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“La experiencia central en el psicoanálisis es la falta de objeto […] el objeto que vale es

el objeto que falta. <<Es el propio motor de la relación del sujeto con el mundo>>” (8)

Hablar sobre los autistas y formas de psicosis cuando no falta la falta….cuando no falta
el objeto (de qué objeto se trata?, del objeto perdido?)

“Al autista no le falta el objeto, por eso tiene una mirada ciega en el mundo. La esencia
de la relación del sujeto con el mundo es, el objeto que falta” (8)

Pasar ha hablar de los modos de la falta de objeto.

“Según dice J.A . Miller esta triada prefigura otra que será <<necesidad, demanda y
deseo>>. Si el objeto de la necesidad es el objeto de la satisfacción del que el sujeto es
privado, el objeto de la demanda es el objeto del que el sujeto es frustrado o sea el
objeto dela demanda de amor. En cuanto al objeto del deseo, en este seminario es el
falo” (11)

(buscar lo que dice Miller sobre la triada, necesidad, demanda y deseo)

LGUNOS CONCEPTOS CENTRALES EN LA OBRA DE WINNICOTT


por Hugo Lerner

“Es mucho más difícil ocuparse de


la salud que de la enfermedad”.
D.W. Winnicott
ALGUNOS DATOS BIOGRÁFICOS
Donald W. Winnicott nació en Plymouth (Inglaterra) el día 7 de abril de 1896 y murió en
Londres el 25 de enero de 1971. Estudio medicina, y al concluir sus estudios, su primer
contacto con la salud fue con la pediatría, de la cual nunca se alejó dedicándose a ella 40
años. En el año 1927 inició su análisis con J. Strachey, experiencia esta que lo llevó a
interesarse por el psicoanálisis como disciplina y comenzó a visualizar que en su trabajo
clínico con los niños podía convalidar los desarrollos que Freud había iniciado en la
comprensión del psiquismo humano. A partir de aquí nunca se apartaría del psicoanálisis,
pero tampoco de la pediatría. Desarrolló paralelamente su actividad de pediatra (llegó a ser
jefe de división de pediatría en el Paddington Hospital) y de psicoanalista (alcanzó la
vicepresidencia de la Asociación Psicoanalítica Internacional) XXXX
Al manifestar tanto interés por el psicoanálisis y la psicología del infante, Strachey lo vincula
con Melanie Klein con quien mantuvo una intensa relación que los llevó a menudo a
enfrentarse con virulencia. El segundo análisis lo llevó a cabo con Joan Riviere.
Cuando comienza a tener desarrollos propios, surgen los enfrentamientos con el grupo
kleiniano al cual lo llamaba “una gran familia”, y por lo tanto decide continuar su camino
independiente por un tiempo, hasta que se genera dentro de la Sociedad Psicoanalítica
Británica el “grupo intermedio” que de alguna manera el lideró, y que todavía sigue
funcionando como un grupo muy influyente. Entre los analistas que se han destacado dentro
de este grupo encontramos a Masud Khan, Charles Rycroft, Marion Milner, John Klauber,
Michael Balint , Ella Sharpe y C. Bollas entre otros tantos.
Este conjunto que los identificaba el interés acerca del psiquismo temprano, venía más
vinculados a una tradición empirista, que dialéctica con altas abstracciones. Se interesó más
en la observación y la empatía, mostrándose escéptico con demasiadas abstracciones y
dogmatismos. En general sus trabajos estuvieron referidos casi con exclusividad al área
clínica. 
Winnicott nunca dejó su lugar en el servicio hospitalario, que siempre tuvo la característica de
centrar el interés en las problemáticas de los bebés con trastornos psicológicos y también en
las relaciones vinculares madre-bebé. Se dedicó muchos años a observar las relaciones
tempranas y a partir de ahí formuló algunos conceptos teóricos, resultando muchos de ellos
bisagras en el pensamiento psicoanalítico. A su servicio de pediatría venían diferentes
profesionales de la salud a realizar consultas por relacionadas a alteraciones emocionales de
los niños. 
