al ombligo (fig. 15-6B). Si el esfínter se aprieta, se hace una pausa y se tranqui-
liza al paciente. Después de un momento, cuando el esfínter se relaje, se continúa.
A B
A veces, un dolor intenso impide la entrada y la exploración interna. No debe apli- Busca alguna lesión, como una fisura
carse fuerza. En vez de ello, se colocan los dedos a ambos lados del ano, se abre con anal, que pueda explicar el dolor.
cuidado el orificio y se pide al paciente que puje.
■ Tono del esfínter anal. Por lo general, los músculos del esfínter anal se cierran de Un esfínter apretado puede deberse a
manera ajustada alrededor del dedo. El tono, en reposo inicial, refleja la integridad ansiedad, inflamación o cicatrización.
del esfínter anal interno. Para comprobar el tono del esfínter externo, pide al pa- El esfínter laxo se observa en algunas
ciente que trate de comprimir el dedo explorador con los músculos rectales. enfermedades neurológicas, como las
lesiones medulares en S2-S4, y es un
■ Dolor durante la exploración, si es que lo hay. signo de posibles cambios en el esfín-
ter urinario y el músculo detrusor. Con-
sidera evaluar la sensación perianal.
■ Induración. Las causas de una induración pueden
ser inflamación, cicatrización o cáncer.
■ Irregularidades o nódulos.
■ Palpación del revestimiento rectal. Inserta el dedo en el recto hasta donde sea posible. Véase la tabla 15-2, “Anomalías del
Gira la mano en el sentido de las agujas del reloj palpando la mayor cantidad ano, la piel circundante y el recto”,
posible del revestimiento rectal del lado derecho del paciente, y luego en sentido pp. 621-622.
contrario para palpar la región posterior e izquierda (fig. 15-7).
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■ Palpación de la próstata.
Se gira la mano en sen-
tido contrario a las agu-
jas del reloj hasta que el
dedo explorador llegue a
la cara posterior de la
glándula prostática
(fig. 15-9). Si el examina-
dor se aleja un poco del
paciente, podrá palpar
esta zona con mayor faci-
lidad. Explica al paciente
que al revisar esta parte de
la próstata quizá sienta
ganas de orinar.
FIGURA 15-9. Palpación de la próstata.
Haz un barrido meticuloso con el dedo sobre la Véase la tabla 15-3, “Anomalías de la
glándula prostática, identificando los lóbulos late- próstata”, p. 623.
rales y el surco medio entre ellos (fig. 15-10).
Se registra el tamaño, la forma, la movilidad y
la consistencia de la glándula, y se localiza cualquier
nódulo o zona dolorosa. La próstata normal tiene
una consistencia gomosa, sin dolor a la palpación
y sin evidencia de estar fija a los tejidos subyacentes.
Si es posible, se extiende el dedo por encima de la Los hallazgos incluyen una “placa” de
próstata hasta la región de las vesículas seminales metástasis peritoneales (véase p. 615)
y la cavidad peritoneal, y se abarca la pared ante- o dolor a la palpación de la inflamación
rior. Nota cualquier nódulo o zona dolorosa a la peritoneal.
palpación.
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Exploración en mujeres
El recto suele explorarse después de los genitales, mientras la paciente se encuentra en
posición de litotomía. Esta posición facilita el tacto bimanual y el reconocimiento de
una posible masa anexial o pélvica, la evaluación de la integridad de la pared rectovaginal
y puede ayudar a palpar un cáncer en la parte alta del recto.
Si sólo se necesita explorar el recto, la posición lateral es adecuada y ofrece una visión
mucho mejor de las regiones perianal y sacrococcígea. Se aplican las mismas técnicas
que para los pacientes masculinos. Recuerda que el cuello uterino se palpa con facilidad
a través de la pared rectal anterior. A veces, también se palpa un útero en retroversión.
No se debe confundir alguna de estas estructuras, ni tampoco un tampón vaginal,
con una masa sospechosa.
“Sin lesiones ni fisuras perirrectales. Tono del esfínter externo conservado. Ampolla rectal sin
masas. Próstata lisa y sin dolor, con surco medio palpable (o, si se trata de una mujer, cuello
uterino sin dolor). Heces marrones y prueba de sangre oculta en heces negativa”.
O
“Área perirrectal inflamada, sin ulceraciones, verrugas ni secreción. No puede explorarse el Estos datos hacen pensar en una
esfínter externo, la ampolla rectal ni la próstata, debido a espasmo del esfínter rectal e infla- proctitis de causa infecciosa.
mación e hipersensibilidad del conducto anal”.
O
“Sin lesiones ni fisuras perirrectales. Tono del esfínter externo conservado. Ampolla rectal Estos datos indican un cáncer de
sin masas. Lóbulo prostático lateral izquierdo con un nódulo indurado de 1 × 1 cm; lóbulo próstata.
lateral derecho liso; surco medio borrado. Heces marrones y prueba de sangre oculta en heces
negativa”.
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Califica o pide al paciente que califique cada una de estas preguntas. Las puntuaciones más altas (máximo 35) indican síntomas más graves; las
puntuaciones ≤ 7 se consideran leves y en general no precisan tratamiento.
Menos Más o
Menos de la menos Más de Puntos
de 1 de mitad la mitad la mitad totales
No, en cada 5 de las de las de las Casi para
Parte A absoluto veces veces veces veces siempre cada fila
1. Vaciado incompleto: durante el 0 1 2 3 4 5
último mes, ¿con qué frecuencia ha
tenido la sensación de no vaciar por
completo la vejiga después de
acabar de orinar?
2. Frecuencia: durante el último mes, 0 1 2 3 4 5
¿con qué frecuencia ha tenido que
volver a orinar < 2 h después de
que terminara de orinar?
3. Intermitencia: durante el último 0 1 2 3 4 5
mes, ¿con qué frecuencia se ha
detenido y vuelto a empezar varias
veces mientras está orinando?
4. Urgencia: durante el último mes, 0 1 2 3 4 5
¿con qué frecuencia ha notado
dificultades para posponer la
micción?
5. Chorro débil: durante el último 0 1 2 3 4 5
mes, ¿con qué frecuencia
ha observado que el chorro
urinario es débil?
6. Esfuerzo: durante el último mes, 0 1 2 3 4 5
¿con qué frecuencia ha tenido que
pujar o hacer fuerza para empezar
a orinar?
Puntos
para la
Parte B Ninguna 1 vez 2 veces 3 veces 4 veces 5 veces parte B
7. Nicturia: durante el último mes, 0 1 2 3 4 5
¿cuántas veces ha tenido que
levantarse varias veces por la noche
para orinar desde que se acuesta
hasta que se levanta?
Adaptada de: Madsen FA, Bruskewitz RC. Clinical manifestations of benign prostatic hyperplasia. Urol Clin North Am. 1995:22:291.
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Hemorroides externas Las hemorroides externas son Hemorroides internas Las hemorroides internas son
(trombosadas) venas hemorroidales dilatadas que (prolapsadas) dilataciones de los cojinetes
se originan por debajo de la línea vasculares normales localizados
pectínea y están cubiertas por Anterior por encima de la línea pectínea;
piel. Rara vez ocasionan síntomas, casi nunca pueden palparse.
salvo que ocurra una trombosis. A veces, sobre todo durante la
Ésta produce un dolor local agudo defecación, las hemorroides
que aumenta con la defecación internas pueden ocasionar un
y al estar sentado. En el margen sangrado de color rojo brillante.
anal, se aprecia una masa dolorosa También pueden prolapsar
a la palpación, tumefacta, azulada a través del conducto anal
y ovalada. en forma de masas rojizas
y exudativas, que suelen
Posterior localizarse en una o más de
las posiciones aquí ilustradas.
Prolapso rectal Con los esfuerzos para la defecación, la mucosa rectal puede
prolapsar a través del ano, con o sin su pared muscular, con
la apariencia de una rosquilla o roseta de tejido eritematoso.
El prolapso sólo de la mucosa es relativamente pequeño y muestra
pliegues que irradian, como aquí se ilustra. Cuando está afectada
toda la pared intestinal, el prolapso es más grande y se encuentra
cubierto por pliegues circulares concéntricos.
(continúa)
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Fisura Abertura
Apéndice centinela
Fístula
Una fisura anal es una ulceración ovalada del conducto anal muy La fístula anorrectal es un trayecto o conducto inflamatorio que se
dolorosa, que suele localizarse en la línea media posterior y con menos abre en un extremo en el ano o el recto y en el otro en la piel (como
frecuencia en la anterior. Su eje mayor tiene orientación longitudinal. se ilustra aquí) o en otra víscera. La fístula suele ir precedida de un
Puede haber un apéndice cutáneo “centinela” tumefacto justo debajo. absceso. Busca uno o más orificios de salida de la fístula en toda la
Si se separan con delicadeza los bordes del ano, es posible observar piel que rodea el ano.
el margen inferior de la fisura. El esfínter se encuentra espástico y la
exploración resulta dolorosa. A veces es necesaria la anestesia local.
Los pólipos del recto son bastante frecuentes. De tamaño y número Aquí se ilustra el borde duro, nodular y enrollado de un cáncer
variables, pueden crecer sobre un tallo (pedunculados) o yacer sobre ulcerado.
la mucosa (sésiles). Son blandos y su palpación es difícil o imposible,
aunque el dedo explorador pueda llegar a ellos. Se requiere una
proctoscopia y una biopsia para diferenciar las lesiones benignas de
las malignas.
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Prostatitis La prostatitis bacteriana aguda, aquí ilustrada, se manifiesta con fiebre y síntomas urinarios,
como polaquiuria, urgencia, disuria, vaciamiento incompleto y, en ocasiones, lumbalgia.
La glándula provoca dolor y está tumefacta, “abombada” y caliente. Explora con delicadeza.
Los microorganismos gramnegativos aerobios, como Escherichia coli, Enterococcus y Proteus,
causan más del 80% de las infecciones. En los hombres menores de 35 años, considera la
transmisión sexual de Neisseria gonorrhoeae o Chlamydia trachomatis.
La prostatitis bacteriana crónica se asocia con infecciones urinarias recurrentes, en general por el
mismo microorganismo. El paciente puede encontrarse asintomático o tener síntomas de disuria
o dolor pélvico leve. La próstata parece normal al tacto, sin dolor ni tumefacción. Los cultivos
del líquido prostático suelen hallar infección por E. coli.
Puede resultar un desafío distinguir estas situaciones del síndrome de dolor pélvico crónico, más
habitual, que aflige a más del 80% de los hombres sintomáticos que refieren síntomas
obstructivos o irritativos durante la micción, sin evidencia de infección prostática o urinaria.
Los datos de la exploración física son imprevisibles, pero esta exploración es necesaria para
evaluar cualquier induración o asimetría de la próstata que pueda indicar un carcinoma.
Hiperplasia prostática benigna La hiperplasia prostática benigna es un aumento del tamaño de la glándula prostática, no maligno,
que se acentúa con la edad y se presenta en más de la mitad de los hombres a partir de los
50 años de edad. Los síntomas se deben tanto a la contracción del músculo liso en la próstata y
el cuello vesical como a la compresión de la uretra; pueden ser irritativos (urgencia, polaquiuria,
nicturia), obstructivos (disminución del chorro, con vaciado incompleto, esfuerzo para iniciar
la micción) o ambos, y se observan en más de un tercio de los hombres al llegar a los 65 años
de edad. La próstata puede ser de tamaño normal o con aumento simétrico, lisa y dura, pero
ligeramente elástica; en ocasiones, se borra el surco medio y se observa una marcada protrusión
en la luz rectal.
Cáncer de próstata Se sospecha por una zona indurada en la glándula. El nódulo duro característico, que altera
el contorno de la glándula, puede palparse o no. A medida que el cáncer crece, adquiere forma
irregular y puede extenderse más allá de la glándula. El surco medio puede desaparecer. Las
zonas duras de la próstata no siempre son cancerosas, ya que también pueden originarse de
cálculos prostáticos, inflamaciones crónicas y otros trastornos.
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REFERENCIAS
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16
C A P Í T U L O
Sistema
musculoesquelético
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para reforzar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Bates. Guía visual para la exploración física (vol. 16, Sistema musculoesquelético)
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
espanol-Bickley_12e
Los trastornos del sistema musculoesquelético, o aparato locomotor, son el principal La prevalencia de la mayoría de las afec-
diagnóstico primario durante las visitas de consultorio en Estados Unidos.1 En el 2012, ciones varía según el sexo. La artrosis,
estos trastornos representaron 93 millones de visitas, o el 10% de todas las consultas de por ejemplo, es más frecuente en muje-
atención ambulatoria, lo cual destaca la necesidad de que las exploraciones clínicas res, en especial la de la rodilla.
sean competentes. La artritis afecta a uno de cada cinco estadounidenses, o el 22% de
la población adulta, y es la principal causa de discapacidad, la cual cuesta más
de 128 000 millones de dólares al año.2 Los trastornos de la columna vertebral se sitúan
en el cuarto sitio de diagnóstico más frecuente para las visitas al consultorio. En el 2010,
el 29% de los estadounidenses informó sentir dolor lumbar aislado.3 Los síntomas de
la parte baja de la espalda, una de las 20 razones principales para las visitas al consul-
torio, representan un desafío clínico constante;1 muchos casos son “inespecíficos”, pero
conforman una de las causas más frecuentes y costosas de la discapacidad relacio-
nada con el trabajo (fig. 16-1).4
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■ Articular o extraarticular
■ Agudo (por lo general < 6 semanas) o crónico (casi siempre > 12 semanas)
■ Inflamatorio o no inflamatorio
● Las estructuras articulares incluyen la cápsula y el cartílago articulares, la membrana y el La enfermedad articular suele manifes-
líquido sinoviales, los ligamentos intraarticulares y el hueso yuxtaarticular. El cartílago articular tarse con tumefacción y dolor a la pal-
se compone de una matriz de colágeno que contiene iones cargados y agua, lo que permite pación de toda la articulación,
que el cartílago cambie de forma en respuesta a la presión o la carga, y actúe como un cojín crepitación, inestabilidad, “bloqueo” o
para el hueso subyacente. El líquido sinovial proporciona nutrición al cartílago articular deformidad, y limitación, tanto activa
adyacente, relativamente avascular.
como pasiva de la amplitud de movi-
miento, ya sea por rigidez o dolor.5
● Las estructuras extraarticulares incluyen ligamentos periarticulares, tendones, bolsas, La enfermedad extraarticular casi
músculos, fascias, huesos, nervios y piel suprayacente. siempre afecta un “punto específico o
● Los ligamentos son haces como cuerdas de fibrillas de colágeno que conectan los huesos de dolorimiento en las regiones adya-
entre sí. centes a las estructuras articulares”
● Los tendones son las fibras de colágeno que conectan el músculo con el hueso.
y limita la amplitud de ciertos movi-
● Las bolsas son evaginaciones de líquido sinovial que amortiguan el movimiento de mientos. La enfermedad extraarticu-
músculos y tendones sobre el hueso u otras estructuras de la articulación. lar rara vez causa tumefacción,
inestabilidad o deformidad articular.
La edad también proporciona indicios acerca de las causas del dolor articular.5
■ Si la edad es mayor de 60 años, se busca artrosis, gota y seudogota, así como polimial-
gia reumática, fractura por osteoporosis y artritis séptica bacteriana.
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No Sí
1-3 >3
Adaptado de: Kasper DL, Braunwald E, Fauci AS, et al., eds. Harrison’s Principles of Internal Medicine, 16th ed. New York: McGraw-Hill, 2005.
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Tipos de articulaciones
Para evaluar la función de las articulaciones, es importante conocer cuántos tipos existen
y cómo se articulan o interconectan, así como la función de las bolsas para facilitar el
movimiento articular. Existen tres tipos principales de articulación: sinovial, cartilagi-
nosa y fibrosa, que permiten diferentes grados de movimiento.
Articulaciones
Cuerpo vertebral
Articulaciones cartilaginosas. Al
igual que las articulaciones intervertebrales Núcleo pulposo
y la sínfisis púbica, estas articulaciones son del disco
ligeramente móviles (fig. 16-4). Las su-
Disco
perficies óseas están separadas por discos
fibrocartilaginosos. En el centro de cada
disco se encuentra el núcleo pulposo, un
material fibrocartilaginoso, algo gelatinoso, Ligamento
que sirve como un cojincillo para amortiguar
o “acolchonar” los choques entre las
superficies óseas. FIGURA 16-4. Articulación cartilaginosa.
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Articulaciones sinoviales
Muchas de las articulaciones que se exploran son sinoviales o móviles. La forma de las
superficies articulares de estas articulaciones, así como los tejidos blandos circundan-
tes, determinan la dirección y la extensión de su movimiento. Las personas más jóvenes
y las mujeres tienden a tener una mayor laxitud de los tejidos blandos, lo cual aumenta
la amplitud de movimiento (“doble articulación”).
F I G U R A 1 6 - 6 . Articulación
esferoidal (esfera y cavidad).
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F I G U R A 1 6 - 7 . Articulación
en bisagra.
Articulaciones condíleas. Tienen
superficies articuladas convexas o cóncavas, como
la rodilla (fig. 16-8). Estas articulaciones
permiten la flexión, la extensión, la rotación y el
movimiento en el plano coronal.
Anamnesis
La artralgia es uno de los motivos principales por los que los pacientes acuden al médico. Véase el capítulo 3, Anamnesis y ante-
Además de obtener los siete atributos de cualquier dolor articular, lleva a cabo los con- cedentes médicos, para revisar las siete
sejos prácticos que aparecen a continuación para realizar la exploración y establecer características del dolor, pp. 79-80.
un diagnóstico:
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● Solicita al paciente que “señale dónde le duele”. Esto puede ahorrar un tiempo considerable
debido a que muchos pacientes tienen problemas para describir de forma verbal la localiza-
ción del dolor.
● Aclara y registra cuándo comenzó el dolor y el mecanismo de lesión, sobre todo si hay
antecedentes de traumatismo.
● Averigua si el dolor es articular o extraarticular, agudo o crónico, inflamatorio o no
inflamatorio, y localizado (monoarticular) o generalizado (poliarticular).
■ Si el dolor se localiza en una sola articulación, es monoarticular. El dolor que se ori- El dolor en una articulación sugiere
gina en las pequeñas articulaciones de las manos y los pies está más localizado que lesión, artritis monoarticular o causas
el dolor en las articulaciones más grandes. El dolor de la articulación de la cadera extraarticulares, como tendinitis o
es especialmente engañoso. El verdadero dolor de la articulación de la cadera se bursitis. El dolor en la parte lateral de
describe casi siempre en la ingle. El dolor sacro/sacroilíaco suele hallarse en la nalga, la cadera con dolorimiento localizado
y el dolor trocantérico de la bursitis se detecta en el muslo lateral. sobre el trocánter mayor es típico de
la bursitis trocantérica.
■ La artralgia puede ser poliarticular y afectar varias articulaciones, casi siempre cuatro En la fiebre reumática o la artritis
o más. Si es poliarticular, ¿cuál es el patrón de afectación?... ¿se desplaza de una gonocócica hay un patrón migratorio
articulación a otra o se propaga de forma constante de una articulación a las demás?, de propagación; en la artritis reuma-
¿la afectación es simétrica?, es decir, ¿afecta articulaciones similares en ambos lados toide, el patrón es aditivo y progre-
del cuerpo? sivo con afectación simétrica. Las
artritis inflamatorias son más frecuen-
tes en las mujeres.
■ La artralgia también puede ser extraarticular, en la cual se ven afectados hue- El dolor extraarticular se produce en
sos, músculos y tejidos que rodean a la articulación, como tendones, bolsas o la inflamación de la bolsa (bursitis), los
incluso piel suprayacente. Los “dolores y molestias” generalizados se llaman mialgias tendones (tendinitis) o las vainas ten-
si se localizan en los músculos y artralgias si hay dolor pero sin indicios de artritis. dinosas (tenosinovitis), así como en los
esguinces por estiramiento o rotura
de ligamentos.
Toma en cuenta que los síntomas de la disminución de movimiento de las articulaciones y la En la artralgia de tipo articular hay
rigidez pueden ayudarte a decidir si el dolor es articular. disminución de la amplitud o los movi-
mientos activos y pasivos, así como
■ Para evaluar la disminución o la limitación de la movilidad, se pregunta acerca de cam- rigidez matutina o “gelificante”
bios en la actividad debido a problemas con la articulación afectada, por ejemplo, en (p. 633); en el dolor no articular, hay
la capacidad para caminar, estar de pie, inclinarse, sentarse o levantarse de una dolorimiento y sólo la amplitud de
posición sentada, pellizcar, asir, pasar una página, o girar la manija de una puerta o movimiento pasivo permanece intacta.
la tapa de un frasco. Las actividades habituales, como peinar el cabello, cepillarse los
dientes, comer, vestirse y bañarse también pueden verse afectadas.
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Evalúa el inicio, la duración, la calidad y la gravedad de los síntomas articulares. El inicio El dolor intenso y de comienzo rápido
es especialmente importante. ¿El dolor o la incomodidad se desarrollaron con rapidez en una articulación tumefacta y enro-
en unas pocas horas o con lentitud durante semanas o incluso meses?, ¿el dolor ha pro- jecida indica artritis séptica aguda o
gresado de forma gradual o ha sido fluctuante, con períodos de mejoría y empeora- artritis por cristales (gota; EDCP).6,7
miento?, ¿cuánto tiempo ha durado el dolor?, ¿cómo es en el transcurso de un día?... En niños considera una osteomielitis en
¿matutino?... ¿a medida que avanza el día? un hueso contiguo a una articulación.
Si el inicio es más rápido, ¿cómo surgió el dolor?, ¿hubo una lesión aguda o movimientos Véase la tabla 16-1, “Patrones de dolor
repetitivos excesivos de la misma parte del cuerpo? Si el dolor proviene de un trauma- en las articulaciones y su alrededor”,
tismo, ¿cuál fue el mecanismo de lesión o la serie específica de eventos que causaron pp. 696-697.
el dolor articular? Además, ¿qué agrava o alivia el dolor?, ¿cuáles son los efectos del
ejercicio, el descanso y el tratamiento?
Inflamatorio o no inflamatorio. Trata de averiguar si el dolor articular es Los trastornos inflamatorios tienen
inflamatorio o no. Al parecer, diferentes mecanismos intervienen según el tipo de dolor: muchas causas:5 infecciosas (Neisseria
las interleucinas y el factor de necrosis tumoral en el dolor articular inflamatorio; y las gonorrhoeae o Mycobacterium tuberculo-
prostaglandinas, las quimiocinas y los factores de crecimiento en el no inflamatorio.8 sis), por cristales (gota, seudogota), rela-
cionadas con el sistema inmunitario
(artritis reumatoide, lupus eritematoso sis-
témico [LES]), reactivas (fiebre reumática,
artritis reactiva) o idiopáticas.
En los trastornos no inflamatorios,
es posible considerar traumatismos
(rotura del manguito de los
rotadores), empleo repetitivo
(bursitis, tendinitis), cambios
degenerativos (artrosis)
o fibromialgia.
Pregunta acerca de las cuatro características cardinales de la inflamación: tumefac- La inflamación con fiebre y escalofríos
ción, calor y eritema, además del dolor. Varias de estas características se valoran mejor se observa en la artritis séptica; tam-
en la exploración, pero los pacientes a menudo pueden indicar los sitios de inflamación bién puede pensarse en artritis por
y dolor. También pregunta acerca de fiebre o escalofríos. cristales.
Registra cualquier patrón de rigidez. ¿Es peor en la mañana, pero mejora de forma gra- La rigidez matutina que mejora de
dual con la actividad?, o hay un “fenómeno de gelificación” intermitente, es decir, breves forma gradual con la actividad es más
períodos de rigidez diurna después de la inactividad, que suelen durar 30-60 min y luego frecuente en los trastornos inflamato-
empeoran de nuevo con el movimiento. rios, como la artritis reumatoide y la
polimialgia reumática;9-11 la rigidez
intermitente y por gelificación se
observa en la artrosis.12
Localizado o generalizado. Pregunta al paciente qué articulaciones son dolo- La artritis monoarticular puede ser
rosas. Las artralgias pueden ser monoarticulares, oligoarticulares (que abarcan dos a cuatro traumática, por cristales o séptica. La
articulaciones) o poliarticulares. Si hay dolor en más de una articulación, ¿el patrón de artritis oligoarticular tiene lugar en
afectación es simétrico o asimétrico? la infección por gonorrea o fiebre reu-
mática, enfermedad del tejido conec-
tivo y artrosis. La poliartritis puede ser
vírica o inflamatoria por artritis reu-
matoide, LES o psoriasis.8
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● Alteraciones cutáneas
● Exantema malar (en forma de mariposa) en los pómulos Lupus eritematoso sistémico
● Placas escamosas, en especial en las superficies extensoras, y uñas hundidas Artritis psoriásica
● Exantema heliotrópico en el párpado superior Dermatomiositis
● Pápulas, pústulas o vesículas con bases enrojecidas en las partes distales Artritis gonocócica
de las extremidades
● Placa eritematosa expandida con apariencia de “diana” u “ojo de buey” al inicio Enfermedad de Lyme (eritema migra-
de la enfermedad torio crónico)
● Nódulos subcutáneos dolorosos sobre todo en el área pretibial Sarcoidosis, síndrome de Behçet
(eritema nodoso)13,14
● Púrpura palpable Vasculitis
● Ronchas Enfermedad del suero, reacción
farmacológica
● Erosiones o descamación en el pene, y pápulas descamativas y con costras Artritis reactiva (Reiter) (con uretritis,
en plantas de los pies y palmas de las manos uveítis)
● Exantema maculopapular de la rubéola Artritis de la rubéola
● Cambios capilares de las uñas Dermatomiositis, esclerosis sistémica
● Acropaquia (véase p. 211) Osteoartropatía hipertrófica
● Ojos rojos, ardorosos y prurito (conjuntivitis), dolor ocular y visión borrosa (uveítis) Artritis reactiva (Reiter), síndrome de
Behçet,13,14 espondilitis anquilosante
● Escleritis Artritis reumatoide, EII, vasculitis
● Dolor de garganta previo Fiebre reumática aguda o artritis
(continúa) gonocócica
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Dolor cervical. También es frecuente. Si el paciente informa que tuvo un Los criterios de NEXUS son el estado
traumatismo cervical, habitual en accidentes de tránsito, pregunta sobre dolorimiento del de alerta normal, sin dolor en la línea
cuello y considera las normas para tomar una decisión clínica que identifican el riesgo media posterior de la columna cervi-
de lesión de la médula cervical. Los criterios de NEXUS y las normas canadienses C-Spine cal, sin deficiencias neurológicas loca-
son muy precisas y específicas para establecer una baja probabilidad de lesión en lizadas, sin signos de intoxicación ni
la columna cervical.15-17 El dolor persistente después de un traumatismo contuso o lesiones dolorosas importantes. Las
una colisión requiere una evaluación adicional. normas canadienses C-Spine incluyen
edad, mecanismo de lesión, factores
de riesgo bajo que permiten evaluar
la amplitud de los movimientos y
pruebas de rotación cervical.
El dolor cervical suele ser autolimitado, pero es importante preguntar si se irradia hacia Véase la tabla 16-2, “Dolor cervical”,
el brazo o el área escapular, o si hay debilidad del miembro superior, entumecimiento o p. 698.
parestesias.18 Detecta cualquiera de los síntomas de alarma que se enumeran adelante. El dolor radicular indica compresión,
irritación de nervio raquídeo o ambas
situaciones; se afecta con más
frecuencia C7 o C6. A diferencia de
la lumbalgia, la causa principal es el
pinzamiento del orificio vertebral por
cambios articulares degenerativos
(70-75%), en comparación con la
hernia discal (20-25%).19
Lumbalgia. Se comienza preguntando: “¿Tiene algún dolor de espalda?”. Al menos Véase la tabla 16-3, “Lumbalgia”,
el 40% de los adultos tienen lumbalgia una vez durante su vida, por lo general entre p. 699.
los 30 y 50 años de edad, y este dolor es una de las razones más frecuentes de visitas La lumbalgia inespecífica por lo gene-
al consultorio. Existen numerosas guías clínicas, pero la mayoría categorizan el dolor ral se debe a lesiones musculares liga-
de espalda en tres grupos: inespecífico (> 90%), atrapamiento de raíz nerviosa con mentosas y procesos degenerativos
radiculopatía o estenosis espinal (~ 5%) y dolor por una enfermedad subyacente relacionados con la edad de los discos
específica (1-2%).4,20 Observa que el término “lumbalgia inespecífica” se prefiere a intervertebrales y las articulaciones
“esguince” o “lesión por esfuerzo”. Al utilizar preguntas abiertas, se puede obtener una facetarias.
imagen clara y completa del problema, en especial la ubicación y la irradiación del dolor,
así como cualquier antecedente de traumatismo.
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Determina si el dolor es en la línea media, sobre las vértebras o fuera de la línea media. Para el dolor de espalda en la línea
media, los diagnósticos incluyen
lesión de músculos y ligamentos;
hernia discal; colapso vertebral;
metástasis a la médula espinal y, con
poca frecuencia, absceso epidural. En
el caso de dolor fuera de la línea media,
se busca tensión muscular, sacroileí-
tis, bursitis, ciática y artritis de cadera,
así como datos de nefropatías, como
pielonefritis o cálculos.
¿Hay irradiación a las nalgas o los miembros inferiores?, ¿se produce algún adormeci- La ciática es un dolor glúteo radicular
miento o parestesias acompañantes? y de la parte posterior de la pierna en
la distribución de S1 que aumenta
con la tos o la maniobra de Valsalva
(véanse pp. 765-766, donde se descri-
ben para los hallazgos neurológicos
relacionados); el 85% de los casos se
asocian con un trastorno del disco,
por lo general en L4-L5 o L5-S1.21 El
dolor de la pierna que desaparece con
el descanso o la flexión lumbar hacia
delante o en ambas situaciones se
observa en la estenosis raquídea.
Es importante determinar cualquier disfunción concomitante de la vejiga o el intestino. Considera la posibilidad de síndrome
de cauda equina de un disco en la línea
media de S2-S4 o tumor si hay disfun-
ción intestinal o de la vejiga (por lo
general retención urinaria con inconti-
nencia por rebosamiento), sobre todo
si hay anestesia en “silla de montar” o
adormecimiento perineal. Realiza de
inmediato una evaluación mediante
estudios de imagen y quirúrgicos.4
Se buscan signos clave de advertencia o de alerta para enfermedades sistémicas subya- En los casos de lumbalgia, más otro
centes graves.20 indicador, antes de llevar a cabo prue-
bas y estudios, hay una probabilidad
Signos de alerta para la lumbalgia de ~ 10% de que haya una enferme-
dad sistémica grave.22
por enfermedad sistémica subyacente
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Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
Nutrición, peso y actividad física. Los hábitos saludables benefician de Véase el capítulo 4, Inicio de la explora-
forma directa al esqueleto y los músculos. Una buena nutrición proporciona calcio para ción física: revisión general, signos
la mineralización y densidad óseas. Un peso saludable reduce la tensión mecánica vitales y dolor, pp. 114-118, para una
excesiva sobre las articulaciones que soportan la carga, como caderas y rodillas. revisión más detallada de la nutrición
y el peso corporal.
Los objetivos de Healthy People 2020 establecen
metas de actividad física dirigidas a aumentar la
proporción de adultos que cumplen las pautas para
el ejercicio aeróbico y el fortalecimiento muscular
(fig. 16-9).26 Estos objetivos se basan en las Physical
Activity Guidelines for Americans 2008,27 un informe
basado en evidencia que destaca los beneficios
de la actividad física, incluyendo reducción del
riesgo de muerte prematura, enfermedades cardio-
vasculares, hipertensión, diabetes de tipo 2, cáncer
de mama y de colon, obesidad, osteoporosis, caí-
das y depresión.
F I G U R A 1 6 - 9 . Fomenta
la actividad física.
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El informe incluye pautas para ayudar a las personas sedentarias a aumentar de forma
gradual su nivel de actividad, comenzando con 10 min de ejercicio al día. Los regímenes de
ejercicios guiados ayudan a reducir las lesiones deportivas y por ejercitar, que constitu-
yen una fuente importante de trastornos del sistema musculoesquelético.
Lumbalgia. La prevalencia estimada de dolor lumbar, o lumbalgia, en la población Véase la tabla 16-3, “Lumbalgia”,
de Estados Unidos es mayor del 80%.28 Los trastornos de la columna vertebral son p. 699, para revisar las causas graves
una de las causas más frecuentes de consulta externa en adultos,29 y los costes económi- de dolor lumbar, incluida la lumbalgia
cos anuales atribuidos al diagnóstico y el tratamiento de la lumbalgia y la pérdida de con ciática o la claudicación neuró-
productividad superan los 100 mil millones de dólares.27 La mayoría de los pacientes gena, la fractura por compresión, el
con dolor lumbar agudo mejoran en 6 semanas; para aquellos con síntomas inespecíficos, cáncer, la espondilitis anquilosante
las pautas clínicas enfatizan estar tranquilo, mantenerse activo, analgésicos, relajantes e infecciones, como la osteomielitis.
musculares y tratamiento de manipulación de la columna vertebral.30 En general, entre el
10 y el 15% de los pacientes con dolor lumbar agudo generan síntomas crónicos. Los Los estudios demuestran que los fac-
factores asociados con los resultados deficientes incluyen creencias inapropiadas de que tores psicosociales, que hoy se deno-
el dolor lumbar es una anomalía clínica grave, conductas de adaptación al dolor (se evita el minan “banderas amarillas”, afectan en
trabajo, el movimiento u otras actividades por temor a causar daño en la espalda), múlti- gran medida la evolución del dolor
ples datos no orgánicos cuando se realiza la exploración física, trastornos psiquiátricos, lumbar.20,23,24 Debe investigarse si hay
salud general deficiente, gran deterioro funcional basal y escasa satisfacción laboral.4,24 ansiedad, depresión y estrés laboral.
Revisa los datos físicos no orgánicos (signos de Waddell) en la p. 674.31 Los tratamientos Se evalúa cualquier problema de adap-
apropiados para la lumbalgia crónica incluyen medidas terapéuticas para el dolor lumbar tación, miedos o creencias inapropia-
das, o tendencia a la somatización.
agudo, así como ejercicios para la espalda y terapia del comportamiento. Los opiáceos
deben utilizarse con cautela, dados sus efectos adversos y riesgos de abuso.32
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● Posmenopausia
● Edad ≥ 50 años
● Fractura por fragilidad previa
● Índice de masa corporal bajo
● Deficiencia de calcio en la dieta
● Deficiencia de vitamina D
● Hábito tabáquico y consumo excesivo de alcohol
● Inmovilización
● Actividad física inadecuada
● Osteoporosis de un familiar en primer grado, en particular cuando hay antecedentes
de fractura por fragilidad
● Situaciones clínicas, como tirotoxicosis, enfermedad celíaca, EII, cirrosis, nefropatía crónica,
trasplante de órganos, diabetes, VIH, hipogonadismo, mieloma múltiple, anorexia nerviosa
y trastornos reumáticos y autoinmunitarios
● Medicamentos, como corticoesteroides a dosis altas por vía oral e inhalados, anticoagulan-
tes (uso prolongado), inhibidores de la aromatasa para el cáncer de mama, metotrexato,
algunos anticonvulsivos, inmunosupresores, inhibidores de la bomba de protones (empleo
prolongado) y tratamiento antigonadal por cáncer de próstata
Medición de la densidad ósea. La resistencia ósea depende de la calidad, La masa ósea máxima se alcanza hacia
la densidad y el tamaño total del hueso. Debido a que no existe una medida directa los 30 años. La disminución de la
de la resistencia ósea, la densidad mineral ósea (DMO), que proporciona casi el masa ósea por una reducción de
70% de la fuerza de los huesos, se utiliza como un sustituto razonable. La densito- estrógenos y testosterona relacio-
metría ósea (DEXA, de dual energy X-ray absorptiometry) de la columna lumbar y el cue- nada con la edad es rápida al princi-
llo femoral es la medición habitual para determinar la densidad ósea, diagnosticar pio, después se vuelve más lenta y
osteoporosis y orientar las decisiones terapéuticas. La medición con DEXA de la densi- luego es constante.
dad ósea en el cuello del fémur se considera el mejor factor pronóstico de la fractura
de cadera.
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La calificación en la densitometría ósea también incluye los valores del índice Z que cons-
tituyen comparaciones con los controles emparejados por edad. Estas mediciones sirven
para determinar si la pérdida ósea se debe a una enfermedad o una afectación subyacente.
Evaluación del riesgo de fractura. El USPSTF recomienda el empleo de la Una fractura de bajo impacto previa
calculadora creada por la OMS para la evaluación de riesgo de fractura (FRAX). La calcu- desde una altura en posición de pie o
ladora FRAX genera un riesgo de fractura osteoporótica a 10 años en función de edad, menor es el mayor factor de riesgo de
sexo; peso, altura, antecedentes de fractura de los padres, empleo de glucocorticoides, fractura ulterior.
presencia de artritis reumatoide o enfermedades asociadas con la osteoporosis secunda-
ria, hábito tabáquico y consumo excesivo de alcohol y, cuando esté disponible, la DMO
del cuello femoral. La calculadora FRAX también proporciona un riesgo de fractura de
cadera a 10 años. El sitio de Internet de este instrumento en Estados Unidos es http://
www.shef.ac.uk/FRAX/tool.jsp?country=9.
Los seres humanos adquieren la vitamina D de la luz solar, los alimentos y los suplementos
alimenticios.38 La vitamina D de la piel y la dieta se metaboliza en el hígado a 25-hidroxi-
vitamina D (25 [OH] D), el mejor determinante del estado de dicha vitamina. La 25[OH]
D sérica se metaboliza a continuación en los riñones a 1,25-dihidroxivitamina D
(1,25 [OH]2D), la forma más activa de la vitamina D. Sin esta última, se absorbe menos
del 25% del calcio de los alimentos. La hormona paratiroidea o paratohormona (PTH)
mejora la absorción tubular renal de calcio y estimula la conversión de 25[OH]D a
1,25[OH]2D. La PTH también activa los osteoblastos, que establecen la nueva matriz
ósea, y estimula de forma indirecta a los osteoclastos, los cuales disuelven la matriz ósea.
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Los metaanálisis indican que los suplementos de calcio para la osteoporosis se vinculan con un
mayor riesgo de episodios de enfermedad cardiovascular, en especial infartos de miocar-
dio.42 Sin embargo, varias revisiones de expertos concluyeron que la evidencia disponible
no apoya una asociación causal entre los suplementos de calcio y el riesgo de enfermedades
cardiovasculares; estos autores recomendaron que los individuos que ingieren calcio en su
dieta en valores menores al indicado deben utilizar suplementos para favorecer su salud.43,44
El empleo de suplementos con una combinación de calcio y vitamina D se ha relacionado
con un riesgo ligeramente mayor de generar cálculos renales.41 No hay estudios
que informen daños al consumir calcio de fuentes alimenticias.
Hay dos formas principales de suplementos de calcio: el carbonato de calcio y el citrato Véase la tabla 4-5 “Asesoramiento
de calcio. Los suplementos contienen cantidades variables de calcio elemental.38 nutricional: fuentes de nutrimentos”,
Los pacientes pueden leer estas cantidades en la etiqueta de información nutricional del p. 143, para obtener más información
producto. El carbonato de calcio es menos costoso y debe tomarse con la comida. El acerca de las fuentes alimenticias de
citrato de calcio se absorbe mejor en individuos con escasa concentración de ácidos calcio y vitamina D.
gástricos y puede tomarse con las comidas o solo. La cantidad de calcio que se absorbe
depende de la cantidad total consumida de una vez, y la absorción disminuye a dosis
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mayores. Se aconseja a los pacientes que tomen dosis de 500 mg dos veces al día en
momentos diferentes. Los suplementos de vitamina D están disponibles en dos formas:
D2 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol); está última aumenta las concentraciones de
25(OH)D con más eficacia que D2.45
Inhibidores de la resorción y anabolizantes. Los primeros inhiben la Véase el capítulo 14, Genitales femeni-
actividad de los osteoclastos y retrasan la remodelación ósea, lo cual favorece una mejor nos, p. 582, para saber más del trata-
mineralización de la matriz ósea y la estabilización de la microarquitectura trabecular. miento de reemplazo hormonal.
Estos fármacos incluyen a los bisfosfonatos, los moduladores selectivos de los receptores
de estrógenos (SERM, de selective estrogen-receptor modulators), la calcitonina y los estró-
genos posmenopáusicos. Los bisfosfonatos se consideran el tratamiento de primera elec-
ción para la osteoporosis. Los estudios con asignación aleatorizada controlados con
placebo han demostrado que los bisfosfonatos, los SERM, los estrógenos, la calcitonina
y la PTH reducen de modo importante los riesgos de fracturas vertebrales en posme-
nopáusicas; la evidencia es menos concluyente para las fracturas no vertebrales, y no hay
datos de estudios que investiguen el tratamiento en hombres.46 El régimen con estróge-
nos está contraindicado debido a los riesgos asociados de cáncer de mama y trombosis
vascular.47 Los bisfosfonatos se han relacionado con los riesgos infrecuentes de osteo-
necrosis de la mandíbula y las fracturas de fémur atípicas, y los SERM aumentan el riesgo
de episodios tromboembólicos.46
Prevención de caídas. Más de uno de cada tres adultos mayores de 65 años Véase también el capítulo 20, Adultos
sufre una caída cada año. Las caídas son la causa principal de lesiones letales y no mayores, para una valoración adicio-
letales entre las personas de edad avanzada, y generan más de 20 mil millones de dóla- nal que prevenga las caídas, pp. 987-
res en costes clínicos directos.49,50 Las caídas pueden dar origen a pérdida de la inde- 989.
pendencia hasta en el 30% de quienes sufren estas lesiones que limitan la movilidad.
La tercera parte de los adultos ingresan en una casa de reposo durante al menos 1 año Una vez dañado, el cartílago articular
después de una fractura de cadera. Los factores de riesgo para las caídas incluyen se sustituye con fibrocartílago menos
aumento de la edad, marcha y equilibrio dañados, hipotensión postural, pérdida de resistente, lo cual aumenta el riesgo
fuerza, empleo de medicamentos, enfermedades concomitantes, depresión, deterioro de dolor y artrosis.
cognitivo y déficit visual.
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Exploración de articulaciones
específicas: anatomía, fisiología
y técnicas de exploración
Durante la anamnesis, el paciente describe su capacidad para llevar a cabo las actividades
normales de la vida diaria. Debe recordarse esta descripción a medida que se realiza la
exploración del sistema musculoesquelético.
En el estudio general, se evalúa la apariencia general del paciente, las proporciones cor-
porales y la facilidad de movimiento. Después se observan las estructuras anatómicas
subyacentes de las articulaciones y se relacionan con los datos de la anamnesis, por ejem-
plo, el mecanismo de lesión cuando hay traumatismo o la evolución de los síntomas y las
limitaciones de la función en la artritis.
Si los pacientes sienten dolor en las articulaciones, se mueven con delicadeza o se permite
que el paciente las mueva para mostrar cómo se las arregla. Cuando las articulaciones
están dañadas, se solicita una radiografía antes de intentar moverla.
● Durante la inspección, observa la simetría de la afectación. ¿Existe un cambio simétrico en las La lesión aguda de una articulación
articulaciones de ambos lados o el cambio sólo afecta a una o dos articulaciones? sugiere traumatismo o artritis séptica
o por cristales. La artritis reumatoide casi
siempre es poliarticular y simétrica.10,52-54
Se registra cualquier deformidad o alineación anómala de los huesos o las articulaciones. La alineación anómala se produce en la
contractura de Dupuytren (p. 704), las
piernas arqueadas (genu varum, defor-
(continúa) midad en varo) o rodillas en X (genu
valgum, deformidad en valgo).
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● Utiliza la inspección y la palpación para evaluar los tejidos circundantes en busca de cambios Se buscan nódulos subcutáneos en la
en la piel, nódulos subcutáneos y atrofia muscular. Registra cualquier crepitación, un crujido artritis reumatoide o la fiebre reumática;
audible o palpable durante el movimiento de los tendones o ligamentos en especial sobre el derrame en el traumatismo; crepitación
hueso o las áreas de pérdida de cartílago. Esto puede ocurrir en las articulaciones sin dolor, sobre las articulaciones inflamadas en
pero es más notable cuando se asocia con síntomas o signos. la artrosis o en las vainas de los tendo-
nes inflamados de la tenosinovitis.
● La prueba de la amplitud de movimiento y las maniobras (descritas para cada articulación) La disminución de la amplitud de
ponen de relieve las limitaciones en la amplitud de movimiento o la inestabilidad de la articula- movimiento está presente en la artritis;
ción causadas por el desplazamiento excesivo de los ligamentos articulares, lo cual se las articulaciones con inflamación del
conoce como laxitud ligamentosa. tejido circundante, fibrosis o fijación
ósea, en la anquilosis. La laxitud del
● Por último, la prueba de la fuerza muscular ayuda en la evaluación de la función articular ligamento cruzado anterior (LCA) se
(para revisar estas técnicas, véase cap. 17, pp. 743-748). produce en el traumatismo de la rodi-
lla; la atrofia muscular y la debilidad se
encuentran en la artritis reumatoide.
El detalle necesario para examinar las articulaciones varía mucho. En este apartado se Véanse las técnicas de exploración
presentan las técnicas de exploración para una evaluación tanto integral como específica rápida para pacientes sin síntomas
de la función de la articulación. Los pacientes con problemas del sistema musculoes- articulares en el capítulo 1, “Revisión
quelético importantes o graves requerirán más tiempo. de aparatos y sistemas”, pp. 12-13 y el
capítulo 4, Inicio de la exploración
física: revisión general, signos vitales
y dolor, p. 122.
● Tumefacción. La tumefacción palpable puede incluir: 1) la membrana sinovial, que puede El abombamiento palpable o consis-
percibirse abombada o pastosa; 2) el derrame por exceso de líquido sinovial dentro tencia pastosa de la membrana sinovial
del espacio articular, o 3) las estructuras de tejidos blandos, como bolsas, tendones indican sinovitis, que suelen acompa-
y vainas tendinosas. ñarse de derrame. El líquido articular es
palpable en el derrame, con dolor en
las vainas tendinosas en la tendinitis.
● Calor. Con la parte posterior de los dedos, se compara la articulación afectada con la contra- El aumento del calor se observa en
lateral indemne o con los tejidos cercanos si ambas articulaciones están afectadas. la artritis, la tendinitis, la bursitis y la
osteomielitis.
● Eritema. El enrojecimiento de la piel es el signo menos frecuente de inflamación cerca de El eritema sobre una articulación
las articulaciones y por lo general se observa en las más superficiales, como las de dedos dolorosa indica artritis séptica o
de las manos y de los pies, así como las rodillas. gotosa, o quizás artritis reumatoide.
● Dolor o dolorimiento. Trata de identificar la estructura anatómica específica con esta El dolorimiento y el calor difusos sobre
anomalía. una articulación sinovial inflamada
sugieren artritis o infección; el dolori-
miento localizado sugiere lesión
y traumatismo.
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Articulación temporomandibular
Descripción general, es-
tructuras óseas y articu-
laciones. La articulación
temporomandibular (ATM) es la
más activa en el cuerpo, ya que se
abre y cierra hasta 2 000 veces al
día (figs. 16-10 y 16-11). Está for-
mada por la fosa y el tubérculo
articular del hueso temporal y el
cóndilo de la mandíbula. Está a
medio camino entre el meato acús-
tico externo y el arco cigomático.
Tubérculo articular
Disco articular
de la articulación
temporomandibular
Pterigoideo externo
Pterigoideo interno
Masetero (corte)
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Técnicas de exploración
Inspección y palpación. Inspecciona la simetría de la cara. Se inspecciona la La asimetría facial se observa en los
ATM para buscar tumefacción o eritema. La tumefacción puede aparecer como una pro- trastornos temporomandibulares, una
trusión redondeada casi 0.5 cm por delante del conducto auditivo externo. categoría de dolor bucofacial con cau-
sas multifactoriales; las manifestaciones
habituales consisten en dolor crónico
unilateral con la masticación, el cierre
mandibular o el castañeteo, a menudo
asociado con estrés y acompañado de
cefalea.55,56 El dolor con la masticación
también se da en la neuralgia del trigé-
mino y la arteritis de la temporal.
Para localizar y palpar la articulación, se La tumefacción, el dolor a la palpa-
colocan las puntas de los dedos índices ción y la disminución de la amplitud
por delante del trago de cada oreja y de movimiento se observan en la
se solicita al paciente que abra la boca inflamación de la ATM o la artritis.
(fig. 16-13). Las puntas de los dedos La ATM puede luxarse en caso de trau-
deben alojarse en los espacios de las articu- matismo.
laciones a medida que se abre la boca.
Se comprueba si el curso del movimiento La crepitación palpable o chasquido
es liso; se busca cualquier tumefacción o están presentes en la oclusión defi-
ciente, lesión del menisco o tume-
dolorimiento. Se puede sentir o escuchar
facción sinovial por un traumatismo.
un chasquido articular en personas sanas.
F I G U R A 1 6 - 1 3 . Palpación de la
Palpa los músculos de la masticación: articulación temporomandibular. En el síndrome de la ATM, hay dolor
y dolorimiento a la palpación.
■ Los músculos maseteros, en la zona externa, en el ángulo de la mandíbula
■ Los músculos pterigoideos, ubicados en la parte interna, entre los pilares amigdalinos
en la mandíbula
La amplitud de movimiento es triple: pide al paciente que abra y cierre la boca, que pro-
truya y retraiga (al hacer salir la mandíbula hacia delante) y que ejecute un movimiento
lateral o de lado a lado. De modo normal, cuando la boca se abre mucho, se pueden
insertar tres dedos entre los incisivos. Durante la protrusión normal de la mandíbula,
los dientes inferiores se pueden colocar delante de los dientes superiores.
Hombros
Generalidades. La articulación glenohumeral del hombro se distingue por
su amplio arco de movimiento en todas las direcciones. Esta articulación casi no tiene
impedimentos de las estructuras óseas. La cabeza humeral entra en contacto con menos
de un tercio de la superficie de la fosa glenoidea y pende prácticamente de la escápula,
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quedando insertada por la cápsula articular, los ligamentos capsulares intraarticulares, Esta red de músculos puede dificultar
el rodete glenoideo y una red de músculos y tendones. la distinción entre los trastornos del
hombro y del cuello.
El hombro debe su movilidad a una compleja estructura interconectada de tres articulacio-
nes, tres huesos grandes y tres importantes grupos musculares, a menudo referidos como
cintura escapular. Estas estructuras se pueden considerar como estabilizadores dinámicos,
que son capaces de moverse, o estabilizadores estáticos, incapaces de movimiento.
Apófisis
Articulación acromioclavicular coracoides
Clavícula Articulación
Acromion esternoclavicular
Tubérculo mayor
Ranura bicipital
Tubérculo menor
Manubrio
Fosa glenoidea
Articulación
glenohumeral
Húmero
Escápula
(cara anterior)
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■ Articulación glenohumeral. En ella, la cabeza del húmero se articula con la fosa glenoidea
superficial de la escápula. Es una articulación profunda y casi nunca es palpable. Se
trata de una articulación esférica (enartrosis), la cual permite que el brazo tenga un
amplio arco de movimiento: flexión, extensión, abducción (movimiento de separación del
tronco), aducción (movimiento de aproximación al tronco), rotación y circunducción.
Redondo
menor
Dorsal ancho
Vista posterior
F I G U R A 1 6 - 1 5 . Grupos escapulohumeral y
escapuloaxial.
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Dorsal
ancho
Proyección anterior
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Técnicas de exploración
Inspección. Inspecciona el hombro y la cintura escapular por delante, y luego La escoliosis puede ser la causa
las escápulas y los músculos relacionados por detrás. de la elevación de uno de los
hombros. En la luxación anterior
del hombro aparece aplanada la cara
externa y redondeada del hombro.57
Registra cualquier tumefacción, deformidad, atrofia muscular o fasciculaciones (temblores La atrofia de los músculos
finos de los músculos), o posición anómala. supraespinoso e infraespinoso en la
cara posterior de la escápula con mayor
prominencia de la espina de la escápula
puede aparecer 2-3 semanas después
de una rotura del manguito de los
rotadores; la atrofia del infraespinoso
tiene un cociente de verosimilitudes
(CV) positivo de 2 para la enfermedad
del manguito de los rotadores.58
Busca tumefacción en la parte anterior de la cápsula articular o una masa en la bolsa La tumefacción por acumulación de
subacromial, debajo del músculo deltoides. Se explora todo el miembro superior para líquido sinovial es infrecuente y debe
detectar cambio de color, alteraciones cutáneas o contornos óseos inusuales. ser importante para que la cápsula
articular glenohumeral se distienda.
La tumefacción de la articulación
acromioclavicular es más fácil de iden-
tificar, ya que es más superficial.
Palpación. Se comienza palpando los contornos óseos y las estructuras del hom- Véase la tabla 16-4, “Dolor en los hom-
bro, y después cualquier área dolorosa. bros”, pp. 700-701.
F I G U R A 1 6 - 1 8 . Puntos
importantes en la exploración del
hombro.
■ Con el dedo índice en la parte superior del acromion, justo detrás de su punta, se
presiona en sentido medial con el pulgar hasta encontrar la cresta ligeramente ele-
vada que marca el extremo distal de la clavícula en la articulación acromioclavicular
(indicada con la flecha). Se baja un poco el pulgar en sentido medial y se llega a la
siguiente prominencia ósea, la apófisis coracoides (B) de la escápula.
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■ Con el pulgar sobre la apófisis coracoides, se descienden los dedos y se toma la cara la- Véase también “Tendinitis bicipital” en
teral del húmero para palpar el tubérculo mayor (C), donde se insertan los músculos SIRS. la tabla 16-4, “Dolor en los hombros”,
pp. 700-701.
■ A continuación, para palpar el tendón
bicipital en el surco intertubercular
(corredera bicipital), se mantiene el pul-
gar en la apófisis coracoides y los dedos
en la cara lateral del húmero (fig. 16-19).
Se retira el dedo índice y se coloca a medio
camino entre la apófisis coracoides y el
tubérculo mayor en la cara anterior
del brazo. Para comprobar el dolor del ten-
dón, se rueda el tendón bajo las yemas de
los dedos. También se puede rotar la F I G U R A 1 6 - 1 9 . Palpación del
articulación glenohumeral hacia fuera, surco y el tendón bicipitales.
localizar el músculo en sentido distal cerca del codo y rastrearlo junto con su tendón
en sentido proximal hasta el surco intertubercular.
■ Para explorar las bolsas subacromial y subdeltoidea, así como los músculos SIRS, pri- El dolor localizado con la palpación
mero se extiende de forma pasiva el húmero, levantando el codo hacia atrás. Al girar obedece a bursitis subacromial o sub-
estas estructuras, se logra situarlas por delante del acromion. Se palpan con cuidado deltoidea, alteraciones degenerativas
las bolsas subacromial y subdeltoidea (figs. 16-20 y 16-21). Los músculos SIRS se o depósitos calcificados en el manguito
palpan por debajo: de los rotadores. La tumefacción hace
pensar en un desgarro de la bolsa que
Bolsa subacromial se comunica con la cavidad articular.
F I G U R A 1 6 - 2 0 . Extensión F I G U R A 1 6 - 2 1 . Palpación
del húmero hacia atrás. de la bolsa subacromial.
■ La cápsula articular fibrosa y los tendones anchos y planos del manguito de los El dolor a la palpación y el derrame
rotadores tienen una relación tan cercana que deben explorarse de manera simul- sugieren una sinovitis articular glenohu-
tánea. La tumefacción de la cápsula y la membrana sinovial suele detectarse mejor meral. Si se palpan los bordes de la cáp-
al explorar mirando desde arriba del hombro. Se palpa la cápsula y la membrana sula y la membrana sinovial, hay un
situadas bajo la cara anterior y posterior del acromion para comprobar si hay derrame moderado a grande; la sinovitis
una lesión o artritis. mínima no se detecta en la palpación.
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Flexión Extensión
180º 180º
90º
60º
0º 0º
(continúa)
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90º
En la atención primaria, los trastornos del manguito de los rotadores son la causa Una edad de más de 60 años y un
más frecuente de dolor de hombro. La compresión de los músculos y los tendones del resultado positivo en la prueba del
manguito de los rotadores entre la cabeza del húmero y el acromion causa “signos de brazo caído constituyen los datos que
pinzamiento” o dolor durante el movimiento del hombro. Hoy en día se recomiendan mejor denotan la rotura del manguito
cinco maniobras que tienen los mejores cocientes de verosimilitud (CV) y los inter- de los rotadores, con CV positivos de
valos de confianza más estrechos:58-60 una prueba de provocación por dolor, tres 3.2 y 2.9-5.0, de forma respectiva. Los
pruebas de resistencia y una prueba compuesta. En las pruebas compuestas, el hallazgos combinados de debilidad
paciente experimenta dolor o debilidad durante la maniobra. La mayoría de los datos del supraespinoso y el infraespinoso,
de estas valoraciones provienen de los ambientes con práctica especializada, pero así como un signo de pinzamiento
siguen siendo útiles para el cuidado general. positivo incrementan el CV de una
rotura a 48.0; cuando los tres datos
■ Prueba para provocar dolor: prueba de arco doloroso (bolsa subacromial y manguito de los están ausentes, el CV se reduce a 0.02,
rotadores). Esta prueba tiene un CV positivo de 3.7, que es el más alto de todas las lo cual descarta prácticamente el
maniobras del manguito rotador. También tiene el mejor CV negativo, 0.36, para diagnóstico.57,61
descartar los trastornos del manguito rotador. Otras pruebas frecuentes para provo-
car dolor son las de Neer y de Hawkins, también incluidas en los cuadros más ade-
lante, aunque sus CV positivos son menores de 2, así que son menos diagnósticos.
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Rotación total Prueba de raspado de Apley. Pide al paciente que se toque la escápula El dolor durante estas maniobras
del hombro del lado contrario con los movimientos que se muestran a continuación. indica un trastorno del manguito
rotador o capsulitis adhesiva.
180º
Manguito de Prueba del arco doloroso. Se
los rotadores aduce por completo el brazo 120º El dolor en el hombro cuando se
del paciente de 0 a 180°. Sin dolor
aduce 60 a 120° es una prueba positiva
para un trastorno de pinzamiento
Dolor
subacromial subacromial con tendinitis del man-
90º guito del rotador, con un CV positivo
Dolor
subacromial de 3.7 y un CV negativo de 0.36.
Sin dolor
60º
0º
(continúa)
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Maniobra/
Estructura57-60 tipo de prueba
Signo de pinzamiento de Neer. El dolor durante esta maniobra
Comprime la escápula con es una prueba positiva de un trastorno
una mano para evitar su por pellizcamiento subacromial y
movimiento y levanta el tendinitis del manguito de los rotado-
brazo del paciente con la otra res, con un CV positivo de ~ 1.0-1.6.
mano. De esta manera se
comprime el tubérculo
mayor del húmero contra
el acromion.
Abducción
de 20º
(continúa)
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Maniobra/
Estructura57-60 tipo de prueba
Prueba de retraso de rotación La incapacidad del paciente para
interna. Pide al paciente que mantener la mano en esta posición es
coloque el dorso de la mano una prueba positiva para un trastorno
sobre la parte baja de la Flexión subescapular, con un CV positivo de
espalda con el codo flexio- de 90º
5.6-6.2 y un excelente CV negativo
nado a 90°. A continuación,
de 0.04.
levanta la mano de la parte
posterior, que más interna-
mente rota el hombro. Pide
al paciente que mantenga la
mano en esa posición.
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Codos
Descripción general, estructuras Húmero
óseas y articulaciones. El codo ayuda a Epicóndilo externo
colocar la mano en el espacio y estabiliza la acción
de palanca del antebrazo. La articulación del codo Epicóndilo interno
está formada por el húmero y los dos huesos del (epitróclea) Articulación
radiohumeral
antebrazo, el radio y el cúbito o ulna (fig. 16-22). Articulación
humerocubital
Identifica los epicóndilos interno y externo del
Articulación
húmero y el olécranon del cúbito. radiocubital
Supinador
Estos huesos tienen tres articulaciones: la humero- Pronador
cubital, la radiohumeral y la radiocubital. Las tres redondo
comparten una gran cavidad articular común y un Braquiorradial
revestimiento sinovial extenso.
Cúbito
Radio
Técnicas de exploración
Inspección. Sujeta el antebrazo del paciente con la mano contraria, para Véase la tabla 16-5, “Tumefacción
mantener el codo flexionado unos 70°. Identifica los epicóndilos interno y externo, o dolor en el codo”, p. 702.
así como el olécranon del cúbito. Inspecciona el contorno del codo, incluida la cara
extensora del cúbito y el olécranon. Registra cualquier nódulo o tumefacción. La tumefacción sobre el olécranon se
observa en la bursitis olecreanana
(p. 702.); la inflamación o el líquido
sinovial indican artritis.
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Palpación. Palpa la apófisis del olécra- El dolor distal a la palpación del epi-
non y presiona sobre los epicóndilos en busca cóndilo es frecuente en la epicondilitis
de dolor (fig. 16-24). (“codo de tenista”) y menos usual en
la epicondilitis interna (epitrocleítis)
Palpa los surcos entre los epicóndilos y el (“codo del lanzador de béisbol” o
olécranon, donde la membrana sinovial es más “codo del golfista”).
accesible a la exploración. Por lo general,
no pueden palparse la bolsa ni la membrana
sinovial del olécranon.
Observa cualquier desplazamiento del olécranon (figs. 16-25 y 16-26). El olécranon se desplaza hacia atrás
en la luxación posterior del codo y en
las fracturas supracondíleas.
F I G U R A 1 6 - 2 5 . Luxación F I G U R A 1 6 - 2 6 . Fractura
posterior del codo. supracondílea del codo.
o°
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Radio Cúbito
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Los músculos intrínsecos de la mano, que se insertan en los huesos metacarpianos, par-
ticipan en la flexión (lumbricales), abducción (interóseos dorsales) y aducción (interóseos
palmares) de los dedos.
Técnicas de exploración
Inspección. Observa la posición de las manos cuando se mueven para compro- Los movimientos con cautela revelan
bar si los movimientos son delicados y naturales. Cuando los dedos están relajados, lesión. Se observa alineación anómala
deben estar ligeramente flexionados; los bordes de las uñas deben ser paralelos. de los dedos en la afección del tendón
flexor.
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Inspecciona de forma cuidadosa las caras palmar y dorsal de la muñeca y la mano La tumefacción difusa es frecuente en la
en busca de tumefacción sobre las articulaciones o signos de traumatismo. artritis o la infección; la local sugiere un
ganglión. Un traumatismo puede provo-
car laceración, punción, marcas de inyec-
ción, quemaduras o eritema. Véase la
tabla 16-6, “Artritis en las manos”, p. 703,
y la tabla 16-7, “Tumefacciones y defor-
midades de las manos”, p. 704.
Registra y observa cualquier deformidad de los huesos de la muñeca, la mano o los Los nódulos de Heberden (articulacio-
dedos, así como cualquier angulación. nes IFD) y los nódulos de Bouchard
(articulaciones IFP) son hallazgos
frecuentes en la artrosis. En la artritis
reumatoide, se inspecciona para buscar
deformidad simétrica en las articula-
ciones IFP, MCF y de la muñeca;
después, se busca subluxación MCF
y desviación cubital.
Observa con cuidado el contorno de la palma de la mano, en particular las eminencias La atrofia tenar se produce en la com-
tenar e hipotenar. presión del nervio mediano por el sín-
drome del túnel carpiano (sensibilidad
< 50%; especificidad > 82-99%);65 en la
compresión del nervio cubital, se
genera una atrofia hipotenar.
Nota cualquier engrosamiento de los tendones flexores o contracturas de flexión en los Las contracturas de flexión de los
dedos. dedos anular, meñique y medio, o
contracturas de Dupuytren, se deben a
un engrosamiento de la fascia palmar
(p. 704). La tenosinovitis estenosante
causa los dedos en gatillo.66
Palpación. En la muñeca, palpa El dolor a la palpación en la extremi-
el extremo distal del radio y el cúbito en dad distal del radio después de una
las caras externa e interna (fig. 16-32). Se caída indica una fractura de Colles. Los
palpa el surco de cada articulación de la escalones óseos hacen pensar en una
muñeca colocando los pulgares sobre fractura.
el dorso de la muñeca y los demás dedos
En la artritis reumatoide, la inflama-
por debajo de ella. Busca cualquier tume-
ción o el dolor bilateral, o ambos, son
facción, abultamiento o dolor.
persistentes.
F I G U R A 1 6 - 3 2 . Palpa la
articulación de la muñeca.
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Palpa los ocho huesos del carpo que Las articulaciones MCF suelen estar
se sitúan distales a la articulación de abultadas y doler en la artritis reuma-
la muñeca, y luego cada uno de los cinco toide, pero rara vez están afectadas en
metacarpianos y las falanges proxi- la artrosis. El dolor con la compresión
mal, media y distal (fig. 16-34). también se produce en la artritis
postraumática.
Palpa cualquier otra región que indique
una anomalía.
Ahora, examina los dedos y el pulgar. Palpa las caras medial y lateral de cada articulación Hay afección en las articulaciones IFP en
IFP entre el pulgar y el dedo índice, y comprueba de nuevo si hay tumefacción, abulta- la artritis reumatoide, nódulos de Bou-
miento, ensanchamiento óseo o dolor a la palpación. chard en la artrosis y dolor en la base del
pulgar en la artritis carpometacarpiana.
Mediante las mismas técnicas, se exploran
las articulaciones IFD (fig. 16-35).
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Si se observa alguna zona de tumefacción e inflamación, se palpan los tendones que El dolor a la palpación y la tumefac-
se insertan en el pulgar y los dedos. ción se producen en la tenosinovitis o
inflamación de las vainas tendinosas.
La tenosinovitis de De Quervain afecta
los tendones extensor y abductor del
pulgar cuando cruzan la apófisis esti-
loides del radio. Véase la tabla 16-8,
“Infecciones de las vainas tendinosas,
el espacio palmar y los dedos”, p. 706.
0°
Desviación Desviación
radial cubital
20°
30°
70° Extensioón
0°
90° 90°
70° Flexión
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Maniobra. En la página siguiente, se enumeran las maniobras empleadas para eva- Los factores de riesgo para el sín-
luar algunas anomalías en la muñeca. Si el paciente se queja de entumecimiento noc- drome del túnel carpiano incluyen
turno de las manos o los brazos (parestesias), que se le caen los objetos, que no puede movimientos repetidos con las muñe-
abrir los frascos, que le duele la muñeca e incluso el antebrazo, o que se le duermen cas flexionadas, como empleo del
los tres primeros dedos, es necesario aplicar la prueba para buscar el síndrome del túnel teclado o repartición del correo, vibra-
carpiano, la neuropatía por atrapamiento más frecuente, que se debe a la compresión ciones, ambientes fríos, características
del nervio mediano. Es necesario conocer la distribución de los nervios mediano, radial y anatómicas de las muñecas, emba-
cubital de la muñeca y la mano (figs. 16-39 y 16-40). Recuerda evaluar en busca de causas razo, artritis reumatoide, diabetes o
hipotiroidismo.
más cercanas del dolor de la muñeca y la mano ocasionadas por radiculopatía cervical.
Nervio mediano
Nervio mediano
Nervio Nervio
cubital cubital
Nervio radial
Nervio radial
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F I G U R A 1 6 - 4 2 . Prueba
de la función del pulgar.
Para explorar el signo de Phalen, pide al paciente La aparición, antes de 60 seg, de entu-
que mantenga las muñecas en flexión mecimiento y hormigueo en la distri-
durante 60 seg con los codos completamente bución del nervio mediano constituye
extendidos (fig. 16-45). Otra posibilidad es una prueba positiva (sensibilidad del
pedir al paciente que presione el dorso de 10-91%, especificidad del 33-86%;
ambas manos juntas para formar ángulos CV ≤ 1.5).68
rectos. Estas maniobras comprimen el nervio
mediano. Los signos de Tinel y de Phalen no
predicen de manera fiable el electro-
F I G U R A 1 6 - 4 5 . Prueba del signo diagnóstico positivo de la enferme-
de Phalen. dad del túnel carpiano.69
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FIGURA
1 6 - 4 7 . Exploración de la
abducción de los dedos.
Pulgares. En el caso del pulgar, evalúa flexión, extensión, abducción, aducción y opo-
sición (figs. 16-48 a 16-51). Un músculo asociado con el pulgar activa cada uno de estos
movimientos.
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Pide al paciente que mueva el pulgar sobre la palma de la mano y que toque la base del
dedo meñique para evaluar la flexión y, a continuación, que desplace el pulgar de regreso
a través de la palma de la mano y lo aleje de los dedos para explorar la extensión.
Enseguida, pide al paciente que coloque los dedos y el pulgar en la posición neutra con la
palma de la mano hacia arriba, y se le indica que mueva el pulgar hacia adelante alejándolo
de la palma de la mano para evaluar la abducción y que lo acerque para comprobar la aduc-
ción. Para probar la oposición, o los movimientos del pulgar a través de la palma de la mano,
pide al paciente que toque con el pulgar la yema de cada uno de los demás dedos.
Columna vertebral
Generalidades. La columna vertebral, o raquis, es la estructura central que da
sostén al tronco y la espalda. Las curvas cóncavas de las columnas cervical y lumbar, y las
curvas convexas de las columnas torácica y sacrococcígea, ayudan a distribuir el peso
de la parte superior del cuerpo hacia la pelvis y los miembros inferiores, además de
amortiguar el impacto que tiene lugar al caminar o correr.
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Orificio intervertebral
T12
L1
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Evalúa al paciente en cuanto a la posición erguida de la cabeza, el cuello y la espalda; La rigidez del cuello indica artritis,
verifica que haya un movimiento suave y coordinado del cuello, así como facilidad para tensión muscular u otra alteración
la marcha. subyacente que debe identificarse;
puede haber cefalea.
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Cubre al paciente o ponle una bata dejando el dorso expuesto a fin de realizar una La desviación lateral y la rotación
inspección completa. Si es posible, el paciente debe permanecer erguido en una posi- de la cabeza indican tortícolis, debida
ción natural, con los pies juntos y los brazos colgando a los lados. La cabeza debe quedar a una contracción del músculo ester-
en la línea media, en el mismo plano que el sacro, y los hombros y la pelvis han de situarse nocleidomastoideo.
nivelados.
Cresta ilíaca
■ Músculos paravertebrales a cada lado
de la línea media Espina ilíaca
posterosuperior
■ Crestas ilíacas
Articulación Nervio
sacroilíaca ciático
■ Espinas ilíacas posterosuperiores,
marcadas casi siempre por depresio-
nes cutáneas.
Tuberosidad
Si se traza una línea por encima de las isquiática y
crestas ilíacas posteriores, se cruza la sitio de la
apófisis espinosa de L4. bolsa isquiática
Palpación. Palpa las apófisis espinosas de cada vértebra con el pulgar, con el El dolor a la palpación hace pensar
paciente de pie o sentado. en una fractura, luxación, infección
o artritis.
En el cuello, palpa las articulaciones interapofisarias de las vértebras cervicales que se Hay dolor a la palpación en la artritis,
encuentran a cada lado, a 1-2 cm de las apófisis espinosas entre C2 y C7. Estas articula- sobre todo en las articulaciones intera-
ciones se sitúan en la profundidad de los músculos trapecios y casi nunca se pueden pofisarias entre C5 y C6.
palpar, a menos que los músculos del cuello estén relajados.
En la región lumbar baja, verifica con cuidado cualquier “escalón” vertebral para averi- Se detectan escalones en la espondilo-
guar si hay alguna prominencia (o recesión) inusual en la apófisis espinosa en relación listesis, o desplazamiento anterior de
con la vértebra superior. Identifica si hay dolor a la palpación. una vértebra, que puede comprimir la
médula espinal.
Palpa sobre la articulación sacroilíaca, que suele reconocerse por una depresión sobre El dolor a la palpación de la articulación
la espina ilíaca posterosuperior. sacroilíaca es frecuente en la sacroileítis
y la espondilitis anquilosante.70
Se puede percutir la columna lumbar para detectar si hay dolor localizado golpeando, El dolor con la percusión puede
sin demasiada brusquedad, con la superficie cubital del puño. provenir de fracturas vertebrales
osteoporóticas, infección y cáncer.
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Lateral
Inspecciona las curvas cervical, torácica El aumento de la cifosis torácica se
y lumbar. produce con el envejecimiento.
Concavidad
cervical
Convexidad
torácica
Concavidad
lumbar
Posterior
Inspecciona la columna vertebral erecta (una En la escoliosis se observa una curva-
línea imaginaria debe unir C7 con la hendidura tura lateral y rotatoria de la columna
glútea). para que la cabeza regrese a la línea
Evalúa el alineamiento de los hombros, las media. La escoliosis suele manifes-
crestas ilíacas y los pliegues cutáneos infra-
tarse durante la adolescencia, antes
glúteos (pliegues glúteos).
de que aparezcan los síntomas.
La discrepancia de altura de hombros es
distintiva de escoliosis; deformidad
escapular de Sprengel por inserción
de un hueso o ligamento adicional
entre la parte superior de la escápula
y C7; deformidad “alada” de la escápula
por pérdida de inervación del serrato
anterior por el nervio torácico largo;
y debilidad contralateral del trapecio.
La diferencia de altura de crestas ilíacas
o inclinación pélvica hace pensar en
una discrepancia en la longitud de los
miembros inferiores y desaparece si
se coloca una calza bajo el miembro
más corto. La “inclinación” del tronco
hacia un lado es habitual en la hernia
del disco lumbar.
Busca cualquier marca, lesión o masa cutánea. Las marcas de nacimiento, las máculas
en “vino de Oporto”, las manchas
vellosas y los lipomas a menudo se
superponen a los defectos óseos,
como la espina bífida.
Las manchas “café con leche” (áreas des-
coloridas de la piel), los papilomas
cutáneos y los tumores fibrosos son
frecuentes en la neurofibromatosis.
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Inspecciona y palpa los músculos paravertebrales en busca de dolor y espasmo. Los múscu- Los espasmos musculares se produ-
los con espasmo tienen una consistencia dura, como un nudo, y pueden ser visibles. cen en los trastornos degenerativos e
inflamatorios de los músculos, con el
empleo excesivo, por la contracción
prolongada causada por una postura
anómala y por la ansiedad.
Nervio ciático
Con el paciente recostado sobre el lado El dolor a la palpación del nervio ciá-
opuesto y la cadera flexionada, se Trocánter mayor tico se detecta cuando hay una hernia
palpa el nervio ciático, el más largo del de disco o pinzamiento de la raíz ner-
organismo, que consta de las raíces viosa por una lesión de masa.
nerviosas de las vértebras L4, L5, S1,
S2 y S3 (fig. 16-54). Cuando el nervio
abandona la pelvis por la tuberosidad
isquiática, se sitúa a mitad de camino
entre el trocánter mayor y la escota-
dura ciática. Es difícil de palpar en
Tuberosidad
la mayoría de los pacientes. isquiática
Se palpa en busca de dolor en otras regiones, en función de los síntomas del paciente. Com- La hernia de los discos intervertebrales,
prueba si hay irradiación del dolor hacia las nalgas, el perineo o los miembros inferiores. por lo general en L5 y S1 o en L4 y L5,
puede ocasionar dolor a la palpación de
La lumbalgia requiere una evaluación meticulosa por una posible compresión medular las apófisis espinosas, las articulaciones
(compresión de la cola de caballo), la causa más grave de dolor, dado el riesgo de parálisis intervertebrales, los músculos paraver-
del miembro afectado o la pérdida de control vesical o intestinal. tebrales, la escotadura sacroilíaca y el
nervio ciático (fig. 16-55).
L4
Músculos
Apófisis paravertebrales
espinosa de
la vértebra L4
Cresta ilíaca
Espina
ilíaca
posterosuperior
Articulación Nervio ciático
sacroilíaca
Tuberosidad
isquiática y
localización
de la bolsa
isquiática
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El dolor a la palpación, la pérdida de sensibilidad o la alteración del movimiento obligan El dolor a la palpación de C1-C2 en la
a una exploración neurológica cuidadosa del cuello y los miembros superiores. artritis reumatoide hace pensar en una
posible subluxación o compresión
alta de la médula cervical; es necesa-
Amplitud de movimiento: columna vertebral. En el siguiente cuadro se indican ria una rápida valoración adicional.
los músculos específicos que activan cada movimiento y las instrucciones precisas para
evaluar al paciente.
Principales músculos
Movimiento del que permiten cada Instrucciones para el
dorso movimiento paciente
Flexión Psoas mayor, psoas menor, “Inclínese hacia delante e La deformidad del tórax al inclinarse
cuadrado lumbar; músculos intente tocarse los dedos de hacia delante, sobre todo cuando
abdominales que se insertan los pies con las manos”. la altura de las escápulas es desigual,
en la cara anterior de las Observa la suavidad y la indica escoliosis.
vértebras, como los oblicuos simetría del movimiento,
internos y externos, y el la amplitud del movi- La persistencia de la lordosis lumbar
recto abdominal miento, y la curva de la indica espasmo muscular o espondili-
región lumbar. A medida tis anquilosante.70
que avanza la flexión, la
concavidad lumbar debe
aplanarse.
(continúa)
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Si estas maniobras provocan dolor o molestias a la palpación, sobre todo irradiación al Considera una compresión de la
miembro inferior, se procede con una prueba neurológica cuidadosa de los miembros médula lumbosacra o de la raíz
inferiores. nerviosa; la artritis, una lesión de masa
o la infección en la cadera, el recto o la
pelvis, también pueden causar sínto-
mas. Véase la tabla 16-3, “Lumbalgia”,
p. 699.
Véase el capítulo 17, Sistema nervioso,
para saber más sobre la prueba de la
elevación de la pierna recta, pp. 765-
766. Esta prueba es útil, pero no es
diagnóstica de una hernia discal.71-73
Los datos físicos no orgánicos (signos de Waddell) incluyen dolorimiento superficial o
que no es de origen anatómico, dolor cuando hay carga axial, en la rotación simulada
o que no se repite cuando se distrae al paciente, debilidad regional o cambios sensiti-
vos, y reacción exagerada a estímulos que no deberían causar dolor de espalda.24,31
Caderas
Generalidades. La articulación de la cadera se aloja en la profundidad de la pelvis
y destaca por su fuerza, estabilidad y gran amplitud de movimiento. La estabilidad de la
cadera, esencial para soportar el peso, se debe al buen encaje de la cabeza del fémur en el
acetábulo, a la fuerza de la cápsula articular fibrosa y a la potencia de los músculos
que atraviesan la articulación y se insertan por debajo de la cabeza femoral, lo cual
proporciona al fémur un movimiento de palanca.
Acetábulo
■ Espina ilíaca anterosuperior Trocánter mayor
Bolsa del psoas
(fémur)
■ Trocánter mayor
Bolsa
trocantérea
■ Sínfisis púbica
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Tuberosidad ilíaca
■ Espina ilíaca posterosuperior Articulación
Espina
sacroilíaca
ilíaca
■ Trocánter mayor Sacro
posterosuperior
S2
■ Tuberosidad isquiática Trocánter mayor
(fémur)
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Técnicas de exploración
Inspección. La inspección de la cadera comienza con la observación cuidadosa
de la marcha del paciente al entrar en el consultorio. Observa las dos fases de la marcha:
■ Apoyo. Cuando el pie está en el suelo y soporta el peso (60% del ciclo de la marcha) La mayoría de los problemas de la
(fig. 16-62). cadera aparecen durante la fase de
apoyo, con soporte del peso corporal.
■ Balanceo. Cuando el pie se desplaza hacia adelante sin soportar el peso corporal
(40% del ciclo).
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Palpación
Referencias óseas. Se palpan las referencias de la cadera, señaladas en la p. 674.
En la cara anterior de la cadera, éstas pueden localizarse de la siguiente manera.
Referencias anteriores
● Identifica la cresta ilíaca en el borde superior de la pelvis, a la altura de L4.
● Sigue la curva descendente anterior y localiza la tuberosidad ilíaca, que indica el punto
más ancho de la cresta, y continúa descendiendo hasta la espina ilíaca anterosuperior.
● Coloca los pulgares en las espinas anterior y superior, y mueve los dedos hacia abajo y de
forma lateral a las tuberosidades ilíacas hasta el trocánter mayor del fémur.
● A continuación, mueve los pulgares en sentido medial y oblicuo hacia el tubérculo púbico,
que se encuentra en el mismo plano que el trocánter mayor.
(continúa)
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Referencias posteriores
● Palpa la espina ilíaca posterosuperior, situada justo debajo de las depresiones visibles,
encima de las nalgas.
● Coloca el pulgar y el índice izquierdos sobre la espina ilíaca posterosuperior; después localiza El dolor a la palpación de la articula-
el trocánter mayor, situado de forma lateral, con los dedos colocados a la altura del pliegue ción sacroilíaca indica sacroileítis.
glúteo, y lleva el pulgar en sentido medial hasta la tuberosidad isquiática. La articulación sacroi-
líaca no siempre es palpable, pero puede ser dolorosa. Recuerda que una línea imaginaria, que
pasa por las espinas ilíacas posterosuperiores, cruza la articulación a la altura de S2.
