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Retos Ambientales
Retos Ambientales
Radiaciones
Durante más de 50 años “La Academia Americana de Medicina del Medio Ambiente” (AAEM) ha estado
estudiando y tratando los efectos del medio ambiente en la salud humana.
En los últimos 20 años, nuestros médicos empezaron a tratar pacientes, que en sus informes constan de una
variedad de síntomas causados por la influencia de las corrientes eléctricas, televisión y otros aparatos.
A mediados de 1990, se hizo evidente que los pacientes se vieron afectados negativamente por los campos
electromagnéticos y empezaron a convertirse más sensibles a la electricidad. En los últimos cinco años, con
la llegada de los dispositivos inalámbricos, se ha producido un aumento masivo en la radiofrecuencia (RF)
por la exposición a los aparatos inalámbricos, así como informes de hipersensibilidad y enfermedades
relacionadas con el campo electromagnético y exposición a la radiofrecuencia (RF).
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Polución general para todos
Smog EMF/ELF proveniente de corriente
eléctrica y productos del campo
Consumir por 2 meses espirulina y chorella, el primer mes 10 gramos, luego 5 gramos al día.
Sauna 2 veces por semana.
Asegurarnos de dormir con el teléfono móvil lejos de nuestra mesita junto a la cama.
Utilizar la opción del "altavoz o manos libres" en lugar de sostener el teléfono en nuestros oídos.
Reducir el tiempo que los niños tengan sus móviles/táblets personales y ordenadores.
Apagar el módem Wi-Fi por la noche.
Beber agua viva energizada siempre que sea posible.
Comer saludablemente e ingerir alimentos ricos en Calcio y EFAs
Hacer caminatas por el campo.
Ingerir suplementos con minerales y antioxidantes orgánicos.
Ducha matutina y nocturna.
Antes de dormir consumir un vaso con agua con 1 cucharadita de bicarbonato de sodio.
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Desenchufar los equipos tecnológicos de la habitación.
Caminar descalzo de modo a tocar tierra (mejor en caso de parquet).
Abrazar árboles de diametro considerable.
Evitar tejidos sintéticos (poliéster, fibra,etc.) y utilizar naturales: lino, algodón.
Hidratarse correctamente en botella de cristal.
Consumir alimentos probióticos.
Aumentar la ingesta de agua de buena calidad
Baños de sal
Metales Pesados
El hombre moderno, según recientes investigaciones, está expuesto a los metales pesados en un porcentaje
entre 500 y 1.000 veces mayor que el hombre de la era pre-industrial. En la era industrial, se comenzó la
extracción masiva de metales pesados de la tierra, causando que la superficie de la tierra se saturara de
estos tóxicos.
En consecuencia, nuestro organismo se llenó de ellos, ya que nuestra comida, el agua que bebemos, y por
supuesto, el aire que respiramos contienen cantidades elevadas de estos metales pesados. Otra importante
fuente de estos tóxicos para nuestro organismo son las amalgama utilizadas por lo dentistas, compuestas en
aproximadamente un 50% por mercurio. En tan sólo 4 semanas desde que nos ponen la amalgama el
mercurio ya está presente en el hueso de la mandíbula, intestinos, pulmones, y algo más tarde, llega también
a nuestro cerebro, hígado, tiroides, páncreas pituitaria, riñones, suprarrenales y ovarios. De esta forma el
mercurio, tras haber alcanzado la mayor parte de nuestros tejidos, interfiere negativamente en innumerable
proceso metabólicos, causándonos serios daños. El mercurio también está presente en los pesticidas (junto
con otros metales pesados), y por tanto, en la comida que ingerimos diariamente, así como en emisiones
industriales, tubos fluorescentes, colirios oculares, bombillas de bajo consumo, baterías, desinfectantes,
cosméticos, vacunas, etc. Otras fuentes de metales pesados como el arsénico o el plomo se emplean en la
fabricación de cristal, fertilizantes, pesticidas, tinte para el pelo, pinturas, fontanería, tinta o preservativos
para la madera.
El grupo de metales pesados incluye entre otros: mercurio, plomo, cadmio, níquel, aluminio y titanio (aunque
realmente los dos últimos son metales ligeros). La mayoría de los metales pesados son tóxicos, mientras que
otros como el hierro, el germanio y el cobre son necesarios en su forma orgánica, pero muy tóxicos en su
forma inorgánica. Las intoxicaciones lentas y paulatinas por metales pesados, son más frecuentes que las
intoxicaciones agudas, pero los versátiles y muy destructivos efectos que causan en nuestra salud no han
sido muy tenidos en cuenta por los profesionales de la salud.
