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La corrupción en Colombia

Zahira V. Rubiano V.
Juan David Moreno Jiménez

Décimo
Liceo Latinoamericano del Sur
Bogotá D.C
2020
Introducción
Colombia es un país que se ha visto no solo por problemas de tipo económico y social
generados por el conflicto armado, la desigualdad, etc., sino que además carga a cuestas
con el paso de la corrupción. Se ha asistido a numerosas quiebras fraudulentas de empresas
o el vaciamiento de estas por sus directivos, con el consecuente daño que le provocan a la
economía; o donde ciertos partidos políticos o sindicatos han sido utilizados como
propiedad privada por sus dirigentes llevándolos al colapso sin importarles el desgaste que
le provocan al sistema democrático.
Tesis
La realidad latinoamericana, lamentablemente, es derrochadora en ejemplos de corrupción
de diversa índole. Hemos asistido a numerosas quiebras fraudulentas de empresas o el
vaciamiento de estas por sus directivos, con el consecuente daño que le provocan a la
economía; o donde ciertos partidos políticos o sindicatos han sido utilizados como
propiedad privada por sus dirigentes llevándolos al colapso sin importarles el desgaste que
le provocaban al sistema democrático.
Argumentos
- Cifras recientes muestran que los tipos de corrupción más frecuentes en Colombia por el
número de sanciones son el soborno, la apropiación de bienes públicos, la extorsión y el
nepotismo. Entre 2009 y 2016 hubo en total 3.966 casos de corrupción registrados en el
sistema penal oral acusatorio y 326 sanciones disciplinarias relacionadas con corrupción.
- Los crecientes escándalos de corrupción en regiones cuyas economías están fuertemente
atadas a la extracción de recursos naturales contrastan con los esfuerzos nacionales y
sectoriales en materia de lucha contra la corrupción. Mapas de riesgos, planes
anticorrupción, nuevos sistemas para la aprobación y monitoreo de proyectos financiados
con regalías son solo algunos de los instrumentos diseñados para combatir el fenómeno. Sin
embargo, su eficacia parece limitada.
- Las CAR (corporaciones autónomas regionales) son cuestionadas sobre todo por la
malversación de los recursos económicos destinados a la protección y recuperación del
medio ambiente. Esta problemática, que afecta gran parte del territorio nacional, no parece
tener fin, porque en el ámbito regional el favorecimiento político se impone sobre los
requerimientos técnicos necesarios para el desarrollo de los proyectos ambientales.
- A lo largo de la geografía nacional, los indicadores de la acción de control fiscal no
coinciden con los indicadores de acción penal en hechos de corrupción. Esto sugiere que las
diferentes entidades encargadas de vigilar (en el sentido fiscal y penal) los recursos
públicos no actúan de manera coordinada para investigar y sancionar casos de corrupción.
Aunque entre los altos funcionarios de estos organismos existe una retórica de la
“coordinación interinstitucional para combatir la 5 corrupción”, en el ejercicio de
recolección y depuración de los registros encontramos que no es posible determinar, de
manera sencilla y sistemática, si la comisión de un acto corrupto tuvo un desenlace
coherente desde el punto de vista penal, fiscal y disciplinario.
Conclusión
Es esencial promover la defensa del patrimonio público, de sus presupuestos y rentas, propiciar
contrataciones transparentes y eficientes, así como salvaguardar bienes colectivos como las
riquezas naturales renovables y no renovables. Para alcanzar con eficiencia ese objetivo la
seguridad jurídica es una eficaz aliada, a fin de fortalecer las instituciones y los medios de control.
Deben estructurarse nuevas tareas de defensa en el ámbito del derecho penal, en el campo del
derecho administrativo y constitucional mediante acciones populares, demandas de
inconstitucionalidad, medios de control para la incompetencia de actos administrativos y
contratos que favorecen corruptos, extinciones de dominio, levantamiento de velos societarios
para la responsabilidad corporativa de grupos empresariales nacionales y multinacionales.

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