El dolor anterior o inguinal, por lo general en lo profundo de la articulación de la cadera Las causas intraarticulares incluyen
y que se irradia a la rodilla, indica una anomalía intraarticular; el dolor que se irradia a artrosis, osteonecrosis de la cabeza
los glúteos o a la región trocantérea posterior puede deberse a causas extraarticulares.75 femoral, desgarros del rodete acetabu-
lar y fractura por tensión del cuello
femoral. Las causas extraarticulares
comprenden bursitis, tensión muscu-
lar, trastornos sacroilíacos y radiculo-
patía lumbar.74-76
Bolsas. Si hay dolor en la cadera, se palpa la bolsa (del psoas) por debajo del
ligamento inguinal, pero en un plano más profundo.
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Con el paciente en decúbito lateral y con la cadera flexionada y rotada hacia dentro, se
palpa la bolsa trocantérea situada sobre el trocánter mayor (fig. 16-65). De modo normal,
la bolsa isquioglútea, sobre la tuberosidad isquiática, no se puede palpar a menos que esté
inflamada (fig. 16-66).
Bolsa isquioglútea
Músculos principales
Movimiento de la que participan en el Instrucciones para el
cadera movimiento paciente
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■ Flexión. Con el paciente en posición supina, coloca la mano bajo la columna lumbar En la deformidad en flexión de la
del paciente. Pídele que flexione cada rodilla hacia el tórax con firmeza y trate de cadera, cuando se flexiona la cadera
llevarla hasta el abdomen (fig. 16-67). Observa que la cadera puede flexionarse aún opuesta (con el muslo pegado al
más con la rodilla flexionada porque los ligamentos están relajados. Cuando la es- tórax), la cadera afectada no permite
palda entra en contacto con la mano, lo cual revela el aplanamiento normal de la la extensión completa del miembro
lordosis lumbar, la flexión mayor debe proceder de la propia cadera. inferior y el muslo afectado se
flexiona (fig. 16-68).
Cuando el paciente lleve el muslo contra el abdomen, observa el grado de flexión La deformidad en flexión puede estar
de la cadera y la rodilla. De modo normal, la parte anterior del muslo llega casi a enmascarada por un aumento, más
tocar la pared torácica. Nota si el muslo contrario permanece totalmente extendido que por el aplanamiento, de la lordo-
apoyado en la camilla. sis lumbar y por una inclinación pél-
vica anterior.
■ Extensión. Con el paciente en decúbito prono, extiende el muslo hacia ti en dirección
posterior. Otra posibilidad es colocar de forma cuidadosa al paciente en decúbito
supino, cerca del borde de la camilla, y extender el miembro posterior hacia atrás.
■ Abducción. Estabiliza la pelvis presionando sobre la parte anterosuperior de la espina Las limitaciones en la rotación interna
ilíaca con una de las manos. Sujeta con la otra mano el tobillo y separa el miembro y externa, así como la abducción res-
extendido hasta notar que la espina ilíaca se mueve (fig. 16-69). Este movimiento tringida, son frecuentes en la artrosis
marca el límite de la abducción de la cadera. de la cadera. El CV para la rotación
externa restringida debido al dolor es
tan alto como 32.6.12,77
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F I G U R A 1 6 - 7 1 . Prueba de
rotación interna y externa de cadera.
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Rodillas
Generalidades. La rodilla es la articulación más voluminosa del organismo. Es
una articulación en bisagra formada por tres huesos: el fémur, la tibia y la rótula (o patela),
con tres superficies articulares, dos entre el fémur y la tibia, y una entre el fémur y la
rótula. Observa cómo los dos cóndilos redondeados del fémur descansan sobre la meseta
tibial, relativamente plana. La rodilla no posee una estabilidad intrínseca, si no que
depende de cuatro ligamentos para mantener las articulaciones del fémur y de la tibia
en su lugar. Esta característica, además de la acción de palanca del fémur sobre
la tibia y de la falta de amortiguación por la grasa o la musculatura, ocasiona que la
rodilla sea muy vulnerable a las lesiones.
Tuberosidad Peroné
tibial
Articulaciones. Las dos articulaciones tibiofemorales condíleas están formadas Los problemas de recorrido rotu-
por las curvas convexas de los cóndilos interno y externo del fémur, que se articulan liano, por ejemplo, en pacientes con
con los cóndilos cóncavos de la tibia. La tercera superficie articular es la articulación surcos más planos, sobre todo muje-
femororrotuliana. La rótula se desliza en el surco de la cara anterior de la extremidad distal res, pueden propiciar artritis, dolor
del fémur, llamado surco troclear, durante la flexión y la extensión de la rodilla. en la parte anterior de la rodilla
y luxación rotuliana.
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Grupos musculares. Varios músculos poderosos mueven y soportan la rodilla. En las mujeres, la contracción del cuá-
El cuádriceps femoral extiende la rodilla y cubre las caras anterior, interna y externa del driceps tiende a producir un tirón más
muslo (figs. 16-73 y 16-74). Los músculos isquiotibiales del tendón de la corva yacen en lateral (ángulo Q aumentado) que
la cara posterior del muslo y flexionan la rodilla. altera el recorrido rotuliano, lo cual
contribuye al dolor en la parte ante-
rior de la rodilla.
Músculos
isquiotibiales posteriores
Semimembranoso
Cuádriceps femoral Recto interno
Sartorio
Recto femoral
Semitendinoso
Vasto externo
Vasto interno
F I G U R A 1 6 - 7 3 . Cuadriceps F I G U R A 1 6 - 7 4 . Músculos
femoral (proyección anterior). isquiotibiales del tendón de la corva
(proyección interna).
Estructuras adicionales
Meniscos y ligamentos. Los meniscos y dos parejas esenciales de ligamentos,
los colaterales y los cruzados, son fundamentales para la estabilidad de la rodilla. Iden-
tifica la ubicación de estas estructuras en las ilustraciones de la p. 682 y en las que
aparecen a continuación (fig. 16-75).
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■ El ligamento colateral externo (LCE) conecta el epicóndilo externo del fémur con la
cabeza del peroné. Los ligamentos colaterales interno y externo proporcionan esta-
bilidad interna y externa a la rodilla.
■ El ligamento cruzado anterior (LCA) atraviesa de forma oblicua desde la parte anterior
interna de la tibia hasta el cóndilo femoral externo, lo cual impide que la tibia se
deslice hacia delante en relación con el fémur.
Inspección. Observa el flujo rítmico y suave de la marcha cuando el paciente entra Tropezar o que la rodilla “ceda” al gol-
en el consultorio. La rodilla debe extenderse al apoyar el talón y flexionarse en todas las pear el talón indica debilidad del cuádri-
demás fases del balanceo y el apoyo. ceps o afección del recorrido rotuliano.
Verifica el alineamiento y los contornos de las rodillas. Observa si hay alguna atrofia de Las piernas arqueadas (genu varum)
los músculos cuádriceps. y las piernas en “X” (genu valgum) son
frecuentes; la atrofia del cuádriceps
señala debilidad de la cadera en adul-
tos de edad avanzada.
Explora si desaparecen las concavidades normales que hay alrededor de la rótula, un La tumefacción alrededor de la rótula
signo de edema de la rodilla y la bolsa suprarrotuliana; registra cualquier otra tumefac- se presenta en la bursitis prerrotuliana
ción en la rodilla o alrededor de ella. (rodilla de la trabajadora doméstica).
La tumefacción sobre el tubérculo
tibial hace pensar en una bursitis
infrarrotuliana o, si tiene una localiza-
ción más interna, anserina.
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Nota cualquier cresta ósea irregular a lo largo de los bordes articulares. Los datos típicos de la artrosis son
crestas óseas dolorosas a lo largo
de los bordes articulares, deformidad
en varo de la rodilla y rigidez que dura
30 min o menos (CV: 11.8, 3.4 y 3.0,
respectivamente).57 También puede
haber crepitación.
■ Meniscos interno y externo. Palpa el menisco interno al presionar sobre la depresión Un desgarro del menisco interno
interna de los tejidos blandos situada a lo largo del borde superior de la meseta tibial con puntos dolorosos en la línea
con la tibia en rotación interna leve. Coloca la rodilla en ligera flexión y palpa el articular es frecuente después
menisco externo a lo largo de la línea articular externa. de un traumatismo y requiere de
pronta evaluación.79
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■ Compartimento externo. Sube con los pulgares por fuera del tendón rotuliano para El dolor en el LCI después de una lesión
palpar el cóndilo externo del fémur, y baja hasta palpar la meseta externa de hace sospechar un esguince en este
la tibia. Con la rodilla flexionada, los epicóndilos del fémur quedan por fuera ligamento; las lesiones del ligamento
de los cóndilos femorales. colateral externo son menos frecuentes.
■ Además, en la cara externa, pide al paciente que cruce una pierna sobre la
otra, de forma que el tobillo descanse en la rodilla contraria, y localiza el LCE, un
cordón duro que se extiende desde el epicóndilo externo del fémur hasta la ca-
beza del peroné.
■ Compartimento rotulofemoral: tendón de la rótula. Explora el compartimento rotulofemo- El dolor a la palpación del tendón o la
ral. Ahora, localiza la rótula y baja por el tendón rotuliano hasta palpar la tuberosidad imposibilidad para extender la rodilla
tibial. Pide al paciente que extienda la rodilla para comprobar si el tendón rotuliano indican un esguince parcial o com-
se encuentra intacto. pleto del tendón rotuliano.
Con el paciente en decúbito supino y la rodilla extendida, comprime la rótula con- El dolor y la crepitación se originan de
tra el fémur subyacente y con cuidado muévela hacia dentro y hacia fuera, y evalúa una aspereza de la cara inferior de la
la crepitación y el dolor. Pide al paciente que contraiga el cuádriceps mien- rótula que se articula con el fémur.
tras la rótula se desplaza en sentido distal hasta el surco troclear. Verifica si se pro- Puede ocurrir un dolor parecido al
duce un movimiento de deslizamiento suave (prueba del rascado femororrotuliano). subir o bajar escaleras, o al levantarse
de una silla.
El dolor a la compresión y el movi-
miento de la rótula durante la contrac-
ción del cuádriceps indica una
condromalacia. Dos o tres datos permi-
ten establecer la mayoría de los diag-
nósticos del síndrome doloroso
femororrotuliano: dolor con la contrac-
ción del cuádriceps, en la posición de
cuclillas, a la palpación del borde rotu-
liano posterointerno o externo.80,81
F I G U R A 1 6 - 7 9 . Derrame de
articulación de la rodilla.
F I G U R A 1 6 - 7 8 . Palpación de la El engrosamiento, la tumefacción o el
bolsa suprarotuliana. calor en estas zonas se debe a una
sinovitis y los derrames no dolorosos
tienen como causa la artrosis.
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Verifica si hay abultamiento o tumefacción en las otras tres bolsas. Palpa las bolsas prerrotu- La bursitis prerrotuliana se produce
liana y anserina, en la cara posterointerna de la rodilla, entre el ligamento colateral interno por estar demasiado tiempo de rodi-
y los tendones que se insertan en la parte interna de la tibia y de la meseta. Sobre la cara llas; la bursitis anserina por correr, por
posterior, palpa la cara posterointerna de la fosa poplítea con la rodilla extendida. deformidad en valgo de la rodilla o
por artrosis; y el quiste poplíteo o de
“Baker” por distensión de la bolsa de
los músculos gastrocnemio y semi-
Pruebas para la palpación del derrame en la rodilla. Aprende a aplicar las tres membranoso a causa de una artritis
pruebas para reconocer la presencia de líquido en la rodilla: el signo del abultamiento, subyacente o traumatismo.
el signo del balón y el rebote rotuliano.
■ Signo del abultamiento (en los derrames leves). Con la rodilla extendida, coloca la mano La onda líquida o el abultamiento
izquierda sobre ella y comprime la bolsa suprarrotuliana, desplazando o “exprimiendo” en la cara interna, entre la rótula y el
el líquido hacia abajo (fig. 16-80). Golpea hacia abajo, sobre la cara interna de la rodilla, fémur, se considera una prueba posi-
y aplica presión para forzar el líquido hacia la zona externa (fig. 16-81). Percute la tiva para derrame.
rodilla detrás del borde externo de la rótula con la mano derecha (fig. 16-82).
F I G UExprimir
R A 1 6 -hacia
8 0 . abajo
Empujar F I G U R Aplicar
A 1 6 presión
- 8 1 . Aplicar Percutir y observar
F I G U R A 1 6 - 8 2 . Percutir y
hacia abajo. hacia dentro la onda de líquido
presión hacia dentro. observar la onda de líquido.
■ Signo del balón (en los derrames La ola del líquido palpable indica una
mayores). Coloca el pulgar y el prueba positiva o “signo del balón”. El
dedo índice de la mano derecha retorno palpable de la onda líquida
a cada lado de la rótula; com- hacia la bolsa suprarrotuliana confirma
prime con la mano izquierda la un derrame importante, presente en
bolsa suprarrotuliana contra el las fracturas de rodilla (CV de 2.5).57
fémur (fig. 16-83). Palpa la
entrada de líquido (o el “abalo-
namiento”) en los espacios
próximos a la rótula que se
encuentran bajo el pulgar y el
índice derechos.
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■ Rebote de la rótula (para derrames grandes). Una onda de líquido palpable que
Para evaluar derrames grandes también se retorna a la bolsa confirma la presen-
puede comprimir la bolsa suprarrotuliana y cia de un gran derrame.
hacer que la rótula “rebote” o se empuje con-
tra el fémur (fig. 16-84). Observa si el líquido También puede palparse un chasquido
retorna a la bolsa suprarrotuliana. rotuliano con la compresión, aunque
suele ser un dato falso positivo.
Músculos gastrocnemio y sóleo, tendón calcáneo. Palpa los músculos gastroc- Un defecto de los músculos, el dolor y
nemio y sóleo en la cara posteroinferior del miembro inferior. El tendón calcáneo, llama- la tumefacción indican rotura del ten-
do de Aquiles, se palpa desde cerca del tercio inferior de la pantorrilla hasta su inserción dón calcáneo; el dolor a la palpación
en el hueso calcáneo. y engrosamiento del tendón, a veces
con una protuberancia de la apófisis
ósea posteroexterna del calcáneo,
sugieren una tendinitis aquílea.
Para explorar la integridad del tendón calcáneo, coloca al paciente en decúbito prono, con La ausencia de flexión plantar es una
la rodilla y el tobillo flexionados a 90°, o bien, se le pide que se arrodille en una silla. prueba positiva de rotura del tendón
Aprieta su pantorrilla y observa si se produce flexión plantar hacia el tobillo. calcáneo. La aparición repentina de
dolor intenso, “como de herida de
Amplitud de movimiento y maniobras bala”, la equimosis desde la pantorrilla
hasta el talón y una marcha de pies
Amplitud de movimiento. A continuación, evalúa la amplitud de movimiento de planos, con ausencia de despegue de
la rodilla y consulta el siguiente cuadro para revisar los músculos específicos que parti- los dedos, pueden acompañar el cua-
cipan en cada movimiento y para conocer las instrucciones que deben darse al paciente. dro clínico.
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Maniobras. A menudo, debe examinarse la estabilidad de los ligamentos y Los esguinces del LCA son mucho más
la integridad de los meniscos internos y externos, el LCI y el LCE, el tendón de la frecuentes en las mujeres, lo cual se
rótula y el LCA y el LCP (no palpable), sobre todo si existen antecedentes de trauma- atribuye a la laxitud ligamentosa rela-
tismo o se aprecia dolor en la rodilla durante la palpación.57,80,83-85 Examina siempre cionada con el ciclo de estrógenos y
las dos rodillas y compara los resultados. las diferencias en la anatomía y el con-
trol neuromuscular. Hoy en día, los
programas de prevención de lesiones
del LCA son frecuentes.
Estructura Maniobra
Menisco interno y menisco externo Prueba de McMurray. Con el paciente en La presencia de un chasquido o
decúbito supino, sujeta su talón y flexiona un ruido de abertura en la cara interna
su rodilla. Con la otra mano abarca la rodilla o externa de la línea articular es una
con los dedos y el pulgar a lo largo de la línea prueba positiva de desgarro de la por-
articular interna. Desde el talón, gira la parte
ción posterior del menisco interno (CV
distal de la pierna hacia fuera, luego empuja
positivo de 4.5).57 El desgarro puede
sobre el lado externo para aplicar presión en
valgo sobre el lado interno de la articulación. desplazar al tejido del menisco, lo cual
Al mismo tiempo, extiende con lentitud la produce un “bloqueo” con la exten-
parte distal de la pierna en rotación externa. sión completa de la rodilla.
La misma maniobra con rotación interna del
pie fuerza el menisco externo.
Si se palpa o escucha un chasquido en la línea
articular durante la flexión o extensión
de la rodilla, o si se advierte dolor a lo
largo de la línea articular, explora el
menisco en busca de un esguince posterior.
Ligamento colateral interno (LCI) Prueba de abducción (o valgo) forzada. Con el El dolor o una brecha en la línea articu-
paciente en decúbito supino y la rodilla lige- lar interna son una prueba positiva
ramente flexionada, desplaza el muslo unos de lesión del ligamento colateral
30° hacia fuera (en abducción) hacia el borde interno (sensibilidad del 79-89%;
de la camilla de exploración. Coloca una
especificidad del 49 al 99%).57
mano sobre la parte externa de la rodilla
para estabilizar el fémur y la otra en la parte
interna del tobillo. Empuja la rodilla en sen-
tido medial y tira del tobillo hacia un lado
para abrir la articulación de la rodilla por
la cara interna (valgo forzado).
Ligamento colateral externo (LCE) Prueba de aducción (o varo) forzada. Con el El dolor o una hendidura en la línea
muslo y la rodilla en la misma posición, articular externa indican una prueba
cambia la posición de las manos, de manera positiva de lesión del ligamento cola-
que una se apoye en la cara interna de la teral externo (menos frecuente que
rodilla y la otra en la parte externa del tobi-
la lesión del LCI).
llo. Desplaza a un lado la rodilla y el tobillo
hacia el centro (en aducción) para abrir la
rodilla por la cara externa (varo forzado).
(continúa)
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Estructura Maniobra
Ligamento cruzado anterior (LCA) Signo del cajón anterior. Con el paciente en Es normal un desplazamiento anterior
decúbito supino, las caderas y las rodillas de algunos grados, si se observa un
flexionadas a 90°, y los pies planos sobre la movimiento equivalente en el otro lado.
camilla, coloca las manos alrededor de
la rodilla con los pulgares sobre la línea Un tirón anterior que muestra los con-
articular interna y externa, y los dedos tornos de la tibia superior revela un
en las inserciones interna y externa de los signo positivo del cajón anterior (CV
músculos isquiotibiales posteriores positivo de 11.5 para esguince del LCA).57
del tendón de la corva. Tira de la tibia
hacia delante y observa si se desliza (como Las lesiones del LCA resultan de
un cajón) por debajo del fémur. Compara hiperextensión de rodilla, golpes
el grado de desplazamiento anterior directos a ésta, así como torceduras
con el de la rodilla contraria. o caídas sobre una cadera o rodilla
extendidas.
Prueba de Lachman. Coloca la rodilla en El desplazamiento anterior considera-
flexion de 15° y rotación externa. Sujeta la ble es un signo positivo de rotura del
parte distal del fémur por el lado externo y, ligamento cruzado anterior (CV posi-
con la otra, la tibia proximal por el lado tivo de 17.0).57
interno. Con el pulgar de la mano de la tibia
colocado en la línea articular, tira de
manera simultánea la tibia hacia delante
y el fémur hacia atrás. Calcula el grado
de desplazamiento anterior.
Ligamento cruzado posterior (LCP) Signo del cajón posterior. Coloca al paciente Si el extremo proximal de la tibia se
y sus manos en la posición descrita para la desvía hacia atrás, es un signo posi-
“prueba de cajón” anterior. Empuja la tibia tivo de lesión del ligamento cruzado
hacia atrás y observa el grado de movi- posterior (CV positivo de 97.8).57
miento posterior del fémur.
Los esguinces aislados del ligamento
cruzado posterior son menos frecuen-
tes, y con frecuencia se deben a un
golpe directo en el extremo proximal
de la tibia.
Tobillos y pies
Generalidades. El peso total del cuerpo se transmite al pie a través del tobillo. El
tobillo y el pie deben equilibrar el cuerpo y amortiguar el impacto del golpe del talón y
de la marcha. A pesar del grueso acojinamiento de los dedos, la planta y el talón, y los
ligamentos estabilizadores de los tobillos, el tobillo y el pie son sitios frecuentes
de esguinces y lesiones óseas.
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■ Externamente, los tres ligamentos son menos robustos, por lo que el riesgo de lesio-
nes es mayor: el ligamento astragaloperoneo anterior, con mayor riesgo de lesión debido
a las lesiones por inversión (cuando el talón se dobla hacia dentro); el ligamento
calcaneoperoneo y el ligamento astragaloperoneo posterior (véase fig. 16-86). El fuerte
tendón calcáneo inserta los músculos gastrocnemio (gemelo) y sóleo en la cara
posterior del calcáneo. La fascia plantar se inserta en el tubérculo interno del calcáneo.
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Técnicas de exploración
Inspección. Observa todas las caras de los tobillos y los pies; registra cualquier Véase la tabla 16-9, “Anomalías de los
deformidad, nódulo, tumefacción, callo o callosidad. pies”, p. 706, y la tabla 16-10, “Anoma-
lías de los dedos y las plantas de los
pies”, p. 707.
F I G U R A 1 6 - 8 8 . Palpación de
las articulaciones metatarsofalángicas.
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Palpa las cabezas de los cinco metatarsianos y los El dolor espontáneo y a la palpación,
surcos situados entre ellos con el pulgar y el dedo conocido como metatarsalgia, es
índice de la mano (fig. 16-89). Coloca el pulgar sobre característico de los traumatismos,
el dorso del pie y el dedo índice sobre la cara plantar. la artritis y las lesiones vasculares.
El dolor a la palpación de la cabezas
del tercero y cuarto metatarsianos en
la cara plantar indica neuroma de Mor-
ton, p. 706.
Las alteraciones en el antepié, como el
hallux valgus (“juanete”), la metatar-
salgia y el neuroma de Morton son más
F I G U R A 1 6 - 8 9 . Palpación frecuentes en mujeres que llevan
de las cabezas metatarsianas.
zapatos de tacón alto con poco espa-
Amplitud de movimiento y maniobras cio para los dedos.
Flexión del tobillo Gastrocnemio, sóleo, plantar, “Apunte al suelo con el pie”.
(flexión plantar) tibial posterior
Extensión del tobillo Tibial anterior, extensor largo de “Apunte al techo con el pie”.
(dorsiflexión) los dedos y extensor largo del
dedo gordo
Inversión Tibiales posterior y anterior “Gire el talón hacia dentro”.
Eversión Peroneos largo y corto “Gire el talón hacia fuera”.
Maniobras
■ Articulación del tobillo (tibioastragalina). Flexión dorsal y plantar del pie hacia el tobillo. La presencia de dolor durante los
movimientos del tobillo y el pie ayuda
a localizar una posible artritis.
■ Articulación subastragalina (astragalocalcánea). Estabilizar el tobillo con una mano, Una articulación con artritis suele pro-
sujetar el talón con la otra e invertir y evertir el pie mediante giro del talón, primero ducir dolor con los movimientos en
hacia dentro y después hacia fuera (figs. 16-90 y 16-91). cualquier dirección, mientras que un
esguince ligamentoso provoca dolor
cuando se estira el ligamento. Por
ejemplo, es frecuente que el esguince
de tobillo por inversión con flexión
plantar del pie cause dolor, mientras
que la eversión con flexión plantar es
relativamente indolora.
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■ Articulaciones metatarsofalángicas. Desplaza la falange proximal de cada dedo del pie La existencia de dolor indica sinovitis
de arriba hacia abajo. aguda. La inestabilidad se observa en
la sinovitis crónica y en la deformidad
de los dedos en garra.
Técnicas especiales
Medición de la longitud de los miembros inferiores. Para medir La medida de la longitud de la pierna
la longitud de la pierna, coloca al paciente en decúbito supino, relajado y alineado de es la misma en la escoliosis.
forma simétrica, con los miembros inferiores extendidos. Con una cinta métrica, mide la
distancia entre la espina ilíaca anterosuperior y el maléolo interno (fig. 16-94). La cinta
debe cruzar la rodilla por su cara interna.
Las observaciones se pueden describir de varias maneras. Los números entre paréntesis
constituyen registros abreviados de forma correcta.
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160°
Neutral
0°
30°
45°
90°
45°
90° 90°
0°
“Amplitud de movimiento completa en todas las articulaciones de los miembros superiores e inferio-
res. No hay datos de tumefacción o deformidad”.
O
“Amplitud de movimiento completa en todas las articulaciones. Mano con nodos de Heberden Estos hallazgos sugieren artrosis.
en las articulaciones IFD, nódulos de Bouchard en las articulaciones IFP. Dolor leve con flexión,
extensión y rotación de ambas caderas. Amplitud de movimiento completa en las rodillas, con
crepitación moderada; sin derrame, aunque con alargamiento óseo a lo largo de la línea articular
tibiofemoral bilateral. Ambos pies con hallux valgus en las primeras articulaciones MTF”.
O
“Rodilla derecha con derrame moderado y dolor a la palpación sobre el menisco interno a lo largo Estos hallazgos sugieren desgarro
de la línea articular. Laxitud moderada del LCA en la prueba de Lachman; LCP, LCI y LCE intactos, parcial del menisco interno y LCA, posi-
sin signo de cajón posterior o dolor al tacto con tensión de varo o valgo. Tendón rotuliano intacto, blemente por lesiones deportivas o
el paciente es capaz de extender los miembros inferiores. Todas las otras articulaciones con buena
traumatismo, y requieren una pronta
amplitud de movimiento; ninguna otra deformidad o hinchazón”.
evaluación.
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Artrosis Degeneración y pér- Rodillas, caderas, Aditivo; no obstante, Por lo general, de Evolución lenta, con
(enfermedad dida progresiva del manos (articulaciones puede afectar sólo a aparición gradual; el exacerbaciones tem-
degenerativa de cartílago articular por IFD, a veces, proxima- una articulación. factor genético puede porales tras perío-
tensión mecánica, con les), columna cervical constituir > 50% de dos de movimiento
las articulacio-
daño en el hueso sub- y lumbar, así como riesgo de la enferme- excesivo.
nes)12
yacente y formación muñecas (primera dad; las lesiones
de nuevo hueso en los articulación carpome- repetitivas y la obesi-
bordes del cartílago. tacarpiana); de igual dad incrementan el
forma, articulaciones riesgo.
previamente afectadas
o lesionadas.
Artritis gotosa7,91
Gota aguda Reacción inflamatoria Base del dedo gordo Los primeros episo- Repentina, casi siem- Episodios ocasionales
ante los microcristales del pie (primera dios suelen confinarse pre nocturna, por lo y aislados que duran
de urato monosódico. articulación MTF), a una articulación. regular después de días o hasta 2 semanas;
empeine o dorso de lesiones, cirugía, pueden tornarse más
los pies, tobillos, rodi- ayuno o consumo ex- frecuentes e intensos,
llas y codos. cesivo de alimentos o con síntomas persis-
de alcohol. tentes.
Gota tofácea Acumulaciones locales Pies, tobillos, muñe- Aditivo, no tan simé- Desarrollo gradual Síntomas crónicos
crónica múltiples de urato cas, dedos de la mano trica como la artritis de cronicidad con las con exacerbaciones
sódico en las articula- y codos. reumatoide. crisis repetidas. agudas.
ciones y otros tejidos
(tofos), con inflama-
ción o sin ella.
Polimialgia Enfermedad de causa Músculos de la Gradual o súbito, Crónica, pero en
reumática11 poco clara caracterís- cadera, la cintura incluso puede apare- última instancia de
tica en personas mayo- escapular y el cuello; cer por la noche. remisión espontánea.
res de 50 años, sobre simétrica.
todo mujeres; puede
acompañarse de arteri-
tis de células gigantes.
Síndrome de Dolor musculoes- “Puntos dolorosos” Desplazamientos Variable. Crónica con “altas y
fibromialgia90 quelético generalizado múltiples, específicos y imprevisibles bajas”.
y puntos dolorosos. simétricos, con fre- o empeoramiento en
Síndrome de sensibili- cuencia no identifica- respuesta a la inmovi-
dad central al dolor dos hasta la explora- lidad, movimiento
que puede incluir ción; sobre todo en el excesivo o exposición
signos y amplificación cuello, los hombros, al frío.
aberrantes del dolor. las manos, la región
lumbar y las rodillas.
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Síntomas asociados
Eritema, calor y Limitación del Síntomas
Tumefacción dolor Rigidez movimiento generalizados
Tumefacción frecuente del Dolor, de forma usual Notoria, por lo general Frecuente, afectada por Debilidad, fatiga, pérdida
tejido sinovial de las articu- calor, pero rara vez eri- durante 1 h o más por las contracturas de las articu- de peso y febrícula
laciones o de las vainas tema. mañanas, también después laciones relacionadas frecuentes.
tendinosas; además, nódulos de la inactividad. y subluxación, bursitis y
subcutáneos. tendinopatía.
Puede haber un pequeño Posible dolor, y rara Frecuente, pero breve (casi Frecuente. No suele haber.
derrame en las articulacio- vez calor y eritema. siempre 5-10 min), por
nes, sobre todo en las rodi- La inflamación puede la mañana y después de la
llas; también un aumento acompañar a los brotes inactividad.
del tamaño del hueso. de la enfermedad y la
progresión.
Presente dentro y alrededor Dolor, calor y enrojeci- No es evidente. Movimiento limitado, Puede haber fiebre;
de la articulación afectada, miento muy intensos. sobre todo por el dolor. considerar también artritis
por lo general en hombres séptica.
(tienen valores más altos de
urato sérico); con frecuencia
al avanzar la evolución.
Se manifiesta en forma de Puede haber dolor, calor y Presente. Presente. Puede haber fiebre; el
tofos en las articulaciones, eritema durante las exacer- paciente quizá también
bolsas y tejidos subcutáneos; baciones. manifieste síntomas de
revisar las orejas y las super- insuficiencia renal y
ficies extensoras en busca cálculos renales.
de tofos.
Puede observarse tumefac- Por lo general, dolor muscu- Notable, sobre todo por la El dolor restringe el movi- Malestar, depresión, ano-
ción y edema en el dorso lar pero sin calor ni eritema. mañana. miento, sobre todo en los rexia, pérdida de peso y
de las manos, las muñecas hombros. fiebre, pero sin debilidad
y los pies. real.
No se aprecia. Varios “puntos desencade- Presente, sobre todo por Ausente, aunque la rigidez Alteración del sueño, por
nantes” de dolor específi- la mañana, suele confun- es mayor en los extremos lo regular asociada con fa-
cos y simétricos, que casi dirse con padecimientos del movimiento. tiga al despertar; coincide
nunca se detectan hasta inflamatorios. con depresión y otros sín-
la exploración. dromes dolorosos.
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Tendinitis calcificada
La tendinitis calcificada es un proceso degenerativo del tendón asociado con
el depósito de sales de calcio que suele afectar al tendón del supraespinoso.
Se observan episodios agudos e incapacitantes de dolor en el hombro, por lo
general en pacientes mayores de 30 años, casi siempre en mujeres. El brazo
se mantiene pegado a un lado y todos los movimientos están muy limitados
por el dolor. El dolor es máximo en la palpación por debajo de la punta del
acromion. La bolsa subacromial, que cubre el tendón del supraespinoso,
puede inflamarse. También se aprecia dolor crónico, menos intenso.
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Tendinitis bicipital
La inflamación de la cabeza larga del tendón bicipital y de la vaina tendinosa
causa dolor en la cara anterior del hombro; se parece a la tendinitis del
manguito de los rotadores, y a menudo coexiste con ella. Ambos trastornos
pueden involucrar una lesión por pinzamiento. El dolor es máximo en el surco
bicipital. Rota hacia fuera y separa el brazo para diferenciar este dolor del
subacromial por tendinitis del supraespinoso. Con el brazo del paciente
pegado al tórax y el codo flexionado 90°, dile que supine el antebrazo contra
resistencia. Si aumenta el dolor en el surco bicipital, se confirma el trastorno.
También es característico el dolor durante la flexión hacia delante del
hombro con resistencia con el codo extendido.
Artritis acromioclavicular
La artritis acromioclavicular es poco habitual y suele obedecer a una lesión
directa de la cintura escapular, con las alteraciones degenerativas subsi-
guientes. El dolor se localiza sobre la articulación acromioclavicular. Los pacien-
tes refieren dolor al mover la escápula y en la abducción del brazo.
Húmero
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Nódulos reumatoideos
Pueden aparecer a lo largo de los puntos de apoyo de la cara extensora del cúbito en
pacientes con artritis reumatoide o con fiebre reumática aguda. Son duros e indoloros
y no se adhieren a la piel suprayacente, pero pueden adherirse al periostio subyacente.
Es posible que surjan en la zona de la bolsa del olécranon, aunque por lo general lo
hacen en un lugar más distal.
Epicondilitis
La epicondilitis lateral o externa (“codo de tenista”) se observa después de la extensión
repetida de la muñeca o de la pronosupinación del antebrazo. Se observa dolor
espontáneo y a la palpación, 1 cm distal al epicóndilo lateral y quizás en los músculos
extensores próximos. Cuando el paciente trata de extender la muñeca contra
resistencia, el dolor aumenta.
La epicondilitis medial o interna (“codo de lanzador de béisbol”, “de las ligas menores”
o “de golfista”) se produce después de la flexión repetida de la muñeca, por ejemplo,
durante lanzamientos. El dolor máximo se presenta lateral y distal al epicóndilo
interno (epitróclea). La flexión de la muñeca contra la resistencia aumenta el dolor.
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Cordón
Atrofia tenar
La atrofia tenar hace pensar en un trastorno del nervio mediano, como el síndrome del túnel carpiano
(p. 664). La atrofia hipotenar indica un trastorno del nervio cubital.
Eminencia
hipotenar
normal
Eminencia
tenar
aplanada
Ganglión
Los gangliones son tumefacciones quísticas, redondeadas y por lo general indoloras, situadas a lo largo
de las vainas tendinosas o cápsulas articulares, más frecuentes en el dorso de la muñeca. El quiste
contiene líquido sinovial que procede de la erosión o rotura de la cápsula articular o vaina tendinosa
y que queda atrapado en la cavidad quística. La flexión de la muñeca hace que los gangliones
parezcan más grandes; la extensión tiende a ocultarlos. Los gangliones también pueden aparecer en
las manos, las muñecas, los tobillos y los pies. Pueden desaparecer de manera espontánea.
Tumefacción
quística
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Dedo colocado
en ligera flexión
Dolor y
tumefacción
Herida Panadizo
punzante
Una lesión en la yema del dedo puede introducir una infección en los espacios
aponeuróticos sellados que la circundan, casi siempre por Staphylococcus aureus. Son
característicos el dolor intenso y localizado a la palpación, la tumefacción y el eritema
violáceo. El diagnóstico temprano y el tratamiento inmediato, por lo regular incisión
Tumefacto, y drenado, son importantes para evitar la formación de abscesos. En caso de haber
doloroso, vesículas, hay que considerar la posibilidad de un panadizo herpético, que suele
de color observarse en los profesionales de la atención de la salud expuestos al virus del herpes
violáceo
simple de la saliva humana.
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Caliente, rojo,
doloroso y tumefacto
Pies planos
El borde interno Los signos de los pies planos se pueden ver cuando el paciente se pone de pie, pero también pueden
se torna convexo volverse permanentes. El arco longitudinal se aplana, de modo que la planta se aproxima al suelo
o lo toca. La concavidad normal de la cara interna del pie se torna convexa. El dolor a la palpación
puede presentarse desde la parte baja del maléolo interno hasta la cara plantar interna del pie.
A veces se produce tumefacción delante de los maléolos. El pie plano puede ser una variante
normal o deberse a una disfunción del tendón tibial posterior, lo cual puede ocurrir en la obesidad,
la diabetes y por una lesión previa del pie. Inspecciona si los zapatos muestran desgaste excesivo
La planta del pie toca el suelo por la cara interna de las suelas y de los tacones.
Neuroma de Morton
Busca si hay dolor a la palpación en la superficie plantar, entre la tercera y la cuarta cabezas
metatarsianas, debido a fibrosis perineural del nervio digital común por irritación nerviosa
Neuroma repetitiva (no es un neuroma real). Determina si hay irradiación del dolor a los dedos del pie
de Morton cuando se presiona entre los espacios plantares y se exprimen los metatarsos con la otra mano.
Los síntomas son hiperestesia, entumecimiento, hormigueo, dolor y sensación quemante de las
cabezas metatarsianas de los dedos tercero y cuarto.
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Tejido de
granulación
Flexionado
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17
C A P Í T U L O
Sistema nervioso
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para reforzar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Bates. Guía visual para la exploración física (vols. 17 y 18, Sistema nervioso)
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
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Este capítulo se centra en la evaluación de los pares o nervios craneales, el sistema motor
(con todos sus componentes), el sistema sensitivo y los reflejos. La compleja anatomía
y fisiología del sistema nervioso hacen su exploración y evaluación especialmente desa-
fiantes, pero alcanzables con la práctica y la dedicación. Para muchos de los sistemas
corporales, la anamnesis proporciona las pistas esenciales para el diagnóstico. Aunque esto
también es cierto para el sistema nervioso, la exploración neurológica te permite evaluar
todos los niveles de la función del sistema nervioso hasta un grado que es único.
Lóbulo occipital
Diencéfalo
Hipófisis
Mesencéfalo
Tronco Cerebelo
del Puente
encéfalo Bulbo raquídeo
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La evaluación del sistema nervioso comienza desde que se conoce al paciente y continúa Véase el capítulo 5, Conducta y estado
a través de la anamnesis. Si sospechas que el estado mental del paciente es anómalo, pro- mental, pp. 147-171, con el fin de
cede directamente con las pruebas del estado mental descritas en el capítulo 5. Si existe conocer las técnicas para realizar la
una alteración significativa, por ejemplo, desorientación en persona o lugar, la anamnesis exploración del estado mental.
puede no ser confiable, de modo que necesitarás de otros observadores para obtener
información crucial.
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Anatomía y fisiología
Sistema nervioso central
Encéfalo. El encéfalo tiene cuatro regiones: el cerebro, el diencéfalo, el tronco
encefálico y el cerebelo. Cada hemisferio cerebral se subdivide en los lóbulos frontal,
parietal, temporal y occipital.
El sistema nervioso central (SNC) del encéfalo tiene una vasta red de células nerviosas inter-
conectadas, o neuronas, que se componen de cuerpos celulares y axones, fibras largas e
individuales que conducen los impulsos eléctricos hacia otras partes del sistema nervioso.
El tejido encefálico puede ser gris o blanco. La sustancia gris consta de agregados de los
cuerpos neuronales; contornea la superficie de los hemisferios cerebrales, creando la
corteza cerebral. La sustancia blanca se compone de axones neuronales cubiertos de mie-
lina. Las vainas de mielina, que dan el color blanco, permiten a los impulsos nerviosos
viajar con mayor rapidez.
En la profundidad del encéfalo existen otros acúmulos de sustancia gris (fig. 17-2), los
cuales incluyen a los ganglios basales, que influyen en el movimiento, y el tálamo y el
hipotálamo, estructuras localizadas en el diencéfalo. El tálamo procesa los impulsos sen-
sitivos y actúa como estación de relevo en su camino hasta la corteza cerebral. El hipotá-
lamo mantiene la homeostasis y regula la temperatura, la frecuencia cardíaca y la presión
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
arterial. Además, influye sobre el sistema endocrino y gobierna las conductas emociona-
les, como la ira y el estímulo sexual. Las hormonas secretadas en el hipotálamo actúan
directo en la hipófisis.
La cápsula interna es una estructura formada de sustancia blanca donde convergen fibras
mielínicas de todas las partes de la corteza cerebral que descienden hacia el tronco del
encéfalo. Este último, que comunica la parte superior del encéfalo con la médula espinal,
posee tres divisiones: el mesencéfalo, el puente y el bulbo raquídeo.
L5
Sistema nervioso periférico S1
S2
El sistema nervioso periférico (SNP) está conformado tanto por los ner- S3
vios craneales como por los nervios periféricos que envían proyecciones al Raíz nerviosa S1 S4
corazón, las vísceras, la piel y los miembros. Controla el sistema nervioso S5
somático, que regula los movimientos musculares y la respuesta a las sen-
saciones de tacto y dolor, y el sistema nervioso autónomo, que se conecta con
los órganos internos y genera respuestas reflejas autónomas. El sistema
nervioso autónomo consta del sistema nervioso simpático, que “movi-
liza órganos y sus funciones durante el estrés y la activación, y el sistema
nervioso parasimpático, que conserva energía y recursos durante el reposo y F I G U R A 1 7 - 3 . Vista lateral de la médula
la relajación”.5 espinal.
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Hipófisis
Diencéfalo NC I olfatorio
NC II nervio óptico
NC II tracto óptico Mesencéfalo
NC III oculomotor
Puente
NC IV troclear
NC V trigémino
Bulbo
NC VI abducens raquídeo
NC VII facial NC IX glosofaríngeo
NC VIII
vestibulococlear
NC X vago
Cerebelo
NC XI accesorio
NC XII hipogloso
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Nervios craneales
III III
VI III
III IV
III Motor ocular Constricción pupilar, apertura del ojo y casi todos los movimientos extraoculares.
común
IV Troclear Movimiento del ojo hacia abajo y hacia dentro.
V Trigémino Motora: músculos temporal y masetero (cierre maxilar), pterigoideos laterales (movimiento lateral de mandíbula).
Músculo temporal
Músculo masetero
Sensitiva: facial. El nervio tiene tres ramos: (1) oftálmico, (2) maxilar y (3) mandibular.
(1)
C2
(2)
(3)
Músculo
esternocleidomastoideo
Músculo
trapecio
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Como el encéfalo, la médula espinal contiene sustancia gris y blanca (fig. 17-5). La sus-
tancia gris consiste en agregados de núcleos y dendritas neuronales que están rodeados de
tractos blancos de fibras nerviosas que comunican el encéfalo con el SNP. Observa el
aspecto en mariposa de los núcleos de la sustancia gris y sus astas anteriores y posteriores.
Asta posterior
Raíz posterior
Ganglio raquídeo
(de la raíz posterior)
Fibra
sensitiva
aferente
Fibra motora
eferente
Asta anterior
Célula del Raíz anterior
asta anterior
Músculo
Vías motoras
Las vías motoras son rutas complejas que se extienden desde las motoneuronas superio-
res hasta hacer sinapsis con las motoneuronas inferiores a través de largos tractos de
materia blanca, y continúan hacia la periferia mediante estructuras nerviosas periféricas.
Las motoneuronas superiores, o los somas neuronales, se encuentran en la franja motora
de la corteza cerebral y en diversos núcleos del tronco del encéfalo; sus axones hacen
sinapsis con los núcleos motores del tronco del encéfalo (para los NC) y en la
médula espinal (para los nervios periféricos). Las motoneuronas inferiores tienen sus
somas en la médula espinal y se denominan células del asta anterior; sus axones trans-
miten impulsos a través de las raíces anteriores y los nervios raquídeos hacia los nervios
periféricos, terminando en la unión neuromuscular.
Tres tipos de vías motoras llegan a las células del asta anterior: el tracto corticoespinal, el
sistema de los ganglios basales y el sistema cerebeloso. Existen otras vías procedentes
del tronco del encéfalo que median en el tono flexor y extensor, así como en los movimien-
tos y las posturas de los miembros, sobre todo en el coma (véase la tabla 17-14, p. 793).
(continúa)
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
descenso y establecen sinapsis con las células del asta anterior o con neuronas intermedias.
Los conductos que hacen sinapsis en el tronco del encéfalo con los núcleos motores de los
NC se denominan corticobulbares.
● Sistema de los ganglios basales. Este sistema tan complejo contiene vías motoras entre la
corteza cerebral, los ganglios basales, el tronco del encéfalo y la médula espinal. Ayuda
a mantener el tono muscular y a controlar los movimientos corporales, en particular los
movimientos automáticos gruesos, como caminar.
● Sistema cerebeloso. El cerebelo recibe información sensitiva y motora, y coordina la activi-
dad motora, mantiene el equilibrio y ayuda a controlar la postura.
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La enfermedad de los ganglios basales o del sistema cerebeloso no produce parálisis, pero
puede causar discapacidad. El daño del sistema de los ganglios basales modifica el tono
muscular (casi siempre lo aumenta), altera la postura y la marcha, retrasa o anula
los movimientos espontáneos y automáticos (bradicinesia) y genera movimientos invo-
luntarios. La lesión cerebelosa altera la coordinación, la marcha y el equilibrio, y dismi-
nuye el tono muscular.
Vías sensitivas
En el sistema de la columna posterior, las proyecciones periféricas de las fibras grandes Los pacientes diabéticos con neuropa-
de los ganglios de la raíz dorsal transmiten las sensaciones de vibración, propiocepción, tía de fibras pequeñas refieren dolor
cinestesia, presión y tacto fino desde la piel y los receptores de las articulaciones hasta los intenso, urente o fulgurante, mientras
ganglios de la raíz dorsal, donde viajan a través de proyecciones centrales hasta neuronas que aquellos con neuropatía de
sensitivas de segundo orden del bulbo raquídeo. Las fibras cuyas proyecciones proce- fibras grandes experimentan entu-
den de neuronas secundarias cruzan al lado opuesto al nivel medular y continúan hasta mecimiento y hormigueo o incluso
el tálamo. ausencia total de sensibilidad.7,8
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En el tálamo se detecta la cualidad general de la sensación (p. ej., dolor, frío, agradable,
desagradable, etc.), pero no se establece una distinción fina. Para una percepción com-
pleta, un tercer grupo de neuronas sensitivas envía los impulsos del tálamo hasta la
corteza sensitiva del cerebro. Aquí se localizan los estímulos y se realiza una discrimina-
ción de orden superior.
Las lesiones en distintos puntos de las vías sensitivas producen diferentes tipos de Véase la tabla17-1, “Trastornos de los
pérdida de la sensibilidad. Los patrones de esta pérdida, junto con los signos motores sistemas nerviosos central y perifé-
asociados, ayudan a reconocer la posible lesión causal. Una lesión de la corteza sensitiva rico”, pp. 774-775.
puede no alterar, por ejemplo, la percepción del dolor, el tacto y la posición, pero sí
la discriminación más fina. Una persona afectada por esta lesión no sabría reconocer el
tamaño, la forma o la textura de un objeto mediante el tacto y, en consecuencia, no podría
identificarlo. La pérdida del sentido postural y vibratorio con conservación del resto de la
sensibilidad hace pensar en una enfermedad de las columnas posteriores, mientras que
la pérdida de toda la sensación desde la cintura hacia abajo, con parálisis e hiperreflexia
en los miembros inferiores, indica una sección medular transversal. El tacto, grueso y
ligero, suele conservarse a pesar de una lesión parcial de la médula espinal, porque
los impulsos que se originan en un lado del cuerpo viajan por ambos lados de la médula.
Dermatomas. Un dermatoma es la franja cutánea inervada por la raíz sensitiva de Véase el “mapa” de los dermatomas en
un nervio raquídeo individual. El conocimiento y la exploración de los dermatomas las pp. 756 y 757.
ayudan a localizar una lesión en un segmento medular específico.
Debido a que cada reflejo de estiramiento muscular afecta a segmentos medulares con-
cretos, junto con sus fibras sensitivas y motoras, un reflejo anómalo puede ayudarte a
localizar una lesión patológica. Aprende los niveles segmentarios de los reflejos de
estiramiento muscular. Son fáciles de recordar por su secuencia numérica en orden
ascendente desde el tobillo hasta el tríceps: S1, L2-L4, C5-C6, C6-C7.
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Los reflejos pueden desencadenarse estimulando la piel, además del músculo. Si se roza la
piel del abdomen, por ejemplo, ocurre una fasciculación muscular localizada. Los reflejos
superficiales (cutáneos) y sus correspondientes segmentos medulares son los siguientes:
Anamnesis
● Cefalea
● Mareos o vértigo
● Debilidad (generalizada, proximal o distal)
● Entumecimiento, sensibilidad anómala o ausente
● Pérdida transitoria del conocimiento (casi síncope y síncope)
● Crisis convulsivas
● Temblores y movimientos involuntarios
La cefalea y los mareos son dos de los síntomas más frecuentes de los trastornos neuroló- Véase la tabla 7-1, “Cefaleas prima-
gicos. Revisa la exposición de estos síntomas en el capítulo 7, Cabeza y cuello, pp. 215-302. rias”, p. 267, y la tabla 7-2, “Cefaleas
secundarias y neuralgias craneales”,
pp. 268-269.
Cefalea. El dolor de cabeza tiene muchas causas, que van desde benignas a
potencialmente mortales, y siempre justifica una evaluación cuidadosa. Las cefaleas
debidas a causas neurológicas, como hemorragia subaracnoidea, meningitis u Las cefaleas primarias incluyen la
migraña y las cefaleas tensional, en
otras lesiones masivas, son especialmente ominosas. Un médico prudente busca los
racimos y trigeminal autonómica; las
síntomas de la cefalea prestando atención a los antecedentes y a una exploración
cefaleas secundarias surgen de causas
neurológica meticulosa. estructurales, sistémicas o infecciosas
subyacentes y pueden ser potencial-
mente mortales.9
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Evalúa siempre la intensidad de la cefalea, su localización, duración y cualquier sín- La hemorragia subaracnoidea se des-
toma asociado, como visión doble, cambios en la vista y debilidad o pérdida de la cribe de forma usual como “el peor
sensibilidad. ¿La cefalea se agudiza con la tos, los estornudos o los movimientos repen- dolor de cabeza de mi vida” con un ini-
tinos de la cabeza, que pueden elevar la presión intracraneal?, ¿se observa fiebre, rigi- cio súbito.11-13 La cefalea intensa y la
dez de cuello o un foco parameníngeo, como infección del oído, el seno o la garganta, rigidez de cuello son características de
que indiquen meningitis?10 la meningitis.14-16 La cefalea sorda que
aumenta con la tos y los estornudos,
sobre todo en la misma ubicación, se
observa en los tumores y los abscesos
cerebrales.17,18
Una presentación atípica de la migraña habitual del paciente puede ser indicativa La migraña con frecuencia va prece-
de ictus, sobre todo en mujeres que utilizan anticonceptivos hormonales.19-22 dida de un aura o pródromo, y es muy
probable si aparecen tres de las cinco
características POUND: Pulsátil o pal-
pitante; de 1 día de duración, o de
4-72 h si no se trata (One day dura-
tion); Unilateral; Náuseas o vómitos;
incapacitante o que impide la activi-
dad diaria (Disabling).22,23
Busca siempre signos inusuales de cefalea, como inicio repentino, comienzo después Véase el recuadro “Signos precauto-
de los 50 años de edad y síntomas asociados tales como fiebre y rigidez de cuello. rios de las cefaleas”, p. 216, en el capí-
Explora en busca de papiledema o signos neurológicos focales.10 tulo 7.
Mareos o vértigo. Como ya se explicó en el capítulo 7, los mareos y el Sentirse aturdido, con debilidad en
aturdimiento son síntomas frecuentes, algo vagos, que motivan una anamnesis más los miembros inferiores o a punto de
específica y una exploración neurológica centrada en la presencia de nistagmo y signos desmayarse, son indicios de presín-
de foco neurológico. Sobre todo en los pacientes ancianos, asegúrate de preguntar por cope debido a arritmia, hipotensión
la medicación. ortostática, estimulación vasovagal o
efectos secundarios de medicamentos
para la presión arterial y otros. Véase
la tabla 17-3, “Síncope y trastornos
similares”, pp. 778-779.
¿El paciente tiene la sensación de que va a desmayarse o de que está a punto de caer El vértigo a menudo es el reflejo de
o perder el conocimiento (presíncope)?, o ¿se siente inestable y sin equilibrio (desequili- una enfermedad vestibular, por lo
brio o ataxia)?, ¿constata vértigo real, con sensación de estar girando o de que lo haga el general de causas periféricas en el
entorno? Si se trata de vértigo real, establece el curso evolutivo de los síntomas, lo cual oído interno, como vértigo postural
será de ayuda para diferenciar los tipos de trastornos vestibulares periféricos. benigno, laberintitis y síndrome de
Ménière.24
Para diferenciar entre los síntomas
y el curso evolutivo de los mareos y
el vértigo, véase la tabla 7-4, “Mareo y
vértigo”, p. 271.
En caso de síntomas o signos localizados, como visión doble (diplopia), dificultades para La ataxia, la diplopia y la disartria son
formar palabras (disartria) o problemas relacionados con la marcha o el equilibrio (ata- indicativas de AIT vertebrobasilar o
xia), busca causas centrales del vértigo. ictus.25-30 También considera un tumor
de la fosa posterior y migraña
vertebrobasilar con aura.
Véanse los tipos de ictus en la
tabla 17-2, pp. 776-777.
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Debilidad. La debilidad es otro síntoma frecuente con muchas causas y que exige El inicio repentino de los déficits
investigaciones meticulosas. Es importante esclarecer a qué se refiere el paciente: fatiga, motores y sensitivos tiene lugar en el
apatía, somnolencia o pérdida real de la fuerza. En la debilidad motora real, la causa AIT y el ictus.25-30 El inicio subagudo
puede implicar al SNC, un nervio periférico, la unión neuromuscular o un músculo. El progresivo de la debilidad distal de los
curso evolutivo y la localización son especialmente importantes. ¿El inicio es repentino, miembros inferiores indica síndrome
gradual, subagudo o crónico, durante un largo período? de Guillain-Barré.31 En los tumores
primarios y metastásicos de la médula
espinal se produce debilidad en los
miembros inferiores de inicio crónico,
más gradual.
¿Qué áreas del cuerpo se hallan afectadas?, ¿se trata de una debilidad generalizada o La debilidad focal o asimétrica tiene cau-
delimitada a la cara o un miembro?, ¿intervienen ambos lados del cuerpo o sólo uno?, sas tanto centrales (lesiones isquémicas,
¿qué movimientos se ven afectados? Mientras escuchas la historia del paciente, identi- trombóticas o tumorales) como periféri-
fica los siguientes patrones: cas que van de la lesión nerviosa a tras-
tornos de la unión neuromuscular,
pasando por las miopatías.
■ Proximal. En el hombro o la cintura pélvica, por ejemplo. La debilidad proximal de los miem-
bros, por lo general simétrica y sin pér-
■ Distal. En las manos o los pies. dida de la sensibilidad, es característica
de las miopatías causadas por con-
■ Simétrica. En las mismas áreas en ambos lados del cuerpo. sumo de alcohol, medicamentos como
glucocorticoides y trastornos muscula-
res inflamatorios como la polimiositis y
■ Asimétrica. Estos tipos de debilidad incluyen la focal, en una parte de la cara o extre-
la dermatomiositis. En la miastenia
midad; la monoparesia, en una extremidad; la paraparesia, en ambas extremidades;
grave, un trastorno de la unión neuro-
y la hemiparesia, en un lado del cuerpo. muscular, es habitual observar debili-
dad asimétrica en general proximal
que empeora con el esfuerzo (fatigabi-
lidad), a menudo asociada con sínto-
mas bulbares como diplopia, ptosis,
disartria y disfagia.32,33
Para identificar la debilidad proximal, pregunta sobre la existencia de dificultades
con movimientos tales como peinarse, alcanzar un estante, mover una silla o subir un
escalón alto. ¿La debilidad empeora con la repetición y mejora con el reposo? (esto
sugiere miastenia grave). ¿Hay síntomas sensitivos o de otro tipo asociados?
Para identificar la debilidad distal, pregunta sobre la fuerza de la mano para abrir un frasco La debilidad bilateral en su mayoría
o al utilizar unas tijeras o un destornillador, o por problemas tales como tropezar al distal, a menudo con pérdida senso-
momento de caminar. rial, indica una polineuropatía, como
en la diabetes.
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En las disestesias, el tacto superficial o un pinchazo, por ejemplo, pueden causar una El dolor urente es característico de las
sensación de quemazón o irritante. neuropatías sensitivas causadas por
enfermedades como la diabetes.34,35
Establece el tipo de pérdida sensitiva. ¿Tiene una distribución en guante y calcetín?, ¿los En las polineuropatías se observa un
déficits sensitivos son aislados, no dermatómicos y aparecen en más de un miembro? patrón de pérdida de la sensibilidad
en calcetín y después en guante,
sobre todo en la diabetes; la presencia
de múltiples áreas aisladas con pér-
dida de la sensibilidad en distintos
miembros indica mononeuritis múlti-
ple, observada en la diabetes y la
artritis reumatoide.
Pérdida transitoria del conocimiento (casi síncope y Véase la tabla 17-3, “Síncope y trastor-
síncope). Cuando el paciente refiere desmayos o “pérdida del conocimiento” nos similares”, pp. 778-779.
frecuentes, está justificada una anamnesis meticulosa para orientar el tratamiento y
evaluar si es necesario el ingreso hospitalario.36 Empieza descubriendo si el paciente Las causas incluyen convulsiones,
realmente pierde el conocimiento. ¿Oyó algún ruido externo o voces durante el enfermedades “neurocardiogénicas”
episodio, se sintió mareado o débil, pero en realidad no llegó a desmayarse, lo que es como el síncope vasovagal, el sín-
indicativo de casi síncope o presíncope? o ¿experimentó una pérdida total del conocimiento, drome de taquicardia postural,
un síntoma más grave que representa un síncope real, que se define como la el síncope del seno carotídeo y la hipo-
pérdida repentina pero temporal del conocimiento y el tono postural debido tensión ortostática, así como las car-
a hipoperfusión global transitoria del cerebro? diopatías que causan arritmias, sobre
todo la taquicardia ventricular y las
bradiarritmias.37 El ictus y la hemorragia
subaracnoidea son causas improba-
bles de síncope a menos que ambos
hemisferios estén afectados.
Obtén una descripción completa del acontecimiento. ¿Qué estaba haciendo el paciente En el síncope vasovagal, la causa más
cuando sucedió?, ¿estaba de pie, sentado o tumbado?, ¿observó algún síntoma desenca- frecuente de síncope, averigua si exis-
denante o indicativo?, ¿cuánto duró el episodio?, ¿seguían oyéndose voces? Y lo que es ten pródromos de náuseas, diaforesis y
más importante: ¿el inicio y el final del episodio fueron lentos o rápidos?, ¿notó palpi- palidez desencadenados por un acon-
taciones?, ¿hay antecedentes de cardiopatía, lo cual tiene una sensibilidad y una espe- tecimiento aterrador o desagradable,
cificidad para una causa cardíaca de más del 95% (con una especificidad de ∼ 45%)?36 y después hipotensión vagal, a
menudo de inicio y finalización lentos.
En el síncope debido a arritmias, el ini-
cio y la finalización suelen ser repen-
tinos, lo que refleja la pérdida y la
recuperación de la perfusión cerebral.
Trata de entrevistar a algún testigo. Considera la posibilidad de una convulsión basán-
dote en las características descritas en la siguiente sección, sobre todo si el inicio fue
abrupto y sin síntomas de advertencia.
Crisis convulsivas. Los pacientes pueden referir “lipotimias” o desmayos Véase la tabla 17-4, “Trastornos epilép-
que hacen pensar en una convulsión, una descarga eléctrica excesiva y repentina desde ticos”, pp. 780-781.
las neuronas corticales. Las convulsiones pueden ser sintomáticas, con una causa
identificable, o idiopáticas. Es importante realizar una anamnesis meticulosa para descartar
otras causas de la pérdida del conocimiento y las convulsiones sintomáticas agudas que
tienen explicaciones perceptibles.
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Si hay más de una convulsión, considera la epilepsia, definida como dos o más convulsio- Las causas habituales de convulsiones
nes que no son provocadas por otras enfermedades o circunstancias.38,39 La incidencia de sintomáticas agudas incluyen: trauma-
epilepsia en los Estados Unidos es del 3%; en más del 60-70% de los pacientes afectados tismo craneoencefálico; consumo de
no se identifica ninguna causa. alcohol, cocaína y otras drogas; absti-
nencia de alcohol, benzodiazepinas y
barbitúricos; lesiones metabólicas por
concentración reducida o elevada de
glucosa, calcio o sodio; ictus agudo,
y meningitis o encefalitis.40
La epilepsia no siempre implica la pérdida del conocimiento, depende del tipo. Por lo La actividad motora tonicoclónica, la
general se clasifica como generalizada o parcial, en función del lugar de la corteza donde incontinencia urinaria o intestinal y
se inicia la actividad epiléptica. Si es posible, pregunta a un testigo qué aspecto tenía el el estado postictal son característicos
paciente antes, durante y después del episodio. ¿Se observó algún movimiento de tipo de las convulsiones generalizadas. A
convulsivo en brazos o piernas?, ¿presentó incontinencia urinaria o intestinal? Después diferencia de lo que ocurre con el sín-
del acontecimiento, ¿el paciente sintió somnolencia o alteración de la memoria, indicati- cope, pueden observarse heridas por
vos del estado posconvulsión? mordedura de la lengua o equimosis
de los miembros.
La epilepsia es más frecuente en lactan-
tes y adultos mayores. La exploración
neurológica inicial suele ser normal.
Indaga acerca de la edad de comienzo, la frecuencia, los cambios en la frecuencia o Los síndromes de epilepsia generali-
el patrón sintomático y el consumo de medicamentos, alcohol o drogas ilegales. Com- zada por lo regular empiezan en
prueba si hay antecedentes de traumatismo craneoencefálico. la infancia o la adolescencia; las con-
vulsiones en los adultos suelen ser
parciales.
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Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
Prevención de los ictus y los ataques isquémicos transitorios. El Véase la tabla 17-2, “Tipos de ictus”,
ictus es un déficit neurológico repentino producido por isquemia (87%) o hemorragia pp. 776-777.
(13%) cerebrovasculares. Los ictus hemorrágicos pueden ser intracerebrales (10% de todos
los ictus) o subaracnoideos (3% de todos los ictus). El ictus es la cuarta causa principal
de muerte en los Estados Unidos y es una de las principales causas de discapacidad a
largo plazo.47
La American Heart Association (AHA) y la American Stroke Association (ASA) han esta-
blecido definiciones basadas en la histología para el ictus isquémico y el ataque isquémico
transitorio (AIT) que tienen implicaciones importantes en la evaluación y la prevención
de los ictus.48 Estas definiciones alientan el diagnóstico precoz por neuroimagen des-
pués de un AIT y la estratificación del riesgo de un ictus subsecuente.
■ El ictus isquémico es “un infarto del tejido del SNC” que puede ser sintomático. Los
“ictus isquémicos sintomáticos se manifiestan por signos clínicos de disfunción cere-
bral, medular o retiniana focalizada o generalizada causada por un infarto del SNC.
Un ictus silencioso se documenta como un infarto del SNC que fue asintomático”.
■ El AIT se define como “un episodio transitorio de disfunción neurológica causado por El informe de la AHA/ASA menciona el
isquemia cerebral, medular o retiniana focalizada sin infarto agudo”. Las directrices sistema de puntuación ABCD2, ya vali-
de la AHA/ASA recomiendan establecer un diagnóstico neurológico mediante técni- dado para el pronóstico de los ictus
cas de diagnóstico por imagen dentro de las 24 h del inicio de los síntomas, y pruebas isquémicos dentro de 2, 7 y 90 días
por imagen no invasivas sistemáticas de los vasos carotídeos e intracraneales. después de un AIT: edad ≥ 60 años,
presión arterial inicial ≥ 140/90 mm Hg,
rasgos clínicos de debilidad focal o
alteración del lenguaje sin debilidad
focal, duración de 10-59 min o
≥ 60 min y diabetes.48
Los AIT constituyen un factor de riesgo importante de sufrir un ictus, el cual se produce
en el 3-10% de los pacientes dentro de 2 días y en el 9-17%, dentro de 90 días.47 El riesgo
de ictus a corto plazo es mayor en aquellos sujetos mayores de 60 años, con diabetes,
síntomas focales de debilidad o alteración del lenguaje y cuando el AIT dura más de
10 min. Un estudio basado en la población encontró un riesgo combinado de AIT
recidivante/ictus/muerte del 25% dentro de los 3 meses siguientes a un AIT.50
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Ictus de un vistazo
● Aunque las mujeres más jóvenes y de edad media tienen tasas de incidencia específicas Véanse las directrices de 2011 de la
para la edad más bajas que aquellas de los hombres, estos valores aumentan con la edad, AHA/ASA para evitar la enfermedad
de manera que las mujeres, que en promedio viven más que los hombres, tiene un riesgo cardiovascular en mujeres, centradas
global más alto de ictus en su tiempo de vida. Los factores de riesgo para las mujeres inclu- en el mayor riesgo de ictus a mitad de
yen enfermedad autoinmunitaria del tejido conectivo y antecedentes de preeclampsia, la vida y la mortalidad por cardiopatía
diabetes gestacional e hipertensión inducida por el embarazo.
coronaria, en el capítulo 9, Sistema
cardiovascular, pp. 362-363.52
● Se estima que la prevalencia del ictus asintomático varía del 6 al 28%, aumentando con
la edad.
● Los individuos que han sufrido un AIT tienen una mortalidad al cabo de 1 año de ∼ 12%; el
riesgo de ictus a 10 años y la mortalidad debida a enfermedad cardiovascular oscilan entre
el 19 y el 43%, respectivamente.
● Sólo el 51% de la población de los Estados Unidos está consciente de los cinco signos indica-
tivos de ictus (véase abajo) y llamaría al número de emergencias si creyera que alguien está
sufriendo uno.
● Los resultados del ictus mejoran de manera notable si se aplica un tratamiento trombolítico
en las primeras 3-4.5 h desde el inicio de los síntomas; sin embargo, sólo una minoría de
aquellos pacientes que sufren un ictus llegan a una sala de urgencias dentro de este inter-
valo de tiempo.
Fuente: Mozaffarian D, Benjamin EJ, Go AS, et al. Heart disease and stroke statistics—2015 update: a
report from the American Heart Association. Circulation. 2015;131:e29; Bushnell C, McCullough LD,
Awad IA, et al. Guidelines for the prevention of stroke in women: a statement for healthcare profes-
sionals from the American Heart Association/American Stroke Association. Stroke. 2014;45:1545;
Jauch EC, Saver JL, Adams HP, Jr., et al. Guidelines for the early management of patients with acute
ischemic stroke: a guideline for healthcare professionals from the American Heart Association/Ame-
rican Stroke Association. Stroke. 2013;44:870.
Los síntomas y signos de ictus dependen del territorio vascular afectado del cerebro. La causa Véase la tabla 17-2, “Tipos de ictus”,
más frecuente de síntomas isquémicos es la oclusión de la arteria cerebral media, que pp. 776-777.
produce defectos campimétricos visuales así como hemiparesia y déficits sensitivos del
lado contralateral. La obstrucción de la arteria cerebral media del hemisferio izquierdo Véase el capítulo 5, p. 160, y la tabla
suele producir afasia, y la del hemisferio derecho, negligencia o inatención hacia el 17-6 , “Trastornos del habla”, p. 784,
lado opuesto del cuerpo, dependiendo de si el paciente es diestro o zurdo. para saber más sobre la afasia.
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● Debilidad de la cara. ¿Un lado de la cara está débil o entumecido?53 Tras pedir a la persona
que sonría, ¿la sonrisa de la persona es desigual?
● Debilidad de un brazo. ¿Un brazo está débil o entumecido? Tras pedir a la persona que
levante ambos brazos, ¿un brazo se queda abajo?
● Dificultad para hablar. ¿El habla es arrastrada?, ¿la persona no puede hablar o le cuesta
trabajo entender? Tras pedir a la persona que repita una frase sencilla como: “El cielo es
azul”, ¿la frase fue repetida de forma correcta?
● Tiempo de llamar al número de emergencias. Si alguien muestra cualquiera de estos
síntomas, incluso si los síntomas desaparecen, llama al número de emergencias y haz que
la persona vaya al hospital de inmediato. Revisa la hora de manera que sepas cuándo apa-
recieron los primeros síntomas.
Otros síntomas importantes:
● Entumecimiento o debilidad repentinos de la cara, el brazo o la pierna
● Confusión repentina, problemas para hablar o comprender
● Problemas visuales repentinos en uno o en ambos ojos
● Problemas repentinos para caminar, mareo o pérdida del equilibrio o de la coordinación
● Cefalea intensa y repentina sin causa conocida
Factores de riesgo de ictus: prevención primaria. Después de constatar Para ver la información relativa a las
en 2010 que el ictus y la cardiopatía coronaria comparten factores de riesgo cardio- nuevas y más agresivas recomenda-
vascular frecuentes y potencialmente mortales, el programa Healthy People 2020 y la ciones para la detección cardiovascu-
AHA presentaron un nuevo concepto de “salud cardiovascular” que engloba siete con- lar, así como una tabla sobre
ductas saludables y factores de salud, así como un nuevo conjunto de objetivos clave conductas cardiovasculares saluda-
combinados para la próxima década: bles y factores relacionados con la
salud, véase el capítulo 9, Sistema car-
Hacia el año 2020, mejorar la salud cardiovascular de todos los estadounidenses en un 20%, diovascular, pp. 363-364.
al tiempo que se reduce la mortalidad por enfermedad cardiovascular e ictus en un 20%.54
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(continúa)
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Fuente: Meschia JF, Bushnell C, Boden-Albala B, et al. Guidelines for the primary prevention of
stroke: a statement for healthcare professionals from the American Heart Association/American
Stroke Association. Stroke. 2014;45:3754; Mozaffarian D, Benjamin EJ, Go AS, et al. Heart disease
and stroke statistics—2015 update: a report from the American Heart Association. Circulation.
2015;131:e29; Bushnell C, McCullough LD, Awad IA, et al. Guidelines for the prevention of stroke in
women: a statement for healthcare professionals from the American Heart Association/American
Stroke Association. Stroke. 2014;45:1545; Fuster V, Ryden LE, Cannom DS, et al. 2011 ACCF/AHA/HRS
focused updates incorporated into the ACC/AHA/ESC 2006 Guidelines for the management of
patients with atrial fibrillation: a report of the American College of Cardiology Foundation/Ameri-
can Heart Association Task Force on Practice Guidelines developed in partnership with the Euro-
pean Society of Cardiology and in collaboration with the European Heart Rhythm Association and
the Heart Rhythm Society. J Am Coll Cardiol. 2011;57:e101.
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antiplaquetarios, anticoagulantes y revascularización carotídea.59 Los ictus en adultos Los subtipos de ictus incluyen: AIT,
jóvenes por lo general tienen un conjunto diferente de causas: foramen oval permea- isquémico (cardioembólico, ateroes-
ble y, con menor frecuencia, disección de la arteria carótida o vertebral/basilar, hiper- clerótico de grandes arterias, lacunar
coagulabilidad o consumo de cocaína y otras drogas.60 o criptogénico), hemorrágico (intrace-
rebral, subaracnoideo) y otros,
como trombosis venosa del seno
dural, disección de la arteria carótida
y vertebral o aneurisma asintomático.61
Reducción del riesgo de neuropatía periférica diabética. La
diabetes causa varios tipos de neuropatía periférica.62 Mantener un control glucémico
óptimo puede prevenir o retardar el inicio de la neuropatía, en especial la causada por
la diabetes de tipo I.
La vacuna del herpes zóster reduce de manera eficaz el riesgo a corto plazo de neu-
ralgias por zóster y postherpéticas en los adultos de 50 años o más.66 El Advisory
Committee on Immunization Practices (ACIP) recomienda hoy en día ofrecer de forma
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rutinaria la vacunación para los adultos de 60 años o mayores; la Federal Drug Admin-
istration ha aprobado la vacuna para adultos a partir de los 50 años. Debido a que la
eficacia a largo plazo de la vacuna contra el herpes zóster es incierta, el ACIP está reeva-
luando la mejor edad para administrar la vacuna y la necesidad de revacunación.
2. Inatención:
● ¿El paciente tiene dificultad para concentrarse?
3. Pensamiento desorganizado:
● ¿El paciente tiene conversaciones incoherentes o irrelevantes, un flujo de ideas no claro
estuporoso o comatoso)?
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Un metaanálisis identificó los factores de riesgo que pueden modificarse para evitar
el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, incluyendo inactividad física, depresión,
hábito tabáquico, hipertensión desde la mitad de la vida, obesidad desde la mitad de
la vida, inactividad cognitiva o bajo nivel educativo y diabetes.73 Sin embargo, una revi-
sión de los NIH del año 2011 concluyó que “actualmente, no hay evidencia de calidad
científica incluso moderada que apoye la asociación de cualquier factor modificable…
con la reducción del riesgo de enfermedad de Alzheimer”.74 El USPSTF no encontró
evidencia convincente de que las intervenciones farmacológicas o no farmacológicas
beneficien a los pacientes con deterioro cognitivo leve a moderado.75 En consecuen-
cia, el USPSTF publicó una declaración I (evidencia insuficiente) sobre la detección del
deterioro cognitivo.
Depresión. La depresión resulta una alteración más frecuente en las personas El Mini-Mental State Examination, cuya
con enfermedades médicas importantes, como varios trastornos neurológicos (demen- administración requiere 7-10 min, es
cia, epilepsia, esclerosis múltiple y enfermedad de Parkinson) y también es subdiag- el examen mejor estudiado, y en un
nosticada. Dos preguntas de detección precoz, con un área bajo la curva punto de corte de 23 a 24, tiene
característica operativa del receptor (ROC, de receiver operating characteristics) de 0.93, un cociente de verosimilitud (CV)
pueden identificar con exactitud los trastornos depresivos mayores: “¿se ha sentido de 6.3 para una prueba positiva y de
desanimado, deprimido o desesperado (estado de ánimo depresivo)?” y “¿ha sen- 0.19 para una prueba negativa.77
tido poco interés o placer por hacer cosas (anhedonia)?”.76 Asegúrate de evaluar las Véase también información sobre el
tendencias suicidas y la posibilidad de padecer trastorno bipolar en los pacientes que Mini-Cog, p. 984, y la herramienta de
se encuentren deprimidos. detección Mini-Cog en la tabla 20-3,
“Detección de la demencia: el Mini-
Cog”, p. 1002.
Técnicas de exploración
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Este apartado presenta las técnicas que necesitas para realizar una exploración práctica
y completa del sistema nervioso de acuerdo con las recomendaciones de la American
Academy of Neurology.78-80 Al principio, aprender las numerosas técnicas para una explo-
ración exhaustiva puede parecer difícil. Aprende de manera activa; busca interactuar
con tus profesores y otros neurólogos para asegurarte de que estás utilizando una
técnica idónea y apropiada. Saca provecho de la Guía visual para la exploración física de
Bates sobre el sistema nervioso central y los recursos audiovisuales de enseñanza dispo-
nibles en los sitios web de la American Academy of Neurology y de la Wright State Uni-
versity.81-83 Con supervisión y práctica profundizarás en tus habilidades para la
evaluación de los trastornos neurológicos importantes.
La cantidad de detalles que precisa una exploración neurológica adecuada varía mucho.
En los pacientes sanos, la exploración será relativamente breve, como se señala en la
Screening Neurologic Examination recomendada por la American Academy of Neurology que
se proporciona abajo. Cuando detectes alguna anomalía, la exploración deberá ser más
exhaustiva. Debes saber que los neurólogos pueden emplear muchas otras técnicas en
situaciones concretas. Ya sea que realices una exploración completa o superficial,
organiza tus ideas en cinco categorías: (1) estado mental, habla y lenguaje, (2) nervios
craneales, (3) sistema motor, (4) sistema sensitivo y (5) reflejos. Si tus hallazgos son
anómalos, comienza a agruparlos en patrones de trastornos centrales o periféricos.
Realiza una exploración neurológica de detección en todos los pacientes, incluso aquellos
sin síntomas neurológicos, que sea suficiente para detectar cualquier enfermedad neuroló-
gica importante.78 A pesar de que la secuencia de esta detección puede variar, debe cubrir los
componentes principales de la exploración completa: estado mental, NC, sistema motor
(fuerza, marcha y coordinación), sensibilidad y reflejos. A continuación se ofrece un ejemplo.
(continúa)
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Nota: si hay alguna razón para sospechar una enfermedad neurológica a partir de la anamnesis
del paciente o de los resultados de algún apartado de la exploración, puede estar indicada una
evaluación neurológica más completa.
Fuente: Adaptado del American Academy of Neurology. Disponible en: https://www.aan.com/
uploadedFiles/4CME_and_Training/2Training/3Fellowship_Resources/5Core_Curricula/skilz.pdf.
Consultado el 23 de julio de 2015.
Nervios craneales
Generalidades. La exploración de los nervios craneales puede resumirse de la
siguiente manera.
I Olfato
II Agudeza visual, campos visuales y fondos de ojo
II, III Respuestas pupilares
III, IV, VI Movimientos extraoculares
V Reflejos corneales, sensación facial y movimientos maxilares
VII Movimientos faciales
VIII Audición
IX, X Deglución y ascenso del paladar, reflejo faríngeo
V, VII, X, XII Voz y habla
XI Movimientos del hombro y el cuello
XII Simetría, posición y movimiento de la lengua
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Nervio craneal I: olfatorio. Explora el sentido del olfato presentando al La pérdida del olfato tiene lugar en las
paciente olores familiares no irritantes. Primero asegúrate de que cada fosa nasal esté afecciones sinusales, el traumatismo
abierta, luego comprime un lado de la nariz y pide al paciente que inhale por el otro. craneoencefálico, el hábito tabáquico,
El paciente debe cerrar entonces ambos ojos. Obstruye una fosa nasal y verifica el olfato el envejecimiento, el consumo de
en la otra, presentando sustancias como clavo, café, jabón o vainilla. Evita los estímulos cocaína y la enfermedad de Parkinson.
nocivos, como el amoníaco, que pueden estimular el quinto nervio craneal. Pregunta
al paciente si huele algo y, en tal caso, de qué se trata. Explora el otro lado. Una persona
sana debe percibir el olor a cada lado, y a menudo lo reconoce.
Nervio craneal II: óptico. Explora la agudeza visual. Véase el capítulo 7, Cabeza y cuello,
para conocer más detalles sobre las
técnicas de exploración de la agudeza
visual y los campos visuales (pp. 231-
233), las pupilas (pp. 235-236) y los
fondos de ojo mediante un oftalmos-
copio (pp. 238-242).
Inspecciona los fondos de ojo con el oftalmoscopio, prestando especial atención Explora cada papila con cuidado en
a las papilas. busca de protrusión y márgenes
borrosos (papiledema), palidez (atro-
fia óptica) y aumento de tamaño de la
excavación de la papila (glaucoma).
Explora los campos visuales por confrontación. Revisa cada ojo por separado y después Véase la tabla 7-6, “Defectos de los
al mismo tiempo. A veces, por ejemplo en los pacientes con ictus, el sujeto refiere una campos visuales”, p. 273. Busca
pérdida parcial de la visión y al explorar ambos ojos se aprecia un defecto campimétrico los defectos prequiasmáticos, o ante-
o una anomalía de la visión periférica como una hemianopsia homónima. Este dato no riores, del glaucoma, las embolias reti-
se confirma si sólo se examina un ojo. nianas y la neuritis óptica (mala
agudeza visual); hemianopsias bitem-
porales por defectos del quiasma
óptico, por lo general debidos a
un tumor hipofisario; hemianopsias
homónimas o cuadrantanopsia en las
lesiones posquiasmáticas, casi siem-
pre del lóbulo parietal, con signos
asociados de ictus (agudeza visual
normal).84
Nervios craneales II y III: óptico y motor ocular común. Inspecciona el Véase la tabla 7-10, “Anomalías pupi-
tamaño y la forma de las pupilas y compara un lado con el otro. La anisocoria, o una dife- lares”, p. 277. Si una pupila grande
rencia de más de 0.4 mm en el diámetro de una pupila con respecto de la otra, se observa reacciona poco a la luz o la anisocoria
en el 38% de las personas sanas. Verifica las reacciones pupilares a la luz. empeora con ésta, la pupila grande
tiene una alteración de la contracción
característica de la parálisis del NC III.
Si también hay ptosis y oftalmoplejía,
considera un aneurisma intracraneal
si el paciente está despierto, y una
hernia transtentorial si está comatoso.