Estuvo siempre muy convencido del rol que tenía la díada madre-bebé para entender al bebé,
de ahí su famosa expresión “no existe tal cosa llamada bebé” sino se lo piensa en relación al
vínculo con el objeto maternante.
Winnicott no es un “culpabilizador” de la madre, sino que trató de ubicar la comprensión de la
psicopatología en la relación temprana madre-bebé.
Se debe tener en cuenta al estudiar su obra, que resulta difícil explicar desde qué lugar
conceptualiza a Freud. Hay una anécdota muy conocida: en la época de su análisis con
Strachey, éste le insistía que debía ser más estricto en las citas que hacía de Freud, a lo cual
el respondía que cada uno hacía su lectura de Freud y construía su propio “Freud”. Una vez
más mostraba su espíritu independiente, creativo y no repetidor.
COMO COMIENZA A DESARROLLAR SU TEORÍA
Winnicott comenzó a observar que algunos de los cuadros orgánicos por los que lo
consultaban en su servicio de pediatría, eran en realidad trastornos emocionales y que no
tenían una base orgánica. Los interrogantes que esto le generó lo llevaron a instalar dentro de
su práctica, casi de manera rutinaria un modelo de observación para investigar la modalidad
de interacción que se da entre el bebé y la realidad, especialmente con la madre o quien
ocupase el rol de objeto maternante.
A partir de estas observaciones llega a la conclusión que “esa cosa llamada bebé no existe”,
metáfora acerca de que el bebé pensado fuera del vínculo con la madre no tiene existencia.
Para Winnicott la modalidad de desarrollo del sujeto humano que él va a conceptualizar a
través de toda su obra va a estar siempre entramado en una situación vincular, siempre hay
otro que da significado y que significa a ese sujeto que se va a desarrollar. 
PRIMEROS ESTADIOS DEL DESARROLLO EMOCIONAL 
A pesar de lo que frecuentemente se afirma, yo considero que Winnicott no pone el acento en
lo ambiental sino en el vínculo (creo que se llega muchas veces a esta afirmación por el uso
que el ha dado al concepto de medio ambiente esperable, pero que alude básicamente al rol
del objeto maternante).
Para este autor el bebé nace con un potencial al desarrollo que es constitucional y si la
situación vincular a la que aludíamos transcurre dentro de ciertos parámetros predecibles
habrá un desarrollo infantil más o menos normal. Si esto no ocurre aparecerán diferentes
grados de distorsiones en la constitución del yo y del self.
Conceptos centrales
Hay tres conceptos que vamos a encontrar repetidamente en la obra de Winnicott, y alrededor
de los cuales se va a desplegar gran parte de las explicaciones que apuntan al logro de un
desarrollo normal, así como también construyen las bases de comprensión de diversas
patologías: 
1) 
2) Integración
3) Personalización
4) Comprensión o aprehensión de la realidad. Contacto con la realidad externa.
Los primitivos vínculos de objeto.
Winnicott acepta la noción de narcisismo primario. Nos dirá que dentro de este aislamiento
primitivo (narcisismo primario), todo el yo esta cargado libidinalmente y empieza a recibir las
sensopercepciones. Todo lo sensoriomotor va a ir construyendo lo que él llama: elaboración
imaginativa de las funciones corporales, que no es otra cosa que lo que conocemos en
psicoanálisis como fantasía. La fantasía, es el correlato de esas sensopercepciones. Así se
van construyendo los esbozos del self, porque el self comienza (como lo afirma Winnicott)
cuando el Yo se instaura. Estamos en la etapa que la ha denominado integración. Esta
integración es un logro para arribar a un concepto central en la construcción de la subjetividad,
que es el poder decir “yo soy”, con la noción de existencia individual que trae aparejada, y que
también sienta las bases para poder discriminar que uno es el mismo en diferentes
situaciones. Cuando se refiere al bebé, dirá Winnicott que, un bebé integrado tiene cierta
noción de que es él mismo cuando está calmado o cuando está excitado, cuando está
dormido y cuando está despierto; no hay una ruptura de continuidad existencial, está
integrado, y esto siempre vinculado a las sensaciones corporales. Todo esto sucede en el
período que Winnicott ha descrito como de dependencia absoluta, o sea que no hay distinción
entre yo y lo que es no-yo. 
