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Prólogo. ................................................................................................. 13
Introducción.......................................................................................... 15
Resumen histórico, 15.- Elcctrónica en vivo, 17.- Tapc Music y Music for Magne-
tic Tape, 22.-Música concreta, 25.-Música electrónica, 28.-Música con ordena-
dor, 34.
Inteligencia artificial y ciencias cognitivas . . . .. ..... .. ... ..... ..... ..... .. . . .. ... . .. .... 147
Indice onomástico . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . .. . . . . . .. . . . . . . . .. . . . . . . . . .. .. . . .. . . 22 1
Alex Arteaga
Berlín, 15 de junio de 2003
Prólogo
1 Los términos originales Live Elektronik y musique concrete han sido traducidos al español, ya
que estas traducciones son de uso común. Los equivalentes en español de los términos Tape Music,
Musicfor Magnetic Tape y elektronische Musik serían «música para cinta magnética», para los dos
prlnu.:ros, y «música eh.:ctnínica» para el tercero. Las denominaciones españolas se refieren, respecti-
VIllllCntc, a t:oJa tnt1sica lijada sobre cinta magnética y a toda música realizada con medios electró-
nicos como, por cjc·mplo, la ml'lska r~o:c.:no, rambic.:n L'tiquctada actualmente como música elec-
f t'l~llÍL;a. t k constrvado l11.~ l~l' lllÍIHlS ori1-1inaks porqm·, CllllH> SL' wr;~ m;ís adelante, designan un
tipo lllllY wncn· to dr IIH'I~ii'n pnm 1.\ÍIItll y de: mt'1sic:a dtl'll'l'mica, li1-1adas estrechamente en ambos
fiiHil~ nlnwllH'Illn y alllljo\llr 1' 11 11111' IIIL'I'llll lll'oduddas, L' Íla·luso a sus \'rt·:alon·s (N. r/1·! '/.').
La utilización del ordenador en los procesos compositivos se desarrolla en
dos direcciones fundamentales: el cálculo de un timbre, que podrá ser oído
mediante altavoces, y el cálculo de una composición para instrumentos tradi-
cionales. El primer caso se expone también en el capítulo Timbre y sfntesis de
sonido. La gran variedad de posibilidades de calcular una composición para
instrumentos tradicionales se describe en el capítulo Sfntesis de partitura.
En una situación de concierto, los altavoces, como medio de producción
sonora, se confrontan con las características arquitectónicas del espacio. En el
capítulo Música y espacio se describe cómo el medio electroacústico propicia
la aparición de nuevos conceptos espaciales, de nuevas formas de relación en-
tre el espacio y la composición. Las investigaciones desarrolladas en distintos
campos científicos ejercen una constante influencia sobre artistas y composi-
tores. Este hecho se estudiará en el capítulo Inteligencia artificial y ciencias
cognitivas, así como en el apartado «Suspensión de la linearidad y procesos je-
rárquicos», pp. 121- 146.
Se describirán distintas teorías y técnicas junto a las correspondientes
composiciones musicales de manera recíproca. De este modo, se intentarán
mostrar las repercusiones estéticas de los distintos métodos, procedimientos
y sistemas en la composción.
El autor prescinde en gran medida de la descripción concreta de lenguajes
de programación, modelos de ordenador, tipos de sintetizadores, así como de
las llamadas music workstations o similares, tanto en sus versiones actuales
como en las históricas. Las descripciones necesarias se realizan en un nivel
general y abstracto con el fin de preservar la actualidad del texto. Asimismo,
tampoco va a presentarse una descripción concreta de los estudios de música
electroacústica existentes ni de las cuestiones relativas al «estilo de estudio».
La extensa relación de literatura seleccionada se desglosa por especialida-
des e incluye obras aparecidas hasta 1997.
Agradezco especialmente a la doctora Helga de la Motte-Haber y al doc-
tor Dieter Schnebel sus sugerencias criticas y su apoyo. Asimismo, agradezco
a mi mujer, Susanne Elgeti, a Frank Gertich y a Volker Straebel su estimu-
lante revisión de determinadas secciones de este libro.
.,.
Introducción
Resumen histórico
1
Ferruccio Busoni, Entwurf einer neuen Asthetik der Tonkunst, Leipzig, Insel, 2a ed. arnpl.,
1916.
16 Música electró11il·a y 'ffllh ' i l't l t·tm ol'denador
los altavoces y la radio aún no eran de uso común. El texto de Busoni prosi-
gue: «El informe del que tomo esta noticia incluye auténticas fotografías del
aparato, las cuales alejan toda duda sobre la realidad de esta creación casi in-
creíble.»
Busoni no llegó a oír este instrumento, pero su utopía de una música li-
berada de «dogmas arquitectónicos, acústicos y estéticos» se hizo realidad an-
tes de su muerte en 1924. El físico Lev Sergeievich Termen 2 presentó, en el
octavo congreso electrónico soviético de 1921, un instrumento que fue co-
nocido con diferentes nombres: Atherophon, Termenvox y Theremin. Los
componentes fundamentales de este instrumento son dos antenas entre las
cuales se genera un campo eléctrico. Para influir en la configuración musical
de la generación electroacústica de sonido deben moverse las manos entre es-
tas antenas. De este modo, el instrumentista modifica el campo eléctrico y
toca sin accionar ningún mecanismo 3 .
En los años siguientes aparecieron un gran número de nuevos instrumen-
tos musicales eléctricos. Entre ellos destacan el Sphiirophon (Jorg Mager,
1926), las Ondas Martenot (Maurice Martenot, 1928), el Hellertion (Bruno
Helberger y Peter Lertes, 1930), el Trautonium (Friedrich Traurwein, 1930) y
el Neo-Bechstein-jlügel (de la fábrica de pianos Bechstein, 1931).
Todos estos instrumentos musicales eléctricos, electrónicos y electromecá-
nicos, así como la historia de su uso y repercusión, han sido ampliamente in-
vestigados y documentados 4 . El presente trabajo se ocupa únicamente del
desarrollo de la música electroacústica a partir del año 1945.
Compositores y teóricos como Carlos Chávez 5, Edgard Varese y Robert
Beyer tenían la mirada puesta en el desarrollo de un nuevo lenguaje musical
a partir de las posibilidades de generación electroacústica de sonido. Beyer
escribió en 1928 lo siguiente:
2
M ás conocido com o Leon T heremin, nombre que adoptó al trasladar su residencia a Francia.
3 El Theremin nunca fue del todo olvidado. Los Beach Boys lo utilizaron en su tema Good Vi-
brations y Alfred Hitchcock en su película Recuerda. Robert Moog lo incorporó como uno de los
componentes electrónicos de sus instrumentos.
4
Una información completa al respecto se encuentra en : Hugh D avies, «Electronic instru-
m ents>>, en: The New Grove Dictionary ofMusical lnstruments, Stanley Sadie (ed.), Vol. 3, Londres,
Macmillan, 1984, pp. 656-690. Tomas LaMar Rhea, The evolution of Electronic Musical lnstru-
ments in the United States, tesis doctoral, George Peabody College for Teachers, Nashville, 1972.
Joachim Stange, Die Bedeutung der elektroakustischen Medien for die Musik im 20. ]ahrhundert,
(= Musikwisenschaftliche Studien 10), H ans H einrich Eggebrecht (ed.), Pfaffenweiler, Centaurus,
1989. Elena Ungeheuer, <<Elektroakustische Musik. Elektrische Klangerzeugung bis 1950>> , en:
MGG, Ludwig Finscher (ed.) , vol. 2, za ed. rev., Kassel/Stuttgart, Barenreiter/Metzler, 1995,
pp. 1717-1749.
5 Carlos Chávez, Towards a New Music. Music and Electricity, nueva edición de la publicada
por Norton, Nueva York, 1937, RolandJackson (ed.), Nueva York, D a Capo Press, 1975.
b,-trodttl'Ción 17
[... ] los problemas internos de la «música futura» tales como la melodía de timbres
o la flexible escala enarmónica, sólo por citar algunos, requieren el «nuevo sonido»
para su solución y estabilización. ¡Resulta absurdo desear agotar las posibilidades de
un campo tímbrico casi ilimitado dentro de los límites de una composición a cua-
tro voces! No podemos quedarnos anclados en un compendio refinadamente for-
malizado del pasado, en una diferenciación, acumulación y extensión de las nuevas
tendencias sonoras: debemos tratar la cuestión en sus principios básicos, es decir,
ver la «forma» y no el número y la suma 6 •
Electrónica en vivo
[... ] hacer música electrónica en vivo. Hay muchas maneras de hacerlo. La que es-
cogí aquí fue crear una situación teatral que incluyera amplificadores y altavoces y
músicos en vivo. El aspecto teatral se pierde, por supuesto, en la presente graba-
ción. Un cierto tipo de misterio (ya que no es posible ver cómo fueron producidos
los sonidos) ocupa su lugar 7 .
" Robcrt Beyer, «Das Problem der "kommenden Musik''», en Die Jvlusik 20 (12, 1928),
pp. AGl -866.
~ J<1hn Cagc, Cartridge Music [19621, enjohn Cage. An Anthology, Richard Kostelanetz (ed.) ,
1ma ¡·cirnprcsi<Ín completa de la cd ici!Sn publicada en Nueva York en 1970, suplementada con una
1\LlCVU cr{lnologíay car;Hogos, Nm:va York, Da Capo Prcss, 199 1, pp. 144-145, aquí p. 145
• M Véase ni rcspct·to : Albrcchr von Massov, Ut;e-t'Ü·ktronische Musik. Live-Elektronik, en
HAndwtJrtrrlnu·h drr nllt.l'lkr~li.rt'ht'll '/rnnimdogir, Hans l·ki nrid1 1\ggdm·chr (cd .), Stutrgarr, Franz
Sttl n~r Vc rl íl~, 1')l)() ,
18 Música elec1TÓ11Íca y músktt t•on ordenador
9
Véase al respecto: Frank Gerrich, «Zur fkuacbrung der Tonbandeinschübe in den Dés~rts»,
en Edgard Vares~: Die &Jrd.ung tks Klang~. Symposium Edgard Vart1e, Hamburgo, 1991, editado
por Helga de la Marre-Haber, Hofheim, Wolke, 1991 , pp. 56-63.
1
° Cursos Internacionales de Verano de Música Contemporánea (N del T.).
20
11
Dieter Schnebel, Mauricio KAg~l Musik Tlxat" Film, Colonia, DuMont, 1970, pp. 32 y 34
12Gordon Murnma, Live-Eiectronic Music, en Th~ Drv~lopm~nt and Practice of Electronic
Music, John H. Appleton y Ronald C. Perera (ed.s.), N u~ Jersey, Prentice-HaiJ, 1975, pp. 286-
335, aquf p. 294.
" En parte debido al estado de desarrollo técnico de la elecnónica en vivo, la versión de
1972/1974 fue ampliamente revisada y más tarde retirada. En 1991 se encontró una solución de-
fmitiva utilizando Ja t~ca elecrroaaísrica desarrollada por el lRCAM: ...o:ploJan~-fixe... para
flauta MI DI. dos flamas solistas, grupo instrumental y Live-Eüktronik (1991/1993). La flauca
MIDI es un producro del IRCAM desarrollado por Michel Sc:ukier. Las informaciones obtenidas
de las llaves de la flauta y del micrófono instalado en su embocadura se transforman en datos
MIDI. Vé.~se al respecto: Andrcw Gerzso, .Paradigms and Compucer Musioo, en: Lt'onardo Music
]rmmn/1 (1, 1992), pp. 73-79, aquí p. 76.
!lltroduccióll 21
Al componer la obra pensé en crear una mayor cohesión enrre los insrrumcnt:os.
Cada uno toca en su rincón, como ya he dicho, cada uno con su propio ámbito de
altura, pero todos interactúan con ayuda de la eleccrónica en vivo. [...) Mi conside-
ración inicial fue la siguiente: si los instmmentos están todos ellos fijados en su ám-
bito, ¿cómo pueden influirse mutuamente y no sólo en relación con la almra? En-
tonces decidí recurrir a la electrónica en vivo, ya que gracias a ella los instrumentos
interactúan, y no sólo en el espacio y en relación con la dinámica sino también con
la altura. Cuando, por ejemplo, dos instrumentos son modulados de manera con-
junta, la altura es el resultado de este proceso y no la altura fijada en un principio.
[...] He observado a menudo cómo un instrumento transformado electrónicamente
pasa. a ser gradualmente anónimo. Yo quería establecer una especie de gradación en-
tre la i ndividualidad del instrumento que no es transformado o que lo es rninima·
menee, y su completo ano nimato al final, cuando, en determinados momentos, re·
sulta imposible distinguir los instrumentos emre sí. (...] La electrónica en vivo es
una parte de la composición 14 •
11
' Pierre Boulcz, en conversación con Joscf Hlíusler, en Hans Pctcr Hallcr, Das Experirnental-
studio der fleim·ich-Strobel Stiftung des Sii.dwestjunks Freiburg 1971-1989. Di~ Erforschung der ELek-
Ironische Kla.ngumfom¡ung tmd ihre Geschichte; vol. 2 (; Südwescfunk-Schifi:enreihe: Rundfunks-
geschkhte; vol. 6) Baden-Baden, Nomos, 1995, pp. 61-62).
22 i\llúsica eleetr611ica y tHI#iUI con ordenador
Al realizar este rrabajo, nos fascinaron las múltiples posibilidades de la cima magnética.
Por eso pensé en descubrirlas y desarrollarlas en grupo, ya que de este modo cada cual
15
Véase al respecto: Gianmario Borio, cKlang als ProzeS. Die Komponisten um Nuova Como-
nanza», en Giacinto Sce/si. Im inneren da Tons, Klaus Angermann (ed.), Hofheim / Ts., Wolke,
1992, pp. 61-62.
/t¡tl•odueción 23
podría aportar una visión distinta. Así fue como como sucedió realmente. [ ... ]Yo esta-
ba por aquel entonces muy abierto a todo lo nuevo y me interesé por el corre de cinta,
es decir, por la producción de música con medios técnicos. Descubrí distintas posibili-
dades de modificar el sonido cortando la cinta, sin utilizar los potenciómetros 16•
Jó Richard Kosrdanetz, ]ohn Cage im Gespriich. Z11 Musik, Kunst und geimgen fragen umerer
Zeit, Colonia, DuMont, 1989, p. 116.
17
John Cage, (fber frühe Stücke [1958], en ]ohn Cage, Richard Kosrelanetz (ed.), Colonia,
DuMom, 1973, pp. 178-185, aquí p.l82
18
Este término podría traducirse como <<composición con medios decrrónicos» o ..composi-
ción mediática» para disünguirlo de otro término de uso acrual, Medienmusik, que se refiere a la
música hecha para los medios (radio, televisión) (N. de/1).
19
Hans RudolfZeller, Medienkomposition nach Cage, en: Musik-Konzepte, nwnero especial de-
dicado aJohn Cage ( 1978), pp. 107-131, aquí pp.ll2 y 113.
24 ¡'J.frí..<icn eíectróu ica r 1111ÍSic1Z con ordenALlur
Aqudlos que trabajan experimentalmente con nuevos sonidos parecen tener pro-
blemas al distinguir entre d material de la composición musical y la composición
misma. Son hábiles para introducir sus nuevos sonidos de manera prematura en
obras que difíciJmeme se pueden considerar como trabajo creativo, en el senrido
generalmente aceptado de 1:\ expresión. Estas obras se pueden considerar fácilmeme
como vehfculos para nuevos sonidos, ya que éstos no forman pane integral de ellas.
[...] No obsranre, resulta agradable cuando un composiror presenta sus experimen-
tos utilizando este nombre, sin producir confusión. Vladimir Ussachevsky hace jus-
tamente eso. [...] Estos experimentos no eran composiciones y no se intentó Uamar-
los de este modo. No obsrame, los sonidos son, ciertamente, un posible recurso
para los compositores 20•
Oliver Daniel acuñó en 1952 el término Tape Music, que se utiliza actual-
mente, para designar la primera música elecrroacústica norteamericana. Leo-
pold Stokowski lo empleó para presenrar un concierto de cinta con obras de
Ussachevsky y Luening en Nueva York: «En lugar de ser, en primer lugar, es-
crita sobre papel y después convertida en son ido, la Tape Music es una músi-
ca compuesta directamenre con el sonido. Del mismo modo que el pintor
20
Citado en Peter Manning, Ekctronic and Compuur Music, 2• ed. (1• ed., 1985), Oxford.
Clarendon Press, 1993, p. 89.
llltrodlscción 25
Mú.siea concreta
Pierre Schaeffer creó los fundamentos para el desarrollo de una música para
altavoces autónoma. Para ello fundó en 1943 un espacio de investigación de-
dicado al arte radiofónico, el Studio d'Essai, más conocido por el nombre
adoptado en 1946: Club d'Essai. En 1944 se emitió su obra radiofónica La
coquille aplanetes. El texto, el sonido, la música y la realización de esta obra
fueron desarrollados de manera no jerárquica. El 5 de octubre de 1948 la
RTF (Radiodiffusion Télévision Frans:aise) emitió en París el primer Concert
des Brnits. El programa esraba formado por los Cinq études de brnits (1948)
de Schaeffer, titulados Etude aux chemins de fer, Etude aux Tourniquets, Etude
violette, Etude noire y Etude pathétique.
Schaeffer denominó a esra música musique concrete. Concrete por tres mo-
[ivos: porque el material sonoro con el que trabajó existfa de una manera
concreta, es decir, fue grabado con un micrófono ames de que se iniciara
realmente la realización de cada pieza; porque los sonidos grabados rehúyen
su fijación escrita, es decir, porque no resultaría posible escribir una partitura
21 Texto tomado de la cubierta del disco TAPEMUSIC ANO HlSTORIC CONCEIU, Clas-
sics of electronic Music, Vladimir Ussachevsky, Otto Lucning, Museum of Modern Art, 28 de oc-
tubre de 1952, Desro, D C6466.
26 J~ÚSÍca ~feCfrÓ/lUA y música CQ/t Qrdtmntlor
12
Véase al respecto: Michel Chion, Guide tks objm somm-.s. Pierre Schaeffer et la recherche mu-
sicale, París, Buchec/Chasrei/INA, 1983
23 Pierre Schaeffer y Guy Reibel, Solftge de l'objet sotzorr, París, &licion du Seuil, 1966, sección
m usicaL Uno de sus trabajos en este terreno consistió en elaborar una clasifi-
cación de los sonidos (véase a1 respecto el apartado «Terminología y cataloga-
ción>>). En sus investigaciones, Schaeffer considera el oído como la máxima
instancia, raJ como expresó en su Lettre aAlbert Richard 26, uno de los textos
m ás importantes de la música concreta, escrito en 1953 y publicado en
1957. Los postulados y reglas mencionados en esa carta fueron publicados de
nuevo por Schaeffer en forma abreviada:
Prim" postulado: primada del ofdo.- Tanto el potencial de desarrollo como la li-
mitación de cualquier música nueva dependen de las posibilidaJc:::. Jcl oíJu.
Segundo postu/adQ: partiendo del primer postulado, se dará preferencia a las fuemes
acústicas reales, para las cuales nuestro oído está especialmente conscituido (y se de-
sestimará especialmente recurrir de manera exclusiva a fuentes sonoras electrónicas).
T"c" postu/adQ: investigación sobre d lenguaje.-Las nuevas escruauras musicales
deben aspirar a establecer una comunicación entre quien las proyecta y quien las re-
cibe.
Pri~a regla.-Definir una nueva educarión audiTiva basada en la escucha sistemá-
óca de objetos sonoros de codo tipo. Lo único importante aquí es aprmder a oír co-
rrectammte. Los principios básicos de la acústica y de la récnica electrónica pueden
facilitar esre aprendizaje.
Segunda regla.- Crear objdos sonoros, es decir, pracócar la realización de sonidos,
los cuales deben ser tan diferenres y originales como sea posible, siendo conscien-
tes de la diferencia de esta actividad respecto al procedimiento tradicional, según
el cual se anotan símbolos sobre papel pautado que, por decirlo de algún modo,
representan configuraciones de símbolos abstractos.
Tercera regúz.-Con6gurar objetos musicales, es decir, aprender a utilizar aparatos
para la manipulación sonora (sin confundirlos con instrumemos musicales): mag-
netófonos, micrófOnos, filtros, etc.
Cuarta regla.-Realizar estudios preparatorios ames de concebir una obra, compara-
bles a los «ejercicios educarivOSll propios de la música tradicional, que obliguen al
principiante a elegir entre la diversidad de medios y posibilidades de realización que
éste tiene a su disposición.
Quinta regla.-Trabajo y tiempo -imprescindibles para cualquier auténtico proce-
so de aprcndizaje 27 •
Música electrónica
28
Junto a su gran núm ero de obras musicales, Bayle ha editado nuevos cscri1os sobre música
concreta: Fran~is Bayle, Musique acousmatique • propositions...positio1u (.. Bibliorh~ue de Re-
cherche Musicale), Parls, Bucher/Chastel, 1993. Del mismo autor. -Image-of-sound, or i-sound:
Meraphor/metaform•, en Contnnporary Music Rtvitw. Mwic and tht Cognitivt Scimcts, 4 (1989),
pp. 165-170.
29
Werncr Mcyer-.Epplcr, Elektrísche Klangr.rzeugtmg. ElektronkuJtiscbt Musik rmd synthetücbt
Spracht!, Boun, 1949.
29
3SHarald Bode, •Das Melochord des Studios Rir elelmonische Musik im Funkhaus Koln•, en
T«}misch~ Hausmitteilzmgm des Nordwntdnmchm Rundfonh, año 6 (112 - edición especial sobre
música elearónica 1954), pp. 27-29.
.l6 Friedrich Traucwein, Das ~kktronisch~ Monochord, misma referencia que la nota anterior,
pp. 24-27.
Iutroducció11 31
En esta primera época, los principales recursos para crear una composi-
ción electroacústica eran los siguienres 37:
37
Vbsc al respecto: Frin Enkel, cOie [echnische Einrichrung d es "Srudios für elekuonische
Musik··, en Trchnisch~ Haumziruilungm tÚJ No~uúutschm Rundfonlu, año 6 (1/2, 1954),
pp. 8-15. lbld: Frin Enkd y Heim SchüLz, Zur Trchni.luks Magnmonbandes, pp. 16-18.
33 Váse al respecro: Karlheinz Srock.bausen, Ekktronisch~ Musik und A utomatik (1965), en:
Texu zur Musik 1963-1970, vol. 3, Dierer Schnebel (cd.), Colonia, DuMont, 1965, pp. 232-24 1.
39
En el o riginal se cira, junto al término Tontechnik" -técnico de sonido- el de Tonmristrr. un
profesional que, además de los conocimientos propios del r6c:nico de sonido, posee una errensa y
sólida formación musieal (N. ekl T.).
32 r".túsir rl t>h•rtl·i.hlÍCII y 111/ÍJÍ C'II. C'071 ortf~1111tl01'
ralisdschen• en lugar del de •instrumental» para referirse a la intención de los composiroi'CS y crea-
dores de sonidos similares a los instrumentales (N. d~l T.).
11 Marien:a Morawska-Büngder, Schwingmdm Ekktronro, Colonia-Rodenkirchen, Tonger,
1988.
Introducc-ión 33
42
Véase al respecto: Norberr Dre:Ben, Sprache und Music bn Luciano Berio. Untersuchungm zu
seinm Voka/kompontionm (~ Kolner Bcicrnge zur Musikforschung 124), Heinrich Hüschen (ed.),
Regensburgo, Bosse, 1982. Bcrnd Riede, Luigi Nono5 Kompositionm mit Tonband. .i&hetilt des mu-
sikaJischm Materials - WerkanaJysm - Wekveraidmis (= Berliner musikwissenschafclichc Arbeiten
28), C:ul Dahlhaus y Rudolf Srephan (eds.), Múnich-Salzhurgo, Kanbichler, 1986. Friedrich
Spangerrnacher, Luigi Nono: Die ekktronische Musik, Historischer Kont~Enrwicklung-Komposi
tionstechnik (= Forschungsbeitrage zuc Musikwissenscl1aft), Regensburgo, Bosse, J 983.
43 Véase al respecto: Frank Getrich, Julia Gerlacb y Golo Follmcr (eds.), Musilt... , vmvandeú.
Introducción
Prescindo de más exrensas explicaciones para, finalmente, exponer orra idea. Se dis-
tinguen tres características del sonido: la alrura, el color 1 y la intensidad. [ ...] La
clasificación del timbre, la segunda dimensión del sonido, se encuentra en un esta-
do menos cultivado, menos organizado que la valoración estética de la armonía, ci-
tada anteriormente. [...] En cualquier caso, nuestro interés por el timbre es cada vez
mayor y la posibilidad de describirlo y ordenarlo cada vez más cercana. Por ello re-
sulta probable la formulación de teodas más precisas 2 •
1
El ténnino color (Farb~) est:l en alem:ln ligado al moifológicamenre de cimbre {.KLmgforb~)
(N. del T.).
