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Alguien lo llamó

por un nombre que no era el suyo


pero sabía que era él a quien llamaban
José Man uel Arango

Alberto Restrepo.
Fotografía de Olga Lucía Echeverri. Medellin, julio de 1984.

LA EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO SABER PEDAGÓGICO


SU RUTA DE TRANSFORMACIÓN
Vladimir Zapata Villegas
Resumen
LA EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO SABER PEDAGÓGICO. SU RUTA DE TRANSFORMACIÓN
Uno de los conceptos centrales en la organización y consolidación del Grupo de Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia es
el de saber pedagógico. En este artículo se observan los cambios ocurridos desde su surgimiento en 1975 hasta hoy. Su desarrollo
es explicado por el pensamiento marxista y en mayor medida, por la teoría de Michel Foucault y los principales pedagogos clásicos
y contemporáneos. Saber pedagógico es una herramienta fundamental para el diálogo interdisciplinario con los conceptos
emergentes de las ciencias humanas y de las ciencias de la educación.

L’EVOLUTION DU CONCEPT SAVOIR PEDAGOGIQUE: SA ROUTE DE TRANSFORMATION


L’un des concepts centraux dans l’organisation et consolidation du Groupe d'Histoire des Pratiques Pédagogiques en Colombie
c’est celui du savoir pédagogique. Ce texte nous permet d'apprécier les changements qui ont eu lieu depuis sa naissance en 1975
jusqua maintenant. Son développement est expliqué par le biais de la pensée marxiste et en grande mesure par la théorie de
Michel Foucault et des principaux pédagogues classiques et contemporains. Le concept savoir pédagogique est un outil fondamental
pour le dialogue interdisciplinaire avec des concepts émergents des sciences humaines et des Sciences de l’Education.

EVOLUTION OF THE PEDAGOGIC KNOWLEDGE CONCEPT: ITS TRANSFORMATION ROUTE


One of the central concepts in the organization and consolidation of the Grupo de Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia
( Collective on the History of Pedagogical Practice in Colombia) is that of pedagogic knowledge. This article is an account of the
changes occurred from its origin in 1975 to date. The collective's development is explained by Marxist thought and, mostly, by
Michel Foucault's theory and the main classical and contemporary pedagogues. Pedagogic knowledge is a fundamental tool for
inter disciplinary dialogue with concepts emerging from human as well as education sciences.

Palabras Clave
Saber pedagógico, Grupo Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia, diálogo interdisciplinario.
Pedagogical knowledge, Grupo Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia, inter disciplinary dialogue.
LA EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO SABER PEDAGÓGICO:
SU RUTA DE TRANSFORMACIÓN*

Vladimir Zapata Villegas* *

Contexto e influencias

El saber pedagógico es un mente conocido Michel Foucault. En tal co­


concepto central en la ges­ nocimiento tuvo mucho que ver Alejandro
ta intelectual del Grupo Alberto Restrepo, profesor de filosofía, quien
de Historia de la Práctica al despuntar la década ya había presentado
Pedagógica en Colombia. He aquí las vicisitu­ en sociedad, en la Universidad Pontificia
des del mismo en las distintas fases de surgi­ Bolivariana, a éste y a otros pensadores que,
miento, expansión y consolidación. genérica e inapropiadamente, se denomina­
ron estructuralistas.
En efecto, en el año de 1975, en medio del
furor marxista en la versión alimentada por Zuluaga encontró en un compañero de estu­
Althusser, Balibar y las distintas expresiones dios, Alberto Echeverri, un interlocutor váli­
del trotskismo para interpretar la realidad do para las propuestas teóricas estimulantes
socioeducativa, siempre con un afán prácti­ hechas por el mencionado profesor Restrepo.
co, transformador y moderadamente teori- A estos noveles licenciados en Educación-Fi­
cista, Olga Lucía Zuluaga Garcés redescubre losofía e Historia de la Universidad de Antio-
los pedagogos clásicos, particularmente a Juan quia, les había inquietado por qué la pedago­
Luis Vives, Juan Amos Comenio, Juan Jacobo gía se había quedado en un papel subalterno
Rousseau, Juan Federico Herbart, Juan Enri­ de la historia y de la filosofía. No era un asun­
que Pestalozzi y Edouard Claparede. En ellos to de poca monta propio de especulaciones
encuentra una proclividad hacia la filosofía inocuas. Tras ello estaba el creciente empo­
que sirve de soporte a sus elaboraciones pe­ brecimiento teórico y práctico de la educa­
dagógicas. Esta intuición temprana se inter- ción y la pedagogía. Para entonces, esta últi­
secta con la lectura cautivadora del reciente­ ma estaba dominada por la tecnología educa-