Debo remarcar que los pasos en el desarrollo primitivo que se separan en tres y que ya cité:
integración, personalización y comprensión no es más que una división puramente explicativa
y que ninguna de ellas está separada de las otras, son estadios que se superponen en el
tiempo. De hecho Winnicott nos dirá que un aspecto importante del proceso de integración es
la personalización, que es la adquisición de un esquema corporal personal o como lo describe
en varios artículos, es cuando la psique habita el soma. En este concepto esta presente lo que
Freud afirmó en El yo y el ello : “El yo es sobre todo una esencia-cuerpo; no es sólo una
esencia-superficie (es decir en trato con el mundo exterior) sino, él mismo, la proyección de
una superficie”. Este proceso lleva al infante a tener un adentro y un afuera y un esquema
corporal, y arriba a la adquisición de una realidad psíquica personal, interior en el infante. 
En relación a esto último Winnicott relató el caso de una paciente psicótica que había
padecido trastornos en el desarrollo de la personalización, sentía que la mayor parte del
tiempo vivía dentro de su cabeza, veía al mundo a través de los ojos que los sentía como
ventanas, pero no tenía noticia de que ocurría con el resto de su cuerpo. No sentía su
personalidad localizada en su cuerpo.
Unido a estos conceptos que venimos desarrollando queda la comprensión de la realidad, el
inicio de las relaciones objetales. Aquí es donde Winnicott va a desarrollar los conceptos de
objeto subjetivo y objeto percibido objetivamente, temas que retomaremos más adelante. El
bebé va camino a la salida del narcisismo primario.
Tres conceptos que se asocian al punto anterior 
1) Holding (sostén)
2) Handling (manipuleo)
3) Presentación del objeto
Para Winnicott el holding está presente en el proceso de integración del self, es lo que va a
llamar amparo o sustento del objeto maternante. Holding es sostener, mantener al bebé
protegido de acontecimientos impredecibles, traumáticos que pudiesen interrumpir la
continuidad de su existencia. Implica también cubrir todas las necesidades del bebé,
especialmente las fisiológicas, comprendiendo lo que el bebé va necesitando. Es decir,
haciendo empatía. El holding, Winnicott lo relaciona fundamentalmente con el proceso de
integración, aunque recordemos como dijimos antes que estos procesos están imbricados e
inseparables. 
El handling es el manipuleo, es la asistencia corporal que provee el objeto maternante y que
permite el establecimiento de una asociación psicosomática. Es este manipuleo el que permite
el establecimiento de una adecuada interrelación psicosomática.
Handling son todos los quehaceres que la madre va haciendo con el bebé y que le va dando,
por esa situación vincular, la noción de una unión del psique-soma, una adquisición de un
esquema corporal. Sin alguien que funcione como objeto manipulador no se adquiriría esta
noción de esquema corporal.
Antes habíamos señalado que la comprensión indicaba la entrada a la realidad, la
comprensión del tiempo y el espacio, comprender lo de afuera, la realidad, lo no-yo. En este
proceso está presente la idea de que el bebé crea al mundo y el mundo lo crea a él. Y para
que esto pueda realizarse debe haber otro que presente a un objeto y le genere la ilusión al
bebé que ese objeto lo ha creado él. Este es el momento de omnipotencia en el cual el bebé
cree que eso es un producto creado por él. A eso Winnicott lo llama objeto subjetivo, porque
es el objeto que el bebé cree que ha creado. El ejemplo mas común es bebé-hambre-
presentación del pecho: “y el bebé dice ese pecho lo creé yo”. 
