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Zamora Rivas Cristian

Resumen 14
9. La escolástica en los siglos XI y XII
9.1 Anselmo de Aosta
9.2 Pedro Abelardo y la controversia sobre los universales

LA ESCOLÁSTICA DE LOS S. XI Y XII

Anselmo de Aosta
(Aosta 1033 – 1109 Canterbury)

De familia noble, es el pensador más importante del s. XI. En este siglo hay un
reflorecimiento de la vida en diversos niveles. La Iglesia da vida a una radical
reforma de las instituciones. Vive también la lucha contra el Imperio y las cruzadas.
Anselmo fue el hijo benedictino que sintió la necesidad de vivir y presentar la fe en
su contexto; con él surge a teología centrada en el instrumento de la razón.
Fue abad. Fue ordenado obispo de Canterbury. Participó en el concilio de Bari de
1098.

 Obras

 De 1076 a 1077: Monologion y el Proslogion.


 Después de ser abad (1078) el De grammatico; De veritate; De
libertate arbitrii; De casu diaboli; De fide Trinitatis y el De incarnatione
Verbi.
 Luego de obispo: Cur deus homo.
 Luego del concilio de Bari: De processione Spiritus Sancti y De
concordia praescientiae et peradestinationis et gratiae Dei cum Liberio
arbitrio
.
 Centralidad del problema de Dios
El problema de Dios, sostiene y unifica sus investigaciones. Anselmo
distingue entre el tratado de la existencia de Dios y de la naturaleza de Dios.
Formula las pruebas a priori y a posteriori de la existencia de Dios.

 Las pruebas a posteriori de la existencia de Dios

Se llega a Dios partiendo del mundo:

1. La bondad en virtud de la cual las cosas son buenas puede ser una
sola. Si, pues, las cosas son buenas existe la Bondad absoluta.
2. La variedad de la grandeza cualitativa exige la grandeza suma de la
que se es participe en grados.
3. Lo que existe, existe en virtud de algo. Algo existe, luego el ser
supremo existe.
4. Los grados diversos de perfección que exige una perfección primera
y suma.

 La prueba a priori de la existencia de Dios: el argumento ontológico

Dios es “id quod maius cogitari nequit”. Esto lo piensa el ateo, sabe que l
negar a Dios, está pensando en un ser del que no puede pensarse nada más
grande. Dios está en su entendimiento. El ateo niega que Dios está fuera de
su entendimiento.

Aquí está la contradicción: si Dios es el ser fuera del cual no hay nada más
grande, no es posible considerarlo existente en el pensamiento y no en la
realidad, en este caso no sería el más grande.

Este argumento el llamado ontológico porque de la idea de Dios, que está en


la mente, se deduce su existencia fuera de la mente.

 Críticas al argumento ontológico y consensos con el mismo

El monje Gaunilón fue el primero en dudar del argumento ontológico


argumentando que es muy difícil tener un conocimiento sustancial a
propósito del término Dios y que no es suficiente tener la idea para afirmar
su realidad objetiva. En tal caso de cualquier idea, como la isla perfecta, se
puede admitir su existencia. Anselmo replica haciendo ver que el ejemplo
propuesto por Gaunilón no es válido porque no representa el ser fuera del
cual no hay nada más grande.
Santo Tomás dice que aun los que admiten a Dios no todos conocen que
fuera de él no haya nada más grande. Pero aun conociéndolo, no se admite
su existencia, pues sería necesario que la cosa y el concepto sean admitidos
del mismo modo, lo cual no sucede con la idea de Dios.

 Dios y el hombre

Aquí se basan las reflexiones de Anselmo.

La relación entre conocimiento y palabra: se distingue la palabra como signo


físico o externo y como expresión interior (palabra mental o concepto). Este
concepto es verdadero en proporción al grado de semejanza con la cosa. El
conocimiento humano es medido por las cosas. En cambio, la palabra divina
es medida de las cosas pues es su modelo. La verdad humana es rectitud:
es decir cómo están las cosas: significat esset quod es.
La rectitud en la mente es verdad, en la voluntad es justicia y bien. La libertad
es rectitud o capacidad de hacer el bien. Con la gracia de Dios la voluntad
consiente en liberarse del pecado y retomar el buen camino.