2
Arnold Schonberg, Harmonielehre, 7a edición, Viena, Un iversal Edicion, 1986 (la ed.,
1911), pp. 503-504 (existe versión española: Tratado de annonfa, trad. Ramón Barce, Madrid,
Real Musical, 1974).
36
J W-\her Gieseler, Luca Lornbardi y Rolf-Oktc=r Wc:ytr. fnsh'NmtmAti4n in átr MwiJ: dtT 20.
J•brlnmdtm. <'.die, Mocd<. 1985, 1'1'· 29·39.
Timbre y síntesis de sonido 37
En lugar de ser un objet trouvé, el sonido se convierte ahora en el centro del trabajo
composirivo. Por ello, su función de objeto (un estado estático del «Ser») se trans-
forma en proceso (un curso dinámico del «devenir»). [...] Así pues, una composi-
ción puede ser considerada, cal como ha expuesto Helmut Lachenman o, como el
desarrollo de un único sonido, infinitamente diferenciado en sí mismo, que llega a
4
Pierre Boulez, An der Grenze des Frucbtlandes (Paul Klee) [1985], en: Pierre Boulez, Werkr-
n.
tatt-Texte, Berlín, l Jllsrein, 1972, pp. 76-91, aquí p.
s Rainer Sclunuch, «Kiangf.ubemelodie>>, en Handworterbuch der musikalischm Terminolog;W,
Hans Heinrich Eggebrechr (ed.), Srurrgarc, Franz Sreiner Verlag, 1993, p.l4.
6
Marshall McLuhan, cirado en Glenn Gould, Die Zukunfoaussichten der Tonaufoeichnung, en
Glerm Gould, \.0m Ko112iertsaa/ zum Tonsrudio, Tim Page (ed.), Múnich, Piper, 1987, pp. 129-
160, aquí p. 149.
38 Allisica electrónica z música con ordt!niUÚir
Intentos de definicUJn
Terminologla y catalogación
10
Pierre Schaeffer, Tratado de los objeros musicales, Madrid, Aüanza, 2003.
11
Roberr Erikson, Sound and Structure in J'vfusic, Berkeley, Universiry of California Press,
1975.
12
Roben Cogan y Pozzi Escot, Sonic Design. The Nature of Sounds and Music, Englewood
Cliffs, N .J., Premice-Hall, 1976.
13
James C. Tenney, Die Phisíkalische Korre/4te der K/4ngforbe, en Gra.vesaner Blii.ter 7
(26, 1965), pp. 103-105, aquf p. 105.
14
Michel Chion, Guide des Objets sonares. Pierre Schae.lfer et 14 recherche musicale, París, Bu-
che[/ChasreUINA, 1983.
1
> Trevor \V!shart, «Sounds, Symbols and Landscapes~, en The Lengua.ge of Electroacustic
Music, Simon Emmerson (ed.), Londres, Macmillan Press, 1990, pp. 41-60.
40 Música elcctrlm ic'J v música cf)n Qrdenador
Sócrates: Por consiguiente, nunca podré percibir otra cosa de la misma manera, ya
que a otra cosa le corresponde otra percepción, y la persona que percibe la modifica
y la hace distinta. Por su parte, lo que ejerce la acción sobre mí, al encontrar a otra
persona, no p roduce un efecto idéntico y, por tanto, ya no puede ser tal como era,
pues a partir de otra persona produce otra cosa y, en consecuencia, resultará altera-
do. [... ] Por tanto, nú percepción es verdadera para mí, pues es siempre de mi pro-
pio ser, y yo soy juez, de acuerdo con Protágoras, del ser de lo que es para mf y del
no ser de lo que no es 1s.
La cuestión del tipo de realidad que se genera al oír m úsica por altavoces
es un problema cognitivo. El teórico de la percepción y fundador del Biolo-
gical Computer Laboratory, Heinz von Foerster, describe la cognición, de
acuerdo con Maturana, como el «cómputo de una realidad» 19. La expresión
«una realidad» implica que hay otras realidades. Realmente existe una enor-
me discrepancia enrre las expresiones «la realidad» y «una realidad» entendi-
das com o planteamientos teóricos. La acción de tocar con los dedos mi reloj
de p ulsera puede constitúir una confirmació n de mi percepción visual: «la
realidad)) es mi reloj de pulsera. El urilizar aquí la expresión <<Una realidad>)
implicaría conectar el sen tido del tacto con la percepción visual y geoe~aría
una experiencia que se podría describir como «aquí está mi reloj de pulsera».
Los procesos cognitivos no computan ni relojes de pulsera ni sonatas de
Beethoven ni partitas d e Bach, sino sólo descripciones de los mismos. Por
ello, puede definirse cognición de manera más p recisa como el «cómputo d e
una d escripción de una realidad». Foerster desarrolla este proceso cognitivo
de una forma recursiva: después del cómpu to de una descripción («d escrip-
ción de primer orden«) se genera, a un nivel superior, una descripción m odi-
17
Gerhard Roth, <<Autopoiesis und Kognition: Die Tbeorie H . R. Maturanas und die Not-
wendigkeir ihrer Weirerentwiddung», en Dn· Diskurs des Ra.dikalen /{()11$mdttivismus, Siegfried J.
Schmidr (ed.), Frankfurt am :tvfain, Suhrkamp, 1994 (la ed_, 1987), pp. 256-286.
18
Platón, Teeteto, en Platón, Di.áwgos, vol. 5, u ad. Alvaro Vallejo, Madrid, Gredos, 1988,
aparcados 159e, 160a y l60e
'' Heinz von FoerSter, Kybernetik einer Erkenntnistheorie, en Idem, Wissen und Gewissm. ltér-
such einer Brücke, Siegfried J. Schmidt (ed.), Frankfurt aro Main, Suhrkamp, 1993, pp. 50-72,
aquí pp. 53-55.
42 l'rfríricn electrÓ1lÍca y mtísit:a con ortkntUlor
20
Pierre Schaeffer y Guy Reibel, Solfige de t'objet S011l)n, París, Éditions du Seuil, 1967, apar-
tado 73.0, tercer pensamiento.
11
Véase Joachim Stange, D~ Bedeutung der elekrro~UU.Stischen Med~n for die Musik im 20.
jahrhundert (= Musikwissenschaftliche Studien 10), Hans Heinrich Eggebrecht (ecL), Pfaffenwei-
ler, Cemaurus, 1989, pp. 190-192 [•Die Bemühungen im eine originale Schallplanenmusib].
Douglas Kahn y Gregory Whitehead (eds.), Wi"kss Imaginarion. Sound, Radio, and the Avant-
Garr:le, Cambridge, Mass., MIT, 1992.
22
Pierre Schaeffer, Traité des Objets Musicaux - Essais Tmerdisciplinaires, París, Édicions du
Seuil, 1966, p. 91 [existe uaducci6n española, Tratado de los objetos musicaks, Madrid, Alianza,
2003].
Timbre y síntesis de so11ido
La música no es un lenguaje. Cada obra musical es algo así como una roca de for-
ma compleja, con rayas y modelos en su exterior o en su interior y que cada uno
puede descifrar de mil maneras diferenres, sin que ninguna de ellas sea la mejor o la
más verdadera. Debido a esta diversidad de imerpretaciones, la música, como un
catalizador de cristal, revela todo cipo de fantasmagorfas Z3.
El problema no era que nuestro ordenador sólo pudiera producir ondas sonoras
muy simples [...), sino que nadie sabía en realidad qué formas de onda son percibi-
das por el oído humano como música biensonante. La cualidad inherente de un so-
nido es su timbre. Aunque podíamos generar con el ordenador sonidos de una altu-
ra e intensidad determinadas, resultaba difícil producir timbres agradables.
La escasa literatura referente a la física de los instrumentos sonoros tradicionales
no sirvió de gran ayuda. Resultó evidente que esra literatura no sólo era incomplera
sino que, en muchos casos, era simplemente falsa. [...]
Después de algunas investigaciones básicas conseguimos entender los aspectos
esenciales del timbre y corregir algunas generalizaciones anticuadas y erróneas25.
¿Qué oúnos? La respuesta a esta pregunta que se da en los libros de texto estándar
resulta para cualquier estudiante de lo más insulsa. De acuerdo con una teorfa aso-
ciada principaimcnre a los nombres de Ohm y Helmholtz, el oído analiza el so1údo
en sus componentes espectrales, y nuestras sensaciones se generan a partir de los
componentes de Fourier o, mejor dicho, de sus valores absolutos. Pero el análisis de
Fourier es una descripción fuera del tiempo, expresada mediante ondas exactamen-
te periódicas de duración infinira. Por otro Jado, nuestra más elemental experiencia
nos indica que el son ido tiene ramo un parrón temporal como un parrón frecuen-
cial. Este carácter dual de nuestras sensaciones no se manifiesta ni en la descripción
del sonido como señal en función del tiempo s(r), ni en su represemación mediante
componemes de Fourier S(j). Se requiere una descripción matemática que, ab ovo,
tenga en cuenta esta dualidad 26•
2> Max V. Marhews y John R. Pierce, cDer Computer als Musikinsuument», en Di~ Physik tkr
Musikinstrumenu, Heidelberg, Spektnun der WJSSenschaft, 1988, pp. 170-177, aqui pp. 171-172.
26 Dennis Gábor, Acoustical qumtta and the throry ofhraring, en Namre (159, 1947), pp. 591·
594.
Timbre y silllesís de so1zirlo 45
27
Albert Einstein y T.eopold Tnfeld, Die Evolutirm d~r Physik, Viena, Paul Zsolnay, 1950,
p. 296.
23
Hans Brcuer, dtv-Arlas zur Physilt. Ekktrizitiit, Magnetismus, Fmkiirper, Moderne Phyrilt,
vol. 2, Múnich, d(V, 1993 ( 1• ed., 1988), p. 339.
29 Norbcrt Wiener, Ich und die Kybtrnttik. Dtr Lebemweg eines Genies, ed. de bolsillo de Mat·
Síntesis vertical
Síntesis aditiva
Por ejemplo, ahora he superpuesto (..compuesto») sonidos o, mejor dicho, ronos si-
nusoidales que son completamenre estacionarios. [...] Es increíblemente bello oír
estos sonidos. Son perfectamente equilibrados, «tranquilos», estáticos y tan solo
«iluminados» por sus proporciones esrrucrurales. [...] (20 de julio de 1953).
3.f 1-lerman Sabbe, Ka""/ GqryvtUTts, en KomponÜtDl tÚr Gegmwart, Hanns-"\'<lerner Heister y
Walter Sparrer (eds.), Múnich, c:dition texr+kritik, J 992. pp. 5-8.
JS Karlhcinz Stockhausen, KomposÍfÍOII 1953 Nr. 2, en uchnisch~ Hatumitteilungen di!$ Nord-
wesukuJ:sclxn Rundfonlu, año 6 (1/2, 1954), pp. 46-51.
50 llftísiM elerrróllica y mJisica con ordenador
36
Secciones de una carta de Srockhausen a Kard Gocyvaens, citado en Herman Sabbe (ed.),
en Karlheiz Stockhausm, ... wie die Uit wrging..., Musik-Konupt~ 19, Múnich, edicion tae+kritik,
1981 , pp. 44-45.
7
5 La Monte Young y Marian Zaz.eda, KontintiUrlich~ Klang-Licht-Environnu:nts, en INVEN-
TIONEN '92, Berlfn, 1992, pp. 45-69.
5$ La Monte Young, cirado en: Wim Mertens, Ammcan mínima! music. La Mont~ Young. Tnry
Riky. Stwe R~ich, Philip GÚlss, Londres, Kahn & Averill, 198.3, p . .30.
Timbre v rintesis de sunido 51
Síntesis sustractiva
39 Bernd Alois Zimmermann, lntervall u11d Zeit. A ufiii.tze und Schriften zum Werk, Christoph
Biner (ed.), Maguncia, B. Schort's Sohne, 1974, pp. 57-58.
.¡o Klaus Ebbecke, Bemd Aloís Zimmermann: Dokumente zu Leben und Werk, recopilados y co-
mentados por Klaus Ebbeke (= Akadenúe-Katalog 152), Berlín, Akademie der Künste Berlin,
1989, Ilustración 41: Cat. n° 9 .
41
Jean-Ciaude Risset, «Timbre et symhese des sons,., en Le Timbre. Métaphore pour Id compo-
sition, Jean-Baptiste Barriere (ed.), París, IRCAM y Christian Bourgois (eds.), 1991, pp. 2 39-260,
aquí p. 247.
52 MúsiCA electrónica y nuísiu1 con ordenador
42
Wayne Slawson, Sound Color, Berkeley, Universicy ofCalifomia Press, 1985, p. 22 y ss.
Timb1<e ·y súztesís de sonido 53
Síntesis FM
Cuando Max Mathews inició en 1957 la síntesis de sonidos musicales con ordena-
dor, eligió trabajar con lo que se llama sin tesis aditiva. [...]
La virtud de la símesis aditiva reside, en principio, en la posibilidad de crear
cualquier sonido. [ ...] En cualquier caso, la síntesis aditiva general es lenta y ~cara»
y nos ofrece más control sobre el espectro de la onda sonora del que necesi-
tamos 43.
<13 John R. Pierce, The Science ofMusical Sound, ed. rev. , Nueva York, Freeman, 1992, p. 182.
~:
parecido sucede con el vibrato de un insuumenro de cuerda: el movimiento
de la mano izquierda, el que produce el vibraro (modulador), hace que la fre-
cuencia portadora, en este caso la de la cuerda vibrante, se desvíe de su
frecuencia media. La ampürud del movimiento de la mano izquierda define
eJ gr.tdo de desviación de la altura generada por la cuerda. En la terminología
propia de la modulación de frecuencia, este grado de desviación recibe el
nombre de «banda de frecuencia» y la velocidad del vibrato se denomina
«frecuencia de modulación».
A fi nales de los años sesenta, John Chowning, compositOr y científico
norteamericano, inició una series de experimentos en la Universidad de Stan-
ford con d fin de utilizar la modulación de frecuencia en la síntesis de soni-
do 44. En los experimentos de Chowning, tanto la frecuencia portadora como
la moduladora eran vibraciones sinusoidales. Si ambas frecuencias se encuen-
tran dentro del ámbito audible y su diferencia es pequeña, se producen, utili-
zando tan sólo dos generadores de sinusoides, especuos sonoros complejos,
cuyos parciales se agrupan de manera simétrica en tomo a la frecuencia por-
tadora. Por ello, estos grupos de parciales reciben el nombre de bandas late-
rales de frecuencia. Las bandas laLerales de frecuencia, es decir, los parciales
de un sonido generados por síntesis FM, se sitúan, por tanto, por encima y
por debajo de la frecuencia portadora.
En un proceso de modulación de frecuencia con vibraciones sinuosida-
des, el espectro resultante en w1 instante determinado se calcula según la si-
guiente fórmula:
=
Modolorion•, J•-1 ofJx A.Jio Entf"""•g Sod<9 21 (7 • 1973}, PP· 526-534. l J
i
~
]
ª
:3
Tm:bre y .fintesi.< tk sonido 55
47 John Chowning y David Bristow, FM Theory & Applícations - by Musícians for Musícíans,
Sintesis horizontal
Sampling
48
Barry D. Truax, The Computer Compositio11 - Sound Syntbesis Programs POD4, POD5 &
POD6 (= Sonological Repon 2), lnscitute of Sonology, Universidad de Utrecht, 1973. Idem, «The
POD System of lnceractive Composition ProgramS», en Computer Music ]oumal, 1 (3. 1977b),
pp. 30-39.
~ 9 Dirk Reith, <<Zur Simation delmonischen Komponierens heme», en Ref/c.:ionen über Musik
bmtr, Tem rmdAnalysen, WUfried Gruhn (ed.), Maguncia, Schorr, 1981, pp. 99-146, aquí 124 y ss.
58 Músim l'il'ctrÓilica y música cott ordmado1·
Los sonidos básicos de la sinfonía provienen de Li.nz.: los sonidos de cuerdas de acero
se grabaron en los talleres de acero de Lioz, y los sonidos de agua y las voces de p:ija-
ros, en el bosque de Lim. Además se utilizaron martillos mecánicos, cubos de plásti-
co, transformadores, tubos de bambú, ruidos de calle y las voces de los aucorcs 51•
50
Jimmy Prott, •Symphony in Chip Minon>, en Anglo American Spotlight(3, 1982), p. 61.
51
Heinz Joscf Hcrborc, •Schone Linzer Klang-Rerorre. 'Erdenklang' von Bognermayr/Zusch-
rader und dem "Fairlight CMI~•• en Die Zeit, 5 de febrero de 1982.
Timbre y síntesis de sonido 59
5l Perer Bickel, Mtuilt ma ¿,. Maschin~. CAmpw~ittebe Mtuilt zwisc!Jm synthetisd~t:r Prvduk-
tion und &produklion (= Sigma-Medieowissenschafr 14), lkrlfn, Edition Sigma Bohn, 1992, p. 89.
SJ V~e al respeCto: 1\.TWDR, EkhroniJl'~ Musi1t, año 6, TechniJche Hausmirreilungen des
NortÚ«tttÚutsl'hm Rund.Jimh (número ~al), 1954. Fritz Eokel, Dü ut"hniJchm Einrichtungm
des •Studios for eklttroakustiJche Musik., pp. 8-15. Fritz Enkel y Heinz Schüu, Zur Technik des
Magm-tbandes, pp. 16-18.
51 Conrr& PH fue realizada para el Pabe/Jón Philips, diseñado por Xenakis 3unque auibuido
60 M úsú·a ~l~ctr-ónica y 1/lÚ.sica co11 o1·deundo1·
Síntesis granular
En los años cincuenta formulé una teoría de la símesis sonora que se basaba en la
idea del sonido cuantizado. El cuanco de energía de la vibración sonora -el Pho-
non- remire a una teoría que Einstein formuló en roro o al año 1917. [...]
Por aquel entonces, desarrollé mi teoría de manera absolutamente intuitiva.
Posteriormente advertí que en el terreno de la física ya estaba formulada~6 •
55
Grundlttgm ein" stQciJdJti.schm Musik 1 ( 1960-1961 ), reedirado en [annis Xenakis, Formali-
zcd Muslt·. Thought and Mathematics in Mt4síc, ed. rev., material adicional compilado y editado por
Sharon Kanach (= Harmonologia Series 6), Sruyvesam, N.Y., Pendragon Press, 1992, pp. 43-109.
;<> Bálint András Varga, GtspriiciK mit lmmi.s Xmaki.s, uad. alem. Peter Hoffinann con la cola-
boración de C. L Sandor, Zúrich, Adantis, 1995, p. 184.
57
Iannis Xenakis, «Wanderungen der musikalischen Komposition•, en Ars Eltctronica 1990.
Brmd l Digitalt Traumt, Gottfr[ed Hatti ngcr y Pcrer Wcibcl (cds.), Linz, An Eleccronic;¡, 1990,
pp. 59-77, aquí p. 66.
62 Música electrónica r música C011 ordtiUitÚn·
L1s funciones periódicas son leyes muy restrictivas, que se corresponden con roelo-
dias o sonidos aburridos. Por el contrario, las leyes de la probabilidad y sus combi-
naciones matemáticas abren caminos muy libres y que nunca se repiten. Éstos se
corresponden con melodias considerablemente más ri~~8 .
lannjs Xenakis, Arn/Sr:imc~: Allays - The Thl!fis Difmse cflannis Xrnakis (= Pendragon Press
58
Aesthccics in Mwic Series 2), Nueva York, Pendragon Press, 1985, citado según la traducción de
Perer Hoffinann en: Peter Hoffinann, Amalgam aus Kunst undWissmschaft, Naturwissmschaftliches
Dtnkn im ~rk von lannis Xenakis (• Europli.ische Hochschulsduifren 36, Mwikwissenschaft
110), Frankfim am Main, Perer Lang, 1994, p. 102.
59 Rudolf Frisius, •Stochascische Mwik», en Das grosse Lexikon der Musik, Marc Honegger y
VOSIMy LPC
Los formam es son una parte esencial del timbre de un insrrumenro y de las
vocales del lenguaje humano. Cada sistema de vibración como, por ejemplo
el tracto vocal, posee una o varias frecuencias propias o, dicho de otro modo,
bandas de frecuencias propias más o menos anchas, también denominadas
«regiones de formantes». Estas regiones de formantes son independientes d e
60
Marie-Hélene Serra, «Srochastic Composition and Srochastic Timbre: Gendy 3 by bnnis
Xcnakis•, en PerspectiwsofNewMusú: 3 1 (1993).
61
Henning Lohner, • Das UPIC: eine Erfindung von lannis Xenakis-, en Musik-Konupte
(54/55 1987), pp. 7 1-82.
&2 Curris Roads y John Strawn (eds.), Foundations of Computtr Music, Cambridge, Mass.,
MIT, 1987 (!• ed., 1985), pp. 145-159; Barry Truax, &al-Trm~ Grtmular Synrhms wirh a Digitlll
Proassor, en Computtr Music journaJ 18 (2, 1988), pp. 14-26. Barry Truax, Discovtring l11ntr
Compúrity: 1ime Shifting IZIId Transposieion with a &~tinu Granulmion Techniqut, en Computtr
Musú: jou17111ll8 (2, 1994), pp. 38-48; Giovanni De Poli, Aldo Picialli y Cun:is Roads (eds.), & ·
preunt11tion o[Musical Signals, Cambridge, Mass., MIT, 1991.
64 Músita t'!~·ctrónicn y músit·a Cl)'tl ordetuttÚJ-r
63
Pa.ui-Heinrich Menens, Die Schumannschen Klangforbmbesetze 1md ihre Bttkunmg für die
Obmmgrmg von Sprache rmd Musik, Frankfurt am Main, Bochinsky, 1975.
64 Werner Kaegi y Sean Tempelaars, VOSIM-A New Sound Synthesis System, en jo-urnal of the
Audio Engineering Society 26 (6 1978), pp. 418-425; Werner Kaegi, A Minimum Description ofthe
Linguistic Sign Repertoirt (l• parte), en Interface (2, 1974a), pp. 141-156; Werner Kaegi, A Mini-
mllm Description ofthe Linguistic Sign Repertoíre (2• parte), en Interface (3 1974b), pp. 137-158.
~~ Werner Kaegi, Controiling the VOS/M Somui Synthesis System, en interface 15 (2-4, 1986a),
pp. 71-82; Werner Kaegi, The MIDIM Language and its VOSIM fnterpretation, en interface 15 (2-
4, 1986b), pp. 83-161.
66
Werner Kaegi, Wm ist elektronische Musik, Zúrich, Orell Füssli, 1967.
1
65
dos generados con VOSTht1 pueden combinarse fácilmente con sonidos voca-
les o instrumentales. La obra de Kaegi Ritourne!!es pour soprano et ordinateur
(1984- 1987) constituye una buena prueba de ello.
El sistema VOSIM no obtuvo gran difusión y tan solo se implementó en
algunos estudios como, por ejemplo, el de la Universidad de Toromo. Alli se
desarrolló un banco de datos, denominado Scrucrured Sound Synchesis Pro-
ject (SSSP), que permite elegir entre distintos procesos de síntesis sonora 67 •
Charles Dodge 68 y Johan Sundberg 69 también se ocuparon de la síntesis de
voz hablada con aplicaciones musicales. Un caso especial en este campo viene
dado por el programa de síntesis orientado al lenguaje CHANT, desarrollado
en el IRCAM (véase al respecto el apartado «Modelado fisico»).
Partiendo de las posibles características lingüísticas d e la música, el
compositor norteamericano Paul Lansky atribuye, de una manera un canto
forzada, un carácter musical al lenguaje hablado. Esta consideración le sir-
ve de base para configurar un gran número de sus composiciones. Desde
principios de los años setenta, Lansky utiliza el ordenador, en cierta medi-
da, como un micrófono aural. Su interés se centra principalm ente en los
ruidos ya existentes y en la voz humana, más que en la investigación sobre
síntesis sonora.
Empecé a trabajar con el lenguaje, ya que era la fuente de sonido más obvia. L'l pri-
mera de mis piezas que, en mi opinión, aporra algo al respecto fue Six Fantasi~ on
a Po~m ofThomas Campion [1978-1979). Grabé los sonidos que producía mi mujer
Hannah leyendo el poema y los procesé repetidamente. Cada sesión de procesado
estaba destinada a aislar o resaltar un aspccro específico del lenguaje. Al final se ob-
tenía una visión del lenguaje ex:plfciramente musical. Dicho de otro modo, mi in-
tención era explicitar la música implícita en el lenguaje 70 •
71Citado seg(m el libreto del Compact Disc: Paul L·tnsky, Smalltalk, New Albian Recol'ds,
NA030CD, San Fransisco, 1990.