En este momento de omnipotencia y de creación del mundo externo por el infante la madre
deberá ir cortando paulatinamente esta ilusión de creación omnipotente. 
Acá debemos tener en cuenta un elemento importante del que Winnicott nos habla: la
monotonía y la reiteración de conductas que ilusionen y desilusionen al bebé. Todo este
proceso deberá ser monótono y reiterado hasta que todo esto de lo que estamos hablando se
instale como representación y las representaciones harán que tolere la espera a que el pecho
aparezca, porque el pecho no está dentro de él ni el lo ha creado. Estamos en la entrada a la
realidad. Hay otro sujeto fuera, un no-yo al cual necesita para satisfacer sus necesidades.
Por lo tanto, repetimos. De la dependencia absoluta que está presente en los primeros
momentos del desarrollo pasa el bebé a momentos de dependencia relativa y va camino hacia
la independencia, pero para Winnicott una independencia que siempre presupondrá una
necesidad de otro.
Conceptos relacionados con lo anterior
Hasta aquí, repetimos: estamos repasando el desarrollo emocional primitivo. Algunos de los
conceptos teóricos en la obra de Winnicott son inseparables de los que venimos viendo, como
por ejemplo: el área de ilusión, objetos transicionales, fenómenos transicionales. 
Winnicott ha generado como novedad dentro del cuerpo teórico psicoanalítico la idea de
transicionalidad
Winnicott nos alertó acerca de un área de ilusión, entre el adentro y el afuera, que es el área
donde se va a dar la creatividad. La creatividad es la posibilidad que tiene un sujeto humano
de sentir que es el él que está creando al mundo. Winnicott marca la creatividad como central
en la noción de verdadero self y repetimos: la ubica en el área de ilusion, que es un área
intermedia entre la realidad psíquica y la realidad externa. Es un área donde se van a dar las
artes, la cultura, la religión, la poesía, es una situación que posibilita la creatividad de cada ser
humano en cada contexto que pueda vivir. Creatividad no alude a algo como pintar un cuadro
sino ser partícipe de un escenario cualquiera que permita que el sujeto se sienta participante y
no observador pasivo. En esta área se entrelazan los objetos transicionales y los fenómenos
transicionales. 
Objeto transicional es lo que Winnicott describió como la primera posesión no Yo, es el primer
objeto que es no Yo (ositos, mantitas). Estamos nuevamente describiendo una situación de
pasaje y de salida de la omnipotencia, y de alguna manera del narcisismo, hacia la realidad y
al reconocimiento de la realidad con todo lo que eso implica: juicio de realidad, prueba de
realidad, principio de realidad, etc. Winnicott ubica la aparición del objeto transicional entre los
8 y 12 meses.
Aquí nuevamente estamos en una superposición de conceptos. Como dijimos antes el objeto
subjetivo puede ser el pecho de la madre. Si no existió la posibilidad de creación primaria
temprana de este objeto subjetivo, el bebé no va a poder pasar a la creación de un objeto
transicional. (Este escenario se podría dar ante una ausencia prolongada del objeto
maternante que impide el proceso de presentación de objeto y creación de objeto. Por
ejemplo, si quien debe cumplir esa función está pasando por un momento de depresión
prolongada que dificulta el, como lo llama Winnicott, allegamiento yoico, la empatía)
OBJETOS Y FENÓMENOS TRANSICIONALES
Como lo afirmo Winnicott el objeto transicional (lo describió también como la primera posesión
no-yo) no está ni adentro ni afuera, está en el área potencial o de ilusión. El fenómeno
transicional acompaña al objeto transicional (por ejemplo: ruidos y movimientos del bebé
mientras usa el objeto, cuando se chupa el pulgar, el extremo de la frazada, un osito,etc.), y se
supone que a estas experiencias se unen en actividades de pensamiento o de fantaseo.
Voy a transcribir, en virtud del deseo que quede lo más claro posible todos estos conceptos
que muchas veces se presentan confusos, una parte del trabajo de Winnicott de 1951
“Objetos transicionales y fenómenos transicionales” :
“Señalo que la pauta de los fenómenos transicionales se empieza a manifestar de los cuatro o
seis meses, a los ocho o doce. Deliberadamente contemplo la posibilidad de amplias
variaciones”.