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* Productos más comunes con metales pesados:
La mejor manera de eliminar metales pesados es por detoxificación con elementos naturales. Vamos a
citar por orden los que mejor eliminan las moléculas de metales pesados, aunque se puede tomar todo
a la vez:
Un compuesto de alga AFA, alga chlorella, alga Wakame, Fucoidán, Codiceps y Polygonum
Multiflorum altamente limpiadores todos de metales pesados (entre otros elementos).
Alga Chlorella: Un alga conocida por su potente efecto desintoxicante de todo tipo
Ajo: Contiene componentes muy depurativos que ayudan a arrastrar todo tipo de toxinas fuera
de nuestro organismo.
Magnesio: un mineral que facilita la eliminación de los elementos tóxicos.
Químicos
Vivimos en un mundo rodeado de moléculas tóxicas producidas por el hombre que no son toleradas por el
cuerpo. Un ejemplo es aquello que pone en casi todos los cosméticos y los productos de cuidado personal
para hacer que huelan bien: el perfume. En realidad, son necesarios más de 3.000 ingredientes químicos
diferentes para crear la amplia variedad de olores con la que nos topamos en el armario del cuarto de baño
todos los días. Cuando se optimiza la expresión celular y la función metabólica se puede vivir definitivamente
sin esta grandísima cantidad de toxinas, las cuales están implicadas en una serie de procesos diferentes
sobre el bienestar de la persona. Haz todo lo que este en tu mano para evitar estas fuentes de toxinas,
sustituyéndolas por productos alternativos naturales y libres de químicos. Una buena base nutricional te
ayudará a eliminar muchas de las que se cuelan en tu dieta y estilo de vida diarios.
Los seres humanos producimos actualmente más de 140.000 sustancias químicas diferentes, alrededor de
un tercio de las cuales se sabe o se sospecha causan cáncer, mutaciones y defectos de nacimiento. La
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producción mundial de productos químicos industriales es de alrededor de 30 millones de toneladas al año.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) piensa que podría triplicarse para
mediados de siglo. Pero los químicos industriales son solo la punta del iceberg. Cada año la humanidad
también libera 130 millones de toneladas de nitrógeno y fósforo (principalmente de la producción de
alimentos o la mala disposición de los residuos), 400 millones de toneladas de residuos peligrosos, 13 mil
millones de toneladas de combustibles fósiles, 30 millones de toneladas de residuos minerales, 35 mil
millones de toneladas de carbono, y 75 millones de toneladas de tierra vegetal.
Mezclas complejas de productos químicos ahora nos llegan en el aire que respiramos, los alimentos y
bebidas que consumimos, y las cosas que tocamos todos los días. Estamos pasando sus efectos a nuestros
hijos y nietos en nuestros genes, lo que garantiza que lleven una vida menos saludables. Todo esto ha
ocurrido en tan sólo unas décadas, y especialmente en los últimos 25 años. La OMS estima que alrededor de
5 millones de personas mueren y 86 millones son discapacitadas cada año por los productos químicos, por lo
que es una de las principales causas mundiales de muerte, sin embargo, esto no incluye a millones de casos
en que los productos químicos están implicados en enfermedades comunes como el cáncer, enfermedades
del corazón, obesidad, el autismo, la depresión y otros trastornos mentales que amenazan la vida.
Los médicos informan de la aparición de "nuevas" condiciones, como el TDAH y ciertos tipos de cáncer
infantil en los niños pequeños, así como aumentos inexplicables en enfermedades otrora poco comunes
como la enfermedad de Alzheimer, de Parkinson, la depresión, el autismo y otros trastornos mentales, la
obesidad, la diabetes y el cáncer, cuyo resurgimiento moderno está vinculada en miles de artículos de
investigación médica con la exposición química de la humanidad. Pero por primera vez en la historia
humana, existen los medios para compartir los conocimientos y entendimientos universales de amenaza
común y lo que podemos hacer cada uno para mitigarlo, a través de internet y los medios sociales y
tecnologías como la de Cell Wellbeing.
Estas tablas no son definitivas, hay literalmente miles y miles de productos con los que entramos en contacto
y que contienen o han sido fabricados usando productos químicos. Haz un esfuerzo para identificar y eliminar
los productos más obvios a los que estás expuesto diariamente y sigue estos consejos básicos y sencillos:
Consumir durante 2 meses espirulina y chorella: el primer mes 10 gramos y luego 5 gramos al día.
Evitar tejidos sintéticos (poliéster, fibra,etc.) y utilizar naturales: lino, algodón.
Hidratarse correctamente en botella de cristal.
Consumir alimentos probióticos.
Aumentar la ingesta de agua de buena calidad.
Añadir a la alimentación frutas y verduras ricas en pectinas.
Baños de sal
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