“Si un evento se cumple, Dios que prevé cada acontecimiento, debe también
prever éste. Pero lo que Dios prevé sucederá necesariamente como Dios lo
prevé. Es necesario, pues, que algo sea sin necesidad”. La previsión divina
se hace en la eternidad donde no hay cambio, el acontecimiento libre, en
cambio, se realiza en el tiempo.

 La razón al interior del trazado de la fe

El programa de Anselmo fue aclarar con el corazón lo que se posee por la fe.
Se trata de la fe que busca la inteligencia y por tanto una continua meditación
raciona sobre las razones de la fe. Fides quaerens intellectum y credo ut
intelegiam.
La razón se ha de emplear de acuerdo con reglas precisas y un método
coherente y parta de un presupuesto indudable: el realismo.

 El realismo de Anselmo

Hay unida y perfecta correspondencia entre lenguaje, pensamiento y


realidad. A los conceptos corresponde la realidad de los primeros y el reenvío
de las primeras a la segunda es fruto de un movimiento objetivo. Anselmo
defiende la concepción realista de los universales. a los conceptos supremos
corresponde una realidad ontológico-teológica.

Universales: el problema medieval consiste en establecer el estatuto


ontológico de los universales: si son ideas trascendentes, pensamientos de
Dios, etc., o si son solo conceptos mentales o palabras insignificantes o si
hay una solución media.

Pedro Abelardo
(Le Pellet 1079 – 1142 Cluny)

Abelardo es la figura más prestigiosa del s. XII. Aparece como anticipador de


muchos problemas del Medioevo. Abrió una escuela en la colina de Santa
Genoveva en Paris. Entre 1114-1118 ocupó la cátedra de Notre-Dame, la primera
Universidad libre en Francia.

 Obras

Los escritos del inquieto filósofo, pueden catalogarse en cuatro sectores:

o Lógica: Glosas literales o Introductiones dialecticae; Logica nostrum;


Logica ingredientibus; Dialéctica.
o Teología: la Teología cristiana o Theologia summi boni; Theologia o
Introductio ad Theologiam o teología scholarium; Commentaria in
Epistulam Pauli ad Romanos y Expositio in Hexaemerin.
o Ética: Ethica seu Scito te ipsum; Dialogus inter Judeaeum,
Philosophum et Christianum.
o Autobiográficos: Historia calamitatum, Epistolarium y las Poesias.

 La “duda” y las “reglas para la investigación”

Abelardo enuncia el principio de que la investigación se emprende bajo el


estímulo de la duda y se llega al conocimiento mediante la investigación.
La duda es el punto de partida, es un camino para la investigación: duda
metódica.
Para superar la duda la primera regla es hacer un análisis lingüístico del
texto. La segunda es la seguridad de la autenticidad del escrito. La tercera
es analizar e interpretar el texto en el marco del corpus total del autor. No
confundir las opiniones reportadas con las del autor.
Estas reglas no siempre permiten la superación de las contradicciones o la
penetración de los contenidos escriturístocos.

 La “ratio” y su papel en la teología

Exalta la dialéctica pues en la fidelidad a la lógica se concreta la ratio esta es


instrumento, lugar de conciencia crítica de tesis y afirmaciones.
La razón dialéctica es la razón crítica o razón que se interroga
continuamente. Esta ratio critica se pone frente a la revelación, ante la
doctrina.
El afinamiento de la ratio termina lo verosímil, pues intenta ofrecer un
conocimiento aproximativo sin pretensión de ser exhaustivo en la exposición
del contenido. Aun sabiendo que los límites de la razón, Abelardo considera
necesaria la investigación crítico-racional para sustraer los enunciados
cristianos de cualquier acusación de ser absurdos y hacerlos accesibles a la
inteligencia humana.

Entender y comprender. Para la primera es necesaria la ratio, para la otra no,


comprender es don de Dios.

