Está en la página 1de 31

CONFLICTOS Y PELEAS

ENTRE HERMANOS/AS.
CÓMO ACTUAR Y
PREVENIR

Judith Franch - Club Peques Lectores


www.clubpequeslectores.com
¡HOLA!

Si todavía no me conoces, soy Judith Franch y lo primero de todo,


gracias por descargar este e-book y compartir tu preciado tiempo
conmigo, estoy convencida que no te arrepentirás.

Tras unos años en la docencia tuve mis gemelos y decidí dejarlo todo
para disfrutar de sus primeros años y sus primeros aprendizajes.

Gracias a ellos también redescubrí la Literatura Infantil y Juvenil y


confieso que me apasionó igual o más que mi otra gran pasión desde
la adolescente: la Educación Emocional.

Al nacer mi hija unos años más tarde, tuve la necesidad de compartir


con otras personas parte de los cuentos que íbamos descubriendo y
las actividades que hacíamos con ellos. Así nació Club Peques
Lectores y, cinco años más tarde, es un referente en su sector.

2 www.clubpequeslectores.com
¡Ahora mis gemelos ya tienen 11 años! Y durante todo este tiempo
no he dejado de formarme y de procurar mejorar para poder darles
la mejor versión de mi misma.

Un máster en Literatura, cursos de Educación Emocional, de


Disciplina Positiva, de crianza respetuosa… ¡pero debo reconocer que
donde más he aprendido es de mis propios hijos!

La clave siempre está en observarles, escucharles y tratar de


comprenderles.

Pero no quiero aburrirte más con mi vida, mi formación, mi


currículum,… ¡porque tenemos tanto trabajo por delante!

Y lo más importante, quiero compartir contigo todo mi conocimiento


y esas herramientas que de verdad he comprobado a lo largo de los
años que funcionan, son útiles, sencillas y, ante todo, respetuosas
para todos y todas.

¿Vamos a ello?

3 www.clubpequeslectores.com
ÍNDICE DE CONTENIDOS:

¡HOLA! .................................................................................................. 2
1. INTRODUCCIÓN ................................................................................ 5
2. CAMBIO DE MIRADA: CONFLICTOS COMO OPORTUNIDADES ........ 7
3. ¿POR QUÉ SE PRODUCEN LOS CONFLICTOS? .................................. 9
4. ¿CÓMO RESPONDERMOS LOS ADULTOS A ESAS PELEAS? ............ 11
5. ¿QUÉ NO ENCENDER LA LLAMA DE LA RIVALIDAD? ...................... 13
6. ¿CÓMO ACTUAR FRENTE A LOS CONFLICTO ENTRE
HERMANOS/AS?................................................................................. 21
6.1. CONFLICTO DE INTENSIDAD "NORMAL" ................................. 21
6.2. CONFLICTO ACALORADO ........................................................ 22
6.3. CONFLICTO PELIGROSO .......................................................... 27
7. LAS REUNIONES DE FAMILIA .......................................................... 28
8. RESUMEN Y REFLEXIONES FINALES................................................ 29
¡AHORA TE TOCA A TI! ....................................................................... 30

4 www.clubpequeslectores.com
1. INTRODUCCIÓN

Seguramente cuando nos decidimos a ampliar la familia con más de


un hijo o hija lo hacemos pensando que será bonito para los niños/as
tener un hermano o hermana, un compañero de juegos, de trastadas
y de complicidades.

Todos queremos que nuestros hijos e hijas lleguen a ser grandes


amigos/as y pensamos que con un hermano/a nunca van a estar
solos, ni ahora ni en el futuro.

Por eso lo que más deseamos es que forjen vínculos fuertes y


duraderos, que se respeten, se quieran y establezcan una relación de
complicidad, cordialidad, cooperación y cariño.

Pero a veces la realidad es otra y los niños y niñas se pelean,


compiten entre ellos, se comparan, nunca están contentos juntos y
los conflictos entre ellos acaban deteriorando el ambiente familiar.

En estos días tan extraños de confinamiento por el COVID-19, estas


disputas pueden haber empeorado. Es normal.

La buena noticia es que está en nuestra manos hacer algo al respecto


y mejorar la situación.

Por eso hoy quiero darte algunas herramientas prácticas basadas en


la Disciplina Positiva, la Educación Emocional y la crianza respetuosa.