De igual forma, verifica el reflejo de acomodación (véase p. 230), que mide la constricción Si ambas pupilas reaccionan a la luz y la
pupilar (músculo constrictor de la pupila), la convergencia (músculos rectos internos) anisocoria empeora con la oscuridad,
y la acomodación del cristalino (músculo ciliar). la pupila pequeña tiene una dilatación
anómala, característica del síndrome de
Horner y de la anisocoria simple.85
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Nervios craneales III, IV y VI: motor ocular común, troclear y abdu- Véase el capítulo 7, Cabeza y cuello,
cens. Explora la motilidad extraocular en las seis direcciones cardinales de la mirada, pp. 237-238, para conocer más deta-
y busca si hay una pérdida de los movimientos conjugados en alguna de ellas que deter- lles sobre las técnicas para determinar
mine diplopia. Pregunta al paciente en qué dirección empeora la diplopia e inspecciona los movimientos extraoculares.
de cerca el ojo por si ocurre una desviación asimétrica. Averigua si la diplopia es Véase la tabla 7-11, “Mirada desconju-
monocular o binocular pidiendo al paciente que se tape uno de los ojos o llevando a cabo gada”, p. 278. La diplopia monocular se
la prueba de oclusión/desoclusión. observa en problemas localizados con
gafas o lentes de contacto, cataratas,
Verifica la convergencia ocular. astigmatismo o ptosis. La diplopia
binocular ocurre en la neuropatía de
los NC III, IV y VI (40% de los pacientes),
en la enfermedad motora ocular
común por miastenia grave, los trau-
matismos, la oftalmopatía tiroidea y la
oftalmoplejía internuclear.86
Identifica un posible nistagmo, sacudidas involuntarias de los ojos con un componente Véase la tabla 17-7, “Nistagmo”,
rápido y otro lento. Observa la dirección de la mirada en la que aparece el plano del pp. 785-786. El nistagmo se observa
nistagmo (horizontal, vertical, rotatorio o mixto) y la dirección de los componentes en la enfermedad cerebelosa, sobre
rápido y lento. El nistagmo se denomina según la dirección del componente rápido. todo con ataxia de la marcha y disar-
Pide al paciente que fije la visión en un objeto lejano y observa si el nistagmo aumenta tria (aumenta con la fijación retiniana),
o disminuye. y en los trastornos vestibulares (dismi-
nuye con la fijación retiniana); tam-
bién en la oftalmoplejía internuclear.
Busca si hay ptosis (caída de los párpados superiores). Una diferencia leve en la amplitud La ptosis indica parálisis del III nervio
de las hendiduras palpebrales puede constituir una variación normal (un tercio de toda craneal, síndrome de Horner (ptosis,
la población). miosis, anhidrosis en la frente) o mias-
tenia grave.
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Después, explora el tacto superficial con un trocito fino de algodón. Pide al paciente que
te indique cuándo siente que le tocas la piel.
Valora el parpadeo ocular, una reacción normal a este estímulo. El ramo sensitivo de este El parpadeo está ausente en las lesio-
arco reflejo lo transporta el NC V y el motor el NC VII. El empleo de lentillas o lentes de nes del NC V y si hay debilidad en las
contacto suele disminuir o suprimir el reflejo. lesiones del NC VII. La falta de parpa-
deo y la sordera neurosensitiva se
observan en el neurinoma del acústico.
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Nervio craneal VII: facial. Inspecciona la cara en reposo y mientras hablas El aplanamiento del pliegue nasola-
con el paciente. Observa cualquier asimetría, a menudo visible en los pliegues nasolabia- bial y la caída del párpado inferior
les, y tics u otros movimientos anómalos. indican debilidad facial.
Nervio craneal VIII: acústico y vestibular. Valora la audición con la prueba La prueba del susurro es sensible
del susurro. Hablando en voz baja di algunos números cerca del oído del paciente, (> 90%) y específica (> 80%) para
obstruyendo al mismo tiempo el oído contralateral o frotando tus dedos cerca de éste, y detectar la presencia o ausencia de
pide al paciente que los repita. sordera.88
Si hay sordera, averigua si es de conducción, por alteración de la transmisión “aérea Véanse las técnicas para las pruebas de
a través del oído”, o neurosensitiva, por lesión del ramo coclear del NC VIII. Explora Weber y Rinne en las pp. 247-248, y los
la conducción aérea y ósea por medio de la prueba de Rinne, y la lateralización tipos de sordera en la tabla 7-21, “Patro-
con la prueba de Weber. nes de pérdida auditiva”, p. 289.
El exceso de cerumen, la otoesclerosis
y la otitis media causan sordera de
conducción; la presbiacusia por enve-
jecimiento por lo general refleja una
sordera neurosensitiva.
Las pruebas específicas de la función vestibular del NC VIII rara vez se incorporan en la El vértigo más sordera y nistagmo indi-
exploración neurológica habitual. Consulta los tratados de neurología o de otorrinola- can síndrome de Ménière. Véanse las
ringología si surge esta necesidad. tablas 7-4, “Mareo y vértigo”, p. 271, y
17-7, “Nistagmo”, pp. 785-786. Para la
prueba de estimulación calórica en
pacientes en coma, véase la p. 270.
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Pide al paciente que diga “aaaah…” o que bostece mientras observas los movimientos del El paladar no asciende en la lesión
paladar blando y de la faringe. El paladar blando asciende en general de manera simétrica, bilateral del NC X. En la parálisis unila-
la úvula permanece en la línea media y cada lado de la parte posterior de la faringe se des- teral, una parte del paladar deja de
plaza hacia adentro, como una cortina. La úvula ligeramente curva de algunas personas ascender y, junto con la úvula, se des-
es normal y no debe confundirse con una desviación por una lesión de los NC IX o X. vía hacia el lado normal (véase el capí-
tulo 7, p. 247).
Advierte al paciente antes de evaluar el reflejo faríngeo, que consiste en elevar la lengua y La ausencia unilateral de este reflejo
el paladar blando y constreñir los músculos faríngeos. Estimula un poco la parte poste- denota una lesión del NC IX y a
rior de la garganta en cada lado y observa el reflejo. Muchas personas sanas presentan un veces del X.
reflejo faríngeo disminuido.
Nervio craneal XI: accesorio. Explora desde atrás en busca de atrofia o fas- La debilidad del trapecio con atrofia
ciculaciones del músculo trapecio, y compara un lado con el otro. Las fasciculaciones son y fasciculaciones indica un trastorno
movimientos parpadeantes, irregulares y finos de pequeños grupos de fibras musculares. de los nervios periféricos. En la paráli-
Pide al paciente que encoja ambos hombros, levantándolos y haciendo fuerza contra tus sis del músculo trapecio, el hombro
manos (fig. 17-14). Observa la fuerza y la contracción de los trapecios. cae y la escápula se desplaza hacia
abajo y hacia fuera.
Pide al paciente que gire la cabeza hacia cada lado, Un paciente en decúbito supino con
oponiendo resistencia con tu mano (fig. 17-15). debilidad bilateral de los esternoclei-
Observa la contracción del esternocleidomastoi- domastoideos tiene dificultades para
deo (ECM) del lado contrario y fíjate en la fuerza del levantar la cabeza de la almohada.
movimiento contra tu mano.
Nervio craneal XII: hipogloso. Man- Véase la tabla 17-6, “Trastornos del
tente atento a la articulación de las palabras habla”, p. 754, donde se explican las cau-
del paciente, que depende de los nervios craneales V, sas de la mala articulación o disartria. La
VII, X y XII. Inspecciona la lengua del paciente en el atrofia de la lengua y las fasciculaciones
suelo de la boca. Busca atrofia o fasciculaciones. A son distintivas de la esclerosis lateral
menudo se observan movimientos más bastos en amiotrófica y la poliomielitis.
lenguas normales. Luego, pide al paciente que saque En una lesión cortical unilateral, la
lengua protruida se desvía de forma
temporal en dirección contraria al
FIGURA 17-15.
lado de la lesión cortical. En las lesio-
Prueba de la fuerza del
esternocleidomastoideo. nes del NC XII, la lengua se desvía
hacia el lado de la debilidad.
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Sistema motor
Cuando explores el sistema motor, céntrate en la postura del cuerpo, los movimientos
involuntarios, las características de los músculos (masa, tono y fuerza) y la coordinación.
Puedes seguir esta secuencia para evaluar la función motora global o revisar cada com-
ponente en los miembros superiores, los miembros inferiores y el tronco. Si descubres
alguna anomalía, identifica el músculo o los músculos afectados. Determina si la anoma-
lía es de origen central o periférico y qué nervios inervan los músculos afectados.
Postura corporal. Debes observar la postura corporal del paciente durante el Las posiciones anómalas alertan sobre
movimiento y el reposo. ciertos trastornos, como la monopare-
sia o hemiparesia debidas a ictus.
Movimientos involuntarios. Busca movimientos involuntarios, como Véase la tabla 17-5, “Temblores y movi-
temblores, tics o fasciculaciones. Observa su localización, calidad, frecuencia, ritmo y mientos involuntarios”, pp. 782-783.
amplitud, y su relación con la postura, la actividad, la fatiga, la emoción y otros factores.
Masa muscular. Inspecciona el tamaño y el contorno de los músculos. ¿Son La atrofia resulta de trastornos del
planos o cóncavos? Esto indicaría una atrofia. En tal caso, ¿se trata de un proceso unilateral SNP, como la neuropatía diabética,
o bilateral?, ¿proximal o distal? y de enfermedades de los propios
músculos. La hipertrofia se refiere a un
Cuando evalúes la atrofia, presta especial atención a las manos, los hombros, los muslos aumento de la masa con una fuerza
y las piernas. Los espacios entre los metacarpianos, donde se encuentran los músculos normal o aumentada, mientras que el
aumento de la masa con disminución
interóseos, deben estar ocupados o sólo ligeramente deprimidos (fig. 17-16).
de la fuerza se conoce como seudohi-
pertrofia, que se observa en la distro-
fia muscular de Duchenne. La lesión
del tracto corticoespinal puede causar
atrofia leve debido a la disminución
en el empleo de los músculos.
Atrofia de
los interóseos
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Las eminencias tenar e hipotenar de las manos deben observarse llenas y ser convexas
(fig. 17-17). La atrofia de los músculos de las manos se produce por el envejecimiento
normal (figs. 17-18 y 17-19).
Atrofia
hipotenar
Aplanamiento
de la eminencia
tenar por atrofia
Mantente atento a las fasciculaciones de los músculos atróficos. Si faltan, percute el Las fasciculaciones con atrofia y debili-
músculo con un martillo de reflejos para estimularlas. dad muscular indican una enfermedad
de la motoneurona periférica.
Tono muscular. Cuando un músculo normal con una inervación intacta se relaja La disminución de la resistencia
de forma voluntaria, mantiene una ligera tensión residual llamada tono muscular. Éste denota una enfermedad del SNP, una
puede evaluarse observando la resistencia del músculo al estiramiento pasivo. Pide al enfermedad cerebelosa o las fases
paciente que se relaje. Toma una de sus manos y, apoyando el codo, flexiona y extiende agudas de una lesión medular. Véase
los dedos, la muñeca y el codo del paciente, y haz que el hombro se mueva con la tabla 17-9, “Trastornos del tono
una amplitud moderada. Con la práctica podrás combinar estas acciones en un único muscular”, p. 788.
movimiento suave. Observa el tono muscular de cada lado: la resistencia que ofrece
a tus movimientos. Los pacientes tensos pueden presentar más resistencia. Con la práctica
podrás identificar la resistencia normal.
Si sospechas que la resistencia está disminuida, sujeta el antebrazo del paciente y des- La flacidez marcada revela hipotonía
plaza la mano hacia delante y hacia atrás de manera suave. En condiciones normales, la muscular o flacidez, por lo general
mano se desplaza libremente, pero no de forma laxa. debida a un trastorno del sistema
motor periférico.
Si aumenta la resistencia, averigua si ésta varía al mover el miembro o si persiste en toda La espasticidad es un aumento del
la amplitud de movimiento y en ambas direcciones, por ejemplo, durante la flexión y la tono muscular dependiente de la velo-
extensión. Observa si la resistencia oscila de forma intermitente. cidad del movimiento que empeora
en sus extremos de amplitud. La
Para explorar el tono muscular en los miembros inferiores, sostén el muslo del paciente espasticidad propia de las enfermeda-
con una mano, sujeta el pie con la otra, y flexiona y extiende la rodilla y el tobillo de cada des del tracto corticoespinal central
lado. Observa la resistencia a tus movimientos. es dependiente de la velocidad
y aumenta con los movimientos rápi-
dos. La rigidez es un aumento de la
resistencia en toda la amplitud del
movimiento que se da en ambas direc-
ciones, y no depende de la velocidad.
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Fuerza muscular. La fuerza muscular normal varía ampliamente, de manera que Se habla de parálisis o de -plejía
tu referencia de la normalidad debe tomar en cuenta factores como la edad, el sexo y el cuando la fuerza desaparece. La hemi-
entrenamiento muscular. El lado dominante del paciente por lo general es más fuerte que paresia indica una debilidad de la
el lado no dominante, aunque las diferencias pueden ser difíciles de detectar. Recuerda mitad del cuerpo y la hemiplejía
esta diferencia cuando compares los dos lados. la parálisis de una mitad del cuerpo.
La paraplejía significa la parálisis
de los miembros inferiores, y la tetra-
plejía la de los cuatro miembros.
Evalúa la fuerza muscular pidiendo al paciente que se resista de forma activa para opo- Véase la tabla 17-1,“Trastornos de
nerse al movimiento que imprimes. Recuerda que los músculos más fuertes son los los sistemas nerviosos central y peri-
más cortos, y los más débiles son los más largos. Da al paciente una ventaja a medida férico”, pp. 774-775.
que intentas vencer la resistencia y valorar la fuerza real del músculo. Algunos pacien-
tes se rinden durante las pruebas de fuerza muscular debido a que sienten dolor, no
entienden la prueba, intentan ayudar al explorador, por causa de un trastorno de conver-
sión o simulación.
Fuente: Medical Research Council. Aids to the examination of the peripheral nervous system.
London: Bailliere Tindall, 1986.
Los métodos para explorar los principales grupos musculares se describen a continuación.
Entre paréntesis se indican las inervaciones radiculares y los músculos afectados. Para
localizar con más precisión las lesiones medulares o en el sistema nervioso periférico, pue-
den ser necesarias pruebas complementarias que se describen en los textos de neurología.
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Evalúa la flexión (C5, C6: bíceps y braquiorradial) y la extensión (C6, C7, C8: tríceps) en el
codo haciendo que el paciente empuje y tire de tu mano (figs. 17-20 y 17-21).
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Verifica la prensión (C7, C8, T1). Pide al paciente que apriete dos de tus dedos con la La prensión débil se observa en la
máxima fuerza y que no los suelte (fig. 17-23). Para evitar lesionarte cuando el paciente radiculopatía cervical, la neuropatía
tiene una prensión fuerte, coloca tu dedo medio sobre tu índice. Por lo general, debes notar periférica de los nervios mediano
una dificultad para extraer los dedos. La comparación se facilita si se mide a la vez la pre- o cubital y además se acompaña de
sión en ambos lados con los miembros superiores extendidos o apoyados sobre el regazo. dolor en la tenosinovitis de De Quer-
vain, el síndrome del túnel carpiano,
la artritis y la epicondilitis.
F I G U R A 1 7 - 2 3 . Prueba de la prensión.
Comprueba la abducción de los dedos (C8, T1, nervio cubital). Coloca la mano del La abducción débil de los dedos se
paciente con la palma hacia abajo y los dedos separados. Pídele que no deje que juntes observa en los trastornos del nervio
sus dedos (fig. 17-24). cubital.
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Verifica la oposición del pulgar (C8, T1, nervio mediano). El paciente debe intentar tocar La oposición débil del pulgar se
la yema del meñique con el pulgar y tú debes oponer resistencia (fig. 17-25). observa en los trastornos del nervio
mediano, como el síndrome del
túnel carpiano (véase el capítulo 16,
p. 664).
Verifica la aducción de la cadera (L2, L3, L4: aductores). Apoya con fuerza tus manos en La debilidad simétrica de los múscu-
la cama entre las rodillas del paciente y pídele que intente juntar las piernas. los proximales indica una miopatía; la
debilidad simétrica de los músculos
Explora la abducción de la cadera (L4, L5, S1: glúteos medio y menor). Coloca las distales indica una polineuropatía o
dos manos con fuerza sobre la cama, por fuera de las rodillas del paciente, y pídele que trastorno de los nervios periféricos.
separe las piernas haciendo fuerza contra tus manos.
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Verifica la extensión de la cadera (S1: glúteo mayor). Pide al paciente que empuje la parte
posterior del muslo contra la resistencia de tu mano.
Comprueba la extensión de la rodilla (L2, L3, L4: cuádriceps). Apoya la rodilla en flexión
y pide al paciente que la enderece contra la fuerza de tu mano (fig. 17-27). El cuádriceps
es el músculo más fuerte del cuerpo, así que espera una respuesta eficaz.
Verifica la flexión de la rodilla (L4, L5, S1, S2: isquiotibiales) según se indica a continua-
ción. Coloca la pierna del paciente con la rodilla flexionada y el pie apoyado en la cama.
Pídele que mantenga el pie hacia abajo mientras tratas de enderezar la pierna (fig. 17-28).
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Comprueba la dorsiflexión (en su mayoría L4, L5: tibial anterior) y la flexión plantar (sobre
todo S1: gastrocnemio, sóleo) del tobillo pidiendo al paciente que tire del pie hacia arriba
o hacia abajo contra tu mano (figs. 17-29 y 17-30). La marcha sobre los talones y las
puntas también evalúan la dorsiflexión y la flexión plantar, respectivamente.
■ Sistema cerebeloso (también parte del sistema motor), con sus movimientos rítmicos En la enfermedad cerebelosa busca
y el mantenimiento de la postura nistagmo, disartria, hipotonía y ataxia.
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F I G U R A 1 7 - 3 1 . Movimiento
alternante rápido de los
miembros superiores.
Muestra al paciente cómo percutir la articulación
distal del pulgar con la yema del dedo índice, con la
máxima velocidad (fig. 17-32). Debes observar de
nuevo la velocidad, el ritmo y la suavidad de los
movimientos. La mano no dominante por lo gene-
ral se mueve peor.
Miembros inferiores. Pide al paciente que percuta su mano con la máxima La disdiadococinesia se observa en la
velocidad posible con el arco anterior de cada pie. Observa si hay lentitud o torpeza. Los enfermedad cerebelosa.
pies se mueven peor que las manos.
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Ahora, sostén el dedo índice en un lugar que el paciente pueda alcanzar con el miem- La enfermedad cerebelosa produce
bro superior y el dedo extendido. Pídele que eleve el brazo por encima de la cabeza y luego lo una falta de coordinación que
baje hasta tocarte el dedo. Tras varias repeticiones, indícale que cierre los ojos y lo intente empeora con los ojos cerrados, indi-
varias veces más. Repíte con el lado contrario. Por lo general, una persona puede alcanzar el cando pérdida del sentido postural.
dedo del explorador de manera satisfactoria con los ojos abiertos y cerrados. Estas maniobras La desviación repetida y sistemática
verifican el sentido postural y las funciones del laberinto y del cerebelo. que empeora con los ojos cerrados,
denominada hipermetría, sugiere
enfermedad cerebelosa o vestibular.
Miembros inferiores: prueba talón-rodilla. Pide al paciente que coloque el talón En la enfermedad cerebelosa, el talón
sobre la rodilla contraria y lo baje por la tibia hasta alcanzar el primer dedo. Observa la puede salirse de la rodilla y bajar osci-
suavidad y la precisión de sus movimientos. La repetición del movimiento con los ojos lando por la tibia. Cuando desaparece
cerrados mide el sentido postural. Repítelo en el lado contrario. el sentido postural, el talón se eleva
en exceso y el paciente trata de mirar.
La ejecución con los ojos cerrados
es mala.
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■ Salte de forma alterna sobre cada pie (si el La dificultad para el salto puede
paciente no está demasiado enfermo). obedecer a debilidad, falta del
El salto requiere los músculos proxima- sentido postural o disfunción
les y distales de los miembros inferiores, cerebelosa.
y exige un buen sentido postural y una
función cerebelosa normal.
■ Ejecute una ligera flexión con la rodilla, La dificultad para realizar la flexión
primero de un miembro y luego del otro ligera de la rodilla sugiere debilidad
(fig. 17-34). Sujeta el codo del paciente proximal (extensores de la cadera),
si crees que corre peligro de caer. debilidad del cuádriceps (extensor de
la rodilla) o ambas.
■ De forma alternativa, que se levante de una La debilidad de los músculos proxima-
silla sin apoyar los miembros superiores les, que afecta a la cintura pélvica
y se suba a un taburete, que sea resistente: y los miembros inferiores, causa difi-
si el paciente tiene mal equilibrio, déficit cultades para ambas actividades.
neurológico o debilidad, estas pruebas Véase la “Prueba cronometrada de
son más adecuadas que el salto alterno o levantarse y andar” en el capítulo 20
la flexión de la rodilla. (p. 996).
F I G U R A 1 7 - 3 4 . Prueba de
flexión ligera de la rodilla.
Postura erguida. Las siguientes dos pruebas pueden realizarse a la vez. Sólo se
diferencian por la postura de los miembros superiores y por el objetivo de observación.
En cada caso, colócate lo bastante cerca del paciente para prevenir una caída.
Prueba de Romberg. Se trata en principio de una prueba del sentido postural. El En la ataxia por enfermedad de los
paciente permanece de pie con los pies juntos y los ojos abiertos, y luego cierra los ojos cordones posteriores con pérdida del
durante 30-60 seg sin ningún tipo de apoyo. Advierte la capacidad del paciente para sentido postural, la visión compensa
mantener la postura erguida. Por lo general, sólo ocurre un balanceo mínimo. la pérdida sensitiva. El paciente man-
tiene bien la postura erguida con los
ojos abiertos, pero pierde el equili-
brio cuando los cierra, lo que se
conoce como signo de Romberg posi-
tivo. En la ataxia cerebelosa, el
paciente tiene dificultades para man-
tenerse de pie con los pies juntos,
con los ojos tanto abiertos como
cerrados.
Prueba de la desviación pronadora. El paciente debe mantener la postu- La desviación pronadora es positiva
ra erguida durante 20-30 seg con los dos miembros superiores extendidos hacia de- cuando un antebrazo y palma se
lante, con las palmas hacia arriba y los ojos cerrados (fig. 17-35). En general, una mantienen en rotación interna y
persona puede mantener bien la posición de los brazos. En caso necesario puede hacia abajo (fig. 17-36), y es sensible
realizarse la prueba en sedestación. y específica para la lesión del
tracto corticoespinal en el hemisferio
contralateral. También puede
A continuación, pide al paciente que mantenga los miembros superiores hacia arriba, producirse una desviación hacia
con los ojos cerrados, y luego, con un movimiento rápido, desplázalos hacia abajo. De abajo del miembro superior con la
forma normal, los miembros superiores retornan de manera suave hasta la posición flexión de los dedos y del codo.89-92
horizontal. Para esta respuesta se necesita fuerza muscular, coordinación y un buen
sentido postural.
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F I G U R A 1 7 - 3 6 . Prueba de
desviación pronadora positiva.
Evalúa con cuidado al paciente mientras te planteas estas preguntas: ¿se trata de una Véase la tabla 17-1, “Trastornos de
lesión central o periférica?, ¿la pérdida sensitiva es bilateral o unilateral?, ¿el patrón los sistemas nerviosos central y peri-
denota una distribución dermatómica, una polineuropatía o un síndrome medular férico” pp. 774-775.
con pérdida de la sensación dolorosa y térmica, y conservación de la sensación táctil y
vibratoria por debajo de un nivel medular determinado?
Aprende a realizar las pruebas para las diferentes clases de sensibilidad según corres- Véanse otros libros de texto para más
ponda. Correlaciona cualquier hallazgo anómalo con la actividad motora y refleja para información sobre los síndromes
establecer la localización de la lesión causante. Para mejorar el diagnóstico clínico de medulares con signos sensitivos cru-
muchas de las enfermedades con alteraciones sensitivas, es importante trabajar estrecha- zados, tanto homolaterales como con-
mente con los especialistas y que mejores tus habilidades de exploración. tralaterales a la lesión medular.
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Tipos de exploración. Como el estudio de la sensibilidad fatiga enseguida a Una cartografía (mapeo) sensitiva
muchos pacientes y ofrece resultados poco fiables, debes realizar la exploración con la meticulosa ayuda a establecer el nivel
máxima eficiencia posible. Presta especial atención a las zonas donde aparezcan sín- de una lesión medular y a determinar
tomas como entumecimiento o dolor, o donde se observen anomalías motoras o refle- si una lesión más periférica asienta
jas que indiquen una lesión de la médula espinal o del SNP y haya alteraciones en la raíz nerviosa, en un nervio peri-
tróficas, por ejemplo, falta de sudor o sudor excesivo, atrofia de la piel o ulceración férico importante o en alguno de
cutánea. A menudo hay que repetir la exploración en otro momento para confirmar sus ramos.
la anomalía.
Los siguientes tipos de exploración ayudan a identificar con exactitud y eficiencia los
déficits sensitivos.
● Compara las zonas simétricas a ambos lados del cuerpo, incluidos los miembros superiores La pérdida hemisensitiva obedece a
e inferiores, y el tronco. una lesión del hemisferio cerebral
contralateral; un nivel sensitivo
(cuando una o más de las modalida-
des sensitivas están disminuidas
por debajo de un dermatoma en
uno o ambos lados) indica una
lesión medular.
● Cuando explores la sensibilidad dolorosa, térmica y táctil, compara las zonas distales de los La pérdida sensitiva distal y simétrica
miembros con las proximales. Asimismo, dispersa los estímulos para evaluar la mayor parte apunta a una polineuropatía diabé-
de los dermatomas y los nervios periféricos principales (véase pp. 756-757). Un patrón reco- tica. Se puede pasar por alto este
mendado comprende: signo si no se comparan las regiones
● Ambos hombros (C4)
distal y proximal.
● Caras internas y externas de los antebrazos (C6 y T1)
● Cuando explores la sensibilidad vibratoria y postural, empieza por los dedos de las manos y
de los pies. Si la sensibilidad es normal, puedes asumir que la sensibilidad de las zonas más
proximales también lo será.
● Modifica el lugar de la exploración de manera que En este caso, ha desaparecido toda la
el paciente no responda meramente a una pauta sensibilidad de la mano. La explora-
repetitiva. ción repetida en dirección proximal
● Cuando detectes una zona de pérdida sensitiva muestra un cambio gradual hacia
o de hipersensibilidad, delimita su contorno con la normalidad en la muñeca. Este
detalle. Estimula primero un punto de menor sensibi- patrón no se ajusta al de un nervio
lidad y desplázate de forma progresiva hasta que el periférico ni al de un dermatoma
paciente reconozca el cambio. Se ofrece un ejemplo (véase pp. 756-757). Si es bilateral,
en la ilustración. hace pensar en la pérdida “en guante
y calcetín” de la polineuropatía, que
es bastante frecuente en el alcoho-
lismo y la diabetes.
Antes de pasar a cada una de las siguientes pruebas, indica al paciente qué vas a hacer
y qué respuesta esperas. Durante la exploración real, el paciente debe cerrar los ojos.
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Dolor. Utiliza la punta de un alfiler o seguro, la punta de un hisopo de algodón roto o La analgesia se refiere a la ausencia
cualquier otro utensilio adecuado. De manera ocasional puedes sustituir la punta por el de la sensibilidad dolorosa, la hipoal-
extremo romo. Pregunta al paciente: “¿Nota un objeto punzante o romo?” o, si está gesia a una disminución de la sensibi-
comparando ,“¿Nota lo mismo que ahora?”. Aplica la presión más ligera que se necesite lidad dolorosa, y la hiperalgesia a un
para lograr el estímulo punzante y procura que no salga sangre. aumento de esta sensibilidad.
Para evitar contagiar una infección transmitida por vía sanguínea, desecha de forma
segura el alfiler o cualquier otro objeto que hayas utilizado. No lo reutilices con nin-
guna otra persona.
Tacto superficial. Con un poco de algodón fino, toca ligeramente la piel evitando La anestesia es la ausencia de sensa-
presionar. Pide al paciente que te avise cada vez que perciba que lo tocas y que compare ción táctil, la hipoestesia es la dismi-
lo que siente en un lado con lo que siente en el otro. La piel con callosidades por lo nución de la sensibilidad táctil, y la
general es insensible y debe evitarse. hiperestesia es el aumento de esta
sensibilidad.
Vibración. Utiliza un diapasón de un El sentido vibratorio suele ser el
tono bajo, de 128 Hz. Percútelo sobre el talón primero que desaparece en una
de la mano y apóyalo con fuerza en la neuropatía periférica y aumenta unas
articulación interfalángica distal de un dedo 16 veces la probabilidad de ésta.8 Las
de la mano y luego en la del primer dedo del causas habituales son la diabetes, el
pie (fig. 17-37). Pregunta al paciente qué alcoholismo y la enfermedad de las
nota. Si no estás seguro de si el paciente siente columnas posteriores, observada en
presión o vibración, pide que te avise cuando la sífilis terciaria o la deficiencia de
vitamina B12.93
la vibración desaparezca. Luego, toca el
diapasón para pararlo. Si se observa alteración La exploración del sentido vibratorio
del sentido vibratorio, continúa explorando en el tronco ayuda a establecer el
prominencias óseas más proximales (p. ej., grado de una lesión medular.
muñeca, codo, maléolo interno, rótula, espina
FIGURA 17-37. Sensibilidad
ilíaca anterosuperior, apófisis espinosas
vibratoria.
y clavículas).
F I G U R A 1 7 - 3 8 . Propiocepción.
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Repite varias veces la prueba en cada lado. Si está alterado el sentido postural, desplázate
de forma proximal al tobillo. De manera análoga, verifica el sentido postural en los dedos
y desplázate de forma proximal, cuando esté indicado, a las articulaciones
metacarpofalángicas, la muñeca y el codo.
Sensibilidad discriminatoria. Varias otras técnicas sirven para explorar la Si los sentidos táctil y postural son nor-
capacidad de la corteza sensitiva a la hora de relacionar, analizar e interpretar males, una sensibilidad discriminatoria
la sensibilidad. Como la sensibilidad discriminatoria depende del sentido del tacto disminuida o ausente indica una lesión
y del postural, estas pruebas sólo son útiles cuando dicha sensibilidad se mantiene en la corteza sensitiva. La estereogno-
intacta o sólo se halla mínimamente alterada. sia, el reconocimiento de los núme-
ros y la discriminación entre dos
Primero explora la estereognosia y continúa con los demás métodos, si procede. Durante puntos también se alteran en la enfer-
todas estas pruebas, el paciente deberá mantener los ojos cerrados. medad de las columnas posteriores.
Determina la distancia mínima a la cual el paciente puede discriminar uno de Las lesiones de la corteza sensitiva
dos puntos (de forma habitual menos de 5 mm en las yemas de los dedos). Esta aumentan la distancia entre dos pun-
prueba puede aplicarse en otras regiones del cuerpo, pero las distancias normales tos reconocibles.
varían de una zona a otra.
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■ Localización del estímulo. Toca de forma breve un punto de la piel del paciente. Pídele Las lesiones en la corteza sensitiva
que abra los ojos e indique en qué lugar le has tocado. Por lo general, una persona alteran la capacidad para localizar
puede localizar este punto con precisión. puntos con precisión.
■ Extinción. Estimula de manera simultánea áreas situadas en ambos lados del En las lesiones de la corteza sensitiva
cuerpo. Pregunta al paciente si nota algo. En condiciones normales, se perciben a veces sólo se reconoce un estímulo.
ambos estímulos. El estímulo del lado opuesto a la cor-
teza dañada desaparece.
Dermatomas. El conocimiento de los dermatomas te ayuda a localizar las En la lesión medular, el nivel sensitivo
lesiones neurológicas en un nivel concreto de la médula, en particular en lesiones puede situarse varios segmentos por
medulares. Un dermatoma es una franja de piel inervada por la raíz sensitiva de un solo nervio debajo de la lesión, por razones que
raquídeo. Los patrones dermatómicos y de los nervios periféricos se ilustran en las aún no están claras. Puede ser de utili-
figuras 17-41 a 17-44, según la norma internacional recomendada por la American dad percutir en busca del nivel de
dolor vertebral.
C2
T3
C5 C5
T4
T4 Pezones
T5
Nervio Nervio T6
radial cubital T7
T8
C6 C6
T9 T1
T1
T10
T10 Ombligo
T11
T12 L1 Inguinal
L1
C8 L2 L2
Nervio C8
mediano C7 C7
Nervio cutáneo
femoral lateral S2,3 L3 L3
C8 Dedos anular
y meñique
Nervio cutáneo L4 L4
femoral anterior
L4 Rodilla
Nervio cutáneo
sural lateral
L5 L5
Nervio peroneo
superficial
Ramos cutáneos S1 S1
del nervio safeno
interno
L5 Cara anterior
del tobillo y el pie
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Spinal Injury Association.94 Los niveles de los dermatomas varían más de lo que
se indica en estos esquemas, pues se solapan en los márgenes superior e inferior y
también ligeramente en la línea media.
C2
C3 Parte posterior C3 C5
del cuello C6
C7
T1
C8
C4 T2
T3
T4
C5 T5 C5
T6
T7
T8
C6 T9
T10 C6
T1 T11 T1
T12
L1
Nervio Nervio L2
L3
cubital radial L4
L5
S1
S2
S3
S4 C6
Pulgar
S5
C8 C8
C7 C7
Nervio
mediano
Nervio cutáneo C8 Dedos anular
femoral lateral S5 Región y meñique
perianal
Nervio cutáneo
femoral posterior
Nervio cutáneo S1 S1
S2 S2
sural lateral
Nervio peroneo
superficial
L4, L5, S1
Nervio sural Cara anterior del
L4 L4 tobillo y el pie
L5 L5
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4 Muy enérgicos, hiperactivos, con clono (oscilaciones rítmicas entre la flexión y la Los reflejos hiperactivos (hiperreflexia)
extensión) son característicos de las lesiones
3 Más enérgicos de lo habitual; posiblemente, pero no siempre, indicativos de enfermedad del SNC en el tracto corticoespinal des-
2 Habituales; normales cendente. Busca signos asociados con
1 Algo disminuidos; en el extremo inferior de la normalidad la motoneurona superior de debilidad,
0 Reflejo ausente espasticidad o signo de Babinski.
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Reflejo bicipital (C5, C6). Hay que flexionar de forma parcial el codo, con la
palma de la mano hacia abajo. Apoya tu dedo pulgar o índice sobre el tendón bicipital.
Golpea con el martillo de reflejos para que incida de forma directa en tu dedo sobre el
tendón bicipital (figs. 17-47 y 17-48).
Nota la flexión del codo y observa y palpa la contracción del músculo bicipital.
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
F I G U R A 1 7 - 5 0 . Reflejo
tricipital: paciente en decúbito supino.
F I G U R A 1 7 - 4 9 . Reflejo
tricipital: paciente en
sedestación.
Si tienes dificultad para que el paciente se relaje,
trata de sostenerle el brazo. Pide al paciente que
deje el brazo muerto, como “si estuviera colgado
para secarse”. Golpea después el tendón tricipital
(fig. 17-51).
F I G U R A 1 7 - 5 1 . Reflejo
tricipital: sosteniendo el codo.
F I G U R A 1 7 - 5 2 . Reflejo
braquiorradial.
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Hay dos opciones para explorar al paciente en decúbito supino. Sujeta las dos rodillas a
la vez para evaluar las pequeñas diferencias entre los reflejos rotulianos (fig. 17-54).
Si sujetar ambas piernas te resulta incómodo o al paciente, puedes colocar el brazo de
apoyo bajo la pierna del paciente (fig. 17-55). Algunas personas se relajan mejor con
este método.
F I G U R A 1 7 - 5 4 . Reflejo F I G U R A 1 7 - 5 5 . Reflejo
cuadricipital: sosteniendo ambas cuadricipital: sosteniendo una pierna.
piernas.
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Reflejo calcáneo o aquíleo (principalmente S1). Si el paciente está La fase de relajación de los reflejos se
sentado, dorsiflexiona su pie por el tobillo y trata de que se relaje. Golpea el tendón vuelve más lenta en el hipotiroidismo,
calcáneo. Vigila y palpa la flexión plantar del tobillo (fig. 17-56). También observa la y a menudo se detecta con facilidad
velocidad de relajación después de la contracción muscular. mediante el reflejo calcáneo.
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Clono. Si los reflejos parecen hiperactivos, explora el clono maleolar. Sostén la rodilla El clono mantenido indica una
en una posición de flexión parcial. Con la otra mano dorsiflexiona y flexiona plantarmente enfermedad del SNC. El tobillo ejecuta
el pie unas cuantas veces, animando al paciente a que se relaje, y luego dorsiflexiona de movimientos repetidos y rítmicos de
forma abrupta el pie y mantenlo en esa postura (fig. 17-58). Explora y palpa las flexión plantar y dorsiflexión. Cuando
oscilaciones rítmicas entre la dorsiflexión y la flexión plantar. Por lo general, el tobillo no hay un clono, el reflejo se gradúa
reacciona a este estímulo. Puede haber algunas contracciones clónicas si el paciente está como 4 (véase p. 758).
tenso o ha realizado ejercicio físico.
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Respuesta plantar (L5, S1). Con un objeto, como una llave o el extremo de La dorsiflexión del primer dedo del pie
un hisopo de algodón, recorre la cara lateral de la planta desde el talón hasta el arco es una respuesta positiva de Babinski
anterior del pie (fig. 17-60). Aplica el estímulo más suave que produzca respuesta, pero (fig. 17-61), por una lesión del SNC que
utiliza cada vez más fuerza si es necesario. Observa el movimiento de los dedos del pie, afecta al tracto corticoespinal (sensibi-
de manera habitual, la flexión plantar. lidad ∼ 50%; especificidad 99%).96 La
respuesta de Babinski puede ser posi-
tiva de forma transitoria en los estados
de inconsciencia por intoxicación
farmacológica o alcohólica y durante el
período postictal tras una convulsión.
Algunos pacientes retiran el pie del estímulo flexionando la cadera y la rodilla. Sujeta el Una marcada respuesta de Babinski
tobillo, si fuera necesario, para terminar la exploración. A veces es difícil distinguir la se acompaña en ocasiones de una
retirada de una respuesta de Babinski. flexión refleja de la cadera y la rodilla.
Reflejo anal. Utilizando un objeto romo, roza ligeramente el ano en ambos lados. La pérdida del reflejo anal
Mantente atento a la contracción refleja del esfínter anal externo. La detección de la denota una lesión del arco reflejo
contracción refleja se facilita colocando un dedo enguantado durante la prueba. S2-S4, como en las lesiones de
la cola de caballo.
Técnicas especiales
Signos meníngeos. La exploración de estos signos es importante si se sospecha La inflamación del espacio subarac-
una inflamación por meningitis o hemorragia subaracnoidea. noideo causa resistencia al movi-
miento que distiende los nervios
Movilidad del cuello/rigidez de la nuca. Cerciórate primero de que raquídeos (flexión del cuello), el ner-
no haya ninguna lesión de las vértebras cervicales o de la médula cervical. En un vio femoral (signo de Brudzinski) o el
traumatismo, puede ser necesario un estudio radiológico. Luego, con el paciente en nervio ciático (signo de Kernig).
decúbito supino, coloca las manos detrás de la cabeza del paciente y flexiónale el cuello
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hacia delante, hasta que el mentón toque el tórax, si es posible. Por lo general, el cuello Se observa rigidez de cuello con resis-
está blando y el paciente puede flexionar con facilidad la cabeza y el cuello hacia adelante. tencia a la flexión en un 84% de los
pacientes con meningitis bacteriana
aguda y el 21-86% de los pacientes
con hemorragia subaracnoidea.97 Se
observa con mayor fiabilidad en la
inflamación meníngea grave, pero su
precisión diagnóstica global es baja.98
Signo de Brudzinski. Cuando flexiones el cuello del paciente, observa la La flexión de las caderas y de las rodi-
reacción de las caderas y de las rodillas a esta maniobra. De forma habitual deben per- llas constituye un signo de Brudzinski
manecer relajadas y sin moverse. positivo.
Signo de Kernig. Flexiona el miembro inferior del paciente por la cadera y la El dolor y el incremento de la resisten-
rodilla, y luego endereza la rodilla (fig. 17-62). Cierta molestia detrás de la rodilla durante cia a la extensión de la rodilla consti-
la extensión completa es normal, pero no debe causar dolor. tuyen un signo de Kernig positivo.
Radiculopatía lumbosacra: elevación del miembro inferior Véase la tabla 16-3, “Lumbalgia”,
extendido. Si el paciente sufre lumbalgia y el dolor irradia hasta el miembro infe- p. 699.
rior, lo que se conoce de forma habitual como ciática si la distribución es en el nervio
La compresión de la raíz del nervio
ciático, realiza la prueba levantando la pierna recta en cada lado de manera sucesiva.
raquídeo a su salida del agujero verte-
Coloca al paciente en decúbito supino. Levántale la pierna, que debe estar relajada y
bral produce una radiculopatía dolo-
extendida, flexionándola por la cadera (fig. 17-63). Algunos médicos levantan primero rosa con debilidad muscular asociada
el miembro inferior del paciente con la rodilla flexionada y luego extienden la pierna. y pérdida dermatómica de la sensibili-
dad, por lo general por una hernia dis-
cal. Más del 95% de las hernias
discales se producen en L5-S1,
donde la columna muestra una brusca
angulación posterior. Explora si hay
atrofia homolateral de la pantorrilla y
debilidad para la dorsiflexión del tobi-
llo, que quintuplican las posibilidades
de diagnóstico de ciática.100
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Evalúa con qué grado de elevación aparece el dolor, su calidad y distribución, así como El dolor que irradia hacia el miem-
los efectos de la dorsiflexión. La presencia de opresión o malestar en las nalgas o en el bro inferior homolateral indica una
compartimento femoral posterior es frecuente durante estas maniobras, aunque no debe prueba positiva de elevación del miem-
interpretarse como “dolor radicular” ni como una prueba positiva. bro que denota radiculopatía lumbo-
sacra. La dorsiflexión del pie puede
acentuar el dolor en el miembro infe-
rior en la radiculopatía lumbosacra, la
ciática o ambos. La acentuación del
dolor al elevar la pierna sana contrala-
teral constituye un signo cruzado posi-
tivo. Estas maniobras estiran las raíces
nerviosas afectadas y el nervio ciático.
Además, asegúrate de explorar la función motora y sensitiva, así como los reflejos en los La sensibilidad y la especificidad de la
niveles lumbosacros. prueba de elevación del miembro
positiva homolateral en caso de radicu-
lopatía lumbosacra en pacientes con
ciática es relativamente baja, con un
CV de sólo 1.5. Para el signo cruzado
positivo el CV es mayor, 3.4.100
Asterixis. La asterixis sugiere encefalopatía metabólica de los pacientes cuyas La flexión repentina, breve y sin ritmo
funciones intelectuales están alteradas. La asterixis se debe al funcionamiento anómalo de las manos y de los dedos indica
de los centros motores diencefálicos que regulan el tono de los músculos agonistas asterixis, característica de las hepato-
y antagonistas, y mantienen la postura.101 patías, la uremia y la hipercapnia.
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Pide al paciente que “detenga el tráfico” extendiendo los dos brazos, con las manos hacia
arriba y los dedos separados (fig. 17-64). Vigila la postura durante 1 o 2 min, instando
al paciente a mantenerla si fuera necesario. El movimiento es espontáneo, no es necesario
estimular las palmas para que se produzca. Se describe de forma típica como un “aleteo”.
F I G U R A 1 7 - 6 4 . Prueba para la
asterixis.
Escápula alada. Cuando los músculos del hombro estén debilitados o atróficos, En la escápula alada, el borde interno
busca una escápula alada. Pide al paciente que extienda los dos brazos y los apoye de la escápula sobresale hacia atrás
contra tu mano o contra la pared (fig. 17-65). Las escápulas, por lo general, continúan (fig. 17-66), indicando una debilidad
pegadas al tórax. de los músculos trapecio o serrato ante-
rior (observada en la distrofia muscular)
o lesión del nervio torácico largo.
Las escápulas de las personas muy delgadas, pero sanas, pueden parecer “aladas” aun
cuando la musculatura se encuentra intacta.
Paciente estuporoso o comatoso. El coma, un estado de deterioro de la Determinar el pronóstico tras un coma
excitación y la consciencia, delata un episodio potencialmente mortal que afecta a los dos es complejo y se dificulta por el uso de
hemisferios, al tronco del encéfalo o a todos ellos. La evaluación exacta es crítica.102-107 hipotermia terapéutica. Las investigacio-
Aunque las funciones de la excitabilidad y la consciencia están interrelacionadas, nes se enfocan en la evaluación clínica,
“un cambio en una no siempre se asocia con un cambio similar en la otra”.102 La activación patrones del EEG, marcadores biológicos
se produce en el sistema reticular activador ascendente del tronco encefálico que se en suero y estudios por imagen. La
proyecta a través del tálamo hacia varias áreas de la corteza, que “procesa, integra y exploración neurológica minuciosa
contextualiza la información recibida generando por tanto la activación. La lesión de sigue siendo el pilar del pronóstico,
sobre todo después de 72 h.109,110
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cualquiera de estas áreas o sus conexiones puede producir alteraciones del estado de
consciencia”. En este caso no se sigue la secuencia habitual de anamnesis, exploración
física y pruebas analíticas. En su lugar se debe hacer lo siguiente:
■ Primero, evaluar el ABC (vías Aéreas, respiración [Breathing] y Circulación). Familiarízate con la escala de coma de
Glasgow108 descrita en la tabla 17-12,
■ Establecer el nivel de consciencia del paciente. p. 791.
■ Llevar a cabo una exploración neurológica del paciente. Se buscan signos focales
asimétricos y se determina si la alteración de la consciencia obedece a una causa
metabólica o estructural.
■ Entrevista a los familiares, los amigos u otros testigos para averiguar la velocidad de
inicio y el tiempo que lleva el paciente sin conocimiento, cualquier síntoma precur-
sor, los factores precipitantes o los episodios previos, y el aspecto y la conducta
anteriores del paciente. También resulta útil conocer los antecedentes personales
de enfermedades médicas y psiquiátricas.
Cuando empieces la exploración, recuerda que hay dos cosas primordiales que NO
DEBES hacer:
● No dilates las pupilas, pues representan la pista más importante de la causa subyacente del Véase la tabla 17-11, “Coma
coma (estructural o metabólico). metabólico y estructural”, p. 790.
● No flexiones el cuello si tienes dudas de la existencia de un traumatismo craneal o cervical.
Inmoviliza la columna cervical y solicita una radiografía para descartar fracturas de las vér-
tebras cervicales que pudieran comprimir y dañar la médula espinal.
Evalúa los demás signos vitales: pulso, presión arterial y temperatura rectal. Si hay hipo-
tensión o hemorragia, coloca una vía intravenosa y empieza a reponer líquidos (el resto
del tratamiento urgente y las pruebas analíticas no forman parte de los objetivos de
este libro).
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Evaluación neurológica
Respiraciones. Observa la frecuencia, el ritmo y el tipo de las respiraciones. Véase la tabla 17-11, “Coma metabó-
Como las estructuras neurales que gobiernan la respiración en la corteza y en el tronco lico y estructural”, p. 790, y la
del encéfalo están superpuestas a las que regulan la consciencia, las alteraciones respira- tabla 8-4, “ Anomalías en la frecuencia
torias son frecuentes en el coma. y el ritmo respiratorios”, p. 335.
Pupilas. Observa el tamaño y la igualdad de las pupilas, y comprueba su re- Véanse las pupilas del paciente coma-
acción a la luz. La presencia o ausencia de respuesta fotomotora es uno de los signos toso en la tabla 17-13 (p. 792).
más importantes para diferenciar entre las causas estructurales del coma y las metabóli-
cas. En el coma metabólico la respuesta fotomotora suele mantenerse intacta. Las lesiones estructurales debidas
a ictus, abscesos o tumores pueden
determinar una asimetría pupilar y la
pérdida del reflejo fotomotor.
Movimientos oculares. Observa la posición de los ojos y los párpados en reposo. En las lesiones hemisféricas estructu-
Comprueba la desviación horizontal de los ojos a un lado (preferencia de la mirada). rales, los ojos “miran a la lesión” en el
Si las vías oculomotoras están intactas, los ojos miran de frente. hemisferio afectado.
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F I G U R A 1 7 - 6 8 . Reflejo F I G U R A 1 7 - 6 9 . Reflejo
oculocefálico intacto. oculocefálico ausente.
Reflejo vestibuloocular (con estimulación calórica). Si el reflejo oculocefálico
desaparece y deseas explorar mejor la función del tronco del encéfalo, explora el reflejo
vestibuloocular. Toma en cuenta que esta prueba casi nunca se lleva a cabo en un pa-
ciente despierto.
Cerciórate de que los tímpanos estén intactos y los conductos limpios. Eleva la cabecera
del paciente 30° para realizar con exactitud la prueba. Coloca un recipiente bajo la oreja
para recoger el agua que rebose. Inyecta agua helada con una jeringa grande a través de
un pequeño catéter colocado (sin taponar) en el conducto auditivo. Vigila la desviación
de los ojos en el plano horizontal. A veces son necesarios hasta 120 mL de agua helada
para inducir la respuesta. En el caso de un paciente comatoso con el tronco del encéfalo La falta de respuesta a la estimula-
intacto, los ojos se desvían hacia el oído irrigado. Repite la prueba en el lado contrario y ción indica una lesión del tronco del
aguarda 3-5 min, si fuera necesario, para que desaparezca la respuesta inicial. encéfalo.
Postura y tono muscular. Observa la postura del paciente. Si no se constata nin- Véase la tabla 17-14, “Posturas anómalas
gún movimiento espontáneo, quizá sea necesario aplicar un estímulo doloroso (véase del paciente comatoso”, p. 793. Predo-
p. 769). Clasifica el tipo de movimiento resultante de la siguiente manera: minan dos respuestas estereotipadas:
rigidez de descorticación y rigidez de
■ Normal, evitación. El paciente elimina el estímulo o se aleja de él de manera voluntaria. descerebración.
■ Estereotipado. El estímulo produce respuestas posturales anómalas del tronco y los La ausencia de respuesta en un lado
miembros. hace pensar en una lesión del tracto
corticoespinal.
■ Parálisis flácida o ausencia de respuesta.
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Sujeta las rodillas del paciente en flexión. Luego extiende una pierna cada vez y déjela En la hemiplejía aguda, la pierna flá-
caer (fig. 17-72). Compara la velocidad con la que baja cada pierna. cida cae con más rapidez.
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Flexiona las dos piernas de modo que los talones descansen sobre la cama y luego suél- En la hemiplejía aguda, la pierna flá-
talas. La pierna normal retorna más con más lentitud a la posición extendida original. cida cae con rapidez en extensión, con
rotación externa de la cadera.
Exploración complementaria. Cuando finalices la exploración neurológica, Los signos meníngeos indican menin-
evalúa la simetría facial y las asimetrías en las funciones motora, sensitiva y refleja. Busca gitis o hemorragia subaracnoidea.11,12
signos meníngeos, si está indicado.
Mientras continúas con la exploración física general, incluye las siguientes evaluaciones.
■ Cerciórate de que los reflejos corneales estén intactos. Recuerda que el empleo de El reflejo corneal desaparece en el
lentes de contacto puede eliminar estos reflejos. coma y en las lesiones de los NC V y VII.
■ Inspecciona los oídos, la nariz, la boca y la garganta. La presencia de sangre o líquido cefa-
lorraquídeo en la nariz o los oídos
denota una fractura de cráneo; la oti-
■ Asegúrate de evaluar el corazón, los pulmones y el abdomen. tis media indica un posible absceso
cerebral. Una lesión lingual puede
indicar una convulsión.
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Cadera Rodilla
Tronco
Mano
(1)
Cara
Tálamo
Lengua
(4)
Ganglios Cápsula
basales interna
Mesencéfalo
Parte inferior
del bulbo raquídeo
Pirámides
Médula espinal
Tracto corticoespinal
anterior
Signos característicos
Reflejos de
Localización estiramiento Ejemplos
de la lesión Motores Sensitivos muscular de causas
Corteza Debilidad y espasticidad crónicas y Pérdida sensitiva contralateral ↑ Ictus cortical
cerebral (1) contralaterales de tipo corticoespinal. en los miembros y el tronco del
La flexión del brazo es más fuerte mismo lado que los déficits
que la extensión, la flexión plantar es motores.
más fuerte que la dorsiflexión del pie
y el miembro inferior muestra
rotación externa en la cadera.
Tronco del Debilidad y espasticidad como en el Variable. No hay ningún signo. ↑ Ictus del tronco
encéfalo (2) caso anterior, junto con déficits de del encéfalo,
los NC, como diplopia (por debilidad neurinoma del
de los músculos extraoculares) acústico
y disartria.
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Signos característicos
Reflejos de
Localización estiramiento Ejemplos
de la lesión Motores Sensitivos muscular de causas
Médula espinal (3) Debilidad y espasticidad como en el Déficit sensitivo dermatómico a ↑ Traumatismo,
caso anterior, pero por lo general ambos lados del tronco en el tumor medular
en ambos lados (si la afectación nivel de la lesión, y pérdida de
medular es bilateral), con aparición la sensibilidad por afectación
de paraplejía o tetraplejía en de los tractos por debajo del
función del nivel de lesión. nivel de la lesión.
(1) (2)
Fibra motora
eferente
(6)
Asta anterior
Célula del Raíz anterior
asta anterior
Músculo
Célula del asta Debilidad y atrofia con un patrón Sensibilidad intacta ↓ Poliomielitis,
anterior (1) segmentario o focal; fasciculaciones esclerosis lateral
amiotrófica
Raíces y nervios Debilidad y atrofia con un patrón Déficits sensitivos en los ↓ Hernia de disco
raquídeos (2) radicular; a veces con fasciculaciones dermatomas correspondientes cervical o lumbar
Nervio periférico: Debilidad y atrofia más distal que Déficits sensitivos ↓ Polineuropatía peri-
polineuropatía (4) proximal; a veces con fasciculaciones férica del alcoho-
lismo y de la diabetes
Unión Fatigabilidad más que debilidad Sensibilidad intacta Normal Miastenia grave
neuromuscular (5)
Músculo (6) Debilidad en general más proximal Sensibilidad intacta Normal o ↓ Distrofia muscular
que distal; fasciculaciones raras
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a
Aprende a diferenciar entre la afectación cortical y subcortical. Los síndromes subcorticales o lacunares no afectan a las funciones cognitivas superiores, al lenguaje
ni a los campos visuales.
Fuente: Adaptado de: Medical Knowledge Self-Assessment Program, 14th edition (MKSAP 14), Neurology. Philadelphia, PA: American College of Physicians;
2006. Copyright 2006, American College of Physicians.
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Putamen
Tálamo
Globo pálido
Gancho
Área prefrontal Área motora del Área del gusto Área sensitiva del
lenguaje (de Broca) lenguaje (Wernicke)
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Embolia pulmonar masiva Hipoxia o descenso del gasto cardíaco repentinos. Variable, incluye reposo prolon-
gado en cama, trastornos de la
coagulación y embarazo.
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Manifestaciones Asociaciones
Factores predisponentes prodrómicas posturales Recuperación
Fatiga, hambre, reducción de la precarga por Por lo general > 10 seg. Suele producirse en Recuperación rápida de la
deshidratación, diuréticos, vasodilatadores. Palpitaciones, náuseas, visión bipedestación, pero consciencia al tumbarse, pero
borrosa, calor, palidez, puede ocurrir la palidez, debilidad, náuseas y
diaforesis, aturdimiento. estando sentado. confusión persisten cierto tiempo.
Es el tipo más usual de síncope.
Envejecimiento; neuropatías centrales Aturdimiento, mareos, lentitud Ocurre poco después Recuperación rápida de la
y periféricas: enfermedad de Parkinson, cognitiva, fatiga. de que la persona se normalidad al tumbarse.
atrofia sistémica múltiple; enfermedad por A menudo ninguna. levante.
cuerpos de Lewy, diabetes, amiloidosis; La hipertensión en
fármacos antihipertensivos, vasodilatadores; decúbito supino es
reposo prolongado en cama. habitual.
Hemorragia del tubo digestivo o Aturdimiento y palpitaciones Suele ocurrir poco Recuperación rápida de
traumatismos, diuréticos potentes, (taquicardia) al levantarse. después de que la la normalidad después de
vómitos, diarrea, poliuria. persona se levanta. algunos segundos.
EPOC, asma, hipertensión pulmonar. Por lo A menudo ninguna para la tos; Puede ocurrir en Mejora con la reposición
general se produce en pacientes de edad pueden presentarse visión cualquier postura. de volumen.
mediana con sobrepeso. borrosa, mareos.
Nicturia, por lo general, en hombres ancianos A menudo ninguna. Justo después de la Pronto retorno a la normalidad.
o adultos. micción (o durante
ésta) tras levantarse.
Cardiopatía isquémica o valvular; alteraciones Palpitaciones que por lo general Puede ocurrir en Retorno rápido a la normalidad
de la conducción; enfermedades del pericar- duran < 5 seg. cualquier postura. cuando se resuelve la arritmia.
dio; miocardiopatía. A menudo ninguna. La causa más frecuente de
El envejecimiento disminuye la tolerancia síncope cardíaco.
a los ritmos normales. El síncope cardiogénico tiene
una mortalidad a 6 meses > 10%.
Trastornos cardíacos. Dolor torácico, a menudo Ocurre con el En general recuperación rápida
ninguna; el inicio es repentino. ejercicio o después. de la normalidad.
Arteriopatía coronaria, isquemia coronaria Dolor torácico isquémico; puede Puede ocurrir en Variable; se relaciona con el
o vasoespasmo. ser asintomático. cualquier postura. tiempo transcurrido hasta
el diagnóstico y el tratamiento.
TVP, reposo en cama, estados de hipercoagu- Taquipnea, dolor torácico o Puede ocurrir en Relacionada con el tiempo
lación (lupus, cáncer), deficiencia de proteína pleurítico, disnea, ansiedad, tos. cualquier postura. transcurrido hasta el
S o C, deficiencia de antitrombina III. diagnóstico y el tratamiento.
Tratamiento con estrógenos.
Ansiedad. Disnea, palpitaciones, dolor Puede ocurrir en Mejoría lenta, a medida que
torácico, entumecimiento y cualquier postura. cesa la hiperventilación.
parestesias en manos y boca
durante unos minutos. La
consciencia suele preservarse.
Insulinoterapia y diversos trastornos Sudoración, temblor, palpitaciones, Puede ocurrir en Variable, depende de la
metabólicos. hambre, cefalea, confusión, cualquier postura. gravedad y del tratamiento.
conducta anómala, coma.
Antecedente de múltiples síntomas somáticos. Variable. Caída a plomo, a Variable; puede prolongarse,
Síntomas disociativos: despersonalización, menudo estando de a menudo con una respuesta
derrealización, amnesia disociativa, o pie, aunque sin lesión. fluctuante y hallazgos
rasgos de mala adaptación de la personalidad. neurológicos incoherentes.
Se asocia con abuso o descuido en la infancia.
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■ Cuando las crisis tonicoclónicas aparecen después de los 30 años de edad, se sospecha una crisis parcial generalizada o una crisis general
a
Las convulsiones febriles que remedan crisis tonicoclónicas breves pueden ocurrir en los lactantes y niños pequeños. Suelen ser benignas, pero a veces constituyen
la primera manifestación de un trastorno epiléptico.
Fuente: Commission on Classification and Terminology of the International League Against Epilepsy (Berg AT, Berkovic SF, Brodie MJ, et al.). A proposed
diagnostic scheme for people with epileptic seizures and with epilepsy: report of the ILAE Task Force on Classification and Terminology, 2005–2009. Epilepsia.
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Movimientos involuntarios
Discinesias bucofaciales
Las discinesias bucofaciales son movimientos rítmicos, repetitivos y grotescos que afectan sobre
todo a la cara, la boca, los maxilares y la lengua: gesticulación, fruncimiento de los labios,
protrusión de la lengua, apertura y cierre de la boca, y desviaciones de la mandíbula.
Los miembros y el tronco resultan afectados en menos ocasiones. Estos movimientos pueden
constituir una complicación tardía de psicofármacos como las fenotiazinas, denominada
discinesia tardía. También se observan en psicosis inveteradas, en algunos ancianos y en
algunas personas edéntulas.
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Tics Distonía
Los tics son movimientos breves, repetitivos, estereotipados y Los movimientos distónicos se parecen a los atetósicos, pero suelen
coordinados que ocurren a intervalos irregulares. Algunos ejemplos afectar a regiones del cuerpo más grandes, incluido el tronco.
son el pestañeo, la gesticulación o el encogimiento de hombros En ocasiones se aprecian movimientos grotescos de contorsión.
repetidos. Las causas incluyen el síndrome de Gilles de la Tourette Las causas incluyen fármacos como las fenotiazinas, distonía de
y fármacos como las fenotiazinas y las anfetaminas. torsión primaria y, tal como se ilustra, tortícolis espasmódica.
Atetosis Corea
Los movimientos atetósicos son más lentos e implican una mayor Los movimientos coreiformes son sacudidas breves, rápidas,
torsión y contorsión que los coreiformes, así como una mayor irregulares e imprevisibles que aparecen en reposo o interrumpen los
amplitud. Suelen afectar a la cara y la parte distal de los miembros. movimientos coordinados normales. A diferencia de los tics, rara vez
La atetosis se asocia a menudo con espasticidad. Entre las causas se se repiten. A menudo afectan la cara, la cabeza, los antebrazos y las
encuentra la parálisis cerebral. manos. Las causas incluyen la corea de Sydenham (con fiebre
reumática) y la enfermedad de Huntington.
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Aunque es importante identificar con rapidez la afasia durante la visita del paciente; integra esta información a tu exploración neurológica
cuando intentes establecer el diagnóstico.
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(continúa)
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Nistagmo vertical
Nistagmo rotatorio
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Corteza motora
Corteza motora
Lesión central
del NC VII
Sinapsis
Sinapsis
en el puente
Lesión en el puente
periférica
del NC VII Nervio facial Nervio facial
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Toxicometabólico Estructural
Fisiopatología Los centros de vigilia están Una lesión destruye o comprime las zonas de vigilia del
intoxicados o carecen de sustratos tronco del encéfalo, bien de forma directa o como
importantes. consecuencia de una lesión expansiva más distante.
Características clínicas
■ Tipo de respiración Si es regular, puede ser normal o Irregular, sobre todo respiración de Cheyne-Stokes
haber hiperventilación. Si es irregular, o atáxica. También con algunos tipos estereotipados
suele ser de Cheyne-Stokes. especiales, como respiración “apnéusica” (parada
inspiratoria máxima) o hiperventilación central.
■ Tamaño y respuesta pupilares Isocóricas y reactivas a la luz. Las Anisocóricas o arreactivas a la luz (fijas).
pupilas en alfiler se observan en las Posición media fija: denota compresión mesencefálica.
intoxicaciones por opiáceos o
colinérgicos; a veces se necesita una
lupa para ver la respuesta fotomotora.
Las pupilas pueden no responder Dilatadas y fijas: indica compresión del NC III por
si están fijas y dilatadas por herniación.
anticolinérgicos o por hipotermia.
■ Nivel de consciencia Cambia después de que lo hagan Cambia antes de que lo hagan las pupilas.
las pupilas.
Ejemplos de causas Uremia, hiperglucemia, alcohol, Hemorragia epidural, subdural o intracerebral; infarto o
drogas, medicamentos, insuficiencia embolia cerebrales; tumor, absceso; infarto, tumor
hepática, hipotiroidismo, o hemorragia del tronco del encéfalo; infarto, hemorragia,
hipoglucemia, anoxia, isquemia, tumor o absceso del cerebelo.
meningitis, encefalitis, hipertermia,
hipotermia.
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Hemiplejía (temprana)
La lesión cerebral unilateral y repentina que daña el
tracto corticoespinal puede producir una hemiplejía
(parálisis de un lado) que cursa de forma inicial
con flacidez. La espasticidad aparece más tarde.
Los miembros superior e inferior paralizados se
Rotación externa Flacidez encuentran flácidos. Caen de golpe y sin tono
cuando se levantan y se dejan caer sobre la cama.
Los movimientos espontáneos o las respuestas a los
estímulos nocivos están presentes sólo en el lado
contrario. El miembro inferior puede quedar en
rotación externa. A veces se paraliza la parte
inferior de la hemicara y se hinchan las mejillas
durante la espiración. Los dos ojos se alejan del
lado paralizado.
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3
UNIDAD
Poblaciones especiales
Capítulo 18 Capítulo 20
Valoración pediátrica: Adultos mayores 955
desde la lactancia hasta
la adolescencia 799
Capítulo 19
Mujer embarazada 927
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18
C A P Í T U L O
Valoración pediátrica:
desde la lactancia
hasta la adolescencia
Peter G. Szilagyi, MD, MPH
Este capítulo se ocupa de la evaluación clínica pediátrica distinguiendo grupos por edad,
empezando por los principios generales del desarrollo y los elementos clave de la pro- F I G U R A 1 8 - 1 . Los lactantes
moción de la salud. Se dedican apartados distintos a los recién nacidos, los lactantes, los tienen habilidades sorprendentes.
niños pequeños y en edad escolar, y los adolescentes, y se proporciona información
importante sobre el desarrollo, la anamnesis, la promoción y el asesoramiento sobre
salud, y las técnicas de exploración para cada uno de estos grupos (figs. 18-1 a 18-3).
Repasa el capítulo 1, Fundamentos para la competencia clínica, para conocer los métodos
y la secuencia de la exploración física y la anamnesis en los adultos. Esta secuencia debe
modificarse tanto en los lactantes como en los niños en función de la edad y el bienestar
infantil. Aplica las maniobras menos invasivas al principio y deja para el final aquellas que
puedan resultar molestas. Así, por ejemplo, palpa al principio la cabeza y el cuello, ausculta F I G U R A 1 8 - 3 . Las interacciones
el corazón y los pulmones, explora los oídos y la boca, y palpa el abdomen hacia el final. sociales se hacen importantes en la
Si el niño refiere dolor en alguna zona, explora esta área al final. adolescencia.
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El formato de la anamnesis es el mismo tanto para niños como para adultos. Aunque
la secuencia de la exploración física puede variar, transforma tus observaciones clínicas
al formato tradicional por escrito o al formato electrónico.
Principios generales
del desarrollo infantil
La infancia es un período de notable crecimiento físico, cognitivo y social, el mayor en
la vida de una persona. En muy pocos años, un niño multiplica su tamaño 20 veces y
adquiere un lenguaje y razonamiento sofisticados, elabora relaciones sociales comple-
jas y se transforma en un adulto maduro.
■ Principio #1. El desarrollo infantil sigue un camino previsible gobernado por el cerebro
en fase de maduración. Es posible medir los logros de cada edad y caracterizar
el desarrollo como normal o anómalo. Puesto que la visita y la exploración física
tienen lugar en un momento concreto, será necesario determinar en qué punto evo-
lutivo del desarrollo se sitúa el niño. Los logros se alcanzan en un orden previsible.
No obtener los logros es una causa de preocupación.
■ Principio #2. El intervalo del desarrollo normal es amplio. Los niños maduran a veloci-
dades diferentes. El desarrollo físico, cognitivo y social de cada uno se sitúa en
un amplio intervalo de desarrollo.
■ Principio #3. El desarrollo y la salud infantiles dependen de una serie de factores físicos, socia-
les, ambientales y relacionados con las enfermedades. Por ejemplo, los trastornos crónicos,
los malos tratos infantiles y la pobreza pueden causar anomalías físicas visibles y modi-
ficar la velocidad y el curso del desarrollo. Además, los niños con discapacidades físicas
o cognitivas no siguen la trayectoria evolutiva específica esperada para su edad (fig. 18-4).
F I G U R A 1 8 - 4 . El desarrollo
■ Principio #4. El grado de desarrollo del niño influye en cómo se realizan la anamnesis y infantil es influenciado por muchos
la exploración física. Por ejemplo, entrevistar a un niño de 5 años es muy distinto a factores.
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Promoción y asesoramiento
sobre salud: conceptos clave
Según Benjamin Franklin: “Una onza de prevención vale más que una libra de cura”. Este
dicho resulta muy cierto para los niños y los adolescentes, porque la prevención y la
promoción de la salud a una edad temprana pueden mejorar los resultados de salud
durante muchas décadas. Los pediatras invierten mucho tiempo en las visitas y activida-
des de supervisión y promoción de la salud.
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mundo. El calendario de vacunación infantil cambia cada año. Las actualizaciones para
los Estados Unidos se publican y difunden en los sitios web de los Centers for Disease
Control and Prevention (CDC) (véase www.cdc.gov) y en la AAP.6,7
independencia)
● Social (competencia social, responsabilidad propia, integración en la familia
● Los niños con necesidades especiales de asistencia médica a menudo requieren visitas
● Actividad física
(continúa)
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● Corazón
● Pulmones
● Oídos y boca
● Caderas
● Sistema nervioso
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Si es posible, lleva a cabo la exploración física delante de los padres para que puedan
estar a tu lado y formular preguntas. Los padres pueden hacer preguntas sobre el
aspecto físico de su hijo recién nacido y podrás tranquilizarlos cuando observes que los
signos son normales. Observa el vínculo parental con el recién nacido y refuerza las con-
ductas positivas de crianza. Si la madre tiene dudas sobre la lactancia y la técnica de
alimentación, puedes observar cómo es el agarre del pezón y la succión del bebé.
La lactancia materna es óptima desde el punto de vista fisiológico y psicológico, pero
muchas madres necesitan ayuda y apoyo al principio. La detección temprana de dificul-
tades y la orientación previa pueden fomentar y sostener una lactancia materna sana.
Ésta es una excelente oportunidad para educar a los padres acerca de su hijo y qué pue-
den esperar de él.
Los recién nacidos son más sensibles al cabo de 1 o 2 h después de haber comido,
cuando no están totalmente saciados (en cuyo caso responden menos) ni demasiado
hambrientos (y, a menudo, agitados). Empieza meciendo al recién nacido para que se
encuentre cómodo. Luego, se le desviste según la etapa de la exploración para estimu-
larlo de forma gradual y despertarlo. Si el recién nacido se siente agitado, puedes uti-
lizar un chupón (chupete) o un biberón de leche artificial o maternizada (si no es
amamantado) o permitirle que succione de tu dedo enguantado. Envuelve de nuevo
al neonato para completar las partes de la exploración que necesitan que el paciente
esté calmado.
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Clasificación según edad gestacional y peso al nacer Los bebés prematuros corren el riesgo
de sufrir complicaciones tanto a corto
Clasificación de edad gestacional Edad gestacional como a largo plazo (sobre todo
● Prematuro ● < 34 semanas respiratorias o cardiovasculares), así
● Prematuro tardío ● 34-36 semanas como secuelas a largo plazo (p. ej.,
● De término ● 37-42 semanas neuroevolutivas).
● Posmaduro ● > 42 semanas Los bebés prematuros tardíos corren
un riesgo considerable de sufrir
Clasificación de peso al nacer Peso
complicaciones relacionadas con la
● Peso extremadamente bajo al nacer ● < 1 000 g prematuridad.
● Peso muy bajo al nacer ● < 1 500 g
● Peso bajo al nacer ● < 2 500 g
Los bebés posmaduros corren un
● Peso normal al nacer ● ≥ 2 500 g mayor riesgo de mortalidad o
morbilidad perinatal, como asfixia
y broncoaspiración del meconio.
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−1 0 1 2 3 4 5
Postura
Ventana
cuadrada
Madurez neuromuscular
Retroceso Puntuación de
del brazo 180º 140-180˚ 110-140˚ 90-110˚ < 90º la madurez
Puntuación Semanas
Ángulo
–10 20
poplíteo
180˚ 160˚ 140˚ 120˚ 100˚ 90˚ < 90˚
–5 22
Signo de
0 24
la bufanda
5 26
Talón-oreja 10 28
15 30
Pegajosa, Descamación Zonas Fisuras
Gelatinosa 20 32
friable y Lisa, rosada, superficial y/o fisuradas y profundas, Fisurada,
Piel roja
transparente venas visibles erupción, pálidas, muy ningún vaso arrugada
translúcida 25 34
pocas venas pocas venas coriáceo
30 36
Zonas Mayormente
Lanugo Ninguno Escaso Abundante Disminuido
desnudas ausente 35 38
40 40
Talón-dedo Sólo surco Surcos
Cara 40-50 mm: –1
> 50 mm Pocas
transversal
Surcos
en toda la 45 42
plantar sin surcos marcas rojas anteriores 2/3
Madurez física
Labios Labios
Clítoris Clítoris Clítoris Labios mayores
Genitales mayores mayores
prominente, prominente, prominente, y menores
grandes, cubren clítoris
femeninos labios menores labios menores labios menores igual de
menores y labios
pequeños pequeños ensanchados prominentes
pequeños menores
F I G U R A 1 8 - 6 . La suma de las puntuaciones de todos los ítems de madurez neuromuscular y física da una estimación de la
edad gestacional en semanas, si se aplica la escala de evaluación de la madurez que figura en la parte inferior derecha de la figura
(redibujado de: Ballard JL, Khoury JC, Wedig K, et al. New Ballard Score, expanded to include extremely premature infants. J Pediatr. 1991;119:417).
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La figura 18-7 muestra las curvas de crecimiento intrauterino para los percentiles 10 y
90, y esboza las categorías de madurez de los recién nacidos según la edad gestacional
y el peso corporal.
25 27 29 31 33 35 37 39 41 43 45
Semanas de gestación
Los tres lactantes que se muestran en la figura 18-8 nacieron a las 32 semanas de gesta- Los lactantes AEG prematuros tienen
ción y pesaron 600 g (PEG), 1 400 g (AEG) y 2 750 g (GEG). Cada una de estas categorías mayor tendencia a sufrir síndrome de
posee una tasa de mortalidad diferente que resulta máxima para los niños prematuros disnea, apnea, conducto arterial per-
PEG y GEG, y mínima para los AEG nacidos de término. sistente con cortocircuito de izquierda
a derecha e infecciones. Los lactantes
PEG y prematuros experimentan más
a menudo asfixia, hipoglucemia e
hipocalcemia.
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Observa al recién nacido desnudo. Anota el color, el tamaño, las proporciones corporales, En la presentación de nalgas, las rodillas
el estado nutricional y la postura del recién nacido, así como sus respiraciones y los están flexionadas en el útero; en la pre-
movimientos de la cabeza y de los miembros. La mayoría de los recién nacidos sanos, naci- sentación de nalgas puras, las rodillas
dos de término, adoptan una postura simétrica, con los miembros semiflexionados están extendidas en el útero. En ambos
y los muslos parcialmente separados por las caderas. casos, las caderas están flexionadas.
Advierte la actividad motora espontánea del recién nacido, que alterna la flexión y la exten- Los temblores en reposo a los
sión en los miembros superiores e inferiores. Los dedos de la mano suelen flexio- 4 días del nacimiento señalan una
narse con el puño cerrado, pero a veces se extienden con movimientos atetoides enfermedad del sistema nervioso cen-
lentos. Observarás temblores breves del cuerpo y de los miembros durante el llanto enér- tral por diversas causas, desde asfixia
gico e incluso en reposo. hasta abstinencia de fármacos o drogas.
Los estudios del Dr. T. Berry Brazelton y de otros autores han puesto de mani- Los movimientos asimétricos de los
fiesto las múltiples capacidades de los recién nacidos, que se describen a continuación.11 miembros superiores o inferiores hacen
A los padres les maravillan estas acciones. pensar en un déficit neurológico central
o periférico, una lesión del parto (p. ej.,
fractura de clavícula o lesión del plexo
Qué puede hacer un recién nacido braquial) o malformaciones congénitas.
Elementos básicos11
● Los recién nacidos pueden utilizar los cinco sentidos. Por ejemplo, prefieren mirar la cara Los recién nacidos que no pueden
humana y se voltean ante la voz de sus padres. llevar a cabo muchas de estas conduc-
● Los recién nacidos son seres únicos. Hay grandes diferencias de temperamento, personali- tas quizá sufran un trastorno neuroló-
dad, conducta y aprendizaje. gico, una abstinencia de fármacos
● Los recién nacidos interactúan de forma dinámica con sus cuidadores. ¡Es una vía de doble
o drogas o una enfermedad grave
sentido! como una infección.
(continúa)
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Aun los recién nacidos poseen habilidades sorprendentes, como fijar y seguir las
caras humanas. El desarrollo neurológico avanza desde el centro hasta la periferia.
Por lo tanto, los recién nacidos aprenden a controlar la cabeza antes que el tronco y a
utilizar los brazos y las piernas antes que las manos y los dedos (fig. 18-9).
F I G U R A 1 8 - 9 . La sedestación
es un hito del desarrollo de los
La actividad, la exploración y la manipulación del entorno facilitan el aprendizaje. A los lactantes.
3 meses, el lactante alzará la cabeza y se tomará las manos. A los 6 meses, se dará la vuelta
y tomará objetos, se girará al oír voces y probablemente se siente con ayuda. A medida
que mejore la coordinación periférica, el pequeño cogerá objetos, los pasará de una mano
a otra, gateará, se levantará apoyándose y jugará con los objetos golpeándolos y tomándo-
los. Un niño de 1 año puede ponerse en pie y llevarse cualquier cosa a la boca (fig. 18-10).13
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Mira las caras Ríe Come solo Imita actos Utiliza la cuchara
Social/
y juega “escondidas”
emocional
Sonríe Manifiesta sus deseos
Pautas generales
Para una exploración satisfactoria del lactante, recurre a métodos adecuados a su desarrollo, Si no puedes distraer al lactante o
como la distracción y el juego. Como los lactantes suelen prestar atención sólo a una cosa hacer que un lactante despierto siga
a la vez, es bastante fácil distraer su atención de la exploración. Distrae al lactante con un objeto, su rostro o un ruido, piensa
cualquier objeto que se mueva, con una luz que parpadee, jugando a esconderse tapándose en un posible déficit visual o auditivo.
la cara con las manos para hacerle reír, haciéndole cosquillas o con cualquier tipo de ruido.
● Acércate de forma gradual con algún tipo de juguete u objeto que los distraiga.
● Realiza la mayor parte de la exploración con el lactante en el regazo de uno de los padres.
● Habla con suavidad al niño o imita sus sonidos para atraer su atención.
● Si el niño está irritado, cerciórate de que ha comido bien antes de continuar con la exploración.
● Pregunta al padre o a la madre por las cualidades del pequeño para obtener información útil
sobre el desarrollo y la crianza parental.
● No esperes realizar una exploración de la cabeza a los pies siguiendo un orden concreto.
Explora en función de lo que el niño te permita y deja la exploración de la boca y los oídos
para el final.
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Observa la relación entre los padres y el recién nacido. Mantente atento al afecto que Observar la comunicación del lactante
manifiestan los padres al hablar de su hijo. Observa el modo en el que el padre o con los padres puede revelar anoma-
la madre lo sostienen, mueven, visten o consuelan. Evalúa y comenta cualquier aspecto lías como un retraso en el desarrollo, un
positivo de la relación, por ejemplo, el orgullo que manifiesta con su semblante la retraso en el lenguaje, déficit de audi-
madre en la figura 18-13. ción o un vínculo parental insuficiente.
Asimismo, observar la relación entre
Los lactantes no suelen oponerse a que se les quite la ropa. Para mantener el entorno los padres y el lactante puede mostrar
seco, lo mejor es dejar el pañal colocado durante la exploración. Retíralo sólo cuando patrones inadaptativos de crianza a
explores los genitales, el recto y las caderas. causa de la depresión materna o de
un apoyo social inadecuado.
Cómo evaluar los hitos del
desarrollo. Como quieres conocer el Muchos trastornos retrasan más de
máximo rendimiento del lactante, lo mejor un hito. Las causas del retraso en el
es evaluar los hitos al final de la entrevista, desarrollo se ignoran en la mayoría de
justo antes de la exploración. Este interludio los casos. Algunas causas conocidas
de “diversión y juego” también fomenta son las anomalías en el desarrollo
la colaboración durante la exploración. Los embrionario (p. ej., lesión prenatal);
médicos experimentados saben relacionar trastornos hereditarios y genéticos
la evaluación del desarrollo con otros (p. ej., errores congénitos, anomalías
apartados. La gráfica de la página 810 genéticas); problemas ambientales y
F I G U R A 1 8 - 1 3 . Los niños pueden sociales (p. ej., estimulación insufi-
muestra algunos de los hitos físicos divertirse durante la evaluación del
o motores, cognitivos o lingüísticos y desarrollo. ciente); problemas durante el embarazo
o perinatales (p. ej., insuficiencia pla-
socioemocionales del primer año de vida.
centaria, prematuridad); enfermedades
A modo de ejemplo, el niño de la figura 18-13 puede gritar y reírse además de interactuar
infantiles (p. ej., infecciones, trauma-
con el examinador.
tismos, enfermedades crónicas).
La AAP recomienda que los médicos recurran a una herramienta normalizada de Si un lactante colaborador falla
detección del desarrollo para lactantes tan pequeños como de unos meses de edad.15 en algunas partes de un instrumento
Se han probado y validado numerosas herramientas de detección precoz del desarro- de detección estandarizado, es posible
llo en varias naciones. En general, éstas evalúan cinco dominios del desarrollo del que sufra un retraso en el desarrollo
lactante/niño: motricidad gruesa, motricidad fina, cognitivo (o resolución de proble- y que requiera un análisis y una eva-
mas), comunicación y personal/social. Se recomienda a los pediatras utilizar estos ins- luación más precisos.
trumentos estandarizados de forma periódica durante las visitas de prevención debido
a que se desempeñan mejor que la exploración clínica para identificar retrasos del
desarrollo, que a menudo pueden ser sutiles y difíciles de determinar debido
al amplio espectro del desarrollo normal de los niños. El empleo de estos instrumentos Un lactante o escolar cuyas habilida-
de detección precoz resulta práctico en contextos clínicos, y cuentan con una sensibi- des del desarrollo se han estancado
lidad y especificidad razonables para identificar los retrasos del desarrollo. Algunos o están fuera de la secuencia nor-
instrumentos útiles para llevar a cabo la detección del desarrollo incluyen el Ages and mal puede tener autismo o parálisis
Stages Questionnaire (ASQ), la Early Language Milestone Scale (ELM Scale-2), la Modified cerebral.