72 Ibídem.
73 Citado en Alicyn Warren, Talk about Smalltalk, en N~s ofmusic (13, 1992), pp. 109- 120,
aquí p. 109 fPaul Lansky, a partir de una entrevista (tadiofó nica) con Charles Amirkhanian y $re-
ven Srein; en LaMaMa, NnQ Music, oroño de 1989).
7
• Joshua Cody, «A.n lntervic:w wirh Paul Lansky-, en Compum- Music fouma/ 20 (1, 1996),
pp. I9-24,aqufp.21.
75
Paul Lansky, Linear Predicrion: Th~ Hard, but Imuemng W¡ry to do Thingr, en 5• Conferen-
cia lnrernacional de la AES, Music and Digital Techno/qgy, Los Ángeles, John Strawn (ed.), Audio
Engineering Sociecy, 1987, pp. 77-82; Paul Lansky, «Co mposing Application oflinear Predietive
Coding., en Current Dir~ctions in Computer Music, Max V. Marhews y John R. Pierce (eds.),
Cambridge, Mass., MIT, 1989, pp. 5-8.
Timbre y sÍ>túsis de sonido 67
Modelado físico
76
Véase al respecm Philipp Ackermann, Compute und Musik. Ene EinfoJmmg in die Klang·
rmd Musikverarbcittmg (= Springers angewandte Inforrnatik) Hdrnur Schauer (ed.), Viena, Sprin-
ger, 1991, p. 124. Wemer A. Deursch, «Musik und Computer», en Musikpsychologíe. Ein Hand-
buch in Schlünelbegriffm, Herbert Bruhn, Rolf Oerrer y Helmur Rosing (eds.), Múnich, Urban &
Scbwarzenberg, 1985, pp. 107- ll9, aquí pp. 116 y 11 7.
77
Charles Dodge y Thomas A Jerse, Computer Music, Synthesis, Composition, and Performance,
N ueva York, Schirmer, 1985, p. 219 y ss.
78
Charles Dodge, On Speecb Songs, en Currmt Di"ctions in Computer Mu.sic, Max V. Mat-
hews y John R. Pierce (eds.), Cambridge, Mass., MIT, 1989, pp. 9-17.
79
Gianpaolo Borin, Giovann.i De Poli y Augusto Sarri, A/gorithms ar1d Structum for Symhesis
Using PhysicalMode/s, en Computer Musicfoumal16 (4, 1992), pp, 30-42.
°
8
Kevin Karplus y Alex Srrong, «Digital Synrhesis of Plucked-String and Drum Ttmbre•, en
Computer Music fourna/ 7 (2, 1983), pp. 43-55. James Woodhouse, «Physical Modeling of Bowed
String.s», en Compute Musicfournal16 (4, 1992), pp. 43-56.
81
Xavier Rodee, Yves Potard y Jean·Bapriste Barriere, Chant. De la Synthhe de la llí>ix Chantte
a la Synthesem Géniral ("' Rapports IRCAM 35), Parfs, IRCAM, 1985.
68 Música eiectrót~icn y música con orde1UJdor
Ilusi(mes acústicas
Roger N. Shepard logró crear una analogía acústica de las imágenes de Mau-
rits Cornelis Escher 83 . «En un principio desarrollé mi versión de estos "esca-
lones hacia la perfección" como acompañamiento Ó'Ptico de mi ilusión acús-
tica consistente en una sucesión infinita de notas ascendentes» 84 • La serie
cromática de 12 sonidos de Shepard se comporta de manera similar a las es-
caleras a la vez finitas e infinitas de Escher. Si esta escala cromática se presen-
ta en su versión ascendente, el oyente no nota el salto hacia abajo del sonido
nú.meto 13: su percepción construye un nuevo paso de semitono ascendente.
Siempre dentro del espacio de una octava, la serie cromática asciende o des-
ciende aparentemente de manera infinita. Jean-Claude Risset escribió al res-
pecto:
Estas paradojas son más qllle simples curiosidades (truquages) elaboradas sincécica-
menre: evidencian la manera en la que percibimos la altura del sonido. En casos
concretos (por ejemplo, sonidos con octavas), la altura se divide en dos componen-
reé>: un elemento central, relacionado con la altura, y un elemento difuso, relacio-
nado con el espectro y, por tanto, con el timbre. Las paradojas se producen al ma-
nipular por separado los equivalentes físicos de estos elementos, que normalmenre
están relacionados entre sí. Aquí se impone literalmente la cita de Schonbcrg (Tra-
t.fVÚJ de Amzonla, 1911): «Creo que el sonido se hace perceptible mediante el tim-
bre, que es ttna dimensión de la altura sonora. [... ] La alrura no es otra cosa que
dmbre, medjdo en una dirección.» Siguiendo e.~ra línea de pensamiento, Schonbcrg
formula su concepto de melodía de timbres: una melodía basada en variaciones de
timbre manteniendo la altura inmutable. En este caso podemos controlar la altura
<<tonah> independientemente de la «espectral» y vicever.sa. La csrrucmra multidimc-
sional de la altura puede representarse mediante espirales: este tipo de representa-
ción7> facilita la interpretación de las paradojas y la predicción de los fenómenos
82
Jean-Baptiste Barriere, «Chréode • Ein Weg zu einer neuen Musik mit dem Computer»
[1984), en SprtUh TonA.rt. Festival für Sprache und Musik, Berlín, BGNM (Berliner Gesellschafr für
Neue Musik), 1992, pp. 143-154.
*3 Roger N. Shepard, «Circularity ofJudgemeots ofRelative Pirch», enjournal ofthe Acoustical
Society ofAmerica 36 (1964), pp. 2246-2253.
84 Roger N. Shepard, Einsichttm & Anblicke. ltlusion tmd Wahrnehmungskonflikte, en Zeichnun-
gen, Heidelberg, Spekrrum der W1ssenschaft, 1991, p. 159 [original: Mind sights: Original visual
illusions, ambiguities, and otht:r anomalies, with a cqmmentary on the play ofmind in perception and
art, 1990].
Timbre y síntesis de sonido 69
6
l Se demostró con anterioridad que estos componentes son percibidos con la má-
xima precisión por distintos hemisferios cerebrales (Charbonneau y Risset, 1975a).
7l Este tipo de representación no es meramente especulativo (véase Charbonneau
y Risset, 1973, 1975b). La altura espectral se representa por una línea recta (grave-
agudo). No obstante, podría representarse con curvas cerradas si se modificara me-
diante envolventes espectrales móviles y multimodales 85 .
3136Hz (g'"1 306!1 Hz 3002Hz 2935Hz 2868Hz 2801Hz 2734Hz 2601Hz 2600Hz 2533Hz 2466Hz
2997.5Hz 2889Hz 2782.5 Hz 2807Hz 2722Hz 2638Hz 2556Hz 2474Hz 2392Hz 2312Hz 2232Hz
!fe ~e
.t.- lu #n te hn
1t•=,.. e ±u le
85 Jean-Claude Risset, Die musikalischen Moglichkeiten des Computers, theoretisch und praktisch:
Ober die Moglichkeiten der Klangerzeugung durch Computer, en Teilton (= Schriftenreihe der Hein-
rich-Strobel-Stiftung des Südwestfunks 3), Otto Tomek (ed.), pp. 16-25, aquí p. 21.
86
Véase al respecto Juan G. Roederer, Physikalische und psychoakustische Grundlagen d er
Musik, 2a ed. corr., 1973, Heidelberg, Springer, 1993, pp. 37-4 1.
87
Con el término Komponierte Klanginstallation el autor se refiere al tipo de instalaciones so-
noras cuyo transcurso y/o estructura están fijados en una partitura (N del T ).
70
88
Karlhcinz Scockhausen, Nr. 3 Eiektronische Studien. Studie 11, Viena, Universal Editio n,
1956.
Timbre v sbue..-ü de sonido 71
" Heinz Silberhorn, Die Reihentechnik in Stockhausms Srudie 11, Rohrdorf. Rohrdorfer Musik-
verlag, 1980. Winfried Burow, Stockluwum Studie!! (- Schrifrenrcihe zur Musikpadagogik
3747), Richard Jakoby (ed.), Frankfurr am Main, Dieste•weg, 1973.
90 Wolfgang Martín Stroh, Z 11r Sozioklgie da e!ektronischm MIISik, Zúrich, Amadeus, 1975,
p. 92 y ss.
72 l'tfúsiw cle~tr6nú:a y música cun ordrnadqr
La FM posibilita un fácil comrol dinámico del espectro, uno de los aspectos del so~
nido natural muy difícilmente reproducible con los sinterizadores analógicos. La
utilidad de esca técnica de síntesis depende, pues, del tipo de control que des~ el
usuario. Esta récnica tiende a urilizarse muy profusamente, ya que posibilita el ac~
ceso a un gran espacio úmbrico n .
" Véase al respecro Herman Sabbe, cKarel Goeyvaerrso, en Komponistm der Gegmwart,
Hanns-Werner Heiscer y Walrer Sparrer (eds.), Múoich, edidon rexr+kritik, 1992, p. 6.
n Cunis Roads (ed.), Campomr a11d the Computrr (= Thc Computer Music and Digital Audio
Series 2), Los AJros, California, William Kaufrnann, 1985, p. 20.
Timbre y sínresis de sonido 73
93 Los términos continuo sonoro o continUQ tfmbrico - la ime.rpolación entre dos timbre.~ dis-
rinros- suelen ser sustituidos úlrimamente por la palabra morphing. Originariameme este térmi-
no, propio de la técnica de video, designa l:a uansición continua de la imagen de una cara en otra,
por ejemplo en un videoclip. Probablemente, la primera interpolación entre dos sonidos instru-
mentales disómos --oboe y violín y saxofón y violín- fue realizada por John M. Grey en 1975.
Véase al respecto: John M. Grey, Exp/Qration ofMwical Trmbn Using Computu-Baud T«hnú¡un
for Anaiysis, Synthms and Perc~twzl Scaling, tesis docto.ral, Universidad de St:anford, 1975. Véase
cunbién al respecto Edwin Tellmann, Lippold Haken y Bryan HoUoway, •Timbre Morphing of
Sounds with Unequal Numbers of Features•, en Joumal of the Audio Enginuring Society 43
(9, 1995), pp. 678-689.
74 Música ekt'tróuica 1' música con oi'YÚTuufor
90
Karlheioz Stockhausen, Vi" Kriurim tÚr Ekktronuchm Musilt, en Künstler üb" sich, Wulf
Herwgenrath (ed.), Düssddorf, Droste, 1973. Reeditado en Karlhciru. Stocldlauscn, Textt! zur
Musik 1970-1977, vol. 4, C hristoph von Blumréider (ed.), Colonia, DuMoot, 1978, p. 360.
Timbre r síntesis rle S0 11ido . 75
continua, se reduce el ancho de banda del filtro de ral manera que éste acaba
generando únicamente una resonancia. Esro comporta que el timbre tienda a
convertirse de nuevo en altura.
Los diferentes tipos de síntesis granular se incluyen en tre las nuevas téc-
nicas de síntesis horizontal, en su mayoría realizadas con o rdenador. Iannis
Xenakis es uno de sus padres espirituales, al igual que Gottfried Michad
Koenig, quien nunca se interesó en la realización de síntesis digital de soni-
do a partir de modelos acústicos. Koenig müiza en su programa de síntesis
SSP (Sound Synthesis Program) únicamente los valores de amplitud y tiem-
po para generar un sonido 96 . Desde el principio, propuso la eliminación del
carácter «instrumetalístico» en la música electrónica. Sus estructuras sono-
ras, construidas con gran coherencia en Klangfiguren JI (1955), y especial-
mente en Essay (1957), denotan ya su orientación posterior respecto a la
música por ordenador. Terminus I (1962), realizada en Colonia, podría en-
tenderse, en cierto mod o, como un trabajo preparatorio para Terminus JI
(1966-1967), realizado en el Studio voor Elektronische Muziek van de Rijk-
suniversiteit U trecht (posteriormente, lnstituut voor Sonologie) (Holanda) .
El lenguaje PILE, desarrollado por Paul Berg, se clasifica también como sín-
tesis horizontal 97 • ·
U na de las características comunes de las composiciones realizadas con
síntesis horizontal es la diferencia sonora respecto a la música instrumental.
El desarrollo de modelos acústicos de síntesis sonora basados en el análisis de
Fourier de un sonido preexistente conduce a un tipo de pensamiento instru-
mentaL Por lo tanto, las composiciones sonoras realmente innovadoras se
producen cuando el concepto de síntesis sonora se d esliga del análisis de so-
95lbíd., p. 368.
96 J.
D. Banks, P. Berg, R. Rowe y D. Theriault, SSP A Bl·PARAMETRJC APPROACH TO
SOUND SYNTHESJS, Insrirute of Sonology Universidad de Uuechr (; Sonological Repon 5),
1979; Gon:fried l\.fichael Koen ig, Kompositionsprozesse [versión alemana de una conferencia en el
marco de los Unesco Workshops on Computer Music ar Aarhus, 1978], en Gortfried Michael Koe-
nig, Asrhetische Praxis - Texte z ur Musik (1968-1991), Wolf Frobenius, Sigrid Konrad, Roger Pfau
y Stefan Fricke (eds.) (= Quellemexte zur Musik des 20. Jahrhunderts 1.3), Sarrebruck, Pfau,
1978. pp. 191 -210.
97
Paul Berg, «PILE·A Language for Sound Symhesis», en Fmmdatíom of Computcr Music,
Curris Roads y John Strawn (eds.), Cambridge, Mass., MIT, 1985, pp. 160-187.
ILUSTRACIÓN 3 Arbol de derivación de la obra de Koening Terminus 1 (1962). Transcripción a partir de apuntes del compositor ~
(con su amable autorización).
A B e D E F G H
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S i nchr Tranaf S inc hr Tranaf S inchr 8
Trana Sinchr
~
't
Trmhre 1 SÍ71tesís de so11ido 77
98
John R. Piercc, Th~ Scimce ofMusical Sound, ed. rev., Nueva York, Freeman, 1992.
99
Pbillipe Depalle y Xavier Rodet, A Phyrical Model ofLips and Trumpet, en /CMC 92 (Inter-
nacional Compurer Music Conference), en San José, California, lnrernarionaJ Computcr Music
Association, San Francisco y Depanmem of Music, CoUege of Humani ties and lhe Ares, San José
Sracc University, 1992, pp. 132- 135.
78 i.\-!tísicn electr6uim y ?mísiat con (1/·denndor
100
Michel Scrres, Der Pnmsit, Frnnkfurt am Main, Suhrkamp, 1984, pp. 53-54.
101
Andréi Tarkovski sobre la música electroacúsLica de Eduard Anemiev para su pelfcula Espe-
}11 en Andréi "lhrkovski, Die versir.ge/te Zeit. Gedankm zur Ktmst, zr;r A'rthetik und Poerik des Films,
3• ed. ampl., Leiptig, Kicpenheuer, 1989, p. 182.
Síntesis de partitura
El concepto de algoritmo
1
Abraham A. Moles, Das neue Verhiiltnis zwischen Musik und Mathematik, en Gravesarzno Bliit-
t.er6 (23/24, 1962), p. 99.
2
Véase a1 respecto Heinz Zemanek, Al Chom:mi (783-850) - Der Namensgeber des Algorith-
mus, en Idem, Das grotige Umfold in tÚr In.formationstechnik (; Edition SEL-Stiftung), Gerhard
Zeidler(ed.), Berlú1,Springer, 1992, pp. 51-64.
80 Mris;.cn eleL·lrtÍtJÍCa r mtÍSÍCII CO/l ordemulor
in die Theorie dt!r rekursiven Funktiomn, versión revisada de l:1 1• ed. de 1961, cdir.ada como vol.
109 de (Jnmdlehren tkr mathematischen Wisunschaften (= Heidelberger Taschenbücher 87), Ber-
lín, Springer, 1971.
Sínusis de partitura 81
Precedentes históricos
Composició1l secumcial
5 Jan Brauers, Von do Aolsharft zum Digiralspiekr. 2000 jahre mechaniscl1e Murik- 100 jahre
SchaJlplam, Múnicb, Klinkhardt & Biermann, 1984, p. 68.
6
Véase al respeCto Eberhardt Knobloch, cMusik•, en Maj{, Zahl und Gnuicht. Mathnnotik als
Schi¡¡ssei zu Weltverstiindnis tmd Weúbehemchung, Menso Folkens, Eberhardr Knobloch y Karin
Rcich {eds.), Wolfenbünel, l lenog Augusr Bibliothek, 1989, pp. 249-264.
82 lY.fiÍsicn electróuica y nuí.sira con ordetmdor
Requisitos técnicos
El término control por tensión {en inglés, Voltage Control, VC) designa el
proceso de control de diferentes módulos elecuoacúsricos por medio de ten-
siones eléctricas predefinidas. Utilizando esta técnica, el aj uste de distintos
parámetros de módulos tales como generadores de sonido, filtros o amplifi-
cadores no se realiza manualmente mediante w1 reostato girarorio o lineal,
sino mediante tensiones (de control) asignadas a estos módulos. Así pues, pa-
rámetros corno la frecuencia, la amplirud o el timbre pueden modificarse
7 Citado a parrir de M~chanische Musik, en Rimu:11m Musik Lo:ikon (SachteiO, Hans Heinrich
Eggebrecht (ed.), Maguncia, Schott, 1967, p. 550.
8
Williarn Braid Whice, Piano Pb:ying Mtchanimu. A TrtaJUre on the Design and Constnmion
ofPneumatic Action oftht Playn- Piano and oftht R.tproduction Piano, 2• ed., 1• cd. 1925, Boston,
Tuncr.; Supply Company, 1953.
Síuusis de pnTtit:rtrn 83
9 El concepto ..sintetizado..,. fue utilizado por primera vez en relación con d RCA Ekctronic
MusicSymhmzercreado en 1955 (véase el apartado «Sistemas híbridoSJ>). Entendido como sinteti-
zador controlado por tensión, este concepto fue utilizado por primera vez por Moog en 1967 en
un prospecro de su empresa.
10
Posiblemente, d principio del sintetizador controlado por tensión fue inventado por d in-
geniero canadiense Hugh Le Cai.ne (1914-l9n), hasta ahora poco conocido en Europa. El inStru-
mento de teclado Sackbut desarrollado por él entre 1945 y 1948 constaba ya de osciladores, am-
plificadores y filtros controlados por tensión. Véase al respccro Gayle Young, The Sackbut Bit~:
Hugh Le Caine, Pionur in E karonic Music, Ottawa, Narional Museum of Science and Techno-
logy, 1989, p. 40.
un compacto estudio de música electroacústica provisto de teclado. La des-
cripción del fabricante de un sintetizador Moog del año 1967 es equiparable
al equipamiento del Srudio di Fonología de Milán en 1960: diez generadores
de sonido, un generador de ruido, un filtro pasa-altos, uno pasa-bajos y uno
pasa-banda, un modulador de anillo y un reverberador. La principal y decisi-
va diferencia radica no obstante en la introducción en 1964 de la técnica de
control por tensión por parte de Moog.
Esta técnica posibilita cualquier tipo de combinación entre módulos.
M uchos d e los procesos realizados mediante el control por tensión son t:lffi-
bién realizables manualmente. No obstante, la utilización de esta técnica re-
sulta adecuada en procesos en los que la precisión de los ajustes, la velocidad,
la posibilidad de realizar un número indefinido de repeticiones y la compleji-
dad del mecanismo son un elemento determinante. El magnetófono también
puede utilizarse como módulo de control por tensión: de manera similar a
los osciladores cuyas vibraciones no son conducidas a un altavoz, puede co-
nectarse la salida del magnetófono a un módulo controlable por tensión.
Para poder controlar totalmente las posibilidades de esta técnica se desa-
rrollaron aparatos capaces de generar tensiones de control según unidades
temporales definibles. Éstas constituían una especie de partitura electrónica
que, en un determinado grado de abstracción, controlaba el funcionamiento
del esrudio y, por tamo, la realización de una obra: un «método indirecto» 11
de composición.
Debido a que en los años cincuenta las técnicas de composición seriales
marcaban la pauta del trabajo en el estudio, se crearon módulos de control
destinados a simplificar los procesos propios de estas técnicas.
Secuenciadores anaJógicos
A mediados de los años sesenta se introdujo la técnica del control por ten-
sión en el lnstiruut voor Sonologie de Urrecht.
Allí se desarrolló el generador variable de funciones 12• El nombre «se-
11
Goufried Michael Koenig, citado a partir de Herberr Eimert y Hans Ulrich Humpen, Das
úxikon du ekktronischm Musik (: bosse musik paperback 2), Rcgensburgo, Bosse, 1973, p. 319.
12
Stan Tcmpelaars, .A Double Variable Funcúon Generatono, en Ekctronic Music &porn
(2, 1970), pp. 13-31; St"'-n Tempelaars, •Voltage Control at the Uuedu Scare UnivetSÍI)'», en Ei«tro-
nic Music &portr (1, 1969), pp. 68-77. El diseño del gmerador de funciones, predeceso r del mo-
delo descrito en el Ekrtronic Music Fkp<n't$, fue realizado como parte del proyecto de final de carrera
de Stan Tempelaars en la especialidad de física. Este proyecto fue finali2ado en 1964. En verano de
ese mismo año este aparato se inuodujo en el esrudio como generador de envolvenres, es decir,
acoplado a un modulador de amplirud. Desde el principio resultó evidenre que el generador de
Slute$ÍS de partitunr 85
hU1ciones len la Otr.IS posibles aplicaciones en el marco del control por tensión. ParaJc:lamentc, Ro-
bertA. Moog publicó un artículo sobre osciladores, amplificadores y filtros comrolables por ten-
sión, sin hacer mención del principio del secuenciador controlado por tensión. El compositor
Luctor Ponse utilizó el modelo de comrol por tensión de Tempelaars a modo de secuenciador para
generar series de alturas. Las obras incluidas en la serie Funktionm (1968- 1969) de Gottfricd Mi-
dlad Koenig fueron las primeras grandes «composiciones controladas por tensión• ccalizadas con
el generador de funciones. No obstante, las primCr.IS piezas compuestaS con este dispositivo fueron
urminus 2 (1966-1967}, también de Koenig, y Alp~ltt ( 1966-1967•) de Konrad Boehmer. Este
último utilizó el generador sin utilizar el control por tensión sino sólo como generador de pulsos
variables. El estreno de las dos últimas composiciones citadas ruvo lugar el 27 de febrero de 1967
en Ulrecht. En F-unlrrionm, Koenig utilizó ya el segundo modelo de generador de funciones, des-
c:rilo en el Ekctronic Music &port:s. (Esta información fue cordialmence transmitida al autor por
Stan Tempelaars en una cana del 9 de mayo de 1996 y por Gorrfried Michael Koenig en orca co-
municación del 6 de diciembre de 1997.) En 1966 Hugh Le Caine y Gustav Ciamaga desarrolla-
ron u.n secuenciador controlado por tensión dcnomin3do Serial Sourui Srruauu Gmn-ntor. Vé:ase
al respecto Gayle Young, Tht Saclrbut 8/ues: H~tgb ú Caint, Pionur in Ekcmmic M1uic, Onawa,
National Muscum ofScience and Technology, 1989, p. 140.
' Enos fueron los alios de realización que Boduners anotó en d programa del concierro en d que se estrenó
~obra. En otras publicaciones esca inform:lción varía
ligeramente.
,, El esrudio recibió primero el nombre de Smdio voor Elektronische Muziek vmz de Rijkstmi-
versittir Utrecht y posteriormente el de lnstimut voor Sonoiogie.
•• Más correctamente, «niveles de tensión equivalentes».
•s Gorrfricd Michad Koenig, Die Enrwicltlung von Compuurprogrammm for musíltalisch-~a
~ Zu.oeclte [versión alemana de una conferencia pronunciada en el marco de un congreso de la
UNESCO en Estocolmo en 1970), en Gorrfricd Michael Koenig, Asth~tische Praxis. Ttxu zur Mu-
sik {1968-1991), WolfFrobenius, Stefan Fricke, Sigrid Konrad y Roger Pf.-.u (eds.) (~ Quellentex-
ce zur Musik des 20. Jahrhunderrs 1.3}, Sarrebruck, Pfau, 1993, pp. 57-76, aquí p. 73.
86 ,\-fúucn elcctrÓ11Ú:a y música co-n ortlewzrlor
La técnica del control por tensión puede considerarse como un desarrollo propio y
autónomo denrro de la música electrónica. Esra técnica es muy imporrante debido
a que marca la transición entre los aparatos de manejo manual y la generación flexi-
ble, no estacionaria, de so nido o bien entre la generación global de sonido y la mo-
dulación de la microestructura 16.
Sistemas hibridos
16
Sean Tempelaars en F. C. Weiland y Sran Tempelaars, E/darrmischt Muzkk, Uuecht, Bohm,
Schdtma & Holkema, 1982, p. 176.