Todo para lograr un mejor ambiente familiar y averiguar cómo


fomentar esa relación sana y armoniosa entre nuestros hijos e hijas,
porque como padres, madres o maestros podemos hacer mucho
para calmar su rivalidad y ayudarles a resolver sus conflictos diarios.

5 www.clubpequeslectores.com
Así pues, ¿quieres herramientas eficaces para afrontar dichos
conflictos entre hermanos/as y saber cómo debemos actuar ante sus
riñas, pero también qué hacer para no provocar más rivalidad entre
ellos/as?

Pues... ¡vamos a ello!

Antes de nada quiero recordarte algunos recursos del blog que


también pueden serte de utilidad en el tema de los conflictos y
peleas entre hermanos/as:

• 30 juegos y actividades de Educación Emocional que te serán


muy útiles

• Extensa GUÍA con las claves del éxito de la Educación


Emocional en casa.

• Los mejores cuentos para trabajar emociones con los niños

• 10 Cuentos para mejorar la relación entre hermanos

• 21 Cuentos sobre celos y rivalidad entre hermanos

• Cuentos para preparar la llegada de un hermanito y los


primeros celos

6 www.clubpequeslectores.com
2. CAMBIO DE MIRADA: CONFLICTOS COMO
OPORTUNIDADES
Como comentaba al principio tener un hermano o hermana (o
varios) puede aportar muchas cosas positivas al niño o niña. Pero
hoy no voy a hablarte de ellas sino de otras cosas que
inevitablemente también se dan. Me refiero a la rivalidad, las peleas
y los conflictos.

Este tipo de situaciones, aunque no son agradables para nadie,


debemos tener siempre presentes que son inherentes a su relación
y, sobre todo, muy normales.

El hecho de vivir estrechamente en un lugar tan íntimo como el


hogar, hace que de forma casi inevitable surjan roces, desacuerdos...
incluso luchas para lograr: la atención del cuidador principal, la
posesión de ciertas cosas (como juguetes) o la posesión de cierta
parte del territorio (como su habitación).

Los adultos podemos ver dichas peleas y conflictos (siempre que se


mantengan dentro de unos niveles aceptables) de dos modos:

• como un problema que perturba nuestra paz familiar.

o bien:

• como una oportunidad para que los niños y niñas aprendan


ciertas habilidades sociales que son necesarias en la vida.

Si adoptamos una u otro posición, fíjate que nuestra respuesta a sus


conflictos será muy distinta.

7 www.clubpequeslectores.com
En el primer caso seguramente nos enfadaremos y sentiremos ira,
tristeza y/o angustia. Y responderemos intentando cortar de forma
inmediata el conflicto.

Seguramente acabaremos todos enfadados y con gritos y castigos de


por medio.

Lo peor de todo: los niños/as no habrán aprendido nada bueno y las


peleas seguirán sucediendo.

En cambio, en el segundo caso, veremos sus conflictos como


oportunidades de aprendizaje y responderemos intentando
enseñarles habilidades para la vida que necesitarán ahora, pero
también en el futuro: como negociación, asertividad, resolución de
problemas, empatía...

En este caso las peleas se seguirán dando, pero cada vez en menor
medida, y lo mejor de todo es que los niños/as cada vez serán más
autónomos en su resolución.

¿Qué escoges?

8 www.clubpequeslectores.com
3. ¿POR QUÉ SE PRODUCEN LOS CONFLICTOS ENTRE
HERMANOS/AS?
Ya he comentado en el punto anterior algunos detonantes de sus
conflictos como llamar nuestra atención o por sus posesiones o por
el espacio. También suelen pelear porque les ha pasado algo y es su
vía de escape, porque están aburridos, porque es un juego, para
observar nuestras reacciones, por resentimiento, por sentirse
superior al otro...

Pero si vamos un poco más al fondo de la cuestión, nos damos


cuenta que uno de los grandes generador de conflictos entre los
hermanos o hermanas son los celos.

Y los celos se suelen producir porque el niño o niña percibe que


tener un hermano o hermana (o varios) significa MENOS: menos
atención, menos tiempo para estar a solas con el padre o la madre,
menos comida en el reparto, menos tiempo de baño, menos
juguetes, menos mirada en exclusiva, menos reconocimiento,
menos… pero también: soy menos único, valgo menos, se me ama
menos….

