La actividad de la banca en la época precapitalista o edad media, se manifestó
primeramente en todos aquellos lugares donde había en circulación una pluralidad de clases de dinero.
La pequeña extensión de los primeros estados griegos e italianos dio
importancia al cambio de dinero después que comenzó a usarse como dinero, ya que existía en circulación una pluralidad de clases de dinero y estas eran las operaciones realizadas por los cambistas.
En el siglo XIII las ciudades septentrionales de Italia, como Siena y Florencia,
llegaron seguramente a construirse centros bancarios rudimentarios y los banqueros, cambistas y prestamistas de esta parte de Italia lograron suplantar parcialmente a los cambistas judíos.
Con el transcurso del tiempo los cambistas desempeñaron otras funciones
bancarias, aceptando depósitos y prestando tanto su propio dinero como los fondos confiados a su guarda. Los cambistas medievales fueron confundidos a menudo con los banqueros primitivos, pero los términos significan algo diferente. En tanto que las tasas de cambio pudieron transformarse en los primeros bancos.