Síntesis de partitura 87
Research Laborarories: el RCA Electronic Mu.sic Synthesizer, creado por los in-
genieros estadounidenses Herbert Belarin y Harry F. Olson 17 • El término
«sintetizador» se utilizó por primera vez en esre contexto, aunque en un sen-
tido muy distinto a su acepción actual. Moog empleó este término en su sen-
tido contemporáneo por primera vez en 1967 en w1 catálogo de la empresa
MoogMusic.
El RCA Eiectronic Music Synthesizer se conoció en un círculo más extenso
al instalarse en el Experimental Music Srudio (después llamado Tape Music
Studio) de la Universidad de ColUillbia de Nueva York en 1959. A partir de
este momento el estudio fue bautizado con su nombre definitivo: Columbia-
Princeton Electronic Music Center 18. Milton Babbitt fue uno de los prime-
ros compositores que reali'z.ó una pieza con el RCA. Electronic Music Synthesi-
zer. Composition for Synthesizer (1960-1961). Babbitt: desarrolló el time-point
system para generar ritmos seriales con el RCA. Electronic Music Synthesizer 19 •
El Siemens-Srudio für elektronische Musik en Gauting fue uno d e los
primeros estudios analógicos controlados por cintas perforadas. Su construc-
ción se inició en 1956 bajo la dirección de Alexander Schaaf. La utilización
de las cintas perforadas como mecanismo de control fue una sugerencia del
compositor y asesor musical del estudio, Josef Anron Riedl. El emisor rápido
controlado por cintas perforadas se utilizó para controlar la alcura, la intensi-
dad y la duración de los eventos sonoros de la peHcula de Otro Martini lm-
puis unserer Zeit (Impulso de nuestro tiempo). Pierre Boulez visitó el estudio
antes del estreno d e la película en 1959 debido a su interés por las nuevas
posibilidades que ofrecían los procesos de automatización.
17
Harry F. Olson, Music, Physics and Engineering; la edición Dover, publicada por primera
va en 1967, es una versión revisada y ampliada de la obra publjcada anteriormente por M cGraw
Book Company, lnc, en 1952 con d drulo Musical Enginecring, Nueva York, Dover, 1967,
pp. 415-426; Harry F. Olson, A coustical Enginuring, esta edición, publicada por primera vez. en
1991 , es una nueva publicación no abreviada de la obra editada por D . Van Nosuand Company,
lnc., en 1957, a la que se añadió una nueva introducción, Filaddlia, Pensilvania, Professional Au-
dio Journals, 1991 , pp. 6 13-61 9; Hugh Davies, • RCA Elecrronic Music Symhesizer-., en The New
GROVE Dictionary of Musical lnstrummts, voL 3, Stanley Sadie (ed.), Londres, Macmillian P ress
Limitcd, 1984, pp. 199-200.
18
V tase al respecto el libreto adjunto al LP Columbia-Princeton Eiectronic Music Cmter Tenth
Anniversary Celebration, CRI SO 268.
19
Milton Babbitt, «An fmroduction ro the R.C.A. Synrhesizer,., enjournal ofmusic theory 8
(2, 1964), pp. 251-265.
88 Mtlsica ekrtró11icn y músim con ordnuuitir
10
Pierre Boulez, Erinnenmg, en Siemms-Studio fiir el.ektronische Musik, Sicmens Kulturpro-
gramm (cd.), Múnich, Sie01ens AG, 1994, p. 9.
21
Peter Zinovielf, cA Compurerized Electronic Srudio•, en El.ectronic Music Reports (1, 1969),
pp. 5-22, aquí pp. 7-10, citado según la U"aducción y versión abreviada de Michael Harenbcrg en
Perer Zinovieff, Ntue Musik dtm:h -neue uchnik?, Kassel, Barenreiter, 1989, pp. 53-54.
Sintesi.< de part itura 89
El compositor no toca personalmente cada una de las noras de una partitura, sino
que influye (en el mejor de los casos, conrrola) en la manera en que el insrrumen-
rista toca las notas. La persona que interpreta con el ordenador no debe intentar
defmu d sonido de cada nota en úen1po reaL En lugar de ello, el ordenado.- debe
contener una parcirura y el intérprete debe influir en La manera en que se roca esta
partitura. [...] En este caso, dirigir consiste en girar botones y apretar teclas más que
en mover una batuta, pero esto es sólo un pequefío detalle mecánico. [... ] El pro-
grama es básicamente un sistema de generación, almacenaje, recuperación y edición
de funciones temporales. Permite la composición de estas funciones mediante el
giro de botones y la presión de teclas en tiempo real; almacena en el disco las fun-
ciones temporales; recupera las funciones almacenadas (La partitura), las combina
con funciones introducidas desde el exterior (las funciones defmidas por el direc-
tor) para generar las funciones de control que dirigen el sintetizador analógico y
posibilita una fácil edición de la estructura temporal gracias al conrrol del tiempo
del «programa» 23 •
22
Max. V. Mathews y F. Richard Moore, GROOVE-A Program UJ Compoie, Swre, and Edit
FunctionsofTime, en CommunicariQnsofrheACM13 (12, 1970), pp. 715-72 1.
23 Max V. Mamews citado a partir de Peter Manning, Elearonic and Compurer Mmic, Oxford,
Digital Audio Series 6), John Strawn (ed.), Madison, WISconsin, A-R Edirions, 1991, p. 11 [Lau-
rie Spiegel, noras para The Expanding Univme. Philo Records, núm. 9003, 1980].
l~fúsictl elertróuU:n y música con ordl!'nado••
Secuenciadores digitales
pp. 5-22.
27
Edward Kobrin, Úlmpuur in Pnformana, Beciin, Berliner Künsderprogramm des DAAD,
1977.
2ll Knut Wiggen, •The Elcctronic Srudio ar Stockholm: lrs Developmenc and Construction•,
les. Los nuevos medios digitales se utilizaron en un primer momento para si-
mular la tecnología analógica ya existente o bien para controlarla. La termi-
nología ya conocida se adaptó a la nueva situación: el YCO {Voltage Contro-
lled Oscillator) pasó a denominarse DCO (Digital Controlled Osciliator), el
YCF {Voltage Controlkd Filt~r) se convirtió en el D CF (Digital Controlkd
Filter), etc. Debido a este proceso de digitalización, fue necesario desarrollar
nuevos recursos para comunicar los diferentes módulos digitales entre sí. En
1982, un grupo de fabricantes de sintetizadores (Sequencial Circuirs, Roland
y Oberheirn) presencaron una interfaz digital común para todos sus produc-
ms denominada MIDI (Musical !nstrument Digital Interface}.
El concepto de interfaz procede de la terminología propia de los ordena-
dores. Las interfaces conectan un ordenador con aparams periféricos, como
por ejemplo una impresora o un disco duro exte.rno. En 1983, la recién fun-
dada Internacional MIDl Associacion (IMA) presentó en Los Ángeles la
MIDI 1.0 Specification. En 1988 se presentó la versión 4, aún vigente en la
actualidad. Al accionar un teclado provisto de M IDI, este dispositivo registra
el momemo de presión de una ceda, la velocidad de presión en el momento
del ataque, la variación de presión durante el tiempo en que la tecla perma-
nece apretada y el momento en que la tecla deja de presionarse. Estos datos
pueden ser transmitidos en tiempo real a otros sintetizadores o samplers que
estén utilizándose simultáneamente. Si estos datos se transfieren a un ordena-
dor, pueden traducirse inmediatamente, de manera análoga a un sistema de
procesado de texto, en forma de notas visibles en la pantalla. El Disklavicr,
un piano de cola convencional con conexión MIDI de la empresa Yamaha,
permite registrar en forma de datos MIDI la interpretación de un pianista.
Del mismo modo, este piano puede tocar de manera aummárica según los
datos registrados. Un secuenciador MIDI funciona de manera análoga a un
magnetófono multipista. No obstante, con el secuenciador no se graba nin-
gún sonido, sino que se almacenan daros MIDI mediante los cua.les pueden
controlarse diversos aparatos de generación de sonido, como por ejemplo un
simecizador o un sampler. La partitura resultante puede editarse en la pan-
talla de un ordenador en forma de notación musical y tocarse de manera in-
mediara. El trabajo con secuenciadores conrrolados por MIDI implica un
pensamiento compositivo convencional: una partitura definida, una orques-
tación definida y un modo de trabajo lineal con una sucesión de eventos. Es-
tos secuenciadores se utilizan frecuentemcnre en estudios comerciales en los
cuales, por ejemplo, una secuencia principal controla las secuencias de jerar-
quía inferior que accivan los instrumentos (aparatos de percusión , samplers,
sintetizadores).
92 ftfúsica elecn'Ónicn y música co, ordenado,·
' Pierre Simon Laplace, Recherch~ Slir l'intlgration deJ lq~tatium difflrmrielks au.x diffirmc~ fi-
0
nia a mr kur usage datzs la thlorie tks hasards [ln3], en lvo Schneidc:r (ed.), Die Entwickúmg do
Wahnchrinlichkeit:JTheorie von IÚ11 Anfongm bis 1933. Einfuhnmgm und Texre, Darmstadt, WIS-
sc:nschafdiche Buchgesellschaft, 1988, pp. 69-70, aquí p. 70.
31
Jod Chadabe, Tbe Voltage-controlled Symlmizer, en The Droelopmmt and Practiu ofElectro-
nic Music, Jon H. Appleton y Ronald C. Perera (eds.), Nueva Jersey, Prcnrice-Hall, 1975, pp. 138-
188, aquí p. 168.
~S~in~t~u~~~
-d~e~p~a~r~t~#~
tn~~~~
· ----------------------------------------------~9¿
32
lbíd., p.. 173.
33 Lejaren A. Hiller y Leona(d M . Isaacson, Experimental Music - Composing witb an Electronic
Cornputer, N ueva York, McGraw-HiU, 1959, pp. :82-151.
34 El autor se refiere aqu í y en los párrafos siguientes a la primera de las cuatro especies de con-
trapunro defin idas por Johann Joseph Fux (1660-174 1) en su tratado Gradus ttd Pamassum
(1725) (N del T.).
35 Jbíd., p. 84.
94 Música t•i.-ct1'1nsicn y música con ordmarlm·
Dentro de este sistema de reglas, cada uno de los eventos musicales f'ue
calculado mediante procesos aleatorios 37• Un evento calculado aleatoria-
mente, por ejemplo una nota o un patrón rítmico, se exami nará para com-
probar si cumple las reglas musicales definidas y será <!Ceptado o rechazado
en función del resultado de este examen. Los resultados de los experimen-
tos de Hiller fueron sencillas melodías cantus firmus de diferentes duracio-
nes. En el segundo experimento -Four-part first-species counterpoint-, los
conocimientos adquiridos en el primero se ampliaron de manera que pu-
dieran generarse diferentes estilos musicales.· En la tercera serie de experi-
mentos -Experimental music- se programaron estructuras y técnicas se-
riales. El método empleado en el cuarto experimento -Marko./f chain
music- ruvo una gran influencia sobre posteriores trabajos en el campo de
la sínresis de partitura asistida por ordenador. En esta fase Hiller e Isaacson
no trabajaron con reglas de composición, sino con una serie de magnitudes
aleatorias, «magnitudes encadenadas», que toman el nombre de «cadenas
de MarkoV» del matemático Andréi (Andrcievich) Markov (1856-1922).
Mediame cadenas de Markov puede describirse una obra musical como
una serie de probabilidades condicionales, como por ejemplo: cuántas ve-
ces se da la sucesión Mi-Do o Sol-Do, o bien la sucesi6n de acordes Sol
mayor-La menor o Sol mayor-Do mayor, ere. A partir de la programación
de una serie de probabilidades condicionales, puede generarse una nueva
composición.
Cada uno de los cuatro experimentos de Hüler no permite calcular tan
sólo una composición concreta, sino también un tipo de composición corres-
36 Ibld.
37
La referencia al método Monrecarlo en casi todos los textos sobre Hiller conduce errónea-
mente a considerar a éste como un método de generación estilística de música. El método Monee-
cado es única mcnre un procedimiento para, con ayuda del ordenador, generar aleatoriamente nú-
meros dependiemes unos de otros, pero que presentan una disposición estadística regular, de
manera similar a como sucede al tirar al aire una moneda o al generar números con una rulera.
Sf1zt.esis de part it11ra 95
Por ello presentamos a los programadores tres «fuentes de estilo» básicas, que no
sólo incluyen las categorías antiguas o tradicionales, expresadas en otro tipo de tér-
minos, sino que aluden también a nuevos tipos de composición musical. Estas son
las <<fuentes de estilo» que proponemos:
l . Condiciones definidas a priori pol" el progmmador, establecidas sobre cualquier
base que le parezca justificada(...].
2. Condiciones estadísticas, derivadas de un análisis estadístico de un estilo cual-
quiera, de un procedimiento de composición o de tablas de probabilidad desa-
rrolladas a ral fin .
3. Estilos desarrollados por el mismo ordenador, es decir, aquellos generados de ma-
nera automática como consecuencia lógica de un determinado número de.con-
diciones establecidas con la finalidad de crear un .orden automático 38 .
by Computm, Heinz von foerster y James W. Beauchamp (eds.), Nueva York, John Wiley & Sons,
1969. pp. 7 1-83.
43 Claude E. Sbannon y W. Weaver, A MarlxmoticaJ Tlxory of Comm-..mication, Urbana, llli-
nois, Universiry oflllinois Press, 1949; anteriormente editado en Bt/L Sysrnn Ttchnic~tl]ouma/ (27,
1948), pp. 379 y 623; véase también al respecto Collio Cherry, On Hr1man Communication. A R(-
l'ieu\ a SurvCJI anda Critirism, 3• eo:i (~ Studies in ComuniCicion), Cambridge, Mass., MIT,
1971 (1957).
« Norbert Wiener, Kybn-netilr. R~dHng und Nachrichtmiibmragung in úbn~m rmd Maschi-
ne, 1a ed. 1963, Düsseldorf, ECON, 1992; también (• rowohlcs deutsche enzyklopadie 294)
Hamburgo, Rowohlc, 1968.
4) We.rner Meyer-Eppler, Gnmdlagm und Anwouiungm dn Informatúmstiuom, 2• ed. corr. y
ampl. por G. Heike y K. LOhn, 1• ed. 1959 (: Kommunikation und Kybemecik in Einzeldarsre-
llungen 1). H. Wolcer y W D. Keidcl (cds.), Berlín, Springer, 1969; Werner Meycr-Eppler, lnfor-
mationsrheorfflsch~ Probkme dn musikalischm Kommunikation, en Gravesm10 Bliirur 7 (26, 1965),
pp. 93-102.
46 Karl Sreinbuch, Auumuu und Mmsch. Aufdnn W~ zu aMr kybn-naischm Anrhropoiog",
bürgerlichen ldeologie 27), Manfred Bulu- (ed.), Berlín, Akademie Verlag. 1973; Georg l<laus y
Heinz Liebscher, WirterbuclJ dn Kyberrutilr, versión autori-zada a parrir de la 4• versión corregida
de 1976 de la ed. Dierz de Berlín, Frankfurt a m Main, Fischer, 1979.
Sintcsis de partifltra 97
mente por medio de los trabajos de Max Bense 48 y Abraham A. Moles 49, la
llamada «estética de la información». Ésta debería posibilitar describir, valorar
y simerizar procesos y productos artísticos 50• Las ideas del matemático y físico
estadounidense George D . Birkhoff y su teoría de una dimensión estética, pu-
blicada entre 1928 y 1932 ~ 1 , ejercieron una gran influencia en este contexto.
Su estética analítica, que debería identificar de manera científica los facrores
estéticos de cualquier producción artística, se consideró como la antítesis de
las «teorías hedonísticas, moralizantes y mfsticaS». El trabajo del físico Wil-
helm Fucks 52 también ejerció una gran influencia, especialmente en la aplica-
ción musical de estas ideas. En la obra de Karlheinz Stockhausen, que estudió
entre 1954 y 1956 con Meyer-Eppler, a quien consideró como su mejor ma-
estro, es posible reconocer una cierta influencia de la teoría de la información.
Como ejemplo cabría citar su arúcuJo Struktur und Erlebniszeit 53• En él, la ex-
periencia del tiempo se define como dependiente de la densidad y la magni-
tud de los cambios en una composición. Términos tales como informacion,
grado de información o contenido de información aparecen en sus escritos,
aunque en ningún caso se utilizan en un sentido estricto propio de la teoría
de la información. El propio Stockhausen comentó al respecto: «Trabajába-
mos con microteodas en ciencias de la comunicación: Shannon fue un mate-
mático muy importante. Markov también. Yo sólo transponía w do lo que
aprendí al campo de la mí1sica [...]» 54 •
41 Max Bense, Einfiihrung i11 die infimnamm.ttheomi.Jche .i&thetik. Gnmdlegung rmd Anwen-
dJmg in der Texu!Jeon·e, llamburgo, Rohwolt, 1969.
., Abraham Moles, Informationstheorie rmd iisthetirche Wahmehmung (~ DuMonr Dokumen-
te), Colonia, DuMom, 1971. Publicada parcialmente de nuevo en Abraham Moles, clnformacio-
ndle Poetik- Suukturcn der poclischen Nachrichr- Empfindungsd>c:neru, en Theorim dn Kumr.
Dicter Heinrich y Wolfgang l.scr (cds.), FranldUn am Mairr, Suhrkamp, 1992, pp. 429-446; Abra-
ham Moles, KUtm und Computer (~ DuMont Kunsnaschenbücher 1), Colonia, Duiv!onr, 1973.
so Véase al respecto Hans Ronge (ed.), Kunst rmd Kybemnik (= DuMom Akruell), Colonia,
DuMont, 1968.
) l Rul Gunzenhauser, Das fisthetische Maf Birboffi in informationstheowi.scher Sicht, en Krmst
5S Jocl E. Cohen, lnformntüm Th~ory and Music, en B~havioral Scienu 7 (2, 1962), pp. 137-
163.
S6 Herbert W. Franke, lnformatúmsthUJri~ undAsllmik, en Kunstforum (124, 1993), pp. 229-
235 (en paree idéntico a Herbert W. Franke, Kyb~m~titch~ Asthl'tik. Phanomm Kunst, 3• ed. corr. y
ampl.. Múnich, Reinhardt, 1979).
57 Hubert Kupper, Compuur und Mu.sik. Mathmzatisch~ Grtmdiagm und udmisch~ Moglich-
«Projekt 1» genera una especie de material en bruto que requiere de posterior in-
rerpreración. Resulra especialmente decisivo el plameamiento realizado por el
compositor, es decir, el resultado que quiere obtener. No obsranre, también en este
caso el proceso de trabajo produce ciert~s desviaciones respecm a los objetivos
marcados en su inicio. Yo, por ejemplo, seleccioné de manera cuidadosa mis daLos
de entrada,. estudié el programa y obruve finalmente una impresión de los resulta-
dos. Ahora me doy cuerna de que esto me condujo a deducir conclusiones que no
62
Hcrberr Brün, «From Musical Ideas ro Compurer and Bada, en The Comp11rtr and Music,
Harry B. Li ncoln (ed.), Ir haca, N.Y., Corndl Universiry Press, 1970, pp. 23-36.
6' L'lrty Austin, An lnterview with joh11 Cnge and újartn Hi/1", en Computer Mmic journal 16
había previsto antes. Esto es posidvo, en la medida en que estas conclusiones ten-
gan sentido y siempre y cuando se mantengan dentro del mismo ámbito de pro-
blemas en el que la obra debía moverse. Por tanto, el compositor debe ser ran cui-
dadoso al analizar los resulrados como lo ha sido al seleccionar los parámetros de
partida. De este modo encontrará un camino adecuado, tanto paca su fantasía
como paca el uso del programa, que le permita realizar una pieza con los datos ob-
tenidos65.
6
) Gottfried Michael Koenig (grabación de una conferencia pronunciada el 7 de julio de 1987
en Sturtgart), en Michael Harenberg, Neue Mt~sik durch n~ Technik? Mtuikcomputu afs qualitaú-
ve Huausforrkrungfiirein nmes Denken in da Musik, Kassel, Barenreiter, 1989. p. 88.
(,r. Gottfi-ied. Michacl Koenig, Übu meine [>rojekte 1 und 2 [artfculo de 1990], en Gottfried
Michael Koenig, Asthetische Praxis. Texte zur Musik (1968-1991), Wolf Frobenius, Sigrid Konrad,
Rogcr Pfau y Stefan Fricke (eds.) (= Quellentc:xte zur Musik des 20. jahrhunderu 1.3), Sarre-
bruck, Pfau, 1990, pp. 350-357, aqul p. 355.
Sinresis de parti t ura 101
puestas, que se refieren a cada w1a de las magnitudes y a las reglas de composición,
el programa debe combinar, es decir, componer una obra musica1 67.
[ ...] PROJECf 2 también está concebido para utilizarse como herramienra de in-
vestigación sobre teoría de la composición. Este programa está destinado a respon-
der pregwuas tales como qué elementos musicales pueden programarse o en q ué
medida son válidas las reglas de la música serial o aleatoria, sean estas las ya conoci-
das o aquellas que pueden formularse para casos concretos 68 •
67
Gottfried Michael Koenig, ln.rnview mir Curtis Roads (traducción al alemán de-una entre-
visea con C un:is Roads, 1978], en Gonfried Michael Koenig, Asthetische Praxis_ Texte z:ur lvfusik
(1968-1991), WolfFrobenius, Stefan Fricke, Sigrid Koruad y Roger Pfau (eds.) (= Quellemexre
zur Musik des 20. Jalubunderrs 1.3), Sarrebruck, Pfau, 1993, pp. 211-222, aquí p. 2 12 [original:
C un:is Roads, A n Interview with Gottfried lvficha.el Komig, en Computtr Music ]tmrnal 2 (3, 1978) ,
pp.ll-15y29].
68
Gottfried Michael Koenig, Project 2 . a programme for musical composition, en Electronic Mu-
sic Reports (3. 1970), reimpreso por Swets & Zeirlinger, Amsterdam, 1977, p. 4.
102 Músic<l .-lectrdnicn y música co11 ordelltltior
ALEA elige aleatoriamente, es decir, sin control sobre la repetición, entre los ele-
memos dados, SERIE elige aleatoriamente sin posibilidad de reperición, de ral
modo que un elememo elegido queda bloqueado hasra que rodas los elementos de
la lista, o todos los grupos de la tabla, son elegidos una vez. En principio, RATIO
es la duración del control de repetició n dependiente de una magnitud de rela.c ión
que debe introducirse para cada elemento-lista; los elemenros-repetición son con-
trolados aleatoriamente. GRUPO genera de forma agrupada repeticiones de los de-
memos. [...] SECUENCIA permite al compositor defi ni r directamente la serie de
los dememos o grupos de rablas. Por último, TENDENCIA trabaja con una más-
cara cuyos márgenes avanzan independientemente unos de otros sobre el grupo ins-
trumental (...] 69 •
69
lbíd.; Gonfried Michad Koenig. Die Entwicktrmg von Computuprogrammtn for musika-
/isch-kreatiw Zw«ú [ve.rsión alemana de una conferencia pronunciada en el marco d e un congre-
so de la UNESCO en Esrocolrno en 1970], pp. 57-76, aqu! pp. 67-68. La rabia de pregunras pro-
viene de la misma conferencia.
70
Ibíd.: Gonfried Mid1ad Koenig, Ztt Obung.fir Klaviu (1969-1970), Programmnoriu:n, p. 84.
71
Dirk Reicb, Zur SituatÜJn ~lektronischm Komponierms h~t~, en R4/acwmn üb~r Mtuik heu-
te. Tacu und AnaLysm, W ilfried Gruhn (ed.), Maguncia, Schon, 1981. pp. 99-146, aquí p. 110.
72 Orto E. Laske, Composition Th~ory in Komig's Proj~ct Om and Project Two, en Compurer
Musicfournai 5 (4, 1981), pp. 54-65; c:dimdo de nuevo en Curtís Roads (ed.), Th~ Music Machine.
S~l~cud &adinKJ from Compuur Music joumal. Cambridge, Mass., M IT, 1989, pp. 119-130.
Síntesis d.e partitura 103
73
Dirk Reith, «Algorithmische Komposirion•, en Computa in d" Musik. Obtr den Einsa.tz
in Wwl!nst:haft. Komposition tmd Piida.gogik, Hdmur Schalfrarh (ed.), Sturrgan, Metzler, 1991,
pp. 66-79, aquí p. 76 y ss.
74
Karlheinz Essl, StrultturgmnatoTI!n. Algorithmist:he j(qmposirion in Echtzei&, en Bt'itriigt zur
Ekkrronischm Musik 5, lnStitu r Ñr Elektronische Musik der Hochschule fiir Musik und dame-
Hende Kunst in Graz, 1996.