Todo ello desemboca en luchas de poder, competencia y rivalidad


para conseguir todo nuestro tiempo y nuestra atención, aunque sea
peleando.

Tal como nos dice la Disciplina Positiva, todo comportamiento del


niño/a tiene un fin o una meta, y los conflictos entre hermanos/as
no son una excepción a ello.

9 www.clubpequeslectores.com
Debemos tener siempre presente esta frase:

“El objetivo principal de todos los seres humanos es sentirse tenidos


en cuenta e importantes. Todo el mundo quiere que le presten
atención”, Jane Nelsen

Así que cuando los niños/as se pelean es porque tienen la creencia


de que no son tenidos en cuenta, además de que no se sienten
importantes. Da igual si esa creencia es cierta o errónea, porque la
conducta del niño o niña se basa en lo que él o ella cree que es
cierto, no en lo que lo es de verdad.

El niño o niña solo busca pertenencia, utilidad, importancia, ser


tenido en cuenta, atención, amor incondicional...

Por eso si los padres y madres logramos que le llegue a cada niño/a
concreto el mensaje de que puede estar seguro de que es especial,
de que le amamos y de que es importante para nosotros y para
toda la familia, entonces gran parte de las peleas y rivalidades
desaparecerán.

Cuidado, no todas, ni tampoco debe ser ese nuestro objetivo.


Porque, como ya hemos comentado antes, los conflictos entre
hermanos/as también tienen su parte positiva y útil, entre otras
cosas: enseñan grandes habilidades para la vida, tales como:
habilidades de negociación, resolución de conflictos, empatía,
resiliencia, cooperación, respeto a la otra persona, auto control…

10 www.clubpequeslectores.com
4. ¿CÓMO RESPONDERMOS LOS ADULTOS A ESAS
PELEAS?
Detente un momento y piensa cómo sueles reaccionar cuando tus
hijos y/o hijas se pelean o tiene algún conflicto.

Vamos a listar aquí algunas de las cosas que hacemos


normalmente:

· Decirles que paren

· Quitarles el objeto de disputa y mandarlos a cada uno a su cuarto

· Decirles que ese comportamiento no es normal (¡o que es de


animales!)

· Intentar convencerles de que jueguen en paz y de que se


comporten correctamente

· Intentamos averiguar quien empezó

· Tomamos partido y nos ponemos de parte de uno de los dos

· Les decimos que su comportamiento nos aflige, nos hace sentir


mal…

· Les obligamos a parar la pelea ¡ya!

· Gritamos, les castigamos, les amenazamos….

11 www.clubpequeslectores.com
Ahora dime: ¿cómo crees que se sienten los niños frente a estas
respuestas?

Normalmente se sienten frustrados, resentidos, menospreciados,


tratados injustamente, no tenidos en cuenta, humillados… y un sinfín
de sentimientos poco agradables y muy destructivos, pues dañan al
niño/a, a su autoestima y a sus relaciones con los demás miembros
de la familia.

¿Podemos actuar de otra manera?

Rotundamente: SÍ.

No es fácil, porque esas respuestas están muy integradas en


nosotros y porque a menudo no sabemos de qué otra manera
actuar. A continuación descubriremos y pondremos en práctica otras
estrategias y herramientas mucho más eficaces y, sobre todo, mucho
más respetuosas con todos. Pero antes…

12 www.clubpequeslectores.com
5. ¿QUÉ HACER PARA NO ENCENDER LA LLAMA DE
LA RIVALIDAD?
Por mucho que nos cueste de creer, las peleas entre hermanos y
hermanas no depende exclusivamente de ellos y ellas, sino que es un
problema familiar que incumbe, en mayor medida, a los progenitores
de esos niños y niñas (o sus cuidadores principales).

Somos nosotros los que a menudo encendemos la llama de la


rivalidad entre nuestros hijos e hijas.

A menudo de forma inconsciente hacemos cosas que aumentan esta


rivalidad entre ellos y ellas, aunque en apariencia no nos lo parezca.

Si ponemos más consciencia en ello, podemos bajar el nivel de


competitividad entre ellos y ellas y, de rebote, disminuir los
conflictos diarios.

En concreto LO QUE PODEMOS HACER PARA CONTROLAR LA


LLAMA DE LA RIVALIDAD ES:

A. Nunca compararles, porque las comparaciones no solo aumentan


la rivalidad entre ellos sino que además son etiquetas que les
colocamos y que son tremendamente dañinas para el niño o la niña y
para su autoestima.