En el vínculo del bebé con el objeto transicional podremos observar características especiales:
“1- El infante adquiere derechos sobre el objeto, y nosotros se los concedemos. No obstante,
cierta derogación de la omnipotencia está presente desde el comienzo.
2- El objeto es abrazado con cariño, y se lo ama y mutila con excitación.
3- Es preciso que no cambie, salvo que el infante lo modifique.
4- Tiene que sobrevivir al amor instintual, también al odio y, si está presente, a la agresión
pura.
5- Pero al infante le tiene que parecer cálido, o que se mueve, o provisto de textura, o que
haga algo que parezca demostrar que posee vitalidad o realidad propia.
6- Desde nuestro punto de vista proviene de afuera, pero no así desde el punto de vista del
bebé. Pero tampoco se origina adentro, no es una alucinación.
7- Su destino es dejarlo decatectizar poco a poco, de manera que con el paso de los años no
tanto se olvida cuanto es relegado. Con esto quiero decir que en la condición de salud el
objeto transicional no se “interioriza”, ni el sentimiento que le concierne tiene que
necesariamente que sucumbir a una represión. Ni se lo olvida ni se hace duelo por él. Pierde
sentido, y esto se debe a que los fenómenos transicionales se han difundido, se han
dispersado por todo el territorio intermedio entre la “realidad psíquica interior” y “el mundo
exterior tal como lo perciben dos personas en común”, es decir, por todo el campo cultural”.
Por lo tanto, como podemos observar el lugar del objeto transicional es el área de ilusión, no
es “yo” ni tampoco “no-yo”. Winnicott dirá que es algo acordado no preguntar:” ¿Lo concebiste
tú o te fue presentado de afuera? También afirmará que ésta “paradoja” se debe aceptar y
consentir en función del cuidado del bebé. Una vez más les recuerdo que estamos ubicados
en un lugar de la teoría que trata de explicar la salida del narcisismo y el desarrollo de la
discriminación dentro-fuera.
ALGUNAS NOCIONES SOBRE EL CONCEPTO DE SELF
Hasta aquí todo lo que venimos desplegando da por sentado que existió un ambiente
facilitador (Winnicott) que incluye la idea de una madre suficientemente buena (Winnicott), que
posibilita el desarrollo psicosomático. El bebé, nos dirá Winnicott, nace con una tendencia al
desarrollo y si se encuentra con un medio suficientemente bueno es de esperar que devenga
un sujeto integrado, con la sensación del yo-soy que ya hemos hablado y con una coherencia
en la comprensión de la realidad psíquica y de la realidad externa. El sujeto logra construir un
yo, un self (si-mismo) que no son sinónimos.
En general Winnicott hablo del Yo como algo experiencial no como Yo instancia. El Yo va a
ser siempre Yo corporal. El self es uno mismo. Es la sensación que tiene un sujeto de ser el
mismo a través del tiempo y del espacio. Es una noción mas ligada a lo experiencial que a un
concepto metapsicológico.
FALSO Y VERDADERO SELF 
Verdadero y falso self son nociones centrales en la obra de Winnicott, y probablemente uno de
sus conceptos que más divulgación han tenido dentro del mundo psicoanalítico. El verdadero
self se da en un sujeto como resultado y logro de todo lo que venimos desplegando, y
comprende aquellas características de una persona que están asociadas a la creatividad,
espontaneidad, autenticidad, etc., y también a la discriminación entre adentro y afuera. 
El falso self es resultado de las intrusiones en el desarrollo del bebé y de los traumas que
haya padecido. Es la derivación de una situación vincular temprana que funcionó de manera
traumática, no adecuada a las necesidades del sujeto en desarrollo. Cuando existe una
intrusión traumática, el bebé reacciona y se defiende construyendo un falso self. Es el
resultado de un corte en la continuidad existencial. Es la fachada sintomática de los pacientes,
el falso self tiene como función entre otras, defender al verdadero.