7S Michel Serres, Musik tmd Grunárauschro (1972), en Michel Serres, Hermn JI. - lnurftrmz,
trad. Michael Bischo!F. Günther Rosch (ed.), Berlín, Merve, 1992, pp. 241-271, aqul pp. 260-
261.
104 M1ísim elertróuicn y músit'a C'Oil ordeniUior
ron realizados manualmente. En esta última obra, Xenakis utilizó las leyes de
probabilidad formuladas por el matemático y físico francés Oenis Poisson
(1781-1840). La denominada «distribución de Poisson» se utiliza cuando la
probabilidad de aparición de un evento es a priori pequefia. Está considerada
como la ley de los eventos poco frecuentes y que no están conectados enrre sí
de manera causal. Utilizando este método, el general Bon:kevich calculó la
probabilidad de que muera un soldado debido a una coz de un caballo en
dempos de paz. Xenakis define de amcmano la probabilidad con la que apa-
recerá un valor concreto de un parámetro musical. Para Achorripsis, Xcnakis
creó una matriz de siete timbres, en este caso, siete instrumentos, situados en
la dimensión vertical y 28 unidades de tiempo en la horizontal. La matriz
constaba por tanto de 196 casillas. Mediante esta matriz se definió la macro-
forma de Achorripsis, que a su vez determina la «macrocomposición» de la
obra. Las posteriores fases de composición de esta obra suponen un progresi-
vo refinamiento de este primer resultado «de fuera hacia adentro». En primer
lugar se distribuyeron los eventos musicales en las diferemes casillas de la
matriz. Para ello, Xenakis utiliza la inversión de la ley de probabilidad de
Poisson, es decir, no valora eventos existentes, como la mencionada coz mor-
ral, sino que define la distribución de eventos musicales aún no existentes.
En este caso, Xenakis definió una probabilidad de 0,6 evencos por unidad de
tiempo. Como resultado se obtienen 107 casillas con silencio, 65 con un
evento, 19 con dos, cuatro con tres y una con cuatro. En los pasos siguientes
se aplica la distribución de Poisson a las unidades temporales, después a cada
uno de los timbres y por último a las diagonales de la macriz 76• La distribu-
ción de Poisson es uno de l-os muchos procedimientos matemáticos que Xe-
nakis utilizó para el cálculo de estructuras musicales. Entre otros cabe citar:
la aplicación de la serie de Fibonacci, el Modular de Le Corbusier, las superfi-
cies regladas (como, por ejemplo, las paraboloides hiperbólicas), cálculos de
combinatoria, funciones correlativas de grado, distribución lineal, distribu-
ción normal, el concepto de entropía o la teoría del filtro n (respecto a la
composición del timbre en la «microcomposición>> de Xenakis, véase el capí-
tulo «Timbre y síntesis de sonido»).
76
Vé:!se a1 respecto lannis Xenak:is, Formaliud Music. Thought and Mathrouzria in Music, ed.
rev., material adicional compilado y editado por Sharon Kanach (: Harmonologia Series 6), Sruy-
vesanr, N.Y., Pendtagon Press, 1992, p. 28 y ss. Las ediciones de 1972 y 1992 son idénticas basta
la página 254 inclusive.
n Una descripción completa de la composición algoríunica y de la uüli1.ación de procedimien-
ros matemáticos llevada a cabo por Xenakis excederla los límites de este texto. Por ello se hace refe-
rencia aquí a1 competente e inteligible esrudio de André Balrenspergcr, lannis Xmakis und di~ SUJ-
chastisch~ Musik. Komposition im Spannungrftld von Arrbittktur und Matlxmatik (= Publikarioncn
der Schweizerischen Musikforschenden Gescllschah, Serie ll Vol. 36), Berna, Haupt, 1996.
Sfntesis de partitum 105
(...] así se promulga una máquina potente, determinista y que gira en sí misma. ¿Es
ésta un reflejo de las máquinas estocásticas y probabilísticas realizadas anteriormen-
te? En cualquier caso, esta obra representa el estado actual de mis investigaciones
sobre la composición realizadas en los pasados quince afios, período en el que in-
vestigué, de manera man ual o con ayuda de La calculadora electrónica, sistemácica
pero infructuosamente, el azar o lo casual, en relación con su magnitud, la probabi-
lidad, en la negaciótt del set· (una categoría fuera del tiempo) y del devenir (una ca-
tegoría temporal), y todo ello atendiendo a su esencia y no al espejismo o a la apa-
riencia propia del hacer, tan seductora para muchos 79 .
78
Junto al trabajo de André Baltensperger también cabe cicar como una buena descripcíón de la
urili2acíón de la matemática por pan:e de Xenakis a Randolph Eichen:, !annis Xenakis wul di~ math~
matische Gn~ndlagenfimchung (= Fragmen. Beitriige, Meinungen und Analysen zur neuen Musik S),
Srefan Fricke y Axd Fuhrmann (eds.), Sarrebruck, Pfau, 1994; Peter Hoffmann, Amalgam aus Kunst
und Wr.ssenschaft. Ntttunuissenschaft!íches Denken im 1-%rk von lannis Xenakis (= Europaische Hochs--
chulschriften. Reihe 36, Musikwissenschaft 110), Fran.k:fürt am Main, Perer Lang, 1994.
7'.) Citado a partir de Diecer Kühn, «Xenakis und sein Publikum,., en Dierer Kühn, Lüwenmu-
Para Xenakis, esta lista contribuye a fijar ideas que de otro modo no se-
rían conscientes durante el proceso de composición. Por consiguiente, el or-
den aquí expuesro es flexible.
Xenakis expresa claramente su divergencia respecto a la música serial, de-
masiado limitada en su opinión, en su famoso artículo La crise de la musique
serielfe, aparecido en 1955:
11 En este sentido, el término fue utilizado por primera vez como •arre de la presunción» por
el matemático Jacques Bernoulli (1654-1705).
82 \Volf Frobenius, «A..eatorisch, Aleatorib [ 1976], en Handwih'ferbuch der musikalischen Ter-
minologie, H ans Hcinrich Eggebrecht (ed.), Srutrgan, Franz Stciner Verlag, 1994.
S) Iannis Xcnakis, «Stochastische Musib, en Gravesaner 8/iirur 6 (23/24, 1962), pp. 161 y
163-164.
Sfntesís de partitrn•a 107
Los dos principios b:isicos del sistema serial, la serie y su estrucrura polifónica,
conrienen a la vez la destrucción y la superación del propio sistema. La serie, in-
dependientemente de su estructura, p roviene de un ripo de pensamiento lineal:
es un rosario de objetos de número finito. El origen de la existencia de esros obje-
tos y de estos números finiros está en los 12 sonidos por octava del piano. Care-
cerfa de rodo sentido pensar únicamente en cantidades de frecuencia en el terre-
no de la electrónica. ¿Por qué 12 y no 13 sonidos? ¿Por qué no el continuo de la
tota1idad del espectro frecuencial? ¿O del espectro de intensidades o del especrro
de duraciones? Dejemos aquí de lado la cuestión del cominuo. En cualquier caso,
éste tendrá un papel central en futuras investigaciones. Recomemos el cerna de la
irregularidad del espectro sonoro como el aspecto fundamental de la percepción
humana[...] 84.
En la mayoria de los casos, cada composición plantea nuevos problemas y esos nue-
vos problemas exigen una nueva técnica. Esta técnica puede y debe desarrollarse.
Así pues, se trata de desarrollar esa técnica. Aquí es donde radica el problema. A ve-
ces, esto supondría calcular ciemos de probabilidades, ya que coda la obra podría
resolverse con cálculo de probabilidad. Un ejemplo de ello lo encontramos al tener
que calcular nubes de sonidos con una configuración determinada. Esta siruación
implica el cálculo de cientos de probabilidades, ya que toda la obra puede resolver-
se únicamente mediante el cálculo de probabilidad. En este ejemplo, el aspecto in-
terno de la nube no es muy importante: lo importante es la adecuación de la dis-
tribución, es decir, el tipo de distribución, y no su colocación precisa. [...] EJ
origen de las ideas no radica, para un buen compositor, en una técnica [... ) sino
84 Yannis Xénakis [Iannís Xenakis), <<La crise de la musíque seríeUe», en Gravesaner Bldtter 1
(1, 1955), p. 3. Citado según la traducción de Michael Harenberg en Neue Musik durch neue uch-
nik?, Musikcompuur ttfs qualiuuive Herausfordt'Ttlngflir ein neues Dmken in der Musik, Kassel, Bii-
rerueirer, 1989, p. 68.
108 jl1:úicn electrónica y músicA con orde1wdor
en una inspiración musical [...]. Por tanto, uno puede llegar a la conclusión de
que cientos de números aleatorios no pueden ser de ningún modo calculados a
mano. [...) Al realizar una prueba con una obra de tres minutos de d uración, de-
duje que tendría que trabajar diariamente durame seis m eses para realizarla. Esta
es la razón que me llevó a utilizar el ordenador 8S.
C'omposició11 i11temctiva
ss Martín Supper, Clnrmz Barlaws Compuen-amumdungm. Clarmz Borlow irn Gespriich mít
Martín S11pper, en Posirionm (Mind behind: Systemtheorien) (1 1, 1992), pp. 5-7. aqul p. 5.
u Véase también al respeao Clarenz Barlow, Bus journey to Paranutron (a/1 11bo11t
c;og/uQUJbüsi¡ktmesi), en Fmlback {21-23, 1980); Peter N. Wtlson, .. Formalisierte Musik- natur-
wissenschafcliches Denken in der Musik. Gedanken zu den stochasrischen Komposirionstheorien
von lannis Xenakis und Clarence Bario'""• en N~loru/(5, 1985), pp. 52-59.
87
Carl Machover, Vicepresidente de lnformation Dispays, lnc., Mount Kisco, Nueva York, en
Stewarr Kram., Scimce and Technolagy in rlu Arts, Nueva York, VNR · Van Nostrand Rein hold
Company, 1974, p. 129.
109
18 Joel Chadabe, lntmtaiw Ccmposing: An Overvinu, en The Music M achine. Sekaed Readings
from Computa Music ]oumtÚ, Curtís Road.s (ed.), Cambridge, Mass., MJT, 1989, pp. 143- 148.
8'J Xavier Chabor, Rogcr Dannenberg y Georges Bloch;Jt Workst11tion in Live &rformance:
Sintetizador
Síntesis de P<ll"fitrrra 111
Estas tres unidades pueden ser precisadas según el sistema y los problemas
a resolver. Lo esencial de esros sistemas es la capacidad de funcionamiento en
tiempo real:
9r. Sirnon Penny, Automati~ürtes kultitreLles Spiel Vmuch einer Systematisierung der interaktivm
lútnst, en Schone neue Welten. Aufdem W(g ztt áner neum Spiellmltur, Florian Rorzer (ed.), Mú-
nich, Boer, 1995, pp. 263 -279. '
97 Roben Rowe, Interactive Music Sysums. Macltive Lisrening and Composing, Cambridge,
Entre las obras realizadas con sistemas interactivos cabe citar Swin Swan
(1993) del compositor japonés K.iyoshi Furukawa 101 y Music for Clarinet and
IMW ( 1991 - 1992) 102 del norteamericano Corc Lippe. En Music for Ciarin~t
and JMW no sólo se reproducen eventos digitalizados, sino que también se
utilizan algoritmos q ue activan distintos tipos de procesado sonoro rales
como reverberación, retraso, transposición o diversos filrros.
w Graziano Berrini y Paolo Carosi, Light Baton Sysurm: A System for Conducting Computer M u-
sic Perfomumce, en lnurface (número especial: Man-Mnchine lnurraction in Liw Performance) 22
(3, 1993), pp. 243-257.
100
Jod Chadabe, citado a partir de C hrisropher Yavdow, M acrwrld Music & Sound Bibk, San
Mateo, CaJjfornia, IDG Books, 1992, p. 793.
101
Véase al respecw Heike Scaff, Sclnvimmende Schwiine. Über »inumktive Musik« zmd das
Stiiclt Swim Su;an wn Kiyoshi Furukawa, en Pofitionm (Inrerakrive Musik) (21, 1994), pp. 6-Il.
102
IMW es el acrósrjco de IRCAM Musical Worksration.
Síntesis de pm·titura 113
ILUSTRAC IÓN 5 Esquema de la interacción en Music for Clarinet and IMW (1991-1992)
de Cort Lippe, descrito por este mismo compositor en 1992. IMW es el
acróstico de la IRCAM Musical Wórkstation
La partitura del clarinetista se introduce en formato digital en el ordenador. El segui-
dor de alturas capta lo que toca el clarinetista en cada momento y proporciona esos
datos al seguidor d e partitura. Éste activa en el momento adecuado tanto los algorit-
mos de síntesis d e partitura como los eventos digitalizados elaborados anteriormente
e introducidos en la lista de eventos. En Music for Clarinet and IMW se utilizan .dife-
rentes procedimientos de procesado de sonido, tales como reverberación, retraso,
transposición o diversos filtros.
- .. Seguidor
Clarinete Micrófono Conversor ND1 de alturas
1
-
,,
Seguidor
de partitura
,r
Lisra d e eventos
,
Síntesis
de partitura
,
.. Procesador
de señal
,
1Conversor D/A
114 Músic11 elct·trÓIIÍt:tJ -y músim t•tm twdtmador
Robert Rowe, !nteractive Mu.sic Systems. Machine Listening and Composing, Cambridge,
103
gram, en lnterm11ionai Computer Music Conforencr (ICMC) en Glasgow, Scephen Arnold y Graham
Hair (eds.), Inccrnational Compmer Music Associaúon, San Francisco, 1990, pp. 166-168.
105 Jean-Claude Risser y Scocr Van Duyne, «Real-Time Performance Imeraccion with a Com-
puter-Comrolled Acoustic Piano•, en Computa Music )ournal20 (1, 1996), pp. 62-75; jean-
Claude Rissec y Scort Van Duyn,c, •From Piano ro Computer ro Piano», en fnternatior¡a[ Compu.-
ter Music Conforencc (ICMC) en Glasgow, Stephen Arnold y Graham Hair (eds.), San Francisco,
Imernational Compurer Music Association, 1990, pp. 15-23.
Slntesis de pm·ritura 115
106
R;chard 'Jcitelbaurn, Digitalt Piano Musit. Solo .fiir d"i Pianos, en Prix Ars Elmroníca '87.
Mmterwerke der Compurerkunst Graphik Animation Musik, Hannes Lcopoldseder (ed.), Worpswe-
de, H. S. Saucr, 1987, pp. 151-153, aquf pp. 151 y 152.
107
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pp. 143-146.
108
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109
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ject- M11SicalApplirations ofObject-Oriented Software Tedmology, Srephcn Travis Pope (ed.), Cam-
bridge, M~ .• MIT, 1991, pp. 119-140.
110
Srephen Travis Pope, lndroduction Jo MODE: The Musical Objttt Devtlopmmt
Environnumt, en Tht WellrTempered Objm- Musir.a!Applications o/Obj«t-Oriented Sofouart 1tch-
17ology, Stephen Travis Pope (ed.), Cambridge. Mass., MIT, 1991 , pp. 83-106.
111
Millcr Puckette y David Zicarelli, MAX An lnteractivt Craphic Programming l:.rwironmem,
Menlo Park, CA 94025-1010 USA: JRCAM und Opcode Systems, Jnc.. 1990-1991.
112
Stephen Travis Pope, Real-Time Performance vía User lnttrfom to Musical Strtlellms, en in-
terface 22 (3. 1993), pp. 195-212.
113
Christopher Yavelow, MaCUJOr!d Music & Sound Bíble, San Mateo, California, IDG Books,
1992, pp. 79 1-831; Chrisropher Yavelow, Composition or lmprovisation! Only tlu Computer
!VtOUJs!, en 5• Conferencia de la AES MtiSÍC and Digital Tech110/ogy en Los Ángeles, John Srrawn
(ed.), Audio Enginecring Society, 1987, pp. 83-99.
114
Jeff Prcssing, Syntlmiur Perfonnancl! and Real-Time Ti!clmique (" The Computcr Music
and Digital Audio Series 8) John Strawn (ed.), Madison, A-R Edirions, 1992, pp. 409-426.
115 Leonello 1arabella, <IA.Igorirhmic Composirion and lnteraction•, en ARRAY 1O (4, 1990),
pp. 17-18.
IIG Curris Roads, Thi! Computtr Music Tutorial, Cambridge, Mass., MIT, 1996. pp. 613-
70 1.
116
una persona musical, en lugar de ser tan sólo otro aparaw grabador de cinca
o w1 trozo de papel que puede ser borrado 117•
Contrariamente a la orientación lógica de Music Mouse, el programa Jam
Facrory desarrollado por David Zicarelli funciona según el principio de las
cadenas de Markov (véase al respeCto el aparcado ((Composición algorítmica
con elementos aleatorios,>). Jam Factory simula cuauo interpretes que reac-
cionan ante los eventos p roducidos por el intérprete real. La improvisación se
desarrolla en función de las cadenas de Markov definidas por el usuario. 't.s-
tas organizan las alturas y duraciones que generarán los cuatro interpretes si-
mulados. TantO la enrrada de los datos generados por el músico como la co-
nexión entre los cuatro ~~intérpretes'' con el «mundo externo» (sintetizadores,
samplers, etc.) se realiza vía MIDI. El programa Jam Factory fue desarrollado
por la empresa lntelligent Music, creada en 1984 por el compositor Joel
Chadabe con el objetivo de desaúollar y distribuir instrumentos inteligentes.
Desde entonces, los sistemas interactivos programables se desarrollan y utili-
zan en casi todos los grandes estudios. .
El lenguaje MAX., creado por Miller Puckette en 1986 en eliRCAM, se
ha convertido en un estándar de programación 118• MAX trabaja con objetos
gráficos que transmiten información entre sL MAX se comunica con el
«mundo exterion' mediante el envio y la recepción de información en forma-
to MIDI. La función de cada objeto y la m<mera en que éstos se relacionan
entre sí es definida por el compositor. La arquiLectura abierta de MAX per-
mite programar casi cualquier tipo de operaciones relacionadas con la ince-
ractividad, as( como reemplazar a muchos de los programas elaborados con
anterioridad. MAX. se utilizó para la realización de la obra de Pierre Boulez
Dialogue de L'Ombre Double (1985) 119 y para programar una simulación del
Trautonium 120, el primer instrumento electroacústico producido en serie
desde 1930 121 •
Algunos estudios como, por ejemplo, el STEIM (Studio voor electro-
instrumentale muziek), fundado en Amscerdam en 1971 122, centran su ac-
117
Laurie Spiegel, citada a partir de Chrisropher Yavclow, Mfu:world Music & Sound Bible, S:~n
Mateo, California: !OG Books, 1992, p. 798.
118
El nombre MAX se eligió en honor a Max V. Mathews.
119
Véase al respecto Martín Supper, Computmnusik, en MGG, vol. 2, Ludwig Finscher (ed.),
KasseUSruttgart, Barenreiter/Meczlcr, 1995, pp. 967-982, aqul pp. 977-978.
110
El Trauronium fue desarrollado por Friedrich Trautwein en la Staadichen akademischen
Hochschule fiir Musik in Berlín Charlonenburg y presentado por primera ve-¿ públicamente en
1930.
121
Jorg Spix. Das digitnle Trnutonittm, Studimarbeit, Carl-von-Ossierzky-Universirat Osna-
brück, Pachbereich 10 /Informarik, Lehrscuh.l für angewandrc lnformarik, Prof. Jensch, 1995.
122 Véase al respec10 Frieder Nake, SchrlittsteL!I! Mensch-Maschine, en Kursbuch (Computerkul-
[...) para hacer la •mejor conexión fisica entre hombre y máquina» mediante el de-
sarrollo de diversos instrumentos que puedan traducir de manera muy precisa,
medianre sensores exuascnsitivos, llaves y sistemas de medición electrónica, los
movimientos de los dedos, las manos y los brazos en informaciones destinadas a la
interpretación de ordenadores musicales. En el futuro , será extremadamente inte-
resante desarrollar programas que realicen esra «traducción» automáúcameme, de
acuerdo con un método de composición personal. Estos instrumentos posibilita-
rán componer <<en vivo». Al cocar una tecla no se producirá únicamente un soni-
do, sino que más bien se tomarán decisiones y se dirigirá al ordenador-compo-
sitor 1M.
El compositor que pueda manejar estas exrrem idades [The Hands] tiene el deber de
crear una pieza musical realmente vital. Yo creo que en la música contemporánea
«en vivo», la primera condición que debe darse para tratar de amalgamar la esuuc-
tura formal y su apariencia física es que el compositor mismo roque la música. [...]
Dirigir con The Hands y eJ software asociado puede llevar a componer en escena.
En res umen, esro me permite ser a la vez compositor, director y solista de una ex-
tensa orquesta electrónica 125.
m Véw:: al respecto Klaus \V.t:üg, MUSJC 2000. STEIM in Amsterdam. en Keyboards (7. 1993).
pp. 3042; C urús Roads, The Second STEJM Symposium on lnteractive Composition in live Electro-
níc Music, en Compuur Music joumnllO (2, 1986). pp. 44-50.
124 Citado a partir de Christopher Yavelow, Macruorld Music & S(;Und Bibk, San Mareo, Cali-
fornia: IDG Books, 1992. pp. 795-796 [tomado de STEIM, Srudio for Elecrronic Music, publi-
cado conjuntamente con una exposición homónima en e l departamento de Música del Gemeen·
cemuseum de La Haya, 1986).
125 Hannah Bosma en conversación con Micbd Waisvisz;: Alex Manassen y Hannab Bosma,
Cmnposm and Computen in the Nnher!Lmds, en Key notts (25, 1988), pp. 48-54, aqlú p. 54.
118 Ilfrísicn electrónica y nuilica con orde,w.d()r
126
Alison Math.ison Turing. Computing Machinny aná lnte/Jigma (1950). úaming MachinN,
en Mechanical lnteUigmu. Obras completaS de A. M. Turing, D.C. lnce (ed.). Amsterdam, Else-
vier Science Publisher.; B.V., 1992, pp. 133-160, aquí p. 154.
127
Heim. von Foerster, Zukunft dn Wahnuhmung: Wahmehmung dn Zulmnft [1972], en
Heioz von Foersrer, Wissm wui Gewissen. Ver.ruch ¿nn- Brürke, Siegfried J- Schmidt (ed.), Frank-
furt am Main, Suhrkamp. 1993, pp. 194-211, aquí pp- 206-208.
S írtusis de pnrríturr. 119
racciona con otro músico, sino con una máquina compleja. D e manera indi-
recta e impredecib_le, el músico se remitirá constantemente a aquello que él
mismo introdujo en la máquina, en el ordenador, en forma de algoritmo. En
contraposición a los conciertos tradicionales, el uso de los sistemas interacti-
vos produce una nueva situación: el músico se concentra tan intensamente en
su diálogo con el sistema que apenas percibe la presencia del público. La fasci-
nación que tan a menudo despiertan los sistemas interactivos se refiere al o a
los actores, y no tanto al público. Un buen ejemplo de ello lo ofrece el grupo
norteamericano T he HUB, formado por John Bischoff, Tim Perkins, Chris
Brown, Scot Gresham-Lancaster, Mark Trayle y Phil Stone 128 . Este grupo,
surgido de la League of Automatic Composers, se dedicó a la live-electronic in-
corporando sistemas interactivos asistidos por ordenador. Cada músico se si-
túa en escena frente a u n terminal de ordenador y acciona de ve:z en cuando el
teclado. La música resultante suena a través de los altavoces. El p úblico no
puede reconocer de ningún modo lo que sucede en el escenario y empie:z.a rá-
pidamente a aburrirse e inquietarse 129 • Aparentemente, los accores perciben la
situación de modo diferente. La interacción no se produce directamente entre
ellos sino a un nivel superior, entre los respectivos sistemas. Cada músico d e
The HUB dispone de un sistema de música con ordenador desarrollado por
él mismo, mediante el cual intenta reaccionar ame las evoluciones d el resto de
los programas. La situación en escena es un sistema cerrado: el espectador per-
manece en el exterior. Este hecho queda documentado en el texto que escribió
el miembro de The HUB Tim Perkins para uno de sus CD:
128
Chris Brown, John Bischoff y Tim Perkins, «Bringing Digital Music ro Live», en Computer
Music joumai 20 (2, 1996), pp. 28-32.
ll? Según la experiencia del aucor en dos conciertos: en 1992 en San José, California y en
1993 en Beriin.
130
Tim Perkins cirado según el libreto adjunto del Compact Disc: The HUB, Computer Nec-
work Music, ARTIFAcr RECORDINGS, ART 1002, Berkeley, 1989.