El problema de las comparaciones y las etiquetas es que los niños/as


las toman como ciertas, independientemente que lo sean o no, y
acaban influyendo en la imagen que tienen de ellos mismos y en
cómo se comportan.

13 www.clubpequeslectores.com
Así que cualquier cosa que quieras decirle a uno de los niños o niñas,
puedes decírselo directamente, sin aludir al hermano o hermana.
Céntrate en la conducta de ese niño o niña, porque lo que tiene que
hacer o dejar de hacer nada tiene que ver con sus otros hermanos o
hermanas.

TRUCO para no etiquetar ni comparar:

¡Cambia el foco!

1. No uses el SER (nuestra esencia) sino al ESTAR (estado


transitorio). En lugar de "eres un llorica" o "tu hermana sí que es
valiente", dile: "hoy estás muy llorica, ¿qué te pasa?”

2. Separa al niño/a de su comportamiento. Céntrate en lo que


ha hecho, en su comportamiento, y sepáralo de su ser. Porque lo
que es incorrecto es su comportamiento, no su persona. En lugar
de "eres un mal educado", dile: "está forma de hablar no es
respetuosa, puedes decírmelo de otra manera”

3. Cambia el foco para llevarlo fuera del niño/a: en lugar de


decirle "eres una desordenada", dile: "esta habitación está muy
desordenada”

4. Convierte los mensajes “tú” en mensajes “yo”. En lugar de


decirle: “(tú) eres un pesado, (tú) me pones de los nervios”, dile:
“me disgusta que me repitan las cosas tantas veces, me hace
sentir agobiada”

14 www.clubpequeslectores.com
B: Nunca tomes partido a favor de uno de los niños/as: nunca
debemos ser jueces ni policías en sus peleas.

Porque cuando nos ponemos de parte de uno de ellos, siempre hay


un niño o niña que siente que ha ganado y otro que siente que ha
perdido. Además ninguno de los dos aprende a respetar al otro ni
tampoco a compartir las cosas.

SOLUCIÓN para no tomar partido:

1. NO hagas de juez ni de policía, sí de mediador/a

2. No es importante quién es el culpable o quién empezó la


pelea, lo único importante es buscar una SOLUCIÓN al
conflicto.

3. En lugar de tomar partido, lo mejor es intentar poner a todos


en el mismo barco y mantenernos neutrales, mostrando
nuestra fe en que pueden resolverlo. (Veremos en el siguiente
apartado cómo responder exactamente ante sus peleas.

C. Darles tiempo especial a cada uno. Esto es súper importante


porque cada niño/a debe sentir que es único, pero también saber en
todo momento que es tratado de forma que sus necesidades son
siempre cubiertas.

Los niños y niñas necesitan pasar tiempo a solas con sus madres y
padres, esos momentos especiales hace que luego sean por ejemplo
más comprensivos y tolerantes con sus hermanos o hermanas,

15 www.clubpequeslectores.com
porque disminuyen sus celos, así como la necesidad de llamar
nuestra atención.

El niño o niña buscará menos peleas para llamar nuestra atención si


sabe que va a disponer de un tiempo especial en el cuál sus padres
estarán por completo disponibles sólo para él o ella, sin tener que
hablar en ese tiempo de ningún otro miembro de la familia.

Estos momentos deben ser agendados y, por supuesto, llevados a


cabo. No hay excusas. Deja toda distracción y dedícate en exclusiva a
ese niño o niña, sin hablar de los otros hermanos/as y haciendo algo
que a los dos os apetezca.

IDEAS:

• En niños/as menores de 6 años son suficientes 10 minutos


al día o cada dos días.

• En niños/as de entre 7 y 12 años, 30 minutos a la semana

• Y en mayores de 13 años, una vez al mes algo que el


adolescente disfrute mucho

De igual modo, beneficiará mucho a la relación fraternal procurar


momentos de diversión en familia, así como buscar espacios
donde los hermanos y hermanas puedan hacer cosas juntos
donde prime el goce, las risas y la diversión. Estaremos
propiciando vínculos y recuerdos compartidos.

16 www.clubpequeslectores.com
D. Lograr que les llegue nuestro amor incondicional. También es
importante que el niño o niña entienda que le amas por el simple
hecho de existir, independientemente de lo que haga, diga o sienta.