Checklist for Autism in Toddlers (MCHAT), y la Parents’ Evaluation of Developmental Status
(PEDS). En combinación con tus datos en la anamnesis y la exploración física,
los resultados de estas pruebas de detección pueden ayudar a determinar una estrategia
adecuada de tratamiento.
Utiliza los instrumentos de detección adjuntos como complemento de una exploración Como un ejemplo, un lactante que
completa del desarrollo. Si sospechas un retraso en la exploración general, hay que con- nació 8 semanas de forma prematura,
tinuar el estudio. Si el lactante ha nacido de forma prematura, adapta los grados previsi- a las 32 semanas de gestación ten-
bles del desarrollo a su edad gestacional hasta aproximadamente los 24 meses de vida. drá datos anómalos en las pruebas
de desarrollo si los hitos esperados
no se adaptan a la prematurez. En
una visita a los 12 meses de edad
se esperaría que haya alcanzado los
logros correspondientes a los
10 meses de edad.
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Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
Las visitas regulares proporcionan una oportunidad para trazar un curso del desarrollo
saludable y exitoso. El que los lactantes se sientan cómodos durante las visitas
refuerza la calidad de la experiencia. Los padres por lo general son receptivos a
las sugerencias acerca de la promoción de la salud que pueden tener influencias
muy importantes a largo plazo en el niño y su familia. Se necesitan habilidades avan- F I G U R A 1 8 - 1 4 . Las visitas de
supervisión de la salud regulares
zadas de entrevista conforme explicas a los padres las estrategias para optimizar
tienen diversos propósitos.
la salud y el bienestar de sus hijos. Adapta el contenido al grado de desarrollo corres-
pondiente del lactante. Como un ejercicio revisa los componentes más importantes
de una visita de supervisión de salud para un lactante de 6 meses.
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Técnicas de exploración
Reconocimiento general y signos vitales
La medición del tamaño corporal y de los signos vitales es imprescindible. Las tablas en Las desviaciones en la medición por
el sitio web de la Organización Mundial de la Salud (www.who.int) muestran pautas para encima de dos valores estándar para
presión arterial, talla, peso, IMC (a partir de los 2 años de edad) y perímetro cefálico. la edad, por encima del percentil 95
Compara los signos vitales o las proporciones corporales con las pautas específicas de o debajo del percentil 5, indican la
cada edad, porque cambian mucho a medida que el niño crece. Algunos pediatras necesidad de una evaluación más
también examinan con regularidad el dolor con escalas normalizadas. detallada. Estas desviaciones pueden
ser los primeros y únicos indicadores
de enfermedad (véanse los ejemplos
en las tablas del sitio web).
Crecimiento. La medición del crecimiento es uno de los indicadores más impor-
tantes de la salud de los lactantes. Toda desviación constituye una señal incipiente de
un problema de fondo. Compara los parámetros del crecimiento con los valores norma-
les para la edad y el sexo, así como lecturas previas del mismo niño, para evaluar las
tendencias. Confirma las anomalías en el crecimiento repitiendo la medición para tomar
en cuenta un error potencial.
Mide con cuidado los parámetros de crecimiento empleando siempre la misma técnica y,
si fuera posible, las mismas básculas para registrar la estatura y el peso.
Las herramientas más importantes para evaluar el crecimiento físico son las curvas Aunque muchos lactantes sanos
de crecimiento, que publican el National Center for Health Statistics (www.cdc.gov/ cruzan los percentiles en las curvas
nchsv)16 y la Organización Mundial de la Salud (OMS) (www.who.int).17 Todas de crecimiento, todo cambio repentino
las gráficas contienen la estatura, el peso y el perímetro cefálico para la edad, con una sepa- o significativo en éstas puede ser
ración para niños de hasta 36 meses y otra para los de 2 a 18 años. También existen indicativo de una enfermedad
gráficas que representan el peso frente a la estatura o longitud y frente al IMC. Estas sistémica en diferentes órganos, o la
curvas de crecimiento tienen líneas de percentiles que indican el porcentaje de ganancia excesiva de peso inadecuada
niños sanos que se encuentran por encima o por debajo de la medición concreta en secundaria a la sobrealimentación.
función de la edad cronológica. Hay curvas especiales de crecimiento para los niños Las anomalías que pueden causar
prematuros que corrigen este resultado. desviación de las pautas de creci-
miento normal incluyen las enferme-
dades crónicas o la prematuridad.
La AAP, el NIH y los CDC recomiendan que los médicos utilicen las curvas de creci- También hay curvas de crecimiento
miento de la OMS de 2006 para los niños de 0 a 23 meses de edad. Las curvas de los para niños con enfermedades especí-
CDC deben utilizarse en Estados Unidos para evaluar a niños de 2 a 19 años. ficas como síndrome de Down o sín-
drome de Turner.
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Peso. Pesa de forma directa a los pacientes con una balanza para lactantes. Se de- El retraso del crecimiento es una ganan-
ben pesar desnudos o sólo con un pañal. cia de peso insuficiente para la edad.
Los indicadores típicos son: (a) creci-
miento inferior al percentil 5 para la
edad; (b) caída superior a 2 cuartiles en
6 meses, o (c) peso para la estatura infe-
rior al percentil 5. Las causas incluyen
factores ambientales o psicosociales
y trastornos digestivos, neurológicos,
cardíacos, endocrinos, renales y otros.
Signos vitales
Presión arterial. Aunque obte-
ner valores exactos de presión arterial en
los lactantes es difícil (fig. 18-17), este
valor es importante en algunos pacientes
de alto riesgo y debe tomarse de manera
sistemática a partir de los 3 años. Tendrás
que recurrir a tus habilidades para distraer
o jugar con el bebé.
F I G U R A 1 8 - 1 7 . Se requiere
práctica para medir con exactitud
la presión arterial en la primera infancia.
Una alternativa al empleo del manguito de presión arterial y la medida más sencilla de la
presión arterial sistólica de los lactantes se obtiene con el método Doppler, que detecta las
liberaciones del flujo sanguíneo arterial, las transforma en valores de presión sistólica y
las transmite a un dispositivo de lectura digital.
La presión arterial sistólica aumenta de forma gradual durante la infancia. Así, la presión Las causas de hipertensión sostenida
sistólica normal de los niños varones es de unos 70 mm Hg al nacer, 85 mm Hg al cabo en recién nacidos comprenden las enfer-
de 1 mes y 90 mm Hg a los 6 meses (véase OMS o sitio web de los CDC). medades de la arteria renal (estenosis,
trombosis), las malformaciones rena-
les congénitas y la coartación de aorta.
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Pulso. La frecuencia cardíaca de los lactantes es más sensible a los efectos de las
enfermedades, el ejercicio y las emociones que la de los adultos.
Frecuencia respiratoria. Como ocurre con la frecuencia cardíaca, la frecuen- Las frecuencias respiratorias dema-
cia respiratoria de los lactantes varía más y es más sensible a la enfermedad, el ejercicio siado rápidas y superficiales se dan
y las emociones que la de los adultos. El número de respiraciones por minuto del recién entre neonatos con cardiopatías con-
nacido oscila entre 30 y 60. génitas cianóticas y un cortocircuito de
derecha a izquierda, así como acidosis
metabólica.
La frecuencia respiratoria varía mucho de un momento a otro en el período neonatal, La fiebre puede elevar la frecuencia
con períodos alternantes de respiración rápida y lenta (denominada “respiración respiratoria de los lactantes hasta
periódica”). La frecuencia respiratoria durante el sueño es la más fiable. Las frecuencias 10 resp/min por cada grado.
respiratorias durante el sueño activo, en comparación con el sueño tranquilo, pueden
acelerarse hasta 10 resp/min. El patrón respiratorio debe observarse durante al menos
60 seg para valorar tanto el patrón como la frecuencia. En la lactancia y la primera infan-
cia predomina la respiración diafragmática, con mínimos desplazamientos torácicos.
Los valores umbral aceptados de forma habitual para definir la taquipnea son: al La taquipnea y el aumento del tra-
nacer-2 meses: > 60 resp/min, y 2-12 meses: > 50 resp/min. bajo respiratorio de un lactante cons-
tituyen signos de posible bronquitis
o neumonía.
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otra mano, un termómetro rectal bien lubricado hasta una profundidad de 2-3 cm.
Mantén el termómetro durante al menos 2 min.
La temperatura corporal de los lactantes y de los niños es menos constante que la de los La ansiedad puede elevar la tempera-
adultos. La temperatura rectal media es más elevada en la lactancia y primera infancia, tura corporal de los niños. Si se cubre
en general, por encima de 37.2 °C hasta después de los 3 años. La temperatura corpo- en exceso al pequeño, aumenta la
ral puede fluctuar hasta 1 °C en un mismo día, acercándose a 38.3 °C entre los niños temperatura de la piel pero no la tem-
sanos, sobre todo por la tarde y tras un ejercicio intenso. peratura central.
La inestabilidad térmica de un recién
nacido se debe a sepsis, alteraciones
metabólicas u otros estados graves.
Los lactantes de mayor edad casi
nunca presentan inestabilidad térmica.
Piel
Inspección. Examina con cuidado la piel del recién nacido o del lactante para reco- Algunos recién nacidos con policitemia
nocer las marcas normales y las potencialmente anómalas. En las imágenes de las tienen un aspecto “rubicundo”, de
pp. 818-820 se indican las marcas normales. La piel del neonato posee una textura y color rojizo.
aspecto característicos y singulares. La textura es suave y lisa, porque tiene menos grosor
que la piel de los niños mayores. Un recién nacido sano pasa, en los primeros 10 min
después de nacer, de una cianosis generalizada a un color rosado. La rubefacción eritema-
tosa de los lactantes de piel más clara, que otorga a la piel el aspecto de una “langosta
hervida”, es frecuente en las primeras 8-24 h de vida; luego, predomina el color rosa pálido.
Los cambios vasomotores de la dermis y del tejido subcutáneo, en respuesta al enfria- La piel marmórea llama la atención
miento o a la exposición crónica al calor radiante, pueden producir un aspecto azulado, entre los prematuros y lactantes con
moteado y enrejado (piel marmórea) de la piel, sobre todo en el tronco y los miembros hipotiroidismo congénito y síndrome de
superiores e inferiores. Esta respuesta al frío dura varios meses entre los lactantes sanos. Down. Si la acrocianosis no desaparece
La acrocianosis, una coloración azulada en manos y pies tras la exposición al frío (véase al cabo de 8 h o tras calentar manos y
p. 818), es muy frecuente entre los recién nacidos durante los primeros días y puede pies, debe contemplarse la posibilidad
recidivar en las primeras fases de la lactancia. Algunos neonatos experimentan un cambio de que se trate de una cardiopatía
congénita cianótica.
notable de color (discromía del arlequín) con cianosis pasajera de la mitad del cuerpo o de
uno de los miembros, probablemente por inestabilidad vascular transitoria.
La cantidad de melanina en la piel del recién nacido varía e influye en la pigmentación. La cianosis central de un recién nacido
Los recién nacidos negros pueden tener al principio un color más claro, salvo en los lechos o de un niño de cualquier edad obliga
ungueales, los genitales y los pliegues de las orejas, que parecen oscuros al nacer. La a sospechar una cardiopatía congé-
pigmentación oscura o azulada en las nalgas y en la región lumbar baja es frecuente en los nita. El área más idónea para exami-
recién nacidos de origen africano, asiático y mediterráneo. Las manchas de estas zonas, nar la cianosis central es la lengua y la
antiguamente llamadas manchas mongólicas, se deben a la pigmentación de células situa- mucosa bucal, no los lechos unguea-
das en las capas profundas del cutis; durante la infancia suelen desaparecer. Documenta les ni los miembros.
estas áreas pigmentadas para no confundirlas después con equimosis.
Al nacer, se aprecia un pelo fino y suave llamado lanugo, que cubre todo el cuerpo y, en Las lesiones pigmentadas de color
particular, los hombros y la espalda. Este pelo se descama en las primeras semanas. marrón claro (< 1-2 cm al nacer)
El lanugo de los prematuros es prominente. El grosor del pelo del cuero cabelludo son manchas café con leche.
varía mucho entre los recién nacidos y no predice su futuro crecimiento. Todo el pelo Las lesiones aisladas carecen de
relevancia, pero las lesiones múltiples
con bordes lisos pueden indicar una
neurofibromatosis (véase la tabla 8-2,
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original se desprende en los primeros meses y es sustituido por un pelo nuevo, a veces “Erupciones y lesiones cutáneas
de un color distinto. habituales en los recién nacidos
y lactantes”, p. 911)
Inspecciona de cerca las lesiones más frecuentes de la piel de los recién nacidos. Al nacer, La descamación cutánea es normal
un manto de color blanco como el queso, que se denomina unto sebáceo (vernix caseosa) en los nacidos de término, pero en
y se compone de sebo y células epiteliales descamadas, cubre todo el cuerpo. Algu- raras ocasiones constituye un signo
nos recién nacidos presentan edema en las manos, los pies, las piernas, el pubis o el sacro, de insuficiencia circulatoria placen-
que desaparece al cabo de unos días. La descamación superficial de la piel suele adver- taria o de ictiosis congénita.
tirse entre 24 y 36 h después del parto, sobre todo en los nacidos después del término
(> 40 semanas de gestación) y puede durar hasta 7-10 días.
Debes ser capaz de identificar cuatro trastornos cutáneos frecuentes en los recién El eritema tóxico y la melanosis pustu-
nacidos: miliaria rubra, eritema tóxico, melanosis pustulosa y milio. Todos se ilustran losa pueden mostrar un aspecto pare-
en la p. 819. Ninguno reviste importancia clínica. cido a la erupción vesicular patológica
del herpes simple o a una dermoinfec-
ción por Staphylococcus aureus.
Nota cualquier signo de traumatismo durante el parto, así como el empleo de fórceps o Los mechones de pelo en la línea
de ventosas; estos signos desaparecen, pero exigen una exploración neurológica cuidadosa. media sobre la región lumbosacra
hacen pensar en una anomalía de
la médula espinal.
Ictericia. Examina y palpa atentamente la piel neonatal para evaluar el grado de La ictericia que aparece en las prime-
ictericia. La ictericia “fisiológica” o normal, que ocurre en la mitad de todos los recién ras 24 h desde el nacimiento proba-
nacidos, aparece al segundo o tercer día, alcanza un máximo al quinto día y suele des- blemente sea por una enfermedad
aparecer en una semana, aunque puede persistir por más tiempo en los lactantes ama- hemolítica del recién nacido.
mantados. La ictericia suele reconocerse mejor con la luz natural que con la artificial. La ictericia que persiste más de
La ictericia neonatal parece progresar de la cabeza a los pies y es más intensa en la 2 o 3 semanas obliga a sospechar una
mitad superior del cuerpo y menos en los miembros inferiores. obstrucción biliar o una enfermedad
hepática.
Para detectar la ictericia, aplica presión en la piel (fig. 18-19) para “remover” el color Una causa frecuente de ictericia
rosado o café normal. Un “blanqueamiento” amarillento indica ictericia. durante las primeras 2 semanas es la
ictericia de la lactancia que por lo
general remite a los 10 o 14 días de
vida. La ictericia persistente requiere
evaluación.
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Marcas vasculares. La “mancha asalmonada” (también conocida como nevo Una lesión unilateral de color púrpura
simple, nevo telangiectásico o hemangioma capilar) es una marca vascular frecuente. Estas oscuro o nevo flámeo en la zona
manchas planas, irregulares, de color rosa claro (véase p. 819) aparecen sobre todo en de distribución del ramo oftálmico del
la nuca (“picadura de cigüeña”), los párpados superiores, la frente o el labio superior nervio trigémino puede constituir un
(“besos de ángel”). No se trata de nevos verdaderos, sino de capilares distendidos que signo del síndrome de Sturge-Weber,
suelen desaparecer antes de que el niño cumpla 1 año y sean cubiertos por el cabello. que se asocia con convulsiones, hemi-
paresia, glaucoma y retraso mental.
Palpación. Palpa la piel del recién nacido o del lactante para evaluar el grado de El edema significativo de las manos y
hidratación o la turgencia cutánea. Pellizca un pliegue de piel adherida de manera laxa a pies de las niñas recién nacidas puede
la pared del abdomen entre el pulgar y el índice para determinar su consistencia. La piel de indicar un síndrome de Turner. Otras
los lactantes y niños bien hidratados regresa a su posición normal inmediatamente des- características como el cuello
pués de soltarla. El retraso en el retorno es un fenómeno que se conoce como “persistencia alado reforzarían este diagnóstico.
del pliegue cutáneo” y suele darse entre niños con deshidratación importante.
La deshidratación es un problema fre-
cuente en lactantes. Las causas habi-
tuales incluyen ingestión insuficiente
o una pérdida excesiva de líquidos
debida a diarrea.
(continúa)
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
(continúa)
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Cabeza
Al nacer, la cabeza del recién nacido quizá te parezca bastante grande. La cabeza neonatal El aumento de tamaño de la fontanela
ocupa la cuarta parte de la longitud corporal y representa un tercio del peso; posterior se observa en el hipotiroi-
estas proporciones cambian al alcanzar la vida adulta, pues la cabeza da cuenta de una dismo congénito.
octava parte de la longitud corporal y aproximadamente una décima parte del peso. El solapamiento de los huesos craneales
por las suturas en el momento del naci-
miento, que se conoce como moldeado,
se debe al paso de la cabeza por el canal
del parto y desaparece en 2 días.
Suturas y fontanelas. Las suturas son espacios de tejido membranoso que sepa- Una fontanela prominente y tensa se
ran los huesos craneales entre sí. Las áreas donde se reúnen las principales suturas en observa en los lactantes con aumento
las porciones anterior y posterior del cráneo se conocen como fontanelas. Examina con de la presión intracraneal, que puede
cuidado las suturas y las fontanelas (fig. 18-20). obedecer a infecciones del sistema ner-
vioso central, enfermedades neoplási-
cas o hidrocefalia (obstrucción de la
circulación del líquido cefalorraquídeo
dentro de los ventrículos cerebrales;
véase la tabla 18-5 “Anomalías de la
cabeza”, p. 913).
A la palpación, las suturas tienen aspecto de crestas y las fontanelas de concavidades El cierre prematuro de las fontanelas
blandas. La fontanela anterior tiene un diámetro al nacer de 4 a 6 cm y suele cerrarse entre puede ser debido a microcefalia o cra-
los 2 y 26 meses de edad (el 90% lo hace entre los 7 y los 19 meses). La fontanela posterior neosinostosis o a alguna anomalía
mide 1-2 cm al nacer y suele cerrarse a los 2 meses. metabólica.
El retraso en el cierre de las fontanelas
es habitualmente una variante normal,
pero puede ser debido a hipotiroi-
dismo, megalocefalia, aumento de la
presión intracraneal o raquitismo.
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Fontanela anterior
Fontanela posterior
Sutura lambdoidea
Sutura
sagital
Sutura
coronal
Sutura
metópica
F I G U R A 1 8 - 2 0 . Suturas y fontanelas.
Examina con cuidado la fontanela, porque su plenitud refleja la presión intracraneal. Lo Una fontanela anterior hundida
mejor es palpar la fontanela mientras el lactante está tranquilo y sentado o se le sostiene puede constituir un signo de deshi-
en una posición erecta. Los pediatras experimentados suelen palpar las fontanelas al dratación.
comenzar la exploración. La fontanela anterior de los lactantes sanos es blanda y plana.
Si aumenta la presión intracraneal, la fontanela anterior protruye y asoma cuando el niño
llora o vomita. Las pulsaciones de la fontanela reflejan el pulso periférico y son normales
(los padres a menudo preguntan sobre ello). Aprende a palpar las fontanelas debido a
que una fontanela protruida puede indicar aumento de la presión intracraneal y si
está deprimida, deshidratación.
Inspecciona con cuidado las venas del cuero cabelludo para evaluar si están dilatadas. La dilatación de las venas del cuero
cabelludo indica una hipertensión
intracraneal de tiempo atrás.
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Toma al lactante y examina la forma del cráneo por detrás. La asimetría de la bóveda cra- La plagiocefalia también puede
neal (plagiocefalia) ocurre cuando el lactante se recuesta sobre uno de los lados, con lo deberse a algún tipo de patología,
que se aplana la región parietooccipital de la zona situada en declive y se produce como la tortícolis causada por la lesión
una prominencia de la región frontal del otro lado. Esta asimetría desaparece a medida del músculo esternocleidomastoideo
que el niño aumenta su actividad y pasa menos tiempo en una posición determinada; en el parto o por falta de estimulación
la simetría casi siempre se restaura. Curiosamente, la tendencia actual a que los niños del lactante.
duerman boca arriba, para reducir el riesgo del síndrome de la muerte súbita del lactante
(SMSL), ha hecho que aparezcan más casos de plagiocefalia (fig. 18-22). Este trastorno
puede evitarse mediante el reposicionamiento frecuente del niño (dando tiempo de “estar
de panza” cuando el niño está despierto).
F I G U R A 1 8 - 2 2 . Una evaluación
cuidadosa puede demostrar la
plagiocefalia.
Mide el perímetro cefálico (p. 814) para detectar si el tamaño de la cabeza es inusual- El cierre prematuro de las suturas cra-
mente grande (macrocefalia) o pequeño (microcefalia), lo que podría indicar un trastorno neales produce craneosinostosis (p. 913)
subyacente que afecte al cerebro. y una morfología anómala del cráneo.
La sinostosis de la sutura sagital da
lugar a una cabeza estrecha por falta de
crecimiento de los huesos parietales.
Palpa las líneas de sutura. Una cresta ósea elevada en una línea de sutura hace pensar en
una craneosinostosis.
Palpa con cuidado el cráneo del lactante. Los huesos suelen notarse “blandos” o flexibles; En la craneotabes, los huesos del
por lo general, se endurecen conforme aumenta la edad gestacional. cráneo tienen un aspecto flexible y elás-
tico. La craneotabes puede obedecer
a una hipertensión intracraneal, por
ejemplo, por hidrocefalia, alteraciones
metabólicas, como raquitismo, e infec-
ciones tales como sífilis congénita.
Simetría facial. Examina la simetría facial de los lactantes. La postura intrauterina La micrognatia puede formar parte de
puede ocasionar asimetrías faciales pasajeras. Si se flexiona la cabeza sobre el esternón, un síndrome, como el de Pierre Robin.
el mentón podría acortarse (micrognatia). La presión del hombro sobre la mandíbula
determina su desplazamiento lateral pasajero.
Explora la impresión general de la cara; ayuda compararla con la cara de los padres.
La evaluación sistemática de un niño con una cara de aspecto anómalo permite reconocer
síndromes concretos.18 El cuadro siguiente explica los pasos para evaluar las facies.
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● Peso
Considerar los tres mecanismos de la dismorfogénesis facial: Un niño con una forma o longitud
● Deformaciones por constricciones intrauterinas anómalos de la fisura palpebral (véase
● Alteraciones por bandas amnióticas o anomalías del tejido fetal la tabla 18-6, “Facies diagnósticas
● Malformaciones por alguna anomalía intrínseca de cara, cabeza o cerebro en la lactancia y la infancia”, pp. 914-
915):
Examen de los padres y los hermanos:
● La semejanza con uno de los padres puede resultar tranquilizadora (p. ej., cabeza
Con inclinación hacia arriba
grande), pero también puede ser una indicación de un trastorno familiar.
(síndrome de Down)
Con inclinación hacia abajo
Trata de averiguar si los rasgos faciales encajan dentro de un síndrome conocido,
(síndrome de Noonan)
comparándolos con:
● Referencias (incluidas medidas) e imágenes de los síndromes
Corta (efectos del alcohol en el feto)
● Cuadros/bases de datos con las combinaciones de rasgos
Signo de Chvostek. Percute la mejilla para observar si hay signo de Chvostek, que Un signo de Chvostek positivo pro-
aparece en algunas alteraciones metabólicas y en ocasiones en lactantes sanos. Percute duce una gesticulación facial moti-
con la punta del dedo índice o del dedo medio la parte superior de la mejilla, justo por vada por contracciones repetidas de
debajo del hueso cigomático delante del oído. los músculos de la cara. El signo
de Chvostek se advierte en casos de
tetania hipocalcémica, tétanos y tetania
por hiperventilación.
Ojos
Inspección. Los recién nacidos mantienen los ojos cerrados, salvo durante perío- Un recién nacido que realmente no
dos breves de vigilia. Si tratas de separar los párpados, se cerrarán aún con más fuerza. pueda abrir un ojo (ni siquiera cuando
La luz brillante hace que los recién nacidos parpadeen, por lo que debe utilizarse una luz está despierto y alerta) puede estar
más tenue. Despierta con suavidad al recién nacido y sosténlo en posición sentada, y con sufriendo ptosis congénita. Las causas
frecuencia verás cómo abre los ojos. son traumatismos en el parto, paráli-
sis del NC III y problemas mecánicos.
Para explorar los ojos de los lactantes y los niños pequeños utiliza algunos trucos para Las hemorragias subconjuntivales son
que colaboren. Los juguetes pequeños de colores ayudan a fijar la vista. frecuentes en neonatos nacidos por
parto vaginal.
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Durante los primeros 10 días de vida, los ojos pueden quedarse fijos en una dirección si El estrabismo, convergente o diver-
se gira la cabeza sin mover el cuerpo (reflejo en ojos de muñeca). gente, alternante que persiste más de
3 meses o el estrabismo de cualquier
Durante los primeros meses de vida, algunos lactantes presentan una desviación cru- tipo persistente pueden indicar una
zada intermitente de los ojos (conocida como estrabismo convergente alternante e inter- debilidad motora ocular u otra anoma-
mitente o esotropía) o una desviación lateral (estrabismo divergente alternante intermitente lía del sistema visual.
o exotropía).
Observa en busca de anomalías o problemas congénitos en las escleróticas y las pupi- Los colobomas se ven a simple vista
las. Las hemorragias subconjuntivales de los recién nacidos son frecuentes. Los ojos y representan defectos del iris.
de muchos recién nacidos presentan edema a causa del parto.
Observa las reacciones pupilares por la respuesta a la luz o tapando cada ojo con la
mano y destapándolo después. Aunque exista cierta asimetría inicial en el tamaño de
las pupilas, con el tiempo deben tener un mismo tamaño y responder del mismo modo
a la luz.
Inspecciona con cuidado el iris por si existen anomalías. Las manchas de Brushfield son un
anillo de manchas blancas del iris
(véase la tabla 18-7, “Anomalías de los
ojos, los oídos y la boca”, p. 916). Aun-
que a veces se ven en niños sanos,
hacen pensar sobre todo en un sín-
drome de Down.
No puedes determinar la agudeza visual de los recién nacidos y de los lactantes. Sin
embargo, puedes utilizar los reflejos visuales para evaluar de forma indirecta la
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vista: constricción pupilar directa y consensuada en respuesta a la luz, parpadeo en La secreción ocular y el lagrimeo per-
respuesta a la luz brillante (reflejo de parpadeo óptico) y parpadeo en respuesta a los sistentes desde el nacimiento pueden
movimientos rápidos de un objeto que se dirige hacia los ojos. Durante el primer año obedecer a dacriocistitis y obstrucción
de vida, la agudeza visual aumenta a medida que se amplía la capacidad de enfoque. Los del conducto nasolagrimal.
lactantes desarrollan los siguientes hitos visuales:
Exploración oftalmoscópica. Para la exploración oftalmoscópica con el recién Un glaucoma congénito puede
nacido despierto y con los ojos abiertos, examina el reflejo retiniano rojo (fondo) deberse a la opacidad de la córnea.
colocando el oftalmoscopio a 0 dioptrías y visualizando la pupila a una distancia Un reflejo luminoso oscuro lo produ-
aproximada de 25 cm. Por lo general se refleja el color rojo o naranja del fondo a través cen las cataratas, la retinopatía del
de la pupila. prematuro y otros trastornos.
El reflejo retiniano blanco (leucocoria)
es patológico y obliga a sospechar
cataratas, desprendimiento de retina,
coriorretinitis o retinoblastoma.
Es difícil realizar una exploración oftalmoscópica meticulosa a los lactantes pequeños, La oclusión del cristalino puede repre-
pero a veces está indicada si se advierten anomalías oculares o neurológicas. La córnea sentar una catarata.
suele valorarse con +20 dioptrías, el cristalino con +15 dioptrías y el fondo con 0 dioptrías.
Examina la zona de la papila como si fuera un adulto. La papila óptica de los lactantes Las pequeñas hemorragias retinianas
tiene un color más claro, con menos pigmentación macular. Puede no verse el reflejo pueden afectar a los recién nacidos
luminoso de la fóvea. Busca con cuidado las hemorragias retinianas. El edema de papila sanos. Las hemorragias extensas
es raro en la lactancia, porque las fontanelas y las suturas, aún abiertas, acomodan denotan anoxia grave, hematoma sub-
el posible aumento de la presión intracraneal, evitando el daño de las papilas. dural, hemorragia subaracnoidea o
traumatismos graves.
Oídos
La exploración física de los oídos de los lactantes es importante porque permite detectar
numerosas anomalías, entre las cuales se encuentran alteraciones estructurales como la
otitis media y la sordera.
Los objetivos principales consisten en averiguar la posición, la forma y las características Las orejas deformes, pequeñas o en
del oído y detectar sus alteraciones. Nota la posición de las orejas en relación con los una posición muy baja pueden ser
ojos. Una línea imaginaria dibujada a través de los cantos exterior e interior de signos de anomalías congénitas, sobre
los ojos debe atravesar el pabellón auricular; si el pabellón se encuentra debajo todo de enfermedad renal.
de esta línea, entonces el niño tiene los oídos muy abajo. Traza esta línea imaginaria
en la cara del lactante de la p. 821; observa que la línea cruza los pabellones auditivos.
La otoscopia del recién nacido permite detectar sólo la permeabilidad del conducto audi-
tivo, porque la membrana timpánica está enmascarada por el unto sebáceo (vernix caseosa)
acumulado de los primeros días de vida.
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Una pequeña lengüeta de la piel, hendidura o fosa encontrada justo delante del trago repre-
senta un remanente de la primera hendidura branquial y, por lo general, no tiene impor-
tancia. Sin embargo, en algunas ocasiones también puede estar asociada con enfermedad
renal y pérdida auditiva adquirida si hay antecedentes familiares de pérdida auditiva.
El conducto auditivo del lactante se dirige hacia abajo; por lo tanto, tira con suavidad Puede observarse otitis media
del pabellón hacia abajo y no hacia arriba para ver mejor el tímpano. Una vez que se (pp. 869-870) en los lactantes.
visualiza la membrana timpánica, puedes comprobar si el reflejo luminoso es difuso; no
adopta la forma cónica durante varios meses.
El reflejo de parpadeo acústico es el parpadeo del lactante en respuesta a un sonido estri- Los problemas perinatales que aumen-
dente repentino. Puedes producirlo aplaudiendo o con una campana, un celular o cual- tan el riesgo de alteraciones auditivas
quier otro aparato que haga ruido y esté situado aproximadamente a 30 cm del oído del son peso al nacer < 1 500 g, anoxia,
recién nacido. Cerciórate de que no produces una corriente de aire que obligaría al pequeño tratamiento con medicamentos poten-
a parpadear. Este reflejo es difícil de desencadenar en los primeros 2 o 3 días de vida. cialmente ototóxicos, infecciones con-
Después de inducirlo varias veces en un período corto, el reflejo desaparece, fenómeno génitas, hiperbilirrubinemia grave y
conocido como habituación. Se trata de una prueba aproximada de la audición que, por meningitis.
supuesto, no es diagnóstica. A la mayoría de los recién nacidos en Estados Unidos se les
somete a una prueba de detección auditiva, que es obligatoria en la mayoría de los estados.
Boca y faringe
Recurre a la inspección, con un depresor lingual (abatelenguas) y una linterna, y a
la palpación para examinar la boca y la faringe (fig. 18-24). Un método requiere que el
padre sostenga la cabeza y los brazos del lactante. La boca de los recién nacidos
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es déntula y la mucosa alveolar, suave, Rara vez se reconocen dientes super-
con bordes finamente aserrados. En numerarios. Suelen ser dismórficos
algunas ocasiones se observan quistes y se caen en unos días, pero
perlados de retención a lo largo de las deben extraerse para evitar su
crestas alveolares que pueden confundirse broncoaspiración.
con facilidad con dientes; estos
quistes desaparecen en 1 o 2 meses. Las
petequias resultan frecuentes en el paladar
blando después del parto.
F I G U R A 1 8 - 2 4 . La asistencia de
los padres ayuda a la exploración bucal.
Palpa el paladar duro para cerciorarte de
que se encuentra intacto. Las perlas de Epstein, pequeños quistes de retención de moco,
redondos, diminutos, blancos o amarillos, se localizan en la línea media posterior del
paladar duro y desaparecen en unos meses.
A veces se observan quistes en la lengua o en la boca. Los quistes del conducto tirogloso
pueden abrirse bajo la lengua.
Los lactantes producen poca saliva en los primeros 3 meses, pero comprobarás que los
lactantes mayores producen mucha saliva y babean con frecuencia.
Inspecciona la lengua. El frenillo varía en grosor, a veces se extiende hasta el extremo y Aunque poco habitual, una lengua
en otras es corto, limitando la protrusión lingual (anquiloglosia o nudo lingual). prominente y protruyente puede ser
indicativa de hipotiroidismo congénito
o de síndrome de Down.
Con frecuencia observarás un recubrimiento blanquecino en la lengua. Si el recubri- La candidosis bucal (muguet) es fre-
miento es leche, se elimina con facilidad raspando o frotando. Utiliza un depresor cuente en lactantes. Estas placas blan-
lingual o el dedo enguantado para retirar este recubrimiento. cas no desaparecen al frotarlas y
poseen una base eritematosa (véase
la tabla 18-7, “Anomalías de los ojos,
los oídos y la boca”, p. 916). Se
encuentran en la mucosa bucal, el
paladar y la lengua.
Aunque el patrón de erupción dental es previsible, también varía mucho. Según una regla Los dientes natales son los dientes que
empírica, al niño le sale un diente cada mes entre los 6 y los 26 meses hasta que ya están presentes al nacer. Por lo general
termina la erupción de los 20 dientes de leche. se trata sólo de erupciones prematu-
ras de los dientes normales, pero pue-
den formar parte de síndromes.
La faringe del lactante se observa mejor cuando llora. Es probable que tengas dificultades
para introducir el depresor lingual, pues produce un fuerte reflejo faríngeo. No esperes ver
las amígdalas. Los lactantes no tienen tejido linfático prominente; las amígdalas aumentan
de tamaño a medida que el niño crece.
Escucha la calidad del llanto del lactante. Los lactantes sanos tienen un llanto vigoroso y La macroglosia se asocia con diversos
robusto. En el cuadro siguiente se enumeran algunos tipos poco habituales de llanto de trastornos generalizados. Si se acom-
los lactantes. paña de hipoglucemia y onfalocele,
el diagnóstico más probable es el sín-
drome de Beckwith-Wiedemann.
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Cuello
Palpa los ganglios linfáticos del cuello y evalúa si hay otras masas, como quistes congénitos Los quistes de la hendidura branquial se
(fig 18-25). Como el cuello de los lactantes es corto, lo mejor es palparlo mientras el ven como pequeñas depresiones u ori-
pequeño está recostado (en decúbito supino); a los niños mayores se les explora mejor ficios delante de la porción central
sentados. Verifica la posición del cartílago tiroides y de la tráquea. del músculo esternocleidomastoideo y
pueden acompañarse de un trayecto
fistuloso.
Los quistes y las fístulas preauriculares
son orificios frecuentes, del tamaño
del agujero de una aguja, que suelen
localizarse delante de la hélice de la
oreja. A menudo, son bilaterales y
pueden acompañarse de defectos de
Quiste periauricular la audición y trastornos renales.
Ganglios parotídeos
Los quistes del conducto tirogloso
Quiste epidermoide se localizan en la línea media del cue-
Ganglio occipital llo, justo encima del cartílago tiroides.
Ganglios Ganglio Estas masas pequeñas, duras y
retroauriculares yugulogástrico
no adheridas se desplazan hacia
(mastoideos)
arriba con la protrusión lingual o con
Ganglios cervicales Ganglio la deglución. En general, se detectan
superiores profundos submandibular
a partir de los 2 años.
Ganglios cervicales Ganglio
medios profundos submentoniano
La tortícolis congénita o “cuello tor-
Ganglios cervicales Quiste del conducto cido” se debe a una hemorragia en el
posteriores tirogloso
músculo esternocleidomastoideo
durante el estiramiento en el parto.
Se palpa una masa fibrosa y dura den-
tro del músculo 2 o 3 semanas des-
pués del nacimiento; suele
Higroma desaparecer al cabo de unos meses.
quístico
Quiste de la 2.ª Ganglio Ganglios Ganglios
hendidura supraclavicular cervicales cervicales
branquial inferiores anteriores
profundos
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En recién nacidos, palpa las clavículas y busca si hay indicios de fractura. Si es así, quizá La fractura de clavícula puede produ-
puedas notar una rotura en el contorno del hueso, dolor a la palpación, crepitación en el cirse durante el parto, sobre todo
sitio de la fractura y limitación del movimiento del brazo en el lado afectado. durante las extracciones difíciles de los
miembros superiores o del hombro.
Tórax y pulmones
El tórax del lactante es más redondeado que el de los adultos. La fina pared torácica tiene Los dos tipos de anomalías de la pared
poca musculatura; así, los ruidos cardíacos y pulmonares se transmiten con torácica que se aprecian en la infancia
bastante claridad. La caja torácica ósea y cartilaginosa es blanda y flexible. La punta de son el tórax excavado o “infundibuli-
la apófisis xifoides a menudo protruye anteriormente justo por debajo de la piel. forme” y el tórax en quilla.
Inspección. Evalúa con cuidado las respiraciones y los patrones respiratorios. Los recién La apnea es la ausencia de respiración
nacidos, sobre todo los prematuros, muestran períodos con una frecuencia normal (30- por más de 20 seg. Con frecuencia
40 resp/min) que alternan con “una respiración periódica”, en la que la frecuencia dismi- está acompañada de bradicardia y
nuye de manera notable y puede incluso cesar durante 5-10 seg. Este patrón alternante puede ser una indicación de una
de respiración rápida y lenta se denomina “respiración o ventilación periódica”. enfermedad de vías respiratorias, del
sistema nervioso central o, en raras
ocasiones, un trastorno cardiopulmo-
nar. La apnea puede ser un factor de
No te precipites con el estetoscopio. En su lugar, observa con atención, como en la
riesgo para el síndrome de muerte
figura 18-26, que muestra las localizaciones de retracción en los lactantes. La inspec- súbita del lactante.
ción resulta más fácil si el niño no llora; por eso, ayuda a los padres a calmar al pequeño.
Observa al lactante durante 30-60 seg y advierte su aspecto general, la frecuencia
respiratoria, el color, el componente nasal de la respiración, los ruidos respiratorios
audibles y el trabajo respiratorio, como se indica a continuación.
Retracciones supraclaviculares
Retracciones intercostales
Retracciones subesternales
Retracciones subcostales
Como los lactantes respiran de forma obligada por la nariz, obsérvala cuando respire, El aleteo nasal de los recién nacidos y
así como el aleteo nasal. Nota la respiración con la boca cerrada del lactante o cuando éste de los lactantes pequeños puede ser
mame o tome el biberón para conocer la permeabilidad nasal. Escucha los sonidos de consecuencia simplemente de una
la respiración del lactante y registra cualquier gemido, sibilancia audible o falta de rui- infección de las vías respiratorias altas
dos respiratorios (obstrucción). El aleteo nasal, el quejido, las retracciones y las sibilancias con obstrucción posterior de los
son todos signos de dificultad respiratoria. pequeños orificios nasales, pero puede
también deberse a neumonía o a otras
infecciones respiratorias graves.
Observa dos aspectos de la respiración del lactante: los ruidos respiratorios audibles y el tra- Las infecciones de las vías respiratorias
bajo respiratorio, que son muy importantes para examinar la enfermedad respiratoria alta bajas, definidas como aquellas situa-
y baja. Los estudios de algunos países, que cuentan con un acceso difícil a las radiografías das por debajo de las cuerdas vocales,
son frecuentes en la lactancia y com-
prenden la bronquiolitis y la neumonía.
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de tórax, señalan que estos signos son, como mínimo, tan importantes como la ausculta-
ción. Cualquiera de las anomalías mencionadas abajo debe hacer pensar en una patología
respiratoria subyacente.
Las costillas de los lactantes sanos no se mueven mucho durante una respiración relajada. El movimiento asimétrico del tórax
Cualquier movimiento exterior lo produce el descenso del diafragma, que comprime puede denotar una lesión expansiva.
el contenido abdominal y desplaza, a su vez, las últimas costillas hacia afuera.
Las retracciones torácicas son movimientos hacia adentro de la piel situada entre las La enfermedad respiratoria obstructiva
costillas durante la inspiración. El movimiento del diafragma afecta sobre todo a la res- de los lactantes puede dar el signo de
piración, y la ayuda de los músculos torácicos es pequeña. Como se indica en la tabla Hoover o respiración paradójica (en
anterior, los lactantes pueden presentar cuatro tipos de retracciones: supraesternales, balancín), que se caracteriza por un
intercostales, subesternales y subcostales. desplazamiento externo del abdomen
cuando el tórax se retrae hacia dentro
durante la inspiración.
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La paradoja toracoabdominal, con un movimiento hacia dentro del tórax y hacia fuera del Los niños con debilidad muscular pue-
abdomen durante la inspiración (respiración abdominal), es normal entre los recién nacidos den sufrir una paradoja toracoabdo-
(pero no en los niños de mayor edad). Ésta persiste durante el sueño activo o de movimiento minal durante algunos años.
ocular rápido (MOR), aun cuando ya no se reconoce en la fase de vigilia o sueño tranquilo
debido a la disminución del tono muscular durante el sueño activo. A medida que la fuerza
muscular aumenta y la distensibilidad de la pared torácica disminuye con la edad, tendría
que dejar de percibirse la respiración abdominal. En caso de que no sea así, puede signifi-
car presencia de alguna enfermedad respiratoria.
Palpación. Examina el frémito táctil mediante palpación. Coloca tu mano sobre el Dada la excelente transmisión de los
tórax cuando el niño llore o haga ruido. Coloca la mano o las yemas de los dedos sobre sonidos a través del tórax, cualquier
cada lado del tórax infantil y palpa la simetría de las vibraciones transmitidas. La percu- anomalía del frémito táctil o de la percu-
sión no ayuda en la lactancia, salvo en casos extremos. El tórax de los lactantes muestra sión hace pensar en una enfermedad
hiperresonancia y es difícil identificar anomalías en la percusión. grave, por ejemplo, una consolidación
neumónica.
Auscultación. Una vez realizadas estas maniobras, ya estás listo para la auscultación. Los ruidos bifásicos implican una obs-
Los ruidos respiratorios son más altos y ásperos que los de los adultos, porque el trucción grave por estenosis intratorá-
estetoscopio está más cerca del lugar donde se originan. Es difícil diferenciar entre los cica o extratorácica de las vías
ruidos transmitidos desde las vías respiratorias altas y los ruidos originados en el tórax. respiratorias.
Los ruidos de las vías respiratorias altas suelen ser elevados, se transmiten de forma
simétrica por el tórax y alcanzan el máximo según se desplaza el estetoscopio hacia el
cuello. Por lo general se trata de ruidos gruesos e inspiratorios. Los ruidos de las vías
respiratorias bajas se acentúan en el lugar de la afección, suelen ser asimétricos y, con
frecuencia, ocurren durante la espiración.
Los ruidos espiratorios casi siempre nacen de una fuente intratorácica, mientras que los Las infecciones de las vías respiratorias
ruidos inspiratorios suelen provenir de una vía respiratoria extratorácica, como la altas no son importantes en lactantes,
tráquea, o con origen intratorácico. Durante la espiración, el diámetro de las vías intra- pero pueden producir ruidos inspira-
torácicas disminuye porque las fuerzas radiales del pulmón circundante no “mantienen” torios altos que se transmiten a través
las vías abiertas, como sucede durante la inspiración. Los flujos más altos de aire del tórax.
durante la inspiración producen turbulencias, que dan lugar a sonidos apreciables.
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Las características de los ruidos respiratorios (p. ej., vesicular o el broncovesicular) y de los Las sibilancias de los lactantes son fre-
ruidos pulmonares accesorios (p. ej., crepitantes, sibilancias y roncus) son idénticas a las de cuentes en el asma y en la bronquiolitis.
los adultos, con excepción de que son más difíciles de identificar en la lactancia y, a menudo,
se combinan. Son frecuentes las sibilancias y los roncus entre los lactantes. Las sibilancias, El roncus de los lactantes se produce en
muchas de ellas audibles sin el estetoscopio, ocurren con más frecuencia por el menor las infecciones de vías respiratorias altas.
tamaño del árbol traqueobronquial. Los roncus reflejan la obstrucción de las grandes vías
respiratorias o de los bronquios. Los crepitantes (estertores) son sonidos discontinuos (véase
p. 325) cercanos al final de la inspiración; suelen obedecer a trastornos pulmonares y, en Los crepitantes (estertores) se pueden
los lactantes, en muy pocas ocasiones se deben a insuficiencia cardíaca, a diferencia de los auscultar en la neumonía y en la bron-
adultos, y además tienden a ser más ásperos que en estos últimos. quiolitis.
Corazón
Inspección. Antes de inspeccionar el corazón, observa con cuidado al niño y deter- La cianosis central sin síntomas
mina si presenta cianosis. La acrocianosis del recién nacido se comenta en las pp. 816 y respiratorios agudos indica una
918. Conviene detectar la cianosis central porque siempre es patológica y muchas car- cardiopatía. Véase la tabla 18-9,
diopatías congénitas, así como las enfermedades respiratorias, cursan con cianosis.20 “Cianocis infantil” (p. 918) y la tabla
18-10, “Soplos cardíacos congénitos”
(pp. 919-920).
Para reconocer los grados mínimos de cianosis se necesita mucha atención. Observa el
interior del cuerpo (es decir, la mucosa de la boca, la lengua o las conjuntivas) en lugar
de evaluar el color de la piel. La piel de un color fresa es normal, pero un tono fram-
buesa hace pensar en una desaturación y requiere de evaluación urgente.
Es necesario observar cómo se distribuye la cianosis. La desaturación se confirma En general, las causas de
mediante oximetría. origen cardíaco de la cianosis
central involucran un cortocircuito
de derecha a izquierda y
pueden deberse a una variedad
Causas cardíacas de cianosis central de cardiopatías congénitas.
en lactantes y niños
Observa los signos generales de salud del lactante. El estado nutricional, la capacidad La combinación de taquipnea, taqui-
de respuesta, la irritabilidad y la fatiga constituyen indicadores valiosos para evaluar una cardia y hepatomegalia en los lactan-
cardiopatía. Toma en cuenta que los signos no cardíacos (véase el cuadro en la tes hacen pensar en una insuficiencia
página siguiente) a menudo están presentes en los lactantes con cardiopatía. cardíaca.
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La observación de la frecuencia y del patrón respiratorios ayuda a establecer el grado de Una prominencia difusa del hemitó-
malestar y a diferenciar entre las enfermedades cardíacas y las pulmonares. En las enferme- rax izquierdo hace pensar en una
dades pulmonares cabe esperar un aumento del esfuerzo respiratorio, mientras que en las cardiomegalia duradera.
enfermedades cardíacas puede haber taquipnea, pero no un mayor trabajo respiratorio
(a esto se le denomina taquipnea permisiva) hasta que la insuficiencia cardíaca empeora.
El impulso apical máximo no siempre se palpa en la lactancia y se ve afectado por los Un latido “rodante” en el borde
patrones respiratorios, por un estómago lleno o por la postura del pequeño. Durante esternal izquierdo hace pensar en un
los primeros años de vida suele situarse en un espacio intercostal más alto que en los aumento del trabajo ventricular
adultos, ya que el corazón ocupa una posición más horizontal dentro del tórax. derecho, mientras que este mismo
tipo de movimiento, cercano a la
punta, denota un incremento en el
trabajo del ventrículo izquierdo.
Los frémitos se palpan cuando se produce una turbulencia insuficiente dentro del corazón El conducto arterial persistente se rela-
o de los grandes vasos que se transmite a la superficie. El conocimiento de las estructuras ciona con una región precordial hiper-
precordiales ayuda a localizar el origen del frémito. Los frémitos se palpan mejor con la dinámica y con pulsos distales
palma o la base de los cuatro dedos y no con las yemas. Éstos tienen una calidad vibra- saltones.
toria áspera. En la figura 18-27 se muestra la localización de los frémitos en distintas
anomalías cardíacas de lactantes y niños.
Comunicación
interventricular
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Pulsos. Las principales ramas de la aorta se pueden evaluar a través de los pulsos La ausencia o la disminución de los
periféricos. Hay que medir todos los pulsos del recién nacido durante la exploración. pulsos femorales indica una coarta-
El pulso de la arteria braquial, en la fosa antecubital, es más fácil de palpar en los recién nacidos ción de la aorta. Si no puedes palpar
y lactantes que el de la arteria radial en la muñeca. Hay que palpar ambas arterias tempo- los pulsos femorales, mide las presio-
rales, justo delante de la oreja. nes arteriales en los miembros supe-
riores e inferiores. Por lo general, la
Palpa los pulsos femorales que se encuentran en la línea media, justo debajo del surco presión arterial en los miembros infe-
inguinal, entre la cresta ilíaca y la sínfisis del pubis. Tómate el tiempo necesario para riores es ligeramente mayor que en
los superiores. Si son iguales o más
buscar los pulsos femorales; son difíciles de identificar en los lactantes rechonchos y que
bajas en los miembros inferiores, es
se mueven mucho. Si flexionas primero el muslo del lactante sobre el abdomen, se podrá
probable que haya una coartación.
vencer la flexión refleja que ocurre después al extender las piernas.
Percibe los pulsos en los miembros inferiores Un pulso débil o filiforme, difícil de
utilizando el dedo índice o el medio. Los palpar, puede indicar una disfunción
pulsos dorsales del pie y tibiales posterio- miocárdica e insuficiencia cardíaca,
res (fig. 18-28) son difíciles de palpar, sobre todo si se acompaña de un
salvo que haya alguna anomalía que afecte grado inusitado de taquicardia.
al flujo aórtico. Los pulsos normales deben Aunque los pulsos en los pies
mostrar un ascenso brusco, palparse con de los recién nacidos y los lactantes
nitidez y estar bien localizados. suelen ser débiles, algunos trastornos
pueden asociarse con pulsos llenos,
como el conducto arterial o el tronco
arterioso persistentes.
F I G U R A 1 8 - 2 8 . Palpación de los
pulsos en el miembro inferior.
Como se comenta en la p. 814, debes tomar con mucho cuidado la presión arterial en los
lactantes y los niños (utilizando un manguito de presión arterial infantil de tamaño ade-
cuado) durante la exploración cardíaca.
Auscultación. Se puede evaluar el ritmo cardíaco de los lactantes más fácilmente La arritmia más frecuente de los niños
auscultando el corazón que palpando los pulsos periféricos, pero, en los niños mayores, es la taquicardia supraventricular
ambos métodos ofrecen idénticos resultados. paroxística o taquicardia
auricular paroxística (TAP). Puede
Los lactantes y los niños suelen sufrir una arritmia sinusal, en la que la frecuencia suceder a cualquier edad, incluso
cardíaca aumenta con la inspiración y disminuye con la espiración, a veces de forma durante la vida intrauterina. Algunos
bastante brusca. Se trata de una observación normal que se reconoce por su naturaleza niños la toleran muy bien, y se
repetitiva y su correlación con la respiración. descubre en la exploración. El niño
tiene un aspecto sano o presenta una
discreta palidez o taquipnea y una
Muchos niños, en particular los recién nacidos, presentan extrasístoles auriculares o
frecuencia cardíaca rápida, sostenida
ventriculares que suelen describirse como latidos “ausentes”. En general, se eliminan y regular de 240 lpm o más. Otros
incrementando la frecuencia intrínseca del nódulo sinusal con el ejercicio, por ejemplo, niños, en particular los recién nacidos,
con el llanto en un lactante o con un salto en un niño mayor, aunque su frecuencia se encuentran bastante debilitados.
puede aumentar después del esfuerzo. Si el niño está sano, suelen ser benignos y casi Entre los niños mayores, la arritmia
nunca persisten. suele ser en verdad paroxística, con
episodios de duración y frecuencia
variables.
Los ruidos cardíacos lejanos denotan
derrame pericárdico, y los flojos y poco
claros, una disfunción miocárdica.
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Ruidos cardíacos. Es muy difícil evaluar los ruidos cardíacos en los lactantes Las arritmias patológicas de los niños
debido a que éstos son rápidos y con frecuencia son ocultados por los ruidos respirato- pueden obedecer a lesiones cardíacas
rios o de otro tipo. Sin embargo, evalúa R1 y R2 de manera cuidadosa y sistemática. Por estructurales, pero también a otras
lo general, son crujientes. De manera habitual se pueden escuchar los segundos ruidos causas, como ingestión de medica-
(R2) en la base por separado, pero deben fusionarse en uno solo con la espiración pro- mentos, anomalías metabólicas, tras-
funda. Hay que identificar el desdoblamiento del segundo ruido en un recién nacido tornos endocrinos, infecciones graves
si se le examina relajado o dormido. La detección del desdoblamiento descarta muchas y estados postinfecciosos o trastornos
(si no todas) de las cardiopatías congénitas más graves. de la conducción sin una cardiopatía
estructural.
Además de tratar de identificar el desdoblamiento de R2, ausculta la intensidad de A2 y Un componente pulmonar más alto
P2. El primer componente del segundo ruido (aórtico) suele escucharse más alto en la de lo habitual, sobre todo si es más
base que el pulmonar o segundo componente (fig. 18-29). alto que el componente aórtico, hace
pensar en una hipertensión pulmonar.
F I G U R A 1 8 - 2 9 . Ruidos cardíacos
normales en los lactantes.
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Puedes detectar un tercer ruido cardíaco cuya tonalidad es grave, ruidos diastólicos pre- El tercer ruido cardíaco (R3) debe
maturos que se oyen mejor en el borde esternal izquierdo o en el ápice; éstos son un diferenciarse del tercer ruido cardíaco
reflejo del llenado ventricular rápido. Suelen ser frecuentes en niños y son normales. de galope, que es de mayor intensidad
y un signo de patología subyacente.
Los cuartos ruidos cardíacos, que representan una disminución de la distensibilidad ven- Los cuartos ruidos cardíacos, que no
tricular, sugieren insuficiencia cardíaca. suelen auscultarse en la infancia, son
ruidos telediastólicos, de baja fre-
cuencia, que ocurren justo antes del
primer ruido.
También puedes detectar un galope aparente (R2 muy desdoblado y variable) en presencia El ritmo de galope verdadero (a diferen-
de una frecuencia y de un ritmo cardíaco normales. Esta observación es frecuente en cia de un R2 desdoblado amplio que se
niños sanos y no es patológica. parece al galope) que consta de taqui-
cardia más un R3 alto, R4 o ambos, es
patológico y denota una insuficiencia
cardíaca (mala función ventricular).
Soplos cardíacos. Uno de los aspectos más complejos de la exploración
cardíaca en la infancia es el estudio de los soplos cardíacos. Además de la tarea de
auscultar a un niño poco colaborador y que se mueve constantemente, es complicado
diferenciar entre los soplos infantiles habituales y los patológicos o raros. Caracteriza
los soplos cardíacos de lactantes y de niños anotando su localización específica (p. ej.,
borde esternal superior izquierdo, y no sólo borde esternal izquierdo), su cronología, su
intensidad y su cualidad. Si puedes definir por completo cada uno de los soplos, puede
establecerse el diagnóstico y sólo se requiere confirmación y amplificación con pruebas
analíticas tales como ECG, radiografía torácica y ecocardiografía para su confirmación
y mejor caracterización.
Una regla empírica es que, por definición, los soplos benignos de la infancia no se asocian Cualquiera de los signos extracardía-
con ningún signo patológico. Muchos niños (pero no todos) con malformaciones cardía- cos que suelen acompañar a las
cas graves presentan signos y síntomas distintos de un soplo cardíaco, que se pueden cardiopatías de los niños eleva de
recoger mediante una anamnesis o exploración cuidadosas. Un buen número pre- forma considerable la posibilidad
senta, además, otros signos y síntomas extracardíacos, por ejemplo, pruebas de anoma- de que un soplo, en apariencia
lías genéticas que aportan indicaciones diagnósticas de utilidad. benigno, sea realmente patológico.
La mayoría de los niños presentan uno o más soplos cardíacos funcionales o benignos Muchos soplos patológicos de las car-
antes de hacerse adultos.21-23 Es importante identificar los soplos funcionales por sus diopatías congénitas se auscultan al
cualidades específicas más que por su intensidad. Con la práctica, reconocerás los soplos nacer. Otros no aparecen hasta más
funcionales más frecuentes de la lactancia y de la infancia que, en la mayoría de tarde, en función de su intensidad,
los casos, no precisan evaluación. el descenso de las resistencias vascu-
lares pulmonares después del naci-
La siguiente ilustración muestra dos soplos cardíacos benignos del lactante indicando su miento o los cambios asociados
con el crecimiento infantil. En la
localización y características principales.
tabla 18-10, “Soplos cardíacos
congénitos” (pp. 919-920) se ofrecen
algunos ejemplos de soplos infantiles
patológicos.
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R1 R2
Algunos lactantes presentan un soplo cardíaco suave y ligeramente explosivo, no sobre El soplo del flujo pulmonar de un
el precordio, sino sobre los campos pulmonares, sobre todo en las axilas. Se trata del flujo recién nacido con signos de otra enfer-
periférico de la arteria pulmonar y obedece, en parte, al crecimiento insuficiente de la medad suele ser patológico. Entre las
arteria pulmonar durante la vida intrauterina (cuando hay muy poco flujo pulmonar) y posibles enfermedades se encuentran
al ángulo agudo con el que la arteria pulmonar se incurva hacia atrás. Si no se aprecia los síndromes de Williams, de la rubéola
ningún signo físico que delate alguna enfermedad de base, el soplo del flujo pulmonar congénita y de Alagille.
periférico (que es frecuente) se puede considerar benigno y suele desaparecer antes
del primer año.
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Cuando detectes el soplo en un niño, nota todas las cualidades expuestas en el capítulo 9, Un recién nacido con un soplo car-
Sistema cardiovascular, para diferenciar entre los soplos patológicos y los benignos. Los díaco y cianosis central posiblemente
soplos cardíacos que reflejan una cardiopatía estructural son más fáciles de evaluar si se sufra una cardiopatía congénita y pre-
dispone de buenos conocimientos sobre la anatomía intratorácica y los cambios cardíacos cise una evaluación cardíaca urgente.
funcionales que siguen al nacimiento, y se entiende la base fisiológica de los soplos. El
conocimiento de estos cambios fisiológicos te ayudará a distinguir entre los soplos pato-
lógicos y los soplos cardíacos benignos infantiles.
Mamas
Las mamas del recién nacido de uno y de otro sexo suelen estar aumentadas de tamaño En la telarquia del prematuro se pro-
por el efecto de los estrógenos maternos, que dura varios meses. También pueden duce un desarrollo mamario, por lo
mostrar ingurgitación con un líquido blanco, llamado coloquialmente a veces “leche general, entre los 6 meses y los 2 años.
de bruja”; esta ingurgitación dura 1 o 2 semanas. No aparecen otros signos de pubertad
ni otras alteraciones hormonales.
Abdomen
Inspección. Inspecciona el abdomen del lactante en decúbito supino, de ser posible
mientras duerme. El abdomen del lactante es protuberante, por el escaso desarrollo de la
musculatura abdominal. Se ven con facilidad los vasos sanguíneos de la pared abdominal
y el peristaltismo intestinal.
Observa el cordón umbilical de los recién nacidos para detectar anomalías. En condiciones La presencia de una sola arteria umbili-
normales, hay dos arterias umbilicales de paredes gruesas y una vena umbilical más cal puede asociarse con anomalías
grande, pero de paredes finas, que suele colocarse en la posición de las 12 del reloj. congénitas o ser una anomalía aislada.
El ombligo del recién nacido posee una porción cutánea larga, cubierta de piel (umbilicus El granuloma umbilical, en la base del
cutis), y otra amniótica (umbilicus amnioticus), cubierta de una sustancia gelatinosa ombligo, es la aparición de un tejido
dura. La porción amniótica se seca y se desprende en las primeras 2 semanas y la porción de granulación rosa que se forma
cutánea se retrae para nivelarse con la pared abdominal. durante la cicatrización.
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Inspecciona el área que rodea el ombligo por si hubiera enrojecimiento o edema. La infección del muñón del cordón
umbilical (onfalitis) puede ser
una enfermedad importante y
se caracteriza por la presencia de
edema y eritema periumbilicales.
Las hernias umbilicales se detectan a las pocas semanas de edad. La mayoría desaparecen Las hernias umbilicales de los lactan-
antes del primer año y en casi todos los casos antes de los 5 años. tes se producen por defectos de la
pared abdominal y pueden llegar a
ser bastante protuberantes si se eleva
la presión intraabdominal (es decir,
durante el llanto).
En algunos lactantes sanos se observa una diástasis rectal, que consiste en la separación
de los músculos rectos del abdomen dejando una cresta en la línea media que sobresale
cuando el lactante contrae la musculatura abdominal. Este trastorno en su mayoría
benigno remite en la primera infancia.
Encontrarás que es fácil palpar el abdomen de los lactantes, porque les gusta que
los toquen. Una técnica valiosa para relajar al pequeño consiste en sostener los miem-
bros inferiores flexionados por las rodillas y las caderas con una mano y palpar el
abdomen con la otra. Un chupón o chupete puede calmar al lactante en esta posición.
Comienza palpando con cuidado el hígado en la parte baja del abdomen, desplazándote Un hígado aumentado de tamaño y
hacia arriba con los dedos. Esta técnica hará que no pases por alto un hígado muy grande doloroso puede deberse a una insufi-
que se extiende hasta la pelvis. Si la exploración es cuidadosa, podrás palpar el borde hepá- ciencia cardíaca o a enfermedades por
tico de casi todos los lactantes entre 1 y 2 cm por debajo del reborde costal derecho. depósito. Las causas de hepatomegalia
neonatal comprenden las hepatitis, las
enfermedades por depósito, la conges-
tión vascular y la obstrucción biliar.
Una técnica para medir el tamaño del hígado de los lactantes se basa en la percusión y la
auscultación simultáneas.24 Percute y, al mismo tiempo, ausculta, advirtiendo el cambio
del sonido a medida que percutes sobre el hígado o más allá. Toma en cuenta que puedes
intentar en los lactantes la prueba del rascado (se describe en la p. 880 para niños de
mayor edad).
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El bazo, al igual que el hígado, se palpa con mucha facilidad en casi todos los lactantes. La esplenomegalia puede obedecer a
Es muy blando, posee un borde agudo y se proyecta hacia abajo como una lengua bajo diversas enfermedades, como infeccio-
el reborde costal izquierdo. El bazo es un órgano móvil y rara vez desciende más allá de nes, anemias hemolíticas, trastornos infil-
1 o 2 cm por debajo del reborde costal. trativos, enfermedades inflamatorias o
autoinmunitarias, e hipertensión portal.
Palpa el resto de las estructuras abdominales. Con frecuencia notarás las pulsaciones de la Las masas abdominales anómalas de
aorta en el epigastrio, sobre todo a la izquierda de la línea media si la palpación es profunda. los lactantes pueden originarse en los
riñones (p. ej., hidronefrosis), la vejiga
(obstrucción uretral), el intestino
(enfermedad de Hirschsprung o
invaginación) o por tumores.
En general, puedes palpar los riñones de los lactantes colocando con cuidado los dedos
de una mano delante y los de la otra detrás de cada riñón. El colon descendente es una
masa con forma de salchicha situada en la fosa ilíaca izquierda.
Una vez que hayas identificado las estructuras normales del abdomen del lactante, En la estenosis pilórica, la palpación
recurre a la palpación para detectar las masas anómalas. profunda del hipocondrio derecho o
de la línea media puede mostrar una
“oliva”, es decir, una masa pilórica dura
de 2 cm. Durante la toma de leche,
algunos lactantes con este trastorno
presentan ondas peristálticas visibles
a través del abdomen, seguidas de
vómitos en proyectil. Se presenta
aproximadamente a las 4-6 semanas
de edad.
Genitales masculinos
Inspecciona los genitales masculinos del lactante en decúbito supino, registrando el aspecto El hipospadias ocurre cuando el
del pene, los testículos y el escroto. El prepucio cubre por completo al glande y no se puede orificio uretral aparece en algún lugar
retraer al nacer, aunque sí se puede mover lo suficiente como para visualizar el meato de la cara ventral del glande o del
uretral externo. La retracción del prepucio de un niño no circuncidado tiene lugar meses tallo del pene (véase la tabla 18-12,
o años después. El número de circuncisiones ha disminuido hace poco en Estados Unidos “Aparato genitourinario masculino”,
y varía mucho en el mundo, según las prácticas culturales; sin embargo la AAP y p. 922). El prepucio está incompleto
los expertos recomiendan su realización en muchas partes del mundo debido en la parte ventral.
a la disminución de las tasas de VIH y otras infecciones entre los hombres circuncidados.
Revisa el tallo del pene y registra cualquier anomalía de la superficie ventral. Cerciórate de El arqueamiento fijo y descendente
que el pene se encuentre recto. del pene se conoce como incurvadura
y puede acompañar al hipospadias.
Observa el escroto percibiendo las arrugas, que deben ser visibles hacia la semana 40 de
la gestación. El edema escrotal se puede manifestar durante varios días después del parto
por efecto de los estrógenos maternos.
Palpa los testículos en los sacos escrotales, descendiendo desde el anillo inguinal externo Entre los recién nacidos sin descenso
hasta el escroto. Si palpas un testículo en el conducto inguinal, exprímelo con cui- testicular (criptorquidia), el escroto
dado hacia abajo para que llegue al escroto. Los testículos del recién nacido deben suele estar menos desarrollado y apa-
medir aproximadamente 10 mm de ancho y 15 mm de largo y deben encontrarse rece tenso; en la palpación no se aprecia
en el saco escrotal la mayor parte del tiempo. ningún contenido escrotal (véase la
tabla 18-12, “Aparato genitourinario
masculino”, p. 922).
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Genitales femeninos
Deberás familiarizarte con la anatomía de los genitales femeninos de las lactantes. Exa-
mina los genitales femeninos de las niñas en decúbito supino.
Comisura anterior
Prepucio
Clítoris
Labios mayores
Meato uretral
Labios
menores
Orificio del conducto Membrana
parauretral (Skene) del himen
Orificio del
Glándulas vestibulares himen (introito)
mayores de Bartholin Fosa navicular
(fosa vestibular)
Frenillo labial
FIGURA 18-31. Himen altamente estrogenizado de una recién nacida con engrosamiento e hipertrofia del tejido himeneal.
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Los genitales de las recién nacidas son prominentes por los efectos de los estrógenos Los genitales ambiguos, con masculi-
maternos. Los labios mayores y menores de las recién nacidas de piel clara tienen un nización de los genitales externos
color rosa mate, mientras que los de las de piel oscura se pueden hiperpigmentar. En las femeninos, constituyen un trastorno
primeras semanas de vida suele haber una secreción blanca y lechosa, a veces teñida de raro causado por trastornos endocri-
sangre. Este aspecto estrogenizado de los genitales disminuye durante el primer año de vida. nos, como la hiperplasia suprarrenal
congénita.
Explora de forma sistemática las características de las diferentes estructuras, entre otras, Las adherencias labiales no son infre-
el tamaño del clítoris, el color y el tamaño de los labios mayores y cualquier erup- cuentes, suelen ser muy delgadas y,
ción, hematoma o lesión externa (fig. 18-31). A continuación, separa los labios mayores a menudo, desaparecen sin trata-
por el centro, con el pulgar de cada mano o como se ilustra en las figs. 18-83 y 18-84 miento. Éstas unen los labios menores
más adelante. entre sí en la línea media.
Inspecciona el orificio uretral y los labios menores. Evalúa el himen que, en el caso de las Al nacer puede observarse un himen
recién nacidas y lactantes, es una estructura avascular engrosada con un orificio central imperforado.
que tapa la abertura vaginal. Debes advertir la abertura vaginal, aunque el himen esté
engrosado y redundante. Nota si hay secreciones.
Tacto rectal
En general, no se efectúa ningún tacto rectal en los lactantes o niños pequeños salvo Una causa frecuente de presencia de
que se dude de la permeabilidad del ano o exista una masa abdominal. En tal caso se sangre en las heces de los lactantes es
flexionan las caderas del lactante y se doblan los miembros inferiores hasta la cabeza. una fisura anal, que es una rotura
Utiliza el dedo meñique, lubricado y enguantado. superficial del ano y que puede obser-
varse a simple vista.
Sistema musculoesquelético
Durante la lactancia ocurren enormes cambios en el sistema musculoesquelético. Una inspección cuidadosa puede reve-
Gran parte de la exploración se centra en la identificación de anomalías congénitas, lar deformidades manifiestas como
sobre todo de las manos, la columna vertebral, las caderas, las piernas y los pies. Combina enanismo, anomalías congénitas de los
la exploración musculoesquelética con la exploración neurológica y del desarrollo. miembros o de los dedos y bandas anula-
res que constriñen uno de los miembros.
Las manos del recién nacido están cerradas formando un puño. Debido al reflejo de pre- Los papilomas cutáneos, los vestigios
sión palmar (véase la explicación sobre el sistema nervioso, p. 849), deberás ayudar al digitales, la polidactilia (número
lactante a extender los dedos. Inspecciona de forma cuidadosa los dedos, notando adicional de dedos) o la sindactilia
cualquier defecto. (dedos pegados) son alteraciones
congénitas que se advierten al nacer.
Palpa a lo largo de las clavículas, registrando cualquier masa, dolor o crepitación que La clavícula se puede fracturar
pudieran indicar una fractura. durante un parto difícil.
Inspecciona con cuidado la columna vertebral. Aunque los grandes defectos de la columna, La espina bífida oculta, un defecto de
como el mielomeningocele, resultan evidentes y, a menudo, se identifican mediante ecografía los cuerpos vertebrales, puede acom-
antes del nacimiento, las anomalías más sutiles son manchas pigmentadas, manchas pañarse de anomalías de la médula
pilosas o fositas profundas. Estas anomalías, cuando se sitúan a 1 cm de la línea media, espinal que producen una disfunción
pueden cubrir los orificios de salida de trayectos fistulosos que se extienden hasta el neurológica grave.
conducto raquídeo. No explores estos trayectos por el posible riesgo de infección. Palpa
la columna, sobre todo la región lumbosacra, y registra cualquier deformidad vertebral.
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Explora las caderas de los recién nacidos y los lactantes con cuidado buscando signos Es importante detectar la aparición
de luxación.26,27 En las figuras 18-32 a 18-36 se exponen dos técnicas principales, una de displasia congénita de la cadera, ya
para evaluar la presencia de una luxación posterior (prueba de Barlow) (fig.18-32) y que un tratamiento temprano y ade-
la segunda para medir la capacidad de subluxación o luxación de una cadera intacta pero cuado mejora de forma extraordinaria
inestable (prueba de Ortolani) (fig. 18-33). el pronóstico.
El “crujido” blando y audible que se
escucha durante estas maniobras no
demuestra la luxación de la cadera, pero
obliga a una exploración cuidadosa.
FIGURA 18-32. Prueba de Barlow: vista superior. F I G U R A 1 8 - 3 3 . Prueba de Ortolani: vista superior.
Asegúrate de que el lactante se encuentra relajado para efectuar estas maniobras. Para la En la displasia de la cadera se escucha
prueba de Ortolani, coloca al lactante en decúbito supino con los miembros inferiores apun- un sonido metálico cuando la cabeza
tando hacia ti. Flexiona los miembros, de manera que formen un ángulo recto con las del fémur, que se encuentra detrás del
caderas y las rodillas, y coloca cada uno de los dedos índice sobre el trocánter mayor de cada acetábulo, entra dentro de éste. Un
fémur y los pulgares sobre los trocánteres menores (fig. 18-34). Separa las dos caderas de movimiento palpable de la cabeza
manera simultánea hasta que la cara lateral de cada rodilla toque con la camilla (fig. 18-35). femoral que regresa a su sitio consti-
tuye un signo positivo de Ortolani.
FIGURA 18-34. Prueba de Ortolani: posición de partida. FIGURA 18-35. Prueba de Ortolani: posición final.
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Para comprobar el acortamiento del fémur, utiliza la prueba de Galeazzi o de Allis. Coloca
los pies juntos (con la rodillas flexionadas y el sacro plano sobre la mesa de exploración)
y observa las diferencias en la altura de las rodillas.
Además de explorar las caderas, hay que examinar los miembros inferiores y los pies del El arqueado notorio de las rodillas
recién nacido o del lactante para identificar anomalías en su desarrollo. Evalúa la sime- puede ser normal, pero también puede
tría, el arqueamiento y la torsión de los miembros inferiores. No debe haber ninguna ser debido a raquitismo o a enfermedad
discrepancia en la longitud de los miembros. Es frecuente que los lactantes sanos presenten de Blount (osteocondrosis). La causa
pliegues cutáneos asimétricos en el muslo, pero si observas alguna asimetría, asegúrate más frecuente de arqueamiento es la
de realizar las pruebas de inestabilidad, porque este signo suele acompañar a la luxa- torsión tibial.
ción de cadera.
La mayoría de los recién nacidos tienen las piernas arqueadas, como consecuencia de su
encorvadura dentro del útero.
Algunos lactantes sanos muestran una torsión de la tibia hacia dentro o hacia fuera La torsión tibial patológica ocurre
con respecto al eje longitudinal. Los padres manifiestan su preocupación porque el sólo en asociación con las deformida-
niño mete el pie hacia dentro o hacia fuera y camina de manera extraña; todo lo demás des de los pies o de las caderas.
suele ser normal. La torsión de la tibia se corrige sola durante el segundo año de vida,
después de varios meses de carga del peso.
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Sistema nervioso
La exploración del sistema nervioso de los lactantes abarca técnicas sumamente Los signos de enfermedad neuroló-
específicas de esta edad concreta. A diferencia de muchas alteraciones neurológicas de gica grave comprenden irritabilidad
los adultos que producen signos localizados asimétricos, las anomalías neurológicas extrema; asimetría persistente de
de los lactantes suelen manifestarse por alteraciones del desarrollo como la postura; extensión persistente
imposibilidad para acometer las tareas propias de la edad. Por lo tanto, la exploración de los miembros; giro constante de
neurológica y del desarrollo necesitan hacerse de manera conjunta. El descubrimiento de una la cabeza hacia un lado; extensión lla-
anomalía del desarrollo obliga a prestar atención a la exploración neurológica. mativa de cabeza, cuello y miembros
(opistótonos); flacidez intensa y res-
puesta limitada al dolor y, en ocasio-
nes, crisis convulsivas.
El examen neurológico preliminar de todos los recién nacidos debe incluir una evalua- Las conductas neonatales sutiles, tales
ción del nivel de consciencia, la función motora gruesa y fina, el tono motor, el llanto y como los temblores finos, la irritabili-
los reflejos de estiramiento muscular y primitivos. Está indicada una exploración más dad y la mala autorregulación, pueden
detallada de los nervios craneales y la función sensitiva si se sospecha alguna anomalía indicar abstinencia de nicotina si la
por la anamnesis o las pruebas de detección.28 madre fumaba durante el embarazo.
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La exploración neurológica puede revelar una enfermedad extensa, pero no suele delatar
ningún déficit funcional concreto o lesiones diminutas.
Estado mental. Evalúa el estado mental de los recién nacidos observando muchas La irritabilidad persistente del recién
de las actividades expuestas en la p. 808 (“Qué puede hacer un recién nacido”). Cerció- nacido puede constituir un signo de
rate de explorar al lactante durante los períodos de alerta. A continuación se muestra una lesión neurológica o reflejar una serie
descripción detallada de la evaluación del desarrollo. de anomalías metabólicas, infecciosas
o constitucionales, o bien, trastornos
ambientales como la abstinencia de
fármacos o drogas.
Función y tono motores. Evalúa el
tono motor de los recién nacidos y lactan-
tes observando con cuidado su postura en
reposo y verificando luego su resistencia al
movimiento pasivo.
A continuación, explora el tono moviendo Los recién nacidos con hipotonía suelen
cada una de las principales articulaciones adoptar una postura de batracio, con
en toda su amplitud de movimiento y deter- los miembros superiores flexionados
minando la presencia de espasticidad o fla- y las manos cerca de las orejas. La hipo-
cidez. Sujeta al recién nacido con las manos tonía puede deberse a una serie de alte-
para averiguar si el tono es normal, aumen- raciones del sistema nervioso central y a
tado o disminuido (fig. 18-39). Un tono trastornos de la unidad motora.
aumentado o disminuido puede indicar una
enfermedad intracraneal, aunque ésta se
acompaña, por lo general, de otros signos. F I G U R A 1 8 - 3 9 . Evaluación del tono
muscular.
Función sensitiva. La función sensitiva del recién nacido sólo se puede explorar Si hay cambios en la expresión facial o
de manera limitada. Examina la sensibilidad dolorosa moviendo con rapidez la palma de la en el llanto después de un estímulo
mano o la planta del pie del pequeño con el dedo. Observa el reflejo de retirada, el desper- doloroso, pero no hay movimiento de
tar y los cambios en la expresión facial. No utilices una aguja para examinar el dolor. retracción, puede existir una parálisis.
Nervios craneales. Los nervios craneales del recién nacido o del lactante se pueden Las anomalías de los nervios cranea-
explorar. En el cuadro siguiente se proponen algunas estrategias útiles. les sugieren una lesión intracraneal,
como una hemorragia o una malfor-
mación congénita.
Estrategias para explorar los nervios craneales
en recién nacidos y lactantes
Nervios craneales Estrategia
I Olfatorio Muy difícil de examinar.
II Agudeza visual Haz que el niño te mire a la cara y examina la
respuesta facial y el seguimiento.
II, III Respuesta a la luz Oscurece la habitación y levanta al lactante
hasta sentarlo para que abra los ojos.
Utiliza la luz y explora el reflejo de parpadeo
óptico (parpadeo en respuesta a la luz).
Utiliza la luz del otoscopio (sin espéculo)
para evaluar las respuestas pupilares.
(continúa)
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Reflejos de estiramiento muscular. Los reflejos de estiramiento muscular El incremento progresivo en los refle-
están presentes en los recién nacidos, pero pueden ser difíciles de evocar y pueden jos de estiramiento muscular durante
variar en intensidad porque las vías corticoespinales son inmaduras. Por eso, su el primer año de vida puede indicar
presencia o su ausencia exageradas revisten poca importancia diagnóstica, a menos una enfermedad del sistema ner-
que la respuesta difiera de los resultados de las pruebas anteriores o se aprecien res- vioso central como la parálisis cere-
puestas extremas o sean muy asimétricas. bral, sobre todo si se asocia con un
incremento del tono. Otro patrón
de presentación usual es la hipotonía
central seguida de un aumento gra-
dual del tono.
Utiliza las mismas técnicas para explorar los reflejos de estiramiento muscular que en Al igual que en los adultos, los reflejos
los adultos. Puedes sustituir el martillo neurológico por tu dedo índice o medio, como asimétricos sugieren una lesión de
se muestra en la figura 18-40. los nervios periféricos o del segmento
medular.
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Los reflejos tricipital, braquiorradial y abdominales son difíciles de obtener antes de los La ausencia del reflejo anal indica una
6 meses. El reflejo anal está presente al nacer y es importante verificarlo si se sospecha pérdida de la inervación del esfínter
una lesión medular. externo causada por una anomalía de
la médula espinal, como una malfor-
mación congénita (p. ej., espina
bífida), un tumor o un traumatismo.
En los recién nacidos se puede obtener una respuesta positiva de Babinski a la estimulación
plantar (dorsiflexión del dedo gordo y extensión en abanico de los demás) y puede
persistir por varios meses.
Puedes desencadenar el reflejo calcáneo o aquíleo de un lactante sujetando con una Si las contracciones son continuas
mano su maléolo y realizando una flexión dorsal brusca del tobillo (fig. 18-41). Puedes (clono maleolar sostenido), debes
advertir una flexión plantar rápida y rítmica del recién nacido (clono maleolar) en res- sospechar una enfermedad del sistema
puesta a esta maniobra. Es normal que los recién nacidos y los lactantes pequeños mani- nervioso central.
fiesten hasta 10 batidas: el clono maleolar no sostenido. Un recién nacido irritable, nervioso,
con temblores, hipertonicidad y refle-
jos hiperactivos puede sufrir síndrome
de abstinencia de cualquiera de los
fármacos o drogas consumidos por su
madre durante el embarazo.