120 1'1ztsica elecfróllica y música con orrlmuultJr
es posible inregrar al público en una situación interactiva. Cada uno de los es-
rudianres compuso una pieza que se grabó en una de las pistas de w1a cinta
magnetofónica mulüpisra. El sonido de un contrabajo fue el material de par-
tida para todas estas composiciones. En el proceso de composición, rodas las
secciones de cada una de estas piezas fueron relacionadas entre sí siguiendo
una regla prefijada. En la sala de concierto se pone en funcionamiento el
magnetófono controlado por una matriz, de tal manera que un máximo de
siete de sus catorce pistas puedan ser reproducidas simultáneamente por los
altavoces. Es decir, no todas las composiciones pueden oírse a la vez. El públi-
co puede cambiar los cables de la matriz. D e este modo, los eventos musicales
que se oyen son siempre distintos.
131
John Myhill, .Some Phüosophical lmplicalions of Marhematical Logic: Three Classes of
Ideas•, en, Rromu ofMnaphyrics 6 (2, 1952), pp. 165- 198.
Sint~sis de partítum 121
Las ideas del lingüista norreamericano Noam Chomsky ejercieron una gran
influencia en la musicología norteamericana. Chomsky está convencido de
la existencia de una gramática de validez universal, respecto a la cual las gra-
máticas de los lenguajes naturales serían un subconjunto. Yendo aun más le-
jos, postula que esta gramática universal dispone de una estructura innata
en el cerebro humano, es decir, que los niños, desde el momento mismo de
su nacimiento, poseen competencia lingüística. Según Chomsky, esto supo-
ne que la capacidad del habla es innata en el hombre y que, por tanto, no
puede explicarse según el modelo conduClivisra basado en el binomio estí-
mulo-reacción. Las frases habladas o escritas muestran la estructura superfi-
cial (rurface structure) de una lengua. Esta estructura superficial oculta, según
Chomsky, el elemento esencial de la descripción del lenguaje. Este elemento
es la <<competencia lingüística»: la capacidad de generar oraciones, incluso
aquéllas que no han sido dichas hasta ahora y que, no obstante, son grama-
ticalmente correctas. Según Chomsky, únicamente el conocimiento (incons-
ciente) de un número finiro de reglas generadoras de oraciones posibilita
esta competencia lingüística. Estas reglas se agrupan bajo el nombre de «gra-
mática generativa». El modelo de la competencia lingüística es lo que se
considera, en esre contexto, como la estructura profunda (deep structure) de
un lenguaje. Según la teoría de Chomsky, un ttdiccionario» proporciona las
palabras necesarias para generar las oraciones, la semántica define su signifi-
cado }' las reglas de la fonética su pronunciación. Chomsky formuló esta reo-
ría estándar (Standard Theory), un sistema de reglas exclusivamente sintácti-
co e independiente de la semántica, en 1965, en su libro Aspects of the
m Gilles Deleuze y Felix Guarrari, !Vzpitalismus und Schizophrmi~. Tausmd Piat~aus, Berlín,
Merve, 1992. Introducción: Riz.orna, pp. 11-42, aquí p. 11 [original: Rhizonll'. lnrroducción,
1976].
122 ¡~fúúm elect?"Ó11ictl y música con ordeuadot•
Theory ofSyntax133 • Según esta teoría, los niños poseen desde su nacimiento
la mencionada competencia lingü(scica. El lenguaje es, por lo tanto, innato
(the innateness hypothesis), y al aprender su lengua materna y la lengua de su
entorno aprenden únicamente las reglas de transformación para generar la
estructura superficial, es decir, las oraciones.
La teoría cartesiana de las ideas y los principios innatos, formulada en el
siglo XVll, parece recuperar actualidad con las teorías de Chornsky: «La con-
cepción cartesiana [ ... ] fue en general abandonada en los años posteriores a
su formulación, pero resulta importante constatar que la teoría del espírint
no fue refutada [ ... ]» 134 . El tipo de gramática descrita por Chomsky recibe,
además del nombre de su autor, el de «gramática generativa» o «gramática
transformacional» 135 • La capacidad generativa de esta gramática no es sufi-
ciente para producir todas las frases de un lenguaje natural. No obstante, len-
guajes artificiales como, por ejemplo, los lenguajes de programación, pueden
ser completamente descritos o generados mediante la gramática de Choms-
ky 136• Las gramáticas generativas de este tipo son predecibles, ya que fijan la
«gramaticidad» no sólo de las frases ya existentes, sino también de aquellas
aún por producir.
Tomando como referencia las clases de lenguaje pertenecientes a la gra-
mática de Chomsky, se intenta clasificar los nuevos tipos de gramática y los
nuevos conceptos de lenguaje que se formulan en los campos de la informá-
tica teórica y de los lenguajes formales. De esre modo puede averiguarse si el
nuevo concepto es consistente y con qué mérodos puede traducirse a un al-
gorítmo el análisis sintáctico. La estructura de árbol de la gramática de
Chomsky se ha convenido en parte obligada de cualquier tratado escolar. La
oración «5», generada a partir de un árbol de derivación, es denominada por
Chomsky «estructura superficial», y el propio árbol de derivación, «estructu-
ra profunda».
En la literatura alemana, el término «estructura profunda» (deep structure,
Tieftnstruktur} resultó problemático, ya que también fue utilizado con ante-
rioridad por Wittgenstein. Posteriormente, Chomsky dejó de utilizar este
1
" Noam Chomsky, Asp~ctos tÚ la uoria tÚ la sÍ11taxis, Barcelona, Gedisa, 1999 [original: As-
pects ofThe Theory ofSyntax, 1965); véase también al respecw John Lyons, Noam Chomsky
(= Moderne Theoretiker 770), Frank Kcrmode (ed.), Múnich, dtv, 1971.
•J.4 Noaro Chomsky, EL lmguaj~ y los probkmas dtl conocimiento, Madrid, Visor, 1992 [origi-
nal: Languag~ and problmu oflmowkdge, 1988].
IJ) John Lyons, ImroduccüJn a la língiifJtica teórica, 8• ed., Barcelona, Tcide, 1986 [original:
bzdroduction kJ Theorcticai Linguistics, 1964).
•JG Herrmann M:IUrer, Theoretischt Gmndlagen dtr Programrnimpr11chen. Theorit der Syntax (w
Reihe lnformatik 1), Karl Heinz Bohling, Ulrich Kulisch y Hermano Maurer (eds.), Mannhcim,
B.!.-WLSSenschaftsverlag, 1977.
Stn!ISÜ de partiltwa 123
Una aplicación de este concepto a una estructura musical podría ser la si-
guiente 138 :
185), Frankfurt am Main, Suhrkamp, 1977, p. 102 [original: &Jl«tions tm Languag~. 1975].
138
Ejemplo romado de Steven R. Hoh:zman, Digira.l Mamms. Th~ Languag~ ofAb~tract and
Virrral Worlds, Cambridge, Mass., MIT. 1994. p. 109 [capirulo 7: Chomsky] .
139
Cátedra de fonética, en la que fueron docentes, antes de Bernstein, Stravinsky y Hinde-
mirh. John Cage impartió también allí clases duranre los años 1988-1989.
140
Leonard Bemsrcin, M11sik - dú offen~ Frag~. Vorksungen an da Harvard-Universitiit, Mú-
nich, Goldmann-Sd10tt, 1981. aqu{ p. 9. La versión inglesa ( 1967) tiene co mo titulo d de la
composición de C harles Ives TIJ~ Unnns~~Krrd ~(h. 1908).
124 !lfúsica elect~·óllicn }' música con Qrd"wt.do•·
Nota Letra
Escala Alfabeto
14 1
Noam Chomsky, Sprach~ und GáJt [original: Languagr and Mind, 1968] (= Suhrkamp-
Taschenbucb WJSSenschaft 19), Frankfim am Main, Suhrkamp, 1973.
142
Leonard Bernstei n, Musik - die ojfmL Frag~. Viena, Molden, 1976. p. 68.
6
' Fred Lerdahl y Ray Jackendoff, A Gm"am-e Tbeory o[ Tonal M usic, Cambridge, Mass.,
MIT, 1983, p. xi [ Prólogo).
125
Proponemos cuatro de estos componentes, los cuales son parte de una descripción
estructural de una pieza. A modo de resumen, podemos decir que grouping structure
indica la segmentación jerárquica de la pieza en motivos, frases y secciones. Metri-
cal stnu:ture expresa la intuición de que los eventos de la pieza están relacionados
con una alternancia regular de partes fuertes y débiles a varios niveles jerárquicos.
Time-span reduction asigna a las alturas de la pieza una jerarquía de «importancia
estructural» respecto a su posición en la grouping structu1'l! y en la metrical structure.
ProÚJngalional reduclion asigna a las alturas una jerarquía que expresa tensión-dis-
tensión y cominuidad-progresión en el campo armónico y melódico 145.
144
Ibíci, p. 5.
145
Ibíd., pp. 8-9.
146
Podría traducirse al español como «estructura original•, entendido esto como la estructura
primigenia de una composición musical (N. del T.) .
126
147 Heinrich Schenker, Das Mrourt.Wrk in tkr Musik. Ein jahrbuch. El ejemplar que sirvió
para realizar la reimpresión se encuenrra en la Bayerischcn Staatsbibliothek München [19251. Sig-
nacura: gO Mus. Th. 296()Q. El formaro de la reimpresión es más pequeño que el de ese ejemplar,
Hildeshcim, Georg OLns, 1974.
148
Heinrich. Schenker, Fiv~ Graphic Musir Ana/ysis (FÜNF URLJNJE-TAFELN). Con una
nueva introducción y glosario de Felix Salzer. Original: 1933, Nueva York, Dover, 1969, p. 25.
9
'" Primer plano - plano intermedio -segundo plano (N da T).
llO H . Schcnker, Fív~ Graphic... , p. 14.
ISI Noam Chomsky, Syntllcric Structurt:s, La Haya, Mouron, 1957.
161
Rudolf Stephan, Horprohk-me serie/lo Musik (1962), en Bernhard Dopheide, Musikhorm, HO-
~ziefmng(- Enriige der Forschung 91), Darmsradt, WISsenschafi:liche Buchgc:sdJschaft, 1978, p. 38.
' 63 El autor miJiza aquf el término Kunstmusik que podrfa ser tr-.tducido como • música arcfsci-
ca». H e oprado por utilizar el término al uso en espafiol, aunque este sea tan desafortunado como
cualquier ouo de los ucilizados para diferenciar «esa» música de la producida en el r:unbién inclasi-
=
~
g.
ficable terreno del • pop• (N. del T.).
164
Marvín Minsky, La musique, Les stTUctures mentales et le sms, en Le compositeur et L'ordina-
teltr ín París, IRCAM 1 Centre Georges-Pompidou (eds.), 1981, pp. 56-8 1.
1
u;, Grabación privada realizada en el marco del simposium Le compositeur et t'ordiiUltt!llr, 17 al
2 1 de febrero de 1981 , IRCAM, París. El contenido exacto de la discusión debe estar documenta-
do en eiiRCAM, ya que codo el evemo se grabó en cinta.
166 lbíd.
167
1
Orto E. Laske, Indroduction toa Generative Theory ofMusic, lnstinu of Sonology- Urúver-
sidad de Ucrecht , 1975 (= Sonological Reports 1 (B], reeditado parcialmente en Orto E. Laske, In
Searr:h ofa Genoar;ive Grammar for Music, en Machine MoMis ofMusic, Stepban M. Schwanauer y
! David A. l..cvitt (eds.), Cambridge, Mass., MIT, 1993, pp. 2 15-242.
:
f
130 Músim ekrtróuicc r músir11 ron ordenador
Donde: o original
1 inversión
R retrogradación
Rl retrogradación de la inversión
6 transposición de 6 semitonos
168
Orro E. Laske, ~A search for a theory of musicalicy•, en Languages of design 1 (3, 1993),
pp. 209-228, aquí p. 222.
169
Bcnjamin Boretz, Mna-Variarions. Sntdies in ~ FoundaJions Musical Thought, vol. l. Red
Hook, N.Y., Open Space, 1995. pp. 6 1-85.
170
S. R. Holrunan, GGDL - Generarive Grammar Definirion Language, U niversidad de Edim-
burgo, Department of Compurer Science, 1979. Esre informe se describe también en S. R. Holrz-
man, A Generarive Grarnmar Definirion Langt~age for Music, en: Interface 9 {1, 1980), pp. 1-48.
71
' Los mérodos de composición algorfrmica que no roman como referencia las gramáticas ge-
nerativas de músicas }'2 existentes, sino que utilizan nuevas reglas, como ocurre en d caso de Xe-
nakis, reciben d nombre de ruie-based composition.
172 Sreven R. Holtzman, cUsing Gencrative Grammars for Music Composition., en CompuUr
173
Lado de la mano derecha (N. del T.).
17
' S.R. Holtzman, Using Generative..., pp. 51-64. p. 53.
175 Ibfd., p. 55.
176
Ibíd., p. 53.
132 Música elech'tlnictt r músictt con ordmudor
m lbld., p. 58.
173
S. R Holtzman, GGDL - Gmerative Grmnnuzr Drfinition Language, Universidad de Edim-
burgo, Deparcmem ofComputer Science, 1979, p. l.
179
Stcven R. Holtzman, Digital Mantras. The Ltmguagt ofAbstract and Virtuel Wor/ds, C:un-
bridge, Mass., MIT. 1994. p. 168.
IW Stephen W Smoliar, Music Programs: An Approach to Music Theory Through Computationa/
Linguistics, en jounlfli ofMusic Theory 20 (1, 1976), pp. 105-131; Srephen W Smoliar, SCHEN-
KER: A Compmer Aidfor Analysing Tonal Musir, en SJGLASH 1O(1 -2, 1976), pp. 30-61.
181
Kevin Jones, •Composirional Applicuions of Stochasric Processes•, en Cornputrr Mu.sic
jounlfll 5 (2, 1981 ), pp. 45-61.
182
Curtis Roads, Composing Gmmman, Computcr Music Associacion, San Francisco, 1978.
183
David Cope, Computm and Musical Styk (= The Computer Music and Digital Audio Se-
ries 6), John Strawn (cd.), Madison, Wisconsin, A-R Edirions, 1991.
184 Ji m Kippcn y Bcrnard Bell, •Moddling Music wirh Grammars: Formal Language Reprc-
sentarion in rhe Bol Processono, en Computer Reprmmtations and Mode/.s ilz Mu.sic, Atan Marsdcn
y Anrhony Poplc (cd.), Londres, Academic Prcss, 1992, pp. 207-238; 13ernard 13ell y Ji m Kip·
pen, Bol Prowsor Crnmmars, en Undmtanding Music with Al: Perspectives on Mwic Cognition,
Mira Balaban, Kcmal Ebcioglu y Ocro E. Laske (eds.), Cambridge, Mass., AMI/ MIT, 1992,
pp. 366-400. .
Síntesis de partitura 133
I SS Benjamin Borerz, Ta/k: Jf 1 am a musical rhinker, Barryrown, N. Y., Sracion Hill Press,
1985.
186
James Tenney, META + HODOS and META J'v!eta + Hodos. A Phenomenology of20th-Cen-
tury MusicalMaterials andanApproach to the Study ofForm, 2• ed.. (!" ed., 1986), Hannover, NH,
Frog Peak Music, 1992.
187
El úrulo inglés fue tomado del libro de Tenney.
ISS Ibíd., p . 87.
189 Ibíd., p . 93.
90
' Jean-Ciaude Risser, 11-i/mte to ]t1mes Tenney. Ober james unney: Kltmponíst, ;'v!usiker und
Theoretiker, en MusikTexte (37, 1990), pp. 38-42, aqui p. 38 [original en Perpectives ofNew Music,
vol. 25, núms. l -2, 1987]; véase al Jespecro James Tenney, CJmputa Music Experiments, 1961-
1364 (= Elecrronic Music Reporrs 1), Instirut ofSonology, Utrechc, 1969, pp. 23-60.
134 Mú.~ica electi'Ónicn. y música con. ordenadQt'
ordenador con la que compuso su pieza Crystals for string orchestra (1980) 19 1.
Ames intentó mostrar en la obra de Tenney Bridge for two retuned pianos, eight
hands (1983-1984) la existencia de una «jerarquía Gestalt» 192 .
Sistemas-L
a~b
b~ab
a
b
ab
bab
191
Charles Ames, «Crystals: Recursive Srrucrures in Automared Composidon•, en Computer
MU:iic ]ournal6 (3, 1982), pp. 46-64.
192
Charles Ames, <<Auwmared Composition in Retrospecr: 1956- 1986», en Leunardo 20
(2, 1987), pp. 169-185, aquí pp. 181 y 183.
193
Aristid Lindenmayer, Mathematical Mqdels for Cellular lnteraction in Developmmt, Partes I
y II, en journa! ofTheoretical Biology (18, 1968), pp. 2 80-315. Los sisremas-L están sólo lejana-
mente emparentados con lo que en la lirerarura se denomina la geometría fractal de la ¡uzturaleza:
Benoit B. Mandelbrot, Die fraktalr Geometrie der- Narur, Basilea, Birkhauser, 1987. Mandelbror
no hace referencia a los sistemas-L.
Sintesis dt1 part:illtra 135
abbab
bababbab
abbabbababbab
bababbababbabbababbab
etc.
o~ 10
1 ~ 32
2 ~ 3 (4)
3~3
4 ~56
5 ~ 37
6 ~58
7 ~ 3(9)
8 ~50
9 ~ 39
) ~ )
( ~ (
190
Véase al respecto Prz.emyslaw Prusinkiewicz y Arisrid Lindenmayer, The Algorithmic !Mauty
ofP/ants, Nueva York, Springer, 1990.
ILUSTRACION 6 Hans Peter Kyburz: Cells para saxofon y conjunto instrumental (1993-1994), tercer movimiento, sección cuarta. C:;
0\
Parte del saxofon contralto. (© 1995 Breitkopf& Hartel Wiesbaden}
~
~-
1 (1)
G4
2 (1) 1(2)
GS
2(2 ) 1 (3)
G6
2 ( 3) 1(4)
G7
~ ~·
~
~
~'
~·
~
~
f;-
~-
....
<:>
2 (1) 3 (1) 1(1)
G8
2(1) 2i2> 3(2) 1(2)
G9
2 ( 2) 2 (3 ) 3( 1 )
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138 lrltlsír.n electrrí11ica 1' músicn CO!l ordenador
«l\Jl es una variable que será sustituida por las cifras 1, 2, 3 o 4. El árbol se bifurca, entre
orros momenros, cuando en 1(a) la variable <<a>> es sustituida por 4 o cuando en 2(a) la
variable «a)) es sustituida por 3. El árbol resultante de este sistema de reglas tiene la si-
guiente estructura:
1(1)
1(2)
1(3)
1(4)
1(1) 2(1)
1(2) 2(2}
1(3) 2(3)
1(4) ~
~
1\
2(1) 3(1)
1(1) 2(1) 2(2) 3(2)
1(2)
1(3)
1(4) 1\ 1\
2(2)
2(3)
2(3)
3(1) 4
2(1) 3(1) 3(2) 4
2(1)
cte.
Kyburz utiliz.a las primeras 13 generaciones. Éstas están marcadas en la partitura con la
!erra «G» y la cifra correspondiente. Asimismo, en la partitura se indica el resultado de
la derivación correspondiente, como por ejemplo 1(2) o 3(1). Estas indicaciones se re-
fieren directamente a los mencionados objetos musicales.
Síntesis de partitum 139
Si se interpreta cada cifra como una célula y cada paréntesis «("y")» res-
pectivamente como inicio y final de una bifurcación, se obtiene mediante
este proceso cada uno de los niveles de desarrollo del crecimiento de un
alga.
Sin interpretar esta cadena de símbolos matemáticamente, una persona
que no sea matemático podría reconocer una característica esencial: lo que
en la teoría del caos y otras teorías emparentadas con ella se denomina auto-
semejanza consiste en la similitud entre las formas más pequeñas y las más
grandes, así como entre rodas las formas que se encuentran enrre estos dos
extremos. Esta autosemejanza d e las estructuras ha ejercido una gran in-
fluencia sobre músicos y artistas a partir de los años ochenta. Los sistemas-L
se utilizan para crear estructuras musicales, definiendo en cada caso con ro-
tallibenad qué parámetro musical es representado por cada uno d e los sím -
bolos. Los experimentos m ás sencillos son aquellos en los que los símbolos
son sustituidos por los parámetros altura y duración 195. La matemática
Stephanie Masan y el musicólogo Michael Saffle intentaron analizar com-
posiciones de Resphigi, Oebussy y Bach, enrre otros autores, utilizando sis-
temas-L, para revelar la existencia de autosemejan7.a en el seno de la estruc-
tura musical 196•
El compositor estadounidense Charles Dodge, director del Center for
C omputer Music en el Brooklyn CoUege, City Universicy de Nueva York,
considera c.st:a referencia a la autosemejanza en la investigación sobre obras
musicales ya existentes como ttn factor esencial propio de roda música: «La
presencia d e la autosemejanza es un elemento comú n a todas las investigacio-
nes sobre la estructura musical>) 197 . El científico Vladimir Karbusicky escri-
bió al respecto:
Emretanto tenemos también rractales acústicas; ¡la representación de esras redes au-
rogeneradas [ ... ] mediante parámetros sonoros podría descubrir mundos hasta aho-
ra desconocidos! Se debe iniciar la búsqueda de las <<fracrales acústicas" latentes y no
tan solo utilizando material ernomusicol6gico (= «en la NATURALEZA»), sino
también en las composic iones «clásicas» (= «en la CULTURA»), especialmente
cuando éstas han sido construidas (casi según un aJgoritmo). Las estructuras musí-
195
Przemyslaw Prusinkiewia, ..Score Generacion with lrSystems•, en lnternarwnal Computer
Music Confirme~ (ICMC) en La Haya, Paul Berg (ed.), Internacional Compurer Music Associa-
rion, San Francisco, 1986, pp. 455-457.
196
Scephanie Mason y Michael Saffie, «L-Sys¡:ems, Melodies and Musical Scrucrure», en Leo-
nardoMusic]tntmal4 (1994), pp. 3 1-38.
197
Charles Dodge y Cunis R. Bahn, «Musical Fractals», en Byte 11 (6, 1986), pp. 185-196.
Citado en la traducción de John Briggs y David E Peat, Di~ Entdeckung des ChtUJs. Eine Reise
durch die Chaos-Theori~. Múnich, dtv, 1993, pp. 306-307.
uo l'tf;JsiUJ electrónittt y música con 01'tÚruufor
Autómatas celulares
198
Vladimir Karbusicky, • Musikalische Urformen und Gesralrungskrafte», en Musikatíschc
Gestaltung im Spannungsftld von Chaos und Ordmmg, O tto Kollericsch (ed.}, Viena/Graz, Univer-
sal Edition für lnsticur Hlr Werrungsforschung an der H ochschulc für Musik und darsrellende
Kunst in Graz. 1991, pp. 29-89. aquí p. 42.
'?'.1 Hans Perer Kyburz, nocas al programa rdarivas a Ce//s, en Programm drr Donaueschinger
Musiktage 1993, Donaueschi ngen. Kulruramt der Stadt Donauescllingen, 1993, pp. 88-89, aquí
p. 89.
S{ntesis áe partímra 141
mos las debidas monedas, .una calculadora genera un n úmero como resulta-
do de la introducción de otros dos y de la orden de multiplicar. En la disci-
plina de la informática teórica, y más concretamente en el ámbito de la «teo-
ría de los autómatas», los autómatas son modelos matemáticos. En este
campo de investigación se distingue entre autómatas reconocedores y traduc-
tores. Un amómata reconocedor (acepror) es un autómata que comprueba si
una palabra dada forma parte de un determinado lenguaje. Por el contrario,
un autómata traductor (transductor) calcula una nueva palabra a partir de
otra que se le suministra como entrada. Al traducir, el autómata adopta dife-
rentes estados. En cierto modo, los autómatas reconocedores hacen lo con-
trario que las gramáticas generativas descritas más arriba: éstas generan al fi-
nal del proceso una palabra. La teoría de los autómatas está estrechamente
ligada con la teoría de los lenguajes formales 200•
Los aurómaras celulares son un conjunto de autómatas conectados entre
sí. El padre espiritual de los a'utómatas celulares es John von Neumann, que
en su artículo «The General and Logical Theory of Automata>>, aparecido en
1951, expuso sus teorías sobre la posibilidad de que un autómata se repro-
duzca por sí mismo:
200
Véase al respecto John E. Hopcroft y Jeffrey D. Uilman, Einfiihrung in die Automnrentheo-
rie, Forma/e Sprachm und Komplexitiitstheoríe, 2• ed .. 1990, ¡a reimp .• 1992. Bonn. Addison-Wes-
ley, 1990 [original: lntroduction to automata, languages and comput4tion, 1979].
142 Música electr6nica 1 mfÍsÍC/1 cou ordenador
201
j ohn von Neumann, oAllgemcine und logische Theorie der Automaten•, en Kursbuch
(Ntut Mrtthtmatik, Gmndlagm.forschung. Tht'orit dtr Automatm) (8 1967), pp. 139- 175, aquí
pp. 142, 167 y 168.