Debe sentirse amado y aceptado en su totalidad, por eso cada día


debe llegarle nuestro mensaje de amor incondicional. Para ello
demuéstrale lo mucho que le quieres con palabras pero también con
tu lenguaje no verbal (tono, miradas, voz...).

IDEAS:

• Manifestarle tu amor A DIARIO tanto verbal (con palabras)


como no verbalmente (caricias, besos, abrazos, pero
también miradas, tonos, voces y entonaciones de lo que le
decimos).

• Envíale el mensaje de que “él o ella es suficiente” para que


se acepte a sí mismo con el valor que tiene.

• De vez en cuando déjale una nota personalizada diciéndole


lo mucho que le amas, ¡les encanta!

• Nunca condiciones tu amor a su comportamiento, logros,


obediencia… Desecha frases del tipo: “mamá te querrá
mucho si tratas bien a tu hermano”, “cuando lloras no te
quiero”…

17 www.clubpequeslectores.com
E. Darles a cada uno autonomía y tareas para poder colaborar de
forma activa en la vida familiar y que se sientan que pertenecen y
son útiles e importantes dentro de la unidad familiar.

F. Admitir los sentimientos negativos hacia el hermano o hermana:


tener un hermano o hermana puede provocar sentimientos muy
contradictorios en el niño o niña.

Es una mezcla de emociones de difícil digestión para los niños y


niñas, ¡pero también para los padres y madres!

Es muy duro oírles decir por ejemplo que odian a su hermano/a.

Por eso nuestra reacción a esos sentimientos negativos suele ser la


negación, la lógica, los consejos, el consuelo… Pero estas respuestas
de poco sirven al niño/a, que en realidad solo necesita saber que
entendemos cómo se siente.

Lo más reconfortante para ellos y ellas es que escuchemos con


atención sus sentimientos negativos y que los aceptemos y
reconozcamos.

Necesitan que legitimemos todas sus emociones, sean agradables o


desagradables. Eso no significa que permitamos todos sus actos.
Pueden expresar todo lo que sienten, pero no hacerse daño,
insultarse, no respetarse…

18 www.clubpequeslectores.com
CÓMO AFRONTAR SUS SENTIMIENTOS NEGATIVOS:

Si por ejemplo el niño dice: “odio a mi hermana”, en lugar


de contestar “no la odias, la amas” podemos:

- Dar nombre a su emoción: “no te gusta que pase tanto


rato con ella”.

- Expresar su posible deseo: “te gustaría poder


devolverla”.

- Fomentar la expresión creativa: “¿por qué no me


muestras lo que sientes con esta muñeca?”.

G. No caer en la trampa de la igualdad: esto va a sorprenderte pero


intentar tratar a nuestro hijos/as de forma igualitaria y procurar en
todo momento darles a cada uno lo mismo, es un grave error.

Básicamente porque es imposible conseguirlo.

Por ejemplo, por mucho que cuentes uno a uno los cereales de la
mañana, siempre habrá uno de los niños/as que dirá: “a él /ella le
has puesto más que a mí”.

Y así en un sinfín de situaciones cotidianas. Por mucho que nos


esforcemos por darles exactamente lo mismo, es posible que
siempre haya uno de ellos/ellas que se sienta insatisfecho y pida un
trato más igualitario.

La solución: atender la necesidad de cada uno en vez de tratar de


repartir a partes iguales. Porque no todos necesitan lo mismo.

19 www.clubpequeslectores.com
Porque aunque parezca que te piden lo mismo, en realidad no es así.

Así que atiende a la necesidad y reparte con justicia de forma


personalizada.

Por supuesto esto no significa que no podamos dar lo mismo a cada


niño y niña, hay veces que la lógica y el sentido común así nos lo
dictan y es lo correcto. El tema está en cómo reaccionamos a su
exigencia de igualdad.

CÓMO NO CAER EN LA TRAMPA DE LA IGUALDAD:

En el ejemplo anterior de los cereales:

- El niño dice: “a él le has puesto más”


- En lugar de responder: “no es cierto, os he puesto lo mismo”
- Dile: “¿quieres más? Si quieres más, cuando acabes los que
tienes en el bol, puedo ponerte más”

Así estamos atendiendo a la necesidad a pesar de haber


repartido por igual, pero además no entramos en el juego de la
competición por ver quien tiene más.