* Este artículo es el resultado de la investigación “La memoria activa del saber pedagógico en la contemporanei­
dad”, proyecto financiado por Colciencias, el BID, la Universidad de Antioquia y la Escuela Normal Superior
María Auxiliadora de Copacabana. El proyecto se realizó entre el año 2000 y diciembre de 2002.
** Profesor Facultad de Educación, Universidad de Antioquia.
Dirección electrónica: vladimir@ayura.udea.edu.co

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LA EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO SABER PEDAGÓGICO: SU RUTA DE TRANSFORMACIÓN

tiva y la enseñanza programada de corte punta con especial valor epistemológico el


skinneriano y por la administración curricular. concepto historia del saber.
Se precisaba de una perspectiva que hiciera
de la educación y la pedagogía un asunto se­ Si se ha elegido el saber pedagógico como campo
rio y eficaz. Zuluaga y Echeverri encuentran de conocimientos sóbrela enseñanza, es porque
una luz de esperanza en las sugestivas (y, por los trabajos de Foucault representan la posibili­
eso, pedagógicas) proposiciones teóricas leí­ dad tanto de análisis arqueológicos con orienta­
ción epistemológica como de análisis genealó­
das en Las palabras y las cosas, lo mismo que gicos que pueden dar cuenta de la formación de
en La arqueología del saber de Michel Foucault. objetos, conceptos y técnicas en la interioridad
Se desprende de aquí un afán reconstructivo de las prácticas sociales (Zuluaga, 1999, 5).
de la pedagogía, liberándola de la sociología
de la educación e independizándola histórica Desde allí, se acuña el término saber pedagógi­
y epistemológicamente de la forma invetera­ co, se admite al maestro como el portador de
da de hacer ciencia e historia de la educación este saber, el archivo como recipiendario de
y la pedagogía, a la manera de las grandes saber y con la influencia de Jaime Jaramillo
epopeyas sociales, económicas y políticas a que Uribe, Zuluaga perfecciona el tema de la nue­
estábamos acostumbrados. Zuluaga y Eche­ va forma de periodización en historia de la
verri, primero intuitivamente, localizan y pu­ educación y la pedagogía, con base en los
len la noción de apropiación y van perfilando acontecimientos de saber pedagógico, específi­
la de campo de aplicabilidad, que resultarán pro­ camente para el siglo XIX los planes de instruc­
metedoras para sus reflexiones posteriores. ción pública. Para este último efecto, ella apro­
Después, con más elaboración filosófica, las vecha un descubrimiento monumental sur­
incorporarán a la caja de herramientas inspira­ gido en el camino de la investigación: el archi­
das por Foucault. vo pedagógico. Este, por sí solo, se puede con­
siderar un aporte imperecedero al saber pe­
Entretanto, en la Facultad de Educación de la dagógico en Colombia. En realidad, el archivo
Universidad de Antioquia se pasa, indistinta­ pedagógico del siglo XIX es un acumulado de
mente, del marxismo militante a la sociología documentos y registros (legislación educati­
de la educación. Esta última produce un ado- va, manuales de estudio, reglamentos, noti­
cenamiento profesional, una especie de maes­ cias y debates de prensa, anécdotas de la vida
tro sociólogo, lejano a toda interpelación pe­ escolar, informes de los funcionarios del sec­
dagógica. Un cierto materialismo y mecani­ tor de los distintos niveles de la administra­
cismo, groseros, se imponen. La reflexión cede ción escolar), fuentes primarias e históricas
que, preferentemente, ilustran las relaciones
terreno ante la consigna partidaria. Olga y entre educación y pedagogía; educación e ins­
Alberto, a la manera de los últimos mohicanos trucción; educación y partidos políticos; edu­
de la reflexión filosófico-educativa, se man­ cación, religión y moral; educación y cultura;
tienen enhiestos. educación y poder; educación e instituciones;
educación y sujetos; en fin, la concreción del
Olga Lucía intuye que la dialéctica discurso y saber pedagógico.
práctica, lo mismo que la limitación de la
historiografía educativa, pueden ser tratadas De una manera más articulada y sistemática,
con un empeño reconstructivista en busca de Zuluaga precisa la estrecha relación entre el
identidad, de singularidad, sin apelar a prés­ archivo y el saber pedagógico. El concepto que
tamos que pudiesen poner el alma en vilo. Las sirve de gozne es el de discurso o conjunto de
herramientas provienen de Foucault. Des­ enunciados con sentido.