Por ejemplo, un paciente esquizoide va a mostrar un falso self, el verdadero self, el núcleo
íntimo, la mismidad la ocultará, la protegerá.
El falso self es lo que crea el bebé cuando falla el objeto maternal. El bebé tiene que
convertirse en la madre de su propio self, tiene que recubrir esa falla y convertirse, tolerando
en forma depresiva la ausencia de respuestas ante sus demandas. Concretando: el falso self
(en los cuadros psicopatológicos) se construye como resultado de reiteraciones de situaciones
traumáticas o intrusivas del medio ambiente, y su etiología se ubica especialmente en la
insuficiencia de la presentación del objeto en el estadio de dependencia absoluta.
No obstante, debemos aclarar, el concepto de falso self no sólo es aplicable a la
psicopatología. Como señaló Winnicott “nadie anda con el corazón en la mano”, queriendo
mostrar que siempre hay algo de la mismidad de uno que es incompartible, que nunca entra
en vínculo con el otro. 
Por lo tanto, falso self no es sinónimo de patología, todos tenemos un falso self que es el que
mostramos socialmente.
Para que todo esto que vamos viendo lo logremos aprehender, veamos que nos decía
Winnicott en 1960 en un conocido trabajo: “Deformación del ego en términos de un ser
verdadero y falso” :
“La madre suficientemente buena da satisfacción a la omnipotencia del infante, y en alguna
medida también le da sentido. Lo hace repetidamente. Empieza a tener vida el self verdadero,
gracias a la fuerza que le cede al yo débil del infante la instrumentación por la madre de las
expresiones omnipotentes de este último.
La madre que no es suficientemente buena no es capaz de instrumentar la omnipotencia del
infante, de modo que repetidamente falla en dar satisfacción al gesto de la criatura. En lugar
de ello, lo reemplaza por su propio gesto, que adquirirá sentido por la sumisión del infante.
Esta sumisión por parte del infante es la etapa más temprana del self falso, y corresponde a la
ineptitud de la madre para sentir las necesidades de su bebé.
En mi formulación, los hechos se desarrollan siguiendo uno de dos lineamientos posibles. En
el primer caso, la adaptación de la madre es suficientemente buena, y en consecuencia el
infante empieza a creer en la realidad externa que aparece y se comporta como por arte de
magia (gracias a la relativamente exitosa adaptación de la madre a los gestos y necesidades
del infante), y que actúa de un modo que no choca con la omnipotencia del bebé. Sobre esta
base, el infante puede ir abrogando gradualmente la omnipotencia. El self verdadero tiene
espontaneidad y los acontecimientos del mundo lo han acompañado. El infante puede
entonces empezar a disfrutar la ilusión de la creación y el control omnipotentes, y llegar
gradualmente a reconocer el elemento ilusorio, el hecho de que está jugando e imaginando.
Aquí está la base del símbolo, que al principio es la espontaneidad o alucinación del infante y
también el objeto externo creado y finalmente catectizado.
Entre el infante y el objeto hay alguna cosa, o alguna actividad o sensación. En la medida en
que ello una al infante con el objeto (es decir, con el objeto parcial materno), ésa es la base de
la simbolización. Por otra parte, en la medida en que ese algo separe en lugar de unir, queda
bloqueada su función de conducir a la formación del símbolo.
En el segundo caso, que corresponde más particularmente al tema en discusión, la
adaptación de la madre a las alucinaciones e impulsos espontáneos del infante es deficiente,
no suficientemente buena. El proceso que lleva a la capacidad para el uso de símbolos no se
inicia (o bien se interrumpe, con el correspondiente repliegue por parte del infante respecto de
las ventajas adquiridas)
Cuando la adaptación de la madre no es suficientemente buena al principio, podría esperarse
que el infante muriera físicamente, porque no se inicia la catexia de los objetos externos. El
infante sigue aislado. No obstante, en la práctica el infante vive, pero vive de modo falso. La
protesta contra el hecho de ser forzado a vivir una existencia falsa puede detectarse desde las
etapas más tempranas. En el cuadro clínico vemos irritabilidad general y perturbaciones de la
alimentación y de otras funciones, que pueden desaparecer clínicamente, pero sólo para
reaparecer en forma grave en una etapa ulterior.