Cuando realizamos este cambio de enfoque, los niños/as acaban


comprendiendo que cuando tengan una necesidad esta será
cubierta y que estamos ahí para todo lo que necesiten.

20 www.clubpequeslectores.com
6. ¿CÓMO ACTUAR FRENTE A UN CONFLICTO ENTRE
HERMANOS/AS?
Hay diferentes tipo de conflictos y peleas entre nuestros hijos e hijas.
Según su intensidad deberemos actuar de un modo u otro. Vamos a
verlo:

6.1. CONFLICTO DE INTENSIDAD "NORMAL"

Siempre que sea posible, lo más recomendable es mantenernos al


margen del conflicto, porque cuando intervenimos normalmente lo
que sucede es que empeoramos las cosas, siempre hay un niño o
niña que se siente tratado injustamente (a veces incluso todos) y los
niños/as pierden la oportunidad de adquirir experiencia en la
resolución de sus desacuerdos.

Así que, en la medida de lo posible, intentaremos no hacer caso y


dejar que lo arreglen entre ellos. Esta opción no es nada fácil,
¡contenerse es una tarea ardua!

Para sobrellevarlo: piensa en las vacaciones, recuerda los


“beneficios” de la rivalidad, recuerda que están teniendo una
experiencia importante en la resolución de conflictos, que les estás
dando autonomía, que están entrenando habilidades de vida
esenciales, así como gestión emocional…

Ahora bien, ¿qué sucede si la situación empieza a calentarse y tu


intervención podría ser útil?

21 www.clubpequeslectores.com
6.2. CONFLICTO ACALORADO

En ese caso, puede ser conveniente intervenir, pero siempre


recordando estas premisas:

• Intenta que todos los niños/as y adultos “estén en el mismo


barco”

• No hagas de juez

• No hagas de policía

• No intentes defender a ninguna de las partes implicadas

Si debes intervenir, deja de ser juez o policía y pasa a modelar y


entrenar habilidades para la vida.

Si has decidido que debes intervenir, estos pasos te servirán para


hacerlo de forma útil.

22 www.clubpequeslectores.com
CÓMO INTERVENIR DE FORMA ÚTIL EN LOS CONFLICTOS
ENTRE HERMANOS/AS:

1. Empieza reconociendo el enfado de los niños/as entre


ellos/ellas:

Es importante que noten que sus emociones y sentimientos son


respetados y aceptados. Eso les ayuda a transitar por ellos más
rápidamente.

Al tu nombrarlos, ellos pueden poner palabras a lo que sienten y


empezar a gestionarlo adecuadamente. Si actuamos así,
normalmente contribuimos a que los niños/as empiecen a calmarse.

Ejemplo: “Parece que estáis enfadados”

2. Escucha la opinión de cada niño o niña con respeto:

Esto les demuestra que son importantes, que les tenemos en cuenta
y que pueden expresar libremente sus preocupaciones y
sentimientos.

Recuerda lo que comentamos al principio: “El objetivo principal de


todos los seres humanos es sentirse tenidos en cuenta e importantes.
Todo el mundo quiere que le presten atención”, Jane Nelsen

Ejemplo: “Así que tú, María, parece que quieres seguir leyendo este
cómic porque acabas de cogerlo. Y a ti, Juan, te parece que también
tienes derecho a leerlo”.

23 www.clubpequeslectores.com
RECUERDA: nunca se buscan culpables, todos tienen parte de
responsabilidad. Lo que debemos hacer es encontrar soluciones,
bien para resolver ahora el conflicto o bien para que no se vuelva a
repetir. Ayúdales a centrarse en buscar una solución, porque suelen
quedarse encallados en si la culpa fue de uno o del otro, en quién
empezó, etc.

3. Reconoce la dificultad de resolver el problema:

La resolución de conflictos es un habilidad que no se tiene de serie,


hay que aprenderla. Estos conflictos son magníficos momentos para
entrenar esta habilidad. Así que comencemos por reconocer lo difícil
que es y describiendo cuál es la causa del conflicto porque a veces se
pierde el foco durante la pelea.

Ejemplo: “ Vaya, es un problema difícil: dos niños que quieren leer a


la vez el mismo cómic”.