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FOUCAULT, LA EDUCACIÓN Y LA PEDAGOGÍA

El discurso del saber pedagógico se encuentra Se visualiza, pues, un campo de discurso con
disperso en registros que recogen: sus referentes de acontecimientos que se co­
1. Los conceptos propios de la historicidad de la difica como saber pedagógico.
pedagogía y los que pertenecen a otros domi­
nios del conocimiento pero que hacen parte La observación cuidadosa del despliegue con­
de su discursividad. Están presentes en fuen­ ceptual del saber pedagógico remite a:
tes primarias de la pedagogía, las obras de
Rousseau, Pestalozzi, ComenioyHerbart, por • La episteme donde aparece. El sustrato na­
ejemplo. rrativo que lo sostiene y legitima en el an­
2. La difusión llevada a cabo por los organismos cho (ilimitado) mundo de la educación y
del Estado (la dirección de instrucción públi­ la pedagogía.
ca en el siglo XIX reproducía en la prensa
ciertos autores y no otros); las sociedades de • La función que cumple en el saber general
discurso (la sociedad didascàlica cuya fín era y entre los vericuetos de la educación, la
vigilar y difundir las primeras letras, en la pedagogía y la didáctica.
primera mitad del siglo XIX); y el saber po­
pular (los padres de familia y los maestros
son autores de hojas volantes donde fíjaron • Las instancias virtuales y reales (institucio­
sus posiciones frente a planes de enseñanza). nes y prácticas, símbolos) que le sirven de
3. La adecuación sodala que es sometido el dis­ soporte.
curso para efectos del poder político o econó­ • Los temas generadores alrededor de los
mico (sabido es que la alianza entre el Estado
y la Iglesia en la época de la Regeneración cuales se organiza, que no estarán muy ale­
acentuó la adopción de discursos sobre la jados de la educación, la pedagogía, la di­
moral y la religión en los manuales de peda­ dáctica y su gran relato sobre la formación
gogía). de las personas, los ciudadanos y los pro­
4. La producción de saber por los sujetos de sa­ fesionales (diestros, hábiles, competentes).
ber que delimita para las instituciones de la
práctica pedagógica el proceso de institucio- • La interacción con otros saberes o con va­
nalización. riantes del mismo saber pedagógico.
5. Las adecuaciones que producen en el saber pe­
dagógico otros saberes hegemónicos, a nivel Otro puntal de influencia tiene que ver con la
de sus objetos, conceptos, formas de enuncia­ interpelación al estatuto de cientificidad o
ción o elecciones estratégicas. disciplinariedad de la pedagogía. Para ello,
6. Los registros propios de las instituciones don­ Zuluaga se remite a Georges Canguilhem.
de se realizan prácticas pedagógicas con base Admitiendo que no tiene pretensiones de bus­
en las anotaciones que requiere la utilización carle cientificidad a la pedagogía (que no la
de una o varias opciones de enseñanza. tiene aún) y que como disciplina tiene una
7. Las normas que provienen del propio saber precaria existencia,
(procedimientos de enseñanza y de discipli­ si se ha podido establecer que el discurso de la
na escolar) y las que le son asignadas por ins­ Pedagogía debe ser ubicado como un saber, es
tituciones estatales (sanciones, disciplina, porque encontramos en los trabajos de Can­
requisitos). guilhem herramientas para reconocer, en la in­
8. Las posiciones de sujeto de saber que puede terioridad délos saberes, cuándo un discurso al­
asumir un maestro en nuestra formación so­ canza el estatuto de ciencia con sus elementos
cial (Zuluaga, 1999, 39-40). constitutivos, a saber: el objeto con su corres­