 Principios de la ética

Abelardo pone en evidencia la conciencia como centro de irradiación de la


vida moral, que surge de la intención o consensus animi. Pecado no es el
consentimiento de la voluntad y al deseo.
Esta el plano de la instintividad (premoral) y el consiente y racional (moral).

Este énfasis en el elemento intencional tiene por objetivo:

a) Necesidad de interiorizar la vida moral que reside en el alma, en cuyo


interior se realiza el bien o el mal.
b) Nuestro cuerpo no está estructuralmente manchado por la
concupisencia, ni revestido inevitablemente del mal y tenga que
liberarse por el desprecio de la vida terrena.
c) Contrarrestar el juicio fácil y pretencioso contra el pógimo , cuyos fines
y objetivos no se buscan conocer.
 Intelligo ut credam

La dialéctica es una ciencia autónoma y, por lo tanto, una filosofía racional.


Pero “el fin del curso filosófico es Dios”. Abelardo no cree que la razón pueda
dar explicaciones definitivas.

La gran controversia de los universales

1. Los estudios “gramaticales”

Cultivados en el s.XII, engtraron en el mundo de los signos linguisticos y el


crecimiento de estos estudios dio una conciencia madura de la relación entre
voces y res. Esto no era bien tomado por los tradicionalistas para quienes los
Padres y la Biblia no debía ser profanada por distinciones de los instrumentos
gramaticales.

2. La cuestión de la “dialéctica”

La dialéctica lleva a una mayor exaltación de la ratio.


Identificada con la lógica, impone el rigor de la investigación: el análisis de
los términos del discurso, mediante un examen crítico en la “imposición” de
las voces a las res.

3. El problema de los universales

3.1 Relación de los nombres y de los conceptos con la realidad

El problema mira a determinar el fundamento y el valor de conceptos y


términos universales aplicables a una multiplicidad de los individuos. Es
el problema de la relación entre las voces y las res. Asume pues el
fundamento y validez del conocimiento.

3.2 La solución del realismo exagerado

El realismo exagerado afirma que los términos universales son res o


entidades metafísicas subsistentes. Según Campeaux, existe una
perfecta adecuació y correspondencia entre conceptos universales y la
realidad.

Las razones que indujeron a Abelardo a rechazar tal tesis fueron: la


primera está tomada del De interpretatione de Aristóteles, según la cual,
el universal es lo predicable de más de un ente. El universal no puede
ser res pues no puede ser predicado de otro ente (res de re non
praedicatur). La segunda es la desvaloración del individuo pues vuelve
puramente accidental su distinción de los otros clasificados con el mismo
concepto universal.

3.3 La solución nominalista

La tesis contraria al realismo exagerado de Champeaux es el


nominalismo de Roscelíno (1050-1120).

Los universales no tienen valor alguno, no semántico ni predicativo; no


puden referirse a la res, pues todas las cosas existentes son individuas o
separadas y nada hay más allá de la individualidad.
El universal es un simple nombre que indica una multiplicidad de
individuos y nada más.

3.4 La solución moderada de Abelardo: el universal como “sermo” obtenido


por la ratio sobre la base del “status communis” de los individuos

Otra teoría: no atribuye la universalidad ni a las res ni a las voces, sino


que sostiene que son universales los sermones. Universales son los
sermones en cuanto recibieron desde la institución de los hombres, la
propiedad de ser predicados de muchos.

La ratio puede captar entre los individuos de la misma especie un aspecto


peculiar en el que ellos convienen. En esta similitudo o status communis
se basan los conceptos universales que dan una imagen común de una
pluralidad de individuos.

3.5 Implicaciones lógicas y metafísicas de la posición “conceptualista” de


Abelardo

El status communis indica un modo de ser, una condición de naturaleza


en la que convienen los individuos de la misma especie.
El universal es un concepto o un discurso mental que surge del proceso
de abstracción, es la expresión del ser con bases lógicas y lingüísticas.

Se admite que los universales existen Ideas sustanciales de las cosas,


pero solo en la mente de Dios como arquetipos o modelos.

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