4. Expresa tu convencimiento en su habilidad para encontrar una


solución aceptable para ambos:

Nuestra intención es que sean ellos y ellas las que busquen la


solución al problema, que utilicen sus habilidades para resolver el
conflicto, por lo que vamos a optar por creer en sus habilidades y
animar a ello. Recuerda animar manteniendo a los implicados en el
mismo barco.

Ejemplo: “Estoy seguro/a de que encontraréis una solución justa para


los dos”

24 www.clubpequeslectores.com
5. Marcharte

Aquí no es necesario añadir nada más. Nos vamos y así dejamos


libertad a los niños/as para que lo resuelvan entre ellos y ellas.

Si nos quedamos puede que sigan con la riña para ver nuestra
reacción, esperando que tomemos partido a favor de uno u otro. Por
eso siempre es mejor irnos (si es posible por edad de los niños/as).

Con ello reforzamos el punto anterior: creemos realmente que


ellos/as solos son capaces de resolverlo, les respetamos y confiamos
en ellos/as y, si nosotros lo creemos, ¡ellos también!

Podemos tocarles para asegurarnos que nos vean y luego alejarnos.


También podemos hacerles saber con gestos o palabras que
estaremos en la otra habitación por si nos necesitan.

Si no podemos irnos: les tocamos, les miramos y nos apartamos un


poco de la escena. Cogemos un libro y nos ponemos a “leerlo”.

Bien, ¿y qué pasa si no consiguen resolverlo?

Sobre todo al principio les falta experiencia y recursos para saber


llegar a acuerdos, negociar… Si no consiguen resolverlo podemos:

1. Dar una o dos sugerencias antes de irnos

Ejemplo: “quizás podéis establecer turnos. O jugar los dos juntos.


Habladlo. Creo que podéis encontrar cómo hacerlo”… y nos vamos o
apartamos.

25 www.clubpequeslectores.com
2. Crear una distracción: si vemos que el conflicto no tiene solución,
quizás es mejor ayudar a nuestros hijos o hijas a cambiar de tema.
Por supuesto no es algo que debamos hacer siempre, los conflictos
no deben ser ignorados y es importante que los vivan. Pero a veces
los niños/as se quedan atrapados en un bucle o vemos que el
conflicto no lleva a ningún sitio. En esos casos, podemos hacer un
comentario inesperado o una pregunta que desvié su atención, por
ejemplo:

- “Os apetece jugar juntos al nuevo juego de mesa que tenemos”

- “Buscamos una canción loca en la radio”

- “¿Quien viene conmigo a leer un cuento?”

- “¿Sabéis que me ha pasado hoy?”

-…

3. Buscar un actividad simbólica o creativa: dibujar los sentimientos,


escribir una nota, desahogarse con un muñeco (o una almohada,
barro, plastilina, papel de periódico, su propia voz...), poner un cartel
de “propiedad privada”…

4. Retirar el objeto de la disputa hasta que lo hayan resuelto.

¿Y si el conflicto sigue sin ser resuelto y está empeorando tanto que


la pelea podría acabar muy mal?

26 www.clubpequeslectores.com
6.3. CONFLICTO PELIGROSO

Si la situación es claramente peligrosa, debemos intervenir. Una


buena forma de hacerlo es así:

1. Describir la situación que vemos y lo que están a punto de hacer


los niños/as.

Ejemplo: “veo a dos niños muy enfadados dispuesto a hacerse daño”,


“veo un niño que quiere tirar una pieza de madera dura a su
hermano”.

2. Marcar unos límites claros: de forma muy firme recordar los


límites que hay en nuestra casa.

Ejemplo: “aquí no toleramos los golpes y los insultos, nos tratamos


con respeto”; “en casa no se permite hacer daño a los demás”; “veo
que el juego se ha convertido en una pelea de verdad y que os haréis
daño. Y eso yo no lo permito”.

3. Separarlos:

Ejemplo: “tenemos que calmarnos un momento. Es hora de que os


separéis”, “no es seguro que estéis juntos, separaos y luego lo
hablamos”.

27 www.clubpequeslectores.com
7. LAS REUNIONES DE FAMILIA

Cuando pese a aplicar todo lo anterior estamos frente a un problema


entre nuestros hijos e hijas que no consiguen resolver o bien que se
repite una y otra vez, entonces podemos llevar dicho conflicto a la
Reunión de familia, herramienta también de la Disciplina Positiva.