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pondiente método, y los conceptos [...] Canguil- tratar de articular esa delicuescente panoplia
hem nos ha enseñado que elpresente de una cien­ nocional y conceptual.
cia es necesario para practicarla recurrencia (5).
De un modo especial y crítico, el modelo ar­
Sin embargo, prima la cautela, pues se tiene queológico foucaultiano es el que abre el ca­
claridad con respecto a la convicción de que mino, pues da cuenta de la inestabilidad del
el amplio campo del saber pedagógico no está estatus conceptual y de su repercusión en el
organizado homogéneamente y, además, sus quehacer cotidiano institucional de los agen­
bordes no están claramente delimitados. El tes de la educación y la pedagogía y, sobre
camino a seguir, entonces, es el de la indaga­ todo, la aclaración acerca de que todo eso se
ción permanente. debe, precisamente, a la permeabilidad, difusi-
vidad y contingencia de sus objetos: la cons­
La elaboración de los proyectos iniciales de titución de los sujetos y su mundo vital. Tam­
investigación alentó la búsqueda nocional, bién se señala la escasa teorización al respecto
conceptual, procedimental y el macroenfoque y la dificultad para describir, explicar e inno­
proposicional. Por un lado, el proyecto “Filo­
sofía y pedagogía” (1975 - 1978). Por otro, el var dentro y alrededor de tal ámbito.
macroproyecto interuniversitario “Hacia una Tal saber pedagógico se funda, desde las cien­
Historia de la práctica pedagógica en Colom­
bia” (con cuatro subproyectos desarrollados a cias sociales y humanas, en el eje socializa­
ción, sujetación (en su doble acepción: ser
partir de 1980: “Los jesuítas como maestros”, agarrado por un orden social y ser converti­
“La práctica pedagógica durante la Colonia”, do en sujeto - persona de su propio desarro­
“La práctica pedagógica del siglo XIX” y “La
práctica pedagógica del siglo XX”). De este llo) y habilitación para el trabajo (competen­
segundo surgen términos capitales como ins­ cias) que en el terreno académico-escolar se
titución, sujeto y discurso. traducen en educación, pedagogía y didáctica.
Se comienza así a resolver el problema de la La fortaleza de la expresión radica en su ca­
exterioridad, pues la educación siempre ha sido pacidad de convergencia, de agrupamiento y
vista desde la psicología, la sociología, la eco­ de contención de la dispersión, sin dejar de
nomía. Ahora se abre la perspectiva para ver contemplar las regiones más abiertas de los
desde dentro. asuntos formativos y educativos.
La pedagogía, al no lograr crear un estatus de El saber pedagógico es mucho más compren­
unanimidad en torno a los criterios de cientifi- sivo que cualquier teoría, enfoque, paradig­
cidad, debe hacer un repliegue epistemológico ma o corriente. Su gran interés es el saber en
y reagrupar sus esfuerzos tendentes a pro­ general, sus condiciones de aparición, sus ini­
porcionar una explicación satisfactoria, en cios, su desarrollo, sus interacciones, su pre­
principio, acerca de su disciplinariedad o aca­ tensión de cientificidad. Su cruce con las prác­
so cientificidad. Para ello debe partir de la ticas de poder y los micropoderes.
aceptación de su debilidad (fragilidad epis-
témica) y de la diversidad. Conocimientos,
saberes, relatos, experiencias, prácticas, insti­ El SABER PEDAGÓGICO Y LA
tuciones, están en su base, la caracterizan, pero
al mismo tiempo le tienden la trampa de la PRÁCTICA PEDAGÓGICA
indefinición y la ambigüedad. El saber peda­
gógico parece ser el recurso obligado para lle­ Ante todo, Zuluaga, siguiendo los dictados de
gar a la seriedad, para recoger con sentido y Foucault, elabora esta noción a partir del con­