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Reflejos primitivos. Evalúa el sistema nervioso central en desarrollo del recién Debes sospechar una alteración neu-
nacido y del lactante valorando los automatismos infantiles, llamados reflejos primiti- rológica o del desarrollo si los reflejos
vos. Éstos aparecen durante la gestación, suelen manifestarse al nacer y desaparecen a primitivos:
edades concretas. Las anomalías de estos reflejos denotan una enfermedad neurológica • Están ausentes a una edad
y requieren una investigación más profunda.29 apropiada.
• Están presentes más tiempo del
habitual.
• Son asimétricos.
Los principales reflejos primitivos se ilustran más adelante. • Se asocian con posturas extrañas
o contorsiones.
Desarrollo. Consulta los hitos del desarrollo en la p. 810 y los resultados de los ins- Son muchas las causas del retraso en
trumentos estandarizados para la detección precoz para determinar cuáles son las tareas el desarrollo y a menudo no se identi-
del desarrollo propias de cada edad que necesitas evaluar. A través de la observación fica ninguna. Las etiologías son prena-
y del juego con el lactante, podrás efectuar una exploración preliminar del desarro- tales (genéticas, del sistema nervioso
llo y evaluar la motricidad gruesa y fina. En concreto, busca si hay debilidad observando central, hipotiroidismo congénito),
cómo el lactante se sienta, se pone de pie y realiza las transiciones. Examina la perma- perinatales (prematuridad, asfixia,
nencia, o postura adoptada al sentarse o ponerse de pie. La motricidad fina se puede infección y traumatismo) y posnatales
explorar de manera análoga, combinando el examen neurológico y del desarrollo. (traumatismo, infección, intoxicación,
Los logros principales son el desarrollo de la prensión, la capacidad para manipular abuso).
objetos con las manos y otras tareas más precisas, como construir una torre de cubos o
hacer garabatos, a medida que va apareciendo la motricidad fina (progresa de las zonas
proximales a las distales).
Evalúa el desarrollo cognitivo y socioemocional mientras prosigues con la exploración El retraso en el desarrollo en más de
neurológica y del desarrollo completas. Algunas anomalías neurológicas pueden produ- un ámbito (p. ej., motor más cogni-
cir déficits o retrasos en el desarrollo cognitivo y social. Los lactantes con un retraso del tivo) indica que se trata de una enfer-
desarrollo pueden presentar anomalías en la exploración neurológica, porque gran medad más grave.
parte del examen se basa en pautas específicas de cada edad.
Reflejos primitivos
Reflejo
primitivo Maniobra Edades
Reflejo de Coloca tus dedos en las Desde el naci- La persistencia del reflejo de prensión
prensión manos del lactante miento hasta palmar más allá de 4 meses denota
palmar y comprime las los 3-4 meses una disfunción de la vía piramidal.
superficies palmares.
El lactante flexionará La persistencia de la mano cerrada en
todos los dedos puño más allá de los 2 meses indica
para tomarte el dedo. una lesión del sistema nervioso cen-
Reflejo de Toca la planta del pie en Desde el naci- tral, sobre todo si los dedos abrazan
prensión la base de sus dedos. miento hasta el pulgar.
plantar Los dedos se flexionan. los 6-8 meses La persistencia del reflejo de prensión
plantar más allá de 8 meses indica una
disfunción de la vía piramidal.
(continúa)
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Reflejo
primitivo Maniobra Edades
Reflejo de Golpea la piel peribucal Desde el naci- La ausencia del reflejo de búsqueda
succión en las comisuras de miento hasta indica una enfermedad generalizada
la boca. los 3-4 meses grave o del sistema nervioso central.
La boca se abre y el lac-
tante vuelve la cabeza
hacia el lado estimu-
lado y succiona.
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Reflejo
primitivo Maniobra Edades
Reflejo Mantén suspendido al Desde el naci- La persistencia puede indicar un
de Landau lactante en decúbito miento hasta retraso en el desarrollo.
prono con una mano. los 6 meses
La cabeza se levantará
y la columna se
enderezará.
Reflejo del Mantén suspendido al Desde los El retraso en la aparición puede pre-
paracaídas lactante en decúbito 8 meses y no decir retrasos futuros en el desarrollo
prono y desciende desaparece motor voluntario.
lentamente la cabeza
hacia una superficie.
Los brazos y las piernas
se extenderán de
manera protectora.
Reflejo Sostén al lactante por Desde el naci- La ausencia del reflejo hace pensar en
de apoyo el tronco y bájalo miento o los hipotonía o flacidez.
hasta que los pies 2 meses hasta
positivo
toquen una superfi- los 6 meses
cie plana. La extensión fija y la aproximación de
Las caderas, las rodillas los miembros inferiores (postura en
y los tobillos se tijera) hacen pensar en una espastici-
extienden, el lac- dad causada por una enfermedad
tante se pone de pie,
neurológica, como parálisis cerebral.
soportando de forma
parcial el peso, cae al
cabo de 20-30 seg.
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Evalúa el desarrollo de un lactante o de un niño con escalas estándar para cada tipo de
desarrollo. Asigna a un niño los cocientes de desarrollo motor grueso, motor fino, cognitivo,
y así sucesivamente. Es importante mencionar que estos estimados nunca son una eva-
luación perfecta del desarrollo del niño o de su potencial debido a que ambos pueden
cambiar con el tiempo.31
Cocientes de desarrollo
> 85 Normal
70-85 Posible retraso; requiere seguimiento
< 70 Retraso
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
La motricidad gruesa también avanza a gran velocidad. La mayoría de los niños andan antes
de los 15 meses, corren a los 2 años, y pedalean con el triciclo y saltan a los 4. La motrici-
dad fina se desarrolla a través de la maduración neurológica y la manipulación del entorno
(fig. 18-42). El niño de 18 meses que garabatea se convierte en un pequeño de 2 años que
puede dibujar líneas y en uno de 4 años que es capaz de hacer círculos.
Cognitivo/ 2-3 palabras Frases de 2-3 Se sabe los Lenguaje 100% Dice el F I G U R A 1 8 - 4 3 . La
lingüístico palabras colores inteligible abecedario personalidad individual emerge
Dibuja un círculo Construye frases Construye Copia figuras conforme aumenta el intelecto.
párrafos
Pregunta “¿por qué?” Define palabras
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Desarrollo físico. Los niños crecen sin cesar, pero con más lentitud. La fuerza
y la coordinación mejoran de manera notable, y participan más en las actividades
(fig. 18-45). Ésta es también la época en la que los niños con discapacidad física
o enfermedad crónica se hacen más conscientes de sus limitaciones.
Necesidades de atención
Tarea Característica a la salud
Física Aumento de la fuerza y de Detección de los aspectos positivos
la coordinación. y evaluación de los problemas.
Competencia en diversas tareas Participación de los padres. Apoyo
y actividades. ante las discapacidades. Orien-
tación previa: seguridad, ejerci-
cio, alimentación, sueño. F I G U R A 1 8 - 4 6 . Las relaciones
Cognitiva “Actuación concreta”: centrada Insistencia en las consecuencias familiares dan forma al desarrollo
en el presente . a corto plazo. cognitivo del niño.
Adquisición de conocimientos Apoyo; evaluación de las capacida-
y habilidades, autoeficacia. des y rendimiento escolar.
Social Logro de una buena “adaptación” Evaluación, apoyo, asesoramiento
dentro de la familia, los amigos sobre interacciones.
y el colegio.
Mantenimiento de la autoestima. Apoyo, refuerzo de los
aspectos positivos.
Identidad propia cambiante. Comprensión, consejo, apoyo.
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ANAMNESIS
Anamnesis
Un aspecto importante de la exploración infantil es que los padres suelen mirar y parti-
cipar en ella, lo que proporciona la oportunidad de observar la relación paternofilial.
Advierte si el niño manifiesta conductas apropiadas para su edad. Evalúa la “bondad de
la adaptación” entre los padres y su hijo. Aunque algunas anomalías en la relación
pueden obedecer al entorno poco natural de la sala de exploración, otras se deben
a problemas verdaderos. La observación cuidadosa de la relación del niño con sus padres
y del juego poco estructurado del niño en la sala de exploración puede mostrar
anomalías en el desarrollo físico, cognitivo y social o problemas de la relación paterno-filial.
Los niños pequeños sanos a veces sienten terror o se enfadan con el médico y, a menudo,
no colaboran en absoluto. La mayoría acaba animándose. Si la conducta persiste y no
resulta adecuada para el grado de desarrollo, puede tratarse de una anomalía de la conducta
o del desarrollo. Los niños en edad escolar de mayor edad tienen más autocontrol y recuer-
dan la experiencia previa con los médicos; en general, colaboran en la exploración.
Gana la confianza del niño y disipa sus temores desde el inicio de la visita. Tu forma de
abordar la visita cambiará en función de las circunstancias. Una visita de supervisión
propicia una mejor relación que una por motivos de enfermedad.
Deja que el niño siga vestido durante la entrevista para disminuir su aprehensión. Ade-
más, puedes observar su interacción de una forma más natural y ver cómo juega,
se relaciona con sus padres y se viste y desviste.
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ANAMNESIS
Los pequeños de 9 a 15 meses pueden sentir ansiedad ante los extraños, un temor que es
normal durante el desarrollo y que delata la consciencia creciente del niño sobre
la novedad del extraño. No debes abordar de inmediato a estos niños. El juego puede
ayudar a que colaboren. Deja que sigan en el regazo de los padres durante la mayor
parte de la exploración y que el padre se mantenga cerca cuando el niño esté en la mesa
de exploración.
Mantén una conversación con el niño apropiada para su edad. Formula preguntas
sencillas sobre su enfermedad o sobre los juguetes. Felicítalo por su aspecto o por su
conducta, relátale un cuento o participa en un juego sencillo (fig. 18-47). Si el niño es
tímido, dirígete al padre para que el pequeño vaya perdiendo el miedo de forma gra-
dual. En ocasiones el padre también está ansioso. Ayudar a los padres a relajarse o
pedirles que colaboren leyendo algo al niño o jugando con él puede facilitar que todos
se relajen en la sala de exploración.
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ANAMNESIS
Muchos niños de esta edad son pudorosos (fig. 18-49). Ofrecer una bata y
dejar puesta la ropa interior, en la medida de lo posible, constituyen buenos
consejos. Propón al pequeño que se desnude detrás de una cortina. Plan-
téate salir de la habitación cuando el pequeño se cambie con ayuda de sus
padres. Algunos niños prefieren que salgan los hermanos del otro sexo, pero F I G U R A 1 8 - 4 9 . Es necesario que
la mayoría indican que uno de los dos padres debe quedarse con ellos en la sala. el médico tome en cuenta el pudor de los
Los padres de los niños menores de 11 años deben permanecer con sus hijos. niños de mayor edad.
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ANAMNESIS
De forma habitual, los niños acuden acompañados de un padre o cuidador. Incluso cuando
lo hacen solos, por lo general solicitan la opinión del médico a instancias de sus padres;
de hecho, el padre suele estar sentado en la sala de espera. Cuando entrevistes a un
niño, deberás tener en cuenta las necesidades y perspectivas del niño y de sus cuidadores.
Utiliza tu experiencia personal con los niños para saber cómo interactuar en un entorno
clínico. Para fomentar la relación, ponte a la altura de los niños. El contacto ocular, la
participación en un ambiente de juego y la conversación sobre los intereses infantiles
constituyen en todo caso buenas estrategias. Pregunta al niño por su ropa, alguno de sus
juguetes, el libro o el programa de televisión que más le guste o la compañía de los adul-
tos de una manera animada, pero con suavidad. Invierte tiempo al comienzo de la entrevista
para calmar y conectar con el niño angustiado, para que él y su cuidador puedan sentirse
más tranquilos.
Colaboración con la familia. Una de las dificultades cuando acuden varias per-
sonas es saber a quién dirigir las preguntas. Aunque al final deberás recibir informa-
ción del niño y del padre o de la madre, vale la pena empezar con el pequeño.
Formula preguntas sencillas y abiertas como: “¿Estás enfermo?… Cuéntame,
¿qué te pasa?”, seguidas de otras más concretas; de esta manera suelen obtenerse muchos
datos clínicos. Después, los padres podrán verificar la información, añadir detalles que
amplíen el contexto o señalar otros problemas que necesitan corrección. A veces, a los
niños les da vergüenza empezar pero, una vez que el padre o la madre rompen el hielo,
es posible formular preguntas directas al niño. Caracteriza los atributos de los síntomas
de la misma manera que lo harías con los adultos.
Tu madre dice que a menudo tienes dolor de barriga. ¿Me podrías decir algo más?
Dime dónde te duele. ¿Qué es lo que notas?
¿Es como un pinchazo o más bien una molestia?
¿Te duele siempre en el mismo sitio o el dolor aparece en distintos lados?
¿Cómo desaparece el dolor? ¿Qué es lo que hace que empeore?
¿Por qué crees que te duele?
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ANAMNESIS
La presencia de los familiares te permite observar su relación con el niño. Un niño mayor
puede estarse quieto o moverse sin parar. Vigila si los padres establecen límites o no,
cuando es necesario.
Asuntos varios. Cada una de las personas que hay en la consulta, incluido el
médico, puede tener una idea diferente sobre la naturaleza del problema y cómo solucio-
narlo. Descubre cuántas perspectivas y asuntos son posibles. Los familiares que no están
presentes (p. ej., el padre, la madre, el abuelo o la abuela ausentes) también están preo-
cupados. Pregunta sobre ello: “Si el padre de Susy estuviera aquí, ¿qué preguntas o
preocupaciones tendría?”, “Sra. Martínez, ¿ha hablado de esto con su madre o con alguna
otra persona?”, “¿cuál es su opinión?”.
Por ejemplo, la Sra. Martínez lleva a Susy al médico por un dolor abdominal porque cree
que es posible que su hija tenga una úlcera y le preocupan sus hábitos alimentarios. A
Susy no le preocupa el dolor de barriga, pero le incomodan los cambios que experi-
menta su cuerpo y le preocupa engordar. El Sr. Martínez cree que Susy no presta
suficiente atención a los deberes del colegio. Como médico, deberás sopesar estas pre-
ocupaciones con lo que observas como una niña sana de 12 años que está entrando en
la pubertad y que sufre un leve dolor abdominal funcional, con la preocupación razona-
ble por el surgimiento de obesidad. Tus objetivos deben incluir descubrir las preocu-
paciones de cada persona y ayudar a la familia para que comprenda qué es
“normal”.
La familia como recurso. En general, los familiares son los principales cuidadores
y tus aliados naturales para fomentar la salud del pequeño. Sé flexible con la diversidad
de modos de crianza y la alianza mejorará. Criar a un hijo refleja la cultura, los
rasgos socioeconómicos y las costumbres familiares. Es fundamental respetar la enorme
variación en estas pautas. Una buena estrategia es considerar a los padres como expertos
en el cuidado de sus hijos y a usted como un consultor. Así manifestarás respeto por el
cuidado de los padres y disminuirás la probabilidad de que rechacen o menosprecien tus
consejos. La mayoría de los padres afrontan numerosos problemas al educar a sus hijos,
por lo que los médicos deben apoyarlos y no juzgarlos. Comentarios como: “¿Por qué
no me lo ha traído antes?” o “¿Para qué lo ha hecho?”, no mejoran la relación con los
padres. Los comentarios que reconocen el duro trabajo de la crianza y alaban
los buenos resultados siempre son valorados. “Sr. Rocha, está haciendo un estupendo
trabajo con Beto. Ser padre exige mucho trabajo y la conducta de Beto aquí y ahora refleja
desde luego sus esfuerzos. Al final de la consulta podría darle algunas sugerencias”. O
bien al niño: “Beto, tienes mucha suerte de tener un papá tan maravilloso”.
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Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
Niños de 1 a 4 años
Los calendarios de revisión de la AAP y de Bright Futures para niños incluyen consultas de
supervisión de la salud a los 12, 15, 18 y 24 meses, seguidas de revisiones anuales a los 3
y 4 años.8 También se aconseja otra visita a los 30 meses para evaluar el desarrollo del niño.
Durante estas consultas de supervisión de la salud, los médicos abordan las preocupa-
ciones y las dudas de los padres, evalúan el crecimiento y el desarrollo del niño, realizan
una exploración física completa y ofrecen una orientación previa sobre los hábitos y las
conductas saludables, la competencia social de los cuidadores, las relaciones familiares y
las relaciones con la comunidad.
Ésta es una edad crítica para evitar la obesidad infantil: muchos niños inician su trayec-
toria hacia la obesidad entre los 3 y 4 años. Asimismo, conviene evaluar el desarrollo
infantil. Se recomiendan cada vez más instrumentos normalizados para evaluar el
desarrollo; éstos miden dimensiones diferentes del desarrollo de un niño (véase p. 853). De
la misma manera, es importante diferenciar entre una conducta infantil normal (pero
potencialmente difícil) y una conducta anómala o los problemas de salud mental.32
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Niños de 5 a 10 años
Los calendarios de revisión de la AAP y
la Bright Futures para niños aconsejan las
consultas anuales de supervisión
de la salud en este período.8 Como en las
etapas anteriores, estas consultas brindan
una oportunidad para examinar la salud
física y mental, el desarrollo infantil, la
relación paternofilial y la relación del niño
con sus compañeros y su rendimiento
escolar (fig. 18-52). De nuevo, la
promoción de la salud idealmente debe
incorporarse en cualquier interacción
con los niños y con sus familias. F I G U R A 1 8 - 5 2 . A medida que se
desarrolla el niño, la salud mental y las
relaciones con sus compañeros se vuelven
cada vez más importantes.
A los niños mayores les gusta hablar de forma directa con el médico que lleva a cabo la
exploración. Además de hablar de salud, seguridad, desarrollo y orientación previa con
los padres, incluye al niño en la conversación, utilizando un lenguaje y conceptos apro-
piados a su edad. Habla con el niño de sus experiencias y percepciones escolares, interac-
ciones con los compañeros, así como de otras actividades cognitivas y sociales. Insiste en
los hábitos saludables tales como buena alimentación, hacer ejercicio, leer, realizar
actividades estimulantes, higiene del sueño, tiempo frente al televisor y seguridad.
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Técnicas de exploración
El orden de la exploración es el mismo, en este caso, que el de los adultos. Las zonas
dolorosas son las últimas que deben explorarse; advierte a los niños sobre las regiones
que deseas explorar. Si el niño se resiste a una parte de la exploración, puedes volver
a ella al final.
Pautas de crecimiento de
distintos órganos o sistemas 23
22 Incremento durante todo
21 el año (percentil 50)
180 20
Porcentaje del tamaño de una persona de 20 años
Niños
19
18 Niñas
17
Variación de la altura (cm/año)
16
140 15
14
Tejido 13
linfático 12
11
100 10
9
8
Cerebro
7
y cabeza
60 6
5
4
General 3
2
20 1
Reproductor 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
0 4 8 12 16 20 Edad (años)
Nacimiento Edad (años) F I G U R A 1 8 - 5 5 . Curvas de la velocidad del
F I G U R A 1 8 - 5 4 . Pautas de crecimiento en altura de los niños y las niñas, en
crecimiento de varios sistemas. intervalos de 1 año (fuente: Lowrey GH. Growth and Development of Children,
8th ed. Chicago: Mosby, 1986).
Estatura. Mide la estatura en bipedestación, si es posible con un estadímetro Una estatura corta, que se define
de pared si el niño tiene más de 2 años. Haz que el niño se coloque de espaldas, con como una altura menor del percentil 5,
los pies juntos y la cabeza contra la pared o la parte posterior del estadímetro. Si uti- puede ser una variante normal o
lizas una pared en la que hay marcada una regla, cerciórate de colocar una superficie deberse a enfermedades endocrinas
plana encima de la cabeza del niño que haga ángulo recto con la regla. Las básculas que o de otro tipo. Las variantes normales
llevan acoplado un estadímetro no son muy exactas. comprenden una estatura corta
familiar y el retraso constitucional. Las
enfermedades crónicas son la deficiencia
de la hormona del crecimiento, otras
enfermedades endocrinas, los trastornos
digestivos, las enfermedades renales
o metabólicas y los síndromes genéticos.
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A partir de los 2 años, los niños deben crecer por lo menos unos 5 cm cada año. Durante la Los niños pequeños pueden aumentar
pubertad, la velocidad de crecimiento aumenta. poco de peso y estatura si no reciben el
aporte calórico necesario. Las causas
del retraso en el crecimiento incluyen
trastornos psicosociales, relacionales,
digestivos y endocrinos.
Peso. Los niños que ya pueden mantenerse de pie deben pesarse con la ropa
interior puesta o con una bata (o con ropa, pero descalzos) en una báscula de pie. Uti-
liza la misma báscula en las visitas sucesivas con el fin de optimizar la comparación
entre pesos.
Índice de masa corporal por edades. Hoy en día disponemos de gráficas La mayoría de los niños con obesidad
del IMC infantil específicas para las distintas edades y sexos. El IMC de los niños se aso- exógena también son altos para su
cia con la grasa corporal, que se relaciona con los riesgos posteriores de obesidad. Las edad. Las causas endocrinas de obesi-
mediciones del IMC ayudan a la detección precoz de obesidad en los niños mayores dad infantil suelen cursar con una
de 2 años. Las gráficas de IMC para niños toman en cuenta las diferencias de edad estatura corta.
y sexo. Actualmente, la obesidad es una grave “epidemia” infantil y suele comenzar
antes de los 6 u 8 años. Las consecuencias de la obesidad infantil son hipertensión, La obesidad infantil constituye una
diabetes, síndrome metabólico y escasa autoestima. La obesidad infantil lleva, con frecuencia, “epidemia” importante: el 32% de los
a la obesidad del adulto y acorta la esperanza de vida. Cuando se den los resultados del niños estadounidenses tienen un IMC
IMC a los padres es útil añadir información sobre la influencia positiva de una alimen- situado en el percentil > 85 y el 17%
tación saludable y de hacer ejercicio. un IMC en el percentil 95 o mayor.34
La morbilidad prolongada debida
a la obesidad infantil se extiende a
muchos órganos y sistemas, como el
cardiovascular, el endocrino, el renal,
Interpretación del IMC infantil
el musculoesquelético, el digestivo
y el psíquico. Para ellos se precisa
Grupo IMC por edad
prevención, detección precoz y
Peso insuficiente < percentil 5 tratamiento intensivo.
Peso saludable Entre los percentiles 5 y 85
Sobrepeso Entre los percentiles 85 y 95
Obesidad ≥ percentil 95
Signos vitales
Presión arterial. La hipertensión durante la infancia resulta más frecuente
de lo que antes se creía, y es importante identificarla, confirmarla y tratarla de manera
adecuada.
Los niños muestran un aumento de la presión arterial durante el ejercicio, el llanto y la Una causa muy frecuente de la apa-
ansiedad. Cuando se explica de antemano cuál es el procedimiento para tomar la presión rente hipertensión es la ansiedad o
y se enseña cómo hacerlo, la mayoría de los niños cooperan. Si la presión arterial es ele- “hipertensión de bata blanca”. La
vada en un principio, se puede repetir la lectura al terminar la exploración; un truco es “causa” más habitual de una elevación
dejar el manguito (desinflado) en el brazo y repetir la lectura más tarde. Las lecturas altas de la presión arterial en niños suele
siempre se deben confirmar con mediciones posteriores. ser una técnica inadecuada, a menudo
por el empleo de un manguito de
tamaño equivocado.
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F I G U R A 1 8 - 5 6 . La medición de la
presión arterial en los niños puede ser
un reto.
Con los niños, igual que con los adultos, el primer ruido de Korotkoff indica la presión En la infancia, al igual que en la edad
sistólica, y el punto en el que el ruido de Korotkoff desaparece constituye la presión dias- adulta, las lecturas de la presión arte-
tólica. A veces, sobre todo entre los niños pequeños regordetes, los ruidos de Korotkoff rial en el muslo son unos 10 mm Hg
no se oyen bien. En este caso, puedes recurrir a la palpación para establecer la presión más altas que en el brazo. Cuando
sistólica, recordando que la presión sistólica obtenida por palpación es unos 10 mm Hg resultan iguales o inferiores, hay que
más baja que por auscultación. sospechar una coartación de aorta.
Un método relativamente inexacto es la “inspección”. Vigila en qué momento la aguja La hipertensión pasajera de los niños
empieza a oscilar, a unos 10 mm Hg por encima del valor obtenido en la auscultación. puede obedecer a algunos medica-
La presión arterial obtenida por “inspección” es aproximadamente 1 mm Hg más alta mentos habituales en pediatría, como
que la obtenida por auscultación. los antiasmáticos (p. ej., prednisona)
y los utilizados para combatir el tras-
torno de hiperactividad con déficit de
atención (p. ej., metilfenidato).
En el año 2004, el grupo de trabajo dedicado al control de la hipertensión en niños y Las causas de hipertensión
adolescentes del National Heart, Lung, and Blood Institute definió la presión arterial persistente35 en niños incluyen
normal, en el límite alto de la normalidad y alta como se muestra a continuación, después hipertensión primaria (sin etiología
de obtener un registro, como mínimo, en tres ocasiones diferentes.36 subyacente) e hipertensión
secundaria (con una
etiología subyacente). Las causas
de la hipertensión secundaria son
enfermedad renal, endocrina y
neurológica; causas vasculares;
drogas o fármacos; y causas
psicológicas. La obesidad se asocia
Presión arterial en niños y adolescentes de manera estrecha con la
hipertensión infantil.
Categoría de Media de la presión arterial sistólica y/o diastólica
presión arterial en función de la edad, el sexo y la talla
Normal Percentil < 90 La epidemia de obesidad infantil
Prehipertensión Entre los percentiles 90 y 95 también ha causado un predominio
Hipertensión Percentil igual o mayor de 95 creciente de hipertensión infantil.37,38
● Fase 1 Percentil 95 hasta 5 mm Hg por encima del percentil 99
● Fase 2 Percentil igual o mayor de 99 más 5 mm Hga
a
Consulta las tablas estándar de presión arterial basadas en la edad.
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Los niños con hipertensión precisan un estudio minucioso para averiguar la causa.
Entre los lactantes y los niños pequeños no suele encontrarse ninguna causa especí-
fica. Sin embargo, un porcentaje creciente de niños mayores y adolescentes presenta
hipertensión esencial o primaria. En cualquier caso, hay que repetir la toma de la presión
para reducir la posibilidad de que la elevación se deba a la ansiedad. A veces, la repeti-
ción del registro en el colegio constituye un modo de obtener lecturas en un entorno
más relajado. Los niños obesos por lo general también son hipertensos.
Frecuencia
Edad media Intervalo (2 desviaciones estándar) La bradicardia sinusal es una
frecuencia cardíaca < 100 lpm en los
1-2 años 110 70-150
niños menores de 3 años y < 60 lpm
2-6 años 103 68-138
6-10 años 95 65-125 en los niños de 3-9 años.
Frecuencia respiratoria. La frecuencia de respiraciones por minuto varía entre Los niños con enfermedades respira-
20 y 40 durante la primera infancia y entre 15 y 25 durante la segunda infancia, y alcanza torias como bronquiolitis o neumonía
los valores del adulto hacia los 15 años.39 tienen respiraciones rápidas (hasta
80-90 resp/min), pero también un
Observa los movimientos de la pared torácica en los niños pequeños durante dos inter- mayor trabajo respiratorio, con
valos de 30 seg o durante 1 min, de preferencia antes de estimularlos. La auscultación gemido, aleteo nasal o empleo de
directa del tórax o la colocación del estetoscopio delante de la boca también ayuda la musculatura accesoria.
a contar las respiraciones, pero la medición puede elevarse falsamente si el niño se agita.
En los niños mayores se aplica la misma técnica que para los adultos.
El valor estándar para establecer taquipnea en los niños mayores de 1 año es una frecuen-
cia respiratoria mayor de 40 resp/min. El signo físico aislado que mejor descarta la
neumonía es la ausencia de taquipnea.
Temperatura. Los registros de la temperatura del conducto auditivo infantil se Los niños menores de 3 años, con
prefieren porque se pueden obtener con facilidad sin apenas causar molestias. un aspecto debilitado y con fiebre,
pueden sufrir sepsis, infección urinaria,
neumonía u otra infección grave, por
lo que requieren ser evaluados.
Piel
Después del primer año de vida de un niño, las técnicas para su exploración son las
mismas que en el adulto (véase el cap. 6, Piel, pelo y uñas).
Cabeza
Al explorar la cabeza y el cuello, adapta la exploración a la etapa de crecimiento
y desarrollo del niño.
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Se conocen algunas facies infantiles diagnósticas (véase la tabla 18-6, “Facies diagnósticas El síndrome alcohólico fetal puede
en la lactancia y la infancia”, pp. 914-915) que reflejan anomalías cromosómicas, altera- ser causa de facies anómalas (p. 914)
ciones endocrinas, enfermedades crónicas y otros trastornos. y microcefalia, así como retraso
del crecimiento.
Ojos
Los dos aspectos más importantes de la exploración ocular de los niños pequeños El estrabismo infantil (véase la tabla
consisten en averiguar si la mirada es conjugada o simétrica, y medir la agudeza 18-7, “Anomalías de los ojos, los oídos
visual en cada ojo. y la boca”, p. 916) requiere
tratamiento de un oftalmólogo.
Mirada conjugada. Utiliza los métodos descritos en el capítulo 7 para los adultos Tanto el estrabismo ocular como la
con el fin de examinar la mirada conjugada o la posición y el alineamiento de los ojos y la anisometropía (ojos con defectos
función de los músculos extraoculares. La prueba de la reflexión luminosa corneal y de refracción con diferencias
la prueba de oclusión son útiles sobre todo en niños pequeños (figs. 18-57 y 18-58). significativas) pueden determinar una
ambliopía o disminución de la visión
de un ojo, por lo demás, sano. La
ambliopía puede hacer que un ojo
sea “perezoso”, con disminución
permanente de la agudeza visual si
no se corrige pronto (por lo general,
antes de los 6 años).
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Agudeza visual
Edad Agudeza
3 meses Los ojos convergen, el lactante alcanza la mano Cualquier diferencia en la agudeza
12 meses ∼ 20/200 visual de uno y otro ojo (p. ej., 20/20
Menos de 4 años 20/40 en el izquierdo y 20/30 en del dere-
4 años en adelante 20/30 cho) es patológica hasta los 5 años
(figs. 18-59 y 18-60).
La agudeza visual en los niños de 4 años o más puede explorarse formalmente con una El trastorno visual más frecuente de
tabla que tenga una serie de optotipos (caracteres o símbolos).40 Si un niño no conoce las la infancia es la miopía, que se puede
letras o los números, se le pueden enseñar dibujos, símbolos o el optotipo “E”. Con el reconocer con facilidad con esta
optotipo “E”, la mayoría de los niños colaborará diciendo en qué dirección apunta la “E”. técnica de exploración.
Algunos niños presentan anomalías
en la visión de cerca, lo que puede
ocasionar dificultades para leer, cefa-
leas y problemas escolares, así como
visión doble.
Campos visuales. Los campos visuales de los lactantes y niños pequeños pueden
explorarse con el niño sentado en el regazo de uno de los padres. Hay que explorar
un ojo mientras se tapa el otro. Sostén la cabeza del niño en la línea media mientras acer-
cas a su campo de visión un objeto, por ejemplo un juguete, desde atrás de él. El método
general es el mismo que para los adultos, aunque deberás convertirlo en un juego para el niño.
Oídos
Explorar el conducto auditivo y el tímpano puede ser difícil en los niños pequeños que son
sensibles y miedosos porque no pueden ver el procedimiento. Con un poco de práctica
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dominarás esta técnica. No obstante, muchos niños pequeños necesitan que se les sujete
brevemente durante la exploración, motivo por el cual puedes dejar esta prueba para el final.
Pregunta al padre si tiene alguna preferencia para colocar al niño de una manera u otra.
Por lo general se adoptan dos posturas: con el niño recostado y sujetado o con el niño
sentado en el regazo de los padres. Si se sostiene al niño en decúbito supino, deja
que sea el padre quien le coja los brazos extendidos (figs. 18-61 y 18-62) o a su costado
para evitar que se mueva. Sostén la cabeza y tira del pabellón auditivo (oreja) hacia arriba
con una mano mientras sujetas el otoscopio con la otra mano. Si el niño se sienta en
el regazo de uno de los padres, sus piernas deben quedar entre las del padre o la madre.
Éstos pueden ayudar colocando un brazo alrededor del cuerpo del niño y enderezando la
cabeza con el otro (con la mano del padre sobre la frente del niño).
Tira con cuidado del pabellón auditivo antes o durante la exploración otoscópica. Inspec- En la mastoiditis aguda, la oreja
ciona el área detrás del pabellón, sobre la apófisis mastoides. Actualmente muchos con- puede protruir hacia delante y la
sultorios cuentan con un timpanómetro, que mide la distensibilidad de la membrana zona situada sobre la apófisis mastoi-
timpánica y ayuda a diagnosticar un derrame del oído medio. des aparece enrojecida, tumefacta
y dolorosa.
Membrana timpánica. Muchos estudiantes tienen dificultades para visualizar el
tímpano de un niño. El conducto auditivo de los niños pequeños se dirige hacia arriba y
hacia atrás, por lo que hay que tirar del pabellón auditivo hacia arriba, fuera y atrás
para btener una mejor visión. Sujeta la cabeza del niño y tira hacia arriba de la oreja con la
misma mano. Coloca el otoscopio con la otra mano.
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● No apliques demasiada presión, ya que una presión excesiva puede hacer que el niño llore
Hay dos formas de sostener el otoscopio, como se ilustra en las siguientes figuras:
■ El primero es el método general utilizado con los adultos: el mango del otosco-
pio apunta hacia fuera o hacia un lado mientras se tira de la oreja. Apoya la cara
lateral de la mano con el otoscopio sobre la cabeza del niño para amortiguar los
movimientos repentinos del paciente (figs. 18-61 y 18-62).
■ La segunda técnica, con el mango del otoscopio apuntando hacia abajo, a los pies
del niño, es preferida por muchos pediatras por el diferente ángulo del conducto
auditivo infantil. Mantén el otoscopio con el mango apuntando mientras tiras de
la oreja hacia arriba. Apoya tu mano contra la cabeza del niño y tira de la oreja con
una mano mientras colocas el otoscopio con la otra (figs. 18-63 y 18-64).
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Cuando se introduce aire en el conducto auditivo normal, la membrana timpánica No hay movimiento de la membrana
y el reflejo luminoso se mueven hacia adentro. Cuando se retira el aire, la membrana timpánica en casos de derrame por
timpánica se desplaza hacia afuera. Se ha mencionado que el movimiento en vaivén de otitis media (otitis media serosa).
la membrana timpánica se parece a la orza de un barco. Si la membrana timpánica no
se mueve de una manera clara al introducir una presión positiva o negativa, es pro- En ocasiones puede haber una pér-
bable que el niño presente un derrame en el oído medio (o la técnica fue mala). Un dida auditiva transitoria de algunos
niño con una otitis media aguda puede encogerse de dolor por la presión del aire. meses con las otitis medias serosas.
Pruebas formales de la audición. Las pruebas formales de audición son nece- Los niños pequeños que no superan
sarias para la detección precisa de alteraciones auditivas en niños pequeños. Una vez que estas pruebas preliminares o que tie-
el niño es lo suficientemente mayor para cooperar, utiliza un método formal para probar nen un retraso del habla deben some-
la audición. Ésta se puede examinar con cierta aproximación a través de la prueba del susurro terse a una audiometría. Es posible
en niños muy pequeños. Colócate detrás del niño (de modo que no pueda leer tus labios), que presenten déficits auditivos o tras-
tapa uno de sus conductos auditivos y frota el trago aplicando un movimiento circular. tornos del proceso auditivo central.
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Susurra letras, números o una palabra y pide al niño que los repita; prueba después con Las causas de la hipoacusia neurosen-
el otro oído. Esta técnica es bastante sensible y específica si se compara con las pruebas sitiva son infecciones congénitas
formales.44 hereditarias, medicamentos ototópi-
cos, traumatismos y algunas infeccio-
La AAP recomienda efectuar una prueba de detección acústica exhaustiva a todo niño mayor nes, como la meningitis.
de 4 años utilizando un equipo estándar (figs. 18-66 y 18-67).4 Aunque una prueba de
audición normal al nacimiento es tranquilizadora, ciertas pérdidas auditivas se adquie-
ren a medida que crece el niño y pueden llegar a afectar de manera drástica su lenguaje
y desarrollo. Cuando utilices alguna prueba de este tipo, cerciórate de explorar todo el
intervalo, incluido el intervalo del habla (500-6 000 Hz). A continuación se presenta una
clasificación de los intervalos acústicos.
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Boca y faringe
Es posible que desees dejar esta parte de la exploración para el final si el niño está
angustiado o es pequeño, y quizá necesites que lo sujete uno de los padres. Los niños
pequeños colaboradores se pueden sentar con comodidad en el regazo de los padres.
Los niños sanos suelen colaborar mejor con esta exploración que los enfermos, sobre
todo si el niño enfermo ve el depresor lingual o ha tenido alguna experiencia anterior con
cultivos de faringe.
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Inspecciona con cuidado los dientes superio- La caries dental se debe a la actividad
res, como se muestra en la figura 18-70. Ésta bacteriana. Las caries se observan
es una zona frecuente de caries del biberón. más entre los niños pequeños que
La técnica llamada “levantamiento del toman mucho tiempo el biberón
labio”, indicada en la imagen, facilita la (“caries del biberón”). Véase la tabla
visualización de la caries. 18-8 ,“Anomalías de los dientes, la
faringe y el cuello”, p. 917, para cono-
Examina el interior de los dientes superiores cer las diferentes etapas de la caries.
haciendo que el niño mire hacia el techo con
la boca bien abierta.
El cuadro siguiente muestra un patrón habi- La tinción de los dientes puede ser
tual de erupción dental. En general, los dien- intrínseca o extrínseca. La primera se
tes inferiores salen un poco antes que los debe al empleo de tetraciclina
superiores. antes de los 8 años (tinte amarillo, gris
o pardo). Las preparaciones de hierro
(tinte negro) y fluoruro (tinte blanco)
constituyen un ejemplo de tinción
extrínseca. Las tinciones extrínsecas
se pueden eliminar, pero las
F I G U R A 1 8 - 7 0 . Elevación del intrínsecas no (véase la tabla 18-8,
labio para buscar caries dentales. “Anomalías de los dientes, la faringe
y el cuello”, p. 917).
Busca anomalías en la posición de los dientes. Entre éstas se incluyen mala oclusión, La mala oclusión y los errores de ali-
protrusión maxilar (sobremordida) y protrusión mandibular (inframordida). Puedes exa- neamiento de los dientes suelen
minar estas últimas pidiendo al niño que muerda con fuerza mientras separas sus obedecer a la succión excesiva del
labios. De manera normal, los dientes inferiores de los niños sanos están contenidos pulgar y también pueden constituir
dentro del arco formado por los superiores. un trastorno hereditario o deberse
a la pérdida prematura de los dientes
primarios.
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F I G U R A 1 8 - 7 1 . Inspección de
todas las partes de la lengua.
Algunos niños pequeños tienen un frenillo tenso. Haz que el niño se toque el techo de la Los niños con anquiloglosia pueden
boca con la lengua para diagnosticar este trastorno, que con frecuencia no necesita trata- mostrar impedimentos para hablar.
miento, a menos que interfiera con la alimentación o el habla.
La lengua geográfica es una enferme-
dad benigna pero permanente en la
que una parte de la lengua tiene
un aspecto rugoso inusual.
Observa el tamaño, la posición, la simetría y el aspecto de las amígdalas. El crecimiento La faringitis estreptocócica suele pro-
máximo del tejido amigdalino se sitúa entre los 8 y los 16 años (véase la figura en la p. 885). vocar lengua aframbuesada, exuda-
El tamaño de las amígdalas varía de manera considerable entre los niños y a menudo se dos blancos o amarillos en las
clasifica en una escala de 1+ a 4+, en la que 1+ significa buena visibilidad del espacio entre amígdalas o parte posterior de la
las amígdalas y 4+ que las amígdalas se tocan en la línea media con la boca bien abierta. faringe, úvula de color rojo carnoso
En algunos niños, las amígdalas a veces parecen más obstructivas de lo que son en realidad. y petequias palatinas; véase la
tabla 18-8 (p. 917).48
Las amígdalas de los niños suelen presentar criptas profundas en su superficie, a menudo El absceso periamigdalino se sospecha
con concreciones blancas o partículas que protruyen de su profundidad. Esto no denota por el aumento asimétrico del tamaño
enfermedad alguna. de las amígdalas y el desplazamiento
lateral de la úvula.
Examina los signos de fisura palatina submucosa, por ejemplo, una muesca en el borde
posterior del paladar duro o una úvula bífida. Como la mucosa está intacta, es fácil omi-
tir el defecto subyacente; sin embargo, es necesaria un referencia a otorrinolaringología.
En situaciones extraordinarias puedes encontrar a un niño con dolor de garganta y Hoy en día, la epiglotitis aguda es poco
dificultad para tragar la saliva, que cuando se sienta está rígido y adopta una postura frecuente en Estados Unidos debido a
en “trípode” por la obstrucción faríngea. No abras la boca de estos niños porque pueden la vacunación frente a Haemophilus
sufrir una epiglotitis aguda o una obstrucción por otras causas y la exploración de la influenzae de tipo b.
faringe puede inducir el reflejo faríngeo y obstrucción de la laringe.
La traqueítis bacteriana puede causar
obstrucción de las vías respiratorias.
Observa las características de la voz infantil. Algunas anomalías cambian la tonalidad La amigdalitis puede ser de origen
y la calidad de la voz. bacteriano, por ejemplo, causada por
Streptococcus o algunos virus. La voz
se distorsiona, como si el niño tuviera
“piedras en la boca”, y se acompaña de
hipertrofia y exudados amigdalinos.
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También es posible advertir un mal aliento que facilite un diagnóstico específico. La halitosis infantil puede deberse a
infecciones de las vías respiratorias
altas, faríngeas o bucales; presencia
de cuerpos extraños en la nariz;
enfermedades dentales y reflujo
gastroesofágico.
Cuello
Después del primer año de vida, las técnicas para explorar el cuello son las mismas que Las linfadenopatías suelen obedecer
para los adultos. Las linfadenopatías son poco habituales durante el primer año de vida a infecciones víricas o bacterianas
y muy frecuentes a partir de la niñez. El sistema linfático del niño alcanza el cénit de (véase la tabla 18-8, “Anomalías de los
su crecimiento a los 12 años y los nódulos linfáticos cervicales o amigdalinos llegan dientes, la faringe y el cuello”, p. 917).
a su tamaño máximo entre los 8 y los 16 años (fig. 18-54).
La inmensa mayoría de las adenopatías infantiles obedecen a infecciones (en La probabilidad de una neoplasia
su mayoría víricas, pero con frecuencia bacterianas) y no a enfermedades malignas, maligna es mayor si el ganglio
aunque estas últimas supongan una preocupación para muchos padres. Conviene mide más de 2 cm, está duro o adhe-
diferenciar entre los nódulos linfáticos normales y los anómalos o los quistes rido a la piel o a los tejidos subyacentes
congénitos del cuello. (es decir, no es móvil), y se acompaña
de signos sistémicos graves, como
En la figura 18-25 de la p. 828 se muestran las localizaciones anatómicas habituales pérdida de peso.
de los nódulos linfáticos y los quistes congénitos del cuello.
Revisa la movilidad del cuello. Es importante verificar que el cuello de todos los niños esté En los niños pequeños con un cuello
blando y se mueva con facilidad en todas las direcciones. Esto es muy importante sobre de tamaño reducido es difícil distin-
todo cuando el paciente sostiene la cabeza de manera asimétrica y se sospecha la presen- guir entre los nódulos linfáticos
cia de una enfermedad del sistema nervioso central, como meningitis. cervicales posteriores y los supracla-
viculares (que siempre son anómalos
y obligan a sospechar una neoplasia
maligna).
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Tórax y pulmones
A medida que los niños crecen, la exploración pulmonar se parece más a la de los adultos. La inspiración se prolonga en la obs-
Para realizarla, es imprescindible su colaboración. La auscultación se facilita mucho si el trucción de las vías respiratorias altas,
niño apenas se da cuenta (p. ej., se sienta en el regazo de los padres). Deja que un niño como en el crup, y se acompaña de
pequeño, de aspecto temeroso, juegue con el estetoscopio antes de ponérselo sobre el tórax. otros signos como estridor, tos o roncus.
Evalúa el porcentaje relativo de inspiración frente a espiración. La relación normal se Si se obstruyen las vías respiratorias
aproxima a 1:1. La prolongación de la inspiración o de la espiración puede dar una pista bajas, como en el asma, la espira-
de la localización de la enfermedad. El grado de prolongación y el esfuerzo o el “trabajo ción se prolonga y suelen detectarse
respiratorio” se relacionan con la gravedad de la enfermedad. sibilancias.
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Los niños mayores colaborarán en la exploración respiratoria e incluso en las maniobras de la fase espiratoria, causadas por el
para examinar el frémito o escuchar los cambios de la “I” a la “A” (véanse pp. 326-327). A broncoespasmo reversible, se pueden
medida que el niño crezca, la exploración a través de la observación, expuesta en la escuchar sin el estetoscopio y se confir-
página anterior, como el análisis del trabajo respiratorio, el aleteo nasal y el gemido, es man en la auscultación.49 Las sibilancias
cada vez menos útil para examinar las enfermedades respiratorias, mientras que la pal- suelen acompañarse de roncus inspira-
pación, la percusión y la auscultación cobran más importancia en la exploración porme- torios motivados por los virus que
norizada del tórax y los pulmones. desencadenaron el asma.
Aleteo
nasal
Retracciones
Posición
en trípode
Corazón
La exploración del sistema cardiovascular de
los lactantes y los niños se parece a la de los
adultos. Sin embargo, el miedo de los niños y
su incapacidad para colaborar la hacen un
proceso difícil, mientras que sus deseos de
jugar harán que la exploración sea más
sencilla y productiva. Recurre a tus
conocimientos sobre la etapa de desarrollo
de cada niño. Si el niño tiene 2 años, se
explorará mejor de pie o sentado en el regazo
de la madre, mirando hacia su hombro o
sostenido (fig. 18-75). Proporciona a los
niños pequeños algún objeto para que lo
sujeten en cada mano, y así tendrán las
manos ocupadas y no podrán estorbar. Si se F I G U R A 1 8 - 7 5 . Es más fácil
les hablas sin parar, distraerás su atención y explorar a un niño pequeño cuando es
se olvidarán de que los estás examinando. cargado por uno de sus padres.
En el caso de los niños de más edad, déjalos
jugar un rato con el estetoscopio y después
lleva a cabo la auscultación de manera
adecuada.
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Presión arterial. Toma la presión arterial en los dos miembros superiores y en uno En la coartación de la aorta, la presión
de los inferiores a los 3 o 4 años de edad para comprobar si existe una posible coarta- arterial en los miembros inferiores es
ción de la aorta. Luego, sólo es necesario tomar la presión arterial en el brazo derecho. más baja que en los superiores.
Soplos benignos. Los preescolares y los escolares suelen presentar soplos benig-
nos (véase la figura en la p. 879). El más frecuente (soplo de Still) es un soplo protosistólico
y mesosistólico vibratorio y musical de grado I-II/VI con extrarruidos múltiples, situado en
la parte media o inferior del borde esternal izquierdo, aunque también se ausculta con
frecuencia en las arterias carótidas. Si se comprime la arteria carótida, por lo gene-
ral, desaparece el soplo precordial. El soplo puede variar mucho y acentuarse cuando se
intensifica el gasto cardíaco, como sucede con la fiebre o el ejercicio. El soplo debe dismi-
nuir cuando el niño pase del decúbito supino a la posición sentada para ponerse de pie.
Entre los niños preescolares o escolares se En los niños pequeños, los soplos sin
observa un zumbido venoso, es decir, un los rasgos conocidos de los tres soplos
ruido suave, hueco y continuo que se acen- benignos habituales pueden indicar
túa en la diástole y se puede auscultar justo una cardiopatía de base y requieren
debajo de la clavícula derecha (fig. 18-76). un estudio cuidadoso por parte de un
Puede desaparecer por completo con cardiólogo pediatra.
maniobras que modifiquen el retorno Los soplos patológicos que indican
venoso, como el decúbito supino, el cambio cardiopatía pueden manifestarse sólo
en la posición de la cabeza o la compresión después de la lactancia y durante la
venosa yugular. Posee la misma cualidad infancia. Entre los ejemplos se citan
que los ruidos respiratorios y, por lo tanto, los de la estenosis aórtica y la valvulo-
a menudo pasa inadvertido. patía mitral.
F I G U R A 1 8 - 7 7 . Compresión de la
arteria carótida mientras se ausculta un
soplo.
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Flujo pulmonar
Soplo de Still
Abdomen
Los niños pequeños presentan, a menudo, abdómenes protuberantes, sobre todo cuando Un “abdomen péndulo” exagerado
están erguidos. La exploración puede seguir el mismo orden que la de los adultos, puede indicar malabsorción por
excepto que deberás distraer al pequeño durante la exploración. celiaquía, fibrosis quística o
estreñimiento, o aerofagia.
La mayoría de los niños sienten cosquillas cuando se les coloca la mano por primera vez Un trastorno frecuente de la infancia
sobre el abdomen para la palpación. Esta reacción tiende a desaparecer, sobre todo si se que a veces puede ocasionar un
le distrae con la conversación y se coloca toda la mano sobre el abdomen durante unos abdomen protuberante es el
momentos sin hacer nada más. A los niños más sensibles, que tensan los músculos abdo- estreñimiento. Se constata
minales, se les puede colocar la mano debajo de la tuya. Después podrás quitar la mano timpanismo abdominal en la
del niño y palpar el abdomen sin problemas. percusión y a veces pueden notarse
las heces con la palpación.
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También puedes intentar flexionar las rodillas y las caderas del niño para que se relaje la El dolor abdominal crónico o
pared abdominal, como se muestra en la figura 18-78. Palpa con cuidado todas las zonas; recurrente es relativamente frecuente
a continuación hazlo en profundidad y deja los lugares de posible patología para el final. en los niños. Las causas incluyen tanto
trastornos funcionales como orgánicos.
Un método para determinar el borde inferior del hígado consiste en la prueba del rascado, La hepatomegalia de los niños peque-
ilustrado en las figuras 18-79 y 18-80. Coloca el diafragma del estetoscopio justo encima ños es rara y puede obedecer a fibro-
del reborde costal derecho, en la línea clavicular media. Con la uña rasca un poco la piel del sis quística, malabsorción de proteínas,
abdomen siguiendo la línea clavicular media desde un punto situado bajo el ombligo hasta parásitos, hígado graso y tumores.
el reborde costal. Cuando el dedo con el que rascas alcance el borde del hígado, podrás Si la hepatomegalia se acompaña de
percibir cómo cambia el ruido del rascado a medida que recorres el hígado con el dedo y esplenomegalia, hay que pensar en
llegas hasta el estetoscopio. La exactitud de la prueba del rascado no ha sido bien estudiada.50 hipertensión portal, enfermedades por
depósito, infecciones crónicas y neopla-
sias malignas.
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El bazo, como el hígado, se palpa con facilidad en la mayoría de los niños. También
es blando, con un borde cortante, y se proyecta hacia abajo como una lengüeta desde el
reborde costal izquierdo. El bazo es móvil y rara vez se extiende más de 1-2 cm por debajo
del reborde costal.
Palpa el resto de las estructuras abdominales. Por lo general notarás las pulsaciones epigás- Si en la palpación se detecta
tricas causadas por la aorta, en particular a la izquierda de la línea media, con una una masa abdominal, puede tratarse
palpación profunda. de materia fecal debido a estre-
ñimiento, o de una enfermedad
importante como un tumor.
La palpación de las zonas dolorosas del abdomen en niños mayores es idéntica a la de Ante un niño con un abdomen agudo,
los adultos, aunque las causas del dolor abdominal a menudo difieren e incluyen un por ejemplo, por una apendicitis
amplio espectro de enfermedades agudas y crónicas. La localización del punto doloroso aguda, verifica la rigidez involuntaria,
te ayudará a conocer la estructura abdominal que probablemente ocasione el dolor. el dolor a la descompresión, el signo
de Rovsing o un signo positivo del
psoas o del obturador (véanse pp. 485-
486).51 La gastroenteritis, el
estreñimiento y la obstrucción
gastrointestinal son otras etiologías
posibles de dolor abdominal agudo.
Genitales masculinos
Inspecciona el pene. El tamaño del pene prepuberal tiene poca importancia, salvo que
sea inusualmente grande. El cuerpo graso situado sobre la sínfisis del pubis de los niños
obesos puede enmascarar el pene.
En la pubertad precoz, el pene y los testículos aumentan de tamaño con otros signos de La pubertad precoz se debe a una
cambios puberales. También ocurren otros cambios puberales. serie de trastornos asociados con
un exceso de andrógenos, y puede
ser causada por varios trastornos,
La palpación del escroto y los testículos en niños pequeños es todo un arte, porque muchos incluyendo tumores suprarrenales
presentan un reflejo cremastérico muy activo que hace que el testículo se retraiga hacia o hipofisarios.
arriba dentro del conducto inguinal y parezca que no ha descendido. Revisa al niño
cuando esté relajado, ya que la ansiedad favorece el reflejo cremastérico. Palpa el hipogastrio
con las manos calientes, abriéndote camino hacia el escroto a lo largo del conducto inguinal. Con
ello disminuirás la retracción de los testículos hacia el conducto.
Una técnica útil es que el niño se siente en la cami- La criptorquidia puede ocurrir a
lla, con las piernas cruzadas, como se ilustra en la cualquier edad. Exige corrección
figura 18-81. También puedes darle un globo para quirúrgica y debe diferenciarse de
que lo infle o un objeto para que lo levante y un testículo retráctil.
aumente la presión intraabdominal. Si se detecta la Las posibles causas de un testículo
presencia del testículo en el escroto, está descen- doloroso son infecciones, como la
dido, aunque pase mucho tiempo en el conducto epididimitis u orquitis, y torsiones del
inguinal. Un testículo doloroso amerita un trata- testículo o del apéndice testicular.
miento rápido.
La presencia de una masa
escrotal indolora en un chico joven
F I G U R A 1 8 - 8 1 . Posición suele obedecer a un hidrocele
del niño para palpar el escroto. o una hernia inguinal encarcelada.
Otras causas infrecuentes son un
varicocele o un tumor.
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El reflejo cremastérico se puede explorar rascando la cara interna del muslo. El testículo
del lado rascado asciende.
Examina el conducto inguinal como lo harías en un adulto, notando cualquier tumefac- Las hernias inguinales de los niños
ción que pueda suponer una hernia inguinal. Haz que el niño aumente la presión abdo- mayores se presentan como las de
minal como se ha explicado antes y observa si alguna masa del conducto inguinal los hombres adultos, con tumefacción
aumenta de tamaño con la maniobra de Valsalva. del conducto inguinal, sobre todo tras
una maniobra de Valsalva.
Genitales femeninos
La exploración genital puede causar ansiedad a las niñas mayores y las adolescentes La aparición de vello púbico antes de
(sobre todo si perteneces al otro sexo), y a los padres. Sin embargo, si no se exploran, los 7 años debe considerarse como
pueden pasarse por alto observaciones importantes. En función de la etapa de desarrollo pubertad precoz y requiere un estudio
de la niña, explícale qué partes del cuerpo vas a inspeccionar y dile que se trata de una para determinar su causa.
exploración de rutina.
Después del primer o segundo año de vida, los labios mayores y los menores se aplanan Las erupciones en los genitales
y la membrana del himen se torna delgada, translúcida y vascular, por lo que es fácil externos pueden deberse a diferentes
identificar sus bordes. causas, como irritación física,
sudoración e infecciones por cándida
o por bacterias, incluida la infección
por Streptococcus.
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A continuación, visualiza las estructuras separando los labios con los dedos, como se
muestra en la figura 18-83. También puedes aplicar una tracción suave, sujetando los
labios entre el pulgar y el índice de cada mano y separando hacia fuera y hacia atrás
los labios mayores para examinar las estructuras internas, como se muestra en la
figura 18-84. Algunas niñas prepúberes presentan adherencias labiales o fusión de los
labios menores que pueden enmascarar los orificios vaginal y uretral. Esto puede cons-
tituir una variante normal. El sangrado vaginal siempre es motivo de preocupación. Las secreciones vaginales en la primera
infancia pueden provenir de irritación
perineal (p. ej., baños de burbujas o
jabones), cuerpos extraños, vulvovagi-
nitis inespecífica, candidosis, parásitos
o una enfermedad de transmisión
sexual debida a abuso sexual.
Observa el estado de los labios menores, la uretra, el himen y la parte proximal de Por desgracia, el abuso sexual es
la vagina. Si no eres capaz de ver los bordes del himen, pide a la niña que respire pro- demasiado frecuente en todo el
fundamente para relajar la musculatura abdominal. Otra técnica útil (a realizar por un mundo. Hasta un 25% de las mujeres
explorador pediátrico experimentado) es colocar a la niña de rodillas con la parte ante- refieren antecedentes de abuso sexual;
rior del tórax sobre la camilla, como se muestra en las figuras 18-85 y 18-86. Estas si bien en muchos casos no produjo
maniobras suelen abrir el himen. Asimismo, puedes emplear gotas de solución salina ningún traumatismo físico grave, en
para despegar los bordes del himen. algunas ocasiones sí lo hizo.52-54
Evita tocar los bordes del himen, porque éste es muy doloroso cuando no cuenta con los Las abrasiones o los signos de trauma-
efectos protectores de las hormonas. Examina si hay secreciones, adherencias labiales, tismo de los genitales externos pue-
lesiones, signos de estrogenización (indican el comienzo de la pubertad), variaciones de den obedecer a causas benignas,
himen (como el himen imperforado o tabicado, que son raras) e higiene íntima. Muchas como la masturbación, irritantes o
veces se aprecia una secreción fina y blanca (leucorrea). El examen con un espéculo de la traumatismos accidentales, pero tam-
vagina y el cuello uterino de una niña prepúber está contraindicado, salvo que se sospeche un bién obligan a sospechar abuso sexual.
traumatismo grave o un cuerpo extraño. Véase la tabla 18-11, “Signos físicos de
abuso sexual en niñas”, p. 932.
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
El himen normal de las lactantes y las niñas pequeñas puede presentar configuraciones
muy distintas, como se ilustra a continuación.
Niña de 6 años con un himen tabicado que provoca dos orificios. Niña de 7 años con un orificio semilunar del himen. Los hímenes
Es necesaria la tracción para visualizar los dos orificios. semilunares no rodean el orificio vaginal, en su lugar bordean su
parte inferior y se extienden hacia los márgenes posterior
y lateral del anillo del himen.
Niña de 2 años con un orificio anular, visible con la tracción labial. Niña de 9 años con tejido labial redundante que sugiere efectos del
Anular significa que el himen rodea la circunferencia del orificio. estrógeno. Una mayor tracción o la posición genupectoral revelarían
el orificio normal. Si no logras localizar el orificio considera la
posibilidad de un himen imperforado.
Fuente de las imágenes: Reece R, Ludwig S (eds). Child Abuse: Medical Diagnosis and Management, 2nd ed. Philadelphia: Lippincott Williams &
Wilkins, 2001.
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La exploración física puede revelar signos que sugieran abuso sexual, y la inspección Como se muestra en la tabla 18-11,
es muy importante si hay indicios sospechosos en la anamnesis. Recuerda que, incluso “Signos físicos de abuso sexual en
en caso de un abuso conocido, la mayoría de las exploraciones son normales; así niñas”, p. 921, los signos físicos que
pues, una exploración normal de los genitales no descarta un abuso sexual. Los mon- indican claramente abuso sexual son
tículos, las muescas o los colgajos del himen constituyen todos variantes normales. El laceraciones, equimosis y cicatriza-
tamaño del orificio varía con la edad y la técnica de exploración. Si los bordes del himen ciones recientes del himen, ausencia
están lisos y no se interrumpen en la mitad inferior, entonces el himen probablemente sea normal de tejido himeneal de las 3 a las 9 del
(pero no descarta el abuso, dado que el himen, como la mayoría de los tejidos, puede reloj y cortes transversales del himen
sanar en 7-10 días). Sin embargo, algunos signos apuntan a un posible abuso sexual y cicatrizados. Otros signos, tales como
exigen una evaluación más completa por un experto en este campo. Véase la tabla 18-11, secreción purulenta y lesiones herpé-
ticas, también son preocupantes.
“Signos físicos de abuso sexual en niñas”, p. 921.
Tacto rectal
El tacto rectal no forma parte de la exploración pediátrica habitual, pero debe efectuarse Los colgajos cutáneos anales se ven
siempre que se sospeche una enfermedad intraabdominal, pélvica o perirrectal. en la enfermedad intestinal inflamato-
ria, pero suelen constituir una obser-
El tacto rectal de los niños pequeños se realiza con el niño en decúbito lateral o en posi- vación casual cuando se localizan en
ción de litotomía. Esta última les resulta menos inquietante y más cómoda. Haz que el la línea media.
paciente se tumbe sobre la espalda con las rodillas y las caderas flexionadas y los miem-
bros inferiores separados. Cubre con paños al niño desde la cintura hacia abajo. Tranqui-
lízalo con frecuencia durante la exploración y pídele que respire por la boca para relajarse.
Separa las nalgas y observa el ano. Puedes utilizar el dedo índice, lubricado y enguantado, El dolor observado durante el tacto
aun en niños pequeños. Palpa el abdomen con la otra mano para distraer al niño y para rectal en niños suele indicar una causa
observar las estructuras abdominales entre las manos. La glándula prostática de los niños infecciosa inflamatoria, por ejemplo,
pequeños no se puede palpar. un absceso o una apendicitis.
Sistema musculoesquelético
En los niños mayores, las anomalías de los miembros superiores son poco frecuentes, Los niños pequeños pueden sufrir el
si no hay ningún traumatismo. codo de niñera o subluxación de la
cabeza del radio debido a una lesión
El niño pequeño sano muestra una concavidad lumbar acentuada y una menor convexi- por tirones. Sostendrán sus brazos
dad torácica que el adulto y, con frecuencia, un abdomen protuberante. con flexión ligera de los codos.
Observa al niño de pie y caminando descalzo. Pídele que se toque los dedos del pie, se La causa de una claudicación aguda
levante de una silla, corra una cierta distancia y levante del piso algunos objetos. Podrás en la infancia suele ser un traumatismo
detectar casi todas las anomalías observando con cuidado desde delante y desde atrás. o una lesión, aunque debe contem-
Para evaluar de manera indirecta la marcha del niño, examina las suelas de los zapa- plarse la posibilidad de una infección
tos para ver de qué lado están más desgastados. ósea, articular o muscular. En el niño
obeso considera el deslizamiento de la
epífisis de la cabeza femoral.
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Durante la primera infancia suele observarse una progresión frecuente y normal de El arqueamiento intenso de los miem-
las piernas arqueadas (fig. 18-87), que comienzan a desaparecer hacia los 18 meses bros inferiores (rodilla vara) puede
de edad, seguidas de una transición hacia las piernas en “X”. El patrón de las piernas resultar todavía fisiológico y remitir de
arqueadas (fig. 18-88) suele alcanzar el máximo a los 3 o 4 años y se corrige de forma forma espontánea. El arqueamiento
gradual hacia los 9 o 10 años. extremo o unilateral puede deberse a
causas patológicas como el raquitismo
o la tibia vara (enfermedad de Blount).
Inspecciona la escoliosis de cualquier niño que se pueda poner de pie con las técnicas
descritas más adelante, en el apartado sobre los adolescentes.
Determina el posible acortamiento de los miembros inferiores que puede acompañar a las
enfermedades de la cadera comparando la distancia desde la espina ilíaca anterosuperior
hasta el maléolo interno en cada lado. Endereza la pierna del niño, tirando con cuidado
de ella y luego compara la altura de los maléolos internos entre sí. También puedes mar-
car con un pequeño punto negro la prominencia maleolar y juntar los maléolos para ver
si confluyen los puntos de contacto.
Haz que el niño se ponga recto y de pie, y coloca tus manos de forma horizontal sobre
las crestas ilíacas, en la parte posterior. Podrás notar pequeñas discrepancias. Si detectas
alguna discrepancia y crees que la longitud de los miembros inferiores es distinta, con
una cresta ilíaca más alta que la otra, coloca un libro bajo la pierna más corta; la discre-
pancia debe desaparecer.
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F I G U R A 1 8 - 9 0 . Signo de F I G U R A 1 8 - 9 1 . Signo de
Trendelenburg negativo. Trendelenburg positivo.
Sistema nervioso
Después de la lactancia, el examen neurológico incluye los mismos elementos de Los niños con diplejías espásticas
la exploración del adulto. Combina la evaluación neurológica y la evaluación suelen manifestar hipotonía cuando
del desarrollo; conviértelo en un juego para evaluar el desarrollo óptimo y el son lactantes y luego un tono exage-
rendimiento neurológico. rado con espasticidad, postura en
tijera y a veces los puños cerrados
como preescolares y niños pequeños.
Lleva a cabo una prueba validada de detección del desarrollo para los preescolares. Los problemas de interacción social,
A los niños por lo general les gusta y puede que a ti también. Muchas enfermedades comunicación verbal y no verbal, inte-
neurológicas infantiles se acompañan de alteraciones en el desarrollo. reses limitados y conductas repetiti-
vas podrían ser signos de autismo.
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Reflejos de estiramiento muscular. Los reflejos de estiramiento muscular Los niños con parálisis cerebral leve
se pueden explorar igual que en los adultos. Enseña primero cómo se utiliza un martillo pueden mostrar una ligera hipertonía
de reflejos, colocándolo en las manos del niño y garantizándole que no sufrirá ningún e hiperreflexia.
daño. A los niños les gusta sentir cómo saltan sus piernas al explorar los reflejos rotu-
lianos. Solicita la colaboración del niño y pídele que mantenga los ojos cerrados
durante esta parte de la exploración, porque la tensión influye en los resultados.
Desarrollo cognitivo. Puedes pedir a los niños mayores de 3 años que hagan Distingue entre los retrasos aislados de
un dibujo o que copien objetos y después comentar sus dibujos para examinar de forma un aspecto del desarrollo (coordinación
simultánea la coordinación motora fina, la cognición y el lenguaje. del lenguaje) y los más generalizados
que pueden observarse en varios ámbi-
En niños de edad escolar, la mejor prueba sobre desarrollo es el rendimiento escolar. tos, los cuales es más probable que sean
Puedes obtener informes escolares de los resultados de pruebas psicológicas, omitiendo reflejo de trastornos neurológicos
la necesidad de hacer pruebas formales sobre el desarrollo de un niño mayor. generales (retraso mental), que pueden
obedecer a un gran número de causas.
Función cerebelosa. La exploración cerebelosa puede comenzar con las pruebas Algunos niños que sufren un trastorno
dedo-nariz y de movimientos alternantes rápidos de las manos o los dedos (figs. 18-93 y por déficit de atención con hiperactivi-
18-94). Los mayores de 5 años deben ser capaces de diferenciar entre la derecha y la dad (TDAH) tienen más dificultades
izquierda, por lo que puedes asignarles tareas de discriminación entre ambos lados, como para colaborar en la exploración neu-
si fueran pacientes adultos. rológica del desarrollo porque les
cuesta centrarse en las cosas. Estos
niños suelen tener mucha energía, no
pueden permanecer quietos durante
mucho tiempo y refieren problemas en
la escuela o en situaciones estructura-
das. Sin embargo, otros trastornos
pueden tener síntomas similares, por
lo que están indicadas una anamnesis
y exploración física completas.
El retraso o trastorno del desarrollo en
F I G U R A 1 8 - 9 3 . Prueba dedo- F I G U R A 1 8 - 9 4 . Luego haz que la primera infancia puede ser causa de
nariz: primero haz que el niño toque el niño se toque la nariz. fracaso escolar y de problemas socia-
tu dedo. les, conductuales y emocionales.
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Nervios craneales. Los nervios craneales pueden examinarse bastante bien mediante
estrategias adecuadas al desarrollo, como las que se muestran en el siguiente recuadro:
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
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ANAMNESIS
Anamnesis
La clave para una exploración satisfactoria
de los adolescentes reside en ofrecer un
entorno confortable y confidencial que hace la
exploración más relajada e informativa.
Considera el desarrollo cognitivo y social
del adolescente antes de decidir sobre cues-
tiones de privacidad, implicación paren-
tal y confidencialidad (fig. 18-97).
Los adolescentes se abren más si la entrevista se centra en ellos más que en sus proble-
mas. A diferencia de casi todas las demás entrevistas, empieza con preguntas concretas
y dirigidas para establecer confianza y una buena relación, y hacer que la conversación
sea fluida. Al principio tendrás que hablar más de lo habitual. Una buena manera
de empezar consiste en hablar de forma informal sobre los amigos, el colegio, las aficiones y
la familia. Por lo general, no es una buena idea recurrir al silencio para que el adolescente
hable o preguntarle de forma directa por sus sentimientos.
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ANAMNESIS
Antes de que los padres salgan, obtén del paciente los antecedentes clínicos relevan-
tes, como puede ser algún elemento de los antecedentes personales, y aclara las intencio-
nes de los padres con respecto a la visita. Los adolescentes necesitan saber que
mantendrás la confidencialidad de lo que hablen durante la consulta. No obstante, no
hagas que ésta sea ilimitada. Afirma siempre de manera explícita que quizá tengas que
actuar si la información recibida es causa de preocupación en relación con la seguridad:
“No le diré a tus padres lo que hemos hablado salvo que me des permiso o que yo pueda
estar preocupado por tu seguridad. Por ejemplo, si me dijeras que deseas lastimarte y yo
viera que de verdad corres algún riesgo, tendré que hablarlo con otras personas para
así poder ayudarte”.
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13 años prefieren que la exploración se lleve a cabo en ausencia del padre, pero ello
depende del grado de desarrollo del paciente, la familiaridad con el médico, la relación
con los padres y los problemas culturales. Pregunta a los adolescentes más jóvenes y a
sus padres qué prefieren. Se aconseja a los médicos de sexo masculino que dispongan de
una acompañante en la consulta cuando lleven a cabo la exploración de los pechos o
de los genitales de una chica. Sin embargo, pueden producirse falta de comunicación y
situaciones incómodas incluso entre médicos y pacientes del mismo sexo, por lo que es
mejor discutir el tema de los acompañantes con los pacientes y padres y registrar esta
decisión compartida en el expediente clínico.57
Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
La AAP recomienda consultas anuales de supervisión de la salud para los adolescentes.8
Asegúrate de incluir la promoción sobre salud en cada encuentro con este grupo. Los
adolescentes con problemas crónicos o conductas de alto riesgo precisan visitas adicio-
nales para la promoción de la salud y la orientación previa.
Casi todas las enfermedades crónicas de los adultos comienzan en la infancia o en la adolescencia.
Así, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la adicción (drogas, tabaco o alcohol)
y la depresión están influidas por las experiencias de estos períodos, y por las conductas
que se establecen durante la adolescencia. Por ejemplo, la mayoría de los adultos obesos
fueron obesos de adolescentes o mostraron indicadores anómalos, como IMC elevado.
Como segundo ejemplo, casi todos los adultos adictos al tabaco iniciaron el hábito antes de
los 18 años. En consecuencia, uno de los principales elementos de la promoción sobre
salud en adolescentes se basa en comentar las conductas o los hábitos saludables
F I G U R A 1 8 - 9 9 . Investiga si los
(fig. 18-99). Una promoción eficaz de la salud ayuda a los pacientes a crear hábitos y
adolescentes participan en actividades
establecer estilos de vida saludables y a evitar algunos problemas de salud crónicos.
saludables, y en caso contrario
motívalos a hacerlo.
Como ciertos temas de promoción de la salud revisten carácter confidencial, como
la salud mental, la adicción, la conducta sexual y los trastornos de la conducta
alimentaria, habla con el adolescente (sobre todo si ya tiene cierta edad) en privado
durante la parte de la visita que incluya la supervisión de la salud.
Los cuestionarios de detección que rellena el propio paciente pueden completarse antes
de la visita para facilitar la evaluación exhaustiva de conductas de riesgo en el joven. De
este modo, se ahorra tiempo y puedes estudiar mejor las conductas de riesgo específicas
que el adolescente respalda durante la visita. Una herramienta excelente es la recomen-
dación de los servicios preventivos para adolescentes (GAPS, de Guidelines for Adolescent
Preventive Services).58,59
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Técnicas de exploración
Reconocimiento general y signos vitales
Crecimiento. Los adolescentes deben llevar una bata para pesarse o hacerlo des- La obesidad y los trastornos de la con-
calzos y sin ropa pesada. Esto es muy importante en el caso de las adolescentes con ducta alimentaria (anorexia y bulimia)
problemas de infrapeso. Lo ideal es que el peso (y la altura) se mida de manera seriada en adolescentes constituyen proble-
con la misma báscula. mas graves de salud pública que exi-
gen evaluación frecuente del peso,
vigilancia de complicaciones y promo-
ción de elecciones y autoconcepto
saludables.
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Signos vitales. Las evaluaciones en serie de la presión arterial tienen importancia Las causas de la hipertensión sostenida
en los adolescentes.33 La frecuencia cardíaca media desde los 10 hasta los 14 años es de en este grupo de edad son la hiperten-
85 lpm, y se considera normal un intervalo de 55-115 lpm. La frecuencia cardíaca media sión primaria, la enfermedad parenqui-
entre los adolescentes de 15 años es de 60 a 100 lpm. Los percentiles de presión arterial matosa renal y el consumo de drogas.
se muestran en la p. 864.
Piel
Inspecciona la piel del adolescente con cuidado. A muchos adolescentes les preocupan El acné del adolescente, una lesión
diversas lesiones cutáneas, como el acné, los hoyuelos, las manchas, las verrugas cutánea muy frecuente, a la larga
y los lunares. Presta especial atención al rostro y la espalda cuando observes en suele remitir, pero con frecuencia
busca de acné en adolescentes. Las estrías se hacen más frecuentes con la epidemia responde a un tratamiento adecuado.
de obesidad. Suele empezar a mitad de la pubertad
o hacia el final.
Muchos adolescentes pasan bastante tiempo al sol y en salas de bronceado. Puedes Las pecas o nevos benignos pueden
darte cuenta de ello cuando realices una anamnesis completa o cuando adviertas aparecer durante la adolescencia. Sus
los signos de bronceado durante la exploración física. Ésta es una buena oportuni- características se diferencian de las de
dad para asesorar a los adolescentes sobre los peligros de la exposición excesiva a la los nevos atípicos, descritos en la p. 912.
radiación ultravioleta, la necesidad de protectores solares y los riesgos de las salas
de bronceado.
Los métodos empleados para examinar el ojo, entre otros la prueba de la agudeza visual,
son idénticos a los de los adultos. Los defectos de refracción se hacen frecuentes, por
lo que hay que explorar la agudeza visual monocular de manera periódica, por ejemplo,
durante la visita anual de revisión de la salud.
La facilidad y las técnicas para explorar los oídos y la audición se aproximan a las del Un adolescente con fiebre persistente,
adulto. No existen anomalías ni variaciones normales propias de este grupo de edad. faringitis amigdalina y linfadenopatía
cervical, puede sufrir una mononu-
cleosis infecciosa.
Corazón
Las técnicas y las secuencias exploratorias son idénticas a las de los adultos. Los soplos
siguen representando un aspecto de estudio cardiovascular continuo.
El soplo del flujo pulmonar beningno es de grado I-II/VI, blando y suave, y se caracteriza por El soplo del flujo pulmonar acompa-
ser un soplo eyectivo que empieza después del primer ruido y acaba antes del segundo ñado de un desdoblamiento fijo del
ruido, pero sin la cualidad romboidal de un soplo de eyección orgánica. Si auscultas este segundo ruido hace pensar en una
soplo, evalúa si el ruido del cierre pulmonar tiene una intensidad normal y si desaparece sobrecarga de volumen de las cavida-
des cardíacas derechas, como una
comunicación interauricular.
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Flujo pulmonar
Este soplo del flujo pulmonar también se puede auscultar en presencia de una sobrecarga
del volumen, por cualquier motivo, como anemia crónica o después del ejercicio. Puede
persistir hasta la vida adulta.
Mamas
Los cambios físicos de las mamas femeninas representan uno de los primeros signos Los brotes mamarios (masas firmes
de la pubertad. Como en la mayoría de los cambios en el desarrollo, la progresión del tamaño de un chícharo o guisante
es sistemática. En general, las mamas maduran a lo largo de un período de 4 años en cinco situadas debajo del pezón) son
etapas, llamadas estadios de Tanner o etapas de la madurez sexual de Tanner, como se mues- frecuentes tanto en chicas como en
tra en el recuadro de la página siguiente. Los brotes mamarios de la etapa preadolescente chicos justo antes de la pubertad o
continúan creciendo y modificando el contorno de las mamas y de las aréolas. Estas en su inicio.
etapas se acompañan de la aparición de vello púbico y de otras características sexuales
secundarias, como se ilustra en la p. 901. La menarquia ocurre por lo general en la etapa
mamaria 3 o 4 y, para entonces, la adolescente ha experimentado ya el crecimiento ace-
lerado (“estirón”) (véase la gráfica en la p. 897).
El intervalo habitual para el inicio del desarrollo mamario se ha considerado, durante La asimetría mamaria es frecuente
años, el comprendido entre los 8 y los 13 años (media de 11); si el inicio era anterior en adolescentes, sobre todo
se calificaba como anómalo.60-62 En algunos estudios se señala que el límite inferior de cuando las adolescentes se hallan
edad debería ser a los 7 años para las mujeres blancas y a los 6 para las de la población negra entre las etapas 2 y 4 de Tanner. Casi
y las latinoamericanas. El desarrollo de las mamas varía por edad, grupo poblacional y siempre se trata de una situación
etnicidad.61,62 Las mamas se desarrollan a una velocidad diferente en aproximadamente benigna.
el 10% de las niñas, llevando a una asimetría de tamaño o de etapa de Tanner. Tran-
quiliza a las pacientes explicándoles que esto por lo general se resuelve.
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Las pautas sobre la utilidad de la exploración clínica mamaria realizada por el médico son
cambiantes y la American Cancer Society ya no recomienda que las mujeres de ninguna
edad se realicen la exploración clínica de las mamas en busca de cáncer.63 Sin embargo,
las organizaciones profesionales recomiendan de forma consistente proporcionar a las
mujeres instrucciones para la autoexploración (véase p. 442). Es útil comenzar este pro-
cedimiento con las mujeres adolescentes. En caso de una exploración clínica de
las mamas, los médicos de sexo masculino deben contar con la ayuda de alguna otra
persona (uno de los padres o una enfermera).
Las mamas masculinas constan de un pequeño pezón y de la aréola. Durante la pubertad, Muchos chicos presentan
alrededor de un tercio de los chicos presentan un botón duro de tejido, por lo general en ginecomastia (aumento de tamaño de
una mama, con un diámetro de 2 cm o más. Los niños obesos pueden tener un tejido las mamas) en uno o en ambos lados.
mamario considerable. Aunque en general ligera, puede ser
bastante embarazoso. Por lo general
se resuelve en unos pocos años.
Etapa 4 Etapa 5
Imágenes utilizadas con autorización de: American Academy of Pediatrics, Assessment of Sexual
Maturity Stages in Girls, 1995.
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Abdomen
Las técnicas de exploración abdominal son idénticas que las que se utilizan en los adultos. La hepatomegalia de la adolescencia
El tamaño del hígado se aproxima al del adulto conforme avanza la adolescencia a través puede obedecer a infecciones como
de la pubertad y se relaciona con la estatura total del adolescente. Aunque faltan datos hepatitis y mononucleosis infecciosa,
sobre la utilidad de las distintas técnicas para medir el tamaño del hígado, es probable enfermedad inflamatoria intestinal o
que puedan aplicarse los datos de los estudios en adultos, sobre todo entre los adolescentes tumores.
de más edad. Palpa el hígado, y si no logras palparlo, las probabilidades de hepatomegalia
son muy bajas; si logras palpar el borde inferior, utiliza una percusión ligera para medir
sus dimensiones.
Genitales masculinos
La exploración de los genitales del adolescente es igual que la que se lleva a cabo en el
hombre adulto. Mantente atento al pudor de muchos chicos durante la exploración.
La pubertad se acompaña de cambios anatómicos importantes de los genitales masculinos El retraso de la pubertad debe sospe-
que ayudan a definir su progresión (fig. 18-100). El primer signo fiable de la puber- charse en los niños sin ningún signo
tad, que comienza entre los 9 y los 13.5 años, es el aumento de tamaño de los testículos. de desarrollo puberal antes de los
A continuación, aparece el vello púbico y el pene va creciendo de manera paula- 14 años.
tina. El cambio completo de la anatomía preadolescente a la del adulto exige alrededor
de 3 años, con un intervalo de 1.8 a 5 años.
Un axioma del desarrollo es que los cambios de la pubertad siguen una secuencia bien
establecida. El intervalo de edad al inicio y la concreción son amplios, pero la secuen-
cia es la misma para todos los chicos (fig. 18-100). Esta progresión es de utilidad cuando
asesoras a los adolescentes ansiosos por la maduración actual y futura, y por el amplio
intervalo de normalidad con respecto a los cambios de la pubertad.