202 Jbíd., p. 172 y SS.
Slntesis de partitttm 143
ILUSTRACIÓN 7 Ejemplo del juego de la vida. Una célula se representa aquí con el sig-
no «+». La figura 1 muestra un posible patrón inicial, definido por el
usuario. Las siguientes generaciones se desarrollan según las dos reglas
anteriormente mencionadas
1 - + - - - - - - 6
- - + -
• + + - - + - + -
+ + -
+ - -
2 + - + -
7
- + + - - - + - - - - -
+ - - - + - + - - - - -
+ + - -
3 - - + -
8
+ - + - - - - +
- + + - - - - + + - - - -
+ + -
4 9
- +
- - + + - - - - - + - -
- + + - - - - - - +
+ + + -
5 - - +
10
- + -
- • + + - - + - + - - - - - -
- + + -
- + - - - - -
114
lO,I Véase :tl I'CSpecco llri:tn Hayes, ulluliire Automntm, en Spektmm du W'issmschafr (Son-
derheft, Compurcr-Kunweil 11 1988), pp. 60-67; Srcphen Wolfram, Softwart flir Matlmnatik
und Naturwissmscbafi, en Chnos und Fmlttak, Heidelberg, Spcktrum der Wissenschafr, 1989,
pp. 186- 197.
204 Marvin Minsky, Thc Soriety ofMind, Nueva York, Simon ami Schusrcr, 1986.
lOS Stephen \Xfolfram, •Srarisrical mechanics of cellular auromara•, en &vitllb' ofModtm Phy-
sia 55 (3, 1983), p. 601.
ltw• Peter Beyls, Tlu Musictd Univme of Cellular Automata, en lnm'!lational Complller Musir
C1Jnfortnu (ICMC) en Columbus, Ohio, Compurcr Music Associarion, San Francisco, 1989,
pp. 34-41, aqul pp. 35.
Siute-sis de pnrtit-Jra 145
207
Ma.rrin Supper, «Musik und Mathematik. Iannis Xenakis un Gesprach mir Manin Sup-
pen•, en M USIKFEST AKTUEU (lmernationales Musikfest Stutrgart), 2 ! de septiembre de
1985, p. 25.
208
Peter Bowcou, Cellt.elar Automútion as a Mt-ans ofHigh Leve/ Compoútional Control ofGra-
nubu- Syntht!'Sis, <:n lntemational Computer Music Ccmfrrence (ICMC) en Columbus, Ohio, Com-
puter Music Association, San Francisco, 1989, pp. 55-57, aquí p. 56.
2
0') Eduardo Reck Miranda, «Music composirion using cellular auromata», en Languages ofde-
Los autóma[as celulares son para Xenakis una herramienta para materiali-
zar su idea de construir estructuras complejas con un mínimo de medios.
Xenakis comentó lo siguiente en una conversación con Bálint András Varga
que tuvo lugar en 1989:
211
B:llint András Varga, Gespriichu mit !annis &1wkis, Ztírich, Aclantis, 1995. pp. 185 y 186.
212
Véase al respecto Pccer Hoffmann, 7.~:/luliirt Automaten als kompositorischt Modttft. Sind
Chaos und Komplocitiit musikalische f'hiinoment?, en Arblitsprousst in Physik und Musilt, edirado
por la Abdemie der Künsle Berlín, Frankfurc am Main/Berlín, Percr Lang Verlag/Akademie der
Künstc Berlín, 1994, pp. 7· 18.
Inteligencia artificial y ciencias cognitivas
1
David Hwne, investigación sobrr ~~ rotWCimimzo !JU11Ulno, Madrid, Alianza, 1999 [original:
An bu¡uiry Concuning'Hunum Urukrmmding, 1874-1875}.
148 Música eiectroflica 'Y música ron ordenador
con distintas ramificaciones. Por este motivo, y para facilitar una mayor
comprensión del rema, se exponen a continuación algunas observaciones so-
b.r:e esta área de investigación y sus líneas de desarrollo más importantes.
El año 1956 marca el inicio de la inteligencia artificial. En aquel año,
John MacCarthy eligió el nombre de Artificial lntelligence para un programa
de investigación en el Darrmouth College, Estados Unidos. No obstante, el
padre espiritual de la inteligencia artificial es Turing, quien en 1936 diseñó la
«máquina de Turing», un nombre elegido por él -mismo 2 .
En el marco de las ciencias cognitivas existen dos líneas de desarrollo de
la inteligencia artificial, en cierto modo opuestas entre sí: procesamiento
simbólico y conexionismo.
El procesamiento simbólico es hasta el momento el planteamiento más
extendido y se manifiesta particularmente a través de los llamados ~~sistemas
expertos•>o «sistemas basados en el conocimiento» (knowledge-based systems).
Los dos mayores representantes de esta línea de investigación son Allen Ne-
well 3 y Herbert A Simon 4 • Según su planteamiento, los procesos cognitivos
son considerados como manipulaciones de cadenas de símbolos. Cada uno
de estos símbolos alude a un representante elemental de un área de conoci-
miento concreta. El matemático estadounidense Marvin Minsky desarrolló
otras posibilidades de representación de sectores del m undo mediante símbo-
los 5. Simon parte del hecho de que un sistema de procesado de símbolos
como, por ejemplo, un ordenador, está dorado de los requisiros necesarios y
suficienres para desarrollar un comporram ienro inteligente. Un ejemplo
práctico de ello lo constituiría un ordenador programado para jugar al aje-
drez. Además de las reglas prescritas del juego del ajedrez, sería necesario si-
2
La máquina de Turing es un modelo macemácico de la teoría de autómatas, una r:una de la
informática t.eórica. Véase al respecto Alison Machison, Turing, Mechanicallnulligence (: Collec-
ted Works of A. M. Turing 3), D. C. Ince (ed.), Amsterdam, Elsevíer Science Publishers B. V.,
1992. Idem, Kann tine Maschine dmken? ( 1950}, en Kursbuch (Neue Machnnmik. Gmndlagenfors-
dnmg, Throriuler Auwmaten) (8, 1967), pp. 106-138.
3 Allen Newell y Herberr Simon, «Computerwissenschaft als empirische Forschung: Symbole
chaft. Gnmdlage, Probleme, Perspektivm, Dieter Münch (ed.), Frankfun am Ma.in, Suhrkamp,
1992. pp. 92-133 [original: A fra.mework for represmting k7WWkdge, 1981). Idem, · Music, Mind
and Meaning», en Machine Models ofMusic, Stephan M. Schwanauer y David A. Levin (ecls.),
Cambridge, Mass., MIT, 1993, pp. 327-354.
luteligmt'in 1Jrtijicinl1• ciencias CuJ,mitivns 149
6
Véase al respecto Otto E. Laske, Ungeloste Probkmt bei dtr \'(li.ssnuakquisition for wisunsba-
sit~·uSysttme, en Kl(4, 1989). pp. 4-12.
7 Hubcrr L. Dreyfus, ~~ Computa nicht kOnrun, Frankfurt am Main, Arhcniium, 1989.
ldem y Sruan E. Dreyfus, Kümtlicht lntelligtnz. Von dm Grmzm dtr Dmkmaschiru und dtm Wért
dtr lntuition, R.eínbek bei Hamburg, Rowohlt, 1987 (original: Whnt Computen can't do- The li-
mits ofArtificiallntelligmce, 197211 979].
1
John R. Searle, •lsr das Gc:hirn ein Digirakomputer?•, en lnfomuztik und Phiwsophie, Peter
Schefe, Heiner Hastesdr, Yvonne Oiurich y Geen Keil (eds.), Mannheim, B.J.-Wissenschafrsver-
lag, 1993, pp. 21 1-232.
9 HiJary Putnam, CtJmo rtnovnr In filosofln, Madrid, Cátedra, 1994 [El proyecco de la inreli-
gencia anificial]. lclem, Razón, verdad t hiswia (original: Rtnson, Truth arui 1-Iisrory, Cambridge,
Mass., 1981] , Madrid, Tecnos, 1988.
' Terry Winograd y Fernando Flores, Erkmnmis MasdJintn Veme/~11. Zur Neugestnlrung von
0
16
Gonlob Frege, &griffischrift und a11dm Amiitze. 3• ed. (1• ed., 1964) con notas de E. Hus-
serl y H. Scholz., Ignacio Angelelli (ed.), Darmsradr, Wissenschafdiche Buchgesellschaft, 1974.
17
Jerrold A. Fodor, Th~ Languag~ ofThought, Nueva York, Crowell, 1975.
13
Véase al respecto Sybille Kriimer, Symbo!isch~ Mmchinm. Di~ ltkc tÚr Formalisimmg in gt>s·
chit:hrlichem Abrij(. Darmsrndc, Wissenschaftliche Buchgesellschafr, 1988; Sybille Kramer, Rafio-
na!ismus und Kiinstlichr fnuiJigmz: Zur Ko"rlaur eines Mij{vtmtiindnisses, en KI (marro de 1993 •
vol. 1 1993), pp. 31-35; Betti11a H eina, Di~ Htmchaft tkr &g~l: zur Grundl.agmgeschichtt tÚs
Computtrs, Frankfurr aro Main, Campus. 1993; Roger Penrose, Úlmputmlmlem. Die D~batt~ um
Kiinsdichr lnuiJigmz, &wujltsein und dir Gtsctze tÚr Phynlt, Heidelberg, Spdruum der WJSSens-
chaft, 1991.
'' Véase al respecto Pcter Desain y Henkjan Honing (eds.), Music, Mind and Machinr. Studm
in Computcr Music, Mruic Cognifion and Artificial fnttiJigmu, Amsrerdam, Thesis Pubüshers,
1992; Pecer M. Todd y Gareth Loy (eds.), Music and Úlnnwionism, Cambridge, Mass., MIT,
1991.
152 Mr4sica elertr611ica y músira ron ord1!11MOr
20
En relación con este pumo, se impone la siguiente preguma: ~será un sistema, en este caso
una red neu ronal, capaz de desarrollar nu evas reglas que sean independientes del estilo de las
«obras de enrrcnamicnco•? El auror piensa que esto no será posible. Esta cuestión emf relacionada
co n cl área de la teorfa de autómacas y, concretamente, con la pregunta de si un autómara p uede
crear ouo autómata de mayor com plejidad (véase al respecto el capíruJo «Síntesis de partitura.).
Véase al respecto Mira Balaban, Kemal Ebcioglu y Orto E. Laske (eds.), Unt.Úrstanding Music wiriJ
Al: Pn-spectiv~ on Music CognitüJn, Cambridge, Mass., AAAl/MIT, 1992; Petcr M. Todd y Garerh
Loy, (eds.), Mu.sic and Connecrionism, Cambridge, Mass., MlT, 1991.
21
Véase al respecto David Cope, An Expert Spum for Compuur-assisud Composition, en Com-
pu«r Music joumal l l (4, 1987), pp. 30-46: David Cope, Experimmts in MzuicaL /nulügmce
(EMI): Non-Linear Linguistic-based Compositúm, en lnurfoce 18 ( 1-2, 1989), pp. 1 17- 139; Dou-
glas R. Riecken, WOLFGANG - A Spum Using Emoring Potmtia/s to Manage Mzuical D~ign, en
Understanding Music with Al: Penpectives on Music Cognition, Mira Balaban, Kemal Ebcioglu y
Otro E. Laske (eds.), C ambridge, Mass., AAAl/ M IT, 1992, pp. 207-236; Douglas R. Riecken,
W OLFGANG: «Emorion.s• and Architecture which Bias Musical Design, en Leotu:rdo 28 (3, 1995),
p p. 225-230; Gioffredo Haus y Alberto Sametri, Model/ing and gmeraring musical scor~ by Parí
nm, en úrnguog~ofdesign2 (1, 1994), pp. 39-57.
22
Kemal Ebcioglu, An Expn-r Sysum for Harmonizing Choraks in rhe Styk ofj.S. Bach, en Un-
t.Úntanding Music with Al: Pn-spectives on Mzuic Cognirion, Mira Balaban, Kemal Ebcioglu y Orto
E. Laske (eds.), Cambridge, Mass., AAAl 1 MlT, 1992, pp. 295-333; John Turner Maxwell, An
expn-t ;ystmz for harmonic analysis oftonal music, en Prorudings ofthe Fim Worluhop on Ar:ificia/
Inulligmce aná Music in Mimzeapolis/St.Pau/, AAAl-88, 1988.
23 Marc Lcrnan, A Prouss Motkl for MusicaL Lis:ming Bas~d on DH-Networlu, en CC Al. The
journal for the Integrared Study ofArrificiai Jnu/ligmre Cognirive Scimce aná Applúd Epistnnology 3
(3, 1986), pp. 225-239; Piero Cosi, Giovaoni De Poli y G iampaolo La=na, Auditory Motklüng
and Self-Organizing Nmral Networks for Timbre Classification, enjormuz/ ofNew M11sic Researr:h 23
(1, 1994), pp. 71-98.
lmeligendn m·ti(icinf y t'Íimcias cognitith'l$ 153
Los primeros trabajos en el campo de la música por ordenador, tales como la sínte-
sis no estándar de Sceven Holczman (1978), el SSP y el ASP (Berg 1975, 1980) y
los sonidos esrocáscicos de lannis Xenakis (1963, 1971. 1992) han demostrado la
inadecuación de modelos matemáticos abstractos que generan sonidos musicales
sin tener en cuenta condicionamientos culturales de escucha 24 •
1
Rudolf Carnap, M~in Weg in eúr Philosophu [original: ln~ll~ctual Autobiography, Londres,
Open Coun, 1963], Sturcgart, Redam, 1993, pp. 18 y 19
z Se establece aquí de manera consciente esta resrtícción, ya que una discusión en torno a los
distintos conceptos de espacio en la música sobrepasarla d marco del presente trabajo. Esto signi-
fica que no se tratarán téroninos tales como •espacio sonoro•, «espacio de escucha• o «espacio tem-
poral•. Las distintas formas de incorporación del espacio arquitectónico se abordarán sólo pun-
tualmente.
156
3
Citado a partir de Alvín Lucier, Rejlections. bzterviews, Scores, Writings 1 Reflexionm. Inter-
views, Notatiorum, Texte (= Edítion MusikTexre 003), Gisela Gronemeyer y Reinhard Oehlschlagel
(eds.), traducción de Gisda Gronemcycr, Frank Gertich y Perra Crosby, Colonia, MusikTCA-re,
1995. pp. 322 y 323.
4
Por •prcsenración,. se entiende en este caso la reproducción mediante altavoces de la cinta
megnetof6nica producida con anterioridad.
5
Al vio Lucier, •Jeder Raum hat seine eigene Melodie•, en Alvin Lucier, Rejlections. lnrerviews.
Scores, Writings 1 Refltxionm. lntrmitws, Notationen, Texte, traducción de Markus Trunk (~ Edirion
MusikTexte 003), Gisela Gro"emeyer y Reinhard Oehlschlagel (eds.), Colo nja, MusikTexte,
1995, pp. 94-103, aquí p. 101.
6
Realizada para el festival INYENTIONEN '86/SPRACHEN DER KÜNSTE IH, Musik
und Sprache, Berlln, 1986.
158 Mmil"a electrónica y mrísica con ordmndo1'
7 Al realiMr e.~m consideración no se aciende aqul a la gran influencia que ejerce el Lécnico de
sonido sobre esta o<rcprc.~emación• del espacio: esra •imagen• puede manipularse arbirrariamcnce.
Música y esptuÚJ 159
8
Véase al respecto Barbara Banhclmes, «Musik und !Uum - cin Konzcpt der Avancga rde•, en
Musik und Raum. Eine Sammlmzg I/OIZ &itrifgm aus hisroriJchn- und künstkrischer Sicht zur Bed~1-
t1mg des Begriffis «Rtmm• als K!lmgtrliger flir dit Musilr, ThUring Bram (cd.), Basílea, GS-Verlag,
1986, pp. 75-89.
? Las concepciones espaci:llcs de Bill Fontana podrían incluirse entre las denominadas irm/¡¡-
ciones sonoras, nmlturas sonoras o, en general, en el terreno del aru sono1·o. Una descripción accuali-
:tada de estas tendencias arcfscicas se encuenrra en los siguientes catálogos de exposición: Helga de
la Mone-Haber y Akadentic der KUnste Berlin (eds.), Klanglrunst: mchimm anliijflich von «sonam-
bimte- festival for hi:irm und sthtn~>, lnruwuionak Klangkumt im Rnhmm dn- 300-]ahrfrin- der
Alwkmie tkr Kü11sU, BcrUn, Múnich, Preste!, 1996. Rcnt Block, Lorcnz Oombois, Nele Hcrtling
y Barbara Volkmann (eds.), Fiir Augm 1111d Obren. Wm der Spitluhr zum alrustischm Environmtnt
(~ Akademie-Katalog 127), Berlfn, Akadcmie der Künstc, 1980.
10
El auror denomina la simulación de espacios acústicos espacios acÚJticos virmaks cuando ts-
tos no pueden ser creados arquiteetónicarnence. El aUlor entiende por •simulación• aquellos espa-
cios acústicos que existen realmencc o aquellos que no existen pero que podrían ser construidos.
160 iUúsira electrónicn y música co11 orae11ado:•
11
Karlhcinz Srockhausen, «Musik und Raum• [1959]. en Texte, vol. 1, D ieter Sch.nebel (ed.),
Colonia, DuMonr, 1963, pp. 152-175, aquí p. 153.
12
Véase al respeao Annette Vande Gome, cEspace!Temps. Historique», en UEN "vue d'esthéti-
que musica.k (J.:Espace du Son 1988), pp. 8-15. Gisda Nauck, Musík im Raum - Rnum ín der Mu-
161
sik (,. Archiv für Musikwissenschaft: 38), Hans Heiruich Eggebrechc (ed.), Sruttgart, Franz Sceiner
Verlag, 1997.
13
Véase al respecto Karlheinz Srockhausen, cKONTAKTE für tle.l-rronische KHinge, Klavier
und Schlaguug• [1968], en Ttxu, vol. 3. Diecer Schnebel (ed.), DIL\-tont Dokumeme, Colonia,
DuMonr, 197 1, pp. 28-30.
14
Véase al respecto Pierre Boulez y J ean-Jacques Nattiez, •Musique 1 Espace•, en LIEN revue
d'esthétiquc musicn.k (I.:Espace du Son 11 1991 ), pp. 115- 116.
15
Véase al respecto la visualizaci6n del movimiento del sonido en el espacio en Pierre Boulez
y Andrew Gerzso, Compuu:r als Orclmu:rinsmnnmte, en DiL Phyfik der Musikinstmmmu, H eidel-
berg, Spelmum der Wissenschafr, 1988, pp. 178-184, aquí pp. 178 y 179.
162 Músicn elecrrónica r mÚS;CLl con ordtmador
to m odo, Rlpons constituye una documentación de los resultados obtenidos
en las investigaciones desarrolladas en el IRCAM (Institut de Recherche et
de Coord inarion Acoustique/Musique), el «Max-Planck-Instituo> d e Boulez.
en París 16•
16
V~ase al respecto Pierre Bou!ez, «Über Répons - ein Inrerview mit Josef H ausleno. en Teilron
(= Schrift.enreihe der H einrich-Srrobel-Stiftung des Südwcsd'unks, Josef Hausler (ed.); vol. 4,
1985), pp. 7-14. IRCAM (ed.), REPONS- BOULEZ, París, La Fondation Louis Vuitton pour
l'Opéra et la Musique, 1988. Andrew Geruo, «Reflecrions on RéponS>>, en Cont~mporary Music
Rroing. Mu.sicai Thought at IRCAM, 1 (1, 1984), pp. 23-34.
Glosario
A : I.
Artificial lnrelligence ~ Inteligencia artificial.
Acusmática (Acousmatique)
Este término hace referencia a la leyenda de Pitágoras. Según esta leyenda, durante las
clases de Pitágoras una cortina separaba a éste de sus oyentes para evitar así que el con-
tacto visual distrajera la estricta concentración en la escucha. Esta idea se corresponde
con las teorías de la música radiofónica y de la ~ música concreta de Pierre Schaeffer.
Según éstas, al escuchar música reproducida por un altavoz. no debe ser posible estable-
cer ningún vínculo con los instrumentos que generan el sonido. Asf pues, el altavoz no
cumple la función de generar una fotografia acústica.
Algoritmo
Instrucciones de procedimiento que pueden ser ejecutadas, por ejemplo, por máquinas
mecánicas o electrónicas. Un algoritmo introducido en un ordenador, es decir, conve-
nientemente codificado mediante un lenguaje de programación, recibe el nombre de
programa. Únicamente aquellos problemas que pueden describirse con exactitud pue-
den ser solucionables algorítmicamente. Un ejemplo sencillo son las instrucciones para
sumar, restar o multiplicar números. Hay algoritmos truncados y no truncados. El al-
goritmo euclidiano para el cálculo del máximo común divisor de d os números es trun-
cado: despues de un número finiro de cálculos se obtiene el resultado. El conocido al-
goritmo para calcular la raíz cuadrada generalmente no se: trunca. La disciplina
matemática denominada teoría de la computabilidad investiga qué problemas son solu-
cionables algoritmicamente y cuáles no lo son. La producción de una composición i:on
ayuda del ordenador se denomina también composición algorítmica. ~ música con
ordenador.
164
Altura
Según la terminología de la acústica, <<aquella característica de la percepción auditiva
que puede ser descrita medlante u11a escala "grave-agudo"». Se determina principal-
mente por medio de la ~ frecuencia, aunque también depende del nivel de ruido y de
la combinación de ~ parciales de un timbre.
Amplitud
Extensión máxima de una vibración. En el terreno auditivo, es decir, en relación con
las vibraciones sonoras, la amplitud influye en la intensidad.
Análisis de Fourier
Análisis matemático de procesos de vibración periódica. Su principio plantea la posibi-
lidad de reducir cualquier vibración periódica a una adición de vibraciones sinusoidales
elemencales.
Analógico
El término tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a fenómenos unifor-
mes, cominuos, como, por ejemplo, un movimiento mecánico o el proceso de vibra-
ción del sonido. En segundo lugar, hace referencia al término analogía: un micrófono
convierte la forma de vibración de ttna sefi.al acústica en una forma de vibración eléctri-
ca análoga a la forma de onda acústica translormada.
Armónico
~Parcial.
Cibernética
«Ciencia del c.ontrol y la comunicación en los seres vivos y en las máquinas» fundada
en 1948 por el matemático Robcrr Wicner. De manera similar a la ~ reoría de la in-
formación, la cibernética influyó en :mistas y músicos. El control de procesos musicales
mediante modelos cibernéticos alcanzó popularidad en los años setenta y fue utilizado
tanto por compositores como Lejaren Hiller y Roland Kayn como por Peter Yogel en
sus esculturas sonoras. Actualmente se utilizan también procesos cibernéticos en la mú-
sica con ordenador pan~ controlar sistemas interactivos.
Cognición
En términos generales, procesado de la información en el cerebro humano. Desde el
punto de vista del conmuctivismo radical, no obstante, se entiende por cognición una
construcción de la realidad mediante las forma.~ de organización de l as~ redes neuro-
nales en el cerebro. Partiendo de los diferentes estímulos sensoriales, el cerebro cons-
truida lo que denominamos realidad, es decir, aquello que, segón otros modelos, se en-
cuenr.ra en el exterior de la persona. Del mismo modo, y siempre segón el punto de
vista del constructivismo radical, la diferencia entre un interior y un exterior es [3.lll-
bién una construcción.
Glosario 165
Conexionismo
~ Inteligencia artificial.
Composición algorítmica
~Algoritmo~ Música con ordenador~ Síntesis de partitura.
Conversor N D y 0/A
Un conversor ND (conversor analógico-digital, Analog-to-Digital Converter, ADC)
transforma una sefial analógica, una vibración eléctrica, en un código digital (-t analó-
gico, -t digital). Esa señal puede ser, por ejemplo, la producida por un micrófono. Este
proceso es un requisito necesario para aJmaccnar digimlmenre una señal acústica en
una cinta DAT (Digitttl Audio Tape), en un CD (Cornpact Disc) o en la memoria de un
ordenador, entre otros posibles formatos. La forma de construcción de un conversor
AID determina el número de niveles de resolución de la ampliLUd del sonjdo y el posi-
ble tamafio que esa amplitud puede alcanzar. El número de veces por unidad de tiem-
po, la frecuencia, que la forma de onda es muestreada (Sarnpling Ratt) determina la al-
truca máxima de la frecuenc ia que puede almacenarse. Medianre un conversor 0/A
(conversor digital-analógico, Digi.tttl-to-Analog Converter, DAC), la forma de onda rugi-
talizada puede transformarse de manera aproJtimada en la forma de onda anaJógica ori-
ginal (-t teorema de muestreo). En la -t sfntesis de sonido realizada con ordenador, las
muestras necesarias p<tra generar UJl sonido son direcramcntc calculadas y reproducidas
mediante un conversor D/A.