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FOUCAULT, LA EDUCACIÓN Y LA PEDAGOGÍA

cepto más genérico y comprensivo de saber. (articuladora de la teoría y la práctica desde


Por éste entiende sus funciones reflexivas y operativas), al in­
tentar reconstituir el dominio propio de la
el conjunto de conocimientos de niveles desigua­ pedagogía define saber pedagógico de una ma­
les (cotidianos o con pretensión de teóricos), cu­ nera taxativa, así: «discurso en el cual se loca­
yos objetos son enunciados en diversas prácticas liza la enseñanza como macro-objeto y lugar
y por sujetos diferentes. Siempre especiñca un de aplicación de sus nociones» (163). Aquí hay
sujeto-soporte. El discurso asumido como saber una filiación clara con Comenio y con los idea­
tiene por Gnalidad metodológica el análisis de les propios de la escolaridad tradicional que,
segmentos de discurso provenientes de diferen­ luego, con la actualización del concepto for­
tes prácticas, el análisis de su existencia práctica
en regiones del saber y del poder y el análisis de mación, expande sus fronteras de interés allen­
de los muros de la escuela.
su surgimiento en superficies del poder y del
saZ>er (Zuluaga, 1999,148). Ahora bien,
Su contenido está referido a la cultura, es de­ decimos saber pedagógico porque hemos asumi­
cir, a la vida. Sobre todo aquella que está do la Pedagogía como saber El saber es el espacio
signada por la relación con base en significa­ más amplio y abierto de un conocimiento, es un
dos y que genera palabras y cosas, lenguajes espacio donde se pueden localizar discursos de
con sus correlatos observables. Este es un muy diferentes niveles: desde los que apenas em­
mundo de prácticas sociales del cual emergen piezan a tener objetos de discurso y prácticas
dominios de saber explicados por las nocio­ para diferenciarse de otros discursos y especi­
nes, los conceptos, las proposiciones, los ob­ ficarse, hasta aquellos que logran una sistema-
jetos, las técnicas y, obviamente, los discursos ticidad que todavía no obedece a criterios forma­
con sus correspondientes prácticas sociales. les. Es decir, el saber nos permite explorar desde
las relaciones de la práctica pedagógica hasta las
El saber adjetivado como pedagógico relaciones de la Pedagogía, así: primero, de la
práctica pedagógica con la educación, la vida
está conformado por los diferentes discursos a cotidiana déla escuelayelentorno sociocultural
propósito de la enseñanza entendida en sentido que la rodea, pasando por las relaciones con la
práctico o conceptual. Retínelos temas referen­ práctica política. Segundo, de la Pedagogía con
tes a la educación, la instrucción, la pedagogía, la Didáctica, su campo de aplicación y de arti­
la didáctica y la enseñanza. culación con los saberes enseñados; con las Cien­
Es el conjunto de conocimientos con estatuto cias de la Educación; con la historia de la educa­
teórico o práctico que conforman un dominio de ción y de la Pedagogía que los historiadores de
saber institucionalizado el cual conñgura la prác­ las ideas toman como historia de su “progreso ”;
tica de la enseñanza y la adecuación de la educa­ y con las teorías que le han servido de modelo o
ción en una sociedad. Circula por los más varia­ de apoyo para su conformación.
dos registros del poder y del saber Según tal Con la adopción del término saber para la Peda­
saberse defínen los sujetos de la práctica peda­ gogía, se busca destacarla movilidad que brinda
gógica así: al investigador para desplazarse desde las regio­
nes más sistematizadas hasta los espacios más
• El que soporta el método como distintivo de abiertos que están en permanente intercambio
su oficio y de su relación con el saber con las ciencias humanas y otras disciplinas y
• El que enseña por su relación con un saber, prácticas (26).
no por su relación con un método (149).
Esta noción facilita la circulación de enuncia­
En concordancia con la centralidad que dos y de proposiciones que se homologan de
Zuluaga le otorga a la noción de enseñanza ayer a hoy, que se superponen y que funcio­