Cuando explores al adolescente, determina la etapa de madurez sexual. Las cinco etapas La causa más frecuente de retardo
del desarrollo sexual, descritas en un inicio por Tanner, se esbozan a continuación y se de la pubertad masculina es un retraso
constitucional, por lo general de carác-
ter familiar, que afecta a la madura-
8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 ción ósea y física, aunque los niveles
hormonales sean normales.
Los números situados debajo de las barras indican los intervalos de edad
en los que ocurren determinados cambios.
FIGURA 18-100. Adolescentes de sexo masculino.
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
ilustran en el siguiente recuadro. Éstas comprenden los cambios en el pene, los testículos
y el escroto. Además, en un 80% de los hombres, el vello púbico se extiende hacia el
abdomen formando un triángulo que apunta hacia el ombligo; esta fase no termina hasta
la tercera década de vida.
Para evaluar las etapas de madurez sexual en chicos, observa cada una de las tres características por separado, porque pueden desarrollarse a velo-
cidades diferentes. Registra dos calificaciones distintas: vello púbico y genitales. Si el pene y los testículos difieren en sus etapas, obtén un promedio
para la valoración genital. Estas fotografías muestran el desarrollo en un chico no circuncidado.
Etapa 3 Vello más oscuro, grueso Mayor, sobre todo de longitud. Otro aumento de tamaño.
y rizado que se extiende
de forma discreta sobre
la sínfisis del pubis.
Etapa 4 Vello tosco y rizado, como el Otro aumento del largo y el Otro aumento de tamaño;
del adulto; cubre una zona ancho, con desarrollo oscurecimiento de la piel
mayor que en la etapa 3, del glande. escrotal.
pero no tan grande como
en el adulto, y todavía no
incluye los muslos.
Etapa 5 Vello en la misma cantidad y Tamaño y forma del adulto. Del mismo tamaño y forma
calidad que en el adulto, que en el adulto.
se extiende hasta las super-
ficies medias de los muslos,
aunque no por encima del
abdomen.
Imágenes reimpresas de: Wales JKH, Wit JM. Pediatric Endocrinology and Growth, 2nd ed. Philadelphia, W. B. Saunders, 2003, con autorización de Elsevier.
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Genitales femeninos
La exploración externa de los genitales de una adolescente es idéntica a la de una niña en La secreción vaginal en una adoles-
edad escolar. Si fuera necesaria una exploración ginecológica completa, la técnica real es la cente joven se trata igual que si fuera
misma que para una mujer adulta. Se debe tomar en cuenta que las indicaciones adulta. Las causas son la leucorrea
para hacer una exploración pélvica en adolescentes se han hecho más restrictivas. Cuando fisiológica, las enfermedades de trans-
efectúes una valoración pélvica, es necesario explicar con detalle los pasos de la exploración, misión sexual debidas a actividad
enseñar los instrumentos y actuar con tranquilidad y calma, porque las adolescentes sexual consensuada o por abuso,
suelen mostrarse muy angustiadas. Es necesaria la presencia de un acompañante (uno de la vaginosis bacteriana, los cuerpos
los padres o una enfermera). La primera exploración pélvica de una adolescente extraños y los irritantes externos.
debe correr a cargo de un profesional médico experimentado.
Los primeros signos de la pubertad en niñas son los cambios himeneales debidos El desarrollo puberal antes de
a los estrógenos, el ensanchamiento de las caderas y el comienzo del “estirón”, aun- los intervalos de edad normales
que estos cambios resultan difíciles de identificar. El primer signo detectable de la puber- puede indicar pubertad precoz, que
tad suele consistir en la aparición de brotes mamarios, aunque a veces el vello obedece a una serie de causas endo-
púbico aparece antes. La edad media en la que aparece el vello púbico ha disminuido crinas y del sistema nervioso central.
en los últimos años y el consenso actual es que su aparición desde los 7 años puede La adrenarca prematura por lo general
resultar normal, sobre todo en las niñas de piel oscura, que manifiestan características es benigna, pero puede asociarse de
sexuales secundarias a una edad más temprana. forma ocasional con el síndrome
de ovario poliquístico, la resistencia a
la insulina y el síndrome metabólico.
Determina la etapa de madurez sexual de cada mujer al margen de la edad cronológica. El retraso de la pubertad (ausencia de
La evaluación de la madurez sexual de las chicas se basa en el crecimiento del vello púbico mamas o vello púbico a los 12 años)
y en el desarrollo de las mamas.59 La evaluación del crecimiento del vello púbico se suele ser debido a una secreción insu-
ilustra en el recuadro de la p. 901. El desarrollo de las mamas se explica en la p. 897. ficiente de gonadotropina en la ade-
Asesora a las adolescentes sobre la secuencia y la etapa de madurez en ese momento. nohipófisis a causa de la menor
producción hipotalámica de gonado-
liberina. Una causa frecuente es la
anorexia nerviosa.
A pesar de la enorme variación en la edad de comienzo y finalización de la pubertad,
estas etapas ocurren en una secuencia previsible, como se indica en la figura 18-101.
8 9 10 11 12 13 14 15 16 17
Edad (años)
Los números situados debajo de las barras indican los intervalos de edad
en los que ocurren determinados cambios.
FIGURA 18-101. Adolescentes de sexo femenino.
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Crecimiento escaso de un vello largo, Vello más oscuro, tosco y rizado, que se
ligeramente pigmentado y suave, recto extiende de manera discreta por la sínfisis
o muy poco curvo, sobre todo a lo largo del pubis.
de los labios.
Etapa 4 Etapa 5
Vello tosco y rizado, como el de una mujer Vello con la calidad y la cantidad de una mujer
adulta; cubre un área mayor que en la adulta, extendido en las caras mediales de los
etapa 3, pero no tan amplia como en la vida muslos, pero sin cubrir el abdomen.
adulta y no alcanza todavía los muslos.
Imágenes utilizadas con autorización de: American Academy of Pediatrics, Assessment of Sexual
Maturity Stages in Girls, 1995.
Sistema musculoesquelético
La evaluación de la escoliosis y los análisis para la realización de determinados deportes
(pp. 902-905) siguen siendo elementos frecuentes de la exploración de los adolescentes. Los
demás apartados de la exploración del sistema musculoesquelético son idénticos a los de
los adultos.
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Exploración del sistema musculoesquelético previa a la participación Los factores más importantes de riesgo
en actividades deportivas. Más de 25 millones de niños y adolescentes de para la muerte cardiovascular súbita
los Estados Unidos y otros países participan en deportes organizados y suelen necesitar una durante la práctica deportiva son los
“autorización médica”. Comienza la exploración con una anamnesis cuidadosa, centrán- episodios de mareos o palpitaciones,
dote en los factores de riesgo cardiovascular, antecedentes quirúrgicos, traumatismos el síncope previo (sobre todo si se aso-
previos, otros problemas médicos y antecedentes familiares. De hecho, una anamnesis cia con el ejercicio) o los antecedentes
completa es la parte más sensible y específica de la evaluación para la detección de familiares de muerte repentina o
factores de riesgo o anomalías que podrían impedir la participación en deportes. La miocardiopatía de familiares jóvenes
exploración física previa a la participación suele ser el único momento en el que un ado- o de edad media.
lescente sano acude a un médico, por lo que es importante incluir algunas preguntas de Durante la exploración física previa
detección y orientación previa (véase “Promoción y asesoramiento sobre salud”). Por a la participación deportiva,
último, realiza una exploración física general, prestando especial atención al examen inspecciona de manera cuidadosa
cardíaco y pulmonar, y a las pruebas de visión y audición. Incluye una exploración los soplos cardíacos y las sibilancias
focalizada y exhaustiva del sistema musculoesquelético en busca de debilidad, limita- pulmonares. Si el adolescente
ción de la amplitud de movimiento e indicios de traumatismos anteriores. ha sufrido un traumatismo
craneoencefálico o una conmoción
Se recomienda la prueba de detección previa a la participación en actividades deportivas cerebral,66 realiza una exploración
neurológica focalizada.67,68
de 2 min que se muestra a continuación.67,68
(continúa)
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Paso 5: sostener los hombros en abducción Paso 6: con los hombros en abducción, Paso 5: pérdida de la rotación externa y
con flexión de codos de 90°, y subir y bajar extender y flexionar los codos. lesión de la articulación glenohumeral.
los brazos. Paso 6: reducción de la amplitud de
movimiento del codo.
(continúa)
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Paso 9: ponerse de cuclillas y marchar a cuatro Paso 10: ponerse de pie con los miembros Paso 9: incapacidad para flexionar
patas hacia delante. superiores a los lados, de espaldas. por completo las rodillas y dificul-
tad para levantarse por lesiones
previas de las rodillas o los tobillos.
Paso 10: asimetría por escoliosis,
discrepancia en la longitud de los
miembros inferiores o debilidad
por lesiones.
Paso 11: flexión anterior del tronco con las Paso 12: ponerse de pie sobre los talones Paso 11: asimetría por escoliosis y
rodillas rectas hasta tocar los dedos del pie. y levantarse de puntillas. torsión de la espalda por lumbalgia.
Paso 12: atrofia de los músculos de
la pantorrilla por lesión del tobillo
o del tendón calcáneo.
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Sistema nervioso
La exploración neurológica del adolescente es igual a la del adulto. No obstante, es
importante examinar el desarrollo del adolescente en función de los hitos específicos
de la edad que se han descrito en las pp. 890 y 891.
04/03/16
Ramón es un niño activo de 26 meses que viene acompañado de su madre, quien está preocu-
pada por su desarrollo y conducta.
Remisión. Ninguna
Fuente y fiabilidad. Madre, fiable.
Motivo de consulta: desarrollo lento y conducta difícil.
Enfermedad actual: Ramón parece desarrollarse más lento que su hermana mayor. Sólo emite
palabras aisladas y construye frases simples; rara vez las combina y parece frustrado al no
poder comunicarse. La gente entiende aproximadamente el 25% de lo que dice. El desarrollo
físico parece normal; puede lanzar una pelota, dar patadas, hacer garabatos y vestirse solo
sin problemas. No ha sufrido traumatismos craneoencefálicos, enfermedades crónicas, crisis
epilépticas ni regresión de los hitos del desarrollo.
La madre también está preocupada por su conducta. Ramón es demasiado obstinado, tiene
rabietas con frecuencia, se enfada con facilidad (sobre todo con su hermana mayor), lanza
objetos, muerde y golpea físicamente a los demás cuando no se le hace caso. Su conducta
empeora cuando está la madre, que explica que el niño se porta “bien” en la guardería. Cambia
de una actividad a otra y es incapaz de mantenerse quieto en el asiento para leer o jugar. Cabe
mencionar que en ocasiones es cariñoso y tranquilo. Hace contacto visual y juega de manera
normal con los juguetes. No tiene movimientos anómalos.
Ramón come de forma muy caprichosa e ingiere grandes cantidades de comida chatarra
(o basura) y poco más. No come frutas ni verduras y bebe enormes cantidades de jugo y
gaseosas. Su madre lo ha intentado todo para que coma comida sana, sin ningún éxito.
La familia ha estado sometida a un estrés considerable durante el último año después de
que el padre de Ramón perdiera el empleo. Aunque Ramón tiene ahora un seguro de Medicaid,
los padres no están asegurados.
Consideran que el sueño de Ramón es normal.
Medicación. Un preparado multivitamínico al día.
(continúa)
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Antecedentes personales
Embarazo. Sin complicaciones. La madre redujo el consumo de tabaco a medio paquete
al día y bebió alcohol de forma muy esporádica. Niega haber consumido otras drogas o haber
sufrido infecciones.
Período neonatal. Nacimiento vaginal a las 40 semanas; permaneció 2 días en el hospital.
Peso al nacer de 2.5 kg. La madre no sabe por qué Ramón era pequeño al nacer.
Enfermedades. Sólo leves; ninguna hospitalización.
Accidentes. Precisó una sutura el último año por una laceración facial tras caerse en la calle.
No perdió el conocimiento y no tuvo secuelas.
Asistencia preventiva. Ramón ha acudido a las revisiones preventivas regulares.
En la última visita hace 6 meses, su médico dijo que Ramón estaba algo retrasado en algunos
hitos del desarrollo y propuso una guardería que conocía y que era excelente, así como
una mayor atención parental de la lectura, el habla, los juegos y la estimulación. Vacunas
actualizadas. La concentración de plomo se elevó de forma leve en el último año y la madre
señala que tenía “poca sangre”. El médico le recomendó suplementos de hierro y alimentos
ricos en hierro, pero Ramón no quiere comer estos alimentos.
Antecedentes familiares
Antecedentes familiares evidentes de diabetes (dos abuelos, ninguno con diabetes infantil)
y de hipertensión. Ningún antecedente familiar de trastornos del desarrollo, psiquiátricos
o crónicos en la infancia.
Historia del desarrollo. Se sentó a los 6 meses, comenzó a andar a gatas a los 9 meses y caminó
a los 13. Dijo las primeras palabras (“mamá” y “coche”) aproximadamente el primer año.
Antecedentes personales y sociales. Los padres están casados y viven con sus dos hijos en
un departamento alquilado. El padre no tiene un empleo estable desde hace 1 año y trabaja
de forma intermitente en la construcción. La madre trabaja como camarera de tiempo parcial
mientras Ramón está en la guardería.
La madre sufrió una depresión durante el primer año de Ramón y asistió a varias sesiones
de asesoramiento, pero lo dejó porque no podía pagarlas y tampoco los medicamentos. Recibe
apoyo de su madre, que vive a unos 30 min, y de muchas amigas, algunas de las cuales se pres-
tan a veces a hacer de niñera o cuidadora.
A pesar del considerable estrés familiar, la madre describe a su familia como cariñosa y
perfecta. Tratan de cenar juntos todos los días, limitan las horas de televisión, leen a los dos
hijos (aunque Ramón no se mantenga quieto) y acuden de forma periódica a jugar en un
parque cercano.
Exposiciones ambientales. Los dos padres fuman, aunque por lo general fuera del hogar.
Seguridad. La madre dice que éste es el principal problema: apenas lo pierde de vista y ya
se ha metido en algo. La familia está pensando en cercar el pequeño patio. Ramón se sienta en
la sillita del coche la mayor parte del tiempo; en la casa hay detectores de humo. Las armas del
padre están bajo llave; los medicamentos están en un armario, en el dormitorio de los padres.
Anamnesis por órganos y sistemas
General. Ninguna enfermedad importante.
Piel. Seca y pruriginosa. El último año se le prescribió hidrocortisona.
Cabeza, ojos, oídos, nariz y garganta. Cabeza: ningún traumatismo. Ojos: buena visión.
Oídos: varias infecciones en el último año. Con frecuencia ignora las órdenes de sus padres,
(continúa)
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que no saben si lo hace a propósito o porque no oye bien. Nariz: secreciones frecuentes; la
madre cree que pueden ser alergias. Boca: no ha acudido todavía al dentista. Se cepilla de
forma ocasional los dientes (motivo frecuente de peleas).
Cuello. Ninguna masa. Los ganglios linfáticos del cuello parecen grandes.
Respiratorio. Tos frecuente y sibilancias en el tórax. La madre no sabe qué lo desencadena.
Suele ceder pronto. Puede correr todo el día sin aparente cansancio.
Cardiovascular. Ninguna cardiopatía conocida. Tuvo un soplo cuando era más pequeño, pero
desapareció.
Gastrointestinal. Apetito y hábitos alimentarios explicados anteriormente. Ritmo intestinal
regular. Está aprendiendo a utilizar el inodoro y lleva pañales por la noche, pero no en la guardería.
Urinario. Chorro adecuado. Ninguna infección urinaria hasta ahora.
Genital. Normal.
Musculoesquelético. Es como todos los niños y nunca se cansa. Pequeños golpes y hemato-
mas ocasionales.
Neurológico. Camina y corre bien; parece coordinado para la edad. Ausencia de rigidez,
convulsiones o desmayos. La madre dice que tiene mucha memoria, pero que la atención
es escasa.
Psiquiátrico. En general, parece feliz. Llora con facilidad; se revuelve tratando de evitar los
mimos y los abrazos.
Exploración física
Ramón es un niño activo y lleno de energía. Juega con el martillo de reflejos como si fuera
un camión. Parece muy unido a su madre, a la que busca para solicitar su aprobación. La
madre está preocupada por si Ramón rompe alguna cosa. Viste con ropa limpia.
Signos vitales. Altura: 90 cm (percentil 90). Peso: 16 kg (percentil > 95). IMC: 19.8 (percentil
> 95). Perímetro cefálico: 50 cm (percentil 75). PA: 108/58. FC: 90 lpm y regular. FR: 30; varía con
la actividad. Temperatura (timpánica): 37.5 °C. Ningún dolor aparente.
Piel. Normal, salvo equimosis en las piernas, y piel seca y dispersa por la cara externa
de los codos.
Cabeza, ojos, oídos, nariz y garganta. Cabeza: normocefálica; sin lesiones. Ojos: difíciles de
examinar porque no se mantiene quieto. Simétricos con movimientos extraoculares normales.
Pupilas 4-5 mm, con constricción y simétricas en su reacción a la luz. Papilas difíciles de visua-
lizar; no se advierten hemorragias. Oídos: pabellones auditivos normales; ninguna anomalía
externa. Conductos externos y membranas timpánicas normales. Nariz: orificios nasales
normales; tabique en línea media. Boca: varios dientes oscurecidos por la cara interna de
los incisivos superiores. Una caries clara en el incisivo superior derecho. Lengua normal.
Pared posterior de la faringe con aspecto adoquinado; ningún exudado. Amígdalas grandes
pero separadas por un espacio suficiente (1.5 cm). No presenta ojeras por alergia.
Cuello. Blando, tráquea en la línea media, no se palpa la glándula tiroides.
Ganglios linfáticos. Se palpan con facilidad los ganglios linfáticos amigdalinos (1.5-2 cm) de
ambos lados. Pequeños nódulos (0.5 cm) en ambos conductos inguinales. Todos los ganglios
linfáticos móviles y no dolorosos.
(continúa)
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Taquicardia supraventricular
QRS T
La taquicardia supraventricular (TSV) paroxística es la arritmia más frecuente en niños. Algunos de los niños pequeños que la sufren tienen un
aspecto sano o cierta palidez con taquipnea, pero la frecuencia cardíaca es igual o superior a 240 lpm. Otros están muy debilitados y padecen
insuficiencia cardiovascular. Las ondas P tienen una morfología distinta o son ausentes.
La taquicardia supraventricular infantil suele ser sostenida y requiere tratamiento médico para su conversión a una frecuencia y ritmo
normales. Entre los niños mayores, lo más probable es que sea verdaderamente paroxística, con episodios de duración y frecuencia variables.
Hipertensión en niños: un ejemplo típico
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Edad (años)
La hipertensión puede comenzar en la infancia.35,36 Aunque la elevación de la presión arterial en niños pequeños es más probable que tenga
causas renales, cardíacas o endocrinas, en el caso de los niños de mayor edad y los adolescentes es más probable que la hipertensión sea
primaria o esencial.
El niño del ejemplo sufrió hipertensión que “persistió” hasta la edad adulta. Los niños suelen mantenerse dentro del mismo percentil de
presión arterial cuando crecen. Este seguimiento de la presión arterial continúa hasta la edad adulta, lo que respalda la idea de que la
hipertensión esencial del adulto a menudo empieza en la infancia.
Las consecuencias de la hipertensión no tratada pueden ser graves e incluyen secuelas cardíacas, renales y visuales.
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Neurofibromatosis
Los rasgos característicos son más de cinco
manchas café con leche y pecas axilares.
Los signos tardíos son los neurofibromas y los
nódulos de Lish (en la imagen no se ilustran).
Dermatitis del pañal por Candida Dermatitis de contacto por el pañal Impétigo
Esta erupción eritematosa brillante afecta Esta erupción irritativa es secundaria a Es una infección bacteriana con lesiones
los pliegues intertriginosos y cursa con la diarrea o a la irritación y se advierte ampollosas o costrosas y de color amarillo
pequeñas “lesiones satélite” a lo largo en las zonas de contacto (en este caso, con pus.
de los bordes. la zona que toca el pañal).
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Fuente de las fotografías de picaduras de insecto, tiña de la cabeza y tiña corporal: Goodheart HA. Photoguide of Common Skin Disorders. Baltimore: Williams & Wilkins; 1999.
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Hidrocefalia
En la hidrocefalia, la fontanela anterior protruye y los ojos pueden desviarse
hacia abajo, con lo que se ve la parte superior de las escleróticas y adquieren
una apariencia conocida como signo “de puesta del sol”, como se ilustra
en la imagen de la izquierda. Este signo también puede observarse de forma
pasajera en algunos recién nacidos sanos (de: Zitelli BJ, Davis HW. Atlas of
Pediatric Physical Diagnosis, 3rd ed. St. Louis: Mosby–Year Book, 1997.
Cortesía del Dr. Albert Briglan, Children’s Hospital of Pittsburgh).
Anterior Craneosinostosis
La craneosinostosis es un trastorno que se caracteriza por el cierre prematuro
de una o más suturas del cráneo. Esto produce un crecimiento y morfología
Normal
anómalos porque el crecimiento tiene lugar a través de las suturas que no
están afectadas, pero no a través de las afectadas.
Las imágenes ilustran diferentes formas del cráneo asociadas con los distintos
Posterior
tipos de craneosinostosis. La línea de sutura cerrada de forma prematura se
advierte por la ausencia de una línea de sutura. La escafocefalia y la
plagiocefalia frontal son los tipos más frecuentes. El sombreado en azul indica
las zonas de máximo aplanamiento. Las flechas rojas indican la dirección del
crecimiento continuado a través de las suturas, que es normal.
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Los hijos de mujeres con alcoholismo crónico corren un mayor riesgo El niño con hipotiroidismo congénito (cretinismo) presenta rasgos
de sufrir retraso en el crecimiento, microcefalia y retraso mental. En faciales toscos, una línea baja de implantación del cabello, cejas escasas
este caso, la facies se caracteriza por hendiduras palpebrales cortas, y una lengua grande. Otras características asociadas son un llanto ronco,
surco nasolabial ancho y aplanado (el surco vertical de la línea media hernia umbilical, miembros secos y fríos, mixedema, piel moteada y
del labio superior) y labios finos. retraso mental. La mayoría de los lactantes con hipotiroidismo
congénito no muestran estigmas físicos, lo que ha llevado a la detección
sistemática del hipotiroidismo congénito en todos los recién nacidos en
los Estados Unidos y en la mayoría de los demás países desarrollados.
La infección intrauterina por Treponema pallidum suele ocurrir después La parálisis periférica (motoneurona inferior) del nervio facial
de las 16 semanas de gestación y afecta prácticamente a todos los puede obedecer a: 1) lesión del nervio por presión durante el
órganos fetales. Si no se trata, el 25% de los fetos afectados mueren parto; 2) inflamación del ramo nervioso del oído medio durante
antes de nacer y el 30%, poco después. Los signos de enfermedad episodios de otitis media aguda o crónica, o 3) causas desconocidas
de los supervivientes se manifiestan en el primer mes de vida. En este (parálisis de Bell). El pliegue nasolabial del lado afectado se aplana
caso, los estigmas faciales comprenden la prominencia de los huesos y el ojo no se cierra. El problema se acentúa al llorar, como se
faciales y la depresión del puente nasal (nariz en silla de montar), muestra en la imagen. La recuperación completa ocurre en ≥ 90%
ambas debidas a periostitis; la rinitis por lesiones exudativas de los casos.
de la mucosa nasal (respiración ruidosa) y la erupción peribucal.
La inflamación mucocutánea y las fisuras de la boca y de los labios
(rágades), que no se muestran en la imagen, también pueden
constituir estigmas de la sífilis congénita, al igual que la craneotabes,
la periostitis tibial (tibia en sable) y la displasia dental (dientes de
Hutchinson; véase p. 296).
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El niño con síndrome de Down (trisomía 21) suele tener una cabeza Un niño sometido a abusos físicos (magullado) puede mostrar
pequeña y redonda, un puente nasal aplanado, hendiduras palpebrales hematomas viejos y nuevos en la cabeza y en la cara. Otros estigmas
oblicuas, epicantos prominentes, orejas pequeñas, de implantación son los hematomas en zonas (axilas e ingles) que no suelen
baja, con forma de concha y lengua relativamente grande. Otros dañarse, pero no en las prominencias óseas; signos radiológicos de
rasgos comprenden hipotonía generalizada, surcos palmares transversales fracturas en el cráneo, costillas y huesos largos en distintas fases
(líneas simiescas), acortamiento e incurvadura del dedo meñique de cicatrización, y lesiones cutáneas que se asemejan a los objetos
(clinodactilia), manchas de Brushfield (véase p. 916) y retraso mental traumatizantes (mano, hebilla del cinturón, cincha, cuerda, colgador
moderado. o cigarrillo encendido). Cabe mencionar que aunque muchos niños
normales tienen hematomas en las prominencias óseas, es más
probable que los niños maltratados los presenten en áreas protegidas.
Rinitis alérgica perenne Hipertiroidismo
El niño con una rinitis alérgica perenne tiene la boca abierta (no puede La tirotoxicosis (enfermedad de Graves) se presenta en 2 por cada 1 000
respirar por la nariz) y edema, así como cambio de coloración en niños menores de 10 años. Los pequeños afectados muestran
los surcos orbitopalpebrales inferiores (“ojeras alérgicas”). Este tipo hipermetabolismo y aceleración del crecimiento lineal. Las
de niños suelen empujar la nariz hacia arriba y hacia atrás con características faciales de esta niña de 6 años son ojos “saltones” (sin
una mano (“saludo alérgico”) y gesticulan (arrugan la nariz y la boca) exoftalmia verdadera, que es poco habitual en la infancia) y aumento
para aliviar el picor y la obstrucción nasales. de tamaño de la glándula tiroides (bocio).
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A B C
Otitis media
La otitis media es una de las enfermedades más frecuentes en niños pequeños. En estas imágenes se muestra el espectro de la otitis media.
A) Otitis media aguda característica con una membrana timpánica roja, distorsionada y protuberante de un niño muy sintomático. B) Otitis
media aguda con formación de ampollas y líquido visible detrás del tímpano. C) Otitis media serosa (con derrame), que muestra un líquido
amarillento detrás de una membrana timpánica retraída y engrosada. A menudo no es posible observar las referencias normales como el
reflejo luminoso y el mango del martillo.
Fuente de las fotografías de otitis media: Otitis Media—Courtesy of Alejandro Hoberman, Children’s Hospital of Pittsburgh, University of Pittsburgh.
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Tinción dental
Los dientes de los niños se pueden teñir por distintas causas, como las tinciones intrínsecas de la
tetraciclina (izquierda) o extrínsecas por una mala higiene bucal (no se ilustra). Las tinciones
extrínsecas se pueden eliminar.
Faringitis estreptocócica
Esta infección pediátrica habitual tiene un cuadro
clínico característico de eritema de la pared posterior
de la faringe y petequias palatinas. Asimismo, es
frecuente un exudado maloliente.
Linfadenopatías
El aumento de tamaño de los ganglios linfáticos cervicales, junto con el dolor asociado,
son frecuentes en la infancia. Las causas más habituales comprenden las infecciones víricas
y bacterianas. Las adenopatías pueden ser bilaterales, como se muestra en la imagen de la
izquierda.
Fuente de las fotografías de caries dental y tinción dental: cortesía de la American Academy of Pediatrics.
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Fuente de las fotografías (excepto cianosis generalizada): Fletcher M. Physical Diagnosis in Neonatology. Philadelphia: Lippincott-Raven; 1998.
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Tetralogía de Fallot
Defecto complejo con comunicación General. Cianosis variable que aumenta con Pulsos normales.
interventricular, estenosis pulmonar la actividad. El ruido del cierre pulmonar no suele auscul-
infundibular y, por lo general, obstrucción Localización. Borde esternal izquierdo, desde tarse. Puede haber crisis hipercianóticas repen-
en el tracto de salida del ventrículo derecho, el centro hasta la parte superior. En caso tinas con un aumento súbito de la cianosis,
cabalgamiento de la aorta y corto circuito de de atresia pulmonar, no hay soplo sistólico, falta de aire y alteraciones de la consciencia.
derecha a izquierda a nivel del defecto del pero sí un soplo continuo por el flujo No hay un aumento de peso y la cianosis es
tabique ventricular. a través del conducto arterioso en el borde persistente, grave y progresiva.
Con estenosis pulmonar esternal superior izquierdo o en la espalda. La persistencia duradera de la cianosis se
Irradiación. Escasa, hacia el borde esternal acompaña de acropaquias en los dedos de las
superior izquierdo, a veces hacia manos y de los pies.
los campos pulmonares. La hipoxemia persistente causa policitemia,
Intensidad. En general, grado III-IV. que acentúa la cianosis.
Con atresia pulmonar
R1 A2 R1 Calidad. Soplo sistólico eyectivo
con intensidad máxima central.
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A B C
Hemorragia y equimosis agudas de los tejidos Eritema y erosiones superficiales de los Interrupción de la membrana del himen a
(niña de 10 meses). labios menores (niña de 5 años). las 9, con cicatrización (niña de 4 años).
D
E F
Estrechamiento posterior del anillo, que
se continúa con el suelo de la vagina Secreciones vaginales abundantes y eritema Condiloma extenso alrededor del ano
(niña de 12 años). (niña de 9 años). (niña de 2 años).
De: Reece R, Ludwig S, eds. Child Abuse Medical Diagnosis and Management, 2nd ed. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins; 2001.
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Fuente de las fotografías de hipospadias: cortesía de Warren Snodgrass, MD, UT–Southwestern Medical Center at Dallas; testículo no descendido: Fletcher M. Physical
Diagnosis in Neonatology. Philadelphia: Lippincott-Raven; 1998.
Pie plano debido a la laxitud de los tejidos Inversión del pie (deformidad en varo). Aducción metatarsiana en un niño.
blandos del pie. Hay aducción del antepié pero no inversión.
A B
Pronación en un niño pequeño. A: cuando se contempla desde atrás, el retropié está evertido. B: cuando se ve desde delante, el antepié está
evertido y abducido.
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En esta tabla se muestran niños con enfermedades que pueden evitarse con las vacunas. Las vacunas infantiles han sido calificadas como la
intervención médica más importante en el mundo por su influencia en la salud pública. Gracias a las vacunas, confiamos en no volver a ver nunca
más muchos de estos trastornos, pero debes aprender a reconocerlos. Trata de diagnosticar las enfermedades antes de leer el texto correspondiente.
Meningitis Tosferina
Rigidez de nuca. Accesos de tos violenta e incontrolable, Secuelas del papilomavirus humano.
seguida de estertor silbante a la inspiración.
Fuente de las fotografías de poliomielitis: cortesía de la Organización Mundial de la Salud; de Haemophilus influenzae: cortesía de la American Academy of Pediatrics;
de varicela: cortesía de Barbara Watson, MD, Albert Einstein Medical Center and Division of Disease Control, Philadelphia Department of Health; de tétanos:
cortesía de Centers for Disease Control and Prevention;de tosferina: cortesía de la Immunization Action Coalition.
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tive Services (GAPS). Available at http://www.ama-assn.org/ama/ 47:250.
upload/mm/39/gapsmono.pdf. Accessed February 19, 2008. 67. Metzl JD. Preparticipation examination of the adolescent athlete:
59. Elster AB, Kuznets MJ. AMA Guidelines for Adolescent Preventive Ser- part 1. Pediatr Rev. 2001;22(6):119.
vices (GAPS): Recommendations and Rationale. Baltimore, MD: 68. Metzl JD. Preparticipation examination of the adolescent athlete:
Williams & Wilkins; 1993. part 2. Pediatr Rev. 2001;22(7):227.
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19
C A P Í T U L O
Mujer embarazada
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para incrementar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
espanol-Bickley_12e
Anatomía y fisiología
Cambios hormonales fisiológicos
Los cambios hormonales del embarazo alteran muchos de los sistemas corporales. Como
estas variaciones normales, pero complejas, producen cambios visibles en la anatomía,
en este capítulo se introducen en primer lugar los cambios fisiológicos del embarazo y pos-
teriormente se discute la anatomía. A continuación se resumen con brevedad estos cambios.
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Cambios anatómicos
Los cambios en las mamas, el abdomen y el aparato genitourinario son los signos de
embarazo más visibles. Revisa la anatomía y fisiología de estos sistemas corporales en el
capítulo 10, Mamas y axilas; capítulo 11, Abdomen; y capítulo 14, Genitales femeninos.
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
A partir del segundo trimestre, al aumentar de tamaño, el feto presiona el útero hacia una
posición de anteversión que ocupa el espacio donde habitualmente está la vejiga urinaria,
lo que provoca la necesidad de vaciarla con mayor frecuencia. Los intestinos se despla-
zan lateralmente y hacia arriba. El útero extiende sus propios ligamentos de soporte, con
lo cual se produce “dolor del ligamento redondo” en los cuadrantes inferiores.
A menudo, la ligera rotación hacia la derecha para acomodar las estructuras rectosigmoi-
deas en el lado izquierdo de la pelvis es causa de mayores molestias en el lado derecho, así
como del aumento de la hidronefrosis en ese lado.1 Los patrones de crecimiento del útero
grávido se muestran en la figura 19-4. Se muestran cortes sagitales del abdomen grávido
en cada trimestre en las figuras 19-5 a 19-7.
36 semanas
32 semanas
28 semanas
24 semanas
20 semanas
16 semanas
12-14 semanas
F I G U R A 1 9 - 4 . Patrones de
crecimiento del fondo uterino por FIGURA 19-5. Primer trimestre.
semanas de embarazo.
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Anexos. Al comienzo del embarazo, el cuerpo lúteo, que es el folículo ovárico que ha
desprendido el óvulo, puede ser lo bastante prominente como para notarlo en el ovario
afectado como un pequeño nódulo; esta
sensación desaparece a mitad del embarazo.
F I G U R A 1 9 - 9 . Estrías y línea
negra.
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Preocupaciones
frecuentes Trimestre Explicación
Pérdida de la menstrua- Todos Las altas concentraciones de estrógenos, progesterona y hCG fortalecen el endometrio
ción (amenorrea) e impiden la menstruación, lo que provoca una pérdida del período que a menudo se per-
cibe como el primer signo evidente de embarazo.
Pirosis Todos La progesterona relaja el esfínter esofágico, permitiendo que el contenido gástrico
refluya al esófago. El útero grávido también ejerce presión física sobre el estómago,
lo que contribuye a los síntomas del reflujo.1
Polaquiuria Todos El aumento del volumen sanguíneo y de la tasa de filtración a través de los riñones
da lugar a un aumento de la producción de orina, mientras que el incremento de la
presión del útero grávido reduce el espacio potencial para la vejiga. La disuria
o el dolor suprapúbico deben investigarse en busca de infección de vías urinarias.
Secreción vaginal Todos Secreción asintomática de color blanquecino, leucorrea, por el aumento de las secrecio-
nes de los epitelios vaginal y cervical debido a la congestión vascular y a cambios hormo-
nales. Cualquier secreción maloliente o pruriginosa debe investigarse.
Estreñimiento Todos El estreñimiento es el resultado del enlentecimiento del tránsito intestinal causado por
cambios hormonales; deshidratación, por las náuseas y los vómitos; y el suplemento de
hierro en las vitaminas prenatales.
Hemorroides Todos Las hemorroides pueden deberse al estreñimiento, al descenso del retorno venoso
ocasionado por el aumento de presión en la pelvis, la compresión por las partes
fetales y los cambios en el nivel de actividad durante el embarazo.
Lumbalgia Todos La relajación inducida por hormonas de las articulaciones y de los ligamentos contribuye
al dolor musculoesquelético. La lordosis, necesaria para equilibrar el útero grávido, con-
tribuye a la tensión en la zona lumbar. El crecimiento de las mamas puede contribuir al
dolor en la parte superior de la espalda.
Náuseas y vómitos Primero No está del todo claro, pero puede ser por cambios hormonales, peristaltismo gastrointes-
tinal más lento, alteraciones del olfato y el gusto, y factores socioculturales. En la hipere-
mesis gravídica, el vómito conlleva una pérdida de peso < 5% del peso previo al embarazo.
Dolor a la palpación/ Primero Las hormonas del embarazo estimulan el crecimiento del tejido mamario, lo que produce
hormigueo en las mamas inflamación que puede causar molestias, dolor a la palpación y hormigueo. El aumento del
flujo sanguíneo también puede hacer que las venas debajo de la piel se hagan más visibles.
Fatiga Primero Se relaciona con un rápido cambio en las necesidades energéticas, con los efectos sedan-
y tercero tes de la progesterona, con modificaciones en la mecánica corporal debidas al útero
grávido y con alteraciones del sueño. Muchas mujeres afirman sentirse con más energía
y bienestar durante el segundo trimestre.
Dolor abdominal bajo Segundo El rápido crecimiento del segundo trimestre causa tensión y estiramiento de los liga-
mentos redondos que sostienen el útero, lo que provoca un dolor agudo o calambres
con el movimiento o los cambios de posición.
Estrías abdominales Segundo El estiramiento de la piel y el desgarro del colágeno de la dermis contribuyen a la formación
o tercero de estrías gravídicas, unas bandas delgadas y habitualmente de color rosado. Pueden
ser permanentes o desaparecer una vez finalizado el embarazo.
Contracciones Tercero Las contracciones uterinas irregulares e impredecibles (contracciones de Braxton-Hicks)
en pocas ocasiones se asocian con el trabajo del parto. Si las contracciones se vuelven
regulares o dolorosas, deben evaluarse para ver si se trata del inicio del trabajo de parto.
Pérdida del tapón Tercero El desprendimiento del tapón mucoso a menudo tiene lugar durante el parto, pero puede
mucoso ocurrir antes del inicio de las contracciones. Mientras las contracciones no sean regula-
res y no haya sangrado ni pérdida de líquido, es poco probable que la pérdida del tapón
mucoso indique el inicio del trabajo de parto.
Edema Tercero La disminución del retorno venoso, la obstrucción del flujo linfático y la disminución de la
presión coloidoncótica plasmática provocan con frecuencia edema en los miembros infe-
riores. Sin embargo, el edema de las manos y la cara puede ser un signo de preeclampsia.
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Anamnesis
Preocupaciones habituales
● Antecedentes obstétricos
Síntomas del embarazo. ¿Ha tenido la paciente alguna irregularidad en Para disponer de una lista de síntomas,
la menstruación, o ha experimentado dolor en las mamas, náuseas o vómitos, fatiga o tanto normales como preocupantes,
polaquiuria? véanse las “Preocupaciones habituales
durante el embarazo y su explicación”
en la tabla de la p. 931.
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ANAMNESIS
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ANAMNESIS
● Edad gestacional. Para establecer la edad gestacional, hay que contar el número de semanas y
días desde el primer día de la última menstruación. Calcular la edad menstrual a partir de la
FUM, aunque biológicamente distinta de la fecha de concepción, es la forma estandarizada de
calcular la edad fetal, lo que proporciona una duración media del embarazo de 40 semanas. Si
se conoce la fecha real de la concepción (como en la fecundación in vitro), puede calcularse la
edad menstrual utilizando una edad de concepción que corresponde a 2 semanas menos que
la edad menstrual (es decir, una FUM corregida o ajustada) para establecer la datación.
● Fecha esperada de parto. La fecha esperada de parto (FEP) es de 40 semanas a partir del pri-
mer día de la última menstruación. Utilizando la ley de Naegele, la FEP puede calcularse a
partir de la FUM sumándole 7 días, restándole 3 meses y añadiendo 1 año.
● Herramientas para los cálculos. Es habitual utilizar ruedas de embarazo y calculadoras
en línea para hacer estos cálculos más rápido. Sin embargo, las ruedas de embarazo varían
mucho en cuanto a calidad y precisión, y a menudo han sido fabricadas como objetos de
publicidad. Las calculadoras en línea pueden ser más confiables, pero debe comprobarse
su precisión antes de utilizarlas de manera rutinaria.
● Limitaciones en la datación del embarazo. El recuerdo que tienen las pacientes de la FUM es
muy variable. Incluso cuando el recuerdo es preciso, la FUM puede verse sesgada por el uso
de anticonceptivos hormonales, por irregularidades menstruales o variaciones en la ovulación
que dan como resultado ciclos largos atípicos. La FUM deberá comprobarse con marcadores
de la exploración física, como altura del fondo uterino, y cualquier discrepancia notable debe
confirmarse mediante ecografía. En la práctica clínica, la realización de ecografías es amplia-
mente utilizada para la datación del embarazo, con independencia de la certeza de la
FUM, aunque este abordaje no tiene en la actualidad el respaldo de las directrices nacionales.
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Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
● Nutrición
● Aumento de peso
● Vacunas
● Ejercicio
● Abuso de sustancias
● Violencia doméstica
● Pruebas de detección prenatales
■ Revisar el índice de masa corporal y los datos analíticos. Determina la altura y el peso, y a
continuación calcula el índice de masa corporal (IMC); ten en cuenta que en una fase
más avanzada del embarazo el IMC se ve sesgado por el útero grávido. El hematócrito
sirve para detectar si hay anemia, lo que puede reflejar carencias nutricionales, cuestio-
nes médicas subyacentes o hemodilución esperada más adelante en el embarazo.
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■ Advertir a la paciente sobre los alimentos que debe evitar. Las mujeres embarazadas son
especialmente vulnerables a la listeriosis. Para ayudar a prevenir la listeriosis,
el American College of Obstetricians and Gynecologist (ACOG)14 aconseja a las
pacientes embarazadas evitar:
■ Acerca de los pescados y mariscos, algunos nutrientes como los ácidos grasos omega 3
y la deshidroepiandrostenodiona (DHEA) pueden reforzar el desarrollo del cerebro
fetal. Para las mujeres embarazadas o que están amamantanto, el ACOG recomienda
dos porciones a la semana de pescados y mariscos seleccionados. La ingestión debe
incluir 0.23-0.34 kg a la semana de un pescado bajo en mercurio como salmón,
camarón, abadejo, atún (enlatado, bajo en grasa), tilapia, bagre y bacalao. El consumo
de atún blanco debe limitarse a 6 onzas a la semana. Las mujeres embarazadas deben
evitar los pescados con contenido elevado de mercurio, como el blanquillo, el tiburón,
el pez espada y la cavalla.16,17
■ Establecer un plan nutricional. Hay que revisar los objetivos de aumento de peso
adaptados al IMC, como se muestra adelante. Las recomendaciones de ganancia
de peso están incorporadas en Pregnancy Weight Gain Calculator and Super
Tracker, un sitio de Internet amigable para el usuario que se puede consultar en
ChooseMyPlate.gov (http://www.choosemyplate.gov/pregnancy-weight-
gain-calculator). Esta calculadora muestra la ingestión recomendada diaria de cada
uno de los cinco grupos de alimentos para cada trimestre.18 Los cálculos de
estas cantidades se basan en la altura de la mujer, el peso previo al embarazo, la fecha
esperada de parto y la cantidad semanal de ejercicio. Las comidas pequeñas
y frecuentes pueden ser de ayuda en el caso de náuseas leves. Considera un abordaje
de equipo que involucra a dietistas o especialistas en salud conductual en casos
complejos, como la diabetes gestacional o los trastornos de alimentación.
La paciente debe pesarse en cada visita y los resultados se representan en una gráfica,
para que tanto ella como el médico puedan revisarlos y comentarlos.
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■ Drogas. Las drogas tienen varios efectos nocivos en el desarrollo fetal; las mujeres
con adicción deberán ser derivadas para su tratamiento inmediato y someterse a
una detección de infección por VIH y hepatitis C.
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Enunciado inicial: “Dado que la violencia es tan frecuente en la vida de muchas mujeres,
y debido a que hay ayuda disponible para aquellas que sufren abuso, ahora pregunto a todas
las mujeres sobre violencia doméstica”.
Preguntas de detección:
1. “¿Durante el año anterior, o desde que está embarazada, le han pegado,
abofeteado o herido de cualquier otro modo?”.
2. “¿Se encuentra en una relación con una persona que la amenaza o la lastima
físicamente?”.
3. “¿Alguién la ha forzado a tener actividades sexuales que la hacen sentir incómoda?”.
Fuente: American Congress of Obstetricians and Gynecologists. Screening tools–domestic violence.
Available at http://www.acog.org/About-ACOG/ACOG-Departments/Violence-Against-Women/
Screening-Tools–Domestic-Violence. Consultado el 2 de septiembre de 2015.
Busca pistas no verbales, como cambios de última hora en las citas, conductas inusuales
durante las visitas, que la pareja no quiera dejar sola a la paciente, y hematomas
u otras lesiones. El reconocimiento del abuso puede no ocurrir hasta haber realizado
varias consultas, por temor respecto a la seguridad y las represalias.
Una vez que la paciente reconoce el abuso, pregúntale cuál es la mejor forma de ayudarla.
Respeta los límites establecidos por ella a la hora de compartir información, y da por sentado
que ella sabe mejor cómo manejar la situación (con la salvedad de que, si hay hijos menores
involucrados, puedes verte forzado a informar las conductas nocivas a las autoridades).
Dispón de una lista actualizada de centros para mujeres maltratadas, puntos de asesora-
miento, teléfonos de ayuda y otras referencias locales de confianza. Planifica las futuras
visitas en intervalos más cortos. Por último, completa una exploración física tan exhaustiva
como la paciente lo permita, y registra todas las lesiones sobre un esquema del cuerpo.
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Si está indicado, hay que realizar otras pruebas relacionadas con los factores de riesgo de
la madre, como pruebas para detectar aneuploidia, para detectar enfermedad de Tay-Sachs u
otras enfermedades genéticas y amniocentesis.
Técnicas de exploración
Al iniciar la exploración, muéstrate respetuoso con la comodidad y la privacidad de la
paciente, así como ante sus sensibilidades personales y culturales. Si se trata de la primera
consulta, completa la anamnesis con la paciente vestida. En caso de presencia del cónyuge
o de algún hijo, pregunta a la paciente si durante la exploración física prefiere que estén
presentes o no. Pregunta también si le han hecho alguna vez una exploración pélvica; si no
es el caso, conviene tomarse tiempo para explicarle el proceso y solicitarle su cooperación
en cada uno de los pasos. Debe buscarse un equilibrio entre los condicionamientos
culturales relacionados con el pudor y la necesidad de completar la exploración. Ten
en cuenta que, si la paciente tiene antecedentes de agresión sexual, es posible que se resista
a la exploración pélvica; sin embargo, ello también puede ser un reflejo de límites perso-
nales o culturales, que deben ser explorados y comprendidos. Para facilitar la explora-
ción de las mamas y el abdomen, pídele que se ponga la bata con la abertura delante.
Asegúrate de que el equipo y mesa de exploración se adapten a las pacientes obesas.
Colocación
Al principio del embarazo, la paciente puede ser explorada en la posición supina. En los
siguientes trimestres, la posición de semisentada con las rodillas flexionadas (fig. 19-11) es
más cómoda y reduce el peso del útero grávido sobre la aorta descendente y la vena cava La compresión interfiere con el retorno
venoso de los miembros inferiores
y de los vasos pélvicos, haciendo que
la paciente se sienta mareada y se
desmaye; es lo que se conoce como
síndrome de hipotensión supina.
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
inferior. La mujer embarazada debe evitar pasar mucho tiempo recostada de espaldas. La
mayor parte de la exploración (menos la exploración pélvica) debe llevarse a cabo con
la paciente en posición sentada o recostada sobre el lado izquierdo.
Inspección general
Observa el estado de salud general, emocional y nutricional, así como la coordinación
neuromuscular de la mujer mientras entra al consultorio y se coloca sobre la mesa de
exploraciones.
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Definición de preeclampsia
Cabeza y cuello
Colócate delante de la paciente sentada y observa la cabeza y el cuello, prestando especial
atención a las siguientes características:
■ Cara. Manchas irregulares de color pardo alrededor de la frente, las mejillas, la nariz El edema facial después de 20 sema-
y la mandíbula, conocidas como cloasma o melasma, la “máscara del embarazo”, un nas de gestación puede reflejar una
hallazgo cutáneo normal durante la gestación. preeclampsia y debe investigarse.
■ Pelo. El pelo puede estar seco, grasiento o ser escaso durante el embarazo; el hirsu- La presencia de zonas localizadas de
tismo leve en la cara, el abdomen y los miembros también es frecuente. pérdida de pelo no debe atribuirse al
embarazo (aunque es frecuente per-
der pelo en el posparto).
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■ Ojos. Evalúa las conjuntivas y la esclerótica en busca de signos de palidez e ictericia. La anemia puede causar palidez
conjuntival.
■ Nariz. Inspecciona las membranas mucosas y el tabique. La congestión nasal y el La presencia de erosiones y perforacio-
sangrado son más frecuentes durante el embarazo. nes en el tabique nasal indica consumo
intranasal de cocaína.
■ Boca. Explora los dientes y las encías. La inflamación de las encías con sangrado Los problemas dentales se asocian
es frecuente durante el embarazo. con malos resultados del embarazo,
de modo que deberá derivarse opor-
tunamente al odontólogo en caso de
dolor de muelas o de encías o si hay
alguna infección.
■ Glándula tiroides. Un aumento de tamaño moderado y simétrico causado por la El aumento considerable de tamaño
hiperplasia glandular y el aumento de la vasculatura es normal en la inspección y de la tiroides, los bocios y los ganglios
la palpación.1 son anómalos y requieren examen.
Tórax y pulmones
Determina la frecuencia respiratoria, que en teoría debe permanecer normal durante La disnea que se acompaña de
todo el embarazo. aumento de la frecuencia respirato-
ria, tos, estertores o dificultad respi-
ratoria indica una posible infección,
asma, embolia pulmonar o miocar-
diopatía puerperal.
Inspecciona el tórax, su contorno y los patrones respiratorios.
Percute para observar la elevación del diafragma, que puede verse tan pronto como
en el primer trimestre.
Corazón
Palpa el impulso apical, que puede desviarse hacia arriba y hacia la izquierda en el cuarto Véase también el sistema cardiovascu-
espacio intercostal a causa del aumento de tamaño del útero. lar en el capítulo 9 (pp. 343-417).
Ausculta el corazón. Escucha si hay zumbido venoso o un soplo mamario continuo, que a Evalúa la disnea y los signos de insufi-
menudo se observa en el embarazo debido al aumento del flujo sanguíneo a través de los ciencia cardíaca por una posible mio-
vasos normales. El soplo mamario suele oírse durante las últimas fases del embarazo o cardiopatía puerperal, en particular
en la lactancia, es mayor en el borde esternal del segundo o tercer espacio intercostal, en las últimas etapas del embarazo.
y por lo general es sistólico y diastólico, aunque sólo es audible el componente sistólico.
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Inspecciona las mamas y los pezones fijándote en la simetría y el color. Los cambios Es necesario prestar atención a los
normales incluyen un marcado patrón venoso, oscurecimiento de los pezones y de las pezones invertidos en el momento del
areolas, y glándulas de Montgomery prominentes. parto si está previsto iniciar la lactancia.
Palpa en busca de masas y ganglios linfáticos axilares. Durante el embarazo, las mamas Puede ser difícil aislar masas patológi-
normales pueden ser dolorosas a la palpación y nodulares. cas, pero requieren atención inme-
diata. El dolor a la palpación,
localizado e intenso, junto con eri-
tema en la mastitis, requiere trata-
miento inmediato.
Comprime cada pezón entre los dedos pulgar e índice; en los últimos trimestres los pezo- Las secreciones sanguinolentas
nes pueden secretar calostro. Tranquiliza a la paciente informándole que esto es normal o purulentas no deben atribuirse
y que también puede experimentar la salida espontánea de leche frecuentemente acom- al embarazo.
pañada de una sensación de calambre en la mama durante una ducha caliente o el
orgasmo durante el tercer trimestre.
Abdomen
Para esta parte de la exploración hay que ayudar a la paciente a ponerse semisentada
y con las rodillas flexionadas, como se muestra en las pp. 947-950.
Inspecciona el abdomen en busca de estrías y cicatrices, y observa el tamaño, la forma Las cicatrices externas de la cesárea
y el contorno. Las estrías violáceas y la línea negra son normales en el embarazo. quizás no se correspondan con la
orientación de la cicatriz del útero, lo
cual es muy importante para evaluar
la idoneidad del parto vaginal tras
una cesárea.
■ Movimiento fetal. Por lo general, quien lleva a cabo la exploración puede notar de Si a las 24 semanas no se percibe
forma externa movimientos a las 24 semanas de gestación; lo habitual es que movimiento fetal, considera la posibli-
la madre los perciba entre las semanas 18 y 24. La sensación materna del movimiento dad de un error al calcular la edad
fetal tradicionalmente se conoce como “pataleo”. gestacional, muerte del feto o morbi-
lidad grave, o falso embarazo.
Confirma la salud del feto y la edad
gestacional con una ecografìa.
■ Contractilidad uterina. Las contracciones uterinas irregulares tienen lugar tan pronto Antes de las 37 semanas, las contrac-
como a las 12 semanas de embarazo, y en el tercer trimestre puede desencadenarlas ciones uterinas regulares con o sin
la palpación externa. Durante las contracciones, el abdomen es percibido por quien dolor y el sangrado son anómalos,
realiza la exploración como tenso o firme, lo que dificulta la palpación de partes del lo que indica parto prematuro.
feto; tras la contracción, se percibe la relajación del músculo uterino.
■ Mide la altura del fondo uterino si la edad gestacional es superior a 20 semanas, cuando
el fondo del útero debe alcanzar la cicatriz umbilical. Con una cinta métrica de plás-
tico o papel, localiza la sínfisis del pubis y coloca el extremo del “cero” de la cinta
métrica donde pueda percibirse claramente dicho hueso. A continuación, estira la
cinta métrica hasta la parte más alta del fondo uterino y anota los centímetros medidos.
Aunque sujeta a errores, entre las semanas 16 y 36, la medición en centímetros debe
ser aproximadamente igual al número de semanas de gestación. 33,34 Esta técnica
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de baja tecnología utilizada ampliamente puede no detectar a los neonatos que son
pequeños para la edad gestacional.36-38
■ Ausculta los ruidos cardíacos fetales. El monitor Doppler de la frecuencia cardíaca fetal La ausencia de ruidos cardíacos fetales
(Doppler o Doptone) es el instrumento estándar para esta determinación y puede puede indicar menos semanas de ges-
detectarla tan pronto como a las 10-12 semanas de gestación. La detección de la fre- tación de las supuestas, muerte fetal,
cuencia cardíaca fetal puede estar ligeramente retardada en las pacientes obesas. falso embarazo o un error del observa-
dor; la incapacidad para localizar la fre-
cuencia cardíaca fetal debe investigarse
siempre con una ecografía.
■ Localización. A partir de las 10-18 semanas de gestación, la frecuencia cardíaca A las 24 semanas, la auscultación de
fetal se localiza en la línea media de la parte inferior del abdomen. A partir de más de una frecuencia cardíaca fetal
entonces, se oye mejor en la espalda o en el tórax, y depende de la posición en diferentes sitios y a velocidades
del feto; las maniobras de Leopold pueden ayudar a identificar la posición (véanse distintas sugiere gestación múltiple.
pp. 947-948).
■ Frecuencia. La frecuencia cardíaca fetal oscila entre 120 y 160 latidos por minuto Las caídas mantenidas o “desacelera-
(lpm). Una frecuencia cardíaca de 60-90 lpm suele ser la de la madre, pero debe ciones” de la frecuencia cardíaca fetal
confirmarse que la frecuencia fetal sea la apropiada. tienen un amplio diagnóstico diferen-
cial, pero siempre está justificado
investigarlas, por lo menos mediante
monitorización formal de la frecuen-
cia cardíaca fetal.
■ Ritmo. La frecuencia cardíaca fetal varía entre 10 y 15 lpm, sobre todo al final del La ausencia de variabilidad entre
embarazo. Transcurridas 32-34 semanas, la frecuencia cardíaca fetal debe ser más un latido y el siguiente es difícil
variable y aumentar con la actividad del feto. Esta sutileza puede dificultar de diferenciar con un dispositivo
la evaluación con Doppler, pero si surge algún problema, puede trazarse con una Doppler portátil, pero este hallazgo
monitorización formal de la frecuencia cardíaca fetal. justifica la investigación con monito-
rización formal.
Genitales
En esta fase de la exploración, la paciente tendrá que colocarse en decúbito supino con
los pies en los estribos. Ten preparado el instrumental necesario y procura que sea
mínimo el tiempo durante el cual la paciente tenga que estar en esa posición, para evitar
mareos e hipotensión por la compresión uterina de los principales vasos abdominales.
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Inspecciona en busca de varices en los labios, cistoceles, rectoceles y cualquier lesión Las varices labiales pueden aparecer
o úlcera. durante el embarazo y hacerse tor-
tuosas y dolorosas. Los cistoceles
y los rectoceles pueden ser pronun-
ciados por la relajación muscular
del embarazo.
Palpa las glándulas de Bartholin y de Skene con el fin de ver si hay quistes o dolor Véanse también los genitales femeni-
a la palpación. nos en el capítulo 14 (pp. 565-606).
■ Inspecciona el cuello uterino para ver el color, la forma y el cierre. Por lo general, el ori- Un cuello uterino rosado indica
ficio externo del cuello uterino de una mujer nulípara se ve como un punto circular estado de no embarazo. La presencia
y el de una mujer que ya haya parido puede parecer irregular a causa de las lacera- de erosión cervical, eritema, secreción
ciones cicatrizadas de partos anteriores. La porción interna del cuello uterino se o irritación indican cervicitis y justifi-
evierte ligeramente durante el embarazo, fenómeno denominado ectropión, y tiene la can la investigación de ETS.
apariencia de un área friable, glandular, de color rosado oscuro o rojo dentro del
orificio. Realiza un frotis de Papanicolaou si está indicado y obtén otras muestras
vaginales, como cultivos para ETS, preparaciones en fresco o frotis para estreptoco-
cos del grupo B, según corresponda.
■ Inspecciona las paredes vaginales mientras retiras el espéculo. Observa el color, relaja- Analiza las secreciones vaginales
ción, pliegues y secreciones. Son observaciones normales un color azulado, pliegues anómalas para detectar posible
profundos y un aumento de la secreción de color blanquecino, o leucorrea. candidosis o vaginosis bacteriana,
que pueden afectar el resultado
del embarazo.
Exploración bimanual. A menudo, la exploración bimanual es más fácil
durante el embarazo, debido a la relajación del suelo pélvico. Evitando las sensibles
estructuras uretrales, inserta dos dedos lubricados en el introito, con la palma hacia
abajo, y haz una ligera presión hacia abajo sobre el perineo. Mantén la presión sobre el
perineo y gira suavemente los dedos hasta quedar con la palma hacia arriba.
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Calcula la longitud cervical palpando la superficie lateral del extremo del cuello hasta el
fondo de saco lateral. Antes de las 34-36 semanas de gestación, el cuello uterino debe
conservar su altura inicial de 3 cm o más.
Localiza el orificio del cuello uterino. Esto puede ser más fácil si la paciente mueve sus
talones lo más cerca posible de sus glúteos, lo que acorta la vagina, y coloca sus puños
cerrados debajo de los glúteos para empujar la pelvis hacia arriba, lo que hace posi-
ble palpar con mayor facilidad la parte posterior. El orificio externo puede estar
abierto y admitir la punta de un dedo en las mujeres multíparas. El orificio interno, el Las aberturas o acortamientos cervi-
paso estrecho entre el canal endocervical y la cavidad uterina, debe estar cerrado hasta cales (borramiento) antes de las
el final del embarazo, con independencia de la paridad. El orificio interno sólo debe 37 semanas pueden indicar trabajo
ser palpable llegando detrás o más allá de las partes fetales. de parto prematuro.
Del mismo modo que la exploración con espéculo, en el embarazo avanzado explora
el cuello uterino sólo si es necesario debido a que la palpación es muy incómoda.
Advierte a la paciente que puede causar calambres y sensación de presión.
■ Útero. Coloca los dedos de una mano a ambos lados del cuello uterino y pon la otra La forma irregular del útero indica leio-
mano sobre el abdomen de la paciente; usa los dedos insertados para levantar con mioma uterino o fibroides, o un útero
suavidad el útero hacia arriba, hacia la mano que está sobre el abdomen. Toma la bicorne, es decir, con dos cavidades
parte del fondo del útero entre ambas manos y evalúa el tamaño uterino, teniendo distintas separadas por un tabique.
en cuenta los contornos del útero grávido en los distintos períodos de la gestación,
como se ilustra en la figura 19-8. Palpa la forma, la consistencia y la posición.
■ Anexos. Palpa los anexos derechos e izquierdos. El cuerpo lúteo puede palparse como un La presencia de dolor a la palpación
pequeño nódulo en el ovario afectado durante las primeras semanas tras la concep- o de masas en los anexos al principio
ción. Después del primer trimestre, las masas anexiales son difíciles de percibir. del embarazo requiere una evalua-
ción con ecografía para descartar un
■ Suelo pélvico. Evalúa la fuerza del suelo pélvico mientras retiras los dedos con los que embarazo ectópico. La enfermedad
has llevado a cabo la exploración. inflamatoria pélvica es poco frecuente
en el embarazo, en especial después
del primer trimestre, porque los ane-
xos están sellados por el útero grá-
vido y el tapón mucoso.
Ano
Explora si hay hemorroides externas. Si es así, observa su tamaño, localización y cualquier Durante el último período del emba-
indicio de trombosis. razo, a menudo las hemorroides se
inflaman y pueden ser dolorosas, san-
grar o trombosarse.
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Miembros
Pide a la mujer que vuelva a sentarse o a recostarse sobre el lado izquierdo. Inspecciona Las venas varicosas pueden aparecer
las piernas en busca de varices. o empeorar durante el embarazo.
Palpa los miembros inferiores en busca de edema de distribución pretibial, maleolar y Para los grados de edema, véase el
podal, que se evalúa en una escala del 0 al 4+. El edema fisiológico es habitual cuando el sistema vascular periférico en el capí-
embarazo está avanzado, cuando hace calor y en las mujeres que permanecen de pie tulo 12 (pp. 525-526). El edema unila-
durante largos períodos; esto se debe a la disminución del retorno venoso desde los teral grave con dolor a la palpación
miembros inferiores. de la pantorrilla justifica su
evaluación pronta en busca de trom-
bosis venosa profunda. El edema de
manos o facial después de las 20
semanas de embarazo es inespecífico
de preeclampsia, pero esta posibili-
dad debe investigarse.39,40
Observa los reflejos de estiramiento muscular de la rodilla y del tobillo. La hiperreflexia puede indicar irritabi-
lidad cortical; sin embargo, la exacti-
tud clínica es variable.
Técnicas especiales
Maniobras de Leopold. Las maniobras de Leopold sirven para determinar la Las desviaciones habituales incluyen
posición fetal dentro del abdomen materno al comienzo del segundo trimestre; la presentación podálica (cuando otra
la precisión es mayor después de la semana 36 de gestación.41 Estos hallazgos parte distinta de la cabeza, como las
de la exploración pueden ser de ayuda para establecer la idoneidad del crecimiento fetal nalgas o los pies, se sitúan en la pelvis
y la buena disposición para el parto vaginal, se evalúan: materna) y la falta de encajamiento
de la cabeza fetal de término en la
pelvis materna. Si esto se descubre
■ Los polos fetales superior e inferior, es decir, las porciones fetales proximal y distal
antes de llegar a término, a veces las
presentaciones podálicas pueden
■ El lado materno donde se localiza la espalda del feto corregirse mediante maniobras de
rotación.
■ El descenso de la cabeza fetal en la pelvis materna
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■ Esto se expresa con “G” y “P”; por ejemplo, para referirse a una mujer que ha tenido
dos hijos con anterioridad y está embarazada del tercero (sin otros embarazos)
simplemente se anotaría G3P2. Para referirse a una mujer que ha sufrido dos abortos
al inicio del embarazo, con tres hijos vivos de término y actualmente embarazada
se anotaría G6P3C0A2V3. Esta abreviatura permite a los ginecólogos anotar gran
cantidad de información de manera concisa y breve.
“Mujer de 32 años de edad, G3P1C1A0V2 de 18 semanas de gestación determinada por Describe la exploración de una mujer
FUM, acude para establecer los cuidados prenatales. Embarazo complicado por período embarazada sana a las 18 semanas
intergenésico corto, nacimiento pretérmino anterior por preeclampsia y cesárea previa. de gestación.
La paciente refiere movimiento fetal; niega contracciones, sangrado vaginal o pérdida de
líquidos. En la exploración externa es evidente la cicatriz transversal baja de una cesárea;
el fondo es palpable justo por debajo del ombligo. En la exploración interna puede intro-
ducirse la punta del dedo en el orificio externo del cuello uterino, pero no en el interno,
que está cerrado; el cuello uterino mide 3 cm de longitud; el útero ha aumentado de
tamaño en concordancia con las 18 semanas de gestación. La exploración con espéculo
muestra leucorrea con signo de Chadwick positivo. La frecuencia cardíaca fetal mediante
Doppler es de 140-145 lpm”.
(continúa)
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O
“Mujer de 21 años de edad, G1P0 de 33 semanas de gestación según ecografía a las 19 semanas, Describe la exploración de la presen-
que acude con síntomas de disminución del movimiento fetal. Embarazo complicado por tación más compleja de una mujer
bajo cumplimiento y falta de hogar. La paciente refiere movimiento fetal mínimo durante las embarazada de 33 semanas de
últimas 24 h; niega contracciones, sangrado vaginal o pérdida de líquidos. En la exploración gestación.
externa se observa un abdomen grávido no doloroso a la palpación y sin cicatrices; se deter-
mina una altura del fondo de 32 cm; el feto se halla en vértice, pero sin encajar en la pelvis
según las maniobras de Leopold. En la exploración interna, el cuello uterino está cerrado, es
grueso y alto; la exploración con espéculo muestra una secreción gris poco espesa con célu-
las clave en las preparaciones en fresco. La frecuencia cardíaca fetal por Doppler se encuentra
entre 155 y 160 lpm”.
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20
C A P Í T U L O
Adultos mayores
La serie de Bates ofrece estos recursos adicionales para reforzar el aprendizaje
y facilitar la comprensión de este capítulo:
■ Bates. Guía de bolsillo de exploración física e historia clínica, 8.a edición
■ Bates. Guía visual para la exploración física (vol. 4 ; Evaluación de pies a cabeza: adultos mayores)
■ Recursos en línea disponibles en thePoint para estudiantes y profesores: http://thepoint.lww.com/
espanol-Bickley_12e
Hoy en día, los adultos mayores superan los 43 millones en Estados Unidos y se
espera que en el 2040 su número alcance los 80 millones, más del 20% de la pobla-
ción.1,2 Los estadounidenses viven más tiempo que las generaciones anteriores: en la
actualidad, la esperanza de vida al nacer es de 81 años para las mujeres y de 76 años
para los hombres. Se prevé que la población mayor de 85 años aumente en más del
doble, de 6 millones en 2013 a más de 14 millones en 2040.3 Por esta razón, el “impe-
rativo demográ fico” de las sociedades de todo el mundo consiste no sólo en incremen-
tar al máximo la esperanza de vida, sino también la “salud” de la población de edad
avanzada, para que estas personas lleven una actividad plena durante el mayor tiempo
posible y disfruten de una vida rica y activa en sus hogares y comunidades (fig. 20-1).
Aunque las estadísticas agrupan por décadas el envejecimiento, éste difícilmente es F I G U R A 2 0 - 1 . Enriqueciendo el
cronológico, es decir, medido en años, sino que también incluye sabiduría y experiencias “tiempo de vida”.
vitales, además del complejo espectro de salud y enfermedad. La población que enve-
jece es muy heterogénea: en disposición, redes de apoyo, nivel de actividad física y
biología. La fragilidad es uno de los mitos más frecuentes de la sociedad sobre la vejez;
más del 95% de los estadounidenses de más de 65 años viven en la población general
y sólo el 5% lo hacen en instituciones.4 Para los mayores de 85 años, sólo el 10% viven
en instituciones.
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ADULTOS MAYORES
1. Aprende a identificar con rapidez a los pacientes mayores frágiles; ellos son los
más vulnerables a los resultados adversos y los que se benefician más de un abordaje
geriátrico holístico.
2. Busca síndromes geriátricos frecuentes, incluyendo caídas, delirio/deterioro cognitivo,
dependencia funcional e incontinencia urinaria en cada paciente.
3. Aprende a utilizar herramientas de evaluación eficientes para pacientes geriátricos
y síndromes geriátricos y enseña su forma de empleo al personal clínico siempre que
sea posible.
4. Busca estar familiarizado con los recursos comunitarios, tales como programas
de prevención de caídas, programas PACE y centros geriátricos.
5. Toma en cuenta los objetivos del paciente, su esperanza de vida y el estado funcional
antes de considerar cualquier prueba o procedimiento.
6. Revisa las directrices y los objetivos de atención más recientes de forma periódica.
7. Conoce los criterios de Bears (véase p. 972 ), utilízalos para identificar los medicamentos
potencialmente riesgosos en las personas mayores e informa la revisión exhaustiva
periódica de medicamentos.
8. Adopta un abordaje basado en la evidencia en cuanto a la detección del estado de salud,
en especial en los ancianos frágiles.
(continúa)
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Anatomía y fisiología
El envejecimiento primario refleja cambios en las reservas fisiológicas que dependen
del tiempo y no de alguna enfermedad. Estos cambios son más propios de períodos de
estrés, por ejemplo, casos de exposición a temperaturas fluctuantes, deshidrata-
ción e incluso un shock. La menor vasoconstricción cutánea y producción de sudor
alteran las respuestas al calor; la disminución de la sed puede retrasar la recuperación
de la deshidratación; y el descenso fisiológico del gasto cardíaco máximo, del llenado
ventricular izquierdo, así como de la frecuencia cardíaca máxima, propios del envejeci-
miento, entorpecen la respuesta al shock.
Signos vitales
Presión arterial. La presión arterial sistólica tiende a aumentar desde la infancia Véase la tabla 17-3, “Síncope y trastor-
hasta la senectud en las sociedades occidentales (fig. 20-2). La aorta y las grandes arterias nos similares”, pp. 778-779.
se tornan rígidas y ateroescleróticas. A medida que disminuye la distensión de la aorta,
un volumen sistólico determinado produce un mayor aumento de la presión sistólica;
con frecuencia, se aprecia hipertensión sistólica con aumento de la presión diferencial. La pre-
sión arterial diastólica (PAD) deja de ascender aproximadamente hacia la sexta década de
la vida. Por otro lado, algunas personas mayores presentan una tendencia a la hipotensión
postural (ortostática), un descenso repentino de la presión arterial al intentar levantarse.
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Piel, uñas y pelo. Con la edad, la piel se arruga, se torna laxa y pierde turgencia.
La vascularidad de la dermis disminuye, por lo que la piel más clara palidece y parece
más opaca. La piel del dorso de las manos y de los antebrazos tiene un aspecto fino, frágil,
laxo y transparente. Puede haber manchas de color púrpura, denominadas púrpura
actínica, que desaparecen con el tiempo. Estas manchas y parches provienen de sangre
extravasada a través de capilares debilitados que se propaga dentro de la dermis (fig. 20-3).
Queratosis actínica
Leucoplasia
Queratosis
seborreica
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Las uñas pierden lustre con la edad y pueden engrosarse y volverse amarillas, sobre
todo en los dedos de los pies.
El pelo sufre una serie de cambios. Por ejemplo, el cabello pierde su pigmento, volvién-
dose gris. La pérdida de pelo en el cuero cabelludo está determinada genéticamente. La
línea de implantación del pelo masculino puede empezar a remitir por las sienes ya
a partir de los 20 años; después, le sigue la caída del pelo del vértice craneal. La caída
del pelo femenino sigue un patrón parecido, pero menos intenso. La cantidad de
cabello del cuero cabelludo disminuye en ambos sexos siguiendo un patrón generali-
zado y el diámetro de cada cabello se reduce. También hay pérdida normal de pelo en
otras partes del cuerpo (tronco, zonas púbicas, axilas y miembros). Las mujeres mayores
de 55 años pueden desarrollar un vello facial grueso en la barbilla y en el labio superior.
Muchos de estos cambios son más frecuente en los pacientes de piel clara y pueden no
presentarse en aquellos con un tono más oscuro. Por ejemplo, los nativos americanos de
sexo masculino presentan poco vello facial y corporal, en comparación con los de piel
más clara, y requieren una evaluación según su propio patrón.
Cabeza y cuello
Ojos y agudeza visual. Los ojos, los oídos y la boca sufren los estragos del
envejecimiento. La grasa y el panículo que rodea el ojo dentro de la órbita puede atro-
fiarse, con lo que el globo ocular parece hundirse. La piel de los párpados se arruga y
a veces forma pliegues colgantes. La grasa puede empujar la fascia palpebral hacia
adelante, creando una protuberancia blanda, en particular en los párpados inferiores y
en el tercio interno de los superiores. Debido a que los ojos producen menos secreciones
lagrimales, algunos pacientes de edad avanzada se quejan de sequedad ocular. Las cór-
neas también pierden parte de su brillo.
Las pupilas se hacen más pequeñas, lo que dificulta el examen del fondo de ojo. Además,
se tornan algo irregulares, aunque deberían seguir respondiendo a la luz y a la acomoda-
ción (véanse pp. 235-236).
El envejecimiento aumenta el riesgo de cataratas, glaucoma y degeneración macular. El engro- Véase el capítulo 7, Cabeza y cuello,
samiento y la coloración amarilla de los cristalinos entorpece el paso de la luz a la retina, pp. 215-302.
por lo que se requiere más luz para leer y realizar trabajos precisos. Las cataratas afectan al
10% de las personas a partir de los 60 años y el 30% a partir de los 80. Puesto que el cris-
talino sigue creciendo con los años, puede empujar el iris hacia adelante, estrechando el
ángulo entre el iris y la córnea, aumentando el riesgo de glaucoma de ángulo cerrado.
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graves, el sonido de las palabras se distorsiona y es difícil entenderlas, sobre todo en los
ambientes ruidosos. La sordera asociada con el envejecimiento, conocida como presbia-
cusia, es cada vez mayor, generalmente a partir de los 50 años.
Boca, dientes y ganglios linfáticos. Con el envejecimiento se presentan Véase el capítulo 7, Cabeza y cuello,
disminución de las secreciones salivales y del sentido del gusto; los medicamentos y dis- pp. 215-302.
tintas enfermedades posiblemente contribuyan de manera notable a estos cambios. La
reducción del sentido del olfato y la mayor sensibilidad a los sabores amargo y salado
también influyen en el sentido del gusto. Los dientes se pueden desgastar, erosionar o
perder por caries dentales o enfermedades periodontales. Si una persona carece de
dientes, la parte inferior de la cara parece pequeña y hundida, con arrugas pronunciadas
en “bolsa de tabaco” que se irradian desde la boca. El cierre exagerado de la boca puede
macerar la piel de las comisuras, estado conocido como queilitis angular. Las crestas
óseas maxilares, que en otra época rodeaban los alvéolos dentarios, experimentan una
resorción gradual, sobre todo en la mandíbula.
Con el envejecimiento, los ganglios linfáticos cervicales se hacen menos palpables. Por
el contrario, las glándulas submandibulares resultan más fáciles de palpar.
Las alteraciones óseas asociadas con el envejecimiento pueden acentuar la curva dorsal
de la columna torácica. El colapso osteoporótico de las vértebras produce cifosis, la
cual aumenta el diámetro anteroposterior del tórax. Sin embargo, el “tórax en tonel”
resultante posee muy poco efecto en la función.
Sistema cardiovascular. Tienen lugar varios cambios en los vasos del cuello, Revisa los efectos del envejecimiento
el gasto cardíaco, los ruidos cardíacos y los soplos. en la presión arterial y la frecuencia
cardíaca que se describen en la p. 355.
Los soplos sistólicos que se auscultan en las porciones central o superior de las arterias Véase la discusión sobre los
carótidas de los adultos de edad avanzada indican estenosis por una placa ateroescle- soplos carotídeos en el capítulo 9,
rótica. Los soplos cervicales observados en personas más jóvenes suelen ser benignos. pp. 381-382.
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Ruidos cardíacos adicionales: R3 y R4. Un tercer ruido cardíaco fisioló- Véase la tabla 9-8, “Ruidos cardíacos
gico, que se ausculta con frecuencia en niños y adultos jóvenes, puede persistir hasta adicionales en diástole”, p. 407.
los 40 años, sobre todo en las mujeres. Sin embargo, a partir de los 40 años, un R3
indica fundamentalmente insuficiencia cardíaca por sobrecarga de volumen del
ventrículo izquierdo, como sucede con la enfermedad coronaria o con las valvulopa-
tías (p. ej., insuficiencia mitral). En cambio, rara vez se ausculta un cuarto ruido en
adultos jóvenes que no sean deportistas bien entrenados. También se ausculta un
R4 en personas mayores, por lo demás sanas, aunque suele indicar una menor dis-
tensibilidad ventricular y una alteración del llenado ventricular.
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arterias temporales de las personas de más de 50 años, pero sobre todo después
de los 70 años, pueden experimentar una arteritis de células gigantes o una arteritis
temporal, causante de la pérdida visual en el 15% de los afectados, así como cefalea
y claudicación maxilar.
Mamas y axilas. La mama normal de una mujer adulta puede ser blanda, pero
también granulosa, nodular o con masas. Esta textura irregular representa una
nodularidad fisiológica que se palpa en toda la mama o sólo en una parte de ésta. Con
el envejecimiento, las mamas femeninas tienden a disminuir, hacerse más flácidas y
péndulas a medida que se atrofia el tejido glandular y se va sustituyendo por grasa. Los
conductos que rodean el pezón son más fáciles de palpar como cordones duros. El vello
axilar disminuye. Los hombres pueden desarrollar ginecomastia o aumento de la
congestión mamaria debido a obesidad y cambios hormonales.
El envejecimiento puede enmascarar las manifestaciones de las enfermedades Véase el capítulo 11, Abdomen,
abdominales agudas. El dolor es menos intenso y la fiebre menos acusada, y pueden dis- pp. 449-507.
minuir o incluso desaparecer los signos de inflamación peritoneal, como la contrac-
tura abdominal y el dolor a la descompresión.
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
Estado mental. Aunque las personas mayores, por lo general, tienen un buen
desempeño en las evaluaciones del estado mental, pueden mostrar ciertas alteraciones,
sobre todo a edades avanzadas. Muchas personas mayores se quejan de su memoria. Los
“olvidos benignos” constituyen la explicación habitual y pueden darse a cualquier edad.
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Este término alude a la dificultad para recordar los nombres de las personas, de los obje-
tos o de ciertos detalles de acontecimientos concretos.
Sistema motor. Los cambios en el sistema motor son frecuentes. Las personas
mayores se mueven y reaccionan con menor velocidad y agilidad que los jóvenes y
la masa de los músculos esqueléticos disminuye. Las manos de una persona envejecida
suelen aparecer delgadas y huesudas como consecuencia de la atrofia de los músculos
interóseos, que deja concavidades o surcos. Este cambio puede manifestarse en un inicio
entre el pulgar y la mano (primero y segundo metacarpianos) y posteriormente afecta
a los demás metacarpianos (véanse pp. 741-742). También puede aplanar las eminen-
cias tenar e hipotenar de las palmas. Los músculos de los miembros superiores e
inferiores también muestran signos de atrofia, lo que exagera el tamaño aparente de Véase en el capítulo 17, Sistema ner-
las articulaciones adyacentes. La fuerza muscular, pese a su disminución, se conserva vioso, la tabla 17-5, “Temblores y
bastante bien. movimientos involuntarios”,
pp. 782-783.
En ocasiones, una persona mayor presenta un temblor hereditario benigno en la
cabeza, los maxilares, los labios o las manos, que se puede confundir con el parkinso-
nismo. Sin embargo, a diferencia de los temblores parkinsonianos, los temblores benignos
son algo más rápidos, desaparecen en reposo y no se observa rigidez muscular asociada.
Las personas mayores experimentan la muerte de sus seres queridos y de los ami-
gos, la jubilación, la disminución de los ingresos y, a menudo, un aislamiento social
creciente, además de los cambios fisiológicos y el deterioro físico. La inclusión de
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ANAMNESIS
estos eventos vitales en la evaluación del ánimo y el afecto, así como abordar estos
problemas puede mejorar la calidad de vida del paciente.
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Acercamiento al paciente
Cuando converses con personas mayores, debes mejorar las técnicas que utilizas
de manera habitual para obtener la anamnesis. Como en todos los casos, tu actitud debe
transmitir respeto, paciencia y sensibilidad cultural. No olvides dirigirte al paciente de un
modo apropiado y por el apellido.
Más del 50% de las personas mayores sufren algún déficit auditivo, sobre todo hipoa-
cusia para discriminar los tonos agudos, por lo que, para una buena comunicación,
lo mejor es una sala tranquila, sin distracciones ni ruidos. En el hospital, pide que
apaguen la radio o el televisor antes de empezar la conversación. Si procede, plantéate el
uso de un micrófono de bolsillo que amplifique tu voz y que esté conectado al auricular
del paciente. Adopta un tono bajo al hablar y asegúrate de que el paciente lleva puestas
las gafas, los auxiliares auditivos o las prótesis dentales que necesite para facilitar la
comunicación. Los pacientes con debilidad cuadricipital se sienten mejor en sillas con
el asiento más alto y ancho y con un pasamanos que les lleve hasta la mesa de exploración.
