Está en la página 1de 4

Sophie BRIDIER, Le cauchemar.

Étude d’une figure


mythique, Paris, Presses de l’Université de Paris-
Sorbonne, 2001, chapitre 6, pp. 149-193.

La pesadilla. Estudio de una fígura mítica.

Traducción del francés: Fabián Alejandro Campagne ***

Capítulo 6
“La locura de la soñadora”

En este capítulo intentaremos poner en evidencia los lazos que ligan al demonio
de la pesadilla con otras manifestaciones que, a lo largo de la historia, han tenido
un funcionamiento similar. La complejidad del demonio de la pesadilla y de su
carga mítia hacen que podamos detectar lazos comunes con numerosos
fenómenos. Si en este capítulo lo acercamos al menadismo, a la brujería, a la
histeria y al extasis místico, es porque estas manifestaciones nos parecen
particularmente relacionadas con el demonio de la pesadilla, y porque pueden
también ayudarnos a comprender mejor a este último. Ni el menadismo, ni la
brujería, ni la histeria ni el éxtasis son Pesadillas. Pero relacionadas a partir de
algunos puntos precisos con nuestro tema, aparecen como ramificaciones del
fenomeno y muestran su importancia. No se trata aquí de asimilarlos, sino de
estudir a partir de estos dominios la especificidad del demonio de la pesadilla y
de sus manifestaciones en la Historia. Queremos una vez más emprender una
aproximacion diferente a esta figura mítica, que tome en cuenta a la historia de
las mentalidades para su mejor comprensión.

I- EL MENADISMO

La presente traducción se realiza exclusivamente para uso interno de los


***

alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos


Aires

1
Queremos relevar aquí aquellos que, en el ritual dionisíaco, se relaciona con la
Pesadilla. En cierto sentido, las Bacantes tienen un compartamiento semejante
al de las brujas del siglo XVI, al de las histéricas de la Salpètrière, y al de las
víctimas del demonio de la pesadilla. La postura de la mujer desencajada, su
“locura” y su erotismo son en cada caso ejemplares. El fenómeno aparece
perfectamente descripto en el cuadro de H. Füssli, Nightmare, de 1781. En este
óleo, la joven mujer poseída por el demonio, en la postura de la virgen
durmiente (virgo dormiens), condensa en una representación arquetípica la
Bacante y la histérica. Apelaremos aquí a las pinturas de la Villa de los Misterios,
en Pompeya, particularmente a la escena del descubrimiento del phallos, para
subrayar la proximidad entre la Bacante y la durmiente asaltada por el demonio
de la pesadilla. El cúlto dionisíaco, en la evolución histórico que relevamos, es de
alguna manera una creencia similar a la de la Pesadilla. El paralelismop con este
ritualmpermite una aperoximacion más profunda al demonio de la pesadilla
mismo, a su escenario, a su accionar sobre el durmiente, al funcionamiento
psíquico que revela, y finalmente, a su universalidad.
El artículo “Dionisos”, del Dictionnaire de la mythologie grecque et romaine de
Pierre Grimal, nos permite recordar los principales episodios del mito:

“Dionysos, también llamado Baco, e identificado en Roma con el viejo dios itálico Liber
Pater, es esencialmente en la época clásico el dios de la vid, del vino, y del delirio
místico… Dionysos es hijo de Zeus y de Semele… Semele, incapaz de supertar la visión
de los relámpagos que rodean a su amante, cae fulminada. Zeus se empeñó en arrancar
de su seno al niño que no tenía aún 6 meses de vida. Coció a la criatura dentro de su
muslo, y al termino de la gestación de allí surgió el dios perfectamente formado y vivo.
Era el pequeño Dionysos, el dios “nacido dos veces”. El niño fue confiado a Hermes…
Para evitar la ira de Hera el pequeño fue vestido con ropas femeninas. Pero Hera no se
dejó engañar y tornó demente a la nodriza del pequeño, Ino. Zeus transportó entonces a
Dionysos lejos de Grecia… Al llegar a la edad adulta, Dionysos descubrió la vid y sus
usos. Pero Hera lo tornó demente. En su locura, el dios vagó por Siria y Egipto. Asdío
llegó hasta Frigia, donde fue reicbido por la dioosa Cybeles, que lo purificó y lo iició en
los ritos de su culto. Liberado de la locura, Dionysos llega hasta Tracia, donde fue mal
recibido por el rey Licurgo… Desde Tracia Dionysos viaja hgasta la India. Es aquí que se
ubica el origen del cortejo triunfal con el cual se hacía acompañar, el carro tirado por
panteras y adornado con hiedr5a, los Silenos y las Bacantes, los Satiros, y las otrasd
divinidades menores, como Priapo. De retorno en Grecia, introdujo las Bacanales, sus
fiestas, en las cuales el pueblo entero, pero sobre todo las mujeres, eran poseida spor un
delirio místico, y recorrían los campos profiriendo gritos rituales. El rey se opuso a la
introducción de semejantes prácticas, pero fue castigado, puesto que Agave lo destrozó
con sus propias manos. En Argos, Dionysos manifestó su poder de manera análoga,
provocando la locura de la hijas del rey Proetos, en tanto que las mujeres del país
recorrían el país profiriendo horribles aullidos y devorando a sus propios hijos… En este
momento, el poder de Dionysos fue reconocidpo por todo el mundo, y el dios pudo
remontarse al cielo. En otra ocasión quiso descender hasta los infiernos, para buscar la
somrba de su madre Semele. Pero como no sabía el camino Dionysos debió buscar la
ayuda de un tal Prosumnos, quien como recompensa sólo le pidió “sus favores”. El dios
no pudo pagar su deuda porque Prosymnos murió poco después, pero buscando cumplir
con su palabra clavó en la tumba del jóven una vara con forma de falo… En epoca
romana, y desde el segundo siglo a. C., los Misterios de Dionysos penetran en Italia, con
su carácter licencioso y orgiástico… En el 186 a.C. el senado debió prohibir la

“Pesadilla”, en idioma inglés (nota del t.)

2
celebracion de las Bacanales. Pero no por ello los secretos místicos dejaron de ser
atesorados por la tradición dionisíaca. Parece verosimil que Cesar autorizó de nuevo las
ceremonias báquicas, y el dios volvió a cumplir entonces un gran papel en la religión de
la época imperial”.1

Tres puntos esenciales del mito, o sobre todo del ritual báquico, serán
relacionados con el espíritu de la Pesadilla: la locura femenina, la posesión y el
phallos.

1.1. La locura femenina.

3
1

También podría gustarte