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nan pedagógicamente con más o menos efi­ dades de utilización y de apropiación ofrecidas
cacia. Igualmente, explica en principio el en- por el discurso [...] no existe saber sin una prác­
trecruzamiento de algunos paradigmas en la tica discursiva definida; y toda práctica discur­
contemporaneidad. La noción, históricamente siva puede definirse por el saber que forma (1977,
determinada, que hace posible tanto la circu­ 306-307).
lación como la intersección aludidas es la de
práctica pedagógica. Práctica pedagógica, pues, es una noción que
designa:
La noción de práctica designa
1. Los modelos pedagógicos, tanto teóricos
un conjunto de reglas, históricas, siempre de­ como prácticos utilizados en los diferentes
terminadas en el tiempo y el espacio que han niveles de enseñanza.
deñnido en una época dada, y para un área so­ 2. Una pluralidad de conceptos pertenecientes
cial económica, geográñca o lingüística dada, las a campos heterogéneos de conocimiento,
condiciones de ejercicio déla función enunciativa retomados y aplicados por la pedagogía.
(Foucault, citado por Zuluaga, 1999, 35).
3. Las formas de funcionamiento de los discur­
La práctica es la materialidad de un discurso, sos en las instituciones educativas donde se
de un saber en una sociedad determinada. realizan prácticas pedagógicas.
También hemos de entenderla como un saber 4. Las características sociales adquiridas por la
que se materializa en una sociedad concreta, práctica pedagógica en las instituciones edu­
como un saber que toma cuerpo o forma a cativas de una sociedad dada que asigna unas
través de las instituciones, los discursos re­ funciones a los sujetos de esa práctica (Zu­
glamentados y los sujetos que hablan y ac­ luaga, 1979, 10).
túan. En términos arqueológicos, se entiende
que decir es hacer, en otras palabras, hablar Esta noción así explicada, permitió compren­
es hacer algo (Walh, 1970, 76). Por ello, la fun­ der lo pedagógico como teoría y práctica, como
ción del discurso es volcarse en una práctica. lo que autoriza a los maestros a entrar en rela­
ción con el conocimiento, y como aconteci­
Ahora, si bien las prácticas y los discursos son miento social susceptible de ser descrito en
diferentes, no es posible concebir, desde un su especificidad histórica.
punto de vista arqueológico o genealógico, el
discurso por una parte, y las prácticas por otra. En ese sentido, la historia realizada por el Gru­
De esta manera, no se puede entender la prác­ po Historia de la Práctica Pedagógica en Co­
tica sin el saber y viceversa, es decir, práctica lombia no es una historia de la pedagogía en
y saber son al mismo tiempo objeto y condi­ Colombia sin más, sino una historia de las
ción de posibilidad. El saber es el resultado prácticas de saber sobre la pedagogía, el maes­
de prácticas y éstas se definen por el saber tro, la enseñanza y la didáctica. Es una histo­
que forman, de ahí que podamos hablar de ria de las prácticas que tienen que ver con lo
prácticas de saber. Foucault precisa esta rela­ que se dice y lo que se hace sobre pedagogía,
ción entre práctica y saber en su libro La ar­ didáctica, instrucción, educación y enseñan­
queología del saber. za en nuestro país, desde la Colonia hasta las
tres primeras décadas del siglo XX.1 Es una
Un saber es aquello de lo que se puede hablar en historia que tiene que ver con aquellos dis­
una práctica discursiva que así se encuentra es­ cursos reglamentados que imponen legalida­
pecificada: [...] un saber se define por posibili­ des, reglamentan hechos educativos, accio-
1 En la contemporaneidad, el horizonte de análisis se ha corrido hasta la entrada del siglo XXI.