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proceso de revisión de vida, obtendrás información importante que te será de ayuda para
entender y apoyar al paciente cuando reviva sentimientos dolorosos o para estimularle
para que recuerde los momentos de alegría y los triunfos.
Al mismo tiempo, es importante considerar la necesidad de evaluar los problemas com- Véase la “Evaluación geriátrica en
plejos en función de la resistencia y la posible fatiga del paciente. Para ampliar el tiempo 10 minutos”, p. 986.
para escuchar al paciente, pero evitar que se canse, utiliza los instrumentos breves
y bien validados de detección,21,22 la información de las consultas a domicilio y
la historia clínica, así como la información procedente de los familiares, cuidadores
y otros profesionales de atención a la salud. Puedes dividir el examen inicial en dos
consultas. Realizar dos o más consultas, de menor duración, causa menos fatiga y resulta
más productivo, porque las personas mayores suelen necesitar más tiempo para respon-
der a las preguntas y sus explicaciones son, a veces, lentas y extensas.
Presentación atípica de las enfermedades. Las enfermedades agudas se En las personas mayores, la prevalen-
presentan de un modo distinto entre las personas mayores. Cuando tienen infecciones, cia de hipertiroidismo es del 0.5-4% y
es menos probable que tengan fiebre. En caso de infarto de miocardio, las quejas de dolor de hipotiroidismo del 10% en los
torácico disminuyen conforme aumenta la edad y los síntomas de dolor torácico atípico, hombres y 16% en las mujeres.24
disnea, síncope, ictus o confusión aguda se hacen más frecuentes.23 Los pacientes de edad
avanzada con hipertiroidismo o hipotiroidismo presentan menos síntomas y signos. Una
tercera parte de las personas mayores con hipertiroidismo presentan fatiga, adelgaza-
miento y taquicardia en lugar de las características clásicas de intolerancia al calor, diafo-
resis e hiperreflexia.24 Hasta el 35% presentan fibrilación auricular. El hipertiroidismo
aumenta el riesgo de osteoporosis, y en las mujeres afectadas el riesgo de fracturas de la
cadera y vertebrales se triplica. En las personas mayores el hipotiroidismo es causado más
frecuentemente por tiroiditis autoinmunitaria (tiroiditis de Hashimoto); la fatiga, la debi-
lidad, el estreñimiento, la piel seca y la intolerancia al frío son con frecuencia atribuidos
a otras enfermedades, los efectos secundarios de la medicación o al envejecimiento.
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Estos síndromes están fuertemente vinculados con el deterioro funcional. Los ejemplos
incluyen mareos,25-27 así como deterioro funcional, fragilidad, delirio, depresión, deterioro
cognitivo, caídas e incontinencia urinaria.
Los expertos señalan que “evaluar el estado funcional, la fragilidad y otros síndromes Estos síndromes se han encontrado
geriátricos y al mismo tiempo abordar los procesos patológicos individuales es la en más de la mitad de los adultos
parte central del abordaje geriátrico de atención primaria”. Es de gran importancia reco- mayores de 65 años, a diferencia de la
nocer estos síndromes debido a que los síntomas pueden agruparse en patrones no fami- búsqueda convencional en los pacien-
liares para el paciente.28 tes más jóvenes de un “diagnóstico
individual unificado.”29
Alteración cognitiva. Varios parámetros afectan la evaluación del estado de
salud; sin embargo, hay pruebas que sugieren que cuando la persona mayor refiere
los síntomas, su relato es fiable, en especial para las alteraciones crónicas prevalentes.30-34
Si se compara con personas homólogas sin deterioro cognitivo, incluso la persona mayor
con una alteración cognitiva leve ofrece una anamnesis adecuada para descubrir trastornos
concomitantes. Utiliza frases sencillas que apunten a la información necesaria. Si el paciente
sufre una alteración más grave, confirma los síntomas fundamentales con los familiares o
los cuidadores en presencia y consentimiento del paciente. Para evitar falsas suposiciones,
averigua cómo se ve el paciente de edad y cómo ve las situaciones que lo rodean. Presta
atención a sus prioridades, objetivos y capacidades de afrontamiento. Esta información
fortalece tu relación con el paciente y la familia al planificar su cuidado y tratamiento.
● Proporciona un entorno bien iluminado y cálido, con un ruido de fondo mínimo, sillas
con descansabrazos y accesos seguros a la mesa de exploración.
● Mira al paciente a la cara y habla con un tono de voz bajo; cerciórate de que el paciente
lleva puestas las gafas, los audífonos o la dentadura postiza, si los necesita.
● Acomoda el ritmo y el contenido de la entrevista de acuerdo con la resistencia del paciente;
para la evaluación inicial considera dos consultas.
● Deja tiempo para las preguntas de carácter ambiguo y recordatorio; haz pasar a los fami-
liares o los cuidadores cuando sea necesario, sobre todo si el paciente sufre alteraciones
cognitivas.
● Haz uso de herramientas breves de detección, la historia clínica y los informes de otros
profesionales de atención a la salud.
(continúa)
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ANAMNESIS
● Evalúa con cuidado los síntomas, en particular la fatiga, la pérdida del apetito, los mareos
y el dolor, buscando indicios de los trastornos causantes y de síndromes geriátricos. Asegú-
rate de que las instrucciones por escrito estén en letra grande y sean fáciles de leer.
● Siempre proporciona al paciente una prescripción actualizada que incluya el nombre del
medicamento, las instrucciones de dosificación y la razón de la prescripción.
30
25
20
15
10
5
0
1995 2030 2050
Afroamericanos Asiáticos/IP
Hispanos Amerindios
FIGURA 20-7. Porcentaje previsto de las minorías con edad de 65 años o más.
Fuente: Yeo G. How will the U.S. healthcare system meet the challenge of the ethnogeriatric imperative? J Am Geriatr Soc. 2009;57:1278.
Fuente: Federal Interagency Forum on Aging Related Statistics. Older Americans 2012, Key Indica-
tors of Well Being. Indicator 2, Racial and Ethnic Composition, p. 86. Federal Interagency Forum on
Aging-Related Statistics. Washington, DC: U.S. Government Printing Office. June 2012. Disponible
en: http://agingstats.gov/agingstatsdotnet/Main_Site/Data/2012_Documents/Docs/EntireChartbook.
pdf. Último acceso 11 de agosto del 2015.
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Los cambios en la demografía del envejecimiento sólo nos dan una pista sobre cómo es
que las personas mayores de diferentes etnias difieren en cuanto a su percepción del
sufrimiento, la enfermedad y las decisiones sobre su atención médica. La cultura y las
características socioeconómicas influyen en la epidemiología de la enfermedad y la salud
mental, en el proceso de aculturación en las familias, en las preocupaciones individuales
acerca del envejecimiento, en la elección relativa a los médicos y de cuándo buscar sín-
tomas, en la posibilidad de un diagnóstico erróneo y en las diferencias en los resultados
clínicos.36 La cultura conforma creencias sobre todo el espectro del envejecimiento: tra-
bajo y jubilación, percepciones de salud y enfermedad, utilidad de los medicamentos,
uso de los representantes de la atención a la salud y preferencias sobre la muerte, por
nombrar sólo unas cuantas.
El informe del 2013 Health Disparities and Inequalities Report, de los Centers for
Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos, “pone de relieve las dispa-
ridades y las desigualdades a través de una amplia gama de enfermedades, factores
de riesgo conductual, exposición ambiental, determinantes sociales y acceso a la atención
a la salud por sexo, raza y etnia, ingresos, educación, estado de discapacidad y otras
características sociales”.37,38 Las poblaciones en envejecimiento de raza/etnia
minoritaria tienen peores resultados de salud para enfermedad cardiovascular,
diabetes, cáncer, asma y virus de la inmunodeficiencia humana, así como una
esperanza de vida más corta.39 A pesar de los avances en etnogeriatría,40-42 la infor-
mación sobre las diferencias raciales o étnicas al final de la vida con respecto a la
enfermedad crónica, las actividades de la vida diaria y la autoevaluación del estado
de salud, sigue siendo “limitada e inconsistente” y las recomendaciones para prestar
una asistencia individualizada culturalmente apropiada son escasas.38
La Office of Minority Health del Department of Health and Human Services de Estados Véase el capítulo 3, “Demostrar
Unidos ha desarrollado el programa Think Cultural Health, un centro de recursos para humildad cultural, un paradigma
mejorar la calidad de la atención a través de competencias culturales y lingüísticas, así cambiante”, pp. 82-86.
como de programas de educación continua.41
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Los valores culturales influyen sobre todo en las decisiones sobre el final de la
vida. Las personas de edad avanzada, la familia e incluso un grupo extenso de la comu-
nidad pueden tomar estas decisiones junto con el paciente de edad avanzada o tomar-
las por él. Esta toma de decisiones grupal contrasta con el abordaje centrado en la
autonomía del paciente y el consentimiento informado característicos de la atención
médica contemporánea. Ser sensible al estrés de la migración y la aculturación,
recurrir a intérpretes eficientes, buscar la participación de “guías del paciente” que Véase el capítulo 3, Anamnesis y
pertenezcan a la familia o al colectivo, y acceder a herramientas validadas cultural- antecedentes médicos, sobre cómo
mente como la Escala de depresión geriátrica (Geriatric Depression Scale) te ayudarán a trabajar con intérpretes, pp. 90-91.
proporcionar una atención empática para las personas mayores.
Preocupaciones habituales
Los síntomas de las personas mayores pueden tener múltiples significados e interre-
laciones, como se explicó con anterioridad en los síndromes geriátricos. Explora la Véase la evaluación funcional y la
importancia de estos síntomas como lo harías con cualquier otro paciente, cerciórate “Evaluación geriátrica en 10 minutos”,
de situar estos síntomas dentro del contexto de la evaluación funcional general de las pp. 985 y 986.
actividades de la vida diaria. Muchas áreas merecerán especial atención a medida que
reúnas la información de la anamnesis. Aborda los siguientes aspectos con mayor
meticulosidad y delicadeza, centrándote siempre en ayudar a la persona mayor a
mantener un nivel óptimo de actividad y bienestar.
Comienza con preguntas abiertas como: “Cuénteme cómo pasa un día normal” o “Dígame
qué hizo ayer”. Después, consulta por algún detalle: “¿Se levantó a las 8 de la mañana?,
¿cómo se levanta...?”, “¿qué hizo después?”. Pregunta cómo ha cambiado el nivel de
actividad, quién le ayuda y qué hacen los ayudantes o los cuidadores exactamente.
Recuerda que una de tus prioridades es evaluar la seguridad del paciente.
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ANAMNESIS
Actividades instrumentales
Actividades de la vida diaria de la vida diaria (AIVD)
■ Pide al paciente que lleve consigo todos los envases de fármacos y productos de venta
sin receta para desarrollar una lista exacta de medicamentos.
■ Ten especial cuidado cuando trates el insomnio que, según los cálculos, afecta al 40%
de las personas mayores. Una anamnesis del sueño proporciona información funda-
mental para el diagnóstico; un diario del sueño puede ser muy útil para descubrir
los orígenes de un mal hábito de sueño.50 Aumentar el ejercicio puede ser la mejor
solución. Consulta las recomendaciones de expertos acerca de los tipos de trastornos
del sueño y el tratamiento recomendado.51
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Fuente: Onder G, Petrovic M, Balamurugan T, et al. Less is more. Development and validation of a
score to assess risk of adverse drug reactions among the in-hospital patients 65 years or older. Arch
Intern Med. 2010;170:1142; Tangiisuran B, Scutt G, Stevenson J, et al. Development and validation of a
risk model for predicting adverse drug reactions in older people during hospital stay: Brighton
Adverse Drug Reactions Risk (BADRI) model. PLoS One. 2014;9:e111254; Budnitz DS, Lovegrove MC,
Shehab N, et al. Emergency hospitalizations for adverse drug events in older Americans. N Engl J
Med. 2011;365:2002.
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Fuente: Reuben DB, Herr KA, Pacala JT, et al. Geriatrics at your Fingertips. 18th ed. New York, NY:
American Geriatrics Society; 2016.
Es importante distinguir entre el dolor agudo y el que persiste, e investigar a fondo su Véase la “Evaluación geriátrica en
causa. La confusión, la agitación, la fatiga o la irritabilidad de las personas mayores 10 minutos” para la evaluación funcio-
pueden deberse a trastornos o enfermedades que causan dolor. El estudio del dolor nal en la p. 986.
exige una exploración completa de sus efectos sobre la calidad de vida, las relaciones
sociales y la función. Está justificada una evaluación multidisciplinaria si no se logra
identificar la causa y el riesgo de discapacidad y comorbilidad es alto. Estudia las múlti-
ples modalidades para alivio del dolor, que van desde los analgésicos hasta el espectro
completo de tratamientos no farmacológicos, en particular los que requieren la partici-
pación directa y activa del paciente en el plan de tratamiento y la creación de autocon-
fianza. Se ha demostrado la eficacia de la enseñanza al paciente.56 Las técnicas
de relajación, el taichí, la acupuntura, el masaje y la biorretroalimentación pueden
evitar la adición de más medicamentos.
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Más del 40% de los adultos mayores de 65 años toman alcohol, aproximadamente el
4.5% son bebedores compulsivos y un 2-4% pueden tener abuso o dependencia.64,65 Más
del 14% de las personas mayores exceden los límites recomendados.66 Cuando se toma en
consideración el estado de salud, más del 53% beben de forma nociva o riesgosa.
En el contexto de la atención primaria, el 10-15% de los pacientes mayores y hasta el 38%
de aquellos hospitalizados refieren tener problemas con su forma de beber.67
Fuente: American Geriatrics Society. Alcohol use disorders in older adults. AGS clinical practice gui-
delines screening recommendation. Ann Long Term Care. 2006;14(1). Disponible en: http://www.
annalsoflongtermcare.com/article/5143. Último acceso el 15 de agosto del 2015.
Usa las preguntas CAGE para descubrir problemas con la bebida. Aunque los síntomas Véase el capítulo 3, Anamnesis y ante-
y signos sean más sutiles entre las personas mayores, lo que aumenta las dificultades para cedentes médicos, “Alcohol y drogas”,
su detección precoz, las cuatro preguntas CAGE siguen siendo sensibles y específicas pp. 96-97.
para este grupo de edad si se utiliza la puntuación umbral convencional de 2 o más .
Nutrición. Obtener los antecedentes de la dieta habitual y utilizar Véase la tabla 4-3, “Cribaje de la nutri-
instrumentos de detección nutricional con frecuencia revela deficiencias nutricionales. La ción”, p. 141.
prevalencia de la desnutrición aumenta con la edad y afecta a un porcentaje de hasta el
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10% de las personas mayores residentes de asilos y hasta el 50% de los hospitalizados en
el alta hospitalaria.68 Información reciente sugiere que sólo el 30-40% cumplen con las
pautas recomendadas para la ingestión diaria de frutas y vegetales.69 Los que padecen una
enfermedad crónica se hallan particularmente en riesgo, sobre todo aquellos con mala
dentición, trastornos bucales o digestivos, depresión u otra enfermedad psiquiátrica, y
regímenes de medicación que afectan el apetito y las secreciones bucales.
Voluntades anticipadas y cuidados paliativos. Muchos pacientes Véase también el capítulo 3, “Paciente
mayores están interesados en expresar sus deseos relativos a las decisiones sobre el con alteración cognitiva”, pp. 87-89, y
final de la vida y están dispuestos a conversar con el médico al respecto antes de que “Muerte y paciente moribundo”,
surja alguna enfermedad grave.73 La planificación de las voluntades anticipadas engloba pp. 98-99.
varias tareas: aportar información, reconocer las preferencias del paciente y señalar a las
personas adecuadas que podrán tomar las decisiones en su nombre. Puedes comenzar
esta conversación vinculando estas decisiones con un estado de enfermedad
actual o experiencias con familiares o amigos. Pregunta al paciente por órdenes de “no
reanimar” especificando las medidas de soporte vital “en caso de paro cardiorrespiratorio”.
Además, alienta al paciente a designar por escrito a un representante en materia médica
o a otorgar un poder duradero de representación en este campo a “alguna persona que
pueda decidir, conociendo sus deseos, en caso de confusión o urgencia”.
Alrededor de la mitad de las personas mayores hospitalizadas requieren que sea otra
persona quien tome las decisiones dentro de las primeras 48 h de la admisión. Los
temas habituales incluyen cuidados de soporte vital, cirugías y procedimientos, y
planificación del alta.74 Las conversaciones sobre las opciones de voluntad anticipada
ayudan a los pacientes y sus familias a prepararse de una manera abierta y por ade-
lantado a una muerte en paz. Alienta este tipo de conversaciones en la consulta y
no en el entorno agitado e incierto de un servicio de urgencias o de una unidad de
cuidados intensivos.
Los expertos señalan que las voluntades anticipadas pueden ser más flexibles depen-
diendo de la situación. Éstas “pueden variar desde la declaración general de valores
hasta órdenes específicas como no reanimar, no intubar, no hospitalizar, no proporcionar
hidratación o nutrición artificial o no administrar antibióticos. Las diferentes situacio-
nes, incluyendo las distintas etapas de salud y enfermedad, demandan diferentes tipos
de directivas de voluntad anticipada y, por lo tanto, requieren de conversaciones
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Promoción y asesoramiento
sobre salud: evidencia
y recomendaciones
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Enfermedad
Detección de cáncer
crónica
30%
Detección de agudeza visual, auditiva
Múltiples
enfermedades
crónicas Demencia, depresión
50%
Frágil
7%
Síndromes geriátricos, fragilidad
Discapacitado
30%
Dependiente
10-20%
Voluntades anticipadas, fin de la vida
Fin de la vida
Tiempo
Baja Edad Alta
Complejidad de la salud
La American Geriatrics Society recomienda un abordaje de cinco pasos para las decisio-
nes de las pruebas de detección82:
3. Estimar el pronóstico
Visión y audición. Aunque el Preventive Services Task Force (USPSTF) de Véase la “Evaluación geriátrica en
Estados Unidos ha mencionado que no hay pruebas suficientes para realizar las pruebas 10 minutos”, p. 986, y el cap. 7, Cabeza
de detección de manera rutinaria, los geriatras recomiendan su realización para la visión y cuello, para las técnicas de evalua-
y la audición, ya que éstas son modalidades sensoriales vitales para las actividades de la ción de la audición, pp. 226-248.
vida diaria. Hay elementos clave en la “Evaluación geriátrica en 10 minutos”.
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■ Preguntar al paciente si presenta alguna pérdida de la audición es una detección eficaz; Los pacientes que refieren pérdida
después procede a la prueba del susurro o un análisis más formal si estuviera indi- de la audición tienen el doble de pro-
cado. Entre los adultos de 65-69 años, el 1% tiene problemas de la vista, lo que babilidad de presentar un deterioro
aumenta al 17% en aquellos mayores de 80 años. Aproximadamente la tercera parte real; en aquellos que responden nega-
de las personas mayores de 65 años tienen pérdida de la audición, cifra que aumenta tivamente la pérdida de la audición es
al 80% en los mayores de 80 años. La Administration on Aging informa que un total de improbable (cociente de verosimili-
6.5% de los adultos de 65 años o más tienen discapacidad por problemas visuales y tud 0.13).84
el 17.5% por problemas auditivos.2
Fuente: Centers for Disease Control and Prevention. How much physical activity do older adults need?
Physical activity is essential to healthy aging. Updated June 4, 2015. Disponible en: http://www.cdc.
gov/physicalactivity/basics/older_adults/index.htm. Revisado el 16 de agosto de 2015.
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Seguridad domiciliaria y prevención de caídas. En el 2013, los Véase también “Evaluación adicional
CDC informaron que en los servicios de urgencia se trataron 2.5 millones de caídas no para evitar las caídas”, pp. 987-989.
mortales en personas mayores y que más de 734 000 de estos pacientes fueron
hospitalizados con un costo clínico directo de 34 mil millones de dólares.91 Muchos
presentan fracturas de cadera y lesiones cerebrales traumáticas que afectan su
funcionamiento diario e independencia. Las visitas a los servicios de urgencia y la
mortalidad se relacionan principalmente con herramientas de jardinería, escaleras
y taburetes, artículos de uso personal, como el secador del pelo y la ropa inflamable,
lesiones en la bañera o practicando deporte. Alienta a las personas mayores a tomar medidas
para corregir la mala iluminación, usar una escalera para llegar a los lugares difíciles,
evitar las superficies deslizantes o irregulares, así como los peligros del entorno.
Vacunas. Recomienda la vacuna antigripal; contra la neumonía, PPSV23 y PCV13; Véase también el capítulo 8, Tórax y
contra el herpes zóster y el tétanos/difteria y tosferina (Tdap y Td). Para las recomendaciones pulmones, “Vacunas”, pp. 316-317.
más actuales, consulta las pautas anuales actualizadas y las contraindicaciones emitidas
por los CDC en http://www.cdc.gov/vaccines.92,93 Toma en cuenta que las tasas de
vacunación siguen siendo deficientes para latinoamericanos y afroamericanos.
Vacuna antigripal94
La vacuna antigripal confiere protección contra dos cepas de influenza A e influenza B en
formulaciones trivalente y tetravalente. Los siguientes grupos deben recibir la vacuna
antigripal cada año:
● Todos los adultos mayores de 50 años.
● Adultos con trastornos pulmonares y cardiovasculares crónicos, entre ellos el asma (pero
excluyendo la hipertensión) y los trastornos renales, hepáticos, neurológicos, hemáticos
o metabólicos, incluida la diabetes.
(continúa)
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Detección del cáncer. Las recomendaciones para la detección del cáncer en Véase “Cuándo realizar pruebas de
las personas mayores siguen siendo controvertidas. En el 2015, la American Geriatrics detección,” pp. 976-977, y también
Society estableció: “No recomendar las pruebas de detección para cáncer de mama, la discusión sobre la detección
colorrectal, próstata o pulmón sin considerar la esperanza de vida, los riesgos de las de cáncer de mama, pp. 427-433,
pruebas y el diagnóstico y tratamiento excesivos”.100 Los geriatras abogan por la toma cáncer cervical, pp. 575-578, cáncer
de decisiones individualizada basada en los principios señalados en “Cuándo realizar de próstata, pp. 610-615, y cáncer
pruebas de detección” discutidos arriba, ya que “las pautas se tornan menos sólidas colorrectal, p. 615.
y basadas en la evidencia a medida que los individuos envejecen y desarrollan un
estado de salud declinante y discapacidades”.78 Los marcos más complejos publicados
recientemente incluyen “ponderar la información cuantitativa, como el riesgo de muerte
por cáncer y la probabilidad de obtener resultados beneficiosos y adversos, así como
los factores cualitativos tales como los valores y las preferencias individuales del
paciente”.101 El American College of Physicians ha desarrollado estrategias de
detección de alto y bajo valor que consideran factores como los beneficios a la salud,
la frecuencia de detección y los riesgos y costes.102
● Cáncer de mama (2016). Se recomienda realizar una mastografía cada 2 años en mujeres de
50-74 años; se menciona que los datos son insuficientes en mujeres mayores de 75 años.
● Cáncer de cuello uterino (2012). Se recomienda no realizar la detección en mujeres de más
de 65 años si ya se han sometido a una exploración apropiada reciente con frotis de Papani-
colaou normal y que, por otro lado, no corran ningún riesgo elevado de sufrir cáncer de cue-
llo uterino, según datos aceptables.
● Cáncer colorrectal (2008). Se recomienda la exploración con colonoscopia cada 10 años,
con sigmoidoscopia cada 5 años, con prueba de sensibilidad elevada de sangre oculta
en las heces cada 3 años o con esta prueba anual empezando antes de los 50 años y hasta
los 75 años. Se recomienda no realizar las pruebas de detección en adultos de entre 76 y
85 años, dada la certidumbre moderada de que el beneficio neto es reducido.
● Cáncer de próstata (2012). Se recomienda no realizar la detección basada en antígeno
prostático específico para cáncer de próstata en hombres de todas las edades debido
a que existe evidencia de que los perjuicios superan a los beneficios esperados.
● Cáncer de pulmón (2013). Para los adultos de 55-80 años con un antecedente de hábito
tabáquico de 30 cajetillas/año, y aquellos que actualmente fuman o dejaron de fumar dentro
de los 15 años anteriores, se recomiendan las pruebas de detección anuales con tomografía
computarizada de dosis baja. La detección debe retirarse una vez que una persona no ha
fumado por 15 años o desarrolla un problema de salud que limita de manera importante su
esperanza de vida o la capacidad o voluntad de someterse a una cirugía pulmonar curativa.
● Cáncer de piel (2015). Se afirma que la evidencia es insuficiente para equilibrar las ventajas
y los inconvenientes de las exploraciones cutáneas de cuerpo entero.
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Depresión. La depresión afecta al 5-7% de las personas mayores que viven en Véase el capítulo 5, Conducta y estado
la comunidad y aproximadamente al 10% de los hombres mayores y el 18% de las mental, “Depresión”, pp. 156-157.
mujeres de edad avanzada, pero con frecuencia es poco diagnosticada y tratada.77,104
La prevalencia aumenta en las personas con múltiples comorbilidades y hospitalizaciones.
Actualmente, el USPSTF (2015)105 recomienda la detección en la población general de
edad avanzada que cuenta con servicios de diagnóstico, tratamiento y seguimiento, y se
requieren sólo una o dos preguntas. La pregunta de detección individual: “¿Se siente
triste o deprimido frecuentemente?”, tiene una sensibilidad del 69% y una especificidad
del 90%. Las dos preguntas de detección siguientes tienen 100% de sensibilidad y
77% de especificidad.
■ “¿A lo largo de las últimas 2 semanas ha sentido poco interés o placer por hacer
cosas?” (detecta anhedonia).
Las respuestas positivas deben conducir a más investigaciones con escalas tales como la
Escala de depresión geriátrica o el Cuestionario de salud del paciente de nueve elementos
(PHQ-9, 9-item Patient Health Questionnaire).104,106,107 Los hombres con depresión mayores
de 65 años corren un riesgo más alto de suicidio y requieren una evaluación especial-
mente cuidadosa. El tratamiento eficaz de las personas mayores reduce la morbilidad
y amplía el tiempo de vida, e incluye ejercicio, terapia de apoyo y grupal, y medicación.108
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cerebrovascular que causan deterioro cognitivo. El deterioro gradual, sobre todo en la
función ejecutora, debe correlacionarse con el inicio del evento cerebrovascular, pero
considera esta demencia incluso si sólo están presentes factores de riesgo. A veces,
se presentan alteraciones de la marcha y hallazgos locales.
● La enfermedad por cuerpos de Lewy es sugerida por la evidencia de parkinsonismo. Las alu-
cinaciones visuales, las ilusiones y los trastornos de la marcha pueden ser los datos iniciales.
En ocasiones, hay síntomas extrapiramidales, estado mental fluctuante y sensibilidad a
medicamentos antipsicóticos.
● La degeneración lobar frontotemporal es sugerida por trastornos prominentes de la con-
ducta o el lenguaje, en ocasiones con cambios de la personalidad, incluyendo impulsividad,
agresión y apatía. A veces el paciente come y bebe de forma excesiva. Hay una preservación
relativa de la memoria y las habilidades visoespaciales. El inicio puede producirse antes de
los 60 años de edad.
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Pruebas de detección para demencia. El Mini Mental State Examination Véase la tabla 20-3, “Detección de
tiene la mejor sensibilidad y especificidad, mayor al 86%, pero en la actualidad tiene la demencia: el Mini-Cog”, p. 1 003,
derechos de autor para su uso comercial, por lo que es menos accesible. Se recomiendan y la tabla 20-4, “Detección de la
otras pruebas de detección, incluidos el Mini-Cog y el Montreal Cognitive Assessment demencia: Evaluación cognitiva de
(MoCA), ambos incluidos en las tablas 20-3 y 20-4. Montreal”, p. 1 004.
■ En algunos estudios, el Mini-Cog tiene una sensibilidad y especificidad tan alta como
del 91 y 86%, respectivamente, y su aplicación es más breve, de alrededor de
3 min.109,120,121
Cuidado de los pacientes con alteración cognitiva. Una vez identifica- Véase en el capítulo 3, “Paciente con
dos los cambios cognitivos, varios pasos son útiles para planificar el cuidado del paciente. alteración cognitiva”, pp. 87-89.
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
demencia.128-130 Muchos casos no son detectados debido al temor del paciente de recibir
represalias, incapacidad física o cognitiva para notificarlo y falta de voluntad para exponer
al abusador, el cual en el 90% de los casos es un familiar. La autonegligencia, o “la conducta
de una persona mayor que pone en riesgo su propia salud y seguridad”, también es un
problema nacional creciente y representa más del 50% de las referencias a los servicios
de protección de adultos en los Estados Unidos.
Técnicas de exploración
La evaluación de una persona mayor tiene varias características únicas comparada con el
formato tradicional de la anamnesis y la exploración física. Demanda mejores técnicas
de anamnesis que proporcionen un mayor énfasis sobre los temas revisados en las sec-
ciones previas y un abordaje en la evaluación funcional. Debido a su importancia para la
salud de las personas mayores, este apartado comienza con: “Cómo evaluar el estado
funcional: el sexto signo vital”, que incluye los pasos para evaluar el riesgo de caídas del
paciente, una de las mayores amenazas para la salud y el bienestar de las personas mayores.
En seguida se exponen los elementos de la exploración tradicional (de la cabeza a los
pies), adaptada a la persona mayor.
La evaluación del estado funcional comienza cuando el paciente entra en la sala. La eva-
luación geriátrica en 10 min es una de varias herramientas de evaluación basadas en el
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
funcionamiento que toma poco tiempo. La evaluación es breve, tiene un alto índice de
coincidencia entre evaluadores y puede utilizarse con facilidad por el personal de atención
a la salud.132 Cubre tres ámbitos importantes de la evaluación geriátrica: cognitivo, psi-
cosocial y actividad física. Incluye la visión, la audición y preguntas sobre incontinencia
urinaria, una causa oculta frecuente de aislamiento social y malestar. Hasta un 55% de
las mujeres mayores de 65 años residentes de la comunidad y el 30% de los hombres
refieren incontinencia urinaria, que aumenta al 70% en los residentes a largo plazo en
hogares de retiro.133
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
■ DDRRIIPP: Delirio, efectos adversos de los fármacos (Drug side effects), Retención
fecal, limitación de la movilidad (Restricted mobility), Infección de orina, Inflamación,
Poliuria y Psicógeno.
Evaluación adicional para evitar las caídas. Son muchos los datos que
relacionan las caídas, un síndrome geriátrico multifactorial, con lesiones letales y no letales,
con la mortalidad y con costes clínicos cada vez mayores, que superan los 34 mil millones
de dólares por año.134 Un tercio de las personas mayores tienen caídas cada año, pero
menos de la mitad lo refieren al médico. Las caídas son la causa más frecuente de traumatismo
craneoencefálico en adultos mayores y producen el 95% de las fracturas de cadera.
Toma en cuenta las características clave del algoritmo STEADI en la p. 988 que debes
incorporar en tu práctica. Si hay tiempo, considera la evaluación funcional y la evalua-
ción de la seguridad ambiental/en el hogar.
● Realiza una detección en todas las personas mayores en la comunidad del riesgo de caídas.
● Motiva a todos los pacientes mayores para que sigan un programa de ejercicios para
mejorar la marcha y el equilibrio.
● Realiza una evaluación de la marcha, la fuerza y el equilibrio con la prueba de levantarse
y andar cronometrada en pacientes con una detección positiva.
● Estratifica a los pacientes de acuerdo con su riesgo: bajo, moderado y alto.
● Identifica a las personas mayores con riesgo elevado, es decir, aquellos con un problema
de la marcha, fuerza o equilibrio y al menos una caída con una lesión.
● En las personas mayores con riesgo elevado, realiza una evaluación multifactorial
del riesgo, incluyendo:
● Revisión del manual “Manténgase independiente”
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TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
Riesgo bajo
• Vitamina D +/- calcio
Sí a cualquier pregunta • Derivar a programa de
ejercicio de fuerza y equilibrio
(programa de ejercicio
comunitario para la prevención
de caídas)
Evalúe la marcha, la fuerza y el equilibrio Sin problemas
• Prueba de levantarse y andar (recomendado) de marcha,
• Prueba de levantarse de la silla de 30 seg (opcional) fuerza o
• Prueba de equilibrio de 4 etapas (opcional) equilibrio
RIESGO MODERADO
Intervenciones
individualizadas en la
prevención de caídas
Riesgo moderado
Problema de marcha, fuerza o equilibrio • Enseñanza del paciente
• Revisar y modificar
medicamentos
• Vitamina D +/- calcio
• Derivar a fisioterapia para
≥ 2 caídas 1 caída 0 caídas mejorar la marcha, la fuerza
y el equilibrio o derivar a un
programa para la prevención
Lesión Sin lesión de caídas en la comunidad
Riesgo alto
• Exploración física, incluyendo: • Derivar a fisioterapia para mejorar que reducen el riesgo de caídas
- Mareo o hipotensión postural la marcha, la fuerza y el equilibrio • Discutir y abordar las barreras
- Revisión de medicamentos • Tratar y vigilar la hipotensión al cumplimiento
- Detección cognitiva • Modificar medicamentos
- Pies y calzado • Corregir problemas en los pies Transición a un programa de
- Uso de auxiliares de • Optimizar la visión ejercicio de mantenimiento
la movilidad • Optimizar la seguridad en cuando el paciente esté listo.
- Revisión de la agudeza visual el hogar
*Para estos pacientes considera una evaluación adicional del riesgo (p. ej., revisión de medicamentos,
detección cognitiva, síncope).
F I G U R A 2 0 - 9 . Algoritmo STEADI. Fuente: Centers for Disease Control and Prevention. National Center for Injury Prevention and Control.
STEADI-Stopping Elderly Accidents, Deaths and Injuries. Disponible en: http://www.cdc.gov/steadi/pdf/algorithm_2015-04-a.pdf. Consultado el 23 de agosto de 2015.
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ciones multifactoriales son al parecer más eficaces que las intervenciones dirigidas a
factores de riesgo específicos, reduciendo las caídas en algunos estudios hasta en
un 25%. Otras estrategias de prevención que se han evaluado incluyen reducir
los peligros en el hogar, corregir la vista y mejorar el tratamiento de enfermedades
crónicas tales como el cambio en la presión arterial postural y numerosos tipos
y combinaciones de ejercicio.141
Signos vitales. Mide la presión arterial con las técnicas recomendadas (véanse La hipertensión sistólica aislada (PAS
pp. 124-132), y comprueba si la presión arterial sistólica (PAS) y la presión diferencial, ≥ 140) después de los 50 años y la pre-
definida como la presión arterial sistólica menos la diastólica, están aumentadas. Con el sión diferencial ≥ 60 aumenta el riesgo
envejecimiento, se elevan la PAS y las resistencias vasculares periféricas, mientras que de ictus, insuficiencia renal
disminuye la presión arterial diastólica (PAD). En el caso de los adultos con más de y cardiopatía.147
60 años de edad, el octavo Joint National Committee (JNC8) recomienda objetivos Véanse las recomendaciones del JNC8,
de presión arterial ≤ 150/90, pero señala que si el tratamiento da como resultado p. 1 300.
una PAS < 140 y es “bien tolerado y no tiene efectos adversos para la salud o la calidad
de vida, no se necesita ajustar el tratamiento”.142 Sin embargo, en el caso de las
personas de edad avanzada (los que tienen 80 años o más), otros expertos citan estudios
que muestran que los objetivos de presión arterial de 140-149/70-80 son, al parecer,
óptimos para lograr reducciones notables de ictus, eventos cardiovasculares y mortalidad
por todas las causas.143-146
Evalúa al paciente en busca de hipotensión postural (ortostática), definida como una Se observa hipotensión ortostática en
caída de la PAS ≥ 20 mm Hg o de la PAD ≥ 10 mm Hg a los 3 min de la bipedestación. el 20% de los adultos mayores y hasta
Mide la presión arterial y la frecuencia cardíaca en dos posiciones: en decúbito supino un 50% de los ancianos debilitados
una vez que el paciente haya descansado hasta 10 min, y luego a los 3 min después de que viven en residencias, sobre todo
ponerse de pie. cuando se levantan por la mañana.
Los síntomas incluyen: obnubilación,
debilidad, falta de equilibrio, visión
borrosa y, en un 20-30% de los casos,
síncope. Las causas incluyen los medi-
camentos, los trastornos autónomos,
la diabetes, el reposo prolongado en
cama, las pérdidas de volumen y los
trastornos cardiovasculares.148-151
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El peso y la altura tienen especial importancia entre las personas mayores, y se necesitan El peso bajo es el principal indicador
para calcular el IMC. El peso también es una medida clínica clave en los pacientes con de desnutrición, la cual se observa
insuficiencia cardíaca y nefropatía crónica. Debe determinarse el peso en cada visita, de en casos de depresión, alcoholismo,
preferencia sin los zapatos. alteraciones cognitivas, neoplasias
malignas, insuficiencia orgánica (car-
díaca, renal, pulmonar) crónica, uso
de medicación, aislamiento social,
mala dentición y pobreza. El aumento
rápido diario del peso se observa en la
sobrecarga de líquidos.
Piel. Nota los cambios fisiológicos del envejecimiento, como adelgazamiento,
pérdida del tejido elástico y de la turgencia, y arrugas. La piel puede aparecer seca,
descamada, rugosa o incluso pruriginosa (asteatosis), con un entramado de fisuras
superficiales que forma un mosaico de pequeños polígonos, sobre todo en los miembros
inferiores.
Busca cambios debidos a la exposición solar. Las áreas de la piel pueden tener un aspecto Distingue estas lesiones del carcinoma
desgastado por el clima, engrosado, amarillento o profundamente surcado; puede haber basocelular, en un inicio un nódulo
léntigos actínicos o “manchas hepáticas”, y queratosis actínicas o pápulas aplanadas y translúcido que se extiende y deja un
superficiales cubiertas por escamas secas. centro deprimido con un borde duro y
elevado, y del carcinoma epidermoide,
Inspecciona las lesiones benignas del envejecimiento, es decir, los comedones o puntos negros una lesión dura de aspecto rojizo que
en los pómulos o alrededor de los ojos; los angiomas capilares, que suelen aparecer en suele aparecer sobre una zona some-
las primeras fases de la vida adulta, y las queratosis seborreicas o lesiones amarillentas eleva- tida a exposición solar. Una lesión asi-
das de aspecto grasiento y aterciopelado o verrugoso. métrica oscura y elevada, con bordes
irregulares, puede ser un melanoma.
Véanse las tablas 6-4, 6-5 y 6-6 (pp.
197-203) sobre evaluación de nevos
benignos, malignos y carcinomas
relacionados.
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Vigila cualquier lesión vesicular dolorosa con una distribución dermatómica. Las lesiones vesiculares que tienen
una distribución dermatómica son
sospechosas para herpes zóster por
reactivación de un virus latente de la
varicela zóster en los ganglios raquí-
deos. El riesgo aumenta con el enveje-
cimiento y las alteraciones de la
inmunidad celular.98,152
En el caso de las personas mayores con reposo en cama, sobre todo si están emaciadas o Las úlceras por presión pueden aparecer
sufren trastornos neurológicos, inspecciona meticulosamente la piel en busca de lesiones por obliteración del flujo sanguíneo
o ulceraciones en las zonas sacra y perianal, lumbar, talones y codos, donde habitual- arteriolar y capilar de la piel o por fuer-
mente se producen úlceras por presión. zas de cizallamiento ejercidas al mover
al paciente entre las sábanas o cuando
se levanta incorrectamente. Véase la
tabla 6-13, “Úlceras por presión”, p. 213.
Cabeza y cuello. Realiza una evaluación cuidadosa y profunda de la cabeza Véase el capítulo 7, Cabeza y cuello,
y del cuello. pp. 205-291.
Inspecciona los párpados, la órbita ósea y el ojo. El ojo puede aparecer hundido por la Véanse las variaciones y anomalías de
atrofia de la grasa en los tejidos circundantes. Observa cualquier ptosis senil debida los párpados en la tabla 7-7 (p. 274),
a debilitamiento de los músculos elevadores de los párpados, relajación de la piel y las opacidades de la córnea y del
o aumento de peso del párpado superior. Comprueba si hay ectropión o entropión de los cristalino en la tabla 7-9 (p. 276).
párpados inferiores. Anota la posible coloración amarilla de la esclerótica y el arco cor-
neal, un anillo blanquecino benigno alrededor del limbo.
Verifica la agudeza visual mejor corregida en cada ojo con una cartilla o tabla de Snellen Uno de cada tres adultos sufre de
de bolsillo o de pared. Registra la posible presbicia o pérdida de la visión de cerca por dis- alguna pérdida visual a los 65 años
minución de la elasticidad del cristalino relacionada con el envejecimiento. de edad.153
Explora la constricción pupilar a la luz, tanto la respuesta directa como la consensual, y Si la pupila se dilata cuando pasa la luz
durante el esfuerzo de acomodación. Luego, mueve el haz luminoso varias veces entre el sobre ella, hay un defecto de la inerva-
ojo derecho y el izquierdo. Explora las seis direcciones de la mirada. Salvo una posible limi- ción pupilar aferente, indicativo de
tación de la mirada hacia arriba, todos los movimientos extraoculares deben conservarse. enfermedad del nervio óptico. Deriva
al paciente al oftalmólogo.
Examina cuidadosamente el cristalino y el fondo de cada ojo con el oftalmoscopio. La prevalencia de cataratas, el glau-
coma y la degeneración macular
aumentan con el envejecimiento.
Utilizando el haz de luz del oftalmoscopio, revisa a una distancia de 30-60 cm buscando Se observa un reflejo rojo con las
un reflejo rojo. Con la lente del oftalmoscopio en +10 dioptrías, inspecciona de cerca cataratas (figs. 20-11 y 20-12). En +10
cada ojo en busca de opacidad del cristalino. No te fíes únicamente de la linterna, porque dioptrías una catarata tiene un
el cristalino puede tener un aspecto superficial transparente. aspecto blanco.154
El fondo de ojo de las personas mayores pierde el brillo y los reflejos luminosos de la juven- Las cataratas son la primera causa de
tud y las arterias se estrechan, empalidecen, se tornan más rectas y tienen menos brillo. ceguera en el mundo. Los factores de
riesgo comprenden el hábito tabá-
quico, la exposición a la luz UV-B, el
consumo elevado de alcohol, la diabe-
tes, los medicamentos (p. ej., esteroi-
des) y los traumatismos. Véanse
“Opacidades de la córnea y el crista-
lino” en las tablas 7-9, p. 276.
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La enfermedad microvascular de la
retina se relaciona con alteraciones
microvasculares cerebrales y alteración
cognitiva.155,156
F I G U R A 2 0 - 1 3 . Glaucoma con
“acopamiento” del disco.
Examina la relación entre la excavación y la papila, que suele ser 1:2 o inferior, en busca El aumento de la relación entre la exca-
de un posible glaucoma (fig. 20-13). vación y la papila hace pensar en un
glaucoma primario de ángulo abierto
(GPAA) producido por una neuropatía
óptica irreversible que lleva a una pér-
dida de la visión periférica y central, y a
ceguera. La prevalencia de GPAA es
tres a cuatro veces mayor entre los
afroamericanos y latinoamericanos
que entre la población general.157,158
Inspecciona si el fondo de ojo presenta cuerpos coloidales, que causen alteraciones en la La degeneración macular determina
pigmentación, conocidos como drusas. una mala visión central y ceguera
(fig. 20-14).159 Las variables son la seca
atrófica (más frecuente y menos
grave) y la húmeda exudativa o neo-
vascular. Las drusas pueden ser duras
y perfectamente definidas o blandas y
confluyentes con la pigmentación
anómala (véase p. 285).
F I G U R A 2 0 - 1 4 . Degeneración
macular y drusas relacionadas con
la edad.
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Explora la audición tapando un oído y utilizando las técnicas de susurro o el otoscopio. Véanse las técnicas de exploración
Asegúrate de inspeccionar el cerumen de los conductos auditivos, porque su extracción auditiva (pp. 242-248).
puede mejorar enseguida la audición. Preguntar al paciente si tiene problemas de audi-
ción es un método de detección eficaz. Procede a una audiometría en caso de una res-
puesta afirmativa, revisa la agudeza auditiva o realiza la prueba de susurro en caso de una
respuesta negativa.84
Explora el olor de la cavidad bucal, el aspecto de la mucosa gingival, las posibles caries, El mal olor puede obedecer a mala
la movilidad dentaria y la calidad de la saliva. Inspecciona de cerca las lesiones en cual- higiene bucal o periodontitis, o caries.
quier lugar de la mucosa. Pide al paciente que se quite la prótesis dental y observa si la La gingivitis se debe a enfermedad
dentadura postiza ha producido lesiones en las encías. periodontal. La placa dental y la cavita-
ción pueden causar caries. El aumento
de la movilidad dental por los abscesos
o las caries avanzadas obliga a la
extracción de la pieza dental para evi-
tar su aspiración. La disminución de la
saliva se observa con la administración
de medicamentos, radiaciones, el sín-
drome de Sjögren o la deshidratación.
Las lesiones también pueden produ-
cirse por tumores bucales, general-
mente en los bordes laterales de la
lengua y en el suelo de la boca.160,161
Continúa con la exploración habitual de la glándula tiroides y de los ganglios linfáticos. En las personas mayores, las causas
frecuentes de hipertiroidismo son la
enfermedad de Graves y el bocio tóxico
multinodular. Las causas de hipotiroi-
dismo incluyen tiroiditis autoinmuni-
taria, seguida de medicamentos,
radioterapia al cuello, tiroidectomía,
o radioablación con yoduro.24
Tórax y pulmones. Completa la exploración habitual, anotando los signos El aumento del diámetro anteroposte-
sutiles de cambios de la función pulmonar. rior, la respiración con los labios cerra-
dos y la disnea al hablar o con los
esfuerzos mínimos denotan una enfer-
medad pulmonar obstructiva crónica.
Existe una superposición considerable
entre el asma y la EPOC en las perso-
nas mayores, anunciada por síntomas
como la disnea, la tos, las sibilancias y
el predominio nocturno de los sínto-
mas. Procede a realizar pruebas objeti-
vas de espirometría, que la mayoría de
los pacientes toleran bien.162
Sistema cardiovascular. Revisa los datos de la presión arterial y la frecuencia La hipertensión sistólica aislada y el
cardíaca. aumento de la presión diferencial
constituyen factores de riesgo car-
díaco que obligan a descartar una
hipertrofia ventricular izquierda (HVI).
Comienza inspeccionando el pulso venoso yugular, palpando el latido carotídeo Una aorta ateroesclerótica y tortuosa
y auscultando los posibles soplos carotídeos. puede elevar la presión en las venas
yugulares del lado izquierdo al dificul-
tar el drenaje hacia la aurícula derecha.
Además, puede acodar la arteria caró-
tida derecha en la parte baja del cuello,
sobre todo en mujeres hipertensas, lo
que puede confundirse con aneurismas
carotídeos.
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Examina el impulso apical máximo (IAM) y después ausculta el primer y el segundo Un IAM sostenido está presente en la
ruidos. Ausculta también en busca del tercer y cuarto ruidos adicionales. HVI; un IAM difuso y un R3 apuntan
a dilatación ventricular izquierda por
insuficiencia cardíaca o cardiomiopatía
(véanse p. 385-388).163 Un R4 acompaña
frecuentemente a la hipertensión.
Comenzando por el segundo espacio intercostal derecho, ausculta los soplos cardíacos Un soplo sistólico creciente o decre-
en todos los focos (véanse pp. 393-397). Describe la cronología, la forma, el foco de ciente en el segundo espacio intercos-
máxima intensidad, su irradiación, su intensidad, su tonalidad y su calidad. tal sugiere la estenosis o esclerosis
aórtica, observada respectivamente
en hasta un 40% y 2-3% de los adultos
mayores que están en casas de asis-
tencia. Ambos se han asociado con
un mayor riesgo de cardiopatías y
muerte.164,165
Mamas y axilas. Palpa con cuidado las tumefacciones o las masas en las mamas. Las masas en las mujeres mayores y,
Incluye la palpación de la cola de Spence que se extiende hasta la axila. Explora las rara vez, en los hombres, obligan a un
adenopatías axilares. Observa la presencia de cualquier lesión ulcerosa vesicular, estudio adicional de posibles neopla-
escamosa, sobre el pezón o a su alrededor. sias malignas.
La enfermedad de Paget con desca-
mación eccematoide es menos fre-
cuente, pero es máxima entre los 50
y los 60 años.166
Abdomen. Inspecciona el abdomen en busca de masas o pulsaciones visibles. Los soplos abdominales pueden deno-
Ausculta el abdomen en busca de ruidos sobre la aorta y las arterias renales y tar una enfermedad vascular ateroes-
femorales. Palpa las pulsaciones aórticas a la derecha y la izquierda de la línea media. clerótica.
Trata de explorar la anchura de la aorta, comprimiendo a fondo cada uno de los bordes
laterales con una mano (véase p. 483). En el aneurisma aórtico abdominal se
presentan una aorta ensanchada de
≥ 3 cm y una masa pulsátil, en espe-
cial en los fumadores de sexo mascu-
Sistema vascular periférico. Palpa con cuidado los pulsos braquial, radial, lino de edad avanzada.
femoral, poplíteo y pedio.
Los pulsos disminuidos o ausentes están presentes en la arteriopatía periférica (AP). Con- Véase la tabla 12-3, “Empleo del índice
firma los hallazgos midiendo el índice tobillo-brazo (ITB); si es < 0.9, el ITB tiene una tobillo-brazo”, p. 536.
sensibilidad del 70% y especificidad del 90%. En los pacientes con AP, el 30-60% no
refieren síntomas en las piernas.167
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Inspecciona los cambios de la vulva relacionados con la menopausia, como el adelgaza- Las masas benignas comprenden los
miento de la piel, la pérdida del vello púbico y la menor distensibilidad del introito condilomas, los fibromas, los leiomio-
vaginal. Identifica cualquier masa en los labios genitales. Observa las tumefacciones mas y los quistes sebáceos. Véanse
azuladas que pueden ser varicosidades. La protrusión de la pared anterior de la vagina las masas y tumefacciones de la
por debajo de la uretra puede indicar un uretrocele o un divertículo uretral. vulva, la vagina y la uretra en
la tabla 14-2, p. 597.
Inspecciona las paredes de la vagina, que pueden presentar atrofia, y el cuello uterino. El moco cristalizado del cuello uterino
Nota si el moco cervical es fino o si existen secreciones vaginales o cervicales. estimulado por estrógenos es distintivo
del tratamiento hormonal restitu-
tivo, la hiperplasia endometrial y los
tumores productores de estrógenos.
La vaginitis o cervicitis pueden causar
secreciones. Véanse las secreciones
vaginales en la tabla 14-3, p. 598.
Si está indicado, utiliza un cepillo endocervical (menos frecuente una espátula de madera) Las recomendaciones actuales del
para obtener células endocervicales para la citología. Si la vagina atrófica es dema- USPSTF son suspender la detección
siado pequeña, se puede proceder a una toma a ciegas del frotis. en mujeres con riesgo bajo, mayores
de 65 años, si las detecciones previas
han sido negativas.170
Una vez retirado el espéculo, pide a la paciente que haga fuerza con el abdomen para Véase la tabla 14-7, “Posiciones del
detectar un posible prolapso uterino, cistocele, uretrocele o rectocele. útero”, p. 601, y la tabla 14-8, “Anoma-
lías del útero”, p. 602.
Efectúa un tacto bimanual. Verifica el movimiento del cuello uterino y palpa en busca de La movilidad del cuello uterino se res-
posibles masas uterinas o anexiales. tringe en caso de inflamación, enfer-
medades malignas o adherencias
quirúrgicas. El aumento de tamaño
de los fibromas o leiomiomas uterinos
puede ser normal o un leiomiosar-
coma maligno. En el cáncer de ovario
se palpan masas o aumentos de
tamaño de la gónada.
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Realiza la exploración rectovaginal, si está indicado. Explora en busca de irregularidades El aumento de tamaño, fijo o irregular,
uterinas y anexiales a través de la pared rectal anterior, y de las masas rectales. Cámbiate del útero puede indicar adherencias o
los guantes después del tacto bimanual para que no haya sangre en éstos cuando obtengas una posible neoplasia maligna. En el
una muestra de heces. cáncer colorrectal se encuentran
masas rectales.
Genitales masculinos y próstata. Explora el pene, retrayendo el Los hallazgos pueden ser esmegma,
prepucio si fuera necesario. Explora el escroto, los testículos y el epidídimo. cáncer de pene e hidroceles escrotales.
Continúa con el tacto rectal. Evalúa el tono del esfínter. Palpa en busca de cualquier La pérdida de tono rectal puede cau-
masa rectal, nodularidad o masas prostáticas. Los lóbulos anterior y medio de la prós- sar incontinencia fecal. Las masas
tata no son accesibles al tacto rectal, lo que limita su utilidad en la detección de un rectales sugieren cáncer rectal. Des-
aumento de tamaño o de las posibles enfermedades malignas de la glándula. carta el cáncer de próstata si hay
nódulos o masas. Véase la discusión
sobre detección de cáncer de próstata
en las pp. 612-615.
Sistema musculoesquelético. Comienza el estudio con la prueba de Véase en el capítulo 16, Sistema mus-
movilidad de las piernas durante la “Evaluación geriátrica en 10 minutos” (p. 986) al culoesquelético, las tablas 16-1 a 16-10
inicio de la visita. La prueba de movilidad de las piernas se evalúa de manera rutinaria (pp. 696-707).
con la prueba cronometrada de “levantarse y andar”, o PLA, para evaluar la marcha
y el equilibrio, un método excelente para detectar el riesgo de caídas. Pide al paciente que
se levante de la silla, recorra andando unos 3 m, se dé la vuelta y vuelva a sentarse. La
mayoría de las personas mayores pueden completar esta prueba en 10 seg.
Si el paciente presenta alguna deformidad articular, déficits de movilidad, dolor con el Busca alteraciones articulares degene-
movimiento, o tarda mucho en “levantarse y andar”, lleva a cabo una exploración más rativas en la artrosis; inflamación articu-
completa. Recurre a técnicas para explorar cada una de las articulaciones y realiza lar en la artritis reumatoide o gotosa.
una exploración neurológica más exhaustiva.
Para realizarla, el paciente lleva puesto el calzado habitual, utiliza su auxiliar de la marcha
habitual, si lo necesita, y se sienta en una silla con reposabrazos.
Tras la orden “adelante”, se pide al paciente que haga lo siguiente:
1. Se levante de la silla.
2. Ande unos 3 m (en línea recta).
3. Se dé la vuelta.
4. Vuelva andando hasta la silla.
5. Se siente.
Cronometra el segundo intento.
Observa al paciente para estudiar la estabilidad postural, la marcha polineurítica, la longitud
de la zancada y el balanceo.
Puntuación:
● Normal: completa la tarea en < 10 seg.
Una puntuación baja se relaciona con una buena autonomía funcional; una puntuación alta
se relaciona con escasa autonomía funcional y mayor riesgo de caídas.
Fuente: Get-up and Go Test. En: Mathias S, Nayak USL, Isaacs B. “Balance in elderly patient” The “Get
Up and Go” Test. Arch Phys Med Rehabil. 1986;67:387; Podsiadlo D, Richardson S. The Timed “Up and
Go”: A test of basic functional mobility for frail elderly persons. J Am Geriatr Soc. 1991;39:142.
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Sistema nervioso. Como sucede con la exploración del sistema Aprende a diferenciar entre delirio,
musculoesquelético, empieza el examen del sistema nervioso con la evaluación geriátrica depresión y demencia (tabla 20-2,
en 10 min (véanse p. 986). Pon especial atención en la memoria y el estado de ánimo. p. 1 001). Busca minuciosamente las
causas subyacentes.105,106 Véase la
exploración de la demencia con Mini-
Cog en la tabla 20-3, p. 1 002, y la Eva-
luación cognitiva de Montreal (MoCA)
en la tabla 20-4, p. 1 003.
Asimismo, presta especial atención a la marcha y el equilibrio, en particular el equilibrio Las anomalías de la marcha y del equi-
en bipedestación; el tiempo necesario para dar ocho pasos; las características de la mar- librio, en particular el aumento de la
cha, la anchura, el ritmo y la longitud de cada paso, y el giro cuidadoso del cuerpo. Un base de sustentación, los pasos lentos
estudio reciente de trastornos neurológicos de la marcha frente a los no neurológicos y largos y la dificultad para dar la
(principalmente problemas ortopédicos de la cadera y la rodilla) mostró que los prime- vuelta se correlacionan con el riesgo
ros (p. ej., la marcha parkinsoniana, la atáxica sensorial, la espástica, el trastorno de de caídas.135,138
la marcha de nivel superior y en particular los trastornos neurológicos múltiples
de la marcha) triplican el riesgo de caídas recurrentes.171 Los investigadores están estu-
diando la neurobiología de los trastornos de la marcha como marcadores de demencia
preclínica y de otras alteraciones neurológicas que pueden llevar a un diagnóstico
más precoz y a nuevas estrategias de prevención.172
Explora en busca de evidencia de Temblor, Rigidez, Acinesia e inestabilidad Postural, Estos signos se presentan en la enfer-
o TRAP, que son varias de las características más frecuentes de la enfermedad de Par- medad de Parkinson, que se encuentra
kinson.176 También busca bradicinesia, el signo clínico más característico, así como en alrededor de 60 000 nuevos casos
micrografía, marcha titubeante y dificultad para levantarse de una silla. por año y afecta a 1 millón de perso-
nas en los Estados Unidos.177 El tem-
blor posee una frecuencia lenta, surge
en reposo y se parece a la operación
de “contar monedas”, y empeora con
el estrés y se inhibe durante el sueño
o los movimientos. Los síntomas pro-
drómicos no motores incluyen
la depresión, el trastorno de conducta
durante los movimientos oculares
rápidos y la somnolencia diurna, y se
están identificando actualmente.178,179
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El Sr. J es un anciano de aspecto saludable, con sobrepeso y con una buena masa y tono muscu-
lar. Está atento y colabora en la exploración; recuerda bien su historia de vida. Viene acompa-
ñado de su hijo.
Signos vitales. Altura (descalzo): 1.60 m. Peso (vestido): 65 kg. IMC: 28. PA: 145/88 en el brazo
derecho, en decúbito; 154/94 en el brazo izquierdo, en decúbito. FC: 98, regular. FR: 18. Tempe-
ratura (bucal): 37 ºC.
Evaluación geriátrica en 10 min. (véase p. 986)
Visión. El paciente refiere dificultad para leer. Agudeza visual de 20/60 en las cartillas de Hay que evaluar la necesidad de gafas
Snellen. y quizá de auxiliares auditivos.
Audición. No oye la voz susurrada en ningún oído. No puede oír frecuencias de 1 000 o 2 000 Hz
con el audioscopio en cualquiera de los oídos.
Movilidad de los miembros inferiores. Da 20 pasos de forma ligera, se gira, regresa a la silla Es necesaria la evaluación adicional
y se sienta en 14 seg. de la incontinencia, incluyendo la eva-
Incontinencia urinaria. Ha tenido fugas de orina, mojándose la ropa interior, en 20 días luación “DIAPERS” (véase p. 987), la
diferentes. exploración de la próstata y el residuo
posmiccional, que normalmente es
≤ 50 mL (requiere cateterismo o eco-
grafía vesical).
Nutrición. Ha adelgazado de forma involuntaria 7 kg en los últimos 6 meses. Evalúa y da seguimiento a la pérdida
de peso. Detección de necesidades
Memoria. Puede recordar tres ítems al cabo de 1 min. nutricionales, p.141.
Depresión. No suele sentirse triste ni deprimido.
Discapacidad física. Puede caminar deprisa, pero no montar en bicicleta. Puede realizar traba- Considerar un régimen de ejercicios
jos moderados, pero no pesados en casa. Va a comprar abarrotes o ropa. Puede ir a sitios a los para el fortalecimiento muscular.
que se puede llegar a pie. Se baña cada día sin dificultad. Se viste y es capaz de abrocharse los
botones y subirse la cremallera; puede calzarse solo.
Exploración física
Piel. Caliente y húmeda. Uñas sin acropaquia ni cianosis. Pelo fino en la coronilla.
(continúa)
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Cabeza, ojos, oídos, nariz y garganta. Cuero cabelludo sin lesiones. Normocefalia y ausencia de
traumatismo craneoencefálico. Conjuntiva rosada, esclerótica turbia. Pupilas de 2 mm, con
constricción a 1 mm, redondas, regulares y simétricas en respuesta a la luz y a la acomodación.
Movimientos extraoculares intactos. Bordes de la pupila nítidos, sin hemorragias ni exuda-
dos. Ligero estrechamiento arteriolar. Tímpanos con un buen cono luminoso. Weber en línea
media. Conducción aérea ≥ conducción ósea. Mucosa nasal rosada. Ausencia de dolor durante
la palpación de los senos. Mucosa bucal rosada. Dentición aceptable. Se observan caries.
Lengua en línea media, ligeramente enrojecida. Faringe sin exudados.
Cuello. Blando. Tráquea en línea media. Lóbulos tiroideos ligeramente aumentados de tamaño,
sin nódulos.
Ganglios linfáticos. Sin adenopatías cervicales, axilares, epitrocleares o inguinales.
Tórax y pulmones. Tórax simétrico. Cifosis. Resonancia pulmonar con buen desplazamiento
diafragmático. Murmullo vesicular. Diafragmas distendidos 4 cm a ambos lados.
Sistema cardiovascular. Presión venosa yugular 6 cm por encima de la aurícula izquierda. Latido
carotídeo intenso, sin soplos. Impulso apical máximo en el 5.o espacio intercostal, 9 cm lateral
a la línea media esternal. Soplos en la punta holosistólicos ásperos, grado 2/6, irradian a la
axila. No se auscultan R3, R4, ni otros soplos.
Abdomen. Hundido, con peristaltismo activo. Blando, indoloro. Sin masas ni hepatoespleno-
megalia. El hígado mide 7 cm en la línea clavicular media derecha; borde liso y palpable en el
reborde costal derecho. No hay dolor a la palpación en el ángulo costovertebral derecho.
Genitourinario. Circuncisión. Sin lesiones en el pene. Testículos descendidos bilateralmente,
suaves, sin masas ni dolor.
Recto. Buen tono muscular del esfínter rectal. Bóveda rectal sin masas. Deposiciones de color
marrón, resultado negativo en la prueba de sangre oculta.
Miembros. Calientes y sin edema. Pantorrillas blandas.
Sistema vascular periférico. Pulsos 2 + y simétricos.
Sistema musculoesquelético. Ligeras alteraciones degenerativas en las rodillas, con atrofia
cuadricipital. Amplitud de movimiento satisfactoria en todas las articulaciones.
Neurológico. Buena orientación personal, espacial y temporal. Evaluación cognitiva de Montreal
(MoCA): puntuación 29. Nervios craneales II-XII intactos. Motor: disminución de la masa cuadri-
cipital. Tono intacto. Fuerza 4/5. Movimientos alternantes rápidos y prueba dedo-nariz intacta.
Marcha con ampliación de la base de sustentación. Sensibilidad intacta (dolor, tacto ligero,
postura y vibración). Romberg negativo. Reflejos 2 + y simétricos con respuesta plantar flexora.
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Explicaciones culturales de las ¿Usted o alguien más tiene un nombre para el problema que presenta en este momento?
enfermedades individuales ¿Por qué piensa que le está pasando esto?
¿Que lo hará mejorar o empeorar?
¿Cuándo comenzó y cuándo cree que mejorará?
¿Alguien más que conozca tuvo este problema?
¿Qué actividades le ha impedido realizar este problema que usted, su familia o sus amigos esperan
que haga?
¿A quién más ha visto buscando ayuda por este problema?
¿Debo hablar con alguien más en quien confíe para ayudarle con este problema?
Elementos culturales de la relación ¿Piensa que sus amigos o su familia se enojarían si me habla sobre este problema?
médico-paciente ¿Qué puedo hacer para que se sienta mejor?
¿Con qué frecuencia puede verme?
¿Tiene alguna expectativa o preocupación acerca del tratamiento?
¿Qué piensa sobre los medicamentos?
¿Puedo compartir sus respuestas con alguien en quien confíe?
Fuente: Aggarwal NK. Reassessing cultural evaluations in geriatrics: insights from cultural psychiatry. J Am Geriatr Soc. 2010;58:2191.
