Está en la página 1de 1

MI CREDO

Yo creo que Dios es Amor y por amor nos creó a nosotros y al mundo. Yo creo
que Dios nos ha creado libres, capaces de creer, decir y hacer lo que queramos.
Yo creo que, aunque a todos nos han creado capaces de amar, podemos elegir
amar o no amar. En otras palabras, sumarnos a su plan o no.
Creo en mí. Creo en la familia como unidad básica y fundamental de la sociedad,
en que todos necesitamos una y en que ella juega un papel determinante en
nuestra educación y formación.
Creo en el ser fiel a mis principios y valores, ésos que me hacen ser quien soy y
me han traído a donde estoy ya que de otro modo no tendría rumbo y ni norte.
Creo en el amor propio, ése que me permite seguir andando, aun cuando otros me
hacen dudar de lo que valgo.
Yo creo que Dios no se equivoca y todo lo que permite que nos suceda es parte
de su plan inteligente y perfecto con la intención de que crezcamos todos
espiritualmente.
Creo en el respeto; no sólo el que el que debemos a los demás, sino también el
que nos debemos a nosotros mismos para no anteponer los dictados de otros o de
la sociedad a los deseos o necesidades propias. Creo en tener la humildad
suficiente para conocer mis propias limitaciones y debilidades, para aceptar una
derrota, para reconocer un error y simplemente para entender que todos somos
iguales y que hay cosas que sólo por tenerlas, no me hacen mejor persona.
Creo en tener el valor de intentar las cosas aun cuando no resulten, puesto que al
menos viviré con la tranquilidad de saber que hice todo lo que estuvo en mi mano.
Creo en tener el valor de enfrentar los problemas y los temores por duro que sea,
porque cuando quedan cuentas pendientes en la vida terminan alcanzándote por
muy rápido que corras. Y por muy lejos que vayas.
Creo en el don de la sabiduría; en saber callar cuando no tengo nada bueno que
decir, pero también en saber que no debo decir nunca lo contrario a lo que pienso.
Creo en hacer el bien sin mirar a quien, en ayudar a quien pueda, en no guardar
rencores, en no desear el mal a nadie y en tener la certeza de que la vida sola se
encarga de poner a cada cual en el sitio en que merece estar.
Creo en el hecho de que siempre se puede aprender algo de cada persona, hasta
de los más pequeños, hasta de los más vacíos; cada cual tiene algo que
ofrecerme, aunque sólo sea a su manera.
Yo creo que crecer espiritualmente genera alegría y gozo. Y creo que la alegría y
gozo generan ganas de crecer espiritualmente. Yo creo que cuando
verdaderamente te sumas al Plan de Dios, todo lo que quieras se cumple, pues el
mismo universo conspira a tu favor.

También podría gustarte