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FOUCAULT, LA EDUCACIÓN Y LA PEDAGOGÍA

nes y comportamientos del maestro y de los verri campo conceptual de la pedagogía. Al


alumnos en las instituciones escolares. comenzar el siglo XXI, Olga Lucía Zuluaga
ha dado el salto hacia la historia de con­
Al aproximarse a la historia de las prácticas, ceptos.
es decir, a la historia de las formas de lo dicho
en nuestro país, el grupo se apropia de un 3. La adopción de un horizonte de periodi-
apartado de nuestra historia cultural, toma zación para historiar los eventos propios
como objeto de análisis la memoria del saber del saber pedagógico, trabajando sobre una
institucionalizado y de los sujetos que lo enun­ intuición del historiador Jaime Jaramillo
cian, describe cómo funciona interior y exte- Uribe y para lo cual la sistematización del
riormente el discurso pedagógico, y las fun­ archivo pedagógico del siglo XIX fue capital.
ciones que éste asigna a los sujetos seleccio­ En efecto, los planes de estudio o de ins­
nados para la circulación de los saberes. trucción de tal siglo y la extensión a los pla­
nes educativos del siglo XX, ha proporcio­
nado el marco de comprensión propio para
lo que antes se pedía prestado muchas ve­
El IMPACTO DEL SABER ces mecánicamente de la economía o la
PEDAGÓGICO política.

La resonancia del concepto saber pedagógico 4. El renovado estatus intelectual de los pe­
ha sido evidente y operativa en la cultura es­ dagogos clásicos y contemporáneos, quie­
colar, lo mismo que en el diálogo interdisci­ nes prevalidos de su vigencia parcial o to­
plinario con los conceptos emergentes de la tal para responder al espíritu formativo y
habilitante en términos de competencia, de
filosofía, la sociología, la psicología y la histo­ la época, discurren por el entramado socio-
ria, como de las ciencias de la educación. cultural.
En particular, la huella que ha ido dejando el 5. El establecimiento del saber pedagógico
saber pedagógico se concreta en las siguien­ como un suelo compartido, mínimo co­
tes realizaciones: mún denominador para la memoria del
saber activo, sobre todo en la contempora­
1. Rescate de la historicidad de la pedagogía, neidad, estructura básica irrenunciable
es decir, remisión a la visibilización de to­ para la homologación nocional, conceptual
das las prácticas y rituales formativos, jun­ y proposicional, de manera que la peda­
to con los discursos y dispositivos para gogía resulte pertinente a los tiempos y los
hacer ello posible, al tiempo que se perfila­ problemas que corren.
ba el sujeto de todas estas iniciativas y de
las instituciones formalizadas para tal fin, 6. Peso específico del marco conceptual en el
en clave diacrònica - sincrónica. Tal resca­ modelo actual de formación de maestros,
te tiene un carácter reconstructivo desde de manera particular en la Apropiación pe­
el interior del saber pedagógico, contra lo dagógica del campo intelectual de la educación
acostumbrado desde la legislación, lo jurí­ para la construcción de un modelo comprensi­
dico político y económico. vo de la formación de docentes -ACIFORMA-
2. Elaboración de una constelación de nocio­ 7. Transversalidad del saber pedagógico en los
nes y conceptos articuladores del saber saberes residuales (discursos, autores,
pedagógico que, en la década del noventa, obras, instituciones) de las ciencias huma­
derivaron en lo que Mario Díaz llama cam­ nas y sociales que deben ser apropiados por
po intelectual de la educación y Alberto Eche- la pedagogía y homologados hoy.

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LA EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO SABER PEDAGÓGICO: SU RUTA DE TRANSFORMACIÓN

Referencias bibliográficas ZULUAGA GARCÉS, Olga Lucía (1999). Peda­


gogía e Historia: la historicidad de la pedagogía,
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Antioquia, Facultad de Educación, Centro de Tesis de Grado. Medellín:Universidad de
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