Cuanto sonoro
En contraposición al anáJisis de Fourier, el científico especialista en ceorfa de ondas an-
glohúngaro Dennis Gábor desarrolló un método para describir formalmente un timbre
mediante cuantos sonoros. En algunos textos éstos reciben también el nombre de
«Phonones». El análisis de fouricr parte de la Leoda de las ondas, mientras que los
planteamientos de Gábor se basan en la rcoría cuántica. La idea de «cuantificar» even-
tos sonoros tuvo influencia en el desarrollo de la~ síntesis granubr.
Digital
Los procesos continuos y analógicos (-t analógico) son reducidos a valores discl'etos
mediante la digitalización. EsLa diferencia puede ilustrarse comparando los diferentes
tipos de relojes: en los relojes convencionales el tiempo es representado como un trans-
curso analógico y cominuo mediante el movimiento de las agujas. Los relojes con inru-
cador digiml muestran el cominuo temporal según una reLfcula prefijada.
Electrónica en vivo
Este término designa una situación de concierro que, dentro del marco de la -t músi<..-a
electroacústica, incluye la presencia de intérpretes. No se rraca, pues, de un concierto
de altavoces. El té.rmino, que se propagó en los afios sesenta, se tomó presumiblemente
de un texto para un disco de John Cage sobre su obra Cartridgt! Music (1960): «( ... ]lo
make electronic music live>• (para hacer música electrónica en vivo). Para designar este
166 lJ!Iúsil'll elemóllica y música cou ordet1aeic.,.
tipo de música se utilizan otros términos como Live Electronics, Live Electrrmic Music,
Live-Elektronik o Live-elektronische Musik. La electrónica en vivo supone la extensión
de la música para altavoces en un doble sentido: en primer lugar, el material sonoro ge-
nerado electrónicamente no se sintetiza en un estudio sino en ~ tiempo real sobre el
escenario. En segundo lugar, el sonido de los instrumentos acústicos o de la voz huma-
na se transforma electrónicamente también en tiempo reaL
Elektroniscbe Musik
El término fue utilizado por primera va. por Werner Meyer-Eppler en 1949 como parte
del tírulo de un libro y durante mucho tiempo fue utilizado prácticamente como sinóni-
mo de la música electroacústica producida por la llamada Escuela de Colonia en los
años cincuenta. Este término fue constantemente redefinido y en 1954 experimentó una
última restricción y quedó reservado para la música contemporánea. Así pues, a la músi-
ca producida con generadores de sonido electrónicos para utilizarse, por ejemplo, en
programas radiofónicos no se la denominaba con este término. El material sonoro no
podía provenir de un instrumento electrónico ni contener material sonoro concreto y,
según Herbert Eimert, «la elektronische Musik no era "también" serial, sino música se-
rial».
Filtro
Los filtros se utilizan para modificar el timbre de sonidos ya exisremes. Para ello se ate-
núan, se amplifican o se eliminan uno o varios ~ parciales de un ~ timbre. Del mis-
mo modo, es posible operar sobre una banda de frecuencia si el material de partida es
un~ ruido.
Formante
~ Parcial de un ~ timbre que tiene una ~ amplitud mayor que el resto de los parcia-
les de ese mismo timbre. El formanre se origina debido a la denominada «región de for-
mantes». Las «regiones de formantes» son bandas de frecuencia dentro de las cuales apa-
rece el formante. La función de ~ filtro que forma parte de los generadores de sonido
determina las regiones de forrnantes. La laringe en conexión con la lengua, por ejemplo,
desempeña esta función de Hltro. Los verdaderos generadores de sonido son las cuerdas
vocales. La laringe y la lengua filtran el sonido de las cuerdas vocales para producir, entre
otraS, las vocales a, e, i, o, u. Una de las características más relevantes de los formantes es
que su registro de frecuencia es inalterable. Esto significa, por ejemplo, que el formame
de la vocal «U» se encuentra siempre en torno a los 300 hz, independientemente de la al-
ruca con la que se pronuncie o se cante esta vocal, y debido a ello se entiende siempre la
<<U» como tal. Así pues, un texto cantado por una voz aguda se entiende a menudo con
dificultad, ya que su altura se encuentra generalmente por encima del ámbito de los for-
mantes de una o más vocales. La limitaciones en el uso de los ~ sampler obedecen a las
leyes de los formantes. Si se intenra reproducir con un sampler un sonido grabado, por
Glos11rio 167
ejemplo un oboe o una voz, con una altura diferente a la original se producen alteracio-
nes del timbre, ya que el aparato transporta también los formantes.
Frecuencia
Término físico que designa el número de vibraciones por segundo. En el ámbito de la
acústica, la ~ altura de un sonido se defme por la frecuencia de su vibración funda-
mental. La unidad de medida es el hercio (hz). El sonido del La' del diapasón ciene una
frecuencia de 440 h·z..
Hardware- Software
Esta diferenciación se hace siempre que se utiliza un ordenador. El término hardware
se refiere al ord enador físico y a sus periféricos, como por ejemplo un disco duro ex-
terno o una impresora. El software son los programas que operan en un hardware. Esta
diferenciación se puede aplicar de manera análoga a una cocina: el hardware lo consti-
tuyen los fogones, las ollas, etc. y el software, las receras de cocina que incluyen las ins-
trucciones para realizar los distintos platos. El hardware es fijo y finito. El software es
intercambiable. Los ingredientes que se requieren para la receta serían las variables del
software.
Inteligencia artificial
Área de investigación que se ocupa del comportamiento inteligente de los ordenado-
res. La inteligencia arrificial fue en un principio una disciplina informática. En la ac-
tualidad es un campo de investigación para filósofos, lingüistas, neurólogos y antropó-
logos. Existen dos planteamientos generales: procesamiemo simbólico y conexionismo
con redes neuronales. Este último trata de la organización del comportamiento. Con-
trariarnenre al procesado de información tradicional, en el enrorno de la inteligencia
artificial basada en redes neuronales no se programan algoritmos que resuelvan una ta-
rea de manera lineal (~ algoritmo). Lo que se programa es la capacidad del ~ siste-
ma para aprender, de tal manera que éste se autoorganice en función del problema
concrero a resolver. En el entorno del procesamiento simbólico se trata de la produc-
ción de sistemas expertos que almacenan los conocimientos necesarios propios del
campo de aplicación específico para el cual son diseñados (por ejemplo, el ajedrez)
para su posterior uso inteligente. Las aplicaciones de la inteligencia artificial en la mú-
sica incluyen ramo la composición como el análisis musical y la producción de mode-
los de escucha.
Interacción
Acción interrelacionada entre personas o entre máquinas y personas.
Interfaz
Pumo de enlace entre diferentes aparatos que se comunican entre sí, por ejemplo un
ordenador y una impresora. Enrre las interfaces definidas para usos musicales figura el
~MIDI
168
Melodfa de timbres
Término introducido en 191 1 por Arnold SchOnberg. Según éste, la secuenciación de
--7 timbres diferenles debe constituir paree del proceso composirivo en lugar de realizar
una instrumentación de manera intuitiva, como suele hacerse tradicionalmente.
MIDI
Musical lnstrummt Digital lntn-foct. Norma introducida a principios de los años
ochenta por la industria de la música elecrrónica para el intercambio de datos entre dis-
tintos aparatos, por ejemplo un --7 sintetizador, un --7 sampler o un ordenador.
Modulación
Alteración de una vibración medianre un modulador como, por ejemplo, el vibralo en
un instrumento de cuerda: el movimiento de la mano izquierda (modulador) que gene-
ra el vibraco hace desviarse al sonido, en este caso producido por la vibración de la
cuerda, respecto a su frecuencia media. La extensión del movimiento del modulador
determina el grado de desviación de la alcura. La velocidad del vibraco se denomina fre-
cuencia de la modulación. Junco a la frecuencia (modulación de frecuencia) también
pueden modularse otros --7 parámetros como, por ejemplo, la --7 amplitud.
Muestra (samplt)
Prueba que se toma al rugitalizar una vibración analógica meruante un --7 conversor ND.
Música aleatoria
En las maremácicas, términos como aleatorio o aleawriedad son utilizados en el campo
del cálculo de probabilidades. En 1954, Werner Meyer-Eppler los utilizó por primera
vez en relación con la música: «El término alearorio {de alea = dado) se aplica a proce-
sos cuyo desarrollo está definido a grandes rasgos pero cuyos momentos particulares
dependen de la casualidad. [...) En la música, el campo de lo aleatorio engloba todo lo
que no está "escriw en la partitura"». Karlheinz Srockhausen habló de alcaroriedad en
1957 en relación con su Klavimtiick X1 ( 1956), ya que el intérprete ejerce una influen-
cia decisiva e n el curso que roma de la pieza. En su conferencia titulada Alea, pronun-
ciada en 1957, Pierre Boulez equipara, en el terreno de la música, casualidad y sorpre-
sa: •La composición debe hacer posible en cada momento la preparación de una
sorpresa. [ ... J.. En la mayoría de textos se utiliza el rérmino «aleatoriedad.. en referencia
a la interpretación. No obstante, numerosos compositOres se refieren a la aleacoriedad
en relación con el proceso de composición, como por ejemplo Gotrfried Michacl Koe-
nig en su conferencia Procedimimtos striaks y aleatorios en !tt mt&ica electrónica, pro-
nunciada en 1965.
Gloutri.fJ 169
Música electtoacústica
Término introducido probablemente por Pierre Henry (como musique ekctro-acousti-
que) para unificar la.s posiciones contrapuestas de la música electrónica de Colonia y de
la música concreta parisina. Esre término se ha impuesto progresivamente hasta con-
vertirse en la actualidad en una denominación genérica que incluye tanto la --7 electró-
nica en vivo, la --7 Tape Music, la --7 música concreta y la --7 Elektronische Musik, como
paree de la --7 música por ordenador.
Música estocástica
La esrocástica equivale en el terreno de la matemática al cálculo de probabilidades. En
la mayoría de los textos, la música estocástica se asocia exclusivamenre con Iannis Xe-
nakis. En este caso, el uso de terminología no específicarnenre musical produce grandes
problemas. En el campo de la --7 música aleatoria, con el que Xenakis no quería ser
asociado, se uriliza también el cálculo de probabilidades. Del mismo modo, el compo-
sitor James Tenney utiliza el término «estocástico», aunque los procesos esrocásticos en
su música son organizados de manera muy distinta a como lo son en la de Xenakis. El
sentido que estos términos adquieren al utilizarse en este conrexro se aleja de su literali-
dad: éstos denotan más bien la manera de pensar de sus usuarios.
Música serial
Música cuya técnica de composición parre de téoúcas seriales. Tiene su origen en la
técnica dodecafónica. Los principios de organización de la altura propios de la técnica
dodecafónica se aplican al comrol de otros --7 parámetros de un evemo acústico, de tal
manera que una composición puede organizarse casi en su totalidad mediante técnicas
170 Jl1tísictt eiectróuú:a ;r mú.ricn cOil o¡·dentldor
seriales. La música serial surgió a comienzos de los años cincuenta y es una de las técni-
cas que han resultado ser más controvertidas. Entre sus principales representantes des-
tacan Pierre Boule-L, Karlheinz Srockhausen y Luigi Nono.
Parámetro
Término matemático uüliz.ado por primera vez en un área de conocimienw distinta
por Joseph Schillinger en 1942 en su Teorla matmuitica de las artes. Al margen de esta
teoría, Werner Meyer-Eppler lo empleó a partir de 1953 en relación con la~ música
serial. En ella, magnirudes como intensidad, duración, -7 alrura y -7 timbre son deno-
minados parámetros.
Parcial
Cada uno de los -7 sonidos sinusoidales o ~ vibraciones sinusoidales de un timbre.
Mediante el ~ análisis de Fourier es posible describir una vibración periódica como la
superposición de un número finito de vibraciones. En ese caso, cada una de estas vibra-
ciones puede definirse como un parcial del timbre. Si las frecuencias de los parciales
son múltiplos enteros de la frecuencia fundamental, como es el caso de la vibración de
una cuerda, también pueden ser denominadas armónicos. En la literatura en lengua in-
glesa se utiliza asimismo el término partial.
Red neuronal
~ Inreligencia artificial.
Ruido (Rauschm}
Según la DIN 5488, «[ ... ] proceso estocástico de desarrollo continuo pero no periódi-
co y únicameme describible mediante magnitudes estadísticas.» El término «ruido
blanco», común en el ámbito de la -7 música electroacústica, es una analogía de la luz
blanca: todas las frecuencias audibles están prescmes en él de manera simultánea. Con
la ayuda de un prisma, pueden extraerse de esre tipo de luz diferemes bandas de fre-
cuencia, es decir, diferentes colores. Con un ~ filtro puede transformarse el ruido
blanco en un «ruido coloreado».
Sampler
Ordenador especializado en almacenar cualesquiera sonidos ~ digitalmente y por me-
dio de un teclado, generalmente semejante al de un piano (Keyboard}, volver a recupe-
rarlos en las correspondientes alruras. Desde un punto de vista comercial, los samplers
lienen la función de prescindir de músicos. El primer sampler fabricado en serie fue
presentado hacia 1980 por la firma australiana CMI-Fairlight Sysrems.
Secuenciador
Este término designa en la actualidad un tipo de programa de ordenador que cumple
una función similar a la de un magnetófono multipista. En este programa n o se graba
ningún sonido sino datos ~MIDI, mediante los cuales se controlan instrumentos ge-
neradores de sonido como, por ejemplo, ~ sintetizadores o ~ samplers. De manera
Glosm•io 171
similar a un sistema de procesado de texto, esros programas permiten editar una parti-
tura en la pantalla del ordenador, que puede reproducirse acústicamente de manera in-
mediata. Ames de la introducción del MIDI existían secuenciadores analógicos que
controlaban el equipamiento de los estudios mediante tensión eléctrica. Los autómatas
musicales, desarrollados ya en el siglo II a. C., pueden considerarse como precursores de
los secuenciadores. Entre 1300 y 1900 fueron construidos diversos autómatas musica-
les. En 1904 fue inventado el Welte-Mignon-Reproduktions-Piano.
Síntesis aditiva
~ Síntesis de Fourier.
Síntesis de Fourier
Inversión del análisis de Fourier. Un timbre puede generarse mediante la adición de vi-
braciones sinusoidales. Este tipo de síntesis se denomina también síntesis de sonido
aditiva y está considerado como el primer modelo de síntesis sonora.
Síntesis de partitura
Procedimiento algorítmico para calcular una composición. Al igual que sucede en una
técnica compositiva convencional, en la síntesis de partitura no hay tampoco ningún
principio fijo ni ningún estilo. Véanse «Algoritmo» y «Música con ordenador».
Síntesis de sonido
Procedimiento electroacústico destinado a sintetizar sonido o, dicho de otro modo,
timbre. Un requisito general es el conocimiento de la constitución física de los sonidos
existentes. Mediante la síntesis electroacústica de sonido también pueden verificarse los
resultados de análisis realizados con anterioridad. Los primeros métodos de síntesis so-
nora realizados con ordenador mostraron la falsedad de muchas descripciones del soni·-
do incluidas en rrarados de acústica.
Síntesis granular
De manera similar a la formación de una imagen en movimiento en una película gracias a
la secuenciación de imágenes discretas, en la síntesis con ~ cuantos sonoros se genera tm
nuevo sonido mediante Ja <::oncatenación de sonidos elementales. Estos sonidos elementa-
les se denorrÚnan granos o gránulos (grains) y tienen una duración de encre 5 y 20 milise-
gundos. La forma de onda, la frecuencia y la amplitud de cada gránulo puede ser diversa.
Síntesis substracciva
Método de síntesis según el cual algunos parciales de timbres ya existentes son atenua-
dos o eliminados mediante el uso de ~ ftltros.
Sintetizador
Estudio electroacústico compacto, dotado en la mayoría de los casos de teclado. La des-
cripción facilitada por Moog de uno de sus modelos de sintetizador del año 1967 in-
cluye los mismos módulos que formaban parte del Studio di Fonología de Milán de
172 l'rfúsicn ~lt!ct1'ónica :r milsicn colt ordenador
Sistema
Unidad estruclUrada formada por un conjunto de parrcs. La relación funcional entre
esas partes puede ser de origen natural o bien ser construida. Un ejemplo de sistemas
construidos lo constimyen los sistemas interactivos de composición. Se diferencia entre
sistemas abiertos y sistemas cerrados. Se denomina «Sistemas sociales» a aquellos siste-
mas en los que un grupo de personas comparte un mismo modelo de realidad confor-
me al cual actúan.
Sonido sinusoidal
~ Vibración sinusoidal cuya frecuencia está dentro del registro auditivo. Sólo puede
ser sinrecizado electroacústicamente y puede considerarse como un átomo de un posi-
ble~ timbre. ~Análisis de Fourier y~ Síntesis de Fouricr.
Software
~ Hardwa.re-Software.
Sonoridad
Término que designa la intensidad subjetiva.
Tape music
Denominación norteamericana de la primera ~ música clecc:roacúsdca en Estados
Unidos. John Cagc utilizó a principios de los años cincuenta d t:érmino Music for Mag-
n~tic Tap~. Ouo Luening y Vladimir Ussachevsky utilizaron el de Tap~ Mttnc. En con-
traposición a la primera música dectroaeúst:ica europea, la música para cima en Estados
Unidos no tuvo ninguna frontera ideológica.
conversor NO es, como mínimo, el doble de la ~ frecuencia más alr:a que compone la
forma de onda a digicalizar. Un sonido con una frecuencia de 20.000 hercios, la frecuencia
más aira que un hombre joven puede oír, debe muestrearse corno mínimo 40.000 veces
por segundo, es decir, deben registrarse, como mínimo, 40.000 ~ muestras por segundo.
Te01Ía cognitiva
Campo de investigación dedicado al estudio de la percepción, la intelección, el conoci-
miento, la memoria, el lenguaje y la inreligencia :mificial. Las disciplinas cicndficas in-
cluidas en él son: psicología cognitiva, teoría del conocimiento, lingüística, neurología
e investigación de la inteligencia anificial.
Teorfa de la información
Teoría de la transmisión técnica de noticias introducida por Claude E. Shannon en
1948. La búsqueda dle una estética exacta, de una magnitud estética «M» mediante me-
diciones basadas en csra ceotfa, tomando como parámetros la complejidad ccK» y el or-
den «Ü », condujeron, según Max Bense y Abral1am A. Moles, a la llamada t<estética de
la información». ~sr.a debía posibilitar la descripción, valoración y sínresis de procesos y
productos creativos. Las ideas del físico y matemático George D. Birk.hoff y, concreta-
mente, su teorfa de una magnitud estética, publicada entre 1928 y 1932, ejercieron
una gran influencia en este contexto. También resultaron de gran relevancia para las
aplicaciones musicales de esta teoría las investigaciones del físico Wilhelm Fucks. Ac-
tualmente, la aplicación de la teoría de la información a la música, la lireramra y bs ar-
tes plásticas debe considerarse como un hecho histórico y poco relevante.
Teoría de sistemas
Teoría que describe el funcionamienro de los sistemas.
Timbre
~ Parámetro responsable de la diferenciación de dos señales acústicas sucesivas de ~
alrura, ~ sonoridad* y duración idénticas. En la práctica instrumental los diferentes
timbres son generados por los diversos instrumentos y por las distintas formas en que
~stos se tocan. Por este motivo, un timbre es denominado coloquialmente, por ejem-
plo, sonido de piano.
Tiempo real
El término utiempo reak (n!nl time} se utiliza para sistemas computacionales en los que,
aparenremenre, no transcurre ningún inrervalo de tiempo entre el inicio y el final de
un proceso de cálculo. Estos sistemas producen la impresión de que reaccionan de ma-
nera inmediata. La capacidad de realizar cálculos en tiempo real es un reg uisito para los
sistemas musicales interactivos utilizados en la ~ electrónica en vivo. ~ Interacción.
• El amor uriliz.a aqul el término L111ahrit en lugar del común ÚluJStilrke. Con ello quiere re-
fortar el sentido subjetivo de este concepto. Por ello he optado por utilizar el término •sonoridad~
en lugar del de •inrensidad» (N. tÚ/ T.).
174 Música elech-6nira y m tísica con ordenador
Tono
En acústica se equipara este término con el de ~ sonido sinusoidal. Coloquialmente,
también se utiliza esta palabra para designar la ~ altura y/o el ~ timbre.
Vibración sinusoidal
Es la forma más sencilla de una vibración. Una representación óptica de esta forma de
vibración puede obtenerse de manera aproximada registrando el movimiento de un
péndulo sobre un papel que se desplace en dirección perpendicular al movimiento dd
péndulo.
Epílogo a la edición española
Andrés Lewin-Richter
Prelttdio
Elperíorlo Alea
Con el patrocinio de la familia Huarte, Luis de Pablo creó en 1965 una aso-
ciación para la difusión de la música contemporánea, con el fin de presentar
al público de Madrid las últimas tendencias de la música en sus más variadas
facetas. Así, en 1966 logró también obtener financiación para crear el Estu-
dio Alea como una extensión de la actividad de concierros. En esre peque-
fi.o estudio de la calle San Bernabé, con el tiempo, se reunieron algunos siste-
mas de transformación de sonido, varios magnetófonos y, finalmente, varios
sintetizadores VCS 3, creados en 1969 por la sociedad inglesa EMS dirigida
por Peter Zinovieff, unidad portátil que permitía su utilización como unidad
de estudio y como unidad de concierto para realizar transformaciones de so-
nido en tiempo real. Por este estudio pasarían una serie de compositores
como Tomás Marco (1942), Eduardo Polonio (1941), Horacio Vaggione
(1940) o Andrés Lewin-Richter (1937). La labor del estudio se decantaría
poco a poco hacia la transformación del sonido en vivo, con la creación del
conjunto instrumental Música Electrónica Viva, integrado por Luis de Pa-
blo, Eduardo Polonio y Horacio Vaggione, culminando sus actividades en los
Encuentros de Pamplona (1972) y la publicación del LP lt!Viaje (1972) de
Polonio-Vaggione. Los problemas políticos que se suscitaron en los citados
Encuentros de Pamplona, financiados en gran parre por el Grupo Huarte,
precipitaron la desintegración de Alea y su estudio, que a partir de aquellas
fechas entra en el limbo, cerrando defini[ivamente en 1977, en parte por la
178 ll1tisictt tdutrónica y múrim con orde11ador
falta del motor, el propio Luis de Pablo, que aceptada la cátedra de composi-
ción en Buffalo (Estados Unidos), y posteriormente en la Universidad de
Ottawa (Canadá). Los pocos años de acrividad fueron cruciales en el desarro-
llo de una concienciación por parte de los compositores españoles, obligán-
doles a aceptar el reto de la experimentación gracias a la existencia de un ins-
trumento que estaba gratuitamente a disposición de quien quisiera utilizarlo.
El estudio PIJonos
Otros i11teutos
en la década de los noventa hace que incluso los conservatorios estén intere-
sados en establecer, a Lltulo extraoficial, estudios donde se puedan impartir
clases sobre nuevas tecnologías. También los conservatorios reconocen la im-
portancia de realizar grabaciones de conciertos o interpretaciones para poder
analizar la calidad de las ejecuciones, con lo que se justifica la compra de un
equipamiento que sirve tanto para grabar como para componer.
Si bien desde la Comisaría de la Música en los años setenta se intentó
concienciar a los conservatorios en el interés de establecer estudios electróni-
cos a través de seminarios con los especialistas nacionales y extranjeros, y se
creó posteriormente un estudio en su centro de difusión (LIEM-CDMC), ha
tenido que esperarse a la última modificación de los estudios musicales del
Ministerio de Educación para que en 2002 fuera ya una realidad la implanta-
ción de eswdios de música electroacústica en algunos de los Conservatorios
Superiores de reciente creación (Madrid, Barcelona, Málaga, Valencia, San
Sebastián y Zaragoza).
También han proliferado los estudios privados gracias a la realidad de que
el coste de los equipos es cada vcr. más asequible, y de dimensiones más redu-
cidas. Finalmente, la llegada del ordenador portátil hace que el panorama ac-
tual se concentre en unos centros de aprendizaje, públicos y privados, y el
trabajo sea realizado por el compositor en su propia casa.
Sintesis de partitura
Música y espacio
de cada uno de los altavoces en dichas esquinás. El aleo nivel alcanzado ac-
tualmente en España en el diseño de los nuevos auditorios que se construyen
permiten atisbar un nuevo horizonte en la dih1sión de obras musicales, con o
sin altavoces, con o sin instrumentos en vivo.
Crmc!usiones
Bibliogra.fia
Aneaga, Alex, <<Yon Jnnen nach Aussen (und von Aussen nach lnnen)>> (<<De dentro a
afuera (y de fuera a dencro}>¡J, Posítionm [número dedicado a Sonido y Arquicecru-
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