La Reunión de familia es algo tan simple pero tan poderoso como


reunirnos todos y buscar soluciones a un problema concreto. Lo más
remarcable es que, en la medida de los posible, son los niños y niñas
quienes aportan ideas y soluciones. Si les dejamos, seguro que van a
sorprendernos, pues tienen una gran creatividad e iniciativa.

Además si la propuesta sale de ellos y ellas, luego estarán más


dispuestos a llevarla a la práctica.

Evidentemente las sugerencias propuestas deben ser soluciones


respetuosas, prácticas y no punitivas, es decir, no pueden infligir
culpa, vergüenza o dolor. Si alguna sugerencia no respeta esto,
podemos preguntar por ejemplo: “¿os parece esto un castigo?”;
“¿podemos encontrar algo más respetuoso?”, “¿cómo se van a sentir
los afectados?”…

Luego entre todos escogemos por consenso una propuesta y la


llevamos a la práctica.

Otro día podemos hablar más detenidamente de las Reuniones de


familia, esto es solo una pincelada de su funcionamiento y su
utilidad.

28 www.clubpequeslectores.com
8. RESUMEN Y REFLEXIONES FINALES
Nos guste o no, los conflictos y las peleas entre hermanos y
hermanas van a darse, son intrínsecos a la vida.

No debemos tomarlo como algo personal, sino como una


oportunidad maravillosa y única para ayudarles a desarrollar
habilidades importantes para la vida.

Cuando se pelean mucho, seguramente hay un grito de auxilio


debajo de su comportamiento. Vamos a revisar que todos los niños y
niñas se sientan importantes, útiles, queridos, tenidos en cuenta,
que pertenecen y que son únicos.

Como adultos nuestra responsabilidad es no avivar la llama de la


rivalidad entre ellos y ellas, sino apagarla en la medida de lo posible.
Son muchas las acciones que podemos hacer para lograrlo (revisa el
apartado 4).

Es importante no intervenir en sus conflictos y peleas porque los


niños/as deben tener la libertad de poder resolver sus propios
problemas.

Solo así se aprende, ¡practicando! Y no hay mejor escenario para ello


que el hogar.

PERO, también tienen derecho a la intervención del adulto cuando


es necesario. Si un niño/a sufre el abuso de otro, ya sea físico o
verbal, tenemos que intervenir. Si hay un problema que afecta a la
vida familiar, tenemos que intervenir. Si se trata de un problema que
se repite una y otra vez, tenemos que intervenir.

29 www.clubpequeslectores.com
PERO con una diferencia: intervenimos no para dar una solución,
arreglar sus diferencias, encontrar un culpable o hacer un juicio de
valor, sino para desbloquear la comunicación entre ellos/as y
ayudarles a que resuelvan sus conflictos de forma autónoma.

¡AHORA TE TOCA A TI!

¿Qué te ha parecido este e-book?, ¿te ha resultado útil?

Espero que te haya enriquecido y, sobre todo, deseo que te animes a


poner en práctica todo lo que hemos comentado. Está en tus manos
disminuir los conflictos en casa y procurar no avivar la llama de la
rivalidad entre tus hijos e hijas.

¡Pasa a la acción! Has gastado un tiempo muy preciado en leer este


e-book, no dejes que se quede en papel mojado.

“Sé el cambio que quieres ver en el mundo”, Mahatma Gandhi

Y si te ha gustado lo que has leído y quieres aprender más, te invito a


mi MASTERCLASS GRATUÏTA: “Cómo acompañar (correctamente)
las emociones de los niños y niñas”(solo tienes que clicar para
acceder ya, sin suscripción ni horarios)

¡Gracias y nos vemos muy pronto!


Un abrazo,

Judith Franch, www.clubpequeslectores.com

30 www.clubpequeslectores.com
Todos los derechos reservados
Copyright © 2020 Club Peques Lectores


Prohibido duplicar, compartir, subir o cargar todo o parte de este documento


y/o la información que éste contiene por cualquier vía, modificar, copiar,
reproducir, distribuir, volver a publicar, cargar, reinterpretar en cualquier
forma, publicar, transmitir, traducir, vender o distribuir en cualquier forma,
formato o medio (incluido el correo electrónico y otros medios electrónicos y
mecánicos) ningún contenido ni material que se te facilite con este curso.

31 www.clubpequeslectores.com

También podría gustarte