En este segundo caso, en el que la madre no puede adaptarse suficientemente bien, el infante
es seducido para que sea sumiso; es un self falso complaciente el que reacciona a las
exigencias ambientales, y el infante parece aceptarlas. A través de este self falso el infante
construye un conjunto falso de relaciones, y por medio de introyecciones llega incluso a
alcanzar un aspecto de realidad, de modo que el niño crece para ser exactamente como la
madre, la niñera, la tía, el hermano, o quien quiera domine la escena en ese momento. El self
falso tiene una función positiva y muy importante: ocultar al self verdadero, lo que hace
sometiéndose a las exigencias del ambiente.
En los ejemplos extremos de desarrollo del self falso, el self verdadero está tan bien oculto
que la espontaneidad no es un rasgo de las experiencias vivas del infante. El rasgo principal
es la sumisión, con la imitación como especialidad. Cuando el grado de escisión en la persona
del infante no es demasiado grande, puede haber alguna vida casi personal por medio de la
imitación, e incluso es posible que el niño interprete un papel especial, el del self verdadero
como seria si hubiera tenido existencia.
Así es posible ubicar el punto de origen del self falso, que ahora vemos que constituye una
defensa, una defensa contra lo impensable, contra la explotación del self verdadero, que daría
por resultado su aniquilación. (Si el self verdadero llega a ser explotado y aniquilado, esto
ocurre en la vida del infante cuya madre no sólo no fue "no suficientemente buena" en el
sentido expuesto, sino que fue buena y mala de una manera atormentadoramente irregular.
En este caso la madre, en razón de su propia enfermedad, necesita causar y mantener la
confusión en quienes están en contacto con ella. Esto puede surgir en una situación
transferencias en la que el paciente trata de enloquecer al analista [Bion, 1959; Searles,
1959], y en algunos casos llega a destruir los últimos vestigios de la capacidad del infante
para defender al self verdadero.)”
ALGUNAS OTRAS NOCIONES IMPORTANTES
Vamos a ir terminando con una suerte de enumeración de conceptos, casi un listado, que
considero importante tener en cuenta. 
Los que se dediquen a estudiar a Winnicott con más profundidad verán que en muchos
momentos cuando describió angustias inconcebibles y agonías primitiva, nos está hablando
de patología de pacientes que padecen desintegración. Afirmará en muchos artículos que lo
que se teme no es un estado no integrado sino caer en un estado desintegrado. Desintegrado
alude a una situación de regresión a estados muy tempranos y que produce desintegración,
despersonalización y alejamiento de la realidad, temor a caerse en pedazos. El ejemplo más
evidente lo observamos en los cuadros esquizofrénicos.
Y una vez más, repetimos, la etiología se debe buscar en trastornos tempranos atravesados
por traumas e intrusiones -muy marcadas- témporo-espacialmente que impiden que la
constitución de ese self resulte adecuada.
Un tema que querría tan sólo citar: cuando Winnicott habla de agresión y crueldad primitiva no
son expresión y tampoco las relaciona con envidia ni instinto de muerte, este es un punto de
separación fuerte con la obra de Melanie Klein.
En estos estadios tempranos que estamos estudiando: salida del Narcisismo primario, entrada
a la realidad, inicio de la relación de objeto tiene lugar algo que él va a llamar crueldad o
agresión primitiva, y la relaciona con la motilidad que todavía no está significada dentro del sí
mismo del bebé, después se significa como agresión y como destrucción. El proceso se da de
esta manera: el bebé ataca a la madre, ésta tolera la agresión del bebé. Se da este círculo:
“agredo, el objeto que agredo es el mismo que me da de comer, éste es el mismo que agredo
y no desaparece, por lo tanto, no destruí al objeto, ese objeto sigue existiendo, la
omnipotencia de mi pensamiento no es tal. Entonces entro en contacto con la realidad. Con mi
agresión no destruí al objeto, el objeto está afuera, estoy adquiriendo una clara distinción Yo –
no Yo”.