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Delirio Demencia
Características clínicas
Inicio Agudo Insidioso
Evolución Fluctuante, con intervalos de lucidez; peor Lentamente progresiva
en la noche
Duración Horas a semanas Meses a años
Ciclo sueño/vigilia Siempre interrumpido Sueño fragmentado
Enfermedad clínica general Alguno o ambos presentes Por lo general ausentes, en especial en la
o toxicidad por fármacos enfermedad de Alzheimer
Estado mental
Nivel de consciencia Alterado. Persona menos alerta para tener una Suele ser normal hasta etapas tardías del curso
consciencia clara del entorno y menos capaz de la enfermedad
de concentrar, mantener o cambiar su atención
Conducta Actividad disminuida (somnolencia) o aumentada Normal o lenta, puede volverse inapropiada
(agitación, hipervigilancia) con frecuencia
Habla Puede ser titubeante, lenta o rápida, incoherente Dificultad para encontrar las palabras, afasia
Estado de ánimo Fluctuante, lábil, de temeroso o irritable a normal A menudo plano, deprimido
o deprimido
Procesos de pensamiento Desorganizado, puede ser incoherente Empobrecidos. El habla da poca información
Contenido del pensamiento Ilusiones frecuentes, por lo general transitorias Puede haber ilusiones
Percepción Ilusiones, alucinaciones, con más frecuencia Puede haber alucinaciones
visuales
Juicio Alterado, con frecuencia en grado variable Cada vez más alterado en el curso de la
enfermedad
Orientación Por lo general desorientado, sobre todo en tiempo. Se conserva bastante bien, pero se altera en las
Un lugar conocido puede parecer desconocido etapas avanzadas de la enfermedad
Atención Fluctuante, con inatención. La persona se distrae Habitualmente no está afectada hasta las etapas
fácilmente, incapaz de concentrarse en tareas avanzadas de la enfermedad
seleccionadas
Memoria Alteración de la memoria inmediata y reciente Alteración principalmente de la memoria reciente
y de los nuevos aprendizajes
Ejemplos de la causa Delirium tremens (debido a supresión etílica) Reversible: deficiencia de vitamina B12, trastornos
Uremia tiroideos
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MINI-COG
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Adultos mayores (cont.) vías urinarias y, 461-464 Ángulo de Louis, 304, 304f
depresión, 982 adulto, 7-13, 8r Ángulo esternal, 304, 304f, 375
detección de cáncer, 981, 981r antecedentes, 10 Anhedonia, 156, 157
detección, tiempo de, 976-977 confiabilidad de la información, 8r, 9 Anillo fibroso, 668
ejercicio, 978, 978r enfermedades actuales, 9-10 Anillo inguinal, 543
prevención de caídas, 978 fecha y hora, 8 Anillos traqueales, 258
seguridad en el hogar, 978, 978r fuente de la historia/remisión, 9 Anillos/redes mucosas, 490t
vacunación, 979, 979r-980r historia familiar, 10-11 Ánimo, en la exploración del estado mental, 155,
visión y audición, 977-978 personales y sociales, 11 155r, 161
técnicas de exploración, 985-997 quejas principales, 9 Anisocoria, 235, 277t, 736
abdomen, 994 revisión por sistemas, 11-13 Ano
mamas y axilas, 994 visión general, 8r anatomía y fisiología, 607-608, 607f, 608f
sistema cardiovascular, 993-994 boca en, 221 anomalías, 621t-622t
Adventicia, de las arterias, 509f, 510-511 cabeza en, 216-217 registro de hallazgos, 619, 619r
Afasia, 160, 160r, 784t cambios de peso en, 113-114 técnicas de exploración
Broca, 784t clases de, 67-68 en hombres, 616-618
Wernicke, 784t como pruebas diagnósticas, 46-47 en mujeres, 619
Afecto, en la exploración del estado mental, 155r, 159 cuello en, 221 Anorexia, 458
Afonía, 784t datos subjetivos vs. datos objetivos en, 7r Anorexia nerviosa, características clínicas, 140t
Afroamericanos dirigida, 67 Anquiloglosia, 827
cáncer de mama en mujeres, 425 dolor de cabeza en, 216-217 Anquilosis, 643
diferencias en la atención a la salud, 135 dolor en, 114, 134-137 Ansiedad, 163r
enfermedad cardiovascular en, 727, 727r exhaustiva vs. enfocada, 5r con hiperventilación
Agudeza visual exploración de la conducta y el estado mental, disnea en, 332t-333t
técnicas de exploración 153-156, 154r-155r dolor torácico en, 330t-331t
en lactantes, 824 familia, 10-11 exploración del estado mental, 155
en niños, 866-867, 867r, 867f fatiga y debilidad en, 112 por extraños, 856
Alergias, anamnesis, 10 fiebre, escalofrío y sudoración nocturna en, 112 preguntas de detección precoz, 151r
Aleteo nasal, en lactantes, 829 formato, 66 trastornos, 155, 169t
Algodoncillo en el paladar, 293t garganta en, 221 Antecedentes, paciente, 8r, 10
Aliño genitales femeninos en, 569-575, 570r Antecedentes personales y sociales, del paciente,
en el reconocimiento general, 121 genitales masculinos en, 544-547, 544r 8r, 11
en la exploración del estado mental, 159 interrogatorio y, 65-105, 65f Antecedentes sexuales, obtención
Allen, prueba de, 529-530, 530f mamas en, 422-423 femeninos, 573
Allis, signo de, 844 nariz en, 220-221 masculinos, 544-547, 544r
Alopecia areata, 209t oídos en, 219-220 Antecedentes sociales, en la anamnesis, 8r, 11
Alopecia cicatricial, 210t ojos en, 217-218 Anticoncepción posparto, plan, 933-934
Altura del fondo, 944 pasado, 10 Antígeno prostático específico, 612-614
Alucinación, 163r revisión por sistemas en, 11-13 Antihélix, 242, 242f
Alvéolos, 309 senos en, 220-221 Aorta, 344
pulmonares, 308 sexual, 544-546, 544r, 572-573 abdominal, consideraciones anatómicas,451
Amenorrea, 570r, 571, 901 sistema cardiovascular, 355-358 coartación, 131
durante el embarazo, 931r sistema musculoesquelético en, 630-635 consideraciones anatómicas, 450f, 451
American Academy of Pediatrics (AAP), 801 sistema nervioso en, 721-725 técnicas de exploración, 483
American College of Chest Physicians (AACP), sistema vascular periférico en, 517-518 Aparato gastrointestinal, en la anamnesis, 455-461
59, 63t social y personal, 11 Aparato genital
American College of Obstetricians and tórax y pulmones en, 310-313 en revisión por sistemas, 13r
Gynecologists (ACOG), 936 Anasarca, 357 femenino. Véase Genitales femeninos
Amígdalas Anestesia, definición, 754 masculinos. Véase Genitales masculinos
en niños, 874 Aneurisma Aparato urinario
normal, 292t aórtico abdominal, 483, 520-521 en la anamnesis, 462-464
técnicas de exploración detección, 520-521 en revisión por sistemas, 13r
Amigdalitis, 874 en adultos mayores, 483 Apariencia general, 12r, 120-123
exudativa, 292t factores de riesgo, 483 Apéndice, consideraciones anatómicas, 451
Amplitud de movimiento Aneurisma aórtico Apendicitis
activa, definición, 642 abdominal, 483, 520-521 aguda, 488t, 503t
en la exploración articular, 642 adultos mayores, 483 técnicas de exploración, 485-486
pasiva, definición, 642 detección 520-521 Apgar, puntuación de, 804, 805r
técnicas de exploración factores de riesgo, 483 Ápice cardíaco, 344
articulación temporomandibular, 645 Aneurisma de la aorta abdominal (AAA), 483 Apnea, 313, 829
cadera, 679, 679r, 680-681 detección, 520-521 obstructiva del sueño, 313
codo, 657r en adultos mayores, 483 Apófisis
columna vertebral, 672r-673r factores de riesgo, 483 coracoides, 646, 646f, 649
de la muñeca, 662-664 Anexos, 567 espinosa, 667, 667r, 668, 668f, 669, 671, 671f,
dedos y pulgares, 664-665 durante el embarazo, 930, 947 675f
hombro, 651, 651r-652r masas, 592, 603t mastoides, 243, 243f
rodilla, 688, 688r, 689, 689r-690r Angina de pecho, 310, 330t-331t, 356 olecraneana, 657
tobillo y pie, 693-694 Angioedema, 290t transversa, 667r
Analgesia, definición, 754 Angioma xifoides, 449f, 450f, 451
Anamnesis. Véase también Interrogatorio en araña, 205t Apreciación (crítica), 56-59
abdomen en, 453-464 en cereza, 196t, 205t generalizabildad, 59
aparato gastrointestinal, 455-461 Ángulo costovertebral, 451, 451f recomendaciones de guías, 59
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Base del corazón, 343 Bronquio(s), 308 Calculadoras de riesgo de vasculopatía, 365r
Bata blanca, hipertensión de, 124r, 126, 131 principal derecho, 308 Callo, 707t
Bayes, teorema de, 51-52 principal izquierdo, 308 en el pie, 707t
Bazo, 840 segmentarios, 308 Calor, en la exploración articular, 643r
consideraciones anatómicas, 450, 450f, 451 Bronquitis Cámaras del corazón, 345, 345f
en niños, 881 aguda, tos en, 334t Campos visuales, 228, 228f
palpación, 480-481, 480f, 481f crónica defectos, 273t, 736
percusión, 479, 479f, 480f Brudzinski, signo de, 765, 876 nervio óptico y, 736
técnicas de exploración, 479-481 Brushfield, manchas de, 824, 916t técnicas de exploración
Beers, criterios de, 972 Buerger, enfermedad de, 534t en niños, 867
Bell, parálisis de, 739 prueba de, 531-532, 532f Canales semicirculares, 243f, 244
Beneficencia, atención del paciente, 100r Bula, 193t Cáncer. Véase también cánceres específicos
Bethesda, sistema de para la clasificación del frotis Bulimia nerviosa, características clínicas, 140t colorrectal
de Papanicolaou, 577r Bursitis, 631 detección, 468-470, 469r
Bilirrubina, 174 anserina, 684, 687 epidemiología, 468
en ictericia, 460-461, 461r del olécranon, 656, 702t factores de riesgo, 468
Biot, respiración de, 335t isquial (isquioglútea), 676 guías, 469
Blefaritis, 275t isquiática (isquioglútea), 679 prevención, 468-469
Bloqueo, 162r olecraneana, 702t cuello uterino, 600t
Boca prerrotuliana, 684, 687 detección, 575-578, 576r, 577r
anatomía y fisiología, 252-254, 252f, 253f, 254f subacromial, 650 factores de riesgo, 575
durante el embarazo, 943 subdeltoidea, 650 virus del papiloma humano y, 575
en la anamnesis, 221 trocantérica, 631, 635, 676 de esófago, 490t
técnicas de exploración, 255-256 de estómago, 488t
en lactantes, 826-827 de la cavidad bucal, 224
en niños, 872-875, 872r de la lengua, 256
encías y dientes, 255 C de la vulva, 596t
labios, 255 Cabello de mama, 423-434
lengua y piso de la boca, 256 anatomía, 174 asesoramiento, 433
mucosa bucal, 255, 255f de adultos mayores, 958f, 959 características de, 444t
techo de la boca, 255 durante el embarazo, 942 densidad mamaria y, 429
Bocio, 221, 262 en enfermedad vascular arterial periférica, 518 detección, 427-433
multinodular, 299t pérdida de. Véase Pérdida de cabello en hombres, 426, 440
retroesternal, 263 terminal, 174 en mujeres afroamericanas, 425
Bolsa(s) vello, 174 enfermedad benigna y, 428, 428r
articulaciones sinoviales y, 630 Cabeza evaluación de riesgo, 424-437
de la cadera, 676 anatomía y fisiología, 224-225, 225f factores de riesgo, 425, 425r-426r, 433
de la rodilla, 684 en la anamnesis, 216-217 herramientas de evaluación de riesgo, 426-
definición, 626r en la exploración física, 21 427
del codo, 656 en la revisión por sistemas, 12r incidencia, 424r, 425-426
del hombro, 648 nódulos y quistes de, 828f mutaciones BRCA1 y BRCA2, 427-428
Bolsa anserina, 683f, 684, 686-687 registro de hallazgos, 266r quimioprevención, 432-433
Bolsa de Douglas, 568 técnicas de exploración, 225-226 signos visuales, 445f, 445t
Bolsa del iliopsoas, 676 cabello, 225 sitios en Internet, 433, 433r
Bolsa del olécranon, 656 cara, 226 de páncreas, 488t
Bolsa del psoas, 676 cráneo, 226 de próstata, 623t
Bolsa del semimembranoso, 684 cuero cabelludo, 225 detección, 612-615, 612r, 614r, 615r
Bolsa iliopectínea, 676 durante el embarazo, 942-943 factores de riesgo, 610, 611r
Bolsa isquiática (isquioglútea), 676, 679, 679f en adultos mayores, 991-993 prevención, 611-612
Bolsa isquioglútea, 676 en lactantes, 820-823 quimioprevención, 611
Bolsa prerrotuliana, 684, 686-687 en niños, 865-866 recursos sobre, 614, 615r
Bolsa rectouterina, 568 piel, 226 tasas de incidencia y mortalidad, 611f
Bolsa subacromial, 648 Cadera(s) del pene, 558t
Bolsa suprarrotuliana, 684, 686-687 anatomía, 674-676, 674f, 675f gástrico, 488t
Bolsa trocantérica, 674f, 675f, 676, 678, 679, 679f deformidad en flexión de, 680 pulmonar, 315-316
Borborigmos, 472 evaluación motora rectal, 622t
Bradicinesia, 719 abducción, 746 testicular, 552, 559t
Bradipnea, 335t aducción, 746 Cáncer colorrectal
Braquiorradial, 656 extensión, 747 detección precoz, 468-470, 469r, 615
reflejos, evaluación, 760, 760f flexión, 746, 746f estreñimiento, 494t
Brazo(s) movimientos, 679r, 680-681 factores de riesgo, 468
arterias, 512, 512f técnicas de exploración, 676-681 Cáncer de mama, 423-434
evaluación de coordinación, 749, 749f Caídas asesoramiento sobre, 433
ganglios linfáticos, 515, 515f algoritmo STEADI, 987r, 988f características de, 444t
sistema vascular periférico, técnicas de evaluación para prevención, 987-989 densidad mamaria y, 429
exploración, 522-523 factores de riesgo, 641 detección de, 427-433
BRCA1, 427-428 promoción y asesoramiento sobre salud y, 641 en hombres, 426, 440
BRCA2, 427-428 Calcio en mujeres afroamericanas, 425
Brecha auscultatoria, 128, 128f fuentes alimentarias, 143t evaluación del riesgo de, 424-427
Broca, afasia de, 784t ingestión dietética recomendada, 640r factores de riesgo para, 425, 425r-426r, 433
Broncofonía, 327 osteoporosis y, 639-640 herramientas de evaluación de riesgo, 426-427
Bronquiectasia, tos en, 334t Calculadora FRAX, 639 incidencia, 424r, 425-426
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
mutaciones BRCA1 y BRCA2, 427-428 secundaria, 216, 268t-269t, 721 movimientos, 657r
probabilidad de desarrollo, 424r signos de alarma, 216r técnicas de exploración, 656-657
quimioprevención, 432-433 síntomas asociados con, 217 Coeficiente de variación, 55
signos visuales de, 445f, 445t tensional, 216, 267t Colecistitis
sitios de internet para, 433, 433r unilateral, 216 aguda, 488t, 503t
Cáncer de piel Cefalohematoma, 821, 913t técnicas de exploración, 486-487
carcinoma de células basales, 176, 198t Célula del asta anterior, 775t Cólico biliar, 488t
carcinoma de células escamosas, 176,197t, Celulitis, aguda, 534t Cólico ureteral, 463, 464f
199t, 207t Centers for Disease Control and Prevention Colitis ulcerativa
detección precoz, 178-180 (CDC), 17 diarrea secundaria, 492t
enfermedades sistémicas y hallazgos asociados, recomendaciones para la higiene de manos, Colles, fractura de, 660
207t-208t 17r-18r Colobomas, 824
melanoma, 176 Cepillado cervical, 589r Colon, consideraciones anatómicas, 450f, 451
detección precoz, 178, 178r-180r Cepillo endocervical, 590r Colonoscopia, 469, 469r, 470, 615
evitar la radiación ultravioleta y camas de Cerebelo, 711f, 714 Columna posterior, de la médula espinal, 719-
bronceado, 177 Cerebro, 713 720, 719f
factores de riesgo, 177r anatomía de, 711-712, 711f, 713-714, 713f enfermedades, 754-755
protector solar como prevención, 177 lóbulos de, 711f Columna vertebral
técnicas de exploración, 180-188 medio, 714, 715f anatomía, 666-668, 667r
Cáncer esofágico, 490t tumores de, dolor de cabeza por, 268t-269t movimientos, 672r-673r
Cáncer pulmonar, 315-316 Cerumen, 246 técnicas de exploración, 668-674
tos en, 334t Cervicitis mucopurulenta, 600t Coma, 769r
Candidosis, 293t, 297t Chadwick, signo de, 930 escala de coma de Glasgow, 791t
oral, 916t Chalación, 275t estructural, 790t
Capacidad, 88 Chancro sifilítico primario, 291t toxicometabólico, 790t
de aprendizaje, en la exploración del estado Chancroide, 557t Comodidad del paciente, durante la exploración
mental, 165 Cheyne-Stokes, respiración de, 335t física, 16-17
de cálculo, 166 Chondrodermatitis helicis, 286t Compartimento lateral, 686
de construcción, 166-167, 167f Chvostek, signo de, 823 Compartimento medial de la rodilla, 685, 685f
de toma de decisiones, 88r Cianosis, 318 Compartimento femororrotuliano, 686
Capilares, anatomía, 511 central, causas cardíacas, 832r Competencia clínica, bases, 3-41
Cápsula articular, 628 generalizada, 918t anamnesis, 7-13
del hombro, 648 labios azules, 918t estudio de casos, 30-40, 41t
Cápsula interna, 713f, 714 peribucal, 918t evaluación clínica, 24, 24f, 25-29
Capsulitis adhesiva, 701t periférica, 918t evaluación del paciente, 5-7
Caput succedaneum, 821 Ciática, 635, 699t exploración física, 14-24
Cara, durante el embarazo, 942 evaluación, 765-766 hallazgos, registro, 38-40
Carcinoma Ciclo cardíaco, 345-348, 346f, 347f, 348f planificación, 24, 24f, 29, 29f
cuello uterino, 600t ondas del ECG y, 352, 352f razonamiento clínico, 24, 25-29
de células basales, de la piel, 198t, 286t Ciego, consideraciones anatómicas, 450f, 451 registro clínico de calidad, 29-37
de células escamosas, 197t, 199t Cifoescoliosis torácica, 336t Competencia cultural
labios, 291t Cifosis, 960 autorreflexión, 85
pene, 558t torácica, 670 comunicación respetuosa, 85-86
piso de la boca, 298t Cintura escapular, 646 definición, 82
vulva, 596t Circunferencia de la cintura, 123 humildad cultural, 82-84
in situ, 198t Circunloquios, 160 dimensiones de, 85-86, 85r
Caries del biberón, 873, 917t Circunstancialidad, 161r relación de colaboración, 86
Caries dental, en niños, 872-873, 917t Cistocele, 597t Comportamiento
Caroteno, 174 Cistouretrocele, 597t en la exploración del estado mental, 158-159
Cartílago articular, 626r Clamidia, 579, 579r, 589 motora, 159
Cartílago cricoideo, 258, 258f Clasificación de Recomendaciones, Valoración, Comportamiento ritual, 155
Cartílago tiroideo, 258, 258f Desarrollo y Evaluación (GRADE), 59 Compresa de algodón hidrófilo, 241f, 285t
Carúnculas uretrales, 597t Claudicación Compromiso de largo plazo con el paciente, 72
Cataratas, 222, 276t, 991 crónica, en la infancia, 886 Compulsiones, 162r
nucleares, 276t intermitente, 517, 534t Comunicación no verbal, 71
periféricas, 276t Claus, modelo de, 427 Comunicación respetuosa, 85-86, 85r
Cauda equina, 714, 714f Clavícula, 257, 257f, 646-647, 646f, 829 Condiciones metabólicas, estreñimiento
compresión, 671 Clítoris, 565-566, 565f relacionado con, 494t
Cavidad sinovial, 628 Cloasma, 942 Cóndilo de la mandíbula, 644
CDC. Véase Centers for Disease Control and Clonus en el tobillo, 763, 763f, 848 Cóndilo lateral de la tibia, 682, 682f
Prevention (CDC) Coartación de la aorta, 131, 878 Cóndilo medial de la tibia, 682, 682f
Cefalea Cociente de desarrollo, 852, 852r Condiloma acuminado, 596t
atributos de, 216 Cocientes de verosimilitudes, 50-51, 51r Condromalacia, 686
centinela, 216 Cóclea, 243f, 244 Conducción aérea, 244, 739
en la anamnesis, 216-217, 721-722 Codo Conducción ósea, 244, 739
en racimos, 216, 267t consideraciones anatómicas, 656, 656f Conducta, en la exploración del estado mental, 159
en trueno, 216, 268t-269t de golfista, 657, 702t Conducto anal, 607-608, 607f
migraña, 722 de lanzador, 657, 702t Conducto arterioso permeable, 412t, 920t
por abuso de medicamentos, 217 de tenista, 657, 702t Conducto auditivo, 242-243, 242f, 825
posconmoción, 268t-269t extensión, prueba, 744, 744f inspección, 245-246, 245f, 246f
posición de la cabeza y, 217 grupos musculares, 656, 656f Conducto de Stensen. Véase Conducto parotídeo
primaria, 216, 267t, 721 inflamado/dolorido, 702t Conducto eyaculador, 542
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Conducto femoral, 544 durante el embarazo, 943 detección precoz, 575-576, 575-578, 576r, 577r
Conducto inguinal, 543 en adolescentes, 895-896 factores de riesgo, 575
Conducto nasolagrimal, 227, 227f en lactantes, 832-838 virus del papiloma humano y, 575
obstrucción, 264, 264f en niños, 877-879 durante el embarazo, 930, 946-947
Conducto parotídeo, 225, 225f, 254, 254f y grandes vasos, 344 inspección, 588-589
Conducto submandibular, 225, 225f Cordón espermático mielopatía, 698t
Conductos de Wharton, 254, 254f anatomía, 542 orificio, 567, 600t
Conductos deferentes, anatomía, 542 anomalías, 560t pólipo, 599t
Condyloma latum, 596t palpación, 553, 553f radiculopatía, 698t, 745
Condylomata acuminata, 557t torsión, 560t soplo sistólico, 355
Confabulación, 162r varicocele, 560t variaciones en la superficie, 599t
Confidencialidad Cordón umbilical, neonato, 838 Cuerno cutáneo, 197t
adolescentes y, 892 Corea, 783t Cuerpo cavernoso, 541
en la atención del paciente, 100r Coriorretinitis, curada, 285t Cuerpo ciliar, 227, 227f
Congestión nasal, 220 Córnea, 226, 226f Cuerpo esponjoso, 541-542
Conjuntiva, 226, 824 Cornetes, 249, 249f Cuerpo extraño en el ojo, 264
bulbar, 226, 226f Corona, 541-542 eversión del párpado superior para búsqueda,
palpebral, 226, 226f Coronariopatía, dolor de pecho, 356 264-265, 265f
Conjuntivitis, ojos rojos en, 270t Corteza cerebral, lesiones, 774t Cuerpo vertebral, 667, 667r
Cono de luz, 243, 243f Corteza sensorial, lesiones, 755-756 Cuerpo vítreo, 227, 228f
Consciencia Costillas, 304-305 Cuestionario CAGE, 97
nivel de flotantes, 304 para abuso de alcohol, 151r, 465
en el reconocimiento general, 120 fracturadas, identificación, 329 Cultura, definición, 84
en la exploración del estado mental, 159 Craneosinostosis, 822, 913t Cushing, síndrome de, facies, 272t
paciente comatoso, 768, 769r Craneotabes, 822 Cutis marmorata, 816
pérdida de, en la anamnesis, 724 Crecimiento somático Cutis rhomboidalis nuchae, 206t
Conservación de la salud, 10 de adolescentes, 894
Consideraciones psiquiátricas, en revisión por de lactantes, 813-814
sistemas, 13r de niños, 862-863
Constantes vitales, 111, 123-134. Véase también Crepitación, 319 D
Signos vitales; Frecuencia cardíaca; Cresta ilíaca, 449f, 668f, 669, 670, 674, 674f, 675 Dacriocistitis, 825
Ritmo cardíaco; Hipertensión; Criptorquidia, 559t, 841, 881 Datos del paciente, 30
Frecuencia respiratoria; Temperatura, Crisis atónica (drop attack), 781t Datos objetivos, 24
corporal Crisis convulsivas, 780t-781t frente a subjetivos, 6, 7r
documentación, 138, 138r agudas sintomáticas, 724-725 Datos subjetivos, de la evaluación del paciente, 24
dolor, 134-137 en la anamnesis, 724-725 frente a datos objetivos, 6-7, 7r
en la exploración física, 21 focales, 780t De Quervain, tenosinovitis de, 661-662, 663,
frecuencia cardíaca, 132 generalizadas, 780t, 781t 664, 745
frecuencia respiratoria, 132 seudocrisis, 781t Debilidad
presión arterial, 124-132 Crisis de ausencia, 781t asimétrica, 723
ritmo cardíaco, 132 Crisis de Gran Mal, 781t distal, 723
ritmo respiratorio, 132 Crisis generalizadas, 781t en la anamnesis, 112, 723
técnicas de exploración Crisis parciales, 780t proximal, 723
durante el embarazo, 942 Crisis tónico-clónica, 781t simétrica, 723
en adolescentes, 895 Crohn, enfermedad de, 492t Dedo(s)
en adultos mayores, 989-990 Cruce arteriovenoso (AV), 281t abducción, prueba, 745, 745f
en lactantes, 814-816 Crujido mediastínico, 338t amplitud de movimiento y maniobras, 665-666
en niños, 863-865 Cuadriplejía, definición, 743 en martillo, 707t
temperatura, 133-134 Cúbito, hueso del antebrazo, 656 en resorte, 704t
Consumo de alcohol Cuello plexímetro, 320, 320f
cuestionario CAGE para, 151r, 465 anatomía y fisiología, 257-259, 257f, 258f plexor, 321, 321f
detección de, 151r, 157, 464-466, 465r en la anamnesis, 221 prueba de frote, 223
en adultos mayores, 974, 974r en la exploración física, 21 Dedos del pie, anomalías, 707t
en la anamnesis, 10 en revisión por sistemas, 12r Defecto del tabique auricular, 920t
ictus y, 729r ganglios linfáticos, 259, 259f Defecto del tabique ventricular, 920t
Consumo de tabaco, en la anamnesis, 10 movilidad/rigidez nucal, 764-765 Defecto horizontal, 273t
Contenido del pensamiento, en la exploración del movimientos, 672r Deformidad en cuello de cisne, 703t
estado mental, 154r, 162, 162r-163r músculos accesorios en, 309f Deformidad en ojal (boutonnière), 703t
Contracciones, durante el embarazo, 931r nódulos y quistes, 828f Deformidad por tic, 211t
Contractilidad del miocardio, 353 registro de hallazgos, 266r Deglución, evaluación, 739
Contractura esofágica, 490t técnicas de exploración, 259-264 Dejar de fumar, 313-315
Convergencia, prueba, 238, 238f adolescentes, 895 Delirio, 156
Coordinación adultos mayores, 991-993 en adultos mayores, 732-733, 1001t
evaluación, en niños, 887 arterias carótidas y venas yugulares, 264 promoción y asesoramiento sobre salud y, 732
evaluación motora, 748-752 durante el embarazo, 942-943 Demencia, 156, 164-165
Corazón. Véase también entradas para cardíaco ganglios linfáticos, 259-261, 260f, 261f detección, 1002t-1003t
anatomía, 343-344, 344f lactantes, 828-829 Evaluación cognitiva de Montreal (MoCA), 1003t
cámaras, válvulas y circulación, 345, 345f niños, 875-876 Examen Mini-Cog, 1002t
como bomba, 352-353 tráquea y glándula tiroides, 261-264 en adultos mayores, 732-733, 1001t-1003t
proyecciones a la superficie, 343-344 Cuello uterino, 566 promoción y asesoramiento sobre salud y, 733
sistema de conducción, 351-352, 351f, 352f anomalías, 600t Densidad ósea, osteoporosis y, 638-639, 639r
técnicas de exploración cáncer, 600t, 923t Dependencia física, 96r
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
Depresión Deterioro cognitivo, en adultos mayores, 967, 982 Direcciones cardinales de la mirada, 231, 231f
detección precoz, 151r, 156-157 Deterioro visual, en lactantes, 824 Disartria, 160, 723, 737, 740, 784t
dolor lumbar y, 636 Dextrocardia, 385 Discinesias bucales-faciales, 782t
en adultos mayores, 732-733 Diabetes Disco herniado, 671, 765
estreñimiento asociado, 494t en ictus, 729r evaluación de, 765
promoción y asesoramiento sobre salud y, 733 enfermedad cardiovascular y, 367, 368r Disco óptico, 227, 228f, 240
Depresiones punteadas, de la placa ungueal, 212t neuropatías periféricas y, 731 anillos y crecientes, 279t
Depresiones transversas, de las uñas, 212t Diafragma, 309 anomalías, 280t
Dermatitis pélvico, 568 copa fisiológica, 279t
atópica, 175, 911t urogenital, 569 exploración, pasos de, 240-241
candidiásica del pañal, 911t Diagnóstico fibras nerviosas meduladas/mielinizadas, 279t
de contacto del pañal, 911t diferencial, 46 variaciones normales, 279t
Dermatofibroma, 196t dual, 147 Discos intervertebrales, 668
Dermatomas, 720 presuntivo, 28-29 herniados, 671
evaluación, 756-757, 756f, 757f Diario de sueño, 971 Discromía en arlequín, 816
definición, 756 Diarrea, 491t-493t Disdiadococinesia, 749
Dermatomiositis, 723 aguda, 459, 491t Disección aórtica, dolor torácico, 330t-331t, 356
Dermis, 174, 174f crónica, 459, 491t-493t Disestesias, 724
Dermoscopia, 181 inducida por medicamentos, 491t Disfagia, 458, 490t
Derrame pleural, 308, 322 inflamatoria, 491t bucofaríngea, 490t
hallazgos físicos, 339t osmótica, 493t esofágica, 490t
Derrame seroso, 288t secretora, 493t Disfonía, 784t
Desarrollo cognitivo voluminosa, 493t Disfunción eréctil, 546
adolescentes, 890 Diastasis de los rectos, 499t, 839, 930 Disfunción sexual
lactantes, 809 Diástole, 345-346 femenina, 573
niños, 854, 854r, 888 identificación de, 392 masculina, 546
Desarrollo del lenguaje Diencéfalo, 711f, 713-714, 715f Dislipidemia
de lactantes, 809 Dientes, 253, 253f, 295t en ictus, 729r
de niños, 854 abrasión, 296t enfermedad cardiovascular y, 368-369, 369f
Desarrollo emocional de niños Dismenorrea, 570, 570r
de adolescentes, 890 caries dental, 872-873 Dismetría, 750
de lactantes, 809 técnicas de exploración, 872-873 Disnea, 310, 311
de niños, 854 tinción, 873, 917t en la anamnesis, 357
Desarrollo físico de Hutchinson, 296t en varios trastornos, 332t-333t
de adolescentes, 890 desgaste, 296t paroxística nocturna, 310, 357
de lactantes, 809 edad de erupción, 873r Dispareunia, 574
de niños, 854, 854r erosión, 296t Dispepsia, 455-456, 488t
Desarrollo infantil supernumerarios, 827 Distensión, 456
en adolescentes, 890 tipos, 873r gaseosa, 500t
en lactantes, 849, 852 Dieta. Véase también Nutrición Distonía, 783t
factores que lo afectan, 800, 800f detección precoz nutricional, 141t Distrofia muscular, 767
primera infancia (1 a 4 años), 853 en la anamnesis, 11 de Duchenne, 741
principios, 800-801, 800r evaluación de ingestión, 116 Disuria, 462
segunda infancia (5 a 10 años), 854 fuentes alimentarias de nutrientes, 143t Diversidad geriátrica, 968r
Desarrollo social mediterránea, 371 Diverticulitis, 494t
de adolescentes, 890 presión arterial y, 118-119, 143t aguda, 488t, 503t
de lactantes, 809 promoción y asesoramiento sobre salud y, 114- Dolicocefalia, 821
de niños, 854, 854r 119,115r Dolor, 134-137. Véase también sitio específico
Descarrilamiento, 161r recomendaciones para pérdida de peso, 117- agudo, 134-137
Desequilibrio, 271t, 722 118, 117r crónico, 134-137
Deserción, sesgo, 57r Dietilestilbestrol, anomalías del cuello uterino definición, 134
Desgarro corneal, 276t debidas a, 600t en la anamnesis, 114
Desgaste, de los dientes, 296t Diferencia de riesgo absoluto, 58 evaluación, 111, 135
Desmayo, 358, 724 Diferencia de riesgo relativo, evaluación de herramientas de evaluación, 135
en la anamnesis, 724 tratamiento, 58 nervio trigémino y, 738
histérico, 778t Diferencias de salud radicular, 634
Desnutrición, signos de, 114 alcohol, medicamentos de prescripcion y abuso tipos de, 135, 136r
Desviación pronadora de sustancias, 157-158 tratamiento de, 137, 137r
definición, 751 cáncer de mama en mujeres, 425 vía sensitiva de, 719-720
prueba, 751, 752f detección de cáncer de próstata, 610, 612, 613 evaluación, 754
Detección detección de osteoporosis, 638 Dolor abdominal, 488t-489t
cáncer de pulmón, 315-316 en la atención a la salud, 135 alto agudo, 455
diabetes, 367, 368r enfermedad cardiovascular, 727 alto crónico, 455-456
en la anamnesis, 10 obesidad/sobrepeso, 109r dolor a la descompresión, 475r
factores de riesgo cardiovascular, 363-370 prevalencia y mortalidad de riesgo de ictus, inferior agudo, 457
participación en deportes, 903, 903r-905r 727-728 inferior crónico, 457
Detección precoz de cáncer riesgo de fractura, 639 inferior, durante el embarazo, 931r
adultos mayores, 981, 981r Dificultad para respirar, signos de, 120-121, 318 síntomas gastrointestinales, 457-458
colorrectal, 615 Difteria, 293t tipos de, 453-454
cuello uterino, 575-578 Diplopia, 218, 722, 723, 737 Dolor articular, 696t-697t
ovario, 578-579 horizontal, 218 consejos para evaluación, 631r
próstata, 612-615 vertical, 218 en la anamnesis, 630-635
ERRNVPHGLFRVRUJ
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Exploración de la cabeza a los pies mantener al paciente informado, 17 como recurso, 859
abdomen, 22 neonato, 804-809, 804f trabajando con, 858-859
cabeza, ojos, oídos, nariz, garganta, 21 pasos de preparación, 14r Faringe
cuello, 21 abordaje del paciente, 14-15 anatomía, 253, 253f, 254, 254f
espalda, 21 técnicas cardinales de exploración, 18-19 evaluación, 740
exploración rectal y genital, 23-24 periódica, 6 técnicas de exploración, 257
ganglios axilares, 22 precauciones estándar y universales, 17-18 en lactantes, 826-827
ganglios epitrocleares, 22 privacidad y comodidad del paciente, 16 en niños, 872-875
mamas, 22 revisión de equipo, 15-16, 15r-16r Faringitis, 221, 292t
miembros inferiores, 22-23 secuencia de exploración, 19 estreptocócica, 874, 917
piel, 21 secuencia y posición, 19-20 Fármacos anabólicos, osteoporosis y, 641
pulmones, 21 técnicas cardinales, 18-19 Fasciculaciones, 740
reconocimiento general, 21 Exploración neurológica, 733-734, 734r-735r Fascitis plantar, 692
signos vitales, 21 asterixis, 766-767 Fase de balanceo, de la marcha, 676-677, 677f
sistema cardiovascular, 22 en el paciente comatoso, 767-772 Fatiga
sistema nervioso, 23 escápulas aladas, 767 durante el embarazo, 931r
tórax anterior y pulmones, 22 exploración del estado mental, 733-735 en la anamnesis, 112
tórax posterior, 21 nervios craneales, 735-741 Fecaloma, 494t
Exploración de la pelvis, 583-584, 584r pautas, 734, 734r-735r Fémur
abordaje, 583-584 radiculopatía lumbosacra, 765-766 en la rodilla, 682
consejos para exploración satisfactoria, 584r reflejos de estimulación cutánea, 763-764 epicóndilo lateral, 682
equipo para, 585 reflejos tendinosos profundos, 758-763 epicóndilo medial, 682
exploración bimanual, 591-592 registro de hallazgos, 773, 773r Fibra, deficiencia de, estreñimiento y, 494t
exploración rectovaginal, 593-594, 593f signos meníngeos, 764-765 Fibras aferentes, 715, 717
genitales externos, 586 sistema motor, 741-752 Fibras eferentes, 715
indicaciones, 583 sistema sensitivo, 752-757 Fibras motoras (eferentes), 715
músculos pélvicos, 592-593 Exploración oftalmoscópica, 238-240 Fibras sensitivas (aferentes), 715, 720
ovarios, 591-592 en lactantes, 825 Fibrilación auricular, 131
posicionamiento del paciente, 586 Exploración otoscópica, de niños, 869-870, ictus y, 729r
uso de espejo, 587-588 869r Fibroadenomas, características, 423r, 444t
uso de lubricante, 594r Exploración rectal Fibroides, del útero, 602t
útero, 591 digital, 612, 612r, 616-619 Fibromialgia, 632
vagina, 590 durante el embarazo, 947 dolor articular en, 696t-697t
Exploración de toda la piel, en busca de cáncer de en hombres, 24 Fiebre
piel, 180-181 en mujeres, 24 ampolla, 290t
Exploración del recto, durante el embarazo, 947 en niños, 885 causas, 133
Exploración física femenina, 619 definición, 112, 133
colocación del paciente, 16, 16r lactantes, 842 en la anamnesis, 112
como pruebas diagnósticas, 46-47 masculina, 616-618 Fiebre reumática, 631, 643
con práctica, 111f uso de lubricante, 594r Fimosis, 551
de la cabeza a los pies Exploración rectovaginal, 593-594, 593f Finkelstein, prueba de, 664, 664f
abdomen, 22 Exposición fetal, a dietilestilbestrol, 600t Fístula anorrectal, 622t
cabeza, ojos, oídos, nariz, garganta, 21 Expresión facial Fisura anal, 622t
cuello, 21 en exploración del estado mental, 159 Fisura palpebral, 226
espalda, 21 en reconocimiento general, 121 Flacidez, 742, 788t
exploración rectal y genital, 23-24 Extensión Flato, 459
ganglios axilares, 22 de la cadera, 679r, 680 Flexión
ganglios epitrocleares, 22 de la columna vertebral, 673r de la cadera, 679r, 680, 680f
mamas, 22 de la muñeca, 662r de la columna vertebral, 672r
miembros inferiores, 22-23 de la rodilla, 688r de la muñeca, 662r
piel, 21 de los dedos, 665, 665f de la rodilla, 688r
pulmones, 21 del codo, 657r de los dedos, 665, 665f
reconocimiento general, 21 del cuello, 672r del codo, 657r
signos vitales, 21 del hombro, 651r del cuello, 672r
sistema cardiovascular, 22 del pulgar, 665-666, 665f del pulgar, 665-666, 665f
sistema nervioso, 23 del tobillo, 693r del tobillo, 693r
tórax anterior y pulmones, 22 Exudados en el hombro, prueba, 651r
tórax posterior, 21 blandos, 285t lateral
de lactantes, 809-811 duros, 285t de la columna, 673r
de niños, 800-801, 804 Eyaculación, 546 del cuello, 672r
documentación, 138r precoz, 546 plantar, 691
enfocada (orientada a problemas), 5-7, 5r Flotadores vítreos, 242
entorno, 15, 15f Fobias, 155, 163r
equipo, 15r-16r social, 151r
etapa de, 14-21 F Folato, fuentes alimentarias, 143t
exhaustiva, 5-7, 5r Facetas articulares, 667, 667r Fondo óptico, 227, 228f, 736
exhaustiva vs. enfocada, 5r Facies, anómala, 264t, 272t Fondo, 566
exploración del paciente en cama, 20-21 en lactantes, 822, 823r en retinopatía diabética, 284t
exploración desde el lado derecho del paciente, Falta de aire. Véase Disnea en retinopatía hipertensiva, 283t
20 en la anamnesis, 357 inspección, 241
iluminación, 15 Familias, de niños manchas de color claro, 285t
instrucciones claras, 16-17 agendas de, 859 manchas y rayas rojas, 282t
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
persona de piel clara, fondo normal, 283t Ganglios basales, 713, 718r pene, 551
persona de piel oscura, fondo normal, 283t daño de, 775t Genu valgo, 684
Fontanelas, de lactantes, 820-821, 821f lesión, 719 Genu varo, 684
Foramen intervertebral, 667, 667r Ganglios linfáticos Ginecomastia, 421, 440, 897
Foramen transverso, 667, 667r anatomía y fisiología, 515-516 Gingivitis, 223, 255
Foramen vertebral, 667, 667r axilares, 515 marginal, 295t
Fordyce, manchas de, 294t centrales, 421-422 ulcerativa necrosante aguda, 295t
Fórnix, 566 de los genitales femeninos, 569 Glande, 541-542, 551
Fosa amigdalina, 254 de los genitales masculinos, 543 Glándula de Meibomio, 226, 226f
Fosa glenoidea, 646f, 647 del área mamaria, 421-422, 441 Glándula lagrimal, 227, 227f
Fóvea, 227, 228f del cuello, 259, 259f Glándula parótida, 224, 225f
inspección, 242 exploración, 259-261, 260f, 261f aumento de tamaño, 272t
Fractura en la exploración física, 22 Glándula prostática
de Colles, 660 epitrocleares, 22, 515, 523 anomalías, 623t
escafoides, 661 funciones de, 515 cáncer, 623t
riesgo con osteoporosis, 639 infraclaviculares, 441 detección, 612-615, 612r, 614r, 615r
supracondílea, 657, 657f inguinales, 515-516, 516f, 524, 543 factores de riesgo, 610, 611r
Fragilidad, en adultos mayores, 955, 975 laterales, 421, 422f, 441 prevención de, 611-612
Frecuencia cardíaca. Véase también Pulsos pectorales, 421, 422f, 441 quimioprevención, 611
de niños, en reposo, 865r registro de hallazgos, 266r recursos, 614, 615r
del nacimiento al primer año, 815r subclavios, 419f tasas de incidencia y mortalidad, 611f
durante el embarazo, 945 subescapulares, 421, 422f, 441 consideraciones anatómicas, 608
en adultos mayores, 958 submandibulares, 261, 261f normal, 623t
evaluación, 132, 132f superficiales, 515-516 palpación, 618-619, 619f
medición de, 373-374 supraclaviculares, 441 Glándula submandibular, 224, 225f
normal, 132 Garganta conductos, 254, 254f
Frecuencia respiratoria en la anamnesis, 221 Glándula tiroidea, 258-259, 258f, 262, 262f
en adultos mayores, 958 en la exploración física, 21 aumento de tamaño difuso, 299t
en lactantes, 815 en la revisión por sistemas, 12r aumento de tamaño y función, 299t
en niños, 865 técnicas de exploración bocio multinodular, 299t
evaluación, 132 en adolescentes, 895 con bocio durante la deglución, 262f
normal, 132 Gasto cardíaco, 352 con bocio en reposo, 262f
Frecuencia urinaria, 462, 496t en adultos mayores, 961 disfunción, síntomas y signos, 299t
durante el embarazo, 931r Genitales ambiguos, 842 durante el embarazo, 943
Frecuencias naturales, 53, 53r Genitales femeninos nódulo solitario, 299t
Frémito, 320, 320f anatomía y fisiología, 565-569, 565f, 566f, palpación, 263, 263f
Frémito palpable, 320, 337t 567f, 568f posición en reposo, 262f
evaluación, 328 en la anamnesis, 569-575, 570r Glándulas apocrinas, 175
Frenillo labial, 252, 252f en revisión por sistemas, 13r Glándulas de Bartholin
Frenillo lingual, 254, 254f enfermedades de transmisión sexual, 574-575, consideraciones anatómicas, 565f, 566
Frío, temblor, 112 596t exploración de las, 586
Fuerza muscular, evaluación motora, 743-748, promoción y asesoramiento sobre salud y, infección, 597t
743r 575-583 Glándulas de Skene, 565f, 566
sistema de calificación de, 743r registro de hallazgos, 595, 595r Glándulas ecrinas, 175
Fuerza prensora de la mano, 663, 663f técnicas de exploración, 583-594, 584r. Véase Glándulas parauretrales
Fuga de ideas, 162r también exploración pélvica consideraciones anatómicas, 565f, 566
Función cognitiva durante el embarazo, 945-947 exploración, 594
en exploración del estado mental, 155r, 164- en adolescentes, 900, 901r Glándulas salivales, 224
167 en adultos mayores, 994-996 Glándulas sebáceas, 175
superior, 155r, 165-167 en lactantes, 841-842 Glándulas sudoríparas, 175
Función intestinal, cambio en la, 459 en niñas, 882-885 Glasgow, escala de coma de, 791t
Función motora, 159 externa, 586 Glaucoma, 222
Función pulmonar, evaluación clínica, 329 hernias, 594 crónico de ángulo abierto, 240
Función sensitiva, neonato, 846 interna, 587-594 ángulo abierto, 235
Función tiroidea, evaluación, 221 técnicas especiales, 594 ángulo abierto primario, 222-223
Furúnculos, 194t Genitales masculinos ángulo cerrado, 235
anatomía y fisiología, 541-543 ángulo cerrado, ojo rojo, 270t
en la anamnesis, 544-547, 544r dolor de cabeza debido a, 268t-269t
G en revisión por sistemas, 13r primario de ángulo abierto, 222-223
enfermedades de transmisión sexual de, 547- Globo ocular, 227
Gail, modelo de, 427 549, 557t Glositis atrófica, 297t
Galactorrea, 423 promoción y asesoramiento sobre salud y, Gonorrea 579, 579r
Galeazzi, prueba de, 844 547-550 Gota
Galope aparente, 836 registro de hallazgos, 556, 556r aguda, 696t
Ganancia de peso técnicas de exploración, 550-556 tofácea crónica, 696t, 703t
durante el embarazo, 936, 937r autoexploración testicular, 555, 555r-556r Gotas midriáticas, contraindicaciones, 238
en la anamnesis, 113 en adolescentes, 898-899 GRADE. Véase Clasificación de las
medicamentos asociados con, 113 en adultos mayores, 996 Recomendaciones, Valoración,
Ganglio amigdalino, 260 en lactantes, 840-841 Desarrollo y Evaluación (GRADE)
Ganglio supraclavicular en niños, 881-882 Grafestesia, 755
aumento de tamaño, 260 escroto, 552-553 Grande para la edad gestacional, 807, 807r,
palpación, 261, 261f hernias, 553-555 808f
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
ERRNVPHGLFRVRUJ
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de la muñeca y la mano, 658, 658f Indigestión, 457 Intérprete, pautas para trabajar con, 91
de la rodilla, 682 Infarto de miocardio, dolor torácico en, 330t-331t Interrogatorio, anamnesis y, 65-105, 65f
del codo, 656 Infección. Véase también infecciones específicas avanzado, 86-99
del hombro, 646, 646f diarrea debida a, 491t cambio conductual, 81
del tobillo y los pies, 690-691, 691f estreñimiento debido a, 494t centrado en el clínico, 66
vértebras, 667-668, 667r hernia umbilical en, 499t centrado en el paciente, 65-66, 66f
Húmero, 646, 646f Infección por VIH contexto cultural, 73r, 82-86
en la anatomía del hombro, 646-647 en hombres, 548-549 autorreflexión, 85
en la articulación del codo, 656 en mujeres, 580 comunicación respetuosa, 85-86
luxación anterior, 701t incidencia, 548r, 580 humildad cultural, 82-85, 83r, 84r, 85r
Humildad cultural, 82-86, 83r, 84r pautas de detección precoz, 579 relación de colaboración, 86
autorreflexión, 85, 85r promoción de la salud y asesoramiento para, dirigido, 69-71, 69f
comunicación respetuosa, 85-86, 85r 548-549, 548r, 549r, 580-581 experto, 68-73. Véase también Interrogatorio
relación de colaboración, 85r, 86 Infecciones de transmisión sexual experto, fundamentos
Humor acuoso, 227, 227f en hombres, 547-549, 557t motivacional, 81, 81r
en mujeres, 574-575, 579-581 paciente con alteración cognitiva, 87-89
incidencia, 548r, 579, 580 paciente con barreras del lenguaje, 90
promoción de la salud y asesoramiento, 547- paciente con deterioro de la vista, 92
I 549, 579-581, 615 paciente con inteligencia limitada, 92-93
Ictericia, 460-461, 461r Inflamación, 357 paciente con llanto, 89
en neonatos, 817, 818r en dolor articular, 632 paciente con pérdida de la audición, 92
Ictus, 726-731 en la exploración articular, 643r paciente con poca instrucción, 91-92
características clínicas, 776t facial, 272t paciente con problemas personales, 93
datos, 727r meníngea, evaluación, 764-765 paciente enojado/disruptivo, 89-90
definición, 726 peritoneal, 503t paciente hablador, 89
factores de riesgo, 729r-730r Influenza, 316 paciente que confunde, 87
hemorrágico, 726, 728 vacuna paciente seductor, 93
isquémico, 726, 776t para adultos mayores, 979r-980r paciente silente, 86-87
prevención primaria, 728, 729r-730r recomendaciones, 316r pasos de preparación, 73r
prevención secundaria, 730-731 Información y vocabulario, 165 adaptación del entorno, 74-75
prevención, promoción de la salud y Ingestión de sodio, presión arterial y, 118-119 establecimiento de objetivos del
asesoramiento, 726-731 Ingle interrogatorio, 74
signos de advertencia, 728r anatomía, 543-544, 543f revisión clínica de la conducta y la
territorios vasculares, 776t ganglios linfáticos, 516 apariencia, 74
tipos, 776t-777t Iniciativa Million hearts, 367 revisión del expediente clínico, 74, 74f
Ilion, 674 Inspección proceso, 66
ala de, 674, 674f cardíaca, en lactantes, 832-833 secuencia de, 73r, 75-86
Iluminación de hernia inguinal, 554 ampliación y aclaración de la historia del
para la exploración física, 15 de la cadera, 676-677 paciente, 79-80
perpendicular, 15 de la columna vertebral, 668-669, 670r autorreflexión, 82
tangencial, 15 de la muñeca y mano, 659-660 cierre del interrogatorio y la consulta,
Iluminación perpendicular, 15, 15f de la rodilla, 684 81-82
Iluminación tangencial, 15, 15f de las axilas, 440 compartir el plan de tratamiento, 80-81
Ilusiones, 163r de las mamas, mujeres, 434-436, 435f, 436f establecimiento de la agenda, 76-77
Imitadores benignos, 198t-199t de los genitales masculinos, 551 exploración de la perspectiva del paciente,
nodular, 198t definición, 18r 77-78, 78r
superficial, 198t del abdomen, 471-472, 471f generación y prueba de hipótesis
ulcerado, 199t en lactantes, 838-839 diagnósticas, 80, 80f
Imperativo etnogeriátrico, 968 del codo, 656 identificación y respuesta de las pistas
Impétigo, en lactantes, 911t del escroto, 552 emocionales del paciente, 78-79
Impulso apical, 385-387 del hombro, 649 obtención de los antecedentes del paciente,
Inclinación pélvica, 670 del pene, 551 77
Incoherencia, 162r del tórax, 319, 327 saludo al paciente y establecimiento de la
Incontinencia genitales femeninos relación, 75-76
de desbordamiento, 463, 498t cuello uterino, 588-589 temas delicados, 93-99
de urgencia, 462, 497t externos, 586 abuso físico y sexual, 98, 98r
funcional, 463, 498t vagina, 590 alcohol, 96-97
por estrés, 462, 497t Inspiración, 309 antecedentes sexuales, 94-95, 95r
Incontinencia urinaria, 463 Insuficiencia arterial historia de salud mental, 95-96
en adultos mayores, 987 crónica, 537t, 538t medicamentos prescritos/ilícitos, 96-97
estrés, 462, 497t técnicas de exploración, 530-531 muerte y paciente moribundo, 98-99
funcional, 463, 498t Insuficiencia cardíaca pautas, 94r
sobreflujo, 463, 498t con fracción de eyección conservada, 353 violencia de pareja, 97-98
urgencia, 462, 497t con fracción de eyección reducida, 353 violencia doméstica, 97-98
Índice de masa corporal (IMC) izquierda Íntima de la arteria, 510
cálculo de, 122-123, 123r disnea en, 332t-333t Introito, 565f, 566
clasificación por, 116, 116r hallazgos físicos, 339t Introspección, en la exploración del estado
durante el embarazo, 935 tos en, 311 mental, 154r, 155, 164
en niños, 863, 863r Insuficiencia venosa, crónica, 533t, 534t, 537t, Intususcepción, 494t
obesidad y, 116, 116r 538t Inventario de Detección de Discapacidad Auditiva
Índice de Whiteley, 151r Insuficiencia ventricular, izquierda, 334t para Ancianos, Versión para detección
Índice tobillo-brazo (ITB), 519-520, 536t Intercambio de líquido, 516 precoz, 223
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Músculo(s) (cont.) varias horas después del nacimiento, 808-809 de niños, 889, 889r
evaluación motora genitales femeninos, 842 en la exploración física, 23
fuerza, 743-748, 743r himen estrogenizado, 841f lesión, 787t
tono, 742 mamas, 838 lesiones y mirada desconjugada, 278t
trofismo, 741-742 manos, 842 Nervios periféricos, 714, 715, 717
lesiones de, 775t marcas de nacimiento, 819r Nervios raquídeos, 715, 717
Músculo accesorio, 318 nalgas, 808 Neumonía
Músculo braquial, 656 piernas, 844 bacteriana, tos, 334t
Músculo deltoideo, 668f pies de, 844-845 disnea en, 332t-333t
Músculo detrusor, 452 tamaño del hígado en el nacido de término, en niños, 876
Músculo dorsal ancho, 668, 668f 839r estreptocócica, 317
Músculo esplenio de la cabeza, 668, 668f testículos, 840 lobular, hallazgos físicos, 339t
Músculo esternocleidomastoideo, 257, 257f, 668f, Neovascularización, ojo, 282t por aspiración, 308
669 Nervio abductor, 715, 715f, 716r vírica, tos, 334t
Músculo gastrocnemio, 688 exploración de, 737 Neumotórax
Músculo glúteo Nervio acústico, 715, 715f, 716r espontáneo
mayor, 668f, 675, 675f exploración, 739 disnea en, 332t-333t
medio, 676 Nervio ciático, técnicas de exploración, 671, 671f hallazgos físicos, 340t
menor, 676 Nervio cubital, 656 Neuralgia del trigémino
Músculo homohioideo, 257, 257f trastornos, 704t dolor de cabeza debido a, 268t-269t
Músculo infraespinoso, 647 Nervio espinal accesorio, 715, 715f, 716r Neuralgias craneales, 268t-269t
técnica de exploración, 652r exploración, 740 Neurofibromatosis, 670
Músculo pectoral mayor, 419f, 420 Nervio facial, 715, 715f, 716r en lactantes, 911t
Músculo pronador redondo, 656 exploración, 739 Neuronas
Músculo recto abdominal, 449f lesión, 787t componentes de, 713
Músculo redondo Nervio glosofaríngeo, 715, 715f, 716r motoneuronas, 717
mayor, 668f exploración, 739-740 lesión en inferiores, 718
menor, 647, 650, 668f Nervio hipogloso, 715, 715f, 716r lesión en superiores, 717-719
Músculo serrato anterior, 419f, 420 exploración, 740-741 Neuropatía
Músculo sóleo, 688 Nervio mediano, 656, 659 mononeuropatía, nervio periférico, 775t
Músculo subescapular, 647, 650 Nervio oculomotor, 715, 715f, 716r periférica, 754
Músculo supinador, 656 exploración, 736-737 diabetes y, 731
Músculo supraespinoso, 647, 650 parálisis, 736 polineuropatía, 731, 746, 752, 753
Músculo trapecio, 257, 257f, 668, 668f, 740 Nervio olfatorio, 715, 715f, 716r nervio periférico, 775t
Músculos cuádriceps femorales, 683, 683f exploración, 736 Neuropatías diabéticas, 731
Músculos dorsiflexores, 691 Nervio óptico, 227, 228f, 715, 715f, 716r Neuropatías periféricas, 754
Músculos intercostales paraesternales, 309 exploración, 736 diabetes y, 731
Músculos isquiotibiales, 683, 683f Nervio radial, 656 mononeuropatía, 775t
Músculos maseteros, 644-645 Nervio trigémino, 715, 715f, 716r polineuropatía, 775t
Músculos paravertebrales, 669 exploración, 737-738 Nevo(s)
Músculos pélvicos, exploración, 592-593, 593f Nervio troclear, 715, 715f, 716r acral, 202t
Músculos pterigoideos, 644-645 exploración, 737 azul, 202t
Músculos temporales, 645 Nervio troclear (NC IV), daño y diplopia, 231 displásico, 201t
Nervio vago, 715, 715f, 716r intradérmicos, 200t
exploración, 739-740 melanocíticos benignos, 196t
Nervio vestibulococlear, 244 simple, 818
N Nervios craneales (NC), 715, 715f, 716r, 735r Nicotina, 315. Véase también Hábito tabáquico
Narinas, 248, 248f I (olfatorio), 715, 715f, 716r Nicturia, 462, 496t
Nariz exploración, 736 Niños
anatomía y fisiología, 248-249, 248f, 249f II (óptico), 715, 715f, 716r anamnesis en, 855-859
durante el embarazo, 943 exploración, 736 cianosis, 918t
en la anamnesis, 220-221 III (oculomotor), 715, 715f, 716r desarrollo de, 853-854
en la exploración física, 21 exploración, 736-737 epilepsia en, 725
en revisión por sistemas, 12r IV (troclear), 715, 715f, 716r evaluación
registro de hallazgos, 266r exploración, 737 durante el juego, 855r
técnicas de exploración, 250-251 V (trigémino), 715, 715f, 716r mayores, 857-859
en lactantes, 826 exploración, 737-738 menores, 855-857, 856r, 857r
en niños, 871 VI (abductor), 715, 715f, 716r promoción y asesoramiento sobre salud y,
National Lung Screening Trial (NLST), 315 exploración, 737 860-861
Náuseas, 457 VII (facial), 715, 715f, 716r elementos clave, 801-802, 802r-803r
durante el embarazo, 931r exploración, 739 hallazgos físicos con, 801
Neer, prueba de pinzamiento de, 654r VIII (acústico), 715, 715f, 716r interacción con los niños y familia, 801
Neologismos, 162r exploración, 739 orientación previa, 802
Neonato(s) IX (glosofaríngeo), 715, 715f, 716r procedimientos de detección específicos para
boca, 827 exploración, 739-740 la edad, 802
caderas, 843-844 X (vago), 715, 715f, 716r vacunación, 801-802
capacidades, 808r-809r exploración, 739-740 visitas de supervisión de salud, 801, 860r
clasificación de, 805r, 807r XI (espinal accesorio), 715, 715f, 716r técnicas de exploración, 862-889
cordón umbilical, 838 exploración, 740 abdomen, 879-881
evaluación, 803-809 XII (hipogloso), 715, 715f, 716r boca y faringe, 872-875, 872r
al nacimiento, 803f, 804-807 exploración, 740-741 cabeza, 865-866
consejos para, 803r de neonatos y lactantes, 846, 846r-847r corazón, 877-879
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arterias de, 513, 513f Precauciones estándar, en la exploración física, establecer el diagnóstico presuntivo, 28-29
edema de, 528 17-18 generación de hipótesis clínicas, 27-28
en la evaluación de la coordinación, 749 Precauciones universales, en la exploración física, hallazgos localizadores, 25-26
medición de longitud, 694, 694f 17-18 identificación de hallazgos anómalos, 25
sistema vascular periférico, técnicas de Precisión, definición, 54-55 prueba de hipótesis, 28
exploración, 524-529 Preeclampsia, 942, 942r Proceso patológico, razonamiento clínico, 27
sistema venoso, 513-514, 514f Prehipertensión, 130r Procesos articulares, 667
Piernas arqueadas, 684 Prensión, prueba de, 745, 745f Procesos de pensamiento, en la exploración del
Pies Prensión palmar isométrica, 399 estado mental, 154r, 162, 162r-163r
anatomía, 690-691, 691f Prepucio, 542, 551, 565, 565f, 840 Proctitis, 609
anomalías, 706t Presbiacusia, 223 Prolapso del útero, 602t
edema, 528 Presbicia, 217, 959, 991 Promoción de la salud y asesoramiento
movimientos, 693r Presíncope, 271t, 722, 724 autoexploración testicular, 550, 555, 555r-556r
plantas, anomalías, 707t Presión arterial, 353-354 cáncer de mama, 423-434
técnicas de exploración, 692-695 anómala, 130, 130r cáncer de pulmón, 315-316
Pigmentación, piel, en neonatos, 816 baja, 131 dejar el tabaco, 313-315
Pilares, 254, 254f clasificación de, 130, 130r delirio, demencia y depresión, 732-733
Pinguécula, 275t del adulto mayor, 957 detección de cáncer de piel, 178-180
Pirexia. Véase Fiebre diastólica, 129 detección precoz colorrectal, 468-470, 469r
Pirosis, 310, 456 dieta y, 118-119, 143t detección precoz de abuso de alcohol, 157-158,
durante el embarazo, 931r en adolescentes, 864r 464-466, 465r
Piso pélvico, 568 en lactantes, 814 detección precoz de abuso de sustancias, 157-
durante el embarazo, 947 en niños, 863-865, 864r, 877 158
exploración, 592-593, 593f evaluación de detección precoz de aneurisma aórtico
Pitiriasis rosada, 912t de lactantes, 814, 814f abdominal, 520-521
Placa, 295t durante el embarazo, 942 detección precoz de arteriopatía periférica,
Placa tarsiana, 226, 226f método Doppler para la, 814 519-521
Placas, 192t-193t factores que la afectan, 353r detección precoz de arteriopatía renal, 520
Plagiocefalia, 822 hipertensión detección precoz de cáncer colorrectal, 615
Plan de acción breve, 105t definiciones de, 125r detección precoz de cáncer de ovario, 578-579
Plan de atención diagnóstico de, 125 detección precoz de cáncer de próstata, 612-
ejemplo, 35r-36r tipos de, 126 615, 612r, 614r, 615r
evaluación y, 24, 24f, 29 hipertensión ortostática, 131, 778t detección precoz de cáncer del cuello uterino,
resumen, 24 Korotkoff, ruidos de, 128, 131 575-578, 576r, 577r
Planificación clínica, 24, 24f, 29, 29f medición de, 373-374 detección precoz de depresión, 156-157
Planificación familiar, 581, 581r mediciones de, 118-119, 124-130 detección precoz de riesgo de suicidio, 157
Plenitud abdominal, 458 ambulatoria, 124-126, 124r, 125r durante el embarazo
Pleuras, 308-309 auscultatoria, 124r, 124f abuso de sustancias, 938
pleura parietal, 308, 309 complejidades de la, 124-125 ejercicio, 937-938
pleura visceral, 308-309 desigual en brazos y piernas, 131-132 ganancia de peso, 936, 937r
Pleuresía, aguda, 502t en casa, 125r nutrición, 935-936
Poiquilodermia, 206t equipos automatizados, 124-126 vacunación, 937
Polimenorrea, 571r mango para, 124, 124r, 126, 127r violencia doméstica, 935-940, 939, 939r
Polimialgia reumática, 696t métodos para, 124r-125r, 124f ejercicio, 119, 119r, 637, 637r
Polineuropatía, 746, 752, 753 paciente obeso/delgado, 131 enfermedades de transmisión sexual, 547-548,
nervio periférico, 775t pasos para asegurar la exactitud, 127-130, 548r, 579-581, 615
sensorimotora simétrica distal, 731 127r, 128f, 129f factores de riesgo de hepatitis, 466-468
Polio, 923t normal, 130, 130r herpes zóster, 731-732
Pólipos sistólica influenza, 316
cervicales, 599t cálculo y adición de 30 mm Hg, 128 menopausia, 582
nasales, 251, 251f identificación, 129, 129f neumonía estreptocócica, 317
rectales, 622t y presión del pulso en el ciclo cardíaco, 354f neuropatías periféricas, 731
Poliuria, 462, 496t Presión del pulso, 353 nutrición, peso y actividad física, 636-637,
Porción flácida, 243, 243f Presión hidrostática, 516f 637r
Porción tensa, 243, 243f Presión intracraneal, aumentada, en lactantes, 821 osteoporosis, 637
Poscarga, 353 Presión intrauretral, 452 densidad ósea, medición de, 638-639, 639r
Postura Presión oncótica coloide, 516 detección, 638
anomalías, 789t Presión venosa yugular, 354 evaluación del riesgo de fractura, 639
en el paciente comatoso, 770-772, 771f, 793t elevada, 377-378 factores de riesgo, 638r
en el reconocimiento general, 122 evaluación, 374-378, 375f tratamiento y prevención, 639-641
en la evaluación de la coordinación, 751-752 pasos de medición, 376r-377r pérdida de la audición, 223
en la exploración del estado mental, 159 punto de oscilación, 375-376, 375f peso, nutrición y dieta, 114-118, 115r
en la marcha, 676 y estados de volumen, 376 planificación familiar, 581, 581r
técnica de exploración, 676 Prevalencia de la enfermedad, 49-50 presión arterial y sodio de la dieta, 118-119
Potasio, fuentes alimentarias, 143t Preventive Services Task Force (USPSTF) de prevención de caídas, 641
Práctica clínica basada en evidencia Estados Unidos, 59, 61t, 62t prevención de cáncer de piel, 176-177
apreciación (crítica), 56-59 Probabilidad de diagnóstico, 46f, 47 prevención de ictus, 726-731
diagrama de Venn de EBCP, 45f Problemas fisiopatológicos, 27 prevención de VIH, 548-549, 548r, 549r
promoción de la salud, 55 Problemas psicopatológicos, 27 salud bucal, 223-224
pruebas diagnósticas, 46-55 Problemas y diagnósticos, pasos de identificación vacunación, 316-317
Prácticas alternativas de cuidado de la salud, 11 agrupación de hallazgos clínicos, 26-27 virus del papiloma humano, 547-548
Precarga, 352-353 causa probable de los hallazgos, búsqueda de, 27 vista, pérdida de la, 222-223
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de proximidad, pupila, 230, 230f ano, 619 en dolor articular, 631, 632
nauseoso, evaluación, 740 cabeza, 266r en rueda dentada, 788t
oculocefálico, evaluación, en el paciente cuello, 266r en tubería de plomo, 788t
comatoso, 770, 770f embarazo, 951, 951r-952r lumbar crónica, 699t
oculovestibular, evaluación, en el paciente estado mental, 773 nucal, 764-765, 876
comatoso, 770 exploración neurológica, 773 Rinitis alérgica, 220
óptico de parpadeo, 825 ganglios linfáticos, 266r perenne, 915t
plantar, 764, 764f genitales femeninos, 595, 595r Rinitis inducida por medicamentos, 220
rojo, 239 genitales masculinos, 556, 556r Rinne, prueba de, 248, 248f, 289t, 739
tónico asimétrico del cuello, 850r mamas, 443, 443r Rinorrea, 220
tricipital, evaluación, 760, 760f nariz, 266r Rinosinusitis, 220
Reflejos niños, 906, 906r-909r bacteriana, 251
corneales, 738, 738f oídos, 266r Riñones
definición, 720 ojos, 266r consideraciones anatómicas, 451, 451f
en el paciente comatoso pulmones, 329 dolor, 463, 464f
oculocefálicos, 770, 770f reflejos, 773r hiperplasia, 481-482
oculovestibulares, 770, 770f sistema cardiovascular, 399 técnicas de exploración, 481-482
en la exploración física, 23 sistema motor, 773 Ritmo cardíaco
espinales, 720-721, 721r sistema musculoesquelético, 695 arritmias, 131
hiperactivos, 758 sistema nervioso, 773 durante el embarazo, 945
hipoactivos, 758 sistema sensitivo, 773 en adultos mayores, 958
registro de hallazgos, 773, 773r tórax, 329 en niños, 835r
sistema de calificación de, 758r Reglas de Ottawa para tobillo y pie, 692 irregular, 132
tendinosos profundos, 720-721, 721r Regurgitación, 456, 458 síncope en, 778t
bíceps, 759, 759f aórtica, detección precoz, 392, 392f Roce pericárdico, 412t
braquiorradial, 760, 760f mitral, 961 Roce pleural, 326, 338t
calcáneo (tobillo), 762, 762f Relación, establecimiento, con niños, 858 Rodete mandibular, 298t
cuádriceps (rotuliano), 761, 761f Relación de colaboración, 85r, 86 Rodilla
evaluación, 758-763 Resfriado, 112 anatomía, 682-684, 682f, 683f
rodilla, 761, 761f Resonancia magnética (RM), mama, 431, 432r evaluación de reflejos en, 761, 761f
tobillo, 762, 762f Respiración, 309 extensión de, prueba, 747, 747f
tríceps, 760, 760f atáxica, 335t flexión de, prueba, 747, 747f
Reflejos abdominales, 763, 763f evaluación, 132 movimientos, 688r
Reflejos de estimulación cutánea, 721r, 763-764 en el paciente comatoso, 768 técnicas de exploración, 684-689, 689r-690r
abdominal, 763, 763f en lactantes, 830r arco de movimiento, 688, 688r
anal, 764 lenta, 335t inspección, 684
plantar, 764, 764f normal, 132, 335t maniobras para, 689, 689r-690r
Reflejos del tobillo, adultos mayores, 964 obstructiva, 335t palpación, 685-688
Reflejos espinales, 720-721 paradójica, 831 para detección de líquido, 687-688
reflejos de estimulación cutánea, 721r, 763-764 profunda rápida, 335t Romberg, prueba de, 751
abdominal, 763, 763f ruidos audibles, 318 Roncus, 325-326, 325r, 338t
anal, 764 superficial rápida, 335t en lactantes, 832
plantar, 764, 764f suspirante (Kussmaul), 335t Ronquera, 221
reflejos tendinosos profundos, 720-721, 721r velocidad y ritmo, anomalías, 335t Ronquidos, 313
bíceps, 759, 759f Respuesta sexual Rotación
braquirradial, 759, 759f hombres, 546 externa
evaluación, 758-763 mujeres, 573 de la cadera, 679r, 681, 681f
rodilla, 761, 761f Respuestas empáticas, 69 de la rodilla, 688r
tobillo, 762, 762f Resumen, en el interrogatorio experto, 72 del hombro, 652r, 653r, 654r
tríceps, 760, 760f Retina, exploración, 241-242 interna
Reflejos primitivos, 851r Retinopatía de la cadera, 679r, 681, 681f
en el neonato, 849, 849r-851r diabética, 284t de la columna vertebral, 673r
Reflejos tendinosos profundos, 720-721, 721r hipertensiva, 283t de la rodilla, 688r
evaluación de, 758-763 con estrella macular, 283t del cuello, 672r
bíceps, 759, 759f Retracción del hombro, 652r, 653r, 655r
braquiorradial, 760, 760f gingival, 296t Rótula, balanceo, 688, 688f
en el neonato, 847-848 palpebral, 274t Rovsing, signo de, 486
en niños, 888 Retraso palpebral, 236 Rubéola, 923t
rotuliano, 761, 761f Retroflexión, del útero, 601t Rubor, 531
tobillo, 762, 762f Retroversión, del útero, 601t Ruido cardíaco R1, 404t
tríceps, 760, 760f Revisión clínica rutinaria, 6 en lactantes, 835
Reforzamiento, en evaluación de reflejos Revisión de sistemas, en la anamnesis, 8r, 11-13, Ruido cardíaco R2, 405t
tendinosos profundos, 759, 759f 12r-13r en lactantes, 835
Refracción, errores, 240, 268t-269t consejos para realizar, 11r galope aparente, 836
Registro clínico, 29-37 Riesgo de suicidio Ruido cardíaco R3, 385, 388
datos del paciente, 30 detección, 157 en adultos mayores, 961
lista de problemas, 37 preguntas a realizar, 161 en lactantes, 836
lista de verificación, 38-40 Riesgo relativo, evaluación del tratamiento, 58 Ruido cardíaco R4, 385, 388
Registro de hallazgos Rigidez, 631, 632, 742, 788t en adultos mayores, 961
abdomen, 487, 487r abdominal, 475r en lactantes, 836
adolescentes, 906, 906r-909r de decorticación, 770, 793t Ruidos, 355, 381-382
adultos mayores, 998, 998r-999r de descerebración, 770, 793t abdominales, 472, 473f, 501t
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Ruidos abdominales, 994 evaluación de, 754-755 inexplicables y trastornos de la salud mental,
Ruidos adventicios, 325-326, 325r evaluación motora de, 741 149, 150r
Ruidos cardíacos, 393r Romberg, rueba de, 751 somáticos y trastornos relacionados, 169t
desdoblamiento de, 348-349, 348f, 404t Sentido de posición somatoformes, 148
en lactantes, 835-836 en adultos mayores, 964 vulvovaginales, 572
extrarruidos evaluación, 754-755 Sinusitis, cefalea secundaria, 268t-269t
en la diástole, 407t motora, 741 Sistema cardiovascular, 343
en la sístole, 406t Sentimientos de despersonalización, 163r anatomía y fisiología, 343-355
variaciones en, 404t, 405t Sentimientos de irrealidad, 163r en la anamnesis, 355-358
Ruidos de roce, 472, 501t Sesgo(s) en la revisión de sistemas, 12r
Ruidos intestinales, 472, 501t de desempeño, 56r exploración física, 22
Ruidos laríngeos, 326 de detección, 57r promoción de la salud y asesoramiento, 358-
Ruidos pulmonares, 338t de selección, 56r 373
Ruidos respiratorios, 308, 337t, 832 definición, 85 registro de hallazgos de la exploración, 399
accesorios (adventicios), 325-326, 325r Seudocrisis, 781t técnicas de exploración, 373-399
broncovesiculares, 324 Seudoginecomastia, 421 corazón, 382-399
bronquiales, 324 Seudohipertrofia muscular, 741 en adultos mayores, 993-994
características, 324r-325r Sibilancias, 311, 318, 325-326, 325r, 338t frecuencia cardíaca, 373-374
disminución, 323 Sífilis, 579, 579r presión arterial, 373-374
intensidad, 323 congénita, 914t presión venosa yugular, 374-378
normales, 324 genitales femeninos, 596t pulsaciones venosas yugulares, 378-379
traqueales, 324 genitales masculinos, 557t pulso carotídeo, 380-382
vesiculares, 324f primaria, 557t técnicas especiales, 397-399
secundaria, 596t Sistema cerebeloso, 718r
Sigmoidoscopia, 469, 469r evaluación, en niños, 888
Signo trastornos, 719, 748-752
S de abultamiento, 687 Sistema de conducción cardíaco, 351-352, 351f, 352f
Saco lagrimal, 227, 227f de aprehensión, 701t electrocardiograma, 351, 351f
Sacro, 675f de cajón anterior, 690, 690r ondas P, Q, R, S y T, 352, 352f
Salpingitis aguda, 502t de cajón posterior, 690r Sistema endocrino, en revisión por sistemas, 13r
Salud bucal, 223-224 de la seda, 841 Sistema hemático, en revisión por sistemas, 13r
Salud, estado aparente de, 120 de percusión esplénica, 479, 480f Sistema linfático, 515-516
Sangrado del balón, 687, 687f Sistema motor
de las encías, 221 del brazo caído, 655r de adultos mayores, 964
posmenopáusico, 570r, 572 del obturator, 486 en la exploración física, 23
uterino anormal, 570r, 571, 571r del psoas, 486 exploración, 741-752
Sangre Signos de retracción, en cáncer de mama, 431t coordinación, 748-752, 887
en orina, 463 Simetría craneal, en lactantes, 821-822, 821f fuerza muscular, 743-748, 743r
vómito de, 458 Simetría facial, en lactantes, 822 masa muscular, 741-742
Sarampión, 923t Síncope, 358, 778t-779t, 958 movimientos involuntarios, 741
Sarna (escabiosis), 195t en la anamnesis, 724 posición del cuerpo, 741
Schlemm, canal de, 227, 227f miccional, 778t tono muscular, 742
Seborrea, en lactantes, 911t neurocardiogénico, 724 registro de hallazgos, 773, 773r
Secreción peneana, 546-547 tusígeno, 778t Sistema musculoesquelético. Véase también
Secreción retronasal, tos, 334t vasodepresor (vasovagal), 778t Articulaciones; Músculos
Secreción vaginal, 572, 590, 598t vasovagal, 724, 778t abordaje de los trastornos, 626-630
durante el embarazo, 931r Síndrome(s) algoritmo para el diagnóstico de quejas, 627f
en adolescentes, 900 alcohólico fetal, 914t anatomía
en la primera infancia, 883 compartimental, 534t articulación temporomandibular, 644, 644f
Seguridad en el hogar, de adultos mayores, 978, de cauda equina, 635 cadera, 674-676
978r de intestino irritable, 491t, 494t codo, 656, 656f
Seno carotideo, 380 de la médula espinal, 752 columna vertebral, 666-668
Senos de malabsorción, 493t muñeca y mano, 658-659, 658f
en la anamnesis, 220-221 de piernas inquietas, 725 tobillo y pie, 690-691, 691f
en la exploración física, 21 de pinzamiento, 700t en la anamnesis, 630-635
frontales, 249, 251, 251f del niño maltratado, 915t en la exploración física, 22, 23
maxilares, 249, 251, 251f del túnel carpiano, 660 en la revisión por sistemas, 13r
paranasales, anatomía y fisiología, 248-249, técnicas de exploración, 663-664, 745-746 promoción y asesoramiento sobre salud y,
249f diarreico, 491t-492t 636-641
técnicas de exploración femororrotuliano, 686 quejas frecuentes de salud relacionadas con,
en lactantes, 826 metabólico, y enfermedad cardiovascular, 370, 625
en niños, 871 370r registro de hallazgos, 695, 695r
Sensibilidad, de las pruebas diagnósticas, 48, 48r, nefrótico, facies, 272t técnicas de exploración
49, 49r, 50r premenstrual, 570r, 571 abordaje, 627f, 643
Sensibilidad, pérdida de, en la anamnesis, 724 Síndromes funcionales, 148, 149, 150r adolescentes, 901-905
Sensibilidad discriminativa, evaluación, 755-756, Síndromes geriátricos, 956, 966-967 adultos mayores, 996, 996r
755f Sínfisis del pubis, 449f, 674 articulación temporomandibular, 645
Sensibilidad vibratoria Sinovitis, 643 cadera, 676-681
en adultos mayores, 964 Síntomas codo, 656-657
evaluación, 754 atributos, 9, 79, 79r, 80, 80f columna vertebral, 668-669, 670r, 671-674,
Sensibilidad visceral, abdominal, 502t entendimiento, 148-149 672r-673r
Sentido de la posición corporal físicos, 148 consejos para el éxito, 642r-643r
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descripción del movimiento articular, 694- dermatomas, 756-757, 756f, 757f localización de la intensidad máxima, 396
695, 695f dolor, 754 maniobras para la identificación de, 397-399
hombro, 649-653, 651r-652r, 653r-655r en niños, 887 mesosistólicos, 408t-409t
medición de la longitud de la pierna, 694, 694f patrones de prueba, 753, 753r soplo fisiológico, 408t
muñeca y mano, 659-665 propiocepción, 754-755, 754f soplo inocente, 408t
niños, 885-887, 922t sensibilidad discriminativa, 755-756 soplo patológico, 409t
rodilla, 684-689, 689r-690r tacto ligero, 754 pansistólicos, 410t
tobillo y pie, 692-695 temperatura, 754 patológico, 837r-838r
Sistema nervioso vibración, 754, 754f sistólicos, 394, 394r
anatomía y fisiología, 713-721 registro de hallazgos, 773, 773r maniobras de identificación, 398r
central, 713-714 Sistema vascular periférico tiempo, 394-395
cerebro, 713-714 anatomía y fisiología, 510-516 tono y calidad, 397
médula espinal, 714 arterias, 510-513 Soplos holosistólicos. Véase Soplos pansistólicos
central venas, 513-514 Staphylococcus aureus resistente a la meticilina,
trastornos de, 774t-775t en la anamnesis, 517-518 precauciones sobre, 17
diagnóstico, desafíos de, 712-713 en la exploración física, 23 STEADI (Stopping Elderly Accidents, Deaths, and
en la anamnesis, 721-725 en revisión por sistemas, 13r Injuries), herramienta de prevención de
en la revisión por sistemas, 13r promoción y asesoramiento sobre salud y, 519- caídas, 987
exploración física, 23 521, 520r Submordida, 873
parasimpático, 714 registro de hallazgos, 532, 532r Sudoración nocturna, 112
periférico, 714-717, 716r técnicas de exploración, 521-532, 522r, 528r Sueño, trastornado, 313
nervios craneales, 715, 716r. Véase también brazos, 522-523 Sujetos sensibles, pautas de manejo, 94
Nervios craneales cartografía (mapeo) de venas varicosas, 531 Supinación
nervios periféricos, 715, 717 competencia de válvula venosa, 532 del antebrazo, 654r
promoción y asesoramiento sobre salud y, en adultos mayores, 994 del codo, 657, 657r, 657f
726-733 insuficiencia arterial, 530-531 Surco
reflejos espinales, 720-721 irrigación arterial de la mano, 529-530 bicipital, del húmero, 646f, 648
estimulación cutánea, 721r piernas, 524-529 gingival, 252
estiramiento muscular, 721r Sístole, 345 troclear, 682, 686
tendinosos profundos, 720-721, 721r identificación, 392 Suturas, del cráneo, en lactantes, 820, 821f
registro de hallazgos, 773, 773r Situs inversus, 385
simpático, 714 Sobremordida, 873
somático, 714 Sobrepeso, definición, 113
técnicas de exploración, 733-734, 734r-735r Sodio, fuentes alimentarias, 143t T
adolescentes, 906 Somnolencia diurna, 313 Tabaquera anatómica, 661, 661r
adultos mayores, 997 Sonidos de la voz, transmitidos, 326-327, 337t Tabique nasal, 249, 249f, 250
asterixis, 766-767 Soplo Tablas de crecimiento, 813
escápulas aladas, 767 aórtico sistólico, 961 Tacto
lactantes, 845-852 carotídeo, en niños, 878, 879r fino, evaluación, 754
nervios craneales, 735-741 crescendo, 395r nervio trigémino y, 738
niños, 887-889 crescendo-decrescendo, 396r vía sensitiva, 719-720
paciente comatoso, 767-772 de flujo pulmonar Tacto rectal, 612, 612r, 616-619
pautas de, 734, 734r-735r en adolescentes, 895-896, 896r Tálamo, 713
preguntas de orientación, 712r en niños, 879r Talla, de lactantes, 813, 814f
radiculopatía lumbosacra, 765-766 de Still, en niños, 878, 879r Tamaño del hígado, en lactantes de término sanos,
reflejos de estimulación cutánea, 763-764 decrescendo, 395r 839r
reflejos de estiramiento muscular, 758-763 en meseta, 396r Tapón mucoso, 930
reflejos tendinosos profundos, 758-763 Soplos cardíacos, 349-350 pérdida, durante el embarazo, 931r
signos meníngeos, 764-765 benignos Taquicardia supraventricular
sistema motor, 741-752 en adolescentes, 895-896, 896r en lactantes, 910t
sistema sensorial, 752-757 en lactantes, 836-838, 837r-838r paroxística, 910t
vías motoras, 717-719, 717r-718r, 718f en niños, 878, 879r Taquipnea, 318, 335t
vías sensitivas, 719-720, 719f clasificación de, 396, 396r Tasa de control de eventos, 58
Sistema nervioso autónomo (SNA), 714 congénitos, 919t-920t Tasa de evento experimental, 57
Sistema nervioso central (SNC), 713-714 conducto arterioso permeable, 920t Tavistock, principios de, 102r
cerebro, 713-714 defecto del tabique auricular, 920t Técnicas cardinales de exploración, 18, 18r-19r
médula espinal, 714 defecto del tabique ventricular, 920t auscultación, 19
trastornos, 774t-775t estenosis de la válvula aórtica, 919t inspección, 18
Sistema nervioso parasimpático, 714 estenosis de la válvula pulmonar, 919t palpación, 19
Sistema nervioso periférico, 714-717, 716r tetralogía de Fallot, 919t percusión, 19
consideraciones anatómicas, 775t transposición de los grandes vasos, 920t Tejido adiposo de la mama, 420
craneales continuos, 395r Tejido conectivo fibroso, de la mama, 420
nervios craneales, 715, 716r, 735r. Véase diastólicos, 394, 395r, 411t Tejido glandular, de la mama, 420
también Nervios mesodiastólicos, 395r Telangiectasia hemorrágica hereditaria, 291t
nervios periféricos, 715, 717 presistólicos, 395r Telarca precoz, 838
trastornos, 775t protodiastólicos, 395r Temblor de intención, 782t
Sistema nervioso simpático, 714 retumbante, 411t Temblor(es)
Sistema nervioso somático, 714 en adultos mayores, 961 de reposo, 782t
Sistema reticular activador (vigilia), 714 envejecimiento y, 355 en la anamnesis, 725
Sistema sensitivo forma, 395-396 estático, 782t
en la exploración física, 23 identificación, 393-394, 394r posturales, 782t
evaluación, 752-757 intensidad, 396 tipos de, 782t
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Temperatura, corporal Tirotoxicosis (enfermedad de Graves), 915t Tracto espinotalámico, 719, 719f
arteria temporal, 134 Tobillo Tractos corticobulbares, 718, 718r, 718f
axilar, 133 anatomía, 690-691, 691f Tranquilización, 71-72
en adultos mayores, 958 dorsiflexión, prueba, 748, 748f Transposición de grandes vasos, 920t
en lactantes, 815-816 evaluación de reflejos, 762, 762f Tráquea, 308
en niños, 865 flexión plantar, prueba, 748, 748f y bronquios, 308, 308f
evaluación, 133-134 movimientos, 693r Trastorno
membrana timpánica, 134 técnicas de exploración, 692-695 antisocial de la personailidad, 152r
oral, 133 Tofos, 286t de ansiedad generalizada, 155
rectal, 133 Tolerancia, definición, 96r de conversión, 169t
Tendinitis, 631, 643 Toma de decisiones basadas en evidencia, 27 de estrés postraumático, 155
bicipital, 655, 701t Tomografía computarizada de dosis baja, para de la personalidad por evitación, 153r
calcificada del hombro, 700t detección de cáncer de pulmón, 315- de pánico, 155
del tendón calcáneo, 688 316 de personalidad dependiente, 153r
manguito rotador, 700t Tono motor, en el neonato, 846, 846f dismórfico corporal, 169t
Tendones, definición, 626r, 630 Tono muscular disociativo, 169t
calcáneo (de Aquiles), 688, 691, 692 evaluación motora, 742 esquizoide de la personalidad, 152r
roto, 688 evaluación, en el paciente comatoso, 770-772, esquizotípico de la personalidad, 152r
del bíceps, palpación de, 650, 650f 771f facticio, 169t
rotuliano, 682, 685-686 trastornos de, 788t obsesivo-compulsivo, 153r, 155, 159
supraespinoso, 648 Tórax paranoide de personalidad, 152r
Tenesmo, 459 adulto normal, 336t Trastornos amnésicos, 165
Tenosinovitis, 631, 661 anatomía y fisiología, 303-309 Trastornos de la alimentación
aguda, 705t anterior, exploración, 327 anorexia nerviosa, 140t
de De Quervain, 661-662, 663, 664, 745 auscultación, 328-329 bulimia nerviosa, 140t
gonocócica, 661 inspección, 327 Trastornos de la personalidad, 152-153,
Terapia de reemplazo estrogénico, en la palpación, 327-328, 327f, 328f 152r-153r
menopausia, 582 percusión, 328 histriónica, 152r
Terapia de reemplazo hormonal apariencia en tonel, 318 limítrofe, 152r, 153
en cáncer de mama, 425 deformidad, 336t narcicista, 152r
en menopausia, 582 dolor, 310-311 trastornos de ansiedad/pánico, 153r
Termómetros en la anamnesis, 356 trastornos de comportamiento extraño/
de vidrio, 133 en varios trastornos, 330t-331t excéntrico, 152r
electrónico, 133 fuentes, 310r trastornos emocionales/erráticos graves, 152r
rectales, 815f en embudo, 336t Trastornos de la salud mental
Testículos, 841 en la anamnesis, 310-313 en la atención primaria, 150r
anatomía, 542 en la exploración física, 21 prevalencia de, 147
anomalías, 559t en quilla, 336t síntomas inexplicables y, 149, 150r
cáncer, 559t en tonel, 336t trastorno somatoforme, 149
no descendidos, 922t excavado, 336t trastornos de la personalidad, 152-153,
palpación, 552, 552f exploración física, 22 152r-153r
pequeños, 559t hallazgos localizadores, 304 trastornos psicóticos, 161, 162
tumor, 559t circunferencia torácica, 306, 306f Trastornos del desarrollo y mirada desconjugada,
Testosterona, 542 eje vertical, 304-305, 304f, 305f 278t
Tetános, 923t inestable traumático, 336t Trastornos del estado de ánimo, 156-157
Tetralogía de Fallot, 919t posterior, exploración Trastornos del tallo piloso, 210t
Tibia, 682, 682f, 683-684, 691, 691f auscultación, 323-327 Trastornos neurológicos, estreñimiento
cóndilo lateral, 682, 682f inspección, 319 relacionado con, 494t
cóndilo medial, 682, 682f palpación, 319-320 Trastornos psicóticos, 161, 162
Tics, 783t percusión, 320-323 Trastornos somatoformes, 148, 149
Tiempo de espiración forzada, 329 referencias anatómicas, 308, 308r Trendelenburg, prueba de, 532, 887, 887f
Timpanismo, en el abdomen, 473 registro de hallazgos, 329 Treponema pallidum, 914t
Tímpano técnicas de exploración, 317-329 Triángulo anterior, cuello, 257, 257f
anomalías, 287t-288t durante el embarazo, 943 Triángulo posterior, del cuello, 257, 257f
inspección, 246, 246f en adultos mayores, 993 Trocánter mayor, del fémur, 675, 675f, 676
normal, 287t en lactantes, 829-831, 829-832 Tromboangitis obliterante, 534t
perforación curada, 287t en niños, 876-877 Tromboflebitis, 534t
perforación, 287t tiraje, en lactantes, 829f, 830 Trombosis venosa profunda, 529, 534t
tímpano retraído, 287t trastornos Trompa faringotimpánica (de Eustaquio), 243,
timpanoesclerosis, 287t hallazgos físicos, 339t-340t 243f
Timpanoesclerosis, 287t Torsión del cordón espermático, 560t Tronco celíaco, 513
Tinción de Papanicolaou (Pap) Tortícolis, 669, 672 Tronco del encéfalo, 711f, 714
clasificación, 577r congénita, 828 lesiones, 774t
detección de cáncer de cuello uterino, 575-578, Torus palatino, 293t Tubas uterinas (de Falopio), 567
576r, 577r Tos, 311-312 Tubérculo aductor, 682, 682f, 685
obtención de muestras, 589, 589r-590r aguda, 312 Tubérculo de Lesser, del húmero, 646f, 647, 648
pautas, 575-576, 576r crónica, 312 Tubérculo ilíaco, 674, 674f, 675f, 677r
Tinel, signo de, 664, 664f hemoptisis y, 334t Tubérculo mayor, del húmero, 646, 646f
Tiña subaguda, 312 Tubérculo púbico, 449f, 678, 678f
de la cabeza, 210t, 912t Tosferina, 923t Tuberculosis pulmonar, tos, 334t
del cuerpo, 912t Tracto corticoespinal (piramidal), 717r-718r, 718, Tuberosidad isquiática, 671, 671f, 675, 676
Tiroiditis, 263 718f Tuberosidad tibial, 682, 682f, 686
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Tumor del embarazo, 295t orificio pequeño, 587r Vértigo, 219-220, 271t, 722
Tunel carpiano, 659, 659f protuberacias y tumefacción, 597t central, 271t
síntomas vulvovaginales, 572 periférico, 271t
Vaginismo, 574 Vesícula biliar, consideraciones anatómicas, 450f,
Vaginitis 451
U candidiásica, 598t Vesículas, 193t
Úlcera(s) por tricomonas, 598t seminales, 542, 608
aftosa, 221, 255f, 298t Vaginosis bateriana, 598t Vestíbulo, 248, 248f, 249, 565-566, 565f
en la mucosa labial, 255f Validación, en entrevista, 71 Vestimenta
cancerosa, 298t Valor predictivo en el reconocimiento general, 121
en insuficiencia arterial, 538t negativo, 48-49, 49r en la exploración del estado mental, 159
en insuficiencia venosa, 538t positivo, 48-49, 49r paciente, 182
del pie, 707t Valsalva, maniobra de, 398 Vías auditivas, 244, 244f
neuropáticas, 538t, 707t Válvula aórtica, 345, 345f Vías motoras, 717-719, 717r-718r, 718f
péptica, 488t Válvula mitral, 345, 345f Vías sensitivas, 719-720
por frío, 290t Válvula pulmonar, 345, 345f lesión, 720
por presión, 189, 213t Válvula tricúspide, 345, 345f Vías visuales, 229-230, 229f, 230f
Umbo, 243, 243f Válvula venosa, evaluación de competencia, Violencia, familiar
Unión anorrectal, 607-608, 607f 532 Abordaje de detección precoz ACOG, 939r
Unión escamocolumnar, 567 Válvulas, definición, 85 durante el embarazo, 939, 939r
Unión neuromuscular, lesiones de, 775t Válvulas auriculoventriculares (AV), 345 Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
Uñas Válvulas semilunares, 345, 345f en hombres, 548-549
anatomía, 175 Varicela, 923t en mujeres, 580
cambios, 176 Varicocele, 553, 560t incidencia, 548r, 580
de adultos mayores, 959 Vasa vasorum, 511 pautas de detección, 579
de Terry, 212t Vasos del cuello, 960 promoción de la salud y asesoramiento para,
depresiones transversas, 212t Vejiga 548-549, 548r, 549r, 580-581
hallazgos en o cerca, 211t-212t consideraciones anatómicas, 450f, 451 Virus del herpes simple (VHS), 290t
Uretra control neurorregulatorio de la, 452 genital, 557t, 596t
anatomía, 542 distensión, 483 Virus del papiloma humano (HPV)
protuberacias y tumefacción, 597t presión intrauretral, 452 cáncer de cuello uterino y, 575
Uretritis, 551, 594 técnicas de exploración de la, 483 vacuna, 577-578
Urgencia urinaria, 462 Vello, 174 Vista, pérdida de, 222-223
Urticaria (habones), 912t púbico, 901r Vitamina D
Uso de medicamentos terminal, 174 fuentes alimentarias, 143t
en la anamnesis, 10 Vena axilar, 419f ingestión dietética recomendada, 640r
estreñimiento debido a, 494t Vena cava inferior, 344, 513 osteoporosis y, 639-640
incontinencia urinaria debida a, 498t Vena cava superior, 344, 344f, 513 Vocabulario e información, 165
Útero Vena en araña, 205t Volumen sistólico, 352
anomalías, 602t Vena safena Vómitos, 457-458
consideraciones anatómicas, 567 mayor, 514, 514f hematemesis, 458
durante el embarazo, 929, 947 menor, 514, 514f Vulva, 565
palpación, 591, 591f Vena subclavia, 419f carcinoma, 596t
posiciones, 601t Vena yugular externa, 258, 258f, 374, 375f lesiones, 596t
retroflexión, 601t Vena yugular interna, 258, 258f, 374, 375f protuberacias y tumefacción, 597t
retroversión, 601t Venas síntomas vulvovaginales, 572
sangrado anormal, 570r, 571, 571r anatomía y fisiología, 513-514
sangrado posmenopáusico, 570r, 572 de las piernas, 513-514
Úvula, 874 perforantes, 514, 514f
varicosas, 531, 531f
W
venosa, evaluación de competencia, 532 Wilson, enfermedad de, 276t
Venas profundas de la pierna, 513-514, 514f
V Venas superficiales de la pierna, 514, 514f
Vacuna Ventrículo X
contra hepatitis B, 466-467, 467r derecho, 343, 343f Xantelasma, 275t
contra herpes zóster, para adultos mayores, izquierdo, 344, 344f Xerosis superficiales, 197t
980r Vérnix caseosa, 817
contra tétanos/difteria (Td), adultos mayores, Verruga(s), 197t
980r genitales, 557t, 596t Y
neumocócica, para adultos mayores, 980r plana, 912t
tetános/difteria/tosferina (Tdap), plantares, 707t, 912t Yunque, 243, 243f
Vacunación venéreas, 557t, 596t
durante el embarazo, 937 vulgar, 912t
en la anamnesis, 10 Vértebras Z
hepatitis B, 466-467 anatomía, 667r Zona de transformación, 567, 567f
influenza, 316, 316r proceso espinoso, 667, 667r, 669, 671, 675f Zumbido venoso, 412t, 501t
vacuna neumocócica, 317, 317r Vértebras cervicales, anatomía, 667r en niños, 878, 879r
Vagina, 565, 565f Vértebras lumbares, anatomía, 667r yugular, 355
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