Otro punto, y que alude a lo constitucional es cuando señala que “hay bebés más fáciles y
bebés mas difíciles”. La madre suficientemente buena, es suficientemente buena para un
bebé determinado, puede ser para uno y no para otro. Por ejemplo, si una madre que ha sido
“suficientemente buena” para un bebé y después de un nuevo nacimiento está transitando un
momento de duelo, ese duelo hará que la madre se retire de la relación vincular con el bebé.
Hubo un corte por una vicisitud en la vida emocional de la madre. Winnicott tenía la convicción
que si se podía intervenir en esa relación madre-bebé, se lograban prevenir posteriores
patologías.
Como habíamos dicho antes Winnicott se inició con una fuerte influencia de la escuela
kleiniana, y toma de esta el concepto de posición depresiva. Con la diferencia que para él, el
bebé no pasa antes por la posición esquizoparanoide, para él esta no es una etapa. A la
posición depresiva la llama también momento de inquietud y al momento previo, momento de
preinquietud. No toma la posición esquizoparanoide porque según lo afirmo, es un concepto
psicopatologizado.
BREVE RESEÑA DEL CONCEPTO DE ESPECULARIDAD EN LA CONSTITUCIÓN DEL
SELF
Winnicott en “Realidad y Juego, 1971” nos dice:
"¿Qué ve el bebé cuando mira el rostro de la madre? Yo sugiero que por lo general se ve a sí
mismo. En otras palabras, la madre lo mira y lo que ella parece se relaciona con lo que ve en
él." Más adelante en el mismo artícu¬lo: "...Cuando miro se me ve, y por lo tanto existo...".
¿Qué nos quiere transmitir? Que el self se desarrolla y estructura en presencia de otro que
funciona como espejo, reflejando esas primeras percepciones de lo que va siendo esa
persona en desarrollo.
Hay dos momentos. En el primero el niño se ve en el rostro de la madre, y en el segundo la
madre ve a su hijo y así le transmite la idea de que existe. Esto significa el pasaje de la
subjetividad a la objetivi¬dad, y también lo podemos considerar como el pasaje a la
intersubjetividad, salida del narcisismo pleno inicial.
La temática acerca del tema del rol especular que el objeto tiene sobre la formación del self
es, en los comienzos del desarrollo, un factor irreductible: se cumple o no. Es una necesidad
para la cual no existe la palabra frustración. Si no se tramita, traerá trastornos en el
desarro¬llo y en la constitución del self.
Citemos directamente al autor:
"Esta visión del bebé y el niño que ven la persona en el rostro de la madre, y después en un
espejo, ofrece una manera de ver el análisis y la tarea psicoterapéutica. La psicoterapia no
consiste en hacer interpretaciones inteligentes y adecuadas; en general es un devolver al
paciente, a largo plazo, lo que éste trae. Es un derivado complejo del rostro que refleja lo que
se puede ver en él. Me gusta pensar en mi trabajo de ese modo, y creo que si lo hago lo
bastante bien el paciente encontrará su persona y podrá existir y sentirse real. Sentirse real es
más que existir: es encontrar una forma de existir como uno mismo, y de relacionarse con los
objetos como uno mismo, y de tener una persona dentro de la cual poder retirarse para el
relajamiento.
Pero no querría dar la impresión de que pienso que esa tarea de reflejar lo que trae el
paciente es fácil. No lo es, y resulta emocionalmente agotadora. Aun cuando nuestros
pacientes no lleguen a curarse, se muestran agradecidos con nosotros porque los vemos
como son, y ello nos proporciona una profunda satisfacción." (Realidad y juego)

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